Oficio Parvo

OFICIO PARVO

DE LA DOLOROSA

DEL COLEGIO

Videte si et dolor sicut dolor mesus.Thren. I, 12.

Considerada si hay dolor como el dolor mío

OFICIO PARVO

DE LA DOLOROSA

DEL COLEGIO

Videte si et dolor sicut dolor mesus.Thren. I, 12.

Considerada si hay dolor como el dolor mío

El Ángelus

El Ángel del Señor anunció a María, Y ella concibió por obra del Espíritu Santo. (Ave

María)

He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra. (Ave María)

El Verbo se hizo hombre, Y habitó entre nosotros. (Ave María)

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de las promesas de nuestro

Señor Jesucristo.

Oremos: derrama, Señor, tu gracia sobre nuestros corazones; y al conocer, por el anuncio del ángel la encarnación de tu Hijo, Jesucristo,

conducidos por su Pasión y Cruz, lleguemos a la gloria de su Resurrección. Por el mismo

Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

VIRGEN DOLOROSA

Madre Dolorosa te han llamado los siglos. Y con razón, pues sufriste indeciblemente. Tú corazón por la espada traspasado recuerda que con viva imagen que bien eres Maestra es saber bien sufrir. Enseña a sobrellevar el sufrimiento, soportándolo con visión de eternidad, con esa esperanza, asociada a la Cruz reconciliadorade tu Hijo, el dulce Señor Jesús,de la que vivamente das ejemplo.Me atrevo a pensar que el misterio del dolormuchas veces se te hizo abrumador,como hoy siento el mío.Auxíliame, pues, ¡oh poderosa intercesora!,obtenme la gracia que me permita aprendery vivir intensamente tu ejemplo y lección.Que así sea.

Amén.

OFICIO PARVO

DE LA DOLOROSA DEL COLEGIOVidete si et dolor sicut dolor meus. Thren. 1,12.

Considerad si hay dolor como el dolor mío.

L ORACIÓN PREPARATORIAAbre, Señor, mis labios, para bendecir tu santo nombre y venerar los dolores de tu Santísima Madre; purifica mi corazón de todo vano y perverso pensamiento y de todo afecto indigno de tu inefable pureza; ilumina mi entendimiento e inflama mi voluntad, para poder así rezar, digna, atenta y devotamente estas santas preces, y acompañar a tu divina Madre en sus dolorosos pasos. Infunde a mi alma una tierna devoción y una filial compasión por los santos dolores. Amén

II. MAITINESV/ Dios te salve, María, llena estás de dolores, el Crucificado está contigo; dolorosa ere tú entre todas las mujeres y doloroso es el fruto de vientre, Jesús R/ Santa María, Madre del Crucificado, alcánzanos lágrimas a nosotros que crucificamos a tu Hijo ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

V/ Veneremos los dolores de la Virgen Santísima. R/ Y adoremos al Señor que padeció por nosotros.Y Abre, Señor, mis labiosR/ Y mi lengua publicará tus alabanzas.Y Dios mío, acude, en mi defensa R/ Apresúrate, Señor, a socorrermeV/ Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu SantoR/ Como era el principio, ahora y siempre y portodos los siglos de los siglos. Amen

HIMNO

(Brevario Romano)

Hace, ¡oh Dios de clemencia! que contemplemos contritos los dolores de María y las llagas de su Hijo.

La salvación nos alcancen sus lágrimas y suspiros, pues bastan de todo el mundo para borrar los delitos.

Sean de Jesús las llagas nuestros meditar continuo, sean los siete dolores fuentes de gozo infinito.

Antífona.- Mi corazón está como la cera, derritiéndose dentro de mí pecho; todo mi vigor va faltando, y mi lengua, por la sequedad, se va pegando al paladar. Ps. XXI 15,16. V/ Mi rostro se hinchó con el llanto R/ Y mis párpados se obscurecieron, Job. XVL17

ORACIÓN

Interceda por nosotros, ¡oh Señor, Jesús! Ante el tribunal de tu misericordia, la Santísima Virgen María, tu madre, cuya alma sacratísima se vio traspasada por una espada de dolor en la hora de tu Pasión. Te lo suplicamos, dulcísimo Jesús, Salvador del mundo, que con el Padre y el Espíritu Santo vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.V/ Ruego por nosotros, Virgen dolorosísima R/ Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

III. A LAUDES PRIMER DOLOR

La Profecía de Simeón

V/ Dios te salve, María, llena estás de dolores, el Crucificado está contigo; dolorosa ere tú entre todas las mujeres y doloroso es el fruto de vientre, Jesús

R/ Santa María, Madre del Crucificado, alcánzanoslágrimas a nosotros que crucificamos a tu Hijo ahoray en la hora de nuestra muerte. AménV/ Veneremos los dolores de la Virgen Santísima.R/ Y adoremos al Señor que padeció por nosotros.V/ Abre, Señor, mis labiosR/ Y mi lengua publicará tus alabanzas.V/ Dios mío, acude, en mi defensa.R/ Apresúrate, Señor, a socorrerme.V/ Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.BJ Como era el principio, ahora y siempre y portodos los siglos de los siglos. Amén.

HIMNO

¿Por qué ¡oh Madre! Si gozosa Ofreces a tu Hijo amado Por espada dolorosa Ves tu peco traspasado?

¡Cómo tu alma sentiría Angustias y sinsabores!... Ya acabó toda alegría... Ya principian tus dolores...

Si ya entonces meditabas De tu Jesús la Pasión, ¿Por qué también no lo grabas Cual sello en mi corazón?

Antífona.- ¿A quién te compararé, a quien te asemejaré, oh Hija de Jerusalén? ¿A quién te igualaré o cómo consolaré, oh Virgen Hija de Sión? Porque en realidad tu dolor es tan grano como el mar. Thren, 11,13V/ Una espada de dolor traspasará almaR/ Para que queden manifiestos los pensamientos demuchos corazones. Luc, 11,35

ORACIÓN

¡Oh Virgen Dolorosísima por el amargo dolor que sufriste cuando, al presentar a tu divino Hijo en el templo, oíste de Simeón que sería El para ti una espada de dolor que traspasaría tu alma y que su Pasión sería para muchos, por su propia malicia, causa de ruina y perdición; te pido me obtengas las gracias necesarias para que no se malogren en mí los infinitos méritos de Jesús. Amén. V/Ruega por nosotros. Virgen Dolorosísima. R/ para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

IV. A PRIMASEGUNDO DOLOR

La huida a Egipto

V/ Dios te salve, María, llena estás de dolores, elCrucificado está contigo; dolorosa ere tú entre todaslas mujeres y doloroso es el fruto de vientre, JesúsR/ Santa María, Madre del Crucificado, alcánzanoslágrimas a nosotros que crucificamos a tu Hijo ahoray en la hora de nuestra muerte. AménV/ Veneremos los dolores de la Virgen Santísima.R/ Y adoremos al Señor que padeció por nosotros.V/ Abre, Señor, mis labiosR/ Y mi lengua publicará tus alabanzas.V/ Dios mío, acude, en mi defensa.R/ Apresúrate, Señor, a socorrerme.V/ Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.R/ Como era el principio, ahora y siempre y portodos los siglos de los siglos. Amén.

HIMNO

Salve, ¡oh Madre Dolorosa! Que huyendo de un rey la saña, Sales con tu Hijo llorosa Desterrada a tierra extraña.

¡Quién me diera, oh Madre mía Tu destierro acompañar, Para así también un día Contigo al cielo volar.

Antífona.- Mira, Señor, que estoy atribulada;conmovida están mis entrañas y trastornado ha sidomi corazón dentro de mi misma, porque llena estoyde amargura; por afuera mata la espada, y en casahay otro género de muerte. Thren. 1,20V/ ¡Oh Señor! Patentes están para ti todos misdeseos.

R/ Y mis gemidos no te son desconocidos. Ps XXVL 10

ORACIÓN¡Oh Virgen Dolorosísima por el amargo dolor quesufriste cuando, por librar a tu inocente Hijo de lacrueldad del impío Heredes, que le buscaba paramatarle, tuviste que huir en medio de sustos y deprivaciones a Egipto, no permitas que jamás con mispecados obligue a mi Redentor a salir desterrado demi pobre corazón. AménV/ Ruega por nosotros, Virgen dolorosísima.R/ Para que seamos dignos de las promesas de Cristo

V. TERCIATERCER DOLOR

La pérdida de Jesús en el Templo

V/ Dios te salve, María, llena estas de dolores, elCrucificado está contigo; dolorosa ere tú entre todaslas mujeres y doloroso es el fruto de vientre, JesúsBJ Santa María, Madre del Crucificado, alcánzanoslágrimas a nosotros que crucificamos a tu Hijo ahoray en la hora de nuestra muerte. AmenV/ Veneremos los dolores de la Virgen Santísima.R/ Y adoremos al Señor que padeció por nosotros.V/ Abre, Señor, mis labiosBJ Y mi lengua publicará tus alabanzas.V/ Dios mío, acude, en mi defensa.R/ Apresúrate, Señor, a socorrerme.V/ Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.BJ Como era el principio, ahora y siempre y portodos los siglos de los siglos. Amén.

HIMNO

¡Ved a esa Madre llorosa, Que gimiendo en triste duelo, En tres días no reposa Y anda y vaga sin consuelo!

Ere tú, Madre querida, Que buscas a tu Hijo santo, Al que amas más que a tu vida, al que es tu divino encanto.Por esta angustia tan cruel Haz que encuentre a tu Hijo amado Y jamás me aparte de El Nueva mancha de pecado.

Antífona.- Inconsolable lloró ella toda la noche, e hilo a hilo corren las lágrimas por sus mejillas; y entre todos sus amantes no hay quien la consuele. Thren. I,2V/ ¡Oh Dios mío! Desconsolada me has dejado. R/Y consumido de dolor todo el día.

ORACIÓN

¡Oh Virgen dolorosísima! Por el amargo dolor que sentirse cuando por tres días buscaste llena de ansiedad a tu Divino Hijo, luz de tus ojos y vida de tu alma: alcánzame la gracia de encontrar pronto a Jesús, si alguna vez llego a perderlo; pero que no suceda esto jamás por el pecado, que no tengo intención de cometer, aun en caso de que se esconda de mí para probar mi fidelidad. Amén.

V/ Ruega por nosotros, Virgen dolorosísimaR/ Para que seamos dignos de las promesas de Cristo

VI. SEXTACUARTO DOLOR

El encuentro en la calle de la amargura


HIMNO

¡Qué tropel, qué gritería! ¡Que tumulto, qué clamor! ¿Dónde arrastran, Madre mía, A Jesús, tu dulce amor?

¡Cargado va con la cruz, Cruz que el hombre merecía!... ¿Cómo, al ver así a Jesús Quedaste viva, oh María?

Mas, ya te oigo, al ver a tu Hijo, Tierna queja así exhalar. "Tu martirio tan prolijo Me hace, Hijo mío, expirar"

Y Jesús con tierno amor Te contesta: "Madre mía, Mucho más que mi dolor Me mata a mi tu agonía"

Antífona.- Mira, Señor, mi aflicción porque se ha levantado el enemigo y echado su mano a lo que tenía yo de más apreciable. Thren L 9,10

V/ ¿Quién dará agua a mi cabeza y a mis ojos una fuente de lágrimas? R/ Y llorar día y noche. Jer. IX, I

ORACIÓN

¡ Oh Virgen dolorosísima! Por el amargo dolor que sentiste cuando encontraste a tu amado Jesús en la calle de la amargura despedazado por las heridas de los azotes, bañado en sangra coronado de.espinas, insultado de todos. Cargada con la pesada cruz le pido me de fuerzas para seguir a imitación tuya a mi divino. Redentor por effjjíjt, camino de la cruz, sereno y resignado a todas las tribulaciones que su paternal Providencia se digne enviarme. AménV/ Ruega por nosotros, Virgen dolorosísima.R/ Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

VII. NONA QUINTO DOLOR

La crucifixión

V/ Dios te salve, María, llena estás de dolores, el Crucificado está contigo; dolorosa ere tú

entre todas las mujeres y doloroso es el fruto de vientre, Jesús

R/ Santa María, Madre del Crucificado, alcánzanoslágrimas a nosotros que crucificamos a tu Hijo ahoray en la hora de nuestra muerte. AménV/ Veneremos los dolores de la Virgen Santísima.R/ Y adoremos al Señor que padeció por nosotros.V/ Abre, Señor, mis labiosR/ Y mi lengua publicará tus alabanzas.V/ Dios mío, acude, en mi defensa.R/ Apresúrate, Señor, a socorrerme.V/ Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.R/ Como era el principio, ahora y siempre y portodos los siglos de los siglos. Amén.

HIMNO (Misal Romano)

Vedle al pie del leño santo, Madre fiel desecha en llanto. Y Jesús pendiente de él!

Gime su alma desolada Por el hiero traspasada De martirio atroz y cruel. ¡Oh! ¡cuan triste y afligida Estuvo allí la escogida Virgen Madre del Señor!

¡Con qué angustia y duelo (infando, Ve temblando y sollozando El suplicio de su amor!

¡Quién es hombre y no llorara, Si a esa Madre contemplara Abrazada de la cruz!

¡En qué rostro no habrá llanto A la vista del quebranto De la Madre de Jesús!

Por los crímenes del mundo En tormento sin segundoY azotado contempló.

A aquel Hijo dulce y caro, Que en completo desamparo El espíritu rindió.

Tierna Madre, sol de amores, Dame el pan de tus doloresY la hiél que pruebas tu.

Y haz que ardiendo en santa llama Ame a aquel que tanto me amaY que puse en una cruz.

¡ Santa Madre, mego que hagas Que me selle con sus llagas Tu Jesús mi corazón!

El penó por mis pecadosY yo quiero tus cuidados Compartir y tu aflicción.

Hasta el día en que yo expire Haz ¡oh Madre! Que El no mire, Sollozando junto a ti.

Porque al pie de aquel madero Quiero ser tu compañeroY morir gimiendo allí.

No me apartes, Virgen Pura; Que tu cáliz de amargura Como néctar beberé.

Por ganar la santa palma Siempre abiertas en mi alma Esas llagas mantendré.

Con sus hierros traspasado, En su cruz extasiado, Sea tu amor mi solo amor.

E inflamado en llama intensa Sé tú, ¡oh Virgen! Mi defensa, ante el Padre juzgador

Que la santa cruz me ampare y la muerte me prepare con la gracias por sostén.

Y al morir ¡oh Madre mía! Haz que arribe el alma mía A la gloria del Edén.

Antífona.- ¡Oh vosotros, todos los que pasáis por el camino! Atended y decid si hay dolor como mi dolor. Thren.1,12V/ Todos cuantos pasaron por el camino, te insultaron palmoteando con las manos. R/ Te silbaron y menearon la cabeza contra ti. ¡oh Hija de Jerusalén! Thren. IL15

ORACIÓN

¡Oh Virgen dolorosa y dulcísima madre mía! Pues por tal te dejó para todos nosotros la última voluntad de Jesús moribundo: por el dolor que sufriste junto a

la cruz al ver a tu Santísimo Hijo expirar después de tres horas de dolorosa agonía, abandonado de todos,

escarnecido del pueblo y con su cuerpohorriblemente despedazado, alcánzame un gran amoral sufrimiento y a la mortificación, y la gracianecesaria para servirte y amarte como miamorosísima Madre. AménV/ Ruega por nosotros, Virgen dolorosísima.R/ Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

VIII. VISPERAS SEXTO DOLOR

El descendimiento

V/ Dios te salve, María, llena estás de dolores, elCrucificado está contigo; dolorosa ere tú entre todaslas mujeres y doloroso es el fruto de vientre, JesúsR/ Santa María, Madre del Crucificado, alcánzanoslágrimas a nosotros que crucificamos a tu Hijo ahoray en la hora de nuestra muerte. AménV/ Veneremos los dolores de la Virgen Santísima.R' Y adoremos al Señor que padeció por nosotros.V/ Abre, Señor, mis labiosR/ Y mi lengua publicará tus alabanzas.V/ Dios mío, acude, en mi defensa.R/ Apresúrate, Señor, a socorrerme.

V/ Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.R/ Como era el principio, ahora y siempre y portodos los siglos de los siglos. Amén.

HIMNO(Breviario Romano)

Entre arroyos de lagrimas La Virgen, ¡ay! Se aflige, Cuando sus ojos lánguidos, Al dulce Hijo dirige, Que de la Cruz exánime,Yyerto recibió.

Rostro y pecho dulcísimo, Santísimo costado, Luego la mano rígidaYluego el pie llagado Contemplando, con lágrimas Purísimas regó.Mil y mil veces férvida Acaricia entre brazos Aquel pecho aman tí simo, Aquellos dulces brazos, ¡ Ay! Toda deshaciéndose En besos de aflicción.

¡Ea, Madre Santísima! Por tu dolor y llantoYesa sangre purpúreaQue aún mana tu Hijo Santo,

Graba tu dolor íntimo En nuestro corazón

Antífona.- No me llaméis Noenu que significa hermosa, sino llamadme Mana que quiere decir amarga, porque de grande amargura me ha llenado elTodopoderoso. Rut. L, 20V/ Manojho de mirra es mi Amado para mí. R/ En mi seno descansará. Cant. L12

ORACIÓN

¡Oh Virgen Dolorosísima! Por el amargo dolor que sentiste cuando, bajado de la cruz el cuerpo de tu divino Hijo y colocado en tu regazo, viste minuciosamente el bárbaro estrago que habían hecho en El mis pecados, ablanda, te pido, este mi ingrato y duro corazón para llorar mis culpas y saber compadecerte con toda sinceridad. Amén. V/ Ruega por nosotros Virgen dolorosísima. R/ Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

IV. COMPLETAS SÉPTIMO DOLOR

Entierro del hijo y soledad de la Madre


HIMNO

¡Pura mística azucena Del desierto de la vida; Lámpara siempre encendida Para templar nuestra pena!

IX. COMPLETASSÉPTIMO DOLOR

Entierro del hijo y soledad de la Madre

Y Dios te salve. María, llena estás de dolores, elCrucificado esta contigo; dolorosa ere tu entre todaslas mujeres y doloroso es el fruto de vientre. JesúsR/ Santa María, Madre del Crucificado, alcánzanoslágrimas a nosotros que crucificamos a tu Hijo ahoray en la hora de nuestra muerte. AménV/ Veneremos los dolores de la Virgen Santísima.R/ Y adoremos al Señor que padeció por nosotrosV/ Abre, Señor, mis labiosR/ Y mi lengua publicará tus alabanzas.V/ Dios mío, acude, en mi defensa.R/ Apresúrate, Señor, a socorrerme.V/ Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.R/ Como era el principio, ahora y siempre y portodos los siglos de los siglos. Amén.

HIMNO

¡Pura mística azucena Del desierto de la vida; Lámpara siempre encendida Para templar nuestra pena!

¡Celeste y eterno lirio Por los ángeles cuidado; Puro clavel perfumado Con la esencia del martirio!...

Yo, vengo, ¡oh Madre! A besar Las estrellas de tu manto; Yo vengo con pío llanto, Tu dolor a acompañar

Por tu Jesús, que hoy inmolas Para borrar el pecado Déjame, ¡oh Madre! A tu lado Sollozar contigo a solas.

Antífona.- Llorando estoy y mis ojos son dos fuentes de lágrimas, porque se ha alejado de mí el Consolador, el que hacía revivir mi alma. Thren. I;16

V/ Mis ojos se han cegado de tanto llorar

R/ Y mis entrañas se han conturbado. Thren. U, 11

ORACIÓN

¡Oh Virgen dolorosísima! Por el amargo dolor que sentiste cuando acompañaste al santo cuerpo de tu amabilísimo Jesús y te viste obligada a depositarlo en el sepulcro, haz que la memoria de su pasión y

y muerte quede profundamente grabada en micorazón, para que así viva abrazado en constanteamor a mi buen Jesús y a ti, ,oh mi dulcísima ydolorosa Madre .AménV/ Ruega por nosotros, Virgen dokxosisirnaR/ Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

ORACIÓN FES AL

Gracias te doy, ¡oh Madre dolorosa y Reina de los mártires! Por habernos admitido un instante siquiera a la meditación de tus dolores. Recíbeme por hijo tuyo y acepta la compañía que en ellos quiero hacerte. No permitas que jamás vuelva a renovártelos cometiendo nuevos pecados; antes bien, consérvame siempre traspasado el corazón con la espada del santo temor de Dios, como tuviste el tuyo con la aguda de Simeón; dirígeme durante toda mi vida por el camino de la contrición y de la penitencia; asísteme en la hora de la muerte como asististe a tu divino Jesús, recíbeme en tus maternales brazos como recibiste a El bajado de la cruz, y así preséntame al tribunal de su clemencia en el cielo. Amén.

V/ Ruega por nosotros, Virgen dolorosísimaR/ Para que seamos dignos de las promesas de CristoV/ A todos los presente, amorosaR/ Bendíganos la Madre Dolorosa

Bendito y alabado, etc.

VISITA A NUESTRA MADRE DOLOROSA DEL COLEGIO POR LA MAÑANA

Señora y Madre rria, otra vez la luz de la mañana despunta sobra la lena y alumbra m cansío. Otra vez tomo a vivir mis penas y mis esperanzas sn mas amparo ni refugio que la sombra de tu manto y la inmensa ternura de tu corazón. Este día que empeza no hay duda, será como los otros que pasaron, cargado de tempestad. Pues la vida no pude dejar de ser para mi, lo que es para los demás, un perfecto vale de lágrimas. ¿Qué dolores me habrá reservado ta Providencia para hoy día? ¿Qué necesidades habrá de padecer m cuerpo? ¿Qué angustias triturarán mi corazón? ¿Qué ocios y calumnias despedazarán la paz de mi conciencia el da de hoy? No lo se Madre mía. Una cosa no ignoro: lo que me enseña ta palabra del Señor, que la hoja del árbol no cae en el camino, sin el querer de Dios, y que están contados los cabellos de mi cabeza y las penas de mi corazón. Nada temo, porque en Ti, solo en Ti, he puesto toda mi confianza. Si la tempestad se desata sobre mi, no me faltara la luz de tus ojos de Madre, para señalarme los caminos de la paz Si las espinas de la tribulación me llegan al alma tus manos estarán prontas para ponerme bálsamo de inmortales esperanzas y vendajes de santa resignación. Si manos que no juntan delante de tu altar echan sobre mis hombros la pesada carga del odio, mirando tu rostro hermoso y compasivo, pensaré en la cruz agobiante de tu Hijo Divino y pagaré la carga que me aplasta con la pobre moneda de mi perdón. Bendíceme, Señora y Madre, para que todo lo que padezca el día de hoy sea en honor tuyo y salvación de mi alma. Desde niño te consagré mi corazón y mi vida: hoy renuevo aquella consagración vuelvo a entregarte mi vida con todos sus abrojos, mi corazón con todos sus anhelos, mi alma con todas sus tribulaciones. Otra vez bendíceme, Señora y Madre, para que viva el da de hoy, como si fuese ei último de mi vida.

POR LA TARDE

Un día más he terminado de vivir en la serie de mis años, dulce Madre mía. Un día más de mi existencia se ha perdido en el piélago insondable del pasado. Un día menos de los pocos que me restan por vivir. Las sombras han invádelo la tierra y la naturaleza toda se ha dormido en el regazo de la noche. Solo mi alma ¡dichos ella! En tu presencia, se está bañando en la lumbre sin ocaso de tus miradas y mi corazón, despierto siempre, bien quisiera palpitar a tus plantas por lo siglos de los siglos. Pero, este cuerpo de tierra también debe descansar como la tierra arropándose en el manto de la noche. Voy a tomar mi descanso. Madre mía, mas, al cerrar mis párpados, el último pensamiento será un recuerdo de tus bondades, la última palabra tu nombre, el último balbuceo un Avemaria. Cuida mi sueño, como has vigilado mis pasos durante el da: para cuidarme de día y de noche eres mi Madre. Muchas almas han pasado del lecho del descanso al tribunal de Dios, ¡ay! de ellos si no te llamaron para que les cuides, les acompañes, les salves. Para que me cuides, me acompañes, me salves, te suplico y te llamo, Madre bondadosa, mientras descanso en el lecho humilde que me preparó la pobreza. No permitas que el enemigo de las almas turbe mi mente y agite mi corazón,- con imaginaciones pecaminosas; no permitas que escarbe en mi ayer culpable, haciendo revivir en la memoria esos días infelices en los que no te amaba todavía y me creía sin derecho de llamarte Madre, Madre mia. He pasado este día bajo el amparo de tu bendición; concédeme la gracia de pasar, así mismo, esta noche. También en esta noche, como en todas las de mi vida, óyeme, Madre, la oración que aprendí de mis mayores que ya no viven: "Madre mia, esperanza mia, yo me acojo bajo tu manto; allí quiero vivir y morir. Líbrame del pecado en esta noche y dame tu santo bendeión".

Así sea

ORACIÓN

MADRE MÍA DOLOROSAL.que nunca podré olvidar. Hoy al estar junto a ti, un torrente de incontenibles recuerdos quiere romper mi pecho.MADRE, tus ojos me besan como lo han hecho siempre, como cuantas veces te he mirado en esta imagen que te representa. Que recuerdos buenos y hermosos. Me besas con esos "ojos misericordiosos" con amor. Me hablas con ellos, como ayer, como siempre. Bienvenido (a) y has dicho mi nombre, con la dulzura grande de tu mirada, con la ternura de tus labios, con el silencio amante de tú corazón. Suaves palabras que la oímos sólo en lo más íntimo de nuestro espíritu: hijo (a) tus ojos nos conocen, nos nombran a todos y cada uno de tus devotos y admiradores. Sí, Madre Dolorosa aqui estoy porque te amo, porque estas siempre en mi vida; por cuando vengo a visitarte revive e n mi corazón la emoción sincera y pura con que tantas veces te invocado.Soy tuyo (a), Virgen Dolorosa, hoy y siempre: en la niñez, en la juventud, en la edad madura, en la vejez, en una palabra soy tu hijo (a). Traigo mis pesares y alegrías, mis problemas y proyectos, mis ilusiones y anhelos junto con mis desesperanzas y fracasos... mis pobres obras buenas y mis pecados; mis angustias, mis preocupaciones. Tantas y tantas cosas mías y de los míos o con los míos. Todo Madre, como lo he hecho tantas veces, lo dejo en tus manos buenas, muy cerca de tu corazón. Te pido, madre, la luz milagrosa de tus ojos para que los míos copien la tranquila en infinita mansedumbre de tu mirada que se llena

de lágrimas y que sonríe.

Que mis ojos, Madre Dolorosa, miren siempre con pureza, con afecto sincero, con alegría y mansedumbre.

Madre Querida, para mí la vida es rica en contradicciones, rica en clavos de necesidad y en espinas de miseria, pero al verte a Ti, hallo consuelo, hallo fuerza y ánimo para imitarte.

Sonreír y amar, servir y con gusto... Me basta saber que mi sigues con tu mirada. Si yo te amo, dulce Madre, si yo te amo saber quieres. A una Madre cual tu eres, quién su amor ha de negar. Pero más amarte quiero y que te amen a porfía, quiero amarte Madre, Mía, más y más te quiero amor.POR LOS NUESTROS YLOS MÁS NECEISTADO Y PODRE: Dios Te Salve, María.

POR LOS ENFERMOS INCURABLES Y POR LOS QUE NO TIENE NMEDICINS: Dios Te Salve María.

POR TODOS LOS AQUÑIPRESENTE Y POR CUANTOS NOS HAN PEDIDO ORAR: Dios Te Salve Maria.

Sagrada María….

VISITA AL SANTISIMO

OH CRISTIANOS, QUE DULZURA halla el hombre en visitar a Jesús que con ternura nos da audiencia en el Altar.

SI LOS HOMBRES CONOCIERAN LAS FINEZAS DE JESUS, A SU AMOR CORRESPONDIERAN CON ETERNA GRATITUD.

No dejemos solitario al dulcísimo Jesús, ya que quiere en el sagrario ser del hombre Vida y Luz.

Todas nuestras ansiedades quiere, tierno, disipar, y con múltiples bondades nuestros males remediar.

Es Jesús Sacramentado nuestro amigo sin igual, nuestro asilo asegurado en la lucha contra el mal.

El nos llama noche y día como tierno y buen Pastor; vamos, pues, con alegría a inflamarnos en su amor.

Recuerdo de las Cuarenta HorasParroquia San Antonio

Dispón tu cuerpo en la oración, entra en tu interior, silencia tu

corazón, recoge tus sentidos, activa la voluntad.

La oración es un ejercicio de amor. Santa Teresa dice: NO ESTA LA COSA EN PENSAR MUCHO, SINO EN AMAR MUCHO". Y también nos dice: "Mirar al buen Jesús. No os pido más que le miréis... El no os ha dejado de mirar aunque hayáis pecado. Mirad que no está aguardando otra cosa sino que le miremos; como le quisiereis le hallaréis".

DICE JESÚS: ESTOY CONTIGO

Aunque tú no me veas, yo estoy siempre contigo, para ayudarte en tus quehaceres diarios, para llenarte el alma de esperanza.- Estoy contigo, cuando no puedes más, cuando todo te sale mal, cuanto todo te sonríe.- Quiero vivirlo todo a tu lado, siempre contigo. No sabes el gozo que existe en mi Corazón, cuando comparto contigo todo, y te acercas a mí desde tu pobreza y sencillez.- No sabes el gozo tan grande que significa para mí vivir junto a ustedes de día y de noche, a todas horas. Y... siempre. Amén.

ORACIONES

QUE SE HAN DE REZAR TODOS LOS DIAS EN EL EJERCICIO DE LA VISITA

A JESUS SACRAMENTADO

Al comenzar la visita

SEÑOR mío Jesucristo, que, por el amor que tenéis a los hombres, estáis de noche y de día en este Sacramento, todo lleno de piedad y de amor, esperando, llamando y recibiendo* a todos los que vienen a visitaros: yo creo que estáis presente en el Santísimo Sacramento del Altar, os adoro desde el abismo de mi nada, y os doy gracias por todas las mercedes que me habéis hecho, especialmente por haberme dado en este Sacramento vuestro cuerpo, vuestra sangre, vuestra alma y vuestra divinidad; por haberme concedido como abogada a vuestra Santísima Madre la Virgen María, y por haberme llamado a visitaros en este lugar santo. Adoro vuestro amantísimo Corazón, y deseo adorarlo por tres fines: el primero, en

agradecimiento de esta tan preciosa dádiva; el segundo, para desagraviaros de todas las injurita que habéis recibido de vuestros enemigos en este Sacramento, y el tercero, porque deseo en osla visita adoraros en todos los lugares de la tierra donde estáis sacramentado con menos culto y más abandono.

El cuarto permíteme Jesús.

Mío implorarte por mis hijos y todos mis seres queridos. Líbrales de todo lo malo.

Remediar sus necesidades sálvanos en la, hora de la muerte. Oh Jesús mío, os amo

Con todo mi corazón, con todas mis fuerzas, y así miserable como soy me consagro a ti OH Buen Jesús, no desechéis mis ruegos bajo tu protección.

(PADRE NUESTRO)

Jesús mío, os amo con todo mi corazón; pésame de haber tantas veces ofendido en lo pasado a vuestra infinita bondad; propongo, ayudado de vuestra gracia, enmendarme en lo venidero, y ahora, miserable como soy, me consagro todo a Vos; os doy y entrego toda mi voluntad, mis afectos, mis deseos y todo cuanto me

pertenece. De hoy en adelante haced, Señor, de mí y de mis cosas cuanto o agrade. Lo que yo quiero y os pido es vuestro santo amor, la perfecta obediencia a vuestra santísima voluntad, y la perseverancia final.

Os encomiendo las almas del Purgatorio, especialmente las más devotas del Santísimo Sacramento y de María Santísima, y os ruego también por todos los pobres pecadores. En fin, amado Salvador mío, uno todos mis afectos y deseos, con los de vuestro amorosísimo Corazón, y así unidos los ofrezco a vuestro Eterno Padre y le pido en vuestro nombre que por vuestro amor los acepte y atienda benignamente. Amén.

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