OBJETIVO NOTAS PEDAGÓGICASediciones.casadelcatequista.com/wp-content/uploads/2019/08/L6C_… ·...

“Yo soy la vid, ustedes las ramas. El que permanece unido a mí, como yo estoy unido a él, produce mucho fruto; porque sin mí no pueden hacer nada… Si permanecen unidos a mí y mis palabras

permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo tendrán” (Jn 15, 5. 7)

OBJETIVORecibirá el anuncio gozoso del llamado que Jesús le hace a estar unido a Él, descubriendo que esta unión da al ser

humano una vida feliz y llena de frutos abundantes.

NOTAS PEDAGÓGICAS ` Iniciamos un nuevo ciclo catequístico que tiene como intencionalidad educar en la fe, en el seguimiento y en el testimonio, ayudando a los niños a establecer una relación viva con Cristo.

` El hilo conductor de este nivel es la experiencia comunitaria de la fe a través de la unión sacramental con Jesucristo.

` Los niños de esta edad establecen amistades y relaciones más fuertes con sus amigos; es el momento de invitarlos a seguir a Jesús en una relación de amistad, con libertad y amor, sintiéndose invitados a permanecer con Él.

` Este pregón kerigmático es una oportunidad para que los niños experimenten el llamado a la vida que nos hace Jesús, a través de la imagen de la vid y sus ramas, por lo que es necesario prepararlo con esmero.

` Prepara el siguiente material: una imagen de Jesús (tamaño grande) y una mesa dispuesta dignamente para colocar la Palabra de Dios y un cirio o vela;

Permanezcan en mí y darán mucho fruto PR

EGÓN

PREGÓN 1

Dinámica: ¿Qué fruto eres?Es importante que los niños se presenten y se vayan reconociendo, para ello te proponemos esta dinámica de presentación:

Pide a los niños que formen un círculo y que cada uno de ellos elija una fruta (sin decirla a nadie). Ya que todos la hayan elegido, pide que un voluntario inicie presentándose a partir de las características de la fruta que eligió, y pregunte al grupo: ¿Qué fruto soy? El grupo tendrá que adivinar. No importa que se repitan los frutos, lo importante es la creatividad con la que se presenten al describir el fruto elegido.

TEXTOS PARA ORAR Y PROFUNDIZAR • 1 Cor 6, 17. El que se une al Señor es un espíritu con Él.• 1 Cor 12, 27. Ustedes son el cuerpo de Cristo y cada uno un miembro de Él.• Ef 5, 30. Somos miembros de su cuerpo.

(DESARROLLO)¡Hola niños y niñas! Qué gusto que estemos hoy reunidos para iniciar este nuevo año de catequesis. Les esperaba con mucho cariño. ¿Saben?, hoy les tengo una gran noticia. ¿Les gustaría saber cuál es? Se trata de alguien que ustedes ya conocen, es su amigo, pero hoy quiere decirles un gran secreto que les ayudará para que su vida esté llena de grandes frutos.

ENCUENTRO de Catequesis

imagen de una vid; una rama de papel para cada niño (donde escribirán su nombre); cartulinas con la imagen de una racimo con uvas, con el título: “¿Qué frutos te gustaría dar?” (una por equipo); cinta adhesiva y reproductor de audio.

` Se sugiere llevar un racimo de uvas para compartir con los niños al final del encuentro.

` Decora el lugar acorde al mensaje principal de este pregón, colocando en un lugar visible y central la figura de Jesús, como la vid a la cual debemos estar unidos.

2 PREGÓN

Ejemplo. Niña: Soy redonda, anaranjada y muy jugosa. Grupo: ¡La naranja!

Puedes recoger la experiencia con estas preguntas u otras similares: ¿Cómo se sintieron con esta dinámica? ¿Fue sencillo o difícil adivinar qué fruto eran los compañeros? ¿Por qué? ¿Cuál fue el más difícil de adivinar?

Un fruto se reconoce más fácilmente cuando conocemos muy bien sus características, porque nos es familiar, lo he-mos comido y disfrutado. Hoy, también Jesús nos quiere hablar de los frutos. ¡Estemos atentos a su anuncio!

Escuchemos este anuncio Proclama de forma solemne el texto Bíblico: “Yo soy la vid, ustedes las ramas. El que permanece unido a mí, como yo estoy unido a él, produce mucho fruto; porque sin mí no pueden hacer nada… Si permanecen unidos a mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo tendrán” (Jn 15, 5. 7).

Ayúdalos a centrar la atención en el texto con las siguientes preguntas: ¿Qué dice el texto? ¿Quién es la vid? ¿Quiénes son las ramas? ¿Quién produce fruto? ¿De qué frutos hablará Jesús? ¿Saben cuál es el fruto que da la Vid? ¿Qué podemos hacer sin Jesús? Si permanecemos unidos a Jesús y sus palabras permanecen en nosotros, ¿qué le podemos pedir a Jesús? ¿Cuál es el mensaje?

Terminando este compartir libre y espontáneo, podemos comentar:

La vid es la planta que produce uvas, esta planta se desarrolla como un arbusto con hojas verdes. La vid necesita que el labrador, o quien la cultiva, la cuide constantemente para que dé mucho fruto. (Puedes mostrar una imagen de la vid).

PREGÓN 3

Por nosotros corre la saviaNosotros estamos unidos a Jesús con un vínculo tan profundo y valioso como el que une las ramas a la vid. Una rama es parte de la vid, y en ambos corre la misma savia, los mismos nutrientes, el mismo jugo. En nosotros, desde que nos bautizaron corre la savia de la vida nueva que Dios nos ha comunicado. Él nos ha hecho participar de su propia vida, y ésta recorre todo nuestro ser de una manera silenciosa, que no se percibe pero ahí está, nutriéndonos día a día, año con año y, gracias a esto, igual que la vid, con el paso del tiempo, podemos dar fruto. ¡Sí, nosotros, a nuestra edad, podemos ya dar fruto! Es el Espíritu Santo el que nos une a Dios, y Él nos hace comprender que cuando permanecemos unidos a Dios tenemos una vida verdadera, una vida en el amor, y por ello somos capaces de dar fruto.

Jesús nos da una gran noticia en este Evangelio: ¡Si estamos unidos a Él daremos fruto!, pero si no, no podremos dar fruto, porque separados de Él nada podemos hacer.

Una decisión muy importanteEn la vida siempre hay que hacer decisiones importantes conforme a nuestra edad. Hoy, el Evangelio nos invita a tomar una decisión: Seguimos a Jesús o no lo seguimos; permanecemos unidos a Él o nos alejamos de su amor; tenemos una vida feliz con Él, o pasamos la vida sin Dios, sin esperanza, sin fruto. Tú, ¿qué decisión quieres tomar? ¿Te gustaría estar unido a Jesús que tanto te ama? (Deja un momento de silencio para que los niños reflexionen).

Después, solicita que se reúnan en pequeños equipos y compartan lo que cada uno decidió; entrégales una rama de papel y pídeles que, si han decidido seguir a Jesús, escriban su nombre en ella.Continúa con la siguiente reflexión: Jesús nos hace una promesa

4 PREGÓN

importante, ¿quién la recuerda? Sí, muy bien: ¡Si permanecemos unidos a Él daremos mucho fruto! ¿Quién quiere estar unido a Jesús y dar mucho fruto? Entonces, digámosle a Jesús que hemos decidido seguirlo, que queremos estar unidos a Él y que deseamos, con todo nuestro corazón, dar mucho fruto.

Entrega a cada equipo una cartulina con el título: “¿Qué frutos te gustaría dar?”, y con un dibujo de un racimo de uvas. Motívalos a anotar, en cada una de las uvas, el tipo de frutos que les gustaría dar (por ejemplo: alegría, amor, ser amables, compartir, ayudar, agradecer…).

Cuando todos hayan concluido pide que pase el primer equipo, llevando, cada uno, la rama que tiene su nombre. Invítalos a colocarse frente a la imagen de Jesús (que previamente colocaste en un lugar visible).

Motivación: Haz un momento de silencio, observa tu nombre escrito en esa rama. Dile a Jesús que quieres estar unido a Él, para tener vida y poder dar frutos. Háblale, desde lo profundo de tu corazón (deja un momento de silencio). Luego índica: De uno en uno, vayan colocando su nombre junto a Jesús. Al hacerlo cada uno dirá: “Yo, nombre , quiero estar unido a ti y seguirte”.

Cuando todos los integrantes del equipo hayan colocado su nombre junto a Jesús, invítalos a presentar, mostrando su cartulina, los frutos que desean dar, al estar unidos a Jesús, diciendo: “Nosotros queremos dar frutos de…” (dicen todos los frutos que escribieron).

Así, ve invitando a pasar a cada equipo.

Jesús cuida de nuestras vidas

¿Qué frutos te gustaría dar?

PREGÓN 5

Como hemos escuchado en el texto: “Jesús es la vid”, y a Él debes estar unido, Él va a cuidarte, pues te ama, dio su vida por ti, camina contigo y, en los momentos más difíciles, permanece de manera más cercana y solidaria a tu lado. Recuerda que Jesús quiere que tengas una vida llena de alegría, de gozo, de paz. Él, que te ama tanto, cuida de tu vida y te dice una vez más: “Si permaneces unido a mí, pide lo que quieras y lo tendrás”.

Momento oracionalAl terminar, pide que todos se coloquen cerca de la imagen de Jesús y la toquen con una mano (aunque estén un poco apretados), e invítalos a decir con fuerte voz:

“Señor Jesús, tú eres la vid verdadera que nos alimentas y nos haces fuertes para continuar unidos a ti.¡Te amamos y no queremos dejarte!

Estaremos siempre cerca de ti; porque sin ti no podemos hacer nada.Tú eres nuestro mejor amigo, por eso queremos ir creciendo unidos a ti para dar buenos frutos y ser felices.

Señor Jesús, cuídanos y protégenos siempre. Amén”.

� Para finalizar, sabiendo que en cada uno de nosotros habita Jesús, y que no-sotros hemos decidido seguirlo, le pedimos su bendición. Levantamos nuestra mano y nos persignamos.

� Se sugiere dar a los niños un racimo pequeño de uvas para comerlas al cierre de este pregón, saboreando ese delicioso fruto de la vid.

Actividad: Pide que realicen la actividad propuesta en su libro.

6 PREGÓN

UNIDAD

1La comunidad me entrega los signos de la fe

7

“Este fue el primero de los signos de Jesús…Así manifestó su gloria y sus discípulos

creyeron en él” (Jn 2, 11)

OBJETIVOReconocerá la importancia que tienen los signos, tanto en su vida ordinaria como en su vida de fe,

para comprender la naturaleza de los Sacramentos.

NOTAS PEDAGÓGICAS ` En esta Unidad trataremos el tema de los Sacramentos. El presente tema servirá de introducción, por lo que es recomendable la lectura de los signos y símbolos en el Catecismo de la Iglesia Católica, a partir del número 1145.

` Para el psicólogo J. Piaget, la función simbólica en los niños es una capacidad para evocar objetos o situaciones no percibidas, sirviéndose de signos o de símbolos para ser observadas.

` Desde pequeños nos damos cuenta que hay realidades más grandes o importantes, “escondidas” detrás de otras más sencillas y comprensibles: Los diccionarios las definen como “signos”.

` Para el desarrollo de este encuentro te sugerimos llevar, en gran tamaño, algunos signos (símbolos o señales), que los niños puedan fácilmente identificar (por ejemplo: señales de tránsito, logotipos, o signos de puntuación), pues serán útiles en algunos momentos.

` Prever pequeñas papeletas en blanco (una por cada participante), colores u otros materiales reciclados que puedan ayudar para la actividad de “celebramos nuestra fe”, reproductor de audio y canto: “Jesús, Sacramento del Padre” (CD 6, pista 5).

TEMA

1Nuestra vida de fe necesita de signos

UNIDAD 1 · LA COMUNIDAD ME ENTREGA LOS SIGNOS DE FE 9

EXPERIENCIA HUMANAToma los signos (símbolos o señales), que llevaste (señales de tránsito, logotipos, signos de puntuación, etc.). Muéstralos, uno a uno, y pregúntales: ¿Alguien sabe qué significa? ¿Cuándo se utiliza? ¿Con qué fin se usa? Deja un tiempo prudente para escuchar sus respuestas. Nota: Es muy importante que los niños puedan identificar las señales, para garantizar una interacción positiva y el intercambio de sus saberes.

Al concluir, continúa: ¿Se han dado cuenta que nuestra vida está llena de signos? · Los usamos siempre, y nos ayudan a comprender grandes cosas que, a simple vista, parecen “escondidas”. Un signo es un objeto, un fenómeno o un hecho que representa o evoca a otro objeto, fenómeno o hecho... Parece esto complicado, pero no es así… veámoslo un poco más despacio:

TEXTOS PARA ORAR Y PROFUNDIZAR • Sacrosanctum Concilium 7 . En la liturgia, los signos sensibles significan y realizan

la santificación del hombre. • Sacrosanctum Concilium 59 . Es importante conocer los signos sacramentales.• Catecismo de la Iglesia Católica 1152. Signos sacramentales.

(DESARROLLO)Niños y niñas: ¡Qué alegría encontrarnos aquí, en nuestro

grupo de catequesis! Sean todos bienvenidos. Es un gran gozo comenzar con ustedes un camino donde iremos conociendo más de cerca a nuestro amigo Jesús.

Hoy, hablaremos de la necesidad que tenemos de comprender que hay unas cosas, fenómenos o hechos que se expresan de forma simbólica, es decir, a través de lo que llamamos “signos”, pero nos quieren hablar de algo que hay más allá de lo que vemos. ¿Les gustaría saber de qué estoy hablando?


10 UNIDAD 1 · LA COMUNIDAD ME ENTREGA LOS SIGNOS DE FE

ILUMINACIÓNJesús también se manifestó a través de signos. San Juan nos cuenta, en su Evangelio, cuál fue el primero de los signos que Jesús realizó.

Toma tu Biblia y lee: “Hubo una boda en Caná de Galilea. La madre de Jesús estaba invitada. También lo estaban Jesús y sus discípulos. Se les acabó el vino, y entonces la madre de Jesús le dijo: No les queda vino. Jesús le respondió: Mujer, mi hora aún no ha llegado. La madre de Jesús dijo entonces a los que estaban sirviendo: Hagan lo que él les diga. Había allí seis cántaros de piedra, de los que utilizaban los judíos para sus ritos de purificación. De unos ochenta o cien litros cada uno. Jesús les dijo a los que servían: Llenen los cántaros de agua. Y los llenaron hasta arriba. Una vez llenos, Jesús les dijo: Saquen ahora un poco y llévenselo al encargado de la fiesta. Ellos cumplieron sus órdenes. Cuando

Como observamos, un simple dibujo puede representar una norma o una regla que nos ayuda a respetar los espacios, el cuidado de las personas (como las señales de tránsito, o las de las carreteras, etc.); una simple letra puede hablarnos de los valores, principios o metas de un equipo, de una agrupación o de una empresa (como los logotipos que se muestran en las playeras, o en las banderas); o también, un pequeño punto o una coma pueden cambiar radicalmente la lectura, la comprensión o hasta la interpretación de un texto escrito (como los signos de puntuación, ellos nos dicen si debemos hacer pausas o demostrar admiración ante alguna cosa); y también, a través de signos, las personas mostramos nuestros sentimientos. Por ejemplo, regalar una rosa puede significar el cariño y aprecio que tenemos hacia una persona.

Pues… así como usamos signos en nuestra vida cotidiana, para comprender las realidades naturales, nuestra vida de fe necesita también de signos, para comprender las realidades espirituales, para descubrir los misterios de nuestra fe.

Nuestra fe la expresamos a través de muchos signos. ¿Alguno de ustedes recuerda alguno?


el encargado probó el vino nuevo sin saber de dónde venía (sólo lo sabían los sirvientes), llamó al novio y le dijo: Todo el mundo sirve primero el vino de mejor calidad, y cuando los invitados ya han bebido bastante, saca el más corriente. Tú, en cambio, has reservado el de mejor calidad hasta ahora. Esto sucedió en Caná de Galilea. Fue éste el primer signo realizado por Jesús. Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él” (Jn 2, 1-11).

Al concluir la lectura, pregunta de forma pausada, como dando tiempo a que el grupo vaya formulando sus respuestas: ¿Quiénes aparecen en este relato? ¿Quiénes serán los personajes principales? ¿Qué hacen? ¿En dónde sucedió? ¿Recuerdan quién intervino para que Jesús realizara su primer signo? ¿Cuál es el primer signo que Jesús realizó? Según lo que escuchamos, ¿qué sucedió con los discípulos, después de que Jesús realizó este signo? Deja un tiempo para que se expresen y puedan escudriñar el texto evangélico.

Al concluir, continúa: Los Evangelios describen al menos treinta y nueve “señales de poder” con las que Jesús manifestó su gloria, provocando la fe de sus discípulos (ver Jn 2, 11). Los tres primeros Evangelios, que son los de San Mateo, San Marcos y San Lucas, los llaman “milagros”, pero el Evangelio de San Juan prefiere llamarlos “signos”, es decir, señales que nos quieren mostrar quién es Jesús y sus enseñanzas.

Hace un momento dialogábamos que un signo o señal es una realidad que simboliza, representa e interpreta a otra realidad, que es más profunda y que no podemos ver a simple vista. Jesús nos conoce muy bien, sabe que necesitamos “ver” signos de su presencia, por eso, Él realiza varias señales para mostrarnos que es el Hijo de Dios y así podamos percibir, a través de esas señales, el misterio de su persona y también cuál es su misión. Los signos que Jesús realizaba producían en las personas que lo seguían y en sus discípulos la fe. Así nos lo dice la Escritura, ¿recuerdan?: “Fue este el primer signo realizado por Jesús… Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él” (Jn 2, 1-11).

El Evangelio de San Juan nos narra que estas señales o signos nos revelan a Jesús como el auténtico enviado del Padre (ver Jn 10, 25). De esta forma descubrimos que Jesús, y las acciones que él realizaba, son signos visibles de Dios: “A Dios nadie lo ha visto, pero el Hijo único, que es Dios y está en el seno del Padre, nos lo ha dado a conocer” (Jn 1, 18). Por eso Jesús nos dice: “El que me ve a mí, ve al Padre” (Jn 14, 9).


CELEBRACIÓN DE FEEntrégales una papeleta en blanco. Pídeles que, por medio de un signo, expresen su fe en Jesús (por ejemplo: un corazón, como signo de amor. Deja que los niños trabajen con su creatividad). Después, solicítales que busquen a cuatro compañeros y formen un equipo, ahí compartirán el signo que hicieron y expresarán qué significa. Todos se escucharán con mucho respeto.

Para finalizar este momento, reproduce, a modo de oración, el siguiente canto: “Jesús, Sacramento del Padre” (CD 6, Pista 5).

PROFESIÓN DE FE Como lo hizo con sus discípulos, Jesús quiere despertar la fe en nosotros, quiere que sepamos que Él es el enviado de Dios. ¿Qué te gustaría decirle? Abre tu corazón y exprésaselo. Después, divide al grupo en dos partes:

� Los de la derecha, dirán: “Nuestra vida de fe necesita de signos”. � Los de la izquierda: “Jesús realizó grandes signos para despertar la fe de sus discípulos”.

EXPRESIÓN DE LA FE

FE Y COMPROMISOHoy también hemos descubierto que la fe es estar atentos a las necesidades y servir a los demás, como lo hizo María, la Madre de Jesús. En los pequeños equi-pos que formamos, nos pondremos de acuerdo para ayudar a alguna persona que lo necesite y lo haremos a través de un signo (si eligieron, por ejemplo, a un compañero de la escuela que no tiene para merendar en el recreo, entre todos se cooperarán y le llevarán algo). ¡Recuerden que nuestra fe necesita de signos!

Por último, el siguiente ejercicio lo haremos al participar en la Santa Misa: Pon-dremos mucha atención en los signos, símbolos o gestos que se utilizan para expresar nuestra fe. Haremos una lista de ellos.

Actividad: Invítalos a elaborar, con la información obtenida en este encuentro de catequesis, la actividad de sus libros.


“Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10, 10)

NOTAS PEDAGÓGICAS ` Es muy importante presentar los signos sagrados (los Sacramentos), con una dimensión personal y comunitaria. Pues, aunque se reciben como un don para la vida cristiana de cada individuo, la Iglesia, que es la comunidad de los discípulos de Jesús, se nutre y enriquece con la vida sobrenatural de sus miembros.

` En este encuentro es oportuno resaltar la necesidad de permanecer unidos a Jesucristo, a través de los Sacramentos, para producir frutos.

` Como ambientación del lugar y útil para el momento de la iluminación, prepara la imagen de un árbol y que diga en su tronco: “Permanezcan en mí… porque he venido a dar la vida a los hombres”. El árbol tendrá 7 ramas, que simbolizarán los Sacramentos. Prepara los letreros con sus nombres.

` Sugerimos llevar una caja de regalo y, dentro de ella, un sobre y 7 cajas pequeñas con el nombre de cada Sacramento, y sus respectivas citas bíblicas (aparecen en el contenido de esta catequesis).

` Reproductor de audio y canto: “Siete Sacramentos” (CD 6, pista 7).

TEMA

2OBJETIVO

Reconocerá los Sacramentos de la Iglesia como signos sagrados y fuentes de la vida nueva, traída por Jesús a todos sus discípulos.

TEXTOS PARA ORAR Y PROFUNDIZAR • Sacrosanctum Concilium 59. Los Sacramentos, para la santificación de los

hombres.

Los Sacramentos, signos de la presencia de Dios


EXPERIENCIA HUMANAEn nuestro encuentro pasado aprendimos lo que son los signos y cómo los utilizamos para comunicarnos. Leímos en el Evangelio de san Juan cómo Jesús realizó diversos signos para manifestar su gloria y despertar la fe en sus discípulos (ver Jn 2, 11). También nos dimos cuenta que nuestra vida de fe necesita de signos. ¿Quién de ustedes participó en la Santa Misa el domingo pasado? ¿Se dieron cuenta de cuántos signos, símbolos o gestos utilizamos para expresar nuestra fe? ¿Quién nos quiere compartir lo que observó y lo que piensa que significan esos signos? Permite que los niños compartan su experiencia.

Los seres humanos nos expresamos a través de signos y símbolos (presenta la caja de regalo que preparaste). Ustedes, ¿han

recibido algún regalo? ¿Quién se los ha dado? ¿Qué significa que les den un regalo? ¿Cómo se sienten ustedes al recibirlo? Invita a que los niños se expresen. Continúa: ¡Aquí hay un regalo para ustedes! ¿Les gustaría que lo abriéramos? ¿Quién nos lo habrá mandado? ¿Qué será

este regalo? ·

(DESARROLLO)Queridos niños y niñas, ¡qué bueno es encontrarnos hoy

nuevamente en nuestro grupo de catequesis! ¿Sabían ustedes que a nuestra Iglesia Jesús dejó siete grandes

signos de su amor, y que, a través de ellos, podemos participar de una vida nueva, la vida de la gracia? ¿Les

gustaría conocer cómo es esto?


• Catecismo de la Iglesia Católica 1115-1119. Sacramentos de Cristo y Sacramentos de la Iglesia.

• Catecismo de la Iglesia Católica 1131. Medios por los cuales nos es dispensada la vida divina.


ILUMINACIÓNPide a uno de los niños que abra el regalo y saque de ahí el sobre y lea en voz alta lo que está escrito: Esta es la buena noticia para ustedes: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10, 10). Propicia un diálogo sencillo, a

través de estas u otras preguntas parecidas: ¿De quién será este mensaje? ¿De qué vida nos estará hablando?

Después de escuchar sus aportaciones, continúa: El regalo que Jesús nos da es esta vida “en abundancia”, también

llamada “vida sobrenatural” o “vida de la gracia”. Pero, ¿cómo será esto? ¿Les gustaría conocer más sobre este gran regalo que nos da Jesús?

Bien, pues continuemos, porque esta gran caja de regalos no termina… en ella se encuentran otras

pequeñas cajas de regalo. ¿Qué serán?

Pide que siete niños pasen a tomar una de las pequeñas cajas y solicítales que no las abran. Continua: Para descubrir qué regalos contienen, nos organizaremos en 7 pequeños grupos. Una vez

organizados, abriremos las cajas y comentaremos lo que contienen y elegiremos a alguien que dé a conocer al grupo el contenido del regalo.

Caja 1: “Bautismo” (Jn 3, 5) y su reseña; Caja 2: “Confirmación” (Hch 8, 14-17) y su reseña; Caja 3: “Eucaristía” (Jn 6, 51) y su reseña; Caja 4: “Reconciliación” (Jn 20, 21-23) y su reseña; Caja 5: “Unción de los enfermos” (Stgo 5, 14-15) y su reseña; Caja 6: “Orden Sacerdotal” (Hch 6, 5-6) y su reseña; Caja 7: “Matrimonio” (Mt 19, 4-6) y su reseña.

Deja un tiempo prudente para que se organicen y se pongan de acuerdo cómo harán su presentación. En tanto, puedes tú prepararte para dar el mensaje:

La vida que Jesús nos da, esta “vida en abundancia” de la que nos habla san Juan en su Evangelio, la recibimos en la Iglesia por medio de los Sacramentos: Siete


signos sagrados que Jesús nos concede para permanecer unidos a Él y gozar de esta vida abundante.

Leamos lo que Jesús dice a sus discípulos: “Permanezcan unidos a mí, como yo lo estoy a ustedes. Ninguna rama puede producir fruto por sí misma, sin permanecer unida a la vid, y lo mismo les ocurrirá a ustedes, si no están unidos a mí” (Jn 15, 4).

Coloca, entonces, la imagen del tronco del árbol que has preparado. Luego, continúa: Jesús nos dice hoy que permanezcamos unidos a Él, para que podamos tener vida, para que podamos dar fruto. Pero, ¿cómo podremos permanecer unidos a Él?

Pide que los equipos expliquen el “cómo”, colocando la rama o el nombre del Sacramento que les tocó explicar, y hagan alusión a la cita bíblica correspondiente.

Los Sacramentos nos transmiten la vida de Jesús, fortalecen nuestra vida, aquí, en la tierra, y son como un “caminito” que nos ayuda a vivir en santidad, es decir, conforme a lo que Dios quiere. A través de ellos nosotros podemos “ver” y “experimentar” la acción de Dios en nuestras vidas.

¿Podemos ver ahora por qué es importante recibir los Sacramentos? Porque al recibirlos nos es dada la misma vida de Dios. Así lo enseña la Iglesia: “Los siete Sacramentos son los signos y los instrumentos mediante los cuales el Espíritu Santo distribuye la gracia de Cristo, que es la Cabeza, a la Iglesia que es su Cuerpo” (ver CEC 774). Es como la figura de este árbol: Jesús nos da la vida que viene desde la raíz, se fortalece en el tronco y llega a todas las ramas y hojas. Las ramas y las hojas somos todos nosotros, los discípulos de Jesús… ¡Somos su cuerpo!

Nuestra comunidad cristiana tiene y ofrece a todos los hombres el poder vivir los Sacramentos, pues sabe que ellos ayudan a todas las personas a vivir más plenas y felices, gozando de esta vida en abundancia que nos regala nuestro amigo Jesús.

Para acercarnos a ellos, la Iglesia nos pide tener fe y que, al recibirlos, demos los frutos que Jesús pide a sus discípulos, porque Él nos regala vida nueva, vida abundante que se tiene que reflejar en nuestras palabras y en nuestras acciones (ver SC 59).


PROFESIÓN DE FELos Sacramentos son los signos e instrumentos de la fe por los que Jesús nos da la vida nueva, que también llamamos “vida de gracia” o “vida sobrenatural”. Pide a los niños que piensen un momento y luego expresen qué le quieren decir a Jesús por habernos dado estos regalos.

Catequista: ¿Por qué son importantes los Sacramentos para la vida de un cristiano?Niños: Porque, a través de ellos, permanecemos unidos a Jesús, que nos da vida nueva.

Catequista:¿Qué nos pide la Iglesia para recibir los Sacramentos?Niños: Nos pide tener fe y dar frutos de vida nueva con nuestras palabras y acciones.

EXPRESIÓN DE LA FE

Los Sacramentos fortalecen nuestra vida terrena y la acompañan en toda ocasión, desde que nacemos hasta la muerte terrenal, porque “a través de ellos es que pertenecemos a Cristo y somos partícipes de una vida imperecedera” (DOCAT 20), es decir, los Sacramentos dan una vida que no termina, la misma vida de Dios, así se cumplen las palabras de Jesús que nos dice: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10, 10).

Para comprender mejor cómo los Sacramentos acompañan nuestra vida, pode-mos dividirlos así:

� Sacramentos que nos inician en la vida de la fe: Bautismo, Confirmación y Eucaristía.

� Sacramentos que curan y restauran: Reconciliación y Unción de los enfermos. � Sacramentos que preparan al servicio: Orden Sacerdotal y Matrimonio.

Actividad: Invítalos a elaborar la actividad de sus libros: Deberán unir, según corresponda, los dibujos de los Sacramentos con el beneficio que otorgan para nuestra vida espiritual.


CELEBRACIÓN DE FEAhora que hemos descubierto que los Sacramentos nos dan vida abundante, agradezcamos a Jesús que los dejó para que siempre estuviéramos unidos a Él.

Catequista: El Bautismo nos da una vida nueva, nos hace hijos de Dios y nos hace familia cristiana. Todos: Gracias, Jesús, por el Bautismo. Catequista: La Confirmación nos da la fuerza del Espíritu para ser discípulos de Jesús. Todos: Gracias, Jesús, por la Confirmación. Catequista: La Reconciliación nos da el perdón de nuestras faltas y nos ayuda a reconciliarnos con los miembros de la comunidad. Todos: Gracias, Jesús, por la Reconciliación. Catequista: La Eucaristía nos ofrece el Cuerpo y la Sangre del mismo Jesucristo, como alimento para nuestra vida cristiana. Todos: Gracias, Jesús, por la Eucaristía. Catequista: La Unción de los enfermos nos da la fuerza para el cuerpo y el espíritu frente al dolor y el sufrimiento. Todos: Gracias, Jesús, por la Unción de los enfermos. Catequista: El Orden Sacerdotal ofrece a la comunidad cristiana un cuidado a ejemplo de Jesús, buen pastor. Todos: Gracias, Jesús, por el Orden Sacerdotal. Catequista: El Matrimonio ofrece a la comunidad cristiana el amor de los esposos que forman y cuidan a los hijos a ejemplo del amor de Dios por todos los hombres. Todos: Gracias, Jesús, por el Matrimonio.

Para terminar, reproduce: CANTO “Siete Sacramentos” (CD 6, Pista 7).

FE Y COMPROMISOHoy nos hemos dado cuenta de cuán importantes son los Sacramentos en nuestra comunidad cristiana, pues nos mantienen unidos a Jesús y nos ayudan a formar su Cuerpo, que es la Iglesia. ¿Sabrán esto las personas de nuestra familia? ¿Conocerán otros niños lo importante que es estar unidos a Jesús? ¿Sabrán lo que dijo Jesús acerca

del árbol y sus ramas? Nosotros, ¿qué podemos hacer para que conozcan este gran regalo que nos da Jesús?

Pídeles anotar lo que harán de compromiso en su libro de actividades y que, cuando lo cumplan, anoten su reflexión en el “Descubro que…”


TEMA

3

OBJETIVOConocerá los Sacramentos del Bautismo, Confirmación y

Eucaristía, como los signos sacramentales por los que inicia su camino de fe, reconociendo su deseo de ser discípulo de Jesús.

NOTAS PEDAGÓGICAS ` Recordar a los niños que la vida del cristiano es un proceso, un “camino”, esto es, que hay un inicio a partir del cual se va creciendo en la experiencia de la fe, hasta llegar poco a poco a la madurez cristiana. Así mismo, que esta madurez va necesitando de la elección libre y voluntaria de seguir a Jesús, de vivir el Evangelio y de hacer un serio compromiso en la comunidad.

` Para este encuentro de catequesis pide a los niños que lleven un recuerdo de su Bautismo (alguna fotografía) y algunos signos utilizados en él (vestidura blanca, vela bautismal, etc. De ser necesario, completa tú el resto de los signos enunciados en la iluminación), deberán llevar también un frasco pequeño, un poco de algodón y unas semillas de frijol.

` Prepara una mesa con mantel, a modo de altar, y algunos signos que representen los Sacramentos de iniciación cristiana: Sugerimos una jarra con agua (Bautismo); una paloma, o lenguas de fuego (Confirmación); y pan, uvas o vino (Eucaristía), se usarán cuando expliques estos Sacramentos.

` Reproductor de audio y cantos: “Sacramentos de iniciación” (CD 6, pista 8) y “Como una semillita” (CD 5, pista 18).

Los Sacramentos que nos inician en la vida de la fe

“Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo. Hay un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, lo conoce todo y está en todo” (ver Ef 4, 4-6).


TEXTOS PARA ORAR Y PROFUNDIZAR • Ad Gentes 14. Sacramentos de iniciación cristiana.• Catecismo de la Iglesia Católica 1229-1231. La iniciación cristiana.• Sacrosanctum Concilium 59ss. Los Sacramentos alimentan y robustecen la fe.• Youcat para la Infancia 65 -75. Bautismo, Confirmación y Eucaristía.

EXPERIENCIA HUMANA¿Cómo les fue en la semana? ¿Pudieron hablar con alguien de lo importante que es estar unidos a Jesús? ¿Alguien quiere contarnos su experiencia? ¿Qué fue lo que descubrió? Deja un tiempo prudente para recoger sus comentarios. Luego, continúa: Hoy, seguiremos conociendo cómo Jesús nos entrega una vida nueva, una vida que ya está en nosotros, pero quizás aún no nos hemos dado cuenta de ello (pide a los niños que tengan a la mano los objetos, fotografías u otros elementos que les hagan memoria de su propio Bautismo).

¿Qué nos recuerdan estas fotografías, las vestiduras blancas, la vela? ¿Qué les han contado sus papás de este acontecimiento que vivieron cuando estaban pequeños? · (Puedes hacer pequeños grupos para que dialoguen y muestren a sus compañeros los signos bautismales que llevaron o algún recuerdo. Después, y a manera de plenario, pide la participación de algunos. Todos deberán escucharse con atención).

(DESARROLLO)Niños y niñas: Jesús está siempre con nosotros por medio de los Sacramentos, a través de ellos nos comunica su misma vida. Hoy, en nuestro encuentro, conoceremos más profundamente tres de ellos. ¿Saben cuáles son? ¿Les gustaría que conversáramos sobre ellos? Pues, adelante, pongámonos en marcha: ¡Sean todos bienvenidos!



ILUMINACIÓNLo invito a conocer qué aconteció el día de nuestro Bautismo. Quizás todos fuimos bautizados cuando éramos muy pequeños, y no recordamos ese momento, pero hoy, que ya estamos mayorcitos, conoceremos qué sucedió.

Escuchemos con atención qué dicen las Escrituras: “Efectivamente, todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús, porque todos los que han sido consagrados a Cristo por el Bautismo, de Cristo han sido revestidos” (Gal 3, 26-27). ¿Qué hemos escuchado en la lectura? (Pide su participación y luego continúa). Entérense qué grandes cosas nos dice:

1. Por el Bautismo somos hijos de Dios.2. El Bautismo es el Sacramento que inicia la fe en Cristo Jesús.3. En el Bautismo hemos sido consagrados a Cristo (muestra los signos del óleo

de los catecúmenos y del santo crisma).4. En el Bautismo hemos sido revestidos de la vida de Cristo (muestra el signo de

las vestiduras blancas).5. En el Bautismo recibimos el don del Espíritu Santo.6. Por el Bautismo formamos un solo cuerpo, que es la Iglesia.

¡Qué grandioso es recibir el Bautismo! Ahora, comprendemos por qué están presentes tantos signos que nos ayudan a “ver” lo que Dios hace en nosotros, y cómo a partir de ese día le pertenecemos a Él: ¡Somos sus hijos! Qué importante es recordar que Dios es nuestro Padre y, por lo tanto, que todos los bautizados somos hermanos: “Porque todos nosotros… hemos recibido un mismo Espíritu en el Bautismo, a fin de formar un solo cuerpo; y también todos participamos del mismo Espíritu” (1 Cor 12, 13).

Es tan importante este Sacramento, que necesita de una gran preparación, pues es un acto sagrado donde Dios se


hace presente y actúa. Ustedes, en ese tiempo, eran muy pequeños, por eso sus papás y sus padrinos se prepararon espiritualmente y fueron a la catequesis para comprender mejor este gran regalo de Dios.

Hemos dicho que éste es el Sacramento que inicia la fe en Cristo Jesús. ¿Qué significará eso? Preparen sus recipientes, algodón y semillas. Lo explicaremos con la siguiente actividad: El recipiente es como nuestra Iglesia: nos acoge, nos recibe y, al mismo tiempo, nos representa. Dentro de la Iglesia y de nosotros mismos está todo lo necesario para recibir la fe (coloca el algodón). Ahora, estamos listos para recibirla (coloca la semilla dentro del algodón). La fe en Cristo nos la comunica la Iglesia, la misma que tienen y piden los padres y padrinos para sus hijos y ahijados. La fe es como esta semillita que se coloca muy dentro de ustedes. La fe es tenerle toda la confianza a Jesús, creer que Él nos comunicó la verdad sobre Dios y que se encuentra en la Sagrada Escritura y en la Iglesia.

¡Todo está listo y preparado! Pero, ¿qué falta? ¡Claro! Que se celebre el Sacramento del Bautismo (ve colocando agua suficiente para mojar el algodón); por el Bautismo hemos recibido el don de la fe. El agua no sólo sirve para limpiar, sino sobre todo para dar la vida. Por la acción del Espíritu Santo, estas aguas bautismales producen en nosotros un nuevo nacimiento y una nueva vida. Dijo Jesús: “El que no nazca de agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios” (Jn 3, 5). Pues bien, por el Bautismo se ha sembrado en nosotros el don de la fe, y esa fe, como esta semilla, brotará, crecerá y se hará fuerte. El Sacramento del Bautismo nos abre las puertas de la Iglesia, es el primero entre todos, es el que nos inicia en la vida de la fe.

Sabemos que estamos en un camino para hacer crecer nuestra fe, y que ésta necesita alimentarse y cuidarse para que llegue a dar los frutos que Jesús espera de nosotros. Este camino se llama “iniciación cristiana”. Aquí, estamos aprendiendo a ser discípulos de Jesús. ¡Nos estamos preparando para dar otros pasos más! En este camino nos encontraremos con otros dos Sacramentos que nos ayudarán a fortalecer nuestra fe y completarán nuestra iniciación cristiana: La Confirmación y la Eucaristía.

El Sacramento de la Confirmación es el acto sagrado por el que Dios nos fortalece con su Espíritu Santo, para hacer su voluntad, y nos ayuda a ser testigos de la fe, aún en las dificultades.


En este Sacramento se cumplen nuevamente las promesas de Jesús: “Cuando venga el Espíritu de la verdad, los iluminará para que puedan entender la verdad completa… Él me glorificará” (Jn 16, 13). En este Sacramento, el Espíritu Santo quiere continuar lo que ya comenzó en el Bautismo; se nos da a conocer plenamente, nos regala sus dones, quiere ser la fuerza de nuestra vida, nuestro guía interior y nuestro principal consejero. En este Sacramento, el Espíritu Santo nos fortalece en la fe, y nos ayuda a permanecer fieles a Jesús, por eso, los que lo reciben son ungidos con aceite sagrado, son sellados para siempre con un sello espiritual. La Iglesia, que cuida de la fe de todos los bautizados, ora para que, por la imposición de las manos del Obispo, los confirmandos reciban en plenitud los dones del Espíritu Santo. El Sacramento de la Confirmación da crecimiento a la fe bautismal.

En el Sacramento de la Eucaristía nos unimos plenamente a Jesús y nos unimos también a nuestros hermanos en un solo cuerpo: la iglesia (ver 1 Cor 12, 13). Este Sacramento es, para nosotros, el “Sacramento de los Sacramentos”. ¿Saben por qué? Porque en él Jesucristo mismo se nos da como alimento. En la Eucaristía recibimos su Cuerpo y su Sangre, como Él mismo dijo: “Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre vive en mí y yo en él” (Jn 6, 55-56).

En cada Eucaristía vivimos la muerte y la resurrección de Jesús, su entrega de amor por los hombres, para librarlos de todo mal. Por eso, para ser verdaderamente discípulos de Jesús, es necesario alimentarse de su Cuerpo y de su Sangre. ¡Qué grande es el Sacramento de la Eucaristía!

Con el Bautismo, con la Confirmación, y con la Eucaristía, realizamos sacramen-talmente nuestra iniciación cristiana. A través de ellos formamos parte de la gran familia de los hijos de Dios y, con ellos, ponemos los fundamentos de esta nueva vida: la vida cristiana a la que Jesús mismo nos ha llamado (ver CEC 1212).

Actividad: Pide a los niños que, en sus libros, atiendan a las instrucciones para elaborar la actividad que recoge cuáles son los Sacramentos de iniciación cristiana.


PROFESIÓN DE FEMotiva a los niños a que expresen una pequeña oración de acción de gracias, a nuestro buen Dios, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, por darnos estos Sacramentos que nos inician a la vida cristiana.

Luego, todos juntos, después de ti, dirán: “Gracias, Señor, por darnos la fe; la fuerza para vivir como cristianos; y el alimento para seguirte y ser tus discípulos. Amén”.

EXPRESIÓN DE LA FE

CELEBRACIÓN DE FESobre el altar que has preparado (con la mesa y el mantel), ve señalando los signos con los que podrás recoger la experiencia de este encuentro:

� Con el Sacramento del Bautismo somos incorporados a la gran familia de los hijos de Dios.

� Por el Sacramento de la Confirmación recibimos la plenitud de los dones y la fuerza del Espíritu Santo.

� En el Sacramento de la Eucaristía recibimos como alimento el Cuerpo y la San-gre de Jesucristo, y formamos su cuerpo, que es la Iglesia.

Concluye reproduciendo el canto: “Sacramentos de iniciación” (CD 6, pista 8), o bien: “Como una semillita” (CD 5, pista 18).

FE Y COMPROMISOA modo de compromiso, pide que respondan las siguientes preguntas:

� Ahora que sabes que formas parte de la Iglesia desde que fuiste bautizado, ¿qué puedes hacer para que la fe que recibiste crezca y se fortalezca?

� Con respecto a los Sacramentos de la Confirmación y de la Eucaristía, ¿qué puedes hacer tú para prepararte y disponerte para ir al encuentro con Dios en estos actos sagrados?


“Jesús, viendo la fe que tenían, dijo al paralítico: Ánimo, hijo, tus pecados te quedan perdonados.

Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”(Mt 9, 2. 6)

OBJETIVOReconocerá los Sacramentos de la Reconciliación y de la Unción de los enfermos como experiencias

de la misericordia de Dios, que sana y perdona los pecados.

NOTAS PEDAGÓGICAS ` Estamos presentando los Sacramentos en tres grandes grupos, según los clasifica el Catecismo de la Iglesia Católica. El encuentro pasado abordamos los Sacramentos de iniciación. En este encuentro será el turno de los Sacramentos de curación: Reconciliación y Unción de los enfermos.

` Hacer énfasis en la misericordia de Dios, que se experimenta de forma especial en estos Sacramentos, pues a través de ellos se produce una acción liberadora, ya que sanan nuestros dolores morales, espirituales o físicos. Conviene profundizar en los efectos que producen estos Sacramentos.

` Prever dos macetas: Una, con una planta “seca”; y otra, con una planta “viva” (si no es posible llevar macetas, llevar una flor “viva” y otra “seca”).

` Llevar imágenes de los Sacramentos de curación y, por escrito, las palabras de la absolución y de la Unción de los enfermos.

` Puedes auxiliarte de un proyector y computadora, para proyectar el video: “Sacramentos de sanación” encuéntralo en: casadelcatequista.com/libro6 o algún otro video acorde a la temática.

TEMA

4 Los Sacramentos que curan y restauran


EXPERIENCIA HUMANAColoca frente al grupo las dos macetas que preparaste (o las dos flores: una “seca”, y otra “viva”). Pídeles que las contemplen y pregunta: ¿En qué se diferencian estas dos plantas? ¿Por qué creen que una de ellas está marchita, sin vida? Si esta experiencia de las plantas la trasladáramos a nuestra vida cristiana: ¿quiénes serían las personas “secas”, que no tienen vida, que se van marchitando, y cuáles serían las que están con “vida” abundante?

Deja un tiempo prudente para que los niños contesten. Luego, continúa: ¿Recuerdan ustedes que Jesús nos dijo que Él había venido a traer vida y vida en abundancia, y que era necesario que permaneciéramos unidos a Él para que esa vida también llegara a nosotros, que somos sus ramas? Los Sacramentos nos dan la vida nueva que Jesús nos prometió. Pero, ¿qué pasará con las personas? ¿Qué las hará perder la vida? ¿Qué las va separando del tronco, del torrente de la gracia? Permite que los niños comenten entre sí lo que piensan sobre estas

TEXTOS PARA ORAR Y PROFUNDIZAR • Catecismo de la Iglesia Católica 1422. 1499. Reconciliación y Unción de los

enfermos.• Youcat 224 -228. El Sacramento de la Penitencia y la Reconciliación.• Youcat para la Infancia. 82. 88. ¿Qué tiene que ver Dios con nuestros pecados?

¿Qué efectos tiene en mí la Unción de los enfermos?

(DESARROLLO)Queridos niños y niñas: Sean bienvenidos. Hoy, apreciaremos la misericordia de Dios, de manera especial en los Sacramentos que curan y restauran nuestras fuerzas físicas o espirituales ¿Saben cuáles son? ¿Les gustaría conocerlos más profundamente?



ILUMINACIÓNJesús pasó por esta tierra “haciendo el bien” (ver Hch 10, 38), como un médico del alma y del cuerpo. Él realizó muchos signos que hablaban de quién era. Mucha gente lo seguía, lo buscaban y le llevaban a sus enfermos para que los sanara. Jesús quiso mostrar con sus palabras y con sus obras la misericordia de su Padre Dios, perdonó los pecados, expulsó a los demonios y a todos les mostraba cuánto los amaba Dios. Aunque hubo algunas personas que no le creyeron a Jesús, que venía de Dios y que tenía poder de perdonar los pecados y de sanar a los enfermos.

Nosotros, que somos sus discípulos, ponemos nuestra fe en Él y escuchamos atentos lo que las Sagradas Escrituras dicen: “Entonces, le trajeron un paralítico tendido en una camilla. Jesús, viendo la fe que tenían dijo al paralítico: Ánimo, hijo, tus pecados te quedan perdonados. Algunos maestros de la ley decían para sí: Éste blasfema. Jesús, dándose cuenta de lo que pensaban, les dijo: ¿Por qué piensan mal? ¿Qué es más fácil decir: tus pecados quedan perdonados; o decir: Levántate y camina? Pues ahora sabrán que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para

preguntas. Después, retoma sus respuestas y concluye: En la vida cristiana, las personas pueden comenzar a “secarse” o hasta “dejar de vivir esa vida nueva” principalmente por el pecado, pues nos priva de la amistad con Dios, pone una barrera y nos hace separarnos también de la comunidad, que es el Cuerpo de Cristo, su Iglesia. El pecado debilita nuestra voluntad y nos aparta del camino de la vida abundante, de la vida de los hijos de Dios que, por su Espíritu, nos ha dado en el Bautismo.

¿Cómo nos sentimos al saber que podemos perder la vida abundante, la vida de gracia que nos regala Jesús? · Sí, es muy triste, nos puede hacer sentir muy mal con nosotros mismos. Pero, ¡alégrense! Les tengo una gran noticia… ¿Quieren escucharla?


perdonar los pecados. Entonces, se dirigió al paralítico y le dijo: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. Él se levantó y se fue a su casa” (ver Mt 9, 1ss).

Al terminar, favorece un sencillo diálogo: ¿Qué vio Jesús en las personas que llevaban al paralítico? ¿Qué palabras dirigió al paralítico? ¿Por qué creen que Jesús se las dijo? ¿Qué pasaba con los maestros de la ley? ¿Quiénes serían estos personajes? Los maestros de la ley, ¿creían en Jesús? ¿Qué palabras dirigió Jesús a los maestros de la ley por su falta de fe en Él? Jesús, ¿sólo perdonó los pecados del paralítico o qué más hizo por él?

Ya que hemos profundizado un poco en este texto del Evangelio, ¿qué significado tienen para nosotros hoy estas palabras? ¿Qué te dicen a ti sobre los Sacramentos de curación?

Después de escuchar sus respuestas, continúa: Jesús conoce nuestras debilidades como seres humanos, y frente a las faltas que cometemos, no nos deja abandonados. Él está pronto para perdonarnos y para mostrarnos que Dios nos ama siempre. Jesús no quiere que el pecado nos aleje de Dios, y sabiendo que Él regresaba a su Padre, les dio poder a sus discípulos para que, en su nombre, perdonaran los pecados, dejando así un Sacramento, un signo sagrado donde se mostrara la misericordia de Dios.

Leamos juntos, desde la Biblia: “Como el Padre me ha enviado, yo también los envío a ustedes. Sopló sobre ellos y les dijo: Reciban el Espíritu Santo. A quienes les perdonen los pecados, Dios se los perdonará; y a quienes se los retengan, Dios se los retendrá” (Jn 20, 21-23).

Hoy, la Iglesia, a ejemplo de lo que realizaba Jesús con los pecadores y bajo su mandato, por el Sacramento de la Reconciliación, manifiesta el perdón de los pecados a todos aquellos que, con sincero arrepentimiento y fe, buscan a Dios.

El Sacramento de la Reconciliación es una acción sagrada por la que se nos da el perdón de Dios, borrando nuestros pecados y restaurando nuestra vida de gracia, aumentando así nuestra fuerza espiritual para vivir unidos a Jesucristo.

Jesús quiere que recuperemos la salud del alma, pero también la del cuerpo, así como lo hizo con el paralitico: le perdonó sus pecados, pero también le dijo:


“Levántate, toma tu camilla y camina” (Mc 2, 11). Los Evangelios nos dicen cómo los enfermos buscaban la cercanía de Jesús: “Intentaban tocarlo, porque salía de Él una fuerza que los curaba” (Lc 6, 19). Jesús se preocupaba por sanarlos: “Los libraba de sus enfermedades, y les imponía las manos” (Lc 13, 12-13).

Jesús quiere mostrar a los enfermos de ayer, de hoy y de siempre, el amor de Dios, por ello instituyó un Sacramento que manifestara ese amor, un Sacramento para los momentos de la vida en que podríamos estar más débiles a causa de la enfermedad.

Jesús, durante su misión, siempre se compadeció de los enfermos y curó a muchos de ellos. Enviaba a sus apóstoles a predicar el Reino de Dios y a curar a los aquejados por la enfermedad. Así lo atestiguan los Evangelios: “Ellos salieron a predicar y exhortaban a la conversión. Expulsaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los sanaban” (Mc 6, 12-13).

La Iglesia ha recibido esta tarea de su Señor, y la pone en práctica a través del Sacramento de la Unción de los enfermos, como la acción sagrada donde Jesús actúa, da consuelo, paz y fuerza en la enfermedad, recibiendo salud espiritual, y si Dios así lo desea, se puede recuperar, incluso, la salud corporal (ver St 5, 14-15).

Así es como el amor de Cristo Jesús se manifiesta en los Sacramentos de curación, liberándonos del pecado y confortándonos en la debilidad corporal y espiritual. “No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores” (Mc 2, 17).

Nota: Si lo crees prudente y cuentas con los recursos (computadora y cañón proyector), puedes auxiliarte del video: “Sacramentos de sanación”, encuéntralo en: casadelcatequista.com/libro6

Actividad: Invita a los niños a elaborar la actividad correspondiente, completando, con las palabras que hagan falta, las oraciones que el sacerdote recita al administrar los Sacramentos que curan y restauran.


PROFESIÓN DE FEColoca las imágenes de los dos Sacramentos de curación y sus respectivas fórmulas. Divide al grupo en dos equipos. Uno, leerá la del Sacramento de la Reconciliación, y el otro la de la Unción de los enfermos.

Introduce diciendo: Jesús quiso que su Iglesia continuara, con la fuerza del Espíritu Santo, su obra de curación y restauración, en los Sacramentos de la Reconciliación y de la Unción de los enfermos.

Equipo 1: La Iglesia, por medio del sacerdote, nos da el perdón de Dios sacramentalmente, con esta oración: “Dios, Padre misericordioso, que reconcilió consigo al mundo por la muerte y la resurrección de su Hijo y derramó el Espíritu Santo para la remisión de los pecados, te conceda, por el ministerio de la Iglesia, el perdón y la paz. Y yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.

Equipo 2: El sacerdote, en nombre de la Iglesia, a través de esta plegaria realiza la Unción de los enfermos: “Por esta santa unción, y por su bondadosa misericordia, te ayude el Señor con la gracia del Espíritu Santo, para que, libre de tus pecados, te conceda la salvación y te conforte en tu enfermedad”.

EXPRESIÓN DE LA FE


CELEBRACIÓN DE FEInvita a los niños a cantar: “Sacramentos de curación” (CD 5, pista 23).

Dos Sacramentos son de curación:La Reconciliación y la Unción. (2)

Llamada “Penitencia” o “Reconciliación”.Con ella recibimos un gran don del Señor:

Confesamos los pecados, esperando el perdón,y es Dios quien nos acoge, con gozo y con amor.

Unción de los enfermos: regalo del Señor.Con ella recibimos una doble curación:

Salud para los cuerpos, si es voluntad de Dios.Salud para las almas: ¡Qué paz del corazón!

FE Y COMPROMISODespués de haber vivido este encuentro, ¿qué te queda en el corazón? ¿Cómo pueden las personas que ven que su plantita se va secando, darle vida nueva, restaurarla? Nosotros, ¿qué podemos hacer por algunos enfermos, será que podemos visitarlos y decirles que Jesús les ama y quiere mostrarles su amor a través del Sacramento de la Unción?

CANTO “Sacramentos de curación”

(CD 5, pista 23).


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