NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

52

description

Esta Biblia lleva la portabilidad al máximo; y ahora viene con una cubierta suave, flexible, de piel italiana a dos tonos. Su papel fuerte y delgado hace que el espesor de esta Biblia sea menos de dos centímetros y medio.

Transcript of NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

Page 1: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor
Page 2: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor
Page 3: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

GÉNESISLa creación

1 Dios, en el principio,creó los cielos y la tierra.

2La tierra era un caos total,las tinieblas cubrían el abismo,

y el Espíritua de Dios iba y veníasobre la superficie de las aguas.

3Y dijo Dios: «¡Que exista la luz!»Y la luz llegó a existir.

4Dios consideró que la luz era buenay la separó de las tinieblas.

5A la luz la llamó «día»,y a las tinieblas, «noche».

Y vino la noche, y llegó la mañana:ése fue el primer día.

6Y dijo Dios: «¡Que exista elfirmamento

en medio de las aguas, y que lassepare!»

7Y así sucedió: Dios hizo el firmamentoy separó las aguas que están abajo,de las aguas que están arriba.

8Al firmamento Dios lo llamó «cielo».Y vino la noche, y llegó la mañana:ése fue el segundo día.

9Y dijo Dios: «¡Que las aguas debajo delcielo

se reúnan en un solo lugar,y que aparezca lo seco!»

Y así sucedió. 10A lo seco Dios lo llamó«tierra»,

y al conjunto de aguas lo llamó«mar».

Y Dios consideró que esto era bueno.11Y dijo Dios: «¡Que haya vegetación

sobre la tierra;que ésta produzca hierbas que den

semilla,y árboles que den su fruto con semilla,todos según su especie!»

Y así sucedió. 12Comenzó a brotar lavegetación:

hierbas que dan semilla,y árboles que dan su fruto con semilla,todos según su especie.

Y Dios consideró que esto era bueno.13 Y vino la noche, y llegó la mañana:

ése fue el tercer día.14Y dijo Dios: «¡Que haya luces en el

firmamentoque separen el día de la noche;

que sirvan como señales de lasestaciones,

de los días y de los años,15y que brillen en el firmamento

para iluminar la tierra!»Y sucedió así. 16Dios hizo los dos

grandes astros:el astro mayor para gobernar el día,

y el menor para gobernar la noche.También hizo las estrellas.

17Dios colocó en el firmamentolos astros para alumbrar la tierra.

18Los hizo para gobernar el día y lanoche,

y para separar la luz de las tinieblas.Y Dios consideró que esto era bueno.

19Y vino la noche, y llegó la mañana:ése fue el cuarto día.

20Y dijo Dios: «¡Que rebosen de seresvivientes las aguas,

y que vuelen las aves sobre la tierraa lo largo del firmamento!»

21Y creó Dios los grandes animalesmarinos,

y todos los seres vivientesque se mueven y pululan en las

aguasy todas las aves,según su especie.

Y Dios consideró que esto era bueno,22y los bendijo con estas palabras:

«Sean fructíferos y multiplíquense;llenen las aguas de los mares.¡Que las aves se multipliquen sobre la

tierra!»23Y vino la noche, y llegó la mañana:

ése fue el quinto día.

24Y dijo Dios: «¡Que produzca la tierraseres vivientes:

animales domésticos, animalessalvajes,

y reptiles, según su especie!»Y sucedió así. 25Dios hizo los animales

domésticos,los animales salvajes, y todos los

reptiles,según su especie.

Y Dios consideró que esto era bueno,26y dijo: «Hagamos al *ser humano

a nuestra imagen y semejanza.

a 1:2 Espíritu. Alt. viento o soplo.

Page 4: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

Que tenga dominio sobre los pecesdel mar,

y sobre las aves del cielo;sobre los animales domésticos,sobre los animales salvajes,b

y sobre todos los reptilesque se arrastran por el suelo.»

27Y Dios creó al ser humano a suimagen;

lo creó a imagen de Dios.*Hombre y mujer los creó,

28 y los bendijo con estas palabras:«Sean fructíferos y multiplíquense;llenen la tierra y sométanla;

dominen a los peces del mar y a lasaves del cielo,

y a todos los reptiles que se arrastranpor el suelo.»

29También les dijo: «Yo les doy de latierra

todas las plantas que producensemilla

y todos los árboles que dan fruto consemilla;

todo esto les servirá de alimento.30Y doy la hierba verde como alimento

a todas las fieras de la tierra,a todas las aves del cielo

y a todos los seres vivientesque se arrastran por la tierra.»

Y así sucedió. 31Dios miró todo lo quehabía hecho,

y consideró que era muy bueno.Y vino la noche, y llegó la mañana:ése fue el sexto día.

2 Así quedaron terminados los cielos yla tierra,y todo lo que hay en ellos.

2Al llegar el séptimo día, Dios descansóporque había terminado la obra que

había emprendido.3Dios bendijo el séptimo día, y lo

*santificó,porque en ese día descansó de toda

su obra creadora.4Ésta es la historiac de la creación

de los cielos y la tierra.

Adán y EvaCuando Dios el SEÑOR hizo la tierra y

los cielos, 5aún no había ningún arbustodel campo sobre la tierra, ni había brotado

la hierba, porque Dios el SEÑOR todavíano había hecho llover sobre la tierra niexistía el *hombre para que la cultivara.6No obstante, salía de la tierra un manan-tial que regaba toda la superficie del suelo.7Y Dios el SEÑOR formó al hombred delpolvo de la tierra, y sopló en su nariz hálitode vida, y el hombre se convirtió en un serviviente.

8Dios el SEÑOR plantó un jardín al orien-te del Edén, y allí puso al hombre que ha-bía formado. 9Dios el SEÑOR hizo quecreciera toda clase de árboles hermosos,los cuales daban frutos buenos y apeteci-bles. En medio del jardín hizo crecer el ár-bol de la vida y también el árbol delconocimiento del bien y del mal.

10Del Edén nacía un río que regaba el jar-dín, y que desde allí se dividía en cuatroríos menores. 11El primero se llamaba Pi-són, y recorría toda la región de Javilá, don-de había oro. 12El oro de esa región era fino,y también había allí resina muy buena ypiedra de ónice. 13El segundo se llamabaGuijón, que recorría toda la región de Cus.e14El tercero se llamaba Tigris, que corría aleste de Asiria. El cuarto era el Éufrates.

15Dios el SEÑOR tomó al hombre y lopuso en el jardín del Edén para que lo cul-tivara y lo cuidara, 16y le dio este mandato:«Puedes comer de todos los árboles deljardín, 17pero del árbol del conocimientodel bien y del mal no deberás comer. El díaque de él comas, ciertamente morirás.»

18Luego Dios el SEÑOR dijo: «No es bue-no que el hombre esté solo. Voy a hacerleuna ayuda adecuada.» 19Entonces Dios elSEÑOR formó de la tierra toda ave del cieloy todo animal del campo, y se los llevó alhombre para ver qué *nombre les pon-dría. El hombre les puso nombre a todoslos seres vivos, y con ese nombre se les co-noce. 20Así el hombre fue poniéndolesnombre a todos los animales domésticos, atodas las aves del cielo y a todos los anima-les del campo. Sin embargo, no se encon-tró entre ellos la ayuda adecuada para elhombre.

21Entonces Dios el SEÑOR hizo que elhombre cayera en un sueño profundo y,mientras éste dormía, le sacó una costilla yle cerró la herida. 22De la costilla que le ha-

GÉNESIS 1:27 4

b 1:26 los animales salvajes (Siríaca); toda la tierra (TM). c 2:4 Ésta es la historia. Lit. Éstas son las generaciones; véanse6:9; 10:1; 11:10,27; 25:12,19; 36:1,9; 37:2; véase también 5:1. d 2:7 El término hebreo que significa hombre (adam)está relacionado con el que significa tierra (adamá). Además, el mismo término adam corresponde al nombre pro-pio Adán (véase 4:25). e 2:13 Cus. Posiblemente la región sudeste de Mesopotamia.

Page 5: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

bía quitado al hombre, Dios el SEÑOR hizouna mujer y se la presentó al hombre, 23elcual exclamó:

«Ésta sí es hueso de mis huesosy carne de mi carne.

Se llamará “mujer”f

porque del hombre fue sacada.»24Por eso el hombre deja a su padre y

a su madre, y se une a su mujer, y losdos se funden en un solo ser.g

25En ese tiempo el hombre y la mujer es-taban desnudos, pero ninguno de los dossentía vergüenza.

La caída del ser humano

3 La serpiente era más astuta que todoslos animales del campo que Dios el

SEÑOR había hecho, así que le preguntó ala mujer:

—¿Es verdad que Dios les dijo que nocomieran de ningún árbol del jardín?

2—Podemos comer del fruto de todoslos árboles —respondió la mujer—. 3Pero,en cuanto al fruto del árbol que está enmedio del jardín, Dios nos ha dicho: “Nocoman de ese árbol, ni lo toquen; de locontrario, morirán.”

4Pero la serpiente le dijo a la mujer:—¡No es cierto, no van a morir! 5Dios

sabe muy bien que, cuando coman de eseárbol, se les abrirán los ojos y llegarán a sercomo Dios, conocedores del bien y del mal.

6La mujer vio que el fruto del árbol erabueno para comer, y que tenía buen as-pecto y era deseable para adquirir sabidu-ría, así que tomó de su fruto y comió.Luego le dio a su esposo, y también él co-mió. 7En ese momento se les abrieron losojos, y tomaron conciencia de su desnu-dez. Por eso, para cubrirse entretejieronhojas de higuera.

8Cuando el día comenzó a refrescar,oyeron el *hombre y la mujer que Dios an-daba recorriendo el jardín; entonces co-rrieron a esconderse entre los árboles, paraque Dios no los viera. 9Pero Dios el SEÑORllamó al hombre y le dijo:

—¿Dónde estás?10El hombre contestó:—Escuché que andabas por el jardín, y

tuve miedo porque estoy desnudo. Poreso me escondí.

11—¿Y quién te ha dicho que estás des-nudo? —le preguntó Dios—. ¿Acaso hascomido del fruto del árbol que yo te prohi-bí comer?

12Él respondió:—La mujer que me diste por compañera

me dio de ese fruto, y yo lo comí.13Entonces Dios el SEÑOR le preguntó a

la mujer:—¿Qué es lo que has hecho?—La serpiente me engañó, y comí

—contestó ella.14Dios el SEÑOR dijo entonces a la ser-

piente:

«Por causa de lo que has hecho,¡maldita serás entre todos los

animales,tanto domésticos como salvajes!

Te arrastrarás sobre tu vientre,y comerás polvo todos los días de tu

vida.15Pondré enemistad entre tú y la mujer,

y entre tu simiente y la de ella;su simiente te aplastará la cabeza,pero tú le morderás el talón.»

16A la mujer le dijo:

«Multiplicaré tus dolores en el parto,y darás a luz a tus hijos con dolor.

Desearás a tu marido,y él te dominará.»

17Al hombre le dijo:

«Por cuanto le hiciste caso a tu mujer,y comiste del árbol del que te prohibí

comer,¡maldita será la tierra por tu culpa!

Con penosos trabajos comerás de ellatodos los días de tu vida.

18La tierra te producirá cardos yespinas,

y comerás hierbas silvestres.19Te ganarás el pan con el sudor de tu

frente,hasta que vuelvas a la misma tierrade la cual fuiste sacado.

Porque polvo eres,y al polvo volverás.»

20El hombre llamó Evah a su mujer, por-que ella sería la madre de todo ser viviente.

21Dios el SEÑOR hizo ropa de pieles parael hombre y su mujer, y los vistió. 22Y dijo:

5 GÉNESIS 3:22

f 2:23 En hebreo, la palabra que significa mujer (’ishah) suena como la palabra que significa hombre (’ish). g 2:24 sefunden en un solo ser. Lit. llegan a ser una sola carne. h 3:20 En hebreo, Eva significa Vida.

Page 6: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

«El *ser humano ha llegado a ser comouno de nosotros, pues tiene conocimientodel bien y del mal. No vaya a ser que ex-tienda su mano y también tome del frutodel árbol de la vida, y lo coma y viva parasiempre.» 23Entonces Dios el SEÑOR expul-só al ser humano del jardín del Edén, paraque trabajara la tierra de la cual había sidohecho. 24Luego de expulsarlo, puso aloriente del jardín del Edén a los *querubi-nes, y una espada ardiente que se movíapor todos lados, para custodiar el caminoque lleva al árbol de la vida.

Caín y Abel

4 El *hombre se unió a su mujer Eva, yella concibió y dio a luz a Caín.i Y

dijo: «¡Con la ayuda del SEÑOR, he teni-do un hijo varón!» 2Después dio a luz aAbel, hermano de Caín. Abel se dedicó apastorear ovejas, mientras que Caín sededicó a trabajar la tierra. 3Tiempo des-pués, Caín presentó al SEÑOR una ofren-da del fruto de la tierra. 4Abel tambiénpresentó al SEÑOR lo mejor de su rebaño,es decir, los primogénitos con su grasa. Yel SEÑOR miró con agrado a Abel y a suofrenda, 5pero no miró así a Caín ni a suofrenda. Por eso Caín se enfureció y an-daba cabizbajo.

6Entonces el SEÑOR le dijo: «¿Por quéestás tan enojado? ¿Por qué andas cabiz-bajo? 7Si hicieras lo bueno, podrías andarcon la frente en alto. Pero si haces lo malo,el pecado te acecha, como una fiera listapara atraparte. No obstante, tú puedesdominarlo.»

8Caín habló con su hermano Abel. Mien-tras estaban en el campo, Caín atacó a suhermano y lo mató.

9El SEÑOR le preguntó a Caín:—¿Dónde está tu hermano Abel?—No lo sé —respondió—. ¿Acaso soy

yo el que debe cuidar a mi hermano?10—¡Qué has hecho! —exclamó el

SEÑOR—. Desde la tierra, la sangre de tuhermano reclama justicia. 11Por eso, ahoraquedarás bajo la maldición de la tierra, lacual ha abierto sus fauces para recibir lasangre de tu hermano, que tú has derra-mado. 12Cuando cultives la tierra, no te

dará sus frutos, y en el mundo serás un fu-gitivo errante.

13—Este castigo es más de lo que puedosoportar —le dijo Caín al SEÑOR—. 14Hoyme condenas al destierro, y nunca más po-dré estar en tu presencia. Andaré por elmundo errante como un fugitivo, y cual-quiera que me encuentre me matará.

15—No será asíj —replicó el SEÑOR—.El que mate a Caín, será castigado sieteveces.

Entonces el SEÑOR le puso una marca aCaín, para que no fuera a matarlo quien lohallara. 16Así Caín se alejó de la presenciadel SEÑOR y se fue a vivir a la región llama-da Nod,k al este del Edén.

17Caín se unió a su mujer, la cual conci-bió y dio a luz a Enoc. Caín había estadoconstruyendo una ciudad, a la que le pusoel *nombre de su hijo Enoc. 18Luego Enoctuvo un hijo llamado Irad, que fue el pa-dre de Mejuyael. Éste, a su vez, fue el pa-dre de Metusael, y Metusael fue el padrede Lamec. 19Lamec tuvo dos mujeres. Unade ellas se llamaba Ada, y la otra Zila.20Ada dio a luz a Jabal, quien a su vez fue elantepasado de los que viven en tiendas decampaña y crían ganado. 21Jabal tuvo unhermano llamado Jubal, quien fue el ante-pasado de los que tocan el arpa y la flauta.22Por su parte, Zila dio a luz a Tubal Caín,que fue herrero y forjador de toda clase deherramientas de bronce y de hierro. TubalCaín tuvo una hermana que se llamabaNoamá.

23Lamec dijo a sus mujeres Ada y Zila:

«¡Escuchen bien, mujeres de Lamec!¡Escuchen mis palabras!

Maté a un hombre por habermeherido,

y a un muchacho por golpearme.24Si Caín será vengado siete veces,

setenta y siete veces será vengadoLamec.»

25Adán volvió a unirse a su mujer, y ellatuvo un hijo al que llamó Set,l porque dijo:«Dios me ha concedido otro hijo en lugarde Abel, al que mató Caín.» 26También Settuvo un hijo, a quien llamó Enós. Desdeentonces se comenzó a invocar el nombredel SEÑOR.

GÉNESIS 3:23 6

i 4:1 En hebreo, Caín suena como el verbo que significa llegar a tener, adquirir. j 4:15 No será así (LXX, Vulgata ySiríaca); Por tanto (TM). k 4:16 En hebreo, Nod significa errante (véanse vv. 12 y 14). l 4:25 En hebreo, Set signi-fica concedido.

Page 7: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

Descendientes de Adán

5 Ésta es la lista de los descendientes deAdán.

Cuando Dios creó al *ser humano, lohizo a semejanza de Dios mismo. 2Loscreó *hombre y mujer, y los bendijo. Eldía que fueron creados los llamó «sereshumanos».m

3Cuando Adán llegó a la edad de cientotreinta años, tuvo un hijo a su imagen y se-mejanza, y lo llamó Set. 4Después del naci-miento de Set, Adán vivió ochocientosaños más, y tuvo otros hijos y otras hijas.5De modo que Adán murió a los novecien-tos treinta años de edad.

6Set tenía ciento cinco años cuando fuepadre den Enós. 7Después del nacimientode Enós, Set vivió ochocientos siete añosmás, y tuvo otros hijos y otras hijas. 8Demodo que Set murió a los novecientosdoce años de edad.

9Enós tenía noventa años cuando fuepadre de Cainán. 10Después del nacimien-to de Cainán, Enós vivió ochocientosquince años más, y tuvo otros hijos y otrashijas. 11De modo que Enós murió a los no-vecientos cinco años de edad.

12Cainán tenía setenta años cuando fuepadre de Malalel. 13Después del nacimien-to de Malalel, Cainán vivió ochocientoscuarenta años más, y tuvo otros hijos yotras hijas. 14De modo que Cainán murió alos novecientos diez años de edad.

15Malalel tenía sesenta y cinco añoscuando fue padre de Jared. 16Después delnacimiento de Jared, Malalel vivió ocho-cientos treinta años más, y tuvo otros hijosy otras hijas. 17De modo que Malalel murióa los ochocientos noventa y cinco años deedad.

18Jared tenía ciento sesenta y dos añoscuando fue padre de Enoc. 19Después delnacimiento de Enoc, Jared vivió ochocien-tos años más, y tuvo otros hijos y otras hi-jas. 20De modo que Jared murió a losnovecientos sesenta y dos años de edad.

21Enoc tenía sesenta y cinco años cuan-do fue padre de Matusalén. 22Después delnacimiento de Matusalén, Enoc anduvofielmente con Dios trescientos años más,y tuvo otros hijos y otras hijas. 23En total,Enoc vivió trescientos sesenta y cinco

años, 24y como anduvo fielmente conDios, un día desapareció porque Dios selo llevó.

25Matusalén tenía ciento ochenta y sieteaños cuando fue padre de Lamec. 26Des-pués del nacimiento de Lamec, Matusalénvivió setecientos ochenta y dos años más,y tuvo otros hijos y otras hijas. 27De modoque Matusalén murió a los novecientos se-senta y nueve años de edad.

28Lamec tenía ciento ochenta y dos añoscuando fue padre de Noé.ñ 29Le dio ese*nombre porque dijo: «Este niño nos darádescanso en nuestra tarea y penosos tra-bajos, en esta tierra que maldijo el SEÑOR.»30Después del nacimiento de Noé, Lamecvivió quinientos noventa y cinco añosmás, y tuvo otros hijos y otras hijas. 31Demodo que Lamec murió a los setecientossetenta y siete años de edad.

32Noé ya había cumplido quinientos añoscuando fue padre de Sem, Cam y Jafet.

La maldad humana

6 Cuando los *seres humanos comenza-ron a multiplicarse sobre la tierra y tu-

vieron hijas, 2los hijos de Dios vieron quelas hijas de los seres humanos eran hermo-sas. Entonces tomaron como mujeres a to-das las que desearon. 3Pero el SEÑOR dijo:«Mi espíritu no permanecerá en el *ser hu-mano para siempre, porque no es más queun simple *mortal; por eso vivirá sola-mente ciento veinte años.»

4Al unirse los hijos de Dios con las hijasde los seres humanos y tener hijos conellas, nacieron gigantes, que fueron los fa-mosos héroes de antaño. A partir de en-tonces hubo gigantes en la tierra.

5Al ver el SEÑOR que la maldad del serhumano en la tierra era muy grande, y quetodos sus pensamientos tendían siemprehacia el mal, 6se arrepintió de haber hechoal ser humano en la tierra, y le dolió en elcorazón. 7Entonces dijo: «Voy a borrar dela tierra al ser humano que he creado. Yharé lo mismo con los animales, los repti-les y las aves del cielo. ¡Me arrepiento dehaberlos creado!» 8Pero Noé contaba conel favor del SEÑOR.

El diluvio9Ésta es la historia de Noé.

7 GÉNESIS 6:9

m 5:2 seres humanos. Lit. Adán. El término hebreo también significa hombre en el sentido genérico de humanidad. n

5:6 fue padre de. Lit. engendró a; y así sucesivamente en el resto de esta genealogía. En este contexto, padre puedesignificar antepasado; también en vv. 7-26. ñ 5:28 En hebreo, el nombre propio Noé suena como la palabra que sig-nifica descanso.

Page 8: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

Noé era un hombre justo y honrado en-tre su gente. Siempre anduvo fielmentecon Dios. 10Tuvo tres hijos: Sem, Cam y Ja-fet. 11Pero Dios vio que la tierra estaba co-rrompida y llena de violencia. 12Al ver Diostanta corrupción en la tierra, y tanta per-versión en la gente, 13le dijo a Noé: «He de-cidido acabar con toda la gente, pues porcausa de ella la tierra está llena de violen-cia. Así que voy a destruir a la gente juntocon la tierra. 14Constrúyete un arca de ma-dera resinosa,o hazle compartimentos, ycúbrela con brea por dentro y por fuera.15Dale las siguientes medidas: ciento cua-renta metros de largo, veintitrés de anchoy catorce de alto.p 16Hazla de tres pisos,con una abertura a medio metroq del techoy con una puerta en uno de sus costados.17Porque voy a enviar un diluvio sobre latierra, para destruir a todos los seres vi-vientes bajo el cielo. Todo lo que existe enla tierra morirá. 18Pero contigo establecerémi *pacto, y entrarán en el arca tú y tus hi-jos, tu esposa y tus nueras. 19Haz que entreen el arca una pareja de todos los seres vi-vientes, es decir, un macho y una hembrade cada especie, para que sobrevivan con-tigo. 20Contigo entrará también una parejade cada especie de aves, de ganado y dereptiles, para que puedan sobrevivir. 21Re-coge además toda clase de alimento, y al-macénalo, para que a ti y a ellos les sirva decomida.» 22Y Noé hizo todo según lo queDios le había mandado.

7 El SEÑOR le dijo a Noé: «Entra en elarca con toda tu familia, porque tú

eres el único *hombre justo que he encon-trado en esta generación. 2De todos losanimales puros, lleva siete machos y sietehembras; pero de los impuros, sólo un ma-cho y una hembra. 3Lleva también sietemachos y siete hembras de las aves del cie-lo, para conservar su especie sobre la tie-rra. 4Porque dentro de siete días haré quellueva sobre la tierra durante cuarenta díasy cuarenta noches, y así borraré de la fazde la tierra a todo ser viviente que hice.»

5Noé hizo todo de acuerdo con lo que elSEÑOR le había mandado. 6Tenía Noé seis-cientos años de edad cuando las aguas deldiluvio inundaron la tierra. 7Entonces en-tró en el arca junto con sus hijos, su esposay sus nueras, para salvarse de las aguas del

diluvio. 8De los animales puros e impuros,de las aves y de todos los seres que searrastran por el suelo, 9entraron con Noépor parejas, el macho y su hembra, talcomo Dios se lo había mandado. 10Al cabode los siete días, las aguas del diluvio co-menzaron a caer sobre la tierra.

11Cuando Noé tenía seiscientos años,precisamente en el día diecisiete del messegundo, se reventaron las fuentes delmar profundo y se abrieron las compuer-tas del cielo. 12Cuarenta días y cuarentanoches llovió sobre la tierra. 13Ese mismodía entraron en el arca Noé, sus hijos Sem,Cam y Jafet, su esposa y sus tres nueras.14Junto con ellos entró toda clase de ani-males salvajes y domésticos, de animalesque se arrastran por el suelo, y de aves.15Así entraron en el arca con Noé parejasde todos los seres vivientes; 16entraron unmacho y una hembra de cada especie, talcomo Dios se lo había mandado a Noé.Luego el SEÑOR cerró la puerta del arca.

17El diluvio cayó sobre la tierra durantecuarenta días. Cuando crecieron las aguas,elevaron el arca por encima de la tierra.18Las aguas crecían y aumentaban cadavez más, pero el arca se mantenía a flotesobre ellas. 19Tanto crecieron las aguas,que cubrieron las montañas más altas quehay debajo de los cielos. 20El nivel del aguasubió más de siete metrosr por encima delas montañas. 21Así murió todo *ser vi-viente que se movía sobre la tierra: lasaves, los animales salvajes y domésticos,todo tipo de animal que se arrastraba porel suelo, y todo ser humano. 22Pereció todoser que habitaba la tierra firme y teníaaliento de vida. 23Dios borró de la faz de latierra a todo ser viviente, desde los sereshumanos hasta los ganados, los reptiles ylas aves del cielo. Todos fueron borradosde la faz de la tierra. Sólo quedaron Noé ylos que estaban con él en el arca. 24Y la tie-rra quedó inundada ciento cincuenta días.

8 Dios se acordó entonces de Noé y detodos los animales salvajes y domésti-

cos que estaban con él en el arca. Hizo quesoplara un fuerte viento sobre la tierra, ylas aguas comenzaron a bajar. 2Se cerraronlas fuentes del mar profundo y las com-puertas del cielo, y dejó de llover. 3Poco apoco las aguas se fueron retirando de la

GÉNESIS 6:10 8

o 6:14 resinosa. Palabra de difícil traducción. p 6:15 ciento cuarenta metros de largo, veintitrés de ancho y catorce de alto.Lit. 300 *codos de largo, 50 codos de ancho y 30 codos de alto. q 6:16 medio metro. Lit. un codo. r 7:20 siete metros. Lit.quince *codos.

Page 9: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

tierra. Al cabo de ciento cincuenta días lasaguas habían disminuido. 4El día diecisie-te del mes séptimo el arca se detuvo sobrelas montañas de Ararat, 5y las aguas si-guieron bajando hasta que el primer díadel mes décimo pudieron verse las cimasde las montañas.

6Después de cuarenta días, Noé abrióla ventana del arca que había hecho 7ysoltó un cuervo, el cual estuvo volandode un lado a otro, esperando a que se se-cara la tierra. 8Luego soltó una paloma,para ver si las aguas que cubrían la tierraya se habían retirado. 9Pero la paloma noencontró un lugar donde posarse, y vol-vió al arca porque las aguas aún cubríanla tierra. Noé extendió la mano, tomó lapaloma y la metió consigo en el arca.10Esperó siete días más y volvió a soltar lapaloma fuera del arca. 11Caía la nochecuando la paloma regresó, trayendo ensu pico una ramita de olivo recién corta-da. Así Noé se dio cuenta de que lasaguas habían bajado hasta dejar la tierraal descubierto. 12Esperó siete días más yvolvió a soltar la paloma, pero esta vez lapaloma ya no regresó.

13Noé tenía seiscientos un años cuandolas aguas se secaron. El primer día del pri-mer mes de ese año, Noé quitó la cubiertadel arca y vio que la tierra estaba seca.14Para el día veintisiete del segundo mes,la tierra estaba ya completamente seca.15Entonces Dios le dijo a Noé: 16«Sal delarca junto con tus hijos, tu esposa y tusnueras. 17Saca también a todos los seresvivientes que están contigo: las aves, elganado y todos los animales que se arras-tran por el suelo. ¡Que sean fecundos!¡Que se multipliquen y llenen la tierra!»

18Salieron, pues, del arca Noé y sus hijos,su esposa y sus nueras. 19Salieron tambiéntodos los animales: el ganado, las aves, ytodos los reptiles que se mueven sobre latierra, cada uno según su especie. 20LuegoNoé construyó un altar al SEÑOR, y sobreese altar ofreció como *holocausto anima-les puros y aves puras. 21Cuando el SEÑORpercibió el grato aroma, se dijo a sí mismo:«Aunque las intenciones del *ser humanoson perversas desde su juventud, nuncamás volveré a maldecir la tierra por culpasuya. Tampoco volveré a destruir a todoslos seres vivientes, como acabo de hacerlo.

22»Mientras la tierra exista,habrá siembra y cosecha,

frío y calor,verano e invierno,y días y noches.»

El pacto de Dios con Noé

9 Dios bendijo a Noé y a sus hijos conestas palabras: «Sean fecundos, multi-

plíquense y llenen la tierra. 2Todos los ani-males de la tierra sentirán temor y respetoante ustedes: las aves, las bestias salvajes,los animales que se arrastran por el suelo,y los peces del mar. Todos estarán bajo sudominio. 3Todo lo que se mueve y tienevida, al igual que las verduras, les serviráde alimento. Yo les doy todo esto. 4Pero nodeberán comer carne con su *vida, es de-cir, con su sangre. 5Por cierto, de la sangrede ustedes yo habré de pedirles cuentas. Atodos los animales y a todos los seres hu-manos les pediré cuentas de la vida de sussemejantes.

6»Si alguien derrama la sangre de un*ser humano,

otro ser humano derramará la suya,porque el ser humano ha sido creado

a imagen de Dios mismo.7»En cuanto a ustedes, sean fecundos y

multiplíquense; sí, multiplíquense y lle-nen la tierra.»

8Dios les habló otra vez a Noé y a sus hi-jos, y les dijo: 9«Yo establezco mi *pactocon ustedes, con sus descendientes, 10ycon todos los seres vivientes que están conustedes, es decir, con todos los seres vi-vientes de la tierra que salieron del arca:las aves, y los animales domésticos y salva-jes. 11Éste es mi pacto con ustedes: Nuncamás serán exterminados los seres huma-nos por un diluvio; nunca más habrá undiluvio que destruya la tierra.»

12Y Dios añadió: «Ésta es la señal del pac-to que establezco para siempre con uste-des y con todos los seres vivientes que losacompañan: 13He colocado mi arco iris enlas nubes, el cual servirá como señal de mipacto con la tierra. 14Cuando yo cubra latierra de nubes, y en ellas aparezca el arcoiris, 15me acordaré del pacto que he esta-blecido con ustedes y con todos los seresvivientes. Nunca más las aguas se conver-tirán en un diluvio para destruir a todoslos mortales. 16Cada vez que aparezca elarco iris entre las nubes, yo lo veré y meacordaré del pacto que establecí parasiempre con todos los seres vivientes quehay sobre la tierra.»

9 GÉNESIS 9:16

Page 10: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

17Dios concluyó diciéndole a Noé: «Éstees el pacto que establezco con todos los se-res vivientes que hay en la tierra.»

Los hijos de Noé18Los hijos de Noé que salieron del arca

fueron Sem, Cam, que fue el padre de Ca-naán, y Jafet. 19Éstos fueron los tres hijosde Noé que con su descendencia poblarontoda la tierra.

20Noé se dedicó a cultivar la tierra, y plan-tó una viña. 21Un día, bebió vino y se em-briagó, quedándose desnudo dentro de sucarpa. 22Cam, el padre de Canaán, vio a supadre desnudo y fue a contárselo a sus her-manos, que estaban afuera. 23Entonces Semy Jafet tomaron un manto, se lo echaron so-bre los hombros, y caminando hacia atrás,cubrieron la desnudez de su padre. Comomiraban en dirección opuesta, no lo vierondesnudo.

24Cuando Noé despertó de su borrache-ra y se enteró de lo que su hijo menor lehabía hecho, 25declaró:

«¡Maldito sea Canaán!Será de sus dos hermanosel más bajo de sus esclavos.»

26Y agregó:

«¡Bendito sea el SEÑOR, Dios de Sem!¡Que Canaán sea su esclavo!

27¡Que Dios extienda el territorio deJafet!s

¡Que habite Jafet en loscampamentos de Sem,

y que Canaán sea su esclavo!»28Después del diluvio Noé vivió tres-

cientos cincuenta años más, 29de modoque murió a la edad de novecientos cin-cuenta años.

Las naciones de la tierra10:2-31 — 1Cr 1:5-2710:21-31 — Gn 11:10-27

10 Ésta es la historia de Sem, Cam y Ja-fet, hijos de Noé, quienes después

del diluvio tuvieron sus propios hijos.2 Los hijost de Jafet fueron Gómer, Ma-

gog, Maday, Javán, Tubal, Mésecy Tirás.

3 Los hijos de Gómer fueron Asquenaz,Rifat y Togarma.

4 Los hijos de Javán fueron Elisá, Tarsis,Quitín y Rodanín.u

5Algunos de ellos, que poblaron las cos-tas, formaron naciones y clanes en sus res-pectivos territorios y con sus propiosidiomas.

6 Los hijos de Cam fueron Cus, Misrayin,Fut y Canaán.

7 Los hijos de Cus fueron Seba, Javilá,Sabtá, Ragama y Sabteca.Los hijos de Ragama fueron Sabáy Dedán.

8Cus fue el padre de Nimrod, conocidocomo el primer hombre fuerte de la tierra,9quien llegó a ser un valiente cazador anteel SEÑOR. Por eso se dice: «Como Nimrod,valiente cazador ante el SEÑOR.» 10Lasprincipales ciudades de su reino fueronBabel, Érec, Acad y Calné, en la región deSinar.

11Desde esa región Nimrod salió haciaAsur, donde construyóv las ciudades deNínive, Rejobot Ir,w Cala 12y Resén, la granciudad que está entre Nínive y Cala.

13 Misrayin fue el antepasado de los lu-deos, los anameos, los leabitas, losnaftuitas, 14los patruseos, los cas-lujitas y los caftoritas, de quienesdescienden los filisteos.

15 Canaán fue el padre de Sidón, su primo-génito, y de Het, 16y el antepasadode los jebuseos, los amorreos, losgergeseos, 17los heveos, los ara-ceos, los sineos, 18los arvadeos, loszemareos y los jamatitas.

Luego, estos clanes cananeos se disper-saron, 19y su territorio se extendió desdeSidón hasta Guerar y Gaza, y en direcciónde Sodoma, Gomorra, Admá y Zeboyín,hasta Lasa.

20Éstos fueron los descendientes deCam, según sus clanes e idiomas, territo-rios y naciones.

21Sem, antepasado de todos los hijos deÉber, y hermano mayor de Jafet, tambiéntuvo hijos.

22 Los hijos de Sem fueron Elam, Asur,Arfaxad, Lud y Aram.

23 Los hijos de Aram fueron Uz, Hul,Guéter y Mas.

GÉNESIS 9:17 10

s 9:27 En hebreo, el nombre propio Jafet suena como el verbo que significa extender. t 10:2 En este contexto hijospuede significar descendientes; así en el resto de este capítulo. u 10:4 Rodanín (varios mss. hebreos y 1Cr 1:7); Do-danín (TM). v 10:11 Desde esa región Nimrod salió hacia Asur, donde construyó. Alt. Desde esa región salió Asur, quienconstruyó. w 10:11 Rejobot Ir. Alt. con sus plazas urbanas.

Page 11: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

24 Arfaxad fue el padre de Selaj.Selaj fue el padre de Éber.

25 Éber tuvo dos hijos: el primero se llamóPéleg,x porque en su tiempo se di-vidió la tierra; su hermano se lla-mó Joctán.

26 Joctán fue el padre de Almodad, Sélef,Jazar Mávet, Yeraj, 27Hadorán,Uzal, Diclá, 28Obal, Abimael, Sabá,29Ofir, Javilá y Jobab. Todos éstosfueron hijos de Joctán, 30y vivieronen la región que va desde Mesáhasta Sefar, en la región montaño-sa oriental.

31Éstos fueron los hijos de Sem, segúnsus clanes y sus idiomas, sus territorios ynaciones.

32Éstos son los clanes de los hijos de Noé,según sus genealogías y sus naciones. Apartir de estos clanes, las naciones se exten-dieron sobre la tierra después del diluvio.

La torre de Babel

11 En ese entonces se hablaba un soloidioma en toda la tierra. 2Al emigrar

al oriente, la gente encontró una llanuraen la región de Sinar, y allí se asentaron.3Un día se dijeron unos a otros: «Vamos ahacer ladrillos, y a cocerlos al fuego.» Fueasí como usaron ladrillos en vez de pie-dras, y asfalto en vez de mezcla. 4Luego di-jeron: «Construyamos una ciudad conuna torre que llegue hasta el cielo. De esemodo nos haremos famosos y evitaremosser dispersados por toda la tierra.»

5Pero el SEÑOR bajó para observar la ciu-dad y la torre que los *hombres estabanconstruyendo, 6y se dijo: «Todos formanun solo pueblo y hablan un solo idioma;esto es sólo el comienzo de sus obras, ytodo lo que se propongan lo podrán lo-grar. 7Será mejor que bajemos a confundirsu idioma, para que ya no se entiendanentre ellos mismos.»

8De esta manera el SEÑOR los dispersódesde allí por toda la tierra, y por lo tantodejaron de construir la ciudad. 9Por eso ala ciudad se le llamó Babel,y porque fue allídonde el SEÑOR confundió el idioma detoda la gente de la tierra, y de donde losdispersó por todo el mundo.

Descendientes de Sem11:10-27 — Gn 10:21-31; 1Cr 1:17-27

10Ésta es la historia de Sem:

Dos años después del diluvio, cuandoSem tenía cien años, nació su hijo Arfaxad.11Después del nacimiento de Arfaxad, Semvivió quinientos años más, y tuvo otros hi-jos y otras hijas.

12Cuando Arfaxad tenía treinta y cincoaños, nació su hijo Selaj. 13Después del na-cimiento de Selaj, Arfaxad vivió cuatro-cientos tres años más, y tuvo otros hijos yotras hijas.

14Cuando Selaj tenía treinta años, naciósu hijo Éber. 15Después del nacimiento deÉber, Selaj vivió cuatrocientos tres añosmás, y tuvo otros hijos y otras hijas.

16Cuando Éber tenía treinta y cuatroaños, nació su hijo Péleg. 17Después delnacimiento de Péleg, Éber vivió cuatro-cientos treinta años más, y tuvo otros hijosy otras hijas.

18Cuando Péleg tenía treinta años, naciósu hijo Reú. 19Después del nacimiento deReú, Péleg vivió doscientos nueve añosmás, y tuvo otros hijos y otras hijas.

20Cuando Reú tenía treinta y dos años,nació su hijo Serug. 21Después del naci-miento de Serug, Reú vivió doscientos sie-te años más, y tuvo otros hijos y otras hijas.

22Cuando Serug tenía treinta años, naciósu hijo Najor. 23Después del nacimiento deNajor, Serug vivió doscientos años más, ytuvo otros hijos y otras hijas.

24Cuando Najor tenía veintinueve años,nació su hijo Téraj. 25Después del nacimien-to de Téraj, Najor vivió ciento diecinueveaños más, y tuvo otros hijos y otras hijas.

26Cuando Téraj tenía setenta años, ya ha-bían nacido sus hijos Abram, Najor y Jarán.

Descendientes de Téraj27Ésta es la historia de Téraj, el padre de

Abram, Najor y Jarán.Jarán fue el padre de Lot, 28y murió en

Ur de los *caldeos, su tierra natal, cuandosu padre Téraj aún vivía. 29Abram se casócon Saray, y Najor se casó con Milca, la hijade Jarán, el cual tuvo otra hija llamadaIscá. 30Pero Saray era estéril; no podía te-ner hijos.

31Téraj salió de Ur de los caldeos rumboa Canaán. Se fue con su hijo Abram, sunieto Lot y su nuera Saray, la esposa deAbram. Sin embargo, al llegar a la ciudadde Jarán, se quedaron a vivir en aquel lu-gar, 32y allí mismo murió Téraj a los dos-cientos años de edad.

11 GÉNESIS 11:32

x 10:25 En hebreo, Péleg significa división. y 11:9 En hebreo, Babel suena como el verbo que significa confundir.

Page 12: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

Llamamiento de Abram

12 El SEÑOR le dijo a Abram: «Deja tutierra, tus parientes y la casa de tu

padre, y vete a la tierra que te mostraré.2»Haré de ti una nación grande,

y te bendeciré;haré famoso tu *nombre,y serás una bendición.

3Bendeciré a los que te bendigany maldeciré a los que te maldigan;

¡por medio de ti serán bendecidastodas las familias de la tierra!»

4Abram partió, tal como el SEÑOR se lohabía ordenado, y Lot se fue con él. Abramtenía setenta y cinco años cuando salió deJarán. 5Al encaminarse hacia la tierra deCanaán, Abram se llevó a su esposa Saray,a su sobrino Lot, a toda la gente que ha-bían adquirido en Jarán, y todos los bienesque habían acumulado. Cuando llegarona Canaán, 6Abram atravesó toda esa re-gión hasta llegar a Siquén, donde se en-cuentra la encina sagrada de Moré. Enaquella época, los cananeos vivían en esaregión. 7Allí el SEÑOR se le apareció aAbram y le dijo: «Yo le daré esta tierra a tudescendencia.» Entonces Abram erigió unaltar al SEÑOR, porque se le había apareci-do. 8De allí se dirigió a la región montaño-sa que está al este de Betel, donde armó sucampamento, teniendo a Betel al oeste yHai al este. También en ese lugar erigió unaltar al SEÑOR e invocó su nombre. 9Des-pués, Abram siguió su viaje por etapashasta llegar a la región del Néguev.

Abram en Egipto10En ese entonces, hubo tanta hambre

en aquella región que Abram se fue a vivira Egipto. 11Cuando estaba por entrar aEgipto, le dijo a su esposa Saray: «Yo séque eres una mujer muy hermosa. 12Estoyseguro que en cuanto te vean los egipcios,dirán: “Es su esposa”; entonces a mí mematarán, pero a ti te dejarán con vida.13Por favor, di que eres mi hermana, paraque gracias a ti me vaya bien y me dejencon vida.»

14Cuando Abram llegó a Egipto, losegipcios vieron que Saray era muy hermo-sa. 15También los funcionarios del faraónla vieron, y fueron a contarle al faraón lohermosa que era. Entonces la llevaron alpalacio real. 16Gracias a ella trataron muybien a Abram. Le dieron ovejas, vacas, es-clavos y esclavas, asnos y asnas, y came-

llos. 17Pero por causa de Saray, la esposade Abram, el SEÑOR castigó al faraón y a sufamilia con grandes plagas. 18Entonces elfaraón llamó a Abram y le dijo: «¿Qué mehas hecho? ¿Por qué no me dijiste que eratu esposa? 19¿Por qué dijiste que era tu her-mana? ¡Yo pude haberla tomado por es-posa! ¡Anda, toma a tu esposa y vete!» 20Yel faraón ordenó a sus hombres que expul-saran a Abram y a su esposa, junto con to-dos sus bienes.

Abram y Lot se separan

13 Abram salió de Egipto con su espo-sa, con Lot y con todos sus bienes,

en dirección a la región del Néguev.2Abram se había hecho muy rico en gana-do, plata y oro. 3Desde el Néguev, Abramregresó por etapas hasta Betel, es decir,hasta el lugar donde había acampado alprincipio, entre Betel y Hai. 4En ese lugarhabía erigido antes un altar, y allí invocóAbram el *nombre del SEÑOR.

5También Lot, que iba acompañando aAbram, tenía rebaños, ganado y tiendasde campaña. 6La región donde estaban nodaba abasto para mantener a los dos, por-que tenían demasiado como para vivirjuntos. 7Por eso comenzaron las friccionesentre los pastores de los rebaños de Abram ylos que cuidaban los ganados de Lot. Ade-más, los cananeos y los ferezeos también ha-bitaban allí en aquel tiempo.

8Así que Abram le dijo a Lot: «No debehaber pleitos entre nosotros, ni entrenuestros pastores, porque somos parien-tes. 9Allí tienes toda la tierra a tu disposi-ción. Por favor, aléjate de mí. Si te vas a laizquierda, yo me iré a la derecha, y si te vasa la derecha, yo me iré a la izquierda.»

10Lot levantó la vista y observó que todoel valle del Jordán, hasta Zoar, era tierra deregadío, como el jardín del SEÑOR o comola tierra de Egipto. Así era antes de que elSEÑOR destruyera a Sodoma y a Gomorra.11Entonces Lot escogió para sí todo el valledel Jordán, y partió hacia el oriente. Fueasí como Abram y Lot se separaron.12Abram se quedó a vivir en la tierra de Ca-naán, mientras que Lot se fue a vivir entrelas ciudades del valle, estableciendo sucampamento cerca de la ciudad de Sodo-ma. 13Los habitantes de Sodoma eran mal-vados y cometían muy graves pecadoscontra el SEÑOR.

14Después de que Lot se separó deAbram, el SEÑOR le dijo: «Abram, levanta

GÉNESIS 12:1 12

Page 13: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

la vista desde el lugar donde estás, y mirahacia el norte y hacia el sur, hacia el este yhacia el oeste. 15Yo te daré a ti y a tu des-cendencia, para siempre, toda la tierra queabarca tu mirada. 16Multiplicaré tu descen-dencia como el polvo de la tierra. Si al-guien puede contar el polvo de la tierra,también podrá contar tus descendientes.17¡Ve y recorre el país a lo largo y a lo an-cho, porque a ti te lo daré!»

18Entonces Abram levantó su campa-mento y se fue a vivir cerca de Hebrón,junto al encinar de Mamré. Allí erigió unaltar al SEÑOR.

Abram rescata a Lot

14 En aquel tiempo los reyes Amrafelde Sinar,z Arioc de Elasar, Quedor-

laómer de Elam, y Tidal de Goyim 2estu-vieron en guerra contra los reyes Bera deSodoma, Birsá de Gomorra, Sinab deAdmá, Semeber de Zeboyín, y el rey deBela, es decir, de Zoar. 3Estos cinco últimosaunaron fuerzas en el valle de Sidín, cono-cido como el Mar Muerto. 4Durante doceaños habían estado bajo el dominio deQuedorlaómer, pero en el año trece se re-belaron contra él.

5Al año siguiente, Quedorlaómer y losreyes que estaban con él salieron y derro-taron a los refaítas en la región de AstarotCarnayin; luego derrotaron a los zuzitasen Jam, a los emitas en Save Quiriatayin,6y a los horeos en los montes de Seír, hastaEl Parán, que está cerca del desierto. 7Alvolver, llegaron hasta Enmispat, es decir,Cades, y conquistaron todo el territorio delos amalecitas, y también el de los amo-rreos que vivían en la región de JazezónTamar.

8Entonces los reyes de Sodoma, Gomo-rra, Admá, Zeboyín y Bela, es decir,Zoar, salieron al valle de Sidín y presen-taron batalla 9a los reyes Quedorlaómerde Elam, Tidal de Goyim, Amrafel de Si-nar, y Arioc de Elasar. Eran cuatro reyescontra cinco. 10El valle de Sidín estaba lle-no de pozos de asfalto, y cuando los re-yes de Sodoma y Gomorra huyeron, secayeron en ellos, pero los demás logra-ron escapar hacia los montes. 11Los ven-cedores saquearon todos los bienes deSodoma y de Gomorra, junto con todos

los alimentos, y luego se retiraron. 12Ycomo Lot, el sobrino de Abram, habitabaen Sodoma, también se lo llevaron a él,con todas sus posesiones.

13Uno de los que habían escapado le in-formó todo esto a Abram el hebreo, queestaba acampando junto al encinar deMamré el amorreo. Mamré era hermanoa

de Escol y de Aner, y éstos eran aliados deAbram. 14En cuanto Abram supo que susobrino estaba cautivo, convocó a tres-cientos dieciocho hombres adiestradosque habían nacido en su casa, y persiguióa los invasores hasta Dan. 15Durante lanoche Abram y sus siervos desplegaronsus fuerzas y los derrotaron, persiguién-dolos hasta Hobá, que está al norte de Da-masco. 16Así recuperó todos los bienes, ytambién rescató a su sobrino Lot, juntocon sus posesiones, las mujeres y la de-más gente.

17Cuando Abram volvía de derrotar aQuedorlaómer y a los reyes que estabancon él, el rey de Sodoma salió a su encuen-tro en el valle de Save, es decir, en el valledel Rey.

18Y Melquisedec, rey de *Salén y sacer-dote del Dios *altísimo, le ofreció pan yvino. 19Luego bendijo a Abram con estaspalabras:

«¡Que el Dios altísimo,creadorb del cielo y de la tierra,bendiga a Abram!

20¡Bendito sea el Dios altísimo,que entregó en tus manos a tus

enemigos!»

Entonces Abram le dio el diezmo detodo.

21El rey de Sodoma le dijo a Abram:—Dame las personas y quédate con los

bienes.22Pero Abram le contestó:—He jurado por el SEÑOR, el Dios altísi-

mo, creador del cielo y de la tierra, 23queno tomaré nada de lo que es tuyo, ni si-quiera un hilo ni la correa de una sandalia.Así nunca podrás decir: “Yo hice rico aAbram.” 24No quiero nada para mí, salvolo que mis hombres ya han comido. Encuanto a los hombres que me acompaña-ron, es decir, Aner, Escol y Mamré, que to-men ellos su parte.

13 GÉNESIS 14:24

z 14:1 Sinar. Es decir, Babilonia; también en v. 9. a 14:13 hermano. Alt. pariente o un aliado. b 14:19 creador. Alt. due-ño; también en v. 22.

Page 14: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

Dios hace un pacto con Abram

15 Después de esto, la palabra delSEÑOR vino a Abram en una visión:

«No temas, Abram.Yo soy tu escudo,y muy grande será tu recompensa.»

2Pero Abram le respondió:—SEÑOR y Dios, ¿para qué vas a darme

algo, si aún sigo sin tener hijos, y el here-deroc de mis bienes será Eliezer de Damas-co? 3Como no me has dado ningún hijo,mi herencia la recibirá uno de mis criados.

4—¡No! Ese hombre no ha de ser tu he-redero —le contestó el SEÑOR—. Tu here-dero será tu propio hijo.

5Luego el SEÑOR lo llevó afuera y le dijo:—Mira hacia el cielo y cuenta las estre-

llas, a ver si puedes. ¡Así de numerosa serátu descendencia!

6Abram creyó al SEÑOR, y el SEÑOR lo re-conoció a él como justo. 7Además, le dijo:

—Yo soy el SEÑOR, que te hice salir deUr de los *caldeos para darte en posesiónesta tierra.

8Pero Abram le preguntó:—SEÑOR y Dios, ¿cómo sabré que voy a

poseerla?9El SEÑOR le respondió:—Tráeme una ternera, una cabra y un

carnero, todos ellos de tres años, y tam-bién una tórtola y un pichón de paloma.

10Abram llevó todos estos animales, lospartió por la mitad, y puso una mitadfrente a la otra, pero a las aves no las par-tió. 11Y las aves de rapiña comenzaron alanzarse sobre los animales muertos, peroAbram las espantaba.

12Al anochecer, Abram cayó en un pro-fundo sueño, y lo envolvió una oscuridadaterradora. 13El SEÑOR le dijo:

—Debes saber que tus descendientes vi-virán como extranjeros en tierra extraña,donde serán esclavizados y maltratadosdurante cuatrocientos años. 14Pero yo cas-tigaré a la nación que los esclavizará, y lue-go tus descendientes saldrán en libertad ycon grandes riquezas. 15Tú, en cambio, tereunirás en *paz con tus antepasados, y teenterrarán cuando ya seas muy anciano.16Cuatro generaciones después tus descen-dientes volverán a este lugar, porque antesde eso no habrá llegado al colmo la iniqui-dad de los amorreos.

17Cuando el sol se puso y cayó la noche,aparecieron una hornilla humeante y unaantorcha encendida, las cuales pasabanentre los animales descuartizados. 18Enaquel día el SEÑOR hizo un *pacto conAbram. Le dijo:

—A tus descendientes les daré esta tie-rra, desde el río de Egipto hasta el gran río,el Éufrates. 19Me refiero a la tierra de losquenitas, los quenizitas, los cadmoneos,20los hititas, los ferezeos, los refaítas, 21losamorreos, los cananeos, los gergeseos y losjebuseos.

Agar e Ismael

16 Saray, la esposa de Abram, no le ha-bía dado hijos. Pero como tenía una

esclava egipcia llamada Agar, 2Saray ledijo a Abram:

—El SEÑOR me ha hecho estéril. Por lotanto, ve y acuéstate con mi esclavaAgar. Tal vez por medio de ella podré te-ner hijos.

Abram aceptó la propuesta que le hizoSaray. 3Entonces ella tomó a Agar, la escla-va egipcia, y se la entregó a Abram comomujer. Esto ocurrió cuando ya hacía diezaños que Abram vivía en Canaán.

4Abram tuvo relaciones con Agar, y ellaconcibió un hijo. Al darse cuenta Agar deque estaba embarazada, comenzó a mirarcon desprecio a su dueña. 5Entonces Sarayle dijo a Abram:

—¡Tú tienes la culpa de mi afrenta! Yopuse a mi esclava en tus brazos, y ahoraque se ve embarazada me mira con des-precio. ¡Que el SEÑOR juzgue entre tú yyo!

6—Tu esclava está en tus manos —con-testó Abram—; haz con ella lo que bien teparezca.

Y de tal manera comenzó Saray a mal-tratar a Agar, que ésta huyó al desierto.7Allí, junto a un manantial que está en elcamino a la región de Sur, la encontró elángel del SEÑOR 8y le preguntó:

—Agar, esclava de Saray, ¿de dónde vie-nes y a dónde vas?

—Estoy huyendo de mi dueña Saray—respondió ella.

9—Vuelve junto a ella y sométete a suautoridad —le dijo el ángel—. 10De tal ma-nera multiplicaré tu descendencia, que nose podrá contar.

GÉNESIS 15:1 14

c 15:2 heredero. Palabra de difícil traducción.

Page 15: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

11»Estás embarazada, y darás a luz unhijo,

y le pondrás por *nombre Ismael,dporque el SEÑOR ha escuchado tu

aflicción.12Será un hombre indómito como asno

salvaje.Luchará contra todos, y todos

lucharán contra él;y vivirá en conflicto con todos sus

hermanos.13Como el SEÑOR le había hablado, Agar

le puso por nombre «El Dios que me ve»,epues se decía: «Ahora he visto alf que meve.» 14Por eso también el pozo que está en-tre Cades y Béred se conoce con el nombrede «Pozo del Viviente que me ve».g

15Agar le dio a Abram un hijo, a quienAbram llamó Ismael. 16Abram tenía ochen-ta y seis años cuando nació Ismael.

El pacto y la circuncisión

17 Cuando Abram tenía noventa ynueve años, el SEÑOR se le apare-

ció y le dijo:—Yo soy el Dios *Todopoderoso. Vive

en mi presencia y sé intachable. 2Así con-firmaré mi *pacto contigo, y multiplicarétu descendencia en gran manera.

3Al oír que Dios le hablaba, Abram cayórostro en tierra, y Dios continuó:

4—Éste es el pacto que establezco conti-go: Tú serás el padre de una multitud denaciones. 5Ya no te llamarás Abram,h sinoque de ahora en adelante tu *nombre seráAbraham,i porque te he confirmado comopadre de una multitud de naciones. 6Teharé tan fecundo que de ti saldrán reyes ynaciones. 7Estableceré mi pacto contigo ycon tu descendencia, como pacto perpetuo,por todas las generaciones. Yo seré tu Dios,y el Dios de tus descendientes. 8A ti y a tudescendencia les daré, en posesión perpe-tua, toda la tierra de Canaán, donde ahoraandan peregrinando. Y yo seré su Dios.

9Dios también le dijo a Abraham:—Cumple con mi pacto, tú y toda tu des-

cendencia, por todas las generaciones. 10Yéste es el pacto que establezco contigo ycon tu descendencia, y que todos deberáncumplir: Todos los varones entre ustedesdeberán ser circuncidados. 11Circuncidarán

la carne de su prepucio, y ésa será la señaldel pacto entre nosotros. 12Todos los varo-nes de cada generación deberán ser circun-cidados a los ocho días de nacidos, tanto losniños nacidos en casa como los que hayansido comprados por dinero a un extranjeroy que, por lo tanto, no sean de la estirpe deustedes. 13Todos sin excepción, tanto el na-cido en casa como el que haya sido compra-do por dinero, deberán ser circuncidados.De esta manera mi pacto quedará comouna marca indeleble en la carne de ustedes,como un pacto perpetuo. 14Pero el varónincircunciso, al que no se le haya cortado lacarne del prepucio, será eliminado de supueblo por quebrantar mi pacto.

15También le dijo Dios a Abraham:—A Saray, tu esposa, ya no la llamarás

Saray, sino que su nombre será Sara.j 16Yola bendeciré, y por medio de ella te daréun hijo. Tanto la bendeciré, que será ma-dre de naciones, y de ella surgirán reyesde pueblos.

17Entonces Abraham inclinó el rostrohasta el suelo y se rió de pensar: «¿Acasopuede un hombre tener un hijo a los cienaños, y ser madre Sara a los noventa?»18Por eso le dijo a Dios:

—¡Concédele a Ismael vivir bajo tu ben-dición!

19A lo que Dios contestó:—¡Pero es Sara, tu esposa, la que te dará

un hijo, al que llamarás Isaac!k Yo estable-ceré mi pacto con él y con sus descendien-tes, como pacto perpetuo. 20En cuanto aIsmael, ya te he escuchado. Yo lo bendeci-ré, lo haré fecundo y le daré una descen-dencia numerosa. Él será el padre de docepríncipes. Haré de él una nación muygrande. 21Pero mi pacto lo estableceré conIsaac, el hijo que te dará Sara de aquí a unaño, por estos días.

22Cuando Dios terminó de hablar conAbraham, se retiró de su presencia. 23Esemismo día Abraham tomó a su hijoIsmael, a los criados nacidos en su casa, alos que había comprado con su dinero y atodos los otros varones que había en sucasa, y los circuncidó, tal como Dios se lohabía mandado. 24Abraham tenía noven-ta y nueve años cuando fue circuncidado,25mientras que su hijo Ismael tenía trece.

15 GÉNESIS 17:25

d 16:11 En hebreo, Ismael significa Dios escucha. e 16:13 El Dios que me ve. Lit. El Roí. f 16:13 he visto al. Lit. he visto laespalda del. g 16:14 Pozo del Viviente que me ve. Lit. Ber Lajay Roí. h 17:5 En hebreo, Abram significa padre enaltecido.i 17:5 En hebreo, Abraham puede significar padre de muchos o padre de misericordia. j 17:15 En hebreo, Sara significaprincesa. k 17:19 En hebreo, Isaac significa él se ríe.

Page 16: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

26Así que ambos fueron circuncidados elmismo día 27junto con todos los varonesde su casa, tanto los nacidos en ella comolos comprados a extranjeros.

La visita del SEÑOR

18 El SEÑOR se le apareció a Abrahamjunto al encinar de Mamré, cuando

Abraham estaba sentado a la entrada de sucarpa, a la hora más calurosa del día.2Abraham alzó la vista, y vio a tres hom-bres de pie cerca de él. Al verlos, corriódesde la entrada de la carpa a saludarlos.Inclinándose hasta el suelo, 3dijo:

—Mi señor, si este servidor suyo cuentacon su favor, le ruego que no me pase delargo. 4Haré que les traigan un poco deagua para que ustedes se laven los pies, yluego podrán descansar bajo el árbol. 5Yaque han pasado por donde está su servi-dor, déjenme traerles algo de comer paraque se sientan mejor antes de seguir sucamino.

—¡Está bien —respondieron ellos—,hazlo así!

6Abraham fue rápidamente a la carpadonde estaba Sara, y le dijo:

—¡Date prisa! Toma unos veinte kilosl

de harina fina, amásalos y haz unos panes.7Después Abraham fue corriendo adonde

estaba el ganado, eligió un ternero bueno ytierno, y se lo dio a su sirviente, quien a todaprisa se puso a prepararlo. 8Luego les sirviórequesón y leche con el ternero que estabapreparado. Mientras comían, Abraham sequedó de pie junto a ellos, debajo del árbol.9Entonces ellos le preguntaron:

—¿Dónde está Sara, tu esposa?—Allí en la carpa —les respondió.10—Dentro de un año volveré a verte

—dijo uno de ellos—, y para entonces tuesposa Sara tendrá un hijo.

Sara estaba escuchando a la entrada de lacarpa, a espaldas del que hablaba. 11Abra-ham y Sara eran ya bastante ancianos, ySara ya había dejado de menstruar. 12Poreso, Sara se rió y pensó: «¿Acaso voy a te-ner este placer, ahora que ya estoy consu-mida y mi esposo es tan viejo?» 13Pero elSEÑOR le dijo a Abraham:

—¿Por qué se ríe Sara? ¿No cree que po-drá tener un hijo en su vejez? 14¿Acaso hayalgo imposible para el SEÑOR? El año queviene volveré a visitarte en esta fecha, ypara entonces Sara habrá tenido un hijo.

15Sara, por su parte, tuvo miedo y mintióal decirle:

—Yo no me estaba riendo.Pero el SEÑOR le replicó:—Sí te reíste.

Abraham intercede en favor deSodoma

16Luego aquellos visitantes se levanta-ron y partieron de allí en dirección a Sodo-ma. Abraham los acompañó paradespedirlos. 17Pero el SEÑOR estaba pen-sando: «¿Le ocultaré a Abraham lo que es-toy por hacer? 18Es un hecho que Abrahamse convertirá en una nación grande y po-derosa, y en él serán bendecidas todas lasnaciones de la tierra. 19Yo lo he elegidopara que instruya a sus hijos y a su familia,a fin de que se mantengan en el *caminodel SEÑOR y pongan en práctica lo que esjusto y recto. Así el SEÑOR cumplirá lo quele ha prometido.»

20Entonces el SEÑOR le dijo a Abraham:—El clamor contra Sodoma y Gomorra

resulta ya insoportable, y su pecado esgravísimo. 21Por eso bajaré, a ver si real-mente sus acciones son tan malas como elclamor contra ellas me lo indica; y si no, hede saberlo.

22Dos de los visitantes partieron de allí yse encaminaron a Sodoma, pero Abrahamse quedó de pie frente al SEÑOR. 23Enton-ces se acercó al SEÑOR y le dijo:

—¿De veras vas a exterminar al justojunto con el malvado? 24Quizá haya cin-cuenta justos en la ciudad. ¿Exterminarása todos, y no perdonarás a ese lugar poramor a los cincuenta justos que allí hay?25¡Lejos de ti el hacer tal cosa! ¿Matar al jus-to junto con el malvado, y que ambos seantratados de la misma manera? ¡Jamás ha-gas tal cosa! Tú, que eres el Juez de toda latierra, ¿no harás justicia?

26El SEÑOR le respondió:—Si encuentro cincuenta justos en Sodo-

ma, por ellos perdonaré a toda la ciudad.27Abraham le dijo:—Reconozco que he sido muy atrevido

al dirigirme a mi SEÑOR, yo, que apenassoy polvo y ceniza. 28Pero tal vez faltencinco justos para completar los cincuenta.¿Destruirás a toda la ciudad si faltan esoscinco?

—Si encuentro cuarenta y cinco justosno la destruiré —contestó el SEÑOR.

GÉNESIS 17:26 16

l 18:6 unos veinte kilos. Lit. tres *seah.

Page 17: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

29Pero Abraham insistió:—Tal vez se encuentren sólo cuarenta.—Por esos cuarenta justos, no destruiré

la ciudad —respondió el SEÑOR.30Abraham volvió a insistir:—No se enoje mi SEÑOR, pero permíta-

me seguir hablando. Tal vez se encuen-tren sólo treinta.

—No lo haré si encuentro allí a esostreinta —contestó el SEÑOR.

31Abraham siguió insistiendo:—Sé que he sido muy atrevido en ha-

blarle así a mi SEÑOR, pero tal vez se en-cuentren sólo veinte.

—Por esos veinte no la destruiré.32Abraham volvió a decir:—No se enoje mi SEÑOR, pero permíta-

me hablar una vez más. Tal vez se encuen-tren sólo diez...

—Aun por esos diez no la destruiré—respondió el SEÑOR por última vez.

33Cuando el SEÑOR terminó de hablarcon Abraham, se fue de allí, y Abraham re-gresó a su carpa.

Destrucción de Sodoma y Gomorra

19 Caía la tarde cuando los dos ángelesllegaron a Sodoma. Lot estaba sen-

tado a la entrada de la ciudad. Al verlos, selevantó para recibirlos y se postró rostroen tierra. 2Les dijo:

—Por favor, señores, les ruego que pa-sen la noche en la casa de este servidorsuyo. Allí podrán lavarse los pies, y maña-na al amanecer seguirán su camino.

—No, gracias —respondieron ellos—.Pasaremos la noche en la plaza.

3Pero tanto les insistió Lot que fueroncon él y entraron en su casa. Allí Lot lespreparó una buena comida y coció panessin levadura, y ellos comieron.

4Aún no se habían acostado cuando loshombres de la ciudad de Sodoma rodea-ron la casa. Todo el pueblo sin excepción,tanto jóvenes como ancianos, estaba allípresente. 5Llamaron a Lot y le dijeron:

—¿Dónde están los hombres que vinie-ron a pasar la noche en tu casa? ¡Échalosafuera! ¡Queremos acostarnos con ellos!

6Lot salió a la puerta y, cerrándola detrásde sí, 7les dijo:

—Por favor, amigos míos, no cometantal perversidad. 8Tengo dos hijas que toda-vía son vírgenes; voy a traérselas para quehagan con ellas lo que les plazca, pero a es-tos hombres no les hagan nada, pues hanvenido a hospedarse bajo mi techo.

9—¡Quítate de ahí! —le contestaron, yañadieron—: Éste ni siquiera es de aquí, yahora nos quiere mandar. ¡Pues ahora tevamos a tratar peor que a ellos!

Entonces se lanzaron contra Lot y seacercaron a la puerta con intenciones dederribarla. 10Pero los dos hombres exten-dieron los brazos, metieron a Lot en la casay cerraron la puerta. 11Luego, a los jóvenesy ancianos que se agolparon contra lapuerta de la casa los dejaron ciegos, demodo que ya no podían encontrar la puer-ta. 12Luego le advirtieron a Lot:

—¿Tienes otros familiares aquí? Saca deesta ciudad a tus yernos, hijos, hijas, y a to-dos los que te pertenezcan, 13porque va-mos a destruirla. El clamor contra estagente ha llegado hasta el SEÑOR, y ya re-sulta insoportable. Por eso nos ha enviadoa destruirla.

14Lot salió para hablar con sus futurosyernos, es decir, con los prometidos de sushijas.

—¡Apúrense! —les dijo—. ¡Abandonenla ciudad, porque el SEÑOR está por des-truirla!

Pero ellos creían que Lot estaba bro-meando, 15así que al amanecer los ángelesinsistieron con Lot. Exclamaron:

—¡Apúrate! Llévate a tu esposa y a tusdos hijas que están aquí, para que no pe-rezcan cuando la ciudad sea castigada.

16Como Lot titubeaba, los hombres lo to-maron de la mano, lo mismo que a su es-posa y a sus dos hijas, y los sacaron de laciudad, porque el SEÑOR les tuvo compa-sión. 17Cuando ya los habían sacado de laciudad, uno de los ángeles le dijo:

—¡Escápate! No mires hacia atrás, ni tedetengas en ninguna parte del valle. Huyehacia las montañas, no sea que perezcas.

18—¡No, señor mío, por favor! —respon-dió Lot—. 19Tú has visto con buenos ojos aeste siervo tuyo, y tu lealtad ha sido gran-de al salvarme la *vida. Pero yo no puedoescaparme a las montañas, no sea que ladestrucción me alcance y pierda yo lavida. 20Cerca de aquí hay una ciudad pe-queña, en la que podría refugiarme. ¿Porqué no dejan que me escape hacia allá? Esuna ciudad muy pequeña, y en ella mepondré a salvo.

21—Está bien —le respondió—; tambiénesta petición te la concederé. No destruiréla ciudad de que hablas. 22Pero date prisa yhuye de una vez, porque no puedo hacernada hasta que llegues allí.

17 GÉNESIS 19:22

Page 18: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

Por eso aquella ciudad recibió el *nom-bre de Zoar.m

23Lot llegó a Zoar cuando estaba amane-ciendo. 24Entonces el SEÑOR hizo que ca-yera del cielo una lluvia de fuego y azufresobre Sodoma y Gomorra. 25Así destruyó aesas ciudades y a todos sus habitantes,junto con toda la llanura y la vegetacióndel suelo. 26Pero la esposa de Lot miró ha-cia atrás, y se quedó convertida en estatuade sal.

27Al día siguiente Abraham madrugó yregresó al lugar donde se había encontra-do con el SEÑOR. 28Volvió la mirada haciaSodoma y Gomorra, y hacia toda la llanu-ra, y vio que de la tierra subía humo,como de un horno.

29Así arrasó Dios a las ciudades de lallanura, pero se acordó de Abraham ysacó a Lot de en medio de la catástrofeque destruyó a las ciudades en que habíahabitado.

Lot y sus hijas30Luego, por miedo a quedarse en Zoar,

Lot se fue con sus dos hijas a vivir en la re-gión montañosa. Allí vivió con ellas enuna cueva. 31Un día, la hija mayor le dijo ala menor:

—Nuestro padre ya está viejo, y no que-dan hombres en esta región para que secasen con nosotras, como es la costumbrede todo el mundo. 32Ven, vamos a embo-rracharlo, y nos acostaremos con él; y así,por medio de él tendremos descendencia.

33Esa misma noche emborracharon a supadre y, sin que éste se diera cuenta denada, la hija mayor fue y se acostó con él.34A la mañana siguiente, la mayor le dijo ala menor:

—Mira, anoche me acosté con mi padre.Vamos a emborracharlo de nuevo esta no-che, y ahora tú te acostarás con él; y así,por medio de él tendremos descendencia.

35Esa misma noche volvieron a emborra-char a su padre y, sin que éste se dieracuenta de nada, la hija menor fue y se acos-tó con él. 36Así las dos hijas de Lot quedaronembarazadas de su padre. 37La mayor tuvoun hijo, a quien llamó Moab,n padre de losactuales moabitas. 38La hija menor tambiéntuvo un hijo, a quien llamó Ben Amí,ñ pa-dre de los actuales amonitas.

Abraham y Abimélec

20 Abraham partió desde allí en direc-ción a la región del Néguev, y se

quedó a vivir entre Cades y Sur. Mientrasvivía en Guerar, 2Abraham decía que Sara,su esposa, era su hermana. Entonces Abi-mélec, rey de Guerar, mandó llamar a Saray la tomó por esposa. 3Pero aquella nocheDios se le apareció a Abimélec en sueños yle dijo:

—Puedes darte por muerto a causa dela mujer que has tomado, porque ella escasada.

4Pero como Abimélec todavía no se ha-bía acostado con ella, le contestó:

—Señor, ¿acaso vas a matar al inocen-te?o 5Como Abraham me dijo que ella erasu hermana, y ella me lo confirmó, yo hicetodo esto de buena fe y sin mala intención.

6—Sí, ya sé que has hecho todo esto debuena fe —le respondió Dios en el sue-ño—; por eso no te permití tocarla, paraque no pecaras contra mí. 7Pero ahora de-vuelve esa mujer a su esposo, porque él esprofeta y va a interceder por ti para que vi-vas. Si no lo haces, ten por seguro que mo-rirás junto con todos los tuyos.

8En la madrugada del día siguiente, Abi-mélec se levantó y llamó a todos sus servi-dores para contarles en detalle lo quehabía ocurrido, y un gran temor se apode-ró de ellos. 9Entonces Abimélec llamó aAbraham y le reclamó:

—¡Qué nos has hecho! ¿En qué te heofendido, que has traído un pecado tangrande sobre mí y sobre mi reino? ¡Lo queme has hecho no tiene nombre! 10¿Quépretendías conseguir con todo esto?

Al reclamo de Abimélec, 11Abrahamcontestó:

—Yo pensé que en este lugar no habíatemor de Dios, y que por causa de mi espo-sa me matarían. 12Pero en realidad ella esmi hermana, porque es hija de mi padreaunque no de mi madre; y además es miesposa. 13Cuando Dios me mandó dejar lacasa de mi padre y andar errante, yo le dijea mi esposa: “Te pido que me hagas estefavor: Dondequiera que vayamos, di siem-pre que soy tu hermano.”

14Abimélec tomó entonces ovejas y va-cas, esclavos y esclavas, y se los regaló a

GÉNESIS 19:23 18

m 19:22 En hebreo, Zoar significa pequeña. n 19:37 En hebreo, Moab suena como la palabra que significa por partedel padre. ñ 19:38 En hebreo, Ben Amí suena como la palabra que significa hijo de mi pueblo. o 20:4 al inocente. Lit. auna nación justa.

Page 19: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

Abraham. Al mismo tiempo, le devolvió aSara, su esposa, 15y le dijo:

—Mira, ahí está todo mi territorio; qué-date a vivir donde mejor te parezca.

16A Sara le dijo:—Le he dado a tu hermano mil mone-

das de plata, que servirán de compensa-ción por todo lo que te ha pasado; asíquedarás vindicada ante todos los que es-tán contigo.p

17Entonces Abraham oró a Dios, y Diossanó a Abimélec y permitió que su esposay sus siervas volvieran a tener hijos, 18por-que a causa de lo ocurrido con Sara, la es-posa de Abraham, el SEÑOR había hechoque todas las mujeres en la casa de Abimé-lec quedaran estériles.

Nacimiento de Isaac

21 Tal como el SEÑOR lo había dicho,se ocupó de Sara y cumplió con la

promesa que le había hecho. 2Sara quedóembarazada y le dio un hijo a Abraham ensu vejez. Esto sucedió en el tiempo anun-ciado por Dios. 3Al hijo que Sara le dio,Abraham le puso por *nombre Isaac.q4Cuando su hijo Isaac cumplió ocho díasde nacido, Abraham lo circuncidó, talcomo Dios se lo había ordenado. 5Abra-ham tenía ya cien años cuando nació suhijo Isaac. 6Sara dijo entonces: «Dios me hahecho reír, y todos los que se enteren deque he tenido un hijo, se reirán conmigo.7¿Quién le hubiera dicho a Abraham queSara amamantaría hijos? Sin embargo, lehe dado un hijo en su vejez.»

Expulsión de Agar e Ismael8El niño Isaac creció y fue destetado. Ese

mismo día, Abraham hizo un gran ban-quete. 9Pero Sara se dio cuenta de que elhijo que Agar la egipcia le había dado aAbraham se burlaba de su hijo Isaac.r 10Poreso le dijo a Abraham:

—¡Echa de aquí a esa esclava y a su hijo!El hijo de esa esclava jamás tendrá parteen la herencia con mi hijo Isaac.

11Este asunto angustió mucho a Abra-ham porque se trataba de su propio hijo.12Pero Dios le dijo a Abraham: «No te an-gusties por el muchacho ni por la esclava.Hazle caso a Sara, porque tu descendenciase establecerá por medio de Isaac. 13Perotambién del hijo de la esclava haré unagran nación, porque es hijo tuyo.»

14Al día siguiente, Abraham se levantó demadrugada, tomó un pan y un odre deagua, y se los dio a Agar, poniéndoselos so-bre el hombro. Luego le entregó a su hijo yla despidió. Agar partió y anduvo errantepor el desierto de Berseba. 15Cuando se aca-bó el agua del odre, puso al niño debajo deun arbusto 16y fue a sentarse sola a ciertadistancia,s pues pensaba: «No quiero vermorir al niño.» En cuanto ella se sentó, co-menzó a llorar desconsoladamente.

17Cuando Dios oyó al niño sollozar, elángel de Dios llamó a Agar desde el cielo yle dijo: «¿Qué te pasa, Agar? No temas,pues Dios ha escuchado los sollozos delniño. 18Levántate y tómalo de la mano,que yo haré de él una gran nación.»

19En ese momento Dios le abrió a Agarlos ojos, y ella vio un pozo de agua. En se-guida fue a llenar el odre y le dio de beberal niño. 20Dios acompañó al niño, y éstefue creciendo; vivió en el desierto y se con-virtió en un experto arquero; 21habitó en eldesierto de Parán y su madre lo casó conuna egipcia.

Pacto entre Abraham y Abimélec22En aquel tiempo Abimélec, que estaba

acompañado por Ficol, jefe de su ejército,le dijo a Abraham:

—Dios está contigo en todo lo que ha-ces. 23Júrame ahora, por Dios mismo, queno me tratarás a mí con falsedad, ni tam-poco a mis hijos ni a mis descendientes.Júrame que a mí y al país que te ha recibi-do como extranjero nos tratarás con lamisma lealtad con que yo te he tratado.

24—¡Lo juro! —respondió Abraham.25Luego Abraham se quejó ante Abimé-

lec por causa de un pozo de agua del cuallos siervos de Abimélec se habían apropia-do. 26Pero Abimélec dijo:

—No sé quién pudo haberlo hecho. Meacabo de enterar, pues tú no me lo habíasdicho.

27Entonces Abraham llevó ovejas y va-cas, y se las dio a Abimélec, y los dos hicie-ron un pacto. 28Pero Abraham apartó sietecorderas del rebaño, 29por lo que Abimé-lec le preguntó:

—¿Qué pasa? ¿Por qué has apartado es-tas siete corderas?

30—Acepta estas siete corderas —le con-testó Abraham—. Ellas servirán de pruebade que yo cavé este pozo.

19 GÉNESIS 21:30

p 20:16 que servirán ... contigo. Texto de difícil traducción. q 21:3 En hebreo, Isaac significa él se ríe. r 21:9 de su hijoIsaac (LXX); TM no incluye estas palabras. s 21:16 a cierta distancia. Lit. a la distancia de un tiro de arco.

Page 20: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

31Por eso a aquel lugar le dieron el nom-bre de Berseba,t porque allí los dos hicie-ron un juramento.

32Después de haber hecho el pacto enBerseba, Abimélec y Ficol, el jefe de su ejér-cito, volvieron al país de los filisteos. 33Abra-ham plantó un tamarisco en Berseba, y enese lugar invocó el *nombre del SEÑOR, elDios eterno. 34Y se quedó en el país de los fi-listeos durante mucho tiempo.

Dios prueba a Abraham

22 Pasado cierto tiempo, Dios puso aprueba a Abraham y le dijo:

—¡Abraham!—Aquí estoy —respondió.2Y Dios le ordenó:—Toma a tu hijo, el único que tienes y al

que tanto amas, y ve a la región de Moria.Una vez allí, ofrécelo como *holocausto enel monte que yo te indicaré.

3Abraham se levantó de madrugada yensilló su asno. También cortó leña para elholocausto y, junto con dos de sus criadosy su hijo Isaac, se encaminó hacia el lugarque Dios le había indicado. 4Al tercer día,Abraham alzó los ojos y a lo lejos vio el lu-gar. 5Entonces le dijo a sus criados:

—Quédense aquí con el asno. El mu-chacho y yo seguiremos adelante paraadorar a Dios, y luego regresaremos juntoa ustedes.

6Abraham tomó la leña del holocausto yla puso sobre Isaac, su hijo; él, por su par-te, cargó con el fuego y el cuchillo. Y losdos siguieron caminando juntos.

7Isaac le dijo a Abraham:—¡Padre!—Dime, hijo mío.—Aquí tenemos el fuego y la leña

—continuó Isaac—; pero, ¿dónde está elcordero para el holocausto?

8—El cordero, hijo mío, lo proveerá Dios—le respondió Abraham.

Y siguieron caminando juntos.9Cuando llegaron al lugar señalado por

Dios, Abraham construyó un altar y pre-paró la leña. Después ató a su hijo Isaac ylo puso sobre el altar, encima de la leña.10Entonces tomó el cuchillo para sacrificara su hijo, 11pero en ese momento el ángeldel SEÑOR le gritó desde el cielo:

—¡Abraham! ¡Abraham!—Aquí estoy —respondió.

12—No pongas tu mano sobre el mucha-cho, ni le hagas ningún daño —le dijo elángel—. Ahora sé que temes a Dios, por-que ni siquiera te has negado a darme a tuúnico hijo.

13Abraham alzó la vista y, en un mato-rral, vio un carnero enredado por los cuer-nos. Fue entonces, tomó el carnero y loofreció como holocausto, en lugar de suhijo. 14A ese sitio Abraham le puso por*nombre: «El SEÑOR provee.» Por eso has-ta el día de hoy se dice: «En un monte pro-vee el SEÑOR.»

15El ángel del SEÑOR llamó a Abrahampor segunda vez desde el cielo, 16y le dijo:

—Como has hecho esto, y no me hasnegado a tu único hijo, juro por mí mis-mo —afirma el SEÑOR— 17que te bende-ciré en gran manera, y que multiplicarétu descendencia como las estrellas delcielo y como la arena del mar. Además,tus descendientes conquistarán las ciu-dades de sus enemigos. 18Puesto que mehas obedecido, todas las naciones delmundo serán bendecidas por medio detu descendencia.

19Abraham regresó al lugar donde esta-ban sus criados, y juntos partieron haciaBerseba, donde Abraham se quedó a vivir.

Los hijos de Najor20Pasado cierto tiempo, Abraham recibió

la noticia de que también Milca le habíadado hijos a su hermano Najor. 21Su hijoprimogénito fue Uz; luego nacieron sushermanos Buz y Quemuel. Este último fueel padre de Aram. 22Después siguieronQuésed, Jazó, Pildás, Yidlaf y Betuel, 23quefue el padre de Rebeca. Éstos fueron losocho hijos que Milca le dio a Najor, herma-no de Abraham. 24Najor también tuvo hi-jos con Reumá, su concubina. Ellos fueronTébaj, Gaján, Tajás y Macá.

Muerte de Sara

23 Sara vivió ciento veintisiete años, 2ymurió en Quiriat Arbá, es decir, en

la ciudad de Hebrón, en la tierra de Ca-naán. Abraham hizo duelo y lloró por ella.3Luego se retiró de donde estaba la difuntay fue a proponer a los hititas lo siguiente:

4—Entre ustedes yo soy un extranjero;no obstante, quiero pedirles que me ven-dan un sepulcro para enterrar a mi esposa.

5Los hititas le respondieron:

GÉNESIS 21:31 20

t 21:31 En hebreo, Berseba significa pozo de los siete, o pozo del juramento.

Page 21: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

6—Escúchenos, señor; usted es un prín-cipe poderoso entre nosotros. Sepulte a suesposa en el mejor de nuestros sepulcros.Ninguno de nosotros le negará su tumbapara que pueda sepultar a su esposa.

7Abraham se levantó, hizo una reveren-cia ante los hititas del lugar, 8y les dijo:

—Si les parece bien que yo entierre aquía mi difunta, les ruego que intercedanante Efrón hijo de Zojar 9para que me ven-da la cueva de Macpela, que está en los lin-deros de su campo. Díganle que me lavenda en su justo precio, y así tendré entreustedes un sepulcro para mi familia.

10Efrón el hitita, que estaba sentado allíentre su gente, le respondió a Abraham enpresencia de todos ellos y de los que pasa-ban por la *puerta de su ciudad:

11—No, señor mío, escúcheme bien: yole regalo el campo, y también la cueva queestá en él. Los hijos de mi pueblo son tes-tigos de que yo se los regalo. Entierre us-ted a su esposa.

12Una vez más, Abraham hizo una reve-rencia ante la gente de ese lugar, 13y enpresencia de los que allí estaban le dijo aEfrón:

—Escúcheme, por favor. Yo insisto enpagarle el precio justo del campo. Acépte-lo usted, y así yo podré enterrar allí a miesposa.

14Efrón le contestó a Abraham:15—Señor mío, escúcheme. El campo

vale cuatrocientas monedasu de plata.¿Qué es eso entre nosotros? Vaya tranqui-lo y entierre a su esposa.

16Abraham se puso de acuerdo conEfrón, y en presencia de los hititas lepagó lo convenido: cuatrocientas mone-das de plata, moneda corriente entre loscomerciantes.

17Así fue como el campo de Efrón, queestaba en Macpela, cerca de Mamré, pasóa ser propiedad de Abraham, junto con lacueva y todos los árboles que estabandentro de los límites del campo. 18La tran-sacción se hizo en presencia de los hititasy de los que pasaban por la puerta de suciudad. 19Luego Abraham sepultó a su es-posa Sara en la cueva del campo de Mac-pela que está cerca de Mamré, es decir, enHebrón, en la tierra de Canaán. 20De estamanera, el campo y la cueva que estabaen él dejó de ser de los hititas y pasó a serpropiedad de Abraham para sepultura.

Isaac y Rebeca

24 Abraham estaba ya entrado enaños, y el SEÑOR lo había bendeci-

do en todo. 2Un día, Abraham le dijo alcriado más antiguo de su casa, que eraquien le administraba todos sus bienes:

—Pon tu mano debajo de mi muslo, 3yjúrame por el SEÑOR, el Dios del cielo y dela tierra, que no tomarás de esta tierra deCanaán, donde yo habito, una mujer parami hijo 4Isaac, sino que irás a mi tierra,donde vive mi familia, y de allí le escoge-rás una esposa.

5—¿Qué pasa si la mujer no está dis-puesta a venir conmigo a esta tierra?—respondió el criado—. ¿Debo entoncesllevar a su hijo hasta la tierra de donde us-ted vino?

6—¡De ninguna manera debes llevar ami hijo hasta allá! —le replicó Abraham—.7El SEÑOR, el Dios del cielo, que me sacóde la casa de mi padre y de la tierra de misfamiliares, y que bajo juramento me pro-metió dar esta tierra a mis descendientes,enviará su ángel delante de ti para quepuedas traer de allá una mujer para mihijo. 8Si la mujer no está dispuesta a venircontigo, quedarás libre de este juramento;pero ¡en ningún caso llevarás a mi hijohasta allá!

9El criado puso la mano debajo delmuslo de Abraham, su amo, y le juró quecumpliría con su encargo. 10Luego tomódiez camellos de su amo, y toda clase deregalos, y partió hacia la ciudad de Najoren Aram Najarayin.v 11Allí hizo que loscamellos se arrodillaran junto al pozo deagua que estaba en las afueras de la ciu-dad. Caía la tarde, que es cuando las mu-jeres salen a buscar agua. 12Entoncescomenzó a orar: «SEÑOR, Dios de mi amoAbraham, te ruego que hoy me vayabien, y que demuestres el amor que letienes a mi amo. 13Aquí me tienes, a la es-pera junto a la fuente, mientras las jóve-nes de esta ciudad vienen a sacar agua.14Permite que la joven a quien le diga:“Por favor, baje usted su cántaro paraque tome yo un poco de agua”, y que meconteste: “Tome usted, y además lesdaré agua a sus camellos”, sea la que túhas elegido para tu siervo Isaac. Así esta-ré seguro de que tú has demostrado elamor que le tienes a mi amo.»

21 GÉNESIS 24:14

u 23:15 monedas. Lit. siclos. v 24:10 Aram Najarayin. Es decir, el noroeste de Mesopotamia.

Page 22: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

15Aún no había terminado de orar cuan-do vio que se acercaba Rebeca, con su cán-taro al hombro. Rebeca era hija de Betuel,que a su vez era hijo de Milca y Najor, elhermano de Abraham. 16La joven era muyhermosa, y además virgen, pues no habíatenido relaciones sexuales con ningúnhombre. Bajó hacia la fuente y llenó su cán-taro. Ya se preparaba para subir 17cuando elcriado corrió a su encuentro y le dijo:

—¿Podría usted darme un poco de aguade su cántaro?

18—Sírvase, mi señor —le respondió.Y en seguida bajó el cántaro y, soste-

niéndolo entre sus manos, le dio de beber.19Cuando ya el criado había bebido, ella

le dijo:—Voy también a sacar agua para que

sus camellos beban todo lo que quieran.20De inmediato vació su cántaro en el be-

bedero, y volvió corriendo al pozo parabuscar más agua, repitiendo la acción has-ta que hubo suficiente agua para todos loscamellos. 21Mientras tanto, el criado deAbraham la observaba en silencio, paraver si el SEÑOR había coronado su viajecon el éxito.

22Cuando los camellos terminaron debeber, el criado tomó un anillo de oro quepesaba seis gramos, y se lo puso a la jovenen la nariz;w también le colocó en los bra-zos dos pulseras de oro que pesaban másde cien gramos,x y le preguntó:

23—¿Podría usted decirme de quién eshija, y si habrá lugar en la casa de su padrepara hospedarnos?

24—Soy hija de Betuel, el hijo de Milca yNajor —respondió ella, 25a lo que agre-gó—: No sólo tenemos lugar para ustedes,sino que también tenemos paja y forrajeen abundancia para los camellos.

26Entonces el criado de Abraham se arro-dilló y adoró al SEÑOR 27con estas palabras:«Bendito sea el SEÑOR, el Dios de mi amoAbraham, que no ha dejado de manifes-tarle su amor y fidelidad, y que a mí me haguiado a la casa de sus parientes.»

28La joven corrió hasta la casa de su ma-dre, y allí contó lo que le había sucedido.29Tenía Rebeca un hermano llamado La-bán, que salió corriendo al encuentro delcriado, quien seguía junto a la fuente. 30La-bán se había fijado en el anillo y las pulse-ras en los brazos de su hermana, y también

la había escuchado contar lo que el criadole había dicho. Por eso salió en busca delcriado, y lo encontró junto a la fuente, consus camellos.

31—¡Ven, bendito del SEÑOR! —le dijo—.¿Por qué te quedas afuera? ¡Ya he prepara-do la casa y un lugar para los camellos!

32El criado entró en la casa. En seguidaLabán desaparejó los camellos, les dio pajay forraje, y llevó agua para que el criado ysus acompañantes se lavaran los pies.33Cuando le sirvieron de comer, el criadodijo:

—No comeré hasta haberles dicho loque tengo que decir.

—Habla con toda confianza —respon-dió Labán.

34—Yo soy criado de Abraham —co-menzó él—. 35El SEÑOR ha bendecido mu-cho a mi amo y lo ha prosperado. Le hadado ovejas y ganado, oro y plata, siervosy siervas, camellos y asnos. 36Sara, la espo-sa de mi amo, le dio en su vejez un hijo, alque mi amo le ha dejado todo lo que tiene.37Mi amo me hizo jurar, y me dijo: “No to-marás para mi hijo una mujer de entre lashijas de los cananeos, en cuyo país habito.38Al contrario, irás a la familia de mi padre,y le buscarás una esposa entre las mujeresde mis parientes.” 39Yo le pregunté a miamo: “¿Y si la mujer no acepta venir con-migo?” 40Él me respondió: “El SEÑOR, encuya presencia he caminado, enviará suángel contigo, y él hará prosperar tu viajepara que consigas para mi hijo una esposaque pertenezca a la familia de mi padre.41Sólo quedarás libre del juramento si vas aver a mi familia y ellos no te conceden a lajoven.”

42»Cuando hoy llegué a la fuente, dije:“SEÑOR, Dios de mi amo Abraham, si es tuvoluntad, te ruego que hagas prosperar miviaje. 43Aquí me tienes, a la espera junto ala fuente. Si una joven sale a buscar agua, yyo le digo: ‘Por favor, déjeme usted beberun poco de agua de su cántaro’, 44y ella mecontesta: ‘Beba usted, y también le daréagua a sus camellos’, que sea ella la mujerque tú, SEÑOR, has escogido para el hijo demi amo.”

45»Todavía no había terminado yo deorar cuando vi que Rebeca se acercaba conun cántaro sobre el hombro. Bajó a la fuen-te para sacar agua, y yo le dije: “Por favor,

GÉNESIS 24:15 22

w 24:22 se lo puso a la joven en la nariz (Pentateuco Samaritano). TM no incluye esta frase; véase v. 47. x 24:22 seisgramos ... más de cien gramos. Lit. un *becá ... diez *siclos.

Page 23: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

déme usted de beber.” 46En seguida bajóella su cántaro y me dijo: “Beba usted, ytambién les daré de beber a sus camellos.”Mientras yo bebía, ella les dio agua a loscamellos. 47Luego le pregunté: “¿Hija dequién es usted?” Y cuando ella me respon-dió: “Soy hija de Betuel, el hijo de Najor yde Milca”, yo le puse un anillo en la nariz ypulseras en los brazos, 48y me incliné paraadorar al SEÑOR. Bendije al SEÑOR, el Diosde Abraham, que me guió por el caminocorrecto para llevarle al hijo de mi amouna parienta cercana suya. 49Y ahora, sidesean mostrarle lealtad y fidelidad a miamo, díganmelo; y si no, díganmelo tam-bién. Así yo sabré qué hacer.

50Labán y Betuel respondieron:—Sin duda todo esto proviene del

SEÑOR, y nosotros no podemos decir nique sí ni que no. 51Aquí está Rebeca; tóme-la usted y llévesela para que sea la esposadel hijo de su amo, tal como el SEÑOR lo hadispuesto.

52Al escuchar esto, el criado de Abrahamse postró en tierra delante del SEÑOR.53Luego sacó joyas de oro y de plata, y ves-tidos, y se los dio a Rebeca. También entre-gó regalos a su hermano y a su madre.54Más tarde, él y sus acompañantes comie-ron y bebieron, y pasaron allí la noche.

A la mañana siguiente, cuando se levan-taron, el criado de Abraham dijo:

—Déjenme ir a la casa de mi amo.55Pero el hermano y la madre de Rebeca

le respondieron:—Que se quede la joven con nosotros

unos diez días, y luego podrás irte.56—No me detengan —repuso el cria-

do—. El SEÑOR ha prosperado mi viaje, asíque déjenme ir a la casa de mi amo.

57—Llamemos a la joven, a ver qué pien-sa ella —respondieron.

58Así que llamaron a Rebeca y le pregun-taron:

—¿Quieres irte con este hombre?—Sí —respondió ella.59Entonces dejaron ir a su hermana Re-

beca y a su nodriza con el criado de Abra-ham y sus acompañantes. 60Y bendijeron aRebeca con estas palabras:

«Hermana nuestra:¡que seas madre de millares!

¡Que dominen tus descendienteslas ciudades de sus enemigos!»

61Luego Rebeca y sus criadas se prepara-ron, montaron en los camellos y siguieronal criado de Abraham. Así fue como éltomó a Rebeca y se marchó de allí.

62 Ahora bien, Isaac había vuelto delpozo de Lajay Roí, porque vivía en la re-gión del Néguev. 63 Una tarde, salió a darun paseoy por el campo. De pronto, al le-vantar la vista, vio que se acercaban unoscamellos. 64 También Rebeca levantó la vis-ta y, al ver a Isaac, se bajó del camello 65 y lepreguntó al criado:

—¿Quién es ese hombre que viene porel campo a nuestro encuentro?

—Es mi amo —contestó el criado.Entonces ella tomó el velo y se cubrió.66 El criado le contó a Isaac todo lo que

había hecho. 67 Luego Isaac llevó a Rebecaa la carpa de Sara, su madre, y la tomó poresposa. Isaac amó a Rebeca, y así se conso-ló de la muerte de su madre.

Muerte de Abraham25:1-4 — 1Cr 1:32-33

25 Abraham volvió a casarse, esta vezcon una mujer llamada Cetura.

2Los hijos que tuvo con ella fueron: Zim-rán, Jocsán, Medán, Madián, Isbac y Súaj.

3Jocsán fue el padre de Sabá y Dedán.Los descendientes de Dedán fueron los

asureos, los letuseos y los leumeos.4Los hijos de Madián fueron Efá, Éfer,

Janoc, Abidá y Eldá. Todos éstos fueron hi-jos de Cetura.

5Abraham entregó todos sus bienes aIsaac. 6A los hijos de sus concubinas leshizo regalos y, mientras él todavía estabacon vida, los separó de su hijo Isaac, en-viándolos a las regiones orientales.

7Abraham vivió ciento setenta y cincoaños, 8y murió en buena vejez, luego dehaber vivido muchos años, y fue a reunir-se con sus antepasados. 9Sus hijos Isaac eIsmael lo sepultaron en la cueva de Mac-pela, que está cerca de Mamré, es decir, enel campo del hitita Efrón hijo de Zojar.10Éste era el campo que Abraham les habíacomprado a los hititas. Allí lo enterraron,junto a su esposa Sara. 11Luego de la muer-te de Abraham, Dios bendijo a Isaac, hijode Abraham, quien se quedó a vivir cercadel pozo de Lajay Roí.

23 GÉNESIS 25:11

y 24:63 a dar un paseo. Texto de difícil traducción.

Page 24: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

Descendientes de Ismael25:12-16 — 1Cr 1:29-31

12Ésta es la descendencia de Ismael, elhijo que Abraham tuvo con Agar, la cria-da egipcia de Sara. 13Éstos son los nombresde los hijos de Ismael, comenzando por elprimogénito: Nebayot, Cedar, Adbel, Mib-sán, 14Mismá, Dumá, Masá, 15Hadar, Temá,Jetur, Nafis y Cedema. 16Éstos fueron los hi-jos de Ismael, y éstos los nombres de losdoce jefes de tribus, según sus propios te-rritorios y campamentos.

17Ismael vivió ciento treinta y siete años.Al morir, fue a reunirse con sus antepasa-dos. 18Sus descendientes se quedaron a vi-vir en la región que está entre Javilá y Sur,cerca de Egipto, en la ruta que conduce aAsiria. Allí se establecieron en franca opo-sición a todos sus hermanos.

Nacimiento de Jacob y de Esaú19Ésta es la historia de Isaac, el hijo que

tuvo Abraham. 20Isaac tenía cuarenta añoscuando se casó con Rebeca, que era hija deBetuel y hermana de Labán. Betuel y La-bán eran *arameos de Padán Aram.z 21Isaacoró al SEÑOR en favor de su esposa, porqueera estéril. El SEÑOR oyó su oración, y ellaquedó embarazada. 22Pero como los niñosluchaban dentro de su seno, ella se pre-guntó: «Si esto va a seguir así, ¿para quésigo viviendo?» Entonces fue a consultaral SEÑOR, 23y él le contestó:

«Dos naciones hay en tu seno;dos pueblos se dividen desde tus

entrañas.Uno será más fuerte que el otro,y el mayor servirá al menor.»

24Cuando le llegó el momento de dar aluz, resultó que en su seno había mellizos.25El primero en nacer era pelirrojo, y teníatodo el cuerpo cubierto de vello. A éste lollamaron Esaú.a 26Luego nació su hermano,agarrado con una mano del talón de Esaú.A éste lo llamaron Jacob.b Cuando nacieronlos mellizos, Isaac tenía sesenta años.

27Los niños crecieron. Esaú era un hom-bre de campo y se convirtió en un excelen-te cazador, mientras que Jacob era unhombre tranquilo que prefería quedarseen el campamento. 28Isaac quería más aEsaú, porque le gustaba comer de lo que élcazaba; pero Rebeca quería más a Jacob.

29Un día, cuando Jacob estaba preparan-do un guiso, Esaú llegó agotado del cam-po y le dijo:

30—Dame de comer de ese guiso rojizo,porque estoy muy cansado. (Por eso aEsaú se le llamó Edom.)c

31—Véndeme primero tus derechos dehijo mayor —le respondió Jacob.

32—Me estoy muriendo de hambre—contestó Esaú—, así que ¿de qué me sir-ven los derechos de primogénito?

33—Véndeme entonces los derechosbajo juramento —insistió Jacob.

Esaú se lo juró, y fue así como le vendióa Jacob sus derechos de primogénito. 34Ja-cob, por su parte, le dio a Esaú pan y gui-so de lentejas.

Luego de comer y beber, Esaú se levantóy se fue. De esta manera menospreció susderechos de hijo mayor.

Isaac y Abimélec

26 En ese tiempo hubo mucha ham-bre en aquella región, además de

la que hubo en tiempos de Abraham. Poreso Isaac se fue a Guerar, donde se encon-traba Abimélec, rey de los filisteos. 2Allí elSEÑOR se le apareció y le dijo: «No vayas aEgipto. Quédate en la región de la que tehe hablado. 3Vive en ese lugar por untiempo. Yo estaré contigo y te bendeciré,porque a ti y a tu descendencia les darétodas esas tierras. Así confirmaré el jura-mento que le hice a tu padre Abraham.4Multiplicaré a tus descendientes comolas estrellas del cielo, y les daré todas esastierras. Por medio de tu descendencia to-das las naciones de la tierra serán bende-cidas, 5porque Abraham me obedeció ycumplió mis preceptos y mis manda-mientos, mis normas y mis enseñanzas.»

6Isaac se quedó en Guerar. 7Y cuandola gente del lugar le preguntaba a Isaacacerca de su esposa, él respondía que ellaera su hermana. Tan bella era Rebecaque Isaac tenía miedo de decir que era suesposa, pues pensaba que por causa deella podrían matarlo.

8Algún tiempo después, mientras Abi-mélec, el rey de los filisteos, miraba poruna ventana, vio a Isaac acariciando a suesposa Rebeca. 9Entonces mandó llamar aIsaac y le dijo:

GÉNESIS 25:12 24

z 25:20 Padán Aram. Es decir, el noroeste de Mesopotamia. a 25:25 En hebreo, Esaú puede significar velludo; véasetambién v. 30. b 25:26 En hebreo, Jacob significa él agarra el talón. c 25:30 En hebreo, Edom significa rojo.

Page 25: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

—¡Conque ella es tu esposa! ¿Por qué di-jiste que era tu hermana?

—Yo pensé que por causa de ella po-drían matarme —contestó Isaac.

10—¿Por qué nos hiciste esto? —replicóAbimélec—. Alguno de nosotros podríahaberse acostado con tu esposa, ¡y tú noshabrías hecho a todos culpables de esepecado!

11Por eso Abimélec envió esta orden atodo el pueblo:

—Si alguien molesta a este hombre o asu esposa, será condenado a muerte.

12Isaac sembró en aquella región, y eseaño cosechó al ciento por uno, porque elSEÑOR lo había bendecido. 13Así Isaac fueacumulando riquezas, hasta que llegó aser muy rico. 14Esto causó que los filisteoscomenzaran a tenerle envidia, pues llegó atener muchas ovejas, vacas y siervos.15Ahora bien, los filisteos habían cegadotodos los pozos de agua que los siervos delpadre de Isaac habían cavado. 16Así queAbimélec le dijo a Isaac:

—Aléjate de nosotros, pues ya eres máspoderoso que nosotros.

17Isaac se fue de allí, y acampó en el vallede Guerar, donde se quedó a vivir. 18Abriónuevamente los pozos de agua que habíansido cavados en tiempos de su padreAbraham, y que los filisteos habían tapadodespués de su muerte, y les puso los mis-mos *nombres que su padre les habíadado.

19Cierta vez, cuando los siervos de Isaacestaban cavando en el valle, encontraronun manantial. 20Pero los pastores de Gue-rar discutieron acaloradamente con lospastores de Isaac, alegando que el aguaera de ellos. Por eso Isaac llamó a ese pozoPleito,d porque habían peleado con él.21Después sus siervos cavaron otro pozo,por el cual también se pelearon. Por esoIsaac lo llamó Enemistad.e 22Entonces Isaacse fue de allí y cavó otro pozo, pero estavez no hubo ninguna disputa. A este pozolo llamó Espacios libres,f y dijo: «El SEÑORnos ha dado espacio para que prospere-mos en esta región.»

23De allí Isaac se dirigió a Berseba. 24Esanoche se le apareció el SEÑOR, y le dijo:

«Yo soy el Dios de tu padre Abraham.No temas, que yo estoy contigo.

Por amor a mi siervo Abraham,te bendeciré y multiplicaré tu

descendencia.»25Allí Isaac construyó un altar e invocó

el nombre del SEÑOR. Acampó en ese lu-gar, y sus siervos cavaron un pozo. 26Cier-to día, Abimélec fue a ver a Isaac desdeGuerar. Llegó acompañado de su conse-jero Ajuzat, y de Ficol, el jefe de su ejérci-to. 27Isaac les preguntó:

—Si tanto me odian, que hasta me echa-ron de su tierra, ¿para qué vienen a verme?

28—Nos hemos dado cuenta de que elSEÑOR está contigo —respondieron—.Hemos pensado que tú y nosotros debié-ramos hacer un pacto, respaldado por unjuramento. Ese pacto será el siguiente:29Tú no nos harás ningún daño, ya que no-sotros no te hemos perjudicado, sino quete hemos tratado bien y te hemos dejado iren *paz. ¡Ahora el bendecido del SEÑOReres tú!

30Isaac les preparó un banquete, y co-mieron y bebieron. 31A la mañana siguien-te se levantaron muy temprano, e hicieronun compromiso mutuo. Luego Isaac losdespidió, y ellos se fueron en calidad deamigos.

32Aquel mismo día, los siervos de Isaacfueron y le informaron acerca de un pozoque habían cavado, y le dijeron:

—¡Hemos encontrado agua!33Isaac llamó a ese pozo Juramento.g Por

eso la ciudad se llama Bersebah hasta el díade hoy.

Isaac bendice a Jacob34Esaú tenía cuarenta años de edad

cuando se casó con Judit hija de Beerí, elhitita. También se casó con Basemat, hijade un hitita llamado Elón. 35Estas dos mu-jeres les causaron mucha amargura aIsaac y a Rebeca.

27 Isaac había llegado a viejo y se habíaquedado ciego. Un día llamó a

Esaú, su hijo mayor.—¡Hijo mío! —le dijo.—Aquí estoy —le contestó Esaú.2—Como te darás cuenta, ya estoy muy

viejo y en cualquier momento puedo mo-rirme. 3Toma, pues, tus armas, tu arco ytus flechas, y ve al campo a cazarme algúnanimal. 4Prepárame luego un buen guiso,

25 GÉNESIS 27:4

d 26:20 Pleito. Hebreo Esek. e 26:21 Enemistad. Hebreo Sitna. f 26:22 Espacios libres. Hebreo Rejobot. g 26:33 Jura-mento. Alt. Siete. h 26:33 En hebreo, Berseba puede significar Pozo del Juramento o Pozo de los Siete.

Page 26: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

como a mí me gusta, y tráemelo para queme lo coma. Entonces te bendeciré antesde que muera.

5Como Rebeca había estado escuchan-do mientras Isaac le hablaba a su hijoEsaú, en cuanto éste se fue al campo a ca-zar un animal para su padre, 6ella le dijo asu hijo Jacob:

—Según acabo de escuchar, tu padre leha pedido a tu hermano Esaú 7que cace unanimal y se lo traiga para hacerle un guisocomo a él le gusta. También le ha prometi-do que antes de morirse lo va a bendecir,poniendo al SEÑOR como testigo. 8Ahorabien, hijo mío, escúchame bien, y haz loque te mando. 9Ve al rebaño y tráeme deallí dos de los mejores cabritos, para queyo le prepare a tu padre un guiso como a élle gusta. 10Tú se lo llevarás para que se locoma, y así él te dará su bendición antes demorirse.

11Pero Jacob le dijo a su madre:—Hay un problema: mi hermano Esaú

es muy velludo, y yo soy lampiño. 12Si mipadre me toca, se dará cuenta de que quie-ro engañarlo, y esto hará que me maldigaen vez de bendecirme.

13—Hijo mío, ¡que esa maldición caigasobre mí! —le contestó su madre—. Tansólo haz lo que te pido, y ve a buscarmeesos cabritos.

14Jacob fue a buscar los cabritos, se losllevó a su madre, y ella preparó el guiso talcomo le gustaba a su padre. 15Luego sacóla mejor ropa de su hijo mayor Esaú, lacual tenía en casa, y con ella vistió a su hijomenor Jacob. 16Con la piel de los cabritos lecubrió los brazos y la parte lampiña delcuello, 17y le entregó a Jacob el guiso y elpan que había preparado.

18Jacob se presentó ante su padre y ledijo:

—¡Padre!—Dime, hijo mío, ¿quién eres tú? —pre-

guntó Isaac.19—Soy Esaú, tu primogénito —le con-

testó Jacob—. Ya hice todo lo que me pe-diste. Ven, por favor, y siéntate a comerde lo que he cazado; así podrás darme tubendición.

20Pero Isaac le preguntó a su hijo:—¿Cómo fue que lo encontraste tan

pronto, hijo mío?—El SEÑOR tu Dios me ayudó —respon-

dió Jacob.21Isaac le dijo:

—Acércate, hijo mío, para que pueda to-carte y saber si de veras eres o no mi hijoEsaú.

22Jacob se acercó a su padre, quien al to-carlo dijo:

—La voz es la de Jacob, pero las manosson las de Esaú.

23Así que no lo reconoció, porque susmanos eran velludas como las de Esaú. Yase disponía a bendecirlo 24cuando volvióa preguntarle:

—¿En serio eres mi hijo Esaú?—Claro que sí —respondió Jacob.25Entonces su padre le dijo:—Tráeme lo que has cazado, para que lo

coma, y te daré mi bendición.Jacob le sirvió, y su padre comió. Tam-

bién le llevó vino, y su padre lo bebió.26Luego le dijo su padre:—Acércate ahora, hijo mío, y dame un

beso.27Jacob se acercó y lo besó. Cuando Isaac

olió su ropa, lo bendijo con estas palabras:

«El olor de mi hijo es como el de uncampo

bendecido por el SEÑOR.28Que Dios te conceda el rocío del cielo;

que de la riqueza de la tierrate dé trigo y vino en abundancia.

29Que te sirvan los pueblos;que ante ti se inclinen las naciones.

Que seas señor de tus hermanos;que ante ti se inclinen los hijos de tu

madre.Maldito sea el que te maldiga,y bendito el que te bendiga.»

30No bien había terminado Isaac de ben-decir a Jacob, y éste de salir de la presenciade su padre, cuando Esaú volvió de cazar.31También él preparó un guiso, se lo llevó asu padre y le dijo:

—Levántate, padre mío, y come de loque ha cazado tu hijo. Luego podrás dar-me tu bendición.

32Pero Isaac lo interrumpió:—¿Quién eres tú?—Soy Esaú, tu hijo primogénito —res-

pondió.33Isaac comenzó a temblar y, muy sobre-

saltado, dijo:—¿Quién fue el que ya me trajo lo que

había cazado? Poco antes de que llegaras,yo me lo comí todo. Le di mi bendición, ybendecido quedará.

GÉNESIS 27:5 26

Page 27: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

34Al escuchar Esaú las palabras de su pa-dre, lanzó un grito aterrador y, lleno deamargura, le dijo:

—¡Padre mío, te ruego que también a míme bendigas!

35Pero Isaac le respondió:—Tu hermano vino y me engañó, y se

llevó la bendición que a ti te correspondía.36—¡Con toda razón le pusieron Jacob!i

—replicó Esaú—. Ya van dos veces que meengaña: primero me quita mis derechosde primogénito, y ahora se lleva mi bendi-ción. ¿No te queda ninguna bendiciónpara mí?

37Isaac le respondió:—Ya lo he puesto por señor tuyo: todos

sus hermanos serán siervos suyos; lo hesustentado con trigo y con vino. ¿Quépuedo hacer ahora por ti, hijo mío?

38Pero Esaú insistió:—¿Acaso tienes una sola bendición, pa-

dre mío? ¡Bendíceme también a mí!Y se echó a llorar. 39Entonces su padre le

dijo:

«Vivirás lejos de las riquezas de latierra,

lejos del rocío que cae del cielo.40Gracias a tu espada,

vivirás y servirás a tu hermano.Pero cuando te impacientes,te librarás de su opresión.»

Jacob huye de Esaú41A partir de ese momento, Esaú guardó

un profundo rencor hacia su hermano porcausa de la bendición que le había dado supadre, y pensaba: «Ya falta poco para quehagamos duelo por mi padre; después deeso, mataré a mi hermano Jacob.»

42Cuando Rebeca se enteró de lo que es-taba pensando Esaú, mandó llamar a Ja-cob, y le dijo:

—Mira, tu hermano Esaú está planean-do matarte para vengarse de ti. 43Por eso,hijo mío, obedéceme: Prepárate y huye enseguida a Jarán, a la casa de mi hermanoLabán, 44y quédate con él por un tiempo,hasta que se calme el enojo de tu hermano.45Cuando ya se haya tranquilizado, y olvi-de lo que le has hecho, yo enviaré a bus-carte. ¿Por qué voy a perder a mis doshijos en un solo día?

46Luego Rebeca le dijo a Isaac:

—Estas mujeres hititas me tienen harta.Me han quitado las ganas de vivir. Si Jacobse llega a casar con una de las hititas queviven en este país, ¡más me valdría morir!

28 Isaac llamó a Jacob, lo bendijo y leordenó:

—No te cases con ninguna mujer deaquí de Canaán. 2Vete ahora mismo a Pa-dán Aram,j a la casa de Betuel, tu abuelomaterno, y cásate allá con una de las hijasde tu tío Labán. 3Que el Dios *Todopode-roso te bendiga, te haga fecundo y hagaque salgan de ti numerosas naciones.4Que también te dé, a ti y a tu descen-dencia, la bendición de Abraham, paraque puedan poseer esta tierra donde aho-ra vives como extranjero, esta tierra queDios le prometió a Abraham.

5Así envió Isaac a Jacob a Padán Aram, ala casa de Labán, quien era hijo de Betuelel *arameo, y hermano de Rebeca, la ma-dre de Jacob y de Esaú.

6Esaú supo que Isaac había bendecido aJacob, y que lo había enviado a PadánAram para casarse allá. También se enteróde que, al bendecirlo, le dio la orden de nocasarse con ninguna cananea, 7y de que Ja-cob había partido hacia Padán Aram enobediencia a su padre y a su madre.8Entonces Esaú se dio cuenta de la antipa-tía de su padre por las cananeas. 9Por eso,aunque ya tenía otras esposas cananeas,Esaú fue hasta donde vivía Ismael hijo deAbraham y se casó con su hija Majalat, queera hermana de Nebayot.

El sueño de Jacob en Betel10Jacob partió de Berseba y se encaminó

hacia Jarán. 11Cuando llegó a cierto lugar,se detuvo para pasar la noche, porque yaestaba anocheciendo. Tomó una piedra, lausó como almohada, y se acostó a dormiren ese lugar. 12Allí soñó que había una es-calinata apoyada en la tierra, y cuyo extre-mo superior llegaba hasta el cielo. Por ellasubían y bajaban los ángeles de Dios. 13Enel sueño, el SEÑOR estaba de pie junto a ély le decía: «Yo soy el SEÑOR, el Dios de tuabuelo Abraham y de tu padre Isaac. A ti ya tu descendencia les daré la tierra sobre laque estás acostado. 14Tu descendencia serátan numerosa como el polvo de la tierra.Te extenderás de norte a sur, y de oriente aoccidente, y todas las familias de la tierra

27 GÉNESIS 28:14

i 27:36 En hebreo, Jacob significa él agarra el talón (en sentido figurado: él suplanta o engaña). j 28:2 Padán Aram. Esdecir, el noroeste de Mesopotamia; también en vv. 5,6 y 7.

Page 28: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

serán bendecidas por medio de ti y de tudescendencia. 15Yo estoy contigo. Te pro-tegeré por dondequiera que vayas, y tetraeré de vuelta a esta tierra. No te aban-donaré hasta cumplir con todo lo que te heprometido.»

16Al despertar Jacob de su sueño, pensó:«En realidad, el SEÑOR está en este lugar, yyo no me había dado cuenta.» 17Y con mu-cho temor, añadió: «¡Qué asombroso eseste lugar! Es nada menos que la casa deDios; ¡es la puerta del cielo!»

18A la mañana siguiente Jacob se levantótemprano, tomó la piedra que había usadocomo almohada, la erigió como una *este-la y derramó aceite sobre ella. 19En aquellugar había una ciudad que se llamabaLuz, pero Jacob le cambió el *nombre y lepuso Betel.k

20Luego Jacob hizo esta promesa: «SiDios me acompaña y me protege en esteviaje que estoy haciendo, y si me da ali-mento y ropa para vestirme, 21y si regresosano y salvo a la casa de mi padre, enton-ces el SEÑOR será mi Dios. 22Y esta piedraque yo erigí como pilar será casa de Dios, yde todo lo que Dios me dé, le daré la déci-ma parte.»

Jacob llega a Padán Aram

29 Jacob continuó su viaje y llegó a la tie-rra de los orientales. 2Al llegar vio, en

medio del campo, un pozo donde descansa-ban tres rebaños de ovejas, ya que éstas be-bían agua de allí. Sobre la boca del pozohabía una piedra muy grande. 3Por eso lospastores corrían la piedra sólo cuando esta-ban juntos todos los rebaños, y luego deabrevar a las ovejas volvían a colocarla en sulugar, sobre la boca del pozo.

4Jacob les preguntó a los pastores:—¿De dónde son ustedes?—Somos de Jarán —respondieron.5—¿Conocen a Labán, el hijo de Najor?

—volvió a preguntar Jacob.—Claro que sí —respondieron.6Jacob siguió preguntando:—¿Se encuentra bien de salud?—Sí, está bien —le contestaron—. A

propósito, ahí viene su hija Raquel conlas ovejas.

7Entonces Jacob les dijo:—Todavía estamos en pleno día, y es

muy temprano para encerrar el rebaño.

¿Por qué no les dan de beber a las ovejas ylas llevan a pastar?

8Y ellos respondieron:—No podemos hacerlo hasta que se

junten todos los rebaños y los pastoresquiten la piedra que está sobre la boca delpozo. Sólo entonces podremos dar de be-ber a las ovejas.

9Todavía estaba Jacob hablando conellos, cuando Raquel llegó con las ovejasde su padre, pues era ella quien las cuida-ba. 10En cuanto Jacob vio a Raquel, hija desu tío Labán, con las ovejas de éste, se acer-có y quitó la piedra que estaba sobre laboca del pozo, y les dio de beber a las ove-jas. 11Luego besó a Raquel, rompió en llan-to, 12y le contó que era pariente de Labán,por ser hijo de su hermana Rebeca. Raquelsalió entonces corriendo a contárselo a supadre.

13Al oír Labán las noticias acerca de susobrino Jacob, salió a recibirlo y, entreabrazos y besos, lo llevó a su casa. Allí Ja-cob le contó todo lo que había sucedido,14y Labán le dijo: «Realmente, tú eres demi propia sangre.»

Jacob se casa con Lea y RaquelJacob había estado ya un mes con Labán

15cuando éste le dijo:—Por más que seas mi pariente, no vas a

trabajar para mí gratis. Dime cuánto quie-res ganar.

16Labán tenía dos hijas. La mayor sellamaba Lea, y la menor, Raquel. 17Lea te-nía ojos apagados,l mientras que Raquelera una mujer muy hermosa. 18Como Ja-cob se había enamorado de Raquel, ledijo a su tío:

—Me ofrezco a trabajar para ti sieteaños, a cambio de Raquel, tu hija menor.

19Labán le contestó:—Es mejor que te la entregue a ti, y no a

un extraño. Quédate conmigo.20Así que Jacob trabajó siete años para

poder casarse con Raquel, pero como esta-ba muy enamorado de ella le pareció pocotiempo. 21Entonces Jacob le dijo a Labán:

—Ya he cumplido con el tiempo pacta-do. Dame mi mujer para que me case conella.

22Labán reunió a toda la gente del lugary ofreció una gran fiesta. 23Pero cuando lle-gó la noche, tomó a su hija Lea y se la en-tregó a Jacob, y Jacob se acostó con ella.

GÉNESIS 28:15 28

k 28:19 En hebreo, Betel significa casa de Dios. l 29:17 apagados. Alt. tiernos.

Page 29: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

24Además, como Lea tenía una criada quese llamaba Zilpá, Labán se la dio, para quela atendiera.

25A la mañana siguiente, Jacob se diocuenta de que había estado con Lea, y lereclamó a Labán:

—¿Qué me has hecho? ¿Acaso no traba-jé contigo para casarme con Raquel? ¿Porqué me has engañado?

26Labán le contestó:—La costumbre en nuestro país es casar

primero a la mayor y luego a la menor.27Por eso, cumple ahora con la semananupcial de ésta, y por siete años más detrabajo te daré la otra.

28Así lo hizo Jacob, y cuando terminó lasemana nupcial de la primera, Labán leentregó a Raquel por esposa. 29TambiénRaquel tenía una criada, llamada Bilhá, yLabán se la dio para que la atendiera. 30Ja-cob entonces se acostó con Raquel, y laamó mucho más que a Lea, aunque tuvoque trabajar para Labán siete años más.

Los hijos de Jacob31Cuando el SEÑOR vio que Lea no era

amada, le concedió hijos. Mientras tanto,Raquel permaneció estéril. 32Lea quedóembarazada y dio a luz un hijo, al que lla-mó Rubén,m porque dijo: «El SEÑOR havisto mi aflicción; ahora sí me amará mi es-poso.» 33Lea volvió a quedar embarazada ydio a luz otro hijo, al que llamó Simeón,nporque dijo: «Llegó a oídos del SEÑOR queno soy amada, y por eso me dio tambiéneste hijo.»

34Luego quedó embarazada de nuevo ydio a luz un tercer hijo, al que llamó Leví,ñporque dijo: «Ahora sí me amará mi espo-so, porque le he dado tres hijos.»

35Lea volvió a quedar embarazada, y dioa luz un cuarto hijo, al que llamó Judáo

porque dijo: «Esta vez alabaré al SEÑOR.»Después de esto, dejó de dar a luz.

30 Cuando Raquel se dio cuenta de queno le podía dar hijos a Jacob, tuvo

envidia de su hermana y le dijo a Jacob:—¡Dame hijos! Si no me los das, ¡me

muero!2Pero Jacob se enojó muchísimo con ella

y le dijo:

—¿Acaso crees que soy Dios? ¡Es élquien te ha hecho estéril!

3—Aquí tienes a mi criada Bilhá —pro-puso Raquel—. Acuéstate con ella. Asíella dará a luz sobre mis rodillas, y pormedio de ella también yo podré formaruna familia.

4Entonces Raquel le dio a Jacob por mu-jer su criada Bilhá, y Jacob se acostó conella. 5Bilhá quedó embarazada y le dio unhijo a Jacob. 6Y Raquel exclamó: «¡Dios meha hecho justicia! ¡Escuchó mi plegaria yme ha dado un hijo!» Por eso Raquel lepuso por *nombre Dan.p

7Después Bilhá, la criada de Raquel,quedó embarazada otra vez y dio a luz unsegundo hijo de Jacob. 8Y Raquel dijo: «Hetenido una lucha muy grande con mi her-mana, pero he vencido.» Por eso Raquel lollamó Neftalí.q

9Lea, al ver que ya no podía tener hijos,tomó a su criada Zilpá y se la entregó a Ja-cob por mujer, 10y ésta le dio a Jacob unhijo. 11Entonces Lea exclamó: «¡Qué suer-te!» Por eso lo llamó Gad.r

12Zilpá, la criada de Lea, le dio un segun-do hijo a Jacob. 13Lea volvió a exclamar:«¡Qué feliz soy! Las mujeres me dirán quesoy feliz.» Por eso lo llamó Aser.s

14Durante los días de la cosecha de trigo,Rubén salió al campo. Allí encontró unasfrutas llamadas mandrágoras, y se las llevóa Lea, su madre. Entonces Raquel le dijo aLea:

—Por favor, dame algunas mandrágo-ras de las que te trajo tu hijo.

15Pero Lea le contestó:—¿Te parece poco el haberme quitado a

mi marido, que ahora quieres tambiénquitarme las mandrágoras de mi hijo?

—Bueno —contestó Raquel—, te propon-go que, a cambio de las mandrágoras de tuhijo, Jacob duerma contigo esta noche.

16Al anochecer, cuando Jacob volvía delcampo, Lea salió a su encuentro y le dijo:

—Hoy te acostarás conmigo, porque tehe alquilado a cambio de las mandrágorasde mi hijo.

Y Jacob durmió con ella esa noche.17Dios escuchó a Lea, y ella quedó emba-

razada y le dio a Jacob un quinto hijo.

29 GÉNESIS 30:17

m 29:32 En hebreo, Rubén suena como las palabras que significan miren, un hijo, y también él vio mi aflicción.n 29:33 En hebreo, Simeón probablemente significa el que oye. ñ 29:34 En hebreo, Leví suena parecido al verbo quesignifica unir, amar. o 29:35 En hebreo, Judá tiene un sonido parecido al verbo que significa alabar. p 30:6 En he-breo, Dan significa él hizo justicia. q 30:8 En hebreo, Neftalí significa mi lucha. r 30:11 En hebreo, Gad puede signifi-car suerte, buena fortuna. s 30:13 En hebreo, Aser significa feliz, dichoso.

Page 30: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

18Entonces dijo Lea: «Dios me ha recom-pensado, porque yo le entregué mi criadaa mi esposo.» Por eso lo llamó Isacar.t

19Lea quedó embarazada de nuevo, y ledio a Jacob un sexto hijo. 20«Dios me ha fa-vorecido con un buen regalo —dijo Lea—.Esta vez mi esposo se quedará conmigo,u

porque le he dado seis hijos.» Por eso lollamó Zabulón.v

21Luego Lea dio a luz una hija, a la cualllamó Dina. 22Pero Dios también se acordóde Raquel; la escuchó y le quitó la esterili-dad. 23Fue así como ella quedó embaraza-da y dio a luz un hijo. Entonces exclamó:«Dios ha borrado mi desgracia.» 24Por esolo llamó José, y dijo: «Quiera el SEÑOR dar-me otro hijo.»

Jacob se enriquece25Después de que Raquel dio a luz a José,

Jacob le dijo a Labán:—Déjame regresar a mi hogar y a mi

propia tierra. 26Dame las mujeres por lasque te he servido, y mis hijos, y déjame ir.Tú bien sabes cómo he trabajado para ti.

27Pero Labán le contestó:—Por favor, quédate. He sabido por adi-

vinación que, gracias a ti, el SEÑOR me habendecido.

28Y le propuso:—Fija tú mismo el salario que quieras

ganar, y yo te lo pagaré.29Jacob le respondió:—Tú bien sabes cómo he trabajado, y

cómo gracias a mis desvelos han mejoradotus animales. 30Lo que tenías antes de mivenida, que era muy poco, se ha multipli-cado enormemente. Gracias a mí, elSEÑOR te ha bendecido. Ahora quiero ha-cer algo por mi propia familia.

31—¿Cuánto quieres que te pague?—preguntó Labán.

—No tienes que pagarme nada —res-pondió Jacob—. Si aceptas lo que estoy porproponerte, seguiré cuidando tus ovejas.32Hoy, cuando pase yo con todo tu rebaño,tú irás apartando toda oveja manchada omoteada, y todos los corderos negros, y to-dos los cabritos manchados o moteados.Ellos serán mi salario. 33Así, el día de ma-ñana, cuando vengas a controlar lo quehe ganado, mi honradez responderá pormí: si encuentras alguna oveja o cabritoque no sea manchado o moteado, o algún

cordero que no sea negro, será que te lohe robado.

34—Está bien —acordó Labán—, aceptotu propuesta.

35Ese mismo día Labán apartó todos loschivos rayados y moteados, todas las ca-bras manchadas y moteadas, todas lasque tenían alguna mancha blanca, y to-dos los corderos negros, y los puso al cui-dado de sus hijos. 36Después de eso, pusouna distancia de tres días de viaje entre ély Jacob. Mientras tanto, Jacob seguía cui-dando las otras ovejas de Labán.

37Jacob cortó ramas verdes de álamo, dealmendro y de plátano, y las peló de talmanera que quedaran franjas blancas aldescubierto. 38Luego tomó las ramas quehabía pelado, y las puso en todos los abre-vaderos para que el rebaño las tuviera en-frente cuando se acercara a beber agua.Cuando las ovejas estaban en celo y llega-ban a los abrevaderos, 39los machos seunían con las hembras frente a las ramas, yasí tenían crías rayadas, moteadas o man-chadas. 40Entonces Jacob apartaba estoscorderos y los ponía frente a los animalesrayados y negros del rebaño de Labán. Deesta manera logró crear su propio rebaño,diferente al de Labán. 41Además, cuandolas hembras más robustas estaban en celo,Jacob colocaba las ramas en los bebederos,frente a los animales, para que se unieranmirando hacia las ramas. 42Pero cuandollegaban los animales más débiles, no colo-caba las ramas. Así los animales débileseran para Labán y los robustos eran paraJacob. 43De esta manera Jacob prosperómuchísimo y llegó a tener muchos reba-ños, criados y criadas, camellos y asnos.

Jacob huye de Labán

31 Pero Jacob se enteró de que los hijosde Labán andaban diciendo: «Jacob

se ha ido apoderando de todo lo que lepertenecía a nuestro padre, y se ha enri-quecido a costa suya.» 2También notó queLabán ya no lo trataba como antes. 3Enton-ces el SEÑOR le dijo a Jacob: «Vuélvete a latierra de tus padres, donde están tus pa-rientes, que yo estaré contigo.»

4Jacob mandó llamar a Raquel y a Lea alcampo donde estaba el rebaño, 5y les dijo:

—Me he dado cuenta de que su padreya no me trata como antes. ¡Pero el Dios de

GÉNESIS 30:18 30

t 30:18 En hebreo, Isacar tiene un sonido parecido a las palabras que significan premiar y alquilar. u 30:20 se queda-rá conmigo. Lit. me honrará. v 30:20 En hebreo, Zabulón suena como el verbo que significa honrar.

Page 31: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

mi padre ha estado conmigo! 6Ustedes sa-ben muy bien que yo he trabajado para supadre Labán con todas mis fuerzas. 7Noobstante, él me ha engañado y me ha cam-biado el salario muchas veces.w Pero Diosno le ha permitido causarme ningúndaño. 8Si él acordaba conmigo: “Los ani-males manchados serán tu salario”, todaslas hembras tenían crías manchadas; y si élacordaba: “Los animales rayados serán tusalario”, todas las hembras tenían crías ra-yadas. 9Así Dios le ha quitado el ganado alpadre de ustedes, y me lo ha dado a mí.

10»En cierta ocasión, durante la época enque los animales estaban en celo, tuve unsueño. En ese sueño veía que los chivosque cubrían a las cabras eran rayados,manchados o moteados. 11En ese mismosueño, el ángel de Dios me llamó: “¡Jacob!”Y yo le respondí: “Aquí estoy.” 12Entoncesél me dijo: “Fíjate bien, y te darás cuentade que todos los chivos que cubren a lascabras son rayados, manchados o motea-dos. Yo he visto todo lo que te ha hechoLabán. 13Yo soy el Dios de Betel, dondeungiste una *estela y me hiciste una pro-mesa. Vete ahora de esta tierra, y vuelve ala tierra de tu origen.”

14Raquel y Lea le respondieron:—Ya no tenemos ninguna parte ni he-

rencia en la casa de nuestro padre.15Al contrario, nos ha tratado como si

fuéramos extranjeras. Nos ha vendido, yse ha gastado todo lo que recibió por noso-tras. 16Lo cierto es que toda la riqueza queDios le ha quitado a nuestro padre esnuestra y de nuestros hijos. Por eso, hazahora todo lo que Dios te ha ordenado.

17Entonces Jacob se preparó y montó asus hijos y a sus esposas en los camellos,18puso en marcha todo su ganado, juntocon todos los bienes que había acumuladoen Padán Aram,x y se dirigió hacia la tierrade Canaán, donde vivía su padre Isaac.

19Mientras Labán estaba ausente esqui-lando sus ovejas, Raquel aprovechó el mo-mento para robarse los ídolos familiares.20Fue así como Jacob engañó a Labán el*arameo y huyó sin decirle nada. 21Jacobse escapó con todo lo que tenía. Una vezque cruzó el río Éufrates, se encaminó ha-cia la región montañosa de Galaad.

Labán persigue a Jacob22Al tercer día le informaron a Labán que

Jacob se había escapado. 23Entonces Labán

reunió a sus parientes y lo persiguió du-rante siete días, hasta que lo alcanzó en losmontes de Galaad. 24Pero esa misma no-che Dios se le apareció en un sueño a La-bán el *arameo, y le dijo: «¡Cuidado conamenazar a Jacob!»

25Labán alcanzó a Jacob en los montesde Galaad, donde éste había acampado.También Labán acampó allí, junto con susparientes, 26y le reclamó a Jacob:

—¿Qué has hecho? ¡Me has engañado,y te has llevado a mis hijas como si fueranprisioneras de guerra! 27¿Por qué has hui-do en secreto, con engaños y sin decirmenada? Yo te habría despedido con alegría,y con música de tambores y de arpa. 28Nisiquiera me dejaste besar a mis hijas y amis nietos. ¡Te has comportado como unnecio! 29Mi poder es más que suficientepara hacerles daño, pero anoche el Dios detu padre me habló y me dijo: “¡Cuidadocon amenazar a Jacob!” 30Ahora bien, en-tiendo que hayas querido irte porque año-ras la casa de tu padre, pero, ¿por qué merobaste mis dioses?

31Jacob le respondió:—La verdad es que me entró mucho

miedo, porque pensé que podrías quitar-me a tus hijas por la fuerza. 32Pero si en-cuentras tus dioses en poder de algunode los que están aquí, tal persona no que-dará con vida. Pongo a nuestros parien-tes como testigos: busca lo que sea tuyo,y llévatelo.

Pero Jacob no sabía que Raquel se habíarobado los ídolos de Labán, 33así que La-bán entró en la carpa de Jacob, luego en lade Lea y en la de las dos criadas, pero noencontró lo que buscaba. Cuando salió dela carpa de Lea, entró en la de Raquel. 34Pe-ro Raquel, luego de tomar los ídolos y es-conderlos bajo la montura del camello, sesentó sobre ellos. Labán los buscó por todala carpa, pero no los encontró. 35EntoncesRaquel le dijo a su padre:

—Por favor, no se enoje mi padre si nopuedo levantarme ante usted, pero es queestoy en mi período de menstruación.

Labán buscó los ídolos, pero no logróencontrarlos.

36Entonces Jacob se enojó con Labán, eindignado le reclamó:

—¿Qué crimen o pecado he cometido,para que me acoses de esta manera? 37Yahas registrado todas mis cosas, ¿y acaso

31 GÉNESIS 31:37

w 31:7 muchas veces. Lit. diez veces. x 31:18 Padán Aram. Es decir, el noroeste de Mesopotamia.

Page 32: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

has encontrado algo que te pertenezca? Sialgo has encontrado, ponlo aquí, frente anuestros parientes, y que ellos determi-nen quién de los dos tiene la razón. 38Du-rante los veinte años que estuve contigo,nunca abortaron tus ovejas ni tus cabras,ni jamás me comí un carnero de tus reba-ños. 39Nunca te traje un animal despeda-zado por las fieras, ya que yo mismo mehacía cargo de esa pérdida. Además, loque se robaban de día o de noche, tú melo reclamabas. 40De día me consumía elcalor, y de noche me moría de frío, y nidormir podía. 41De los veinte años que es-tuve en tu casa, catorce te serví por tusdos hijas, y seis por tu ganado, y muchasvecesy me cambiaste el salario. 42Si no hu-biera estado conmigo el Dios de mi padre,el Dios de Abraham, el Dios a quien Isaactemía, seguramente me habrías despedi-do con las manos vacías. Pero Dios vio miaflicción y el trabajo de mis manos, yanoche me hizo justicia.

43Labán le replicó a Jacob:—Estas mujeres son mis hijas, y estos

muchachos son mis nietos; mías tambiénson las ovejas; todo lo que ves me perte-nece. Pero, ¿qué podría hacerles ahora amis hijas y a mis nietos? 44Hagamos unpacto tú y yo, y que ese pacto nos sirvacomo testimonio.

45Entonces Jacob tomó una piedra, lalevantó como una *estela, 46y les dijo asus parientes:

—¡Junten piedras!Ellos juntaron piedras, las amontona-

ron, y comieron allí, junto al montón depiedras. 47A ese lugar Labán le puso por*nombre Yegar Saduta, mientras que Ja-cob lo llamó Galaad.z

48—Este montón de piedras —declaróLabán— nos servirá de testimonio.

Por eso se le llamó Galaad a ese lugar, 49ytambién se le llamó Mizpa, porque Labánjuró:

—Que el SEÑOR nos vigile cuando ya es-temos lejos el uno del otro. 50Si tú maltra-tas a mis hijas, o tomas otras mujeres queno sean ellas, recuerda que Dios es nuestrotestigo, aunque no haya ningún otro testi-go entre nosotros. 51Mira este montón depiedras y la estela que he levantado entrenosotros —señaló Labán—. 52Ambos serántestigos de que ni tú ni yo cruzaremos esta

línea con el propósito de hacernos daño.53¡Que el Dios de Abraham y el Dios deNajor sea nuestro juez!

Entonces Jacob juró por el Dios a quientemía su padre Isaac. 54Luego ofreció unsacrificio en lo alto de un monte, e invitó asus parientes a participar en la comida.Después de que todos comieron, pasaronla noche allí.

55A la madrugada del día siguiente La-bán se levantó, besó y bendijo a sus nietosy a sus hijas, y regresó a su casa.

Jacob envía mensajeros a Esaú

32 Jacob también siguió su camino,pero unos ángeles de Dios salieron

a su encuentro. 2Al verlos, exclamó: «¡Éstees el campamento de Dios!» Por eso llamóa ese lugar Majanayin.a

3Luego Jacob envió mensajeros a su her-mano Esaú, que estaba en la tierra de Seír,en la región de Edom. 4Y les ordenó que ledijeran: «Mi señor Esaú, su siervo Jacobnos ha enviado a decirle que él ha vividoen la casa de Labán todo este tiempo, 5yque ahora tiene vacas, asnos, ovejas, escla-vos y esclavas. Le manda este mensaje,con la esperanza de ganarse su favor.»

6Cuando los mensajeros regresaron, ledijeron a Jacob: «Fuimos a hablar con suhermano Esaú, y ahora viene al encuen-tro de usted, acompañado de cuatrocien-tos hombres.»

7Jacob sintió mucho miedo, y se pusomuy angustiado. Por eso dividió en dosgrupos a la gente que lo acompañaba, y lomismo hizo con las ovejas, las vacas y loscamellos, 8pues pensó: «Si Esaú ataca a ungrupo, el otro grupo podrá escapar.»

9Entonces Jacob se puso a orar: «SEÑOR,Dios de mi abuelo Abraham y de mi pa-dre Isaac, que me dijiste que regresara ami tierra y a mis familiares, y que me ha-rías prosperar: 10realmente yo, tu siervo,no soy digno de la bondad y fidelidadcon que me has privilegiado. Cuandocrucé este río Jordán, no tenía más quemi bastón; pero ahora he llegado a for-mar dos campamentos. 11¡Líbrame delpoder de mi hermano Esaú, pues tengomiedo de que venga a matarme a mí y alas madres y a los niños! 12Tú mismo afir-maste que me harías prosperar, y quemis descendientes serían tan numerosos

GÉNESIS 31:38 32

y 31:41 muchas veces. Lit. diez veces. z 31:47 Yegar Saduta en arameo, y Galaad en hebreo, significan montículo del tes-timonio. a 32:2 En hebreo, Majanayin significa dos campamentos.

Page 33: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

como la arena del mar, que no se puedecontar.»

13Jacob pasó la noche en aquel lugar, y delo que tenía consigo escogió, como regalopara su hermano Esaú, 14doscientas cabras,veinte chivos, doscientas ovejas, veinte car-neros, 15treinta camellas con sus crías, cua-renta vacas, diez novillos, veinte asnas ydiez asnos. 16Luego los puso a cargo de sussiervos, cada manada por separado, y lesdijo: «Vayan adelante, pero dejen un buenespacio entre manada y manada.»

17Al que iba al frente, le ordenó: «Cuan-do te encuentres con mi hermano Esaú yte pregunte de quién eres, a dónde te diri-ges y de quién es el ganado que llevas, 18lecontestarás: “Es un regalo para usted, miseñor Esaú, que de sus ganados le mandasu siervo Jacob. Además, él mismo vienedetrás de nosotros.”»

19Jacob les dio la misma orden al segun-do y al tercer grupo, y a todos los demásque iban detrás del ganado. Les dijo:«Cuando se encuentren con Esaú, le dirántodo esto, 20y añadirán: “Su siervo Jacobviene detrás de nosotros.” »

Jacob pensaba: «Lo apaciguaré con losregalos que le llegarán primero, y luegome presentaré ante él; tal vez así me recibabien.» 21De esta manera los regalos lo pre-cedieron, pero Jacob se quedó esa nocheen el campamento.

Jacob lucha con un ángel22Aquella misma noche Jacob se levantó,

tomó a sus dos esposas, a sus dos esclavasy a sus once hijos, y cruzó el vado del ríoJaboc. 23Una vez que lo habían cruzado,hizo pasar también todas sus posesiones,24quedándose solo. Entonces un hombreluchó con él hasta el amanecer. 25Cuandoese hombre se dio cuenta de que no podíavencer a Jacob, lo tocó en la coyuntura dela cadera, y ésta se le dislocó mientras lu-chaban. 26Entonces el hombre le dijo:

—¡Suéltame, que ya está por amanecer!—¡No te soltaré hasta que me bendigas!

—respondió Jacob.27—¿Cómo te llamas? —le preguntó el

hombre.—Me llamo Jacob —respondió.28Entonces el hombre le dijo:—Ya no te llamarás Jacob, sino Israelb,

porque has luchado con Dios y con los*hombres, y has vencido.

29—Y tú, ¿cómo te llamas? —le preguntóJacob.

—¿Por qué preguntas cómo me llamo?—le respondió el hombre.

Y en ese mismo lugar lo bendijo. 30Jacobllamó a ese lugar Penuel,c porque dijo:«He visto a Dios cara a cara, y todavía sigocon *vida.»

31Cruzaba Jacob por el lugar llamado Pe-nuel, cuando salió el sol. A causa de su ca-dera dislocada iba rengueando. 32Por estarazón los israelitas no comen el tendónque está en la coyuntura de la cadera, por-que a Jacob se le tocó en dicho tendón.

Encuentro de Jacob con Esaú

33 Cuando Jacob alzó la vista y vioque Esaú se acercaba con cuatro-

cientos hombres, repartió a los niños en-tre Lea, Raquel y las dos esclavas. 2Alfrente de todos colocó a las criadas consus hijos, luego a Lea con sus hijos, y porúltimo a Raquel con José. 3Jacob, por suparte, se adelantó a ellos, inclinándosehasta el suelo siete veces mientras se ibaacercando a su hermano. 4Pero Esaú co-rrió a su encuentro y, echándole los bra-zos al cuello, lo abrazó y lo besó. Entonceslos dos se pusieron a llorar. 5Luego Esaúalzó la vista y, al ver a las mujeres y a losniños, preguntó:

—¿Quiénes son estos que te acompa-ñan?

—Son los hijos que Dios le ha concedidoa tu siervo —respondió Jacob.

6Las esclavas y sus hijos se acercaron yse inclinaron ante Esaú. 7Luego, Lea y sushijos hicieron lo mismo y, por último, tam-bién se inclinaron José y Raquel.

8—¿Qué significan todas estas manadasque han salido a mi encuentro? —pregun-tó Esaú.

—Intentaba con ellas ganarme tu con-fianza —contestó Jacob.

9—Hermano mío —repuso Esaú—, yatengo más que suficiente. Quédate con loque te pertenece.

10—No, por favor —insistió Jacob—; sime he ganado tu confianza, acepta estepresente que te ofrezco. Ya que me has re-cibido tan bien, ¡ver tu rostro es como ver aDios mismo! 11Acéptame el regalo que tehe traído. Dios ha sido muy bueno conmi-go, y tengo más de lo que necesito.

33 GÉNESIS 33:11

b 32:28 En hebreo, Israel significa él lucha con Dios. c 32:30 En hebreo, Penuel significa cara de Dios.

Page 34: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

Fue tanta la insistencia de Jacob que, fi-nalmente, Esaú aceptó. 12Más tarde, Esaúle dijo:

—Sigamos nuestro viaje; yo te acompa-ñaré.

13Pero Jacob se disculpó:—Mi hermano y señor debe saber que

los niños son todavía muy débiles, y quelas ovejas y las vacas acaban de tener cría,y debo cuidarlas. Si les exijo demasiado,en un solo día se me puede morir todo elrebaño. 14Es mejor que mi señor se ade-lante a su siervo, que yo seguiré al paso dela manada y de los niños, hasta que nosencontremos en Seír.

15—Está bien —accedió Esaú—, peropermíteme dejarte algunos de mis hom-bres para que te acompañen.

—¿Para qué te vas a molestar? —contes-tó Jacob—. Lo importante es que me he ga-nado tu confianza.

16Aquel mismo día, Esaú regresó a Seír.17Jacob, en cambio, se fue hacia Sucot, yallí se hizo una casa para él y cobertizospara su ganado. Por eso a ese lugar se lellamó Sucot.d

18Cuando Jacob volvió de Padán Aram,ellegó sano y salvo a la ciudad de Siquén, enCanaán, y acampó frente a ella. 19Luego,por cien monedas de plata les compró unaparcela a los hijos de Jamor, el padre de Si-quén, y allí instaló su carpa. 20Tambiénconstruyó un altar, y lo llamó El ElohéIsrael.f

Rapto y violación de Dina

34 En cierta ocasión Dina, la hija queJacob tuvo con Lea, salió a visitar a

las mujeres del lugar. 2Cuando la vio Si-quén, que era hijo de Jamor el heveo, jefedel lugar, la agarró por la fuerza, se acostócon ella y la violó. 3Pero luego se enamoróde ella y trató de ganarse su afecto.4Entonces le dijo a su padre: «Consíguemea esta muchacha para que sea mi esposa.»

5Jacob se enteró de que Siquén habíaviolado a su hija Dina pero, como sus hijosestaban en el campo cuidando el ganado,no dijo nada hasta que ellos regresaron.6Mientras tanto Jamor, el padre de Siquén,salió en busca de Jacob para hablar con él.7Cuando los hijos de Jacob volvieron delcampo y se enteraron de lo sucedido, que-

daron muy dolidos y, a la vez, llenos deira. Siquén había cometido una ofensamuy grande contra Israel al abusar de suhija; era algo que nunca debió haber he-cho. 8Pero Jamor les dijo:

—Mi hijo Siquén está enamorado de lahermana de ustedes. Por favor, permitanque ella se case con él. 9Háganse parientesnuestros. Intercambiemos nuestras hijasen casamiento. 10Así ustedes podrán vivirentre nosotros y el país quedará a su dis-posición para que lo habiten, hagan nego-ciosg y adquieran terrenos.

11Siquén, por su parte, les dijo al padre ya los hermanos de Dina:

—Si ustedes me hallan digno de su favor,yo les daré lo que me pidan. 12Pueden pe-dirme cuanta dote quieran, y exigirmemuchos regalos, pero permitan que lamuchacha se case conmigo.

13Sin embargo, por el hecho de que suhermana Dina había sido deshonrada, loshijos de Jacob les respondieron con enga-ños a Siquén y a su padre Jamor.

14—Nosotros no podemos hacer algoasí —les explicaron—. Sería una vergüen-za para todos nosotros entregarle nuestrahermana a un hombre que no está circun-cidado. 15Sólo aceptaremos con esta con-dición: que todos los varones entre uste-des se circunciden para que sean comonosotros. 16Entonces sí intercambiaremosnuestras hijas con las de ustedes en casa-miento, y viviremos entre ustedes y for-maremos un solo pueblo. 17Pero si noaceptan nuestra condición de circunci-darse, nos llevaremos a nuestra hermanah

y nos iremos de aquí.18Jamor y Siquén estuvieron de acuerdo

con la propuesta; 19y tan enamorado esta-ba Siquén de la hija de Jacob que no demo-ró en circuncidarse.

Como Siquén era el hombre más respe-tado en la familia, 20su padre Jamor loacompañó hasta la entrada de la ciudad, yallí hablaron con todos sus conciudada-nos. Les dijeron:

21—Estos hombres se han portado comoamigos. Dejen que se establezcan en nues-tro país, y que lleven a cabo sus negociosaquí, ya que hay suficiente espacio paraellos. Además, nosotros nos podremos ca-sar con sus hijas, y ellos con las nuestras.

GÉNESIS 33:12 34

d 33:17 En hebreo, Sucot significa cobertizos, enramadas o cabañas. e 33:18 Padán Aram. Es decir, el noroeste de Me-sopotamia. f 33:20 En hebreo, El Elohé Israel puede significar Dios, el Dios de Israel, o poderoso es el Dios de Israel.g 34:10 hagan negocios. Alt. se muevan con libertad. h 34:17 hermana. Lit. hija.

Page 35: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

22Pero ellos aceptan quedarse entre noso-tros y formar un solo pueblo, con una solacondición: que todos nuestros varones secircunciden, como lo hacen ellos. 23Acepte-mos su condición, para que se queden a vi-vir entre nosotros. De esta manera suganado, sus propiedades y todos sus ani-males serán nuestros.

24Todos los que se reunían a la entradade la ciudad estuvieron de acuerdo con Ja-mor y con su hijo Siquén, y fue así comotodos los varones fueron circuncidados.25Al tercer día, cuando los varones todavíaestaban muy adoloridos, dos de los hijosde Jacob, Simeón y Leví, hermanos deDina, empuñaron cada uno su espada yfueron a la ciudad, donde los varones seencontraban desprevenidos, y los mata-ron a todos. 26También mataron a filo deespada a Jamor y a su hijo Siquén, sacarona Dina de la casa de Siquén y se retiraron.27Luego los otros hijos de Jacob llegaron y,pasando sobre los cadáveres, saquearon laciudad en venganza por la deshonra quehabía sufrido su hermana. 28Se apropiaronde sus ovejas, ganado y asnos, y de todo loque había en la ciudad y en el campo. 29Sellevaron todos sus bienes, y sus hijos ymujeres, y saquearon todo lo que encon-traron en las casas.

30Entonces Jacob les dijo a Simeón yLeví:

—Me han provocado un problema muyserio. De ahora en adelante los cananeos yferezeos, habitantes de este lugar, me vana odiar. Si ellos se unen contra mí y me ata-can, me matarán a mí y a toda mi familia,pues cuento con muy pocos hombres.

31Pero ellos replicaron:—¿Acaso podíamos dejar que él tratara

a nuestra hermana como a una prostituta?

Jacob vuelve a Betel

35 Dios le dijo a Jacob: «Ponte en mar-cha, y vete a vivir a Betel. Erige allí

un altar al Dios que se te apareció cuandoescapabas de tu hermano Esaú.»

2Entonces Jacob dijo a su familia y aquienes lo acompañaban: «Desháganse detodos los dioses extraños que tengan conustedes, purifíquense y cámbiense deropa. 3Vámonos a Betel. Allí construiré un

altar al Dios que me socorrió cuandoestaba yo en peligro, y que me ha acompa-ñado en mi camino.»

4Así que le entregaron a Jacob todos losdioses extraños que tenían, junto con losaretes que llevaban en las orejas, y Jacoblos enterró a la sombra de la encina queestaba cerca de Siquén. 5Cuando partie-ron, nadie persiguió a la familia de Jacob,porque un terror divino se apoderó delas ciudades vecinas.

6Fue así como Jacob y quienes lo acom-pañaban llegaron a Luz, es decir, Betel, enla tierra de Canaán. 7Erigió un altar y llamóa ese lugar El Betel,i porque allí se le habíarevelado Dios cuando escapaba de su her-mano Esaú.

8Por esos días murió Débora, la nodrizade Rebeca, y la sepultaron a la sombra dela encina que se encuentra cerca de Betel.Por eso Jacob llamó a ese lugar Elón Bacut.j

9Cuando Jacob regresó de Padán Aramk,Dios se le apareció otra vez y lo bendijo10con estas palabras: «Tu *nombre es Ja-cob,l pero ya no te llamarás así. De aquí enadelante te llamarás Israel.»m Y, en efecto,ese fue el nombre que le puso.

11Luego Dios añadió: «Yo soy el Dios*Todopoderoso. Sé fecundo y multiplíca-te. De ti nacerá una nación y una comuni-dad de naciones, y habrá reyes entre tusvástagos. 12La tierra que les di a Abraham ya Isaac te la doy a ti, y también a tus des-cendientes.» 13Y Dios se alejó del lugardonde había hablado con Jacob.

14Jacob erigió una *estela de piedra en ellugar donde Dios le había hablado. Vertiósobre ella una libación, y la ungió con acei-te, 15y al lugar donde Dios le había habladolo llamó Betel.n

Muerte de Raquel y de Isaac35:23-26 — 1Cr 2:1-2

16Después partieron de Betel. Cuandotodavía estaban lejos de Efrata, Raquel dioa luz, pero tuvo un parto muy difícil. 17Enel momento más difícil del parto, la parte-ra le dijo: «¡No temas; estás por tener otrovarón!» 18No obstante, ella se estaba mu-riendo, y en sus últimos suspiros alcanzó allamar a su hijo Benoní,ñ pero Jacob, su pa-dre, le puso por *nombre Benjamín.o

35 GÉNESIS 35:18

i 35:7 En hebreo, El Betel significa Dios de Betel. j 35:8 En hebreo, Elón Bacut significa encina del llanto.k 35:9 Padán Aram. Es decir, el noroeste de Mesopotamia; también en v. 26. l 35:10 En hebreo, Jacob significa élagarra el talón (en sentido figurado: él suplanta o engaña). m 35:10 En hebreo, Israel significa él lucha con Dios. n

35:15 En hebreo, Betel significa casa de Dios. ñ 35:18 En hebreo, Benoní significa hijo de mi aflicción o hijo de mi triste-za. o 35:18 En hebreo, Benjamín significa hijo de mi mano derecha.

Page 36: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

19Así murió Raquel, y la sepultaron en elcamino que va hacia Efrata, que es Belén.20Sobre la tumba Jacob erigió una estela,que hasta el día de hoy señala el lugardonde Raquel fue sepultada.

21Israel siguió su camino y acampó másallá de Migdal Edar. 22Mientras vivía en esaregión, Rubén fue y se acostó con Bilhá, laconcubina de su padre. Cuando Israel seenteró de esto, se enojó muchísimo.p

Jacob tuvo doce hijos:23 Los hijos de Lea fueron Rubén, que era

el primogénito de Jacob, Simeón,Leví, Judá, Isacar y Zabulón.

24 Los hijos de Raquel fueron José y Ben-jamín.

25 Los hijos de Bilhá, la esclava de Raquel,fueron Dan y Neftalí.

26 Los hijos de Zilpá, la esclava de Lea,fueron Gad y Aser.

Éstos fueron los hijos que tuvo Jacob enPadán Aram.

27Jacob volvió a la casa de su padre Isaacen Mamré, cerca de Quiriat Arbá, es decir,Hebrón, donde también habían vividoAbraham e Isaac. 28Isaac tenía ciento ochen-ta años 29cuando se reunió con sus antepa-sados. Era ya muy anciano cuando murió,y lo sepultaron sus hijos Esaú y Jacob.

Descendientes de Esaú36:10-14 — 1Cr 1:35-3736:20-28 — 1Cr 1:38-42

36 Éstos son los descendientes deEsaú, o sea Edom.

2Esaú se casó con mujeres cananeas:con Ada, hija de Elón el hitita; con Aho-libama, hija de Aná y nieta de Zibeón elheveo; 3y con Basemat, hija de Ismael yhermana de Nebayot.

4Esaú tuvo estos hijos: con Ada tuvo aElifaz; con Basemat, a Reuel; 5con Aho-libama, a Jeús, Jalán y Coré. Éstos fue-ron los hijos que tuvo Esaú mientrasvivía en la tierra de Canaán.

6Después Esaú tomó a sus esposas,hijos e hijas, y a todas las personas quelo acompañaban, junto con su ganado ytodos sus animales, y todos los bienesque había adquirido en la tierra de Ca-naán, y se trasladó a otra región paraalejarse de su hermano Jacob. 7Los doshabían acumulado tantos bienes queno podían estar juntos; la tierra donde

vivían no bastaba para alimentar al ga-nado de ambos. 8Fue así como Esaú, osea Edom, se asentó en la región mon-tañosa de Seír.9Éstos son los descendientes de Esaú,

padre de los edomitas, que habitaron en laregión montañosa de Seír. 10Los nombresde sus hijos son éstos:

Elifaz hijo de Ada, esposa de Esaú; yReuel hijo de Basemat, esposa deEsaú.

11 Los hijos de Elifaz fueron Temán,Omar, Zefo, Gatán y Quenaz.

12 Elifaz tuvo un hijo con una concu-bina suya, llamada Timná, al quellamó Amalec.Todos éstos fueron nietos de Ada,esposa de Esaú.

13 Los hijos de Reuel fueron Najat, Zera,Sama y Mizá. Éstos fueron los nie-tos de Basemat, esposa de Esaú.

14 Los hijos de la otra esposa de Esaú,Aholibama, que era hija de Aná ynieta de Zibeón fueron Jeús, Jalány Coré.

15Éstos fueron los jefes de los descen-dientes de Esaú:

De los hijos de Elifaz, primogénito deEsaú, los jefes fueron Temán,Omar, Zefo, Quenaz, 16Coré, Ga-tán y Amalec. Éstos fueron los je-fes de los descendientes de Elifazen la tierra de Edom, y todos ellosfueron nietos de Ada.

17 De los hijos de Reuel hijo de Esaú, los je-fes fueron Najat, Zera, Sama yMizá.

Éstos fueron los jefes de los descendien-tes de Reuel en la tierra de Edom, y todosellos fueron nietos de Basemat, esposa deEsaú.

18 De los hijos de Aholibama, hija de Anáy esposa de Esaú, los jefes fueronJeús, Jalán y Coré.

19Éstos fueron descendientes de Esaú,también llamado Edom, y a su vez jefes desus respectivas tribus.

20Éstos fueron los descendientes de Seírel horeo, que habitaban en aquella región:

Lotán, Sobal, Zibeón, Aná, 21Disón,Ezer y Disán. Estos descendientesde Seír fueron los jefes de los ho-reos en la tierra de Edom.

GÉNESIS 35:19 36

p 35:22 Cuando Israel se enteró de esto, se enojó muchísimo (LXX); Israel se enteró (TM).

Page 37: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

22 Los hijos de Lotán fueron Horí y Ho-mán. Lotán tenía una hermanallamada Timná.

23 Los hijos de Sobal fueron: Alván, Ma-najat, Ebal, Sefó y Onam.

24 Los hijos de Zibeón fueron Ayá y Aná.Este último es el mismo que en-contró las aguas termalesq en eldesierto mientras cuidaba los as-nos de su padre Zibeón.

25 Los hijos de Aná fueron: Disón y Aholi-bama, hija de Aná.

26 Los hijos de Disón fueron Hemdán,Esbán, Itrán y Querán.

27 Los hijos de Ezer fueron Bilán, Zaván yAcán.

28 Los hijos de Disán fueron Uz y Arán.29 Los jefes de los horeos fueron Lotán,

Sobal, Zibeón, Aná, 30Disón, Ezery Disán. Cada uno de ellos fuejefe de su tribu en la región deSeír.

Los reyes de Edom36:31-43 — 1Cr 1:43-54

31Antes de que los israelitas tuvieran rey,éstos fueron los reyes que reinaron en elpaís de Edom:

32 Bela hijo de Beor, que reinó en Edom. Elnombre de su ciudad era Dinaba.

33 Cuando murió Bela, reinó en su lugarJobab hijo de Zera, que proveníade Bosra.

34 Cuando murió Jobab, reinó en su lu-gar Jusán, que venía de la regiónde Temán.

35 Cuando murió Jusán, reinó en su lugarHadad hijo de Bedad. Éste derro-tó a Madián en el campo deMoab. El nombre de su ciudadera Avit.

36 Cuando murió Hadad, reinó en su lu-gar Samla, que era del pueblo deMasreca.

37 Cuando murió Samla, reinó en su lugarSaúl de Rejobot del Río.

38 Cuando murió Saúl, reinó en su lugarBaal Janán hijo de Acbor.

39 Cuando murió Baal Janán hijo deAcbor, reinó en su lugar Hadad.r

El nombre de su ciudad era Pau.Su esposa se llamaba Mehitabel,y era hija de Matred y nieta deMezab.

40 Éstos son los nombres de los jefes quedescendieron de Esaú, cada unosegún su clan y región: Timná,Alvá, Jetet, 41Aholibama, Elá, Pi-nón, 42Quenaz, Temán, Mibzar,43Magdiel e Iram. Éstos fueron losjefes de Edom, según los lugaresque habitaron.

Éste fue Esaú, padre de los edomitas.

Los sueños de José

37 Jacob se estableció en la tierra deCanaán, donde su padre había resi-

dido como extranjero.2Ésta es la historia de Jacob y su familia.Cuando José tenía diecisiete años, apa-

centaba el rebaño junto a sus hermanos,los hijos de Bilhá y de Zilpá, que eran con-cubinas de su padre. El joven José solía in-formar a su padre de la mala fama quetenían estos hermanos suyos.

3Israel amaba a José más que a sus otroshijos, porque lo había tenido en su vejez.Por eso mandó que le confeccionaran unatúnica especial de mangas largas.s 4Viendosus hermanos que su padre amaba más aJosé que a ellos, comenzaron a odiarlo y nisiquiera lo saludaban.

5Cierto día José tuvo un sueño y, cuandose lo contó a sus hermanos, éstos le tuvie-ron más odio todavía, 6pues les dijo:

—Préstenme atención, que les voy acontar lo que he soñado. 7Resulta que está-bamos todos nosotros en el campo atandogavillas. De pronto, mi gavilla se levantó yquedó erguida, mientras que las de uste-des se juntaron alrededor de la mía y le hi-cieron reverencias.

8Sus hermanos replicaron:—¿De veras crees que vas a reinar sobre

nosotros, y que nos vas a someter?Y lo odiaron aún más por los sueños que

él les contaba.9Después José tuvo otro sueño, y se lo

contó a sus hermanos. Les dijo:—Tuve otro sueño, en el que veía que el

sol, la luna y once estrellas me hacían re-verencias.

10Cuando se lo contó a su padre y a sushermanos, su padre lo reprendió:

—¿Qué quieres decirnos con este sueñoque has tenido? —le preguntó—. ¿Acasotu madre, tus hermanos y yo vendremos ahacerte reverencias?

37 GÉNESIS 37:10

q 36:24 aguas termales. Texto de difícil traducción. r 36:39 Hadad (mss. hebreos, Pentateuco Samaritano y Siríaca;véase 1Cr 1:50); Hadar (TM). s 37:3 de mangas largas. Frase de difícil traducción; también en vv. 23 y 32.

Page 38: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

11Sus hermanos le tenían envidia, perosu padre meditaba en todo esto.

José es vendido por sus hermanos12En cierta ocasión, los hermanos de José

se fueron a Siquén para apacentar las ove-jas de su padre. 13Israel le dijo a José:

—Tus hermanos están en Siquén apa-centando las ovejas. Quiero que vayas averlos.

—Está bien —contestó José.14Israel continuó:—Vete a ver cómo están tus hermanos y

el rebaño, y tráeme noticias frescas.Y lo envió desde el valle de Hebrón.

Cuando José llegó a Siquén, 15un hombrelo encontró perdido en el campo y le pre-guntó:

—¿Qué andas buscando?16—Ando buscando a mis hermanos

—contestó José—. ¿Podría usted indicar-me dónde están apacentando el rebaño?

17—Ya se han marchado de aquí —le in-formó el hombre—. Les oí decir que se di-rigían a Dotán.

José siguió buscando a sus hermanos, ylos encontró cerca de Dotán. 18Como ellosalcanzaron a verlo desde lejos, antes deque se acercara tramaron un plan para ma-tarlo. 19Se dijeron unos a otros:

—Ahí viene ese soñador. 20Ahora sí quele llegó la hora. Vamos a matarlo y echarloen una de estas cisternas, y diremos que lodevoró un animal salvaje. ¡Y a ver en quéterminan sus sueños!

21Cuando Rubén escuchó esto, intentólibrarlo de las garras de sus hermanos, asíque les propuso:

—No lo matemos. 22No derramen san-gre. Arrójenlo en esta cisterna en el desier-to, pero no le pongan la mano encima.

Rubén dijo esto porque su intención erarescatar a José y devolverlo a su padre.

23Cuando José llegó adonde estaban sushermanos, le arrancaron la túnica especialde mangas largas, 24lo agarraron y lo echa-ron en una cisterna que estaba vacía y seca.25Luego se sentaron a comer. En eso, al le-vantar la vista, divisaron una caravana de is-maelitas que venía de Galaad. Sus camellosestaban cargados de perfumes, bálsamo ymirra, que llevaban a Egipto. 26EntoncesJudá les propuso a sus hermanos:

—¿Qué ganamos con matar a nuestrohermano y ocultar su muerte? 27En vez de

eliminarlo, vendámoslo a los ismaelitas; alfin de cuentas, es nuestro propio hermano.

Sus hermanos estuvieron de acuerdocon él, 28así que cuando los mercaderesmadianitas se acercaron, sacaron a José dela cisterna y se lo vendieron a los ismaeli-tas por veinte monedas de plata. Fue asícomo se llevaron a José a Egipto.

29Cuando Rubén volvió a la cisterna y Joséya no estaba allí, se rasgó las vestiduras enseñal de duelo. 30Regresó entonces adondeestaban sus hermanos, y les reclamó:

—¡Ya no está ese mocoso! Y ahora, ¿quéhago?

31En seguida los hermanos tomaron latúnica especial de José, degollaron un ca-brito, y con la sangre empaparon la túnica.32Luego la mandaron a su padre con el si-guiente mensaje: «Encontramos esto. Fíja-te bien si es o no la túnica de tu hijo.»

33En cuanto Jacob la reconoció, exclamó:«¡Sí, es la túnica de mi hijo! ¡Seguro que unanimal salvaje se lo devoró y lo hizo peda-zos!» 34Y Jacob se rasgó las vestiduras y sevistió de luto, y por mucho tiempo hizoduelo por su hijo. 35Todos sus hijos y sushijas intentaban calmarlo, pero él no se de-jaba consolar, sino que decía: «No. Guar-daré luto hasta que descienda al *sepulcropara reunirme con mi hijo.» Así Jacob si-guió llorando la muerte de José.

36En Egipto, los madianitast lo vendie-ron a un tal Potifar, funcionario del faraóny capitán de la guardia.

Judá y Tamar

38 Por esos días, Judá se apartó de sushermanos y se fue a vivir a la casa

de un hombre llamado Hirá, residente delpueblo de Adulán. 2Allí Judá conoció a unamujer, hija de un cananeo llamado Súa, yse casó con ella. Luego de tener relacionescon él, 3ella concibió y dio a luz un hijo, alque llamó Er. 4Tiempo después volvió aconcebir, y dio a luz otro hijo, al que llamóOnán. 5Pasado el tiempo tuvo otro hijo, alque llamó Selá, el cual nació en Quezib.

6Judá consiguió para Er, su hijo mayor,una esposa que se llamaba Tamar. 7Pero alSEÑOR no le agradó la conducta del pri-mogénito de Judá, y le quitó la vida. 8En-tonces Judá le dijo a Onán: «Cásate con laviuda de tu hermano y cumple con tu de-ber de cuñado; así le darás descendencia atu hermano.» 9Pero Onán sabía que los hi-

GÉNESIS 37:11 38

t 37:36 madianitas (Pentateuco Samaritano, LXX, Vulgata y Siríaca; véase v. 28); medanitas (TM).

Page 39: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

jos que nacieran no serían reconocidoscomo suyos. Por eso, cada vez que teníarelaciones con ella, derramaba el semen enel suelo, y así evitaba que su hermano tu-viera descendencia. 10Esta conducta ofen-dió mucho al SEÑOR, así que también a élle quitó la vida. 11Entonces Judá le dijo a sunuera Tamar: «Quédate como viuda en lacasa de tu padre, hasta que mi hijo Selátenga edad de casarse.» Pero en realidadJudá pensaba que Selá podría morirse, lomismo que sus hermanos. Así que Tamarse fue a vivir a la casa de su padre.

12Después de mucho tiempo, murió laesposa de Judá, la hija de Súa. Al concluirel tiempo de duelo, Judá fue al pueblo deTimnat para esquilar sus ovejas. Lo acom-pañó su amigo Hirá, el adulanita. 13Cuan-do Tamar se enteró de que su suegro sedirigía hacia Timnat para esquilar sus ove-jas, 14se quitó el vestido de viuda, se cubriócon un velo para que nadie la reconociera,y se sentó a la entrada del pueblo de Ena-yin, que está en el camino a Timnat. Esto lohizo porque se dio cuenta de que Selá yatenía edad de casarse y aún no se lo dabana ella por esposo.

15Cuando Judá la vio con el rostro cu-bierto, la tomó por una prostituta. 16No sa-biendo que era su nuera, se acercó a laorilla del camino y le dijo:

—Deja que me acueste contigo.—¿Qué me das si te digo que sí? —le

preguntó ella.17—Te mandaré uno de los cabritos de

mi rebaño —respondió Judá.—Está bien —respondió ella—, pero

déjame algo en garantía hasta que me lomandes.

18—¿Qué prenda quieres que te deje?—preguntó Judá.

—Dame tu sello y su cordón, y el bastónque llevas en la mano —respondió Tamar.

Judá se los entregó, se acostó con ella yla dejó embarazada. 19Cuando ella se le-vantó, se fue inmediatamente de allí, sequitó el velo y volvió a ponerse la ropa deviuda.

20Más tarde, Judá envió el cabrito por me-dio de su amigo adulanita, para recuperarlas prendas que había dejado con la mujer;pero su amigo no dio con ella. 21Entonces lepreguntó a la gente del lugar:

—¿Dónde está la prostitutau de Enayin,la que se sentaba junto al camino?

—Aquí nunca ha habido una prostitutaasí —le contestaron.

22El amigo regresó adonde estaba Judá yle dijo:

—No la pude encontrar. Además, lagente del lugar me informó que allí nuncahabía estado una prostituta como ésa.

23—Que se quede con las prendas —re-plicó Judá—; no es cuestión de que haga-mos el ridículo. Pero que quede claro: yo leenvié el cabrito, y tú no la encontraste.

24Como tres meses después, le informa-ron a Judá lo siguiente:

—Tu nuera Tamar se ha prostituido, ycomo resultado de sus andanzas ha que-dado embarazada.

—¡Sáquenla y quémenla! —exclamóJudá.

25Pero cuando la estaban sacando, ellamandó este mensaje a su suegro: «El dueñode estas prendas fue quien me embarazó. Aver si reconoce usted de quién son este se-llo, el cordón del sello, y este bastón.»

26Judá los reconoció y declaró: «Su con-ducta es más justa que la mía, pues yo nola di por esposa a mi hijo Selá.» Y no volvióa acostarse con ella.

27Cuando llegó el tiempo de que Tamardiera a luz, resultó que tenía mellizos en suseno. 28En el momento de nacer, uno delos mellizos sacó la mano; la partera le atóun hilo rojo en la mano, y dijo: «Éste salióprimero.» 29Pero en ese momento el niñometió la mano, y salió primero el otro. En-tonces la partera dijo: «¡Cómo te abristepaso!» Por eso al niño lo llamaron Fares.v30Luego salió su hermano, con el hilo rojoatado en la mano, y lo llamaron Zera.w

José y la esposa de Potifar

39 Cuando José fue llevado a Egipto,los ismaelitas que lo habían trasla-

dado allá lo vendieron a Potifar, un egip-cio que era funcionario del faraón ycapitán de su guardia. 2Ahora bien, elSEÑOR estaba con José y las cosas le salíanmuy bien. Mientras José vivía en la casa desu patrón egipcio, 3éste se dio cuenta deque el SEÑOR estaba con José y lo hacíaprosperar en todo. 4José se ganó la con-fianza de Potifar, y éste lo nombró mayor-domo de toda su casa y le confió la

39 GÉNESIS 39:4

u 38:21 prostituta. Lit. consagrada; es decir, una prostituta consagrada al culto. v 38:29 En hebreo, Fares significaabertura, brecha. w 38:30 En hebreo, Zera puede significar rojo, brillo o resplandor.

Page 40: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

administración de todos sus bienes. 5Porcausa de José, el SEÑOR bendijo la casa delegipcio Potifar a partir del momento enque puso a José a cargo de su casa y de to-dos sus bienes. La bendición del SEÑOR seextendió sobre todo lo que tenía el egipcio,tanto en la casa como en el campo. 6Poresto Potifar dejó todo a cargo de José, y tansólo se preocupaba por lo que tenía quecomer.

José tenía muy buen físico y era muyatractivo. 7Después de algún tiempo, la es-posa de su patrón empezó a echarle el ojoy le propuso:

—Acuéstate conmigo.8Pero José no quiso saber nada, sino que

le contestó:—Mire, señora: mi patrón ya no tiene

que preocuparse de nada en la casa, por-que todo me lo ha confiado a mí. 9En estacasa no hay nadie más importante que yo.Mi patrón no me ha negado nada, exceptometerme con usted, que es su esposa.¿Cómo podría yo cometer tal maldad y pe-car así contra Dios?

10Y por más que ella lo acosaba día trasdía para que se acostara con ella y le hicie-ra compañía, José se mantuvo firme en surechazo.

11Un día, en un momento en que todo elpersonal de servicio se encontraba ausen-te, José entró en la casa para cumplir consus responsabilidades. 12Entonces la mujerde Potifar lo agarró del manto y le rogó:«¡Acuéstate conmigo!»

Pero José, dejando el manto en manosde ella, salió corriendo de la casa. 13Al verella que él había dejado el manto en susmanos y había salido corriendo, 14llamó alos siervos de la casa y les dijo: «¡Miren!, elhebreo que nos trajo mi esposo sólo ha ve-nido a burlarse de nosotros. Entró a la casacon la intención de acostarse conmigo,pero yo grité con todas mis fuerzas. 15Encuanto me oyó gritar, salió corriendo ydejó su manto a mi lado.»

16La mujer guardó el manto de José has-ta que su marido volvió a su casa. 17Enton-ces le contó la misma historia: «El esclavohebreo que nos trajiste quiso aprovechar-se de mí. 18Pero en cuanto grité con todasmis fuerzas, salió corriendo y dejó su man-to a mi lado.»

19Cuando el patrón de José escuchó delabios de su mujer cómo la había tratado elesclavo, se enfureció 20y mandó que echa-

ran a José en la cárcel donde estaban lospresos del rey.

Pero aun en la cárcel 21el SEÑOR estabacon él y no dejó de mostrarle su amor.Hizo que se ganara la confianza del guar-dia de la cárcel, 22el cual puso a José a cargode todos los prisioneros y de todo lo queallí se hacía. 23Como el SEÑOR estaba conJosé y hacía prosperar todo lo que él hacía,el guardia de la cárcel no se preocupaba denada de lo que dejaba en sus manos.

El copero y el panadero

40 Tiempo después, el copero y el pa-nadero del rey de Egipto ofendie-

ron a su señor. 2El faraón se enojó contraestos dos funcionarios suyos, es decir,contra el jefe de los coperos y el jefe de lospanaderos, 3así que los mandó presos a lacasa del capitán de la guardia, que era lamisma cárcel donde estaba preso José.4Allí el capitán de la guardia le encargó aJosé que atendiera a estos funcionarios.

Después de haber estado algún tiempoen la cárcel, 5una noche los dos funciona-rios, es decir, el copero y el panadero, tu-vieron cada uno un sueño, cada sueño consu propio significado. 6A la mañana si-guiente, cuando José fue a verlos, los en-contró muy preocupados, 7y por eso lespreguntó:

—¿Por qué andan hoy tan cabizbajos?8—Los dos tuvimos un sueño —respon-

dieron—, y no hay nadie que nos lo inter-prete.

—¿Acaso no es Dios quien da la inter-pretación? —preguntó José—. ¿Por quéno me cuentan lo que soñaron?

9Entonces el jefe de los coperos le contóa José el sueño que había tenido:

—Soñé que frente a mí había una vid,10la cual tenía tres ramas. En cuanto la

vid echó brotes, floreció; y maduraron lasuvas en los racimos. 11Yo tenía la copa delfaraón en la mano. Tomé las uvas, las ex-primí en la copa, y luego puse la copa enmanos del faraón.

12Entonces José le dijo:—Ésta es la interpretación de su sueño:

Las tres ramas son tres días. 13Dentro delos próximos tres días el faraón lo indulta-rá a usted y volverá a colocarlo en su car-go. Usted volverá a poner la copa delfaraón en su mano, tal como lo hacía antes,cuando era su copero. 14Yo le ruego que nose olvide de mí. Por favor, cuando todo sehaya arreglado, háblele usted de mí al fa-

GÉNESIS 39:5 40

Page 41: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

raón para que me saque de esta cárcel. 15Amí me trajeron por la fuerza, de la tierra delos hebreos. ¡Yo no hice nada aquí paraque me echaran en la cárcel!

16Al ver que la interpretación había sidofavorable, el jefe de los panaderos le dijo aJosé:

—Yo también tuve un sueño. En esesueño, llevaba yo tres canastas de panx so-bre la cabeza. 17En la canasta de arriba ha-bía un gran surtido de repostería para elfaraón, pero las aves venían a comer de lacanasta que llevaba sobre la cabeza.

18José le respondió:—Ésta es la interpretación de su sueño:

Las tres canastas son tres días. 19Dentro delos próximos tres días, el faraón mandaráque a usted lo decapiten y lo cuelguen deun árbol, y las aves devorarán su cuerpo.

20En efecto, tres días después el faraóncelebró su cumpleaños y ofreció una granfiesta para todos sus funcionarios. En pre-sencia de éstos, mandó sacar de la cárcelal jefe de los coperos y al jefe de los pana-deros. 21Al jefe de los coperos lo restituyóen su cargo para que, una vez más, pusie-ra la copa en manos del faraón. 22Pero, talcomo lo había predicho José, al jefe de lospanaderos mandó que lo ahorcaran. 23Sinembargo, el jefe de los coperos no se acor-dó de José, sino que se olvidó de él porcompleto.

Los sueños del faraón

41 Dos años más tarde, el faraón tuvoun sueño: Estaba de pie junto al río

Nilo 2cuando, de pronto, del río salieronsiete vacas hermosas y gordas que se pu-sieron a pastar entre los juncos. 3Detrás deellas salieron otras siete vacas, feas y flacas,que se pararon a orillas del Nilo, junto a lasprimeras. 4¡Y las vacas feas y flacas se co-mieron a las vacas hermosas y gordas!

En ese momento el faraón se despertó.5Pero volvió a dormirse, y tuvo otro sue-ño: Siete espigas de trigo, grandes y her-mosas, crecían de un solo tallo. 6Tras ellasbrotaron otras siete espigas, delgadas yquemadas por el viento solano. 7¡Y las sie-te espigas delgadas se comieron a las es-pigas grandes y hermosas!

En eso el faraón se despertó y se diocuenta de que sólo era un sueño. 8Sin em-bargo, a la mañana siguiente se levantómuy preocupado, mandó llamar a todos

los magos y sabios de Egipto, y les contólos dos sueños. Pero nadie se los pudo in-terpretar. 9Entonces el jefe de los coperosle dijo al faraón: «Ahora me doy cuentadel grave error que he cometido. 10Cuan-do el faraón se enojó con sus servidores,es decir, conmigo y con el jefe de los pa-naderos, nos mandó a la cárcel, bajo lacustodia del capitán de la guardia. 11Unamisma noche, los dos tuvimos un sueño,cada sueño con su propio significado.12Allí, con nosotros, había un joven he-breo, esclavo del capitán de la guardia. Lecontamos nuestros sueños, y a cada unonos interpretó el sueño. 13¡Y todo sucediótal como él lo había interpretado! A mí merestituyeron mi cargo, y al jefe de los pa-naderos lo ahorcaron.»

14El faraón mandó llamar a José, y en se-guida lo sacaron de la cárcel. Luego deafeitarse y cambiarse de ropa, José se pre-sentó ante el faraón, 15quien le dijo:

—Tuve un sueño que nadie ha podidointerpretar. Pero me he enterado de que,cuando tú oyes un sueño, eres capaz deinterpretarlo.

16—No soy yo quien puede hacerlo—respondió José—, sino que es Dios quienle dará al faraón una respuesta favorable.

17El faraón le contó a José lo siguiente:—En mi sueño, estaba yo de pie a ori-

llas del río Nilo. 18De pronto, salieron delrío siete vacas gordas y hermosas, y se pu-sieron a pastar entre los juncos. 19Detrásde ellas salieron otras siete vacas, feas yflacas. ¡Jamás se habían visto vacas tan ra-quíticas en toda la tierra de Egipto! 20Y lassiete vacas feas y flacas se comieron a lassiete vacas gordas. 21Pero, después de ha-bérselas comido, no se les notaba en lomás mínimo, porque seguían tan feascomo antes. Entonces me desperté.

22»Después tuve otro sueño: Siete espi-gas de trigo, grandes y hermosas, crecíande un solo tallo. 23Tras ellas brotaron otrassiete espigas marchitas, delgadas y que-madas por el viento solano. 24Las siete es-pigas delgadas se comieron a las espigasgrandes y hermosas. Todo esto se lo contéa los magos, pero ninguno de ellos me lopudo interpretar.

25José le explicó al faraón:—En realidad, los dos sueños del faraón

son uno solo. Dios le ha anunciado lo queestá por hacer. 26Las siete vacas hermosas

41 GÉNESIS 41:26

x 40:16 pan. Alt. mimbre.

Page 42: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

y las siete espigas hermosas son siete años.Se trata del mismo sueño. 27Y las siete va-cas flacas y feas, que salieron detrás de lasotras, y las siete espigas delgadas y que-madas por el viento solano, son tambiénsiete años. Pero éstos serán siete años dehambre.

28»Tal como le he dicho al faraón, Dios leestá mostrando lo que está por hacer.29Están por venir siete años de muchaabundancia en todo Egipto, 30a los que lesseguirán siete años de hambre, que haránolvidar toda la abundancia que anteshubo. ¡El hambre acabará con Egipto!31Tan terrible será el hambre, que nadie seacordará de la abundancia que antes huboen el país. 32El faraón tuvo el mismo sueñodos veces porque Dios ha resuelto firme-mente hacer esto, y lo llevará a cabo muypronto.

33»Por todo esto, el faraón debería bus-car un hombre competente y sabio, paraque se haga cargo de la tierra de Egipto.34Además, el faraón debería nombrar ins-pectores en todo Egipto, para que durantelos siete años de abundancia recauden laquinta parte de la cosecha en todo el país.35Bajo el control del faraón, esos inspecto-res deberán juntar el grano de los añosbuenos que vienen y almacenarlo en lasciudades, para que haya una reserva dealimento. 36Este alimento almacenado leservirá a Egipto para los siete años dehambre que sufrirá, y así la gente del paísno morirá de hambre.

37Al faraón y a sus servidores les parecióbueno el plan. 38Entonces el faraón les pre-guntó a sus servidores:

—¿Podremos encontrar una personaasí, en quien repose el espíritu de Dios?

39Luego le dijo a José:—Puesto que Dios te ha revelado todo

esto, no hay nadie más competente y sabioque tú. 40Quedarás a cargo de mi palacio, ytodo mi pueblo cumplirá tus órdenes. Sóloyo tendré más autoridad que tú, porque soyel rey.

José, gobernador de Egipto41Así que el faraón le informó a José:—Mira, yo te pongo a cargo de todo el

territorio de Egipto.42De inmediato, el faraón se quitó el

anillo oficial y se lo puso a José. Hizo quelo vistieran con ropas de lino fino, y que le

pusieran un collar de oro en el cuello.43Después lo invitó a subirse al carro re-servado para el segundo en autoridad, yordenó que gritaran: «¡Abran paso!»y Fueasí como el faraón puso a José al frente detodo el territorio de Egipto.

44Entonces el faraón le dijo:—Yo soy el faraón, pero nadie en todo

Egipto podrá hacer nada sin tu permiso.45Y le cambió el *nombre a José, y lo lla-

mó Zafenat Panea; además, le dio por es-posa a Asenat, hija de Potifera, sacerdotede la ciudad de On.z De este modo quedóJosé a cargo de Egipto. 46Tenía treinta añoscuando comenzó a trabajar al servicio delfaraón, rey de Egipto.

Tan pronto como se retiró José de la pre-sencia del faraón, se dedicó a recorrer todoel territorio de Egipto. 47Durante los sieteaños de abundancia la tierra produjograndes cosechas, 48así que José fue reco-giendo todo el alimento que se produjo enEgipto durante esos siete años, y lo alma-cenó en las ciudades. 49Juntó alimentocomo quien junta arena del mar, y fue tan-to lo que recogió que dejó de contabilizar-lo. ¡Ya no había forma de mantener elcontrol!

50Antes de comenzar el primer año dehambre, José tuvo dos hijos con su esposaAsenat, la hija de Potifera, sacerdote de On.51Al primero lo llamó Manasés, porque dijo:«Dios ha hecho que me olvide de todos misproblemas, y de mi casa paterna.» 52Al se-gundo lo llamó Efraín, porque dijo: «Diosme ha hecho fecundo en esta tierra dondehe sufrido.»

53Los siete años de abundancia en Egiptollegaron a su fin 54y, tal como José lo habíaanunciado, comenzaron los siete años dehambre, la cual se extendió por todos lospaíses. Pero a lo largo y a lo ancho del terri-torio de Egipto había alimento. 55Cuandotambién en Egipto comenzó a sentirse elhambre, el pueblo clamó al faraón pidién-dole comida. Entonces el faraón le dijo atodo el pueblo de Egipto: «Vayan a ver aJosé, y hagan lo que él les diga.»

56Cuando ya el hambre se había extendi-do por todo el territorio, y había arreciado,José abrió los graneros para vender ali-mento a los egipcios. 57Además, de todoslos países llegaban a Egipto para comprar-le alimento a José, porque el hambre cun-día ya por todo el mundo.

GÉNESIS 41:27 42

y 41:43 «¡Abran paso!» Alt. «¡Inclínense!» z 41:45 On. Es decir, Heliópolis (Ciudad del Sol); también en v. 50.

Page 43: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

Los hermanos de José van a Egipto

42 Cuando Jacob se enteró de que ha-bía alimento en Egipto, les dijo a

sus hijos: «¿Qué hacen ahí parados, mi-rándose unos a otros? 2He sabido que hayalimento en Egipto. Vayan allá y comprencomida para nosotros, para que no mura-mos, sino que podamos sobrevivir.»

3Diez de los hermanos de José fueron aEgipto a comprar alimento. 4Pero Jacob nodejó que Benjamín, el hermano de José, sefuera con ellos porque pensó que podríasucederle alguna desgracia. 5Fue así comolos hijos de Israel fueron a comprar ali-mento, al igual que otros, porque el ham-bre se había apoderado de Canaán.

6José era el gobernador del país, y el quevendía trigo a todo el mundo. Cuando sushermanos llegaron ante él, se postraronrostro en tierra. 7En cuanto José vio a sushermanos, los reconoció; pero, fingiendono conocerlos, les habló con rudeza:

—¡Y ustedes!, ¿de dónde vienen?—Venimos de Canaán, para comprar

alimento —contestaron.8Aunque José los había reconocido, sus

hermanos no lo reconocieron a él. 9En esemomento se acordó José de los sueños quehabía tenido acerca de ellos, y les dijo:

—¡De seguro ustedes son espías, y hanvenido para investigar las zonas desprote-gidas del país!

10—¡No, señor! —respondieron—. Sussiervos hemos venido a comprar alimento.11Todos nosotros somos hijos de un mismopadre, y además somos gente honrada.¡Sus siervos no somos espías!

12—¡No es verdad! —insistió José—.Ustedes han venido para investigar las zo-nas desprotegidas del país.

13Pero ellos volvieron a responder:—Nosotros, sus siervos, éramos doce

hermanos, todos hijos de un mismo padreque vive en Canaán. El menor se ha que-dado con nuestro padre, y el otro ya novive.

14Pero José los increpó una vez más:—Es tal como les he dicho. ¡Ustedes son

espías! 15Y con esto lo vamos a comprobar:Les juro por la vida del faraón, que de aquíno saldrán con vida a menos que traigan asu hermano menor. 16Manden a uno deustedes a buscar a su hermano; los demásse quedarán en la cárcel. Así sabremos si esverdad lo que dicen. Y si no es así, ¡por lavida del faraón, ustedes son espías!

17José los encerró en la cárcel durantetres días. 18Al tercer día les dijo:

—Yo soy un hombre temeroso de Dios.Hagan lo siguiente y salvarán su vida. 19Sien verdad son honrados, quédese uno deustedes bajo custodia, y vayan los demás ylleven alimento para calmar el hambre desus familias. 20Pero tráiganme a su hermanomenor y pruébenme que dicen la verdad.Así no morirán.

Ellos aceptaron la propuesta, 21pero sedecían unos a otros:

—Sin duda estamos sufriendo las conse-cuencias de lo que hicimos con nuestrohermano. Aunque vimos su angustiacuando nos suplicaba que le tuviéramoscompasión, no le hicimos caso. Por esoahora nos vemos en aprietos.

22Entonces habló Rubén:—Yo les advertí que no le hicieran daño

al muchacho, pero no me hicieron caso.¡Ahora tenemos que pagar el precio de susangre!

23Como José les hablaba por medio de unintérprete, ellos no sabían que él entendíatodo lo que estaban diciendo. 24José seapartó de ellos y se echó a llorar. Luego,cuando se controló y pudo hablarles, apar-tó a Simeón y ordenó que lo ataran en pre-sencia de ellos.

25José dio también la orden de que llena-ran de alimentos sus costales, que repusie-ran en cada una de sus bolsas el dineroque habían pagado, y que les dieran provi-siones para el viaje. Y así se hizo. 26Enton-ces ellos cargaron el alimento sobre susasnos y emprendieron el viaje de vuelta.

27Cuando llegaron al lugar donde acam-parían esa noche, uno de ellos abrió subolsa para darle de comer a su asno, ¡y allíen la abertura descubrió su dinero!28Entonces les dijo a sus hermanos:

—¡Me devolvieron el dinero! Miren,¡aquí está, en mi bolsa!

Los otros se asustaron mucho, y tem-blando se decían unos a otros:

—¿Qué es lo que Dios nos ha hecho?29Al llegar a Canaán, donde estaba su

padre Jacob, le contaron todo lo que leshabía sucedido:

30—El hombre que gobierna aquel paísnos trató con rudeza, a tal grado que nosacusó de ser espías. 31Nosotros le dijimos:“Somos gente honrada. No somos espías.”32Además, le dijimos: “Somos doce herma-nos, hijos de un mismo padre. Uno ya no

43 GÉNESIS 42:32

Page 44: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

vive, y el menor se ha quedado con nues-tro padre en Canaán.”

33»Entonces el hombre que gobiernaaquel país nos dijo: “Con esto voy a com-probar si en verdad son gente honrada.Dejen aquí conmigo a uno de sus herma-nos, y vayan a llevar alimento para calmarel hambre de sus familias. 34Pero a la vuel-ta tráiganme a su hermano menor. Asícomprobaré que no son espías, y que enverdad son gente honrada. Luego les en-tregaré de vuelta a su hermano, y podránmoversea con libertad por el país.”

35Cuando comenzaron a vaciar sus cos-tales, se encontraron con que la bolsa dedinero de cada uno estaba allí. Esto hizoque ellos y su padre se llenaran de temor.36Entonces Jacob, su padre, les dijo:

—¡Ustedes me van a dejar sin hijos! Joséya no está con nosotros, Simeón tampocoestá aquí, ¡y ahora se quieren llevar a Ben-jamín! ¡Todo esto me perjudica!

37Pero Rubén le dijo a su padre:—Yo me hago cargo de Benjamín. Si

no te lo devuelvo, podrás matar a misdos hijos.

38—¡Mi hijo no se irá con ustedes! —re-plicó Jacob—. Su hermano José ya estámuerto, y ahora sólo él me queda. Si le lle-ga a pasar una desgracia en el viaje quevan a emprender, ustedes tendrán la cul-pa de que este pobre viejo se muera detristeza.

Los hermanos de José vuelven aEgipto

43 El hambre seguía aumentando enaquel país. 2Llegó el momento en

que se les acabó el alimento que habían lle-vado de Egipto. Entonces su padre lesdijo:

—Vuelvan a Egipto y compren un pocomás de alimento para nosotros.

3Pero Judá le recordó:—Aquel hombre nos advirtió claramente

que no nos presentáramos ante él, a menosque lo hiciéramos con nuestro hermanomenor. 4Si tú nos permites llevar a nuestrohermano menor, iremos a comprarte ali-mento. 5De lo contrario, no tiene objetoque vayamos. Aquel hombre fue muy cla-ro en cuanto a no presentarnos ante él sinnuestro hermano menor.

6—¿Por qué me han causado este mal?—inquirió Israel—. ¿Por qué le dijeron aese hombre que tenían otro hermano?

7—Porque aquel hombre nos preguntóespecíficamente acerca de nuestra familia—respondieron ellos—. “¿Vive todavía elpadre de ustedes? —nos preguntó—. ¿Tie-nen algún otro hermano?” Lo único que hi-cimos fue responder a sus preguntas.¿Cómo íbamos a saber que nos pediría lle-var a nuestro hermano menor?

8Judá le dijo a su padre Israel:—Bajo mi responsabilidad, envía al mu-

chacho y nos iremos ahora mismo, paraque nosotros y nuestros hijos podamos se-guir viviendo. 9Yo te respondo por su se-guridad; a mí me pedirás cuentas. Si no telo devuelvo sano y salvo, yo seré el culpa-ble ante ti para toda la vida. 10Si no nos hu-biéramos demorado tanto, ¡ya habríamosido y vuelto dos veces!

11Entonces Israel, su padre, les dijo:—Ya que no hay más remedio, hagan lo

siguiente: Echen en sus costales los mejo-res productos de esta región, y llévenselosde regalo a ese hombre: un poco de bálsa-mo, un poco de miel, perfumes, mirra,nueces, almendras. 12Lleven también eldoble del dinero, pues deben devolver elque estaba en sus bolsas, ya que segura-mente fue un error. 13Vayan con su herma-no menor y preséntense ante ese hombre.14¡Que el Dios *Todopoderoso permitaque ese hombre les tenga compasión ydeje libre a su otro hermano, y ademásvuelvan con Benjamín! En cuanto a mí, sihe de perder a mis hijos, ¡qué le voy a ha-cer! ¡Los perderé!

15Ellos tomaron los regalos, el doble deldinero, y a Benjamín, y emprendieron elviaje a Egipto. Allí se presentaron anteJosé. 16Cuando éste vio a Benjamín conellos, le dijo a su mayordomo: «Lleva a es-tos hombres a mi casa. Luego, mata unanimal y prepáralo, pues estos hombrescomerán conmigo al mediodía.»

17El mayordomo cumplió la orden y losllevó a la casa de José. 18Al ver ellos que losllevaban a la casa de José, se asustaron mu-cho y se dijeron: «Nos llevan por causa deldinero que se puso en nuestras bolsas lavez pasada. Ahora nos atacarán, nos acu-sarán, y hasta nos harán sus esclavos, connuestros animales y todo.»

GÉNESIS 42:33 44

a 42:34 moverse. Alt. comerciar.

Page 45: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

19Entonces se acercaron al mayordomo dela casa de José, y antes de entrar le dijeron:

20—Perdón, señor: nosotros ya vinimosantes para comprar alimento; 21pero anuestro regreso, cuando acampamos parapasar la noche, descubrimos que en cadauna de nuestras bolsas estaba el dineroque habíamos pagado. ¡Pero lo hemos traí-do para devolverlo! 22También hemos traí-do más dinero para comprar alimento.¡No sabemos quién pudo haber puesto eldinero de vuelta en nuestras bolsas!

23—Está bien, no tengan miedo —con-testó aquel hombre—. El Dios de ustedes yde su padre habrá puesto ese tesoro en susbolsas. A mí me consta que recibí el dineroque ustedes pagaron.

El mayordomo les llevó a Simeón, 24y atodos los hizo pasar a la casa de José. Allíles dio agua para que se lavaran los pies, yles dio de comer a sus asnos. 25Ellos, por suparte, prepararon los regalos, mientras es-peraban que José llegara al mediodía, pueshabían oído que comerían allí.

26Cuando José entró en su casa, le entre-garon los regalos que le habían llevado, yrostro en tierra se postraron ante él. 27Joséles preguntó cómo estaban, y añadió:

—¿Cómo está su padre, el anciano delcual me hablaron? ¿Vive todavía?

28—Nuestro padre, su siervo, se encuen-tra bien, y todavía vive —respondieronellos.

Y en seguida le hicieron una reverenciapara honrarlo. 29José miró a su alrededor y,al ver a Benjamín, su hermano de padre ymadre, les preguntó:

—¿Es éste su hermano menor, del cualme habían hablado? ¡Que Dios te guarde,hijo mío!

30Conmovido por la presencia de su her-mano, y no pudiendo contener el llanto,José salió de prisa. Entró en su habitación,y allí se echó a llorar desconsoladamente.31Después se lavó la cara y, ya más calma-do, salió y ordenó: «¡Sirvan la comida!»

32A José le sirvieron en un sector, a loshermanos en otro, y en otro más a los egip-cios que comían con José. Los egipcios nocomían con los hebreos porque, para loshabitantes de Egipto, era una abomina-ción. 33Los hermanos de José estaban sen-tados frente a él, de mayor a menor, yunos a otros se miraban con asombro.34Las porciones les eran servidas desde lamesa de José, pero a Benjamín se le ser-vían porciones mucho más grandes que a

los demás. En compañía de José, todos be-bieron y se alegraron.

La copa de José

44 Más tarde, José ordenó al mayordo-mo de su casa: «Llena con todo el

alimento que les quepa los costales de es-tos hombres, y pon en sus bolsas el dinerode cada uno de ellos. 2Luego mete mi copade plata en la bolsa del hermano menor,junto con el dinero que pagó por el ali-mento.» Y el mayordomo hizo todo lo queJosé le ordenó.

3A la mañana siguiente, muy temprano,los hermanos de José fueron enviados devuelta, junto con sus asnos. 4Todavía noestaban muy lejos de la ciudad cuandoJosé le dijo al mayordomo de su casa:«¡Anda! ¡Persigue a esos hombres! Cuan-do los alcances, diles: “¿Por qué me hanpagado mal por bien? 5¿Por qué han roba-do la copa que usa mi señor para beber ypara adivinar? ¡Esto que han hecho estámuy mal!”»

6Cuando el mayordomo los alcanzó, lesrepitió esas mismas palabras. 7Pero ellosrespondieron:

—¿Por qué nos dice usted tales cosas, miseñor? ¡Lejos sea de nosotros actuar de esamanera! 8Es más, nosotros le trajimos devuelta de Canaán el dinero que habíamospagado, pero que encontramos en nues-tras bolsas. ¿Por qué, entonces, habríamosde robar oro o plata de la casa de su señor?9Si se encuentra la copa en poder de algu-no de nosotros, que muera el que la tenga,y el resto de nosotros seremos esclavos demi señor.

10—Está bien —respondió el mayordo-mo—, se hará como ustedes dicen, perosólo el que tenga la copa en su poder serámi esclavo; el resto de ustedes quedará li-bre de todo cargo.

11En seguida cada uno de ellos bajó alsuelo su bolsa y la abrió. 12El mayordomorevisó cada bolsa, comenzando con la delhermano mayor y terminando con la delmenor. ¡Y encontró la copa en la bolsa deBenjamín! 13Al ver esto, los hermanos deJosé se rasgaron las vestiduras en señal deduelo y, luego de cargar sus asnos, volvie-ron a la ciudad.

14Todavía estaba José en su casa cuandollegaron Judá y sus hermanos. Entonces sepostraron rostro en tierra, 15y José les dijo:

45 GÉNESIS 44:15

Page 46: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

—¿Qué manera de portarse es ésta?¿Acaso no saben que un hombre como yopuede adivinar?

16—¡No sabemos qué decirle, mi señor!—contestó Judá—. ¡No hay excusa quevalga! ¿Cómo podemos demostrar nues-tra inocencia? Dios ha puesto al descubier-to la maldad de sus siervos. Aquí nos tieneusted: somos sus esclavos, nosotros y elque tenía la copa.

17—¡Jamás podría yo actuar de esemodo! —respondió José—. Sólo será miesclavo el que tenía la copa en su poder.En cuanto a ustedes, regresen tranquilos ala casa de su padre.

18Entonces Judá se acercó a José paradecirle:

—Mi señor, no se enoje usted conmi-go, pero le ruego que me permita hablar-le en privado. Para mí, usted es tan im-portante como el faraón. 19Cuando miseñor nos preguntó si todavía teníamosun padre o algún otro hermano, 20noso-tros le contestamos que teníamos un pa-dre anciano, y un hermano que le nació anuestro padre en su vejez. Nuestro pa-dre quiere muchísimo a este último por-que es el único que le queda de la mismamadre, ya que el otro murió. 21Entoncesusted nos obligó a traer a este hermanomenor para conocerlo. 22Nosotros le diji-mos que el joven no podía dejar a su pa-dre porque, si lo hacía, seguramente supadre moriría. 23Pero usted insistió y nosadvirtió que, si no traíamos a nuestro her-mano menor, nunca más seríamos recibi-dos en su presencia. 24Entonces regresa-mos adonde vive mi padre, su siervo, y leinformamos de todo lo que usted nos ha-bía dicho. 25Tiempo después nuestro pa-dre nos dijo: “Vuelvan otra vez a comprarun poco de alimento.” 26Nosotros le con-testamos: “No podemos ir si nuestro her-mano menor no va con nosotros. No po-dremos presentarnos ante hombre tanimportante, a menos que nuestro herma-no menor nos acompañe.” 27Mi padre, susiervo, respondió: “Ustedes saben que miesposa me dio dos hijos. 28Uno desapare-ció de mi lado, y no he vuelto a verlo. Contoda seguridad fue despedazado por lasfieras. 29Si también se llevan a éste, y lepasa alguna desgracia, ¡ustedes tendránla culpa de que este pobre viejo se muerade tristeza!”

30»Así que, si yo regreso a mi padre, susiervo, y el joven, cuya *vida está tan unidaa la de mi padre, no regresa con nosotros,31seguramente mi padre, al no verlo, mori-rá, y nosotros seremos los culpables de quenuestro padre se muera de tristeza. 32Estesiervo suyo quedó ante mi padre como res-ponsable del joven. Le dije: “Si no te lo de-vuelvo, padre mío, seré culpable ante titoda mi vida.” 33Por eso, permita usted queyo me quede como esclavo suyo en lugarde mi hermano menor, y que él regrese consus hermanos. 34¿Cómo podré volver juntoa mi padre si mi hermano menor no estáconmigo? ¡No soy capaz de ver la desgraciaque le sobrevendrá a mi padre!

José se da a conocer

45 José ya no pudo controlarse delan-te de sus servidores, así que orde-

nó: «¡Que salgan todos de mi presencia!»Y ninguno de ellos quedó con él. Cuandose dio a conocer a sus hermanos, 2comen-zó a llorar tan fuerte que los egipcios seenteraron, y la noticia llegó hasta la casadel faraón.

3—Yo soy José —les declaró a sus her-manos—. ¿Vive todavía mi padre?

Pero ellos estaban tan pasmados que noatinaban a contestarle. 4No obstante, Joséinsistió:

—¡Acérquense!Cuando ellos se acercaron, él añadió:—Yo soy José, el hermano de ustedes, a

quien vendieron a Egipto. 5Pero ahora,por favor no se aflijan más ni se reprochenel haberme vendido, pues en realidad fueDios quien me mandó delante de ustedespara salvar vidas. 6Desde hace dos años laregión está sufriendo de hambre, y toda-vía faltan cinco años más en que no habrásiembras ni cosechas. 7Por eso Dios me en-vió delante de ustedes: para salvarles lavida de manera extraordinariab y de esemodo asegurarles descendencia sobre latierra. 8Fue Dios quien me envió aquí, y noustedes. Él me ha puesto como asesorc delfaraón y administrador de su casa, y comogobernador de todo Egipto. 9¡Vamos, apú-rense! Vuelvan a la casa de mi padre y dí-ganle: “Así dice tu hijo José: ‘Dios me hahecho gobernador de todo Egipto. Ven averme. No te demores. 10Vivirás en la re-gión de Gosén, cerca de mí, con tus hijos ytus nietos, y con tus ovejas, y vacas y todas

GÉNESIS 44:16 46

b 45:7 salvarles ... extraordinaria. Alt. salvarlos como un gran número de sobrevivientes. c 45:8 asesor. Lit. padre.

Page 47: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

tus posesiones. 11Yo les proveeré alimentoallí, porque aún quedan cinco años más dehambre. De lo contrario, tú y tu familia, ytodo lo que te pertenece, caerán en la mi-seria.’ ” 12Además, ustedes y mi hermanoBenjamín son testigos de que yo mismo lohe dicho. 13Cuéntenle a mi padre del pres-tigio que tengo en Egipto, y de todo lo quehan visto. ¡Pero apúrense y tráiganlo ya!

14Y abrazó José a su hermano Benjamín,y comenzó a llorar. Benjamín, a su vez,también lloró abrazado a su hermano José.15Luego José, bañado en lágrimas, besó atodos sus hermanos. Sólo entonces se ani-maron ellos a hablarle.

16Cuando llegó al palacio del faraón lanoticia de que habían llegado los herma-nos de José, tanto el faraón como sus fun-cionarios se alegraron. 17Y el faraón le dijoa José: «Ordena a tus hermanos que car-guen sus animales y vuelvan a Canaán.18Que me traigan a su padre y a sus fami-lias. Yo les daré lo mejor de Egipto, y co-merán de la abundancia de este país.19Diles, además, que se lleven carros deEgipto para traer a sus niños y mujeres, ytambién al padre de ustedes, 20y que no sepreocupen por las cosas que tengan quedejar, porque lo mejor de todo Egipto serápara ustedes.»

21Así lo hicieron los hijos de Israel. Joséles proporcionó los carros, conforme almandato del faraón, y también les dioprovisiones para el viaje. 22Además, acada uno le dio ropa nueva, y a Benjamínle entregó trescientas monedas de plata ycinco mudas de ropa. 23A su padre le en-vió lo siguiente: diez asnos cargados conlo mejor de Egipto, diez asnas cargadasde cereales, y pan y otras provisionespara el viaje de su padre. 24Al despedirsede sus hermanos, José les recomendó:«¡No se vayan peleando por el camino!»

25Los hermanos de José salieron deEgipto y llegaron a Canaán, donde residíasu padre Jacob. 26Al llegar le dijeron:«¡José vive, José vive! ¡Es el gobernadorde todo Egipto!» Jacob quedó atónito y noles creía, 27pero ellos le repetían una y otravez todo lo que José les había dicho. Ycuando su padre Jacob vio los carros queJosé había enviado para llevarlo, se reani-mó. 28Entonces exclamó: «¡Con esto mebasta! ¡Mi hijo José aún vive! Iré a verloantes de morirme.»

Jacob viaja a Egipto

46 Israel emprendió el viaje con todassus pertenencias. Al llegar a Berse-

ba, ofreció sacrificios al Dios de su padreIsaac. 2Esa noche Dios le habló a Israel enuna visión:

—¡Jacob! ¡Jacob!—Aquí estoy —respondió.3—Yo soy Dios, el Dios de tu padre —le

dijo—. No tengas temor de ir a Egipto,porque allí haré de ti una gran nación. 4Yote acompañaré a Egipto, y yo mismo haréque vuelvas. Además, cuando mueras,será José quien te cierre los ojos.

5Luego Jacob salió de Berseba, y los hijosde Israel hicieron que su padre Jacob, y sushijos y sus mujeres, subieran en los carrosque el faraón había enviado para trasla-darlos. 6También se llevaron el ganado ylas posesiones que habían adquirido enCanaán. Fue así como Jacob y sus descen-dientes llegaron a Egipto. 7Con él se llevó atodos sus hijos, hijas, nietos y nietas, es de-cir, a todos sus descendientes.

8Éstos son los nombres de los israelitasque fueron a Egipto, es decir, Jacob y sushijos:

Rubén, el primogénito de Jacob.9 Los hijos de Rubén: Janoc, Falú, Jezrón

y Carmí.10 Los hijos de Simeón: Jemuel, Jamín,

Oad, Jaquín, Zojar y Saúl, hijode una cananea.

11 Los hijos de Leví: Guersón, Coat yMerari.

12 Los hijos de Judá: Er, Onán, Selá, Faresy Zera. (Er y Onán habían muertoen Canaán).

Los hijos de Fares: Jezrón y Jamul.13 Los hijos de Isacar: Tola, Fuvá, Job y

Simrón.14 Los hijos de Zabulón: Séred, Elón y

Yalel.15Éstos fueron los hijos que Jacob tuvo

con Lea en Padán Aram,d además de suhija Dina. En total, entre hombres y muje-res eran treinta y tres personas.

16 Los hijos de Gad: Zefón, Jaguí, Esbón,Suni, Erí, Arodí y Arelí.

17 Los hijos de Aser: Imná, Isvá, Isví, Be-riá, y su hermana que se llamabaSera.

Los hijos de Beriá: Héber y Malquiel.

47 GÉNESIS 46:17

d 46:15 Padán Aram. Es decir, el noroeste de Mesopotamia.

Page 48: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

18Éstos fueron los hijos que Zilpá tuvocon Jacob. Zilpá era la esclava que Labán lehabía regalado a su hija Lea. Sus descen-dientes eran en total dieciséis personas.

19 Los hijos de Raquel, la esposa de Jacob:José y Benjamín.

20 En Egipto, José tuvo los siguientes hijoscon Asenat, hija de Potifera, sa-cerdote de On: Manasés y Efraín.

21 Los hijos de Benjamín: Bela, Béquer,Asbel, Guerá, Naamán, Ehí, Ros,Mupín, Jupín y Ard.

22Éstos fueron los descendientes de Ja-cob y Raquel, en total catorce personas.

23 El hijo de Dan: Jusín.24 Los hijos de Neftalí: Yazel, Guní, Jéser

y Silén.25Éstos fueron los hijos que Jacob tuvo

con Bilhá. Ella era la esclava que Labán leregaló a su hija Raquel. El total de sus des-cendientes fue de siete personas.

26Todos los familiares de Jacob que llega-ron a Egipto, y que eran de su misma san-gre, fueron sesenta y seis, sin contar a lasnueras. 27José tenía dos hijos que le nacie-ron en Egipto. En total los familiares de Ja-cob que llegaron a Egipto fueron setenta.

28Jacob mandó a Judá que se adelantarapara que le anunciara a José su llegada yéste lo recibiera en Gosén. Cuando llega-ron a esa región, 29José hizo que prepara-ran su carruaje, y salió a Gosén para recibira su padre Israel. Cuando se encontraron,José se fundió con su padre en un abrazo,y durante un largo rato lloró sobre suhombro. 30Entonces Israel le dijo a José:

—¡Ya me puedo morir! ¡Te he visto yaún estás con vida!

31José les dijo a sus hermanos y a la fami-lia de su padre:

—Voy a informarle al faraón que mishermanos y la familia de mi padre, quie-nes vivían en Canaán, han venido a que-darse conmigo. 32Le diré que ustedes sonpastores que cuidan ganado, y que hantraído sus ovejas y sus vacas, y todo cuan-to tenían. 33Por eso, cuando el faraón losllame y les pregunte a qué se dedican, 34dí-ganle que siempre se han ocupado de cui-dar ganado, al igual que sus antepasados.Así podrán establecerse en la región deGosén, pues los egipcios detestan el oficiode pastor.

47 José fue a informarle al faraón, y ledijo:

—Mi padre y mis hermanos han venidodesde Canaán con sus ovejas y sus vacas ytodas sus pertenencias. Ya se encuentranen la región de Gosén.

2Además, José había elegido a cinco desus hermanos para presentárselos al fa-raón. 3Y éste les preguntó:

—¿En qué trabajan ustedes?—Nosotros, sus siervos, somos pastores,

al igual que nuestros antepasados —res-pondieron ellos—. 4Hemos venido a viviren este país porque en Canaán ya no haypastos para nuestros rebaños. ¡Es terribleel hambre que acosa a ese país! Por eso lerogamos a usted nos permita vivir en la re-gión de Gosén.

5Entonces el faraón le dijo a José:—Tu padre y tus hermanos han venido

a estar contigo. 6La tierra de Egipto está atu disposición. Haz que se asienten en lomejor de la tierra; que residan en la re-gión de Gosén. Y si sabes que hay entreellos hombres capaces, ponlos a cargo demi propio ganado.

7Luego José llevó a Jacob, su padre, yse lo presentó al faraón. Jacob saludó alfaraón con reverencia,e 8y el faraón lepreguntó:

—¿Cuántos años tienes?9—Ya tengo ciento treinta años —res-

pondió Jacob—. Mis años de andar pere-grinando de un lado a otro han sido pocosy difíciles, pero no se comparan con losaños de peregrinaje de mis antepasados.

10Luego Jacob se despidió del faraón consumo respeto,f y se retiró de su presencia.

11José instaló a su padre y a sus herma-nos, y les entregó terrenos en la mejor re-gión de Egipto, es decir, en el distrito deRamsés, tal como lo había ordenado el fa-raón. 12José también proveyó de alimentosa su padre y a sus hermanos, y a todos susfamiliares, según las necesidades de cadauno.

La administración de José13El hambre en Egipto y en Canaán era

terrible. No había alimento en ningunaparte, y la gente estaba a punto de morir.14Todo el dinero que los habitantes de Egip-to y de Canaán habían pagado por el ali-mento, José lo recaudó para depositarlo en

GÉNESIS 46:18 48

e 47:7 saludó al faraón con reverencia. Lit. bendijo al faraón. f 47:10 se despidió del faraón con sumo respeto. Lit. bendijo alfarón.

Page 49: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

el palacio del faraón. 15Cuando a egipcios ycananeos se les acabó el dinero, los egipciosfueron a ver a José y le reclamaron:

—¡Dénos de comer! ¿Hemos de moriren su presencia sólo porque no tenemosmás dinero?

16Y José les contestó:—Si ya se les acabó el dinero, traigan su

ganado y, a cambio, les daré alimento.17Los egipcios llevaron a José su ganado,

es decir, sus caballos, vacas, ovejas y asnos,y a cambio de ellos José les dio alimentodurante todo ese año. 18Al año siguientefueron a decirle a José:

—Señor, no podemos ocultar el hechode que ya no tenemos más dinero, y deque todo nuestro ganado ya es suyo. Ya notenemos nada que ofrecerle, de no sernuestros propios cuerpos y nuestras tie-rras. 19¿Va usted a permitir que nos mura-mos junto con nuestras tierras? Cómpre-nos usted a nosotros y a nuestras tierras, acambio de alimento. Así seremos esclavosdel faraón junto con nuestras tierras. ¡Perodénos usted semilla, para que podamos vi-vir y la tierra no quede desolada!

20De esta manera José adquirió para elfaraón todas las tierras de Egipto, porquelos egipcios, obligados por el hambre, levendieron todos sus terrenos. Fue asícomo todo el país llegó a ser propiedad delfaraón, 21y todos en Egipto quedaron re-ducidos a la esclavitud.g 22Los únicos terre-nos que José no compró fueron los quepertenecían a los sacerdotes. Éstos no tu-vieron que vender sus terrenos porque re-cibían una ración de alimento de parte delfaraón.

23Luego José le informó al pueblo:—Desde ahora ustedes y sus tierras

pertenecen al faraón, porque yo los hecomprado. Aquí tienen semilla. Siembrenla tierra. 24Cuando llegue la cosecha, de-berán entregarle al faraón la quinta partede lo cosechado. Las otras cuatro partesserán para la siembra de los campos, ypara alimentarlos a ustedes, a sus hijos y asus familiares.

25—¡Usted nos ha salvado la vida, y he-mos contado con su favor! —respondie-ron ellos—. ¡Seremos esclavos del faraón!

26José estableció esta ley en toda la tierrade Egipto, que hasta el día de hoy sigue vi-gente: la quinta parte de la cosecha le per-

tenece al faraón. Sólo las tierras de los sa-cerdotes no llegaron a ser del faraón.

27Los israelitas se asentaron en Egipto,en la región de Gosén. Allí adquirieronpropiedades, prosperaron y llegaron a sermuy numerosos. 28Jacob residió diecisieteaños en Egipto, y llegó a vivir un total deciento cuarenta y siete años. 29CuandoIsrael estaba a punto de morir, mandó lla-mar a su hijo José y le dijo:

—Si de veras me quieres, pon tu manodebajo de mi muslo y prométeme amor ylealtad. ¡Por favor, no me entierres enEgipto! 30Cuando vaya a descansar junto amis antepasados, sácame de Egipto y en-tiérrame en el sepulcro de ellos.

—Haré lo que me pides —contestó José.31—¡Júramelo! —insistió su padre.José se lo juró, e Israel se reclinó sobre la

cabecera de la cama.

Bendición de Efraín y Manasés

48 Poco tiempo después le informarona José que su padre estaba enfermo.

Entonces fue a visitarlo y llevó consigo asus dos hijos, Manasés y Efraín. 2Cuandole avisaron a Jacob que su hijo venía a ver-lo, hizo un esfuerzo, se sentó en la cama 3yle dijo a José:

—El Dios *Todopoderoso se me apare-ció en Luz, en la tierra de Canaán, y mebendijo 4con esta promesa: “Te haré fe-cundo, te multiplicaré, y haré que tus des-cendientes formen una comunidad denaciones. Además, a tu descendencia ledaré esta tierra como su posesión perpe-tua.” 5Ahora bien, los dos hijos que te na-cieron aquí en Egipto, antes de que mereuniera contigo, serán consideradosmíos. Efraín y Manasés serán tan míoscomo lo son Rubén y Simeón. 6Los hijosque tengas después de ellos serán tuyos, ya través de sus hermanos recibirán su he-rencia. 7Cuando yo regresaba de PadánAram,h tu madre murió cerca de Efrata, entierra de Canaán, y allí la sepulté junto alcamino de Efrata, es decir, Belén.

8Al ver a los hijos de José, Israel preguntó:—Y estos chicos, ¿quiénes son?9—Son los hijos que Dios me ha concedi-

do aquí —le respondió José a su padre.Entonces Israel le dijo:—Acércalos, por favor, para que les dé

mi bendición.

49 GÉNESIS 48:9

g 47:21 quedaron reducidos a la esclavitud (Pentateuco Samaritano, LXX; véase también Vulgata); fueron trasladados alas ciudades (TM). h 48:7 Padán Aram. Es decir, el noroeste de Mesopotamia.

Page 50: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

10Israel ya era muy anciano, y por suavanzada edad casi no podía ver; por esoJosé los acercó, y su padre los besó y abra-zó. 11Luego le dijo a José:

—Ya había perdido la esperanza de vol-ver a verte, ¡y ahora Dios me ha concedidover también a tus hijos!

12José los retiró de las rodillas de Israel yse postró rostro en tierra. 13Luego tomó asus dos hijos, a Efraín con la *derecha y aManasés con la izquierda, y se los presentóa su padre. De esta manera Efraín quedó ala izquierda de Israel y Manasés a su dere-cha. 14Pero Israel, al extender las manos,las entrecruzó y puso su derecha sobre lacabeza de Efraín, aunque era el menor, ysu izquierda sobre la cabeza de Manasés,aunque era el mayor. 15Y los bendijo conestas palabras:

«Que el Dios en cuya presenciacaminaron mis padres, Abraham e

Isaac,el Dios que me ha guiadodesde el día en que nací hasta hoy,

16el ángel que me ha rescatado de todomal,

bendiga a estos jóvenes.Que por medio de ellos sea recordadomi *nombre y el de mis padres,

Abraham e Isaac.Que crezcan y se multipliquensobre la tierra.»

17A José no le agradó ver que su padrepusiera su mano derecha sobre la cabezade Efraín, así que tomando la mano de supadre, la pasó de la cabeza de Efraín a la deManasés, 18mientras le reclamaba:

—¡Así no, padre mío! ¡Pon tu mano de-recha sobre la cabeza de éste, que es elprimogénito!

19Pero su padre se resistió, y le contestó:—¡Ya lo sé, hijo, ya lo sé! También él ges-

tará a un pueblo, y llegará a ser importan-te. Pero su hermano menor será aún másimportante, y su descendencia dará ori-gen a muchas naciones.

20Aquel día Jacob los bendijo así:

«Ésta será la bendiciónque en Israel se habrá de pronunciar:

“Que Dios cuide de ticomo cuidó de Efraín y de

Manasés.”»

De este modo, Israel dio a Efraín la pri-macía sobre Manasés.

21Finalmente, Israel le dijo a José:—Yo estoy a punto de morir; pero Dios

estará con ustedes y los hará volver a la tie-rra de sus antepasados. 22Y a ti, que estáspor encima de tus hermanos, te doy Si-quén,i tierra que luchando a brazo partidoj

arrebaté a los amorreos.

Jacob bendice a sus hijos

49 Jacob llamó a sus hijos y les dijo:«Reúnanse, que voy a declararles lo

que les va a suceder en el futuro:

2»Hijos de Jacob: acérquense yescuchen;

presten atención a su padre Israel.3»Tú, Rubén, eres mi primogénito,

primer fruto de mi fuerza y virilidad,primero en honor y en poder.

4Impetuoso como un torrente,ya no serás el primero:

te acostaste en mi cama;profanaste la cama de tu propio

padre.5»Simeón y Leví son chacales;k

sus espadasl son instrumentos deviolencia.

6¡No quiero participar de sus reuniones,ni arriesgar mi honor en sus

asambleas!En su furor mataron *hombres,y por capricho mutilaron toros.

7¡Malditas sean la violencia de su enojoy la crueldad de su furor!

Los dispersaré en el país de Jacob,los desparramaré en la tierra de

Israel.8»Tú, Judá,m serás alabado por tus

hermanos;dominarás a tus enemigos,y tus propios hermanos se inclinarán

ante ti.9Mi hijo Judá es como un cachorro de

leónque se ha nutrido de la presa.

Se tiende al acecho como león,como leona que nadie se atreve a

molestar.10El cetro no se apartará de Judá,

GÉNESIS 48:10 50

i 48:22 Siquén. Alt. una franja de tierra. Palabra de difícil traducción. j 48:22 luchando ... partido. Lit. con mi espada ycon mi arco. k 49:5 chacales (lectura probable); hermanos (TM). l 49:5 espadas. Palabra de difícil traducción.m 49:8 En hebreo, Judá suena como el verbo que significa alabar.

Page 51: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

ni de entre sus pies el bastón demando,

hasta que llegue el verdadero rey,nquien merece la obediencia de los

pueblos.11Judá amarra su asno a la vid,

y la cría de su asno a la mejor cepa;lava su ropa en vino;su manto, en la sangre de las uvas.

12Sus ojos son más oscuros que el vino;sus dientes, más blancos que la

leche.ñ

13»Zabulón vivirá a la orilla del mar;será puerto seguro para las naves,y sus fronteras llegarán hasta Sidón.

14»Isacar es un asno fuerteechado entre dos alforjas.

15Al ver que el establo era buenoy que la tierra era agradable,

agachó el hombro para llevar la cargay se sometió a la esclavitud.

16»Dan hará justicia en su pueblo,como una de las tribus de Israel.

17Dan es una serpiente junto al camino,una víbora junto al sendero,

que muerde los talones del caballoy hace caer de espaldas al jinete.

18»¡SEÑOR, espero tu *salvación!19»Las hordas atacan a Gad,

pero él las atacará por la espalda.20»Aser disfrutará de comidas

deliciosas;ofrecerá manjares de reyes.

21»Neftalí es una gacela libre,que tiene hermosos cervatillos.o

22»José es un retoño fértil,fértil retoño junto al agua,cuyas ramas trepan por el muro.

23Los arqueros lo atacaron sin piedad;le tiraron flechas, lo hostigaron.

24Pero su arco se mantuvo firme,porque sus brazos son fuertes.

¡Gracias al Dios fuerte de Jacob,al Pastor y Roca de Israel!

25¡Gracias al Dios de tu padre, que teayuda!

¡Gracias al *Todopoderoso, que tebendice!

¡Con bendiciones de lo alto!

¡Con bendiciones del abismo!¡Con bendiciones de los pechos y del

seno materno!26Son mejores las bendiciones de tu

padreque las de los montes de antaño,que la abundancia de las colinas

eternas.¡Que descansen estas bendicionessobre la cabeza de José,sobre la frente del escogido entre sus

hermanos!27»Benjamín es un lobo rapaz

que en la mañana devora la presay en la tarde reparte los despojos.»

28Éstas son las doce tribus de Israel, yesto es lo que su padre les dijo cuando im-partió a cada una de ellas su bendición.

Muerte de Jacob29Además, Jacob les dio estas instruccio-

nes: «Ya estoy a punto de reunirme con losmíos. Entiérrenme junto a mis antepasa-dos, en la cueva que está en el campo deEfrón el hitita. 30Se trata de la cueva deMacpela, frente a Mamré, en la tierra deCanaán. Está en el campo que Abraham lecompró a Efrón el hitita, para que fuera elsepulcro de la familia. 31Allí fueron sepul-tados Abraham y su esposa Sara, Isaac y suesposa Rebeca, y allí también enterré aLea. 32Ese campo y su cueva se les compróa los hititas.»

33Cuando Jacob terminó de dar estas ins-trucciones a sus hijos, volvió a acostarse,exhaló el último suspiro, y fue a reunirsecon sus antepasados.

50 Entonces José se abrazó al cuerpode su padre y, llorando, lo besó.

2Luego ordenó a los médicos a su servicioque embalsamaran el cuerpo, y así lo hicie-ron. 3El proceso para embalsamarlo tardóunos cuarenta días, que es el tiempo re-querido. Los egipcios, por su parte, guar-daron luto por Israel durante setenta días.

4Pasados los días de duelo, José se diri-gió así a los miembros de la corte del fa-raón:

—Si me he ganado el respeto de la corte,díganle por favor al faraón 5que mi padre,antes de morirse, me hizo jurar que yo losepultaría en la tumba que él mismo sepreparó en la tierra de Canaán. Por eso le

51 GÉNESIS 50:5

n 49:10 el verdadero rey. Alt. Siló. Texto de difícil traducción. ñ 49:12 Sus ojos ... la leche. Alt. Sus ojos están oscurecidospor el vino; sus dientes, blanqueados por la leche. o 49:21 que ... cervatillos. Alt. que pronuncia hermosas palabras.

Page 52: NVI Santa Biblia, ultrafina, dos tonos italiano, flor

ruego encarecidamente me permita ir a se-pultar a mi padre, y luego volveré.

6El faraón le respondió:—Ve a sepultar a tu padre, conforme a la

promesa que te pidió hacerle.7José fue a sepultar a su padre, y lo

acompañaron los servidores del faraón, esdecir, los ancianos de su corte y todos losancianos de Egipto. 8A éstos se sumarontodos los familiares de José, es decir, sushermanos y los de la casa de Jacob. En laregión de Gosén dejaron únicamente a losniños y a los animales. 9También salieroncon él carros y jinetes, formando así uncortejo muy grande.

10Al llegar a la era de Hatad, que está cer-ca del río Jordán, hicieron grandes y so-lemnes lamentaciones. Allí José guardóluto por su padre durante siete días.11Cuando los cananeos que vivían en esaregión vieron en la era de Hatad aquellasmanifestaciones de duelo, dijeron: «Losegipcios están haciendo un duelo muy so-lemne.» Por eso al lugar, que está cerca delJordán, lo llamaron Abel Misrayin.p

12Los hijos de Jacob hicieron con su padrelo que él les había pedido: 13lo llevaron a latierra de Canaán y lo sepultaron en la cue-va que está en el campo de Macpela, frentea Mamré, en el mismo campo que Abra-ham le había comprado a Efrón el hititapara sepultura de la familia. 14Luego de ha-ber sepultado a su padre, José regresó aEgipto junto con sus hermanos y con todala gente que lo había acompañado.

La promesa de José a sus hermanos15Al reflexionar sobre la muerte de su pa-

dre, los hermanos de José concluyeron:«Tal vez José nos guarde rencor, y ahoraquiera vengarse de todo el mal que le hici-mos.» 16Por eso le mandaron a decir: «Antes

de morir tu padre, dejó estas instrucciones:17“Díganle a José que perdone, por favor,la terrible maldad que sus hermanos co-metieron contra él.” Así que, por favor,perdona la maldad de los siervos del Diosde tu padre.»

Cuando José escuchó estas palabras, seechó a llorar. 18Luego sus hermanos se pre-sentaron ante José, se inclinaron delantede él y le dijeron:

—Aquí nos tienes; somos tus esclavos.19—No tengan miedo —les contestó

José—. ¿Puedo acaso tomar el lugar deDios? 20Es verdad que ustedes pensaronhacerme mal, pero Dios transformó esemal en bien para lograr lo que hoy estamosviendo: salvar la vida de mucha gente.21Así que, ¡no tengan miedo! Yo cuidaré deustedes y de sus hijos.

Y así, con el corazón en la mano, José losreconfortó.

Muerte de José22José y la familia de su padre permanecie-

ron en Egipto. Alcanzó la edad de cientodiez años, 23y llegó a ver nacer a los hijos deEfraín hasta la tercera generación. Además,cuando nacieron los hijos de Maquir, hijo deManasés, él los recibió sobre sus rodillas.q

24Tiempo después, José les dijo a sus her-manos: «Yo estoy a punto de morir, perosin duda Dios vendrá a ayudarlos, y losllevará de este país a la tierra que prometióa Abraham, Isaac y Jacob.» 25Entonces Joséhizo que sus hijos le prestaran juramento.Les dijo: «Sin duda Dios vendrá a ayudar-los. Cuando esto ocurra, ustedes deberánllevarse de aquí mis huesos.»

26José murió en Egipto a los ciento diezaños de edad. Una vez que lo embalsama-ron, lo pusieron en un ataúd.

GÉNESIS 50:6 52

p 50:11 En hebreo, Abel Misrayin significa luto de los egipcios. q 50:23 él los recibió sobre sus rodillas. Es decir, fueronconsiderados como suyos.