Nuestra Rica Herencia - American Majority · Y ¿cómo sabemos que estos principios siguen siendo...

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Why America is Great: Nuestra Rica Herencia Volume I

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Why America is Great:Nuestra Rica Herencia

Volume I

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¿Qué principios? ¿No constituye acaso la gloria del pueblo americano el que, a pesar de su respeto hacia el modo de pensar de otras épocas y de otras naciones, no ha consentido que la ciega devoción por la antigüedad, la costumbre o los nombres, haya superado las iniciativas de su buen sentido, el conocimiento de su situación y las lecciones de su propia experiencia? Con este espíritu viril estarán en deuda, la posteridad porque poseerá las muchas innovaciones de que América ha sido teatro en favor de los derechos privados y el bienestar público.1

–James Madison, Federalista, N º 14

Un gran movimiento se está llevando a cabo entre los pueblos de América. Ciudadanos comunes -Muchos de los cuales jamás han estado envueltos en política- se están levantando y participando en sus gobiernos locales, tomando una posición en sus comunidades, trabajando conjuntamente con sus vecinos en ideas afines para defender lo que creen son sus derechos como estadounidenses. Escuchamos una y otra vez el llamado para que los Estados Unidos retornen a sus principios Fundadores. ¿Qué?

¿Cuales son estos Principios Fundadores? Nosotros, de alguna manera, instintivamente sabemos que estos principios tienen que incluir el derecho a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad. Muchos también creen que estos principios deben de incluir un gobierno limitado, la libertad de empresa, la libertad de religión y muchas otras cosas. Pero, ¿qué aspectos tienen estos principios en nuestros días, en el siglo 21? Y ¿cómo sabemos que estos principios siguen siendo relevantes in nuestra época? Teniendo en cuenta que estamos a 250 años de distancia de nuestra generación fundadora. Pero antes de ponernos a llorar por un retorno de estos Principios Fundadores, tenemos que hacernos estas dos preguntas:

1. ¿Qué son los Principios Fundadores? 2. ¿Por qué los queremos renovar?

América ha disfrutado -muchas veces sin darse cuenta- el gran legado de la Civilización Occidental. El entendimiento y la práctica de la dignidad humana y la libertad fueron desarrolladas, refinadas y transmitidas durante muchos siglos; desde las primeras sociedades en el Medio Oriente, los antiguos Griegos, los Romanos, Fundadores de América hasta nuestros días. De muchas maneras, los Estados Unidos de América son la expresión máxima del pensamiento Occidental. La idea que fue y es los Estados Unidos, le ha proporcionado a millones de personas un nivel de libertad y prosperidad sin precedentes en la historia de la humanidad. Hoy, parece instintivamente sabemos que queremos preservar e imitar estos principios de la Civilización Occidental que nos fueron transmitidos a través de nuestros padres fundadores. ¿Pero por qué? ¿Qué es lo que vemos en nuestros Fundadores y en sus principios que es tan digno de ser imitado? ¿Realmente apreciamos estos principios o simplemente no queremos perder la prosperidad que hemos disfrutado durante tanto tiempo? Para averiguarlo, vamos a echarle un breve vistazo a algunos de los puntos más importantes de nuestra herencia.

Principios Trascendentales ( Estos no aparecieron de la nada)

Primero, es importante entender que la Revolución Estadounidense no fue una “Revolución” como lo que conocemos hoy por revolución. Nuestros fundadores no fueron radicalistas buscando derrocar un establecimiento, ellos hubieran sido los primeros en oponerse a algo así. En vez de eso, ellos se esforzaron por preservar las costumbres antiguas y defender las libertades que ellos sintieron suyas por derecho y herencia. Ellos no crearon sus principios de la nada, al contrario, ellos trataron de reafirmar y de institucionalizar preceptos que ya estaban arraigados en su cultura. Alexis de Tocqueville, un joven francés que visitó y estudió en Estados Unidos en el siglo 19, se

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sorprendió de este aspecto no revolucionario de la Revolución Estadounidense y escribió “La revolución en los Estados Unidos fue producida por un sabor maduro y reflexivo acerca de la libertad y no por un vago e indefinido instinto de independencia. No fue apoyado por pasiones o desorden, por el contrario, este avanzó por el amor al orden y al legalidad.”2

Para los Fundadores, la libertad no fue un nuevo concepto abstracto, esta fue real y parte vital de sus vidas diarias. Ellos vivían en relativa libertad incluso bajo las reglas Británicas, es por eso que fueron los más conscientes, cuando Inglaterra comenzó a quitar esas libertades. Para la generación de los Fundadores, la libertad no era una moneda de cambio que se utilizaba para el trueque de privilegios o beneficios materiales, en vez de eso, ellos entendieron que la libertad era un derecho y una responsabilidad sagrada, algo que proteger celosamente. Ellos sabían que la libertad no se puede preservar por ella misma, ella sobreviviría y florecería solamente en la medida en que cada generación activamente la use y la pase a las siguientes generaciones.

Así que cuando los padres fundadores se enfrentaron a la tarea de redactar la Declaración de Independencia, y después la Constitución Estadounidense, se basaron fuertemente en esta rica acumulación de herencia e historia. Hoy, es popular enseñar que esos documentos fueron simplemente productos de la época en que fueron escritos, y que actualmente están desactualizados.

Pero por el contrario, estos documentos, en esencia, fueron el producto de muchos años y generaciones de pensamientos y de práctica. Los padres fundadores eran muy conscientes de esto, ellos reconocieron que habían llegado a un momento crítico en la historia de la humanidad, un momento que determinaría el carácter de los siglos venideros. “Tú y yo, mi querido amigo, hemos sido enviados a la vida en un momento en el que los legisladores de la antigüedad hubieran deseado vivir.” Escribió John Adams a su amigo y colega, George Wythe en 1776. Él continuó:

¿Cuantos pocos de la raza humana alguna vez habían disfrutado la oportunidad de hacer una elección de gobierno para ellos y sus hijos, más que del aire, del suelo o del clima? ¿Cuando, antes de esta época, habían tres millones de personas llenas de energía y de una justa oportunidad de establecer y formar el más inteligente y feliz gobierno que la sabiduría humana concibió?3

Entonces, ¿De dónde obtuvieron sus principios los Fundadores? ¿Como sabían en donde buscarlos conforme se acercaban al proyecto de una nación? Una mirada detallada

a nuestra enorme herencia, así como un estudio de la educación de los Fundadores, sus fuentes e intelecto, nos tomaría muchísimas

páginas más de las que podemos usar aquí. Pero haremos un breve resumen de nuestra herencia. Nosotros basamos nuestra moral, filosófica, legal y cultural herencia primeramente de las civilizaciones enumeradas a continuación:4

(Tenga en cuenta que los conceptos y las creencias que se expresan a continuación, son descripciones de las creencias de las culturas enumeradas.)

Los Hebreos

Nosotros le debemos mucho a los antiguos Hebreos, un pueblo que fue redimido de la esclavitud en Egipto por Dios y fue llevado a Canaán, la Tierra Prometida, “en donde corre leche y miel.”5

Muchos de los primeros colonos europeos en América, sobre todo los puritanos, se inspiraron del Antiguo Testamento y las imágenes, al igual que un grupo posterior de grandes combatientes por la libertad, como los afroamericanos y los abolicionistas que lucharon para poner fin a la esclavitud.

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De los Hebreos nosotros heredamos los conceptos fundamentales de nuestro pensamiento moral:

• Conciencia Moral: Los seres humanos tienen que responder ante su Creador La relación más fundamental en la historia de todos los tiempos, es esa entre el Creador (Dios) y la creación. De todas sus criaturas, Dios le concedió a los seres humanos el regalo de la comunicación y la voluntad (la capacidad de elegir su propio camino), pero Él es quien en última instancia, le exige a cada persona que le rinda cuentas por sus hechos, sean buenos o malos.

• La Ley Natural: Hay un orden inseparable en el universo El Creador ha puesto orden en el universo, está diseño para funcionar de acuerdo a ciertas leyes. Sus patrones son evidentes en el cambio de las estaciones, la órbita de los cuerpos celestes, y en el continuo ciclo de vida y muerte. Él le ha dado a los humanos la capacidad de discernir este orden y estas leyes mediante la observación de estos patrones en la acción.

• dignidad inseparable: Los seres humanos son creados a la imagen de Dios El ser humano es la única criatura a la cual Dios le dio su propia imagen, sino que también le dio vida, haciéndolo superior a los demás seres vivos. Aunque los humanos han corrompido su naturaleza por el pecado, conservan, por la gracia, la marca que identifica a la imagen de Dios. Debido a esto, el hombre tiene una dignidad inseparable que no deben ser violada. Ningún hombre tiene derecho a humillar, contaminar, abusar o esclavizar a otro, sino que tiene el deber de respetar los derechos de cada persona, el cuerpo y la propiedad.

• Necesidad de la Ley: Los seres humanos son criaturas caídas Cuando los seres humanos rechazaron la autoridad de Dios en el Jardín del Edén, ellos cayeron en desgracia y se convirtieron en criaturas caídas. Esta naturaleza baja y carnal, que se transmite de generación en generación, provoca en la gente hacer lo que ellos desean, no lo que deberían. Con el fin de preservar el orden en la sociedad, los Fundadores creían que la naturaleza caída del hombre debe ser restringida a través de la ley.

Los Griegos

Los antiguos Griegos fueron de los primeros pueblos que intencionalmente organizaron sus sociedades acorde a principios democráticos. Las obras, dichos y hechos de los grandes filósofos Griegos y hombres de estado, Sócrates, Platón, Aristóteles, Solón, Pericles, fueron ampliamente estudiados, citados y respetados entre los colonos Americanos educados. De los Griegos heredamos algunos de los principios fundamentales de nuestra filosofía política:

• El ser humano es un ser racional Los Griegos reconocieron en los seres humanos la capacidad de racionar, una capacidad que los distingue de los demás seres vivos. Sólo los seres humanos tienen la capacidad, mediante la razón, de descubrir las cualidades de sí mismos, su mundo y el universo y también tienen la capacidad de utilizar este conocimiento para mejorar su carácter y el de las comunidades en que viven.

• El ser humano es un animal social Los Griegos creían que el ser humano es un animal social cuya naturaleza le obliga a asociarse con otros seres humanos. Dado que ningún individuo puede lograr una verdadera autosuficiencia por su cuenta, la gente debe formar comunidades con el fin de mantenerse a sí mismos, colectiva e individualmente. El ideal de una comunidad, decían los Griegos, es la Polis, en la que cada ciudadano logra la perfección moral a través de su servicio a la colectividad.

• El orden es requerido tanto en el alma como en la sociedad La ética y la política están estrechamente relacionadas en el pensamiento Griego. Los filósofos creían que tanto el alma humana y la sociedad civil operan de acuerdo con los mismo principios naturales. Ambos requieren orden. Los Griegos creían que toda sociedad es, en esencia, un reflejo de las almas de sus ciudadanos. Un ciudadano debe dominar sus pasiones luchando dentro de su alma mediante

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el cultivo de un estilo de vida de virtud, y cuando las almas de los ciudadanos están en orden, la sociedad civil también.

• La política es una ciencia Los Griegos sentaron las bases de la ciencia política. Ellos fueron los primeros en discutir en profundidad las diferentes etapas de la asociación humana, los méritos de los diversos modelos políticos, y la tendencia de los gobiernos hechos por el hombre en degenerar en tiranía.

Los Romanos

Los Romanos, son un pueblo admirable de gran capacidad militar y de ingeniería, conquistaron y sometieron gran parte del mundo conocido, como Grecia. Mientras que los romanos tendían a gobernar a sus súbditos con mano de hierro, ellos también fueron pioneros en la codificación del derecho y lograron avances en los conceptos de libertad, separación de poderes en el gobierno y balancearon la tensión de la relación de los individuos con el estado.

Hemos heredado de Roma, a través de los Ingleses, las bases de nuestro pensamiento jurídico:

• La Capacidad Legal de los hombres y la Fundación de Derecho Civil La libertad, los romanos creían, era un regalo especial a su pueblo de los dioses, y, por tanto una propiedad inviolable de todo ciudadano. Se hizo mucho hincapié en la ley como la salvaguardia de esta libertad y la conservación de su cultura única. Los romanos creían que las buenas leyes protegían al pueblo del poder general del Estado y también defendió la autoridad del Estado en contra de los caprichos de la gente.

• El concepto de Patria Romanos se refirieron a su tierra como patria. Ellos veían al Estado como un padre benévolo que se preocupaba por el bienestar de sus ciudadanos. Los romanos creían que tenían una misión divina para conquistar el mundo, el Estado era el “ser”, por así decirlo, a través del cual ellos podrían cumplir con esta misión y llevar a todos los pueblos la influencia del Imperio.

• Los deberes y las cualidades del ciudadano leal El enfoque de la vida política romana era la relación entre el Estado y el ciudadano. El estado protegía y le proveía al ciudadano, a cambio de su lealtad inquebrantable y de servicios. A los ciudadanos se les recordaba constantemente de su deber al estado por la exhibición pública de emblemas patrióticos, esculturas, uniformes, y la arquitectura.

• Principios del gobierno representativo y la separación de los poderes En algunas maneras, el gobierno romano fue diseñado para salvaguardar la libertad del ciudadano individual. En diferentes momentos a lo largo de la historia del Imperio, el poder político se dividió entre los funcionarios públicos y los órganos políticos. No exclusivamente una autoridad individual tenía el poder para crear leyes o emitir juicios, sino que cada ciudadano tenía el poder de elegir a sus representantes.

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Los Ingleses

Mientras que varios países europeos exploraron e invirtieron en el Nuevo Mundo, los Ingleses ganaron en última instancia el dominio sobre el continente y dejaron las raíces más profundas. Es de los Ingleses, por lo tanto, los conceptos de gobierno en los cuales los Estados Unidos en gran parte se basaron.

• Derecho Común El derecho consuetudinario es un cuerpo de leyes no codificadas, costumbres y decisiones judiciales que los Ingleses han considerado tradicionalmente como su autoridad legal soberana. El derecho consuetudinario no fue creado por un individuo o una generación, sino que ha evolucionado a lo largo de varias generaciones y ha sido probado, modificado y aprobado por cada uno de ellos. Debido a que el derecho común se basa en la ley natural, que ordena la misma autoridad sobre todos los ciudadanos, el rey y los plebeyos. Este estado de derecho protege la libertad del individuo, permitiéndole ejercer responsablemente el derecho a la vida y la propiedad.

• Concepto de Autonomía La Reforma protestante hizo hincapié en el concepto de que Cristo es el único mediador entre Dios y el ser humano. Por lo tanto, ningún poder temporal puede ejercer autoridad sobre la conciencia de una persona, ni puede violarle el derecho a las libertades que Dios le ha dado. Toda persona tiene la responsabilidad de cuidar de su comportamiento y cultivar una conciencia limpia. Las autoridades temporales o gubernamentales existen no para interpretar la ley de acuerdo a sus propios caprichos, sino por el contrario para recompensar a aquellos que la cumplen o castigar a quienes la violen.

• Gobierno Representativo y Separación de Poderes Los Ingleses se adhirieron a la máxima, Quod omnes tangit ab omnibus approbetur: “Lo que preocupa a todos, debe ser aprobado por todos.”6 En consecuencia, Lo Ingleses crearon el Parlamento para representar los intereses del pueblo ante el rey. El Parlamento se compone de dos casas, los Lores y los Comunes. Aunque cada una de estas casas influye, la Cámara de los Comunes es la más poderoso, ejerciendo tanto el control del dinero y la capacidad de hacer las leyes. El modelo del Parlamento en gran medida influyó en el diseño de la legislatura bicameral de los Estados Unidos.

• Equilibrio de poder: La tensión entre Iglesia y Estado Durante la Edad Media, los nobles, el clero y el pueblo se enfrentaron entre sí por el poder. Cada uno de estos grupos desempeñó un papel único dentro de la sociedad, y la tensión entre ellos tres evito que alguno de ellos obtuviera más autoridad sobre los demás. El poder que se ejerce de forma colectiva impide la centralización del poder dentro del gobierno. Esta tensión de la energía se convirtió en el concepto de “frenos y contrapesos.”

¿Por qué escuchar a esos hombres blancos de peluca ya muertos?

Hoy la retorica popular trata de enseñarnos que nuestros Fundadores no fueron en realidad hombres extraordinarios. Ellos fueron motivados, nos han dicho, por intereses económicos, por su posición social y por sus intereses personales. Mientras esta retorica algunas veces exagera, es importante reconocer que mucho

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de eso es en parte cierto. Los firmantes de la Declaración de Independencia, por ejemplo, fueron de hecho todos hombres blancos. Algunos fueron campesinos o comerciantes, pero otros como John Hancock, fueron hombres de grandes recursos muy ricos. Y otros inexcusablemente poseían esclavos. Ellos fueron hombres imperfectos; ellos tenían vicios que no se podían pasar por alto o excusarlos.

Es importante en nuestro tratamiento de los Fundadores, que no nos hagamos los de la vista gorda con respecto a su condición humana. Sin embargo, la característica más notable de los Fundadores es que ellos estuvieron conscientes de estas debilidades, y si no fue de sus debilidades personales por lo menos de las debilidades de la raza humana. Esta consciencia formó la base de muchos de sus más importantes decisiones mientras diseñaban el gobierno Estadounidense. También aprendieron la lección de la inexactitud humana de la manera difícil, como lo veremos más adelante en estos panfletos.

Vamos también a recordar que el mundo en el que los Fundadores vivieron fue muy diferente del nuestro, un mundo menos diverso de la manera en que nosotros hoy entendemos como diversidad. Pero nuestro mundo hoy es muy diverso precisamente por las ideas que estos hombres imperfectos, blancos y de peluca escribieron en un papel.

Los Padres Fundadores, no tuvieron los precedentes que tenemos hoy. Ningún grupo de personas habían hecho lo que ellos hicieron, lo que hace que sus obras sean aun. Es precisamente porque ellos pensaron de manera diferente a los de su generación, que fueron capaces de hacer lo que nunca antes alguien había hecho. En 1776, los Fundadores no tenían garantizado de que sus esfuerzos tendrían éxito, o de que ellos sobrevivirían. Ellos no podían poner su confianza en su fuerza de trabajo o recursos, pero si podían y pusieron su confianza en sus principios porque ellos sabían que eran verdaderos. ¿Cómo ellos sabían esto? Porque los principios fueron trascendentales. La razón por la cual estos principios han sobrevivido, prosperado y permanecido a través de los tiempos, es porque ellos son atemporales. Nuestra nación ha sobrevivido y prosperado porque los Fundadores tuvieron la amplia visión de mirar más allá de sus propias comunidades, la cultura, la generación y el tiempo, y basaron nuestro gobierno en estos principios. Ellos miraron al pasado y aprendieron de la historia que funciono y que no. Ellos comprendieron los aspectos poco halagadores de la naturaleza humana, y en vez de restarles importancia, se enfrentaron a ellos y construyeron salvaguardias en contra de ellos. La construcción de una nueva nación sobre principios que incluso no entenderían perfectamente ni aplicarían perfectamente, pero ellos sabían que estos principios eran verdaderos y que valía la pena pelear y morir por ellos. Vamos también, imperfectamente, a seguir sus ejemplos.

No debemos depositar nuestras esperanzas o tratar de construir

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nuestro futuro con las modas o las “logias”, o incluso los movimientos del momento, sino en los principios que han resistido la prueba del tiempo. Ha llegado el momento de renovar los principios de nuestra nación, para aprender a aplicarlos en la época en que vivimos ahora.

Los Estados Unidos de América, han producido más libertad, han creado más oportunidades y han ofrecido refugio y casa a más personas, que cualquier otra nación del mundo. Mientras nuestra nación sigue aprendiendo lecciones dolorosas de nuestra experiencia con la injusticia y los prejuicios, Los Estados Unidos, han mostrado una notable resistencia una capacidad de aprender de sus errores, y una habilidad de continuar sobresaliendo más que cualquier otro pueblo. Mientras cada generación es modelada por su contexto histórico y social, es miope interpretar a los Fundadores y sus principios de esta manera. De hecho, hacerlo sería extremadamente hipócrita. Para nosotros como pueblo que hemos continuado operando sobre estos principios, con gran éxito social y económico, durante muchas décadas desde que se firmó la Constitución. Estos principios tomaron a un pequeño pueblo agrario en el límite del mundo Euro-céntrico y lo convirtieron en una de las naciones más grandiosas de la historia, sino es que la más grandiosa que le mundo haya visto. Por lo tanto los Principios Fundamentales valen la pena examinarlos, preservarlos e imitarlos: -Usted puede saber mucho de una idea viendo el fruto que esta produce.-

Nuestra necesidad hoy no se trata tanto de volver a los Principios de la Fundación, sino de renovarlos y aplicarlos de nuevo en nuestra época. Nos hemos alejado de estos principios, pero como un barco en un mar turbulento, las nubes se han abierto y podemos ver la estrella del Norte de nuevo. Estos principios, han perdurado como testimonio señalando el camino de la libertad para todas las personas. Estos permanecen incondicionales, verdaderos y atemporales mostrándonos el camino que tenemos que seguir.

1. Alexander Hamilton, James Madison, and John Jay, The Federalist Papers, ed. Garry Wills (New York: Bantam Books, 1982), 66-67.2. Alexis de Tocqueville, Democracy in America, trans. and ed. Harvey C. Mansfield and Delba Winthrop (Chicago: University of Chicago Press, 2000), 67.3. John Adams, Thoughts on Government (Philadelphia: Pamphlet printed by John Dunlap, 1776; Boston: Reprinted by John Gill, in Queen-Street, 1776). Accessed online at http://www.pbs.org/wgbh/amex/ad-ams/filmmore/ps_thoughts.html.4. The concept for this section was drawn largely from two excellent sources: The Roots of American Order, by Russell Kirk (La Salle, IL: Open Court, 1974), and Deliver Us From Evil: Restoring the Soul in a Disin-tegrating Culture, by Ravi Zacharias (Nashville: W Publishing Group, 1997).5. Exodus 3:7-8, New International Version. “The LORD said, ‘I have indeed seen the misery of my people in Egypt. I have heard them cry-ing out because of their slave drivers, and I am concerned about their suffering. So I have come down to rescue them from the hand of the Egyptians and to bring them up out of that land into a good and spa-cious land, a land flowing with milk and honey.’”6. Russell Kirk, The Roots of American Order (La Salle, IL: Open Court, 1974), 197-198.

Endnotes

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