^NSAYO DE LIN ESTLIDIO

ECONOMICO -AGRICOLA, COM-

PARATIVO, SOBRE LOS ABO-_

NOS MINERALES EN ESPANA

^nsayo de ^xn est^xdío econórníco-agrícola, comparativo, sobre 1oS

abonos rnínerales en ^,spaña

Se reúnen en eate prímer eatudio sobre la economía de los

abonoa minerales, al lado de los datoa estadíaticos relativoa a Es-

pafia, otros de carácter internacional aobre la miama cuestión.

Como es bien sabido, el aapecto económico de esta industria no

puede eatudiarae sobre ningún país aialadamente, puea ea raro

el que, aun en eata coyuntura de contracción de los cambios co-

merciales, se basta para su conaumo con au producción en los

tres grandea grupos -fosfóricos, nitrogenados y potásicos- que

conatituyen la induatria.

La importancia que en la groducción induatrial ^ en el con-

sumo de la agricultura correaponde a los abonos, ju^tifica la pre-

aentación de eate eatudio a pesar de las lagunas e imperfecciones

que se advertirán en él. Mae como es nuestro propósito volver

sobre el tema en otraa ocasiones, para ofrecer periódicamente

un panorama de la economía de esta importantíaima rarna de la

producción química, ya diapondremos de lugar para perfeccio-

nar eata labor.

Entre estas imperfeccionea aparecerá al primer examen, la

falta de uniformidad en la extenaión de las aeries eatadísticae y

la diversidad de orígenea en el estudio de aus variacionea. Hemos

pretendido presentar loa dato^ del tíltimo decenio y los de 1913,

éstoa como término de comparación para la época de anteguerra.

En la mayor parte de loa casoa no ha sido todavía poaible con-

aeguirlo, bien por la inexistencia de datos, o bien por las díficul-

tAdea de eu recopilación.

J

-130-

La naturaleza misma de la cuestión estudiada, el peligro delas comparaciones entre datos de origen internacional, la inter-ferencia con problemas de índole no económica-en los abonosnitrogenados especialmente-, nos ha aconsejado extrema parque-dad en las conclusiones. Pero aun con este criterio queda interéssobrado a las cifras que presentamos para merecer la atenciónde quienes están interesados, en una u otra forma, por el pro-blema de la fertilización del suelo agrícola.

La producción mundial

Liquidada la crisis económica que se desarrolló en los añosde trasguerra, la producción de abonos minerales presentaba yavaríaciones importantes respecto a la estructura del primer de-

Fo:fóricos. cenio del siglo. En los abonos fosfóricos logra destacar, señalada-mente, la producción de fosfatos del Norte de Africa. Es tambiénnotable el decrecimiento en la producción de escorias de desfos-

Potásícos. foración. En los potásicos se advierte el lógico incremento de la

producción francesa y el comienxo de la explotación en Italia,

Nitrogenados. Estados Unidos de América y, sobre todo, España. El hecho de

más transcendencia corresponde al grupo de los abonos nitroge-

nados. Es el predominio de la producción industrial -nitrógeno

sintético o nitrógeno como subproducto- sobre la producción

mineral, predominio que parece tomar carácter de permanencia.

La produceión de abonos nitrogenados se compone ya en esta

época de nitrato sódico natural, sulfato amónico, obtenido en gran

parte como subproducto, y abonos sintéticos, principalmente ni-

tratos, en proporciones no muy diversas.

Hasta el principio de la crisis económica que aun padecemos,

en 1929, la industria química fué una de las más prósperas y su

producción se mantuvo, en 1930, muy por encima de la media

del período quinquenal precedente. En 1931 la producción total

de abonos descendió un 25 por 100 y hasta un 37 por 100 en

Fosfóricos. 1932. La producción de fosfatos naturales y super£osfatos aumen-

tó hasta 1930 en que los índices son 125 y 114, respectivamente,

(media 1924-28 = 100), pero diaminuyó fuertemente en los

siguientes años hasta el punto de ser la .de 1932 inferior a la de

- 131 -

1913 (los índices son 74 y 77 en 1932 y?6 y 85 en 1913).

La producción de escorias, que descendió hasta 1926, alcanzó

su máximo en 19?9, reduciéndose en 1932 casi a la mitad de

1913. La producción de potasa descendió desde 1929 (los índi- PotcSsicoa.

ces son 132 en 1929 y 72 en 1932 ); la reducción alcanzó un

SO por 100 en Alemania y un 38 por 100 en Francia. Pero el Nitrogenados.hecho de mayor importancia sigue dándoae en los abonos nitro-genados. La producción de nitrato de Chile, que en 1928 había

logrado vencer la acusada marcha descendente, cae de nuevo dea-

de 1930, en decrecimiento tan rápido que en 1932 sálo fué la

cuarta parte de la de 1913. Los abonos nitrogenados artificiales

no iniciaroñ el descenso hasta 1931 y éste fué de proporciones

mucho más reducidas, especialmente para el sulfato amónico.

Parece que 1933 ha permitido una recuperación parcial delas posiciones de años anteriores. Los fosfóricos parece que han . Fo:fóricos.

ganado un 10 por 100, principalmente por los superfosfatos ya

que la crisis de la producción de fundición repercute en la deescorias Thomas y Martin. La producción de salee potásicas en Potá:icos.Francia y Alemania -que entre ambas representaron el 95 por100 de la producción mundial en 1925-29- parece acusar un li-

gero aumento en 1933. La característica de los años próximos pa-

rece que ha de ser el aumento de influencia de los nuevos países

productores, en los que destacan España y Rusia. También los ni- Nitrogenado:.trogenados artificiales han encontrado mejor acogida en 1933.Las fábricas han trabajado a un 4$ por 100 de su capacidad fren-

te a un 42 por 100 en 1932. La mejor situación ha correspondido

asimismo al sulfato amónico. Es muy apreciable también el

aumento del nitrato noruego, con un índice de 207 en 1933, cin-

co veces la producción de 191.3 y un 20 por 100 más que en 1932.

En cuanto al nitrato de Chile, la caída ha sido tal que no la iguala

ningún otro producto industrial. El índice de 1933 es 19 (me-

dia 1924-28 = 100) frente a 118 en 1913. Y se calcula que el

stock actual equivale al consumo de tres años al nivel presente.

Los nitratos sintéticos de Noruega, que representaban en 1913,

en cantidad, tres centésimas del nitrato de Chile, se han igualado

con éste en 1933.

Los productores franceses, alemanes y polacos de potasas,

- 132 -

están ligados por un acuerdo que reglamenta el reparto de los

mercados. Existe aaimismo un convenio entre los productores

europeas de nitrógeno, quienes a su vez han convenido con la

Sociedad de ventas del nitrato cliileno un acuerdo sobre los

contingentes del producto natural a repartir entre los mercados

europeos, acuerdo que alcanza también a las condiciones de

precios.

En resumen, puede decirse que la industria de los abomoe

minerales mantuvo, en el período 1928-1930, una posición se-

ñaladamente más próspera que cualquier otra produceión de ma-

terias primas, descendiendo desde la última fecha con mayor in-

tens'idad que éstas, consecuencia de la desfavorable situación de

la industria agrícola, excepto en Asia, donde la producción ja-

ponesa de abonoa sintéticos viene en continuado y señaladísimo

aumento. El próximo porvenir de los abonos minerales será de-

terminado por la evolución, incierta en estos momentos, de la

orisis económica general.

La producción espoñola

La produeeión española está constitufda por las sales potá-

sicas de la cuenca catalana, que se extiende a lo largo de los Pi-

rineos, y la fosforita de Cáceres, como industrias extractivas, más

la fabricación de superfosfatos en unas cuarenta fábricas distri-

buídas por el territorio nacional y concentradas en su mayor parte

en manos de dos empresas de distinta capacidad. Tiene importan-

cia también la obtención de sulfato amónico, como subproducto,

aunque sólo representa un pequeño tanto por ciento -el S en

1933- del eonsumo nacional de eate producto.

Sales potásicas. De las sales potásicas extraídas se obtiene casi exclusivamente

cloruro potásico -87.203 tonelaáas de cloruro y 451 toneladas

de sulfato potásico, en 1932-. Loe yaeimientos potásicos espa-

ñoles están controlados por tres grupos financieros.

Destinada la produeción de fosfóricos y nitrogenados al cou-sumo interior, la maxeha de las industrias respectivas no aparece

Fosforita y su- en estrecha relación con la producción mundial. La grodueciánperfosfatos. de faeforita crece fuertemente desde 1927 hasta 1933 can la sola

- ]33 --

excepción de 1930. Los superfosfatos están en 1933 al nivel áe

1929 después de varias oscilaciones de poca intensidad, y alcan-

zan respecto a 1924 un aumento del 40 por 100. Es muy irregu-

lar la producción de sulfato amónico, pero no nos detenemos en

ello por ser incompletos los datos recogidos. l.a industria de la

potasa, orientada a la exportación, aeñala un notable crecimiento

(índice de 1933 -= 212 e índice de 1929 ^= 100) muy lógico

en una industria nueva que aun no ha llegado a la posición de

equilibrio.

La producción de fosforitas y euperfosfatos no tiene otra li-

mitación que la nacida del consumo nacional, mas como loe se-

gundos disponen ya de todo el rnercado, el aumento de su pro-

ducción depende del f.uturo aumento del consumo. La produc-

ción de sales potásicas resultará influfda por la marcha mundial

de la industria y los acuerdos internacionales entre produc-

tores.

EI come^cio mundial

Si la produeeión mundial de abonos minerales decrece sin

excepción en los afioa 1930, ] 931 y 1932, el comercio exterior

representado por las exportaciones netas mundiales presenta y a

en 1931 un favorable cambio de rumbo para algunos productos.

El comercio de abonos nitrogenadoe artificiales acusa en 1932 un Nitrogenadosartificiales.alxa apreciable respecto a 1931. Esto significa un incremento de

demanda, logrado sin duda por la baja de precios, que se tradujo

en una liquidación parc.ial de los stocks acumulados en afios an-

teriores. No sucede lo mismo para los abonos fosfóricos, lae sales

potásicas ni los nitratos naturales, cuyo coinercio decrece todavía

en 1932 reapecto a 1931. Hay, puea, una franca diferencia de

aituación en favor de los abonos nitrogenados artificiales.

Fosfóricoe, salespotbsicos y ni-tratos naturales.

Como en la producción, lo rnás saliente del comercio mun- Nitratode Chile

dial es la contracción de la venta del nitrato de Chile, cuyo ín-

dice en 1932 es 19 (media 1924-28 = 100) frente a 113 en1913. La cianamida cálcica es, entre los nitrogenados artificiales, Cianamida, ni-

quien no parece en camino de recobrar, con el empuje de loe trato c^lcico yfl ó

productos similares, la posición de los prósperos añoe anterioresato amsu nico

- 134 -

a 1930. Su índice ea 64 en 1932, 53 en 1931 y 151 en 1930. Los

del nítrato cálcico, en las mismas fechas, son 225, 206 y 258. Los

del sulfato amónico, 132, 129 y 131, respectivamente.

EI comercio exterior de España

Las características de nuestro comercio exterior de abonos

químicos, en el último decenio, pueden resumirse en muy pocaa

palabras: disminución intensa en el valor de la importación; os-

cilaciones poco importantes en la cantídad de la misma; fuerte

incremento de la exportación; tanto en cantidad como en valor.

El saldo del comercio exterior, es deeir, la diferencia entre im-

portación y exportación, acusa siempre, hasta 1933 inclusive, un

excedente de la primera, que disminuye en valor rápida y cons-

tantemente desde 1929.

En estos resultados globales influyen muy diversamente lasSuper#osfatos. distintas categorías de abonos. De 1928 a la fecha ha desapare-

cido prácticamente la importación de superfosfatos. Desde

193.925 toneladas importadas en 1927, con un valor de

16.484.000 peaetas oro, a 423 toneladas, por valor de 98.000 pe•

setas oro en 1933. Sin ninguna importancia las exportaciones de

este producto, puede decirse que los superfosfatos han desapare-Escorías. cido de nuestro comercio exterior (1). Se reduee asimismo gran-

demente la importación de escorias hasta el punto de haber su-

perado en cantidad, en 1931, la exportación a la importación,

aunque no en valor.

NítratodeChíle, Disminuyen también, en valor, las importaciones de nitratosulfatoamdnico,

sódico, sulfato amónico y cianamida cálcica -la exportación decianamída y ní-tratos sintéticos. estos productos es, prácticamente, nula- en los años últimoe, en

mayor proporción el nitrato de Chile, y aumenta de año en año

(1) En cuanto a loa foafatoa naturalea no ee pttede apreciar por lae cifras con•signadas en loa cuadros, procedentes de las estadísticas de Aduanas, su importaciónreal, con deatino en gran parte a la fabricaeión nacional de auperfoafatos; es po-aible que una parte de ellos se introduzca bajo otra denominación, por ejemplo,por la partida de superfoafatos cuyo título en la nomenclatura erancelaria dice esí:^Partida 890. - Superfosfatos de Cal, fosfetos precipitadoa y otroa abonoa fosfa•tadoe qufmfcoe„.

^,co^^ r^^.co-7h^r , `u o^-Jao-^.,c^..Z^a

^ -.

_ : Ni^

^.

^.

^' ' ^(,

^f ^_ - o ^^ ^.̂ ,---

,̂-

^,N

`

- -- ^ -- -

,

^

^

^ O h

^- -

,

Í ^`

^^

^

•

^

^^ ^ ^ ^ ^

^o°,h

8 ?^+ V

$M

°0̂ 8O

° °h ^

8 8̂y 8 0 04i ^1 Ki R rY O

o^

gOo m̂

go

ghm

oó gN oti

0óm

0 0 0° ó ^^1h co Q

0Qm

0oh o

0 0 0 0 0 0o ^ Ĥ o 0 ob o y ow ^ V ro ^ ^

8y $o a. ..

n8M..

o g0+on ^^

ó 000̂ ^a

0

8 ó00 ó

ó ó 00 0 ó ó ó ó o ó óm(0

0^o ĥ á v m

^^°a m ti r^

01

en caritidad y valor la importación de nitratos sintéticos. Es digno

de mención el año 1932 en la importación de sulfato amónico;

en él alcanza la cifra record de 440.354 toneladas, correspon-

diendo con una fuerte baja de precio en el mercado exterior.

Obsérvese sin embargo que el valor de este incremento en la im-

portación de nitratos sintéticos no compensa en ninguna forma

la reducción sufrida en la entrada de los demás abonos nitroge-

nados. Las posiciones relativas del sulfato amónico, los nitratos

sintéticos y el nitrato de Chile se han modificado extraordinaria-

mente en pocos años. En 1927, la importación neta de nitrato

sódico -126.503 toneladas- fué poco inferior a la de sulfato

amónico -169.113 toneladas-; la de nitratos sintéticos fué tan

sólo de 13.677 toneladas. En 1933 la importación neta de nitrato

sintético -6b.588 toneladas- supera a la de nitrato de Chile

-55.267 toneladas- y ésta es muy inferior a la de sulfato amó-

nico, que fué de 289.098 toneladas. La importación de cianamida

es la de menor importancia entre los abonos nitrogenados: 1.293

toneladas en 1927 y l.lll en 1933.

Desde 1929, la exportación de sales potásicas, que se inícia Sales potb:ica^r,

en 1925, supera en cantidad y valor a la importación. Con doblemotivo por el movimiento inverso de exportacicín e importación;

mientras aquélla aumenta ésta disminuye. Sin embargo, la im-

portación subsiste, pues consumiéndose en España cloruro potá-

sico y sulfato potásico, sólo se produce en nuestro pais el prime-

ro. En 1927 entran en España 23.454 toneladas de sales potási-

cas y salen 7.549. En 1933 entran 2.541 y salen 198.656 tonela-

das de sales potásicas (1).

^l) Lae cifrae de importación de sales potáeicas tienen poca signi8cación porquelas estadíaticas de Aduanas no regiatran las ^nercancíae que entran en Canarias y seconsumen allí. Como luego veremos, es Canarias la región que consume mayorcantidad de aulfato potásico, que no ae produce en Espafís, de manera que la im-portación de sales patásicas es senaiblemente superior, teniendo en cuenta a Ca-narias, a las cifras aquí consignadas.

Advertiremos, de paso, que aunque las eatadíaticaa aduaneras ae refieren al añonatural, muchae partidas importadas en los últimos meses del año no toman cuerpoen la estadíatica hosta el año aiguiente. Todo ello, wiido a que las estadísticae deconsumo de abonos ae cierran con octubre, hace impoaible -y téngase bien encuenta- la comparación directa de laa estadísticas de prodncción, comercio exteriory consumo de abonoe.

- I36 -

La tendencia ae nuestro comerĉio exterior de fertilizantes

minerales (en cantidad) en los últimos años puede resumirse a4í:

IMPORTACION

Productoe que ecusan

ALZA

Sulfato amónico.Nitratos sintéticos.

Produotoe que acuasn

BAJA

Superfosfatos.Fosfatos naturales.Escorias.Nitrato sódico.Cianamida cálcica.Sales potásicas.

EXPORTACION

Productoe que acuern

BAJA

Escorias de desfosforación.

Productoa que acuean

ALZA

Superfosfatos.Sulfato amónico.Sales potásicas.

La variación del comercio exterior, en cantidad, entre 1933

y 1932 resúmese en la forma siguiente:

IMPORTACION

Productoa que acusan

ALZA

en 1933 respecto a 1932

Produetos que aeuesn

BAJ A

en 1933 reepecto a 1932

Superfosfatos.Fosfatos naturales.Escorias de desfosforación.Nitratos sintéticos.

Sulfato amónico.Nitrato sódico.Cianamida cálcica.Sales potásicas.

EXPORTACION

Productos que ecuean

sAJA

en 1933 respeeto s 1932

Productos quc acuaen

ALZA

en 1933 reapecto a1932

Sulfato amónico.Nitrato sódíco.Cianamida cálcica.

Superfoafatos.Escorias de desfosforación.Nitratos sintéticos.Sales potásicas.

No es poaible señalar con certeza los países de origen o des-tino de los abonos importados o exportados sirviéndose tan sólode las estadísticas de Aduanas, fuente informativa que utilizamos

DIRECCIÓN GENERAL DE AGRICULTURA_---- S E C C I Ó N 5. ^

ESTADÍSTICA Y ECONOMÍA AGRÍCOLA.^^z„r C^eL d^c^r,Uon.o.r C'An, ^s/trxrux.-

5ŭ̂ rt.^o.r

,S'u^.ífa.r^a,^^as' ^jcxr^a,^AS .^^r,^,arz;cx.r. q

.Sulf^`,^r ^c^rrr^án.i^c.o^0

7^t^;^ra,ío.r.rv^ 0

S'^s ^r^ri^ccz,.s- ^

^Zz,f^^a.^a sád.i.r.o: p

-137--

eomo guía en esta parte de nuestro estudio, pues las mercancías

pueden proceder o ir consignadas a países de tránsito, lo cual

impide conocer los lugares que realmente las han producido 0

van a consumirlas. En el cartograma que acompañamos se han

marcado las principales direcciones de nuestro comercio exterior

de abonos conforme a los datos consignados en las Aduanas es-

pañolas. Queda así sin decidir, por ejemplo, si el primer lugar en

la importación de sulfato amónico corresponde, en 1933, a B ĉl-

gica, o si el verdadero origen de una parte de este sulfato es In-

glaterra, que fué hasta entonces el primero entre nuestros pro-

veedores.

EI consumo mundial

Es imposible por ahora establecer con alguna garantfa las

cifras del consumo mundial de abonos. Corno tendencias funda- Fosfóricos.mentales ef puede señalarse que desde la guerra mundial el con-sumo de abonos fosfóricos sufre un estancamiento que en muchospafses constituye nn franco retroceso. El consumo de abonos ni- Nitrogenados.

trogenados crece en cambio de manera general tanto para el ni-

trógeno en forma amoniacal como para el nitrcígeno nítrico. En Potósicos.

cuanto a los potáaicos, el crecimiento del consumo se advierte en

muchos pafses.La crisis económica que brota en 1929 da lugar a una fuerte

contraeción en el consumo de abonos por la reducción del poderadquisitivo de los agricultores. Estos dirigen además su demanda Nitrato natural

liacia los abonos de menor coste, dentro de los de la misma natu- Y nitratos sinté-ticos.

raleza, resultando así favorecido el sulfato amónico principal-mente. Los índices siguientes dan la variación del consumo denitrato de Chile y de nitrógeno sintético, expresados en nitró-geno puro (media de 1925-26 a 1929-30 = 100).

192b-2f I 19'?9-30 1930-31 1931-32 1932-33

Consumo de nitrato de Chile.. . 1()2 ]03 69 89 :ifi

Consumo de nitró^eno sintético. 74 12fi l ^9 11° 129

Indices de1 con- Para algunos países también es posible llegar a la aprecia-sumo. ción estadística del consumo. Hemos elegido, entre los europeos,

los más significativos al objeto de hallar un índice comparativo

de la intensidad del consumo de fertilizantes. A1 pie del cuadro

que contiene estos índices indicamos el método seguido en su

elaboración. Los índices son el cociente de dividir el consumo

real para cada país, cada año y cada categoría de abonos, por un

"consumo potencial mínimo", que es el que podría esperarse de

las correspondientes superficies cultivadas si se abonaran con arre-

glo a una fórmula mínima. Por tanto, el índice 1 significará que

coinciden la cantidad de abonos empleada con la que se puede

utilizar en todo caso. La mayor intensidad de abonado vendrá

expresada por índices superiores a la unidad, y la falta de abo-

nado, es decir, el empleo por debajo del mínimo teórico estable-

cido, lo señalarán los índices inferiores a 1. Claro está que la com-

paración de estos índices no puede hacerae sino contando con

más elementos de juicio, pues se sabe que las necesidades y las

posibilidades del empleo de abonos son muy diversas según la

composición de las tierras, las condiciones de humedad, ete., fac-

tores muy variables de un país a otro. Cumplen, sin embargo,

estos índices un fin de orientación y sólo con este propósito los

ofrecemos.

Fácilmente se pueden agrupar los países estudiados con arre-

glo a estos índices de consumo. Figurarán a la cabeza Holanda y

Bélgica con índices superiores a la unidad en casi todos los gru-

pos. Forman otra categoría Alemania (1) y Gran Bretaña, con

índices superiores a 0,5. Francia ocupa una situación intermedia

entre esta categoría y la que corresponde a Italia y España. El

consumo de nuestro país queda todavía un poco por bajo del

italiano. Las cifras de Grecia en 1932 dan idea de los niveles del

consumo en otro grupo de países.

No resulta de los índices calculados la disininución de consu-

mo producida por Ia erisis actual. Como ejemplo, indicaremos

(1) Hay que hacer constar que aunque las cifras relativas a los abonos potá-eicos en Francia y Alemania proceden de estadísticas directas de consumo, por elhecho de ser estos dos países los dos grandes productores pueden englobar aquellascifras parte de los stocks, resultando exugerado el consumo real.

-139-

que én Italia -segiín Mortara- el consumo de fosfóricos ha des-

cendido de 16,33 millones de quintales en 1929 a 9,32 millones

en 1932 ; el de nitrogenados, de 3,52 a 3,19 millones, y el de po-

tásicos, de 0,59 a 0,29 millones entre las mismas fechas.

EI consumo en España

Los abonos minerales se emplean en España desde hacealgo más de medio siglo. Sólo el guano de América es de con-sumo más antiguo en las comarcas de cultivo intensivo como Va-lenĉia (1).

No se aprecian en el consumo de abonos de nuestro país, en Fosfóricos.los últimos veinte años, las mismas tendencias marcadas en elconsumo europeo. La paralización del consumo de fosfóricosno se advierte todavía con carácter de generalidad en nuestrastierras. De 337.124 toneladas en 1913, se pasa a 824.605 en 1928y a 927.629 en 1933. El crecimiento es mucho más marcado en el Nitrogenados.consumo de nitrogenados, que pasan de 50.235 toneladas en 1913

a 242.263 en 1928 y 368.469 en 1933. El consumo de potási- Potáaicos.

cos avanza igualmente, de 32.576 toneladas en 1928 a 49.556

en 1933.

El descenso en el consumo, marcado por la crisis desde 1930,

es de poca importancia y aun puede decirse que se ha dominado

en 1933, lo que parece indicar que la baja se ha debido a causas

interiores. En este descenso de los últimos años han influído más

los fosfórieos y los potásicos que los abonos nitrogenados, pues

el consumo de estos últimos alcanzó su máximo en 1932.

Se advierte mayor analogía con la marcha general del consumoen cuanto a la importancia relativa de las diferentea clases de abo-nos. Entre los fosfóricos, todo el aumento ae debe a los superfos- Superfosfatos.

fatos, pues dismimiyen tanto las escorias como los fosfatos con-sumidos directamente. Entre los potásicos, va dominando, aun- Cloruro y:ulfa•que ligeramente, el cloruro al sulfato potásieo, eonseeuencia ló- to potó:icos.

gica de la naturaleza de la producción nacional. Entre 1919 y

(1) Según D. loeé Caecón en su obra F,l estiércol y la alimentación animal.

- 140 -

Sulfato amóní;- 1933 se han invertido las posiciones del nitrato eódico y el sul-co y nitrato de fato a>nónieo. De 64.0?4 toneladas de nitrato y 55.092 de sulfato

Chile.ae pasa a 70.527 y 238.683 toneladas respectivamente. Por no

haber llegado todavía España a una posición de equilibrio en el

consumo de abonos ocurre que el de nitrato de Chile es mayor en

1933 que en 1919, pero adviértase que el año record para el ni-

trato sódico es 1930 y deade entonces disminuye incesantementeN^troto cólcico. su consumo. Paralelamente señálase la importancia que adquie-

re el nitraio cálcico, que pasa de 124 toneladas en 1919 a 1^1,^66

en 1930 y 36.070 en 1933.Cionamida. La cianamida cálcica, de conaumo reciente, parece ya en de-

cadencia. Con 1.115 toneladas en 1928, alcanza su máximo

Abonos com- (2.894 toneladas) en 1931 y decrece desde entonces. Los abonoepuestos. colnpuestos están en franco declive, en contraste con el aumento

total del consumo. De 180.133 toneladas en 1928 a 79.657 en

1933, aunque este último año acusa una regresión respecto a 1932

en esta baja que tanto dice en favor de loe agricultores es-

pañolee.

Indices del con- Tomando por base el affo 1928 (= I00), los índiees del con-:umo. sumo total de abonos minerales en España son los siguientes:

1913 I 1919

-._.- - ^^ _

1928

_ _ --

1930

------

1931

----

1932

_ -.. _

1933

^_.._

89 i 67 1Q0 124 114 121 122

Diatribución del Los abonos consumidos ee reparten en forma muy desiguaIcon:umo. aobre el territorio de nueetro pals. En nuestros anteriores A1vvA-

RIOS DE LA3 PRODUCCIONES AGRÍCULAS, y en el primer tOmo del

presente, ee han consignado los datoa del consumo anual por pro-vincias para cada clase de abonos. Lae que coneumieron mayorcantidad en 1933 fueron, por el orden apuntado, las eiguientes:

3uparfosfetos Fosfitos naturdssEseorias de

desfosferación Sulfato amónico

Zaragoza. Valladolid. Vizcaya. Valencia.Valencia. Coruña. Gulpúzcoa. Tarragona.Sevilla. Valencia. Coruña. Barcelona.Navarra. Navarra. Santander. Castellón.Lérida. Madrid y Barcelona. Barcelona . Granada.

DIRECCIÓN GENERAL DE AGRICULTURASECCIÓN 5.^

ESTADÍSTICA Y ECONOMÍA AGRÍCOLAo(..CZ,I`' JZ7'1>(;r(,JI,CI,CC..S" C^Lt^: d'̂C77'i^s"GL^ri.Z,^°^7'C7TL ^►2.GY.ZyCyl^

ro^'r,iz:dar^d ra'^ ^a.^orLas m,irr.er^_.s' en, ^g33 •

..S'i,9c^^as

t¢ 2^- 3`-^ 4°'^ 5°L

s^^-sf°^°s m e ^ ^ ®

^ ^^^ ^^IJ

s^^^^-m e ^ ^ ®m^^^

^.^^-^^^ ^ C^ 0 CD

^.,

- l41 -

Nitr^to eódico Nitrato de ealCi^namida

cílcica Sulfeto potásico

Navarra. Valladolid. Valencia. I.as Palmas.Zaragoza. 7.aragoza. Teruel. Santa Cruz Tenerife.Segovia. Segavia. I,érida. Valencia.Barcelona. Navarra. Castellón. Tarragona.Salamanca. Lérida. Navarra. Barcelona.

Cloruro potAsioo Nitralo potáelcoAbonos

compueatoa

Valencia. Las Palmas. Valladolid.T'arragona. Santa Cruz de Tenerife. Coruña.CmstellOn. Teruel.Alicante. Las Palmas.Salamanca. Cucnca.

La más eimple observación del cartograma que repreaenta la

distribución, hac@ ver lo desigual de ésta y más si se advierte que

entre lao provinciaa de mayor consumo --el litoral levantino,

Navarra y parte de Aragón, parte de Castilla la Vieja y Cana-

riae- bay muchae de mínima superfici^e.

^ara conselr,uir una aproximación mayor de la distribución

del consumo de abonos y su intenaidad, en relación con las masas

de cultivos, hemoe calculado, para 1933, loa indices de intensidad

' por el mismo procedimiento seguido para el consumo en distin-

tos paísee de Europa. Son, puea, los índices el resultado de divi-

dir eI conaumo real en cada región eapañola, y para cada grupo

de cultivos y abonos, por un conaumo potencial mínimo calcu-

lado con arreglo a una fórmula de abonado algo más intensa que

la empleada para los otros índicea. ^

Del examen de eatos índicea resulta que las Canarias van muy

por delante de las demáa regiones, con un índice de 0,55 en fos-

fóricos, 1,50 en nitrogenados y 0,88 en potásicos. Vienen despuéa

Rioja-Navarra, .cuyos índices son 0,43 - 0,42 y 0,06, respectiva-

mente, y Cataluña-Baleares, 0,28 - 0,41 y 0,05. Siguen a éstas

Aragón, Levante y Castilla la Vieja. El gran consumo de Valen-

cia y Castellón queda enmascarado por las demás provincias que

componen la región levantina. Adviértase que los índicea de

Canarias, y los de Navarra y algunas provincias levantinae si se

calcularan aialadamente, están al nivel de los grandes países con-

sumidores, y téngase presente que esta eamparación es más exac-

- 142 -

ta de lo que pudiera parecer, ya que estos países son de condi-ciones mucho rnás homogéneas que el nuestro.

Los cultivos de vega y los de huerta y frutalea son los mejor

abonados en España, característica que es del dominio común.

Resaltan también lbs bajos índices del olivo y de la viña. Claro

que ha de tenerse en cuenta que no intervienen los abonos orgá-

nicos en estas consideraciones. El índice máximo de España co-

rrésponde al empleo de abonos potásicos en los frutales y las

huertas de Canarias -5,59-; el índíce mínimo corresponde a Ios

abonoa fosfóricos en los viñedos y olivares extremeños. Los ín-

dices totales de España son 0,20 para los fosfóricos, 0,18 para

los nitrogenados y 0,03 para los potásicos. Estoa índices son más

bajos que los caleulados para el cotejo eon Ios otros países

europeos, correspondientes a 1932 (0,20 - 0,28 - 0,08), por res-

ponder aquéllos a una fórmula más intensiva de abonado poten-

cial o teórico.

Veamos, por último, la importancia relativa de la producciónnacional y Ia importación en el consumo de abonos minerales.

,erfosfatos (I).Su ,^ 1932. . . . . . , ,p 1933

Fosfatos naturales (I) ^ 1932.. , , , , ,1988

Escorias de desfosforación { 1y32.. 1933

Sulfato ambnico ' { 1`l^..... . .... ' 1933

Coneumo

Tento por ciento,

sproximado,

oorrespondieate a la

produeción oacional

Tsnto por oieoto,

aproximado,

correspondiente a laimportsción neta

Nitrato sódico. j 1932........... l 19saNitratos sintéticos.......,,, {

19321983

. .Cianamida cálcica 1932,.,.." 1938

Cloruro otásico ^.1932

p . . ......1933

otásicoSulfato 1^3^^p .. . . .. . , ... 1933

,Total de abonoa mineralea 1932. . 1933I

100 99,99 0,01100 99,97 0,08100 98,6 1,4100 97,9 2,1100 55,4 44,6100 42,5 57,5]00 4 96].00 5 95100 0 1001ou 0 loo100 0 100100 0 100100 0 100100 0 100100 100 0100 100 0100 2,5 97,5100 2,5 97,5

100 61,4 38,6100 83,6 16,4

(1) véase la nots de ls página 6.

- 143 -

No ha sido posible realizar un avance parecido sobre el con- Abonos orgá-

sumo de abonos orgánicos. Pero quien quiera formar una noción nicos.

de la escasez de materia argánica incorporada a nuestras tierraspodrá hacer el cálculo del estiércol producido, utilizando las es-

tadísticas ganaderas incluídas en este volurnen, teniendo en cuen-

ta que 12 toneladas de peso vivo producen unas 300 toneladasanuales de estiércol fresco 0 195 toneladas de estiércol seco.

Añadiendo las basuras que se aprovechan de las poblaciones, los

residuos de animales, etc., etc., y restando. .. las pérdidas en elestiércol por mal acondicionamiento de los estercoleros, por re-dileo, por transporte, etc., podrían conocerse las realidades de la

producción de abonos orgánicos y compararse con las necesidades

de España, contando, por ejemplo, que en el cultivo cereal de se-

cano han de calcularse éstas a razón de 15 a 20 toneladas de es-

tiércol por hectárea.

Los precios

Tomados en globo los abonos minerales y debidamente pon-derada la importancia de cada uno en el conjunto, puede deciraeque los precios de los fertilizantes minerales descienden gra-dualmente a lo largo del último decenio en todos los países.

Agrupamos en un gráfico los datos de algunos países intere-

,santes como grandes productores o consumidores, entre los que

elaboran eatadísticas de este tipo. Se observará que la caída de

precios es continua y de grandes proporciones en los Estados

Unidos y Canadá, que es casi constante -excepto un alza entre

1928 y 1929- pero inenoa marcada, en Inglaterra y Alemania, y

que en Polonia, tras un alza considerable, nacida, sin duda, de

la protección a la industria nacional, se inicia el descenso en 1930.

Es común a todos los países la detención de la caída de precios

en 1932, de manera que loa precios de 1933, en conjunto, son casi

iguales a los del año anterior.

La caída de precios es de mucha menos transcendencia en Es-

paña. Los precios de 1933 están al miemo nfvel que los de 1927,

y en 1931 habfan vuelto a la altura de 1926. Se comprueba en

cambio la estabilidad de precios entre 1932 y 1933.

^Pero ha sido aprovechada por los agricultores esta caída?La comparación de la línea de precios de los abonos y la delos productob agrícolas indica que no ha sido así, porque la caídade los precios agrícolas ha sido aún máa rápida, de manera quehabida cuenta de lo que recibe el agricultor por sus productos,la adquiaición de los abonos se le ha hecho cada vez más gravosaen el tranacurso del decenio.

La baja de precios del grupo de abonos mineralea no signi-fica la baja de todos ellos. Han influído sobre todo los abonos ni-trogenados, ya que la baja de los potásicoa se produce más tarde.Los abonos fosfóricos se sostienen bastante aunque en los últimos

S u I f a t o a m ó- años ceden también algo. El índice del sulf ato amónieo en Lon-n ^ c o. dres es 59 en 1932 y 62 en el primer semestre de133; en Amberes,

Nitrato sódico. el mismo producto, 46 y 50, respectivamente (1928 = 100). El

nitrato sódico desciende menos en precio: 83 en 1932 y 100 en

Salea potásicas. 1928. Las sales potásicas francesas sólo bajan a 97 en el primer

Superfosfatos y semestre de 1933 y las alemanas a 88 (1928 = 100). Los super-escor^as. fosfatos y las escorias sostienen sus precios a mediados de 1933

un poco sobre el nivel de 1928.Parece sin embargo que está agudizándose, internacional-

mente, la política de baja de precioa en la lucha por dominar los

mercados consumidores. Lucha en la que aparecen en condicio-

nes diversas los productos concurrentes. Hay que anotar que esta

baja de precios no llega siempre directamente al consumidor;

así, en Francia, donde la diferencia entre el precio del mercado

mundial y el precio del nitrógeno francés se ingresa en una Caja

de compensación destinada, entre otros fines, a ayudar a la in-

dustria nítrica francesa (1). Por razones no económicas, la indus-

tria de los nitrogenados sintéticos está en condiciones de resistir

mejor y aun propugnar la lucha de precios. Respecto a la potasa,

en 1933 se ha iniciado una dura campaña de baja cuyo final no

se prevé y que repercutirá en los precios de consumidor, espe-

cialmente en Alemania.

(1} Sa cuanta como primera dispoeiciún oficial de contingentación de productosextranjeros, la dictada por Francin en 5 de mayo de 1931 exigiendo autorización paraimportar abonoa nitrogenadoa.

- 145 --

los precios españoles

Como hemos dicho, la caída de precios en España termina, Indice 9eneral

para el índice general (1), en 1928. Los valores de este índice

son 174 en 1921, 97 en 1928, 116 en 1931 y 105 en 1932 y 1933

(1913 = 100). Los precios que contribuyen a formarle presen-

tan rumbos muy distintos. Los superfosfatos decrecen desde 152 Superfosfotos.

en 1922 a 123 en 1928, pero suben desde entonces hasta 153 en

1933. El sulfato potásico deaeiende hasta 1926 (= 107) y vuelve Sulfato y cloru•

a subir hasta 162 en 1933. El cloruro potásico desciende a 100 en ro potósicos.

1926 y sube a 134 en 1933. La baja de precio es muy marcada en Sutfato omóni•

el sulfato amónico: índicé 108 en 1926 y 6? en 1932 en que al- co y nitrato aó•dico.

canza el mínimo. La disminución es rnenos sensible en el nitrato

sódico : 124 en 1926, 99 en 1928, 143 en 1931 y 110 en 1933 (2 ).

Se advertirá que no corresponden los movimientos de los pre-

cios en España y en los grandes mercados. Se acusa en géneral

un alza en los precios españoles para una baja en los precios mun-

diales, o bien una baja mucho menos señalada en nuestro mer-

cado nacional. Así hay discrepancia en la variación de precios

de los superfosfatos en Francia y en España; hay discrepancia

en la variación del nitrato sódico en Londres y en España; liay

discrepancia en la variación de sales potásicas en Francia y Ale-

mania y en Espafia; la baja de precios del sulfato amónico es

mucho menos acusada en España que en los mercados de Amberee

y Londres.

No es fácil motivar, en justicia, estas discrepaneias. En unos

casos podrán nacer de defectos de organización eomercial que ab-

sorben el margen de precios, en otros podrá originarse en ven-

tajas concedidas por el país productor a otros en virtud de razones

de política comercial.

Para apreciar mejor la situación de los agricultores en orden Indices dal po•

a la adquisición de abonos minerales, hemos calculado unos ín- der adqui,itiveen abonos.

dices del poder adquisitivo del cultivador de trigo o patatas

(1) A1 pie del cuadro correspondiente se indica la forma de ^•álculo de eeteíndice.

(2) Todoe eetos índicee porcentajea eetán calculadoe considerando 1913 = 100.

10

-- 146 -

--como plantas representativas-expresados en abonos. Son estoa

índices el resultado de dividir el precio de un quintal de trigo 0

patatas por el precio, en el mismo año, de un quíntal del ferti-

lizante conaiderado; el cociente es, pues, el número de quinta-

les de abono que puede adquirirse en cada ocasión con el valor

de un quintal del producto agrícola. Cuanto más elevado sea el

valor del índice más conveniencia económica resulta del empleo

del abono. Se conjugan así en el índice los precios del fertilizante

y del producto agrícola que le ha de pagar.

Se observa para el trigo que el interés económico del empleode cualquier clase de abonos aumenta hasta 1928 y desciendedesde esta fecha, cambiando otra vez de sentido en 1931 para elempleo del nitró^eno,, tanto nítrico como amoniacal.

La oscilación de la conveniencia del empleo de fertilizantes

para el cultivo de la patata a lo largo del período de trasguerra

ea mucho menos marcada; presenta su máximo en 1927 y se apre-

cia en cambio un marcado movimiento bianual originado por el

movimiento de precios del producto agrícola.

* * *

Queda como impresión final acerea del aspecto económico dela cuestión de los fertilizantes minerales en España, la marchaprogresiva de su consumo, siguiendo, en cuanto a la relaciónentre los diferentes productos, las preferencias rnarcadas en elconsumo mundial.

Este crecimiento del consumo nos acerca a lae cifras corres-

pondientes a países con una tradición de avanzadoa en el empleo

de fertilizantes, pero los índices de la intensidad de nuestro con-

sumo nos indican claramente lo que aun queda por hacer en esta

cuestión.