Novela Dos Caminos en El Camino

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Dos caminos en el camino

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Novela corta acerca de la cultura de Santiago de Compostela.

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  • Dos caminos en el camino

  • Escritores

    Alfrez Garca, Nancy Abigail Matricula: 1692995

    Amaro Guerra, Mara Isabel Matricula: 618319

    Arredondo Prez, Jess Antonio Matricula: 1510342

    Jaramillo Herrera, Itsel Rocio Matricula: 1693327

    Garca Hernndez, Diana Laura Matricula: 1693001

    Lara Reyna, Carolina Alejandra Matricula: 1601626

    Trevio Meja, Amanda Imelda Matricula: 1266667

    Salas Martnez, Briseyda Lucia Matricula: 1586642

    Villanueva Lpez, Karen Larissa Matricula: 1591932

    Grupo: 3A/621

  • Captulo 1An recuerdo el primer da que la vi, yo haba viajado a Santiago de Compostela

    por un intercambio acadmico, no saba bien lo que me esperaba, pero ahora

    puedo asegurar que viajar a ese lugar fue una de las mejores experiencias de toda

    mi vida, si no es que la mejor. Como toda persona que visita un nuevo lugar no

    conoca absolutamente nada sobre la cultura de las personas en aquella ciudad ni

    de lo que realizaban da con da, se podra decir que mis conocimientos sobre

    aquella regin eran nulos, definitivamente viajar ah fue toda una aventura, todo

    sobre esa cultura me encanto, las fiestas, los festivales, la gastronoma, en fin

    definitivamente regresara ah sin pensarlo dos veces.

    Al llegar me encontr con un mundo nuevo, debo de admitir que estaba asustado

    debido a que no conoca a nadie en lo absoluto y digo es entendible, no es como

    que deba de conocer a todo el mundo, bueno se podra decir que a las nicas

    personas que conoca era a mis compaeros de intercambio, pero no los conoca

    tan ntimamente, a mi lo que me apasionaba era conocer nuevas culturas, estaba

    deseoso de conocer todo lo referente a la vida en Santiago, y as lo hice, conoc

    todo sobre esa cultura, leyendo, y conversando con muchas personas, pero sobre

    todo, gracias a una de las personas que han marcado ms mi vida, a esa grandiosa

    joven llamada Amelia. Ella era una joven hermosa, de tez blanca con unos ojos

    marrn claro que resplandecan a la luz del sol, me poda perder en su mirada por

    horas, no puedo explicar todo lo que me haca sentir, cuando estaba con ella senta

    que el tiempo pasaba rpido, sin darnos cuenta llegaba el anochecer y era tan duro

    el alejarme de ella, sin ella el tiempo pasaba lento, sin lugar a dudas fue lo mejor de

    toda mi vida. Nuestros caminos se cruzaron, as como se cruzan los caminos de

    Francia a Santiago de Compostela, fundindose en uno solo.

  • Captulo 2Arrib a Santiago de Compostela, el da de los Reyes Magos del 2013, tom un

    taxi que me dej en el Pabelln Estudiantil de la Universidad. Al llegar, lo primero

    que hice despus de terminar los trmites de rigor y haber dejado mi maleta en la

    habitacin que me fue asignada, sin siquiera haberla desempacado, sal a toda

    prisa, deseoso de conocer la ciudad.

    Gua Turstica y Smartphone en mano, me dirig a la Plaza Obradoiro, en cuyo

    costado sur se encuentra precisamente el edificio sede de la rectora de la

    Universidad de Santiago; y enseguida, al este, la catedral del mismo nombre.

    Cuando llegu a la Plaza, qued maravillado por la hermosura de sus edificios, y a

    la vez atnito y confuso por el bullicio de la cantidad de lenguas que escuch,

    entonces comprob que estaba en una ciudad cosmopolita.

    Camin alrededor de la Catedral, para desembocar en la Plaza de Plateras, por

    donde decid ingresar. Conforme suba las escalinatas, iba percibiendo un tufillo que

    se hizo ms intenso al entrar a la catedral, lo cual debi haber notado tambin el

    padre, segn pens, pues desde la parte baja del altar varios hombres hacan

    bambolear rpidamente un gran incensario, de un extremo a otro de las naves

    laterales, pasando por frente al altar y por todo lo alto con la intencin de disipar el

    mal olor pens yo pero no, no funcionaba.

    Al finalizar la ceremonia religiosa, como el padre se vea bonachn, me atrev a

    decirle que su mtodo fungicida no daba resultado, que con todo respeto habra que

    buscar alguna otra estrategia. A esto el padre entr en clera, y me solt un

    coscorrn, y ya, ms calmado, me recrimin quin era yo y por qu estaba ah, a lo

    que le proporcion mi nombre, y le explique que haba entrado para conocer tan

    enorme obra arquitectnica. Entonces el padre me propin otro coscorrn,

    dicindome que debo entrar a orar y no para andar de mirn. Luego me explic que

    aqul enorme incensario recibe el nombre de botafumeiro en gallego, que desde la

    Edad Media se practica este ritual litrgico con el fin de purificar la catedral, y que

  • su uso estaba reservado a los aos Santo Jacobeo (ao en que el 25 de julio, Da

    de Santiago, corresponde a domingo) as como a ciertos das solemnes, como aqul

    da 6, en que se celebraba la Epifana del Seor.

    Paseando por la Catedral, me encontr una placa que llam mi atencin, inscrita

    como sepulcro del apstol Santiago, por lo que hoje rpidamente mi gua, donde

    le acerca de la leyenda que refiere que el Apstol predic en esa regin de Espaa,

    y que por esa razn sus restos mortuorios fueron trados de regreso por sus

    discpulos desde Jerusaln, donde fuera decapitado por Herodes.

    Se haca tarde, y adems al da siguiente haba que madrugar para ir a clase, as

    que sal, me pas por un bar de tapas, para comer algo rpido. Ya en mi habitacin,

    agotado por el viaje y la caminata, me tumb sobre la cama quedndome dormido

    al instante.

    Al da siguiente por la tarde, una vez que sal de clase, me dirig a la sala de

    cmputo de la Universidad para investigar sobre el sepulcro del Apstol Santiago.

    As fue que me enter que la ciudad de Santiago se cre y creci con objeto de

    albergar los restos del apstol como una reliquia religiosa, as como de que toda

    aquella gente agotada y maloliente acuda en peregrinacin desde remotos lugares

    del mundo, caminando, en bicicleta o a caballo, a fin de rendir homenaje al Apstol.

    Por unos compaeros de la Universidad, supe de la Asociacin de Amigos del

    Camino de Santiago, ah me informaron que existen varias rutas de peregrinaje a

    Santiago, segn el pas de donde provenga el peregrino, citando, entre otros, el

    camino del norte y el francs. Si bien, no soy precisamente un devoto, me pareci

    muy interesante cultural y deportivamente, as que ese mismo da habl a mis

    padres, para que por favor me permitieran prologar mi estancia en Espaa, a fin de

    estar en posibilidad de realizar el Camino de Santiago despus de terminar el ciclo

    escolar. Tard semanas para que me dieran permiso.

    Mientras tanto, sin descuidar mis estudios, comenc a prepararme fsicamente

    para aguantar las largas caminatas. Una vez concluido el semestre, mand por

    paquetera a Mxico la mayor parte de mis pertenencias, y me qued nicamente

  • con dos mudas de ropa, chaqueta ligera y secante, as como otras cosas

    elementales. Por recomendacin de unos amigos, eleg el camino aragons, desde

    Arls, ciudad al sur de Francia.

    En Arls me qued dos das, pues no pude resistir visitar las zonas arqueolgicas

    romanas; entre ellas el anfitriato, en que se realizan corridas de toros distintas a las

    de Espaa, en las que el toro no es sacrificado, sino que el objetivo es quitarle una

    borla de los cuernos. Tambin demor mi partida, debido a que estaba esperando

    el dinero que me enviara mi padre para pagar la credencial del peregrino, que me

    permitira alojarme por unos mdicos 6 a 10 euros en los albergues de peregrinos

    durante el trayecto a Santiago, y en cuyo documento, personal del albergue

    estampara un sello del lugar y fecha, a fin de acreditar haber efectuado el camino,

    y por tanto merecer la Compostela que otorga la Catedral; y es que, aunque no sea

    religioso, soy catlico y por sobretodo, aquella Compostela implicaba para m un

    trofeo, que llegando a casa enmarcara y pondra en la pared como un grato

    recuerdo, tal como lo hice.

    Habiendo obtenido la credencial del peregrino, mochila a la espalda y bastn en

    mano, inici el camino al Pirineo hacia al alto Somport a ms de 1600 metros de

    altitud. A partir de aqu, mi ruta a seguir qued espaciada en seis etapas, hasta

    Puente la Reina.

    La primera Etapa, de Somport a Jaca, fue la ms bella de la ruta. Se hace un

    recorrido de unos 30 kilmetros, en bajada, con una inigualable vista de atractivos

    paisajes, entre ros y montaas, donde pude apreciar la impresionante antigua

    Estacin internacional del tren de Canfranc. En Jaca, las conchas de bronce,

    estratgicamente colocados sobre el pavimento, me ayudaron a avanzar por el

    entramado de calles del centro, pudiendo apreciar la gtica torre del Reloj y su

    catedral romnica; muy cerca de ah est la ciudadela, una fortaleza pentagonal

    muy bien conservada, con fosos, puente levadizo y amplios espacios verdes, es un

    paseo de algo ms de un kilmetro.

    Al da siguiente, call una torrencial lluvia, por lo que los 15 kilmetros que separan

    Jaca de Santa Cecilia, la primera poblacin, fueron eternos. El albergue de Santa

  • Cecilia estaba cerrado y otros peregrinos y yo tuvimos que dormir en una casa rural

    porque era imposible seguir. El da siguiente llegamos hasta el bonito pueblo

    espaol de Arrs, y a su albergue, y all pasamos dos noches porque la lluvia nos

    dej atrapados.

    Con las primeras luces del da nos despedimos de Arrs por una senda pedregosa

    rodeada de boj que descenda hasta una vereda, que circundaba una plantacin de

    cereal. Una hora despus, atravesamos dos barrancos; de ah contine solo hasta

    Ruesta, justo para alcanzar la ltima cama del albergue. Y es que el verano no es

    la mejor poca para emprender el Camino a Santiago, por la ruta que eleg, ya que

    se atiborra de peregrinos mayormente que las otras rutas, pues el camino francs

    es el ms atractivo culturalmente, est mejor sealizado y ofrece ms albergues,

    menor distanciados.

    La noche siguiente pernoct en Sangesa, situada a 44 kilmetros de Pamplona,

    lugar que alberga la Portada de la Iglesia de Santa Mara, adems de interesantes

    edificios civiles, iglesias y conventos que evocan pocas de esplendor y descubren

    una ciudad ligada a sus tradiciones. Aqu tiene lugar, cada 6 de enero, el Auto

    Sacramental de los Reyes Magos, que es una representacin teatral al aire libre en

    el que se revive el encuentro con Herodes, culminando el acto con una emotiva misa

    en la Iglesia de Santiago, presenciada por los Reyes de Oriente y en la que cantan

    los auroros, que son intrpretes de canciones religiosas entonadas en el crepsculo

    matutino, permanec dos das en Sangesa porque me pareci interesante.

    Ya cansado y con ampollas en los pies, culmin la quinta etapa en Monreal,

    habiendo pasado por la Fuente de San Francisco de Ass, que segn la tradicin,

    pas por ese mismo lugar en peregrinacin en el ao 1213, donde fund el primer

    convento de la orden de Espaa.

    Al da siguiente llegu a la villa de Puente La Reina, la tradicin dice que el nombre

    de Puente la Reina proviene del puente romnico sobre el ro Arga, que fue

    mandado construir en el siglo XI por una annima reina de Navarra. Aqu donde se

    cruzan los caminos que parten de Francia, as mismo se cruzaron nuestras vidas,

    aqul atardecer en que casi desfallecido del cansancio la vi aproximarse hacia m,

  • brindndome una sonrisa encantadora con la que pareca abrazar mi alma, de ah

    en adelante Amelia fue mi compaera de peregrinaje, ella se encontraba estudiando

    de intercambio en Pars por lo que siendo originaria de Santiago de Compostela

    aprovech el trayecto de regreso a casa para hacer el Camino de Santiago,

    conversando a veces y en silencio otras, cansados, pero llenos de gozo, pasamos

    por Castilla y Len, adentrndonos a Galicia por Monte O Cebreiro, para culminar

    en la Catedral de Santiago de Compostela, subiendo de ricos aromas por las

    escalinatas de la Catedral, dispuesto en punto de las doce del medioda, a or la

    misa del peregrino, junto a Amelia, al final de la cual nos sera entregado el trofeo o

    ms bien la Compostela.

    Captulo 3Despus de nuestra larga y agotadora caminata, haba que celebrar, as que invit

    a Amelia a comer, acudimos al San Clemente, por sugerencia de ella. Ya haca

    quince minutos que el mesero haba trado la carta, y estaba muy indeciso, no saba

    qu pedir, ms de la tercera parte del men tenia mariscos y no eran de mi agrado,

    la verdad slo haba probado el pescado empanizado, y las pocas veces que haba

    acompaado a mam al supermercado cuando pasaba por el departamento de

    pescados y mariscos no poda soportar el estar ah, para m el olor era

    increblemente asqueroso, segua leyendo el men mientras escuchaba su

    hermosa voz que me deca que no me poda ir sin antes haber probado las vieiras

    tiernas, grandes y sabrosas, preparadas de forma tradicional, me dijo que un platillo

    de lo ms tpico era el pulpo a la gallega, que se preparaba en ollas grandsimas,

    esa receta definitivamente no te la puedes perder, me dijo. Por mi mente pasaban

    infinidad de cosas, Qu es una vieira? Pulpo a la gallega? Las nicas veces que

    he visto el pulpo me pareca realmente asqueroso. Qu pedir?, me vera muy

    irrespetuoso si solo pidiera un simple pescado empanizado, ella me estaba

    ofreciendo sus deliciosas comidas tpicas y yo pedira un pescado empanizado, eso

    es insignificante a comparacin con lo que ella me ofreca. A lo lejos escuchaba su

  • delicada voz que me llamaba, por estar concentrado en el men no le estaba

    prestando atencin, me disculpe por haberla ignorado, le dije que estaba muy

    concentrado observando el men y no le preste atencin, me observo con cara

    pensativa y entonces le pregunte que le pasaba, ella se ro y despus avergonzada

    me dijo que se senta mal, que debi de haberme preguntado si los mariscos eran

    de mi agrado y mientras ella me deca eso me sonroje por la pena, pens en decirle

    la verdad, que los maricos realmente no eran lo mo, pero me tome un tiempo para

    reflexionar acerca de lo que respondera, ya que no quera que ella pensara que yo

    era grosero, si le deca que no me gustan los mariscos, ella se sentira ms mal de

    lo que ya se estaba sintiendo, adems ella haba sido tan amable y gentil conmigo,

    ya que no cualquiera se hubiera tomado el tiempo de mostrarme la ciudad y

    contarme todo acerca de ella, me quera mostrar la riqueza de la gastronoma que

    existe en Santiago de Compostela, y si le deca que s me gustaban los mariscos

    sera un mentiroso, al final me decid por decirle la verdad , le dije que no haba

    probado ningn marisco, que lo nico que haba comido y que me encantaba era

    el pescado empanizado, que no tena nada en contra de los mariscos pero la verdad

    las veces que haba ido con mi mam al supermercado en Mxico cuando

    pasbamos por el departamento de maricos se poda percibir un olor

    desagradable, y por eso mismo es que no me apeteca nada del men, le propuse

    que me recomendara algo, le ped que me explicara ms sobre los platillos para

    poder elegir cual sera el que comera , comenz por explicarme que el pulpo a la

    gallega era un plato festivo elaborado con pulpo cocido entero, generalmente en

    ollas de cobre, que siempre estaba presente en las fiestas, ferias y romeras su

    coccin se realiza de forma tradicional por las polbeiras; lleno de intriga, le pregunt

    que era una polbeira, a lo que ella me respondi que eran mujeres que preparaban

    el pulpo, tambin me comento que existen una empanadas llamadas empanadas

    gallegas, me dijo que consista en una preparacin culinaria que se ofrece en los

    municipios de Galicia en las ocasiones de fiesta y romera, suele prepararse con

    diversos ingredientes que van dentro de esta, todos estos procedentes de las

    costas y tierras gallegas, se puede servir fra o caliente, tambin me dijo que otro

    platillo tradicional era el caldo de grelos, que es un caldo elaborado con grelos,

  • nabizas, berzas o repollo junto con cachelos (patatas cocidas), unto o grasa de

    cerdo sustancia, alubias blancas y algn ingrediente crnico, como chorizo, lacn o

    panceta cocida, se cuece acompaado de unto y de huesos, sobre todo caa de

    ternera y se sirve muy caliente, como primer plato, me dijo que los grelos y las

    nabizas son las hojas de la planta del nabo que le salen antes de la floracin.

    Le coment que la gastronoma me pareca muy interesante , seguimos charlando

    y me explico lo que eran las vieiras, me dijo que estas tambin son conocidas como

    pectinados, son un molusco marino muy comn en las costas de Galicia, parecidas

    a unas almejas grandes, dijo que ese tipo de comidas se acompaan con vino.

    Finalmente me decid a pedir pulpo a la gallega, acompaado con un vino tinto y

    disfrutamos la toda la noche, charlando cerca de experiencias vividas.

    Captulo 4En realidad ya haba visitado la Catedral de Santiago de Compostela, debido a que

    era la construccin ms importante de toda la ciudad, por la que miles de personas

    viajaban cada ao hasta Santiago solamente para apreciar su belleza y adems los

    cientos de peregrinos que emigran de disturbas ciudades por el camino de Santiago

    para llegar hasta ella, aunque entr rpidamente para observarla , senta que no la

    haba podido apreciar cmo se mereca, as que decid pedirle a Amelia que me

    acompaara y me mostrara todo lo referente a la Catedral, aunque me interesaba

    mucho conocer ms acerca de la catedral debido a que la ltima vez que estuve ah

    mi ignorancia acerca de las tradiciones eran muy evidentes y hasta salir regaado

    por el padre, lo que ms me emocionaba era pasar el da con ella, desde que la

    conoc en la ruta hacia la catedral me dejo maravillado, es una de las personas ms

    amables que he conocido en toda mi vida, era dulce, atenta, inteligente, atrevida,

    no terminara de escribir todos sus atributos.

    Llegamos a la catedral, que por cierto es preciosa, es un edificio que asemeja un

    castillo, posee dos torres llenas de detalles, es enorme, en fin llegamos y Amelia me

  • explico que la construccin de la catedral comenz en 1075 pero por diversas

    razones la construccin se retrasaba o se detena, despus en 1100 se tom un

    nuevo impulso para seguir con la construccin y fue terminada en 1211, tambin me

    dijo que en la catedral se llevaban a cabo diversas actividades culturales, tales como

    exposiciones, conciertos y presentaciones. Fuimos al museo de la catedral, en el

    que se encontraban diversas pinturas, esculturas y estructuras que estn

    relacionadas con la catedral. Amelia tambin me cont la historia de Santiago, que

    Jacob el hijo de Zebedeo o como los espaoles lo conocen, el Apstol Santiago, fue

    a las tierras espaolas para predicar el evangelio, pero debido a que solo un nmero

    limitado de discpulos lo seguan decidi regresar a Jerusaln, al llegar fue torturado

    y decapitado por Herodes Agripa, se prohibi que se enterrara su cuerpo, pero sus

    discpulos en secreto trasladaron su cuerpo a la orilla del mar, lo depositaron en un

    sepulcro de mrmol y lo pusieron en una barca que navego hasta el rio Ulla, llego a

    la costa gallega de Iria Flavia y all su cuerpo fue enterrado en un cementerio en el

    bosque Liberum Donum, por prohibiciones de visitar ese lugar se olvid y fue hasta

    el ao 813 que se descubrieron los restos del apstol y se edific un santuario en

    su honor que ms tarde llegara a ser la Catedral, despus de la declaracin del

    santuario empezaron a suceder milagros y apariciones en aquel lugar.

    Entramos por la puerta de la plaza del Obradoiro, por donde entraban miles de

    peregrinos, lo primero que vimos fue el Prtico de la Gloria en donde se encontraba

    una imagen del Mestre Mateo arrollidado con la cabeza baja, Amelia se acerc a

    ella y dio tres golpes suaves con la cabeza a la imagen, yo me sorprend al verla

    haciendo eso, ella me dijo que era un ritual que se haca para obtener

    conocimientos , pero que otras personas crean que si peda tres deseos al hacer

    esto uno de los tres se cumplira , decid formar parte de este ritual y golpe tres

    veces mi cabeza con la imagen. Seguimos nuestro recorrido por la Catedral y tras

    el Altar Mayor bajamos por unas escaleras y llegamos a la cripta donde reposan

    los restos del apstol. Despus subimos otras escaleras y llegamos de nuevo al

    Altar Mayor en donde se encontraba una imagen de Santiago Apstol ,que segn lo

    que me comento Amelia ,era una tradicin abrazar y despus de haber recorrido la

    catedral nos quedamos a escuchar la misa, que se lleva a cabo todos los das del

  • ao a las 12:00 del medioda. Ya para dejar la catedral vimos una puerta enorme,

    Amelia me dijo que era la tan anhelada Puerta Santa, que esta solo se abra cuando

    en el ao el da 25 de julio coincida con domingo.

    El que ella me mostrara todas las tradiciones que se llevaban a cabo en la Catedral

    y que me haya contado la historia de esta me encanto, adems el poder pasar el

    tiempo con ella hizo de esa experiencia una de las ms especiales de toda mi vida.

    Captulo 5El lugar me pareci interesante y Amelia me pidi que pasara ms tiempo con ella,

    por lo que avise a mis padres que me quedara tiempo ms por lo que me consegu

    un pequeo trabajo.

    Quedamos muy formalmente de visitar el carnaval que tanto mencionaba ella, este

    carnaval no tiene una fecha de inicio en especifica ya que Amelia deca que su

    fecha es variable porque se celebra en los tres das que preceden al Mircoles de

    Ceniza, principio de la Cuaresma, a este carnaval , segn me dijo, tambin lo llaman

    Antroido o Entroido por ser la entrada a la Cuaresma, segn Amelia se trata de

    asumir los valores tpicos de esta fiesta de fin del invierno con un fuerte carcter

    ancestral. Por fin llego la fecha esperada hoy iniciaba el carnaval y nosotros ya

    habamos quedado en una cita para que yo pudiera ir a conocer y aprender todo lo

    que Amelia estuviera dispuesta a ensearme, ella estaba muy triste porque

    mencionaba que muchas de las celebraciones que se realizaban estaban

    desapareciendo, aunque la consolaba el hecho de que el Carnaval an segua vivo.

    Fue impresionante lo que pude ver, aprend que en la gastronoma es el tiempo de

    la carne: se prevena la prxima abstencin obligada por el calendario religioso, la

    atencin se centraba en el lacn, los chorizos y las cacheiras, las cacheiras son

    cabezas de cerdo en salazn caractersticas de Galicia en esta poca, que junto

    con los grelos, que son las hojas de nabo, y patatas, componen el cocido gallego,

  • el plato ms tpico de la gastronoma de la regin. Amelia me dijo que tambin era

    la poca de las filloas, que son tortas saladas de harina de trigo, preparadas con

    manteca de cerdo.

    La fiesta pervive tambin en los disfraces, en Santiago la vocacin por la mscara,

    el maquillaje y los vestidos se concentran en el desfile del martes de Carnaval, en

    el que participan carrozas y comparsas formadas por grupos de vecinos y amigos

    que recorren la ciudad.

    Llego el mircoles de ceniza, el final del Entroido y principio de la Cuaresma, se

    realiz una procesin satrica que finaliza con la quema del Meco, que es un mueco

    que representa al Carnaval, esta se lleva a cabo en una de las plazas de la ciudad,

    segn la tradicin, la mayora de las veces en la de O Toural, este smbolo

    compostelano vara cada ao para representar un motivo de actualidad cargado de

    connotaciones irnicas.

    Los personajes ms importantes del espectculo son los engalanados generales

    y correos a caballo, estos recorren las parroquias a lo largo del da dando vivas a

    vecinos y visitantes, acompaados de un ejrcito de abanderados, coros,

    comparsas y parrandas, este espectculo finaliza escenificando un enfrentamiento

    dialctico por parejas, aprovechado para hacer burla y stira de asuntos locales, de

    poltica o del corazn, sucedidos durante el ao, ella me platico todo esto con tan

    emocin que no pude evitar el conmoverme ,yo estaba fascinado no dejaba de ver

    el enorme mueco, ni de probar toda la comida que ofrecan en ese lugar, ver a la

    gente disfrazada y participando en el carnaval.

  • Captulo 6Al da siguiente ella menciono algo sobre un gran festival que se llevara a cabo a

    las afueras del pueblo, ella quera que la acompaara a dicho lugar por alguna

    razn, me dijo que era una gran fiesta patronal denominada la fiesta gastronmica

    de ua, Amelia dijo que era una gran tradicin ir a convivir en esa gran fiesta, para

    m era una gran sorpresa porque nunca haba experimentado el ir a un festival como

    este, sin duda alguna me di cuenta que Santiago de Compostela no era un ciudad

    comn y corriente, para m era un lugar nuevo y mgico que descubrir, lo nico que

    quera era el poder descubrir el porqu de todo esto, sin embargo ella despertaba

    algo dentro de m, me deca que esto no era ninguna casualidad y me pregunte a

    m mismo acaso esta es la fuerza del destino, observe su rostro y ella sonrea feliz

    mente, no poda negarme a sin igual peticin y conteste pacientemente que s, en

    ese momento me di cuenta de que era como si dejara de ser yo mismo y me dije

    acaso esto es el amor.

    Nos pusimos de acuerdo para encontrarnos a las afueras del gran festival y

    esperamos el gran da, el da llego y nos encontramos en el lugar sealado, al

    verla no lo poda creer, portaba un hermoso vestido color violeta, un bonito peinado

    y unas deslumbrantes zapatillas, mi corazn no paraba de latir ante semejante

    belleza a lo que ella solo sonri a verme sorprendido, Amelia me dijo que el gran

    festival era ya una vieja tradicin y se realizaba todos los aos en honor al santo

    San Lzaro con una gran misa, procesin y conclua con una gran fiesta

    gastronmica en la que el gran banquete consista en pezuas de cerdo y bretones

    de col, sin duda alguna le dije que las tradiciones de Santiago no se comparaban

    en lo absoluto a las de mi ciudad, ella sonriendo me dijo que Santiago era un mgico

    lugar al que todos quieren regresar, entonces decid dar el primer paso y le dije

    que, que estamos esperando, que furamos a ver qu tan maravilloso era ese

    lugar, estbamos en la entrada de la ciudad sobre el camino de Santiago.

  • Entramos al festival, se encontraba repleto de gente, algunos bailaban de alegra,

    otros festejaban sin parar, los nios estaban felices por el gran ambiente, no lo

    poda creer era maravilloso, ella estaba feliz y sonrea sin parar, cada vez que la

    observaba no poda parar de percibir su felicidad, era tan contagiosa que empec

    a rer de alegra junto a ella. Llegamos a la zona gastronmica en la cual se deriva

    el nombre de dicho festival , el ambiente culinario era diferente al que yo alguna vez

    haba observado, eran ms de 17 restaurantes que se encontraban participando,

    los cuales ofrecan un gran men tpico de la Festa da Ua, que consista en

    chorizo, patatas y col.

    Era algo nuevo, jams en mi vida haba probado las pesuas de cerdo con col,

    me senta raro y extrao, Amelia me dijo que sera un gran honor probar dichos

    platillos juntos, mientras por dentro me consuman las nuseas no poda resistirme

    a semejante peticin, as que tome todo el valor posible y empez el maravilloso

    festn. Ella como si nada coma y sin embargo para m era algo nuevo e inesperado,

    sin que se diera cuenta comenc a comer, oh que gran sorpresa no estaba de todo

    mal y me dije a m mismo consolndome y de forma sarcstica ,esto esta delicioso,

    jams haba probado algo as y le dije que el platillo estaba de lo mejor, ella sonri

    y me dijo ,para ser honesta esto esta horrible no s por qu decid comerlo, me sent

    tan timado y pens que ella solo quera dejar una buena impresin de aquel lugar

    por lo que le respond ,tienes razn y si mejor vamos a otro lugar, ella se carcajeo

    sin parar a lo que me dijo ,es broma, con solo verte me di cuenta que era algo nuevo

    para ti para ser honesta no cre que te atrevieras a dicha hazaa, empez a rer y

    exclamaba ,solo hubieras visto tu cara cuando te trajeron el cerdo, me quede callado

    pero lejos de sentirme enojado u ofendido la alegra inundo mi ser de una manera

    tan maravillosa, consecutivamente terminamos riendo sin parar.

    Despus de el gran festn y sin parar de rer, me tomo de la mano y mi corazn

    empez a latir de manera acelerada, llegamos al lugar de la ceremonia, estaba

    repleto de gente, Amelia me dijo que a esta fiesta se incluye cada ao diversos

    oficios religiosos en honor a San Lzaro y la tradicional romera en la que se celebra

    la gran puja de pezuas y otras piezas de cerdo que se ofrecen al santo.

  • Despus de eso me di cuenta del por qu el gran exuberante men de hace unos

    momentos, fue un da tan maravilloso, lleno de grandes momentos y otros

    sentimientos fuertes, pero todo lo que empieza debe terminar, as que nos

    despedimos con un gran abrazo, anhelando nuestra prxima aventura. Ella se fue

    a su casa y yo regrese a mi lugar de hospedaje, estaba feliz pero haba algo dentro

    de m que no estaba del todo contento, era una pequea tristeza que de alguna

    manera me consuma. No encontraba la manera de entender el porqu de aquel

    sentimiento, y reflexione, acaso ese pequeo hueco que me intriga es miedo o

    empezare a echar de menos a aquella chica.

    Captulo 7Una tarde noche del 23 de julio ella por fin me haba convencido de asistir a las

    fiestas que se realizaban en honor al patrn de Espaa y de Galicia, Amelia me

    haba contado que la creacin de la capital gallega haba surgido despus de que

    se encontraran restos del apstol Santiago, gracias a esto Santiago de Compostela

    se convertira en una ciudad santa, tal como lo es Jerusaln y Roma, ella empez

    a adentrarme acerca de una ms de las tradiciones que se realizaban por aquellos

    lugares, me deca que sera un da especial ya que cuando el da 25 de julio

    coincida con el domingo se celebraba el Ao Santo Compostelano.

    A la maana siguiente, fuimos a la catedral en donde se empezaba a anunciar con

    el sonido de las campanas lo que ocurrira esa noche, al caer la noche Amelia

    empezaba a emocionarse cada vez ms y ms, yo miraba como sus ojos se

    llenaban de luz y ella mirando al cielo me deca que observara lo que pasara,

    la plaza del Obradoiro empez a llenarse de luz y colores hermosos, era un

    espectculo que haca que todos se transportaran a un mundo lleno de magia, algo

    mucho ms sorprendente fue el ver las proyecciones multidimensionales que se

    reflejaban en la catedral, gracias a esto pareca que esta tomaba vida.

  • Algo que no se haca esperar fueron las danzas regionales, aquellos conciertos y

    verbenas ,as como aquella msica representativa de las gaitas, Amelia me tomo

    de la mano y me encamino hacia donde empezaban a realizarse juegos de caas y

    sortija, comenz a explicarme como era que se llevaban a cabo estos juegos tan

    populares, el juego de la caa consista en formar equipos de 12 jvenes y

    montados en caballos, hacan una carrera en donde el fin de esta era lanzarse

    caas entre s, con la nica proteccin de un escudo, al final ganaba aquel que

    hubiese conseguido librarse de las caas, pero a su vez habra tenido que golpear

    a sus contendientes con sus lanzamientos, volvi a tomarme de la mano y sin antes

    preguntarme si haba comprendido algo , me llevo y dijo sbete que empezaremos

    a jugar, me sub y comenc, despus de un largo tiempo solo quedbamos ella y

    yo en combate y como buen caballero la deje ganar.

    Regresamos a casa en donde su madre ya la esperaba muy preocupada, pero al

    ver que yo la acompaaba, su mama se tranquiliz y comenz a preguntarnos

    sobre los acontecimientos que habamos pasado juntos, Amelia empez a relatarle

    todos y cada uno de los hechos que vivimos en aquella fiesta, aquel da fue uno de

    los das ms divertidos que haba pasado a su lado.

    Captulo 8Todo iba de maravilla, ese viaje a Santiago de Compostela estuvo magnifico,

    todos sus restaurantes, en los que degustamos los platillos ms interesantes y

    deliciosos que haba probado, todos sus monumentos, sus historias, tradiciones,

    todo lo que forma parte de este lugar no dejaba de sorprenderme. A la maana

    siguiente, como las veces anteriores, fui a buscar a Amelia, emocionado por saber

    a qu lugar me llevara ese da, mientras por mi mente visualizaba lo divertido,

    interesante y romntico que sera el da, caminaba hacia su casa, mientras

    observaba las calles de Santiago, era increble la manera en que incluso de camino

    a su casa, poda deleitarme de lo hermoso que es Santiago, pues la mayora de sus

  • calles son angostas, y la tranquilidad con la que puedes caminar, sea la hora que

    sea, te hace sentirte que realmente existe un lugar en la tierra, en el que puedes

    caminar seguro de que no te van a asaltar o alguien te har algo malo.

    Al llegar lleno de emocin, toque la puerta con rudeza, toque tan fuerte que sus

    vecinos escucharon, hecho que me avergonz un poco. Despus de seguir tocando

    la puerta, la vecina de Amelia sali y me dijo No hay nadie en casa, a lo que

    respond, Buenos das, disculpe sabe a dnde fueron?, ella contesto: Salieron

    de emergencia a Madrid, por lo que pude escuchar el abuelo de Amelia se puso

    grave del corazn, es todo lo que se, le agradec que me haya informado sobre

    eso, me desped y me retire.

    De camino al departamento pensaba en lo mal que la estara pasando ella, y no

    pude negar que yo me senta igual por el simple hecho de no estar con ella para

    apoyarla. Despus de unos das de espera me comenc a preocupar, pendiente del

    telfono y preguntando constantemente en todos los Correos Santiago de

    Compostela, pues la intriga de no saber cmo se comunicara conmigo era enorme.

    A veces pienso que llegue a molestar o desesperar a las personas que laboraban

    ah, para m esos das fueron de preocupacin y desesperacin, pues al no tener

    noticias de ella cada da pareca volverse ms lento.

    Finalmente, das despus, recib noticas de ella, el telfono comenz a sonar y lo

    tome inmediatamente, mientras por mi mente solo pasaba la imagen de ella,

    conteste, ella estaba al otro lado del telfono deleitndome con su hermosa voz, se

    disculp por haberse marchado de una forma inesperada, me explico lo que haba

    sucedido, que su abuelo haba tenido un infarto y que lamentablemente haba

    fallecido, no saba qu hacer, trate de consolarla, para que sintiera que la apoyaba,

    pero s que en esos momentos es imposible consolarse, lo s porque yo ya haba

    pasado por eso y el sentimiento que esto genera es horrible, me senta mal por ella,

    por lo que le haba sucedido, sin embargo en mi interior el que haya sucedi eso

    me molesto, ya que saba que ella ya no quera salir conmigo como lo haba hecho

    anteriormente, s que suena egosta pero realmente me senta de esa manera.

  • Hablamos unas cuantas horas al telfono, trate de hacrselo ms fcil, recordamos

    los momentos que semanas atrs habamos vivido , recordando las risas y

    experiencias que ahora estn en nuestras mentes como recuerdos que difcilmente

    se olvidaran, cuando ella me mostraba lo maravilloso que es Santiago, durante un

    largo tiempo platicamos y nos reamos, en fin disfrutbamos el poder estar

    charlando el uno con el otro, al estar hablando con ella senta como si estuviera

    vindola, me la imaginaba riendo con su hermosa sonrisa, esa sonrisa que me

    hipnotiza, era tan hermosa.

    Despus de recordar detalles de todas nuestras aventuras alrededor de Santiago

    , sent que haba llegado el momento, senta que era el indicado, mientras ella rea,

    me naci decirlo y le dije te amo, era inevitable, ella me tena como un tonto, ante

    mis ojos todo de ella era perfecto, la mujer ideal, y al escuchar de su boca que ella

    tambin senta lo mismo por m, me desvanec, nunca olvidar ese momento , me

    sonroje, sent como si el corazn me fuese a explotar, de repente dentro de mi sent

    una felicidad inmensa que no me cavia en el pecho, ese momento fue maravilloso

    y aunque no la tena enfrente para besarla y abrazarla, para m fue perfecto.

    Seguimos hablando por un tiempo y despus de un rato ella me dijo que ya era hora

    de despedirnos, a lo que le conteste que no quera dejar de escuchar su dulce voz,

    y ella entre risas juguetonas, me dijo que no fuera impaciente, que ella ya vena de

    regreso y que en unas cuantas horas volveramos a estar juntos, para llegar ms

    rpido a Santiago, ella y su madre se vendran en tren, esa noticia me alegro

    demasiado y pens en preguntarle a qu hora llegara para ir a esperarla a la

    estacin con un ramo de rosas, o algn detalle, la cosa era que yo me mora por

    verla.

    Por fin, despus de semanas de no verla, haba llegado el da en que volvera a

    reencontrrmela, recuerdo muy bien ese da, pues en la maana apenas sali el sol

    y sal de mi cama de un brinco, tend la cama cantando la cancin de Amor

    marieiro, una cancin tradicional de la regin , completamente enamorado, no deje

    de cantar con emocin y alegra pues ya poda imaginar mi reencuentro con ella, el

    abrazarla y sentirla cerca, sentir sus labios al besarla, me pasaron por la mente

  • todos nuestros momentos juntos, me imagine con ella formando una familia, que

    viviramos aqu en Santiago, me vi llevando a nuestros hijos a conocer todas las

    recetas que ofrece la cultura de Compostela, por Dios realmente eso que senta por

    ella, era amor, realmente estaba enamorado.

    El tren llegara en la noche, para sorprenderla, se me ocurri cocinarle, ella saba

    que no era bueno en la cocina, por lo que ese detalle sera algo muy bonito para

    ella, o bueno al menos eso pensaba, tan pronto como pude, sal de inmediato a

    comprar los ingredientes que necesitaba, me dirig al Mercado de Abasto para

    comprar los ingredientes que necesitara para hacer la receta. Haba pensado en

    cocinarle solamente una comida, pero me decid a hacerle de comida un caldo

    gallego, y de postre una tarta Compostela, volv tan pronto como pude a mi casa y

    comenc a cocinar, obviamente trate de recordar la recetas conforme a lo que haba

    vivido con Amelia, pero como no pude recordarlas con precisin, me vi en la

    necesidad de pedir ayuda y preguntar a las personas que vivan all sobre el

    procedimiento, por Dios, tena el tiempo encima, era ya casi la hora y yo an no

    decoraba la mesa y a la comida todava le faltaba un poco, en lo que estaba lista

    la comida, decore la mesa rociando ptalos de rosa, e inclu algunas velas y puse

    los platos sobre ella, me arregle rpidamente y saque la comida, la prob, y para

    ser sincero, para haber sido la primera vez que cocinaba, me haba quedado muy

    sabrosa, senta mi estmago revuelto por los nerviosos, al dar casi la hora, sal

    rumbo a la terminal, me fui lo ms rpido que pude.

    En el camino le compre una Flor de Santiago, una de las flores que por ser extica,

    solitaria y majestuosa , posea una belleza realmente incomparable, con seis

    ptalos de color rojo, y que debido a su extraa forma de cruz, esta rosa haba sido

    bautizada como la Flor de Santiago, aunque para ser sincero no tan bella como

    Amelia.

    Al fin haba llegado a la terminal y aunque faltaba una hora para volver a verla,

    prefer llegar con mucha anticipacin, era preferible a llegar tarde, pues no quera

    que se arruinara la sorpresa que le tena, era extrao, de repente un sentimiento

  • muy contrario a la emocin se apodero de m, eso que llaman las personas un mal

    presentimiento, esto me incomodo mucho y me puse ms nervioso de lo que estaba,

    pero en lugar de emocin fue de preocupacin, se lleg la hora y el tren no llegaba,

    imagin que este se haba retrasado y trat de tranquilizarme, entonces, mientras

    esperaba, se escuch un sonido tan fuerte que sent como el cuerpo se me

    estremeci, en ese momento pareca que el aire se volva ms denso, como si el

    tiempo se detuviera, como si la felicidad del mundo se extinguiera, rpidamente

    comenz a recorrer en mi cuerpo un miedo que me paralizo por unos segundos, no

    saba lo que suceda, por mi mente solamente paso un cosa, ella.

    Amelia venia de camino, y se supona que deba haber llegado hace tiempo. De

    repente, a lo lejos, se escuchaban ruidos, como si fueran gritos, tan pronto como

    me acercaba estos se hacan ms claros, no lo poda creer, el tren se haba salido

    de las vas, este haba chocado, pens que era mentira, y que me haba afectado

    el caldo que prob, no s, mi mente buscaba toda clase de pretextos para no aceptar

    lo que suceda, pero por ms pretextos que imaginara no cambiara lo que mis ojos

    vean, personas heridas, otras sin vida, las lgrimas clidas rodaban solas por mi

    mejilla, no aguant y me lanc hacia el tren, ayud a las personas que se

    encontraban en mi camino pero mi objetivo era solo uno, encontrarla, corra por

    todos los lados del tren, gritando su nombre, sin encontrar respuesta por ningn

    lado, en ese momento no lo pude evitar, la sola idea de pensar que ella estaba

    muerta, no lo soportaba.

    Esa noche fue tan larga, y no solamente para m, sino tambin para Santiago de

    Compostela, pues no solo vena ella, sino tambin algn padre o madre, familiar o

    amigo de alguien. De nuevo estaba como hace semanas, angustiado por no

    encontrarla, apenas sali el sol y en los peridicos ya estaba la noticia, esto me

    doli ms, pues al ver el nmero de muertos, tema que su nombre estuviera entre

    algunos de ellos.

    Y lleg ese momento, ese momento que no s si quisiera que hubiera llegado,

    pero, sea como sea tena que llegar. Sonar dramtico y exagerado, pero sent

    como se encoga y quebrantaba mi corazn poco a poco, pues all se encontraba

  • su nombre, busqu tambin el nombre de su madre y gracias a Dios no lo encontr,

    pero no poda dejar de pensar en Amelia, en cmo en ese accidente se quedaron

    las vidas, sueos y esperanzas de muchas personas, incluyendo los mos.

    Rpidamente sin pensarlo dos veces sal a buscar a su mam y cuando la

    encontr, all estaba ella, en medio de un mar de lgrimas, pues su nombre en la

    lista realmente significaba algo, acompa a su madre a verla, tan pronto llegamos,

    esperamos un rato y nos llamaron, definitivamente all estaba ella, no quise ver ms,

    pues su piel se torn de un color blanco y dejo de ser clida, paso a ser fra como

    la nieve.

    Pasaron dos das y en Santiago por ser una ciudad en donde la mayora de las

    personas son de religin catlica, se ofreci una misa en nombre de todos los

    fallecidos en el accidente, as como su madre, me desped de ella en el entierro y le

    dije Adis, no poda creer todo lo que me haba sucedido en tan poco tiempo, todo

    lo que Santiago de Compostela me haba enseado, entonces entend una cosa.

    Desde que llegu a este lugar, Santiago se la ha pasado ensendome la

    amabilidad, la unin y lo hermosa que es su gente, empezando por Amelia, ella me

    mostr los maravillosos e interesantes lugares que conforman Santiago, me mostr

    una ciudad encantadora, en donde mi paladar se dio vuelo con las deliciosas

    comidas que aqu se encuentran, an y cuando a m no me gustaban los mariscos;

    su msica tan alegre que me hubiese gustado bailar con ella, sus historias y

    festividades. Le agradezco a Amelia el haberme mostrado este lugar tan

    maravilloso, en donde pens y pude realizar el quedarme a vivir aqu, en Santiago

    de Compostela.