Noticias Obreras nº 1557 marzo

56

description

Especial monográfico dedicado a la figura de Guillermo Rovirosa, en proceso de canonización, en el 50 aniversario de su muerte (1964-2014).

Transcript of Noticias Obreras nº 1557 marzo

Page 1: Noticias Obreras nº 1557 marzo
Page 2: Noticias Obreras nº 1557 marzo

Noticias de la HOAC

1.557 · MARZO 201490

El 27 de Febrero se cumplen 50 años de la muerte deGuillermo Rovirosa. Su vida y su obra hacen brotar ennosotros, desde lo más profundo de nuestro corazón,

un sentimiento de gratitud a Dios y a la Iglesia por este testi-monio de santidad.

Hay tres rasgos fundamentales en la herencia que nos hadejado Guillermo Rovirosa, que son tres líneas luminosaspara la tarea evangelizadora de la HOAC y de toda la Iglesiaen el momento actual: llamados a ser cristianos y cristianasde nuestro tiempo, llamados a evangelizar y llamados a cons-truir comunión.

Al celebrar este 50 aniversario hemos querido dedicar estenúmero monográfico íntegramente a Guillermo Rovirosa. Enél se puede encontrar: la actualidad del proceso de canoniza-ción; elementos que nos pueden ayudar a contemplar a Gui-llermo como un apóstol obrero; su figura vista a través de tes-tigos que lo conocieron indirectamente a través de Malagón;su aportación en el contexto social e histórico que vivió. El«Tema del Mes» pretende despertar la curiosidad y el interéspor este laico cristiano comprometido, converso tardío quededicó su apostolado a devolver a los obreros a Jesucristo, ylo llevó hasta el extremo.

Con palabras de aquellos que le conocieron y que fueronamigos recogemos testimonios íntimos y entrañables, ple-nos de afecto y emoción. Y junto a lo anterior, la actualidadque Guillermo Rovirosa tiene hoy vista por algunos militan-tes de la HOAC y en el que se inspiran para desarrollar sucompromiso cristiano. Varios intelectuales cristianos desta-can, también, cómo se adelantó a su tiempo en la crítica al

sistema económico dominante, que luego asumiría desde elVaticano II la enseñanza social de la Iglesia y que tan lumi-nosa e incisivamente ha vuelto a retomar el Papa Francis-co.

Por último, aunque sus textos, sus propias palabras, ilumi-nan las páginas de esta revista, hemos querido finalizar conalgunas oraciones más emblemáticas, así como con las entra-ñables palabras que su amigo Malagón pronunció el 28 de fe-brero de 1964 en su funeral.

Queremos dar las gracias a todas las personas que han co-laborado en este número de «Noticias Obreras», sin las cuá-les no hubiera sido viable. Somos conscientes de que no es-tán todos ni todas, ya que por razones de espacio, esimposible, y dejar constancia de la importante colaboraciónque para su elaboración ha significado el patrocinio de laFundación Guillermo Rovirosa y Tomás Malagón.

Demos gracias a Dios por tantos testigos de su amor, es-pecialmente en este aniversario, por Guillermo Rovirosa, elprimer militante y promotor de la HOAC; por Tomás Mala-gón; por Eugenio Merino y tantos otros militantes obreros,que dedicaron y dedican sus vidas, su tiempo, sus esfuerzosy sufrimientos al crecimiento y extensión de este movi-miento apostólico. Su recuerdo fortalece a los militantesque intentamos continuar su tarea y genera nuevas espe-ranzas para este mundo obrero y del trabajo que vive en laactualidad tantos momentos de oscuridad e incertidumbre.Celebrar este 50 Aniversario es encender las luces largaspara seguir realizando con fidelidad la misión que la Iglesianos ha encomendado. !

50 aniversario de la muerte de Guillermo Rovirosa:

Seguir anunciando elEvangelio al mundo obrero

«Guillermo Rovirosa. Apóstol del Mundo Obrero.50 Aniversario de su muerte 1964-2014»

Comisión Permanente de la HOAC

PEDIDOS:Ediciones HOAC

C/ Alfonso XI, 4. 4º 28014 MadridTel.: 91 701 40 83 [email protected]

www.edicioneshoac.es

Breve biografía, con algunos de sus textosmás significativos.

Colección: Cuadernos de la HOAC, 8. Núm. de páginas: 54 páginas

2

Page 3: Noticias Obreras nº 1557 marzo

SSuummaarriioo

1.557 · MARZO 2014

SSuummaarriioo

Delegada:Mª Dolores MedinaRedactor:José Luis PalaciosColaborador@s:Juan Acín, Alfonso Alcaide,Antonio J. Aranda, JoaquínArriola, José Blanco, AraceliCaballero, Manolo Copé,Fernando Díaz-Abajo, Rafael DíazSalazar, Jesús Espeja, José IgnacioGámez, José García, JoaquínGarcía (Chipola), Carlos Gª deAndoin, Carlos Gómez Gil,Agustín González, Jose IgnacioGonzález Faus, José R. Ibeas,Iñaki Lancelot, Enrique Lluch,Javier Madrazo, Pedro Manzano,Víctor M. Mari, Gorka Moreno,Olga Pardo, Francisco Porcar,Xulio Rios, Eduardo Rojo, MónicaRossi, Santiago Sánchez Torrado,Paloma Sanz, Jose Mª Toro,Cristina Vega, Imanol Zubero,Taller de Redacción deAndalucía, Canarias y Alicante.

Dirección y Redacción:Alfonso XI, 4, 4.28014 MadridTelf.: 91 701 40 81 Fax: 91 522 74 03E–mail:[email protected]

Administracióny suscripciones:Mª José CerrajeroPilar CerrajeroTél.: 91 701 40 [email protected]

Depósito Legal:M. 2359-1958

NOTICIAS OBRERAS no seresponsabiliza ni identifica ne-cesariamente con los artículosy cartas de sus colaboradores.Autoriza la reproducción totalo parcial de sus trabajos indi-cando la procedencia.

1.557MARZO 2014

www.hoac.es

91

3

Noticias de la HOACSeguir anunciando el Evangelio al mundo obrero, _______________________ 2

EditorialIndividualismo o Comunión ________________________________________ 4

Causa de CanonizaciónActualidad del proceso, por Alfonso Gil ______________________________ 6Entusiasmado de la Verdad, por Antonio M. Rouco _____________________ 8J. Andrés-Gallego: La coherencia de Guillermo Rovirosa le hizo singular ____ 9

Un Santo ObreroTestigo que hoy reclama la Nueva Evangelización, por Victorio Oliver _____ 10La Alegría del Evangelio, por Antonio Algora _________________________ 12

A través de MalagónLa mística de Rovirosa nutre a la HOAC, por A. Hernández-Carrillo ______ 14Luz para responsables laicos, por Elias Yanes _________________________ 16Adelantado del Vaticano II, por Alberto Iniesta _______________________ 16Una huella imborrable, por Nicolás Castellanos ______________________ 17

Su tiempoDel catolicismo social al obrerismo cristiano, por Feliciano Montero ______ 18Acortando distancias, por Antonio Quitián __________________________ 20

Tema del MesGuillermo Rovirosa, Apóstol Obrero, por Alfonso Alcaide _______________ 21

Testigos de su vidaRevolución integral por Xavier Garcia Pujades _______________________ 37¿Cómo olvidar a Rovirosa? ________________________________________ 38«Rovirosa y Malagón son modelo de apóstoles». Entrevista a Rafael Torija __ 40

Huellas vivas«Vivió con radicalidad la encarnación obrera». Entrevista a Aurelio Peña ___ 43En boca de los miltantes de la HOAC de hoy __________________________ 44

Su actualidadEntusiasmarse con la misión, por Pino Trejo _________________________ 47La fuerza de los débiles, por Rosa Gisbert ___________________________ 48Una alternativa de vida, por Maite Valdivieso ________________________ 49Realizar el Evangelio, por Loles Gambín ____________________________ 50Crítica radical al capitalismo, por Hilari Raguer _______________________ 52

Orar con Rovirosa«Danos hoy nuestro pan de cada día», «¡Sí!» «Ahora», «Cada día» _________ 54«La oración de la Cólera y el Amor» _________________________________ 55La espiritualidad de Rovirosa, por Tomás Malagón ____________________ 55

«Todo es Comunión», dirá Rovirosa.¿Queremos vivir acogiendo esa realidad

o de espaldas a ella?» Pág. 5

Page 4: Noticias Obreras nº 1557 marzo

Se cumplen ahora cincuenta años de la muerte deGuillermo Rovirosa. El que fuera arzobispo de Tarra-gona, Josep Pont i Gol, dijo de él que «desde el día

de su conversión vivió totalmente para conocer, amar eimitar, con creciente fidelidad y amor, el ser y el hacer deJesús». En efecto, su vida estuvo llena de la experienciadel amor de Jesucristo, de un gran amor a Jesucristo, a laIglesia y a los pobres. Tres cosas para él inseparables, unasola cosa en realidad. Por eso dedicó su vida a organizar laHOAC como instrumento de la Iglesia para hacer presen-te la Buena Noticia de Jesucristo en el mundo obrero y deltrabajo, en particular en los trabajadores más débiles y em-pobrecidos.

E ste número de «Noticias Obreras» está dedicado amostrar la actualidad y el valor de su vida para elhoy de la Iglesia y del mundo obrero y del trabajo.

En estas líneas queremos destacar tres rasgos de su vidaque nos parecen especialmente importantes hoy. Los pre-sentamos con el hilo conductor de dos «lógicas» completa-mente distintas en la construcción de nuestra humanidady de nuestra sociedad, dos «lógicas» centrales en la pro-puesta de Rovirosa para el mundo obrero y del trabajo: in-dividualismo o comunión. Una raíz fundamental de losproblemas, las injusticias, el empobrecimiento, ladeshumanización que padecemos, está en queseguimos demasiadas veces la «lógica» delindividualismo; las respuestas están en se-guir la «lógica» de la comunión, la «lógi-ca» del Dios de Jesucristo, la que res-ponde realmente a la vocación denuestra humanidad.

R ovirosa se tomó completa-mente en serio la invitaciónde Jesús sobre lo que signifi-

ca vivir de forma cabal nuestra hu-manidad: «Sed misericordiososcomo vuestro Padre es misericor-dioso» (Lc 6, 36). Misericordiaque es amor práctico y con-creto a las personas con-cretas; respuesta a lanecesidad de cada unode realizar su vida, devivir en plenitud; res-puesta, por tanto, al su-frimiento injusto delotro para erradicarlo,sin ninguna excusa

para no hacerlo. De ese amor concreto nacen dos cosas:la lucha por la justicia y el deseo de tratar al otro con jus-ticia, de ser justo con él. Y la mayor justicia hacia el otroes, como vivió Jesús, poner la vida a su servicio, dar lavida para que el otro viva. Y eso solo se hace por amor alotro. Nace de la experiencia del amor concreto de Dios acada persona, no a la humanidad en abstracto, de unamor hasta el extremo. De un amor que se acoge en elamor al otro. «Jesús está en el otro», dirá una y otra vezRovirosa. Nuestra humanidad se realiza en el amor alotro. Esto no se ve desde el individualismo, que tiende averlo todo desde el propio interés y conveniencia, peroes lo más radicalmente humano. ¡Cómo cambiaría nues-tra vida y nuestro mundo si acogiéramos la misericordiade Dios y construyéramos nuestra vida y nuestra socie-dad desde la misericordia!

D e la experiencia de ese amor misericordioso deDios, de Jesucristo que da la vida por cada unode nosotros para que podamos vivir de acuerdo

a nuestra dignidad, nace el reconocimiento de la sagradadignidad de cada persona, de toda persona. La personadebe ser siempre lo primero, el centro, fin y sujeto detodo. Por eso, ese amor se rebela cuando los hijos e hijas

de Dios son explotados, humillados, instrumenta-lizados… La lucha por la justicia de-

bida a cada persona en razón desu sagrada dignidad se convier-

te así en vida cotidiana, entarea central y esencialpara vivir humanamente:«Frente a una humani-dad metalizada (diráRovirosa) que única-mente atribuye valor –ypor tanto dignidad– aldinero –y al poder que

se utiliza para hacerse condinero– se levanta la HOAC

para continuar el mensaje eter-no de la Iglesia y decir: el valor

máximo en la tierra es el hombre,como imagen de Dios y como hijo

de Dios. Todo lo que existe en la tie-rra es para el hombre y el hombre es

para Dios. Nos enfrentamos, portanto, con los que quieren pos-

poner el hombre al dinero, oal Estado, o a la econo-mía, o a la producción».

Editorial

Individualismo o Comunión

1.557 · MARZO 201492

4

Page 5: Noticias Obreras nº 1557 marzo

«La lucha de la HOAC se encamina en primer término aque todo obrero recobre la conciencia de su dignidad dehombre y de obrero a la luz de Cristo». Es esa sagradadignidad de la persona lo que está en juego, hoy de for-ma muy radical y evidente, en la forma en que es tratadoel trabajo y la persona del trabajador o trabajadora. Des-de el individualismo hemos construido ídolos –muy enparticular el ídolo del dinero al que se somete todo– quehan ocupado el lugar de las personas, en relaciones y es-tructuras sociales que niegan en la práctica que lo prime-ro debe ser siempre la persona. ¡Cómo cambiaría nuestravida y nuestro mundo si realmente y en la práctica reco-nociéramos la sagrada dignidad de la persona y pusiéra-mos en primer lugar, siempre y sin excusas, a las perso-nas!

E l empeño por el reconocimiento efectivo de la dig-nidad de cada persona, de cada trabajador y tra-bajadora, que es lo mismo que decir la lucha por

la justicia debida a cada persona, muy en particular acada empobrecido, se realiza buscando construir comu-nión entre las personas, en las relaciones y estructurassociales. Estamos hechos para la comunión con los de-más y con Dios. El Dios Amor-Comunión, que se ha he-cho uno de nosotros en Jesús, nos llama a participar desu propio ser comunión de personas y ese es el caminode nuestra realización humana. El individualismo es lanegación radical de esta vocación humana, de lo que esnuestra humanidad. Solo en la medida en que nos reco-nozcamos, no como individuos aislados que creemosque nuestra humanidad se realiza buscando nuestro pro-pio interés o conveniencia, sino que somos personas quenecesitamos a los otros para construir nuestra propia sin-gular humanidad; en la medida que reconozcamos alotro como «otro yo», podremos construir realmentenuestra humanidad y un mundo a la medida del ser hu-mano. «Todo es comunión», dirá Rovirosa. ¿Queremosvivir acogiendo esa realidad o de espaldas a ella? Porquehemos luchado mucho por la justicia, por afirmar la dig-nidad humana, pero cuando lo hemos hecho desde el in-dividualismo, desde la búsqueda del interés propio, loque hemos logrado es luchar unos contra otros por laexistencia, competir unos con otros. El resultado es queen esa «lógica» siempre se impone la ley del más fuerte,y los empobrecidos por esa ley del más fuerte siguensiendo empobrecidos. Solo si buscamos construir la viday las relaciones sociales desde el amor al prójimo, desdeel reconocimiento del otro, desde las necesidades de losotros, desde la justicia debida a los empobrecidos, soloentonces construiremos lo que necesitamos, la colabora-ción por la existencia. Porque no somos para competir,sino para la comunión. ¡Hemos construido el mundoalejados de esa verdad esencial del ser humano y así esde deforme nuestro mundo! En Jesucristo vemos que es

posible vivir desde la lógica humana de la comunión. Lacosa está en que realmente nos decidamos a hacerlo.

Amor misericordioso que responde a lo más hondode nuestro ser; empeño por el reconocimientopráctico y efectivo de la dignidad de cada persona,

que se hace lucha por la justicia y ser justos con los otros;comunión como camino y meta de nuestra humanidad.Los cristianos creemos esto, los hoacistas creemos esto.Pero esto no es para decirles a los demás que lo vivan, espara vivirlo nosotros. Rovirosa insistía mucho en ello: laforma de anunciar esta forma de vivir que nos proponeJesucristo con su propia vida, es vivirla. No hay otra ma-nera. Se trata de crecer, día a día, en la vida cotidiana, enconstruir esa vida de comunión en nosotros y con otrosen nuestro mundo obrero y del trabajo. Solo así podre-mos acoger y compartir la Buena Noticia de Jesucristo,solo así podremos invitar a otros a vivirla. Si ven lo quedecimos. Si no, solo diremos palabras que los demás nopodrán creer. !

Comisión Permanente de la HOAC

EEddiittoorriiaall

1.557 · MARZO 2014 0000

593

5

Page 6: Noticias Obreras nº 1557 marzo

Corría el año 2000. Juan PabloII había invitado a toda laIglesia a reconocer y a agra-

decer a Dios los dones recibidos enese milenio. Entre ellos el más impor-tante: el don de la santidad. Como enlos primeros tiempos de la Iglesia,como a lo largo de la historia, tam-bién el siglo XX era un siglo de santosy era justo reconocerlo y dar testimo-nio de ello. El honor y la gloria co-rresponden a Dios mismo, el únicosanto, que obra la santidad en noso-tros. ¡Bendito sea!

La HOAC conocía a Guillermo Ro-virosa. Conocía su trayectoria, espe-cialmente a partir de su encuentrocon Cristo. Sabía de la coherencia desu vida cristiana y de su entrega alapostolado en el mundo obrero en untiempo particularmente difícil. Leconstaba que, a su muerte, muchagente que le había tratado lo conside-raba santo, fama que se mantenía a lolargo de los años; de hecho venía re-cibiendo reiteradamente peticionesde que se iniciara su proceso de cano-nización. Y era consciente de que esa

posibilidad no podía aplazarse muchomás, dado que los que le conocierony podrían personarse como testigosen su causa eran ya pocos y mayores.

Valora entonces la HOAC la conve-niencia de dar ese paso y ofrecer a laIglesia universal el testimonio de lavida de Rovirosa; como quien ha co-nocido y disfrutado un tesoro y, sen-cillamente, lo da a conocer y lo com-parte con los hermanos. Y es que enla vida de Rovirosa se dan unas cir-cunstancias que de algún modo la ha-cen peculiar e iluminadora de situa-ciones que hoy mismo se estándando en muchos lugares y a las quepodría aportar claves con las queabordarlas.

Actualidad del procesoAlfonso Gil*

1.557 · MARZO 201494

6

Causa de canonización

No se trata de hacer un favor a alguien que ya ha llegado a la presencia del Padre, no lo ne-cesita. Tampoco de un supuesto culto a la personalidad, que en el caso de Rovirosa, comoen cualquier otro, le horrorizaría. Y menos de una promoción del colectivo que mantienesu recuerdo y con el que a veces se le identifica. El planteamiento es otro muy distinto.

*Vicepostulador de la causa de canoni-zación de Guillermo Rovirosa.

«En la vida de Rovirosa se dan unascircunstancias que de algún modo la hacen peculiar e iluminadora de situaciones de hoy»

Para saber más sobre la causa de Canonización, visite: http://www.hoac.es/proceso-de-canonizacion-de-guillermo-rovirosa

Page 7: Noticias Obreras nº 1557 marzo

En efecto, se trata de un laico, casa-do, técnico industrial, convertido a lafe cristiana, tras larga búsqueda, a los36 años. Consciente del inmensoamor con que Cristo le ha tratado, res-ponde con la ofrenda de su vida a lacausa del Evangelio. Percibe las impli-caciones sociales que el seguimientode Jesús comporta y se va adentrandoen el contacto y en la vivencia de larealidad obrera de los años 30 y 40 enEspaña. En esa cercanía y convivencia,fiel a Jesús, madura el apóstol; demodo que cuando en 1946 la Iglesia,buscando una aproximación al mundoobrero, decide la creación de la Her-mandad Obrera de Acción Católicacuenta con Rovirosa para organizarla.

Se manifiesta entonces la grandezade una persona a un tiempo humildey fuerte, obediente y libre, intelectualy trabajador manual, místico y conlos pies en la tierra, capaz de soledady apasionado por la comunión.

¿Sus convicciones profundas? El vi-vía y transmitía: confianza absoluta enDios, que actúa en la historia, y dispo-nibilidad a su voluntad; respeto y valo-ración de la dignidad de la personaobrera, de su cultura y valores, de subúsqueda de justicia, y un «no» claroal paternalismo humillante; concienciade que el bautismo implica un morir yun nacer a vida nueva en seguimientode Jesús; opción decidida por la comu-nión en todos los ámbitos: bienes,vida, acción…, e insistencia en tresvirtudes básicas que la hacen posible:pobreza, humildad y sacrificio; aplica-

ción del Evangelio a la vida personal ysocial, clave para la economía, la polí-tica, la paz; visión de Cristo en el otro,a quien amar y servir, por ello, escu-

cha atenta a las personas que lleva aconocerlas y amarlas; propuesta de cla-ves esenciales del Evangelio: Reino deDios, Mandamiento nuevo, Cuerpomístico de Cristo; amor a la Iglesia entoda circunstancia…

Su hacerse servidor de los últimos,su palabra libre y evangélica, su análi-sis social y su actividad entusiasta for-mando militantes obreros, que uníanfe y vida y se sentían responsables demejorar las condiciones de vida y tra-bajo entonces existentes, le granjea-ron el respeto y el afecto de muchos ytambién la hostilidad de otros que sesentían cuestionados. Cristo se hizopresente entre los obreros y su pala-bra, entretejida en la problemática so-cial del momento, era acogida y dina-mizaba compromisos transformadoresde la realidad. Hubo conversiones a lafe cristiana. La ruptura entre clasesobrera e Iglesia que tan agudamentese vivía en aquellos años se vio supe-rada en parte por la pre-sencia y actuación de mi-litantes fieles a Cristo yfieles a la causa obreraque lucharon por la justi-cia y la dignidad.

Esta breve evocación desu vida puede dar una ideade lo razonable que eraproponerla como muestrade la acción de Dios entrenosotros, de la fuerza dina-mizadora del Espíritucuando se le acoge y se leresponde.

El proceso de canoniza-ción se inició en Madridel 8 de julio de 2003.Más de 40 testigos han

relatado «lo que habían visto y oído»,cómo les había impactado e influen-ciado en su vida el contacto con él. Asu testimonio se ha unido el conjuntode los escritos del propio Rovirosa. Lacomisión histórica que ha investigadoarchivos y recogido la documentaciónnecesaria está acabando su informe.Todo ello será trasladado a Roma parasu estudio y valoración. Durante estosaños su persona y su obra se han di-fundido ampliamente. Y es de resaltarque quienes, sin haberlo conocido an-tes, se han adentrado ahora en su bio-grafía y en sus planteamientos, entoda su aventura personal, quedan«tocados» por la singularidad y actua-lidad de este hombre, quizá por lo au-téntico de su empeño.

Y no es el menor servicio que Rovi-rosa nos presta el ayudarnos a caer enla cuenta de que la santidad es pro-puesta hecha a todos, don y tarea decada día. !

CCaauussaa ddee ccaannoonniizzaacciióónn

1.557 · MARZO 2014 0000

795

7

Alfonso Gil lee la solicitud de apertura del proceso, el 8 de julio de2003, ante el arzobispo de Madrid, cardenal Rouco Varela, y laspersonas que serían nombradas miembros del tribunal que va aintervenir en él.

«Una persona a un tiempo humilde yfuerte, obediente y libre, místico y conlos pies en la tierra, capaz de soledad

y apasionado por la comunión»

Page 8: Noticias Obreras nº 1557 marzo

Causa de canonización

1.557 · MARZO 201496

8

En primer lugar, por subúsqueda sincera y apa-sionada de la verdad.

Siempre se mantuvo enfrentedel gregarismo, la indefinición,la hipocresía. Apasionadamen-te, siendo joven, no dudaba enridiculizar y combatir a suscompañeros practicantes ruti-narios de la religión católica;apasionadamente tambiéncuando, ya casado, se sintióatraído al conocimiento de Je-sucristo, se entregó con ahíncoa la lectura y al estudio de losautores que le ayudarían a co-nocerlo mejor. Se veía exigido por su propia honestidad: niquienes habían tratado de inculcarle las prácticas religiosasni él mismo, que las había rechazado, lo conocían verdade-ramente.

Así empezó la etapa decisiva de su combate por la Ver-dad. Su simpatía por Jesucristo iba creciendo, pero su razónno se rendía: un hombre no puede ser de Dios, Dios nopuede hacerse hombre. Hasta que la contemplación de lahumildad, la pobreza y el sacrificio, encarnados en la vidade Jesucristo y fundamento de su mensaje de Amor, le diola dicha, dice él, de rendirse con armas y bagajes.

El encuentro con la Verdad no fue con una verdad con-quistada con su esfuerzo, como acontecía en sus trabajos deingeniero e investigador, sino con la Verdad que es una Per-sona, que lo conquista a él y a la que él se entrega total-mente. La experiencia de su conversión, de su confesiónemocionada, de su «verdadera Primera Comunión» el díade Navidad de 1933, es el fundamento firme de la activi-dad apostólica que desplegará a lo largo de toda su vida.

Otro rasgo iluminador y ejemplar de Guillermo Rovirosaes lo que él llama su «segunda conversión»: ya en comu-nión con el Señor, conversión a los hermanos que Él ama,conversión a la evangelización de los marginados y explota-dos que están lejos de Él. El encuentro con el Señor humil-

de, pobre y sacrificado, le llevaa ofrecerse plenamente a suservicio. Comprendió que supuesto estaba en el apostoladoobrero, pero no porque fuerasu gusto. Su vocación no se lada a sí mismo. La llamada deJesucristo resuena en la apre-miante convocatoria del PapaPío XI a evangelizar el mundodel trabajo y en la situación delos obreros, que él contemplacon los ojos y el corazón deCristo.

La perseverancia de Guiller-mo Rovirosa en su consagración a la evangelización de lospobres, entre los que se contaban indudablemente los obre-ros, se vio puesta a prueba en todo momento. Su búsquedainsobornable de la verdad y la radicalidad de su entrega po-nían de manifiesto a veces diferencias en la concepción delapostolado obrero, incoherencias en quienes eran católicossolo de nombre, contradicciones de quienes se resistían aabandonar el paternalismo. No faltaron insidias y calum-nias. Se mantuvo sereno, entregado y obediente.

La búsqueda incansable de la Verdad, la profunda alegríaal dejarse conquistar por ella, la novedad de una vida al ser-vicio del Señor y de sus hermanos los pobres, hacen deGuillermo Rovirosa un estímulo vigoroso para los militantesde hoy y para cuantos buscan sin miedo la Verdad para en-tregarse a ella.

Un título con el que Rovirosa quiso definir su personali-dad apostólica es el de «entusiasta». Es sin duda un rasgonatural de su temperamento, pero su conversión a Jesucris-to lo purificó y lo potenció impulsando magníficamente suservicio al Evangelio. Reconocerlo en la Iglesia, estoy segu-ro, será un gran beneficio para todos. !

Entusiasmado de la VerdadAntonio María Rouco*

El Siervo de Dios Guillermo Rovirosa, primer militante de la HOAC, es una figura queme parece particularmente necesario recordar y resaltar.

*Cardenal Arzobispo de Madrid y presidente de la Conferen-cia Episcopal Española.

Page 9: Noticias Obreras nº 1557 marzo

–¿Qué destacaría de toda su viday su obra?

–De su vida, el verdadero heroís-mo con que afrontó los momentosmás difíciles. También, la tremendacoherencia entre su fe y su pensa-miento en todo lo demás. De suobra, la adecuación del método deCardijn (ver, juzgar, actuar) a la rea-lidad de los obreros españoles talcomo eran y él los veía y entendía.Me parece que una de las claves fun-damentales de su obra es esto últimoy que, además, su utilidad sigue enpie. A veces pienso que eso –distin-guir entre ver, juzgar y actuar– ten-dríamos que aprenderlo y practicarlotodos hoy día, incluso los que seconsideran más cultos.

–¿Es Rovirosa un personaje singu-lar en la historia de la Iglesia y la so-ciedad española? ¿Por qué?

–Es singular porque iba contra co-rriente. Basta leer lo que escribía él ylo que, simultáneamente, escribíanotros. De todas formas, me gustaríainsistir en que iba a contra corrientede todas las corrientes. Quiero decirque no fue así porque le tocara unadictadura. También fue contra co-rriente durante la guerra y en lazona republicana. Cuando matabanpor practicar el culto clandestino, or-

ganizaba culto clandestino. No creoque buscara la singularidad, sino quela coherencia le hacía ser singular.Nos pasa a todos y por eso procura-mos no ser coherentes (algunos). Lapersona singular acaba sola, a no serque la completa gratuidad forme par-te de su coherencia. Solo en este úl-timo caso, le acompañarán, al me-nos, los que necesitan precisamentegratuidad y son conscientes de quees eso lo que reciben.

–¿Cómo se puede explicar que enun ambiente nada propicio para lamisión encomendada a Rovirosa, laorganización a la que se entregó encuerpo y alma pudiera dar tantosfrutos?

–Él hubiera respondido, sin lugar adudas, que eso es cosa de Dios. Comohistoriador, se me ocurrirían explica-ciones. Pero, puestos a ser coherentescomo él, lo que nos hace eficaces esque ande Dios por medio de lo quehacemos. Si no está Dios, no saldrá.

–¿Cuáles ha sido los hallazgosmás importantes de su investiga-ción del proceso histórico?

–Mi hallazgo personal es Rovirosay los rovirosianos que tienen su mis-ma libertad. Lo digo porque todo enla vida –todo, también el ejemplo de

Rovirosa– se puede convertir en«ideología», y eso es una alienación.Digo «ideología» en el sentido de«receta» explicativa de todo lo quesucede. Ver, juzgar y actuar requie-re reflexionar libremente, por cuen-ta propia. Es lo que hacía Rovirosa.Así salió del pozo del espiritismo,luego del pozo de la teosofía, luegodel pozo del anticristianismo… yhasta del pozo de que a uno le per-sigan y le abandonen los mismosque le han llevado a dejarlo todo.No idealizo a Rovirosa. No le he«perdonado» nada de lo que apare-ce en los documentos. Si dice de símismo que era un soberbio, partode la base de que lo era probable-mente. Eso permite descubrir mara-villas: incluso que un soberbio es ca-paz de la mayor humildad.

Ahora, entre los documentos ha-llados, destacaría la corresponden-cia de Rovirosa con Carlos Santa-maría, organizador de lasconferencias internacionales católi-cas de San Sebastián. También, elalmanaque Rovirosa que se preparóseguramente para 1970 y nunca sepublicó. En cada hoja del año, hayun hecho histórico de la HOACque sucedió ese día del año (peroen un año distinto, claro). !

CCaauussaa ddee CCaannoonniizzaacciióónn

1.557 · MARZO 2014 97

9

José Andres-Gallego, historiador:

«La coherenciade Rovirosa

le hizo singular»Este profesor de investigación del Consejo Su-perior de Investigaciones Científicas de Ma-drid es el encargado de realizar la labor histó-rica en la Causa de Canonización.

Page 10: Noticias Obreras nº 1557 marzo

Un Santo Obrero

1.557 · MARZO 201498

10

No le llevó una ideología más,ni una esperanza insegura yrebajada. Su vida fue un cú-

mulo de ofertas liberadoras en mu-chos campos. Pero amaba demasiadoal mundo obrero, para dejar de ofre-cerle lo mejor que poseía.

Le aportó a Jesucristo. A Jesús deNazaret, criado en una familia obrera,durante treinta años, obrero de un ta-ller de carpintería en un pueblo, queno figuraba en las ofertas turísticas deaquel tiempo. En las manos de Jesúshabía callos.

Lo llevó a sus compañeros con entu-siasmo, sin complejos ni camuflajes, sinavasallamiento. Lo hizo de muchosmodos: con su palabra y escritos, consu Plan Cíclico, con los militantes. Lomás original y persuasivo es que Gui-llermo, con su propia vida, llevó Jesúsal mundo obrero. Aportar, como garan-tía, la propia vida es un lenguaje queentiende el hombre del trabajo, hom-bre de hechos. Y la vida de Guillermoera una vida, que conoció el cambioprofundo de sus intereses y motivacio-nes en un encuentro con Jesucristo.Era una vida enteramente trasformadapor Cristo. «Cristo es el centro, estáocupado por Él». El origen de su em-puje inquebrantable, de su trabajo in-cansable era Jesucristo. Era ya el testi-go que hoy con urgencia reclama laNueva evangelización. ¡Qué fuerza tie-ne el lenguaje de la vida!

Los militantes de la HOAC lo enten-déis bien. Estáis pidiendo a la Iglesia elreconocimiento oficial de su santidad,de ser santo. La palabra santidad hoy

no suena en muchos oídos, es palabraextraña, como borrada de su vocabula-rio. O se tiene por palabra minusvalo-rada, desacreditada, malsonante enmuchos ambientes del trabajo y en ge-neral, tiene mala prensa, y suscita son-risa burlona en el ruido de muchas fá-bricas, talleres y oficinas y en otroslugares.

La santidad, que vivía Guillermo Ro-virosa, no es una aportación al mundoobrero con fecha ya caducada o con re-baja de garantía en el trabajo y la luchapor la trasformación del mundo obre-ro. Guillermo no vivió la santidad hu-yendo de este mundo obrero, refugián-dose en las nubes, que nunca son lugarde la santidad cristiana. La santidad deGuillermo conocía de cerca a los com-pañeros y sus condiciones, conocía elestrépito de los talleres, la precariedadde los salarios, el paro, los dolores de lafamilia trabajadora y su inseguridad,conocía la solidaridad del mundo deltrabajo, que es su fuerza, como es elhambre de justicia.

De Jesús aprendió actitudes: a serpobre, a ser humilde, la abnegación yel sacrificio propio. Es sorprendenteque con estas tres virtudes trenzó suvida rica de esperanza, de generosidadsin límites. Aprendió a llamar herma-nos a los compañeros de trabajo, el

Testigo que hoy reclama laNueva EvangelizaciónVictorio Oliver*

Al hablar o escribir, al recordar a nuestro querido Guillermo Rovirosa, de modo persisten-te, me viene a la memoria, con emoción agradecida también, su extraordinaria e impor-tante aportación al mundo obrero.

*Obispo Emérito de Orihuela-Alicante.

Page 11: Noticias Obreras nº 1557 marzo

mismo Guillermo creó una obra quellamó «Hermandad Obrera». El sueñono era de Guillermo. El sueño era y esde Jesús. Forjadores de una Herman-dad Obrera.

Entendió Guillermo que Jesús apos-tó siempre por el hombre, lo manifestóespléndidamente en su Encarnación,en su vida entera y de modo extraordi-nario en la Historia de su Pasión. Jesu-cristo apostó por el hombre libre, cons-ciente de su impresionante dignidad,con la marca impresa de hijo de Dios.Jesús buscó al hombre sin voz, que nocontaba en la sociedad. Es una apuestapor el hombre que no ha tenido pareci-do en toda la historia humana. Jesús haescrito, ha realizado la antropologíamás alta y elevada que nadie podráigualar, porque nadie ha valorado alhombre como lo valoró Cristo, y el pre-cio que ha puesto al hombre es su san-gre. Muchos obreros lo desconocen yes preciso dárselo a conocer con todorespeto a su libertad.

El que de modo decidido y libre sepone de parte de Cristo, tiene imperio-sa necesidad, si es coherente, de po-nerse al servicio del hombre, de su dig-nidad, del trabajo digno del hombre. Ylo realiza no con señales de dominio,de poder despótico, anulador de la per-sona y esclavizante, prepotente y mani-pulador. La propuesta de Jesús es unaoferta de libertad al hombre, una apela-ción a su nobleza y dignidad.

Jesús lo hizo por el camino de la sen-cillez, humildad, la llamó Él. Otra pala-bra desacreditada. Jesús no hizo alardede su condición de Dios, renunció a

privilegios y a muchos de sus derechos.Se abajó y se humilló para poder llegara las periferias, al barro humano, concapacidad de recibir y acoger lo buenoque existe en el hombre y en las pro-puestas de libertad que se ofrecen alhombre, de modo que se dio hasta supropio sacrificio. Los cristianos, a ejem-plo de Jesús, son hombres que, ennuestro caso, salvan desde la raíz almundo obrero y comparten su empe-ño con quienes de veras tienen un in-terés liberador por este mundo.

Y es que las actitudes cristianas sonfuertes, creadoras de humanidad, pro-vocan y proporcionan, solidaridad libe-radora, dinámica, fecunda, creadora defuturo. Los escritos del Concilio Vatica-no II, la «Gaudium et spes», los escri-tos de los últimos Papas, de modo es-pecial, hacen resonar entre nosotros eldinamismo interpelante de la fe, de lacaridad cristiana, de la justicia, de laEucaristía, –insistía el Papa Benedicto–que llevan con fuerza a la solidaridadcon la situación real del hombre. Y esmuy insistente el claro mensaje delPapa en muchos de sus gestos y escri-tos y en el capítulo cuatro de «Evange-lii gaudium».

Por eso es natural que, en el vocabu-lario obrero de Guillermo Rovirosa, semezclen y encuentren palabras neta-mente cristianas: «Cuerpo Místico»,«Eucaristía», «oración», «comunión»,«el misterio grande de la Santísima Tri-nidad», que tanto le inspiró y lo man-tuvo en su empeño. En este misterio seencuentra a gusto. Se convence de queDios es amor, y rompe, para siempre,la imagen de Dios de antes de su con-

versión. Usa con convicción la palabra«Iglesia». Él se siente Iglesia en el mun-do obrero. Y es impresionante su gran-deza de alma al aceptar la decisión dela Iglesia sobre su futuro al separarlo dela HOAC. Y hay una palabra muy que-rida, es la palabra «gracia». Y a todos osdice mucho la palabra «altar».

Guillermo, y tantos militantes cristia-nos han encontrado en su fe, en serdiscípulos de Jesús, en vivir su santidaden el mundo obrero una fuerza que lesha llevado más allá de compromisos enque muchos se quedan. Al pedirmeeste escrito, me sugerían una palabrasobre la fuerza del compromiso con lasantidad que vivió Guillermo Rovirosa.Habéis ofrecido una exposición itine-rante sobre su vida. Conocer, a fondo,su persona os dirá más que mis torpespalabras. Con vosotros me despido«hasta mañana en el altar», para dar,de nuevo, gracias a Dios por la vida deeste militante, obrero creyente. !

UUnn SSaannttoo OObbrreerroo

1.557 · MARZO 2014 0000

1199

11

«Se abajó y se humillópara poder llegar a las periferias,al barro humano, con capacidad

de acoger lo buenoque existe en el hombre»

El Obispo Emérito de Orihuela-Alicante,en el Seminario de Cartagena.

Page 12: Noticias Obreras nº 1557 marzo

Un Santo Obrero

1.557 · MARZO 2014100

12

Sin saber explicarlo del todo, sufigura me ha llevado a pensaren la Exhortación Apostólica

del Papa Francisco «Evangelii Gau-dium» y con cierto temblor me dejollevar de estos dos parámetros paraofrecer esta pobre reflexión que seme ha pedido.

Rovirosa es un hombre de Evange-lio y la alegría que aparece desde elmomento que comienza su conver-sión la quiero ver, y por este ordencronológico, expresada en la vida delos militantes de la HOAC que he co-nocido y en esas primeras palabras dela Exhortación del Papa: «La alegríadel evangelio llena el corazón y lavida entera de los que se encuentrancon Jesús».

Alegría que marcará su vida entera,como hacen notar los testimonios desus biógrafos y de las personas que deprimera mano me han hablado de él.Naturalmente, hay que describir bienque es la Alegría del Evangelio..., bas-te remitir al lector a los primeros pá-rrafos del Papa y poder asegurar quelo que ahí se dice corresponde a laexperiencia de quien acepta la Pre-sencia de Jesucristo en su vida, y ensu seguimiento traza la totalidad deuna existencia madurada en la dure-za que experimenta aquel que seidentifica con el Señor crucificado.«Con Jesucristo siempre nace y rena-ce la alegría». es una constante enquien le ha llamado el Señor a viviren ese aquí y ahora de todo hombre y

sus circunstancias. No voy a entraren valoraciones históricas que me ha-rían perder la perspectiva de la aven-tura personal de Guillermo Rovirosay me distraería de lo más importanteen nuestro aquí y ahora.

Solamente recogiendo los títulosdel primer capítulo de la «EvangeliiGaudium» nos puede servir de planti-lla para hacernos una idea de lo quehoy puede estar viviendo con todaprobabilidad la persona que llega a in-sertarse en un equipo de la HOAC yque puede haber conocido este pobreobispo en el trascurso de varios años,muchos ya.

«Una Iglesia en salida». Rovirosa,hasta con los tintes de los primerosentusiasmos que se deben compren-

der y justificar en un neoconverso,quiere romper los estrechos límitesen los que han encerrado a los cristia-nos «clérigos» y «hombres de iglesia»que impiden a las gentes humildesconocer el Evangelio.

«Primerear, involucrarse, acompa-ñar, fructificar y festejar». Es el se-gundo título de este primer capítulo.Ya desde el período que va de su pri-mera a su segunda conversión late enRovirosa la necesidad de la expansiónde su experiencia de vida cristiana yque le llevará a quemar las naves deempleo, sueldo, estatus social para se-guir a Jesucristo ya en la Misión a laque se va sintiendo llamado.

La Alegría del EvangelioAntonio Algora*

No conocer personalmente a alguien frena el deseo de hablar de él pues, ¿qué autoridad sepuede tener? Y, ¿cómo puede ser uno fiable en sus pareceres sobre esa persona? Me refie-ro ahora a Guillermo Rovirosa conocido por mí, fundamentalmente, por los frutos de suvida entregada al Señor en la Iglesia.

Obispo de Ciudad Real y Responsablede la Pastoral Obrera.

Antonio Algora, obispo de Ciudad Real y responsable de la Pastoral Obrera, ante los mediosen la XII Asamblea General de la HOAC celebrada en 2009.

Page 13: Noticias Obreras nº 1557 marzo

Ahora trato de unir los restantes tí-tulos de este primer capítulo de la Ex-hortación para expresar lo que fuefuente de conflictos e incomprensio-nes de todo orden venidos tanto delexterior de la Iglesia como desde den-tro de Ella.

«Pastoral en conversión», un conti-nuo crecimiento en modos de vidasobrios y con el empeño que despier-ta en él el atractivo de la pobrezaevangélica son a modo de etapas quefluyen con la espontaneidad de quiense ve trasformado por el Espíritu yque quiere brindar a todos esa nuevavida que experimenta. De ahí surge,sin duda, su deseo, trabajo y esfuerzopor ofrecer a todos la necesidad de«una impostergable renovación ecle-sial», que ahora, al ser palabras delPapa Francisco, reciben el refrendoque en más de una ocasión necesitannuestros militantes que, sin quererdar lecciones a nadie, tratan de vivirlo que el Espíritu dice a las Iglesias.

Y todo ello, «desde el corazón delEvangelio»; consciente de su debili-dad y pequeñez sabe recoger Roviro-sa los inconvenientes y reveses (quefueron muchos) como permitidos yaun queridos por Dios para haceravanzar la Misión. Así reza el últi-mo de los títulos de la Exhortación:«La misión que se encarna en los lí-mites humanos». En esta apretadasíntesis no puedo dejar de citar porextenso las palabras del Papa eneste punto: «De cualquier modo,nunca podremos convertir las ense-ñanzas de la Iglesia en algo fácil-mente comprendido y felizmentevalorado por todos. La fe siempreconserva un aspecto de cruz, algu-na oscuridad que no le quita la fir-meza de su adhesión. Hay cosasque solo se comprenden y valorandesde esa adhesión que es hermanadel amor, más allá de la claridadcon que puedan percibirse las razo-nes y argumentos. Por ello, cabe re-cordar que todo adoctrinamientoha de situarse en la actitud evange-

lizadora que despierte la adhesióndel corazón con la cercanía, el amory el testimonio». La oscuridad quetuvo que sufrir en más de una oca-sión Rovirosa, efectivamente, no lequitó «la firmeza de su adhesión».

Una tercera consideración deseo ex-presar y esta vez de la mano de Bene-dicto XVI cuando describe las caracte-rísticas del humanismo cristiano y suselementos fundamentales en el capítu-lo segundo y que titula «El DesarrolloHumano en Nuestro Tiempo». La dig-nidad del obrero, su trabajo y acceso ala propiedad, la participación, la solida-ridad, la subsidiariedad y la necesidadde grupos intermedios que no dejen ala persona al albur de las decisioneseconómico-sociales que toman otrosdesde posiciones bien lejanas a los in-tereses de los trabajadores, son la des-cripción del esfuerzo intelectual, mís-tico y operativo de las iniciativas deRovirosa para consolidar y formar a losmilitantes de la HOAC. También deesto me considero testigo de excep-ción del espíritu y la vida de los actua-les militantes que conozco.

Me queda una última considera-ción que también agradezco al Papa

Francisco y es la que señala en elnúmero 226 cuando habla de cómo«la unidad prevalece sobre el conflic-to». El Papa nos dice que «el conflic-to no puede ser ignorado o disimula-do. Ha de ser asumido. Pero siquedamos atrapados en él, perde-mos perspectivas, los horizontes selimitan y la realidad misma quedafragmentada. Cuando nos detene-mos en la coyuntura conflictiva, per-demos el sentido de la unidad pro-funda de la realidad».

Agradezco que Rovirosa vivierade este modo las muchas circuns-tancias de especial dificultad porlas que atravesaba el mundo deltrabajo en su época y, también, lamisma Iglesia en sus estructuras ypersonas antes del Concilio Vatica-no II, que Rovirosa acogió y cele-bró desde sus primeros pasos hastallorar la muerte de Juan XXIII. Ter-mino con esta «curiosidad» que meproduce escribir estas palabras deiniciado. Espero que el encuentrode Rovirosa y Juan XXIII, ahoraque se produce su canonización,nos traiga a la Iglesia la pronta ca-nonización del siervo de Dios Gui-llermo Rovirosa. !

UUnn SSaannttoo OObbrreerroo

1.557 · MARZO 2014 0000

13101

13

PEDIDOS:Ediciones HOAC

C/ Alfonso XI, 4. 4º 28014 MadridTel.: 91 701 40 83 [email protected]

www.edicioneshoac.es

Invitamos, a todos los que se acerquen aestas páginas, a conocer la vida de Rovi-rosa, promotor y primer militante de laHOAC; a que, como él, experimentencada acontecimiento de la vida con verda-dero entusiasmo y confianza en el Amorde Dios; y así, como él hizo, adoptar ellema: ¡ahora más que nunca!

Colección: Huellas de Nuestra HistoriaNúm. de páginas: 113Precio: 6 euros

Page 14: Noticias Obreras nº 1557 marzo

A través de Malagón

1.557 · MARZO 2014102

14

Amí no me tocó, pero aquelgrupo, que era como la HOACen el Seminario, sentimos pro-

fundamente la muerte de Rovirosa.

Inmediatamente después he tenidola suerte de participar en cientos decursillos (no exagero) con Tomás Ma-lagón y éste, junto con otros, me hallevado de la mano a conocer muy decerca al primer militante de laHOAC. Tomás no perdía ocasiónpara hablar de su gran amigo Roviro-sa. Recuerdo, sobre todo, los mesesde julio y agosto de 1972 en la casade ejercicios que entonces tenían lasjaverianas en Las Rozas. En estos me-ses hicimos un grupo de consiliariosun curso largo (¡dos meses!) e inten-so dirigido fundamentalmente porMalagón sobre los distintos cursillosteológicos de la HOAC. Un punto im-portante de estos meses fue la histo-ria de la HOAC y de Rovirosa.

No se me puede olvidar la unción,el cariño y la hondura con que To-más hablaba de Guillermo. Nuestroconsiliario era siempre brillante, orde-nado y calculador en sus exposicio-nes, pero cuando hablaba de su ami-go cambiaba de rostro y expresión yconvertía su voz en emotiva, familiary quebrada.

Por supuesto que ahora no puedodecir todo lo que él expresó sobre

Rovirosa (lo conservo en mis apun-tes) entre otras razones porque suvida posteriormente ha sido contadacon precisión y rigor y ha sido publi-cada en muchas ocasiones. Me atre-vo a resaltar dos de sus biografías: laprimera se encuentra en la Presenta-ción General de las Obras de Roviro-sa en el tomo 1º de sus Obras Com-pletas, está escrita por otro granconocedor y amigo de nuestro pri-mer militante: Ángel Ruiz Camps (deéste también he tenido ocasión deoír muchas vivencias y verdades so-bre él) y la segunda: el librito «Gui-llermo Rovirosa, ¡ahora más quenunca!» (Ediciones HOAC). Por esodigo que me voy a limitar a contar al-gunos recuerdos concretos y algunaslíneas generales de aquel célebre cur-so de Las Rozas ayudado del Boletínmonográfico (mayo-junio de 1964)

que la HOAC publicó con motivo desu muerte.

Dos recuerdosconcretos

Sabemos que a Rovirosa lo llama-ron desde el Consejo Nacional deHombres para que creara un Movi-miento Especializado Obrero Adultocuando él formaba parte de la AcciónCatólica de Madrid. La razón de estallamada era «porque pagaba la cuotamás alta». Por esa «insignificancia»fue requerido por Santiago Corral(empresario) y Zulueta (aristócrata),que fueron el primer presidente yconsiliario de la HOAC. Ellos no erancapaces de hacer nacer el nuevo mo-vimiento y llamaron a Rovirosa. Estos

La mística de Rovirosa nutre a laHOACAntonio Hernández-Carrillo*

Yo no conocí personalmente a Rovirosa. Estudiaba Teología en Salamanca, preparándomepara ser cura, cuando en 1964 murió este gran militante cristiano. Recuerdo perfectamen-te que el grupo de Jesús Obrero juntamos una cantidad de dinero para que uno de nosotrosestuviera presente en su entierro en Madrid.

*Consiliario de la HOAC de Granada.

Page 15: Noticias Obreras nº 1557 marzo

acontecimientos tan contradictorios,insignificantes y hasta raros daban piea Malagón para que, con su fina iro-nía y profunda religiosidad, nos habla-ra de la providencia de Dios, presentedesde los primerísimos momentos enla HOAC.

El segundo recuerdo mío concretopertenece al final de Rovirosa en laComisión Nacional de la HOAC: fueretirado injustamente por presionesy él supo marcharse mansamentecomo un hijo de la Iglesia sin alar-des, pero con una gran dignidadcristiana. Tomás decía, con la vozresquebrajada, que Guillermo prefe-ría caminar con la Iglesia antes quecon sus teorías.

Una frase-resumen

Permitidme que cite a Malagón enel Boletín señalado. Habla de Roviro-sa y la HOAC, no tiene desperdicio yviene como anillo al dedo para mi co-municación: «Pero su obra sigueaquí, en el mundo, entre nosotros.Una etapa, la más fecunda de su vida,desde el año 1946, hasta su muerte,quedó para siempre imborrablementeenlazada y confundida con la vida dela HOAC. Mientras la HOAC se nu-tra de lo que Rovirosa supo comuni-carle a lo largo de este periodo, laHOAC seguirá siendo lo que ha sido,la más perfecta encarnación del Evan-

gelio en el mundo obrero, el beso en-trañable de la Iglesia a los que sufren,el instrumento verdaderamente pro-videncial para lograr con eficacia, eldía en que haya suficientes apóstolesque lo conozcan y utilicen, la cristia-nización de las clases trabajadoras».

¡Qué responsabilidad y que fuerzanos exigen y proporcionan estas pa-labras para el hoy de la HOAC!

Cuatro pensamientosmás

Primero: Malagón nos decía queRovirosa quería una HOAC sin pro-tección económica extraña y sin sub-venciones interesadas, que debía ne-garse a montar «servicios» para losobreros y que el paternalismo, asisten-cialismo y beneficencia no deberíantener cabida en nuestra organización.

Segundo: nos explicaba tambiéncómo la obediencia de Rovirosa, so-

bre todo, después de ser despedidode la Comisión, era propia del que sesiente hijo de la Iglesia, que esa obe-diencia no es la del que intenta agra-dar y sonreír a cualquier precio, sinola fidelidad del que trabaja en algoque no es suyo sino de Cristo y que,por tanto, se trata de obrar siempre,siempre con lealtad.

Tercero: nos insistía que lo mejorde Rovirosa fue la mística y que estamística es la de la HOAC. Su poderde persuasión, fe inquebrantable, ora-ción y misa diaria…, le daban la fuer-za necesaria para vivir el ideal tan no-ble de seguir a Jesucristo en elmundo obrero y de los pobres y desuperar las persecuciones, la enferme-dad y la misma muerte.

Cuarto: el amor a la verdad, re-cuerdo, que lo destacaba con muchafuerza. Cosa que ya venía de su fami-lia y que él con su conversión acen-tuó al máximo. Vivió para la verdad,dignidad humana, justicia, honradez.Decía Malagón que su pensar estabaperfectamente adecuado con su obrary que la santidad obrera rondaba suvida. De tal manera era esto verdadque los que le oían hablar, nos repe-tía, se quedaban llenos de admiracióny con ganas de formar parte de laHOAC.

Por eso, termino con la frase deTomás Malagón: «Mientras que laHOAC se nutra de lo que Rovirosasupo comunicarle…, seguirá siendola más perfecta encarnación delEvangelio en el mundo obrero». Queasí sea. !

AA ttrraavvééss ddee MMaallaaggóónn

1.557 · MARZO 2014 0000

15103

15

«Mientras la HOAC se nutra de lo queRovirosa supo comunicar seguirá siendo

la más perfecta encarnación delEvangelio en el mundo obrero, el beso

entrañable de la Iglesia a los que sufren»

Page 16: Noticias Obreras nº 1557 marzo

A través de Malagón

1.557 · MARZO 2014104

16

Aunque ten-go a manolos escritos

de Guillermo Rovi-rosa hasta ahorapublicados, mi tes-timonio se apoyaprincipalmente enlas muchas conver-saciones que tuvecon D. Tomás Ma-lagón, consiliariode la HOAC mu-chos años.

D. Tomás tenía una extraordinaria preparación teológi-ca que le llevó a reflexionar sobre los temas fundamenta-les de la teología en una perspectiva de diálogo con los va-lores y convicciones de los trabajadores y de las clases máshumildes de la sociedad, la especial preferencia de Jesúspor los pobres, etc. La relación de D. Tomás con Rovirosafue muy especial.

Admiraba a Rovirosa como a un verdadero santo. Medio a conocer su vida: su extraordinaria preparación cien-tífica y técnica, la conversión de Rovirosa y de su mujer,leyendo el libro de las «Confesiones» de San Agustín, en ElEscorial; su entrega a la Iglesia como militante seglar, sudecisión por motivos evangélicos, de vivir como un obre-ro pobre entre los obreros; su paso por la dirección de laHOAC; su obligada retirada de esta dirección; el hechopara él muy doloroso de que su mujer le abandonara pen-sando ella que era un impedimento para que él fuera ple-namente fiel a su vocación; el accidente que ocasionó queperdiera una pierna en una operación que él soportó sinanestesia; su vida en el Monasterio de Montserrat; y, enfin, su personalidad creativa, sus dotes para escribir textosdestinados especialmente a los obreros de la HOAC; supreocupación por la formación de los laicos adultos entre-gados a la misión evangelizadora de la Iglesia y a la trans-formación de la sociedad; su paciencia para soportar yaceptar las pruebas diversas a las que hubo de enfrentarse.

Estoy convencido de que el conocimiento de la vida deRovirosa es para la Iglesia una luz que ayudará a despertarel sentido de responsabilidad eclesial de muchos laicos. !

Sería interminablerelatar, ni siquieraen resumen, el res-

to de aquella vida, entre-gada totalmente a su fe ya su ideal hasta la muer-te, ocurrida en el hospitalClínico de Madrid, el 27de febrero de 1964, acausa de una embolia ce-rebral. Baste decir que élfue, juntamente con To-más Malagón, uno de losque más y mejor hanorientado e impulsado la pastoral obrera en España.

Promotor del apostolado especializado dentro de la Ac-ción Católica y fundador de la HOAC; fundador del se-manario «¡Tú!», que llegó a tirar 50.000 ejemplares y fuela bestia negra de los ministros de Franco; iniciador delos grupos obreros de estudios sociales, los famosos«Goes», que protagonizaron tantos conflictos con la poli-cía de la dictadura; el que elaboró el Plan Cíclico de For-mación de militantes, un verdadero monumento pedagó-gico y doctrinal que ha fraguado muchas generaciones demilitantes; el que inició en Montserrat, donde vivió lar-gas temporadas, el Boletín de la HOAC, luego transfor-mado en el actual «Noticias Obreras», etcétera.

Además esbozó un ensayo de solución a los problemassociales y económicos, desde la inspiración cristiana, al quellamó «Manifiesto Comunitarista». El mismo Rovirosa re-calcaba al final de su trabajo que solamente pretendía «ofre-cer un punto de partida a sus hermanos los obreros de laHOAC para que entre todos se pueda elaborar un plan con-creto de realización práctica, encaminado a que las normassociales de la Iglesia dejen de una vez de ser exclusivamen-te palabras, palabras, palabras».

No se puede ignorar que, desde entonces, el cuerpo dedoctrina de la Iglesia católica sobre los problemas econó-mico-sociales se ha reformulado ampliamente en susprincipios y ha avanzado proféticamente en sus conteni-dos, desde Juan XXIII hasta Juan Pablo II, pasando por elconcilio y Pablo VI, gracias en buena parte a hombrescomo Guillermo Rovirosa. !

Luz para responsables laicos

Elías Yanes*

Adelantado del Vaticano II

Alberto Iniesta*

*Arzobispo Emérito de Zaragoza.*Obispo Emérito de Madrid. Extracto de un artículo publi-

cado en el diario «El País», 4 marzo de 1989.

Page 17: Noticias Obreras nº 1557 marzo

Esta tarde, convocados por laHOAC de Palencia, nos hemosreunido en celebración de Acción

de Gracias y de homenaje a GuillermoRovirosa. Creyente ejemplar, apóstol dela clase obrera, profeta de los nuevostiempos, precursor, testigo y militante, se-gún el Concilio Vaticano II, antes de cele-brarse.

Agradecidos, contemplamos, hacemosmemoria y nos dejamos interpelar por lavida, obra y presencia transformadora enla Iglesia de estos dos gigantes, santos delConcilio Vaticano II, que se llaman Gui-llermo Rovirosa y Tomás Malagón.

En mí han dejado una huella imborrable. Cuando empe-cé, aquí, en Palencia, el ministerio leí «La virtud de escu-char», de Guillermo Rovirosa. Me impactó y tomé nota:«En el ocaso de mi vida, traspuestos ampliamente los se-senta años, me percato con gran pena y no menor asom-bro de algo esencialísimo en la vida y a lo que nunca pres-té la menor atención. De algo que ahora me explica engran parte los fracasos de mis relaciones humanas. Me hedado cuenta de que nunca he escuchado verdaderamen-te a nadie. Esto es gravísimo».

El cursillo apostólico que hice con Tomás Malagón, conla Acción Católica de Palencia, en ese mismo tiempo, memarcó y selló mi modesto ejercicio ministerial. Fue una lla-mada encendida, que iluminó otra manera de estar y deevangelizar.

Para mí, la experiencia cristiana, desde los años 40 has-ta el postconcilio, pasa, se enriquece, se purifica, se multi-plica, en gran medida, por el pensamiento teológico, pra-xis pastoral y método pedagógico de la encuesta

sistemática del Plan Cíclico deGuillermo Rovirosa y TomásMalagón. Rovirosa, desde suexperiencia mística de conver-so, aportaba intuiciones genia-les, problemas, dificultades, in-terrogantes sacados de la vida,de los obreros no cristianos,de los militantes, y Malagónlas transformaba profunda-mente, las iluminaba en el dis-curso teológico. La trilogía: elCursillo Apostólico de 1º gra-do, el Plan Cíclico y el Cursi-llo Apostólico de 2º grado esuna obra conjunta de los dos.A partir de 1954, Malagón fue

convirtiendo en sistema las intuiciones originales y creati-vas de Rovirosa.

Abren una brecha fundamental en la experiencia cristia-na y eclesial de entonces, con su cosmovisión cristiana,construida desde el pensamiento actual, desde las aspira-ciones de los pobres y desde la fidelidad a la Iglesia.

El encuentro de Tomás Malagón y de Guillermo Roviro-sa en la HOAC, su íntima amistad y los diez años de cola-boración intensa en la misma misión por el Reino, consti-tuyen un gran don y regalo de Dios a nuestra Iglesia enEspaña. Abren esa brecha con dos grandes aportaciones,en las décadas de los 40 y 50, los pobres eran principal-mente los obreros. En consecuencia, dentro de la HOACse siente la necesidad de desarrollar la teología de la encar-nación, la teología del compromiso temporal y una pasto-ral misionera. Esto era más urgente por la situación políti-ca, eclesial española y de las organizaciones obrerasduramente reprimidas en la postguerra; así como tambiénpor la entrada en la HOAC de antiguos militantes anar-quistas, socialistas, marxistas conversos al cristianismo. Yfue precisamente Malagón, en diálogo permanente con Ro-virosa y con esos militantes, quien dio expresión teológicaa esa nueva experiencia eclesial. !

AA ttrraavvééss ddee MMaallaaggóónn

1.557 · MARZO 2014 0000

17105

17

*Obispo Emérito de Palencia, en la celebración homenaje aGuillermo Rovirosa, en Palencia, con motivo del 25 aniversariode su muerte.

«Malagón fue convirtiendoen sistema las intuiciones

originales y creativas de Rovirosa»

Una huella imborrableNicolás Castellanos*

Page 18: Noticias Obreras nº 1557 marzo

Su Tiempo

1.557 · MARZO 2014106

18

Rovirosa, según esto, parece en-lazar con la tradición de pen-samiento y doctrina social que

arranca con la «Rerum Novarum»(1891), se confirma en la «Quadrage-simo Anno» (1931) y se despliega enEspaña en las primeras décadas del si-glo XX, el llamado catolicismo social.Sin embargo el nuevo impulso obre-rista que Rovirosa introduce en laHOAC rompe «de facto» con una tra-dición paternalista estrechamente li-gada al catolicismo social, apelando ala raíz evangélica del «Jesus Obrero».

Por un lado criticando la mentali-dad benéfico-caritativa que anulabao dejaba en segundo plano la exigen-cia de la justicia social, en nombredel respeto a la lógica del sistema ca-pitalista. Pero, sobre todo, convir-tiendo al obrero cristiano –en la tra-dición del movimiento obreroclásico, anarquista y socialista– en elverdadero sujeto de su propia pro-moción. Enlazando así en ciertomodo con una tendencia antipater-nalista que se había afirmado ya enla década posterior a la publicación

de la «Rerum Novarum» (es mejor elmétodo «ascendente» que el «des-cendente» o paternalista); y que enEspaña se manifiesta en las luchasentre el canónigo asturiano Arboleyay el «Siglo Futuro», o las polémicasentre los sindicatos católicos libres(Gafo) y los sindicatos católicos (Ne-vares y Comillas).

Del catolicismo social al obrerismo cristianoFeliciano Montero*

Las biografías de Rovirosa cuando se refieren a su conversión al «Evangelio Social» citansu propio testimonio sobre las lecturas que hace, en la clandestinidad de la guerra civil, delos libros publicados por la biblioteca Fomento Social de los jesuitas.

*Historiador y profesor de la Universi-dad de Alcalá de Henares.

Page 19: Noticias Obreras nº 1557 marzo

Una forma de apreciar ese cambiocualitativo de una mentalidad pater-nalista a otra obrerista es comparar elproyecto de Instituto Social Obrero(ISO), que implanta la nueva AcciónCatólica de Angel Herrera (en el tiem-po de la II República), y los cursillosde formación y la encuesta cíclica quepone en marcha Rovirosa para formara los militantes obreros cristianos.

Los cursos del ISO pretendían for-mar una élite de líderes obreros, sa-cándoles en cierto modo de su en-torno, y, sobre todo, formándolesen una mentalidad reformista con-servadora, respetuosa con el ordensocial vigente, partiendo de la lectu-ra de las encíclicas sociales.

Los cursillos de la HOAC que di-seña y aplica Rovirosa, al igual queel método de la JOC, partían de larealidad y de la condición obrera,asumiéndola plenamente, para ha-cer desde ahí una lectura evangéli-ca, y llegar a unos compromisos so-ciales concretos, que les ponían encontacto, colaboración y rivalidadcon otros militantes obreros.

El obrerismo cristiano de Roviro-sa, aún siendo fiel a la tradición delcatolicismo social, somete pues alsistema capitalista a una crítica radi-cal en nombre de un evangelio «co-munitarista», sin perder su identi-dad cristiana fundamental, ni dejarde criticar y marcar distancia con elmaterialismo comunista; pero no ennombre del respeto a la propiedadprivada y al orden social, sino delprincipio evangélico comunitario ycooperativo.

Esta es la orientación que marcóprofundamente la HOAC y la mili-tancia obrera cristiana. Pero no solo,pues el conjunto de la Acción Cató-lica Española asumió, a finales delos años cincuenta, la crítica a lamentalidad paternalista que inspira-ba muchas obras benéfico-sociales.Así se aprecia en los trabajos de la

Asamblea de dirigentes preparatoriadel segundo Congreso internacionalde Apostolado Seglar que iba a cele-brarse en Roma en octubre de1957. Y esa sensibilidad social seamplió y difundió mucho más en losaños sesenta con el descubrimientodel «compromiso temporal».

Cuando la evolución social y políti-ca, en el contexto de la crisis econó-mica, parece retrotraernos a los tiem-pos de explotación de la dignidadobrera de los inicios de la revoluciónindustrial, vuelve a ser necesario in-troducir en la lógica «científica” de laeconomía política, el clamor moralpor la «justicia social» que inspiró lademanda del salario justo familiar,por encima de las leyes del mercado,que ya hacía la «Rerum Novarum». Ycobra especial actualidad recordar yreivindicar el pensamiento «comuni-tarista» de Guillermo Rovirosa.

Rovirosa, quizá afortunadamentepara él, no tuvo tiempo, a diferenciadel consiliario Tomás Malagón, decomprobar los efectos disolventes delcontagio marxista de la HOAC y, engeneral, de la militancia cristiana.

Para Rovirosa la identidad obrera delos militantes cristianos, alimentada ycultivada con los diversos instrumen-tos de formación, era plenamentecompatible con la identidad cristianay eclesial. Por ello las crisis personalese institucionales que le acompañaronal final de su vida, especialmente des-de su apartamiento forzado de la orga-nización, no pusieron en cuestión sufidelidad a su fe y a su Iglesia, comoaparece de forma rotunda en la co-rrespondencia personal. Esa místicacristiana y fidelidad eclesial plenamen-te coherente con su compromisoobrero avalan la demanda de santidadque los discípulos impulsan. !

SSuu TTiieemmppoo

1.557 · MARZO 2014 0000

19107

19

«El obrerismo cristiano de Rovirosa,aún siendo fiel a la tradición

del catolicismo social, somete al sistema capitalista

a una crítica radical»

Page 20: Noticias Obreras nº 1557 marzo

Conocí a Rovirosa en una visita que nos hizo a losseminaristas del Seminario Mayor de Granada.Pasó la mañana hablándonos de la HOAC, movi-

miento de Acción Católica especializado en el mundoobrero.

Se vivía en plena dictadura. La Iglesia que ha salido dela pesadilla de la República y de una cruenta guerra civilcon muchas víctimas en su seno siente este pasado comouna poda que se abre a una prometedora primavera. Sevive en la euforia del nacional-catolicismo. El mundoobrero ve a la Iglesia como una de las partes vencedorasy, por tanto, no espera de ella nada que vaya en la líneade sus esenciales aspiraciones.

Rovirosa se marca dos objetivos según sus propias pala-bras: devolver el pueblo trabajador a Cristo y a Cristo ensu Iglesia y defender a los obreros que sufren las conse-cuencias de la guerra y del bloqueo mientras los podero-sos se enriquecen. Con sus excepcionales dotes natura-les, pero sobre todo por su gran fe, fue el hombreprovidencial para iniciar un movimiento obrero cristianoque no hacía juego con el catolicismo imperante.

Las características que Rovirosa quería para la HOAClas podríamos describir diciendo que se buscaba:

1. Una profunda vida religiosa conectada con la vidade los obreros, con sus problemas, piedad que llevaba alcompromiso social. Este modo nuevo fue criticado yabiertamente acusado de heterodoxo en sus planteamien-tos teológicos y de ser clasista y marxista.

2. La HOAC era genuinamente obrera. Él lo decía conestas palabras: «hay que crear una organización de la Ac-ción Católica Obrera. Para que los obreros, por los obre-ros, entre los obreros y para los obreros, nos formemos

para poder aceptar libre y dignamente nuestras responsa-bilidades de hombres cristianos y apóstoles».

3. Tampoco pretendía la HOAC ser un germen de futurosindicato o partido cristiano. Solo quería ser un movimientoobrero cristiano con una buena formación teórica y prácticaque facilitara la creación de auténticos apóstoles y militan-tes obreros para la evangelización del mundo obrero.

4. La HOAC pretendió que sus militantes se sintieranmiembros de la Iglesia. Pero no miembros silenciosos,meros ejecutores de órdenes recibidas. Tenían muchoque aportar en la Iglesia demasiado confundida con lostriunfadores de la contienda. Pero Rovirosa quiso queesta actitud de querer renovar la Iglesia no se hiciera entérminos de confrontación, de contestación sistemática,sino en una actitud de amor filial. Lo dijo y lo demostrócuando fue retirado de la HOAC por la Jerarquía.

La pluma fue también una gran herramienta de aposto-lado. Artículos, hojas informativas, el boletín. Era unapluma ágil, de estilo sencillo, sin florituras. Va al grano.Lo único que buscaba es que lo entiendan los obreros.

Ante un proletariado desinformado, se preocupa por eltema de la formación integral. Da respuesta con dos ins-trumentos que alcanzaron grandes resultados. Fueron losCentros HOAC y el periódico «¡Tú!».

Rovirosa me ayudó a entender la importancia de la ora-ción en nuestro trabajo evangelizador. Como hombre defe sabía que la obra más que de los hombres es de Dios.Por eso recomendaba: «antes de hablarles a los obrerosde Jesús, hablarle a Jesús de los obreros». !

Su Tiempo

1.557 · MARZO 2014108

20

*Consiliario de la HOAC de Granada.

Acortando distanciasAntonio Quitián*

Page 21: Noticias Obreras nº 1557 marzo

1.557 · MARZO 2014 109

21

Guillermo Rovirosa, ingeniero con mentalidad cien-tífica, autor de publicaciones técnicas e inventorde fama reconocida, ateo convencido, beligerante

contra lo que llamaba «el tinglado católico», tozudo busca-dor de «la verdad» por los más variados caminos, ha utili-zado toda su capacidad intelectual para conocer a ese Je-sús que él combate y del que ha descubierto que apenassabe nada. El conocimiento prolongado y concienzudo dela obra de Jesús le ha convencido de que se encuentraante un hombre excepcional, solo eso. Su mentalidad cien-tífica no le permite dar el paso necesario y definitivo: des-cubrir y aceptar que ese hombre excepcional es Dios.

I. Rasgos principales de suconversión

Se inicia así un proceso de conversión que generó mu-chas vidas de santidad. En síntesis apretada, señalamos loscuatro rasgos que nos parecen más importantes

1. La personalización del Amor de Dios

En El Escorial, el matrimonio Caterina-Rovirosa realizaunos ejercicios espirituales acompañado por el padre Fari-ñas y la lectura de la obra de San Agustín. En su procesode reflexión Rovirosa nos contaría (1) que se «encontró»con Jesús en los calabozos de Pilatos entre tortura y tortu-ra. Su encuentro fue con un hombre de rostro amoratado,lleno de golpes y sangre por la tortura a que está siendo so-metido. La mirada de Rovirosa quedó sobrecogida por lamirada de Jesús, limpia, serena, dulce, entrañable, desbor-dante de amor. ¿Cómo es posible que una persona tortu-rada más allá de lo humanamente soportable conserve esamirada?

*Alfonso Alcaide Maestre es miembro de la HOAC de Sevillay de la comunidad parroquial San Pío X.

TTeemmaa ddeell MMeess

GuillermoRovirosa,Apóstol ObreroAlfonso Alcaide

El 50º aniversario de la muerte de Rovirosa vuelve a poner de relieve, una vez más, su fi-delidad a Cristo y al mundo del trabajo de este laico cristiano comprometido, de este con-verso tardío que vivió atento a lo que Dios le pedía en cada momento y dedicó su aposto-lado a devolver a los obreros a Jesucristo.

Page 22: Noticias Obreras nº 1557 marzo

«Aquella mirada... Los ojos tumefactoseran como los de cualquier otro hombre ensemejante situación; pero la mirada... ¿Quéhabía en aquella mirada? Dimas [Rovirosa]no hubiera podido explicarlo (ni nadie),

pero vio una luz nunca vista... algo sacudió a Dimas [Ro-virosa] al descubrir una dulzura y una compasión infini-tas en una mirada que, humanamente, tenía que estarembrutecida por el rencor, el miedo, el odio, la feroci-dad...» .

La tortura ha llegado hasta la cruz, y allí, ante Jesús cruci-ficado y moribundo sigue encontrándose con su mirada quees expresión de un Amor infinito, su identidad más profun-da. Rovirosa escucha y personaliza el amor de Dios:

«¿No ves que te amo? ¿Todavía no te has dado cuen-ta? ¿Qué más podía hacer de lo que he hecho para de-mostrarte Mi Amor? ¿No quieres dejarte amar? ¿Creesque ha existido o puede existir un amor semejante aMi Amor? Mírame en la Cruz; fijamente, mírame bien.Cuando exhalé el último suspiro estaba pensando enti, en ti mismo, tal como eres, y pensaba: a ver si cuan-do Rovirosa se entere de que todo, todo, desde la En-carnación hasta ahora, lo he hecho para demostrarleque le amo... Dime: ¿no te parece que merezco tuamor?».

«Jesús me amó antes de que yo existiera (…) Jesúsme ama con locura (...) Por puro amor, Jesús me hacolmado de toda clase de bienes» (2).

«Jesucristo, por ser Dios, y por tanto infinito, dio suvida, su pasión y su muerte por cada uno de los hom-bres. De manera que a mí no me corresponde unapartecita de su vida, pasión y muerte, sino que me co-rresponde TODO. Y cada hombre puede decir lo mis-mo». Sigue escribiendo y dice que en el momento enel que Jesús comenzó su vida mortal pensó en él, di-ciendo: «ahora empieza mi manifestación de Amorpor Rovirosa. A ver si cuando él se dé cuenta de loque le amo, también Rovirosa se decide a amarME»(3).

¿Se puede, sin agravios, llamarse cristiano a quien noestá verdaderamente enamorado de Cristo, sobre cual-quier otro amor? (4).

2. La importancia y trascendencia delBautismo

Rovirosa acogió su bautismo como el acontecimientomás importante de su vida y de la vida de todo bautizado.

«El momento culminante de la vida humana no esya la muerte natural, sino el nacimiento sobrenatu-ral… Para el hombre cristificado todo empieza conel Bautismo, para no terminar jamás» (5).

«El milagro-misterio de la Encarnación con ser unhecho insólito no agota el amor de Dios a los hom-bres, lo verdaderamente sorprendente es que estemilagro-misterio se sigue produciendo en cada bau-

tizado haciendo de él otro Cristo».

Rovirosa pregunta: ¿qué es más grande serPapa o ser bautizado? Y considera que el esta-do de perfección es el de Bautizado. Una prue-ba de su convicción y de la fe que transmitíacuando hablaba del Bautismo, la tenemos enuna carta que le escribe un Padre Capuchino:«No quiero esperar más tiempo para decirle eldoble resultado de la conversación del pasadodía 3. El primer resultado ha sido que, desdeese día estoy viviendo, minuto a minuto, comonunca me había pasado, el misterio del SantoBautismo, con plena conciencia. Puede que re-sulte gracioso oír esta confesión de un sacerdo-te... Pero es así. Usted no me dijo nada nuevo,pero yo me sentí inundado de gracia, de con-vicción, de un deseo irresistible de vivir la gra-cia bautismal con una plena conciencia y contodas las consecuencias. Puedo decirle que elrecuerdo de mi bautismo me ha dado una granfortaleza y confianza y una alegría inexplica-ble...» (6).

TTeemmaa ddeell mmeess

1.557 · MARZO 2014110

22

Padres de Rovirosa ydos imágenes de suinfancia y juventud.

Page 23: Noticias Obreras nº 1557 marzo

TTeemmaa ddeell mmeess

3. El amor a la Iglesia

La Iglesia que lo ha bautizado constituye la presen-cia de Cristo en el mundo:

«La Iglesia es una institución humana y un mis-terio, y, porque es un misterio, es objeto de fe. Elmisterio de la Iglesia no es distinto del misteriode Cristo, sino que es su prolongación hasta el findel mundo. Durante treinta y pico de años, Diosfue un hombre: Jesucristo. Desde Pentecostés has-ta el fin de los tiempos, Dios es un conjunto dehombres: la Iglesia. La Iglesia es, en cierto modo,Dios, sin que lo sean ninguna de las personas quela componen».

«Como Cristo fue piedra de contradicción parasus contemporáneos, así la Iglesia sigue siendopiedra de contradicción a lo largo de los siglos.Suscitando entusiasmos y adhesiones incondicio-nales en unos, cuando se fijan fundamentalmen-te en su doctrina y en sus milagros y provocandoperseguidores furiosos en los que no ha percibidomás que defecciones» (7).

«Los que miran su doctrina y sus milagros no pue-den menos que reconocer que ‘‘aquí está Dios’’,pero los que miran solo la conducta y la vida de cier-tos cristianos, pueden sentir nauseas y apartarse, se-guros de que Dios no tiene nada que ver con «eso».Por lo tanto, sentir con la Iglesia es lo mismo que de-cir: Sentir con Cristo aquí y ahora. Lo que equivale asentir con Dios, que es un ideal deslumbrador».

«Cuando la Iglesia de Cristo aparece en la mentedel creyente para darse cuenta de su maravilla fuerade todo lo imaginable, dudo que pueda pasar por lamente la idea de agruparse con otros, para perfeccio-nar su pertenencia a la Iglesia. Su perfeccionamien-to no puede buscarse en ser cada vez más y más co-fradía, por excelsa que esta sea, sino en ser más ymás Iglesia, cada vez más universal, cada vez más tri-nitaria»… «La unión de muchos hombres (Iglesia) alservicio del Uno Perfecto es el estado ideal en estaetapa terrestre de la vida. La unión de los hombresen el servicio y en la alabanza de Dios; tal es la mi-sión de la HOAC como parte de la Iglesia. Para esto,y no para otra cosa existen los Equipos» (8).

Esta Iglesia es mostrada por Guillermo «como el mismoJesucristo que se desplaza hasta el tajo para decirle al obre-ro que comparte su vida, que lucha contra las injusticiasque lo oprimen, que es «su» Iglesia y que su sitio está va-cío esperando que se decida a ocuparlo» (9).

4. La recuperación de la relación entreespiritualidad y moral: Amor y Justicia

Aparentemente no ha pasado nada que se salga de lo nor-mal. Una persona se ha convertido como tantas otras lo hanhecho. Todavía es pronto para descubrir que un pequeñogran milagro acaba de producirse en la Iglesia española: la vin-culación entre espiritualidad y moral, rota en el concilio deTrento (10), ha sido recuperada por Rovirosa, el Reino deDios y su justicia se convierte en quehacer cotidiano. La vin-culación entre Reino de Dios, Mandamiento Nuevo y Cuer-po Místico, recreada en la oración y la eucaristía alumbra unanueva espiritualidad seglar sorprendente. La vida, toda la vida,tiene su origen, sentido y fin en Jesucristo. «El amor ya no esuna cosa, sino una Persona: el mismo Cristo» (11). Rovirosaasume la religión como «religación» de toda la existencia y detodo lo existente en el Dios de Jesucristo. Creer en Dios es de-cidirse a vivir como Jesucristo, ser Jesucristo, dejar que «Élviva en mí», como experimentó el apóstol Pablo.

La clave de esta religación es el amor al otro: «Jesús estáen el otro. En cualquier otro. Hasta el fin del mundo. Paraamarle, servirle y RECIBIRLE ya no tengo que buscarleaquí o allí; nada de esto. Le tengo siempre al alcance de lamano en el otro. Tanto más próximo cuanto más próximoes mi prójimo» (12).

Un amor que se rebela cuando los hijos de Dios son ex-plotados y humillados:

«¡No prediquéis a los miserables la doctrina de Cris-to!... Si os empeñáis en que la miseria es querida por

1.557 · MARZO 2014 111

23

Page 24: Noticias Obreras nº 1557 marzo

Dios. No digáis que una situación en laque se galopa la tragedia del materialismocapitalista –privado o estatal– y la vergüen-za de la miseria es querida por Dios… Te-nemos que ser hoacistas de veras para ob-

tener del Señor que desaparezcan estos dos demonios:el Mammon de iniquidad, la prepotencia de los ceba-dos…, y la bronca ruina de la miseria» (13).

Lo que distingue a los seguidores de Jesucristo es «pade-cer PERSECUCIÓN por defender la justicia para implantarsu Reino» (14). Porque «lo único interesante, verdadera-mente interesante, que ofrece el máximo interés es traba-jar y sacrificarse por el Reino de Dios y su Justicia. Todo lodemás no ofrece más interés que el de una añadidura»(15).

La espiritualidad que experimenta y vive Rovirosa con-figura un estilo de apostolado totalmente novedoso, queincluso precisa de nuevas palabras para expresarse. Así, ensus notas sobre los artículos a escribir dice: EVANGELI-ZAR Y EVANGELIFICAR. Predicar el Evangelio y realizarel Evangelio. Ambos conceptos son indispensables conjun-tamente. En la Acción Católica Obrera los obreros hemosde «dar a conocer» a Cristo a los otros obreros, pero antejornales miserables no podemos limitarnos a recitar párra-fos de las Encíclicas…

Todo ello hace que Rovirosa irrumpa como un seglarque vive la fe de la Iglesia con una profundidad y radicali-dad totalmente novedosas, revolucionando el papel del lai-co en la Iglesia y construyendo una pastoral misionera en-carnada en la vida del pueblo que asume una fidelidad condos vertientes paradójicamente conflictivas: la fidelidad aJesucristo en su Iglesia, y la fidelidad al mundo obrero.

Todo ello supone la incorporación de algunos principiosteológicos inéditos en la Iglesia española (16). Desde estaexperiencia construye su respuesta al ofrecimiento que laIglesia le hace.

II. La respuesta al amor de Dios

Rovirosa responde Sí a Dios, un sí rotundo, total, infini-to. En la Navidad de 1935, en El Escorial, el matrimonioRovirosa-Caterina recibe la comunión, Rovirosa la llamaría«su segunda primera comunión», y se compromete anteDios a dejarlo todo y dedicar sus vidas al apostolado, ro-gándole que provea a su sustento mientras vivan pobre-mente.

La Guerra Civil la vive en Madrid, allí trabaja en unaempresa de refrigeración, primero; y unos laboratorios,después. En su domicilio crea una capilla clandestina don-de se celebra la eucaristía cada día, y se reparten miles decomuniones. En los sótanos de su vivienda encuentra de-positada la biblioteca de «fomento social», la prestigiosainstitución de la Compañía de Jesús. «Allí tuvo ocasión deleer una infinidad de libros de las disciplinas que más le in-teresaban… Al lado de obras de sólida doctrina religiosa ysocial que inspiraron algunas de las ideas que Rovirosa ha-bía de desarrollar mas adelante, como el comunitarismo,tuvo ocasión de conocer otras, y en mayor número, que leconfirmaron en las impresiones desfavorables sobre la so-ciología católica al uso que había conocido en el InstitutoSocial Obrero. Allí experimento lo que llamó su «segundaconversión», dedicar todos sus esfuerzos apostólicos exigi-dos por el «pacto con Dios» a procurar la redención cris-tiana del mundo obrero» (17).

Junto al anterior, otro hecho «fortuito» le ayuda a cono-cer en profundidad la situación del mundo obrero y a re-afirmarse en su decisión. Terminada la guerra es conde-nado a seis años y un día de cárcel por haber sidopresidente del comité obrero de la empresa. En la cárcelse encuentra con muchos líderes obreros de una talla hu-mana impresionante, cuyas aspiraciones coinciden con lomás profundo del Evangelio. Rovirosa no entiende quédelito han cometido para estar en la cárcel, ni cómo pue-den estar alejados de Jesucristo: «aquello me sirvió másque todo el resto de mi vida para conocer a los hombresy a mí mismo» (18).

TTeemmaa ddeell mmeess

1.557 · MARZO 2014112

24

Page 25: Noticias Obreras nº 1557 marzo

TTeemmaa ddeell mmeess

Cuando en el año 46 recibe de la Je-rarquía el encargo de organizar laHOAC, Rovirosa lo acoge como la res-puesta de Dios a su ofrecimiento. Em-pieza la vida del apóstol de los obreros.

Algunos rasgos más importantes desu apostolado y de la HOAC son los si-guientes:

1. Confianza absoluta enDios

Rovirosa hace oración y participa enla Eucaristía todos los días, pero masque hacer oración, tiene una vida deoración. Su confianza en Dios es abso-luta. En todo momento vislumbra, soli-cita o intenta descubrir la presencia deJesucristo, la voluntad de Dios. Todos los acontecimientosmuestran la presencia de Dios. Cuando acosan y persiguena la HOAC, reflexiona:

«Lo que más les apesadumbra es enterarse deQUIÉN ESTÁ detrás de la HOAC, porque los que es-tamos delante somos tan insignificantes y tan inúti-les que comprenden que la HOAC nunca puede serobra nuestra... y como –prácticamente– no creen enDios no pueden ni imaginar que el que está detrás (ydelante, y encima) es el mismo Cristo. Y ellos ¡vengaa hacer trabajar a la policía para descubrir el miste-rio!».

Todos los acontecimientos precisan de la intervenciónde Dios (sin mí nada podéis hacer) para llegar a buen fin.Cuando llama a los militantes a la santidad, les dice:

«La HOAC necesita santos, muchos santos. Nopuede contentarse con menos ni yo puedo conten-tarme con otro ideal inferior. Sé que mis fuerzas noalcanzan para subir el primer peldaño de la santidad,pero mi Padre me ha preparado recursos y me darála mano y con Él subiré a las alturas..., si le soy fielen el camino que me señaló».

2. Todo hombre es hijo de Dios y sujetode derechos

Pone de manifiesto y como punto de partida el recono-cimiento de la grandeza de la dignidad humana que co-rresponde a todo hombre. En aquella España de postgue-rra en la que el valor de la vida humana se mide por laposición social y económica, en la que la vida de los po-bres e ignorantes no vale nada, Rovirosa proclama:

«Para nosotros, el hombre no es una pieza, ni unabestia, ni un esclavo… Para nosotros es un hijo deDios, un ser elevado al orden sobrenatural» (19).

Un ser elevado al orden sobrenatural no puede estar so-juzgado por ninguna estructura ni institución. La persona-lización de Jesucristo que Rovirosa ha experimentado ensu conversión la propone como experiencia de fe para to-dos. El milagro de la encarnación, muerte y resurrecciónde Jesucristo no es un hecho que ha realizado «por el gé-nero humano» del que a cada persona corresponda unapequeña parte. Toda la existencia de Jesucristo está moti-vada por el amor personalizado y concreto a cada hombre,a cada ser humano. Dios se ha abajado y se ha hecho hom-bre, asumiendo la condición de esclavo y la muerte en lacruz por el amor que me tiene. Si esto es así, todo lo crea-do y todo lo existente no tienen otro sentido que servir ala realización y felicidad de todos y cada uno de los sereshumanos. El hombre es sujeto de derechos inherentes a supropia identidad de persona. Después veremos la impor-tancia que esto tiene a la hora de comprender el problemade la economía, de la propiedad y del trabajo.

3. No hay mayor dignidad que la de serobrero

La dignidad de ser persona se acrecienta, si ello fuera po-sible, con la dignidad de ser obrero, condición elegida porel mismo Dios para hacerse hombre y compañero delhombre. El hijo de Dios es el hijo del carpintero, es el divi-no obrero de Nazaret. En nuestras casas de obreros de ac-ción católica, dice Rovirosa, hemos abierto posada paraCristo, allí lo reconocemos con ropas de obreros, con lasmanos encallecidas, con la frente sudorosa, cansado deltrabajo… El Dios inaccesible de las ceremonias en latín, la

1.557 · MARZO 2014 113

25

Page 26: Noticias Obreras nº 1557 marzo

doctrina incomprensible, las pompas y elboato ha recuperado su estado natural deDios hecho hombre, hombre obrero, com-pañero de fatigas, «que no quiso ser diplo-mático, ni militar, ni burgués, ni intelec-

tual… No hay nada más digno y sublime que ser ysentirse obrero. Me sentiría mercenario, extraño a Cristo,si no sintiera palpitar el encanto de mi dignidad obrera, elpoema de ser muy de cerca compañero del Maestro» (20).

Al mismo tiempo que recupera su dignidad, hace suyala mentalidad obrera para insertar en ella a Jesucristo y suIglesia. Analiza con sencillez cómo el capitalismo convir-tió al trabajador en proletario y cómo parte de ese proleta-riado se convirtió en clase obrera. Lo que define a la claseobrera, dice, es su mentalidad, que tiene tres característi-cas; la solidaridad, que hace propios los males de los de-más; la angustia, que le lleva a sobrevivir primero, a perso-nalizarse en segundo lugar, y a provocar, por último, elcambio social; y el espíritu revolucionario que le impulsaa luchar para convertirse en ciudadano… Si esta es la cla-se obrera, dice Rovirosa, la clase obrera cristiana es la queimpregna su solidaridad, su angustia y su espíritu revolu-cionario con las exigencias del Reino de Dios.

4. El hombre ha sido creado para lacomunión

En 1948, en el centena-rio de la publicación de«El Manifiesto Comunis-ta» de Carlos Marx, Rovi-rosa intenta publicar «ElManifiesto Comunitaris-ta», la misma AC y losobispos impidieron su pu-blicación. Posiblemente lasimilitud del título con laobra de Marx fue suficien-te para despertar todos losrecelos. Sin embargo, larazón fundamental fue lacreencia imperante de quelo social no tenía nada quever con el apostolado.«Dedíquese al apostola-do… Olvídese de lo so-cial» le habían dicho a Ro-virosa.

El núcleo del manifiestode Guillermo es muchomás profundo y evangéli-co. Jesucristo nos redimió

y nos elevó hasta Dios mismo incorporándonos a un Diosque es una Sociedad de Personas. «El asombro de la Reve-lación cristiana ha sido descubrirnos que Dios es una So-ciedad de Personas».

«Cristo, vino al mundo para cumplir la voluntaddel Padre, para darle gloria, para restaurar y perfec-cionar la imagen de la Trinidad en la tierra. Vino areunir los hombres (Iglesia) vino a poner al hombrefrente al hombre para el abrazo, infundiéndoles suespíritu, al grito de ¡Amaos!, y no con un amor cual-quiera sino con un amor real, objetivo, progresivo,mutuo; un amor que jamás se sacia, que va cada veza una unidad más fuerte, siendo un solo corazón yuna sola alma, en una imitación progresiva del Amorde las tres Personas» (21).

De esta manera Jesucristo ha convertido las relacio-nes humanas en relaciones divinas. Todas las relacio-nes humanas, las de trabajo especialmente, deben re-producir e imitar las relaciones íntimas que nosmuestra la revelación trinitaria, para el cristiano todoes amor divino. Esta es la única manera de que «todosseamos UNO».

5. El comunitarismo como vidacristiana

La expresión «dedíqueseal apostolado… olvídesede lo social» (22) encierratoda una concepción espi-ritualista del apostolado: loimportante es salvar al-mas. Rovirosa argumentaque Jesús ha venido a redi-mirlo, a redimir al hom-bre, y el hombre es cuerpoy alma. Hay obreros sinhogar, sin comida, en con-diciones infrahumanas. Es-tas situaciones las vivecomo profundamente anti-cristianas, y ante ellas novale «la predicación, la re-signación prostituida, lapaciencia cómplice… Ennombre de Cristo hay queprotestar, y urgir, y solu-cionar e imponer la justi-cia» (23).

Rovirosa, en actitud deoración, pregunta:

TTeemmaa ddeell mmeess

1.557 · MARZO 2014114

26

Page 27: Noticias Obreras nº 1557 marzo

«¿Cómo se explica, mi Señor, que a tu doctrinatantos explotadores la hayan convertido en escu-do de sus concupiscencias? ¿Cómo se entiendeque la doctrina de la Caridad, de la fraternidad,del Cuerpo Místico, no sea la doctrina del Pue-blo?». Y nos da la respuesta: «Es la economía sinalma del capitalismo, las entrañas duras de la ci-vilización del dinero, las que relegaron a Cristo alas almas… ¡Cuándo Jesús ha venido a salvarhombres!».

Rovirosa se plantea la tarea de «hacer concordar laeconomía humana con la revelación divina», comomedio para que los hombres vivan en comunión. Asínace el comunitarismo, que retomaría en la últimaetapa de su vida.

6. La HOAC, la formación demilitantes y la evangelización delmundo obrero

La espiritualidad de Rovirosa tomó cuerpo en un movi-miento, la HOAC, en unos métodos y planes de formacióny en una pastoral obrera comprometida y encarnada.

Rovirosa desarrolla una actividad desbordante de elabo-ración y divulgación de la HOAC. El Semanario «¡Tú!» al-canza una tirada de 45.000 ejemplares. El boletín de diri-gentes se difunde entre miles de militantes y sacerdotes.Se dan más de 100 cursillos al año, con una asistencia me-dia de 50 personas.

A partir de la experiencia de la Revisión de Vida Obrerade Cardinj, crea y pone en funcionamiento el Método deEncuesta (24) y los Círculos de Estudio.

«Llamamos Encuesta a toda investigación que sehace sobre hechos e ideas concretas, con objeto dedeterminar: 1º) Su realidad, con las características es-peciales que reviste en un determinado ambiente[VER]. 2º) Las causas que han intervenido en su gé-nesis y en su desarrollo y el concepto que debe me-recernos [JUZGAR]. 3º) La repercusión que ello ha detener en nuestro vivir individual o colectivo o cómonosotros hemos de reaccionar ante todo ello [AC-TUAR]».

Para Rovirosa, el militante hoacista tenía que ser un«hombre de encuesta», un hombre que convirtiera enhábito cotidiano la dinámica de ver, juzgar y actuar antelos acontecimientos de su vida, de su trabajo y de su pe-queño mundo, y que esto lo hiciera implicando a otros yenseñándoles a situarse de manera consciente y cristia-na ante su vida, a preguntarse y responderse tres pre-

guntas claves: ¿Qué me pasa? ¿Por qué me pasa? y ¿Quédebo hacer para solucionarlo? o, como él decía, «convir-tiendo en actores a los que solo son espectadores». Estostres pasos de la encuesta constituían todo un proceso deinvestigación y acción, en que el militante participaba yhacía participar a sus compañeros. Proceso genuinamen-te político y profundamente evangelizador y evangeli-zante, porque pretendía que el militante viviera en lapresencia de Dios y proyectara a Cristo en las personas,en la cultura –«ambiente»– y en las instituciones. Se tra-taba de partir de la propia vida, lo que convertía a todosen «expertos», para volver y actuar sobre ella y sus cir-cunstancias, después de compartirla, reflexionarla, orar-la y teologizarla y, por ello, politizarla. En este proceso,todo obrero, con independencia de su formación intelec-tual, se convertía en auténtico protagonista de la histo-ria, y conciencia y espiritualidad se convertían en moto-res de la existencia.

La otra pieza organizativa de la primera HOAC fueronlos Grupos Obreros de Estudios Sociales (GOES), cuya fi-nalidad era estudiar los problemas sociales, políticos yeconómicos y elaborar, frente al pensamiento católicoburgués, pensamiento cristiano encarnado sobre ellos.Fruto de su trabajo fue la Ley de Sociedades Anónimas,la Empresa Proporcionalista, El Fenerismo y La Propie-dad, El Sindicalismo, El Municipio, El Cooperatismo… Elauge de estos grupos fue tal que llevó a Marcelino Cama-cho a plantearse si era más conveniente impulsar las Co-misiones Obreras, que entonces nacían por el trabajo demilitantes de la HOAC, o impulsar los GOES.

Pronto surgieron grupos de obreros que se convirtieronen equipos de militantes con una recia espiritualidad y

1.557 · MARZO 2014 115

27

TTeemmaa ddeell mmeess

Page 28: Noticias Obreras nº 1557 marzo

una identidad cristiana y eclesial encomia-bles, que compartían techo y pan con suscompañeros de trabajo. Lo que la HOAC ysus militantes les decían y hacían conecta-ba con las aspiraciones más profundas de li-

bertad y dignidad humanas del pueblo. El evangelio sehizo anuncio y denuncia. La lucha por la justicia ante unrégimen político que negaba los más elementales dere-chos y condenaba a la pobreza a la mayor parte del pue-blo, se manifestaba en la vida cotidiana. Los militantes dela HOAC están presentes en casi todos los conflictos obre-ros que inevitablemente desembocan en enfrentamientoscon el Régimen y de éste con la Iglesia. Un nuevo Movi-miento Obrero, con nuevas organizaciones políticas y sin-dicales, empezó a surgir animado por militantes que bus-caban la promoción del pueblo como parte de su tareaevangelizadora.

El Cardenal Tarancón (25) lo describe así:

«No puede negarse el serio planteamiento, cristia-no y eclesial, que hace la HOAC. Gracias al ideólogode la misma, Guillermo Rovirosa, un ingeniero querenuncia al ejercicio de su carrera y vive una vida deauténtica pobreza para dedicarse a la evangelizaciónde los obreros… y a un consiliario, D. Eugenio Meri-no…».

«Son muy exigentes con sus militantes y logran for-mar unos grupos humana y cristianamente excelen-tes, que serán la levadura que va dando contenido ydirección a un movimiento importante dentro de laclase obrera. Pronto empieza a ser respetado y hastaadmirado por la inmensa mayoría de los obrerosque, aunque estando apartados de la Iglesia y del Ré-gimen, ven en ellos una sinceridad y un espíritu deentrega que les gana».

7. Los obreros hacen suyo el evangelio

La mentalidad eclesial existente partía del convenci-miento de que los obreros, pobres e ignorantes, no podíanacceder al conocimiento del evangelio. Había que formara minorías selectas que fueran la avanzadilla de la Iglesiaen la sociedad.

Eugenio Merino, primer consiliario de la HOAC, se opo-ne a este planteamiento:

«Vamos a prevenir y deshacer un error muy gene-ralizado en el ambiente piadoso actual. Todo eso eshoy demasiada teología, se dice, para fieles tan igno-rantes. Nos contentaríamos con que aprendieran elcatecismo y cumplieran los mandamientos. Niaprenderán el catecismo ni cumplirán los precep-tos… Es imposible que Dios haya puesto como ver-dades fundamentales y vivas de su Iglesia las que nopueden llegar al entendimiento de los fieles. ¡Vayaun fundamento religioso!» (26).

Rovirosa confía en los obreros y entiende que ellos de-ben ser los evangelizadores de los obreros:

«Aquellos que pretenden «elevar» a los obreros,«los elevadores de obreros», tienen un grave proble-ma pues si el obrero a quien pretende elevar es unbuen profesional, ya han llegado tarde, porque yano puede subir más. Está tan alto como un ministroo un rector de la universidad. Si lo que pretendenes darle un barniz de señorito, lo que harán es fal-sear su naturaleza y ¿cómo podrá encarnarse Cris-to, la suprema verdad, en una naturaleza falsifica-da?» (27).

Esta reflexión partía de un convencimiento de Roviro-sa: hasta ese momento lo que se había elaborado erapensamiento burgués social católico. Los GOES nacíancon el propósito de estudiar la vida concreta de los obre-ros y elaborar pensamiento obrero social católico para ha-cer posible la encarnación de Cristo en ella. Los Círculosde Estudio y los GOES fueron haciendo posible un viejosueño de Rovirosa: que los obreros pasaran de espectado-

TTeemmaa ddeell mmeess

1.557 · MARZO 2014116

28

Page 29: Noticias Obreras nº 1557 marzo

TTeemmaa ddeell mmeess

res a actores y se convirtieran en apóstoles de losobreros.

III. La persecución contra él yla HOAC

Toda la experiencia apostólica de Rovirosa y de laHOAC no podía menos que suscitar serios problemasa la Iglesia española de la época, al Régimen y a la re-lación entre ambos (28).

En 1949 el gobierno decreta la primera suspensióndel «¡Tú!». Estando Guillermo en Valencia, visita alArzobispo, que acababa de hablar con el ministro Ibá-ñez Martín (29), y le informa del fin definitivo del«¡Tú!» La respuesta del Gobierno a la campaña de laHOAC contra el proyecto gubernamental de Socieda-des Anónimas era la suspensión del «¡Tú!». El «¡Tú!»vuelve a publicarse tras la intervención del CardenalPla y Daniels, que fue defensor de la HOAC en nu-merosas ocasiones.

También se incrementa el control sobre el Boletín de di-rigentes, en 1950 Monseñor Vizcarra es nombrado censordel Boletín.

Parte de la Iglesia, el Partido Comunista, los falangistasy el Régimen coinciden paradójicamente en combatir a laHOAC y a Rovirosa.

Quizás esta situación es la que le lleva a recomendarque para el «Boletín de Militantes» se escriba un articulotitulado «Incomprensión» para desarrollar que el cristiano–mientras vive– es incomprendido por los hombres en lamisma medida en que es comprendido por Dios. Lo mis-mo que Cristo no fue comprendido hasta después de Pen-tecostés...».

En 1951, el Gobierno decide la suspensión definitiva del«¡Tú!» después de la huelga contra la subida del precio deltranvía en Barcelona, que se extendió al País Vasco y Na-varra: «Debido a la fuerte presión que en su día hizo el Mi-nisterio de Gobernación, en relación a los disturbios ocu-rridos en Barcelona, Bilbao, Navarra, en cuanto a laorganización de las últimas huelgas, fue suspendido el se-manario de la HOAC “¡Tú!”…» (30). El procedimientofue ordenar el paso del semanario por la censura. LaHOAC se niega y prefiere dejar de publicarlo.

Sobre este hecho, el cardenal Tarancón escribe:

«El gobierno prohíbe la publicación del “¡Tú!” Losobispos no solo callan, sino que aprueban tácitamen-te la decisión abusiva del gobierno. Los militantes de

AC, que añoraban la AC del pasado, respiran satisfe-chos porque ha desaparecido lo que ellos juzgaban ungrave peligro para el auténtico apostolado seglar» (31).

Rovirosa escribe:

«…el “¡Tú!” que no puede salir, nos mueve a lle-varlo a todas partes en nuestra propia vida. Ya nosale el “¡Tú!”, porque el “¡Tú!” se imprime ahora enel corazón de cada militante de la HOAC. El “¡Tú!”vive, porque el “¡Tú!” soy yo» (32).

La desaparición del «¡Tú!» generó una profunda crisis enla HOAC, pues muchos militantes centraban su quehaceren la difusión del semanario. La respuesta de Guillermo,que propone y realiza, es «Vivir con mayor profundidad elMandamiento Nuevo». Ello se concretó en una nueva yoriginal aportación de Guillermo: «La Encuesta Sistemáti-ca» desarrollada en el Plan Cíclico de Formación Cristiana,aprobado inicialmente en septiembre de 1952 y publicadofinalmente en 1955 con la aportación inestimable del nue-vo consiliario D. Tomás Malagón.

En abril de 1955 D. Alberto Bonet le comunica a D. To-más Malagón que «la HOAC debe orientarse hacia la De-mocracia Cristiana, grupo de Rodríguez Soler, y que el Sr.Cardenal sabe y aprueba tal orientación de la A.C.» Rovi-rosa y Malagón se opusieron a este intento y ello les llevóa vivir momentos personales de gran tensión.

A finales de 1955 Rovirosa es destituido como directordel «Boletín de Militantes».

1.557 · MARZO 2014 117

29

Page 30: Noticias Obreras nº 1557 marzo

En una época de reconocimiento interna-cional del Régimen (33) las actividades de laHOAC suponen una denuncia permanentedel mismo. En julio de 1956 se producenuna serie de conflictos obreros y estudianti-

les en los que la HOAC tiene un papel destacado. El sindi-cato vertical acusa a la HOAC de ser la culpable de lashuelgas del norte de España de marzo y abril, pide la su-presión de la HOAC

La autoridad civil, por un lado, y la Junta Técnica de Ac-ción Católica, por otro, y las conexiones entre ambos a tra-vés de católicos relevantes (34) que tenían cargos de res-ponsabilidad en el régimen y en la Acción Católica,centraron sus denuncias y acusaciones contra la personade Guillermo. Al mismo tiempo, el gobierno de Franco ha-bía presentado ante la Santa Sede el problema que le cre-aba la existencia y orientación de la HOAC.

La tentación de la Democracia Cristiana también habíaconseguido «tocar» a algunos militantes de la misma Co-misión Nacional de la HOAC, que combatían la oposiciónde Rovirosa y Malagón a sus proyectos con acusaciones dehaberse inclinado por opciones políticas de izquierda (35).

Todo este cúmulo de cir-cunstancias llegó a la mesadel Cardenal Primado. Él,que había defendido a laHOAC en multitud de oca-siones, cedió ante los acon-tecimientos, el 4 de mayode 1957 recibía al consilia-rio D. Tomas Malagón. ElCardenal le da un conjuntode normas que la HOACdebe seguir, entre ellas laprohibición de que Guiller-mo Rovirosa realice propa-ganda pública de la HOAC.Rovirosa, mostrando su pro-fundo amor a la Iglesia, ma-nifiesta «su sincera y cordialsumisión en lo que a él res-pecta» a la decisión más do-lorosa de toda su vida. Rovi-rosa es apartado de ladirección de la HOAC.

Un mes después sufre unaccidente en el que pierdeun pie. Este hecho le dejógraves secuelas físicas queno le abandonarían hasta su

muerte. Pero es en esta época donde más brilla la espi-ritualidad de Guillermo. En principio, con sesenta años,medio inválido y enclaustrado en Montserrat, manifies-ta que el lema que ha escogido es «¡Ahora más que nun-ca!».

IV. El comunistarismo integral(COPIN) o la dimensión social dela Santísima Trinidad

Desde Montserrat sigue colaborando y participando enla HOAC, en todo aquello que puede y sin salirse del res-peto a la decisión de la Jerarquía. Inicia su obra final, el de-sarrollo del «Coperatismo Integral» (COPIN)

El COPIN es «sobre todo, el esfuerzo por actualizar hoyel Mandamiento Nuevo de Cristo. Un camino de Amorque viene del Amor y va al Amor» (36). «Para el COPINno hace falta ni dinero ni poder… Él nos manda única-mente a amar. Y a ver quién me expone una situación po-sible en la que el Amor del Mandamiento Nuevo no seaposible» (37).

La Iglesia no hemos comprendido aún que los sistemaseconómicos precisan y gene-ran modelos antropológicosconcretos. Rovirosa se hadado cuenta de ello. La cien-cia económica se basa enuna concepción del hombre(38), en una antropología in-dividualista, materialista yacaparadora –el individualis-mo posesivo– contraria a laidentidad comunitaria queDios es y propone a todoslos hombres:

«El cristiano es (comoDios) esencialmente co-munitario, social, y es cris-tiano en cuanto participade las relaciones divinas,como el Padre, el Hijo y elEspíritu Santo, SON encuanto participan de estasrelaciones».

Rovirosa publica las dospartes del Cooperatismo Inte-gral con los párrafos numera-dos para posibilitar las aporta-ciones de los «copinitas». Ensíntesis, viene a decir:

TTeemmaa ddeell mmeess

1.557 · MARZO 2014118

30

Page 31: Noticias Obreras nº 1557 marzo

TTeemmaa ddeell mmeess

La lucha por la existencia nunca hagenerado paz

El ser humano lleva toda su historia intentando cons-truir la justicia y la paz, y no lo ha conseguido. El proble-ma es que la búsqueda de la justicia y la paz se ha basadoen la lucha por la existencia, que tiene como principio elamor propio, y nunca la lucha ha generado la paz. Mien-tras que Jesucristo nos pide que nos amemos unos a otros,no de cualquier manera, sino como Él nos ha amado. Lalucha por la existencia ha producido unos vencedores, losque tienen propiedad y se aprovechan del trabajo de otros,y unas víctimas, los que carecen de propiedad y trabajanpor cuenta de otro. Las víctimas principales son los traba-jadores y las mujeres (39).

No es solo una lucha de una clase contra otra, es una lu-cha entre las clases y una lucha en las clases. Vencidos porlos poderosos, son vencedores sobre las mujeres, nos diráRovirosa.

En la lucha por la existencia, la leysiempre es la ley del más fuerte. Nuncase ha visto que los débiles, o los venci-dos, impongan la ley a los más fuertes.

Guillermo pone de ejemplo el pueblode Israel, al que el mismo Dios ha saca-do de Egipto y lo ha conducido por eldesierto hasta la tierra prometida. A estepueblo, Dios, el más poderoso de todoslos poderosos, le entrega la ley más perfecta de todas las le-yes. La respuesta de este pueblo es crucificar y matar alHijo de Dios.

Luego, el camino que consiste en que el más fuerte im-ponga las leyes a los más débiles nunca da resultado, aunen el caso de que el más fuerte sea el mismo Dios, el másbondadoso de todos los bondadosos.

En la lucha por la existencia, unos luchamos por sacu-dirnos el yugo de otros, pero muy pocos luchan para evi-tar poner el yugo a otros. Esta es la clave del problemapara entender el fracaso de las revoluciones.

El fenerismo y el derecho de propiedad

El problema fundamental consiste en que se ha creado unsistema de relaciones, –que Rovirosa llama «fenerismo» (al-quiler)– en el que todo se alquila: se alquilan bienes mueblese inmuebles; se alquila dinero, y se alquilan personas.

Si el derecho de propiedad implica la posesión del bieny el uso del mismo, el fenerismo supone una perversión

del derecho de propiedad, porque el quetiene la propiedad no puede usarla, y el quela usa no tiene la propiedad.

Esto es especialmente grave en las rela-ciones de trabajo, pues en toda compraventa hay uncomprador, un vendedor y un objeto o bien que se ven-de y se compra. Pero en el caso del trabajo, el vendedores el obrero y el comprador el empresario, pero ¿cuál esel objeto o bien que se compra y se vende? Es el mismoobrero. Vendedor y objeto que se vende son la mismacosa.

Es evidente que, considerada en términos estrictamen-te económicos, esta compra venta es cualitativamentedistinta a cualquier otra. Pero además, este obrero y esteempresario son hijos de Dios, templos del Espíritu, Cris-to el uno para el otro, y no pueden establecer entre elloslas mismas relaciones que establecen con un objeto.

A la lucha por la existencia hay que oponer la colabora-ción por la existencia.

La colaboración por la existencia tiene su origen en unmandamiento y en dos metas inscritas por Jesucristo ennuestro bautismo:

MANDAMIENTO:Amaos unos a otros COMO YO OS HE AMADO.

METAS:Como individuos: Ser perfectos como nuestro Padrees perfecto.

Como grupo: Que todos sean UNO, como mi Padre yYo somos UNO.

Para ser perfectos hay que tomar conciencia de lo quesomos, de cómo hemos sido creados. Rovirosa, haciendoun símil con nuestra anatomía, nos dice que somos estó-mago, cerebro y corazón. La economía corresponde al es-tómago. La cultura al cerebro. La revelación al corazón. Lacolaboración por la existencia hay que establecerla en esas

1.557 · MARZO 2014 119

31

Page 32: Noticias Obreras nº 1557 marzo

tres dimensiones, buscando un equilibrioentre la economía, la cultura y la religión.

A la economía, estómago, correspondenlos valores materiales; a la cultura, cerebro,

los valores culturales; y los religiosos, corazón, a la reli-gión. Veamos cada uno de ellos.

Valores materiales. El desarrollo de los valores mate-riales del hombre debe basarse en el derecho de propiedadrectamente entendido. Su importancia radica en que deeste derecho depende la li-bertad de la persona, y dela libertad depende su res-puesta a la llamada deDios.

Es evidente que la li-bertad personal solo pue-de ser garantizada por lapropiedad personal. Rovi-rosa defiende el derechode propiedad «a la medi-da del hombre», por eso,más que propiedad priva-da debemos denominarla«propiedad personal».Todo ser humano debeser propietario de su casay de sus herramientas, desu casa y de sus mediosde producción. La em-presa debe ser propiedadíntegra de los que traba-jan en ella. No del Esta-do y de los obreros a tra-vés de él, como planteael marxismo. Ni tampocode los accionistas, comoplantea el capitalismo.De los que trabajan enella.

Valores culturales. El cultivo de los valores culturalesdel hombre debe basarse en el desarrollo de la vocaciónprofesional.

Esta afirmación contiene una gran profundidad antropo-lógica. Según Rovirosa, todas las personas nacemos contres vocaciones: vocación a la santidad, vocación de esta-do y vocación profesional.

La vocación a la santidad es la primera y fundamental.De responder sí o no a esta llamada de Cristo depende la

felicidad de los seres humanos. Esta respuesta depende en-teramente de la libertad de cada persona.

La vocación de estado, por la que unos somos llamadosa la vida religiosa y otros somos llamados a formar una fa-milia.

La vocación profesional, que es tan amplia como tare-as pueda desarrollar el ser humano. Forma parte del yo decada persona, de la identidad de cada uno.

De aquí se desprendeque el trabajo de las per-sonas ha de tener las si-guientes características:

–Que cada uno siga suvocación profesional.

–Que esté con entera li-bertad.

–Que perciba beneficiosen proporción al trabajoque realiza.

–Que sus puntos de vis-ta cuenten en la direc-ción.

–Que la empresa perte-nezca, con plena propie-dad, a todos los que traba-jan en ella (40).

Valores religiosos.Puede parecer que una so-ciedad basada en el dere-cho de propiedad, recta-mente entendido, y en laque cada uno pueda desa-rrollar su vocación profe-sional, podría funcionar

bastante bien aún en el caso de que las personas no fue-ran religiosas.

Rovirosa afirma que esa sociedad sería mejor que la quetenemos, pero nunca se podría acercar al ideal de comu-nión. La razón es antropológica: el hombre es egoísta pornaturaleza y no es posible anular su egoísmo desde fuera.

Así, el comunitarismo de Rovirosa no es una respuestaeconómica frente al capitalismo, es un planteamientopara vivir siendo Cristo las veinticuatro horas del día.

TTeemmaa ddeell mmeess

1.557 · MARZO 2014120

32

Page 33: Noticias Obreras nº 1557 marzo

TTeemmaa ddeell mmeess

Rovirosa define el comunitarismo como «una sociedaden la que todas las personas sean fieles a su vocación pro-fesional, a su vocación de estado y a su vocación a la san-tidad, en un régimen de derecho de propiedad rectamen-te entendido».

Para ello es necesaria una triple colaboración:

–Colaboración por la existencia de Dios con los hombres.

–Colaboración por la existencia de los hombres entre sí.

–Colaboración por la existencia de los hombres conDios.

La colaboración de Dios con los hombres está realizaday garantizada: Jesucristo,Dios hecho hombre, ha vivi-do con nosotros, ha muertopor nosotros, ha resucitadoy nos ha prometido que es-tará con nosotros todos losdías hasta el fin del mundo.Lo único que nos pide es«dejarnos querer».

Lo que está más complica-do es la colaboración de loshombres entre sí y la colabo-ración de los hombres conDios.

Para hacerla posible nosha dado:

Una LUZ: su Manda-miento Nuevo. Amaros losunos a los otros como yo oshe amado. Antes de Jesucristo el amor era algo. Con Jesu-cristo el amor es una persona, Jesucristo, y tiene tres di-mensiones: POBREZA, HUMILDAD Y SACRIFICIO.

Una MEDICINA: la Gracia.

Una FORTALEZA: los Sacramentos, que son torrentesde Gracia.

Todo ello, nos dice Guillermo, formando un TODO quepuede expresarse con la palabra COMUNIÓN. Nuestropapel es no resistir al tratamiento que Dios nos propone.

Así queda realizado que todos seamos UNO, nosotroscon Jesucristo y en Jesucristo con Dios. En esto consiste larevolución que el mundo necesita.

En el Comunitarismo se vive y experi-menta las tres dimensiones del Amor deDios: Pobreza, Humildad y Sacrificio.

La Pobreza nos impulsa a compartir lonuestro con los nuestros.

La Humildad nos impulsa a aceptar como nuestro lo delos nuestros.

El Sacrificio nos impulsa a renunciar al criterio nuestroante el criterio de los nuestros.

«En esto consiste la promoción de los débiles, de losvencidos en la lucha por la existencia. Promoción queno los convertirá en vencedores, sino en hombres li-

bres, con la libertad delos hijos de Dios. Estapromoción no provocaráen la sociedad actual nin-gún cambio brutal, sinola aparición discreta y pa-cífica de hombres libres,portadores de paz, cuyotriunfo no dependerá degrandes realizacionesposteriores, sino de la fi-delidad al ideal. Bastarácon que los débiles nospercatemos de que Cris-to es nuestra fuerza y nosunamos a Él y con Él.Amándonos unos a otroscomo Él nos amó y nosama, poniendo este amorde manifiesto en las tresdimensiones que acaba-mos de ver».

Rovirosa no sostiene el comunitarismo como un plante-amiento contra el capitalismo. Esa manera de proceder,dice, no soluciona nada porque no se puede vencer al malluchando contra él: Jesús en el Sermón del Monte nosdejo dicho con toda precisión: No opongáis resistencia almal (y en esto consiste la mansedumbre, de la que Él seerigió en nuestro modelo) y añadió, por la pluma de SanPablo: «Al mal se vence con la abundancia de bien».

Para posibilitar el desarrollo del COPIN, publica otrasobras con la finalidad de crear la espiritualidad que exigeel proyecto:

«El primer santo: Dimas el ladrón» y «El primer traidorcristiano: Judas de Keriot, el apóstol». Estas dos obras tie-

1.557 · MARZO 2014 121

33

Page 34: Noticias Obreras nº 1557 marzo

nen un marcado carácter autobiográfico, enellas Rovirosa nos cuenta su experiencia defe identificándose con estas dos figuras de laPasión.

En «Fenerismo» realiza un detallado estudio sobre lapropiedad y el tipo de relaciones que se establecen en losambientes de trabajo.

«La virtud de escuchar» propone un nuevo tipo de re-laciones entre las personas basado en el reconocimientodel otro como Cristo: «El otro es Cristo, yo debo serlo».

Finaliza la serie con «El compromiso temporal», en élhace una original reflexión sobre los intereses que guían laconducta humana. La publicidad trata de presentarnostodo con trucos y como una ganga de la que obtenemosmucho a cambio de poco. El proceder de Dios es distinto:«Ante los trucos humanos presenta los trucos divinos, queson de muy distinta naturaleza: para ocupar el primer lu-gar, el truco divino es agarrarse al último; para vencer, eltruco divino consiste en aceptar la humillación y la muer-te; para dominar, el truco divino es servir y amar comoCristo sirvió y amó. Frente a todos los ideales, el cristianotiene solo uno: ser Cris-to las 24 horas del día.Mirado así, el compro-miso temporal es un me-dio extraordinario paravivir los compromisosbautismales».

Su última obra, deuna rabiosa actualidad,fue «¿De quién es laempresa?», en la quevuelve sobre el derechode propiedad, «a la me-dida del hombre» y pro-pone un medio pacíficopara que la empresapase a ser propiedad detodos los que trabajanen ella, pagándole a susdueños el valor de lamisma. Fue publicadapor la Editorial ZYX, dela que fue su primerpresidente.

Murió el 27 de febrerode 1964 de una emboliacerebral.

En Abril de 1960, Rovirosa dejaba constancia de lo quela HOAC era:

«La HOAC está establecida en unas cuarenta y cincodiócesis españolas. Cuenta con un número de unos9.000 militantes verdaderamente entregados a la Obra.A ellos hay que añadir unos 25.000 excursillistas queparticipan en más o menos grado de nuestra «mística»y actividades. Y un número difícil de precisar que qui-zá podría calcularse en medio millón de trabajadoressimpatizantes activos, que tienen confianza en loshombres de la HOAC y que aportan cierta colabora-ción.

La HOAC realiza cada año más de un centenar deCursillos Apostólicos y dos Semanas Nacionales: unade estudio de los principales problemas planteados ala Obra y otra para la determinación de las activida-des que en cada año han de encomendarse al con-junto de la Organización.

Los Boletines de la HOAC salen los días 1, 11 y 21de cada mes. Cada uno tiene su propio carácter:doctrinal, el del día 1; social y de cara a la masa y mi-

litantes de base, eldel día 11; dedicadoal aspecto organizati-vo, el del día 21. Eldel día 11 tira unos9.000 ejemplares, y4.500 cada uno delos otros dos».

En sus memorias, ElCardenal Tarancón (41)comenta:

«Creo que nos faltócoraje y visión de fu-turo en este proble-ma. Muchos de losmilitantes y hasta di-rigentes de la HOAC,viéndose imposibilita-dos, por la persecu-ción del Gobierno ypor la débil defensade la jerarquía, dedefender los dere-chos que ellos consi-deraban sagrados dela clase obrera –nopuede negarse queprácticamente los

TTeemmaa ddeell mmeess

1.557 · MARZO 2014122

34

Page 35: Noticias Obreras nº 1557 marzo

obreros no tenían audiencia en aquella sociedad ca-pitalista– se vieron casi obligados a ingresar en orga-nizaciones sindicales o políticas clandestinas parapreparar desde la sombra el futuro».

«Lo cierto es que cuando llegó por finel cambio de régimen, aparecieron confuerza muchos movimientos sindicales ypolíticos –marxistas o de extrema izquier-da– que estaban capitaneados por anti-

guos militantes cristianos, mientras la Iglesia seencontraba sin una fuerza organizada y eficaz eneste campo».

El Padre Luis Madina, fundador de la Ciudad delos Muchachos y amigo de Guillermo, escribió alenterarse de su muerte:

«El Señor lo marcó con la inconfundible señalde los escogidos. Contradicción, incompren-sión, humillación, impotencia física. ¡Qué hom-bre gigante fue en todo sentido! Como siempresucede, ahora harán justicia a sus méritos. Fueun innovador, un precursor. Sus pasos de gi-gante iban muy por delante de los pasitos deenano de muchos... Verá usted como termina-rán por incoar su proceso de beatificación». !

1.557 · MARZO 2014 123

35

NOTAS:(1) Rovirosa Albert, Guillermo: «Di-

mas, el primer santo cristiano». Es unaobra de marcado carácter autobiográfico.

(2) TOMO I, p.123.(3) ibídem.(4) TOMO V, p. 309.(5) O.C., TOMO II, «Año de la comu-

nidad», p. 196.(6) Comisión Permanente HOAC.

«Guillermo Rovirosa, ¡Ahora más quenunca!» p. 79. Ediciones HOAC.

(7) O.C. tomo V, «Artículos», p. 450.(8) O.C., tomo V, «Artículos», p. 515.(9) Comisión Permanente, «Guillermo

Rovirosa, ¡Ahora más que nunca!», Edi-ciones HOAC, p. 20.

(10) Julio L. Martínez SJ. «Moral socialy espiritualidad», 20.

(11) TOMO I, p. 121.(12) TOMO II, pp. 88-89.(13) Guillermo Rovirosa. «Salvar hom-

bres». Boletín HOAC núm. 15-16, 1949.(14) TOMO V, p. 519.(15) TOMO V, p. 506.(16) Según Ruiz de Cascos, algunos

de los principios teológicos que Roviro-sa ayudó a poner en circulación son: laSantísima Trinidad como modelo y pre-supuesto de la propuesta cristiana; la su-peración del dualismo natural-sobrena-tural; la historicidad de la salvación y,por tanto, de la presentación del Men-

saje y de la doctrina cristiana, con lasconsecuencias evangelizadoras que estosupone; el descubrimiento de los pobresy de su lucha por la liberación comoverdadero lugar teológico; la dimensiónsocial de la Gracia, del pecado, de laEucarístia y, en general, de toda la vidacristiana. «Visión católica, universal, su-perando localismos» (Carlos Ruiz deCascos, pág. 414).

(17) Ángel Ruiz Camps. Prólogo obrascompletas, tomo I. Ediciones HOAC.

(18) TOMO I, p. 321.(19) Guillermo Rovirosa. «Salvar hom-

bres». Boletín HOAC nº 15-16, 1949.(20) Guillermo Rovirosa. «El hijo del

carpintero». Boletín de la HOAC núm.14. 1949.

(21) Guillermo Rovirosa. «Reflexionesmilitantes cristianas». Ediciones Voz delos sin voz.

(22) Guillermo Rovirosa, «Salvar Hom-bres». Boletín HOAC, nº 15/16, 1949.

(23) Ibidem.(24) Rodriguez Peralta, Mª Isabel. «El

Método de Encuesta como estrategia deaprendizaje». Editorial de la Universidadde Granada. 2007.

(25) Enrique y Tarancón, Vicente.«Confesiones», pág. 328. Editorial PPC1996.

(26) Merino, Eugenio. «Incorporacióna Cristo». HOAC 1953.

(27) Comisión Permanente. «Guiller-mo Rovirosa, ¡Ahora más que nunca!».Ediciones HOAC.

(28) Sobre este tema al final reseñamosla bibliografía utilizada.

(29) José Ibáñez Martín, miembro dela ACNDP, fue ministro de educación enel Régimen de Franco.

(30) Nota informativa, remitida al go-bernador civil de Barcelona –Felipe Ace-do Colunga– el 24 de octubre de 1951por el jefe superior de policía. Archivo delGobierno Civil de Barcelona. Ramos Ra-mos, G. «Tranvías y conflictividad socialen Barcelona (marzo de 1951)», Univer-sidad Autónoma de Barcelona.

(31) Tarancón, Ibidem, p. 329.(32) Comisión Permanente HOAC.

«Guillermo Rovirosa, ¡ahora más quenunca!», p. 60.

(33) En 1953 había firmado el concor-dato con la Iglesia y los acuerdos conEE.UU. que autorizaban la instalación debases militares en España. A cambio deello, España ingresaba en la ONU en1955.

(34) Correa Veglison, miembro impor-tante del Consejo Superior de los Hom-bres de Acción Católica y coronel delejército, presentó la ficha policial de Gui-llermo acusándole de desarrollar activida-des políticas relacionadas con el PartidoComunista y con el Frente de Liberación

TTeemmaa ddeell mmeess

Page 36: Noticias Obreras nº 1557 marzo

TTeemmaa ddeell mmeess

1.557 · MARZO 2014124

36

Popular (FLP). Al mismotiempo, el gobierno deFranco habíapresentado ante

la Santa Sede el problema quele creaba la existencia y orien-tación de la HOAC.

(35) Para una correctacompresión de estos hechoshay una abundante bibliogra-fía que señalamos al final.

(36) TOMO I, p. 270.(37) TOMO I, p. 271.(38) Rafael Rubio de Ur-

quía, catedrático de teoríaeconómica, prólogo en Bruni,Luigino (coord.) «Economíade Comunión. Por una cultu-ra económica centrada en lapersona». Editorial CiudadNueva. Madrid 2001: «Losmodelos teóricos-económicosmodernos son un tipo espe-cialísimo de «modelos» depersona y medio en el queésta se desenvuelve… (pág.11) los enunciados son defini-torios de rasgos personales y

sociales… (pág. 12) son, por tanto, enun-ciados antropológicos… (pág. 12)…

Adoptar un determinado modelo teórico-económico es adoptar una determinada

antropología fundamen-tal…(pág. 14) en general pro-ducir un modelo teórico-eco-nómico moderno consiste enformular… una antropologíay extraer de esa formulaciónciertas implicaciones lógi-cas… (pág. 15)».

(39) Es muy importanteleer detenidamente el capítu-lo que Rovirosa dedica a lamujer y el papel que le asignaa ésta dentro del comunitaris-mo en las cooperativas deconsumo, de producción y decrédito.

(40) Es interesante compa-rar estas características, escri-tas por Rovirosa en 1949, conla descripción de trabajo de-cente en «Caritas in Veritate»,63; y la propiedad de los tra-bajadores en «Laborem Exer-cens», 15.

(41) Obra citada, p. 278-79.

Bibliografía

–Comisión Permanente HOAC. «Boletín Monográficosobre Guillermo Rovirosa». 1964.

–«Guillermo Rovirosa, ¡ahora más que nunca!». Edi-ciones HOAC.

–«Cuadernos Rovirosa», nº 2, 5 y 6.–«Rovirosa 25 años ya». Revista monográfica Noticias

Obreras. Febrero 1989.–Enrique y Tarancón, Vicente. «Confesiones». Edito-

rial PPC.–García, Javier. Martín, Jacinto y Malagón, Tomás.

«Rovirosa Apóstol de la Clase Obrera». Ediciones HOAC1985.

–Martínez, Julio L (SJ). «Moral social y espiritualidad».Editorial Sal Terrae.

–Merino, Eugenio. «Incorporación a Cristo». Publica-ciones HOAC, 1953.

–Rodríguez Peralta, Mª Isabel. «El Método de Encues-ta como estrategia de aprendizaje». Editorial de la Uni-versidad de Granada, 2007.

–Rovirosa, Guillermo, «Obras Completas». EdicionesHOAC.

–«Reflexiones militantes cristianas». Editorial Voz delos sin Voz.

–Rubio de Urquía, Rafael. Prólogo en Bruni, Luigino(coord.) «Economía de Comunión. Por una cultura eco-nómica centrada en la persona». Editorial Ciudad Nueva.Madrid 2001.

–Ruiz de Cascos, Carlos. «La espiritualidad Trinitariade Guillermo Rovirosa». Ediciones Voz de los sin Voz.

–Trejo, Pino. «Amor y Justicia en Guillermo Rovirosa».Ponencia no editada. Cursos de Verano HOAC 2011.

Sobre la persecución a la HOAC y Rovirosa

–Díaz Salazar, Rafael: «Iglesia, dictadura y demo-cracia». Ediciones HOAC.

–Domínguez, Javier: «Organizaciones obreras cristianasen la oposición al franquismo». Ediciones Mensajero.

–Enrique y Tarancón, Vicente. «Confesiones». Edi-torial PPC.

–Montero, Feliciano. «La Acción Católica y el fran-quismo. Auge y crisis de la Acción Católica especiali-zada». UNED ediciones.

–Murcia, Antonio: «Obreros y obispos en el fran-quismo». Ediciones HOAC.

–Ramos Ramos, G. «Tranvías y conflictividad socialen Barcelona (marzo de 1951) Universidad Autóno-ma de Barcelona.

Page 37: Noticias Obreras nº 1557 marzo

TTeessttiiggooss ddee ssuu vviiddaa

1.557 · MARZO 2014 125

37

Cuando era pequeño, en los años cincuenta, oí amenudo el nombre de Guillermo Rovirosa. Mipadre, Xavier García Soler (Vilanova i la Geltrú,

1919-1998), nos hablaba de él como un ser excepcionala quién conoció en 1949, en el primer encuentro de laHOAC catalana en Manresa, en la Cueva de San Ignacio.Los dos habían nacido en el mismo pueblo y ese paisana-je contribuyó a la fuerte amistad posterior.

Tanta fue su compenetración humana e intelectual quemi padre, dirigente hoacista en aquellos años, publicó en1977, después de años de investigar en su vida y obra,un volumen biográfico de 700 páginas dedicado a Gui-llermo, bajo el título «Comunitarisme integral: la revolu-ció cristiana dintre el poble» (Editorial Pòrtic, Barcelona),cuyo primer volumen en lengua castellana verá muypronto la luz en Ediciones HOAC, como revisión crítica acargo de José Andrés Gallego.

A los cincuenta años de su muerte, me satisface que elnombre de Rovirosa vuelva a estar en los papeles, despuésde tanto y tanto tiempo de olvido interesado de los gran-des medios de comunicación, más preocupados en juegosoficiales de poder político y oposición, desde los tiemposde Franco y en democracia, que en analizar y divulgar esa«revolución integral» que Guillermo encabezó por todaEspaña, con tanta gente a su lado, entre 1946 y 1964.

Aquella generación trabajadora, derrotada militarmenteen la guerra, y socialmente después, hizo el heroico es-fuerzo de comprender lo que había pasado y, tambiéngracias a Guillermo, de actuar en consecuencia, con unprofundo sentido cristiano, en el difícil equilibrio entre elnacional-catolicismo imperante y la seducción comunista.

Entre los muchos y clarividentes textos de Rovirosa, su«Manifiesto Comunitarista», de 1948 –cien años despuésdel Manifiesto Comunista de Marx–, indica claramente,en el contexto del capitalismo fascista de aquellos años yel capitalismo tecnocrático posterior, el futuro que espe-raba a países como el nuestro si las fuerzas sociales no re-alizaban aquella «revolución integral», que no era, porsupuesto, la de las armas ni tampoco la de la dictaduradel proletariado.

Difícil cuestión, dado lo que se ventilaba de por medio:el hecho de responder a los desafíos globales humanoscon el mensaje, ciertamente revolucionario, del Evange-lio de Jesús, al que Guillermo se adhirió sin condicionesdespués de su conversión en París, en 1932.

Mis recuerdos de su figura se retrotraen a 1957, consiete años, cuando recibí una memorable carta personalsuya, después de un breve saludo en la estación de trende Vilanova, en su viaje, uno de tantos, de Madrid aBarcelona, y luego, a 1960, también con mi padre, araíz de uno de los muchos encuentros que tuvieron enMontserrat, donde los monjes y el Abad le querían y es-cuchaban.

Este es mi Guillem Rovirosa, paisano vilanovés, cata-lán, hispánico, europeo, a quien los teólogos y filósofosde mayor envergadura, antes del Concilio Vaticano II y laTeología de la Liberación, oían con gran interés. !

Revolución integral

Xavier García Pujades *

*Periodista y escritor. Hijo del biógrafo de Rovirosa, XavierGarcía i Soler.

Portada del libro de Xavier García i Soler, padre del autor deeste articulo, sobre Rovirosa.

Page 38: Noticias Obreras nº 1557 marzo

«Como testigo de una granparte de su vida de laque me honró con su

amistad, no puedo menos que reco-nocer que para llegar a comprometer-se hasta el hondón de su alma, contodas sus consecuencias para ser unhombre de Dios en el grado que lofue Guillermo Rovirosa, hace faltamucha fe. Esa fuerza que da la fe esprecisamente la que le impulsó a rea-lizar su obra cuando tomó concienciade que su misión le llevaba al sectorobrero: puso la mano en el arado, senegó a sí mismo y, fiel a su promesade vivir pobremente como el más po-bre de los obreros, se entregó encuerpo y alma.

Rovirosa no pertenecía a la claseobrera entendida como tal; por su es-tatus familiar se hallaba clasificado enuna escala social de hacendada fami-lia campesina, pero le costó muypoco renunciar a todo cuanto podíaservirle para permanecer en el esta-mento que le correspondía y encar-narse en la pobreza de la clase traba-jadora; siendo ingeniero electricistase “despojó de sus vestiduras” y secolocó una sahariana, un pantalónazul y unas sandalias como única ves-timenta de presentación en sociedady, con lo puesto y sin alforjas, reco-rrió la geografía española en distintasdirecciones proclamando la palabrade Jesús a todo quien se le ponía pordelante».

Jesús Mairal, amigo de Rovirosa y testigo

de la Causa de Canonización

«Conocí a Guillermo Rovi-rosa en la Asamblea Ge-neral el 8 de septiembre

de 1956 celebrada en Córdoba. A míy a otras compañeras de Acción Cató-

lica de la Parroquia de Nuestro Señordel Huerto de los Olivos nos informóel párroco D. Paulino Ortiz Molinade que se estaba celebrando en nues-tra capital una Semana Nacional de laHOAC, así se llamaba entonces, esta-ba prohibido por el régimen franquis-ta la palabra “asamblea”.

Nosotras no éramos militantes dela HOAC, pero sí de la Acción Católi-ca. Empezamos a través del citadopárroco a informarnos de la impor-tancia de este movimiento obrerocristiano y habló con los responsablespara que nos permitieran asistir por latarde a los plenos y a la Eucaristía.Me impactó muchísimo todo, pero adestacar: Guillermo Rovirosa con sumisal delante de D. Tomás Malagónen la capilla del Seminario de Córdo-ba para celebrar la Eucaristía; lo otroque me llamó la atención fue la canti-dad de hombres y mujeres obreros yobreras que iban a misa y que habla-ban interviniendo en los plenos.

Yo noté en Guillermo Rovirosa queera un hombre muy humano y cris-tiano. Después tuve la ocasión de ver-

lo en Montserrat; fui a dar un cursilloapostólico a Manresa y al regresopasé a saludarlo. Se llenó todo de jú-bilo porque una andaluza fuese a Ca-taluña a dar un cursillo.

A través de la conversación con él,noté que su vida no era suya, sino queera un testimonio de servicio a Dios ya los hermanos, un convertido total».

Lola Castilla, militante de laHOAC de Córdoba

«Conviene volver hablarde Rovirosa. Convieneque hablemos. Ahora es

la hora. A los trece años de su muer-te, es decir, hoy es cuando el clamorde su voz, parece como dolor en laangustia y en la incomprensión de sutiempo, se hace imperante en nues-tras iglesias. Conviene que llegue.Puede ser que esté llegando, tomadaspor unas fuerzas nuevas y para unassituaciones diferentes, auguradas porel profeta. La fuerza del Espíritu vacambiando en viento de creciente so-plo de los aires conciliares del Vatica-no II, aires que Rovirosa justo llegó a

TTeessttiiggooss ddee ssuu vviiddaa

1.557 · MARZO 2014126

38

¿Cómo olvidar a Rovirosa?

Page 39: Noticias Obreras nº 1557 marzo

respirar, y la mano de Dios, que llevala historia, pone el mundo en tensiónprofunda y su Iglesia, en situación apunto de convertirse al Evangelio.

“¡Los pobres no son evangeliza-dos!”, es el clamor, el desafío y la ur-gencia de nuestro momento. Un pro-feta nos lo ha dicho en la cara».

Joseph Pont y Gol, arzobispo de Tarragona

(1971-1995)

«Por complicada que parecie-ra una situación, él siem-pre veía soluciones.

Porque decía que Dios cuandocierra una puerta siempre dejaabierta otra y que es por ella pordonde debemos pasar. Daba laimpresión de esos hombres tancompenetrados con el Plan deDios, que ven enseguida la formade realizarlo concretamente.Contagiaba el amor al bien y elodio al mal.

Cuando yo estaba en el Semi-nario nos habló de las acciones acorto y a largo plazo. Ciertamen-te, no estaba desenfocado. Un lar-go plazo que a nosotros, impa-cientes, nos parecía muy largo.Pero a él nunca le parecía. ¡Quévista tan astuta!»

Santiago Añó, sacerdote de Tortosa

«Con su muerte heperdido al únicohombre con quien

podía hablar y con el que me gustabahablar. Siempre he admirado en él, elhombre con todas las virtudes queme pasaban por la cabeza. Era unhombre santo que pensaba; y, si nopensaba con mucha disciplina men-tal, cultivaba el pensamiento y loamaba. Hombres así hay muy pocos».

Benet Martínez, monje del monasterio del Paular

«Cuando lo conocí me sor-prendió que bajo un as-pecto tan entregado se

escondiese una personalidad tan des-tacada, mejor dicho, tan sobrenatura-lizada, pues hablando, hablando, seevadía, para mí, aquel hombre y meparecía que veía al Apóstol de lasgentes. Este paralelismo con san Pa-blo fue la idea que de Rovirosa guar-do y guardaré.

Admiro en él la inteligencia precla-ra y la voluntad decidida que se ade-lantaba a la época que vivíamos y queme parece que ahora con el Concilio

va despertando en la conciencia detodos».

Rosalía Perpinyà, militante,dels Guiamets

«Su muerte dejó un gran va-cío en mi vida. Aún no hepasado un solo día sin llo-

rarlo. Mi vida estaba tan ligada ínti-mamente a él que es como si me hu-

biera muerto un poco también. ¡Ledebo tantas cosas…!

Tengo el pleno convencimiento deque era un hombre de virtudes heroi-cas y con méritos suficientes para servenerado en los altares. Con toda se-guridad podemos encomendarnos asu intercesión cerca del Padre.

Su palabra de fuego y su lenguajecrudamente evangélico fueron comouna piedra lanzada al lago de aguasadormecidas de nuestro cristianismocómodo y mediocre».

Doménech Canamases, consiliario, de Santa Eulàlia

de Riuprimer

«Un hombre de unaedad indefinida(para mí), vestido

con un traje de mahón azul,una pata de madera, muy lim-pio y decente; supuse que seríaun recogido por caridad en laCasa al que le encargaban elcuidado de la estufa. ¡Québuen servicio nos hizo a todos!,pues hacía un frío que pelaba.Al segundo o tercer día de Cur-sillo, cuando todos creíamos(yo al menos) que nos estába-mos convirtiendo en los únicossindicalistas del mundo (¡po-bres!), en un momento de aca-loramiento en la discusión in-tervino él, disculpándose por laintervención para luego decir-nos unas palabras que a mí seme quedaron gravadas parasiempre: “En estas cosas hay

que ir sin prisa pero sin pausa; laspausas suponen retroceso y las prisassuelen llevar al fracaso… El objetivodel Cursillo no es preparar dirigen-tes, sino servidores”. Pregunté quiénera y me dijeron que Rovirosa. Debíponerme colorado por la falta deconsideración…».

Ovidio Melcón, militante de San Sebastián

TTeessttiiggooss ddee ssuu vviiddaa

1.557 · MARZO 2014 127

39

Page 40: Noticias Obreras nº 1557 marzo

En la actualidad vive en Ciudad Real en laResidencia Sacerdotal y, aunque su estadode salud es delicado, su carácter, su humor

y su espíritu siguen siendo jóvenes y vitales.

–¿Cómo se encuentra en estos momentos, porsu edad, estado físico y anímico? ¿Tiene algunaactividad pastoral?

–Me encuentro muy a gusto con vosotros. Osagradezco vuestra atención. Y os ruego a voso-tros, y a cuantos puedan leer esta «entrevista» queno interpretéis mis palabras como un cierto re-cuerdo nostálgico de tiempos y personas pasados.Me ha gustado siempre, y ahora también, mirarmás bien hacia el futuro, confiando siempre en laluz y en la gracia de Dios. Pero, vamos, –respondiendo avuestra primera pregunta– me siento bien, aceptando, des-de la esperanza y con alegría, las limitaciones de mi edady de mis enfermedades. Mi actividad pastoral, por la queme preguntáis, consiste ahora, sobre todo, y casi exclusi-vamente, en la oración. Vivo muy de cerca el momento ylos problemas presentes de la Iglesia, diocesana y univer-sal, y de la sociedad y…, sobre todo, ¡rezo!

–Llega al presbiterio en pleno franquismo, ¿puede hablar-nos de su actividad como sacerdote en esos años? ¿Cuálesfueron sus primeros pasos en su llegada al episcopado?

–Los años de mi vida presbiteral los viví en mi queridadiócesis de origen, Toledo. Primero con el cardenal Pla yDeniel, y luego con el cardenal Tarancón. Trabajé en di-versas parroquias, con grupos de Acción Católica y deapostolado seglar, en pueblos pequeños, en barrios de ciu-dades… Mi trabajo pastoral se desarrolló sobre todo con

gente joven y en barrios obreros. Viví en el llamado Pobla-do Obrero, de la Fábrica de Toledo; di clases en la escuelade formación profesional de la Fábrica; fui consiliario dio-cesano de la JOC; en contacto muy frecuente con otrosconsiliarios y militantes de los diversos movimientos deapostolado seglar. Algunos recuerdos son imborrables:aquel pueblo, Castilléjar, de Granada, entonces de la dió-cesis de Toledo; aquel Congreso general de la JOC, que secelebró aquel año en Toledo… Como obispo me estrenéen Santander, siendo auxiliar de don José María Cirarda;solo dos años, pero muy intensos, eso sí.

–Como testigo de la evolución de la Iglesia y la socie-dad durante varias etapas, ¿qué cambios más significati-vos destacaría?

–Hombre, ¿en la Iglesia? Pues, ya la etapa preconciliar:fue el mismo Papa Juan XXIII quien dijo que hacía falta queaires nuevos y renovadores entraran en la Iglesia; la celebra-

TTeessttiiggooss ddee ssuu vviiddaa

1.557 · MARZO 2014128

40

Rafael Torija, Obispo Emérito de Ciudad Real

«Rovirosa y Malagón sonmodelo de apóstoles»HOAC de Ciudad Real

Rafael Torija de la Fuente nació en Noez (Toledo) el 18 de marzo de 1927. Estudió en el Se-minario de Toledo y posteriormente cursó estudios de Teología y Sociología en la Pontifi-cia Gregoriana. En 1972 fue nombrado Obispo Delegado de la Comisión Episcopal deApostolado Seglar y consiliario general de la Acción Católica. Fue obispo de Ciudad Realdesde 1976 hasta 2003, año en el que fue sustituido por Antonio Algora.

El Obispo Emérito, Rafael Torija, rodeado por Javier Casero y Julio Ruiz,militantes de la HOAC de Ciudad Real.

Page 41: Noticias Obreras nº 1557 marzo

ción del Concilio Vaticano II: la Iglesia como comunión, laIglesia en el mundo, la presencia y compromiso de los cris-tianos, sobre todo, seglares en la sociedad…; el postconci-lio, con su abundancia de iniciativas… ¿Y en la sociedad?Pues yo creo que lo más significativo ha sido la llamada«transición» hacia formas de convivencia democrática. Engeneral, pienso que éstos han sido, y siguen siendo, tiempospara la Iglesia de apertura, de cercanía, de compromiso ensu misión de evangelizar. Hombre, a mí por lo menos meestá pareciendo cada día más claro y de mayor urgencia quela Iglesia, y más en particular el ministerio pastoral, estemoscada día más próximos, más cercanos, más comprometidoscon todos, pero en primer lugar con los más desfavorecidos.

–Durante su etapa como sacerdote y como obispo haestado muy vinculado a la Acción Católica y a los movi-mientos especializados. ¿Nos puede decir qué le hanaportado personalmente y en su ministerio pastoral?

–Siempre lo he vivido, como presbítero y como obispo,muy de cerca. No sé si yo habré sabido aportar algo a laspersonas y a los movimientos con los que he trabajado,pero sí sé que ellos a mí me han ayudado mucho, muchí-simo, a vivir con alegría mi ministerio pastoral. Aquellos«aprendices», aquellos jóvenes –chicos y chicas–, ¡cómome estimulaban, cómo me impulsaban! Creo que porellos, y con ellos, he vivido siempre, sacerdote y obispo,con mayor intensidad y más auténtica alegría, la comunióneclesial: la Iglesia pueblo de Dios, familia con las puertas ylos brazos siempre abiertos a todos, más especialmente alos más necesitados. ¡Cómo se lo agradezco!

–Usted conoció a Guillermo Rovirosa y a Tomás Mala-gón. ¿Qué destacaría de su relación con ellos y del papelque desempeñaron en la Iglesia?

–A los dos los conocí muy de cerca, los traté, los admi-raba. Con don Tomás incluso conviví unos años en la casadel consiliario. Uno y otro, cada cual en su papel: de seglarresponsable y entregado el uno, y de consiliario entregadoy consecuente con sus propias enseñanzas el otro, son mo-delo de apóstoles. Ambos, por sus vidas ejemplares, porsus obras, las que escribieron y las que realizaron, sonejemplo, son imprescindibles para entender y decidirse acomprometerse en movimientos obreros cristianos. A míme ayudaron mucho. Los venero a los dos.

–Vivió en primera persona la crisis de la Acción Católi-ca y como obispo contribuyó a su reconstrucción. ¿Quévivencias destacaría de ese proceso?

–La viví muy de cerca. Creo que aquellos momentos di-fíciles estimularon en todos, dirigentes, militantes, consi-liarios, posturas de apertura del espíritu a las nuevas exi-gencias del momento histórico, de mayor fidelidad enmedio de las dificultades a Jesucristo y su Evangelio, y a laIglesia, de sincera búsqueda por parte de todos de lo queen esos momentos el Espíritu nos pedía a todos y cada

uno. Me parece que se vivía con mucha normalidad, tam-bién con exigencias, la promesa que nos tiene hecha Jesús:«Yo estoy siempre con vosotros».

–Tras la llegada del Papa Francisco, asistimos en laIglesia a un periodo de impulso y renovación. ¿Qué ges-tos destacaría del nuevo Papa? ¿En qué aspectos cree queestá sintonizando con los problemas de los hombres ymujeres de hoy? ¿Qué expectativas, a su juicio, se abrena la Iglesia?

–Los «gestos», tantos, en el todavía breve pontificado delPapa Francisco expresan clara y vigorosamente los rasgosfundamentales de su vida y de su ministerio. Son evidentes:a) su claro, límpido, sentido evangélico: hay que pensar yobrar en todas las cosas como Cristo, ser su reflejo, su ima-gen; b) su sencillez al hablar, al actuar, al acercarse tanto a lagente, sobre todo, a los más débiles y necesitados; c) su sin-ceridad, se percibe fácilmente que dice y hace lo que cree, loque vive; d) su ejemplo para todos, de cristiano y de pastor.Creo, y lo expreso con mucha alegría, que las expectativaspara la vida y la acción pastoral de la Iglesia con este Papason muy esperanzadoras. El Espíritu le ayudará a llevarlas acabo; Dios quiera que nosotros también le ayudemos.

–¿Qué nos pediría al Apostolado Seglar, a la AcciónCatólica y a los movimientos obreros sobre nuestra pre-sencia en la Iglesia y en el mundo?

–Pues sencillamente, que seáis, con la ayuda de Dios yestimulados por el ejemplo de cuantos os han precedido,seglares y sacerdotes, fieles a la vocación que habéis recibi-do: ser cristianos, es decir, de Cristo: le pertenecéis, le co-nocéis, le amáis, le seguís, os sabéis enviados a ser apósto-les suyos, sus testigos, no solo con la palabra, sino tambiéncon vuestro «compromiso» en medio de la sociedad, es de-cir, consecuentes con las exigencias de vuestra fe, presen-tes y activos en la vida de cada día, entregados al serviciogeneroso, desinteresado, a los hermanos, llenos de valentía,es decir de confianza en Jesucristo. Al fin y al cabo es Élquien os envía. Es a Él a quien seguís, amáis y servís en laspersonas de los otros, sobre todo los más pobres. !

TTeessttiiggooss ddee ssuu vviiddaa

1.557 · MARZO 2014 129

41

Page 42: Noticias Obreras nº 1557 marzo

En marzo...¡regala libros!

Ahora todos nuestros libros tienen un 10% de descuento

Ediciones HOAC

Información y pedidos:

C/ Alfonso XI, 4. 4º dcha,28014 MadridTeléfono: 91 701 40 80 / 83Fax: 91 522 74 03Correo electrónico: [email protected]

Por pedidos superiores a 40 euros, no cobraremos los gastos de envíoy además recibirás como regalo el libro «Una historia de liberación.

Mirada cultural al Mundo Obrero», de Francisco PorcarCOMPRA EN

www.edicioneshoac.es

Page 43: Noticias Obreras nº 1557 marzo

Aurelio Peña Fernández ha sido consiliario generalde esta organización obrera y cristiana y perteneceal equipo que promueve la causa de Canonización

del «apóstol del mundo obrero».

–¿Qué motivo lleva a la HOAC a pedir que se canonice aRovirosa?

–La HOAC promueve la canonización de Rovirosa con laintención de que su figura sea más conocida en la Iglesia y enla sociedad. En la Iglesia porque fue un gran evangelizador yen la sociedad porque luchó como pocos por la dignidad delos trabajadores.

–¿Qué destacaría de toda su vida y su obra?–Fue un converso, es decir, una persona que se alejó de la

fe y a sus 36 años vuelve a la fe y la vive con mucha radica-lidad centrada en Jesucristo, los valores del Evangelio y enfo-cando desde ahí su vida y su misión. Él se entregó de llenocomo apóstol de la clase obrera, es decir, que en su dedica-ción al mundo obrero descubrió que muchos trabajadores vi-vían ya importantes valores del Evangelio de Jesús. A estedescubrimiento lo llamó él su segunda conversión.

–¿Se puede hablar de «rabiosa actualidad» en la vida yobra de Rovirosa, en esta época tan contradictoria e incier-ta?

–Sinceramente creo que sí. La situación de larga crisis queestamos viviendo y el número de desempleados ha hechocaer en la cuenta a muchas personas que el trabajo es funda-mental y el eje de la vida social. Sin trabajo la vida personal,familiar y social se descompone. El Papa Francisco les dijo alos parados de Cerdeña: «Sin trabajo no hay dignidad». ¿Al-guien podrá decir que la vida y obra de Guillermo Rovirosadedicada a que los trabajadores descubrieran esa dignidadpara exigirla y vivirla no tiene «rabiosa actualidad» hoy?

–¿Cómo se puede explicar que en un ambiente nada pro-picio para la misión encomendada a Rovirosa, la organiza-ción a la que se entregó en cuerpo y alma pudiera dar tan-

tos frutos? ¿Qué nos diría hoy ante las dificultades que lasorganizaciones obreras y la misma Iglesia tienen que en-frentar a la hora de promocionar las capas más pobres de lapoblación?

–Guillermo Rovirosa, a sus 49 años, deja su querida profe-sión y asume en cuerpo y alma la misión que se le encomien-da. Y lo hace con una vida pobre, con dedicación exclusivay con la fuerza que le da el haberse enamorado de Jesucristoy del Evangelio. Además vive con radicalidad lo que llama la“encarnación» en la vida obrera, promoviendo siempre la for-mación y el protagonismo de los trabajadores. Posiblementepor ahí esté la clave también hoy.

–¿Es Rovirosa un personaje singular en la historia de laIglesia y la sociedad española? ¿Por qué?

–Al menos es sorprendente que en aquel clima social demediados del siglo XX surgieran militantes obreros cristianoscomo Rovirosa. A mí me parece que es un personaje singu-lar al menos por estas dos razones: porque es un converso, loque le lleva a poner en el centro de su vida a Cristo y a aque-llos con los que Cristo más se identifica; y porque vive su vo-cación misionera en la frontera, en la periferia del mundoobrero y del trabajo.

–¿Qué frutos espera de la conmemoración del 50 aniver-sario de la muerte de Rovirosa?

–El Papa Francisco nos ha recordado que la Iglesia no pue-de estar centrada en sí misma, sino que tiene que estar en lacalle; aunque a veces pueda equivocarse o accidentarse. Es-pero que este 50 aniversario nos contagie a la HOAC comoMovimiento de Acción Católica especializado en la evange-lización del mundo obrero y del trabajo, y a toda la Iglesia es-pañola, el entusiasmo con que Guillermo Rovirosa vivió sumisión. Y espero que algunas personas más conociendo unpoco a Rovirosa y leyendo sus escritos puedan vivir este mo-mento de debilidad para el mundo del trabajo como Roviro-sa cuando fue marginado: «Ahora más que nunca». !

HHuueellllaass vviivvaass

1.557 · MARZO 2014 131

43

Aurelio Peña, equipo promotor de la Causa de Canonización

«Vivió conradicalidad

la encarnaciónobrera»

Page 44: Noticias Obreras nº 1557 marzo

«Tenía muy claro que a lostrabajadores no se les po-día tratar como niños. To-

dos tienen capacidad de entendimien-to, las cosas más grandes y máselevadas se les pueden explicar, solohay que saber cómo. Tenía la capaci-dad de transmitir en un lenguaje com-prensible la teología que él iba descu-briendo, a través de su compañía congrandes figuras y el diálogo con consi-liarios y personajes del extranjero. Suempeño fue devolver al Cristo que lehabían quitado al mundo obrero».

Francisco Güeto, Cádiz

«Siempre decía que un Cris-to fofo, mediocre, abur-guesado no interesa a los

obreros. Había que darles a conocerel Cristo auténtico del Evangelio.Creía que Jesús, su mensaje, su vidaeran claramente propuesta de libera-ción para el mundo obrero. Lo creía ylo vivió. Todos esos valores que él vi-vió, de entrega, sacrificio, humildad,pobreza…, siempre van a entusias-mar a los de abajo y cualquiera quelos viva será bien acogido siempre yhará una gran labor. Rovirosa no bus-có grandes éxitos sino ese trabajo hu-milde, generoso, entregado a favor de

la gente, de los de abajo, para que lo-graran su propia promoción integral».

Gregorio Burgos, Burgos

«En aquel momento todosnos hablaban del cristia-nismo como un sistema

de ideas, de conocimiento, de con-ceptos y también como un conjun-to de prácticas religiosas. Era loque había en aquel momento. Élpresentaba el cristianismo comouna forma de vida, como una ma-nera de vivir, encarnado en unapersona, en un trabajador, en un

HHuueellllaass vviivvaass

1.557 · MARZO 2014132

44

Son muchas las personas que llevan a Guillermo Rovirosa en su corazón. Son ya pocos losque le conocieron directamente. Otros han oído hablar de él o han descubierto sus escritos.Incluso hay quienes le profesan una veneración íntima y profunda. Dedicamos estas líneas aevocar la figura de este apóstol del mundo obrero a través de las palabras de un variado gru-po de militantes de la HOAC de hoy.

En boca de los militantesde la HOAC de hoy

Page 45: Noticias Obreras nº 1557 marzo

hombre sencillo como era Jesús deNazaret.

Se notaba el entusiasmo, la alegría,la capacidad de contagio que aquelhombre transmitía cuando hablabade Jesucristo, “se percibía que era elfundamento, la base de toda su activi-dad. Eso tiene una gran actualidad,porque percibimos en muchos secto-res de la Iglesia una vuelta leal y sin-cera al personaje de Jesús de Nazaret,para comprender el cristianismocomo una manera de vivir, como unrelato existencial en la vida de loshombres y mujeres.

Nos fue descubriendo que Dios eraun Dios de Comunión, que por seramor, era comunicación entre las tresdivinas personas, que Jesús era unapenetración en ese misterio y conver-tía al Dios del que hablamos en unDios lleno de novedad para nosotros.Nos hizo una presentación del men-saje cristiano que todavía recuerdo,partiendo de Jesús, en el que habíauna especie de motor que lo movíatodo, que era el mandamiento nuevo.A través de ese mandamiento, Jesússeguía presente en nuestro mundo yse hacía transparente en nuestra vida.Ese mandamiento nuevo, según suexplicación, generaba un estilo devida, una manera de vivir».

Pepe Morales, Sevilla

«Aunque no tenía pie, ha-bía cosas que sí podíahacer, montó la instala-

ción eléctrica en Monserrat. Sus fami-liares le decían: “Tú, que has sido in-geniero, ahora has acabado de criadode los frailes”. Pero él les contestabaque ese tipo de vida le iba bien. Lepermitía estar en un ambiente de ora-ción, de diálogo y con alguno hablabamucho.

Rovirosa tiene de actualidad paraun cristiano, el vivir el Evangelio entodo, empezando ya desde el bautis-mo. Para los que no sean cristianos,

pero sean humanistas y estén preocu-pado por el ser humano y la situaciónque vivimos, una de las mejores apor-taciones es el “Cooperativismo Inte-gral” (COPIN), que le llevaba a decirque no puede haber cooperativa si nohay cooperativistas; si solamente tie-nes el aspecto económico, a los cua-tro días, aparecen las peleas entre lossocios».

Julià Saez, Castellón

«El Cooperativismo Inte-gral (COPIN) es “ajustarla realidad social, econó-

mica, política y humana al Plan deDios, no en la teoría, sino en proyec-tos concretos de empresas, de coope-rativas, de iniciativas… Es decir queen cada momento de nuestra vida,sea cual sea la situación, podemos vi-vir nuestra vida como vida de testi-monio y agradecimiento de Dios. Éldice: ¿De verdad, que no puedes ha-cer nada?, ¿ni desearlo siquiera? Si lopuedes desear ya es suficiente.

Rovirosa es sobre todo una “per-sona auténtica” y “coherente” quese entregó, sin ahorrar esfuerzos nihacer cálculos mundanos, por llevara la práctica su ideal cristiano entrelos trabajadores empobrecidos. Re-sulta impresionante todo lo queGuillermo hizo, en su vida activa enla HOAC, que apenas duró 11 años,de 1946 a 1957: enesos años y con aque-llos medios lo que élllegó a hacer es sor-prendente, en escri-tos, viajes, cursillos,procesos, historias, enexperiencias, en sacri-ficios.

Mi experiencia esque Rovirosa es santo,por los beneficios queha producido en mivida. Otra cosa es quela Iglesia lo reconoz-ca. Pero el proceso

que llevamos, el mismo proceso decanonización, las hojitas con sus es-critos, las jornadas de oración conRovirosa, es de tal riqueza que mere-ce la pena cualquier esfuerzo huma-no que podamos hacer. El gran obje-tivo que como Iglesia debemosmarcarnos es que se conozca la viday el pensamiento de Rovirosa. En lamedida en que nos acercamos a él,nos acercamos a la fe de la Iglesia ya Jesucristo y será un bien, por tan-to, para la Iglesia y para la HOAC,con independencia del resultado entérminos de reconocimiento de susantidad».

Alfonso Alcaide, Sevilla.

«El “COPIN” trata de llegara concreciones de for-mas, modos e institucio-

nes económicas de tipo cooperativis-ta. No podemos quedarnos en lateoría por buena que sea, incluso ladel Evangelio, sino que debemos plas-mar en formas prácticas la comunióntrinitaria. Rovirosa fue más allá de sutiempo pero sigue por delante inclusode nuestro tiempo».

Isaac Núñez, León

«La grandeza de Rovirosareside en llevar el miste-rio trinitario a la vida, de

forma que los militantes somos con-

HHuueellllaass vviivvaass

1.557 · MARZO 2014 133

45

Page 46: Noticias Obreras nº 1557 marzo

vocados a vivir la comunión de vida,bienes y acción. Eso es insertar elmisterio de Dios en el hombre. Elsueño de la HOAC que él tenía esfruto de lo que estudiaba en los librosy lo que le ocupaba en sus comunica-ciones con Eugenio Merino y TomásMalagón. Por eso, el signo de laHOAC no son las obras sino laHOAC misma. A los tres pilares de laHOAC, no les gustaría que les viéra-mos como gigantes, sino que laHOAC, y cada militante, seamos elespejo de Dios, del misterio de la Tri-nidad».

Gaudencio Domíguez, León

«Estaba convencido de queel comunismo, con sufalta de libertad, por su

mirada materialista de la problemá-tica social y la propia vida humana yde futuro, no iba a resolver los pro-blemas que quería solucionar. Aesta gente, decía, si le hubieran pro-puesto el Evangelio adecuadamenteno hubieran caído en el programamarxista, porque él entendía que elEvangelio tenía más mordiente,fuerza y capacidad de transforma-ción de las personas, y por tanto, desolucionar los problemas sociales.

Los problemas que pretendían resol-ver con el comunismo, se hubieranresuelto mejor desde una verdaderaóptica cristiana».

Alfonso Gil, Ferrol.

«El esfuerzo pedagógico deGuillermo Rovirosa esta-ba dirigido a aprender a

vivir como Cristo nos enseñó a vivir.Hay que comprender la realidad e in-tentar vivirla como uno ha elegido.Dios quiere que yo sea libre, que noes lo mismo que hacer lo que me vie-ne en gana, sino vivir la comunión.Eso demuestra un gran amor a lostrabajadores, por parte de Rovirosa,porque les quería libres.

Según su visión, lo que importa esque lo que hagamos sea a la medidade las personas; cambiar las estruc-turas es fundamental para que laspersonas puedan vivir con más justi-cia y con más dignidad. Pero toda-vía más importante que todo eso esentender que cada persona en el pe-queño mundo en el que estamos, enel barrio, en la familia, en el traba-jo…, debemos intentar construirhumanidad. El valor de cada perso-na, es lo más importante que Rovi-

rosa, a través de la HOAC, me haenseñado».

Francisco Porcar, Castellón

«Siempre estaba esperanza-do y se fiaba de Dios entodo, no había resquicio

en esto. Toda su vida estaba organi-zada para hacer lo que Dios quisie-ra de él. Lo aceptaba con tranquili-dad y con confianza. Y eso quesiempre estaba ideando algo, pen-sando en clave del otro, no de él.

Me entusiasma Rovirosa. Cuando loleo, es de actualidad siempre, salvo al-gunos giros del lenguaje que eran lospropios de su época. Pero incluso eneso, iba muy por delante de su tiempo.Él lo ha dicho todo ya del Amor y laJusticia, pero es que además lo vivió”.

Pino Trejo, Canarias

«Cuando rezo por la maña-na, rezo la oración a Je-sús Obrero y también la

oración para la Causa y me enco-miendo a Rovirosa. Me acuerdo de éltodos los días».

Manuel Díaz, Córdoba

HHuueellllaass vviivvaass

1.557 · MARZO 2014134

46

EDICIONES HOAC Alfonso XI, 4 - 4º. 28014 Madrid. Telf.: 917 014 080. Fax: 915 227 403

Page 47: Noticias Obreras nº 1557 marzo

Yo no conocí a Ro-virosa. De hechocuando el falleció

yo ni siquiera había naci-do. Entré en la HOAC en1995 y no supe de élhasta pasados unos años.No sabría decir con exac-titud cuándo, ni quiénme habló de él ni dónde.Lo único que recuerdo esque él llegó con la pala-bra, y con tal fuerza queno he podido olvidar esaprimera impresión.

Sus escritos me impacta-ron porque no escondíanmás que verdad. Su clari-dad, su radicalidad, yendosiempre a la raíz de lo que quería comunicar: el mensajeliberador de Jesucristo y la misión apostólica de la HOAC.

Así que cuanto más leía, más me fascinaba, pero tam-bién más me desconcertaba, porque, a pesar de la épo-ca en la que escribió y los años que han pasado desdeque se publicaran sus escritos, yo sentía que me lo de-cía a mí. Se expresaba con total libertad, no se callabaante las injusticias que se cometían con el mundo obre-ro. Escribía con autoridad, pero sin imponer, siemprecon respeto y amor.

Con el tiempo me fui encontrando con personas queconocieron a Rovirosa. Y todos coincidían en que fue unagran persona, un militante de pro, un testimonio. Todoscomentaban lo impactados que quedaron por su forma dehablar, su forma de dirigirse a los demás, de escucharles,sus ideas, su perspectiva, su disponibilidad, su intuiciónapostólica..., ellos y ellas tuvieron la suerte de tener unrecuerdo de él y de ahí alimentarse constantementecomo referencia.

Pero, ¿qué pasa con los hoacistas que llegamos 30 añosdespués de su fallecimiento? ¿Qué nos aporta él? ¿Cómo

puede seguir influyendoRovirosa en nosotros, en lamarcha de la HOAC?

Para los militantes queformamos hoy la HOAC esnecesario mantener ese es-píritu innovador, esa intui-ción, esa interpretación delos signos de los tiempos,de aceptar las dificultadescomo oportunidades pararetomar el camino que Diosquiere que sigamos; buscarsiempre la comunión con elmundo obrero y con la Igle-sia, por muchos sinsaborese incomprensiones que esonos aporte.

Luchar incansablemente por la justicia, sin esperaraplausos ni recompensas; sentirnos siempre insatisfechos,no conformarnos con lo que hacemos, sino pensar enque todo está por hacer. Cooperar para la existencia, paraque todos puedan vivir y con dignidad. Mantener nuestrafidelidad a Cristo, a la HOAC y al mundo obrero. No cre-ernos nunca que es obra nuestra, sino que es el Padreque se ha fijado en nosotros y nos ha hecho «siervos inú-tiles». Pero, sobre todo, entusiasmarnos con la misiónporque es el Padre quien nos envía.

Les invito a profundizar en sus escritos, en sus cartas; aconocer su vida, no para idolatrarle, sino para que nos déluz en nuestro compromiso personal y comunitario. Por-que su vida y su palabra inspiran.

Dejemos que entre en nuestras vidas, desterremos losprejuicios y que su palabra encuentre hueco en nuestrocorazón y en nuestra mente.

Leamos a Rovirosa..., y todo lo demás llegará por aña-didura. !

1.557 · MARZO 2014 135

47

Conocer a Rovirosa:

Entusiasmarse con la misiónPino Trejo*

*Pino Trejo es militante de la HOAC de Canarias.

Pino Trejo, autora de este artículo.

SSuu aaccttuuaalliiddaadd

Page 48: Noticias Obreras nº 1557 marzo

La principal intuición y aportación que quiso imbuirRovirosa en la vida de la HOAC fue la necesidad deuna formación laical, obrera y militante. Para ello re-

corrió toda España impartiendo los Cursillos, iniciandoCentros de Obreros de Acción Católica en parroquias, visi-tando seminarios…

En este tiempo, los cristianos y cristianas precisamos sen-tir, vivir y experimentar que estamos llamados a una conti-nua conversión porque solo desde sabernos eternamentereconciliados con Cristo, con su eterna misericordia, pode-mos anunciar la alegría, el gozo y la esperanza de lo queanunciamos, de lo que estamos llamados a evangelizar.

Otra cuestión urgente para un cristiano de hoy, y que vaimplícita en la anteriormente comentada, es la gran llamadaque continuamente nos está haciendo el Papa Francisco, aque seamos hombres y mujeres de acción y de oración y ce-lebración. Rovirosa, cada vez que va a emprender una ta-rea, como por ejemplo antes de iniciar la puesta en marchapor toda de la vida comunitaria de la HOAC, marcha aMontserrat. Allí volverá también cuando abandone toda ac-tividad en la dirección de la HOAC.

Son tiempos para experimentar en nuestras propias car-nes la experiencia de la fuerza de los débiles: la fuerza delos sencillos, de los pequeños, la irresistible fuerza del amorcapaz de vencer al mundo. La debilidad como signo dondela fuerza de Dios se manifiesta. Rovirosa puso todo su es-fuerzo, su experiencia humana, en un proyecto que no erafácil, no tenía garantizado el éxito, ni iba nunca a acarrearprestigio y honores. Sin embargo, él decía: «Cuando los dé-biles seamos Cristo (y somos los que estamos en la mejor si-tuación para serlo), y no solamente en el vivir individual,sino también en el social, todo lo demás se nos dará porañadidura».

En estos tiempos en que los laicos y laicas queremos vivirnuestra identidad como creyentes desde la convicción deser personas sin tener garantizada de antemano, la coheren-cia entre nuestros ideales y nuestras vidas, conviene aten-der la experiencia más dolorosa de Guillermo Rovirosa: susvivencias con Catalina, su esposa. Desapareció de su lado alpoco tiempo de finalizar la Segunda Semana Nacional de laHOAC, dejando esta nota: «parto para que puedas seguir li-bremente tus caminos; no me busques; que Dios te bendigacomo yo te bendigo». No se ha vuelto a tener noticia de

ella. El propio Guillermo Rovirosa vivirá con gran dolor estehecho y en adelante su dedicación apostólica incluirá tam-bién este matiz de fidelidad a su esposa.

Otra experiencia de fracaso que también vivió Rovirosafue la experiencia de los equipos del dolor. Cuando unmilitante de nuestro equipo cayó enfermo entendimosqué se nos pedía, y tuvimos la suerte de vivir un granejemplo, al igual que al principio de la HOAC. Juan nosenseñó a acompañarle durante todo el tiempo de la enfer-medad, a seguir viviendo y formando parte del equipo,desde su situación. Vivimos ese tiempo de despedida, in-cluido el fracaso de la enfermedad y de la muerte terrenal,como una auténtica comunión de vida. Nos tocó devolverel regalo del acompañamiento a su familia…, nos sanabacomunitariamente.

Ahora más que nunca estamos precisados de una vi-vencia de la fe inserta en la realidad, encarnada y de unaespiritualidad de la acción vivida en el encuentro con losotros, allí donde ellos están, participando en su vida yambientes, desvelando lo que Dios hace en sus vidas. Laexperiencia le llevó a tener a Cristo como centro de suvida: contemplativo en la acción. Y todo lo experimenta-ba y vivía en el Misterio Trinitario: la comunión de bie-nes, como vivencia concreta del amor, la comunión devida, desde la humildad, y la comunión de acción, fuen-te del sacrificio, y sobre todo en la celebración de la Eu-caristía que nunca dejó de vivir, hasta en los tiempos dela clandestinidad. La Eucaristía como centro y cima:«hay que llevar al Altar toda la vida». !

SSuu aaccttuuaalliiddaadd

1.557 · MARZO 2014136

48

La fuerza de los débilesRosa Gisbert*

*Rosa Gisbert es militante de la HOAC de Orihuela-Alicante.

Rosa Gisbert, autora de este artículo.

Page 49: Noticias Obreras nº 1557 marzo

El paro no descien-de, la precariedady la vulnerabilidad

instalada en miles de ho-gares en el mundo, losbeneficios de la bancacrecen, la desigualdadaumenta, los fuertes cadavez más fuertes… «Noimporta el desorden deunos pocos nadando enla opulencia, y de otrosinnumerables padecien-do hambre crónica. Noimporta todo este desor-den con tal que tal tran-quilidad, confundida conel orden, siga reinando».Hoy sigue vigente la leyde la selva, el sálvesequien pueda, la selecciónde los mejores.

¿Estamos ante una situa-ción inevitable? Rovirosa loexpresa con claridad. No. Yme vienen a la memoria losbeneficios que podemos al-canzar entrando en losprincipios que él desarrollaen el «Cooperatismo Inte-gral» (COPIN). Darnos cuenta de los aspectos de lavida de los que no se habla o se habla mal y nos afec-tan profundamente, dar sentido a nuestra presencia enel mundo, tomar posición, saber que nuestra vida no esun absurdo, iluminar nuestros pasos para no andar entinieblas.

Es verdad que, a lo largo de la historia, se han idoponiendo «remedios», pero no hemos aplicado «el re-medio». Si el plan principal de la humanidad es superarcomo ley de vida la lucha por la existencia, el verdade-ro tratamiento a esta humanidad enferma está en elHombre-Dios, en Jesucristo, en su proyecto de humani-zación que recogen las Bienaventuranzas, en la fuerzade los débiles, en la colaboración por la existencia, enla COMUNIÓN.

Y nos pone unejemplo: una or-questa puede escu-charse cuando cadamúsico ejecuta supapel correctamen-te. El éxito depen-de tanto del violíncomo del contraba-jo. Y si los artistasquieren de verdadel éxito de la or-questa, se sujetaránde buena gana adejar de tocar algu-nas veces, y a todaslas normas que lesindica el directorpara que salga bienel conjunto. Pero loolvidamos sin cesaren el concierto del

mundo, en el de laIglesia, en el Reinode Dios. No pensa-mos en el conjunto.¡Lo importante es laorquesta!

Para que la orques-ta pueda tener soni-

do «divino», sonido a COMUNIÓN, no hay más que apli-car la receta del Mandamiento Nuevo. El gran milagrodel Amor que es donación, encarnación en la debilidad,vivir la pobreza, la humildad, el sacrifico. Desapegarsedel egoísmo. Colaborar por la existencia de Dios con lahumanidad, de los seres humanos entre sí, de las perso-nas con Dios. Construir solidaridad.

¿Idealistas? Sí, porque estamos entusiasmados con esteIdeal, porque contagiamos ese Ideal. Porque profesar unideal no consiste tanto en hacer como en SER. Es verdad,¡Es posible darle la vuelta al mundo…, desde la COMU-NIÓN! «Eskerrik Asko», Rovirosa ¡Entusiasta! !

SSuu aaccttuuaalliiddaadd

1.557 · MARZO 2014 137

49

Una alternativa de vidaMaite Valdivieso*

*Maite Valdivieso es militante de la HOAC de Bilbao.

«El verdadero tratamiento aesta humanidad enferma estáen Jesucristo, en su proyecto

de humanización»

La autora de este artículo, Maite Valdivieso, durante una conferencia.

Page 50: Noticias Obreras nº 1557 marzo

SSuu aaccttuuaalliiddaadd

1.557 · MARZO 20145050

Sin embargo, fue incom-prendido por parte de algu-nas personas que tenían la

«autoridad», no así por los milesde trabajadores y trabajadoras,cristianos y no, que encontraron,y seguimos encontrando en él,un modelo de santidad laical.

Mostraré solo algunas pincela-das de la actualidad que tiene,para los militantes de hoy y parala Iglesia, la manera en que Gui-llermo se dedicó al apostoladoque la propia Iglesia le encomen-dó. El Concilio Vaticano II en el de-creto sobre el Apostolado de los Segla-res («Apostólicam Actuositatem»,1965), que dicho sea de paso, tantanecesidad tenemos de releer y hacervida, nos dice que la Iglesia ha nacidocon el fin de propagar el reino de Cris-to en toda la tierra, pero en ella haydiversidad de ministerios (1). «Es pre-ciso que los seglares acepten comoobligación propia el instaurar el ordentemporal y el actuar directamente deforma concreta en dicho orden, dirigi-dos por la luz del Evangelio y la men-te (Doctrina Social) de la Iglesia y mo-vidos por la caridad cristiana; elcooperar, como conciudadanos queson de los demás, con su específicapericia y propia responsabilidad, y enbuscar en todas partes y en todo lajusticia del reino de Dios» (2).

A esto es a lo que Rovirosa entrega-rá su vida a partir de su segunda con-

versión, como lo llamaba él. Es en-tonces cuando decide dedicar su tra-bajo apostólico a devolver a Cristo alos pobres, al mundo obrero. Hacecuarenta años, decía, los laicos apare-cían como el elemento pasivo de laIglesia, sin otra responsabilidad que laderivada de la salvación de la propiaalma. Al aparecer la Acción Católica,y al atribuir al laicado responsabilida-des directas en la proyección socialdel mensaje evangélico, hoy los cató-licos conscientes ya no tienen dudasobre el doble carácter (personal y so-cial) de la religión que profesan.

Plantea un estilo de acercarse ante larealidad y ante la vida, por ello empleados términos para clarificar el sentidode la evangelización: EVANGELIZAR(predicar el evangelio) y EVANGELIFI-CAR (realizar el evangelio). Ambosconceptos son indispensables conjunta-mente. En la Acción Católica obrera,

hemos de «dar a conocer» a Cris-to a los otros obreros, pero antejornales miserables no podemoslimitarnos a recitar párrafos de lasEncíclicas (3).

Ante la quimera de «salvar almundo» que tantos activistashan practicado, quedándose alfinal en palabras o frustraciones;propone actuar en lo cercano,cambiando la manera de ser yde pensar de un grupo de perso-nas que pasarían a sustituir la lu-cha por la existencia en una co-

laboración por la existencia. Juntasirían cambiando estructuras injustaspara posibilitar la vida comunitaria.«No te empeñes en salvar al pueblo,pues eso no lo ha conseguido ni elmismísimo Jesucristo. Pero en cam-bio, sí puedes ser instrumento deDios para ayudar a salvar algunas per-sonas. Las que cuando tengan tu espí-ritu podrán ser instrumentos de Diospara salvar a otras personas…» (4).

Consideraba que el laicado debía te-ner sentimientos religiosos, pero tam-bién conocimientos religiosos, asícomo una voluntad religiosa para con-vertir la vida humana en vida divina.Por eso da una gran importancia a laformación que parte de la vida, pasapor Jesucristo y vuelve a la vida. A tra-

138

La vocación laical en Guillermo Rovirosa

Realizar el EvangelioLoles Gambín*

*Loles Gambín es militante de laHOAC de Orihuela-Alicante.

Guillermo Rovirosa, converso como Pablo de Tarso, se enamoró y buscó la fidelidad a Je-sucristo y a su Iglesia desde su vocación laical. Adelantado a su época, abrió nuevos ca-minos que fueron confirmados por la doctrina del Concilio Vaticano II y por los poste-riores documentos de los Papas.

Loles Gambín, autora de este artículo, durante uno de los cusos de verano de la HOAC.

Page 51: Noticias Obreras nº 1557 marzo

vés de los Círculos de Estudio y de losGOES (Grupos Obreros de EstudioSocial), Guillermo pretendía que laclase obrera elaborara pensamientoobrero social católico, pero también leparecía muy importante la formaciónteológica, criticando a quienes consi-deraban que no podrían entenderla:«No parece sino que los que poseenconocimientos religiosos temen co-municarlos a la gente». Ponía comoejemplo a Don Eugenio Merino que,cuando alguien le decía que a «los po-bres obreros» había que darles las co-sas de religión rebajadita, contestaba:«Yo a los obreros no les doy más teo-logía, porque no tengo más. ¿O esque los obreros de hoy en España es-tán por debajo de los descargadoresde muelle de Corinto, y no puedenleer las cartas que San Pablo dirigía aaquellos?» (5). Igualmente considera-ba que la Doctrina Social de la Iglesiadebía explicarla y darla a conocer, yeso hizo desde la primera publicaciónque vio la luz en la HOAC (6).

Llevar a Cristo a las personas em-pobrecidas, construir vida, cultura yestructuras comunitarias en su seno yformar a militantes obreros cristianoses un empeño de Rovirosa y una ca-racterística de la HOAC (7). !

Notas:(1) AA 1.(2) AA 7.(3) Comisión Permanente de la HOAC,

2006, Guillermo Rovirosa ¡Ahora másque nunca!, HOAC, p. 38.

(4) Ibíd., p. 32.(5) Ibíd., p. 238 Guillermo Rovirosa.

(6) La primera publicación se llamó LaHoja –porque era una hoja doblada–, ju-lio de 1946.

(7) La Iglesia, desde el inicio de la Ac-ción Católica, en el Concilio Vaticano II yen muchos documentos posteriores, ex-presa insistentemente la urgencia de unlaicado profundamente eclesial, misione-ro, en permanente formación y asociado.Con el fin de que los laicos y laicas sean yvivan lo que confiesan y celebran, y anun-cien lo que viven y esperan. ¿Por quécuesta tanto crecer en esta dirección?¿Qué medios tendría que poner la Iglesiacon sus pastores, sus presbíteros, sus pa-rroquias y sus movimientos y asociacio-nes laicales?

SSuu aaccttuuaalliiddaadd

1.557 · MARZO 2014 139

51

"" Reducida [33 !] "" Real [48 !] "" Apoyo [54 !] "" América Latina, Asia, Africa y Portugal [48 !]"" América del Norte y Europa [54 !]

Nombre y apellidos: _______________________________________________________ NIF: ______________________________

Domicilio: ___________________________________ Poblaci!n: ___________________ Provincia:_____________________

C!digo postal: ________________ Tel"fono: _______________________ Movil: ____________________________________

E#mail: ______________________________________________________________________________________________________

"" Domiciliación bancariaBanco/caja: __________________________________________________ Localidad: _____________________________________________

Sucursal Calle y n.º: _____________________________________________________________________ C. P.: ____________________

Firma titular _____________________________

Ruego se sirvan pagar los recibos que NOTICIAS OBRERAS presente en mi cuenta/libreta:IBAN Entidad Oficina D.C. Número de cuenta

"""""""" """""""" """""""" """" """"""""""""""""""""En internet: http://www.hoac.es/publicaciones/noticias-obreras/ suscripcion-noticias-obreras/

FORMAS DE PAGO

Tipos de suscripción anual (12 números al año)

No olvide enviar a: C/ Alfonso XI, 4, 4º. 28014 Madrid. Tfno: 91 701 40 80. email: [email protected]

"" Giro postal, transferencia o cheque.Si decide realizar su abono por transferencia, no olvide enviarnos una copia de la operación. En elcaso de que utilice un cheque, sume 1,20 ! (en con-cepto de descuentos bancarios)al importe de la suscripción.

Nuestra cuenta: BankiaES45 2038 1816 28 6000453562

CLAUSULA DE PROTECCIÓN DE DATOS PERSONALESLe informamos que los datos personales facilitados forman parte de un fichero de titularidad de HOAC, debidamente inscrito en la Agencia Española de Protección deDatos. HOAC le garantiza la protección de todos los datos de carácter personal, en cumplimiento de lo dispuesto en la Ley Orgánica de Proección de Datos. Usted podráejercitar los derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición, enviándonos carta firmada a la C/ Alfonso XI nº 4, 4º, 28014 Madrid o un correo eléctronico [email protected], donde consten claramente los datos de contacto junto con fotocopia de su DNI/NIF.

Autorizo a la HOAC a utilizar mis datos exclusivamente para informarme de sus actividades y campañas. En caso contrario marque la siguiente casilla..No autorizo a la HOAC a utilizar mis datos con otra finalidad distinta a la relacionada con la suscripción a esta revista.

#

Page 52: Noticias Obreras nº 1557 marzo

Recordaba que en el Antiguo Testamento estabaprohibido prestar a interés, y la Iglesia, al principio,asumió esta prohibición y condenaba como pecado

la usura, o sea cobrar por el uso del dinero. Pero al cabode unos mil años laIglesia pactó con elcapitalismo nacientey redujo el pecado deusura a exigir un in-terés muy elevado oen condiciones «leo-ninas» (abusivas).

¿Por qué –se pre-guntaba– es pecadoexigir un interés,aun módico? ¿Quées lo que se cobra?No el dinero presta-do, porque se de-vuelve íntegro. Loque se cobra es eltiempo, y el tiempoes de Dios, y el cas-tigo que nos mandaDios por cobrar el tiempo –concluía Rovirosa– es quecada vez tenemos menos tiempo.

Parecería que con el desarrollo económico y la indus-trialización necesitaríamos menos tiempo para producirlo necesario y tendríamos más tiempo libre, pero ha su-cedido todo lo contrario: en los países más desarrollados,y a las personas más ricas de todos los países, falta cadavez más tiempo. Los pobres pueden morir de hambre,pero los ricos mueren de infarto provocado por el estrésdebido a la falta de tiempo.

Es poco conocido que en la redacción definitiva de laconstitución «Gaudium et spes», la que se votó, se apro-bó y se promulgó, la comisión redactora había elimina-

do la expresión «doctrina social de la Iglesia» reempla-zándola por «enseñanza social». Marie Dominique Che-nu, dominico, miembro eminente de la comisión, ha ex-plicado que se hizo así porque en la opinión general la

«doctrina social de laIglesia» es la de lasencíclicas sociales delos últimos Papas yen ellas no todo pro-cede del evangelio.

En síntesis, la doc-trina de las encíclicases que el socialismo-comunismo es intrín-secamente perverso,mientras que el capi-talismo tiene aún re-medio, con algunasreformitas.

Esta es una opiniónsostenible, pero la co-misión creyó que nola podía proclamar un

concilio ecuménico, obligatorio para todos los católicos.Pero monseñor Pericle Felice que, como secretario generaldel concilio, había favorecido constantemente a la minoríaconservadora y obstruccionista, posteriormente reintrodu-jo las palabras «doctrina social de la Iglesia» en la edicióndefinitiva y oficial (typica) de los documentos del VaticanoII. El Padre Chenu se atrevió a calificar de «fraudulenta»aquella edición (M. D. Chenu, «La “doctrine sociale” del’Église comme idéologie», París, 1979). Aquí hablabaChenu de «ideología» en el sentido de sistema conceptualmontado para justificar una situación injusta.

SSuu aaccttuuaalliiddaadd

1.557 · MARZO 2014140

52

Crítica radical al capitalismoHilari Raguer*

Una de las ideas más originales de Guillermo Rovirosa es su crítica radical al sistema ca-pitalista, según el cual alguien, sin trabajar, solo porque aporta un capital, percibe la partedel león de la riqueza producida.

*Hilari Raguer es religioso benedictino e historiador.

Page 53: Noticias Obreras nº 1557 marzo

La tesis «revolucionaria» de Rovirosa, y de la auténti-ca constitución «Gaudium et spes» ha sido asumida ve-hementemente por el Papa Francisco en su exhortaciónapostólica «Evangelii gaudium» (EG). Cierto que utilizaalgunas veces la expresión «doctrina social», sobre todocuando cita a los Papas anteriores o el Compendio de laDoctrina Social de la Iglesia, pero el subtítulo de la sec-ción sobre el Magisterio social es «La enseñanza de laIglesia sobre cuestiones sociales» (EG, 182).

Antes, en el capítulo segundo, «En la crisis del com-promiso comunitario», a propósito de «algunos desafíosdel mundo actual» (EG, núms. 52 y ss.), lanza un «no auna economía de exclusión», la economía que excluye alos pobres (EG, 53) y un «no a la nueva idolatría del di-nero» (EG, 55).

No es solo que el capitalista perciba unos intereses odividendos, sino que se ha llegado a una «economía sinun rostro y sin un objetivo verdaderamente humano»(EG, 55), y por «la autonomía absoluta de los mercadosy la especulación financiera» (EG, 56) éstos tienen máspoder que los pequeños ahorradores o inversores, quelos Estados supuestamente soberanos y aun que los su-premos organismos internacionales: «De ahí que nie-guen el derecho de control de los Estados, encargadosde velar por el bien común. Se instaura una nueva tiraníainvisible, que impone, de forma unilateral e implacable,

sus leyes y sus reglas» (EG, 56). «¡El dinero debe servir yno gobernar!», grita el Papa Francisco.

Pero de todo este capítulo de EG, tan duro de lenguaje,creo que lo más contundente es cuando, a propósito deque la injusticia engendra violencia, afirma que «(este) sis-tema social y económico es injusto en su raíz» (EG, 59).Es decir: no en las ramas sino en la raíz misma. No es queel sistema capitalista tenga defectos puntuales o margina-les, remediables con parches, sino que es todo él, desde suraíz, que, como dijo Pío XI del socialismo-comunismo, es«intrínsecamente perverso».

Tal vez, pues, tendríamos que invertir la doctrina socialde la Iglesia tradicional y decir que el sistema económicoactual es «intrínsecamente perverso», mientras que es po-sible un colectivismo humano y católico. Pienso en las «re-ducciones» jesuíticas del Paraguay, de economía totalmen-te colectiva, y que nadie se ha atrevido a calificar deheterodoxas (si se suprimieron fue por vergonzosas razo-nes políticas, como aparece en la famosa película «La mi-sión»). O también, aunque no alcance a toda la sociedad,en el «cooperativismo integral» de Rovirosa.

Por todo lo dicho me atrevería a concluir que la críticade Rovirosa al capitalismo se adelantó al texto auténtico dela constitución conciliar «Gaudium et spes» y a las atrevi-das enseñanzas del Papa Francisco. !

SSuu aaccttuuaalliiddaadd

1.557 · MARZO 2014 141

53

NOVEDAD

«Tomás Malagón Almodovar(1917-1984)», Basilisa López

Dos libros sobre Don Tomás, consiliario y «almamáter» de la HOAC junto con Rovirosa,

cuya aportación espiritual, teológica y militante, al cumplirse 30 años de su muerte, contiene mucha

perspectiva de profecía y de futuro.

5 !

7 !

PEDIDOS:Ediciones HOAC

C/ Alfonso XI, 4. 4º 28014 MadridTel.: 91 701 40 83

[email protected]

Huellas de Tomás Malagónen la Iglesia de ayer y hoyComisión Permanente de la

HOAC

Page 54: Noticias Obreras nº 1557 marzo

OOrraarr ccoonn RRoovviirroossaa

1.557 · MARZO 20145454142

La oración es para la acción y la acción para la oración. Sirvan estos extractos de oracionesde Guillermo Rovirosa y las palabras que Tomás Malagón pronunció en su funeral, pararecordar y vivir la mística que vivió él y que está en las entrañas de la HOAC: la fe y segui-miento de Cristo, la fidelidad a la Iglesia y la fidelidad al mundo obrero desde los pobres.

Danos hoy nuestro pande cada día

Y yo, obrero, y además militante de HOAC,que veo tan claramente lo mal que usan de supoder los poderosos, ¿no soy, acaso, comoellos? Puesto en su lugar, ¿no haría igual opeor? Supongamos que Dios quisiera probar-me, con una prueba muy leve: dándome el do-ble de los bienes que ahora disfruto. ¿Qué ha-ría con ellos? ¿Lo miraría con mentalidaddiferente a la de los capitalistas cuando miranSU fortuna?

Sí, es verdad. Hay poco PAN NUESTROPARA EL DÍA DE HOY porque todos queremosdemasiado PAN MÍO para HOY, para MAÑA-NA y asegurado para SIEMPRE.

Señor Jesús: Cuando te pido un corazón se-mejante al tuyo, concédeme pedírtelo, no solocon palabras, sino con TODA MI VOLUNTAD.

Cada día

Cada día es un fin y es un principio. Cada día es un resumen y una síntesis de todoslos días que le precedieron en la historia de lahumanidad. Cada día es el principio y la semilla de unanueva era, que no terminará hasta el fin delmundo. Cada día señala para cada persona una paradaen las horas de sueño, para que quede bienmarcada su discontinuidad. Una interrupción total, para que quede bienpatente que la vida de hoy queda cortada de lavida de ayer. Cada día trae consigo, y le basta, su propioafán. Cada día es una nueva creación del universo. Cada día, el sol nos manda una luz y un calornuevos, flamantes, que nunca había mandado. Cada día; el aire, la tierra y los mares aparecenen un aspecto inédito y diferente de todos losque les precedieron y de los que le sucederán. Cada día, los animales y las plantas de la crea-ción son diferentes del día anterior, en creci-miento o en decrepitud. Cada día es para cadahombre un nuevo capítulo, original e inconfun-dible, en la aventura maravillosa de su libertad.

Ahora es el tiempo de actuar.Ahora es el tiempo de los testimonios, y no de

las apologías.Ahora es el tiempo de mirar, no lo que hago,

sino cómo lo hago.Ahora es más importante pegar carteles en las

calles para el servicio de Dios, que hacer cosasmuy destacadas por mi capricho.

(...)Ahora es el tiempo que me da Dios –con SuGracia– para santificarme. Nadie puede ni podrásantificarme ni en pasados ni en futuros, sino enpresentes.

Ahora los obreros incrédulos necesitan ver bri-llar en otros obreros la antorcha de la fe.

Ahora conviene que yo realice buenas obras,para que sea alabado el Padre que está en loscielos.

Ahora es uno de los momentos fundamentalesde la vida; el otro es el de la muerte. Por eso im-ploramos constantemente a Dios, para que sea-mos capaces de velar, orar y actuar con Él y paraÉl.

…y ahora soy responsable de la HOAC.

¡¡Sí!!«Concédeme que el pequeño detalle de cada

día, de cada hora, de cada minuto, no esté nun-ca ofuscado por la pereza, con nombre de des-canso; por la avaricia, con nombre de previsión;por la cobardía, con nombre de prudencia; porla soberbia, con nombre de dignidad; por la en-vidia, con nombre de emulación»…

Ahora

Page 55: Noticias Obreras nº 1557 marzo

OOrraarr ccoonn RRoovviirroossaa

1.557 · MARZO 2014 143

55

La espiritualidad de RovirosaTomás Malagón*

Nunca olvidaremos los que le hemos conocido las gran-des virtudes de que estaba adornado nuestro querido Ro-virosa.

Aquella espiritualidad centrada en el misterio de la Tri-nidad, del que en sus últimos años no cesaba de hablarde modo tan impresionante.

Su entusiasmo por el Bautismo, que era uno de los te-mas principales de su meditación diaria.

Su providencialismo tan desconcertante para los de-más, pero que a él le llenaba de aquella paz y alegría quetodo sabemos que expandía en torno suyo. Era Rovirosaun hombre de fe. Yo recordaba muchas veces a su ladoaquel coloso de la fe que fue Abraham... Rovirosa ha ofre-cido a Dios sacrificios dolorosísimos, como el que Dios pi-dió al Patriarca de Ur.

La caridad de Rovirosa. ¿Quién no ha sido testigo de suamor a Cristo, que se manifestaba en su amor a los de-más, dándose, y dándoles todo cuanto tenía: su vida, suprofesión, su casa, su pan, su tiempo, hasta su cuerpo, enaquel pie que le fue amputado, en realidad, por el com-portamiento lleno de caridad, que en momentos difícilespara él quiso observar. Su caridad fue tal, que, de un mi-sántropo que era por su carácter, resultaba un hombrelleno de afabilidad.

No podremos olvidar el ejemplo de su pobreza al queantes hemos aludido.

En cuanto a su oración y vida interior, ¿quién no re-cuerda su cara transfigurada cuando ayudaba a la SantaMisa, cuando comulgaba, o cuando rezaba el Santo Rosa-rio?

Muchos ejemplos nos ha dejado Rovirosa. Reciba aho-ra el premio que el Señor concede a sus elegidos.

¡Mira, Señor, nuestras lágrimas y escucha nuestras ple-garias! ¡Otórgale la eterna paz!

Descansa en paz, noble luchador de Cristo. Tu ejemploadmirable es para nosotros un sendero de luz. Nada po-drá arrancarnos de tu camino, que es el de la Iglesia, enel que Juan XXIII, Pablo VI y el Concilio actual nos están,cada día más, asegurando.

Nuestro llanto y nuestra pena, al perderte para noso-tros en esta vida, es muy grande. Pero creemos que, porla misericordia de Dios, nuestro gran hermano Rovirosagoza del Reino de los que sirvieron limpiamente al Reinode Dios y a la Justicia, y que siempre ya rogará en el cie-lo por la HOAC, por toda la Acción Católica, y por todossus militantes».

Oración de la Cólera y el Amor

¡Señor! ¡Consérvame la cólera! Que ante la injusticia, mi corazón se rebele. Que sienta en mi

alma la rabia del orden que tapa el desorden.Que me sienta capaz de luchar, que pueda en cualquier tiem-

po coger el látigo y arrojar a los mercaderes del templo porquetu templo no es solo la Iglesia. ¿No se lo dijiste a la samaritana?

Tu templo son las fábricas, los despachos, los talleres –el lu-gar desde donde te rezamos–. Y hay hombres que han conver-tido la casa de Dios en cuevas de ladrones. Que me sienta ca-paz de vencerlos.

No permitas, Dios, que me resigne. Porque resignarse es de-clararse vencido. Y solo ante Ti debemos declararnos vencidos.Ante nadie más. Y nunca ante los sembradores de iniquidad.

¡Señor! ¡Purifica mi cólera! Que en mi ira no piense en mí,sino en la gloria del Padre y en mi prójimo. Como Tú lo hiciste.Como fue tu ejemplo; constante rebelado, compañero de los hi-jos del trueno, venido a sembrar guerra y no paz, sumiso al Pa-dre y muerto por amor a tus hermanos. Que me sienta yo,como Tú, capaz de vivir y morir por mis hermanos. (…)

*Parte de la oración pronunciada durante el funeral de Guiller-mo Rovirosa, en la capilla del Hospital Clínico, el 28 de febrerode 1964.

Page 56: Noticias Obreras nº 1557 marzo