Notas para un estudio del ideario económico y político de Manuel Belgrano

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Notas para un estudio del ideario económico y político de Manuel Beigrano PeRo HÁvuato FLoItu Universidad Católica de Argentina Ej. RuaNos AmEs DE BaLoiwío El área del virreinato del Río de la Plata, creado en 1776, de- fine un espacio político y económico con carácter propio, con po- sibilidades de autonomía respecto del Perú y con problemas ex- clusivamente suyos. La tradición de pensamiento político espaifol estaba siendo, por esa ¿poca, poco a poco dejada de lado, tanto en la ensefianza teórica como en la práctica cotidiana. La expulsión de la Compa- ñía de 3esús en 1767 es un acto despótico muy propio de la ¿poca, y que señala claramente qué lugar tenía en la escala de valores políticos el poder monárquico de los Borbón. Sin embargo, tras estas señales de fuerza se escondía un deterioro lento e inexora- ble, una verdadera crisis de credibilidad en el monarca y de legi- timidad del régimen en si’> El absolutismo es aceptado por los ministros y funcionarios ilustrados como un mero recurso tdctlco para Introducir desde el Gobierno las reformas que, en mayor o menor grado de conciencia, contribulan al debilitamiento de la fe pública en la Corona. 1 Tulio Halperin Dongbl. Tradicién poliuica espeRaSe e ideolt>glú revo- lucionaria de nwyo. Buenos Aires, RUDEBA, 1961, pp. 133-161

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Notas para un estudio del ideario económico y político de Manuel Belgrano.Pedro Navarro FloriaUniversidad Católica de Argentina.

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  • Notas para un estudio del ideario econmicoy poltico de Manuel Beigrano

    PeRo Hvuato FLoItuUniversidad Catlica de Argentina

    Ej. RuaNos AmEs DE BaLoiwoEl rea del virreinato del Ro de la Plata, creado en 1776, de-

    fine un espacio poltico y econmico con carcter propio, con po-sibilidades de autonoma respecto del Per y con problemas ex-clusivamente suyos.

    La tradicin de pensamiento poltico espaifol estaba siendo,por esa poca, poco a poco dejada de lado, tanto en la ensefianzaterica como en la prctica cotidiana. La expulsin de la Compa-a de 3ess en 1767 es un acto desptico muypropio de la poca,y que seala claramente qu lugar tena en la escala de valorespolticos el poder monrquico de los Borbn. Sin embargo, trasestas seales de fuerza se esconda un deterioro lento e inexora-ble, una verdadera crisis de credibilidad en el monarca y de legi-timidad del rgimen en si> El absolutismo es aceptado por losministros y funcionarios ilustrados como un mero recurso tdctlcopara Introducir desde el Gobierno las reformas que, en mayor omenor grado de conciencia, contribulan al debilitamiento de lafe pblica en la Corona.

    1 Tulio Halperin Dongbl. Tradicin poliuica espeRaSe e ideolt>gl revo-lucionaria de nwyo. Buenos Aires, RUDEBA, 1961, pp. 133-161

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    Sobre las diferencias sociales creadas por el suelo> la sangreo la historia, justificadas dentro de la imagen jerrquica de lasociedad que sigue sustancialmente vigente en el Ro de la Plata,viene a superponerse otra, que no podra explicarse dentro deese esquma tradicional 2 Este nuevo modelo, ms elstico ensus caminos de ascenso> ms liberal en sus fonuas de relacionar-se, menos respetuoso de apellidos y alcurnias, viene respaldadoen sus aspiraciones por el vigoroso crecimiento econmico, estra-tgico-militar, demogrfico, del rea del virreinato y de su capitalBuenos Aires, Como toda evolucin social, la portea fue lentay matizada. Haba, sin duda, funcionarios ms o menos fieles,criollos ms o menos relegados, comerciantes ms o menos libe-rales o monopolistas. Pero, pa-a intentar comprender hay quesimplificar. Y as, podemos constatar la existencia de un grupocriollo que crece numricamente y se diversifica socialmente t yque en contacto con la formacin universitaria y el poder econ-mico derivado del comercio, genera un ncleo ilustrado segn lasideas del momento. El grupo ilustrado criollo encontr en lasideas polticas y econmicas cul-opeas del siglo XVV[Ii un modelodefinido slo en sus lneas generales como liberal que creyaplicable en su pais.

    Ya desde las medidas de gobierno de Carlos III, fundador delvirreinato del Ro de la Plata, se formaba la conciencia criollaautnoma: la unidad territorial del virreinato, las gobernaciones-intendencias con fisonoma propia y preponderancia poltica> laprogresiva apertura del comercio, Se establece entonces la rea.cin entre los problemas econmicos y las aspiraciones sociales ypolticas. Los monopolistas y partidarios en general de una eco-noma cerrada, protegida, dirigida, se encuentran cmodos en lasituacin social jerrquica que los cobija y en el esquema polticoabsolutista que protege ese estado de cosas, Caso tpico eran loscomerciantes mayoristas de importacin y exportacin, grupo conun fuerte sentimiento de solidaridad, ms fuerte en tiempos dccrisis y durante perodos de amenaza directa al inters del gru-pos>. Pero precisamente, su rango de mayoristas fue acrecentan-

    2 Tulio Halperin Donghi, El Ro de la Plata al comenzar el siglo XIX,Buenos Aires> Facultad de Filosofa y Letras UBA> 1961, p. 81.

    3 Josi Luis Romero, Las ideas polticas en Argeatina, Buenos Aires,PCE, 1959, Pp. 48-59.

    Susan Midgen Socolow, The Mep-ehans of Buenos Aires 1778-1810,Camb-idge Cambridge University Press, 1978, p. 109.

  • Nulas para ui estudio (le ideario econnzico y poltico. -, 175

    do diferencias creadas por distintas concepciones del comercioy por roces personales ~. Parcial o totalmente convencidos de li-beralizar el trfico, algunos de ellos entrevieron como condicinremota pero no imposible de lograr esa libertad, la ruptura dela sujecin poltica.

    QUIN ERA MANUEL BELOnANo?

    Las sucesivas lecturas que el tiempo hace de los hechos pasa-dos no siempre son del todo justas y no siempre nos dan a cono-cer a los hombres tal cual fueron. Releyendo la 24utobiografa deManuel Beigrano, le ocurre a uno encontrarse con un personajeque, antes ya de la Revolucin de Mayo, era reconocido y habadesarrollado una importante labor en su pafs> como funcionariode la Corona de Espaa. Y Beigrano no es en esto una excepcin:si repasamos las listas de funcionarios de los Cabildos de Virrei-nato, por ejemplo, encontraremos a casi todos los hombres dela Revolucin haciendo su gimnasia preparatoria para llegar algnda al ejercicio de un poder autonmico.

    Placiendo un apretado resumen 6, podemos decir que el grupocriollo ilustrado que Ecgrano integraba recibi influencias ideo-lgicas principalmente de los fisicratas. Fisicratas de los msimportantes (Quesnay, Turgot, Le Trosne) o por simple afinidad(Margrave de Baden), tambin divulgadores (Fabbroni> Foronda) osimpatizantes (Genovesi), y liberales maduros como Adam Smitb.Recorriendo los papeles sobre ternas econmicos de la poca, esdifcil no censurar lo que parece una n7era imitacin de esos auto-res. Mejor podemos comp-enderlo como omisin de fuentes de-bida a la censura, perfectamente explicable en la poca y el lugar,o como casos de una refraccin de ideas que era ya tradicionalen Indias y que hoy consideraramos plagio ~.

    5 Rl., Ibid., p. 124.6 Resumen que compartimos y tornamos en parte de Manuel Feman-

    dez Lpez, Comprobaciones> refLitaciones y problemas no resueltos delprimer pensamiento econmico argentino, Anotes de la Asociacin .4r-genlina de Bconoma Poltica (Buenos Aires), XI (1976)> trabajo nm. 15,pp. 11-12.

    7 Oaisy Rpodas Adanaz, Repaccin de ideas en Elispanoanidrica Co-tata!, Buenos Aires, Ediciones Culturales Argentinas> 1983, pp. 18-24.

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    Quines formaran ese ncleo liberal ilustrado? Espaoles ycriollos por igual> aunque hablamos de grupo criollo por suubicacin espacio-temporal; funcionarios, eclesisticos y comer-ciantes, Francisco Antonio Escalada, Toms Fernndez, VenturaMarc del Pont> Toms Antonio Romero, Cornelio Saavedra, Mi-guel A.zcunaga, el conde Luis de Liniers y otros caracterizadoscomerciantes, muchos de ellos funcionarios capitulares y algunosque lo seran del Consulado; funcionarios Angel Izquierdo (administrador de laReal Aduana de Buenos Aires) o Flix de Azara (marino y delinil.tador de fronteras con Brasil); jvenes estudiosos como ManuelBelgrano, su primo Juan Jos Castell, Pedro Antonio Cervio>Juan Hiplito Vieytes, Mariano Moreno, Manuel Lavardn, etc.;eclesisticos como el den cordobs Grego-io Funes.

    Dentro de este grupo porteo, fiel a la Corona pero testigolcido de su acelerada prdida de popularidad y legitimidad> Bel-grano es conservador como buen burgus pero i-enovador porquebusca un nuevo dinamismo econmico, social y poltico para elpas que enriqueci a su padre inmigrante. Gracias a la fortunaganada, dice en su Autobiografa, logr accecic a la educacinmejor de aquella poca 8 Justamente en los aos romnticos dela revolucin francesa, fue cautivado por su ideario de libertadigualdad y fraternidad, Dedicado al estudio de los idiomas, laeconoma poltica y el derecho pblico en Espaa, confluyeron ensu mente abierta a la novedad las obras ms avanzadas ce lateora poltica y econmica del momento ~. No todas son venta-jas: l mismo confiesa que ignoraba la poltica colonial espaola ~.

    La carrera del joven Belgrano es rpida: entra en la [acuItadde leyes de Salamanca a fines de 1787 y obtiene su ttulo de abo-gado en Valladolid a principios de 1793 . En diciembre de esemismo ao es nombrado secretario general perpetuo del Consu-lado de Buenos Aires, institucin que se crea en febrero de 1794y se instala en junio en una casa de Buenos Aires 2

    8 Museo Mitre, Documentos del Archivo (le De/grano (en adelante DAD),Buenos Aires, Cori> 1913, t. 1, p. 176.

    DAR, 1, p. 18.o fa,, p. 177.

    Id., Pp. 1449.2 Id., PP. 35-36.

  • Notas para ny estudio de/ ideario cono nuco y po/hico.. 177

    EL PLAN PARA CONOCER LA PROVINCIA

    Como era costumbre en el sistema colonial, al nombrar unfuncionario se le daban unas instrucciones y a veces se le pedaun plan que pusiera al gobierno peninsular al tanto de las inten-dones del designado. As, seguramente, Beigrano redact en Es-paa el Plan que damos a conocer. El documento fue hallado demodo casual por nosotros, bajo la forma de tina fotocopia en laBiblioteca de la Academia Nacional de la Historia, en BuenosAires. Plasta donde sabemos, es una valiosa fuente indita, Demodo que nuestro intejs por publicarlo es doble> porque su con-tenido, adems, es fiel reflejo de las iniciativas qtie animaban aBelgrano en el momento mismo de asumir la Secretara del Con-sulado porteo; es realmente definitorio de un primer momentode su pensamiento econmico y poltico.

    Nos encontramos con un escrito> de los primeros de Belgranosobre tema econmico, muy corto pero sustancioso para analizarlas ideas de un hombre que pensaba a tono con su tiempo. Hacien-do una prime-a lectura, que no pretende reemplazar a la del lector,podemos anotar algunos rasgos.

    Notamos que prioriza la agricultura, llamndola la principalfuente de las riquezas (f. 3; en adelante> al citar el documento>indicaremos entre parntesis el folio correspondiente del manus-crito) y poniendo su fomento en el primer lugar entre las tareasdel Consulado. Respecto de ella> promueve el estudio sistemticodel terreno por mapas o planos lo ms exactos posible, para for-marse una justa idea de los paises que estn sujetos a inspec-cin (f. 3). El secretario ser el encargado de adquirir el cono-cimiento prcticos> (f. 3) que no se les puede exigir a los demsde la junta, y que le permitir decir las variaciones de cultivoque se pueden hacer en las respectivas provincias (f. 4). El cono-cimiento lo adquirir po experiencias a que el Consulado con-tribuir con los auxiliares necesarios, y si es preciso dar a loslabradores las semillas que necesiten, con un corto inters. Estainiciativa de experimentar ser mantenida por Belgrano todavaafios despus, con algn xito. Cierra el punto sobre agriculturaaclarando que tambin se refiere a

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    Estamos a esta altura casi a la mitad del folleto, y el volumende reflexiones que dedica el autor al trabajo de la tierra tambines indicativo de la importancia que le daba Beigrano al tema.

    El segundo lugar lo deja para la industria. Sigue recomendan-do y proponindose el mismo esquema de trabajo: observax- larealidad y postular reformas para su mejoramiento. Aqu se veclaramente cmo su fe progresista choca con una realidad poN-tica que l ya conoce: la subordinacin de la extraccin de mate-rias primas americanas a su manufaeturacin en Espaa> dejan-do a la Metrpoli el cuidado de darnos las manufacturadas y pron-tas a nuestro uso, en justa recompensa de la proteccin que nosfranquea> (f. 6). Esta poltica de la Corona ya haba sido enuncia-da, por ejemplo> en las instrucciones de Carlos III al virrey Ce-vallos en 1776, donde se recomienda: fomentar la produccin decarne salada, aumentar la produccin exportable de frutos enfuncin del comercio con Espaa y cultivar lino y camo paraque sea elaborado en la Metrpoli 13 Corno funcionario del Esta-do, digamos que en un papel oficial no se puede recomendar locontrario, pero hay claras seales posteriores de que Belgranose inclinaba por el desarrollo econmico completo del pas ~.

    Finalmente, trata del comercio y su promocin, el mejoramien-to de todos los medios de comunicacin ya por los caminos,ya por canales> ros, etc. (f. 6) y la disminucin de costos detransporte, tema este ltimo de estudio muy reciente por aquelentonces. Como todava no entr en polmica con la corporacinde los comerciantes mayoristas de Buenos Aires, Belgrano omitetotalmente un tema que cobrar importancia a medida que pasenlos aos, y que ser clave en el conflicto perodo 1808-1810: laliberalizacin del trfico. El desconocimiento del cerrado mono-polio de los comisionistas porteos es parte de su confesac!aignorancia de la poltica colonial espaola,

    Si intentamos, adems> una lectura entre lineas del documen-te, podemos encontrar algunos puntos interesantes que tiata-remos de explicar.

    fl Cii. en Horario Juan Cuccorese (dir. Argentina. Matinal de historiaeconmica y social, Buenos Aires, Marcid, 1982> p. 90.

    4 V. Academia Nacional de la Historia, Epistolario beigraniano, BLIC-nos Ajes, ANH, 1970, p. 49, carta del 16-9-1805 a Manuel ce Salas: Todolo halla (esta colonia) prematuro, mientras la urgentisinia necesidad noaparezca y toque de cerca a los que deben cooperar a la existencia ce lasbuenas ideas.

  • Notas para tu estudio del ideario econmico y poltico.. 179

    El plantear el orden y forma de los temas tal como lo haceaqu Beigrano (agricultura-industria-comercio) indica una lgicaque respeta la secuencia del proceso econmico de extraccin,elaboracin e intercambio del producto. Pero tambin es expre-sivo de un orden ce ideas y de una jerarquizacin de las activida-des que responde al ideario fisicrata. La frmula proviene deCamponianes (Discurso sobre el fomento de la industria popular,Madrid, 1774) y es impuesta por varias obras importantes deeconoma, que en todo caso sustituyen el vocable por el ms moderno de industria (por ejemplo, en la RealCdula ereccional dcl Consulado de Buenos Aires); esas obrasson las de Smith (Wealth of Nations, 1784, en su ltima edicin),Jovellanos (Injorme sobre la ley agraria> y Belgrano (traduccinde las Maximes de Quesnay), estas dos ltimas de 1794 tambin ~1-lay otros datos que nos llevan a las mismas fuentes, como el usode conceptos estereotipados como prados y bosques (f. 5), ~ma-tenas prirnel-as (f. 6), transporte y acarreos> (f. 7), la distincinentre frutos de primera necesidad, los de segunda y los de merolujo (f. 7), la utilidad pblica (f. 8).

    Es interesante obseivar, en el escrito, algo revelador del ca-rcter del autor y de su tiempo. Se trata de la valoracin que sebaco de los comerciantes que, como tales, integraran la juntadel Consulado: sern de aquellos negociantes de ms entidadque como todos a la mayor parte de Amrica> slo han ejercidoun comercio de comisin; no habiendo dirigido sus ideas hastaahora a la principal fuente de las riquezas, que es la tierra labra-da> u--] unos seores que acaso cumplirn el trmino de su em-pico, con los mismos conocimientos [con] que entraron (ff. 3y 8). Es la misma impresin que transmite en la tan mentada citade su Autobiografa, que habla de hombres que nada saban msque con su comercio monopolista, a saber, comprar por cuatropara vender por ocho con toda seguridad ~ Tambin podemossuponei que se relaciona con el pedido de Manuel Beigrano eleval rey en t796 y que ste resolvi favorablemente, acerca de com-poner la junta del Consulado por mitades con comerciantes y

    ~ ~.I. Manuel Fernndez Lpez y Danaide R. Ojellana, Manuel Belgra-no y la difusin de la fisiocracia en Amrica del Sur [AAAEP(Bs. As.),XIX (1984), t. II, np. 352-3691> Pp. 357-358.

    6 DAR, 1, 177.

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    hacendados> a fin de lograr una representacin ms justa ~. Larealidad del manejo discrecional de la economa vircinal por par-te de los monopolistas mayoristas en provecho propio, es gene-ralmente admitida por los conocedoies de ese perodo ~,

    En el plano correspondiente, quizs, a la bistoria de las ideasfilosficas, es interesante anotar, finalmente, el alto concepto enque se considera el conocimiento emprico y directo de la realidad.Este es el fruto y germen a la vez de un conlunto de ideas ycreencias tan pragmtico como lo que denominamos ,el nico plan poltico concretamente realizable del despotismoilustrado del siglo xviii. En la letra del Plan, y a propsito de eso>recordemos que el autor afirma que no se pueden tener estosconocimientos con la exactitud que se precisa> si prcticamenteno se estudia el pas, si no se viaja y por s pi-opio no [se] observacon unos ojos linces> los objetos que estn puestos a su cuida-do (f, 7), que debe, pues> el Secretario adquirir esta [experien-cia], por medio de un viaje por todas las provincias del distrito,hecho con todo conocimiento, y an llevando personas que consus luces contribuyan al perfecto desempeo de un objeto tanimportante (E. 8-9). Y lo afirma obedeciendo a una indicacinexpresa dada en ese mismo momento a Beigrano por otro emplea-do estatal, el alemn Christian Erjen: Pat-a cumplir los deseosde Su Majestad, tendr que procurarse el Secretario del Consu-lado una idea exacta del estado actual de la provincia> medianteun viaje nada menos que superficial ~.

    OTROS ESCRITOS DE LA PRIMERA EPOCADEI. CoNSULADo DE BUENOS Anias

    Una vez en el ejercicio de la Secretara del Consulado, Beigra-no present anualmente una memoria acerca de un tema de in-ters> posiblemente siguiendo un plan orgnico. Los nicos dosanos en que no pudo leer su memoria personalmente fueron 1794,por lallarse an en Espaa, y 1796, por enfermedad. Esos dosaos presenta> siguiendo las indicaciones de la Real Cdula etee-

    ~ d p. 42.U y., por ejemplo> arriba> nota 4.~Se trata en esta cita de un papel adjunto al Plan, tambin fotocopia-

    do en la ANH, f. 1.

  • Nota,s pa a un estudio de/ ideario econmico y poltico... 181

    cional y a modo de memoria, dos traducciones de obras impor-tantes y actualizadas de economa poltica. De modo que, para norepetil- lo ya dicho por otros autores> nos remitimos a la listaadjunta.

    En estos escritos, que se extienden hasta 1809> se van tocando,hasta donde sabemos, diferentes aspectos de una visin coberen-Le de los problemas econmicos del pas. Vemos en estos aosuna unidad de criterios y puntos de vista que> a nuestro juicio,ser rota por los sucesos desencadenantes de la crisis del rgi-men, en 1808. Hasta entonces, el tono es l mismo dado por aquelPlan para conocer la provincia: las ideas son generales, las crti-cas casi tmidas. El discurso se limita a una leccin eclctica deeconoma poltica prctica, sobre todo muy prctica. Intentare-mos tina lectura del contenido ce las ideas especficamente eco-nmicas presentes en las mmorias, para luego profundizar pordebajo de ellas,

    El primer lugar, en volumen de ideas y valoracin> sigue siendopara la agricultura, madre fecunda que proporciona todas lasmaterias primeras [.. -1, verdadero destino del hombre 20, El pro-blema que ve Beigrano es que no se mira a la agricultura comoun arte que tenga necesidad de estudio, de reflexiones o de reglas

    -, 1 Y ce qu modo manifestar estos misterios y corregir laignoi-ancia? Estableciendo una escuela de agricultura (1795,61-64>. Inmediatamente va a la propuesta concreta de solucin:la instruccin> y adems, premiar con medallas del Consulado aaquellas personas literatas que con ms desempeo hubiesen ex-puesto sus pensamientos tiles sobr el asunto que se les propu-siese, y con instrumentos de trabajo o en efectivo a los agricul-tores (1795, 64). Esta es su visin terica general acerca del pro-blema de la agricultura rioplatense: se pospuso esa enorme ri-queza al afn de ganar plata y oro (1795, 72); cmo salir?; puesinstruyendo a los hombres y premiando las iniciativas privadas,y ayudando desde el Estado en la medida de lo posible. Trasalgunas recomendaciones bsicas tales como rotar los cultivospara no dejar la tierra en barbecho> o consejos sobre el uso deabonos, o recuerdos sobre la importancia de la cra deganado y

    20 Memoria de 1795> en DAD, 1, p. 59 [en adelante indicaremos entre pa-,-ntesi~ el ao de la memoria y el nmero de pgina de la cita> siempreen DAD, 11.

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    el planto de montes, pasa a proponer medidas importantes depoltica agraiia. Comienza ya en esta primera memoria propia ahablar de un fondo de ayuda a los labradores para evitar la pre-sin de los monopolios en pocas de siembra y cosecha (1795, 71)>idea que ir madurando. Volver a sugerirlo a travs de la memo-ria-traduccin de t796, cuando habla de anticipacin de fondosde los propietarios (avances oncires, de Dupont de Nemours),anticipaciones primitivas (avances primitives), etc. En este mis-mo escrito seguir con su labor de difusin de teora econmico-poltica, cuando seala la conveniencia de pagar con parte de loproducido anualmente los alimentos de hombres y animales, lacompra de semillas> la compostura y renovacin de elementos detrabajo y el reemplazo de los animales muertos, distinguiendotodos estos gastos (clpenses annuelles) del producto neto (pio-diuit tel), verdadera renta (le propietario La idea de ayudar alos labradores contina vigente cii propuestas proteccionistas ta-les como repartirles semillas para que p-uchen, ofrecerles pre-mios> y hasta propone que el gobierno compre la cosecha enterade determinado cultivo de su inters (1797, 94-96).

    La industria americana sigue siendo la actividad menos privi-legiada, pues, como leamos antes en el Plan, no hay crtica dcci-dida a la poltica colonial, aun cuando hombres como ManuelBeigrano ya vean claramente cunto perjudicaba csto al pas.Sus palabras lo dicen: Ella [la agricultura] ha de ser la que nosha de proporcionar todas nuestras comodidades [.,.] haciendoigualmente la suya la metrpoli, a quien en -ccompcnsa de laseguridad que nos franquca deberemos presentarle todas nuestrasmaterias primas para que nos las d manufacturadas y prontasa nuestro servicio. Constituyndonos labradores y que la penn-sita sea la industriosa (1795, 72-73), pci-o tambin protegiendolas fbricas locales ya existentes y Fundando una escuela de dibi-jo (idem>. Las dos nicas propuestas conocidas de Belgrano enese periodo> en el sentido de dotar a la colonia de manufacturas,son de la memoria de1797 y de 1802. La primera consiste en laidea de emplear complementariamente las fh-icas de cables ylonas de lino y camo que podran levantarse, con las maderasparaguayas y tucumanas y la brea saltea y mendocina, con el finde impulsar la incipiente industria naviera, inquietud compa-tidapor varios en esa poca de expansin mercantil y de guerras na-vales constantes, La segunda es la propuesta, tambin fallida y

  • Notas para un estudio del ideario econmico y palilico. - - 183

    que no es original del Consulado 21, de trasladar al Rio de la Platamaestros curtidores irlandeses o vizcanos. En resumen, parececomo si no hubiera llegado an la urgencia de vivir autonmica-mente, coma si en cierto modo se siguiera confiando, hasta losprimeros aos del siglo, en la capacidad manufacturera y en laproteccin de Espaa, pero al mismo tiempo se duda de elia por-que se hacen propuestas alternativas y realistas.

    El comercio tiene un significado especial para Belgrano. Ensu AutobiografLa recuerda que el enriquecimiento de su padre conel monopolio le permiti tener la mejor educacin, pero tanbinmanifiesta su sorpresa al conocer a los mayoristas monopolistasa su vuelta de Espaa - Quizs por esta ltima circunstancia esque pone su acento en las manifestaciones librecambistas, perono por ello debe leerse su obra como la de un liberal ortodoxo.Hay en l elementos dc proteccionismoy una moderacin que sonpatentes> As, si bien propugna la libre extraccin de productospara su pronta y fcil venta, eso se debe al propsito de defendera los labradores de la voracidad de los monopolios privados Cailict-Bois, El Real Consulado y una tentativa paracontmtar maestros curtidos en los EEUU en 1801. fEbletEn del Instilutode Historia Argentina Dr. E. Revlgnani.

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    rada en Beigrano por el filantropismo. Es un hombre formadoen y por el despotismo ilustrado pero que reacciona contra l> noen todo, sino contra lo ms crudo del liberalismo 22 Dicho enpocas palabras, valoraba con ms realismo el ti-abajo de la perso-na en su dimensin tica, como formador de la personalidad, Almenos es una intuicin> no original de Beigrano, muy propia delos economistas italianos, que preserv a los pases mediterrneosde algunos fenmenos de explotacin del hombre por el hombretan comunes en otras latitudes y en otras colonias. Sabemos queel origen de su padre facilit a Beigrano el conocimiento del idio-ma y del pensamiento italianos, As es como llegan a influir en lideas como la del valor tico del trabajo o la desaprobacin delos monopolios y oligopolios (.Filangieri) la crtica al sistema es-paol (Verri), la funcin social de la propiedad (Muratori) o elderecho natural a la propiedad (Genovesi), adems de concepcio-nes propias de los franceses como Montesquieu, los ingleses comoSmith y espaoles como lovellanos, por cita algtnos ejemplos.Pdemos decir que se trata de un racionalista por su forma deconocer a la vez tan emprica y tan matemtica, moderado por clfilantropismo italiano y por su capacidad de adaptacin a unarealidad como la del Ro de la Plata, que le exiga ser cautelosoen sus l)lanes de reformas,

    Si buscsemos en los escritos que vamos leyendo, frases lbs-trativas de estas afirmaciones, las encontraramos en abundancia,Por ejemplo, cuando considera las posibles re[oi-mas como simple~jecucin de

  • Notas pal-ti un. estudio del idem-lo econdnloo y poluico. - - 183

    nios (1795, 72), y se contesta a s mismo al hablar del interscomo medio que borra todas las incomodidades y trabajos(1797, 94), y tambin de la extensin de conocimientos, la ilus-ti-acin general [.. 1, no apegarse tan ntimamente a los pensa-mientos de sus antepasados (1798, 110), Claro que, ms all deuna visin tan liberal> -eflexiona sobre la sociedad en que viveen trminos ms moderados: ~ (1795, 72); he visto con dolor, sinsalir de esta capital, una infinidad de hombres ociosos en quienesno se ve otra cosa que la miseria y desnudez (1795, 75-76); a lavez que propone escuelas gratuitas de las que egresen aprendices>y cita a Campomanes como autoridad en educacin popular (1798,107-108) o concluye su propuesta de instalar una manufactura decuerdas y lonas previendo que dara bienestar al 84)- Sus preocupa-ciones jio la educacin 24 sern ms notorias y fecundas n rea-lizaciones prcticas durante sus campaas militares revoluciona-rias al Paraguay y al Alto Per.

    En GIRO ilisIi4ico 013 1808

    El lmite escogido es arbitrario> pero responde a la arbitrarie-dad del azar: nos detuvimos en 1802 porque basta all llegan lasmemorias que se conservan. Justamente, contamos con las memo-rias anteriores y con otos escritos posteriores a un momentode cambio, de giro en la direccin poltica del ideario de Bel-grano. Ese giro sabemos que se produce en algn punt9 de latrayectoria, en alguna circunstancia con toda la riqueza quepodemos imaginar para esta palabra situada entre 1802 y 1810,El segundo an del siglo xix es ci ao de la ltima memoria cono-ciJa q nc forma parte de aquellos contenidos originales de lasideas econmico-polticas de Beigrano. En el ao diez, el de laRevolucin, Belgrano estaba plenamente encaminado en el nuevocurso histrico, comprometido cii toda, su persona con la nuvacausa.

    24 Sobre su obra educativa hay precisin y abundancia ce ciatos enJuan Carlos Zui-etti, Belgrano y la cultura tflistoria. (13s, As.), 20 un-set. 1960)> Pp 41-661,

  • 186 Pedro Navarro Floria

    Para la historia de Espaa y de Amrica, 1808 fue un ao pordems significativo. Es uno de esos puntos en que varios caminosse cruzan y se produce en la historia un momento cargado desentidos> respecto del cual la memoria colectivo reconoce unantes y un despus. Es el ao de la invasin napolenica a Espa-a, podemos decir> y de la abdicacin de Carlos IV y de su hijoFernando VII en la persona de Jos Bonaparte. Claro que trasel acto aparentemente simple del recambio de sobuiano hay todauna historia de deterioro de esa monarqua y de desencuentroscon la nacin que rige Es la gota que coIma el vaso lleno proponiendo cautelosamente y diplomticamente aun-que en voz cada vez ms alta algunos cambios. Traa, claro, unamentalidad nueva, que se acomodaba mal a su entorno colonial.En Buenos Aires eran muchas las cosas que venan siendo dis-tintas Los aires novedosos eran muy fuertes como paa soslayarel momento, y basta podemos hablar dcl tercio de siglo que durael Virreinato dos generaciones como de una ve,dadea kan-sicin histrica. Lo es, desde ya> en lo que cambia ms lenta-mente, como las mentalidades y las costumbres, y las t-ausfor-maciones se suceden velozmente en las duiaciones menos signi-ficativas. Tanto variaban las cosas> que podemos hablar dc unBuenos Aires sumergido (leccin que la historia argentinarepite una y otra vez) en el que circulaban lib-emente los librosprohibidos, pero nadie lo saba, Diremos una vez mas, intentandouna respuesta a la relacin siempre difusa entie el hombre y suentorno histrico, que Beigrano se enfrent durante varios aoscon tina realidad que nunca le satisfiza totalmente. 1-lasto cun-do? Hasta que un poco su cansancio y un poco los sucesos inespe-rados o no de 1808 generaron en l una respuesta distinta. Cree-

  • No/as pat-a un estudio del ideario econmico y pollico... 187

    mos que Belgrano cambi su postura reformista por una actitudrevolucionaria en 1808> en torno de los hechos que ese ao sacu-dieron la conciencia espaola.

    MANUEL Bm..ORANo, REvOLUcIONARIO

    Asumamos que el momento poltico de 1808> como el momentopoltico de la revolucin de 1810> se insertan en un proceso decambio que afecta, ms o menos violentamente> a todo el sistemacolonial desde dentro. Asumamos que tambin cambia la socie-dad> porque las formas de relacionarse se modifican, los cami-nos de ascenso son otros y los hombres se renuevan. Agreguemosque los hechos econmicos configuran un marco apto para losnuevos emprendimientos> y que el viejo sistema colonial se aco-moda ya cada vez menos a la realidad. Entonces es comprensibleque ante tanta discrepancia entre lo real y lo deseado> entre loque era y lo que un racionalista como Belgrano crea sincera-mente que deba ser, su espritu se manifestara rebelde, y quisieradesligarse del viejo mareo para tener lo oportunidad de construiralgo nuevo- La ocasin fue en 1808, y es cuando el hombre veposible no ya predicar una reforma del sistema desde dentrode l, sino salirse del sistema y dar con su ilustracin un conte-nido terico, unas ideas tiles al cambio revolucionario. Se hacemilitante> guerrero de la idea (y Beigrano lo fue literalmente),al fundlir sus creencias con un nuevo sistema en construccin, unanueva realidad W Por eso a l, como a muchos otros> los podemosllamar revolucionarios> no ya reformistas, solamente desde queexpresan con palabras o con hechos la posibilidad de recomenzar,de hacer algo diferente. Influencia de la revolucin francesa,como siempre se nos ensefl? Si, si nos limitamos a creer que laexperiencia europea les hizo ver posible un cambio radical derumbo con base en determinados principios e ideales. Pero deninguna manera se deseaba repetir los efectos de guerra y terror;se confiaba todava en la posibilidad de un cambio racional yordenado> de una transicin pacfica Es la dosis de utopa queacompaa a toda aventura semejante.

    Desde el principio de 1794 hasta julio de 1806 pas mi tiempoen igual destino, haciendo esfuerzos importante a favor del bien

    25 Octavio Paz> Hombres en su siglo> 1984 p. 31.

  • 188 Pedro Navarro E/oria

    pblico; pues todo> o escollaban en el gobiei-no de Buenos Aires,o en la Corte, o entre los mismos comerciantes 2 dice Beigranoen su Autobiogt-aa. La rtiptuta definitiva con la gente del Con-sulado se dio en ocasin cte las invasiones inglesas de 1806 y 1807,porque de ningn modo convena a la Fidelidad de nuestrosjuramentos que la corporacin reconociese otro monaica [.4;entretanto los dems individuos del Consulado E...] no pararonhasta desbaratar mis justas ideas y prestar el jul-anlento (le rece-nocinijento a la dominacin britnica, sin otra consideracinque la de sus intereses 27, Quiz este fue el momento que causa Belgrano una decepcin ms fuerte de la gente del cuerpo delque formaba parte. Ya no es va posible de reformas ni accinalguna en bien del pas en su conjunto. Pero pasar todava untiempo hasta que el momento sea el adecuado, propicio a la revo-lucin poltica. Cuando llegue, Beigrano ser ci plimero en cm-barcarse -

    Lo que refleja esta parte de su Antobogaa es desazn, por-que Beigrano, como otros ilustrados criollos, haba buscado suplirlos poderes econmicos faltantes en Amrica, y necesarios pal-asu programa reformista, por el poder poltico virreinal. Su libera-lisino, y en esto sigo la lcida reflexin ce Tulio 1-lalpern 1 seresuelve en el descubrimiento de un sector de la icalidad laeconoma orientado por leyes propias, pci-o en cierto modomanejable desde el poder. Buscaron atajar el deslizamientode la economa rioplatense hacia la nlonol)roduccion ganadera>pero los fuertes intereses entretejidos con el pode- poltico muni-cipal lo hicieron imposible. De ah la decepcin, y el comienzode la ruptura efectiva con las instituciones coloniales, La Coronafue autora, desde el siglo anterior, de tinas cuantas refoimas quecontribuyeron a aflojar los vnculos, al darle a Buenos Airespoder e influencias propias. Esa misma Comona fue alejndoseprogresivamente de las necesidades eales de sus sbditos, y en1808 cay sin pena ni gloria en iranos de Napolen. De ah, a laruptura de la fidelidad, hay un slo paso, y Belg-ano lo dio en elmomento mismo en que las Juntas formadas en Espaa seatri-buyeron la representacin de Amrica sin -azones suficientes delegalidad y pretendieron su obediencia, La legitimidad pudo ha-

    26 DA, 1, p, 179.27 Id.> p. 181.28 Tradicin..., cit,, pp. 155-160.

  • Notas para i.m es! tdio del ideario econmico y poltico... 189

    berle sido dada a la Junta Central y Suprema de Sevilla por elposterior consentimiento de Amrica, como afirm Mariano Mo-reno, pero es una buena refe-rencia -

    Pl~ANI3s PoLricos E IDEAS EcoNMicAs

    Acerca de los proyectos de coronar en el Ro de la Plata a lainfanta Carlota Joaquina de Borbn> idea que Belgrano apoydesde fines de 1808 hasta agosto de 1809, hay ya mucho escrito.Slo seleccionamos algunas citas, Dice en su Autobiogra/ta queno viendo yo un asomo de que se pensase en constituirnos, y sa los americanos prestando una obediencia injusta a unos hom-bres que por ningn derecho deban mandarlos> trat de buscarlos auspicios de la Infanta Carlota31 Hubo reuniones con San-tiago de Liniers virrey por entonces y con Cornelio Saavedra,pero sin fruto, aparentemente porque los jefes milicianos espa-oles no se animaban al levantamiento. El carlotismo se diluyen la nada ~ fue imposible, y ms tarde fueron procesadosalgunos de los responsables. Al llegar Cisneros, nombrado virreypor la Junta de Sevilla, Belgrano propone al saliente Liniers noreconocerlo, pero sin lograr apoyo 0pta entonces por esperar queel proceso madure. Se vencieron al fin todas las dificultades E. - -]y aunque no sigui la cosa por el rumbo que me habla propuesto>apareci una Junta de la que yo era vocal, sin saber cmo nipor dnde, en que no tuve poco sentimiento ~. Si bien ManuelBeigrano no parece haber tomado parte directamente de la cons-piracin inmediata al 25 de mayo de 1810, no puede decirse quese haya encontrado injustamente a la cabeza de la revolucin.

    2~ Gazeta de Buenos Aires, 13 de noviembre dc 1810:~ p. 185. II p. 186.32 Id., p. 191.

  • 190 Pedro Navarro Floria

    Mientras tanto, su prdica econmica no decay. Claro queahora el vehculo sera tanto las memorias consulares como latribuna periodstica> de mayor alcance Las memorias con quecontamos se interrumpen en 1802> aunque sabemos que Beigranosigui presentndolas puntualmente hasta 1809. Ilasta ahora nose han encontrado las faltantes, que seran unos documentosutilisimos para la reconstruccin de su ideario.

    En cuanto a la labor periodstica, Beigrano se muestra unavez ms como hombre de su tiempo Era muy comn por entoncesla difusin y propaganda de ideas cientficas, econmicas, pol-ticas, etc., por medio de la hoja semanal o mensual, Es un fen-meno que forma parte de la democratizacin de la cultura pro-pia del siglo xviii, como la enciclopedia o los salones, genera-dores de una opinin pblica con cada vez mayor peso. Ejemploslocales de periodismo de este tipo son, en Bucnos Aires> y antesdel Correo de Comercio dirigido por Belgrano, el Telgrafo Me,-cantil, rural, poltico-econmico e historiog,-ciico dcl Ro de laPlata (publicado en 1801 y 1802 por Cabello y Mesa) y el Semana-rio cte Agricultura, Industria y Comercio (publicado dc 1802 a 1807por Juan Hiplito Vieytes). Ambos fuet-on difusos de ideas muysimilares a las de Beigrano, casi nunca originales de los colum-nistas. Estos, a su vez, eran el ncleo ilustrado criollo> de modoque hay una continuidad de fondo entre las tres publicaciones.

    De este cuerpo documental, lo que nos interesa ahora es elCorreo de Comercio, como receptor y difusor de las ideas revolu-cionarias de Manuel Beigrano, y el comentario coirespondientede su Autobiografa es, como siempre, sustancioso. Las reunionespara la redaccin del semanario, autorizadas por Cisneros desdefines de 1809, se convirtieron en conspiracin> segn nos cuenta.Sobre el peridico en concreto, dice que en l que as contenta los de nuestro partido como a Cisneros, y cada uno aplicabael ascua a su sardina, pues todo se atribua a la unin y desuninde los pueblos . La abundancia de temas econmicos aparenta

    33 Id.> jj. 190,

  • Notas para un estudio del ideario econmico y poltico... 191

    una actitud ce prescindencia poltica, por ejemplo en momentostan importantes como el de la promulgacin del acta de librecomercio del 6 de noviembre de 1809, o en la semana de mayode 1810. Veremos qu alcance tiene esa apreciacin.

    EL IDEARIO, RAflICALIZADO

    Para contar con una base suficiente de datos positivos sobrelos cuales podamos seguir especulando, echaremos una miradaa vuelo de pjaro sobre los escritos de Beigrano en el Correo deCwnercio. La mayora son de tema netamente econmico, perotienen sus implicaciones polticas.

    Siguiendo el orden ya establecido por obras anteriores, dare-inos primaca a la agricultura. Belgrano abandona en general eltono de bienaventuranza bblica a la vida rstica, y sus aprecia-ciones, criticas y propuestas se vuelven ms tajantes y objetivas.Relaciona directamente agricultura y comercio, sin necesidad yade explicar el porqu: sirve para contar con excedentes intercam-biables, y sus frutos son avalorados por la industria Habla depromover los plantos en Buenos Aires, y analiza los inconve-iiientes: malos instrumentos, peores cultivos> cosechas desea-befladas, falta de anticipaciones? Todo eso> si> pero fundamental-mente el problema es la falta de pro piedad ce los agricultores(labradores) sobie la tierra que u-abajan, Propone soluciones quesedan ensayadas aos despus con diverso xito: la enfiteusis,y eventualmente la venta obligatoria de la tierra que no se trabaje.Estas propuestas son de das despus de la revolucin; evidente-mente su elaboracin es anterior, pero su formulacin hubiesesido impensable, ya que muestra la urgencia de algo que debeser puesto en prctica por un gobierno cercano, contactado direc-tamente con el problema.

    Otro asunto que preocupa a Beigrano es el de la actividadpastoril, principal sustancia del Reino (30 de junio de 1810),que no logra conciliar los intereses de los ganaderos con los deltesoro pblico. Ser este un pleito largo, y estamos ante laintuicin de uno de los temas claves del desarrollo econmicoargentino en el siglo xix, Como que se trata de conflictos muypropios

  • 192 Pedio Navarro Mora

    soluciones especficas y prcticas al tema de la ocupacin dclrealengo o al de los perjuicios mutuos entre labradores y tro-peros. Es impresionante vel cmo las preguntas hechas por Bel-grano quedan abiertas como heridas a lo largo de todo el siglo.

    El tratamiento del campo de la industria es notablementems realista que el cuerpo de ideas primitivas ce Belgrano. Estavez es muy claro al decir que la industria, si bien tiende a surgirespontneamente, necesita fomento gubernamental. En el Rio dela Plata ve muchas manos enteramente inaplicadas (17 de marzode 1810>, las industrias son inexistentes si no se considera a algu-ns trabajadores manuales, que por otra parte ~ adems de una escuela de dibujo y premios (paraesto ltimo se apoya en la autoridad de Campomanes). En estepunto se advierte a un Beigrano ya descredo de la capaci-dad del sistema colonial para generar actividades econmicasque de por s precisan de apoyo.

    Los escritos sobre comercio se inician con un ataque directoal mercantilismo, que confunda, dice, plata y oro con riqueza,reglamentando rgidamente su extraccin y comercio y favore-ciendo el cambio exterior. Beigrano propone, citando a Smith(3-3-10), la consideracin del dinero como un fruto ms cuyoprecio casi no flucta debido a la facilidad de su traslado. Frentea la Visin tradicional, plantea la importancia capital del comer-cio interno, alma de los estados (9-6-10)> y por ende la necesidadde cuidar y favorecer todo lo que haga a la comunicacin y eltransporte en el pas. Si nuestros antepasados se hubieran fijadoen estas ideas, y no se hubieran deslumbrado con las riquezasde convencin [---1estos pases presentaran un aspecto muy dife-rente (idem). Por fin, una curiosa carta Firmada por Beigranocon el seudnimo de Almada, hace una defensa de la libre concu-rrencia: Se acordar usted> amigo mo 1---], cuantas veces nosburlamos de aquella perfecta libertad que quera se establecieseentre el comprador y el vendedor [.1> pero la triste experien-cia E..] me ha hecho abrir los ojos (25-8-10). La postura msantimercantilista y liberal en cuanto a comercio que apoya Bel-grano en el momento revolucionario> es quiz un Indice de los

  • No/as para un estudio del ideario econmico y poltico... 193

    ms claros que muestra cmo aprovech su experiencia en elConsulado, cuando se encontraba entre los intereses mezquinosde los monopolistas y sus propias convicciones proteccionistasque nunca abandon del todo.

    Otros puntos menores atraen su atencin, tales como la im-portancia de la estadstica como conocimiento exacto de la rique-za y fuerza de los estados para no proceder (14-4-10),o tambin la educacin> cuando propone fundar una escuela denias para jerarquizar la formacin femenina.

    A pi-opsito de uno de estos asuntos de menor vala y dasantes de la revolucin, Belgrano hace una apreciacin capital parala lectura correcta de sus ideas y propuestas de ese momento:La serie de sucesos exh-aordinarios en que nos hemos visto en-vueltos, nos ha privado ce las -esoluciones benficas de nuestrossoberanos (5-5-10). Esta es la explicacin ltima de los motivospo los cuales el grupo burgus ilustrado de Buenos Aires sehace decididamente -evolucionario: necesitaban disponer ellosmismos ce los medios del poder para el mejoramiento y pros-peridad que la lejana Corona no poda ya proporcionarles En estesentido, tambin es el pueblo de la colonia el que reasume lasoberana vacante el 25 de mayo de 1810; toma sobre s no unaabstraccin, sino los resortes polticos efectivos, la capacidadde autonoma que cambiara definitivamente el curso el curso desu historia,

    Para tei-minar con esta lectura muy resumida, no podemosdejar de lado el artculo que bajo el ttulo de Comercio rene losternas de la concurrencia, la agricultura, las manufacturas> lanavegacin, los seguos, el cambio, la circulacin del dinero yel crdito. Fue publicado en sucesivos nmeros del peridico entresepticmbi-e de 1810 y febero de iSt, y constituye un intentode sistematizacin de varios temas importantes, despus de laevolucin, quiz con la intencin de presentar un plan orgnicode accin econmico-poltica. Destaca la importancia de la con-cuirencia interior y de la libertad de trabajo, tpicos liberalescaractersticos. Siguiendo la lnea de razonamiento, habla de laagricultura como sostn del comercio. Seala la necesidad deque e! estado ejerza su polica para el mantenimiento de lospecios, favoreciendo las comunicaciones, etc.> evitando que ellab-ador clependa de la venta inmediata de la cosecha, El papelregulador del estado lo extiende a la promocin del consumo

  • 194 Pedro Navarro Floria

    encareciendo lo superfluo, suprimiento necesidades, y tambina asegurar la circulacin interior de dinero no por la posesinde minas> sino por el saldo favorable de la balanza exterior.

    Esperamos aportar unas reflexiones tiles para comprenderun momento de la historia americana particularmente interesante,quiz por seruno de esos momentos de gestacin de nuevas estruc-turas y realidades que tanto nos atraen a los historiadores.

    APENDICE

    1. Pr.N PARA CONOCER LA PROViNCIA

    Folio

    1 Deseando el secretario del Consolado dc J3Lrenos Aires manifestarlos medios ms propios para qcre este establecimiento produzcalos efectos que el Soberano se ha p-onetido y que los que ocupenigual empleo en los otros Consulados que se han eigido y se pien-san erigir en varias capitales de las Amricas, igualmente con tribu-yan con sus luces a la felicidad de aquellos pases, (le la que sinduda resultar la mayor a la Metrpoli, propone algunas ideas ciigeneral -que juzga bastante suficientes para la consecucion ce aqud-

    2 los, que han hecho presente a Su Majestad las utilidades quepueden resultar a todos sus clomin os si estos establecimien tos taninteresantes se dirigen segn ellas.

    En primer lugar se deijer observar y estudiar el estado actualde la agricultura en las provincias que comprehencla la jurisdiccindel respectivo Consulado, y proponer a la Junta Genemal el fomentode que sea susceptible> tanto en las campos corno en los prados,bosques, etc.: par-a ello, deber hacer sacar mapas o planos ce las

    3 respectivas provincias, con la mayor exactitud cine sea posible,pues de otro modo no podrn formai- los seores ce la Junta unajusta idea ce los pases que estn sdrjetos a inspeccin; de stosndrnca podemos exigir un conocimiento prctico ce las materias deqcre se ti-ata> porque por lo comn sern ce actrellos negociantes demas entidad que como a todos, a la mayor parte (le Amrica, slohan ejercido un comercio ce comisin no habiendo dirigido susideas hasta ahora a la principal fuente de las riquezas, que es latierra labrada> siendo bien notorio a todo el inundo que estos paf-ses slo han siclo mirados por nuestros comerciantes como capaces

    4 de dar oro y plata y no 1 como una tierra apta para suministrartodas las materias primeras que en el da se conocen y que portanto afanan los extranjeros.

    Presentar, pues, estos planos> y segn los conocimientos quetenga y adquiera podr decidir las variaciones de cultivo ticte SC

  • Votas par-a iii estudio del idcario econmico y poltico.. 195

    pueden hacer en las Iesl)ectivas n-ovincias, para lo cual deber ha-cer stis experiencias> a que el Consulado contribuir con los auxi-lios necesarios, y si es preciso dlal~ a los labradores las semillasque necesiten con un corto inters pues en esto no debe pensar en

    5 tener ltrcro y s el tomento ce adhtlellos pases> que acaso dIC otromodIo no se podr conseguir jams -

    Bajo la alab-a cultivo no slo se debe entender el ce los cam-pos, o por mejor decir, la labranza> sino que se debe comprehenderel de los l3rados y bosques> a dIEre igualmente se debe atender> puesstrs trtilidlades tanto gala la vida birmana como para los animalesson bien liotorias y se omite hacerlas l3rCSCntCS.

    Ocupar> en segtrndo lugar> su atencin con la indcrstria, es de-cir> observar qtr estado tienen las fbricas del distrito de su ju-risdiccin y crro se preden mejorar en su esfera> pues aunque en

    6 este ramo se podrian hacer otios ~)rogresos en las Amricas, laopinin es qire slo se debe ater3der al aumento ce las materiaspriieras dlejaridio a la Met-poli el ciridadlo de drnoslas manufac-ttrradlLlS y prontas a ucrestro crso> en justa recompensa de la protec-cin que nos trandluca.

    El comercio, por tui> debe llamar el cuidiadlo de los Consulados;examinar paxa esto las relaciones ce trnas provincias con las otras,los medios de facili lald)> ya por los caminos, ya por canales, ros,etccteia, cuidar de hacer presentes los obstctlos y trabas que im-

    7 pidan la fcil comunicacin porque as tendr ms gananciacl lab-ador, y el conpraclor un precio cmodo qre le dar lugar ahacer srrs empresas de comer-cio, bien con las provincias vecinas>bien con la Metrpoli, facilitando as a todos los f-utos de primeranecesidad, los de segdrndla y acm los ce mero lujo.

    Todos saben que no se pueden tener estos conocimientos conla exactittrcl si no se viaja y por s propio no obseiva con tinos ojos linces losobjetos qtre estn puestos a su cuidado; y siendo el Secretario la

    8 nica persona en quien pararn todos 1 los informes y conOciniien-los que exijan y exija el Consirlaclo, es preciso haga presente a losseores ce la lunta todos los medios que propendan a la utilidadpublica; a cirios seol-es que acaso cunipliran el trmino ce su em-pleo con los mismos conocimientos ccre entraron, a irnos hombreslaltos de ideas por lo comn, y aun si las tienen, del pues envejecidos en las que heredaron y acostrm-brados a seguir la i-utina que encontraron, les sera muy difcildespienclerse de ellas, y slo crna constante experiencia les liaravariar; teniendo al mismotiempo todos los acrxilios necesarios por el Consulado, quien debeinteresarse cr esto ms que nadie, pues sin duda resultar en be-

  • 196 Pedro Navarro Fo ra

    neficio del pas pcresto a scr cuidadio; por consigcriente, dic sus hal,i-tantes> teniendo la mayor liarre en l la Madre Patria.

    Acaso d. Manciel ]3elgrano ha encontradio tra comI)ar3ero en qcrieniconoce [odia la capacidad necesar-ia para el intento, como se puedenotar por el acijcrnto papel qcre le ha dado, y propone que a este

    10 scrjeto con quien el gobierno expen/de sin trtilidad aqcr, se le agre-gue en Buenos Aires a crna de las oficinas de la Aduana> Renta, ceTabacos, etc., con destino a las ocirpaciones qcre le encargue el Con-sulado, y principalmente a la de acompaar- [corregido> ilegiblel ciiel viaje que [corregido: peril debe hacer por lodo el Virreinato,

    II. MuAroruAs rREsENTAOAS POR MANuel. Br~LcnANo COMO SEcRi:TARrO DPt. CoN-SULADO DE BUENOs Arws

    1794: Mximas generales del gobierno econmico ce cnn reino agricultoi-(tradcrccin de la 4/ Cdiicin ce las Maxines dic lr-an~ois Otiesnay,que intega la antologa Physiocratie, or. toaS 1 ita o;> a tu elle animar la indicrsria,proteger el comercio en un pas agiicultor.

    1796: Principios de la ciencia econmico-poltica ( tradcrccin ce los >iu-cipios de la ciencia econmica, 1802: Sobre curtiembres1803: Sobre poner boyas en el banco Ortiz y .1804: Viaje cientfico por las 3rovincias .1805: Necesidad de aumentar- nuestra poblacin y medios de conseguir

    lo sin recuirir fuera de ncrestras p-ovincias (perdlida),1806: Fomento de agricultura en establecimiento ce Sociedad y Escire-

    las de su enseanza (perdida>.1807: Necesidad del comercio interior (perdida).1808: Sobre un plan estadstico (perdida).1809: Sobre la liberalizacin del comercio exle-ior- (perdida).