“NIVEL DE DEPRESIÓN, SEGÚN LA PRUEBA CDS...
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UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR
FACULTAD DE HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA
“ NIVEL DE DEPRESIÓN, SEGÚN LA PRUEBA CDS EN NIÑOS Y
ADOLESCENTES ENTRE LOS 8 Y
DIABETES MELLITUS T
CLÍNICA PRIVAD
JESSICA J
Guatemala de la Asunción,
UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR
FACULTAD DE HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA
NIVEL DE DEPRESIÓN, SEGÚN LA PRUEBA CDS EN NIÑOS Y
ADOLESCENTES ENTRE LOS 8 Y LOS 16 AÑOS, AFECTOS A
DIABETES MELLITUS T IPO I, QUE ASISTEN A CONSULTA EN
CLÍNICA PRIVAD A DE LA ZONA 10, CIUDAD CAPITAL”
JESSICA J UDITH GARRIDO PALENCIA
Carné: 1290506
Guatemala de la Asunción, enero de 2013
Campus Central
NIVEL DE DEPRESIÓN, SEGÚN LA PRUEBA CDS EN NIÑOS Y
16 AÑOS, AFECTOS A
IPO I, QUE ASISTEN A CONSULTA EN UNA
A DE LA ZONA 10, CIUDAD CAPITAL”
UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR
FACULTAD DE HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA
“NIVEL DE DEPRESIÓN, SEGÚN LA PRUEBA CDS EN NIÑOS Y
ADOLESCENTES ENTRE LOS 8 Y
DIABETES MELLITUS
CLÍNICA PRIVADA DE LA ZONA 10, CIUDAD CAPITAL”
Presentada ante el Consejo de la Facultad
JESSICA JUDITH GARRIDO PALENCIA
Guatemala de la Asunción,
UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR
FACULTAD DE HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA
“NIVEL DE DEPRESIÓN, SEGÚN LA PRUEBA CDS EN NIÑOS Y
ADOLESCENTES ENTRE LOS 8 Y LOS 16 AÑOS, AFECTOS A
DIABETES MELLITUS TIPO I, QUE ASISTEN A CONSULTA EN
CLÍNICA PRIVADA DE LA ZONA 10, CIUDAD CAPITAL”
Tesis
Presentada ante el Consejo de la Facultad de Humanidades
Por:
JESSICA JUDITH GARRIDO PALENCIA
Carné: 1290506
Previo a optar el Título de:
PSICOLÓGA CLÍNICA
En el grado académico de:
LICENCIADA
Guatemala de la Asunción, enero de 2013
Campus Central
“NIVEL DE DEPRESIÓN, SEGÚN LA PRUEBA CDS EN NIÑOS Y
16 AÑOS, AFECTOS A
TIPO I, QUE ASISTEN A CONSULTA EN UNA
CLÍNICA PRIVADA DE LA ZONA 10, CIUDAD CAPITAL”
de Humanidades
AUTORIDADES UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR
Rector P. Rolando Enrique Alvarado López, S.J.
Vicerrectora Académica Dra. Lucrecia Méndez de Penedo.
Vicerrector de Investigación y Proyección P. Carlos Cabarrús Pellecer, S.J.
Vicerrector de Integración Universitaria P. Eduardo Valdés Barría, S.J.
Vicerrector Administrativo M.A. Ariel Rivera Irías
Secretaria General Licda. Fabiola de la Luz Padilla Beltranena
AUTORIDADES FACULTAD DE HUMANIDADES
Decana M.A. Hilda Caballeros de Mazariegos
Vicedecano M.A. Hosy Benjamer Orozco
Secretaria M.A Lucrecia Elizabeth Arriaga Girón
Directora del Departamento de Psicología M.A. Georgina Mariscal de Jurado
Directora del Departamento de Educación M.A. Hilda Díaz de Godoy
Directora del Depto. de Psicopedagogía M.A. Romelia Irene Ruíz Godoy
Directora del Departamento de Ciencias
de la Comunicación M.A. Nancy Avendaño Maselli
Director del Depto. de Letras y
Filosofía M.A. Eduardo Blandón Ruiz
Representante de Catedráticos M.A. Marlon Urizar Natareno
Representante de estudiantes
ante el Consejo de Facultad Srita. Luisa Monterroso
ASESOR DE TESIS
M.A. Isabel Garcés
REVISOR DE TESIS
M.A. Gloria Samayoa
DEDICATORIA
A Dios: Por darme la oportunidad de vivir, por ser la luz y guía de
mi vida, por ser quien me dio el don del conocimiento y
permitió que alcanzara una meta más.
AGRADECIMIENTOS
A mis padres: Joaquín Garrido Hernández y Blanca Luz Palencia de
Garrido, por ser los pilares de vida, quienes con su ejemplo
de amor incondicional, lucha, dedicación y perseverancia,
me brindaron todo el amor y apoyo que he necesitado.
A mi esposo: Jaime Estuardo Florian, por brindarme amor, confianza y
apoyo en todo momento. Por creer en mí y ser una pieza
elemental en este recorrido. Eres el amor de mi vida.
A mis hermanos: Uri, Ronny, Raúl y Silvia por creer en mí, por su apoyo en
todo momento y su amor incondicional.
A mi familia: Sobrinos, prima, suegros y cuñados, por quererme y
apoyarme siempre, esto también se lo debo a ustedes.
A mis amigos: Por brindarme su amistad y apoyo en todo momento.
A mis compañeros de Por su colaboración, por apoyarme y brindarme su amistad
trabajo: incondicional.
A mis catedráticos: Por transmitirme sus conocimientos, experiencias y valores.
ÍNDICE
I. INTRODUCCIÓN......................................................................................................1
1.1 La Depresión. .............................................................................................9
1.1.1 Definición.......................................................................................9
1.2 Depresión Infantil…………………………..…...............................................10
1.2.1 Definición……………………………...............................................10
1.2.2 Origen.……..……...........................................................................11
1.2.3 Comparación entre depresión infantil y depresión en el adulto…..12
1.2.4 Síntomas………………………………………..................................13
1.2.5 Criterios diagnósticos………..........................................................14
1.3. Diabetes Mellitus…….................................................................................16
1.3.1 Definición………………………………….........................................16
1.3.2 Etiología...………………………………………................................16
1.3.3 Consecuencias……….………........................................................17
1.3.4 Tipos de diabetes...………………………........................................18
1.3.5 Tratamiento….……….……….........................................................20
II. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA............................................................23
2.1 Objetivo.............................................................................................23
2.2 Variables de estudio..........................................................................23
2.3 Definición de variables de estudio.....................................................24
2.4 Alcances y Límites............................................................................25
2.5 Aporte...............................................................................................25
III. MÉTODO..................................................................................................... 26
3.1 Sujetos............................................................................................. 26
3.2 Instrumentos.................................................................................... 26
3.3 Procedimiento.................................................................................. 28
3.4 Diseño y Tipo de Investigación........................................................ 28
3.5 Metodología Estadística................................................................... 29
IV. PRESENTACIÓN Y ANALISIS DE RESULTADOS.................................... 31
V. DISCUSIÓN DE RESULTADOS................................................................37
VI. CONCLUSIONES………………….............................................................. 41
VII. RECOMENDACIONES…………................................................................. 42
VIII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS........................................................... 44
ANEXOS
RESUMEN
El objetivo de la presente investigación fue establecer el nivel de depresión, por
medio de la prueba CDS, de 25 niños de 8 a 16 años de edad afectos a Diabetes
Mellitus tipo I que asisten a consulta a una clínica privada de la zona 10, ciudad
capital. El nivel socioeconómico de los sujetos fue medio y medio alto.
Al obtener el punteo directo de la subescala Total Depresivo, se calcularon los
estadísticos de tendencia central (media, mediana y moda) así como desviación
estándar por el grupo total de sujetos, por grupos de edades (entre 8 a 12 y de 13 a
16) y por género. Posteriormente, para fines propios se elaboró una curva normal
transformando el punteo directo en su percentil correspondiente para ubicarlos en
grupos de acuerdo con su nivel de depresión, dividiéndolos en tres grupos; siendo el
grupo con percentil entre 0 y 25 con nivel de depresión baja, el grupo con percentil
entre 26 y 75 con nivel de depresión promedio y el grupo entre 76 y 99 con nivel de
depresión alta.
Los resultados indicaron que el 52% del grupo total de sujetos tienen un nivel de
depresión dentro del rango bajo (percentil entre 0 y 25). Por otra parte, al dividir el
grupo total, por edades (de 8 a 12 años y de 13 a 16 años) se determinó que un
12.5% del grupo de niños de 8 a 12 años se ubican en un nivel de depresión alto, un
22.22% del grupo de niños de 13 a 16 años se ubican en un nivel de depresión alto.
En la misma línea al dividir el grupo total por género, se puede concluir que el 22.22%
del grupo de hombres se encuentra en un nivel de depresión alto, un 12.5% del grupo
de mujeres se encuentra en un nivel de depresión alto, lo que indica que los hombres
tienen una leve mayor incidencia de depresión que las mujeres.
1
INTRODUCCIÓN
La depresión infantil, es un tema de interés para los investigadores, psicólogos, y
personal dedicado al tratamiento y solución de problemas en la vida habitual, tanto
padres como especialistas se preocupan por la conducta y desarrollo de los niños
en diferentes etapas de la vida. Por otro lado se conoce que en Guatemala, se
suicidan por término medio, cien adolescentes cada año. Bastantes jóvenes que se
suicidan o lo intentan, padecen depresión. Ante el riesgo del suicidio, es urgente
consultar y supervisar constantemente al niño. Un comportamiento depresivo en la
infancia, predice no sólo la manifestación del mismo síntoma durante la adolescencia
y la edad adulta, sino la existencia de una disfunción en el área social, familiar y
emocional.
Diversidad de factores de orden social, religioso, educativo y cultural inciden en la
aparición de trastornos afectivos. El conocerse lo suficiente puede evitar el estar
deprimidos y llegar a una depresión patológica que, con un sentimiento de
insignificancia, la certeza de incompetencia, temor y soledad, son productos
parciales de la visión de una realidad que incomoda. Actualmente ha crecido la
suma de niños afectos de Diabetes Mellitus tipo 1, siendo éste un problema urgente
de salud. El estar sometidos constantemente a tensiones emocionales por un
régimen de dieta, prohibiciones y cuidados a consecuencia de la Diabetes Mellitus
tipo 1, a los niños y adolescentes los conducen a enfrentarse a distintas situaciones,
competencia, miedos y emociones que en su efecto acumulativo desempeñan un
papel en la propensión de la depresión y de la Diabetes Mellitus tipo 1.
Por lo anterior, esta investigación pretende dar a conocer de forma temprana, el
grado de depresión de niños y adolescentes afectos a Diabetes Mellitus tipo 1 y así
brindar información, por medio de trifoliares con la finalidad que comprendan a fondo
a lo que estarán expuestos los pacientes durante el desarrollo de esta enfermedad y
poder estar preparados para vincularse con ellos de una forma segura.
2
A continuación se presentan estudios acerca de depresión y el padecimiento de
Diabetes Mellitus tipo 1, realizados en Guatemala.
Quevedo (2011), realizó una investigación para describir los conocimientos,
creencias y prácticas de auto cuidado de la salud en pacientes con diagnóstico de
Diabetes Mellitus tipo 1 (DM1) que asisten a consulta externa de Medicina Interna
del Hospital Roosevelt, Guatemala en el periodo de abril a mayo de 2011. Incluyó
una población de 208 pacientes de ambos sexos mayores de edad con diagnóstico
de DM1. Quevedo concluyó que los pacientes sometidos a evaluación creen que la
DM1 no se cura y hacen referencia a la situación emocional en la que se
encontraban en el momento que se desencadenó la enfermedad, por lo que
atribuyen a esa situación ser la causante de la misma. Consideran que es por susto,
cóleras, enojos y tristezas que se desarrolla la enfermedad, por otro lado una
minoría considera que es una enfermedad hereditaria.
Flores (2011), realizó una investigación en la cual presentó como objetivo describir
los rasgos de depresión infantil que presenta un grupo de niños de 7 a 9 años de
edad al que se le aplicó el Cuestionario de Depresión Infantil, CDS (Lang y Tisher,
1998) en Guatemala. Su investigación tenía como objetivo unirse a las
contribuciones de los estudios relacionados con la depresión infantil para beneficiar,
no sólo a los niños que presenten depresión infantil, sino a los adultos con quienes
se relacionan y a la sociedad en general, la cual, de alguna manera, vive las
consecuencias de los padecimientos de cada uno de los individuos que la
conforman. Flores concluyó, que en las correlaciones entre edad y género de los
estudiantes y el nivel de depresión se observa que éstas son bajas y no
significativas, por lo que se puede interpretar que, sin importar la edad, ni los roles
que asumen los hombres y las mujeres, así como sin importar la edad, tienen el
mismo nivel de vulnerabilidad para deprimirse.
Espinoza (2007), en su investigación realizada en Guatemala, cuyo objetivo fue
describir la dinámica familiar de un niño diagnosticado con depresión, así como de la
3
relación que existe entre el niño y la familia en la cual se educa. Indicó que un
comportamiento depresivo en la infancia, predice no sólo la manifestación del mismo
síntoma durante la adolescencia y la edad adulta, sino la existencia de una
disfunción en el área social, familiar y emocional. El establecer la dinámica familiar
de un niño en estado deprimido, lleva a determinar el lugar del niño en la
interrelación familiar y en los efectos en su comportamiento. Finalmente, concluyó
que la dinámica familiar se presentó como un elemento que favorece el
mantenimiento de la sintomatología del sujeto de estudio. Así mismo, concluyó que
las relaciones familiares más significativas de la niña son: la madre, su tía y el novio
de esta. El padre se presenta ausente y la relación con la madre le permitió que la
paciente la ubicara como modelo identificatorio.
Adicionalmente, Saenz (2007), realizó una investigación en Guatemala, para
determinar los factores sociales, familiares y ambientales que inciden en el
desarrollo de un trastorno depresivo mayor de una niña de 10 años. Dicha
investigación ahonda en los factores desencadenantes del Trastorno Depresivo
Mayor en niños, cuya comprensión contribuirá al mejor abordaje de la problemática y
el desarrollo de herramientas contextualizadas a la nación. Saenz concluyó, que sí
existieron factores familiares y ambientales que incidieron en el desarrollo de un
Trastorno Depresivo Mayor, más no así, factores sociales, los cuales no se
evidenciaron en el caso estudiado.
Molina (2004), investigó en Guatemala los factores que influyen en la depresión de
los adolescentes, para conocer la relación que existe entre la relación familiar,
rendimiento escolar, resultados académicos, imagen corporal y relaciones sociales y
la presencia de depresión en los adolescentes. Para la investigación utilizó el
parámetro establecido por la Escala de Depresión para Niños y adolescentes CES-
DC-M validada por Guido Aguilar. Con una muestra de 216 adolescentes, 3
secciones de tercer grado básico del colegio la Asunción y 4 secciones del Colegio
Liceo Guatemala entre las edades de 15 a 17 años, obteniendo como resultado que
el 35% del grupo presentaron índices depresivos y un 65% no lo presentaron. Molina
concluyó que sí existe relación entre la depresión de un grupo de adolescentes y su
4
relación familiar.
Del Cid (1998), en su investigación sobre el análisis Epidemiológico de niños y
adolescentes insulino dependientes realizado con la colaboración de niños y
adolescentes que participan en las actividades de la Asociación de Diabetes Juvenil
de Guatemala, a quienes el diagnostico se efectuó en edades entre los 6 meses y
los 20 años, sin importar la edad que tuvieran al momento de la investigación. Su
estudio incluyó a 72 pacientes, de los cuales el sexo femenino predominó, y el grupo
en que se vio mayor incidencia fue entre los 11 y los 15 años, que el 78% de los
casos refirió antecedentes familiares positivos para DM1, siendo más frecuente la de
tipo no insulina dependiente, con mayor prevalencia en los abuelos de los casos.
Ortega (1995), realizó una investigación en Guatemala para determinar si en un
hogar desintegrado aumenta el índice de depresión en los niños. Los sujetos fueron
60 niños cuyas edades están entre los entre los 10 y 12 años, 30 hijos de padres
divorciados separados o ausentes y 30 con padres casados o unidos. Para realizar
la investigación se utilizó el Cuestionario de Depresión para niños de Lang y Tisher
(CDS). Concluyó que, los niños pertenecientes a familias desintegradas, obtienen
índices más altos de depresión, en comparación con niños pertenecientes a familias
integradas.
Con respecto a los estudios realizados en otros países se pudo encontrar que,
Anarte, Carreira, Ruiz, Caballero, Ávila, y Soriguer (2011), en su investigación en
España cuyo objetivo fue realizar el diagnóstico de depresión en pacientes
con Diabetes Mellitus tipo 1 (DM1). Participaron 153 pacientes con DM1. El
diagnóstico de depresión se realizó mediante la entrevista estructurada SCID-1 y la
valoración del clínico. De la muestra inicial se seleccionaron aleatoriamente 50
pacientes (imponiendo la condición de que estuviera compuesta por 25 pacientes
con depresión y 25 sin depresión). Los resultados muestran que los clínicos
realizaron un mayor porcentaje de diagnósticos negativos (paciente sin depresión)
que positivos (paciente con depresión).
5
Anarte, Machado, Ruiz y Caballero (2010), en su investigación realizada en España
para conocer si variables psicológicas (depresión, ansiedad y locus de control
interno), biomédicas (control glucémico y complicaciones) y sociodemográficas
(sexo, edad y años con diabetes) podían predecir la calidad de vida de pacientes
con Diabetes Mellitus tipo 1 en tratamiento con Infusión Subcutánea Continua de
Insulina. Obteniendo como resultado que algunas de ellas pueden considerarse
buenas predictoras de la calidad de vida de estos pacientes. Así, con respecto a las
variables psicológicas, la ansiedad (rasgo) ha resultado ser la única que permite
predecir la calidad de vida de los pacientes estudiados. En cuanto a las variables
biomédicas, sólo las complicaciones resultaron significativas en el modelo, aunque el
control glucémico presentó una clara tendencia. De las variables
sociodemográficas, el sexo fue la única que alcanzó significación en el modelo. Por
tanto, Concluyeron que las variables predictoras de calidad de vida en los pacientes
con DM1, fueron la ansiedad (rasgo), el sexo y las complicaciones.
Carreira, Anarte, y Ruiz (2010), publicaron un artículo en la revista virtual
Latinoamericana “Psiquiatría.com”, en el que tiene como objetivo estudiar las
variables asociadas a la presencia de depresión en pacientes con diabetes mellitus
tipo 1 (DM1); analizar posibles factores de riesgo de depresión en estos pacientes y
determinar un posible modelo explicativo de las puntuaciones de depresión en este
tipo de pacientes. Indicaron que la prevalencia de depresión fue del 21,7%.
Variables asociadas con riesgo de depresión en la muestra estudiada: ser mujer; no
estar empleado; fumador; tener complicaciones por la diabetes u otra afección física;
no percibir apoyo de la familia, amigos ni compañeros de trabajo en relación a la
diabetes; número elevado de hiperglucemias semanales; y baja calidad de vida. Un
modelo, basado en investigaciones previas, explica un alto porcentaje de la
variabilidad en las puntuaciones de los pacientes en la Escala de Depresión en
Diabetes Tipo 1. Concluyeron que, las variables control glucémico y calidad de vida
han tenido un peso importante en las puntuaciones de la Escala de Depresión en
Diabetes Tipo 1, lo que aporta una valiosa información para la planificación del
tratamiento de estos pacientes.
6
Así mismo, Zuñiga, Inzunza, Ovalle y Ventura (2009), publicaron un artículo en la
revista virtual chilena de pediatría en el que tiene como objetivo revisar los efectos
psicológicos de la Diabetes Mellitus tipo 1 sobre los niños y adolescentes; comenta
un caso clínico de un Adolescente de 13 años con diagnóstico de DM1 desde los
tres años, con mala adherencia al tratamiento y problemas relacionados. Indica que
la relación entre la DM1 y la patología psiquiátrica ha sido escasamente estudiada.
La Diabetes Mellitus tipo 1 trae angustia, depresión y viceversa. Concluye que, en el
caso evaluado se apreciaban rasgos de timidez y dificultad en la verbalización de
conflictos. Finalmente realiza sugerencias para los padres y para el equipo médico,
respecto al seguimiento sistemático de esos pacientes.
Por su parte Gómez (2006), en su investigación publicada en la revista virtual
“Qurriculum” realizó una investigación en España sobre la depresión de la realidad
de 156 niños y preadolescente y 113 adolescentes y adultos, pacientes diabéticos
del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, España, comparados con
171 niños y preadolescentes y 134 adolescentes y adultos, en grupo control que no
padecen esta enfermedad, a lo que concluyó que existen mayores grados de
depresión en los niños, preadolescentes, adolescentes y adultos que padecen
Diabetes Mellitus Tipo 1, que del 100% de los sujetos del grupo diabético el 9.6%
obtienen valores extremos, un 36.5% en valores promedios y el 53.8% bajos.
Escriba, Maestre, Amores, Pastor, Miralles, y Escobar (2005), en su investigación
publicada en la revista virtual “Actas Españolas de psiquiatría” realizaron una
investigación con el objetivo de conocer la prevalencia de manifestaciones
depresivas en adolescentes, así como las variables sociodemográficas asociadas
con las mismas. Concluyeron que, La prevalencia de manifestaciones depresivas
entre adolescentes es elevada, siendo más frecuente en miembros de familias
disfuncionantes, mientras que un mayor número de hermanos tendría un efecto
protector.
Además Ortiz (2004), publicó un artículo en la revista virtual Psykhe, con la finalidad
7
de determinar las tasas de adherencia al tratamiento de la Diabetes Mellitus tipo 1 y
qué factores psicológicos y sociales se relacionan con ésta. Los participantes fueron
61 adolescentes entre 12 y 18 años de edad (60.7% mujeres y 39.3% hombres),
socios de la Fundación de Diabetes Juvenil de Chile. Ortiz concluyó que de los
participantes, un 50.8% presentaron una pobre adhesión al tratamiento. Las
variables que se asociaron a la adherencia fueron conocimiento sobre la
enfermedad, la percepción de autoeficacia y el uso del esquema de tratamiento
intensificado. Por otra parte, los adolescentes pertenecientes al nivel
socioeconómico alto presentaron mejor adherencia al tratamiento que los
participantes de menor estrato. Estos resultados ponen de manifiesto la importancia
de la educación en el manejo de la Diabetes Mellitus tipo 1, así como la relevancia
que puede tener el uso de la terapia insulínica intensificada.
Corner, Mericq, Garcia, López, Cáceres, Gaete y Ávila (2003), en su investigación
publicada en la Revista médica de Chile, en el cual informa que los pacientes fueron
tratados con múltiples dosis o bomba de infusión de insulina, y además se incorporó
un equipo multidisciplinario consistente en médicos, enfermeras, nutricionistas,
asistentes sociales y psicólogos que brindaron el apoyo óptimo para lograr niveles
de glicemias normales, en el que se concluyó que, una modalidad de modificación
de la terapia de intensificación de la DM1 para pacientes pediátricos en un hospital
público en Chile es factible, para lograr el control metabólico similar, en comparación
con los centros internacionales de gran tamaño.
Martínez, Lastra y Luzuriaga (2002), en su investigación publicada en
Psiquiatría.com para determinar la relación entre la existencia de psicopatología en
niños y adolescentes con Diabetes Mellitus tipo 1 y el control metabólico de la
enfermedad. Se estudiaron variables sociodemográficas, clínicas y psicopatológicas
de 71 niños y adolescentes con Diabetes Mellitus tipo 1 con un tiempo de evolución
mayor de un año, a fin de establecer las relaciones que existen entre aspectos
psicopatológicos y el control metabólico de la enfermedad medido a través de la
hemoglobina glucosilada. Se determinó que la existencia de psicopatología en niños
8
y adolescentes con Diabetes Mellitus tipo 1 supone uno de los factores de riesgo
más importantes que determinan el peor control metabólico de la enfermedad, así
como una relación estadísticamente significativa entre el mal control metabólico
(niveles elevados de HbA1c) y la existencia de sintomatología depresiva, de
ansiedad-estado elevada o de antecedentes personales de algún diagnóstico
psiquiátrico.
Por su parte Giralt, Santillana, Madrigal, Merlo, Tolero y Anaya (2001), Realizaron
una investigación en Barcelona con el objeto de determinar la prevalencia de la
Diabetes Mellitus tipo 1 y la incidencia en menores de 16 años en la provincia de
Ciudad Real, Barcelona. Se detectaron 23 niños, con una tasa de exhaustividad del
88,5 %. La prevalencia de la DM1 en menores de 16 años es de 2.1/1.000 y de
0.42/1.000 habitantes de la provincia. En la población general la prevalencia es de
0.88/1.000 habitantes. Esta investigación concluyó que La incidencia de la Diabetes
Mellitus tipo 1 en menores de 16 años y la prevalencia de la DM1 en la provincia de
Ciudad Real es mayor de la esperada, siendo la mayor de las conocidas en España
en la actualidad.
Por otro lado, Portilla, Román y Romero (1991), en su trabajo de investigación
realizada en Colombia, y publicada en la Revista Latinoaméricana de Psicología
sobre el paciente diabético y aspectos psicológicos de su manejo, intentaban
estudiar sus características psicológicas y detectar si poseen rasgos de personalidad
a causa de la enfermedad. Los autores comprobaron que el paciente diabético
necesita de esfuerzos cognitivos y conductuales para manejar lo que requiere la
enfermedad. Afirman acerca de la importancia significativa que poseen las
relaciones sociales para la adaptación del paciente, especialmente la familia y la
pareja y toda tensión que pueda vivir el paciente diabético afecta su estabilidad y le
provoca una descompensación psicológica.
En la revisión y estudios presentados, se observa que obtienen conclusiones
similares en cuanto a las causas y consecuencias de la depresión infantil. Los
9
autores coinciden que la relación afectiva que sostienen con la familia es elemental
para el desarrollo, aceptación y sobrevivencia del paciente, por lo que la carencia
del mismo es una de las primeras causas que detona la depresión en los niños,
sumado a las dificultades de carácter cognitivo, afectivo y social.
Para profundizar, a continuación se presenta un estudio bibliográfico de los temas
abordados en esta investigación:
1. 1 Depresión.
1.1.1 Definición
DSM IV TR (2001), indica que la depresión es un trastorno del estado de ánimo que
se caracteriza por episodios depresivos que tienen los siguientes síntomas:
• Estado de ánimo irritable en niños y adolescentes, en adultos es un estado de
ánimo depresivo
• Pérdida de interés o placer por actividades comunes
• Pérdida de apetito o aumento del mismo
• Bajo peso
• Trastornos del sueño (insomnio)
• Poca energía
• Ideas de muerte
• Intentos de suicidio
• Quejas somáticas
• Enlentecimiento o agitación
• El tono de la voz generalmente es más bajo
• Cansancio o fatiga
• Sentimientos de culpa o inutilidad
• Disminución en la capacidad para tomar decisiones y concentrarse
• Bajo rendimiento escolar
Los síntomas descritos deben estar presentes la mayor parte del día e incrementar
10
continuamente, además que ciertas áreas de la vida de la persona como en el
ámbito familiar o social se ven afectadas.
Quienes sufren de un trastorno depresivo tienen altas posibilidades de suicidio,
además tienen alta incidencia en padecer más enfermedades o sentir más dolor del
que comúnmente se experimenta, el trastorno depresivo puede ir acompañado de
otros trastornos como los trastornos de angustia, trastorno obsesivo – compulsivo.
1.2 Depresión infantil
1.2.1 Definición
American academy of child e adolescent psychiatry (2004), refiere que la depresión
es una enfermedad cuando la condición depresiva persiste e interfiere con la
habilidad de funcionar del niño o adolescente, no es una enfermedad como se creía
propia de los adultos, sino que en la actualidad un porcentaje considerable de niños
y adolescentes la padecen.
García (2003), coincidió con otros autores en que la depresión infantil afecta
diferentes áreas de la conducta. En el área cognitiva se observa distorsión en los
pensamientos del niño, en la capacidad de comprensión y de atención. En el
aspecto psicomotor, se observa un cansancio sin motivo y un exagerado descenso
de la actividad. Además, se ve afectado el estado de ánimo: el niño se siente triste,
llora con facilidad y es incapaz de disfrutar de diferentes cosas que antes le hacían
sonreír. Se perciben también aspectos psicosomáticos, como: alteración en el sueño
y en el comer, cefaleas, vómitos, enuresis, dolores abdominales.
La Depresión Infantil según Papalia, Wendkos y Feldman (2002), indican que no
tiene excepciones en cuanto a edades y género, incluso los bebés podrían
padecerla. De hecho, las estadísticas revelan que la depresión la padece uno de
cada cien neonatos. Cuando el bebé llora, aún cuando se le consuela, el observar
trastornos de los ritmos básicos; como la alimentación, el sueño, apagamiento o
evitación de la mirada, son indicios que ayudan a determinar una inestabilidad
emocional, en su mayoría del tiempo, a consecuencia a la incapacidad de responder
11
adecuadamente a sus necesidades o la temprana separación con la madre.
Hernández (2002), por su parte, definió la depresión infantil como la situación
afectiva de tristeza mayor tanto en intensidad como en duración que ocurre en un
niño.
Los autores hacen énfasis en que su diagnóstico y tratamiento a tiempo es
importante para que la depresión sea tratada de manera temprana y satisfactoria en
el niño y el adolescente.
1.2.2 Origen
El trabajo de Beck (1967), apunta a descubrir el origen de la depresión en aquellos
individuos que poseen una visión deformada de la realidad. Esta visión errónea se
basa en unos presupuestos que impregnan y condicionan su percepción de la
realidad. Estas personas con esquemas distorsionados de la realidad fácilmente
activan estados depresivos ante sucesos estresantes. Esos esquemas al orientar y
canalizar la percepción de la realidad generan lo que se llama la triada cognitiva y
producen emociones indeseables. La causa de las depresiones son las ideas,
pensamientos y creencias específicas que los depresivos tienen sobre el mundo y
sobre sí mismos. La depresión justifica por sí misma un estudio de estas
características ya que es uno de los problemas psicológicos que con más frecuencia
pueden encontrarse en la sociedad actual.
Cobo (2000), indica que la depresión en la niñez se inició a reconocer hace dos
décadas. Se dificulta identificarlo puesto que el niño deprimido puede simular estar
enfermo, rehusar a ir a la escuela, no querer separase de los padres o tener miedo a
que uno de los padres se muera. Por lo que se considera algo normal a su edad o
etapa de su desarrollo, sin embargo a una edad mayor puede ponerse de mal
humor, meterse en problemas en el colegio, comportarse como un niño travieso o
indisciplinado, estar malhumorado o sentirse incomprendido. En ocasiones el niño
tiene un cambio de comportamiento marcado que preocupa a los familiares o el
12
maestro percibe que el niño no se está comportando de manera usual. Al ser
evidente esto, y que no se debe a malestares físicos, el pediatra puede sugerir que
sea evaluado, por un profesional especializado.
Gonzáles (1993), estudió el origen de la depresión infantil bajo diferentes marcos
teóricos:
• Conductual: a través de la ausencia de refuerzos (Lazarus), deficiencia de
habilidades sociales y acontecimientos negativos ocurridos en la vida del niño.
• Cognitivo: la existencia de juicios negativos (Beck), experiencias de fracasos,
modelos depresivos (Bandura), indefensión aprendida (Seligman), ausencia
de control, atribuciones negativas.
• Psicodinámico: en relación a la pérdida de la autoestima (del yo según Freud),
y la pérdida del objeto bueno (Spitz).
• Biológico: por una disfunción del sistema neuroendocrino, (aumentan los
niveles de cortisol y disminuye la hormona de crecimiento), por una
disminución de la actividad de la serotonina (neurotransmisor cerebral), y por
efecto de la herencia (caso de padres depresivos).
1.2.3 Comparación entre depresión infantil y depre sión en el adulto.
Riso (1990), se ha dedicado a comparar lo observado con estudios realizados de
niños con los de adultos, y concluye en que la depresión es frecuente en pacientes
orgánicos y el deterioro cognitivo estaría relacionado con el estado depresivo. Desde
una visión neuropsicológica, se dice que la depresión infantil tiene un claro
componente neurobiótico y una manifestación sociocognitiva, que abarca a todas las
áreas del conocimiento. El infante carece de recursos y herramientas que un adulto
posee para poder expresarse y decir qué y cómo le pasan las cosas, aunque no
quiere decir que no los tenga. Un niño puede tener depresión, estar triste y
13
desvalido, pero aún así, puede mostrarse impulsivo, susceptible, distraído, emotivo.
Por dichas actitudes se hace difícil diagnosticar la depresión en el niño y pasa
inadvertida por sus familiares, pediatras o maestros ya que se podría llegar a pensar
que el niño está bien, que es una etapa de su vida, o sólo quiere llamar la atención.
Kielholz (1983), realizó una comparación entre los síntomas de la depresión infantil y
del adolescente, sosteniendo que este tipo de trastornos se manifiesta a través de
síntomas tanto físicos, como psicosomáticos. Las manifestaciones más habituales
son las quejas somáticas: como dolores abdominales, cefaleas y náuseas hasta la
adolescencia. En ocasiones pueden presentarse alucinaciones, especialmente en
los más pequeños, y en la adolescencia algunas veces se presentan delirios. Y a
nivel general tanto en niños como adolescentes siempre se presentan ideas de
suicidas.
1.2.4 Síntomas
Michaux (1999), sustenta que los síntomas de la depresión son notorios cuando el
estado de ánimo se torna triste, ansioso o vacío en forma constante. Ésta presenta
sentimientos de desesperanza y desilusión, culpa, incompetencia y soledad, pérdida
de interés o placer en actividades recreativas que solían disfrutar, y en el caso de
adultos pierden el interés incluso en la actividad sexual, agotamiento, fatiga,
debilidad, sensación de estar en cámara lenta, dificultad para concentrarse, recordar
y tomar decisiones. En su mayoría padecen insomnio, o por el contrario dormir más
de la cuenta y pérdida o incremento de peso.
Por otro lado, Kuhn, Petti, Puig, Cantwell y Carson, Kaplan y Sadock, citados en
Romeu (2002), Determinaron los síntomas que se presentan durante la infancia y a
lo largo de su desarrollo según la edad:
• De los 0 a 7 años son el llanto inmotivado, las quejas somáticas, la
irritabilidad, las detenciones del desarrollo, la fobia escolar y la encopresis o
enuresis.
• De los 7 años a la pubertad son más particulares las quejas somáticas, la
14
agitación psicomotriz y ansiedad (no reactivas a nada en concreto), la
agresividad, la apatía y tristeza, así como sensación de aburrimiento, la
sensación de estar superado por las exigencias, falta de concentración y
bajo rendimiento escolar. Problemas importantes de desadaptación escolar,
la fobia escolar, trastornos de la eliminación, cambios en los hábitos de
sueño, astenia y fatiga o pérdida de energía. Así también la anorexia,
alteraciones en la esfera sexual, hipersexualidad, indecisión e ideas o
conductas obsesivas. Las ideas de muerte recurrentes y preguntas
angustiadas acerca del más allá.
• Durante la adolescencia sigue presentando los mismos síntomas, conducta
negativa o claramente antisocial, hurtos, agresividad, consumo de alcohol
y/o drogas, deseos de marchar de casa, sentimiento de no ser
comprendido o aprobado, malhumor e irritabilidad. Desgano en actividades
familiares, la tendencia a recluirse en la propia habitación, el desinterés por
el aseo personal. También presentan dificultades escolares, retraimiento
social con hipersensibilidad; especial respuesta al rechazo en relaciones
amorosas, un trastorno del estado de ánimo y desinterés por cosas que
antes le atraían.
1.2.5 Criterios diagnósticos
El diagnóstico de depresión infantil se elabora a través de el DSM-IVTR. Este indica
que los trastornos afectivos de la infancia y la adolescencia, tienen los mismos
aspectos esenciales que los trastornos afectivos de los adultos. Para la crisis
depresiva mayor y el trastorno distímico, los criterios del DSM-IV incluyen, "aspectos
acompañantes" específicos de la edad que se encuentran en niños y adolescentes.
Según American Psychological Association (2003), en el Manual Diagnóstico y
Estadístico de los Trastornos Mentales DSM IV TR, los síntomas varían
dependiendo del trastorno de depresión que manifieste el paciente. Entre los
síntomas más comunes se encuentran: Un sentimiento vacío, tristeza, ansiedad,
cansancio, falta de energía, pérdida de interés o placer en actividades ordinarias,
15
tales como, el sexo, problemas alimenticios, con el peso (aumento o pérdida),
despertarse muy temprano en la mañana, llorar demasiado, molestias y dolores que
no desaparecen, dificultad en la concentración, memoria o toma de decisiones, sentir
que el futuro se ve gris; verse culpable, desamparado, sin valor alguno, irritabilidad y
pensamientos suicididas.
La sección de los trastornos del estado de ánimo en el DSMIV TR está organizada
de la siguiente manera:
• Episodios afectivos
Episodio depresivo mayor
Episodio maníaco
Episodio mixto
Episodio hipomaníaco
• Trastornos depresivos
F3x.x Trastorno depresivo mayor [296.xx]
F34.1 Trastorno distímico [300.4]
F32.9 Trastorno depresivo no especificado [311]
• Trastornos bipolares
F3x.x Trastorno bipolar I [296.xx]
F31.8 Trastorno bipolar II [296.89]
F34.0 Trastorno ciclotímico [301.13]
F31.9 Trastorno bipolar no especificado [296.80]
• Otros trastornos del estado de ánimo
F06.xx Trastorno del estado de ánimo debido a...(indicar enfermedad
médica) [293.83]
F1x.8 Trastorno del estado de ánimo inducido por sustancias [29x.xx]
F39 Trastorno del estado de ánimo no especificado [296.90] (pág. 384)
16
• Especificaciones que describen el episodio afectivo más reciente
Leve, moderado, grave sin síntomas psicóticos, grave con síntomas
psicóticos, en remisión parcial, en remisión total (para un episodio depresivo
mayor)
(para un episodio maníaco)
(para un episodio mixto)
Crónico
Con síntomas catatónicos
Con síntomas melancólicos
Con síntomas atípicos
De inicio en el posparto
• Especificaciones que describen el curso de los epis odios recidivantes
Especificaciones de curso (con o sin recuperación interepisódica completa)
Con patrón estacional con ciclos rápidos.
1.3. Diabetes Mellitus
1.3.1 Definición
Según la Asociación Americana de Diabetes (2003), la diabetes es una enfermedad
causada por la falta de insulina en el cuerpo y por la pérdida de la habilidad de las
células para utilizarla. Esta hormona es secretada por las células beta del páncreas
y es la más importante para regular los niveles de azúcar. Normalmente, el cuerpo
descompone los alimentos en azúcar y la envía a la sangre. La función de la
insulina es pasar el azúcar en la sangre hacia las células, para ser usada como
energía. La insulina ayuda a mantener el azúcar en la sangre en niveles normales.
1.3.2 Etiología
Según la Asociación Americana de Diabetes (2006) refiere que después de comer, el
alimento se transforma en glucosa (azúcar), que la sangre transporta hasta las
células del cuerpo. La insulina es una hormona que produce el páncreas. Esta,
transporta la glucosa de la sangre a las células del cuerpo en donde se le utiliza para
17
generar energía. Cuando la cantidad de insulina no es suficiente, la glucosa
permanece en la sangre y hace que se eleven los niveles de glucosa. En el caso de
la Diabetes Mellitus tipo 1, el pancreas deja de producir la insulina. Sin insulina, el
nivel de glucosa en las sangre se eleva y supera los niveles normales.
• La Diabetes Mellitus tipo 1 afecta a alrededor de 1 millón de personas en
Estados Unidos
• Normalmente se diagnostica en la juventud pero puede presentarse a
cualquier edad
• Es mucho menos común que la diabetes tipo 2.
Dentro de las causas de la diabetes se han mencionado factores de tipo emocional
como estrés o angustia por alguna situación excitante o traumante para el ser
humano así como infecciones de todo tipo, embarazo complicado, obesidad y
enfermedades del hígado, del páncreas o algunas glándulas como la hipófisis, la
tiroides, y las glándulas suprarrenales.
1.3.3 Consecuencias
La Diabetes Mellitus tipo 1 es una enfermedad seria, que si no es controlada, puede
llevar a complicaciones que ponen la vida en peligro.
Las consecuencias son:
• Ataque al corazón.
• Accidentes cerebro vasculares.
• Fallo renal, que puede requerir diálisis o transplante de riñón.
• Pérdida de la visión.
• Amputación de miembros inferiores.
• Daño a los nervios.
• Malformaciones y mortalidad fetal, las cuales son mayores en los hijos de
madres diabéticas.
• La esperanza de vida es 15 años más corta que en la población no diabética.
18
1.3.4 Tipos de diabetes
Para la Asociación Americana de Diabetes (2003), hay tres tipos de diabetes: 1, 2 y
gestacional.
La Diabetes Mellitus tipo 1 : Se desarrolla cuando el sistema inmune del cuerpo
destruye las células beta del páncreas, las cuales son las que producen la insulina.
Usualmente aparece en niños y en adultos menores de 30 años. Se necesitan
varias inyecciones de insulina al día para mantener vivo al paciente.
Los síntomas de este tipo de diabetes se desarrollan en un período corto de tiempo,
aunque la destrucción de las células beta haya iniciado tiempo antes. Los síntomas
son:
• Sentir mucha sed
• Orinar con frecuencia
• Mucha hambre o sentir cansancio
• Pérdida de peso
• Visión borrosa.
• Fatiga extrema.
La Diabetes Mellitus tipo 2 : Es la más común de diabetes. Puede progresar
durante años antes de hacerse el diagnóstico. Aparece por defectos en la secreción
de insulina o porque el cuerpo pierde la habilidad de utilizarla. Este tipo es
hereditario y se asocia a obesidad, estilo de vida sedentario, arteriosclerosis e
hipertensión. Los síntomas de la diabetes tipo 2 aparecen progresivamente. Cerca
del 50% de las personas son asintomáticas. Algunos de los síntomas pueden ser:
• Mucha sed.
• Mucha hambre.
• Frecuencia al orinar, especialmente por la noche.
• Fatiga.
• Visión borrosa.
• Pérdida de peso.
• Náusea.
19
• Infecciones frecuentes.
• Cicatrización lenta de heridas.
Los factores de riesgo para desarrollar la diabetes tipo 2 son:
• Adultos mayores de 40 años, aunque se han diagnosticado casos en niños y
adolescentes.
• Factores hereditarios.
• Poca actividad física.
• Vida sedentaria.
• Sobrepeso.
• Raza (latinos, africanos, asiáticos del sur y del este, hindúes).
• Hipertensión
• Niveles altos de colesterol.
• Fumadores.
• Mujeres que han sufrido diabetes gestacional o han dado a luz a un bebé que
pesó más de 9 libras.
La diabetes gestacional : Se desarrolla durante el embarazo, cuando el efecto de la
insulina es parcialmente bloqueado por una variedad de hormonas producidas por la
placenta. Este efecto desaparece al nacer el bebé.
Los factores de riesgo de desarrollar diabetes gestacional son:
• Raza, las mujeres africanas, latinas, hindúes, nativas australianas y
• asiáticas del sur y del este.
• Factores hereditarios
• Sobrepeso.
• Mayores de 25 años.
• Mujeres que han desarrollado diabetes gestacional en embarazos anteriores.
La Asociación Americana de Diabetes (2003), informa que la diabetes presenta un
alto costo para los pacientes y la sociedad, no sólo a gastos de salud, sino costos
20
indirectos de servicios médicos, pérdida de productividad por incapacidad y
mortalidad prematura. La diabetes fue la principal causa de muerte de 40,000
personas en Iberoamérica y El Caribe, en el año 2000.
1.3.5 Tratamiento
Según la guía para personas con diabetes tipo 1 y tipo 2 (2009), recomienda para su
tratamiento y control lo siguiente:
• Seguir un plan de comidas: lograr y mantener un peso adecuado para su
cuerpo, mantener bajo control la glucosa en la sangre, la presión arterial y el
colesterol y prevenir la enfermedad del corazón y de los vasos sanguíneos.
• Realizar actividad física con regularidad : ayuda a mantener el peso
adecuado, ayuda a que la insulina funcione mejor para bajar la glucosa en la
sangre, es buena para el corazón y los pulmones, y le da más energía. Por su
lado Fernández (2006), en la decimoquinta edición de la Revista de Colección
Vivir Bien, indica que un buen ejercicio mejora la salud, bienestar, alegría y
paz a quien lo realiza. El ejercicio ayuda a mantener un buen estado de salud
general, previene la deficiencia renal, beneficia los sistemas nervioso,
respiratorio, digestivo y circulatorio, además mantiene en buenas condiciones
los huesos, flexibiliza las articulaciones, los sistemas cardiovascular y
linfático. Se benefician también y mejora la circulación de sus fluídos, las
arterias se vuelven más elásticas y funcionales, lo cual tiene un efecto
regulador sobre la presión sanguínea, que lleva el oxígeno y los nutrientes a
cada zona del cuerpo, y en su retorno, la circulación venosa trae los desechos
para purificar el cuerpo.
• Tomar el medicamento para la diabetes: pastillas, insulina y otros
medicamentos inyectables.
21
• Medirse el nivel de glucosa en la sangre : Cuanto más se acerque el nivel de
glucosa en la sangre al nivel normal, menos probabilidades habrá de que se
padezca problemas de salud. Es recomendable consultar al médico para
saber cuáles son los niveles adecuados. Sin embargo, estos son los niveles
recomendados de glucosa en la sangre.
Fuente: (http://diabetes.niddk.nih.gov/spanish/pubs/type1and2/what.aspx, 2012)
Los principales profesionales de la salud de este equipo pueden incluir el médico, el
enfermero, el educador en diabetes y el dietista.
Su tratamiento según la Fundación Diabetes Juvenil de Chile (2006), debe iniciarse
de forma temprana, con apoyo de profesionales en la salud mental, mientras más
temprano se trate, mejores respuestas.
• El episodio depresivo leve o menor requiere apoyo psicológico al paciente y la
familia. En la terapia puede aprender las habilidades que necesita para
hacerle frente al estrés en su vida.
• Cuando el episodio depresivo es moderado a grave se debe realizar el
tratamiento asociando el apoyo psicológico con el tratamiento medicinal
(fármacos). El apoyo farmacológico debe ser recetado y vigilado por un
médico especialista. Los medicamentos pueden ayudarlo a volver a la
normalidad y a restaurar su sensación de bienestar.
Niveles recomendados de glucosa en la sangre para la mayoría de las personas con diabetes
Niveles Mis niveles
Cuándo recomendados deseados Antes de las comidas de 70 a 130 de ______ a ______
1 a 2 horas después del comienzo de una comida menor de 180 menor de ______
22
• El empleo de una terapia psicológica, en lugar de fármacos, evita los efectos
secundarios e interacciones farmacológicas. Proporciona herramientas al
paciente para enfrentar sus problemas y mejorar el control de su diabetes.
• Buscar ayuda de otras personas diabéticas que conocen bien su problema.
Asociaciones, fundaciones y otras agrupaciones bien organizadas le
permitirán compartir su diabetes con sus pares, conversar sobre el
tratamiento y la solución de problemas, participar en actividades recreativas.
Error es el considerar que la depresión es comprensible en personas con
enfermedades crónicas, como la diabetes. Este pensamiento lleva a ignorar o
desvalorizar los síntomas, con el consiguiente deterioro de la calidad de vida y
el riesgo de descontrol metabólico.
Al revisar investigaciones previas así como los datos proporcionados por
profesionales se puede decir que el diagnóstico de la depresión en los niños es
complejo debido a que puede parecer como actitudes a consecuencia de la edad.
Sin embargo es necesario observar, ser cuidadosos y obtener un diagnóstico
temprano del mismo para mejores resultados a lo largo de la vida de los pacientes.
Tanto adultos como niños afectos a Diabetes Mellitus tipo 1, necesitan un
tratamiento que requiere disciplina y atención diaria en las que se incluye
medicamentos, insulina, ejercicios, horarios estrictos y dieta especial. Sin embargo,
esta disciplina para el infante puede afectar de manera negativa el estado de ánimo,
puede influir en el desarrollo de una depresión, pues se sienten distintos al resto de
sus pares.
Es importante que el niño o adolescente cuente con apoyo social, profesional y
sobre todo familiar para que no se sienta solo y que debe enfrentar un mundo que
no lo comprende.
23
II. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
La Diabetes Mellitus tipo 1 tiene una alta tasa de incidencia y prevalencia a nivel
mundial, es un problema de salud grave que aqueja a todos los seres humanos, es
la segunda enfermedad crónica más común en la infancia, asociado a la obesidad y
a una vida de malos hábitos alimenticios. Las recientes investigaciones que se han
realizado demuestran que la depresión por Diabetes Mellitus tipo 1 es un problema
evidente que afecta tanto la vida personal del ser humano como también el área
educativa y social. El estrés que provoca manejar la Diabetes Mellitus tipo 1 a diario
puede colaborar. Es posible que el paciente se sienta solo o angustiado de no estar
al nivel de sus amigos y familiares en cuanto a las actividades permitidas debido a
todas las precauciones que implica el cuidado de la enfermedad. Por ello, los rasgos
depresivos en los niños se tornan más difíciles de diagnosticar por lo que muchas
veces esto pasa inadvertido para los padres, pediatras y/o maestros, pues el niño
carece de recursos para decir lo que siente y quiere a diferencia del adulto. Por lo
cual esta investigación se plantea la siguiente pregunta: ¿Cuál es el nivel de
depresión según la prueba CDS en niños y adolescentes de 8 a 16 años afectos a
Diabetes Mellitus tipo 1, que asisten a consulta de una clínica privada de la zona 10,
ciudad capital?
2.1. Objetivo
2.1.1 Objetivo General:
• Conocer el grado de depresión en niños y adolescentes afectos a Diabetes
Mellitus tipo 1 comprendidos entre edades de 8 a 16 años según el
Cuestionario de depresión para niños CDS.
2.1.2 Objetivo Específico:
• Comparar el grado de depresión según la edad y sexo de los pacientes.
2.2 Variables de estudio:
• Depresión infantil
• Diabetes Mellitus tipo 1
24
2.3 Definición de Variables de estudio:
2.3.1 Definición conceptual:
2.3.1.1 Depresión Infantil:
Del Barrio (1997), definió la depresión infantil como un trastorno afectivo, en el cual
el niño o adolescente que es afecto a la misma se siente triste, despreocupado,
insatisfecho de sí mismo y de su entorno, y en ocasiones, también furioso por todo
ello. El autor refiere que los porcentajes de la Depresión Infantil en América Latina
detectados entre la población infantil, son alrededor del 8-10%. La sintomatología es
más alta en las niñas que en los niños, sobre todo en los rangos que sobrepasan los
12 años. Antes de esta edad, es raro encontrar diferencias entre los dos.
2.3.1.2 Diabetes Mellitus tipo 1:
Según Kasper, Fauci, Longo, Braunwald y Hauser (2006), la Diabetes Mellitus tipo 1
comprende un grupo de trastornos metabólicos frecuentes que comparten el fenotipo
de la hiperglucemia crónica.
El trastorno de la regulación en el metabolismo de los carbohidratos, grasas y
proteínas y que resulta de defectos en la secreción y/o en la acción de la insulina
provoca alteraciones fisiopatológicas secundarias en muchos sistemas orgánicos, y
supone una fuerte carga para el individuo que la padece y para el sistema sanitario.
2.3.2 Definición operacional:
2.3.2.1 Depresión infantil:
El grado de depresión en el infante fue evaluado a través del Cuestionario de
Depresión para Niños (CDS), fue elaborado por Lang y Tisher (1983), que arroja dos
grandes dimensiones: Total depresivo y Total positivo. Cada una de ellas está
conformada por un determinado número de subescalas. La primera se compone de
RA (respuesta afectiva), PS (problemas sociales), AE (autoestima), PM
(preocupación de muerte), SC (sentimiento de culpa) y DV (depresivos varios). El
Total Positivo está conformado por AA (ánimo-alegría) y PV (positivos varios). Los
25
criterios que establece la prueba para afirmar la existencia de depresión en el sujeto
se basan en un percentil que de 60 a 99, siendo este último el máximo.
2.3.2.2 Diabetes Mellitus tipo 1:
Verificación del historial médico, para constatar que el paciente es afecto a Diabetes
Mellitus tipo 1.
2.4 Alcances y límites:
Para realizar la presente investigación se seleccionó un grupo de niños y
adolescentes de ambos sexos, comprendidos entre los ocho y los dieciséis años de
edad. Fueron seleccionados de la consulta externa de una clínica privada de la zona
10, ciudad capital, por lo cual no deben hacerse generalizaciones de los resultados,
sin tomar en cuenta la situación cultural, social y económica distinta en la que ellos
se desenvuelven.
2.5 Aporte
El aporte de este estudio se amplía a niños y adolescentes que padecen de
depresión y Diabetes Mellitus tipo 1. Esta investigación pretende brindar información
a través de un trifoliar (ver anexo), para contribuir con profesionales de la salud
mental, padres de familia, doctores, viéndose beneficiados también los padres,
educadores y otros profesionales que tengan relación con el desarrollo infantil para
poder identificar la depresión en la infancia, así como a la sociedad en general ya
que el conocimiento de los desórdenes infantiles, permite la promoción de
tratamientos adecuados. Es una herramienta útil para que el profesional pueda
conocer la incidencia de la depresión infantil en una muestra específica de pacientes
con Diabetes Mellitus tipo 1.
26
III. MÉTODO
3.1. Sujetos
Para la realización del presente trabajo de investigación se tomó un grupo de 25
niños y adolescentes, al azar, de ambos sexos previamente diagnosticados con
Diabetes Mellitus tipo 1, comprendidos entre las edades de 8 a 16 años, que asisten
a consulta a una clínica privada de la zona 10 ciudad capital. Los resultados se
obtuvieron al aplicar la prueba para medir el nivel de depresión, los datos recabados
se dividieron de la siguiente manera:
Género/Grupo de edades: 8 a 12 años 13 a 16 años
Femenino 11 5
Masculino 5 4
Total 16 9
3.2 Instrumentos
Para la medición de los niveles de depresión en la población objeto de estudio se
empleó el Cuestionario de Depresión para Niños CDS (Children's Depression
Scale) de Lang y Tisher, 6ª Edición. Este instrumento procede del Australian Council
for Educational Research, Ltda. (ACER), adaptado al español por el Departamento
de I+D de TEA Ediciones en 1983. Su administración puede ser individual o colectiva
y se realiza en un tiempo variable entre 30 y 40 minutos.
Según Seisdedos (2000), con el Cuestionario de Depresión para Niños (CDS) es
posible evaluar la depresión en niños de edades comprendidas entre los 8 y los 16
años. Cuenta con 66 elementos, 18 de tipo positivo y 48 de tipo depresivo,
separados entre sí y agrupados en 8 subescalas que conforman 6 subescalas Total
Depresivo y 2 subescalas Total Positivo.(TP y TD)
27
Total Depresivo. Seis subescalas:
• RA. Respuesta afectiva (8 elementos); alude al estado de humor de los
sentimientos del sujeto.
• PS. Problemas sociales (8 elementos); se refiere a las dificultades de
interacción social, aislamiento y soledad del niño/a.
• AE. Autoestima (8 elementos); se relaciona con los sentimientos, conceptos y
actitudes del niño con su propia estima y valor.
• PM. Preocupación por la muerte, salud (7 elementos), alude a los sueños y
fantasías del niño en relación con la enfermedad y la muerte.
• SC. Sentimiento de culpabilidad (8 elementos), se refiere a la autopunición
del niño.
• DV. Depresivos varios (9 elementos), incluye aquellas cuestiones de tipo
depresivo que no pudieron agruparse para formar una entidad.
Total Positivo. Dos subescalas.
• AA. Ánimo-alegría.(ocho elementos puntuados en el polo opuesto). Alude a la
ausencia de alegría, diversión y felicidad en la vida del niño, o a su
incapacidad para experimentarlas.
• PV. Positivos varios (diez elementos, puntuados en el polo opuesto). Recoge
aquellas cuestiones de tipo positivo que no pudieron agruparse para formar
una entidad.
Cada elemento, de los 66 que componen la escala, se puntúa en una escala de 1 a
5 puntos en la dirección del rasgo de la depresión
• “Muy de acuerdo”
• “De acuerdo”
• “No estoy seguro”
• “En desacuerdo”
• “Muy en desacuerdo”
28
La corrección se realiza con plantilla. Las puntuaciones directas obtenidas se
transforman en percentiles. Para hallar el TP se realiza la suma entre AA y PV y para
hallar el TD se realiza la suma entre RA, PS, AE, PM, SC y PV. El CDS incluye
respuestas directas sobre sus sentimientos, pensamientos y conductas, por lo que la
validez, la determina la apertura y franqueza con que el paciente responda a las
preguntas.
3.3 Procedimiento
• Se solicitó a la Facultad aprobación del Anteproyecto.
• Se solicitó autorización al Doctor de la clínica para tomar una muestra y
aplicarles la prueba.
• Se revisaron los expedientes de los pacientes, para comprobar previo a la
prueba, si son afectos a Diabetes Mellitus tipo 1.
• Se seleccionó la muestra al azar en niños y adolescentes afectos a Diabetes
Mellitus tipo 1.
• Se aplicó la prueba CDS a la muestra seleccionada.
• Se calificaron las pruebas de acuerdo al manual con las instrucciones de
aplicación y corrección.
• Se tabularon y analizaron los resultados de las pruebas por subescalas.
• Se elaboró una curva normal para definir percentiles propios con la finalidad
de asignarlos en grupos por nivel de depresión.
• Se realizó la discusión sobre los resultados del instrumento aplicado y su
contraste con los antecedentes y el marco teórico.
• Se procedió a elaborar el informe final incluyendo conclusiones y
recomendaciones
3.4 Diseño y Tipo de la investigación
La presente investigación es de tipo descriptivo; la cual según Achaerandio (2000),
es cuando se lleva a cabo una recogida científica de datos, los cuales permiten
ordenar, interpretar y analizar la conducta humana y social en condiciones naturales
y en distintos ámbitos, buscando la resolución de algún problema. Comienza con el
29
estudio y análisis de la situación presente y se utiliza para esclarecer lo que se
necesita alcanzar y para alertar sobre los medios o vías en orden a alcanzar esas
metas u objetivos.
Para Hernández, Fernández y Baptista (2006), la investigación descriptiva busca
especificar las propiedades importantes de personas, grupos comunidades o
cualquier otro fenómeno que sea sometido análisis.
3.5 Metodología Estadística
Los estadísticos que se utilizaron son los expuestos por Morales, (2007):
• Media: es la suma de los valores de los elementos dividida por la cantidad de
éstos. Es conocida como promedio o media aritmética.
• Mediana: Valor único de un conjunto de datos que mide al elemento central en
los datos. Este único elemento es el más cercano a la mitad o el más central en
el conjunto de números.
• Moda: Valor que se repite más frecuentemente en un conjunto de datos.
• Desviación estándar: es una medida de dispersión que dice cuánto tienden a
alejarse los valores puntuales del promedio en una distribución.
• Diferencia de medias: planteamiento frecuente en análisis estadístico que se trata
de comparar las medias de dos grupos para muestras independientes.
Los cálculos fueron hechos en computadora y para ellos se utilizó el programa SPSS
(2001).
30
Para interpretar los resultados y fines propios se transformó el punteo directo de la
subescala total depresivo (TD) en su percentil (centil) correspondiente, ya que ésta
determina si existe o no depresión y en los casos que si existe a qué nivel se da.
Posteriormente, estos percentiles se dividieron en tres grupos utilizando como
referencia los cuartiles y la curva normal. Los sujetos cuyos resultados se
encuentran en un percentil de 0 a 25, se ubicaron en el grupo bajo, los que se
encuentran en un percentil de 26 a 75 se ubicaron en el grupo promedio y de
percentil 76 a 99 se ubicaron en el grupo que presenta depresión alta. Esto se
presenta en la gráfica 1.
Gráfica No. 1
Ubicación de los Percentiles en la Curva Normal
Percentil es
1-25 26- 75 76-99
Bajo Promedio Alto
31
IV. PRESENTACIÓN Y ANÁLISIS DE RESULTADOS
En este capítulo se presentan los resultados del Cuestionario de Depresión para
Niños (CDS), el cual fue aplicado a una muestra integrada por veinticinco sujetos de
ambos géneros, cuyas edades oscilan entre los 8 y los 16 años.
Tabla 1
Medidas de tendencia central de la subescala total depresivo del Cuestionario de Depresión Infantil CDS por grupo total
Media 119.48
Mediana 117.00
Moda 117
Desviación estándar 45.17
Como se muestra en la tabla 1, al analizar los resultados (utilizando el punteo
directo) arrojados por la subescala Total Depresivo del grupo total, se observa que la
media fue de 119.78, que al ubicarlo dentro de un rango percentil se encuentra
dentro de un nivel de depresión promedio. Así mismo, la mediana fue de 117, la
moda de 117 y la desviación estándar de 45.17.
32
Tabla 2
Medidas de tendencia central de la subescala total depresivo del Cuestionario de Depresión Infantil CDS por grupos de edad
8 a 12 años 13 a 16 años
Media 117.44 123.11
Mediana 106.00 132.00
Moda 66 117
Desviación estándar 42.37 34.67
En la misma línea, en la tabla 2 se muestran las medidas de tendencia central al
dividir el grupo total en dos grupos de edades diferentes. En el primer grupo se
encuentran los jóvenes cuyas edades oscilan entre los 8 y los 12 años y el segundo
grupo se incluyeron los jóvenes con edades entre los 13 y los 16 años.
En cuanto al primer grupo (con edades entre los 8 y los 12 años) se observa que la
media fue de 117.44, el cual se ubica dentro de un rango percentil promedio. La
mediana fue de 106, la moda de 66 y la desviación estándar de 42.37. Por otra parte
en el segundo grupo, cuyas edades oscilan entre los 13 y los 16 años, se observa
que la media es de 123.11, el cual también se ubica en un rango percentil promedio.
La mediana es 132, la moda es de 117 y la desviación estándar es de 34.67.
33
Tabla 3
Medidas de tendencia central de la subescala Total Depresivo del Cuestionario
de Depresión Infantil CDS por género
Continuando con los resultados del cuestionario CDS, en la tabla 3 se muestran las
medidas de tendencia central al analizarlos por género. En cuanto al grupo de
hombres la media fue de 120.78 y la media del grupo de mujeres fue de 118.75. Al
ubicar esta media del punteo directo con su percentil correspondiente.
Tabla 4
Prueba t dada diferencia de medias entre el grupo d e hombres y el grupo de mujeres
Al comparar la media del punteo directo obtenido en la prueba CDS del grupo de
hombres contra la media obtenida por el grupo de mujeres, se puede concluir por
medio de la prueba t para diferencia de medias para muestras independientes, que
no existe diferencia estadísticamente significativa a un nivel de 0.05.
N Media t
Desviación estándar Sig
PD
Femenino 16 118.75 -.122 36.87 .904
Masculino 9 120.78 -.115 45.17 .910
Hombres Mujeres
Media 120.78 118.75
Mediana 117.00 120.50
Moda 117.00 132.00
Desviación estándar 45.17 36.87
34
Tabla 5
Prueba t dada diferencia de medias entre grupos d e edades de 8 a 12 años contra los de 13 a 16 años
Al comparar la media del punteo directo obtenido en la prueba CDS del grupo de
niños comprendidos entre la edades de 8 a 12 años contra la media del grupo de
niños comprendidos entre las edades de 13 a 16, se puede concluir por medio de la
prueba t para diferencia de medias para muestras independientes, que no existe
diferencia estadísticamente significativa.
Gráfica No. 2
Grupo total de sujetos por nivel de depresión
En la gráfica 2 se observa el grupo total de sujetos, por nivel de depresión, al ubicar
su punteo directo en su percentil correspondiente. Posteriormente, estos percentiles
se dividieron en tres grupos utilizando como referencia los cuartiles y la curva
normal. Los sujetos cuyos resultados se encuentran en un percentil de 0 a 25, se
ubicaron en el grupo bajo, los que se encuentran en un percentil de 26 a 75 se
ubicaron en el grupo promedio y de percentil 76 a 99 se ubicaron en el grupo que
presenta depresión alta. Esto se presenta en la gráfica 1. Como se puede observar
el 16% del grupo total presentaron nivel de depresión alto, el 32% se encuentran
dentro del promedio y el 52 % presentaron nivel de depresión bajo.
Edad N Media t Desviación estándar Sig
PD 8-12 16 117.44 -.342 42.38 .796
13-16 9 123.11 -.632 34.68 .721
Bajo 52.00%
Promedio 32.00%
Alto 16.00%
35
Gráfica No.3
Porcentaje de mujeres por nivel de depresión
La gráfica No. 3 muestra el resultado del total de mujeres evaluadas con la prueba
CDS. Se puede observar que el 12.50% de ellas presentaron nivel de depresión alto,
el 37.50% se encuentran con un nivel de depresión promedio y el 50% presentaron
nivel de depresión bajo.
Gráfica No. 4
Porcentaje de hombres por nivel de depresión
La gráfica No. 4 muestra el resultado del total de hombres evaluados con la prueba
CDS. Se puede observar que el 22.22% de los hombres presentaron nivel de
depresión alto, el 22.22% se encuentran dentro del promedio y el 55.55%
presentaron nivel de depresión bajo.
Al comparar los resultados de ambos géneros, se puede observar que 10% más de
los hombres se encuentran en el grupo que presenta depresión alta. Posiblemente,
esto indica que ambos géneros son igual de vulnerables a la depresión.
Alto 12.50%
Bajo 50%
Promedio 37.50%
Promedio 22.22%
Bajo 55.55%
Alto 22.22%
36
Gráfica No. 5 Porcentaje por grupos de edades entre 8 y 12 años
por nivel de depresión
Así mismo, se calcularon los resultados por grupos de edad. En la gráfica 5, se
muestra el resultado de ubicar al grupo de jóvenes cuyas edades oscilan entre los 8
y los 12 años por nivel de depresión. Se puede observar que el 12.5% de ellos
presentaron nivel de depresión alto, el 31.25% se encuentran dentro del promedio y
el 56.25 % presentaron nivel de depresión bajo
Gráfica No. 6 Porcentaje por grupos de edades entre 13 y 16 años
por nivel de depresión
Para concluir con los resultados por diversos grupos, en la gráfica 6 se muestran los
los jóvenes cuyas edades se encuentran entre los 13 y 16 años. Se puede observar
que el 22.22% de ellos presentaron nivel de depresión alto, el 33.33% se encuentran
dentro del promedio y el 44.44% presentaron nivel de depresión bajo. Al analizar los
resultados por grupos de edad se puede concluir que un número mayor de jóvenes
entre los 13 y los 16 años presentan depresión alta.
Alto 12.5% Promedio 31.25%
Bajo 56.25%
Promedio 33.33%
Alto 22.22%
Bajo 44.44%
37
V. DISCUSIÓN DE RESULTADOS
En referencia a los autores previamente citados dentro del marco teórico, a
continuación se comparan los resultados de esta investigación con los de otros
estudios similares.
Por su parte, Flores (2011), realizó una investigación cuyo objetivo fue describir los
rasgos de depresión infantil que presenta un grupo de niños de 7 a 9 años de edad
al que se le aplicó el Cuestionario de Depresión Infantil, CDS (Lang y Tisher, 1998).
Flores concluyó, que las correlaciones entre edad, género y nivel de depresión son
bajas y no significativas, por lo que se puede concluir que, sin importar la edad, ni los
roles que asumen los hombres y las mujeres, tienen el mismo nivel de vulnerabilidad
para deprimirse. Esto concuerda con los resultados obtenidos en la presente
investigación ya que se estableció que ambos sexos corren el mismo nivel de riesgo.
Anarte, Carreira, Ruiz, Caballero, Ávila, y Soriguer (2011), en su investigación cuyo
objetivo fue realizar el diagnóstico de depresión en pacientes
con Diabetes Mellitus tipo 1 (DM1). Participaron 153 pacientes con DM1. El
diagnóstico de depresión se realizó mediante la entrevista estructurada SCID-1 y la
valoración del clínico. De la muestra inicial se seleccionaron aleatoriamente 50
pacientes (imponiendo la condición de que estuviera compuesta por 25 pacientes
con depresión y 25 sin depresión). Los resultados muestran que los clínicos
realizaron un mayor porcentaje de diagnósticos negativos (paciente sin depresión)
que positivos (paciente con depresión). Estos resultados coinciden con los de la
presente investigación ya que se obtuvo como resultado una minoría de pacientes
con depresión.
Así mismo Carreira, Anarte, y Ruiz (2010), publicaron un artículo en la revista virtual
Psiquiatría.com, en el que uno de los objetivos fue determinar un modelo explicativo
de las puntuaciones de depresión en este tipo de pacientes, a lo que los autores
concluyeron que la prevalencia de depresión fue del 21,7%, siendo una minoría.
38
Estos resultados se relacionan con los obtenidos en esta investigación ya que
únicamente el 16% de los niños evaluados tienen un nivel de depresión alto siendo
así la minoría del grupo total.
Por su parte Hood, Huestis, Maher, Butler, Volkening, Laffel (2006), investigadores
de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, en un estudio publicado en
"Diabetes Care" establecieron que los síntomas de depresión son frecuentes entre
los niños afectados por la Diabetes Mellitus tipo 1. La investigación incluyó a 145
niños que habían sido diagnosticados de Diabetes Mellitus tipo 1, una media de 8
años atrás. Se hallaron síntomas en el 15.2% de los niños. Esto se relaciona con los
resultados de la presente investigación ya que el 16% los pacientes afectos a DM1
mostraron depresión Alta.
Gómez (2006), en su investigación publicada en la revista virtual “Qurriculum” realizó
una investigación sobre la depresión de la realidad de 156 niños y preadolescente y
113 adolescentes y adultos, pacientes diabéticos del Hospital Universitario Nuestra
Señora de Candelaria, España, comparados con 171 niños y preadolescentes y 134
adolescentes y adultos, en grupo control que no padecen esta enfermedad, a lo que
concluyó que existen mayores grados de depresión en los niños, preadolescentes,
adolescentes y adultos que padecen Diabetes Mellitus Tipo 1, del 100% de los
sujetos del grupo diabético el 9.6% obtienen valores extremos, un 36.5% en valores
promedios y el 53.8% bajos. Estos resultados coinciden con los de la presente
investigación ya que el 52% de los sujetos evaluados mostraron un nivel de
depresión bajo.
Escriba, Maestre, Amores, Pastor, Miralles, y Escobar (2005), en su investigación
publicada en la revista virtual “Actas Españolas de Psiquiatría” realizaron una
investigación con el objetivo de conocer la prevalencia de manifestaciones
depresivas en adolescentes, así como las variables sociodemográficas asociadas
con las mismas. A lo cual concluyeron que, la prevalencia de manifestaciones
depresivas entre adolescentes es elevada. Esto se relaciona con los resultados de la
39
presente investigación, ya que hubo mayor incidencia de depresión en los
adolescentes de 13 a 16 años que en los niños de 8 a 12 años.
Jiménez y Dávila (2005), en su investigación realizada en Puerto Rico, indican que
antes del 2000 se registraron en América Latina y el Caribe alrededor de 20 millones
de casos de diabetes de los cuales 45.000 morían cada año. Estudios han mostrado
que de los diabéticos que van a consulta psicológica cerca del 20% acude por causa
de la depresión y un número similar acude por problemas de ansiedad, dato que
refleja la dificultad en el afrontamiento ante dicha afección. Estos datos se relacionan
con los de esta investigación, ya que demuestra que existen pacientes afectos a
Diabetes Mellitus tipo 1, con depresión asociada a la enfermedad.
Pineda, Bermudez y Cano (2004) en su investigación realizada en Santiago de
Chile, sobre los niveles de depresión de pacientes con diabetes, concluye que existe
comorbilidad entre la depresión y la diabetes y plantean la necesidad de la atención
psicológica a poblaciones clínicas con esta condición crónica debido al impacto
potencial que podría tener la depresión en el manejo y la calidad de vida de
pacientes con diabetes, esto coincide con los resultados de nuestra investigación ya
que aunque bajo, si existe depresión en los pacientes con Diabetes Mellitus tipo 1.
Navarro (2004) indica que en muchos casos la presencia de una enfermedad grave
no provoca la aparición de trastornos psicológicos, como la depresión, entonces no
siempre es necesaria la intervención directa de un profesional de la salud mental,
esto coincide con los resultados de la presente investigación ya que del total de los
sujetos evaluados afectos a Diabetes Mellitus tipo 1, únicamente un 16%e de los
pacientes mostraron un nivel de depresión alto.
En la presente investigación únicamente el 16% de los niños evaluados tienen un
nivel de depresión alto. Esto concuerda con Martinez, Lastra y Luzuriaga (2001),
quienes en un estudio sobre las características psicosociales de los niños y
adolescentes con DMI, concluyeron que los niños y adolescentes con dicha
40
enfermedad, muestran un ajuste psicosocial adecuado y no presenta mayores
grados de ansiedad o depresión por sufrir la enfermedad.
Del Barrio (1997) afirma que existe una mayor incidencia de depresión en el sexo
femenino, a partir de la adolescencia, mientras que existe un predominio del sexo
masculino en la infancia. Los resultados contradicen los de esta investigación, ya
que los hombres mostraron una mayor tendencia hacia la depresión que las mujeres.
Foster y Gurman (1988) se refirieron a la capacidad de la familia para manejar las
crisis o retos a su estabilidad a lo largo del ciclo vital. En la presente investigación la
crisis es la depresión de los pacientes a lo que se puede concluir que, debido a que
son personas de nivel medio-alto, cuentan con los medicamentos necesarios y
demás recursos económicos, por lo que han sido capaces de mantener el equilibrio
en sus vidas.
Así mismo Jacobson, Hauser, Powers y Noam (1984), aplicaron la prueba CDS a
tres grupos de jóvenes adolescentes, entre ellos, un grupo de diabéticos, y
observaron que los niveles de depresión de los diabéticos no eran significativamente
diferentes por sufrir la enfermedad. Esto coincide con los resultados obtenidos en
esta investigación al demostrar que el nivel de depresión de los niños afectos a
Diabetes Mellitus tipo 1, el 52% se encuentra en un rango bajo.
Kielholz (1983), sostuvo que entre los síntomas tanto físicos, como psicosomáticos y
las ideas de suicidio suelen 47 darse con la misma frecuencia en niños que en
adolescentes. Esto contradice los resultados de la presente investigación y que se
comprobó que de la muestra evaluada, los adolescentes entre los 13 a 16 años de
edad, evidencian un mayor nivel de depresión que los niños entre los 8 a 12 años de
edad.
41
VI. CONCLUSIONES
• Al ser medidos el grupo total de niños afectos a Diabetes Mellitus tipo 1 con el
cuestionario de depresión infantil CDS, se determinó que el nivel de depresión
del 52% de los pacientes se encuentran en un nivel bajo, un 32% en un nivel
promedio y un 16% en rango algo, a lo que se concluyó que una minoría del
grupo total tiene depresión en un nivel alto.
• En los resultados obtenidos por grupos de edades, se determinó que los
niños de 8 a 12 años tienen una leve mayor incidencia de depresión que los
de 13 a 16 años, con una diferencia del 9.72%.
• Al comparar los resultados del nivel de depresión por género, se determinó
que los hombres tienen una leve mayor incidencia de depresión que las
mujeres, con una diferencia del 9.72%.
• Al comparar la media por grupos de edades y género, se determinó que no
existe diferencia estadísticamente significativa
42
VII. RECOMENDACIONES
A LOS ESTUDIANTES DE PSICOLOGÍA:
• Se recomienda realizar estudios similares que contribuyan a conocer el nivel
de depresión en niños afectos a Diabetes Mellitus tipo 1 para crear y
establecer métodos de prevención y tratamiento.
• Son necesarias más estrategias y programas para lograr una educación
apropiada sobre la DM1 y así prevenir, detectar y manejar la depresión
infantil, que les permita a éstos ser instruidos y guiados en la crianza de sus
hijos, haciendo énfasis en la importancia de realizarse estudios de control con
regularidad para evitar complicaciones, ya que el seguimiento anticipado a los
niños diagnosticados de Diabetes Mellitus tipo 1 originaría una estructura de
personalidad y un vínculo adecuado en pro de una aceptación y
comprensión de los conflictos psíquicos propios a esta enfermedad, lo que
llevaría además a un mejor control metabólico a lo largo del tiempo.
A LOS PROFESIONALES DE LA SALUD:
• Crear conciencia en los pacientes afectos a Diabetes Mellitus tipo 1 y a sus
familiares sobre la importancia de un adecuado control de glucosa, ya que
ésta es la mejor forma para prevenir adecuadamente las complicaciones.
• Realizar plan terapéutico que involucre a las redes de apoyo de manera activa
tanto a los familiares y amigos con la finalidad de fortalecer la comunicación
en cada miembro y que con su colaboración contribuyan al mejoramiento
continuo del estado de salud y adherencia terapéutica del paciente.
• Tomando en cuenta que fue difícil localizar a todos los sujetos, incluyendo a
los que asisten a las diferentes instituciones especializadas en pacientes
43
diabéticos, es necesario implementar una estrategia para mejorar el control
adecuado para su localización y tratamiento de sus miembros.
A LOS PADRES DE FAMILIA:
• Observar atenta y frecuentemente los cambios que sus hijos experimentan y
así buscar ayuda profesional cuando consideren que el comportamiento se
ha transformado negativamente. Los niños pueden atravesar por situaciones
que los hagan sentir deprimidos o desganados, sobre todo cuando el
ambiente que los rodea es conflictivo, y esto puede ocasionar daño en su
rendimiento escolar, social o emocional; el apoyo adecuado puede ayudarlos
a desenvolverse y desarrollar al máximo sus potencialidades.
44
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50
ANEXOS
51
Tabla 1
Estadística descriptiva del total depresivo por gru po y género, obtenidos por
medio del Cuestionario de Depresión Infantil CDS.
Nombre Genero Edad PD TABLA 10 (centiles)
Sujeto No. 1 Femenino 10 134 45 Sujeto No. 2 Masculino 8 142 55 Sujeto No. 3 Femenino 13 162 80 Sujeto No. 4 Femenino 9 109 15 Sujeto No. 5 Femenino 10 132 40 Sujeto No. 6 Femenino 12 103 10 Sujeto No. 7 Femenino 12 97 5 Sujeto No. 8 Masculino 14 117 20 Sujeto No. 9 Femenino 8 70 1
Sujeto No. 10 Femenino 12 95 5 Sujeto No. 11 Femenino 12 149 65 Sujeto No. 12 Femenino 8 200 97 Sujeto No. 13 Femenino 11 68 1 Sujeto No. 14 Masculino 15 156 75 Sujeto No. 15 Masculino 12 94 5 Sujeto No. 16 Femenino 14 136 50 Sujeto No. 17 Masculino 16 117 20 Sujeto No. 18 Femenino 16 150 65 Sujeto No. 19 Femenino 14 132 40 Sujeto No. 20 Femenino 13 77 4 Sujeto No. 21 Masculino 11 128 35 Sujeto No. 22 Masculino 8 66 1 Sujeto No. 23 Masculino 10 206 97 Sujeto No. 24 Masculino 14 61 1 Sujeto No. 25 Femenino 9 86 4
La Tabla muestra los resultados tanto en su forma directa, como en su equivalente
en rangos centiles.
52
Trifoliares
53
54
55