Nino Interior

Documento: Aprender a escuchar, conocer, acoger y sanar el niño interior esposiblelaesperanza.com

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APRENDER A ESCUCHAR, CONOCER, ACOGER Y SANAR EL “NIÑO INTERIOR”

Estimado amigo o amiga: Queremos ofrecerte algunas “pistas” para aprender a escuchar, conocer, acoger y sanar nuestro “niño interior”, a ese “niño” que llevamos dentro y que suele ser ¡ tan desconocido! para nosotros y sin embargo suele tener ¡ tanta influencia! en nuestra vida. Como orientación, te invitamos a que trabajes estos ejercicios de sanación del niño interior una o dos veces a la semana. Si eres capaz de llevar adelante este ritmo, de forma, sistemática y responsable y eres capaz de entregar lo mejor de ti mismo/a, podrás contemplar frutos hermosos de sanación y cambio. Te sugerimos el siguiente esquema de trabajo, aunque es muy importante que estos ejercicios y este Documento lo adaptes lo más posible a ti para que lo vivas desde lo más profundo de tu ser. Lo que te ofrecemos es sólo una pequeña sugerencia que deberás personalizar y hacer tuyo con todos los cambios que creas necesarios:

1. Dedicación de un tiempo diario (mayor o menor pero sistemático) a la lectura y el trabajo sereno, sosegado, concentrado, profundo del documento. Puedes compaginar el trabajo de este Documento con el trabajo de las Fichas o puedes hacer una pequeña parada en el trabajo de las Fichas para trabajar este Documento: Lo que tú creas más conveniente.

2. Reflexión y meditación de lo leído: destacar lo más importante, lo que es nuevo para mí, lo que me abre nuevos horizontes,… hagamos de esta meditación algo cotidiano: “rumiemos” durante todo el día lo que vamos leyendo. Aplicación a mi vida: ¿Qué tiene que ver lo leído con mi vida? ¿Qué aspectos nuevos me descubre de mi vida? ¿Qué me “saca” de lo más profundo de mi ser? ¿Qué heridas me pone al “descubierto”?

3. Oración: Llevar las heridas, lo descubierto, lo meditado,… a Dios. Ponerlo en sus manos y mirarlo con sus ojos. Suplicar al Espíritu que vaya sanando todas las heridas y pedir la fuerza para dar los pasos necesarios.

4. Hacerlo vida: ¿Cómo puedo llevar a mi vida concreta, cotidiana, al día a día, lo que he leído y descubierto? ¿Qué pasos puedo dar para llevarlo adelante? ¿Qué pequeños y cotidianos compromisos me voy poniendo


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día a día para ir convirtiendo lo meditado y orado en vida nueva? Plan y compromisos.

5. Compartirlo: Te invitamos a ir escribiendo todo tu camino en un Diario en el que vayas plasmando día a día tu proceso, tus descubrimientos, tus reflexiones. Te aseguramos que este Diario será el tesoro de tu vida, el mejor testigo del milagro del amor de Dios en ti. Puedes compartir este diario o parte de él en tu Cuaderno de Trabajo. Al compartir, no sólo te ayudas a ti mismo, sino que colaboras en sanar las heridas de otros, pues tu experiencia va a iluminar y alentar a otros. Y al tiempo, acogerás los mensajes de ayuda, orientación, aliento que otros puedan enviarte. Es el milagro de la amistad. Ahí, en esa mesa de amistad en la que se “parte” y se “comparte” nuestra vida, el Señor se nos da, como vida nueva.

6. Oración de acción de gracias y celebración del amor de Dios. Terminemos con la acción de gracias a Dios por este camino en el que el Señor nos acompaña y con la celebración gozosa de su amor, en la vida de caridad-solidaridad y de sacramentos, que nos darán la luz, la fuerza y el gozo para seguir adelante. La sección espiritualidad te ayudará a cultivar esta dimensión.

7. Diálogo vivo con la red de amigos on-line. Has de irte construyendo tu red de amigos on-line, con los que te encuentres normalmente, y con los que vayas dialogando y profundizando de lo que vais leyendo, descubriendo, avanzando… Este cambio no lo puedes andar ni vivir solo: Has de estar en permanente contacto con otros para contrastarlo y compartirlo: Has de renacer al “hombre comunitario y comunional”.

8. Cultivo de tu dimensión solidaria. Como irás descubriendo, no es posible curar tu herida personal sin un cultivo de la dimensión de comunión-solidaridad de tu corazón, a todos los niveles. Que cada nuevo descubrimiento en tu vida vaya abriéndote a la hermosura de una vida de verdadero amor, de comunión y de solidaridad. Que renazca en ti el “hombre solidario capaz de vivir un amor de donación”.

A continuación te proponemos un itinerario de sanación del niño interior, con distintos ejercicios. Es simplemente una “pista”, una pequeña “orientación” para que tú mismo/a andes el camino, y pongas en práctica tu creatividad en este itinerario. Te pedimos que todo lo que vayas viviendo, experimentando, descubriendo o creando tú mismo/a, lo compartas en tu Cuaderno de Trabajo, para enriquecernos unos a otros e ir completando este documento entre todos, pues… “caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Ese es el secreto y el tesoro de esta página: El camino lo vamos haciendo desde el compartir. Por ello, te pedimos una actitud de colaboración activa: ¡¡ Vamos juntos, compañero/a ¡!.


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INTRODUCCIÓN: NUESTRO NIÑO INTERIOR.

El conocimiento y la sanación del niño interior es lo más importante que podemos hacer en este camino de sanación. Normalmente, las personas con AMS viven una relación muy especial (normalmente muy problemática) con su niño interior. Ese niño interior que en un momento de su desarrollo (normalmente la primera infancia) vivió un trauma, una herida, un vacío,… (por presencia o por ausencia), se construyó su propio "búnker", su propia “isla”, para defenderse de lo que le ha hecho vulnerable. tantas veces, nos encontramos a nuestro niño interior como un niño solo, traumatizado, enfermo, necesitado, acobardado, agotado, vulnerable, indefenso, con miedo, frágil, inseguro, infravalorado, escondido, amenazado, violado, cansado, desesperanzado.... y sobre todo... ¡¡ necesitado de ser amado!! Para auto-defenderse de todo esto, para protegerse en su extrema vulnerabilidad, se ha ido forjando día a día un impenetrable muro/mecanismo de defensa y autoprotección, hasta el punto de ser casi inaccesible hasta por nosotros mismos. Se ha quedado "estancado" en la primera infancia y no quiere crecer. Muchas veces protesta y hasta impone su propia tiranía. Es Ésta la raíz y razón de la dificultad en la relación con las personas, tantas veces impedida por timidez, complejos, miedos, incomprensiones, dependencias, imposiciones,… y la búsqueda del espacio interior como el espacio en el que refugiarse en soledad. Surge entonces la AMS como el grito de este niño interior reclamando y suplicando, desde su extrema vulnerabilidad, el amor, el afecto, la caricia, la atención, la escucha, la seguridad, la valoración y autoestima, la ternura, el abrazo, la sonrisa, el "te quiero",... que nunca recibió o que nunca “sintió” haber recibido. Esta ausencia (o violencia) de (sobre) estas necesidades básicas y fundamentales ha llevado al niño interior a la vivencia del peor de los “infiernos”, del peor de los “agujeros negros”, del peor de los sufrimientos, vacíos y soledades. De esa profunda y arraigada experiencia de la “nada”, del “vacío”, del “dolor emocional y existencial” surge angustiosa e irremediablemente un “grito silencioso” de reclamo y súplica desde lo más hondo de las entrañas, expresado en la AMS, como un verdadero grito de desgarro y de auxilio de todo el ser. La AMS es el recurso de las entrañas del ser que nos dice: “¡¡ Necesito ayuda ¡!: ¡ Necesito amor, atención, modelo, sonrisa,… especialmente de quien tiene el encargo de cultivar y madurar en mi la identidad sexual!” ¡ Qué drama y qué violación profunda del ser cuando ante este grito de niños, adolescentes y jóvenes se les invita a “aceptarse” “así”, condenándoles


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de por vida a vivir en el abismo de su propio sufrimiento ¡ ¡ Qué urgencia la nuestra la de llevarles la verdad de sí mismos, cargada de esperanza! En el proceso de la Autoayuda es muy importante entrar en contacto con este niño interior para escucharle en su dolor y sufrimiento, en su vacío y en su grito, para acogerle en la nada de su propia vivencia, y para irle acompañando de forma madura en un crecimiento amoroso que le dé amor, seguridad, confianza, firmeza y adultez. Acompañamiento que le vaya sacando de su propio “agujero negro1” a un horizonte cálido de relación de confianza y amor, en el que puedan sanarse todas sus heridas y madurar en adultez responsable y gozosa todas sus dimensiones (corporal, psicológica y espiritual) y todas sus facultades o cualidades (inteligencia, voluntad y afectividad). Este proceso es muy lento, delicado y complejo, pero, al tiempo, muy, muy hermoso, muy apasionante y entusiasmante, pues es una verdadera conquista. Hemos de acompañar a nuestro niño interior en este camino de crecimiento y maduración: Hemos de ejercer con nosotros mismos la misericordia (en su doble e inseparable sentido: amor y acogida – exigencia y crecimiento). Y hemos de ir descubriendo que la paternidad amorosa de Dios ha estado presente y actuando desde la Eternidad, a pesar de que nosotros ¡tantas veces! hayamos estado ausentes de esta conciencia y por lo tanto, nos hayamos alejado de Dios. Muchas veces sentimos como que “somos un niño pequeño en un cuerpo de adulto”, y como que no sabemos muy bien “qué hacer con nosotros mismos” ni cómo reaccionar. Estamos como “descolocados” de todo y de todos. Y esa es exactamente la realidad. Hemos crecido en edad pero nuestro niño interior se ha quedado “estancado”, “aislado”, “bloqueado” en su mecanismo de auto defensa. La AMS no es sino la búsqueda desesperada de ese espacio-matriz en el que el niño interior busca cubrir sus necesidades más básicas: el amor. Para ello, estará dispuesto a todo. Es cuestión de vida o muerte. Y a veces este “todo” es tremendamente doloroso para el ser adulto, llevándole a una batalla profundamente compleja, cargada de permanente chantaje y tiranía. La neurosis es la manifestación de esta descorazonada batalla. Muchas de las aberraciones que se hacen en este mundo de personas con AMS tienen su raíz en esta ansiosa y desesperada búsqueda de amor. El drama de la práctica de la relación con personas del mismo sexo es que este amor se busca por camino equivocado, lo que provoca un crecimiento al infinito de la ansiedad, la desesperación y la angustia, llegando a provocar personalidades obsesivas, dependientes y depresivas.

El drama de la mentira de la Cultura Gay2 es querer legitimar esta situación de infierno y de muerte como buena, como normal, como aceptable. Es

1 Abismo sin fondo de sinsentido, de contradicción, de sufrimiento y de mentira, tantas veces condenado a una vida contra natura de degradación y aniquilación del ser más profundo. 2 Ver: http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?option=com_content&view=article&id=37&Itemid=5

http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?option=com_content&view=article&id=37&Itemid=5


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la peor de las condenas y el peor de los castigos que se puede imponer a un ser humano. Nos preguntamos: ¿qué intereses económicos, políticos,… habrá detrás del lobby gay para tal barbaridad, para difundir esta mentira y manipulación al mundo entero por todos los medios y a través de todos los poderes e instituciones?¿Será que han descubierto que aniquilando al ser humano en lo más profundo de su ser pueden conseguir seres obedientes, sumisos, esclavos del nuevo Poder Totalitario que nos quieren imponer? El hermoso y apasionante reto y tarea será acompañar a ese niño interior en un proceso de crecimiento y maduración, de sanación y liberación, de verdad, vida y esperanza. Descender a su “abismo”, a su “infierno”, mirarle a los ojos, abrazarle y, dándole la mano, ayudarle a salir a la luz de la verdad y de la vida. Esta tarea es una verdadera obra de arte: es una de las tareas más hermosas que podemos realizar en nuestra vida, sintiendo cómo es el mismo Señor el que nos acompaña, ilumina y sostiene. en definitiva, es acompañar a nuestro niño interior al encuentro con Dios, para que Él y sólo Él sea quien le sane y le abrace con su amor de ternura y misericordia y le aliente a crecer y madurar para vivir la nueva vida de Dios: la vida de comunión y solidaridad. Esa es la auténtica libertad desde la que podemos vivir el amor verdadero. ¡¡ Entusiasmante, ¿verdad?!! Y, lo más hermoso, si somos capaces de “descender”, acoger, abrazar y acompañar a nuestro propio niño interior, y así descubrir y madurar el ser adulto que hay en nosotros, seremos también capaces de hacerlo con los otros y seremos así constructores de fraternidad y solidaridad. ¡¡ Apasionante ¡! Cuando se hayan sanado todas las heridas del niño interior, cuando este niño interior haya hecho el proceso de crecimiento y maduración junto a otros (red de amigos, red de apoyo), cuando este niño interior se haya liberado de tantos miedos, inseguridades, traumas, amenazas, soledades, carencias, mentiras, rencores, … cuando este niño interior haya salido de su propio “agujero negro” y haya establecido relaciones de verdadera amistad y amor con los otros, entonces, como se disuelve el azucarillo en un vaso de agua, se disolverá la AMS y seremos quienes Dios quiere verdaderamente que seamos: hombres libres con capacidad de amor verdadero: amor de comunión y solidaridad, amor de donación y de entrega. Pero, querido amigo/a, para que ello sea posible, no basta que Dios lo quiera (¡¡ que lo quiere y ha entregado su propia vida en su Hijo para hacerlo posible!!): Es necesario que tú lo quieras y lo creas y te entregues a fondo en esta tarea. Para ello has de tomar la determinada determinación de andar este camino a fondo y de entregar en él lo mejor de ti mismo/a. Con esta actitud, seguro que contemplarás hermosos milagros en tu camino. El “pececillo” y el “panecillo” de tu entrega el Señor lo convertirá en sobreabundancia de gracia, y podremos decir con el apóstol: “donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia”. Pero eso depende de ti. Te invitamos a entregarte a fondo, amigo/a, sin miedo y lleno/a de esperanza y confianza.


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Dicho esto, te invitamos a ir dando sin prisa y sin pausa, los siguientes pasitos que a continuación te sugerimos. Son simplemente “pequeñas pistas” para el camino que te pueden ayudar y orientar. No intentes andar todos los pasos en un mismo día. Vete al ritmo de tu corazón, a impulsos del amor. No se trata de dar muchos pasos, sino de darlos en profundidad. No se trata de correr, sino de vivir a fondo cada uno de los pasos. Pasa al paso siguiente sólo cuando hayas vivido en profundidad el anterior. Los primeros días que lo hagas será quizá los que más te cuesten. Después de que hayas recorrido todos los pasos, puedes quedarte en el que sientas que más necesitas o en el que sientas que quieres profundizar. El camino de la amistad y amor con tu niño interior no tiene límite. No olvides: el camino, has de hacerlo tú. Te invitamos a compartirlo y hacerlo junto a otros. El Señor, como en el camino de Emaús, se te hará presente. Y partirá y compartirá contigo su pan de vida nueva, el pan que sacia las necesidades y anhelos más profundos del corazón del hombre. Y te dará el agua viva para vivir la nueva vida de los hijos de Dios: la vida de comunión-solidaridad. ¡Ánimo, pues, amigo y amiga!

PRIMERA ETAPA: DESCUBRIMOS Y ACOGEMOS A NUESTRO NIÑO INTERIOR.

Paso 1: Encontrar el tiempo, el lugar, el clima y la actitud adecuada.

Busca un tiempo a la semana en el que puedas estar tranquilo y en paz. Recógete en un lugar apartado del ruido, en el que puedas estar concentrado y a solas. Acomoda el lugar para que te sientas a gusto. Que sea un lugar acogedor y en el que te encuentres bien. Si hay algún tipo de música que te relaje y te lleve a la paz, puedes ponerla, aunque lo ideal es que puedas llegar a vivir el “callado amor”. Y recógete en una actitud de paz, de interiorización, de capacidad de concentración, de alegría por el momento que vas a vivir. De confianza. Deja todos tus problemas, preocupaciones y nerviosismos a parte. Puedes hacer una lista mental con todos tus problemas y preocupaciones. Cuando la tengas completa, déjala a un lado, apárcala durante este rato. Vas a entrar en un espacio de relación con tu niño interior que te va a pedir todo de ti. Que nada te distraiga y nada te impida dar lo mejor de ti mismo. Sólo cuando lo hayas conseguido, ve al paso 2.


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Paso 2: Descender a nuestro niño interior: Sentirle.

Siéntate lo más cómodamente posible. Cierra los ojos. Haz ejercicios de respiración y de relajación hasta que estés totalmente relajado y consciente de ti mismo/a. Tómate en ello el tiempo que necesites. No hay prisa. Vas a entrar en contacto con tu niño interior y necesitas poner todo tu ser en ello. Imagínate a tu niño interior en una situación real y concreta que haya vivido y que haya producido sufrimiento, soledad, vacío,…. Si quieres, puedes representarte una imagen. Si tienes alguna fotografía de aquel momento o de aquella edad, mejor. Desciende hacia él. Siéntele dentro de ti viviendo la situación concreta elegida. No hables. No le digas nada. Simplemente siéntele. Entrégate a fondo en este ejercicio. Pon toda tu concentración en este sentirle. Obsérvale bien, en silencio. No hagas ruido. Contémplale. Te ha acompañado en toda tu historia. Descúbrele y siéntele presente. Date todo el tiempo que necesites. Al principio, quizá te costará más, pues quizá sea la primera vez que contemplas a tu niño interior. No tengas prisa.

Paso 3: Entrar en contacto con nuestro niño interior.

Una vez que te lo has representado y que le has descubierto, sentido y hecho presente, entra en contacto. Siente su respiración. Siente su mirada. Siente que te está mirando. Siente el estado de su alma en la situación concreta vivida. ¿Cómo la está viviendo? ¿Cómo está? ¿Está cansado? ¿Está con miedo? ¿Se siente solo? ¿Está enfermo? ¿Está triste? ¿Está traumatizado? ¿Está dolorido? ¿Está indefenso? ¿Está escondido? ¿Está inseguro? ¿Se siente amenazado? ¿Está desesperanzado? ¿Está angustiado?... Sin prisa, con mucha delicadeza, sin forzar nada, intenta descubrir el estado de su alma. Contémplale despacio, detenidamente, en profundidad. Acércate a él muy despacio, de puntillas, sin hacer mucho ruido. A ritmo de amor. Suavemente. Quizá esté atemorizado y con miedo. Quizá esté escondido y amurallado y defendido de tu presencia. Quizá esté nervioso por tu mirada. Quizá no haya percibido tu presencia porque esté clausurado sobre sí mismo, en la oscuridad y confusión de su “agujero negro”. Dale tiempo. No fuerces nada. Sonríele dulce y delicadamente. Mírale a los ojos y dile que no tenga miedo. Vete acercando a él muy despacio, muy poco a poco. A ritmo de amor y de ternura. No dejes de imaginarte todo esto no sólo en tu imaginación sino en lo profundo de tu corazón: Todo lo que estás haciendo y sintiendo, está sucediendo realmente. No lo dudes. Lo descubrirás más tarde, cuando veas cómo va cambiando tu ser y tu vida. Pero sigamos.


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Llámale por su nombre. Sonríele, abre los brazos y dile que venga a ti. Quizás al principio desconfíe y no haga caso y prefiera seguir clausurado sobre sí mismo, protegido de todo peligro y amurallado en su mundo. O quizá no pueda salir por estar prisionero de su propia nada. No te preocupes. Ten paciencia. No fuerces ni violentes nada. Háblale delicadamente. Que perciba en tu voz, en tu mirada, en tus manos abiertas la ternura, la misericordia, el amor, la comprensión que quieres darle. Espérale. Dale tiempo. Permanece junto a él todo el tiempo necesario. No fuerces nada. Y sigue llamándole con voz delicada y tierna. Ofrécele tu abrazo y tu caricia. Dile que le quieres y que quieres abrazarle y acariciarle. Dile que puede confiar en ti. Dile que has venido para sanar todas sus heridas, para darle el amor que no ha recibido, para ayudarle a crecer y ser feliz. Dile que puede confiar en ti. Dile que no tenga miedo. Y espera a que vaya a tus brazos. Sin prisa. Con paciencia de amor. En brazos abiertos. En el cruce del camino. En espera de amor. Este es uno de los pasos más delicados y difíciles. Quizá te lleve días, semanas, incluso meses, ganar su confianza y su abrazo. Tu niño interior ha vivido demasiados años solo. Terriblemente solo. En soledad cargada de sufrimiento. Se ha hecho autosuficiente. Y ha roto toda relación como mecanismo de autodefensa. Está lleno de fragilidad y de miedo. Temeroso. No sabe confiar ni entregarse. Tu presencia quizá le genera miedo y desconfianza. Está desconcertado: “¿Qué quiere éste de mí?”, pensará. Tenlo en cuenta y vete ganándole poco a poco. Respeta su decisión y espera a que sea él quien se entregue a ti. Si perseveras, lo lograrás. Y si lo logras, lo más difícil ya estará hecho. Es el principio de la sanación. Cuando sientas que tu niño interior va hacia ti y se entrega en tus brazos, entra en el paso 4. Pero no lo fuerces. Deja que vaya seducido por tu amor.

Paso 4: Abrazar y acariciar a nuestro niño interior.

Toma en tus brazos con mucha delicadeza, amor y ternura a tu niño interior. En estos momentos, puedes tomar una almohada de tu habitación y representarte que es tu niño interior. Abrázala representando así tu abrazo hacia él. Siéntele en tus brazos. Dile, sin palabras, que le quieres a través de ese abrazo lleno de ternura y misericordia. Una vez que le has envuelto en los brazos de tu amor mírale a los ojos y acaríciale con mucha delicadeza, muy despacio. Quizá al principio esa caricia le resulte “incómoda” pues se ha acostumbrado y “resignado” a no ser acariciado. Su piel se ha endurecido, de tanto esperar. Pero aún estamos a tiempo. Al principio, acaríciale muy suave y delicadamente. En la medida en que vayas contemplando que va acogiendo y entregándose a tu caricia, haz de ésta el lenguaje de tu amor. Hazle sentirse bien. Dile a través de tu caricia que no tenga miedo, que descanse en ti, que confíe en ti, que ya no está solo, que estás con él, que quieres amarle…


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y todo lo que se te ocurra para transmitirle todo lo que sientes por él. Dile que le quieres. Dile que estás alegre porque le has encontrado. Y dile que ya nunca más estará solo. Tú le protegerás. En ese momento, seguramente tu niño interior se echará a llorar. Amargamente. Sin parar. No digas nada. Abrázale. Fuerte, muy fuerte. Haz sus lágrimas tuyas3 y transmíteselo en tu abrazo, sin palabras. Quédate ahí todo el tiempo que él necesite. No tengas prisa. Esas lágrimas están sanando su alma, son lágrimas de sanación. No tengas prisa. Entrega lo mejor de ti mismo/a en este abrazo. Abandónate a él en el abrazo. Aprétale fuerte contra tu pecho fuerte (no tanto como para aplastarle) y siéntele en lo profundo de tu ser (puedes utilizar la almohada si te hace bien). Y descansa en esa sensación y regocíjate todo el tiempo que necesites. Si quieres y estás a gusto, puedes dormir junto con él mientras le abrazas. Exprésale en tu abrazo y tu caricia todo tu amor. Sin prisa. Date el tiempo que necesites. quizá horas, días, … ese abrazo y esa caricia que tu niño interior quizá nunca tuvo o quizá tuvo pero no sintió, ahora has de dárselo y llenar así ese vacío, ese agujero negro, esa noche profunda que hay en su corazón. Ilumina esa noche con la luz de tu abrazo de amor. En ese abrazo de amor irá sanando, día a día. A impulsos del amor. Amor y Verdad se unirán para dar a luz una hermosa criatura nueva, una maravillosa nueva Vida. Cuando sientas que tu niño interior se ha llenado de ese amor y se ha entregado plenamente a ti, sin miedo y en total confianza, puedes pasar al paso 5.

Paso 5: Escuchar y conocer a nuestro niño interior.

Es importante que descubras y reconozcas que tu niño interior y tú sois mutuamente unos desconocidos. Has vivido muchos años junto a él pero no lo conoces. Te ha gritado muchas veces, pero no has distinguido su voz y no has sabido escucharle. Ha determinado tu comportamiento, gran parte de las veces de forma dramática, pero no has sabido identificar la causa y necesidad profunda. Te ha pedido desesperadamente amor verdadero y tú sólo has sabido darle amor de co-dependencia. Es ahora el momento de empezar este conocimiento y esta escucha. Día a día. Sin prisa. Sin forzar nada. Quizá lo mejor sea preguntarle. Pero no le fuerces a responder. Si le haces una pregunta y no te responde, no fuerces. Sigue preguntando otras cosas. Dale tiempo para que vaya entrando en total confianza contigo. Quizá sea bueno que mientras le preguntas le acaricies y le digas así que puede confiar en ti.

3 Si quieres descubrir la importancia de estas lágrimas y aprender a hacerlas tuyas, te invitamos a leer: “El caballero de la armadura oxidada”, en: http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?view=article&catid=432%3A12-literatura-de-apoyo&id=1633%3Ael-caballero-de-la-armadura-oxidada&option=com_content&Itemid=252

http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?view=article&catid=432%3A12-literatura-de-apoyo&id=1633%3Ael-caballero-de-la-armadura-oxidada&option=com_content&Itemid=252

http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?view=article&catid=432%3A12-literatura-de-apoyo&id=1633%3Ael-caballero-de-la-armadura-oxidada&option=com_content&Itemid=252


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Dile primero si quiere contarte algo por sí mismo. Si quiere abrirte el corazón en algo que quiera desahogarse. Si quiere compartir contigo lo que lleva en lo profundo de sí. Si lo hace, escúchale detalladamente. Y, con mucha delicadeza, puedes empezar un pequeño diálogo en torno a lo que te cuente. Si todavía no se atreve, pregúntale tú. Sin forzar. Pregúntale sus miedos. Pregúntale sus sufrimientos. Pregúntale sus soledades. Pregúntale sus traumas. Pregúntale sus fragilidades. Pregúntale sus enfermedades, especialmente las del alma. Pregúntale sus esclavitudes. Pregúntale sus angustias. Pregúntale sus rencores, incluso sus odios. Pregúntale… todo lo que quieras saber y él quiera contarte. Deja que se desahogue. Quizá nunca antes haya sacado todo esto. Deja que vaya abriendo su “búnker” y vaya saliendo lo más profundo de sí mismo. Dale tiempo. Está abriendo su herida para que el amor pueda entrar y curarla. Pero esto llevará tiempo. La impaciencia es una de las formas más violentas del amor. No caigas en ella. Camina a su ritmo, acompasa tus pasos a los suyos. Y escucha, en “callado amor”. Dedica mucho tiempo a esta escucha y conocimiento. Dale tiempo para que pueda abrirte el corazón en profundidad. Escucha con amor y con ternura. Mientras le acaricias y le dices que le quieres. En abrazo de amor y de ternura. Seguramente descubras que no sabes escuchar, que nunca has escuchado verdaderamente. Que has confundido escuchar con escuchar-te. Ésta será una buena ocasión para ir aprendiendo. En este aprendizaje te juegas todo.

Paso 6: Llorar con nuestro niño interior.

Seguramente, cuando él empiece a contar, no puedas resistirte a llorar junto a él. Seguramente es la primera vez que tu niño interior abre el corazón y saca de él lo más íntimo. Han sido demasiados años de soledad, de aislamiento, de sufrimiento a solas, de angustia desesperanzada, de falta de autoestima, de llorar sin compañía ni esperanza, en medio de la más terrible noche y nada… ahora tu niño interior saca todo esto y llora junto a ti, a lágrima viva. Abrázale fuerte y no tengas pena ni miedo de llorar junto a él. Acoge sus lágrimas y hazlas tuyas. Que tus lágrimas le digan que le quieres. Que tus lágrimas le digan que estás junto a él. Que tus lágrimas le digan que puede contar contigo. Que tus lágrimas le digan que no está solo. Que tus lágrimas le digan que no tema. Que tus lágrimas limpien su rostro oscurecido por tanta soledad y escondimiento. No tengas prisa. Llorad juntos. Vuestras lágrimas empezarán a limpiar y a sanar todas las heridas. Ayúdale a sacar todo lo que lleve dentro. Este “sacar” quizá te lleve días, meses,… no importa. Lo que importa es que saque todo, que


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te lo entregue, que se libere y que llore junto a ti, acogido en tu abrazo de amor y caricia de ternura. La sanación está sucediendo. Siéntela. Cuando las lágrimas se hayan secado, y sientas que tu niño interior está en la paz de haberte entregado lo más íntimo de sí, puedes seguir con el paso 7.

Paso 7: Dialogar con nuestro niño interior.

Es ahora cuando puede empezar un hermoso y fructífero diálogo con tu niño interior. Ha crecido la ternura, el amor y la confianza entre vosotros. Sigue acariciándole y abrazándole. Y aprende a dialogar con él. Seguro que hay muchas cosas que quieres contarle. Muchas cosas que quieres que él te cuente. Muchas cosas que quieres dialogar con él. Tómate todo el tiempo del mundo. Vete rehaciendo tu propia historia. Si quieres y tienes posibilidad, busca el álbum de fotos en el que esté recogida toda o parte de tu historia. Y vete recorriendo toda tu vida junto a él. Y dialoga todo aquello que has tenido escondido en lo profundo de tu corazón. Recorre junto a él todos los momentos de dolor, de sufrimiento, de dificultad, de soledad, de desesperanza… también de alegría, de gozo, de esperanza, de amor… todo. Sacar todo lo que haya en vuestro corazón y dialogar. En este diálogo, acaríciale y deja que él te acaricie. Siente su caricia y su amor mientras te cuenta. Aunque no lo sepáis, es la misma caricia de Dios la que está aconteciendo, por ello será sanadora.

Paso 8: Ayudar a crecer y madurar a nuestro niño interior.

Es el momento de plantear a tu niño interior los pasos a dar para crecer y madurar. Ha de hacerse adulto. El abrazo de amor y ternura se hace ahora abrazo de crecimiento y maduración. De exigencia amorosa en algunos casos. Es muy importante que seas conscientes y tengas muy en cuenta que, en muchos casos, uno de los mecanismos de defensa más importantes y trabajados del niño interior es el la tiranía del capricho, el dominio de la manipulación y la instrumentalización en la relación, la ausencia de voluntad y de capacidad de sacrificio, la autosuficiencia individualista, insolidaria y narcisista: “!Sólo yo y todo para mí!”,… el yo del niño se ha constituido en sí mismo, para sí mismo y desde sí mismo y desde ahí vive toda relación. Por la herida ha entrado el pecado. Y por el pecado, la muerte. Hay que salir de este “infierno” en el que está esclavo tu niño interior. Hay que sanar todas las heridas. Hay que superar todos los miedos. Hay que perdonar todas las ofensas. Hay que romper todos los muros. Hay que salir de


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todos los escondites. Hay que fortalecer todas las fragilidades. Hay que descansar todos los cansancios. Hay que acompañar todas las soledades. Hay que curar todos los traumas. Hay que salir de todas las esclavitudes. Hay que purificar todas las tiranías. Hay que poner luz en todas las mentiras. Hay que… Esta es la tarea, la apasionante y maravillosa tarea que tenéis entre manos y que puede llenar tu vida de sentido, de verdad, de fuerza y de esperanza. Dialoga con tu niño interior: descubre todas estas heridas y sus consecuencias y ponte junto a él un plan de trabajo para hacer juntos este camino de sanación (herida) – liberación (cadenas) – verdad (mentiras). Iros proponiendo pequeños pasitos, pequeños compromisos que vayáis dando a lo largo de la semana y que vayáis revisando el día semanal que tengáis este encuentro especial. Te proponemos el siguiente esquema:

Heridas (Sufrimientos)

Cadenas (Esclavitudes)

Mentiras (Autoengaños)

Plan de trabajo (Cómo superarlo)

Revisión (Semanal)

Y no olvidéis: sin prisa y sin pausa. Sin forzar y sin dormirse.

Paso 9: Compartir con nuestra red de amigos (apoyo) todo este camino.

Es el momento del compartir. Has de ayudar a tu niño interior a dejar atrás la soledad, la autosuficiencia, la clausura sobre sí mismo. Hay que aprender a abrirse, a confiar, a compartir. Adulto es el que sabe abrirse a los otros, sin miedo y con gozo, cultivando junto a ellos y con ellos la amistad, el amor, la comunión y la solidaridad. Para ello, la Página te ofrece un ámbito privilegiado, pues compartirás con personas que están haciendo este mismo proceso y que van a comprenderte perfectamente. Es el momento de caminar junto a otros. De descubrir el regalo y el don del otro. De descubrir que los barrotes de la cárcel en la que estábamos tenían el nombre de soledad. De descubrir que el juntos es el bálsamo de la sanación y de la liberación. Para ello, te invitamos a ir escribiendo todo lo que vas viviendo a lo largo de los distintos pasos que has ido dando. Y, en el momento en que consideres oportuno, a irlo compartiendo en la página, en tu propio Cuaderno de Trabajo. Te hará mucho bien y harás mucho bien. Ya hay muchas personas que están compartiendo su vida día a día. Tú también puedes hacerlo y convertir así el don de Dios en tu vida en don partido y compartido. Para vida de los otros. Así juntos nos enriqueceremos.


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Y en este “juntos” irás descubriendo todo el potencial que hay en tu corazón, todos los tesoros que hay en ti y que están llamados a ser compartidos. El grupo de amigos será la matriz de tu “nuevo nacimiento”.4

Paso 10: Dar gracias a Dios por todo este camino con nuestro niño interior.

Una vez llegado aquí, es el momento de dar gracias a Dios. Él te ha acompañado en todo este proceso, aunque quizá tú no lo hayas descubierto. Pero ha sido él el que te ha ido llevando de su mano hacia tu niño interior. Lo ha hecho tan delicada y amorosamente, que quizá hasta haya pasado desapercibido. Pero es el momento de saber verlo y de sentirlo y de agradecerlo. Dale gracias a Dios de la forma que mejor sepas. Esta acción de gracias hará una gran fiesta en el cielo. Llegado a este momento, puedes retornar a alguno de los pasos anteriores que quieras profundizar, o puedes pasar a la segunda etapa, en la que el Dios que te ha ido acompañando te espera para darse en plenitud. Todos estos pasos no tienes por qué vivirlos en un orden estricto. Puedes irlos viviendo según te vaya indicando tu corazón.

SEGUNDA ETAPA: PONEMOS EN MANOS DE DIOS NUESTRO NIÑO INTERIOR.

Querido amigo y amiga: Tu camino con tu niño interior ha sido hermoso. Quizá duro en alguna etapa, pero es la dureza del “parto”, la dureza del nuevo nacimiento, la dureza de la noche que da lugar a un hermoso amanecer. Es ahora el momento de descubrir que tu niño interior, en realidad, nunca ha estado solo. El Amor de Dios ha estado siempre presente, entregado, en brazos abiertos y costado traspasado, en la Cruz de su propio Hijo. Ha estado siempre amándote y esperándote. Ha estado siempre a tu lado. Sufriendo contigo, junto a ti, en silencio. Acariciándote. Sustentándote y alentándote.

4 Te invitamos en este momento a ver y meditar el siguiente Cortometraje: El circo de la mariposa, en: http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?view=article&catid=412%3Avideos-de-apoyo-a-la-

autoayuda&id=1614%3Acortometraje-el-circo-de-la-mariposa&option=com_content&Itemid=253

http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?view=article&catid=412%3Avideos-de-apoyo-a-la-autoayuda&id=1614%3Acortometraje-el-circo-de-la-mariposa&option=com_content&Itemid=253

http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?view=article&catid=412%3Avideos-de-apoyo-a-la-autoayuda&id=1614%3Acortometraje-el-circo-de-la-mariposa&option=com_content&Itemid=253


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Seguramente no has sido consciente. Estaba tu niño interior demasiado asustado, traumatizado, encapsulado y angustiado para sentir otra presencia que no fuera la de sí mismo. Pero es ahora el momento de recorrer junto a tu niño interior toda tu historia y hacerlo consciente. El Dios que te lleva de su mano es el mismo Dios que te espera al final de este proceso con sus brazos abiertos para darte todo su amor. Te invitamos a hacer este camino desde lo más profundo de tu corazón y llevar de tu mano a tu niño interior. El amor de Dios será el que te regale, cuando y como él quiera, la sanación. Tu trabajo consistirá en disponer todo tu ser para esta sanación: éste es el trabajo de la Autoayuda: como el agricultor que “prepara” la tierra para que, una vez sembrada la semilla, el calor de la tierra, y el alimento del agua y del sol la haga germinar. Ese calor, alimento y sol es el Amor de Dios. No lo dudes.

Paso 1: Dios me ama desde la Eternidad.

Inicia los ejercicios de relajación. Siéntate lo más cómodamente posible. Cierra los ojos. Haz ejercicios de respiración y de relajación hasta que estés totalmente relajado y consciente de ti mismo/a. tómate en ello el tiempo que necesites. No hay prisa. Vas a entrar en contacto con tu niño interior y necesitas poner todo tu ser en ello. Cierra los ojos. Y piensa: antes de que fueras concebido por tus padres, fuiste concebido en el corazón amoroso de Dios. Antes de que tus padres pensaran en tenerte, ya estabas en la mente de Dios como hijo amado y querido. Antes de que tus padres te dieran la vida, el Dios amor, ternura y misericordia te la había dado acogiéndote en su corazón. Antes de que tus padres te acogieran al venir al mundo, Dios te abrazaba en su hijo en el Amor del Espíritu Santo antes de la creación del mundo, en la Eternidad. Amigo y amiga: el Dios papá (abba), el Dios Amor, el Dios Comunión-Solidaridad, te ama desde la Eternidad, desde antes de haber nacido. Estabas en su corazón. En su mente. En sus brazos. Piensa en esto y siéntelo. Vívelo. Imagínate en los brazos de Dios Padre, de Dios Hijo y de Dios Espíritu Santo: brazos de Comunión-Solidaridad. Imagínate amado desde la Eternidad. y siente ese amor. Siente ese abrazo. Siéntete hijo amado de Dios desde la Eternidad. Esa es tu vocación y tu tesoro más profundo y hermoso, que nada ni nadie podrá arrebatarte: Dios te ama con locura desde la Eternidad. Ese es tu ser más íntimo. Esa es tu paz, tu esperanza, tu sustento. Tu salud, tu gozo y tu vida. Tu única suficiencia y entera bienaventuranza. Tu todo.


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Cierra los ojos. Imagínate y siente a Dios amándote. Y permanece ahí. Sin prisa. Todo el tiempo que necesites. Descansa en Él y reposa todo tu ser en Él. Si quieres, puedes dormir en Él. Encuentra ahí tu paz.

Paso 2: Dios desciende en su hijo a mi niño interior y entra en contacto.

Tus padres fueron el instrumento de Dios para darte la vida. Te trajeron al mundo. De los brazos de Dios pasaste a los brazos de tus padres. Vamos a imaginar el día de tu nacimiento. Dios te dio la vida. Imagínate en tus primeros meses. Imagina a Dios contigo, junto a ti. Siente su presencia. Siente su mirada. Siente su cercanía y su ternura. Siente su sonrisa amorosa. Sale a tu encuentro. No estás solo. Quizá tu venida al mundo fue dolorosa. Quizá no encontraste por parte de tus padres, tu familia, la acogida que hubieras necesitado, o la encontraste pero no la sentiste, no la percibiste. Quizá tus primeros meses fueron difíciles, aunque no los recuerdes. Pero no olvides: Dios estaba allí. Junto a ti. Contigo. Acompañándote. No estabas solo. Siéntelo. Descúbrelo. Pasa de la losa de la soledad y el abandono a la certeza de la presencia y la compañía de Dios. Él nunca nos abandona. Si eres católico, imagina el día de tu bautismo, el acontecimiento más importante de toda tu vida. En ese momento, el Dios Amor, Trinidad: Comunión-Solidaridad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo entraron en lo profundo de tu corazón, de tu ser, de tu vida, para que tú pudieras entrar en lo profundo del suyo, como hijo amado, hijo en el Hijo. A partir de ese hermoso momento, eres templo santo del Espíritu Santo, templo de la Santísima Trinidad y miembro de la gran familia de hermanos, la Iglesia, en la que el Amor de Dios se nos entrega en su Hijo por el Espíritu a través de los Sacramentos. Dios está en tu corazón (vida) y tú estás en el corazón (vida) de Dios. Para siempre, para toda la eternidad, si logramos combatir todo aquello que pueda separarte del Amor de Dios (Pecado). Piensa en profundidad y serenidad esto que acabas de leer y revive todos los momentos de gracia en tu vida: el día de tu bautismo, de tu primera comunión, de tu confirmación, de tu matrimonio,… en todos estos momentos, el Amor de Dios se te entregó de forma muy especial en el Hijo por el Espíritu de su Amor. Siente este Amor y regocíjate en Él. Siéntele a tu lado a lo largo de toda tu vida. Y descansa en su presencia. Eres templo del Espíritu Santo, presencia santa de Dios. Esa es tu más honda y hermosa dignidad, que nada ni nadie te podrá quitar. Eres presencia de Dios. Ese es el “sello” de tu ser.


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Paso 3: Dios acaricia y abraza a nuestro niño interior.

Contempla y siente a tu niño interior. Y al Señor junto a él. A su lado. En mirada amorosa y paternal. Orgulloso y gozoso de tu existencia y de tu ser. Siente el estado de su alma. ¿Cómo está? ¿Está cansado? ¿Está con miedo? ¿Se siente solo? ¿Está enfermo? ¿Está triste? ¿Está traumatizado? ¿Está dolorido? ¿Está indefenso? ¿Está escondido? ¿Está inseguro? ¿Se siente amenazado? ¿Está desesperanzado? ¿Está angustiado? ¿Está enfadado con Dios? ¿Se siente abandonado, traicionado por Dios?,... Siente cómo el Señor te toma en sus brazos. Entrégate a él. Sin miedo. Viene a sanar tus heridas. Viene a decirte que te quiere. Viene a decirte que no tengas miedo. Descansa en sus brazos amorosos y siente su caricia. Caricia de amor. Caricia de ternura. Caricia de misericordia. Caricia de perdón. Siéntela. Y abandónate en ella. Sin prisa. Alégrate en ella. Para ello, si te sirve, puedes seguir utilizando la almohada. Abrázala y represéntate en tu abrazo el mismísimo abrazo de Dios al niño interior. Contempla la mirada de Dios. En esa mirada se da todo entero, te da todo su amor. El mirar de Dios es amar. Siente su mirada amorosa y abandónate en ella. Contempla la dulzura de su sonrisa. Entrégate a ella. Abrázale, con todas tus fuerzas. Todo el tiempo que necesites y con toda la fuerza que te pida tu corazón. Siente su amor, en silencio. Siente el silencio de amor. El amor del papá bueno que te entrega todo para que vivas. Permanece en sus brazos, en su caricia, en su mirada y en su sonrisa todo el tiempo que necesites. Si quieres, puedes dormirte en él. Reposa ahí tu alma cansada, abatida, temerosa, angustiada, traumatizada, violada, apagada,… reposa en él, tu vida, tu ser y tu todo.

Paso 4: Dios escucha y conoce a nuestro niño interior. Diálogo.

Despierta. ¡¡ Llevas durmiendo un buen rato ¡! ¡¡ Y es hora de comer ¡! Es hora de alimentar tu alma en el diálogo amoroso con Dios. Dios quiere escuchar el gemido más profundo de tu alma. Tus más hondas angustias, tristezas, heridas,… Dios quiere conocer el ser más íntimo de tu corazón. Dios quiere dialogar contigo y entregarte su Palabra. Siente su abrazo. Siente su caricia. Siente su sonrisa. Siente su mirada. Y ábrele tu corazón y tú alma y escucha lo que en su Hijo te dice. Vete sacando todo lo que hay en lo más profundo de tu corazón. Pon en sus manos todo tu


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sufrimiento, sobre todo el que ha estado más escondido. Confía y entrégate a Él. Quiere sanarte. Sin prisa. Y siente su abrazo. Te invitamos a poner en sus manos lo más profundo de tu alma y a escuchar su palabra hacia ti. Enriquece este diálogo desde lo que escuches en lo profundo de tu corazón: Tú: Él:

Papaíto,…: (siente que te responde con tu nombre): ¡Estoy cansado ¡ ¡Descansa en mí ¡ ¡No quiero salir ¡ ¡Ven a mis brazos ¡ ¡Tengo miedo! ¡Estoy contigo, no temas! ¡Me siento indefenso y amenazado! ¡Confía en mí! ¡Necesito ser amado! ¡Te quiero ¡ ¡Necesito amar ¡ ¡Abrázame ¡ ¡Me siento solo ¡ ¡Ven conmigo ¡ ¡Estoy enfermo ¡ ¡Yo soy tu Salud ¡ ¡Estoy agotado, sin fuerzas! ¡Yo soy tu Fortaleza ¡ ¡Los demonios me aturden ¡ ¡Yo soy tu Paz ¡ ¡Los demonios de esclavizan ¡ ¡Yo soy tu Liberación ¡ ¡Los demonios me aniquilan ¡ ¡Yo soy tu Vida ¡ ¡Estoy tan confuso ¡ ¡Yo soy tu Camino ¡ ¡No tengo esperanza ¡ ¡Yo soy tu Esperanza ¡ ¡Estoy a oscuras ¡ ¡Yo soy tu Luz y tu Guía ¡ ¡Me ahoga e inunda la tristeza ¡ ¡Yo soy tu Gozo ¡ ¡Quiero llorar ¡ ¡Recuéstate en mi pecho ¡ ¡No puedo más ¡ ¡Confía ¡ ¡Papá ¡ ¡Hijo ¡ ¡Hágase tu voluntad ¡ ¡Ven ¡ ¡Por ellos ¡ ¡Por ellos ¡ (Puedes continuar expresando lo más íntimo de tu ser y escuchando la respuesta amorosa por parte de Dios. No tengas prisa, saca todo). …. …. ¡Amén ¡ ¡ Amén ¡ Permanece en este diálogo íntimo y amoroso todo el tiempo que necesites, todos los días que sean necesarios hasta sacar desde lo más profundo de ti todo lo que hay de dolor, de angustia, de sufrimiento, de trauma,… cuéntale al Señor todo lo que has ido y vayas descubriendo en el trabajo de la Autoayuda, todos tus descubrimientos en torno a tu herida. Cuéntale todos los traumas que has vivido en tu vida. Sácalos con todo detalle y ponlos en sus manos. Él te


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sanará. Ponlo todo en sus manos y siente su palabra amorosa. Desahógate. Entrégate todo entero para que todo entero puedas acogerle. Si lo haces, encontrarás una paz profunda. Vive y reposa tu alma en esa paz.

Paso 5: Dios, en y por su Hijo, llora con nuestro niño interior y se entrega ¡por nosotros!

Amigo y amiga: seguramente el paso anterior lo has hecho lleno de lágrimas. Eso es muy bueno y necesario. No tengas miedo de llorar. Llora todo lo que necesites y saca así todo de tu corazón. Esas lágrimas serán bálsamo de sanación. Y mientras lloras, siente a Dios que llora contigo en y por su Hijo. Estás en sus brazos amorosos y hace suyo tu dolor y tu sufrimiento. En su hijo, hace suya toda tu fragilidad, tu enfermedad, tu dolor, tu herida y tu pecado. En el paso anterior hemos llorado tu herida. Ahora te invitamos a llorar tu pecado, es decir, todo el mal que has vivido en tu vida, gran parte de él, nacido y crecido en la matriz de tu herida. Por la herida entró mucho de este mal (pecado) en tu vida. Pero no lo dudes, si lloras con él y te entregas a él, por la herida entrará también su gracia como perdón sanador y liberador. Pon en Sus manos todo tu pecado. Tu herida te ha llevado a lo largo de toda tu vida a hacer muchas cosas malas, en las que has violado la dignidad más profunda de tu ser y la de otros hermanos. Tu herida te ha llevado ¡tantas veces! a degradarte y a degradar a los demás, a utilizarte y a instrumentalizar a los demás, a despersonalizarte y a despersonalizar a los demás,…. Tu herida te ha separado ¡tantas veces! del amor de Dios, encerrándote en tu propio egoísmo, y del amor a los hermanos, instrumentalizándolos para tu propio beneficio. Dios estaba contigo, pero tú estabas muy lejos de él. Él te esperaba, con los brazos abiertos. Ahora estás en sus brazos. Siéntelo y pon todo tu pecado en sus manos. Sin miedo. Dios te ama con locura y te espera con los brazos abiertos y traspasados. Siente su perdón. Siente y vive que “donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia”. Te invitamos en estos momentos a tomar una imagen de Cristo Crucificado. Contémplala, sin prisa. Acógela en lo profundo de tu corazón. Y siente el dolor, el sufrimiento, el desgarro que vivió Cristo en la Cruz por amor a ti. Él entregó su vida por ti, por todos y cada uno de tus pecados. Todo el mal que han hecho tus pecados Él lo ha cargado y lo sigue cargando sobre Él, por amor. Y espera que ese Amor Crucificado ablande nuestro corazón y nos entreguemos sólo y todo a Él. Te invitamos a ir sacando todos y cada uno de tus pecados y a ponerlos junto a su cruz. Llora todo lo que necesites y haz tuyo el sufrimiento de Cristo en la cruz. Cristo murió por ti. Muere ahora tú a todos tus pecados por amor a Él. Si


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quieres, puedes escribirlos, uno a uno, con nombres y apellidos. Escríbelos y llóralos. Pide a Dios su misericordia y su perdón. Pide perdón en Él a todas las personas a las que consideras que has dañado, con rostros concretos. Ámalas en Él y por Él. Pon tu corazón herido y empecatado en sus manos. Eso te sanará y te reconciliará. Tómate todo el tiempo que necesites. Cuando lo hayas hecho, si eres católico, te invitamos a celebrar el sacramento de la reconciliación. El sacerdote, como representación de Cristo y de la Iglesia, te dará sacramentalmente el perdón de Dios y con él la Gracia y la Fuerza del Espíritu Santo para seguir adelante. Esta Gracia sólo se da en los sacramentos y es el mayor don que podamos recibir aquí en la Tierra. Una vez que te hayas confesado, te invitamos a vivir este sacramento de la reconciliación (confesión) una vez al mes. Si lo haces, seguro que tu alma irá sanando día a día. Antes de cada confesión, te invitamos a vivir en profundidad este paso 5, para preparar tu alma en este encuentro amoroso con Dios en el Sacramento. Este perdón sana, recrea, ilumina, fortalece y hace nueva tu alma, llenándotela de paz y de gozo, la paz y gozo de la presencia misma del Señor. En el sacramento de la reconciliación Dios te dará su Espíritu Santo para que habite en lo profundo de tu corazón como Templo del Espíritu y te vaya acompañando, iluminando, guiando y fortaleciéndote en este camino de sanación-comunión-liberación-solidaridad y puedas vivir la vida nueva de los hijos de Dios, que es vida en el Espíritu. Si has realizado de verdad el paso anterior, avanza al paso 6.

Paso 6: Dios ayuda a crecer y madurar a nuestro niño interior.

Puestas todas tus angustias, todas tus heridas y todos tus pecados en las manos de Dios suplicando su sanación y su perdón, ahora vamos a poner en sus manos todas tus esperanzas, tus anhelos, tus deseos más profundos. Es el momento de escuchar el gemido del Espíritu Santo en lo profundo de tu corazón. Y de escuchar cuál es la voluntad de Dios en ti, qué pasos quiere que des en estos momentos. Desciende a lo profundo de tu corazón. Siente el amor de Dios presente en el don de su Espíritu. Y escucha. Pregúntale: Señor, ¿qué quieres que haga? ¿Qué pasos dar? ¿Cómo llevar a mi niño interior a crecer y madurar como ser adulto y responsable, como verdadero hijo de Dios y hermano con los hermanos? ¿Qué pasitos he de ponerme a dar? ¿En qué dirección? Pide al Espíritu la luz y la fuerza para hacerte un pequeño Plan de Trabajo, o para revisar y perfeccionar el Plan de Trabajo que ya te habías hecho. En este Plan de Trabajo, ha de estar planteados los frentes fundamentales en esta etapa:


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1. Curación de las heridas. 2. Combate del pecado. 3. Maduración de tu ser adulto y responsable. 4. Vivencia y Compromiso de vida nueva, la vida del Espíritu: Vida de

Comunión-Solidaridad. Planifica tu tiempo para que estos frentes estén perfectamente trabajados. Y no olvides: en estos momentos, es lo más importante que tienes entre manos. Si trabajas la Autoayuda en profundidad, con seriedad y sistematicidad, ésta te ayudará a ir trabajando progresivamente todos estos frentes. Descubrirás que no sólo podrás sanar de tu AMS, sino algo mucho más importante, hermoso y entusiasmante: podrás vivir nueva vida, la nueva vida del Espíritu, como ser adulto y responsable. Serás plenamente feliz. Y harás feliz a todo el que esté a tu lado. Ese es el regalo que Dios quiere regalarnos, después de habernos “rescatado” por la Cruz del Hijo de toda esclavitud y ofrecido en su Costado Abierto (donde se nos entrega el Santo Espíritu) la sanación y la vida nueva. Te invitamos a hacer esta planificación, este plan de trabajo en diálogo permanente con tu niño interior, ayudándole día a día a hacerse adulto, entusiasmantemente adulto, gozosamente adulto, responsablemente adulto. Que descubra la alegría y el gozo del crecimiento y la maduración, ya sin miedo y sin necesidad del “búnker” de autoprotección, pues ahora su seguridad y su paz son los brazos de Dios y su amor entregado en el Espíritu. De cara a esta escucha de la voluntad de Dios, te invitamos a leer diariamente el Evangelio del día. Léelo con mucho detenimiento y medita en lo profundo de tu corazón lo que has leído. Haz de la Palabra de Dios tu alimento, tu sustento, tu vida.

Paso 7: Dios envía a la misión a nuestro niño interior.

El Señor nos ha amado desde la Eternidad. El Señor nos ha acompañado a lo largo de toda nuestra vida, aunque tantas veces no lo hayamos descubierto. El Señor nos ha abrazado, acariciado, escuchado. Se ha hecho nuestro amigo y hemos podido entregarle todo nuestro ser, nuestras angustias y esperanzas, nuestras heridas y pecados. Y nos va perdonando y sanando día a día, a impulsos del amor. Ese es nuestro Dios: el Dios amor que ha entregado a su Hijo Único y Amado en muerte, y muerte de Cruz, no para condenarnos, sino para sanarnos, liberarnos, redimirnos y salvarnos, porque somos hijos amados. Y, papá(abbá) Dios… no puede sino amar. Y ahora, llenos de ese amor, de esa paz, de ese perdón, de esa ternura, nos envía. No se nos ha entregado para que nos apropiemos de él (egoísmo) sino para que testimoniemos y llevemos su Amor al mundo entero, que es amor de sanación, de liberación, de redención y de salvación. Amor de comunión y de solidaridad.


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La herida ha dejado ya de vivirse desde el autolamento, desde el autovictimismo, desde el narcisismo neurótico… para convertirse en manantial de vida, de esperanza, de aliento para los otros. Esta es una de las experiencias más hermosas, profundas y gratificantes que se puedan vivir: lo que ha sido noche, sufrimiento y negación se convierte ahora, en manos de Dios, en testimonio vivo del ¡es posible! para los que todavía viven la noche del sufrimiento. El Señor pone en tus manos una verdadera misión, un verdadero “envío”: ¡¡ Puedes hacer mucho bien en muchas almas ¡! 5 Amigo y amiga: Entra en lo más profundo de ti. Y siente ese envío por parte de Dios. “id al mundo entero…”. Revisa el punto 4 de tu planificación: la vida de comunión-solidaridad. Esta vida serán los “frutos” de este amor de Dios en ti. Y siente, vive y escucha ese envío a nuestro mundo, un mundo tan lleno de injusticias y explotación. Nuestro querido y entrañable Juan Pablo II nos habla de la "cultura de muerte", cultura en la que vivimos en una "guerra de los poderosos contra los débiles" y que se ha forjado como una verdadera "conjura contra la vida" (te invitamos a leer la maravillosa y valiente encíclica “evangelium vitae”6 – “el evangelio de la vida”-, en la que hace una proclama en pro de los más débiles y explotados del mundo, y en pro de la construcción y la movilización en pro de la cultura de la vida y la solidaridad). Esta cultura de muerte hace que cada día matemos de hambre a 50.000 niños en nuestro mundo; que haya 500.000 niños esclavos; que haya millones de niños soldado; que todos los años asesinemos en el vientre de su madre a millones de niños indefensos, que haya miles y miles de niños explotados sexualmente, que haya miles y miles de niños que mueren cada año en las más de 70 guerras que hay en estos momentos en nuestro mundo,... Amigo, en nuestra página, en la sección de Cultura de Muerte7 intentamos hacer nuestro el grito de los inocentes de la tierra que nos gritan pidiéndonos que entreguemos la vida para construir un mundo de paz, de justicia, de solidaridad, en el que los más inocentes y débiles, los niños, puedan vivir sin ser amenazada su vida. Estos gritos son el punzón que pincha nuestra buena conciencia y que nos "ofende" y nos "hiere" en lo más profundo de nuestra alma y nos enfrenta contra la verdad de nosotros mismos: ¿estamos haciendo de nuestra vida instrumento de la cultura de la muerte o instrumento de la cultura de la vida y la solidaridad?

5 Te invitamos a ver el Video: La discapacidad está en el corazón, en: http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?view=article&catid=412%3Avideos-de-apoyo-a-la-autoayuda&id=929%3Avideo-la-discapacidad-esta-en-el-corazon&option=com_content&Itemid=253 6 La puedes encontrar en: http://www.vatican.va/edocs/ESL0080/_INDEX.HTM 7 http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?option=com_content&view=article&id=2&Itemid=3

http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?view=article&catid=412%3Avideos-de-apoyo-a-la-autoayuda&id=929%3Avideo-la-discapacidad-esta-en-el-corazon&option=com_content&Itemid=253

http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?view=article&catid=412%3Avideos-de-apoyo-a-la-autoayuda&id=929%3Avideo-la-discapacidad-esta-en-el-corazon&option=com_content&Itemid=253

http://www.vatican.va/edocs/ESL0080/_INDEX.HTM

http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?option=com_content&view=article&id=2&Itemid=3


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Son el grito silencioso que nos pregunta cada día: ¿creemos en el falso dios que nos lleva a despreocuparnos de este mundo, a pensar que con sólo rezar ya basta, que nos lleva a pensar que este mundo no tiene remedio, o por el contrario creemos en el Dios verdadero, el Dios del amor, de la comunión y la solidaridad, que nos lleva con Él, por Él y en Él a entregar la vida, día a día, en la construcción de la nueva cultura de la vida, de la comunión y la solidaridad? Amigo: te a ir madurando a tu niño interior y llevándole a la hermosura de la adultez descubriendo la llamada, la vocación, en envío de Dios a llevar este Amor que Él nos ha dado y no sigue dando en Cristo a través de su Espíritu a todos los hombres. Uno de los objetivos fundamentales de nuestra Página y de nuestra Autoayuda es ayudar a descubrir que sólo seremos capaces de sanar nuestras heridas si cambiamos radicalmente de vida y vivimos la vida de Dios, que es vida de comunión - solidaridad. Es un único proceso: sanar las heridas más íntimas de nuestro corazón nos lleva simultáneamente a entregar la vida por sanar las heridas más profundas de nuestro mundo: el hambre, la explotación, las guerras, la esclavitud infantil, el aborto, la explotación sexual,... las heridas personales y las heridas sociales interactúan influyéndose mutuamente: la sanación ha de dar respuesta a esta integridad. Esta página quiere ser voz de los que no tienen voz, grito de anuncio de que es posible un mundo nuevo, de que es posible la esperanza y denuncia de todas las injusticias, de que ¡¡ es posible ¡! sanar todas las heridas y vivir la vida nueva de los hijos de Dios. Amigos/as: sintamos día a día cómo Dios nos envía. Cultivemos conciencia y actitudes solidarias. Para ello, amigos, os invitamos a trabajar asiduamente la sección de la Autoayuda: Solidaridad. Sin ese cultivo de la dimensión solidaria de nuestra vida, no será posible sanar nuestras heridas, ya que la herida es sólo una, en sus muchas dimensiones, y hemos de buscar sanarla en todas sus dimensiones: dimensión personal, social, institucional,... Dios nos acompaña. El Dios de la vida, de la comunión y la solidaridad. El Dios que se nos entrega colgado de un madero y atravesado en costado abierto. En ese Dios crucificado en su Hijo están todos los crucificados de la tierra, gritándonos y pidiéndonos solidaridad. En el Hijo crucificado el mismo Dios nos envía a testimoniar su Amor y a construir la nueva civilización del amor y la solidaridad. Te invitamos a dialogar todo esto con tu niño interior, y acompáñale en su crecimiento y maduración. No olvides: estás llamado a vivir la vida nueva de los hijos de Dios, que es vida de comunión-solidaridad8. En tu herida nació el sufrimiento y el pecado. Tu herida puede ser, si tú quieres, manantial de esta vida nueva, matriz de nueva creación. En tus manos está. Vive este paso 7 en

8 Si quieres contemplar lo que puede ser la belleza de la vida solidaria, contempla y medita este Video: Extreme Ballet, en: http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?view=article&catid=412%3Avideos-de-

apoyo-a-la-autoayuda&id=1608%3Avideo-extreme-ballet&option=com_content&Itemid=253

http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?view=article&catid=412%3Avideos-de-apoyo-a-la-autoayuda&id=1608%3Avideo-extreme-ballet&option=com_content&Itemid=253

http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?view=article&catid=412%3Avideos-de-apoyo-a-la-autoayuda&id=1608%3Avideo-extreme-ballet&option=com_content&Itemid=253


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la reflexión e interiorización de todos estos puntos. Hazlos tuyos y pide a Dios la fuerza para ser fiel a su llamada. Si eres católico, te invitamos a vivir todo lo anterior poniendo como punto de partida y punto de llegada en tu vida la Santa Eucaristía. Es el acontecimiento más sagrado de todo el Universo: Dios se nos entrega en su Hijo y se queda entre nosotros en su Espíritu. En esta entrega, que rememora y actualiza cada día la entrega de Cristo en la Cruz, nos entrega su vida resucitada que hace nuevas todas las cosas. Te invitamos a celebrar – al menos- todos los domingos la eucaristía. Acoge el perdón y la palabra de Dios, lleva todo tu trabajo, esfuerzo, sacrificio, caídas, logros,… y ponlos junto al pan y junto al vino. El Señor lo hará suyo, lo unirá al sacrificio de todos los hombres, al sacrificio de toda la Iglesia y lo unirá a su propio Sacrificio. Lo ofrecerá a Dios Padre y lo convertirá en su propia vida, manantial de vida nueva, en la que se nos entrega todo el Amor de Dios. Ese Amor de Dios entregado en el Cuerpo y la Sangre de cristo Será tu alimento para hacer este camino. Te invitamos también, siempre que puedas, a buscar una Iglesia en la que haya adoración del Santísimo y a quedarte ahí, junto a Él, contemplándole, hablándole, amándole,… y sobre todo escuchándole, sintiendo cómo te mira con mirada de amor, sintiendo cómo te acaricia, sintiendo cómo te llama, sintiendo cómo te ama. Esa experiencia te irá cambiando la vida día a día. Intenta vivir desde esta mirada, desde esta escucha, desde esta llamada, desde este amor tierno y misericordioso a lo largo de todo el día. Y nada te turbará, ni te espantará, pues quien a Dios tiene nada le falta. Vive en Él, con Él y por Él. Y en este camino de cercanía al Señor, deja que la Santísima Virgen te acompañe. No tendrás mejor compañía. Te invitamos a descubrir el rezo del Rosario como la oración de los sencillos que buscan hacer sólo la voluntad de Dios de la mano de su Madre.

Paso 8: Compartir con nuestra red de amigos (apoyo) todo este camino con nuestro niño interior.

Llegados a este punto, es el momento del compartir. Te invitamos a ir escribiendo todo lo que vas viviendo, descubriendo, sintiendo,… en los pasos anteriores en un diario. El ir plasmando todo esto en tu Cuaderno de Trabajo te ayudará mucho. Será uno de los tesoros de tu vida: no sólo el testimonio de tu propia sanación, sino el testigo de tu encuentro profundo con Dios.


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Te invitamos a compartir todo esto con tus hermanos de la página. Bien cuando hayas llegado a este paso o bien a lo largo del camino. Este compartir es fundamental, condición necesaria para la sanación, ya que no sanamos solos (individualismo) sino que sanamos juntos, unos con otros, en fraternidad de hijos y hermanos. El Señor nos va sanando y liberando junto y a través de los otros. Percibir la presencia del Señor en el “juntos” es una de las tareas más bonitas y necesarias que hemos de ir cultivando en nuestra vida. Por ello, en la medida en que te abras en este compartir y te abras en acoger las aportaciones de los otros, tu proceso de sanación irá creciendo y madurando. Este es el tesoro más valioso de la página: el ser un ámbito de compartir fraterno. Ahí sanan todas las heridas, en el compartir. Por ello te pedimos y te invitamos que compartas lo más profundo que estás viviendo en este proceso y acojas el compartir de los otros: sólo sí haremos la red de apoyo, el grupo de amigos, la comunidad de hermanos que necesitamos. No lo dudes: en medio estará Dios. Al terminar este punto, te invitamos a leer un hermoso cuento, sencillo y corto, que te ayudará a descubrir la importancia de lo que te hemos expresado en este punto. También te ofrecemos un hermoso video en el mismo sentido9.

Paso 9: Dar gracias a Dios por todo este camino.

Una vez llegado aquí, es el momento de dar gracias a Dios. Él te ha acompañado en todo este proceso, aunque quizá tú no lo hayas descubierto. Pero ha sido Él el que te ha ido llevando de su mano hacia tu niño interior. Lo ha hecho tan delicada y amorosamente, que quizá hasta haya pasado desapercibido. Pero es el momento de saber verlo y de sentirlo y de agradecerlo. Dale gracias a Dios de la forma que mejor sepas. Esta acción de gracias hará una gran fiesta en el cielo. Es el momento también de proponerte vivir en una actitud de oración de acción de gracias a lo largo de todo el día, en cada uno de los momentos, en cada segundo de tu existencia. En este sentido, te invitamos a descubrir el trabajo de la Autoayuda y de las Fichas como acción de gracias, como ofrenda agradable y agradecida por todo su amor. La Autoayuda no debe de ser una “carga” que no tienes más remedio que trabajar para… sino que puede llegar a ser una hermosa ofrenda de amor de esfuerzo y de sacrificio ofrecida cada día a Dios en acción de gracias.

9 Cuento: El dragón y el Príncipe, en: http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?view=article&catid=432%3A12-

literatura-de-apoyo&id=1634%3Ael-dragon-y-el-principe&option=com_content&Itemid=252 y Video: la Carrera, en: http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?view=article&catid=412%3Avideos-de-apoyo-a-la-autoayuda&id=1620%3Avideo-lo-que-pretendemos-en-nuestra-autoayuda-y-en-nuestra-vida&option=com_content&Itemid=253

http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?view=article&catid=432%3A12-literatura-de-apoyo&id=1634%3Ael-dragon-y-el-principe&option=com_content&Itemid=252

http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?view=article&catid=432%3A12-literatura-de-apoyo&id=1634%3Ael-dragon-y-el-principe&option=com_content&Itemid=252

http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?view=article&catid=412%3Avideos-de-apoyo-a-la-autoayuda&id=1620%3Avideo-lo-que-pretendemos-en-nuestra-autoayuda-y-en-nuestra-vida&option=com_content&Itemid=253

http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?view=article&catid=412%3Avideos-de-apoyo-a-la-autoayuda&id=1620%3Avideo-lo-que-pretendemos-en-nuestra-autoayuda-y-en-nuestra-vida&option=com_content&Itemid=253


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Te invitamos también a buscar momentos especiales en los que puedas estar a solas con el Señor, para escucharle, meditar y acoger su Palabra en tu corazón y dialogar con Él desde lo más profundo de tu corazón. Él irá llevando de su mano a tu niño interior a la vida adulta y madura: a la Cruz, que es vida de donación y de amor verdadero, en la que entramos en comunión profunda con el Amor (Dios). No lo olvides: la vida cristiana es una vida de permanente acción de gracias por tanto amor de Dios. Que esta actitud en tu vida te llene el corazón de paz, de gozo y de profunda confianza y esperanza.

Aviso final

Llegados a este momento, puedes empezar de nuevo todos los pasos desde el principio y vivirlos imaginándote, viviendo y sintiendo las distintas etapas de tu vida pero ya desde el amor de Dios, sintiendo su abrazo misericordioso siempre contigo: tu infancia, tu adolescencia, tu juventud, tu madurez,… eso te llevará a ser más consciente de todo lo que has vivido: a agradecer y celebrar lo bueno y a sanar y redimir lo malo. No tengas prisa en ello. Date tiempo, y camina a impulsos del amor. Ya no es necesario que sigas los pasos uno tras otro: vive el que más necesites vivir según el momento vital y espiritual en el que estés. Por último, recuerda: todo lo escrito son simplemente pequeñas “pistas” para el camino. Pero el camino lo haces tú, de la mano del Señor. Utiliza lo que te sirva para ello y pon en marcha tu creatividad para abrir los caminos nuevos por los que te llame el Señor. La relación de Dios con cada uno de nosotros es única y a cada uno le muestra su propio camino. Sólo te pedimos que compartas este camino para ir descubriendo y contemplando juntos este milagro del amor de Dios en nosotros.

Recursos Recomendados

Sección: Niño interior, en:

http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?view=category&id=438%3A11-nino-interior&option=com_content&Itemid=262

John Bradshaw, Volver a casa. Recuperación y reivindicación del niño interior, Madrid 102008, en: http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1920:volver-a-casa-recuperacion-y-reinvindicacion-del-nino-interior-john-bradshaw&catid=439:6-temas-inter-relacionados-con-la-ams&Itemid=252

John Bradshaw, Sanar la vergüenza que nos domina. Cómo superar el miedo a exteriorizar tu verdadero yo, Barcelona 32006, en: http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?view=article&catid=438%3A11-nino-interior&id=1918%3Asanar-la-vergueenza-que-nos-domina-john-bradshaw&option=com_content&Itemid=262

http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?view=category&id=438%3A11-nino-interior&option=com_content&Itemid=262

http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1920:volver-a-casa-recuperacion-y-reinvindicacion-del-nino-interior-john-bradshaw&catid=439:6-temas-inter-relacionados-con-la-ams&Itemid=252

http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1920:volver-a-casa-recuperacion-y-reinvindicacion-del-nino-interior-john-bradshaw&catid=439:6-temas-inter-relacionados-con-la-ams&Itemid=252

http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?view=article&catid=438%3A11-nino-interior&id=1918%3Asanar-la-vergueenza-que-nos-domina-john-bradshaw&option=com_content&Itemid=262

http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?view=article&catid=438%3A11-nino-interior&id=1918%3Asanar-la-vergueenza-que-nos-domina-john-bradshaw&option=com_content&Itemid=262


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Te pedimos de forma muy especial que todo lo que vayas aportando y enriqueciendo a este esquema y pienses puede servir a otros, nos lo envíes. Lo integraremos y así entre todos iremos sembrando el camino de pistas para llegar gozosos a la meta. Puedes enviarlo a: Grupo Juan Pablo II Aportación al Documento “Niño Interior” [email protected]

Querido amigo y amiga: Que Dios te bendiga y la Santísima Virgen te acompañe.

Contamos contigo. Te necesitamos. ¡Vamos juntos, compañero/a!

Unidos cada día en oración y eucaristía, Grupo Juan Pablo II [email protected]

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