ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007)...

27
Investigación e Innovación en Educación Infantil y Educación Primaria 423 ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, COORDINACIÓN DINÁMICO GENERAL Y RESPUESTA CARDÍACA EN EDUCACIÓN FÍSICA, EN ALUMNOS DE 5º CURSO DE EDUCACIÓN PRIMARIA Antonio Moreno Fernández (*) y Juan Luis Yuste Lucas (**) (*) CEIP Antonio Buitrago Gómez. Cieza (Murcia). (**) Departamento de Expresión Plástica, Musical y Dinámica. Universidad de Murcia. Resumen El objetivo del presente estudio ha sido analizar, en 42 alumnos de quinto curso de Educación Primaria, de 10,26±0,5 años, el IMC, porcentaje de grasa corporal, prueba de coordinación motriz y la implicación del alumnado a través de la toma de frecuencia cardíaca en una sesión de coordinación, estableciendo relaciones al respecto. La media del total de los alumnos se encuentra por debajo de los valores establecidos para sobrepeso (IMC≥85-97) y obesidad (IMC ≥97), si bien los chicos presentan parámetros superiores a la media con respecto al sobrepeso, mientras las chicas lo presentan con respecto a la obesidad. Los datos del porcentaje de grasa manifiestan que la media del alumnado se mueve en parámetros no saludables, mostrando los niños valores superiores a las niñas. La prueba de coordinación establecida pone de manifiesto que las niñas emplean más tiempo que los niños en su realización. Los datos obtenidos sobre la frecuencia cardíaca de la sesión analizada, señalan que el total del alumnado trabajó dentro de los parámetros establecidos como saludables. Se halló correlación débil entre IMC-circuito e IMC-frecuencia cardíaca, siendo esta moderada entre el porcentaje de grasa- circuito y porcentaje de grasa y frecuencia cardíaca. Abstract The aim of the present study is to test with 42 students 10,26± 0,5 years old of fifth grade of elementary school, the BMI, the bodily fat percentile, the motor-coordination test, and the students’ implication in the cardiac frequency inlet in a coordination session, to set relationships in this respect. The average of students is under the established-overweight values (BMI ≥85- 97) and obesity (BMI ≥97), since boys show above average parameters with respect to overweight, while girls do it with respect to obesity. The data about the fat percentile demonstrate that the average of students is based on non-healthy parameters, showing higher values in boys than in girls. The coordination test reveals girls spend more time in its realization in comparison to boys. The final results on the cardiac frequency of the tested session show that the total of the students worked inside the established healthy parameters. It was found a weak correlation between BMI-circuit and BMI-cardiac frequency, being the latter rather moderate between the fat-circuit percentile and fat percentile and cardiac frequency. PROBLEMA DE LA INVESTIGACIÓN: ORIGEN Y JUSTIFICACIÓN La Educación para la Salud, entendida como un proceso de educación permanente que se inicia en los primeros años de la infancia orientado hacia el conocimiento de sí mismo en todas sus dimensiones tanto individuales como sociales, y también del ambiente que le rodea en su doble dimensión, ecológica y social, con objeto de poder tener una vida sana y participar en la salud colectiva (Perea, 1992), ha sido considerada como uno de los campos de innovación de la Reforma Educativa en curso en España, y cobra cada vez mayor importancia como área de trabajo pedagógico en la educación reglada y en la educación social. Los resultados de diferentes estudios han puesto de manifiesto que la obesidad en la población española en edad infantil y juvenil está adquiriendo dimensiones que merecen una atención especial (Rubio et al., 2007), donde uno de cada cuatro niños en nuestro país tiene exceso de peso, indicándose este sobrepeso en edades cada vez más tempranas (Ballesteros et al., 2007).

Transcript of ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007)...

Page 1: ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007) hace referencia al aprendizaje de elementos y razonamientos matemáticos, incidiendo

Investigación e Innovación en Educación Infantil y Educación Primaria

423

ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, COORDINACIÓN DINÁMICO GENERAL Y RESPUESTA CARDÍACA EN EDUCACIÓN FÍSICA, EN ALUMNOS DE 5º CURSO DE EDUCACIÓN

PRIMARIA

Antonio Moreno Fernández (*) y Juan Luis Yuste Lucas (**)

(*) CEIP Antonio Buitrago Gómez. Cieza (Murcia). (**) Departamento de Expresión Plástica, Musical y Dinámica. Universidad de Murcia.

Resumen El objetivo del presente estudio ha sido analizar, en 42 alumnos de quinto curso de Educación Primaria, de 10,26±0,5 años, el IMC, porcentaje de grasa corporal, prueba de coordinación motriz y la implicación del alumnado a través de la toma de frecuencia cardíaca en una sesión de coordinación, estableciendo relaciones al respecto. La media del total de los alumnos se encuentra por debajo de los valores establecidos para sobrepeso (IMC≥85-97) y obesidad (IMC ≥97), si bien los chicos presentan parámetros superiores a la media con respecto al sobrepeso, mientras las chicas lo presentan con respecto a la obesidad. Los datos del porcentaje de grasa manifiestan que la media del alumnado se mueve en parámetros no saludables, mostrando los niños valores superiores a las niñas. La prueba de coordinación establecida pone de manifiesto que las niñas emplean más tiempo que los niños en su realización. Los datos obtenidos sobre la frecuencia cardíaca de la sesión analizada, señalan que el total del alumnado trabajó dentro de los parámetros establecidos como saludables. Se halló correlación débil entre IMC-circuito e IMC-frecuencia cardíaca, siendo esta moderada entre el porcentaje de grasa-circuito y porcentaje de grasa y frecuencia cardíaca. Abstract The aim of the present study is to test with 42 students 10,26± 0,5 years old of fifth grade of elementary school, the BMI, the bodily fat percentile, the motor-coordination test, and the students’ implication in the cardiac frequency inlet in a coordination session, to set relationships in this respect. The average of students is under the established-overweight values (BMI ≥85-97) and obesity (BMI ≥97), since boys show above average parameters with respect to overweight, while girls do it with respect to obesity. The data about the fat percentile demonstrate that the average of students is based on non-healthy parameters, showing higher values in boys than in girls. The coordination test reveals girls spend more time in its realization in comparison to boys. The final results on the cardiac frequency of the tested session show that the total of the students worked inside the established healthy parameters. It was found a weak correlation between BMI-circuit and BMI-cardiac frequency, being the latter rather moderate between the fat-circuit percentile and fat percentile and cardiac frequency. PROBLEMA DE LA INVESTIGACIÓN: ORIGEN Y JUSTIFICACIÓN La Educación para la Salud, entendida como un proceso de educación permanente que se inicia en los primeros años de la infancia orientado hacia el conocimiento de sí mismo en todas sus dimensiones tanto individuales como sociales, y también del ambiente que le rodea en su doble dimensión, ecológica y social, con objeto de poder tener una vida sana y participar en la salud colectiva (Perea, 1992), ha sido considerada como uno de los campos de innovación de la Reforma Educativa en curso en España, y cobra cada vez mayor importancia como área de trabajo pedagógico en la educación reglada y en la educación social. Los resultados de diferentes estudios han puesto de manifiesto que la obesidad en la población española en edad infantil y juvenil está adquiriendo dimensiones que merecen una atención especial (Rubio et al., 2007), donde uno de cada cuatro niños en nuestro país tiene exceso de peso, indicándose este sobrepeso en edades cada vez más tempranas (Ballesteros et al., 2007).

Page 2: ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007) hace referencia al aprendizaje de elementos y razonamientos matemáticos, incidiendo

Investigación e Innovación en Educación Infantil y Educación Primaria

424

Bajo este enfoque pedagógico, no debemos de olvidar que el problema de sobrepeso de nuestros alumnos en edad escolar es algo que debe preocuparnos a todos los miembros de la comunidad educativa, no sólo a los docentes relacionados con el ámbito de la Educación Física. Estudios que desde hace décadas se realizan en gran parte de países de Europa, Estados Unidos, Canadá y otros, prueban que el porcentaje de niños con problemas de coordinación motriz oscila entre el 5% y el 15%, siendo objeto de estudio de numerosos investigadores (Gómez, 2004), aunque como señala Ruiz (2008), la carencia de estudios sobre esta cuestión en España, hace preciso la realización de investigaciones como la presente. En mis clases de Educación Física a menudo me surgen una serie de preguntas: ¿son realmente coordinados motrizmente mis alumnos?, ¿qué porcentaje de obesidad y sobrepeso tienen mis escolares?, ¿son menos coordinados los alumnos que presentan porcentajes más altos de sobrepeso y obesidad? ¿trabajan dentro de parámetros saludables?, se trata de las inquietudes que me planteo como profesional vinculado a la actividad física, desde el punto de vista escolar y extraescolar, y que he intentado responder a través de un pequeño estudio con un grupo de escolares de 5º curso de Educación Primaria en el centro en el que imparto docencia. MARCO TEÓRICO Y ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN Legislación curricular La Educación Física en la etapa de Educación Primaria debe contribuir especialmente a la adquisición de capacidades que permitan reflexionar sobre el sentido y los efectos de la actividad física y, a la vez, asumir actitudes y valores adecuados con referencia a la gestión del cuerpo y de la conducta motriz, tal y como establece el Decreto 286/2007 de 7 de septiembre, por el que se establece el currículo de la Educación Primaria en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. El logro de las denominadas “competencias básicas”, recogidas en el Real Decreto 1513/2006, de 7 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas de la Educación Primaria, a través de una propuesta realizada por la Comisión Europea de Educación, identifica ocho competencias básicas, no haciendo ninguna referencia a la que podría haber sido denominada “competencia motriz orientada a la mejora de la salud”, una competencia estrechamente vinculada con la enseñanza de la Educación Física, como podría ser que las personas aprendieran a ser competentes en al cuidado de su cuerpo, la realización de alguna actividad deportiva como medio de formación integral y para la salud. El citado Real Decreto 1513/2006 no hace alusión alguna a la competencia matemática con respecto al área de la Educación Física, aunque es obvio que se puede contribuir a su adquisición. En este sentido Lleixá (2007) hace referencia al aprendizaje de elementos y razonamientos matemáticos, incidiendo en su utilización para la resolución de problemas en situaciones cotidianas propias de nuestra materia. En este mismo Real Decreto 1513/2006, se pone de manifiesto la reducción horaria de una sesión semanal en la asignatura de Educación Física en el segundo y tercer ciclo de Educación Primaria. Con este nueva carga horaria a nadie es de extrañar el cada vez más elevado número de alumnos con exceso de sobrepeso, así como el que cada vez más, entre otros aspectos por la poca práctica de actividad física fuera del horario escolar, nuestros jóvenes sean menos competentes motrizmente.

Page 3: ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007) hace referencia al aprendizaje de elementos y razonamientos matemáticos, incidiendo

Investigación e Innovación en Educación Infantil y Educación Primaria

425

Es probable que entornos sociales y familiares tendentes al sedentarismo ayuden en esta dirección, y por qué no decirlo, a una Educación Física poco considerada en el entorno escolar, y que sufre periódicamente recortes en sus horarios, y que no alcanza a desarrollar objetivos tan operativos como elevar la competencia motriz y la condición física de los escolares (Mata, Ruiz y Hay, 2007). En el tercer ciclo de Educación Primaria en el que se ha llevado a cabo este estudio, la mención especial al desarrollo de la coordinación dinámica general y segmentaria aparece reflejada en el bloque número 1, “El cuerpo: imagen y percepción”, bloque de contenidos que corresponde a los contenidos que permiten el desarrollo de las capacidades perceptivos-motrices, estando especialmente dirigido a adquirir un conocimiento y un control del propio cuerpo que resulta determinante tanto para el desarrollo de la propia imagen corporal como para la adquisición de posteriores aprendizajes motores. Educación física y su vinculación con el desarrollo de la competencia motriz A pesar de que la competencia motriz no está incluida en nuestro currículo como competencia propiamente dicha, tal y como se ha comentado anteriormente, parece adecuado indicar que una de las finalidades que se persigue a través de la educación por y a través del movimiento, es que nuestro alumnado llegue a ser competente, de la misma manera que a través de otras materias se intenta que éstos sean competentes en el manejo y empleo de la lengua, en el razonamiento matemático o en la relación con los demás o con el ambiente (Ruiz, 2004). En el ámbito de estudio que nos ocupa, la competencia motriz, numerosos autores la han relacionado con un tipo de inteligencia sobre las acciones motrices que necesitamos llevar a la práctica con la finalidad de conseguir el objetivo marcado a través de una interacción con su medio de manera eficaz y eficiente. En este sentido Gardner (1995) indica la existencia de una inteligencia cinestésico-corporal, en su propuesta de las múltiples inteligencias. Autores como Keogh y Sudgen (1985) han empleado el término competencia motriz para expresar lo que la observación durante las sesiones de Educación Física permite comprobar, y que se refiere a cómo es el comportamiento de nuestros escolares cuando llevan a cabo una tarea motriz compleja. Relacionando esta concepción con el ámbito motor, las sesiones de Educación Física provocan una constante interacción con un medio en el cual el alumno debe moverse de manera eficaz y eficiente para conseguir los objetivos cambiantes (Ruiz, 1995). Es ahí donde surge la necesidad de comprender los procesos de coordinación y de llegar a ser competente en los deportes, y en esta situación una de las aportaciones relevantes es la de Nicolás Bernstein (1967). Para este autor, la clave estaba en comprender como el sistema humano era capaz de hacer cooperar tantas y diferentes partes de unidades de conducta; de ahí que esta cuestión se haya conocido como el problema de Bernstein de los grados de libertad. Lo que sucede en los niños con problemas de coordinación es que no existe el orden que cabría esperar, falta la cooperación y, por lo tanto, las soluciones que ofrecen a las tareas son poco eficientes. El profesor de Educación Física, debe evitar que los alumnos aprendan a ser incompetentes, siendo un perfecto conocedor de las fuentes epistemológicas de los contenidos del área, y con ello, de la estructura interna de las habilidades que pone de manifiesto a través de su programación docente. A partir del estudio de las mismas, sus clasificaciones y del análisis de todas las variables intervinientes, dominaremos las herramientas necesarias que van a permitir el diseño y puesta en práctica de actividades de enseñanza y aprendizaje de las habilidades y destrezas motrices, siempre,

Page 4: ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007) hace referencia al aprendizaje de elementos y razonamientos matemáticos, incidiendo

Investigación e Innovación en Educación Infantil y Educación Primaria

426

por supuesto, teniendo presente los principios de intervención educativa que debe impregnar nuestra planificación. Según Gómez (2004) saber en qué consiste el desarrollo de la competencia motriz requiere indagar en el proceso de cambio que supone llegar a ser competente en la adquisición y dominio de habilidades motrices que nuestra sociedad reconoce como apropiadas para cada edad, y cuyo nivel de desarrollo va a influir en la realización de tareas en el contexto familiar, recreativo/social y académico. En el contexto recreación, disfrute del tiempo de ocio, la competencia motriz es el pasaporte para establecer relaciones sociales. El alto grado de significación social que tienen las actividades físico-deportivas supone que ser competente en actividades y juegos propios de su edad, desde bajar por un tobogán hasta jugar un partido de fútbol o a hacer una excursión en bicicleta con sus amigos, marque el nivel de aceptación de su entorno (Gómez, 2004). Un sector del alumnado, no dispone de los recursos necesarios para poder resolver las exigencias en las diferentes materias curriculares, desarrollando un sentimiento de desmoralización y desvalimiento, lo cual les lleva a aceptar su condición de incompetentes, abandonando así cualquier intento de aprender (Ruiz, 2004). En el ámbito motor, este proceso adquiere singular relevancia, ya que la sensación de incompetencia adquirida es un factor que va a limitar la implicación de los sujetos a la práctica de actividad física futura. Resulta imprescindible su desarrollo en las primeras edades, ya que como señala Hahn (1988), los niños en edad escolar aprenden a la primera. Éstas tienen su desarrollo más intensivo desde los 8 años hasta el inicio de la pubertad (11-12 años); si se desaprovecha esta edad, empeoran las condiciones biológicas para su desarrollo (maduración del Sistema Nervioso Central), debido a los cambios de las proporciones corporales, que tienen lugar durante la pubertad. De este modo, como señala Casimiro (1999), la gran mayoría de los jóvenes torpes no nacen así, sino que dicha torpeza es consecuencia de la falta de actividades físicas dinámicas y naturales en su infancia, por la hormigonización del entorno y la robotización de sus juegos, lo que conlleva una motricidad muy reducida y artificial. Hay que favorecer, por tanto, la estimulación motriz en el plano cuantitativo (repeticiones) y cualitativo (variedad), para realizar las habilidades con fluidez y precisión, al mismo tiempo que se favorecerá la transferencia en el aprendizaje de gestos más complejos. En este sentido, sería interesante no olvidar una adecuada jerarquización vertical de los contenidos a lo largo de toda la etapa educativa. Coordinación: Aspectos conceptuales En la infancia es donde se produce la adquisición de los hábitos, en este sentido el profesional de la Educación Física debe favorecer el desarrollo integral de sus alumnos ampliando su bagaje motriz, lo que implica un buen trabajo sobre la coordinación. Según Castañer y Camerino (1991), el haber ponderado la corporalidad, la espacialidad y la temporalidad como sustratos de la capacitación motriz del individuo nos lleva a configurar las formas de capacitación perceptivo-motriz básicas: la de equilibración corporal y la de coordinación. Es evidente que la estructura del sistema nervioso y la funcionalidad del aparato locomotor son la doble vertiente evolutiva legada al crecimiento infantil; son factores necesarios pero no suficientes para el desarrollo de la capacidad coordinativa, pues a esta hay que nutrirla con el ejercicio de la percepción y la gnosis de los factores de la propia corporalidad, así como la espacialidad y temporalidad.

Page 5: ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007) hace referencia al aprendizaje de elementos y razonamientos matemáticos, incidiendo

Investigación e Innovación en Educación Infantil y Educación Primaria

427

En el intento de esclarecer el concepto de coordinación encontramos clasificaciones como la de Le Boulch (1985) que divide la coordinación en: coordinación dinámico-general (responsable del ajuste de la globalidad del propio cuerpo que suele, por lo general, implicar locomoción) y segmentaria (integra las aferencias de las diversas modalidades sensoriales con una determinada zona, segmental-corporal localizada en los miembros distales (mano, pie) de los segmentos superiores e inferiores). Atendiendo a Gómez (2004), quizá hoy en día, la clasificación de la coordinación más empleada surja en torno a una visión sistemática, en la que las capacidades coordinativas operan de forma conjunta e interdependiente, y que nos aleja de encuadrar a la coordinación como una entidad aislada en alguna clasificación, lo que limitaría su aplicación a la práctica. Existen muchas definiciones de coordinación, pero una de la más utilizadas en el ámbito de la actividad física y los deportes, es la de Le Boulch (1991): “es la interacción, el buen funcionamiento del sistema nervioso central y la musculatura esquelética durante el ejercicio, es decir, la capacidad de generar movimientos de forma controlada y ajustada a los requerimientos que lo han originado”. A pesar de que nuestro currículo de Educación Física recoge el desarrollo de las tareas de coordinación a través de la ampliación de las habilidades y destrezas motrices básicas (desplazamientos, saltos, giros, lanzamientos y recepciones) con todo tipo de móviles (balones, picas, discos voladores…) y también a través de actividades de iniciación deportiva, tal y como han puesto de manifiesto diferentes estudios, resulta preocupante el elevado número de escolares que muestran una incompetencia para coordinar sus movimientos, siendo éstos excesivos y poco eficaces. En relación con la motricidad gruesa muchos niños con PECM (problemas evolutivos de coordinación motriz) presentan problemas en la locomoción, su carrera es brusca y poco fluida, tropiezan y se caen frecuentemente, tienen dificultades al imitar posiciones corporales, chocan con los objetos, y en general, muestran poca pericia en aquellas actividades que implican el uso del cuerpo de forma global (Gómez, 2004). Siguiendo a Gómez (2004) estos problemas son una realidad como muestran las investigaciones realizadas en los Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña. Holanda, Finlandia, Australia, ya que inciden entre un 5% y un 15% de la población en edad escolar. En edades comprendidas entre los 5 y los 12 años, es decir, el periodo que abarca la Educación Primaria, según la American Psychiatric Association (1994) el predominio de los problemas evolutivos de coordinación motriz es al menos del 5-6 % y tiende a diagnosticarse más frecuentemente en los varones. Ruiz (2004) pone de manifiesto que son diferentes los estudios que se han realizado para establecer cuál es la presencia real de esta problemática en la escuela, y en la actualidad la estimación más aceptada es aquélla que oscila entre el 6% y el 22% de los escolares, encontrando este mismo autor resultados muy diferentes dependiendo de los estudios. Larkin y Cermak (2002) ponen de manifiesto que la proporción de niños con estas dificultades es mayor que en niñas, apuntan que Taylor (1990) plantea una ratio aproximada de 3:1 (chicos/chicas) mientras Missiuna (1994) encontró una ratio de 5:1, similar según esta autora a las encontradas en otros estudios.

Page 6: ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007) hace referencia al aprendizaje de elementos y razonamientos matemáticos, incidiendo

Investigación e Innovación en Educación Infantil y Educación Primaria

428

En un reciente estudio llevado a cabo por Gómez (2004) realizado con adolescentes españoles, fueron las chicas las que mostraron unos problemas de coordinación motriz mayores que los chicos, donde se seleccionaron 4 tareas centradas exclusivamente en la coordinación gruesa (equilibrio desplazándose hacia atrás, salto sobre una pierna, saltos laterales, desplazamientos laterales), de un conjunto de 150 tareas motrices del test de coordinación corporal infantil de Kiphard y Schilling (1974). Las diferencias de género también pueden estar influenciadas por las características de las tareas empleadas para valorar la coordinación. En general, las chicas sobresalen en actividades que reclaman el empleo de la motricidad fina, mientras que los chicos sobresalen en aquellas que requieren una motricidad gruesa o fuerza (Larkin y Cermak, 2002). Por lo tanto, como establecieron Jongmans et al. (1998) los test basados en la motricidad fina, dónde las chicas son habitualmente más diestras, probablemente identificarán más a chicos, mientras que ocurrirá todo lo contrario en aquellos test basados en la motricidad gruesa. Esto unido a que el referente social de los chicos se construye en torno a su capacidad física y sus habilidades en los deportes o en actividades físicas semejantes y el de las chicas en torno al atractivo físico, hace que todo lo anterior cobre en parte sentido (Gómez, 2004). Asimismo se ha especulado sobre cuál es el momento en el que esta circunstancia se manifiesta; así, para Van Dellen, Vaessen y Schoemeker (1990) son los 7 y 8 primeros años en los que los problemas de coordinación tienen su expresión, sin duda porque es el tramo de edad en el que el desarrollo motor infantil está en pleno apogeo (Ruiz, 1987) y la necesidad de dominar todo un conjunto de habilidades para poder desenvolverse en el colegio y en los juegos y deportes es manifiesta. Obesidad infantil Epidemiología de la obesidad en España La obesidad, “epidemia del siglo XXI” según la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.), cuya prevalencia continua en aumento, es una enfermedad crónica, compleja y multifactorial que suele iniciarse en la infancia y en la adolescencia (O.M.S., 2004). Resulta imprescindible conocer la magnitud de la obesidad de nuestros escolares, con objeto de establecer las medidas preventivas oportunas, dirigidas tanto a la educación nutricional como al incremento de la actividad física, y es que, como se ha puesto de manifiesto, la obesidad en la población española en edad infantil y juvenil está adquiriendo dimensiones que merecen una atención especial. En este sentido, tal como declara Santos (2005), el profesor de Educación Física debe diseñar y desarrollar un plan de tratamiento comprensivo, que debe incluir objetivos concretos de pérdida de peso, manejo de la actividad física y de la alimentación, modificación del comportamiento y, cuando sea necesario, la participación de la familia. Según Serra et al. (2003) el consumo elevado de productos de bollería industrial y otros alimentos ricos en grasas, el bajo consumo de frutas y verduras y un estilo de vida sedentaria (ver televisión más de 3 horas/día) se han identificado como factores determinantes de la obesidad infantil. En este sentido es importante resaltar que el Decreto 97/2010, de 14 de mayo, ha prohibido la venta en los centros no universitarios de snacks y similares, al mismo tiempo que establece las características nutricionales de los menús en los comedores escolares, en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.

Page 7: ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007) hace referencia al aprendizaje de elementos y razonamientos matemáticos, incidiendo

Investigación e Innovación en Educación Infantil y Educación Primaria

429

En esta línea, y debido a que la actividad física es una herramienta imprescindible para poder atajar la obesidad en nuestros escolares (Manonelles et al., 2008), es por ello que debemos tener presente que el único momento del día en el que los escolares llevan a cabo práctica física, al menos obligatoria, es durante las clases de Educación Física, el lugar donde no se rechazará al alumno por su posible baja competencia motriz (Yuste, 2005). En España, en el período comprendido entre 1984 (Estudio Paidos) y 2000 (Estudio enKid), se ha objetivado un aumento en la prevalencia de sobrepeso y obesidad durante la infancia, observándose diferencias significativas entre las comunidades autónomas. Por ello se intentan medidas profilácticas a nivel nacional y en 2005 el Ministerio de Sanidad desarrolla la denominada estrategia NAOS, sobre nutrición, actividad física, obesidad y salud, con el objetivo de crear una plataforma donde incluir e impulsar todas aquellas iniciativas que contribuyan a lograr el necesario cambio social en la promoción de una alimentación saludable y la prevención del sedentarismo a partir de unos retos específicos en diversos ámbitos de actuación (Lama et al., 2006). En la tabla 1 podemos observar los datos recogidos en el estudio enKid (1998-2000) llevado a cabo por Serra et al. (2003) en el que se describe la prevalencia de obesidad en España por grupos de edad y sexo en la población infantil y juvenil española (2-24 años), el cual pone de manifiesto que la obesidad en la población española en edad infantil y juvenil está adquiriendo dimensiones que merecen una atención especial, donde la prevalencia de obesidad se estima en un 13,9% y el sobrepeso en un 12,4%. En conjunto, sobrepeso y obesidad suponen el 26,3%. La obesidad sobresale de forma significativa más en varones (15,6%) que en mujeres (12,0%). En el grupo de varones, las tasas más elevadas se observaron entre los 6 y los 13 años. En las chicas, las tasas más elevadas se observaron entre los 6 y los 9 años.

Tabla 1. Prevalencia de obesidad en la población española por grupos de edad y sexo en población infantil y juvenil

Edad (años) Sobrepeso

≥ p85 - < p97 Obesidad

≥ p97 Sobrepeso y obesidad

≥ p85

2-5 9,9 11,1 21,0 6-9 14,5 15,9 30,4

10-13 14,6 16,6 31,2 14-17 9,3 12,5 21,8 18-24 13,2 13,7 26,9 Total 12,4 13,9 26,3

Chicos 2-5 9,3 10,8 20,1 6-9 16,0 21,7 37,7

10-13 20,0 21,9 41,9 14-17 10,4 15,8 26,2 18-24 14,9 12,6 27,5 Total 14,3 15,6 29,9

Chicas 2-5 10,4 11,5 21,9 6-9 13,1 9,8 22,9

10-13 9,1 10,9 20,0 14-17 8,0 9,1 17,1 18-24 11,3 14,9 26,2 Total 10,5 12,0 22,5

Page 8: ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007) hace referencia al aprendizaje de elementos y razonamientos matemáticos, incidiendo

Investigación e Innovación en Educación Infantil y Educación Primaria

430

Ballesteros et al. (2007) ponen de manifiesto que en España, los datos de la última Encuesta Nacional de Salud, según el Ministerio de Sanidad y Consumo (2006), indican que en niños y adolescentes se alcanzan cifras realmente alarmantes, donde la prevalencia de obesidad infantil es del 9,13% y de un 18,48% de sobrepeso, por lo que si sumamos ambas cifras veremos que uno de cada cuatro niños tiene exceso de peso (27,61%), iniciándose este sobrepeso en edades cada vez más tempranas. Porcentaje de grasa corporal en el escolar y pliegue tricipital El estudio de la composición corporal resulta imprescindible para comprender el efecto que tienen la dieta, el crecimiento, el ejercicio físico, la enfermedad y otros factores del entorno, sobre el organismo (Valtueña et al., 1996). Diferentes estudios, entre otros los de Berral et al. (2001), sobre la composición corporal en escolares de 10 a 14 años, ponen de manifiesto que los valores más elevados de los pliegues cutáneos se dan en niñas, hasta el extremo que la práctica totalidad de las chicas y una gran mayoría de los chicos diagnosticados por el IMC como obesos presentan una adiposidad extrema (Marrodán et al., 2006). Cordente et al. (2007) en su estudio con adolescentes con edades comprendidas entre los 12 y los 18 años, obtuvieron resultados sobre el nivel de adiposidad que arrojan diferencias importantes, ya que el valor promedio en los chicos es de 11,15% y en las chicas, de un 20,47%. La relación del nivel de actividad física con la adiposidad corporal, es significativa en el caso de las chicas, debido a que aumenta la tendencia al sobrepeso cuando la actividad física que realizan es, como mucho, moderada. El estudio de Moya (2004) sobre la comparación del IMC y el porcentaje de grasa corporal en adolescentes futbolistas y no futbolistas de 14 y 16 años aporta los siguientes datos: si se comparan los resultados obtenidos en IMC y porcentaje de grasa, no se encuentran valores representativos. Los dos grupos de jugadores de fútbol (infantil y cadete), obtuvieron porcentajes de grasa de un 16,5% y de un 18,7%, respectivamente. Sin embargo, los porcentajes de grasa de los sujetos no futbolistas de sus mismas edades son significativamente mayores: por encima de un 21% en alumnos de 2º de ESO, y en un 21% en los sujetos de 4º de ESO. En cuanto al IMC, la diferencia no es tan grande, ya que la media de los futbolistas cadetes, es de un 21,25, y la de los infantiles, de un 20,75. En cambio, si analizamos los resultados con sujetos no futbolistas de la misma edad, las diferencias en cuanto al IMC son bastante significativas. El IMC medio de sujetos de 4º de ESO que no juegan al fútbol se encuentra en un 22,5. En los sujetos no deportistas pasa algo muy similar. La media del IMC de los futbolistas infantiles es de un 20,75; mientras la media del IMC de los sujetos de 2º de ESO es de algo más de 22. Así, tomando como referencia los estudios de Deurenberg et al. (1990) con población europea de 7 a 17 años, Filho (1999) nos ofrece los valores contrastados en sus investigaciones referidas a dicho tramo de edad, distinguiendo en función del sexo, como podemos observar en la tabla 2.

Tabla 2. Rangos de porcentaje de grasa (Filho, 1999) COMPOSICIÓN COROPRAL

(porcentaje de grasa) CHICOS CHICAS

Excesivamente bajo ≤ 6 ≤ 12 Bajo 6,01 – 10 12,01 – 15

Adecuado 10,01 – 20 15,01 – 25 Moderadamente alto 20,01 – 25 25,01 – 30

Alto 25,01 – 31 30,01 – 36 Excesivamente > 31 >36

Page 9: ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007) hace referencia al aprendizaje de elementos y razonamientos matemáticos, incidiendo

Investigación e Innovación en Educación Infantil y Educación Primaria

431

El pliegue tricipital, es una variable utilizada para clasificar el estado de nutrición en la población donde, aquellos que se encuentran por debajo del percentil 3, serán considerados en estado de desnutrición y, aquellos que se hallan por encima del percentil 90, son considerados como obesos (tabla 3), según los estudios de Ruiz (2003).

Tabla 3. Percentil del pliegue tricipital en chicos y chicas (Ruiz, 2003) Percentil 3

(desnutrición) Percentil 90 (obesidad)

Edad en años chicas Chicos Chicas Chicos 9 6.3 4.6 19.7 16.6

10 7.1 4.6 21.8 18.2 11 7.6 5.0 23.4 20.4 12 7,5 5,2 24,0 21,6 13 7,3 5,4 24,9 19,8 14 8,5 5,3 25 18,0 15 8,8 4,8 24,8 17,5 16 9,2 5,0 24,8 17,3 17 9,3 4,5 24 20,6 18 11,5 4,1 22,3 20,0

Frecuencia cardíaca como indicador de la intensidad durante la actividad física Debido al incesante incremento de la obesidad infantil y a que esta etapa de la vida sufre cada vez los efectos de patrones de vida sedentarios propiciados por diversos factores (avances tecnológicos, incremento de actividades lúdicas de corte hipocinético, entre otras), cobra especial interés el uso de material para llevar a cabo la medición de la actividad física en escolares (Rowland y Eston, 1997). Reforzando lo hasta ahora dicho, el uso de pulsómetros en escolares, es un material que señala de manera objetiva los efectos fisiológicos de la actividad física, ofreciendo este por tanto, registros válidos de frecuencia cardíaca en estas edades escolares (Durant et al., 1993). Evaluar la intensidad del esfuerzo en actividades de campo es una tarea compleja. Por ello, numerosos estudios han trabajado con la frecuencia cardíaca como único índice para valorar la intensidad del ejercicio (Peddie, 1995; Ekblon, 1968; Gleim et al., 1981; Welk y Corbin, 1995; Strand, Anderson y Reeder, 1996; Pate et al., 1996; citados en Villar, 2004). Esta circunstancia parece confirmar que la frecuencia cardíaca durante el ejercicio físico es un dato muy útil para valorar el esfuerzo realizado, ya que la frecuencia cardíaca y la intensidad de trabajo tienen una relación directa (Nye, 1987, citado en Villar, 2004). Wilmore y Costill (2004) establecen que el rango de respuesta cardíaca para unos valores saludables es de 60%-80% de la FC máxima. Por otra parte, Giessing (2003), señala que, trabajar en intensidades comprendidas entre 60%-80% de la FCmáxima, se incrementará en mayor proporción su nivel de aptitud física y quemará más grasa que lo hace a intensidad menor. Por su parte, el American College of Sports Medicine (ACSM, 1999), prescribe un rango comprendido entre el 60 y 90%. Diferentes estudios, según Navarro (1988), han puesto de manifiesto que cuando se comparan las respuestas del ejercicio en ambos sexos, los niños generalmente tienen una FC más baja que las niñas en una intensidad de ejercicio determinada. En este sentido, las diferencias de FC entre sexos oscilan entre 10 a 20 latidos por minuto en un ritmo de trabajo absoluto (Bouchard et al., 1977). Las diferencias en la FC entre ambos sexos se han explicado tradicionalmente por los niveles más bajos de hemoglobina de las mujeres (Astrand 1952). Con respecto a la frecuencia cardíaca durante la

Page 10: ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007) hace referencia al aprendizaje de elementos y razonamientos matemáticos, incidiendo

Investigación e Innovación en Educación Infantil y Educación Primaria

432

recuperación, se ha registrado que los niños tienen una recuperación más rápida de la FC post-ejercicio que las muchachas (Pels et al., 1981). Villar (2004), en su estudio de los niveles de FC en actividades controladas y libres en alumnos de 12 años de edad obtuvo los siguientes resultados: durante la actividad física controlada por el profesor (circuit training), la FC máxima de los sujetos se encontraba entre el 60% y el 90%, con desviaciones cercanas a las 20 pulsaciones por minuto, mientras que durante la actividad física libre, los resultados fueron similares, pero la desviación fue mayor (hasta 30 ppm). La evolución de la FC en la actividad controlada fue bastante regular en casi todos los alumnos. En la actividad libre, sin embargo, la evolución de la FC tuvo grandes fluctuaciones, llegando a sobrepasar los límites del 60%-90% de la FC máx. Respecto a las medias de FC, en la actividad controlada los resultados fueron óptimos, situándose todos los sujetos en la zona intermedia de actividad, salvo uno de ellos, cuya media fue inferior. En otro estudio, Sierra (2003), realizó un trabajo para el control de la carga en las clases de Educación Física en niños y niñas de 4º y 5º curso de Educación Primaria. Su criterio para trabajar a una intensidad de trabajo adecuada, es que la FC debe ser mayor de 160 ppm de media. Para ello, realizó tres fases. En la Fase 1 (actuación docente sin ningún tipo de intervención), la FC media no alcanzó ese mínimo de pulsaciones (146,2 ppm). En la Fase 2 (fase de intervención, en la cual el profesor controla la carga de trabajo), los valores medios de FC ya sobrepasan el umbral seleccionado, con 160,4 ppm de media. Por último, en la Fase 3 (fase de retirada de la actuación docente), se vuelven a cumplir los objetivos, siendo la media de pulsaciones por minuto algo mayor (161,0 ppm), y consiguiendo que la desviación estándar sea menor, lo que indica que se produce una mejora. Vázquez (2003) llevó a cabo una investigación sobre la intensidad de una sesión de aeróbic de 45 minutos, en clase de Educación Física, en chicos/as de 14 años, a través del control de la FC. La sesión se estructuró en varias fases: F1 (10 minutos de calentamiento); F2 (20 minutos, para la fase aeróbica); F3 (5 minutos de bajada de pulsaciones); F4 (10 minutos de estiramientos). La intensidad relativa media fue aumentando desde F1 (151,18) a F2 (173,62). A partir de F3 (169,60), fue disminuyendo hasta F4 (136,60). Comparando las FC según sexo, hay diferencias significativas entre las 5 fases, siendo los valores de las mujeres, generalmente, mucho mayores que los de los hombres. MARCO EMPÍRICO Objetivos Con la intención de obtener datos sobre el IMC, porcentaje de grasa, grosor del pliegue tricipital, nivel de coordinación y respuesta cardíaca en ciertos alumnos en dos clases de Educación Física, y con ello poder aplicar un plan de intervención, el presente trabajo tiene los siguientes objetivos:

Identificar y contrastar el índice de masa corporal, porcentaje de grasa y grosor del tríceps tricipital en función el género de los alumnos.

Identificar y contrastar los resultados de la prueba de coordinación en función del género de los alumnos y respuesta cardíaca en función del género de los alumnos y tiempo empleado en la prueba de coordinación.

Registrar y asociar los resultados de la prueba de coordinación y respuesta cardíaca en función del IMC y porcentaje de grasa.

Page 11: ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007) hace referencia al aprendizaje de elementos y razonamientos matemáticos, incidiendo

Investigación e Innovación en Educación Infantil y Educación Primaria

433

Muestra La muestra fue formada por un total de 42 alumnos, de 5º de Educación Primaria del Colegio Público “Antonio Buitrago Gómez” de Cieza (Murcia), de los cuales, 26 fueron niños (10,23±0,43) y 16 niñas (10,31±0,60). La edad media del total de los mismos fue de 10,26±0,5 años. Para la elección de la muestra, se ha utilizado un muestreo por conveniencia. Se trata de un grupo de escolares con un alto grado de participación en el programa de Deporte Escolar así como de las actividades extraescolares que ofrece el centro. Muchos de estos alumnos están federados en diferentes clubes de la localidad (voleibol y fútbol). Los padres de los alumnos que intervinieron en la investigación y el director del centro, tuvieron que firmar un documento de consentimiento, el cual indicaba los aspectos más relevantes del trabajo que se iba a realizar con los alumnos. Instrumentos

• Los datos de las medidas antropométricas (IMC y pliegues cutáneos) y prueba de coordinación, fueron introducidos directamente al portátil.

• Hoja de registro para la toma de frecuencia cardíaca media, máxima.

• Para el registro del índice de Masa Corporal (IMC), se ha utilizado una balanza TANITA BC-545 con precisión 0,1 kg. y con un rango de medida de 0 a 150 kg y un tallímetro Tanita.

• Para el registro de los pliegues cutáneos (tríceps y pierna medial), se ha utilizado un plicómetro Holtain Skinfolf Caliper, con amplitud de 0 a 40 mm y graduación de 0,2 mm.

• Para el registro del tiempo empleado en el circuito, hemos utilizado un cronómetro Casio modelo HS-30W, con memorias 1/100 seg. El material para la prueba de coordinación fue:

• 8 picas: 6 de ellas miden 1,70 metros de altura por 3 centímetros de ancho y, las otras 2, de 1,20 metros. Las de 1,70 metros han sido introducidas en la parte superior de los conos, y las de 1,20 metros las he utilizado para colocarlas de forma horizontal adheridas a dos picas de 1,70 metros (figura 4).

• Para el registro de implicación por parte de los alumnos en la clase. analizada, se han utilizado los pulsómetros Polar RS-400 con Interfaz USB para posterior descarga de datos al PC.

Diseño El presente trabajo es un diseño de estudio no experimental de tipo descriptivo correlacional. Registro del índice de masa corporal El protocolo seguido para la toma de la talla y el peso corporal, se llevó a cabo según la normativa ISAK (International Society for the Advancement of Kinanthropometry) (Norton et al., 1996). Con respecto al peso, una vez equilibrada se cotejó que la balanza utilizada para dicha investigación fuese colocada a cero. A continuación, se indicó a los alumnos, uno a uno, que se colocaran en el centro de la balanza sin apoyo y con su peso distribuido equitativamente en ambos pies para proceder a la medición del peso corporal.

Page 12: ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007) hace referencia al aprendizaje de elementos y razonamientos matemáticos, incidiendo

Investigación e Innovación en Educación Infantil y Educación Primaria

434

El método de la talla, requiere que el sujeto esté parado con los pies juntos y los talones, glúteos y la parte superior de la espalda en contacto con la escala (figura 1). La cabeza, cuando está en el plano Frankfort, no necesita estar tocando la escala. El plano Frankfort se obtiene cuando el orbitale (borde inferior de la cuenca del ojo) está en el mismo plano horizontal del tragion (la protuberancia superior del tragus del oído). Cuando están alineados, el vértex, es el punto más alto del cráneo. El evaluador coloca sus manos lo suficientemente separadas al margen de la mandíbula del sujeto para asegurar que la tracción hacia arriba se transfiera al proceso mastoideo. Se le indica al sujeto que tome y sostenga una inspiración profunda mientras se mantiene la cabeza en el plano Frankfort, el evaluador aplica una tracción moderada en dirección hacia arriba en el proceso mastoideo.

El anotador ubica la escuadra firmemente sobre el vértex, comprimiendo el cabello, observando que los pies estén sobre el suelo y que la posición de la cabeza se mantenga en el plano Frankfort. El registro del IMC se lleva a cabo aplicando una fórmula en la que intervienen el peso y la talla, donde el resultado es el de dividir el peso en kilogramos por la talla en metros elevada al cuadrado.

2)(/)( mtallakgpesoIMC =

Registro del porcentaje de grasa corporal Para el registro del porcentaje de grasa, se ha utilizado la fórmula propuesta por Slaughter et al. (1988). Para ello, se obtuvo el grosor de los pliegues del tríceps y de la pierna medial de lado derecho. El proceso ha sido el protocolo que establece ISAK y el Grupo Español de Cineantropometría.

Niños: % Masa grasa= 0,735*(Pl Tri + Pl Pierna M) + 1,0 Niñas: % Masa grasa= 0,615*(Pl Tri + Pl Pierna M) + 5,1

Pl Tri: Pliegue del tríceps en mm; Pl Pierna M: Pliegue Pierna medial en mm El pliegue tricipital, se localiza en el punto medio acromio-radial en la parte posterior del brazo derecho y en sentido vertical. El pliegue de la pierna medial, se localiza en lugar máximo perímetro de la pierna en su cara medial que, al igual que el pliegue del tríceps, es vertical y se toma mientras que el sujeto se encuentra sentado o apoyando el pie sobre un banco, de tal manera que el ángulo de la rodilla sea de 90º. Registro de la frecuencia cardíaca en la clase de Educación Física La selección de alumnos a los cuales se les monitorizó mediante los pulsómetros, se llevo a cabo por los resultados del circuito de coordinación. Así, fueron monitorizados mediante los pulsómetros los cinco alumnos que emplearon menor y mayor tiempo en realizar el circuito en ambos cursos de quinto.

Figura 1. Plano de Frankfort

Page 13: ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007) hace referencia al aprendizaje de elementos y razonamientos matemáticos, incidiendo

Investigación e Innovación en Educación Infantil y Educación Primaria

435

De esta manera, se monitorizó a diez alumnos en un curso y nueve, por no funcionamiento de un pulsómetro, al otro grupo de quinto de primaria. Esta es la única variable (respuesta cardíaca) que no ha tenido en cuenta al total de la muestra que, como he comentado anteriormente, ha sido debido por no disponer del suficiente material (pulsómetros). Prueba del circuito de coordinación para la obtención de resultados que nos permitirán seleccionar los alumnos que serán monitorizados con los pulsímetros Posición inicial: El alumno se colocó, con los pies, detrás de la línea de salida. Desarrollo: El alumno realizó el recorrido que se indica en la figura 2.

Figura 2. Características del circuito de coordinación El observador-cronometrador dijo ¡listo-ya!, y el alumno salió al oir el ¡ya!. Por otra parte, el cronómetro, no fue pulsado por el observador hasta que el alumno no toca el suelo en su primer apoyo. Finalización: La prueba terminó cuando el alumno sobrepasó la línea de llegada una vez que realizó el recorrido completo. Dicha línea, es colocada 50 cm del último obstáculo. Valoración de la prueba: La unidad de registro se obtuvo en segundos. Tratamiento estadístico En primer lugar, se ha aplicado estadística descriptiva; por otra parte, para llevar a cabo comparaciones, se ha utilizado la T de student para dos muestras independientes. En el caso de no cumplir el supuesto de normalidad, el tratamiento estadístico en el parte inferencial, se ha llevado a cabo mediante análisis no paramétrico mediante la prueba U Mann-Whithney. Para establecer las correlaciones entre las variables del presente trabajo, se ha aplicado el coeficiente de correlación de Pearson. Si las muestras no cumplen con el supuesto de normalidad, se ha llevado a cabo el coeficiente de correlación Rho de Spearman. Por último, para establecer la significación estadística, se ha utilizado un valor de p<0,05, y la normalidad de las distribuciones se contrastó mediante el estadístico Shapiro-Wilk para una muestra.

Línea de salida

Meta o línea de llegada

Page 14: ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007) hace referencia al aprendizaje de elementos y razonamientos matemáticos, incidiendo

Investigación e Innovación en Educación Infantil y Educación Primaria

436

RESULTADOS Prueba de normalidad Los resultados de la prueba de normalidad de las diferentes variables quedan reflejados en la tabla 4.

Tabla 4. Prueba de normalidad de las variables de estudio Niños Niñas

VARIABLES Shapiro – Wilk Shapiro – Wilk IMC p = 0.026 p = 0,007 Porcentaje de grasa corporal p = 0,224 p = 0,091 Pliegue tricipital p = 0,037 p = 0,188 Circuito de coordinación p = 0,361 p = 0,181 Respuesta cardíaca p = 0,068 p = 0,478 Menos tiempo en circuito Más tiempo en circuito Circuito 0,306 0,832

Descriptivos

Tabla 5. Descriptivos de las variables de estudio del total de los alumnos VARIABLES Media Desv. Típ.

IMC 19,12 2,98 Porcentaje de grasa corporal 25,46 8,15 Pliegue tricipital 16,83 6,09 Circuito de coordinación 10,28 0,80 Respuesta cardíaca 150,05 20,55

Tabla 6. Descriptivos de las variables de estudio Niños Niñas

VARIABLES Media y desv. Tip. Media y desv. Tip. IMC 19,25±2,94 18,90±3,14 Porcentaje de grasa corporal 25,48±8,37 25,44±8,05 Pliegue tricipital 16,64±6,09 17,13±6,27 Circuito de coordinación 10,16±0,71 10,48±0,90 Respuesta cardíaca 143,91±13,98 152,50±9,82

Menor tiempo empleado en

realizar el circuito Mayor tiempo en realizar el

circuito Respuesta cardíaca en función del tiempo empleado en el circuito

141,6±12,04 154,11±10,77

Resultados del IMC de la población de estudio Como se aprecia en la tabla 5, la media del IMC del total de los alumnos es de 19,12 kg/m2. Por otra parte, atendiendo al género de los alumnos (tabla 6), podemos observar como son los niños (19,25) quienes desprenden valores superiores de IMC respecto a las niñas (18,90). Siendo 10 los alumnos que presentan exceso de peso (p≥85), como podemos comprobar en la figura 5, de los cuales hay 7 chicos y 3 chicas.

Page 15: ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007) hace referencia al aprendizaje de elementos y razonamientos matemáticos, incidiendo

Investigación e Innovación en Educación Infantil y Educación Primaria

437

por encima de percentil 97

entre 95 y 97entre 85 y 95entre percentil 50 y 85

entre percentil 3 y 50

Frec

uenc

ia

12

10

8

6

4

2

0

2

1

4

9

1

33

8

11

NIÑANIÑO

SEXO

excesivamente alto % de grasa

corporal

alto % de grasa corporal

moderadamente alto % de grasa

corporal

adecuado % de grasa corporal

Frec

uenc

ia

8

6

4

2

0

22

4

8

66

77NIÑANIÑO

SEXO

Figura 6. Porcentaje de grasa corporal de chicos y chicas

Figura 5. Percentil de IMC de chicos y chicas

Resultados del porcentaje de grasa del total de alumnos Como se aprecia en la tabla 5, el porcentaje de grasa corporal del alumnado es de 25,46, donde 15 alumnos del total (figura 6) presentan un adecuado porcentaje de grasa corporal. Atendiendo al género de los alumnos (tabla 6), podemos observar como de nuevo son los niños quienes desprenden valores superiores de porcentaje de grasa corporal, siendo estos casi idénticos con respecto a las niñas. Haciendo referencia a la tabla 2, los chicos presentan una composición corporal con respecto al porcentaje de grasa corporal alto, mientras las chicas lo presentan moderadamente alto. En la figura 6 podemos comprobar cómo son los chicos los que presentan valores más altos en todas las variables, excepto en el nivel adecuado, donde son casi idénticos.

Page 16: ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007) hace referencia al aprendizaje de elementos y razonamientos matemáticos, incidiendo

Investigación e Innovación en Educación Infantil y Educación Primaria

438

encima del percentil 90entre percentil 3 y 90

Frec

uenc

ia

15

10

5

0

3

13

11

15

NIÑANIÑO

SEXO

Resultados del pliegue tricipital del total de alumnos Como podemos observar en la tabla 5, el valor medio para el total de nuestro alumnado con respecto al pliegue tricipital es de 16,83 mm. Aún mostrando valores muy cercanos, las niñas de nuestro estudio presentan porcentajes más elevados de este pliegue en comparación con los niños (tabla 6), sin bien la media de ambos se encuentra por debajo del percentil 90 (obesidad) tal y como podemos comprobar en la tabla 3, aunque como refleja la figura 7, un tercio del total del alumnado se encuentra encima del percentil 90, de los cuales hay 11 chicos y 3 chicas.

Figura 7. Percentil pliegue tricipital de niños y niñas Resultado de la prueba de coordinación La media para el total de nuestro alumnado con respecto al circuito de coordinación es de 10,28 segundos, tal y como podemos observar en la tabla 5, siendo los niños (10,16 seg.) ligeramente más rápidos en la realización del circuito con respecto a las niñas (10,48 seg.), tal y como podemos comprobar en la tabla 6. Respuesta cardíaca de los alumnos con pulsómetro La media de nuestro alumnado con respecto a la respuesta cardíaca, es de 150,05 ppm (tabla 5), siendo los niños (143,91) quienes presentan valores ligeramente inferiores al de las niñas (152,50). Como podemos comprobar en la figura 8, la mayoría de los alumnos que han trabajado con el pulsómetro, 16 de 19, se han implicado en rangos de trabajo considerados saludables, una implicación casi similar entre niños y niñas. Al observar la respuesta cardíaca de los alumnos en función del tiempo empleado en el circuito, observamos que aquellos que han empleado más tiempo en realizar el mismo, desprenden valores superiores de frecuencia cardíaca media en la sesión analizada (tabla 6).

Page 17: ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007) hace referencia al aprendizaje de elementos y razonamientos matemáticos, incidiendo

Investigación e Innovación en Educación Infantil y Educación Primaria

439

alta frecuencia cardíacafrecuencia cardíaca recomendada

Frecu

encia

10

8

6

4

2

0

1

7

2

9

NIÑANIÑO

SEXO

Figura 8. Respuesta cardíaca de los alumnos en la sesión de Educación Física analizada en función del género

Inferenciales Índice de masa corporal entre niños y niñas Como podemos comprobar en la tabla 4, al no hallar normalidad en las niñas (Shapiro-Wilk = 0,007) y en los niños (Shapiro-Wilk = 0,026), procedemos a llevar a cabo el contraste de hipótesis mediante el estadístico no paramétrico U de Mann-Whitney. Así, al observar el resultado obtenido, tal y como refleja la tabla 8, indicamos la no existencia de diferencias significativas en el IMC entre niños y niñas. Porcentaje de grasa entre niños niñas Como observamos en la tabla 7, el valor del contraste de Levene (F) sobre la homogeneidad o igualdad de varianzas, desprende un valor mayor a 0.05 (p = 0,940); por tanto, las varianzas poblacionales son iguales. En este sentido, interpretamos la información de se han asumido varianzas iguales: al respecto, el estadístico t toma valor de 0,013 y tiene asociado un nivel crítico bilateral de 0,990. Por tanto, y siendo este valor el que nos informa sobre el grado de compatibilidad existente entre la diferencia observada entre las medias muestrales de los grupos comparados y la hipótesis nula de que las medidas poblacionales son iguales, puesto que p≥0,05, podremos aceptar la hipótesis de igualdad de medias, y concluir que el porcentaje de grasa entre niños y niñas, es el mismo. Circuito de coordinación entre niños y niñas En función de los resultados de la tabla 7 respecto al circuito de coordinación entre niños y niñas, y asumiendo la igualdad de las medias (p = 0,431), apreciamos que no existe diferencias significativa entre ambos colectivos (p = 0,210). Pliegue tricipital entre niños y niñas Tal y como podemos comprobar en la tabla 4, al no hallar normalidad en las niños (Shapiro-Wilk = 0,037), procedemos a llevar a cabo el contraste de hipótesis mediante el estadístico no paramétrico U

Page 18: ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007) hace referencia al aprendizaje de elementos y razonamientos matemáticos, incidiendo

Investigación e Innovación en Educación Infantil y Educación Primaria

440

de Mann-Whitney. Así, al observar el resultado obtenido (p = 0,785), tal y como refleja la tabla 8, indicamos la no existencia de diferencias significativas en el pliegue tricipital entre niños y niñas. Respuesta cardíaca entre niños y niñas Como observamos en la tabla 7, el valor del contraste de Levene (F) sobre la homogeneidad o igualdad de varianzas, desprende un valor mayor a 0.05 (p = 0,481); por tanto, las varianzas poblacionales son iguales. En este sentido, interpretamos la información de se han asumido varianzas iguales: al respecto, el estadístico t toma valor de -1,486 y tiene asociado un nivel crítico bilateral de 0,156. Por tanto, y siendo este valor el que nos informa sobre el grado de compatibilidad existente entre la diferencia observada entre las medias muestrales de los grupos comparados y la hipótesis nula de que las medidas poblacionales son iguales, puesto que p≥0,05, podremos aceptar la hipótesis de igualdad de medias, y concluir que la respuesta cardíaca entre niños y niñas, es la misma. Respuesta cardíaca respecto a los resultados del circuito Como observamos en la tabla 7, el valor del contraste de Levene (F) sobre la homogeneidad o igualdad de varianzas, desprende un valor mayor a 0.05 (p = 0,806); por tanto, las varianzas poblacionales son iguales. En este sentido, interpretamos la información de se han asumido varianzas iguales: al respecto, el estadístico t toma valor de -2,376 y tiene asociado un nivel crítico bilateral de 0,030. Por tanto, y siendo este valor el que nos informa sobre el grado de compatibilidad existente entre la diferencia observada entre las medias muestrales de los grupos comparados y la hipótesis nula de que las medidas poblacionales son iguales, puesto que p≤0,05, podremos rechazar la hipótesis de igualdad de medias y, consecuentemente, concluir que la respuesta cardíaca en función del tiempo empleado en realizar el circuito, no es la misma.

Tabla 7. Resultados de comparaciones de medias entre chicos y chicas del porcentaje de grasa, circuito y respuesta cardíaca

VARIABLES Prueba de Levene parea la

igualdad de varianzas Prueba T para la igualdad de medias

Porcentaje de grasa

F = 0,006 p = 0,940 t = 0,013 gl = 40 p = 0,990

Circuito F = 0,632 p = 0,431 t = -1,274 gl = 40 p = 0,210 Respuesta

cardíaca media F = 0,520 p = 0,481 t = -1,486 gl = 17 p = 0,156

Respuesta cardíaca en

función del tiempo empleado en

realizar el circuito

F = 0,063 p = 0,806 t = -2,376 gl = 17 p = 0,030

Tabla 8. Resultados de comparaciones entre chicos y chicas del IMC y pliegue tricipital VARIABLES U de Mann-Whitney

IMC p = 0,551 Pliegue tricipital p = 0,785

Page 19: ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007) hace referencia al aprendizaje de elementos y razonamientos matemáticos, incidiendo

Investigación e Innovación en Educación Infantil y Educación Primaria

441

frecuencia cardíaca media de la sesión180170160150140130120

INDICE

DE M

ASA C

ORPO

RAL

27,50

25,00

22,50

20,00

17,50

15,00

NIÑANIÑO

SEXO

Circuito media (segundos)13,0012,0011,0010,009,008,00

porce

ntaje

de g

rasa

Slau

ghter

et a

l. (19

88)

50,000

40,000

30,000

20,000

10,000

NIÑANIÑO

SEXO

Figura 11. Correlación entre el porcentaje de grasa corporal y circuito

13,0012,0011,0010,009,008,00

INDICE

DE M

ASA C

ORPO

RAL

27,50

25,00

22,50

20,00

17,50

15,00

NIÑANIÑO

SEXO

Correlaciones Índice de masa corporal y circuito de coordinación

Como observamos en la figura 9, podemos intuir una relación positiva entre los resultados de la prueba de coordinación e IMC. Sin embargo, al observar la no distribución normal de la variable IMC, para establecer la correlación entre el IMC y los resultados del circuito, utilizamos el estadístico no paramétrico Rho de Spearman. Como refleja la tabla 9, atendiendo al resultado (p=0,133 y Rho=0,236), podemos indicar una correlación débil entre ambas variables (tabla 11).

Figura 9. Correlación entre el IMC y el tiempo realizado en el circuito

Índice de masa corporal y frecuencia cardíaca

Según la figura 10, podemos intuir relación positiva entre los resultados de la respuesta cardíaca y el IMC. Sin embargo, al observar la no distribución normal de la variable IMC, para establecer la correlación entre el IMC y los resultados de la respuesta cardíaca, utilizamos el estadístico no paramétrico Rho de Spearman. Al respecto (tabla 9), y atendiendo al resultadoo (p = 0,309 y Rho = 0,247), podemos indicar que la correlación entre las variables es débil (tabla 11).

Figura 10. Correlación entre el IMC y la respuesta cardíaca

Porcentaje de grasa y circuito

A simple vista, encontramos una relación de dependencia entre las variables tiempo realizado en el circuito y el porcentaje de grasa corporal, siendo las niñas quienes parecen emplear más tiempo en realizar el circuito conforme incrementa dicho porcentaje de grasa (figura 11). Por otra parte, el valor desprendido coeficiente de correlación de pearson (r = 0,409) en la tabla 9, señala una moderada asociación entre ambas variables (tabla 11). Así, el valor de p = 0,007, nos confirma dicha asociación, o relación, entre las mismas, donde el

Page 20: ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007) hace referencia al aprendizaje de elementos y razonamientos matemáticos, incidiendo

Investigación e Innovación en Educación Infantil y Educación Primaria

442

frecuencia cardíaca media de la sesión180170160150140130120

porce

ntaje

de gr

asa S

laugh

ter e

t al. (

1988

)

50,000

40,000

30,000

20,000

10,000

NIÑANIÑO

SEXO

16,7% del tiempo empleado en realizar el circuito, queda explicado por el porcentaje de grasa corporal del alumno (tabla 10) considerado dicho valor de r2 = 0,167, de gran efecto (tabla 12). Porcentaje de grasa y frecuencia cardíaca media

A simple vista, podemos indicar una relación positiva entre ambas variables (figura 12). Por otra parte, el valor desprendido coeficiente de correlación de pearson (r = 0,435) en la tabla 9, señala una moderada asociación entre ambas variables (tabla 12). Sin embargo, este dato, no queda reforzado en el valor hallado en p = 0,063 (tabla 9). Por otra parte, el valor de r2 = 0,189 (tabla 10), nos está indicando una efecto mediado (tabla 12), donde el 18,9% del valor de la respuesta cardíaca, queda explicada por el porcentaje de grasa corporal de los alumnos.

Figura 12. Correlación entre el porcentaje de grasa corporal y la respuesta cardíaca

Tabla 9. Tabla resumen del coeficiente de Pearson y Rho de Spearman Chicos/chicas VARIABLES r de Pearson Rho de Spearman Valor de p

IMC – circuito 0,236 0,133 IMC - frecuencia cardíaca 0,247 0,309

Porcentaje de grasa corporal – circuito

0,409 0,007

Porcentaje de grasa – frecuencia cardíaca

0,435 0,063

VARIABLES R cuadrado Porcentaje de grasa

corporal – circuito 0,167

Porcentaje de grasa – frecuencia cardíaca

0,189

Asociación Valor de r Débil |r| <0,3

Moderada 0,3≥|r| ≤0,7 Fuerte |r| >0,7

Tabla 10. Varianza explicada

Tabla 11. Interpretación de estadístico r de pearson en función de su valor (Martínez, Sánchez y Faulin, 2007) Tabla 11. Interpretación de estadístico r de pearson en función de su valor (Martínez, Sánchez y Faulin, 2007)

Page 21: ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007) hace referencia al aprendizaje de elementos y razonamientos matemáticos, incidiendo

Investigación e Innovación en Educación Infantil y Educación Primaria

443

Tabla 12. Interpretación de la varianza explicada (r2)

en función del valor alcanzado Efecto Valor de r2 Nulo r2 ≤0 – 0,002

Pequeño 0,010 ≤ r2 ≤0,038 Mediano 0,059 ≤ r2 ≤0,109 Grande 0,138 ≤ r2 ≤0,500

DISCUSIÓN Índice de masa corporal en el alumnado de quinto curso de Educación Primaria En nuestra investigación, para la determinación del sobrepeso y obesidad, tomamos como referencia el percentil 85 (sobrepeso) y 97 (obesidad) específicos por edad y sexo según los valores de referencia para la tipificación ponderal de la tabla de la Fundación Orbegozo confeccionadas por Hernández et al. (1988). Los datos de nuestro estudio coinciden con los de Marrodán et al. (2006) a la hora de determinar que el sobrepeso afecta en mayor proporción a los varones y los sujetos más jóvenes. En este sentido comprobamos como es mayor el colectivo de niños con sobrepeso con un 23% con respecto al 6% en las niñas. Sin embargo los datos de obesidad (≥p97) reflejan un porcentaje mayor en las chicas (12,5%) con respecto a los chicos (3,84%), no coincidiendo con el estudio anterior donde de nuevo los chicos presentaban porcentajes mayores. Equiparando nuestros resultados con los datos de la última encuesta nacional de salud, según el Ministerio de Sanidad y Consumo (2006), donde la prevalencia de obesidad infantil es del 9,13% y de un 18,48% de sobrepeso, comprobamos que nuestros datos están por debajo de los mismos, si bien es cierto que nuestros resultados se corresponden con los datos de Ballesteros et al (2007), donde se pone de manifiesto que uno de cada cuatro niños de nuestro país tienen exceso de peso, siendo casi un 24% del total de nuestro alumnado quienes presentan valores de IMC por encima del percentil 85 (sobrepeso y obesidad). En comparación con el estudio de Serra et al. (2003), que presenta valores de 14,6% y 16,16% para el sobrepeso (IMC ≥85<97) y obesidad (IMC ≥97), respectivamente, los datos de nuestro estudio ponen de manifiesto valores superiores de sobrepeso en nuestros alumnos (16,66%), siendo inferiores con respecto a la obesidad (7,14%). Con respecto al sexo, los datos también muestras estas mismas diferencias, así en chicos los datos de sobrepeso (20%) son mayores en nuestro estudio (23%) y muy inferiores en lo que a la obesidad se refiere, 21,9% frente a 3,84%. Las chicas sin embargo presentan valores contrarios con respecto a los chicos, pues tienen valores inferiores en los datos de sobrepeso y algo superiores con respecto a la obesidad, esto es, mientras los datos de Serra et al. (2003) son de 9,1% para sobrepeso y 10,9% para obesidad, nuestros datos son 6,25% y 12,5% respectivamente. Porcentaje de grasa corporal Los datos de nuestro estudio reflejan un porcentaje de grasa corporal muy parecido entre chicos y chicas, 25,48 y 25,44, respectivamente, siendo ligeramente superior la medida del pliegue tricipital en chicas (17,13) con respecto a los chicos (16,64), sin embargo diferentes estudios (Berral et al., 2001;

Page 22: ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007) hace referencia al aprendizaje de elementos y razonamientos matemáticos, incidiendo

Investigación e Innovación en Educación Infantil y Educación Primaria

444

Marrodán et al., 2006) ponen de manifiesto que las medias y sumatorio de los pliegues tomados reflejan claramente valores absolutos más altos en las chicas, observándose cifras mayores en el pliegue del muslo. Al respecto los datos de nuestro estudio ponen de manifiesto que los niños presentan una composición corporal alta, al mismo tiempo que las niñas lo presentan moderadamente alto, como podemos comprobar en la tabla 2 (Filho, 1999) En el estudio de Cordente et al. (2007), con adolescentes con edades comprendidas entre los 12 y los 18 años, el porcentaje de grasa medio de los chicos es de 11,15%, y el de las chicas, de un 20,47%. En este caso, el nivel de actividad física realizada y el nivel de adiposidad de las chicas, es significativo, ya que cuando éstas realizan poca o moderada actividad, tienen tendencia al sobrepeso. Si comparamos estos datos con los de nuestro estudio, apreciamos que el porcentaje de grasa de nuestros chicos y chicas es significativamente superior (25,48% los chicos, y 25,44% las chicas). Sin embargo, hay que ser cauteloso a la hora concluir estos datos ya que, como se puede apreciar en la figura 9 del apartado de resultados, 15 alumnos están considerados como adecuado porcentaje de grasa corporal y 11 como moderadamente alto porcentaje de grasa corporal. En otro estudio, Moya (2004), obtiene que el porcentaje de grasa medio de futbolistas de 14 años es de un 16,5%, mientras que el de los sujetos no futbolistas de su misma edad, es mayor de un 21%. Si observamos los resultados de esta investigación, pero con los sujetos dos años mayores, podemos ver que los futbolistas de 16 años tienen un porcentaje de grasa medio de un 18,5%, y los alumnos no futbolistas de su misma edad, de casi un 21%. Nuestros resultados muestran que el porcentaje de grasa media, tanto de los chicos como de las chicas, es de 4 puntos más elevado respecto al grupo de los no futbolistas. Prueba de coordinación Nuestros resultados de la prueba de coordinación, vistos anteriormente, coinciden con el estudio de Gómez (2004), donde las chicas también mostraron unos problemas de coordinación motriz mayores que los chicos en las diferentes pruebas centradas en la coordinación gruesa. Coinciden también con los estudios de Larkin y Cermak (2002) al poner de manifiesto que los chicos sobresalen en las actividades que requieren una motricidad gruesa. Respuesta cardíaca de los alumnos en clase de Educación Física Tal y como ponen de manifiesto diferentes estudios (Bar-Or, Shepard et al. 1971; Seely, Guzman et al. 1974; Katsuura 1985; Oyen, Ingerfield et al., 1986, citado por Navarro, 1998), señalando que son las niñas quienes desprenden valores superiores de respuesta cardíaca, los resultados obtenidos en el presente trabajo van en la misma línea, siendo los niños (143,91 ppm de media) quienes desprenden valores inferiores al de las niñas (152,50 ppm de media). El total del alumnado que trabajó con los pulsómetros, tanto los 10 mejores como los 10 peores alumnos con respecto a la prueba de coordinación, presentan una FC de trabajo dentro de los parámetros considerados como saludables (60 – 80% de la FC máxima), según la American College of Sports Medicine (ACSM, 1999). Si comparamos nuestros resultados con los obtenidos por Generelo, 1995, (citado por Sierra, 2003) vemos como estos autores encuentran para edades similares FC medias sensiblemente inferiores

Page 23: ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007) hace referencia al aprendizaje de elementos y razonamientos matemáticos, incidiendo

Investigación e Innovación en Educación Infantil y Educación Primaria

445

(entre 133 ppm y 128 ppm) en la clase de Educación Física. Los datos de nuestro estudio reflejan estar por encima de estos. Un estudio realizado por la universidad de Almería sobre la evaluación de la respuesta cardíaca al esfuerzo máximo en niños de 12 años a través de la prueba de Course Navette y utilizando como instrumento un pulsómetro Sport Tester 4000 (Águila et al., 1998), en relación a los valores medios de la frecuencia cardíaca diferenciados por sexos, observamos como los datos no aportan diferencias importantes entre niños y niñas, las niñas en FC media con 168 ppm presentan valores superiores a los niños (166 latidos). Si comparamos estos datos con los nuestros, observamos que la globalidad de la muestra a estudiar se encuentra ligeramente por debajo de estos valores. Los resultados del estudio de Vázquez (2003) sobre la FC en una sesión de aeróbic llevada a cabo en una clase de Educación Física con 6 alumnos de edad comprendida entre 14-15 años, utilizando pulsómetros Polar Accurex, desprenden valores de 144,28; 149,76; 153,28; 153,64; 172,94; 181,46 ppm, para la FC media por minuto. Al comparar estos resultados con nuestro estudio, observamos que las diferencias son ligeramente inferiores (150,05 ppm), en 4 de los 6 alumnos. CONCLUSIONES Con respecto al primer objetivo de nuestra investigación, y teniendo en cuenta los resultados desprendidos del análisis del IMC, señalar que la media nuestros datos de sobrepeso (IMC≥85-97) y obesidad (IMC ≥97) para chicos y chicas, aún estando ligeramente por debajo a la de los estudios al respecto, los chicos presentan parámetros superiores a la media con respecto al sobrepeso, mientras las chicas lo presentan con respecto a la obesidad. En relación con los datos del porcentaje de grasa obtenidos, concluir que tanto la media de las niñas como la de los niños, se encuentran en rangos no favorables respecto a parámetros de salud, presentando los niños un porcentaje de grasa corporal alto y las niñas moderadamente alto. Los datos obtenidos son muy similares para los niños y las niñas, siendo estos ligeramente superiores para los niños. Por otra parte, un tercio del colectivo de los alumnos, se encuentran dentro de rangos saludables. En función del segundo objetivo de esta investigación, el tiempo medio de las niñas en la prueba de coordinación realizada ha sido ligeramente superior al tiempo efectuado por los niños. Los datos obtenidos sobre la respuesta cardíaca de la sesión analizada, señalan que los alumnos trabajaron dentro de parámetros establecidos como saludables. Por otra parte, aquellos alumnos que emplearon menos tiempo en realizar el circuito, desprenden valores inferiores de respuesta cardíaca en dicha sesión de Educación Física. Respecto al tercer y último objetivo, los resultados obtenidos en las correlaciones, indican una relación positiva, hallando una débil asociación entre IMC – circuito e IMC – Frecuencia Cardíaca. Por otra parte, la asociación entre el porcentaje de grasa – circuito y porcentaje de grasa – Frecuencia Cardíaca, es moderada. CONSECUENCIAS E IMPLICACIONES A lo largo de esta investigación se han ido perfilando un interesante campo de estudio, y se han establecido unas conclusiones vistas anteriormente que nos ofrecen la posibilidad de establecer una serie de consecuencias y cuáles podrían ser las implicaciones educativas al respecto.

Page 24: ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007) hace referencia al aprendizaje de elementos y razonamientos matemáticos, incidiendo

Investigación e Innovación en Educación Infantil y Educación Primaria

446

Debido a los datos obtenidos con respecto al IMC así como al porcentaje de grasa corporal, y teniendo presente los datos nacionales e internacionales analizados, es de vital importancia acometer un plan de actuación para minimizar el incesante incremento de la mencionada epidemia y que tantos problemas de salud está trayendo a la sociedad actual. En este sentido, como hemos resaltado, hay que tener presente la reducción horaria de clases de Educación Física, la cual progresivamente va desapareciendo del currículo escolar o se adjudica una temporalidad simbólica, lo que unido a la disminución tan drástica de práctica de actividad física extraescolar, hacen que éstos sean parámetros que potencian el aumento del sedentarismo y un estilo de vida poco favorable de la salud entre nuestros escolares. La comunidad científica está convencida que este incremento de obesidad y de sus enfermedades asociadas es debido al cambio de hábitos alimentarios y al exceso de sedentarismo del mundo occidental, por lo que resulta necesario llevar a cabo trabajos de intervención en Educación Física en las edades más tempranas para minimizar el incesante incremento de la obesidad infantil y, de este modo, poder llevar a cabo un reclamo de incremento de horas lectiva en nuestra área , ya que es la única actividad física llevada a cabo de manera obligatoria por todos los alumnos, todo ello a través de estrategias eficaces que permitan identificar tempranamente a los sujetos con riesgo, tratar adecuadamente a las personas afectadas y poner en marcha medidas curriculares preventivas ya desde la etapa de educación infantil. En función de los datos obtenidos del alumnado del centro donde se llevó a cabo el estudio, se prevén una serie de medidas encaminadas a la reducción de los valores de sobrepeso y obesidad. Se va a incidir sobre la educación nutricional con la invitación de médicos al centro para dar charlas tanto a padres y profesores como al alumnado, se va a continuar con la importante participación de los alumnos en el programa de deporte escolar y se seguirá potenciando las actividades extraescolares encaminadas al fomento de la iniciación a los deportes de equipo e individuales (voleibol, atletismo, entre otras). Así mismo, el centro volverá a participar en el Plan de Salud Escolar, siendo pionero en la participación del Plan de Consumo de Fruta en la Escuela. Se potenciará la implicación de la familia, especialmente en programas de modificación de conducta en los que los padres actúan como agentes de cambio, modificando sus propios estilos de vida, son más efectivos que los dirigidos únicamente a los cambios de comportamiento en los niños y en las niñas. Como consecuencia de los resultados obtenidos, sería interesante llevar a cabo más pruebas sobre la coordinación de nuestros alumnos en el marco escolar, con la finalidad de poder comparar con los diferentes estudios al respecto. Tal y como se ha puesto de manifiesto en el marco teórico, los alumnos con problemas evolutivos de coordinación motriz existen en las clases de Educación Física, y su problema debería ser contemplado con una verdadera dificultad de aprendizaje y tratado como una necesidad educativa especial por parte de los responsables educativos. Este déficit de actividad afecta de forma más notable a los escolares que vienen desde la Educación Infantil manifestando dificultades para coordinar sus movimientos y que van eliminando la práctica y aprendizaje de los deportes de entre sus actividades preferidas, estando abocados al sedentarismo y un estilo de vida poco favorable para su salud. Sería interesante realizar estudios longitudinales que analicen la evolución de los problemas evolutivos de coordinación motriz y su relación con el índice de masa corporal y el porcentaje de grasa corporal de los escolares. Ampliar el abanico mediante estudios transversales, de centros e incluso regiones donde llevar a cabo el estudio, nos daría datos muy significativos que nos ayudarían a conocer cómo está la situación real de nuestro alumnado.

Page 25: ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007) hace referencia al aprendizaje de elementos y razonamientos matemáticos, incidiendo

Investigación e Innovación en Educación Infantil y Educación Primaria

447

Bibliografía ÁGUILA, C.; CASIMIRO, A.J.; MOYA, B. Y ARTÉS, E.M. (1998). Evaluación de la respuesta cardíaca al esfuerzo máximo en niños de 12 años. En GARCÍA, A.; RUIZ, J. Y CASIMIRO, A.J. (coor.). La enseñanza de la Educación Física y el deporte escolar. Actas del II Congreso Internacional. Málaga: IAD.

AMERICAN COLLEGE OF SPORTS MEDICINE (1999). Manual ACSM para la valoración y prescripción del ejercicio. Barcelona: Paidotribo.

AMERICAN PSYCHIATRIC ASSOCIATION. (1994). Diagnostic and statistical manual of mental disorders. Washington, DC.

ASTRAND, P. O. (1952). Experimental studies of ohysical working capacity in relation to sex and age. Copenhaguen, Munksgaard.

B.O.E. (2006). Real Decreto 1513/2006, de 7 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas de la Educación Primaria. Publicado en B.O.E. nº 293 de 8 de diciembre de 2006. Madrid: Ministerio de Educación y Ciencia.

B.O.R.M. (2007). Decreto 286/2007, de 7 de septiembre, por el que se establece el currículo de la Educación Primaria en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. Publicado en B.O.R.M. nº 211 de 12 de septiembre de 2007.

B.O.R.M. (2010).Decreto 97/2010, de 14 de mayo, por el que se establecen las características nutricionales de los menús y el fomento de hábitos alimentarios saludables en los Centros Docentes no Universitarios. Publicado en B.O.R.M. nº 114 de 20 de septiembre de 2007.

BALLESTEROS, J. M., DAL-RE, M., PEREZ, N., VILLAR, C. (2007). La estrategia para la nutrición, actividad física y prevención de la obesidad (estrategia NAOS). Revista Española Salud Pública, volumen 85 (5), 443-449.

BERNSTEIN, N. (1967). The co-ordination and regulation of movement. New York. Pergamon Press.

BERRAL, F.J., GÓMEZ, J., HERNÁN, B., BERRAL, C.J., CARPINTERO, P. (2001). Estudio de la composición corporal en escolares de 10 a 14 años. Revista Brasileria de Cineantropometría & Desempeño Humano. Volumen 3, número 1, pag. 20-33.

BOUCHARD, C., MALINA, R., HOLLMAN, W. (1977). Submaximal working capacity, heart size and body size in boys 8-18 years. European Journal of Applied Physiology 36: 115-126.

CASIMIRO, A. J. (1999). Comparación, evolución y relación de hábitos saludables y nivel de condición física-salud en escolares, entre final de educación primaria (12 años) y final de Educación Secundaria Obligatoria (16 años). Tesis doctoral. Almería: Universidad de Almería.

CASTAÑER, M. y CAMERINO, O. (1991). La educación física en la enseñanza primaria. Editorial Inde. Barcelona.

CORDENTE, C.A., GARCÍA, P., SILLERO, M., Y DOMÍNGUEZ, J. (2007). Relación del nivel de actividad física, presión arterial y adiposidad corporal en adolescentes madrileños. Revista Española de Salud Pública, 81, 307-317.

DEURENBERG, P.; PIETERS, J. J. L.; HAUTVAST, J. C. (1990): «The assessment of the body fat percentage by skinfold thickness in childhood and young adolescences», in British Journal of Nutrition, 63, pp. 293-303.

DURANT, R., BARANOWSKI, T., DAVIS, H., RHODES, T., THOMPSON, W. GREAVES, K. PUHl, K. (1993). Reliability and variability of indicators of heart rate monitoring in children. Medicine and Science in Sports and Exercise, 25, 389-395.

FILHO, J. F. (1999): A prática da avaliação física. Testes, medidas e avaliação física em escolares, atletas e academias de ginástica. Rio de Janeiro, Shape.

GARDNER, H. (1995). Inteligencias múltiples: La teoría en la práctica. Barcelona. Paidós.

GIESSING, J. (2003) Chosing the Most Effective Level of Intensity for Cardiovascular Exercise. NCSA Performance Training Journal; Vol.2, nº 3, 11-14.

GÓMEZ, M. (2004). Problemas evolutivos de coordinación motriz y percepción de competencia en el alumnado de primer curso de educación secundaria obligatoria en la clase de educación física. Tesis doctoral. Universidad Complutense de Madrid, Facultad de Educación.

HAHN E. (1988). Entrenamiento con niños. Barcelona. Martínez Roca.

HERNÁNDEZ, M., CASTELLET, J., NARVAIZA, J.L., RINCÓN, J.M., RUIZ, I., SÁNCHEZ, E., et al. (1988). Curvas y tablas de crecimiento. Instituto sobre crecimiento y desarrollo fundación F. Orbegozo. Madrid. Garsi.

Page 26: ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007) hace referencia al aprendizaje de elementos y razonamientos matemáticos, incidiendo

Investigación e Innovación en Educación Infantil y Educación Primaria

448

JONGMANS, M. J., MERCURI, E., DUBOWITZ, L. M. S., Y HENDERSON, S. E. (1998). Perceptual-motor difficulties and their concomitants in six-year-old children born prematurely. Human Movement Science, 17, 629-653.

KEOGH, J., Y SUGDEN, D. (1985). Movement skill development. New York: McMillan.

KIPHARD, B. J., y SCHILLING, F. (1974). Körperkoordinations Test für Kinder. Beltz. Test GmbH, Weinheim.

LAMA, R. A. y cols (2006). Obesidad infantil. Recomendaciones del Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría. Parte I. Prevención. Detección precoz. Papel del pediatra, Revista Española de Pediatría, volumen 65 (6), 607-615.

LARKIN, D., Y CERMAK, S. A. (2002). Issues in Identification and assessment of developmental coordination disorder. En S. A. Cermak y D. Larkin (Eds.), Developmental Coordination Disorder: Theory and practice (pp. 86-102). Albany, NY: Delmar Thomson Learning.

LE BOULCH, J. (1985). Hacia una ciencia del movimiento humano. Editorial Paidós. Buenos Aires.

LE BOULCH, J. (1991). La educación por el movimiento en la edad escolar. Editorial Paidós. Barcelona.

LLEIXÀ. T. (2007). Educación física y competencias básicas. Contribución del área a la adquisición de las competencias básicas del currículo. Revista Tándem, Nº. 23, pp. 31-37.

MANONELLES, P., ALCARAZ, J., ÁLVAREZ, J., JIMÉNEZ, F., LUENGO, E., MANUZ, B., NARANJO, J., PALACIOS, N., PÉREZ, M., Y VILLEGAS, J. A. (2008). La utilidad de la actividad física y de los hábitos adecuados de nutrición como medio de prevención de la obesidad en niños y adolescentes. Documento de Consenso de la Federación Española de Medicina del Deporte (FEMEDE). Separata de Archivos de Medicina del Deporte, 127(5):333-353.

MARRODÁN, M.D., MESA, M.S., ALBA, J.A., AMBROSIO, B., BARRIO, P.A., DRAK, L., GALLARDO, M., LERMO, J, ROSA, J.M., GONZÁLEZ, M. (2006). Dignosis de la obesidad: actualización de criterios y validez clínica y poblacional. An Pediatr ,65 (1): 5-14.

MARTÍNEZ, M. A., SÁNCHEZ, A., Y FAULIN, J. (2007). Estadística amigable (2ª Ed.). Madrid: Díaz de Santos. (pág: 553)

MATA, E., RUIZ, L. M. & HAY, J. (2007). Motor competence and aerobic fitness in spanish secondary schoolchildren. Acta Kinesiologiae Universitatis Tartuensis, 12 (supplement), 89-90.

MINISTERIO DE SANIDAD Y CONSUMO (2005). Estrategia NAOS. Estrategia para la nutrición, actividad física y prevención de la obesidad. Agencia española de Seguridad Alimentaria. Madrid: MSC.

MINISTERIO DE SANIDAD Y CONSUMO (2006). Encuesta Nacional de Salud de España 2006: avance de resultados junio 2006-enero 2007. Madrid: Ministerio de Sanidad y Consumo: 2007. Disponible en http://www.msc.es/estadEstudios/estadisticas/encuestaNacional/encuesta2006.htm

MISSIUNA, C. (1994). Motor skill acquisition in children with developmental coordination disorder. Adapted Physical Activity Quarterly, 11, 214-235.

MOYA, J. M. (2004). Comparación del IMC y grasa corporal en adolescentes. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, 4 (14), 106-121.

NAVARRO, F. (1998). Consideraciones sobre el uso de la frecuencia cardíaca en escolares. Actas del II Congreso Internacional sobre la Enseñanza de la Educación Física y el Deporte Escolar. Universidad de Almería

NORTON, K., WHITTINGHAM, N., CARTER, L., KERR, D., GORE, L. & MARFELL-JONES, M. (1996). Measurement techniques in anthropometry. In K Norton & T.Olds (Eds). Antropometrica (pp25-76). Sydey: University of New South Wales Press.

O.M.S. (2004). Estrategia Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud. Genève: Organización Mundial de la Salud.

PELS, A., GILIAM, T. et al. (1981). “Heart rate response to bicycle ergometer in children ages 6-7 years.” Medicine Science and Sports Exercise 13: 299-302.

PEREA, R. (1992). Educación para la Salud. Madrid: FUE/UNED.

ROWLAND, T., ESTON, R. (1997). Measurement of physical activity in children with particular reference to the use of heart rate and podometry. Sports Medicine, 24, 258-272

RUBIO, M. A., SALAS, J., BARBANY, M., MORENO, B., ARANCETA, J., BELLIDO, D., BLAY, V., CARRARO, R., FORMIGUERA, X., FOZ, M., DE PABLOS, P. L., GARCIA-LUNA, P. P., GRIERA, J. L., LÓPEZ, M., MARTÍNEZ, J. A.,

Page 27: ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PORCENTAJE DE GRASA, …Fernandez+y+Yuste+Lucas.pdf · Lleixá (2007) hace referencia al aprendizaje de elementos y razonamientos matemáticos, incidiendo

Investigación e Innovación en Educación Infantil y Educación Primaria

449

REMESAR, X., TEBAR, J., VIDAD, J. (2007). Consenso SEEDO 2007 para la evaluación del sobrepeso y la obesidad y el establecimiento de criterios de intervención terapéutica. Revista Española de Obesidad, volumen 5 (3), 135-175.

RUIZ, L. M. (1987). Desarrollo motor y actividades físicas. Madrid. Gymnos.

RUIZ, L. M. (1994). Deporte y aprendizaje: Procesos de adquisición y desarrollo de habilidades. Madrid. Visor.

RUIZ, L. M. (1995). Competencia Motriz. Elementos para comprender el aprendizaje motor en Educación Física Escolar. Madrid. Gymnos.

RUIZ, L. M. (2004). Competencia motriz, problemas de coordinación y deporte. Revista de Educación, núm. 335, pp. 21-33.

RUIZ, L. M., MATA, E., MORENO, J. A (2008). Problemas evolutivos de coordinación motriz y autoconcepto físico en escolares de educación primaria.

RUIZ, M. A. (2003). Factores de riesgo cardiovascular en niños y adolescentes. Madrid: Díaz de Santos.

SANTOS, S. (2005). La Educación Física escolar ante el problema de la obesidad y el sobrepeso. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, volumen 5 (19), 179-199.

SERRA, Ll., Ribas, L., ARANCETA, J., Pérez, C., SAAVEDRA, P., PEÑA, L. (2003). Obesidad infantil y juvenil en España. Resultados del Estudio Enkid (1998-2000). Med Clin (Barc), 121, 725-32.

SIERRA, A. (2003). Actividad física y salud en Primaria. El compromiso fisiológico en la clase de educación física. Sevilla: Wanceulen.

SLAUGHTER, M., LOHMAN, T., BOILEAU, R., HORSWILL, C., STILLMAN, R., VAN LOAN, M. ET AL. (1988). Skinfeld equation for estimation of body fatness in children and youth. Human Biol, 60, 709-23.

VALTUEÑA, S., ARIJA, V., SALAS, J. (1996). Estado actual de los métodos de evaluación de la composición corporal: descripción, reproducibilidad, precisión, ámbitos de aplicación, seguridad, coste y perspectivas de futuro. Med Clin (Barc), 106, 624-35.

VAN DELLEN, T.; VAESSEN, W.; SCHOEMAKER, M. M. (1990): «Clumsiness: definition and selection of subjects», en KALVERBOER, A. F. (ed.): Developmental Biopsychology. Ann-Arbor, The University of Michigan Press, pp. 135-152.

VÁZQUEZ, S. (2003). Intensidad del ejercicio sobre la base de la frecuencia cardíaca durante una sesión de aeróbic. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol. 3 (11) pp. 136-148.

VILLAR, M. (2004). Análisis de la frecuencia cardíaca durante la actividad física libre y controlada en alumnos/as de Enseñanza Secundaria. Edita: Junta de Andalucía. Consejería de Educación. Dirección General de Innovación Educativa y Formación del Profesorado.

WILMORE, J., COSTILL, D. (2004). Fisiología del esfuerzo y del deporte. Barcelona: Editorial Paidotribo

YUSTE, J. L. (2005). Influencia de la condición de estar federado, autopercepción de competencia motriz y valoración de las clases de Educación Física sobre los niveles de actividad física habitual en adolescentes escolarizados. Tesis doctoral. Murcia: Universidad de Murcia.