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Navegador de artículos
«»Diez mejores consejos para ser crítico literario1. Analizar una novela casi siempre supone utilizarla para algo que no ha sido concebida; en vez de vivir en el edificio mágico que te acaba de abrir sus puertas, decides desmontarlo para desvelar el truco del ilusionista. Es una tarea desgraciada, que aniquila al crítico como amante de la lectura, pues le roba su mejor parte, que es la de vivir a través de la imaginación. Para resolver esta frustración, algunos deciden leer solo obras maestras, las únicas que les permiten una lectura apasionada, rendida al misterio del genio. Otros abandonan la crítica. Pero aunque lo dejes, las críticas se siguen escribiendo solas en tu cabeza. Sea como sea, si uno no es capaz de lograr un disfrute casi infantil con la lectura, está muerto como crítico literario, porque está muerto como lector. Tanto es así, que muchos exageran a propósito sus elogios para
demostrar que no se han convertido en meros analistas profesionales. No hay peor enfermedad en este oficio que la pérdida de la inocencia, y con ella, la pérdida de la capacidad de vivir en mundos imaginarios, de sentir verdaderamente a través de las palabras de otros. Por tanto, la única manera de ser un buen crítico literario es conservar intacta la capacidad infantil de disfrutar con la literatura.2. La vida humana es un repertorio de actos animales que se camuflan mediante protocolos tan sofisticados que apenas un psicoanalista puede desentrañarlos. Por eso,el crítico ha de mantener bajo control sus instintos de competición, agresividad o sumisión, y debe ocupar una posición muy segura en la vida para poner su auto-definición al margen de la literatura. Es cierto que existen criaturas muy especiales a las que sus padres querían mucho y han crecido sin inseguridades, sin miedos, sin complejos. Esas personas lo tendrían todo a su favor si no fuera porque no suelen tener capacidad de análisis, ya que ésta se desarrolla normalmente entre seres atormentados que necesitan entender el rompecabezas de su propia existencia para aspirar a una mínima felicidad. Se da la paradoja de que los tipos y las tipas más grillados emocionalmente también son los mejores analistas. Sin embargo, la única posibilidad de hacer bien este trabajo es que se resuelvan las chaladuras al margen de la crítica. Por desgracia, sin el aliciente patológico de usarlaa para definirse ante uno mismo y los otros, ¿qué motivación queda?3. A veces se presupone que la literatura ofrece posibilidades ilimitadas. Pero lo cierto es que hay un momento de la vida en que uno ha leído ya demasiadas novelas, ha consumido demasiadas películas, en definitiva, conoce casi todas las posibilidades habidas y por haber de contar una historia. Llegados a ese punto, solo las verdaderas novedades conseguirán despertar al dragón. Sucederá como con el adicto que se ha acostumbrado al efecto de determinada sustancia. Seguirá buscando incansablemente algo que le ofrezca un chute al nivel de esas primeras lecturas fascinantes. La búsqueda, como tal, está llena de motivación pero también de frustración, y la obra de muchos críticos es en mayor o
menor medida una memoria de esa búsqueda frustrada, y una rememoración de sus mejores jeringazos. Aunque generalizado, este procedimiento es un error descomunal.4. La literatura que merece la pena analizar no tiene apenas público. Porque precisamente aquella que atrae al público es la que está hecha para sumergirse en la lectura, vivir en un mundo imaginario, y no romper la magia descubriendo sus entretelas. Durante un tiempo estuvo de moda criticar a ese público que desea la inmersión en la obra; a mí en cambio esa me parece la experiencia más sagrada que puede ofrecer la literatura, y la crítica no tiene nada que hacer dentro de esta actividad, excepto como epígrafe. La buena crítica literaria, es decir, aquella que no te dice lo que tienes que comprar, sino que analiza la obra, destruye el mecanismo astral del viaje imaginario. Solo puede interesar, por tanto, a otros lectores analíticos, que suelen ser también lectores ávidos. Son poquísimos, pero de verdad que no existe otro público al que merezca la pena dirigirse.5. Los mejores críticos han sido ensayistas y académicos que jamás se han sometido a la tutela de un redactor jefe ocupado de cuadrar el círculo para adaptar sus reseñas a un estilo comercial. La buena crítica tiene su propio código, y está dirigida a gente que lo conoce. Se puede escribir con más sencillez, prescindiendo de todo ese aparato teórico, pero eso solo se justifica como medio para atraer a un público que busca, muy a menudo, periodismo amarillo. La tentación de usar esas técnicas de simplificación y sensacionalismo es grande, porque asegura mayor éxito. En muchos aspectos, sirve para producir la versión letraherida del chismorreo pueblerino que fascina a los españoles por encima de cualquier otra cosa. Sin embargo, existe un pequeño grupo de lectores que sí es capaz de esforzarse para leer una crítica teórica, y ese es el único público al que uno debe dirigirse. Susan Sontag, Linda Hutcheon, Roland Barthes o Bakhtin nunca escribieron sus textos como diversión para frívolos sino para aquellos dispuestos a dedicar un esfuerzo a entenderlos. Su público empequeñece por momentos, pero no hay otro que importe.
6. No es verdad que la crítica teórica sea elitista, mientras que la periodística sea “popular”, ya que las élites intelectuales hace ya muchísimo tiempo que dejaron de corresponderse con las élites económicas en España. Sentirse parte de una “élite cultural” es pomposo y arrogante. En realidad, se escribe para un grupo de marginados, un grupo de freaks que viven en un submundo de conocimiento y profundidad maravillosos, se escribe para miembros de una especie de secta secreta o logia escondida tras las losas musgosas de una catacumba, la catacumba del pensamiento crítico. Los lectores de teoría crítica no se encuentran en la cúspide de nada; se encuentran, simplemente, al margen de todo. El buen crítico debe aceptar que esos son los únicos lectores y ese es el único lugar que verdaderamente tiene interés conquistar. Todo lo demás, es ceder a las tentaciones arriba expuestas, tentaciones que tienen que ver con necesidades animales y patológicas, y no con las más bellas e inútiles necesidades del pensamiento.7. La inmensa mayoría de los libros será olvidada en dos o tres meses, cuando se acabe su promoción y se retiren de las librerías. La misión más recurrente de la crítica en estos años ha sido intentar que eso no suceda; por ello nos deshacemos en elogios para alertar al mundo de que ha ocurrido algo excepcional en el ordinario discurrir editorial. Eso ha acabado creando una burbuja de laudatios, que hace que todos los libros y autores sean anunciados como los mejores de su generación, del año, los más prometedores, alta literatura y etcétera; la única opción digna hoy en día es operar al margen de esa burbuja, evitando como la peste cualquier laudatio. Tal cosa resulta harto difícil, por un noble y sincero y impulso; el de querer salvar un buen libro del torrente de novedades que apenas nadie lee y mucho menos compra. Sin embargo, es una batalla perdida de antemano, precisamente porque todas esas loas se han vuelto tan baratas y desgastadas como la metáfora “tus ojos son dos luceros”. El crítico debe renunciar a cualquier misión de salvar un libro de la quema, no porque la misión no merezca la pena (que la merece), sino porque
ya no es posible. La crítica debe ser escrita con total desentendimiento del destino del libro.8. Hay que consagrarse al compromiso de honestidad y fidelidad a la verdad que durante milenios ha guiado a las Humanidades hacia el buen camino; especulación y abstracción serán herramienta básicas de la crítica literaria, tanto como su compromiso de búsqueda del conocimiento, que es lo único que puede salvarnos (de ahí la necesidad de encontrarse anímicamente templado, pues el único laboratorio posible, nuestra cabeza, debe encontrarse en las condiciones más asépticas). La obra posee múltiples sentidos, sí, pero la búsqueda debe nacer de un genuino interés por desentrañar el sentido, y así afrontar la complejísima misión de expresarlo con la precisión más elegante. Los grandes críticos hacen de la verdad su estilo literario.9. Las críticas literarias no son las escalinatas de subida a las instancias de una novela; la crítica debe ser completa en sí misma, y debe aspirar a colmar al lector. La crítica puede verse como un esquema sintético que ofrece la información más relevante a un grupo de freaks maravillosos obsesionados con el hecho literario. Si el crítico ha hecho adecuadamente su trabajo, esos freaks sentirán que ya ni siquiera hace falta leerse el libro.10. Para que la crítica sea leída (y no digo leída por las masas, sino por esas docenas de freaks maravillosos) debe guardar relación con la actualidad. Y la actualidad de la literatura la marcan los lanzamientos editoriales. Se trata, por tanto, del comentario de la suma de un evento artístico y un evento mercantil. No puede leerse igual el libro de una tipa que acaba de estrenarse en una editorial indi, que el de un dinosaurio al que están promocionando gratis en todos los medios de comunicación. No, porque el libro aún no pertenece a la historia, y posiblemente tanto la indi como el dinosaurio mueran cuando acabe su momento en las librerías y los medios de comunicación. Hasta entonces, toda su recepción (es decir, toda su transmisión de sentido) vendrá condicionada por las sugestiones que acompañen su lanzamiento. La primera frase del libro siempre la escriben otros; la fajita donde los editores copian las mutilaciones descontextualizadas de críticas
pasadas; los textos promocionales que siempre colocan al escritor entre los mejores de algo; el propio precio del libro, la editorial. Y por ahí hay que empezar, porque todo ello condiciona el sentido de la obra, y debe ser tenido en cuenta.
LA CÁMARA OSCURA de GEORGES PEREC
la boutique obscure 1973
Edt. Impedimenta 124 sueños
Trdc. Mercedes Cebrián
El mito y la realidad. Lo subjetivo y lo objetivo. Lo real o lo imaginado. La vigilia o el
sueño. Lo abstracto o lo figurativo. Todo arte, todas las artes, tiene una duplicidad en
su concepto y en su expresión, en su concepción y en su parto, en su partitura y su
canto, pueden seguir caminos diferentes pero ser manifestación de belleza en el fondo
y en la forma. Habrá gente a los que un mantra sera una simple -molesta- repetición
de un sonido, para otros será un método para llegar a lugares lejanos, superar
cuerpos, mentes, paisajes, nubes y horizontes; y encontrar la perfección en lugares
que nunca visitó y que no sospechó que existieran. Así la realidad es tan imposible de
palpar, de enmarcar en paisajes comunes -en esos en lo que lo objetivo es parte única
de lo real, nada parece salir de los raíles del tiempo y del espacio- que de vez en
cuando surgen los sueños como magnificación de la vida -de lo vivido y el porvenir- en
los que todo se confunde: realidad y fantasía, lo subjetivo y lo objetivo, aquello
abstracto y aquello real. Perec escribe 124 sueños en este “dietario de sueños”, y en
él se suceden de manera sostenida -como una nota musical- hechos y posibilidades,
fantasías y supuestas realidades, se cruzan entes fantasmagóricos -como nieblas de un
lugar lejano que avanzan por el horizonte-y personas de sangre y huesos -como
amigos que ganó y perdió en la vida-; aparecen perversiones y virtudes perdidas,
temores y alegrías, vivencias pasadas y deseadas, nimiedades y elogios, pasiones
bajas y pasividades pasajeras.
Perec, a su manera -ésa que solamente la poseía él- dicta una serie de sueños
alineados por fechas
que suceden entre Mayo de 1968 y Agosto de 1972, donde refleja fielmente todo lo
que soñó esos días, sólo acepta el pudor de algunas iniciales para ocultar nombres a
los que asociar, y deja algunas lagunas en los sueños que no recuerda con exactitud.
Puede que a algunos lectores, especialmente a los que o no les gusta Perec o no lo han
leído nunca, les parece una sucesión de datos o episodios inconexos y sin sentido;
puede, incluso, que no les parezca que merezcan ser leídos, todo digno de
comprenderse, pero a los que nos gusta este escritor nos gusta este tipo de textos.
Letras valientes en los que se atreve a reflejar su pasiones, miedos, ideas, necesidades
más intimas en un striptease moral y literario que no puede ser menos que
agradecido. Una lección de imaginación en el concepto de la literatura que se plasma
en una páginas leídas en ese punto medio que está entre el que se inmiscuye y el que
sólo observa la vida de los demás. Ese ejercicio de fisgar lo intimo y lo personal para,
en este caso, apreciar la literatura en ese extremo -que ya poco abunda- del ejercicio
creativo como fin, donde lo subjetivo se aleja de lo impersonal y lo incoloro para
pintar un mundo-no, un mundo no-: EL MUNDO de Perec. Ése que como ese mantra
recitado en voz alta, casi a gritos, en el que el sonido de las multitud de letras
sumadas que crean la literatura, ése es el fin, es el juego y la imaginación, es la
verdad y la mentira. que se repiten una y otra vez hasta llenar todos los huecos en el
espacio y en el tiempo. Es el arte no sólo como fin sino como camino hacia nuevos
lugares, diferentes y extraños -sí- pero también alejados de la casa común.
Es una novela para leer con calma, comiendo sus palabras y masticándolas 30 veces,
calentándolas en la boca e ingeriéndolas con placer.
Es un diario que si al leerlo lo acompañas con el ritmo, el tono y el sonido de cualquier
concierto de viola de Jordi Savall tendrás la sensación, el tempo, el color de lo sueños
de Perec y de su lectura. Al menos eso me sucedió a mí.
Wineruda
PU BL IC AD O P O R W INE RU DA EN 1 2 : 41 A . M . NO HAY CO M E NT AR IO S :
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GATO ENAMORADO de TIM O´BRIEN
GATO ENAMORADO de TIM O´BRIEN
tomcat in love 1998
Ed: Anagrama 401 Pág.
Trad. Daniel Najmías
Cojeo de muchos pies si hablo de literatura. Soy un ciempiés literario. Tengo tantos
escritores que me gustan que me desbordan mis listas, y no hay manera de convencer
a mis amigos de quién es mi autor favorito, puesto que un día es uno y al otro día el
siguiente, y así hasta el infinito. Les doy oportunidades que no doy en otros mundos
artísticos. Son la cojera entre piedras y ríscos, entre frases y resúmenes, son esos a
los que descubro belleza donde otros no han visto, son esos que tienen belleza
artística allá donde no parezca, son la muleta en el que se refugian los tullidos
literarios que no han encontrado un buen libro que leer. Siempre ayudan. Y uno de
esos es Tim
O´Brien, un escritor, fetiche para mí, apenas reconocido en el mundo hispano (no hay
más que hacer una prueba en el google), es de esos que los americanos llamarían
“underrated”, yo lo llamaría menospreciados, olvidados, perdidos, desafortunados.
Pero yo he leído todos sus libros traducidos al castellano,: “Persiguiendo a Cacciato”,
“En el lago de los bosques” “Las cosas que llevaban los hombres que lucharon” y no
puedo evitar sentir orgullo de haberlo leído, un lujo literario al alcance de cualquiera,
son la moneda de plata escondida entre las miles de níquel. Quisiera saber la razón
por la que no se conoce como otros, que desde mi punto de vista no llegan ni por
asomo a su nivel; es posible su insistencia en hablar de la guerra de Vietnam, sí es
posible, pero también es verdad que lo usa para explicar comportamientos generales,
para hablar de locuras provocadas, para hablar de horror. Es posible su falta de
promoción, o de belleza personal (sí reconocedlo , existe...). O que escribe muy poco...
A saber... Pero da igual, el que quiera que lo lea, yo ya lo he leído, y es una fantástica
experiencia.
“Gato enamorado” es la historia escrita en primera persona por Tom, un profesor de
lingüística al que su mujer le ha dejado por un tipo rico. Lo ha abandonado ayudado
por su hermano, del que Tom sospecha tiene una relación casi incestuosa. Es un
relato contado a una supuesta mujer a la que cita y alude de vez en cuando,
comparando penas compartidas por el abandono de sus parejas. Pero poco a poco va
apareciendo la verdad... En el relato surge un mundo de mujeres jóvenes a los que
Tom adora y persigue, pero aún así la única obsesión del profesor será la venganza
pero, a la vez, la búsqueda del reencuentro. No funciona... seguirán apareciendo
mujeres, incluso una bella holandesa que se enamora de ´él. Todo se enreda por la
aparición de antiguos colegas de la guerra de Vietnam, buscando venganza por una
antiguas “diferencias” en aquella época.
“Gato enamorado” es una novela irónica, incluso sarcástica, poblada de situaciones
que de tan patéticas que son, son hilarantes. Es la historia de un hombre loco, un
personaje cómico por sus extremos, un individuo psicótico y tan obsesivo que resulta
hasta molesto. Empeñado en que las palabras ocultan significados que influyen en su
vida y comportamiento, absorbido por la necesidad de relacionarse con chicas jóvenes
(alumnas o no) en las que necesita contacto y que en su mayoría lo desprecian y
engañan, es un perrito faldero en búsqueda de una caricia y que suelta pelo por todos
los lados. Pero ante todo es un maníaco del recuerdo de su mujer , Lorna Sue,
sobrepasa todos los límites hasta dar pena hasta la risa, como todo parece que va a
resultar imposible, lo que le supera es las ganas de venganza, ciega y furiosas, pero
tonta e infantil, como los intentos del “coyote” con el “correcaminos”.
Tom, como narrador que es, miente o hace que miente a la mujer a la que se dirige.;
oculta cosas y enseña a medias; da lógica a lo que no la tiene; enseña sólo un pedazo
de la foto; la bombardea como un marido despechado con sus ideas fijas, sus penas y
sus “verdades” con los que martiriza a toda persona que se le acerca. Es un tipo que,
de "pesado" que resulta, aparece como penosamente simpático.
En un libro lleno de personajes que desprecian a Tom te resulta fácil tenerle cierto
cariño -con las cejas alzadas eso sí-; es un manipulador alocado, despreciable
simpático, amable psicópata, amante olvidado, engañador burlado, obseso lineal,
estúpido inteligente, vengador apacible... ¿Raro? No, un imaginativo personaje
literario. Pero si Tim O´Brien es bueno en algo, es en los finales, los domina con
inteligencia en cada uno de los libros que he leído de él. Éste no es una excepción,
encuentra la solución más adecuada a lo que cuenta.
Wineruda
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M I É R C O L E S , S E P T I E M B R E 0 2 , 2 0 1 5
EL NO VA MÁS de STANLEY ELKIN
EL NO VA MÁS de STANLEY ELKIN
the living end 1977
Edtral. Ampúries Paidós 127 Pág.
Trdct. Roser Berdagué
Algunos dicen que Gagarin dijo que “aquí arriba no veo a ningún Dios”. Elkin no dice
que haya o no haya. Los tiempos cambian y los países también -a fin de cuentas no era
comunista-.y él satiriza la religión, la cristiana. todo lo que se mueve por allí: Dios,
Cristo, la Virgen, José, la biblia, el infierno, el cielo... No necesita -creo que tampoco le
importa- decir si hay o no hay, sólo aporrea con precisión y mofa todas las ideas
creadas y aprendidas durante siglos. Les da la vuelta, las moldea para mostrar su lado
oscuro, su otra posibilidad, sus acasos, lo que nadie presupone, lo que podría ser -el...
¿pero qué es esto-. Es una impía versión gamberra de un evangelio apócrifo. Es un
Dante sacrílego, un iluminador de teatros donde se celebran homilías, un fantaseador
de pesadillas de las que no se despierta, un humorista que hace monólogos sobre
creencias imposibles, un alborotador del gallinero monoteísta -el zorro que aprendió
en la universidad laica-. En la edad media lo hubieran quemado, en la actualidad lo
llamarían esa estupidez de políticamente incorrecto. Así que es un superviviente de la
hoguera pasada, salvajemente satírico, un interprete de música heavy en una iglesia,
que nunca será escritor de cabecera de Coelho.
Su novela, en un principio lineal -una simple historia de un buen hombre que ve caer
asesinado a un trabajador suyo en un atraco, y posteriormente es él mismo
acribillado- va cambiando a una historia en los que van saltando de un personaje a
otro -el socio del asesino del hombre, un enterrador, un niño muerto por obra y gracia
de Dios – y en los que el tiempo no es lineal, salta y vuelve para explicar los sucesos y
las experiencias de los personajes en su paseo por la muerte, la tumba, el cielo, el
infierno. En ese escenario los personajes eventuales son los humanos que disfrutan en
un cielo que parece un parque de atracciones
-¿ Será de Disney?- o los sufridores de un infierno en los que los castigos no son sólo
los relacionados con los fuegos, las torturas y los pinchazos de los tridentes de los
demonios, sino que es también un lugar muy similar a una ciudad moderna donde la
prisa -la imposibilidad de pararse-, la falta de intimidad, el ruido, la atmósfera
agobiante, la suciedad son parte de la vida diaria, mensual... eterna. Los personajes
fijos son todos los relacionados con la tradición cristiana: Padre, Hijo, María, José, San
Pedro, los ángeles, los demonios... pero humanizados...
¿Humanizados? Protagonistas pasados por el psicoanalista, analizados por un brusco
siquiatra sin lecturas sacras. Un Jesucristo tullido que no cree en sí mismo, aburrido
de su papel, y que añora su tiempo en la tierra; un José que no cree que su “hijastro”
sea el Mesías; una Virgen María traumatizada por su virginidad y por su forma de ser
madre que huye de cualquier contacto; un Dios
egoísta y cruel, monarca absoluto de sus dominios y sus criaturas a los que usa a su
antojo rellenando el cielo o el infierno por simple hastío, sin el don de la misericordia,
severo y cruel a partes iguales.
¿Donde encajan los “humanos” protagonistas de la novela en toda esta historia de
dioses, santos, madres de dioses? Pues ellos son las cobayas de sus necesidades,
antojos, leyes estrictas. Son los que soportan la contradicción donde el bueno va al
infierno y el malo vuelve a la vida, y el que pasaba por allí va al cielo, y el niño que
toca buena música va a endulzar los aburrimientos celestiales. Un desorden ordenado
por un guardia de tráfico alterado y con pistola fácil.
wineruda
PU BL IC AD O P O R W INE RU DA EN 1 :1 3 A . M . 2 C O ME NT AR IO S :
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CO N FA CEB O O K CO M PAR T IR E N P INT ERE ST
ET IQ U ET A S : L I TE RAT U RA NO RT E AM ER IC ANA
M I É R C O L E S , A G O S T O 2 6 , 2 0 1 5
TODO COMO ANTES de KJELL ASKILDSEN
TODO COMO ANTES de KJELL ASKILDSEN
thomas f´s siste nedtegnelser til almenheten (1983) En plutselig frigjørende tanke
(1987) Et stort øde landskap (1991) Hundene i Tessaloniki (1996)
Edtrl. Debolsillo 153 Pág.
Trd. Kirsti Baggethun y Asunción Lorenzo
No quisiera criticar las decisiones de una editorial, seguro que es lo correcto, tampoco
debería decir nada puesto que habrá lectores al que les guste que exista un prologo
en el que se explica las influencias en el autor así como sus temas, los guiños que
hace, sus ideas favoritas, una interpretación de sus textos... Pero a mí me resulta
odioso, me recuerdan mucho, pero es que muchísimo, a las clases de literatura en
secundaria en las que una digna profesora nos explicaba, analizaba, sajaba, se
inmiscuía en cada uno de los versos de cada estrofa de, pongamos, García Lorca. Que
en este verso estaba deprimido, que en éste hablaba de su viaje a Madrid, que en ésta
estaba enamorado, que en aquel adjetivo quería enseñar el amanecer en Granada, que
en este verso copiaba a Rubén Darío... ¡Por Dios! Me corría el sudor por las sienes en
sólo pensar leer un libro de Lorca; tener que comprarme una biografía estricta, así
como las de sus amigos más cercanos, un enciclopedia de los fenómenos atmosféricos
en España en aquella época o de un diccionario de las metáforas del autor y, si había
suerte, encontrar un ejemplar con notas explicativas al margen que había que leer
cada vez que acabas una estrofa. Al final, por suerte, creces y tienes ideas propias -no
muchas- y comprendes que los libros están escritos para hacerlos tuyos: admirar la
construcción, los temas, los colores, las imágenes, la técnica, la prosa o los
versos...todo. Pero la interpretación es mía, unicamente mía. Y, la verdad, por quién
ha sido influenciado me importa muy poco, es irrelevante.
¿Cómo he interpretado este libro? Parto de que son tres libros de cuentos en un sólo
libro: “Últimas notas de Thomas F. para la humanidad”, “ Un vasto y desierto
paisaje” y “ Los perros de Tesalónica”. Cada uno de ellos parece tener un tema
diferente, único en el caso del primer libro, un aire que asoma por cada una de ellas
que parece rolar de una dirección o de otra. Pero hay una cuerpo tanto técnico como
semántico común. Hay una cadencia en sus frases, una simbología y una obsesión por
ciertos momentos de la vida que abastecen los textos de la mayoría de los cuentos.
Sus frases cortas y directas, que parecen martillear al lector, como golpes de una
campana que anuncian que algo está pasando, que quizá al siguiente golpe del badajo
se rompa la campana, o al próximo, o al próximo...La prosa de Askildsen me crea
tensión, hay un desasosiego hasta en el más lúdico de su textos, hasta en el más
amable, no pareces controlar lo que pasa, no sabes lo que va a suceder, como un león
tumbado que puede levantarse y atacarte o echarse a dormitar. Deja los momentos,
los pensamientos, las acciones en el aire, pululando entre la corriente, sostenidas
como una pluma, que puede caer o no, pero que, si caen, caerán a plomo dañándote
en la caída. No te cuenta ni cuándo, ni cómo, ni desde donde será la caída pero es
posible que la haya, o la ha habido, o la habrá. Ha habido veces que he apartado la
mirada del texto, para descansar de la atmósfera que crea, muchas veces opresiva,
otras que da pena por sus personajes, otra por el simple pesimismo de sus textos.
Pesimismo que se refleja en algunas de sus obsesiones; en esos temas recurrentes a lo
largo de sus cuentos: la vejez tomada como final de la vida de seres siempre solitarios
y casi siempre misántropos, personas ancianas ariscas no sabes si porque son así o
por que la vida los ha hecho de ese modo. A los que las enfermedades y los años los
acercan a la muerte, otro de sus temas recurrentes, en los que casi siempre hay
olvido, incluso necesidad de ellos; en los que la familia no deja de ser un lugar sin
consuelo. Ahí encontramos otro de los temas: la familia. Casi siempre lejana, olvidada,
molesta, en las que no hay amor, ni siquiera cariño. Incluso aparece el odio o el deseo
desnaturalizado. El sexo parece en alguno de sus textos, pero más como un elemento
solitario, en el que son los deseos los que triunfan, más que los hechos, casi siempre
lejanos y distantes. Incluso en el matrimonio, otro de sus temas, aparece el deseo
sexual como lejano e inactivo, donde las parejas se enfrentan a un tedio y una vida en
común ya casi abandonada y casi siniestra, donde nada va a ser igual. Otro tema es la
obsesión todos los personajes funcionan entre movimientos dictados por la
obstinación de seguir sus reglas y sus pensamientos, alejándose de tener un lugar
común entre la gente, queriendo siempre alejarse, distanciarse del mundo y de las
personas, sea por enfermedad, sea por propia decisión. Y la soledad... La soledad
desolada, la soledad en pareja, en grupo, en la calle, en todo el mundo grande y
complejo, soledad arrastrada o no perseguida de la que no se puede escapar.
Casi todos los cuentos son narrados en primera persona, eso permite a Askildsen
dibujar a sus personajes desde un interior recóndito, donde se asoman sus obsesiones,
sus manías, sus pensamientos, sus actos reflejos o condicionados. Nada parece casual
y refleja un mundo propio casi siempre balanceándose entre la inquietud, la manía -a
veces enfermiza-, y la sensación de que hay algo que nos está ocultando y que influye
en cada una de la acciones que describe, en sus palabras y en sus gestos. Sólo
sabemos su versión, su punto de vista y nada deja entrever el del contrario. Todo es
claramente oscuro.
La verdad es que me ha impresionado el libro. Cuando un libro te afecta tanto en su
lectura como para tener que dejar de leerlo para reflexionar, pero a la vez te inocula
la necesidad de seguir haciéndolo, de saber el final, de conocer los pormenores de la
historia, su resolución y sus paréntesis, es que es un buen libro, incluso muy bueno.
Wineruda
PU BL IC AD O P O R W INE RU DA EN 1 2 : 28 A . M . 2 C O ME NT AR IO S :
ENV IAR PO R CO R REO EL EC T RÓ N ICO ES CR IB E U N BL O G CO M PAR T IR C O N TW IT TE R CO M PAR T IR
CO N FA CEB O O K CO M PAR T IR E N P INT ERE ST
ET IQ U ET A S : L I TE RAT U RA NO RU E GA
L U N E S , A G O S T O 2 4 , 2 0 1 5
UNA MUJER, UNA CASA, UNA NOVELA de WILHELM GENAZINO
UNA MUJER, UNA CASA, UNA NOVELA de WILHELM GENAZINO
eine frau, eine wohnung, eine roman 2003
Edtr. Galaxia Gutenberg 173 Pág
Trd. Carmen Gauger
¿Puede un libro en el que en realidad no ocurre gran cosa ser un libro bueno o al
menos digno de leer? Éste es un libro que cuenta la historia en primera persona de
Weigand un adolescente que encuentra trabajo como aprendiz en una almacén, a la
vez que, siguiendo sus impulsos y gustos, comienza a trabajar como reportero a
tiempo parcial en un periódico. Va creciendo, y su vida, su novia y sus aventuras, sus
conocidos y colegas de trabajo, sus padres, lo que ocurre en el almacén y sus
reportajes de poca importancia son los que van conformando la novela. Acaso podrá
suponer poca cosa, pero no es diferente a muchas novelas que me vienen a la cabeza y
en las que si planteas un recorrido sucinto por su argumento no provoca una
seducción inmediata en el posible lector, pero son libros en los que está establecido
que son obras fuera de lo común, incluso excelsas. ¿Cómo explicas a un lector
acostumbrado a lecturas de argumento de aventuras sin fin, sexo descontrolado o
matanzas aparatosas o... que aquellos libros son dignos de leer, incluso necesarios -
para mí-? A priori nunca los convencerás, tampoco es necesario o importante, cada
lector tiene sus gustos, eso de hacer proselitismo con la literatura es un acto
predestinado al fracaso, incluso muy adecuado para ser acusado de pedantería
muchas veces con razón, cada lector que busque su camino y lo siga con sus derrotas
y victorias. Pero, vuelvo al tema, supongamos que quiero explicar a alguien la razón
por la cual este libro merece la pena leer, que te va a aportar algo, hasta placer.
Si descorro la cortina de la novela, y la miro como voyeur oculto, voy descubriendo
una literatura que aprecia los pequeños detalles, se fascina en los elementos
corrientes que van apareciendo ante los ojos de Weigand , todos hasta los más
mínimos, un tren que pasa, una barcaza donde una mujer da el pecho a su hijo, una
flor, un poco de musgo en la ventana, una camarera comiendo sopa, una programa de
Heinrich Böll... son deslumbrantes tanto por ellos mismos como elementos de una
posible novela . Son elementos que merecerían ser descritos y admirados, ser
plasmados en el papel y, por ello, en el recuerdo. Por que en este libro la literatura,
las novelas, son otro elemento importante. Una sucesión de personajes con una idea
para un libro, incluso ya comenzado a escribir, aparecen en el registro de los pasos
del protagonista, la publicación es un fin a conseguir aunque la mayoría están
destinados a ser fracasados, son individuos que salen de su vida gris solo en la mente,
en la posibilidad, en la casi segura llegada del éxito, que está frustrado antes de
nacer. Esa frustración que también aparece en los habitantes de su ciudad, que
intentan destacar en la vida, sea como sea, hasta en concursos de talento de algún
bar, al que acuden para salir de la oscuridad y monotonía de su vida, creyendo que
aquello les daría futuro. Hay que elegir. Weingand, ante ello, duda en reflejar en sus
reportajes la realidad de lo que supone ese esperanzas fracasadas o o contar una
historia de futuros grandes triunfos. Así aparece la sensación que aparece al escribir
en un periódico de que se debe elegir: contar lo que es o lo que esperan que sea.
Weingand es joven, va creciendo con sus experiencias en el almacén y en el periódico,
por ello y por su condición de joven -como todos inmortal, inmarchitable, invencible-
siente la sensación de superioridad. La soberbia le hace suponer ser mejor que todas
aquellas oscuras personas con las que se cruza. Pero lucha contra ello, necesita no ser
así puesto que sólo el hecho de escribir le hace diferente a sólo unos pocos. Tan igual
es que sus relaciones con su novia son las que serían en cualquier pareja en cualquier
momento del mundo: normales, típicas, hasta vulgares. Sólo la aparición de una
colega supondrá un cambio en su opinión al mundo de las mujeres y de la vida en
general. Vida en el que para Weingand la literatura es su fascinación, los escritores -
Kafka, Böll, Celan, Been, Conrad, Arno Schmidt...- son figuras a imitar, a estudiar, a
elegir para conocer y copiar, son los elementos que conforman su mundo propio e
intimo. Cierro la cortina.
Lo superior y lo inferior, lo vulgar y lo especial, el trabajo en los almacenes duro y
exigente y el trabajo liberal del periódico, la juventud y la madurez, lo mínimo o lo
máximo, la vida o la muerte...la novela es un sucesión de elecciones, de dicotomías a
las que perseguir, de incógnitas que despejar.
Es una novela en las que podría alguien enclavar en esas que llaman novelas de
crecimiento. Supongo que por el hecho que un joven crece, se aleja -y se enfrenta- a
sus padres, conoce el amor -y el sexo- , intenta descubrir el camino a seguir -o al que
desviarse- y conoce la vida – y la muerte-.
A fin de cuentas, aprende a elegir. En cualquier caso, llamándose como quiera
llamarse es una novela interesante.
wineruda
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FOE de J.M. COETZEE
FOE de J.M. COETZEE
foe 1986
Edt.. Debolsillo 157 Pág.
Trd. Alejandro García Reyes
Según el diccionario de la R.A.E. Alegoría es “Ficción en virtud de la cual algo
representa o significa otra cosa diferente.”. Este libro es evidentemente una sucesión
de alegorías, pero ¿sabemos el fin último de los pensamientos del autor? Puede que
haya una entrevista que confiese sus intenciones, pero ante la falta de conocimientos
de ello, el lector, yo mismo, debe aplicar el sentido común para identificar,
comprender y asimilar el pensamiento oculto del escritor o simplemente adaptar la
lectura a la experiencia propia y hacerla suya (del lector) por lo tanto todo lo que
identifique según su experiencia cultural, social e incluso política pasa a formar parte
de la verdad última del significado de la obra. Así puede uno puede estar confundido o
no pero menos. Andamos tarde pensando en qué querrá decir el autor, pero ganamos
nuestra propia carrera en la definición del libro, nuestro libro.
La novela es una revisión de la novela “ Robinsón Crusoe” de Daniel Defoe (Foe en la
novela, como su nombre real). Una mujer, Susan Barton, cuenta en primera persona
como es abandonada en alta mar y las corrientes la llevan a una isla habitada por dos
hombres,: un hombre maduro: Cruso (así lo nombra Coetzee en la libro) y un hombre
negro al que probablemente le han cortado la lengua y no puede hablar: Viernes. Tras
una larga temporada en la isla bajo duras condiciones, son rescatados por un barco y
llevados a Inglaterra, en el trayecto muere Cruso. Ahí comienza otra parte
diferenciada del libro, la vida de Viernes Y Susan Barton en Inglaterra. Allí a través de
unas cartas contará Susan como intenta que Foe escriba la historia de la vida de los
tres en la isla. Será una vida dura en la que Foe perseguido por la justicia huirá de su
casa y la mujer y Viernes sobrevivirán en penosas condiciones y escasos recursos. La
última parte será el encuentro con Foe y sus conversaciones con él. Hasta aquí todo
normal, limpio y planchado, colgado y puesto en el armario.
Miraré por el otro lado del texto, en el palimpsesto en blanco, y pongamos que
Coetzee plantea una primera parte en la que descubre el libro de Defoe con
variaciones, la historia oculta en la que aparece una mujer y la isla no es paradisíaca y
Viernes no es un caníbal es un naufrago superviviente de un barco negrero. La
historia no era como la contaron, aparece otra versión donde se ha ocultado a la mujer
y la dura vida en la vida se descubre antes que la falsa tentación paradisíaca de Defoe.
Pongamos, también, que cuando son “rescatados” de la isla y llegan a Inglaterra tras
la muerte de Cruso, es la historia del intento de Susan por entender a Viernes -sus
soledad, su silencio, su estado de esclavo sin serlo, de pez en tierra- y sobre todo el
intento de que Foe escriba la realidad de la isla, la aburrida, terca y lineal historia de
aquellos años.. La literatura como acto de creación única o no. Pongamos que la
última en la que se reúnen Viernes, Foe y Susan es la revelación última de cómo es la
literatura y acerca de la objetividad sincera y poco “vendible” que se enfrenta a las
historias paralelas que quiere Foe para adecentarla. Lo real y lo irreal, lo inventado
impaciente y la verdad sosegada.
Pero no es eso, la novela no es sólo eso. Podría descubrir, hilvanar, reconocer,
levantar, incluso inventar muchas ideas, revelaciones, metáforas ocultas o patentes
que muestra u ocultan sus textos. Podría hablar de intertextualidad o de metaficción
pero serían palabras huecas, apenas definiciones “técnicas” de una cosa más simple
analizar: la literatura pura y simplemente. Así aparece desde el enfrentamiento entre
realidad objetiva o subjetiva, hasta el aporte apócrifo de las historias paralelas en
todos los libros, esos que acompañan a la historia principal y que se adornan con
historias asomadas de todas partes, memorias o antiguas lecturas; aparecen los
personajes como esclavos del autor, afectados por sus impulsos y sus necesidades;
descubres las distintas sensibilidades en la creación de un texto; e incluso aparece la
idea de la mujer como “musa”: Susan como fecundadora de la inventiva creativa. Pero
descubro también la crítica de un tipo de sociedad y cultura. Palabras que soportan en
su significado el peso del arte, la política, el racismo, el colonialismo o el machismo, la
insoportable realidad de mucho mundo y muchos siglos de historia. Viernes, mudo y
persona a la que se debe dirigir y enseñar, como muestra de una vida en el que el
colonialismo dejó a los habitantes de sus colonias, como personas que deben ser
llevadas y educadas al modo “correcto” pero en las que la voz de los oprimidos no se
oye, nadie sabe si puede hablar o no, pero tampoco les importa. Podría hablar incluso
del desprecio del la literatura por le imagen de la mujer, personaje muchas veces
sujeto pasivo de la historia, anexo folclórico, para los grandes protectores de la vida
para los autores: los hombres. Podría...
¿ Son todas esas probabilidades realidad o ideas mías sacadas de la nada? No lo sé,
pero sí sé que es una novela fecunda, tierra para labrar la mente y descubrir o
inventar mensajes en botellas cerradas que vienen del mar, o para discurrir caminos
ocultos por la hierba alta entre los caminos de una isla abandonada o de un país
perdido.
wineruda
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M A R T E S , A G O S T O 1 8 , 2 0 1 5
BAJO EL TECHO QUE SE DESMORONA de GORAN PETROVIC
BAJO EL TECHO QUE SE DESMORONA de GORAN PETROVIC
1ª ED. 2010
Edtr. Sexto Piso 172 Pág
Trdct. Dubravska Suznjevic
El techo se desmorona sobre todo lo que fue Yugoslavia allá por la época de la muerte
de Tito, el poderoso, el férreo poseedor del poder absoluto. El mariscal. El Lider. Todo
se desploma sobre los hijos atónitos deseosos de libertad o huérfanos del Padre de la
patria, el que dirigía sus días, horas, segundos. Y los poderes cambiaron de manos, los
cines de dueños, los comunistas se hicieron de derechas, los antiguos hermanos eran
enemigos, los único en común de todos aquellos pueblos era la muerte, el aguacero de
muerte que empapaba todo, igual que cae una lluvia fina de escayola cuando el techo
se va desmoronando y lo cubre todo sin miramientos y sin posibilidad de escape.
Goran Petrovic utiliza el microcosmos de un cine para, por un lado, contar la vida de
Yugoslavia en el último siglo y, por otro lado, utilizar los caracteres y condición de los
espectadores de la sala para contar como era esa sociedad, los mundos ínfimos de la
vida intima de cada uno de ellos o el universo de la vida en la ciudad y, por lo tanto,
en ese antiguo país. A veces utiliza la ironía, incluso el desdén o, directamente, la
chanza, para descubrir a personajes aduladores con el poder, comunistas de mano
fácil, borrachos de pleno acuerdo, muchachos rebeldes, profesores sabelotodos,
camorristas, chicas de amor fácil, botarates de tomo y lomo, gitanos ilusos,
acomodadores venidos a menos... Todo un firmamento de personajes únicos, de los
que cuenta su origen, su vida y su futuro, todo, incluso este último ligado con nudo
prieto al de sus país y todos sus aconteceres. En cambio utiliza el cine, el edificio del
cine, para contar lo que no tiene futuro, cuenta su esplendoroso pasado, su presente
derruido y su futuro sin horizonte, así como, ligado a él, la historia de sus
propietarios, la decadencia tanto de todos ellos, hasta cuando fue propiedad del
estado socialista. Con el cine cuenta la historia de Yugoslavia, con los personajes, lo
que les esperaba a sus habitantes.
No sé si pretendido o no pero Goran Petrovic comienza el libro de una manera
descriptiva, casi sucinta, hablando de personas, momentos y cosas de manera cercana
a la pulcritud, al menos para mí manera de entender su forma de escribir, para luego
dejar libre su pluma, y narrar después de la noticia de la muerte de Tito, de una forma
libre, original, dejando que deje volar la imaginación, poética en algunos momentos,
sea con instantes dulces o casi simbólicos, sea en los momentos más crueles en donde
la mordacidad y la sorda tristeza supura por sus letras, o sea con los momentos de
alegoría que describen el porvenir de los personajes de forma entre surrealista o
hiperrealistas . Puesto que sí, al final “Bajo el techo que se desmorona” es una novela
alegórica, sobre un país, una sociedad, unos habitantes, un momento de la historia en
los que todo cambiaba parecía que todo se hundía, y se hundió, en los que todo
parecía querer huir, saltar las puertas, los muros, las fronteras, para encontrar una
forma de escapar, a veces del país a veces de la forma de vida. Donde nada, lo sabían,
iba a resultar lo mismo cuando cayó el comunismo.
Goran Petrovic es, para mí, uno de los grandes genios ocultos de la literatura europea
actual, su forma de escribir, de contar las cosas, es diferente a la de la mayoría de los
escritores actuales, no se parece a ninguno contemporáneo que yo conozca. Sus
juegos con las imágenes bellas, su coqueteo con la poesía, el atractivo de sus
imágenes sean alegres o no, el contenido de sus libros, son armas suficientes para
recomendar leer cualquier libro que les caiga en las manos de este señor serbio.
Wineruda
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V I E R N E S , A G O S T O 1 4 , 2 0 1 5
LAS PEQUEÑAS VIRTUDES de NATALIA GINZBURG
LAS PEQUEÑAS VIRTUDES de NATALIA GINZBURG
le piccole virtú 1962
Edtral. Acantilado 164 Pág
Trdt. Cecilia Filipetto
No puedo dejar de pensar en mamas patas o gallinas seguidas de sus polluelos a los
que intentan enseñar el camino a seguir, la cáscara a la que picar o el lugar donde
refugiarse, cuando leo los ensayos de Natalia Ginzburg, que también son relatos y,
también, recuerdos autobiográficos. En ellos pone toda su pasión, su experiencia, su
sangre y hasta sus entrañas para mostrar lo que para ella es el camino, la cáscara o el
refugio por donde entender la familia, el crecimiento, las relaciones, los amigos, la
educación , la vida a fin de cuentas. Y, sí, alguien podría decir que eso no es nada, que
son unas palabras más sobre esos temas, que son solamente consejos para leer,
tendones sin músculo. Acaso sea cierto, pero cualquier expresión del talento que no
tenga una finalidad o como diría algún cantante cubano “ que cosa fuera la maza sin
cantera” herramienta sin oficio, no es digna de tener en cuenta. Así las protectoras
alas de Natalia se despliegan para mostrar un camino, su camino, a un mundo lleno de
simple vida de niños, de atribulados padres, de amigo desarraigados, de las comunes
relaciones de pareja, de caminos a la educación, incluso sobre cómo vivir en
Inglaterra y sobrevivir a ello. Y unicamente si caminas con ella hasta el final del libro
podrás entender los miedos -quizá terrores- los intentos fallidos y acertados, las horas
gastadas, los pasados no olvidados, las esperanzas gastadas y los destinos cumplidos,
las vidas agotadas, las experiencias enriquecedoras y los amores y odios profundos
que sustentan todas su páginas, las canteras donde las mazas de las palabras golpean
una y otra vez.
Cada ensayo está escrito en primera persona, aparentemente retazos de su pasado
que persiguen construir, o quizá mejor reconstruir un pasado, pero no por el mero
hecho de contarlo sino que tienen una finalidad última, una enseñanza que descubrir.
Así aparece su estancia obligada en los Abruzzos donde la apagada y triste realidad
deja paso a un recuerdo de felicidad por que tenía “fe en un porvenir fácil y alegre”; o
aparece la felicidad está en unos zapatos rotos; o aparecen sus recuerdos de su amigo
Cesare Pavese; o emerge la desastrosa vida de una italiana viviendo en la oscura,
triste y diferente Inglaterra, o se manifiesta la desperdigada vida de una esposa
inquieta e insegura con un marido perfecto y arrogante, pero donde la felicidad estaba
en estar juntos; O surge el recuerdo del horror de la guerra, del temor a un timbrazo
en la noche, a la policía, a la inseguridad de vivir pendientes de un mundo que no
controlas; o aparece un canto al oficio de escribir, a la necesidad de rellenar páginas,
imaginar cosas, crear figuras o dibujar caras e inventar conversaciones para ser uno
mismo, más allá de cualquier intento artístico, mucho más allá; se presenta, también
un crítica a la imposición del silencio como pecado “fruto amargo de nuestra época
malsana”; nos cuenta un relato sobre el crecimiento, de cómo crecemos y vivimos
nuestra vida pendientes de los demás, hasta que surge una individualidad que no lo
es, de cómo queremos ser diferentes a nuestros padres y no lo conseguimos; por
último nos cuenta sobre cómo educar a los hijos, de cómo nos conformamos en
enseñar las pequeñas virtudes donde deberíamos enseñar las grandes virtudes, esas
que enseñan el camino recto, lejos de remiendos impone el buscar un fuerte
hilvanado.
Aunque todos tiene su poso y sus virtudes, me quedo con tres de los ensayos que he
citado: uno titulado “Mi oficio” que habla del trabajo del escritor, para ser exactos de
sus sensaciones como escritora, pero las explicaciones, sus sentimientos, sus ideas
son un manual para leer alguien que quiera, siquiera, asomarse a ese lado del arte. El
otro se titula “Las relaciones humanas” y es una hermosísima parábola sobre el
camino de la vida, desde niño a adolescente, de joven a maduro, de hijo a padre. Un
análisis sobre sentimientos, esperanzas truncadas, ideas, posturas, errores y triunfos,
cambios y búsquedas. Por último me quedo con “Elogio y lamento de Inglaterra” con
una sutil y maliciosa descripción de su vida en ese país.
wineruda
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CAMINO DE SIRGA de JESÚS MONCADA
CAMINO DE SIRGA de JESÚS MONCADAcamí de sirga 1989Edtrl. Anagrama 329 PágTradct. Joaquín Jordá
Sé que es extraño, pero desde hace un tiempo me pasa que mientras avanzo en la lectura de un librosiento que va muriendo a cada página que paso, que el territorio virgen, como cuando pisas la nieve en un campo que no ha pasado nadie, se ha acabado para siempre, que
probablemente nunca volveré a leer ese libro -¡hay tantos por leer!- y, sobre todo, que jamás sentiré esa sensación de haber disfrutado de esas páginas -sus imágenes, sus palabras, sus ideas- por primera y única vez. Todo ese proceso de encontrar el libro, estudiarlo, desearlo, comprarlo y vaciarlo termina...Una sensación de perdida -un lujo vital menos que disfrutar- que sólo se sobrepone, como en el caso de ésta novela, por el inmenso e inesperado placer de leer sus hojas. Una delicatessen en un mundo de sopa... Y al igual que eso manjares finos y efímeros, sí, serán de poca duración y largo recuerdo. Así, llego a la idea consoladora que los libros que siento que se mueren, -sólo aquellos que se grabaron en el cerebro con taladradora-, son los que pervivirán tanto como lo haga yo. Y, acaso, espero que, como en aquel libro de Ray Bradbury, aunque se quemen en miles de incendios provocados o no, serán parte del imaginario mental y oral de muchas generaciones. No soy egoísta.
"El camino de sirga" es la historia de un pueblo, Mequinenza, situado en las orillas del cruce del Ebro y el Segre: de sus minas, sus laúdes -barcas-, sus bares, sus habitantes -ricos y pobres- sus luchas, sus problemas, sus envidias, sus locuras, sus muertos, sus callejones, sus casas, su polvo, sus animales, sus borracheras, sus venganzas, sus traiciones, sus engaños, sus alegrías, sus tristezas... A lo largo del siglo XX, hasta su desaparición desastrosa iniciada " aquel día de 1971". Y el viaje por el libro es una paseo por la memoria de sus habitantes, de cada uno de ellos, cronistas de épocas y situaciones en las que cada uno de ellos tuvo una intervención e interpretación diferente. Cada versión es una parte del libro, que aparece y desaparece con él, como un recuerdo atrapado de entre el viento lleno de polvo de carbón. Las historias van y vuelven del pasado a 1971, se revuelven y ensanchan, sospechan y afirman, previenen y ocultan, acercan y alejan los recuerdos, que son con los que está construido el libro, esas evocaciones tuteladas por la nostalgia, ésa que permite recordar tiempos malos como buenos, y tiempos buenos como míticos. El paso del tiempo permite, por esas razones extrañas de la mente, echar de menos sólo lo que te hizo feliz, pero llegado un tiempo, y quizá una edad, todo te hizo feliz.
La simple descripción de los acontecimientos que cuenta el libro -Trabajo en las minas y pobreza, riquezas efímeras en la primera y segunda guerra mundial, aparición de la lucha obrera, la guerra civil, la postguerra, la caída del consumo del carbón, desaparición del
pueblo- son simples bastones para apoyar una lógica histórica pero que de nada sirven para, siquiera, sugerir lo que es el libro. Incluso citar que aparecen, vida tras vida, una estirpe de ricos poderosos y mineros y barqueros pobres de solemnidad, y que aparecen sus aconteceres diarios, sus amores, la vida cotidiana de un pueblo que respira el aire de cada tiempo: de la moralidad cristiana a la libertad absoluta, desde la lucha obrera hasta la represión franquista, desde los bares desenfrenados a la moralidad feudal de los ampulosos ricos locales, desde la lucha con el Ebro hasta la lucha en las guerras... Todo, incluso eso, tampoco sirve para dibujar apenas un bosquejo de lo que es la novela. Imaginaros que os meten en las mentes de cada uno de los pobladores de la villa -los ricos del Casino, los pobres del Café del Muelle, los tripulantes de los laúdes, las cabareteras, los mineros, las mujeres, de las sirvientas, el boticario, el cura, Doña Carlota la dueña de medio pueblo, de pintores, de antiguos soldados,- e imaginad un barril enorme en las que flotan sus recuerdos - desde burlas obscenas a olvidos premeditados, desde chismes de viejas a locas con mensajes apocalípticos, de amores susurrados a gritos de alcoba, desde silencios políticos a arengas sociales, desde hipócritas a pícaros consumados-hasta que se crea un vino de gusto recio y paladar intenso. Un vino servido en copas finas de cristal sucias de carbón y brea de barco, que a veces tiene un sabor feliz y otras veces amargo.
Pero no quisiera dejar la impresión que es un libro de esos de rostro serio y profundidad social y política. No, para nada, es un libro en la que la escritura de Jesús Moncada no sólo muestra humor sino que también muestra compasión y ternura con los pobladores de la villa,, solamente a los habitantes de rostro más serio y abotargado los increpa con ironía y cierta rudeza, excepto cuando describe los años negros después de la guerra civil, con sus muertes, su moralidad, su represión... entonces aparece el cruel sarcasmo, el puñetazo literario, la pluma menos sutil y más directa. Moncada se posiciona junto a la gente humilde en un espacio que se sitúa entre el cariño y la añoranza, buenas personas que quiso y no volverán. Aquellos que eran suavemente crueles y ferozmente tiernos... A la gente poderosa la retrata en un lugar tan lejano a sus ideas como cercano a su vida, con trazos ciertamente poco generosos con ellos, nada mas lejos de aquí que lo que está más cerca. Y no es que parezcan personajes grotescos, pero sí de tragicomedia.
Un mosaico de fondo negro carbón que se hunde en las aguas verdes del Ebro.
wineruda
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ET IQ U ET A S : L I TE RAT U RA C AT AL ANA
J U E V E S , A G O S T O 0 6 , 2 0 1 5
¡MOKUSEI! y EL BUDA TRAS LA EMPALIZADA de CEES NOOTEBOOM
¡MOKUSEI! y EL BUDA TRAS LA EMPALIZADA de CEES NOOTEBOOM
¡mokusei! - de boedáha achter de schutting 1982/1986
Edtar. Siruela 113 Pág
Tradct. Julio Grande
Hay muchas guías de viajes, algunas para gente sin dinero, otras para ricos, la
mayoría para la gente común. Dentro de ellas las hay que derrochan fotos, otras
aconsejan hospedaje y visitas turísticas, otras enseñan los rincones más desconocidos.
Las hay de mil formas, precios o atractivo. Pero muy pocas enseñan el alma del país.
Ese lugar profundo que identifica las caras, los olores, los sentimientos, los pasos
silenciosos por las noches en las calles desnudas, las miradas perdidas entre el gentío,
las máscaras colgadas en las pestañas, el sabor ácido de la monotonía cuando tú
disfrutas de la variedad, el sucio hartazgo de sentirte libre del todo por una vez.
¡Mokusei! y “El buda tras la empalizada”, no son guías de viajes, no esperes buscar
caminos físicos, ni adelantos emocionantes ni siquiera consejos para inexpertos. No.
Estos dos cuentos van más allá. Son la impresión de una pisada en el barro, ésa que
deja una huella de zapatos pesados en la tierra mojada, que el tiempo seca y los hace
eternos, como esas zancadas de dinosaurio en las piedras. Son marcas profundas en la
mente del los protagonistas: uno en Japón y el otro en Tailandia. Son guías de retorno
-acaso imposible-, a lo que fueron, a sus patrias menores, a sus grandes paraísos
cotidianos. Lo que no enseñan las guías de viajes ni las de retornos, es a olvidar. A
olvidar amores y olores, lluvias y desiertos, desencantos y alegrías, imágenes y cantos,
besos y lloros, situaciones y sueños.
¡Mokusei! Es la historia de un fotógrafo de guías de viajes que conoce en una sesión
de fotos a una joven japonesa de la que se enamorará. Aparentemente todo muy
clásico, muy obvio. Pero no... Nooteboom no es de esos. El cuento es una reflexión
ambivalente: sobre el imposible olvido, sobre el amor, sobre la tristeza... Es también
una reflexión sobre Japón, acerca de la inesperada semejanza del país, de la búsqueda
inútil de esencias imposibles que esperabas pero no existen, acerca de que todo el
mundo es igual: esa diferencia que buscas no la encuentras. Sólo son otras calles en
otro país pero son los mismos edificios y el mismo cemento y las mismas miserias.
Pero en la lógica de la ambivalencia del protagonista, donde el amor por Mokusei se
contrapone al desamor por Japón, se descubre que ella es Japón, que todo lo que la
rodea: sus costumbres, su presencia, su olor, su pasión... todo es Japón. Un país no
son sus edificios, no son, siquiera, sus paisajes o monumentos, un país son sus
personas. Inmutables...
“ La tristeza se iría desgastando, como todo, pero nunca escaparía
a la sensación de que era él mismo quien se desgastaba con ella.”
En “ El Buda tras la empalizada” un amigo pide al viajero -así denomina al
protagonista- que cierre los ojos, que deje de querer ver Tailandia con ellos y los mire
con los ojos de la mente. Pide que le cuente lo que ha sentido, lo que ha perdido y
ganado, lo que ha descubierto y perdido en los días que ha pasado allí. Y desde ese
instante, un torrente de emociones y sensaciones discurre por el cuento, desde
bailarines adolescentes y putas tristes, calles llenas de gente con rostro inmutables,
Budas de todos los colores y en todas las posturas, hoteles desconocidos y bares
sucios, de tuktuks velocísimos, tardes tristes, templos olvidados, ancianas que dan
masajes celestiales, tropas de rostros idénticos, calles como mares, y ríos como calles,
amores prohibidos y risas urticantes, aguas fecales y bebidas que enferman, pero...
“No puedes tomar nota de un océano.”
Para “el viajero” aquel mundo está tan lejos de él que dándose la vuelta, sabiendo
hacerlo, apenas está a unos pasos de distancia por el otro lado. Todo es cuestión de
perspectiva... y de amor por lo diferente. Lo que necesitas conocer para identificarse
con un país es usar todos los sentidos, no solo la vista, y así digerirlo para que, con
una masticación lenta, poder hacer una digestión suave, atenta, en la que como los
bovinos, regurgites lo aprendido y lo saborees de nuevo, con todo lo malo y lo bueno,
y lo aceptes y lo agregues a tu sangre, a tu saliva, incluso a tu orina.
Wineruda
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M I É R C O L E S , A G O S T O 0 5 , 2 0 1 5
LOS PÁJAROS TRAEN EL SOL de ALISTAIR MACLEOD
LOS PÁJAROS TRAEN EL SOL de ALISTAIR MACLEOD
as birds bring forth the sun and other stories 1986
RBA Edtr. 222 Pág.
Tradct. Miguel Martínez-Lage
¿Pueden hacer dos libros de relatos y un libro de memorias una carrera literaria? Una
vez me dijo alguien, maledicente, que eran un sucedáneo de los 'one hit wonder' de
muchos artistas musicales. A veces ninguna respuesta es definitiva, como nada en la
vida y más en un tipo que sólo puede hacer suposiciones como yo. Pero me pareció
una comparación tan estúpida que ni di esa respuesta. Rato después me puse a pensar
en aquello y me dije que aunque si así fuera, que la inspiración llegó y se fue o que el
autor regurgitó todo lo que tenía que decir o a lo mejor expulsó todos sus demonios, y,
al fin, no buscó nada más que proyectar en la hoja blanca ¿importa algo? A diferencia
de los músicos que se arrastran versionando aquella canción hasta la extenuación,
haciendo copia tras copia más o menos basada en su éxito pero con otro título. Los
escritores desvelan la belleza, la dejan reposar por el mundo y no dicen nada más
¡debéis saber que esto paso en mi imaginación! ¡Y de ella me destierro para
siempre!... A diferencia de otros escritores que aprietan su fama hasta lo infinito con
libros infames pero con su firma; ellos, los otros, no quisieron hacerlo... Lo hermoso,
lo auténtico, acaso sólo es el paso efímero de un cometa que atraviesa el cielo en
minutos, pero que queda en las retinas de los que lo vieron para siempre. Pero esto
sólo es una suposición... y ya dije no sé decir cosas definitivas.
Alistair Macleod es el que sólo escribió ese libro de memorias y los dos de relatos.
Uno de ellos es el titulado : “Los pájaros traen el sol” y, puedo decir, que es uno de
aquellos cometas que se estampan contra la tierra, o mejor contra otro planeta -no
seamos agoreros-, y que abren un enorme cráter y una polvareda de espanto que
quedara durante eones suspendida en la precaria atmósfera del lugar. Comparación,
digamos que, osada... pero no la desechéis. Las palabras de las páginas del libro, las
ímágenes, los temas, las pulsiones del texto, los rabiosos silencios parecen flotar en el
ambiente tras una colisión. Una pugna que aparece en la mente y en el cuerpo tras
una perdida. Siempre hay una perdida: de personas amadas, de lugares, de pasados,
de ocasiones, de hijos, de padres...
Sobre los hielos del invierno y los fríos veranos de Nueva Escocia en Canadá, en la isla
de Cabo Bretón, siempre suceden cosas... Animales, hombres, mujeres, mares, prados,
montañas, muertes, brujas, visionarios, barcos, hijos... son los protagonistas de las
historias que dormitan, despiertan o fluyen en aquellos lugares. Sitios entre mágicos y
reales, espacios presentes pero también herencia de su pasado europeo -escocés-,
emplazamientos de los que se vive para siempre o se escapa para volver, puntos
donde parecen resumirse la historia de los mundos donde vivimos. Ésa en la que todos
existimos con un lado de la mente eternamente perdido en el pasado -sobre todo
alcanzada cierta edad. Los jóvenes siempre parecen inmunes a la muerte y la
nostalgia-. Y las gentes de Cabo Bretón se aferran a su pasado -a las férreas
costumbres, a la lengua gaélica, a la tierra, al mar- para seguir subsistiendo en aquel
mundo inhóspito donde el trabajo no es parte de la vida es la vida unicamente. Y así
aparecen leyendas tan ciertas como que el mar se hiela en invierno, y surgen brujas
que no lo son, y perros del averno y ancianos con principios inquebrantables o, sin
ponerse tan trascendente, un joven al que un toro fastidió un experimento escolar.
En todas esas historias aparece, siempre, un surtido de pequeñas historias que
acompañan paralelas o tangenciales a la narración principal, gracias a las cuales
recomponemos un paisaje que parecemos conocer como si fuera el que vemos cuando
abrimos la ventana de la casa donde vivimos. Personas peculiares pero tan humanas, y
por ello tan normales, como aquel anciano que pasea su caniche por el parque, o la
mujer que lleva las bolsas de la compra, o el niño que patea un balón. Pero sin la
aparente vulgaridad de lo cotidiano.
Y aunque "El regreso" me parece mejor libro, éste tiene uno de los mejores cuentos
que haya leído nunca: "Visión"
Wineruda
PU BL IC AD O P O R W INE RU DA EN 1 :0 1 A . M . NO HAY CO M E NT AR IO S :
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L U N E S , J U L I O 2 7 , 2 0 1 5
ESPEJO ROTO de MERCÈ RODOREDA
ESPEJO ROTO de MERCÈ RODOREDAmirall trencat 1974Edtr. Debate 267 Pág.Trad. Pere Gimferrer
Si fuera creyente iría a misa todos los domingos y fiestas de guardar, tendría fe en cosas impalpables, sostenidas todas en las palabras escritas en un libro. Todos los libros necesitan esa profesión de fe, de querer admitir que son cosas ciertas, para llegarte más allá del alma, a la imaginación. A esa parte del
cerebro que necesita que se le apasione para crear y por ello creer. Así necesitas de textos e imágenes que alimenten el feroz apetito de la mente. Y un credo de verdades y mentiras cobran pulso y vida, y se convierten en un maná no sé si del espíritu pero sí de ese complacido y furioso lado que necesita saborear y saciarse de historias, vidas, fantasías, ideales, ideas... en definitiva, de palabras. Por ello, pregono, soy creyente de los libros de Mercè Rodoreda, de los verbos, adjetivos y sustantivos que se ordenan en sus frases, de las verdades mentidas y las mentiras ciertas que sustentan sus textos, de las historias sórdidas o bellas que abotonan sus capítulos, de esa especie de Génesis y Apocalipsis que contienen sus novelas: creaciones y muertes, muerte y vida, esplendor y muerte. Todos los escalones de la escalera vital bajados y subidos una y mil veces.
Y el “Espejo roto” es una novela donde la palabra y las imágenes que con ellas se crean son reflejo de un mundo fragmentado. El espejo se rompió y hasta el más diminuto fragmento dibujaba imágenes de todos los habitantes que vivieron en aquel palacio, pero también de las abejas que zumbaban entre los arbustos, y de todas las sirvientas que poblaron la casa, y de los pavos reales que gritaban su angustia, y de los árboles que brotaban salvajes, y de las ratas escondidas en los rincones y, más allá, de los fantasmas que poblaron el palacio. Y cada porción de cristal cuenta su historia, su manera de ver la vida: desde Teresa, la protagonista, que asusta con su belleza y su decadencia, o sus maridos, hijos, nietos, amantes, que muestran una vida dulce y trágica, amada
y odiada, apasionada y traidora, digna de envidia y lástima. Porque desde la vida humilde de Teresa como hija de pescadora, su belleza le lleva a un primer matrimonio donde el interés y el amor están confundidos, y a un segundo donde ya no lo están, pero las traiciones, los engaños, los secretos, las palabras no dichas y los silencios complacidos son parte de sus vida, y de la de su hija, y la de el yerno y la de sus nietos. Todos recomponen la imagen en el espejo donde la ascensión y decadencia de la estirpe, de los cuerpos, de la mente, de la belleza, de la propia casa, que elegante y satisfecha se erguía entre muros, rosas color carne, laureles, árboles, y botes de hojalata rotos, pero la vida va pasando y puede que ya apenas quede la solemne suciedad de la hojalata rota.
El libro avanza desde un discurrir sencillo, donde los sucesos pasan y así se reflejan, hasta llegar a un momento de belleza suprema donde las palabras y las imágenes a veces oníricas, otras de fantasía exacerbada, donde los fantasmas del pasado, los recuerdos y la muerte están tan presentes que se lamentan entre los muros, como espectros de un mundo que nunca quiso estar allí pero está, que no puede abandonar los muros de aquella casa y las mentes de sus pobladores. Pero no sería una belleza completa si las palabras no crearan una oración llena de poesía y ensueño, sustentando sólo con una pluma todo un universo narrativo planteado como creación, ascenso y decadencia de un estirpe y un modo de vivir tan cercano y lejano como lo son las de aquel libro donde los pequeños detalles son parte tan esencial como los grandes hechos.
¿Qué queda de la belleza juvenil? ¿qué quedan de los amores que iban a ser eternos? ¿qué queda de las riquezas que nos iban a salvar la vida? ¿qué queda de nada?
Wineruda
PU BL IC AD O P O R W INE RU DA EN 1 2 : 53 A . M . NO HAY CO M E NT AR IO S :
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M I É R C O L E S , J U L I O 2 2 , 2 0 1 5
EL REGRESO de ALISTAIR MACLEOD
EL REGRESO de ALISTAIR MACLEODthe lost salt gift of blood 1976
Edtarl. RBA 182 PágTradct.Miguel Martínez-Lage
¿Cuándo un cuento es bueno? Supongo que hay tantas respuestas como lectores existen, y la sensibilidad amasada entre las diferentes harinas literarias y aguas genéticas corresponde a una sola persona y a sus universos fantásticos. Pero todos hemos nacido unánimemente con Perrault o Andersen o los hermanos Grimm y luego separamos los caminos para adentrarnos algunos en caminos clásicos, otros postmodernos o quizá los olvidamos, simplemente, para siempre, o -espera- acaso nos gustan todos.
Daré mi opinión sobre cuál es el cuento bueno, al menos el que me gusta a mí:Yo lo concibo como el concierto de una banda de Jazz; uno de esas grandes Big Band de los principios de los años cuarenta del siglo XX, donde Benny Goodman, Count Basie o Duke Ellington dirigían grupos rítmicos donde el swing o el boogie era ritmo e improvisación. Y la melodía surgía de los instrumentos de viento, los bajos y la batería imprimían ritmo, la flauta la suavidad que apenas se oye pero existe y es imprescindible y el clarinete la estridencia irrepetible de lo bello. Y... Billie Holiday daba sentido a la música, dándole palabra, sensibilidad, gesto y sentido. Así el cuento es la conjunción de todos esos factores, efectivamente, iguales que el jazz. Sobre el ritmo de las historias donde la vida en calma o salvaje, reprime o incita a sus actores, nacidos o eternos, y es improvisación y melodía a la vez; los paisajes y las historias paralelas son como el sonido de la flauta. Y el cantante, el escritor, rellena de personalidad, de dulzura o acidez, de
tristeza o alegría, de pasado o de futuro, de abrazos o de golpes, las páginas de esos libros. Pues eso es “El regreso” de Alistair Macleod. Un concierto sintonizado en una radio de válvulas de aquellas que recogían en directo inolvidables sonidos. Lleno de la complicada simplicidad del que se apropian las grandes obras; donde los colores, los olores, las miradas, los sentidos, las pequeñas cosas o las grandes tragedias se empastan de tal manera que esos diferentes elementos son uno sólo. La elasticidad de las palabras abarca todos los extremos del cuento, cada pequeño elemento es parte del conjunto, y todo el conjunto es ese pequeño elemento, desde un perro que mira triste o una ladera helada, o una caricia con la mano sucia de carbón o, lo que es mas difícil, una palabra no dicha.
En el estrecho paisaje de Cabo Bretón, una isla de Nueva Escocia en Canadá, donde el carbón y la pesca es la única forma de supervivencia, y sólo eso, supervivencia, viven hombres y mujeres duros, de mirada fuerte y limpia, atada a sus costumbres y a su forma de vida, por dura que sea. El libro son las historias de alguno de sus habitantes: hombres viejos que no dan su brazo a torcer, que avanzan por que tras un paso saben que debe venir otro, orgullosos de su pasado y torcidos bajo los techos sucios de las minas de carbón o alzados en la popa de un mar bravío; mujeres fuertes que sostiene el mundo sin ningún punto de apoyo, que aman, paren, luchan y mueren defendiendo a su prole, limpias de mente y abrasadas del frio de las soledades de las viudas del mar o de la mina. Pero también son historias de jóvenes que quieren huir de la negrura del carbón y de la blancura de la espuma del mar, buscando un futuro mejor, llevándose las esperanzas y las lágrimas gastadas de sus padres, es la crónica de gente que va y no quiere irse, y
de gente que vuelve y quiere irse. Y , también, son el testimonio de aquellas islas de sus paisajes y sus rocas toscas y graves, de su nieve sucia por el carbón, de niños que juegan en las playas, de barcos que no se hunden, de las níveas gaviotas chillonas, de las vacas de ojos grandes y de los coches de asmática respiración. Todos envueltos en la bruma no sólo atmosférica, de historias que van acabando, que van cambiando, donde aunque algunos se resisten, el tiempo no se para y avanza lento e intransigente.
Son las crónicas de un mundo que ya no será, pero fue, y como las grandes melodías, parece oírse aun en las ráfagas de viento que vienen de mañana cuando los coches no obstaculizan su paso con sus bocinas estridentes o su música de consumo.
wineruda
PU BL IC AD O P O R W INE RU DA EN 1 2 : 48 A . M . NO HAY CO M E NT AR IO S :
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D O M I N G O , J U L I O 1 9 , 2 0 1 5
DESVENTURAS DE UN FANÁTICO DEL DEPORTE de FREDERICK EXLEY
DESVENTURAS DE UN FANÁTICO DEL DEPORTE de FREDERICK EXLEY
a fan`s note 1968
Edtrl: Duomo Nefelibata 408 Pág.
Trdct-Antonio Prometeo Moya
Aunque el título elegido en la edición española pudiera dar a entender que es un libro
sobre deportes y para aficionados al deporte no es así. El fútbol americano es parte de
la lógica del libro pero no su sustento, y a pesar de que aparecen algunos nombres y
algunos “tecnicismos” de dicho deporte no hace falta, ni mucho menos, entender
sobre él. Así que no se asusten y léanlo, es un libro poderoso; de esos contundentes en
lo que dice y cómo lo dice. Sobre sus páginas sin apenas conversaciones discurren,
algunas veces con fiereza otras con ironía o con malevolencia, ideas, opiniones,
sucedidos, pasajes de una vida rellena de desconcierto. El humor negro, sardónico, los
pasajes hilarantes, las imágenes sagaces, tristes, desconcertantes o desabridas, las
frases punzantes, bestiales o gruesas, pueblan todo el relato. El sexo, el alcohol, la
locura, la desgana, el amor, la literatura, el fútbol, la sociedad norteamericana, el
matrimonio, los complejos, el culto a la fama, la pura realidad, los trabajos basura,
etc... son los temas que comprenden este libro. Y aunque nunca me ha gustado
comparar un libro con otro, y no lo he hecho hasta ahora, no puedo dejar de decir -
incluso para que les atrape la curiosidad por la lectura de este muy buen libro- que el
protagonista -el propio Frederick Exley- es una suerte de Ignatius Really, pero a lo
bestia...y más amargo...
La historia está contada en primera persona y es un especie de diario, más
exactamente son unas notas, del propio Frederick Exley, en una falsa biografía que va
y viene en el tiempo y en el espacio: de la niñez al matrimonio, volviendo a la niñez o a
las diversas ciudades y situaciones que tiene o vive en el transcurrir del tiempo.
Buscando la fama de deportista de su padre, el protagonista sigue los pasos que cree
necesarios para serlo él mismo. En esa búsqueda sólo alcanza a verse reflejado, casi
sustituido en el disfrute de la vida, por un futbolista famoso, al que idolatra y parece
haberle donado su disfrute vital. El desconcierto de no alcanzar sus metas, la no
tolerancia de la realidad, acaba con Exley en el alcohol, la inacción, el manicomio, la
relaciones desastradas, la vida inoperante, la lucha por nada... Y de ahí, de esas
situaciones, de su mente lúcida a pesar de todo, el protagonista analiza la sociedad
estadounidense -aunque bien podría ser una análisis de cualquier sociedad de país
avanzado- para con una fiereza inusitada destrozar el mundo bien-pensante, la aún no
creada por aquella época idea de lo políticamente correcto, así como todas las ideas
culturales, patrióticas, sexuales, políticas o literarias.
Desbordante de humor entre alocado y serio, desabastecido de cualquier rémora que
pudiera coartar sus opiniones sobre el mundo que le rodea, describiendo sus
contradicciones conscientes y constantes; donde el sexo, la falta de existir y sobre
todo el alcohol aligeran sus formas de vivir; el libro es un especie de palimpsesto
moderno, en el que pareces descubrir tras las lineas publicadas otro texto, el menos
consciente pero real, lleno de rabia -¿acaso odio?-por una forma de vida en el que “el
sueño americano” donde la gente alcanza todas las metas propuestas, altas por
supuesto, no es más que una patraña para mentes retorcidas, para ilusos que creen
que todo es posible, y que perdidos en las ganas de alcanzar metas imposibles
descubren que el mundo es como es, y al final no queda más remedio que adaptarte a
él o ser encerrado en el manicomio u olvidarlo todo haciendo que el deporte sea lo
que te salve como en aquel viejo axioma de “pan y circo” convertido en “alcohol y
fútbol” . Lo cierto es que Exley intenta ser del montón, dejar de buscar lo imposible,
pero el pobre no puede llegar a ser ni el que quiso ser ni el que de verdad es. Pero así
son las cosas...
wineruda
PU BL IC AD O P O R W INE RU DA EN 3 :5 0 P . M . NO HAY CO M E NT AR IO S :
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L U N E S , J U L I O 0 6 , 2 0 1 5
EL DIARIO DE HAMLET GARCÍA de PAULINO MASIP
EL DIARIO DE HAMLET GARCÍA de PAULINO MASIP
1ª edición en 1944
Edtral: Círculo de lectores 324 pág.
Empezaré poniendo las cartas boca arriba, toda la baraja, y así diré que éste es el
mejor libro escrito por un español en el siglo XX que he leído. Nada, nada de nada, se
acerca a la construcción total que se desprende en cada una de sus páginas. Y me da
rabia, rabia tremenda, que sea por su condición de escritor republicano exiliado, sea
porque no aparece en los libros de texto, ni en los comentarios de sabios lectores y
críticos, sea porque la última edición de esa novela sea de hace 26 años, sea por lo
que sea, o por eso, su nombre y esta obra pertenezcan sólo a no sé bien cuántos
lectores, pocos supongo si es correcta la pequeña encuesta que he hecho a mi
alrededor y donde he visto que nadie conocía a este autor -o se observa también
viendo una simple búsqueda en google-, que hayamos tenido la suerte de que cayera
en nuestras manos.
Hamlet García es un filósofo, es un profesor ambulante de metafísica, sin cátedra ni
carrera, dueño sólo de su mente y sus actos, los cuales están bajo el dominio absoluto
de sus reglas filosóficas. Nada debe escapar a lo que él siente como la manera
correcta de actuar, si ello pasa el mundo se le viene abajo -al menos por unos
instantes- y hasta el cuerpo se le descompone cuando las cosas se alteran. Éste es el
diario de los días anteriores y posteriores al comienzo de la Guerra Civil en Madrid, de
las cuitas y los problemas que le provocó esta situación, pero también de la vida y
reacciones de las gentes en aquellos días. Es el mural expresivo de unos momentos
concretos de la historia de España, mirados desde la mente de un filosofo que se
aparta de todo, que ve las cosas desde la distancia , sin tomar partido. La política y
sus reacciones, la guerra y sus contendientes son ajenos a su lógica mental, los
observa y analiza con un bisturí afilado con neuronas. Pero de esa misma forma, esas
cosas que tras pasar por el filtro de su mente se convierten en actos y reacciones
concretas, se le vuelve ariscas o reaccionan en su contra para dejarle a veces en
ridículo -en una especie de jocosa reacción- y otras veces le enturbian el alma y el
cuerpo hasta convertirse en un disfraz de si mismo, en una marioneta con cerebro, y
algunas otras veces son refuerzo para superar sus trances más oblicuos. Todas esas
situaciones, algunas veces políticas, otras bélicas, morales filosóficas, mentales, o del
discurrir cotidiano de la vida, o de su relación con las mujeres, las escribe en su
diario, las disecciona y las analiza, hasta discute consigo mismo, se avergüenza, se
destruye y se reconstruye, se alivia y se sostiene, se levanta y cae, ironiza y descarta,
critica y despedaza, se lava y se hunde en la basura. Todo aparece en sus textos para
mostrar un río de cauce amplio donde se encuentra el humor y la política, el
desasosiego y la esperanza, la pulcritud y la moral, lo querido y lo prohibido.
Pero es la guerra lo que predomina en su diario y en sus pensamientos. Esa guerra
que Hamlet la ve cerca físicamente pero, mental y filosóficamente, lejos. Toda la
crueldad, espanto y desconcierto que asoló aquellos días España y, en este caso,
Madrid. Él lo ve de manera casi científica, se extraña de sus actos y sus resultados,
pero los intenta comprender no solo desde un punto visa ético sino que también
personal. Estudia, oye y comprende a las personas con las que habla, sean de un
bando o de otro, acepta o rechaza actos y palabras por no ser acordes con la razón
pero no por ser de una parte u otra. Por ello no cae en el fácil acto de tomar partido,
solamente ve las situaciones y se horroriza o las comprende como actos contra el
mundo y contra España en este caso. Pero de la misma forma esta novela no es, o no
sólo es, una novela sobre la Guerra Civil en España sino que es una novela sobre todas
las guerras y todas las victimas y todos los combatientes, sobre todas las familias,
sobre las ciudades, sobre las políticas y las mentes que han estado y estarán en todas
las batallas que han habido y habrán.
Las líneas del diario se van rellenado de personajes diversos: desde la mujer de
Hamlet, hasta su criada, o sus alumnos o cierta prostituta, o su primo militar
sublevado, ademas de los mas diversos personajes (porteros, bareros, soldados,
profesores,...) que va encontrando en sus peregrinajes por Madrid de aquellos días ...
Todo son analizados y diseccionados por su pluma, y bajo el abrigo de su escepticismo
se adivina una perplejidad por el mundo y sus reacciones, pero sobre todo una
comprensión ligada con su moral y su alma filosófica, que los cubre a todos, para
entenderlos y por ello amarlos o criticarlos, pero desde su inabarcable sentido ético. A
veces un poco despistado...
No creo haber podido plasmar todo lo que enseña el libro, no he abierto todos los
cortinajes ni levantado todas las persianas, para poder mostrarles un sentido del
humor un poco descabellado, una crítica a los sublevados y las reacciones de los
republicanos, o su extraña manera de relacionarse con las mujeres, y muchas cosas
más...Pero, sépanlo, éste es un libro soberbio .
Wineruda
PU BL IC AD O P O R W INE RU DA EN 1 2 : 21 A . M . 3 C O ME NT AR IO S :
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D O M I N G O , J U N I O 2 8 , 2 0 1 5
LOS PEQUEÑOS MAESTROS de LUIGI MENEGHELLO
LOS PEQUEÑOS MAESTROS de LUIGI MENEGHELLO
i piccoli maestri 1964
Edtar. Barataria 285 Pág.
Tradct. Elena de Grau
No deja de ser curioso encontrarte una narración de un episodio sangriento de la
historia del mundo, como es la Segunda Guerra Mundial, narrado con el pudor que
exhibe este libro para con las acciones violentas durante la guerra de guerrillas de los
partisanos en la región del Véneto en Italia. Meneghello a veces obvia, a veces pasa
de puntillas y solamente algunas veces narra lossucesos inevitables de manera
sucinta, sin la más mínima recreación en el duro tema. De alguna forma parece por su
parte, por la de su unidad, una guerra-de militares antimilitaristas, de soldados sabios
o de luchadores filosofos. A fin de cuentas a esa unidad se la llamó como el libro: “los
pequeños maestros”. Y por ello es un libro diferente a todos los que cuentan la guerra
que haya leído, no por limitado en sus expresiones militares sino por el tono, el
mensaje y la ejecución de la novela. En ella el autor utiliza la memoria para escribir
los recuerdos de aquella época sin rencor, sin apenas añoranza de los perdidos -como
si fueran un resultado natural del avance de la vida, no por una accion violenta- sin
olvidos pero con lagunas obligadas por ese pudor que antes he citado. Pero lo que sí
encuentras en el libro es la ironia, el humor -algunas veces negro- y una vision del ese
mundo que nunca es paródica pero sí brutalmente natural y con un bruñido de cierta
melancolía por una Italia que debe tener remedio pero que no la tiene, con ese franco
hartazgo de lo irremediable que suelen tener para con su pais los naturales que lo
analizan desde un punto de vista crítico.
“Los pequeños maestros” es la crónica de los recuerdos de unos años duros contada
en primera persona por el propio Meneghello, desde su salida de la escuela de
oficiales alpinos de Merano tras el armisticio y la toma del poder en Italia por los
alemanes hasta la liberación de Padua por los partisanos y la llegada del ejercito
británico. En el entreacto discurre la llegada al Altiplano de Asiago donde crearán, él
y sus amigos, un grupo partisano de ideas liberales que luego conformaran fundando
el Partito d'Azione y luego mas tarde sus acciones de contacto y organización en Milán
o Padua.. La Narración discurrirá entre acciones guerrilleras, las batidas de los
fascistas y los alemanes, las huidas, las acciones fallidas, el frió, el hambre, el
cansancio, papeles falsos, la confraternización con la gente de los pueblos, las
escaramuzas, las peleas internas, las reflexiones, el paso de las estaciones y del
tiempo.
De entre todos esos actos y situaciones Meneghello destacará el análisis de las
personas aquellas que lo rodearon durante aquellos años: desde el que odiaba la
violencia hasta el más duro, desde el jovencito cobarde hasta el veterano de mil
batallas, desde el filósofo hasta el inculto, desde el torpe hasta el mas avezado, desde
el católico más acérrimo hasta el comunistas más convencido. Toda una galería de
caracteres que completan un mundo de personas falibles pero conscientes del
momento en el que vivían y lo que se jugaban -la vida-. Pero es su grupo -su unidad- la
que, es evidente, más aparecerá en el l ibro, entre ellos aparecen muchos tipos de
personas pero todos cortados bajo casi el mismo patrón: la mayoria cultas, religiosas -
hasta el punto del pudor para con los insultos o con la muerte del contrario- que
muestran -sobre todos en sus incios una parquedad de ideas militares y una
sobreabundancia de ideas políticas, sociales e incluso filosóficas. Pero todo cambia,
las personas no siempre permanecen.
El libro destaca por las reflexiones del autor sobre lo que le rodea: a veces son la
admiración por el paisaje inmenso que lo rodea -sus descripciones son bellísimas-
otras veces por el análisis político, o incluso cultural, de la sociedad y el país en el que
están y, por otro lado, en el que esperan estar tras la guerra; otras veces se decanta
por contrastar los momentos casi idílicos en los momentos de paz entre los maizales
del valle y las casonas rurales y sus pobladores que sustentan a los partisanos, con los
momentos duros en el que el pellejo de él y sus compañeros no valdría la chaqueta
raída que sustenta. No piensen que son la narración de “las batallitas” del veterano de
sus años de guerra, no, es la crónica verídica, con sus momentos malos y sus
momentos no tan malos de una época y unas vidas que merecían el respeto de ser
contadas.
wineruda
PU BL IC AD O P O R W INE RU DA EN 1 1 : 40 P . M . NO HAY CO M E NT AR IO S :
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thomas f´s siste nedtegnelser til almenheten (1983) En plutselig frigjørende tanke
(1987) Et stort øde landskap (1991) Hundene i Tessaloniki (1996)
Edtrl. Debolsillo 153 Pág.
Trd. Kirsti Baggethun y Asunción Lorenzo
No quisiera criticar las decisiones de una editorial, seguro que es lo correcto, tampoco
debería decir nada puesto que habrá lectores al que les guste que exista un prologo
en el que se explica las influencias en el autor así como sus temas, los guiños que
hace, sus ideas favoritas, una interpretación de sus textos... Pero a mí me resulta
odioso, me recuerdan mucho, pero es que muchísimo, a las clases de literatura en
secundaria en las que una digna profesora nos explicaba, analizaba, sajaba, se
inmiscuía en cada uno de los versos de cada estrofa de, pongamos, García Lorca. Que
en este verso estaba deprimido, que en éste hablaba de su viaje a Madrid, que en ésta
estaba enamorado, que en aquel adjetivo quería enseñar el amanecer en Granada, que
en este verso copiaba a Rubén Darío... ¡Por Dios! Me corría el sudor por las sienes en
sólo pensar leer un libro de Lorca; tener que comprarme una biografía estricta, así
como las de sus amigos más cercanos, un enciclopedia de los fenómenos atmosféricos
en España en aquella época o de un diccionario de las metáforas del autor y, si había
suerte, encontrar un ejemplar con notas explicativas al margen que había que leer
cada vez que acabas una estrofa. Al final, por suerte, creces y tienes ideas propias -no
muchas- y comprendes que los libros están escritos para hacerlos tuyos: admirar la
construcción, los temas, los colores, las imágenes, la técnica, la prosa o los
versos...todo. Pero la interpretación es mía, unicamente mía. Y, la verdad, por quién
ha sido influenciado me importa muy poco, es irrelevante.
¿Cómo he interpretado este libro? Parto de que son tres libros de cuentos en un sólo
libro: “Últimas notas de Thomas F. para la humanidad”, “ Un vasto y desierto
paisaje” y “ Los perros de Tesalónica”. Cada uno de ellos parece tener un tema
diferente, único en el caso del primer libro, un aire que asoma por cada una de ellas
que parece rolar de una dirección o de otra. Pero hay una cuerpo tanto técnico como
semántico común. Hay una cadencia en sus frases, una simbología y una obsesión por
ciertos momentos de la vida que abastecen los textos de la mayoría de los cuentos.
Sus frases cortas y directas, que parecen martillear al lector, como golpes de una
campana que anuncian que algo está pasando, que quizá al siguiente golpe del badajo
se rompa la campana, o al próximo, o al próximo...La prosa de Askildsen me crea
tensión, hay un desasosiego hasta en el más lúdico de su textos, hasta en el más
amable, no pareces controlar lo que pasa, no sabes lo que va a suceder, como un león
tumbado que puede levantarse y atacarte o echarse a dormitar. Deja los momentos,
los pensamientos, las acciones en el aire, pululando entre la corriente, sostenidas
como una pluma, que puede caer o no, pero que, si caen, caerán a plomo dañándote
en la caída. No te cuenta ni cuándo, ni cómo, ni desde donde será la caída pero es
posible que la haya, o la ha habido, o la habrá. Ha habido veces que he apartado la
mirada del texto, para descansar de la atmósfera que crea, muchas veces opresiva,
otras que da pena por sus personajes, otra por el simple pesimismo de sus textos.
Pesimismo que se refleja en algunas de sus obsesiones; en esos temas recurrentes a lo
largo de sus cuentos: la vejez tomada como final de la vida de seres siempre solitarios
y casi siempre misántropos, personas ancianas ariscas no sabes si porque son así o
por que la vida los ha hecho de ese modo. A los que las enfermedades y los años los
acercan a la muerte, otro de sus temas recurrentes, en los que casi siempre hay
olvido, incluso necesidad de ellos; en los que la familia no deja de ser un lugar sin
consuelo. Ahí encontramos otro de los temas: la familia. Casi siempre lejana, olvidada,
molesta, en las que no hay amor, ni siquiera cariño. Incluso aparece el odio o el deseo
desnaturalizado. El sexo parece en alguno de sus textos, pero más como un elemento
solitario, en el que son los deseos los que triunfan, más que los hechos, casi siempre
lejanos y distantes. Incluso en el matrimonio, otro de sus temas, aparece el deseo
sexual como lejano e inactivo, donde las parejas se enfrentan a un tedio y una vida en
común ya casi abandonada y casi siniestra, donde nada va a ser igual. Otro tema es la
obsesión todos los personajes funcionan entre movimientos dictados por la
obstinación de seguir sus reglas y sus pensamientos, alejándose de tener un lugar
común entre la gente, queriendo siempre alejarse, distanciarse del mundo y de las
personas, sea por enfermedad, sea por propia decisión. Y la soledad... La soledad
desolada, la soledad en pareja, en grupo, en la calle, en todo el mundo grande y
complejo, soledad arrastrada o no perseguida de la que no se puede escapar.
Casi todos los cuentos son narrados en primera persona, eso permite a Askildsen
dibujar a sus personajes desde un interior recóndito, donde se asoman sus obsesiones,
sus manías, sus pensamientos, sus actos reflejos o condicionados. Nada parece casual
y refleja un mundo propio casi siempre balanceándose entre la inquietud, la manía -a
veces enfermiza-, y la sensación de que hay algo que nos está ocultando y que influye
en cada una de la acciones que describe, en sus palabras y en sus gestos. Sólo
sabemos su versión, su punto de vista y nada deja entrever el del contrario. Todo es
claramente oscuro.
La verdad es que me ha impresionado el libro. Cuando un libro te afecta tanto en su
lectura como para tener que dejar de leerlo para reflexionar, pero a la vez te inocula
la necesidad de seguir haciéndolo, de saber el final, de conocer los pormenores de la
historia, su resolución y sus paréntesis, es que es un buen libro, incluso muy bueno.
Wineruda
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UNA MUJER, UNA CASA, UNA NOVELA de WILHELM GENAZINO
UNA MUJER, UNA CASA, UNA NOVELA de WILHELM GENAZINO
eine frau, eine wohnung, eine roman 2003
Edtr. Galaxia Gutenberg 173 Pág
Trd. Carmen Gauger
¿Puede un libro en el que en realidad no ocurre gran cosa ser un libro bueno o al
menos digno de leer? Éste es un libro que cuenta la historia en primera persona de
Weigand un adolescente que encuentra trabajo como aprendiz en una almacén, a la
vez que, siguiendo sus impulsos y gustos, comienza a trabajar como reportero a
tiempo parcial en un periódico. Va creciendo, y su vida, su novia y sus aventuras, sus
conocidos y colegas de trabajo, sus padres, lo que ocurre en el almacén y sus
reportajes de poca importancia son los que van conformando la novela. Acaso podrá
suponer poca cosa, pero no es diferente a muchas novelas que me vienen a la cabeza y
en las que si planteas un recorrido sucinto por su argumento no provoca una
seducción inmediata en el posible lector, pero son libros en los que está establecido
que son obras fuera de lo común, incluso excelsas. ¿Cómo explicas a un lector
acostumbrado a lecturas de argumento de aventuras sin fin, sexo descontrolado o
matanzas aparatosas o... que aquellos libros son dignos de leer, incluso necesarios -
para mí-? A priori nunca los convencerás, tampoco es necesario o importante, cada
lector tiene sus gustos, eso de hacer proselitismo con la literatura es un acto
predestinado al fracaso, incluso muy adecuado para ser acusado de pedantería
muchas veces con razón, cada lector que busque su camino y lo siga con sus derrotas
y victorias. Pero, vuelvo al tema, supongamos que quiero explicar a alguien la razón
por la cual este libro merece la pena leer, que te va a aportar algo, hasta placer.
Si descorro la cortina de la novela, y la miro como voyeur oculto, voy descubriendo
una literatura que aprecia los pequeños detalles, se fascina en los elementos
corrientes que van apareciendo ante los ojos de Weigand , todos hasta los más
mínimos, un tren que pasa, una barcaza donde una mujer da el pecho a su hijo, una
flor, un poco de musgo en la ventana, una camarera comiendo sopa, una programa de
Heinrich Böll... son deslumbrantes tanto por ellos mismos como elementos de una
posible novela . Son elementos que merecerían ser descritos y admirados, ser
plasmados en el papel y, por ello, en el recuerdo. Por que en este libro la literatura,
las novelas, son otro elemento importante. Una sucesión de personajes con una idea
para un libro, incluso ya comenzado a escribir, aparecen en el registro de los pasos
del protagonista, la publicación es un fin a conseguir aunque la mayoría están
destinados a ser fracasados, son individuos que salen de su vida gris solo en la mente,
en la posibilidad, en la casi segura llegada del éxito, que está frustrado antes de
nacer. Esa frustración que también aparece en los habitantes de su ciudad, que
intentan destacar en la vida, sea como sea, hasta en concursos de talento de algún
bar, al que acuden para salir de la oscuridad y monotonía de su vida, creyendo que
aquello les daría futuro. Hay que elegir. Weingand, ante ello, duda en reflejar en sus
reportajes la realidad de lo que supone ese esperanzas fracasadas o o contar una
historia de futuros grandes triunfos. Así aparece la sensación que aparece al escribir
en un periódico de que se debe elegir: contar lo que es o lo que esperan que sea.
Weingand es joven, va creciendo con sus experiencias en el almacén y en el periódico,
por ello y por su condición de joven -como todos inmortal, inmarchitable, invencible-
siente la sensación de superioridad. La soberbia le hace suponer ser mejor que todas
aquellas oscuras personas con las que se cruza. Pero lucha contra ello, necesita no ser
así puesto que sólo el hecho de escribir le hace diferente a sólo unos pocos. Tan igual
es que sus relaciones con su novia son las que serían en cualquier pareja en cualquier
momento del mundo: normales, típicas, hasta vulgares. Sólo la aparición de una
colega supondrá un cambio en su opinión al mundo de las mujeres y de la vida en
general. Vida en el que para Weingand la literatura es su fascinación, los escritores -
Kafka, Böll, Celan, Been, Conrad, Arno Schmidt...- son figuras a imitar, a estudiar, a
elegir para conocer y copiar, son los elementos que conforman su mundo propio e
intimo. Cierro la cortina.
Lo superior y lo inferior, lo vulgar y lo especial, el trabajo en los almacenes duro y
exigente y el trabajo liberal del periódico, la juventud y la madurez, lo mínimo o lo
máximo, la vida o la muerte...la novela es un sucesión de elecciones, de dicotomías a
las que perseguir, de incógnitas que despejar.
Es una novela en las que podría alguien enclavar en esas que llaman novelas de
crecimiento. Supongo que por el hecho que un joven crece, se aleja -y se enfrenta- a
sus padres, conoce el amor -y el sexo- , intenta descubrir el camino a seguir -o al que
desviarse- y conoce la vida – y la muerte-.
A fin de cuentas, aprende a elegir. En cualquier caso, llamándose como quiera
llamarse es una novela interesante.
wineruda
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FOE de J.M. COETZEE
FOE de J.M. COETZEE
foe 1986
Edt.. Debolsillo 157 Pág.
Trd. Alejandro García Reyes
Según el diccionario de la R.A.E. Alegoría es “Ficción en virtud de la cual algo
representa o significa otra cosa diferente.”. Este libro es evidentemente una sucesión
de alegorías, pero ¿sabemos el fin último de los pensamientos del autor? Puede que
haya una entrevista que confiese sus intenciones, pero ante la falta de conocimientos
de ello, el lector, yo mismo, debe aplicar el sentido común para identificar,
comprender y asimilar el pensamiento oculto del escritor o simplemente adaptar la
lectura a la experiencia propia y hacerla suya (del lector) por lo tanto todo lo que
identifique según su experiencia cultural, social e incluso política pasa a formar parte
de la verdad última del significado de la obra. Así puede uno puede estar confundido o
no pero menos. Andamos tarde pensando en qué querrá decir el autor, pero ganamos
nuestra propia carrera en la definición del libro, nuestro libro.
La novela es una revisión de la novela “ Robinsón Crusoe” de Daniel Defoe (Foe en la
novela, como su nombre real). Una mujer, Susan Barton, cuenta en primera persona
como es abandonada en alta mar y las corrientes la llevan a una isla habitada por dos
hombres,: un hombre maduro: Cruso (así lo nombra Coetzee en la libro) y un hombre
negro al que probablemente le han cortado la lengua y no puede hablar: Viernes. Tras
una larga temporada en la isla bajo duras condiciones, son rescatados por un barco y
llevados a Inglaterra, en el trayecto muere Cruso. Ahí comienza otra parte
diferenciada del libro, la vida de Viernes Y Susan Barton en Inglaterra. Allí a través de
unas cartas contará Susan como intenta que Foe escriba la historia de la vida de los
tres en la isla. Será una vida dura en la que Foe perseguido por la justicia huirá de su
casa y la mujer y Viernes sobrevivirán en penosas condiciones y escasos recursos. La
última parte será el encuentro con Foe y sus conversaciones con él. Hasta aquí todo
normal, limpio y planchado, colgado y puesto en el armario.
Miraré por el otro lado del texto, en el palimpsesto en blanco, y pongamos que
Coetzee plantea una primera parte en la que descubre el libro de Defoe con
variaciones, la historia oculta en la que aparece una mujer y la isla no es paradisíaca y
Viernes no es un caníbal es un naufrago superviviente de un barco negrero. La
historia no era como la contaron, aparece otra versión donde se ha ocultado a la mujer
y la dura vida en la vida se descubre antes que la falsa tentación paradisíaca de Defoe.
Pongamos, también, que cuando son “rescatados” de la isla y llegan a Inglaterra tras
la muerte de Cruso, es la historia del intento de Susan por entender a Viernes -sus
soledad, su silencio, su estado de esclavo sin serlo, de pez en tierra- y sobre todo el
intento de que Foe escriba la realidad de la isla, la aburrida, terca y lineal historia de
aquellos años.. La literatura como acto de creación única o no. Pongamos que la
última en la que se reúnen Viernes, Foe y Susan es la revelación última de cómo es la
literatura y acerca de la objetividad sincera y poco “vendible” que se enfrenta a las
historias paralelas que quiere Foe para adecentarla. Lo real y lo irreal, lo inventado
impaciente y la verdad sosegada.
Pero no es eso, la novela no es sólo eso. Podría descubrir, hilvanar, reconocer,
levantar, incluso inventar muchas ideas, revelaciones, metáforas ocultas o patentes
que muestra u ocultan sus textos. Podría hablar de intertextualidad o de metaficción
pero serían palabras huecas, apenas definiciones “técnicas” de una cosa más simple
analizar: la literatura pura y simplemente. Así aparece desde el enfrentamiento entre
realidad objetiva o subjetiva, hasta el aporte apócrifo de las historias paralelas en
todos los libros, esos que acompañan a la historia principal y que se adornan con
historias asomadas de todas partes, memorias o antiguas lecturas; aparecen los
personajes como esclavos del autor, afectados por sus impulsos y sus necesidades;
descubres las distintas sensibilidades en la creación de un texto; e incluso aparece la
idea de la mujer como “musa”: Susan como fecundadora de la inventiva creativa. Pero
descubro también la crítica de un tipo de sociedad y cultura. Palabras que soportan en
su significado el peso del arte, la política, el racismo, el colonialismo o el machismo, la
insoportable realidad de mucho mundo y muchos siglos de historia. Viernes, mudo y
persona a la que se debe dirigir y enseñar, como muestra de una vida en el que el
colonialismo dejó a los habitantes de sus colonias, como personas que deben ser
llevadas y educadas al modo “correcto” pero en las que la voz de los oprimidos no se
oye, nadie sabe si puede hablar o no, pero tampoco les importa. Podría hablar incluso
del desprecio del la literatura por le imagen de la mujer, personaje muchas veces
sujeto pasivo de la historia, anexo folclórico, para los grandes protectores de la vida
para los autores: los hombres. Podría...
¿ Son todas esas probabilidades realidad o ideas mías sacadas de la nada? No lo sé,
pero sí sé que es una novela fecunda, tierra para labrar la mente y descubrir o
inventar mensajes en botellas cerradas que vienen del mar, o para discurrir caminos
ocultos por la hierba alta entre los caminos de una isla abandonada o de un país
perdido.
wineruda
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BAJO EL TECHO QUE SE DESMORONA de GORAN PETROVIC
BAJO EL TECHO QUE SE DESMORONA de GORAN PETROVIC
1ª ED. 2010
Edtr. Sexto Piso 172 Pág
Trdct. Dubravska Suznjevic
El techo se desmorona sobre todo lo que fue Yugoslavia allá por la época de la muerte
de Tito, el poderoso, el férreo poseedor del poder absoluto. El mariscal. El Lider. Todo
se desploma sobre los hijos atónitos deseosos de libertad o huérfanos del Padre de la
patria, el que dirigía sus días, horas, segundos. Y los poderes cambiaron de manos, los
cines de dueños, los comunistas se hicieron de derechas, los antiguos hermanos eran
enemigos, los único en común de todos aquellos pueblos era la muerte, el aguacero de
muerte que empapaba todo, igual que cae una lluvia fina de escayola cuando el techo
se va desmoronando y lo cubre todo sin miramientos y sin posibilidad de escape.
Goran Petrovic utiliza el microcosmos de un cine para, por un lado, contar la vida de
Yugoslavia en el último siglo y, por otro lado, utilizar los caracteres y condición de los
espectadores de la sala para contar como era esa sociedad, los mundos ínfimos de la
vida intima de cada uno de ellos o el universo de la vida en la ciudad y, por lo tanto,
en ese antiguo país. A veces utiliza la ironía, incluso el desdén o, directamente, la
chanza, para descubrir a personajes aduladores con el poder, comunistas de mano
fácil, borrachos de pleno acuerdo, muchachos rebeldes, profesores sabelotodos,
camorristas, chicas de amor fácil, botarates de tomo y lomo, gitanos ilusos,
acomodadores venidos a menos... Todo un firmamento de personajes únicos, de los
que cuenta su origen, su vida y su futuro, todo, incluso este último ligado con nudo
prieto al de sus país y todos sus aconteceres. En cambio utiliza el cine, el edificio del
cine, para contar lo que no tiene futuro, cuenta su esplendoroso pasado, su presente
derruido y su futuro sin horizonte, así como, ligado a él, la historia de sus
propietarios, la decadencia tanto de todos ellos, hasta cuando fue propiedad del
estado socialista. Con el cine cuenta la historia de Yugoslavia, con los personajes, lo
que les esperaba a sus habitantes.
No sé si pretendido o no pero Goran Petrovic comienza el libro de una manera
descriptiva, casi sucinta, hablando de personas, momentos y cosas de manera cercana
a la pulcritud, al menos para mí manera de entender su forma de escribir, para luego
dejar libre su pluma, y narrar después de la noticia de la muerte de Tito, de una forma
libre, original, dejando que deje volar la imaginación, poética en algunos momentos,
sea con instantes dulces o casi simbólicos, sea en los momentos más crueles en donde
la mordacidad y la sorda tristeza supura por sus letras, o sea con los momentos de
alegoría que describen el porvenir de los personajes de forma entre surrealista o
hiperrealistas . Puesto que sí, al final “Bajo el techo que se desmorona” es una novela
alegórica, sobre un país, una sociedad, unos habitantes, un momento de la historia en
los que todo cambiaba parecía que todo se hundía, y se hundió, en los que todo
parecía querer huir, saltar las puertas, los muros, las fronteras, para encontrar una
forma de escapar, a veces del país a veces de la forma de vida. Donde nada, lo sabían,
iba a resultar lo mismo cuando cayó el comunismo.
Goran Petrovic es, para mí, uno de los grandes genios ocultos de la literatura europea
actual, su forma de escribir, de contar las cosas, es diferente a la de la mayoría de los
escritores actuales, no se parece a ninguno contemporáneo que yo conozca. Sus
juegos con las imágenes bellas, su coqueteo con la poesía, el atractivo de sus
imágenes sean alegres o no, el contenido de sus libros, son armas suficientes para
recomendar leer cualquier libro que les caiga en las manos de este señor serbio.
Wineruda
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LAS PEQUEÑAS VIRTUDES de NATALIA GINZBURG
LAS PEQUEÑAS VIRTUDES de NATALIA GINZBURG
le piccole virtú 1962
Edtral. Acantilado 164 Pág
Trdt. Cecilia Filipetto
No puedo dejar de pensar en mamas patas o gallinas seguidas de sus polluelos a los
que intentan enseñar el camino a seguir, la cáscara a la que picar o el lugar donde
refugiarse, cuando leo los ensayos de Natalia Ginzburg, que también son relatos y,
también, recuerdos autobiográficos. En ellos pone toda su pasión, su experiencia, su
sangre y hasta sus entrañas para mostrar lo que para ella es el camino, la cáscara o el
refugio por donde entender la familia, el crecimiento, las relaciones, los amigos, la
educación , la vida a fin de cuentas. Y, sí, alguien podría decir que eso no es nada, que
son unas palabras más sobre esos temas, que son solamente consejos para leer,
tendones sin músculo. Acaso sea cierto, pero cualquier expresión del talento que no
tenga una finalidad o como diría algún cantante cubano “ que cosa fuera la maza sin
cantera” herramienta sin oficio, no es digna de tener en cuenta. Así las protectoras
alas de Natalia se despliegan para mostrar un camino, su camino, a un mundo lleno de
simple vida de niños, de atribulados padres, de amigo desarraigados, de las comunes
relaciones de pareja, de caminos a la educación, incluso sobre cómo vivir en
Inglaterra y sobrevivir a ello. Y unicamente si caminas con ella hasta el final del libro
podrás entender los miedos -quizá terrores- los intentos fallidos y acertados, las horas
gastadas, los pasados no olvidados, las esperanzas gastadas y los destinos cumplidos,
las vidas agotadas, las experiencias enriquecedoras y los amores y odios profundos
que sustentan todas su páginas, las canteras donde las mazas de las palabras golpean
una y otra vez.
Cada ensayo está escrito en primera persona, aparentemente retazos de su pasado
que persiguen construir, o quizá mejor reconstruir un pasado, pero no por el mero
hecho de contarlo sino que tienen una finalidad última, una enseñanza que descubrir.
Así aparece su estancia obligada en los Abruzzos donde la apagada y triste realidad
deja paso a un recuerdo de felicidad por que tenía “fe en un porvenir fácil y alegre”; o
aparece la felicidad está en unos zapatos rotos; o aparecen sus recuerdos de su amigo
Cesare Pavese; o emerge la desastrosa vida de una italiana viviendo en la oscura,
triste y diferente Inglaterra, o se manifiesta la desperdigada vida de una esposa
inquieta e insegura con un marido perfecto y arrogante, pero donde la felicidad estaba
en estar juntos; O surge el recuerdo del horror de la guerra, del temor a un timbrazo
en la noche, a la policía, a la inseguridad de vivir pendientes de un mundo que no
controlas; o aparece un canto al oficio de escribir, a la necesidad de rellenar páginas,
imaginar cosas, crear figuras o dibujar caras e inventar conversaciones para ser uno
mismo, más allá de cualquier intento artístico, mucho más allá; se presenta, también
un crítica a la imposición del silencio como pecado “fruto amargo de nuestra época
malsana”; nos cuenta un relato sobre el crecimiento, de cómo crecemos y vivimos
nuestra vida pendientes de los demás, hasta que surge una individualidad que no lo
es, de cómo queremos ser diferentes a nuestros padres y no lo conseguimos; por
último nos cuenta sobre cómo educar a los hijos, de cómo nos conformamos en
enseñar las pequeñas virtudes donde deberíamos enseñar las grandes virtudes, esas
que enseñan el camino recto, lejos de remiendos impone el buscar un fuerte
hilvanado.
Aunque todos tiene su poso y sus virtudes, me quedo con tres de los ensayos que he
citado: uno titulado “Mi oficio” que habla del trabajo del escritor, para ser exactos de
sus sensaciones como escritora, pero las explicaciones, sus sentimientos, sus ideas
son un manual para leer alguien que quiera, siquiera, asomarse a ese lado del arte. El
otro se titula “Las relaciones humanas” y es una hermosísima parábola sobre el
camino de la vida, desde niño a adolescente, de joven a maduro, de hijo a padre. Un
análisis sobre sentimientos, esperanzas truncadas, ideas, posturas, errores y triunfos,
cambios y búsquedas. Por último me quedo con “Elogio y lamento de Inglaterra” con
una sutil y maliciosa descripción de su vida en ese país.
wineruda
PU BL IC AD O P O R W INE RU DA EN 1 :1 4 A . M . NO HAY CO M E NT AR IO S :
ENV IAR PO R CO R REO EL EC T RÓ N ICO ES CR IB E U N BL O G CO M PAR T IR C O N TW IT TE R CO M PAR T IR
CO N FA CEB O O K CO M PAR T IR E N P INT ERE ST
ET IQ U ET A S : L I TE RAT U RA I T A L IA NA
M A R T E S , A G O S T O 1 1 , 2 0 1 5
CAMINO DE SIRGA de JESÚS MONCADA
CAMINO DE SIRGA de JESÚS MONCADA
camí de sirga 1989
Edtrl. Anagrama 329 Pág
Tradct. Joaquín Jordá
Sé que es extraño, pero desde hace un tiempo me pasa que mientras avanzo en la lectura de un
libro
siento que va muriendo a cada página que paso, que el territorio virgen, como cuando pisas la
nieve en un campo que no ha pasado nadie, se ha acabado para siempre, que probablemente
nunca volveré a leer ese libro -¡hay tantos por leer!- y, sobre todo, que jamás sentiré esa
sensación de haber disfrutado de esas páginas -sus imágenes, sus palabras, sus ideas- por primera
y única vez. Todo ese proceso de encontrar el libro, estudiarlo, desearlo, comprarlo y vaciarlo
termina...Una sensación de perdida -un lujo vital menos que disfrutar- que sólo se sobrepone,
como en el caso de ésta novela, por el inmenso e inesperado placer de leer sus hojas. Una
delicatessen en un mundo de sopa... Y al igual que eso manjares finos y efímeros, sí, serán de poca
duración y largo recuerdo. Así, llego a la idea consoladora que los libros que siento que se mueren,
-sólo aquellos que se grabaron en el cerebro con taladradora-, son los que pervivirán tanto como
lo haga yo. Y, acaso, espero que, como en aquel libro de Ray Bradbury, aunque se quemen en
miles de incendios provocados o no, serán parte del imaginario mental y oral de muchas
generaciones. No soy egoísta.
"El camino de sirga" es la historia de un pueblo, Mequinenza, situado en las orillas del cruce del
Ebro y el Segre: de sus minas, sus laúdes -barcas-, sus bares, sus habitantes -ricos y pobres- sus
luchas, sus problemas, sus envidias, sus locuras, sus muertos, sus callejones, sus casas, su polvo,
sus animales, sus borracheras, sus venganzas, sus traiciones, sus engaños, sus alegrías, sus
tristezas... A lo largo del siglo XX, hasta su desaparición desastrosa iniciada " aquel día de 1971". Y
el viaje por el libro es una paseo por la memoria de sus habitantes, de cada uno de ellos, cronistas
de épocas y situaciones en las que cada uno de ellos tuvo una intervención e interpretación
diferente. Cada versión es una parte del libro, que aparece y desaparece con él, como un recuerdo
atrapado de entre el viento lleno de polvo de carbón. Las historias van y vuelven del pasado a
1971, se revuelven y ensanchan, sospechan y afirman, previenen y ocultan, acercan y alejan los
recuerdos, que son con los que está construido el libro, esas evocaciones tuteladas por la
nostalgia, ésa que permite recordar tiempos malos como buenos, y tiempos buenos como míticos.
El paso del tiempo permite, por esas razones extrañas de la mente, echar de menos sólo lo que te
hizo feliz, pero llegado un tiempo, y quizá una edad, todo te hizo feliz.
La simple descripción de los acontecimientos que cuenta el libro -Trabajo en las minas y pobreza,
riquezas efímeras en la primera y segunda guerra mundial, aparición de la lucha obrera, la guerra
civil, la postguerra, la caída del consumo del carbón, desaparición del pueblo- son simples
bastones para apoyar una lógica histórica pero que de nada sirven para, siquiera, sugerir lo que es
el libro. Incluso citar que aparecen, vida tras vida, una estirpe de ricos poderosos y mineros y
barqueros pobres de solemnidad, y que aparecen sus aconteceres diarios, sus amores, la vida
cotidiana de un pueblo que respira el aire de cada tiempo: de la moralidad cristiana a la libertad
absoluta, desde la lucha obrera hasta la represión franquista, desde los bares desenfrenados a la
moralidad feudal de los ampulosos ricos locales, desde la lucha con el Ebro hasta la lucha en las
guerras... Todo, incluso eso, tampoco sirve para dibujar apenas un bosquejo de lo que es la novela.
Imaginaros que os meten en las mentes de cada uno de los pobladores de la villa -los ricos del
Casino, los pobres del Café del Muelle, los tripulantes de los laúdes, las cabareteras, los mineros,
las mujeres, de las sirvientas, el boticario, el cura, Doña Carlota la dueña de medio pueblo, de
pintores, de antiguos soldados,- e imaginad un barril enorme en las que flotan sus recuerdos -
desde burlas obscenas a olvidos premeditados, desde chismes de viejas a locas con mensajes
apocalípticos, de amores susurrados a gritos de alcoba, desde silencios políticos a arengas sociales,
desde hipócritas a pícaros consumados-hasta que se crea un vino de gusto recio y paladar intenso.
Un vino servido en copas finas de cristal sucias de carbón y brea de barco, que a veces tiene un
sabor feliz y otras veces amargo.
Pero no quisiera dejar la impresión que es un libro de esos de rostro serio y profundidad social y
política. No, para nada, es un libro en la que la escritura de Jesús Moncada no sólo muestra humor
sino que también muestra compasión y ternura con los pobladores de la villa,, solamente a los
habitantes de rostro más serio y abotargado los increpa con ironía y cierta rudeza, excepto cuando
describe los años negros después de la guerra civil, con sus muertes, su moralidad, su represión...
entonces aparece el cruel sarcasmo, el puñetazo literario, la pluma menos sutil y más directa.
Moncada se posiciona junto a la gente humilde en un espacio que se sitúa entre el cariño y la
añoranza, buenas personas que quiso y no volverán. Aquellos que eran suavemente crueles y
ferozmente tiernos... A la gente poderosa la retrata en un lugar tan lejano a sus ideas como
cercano a su vida, con trazos ciertamente poco generosos con ellos, nada mas lejos de aquí que lo
que está más cerca. Y no es que parezcan personajes grotescos, pero sí de tragicomedia.
Un mosaico de fondo negro carbón que se hunde en las aguas verdes del Ebro.
wineruda
PU BL IC AD O P O R W INE RU DA EN 2 :0 5 A . M . NO HAY CO M E NT AR IO S :
ENV IAR PO R CO R REO EL EC T RÓ N ICO ES CR IB E U N BL O G CO M PAR T IR C O N TW IT TE R CO M PAR T IR
CO N FA CEB O O K CO M PAR T IR E N P INT ERE ST
ET IQ U ET A S : L I TE RAT U RA C AT AL ANA
J U E V E S , A G O S T O 0 6 , 2 0 1 5
¡MOKUSEI! y EL BUDA TRAS LA EMPALIZADA de CEES NOOTEBOOM
¡MOKUSEI! y EL BUDA TRAS LA EMPALIZADA de CEES NOOTEBOOM
¡mokusei! - de boedáha achter de schutting 1982/1986
Edtar. Siruela 113 Pág
Tradct. Julio Grande
Hay muchas guías de viajes, algunas para gente sin dinero, otras para ricos, la
mayoría para la gente común. Dentro de ellas las hay que derrochan fotos, otras
aconsejan hospedaje y visitas turísticas, otras enseñan los rincones más desconocidos.
Las hay de mil formas, precios o atractivo. Pero muy pocas enseñan el alma del país.
Ese lugar profundo que identifica las caras, los olores, los sentimientos, los pasos
silenciosos por las noches en las calles desnudas, las miradas perdidas entre el gentío,
las máscaras colgadas en las pestañas, el sabor ácido de la monotonía cuando tú
disfrutas de la variedad, el sucio hartazgo de sentirte libre del todo por una vez.
¡Mokusei! y “El buda tras la empalizada”, no son guías de viajes, no esperes buscar
caminos físicos, ni adelantos emocionantes ni siquiera consejos para inexpertos. No.
Estos dos cuentos van más allá. Son la impresión de una pisada en el barro, ésa que
deja una huella de zapatos pesados en la tierra mojada, que el tiempo seca y los hace
eternos, como esas zancadas de dinosaurio en las piedras. Son marcas profundas en la
mente del los protagonistas: uno en Japón y el otro en Tailandia. Son guías de retorno
-acaso imposible-, a lo que fueron, a sus patrias menores, a sus grandes paraísos
cotidianos. Lo que no enseñan las guías de viajes ni las de retornos, es a olvidar. A
olvidar amores y olores, lluvias y desiertos, desencantos y alegrías, imágenes y cantos,
besos y lloros, situaciones y sueños.
¡Mokusei! Es la historia de un fotógrafo de guías de viajes que conoce en una sesión
de fotos a una joven japonesa de la que se enamorará. Aparentemente todo muy
clásico, muy obvio. Pero no... Nooteboom no es de esos. El cuento es una reflexión
ambivalente: sobre el imposible olvido, sobre el amor, sobre la tristeza... Es también
una reflexión sobre Japón, acerca de la inesperada semejanza del país, de la búsqueda
inútil de esencias imposibles que esperabas pero no existen, acerca de que todo el
mundo es igual: esa diferencia que buscas no la encuentras. Sólo son otras calles en
otro país pero son los mismos edificios y el mismo cemento y las mismas miserias.
Pero en la lógica de la ambivalencia del protagonista, donde el amor por Mokusei se
contrapone al desamor por Japón, se descubre que ella es Japón, que todo lo que la
rodea: sus costumbres, su presencia, su olor, su pasión... todo es Japón. Un país no
son sus edificios, no son, siquiera, sus paisajes o monumentos, un país son sus
personas. Inmutables...
“ La tristeza se iría desgastando, como todo, pero nunca escaparía
a la sensación de que era él mismo quien se desgastaba con ella.”
En “ El Buda tras la empalizada” un amigo pide al viajero -así denomina al
protagonista- que cierre los ojos, que deje de querer ver Tailandia con ellos y los mire
con los ojos de la mente. Pide que le cuente lo que ha sentido, lo que ha perdido y
ganado, lo que ha descubierto y perdido en los días que ha pasado allí. Y desde ese
instante, un torrente de emociones y sensaciones discurre por el cuento, desde
bailarines adolescentes y putas tristes, calles llenas de gente con rostro inmutables,
Budas de todos los colores y en todas las posturas, hoteles desconocidos y bares
sucios, de tuktuks velocísimos, tardes tristes, templos olvidados, ancianas que dan
masajes celestiales, tropas de rostros idénticos, calles como mares, y ríos como calles,
amores prohibidos y risas urticantes, aguas fecales y bebidas que enferman, pero...
“No puedes tomar nota de un océano.”
Para “el viajero” aquel mundo está tan lejos de él que dándose la vuelta, sabiendo
hacerlo, apenas está a unos pasos de distancia por el otro lado. Todo es cuestión de
perspectiva... y de amor por lo diferente. Lo que necesitas conocer para identificarse
con un país es usar todos los sentidos, no solo la vista, y así digerirlo para que, con
una masticación lenta, poder hacer una digestión suave, atenta, en la que como los
bovinos, regurgites lo aprendido y lo saborees de nuevo, con todo lo malo y lo bueno,
y lo aceptes y lo agregues a tu sangre, a tu saliva, incluso a tu orina.
Wineruda
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LOS PÁJAROS TRAEN EL SOL de ALISTAIR MACLEOD
LOS PÁJAROS TRAEN EL SOL de ALISTAIR MACLEOD
as birds bring forth the sun and other stories 1986
RBA Edtr. 222 Pág.
Tradct. Miguel Martínez-Lage
¿Pueden hacer dos libros de relatos y un libro de memorias una carrera literaria? Una
vez me dijo alguien, maledicente, que eran un sucedáneo de los 'one hit wonder' de
muchos artistas musicales. A veces ninguna respuesta es definitiva, como nada en la
vida y más en un tipo que sólo puede hacer suposiciones como yo. Pero me pareció
una comparación tan estúpida que ni di esa respuesta. Rato después me puse a pensar
en aquello y me dije que aunque si así fuera, que la inspiración llegó y se fue o que el
autor regurgitó todo lo que tenía que decir o a lo mejor expulsó todos sus demonios, y,
al fin, no buscó nada más que proyectar en la hoja blanca ¿importa algo? A diferencia
de los músicos que se arrastran versionando aquella canción hasta la extenuación,
haciendo copia tras copia más o menos basada en su éxito pero con otro título. Los
escritores desvelan la belleza, la dejan reposar por el mundo y no dicen nada más
¡debéis saber que esto paso en mi imaginación! ¡Y de ella me destierro para
siempre!... A diferencia de otros escritores que aprietan su fama hasta lo infinito con
libros infames pero con su firma; ellos, los otros, no quisieron hacerlo... Lo hermoso,
lo auténtico, acaso sólo es el paso efímero de un cometa que atraviesa el cielo en
minutos, pero que queda en las retinas de los que lo vieron para siempre. Pero esto
sólo es una suposición... y ya dije no sé decir cosas definitivas.
Alistair Macleod es el que sólo escribió ese libro de memorias y los dos de relatos.
Uno de ellos es el titulado : “Los pájaros traen el sol” y, puedo decir, que es uno de
aquellos cometas que se estampan contra la tierra, o mejor contra otro planeta -no
seamos agoreros-, y que abren un enorme cráter y una polvareda de espanto que
quedara durante eones suspendida en la precaria atmósfera del lugar. Comparación,
digamos que, osada... pero no la desechéis. Las palabras de las páginas del libro, las
ímágenes, los temas, las pulsiones del texto, los rabiosos silencios parecen flotar en el
ambiente tras una colisión. Una pugna que aparece en la mente y en el cuerpo tras
una perdida. Siempre hay una perdida: de personas amadas, de lugares, de pasados,
de ocasiones, de hijos, de padres...
Sobre los hielos del invierno y los fríos veranos de Nueva Escocia en Canadá, en la isla
de Cabo Bretón, siempre suceden cosas... Animales, hombres, mujeres, mares, prados,
montañas, muertes, brujas, visionarios, barcos, hijos... son los protagonistas de las
historias que dormitan, despiertan o fluyen en aquellos lugares. Sitios entre mágicos y
reales, espacios presentes pero también herencia de su pasado europeo -escocés-,
emplazamientos de los que se vive para siempre o se escapa para volver, puntos
donde parecen resumirse la historia de los mundos donde vivimos. Ésa en la que todos
existimos con un lado de la mente eternamente perdido en el pasado -sobre todo
alcanzada cierta edad. Los jóvenes siempre parecen inmunes a la muerte y la
nostalgia-. Y las gentes de Cabo Bretón se aferran a su pasado -a las férreas
costumbres, a la lengua gaélica, a la tierra, al mar- para seguir subsistiendo en aquel
mundo inhóspito donde el trabajo no es parte de la vida es la vida unicamente. Y así
aparecen leyendas tan ciertas como que el mar se hiela en invierno, y surgen brujas
que no lo son, y perros del averno y ancianos con principios inquebrantables o, sin
ponerse tan trascendente, un joven al que un toro fastidió un experimento escolar.
En todas esas historias aparece, siempre, un surtido de pequeñas historias que
acompañan paralelas o tangenciales a la narración principal, gracias a las cuales
recomponemos un paisaje que parecemos conocer como si fuera el que vemos cuando
abrimos la ventana de la casa donde vivimos. Personas peculiares pero tan humanas, y
por ello tan normales, como aquel anciano que pasea su caniche por el parque, o la
mujer que lleva las bolsas de la compra, o el niño que patea un balón. Pero sin la
aparente vulgaridad de lo cotidiano.
Y aunque "El regreso" me parece mejor libro, éste tiene uno de los mejores cuentos
que haya leído nunca: "Visión"
Wineruda
ESPEJO ROTO de MERCÈ RODOREDA
ESPEJO ROTO de MERCÈ RODOREDAmirall trencat 1974Edtr. Debate 267 Pág.Trad. Pere Gimferrer
Si fuera creyente iría a misa todos los domingos y fiestas de guardar, tendría fe
en cosas impalpables, sostenidas todas en las palabras escritas en un libro. Todos los libros necesitan esa profesión de fe, de querer admitir que son cosas ciertas, para llegarte más allá del alma, a la imaginación. A esa parte del cerebro que necesita que se le apasione para crear y por ello creer. Así necesitas de textos e imágenes que alimenten el feroz apetito de la mente. Y un credo de verdades y mentiras cobran pulso y vida, y se convierten en un maná no sé si del espíritu pero sí de ese complacido y furioso lado que necesita saborear y saciarse de historias, vidas, fantasías, ideales, ideas... en definitiva, de palabras. Por ello, pregono, soy creyente de los libros de Mercè Rodoreda, de los verbos, adjetivos y sustantivos que se ordenan en sus frases, de las verdades mentidas y las mentiras ciertas que sustentan sus textos, de las historias sórdidas o bellas que abotonan sus capítulos, de esa especie de Génesis y Apocalipsis que contienen sus novelas: creaciones y muertes, muerte y vida, esplendor y muerte. Todos los escalones de la escalera vital bajados y subidos una y mil veces.
Y el “Espejo roto” es una novela donde la palabra y las imágenes que con ellas se crean son reflejo de un mundo fragmentado. El espejo se rompió y hasta el más diminuto fragmento dibujaba imágenes de todos los habitantes que vivieron en aquel palacio, pero también de las abejas que zumbaban entre los arbustos, y de todas las sirvientas que poblaron la casa, y de los pavos reales que gritaban su angustia, y de los árboles que brotaban salvajes, y de las ratas escondidas en los rincones y, más allá, de los fantasmas que poblaron el palacio. Y cada porción de cristal cuenta su historia, su manera de ver la vida: desde Teresa, la protagonista, que asusta con su belleza y su decadencia, o sus maridos, hijos, nietos, amantes, que muestran una vida dulce y trágica, amada y odiada, apasionada y traidora, digna de envidia y lástima. Porque desde la vida humilde de Teresa como hija de pescadora, su belleza le lleva a un primer
matrimonio donde el interés y el amor están confundidos, y a un segundo donde ya no lo están, pero las traiciones, los engaños, los secretos, las palabras no dichas y los silencios complacidos son parte de sus vida, y de la de su hija, y la de el yerno y la de sus nietos. Todos recomponen la imagen en el espejo donde la ascensión y decadencia de la estirpe, de los cuerpos, de la mente, de la belleza, de la propia casa, que elegante y satisfecha se erguía entre muros, rosas color carne, laureles, árboles, y botes de hojalata rotos, pero la vida va pasando y puede que ya apenas quede la solemne suciedad de la hojalata rota.
El libro avanza desde un discurrir sencillo, donde los sucesos pasan y así se reflejan, hasta llegar a un momento de belleza suprema donde las palabras y las imágenes a veces oníricas, otras de fantasía exacerbada, donde los fantasmas del pasado, los recuerdos y la muerte están tan presentes que se lamentan entre los muros, como espectros de un mundo que nunca quiso estar allí pero está, que no puede abandonar los muros de aquella casa y las mentes de sus pobladores. Pero no sería una belleza completa si las palabras no crearan una oración llena de poesía y ensueño, sustentando sólo con una pluma todo un universo narrativo planteado como creación, ascenso y decadencia de un estirpe y un modo de vivir tan cercano y lejano como lo son las de aquel libro donde los pequeños detalles son parte tan esencial como los grandes hechos.
¿Qué queda de la belleza juvenil? ¿qué quedan de los amores que iban a ser eternos? ¿qué queda de las riquezas que nos iban a salvar la vida? ¿qué queda de nada?
Wineruda
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EL REGRESO de ALISTAIR MACLEOD
EL REGRESO de ALISTAIR MACLEOD
the lost salt gift of blood 1976
Edtarl. RBA 182 Pág
Tradct.Miguel Martínez-Lage
¿Cuándo un cuento es bueno? Supongo que hay tantas respuestas como lectores existen, y la sensibilidad amasada entre las diferentes harinas literarias y aguas genéticas corresponde a una sola persona y a sus universos fantásticos. Pero todos hemos nacido unánimemente con Perrault o Andersen o los hermanos Grimm y luego separamos los caminos para adentrarnos algunos en caminos clásicos, otros postmodernos o quizá los olvidamos, simplemente, para siempre, o -espera- acaso nos gustan todos.
Daré mi opinión sobre cuál es el cuento bueno, al menos el que me gusta a mí:
Yo lo concibo como el concierto de una banda de Jazz; uno de esas grandes Big Band de los principios de los años cuarenta del siglo XX, donde Benny Goodman, Count Basie o Duke Ellington dirigían grupos rítmicos donde el swing o el boogie era ritmo e improvisación. Y la melodía surgía de los instrumentos de viento, los bajos y la batería imprimían ritmo, la flauta la suavidad que apenas se oye pero existe y es imprescindible y el clarinete la estridencia irrepetible de lo bello. Y... Billie Holiday daba sentido a la música, dándole palabra, sensibilidad, gesto y sentido. Así el cuento es la conjunción de todos esos factores, efectivamente, iguales que el jazz. Sobre el ritmo de las historias donde la vida en calma o salvaje, reprime o incita a sus actores, nacidos o eternos, y es improvisación y melodía a la vez; los paisajes y las historias paralelas son como el sonido de la flauta. Y el cantante, el escritor, rellena de personalidad, de dulzura o acidez, de tristeza o alegría, de pasado o de futuro, de abrazos o de golpes, las páginas de esos libros. Pues eso es “El regreso” de Alistair Macleod. Un concierto sintonizado en una radio de válvulas de aquellas que recogían en directo inolvidables sonidos. Lleno de la complicada simplicidad del que se apropian las grandes obras; donde los colores, los olores, las miradas, los sentidos, las pequeñas cosas o las grandes tragedias se empastan de tal manera que esos diferentes elementos son uno sólo. La elasticidad de las palabras abarca todos los extremos del cuento, cada pequeño elemento es parte del conjunto, y todo el conjunto es ese pequeño elemento, desde un perro que mira triste o una ladera helada, o una caricia con la mano sucia de carbón o, lo que es mas difícil, una palabra no dicha.
En el estrecho paisaje de Cabo Bretón, una isla de Nueva Escocia en Canadá, donde el carbón y la pesca es la única forma de supervivencia, y sólo eso, supervivencia, viven hombres y mujeres duros, de mirada fuerte y limpia, atada a sus costumbres y a su forma de vida, por dura que sea. El libro son las historias de alguno de sus habitantes: hombres viejos que no dan su brazo a torcer, que avanzan por que tras un paso saben que debe venir otro, orgullosos de su
pasado y torcidos bajo los techos sucios de las minas de carbón o alzados en la popa de un mar bravío; mujeres fuertes que sostiene el mundo sin ningún punto de apoyo, que aman, paren, luchan y mueren defendiendo a su prole, limpias de mente y abrasadas del frio de las soledades de las viudas del mar o de la mina. Pero también son historias de jóvenes que quieren huir de la negrura del carbón y de la blancura de la espuma del mar, buscando un futuro mejor, llevándose las esperanzas y las lágrimas gastadas de sus padres, es la crónica de gente que va y no quiere irse, y de gente que vuelve y quiere irse. Y , también, son el testimonio de aquellas islas de sus paisajes y sus rocas toscas y graves, de su nieve sucia por el carbón, de niños que juegan en las playas, de barcos que no se hunden, de las níveas gaviotas chillonas, de las vacas de ojos grandes y de los coches de asmática respiración. Todos envueltos en la bruma no sólo atmosférica, de historias que van acabando, que van cambiando, donde aunque algunos se resisten, el tiempo no se para y avanza lento e intransigente.
Son las crónicas de un mundo que ya no será, pero fue, y como las grandes melodías, parece oírse aun en las ráfagas de viento que vienen de mañana cuando los coches no obstaculizan su paso con sus bocinas estridentes o su música de consumo.
wineruda
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DESVENTURAS DE UN FANÁTICO DEL DEPORTE de FREDERICK EXLEY
DESVENTURAS DE UN FANÁTICO DEL DEPORTE de FREDERICK EXLEY
a fan`s note 1968
Edtrl: Duomo Nefelibata 408 Pág.
Trdct-Antonio Prometeo Moya
Aunque el título elegido en la edición española pudiera dar a entender que es un libro sobre
deportes y para aficionados al deporte no es así. El fútbol americano es parte de la lógica del libro
pero no su sustento, y a pesar de que aparecen algunos nombres y algunos “tecnicismos” de dicho
deporte no hace falta, ni mucho menos, entender sobre él. Así que no se asusten y léanlo, es un
libro poderoso; de esos contundentes en lo que dice y cómo lo dice. Sobre sus páginas sin apenas
conversaciones discurren, algunas veces con fiereza otras con ironía o con malevolencia, ideas,
opiniones, sucedidos, pasajes de una vida rellena de desconcierto. El humor negro, sardónico, los
pasajes hilarantes, las imágenes sagaces, tristes, desconcertantes o desabridas, las frases
punzantes, bestiales o gruesas, pueblan todo el relato. El sexo, el alcohol, la locura, la desgana, el
amor, la literatura, el fútbol, la sociedad norteamericana, el matrimonio, los complejos, el culto a
la fama, la pura realidad, los trabajos basura, etc... son los temas que comprenden este libro. Y
aunque nunca me ha gustado comparar un libro con otro, y no lo he hecho hasta ahora, no puedo
dejar de decir -incluso para que les atrape la curiosidad por la lectura de este muy buen libro- que
el protagonista -el propio Frederick Exley- es una suerte de Ignatius Really, pero a lo bestia...y más
amargo...
La historia está contada en primera persona y es un especie de diario, más exactamente son unas
notas, del propio Frederick Exley, en una falsa biografía que va y viene en el tiempo y en el
espacio: de la niñez al matrimonio, volviendo a la niñez o a las diversas ciudades y situaciones que
tiene o vive en el transcurrir del tiempo. Buscando la fama de deportista de su padre, el
protagonista sigue los pasos que cree necesarios para serlo él mismo. En esa búsqueda sólo
alcanza a verse reflejado, casi sustituido en el disfrute de la vida, por un futbolista famoso, al que
idolatra y parece haberle donado su disfrute vital. El desconcierto de no alcanzar sus metas, la no
tolerancia de la realidad, acaba con Exley en el alcohol, la inacción, el manicomio, la relaciones
desastradas, la vida inoperante, la lucha por nada... Y de ahí, de esas situaciones, de su mente
lúcida a pesar de todo, el protagonista analiza la sociedad estadounidense -aunque bien podría ser
una análisis de cualquier sociedad de país avanzado- para con una fiereza inusitada destrozar el
mundo bien-pensante, la aún no creada por aquella época idea de lo políticamente correcto, así
como todas las ideas culturales, patrióticas, sexuales, políticas o literarias.
Desbordante de humor entre alocado y serio, desabastecido de cualquier rémora que pudiera
coartar sus opiniones sobre el mundo que le rodea, describiendo sus contradicciones conscientes y
constantes; donde el sexo, la falta de existir y sobre todo el alcohol aligeran sus formas de vivir; el
libro es un especie de palimpsesto moderno, en el que pareces descubrir tras las lineas publicadas
otro texto, el menos consciente pero real, lleno de rabia -¿acaso odio?-por una forma de vida en el
que “el sueño americano” donde la gente alcanza todas las metas propuestas, altas por supuesto,
no es más que una patraña para mentes retorcidas, para ilusos que creen que todo es posible, y
que perdidos en las ganas de alcanzar metas imposibles descubren que el mundo es como es, y al
final no queda más remedio que adaptarte a él o ser encerrado en el manicomio u olvidarlo todo
haciendo que el deporte sea lo que te salve como en aquel viejo axioma de “pan y circo”
convertido en “alcohol y fútbol” . Lo cierto es que Exley intenta ser del montón, dejar de buscar lo
imposible, pero el pobre no puede llegar a ser ni el que quiso ser ni el que de verdad es. Pero así
son las cosas...
wineruda
PU BL IC AD O P O R W INE RU DA EN 3 :5 0 P . M . NO HAY CO M E NT AR IO S :
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L U N E S , J U L I O 0 6 , 2 0 1 5
EL DIARIO DE HAMLET GARCÍA de PAULINO MASIP
EL DIARIO DE HAMLET GARCÍA de PAULINO MASIP
1ª edición en 1944
Edtral: Círculo de lectores 324 pág.
Empezaré poniendo las cartas boca arriba, toda la baraja, y así diré que éste es el mejor libro escrito por un español en el siglo XX que he leído. Nada, nada de nada, se acerca a la construcción total que se desprende en cada una de sus páginas. Y me da rabia, rabia tremenda, que sea por su condición de escritor republicano exiliado, sea porque no aparece en los libros de texto, ni en los comentarios de sabios lectores y críticos, sea porque la última edición de esa novela sea de hace 26 años, sea por lo que sea, o por eso, su nombre y esta obra pertenezcan sólo a no sé bien cuántos lectores, pocos supongo si es correcta la pequeña encuesta que he hecho a mi alrededor y donde he visto que nadie conocía a este autor -o se observa también viendo una simple búsqueda en google-, que hayamos tenido la suerte de que cayera en nuestras manos.
Hamlet García es un filósofo, es un profesor ambulante de metafísica, sin cátedra ni carrera, dueño sólo de su mente y sus actos, los cuales están bajo el dominio absoluto de sus reglas filosóficas. Nada debe escapar a lo que él siente como la manera correcta de actuar, si ello pasa el mundo se le viene abajo -al menos por unos instantes- y hasta el cuerpo se le descompone cuando las cosas se alteran. Éste es el diario de los días anteriores y posteriores al comienzo de la Guerra Civil en Madrid, de las cuitas y los problemas que le provocó esta situación, pero también de la vida y reacciones de las gentes en aquellos días. Es el mural expresivo de unos momentos concretos de la historia de España, mirados desde la mente de un filosofo que se aparta de todo, que ve las cosas desde la distancia , sin tomar partido. La política y sus reacciones, la guerra y sus contendientes son ajenos a su lógica mental, los observa y analiza con un bisturí afilado con neuronas. Pero de esa misma forma, esas cosas que tras pasar por el filtro de su mente se convierten en actos y reacciones
concretas, se le vuelve ariscas o reaccionan en su contra para dejarle a veces en ridículo -en una especie de jocosa reacción- y otras veces le enturbian el alma y el cuerpo hasta convertirse en un disfraz de si mismo, en una marioneta con cerebro, y algunas otras veces son refuerzo para superar sus trances más oblicuos. Todas esas situaciones, algunas veces políticas, otras bélicas, morales filosóficas, mentales, o del discurrir cotidiano de la vida, o de su relación con las mujeres, las escribe en su diario, las disecciona y las analiza, hasta discute consigo mismo, se avergüenza, se destruye y se reconstruye, se alivia y se sostiene, se levanta y cae, ironiza y descarta, critica y despedaza, se lava y se hunde en la basura. Todo aparece en sus textos para mostrar un río de cauce amplio donde se encuentra el humor y la política, el desasosiego y la esperanza, la pulcritud y la moral, lo querido y lo prohibido.
Pero es la guerra lo que predomina en su diario y en sus pensamientos. Esa guerra que Hamlet la ve cerca físicamente pero, mental y filosóficamente, lejos. Toda la crueldad, espanto y desconcierto que asoló aquellos días España y, en este caso, Madrid. Él lo ve de manera casi científica, se extraña de sus actos y sus resultados, pero los intenta comprender no solo desde un punto visa ético sino que también personal. Estudia, oye y comprende a las personas con las que habla, sean de un bando o de otro, acepta o rechaza actos y palabras por no ser acordes con la razón pero no por ser de una parte u otra. Por ello no cae en el fácil acto de tomar partido, solamente ve las situaciones y se horroriza o las comprende como actos contra el mundo y contra España en este caso. Pero de la misma forma esta novela no es, o no sólo es, una novela sobre la Guerra Civil en España sino que es una novela sobre todas las guerras y todas las victimas y todos los combatientes, sobre todas las familias, sobre las ciudades, sobre las políticas y las mentes que han estado y estarán en todas las batallas que han habido y habrán.
Las líneas del diario se van rellenado de personajes diversos: desde la mujer de Hamlet, hasta su criada, o sus alumnos o cierta prostituta, o su primo militar sublevado, ademas de los mas diversos personajes (porteros, bareros, soldados, profesores,...) que va encontrando en sus peregrinajes por Madrid de aquellos días ... Todo son analizados y diseccionados por su pluma, y bajo el abrigo de su escepticismo se adivina una perplejidad por el mundo y sus reacciones, pero sobre todo una
comprensión ligada con su moral y su alma filosófica, que los cubre a todos, para entenderlos y por ello amarlos o criticarlos, pero desde su inabarcable sentido ético. A veces un poco despistado...
No creo haber podido plasmar todo lo que enseña el libro, no he abierto todos los cortinajes ni levantado todas las persianas, para poder mostrarles un sentido del humor un poco descabellado, una crítica a los sublevados y las reacciones de los republicanos, o su extraña manera de relacionarse con las mujeres, y muchas cosas más...Pero, sépanlo, éste es un libro soberbio .
Wineruda
LOS PEQUEÑOS MAESTROS de LUIGI MENEGHELLO
LOS PEQUEÑOS MAESTROS de LUIGI MENEGHELLO
i piccoli maestri 1964
Edtar. Barataria 285 Pág.
Tradct. Elena de Grau
No deja de ser curioso encontrarte una narración de un episodio sangriento de la
historia del mundo, como es la Segunda Guerra Mundial, narrado con el pudor que
exhibe este libro para con las acciones violentas durante la guerra de guerrillas de los
partisanos en la región del Véneto en Italia. Meneghello a veces obvia, a veces pasa
de puntillas y solamente algunas veces narra lossucesos inevitables de manera
sucinta, sin la más mínima recreación en el duro tema. De alguna forma parece por su
parte, por la de su unidad, una guerra-de militares antimilitaristas, de soldados sabios
o de luchadores filosofos. A fin de cuentas a esa unidad se la llamó como el libro: “los
pequeños maestros”. Y por ello es un libro diferente a todos los que cuentan la guerra
que haya leído, no por limitado en sus expresiones militares sino por el tono, el
mensaje y la ejecución de la novela. En ella el autor utiliza la memoria para escribir
los recuerdos de aquella época sin rencor, sin apenas añoranza de los perdidos -como
si fueran un resultado natural del avance de la vida, no por una accion violenta- sin
olvidos pero con lagunas obligadas por ese pudor que antes he citado. Pero lo que sí
encuentras en el libro es la ironia, el humor -algunas veces negro- y una vision del ese
mundo que nunca es paródica pero sí brutalmente natural y con un bruñido de cierta
melancolía por una Italia que debe tener remedio pero que no la tiene, con ese franco
hartazgo de lo irremediable que suelen tener para con su pais los naturales que lo
analizan desde un punto de vista crítico.
“Los pequeños maestros” es la crónica de los recuerdos de unos años duros contada
en primera persona por el propio Meneghello, desde su salida de la escuela de
oficiales alpinos de Merano tras el armisticio y la toma del poder en Italia por los
alemanes hasta la liberación de Padua por los partisanos y la llegada del ejercito
británico. En el entreacto discurre la llegada al Altiplano de Asiago donde crearán, él
y sus amigos, un grupo partisano de ideas liberales que luego conformaran fundando
el Partito d'Azione y luego mas tarde sus acciones de contacto y organización en Milán
o Padua.. La Narración discurrirá entre acciones guerrilleras, las batidas de los
fascistas y los alemanes, las huidas, las acciones fallidas, el frió, el hambre, el
cansancio, papeles falsos, la confraternización con la gente de los pueblos, las
escaramuzas, las peleas internas, las reflexiones, el paso de las estaciones y del
tiempo.
De entre todos esos actos y situaciones Meneghello destacará el análisis de las
personas aquellas que lo rodearon durante aquellos años: desde el que odiaba la
violencia hasta el más duro, desde el jovencito cobarde hasta el veterano de mil
batallas, desde el filósofo hasta el inculto, desde el torpe hasta el mas avezado, desde
el católico más acérrimo hasta el comunistas más convencido. Toda una galería de
caracteres que completan un mundo de personas falibles pero conscientes del
momento en el que vivían y lo que se jugaban -la vida-. Pero es su grupo -su unidad- la
que, es evidente, más aparecerá en el l ibro, entre ellos aparecen muchos tipos de
personas pero todos cortados bajo casi el mismo patrón: la mayoria cultas, religiosas -
hasta el punto del pudor para con los insultos o con la muerte del contrario- que
muestran -sobre todos en sus incios una parquedad de ideas militares y una
sobreabundancia de ideas políticas, sociales e incluso filosóficas. Pero todo cambia,
las personas no siempre permanecen.
El libro destaca por las reflexiones del autor sobre lo que le rodea: a veces son la
admiración por el paisaje inmenso que lo rodea -sus descripciones son bellísimas-
otras veces por el análisis político, o incluso cultural, de la sociedad y el país en el que
están y, por otro lado, en el que esperan estar tras la guerra; otras veces se decanta
por contrastar los momentos casi idílicos en los momentos de paz entre los maizales
del valle y las casonas rurales y sus pobladores que sustentan a los partisanos, con los
momentos duros en el que el pellejo de él y sus compañeros no valdría la chaqueta
raída que sustenta. No piensen que son la narración de “las batallitas” del veterano de
sus años de guerra, no, es la crónica verídica, con sus momentos malos y sus
momentos no tan malos de una época y unas vidas que merecían el respeto de ser
contadas.
wineruda
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EL CAMINO DE LA CAPILLITA de LOUIS PAUL BOON
EL CAMINO DE LA CAPILLITA de LOUIS PAUL BOON
de kapellekensbaan 1953
Edtra. DESTINO 469 Pág.
tradt. Francisco Carrasquer
Quisiera empezar esta critica con lo obvio: que si este libro hubiera sido escrito en
inglés estaría entre los más nombrados y admirados de la historia de la literatura del
siglo XX sin ningún lugar a la duda. Los críticos y los académicos de la literatura -a los
que, por cierto, Boon fustiga, o incluso alancea, sin piedad en la novela- tienden a
olvidar las literaturas periféricas al mercado tradicional literario: así la literatura
flamenca es un lugar a donde no se llega por ningún camino fácil, además diría que si
no se tiene un corpus crítico en el que apoyarse casi ninguno de los antes citados se
suele atrever a incluir una novela “extraña” entre los libros “elegidos”; esos que
deben recomendarse por sabe Dios qué razones.
“El camino a la capillita” no es una novela al uso, podría alguien incluirla en lo que se
ha llamado “novela experimental”, pero ese termino suele asustar a los lectores
puesto que ese sobrenombre parece llamar a novelas extrañas, pesadas o
ininteligibles. Nada más lejos de la realidad en este caso que se resume en decir que
es un libro que no asume viejos cánones establecidos sobre la novela para componer
una narración donde aparecen desde la metaficción, a neologismos, alteraciones de la
escritura o un extraño narrador que se dirige a sí mismo en segunda persona, o,
simplemente, la propia historia que se divide en otras tres: una novela dentro de la
novela, una fábula sobre un lobo y un zorro y los comentarios de varios personajes -
entre ellos el autor- a la propia novela o a los aconteceres políticos, sociales,
culturales... Todo ello hábilmente trazado, conformando tres grandes avenidas
paralelas, anchas y diáfanas, donde todo va por su cauce y se enlaza de manera clara
por caminos perpendiculares hábilmente dispuestos.
La novela dentro de la novela es la historia de una niña, en un pequeño pueblo allá
por el siglo XIX, que irá creciendo y usando todas sus armas, leales o no, rentables o
no, éticas o no, para escapar de la pobreza de ese pueblo dominado por los dueños de
la fábrica que les da de comer bajo condiciones de explotación, y que está sumido en
las convenciones sociales y religiosas de esa época. Pero Ondine, la protagonista, solo
quiere convertirse en el dueño explotador y en mantener esas convenciones como
están. Sus pensamientos y sus actos, sumados a los de su familia y vecinos, así como
los actos de la clase poderosa y del clero que domina el pueblo son los que
compondrán la novela, mientras va apareciendo el socialismo y con él el cambio
social. Así el miedo a los cambios , el sexo, las traiciones, las venganzas... aparecerán
por toda la narración en un tono a veces humorístico, a veces acre, incluso irónico,
pero siempre lúcido y atrevido.
La anterior parte se ve cortada a menudo con los comentarios y reflexiones de los
amigos del autor y del propio autor a la propia novela o sobre diferentes temas que
surgirán a colación de los sucedidos de la trama, o simplemente por que sí. Los
personajes que aparecerán serán de variado pelaje y situación: desde Johan Janssens -
poeta y escritor- o Monsieur Colson -del ministerio-, o el profesor de música, o
Tippetotje – la pintora-. En sus conversaciones se deja ver el pensamiento de Boon
sobre el su mundo: hablarán de música, de la guerra mundial recién terminada -de los
ricos colaboracionistas con los nazis-, de literatura, de la vida, de la muerte, de la
propia novela, pero sobre todo, y es lo que subyace en todo el libro, serán una feroz
crítica política y social donde el clero, la burguesía, y el socialismo son destruidos de
manera sistemática. El reproche más fiero será al socialismo, desde posturas de
descreimiento, denunciando la traición a los valores que lo crearon, hasta llegar a ser
lo que quisieron destruir, al lado mismo de los enemigos. Boon desde posturas
nihilistas -anarquistas- despedaza al socialismo y al comunismo, como un ideología
frustrada, cuadrada en sus planteamientos y que desprecia a sus mejores seguidores
para ser solamente parte del problema que ellos quieren resolver. No deja títere con
cabeza.
La tercera “parte”es una serie de fábulas sobre un zorro y un lobo escritas por Johan
Janssens -poeta y escritor-. Unas aventuras donde la traición, el robo, el engaño, la
religión, el poder, el hambre... será lo que domine en el suceder de los escritos,
Donde, de nuevo, Boon levantará acta de manera simbólica, sobre la necedaz humana
dentro de la política y la sociedad.
Sólo puedo decir que esta novela es espléndida, de esas que dejan huella en la mente
del lector. Donde todo lo que escribe tiene una razón, una diana a quien apuntar; y así
se adivina un descreimiento total, una absoluta falta de confianza en la raza humana,
una rabia que cae sobre el mundo, su mundo, y escupe sobre todo lo que ve injusto y
traidor, sobre los que confió y lo engañaron, sobre los ricos y los políticos, sobre la
religión y los burgueses, sobre los literatos y la universidad; sobre la estupidez que
rige y ha regido el mundo.
Fantástica.
Wineruda
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J U E V E S , J U N I O 1 1 , 2 0 1 5
LAS LUMINARIAS de ELEANOR CATTON
LAS LUMINARIAS de ELEANOR CATTON
the luminaries 2013
Edtr. Siruela 805 pág
Trdc. Celia Montolío
Olvidaré mencionar muchas cosas al reseñar este libro. Es tan grande la exhibición de
temas de los que hablar sobre él que no puedo decir que acertaré en comentarlo
todos. Es de ese tipo de libros de los que disfrutas hablando, discutiendo o cambiando
opiniones con cualquier lector que haya tenido la suerte de leerlo. Es el simple y
delicioso placer de la lectura. Ése que se encuentra en determinados libros repletos
de historias paralelas, tangentes e incluso perpendiculares que se juntan o no en
algún lugar allá en el infinito. Aparecen relatos de aventuras, policíacos, de amor, de
venganza, de odio, de codicia, de barcos y hoteles, de prostitutas y mineros, de
cárceles y lugares paradisíacos, relatos de afrentas y suicidios, de hijos bastardos y
acaudalados hombres de negocios. Sí son muchos y variados pero que están sumados
en una delicada operación donde los sumandos deben ser verificados y observados en
sus más mínimos detalles ya que si no es así perderías el hilo y la suma no daría el
resultado que debiera.
En los principios de la segunda mitad del siglo XIX había explotado la fiebre del oro en
Nueva Zelanda. A la pequeña ciudad minera de Hokitika arriba, en un extraño barco,
un joven escocés en busca de fortuna. Al parecer en el bar del hotel que se aloja se
encontrará dentro de una reunión de hombres de diversa procedencia y catadura,
congregados por una causa que explicarán al joven: ésta será una larga historia sobre
las sospechas acerca de un ermitaño muerto, un rico minero desaparecido y una
prostituta que ha intentado suicidarse. De esa argamasa de la historia surgirán los
temas y personajes que poblarán el libro: el oro, el opio, un duro capitán de barco, un
político naviero, chinos traficantes, asesinatos, minas, mares, fraudes, apariciones,
robos, y un sinfín de cosas y nombres que se multiplican y a los que, en principio,
cuesta aprehender pero que luego lo haces y así los persigues por su ruta a través del
libro que se expande, en el espacio y en el tiempo, desde esa primera reunión
explicativa para entender todos sus pormenores. El discurrir de la historia va
apareciendo bajo las miradas de diferentes personajes, de sus opiniones, experiencias,
palabras y situaciones. Una especie de caleidoscopio que se recompone a cada giro de
la lente y en el cual las imágenes -las piezas- no se separan sino que se van uniendo
hasta conformar una figura clara y nítida del todo.
La novela, que podríamos llamar histórica, pero también policíaca e incluso novela de
aventuras, está contada desde el punto de vista del narrador desde dos puntos de
vista que se unen: el del férreo y decimonónico narrador de mirada rígida y pulcra, y
el narrador que interpela al propio lector, que se relaciona con él, lo atrae hacía la
historia, lo engatusa y le hace un guiño de aceptación en la descripción del suceder
de los acontecimientos y de los personajes, ésos que son descritos de manera
exhaustiva y escrupulosa tanto desde el punto de vista físico como del moral y mental.
Los pensamientos, las palabras o las reacciones de los personajes del libro tienen un
porqué, una razón profunda en sus motivaciones y Eleanor Catton las describe y las
sustenta bajo diferentes razones sabedora que la profusión de nombres y personajes
alejaría al lector del camino correcto del libro, por ello cada situación tiene un
referente y una explicación tanto en el suceder como en el resultado, pero no por ello
lesiona el libro sino que aporta calidez y peso en la estructura y en el resultado. Es
simple, la autora se dedica a poner por escrito el número oculto en las incógnitas de la
ecuación.
Si algo me da lástima -he de decirlo- es que un ignorante como yo en temas de
astrología pierde la posibilidad de enriquecer aún más la experiencia lectora de este
libro, debido a que cada capitulo está precedido de una carta astral de los personajes
en la que Catton añade y apunta motivaciones y posibilidades anexas a la simple
lectura lineal de la obra. Debería decir que esto no empaña la lectura, no coarta
ninguna expresión ni empequeñece las posibilidades de entender el libro, pero si me
ha supuesto una pequeña basurilla en el ánimo saber que me he perdido algo con lo
que hubiera disfrutado aún más con la novela.
wineruda
BEL CANTO de ANN PATCHETT
BEL CANTO de ANN PATCHETT
bel canto 2001
Edtrl. Diagonal 381 Pág.
Trdct. Pablo Álvarez
En algún país desconocido de Sudamérica la mejor soprano del mundo, Roxanne Coss,
canta en la fiesta de cumpleaños de un poderoso industrial japonés. Con ello el país
intenta convencerlo para que construya una factoría en su territorio. Al finalizar la
actuación serán sorprendidos por un grupo terrorista que intenta secuestrar al
presidente de la nación, pero él no estará en la casa del vicepresidente donde se
celebra el evento, así que los terroristas tomarán como rehenes a todos los que
ocupan el edificio en ese momento.
Así de simple es el planteamiento de Ann Patchett, ello le servirá para construir la
novela a su antojo. Que también es simple: recrear un microcosmos en un espacio
reducido y con participantes elegidos. Como si fuera una pecera de cemento y aire,
aparecerán nadando entres sus paredes ricos poderosos de muchas nacionalidades,
embajadores, curas pobres, muchachos y muchachas terroristas, políticos, la propia
cantante de opera, un traductor... Todos verán cambiar sus vidas, y su modo de verla
desde el instante que se vean encerrados dentro de aquellos muros, con el contacto
físico, personal y emocional que no pueden evitar. El amor o la amistad serán dos
consecuencias extrañas para la situación, pero lógicas para el discurrir de los
acontecimientos. Entre ellos no necesitarán hablar para enamorarse, no tendrán que
compartir ideas políticas, ni siquiera el no querer saber que no tienen futuro, por ello
sólo les valen las horas, días o meses que se evaporan por el techo de esa pecera. Pero
no habla sólo el libro de amores, ni mucho menos, cuenta las relaciones entre
terroristas y secuestrados o entre los propios secuestrados, ellas serán de amistad
profunda, o incluso de amor filial. El encierro supondrá para todos, también, una
reflexión sobre sus vidas en ese instante, pero también un análisis sobre cómo ha sido
su vida, el motivo y la forma que los ha llevado allí de ese modo.
Pero olvidaría algo importante -hasta el título de la novela- si obviara la relación con
la novela de la música, y de la ópera más en concreto. Sobre toda la narración
sobrevuela, y se posa, la voz portentosa de Roxanne Coss, la soprano, que invade
todos los espacios de la casa y de los corazones de sus ocupantes. La ópera será un
elemento aglutinador de la novela , sobre ella se sustentará gran parte del pegamento
que une los muros de aquella pecera y de sus ocupantes sin escapatoria, y sobre ella
se soportará gran parte de la originalidad y posible belleza de la construcción de las
frases e ideas del libro. Acaso los peces nadarían de otra manera sin la belleza de los
sonidos o, simplemente, sin la presencia ofuscadora de Roxanne.
Ann Patchett no busca explicar nada en este libro, no hay ideas profundas, ni siquiera
escondidas, no hay, tampoco, mensaje; simplemente cuenta una historia de amores
imposibles entre el traductor japonés, Gen, y la terrorista, Carmen, o de ricos
japoneses o rusos rendidos a los pies de Roxanne, o de embajadores ahogados
también de amor por sus esposas, de vicepresidentes amos de su casa, de curas
amantes de la música, de terroristas niños, de pianistas locos de cariño, de generales
enfermos, de tiempo que pasa como si el último segundo sea lo más antiguo que les ha
pasado en la vida. Todo ello, y algunas cosas más, es todo lo que compone la novela;
nada queda oculto, el lector encuentra claro para sus ojos las cosas como son, sin
sutilezas ni parafernalia literaria, sólo patetismo y humor en cantidades diferentes,
para reflejar un mundo que pudiera ser como el de aquellos peces que boquean fuera
de su elemento y que a veces son devueltos a él y, otras veces, se quedan secos sobre
las baldosas del suelo.
wineruda
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ET IQ U ET A S : L I TE RAT U RA NO RT E AM ER IC ANA
M I É R C O L E S , M A Y O 2 0 , 2 0 1 5
RESEÑAS MÍNIMAS (II)
RESEÑAS MÍNIMAS (II)
Segunda parte de los libros que me importaron, y que debía al menos mencionar,
durante una época, larga, que dejé de reseñar.
“Martin Dressler” de Steven Millhauser. La particular forma de narrar de
Millhauser habla sobre la ascensión, desde la nada hasta lo más alto de la escala
social y económica, de Martin Dressler, un atrevido y especial empresario. “ Para
lectores que les gusten conocer todos los detalles de lo que leen”
“El mesías de Estocolmo” de Cynthia Ozick. La búsqueda del manuscrito perdido
de Bruno Schulz, titulado “El mesías de Estocolmo” que dice la leyenda que fue
destruido por los nazis tras el asesinato del autor. “Para lectores que aprecien una
historia sobre libros”
“Todo se derrumba” de Chinua Achebe. La vida de una tribu africana antes y
después de la llegada de los evangelizadores cristianos a su tierra y a sus vidas, y lo
que supuso. “Para lectores que busquen encontrar la verdad sobre algo que algunos
denominan leyendas”
“Vía Revolucionaría” de Richard Yates . La vida, un instante de una vida, de una
familia que ve que su acomodo social y vital comienza a derrumbarse. “ Para lectores
que intenten leer cosas sobre las grietas, profundas, de la vida en común de una
pareja”
“40 Relatos” de Donald Barthelme . a la manera de Donald Barthelme, es
decir, , , de un malabarista de la narración y de la prosa. Juguetes de ficción para 40
lecturas jugosas. “Para lectores con gran imaginación”
“Cazadores en la nieve” de Tobias Wolff . Relatos duros sobre personas normales,
a los que la vida o nos los ha tratado bien o ellos han decidido cambiarla hacia el lado
más oscuro. “Para lectores con la piel dura”
“Llamadas telefónicas” de Roberto Bolaño. Relatos en los que las historias poco
tienen en común. Sólo los une el fascinante mundo narrativo de Bolaño. Aparece el
autor más novato, de sus inicios, donde peleaba para ser importante, un buen libro
para empezar a conocerlo.”Para lectores que quieran añadir una muesca más a su
lista de buenas lecturas”
“Los inquilinos de Moonbloom”de Edward Lewis Wallant : La vida de los
habitantes de unos edificios ruinosos a los que cobra el aquiler, cuida y soporta un
tipo a los que las cosas en la vida no le han salido muy bien.”Para lectores fisgones”
“El Jarama” de Rafael Sanchez Ferlosio. La aparente tranquilidad y sosiego de un
grupo de amigos durante una tarde calurosa en la orilla del rio, cambia en un instante.
“ Para lectores que amen la buena prosa”
“La velocidad de las cosas” de Rodrigo Fresán. Relatos parcial y sutilmente
unidos , una especie de meandro de un mismo río, por temas o personajes, que hablan
sobre la propia escritura y sobre la vida y, por lo tanto, también de la muerte. “Para
lectores que quieran empezar a conocer a Fresán”
“Las aventuras de Huckleberry Finn" de Mark Twain. Más allá de las múltiples
versiones cinematográficas, o de las versiones capadas para niños, éste es un libro
sobre aventuras, libertad y viajes que hay que leerlo en su integridad y en su versión
verdadera. “Para lectores que amen las aventuras”
“El año de la liebre” de Arto Paasilinna. La vida de un hombre que encontró una
liebre herida, esta simple anécdota le cambió la vida. Ahí se iniciarán sus viajes,
aventuras y reflexiones. “Para lectores que les gusten las historias divertidas”
“Crónica de los Wapshot” de John Cheever. La vida de una familia, rica en parte,
en otra parte venida a menos, en un pequeño pueblo de EEUU, en una época donde
aún los principios, pasados ya de moda, y la moralidad, anticuada, prevalecía sobre
todo lo demás, pero los tiempos empezaban a cambiar. “Para lectores apasionados con
Cheever”
“El libro del verano” de Tove Jansson. Relato, en principio parecería infantil, sobre
la relación de una abuela y su nieta Sofía en una pequeña isla de Finlandia. Habla
sobre la manera de ver el mundo de cada una de ellas, sobre sus discusiones, sobre
sus aventuras y descubrimientos. “Para lectores que aún se sorprendan”
“Príncipe” de Ib Michael. Las aventuras de un niño, y su relación con los adultos
que lo rodean, en un pueblo marinero de Dinamarca. El modo en el que va
descubriendo el mundo que habita, y sobre todo su relación con el mar. “Para lectores
que les guste leer historias simples y bellas”
”Argos el ciego” de Gesualdo Bufalino. Un hombre cercano ya a la vejez recuerda
su vida de joven: sus amores, sus amigos, su manera de pensar, sus simples
aventuras, lejanas ya. “Para que amen las historias bien contadas, con bella prosa”
“El festín del amor” de Charles Baxter. Historias sobre gente enamorada, relatos
sobre cómo es el amor, sus idas y venidas, sus alegrias y sus tristezas, sus huidas y
reencuentros. Contadas con prosa sencilla y mágica a la vez, con el cuidado y el
detalle de las piezas pequeñas pero magníficas. “Para lectores sentimentales...o todo
lo contrario...”
“El imitador de voces” de Thomas Bernhard. Pequeños, muy pequeños, relatos de
Bernhard, donde se encuentra toda la simbología de su obra, todos sus temas, todas
sus pasiones y manías en pequeñas dosis: la muerte, la enfermedad, las relaciones, la
soledad...”Para lectores que quieran empezar a leer Bernhard pero poco a poco, con
suavidad”
“El sobrino de Wittgenstein” de Thomas Bernhard: En un hospital se encuentran
dos amigos: el narrador y el sobrino del famoso filósofo, Ludwig. En ese momento se
reanudará una relación y, con ésta, el compartir todas las ideas, conversaciones,
pasatiempos, manías, tiempos perdidos, que las dos personas habían dejado olvidadas.
“Para lectores que les guste todo lo “divertido” o “gracioso” que puede ser Bernhard”.
“Un café lejos de aquí” de ZZ Packer: Historias sobre afroamericanos lejos de las
tópicos, o lejos de lo que se puediera considerar cliché en la forma de desciribirlos.
Historias sobre gente normal, que cambia y busca cambiar, que viaja y quiere viajar, a
los que le suceden cosas diferentes. “Para lectores que busquen cosas lejanas a las
típicas”
wineruda
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J U E V E S , M A Y O 1 4 , 2 0 1 5
CIUDAD ABIERTA de TEJU COLE
CIUDAD ABIERTA de TEJU COLE
open city 2011
Edtr. Acantilado 295 Pág.
Tradct. Marcelo Cohen
El discurrir de la novela, el planteamiento, es simple: Julius, un psiquiatra, de padre
nigeriano y madre alemana, está en prácticas en un hospital de Nueva York. Durante
la novela va recorriendo la ciudad , además de recordar su vida de niño en Nigeria y
el paso por Bruselas durante una breve estancia de vacaciones. En todos los lugares
conoce a gente, y con ellos habla y saca conclusiones de esas conversaciones. Escrito
en primera persona, son sus reflexiones sobre las cosas que ve, oye, discute, se le
ocurre o le suceden ahora o le sucedierón de adolescente en Nigeria son las que
predominarán en el discurrir de la novela.
¿Así de simple? No. Si buscas una novela con acción ésta no es la que debes leer,
olvídate de ella; en cambio encontrarás otros valores, otras condiciones; verás puntos
de vista diferentes, ideas interesantes, valores en los que no había pensado, partes del
mundo que no habías visitado, visiones que no habías tenido... Sacarás conclusiones,
te hará pensar, acentuarán tu sentimiento crítico, conocerás puntos de vista acaso
nunca oídos, saldrás de un mundo privado para acercarte a un lugar no exactamente
público, pero sí todo lo concurrido que es el auditorio donde se lee este libro.
¿Pero de qué habla la novela? Pongámonos en situación: una persona recorre su
mundo, tan estrecho como puede ser Nueva York, en especial, y Lagos o Bruselas, en
menor modo, e imagínate que ese alguien empieza a recorrerlas a pié, mirando sus
fachadas, sus parques, las personas con las que se cruza, las calles que recorre, y que
las va describiendo con simpleza y admiración. Luego ese hombre entrará en un
auditorio de música clásica y va describiendo lo que oye, las sensaciones y recuerdos
que le producen las notas que salen de los instrumentos. Más tarde, cuando sale del
auditorio, entra a cafés o tiendas o cines o viaja en avión o simplemente pasea con
amigos o va a visitarlos en casa; en esos lugares encuentra personas con las que
entabla conversación, interesante, y habla sobre arte, política, racismo, pobreza,
sobre Palestina e Israel, sobre ser inmigrante, sobre historia, sobre el atentado de las
torres gemelas...Es decir sobre temas que importan, que son actuales y que necesitan
ser vistas por puntos vistas diferentes para ser estudiadas desde los ojos que no son
los suyos. En todas esas conversaciones, Julius, que es ese alguien, oirá y admitirá con
un especie de compasión y educación las objeciones, las ideas diferentes, los
sentimientos distintos al suyo, pero no con la compasión de la superioridad, sino de la
comprensión. En todos estos casos Julius, un hombre culto, educado, comprensivo,
enseña su modo de vivir en la que ha aprendido a ser moderador y conciliador no sólo
con las ideas ajenas sino con todas las personas, con las que busca un modo de ser
adecuado en cada momento. Pero...
Éste es el momento de una digresión: cuando pensé hace mucho tiempo como bebe
ser una reseña hecha por mí, ésta debería sera una somera descripción del tema y
discurrir del libro y una opinión propia, por lo tanto subjetiva, de lo que crees que dice
el libro, lo que buscaba el autor y lo que opinas si lo ha conseguido o no; describir la
sensación que me deja, tratarlo como un texto sin pasado, es todo lo que es,
totalmente mio. Debia evitar escribir cualquier cosa que destripe el libro al futuro
lector, puesto que esa reseña debe dar una idea de la historia, pero olvidarse del todo
de describir situaciones que hagan perder su magia al libro. Aquí está mi problema
con este libro; es más, puede pasarme que esta simple digresión ya haga estar atento
al posible lector de que hay algo en esta novela que puede ser ¿diferente?, y pudiera
revelar lo que no debía hacerlo . Bueno... Pudiera ser... Así que sólo les diré que la
diferencia entre una buena novela y una gran novela está, a veces, en pequeños
detalles que lo alteran todo.
wineruda
PU BL IC AD O P O R W INE RU DA EN 1 2 : 01 A . M . 2 C O ME NT AR IO S :
ENV IAR PO R CO R REO EL EC T RÓ N ICO ES CR IB E U N BL O G CO M PAR T IR C O N TW IT TE R CO M PAR T IR
CO N FA CEB O O K CO M PAR T IR E N P INT ERE ST
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D O M I N G O , M A Y O 1 0 , 2 0 1 5
RESEÑAS MÍNIMAS
RESEÑAS MÍNIMAS
Dejé durante varios años de hacer reseñas, así que he dejado de comentar cientos de
libros, que merecen, si quiera, un recuerdo y una recomendación- Así que intentaré
hacer una pequeña lista de los que más me merecieron la pena. Y creo que deben de
ser mínimas porque no entiendo una reseña hecha mucho después de haber leído el
libro, no es lo mismo. En estás reseñas “mínimas” describo la sensación que me ha
producido en el paladar aquel libro...
“ La historia del amor” de Nicole Krauss: Horrendo título pero apasionante libro.
Es la historia de los encuentros y sobre todos los desencuentros, de personas,
libros,historias, amantes...“Para lectores con ganas de buscar lo perdido”.
“Cuentos completos” de Grace Paley : Algunos de los cuentos están entre los
mejores que he leído nunca. Los mejores, para mi gusto son los que hablan de ella,
como mujer de media edad y sus reflexiones sobre su vida y el mundo que le rodea.
“Para lectores con gusto por la perspicacia”.
“El periodista deportivo” de Richard Ford: Extraordinaria novela, sobria e
inteligente. Repleta de pensamientos diferentes a cualquier otra novela. Frank
Bascombe-el protagonista- va analizando su vida, sus sueños olvidados, su presente
deprimente, sus ganas de cambiar; pero apenas cambia nada. “Para lectores con
gusto por el análisis vital”.
“Perorata del apestado” de Gesualdo Bufalino: Un reguero de imágenes,
pensamientos, sensaciones en un lugar desolado para una vida casi perdida. Un
hospital para enfermos pulmonares es la excusa para que el protagonista interno en
dicha institución , analice a sus compañeros de sufrimiento y su propia vida. “Para
lectores con ganas de vivir”.
“ Salir a robar caballos” de Per Petterson: Aunque parezca que no ocurre nada,
toda la vida transcurre entre los párrafos de la novela. Desde la madurez se recuerda
la niñez, lo que parecía inconstante se ha transformado, paradojicamente en
inmutable, todo ha cambiado, ni para bien ni para mal, sólo los años han caído sobre
le protagonista.“Para lectores que saben recordar”
“Yo maldigo el río del tiempo “ de Per Petterson : La sensación de abandono, de
cercanía con el protagonista, la búsqueda de lo perdido en el tiempo, abarrota toda la
novela. El tiempo pasa y no podemos detenerlo. “Para lectores que no miran hacia
atrás”.
“Zazie en el metro” de Raymond Queneau: Esta novela me produce ternura, por la
indisciplina, la búsqueda de libertad, el enfurruñamiento de una muchacha que no
quiere ser olvidada, recorriendo París y huyendo de todas la cadenas que puedan
atarla. “Para lectores que amen la libertad individual”.
“Centuria” de Giorgio Manganelli: Relatos extremadamente cortos, para un largo
viaje literario. Los relatos parecen el inicio de una novela deslumbrante, pero no, cada
uno es una novela deslumbrante. “ Para lectores con gusto por el relato corto, muy
corto”.
“Tropismos” de Nathalie Sarraute: Un ejercicio de imaginación literaria, pequeñas
pastillas de ensueño. Una adelantada a su tiempo. Una maestra de profesores. “ Para
lectores que les guste descubrir a escritores originales que no olvidados”.
“Las lunas de Júpiter” de Alice Munro: Munro crea mundos tan cerrados en el
espacio como
abiertos de mente, una crónica rural para el mundo completo. Un pueblo, una
campiña, una casa, es todo lo que necesita Munro para describir la vida en todas sus
facetas. “Para lectores que les guste analizar el mundo desde lo individual a lo
común”.
“Escritos fantasma” de David Mitchell: Aunque la proposición de forma no es
original, la
representación de ella es magnífica. Historias que se unen y entremezclan para
desarrollar un final conjunto, por mucho que estén lejanas en lo físico, temático o
geográfico. “Para lectores que gusten de coser historias”.
“Suttree” de Cormac Mccarthy: Sobre un mundo sin futuro, y apenas sin presente,
la aventura vital de un hombre que huye de todo. El alcohol, la pesca, el calor, el frío,
la desolación, la soledad, la nada, entre los límites de un horizonte muy cercano. “Para
lectores que les guste la descripción de vidas de perdedores”
“La carretera” de Cormac Mccarthy; En un mundo post-apocalíptico, una historia
de vida y supervivencia. Como todo lo leído de Mccarthy muy bueno. Padre e hijo
recorrerán una carretera rodeada de peligros, sólo con la esperanza de encontrar un
lugar y un futuro incierto. “Para lectores que aprecien las historias de personas sin
futuro”.
“Vidas minúsculas” de Pierre Michon: Historias normales de gentes sencillas, tan
importantes como las idas de laspersonas poderosas , narrado de forma minuciosa y
escrupulosa con el entorno y la mentalidad de aquellas personas y aquellos lugares.
“Para gente que les guste descubrir la vida de gente que merece la pena”.
“El mar” de John Banville: Mirada al pasado, a la niñez, de una persona que vivió
un aventura triste y real, en una ambiente solitario y húmedo, descrita de manera
lánguida y casi olvidadiza, en los que de no pasar nada parece que va a pasar todo,
“Para lectores que amen las vidas solitarias entre mares oscuros”.
“Magia para lectores” de Kelly Link: Colección de cuentos entre los que la
normalidad no es lo que predomina. Es el relato de las vidas, personajes, o aventuras
de todo tipo de personajes, desde niños, hasta monstruos, o personas en apariencia
normales. Son narraciones que transcurren con la aparente realidad de lo normal,
pero que no lo son. “Para lectores imaginativos”.
“El mar de las Sirtes”de Julien Gracq: La vida de un soldado en un castillo
perdido, en una costa olvidada, entre personas huidizas, esperando una guerra,
vigilando a un enemigo, que no parece existir, que no se ve, que parece que no va a
volver a aparecer. “Para lectores que no tengan claustrofobia”.
“Austerlitz” de W.G. Sebald: Austerlitz es un personaje que aparece y desaparece
del relato del narrador, pero es su argumento principal: sus opiniones, su vida, sus
reflexiones, son el centro de la novela, escrita al estilo de Sebald, que parece que te
está contando al oído una cosa que le aconteció. “Para lectores que les guste la
lectura sosegada y reflexiva”.
“Trenes rigurosamente vigilados” de Bohumil Hrabal:Historia tragicómica de la
vida de un trabajador del ferrocarril durante la invasión nazi de Chequia. Lasciva,
mundana, triste, profunda, todo puede integrarse en la definición de esta novela,
como en todo Hrabal, un genio. “Para lectores con ingenio”.
“Las asombrosas aventuras de Kavalier y Clay” de Michael Chabon: Historia
circular de dos primos judíos , uno norteamericano y otro que huyó de Praga por el
avance nazi, a los que les une su pasión por el cómic y el dibujo. Es la narración de su
encuentro, conocimiento, ascenso, consolidación, y … “Para lectores de aventuras
diferentes que unen varias ramas del arte y de la historia”.
“El general del ejercito muerto” de Ismail Kadare: Un moderno general alemán
va en busca de las tumbas perdidas de los soldados muertos en la invasión nazi de la
segunda guerra mundial en Albania. Es la historia del presente, pero sobre todo el
pasado que va cayendo sobre sus hombros. “Para lectores que les guste la historia”.
“Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado” de Maya Angelou.Una niña negra, en
la época de la segregación en EEUU, presa de todo: de las ideas reinantes, de las
políticas, de sus compañeros, de la costumbre, de lo cortante, de lo ilógico, de toda la
vida que la rodea. ¿Cómo logra salir?
“Para lectores que se indignen ante la injusticias”.
“El corazón es un cazador solitario” de Carson Mccullers. Un sordomudo es el
mejor oyente de la ciudad, a él acuden los perdidos, los niños, los negros segregados,
los agitadores políticos, pero, así y todo, conserva su tranquilidad, nada parece
molestarle en aquella ciudad del sur de EEUU donde el calor, la vida repetida, la
pobreza, los caminos sin salida son lo que predominan. “Para lectores que analicen el
mundo”.
“El mundo conocido” de Edward P. Jones. Durante la época de la esclavitud en el
sur de EEUU , hubo, aunque poco recordados, dueños de raza negra de esclavos de su
propia raza. Ésta es la vida de uno de ellos, y de su familia, y de los hombres y
mujeres, esclavos o libres, que lo rodeaban. “Para lectores que les guste el lado más
olvidado de la historia”.
“Crónica de los pobres amantes” de Vasco Pratolini. Es la narración de la vida de
una barriada de Florencia, en los inicios del dominio fascista; Y De todos los
personajes que creaban su horizonte particular; de la vida, ideas, amores,
sufrimientos y alegrías que discurrían por aquellas calles. Hasta que llegó el
fascismo... “Para lectores que les guste el análisis meticuloso de la vida ajena”
“Pastoralia” de George Saunders: Libro de cuentos donde aparecen una serie de
personajes peculiares, de vidas poco comunes, casi siempre de personajes cotidianos,
que podrías encontrarte al abrir tu puerta o al mirarte en el espejo. Pero la validez de
los relatos aparece por la calidad literaria del escritor y la manera poco formal de
tratar a sus figuras. “Para lectores exigentes con los libros de relatos”.
“Interprete de emociones” de Jhumpa Lahiri: Libro de relatos en los que estudia
y describe la vida de emigrantes o hijos de emigrantes indios en Norteamérica, sus
problemas, sus vidas, sus pensamientos, sus relaciones, la forma con la que ven un
mundo antes ajeno y extraño. “Para lectores curiosos”.
“ El filtro del amor” de Louise Erdrich: Cuentos sobre indígenas norteamericanos,
no ya en la típica historia hollywodense de guerras de flecha y arco, sino en el siglo
XX. Con sus problemas, sus aventuras, su violencia, su forma de ver el mundo, sus
costumbres.”Para lectores que les guste las visiones nuevas”.
“Crónicas marcianas” de Ray Bradbury: Clásico de ciencia ficción que hay que
leer; cuenta en pequeños relatos la creación de bases humanas en Marte por parte del
gobierno de EEUU, ocasión que aprovecha el autor para hacer una cruda revisión de
la forma de vida de su sociedad. “Para lectores que les avergüence no haberla leído”.
“Desayuno de campeones” de Kurt Vonnegut: Alocada, bronca, ácida hasta lo
corrosivo, cruel hasta lo no imaginado, graciosa hasta lo agudo, todas esas cosas son
esta novela sobre autores desconocidos de ciencia ficción, locos lectores, mujeres
histriónicas, extraterrestres irreales, sobre borrachos y perdedores. “Para lectores
con la imaginación desbordada y un agudo sentido de la ironía”
“Las sirenas de Titan” de Kurt Vonnegut; Un tipo que conoce con anterioridad lo
que va a suceder en el mundo, uno rico con ganas de invertir en extrañas
convenciones, un extraterrestre, un viaje a Titan, gente que se deja convencer, gente
estúpida... Vonnegut clama, esta vez, contra la credulidad, la estupidez, la ignorancia,
el poder del dinero, los dominantes en el mundo, y lo hace a su manera, a lo bestia...
“Para lectores con sentido crítico encendido"
“Si una noche de invierno un viajero...” de Italo Calvino: Historias que generan
historias que, a su vez, generan otras y otras... hasta el infinito. Una suerte de filón de
relatos , una aventura en el lado oculto de la literatura, ése que es juego, aventura y
un prodigio de imaginación. “Para lectores con una mente desbordada”.
“ El hombre invisible” de Ralph Ellison: Es la historia de un hombre negro en
EEUU en la primera mitad del siglo XX, cuando la segregación y el racismo eran
hábito en aquella sociedad: habla de las reflexiones sobre ello por parte de ese
hombre, pero también sobre otras cuestiones políticas, culturales... en definitiva por
saber quién es, y cómo dejar de no ser visto por el resto de los habitantes del mundo.
“Para lectores que buscan preguntas y respuestas sobre el racismo"
“Narrativa completa” de Dorothy Parker: Dorothy Parker era una mujer avanzada
y progresista, con una mente abierta para la época donde vive, en los primeros años
del siglo XX en EEUU. Así sus relatos son reflejo de esa mentalidad, de esa forma de
reflexión, con una mirada ácida y crítica, para con la sociedad de aquella época y con
sus comportamientos hipócritas. “Para lectores curiosos”.
“Léxico familiar” de Natalia Ginzburg: Las palabras íntimas, propias, particulares
esas que compartes como un vocabulario particular con la gente a la que quieres, esas
son las protagonistas de una historia profunda sobre la vida de Natalia, rodeada a
veces de felicidad, a veces de la crueldad de la guerra mundial. Es un ascenso a lo
mejor de la literatura. “Para lectores que gusten de la literatura sencilla pero bella”
“Mosaico” de Sybille Bedford: Es la historia de tres generaciones de mujeres,
nacidas entre el siglo XIX y el XX, y su lucha particular por ser libres, por alejarse de
las ataduras que les imponía las costumbres y convenciones de la sociedad de aquella
época; cada una a su manera y a su tiempo romperán el molde que les sujeta, contra
la vida que no les deja avanzar . “Para lectores que amen la búsqueda de la libertad"
“Sudeste” de Haroldo Conti : En la desembocadura del Paraná viven, o mejor,
sobreviven gentes sencillas, acaso olvidadas, son pescadores, enfermos , viejos,
marginados, gente sin futuro, personas que tuvieron ganas de todo pero sin
probabilidad de nada. Que aman lo que les rodea, y así Haroldo Conti los describe con
esa parte de literatura que cuenta la realidad sin tapujos, que describe como son las
cosas. Cuenta la búsqueda de algo que ni el protagonista , el Boga, sabe lo que es,
solo es avanzar por el río y... “Para lectores que les guste conocer lo autentico, lo que
no pasa en las novelas”.
“Rimini “de Pier Vittorio Tondelli : Pudiera ser sólo la descripción de la vida y
avatares de un periodista en una ciudad extraña de provincias, pero no lo es. Es la
crónica de Rimini, directamente, sin reservas, describiendo, tal y como es, la
conversión de su vida durante el verano; lleno de extraños turistas y de las diferentes
existencias que van conformando el relato. “Para lectores que les gusten un libro en
forma de alegre sorpresa”.
“Hambre” de Knut Hansun: Un tipo sobrevive, sin saber cómo, en las calles de una
ciudad de Noruega, pasa hambre, frío, desengaño y dolor, pero su educación y su
sentido de la dignidad, no le permite reconocer el límite de su decadencia y evita ser
ayudado. “Para lectores de lecturas claustrofóbicas e irritantes”
“2666” de Roberto Bolaño: La búsqueda de un escritor admirado pero oculto, la
vida de la gente que busca o que rodea a dicho escritor y lo que sucede a su
alrededor. Mínimas palabras para resumir, sucintamente, una novela grande. Grande
en lo espacial y en lo sentimental. Llena de sucesos graves e impresionantes, completa
de historias salvajes y lúcidas, críticas y morales, sencillas pero profundas. “Para
lectores con estómago fuerte”.
“Los detectives salvajes” de Roberto Bolaño: Es la historia de unos poetas casi
muertos de hambre, luchando por su escritura, pero también por sobrevivir. Relato
sobre sus vidas alucinantes y alucinadas, perdidos en un México real y urbano,
buscando lugares y personas que acaso no les dirán nada, pero que deben buscarlo.
Casi la mejor novela en español que he leído nunca. Un prodigio. “Para lectores
exigentes”
“Kitchen” de Banana Yoshimoto: El libro se compone de dos relatos cortos sobre
jóvenes japonesas y su relación con la vida y la muerte. Sobre su forma de vida y de
entender esos conceptos o situaciones de su existencia. También describe la forma de
relacionarse con el mundo desde esa situación especial, descrita de manera sencilla y
amable, con una sensibilidad más allá de lo común. “Para lectores sensibles”
“Todas las cosas brillantes y hermosas” y “Todas las criaturas grandes y
pequeñas”de James Herriot: Son las aventuras de un veterinario novato en los años
30 del siglo XX, en un lugar apartado y verde de las montañas inglesas. Cuenta su
relación con la gentes de aquel lugar pero, sobre todo, sus relaciones y sucedidos con
todos los tipos de animales que poblaban aquella región rural. Divertidas y amenas
son una delicia para una lectura sosegada y amena. “Para lectores que amen la
naturaleza y los animales”
“La novela luminosa” de Mario Levrero: Extraña narración, mitad diario mitad
novela, que cuenta los sucedidos en la vida cotidiana de Mario Levrero, sus
pensamientos, su lucha con la tecnología o el vivir cotidiano o reflexiona sobre
literatura, vida social o sobre su vida amorosa. Habla de su constante lucha por ser él
mismo a pesar de él mismo. “ Para lectores curiosos con la vida cotidiana de un
escritor”
“La forja de un rebelde” de Arturo Barea: Son tres libros que se leen como un
suspiro sobre la infancia, juventud y madurez de Barea en Madrid en los años
anteriores y durante la guerra civil española. Son una forma de conocer un mundo ya
desaparecido pero también de descubrir la dureza de la guerra y de después de ella.
Un relato que merece mucho la pena. “Para lectores que busquen resquicios de
realidad en la cruda información histórica”
“Cuentos completos” de Flannery O'Connor: Ella es la escritora del Sur de EEUU
por antonomasia ;es aquella que desnuda en sus relatos los olores, las vivencias, el
calor, la violencia, la mentalidad, las personas, las rencillas, las carreteras, las casas,
los horizontes, el sol y la luna de aquella parte del mundo. Imprescindible. “Para
lectores que gusten del relato de calidad”
“Cuentos completos” de Amy Hempel: Historias pequeñas, incluso mínimas, sobre
el mundo, en apenas lo que parecen esbozos cuenta lo que sucede. Son relatos que te
obligan a parar tras acabarse y reflexionar sobre lo que te contó, sobre qué quiso
decir. “Para lectores con gusto por los relatos cortos, muy cortos”
“Stoner” de John Williams: Una persona normal -un profesor-, un vida repetitiva,
como la de casi todos, el tiempo que transcurre rápido, como casi siempre. Así pasa la
novela, entre personajes normales y vidas ordinarias, pero ésa es la belleza y lo
diferente de esta novela,de ahí extrae una narración compleja y atractiva sobre el
discurrir de la vida, sobre las batallas perdidas y aganadas, sobre la necesidad y la
obligación. “Para lectores que busquen protagonistas diferentes”
“Noches en el circo” de Angela Carter: Relato sobre un personaje entre real e
irreal, una mujer poseedora de alas, que se convierte en estrella de un circo como
acróbata. y, seguidamente, estrella mundial en los primero años del siglo XX. Es un
libro de ambientes góticos y extraños, rodeados de misterios y violencias. El lector
parece sumido en una alucinación real, en un sueño poco profundo, donde la realidad
y la ficción parecen entremezclarse. “Para lectores originales”
“Una soledad demasiado ruidosa” de Bohumil Hrabal: Es la historia propia de
Hrabal en un almacen de destrucción de papel en la época de la dictadura comunista.
Es una descripción sobre las condiciones de vida, sobre sus reflexiones en el oscuro
trabajo, sobre lo ilógico de su situación de escritor que destruye libros -incluso sus
propios libros-, sobre la censura... Es un libro sin rencor pero con sorna sobre aquel
mundo y aquella vida. “Para lectores que adivinen la realidad detrás de una ficción”
“Todo Mafalda” de Quino: Lo añado porque sí, porque es un monumento a la
inteligencia, ya que cumplirá 30, 40, 60 u 80 años y estará tan vigente como el primer
día. “Para lectores con perspicacia e inteligentes”
wineruda
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S Á B A D O , M A Y O 0 9 , 2 0 1 5
PARADERO DESCONOCIDO de KRESSMANN TAYLOR
PARADERO DESCONOCIDO de KRESSMANN TAYLOR
Address unknown 1938
Edtr. Suma de letras 80 Pág.
Trdt. Carmen Aguilar
No necesitas, a veces, demasiadas palabras para explicar lo que sientes, apenas unas
palabras y expresas todo lo que tienes que decir, sobran los sustantivos, has
desechado los verbos, porque de entre los silencios de lo que estás contando, de entre
las aclaraciones que no necesitas justificar, se abren toda las puertas a lo que
realmente quieres decir. Así que mil páginas no harían de este libro uno mejor, no
explicaría más , no necesita de ello, se muestra tal como es en pocas frases, en casi un
telegrama de los antiguos, con la misma urgencia de la necesidad de contar y con la
sobriedad del dictado. Su estructura en forma epistolar, aporta la sensación de
inmediatez que hace que lo que se cuenta sea impactante, no necesitas reflexionar
sobre ello; está pasando en este mismo instante y tú lo estás viendo, lo estás
sufriendo, quieres actuar... Como si fuera parte de tu círculo de amistades o de tu
familia la que te muestra las cartas, y regresa a ti esa emergencia de ayuda al
necesitado, al débil , esa sensación que aparece de manera inevitable cuando alguien
necesita que lo ayudes, lo ampares o lo comprendas. Por que las cartas, que las hay
sutiles, las hay francas, las hay cariñosas, las hay horrendas o sibilinas o traicioneras,
muestran el horror de la decadencia del ser humano. Pero también el de la
consecuencia no querida, la del resarcimiento que nunca había pensado que iba a
necesitar.
“Paradero desconocido” es la historia, que como he dicho está escrita como un
intercambio de cartas, de un judío norteamericano-Max- y su socio -Martin- de origen
alemán que vuelve a Alemania en los primeros años de de la tercera década del siglo
XX, la misma de la ascensión del nazismo. Y es el relato de los cambios que surgen en
las personas y en las actitudes por la asimilación por parte de Martin de la ideología
nazi. En un espacio ocupado por un sumidero de almas, la nación germana giraba, en
aquel momento, por el desagüe de la historia, de la compasión y de la virtud. Así que
lo que encontramos al leer la novela es la descripción de una distopía real, ya no
ficticia, que asomaba, por aquellos años 30 del siglo XX, como un fantasma sangriento
y cruel, y que se hizo corpóreo en apenas unos años.
En esta novela se habla de la intolerancia, del fanatismo o de la cobardía, todas ellas
atadas a la traición de la amistad, de la vida en común,y de la confianza que creía
eterna de dos amigos que compartieron vida y familia. Y desde todo los puntos de
vista de una persona de moral recta, es la representación -la descripción- de la
maldad, es el encuentro entre un confiado amigo y el de un abyecto racista
impregnado de aquella tosca capa de ideales que redujeron al hombre al nivel del más
miserable de los bichos descerebrados.
Todo ello surgido de la inteligencia de la escritora Kressmann Taylor, que previó la
ignominia de la razón nazi. Pero no se limita a eso, construye una novela que, sobre la
exposición de una declaración casi, o totalmente, política, recrea una hábil novela de
genero negro. En ésas en las que el protagonista, busca remedio y compensación a los
agravios sufridos. Y la autora lo hace de una manera drástica, sin perdón, con el
cuchillo entre los dientes, como anticipándose a sucesos, afrentas y horrores que
pronto se descubrirán en aquel mundo de horror. Leerla, aún tras haber conocido los
horrores de aquella época, es la ejecución de un deber, no soló estético sino, también,
ético.
wineruda
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ET IQ U ET A S : L I TE RAT U RA NO RT E AM ER IC ANA
M I É R C O L E S , M A Y O 0 6 , 2 0 1 5
LOS HERMOSOS AÑOS DEL CASTIGO de FLEUR JAEGGY
LOS HERMOSOS AÑOS DEL CASTIGO de FLEUR JAEGGY
I BEATI ANNI DEL CASTIGO 1989
Edtr. Tusquets 118 Pág.
Trdt. Juana Bignozzi
Nada puede hacer olvidar los años vividos lejos de la familia en el espacio cerrado,
solitario y opresivo de un colegio para señoritas en un pequeño pueblo de Suiza o de
otros que pasaron por el camino; nada arranca más vida de los corazones que una
necesidad de cambio, cercano a veces a lo destructivo, para buscar un lugar diferente,
de un cariño olvidado, de una personalidad propia; nada oculta más los sentimientos
que la manifiesta intención de ser diferente, de buscar lo distinto, que no lo opuesto,
porque simplemente no sabes que es lo opuesto. Esa búsqueda de sí misma aparece
en las páginas de la novela, con la desenvoltura que da la narración en primera
persona, mirada desde el futuro, rasgando el pasado para mostrar las entrañas de lo
que pasó, no ya de los hechos puros y demostrables, sino de la sensación misma que
se asoma de los ojos, de las palabras, de los pensamientos de una adolescente ,
apenas una niña, que recorre los días de su encierro buscando la pericia necesaria
para ser adulta siendo una niña, correteando en la frontera en la que por una lado
muere la niñez y por otro lado nace esa fase adulta que primero se quiere y luego
lastima.
Y si de la imposición, en la distancia, de un tipo de vida por parte de una madre casi
olvidada y si de la existencia plana y lúgubre de un padre anodino surge la necesidad
de rebelarse, de ser distinta, de no ser como todas las compañeras de las cuales,tras
el paso de los años, has olvidado su nombre -esa fue su importancia- es porque la
arrogancia despreocupada de la juventud necesita aparentar que posee la
independencia que luego tendrá en la edad adulta, practicar los patrones de
comportamiento en una vida que no quiere que sea como es ahora, y los ensayos
deben ser rigurosos y verdaderos hasta encontrar el desfiladero por donde escapar de
rutinas, voces, profesores, directoras, compañeras de colegio o de reglas impuestas
La protagonista, la narradora, descubrirá un lugar diferente en los ojos, en el cuerpo,
en la personalidad de una compañera, en Frédérique. Surgirá de esa relación una
mezcla de admiración y sumisión que alarga su camino hasta encontrar un
sentimiento de amistad que nunca puede ser sexual o erótica -como auguran algunas
guías-, porque no es apenas más que una sensación de acercamiento y arrobo llegado
de la necesidad de una amistad diferente, de encontrar una mente discrepante con las
reglas habituales de sus compañeras de colegio, no en el comportamiento sino en la
libertad mental, en la profundidad de sus actos lejanos a lo usual y a lo cotidiano en
los pasillos del colegio; encontrar una mente atormentada para un lugar en las que no
debutan las apariencias.
Y nada podrá encontrar más adecuado a la mente de la narradora que contar como, en
un momento dado, se adecuó a los momentos que estaba viviendo, contradiciendo su
propia necesidad o su mismo pensamiento, buscó en lugares que en otro momento no
había decidido pisar, pero que al final lo hizo, por propia comodidad o por simple
inercia. Y las consecuencias las pagó perdiendo su parte de individualidad, su pedazo
de cielo entre los diferentes, aquella amistad diferente; pero de esa experiencia, de la
rotura de lazos, de la caída en los oscuros brazos de la conveniencia, apareció el
legado, no sé si querido o surgido de la nada, del placer de encontrar un regalo en lo
negativo, en el dolor, en la desaparición de lo respetado.
“Los hermosos años del castigo” es un lectura que lleva placer a los sentidos, ocurre
entre lugares que me invento oscuros, entre paredes húmedas y cielos nublados;
pisando laderas verdes y colegios olvidados, serpenteando entre pasillos abarrotado
de gritos y artimañas de colegialas menudas. Es una obra en las que se abren las
lejanas mentes de los años olvidados, aquellos en los que de niño creabas fantasmas
de las sombras y enemigos en las pizarras, Y que descubre la mente de una muchacha
abandonada a su suerte entre una muchedumbre de niñas, ancianas, amigas y
enemigas de las que descubre que el paso del tiempo sólo ha permitido olvidar sus
caras y dejar sus voces.
wineruda
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ET IQ U ET A S : L I TE RAT U RA I T A L IA NA
M A R T E S , M A Y O 0 5 , 2 0 1 5
EL SUR de COLM TÓIBÍN
EL SUR de COLM TÓIBÍN
the south 1990
Edtr. Emece 190 Pág.
Trdct. José Manuel Álvarez Flórez
Este libro cuenta la historia de Katherine Proctor, una irlandesa protestante de origen
inglés, que abandona a su marido y a su hijo para buscar otra vida en la Barcelona de
los años 50 durante la dictadura de Franco, allí conocerá a Miguel, un pintor que
luchó con los anarquistas durante la guerra civil, él será su compañero y amante;
conocerá también a Michael Graves, un irlandés católico huido de su tierra. En
Cataluña encontrará otra forma de vivir, aprenderá a pintar y a ver el mundo de otra
forma, será como descubrir un nuevo mundo lejos de la oscuridad, humedad , la
incomunicación y el encierro de Irlanda y de su propio matrimonio.
El libro combina parte de narraciones en tercera persona con los diarios o cartas en
primera persona -por supuesto- de Katherine, en éstos es donde Tóibín mostrará toda
la personalidad de ella, todos los sentimientos ocultos que le cuesta mostrar en
sociedad, todas las contradicciones de su vida y la libertad absoluta de su
planteamiento de vida, la diferentes sensaciones y las dos maneras de comprender a
sus dos amigos, Michael y Miguel. En las páginas del libro también aparecerán apenas
susurradas, casi ocultas-para el que no pretenda verlas- tras las acciones y
pensamientos directos de Katherine las razones veladas de sus formas de
comportarse, la casi laxitud de su comportamiento real con las profundas razones de
ser como es y los motivos en los que se apoyan todos sus actos.
La pintura y la guerra civil y el enfrentamiento entre católicos y protestantes en
Irlanda, serán los tres centros importantes del transcurrir de la vida de los personajes
en el libro: la pintura descrita con absoluta belleza y conocimiento, donde describe
una inmensa gama de colores, situaciones, ambientes o paisajes; pinceladas que
aparecerán de forma minuciosa y visible en los ojos a través, incluso, de las palabras.
La guerra civil será, por su cercanía temporal y por los personajes que rodean la
historia, parte primordial e inevitable del transcurrir de la vida en Cataluña. La
cuestión irlandesa parecerá como trasfondo obsesivo de su vida en Irlanda, tanto en el
pasado como en el presente, incluso en su influencia en su matrimonio y en la vida de
su familia, será algo que le consumirá a Katherine toda su vida.
Tenía miedo en este libro de que conociendo, más o menos, las ciudades que describe
y el ambiente que transcurre la novela -España tras la guerra civil- y habiendo sido
escrito por un escritor extranjero, éste pudiera caer en un cierto grado de
“folclorismo” habitual en ciertas novelas ampliamente conocidas, pero no, la narración
discurre sin que peque de ello. Tóibín parece conocer de lo que habla y por qué lo
cuenta. El transcurrir es fluido y supongo que más que correcto desde el conocimiento
que yo tengo de Cataluña y de aquellas épocas.
Cuando lees un libro en los que las situaciones transcurren de forma más o menos
normal, que pudiera parecerle a alguien que es una historia, floja, de ficción, es decir
que no parece acontecer nada diferente; que no hay nada, o casi nada, que destaque
por su relevancia: no hay grandes héroes, no hay grandes situaciones, no explota el
mundo; puedes llegar a pensar que el libro no es notable, que, incluso, es anodino,
que las situaciones son planas y no hay un ascenso a grandes cumbres ni descensos a
hermosos infiernos. Cuando ocurre eso sólo debes pararte a pensar que debajo, entre
o a través de, en este caso, los personajes se descubre el verdadero mundo; el
universo profundo que surge por entre cada página. Descubriras la soberbia
concepción de sus diferentes mentalidades,aparecerá la disección, a través de lo que
dicen, hacen o piensan, de sus cerebros, y, por ello, surgirá la razón de sus actitudes,
aciertos, errores, incluso de sus comportamientos erráticos o ilógicos. Basta pensar en
una palabra para que se dibuje el origen de ello en la mente de Katherine, Miguel o
Michael, nada parece escapar de la encerrona en las que el autor ha montado a sus
personajes, no dejándoles más camino que mostrarse como son; por medio de cómo
actúan, cómo miran, cómo reaccionan, incluso se mostrarán en el comportamiento
odioso, desolador o lamentable con las que en en algunos momentos actúan. Por lo
tanto nadie debería quedarse en la superficie del libro, en una lectura somera o frívola
de un libro, al menos no en éste.
Wineruda
PU BL IC AD O P O R W INE RU DA EN 1 2 : 09 A . M . NO HAY CO M E NT AR IO S :
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ET IQ U ET A S : L I TE RAT U RA IRL A NDE SA
L U N E S , M A Y O 0 4 , 2 0 1 5
EL TIEMPO ES UN CANALLA de JENNIFER EGAN
EL TIEMPO ES UN CANALLA de JENNIFER EGAN
A visit from the goon squad 2010
Edt. Minúscula. 407 Pág.
Trdt. Carles Andreu.
Supongamos que existe un gran lago alimentado por caudalosos manantiales, con la
salvedad de que dichos manantiales puedan estar intercomunicados entre ellos por
intrincadas y, a veces, escondidas ramificaciones que han podido existir o que existen,
o, en el colmo de la premonición, existirán. Dicho lago sería tan extenso que acaso
pudiera abarcar desde Nueva York, hasta África, pasando por un sometido país de una
Sudamérica virtual; en él existiría una vida compuesta por la suma de las memorias
que traen las avenidas de los manantiales. Supongamos que los principales traigan
entre sus aguas mensajes sobre un tal Bennie Salazar, un productor musical en la
cresta de la ola, que otro traigan mensajes sobre Sasha su asistente cleptómana, otros
sobre sus familias, sus amores, sobre antiguos amigos, sobre actrices venidas a
menos, sobre publicistas olvidadas... Todos esos mensajes se sumarán y compondrán
una capa que cubrirá toda la superficie del lago, dándole un color y un olor especial,
una sustancia propia que, vista en perspectiva, creará un paisaje completo, exclusivo y
espléndido. Toda la belleza o la fealdad que trajeron aquellas aguas, todo lo cristalino
o agitado, todo lo potable o lo insalubre, lo que saboreemos o gocemos, será lo que
bebamos del lago en la lata golpeada que usamos de vaso. Supongamos, entonces, que
regurgitemos un libro lleno de aquellos memorias, mensajes o historias...
Jennifer Egan escribe una novela de pequeñas historias conectadas por los personajes
con conexiones evidentes o casi evidentes, pero separadas en lo espacial, en lo
temporal y en lo temático. En lo temporal las historias variarán de el pasado al
presente, para repetirlo, de nuevo, otra vez, incluso se atreverá con un futuro post-
apocalíptico; en lo espacial variará de ciudades y países; en lo temático no habrá un
punto único común, más allá de la conexión con la música de Bennie Salazar y sus
amigos. Pero, todo, se adivinará completo, como una masa de escayola con la que vas
rellenando huecos en la pared, hasta convertirla, en una espacio liso y completo; veras
que cada paletada, en apariencia inconexa, va cubriéndolo todo y ya estará preparado
para que la identifiques como una pared propia prepara para que la alises y veas la
totalidad de su esplendor.
Pero...¿De qué habla el libro? A mí me ha producido un efecto melancólico, supongo
que, por edad, reconozco alguno de los ambientes de los que habla -a otro nivel y en
otro lugar por supuesto- he reconocido la música, el olor de los cigarrillos, los bailes,
las épocas, los vestidos, los peinados, los pensamientos... Y he pensado, como la
novela, que los tiempos van cambiando, que nada se para y que cada momento tiene
su reflejo en el futuro, como lo ha tenido en el pasado, y que sientes como una herida
en tu interior cuando notas el brusco movimiento que han causado los años, que nada
puede detenerlo, y que muchas veces suele ser para mal, que nada de lo que
habíamos previsto se suele cumplir, y que duele volver la vista y ver que todos
aquellos cosas o personas que has querido, admirado o conocido no son lo que fueron
o como pensaste que eran o iban a ser o, simplemente, han desaparecido. Y es mal
consejo revisar desde el presente lo pasado ya que no ganas, siempre pierdes. Hay un
viejo dicho que dice: “no vuelvas a un sitio donde fuiste feliz” porque nada se
mantiene en su sitio, ni en el espacio ni el tiempo y cada vez que lo quieres recordar
te cae a la cabeza una bolsa de excrementos o te atizan un sonoro tortazo, para que
aprendas a mirar al frente y para que hagas un ejercicio de olvido y no te reconcoma
el alma esos amigos que has perdido, las cosas que has hecho o no has hecho, o los
lugares que debiste ver o no ver. La solución, como en el libro, es esperar que el
futuro sea mejor, aunque sólo sea un poco. Y así esperar que la vida dé algunas
oportunidades aunque sean por efecto de una acción remendada o una apuesta
alocada o, acaso, porque han nacido o crecido personas, quizá, mejores que tú o
esperar que la suerte llegue por algún lado y puedas volver a los sitios que has sido
feliz.
wineruda
LOS HUESOS DEL INVIERNO de DANIEL WOODRELL
LOS HUESOS DEL INVIERNO de DANIEL WOODRELL
winter`s bone 2006
Edt. Alba. 221 Pág.
Trdt. Concha Cardeñoso
Cuando alguien, como yo, se siente apegado, casi adherido, a la novela negra clásica,
aquélla que detallaban Dashiell Hammett o Raymond Chandler, ésa que pasaba como
un suspiro, desnuda de segundos sentidos, limpia de polvo y paja; donde la acción y la
palabra eran el acto supremo de la historia, donde todo encaja y fluye sin artificios
como una bicicleta que baja por una pendiente sin ayuda que lo natural, sin motores
ni gasolina que la alimente. Cuando ese alguien encuentra “Los huesos del invierno”
se para unos segundos y se sorprende de la necesidad que tenía de ella. Y no es que
cumpla con todos los cánones estrictos de aquel tipo de novela, en la pura práctica
está en el lado opuesto: allá donde hay duros detectives aquí hay una jovencita tenaz,
donde en aquella novela había elegantes gansters con sombreros marca “borsalino”
en ésta aparece rudos hombres de las montañas de camisa raída y vaqueros gastados,
aquéllas sucedían en grandes ciudades, en ésta todo sucede entre montañas y
bosques... Y a pesar, también, de la utilización de la recreación de ambientes -
solitarios, boscosos, níveos, invernales-, que no encaja en todos los tópicos de esa
novela negra, a pesar de todo eso... Woodrell escribe, y consigue, una novela casi
clásica en la propuesta, en la formación, en la sensación y en esa rodada y suave
percepción que parece desprenderse de todás las páginas del libro-en el
planteamiento, en el nudo y en el desenlace- y la tranquilizadora imagen de que las
frases se concatenan como debieran, que los párrafos están en el orden debido y que
las hojas se pasan debido a que esperas con ansiedad lo que sucede en el reverso.
Todas esas cosas que, al menos yo, espero de la lectura de una novela negra que te
atrapa sin perdón. Todos los olores de los libros viejos, de tapas rotas y envejecidas se
me acumularon súbitamente en la nariz y me recordaron la vieja sensación que me
atrapó hace ya años, pero con el sabor a fresco de los dedos al tocar y pasar las
blancas páginas del libro nuevo.
“Los huesos de invierno” es la historia de la adolescente Ree Dolly y de sus hermanos
pequeños, su madre loca y su padre Jessup. Y también de todos los habitantes de las
colinas de Ozarks: viejos, jóvenes, niños y niñas casi todos fuera de la ley, para los que
la metanfetamina y todos los tipos de droga son su modo de supervivencia,
sobreviviendo en un ambiente hostil y salvaje, donde las conversaciones se cortan con
cuchillo, las relaciones se establecen sobre sangre, y la vida se rige por los mismos
valores que se regiría en una familia presa en una cárcel de bosques y casas
arruinadas. En ese ambiente Ree deberá encontrar a su padre que ha huido dejando la
casa y la tierra donde viven como fianza de su excarcelamiento. Por lo tanto, la
desaparición supondría la perdida de la casa, y el caos para su familia. Por ello
encontrarlo será una necesidad y un deber para ella.
Woodrell escribe sobre un país en otro país, donde las viejas tradiciones y lo antiguo,
están, por contraste, imbuido en las formas de actuar de unas personas que viven de
las modernas drogas, donde la blanca nieve se enfrenta a un lugar y unos ambientes
oscuros y sucios, donde la quietud de la naturaleza se enfrenta a la terrenal sucesión
de hechos feroces e implacables. Todo se enfrenta y nada parece sagrado excepto la
leyes no habladas, no escritas.
“ Los huesos de invierno” es una novela violenta, aparece en lo que se dice, en lo que
se piensa, en lo que se hace y en lo que no se hace, pero con un resplandor de
esperanza; de rigor humano sobre la imposible visión de un mundo tranquilo. Donde,
por debajo de una sociedad enferma, se descubren pequeñas raíces de brotes recién
nacidos, donde aunque debieran crecer como árboles malsanos, también pueden
crecer altos robles de cuerpo recto y firme. Quizás sólo sea la impresión de que sobre
toda la podredumbre del mundo rige cierta actitud moral aunque sea sólo adaptada a
esa vida que viven.
wineruda
PU BL IC AD O P O R W INE RU DA EN 1 2 : 00 A . M . NO HAY CO M E NT AR IO S :
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CO N FA CEB O O K CO M PAR T IR E N P INT ERE ST
ET IQ U ET A S : L I TE RAT U RA NO RT E AM ER IC ANA
V I E R N E S , A B R I L 2 4 , 2 0 1 5
TRES MUJERES FUERTES de MARIE NDIAYE
TRES MUJERES FUERTES de MARIE NDIAYE
Trois femmes puissantes 2009
Edt. Acantilado 291 Pág.
Trad. José Ramón Monreal
Hay veces que un libro te atrapa, te atrae o te hace recordarlo, por cosas muy
diferentes, a veces una frase, otras una imagen, algunas otras un personaje. Éste lo
hace por múltiples razones, pero, para mí , la principal es el personaje de Khady. Eso
no significa que los otros relatos de las dos mujeres sean desechables, ni mucho
menos, pero me parece que la novela va ascendiendo, va llegando a su plenitud, al
apogeo de su belleza como literatura en el último relato, como si en la escalera cuanto
más alto se ascienda más certero y claro se puede ver el paisaje. Y el relato de la vida
despiadada de Khady es de una perfección tal que no podrás olvidarlo y te rondará la
mente mucho tiempo después de que el libro haya acumulado polvo entre las
estanterías de tu biblioteca. Yo tuve la mala idea de leerlo -y acabarlo- a última hora
de la noche: las imágenes, las palabras, las caras, los olores, las situaciones, las
sensaciones, la rabia; retumbaron en mi cabeza, mucho más allá del alba de la
mañana. El insomnio que viene de la literatura es el más profundo y más esclarecedor
de todos los desvelos.
La novela habla de mujeres africanas -más en concreto senegalesas- que viven o
quieren vivir en Francia, cuyas historias están unidas por un fino filamento... La
primera es Norah una abogada que vuelve a Senegal, desde Francia, atendiendo una
llamada de su padre. Su odiado, despreciado, orgulloso padre; aquél que las abandonó
siendo niñas llevándose sólo a su hermano menor y que sobrevive solitario cuando ya
ha sido olvidado su esplendor personal y su poder. Norah enfrenta sus sensaciones de
ese encuentro con su país y su padre, con la necesidad de controlar su vida personal
en Francia y la ignorancia de la razón de esa llamada. Ésta parte es opresiva, los
pensamientos fluyen del pasado lejano a la vida cotidiana, y generan un sensación de
angustia por lo que fue, lo que es y lo que será.
La segunda protagonista es Fanta. Su historia será contada a través de su marido
Rudy. Marie Ndiaye utiliza una técnica literaria que sólo puedo denominar como una
suerte de monólogo interior , para, a través de las reflexiones, las penas, las
alucinaciones, las envidias, las locuras, los olvidos, las excusas de su marido; intentar
describir la vida de Fanta tanto en su Senegal originario como ahora en Francia, e
intentar explicar cómo son las cosas para el propio Rudy, y cómo han llegado a la
situación en la que están. Es una parte en la que la impresión del que el porfiado
intento de describir la situación te bombardea de imágenes. situaciones e ideas hasta
oprimirte los sentidos y descubrir unas personas perdidas entre lo que parecía que
eran o que querían ser y la dura realidad de lo que son.
La tercera “Mujer fuerte” es Khady, una viuda solitaria y recogida que siempre ha
intentado sobrevivir en un mundo hostil, como ahora lo hace en la casa de sus
suegros. Lo único que sabe es que solamente se tiene a ella misma e intenta no
sobresalir más allá del suelo de la choza, no hablar, no mirar para que nadie note su
presencia. Todo deberá cambiar cuando la envían a Europa en una barca
desvencijada. La nave que surca la novela derrota hacia una costa terrible, llena de
acantilados afilados y playas quemadas, donde los restos de los naufragios quedan
suspendidos a la espera de los que vendrán. Es una parte de la novela en la que la
angustia sobrevuela todo, la sensación, terrible, de soledad y de futuro incierto invade
tu mente, hasta no poder sobreponerte a ello aunque lo intentes. La espantosa
realidad se describe de manera inmisericorde, sin tapujos, sin contraventanas que
tapen el sol aplastante que rueda por el horizonte del día a día, del de hoy, pero
también el de mañana, y pasado y pasado...
Marie Ndaye intenta conocer y reflejar cada uno de los pensamientos de sus
personajes, de tal manera que su prosa aplasta las páginas del libro con visiones,
ideas, recuerdos, sus reflexiones, sus odios, sus supersticiones... Las ideas a veces
van y vienen, se sueltan y vuelven a aparecer unos párrafos más allá. Todo lo utiliza
para crear un mundo en la que la fragilidad aparente de sus protagonistas, se vuelve
omnipotencia; donde el pensamiento recrea el pasado y el sombrío presente, la
tortura de sus recuerdos se aposenta, regia, en su mente. La crudeza de la vida de
estas mujeres sólo puede sobreponerse por su poderosa dignidad, por la sensación de
que son personas a las que, más allá de su pobreza, inteligencia o suerte, serán
dueñas, o lo intentaran, de sus destinos o al menos de la dirección de su vida. Se
revela la percepción de que avanzarán siempre hacia adelante aunque se quede en el
camino esa vida o sus sueños. Es un libro poblado de imágenes duras, de símbolos -
árboles, cuervos, aves rapaces- que inventan un mundo justo en la frontera de la
magia y la realidad; lleno de personas crueles donde no queda apenas espacio para la
existencia, pero, sin embargo, sépanlo, hasta esos pequeños cantos rodados del
camino tienen su belleza-eterna-.
wineruda
PU BL IC AD O P O R W INE RU DA EN 1 2 : 42 A . M . NO HAY CO M E NT AR IO S :
ENV IAR PO R CO R REO EL EC T RÓ N ICO ES CR IB E U N BL O G CO M PAR T IR C O N TW IT TE R CO M PAR T IR
CO N FA CEB O O K CO M PAR T IR E N P INT ERE ST
ET IQ U ET A S : L I TE RAT U RA FR ANCE SA
D O M I N G O , A B R I L 1 9 , 2 0 1 5
LA LIBRERIA de PENELOPE FITZGERALD
LA LIBRERIA de PENELOPE FITZGERALD
The bookshop 1978
Edt. Impedimenta. 191 Pág
Cuando leo una novela de fácil lectura y no demasiado tamaño, siempre acepto el
peligro de leerla deprisa, como si de un tenue soplo se tratara, y acabar con la
impresión de haber dejado algo por el camino, no haberla suficientemente
desmenuzado por la propia inercia de la lectura. Así que asiento el paso, freno mis
ojos, y dejo que no sean los sentidos la que la analicen. Y me paro a reflexionar sobre
lo leído una vez acabado el libro. Cierto es que se hace siempre, pero es esencial en el
caso de este tipo de libros que desde su apariencia de inofensivos retratos de una
ciudad, unas personas o unos momentos más o menos exóticos, más o menos amables,
más o menos típicos, esconden, socavados, pozos de agua estancada, con ese salitre
que corroe las construcciones, los acantilados y las almas inexorablemente.
Penelope Fitzgerald no habla, aunque parezca lo contrario, de libros o literatura en
esta novela, se llama “La Librería” como podría haberse llamado “La sastrería"” o “ La
Licorería” o “ El Colmado” las referencias literarias o acerca de libros no variarían el
recorrido de la historia, nada que aportan esos temas haría diferente esta novela.
Habla de otras cosas: de mezquindad, del clasismo imperante todavía en la sociedad
inglesa -que supura por todos las heridas de la comunidad-, habla de cierta
inexorabilidad de los acontecimientos para ciertos tipos de personas esa sociedad, de
lo limitado que es el horizonte para una parte de los habitantes de ese pueblo, pero
también habla, por contraposición, del coraje, de las ganas de vivir o de intentar
aprender a sobrevivir con lo que se tiene entre las manos.
El recorrido de la novela por los ambientes y paisajes del libro, te hacen recordar
viejas novelas inglesas sobre pintorescos pueblecitos marineros, donde las gaviotas,
las olas, las casitas cerradas, los hoscos acantilados, largas playas, sus días lluviosos,
su color gris, hasta su poltergeist de andar por casa, parecen dibujar un paisaje casi
de postal de vacaciones, pero detrás esconde una ciudad encerrada en sí misma,
donde el mar va devorando centímetro a centímetros sus costas, donde las personas
son hurañas, donde parece que no ha pasado el tiempo y no parece que quieran que lo
haga, donde parece que están aislados mental y geográficamente del resto del mundo.
Y aunque pudiera parecer que la autora sólo utiliza la ironía -que lo hace en
abundancia- lo que refleja es un mundo triste, desesperanzado, corto de miras y
apático.
Los personajes están esbozados como si fueran parte de una pintura impresionista,
pequeñas pinceladas, dibujan la personalidad de los habitantes del pueblo, pequeños
puntos de colores, a veces brillantes y otros oscuros, configuran, claramente, los
rasgos definitorios de su comportamiento. Hasta los diálogos son cortos, casi
cortantes, para reflejar muchas cosas en pequeño espacio; con pocos elementos se
define la totalidad. Así todo pasa rápidamente, casi bruscamente, y cada cosa que
cuenta lo hace con el ahorro, casi la frugalidad, del que sabe lo que quiere contar y no
necesita más espacio.
La historia, en sí, es simple: Florence Green una mujer solitaria de mediana edad,
decide comprar un edificio histórico, para convertirlo en una librería. La dificultad es
que un pueblo pequeño, donde las personas no alteran sus vidas por nada, a no ser
que seas la mujer más rica del pueblo, que pretende que las cosas sucedan como ella
quiere. Algunas personas la ayudaran, otras la zancadillearan, pero el camino, para
ella, seguirá adelante.
wineruda
PU BL IC AD O P O R W INE RU DA EN 1 2 : 39 A . M . NO HAY CO M E NT AR IO S :
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CO N FA CEB O O K CO M PAR T IR E N P INT ERE ST
ET IQ U ET A S : L I TE RAT U RA B R IT ÁN IC A
J U E V E S , A B R I L 1 6 , 2 0 1 5
LA CALLE DE LAS CAMELIAS de MERÇE RODOREDA
LA CALLE DE LAS CAMELIAS de MERÇE RODOREDA
El carrer de las Camèlies 1966
Edt. Salvat 253 Pág.
¿Acaso no se escapan los pájaros de la comida y el agua segura de su jaula para
encontrar su libertad, para encontrar su camino sea el que sea? ¿Acaso esos pájaros
no lograrán marcharse cuando el frió e inerte invierno se desploma sobre los árboles y
campiñas, sin comida ni calor que los satisfaga? ¿Acaso eso evita su fuga, sus ganas
de salir de entre barrotes de hierro y comederos de plástico, palos que no son de
madera y columpios de un sólo trayecto?
Cecilia fue encontrada, allá por las primeras décadas del siglo XX, a la puerta de unos
señores acomodados, era un bebe de lloros forzados y risas fáciles. Acogida por
aquellos señores fue educada en el estricto conocimiento de ser niña abandonada;
vivió en su mundo de ensoñaciones, olores, flores, rocíos, sentimientos encontrados,
sábanas de segunda mano, cariños controlados y ganas de ver el mundo lejos de los
arriates del jardín de la casa. Así, un día, partió de casa para siempre sin ser niña pero
tampoco madura, con su amigo de infantiles escapadas, ya convertidas en huidas sin
retorno. Vivió, con él, entre maderas amontonadas de su refugio lleno de goteras,
agujeros y vientos traidores. Acabado aquello, nada mantenía a Cecilia entre los
abrazos, las miradas, las palabras de una persona única; y seguía escapando de todos
sus amantes: los esporádicos de las calles de Las Ramblas o, más tarde, de los pisos
de mantenida por hombres casados buscando su rutina de amor lejos del matrimonio.
A pesar de que su descenso fue lo más lejos al infierno, su mente se perdía entre
sueños-a veces pesadillas- y realidades que variaban entre lo pasado y su mundo
interior lleno de recuerdos, ganas, futuros, flores, imágenes, ensoñaciones, miedos,
engaños y la búsqueda de su propia supervivencia.
Rodoreda utiliza la primera persona, para contar tanto los hechos como las
reflexiones, los sueños, las sensaciones; para describir la, a veces, errática mente de
Cecilia. Eso le permite, a la autora, no juzgar al personaje; ni la condena ni la
absuelve, sólo la describe tal cual es, con sus errores y sus triunfos, sus caídas a los
abismos y sus vueltas a la superficie. Lo usa para describir y registrar una época en
una ciudad -Barcelona-, un lado de la sociedad de aquella época, un comportamiento
masculino, una forma de ver el mundo, un código moral y ético, una forma de vida,;
donde una mujer sin oficio ni beneficio, no educada en nada, no consolada ni
defendida por nadie, es pasto para amorales o impasibles hombres de mirada dura y
comportamiento angustioso.
Es sencillamente admirable la facilidad de Rodoreda para lijar con lima de grano
grueso lo que parece una superficie lisa y suave, para agriar con ácido lo que las
palabras de su prosa agradable, natural y delicada, parecen indicar. Sobre las lineas
de frases que no parecen advertir lo que va ocurrir o está ocurriendo, estalla una
situación donde la zozobra y la angustia se apodera de la acción, de los gestos o las
voces. Pero nada se inmuta en su discurso: ha sucedido y lo he contado. Como si fuera
una visión de un carretera polvorienta que se dirige al horizonte con baches y
trayectos lisos, donde un coche recorre esa carretera a pesar de todos los obstáculos y
sigue recto, para perderse allá entre la podredumbre de la neblina sucia y la belleza
de las flores silvestres que invaden la ruta. El recorrido a pesar de todo será fluido y
sencillo sólo acomodado al color del cielo, al ruido suave del motor, a los jirones de
niebla oscura y al olor de aquellas flores, acaso camelias.
wineruda
PU BL IC AD O P O R W INE RU DA EN 1 2 : 45 A . M . NO HAY CO M E NT AR IO S :
ENV IAR PO R CO R REO EL EC T RÓ N ICO ES CR IB E U N BL O G CO M PAR T IR C O N TW IT TE R CO M PAR T IR
CO N FA CEB O O K CO M PAR T IR E N P INT ERE ST
ET IQ U ET A S : L I TE RAT U RA C AT AL ANA
M A R T E S , A B R I L 1 4 , 2 0 1 5
LA VIDA INSTRUCCIONES DE USO de GEORGES PEREC
LA VIDA INSTRUCCIONES DE USO de GEORGES PEREC
La vie mode d'emploi 1978
Edt. Círculo de lectores 652 Pág.
Imagínate una gran pared, en ella, colgado, un gran cuadro que contiene un enorme
puzzle en las que se ve unos personajes centrales más grandes y una infinidad de
personajes secundarios más pequeños, todos ellos abarcados por la figura de una
casa, de un viejo edificio de París, sito en el 11 de la calle Simon-Crubellier. Si la casa
hablara de las personas que la habitaron, lo haría de doctores, de ricos herederos, de
obsesos, viudos, pobres herederos, sirvientes, acólitos, actrices, estudiantes, pintores,
viajeros, artistas, profesores, bailarinas, industriales, escritores, porteras, jovencitas,
bellezas nórdicas, decrépitos ancianos... todos viven o han vivido entres sus paredes o
han tenido relación con alguno de esos moradores. Todos ellos son los protagonistas
de las historias que rodean esa vivienda, algunos principales otros secundarios, todos
partes de aquel puzzle, que completo, visto con una vista alejada y cenital, deja ver la
imagen única que se descubre con la unión de todas las piezas pequeñas y grandes.
Cada piso es un teatro, cada habitación un escenario , cada mueble o cada cuadro una
posibilidad, cada fotografía un momento único a recordar, cada segundo un instante
para ser atrapado.
Pero no es tan sencillo, Perec no lo iba a ser... Ésta no es una novela al uso, no se
parece en nada, podría alguien decir que son una colección de relatos, pero es algo
más, hay una fina unión de historias únicas que recorren el libro, a través del tiempo y
el espacio,que se van completando unidas o completamente separadas de otros
cientos de sucesos, anécdotas, aconteceres, invenciones, sobre otras personas, libros,
viajes, cuadros, fotografías, leyendas...
Las historias, en principio, se presentan como un instante congelado, en las que desde
un punto de vista concreto hay cosas que vemos o no o lo hacemos parcialmente, para
luego perfeccionar lo visto, con la descripción al detalle , minuciosamente, de todo eso
que observamos y de su origen, fin o naturaleza. Y nada es superfluo, y aunque
pudiera parecer inconexo, nada de lo que cuenta está de más, cada uno de los detalles
son añadidos o pistas acerca de sus poseedores o protagonistas. Son como si una
habitación la tuviéramos decorada con miles de fotogramas de película y de cada uno
surgiera un nuevo film acerca de todo lo que pueda abarcar la naturaleza humana,
desde el placer hasta el odio, o sobre viajes o de arte, de amor, de estafas, de
persecuciones, de guerra, de lo cotidiano, de pobreza extrema, de envidias, de
venganzas, de huidas, de...
En el libro el tiempo va y viene, no tiene un suceder lógico, no es lineal, los sucesos
aparecen de entre siglos atrás o años adelante, a veces segundos atrás o minutos
adelante. ¿Cómo atrapar el tiempo? Sólo con la suma de instantes, como piezas de un
puzzle que va completando el conjunto que descubre lo real, lo que el ojo y el intelecto
puede describir y contar. Y da igual que las cosas se cuenten del final al principio o al
revés, porque al final todo está reflejado en el gran cuadro que es la vida de esos
personajes y nada alterará la percepción que se tiene de ellos.
La novela es una sucesión exuberante de conocimientos por parte de Perec, y de un
despliegue de imaginación cercana a lo ilógico, una desmesura de datos y
acontecimientos reales -personajes o acontecimientos- o inventados , que, por lo tanto,
necesita y exige al lector un despliegue a su altura. Donde puede aparecer un
sucedido contado con rigor casi histórico, o puede aparecer un desgarrado relato de
venganza u odio, o puede aparecer un acontecer contado con humor negro o irónico,
nada puedes dar como sentado en ella, nada puedes esperar como típico o tópico,
nada que no sea original -desde recortes de periódico hasta reseña biográficas,
bibliografía...- es susceptible de aparecer en el libro. Perec no sería Perec si lo
hubiera hecho.
Dentro de decenas de años, cuando las sesudas mentes de críticos literarios de oficio
se atrevan a calificar como clásica una novela que no sea anterior a los años 30 del
siglo XX está novela superará en prestigio y valor a muchas que ahora son calificadas
como tales. Puesto que es impresionante.... Un prodigio de valentía literaria, donde la
imaginación, el juego, la calidad, por supuesto el entretenimiento, el conocimiento, la
originalidad...son los valores principales y no únicas que reflejan sus páginas.
Y si por mi manera de querer describir la totalidad de lo que he leído pudiera parecer
que es un libro poco ameno o dificil, nada más lejos de la realidad, es un libro mágico
y muy entretenido, donde va sucediendo cosas y descubriendo personas hasta que de
repente, en un malhadado momento, acaba.
Wineruda
PU BL IC AD O P O R W INE RU DA EN 1 2 : 34 A . M . NO HAY CO M E NT AR IO S :
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CO N FA CEB O O K CO M PAR T IR E N P INT ERE ST
ET IQ U ET A S : L I TE RAT U RA FR ANCE SA
V I E R N E S , A B R I L 1 0 , 2 0 1 5
MI HERMANO STANLEY de JENNY DISKI
MI HERMANO STANLEY de JENNY DISKI
The vanishing princess 1995
Edit. Circe 250 Pág.
Tradc. Gian Castelli Gair
Sorprendentemente buena colección de historias; pero esa sensación de inesperado lo
es por el desconocimiento de esta autora, al menos para mí, y por la calidad de sus
historias, por la combinación de reflexión, imaginación, observación, por saber rascar
la superficie de la piel humana y encontrar entres sus venas las conexiones con
mundos propios en ese espacio que permanece entre lo cotidiano y lo insólito, por
sobreponerse a la comodidad de un relato común y adentrarse en las mentes de los
personajes hasta vaciarlos delante de tus ojos, desnudarlos, para mostrar sus cuerpos,
también, resueltos a actuar como son ellos en realidad, o como quisieran ser; también
por transformar los cuentos de príncipes y princesas en relatos, entre irónicos e
indómitos, en historias que se adentran en esas historias de niños para, de repente
convertirlo en algo para y con adultos.
Son 12 relatos sobre mujeres, sus personajes principales son femeninos, son las que
cuentan sus dudas, las que revelan sus necesidades, sus complejos, sus anhelos, sus
perdidas, sus patologías, sus contradicciones, su resolución, su búsqueda... Sean en
matrimonios frustrados o felices, sea en torres abandonadas o palacios viciados, sea
en paraísos silvestres o en sórdidas casas, sea en relaciones esporádicas o en amores
eternos, sea sobre añorados u odiados días infantiles, sea siendo engañadas o siendo
las que engañan, las que ríen o lloran, con padres odiados o queridos. Son, casi todas,
historias sobre la meditación y la introspección en sus actitudes, en su pasado, en sus
relaciones, en su manera de actuar. Eso no significa que sean cuentos pesados o
extremadamente profundos, son relatos a veces irónicos,a veces con sorna, otras
veces tristes o que te hacen pensar , otras veces son como un concierto de heavy
metal en la Abadia de Westminster, que te descolocan y sonríes con comprensible
aturdimiento de sorpresa.
La voz narradora emite, en casi todos sus relatos, una oración común; esa necesidad
de ser comprendidos y comprender -acciones, palabras, hechos, pensamientos-y
aunque sea exagerado decir que en todos aparece esa misma voz, sí que comparten,
como es lógico, un mundo común donde muchas veces el sexo, la infelicidad, la
fidelidad -y lo contrario-, la añoranza de una infancia más feliz, , la insatisfacción, o el
desengaño del simple discurrir de la vida inesperadamente distinta a lo que se había
creído, comparten en muchos casos páginas en este libro. Donde sus protagonistas,
exceptuando las princesas y alguna jovencita, son mujeres ya no del todo jóvenes,
trabajadoras, casi acomodadas, y que hacen lo que podría decirse como una vida
convencional pero...
Hay muchos cuentos que merecen mucho la pena en este libro, pero no podría hacer
un comentario sobre él sino nombrara uno en concreto que me ha dejado impactado,
por sus temática, por como está escrito y por que es bueno hasta para leerlo varias
veces seguidas, se titula “el saltavías”, y por favor, si tienes la oportunidad, no dejes
de leerlo puesto que no estorbaría en una antología de los mejores relatos del siglo
XX. Claro está que es una opinión nada más, de alguien que evidentemente no ha
leído tanto como para osar decir esa afirmación , pero ¡qué puñetas! Como autor de
esta reseña me reservo el derecho a aclamar que este cuento sera uno de los mejores
que leereís nunca, o casi...
wineruda
PU BL IC AD O P O R W INE RU DA EN 1 1 : 45 P . M . NO HAY CO M E NT AR IO S :
ENV IAR PO R CO R REO EL EC T RÓ N ICO ES CR IB E U N BL O G CO M PAR T IR C O N TW IT TE R CO M PAR T IR
CO N FA CEB O O K CO M PAR T IR E N P INT ERE ST
ET IQ U ET A S : L I TE RAT U RA B R IT ÁN IC A
V I E R N E S , A B R I L 0 3 , 2 0 1 5
ELOGIEMOS AHORA A HOMBRES FAMOSOS de JAMES AGEE y WALKER EVANS
ELOGIEMOS AHORA A HOMBRES FAMOSOS de JAMES AGEE y WALKER EVANS
Let us now praise famous men 1939
Ed. SEIX BARRAL. 397 Pág.
A finales de los años 30 del siglo pasado, dos periodistas reciben el encargo de hacer
un reportaje sobre los agricultores arrendatarios del sur de Alabama en Estados
Unidos. James Agee lo escribiría y Walker Evans lo fotografiaría. Rechazado el
proyecto una vez escrito, se convertiría en este libro. Por lo tanto, éste, debería ser un
reportaje, o, más allá, un ensayo sobre las formas de vida de esos arrendatarios
pobres. Ambas cosas lo son, cierto, pero va más lejos, a algún lugar incierto entre la
narrativa de ficción , la poesía, el relato intimista; todas las formas que podrían
incluirse en una novela. ¿ Lo es? Cada lector tendrá su propia opinión, sin duda hay
momentos que lo parece, otros son más una expresión de un ensayo político, otras
veces social o ético o un relato periodístico puro y duro, pero la aparición de una
especie de monologo interior , de recursos estilísticos totalmente literarios, de prosa
poética -o directamente poemas-, de descripciones natural y firmemente también
literarias, haría dudar a cualquiera que este libro es un híbrido de la literatura de
ficción o un cuerpo extraño en la corriente de sangre del ensayo o el periodismo.
El libro se divide en tres partes: la primera es la aparición de los dos periodistas en el
pueblo, en las casas y en la vida cotidiana de las tres familias protagonistas -los
Ricketts, los Woods y los Gudger-. En esta parte habla sobre cosas normales: del
paisaje, de lo diario, de cada individuo, del trabajo duro -del cansancio que
sobrelleva-, de la falta de futuro,de que no hay nada tras el día siguiente sino es la
misma rutina esclavizada y harapienta. Pero lo que da valor a lo contado es la épica
que hace de lo habitual , aclama el respeto y el amor por cada una de las personas de
las que habla a través del fragor y lo barroco de su prosa poética, que requiere
concentración en la léctura para que nada se te escape, para que nada se te oculte,
para recuperar el significado profundo de lo que cuenta James Agee, que utilizará
contínuas digresiónes para dar su visión de ese mundo y de su mundo en particular,
de como ve las cosas y como querría que fuesen.
La segunda parte es el análisis pormenorizado de lo que tienen esas familias: dinero,
vivienda, ropa, educación, trabajo, del cultivo del algodón y el maiz, ... Todo ello, ese
simple análisis -que no lo es tanto-, más sus reflexiones, le servirán para reflejar las
terribles condiciones de vida de esos arrendatarios blancos que son el centro de su
“reportaje” (aunque en todo el libro aparecerán las condiciones aún más atroces de
los agricultores negros) . Todo está contado y casi enumerado de manera minuciosa, y
lo que pudiera parecer un informe burocrático se convierte en casi un poema -desde
las descripciones, hasta esas reflexiones de lo inhumano de la situación - donde Agee
parece espiar a sus actores y su escenario para ver que sus defectos son bellos, que
cada cosa, por pobre y fea que sea, es parte de un todo único y estremecedor que
remueve la mente y los sentidos, y allí muestra su admiración y su amor por cada una
de las cosas que ve, y renueva su rabia, política y racional, por esa situación y por lo
que significa para todos los que la sufren.
En la tercera parte, la más corta, Agee habla directamente a sus tres familias
protagonistas, les habla a la cara, se dirige a ellos y les dice que los entiende, que
comprende sus problemas, que sabe de su dolor, que sufre el calor y el frío de sus
cuerpos, que nota las heridas que provoca la recolección del algodón . Y, a través de
una suerte de monologo interior, cuenta sus reacciones ante ellos, el sentimiento que
le producen, y, a través de múltiples digresiones, habla de sus fantasías y de sus
fantasmas, de las imágenes que le vuelven del pasado y le proyectan a un mundo
querido posterior, habla del paisaje que le rodea. Y más allá de la unión de la realidad
y la ficción aparece un mundo repleto de personas que pueblan una vida sin futuro y
donde el presente es una extensión de la nada.
Las bellas fotos de Walker Evans, aunque puestas como un añadido extemporáneo,
casi ajeno al libro, merecen que, una vez acabado el libro, se vuelva a ellas para ver a
las importantes personas que han sido fotografiadas. Ésas que a través de sus ojos,
sus ropas o sus gestos, improvisan un canto a la dignidad humana más allá de la
posición social, económica, educativa que les ha tocado vivir. Son personas que ya no
existen en la realidad, pero son expresión de todo lo que puede poblar, pobló y
poblará el mundo pasado, presente y el futuro. Y que son dignos de ser conocidos, y
contadas sus historias aunque no sean personajes importantes o no aparezcan más
allá del reflejo en una partida de nacimiento, de boda o de defunción.
wineruda
UN PINTOR DE HOY de JOHN BERGER
UN PINTOR DE HOY de JOHN BERGER
a painter of our time 1958
de. Alfaguara. 311 Pág.
Traducción: Pilar Vázquez
La existencia del pintor exiliado húngaro Janos Lavin , ya cerca de los sesenta años, cambia el
mismo día que encuentra el éxito de su obra en una exposición ; simplemente desaparece del
Londres donde vive, abandona su vida normal, su mujer , sus amigos, su taller de pintura y no
queda rastro de nada suyo por las calles, casas, brazos o voces cruzadas entre las que sobrevivía.
Aparentemente es el inicio de una reseña de una novela de misterio: cierta intriga, un poquito de
investigación y unas gotas de suspense y se completa una novela policíaca al uso. Nada más lejos
de la realidad de este libro, es la antítesis de una novela negra. Es el diario de Janos con notas al
margen explicativas del narrador de la historia -su amigo John- sobre lo que sucedió en los
costados de lo que contaba, y, entre otras cosas, una apasionante clase magistral sobre lo que es
el arte en todas y cada una de sus facetas -creativas, comerciales, morales, técnicas, pasionales...-
una reflexión sobre la creación y el artista, una descripción meticulosa sobre cómo es el pintar un
cuadro, un atlas sobre el conocimiento teórico y práctico de la pintura.
Berger pinta un paisaje con figuras, en él combina valores enfrentados: la conciencia de un
autoexiliado en un país extraño, la vida un pintor comunista en pleno centro del capitalismo
burgués, el artista que crea para vivir pero que no vende sus cuadros, la de un luchador que ha
abandonado el ring de la lucha, un creador que recrea el pasado en el mundo de hoy , compagina
el recuerdo y el futuro, el dibujo figurativo y el abstracto... Pero el dibujo, las figuras centrales de
la escena hablan sobre cómo es el acto de crear un cuadro -el sufrimiento, el análisis, las luchas
internas, la indolencia o la obsesión alternativas del pintor, la decepción, el sudor, las alegrías, las
tristezas...- Y el estudió filosófico de la vida y en concreto de la de ese exiliado, y de la política y del
amor y desamor y... Todo, combinado, compone, minuciosamente, una muestra de como era el
Londres de los años 50 del siglo pasado, para un artista obsesionado con el pasado luchador
antifascista y sus lienzos.
Es un libro sobre pintura pero que va de la mano con la política. Janos vive de sus pinceles, ama
sus lienzos y sus colores, existe por sus dibujos, pero en su mente, en su ser, es parte de él , brota
el comunismo. Añora su juventud, se avergüenza de haber abandonado aquella lucha pero
conserva aquellos valores, suspendidos entre la ilusión pasada y la decepción de cómo son las
cosas ahora. La muerte de su amigo Lazlo, le hará replantear todo lo que piensa... Podría pensarse,
leyendo lo anterior, que el libro, en sí, envejece con las historias de la guerra fría de aquellos años
del siglo XX, pero no, no es así, es un reflejo de un tiempo y una forma de vivir que debe quedarse
entre escritos y hojas para que no se olvide nadie de cómo fueron y para qué. Nada puede
esconderse de los ojos de la gente, y menos el pensamiento de las personas, la decisión personal
de defender unas ideas vehementemente.
En la historia aparecen, también, una seria de personajes ajenos o adeptos a la “industria” del
arte, a los que Berger fulmina o adora, desdeña o admira, con los que se va componiendo otra
historia sobre personas, asuntos, “marrullerias” comerciales, desdeñosos “snobs”; todo un mundo
de hombres y mujeres que rodean esa “industria” o aparecen aquellos que sólo admiran al artista
tal y como es, que no esperan nada de él , sólo que los haga felices con sus dibujos, que admiran
un cuadro o al autor por él mismo, no por lo que vende. Cuenta lo que se oculta entre los
sumideros y los palacios sobre los creadores, corredores de arte, académicos, coleccionistas,
galeristas y los descubre tal y como son, desnudos como cualquier maja de Goya .
No acertaría en definir con una palabra lo que me ha atraído de este libro, sólo una combinación
de formas de contar, estilos de combinar, modos de enseñar a mirar o cómo compagina un diario
con lo explicativo de una novela, lo abrupto y contradictorio del pensamiento de Janos, la
aparición de una forma de poesía del color en precario equilibrio con la prosa dura y precisa de la
realidad cotidiana, la sensación de estar sentado en una silla de la universidad oyendo una lección
ejemplar sobre la relación entre literatura y la pintura; podrían explicar la razón por la cual me ha
seducido este libro.
wineruda
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CO N FA CEB O O K CO M PAR T IR E N P INT ERE ST
ET IQ U ET A S : L I TE RAT U RA B R IT ÁN IC A
V I E R N E S , M A R Z O 2 0 , 2 0 1 5
QUI PRO QUO DE GESUALDO BUFALINO
QUI PRO QUO DE GESUALDO BUFALINO
qui pro quo 1991
Anagrama 174 Pág.
Como en aquel cuento de Hans Christian Andersen : ¿el rey está desnudo o no lo está? ¿ Es ésta
una novela con sentido literario o es un un artificio, una treta, para hacer un libro al uso para
vender sin mucho esfuerzo? Pensémoslo... El texto es una novela policíaca con todos sus
condimentos típicos, que no sería ningún pecado si Bufalino se dedicara a ello, si tuviera un campo
cultivado por todas las experiencias pasadas y escritas sobre ese tema... Tampoco es pecado que
un escritor escriba una novela en un campo que no es el suyo, ni mucho menos; es más casi diría
que es un ejercicio de valentía y de experimentación. Pero vayamos al tema, a lo que me
preocupa... Si hay algo que me molesta son libros vulgares publicados por buenos escritores a la
estela de otros buenos escritos , pillar la ola y subirse en ella para navegar hasta la orilla. De esos,
ejemplos hay muchos, especialmente en los que ametrallan el mercado con libro casi diario... ¿ Es
éste el caso? No lo creo... Bufalino escribió o, mejor dicho, publicó sus novelas a una edad tardía y
por ello muchas en poco tiempo; así que de eso no es culpable. Además la calidad literaria de la
novela es incuestionable: el estilo personal del autor con su propia e inalterable forma de describir
las cosas, de contar sus historias, de documentar sus labores, de hacer hablar a sus personajes, esa
forma culta, (que no para cultos -aunque reconozco que he tenido que usar el diccionario tres o
cuatro veces-) de componer la totalidad de las narraciones hace que el libro sea valioso por si
mismo. Así que me respondo a la pregunta del principio: el rey estaba desnudo. Es una novela
estimable en cuanto a ella misma, podrá ser mejor mejor o peor en cuanto a novela policíaca pero
la suma de otros valores literarios hacen que sea una buena forma de leer algo con enjundia,
apreciable.
¿Pero de qué trata la novela? Después de toda esa perorata que he soltado sobre dudas que me
asaltaron al acabar, debo explicar el porqué de ello. No ayuda a que se le valore como libro, el
hecho de que digan en la contraportada que es una homenaje a Agatha Christie, que lo es, pero
creo que debería surgir al leerlo , no debe ser contado por la editorial -algo típico en en los
escritores de la reseña del libro en la contraportada ellos: cuentan más de lo que debieran.
Estúpida costumbre.- Así el contexto de la novela es una serie de personajes pasando unas
vacaciones juntos en unas villas cercanas unas a otras, todos ellos importantes figuras del mundo
de la edición de novelas policíacas italianos y esposas y artistas... Más el personajes principal y
narradora de la historia ; Esther. Secretaria del dueño de la editorial y aficionada a escribir
historias policíacas en secreto. El siguiente paso es el asesinato de uno de ellos, claro está... Lo
siguiente sera que se quedarán atrapados en el lugar por una tormenta, y la aparición de la policía,
y los indicios, sospechas, tretas y acusaciones derivadas de aquello. Todo muy típico...Lo diferente
será la forma de contar de Esther y lo que cuenta sobre ella y sus pensamientos, realidades,
sentimientos, también sumaremos las variaciones del cauce característico de esos relatos y, sobre
todo, el poso profundo de la ironía de Bufalino, la huella aguda del paso pesado de los guiños a las
variantes ( y bromas) que puedes sacar de leer algo tradicional si lo miras por el otro lado del
espejo: juegos de palabras, de imágenes, de nombres, personajes arquetípicos que se revelan
como todo lo contrario, muertes tontas que no lo son, relaciones poco recomendables que se
recomiendan...
En resumidas cuentas: no es la novela por la que dejarás de leer otras, pero, entre bromas y veras,
Bufalino compone un libro agradable de leer, sin mensaje, sin añadidos, ni perfumes perdurables,
pero que te atrapa y la lees con gusto hasta acabar, y sonríes por lo bien que debió pasárselo
escribiéndolo, dando vueltas al calcetín para encontrar, de nuevo, el reverso. Lo mismo que yo
leyéndolo... ¡Ah! Pero para eso has tenido que leer a Agatha Christie... ¿O no?
wineruda
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M A R T E S , M A R Z O 1 7 , 2 0 1 5
LAS DIEZ MIL COSAS DE MARIA DERMOUT
LAS DIEZ MIL COSAS DE MARIA DERMOUT
de tienduiz end dingen 1959
ED. DESTINO 1959
Se pueden contar con los dedos de una mano los libros que he releído, éste es uno de esos pocos,
cada vez que lo miraba en la estantería sentía que algo se me había pasado, que a pesar de que
me había gustado mucho, los detalles de todo lo que cuenta María Dermout se me habían
escapado de entre los dedos como la arena fina de aquellas playas de las Molucas.
Y así es... La lista de detalles, a veces ínfimos a veces aparatosos, que se me había despeñado por
mi falta de atención o porque con el tiempo uno aprende a leer con más sabiduría y atención,
eran demasiados para un mínimo de rigor literario. Cada detalle era una nueva forma que aparecía
en el recuerdo, de entre aquellas diez mil cosas que aparecen casi una por una por entre las hojas
del libro, apenas he reconocido unas pocas, todo el imaginario del libro se presenta apabullante,
te rodea, te señala, te deletrea todos sus nombres para que no los vuelvas a olvidar.
Siempre me ha impresionado la capacidad de un escritor para combinar lo bello y lo triste, lo
poético con lo cruel y lo salvaje. María Dermout lo lleva más allá, compagina las páginas, los
lugares, los sentimientos, las situaciones mas bellas, contraponiéndolas a lo más duro, a la cara
menos dulce de la vida y quizás por ello puede construir un libro sobre la vida, sin artificios ni
atajos. Así son las cosas. ..A fin de cuentas el transcurrir del tiempo es una sucesión de malos y
buenos momentos, de imágenes bellas y trágicas, de momentos para recordar o para olvidar, de
vivos y muertos, de amor y odio. Y así se refleja en sus textos.
El libro te seduce, casi te fascina, por el recorrido por la vida de una sucesión de mujeres y
hombres, en las que la principal protagonista es“ la dama del pequeño jardín” , que educada por
su abuela, maestra en las cosas mágicas, en las formas invisibles, en los elementos que confunden
realidad y deseo, es la dueña de un pequeña parte del mundo en una isla de las Molucas en un
momento indeterminado entre el siglo XIX y XX, donde la vida se mueve lenta y ordenadamente,
donde cada cosa debe ser respetada y llevada por un cauce acorde a su dignidad e importancia,
donde las pequeñas cosas tienen la misma importancia que las grandes, donde los detalles
mueven el mundo. Pero también te seduce por el recorrido por el lado oscuro de la vida: la
muerte. Pero que en el libro aparece como un suceder de la vida: hay personas que matan y las
hay que mueren. Todos son, quizá, victimas al mismo tiempo, pero son las asesinadas las que
vuelven a hacerse preguntas, a regañar a los vivos, a comprender su principio y su fin, a jugar en
sus playas o sus selvas. Nadie sabe si son de verdad o es la mente de las personas que se apenan
por ellos los que las han atraído, pero ahí están , vivos por un momento. Sobreviviendo entre las
palabras y la memoria de las personas que las amaron o que simplemente las recuerdan o
respetan tanto su vida como su muerte.
Parece por un momento, mientras lees el libro, que de las páginas del libro emana un olor a
especias y mar, que el calor inunda la habitación y los pájaros de vivos colores sobrevuelan la
lámpara del techo; es la magia de la literatura, de la buena literatura, la que hace parecer ciertos
los hechos que se describen, las cosas que se cuentan, nada parece distante, no hay océanos
separándonos, entre tú y “la dama del pequeño jardín”. Vives, ríes, te matan, remas entre las
“proas” de la bahía exterior de la isla, recoges cocos, cortas orquídeas, ves fantasmas y los delatas,
recoges moluscos y caparazones, pescas pequeños peces a la luz de las antorchas, tocas campanas
para despedir a los invitados, guardas cosas mágicas en los cajones, y todas aquellas miles de
cosas que cuando cierres los ojos, ahora o dentro de muchos años, te harán recordar cosas
importantes o bellas que has leído, visto, hecho o soñado.
wineruda
PU BL IC AD O P O R W INE RU DA EN 1 :1 6 A . M . NO HAY CO M E NT AR IO S :
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ET IQ U ET A S : L I TE RAT U RA H O LA ND ES A
J U E V E S , M A R Z O 1 2 , 2 0 1 5
QUE EL VASTO MUNDO SIGA GIRANDO DE COLUM MccANN
QUE EL VASTO MUNDO SIGA GIRANDO DE COLUM MccANN
Let the great world spin 2009
RBA . 480 Pág.
Rompí mi arraigada costumbre de acabar todos los libros, por malos que fueran, hace ya tiempo, convencido de que hay tantos para leer, y buenos, que no merece la pena malgastar el tiempo en una mala historia o en una mala técnica literaria o lo que fuese de funesto que tuviera el texto. Me pasó con la primera historia de este libro, a punto estuve de mandarlo a paseo, al rincón de los olvidables, irritado por su forma de escribirlo, con su molesta manera de intentar acabar las frases con un final digno de pasar a los anales de la literatura. Pero por suerte algo me avisaba de que siguiera, y ahí aparecieron los siguientes capítulos que en nada se parecían al primero. Todo tenía su explicación : Colum Mccann adapta su manera de escribir a la manera que lo hacen los protagonistas de sus capítulos, que en su mayoría son historias narradas en primera persona por diferentes personajes. Así aparecerá una prostituta de frases cortas, brutales, desesperadas, o una ama de casa de sentimientos confusos y grave sensibilidad, o una artista alterada por la droga y por la búsqueda de el perdón y de si misma o una divorciada que ha perdido sus hijos y vive en un mundo ajeno a lo que ella es o... Todos adaptan su lenguaje a su situación, a su formación o a su vida en ese momento.
La novela en su estructura se parece a otras en las que una sucesión de historias, en apariencia desunidas, van encajando unas con otras, donde pequeñas o grandes costuras van conformando una unidad que acaba en un vestido completo y a medida. Podría ser, por tanto, que ésta fuese una novela típica, pero no lo es . Y no lo es porque existen, por fortuna, más cosas en la literatura que una estructura común: la profundidad de las historias, lo complejo de los personajes, la originalidad de sus planteamientos, la valentía de sus textos, la forma de escribir y describir, cómo lo cuenta, para qué lo cuenta y esas pequeñas sumas de cosas que te hacen comprender que no es una novela del montón. Supongo que es como preparar una taza de café negro y distinguir si te ha salido bueno o demasiado aguado; aquel tiene sabor, textura y olor ; se nota enseguida.
Todo comienza con un funámbulo que atraviesa por un cable, claro, la distancia entre las dos torres gemelas en Nueva York , tiempo más atrás un joven irlandés se había entregado, en nombre de Dios, a la ayuda de las personas más desesperadas, y unas prostitutas, años después, pasean sus cuerpos semidesnudos por las calles del Bronx, y un grupo de mujeres lloran a sus hijos muertos en la guerra de Vietnam, las drogas corren por las élites culturales de Nueva York... A pesar de que el tiempo salta en la historia, la acción principal trascurre en un día de 1974, Nixon ha dimitido, la guerra de Vietnam está en sus últimos estertores, sucede algo...
Los personajes se revelan tan distintos en sus propias historias, en sus mundos ajenos unos de otros, casi atrapados en sus relaciones y en sus vidas, que parecería imposible encajarlos en un lugar común. Todo lo cotidiano que los une es la ciudad de Nueva York: rotunda, inhóspita, salvaje a veces, deshumanizada siempre, pero que los personajes de la novela la van desnudando; poniendo cara y cuerpo a una sociedad perdida y en constante búsqueda de cosas tan simples como amistad, comprensión, amabilidad, amor... Sólo les hará falta un acontecimiento para perder o ganar en esa búsqueda. Esa explosión que derriba todo, como un antibiótico que cura eliminando microorganismos tanto positivos como negativos. Recuperarse es cuestión de tener suerte en la vida o, más en concreto, en ese momento de su vida.
Colum Mccann cuenta que pequeñas cosas cambian la vida de la gente, desde iluminaciones personales, hasta frases que se dicen o no se dicen o sentimientos que se expresan o no, o un decisión momentánea basada en una mirada en búsqueda de ayuda, o una pena profunda o un reflejo instintivo, todo puede hacer cambiar para siempre la vida. Habla de las decisiones que se tomaron, del pasado dulce o amargo. Y, como todo, siempre tendrá dos versiones la del que mira y la del que es mirado, del que odia y del amado, del que espera y el esperado, del que vive y del que sobrevive.
Pero, al final, todo fluye, todo gira, nada se detiene, todos estamos de paso.
wineruda
ROCK SPRINGS de Richard Ford
ROCK SPRINGS de Richard Ford
rock springs 1987
Anagrama. 247 pág.
Siempre me ha parecido complicado hacer una reseña sobre un libro de cuentos,
supongo que porque necesito cierta unidad en lo temático y en lo conceptual, creo que
es un defecto mio el intentar comprender en todo lo que leo la totalidad de la obra,
hacer de ella un único individuo. Ello, en un libro de cuentos, no tiene por qué suceder
y pocas veces sucede, porque aparte de la voz narradora -y no siempre- las
narraciones son una sucesión de historias más o menos ligadas por un patrón que lo
que refleja es una sucesión temporal de cúando han sido escritas o que sean lo mejor
de los mejor del autor. En “Rock Springs” se encuentra un patrón creativo -que
alguien puede entender como que las historias iguales y para nada lo son- basado
tanto en el espacio -una región solitaria y rural de Montana- como en lo temático o en
lo creación del cuento -personajes, situaciones, reflexiones- o en el ambiente casi
siempre opresivo que subyace en todos los cuentos.
Los personajes de los cuentos llevan una vida anodina , llevada por el suceder de los
días en un ambiente cerrado y en unas ciudades pequeñas donde nunca pasa nada,
casi todos son personas que van buscando un lugar en el mundo, en su mundo. Y que
en un momento, acaso por un simple comentario por un nimio acontecer , van a
cambiar sus vidas, no se sabe si para bien o para mal, pero lo va a hacer. Las cosas
casi nunca van bien, no han ido bien en años, presos de su situación o de sus
debilidades sociales o morales, son personas en permanente huida, en pensamiento o
en obra, y que han cometido errores o los van a cometer y que ello los delata en su
proceder.
Pero Ford es como un martillo que te golpea la cabeza, no hay piedad, no hay
momento de descanso ni para el lector ni para el protagonista, cuenta las cosas como
son, y deja ver como van a ser, que nada parece solucionarse, sólo el tiempo
transcurre y las personas a pesar de sus intentos van y vienen pero siempre están y
estarán perdidos. Muchos de sus personajes son niños o adolescentes que van
descubriendo viendo a sus mayores -a sus padres- adentrarse en la vida, en la dura,
cruel e increíble vida, que casi siempre parece normal hasta que ese momento -en un
momento justo- les hará cambiar su visión de todo o simplemente ven con claridad lo
que siempre le ha parecido normal y no lo es.
Sus historias son tristes, realistas, con personajes que acaso crees lejanos pero no
dejan de ser mujeres y hombres con vidas comunes sólo que están en el límite del
margen de la sociedad, a un paso del abismo, a cuatro pasos de la nada, sean
divorciados, parados, cazadores, pescadores por aburrimiento, alcohólicos,
abandonados,...o sean o hayan sido ladrones o que tuvieron que pasar por la cárcel,
pero todos construidos por Ford de tal forma que comprendes sus sensaciones, ves la
lógica de su evolución en la percepción de lo que ve y de lo que siente, desentrañas
sus misterios, sus olvidos, sus mezquindades. Las palabras cuentan historias pero son
las frases omitidas, las que imaginas que serán, las que más cuentan, las que hacen la
fotografia más real de lo contado. La creación de los ambientes, de las personas, la
descripción de los lugares, de las situaciones, las conversaciones oídas o sentidas, lo
que pasó hace tiempo o lo que va a pasar en el futuro, todo está descrito en sus
cuentos de manera ajustada y admirable.
Pero es la galería de protagonistas secundarios los que más admiro en los cuentos, es
más una representación coral de una historia, una especie de teatro de la vida con el
escenario abarrotado, que una historia única sobre uno de ellos. Todos aportan al
personaje, y no precisamente con trazos gruesos, una verosimilitud inigualable.
¿ Son historias sobre perdedores? Creo que es una palabra demasiado usada en
EEUU, demasiado amplia para encuadrar a todos los actores que intervienen en sus
relatos. Creo que son historias sobre personas que buscan, han buscado y buscarán,
pero que casi nunca han conseguido encontrar nada ni lo harán.
wineruda
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ET IQ U ET A S : L I TE RAT U RA NO RT E AM ER IC ANA
J U E V E S , F E B R E R O 1 9 , 2 0 1 5
OLIVE KITTERIDGE de Elizabeth Strout
OLIVE KITTERIDGE de Elizabeth Strout
Olive Kitteridge 2008
El Aleph. 324 Pag.
“ Nacemos solos, vivimos solos, morimos solos...” Es un pensamiento de Olive
Kitteridge. Nada reflejaría más su personalidad que esa frase; sobre la multitud de
expresiones que pueblan el libro, llenas de franca agudeza y continua mezcla de
malhumor, malicia y fieras alocuciones, esa frase plasmaría su lado más profundo: la
rotunda soledad del que vive encerrado en si mismo, preso de sus manías y
aprendizajes, confinado en un mundo estrictamente sujeto a reglas inamovibles en
principio... pero que la vida va enseñando a temperar.
Ésta podría ser una novela resultado de una suma de cuentos, o unos cuentos que
recomponen una novela, que, por otro lado, habla sobre un pequeño pueblo pesquero
de Maine en Estado Unidos, donde la gente vive en su pequeña comunidad llena de
problemas cotidianos, desgracias, alegrías, soledades... Historias mínimas que
sumadas aportan un paisaje detallado de lo que puede o pudiera ser la vida para cada
uno de nosotros. Sobre o dentro de todas esas historias aparece , rotunda, sincera, la
figura de Olive, para , a veces, mostrar un pequeño detalle, y, otras veces, dominar y
conducir la historia y las personas que la pueblan: desde su comprensivo y cariñoso
marido Henry o su hijo Christopher o los más diversos personajes de la familia ,
amigos, conocidos o simplemente vecinos. Todos contradictorios actores del teatro de
la vida del pueblo, algunos plenos de sentimientos positivos, otros llenos de amargura
o de ganas de escapar de allí; fieles o infieles, amables o antipáticos, valientes o
cobardes, sabios o lerdos... Todos equipados de las ganas de vivir, pero a los que la
vida ha tratado de diferente manera.
La novela no tiene un camino fijo en su construcción; las historias, incluso a veces el
tiempo, no llevan, en general, una secuencia lógica; pareciera que un pintor ha
pintado diferentes cuadros sobre paisajes y personas, dispersos en el tiempo y en el
espacio y los ha expuesto en una galería sin orden; todos son parte de una misma
colección, todos hablan de lo mismo , si los ves recompones el lugar, las figuras, los
ambientes , las expresiones, hasta el clima, pero tienes que absorber los colores,
alimentarte de sus caras, saborear sus detalles, adaptarte al conjunto para
comprender la totalidad de lo que expone y explica.
Pero no aclararía bien lo que me pareció esta novela sin volver a recalcar la
importancia de Olive, a fin de cuentas así se llama el libro, y podría entenderse por lo
anterior que es sólo el reflejo de la vida de un pueblo... Pero no, no acaba ni empieza
ahí el libro. Su valor literario estriba en combinar aquello , la representación coral del
pueblo, con los matices del pensamiento y la vida cotidiana de esta mujer. La
elaborada construcción que Elizabet Strout hace del personaje, tanto en su
personalidad como en su evolución a lo largo de la historia, sea por los aconteceres o
sea por las decisiones que debe afrontar, es la parte primordial y más interesante de
la novela. Es un personaje que hay momentos que odias, repudias o te hace
estremecer, hay momentos que la aprecias y la admiras, pero , sobre todo, al final la
comprendes.
¿Pero qué me deja el libro? Todos los libros que aprecio o que merecen la pena dejan
algo: una sensación, una idea, una palabra, un color, incluso a veces un olor; hay
veces que me han dejado sensación de calor... Ésta la recordaré por una palabra que
me sale automáticamente al recordarla : Belleza. Es un libro bello por como está
escrito, por sus reflexiones, por sus descripciones, por todas las cosas que conforman
su estructura, por la cimentación profunda de la personalidad de sus personajes, y por
el conjunto afinado de matices que te hacen sonreír de admiración.
wineruda
PU BL IC AD O P O R W INE RU DA EN 1 2 : 35 A . M . NO HAY CO M E NT AR IO S :
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CO N FA CEB O O K CO M PAR T IR E N P INT ERE ST
ET IQ U ET A S : L I TE RAT U RA NO RT E AM ER IC ANA
L U N E S , F E B R E R O 0 9 , 2 0 1 5
EL TIEMPO DE NUESTRAS CANCIONES de RICHARD POWERS
EL TIEMPO DE NUESTRAS CANCIONES de RICHARD POWERS
The time of our singing 2003
Mondadori . 772 Pag.
Traductor: Jordi Fibla
Hacía tiempo que buscaba este libro, lo único que me hacia dudar es que en ningún
blog, en ninguna web, había un mísero comentario sobre él, eso que ya tiene 12 años.
Ahora lo único que lamento de haber empezado esta novela, es que no puedo volver a
empezarla y descubrirla por primera vez, de nuevo. El placer de la lectura se
dimensiona entre sus páginas, encuentras un punto comparativo, una medida a la que
cotejar , un refugio de tus dudas, un mapa por donde caminar sin perderte entre un
laberinto de libros de los que sospechas. Aquí, en esta novela, no recelas, fluyes por
sus letras como por un río que corre, veloz, hacia el mar. A pesar de sus cerca de 800
páginas tuve que decelerar la lectura, apaciguar mis ganas de seguir, -saber, digerir,
escuchar- , para saborear sus textos, oir su música, llorar sus penas, entender sus
conceptos y gritar sus ganas. Pero la leí en silencio, sin musitar nada, para entender
el sonido de sus pasajes, como una partitura de un motetea capella escrito para
muchas voces y un sólo oído, el mio.
“El tiempo de nuestras canciones“ es la historia del matrimonio entre David Strom y
Delia Daley. Entre un científico judío huido de Alemania, y una joven cantante negra,
en el Nueva York de los años 30 del siglo pasado; tiempo y lugar en los que en muchos
estados norteamericanos estaba prohibido ese matrimonio “mixto” bajo pena similar a
la de homicidio. Y es la historia de sus hijos - Jonah, Joseph , Ruth- Y es el testimonio
sobre sus familias, de su crecimiento, de su cambio, de sus verdades. Pero también es
la crónica de un familia y una sociedad sumida y sojuzgada por el racismo, donde
nada les es permitido a los negros, nada se les perdona, ningún derecho les es
otorgado. La novela discurre entre aquellos acontecimientos históricos reales - lucha
por las libertades civiles, panteras negras, asesinatos … -y su reacción y relación
sobre los protagonistas del libro.
Pero lo que amalgama el libro, lo que le hace sobresalir, es la música. Sus
descripciones, sus detalles, su conocimiento, todo resalta sus líneas, agita tu intelecto.
Por sus folios pasan desde Byrd, Bach, Schumann, Schubert, Beethoven, Rodrigo,
Dvořák, Mozart, Haydn, Verdi, Dowland, Mahler... hasta el jazz de Coltrane, Nina
simone o Miles Davis. Y el gusto es tan exquisito que conmueve los sentidos, pareces
oír latir sus gargantas, acompañar sus teclados, insuflar aire a sus pulmones para que
surjan sonidos fortes o pianissimos, crescendoso diminuendos. Y es la música la que
une el matrimonio, la que alegra sus días y noches, la que perdona sus problemas,.
Pero será la que separe a parte de su familia -música de blancos para corazones de
negros, compases desafinados para un mundo en cambio-.
Y sobre todos los pasajes de la narración , por sorprendente que parezca, sobrevuela
la teoría de la relatividad. Más que ella : el tiempo. La necesidad de saber cómo puede
ser superado, como puede cambiar: acelerar o detenerse, volver al pasado o ir al
futuro, allá donde están tus corazones, allá donde no haya problemas, allá donde esté
la vida, allá donde no haya colores.
“El tiempo de nuestras canciones“ esta escrita y descrita de tal modo que va y vuelve,
no hay sitio para el tiempo o el espacio. Los hechos -los capítulos- se suceden, pasan
del pasado al futuro, de un lugar a otro, de un momento histórico a una realidad
ficticia, de un narrador a otro. Nada se detiene, todo cambia, como el tiempo que para
cada uno es diferente, para cada personaje también lo es. El sonido de las horas, los
días, los meses, a veces va acompañado a veces desparejado; hay momentos de
comunión perfecta, hay momentos de divergencia absoluta, pero cada uno busca
encontrar su camino, bajo las razones que les han sido dadas, heredadas o
aprendidas. Y así cada uno busca su identificación, su realidad, desde su estado de ser
pareja de negra y blanco buscando un lugar entre los suyos, ¿pero quién son los
suyos? O desde el hecho de sus hijos mulatos que no son ni blancos ni negros,
posicionados en medio de una lucha tanto racial como de clases, mirados de forma
vacilante u odiosa por unos o por otros. La búsqueda de esa identidad les llevará a
cada uno por diferentes caminos y allí se cruzarán los espacios y los tiempos...
Supongo que definir una novela es difícil, una vez leí que cierta novela era una obra
de arte, aquella no lo sé, ésta lo es: por como escribe Powers, por lo que cuenta, por
cómo lo cuenta y ciertas razones más que sólo las sabrás si la lees.
wineruda
LA PLAZA DEL DIAMANTE DE MERCÈ RODOREDA
LA PLAZA DEL DIAMANTE DE MERCÈ RODOREDA
LA PLAÇA DEL DIAMANT 1962
EDHASA 265 PAG
La vida de cada día se revuelve en las tripas de la ciudad, en la plaza los jóvenes
bailan al son de un banda que rezuma sudor y calor, es un domingo cualquiera de un
año indefinido anterior a la guerra civil española. En esa plaza, del Diamante, Natalia
conoce a Quimet, en ella baila, habla, ríe, hasta que huye de él ...Pero algo de Quimet
la atrapa: nada concreto, nada especial, acaso el asomo de una existencia diferente,
acaso una personalidad formada y agreste enfrentado a su simple juventud. Y entre
huidas y bienvenidas se desarrolla el noviazgo, más tarde la boda, la vida conyugal, el
trabajo duro, los hijos, las risas , las desgracias, las frustraciones, la guerra ...
Pero eso sólo son los caminos por los que discurre la novela, podrías pensar que no es
nada especial, que son avatares y problemas propios de un relato donde hay lugares
comunes a muchas otras novelas, probablemente lugares comunes de nuestras
propias vidas...Sin embargo no es por eso por lo que me gustó la novela, lo hizo por la
impronta de Natalia en el discurrir de la novela, por la manera con la que Merçe
Rodoreda utiliza el monologo interior para abrir las ventanas de sus pensamientos ,
para mostrarla sumida , a veces atrapada, en el discurrir de su vida entre las personas
que la rodean, los paisajes que la circundan, los problemas que la atañen, las
situaciones que domina o que la sobrepasan... Y es una mirada que funde lo oscuro
con lo luminoso, lo ácido con lo dulce, lo astuto con lo ingenuo, lo rebelde con lo
sumiso. La crudeza de algunas situaciones se contrapone a la sutil poesía que sale de
sus textos. Las imágenes que crea aparentan aquellas entrañables y viejas fotos donde
una familia posa seria ante el fotógrafo y donde las mejores ropas están raídas pero
ellos mantienen, ante todo, su dignidad y su belleza.
El mundo discurre a saltos por sus páginas, son retratos de momentos donde
aparecen, bajo el prisma de los ojos de Natalia: vidas atormentadas, tranvías que
pasan sin destino para ella , palomas que alegran y entristecen, olores que
obsesionan, guerras que matan, hambre que se apodera de todo, vecinas que ayudan,
amigos que lo son hasta el fin... Son lugares melancólicos que trazan un cuidadoso
dibujo de una época, una ciudad -Barcelona-, un barrio, un vecindario, una casa, una
vida. Y Natalia se enfrenta a esa vida, que a veces la vence y a veces la ayuda, pero es
la intimidad que nos trasmite la que nos subyuga, la que nos trasmite sus sentimientos
.
Sí, quizá sea eso, los sentimientos que surgen de los actos e ideas de Natalia lo que
más impresiona del libro, con lo que te quedas cuando has acabado el libro. La
sensación de haberte infiltrado, haber invadido con osadía, en lo recóndito de la
mente de una mujer, de esa mujer. Las tristezas duelen más y las alegrías se
comparten mejor cuando quisieras haber conocido al personaje ficticio de una novela,
o quizás ya la has conocido tanto como a un amigo de toda la vida. A fin de cuentas
eso es la literatura: atrapar un momento y acapararlo, hacerlo tuyo no sé si por un
instante o para toda la vida, a pesar de que sólo es el empeño de la imaginación de un
escritor. Pero nos urge saber más de la vida de los protagonistas, de sus aciertos y sus
fracasos, de sus alegrías y sus desgracias , de cómo le fue la vida tras las últimas
páginas del libro. Porque Natalia vive en las mentes de todos los que supimos de ella a
través de los textos de Merçe Rodoreda. Creo haberla reconocido paseando su
dignidad por la plaza del Diamante un dia cualquiera de cualquier año rodeada de
palomas.
CÁNTICO POR LEIBOWITZ DE Walter M. Miller
CÁNTICO POR LEIBOWITZ DE Walter M. Miller
A Canticle for Leibowitz (1959)
Punto de lectura, 2007 , 428 pág.
A quien piense que la ciencia ficción es un genero menor de la literatura, este libro le
hará cambiar de opinión. Hijo de su época y ,supongo, que reflejo de todas ; habla del
mundo, de la destrucción, del holocausto nuclear, de todos los temores que afligieron
y afligen, en mayor o menor media, a la humanidad a lo largo de las últimas décadas.
Pero también habla del propio hombre como tal , desnudo, con sus dudas, problemas,
creencias, desgracias o estupidez.
Miller, cuenta la historia de la supervivencia del saber tras una destrucción nuclear
tras la gran guerra aniquiladora. Unos monjes (La orden Albertiana de Leibowitz) ,
mantienen mediante la trasmisión oral y la copia a papel , el poco conocimiento que
ha sobrevivido al holocausto y a la venganza de la gente "simple" contra los causantes
de este. Mantienen y guardan en secreto todas las migajas de saber que han podido
recuperar, siguiendo las enseñanzas del futuro santo: Leibowitz.
La historia de los monjes y su abadía, será el eje y el fin por el que transcurren las
tres historias que componen el libro: Fiat homo, Fiat lux y Fiat voluntas tua.
Separadas por el transcurrir de 6 siglos en cada una. Las personas cambian, las
formas cambian, pero la lucha por el poder, la depredación no se altera, sigue como
ha seguido siempre, y continuará haciendo. La muerte sobrevuela, como buitre
esperando la carroña, el paso de los siglos.
¿Mantener el conocimiento para la humanidad?¿es esta capaz de aprender?¿de
redimirse? ¿ de recordar? ¿sabe reconocer los caminos por los que ha transitado?
¿sabe mudarse a tiempo?
En todo el tiempo que transcurre , en los 1800 años que la novela va reconociendo la
historia, hay elementos inmutables, parece que sobreviven al tiempo, son ejemplos de
que siempre hay algo que perdura, sea la conciencia humana, o sea la propia
inconsciencia de lo civilizado, sea en cuestiones morales, religiosas , éticas o
políticas .
Miller lleva la historia de manera simple, ni da rodeos, ni los busca; ni busca prosa
alternativa, ni maravillosas imágenes, sólo cuenta una historia: cruel a veces, simple
otras, realista las más. Jugando, sólo, con el carácter cristiano de los personajes
principales, que vinculan la historia a un ambiente conocido, A su alrededor pasea el
horror, algunas veces, otras la política, otras la ambición, otro el puro despotismo,
otras veces la cordura... Nada se detiene en la simple muralla defensiva de la abadía,
por allí penetra , a veces invade, todo lo humano; las islas, sin cerco notable, existen
sólo en el mar. Y por ello el libro es un reflejo de todo lo que ocurre alrededor, no es
una historia de monjes, es una historia del mundo. Condenado, como Sísifo, a repetir
su camino una vez concluido, una y otra vez, una y otra vez.
Es una novela inteligente, el paso del tiempo entre relato y relato, lo aprovecha para
mostrar como hacen cambiar las décadas una historia, como se forman los mitos,
como nacen los santos -o los demonios- bajo la perspectiva manoseada del hombre,
bajo la marea cambiante de la propia leyenda. La ironía trepa por todos los relatos; la
estupidez humana aparece desnuda en cada cambio de la vida, en cada supuesto, en
cada proposición para el futuro.
Desde viejos inmortales, nómadas, engendros de la naturaleza, pasando por viejos
gruñones, por abades inmutables, novicios ilusionados, sabios rencorosos, por viejas
vendedoras, déspotas mandatarios, o médicos sin escrúpulos, la novela repasa un sin
fin de caracteres , para conformar una obra del todo recomendable.
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CO N FA CEB O O K CO M PAR T IR E N P INT ERE ST
ET IQ U ET A S : L I TE RAT U RA NO RT E AM ER IC ANA
D O M I N G O , A G O S T O 1 7 , 2 0 0 8
LA MUERTE DE VIRGILIO DE HERMANN BROCH
LA MUERTE DE VIRGILIO DE HERMANN BROCH
"Der tod des Vergil" 1958
Ed Alianza literaria, 2000 , 489 pág.
Broch inventa , imagina, los últimos momentos de la vida de Virgilio. Aquel doloroso
atardecer en Brindis,aquella alucinada noche, la madrugada entre ilusiones, la
mañana fatídica de aquel día...
Virgilio sueña, suspira, delira, imagina que toda su vida, su poesía, sus íntimos
secretos, sus descaradas verdades, reviven por un momento entre las calenturas de la
enfermedad y los últimos esfuerzos por vivir o dejar la vida como él hubiera querido. Y
tales secretos, tales verdades, tales delirios, salen , en las páginas de Broch, como un
volcán de imágenes, como un torrente poético que, casi como una declamación
pública, acaso un último intimo recital, rebosa las páginas, las deslinda, para dibujar
el cuadro de un ocaso grandioso. El crepúsculo de una vida destinada a sobrevivir a su
propio dueño.
La prosa poética de Broch describe apenas unas horas, el último suspiro del alma de
Virgilio, los delirios de la enfermedad que van y vienen de entre la inconsciencia a la
frágil realidad, y narra, en una mezcla de deslumbrado monologo interior y de
postrero narrador omnipresente, el desvelo inquieto de la presencia de la muerte, y
con ella el fin de sus sueños y el comienzo de sus preocupaciones por su obra, por su
"Eneida" inacabada - imperfecta-. por Roma, por el arte, por la verdad... EL momento
en el que se cruza el presente doloroso y el pasado amable.
El libro es dividido por el propio Broch en cuatro partes: Agua (el arribo): el último
contacto de Virgilio con el pueblo, las calles de Brindis, los porteadores, los gritos de
la gente, lo humano... Fuego (el descenso): la noche en el palacio del Cesar, la vigilia
entre la vida y la muerte, lo humano y lo sobrehumano, lo real y lo irreal, el sueño y el
delirio, el ser y el no ser. La Tierra (la espera): el último contacto con sus amigos, la
postrera conversación con el Cesar Augusto, sobre Roma , sobre el arte, sobre la
política, sobre su intención de destruir "la Eneida". Eter (el regreso) el fin. el ascenso
al otro destino, acompañado de caras conocidas, de sitios reconocidos, por lugares
sospechados, el "orto", por aguas aplacadas...
La intención superior de la obra de Broch, la clave que sostiene el arco de su creación,
es la necesidad de describir la razón por la que Virgilio quería destruir " la Eneida":
Sabiendo que iba a morir sin acabar su obra, exige que desaparezca, que no muestre
el arte imperfecto, que no le señale como autor. Duda sobre su propio arte, adivinado
en sus horas más sombrías como algo falso, como algo inútil, lejano a la verdad, que
se sostiene por amamantarse a sí mismo , " el arte por el arte". Y a ello no se inclina,
no quiere dejar esa obra como legado al futuro o a la propia Roma. Consciente de su
propia eternidad, aun así no quiere que por ello deban recordarlo. Sólo Augusto,
puede exigirle que no destruya esa obra, que es la propia historia de Roma y en
realidad algo que ya no le pertenece. Esa última conversación entre los dos, versará
sobre lo que significa la obra, y por ello Roma, y por lo tanto Augusto; y con él: el
pueblo, la política, el estado, y la verdad de todo ello.
"La muerte de Virgilio" no es una obra fácil de leer. No es una novela al uso: el
espacio y el tiempo solo cambian en las ensoñaciones poéticas de Virgilio, volando
entre los recuerdos de infancia para volver al presente, saliendo de su vigilia para ver
a viejos amigos, apenas en un instante. Pero nada se mueve, nadie sale de las paredes
de aquel palacio de Brindis, acaso algún fantasma del pasado, alguna alucinación
corpórea.
"La muerte de Virgilio" es para leerlo con pausa, abstraerte y concretar la procesión
de imágenes e ideas que pueblan las páginas del libro. Donde aparecen tres
realidades: lo escrito -la prosa poética-, las ideas -lo abstracto-, la vida de Virgilio -el
pasado-. Broch elabora un libro donde domina toda los aspectos históricos o ficticios
de la época y del lugar, su obra -la poesía y su sentido- , los aspectos políticos,
morales y sociales de aquel momento. Para entenderlo, también, hay que conocer
dichos aspectos, pero no sólo, la novela como tal es una magnífica obra de arte, donde
nada ha sido puesto al azar y donde aparecen momentos de excelencia de la
literatura.
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M I É R C O L E S , M A R Z O 1 9 , 2 0 0 8
LOS GIRASOLES CIEGOS de Alberto Méndez
LOS GIRASOLES CIEGOS de Alberto Méndez
Editorial: Anagrama, 2004,155 páginas
El libro contiene cuatro relatos centrados en la Guerra civil española y en los años
inmediatamente posteriores:
"Primera derrota: 1939 o Si el corazón pensara dejaría de latir": la historia de un
militar durante la Guerra civil española, del bando franquista en la batalla de Madrid,
que se rinde a los republicanos en cuanto supo que éstos iban a rendir sus armas a su
bando.
"Segunda derrota: 1940 o Manuscrito encontrado en el olvido": el diario de un hombre
que huye de las tropas franquistas. Que, en su viaje hacia Francia, se ve atrapado en
una cabaña en las montañas entre Asturias y León, alejada de todo, donde ve morir a
su mujer en el parto, quedándose al cuidado de su bebé, sin ayuda ni medios, .
"Tercera derrota: 1941 o El idioma de los muertos: relato sobre una cárcel franquista,
de la vida en ella, de la derrota y de los hilos alargados de la guerra, de la muerte, de
los fusilamientos, del final, de la nada...
"Cuarta derrota: 1942 o Los girasoles ciegos": historia de "un topo" -un republicano
oculto en un escondite de su casa-, y de su familia, en la ciudad de Madrid en los años
posteriores al fin de la guerra civil; contada a través de los ojos de su hijo y de un
sacerdote que circula por los alrededores de la vida de su familia.
"Los girasoles ciegos" habla de derrotas en la derrota, habla de personas concretas,
de desastres individuales debajo del gran caos de la pérdida de la guerra. De
pequeños retales que no aparecen dentro de la gran tela quemada, pero que son parte
de ella.
Se rompieron las cuerdas de los violines cuando la orquesta desapareció, nadie dio
parte de ello, nadie reclamó por su suerte, nadie pareció notar que nada había, pero
las cuerdas de los violines se rompieron, nadie las volverá a oír sonar. Ellos, los
protagonistas, eran cuerdas que sonaban como el pulso del corazón; sus vidas, sus
familias, sus hijos, fueron la orquesta que sonaba con ellos, la música ya no sólo era la
defensa de sus ideas republicanas, sino de la razón justa, de la que ellos sentían como
la recta, la que debía ser. La huida, la cárcel, no son más que el rumbo hacia la nada,
el camino hacia el llanto del moribundo, al quejido del niño que va a morir, la nieve
que lo tapa todo, las rejas que no volverán a cerrarse, el paredón que no volverás a
mirar, el trigo donde no volverás a esconderte… y, al final, el abismo que ves
derrumbarse delante y te arrastra. Te lleva sin miramientos, sin posibilidad de
salvación.
Pero Méndez, no sólo habla de republicanos en el límite, en el momento justo en el
que están a punto de romperse, sino que también habla de un capitán del bando
nacional, que ve que las cosas no son así, no debían serlo, y descubre que su bando
debe ser el otro, pero no por razones políticas, su punto de vista moral le dice que
aquel debe ser su lado, puesto que ve que su bando no quiere ganar la guerra sino
matar al enemigo. Pero en su caso la derrota es doble derrota, ya que no es de ningún
bando; es traidor para unos y enemigo para los otros. Es él en realidad el reflejo real
de un pueblo que lucha contra sí mismo.
Pero "Los girasoles ciegos" también incluyen a los vencedores: al que se ensaña, al
dominante que cree disponer sobre la vida y la muerte, al dueño de la represión, a la
madre de la venganza, al sacerdote de la iglesia de la muerte. Los vencidos deben
serlo dos veces para orgullo del patrón de la guerra. La muerte acompaña a los palios
y las botas, la vida parece olvidar a los vencidos.
Los cuatro relatos están unidos íntimamente en la trama y en el tema entre ellos. Y si
la derrota amarga tuviera un lado aun más apesadumbrado, éste sería el que cuenta
Méndez. Nada es posible en la caída, ya ni el destino puede salvarte, es imposible
hacer nada contra él.
"Los girasoles ciegos" es un libro que lejos de componerse de unos relatos al uso
sobre la guerra civil, es una reflexión sobre los hombres, sobre los perdedores de
aquella guerra, sobre el ser humano como individuo, como pieza única del engranaje
de la historia, protagonista de la suya propia, mínima gran epopeya. La belleza de lo
sobrecogedor, una vez más, aparece en este libro, tanto en las formas en las que está
escrito, como en la inteligencia de lo que cuenta y cómo lo cuenta. Nada es tan
contradictorio como ello, pero para conocer, hay que saberlo todo. Es una obra para
que no haya olvido, para que nada caiga entre los silencios de la imprudente
indiferencia.
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L U N E S , M A R Z O 1 7 , 2 0 0 8
PIEZA ÚNICA de Milorad Pavic
PIEZA ÚNICA de Milorad Pavic
"Unikat" 2004
Sexto Piso, 2007, 149 + 85 páginas.
"Pieza única" es la historia -son las historias- de unos asesinatos, de los hechos -
cruzados-, de las posibilidades -abiertas-, de las oportunidades -ciertas- que
concibieron dos, tres...muertes.
Desde el andrógino Aleksandar Klozevits, y su gemela Sandra, brota el cauce que lleva
la trama de la novela a través de sueños propios y ajenos, pasados y futuros; donde el
cantante de ópera Dístelli y su amante Marquesina Lempitska, su rival lady Heth , el
inspector Stross, y un sin fin de personajes presentes o pasados, emergen desde
lugares insólitos de la imaginación de Pavic, y también de la del lector, para mostrar
la realidad de los hechos , que oculta y muestra a partes iguales. Para enseñar las
razones de las muertes, no tan evidentes como parecen, no tan sólidas como
aparentan.
Descubrir el presente desde los sueños futuros que vende Aleksndar, saber por qué
Pushkin muestra el camino de la vida y la muerte, por qué un sueño desde un armario
puede verse desde el interior o desde fuera de éste, o por qué necesita alguien saber
la razón y el momento de su muerte, son algunas de las ofertas que hace Pavic al
lector. La novela es una propuesta, una ponderada, hermosa y complicada
proposición, es un guante lanzado al agua para que alguien lo aprese. Algunos lo
harán al final del río, otros en un afluente, acaso entre las estrellas que forman las
constelaciones y los signos zodiacales o quizás lo descubran al despertarse, y sabrán
que un sueño -ese sueño- les dio el origen último y la explicación de todo, como si
alguien les hubiera abierto los ojos entre las cegueras de la noche.
Pavic cuenta esos hechos desde dos vertientes: la directa de la descripción de unos
actos y la indirecta a través del libro de apuntes del inspector Stross; donde aparecen
sus ideas, sus sospechas y las palabras de los testigos. Aquella muestra la acción, ésta
propone caminos para solucionar ¿o los oculta? Las posibilidades quedan abiertas,
nada esta cerrado , de la misma forma que nada esta abierto -claro-. Por pequeños
datos, aparentemente sueltos, unidos por la perspicacia o la imaginación, por la
limpieza de la bruma que crea la aparente distorsión de un sueño descrito, por la
interpretación de los gestos, por el apunte de los números, por saber por donde mirar
y donde cerrar los ojos, podrás saber quién y es el culpable último de la novela, y, por
ello, sabrás el fin -la razón- de ella.
Pavic, no se permite la licencia de que sea una novela al uso, de ningún modo; por lo
cual, deja de lado arabescos literarios, metáforas alargadas, el mundo semántico
propio de su escritura, para crear un discurso directo, de frases cortas, cuando la
novela circula por el "lado policíaco". Y cuando aparece el mundo onírico, donde la
realidad es más difusa, las impresiones son más inestables, las ideas menos evidentes
y la vida menos vida, es entonces donde "Pieza única" desborda sombras, luces,
paisajes, yermos, sonido, silencio, vestigio o dardo. Nada queda en falta y nada sobra,
pero las oraciones se alargan como un sueño alumbrado en la madrugada.
Pavic denomina a su libro como: novela delta. Supongo que se refiere así a ella por
que se puede abrir en varios brazos pero siempre desembocará en un mismo mar de
ideas, finales o principios. Cómo se llega hasta allí es lo que se debe buscar. Incluso
recupera espacio a la literatura tradicional, para renovar alguna vieja deuda -ya
resuelta- suya con la interactividad autor-libro-lector; así este último puede crear él
mismo la novela, descubrir lo que es realmente,-montar un andamio en la mente de
entre las pistas difusas, separar una maraña de hilos para saber de qué ovillo
provienen- y de este modo aparecerán los asesinos y cualquier otro final diferente al
mio, al de usted o al ...
Un libro que nace y muere en cada lectura.
"Pieza única" es un libro para ser masticado con suavidad, con tiempo y gusto. Como
los bocados delicados de un plato único, de esos que jamás volverás a probar uno
igual, y de la misma forma que entonces buscarás sabores, olores o texturas nuevas,
en la lectura de este libro podrás darte el placer de leerlo buscando guiños y trampas
escondidas donde aparezcan detalles, apariencias, zonas iluminadas, o zonas oscuras.
Podrás apuntar -o no hacerlo- para disfrutar de tu propio libro, nacido de entre una
multitud de sueños e ideas surgidas de la pluma -el ordenador- de un escritor genial,
que no deja indiferente a nadie -y así debe ser- y que se encuentra entre lo más
original que existe en la literatura universal, como es Milorad Pavic.
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CO N FA CEB O O K CO M PAR T IR E N P INT ERE ST
ET IQ U ET A S : L I TE RAT U RA S ERB IA
D O M I N G O , E N E R O 1 3 , 2 0 0 8
LOS ANILLOS DE SATURNO de W.G SEBALD
LOS ANILLOS DE SATURNO de W.G
"Die Ringe des Saturn. Eine englische Wallfahrt", 1995
Ed. Debate, 2000, 302 páginas
Huyendo de algo, o quizá de todo, el narrador-que las siguientes páginas identificarán
como el propio Sebald- comienza un largo paseo por el condado inglés de Suffolk;
lugar de amplios espacios, casas antiguas, pasados mejores y futuros inciertos. Como
para quien pasea en el tiempo y en el espacio, es en Suffolk en donde están sus pies
pero su cabeza vuela entre chimeneas de viejas mansiones en decadencia y vive con
Joseph Conrad en el Congo maldito y piensa en el mundo que rodeo a Thomas Browne,
pasea entre la corte de los penúltimos emperadores chinos; va y vuelve entre su
propio pasado y el pasado histórico ; abandonando y encontrando historias del cultivo
de la seda, de la revolución irlandesa, del tiempo y -el amor- de Chateaubriand , la
muerte de entre los campos de concentración nazis, islas misteriosas, imperios
acabados, familias venidas a menos...
.
"Extraño" sería la primera palabra que me viniera a la cabeza si me preguntaran
sobre "Los anilos de Saturno", pero sólo es una primera impresión despistada. Esa que
por un momento quiere quedarse con lo que tomamos por definición de una novela al
uso... Me disculparía a mí mismo, porque esa sensación de que Sebald pasea por el
límite entre lo que es ficción y realidad, te confunde. Acaso pudiera decir alguien que
es un ensayo novelado, pero yo me quedaría con que es una "novela ensayada"... o
mejor..que es una docta, interesante y amena charla de un amigo entre las cuatro
paredes de una salón ingles, entre libros y chimeneas, donde te describen su vida y
sus ideas, escondidas para el que las quiera encontrar, entre historias pasadas de
sitios que visitó y discurrió, de personajes con los que vivió y otros que visitó entre las
lineas de sus libros o de historia.
Todas, o casi, las cosas que cuenta dejan cierto regusto amargo posado entre sus
recuerdos y sus pensamientos, posiblemente por que sus historias se tiñen a veces de
tristeza, otras describen injusticias, o rebosan de nostalgia o de la exasperación de ver
que algunas cosas que ocurrieron lo hicieron de la peor de las formas que pudieron
hacerlo. Incluso las impresiones del viaje, de los paisajes que le rodean dotan al libro,
lo impregnan, de melancolía, de soledad...Pero no debo dejar la idea de que el libro es
deprimente ni nada parecido, porque la mayoría de las veces, lo que rezuma el libro es
rabia contenida, de esa que parece que va a explotar entre fuegos de artificio, pero en
este caso Sebald no gasta su escritos en pólvora, se limita - o consigue- dejar cargas
de profundidad para el que quiera leerlo, para quien sepa descifrar entre su prosa
aparentemente sencilla esas verdades de las que se nutren los anillos que rodean y
marcan a cada persona a cada paso de su vida, y que como los de los árboles van
creciendo y nutriéndose con la vida y el juicio de cada individuo, haya nacido en el
signo de Saturno o no...
"Los anillos de Saturno" es un libro diferente, para leerlo cuando necesites huir de la
realidad por los caminos de esa propia realidad, en esa donde un resplandor fugaz de
un relámpago deja ver una figura que quedará grabada en tu mente eternamente, o la
figura de un irlandés con escrúpulos te mostrará una visión diferente de una época
que creías conocer, o la vida que se esconde entre las fachadas de los libros de
historia, esa que nunca se cuenta por que no debe importar a nadie, porque las
personas son lo que aparentan no lo que son para esos libros. O descubrirás un viejo
que disfruta construyendo templos derruidos, y veras el sufrimiento de los expatriados
en su nuevo país con tramoya incluida en el viaje...
Que los sucesos que cuenta sean reales ,o no lo sean, es superfluo puesto que aun
reconociendo que no es una novela al uso, sí está construida con todos aquellos
elementos que cada cual pueda pensar que son necesarios para una buena historia.
Por ello, cada una de las distintas definiciones que pudieran existir para valorarla
como inteligente y amena, todas, valdrían para este libro.
PU BL IC AD O P O R W INE RU DA EN 7 :3 8 P . M . 1 C O ME NT AR IO :
ENV IAR PO R CO R REO EL EC T RÓ N ICO ES CR IB E U N BL O G CO M PAR T IR C O N TW IT TE R CO M PAR T IR
CO N FA CEB O O K CO M PAR T IR E N P INT ERE ST
ET IQ U ET A S : L I TE RAT U RA A LE M ANA
D O M I N G O , E N E R O 0 6 , 2 0 0 8
EN NADAR -DOS- PÁJAROS de Flann O'Brien
EN NADAR -DOS- PÁJAROS de Flann O'Brien
"at swim two birds" 1939
EDHASA 1989,295 PÁG.
Un estudiante de Dublín decide escribir una novela sobre las consecuencias de las
malas acciones.Dicho libro tratará sobre un escritor -Trellis- que escribe libros que
hablan de otros personajes que también cuentan historias o escriben novelas...novelas
que hablarán, también, sobre esos primeros autores...Una multitud de voces, y puntos
de vista, narrativas, que van entretejiendo una historia, donde lo "real-novelado" y lo
"novelado-falso", se diluyen hasta confundir al lector en una suerte de truco de
espejos literarios, donde no se sabe donde acaba lo supuestamente cierto y donde
empieza "la mentira de la ficción".
Literatura en estado puro.
Una sátira, una comedia, una farsa, un truco de magia, un birlibriloque narrativo..
todo eso , y más, es esta novela.
Es un asunto serio intentar describir lo que es esta novela de novelas de novelas de
novelas....
O'Brien juega con el lector y con la literatura, asume su condición (como escritor) de
creador de verdades, de mago que convierte lo irreal en real, la mentira en verdad, lo
falso en auténtico, lo novelado en verdadero, para confundirnos en su papel de dios
sobre lo creado, lo muerto, lo contado y lo callado.
Literatura en estado puro.
Los personajes atacan al autor (perdió el control sobre ellos), lo agreden físicamente,,
cambian su propia historia según sus necesidades, arrastran a sus propias historias a
personajes de otras novelas, para integrarlos en sus vida o ,simplemente, como
"actores a sueldo" de la literatura saltan de novela en novela al mejor postor.
Encasillados en sus personajes de fantasía, sobreviven siendo atacados por los indios
en medio de Dublín, o siendo policías que defienden a dichos indios emplumados de la
maldad del vaquero de turno que ,sobre su caballo, cabalga entre el tráfico de la
capital irlandesa.
Las historias nacen y se quedan, los personajes creados, sean míticos irlandeses que
andaban con pasos de cien leguas, o sean diablos (pucas), o sean etéreos ángeles
guardianes o sean rudos taberneros, o frágiles damiselas, se quedan en ese limbo de
lo real, de lo real por nacido, sea por una pluma o por una idea: incorpóreos hijos de la
imaginación.
Literatura en estado puro.
El surrealismo y el juego de los engaños se desparraman por toda la novela, creada,
como no podía ser de otro modo, como si fuera un intento de novela, una copia
primera , en la cual el autor habla ¿al lector o a si mismo?, de como deberán
entenderse sus personajes,del nombre de las figuras retóricas, de las razones y las
formas de las acciones, de cómo se debe mirar o entender o buscar la justificación
ultima de lo narrado, . Así ese recurso tan supuestamente moderno de la metaficción
recorre cada una de sus páginas, y no como recurso explicativo sino como recurso
narrativo puesto que lo contado es cierto por el mismo hecho de haber sido escrito en
esa novela que habla de esa otra novela que habla de esa otra....
Literatura en estado puro.
Flann O'Brien no deja que "en nadar dos pájaros" sea una mera exhibición de fuegos
de artificio literarios, así sus personajes desbordan ironía, acidez , sorna, sentido del
humor...y sus historias y sus diálogos desbordan críticas a todos los símbolos
tradicionales irlandeses, sean literarios, o sean públicos : Iglesia, sociedad, política, -
destroza con brutal ironía el amor al color verde de la bandera, como reflejo nacional
de la sociedad irlandesa-, o sea el festivo hecho de beber, apostar... Nada queda en
pie desde la visión de Flann O'Brien, sus historias me pareció que dejaban traslucir el
cansancio sobre un modo de vida en la que se siente preso: en una vida acomodada y
regida por normas: las católicas, el ritual de beber con los amigos, el amar a la patria
y sus símbolos... Circulo que se cierra día tras día , sin escapatoria posible: lo
tradicional es lo correcto por lo tanto lo correcto es lo tradicional; así la vida da
vueltas y vueltas sobre un mismo sitio.Y sólo la literatura parece crear fantasmas,
matar realidades y fundar ciudades nuevas sobre las ruinas de las ciudades vivas.
No creo que nadie que lea esta novela se quede impasible antes sus formas literarias,
tampoco creo que el que lo haga encuentre lo mismo que he encontrado yo. Es
más:creo que yo no encontraré lo mismo que he visto esta vez las siguientes veces que
la lea, que sin duda lo haré. Pero,también, creo que nadie al que le guste la literatura
podrá decir que es un lector completo, si no ha leído ""at swim two birds".
Yo la entendí como un paritorio de leyendas y fábulas, como una fuente de mil
surtidores donde nace una historia de cada boca pero que mana para suministrar
agua al mismo río que creo la fuente de los mil surtidores... en una suerte de eterno
renacimiento, que no muerte.
Como una suerte de literatura de lo alegre, de humor ácido o dulce.
Como la pintura alegre de un descontento triste.
Como un libro a la espera que el lector aparezca dejando de lado lecturas clásicas,
lineales, al uso. Si busca eso que no pase por sus páginas, no es lo que busca. Nada
clásico aparece entre sus hojas.
Como una letanía de la fantasía: Literatura en estado puro
LA PLAZA DEL DIAMANTE DE MERCÈ RODOREDA
LA PLAZA DEL DIAMANTE DE MERCÈ RODOREDA
LA PLAÇA DEL DIAMANT 1962
EDHASA 265 PAG
La vida de cada día se revuelve en las tripas de la ciudad, en la plaza los jóvenes
bailan al son de un banda que rezuma sudor y calor, es un domingo cualquiera de un
año indefinido anterior a la guerra civil española. En esa plaza, del Diamante, Natalia
conoce a Quimet, en ella baila, habla, ríe, hasta que huye de él ...Pero algo de Quimet
la atrapa: nada concreto, nada especial, acaso el asomo de una existencia diferente,
acaso una personalidad formada y agreste enfrentado a su simple juventud. Y entre
huidas y bienvenidas se desarrolla el noviazgo, más tarde la boda, la vida conyugal, el
trabajo duro, los hijos, las risas , las desgracias, las frustraciones, la guerra ...
Pero eso sólo son los caminos por los que discurre la novela, podrías pensar que no es
nada especial, que son avatares y problemas propios de un relato donde hay lugares
comunes a muchas otras novelas, probablemente lugares comunes de nuestras
propias vidas...Sin embargo no es por eso por lo que me gustó la novela, lo hizo por la
impronta de Natalia en el discurrir de la novela, por la manera con la que Merçe
Rodoreda utiliza el monologo interior para abrir las ventanas de sus pensamientos ,
para mostrarla sumida , a veces atrapada, en el discurrir de su vida entre las personas
que la rodean, los paisajes que la circundan, los problemas que la atañen, las
situaciones que domina o que la sobrepasan... Y es una mirada que funde lo oscuro
con lo luminoso, lo ácido con lo dulce, lo astuto con lo ingenuo, lo rebelde con lo
sumiso. La crudeza de algunas situaciones se contrapone a la sutil poesía que sale de
sus textos. Las imágenes que crea aparentan aquellas entrañables y viejas fotos donde
una familia posa seria ante el fotógrafo y donde las mejores ropas están raídas pero
ellos mantienen, ante todo, su dignidad y su belleza.
El mundo discurre a saltos por sus páginas, son retratos de momentos donde
aparecen, bajo el prisma de los ojos de Natalia: vidas atormentadas, tranvías que
pasan sin destino para ella , palomas que alegran y entristecen, olores que
obsesionan, guerras que matan, hambre que se apodera de todo, vecinas que ayudan,
amigos que lo son hasta el fin... Son lugares melancólicos que trazan un cuidadoso
dibujo de una época, una ciudad -Barcelona-, un barrio, un vecindario, una casa, una
vida. Y Natalia se enfrenta a esa vida, que a veces la vence y a veces la ayuda, pero es
la intimidad que nos trasmite la que nos subyuga, la que nos trasmite sus sentimientos
.
Sí, quizá sea eso, los sentimientos que surgen de los actos e ideas de Natalia lo que
más impresiona del libro, con lo que te quedas cuando has acabado el libro. La
sensación de haberte infiltrado, haber invadido con osadía, en lo recóndito de la
mente de una mujer, de esa mujer. Las tristezas duelen más y las alegrías se
comparten mejor cuando quisieras haber conocido al personaje ficticio de una novela,
o quizás ya la has conocido tanto como a un amigo de toda la vida. A fin de cuentas
eso es la literatura: atrapar un momento y acapararlo, hacerlo tuyo no sé si por un
instante o para toda la vida, a pesar de que sólo es el empeño de la imaginación de un
escritor. Pero nos urge saber más de la vida de los protagonistas, de sus aciertos y sus
fracasos, de sus alegrías y sus desgracias , de cómo le fue la vida tras las últimas
páginas del libro. Porque Natalia vive en las mentes de todos los que supimos de ella a
través de los textos de Merçe Rodoreda. Creo haberla reconocido paseando su
dignidad por la plaza del Diamante un dia cualquiera de cualquier año rodeada de
palomas.