Movimientos Regionales.

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  Movimientos regionales DISCURSO IDEOLOGÍA E IDENTIDAD Edgar Iñiguez Araujo Sucre 2007

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Movimientos regionalesDISCURSO IDEOLOGA E IDENTIDAD

Edgar Iiguez Araujo

Sucre 2007

NDICENDICE ............................................................................................................................................ 1 INTRODUCCIN ............................................................................................................................ 1 CAPTULO 1 ................................................................................................................................. 23 1.EL ESTADO DEL 52, COMCIPO Y LOS MOVIMIENTOS REGIONALES ......... 23 1.1.1.2.1.3.1.4.1.5.1.6.1.7.1.8.1.9.El discurso del nacionalismo revolucionario .................................................................... 25 La revolucin del 52 y la conformacin de polos de desarrollo ....................................... 28 Planta de fundicin de zinc y la fundacin del Comit Cvico Potosinista ....................... 33 Potos despert ................................................................................................................ 44 COMCIPO: Organizacin interna ..................................................................................... 47 El proceso de democratizacin y COMCIPO ................................................................... 50 COMCIPO, inversin pblica y consumo colectivo ......................................................... 60 El Bloque Cvico del Sur .................................................................................................. 67 A manera de conclusin................................................................................................... 72

CAPTULO 2 ................................................................................................................................. 74 2.REFORMAS ESTATALES, COMCIPO Y LOS MOVIMIENTOS REGIONALES 74 2.1.2.2.2.3.2.4.2.5.2.6.2.7.2.8.2.9.2.10.2.11.2.12.Antecedentes: Gobierno de la UDP ................................................................................. 74 Las reformas estatales: el D.S. 21060 ............................................................................. 79 Reformas Estatales y los cambios discursivos en Bolivia ............................................... 81 El impacto regional del 21060 .......................................................................................... 83 Vivienda 85 Pulpera y alimentacin .................................................................................................... 88 Reacciones regionales frente al 21060 ............................................................................ 89 El discurso cvico: La anulacin del 21060? .................................................................. 94 CONBIRCO ...................................................................................................................... 98 Discurso CONBIRCO: Alianza con la clase obrera ....................................................... 100 Conflicto con la COMCO ................................................................................................ 101 El discurso: Oposicin a la destruccin del Cerro Rico? ............................................. 103

2.13.- COMCIPO y la explotacin del Salar de Uyuni ............................................................. 105 CAPTULO 3 ............................................................................................................................... 119 3.3.1.3.2.3.3.CONCLUSIONES ............................................................................................. 119 El devenir trgico de la historia ...................................................................................... 121 Explotacin sin retribucin ............................................................................................. 124 La tutela simblica del Cerro Rico ................................................................................. 125

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INTRODUCCINBolivia, tiene una poblacin heterognea desde el punto de vista tnico y cultural; los grupos poblacionales localizados en distintos pisos ecolgicos estuvieron relativamente aislados durante mucho tiempo; adems, las caractersticas del aparato productivo son tambin diferentes coexisitiendo diversos modos de produccin en el mismo territorio nacional. Ello ha dado como resultado que las diferencias de desarrollo econmico entre regiones sea grande, ms aun si se toma en cuenta que la atencin estatal a ellas no ha sido equitativa; por el contrario, favoreci por momentos a algunas y perjudic a otras. Los movimientos regionales, cuyo rasgo fundamental es la identidad social basada en la pertenencia comn a un determinado territorio son frecuentes en Bolivia, porque el Estado fue incapaz de articular las diferentes regiones en un desarrollo armnico, por lo que la cuestin regional adquiere connotaciones mayores por tratarse de una sociedad poco unificada e insuficientemente cohesionada. La historia boliviana muestra de manera constante la sucesin de movimientos regionales que, en muchos casos, transformaron la

institucionalidad del Estado; por ejemplo, la llamada revolucin federal en 1899 culmin con el cambio de la sede de gobierno de Sucre a La Paz; dicha

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confrontacin blica se puede explicar por el fortalecimiento de una lite regional pacea vinculada a la actividad comercial y agrcola, y al debilitamiento de la lite chuquisaquea y surea vinculada a la produccin minera. A partir de la revolucin de 1952, el Estado adquiere un protagonismo central en el mbito productivo, social y poltico, propiciando un conjunto de reformas de gran importancia, tales como: la nacionalizacin de las minas, el voto universal, la reforma agraria y la reforma educativa. En el mbito econmico, se incentiv la industrializacin tratando superar las limitaciones de la economa boliviana que se centraba en la exportacin de materias primas; para ello se implementaron polticas dirigidas a potenciar la produccin agrcola en el oriente y, paralelamente, se favoreci la inversin pblica en caminos para vincularlo con los mercados de occidente. Sin embargo, estas metas no fueron cumplidas, puesto que el rol de la economa boliviana como exportadora de materias primas no fue modificado

substancialmente. El impulso y paternalismo estatal permiti la aparicin de una clase dominante cuyo rol econmico era accesorio al Estado, aunque debe admitirse que la burguesa crucea asumi una particular importancia desde esa poca. Se puede decir que a partir de la Revolucin del 52 se trat de redistribuir el excedente generado en la actividad minera para potenciar los sectores agrcolas e intentar la incorporacin de valor agregado con procesos de

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industrializacin, lo cual desplaz el centro del desarrollo econmico a los departamentos del llamado eje: La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, con el consiguiente retraso de los otros. Con la promulgacin del decreto 21060, por el Gobierno de Vctor Paz Estenssoro, en agosto de 1985 y posteriores reformas, se puso en marcha un proyecto neoliberal que modific sustancialmente el modelo de Estado puesto en marcha desde 1952. Este decreto tena una tendencia marcadamente privatista y de reduccin del rol estatal en la economa, se intent frenar el dficit fiscal, que fue la causa principal de la inflacin de aos anteriores. Se determin la descentralizacin de la COMIBOL y la relocalizacin de miles de trabajadores mineros y del sector pblico; tambin se afect la pulpera y se implant la libre contratacin, entre otras medidas. En el caso de Potos, estas polticas repercutieron negativamente, pues en todo el proceso del 52 no se logr diversificar la produccin, ni apareci una clase dominante capaz de vanguardizar el proceso de crecimiento, lo cual gener una inercia y dependencia de la actividad minera en funcin de sus cotizaciones en el mercado mundial. El efecto inmediato del DS. 21060, fue el crecimiento del desempleo y la crisis puesta de manifiesto especialmente en regiones donde la presencia estatal era preponderante. Es cierto que, con posterioridad, se reform el Estado a travs de polticas como por ejemplo la descentralizacin y

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la participacin popular dirigidas a atenuar, en algo, la distribucin inequitativa de los ingresos nacionales; las cuales, sin embargo, no transformaron radicalmente las diferencias entre los niveles de desarrollo econmico de los departamentos, aunque propiciaron un potenciamiento institucional en los municipios. Estas reformas cambiaron el relacionamiento entre las regiones y el Estado en los mbitos poltico econmico e institucional. El Estado, se present ms descentralizado, pero con escaso poder de inversin pblica en las distintas circunscripciones territoriales motivando diferentes reacciones. Se empez a reclamar mayor protagonismo del Estado para generar crecimiento econmico, extendindose, incluso, la resistencia de los sectores sindicales al nuevo modelo neoliberal a los escenarios de la lucha regional. Las reformas estatales afectaron profundamente a la regin potosina en donde la presencia estatal era preponderante a travs de la inversin pblica en el sector de la minera. Las reformas estatales desmantelaron la COMIBOL causando una gran cantidad de desempleados y el languidecimiento de la economa regional en general, esto motiv reacciones y movilizaciones de diversas organizaciones, especialmente cvicas y sindicales de la regin Este trabajo se refiere al discurso del Comit Cvico Potosinista para descubrir las claves de la ideologa regional, tanto en la poca del llamado

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Estado del 52 como en las reformas estatales iniciadas el ao de 1985 y aos posteriores, que modificaron radicalmente el rol del Estado.

1.- Consideraciones tericas y objeto de estudio En Bolivia se ha destacado un debate terico respecto a la naturaleza de los movimientos regionales y su inspiracin ideolgica, especialmente referido a la influencia de la lucha de clases. Se reconoce, por un lado, que la ideologa de este tipo de movimientos procede de las clases dominantes y se irradia a las dems clases sociales de la regin. Por otro, se admite que stos pueden ser influenciados ideolgicamente por las clases subalternas y populares de la sociedad regional con el propsito de superar la explotacin y opresin propia del sistema capitalista; y finalmente, existen autores que desde una perspectiva menos ortodoxa, admiten que para el anlisis de lo regional es necesario considerar los aspectos clasistas, pero tambin otros como los de identidad tnica, histrica e identificacin simblica. Antes de revisar estas tendencias tericas, consideramos como punto de partida para el presente trabajo, la lnea de pensamiento de Roberto Laserna respecto a los movimientos regionales; para l, tales son: Aquellas acciones del conjunto de las clases de una sociedad regional que, reivindicando su comn pertenencia a un territorio, luchan por metas de desarrollo regional, modernizacin, atencin estatal o hegemona regionalnacional, a partir del logro de intereses de alcance territorial limitado (Laserna 1982: 114)

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Una perspectiva fundamental en torno a lo regional es la de Gramsci ( en Buci- Glucksmann 1978: 65-90), quien dice que los movimientos regionales se encuentran influidos ideolgicamente por las clases dominantes que pretenden lograr una hegemona en el contexto nacional. Las acciones de las clases dominantes que buscan metas de desarrollo y modernidad pretenden irradiar su primaca a los aspectos cultural, ideolgico e intelectual, y no solamente al mbito estrictamente productivo y econmico; por lo que los dems sectores sociales encarnan la ideologa de la clase dominante hasta el punto de hacerlas propias de una determinada sociedad regional. Esta perspectiva otorga particular importancia a los aspectos

superestructurales de la sociedad que es el terreno donde se define la hegemona de las clases sociales: Prevalece el nivel de la sociedad civil considerada como campo de la hegemona y como lugar de la accin orientada ideolgicamente, cuyas instituciones de educacin y de persuasin son los instrumentos de la direccin y de transmisin de consenso (Belligni 1998: 774). Gramsci, adems, indica que la cuestin regional adquiere mayor importancia en sociedades que se encuentran poco cohesionadas y poco integradas, incorporando otro componente: la capacidad que tenga el Estado para lograr integrar a las distintas sociedades regionales a su proyecto global nacional. Esto tambin implicar que el Estado sea capaz de lograr un

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desarrollo

relativamente

armnico

sin

la

existencia

de

demasiadas

desigualdades. Al respecto, cabe resaltar la constatacin histrica de que las clases dominantes bolivianas no han logrado cohesionar al Estado en torno a un proyecto nacional, y que las clases dominantes regionales han accedido de forma errtica e indiferenciada a la administracin estatal. Por ello cabe preguntarse: Cul es la naturaleza ideolgica de los movimientos regionales en Bolivia?. A este respecto, Fernando Caldern (en Roca 1982: 47) admite que los movimientos regionales tienen influencia de las clases dominantes que tratan de alcanzar metas de modernizacin y hegemona. Las clases dominantes bolivianas no fueron capaces de generar un proyecto de dimensin nacional, por lo que el Estado se convirti en un espacio de negociacin y pugna entre fracciones de clase y sus respectivas expresiones tecnoburocrticas. stas, en algunas regiones, son muy dbiles y se desarrollaron gracias a la presencia estatal en la economa; en tales regiones existen peculiaridades dignas de tomar en cuenta. En efecto, a falta o debilidad de las clases dominantes, el protagonismo de los movimientos regionales ha recado, en muchos casos, en grupos de ciudadanos notables, que se han encargado de proporcionar modelos simblicos de identificacin regional (Romero 1982: 58).

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Una segunda lectura de los movimientos regionales es aquella que los percibe como expresin de la lucha de clases circunscrita a un determinado territorio, y admite que su ideologa es expresin de esta confrontacin central de la sociedad; consiguientemente, el movimiento regional puede tener influencia ideolgica de las clases explotadas u oprimidas: Por ello partimos de la afirmacin que el problema regional conlleva un contenido de lucha de clases, pues as como no puede darse una regin desprovista de hombres de carne y hueso de una poblacin determinada, tampoco puede hablarse de un problema social en abstracto como la lucha de unos pueblos contra otros. (Sandoval 1982: 148). Es ms, los movimientos regionales, segn esta lnea analtica, son un disfraz de la clase dominante para ocultar el conflicto mayor en el que se encuentra la sociedad: el clasista. Es decir, el movimiento regional sera un epifenmeno que carece de fundamento para explicar el desarrollo histrico de la sociedad. En general, puede afirmarse que la tradicin sociolgica boliviana reserv por muchos aos un lugar de privilegio al anlisis clasista de los fenmenos sociales. Los intentos de explicaciones alternativas no merecieron demasiada atencin y, por el contrario, se las calific, en muchos casos, carentes de un componente cientfico; la elaboracin terica respecto de lo regional no logr aislarse de esta corriente. Es slo en los ltimos aos, a partir de la dcada de los 80, que la problemtica regional ha cobrado importancia creciente.

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En otra corriente de pensamiento, existen autores que aceptan el hecho de que la perspectiva clasista es insuficiente para explicar la complejidad de los movimientos regionales, se hace necesario un mapa de anlisis ms completo en el que se tome en cuenta lo tnico, cultural y las interacciones simblicas entre sujetos regionales y de la regin con otras instancias, especialmente con el Estado para lograr comprender un fenmeno social que se compone de un conjunto de movilizaciones sociales ancladas no en diferencias entre clases sino entre conglomerados sociales ms amplios comprendidos en un espacio y enfrentados, principalmente, al Estado ( Flores 1982: 218). Estas movilizaciones sociales tendrn sus propias connotaciones dependiendo de la regin donde se manifiestan, siendo unas ms complejas que otras. Las percepciones sobre la historia regional y las valoraciones que de ella se desprenden incorporan especificidades dignas de tomar en cuenta Para Jos Luis Roca, los movimientos regionales adquieren mayor duracin e intensidad que los movimientos sociales de inspiracin clasista; l afirma que la historia de Bolivia no es la lucha de clases sino historia de las luchas regionales (2000: 17). Para este autor, los movimientos regionales, ideolgicamente, se pueden caracterizar como aclasistas o paraclasistas y poseen mayor efecto que las pugnas de tipo clasista. Los movimientos regionales varan en su conformacin y su capacidad de convocatoria, de regin a regin. Su misma complejidad e intensidad dependen de las

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circunstancias histricas en las que se desenvuelve una determinada regin. Por ello es difcil tratar de analizar este tipo de movimientos desde una perspectiva puramente clasista, pues su riqueza y complejidad puede exceder esta perspectiva terica. Sin embargo, es necesario que enfoquemos la atencin a los grupos dirigentes de las sociedades regionales, teniendo en cuenta que: Un componente fundamental de las caractersticas y orientacin de las movilizaciones regionales es el papel de los grupos dirigentes, la existencia y potencia de stos varan radicalmente entre las regiones, y, por lo tanto, su capacidad de convocatoria (Flores 1982: 221).

2.- Planteamiento de problema e hiptesis de trabajo En las ltimas dcadas, los Comits Cvicos han servido como canal de expresin de las demandas regionales y las acciones de movilizacin de las sociedades regionales; por ello es necesario poner atencin tanto a su organizacin interna, y, sobre todo, a los discursos que en este nivel institucional pueden emitir los distintos actores sociales. Se trata de indagar la naturaleza de la ideologa regional a travs de los discursos que se presentan en el Comit Cvico Potosinista, teniendo en cuenta que ellos no son reflejo mecnico de las ideologas e identidades, pero s su canal de expresin. Se puede aceptar que, con el anlisis del discurso, es posible descubrir las principales caractersticas de la ideologa regional as como sus elementos

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de identidad. Partimos, en primer lugar, de la definicin de identidad: "(es) aquella parte del autoconcepto de un individuo que se deriva del conocimiento de su pertenencia a un grupo o grupos sociales juntamente con el significado valorativo y emocional asociado a esta pertenencia." (Valera y Pol 2002: 5). Para realizar este anlisis debe tomarse en cuenta que la conformacin de las identidades es un proceso de reconocimiento basado a comunicaciones e intercambio con los otros; es decir que para el establecimiento de una conciencia de identidad regional es necesario el reconocimiento de la otredad (Masilla 1993: 30). En este proceso se diferencia tambin lo que una sociedad percibe como lo propio y lo ajeno. En definitiva, la configuracin de la identidad social del grupo viene dada tanto por la percepcin de semejanzas en el endogrupo como por la percepcin de diferencias endogrupo-exogrupo, en base a determinadas dimensiones categoriales. En lo que a identidad regional se refiere, se puede decir que consiste en un conjunto de cogniciones referentes a lugares o espacios donde la persona desarrolla su vida cotidiana y en funcin de los cuales el individuo puede establecer vnculos emocionales y de pertenencia a determinados entornos (Valera y Pol 2002: 8). Para la construccin de la identidad social regional es fundamental la historia del grupo y su relacin con su entorno. La valoracin de cmo se han desarrollado las relaciones del grupo establecido en un espacio con los de

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afuera, en el transcurso del tiempo, determina en buena parte la identidad regional y el sentimiento de destino compartido por los miembros del grupo. Las identidades sociales pueden ser funcionales o disfuncionales para las circunstancias de un determinado momento histrico. Pueden existir identidades centradas en el futuro e identidades ms tradicionales vinculadas a la preservacin de la historia, o identidades que logran la coordinacin presentepasado-futuro. Determinados espacios o lugares pueden ser considerados como elementos prototpicos de la identidad regional, que son muy relevantes para su historia o la actividad central del grupo. Entre stos podemos distinguir elementos geogrficos como ros, montaas, lagos, monumentos y, en general,

determinados elementos arquitectnicos o urbansticos propios y caractersticos de la regin. La dimensin del presente estudio se circunscribe al Comit Cvico Potosinista (COMCIPO), de los porque diferentes al interior actores de de la l se encuentran regional:

representaciones

sociedad

empresarios, sindicatos, intelectuales, juntas vecinales e instituciones. En este escenario de representacin cabe preguntarse como problema de la presente investigacin: Cules son los principales elementos de ideologa e identidad regional que son transmitidos a travs de los discursos emitidos por COMCIPO en el periodo 1970-1990?

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Establecida la importancia de los grupos dirigentes y de las lites locales en la determinacin de la ideologa e identidad de los movimientos regionales, nos parece necesario aclarar que no son la expresin de la burguesa o clase dominante, sino, de una manera ms diferenciada, como lo expresa Filippo Burzio: las que se forman a travs de la lucha y estn en continua competencia entre s [...] elegidas y controladas peridicamente por los ciudadanos, no se imponen sino se proponen (: 594). Por lo cual se puede admitir grupos dirigentes empresariales, sindicales, polticos, vecinales, campesinos, etc., al interior de la sociedad regional. En esta lnea analtica se plantea como hiptesis de trabajo del presente estudio lo siguiente: considerando las peculiaridades de la sociedad regional potosina y la debilidad de su clase dominante local, los elementos ideolgicos y de identidad de mayor preminencia al interior de COMCIPO son los pertenecientes a las lites sindicales mineras. La tradicin de los movimientos regionales en Bolivia ha conformado un ente institucional; en la mayora de los casos: los Comits Cvicos, con sus respectivas peculiaridades. En el caso potosino (como en otros), COMCIPO, admite en su interior las representaciones de instituciones y sectores sociales como la Central Obrera, la Universidad pblica Toms Fras, Colegios de Profesionales, Juntas Vecinales, sindicatos, Federacin de Empresarios Privados, Federacin de Choferes, Agrupaciones gremiales, Federacin de

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Campesinos, incluso agrupaciones culturales y artsticas. Por lo que se puede admitir que son los sectores dirigentes de la sociedad regional los que le otorgan vida y direccin a las actuaciones de COMCIPO. Sin embargo, las acciones no pueden entenderse separadas de las palabras del por qu stas hacen posible el logro de hegemonas y de persuasiones.

3.- Estrategia metodolgica El tipo de estudio que se realiza es de tipo descriptivo, porque se pretende analizar las principales caractersticas de la ideologa e identidad regional a travs de los discursos emitidos por COMCIPO. Existen dos corrientes en la construccin de una estrategia metodolgica considerando el tipo de estudio: la corriente cuantitativa y la cualitativa. En los estudios cuantitativos se privilegia el instrumento de la encuesta y el tratamiento estadstico, instrumentos que, a partir de una muestra, permiten obtener datos que luego se pueden generalizar a una poblacin determinada. Desde la perspectiva cuantitativista, se asume que el nmero tiene mayor poder explicativo y adems mayor precisin expresiva que la palabra a la cual se le atribuye imprecisin y un alto grado de ambigedad (Dvila 1994: 70). De la misma manera, se entiende que el nmero tiene mayor comunicabilidad que la palabra, en razn de que la matemtica es el lenguaje universal. En consecuencia, admite que el progreso de la ciencia se encuentra cifrado en el

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Quantum (que literalmente significa montn o cantidad) (: 72). Por lo tanto, se podra admitir que la pretensin final de la ciencia es poder cuantificar la realidad. Por otro lado, una posicin opuesta afirma que los nmeros carecen de sentido si no se los considera en un contexto discursivo. Ellos, por s solos, carecen de capacidad explicativa de la realidad. El cualitativismo considera la concepcin de la sociedad en tanto sistema de signos y se opone al formalismo instrumental del cuantitativismo. Proclama un intuicionismo y una mayor implicacin del investigador en el fenmeno investigado con el propsito de descubrir las estructuras simblicas que permiten una comprensin estructural del funcionamiento social. El cuantitativismo y el empirismo tienden a sustituir los hechos por los datos numricos sin tomar en cuenta que estos ltimos son informacin casi siempre parcial de los hechos; de esta manera reduce a los sujetos sociales a simples objetos de investigacin pasivos, mientras que el investigador asume una imparcialidad ficticia respecto de los fenmenos sociales. Nuestra estrategia metodolgica admite que en los fenmenos sociales y, especficamente, en el estudio de los discursos polticos se pueden advertir aspectos cuantificables, pero prioritariamente se deben considerar elementos simblicos. Por ello se emplea una metodologa heterodoxa que contempla la utilizacin de instrumentos cuantitativos como el anlisis de algunas

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estadsticas; e instrumentos cualitativos, como el anlisis del discurso y las entrevistas a informantes clave de forma privilegiada. a) El anlisis del discurso.Se utilizar el anlisis de discurso admitiendo que: Los discursos no se reducen a ideologas , como stas tampoco se superponen de manera automtica a los discursos. Podemos decir que las formaciones discursivas son regidas por las formaciones ideolgicas. El discurso poltico es, por excelencia, un vehculo de significacin ideolgica (Mayorga 1994: 39). Por lo que se puede indagar y descubrir los principales elementos ideolgicos y de identidad a travs de un anlisis del discurso. Es una metodologa de tipo cualitativa cuya misin es indagar las estructuras simblicas que subyacen a las prcticas sociales, las cuales no se pueden comprender sin las palabras. Se entiende por discurso a un conjunto de oraciones que presenta reglas sintcticas, semnticas y pragmticas que debe presentar cohesin y coherencia. Las caractersticas de ste se encuentran en relacin a sus condiciones de circulacin y produccin. Como se puede ver, en la definicin anterior, las condiciones de produccin, circulacin y recepcin son muy importantes para la consideracin analtica del discurso. En el presente estudio se pondr mayor

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nfasis en las condiciones de produccin del discurso, porque no se pretende analizar el efecto que tiene el discurso cvico en la sociedad. Entre las condiciones de produccin del discurso se toma en cuenta, como elemento central a las condiciones de posibilidad de emergencia de los discursos. Para este anlisis es importante considerar la existencia de procedimientos, cuyas funciones son: controlar, seleccionar y distribuir los discursos (Foucault 1980). Esto implica los procedimientos de exclusin entre los cuales se encuentran: a) El derecho privilegiado o exclusivo del sujeto que habla. b) La voluntad de verdad o la voluntad de saber; y c) Los procedimientos de control interno. El derecho privilegiado o exclusivo del sujeto que habla, se puede entender como un sistema que otorga preeminencia enunciativa a algunas personas sobre otras. Aqu es importante la consideracin, la credibilidad y la legitimidad que tengan determinados discursos sobre otros. La contraposicin entre la voluntad de saber y la voluntad de verdad, implica la consideracin de una tensin entre los componentes cognitivos del discurso (su racionalidad interna) frente a componentes retricos o emotivos que pueden derivar en sobredramatizaciones o banalizaciones. Finalmente los procedimientos de control interno, se trata de regular los discursos pretendiendo que guarden armona y coherencia interna para velar por su unidad y la cohesin entre sus elementos.

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Otro aspecto se refiere a procesos de interdiscursividad, que constituyen un elemento muy importante para el anlisis del discurso, porque a partir de ella puede asumirse que los discursos no se encuentran aislados sino en una constante relacin porque todo discurso remite a otro con el cual establece una relacin de alianza, de antagonismo, de respuesta directa o indirecta: Todo discurso se sostiene sobre algo previamente discursivo que desempea el papel de materia prima COMCIPO, ha empleado como forma de comunicacin privilegiada los comunicados a travs de la prensa radial, televisiva y escrita. Esta ltima se convierte en el corpus principal para el anlisis del discurso, pues, contiene, de forma cronolgica y precisa lo que se dice en cada circunstancia especfica. Se analiza este corpus identificando cdigos de asociacin y de oposicin para poder descubrir las estructuras simblicas y la ideologa que subyace a los discursos. Por ejemplo, la palabra calle se puede asociar con la palabra fro, y casa con caliente, especialmente en un clima como el potosino. b) La entrevista Es una conversacin, cuya finalidad es obtener informacin en torno a un tema. En relacin a este punto, se realizaron entrevistas semiestructuradas que proporcionan mayor libertad al investigador a algunos dirigentes de COMCIPO que tuvieron particular importancia en los momentos crticos. Estas entrevistas

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proporcionaron

datos

cualitativos

y

percepciones

que

ayudaron

y

complementaron las indagaciones realizadas en la prensa escrita de la poca. c) Revisin documental Se trat de la revisin de los documentos de la Institucin cvica que lamentablemente se hallaban desordenados y dispersos pero proporcionaron evidencias respecto a circunstancias histricas determinadas, as como informacin de primera mano de las caractersticas organizativas internas de la Institucin. De la misma manera, se analiz informacin de las Juntas Vecinales de la ciudad de Potos. El presente trabajo se ordena en tres partes con la lgica de presentacin cronolgica. En el primer captulo, se examina la influencia del Estado del 52 en el movimiento regional potosino, y ms propiamente, las circunstancias en las que se fund COMCIPO a impulso de los intentos del desarrollo de la actividad minera y su diversificacin en el marco del protagonismo estatal; de la misma manera, cmo se pretendi que la atencin estatal est orientada a obras de integracin del Departamento, al interior de sus provincias y con otros departamentos. Estos intentos modernizadores se reflejan en los discursos de la institucin cvica. Las personalidades que hacen posible la fundacin de esta instancia cvica son especialmente profesionales y miembros de organizaciones

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empresariales. Se podra afirmar que son los grupos dirigentes de la sociedad y las clases dominantes lo que hacen posible la creacin de COMCIPO. Se efectan tambin algunas consideraciones del funcionamiento de COMCIPO en el contexto de los gobiernos dictatoriales y el rol de esta institucin en el proceso de democratizacin de Bolivia llevada a cabo entre los aos 1979-1982, cuando se produce un mayor protagonismo de las lites sindicales y posturas ideolgicas de izquierda radical en el espacio poltico regional, ello, explicado por la apertura democrtica y la desaparicin de las prohibiciones para el funcionamiento de los partidos polticos. En COMCIPO, se produce un giro a posiciones polticas de inspiracin marxista radical, e incluso insurreccional en el mismo tono de la plataforma poltica del sindicalismo minero. En el segundo captulo, se analizan las reformas estatales que tuvieron lugar en Bolivia a partir del DS 21060 y los cambios discursivos fruto de ellas. Estas reformas tuvieron un fuerte impacto en regiones que, como la potosina, desarrollaron su economa en base a la minera estatal, por lo tanto, se dio de manera natural una resistencia al modelo econmico neoliberal. COMCIPO, al ser influido por los sectores sindicales en su orientacin ideolgica y en sus medios de lucha, desempe un papel muy importante en todos los movimientos de oposicin al modelo neoliberal. No se procura una insercin favorable de la regin al modelo, sino una oposicin que trata de

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revertirlo, pues se asume, desde la perspectiva cvica, que la inversin privada y la extranjera slo traeran mayor miseria y retraso, percepcin originada en la memoria extrapolada a la poca colonial, en la cual las riquezas del Cerro Rico sirvieron para el desarrollo de Europa y no de Potos. En este contexto, se analizan con preferencia dos hechos demostrativos e importantes: la explotacin de los desmontes del Cerro Rico por parte de la empresa privada COMCO (Compaa Minera Concepcin) subsidiaria de COMSUR (Compaa Minera de Sur), para la cual existi una fuerte oposicin, y la explotacin del Salar de Uyuni que, fruto de la lucha cvica, no se llev a cabo. En la tercera parte, se analizan los enunciados discursivos que circulan en momentos de conflicto regional y logran mostrar los aspectos ms caractersticos de la identidad regional potosina. Se examinan las

circunstancias en las que se fund COMCIPO en el contexto de la declinacin de la asistencia estatal propia del Estado del 52; ms adelante se hace un estudio de los discursos que son emitidos por COMCIPO durante la crisis minera estatal y la privatizacin de las empresas mineras luego de las reformas estatales implementadas por el DS 21060, as pues, la tercera parte abarca el periodo comprendido entre 1970 hasta 1990. Finalmente, en la cuarta parte del texto se sealan los principales elementos discursivos que se emplean como estrategias de persuasin y

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movilizacin por COMCIPO. Estos hacen referencia a la memoria histrica larga como a los discursos propios de Nacionalismo revolucionario influenciados por los discursos sindicales y populares de la regin.

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CAPTULO 1 1.- EL ESTADO DEL 52, COMCIPO Y LOS MOVIMIENTOS REGIONALESLa revolucin de 1952 produjo un cambio profundo en nuestro pas, puesto que ella inaugura un proceso en el que el discurso del Nacionalismo Revolucionario se convierte en el ordenador de la sociedad, de sus actores y sus formas de hacer poltica. A travs de su polo "Nacin" fue posible la emisin de diversos discursos por distintos gobiernos, incluso de carcter autoritario, que tuvieron ingredientes populistas y nacionalistas. Por otro lado, en su polo Revolucin se articularon discursos utilizados mucho tiempo por la izquierda boliviana, muy cercanos a las lecturas marxistas de la sociedad: Si de manera clsica, imaginamos las posiciones ideolgicas en una representacin lineal, este eje nacionalista revolucionario es un eje oscilante, flexible, en la medida de que sus extremos (nacionalismo, por un lado y revolucionario, por el otro) tocan y se entremezclan con los mbitos ideolgicos de la derecha y la izquierda bolivianas (Antezana 1983: 61). La revolucin de 1952, propici el surgimiento del Estado como elemento central en la poltica y economa, al mismo tiempo que configur una sociedad civil cuyo protagonista central era el obrero. Se inaugur un perodo en el cual la poltica estuvo orientada por la confrontacin de dos entes corporativos: la Central Obrera Boliviana (C.O.B.), por un lado, y las Fuerzas Armadas (FF.AA.) por el otro. En este contexto, los partidos polticos tenan una existencia poco

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relevante al no ser los articuladores entre la sociedad civil y el Estado, sino con un rol accesorio y de apoyo a uno de los entes de pugna central en Bolivia, mostrando su escasa capacidad de mediacin entre la sociedad y el Estado: Entre Estado y sociedad civil la relacin era directa, sin estructuras intermediarias que los separe y los vincule. Ello explica que mientras dur este tipo de relacin en lo poltico, no hubiera habido propiamente un sistema poltico de mediacin. Adems esa relacin fue de enfrentamiento y de conflicto abierto, y no negociable o de lgica de guerra (Lazarte 1993: 5). La derecha particip de la poltica a travs de las Fuerzas Armadas, en tanto que la Central Obrera Boliviana, era la estructura sindical que aglutinaba a los trabajadores y al movimiento popular permitindoles actuar con posibilidades de vencer e imponer sus reivindicaciones. En consecuencia, resultaba difcil que los actores sociales pudiesen hacer poltica (por lo menos de forma exitosa), a no ser por la va de la COB o de las FF.AA. La sucesin de los gobiernos de carcter populista y de corte militarautoritario mostraron que el funcionamiento de la poltica tena como lgica la confrontacin y la oposicin, cuya finalidad ltima fue la destruccin del contrario. La matriz de 1952, anclada ideolgicamente en el discurso del nacionalismo revolucionario, y, econmicamente, en el centralismo del Estado, perdi su legitimidad y entra en un franco colapso en los aos 1978-1982. En el perodo de democratizacin en Bolivia, se nota la crisis del paradigma del nacionalismo revolucionario: el fracaso estatal en el campo econmico. Las empresas estatales cuentan con escasos niveles de rentabilidad y de generacin

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de produccin y ms bien se crea una excesiva burocracia que no permite la estabilidad fiscal cuestionando su capacidad para la administracin de la economa. La configuracin de la crisis general de la matriz del 52 es notoria, especialmente, en el periodo 1979-1982, cuando se da una ruptura del nacionalismo revolucionario como ideologa y se produce una adscripcin de las masas al establecimiento de formas democrticas de gobierno: "La

transformacin del instinto clsico de la autodeterminacin en democracia representativa, convertida en ambicin de masa" (Zavaleta 1987: 13). En consecuencia, fue necesaria la instalacin de un sistema de partidos para que la democracia funcione, lo cual ocurri a partir del ao 1982. Sin embargo, es necesario hacer notar que la democracia boliviana y en especial el sistema de partidos, posee an grandes dficits en cuanto a su capacidad de representar a la sociedad y transmitir sus demandas a esferas estatales.

1.1.- El discurso del nacionalismo revolucionario

Como se dijo en lneas precedentes, el discurso del nacionalismo revolucionario tiene como principal emisor al Movimiento Nacionalista

Revolucionario (MNR), aunque permite que otros partidos puedan transitar discursivamente a travs de l. Carlos Montenegro (1976, se refiere al ao de edicin porque cuenta con muchas ediciones) expresa, en Nacionalismo y

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Coloniaje, el carcter central de este discurso, que se basa en la interpretacin de la poltica boliviana en base de antinomias y dicotomas irreconciliables: la nacin y la antinacin, la revolucin y la reaccin, la patria y la antipatria, la justicia social y la explotacin, lo nacional y lo extranjero, el nacionalismo y el coloniaje. De esta manera el nacionalismo revolucionario reduce el proceso histrico a la contradiccin entre dos polos opuestos: la nacin, que estara representada por el conjunto del "pueblo" boliviano, y la antinacin, identificada por lo extranjero o forneo. Este discurso permiti legitimar, frente a la sociedad, los gobiernos de carcter populista como del MNR y tambin las dictaduras de corte militar autoritario. En el primer caso, la nacin traduca las intenciones estatizantes y las polticas de corte popular, y la antinacin encarnaban generalmente las empresas transnacionales, que explotaban los recursos naturales de Bolivia. Por otra parte, se poda entender, desde la perspectiva de los gobiernos autoritarios dictatoriales, que la nacin representaba el orden y el trabajo, mientras que la antinacin estaba representada por "la anarqua y el comunismo internacional". Por lo que el nacionalismo revolucionario permiti la emisin de varios discursos a su interior, ya sea desde las corrientes de izquierda marxista, como desde las corrientes conservadoras y autoritarias. El nacionalismo, construye una interpelacin central basada en la contradiccin: la antinacin, sera el bloque dominante representado por la

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oligarqua y sus gobernantes, en la rosca, y la nacin seran los sectores dominados y populares, representados por el pueblo, por lo que el conjunto de sus reivindicaciones son las nacional populares (Mayorga 1993: 96-100). El nacionalismo revolucionario interpela a la sociedad civil como pueblo, el mismo que sera un sujeto interclasista que nuclea a sectores populares, obreros, campesinos y pequea burguesa, opuesta al bloque de propietarios mineros y terratenientes, que representaban los intereses de empresas extranjeras o forneas. La expresin real y concreta de la nacin es el pueblo constituido por las clases y fuerzas sociales del bloque social dominado [...] un hecho social complejo y abigarrado es compuesto por diferentes sectores sociales, que en el seno del proyecto nacionalista no tienen relaciones antagnicas, sino solamente diferencias, ya que su diversidad es uniformada bajo un mismo proyecto estatal en tanto "todos" los sectores del pueblo son parte de la nacin (Mayorga 1994: 109). El principal argumento del nacionalismo revolucionario radica en el hecho de que la explotacin de los recursos naturales en general y de la minera e hidrocarburos en particular, no sirvi para conformar una estructura econmica ni condiciones polticas para la disponibilidad interna del excedente, y, por lo tanto, la intervencin del Estado en el rea econmica era necesaria, expresndose en la transferencia de los centros mineros y productivos a manos del Estado. El Estado de 1952 comenz a mostrar su crisis debido a varios elementos: uno de los esenciales, es el relacionamiento existente entre la sociedad civil y el Estado basado en una red de clientelismo, generado y sustentado por las

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empresas estatales; por otro, este relacionamiento no incluye formas partidarias por lo menos como actores centrales- y existe la presencia de entes corporativos (FF.AA. y C.O.B.) que imposibilitan un relacionamiento y encauzamiento de demandas sociales de forma adecuada. Adems, el discurso del nacionalismo revolucionario pierde su capacidad de interpelacin, a causa del decaimiento del papel centralizador del Estado. En el proceso de democratizacin, la adscripcin de la sociedad civil y en especial de los sindicatos al establecimiento de una democracia representativa de corte liberal, modifica al sujeto interpelado por el nacionalismo revolucionario: de pueblo a ciudadana. Ello implica la prdida de unidad y eficacia interpelativa del discurso del Nacionalismo Revolucionario.

1.2.- La revolucin del 52 y la conformacin de polos de desarrollo

El nuevo Estado que surgi en 1952 tuvo como su principal objetivo la consolidacin de la nacin, partiendo de la accin estatal, lo cual determin en principio la existencia de un Estado planificador, centralizador y tecncrata, como actor principal de la vida econmica y poltica del pas. La nacionalizacin de las minas en 1952 y la del petrleo en el Gobierno de Ovando (1969-1970), convirtieron al Estado en el gran protagonista del sector productivo, asumiendo las responsabilidades de la inversin en los sectores llamados "estratgicos" de la economa. Por otra parte, el funcionamiento del

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Estado, atravesado por una creciente burocracia, haca preciso el establecimiento de diversas ramas en el sector de servicios de tuicin estatal: El Estado Boliviano tom para s, de esta forma, las definiciones y orientaciones de desarrollo globales, y tambin regionales, pero estas definiciones se caracterizaban por ser altamente centralizadas y poco participativas. La inversin pblica fue dirigida a los sectores de infraestructura, vialidad, estmulo y hacia las regiones en las cuales poda incrementarse e industrializarse la produccin agrcola1 Tambin cre mercados y desplaz la poblacin hacia los sectores mencionados. Ello culmin con la creacin de una burguesa "subsidiaria" de los planes de desarrollo estatales, y las capas medias asociadas al aparato administrativo estatal de forma de tecnoburocracia y de sector servicios. De esta forma se conform un nuevo eje de importancia poltica, econmica y social, en base a los departamentos de Santa Cruz, Cochabamba y La Paz (Romero 1982: 54). La reorientacin econmica revolucionaria se basaba en la diversificacin industrial para obtener niveles mayores de exportacin y mejorar el estndar de vida en la poblacin. Sin embargo, los esfuerzos del Gobierno durante los primeros aos de la revolucin, estuvieron dirigidos a conseguir estabilidad en la economa. Este intento diversificador deba lograr una reorientacin de la inversin pblica para generar un polo de desarrollo en el oriente boliviano. Esto motiv el traslado de fuerza laboral calificada y no calificada desde el occidente hacia el oriente, adems del redireccionamieto del crdito al sector agropecuario, del departamento de Santa Cruz, es decir, que el Estado organiz todo un proceso de reorientacin de la economa boliviana.

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La minera sufri un descenso de la produccin, provocado por el decremento de las compras en el mercado mundial del estao principal producto de exportacin (de 170 mil toneladas en 1956 a 116 mil en 1958) (Caldern y Szmukler 2000: 92). Tal situacin se agrav mucho ms an cuando en 1964 Estados Unidos lanz a la venta sus reservas estratgicas. En consecuencia, los departamentos que tenan como base productiva la minera entraron en crisis cuyo impacto social fue atenuado por la fuerte accin estatal pero provoc limitaciones en el crecimiento de la economa. La reestructuracin de la economa nacional se oper en base al estancamiento de la minera estatal pese a que sta era sostn principal del TGN Los sectores empresariales privados tuvieron un crecimiento importante, especialmente los ligados a la agricultura del oriente. En cambio, la actividad minera que estaba fuertemente influida por el mercado mundial, fue vulnerable a la fluctuacin de los precios internacionales. La baja de los precios el estao, como la venta de las reservas por los Estados Unidos, ocasionaron un estancamiento en la produccin minera de Bolivia con el consiguiente impacto en los departamentos productores de minerales. Esta tendencia se mantuvo constante desde 1956 hasta el ao 1964.

.- Las orientaciones generales de desarrollo en los pases latinoamericanos en las dcadas 50 y 60 descansaban tambin en el fortalecimiento del Estado y el impulso de ste a la industria, ello defini los actores sociales de ese tiempo.

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A esta situacin se sumaron los permanentes movimientos sociales que agudizaron la crisis de la minera nacional. El costo de las huelgas entre 1956 a 1960 se calcul en ms de 6 millones de dlares. (Caldern y Szmukler 2000: 91). El funcionamiento estatal se caracteriz por el patrimonialismo y el clientelismo que se expresaba en las polticas sociales de aprovisionamiento de los sectores populares y en el crecimiento de una gran burocracia de las empresas estatales conformadas por militantes del MNR o con personas allegadas a las lites de dicho partido. Esta burocracia excesiva enquistada en el aparato pblico impidi que la gestin estatal pueda llevarse a cabo con racionalidad y eficiencia comprometiendo la existencia, eficiencia y rentabilidad en las empresas mineras. Entre los aos de 1956 a 1960, slo el 33% de los trabajadores de la COMIBOL desarrollaban su actividad en interior mina, mientras que para el ao de 1959, la productividad descendi en 40 % (Caldern y Szmukler 2000: 113). A partir de 1964, se sucedieron gobiernos de carcter militar autoritario con inclinaciones populistas. (Citar al gobierno de Ren Barrientos Ortuo, iniciador del Pacto Militar-Campesino, comprometido en la masacre de la Noche de San Juan, 1967) Tanto el Gobierno de Alfredo Ovando Candia (1969-1970) como el de Juan Jos Torres (1970-1971) tuvieron un apoyo de intelectuales de ideologa marxista y nacionalista. Estos lograron respaldo de la sociedad civil gracias a la alianza con el campesinado, en forma de pacto militar-campesino. En este

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contexto, se destac la nacionalizacin de la Gulf Oil, en el ao 1970, llevada a cabo por el Gobierno del Gral. Ovando, que gener gran simpata popular. El Gobierno de Juan Jos Torres, represent de manera peculiar la fortaleza del movimiento sindical, expresado en la Central Obrera como ente corporativo de movilizacin popular. La asamblea popular de (1970, quines participaron y qu buscaban) 1971 revela lo anterior, por ser un escenario en el cual el movimiento sindical, a travs de la C.O.B. se constituy en un poder dual que impuls una alternativa socialista al gobierno de la poca y un proyecto alternativo del propio Estado. (Ren Zabaleta: Poder dual) Las orientaciones de desarrollo del Estado, a partir de la revolucin de 1952, configuran el surgimiento de los polos de desarrollo en el contexto del centralismo con la ausencia de mecanismos de participacin de las distintas sociedades regionales en la resolucin de sus problemas y delineamiento de su futuro. Los movimientos regionales contemporneos pretenden superar esas orientaciones causantes de los desequilibrios e inequidades regionales. En consecuencia, como expresa Salvador Romero, los movimientos de las regiones aparecen pretendiendo mayor poder de decisin en ellas, as como la disminucin del poder central estatal. "Los movimientos regionales [] son una reaccin contra el Estado centralizado, gestor y administrador de la actividad econmica" (Romero 1982: 57); sta es la caracterstica que asumirn tales movimientos en los posteriores aos en Bolivia.

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1.3.- Planta de fundicin de zinc y la fundacin del Comit Cvico Potosinista

Los movimientos regionales de mayor importancia en la regin potosina estuvieron ligados a los cambios en el sector productivo de la minera, que se vio afectada en numerosas ocasiones por la variacin de los precios en el mercado internacional, primero la plata y luego del estao. Durante el Siglo XX, se pueden identificar tres periodos marcados por las variaciones en el precio del estao, uno de los minerales de mayor exportacin: el primero (1900-1929) en el cual existe una tendencia hacia el alza de precios; el segundo, ms bien un periodo inestable con tendencia a la baja, que se prolonga hasta 1985, y por ltimo, el periodo de derrumbe del precio, que dura hasta nuestros das. Estos periodos fueron acompaados de cambios en la conduccin de la poltica econmica: liberalismo, proteccionismo y liberalismo, respectivamente (Jordn 1992: 219). La economa de la regin potosina mostr en largas dcadas una vulnerabilidad muy grande frente a la cotizacin internacional de los minerales. El aparato productivo era -y an es- bsicamente extractivo primario. Durante la poca del enclave minero, a principios del Siglo XX, la explotacin minera se caracterizaba por los siguientes aspectos: La sobreexplotacin de la fuerza de

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trabajo, escasa tecnologa y una produccin y acumulacin del excedente sin reinversin interna. En lo que respecta al periodo del proteccionismo estatal, los excedentes generados en la regin tampoco se reinvirtieron, aunque s elevaron el nivel de consumo colectivo a travs del empleo de grandes sectores de la poblacin y los subsidios estatales al consumo, mediante pulperas mineras. Las empresas mineras se convirtieron en el sostn de los ingresos del Tesoro General de la Nacin. En 1952 las exportaciones de minerales eran el 92 % del total de exportaciones bolivianas, mientras que las de estao representaban el 60 % del total de las exportaciones de minerales (Jordn 1992: 232). Por otra parte, los excedentes mineros fueron empleados en implementar estrategias de desarrollo del Oriente Boliviano en el contexto del plan de diversificacin econmica del modelo revolucionario de 1952. De esta manera el Estado utiliz la renta minera para diversificar e industrializar el pas, tal como lo estableca el plan Boham de 1949. Los movimientos regionales en Potos durante la segunda mitad del Siglo XX trataron de revertir la postergacin y por consiguiente la escasa reinversin de utilidades mineras tratando lograr mejores condiciones de apropiacin del excedente generado en el sector minero. Ello puede explicar que las principales

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reivindicaciones potosinas se centraron en la creacin de empresas de fundicin para conseguir mayor valor agregado en la produccin de la minera. Como se dijo antes, la accin y presencia estatal se present de manera desigual en las diferentes regiones, dando lugar a la constitucin heterognea de las regiones y creando brechas en los niveles de desarrollo econmico; asimismo a la generacin de un grupo de departamentos con mayor desarrollo relativo que otros. Los movimientos regionales ensearon tambin la heterogeneidad entre las regiones productoras y las no productoras; sin embargo se pueden distinguir algunas homogeneidades tal el caso de la lucha por niveles de descentralizacin de las decisiones estatales. La ideologa de los movimientos regionales estuvo influenciada en mayor medida por los sectores dominantes y clases medias y la conformacin de instituciones a travs de las cuales se articularon las demandas y las acciones cvicas, los Comits Cvicos y de defensa de intereses en los distintos departamentos de Bolivia. Estas instituciones exteriorizaron una gran capacidad de convocatoria e interpelacin en sus respectivas sociedades, pues, las actividades polticas por ellas convocadas (generalmente paros departamentales), tenan un alto nivel de acatamiento, pese a que los mtodos no siempre eran democrticos.

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La crisis de representatividad del sistema de partidos polticos, caracterizada por su prctica clientelar2 y su patrimonialismo, impidieron que stos sean los mediadores adecuados entre la sociedad regional y el Estado y en cambio, los partidos polticos exhibieron debilidad para la generacin de propuestas dirigidas al desarrollo regional, lo que determin que los Comits Cvicos fuesen instituciones de gran credibilidad, porque permanentemente, stas, reclamaban para s una especie de asepsia poltica, argumentando estar motivadas slo por consignas cvicas. COMCIPO, como otras instituciones de la misma naturaleza, se alinea a la lucha contra el carcter centralista del Estado boliviano para lograr mayor atencin estatal a las diversas demandas regionales. Pero paradgicamente pretende lograr mayor presencia estatal a travs de la inversin estatal. (creo que est dems,no liga con lo anterior)

La fundacin de COMCIPO se remonta a la dcada del 70, pero con anterioridad existieron otras organizaciones cvicas de duracin limitada que encararon luchas regionales. El Comit Cvico Potosinista, se funda durante el gobierno dictatorial del Gral. Bnzer y tiene una duracin ininterrumpida hasta la

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.- Se entiende como tal, a un conjunto de fidelidades personales, que pasa por el uso de personal por parte de la clase poltica y de los recursos estatales apropindose de stos. Este manejo es discrecional y apartado del consenso institucionalizado (Cf. Mastropaolo 1988: 274).

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actualidad. Por ello, a continuacin se describirn las circunstancias de su creacin. Durante este periodo de facto, 1971-1978, se prohibi la actividad poltica y sindical. Y bajo la premisa del Nuevo Orden (Orden, Paz y Trabajo), se ejercit mano dura traducida en la represin, exilio y/o crcel a las dirigencias de todos los movimientos que pretendan lograr reivindicaciones sociales. El Gobierno justificaba esas acciones haciendo uso de elementos discursivos propios del nacionalismo revolucionario, el nuevo orden nacional en oposicin a los intentos del anarquismo y el comunismo forneo. El proteccionismo estatal en el mbito econmico iniciado con la revolucin de 1952, permanece de manera inalterable con la preeminencia de la inversin pblica en muchos sectores y con emprendimientos de diversificacin econmica en el rea agroindustrial del oriente. Sin embargo, la aplicacin del paradigma del proteccionismo estatal comienza a mostrar su crisis especialmente en el sector minero. Adems, la pureza y la calidad del mineral extrado tienen una tendencia paulatina hacia la baja equivalente al 26%. Pese a ello, no obstante, en COMIBOL, el empleo aument de 23.700 a 26.500 trabajadores, incrmentndose los costos de produccin en un 45%, tendencia que se mantuvo hasta 1980 (Jordn 1992: 235). En la dcada de 19701980, se producen inversiones pblicas importantes en el sector de la minera: la fundicin de Vinto en Oruro (1970), y posteriormente

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en las fundiciones de La Palca y Karachipampa departamento de Potos, que lamentablemente tuvieron un funcionamiento breve En la dcada de los aos 70, la regin potosina se enfrent a un conjunto de movilizaciones que pretendan lograr el incremento del valor agregado de su produccin minera mediante la construccin de fundiciones. En este contexto, surgen instituciones de carcter cvico-reivindicativo en el departamento de Potos, como el Comit Cvico Femenino, institucin conformada en su mayora, por mujeres profesionales, el 4 de agosto de 1975, bajo la presidencia de la profesora Yolanda G. de Zilvetty, la Abogada Esperanza de Poppe es su primera vicepresidenta, y la Sra Lucy de Prez Alcal, la segunda. Las integrantes de esta corporacin declaran que "no hay nimo poltico alguno y que slo estn imbuidas de un profundo espritu potosinista" (El Siglo 11, de agosto de 1975: 5). Poco despus de su fundacin, el Comit Cvico Femenino da a conocer un petitorio al General Bnzer, en el cual mencionan que existe la necesidad de atender a un conjunto de demandas regionales, entre las cuales se destacan: La construccin de un aeropuerto y la vinculacin caminera del Departamento y la Planta de fundicin de zinc que representaba la posibilidad de lograr niveles de industrializacin de los minerales, y en consecuencia, incorporar valor agregado a la produccin minera y especficamente de zinc, que tena alta cotizacin en el mercado mundial.

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CUADRO # 1 COTIZACIN DEL ZINC EN EL MERCADO MUNDIAL Ao Cotizacin $us/LF 1966 0.15 1967 0.14 1968 0.14 1969 0.15 1970 0.14 1971 0.15 1972 0.18 1973 0.24 1974 0.35 1975 0.37 1976 0.36 1977 0.33 1978 0.27 1979 0.36 1980 0.36 1981 0.41 1982 0.39 1983 0.37 1984 0.46 1985 0.39 Fuente: Jordn 1992: 24 ZN REAL 0.50 0.48 0.45 0.45 0.46 0.40 0.41 0.45 0.52 0.62 0.59 0.57 0.47 0.34 0.39 0.38 0.48 0.41 0.32 0.31

Como se puede apreciar, la cotizacin del zinc comenz a mostrar un ascenso a partir del ao 1974, lo que haca pensar en el incremento de los niveles de exportacin de la regin y de sus ingresos por concepto de regalas mineras. Adems, el paradigma del proteccionismo y diversificacin econmica vigente exiga la industrializacin y refinacin del mineral mediante la construccin de una planta de fundicin de zinc a travs de la inversin pblica.

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Por otro lado, el estao, tiene una tendencia a la baja en su cotizacin internacional hasta el ao 1985, ao en que se produce el colapso total de sus precios, debido principalmente a los cambios de los procesos productivos y al factor tecnolgico. El principal uso del estao, la hojalata usada para envases de alimentos es reemplazado paulatinamente otros productos, como el aluminio y variedades de plsticos, conlleva que la demanda baje a nivel mundial: Por ejemplo, el consumo de 90 gramos de estao por persona de 1960 ha bajado a menos de cincuenta gramos en 1990, y la tendencia es a caer ms todava [] El crecimiento de la demanda de los metales tradicionales en Bolivia es de 0.8 %, en cambio el crecimiento de los materiales y de los metales livianos como el aluminio es del orden de 2.7%. (Salinas 1992: 67). El comportamiento de los precios internacionales se hallaba ampliamente favorable a la produccin de zinc, alterna a la del estao, pues iba a permitir mejorar las ventajas comparativas econmicas de la regin en el largo plazo. Este modelo deba complementarse con la fundicin para incrementar valor agregado a la produccin minera; para ello era indispensable la atencin estatal mediante la inversin pblica en el sector de la minera con la construccin de una planta de fundicin de zinc en la dcada de los aos 70. Esta lnea de accin regional fue continua para lograr la planta de fundicin de La Palca y con posterioridad la planta de fundicin para plomo y plata de Karachipampa, en 1984. En este contexto, el ao 1976, se organiza el Comit Cvico de Profesionales Jvenes que tiene como presidente al economista Juan Manuel Decormis. Dicho Comit nace con el "nico propsito de servir a Potos,

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estando ajenos a la poltica y la coordinacin con las autoridades y las instituciones locales para impulsar los anhelos regionales" (El Siglo, 31 de mayo 1976: 4). De la misma manera que el Comit Cvico Femenino, enfatiza notoriamente al hecho que no responde a ninguna motivacin poltica, lo que se explica por la existencia de la dictadura, capaz de proscribir su funcionamiento. En las provincias del Departamento se organizan tambin instituciones de carcter cvico. El 19 de enero de 1976, se crea el directorio de CORDERPROSUD (Comit de Desarrollo de las Provincias del Sud) luego de la realizacin de una mesa redonda que trata la problemtica de la regin; a cuya cabeza se encuentra el Rvdo. Jess Loredo. De la misma manera se organiza COCIDEPROCHICHAS, organizaciones que reclaman atencin de parte de CODEPO (luego Corporacin de Desarrollo de Potos, CORDEPO) a las diferentes demandas provinciales (El Siglo 1976). La misma provincia, Fras, en la que se encuentra la ciudad de Potos, organiza su Comit bajo la direccin de Zenn Guerra. Se puede apreciar que las agrupaciones cvicas tienen cierta fortaleza en las distintas provincias del Departamento y de manera inicial trabajan coordinadamente con las similares de la ciudad.

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El da 2 de agosto de 1976, se funda COMCIPO con la presencia de una gran cantidad de organizaciones locales3. Este comit tiene como su primer presidente al abogado, profesor y catedrtico de la Universidad, Antonio Rocha; como vicepresidente, al Ing. Ral Salazar (representante de la Universidad Toms Fras, ex vicerrector de sta y ex gerente tcnico de COMIBOL), y como secretaria de vinculacin femenina a la profesora Yolanda Zilveti (Presidenta del Comit Cvico Femenino), Antonio Ramos y Luis Zilveti, representantes de la empresa privada. COMCIPO, nace enarbolando un conjunto de demandas, destacndose en primer lugar la construccin de la Planta de Fundicin de zinc, seguida de la urbanizacin de Tarapaya (localidad cercana a la ciudad de Potos), Fbrica de Cemento, camino Potos-Uyuni, camino Potos-Villazn, nuevo aeropuerto, Casa de la Cultura, nuevo estadio departamental, irrigacin de la zona del ro San Juan, aprovechamiento de los recursos naturales e integracin departamental. Nace a raz de la coordinacin entre instituciones regionales y potosinos radicados en la ciudad de La Paz (especialmente del Dr. Manuel Sarabia, coordinador del Centro de Alumnos del colegio Pichincha). Su primer directorio es posesionado el 2 de

.- En la fundacin del Comit Cvico participan personalidades locales pertenecientes a diferentes instituciones: Universidad Toms Fras, COMIBOL, Prensa, Industriales mineros, la empresa privada. Pero permanecen ausentes las organizaciones sindicales que gravitarn luego en COMCIPO.

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agosto de 1976, por del Dr. Ricardo Bohrquez, en el saln de honor de la Casa de Moneda. La conformacin del primer directorio del Comit Cvico revela la presencia de sectores de la clase media urbana potosina, especialmente de los profesionales y empresa privada. Se puede afirmar que su conformacin responde a una preocupacin nacida especialmente en esos sectores. Las instituciones precedentes: El Comit Cvico de Profesionales y el Comit Cvico Femenino se integran en torno a lites de profesionales y sectores medios urbanos que pueden efectuar algunas acciones propositivas en el campo tcnico profesional, adems de convertirse en interlocutores frente al Gobierno y no tanto desde una perspectiva poltica. En el primer directorio, no se nota la incorporacin de los sindicatos de trabajadores mineros, ni de las juntas vecinales, actores que aos despus fueron importantes en el movimiento regional. Se puede tambin afirmar que las distintas instituciones cvicas que inauguraron sus labores en la dcada del 1970, en las provincias del Departamento, cuentan con la presencia de lites provinciales dueas de cierto capital econmico y cultural. En ellas no se nota la presencia de los pueblos indgenas ni de los sindicatos campesinos, que no son entendidos como sujetos de la accin regional. En suma, el movimiento regional se constituye a partir de elites sociales y econmicas que logran montar una ideologa articuladora de lo regional; ello

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produce un conjunto de acciones sociales de masas, especialmente en el espacio urbano regional. Esa ideologa tiene sus principales elementos en la modernizacin concebida como industrializacin y diversificacin de la produccin minera y la vinculacin caminera de la regin con otras e internamente. Por otra parte, se nota una integracin parcial y superficial de los actores sociales; el movimiento regional se funda en la capacidad integradora de los grupos dominantes restringido al rea urbana, pues, los distintos comits provinciales no tienen una duracin prolongada.

1.4.- Potos despert

Como se mencion anteriormente, en la dcada de los aos 70 la construccin de la planta de fundicin de zinc se convirti en la principal demanda, que concentr la atencin de los anhelos de la mayora de los habitantes de la regin. El Gobierno del Gral. Bnzer no proporcion respuesta alguna a la regin luego de la peticin realizada por el Comit Cvico Femenino. En consecuencia, el da 13 de agosto de 1976 se efectu en la ciudad una multitudinaria marcha a la que asistieron ms de 50 mil personas (poco menos del 50 % de los habitantes de la ciudad de Potos).

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La movilizacin tuvo gran repercusin en la prensa local y nacional, demostrando la capacidad de presin regional hacia el Gobierno; por esa razn el presidente Bnzer acept la construccin de la planta de fundicin de zinc a travs de un decreto supremo, anuncio que fue recibido con satisfaccin por la regin designndose una comisin del Comit Cvico para agradecer tal poltica gubernamental, aunque el compromiso presidencial no fue cumplido (hasta la actualidad), sin embargo, la movilizacin para la construccin de la planta de fundicin de zinc quedara grabada en la memoria colectiva de sociedad potosina como muestra de la fuerza y unidad en la lucha para el logro de sus reivindicaciones regionales. La marcha por la planta de fundicin de Zinc puede ser considerada un movimiento regional contemporneo muy importante, porque muestra la escasa atencin estatal hacia la regin. En esa oportunidad, se generaliz la consigna "Potos Federal", invocada todava hoy en momentos de radicalizacin de la lucha regional contra el centralismo, mostrndonos la falta de legitimidad del Estado frente a la sociedad regional. Por otra parte, se produce un movimiento (el primero organizado por COMCIPO) que proporciona legitimidad a la institucin cvica, lo que explica su gran capacidad de convocatoria en conflictos regionales posteriores. La circunstancia que demarca la inexistencia de canales para la expresin de la sociedad regional termina por fortalecer la institucin cvica que logra, en su

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primera etapa, organizar filiales en otros departamentos, entre ellos en la Sede de Gobierno. Sugiero sacar el texto anterior porque repite lo citado lneas arriba, salvo reelaborar loque quiso decirse.

Los elementos discursivos de entonces descansan en el convencimiento de que existe una constante desatencin a la problemtica regional. As lo expresa Facundo Gmez, un importante dirigente cvico: La gente [] criticaba la postergacin de Potos porque ni ese, ni los anteriores, ni los posteriores gobiernos realmente se han preocupado de solucionar los problemas acuciantes de Potos, como son por ejemplo el tan elemental problema del agua [] no se preocuparon por su vertebracin caminera, a nadie le import que Potos tenga o no ruta asfaltada siendo el Departamento que ms divisas gener y ms contribuy al Tesoro General de la Nacin en pocas pasadas (Gmez 1998). El movimiento regional encarna la meta de modernizacin que constituye la industrializacin de los minerales. Para lograr ello se parte de una visin negativa o pesimista de la historia, la cual dice que: no obstante de contribuir con sus riquezas a las arcas nacionales la regin no recibi ningn apoyo estatal a cambio. El movimiento regional por el zinc, como muchos otros posteriores, cuestiona la institucionalidad del Estado, pretende cambiarla por una que admita mayores niveles de descentralizacin y mayor libertad en la disponibilidad del excedente generado: la federalizacin.

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1.5.- COMCIPO: Organizacin interna

En sus estatutos, COMCIPO se reconoce como el mximo organismo suprainstitucional representativo de las fuerzas vivas del pueblo potosino (:2), l, tiene afiliadas a un gran nmero de instituciones laborales, sindicales, empresariales, vecinales, deportivas, educativas y de servicio pblico. La actividad poltica partidista es la nica que se encuentra explcitamente prohibida por sus estatutos. El objetivo central del Comit Cvico, expresado en el artculo 3ero, es el siguiente: Promover por todos los medios disponibles el desarrollo armnico e integral de la capital y las provincias del departamento, tanto en lo social, cultural como en lo material: la defensa de los recursos naturales, los valores humanos, la preservacin de los valores morales, la defensa de los intereses colectivos, y una distribucin justa y equitativa de la riqueza nacional en relacin a otros departamentos del pas (COMCIPO 1996: 1). La estructura interna de COMCIPO reconoce dos instancias, una dirigida especialmente al asesoramiento de la institucin, conformada por comisiones tcnicas y los consejos de asesoramiento, adems de los expresidentes del Comit, como consejo asesor. En la otra parte de la estructura orgnica se hallan los rganos de direccin institucional. A saber: La Asamblea Institucional, mxima autoridad de la institucin que la conforman los representantes de las instituciones afiliadas elegidos

democrticamente, la representacin provincial y el directorio de COMCIPO.

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El Consejo Consultivo es la segunda instancia en jerarqua luego de la Asamblea Institucional, que est compuesto por las representaciones de instituciones estudiantiles originarios, laborales, y juveniles, educacin y profesionales, de transporte, empresariales campesinos, y comerciales, y

agropecuarios

culturales,

cooperativas,

vecinales,

gremiales,

femeninas, deportivas y de servicio pblico. El consejo consultivo, que se rene con mayor regularidad, establece una representacin en funcin de los afiliados que tienen las instituciones: Instituciones de 20 hasta 100 afiliados, un representante. Instituciones de 101 a 500 afiliados, 2 representantes. Instituciones de 501 o ms afiliados, 3 representantes. Esta representacin institucional, expresada en el artculo 29 del Estatuto, implica que las instituciones masivas cuenten con mayor nmero de representantes, como el caso de la Federacin de Mineros, la Federacin de Campesinos y la Federacin de Juntas Vecinales. Las instituciones de carcter cultural o empresarial, al tener una escaso nmero de afiliados, tienen tambin representacin menor. El Directorio Ampliado, lo componen el directorio de COMCIPO, los expresidentes de COMCIPO, ms las representaciones institucionales o personales, que para estos casos se consideren necesarios.

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El directorio est compuesto por un Presidente, dos Vicepresidentes, un Secretario General, un Secretario de Moralizacin e Institucionalizacin, un Secretario de Asuntos Regionales, un Secretario de Asuntos Locales, un Secretario de Asuntos Provinciales, un Secretario de Organizacin, un Secretario de Hacienda, un Secretario de Prensa e Informacin, un Secretario de Actas y Notificaciones, y dos vocales. El Estatuto de COMCIPO reconoce la representacin provincial del Departamento como integrante de la Asamblea General, con el solo requisito de ser elegida democrticamente, otorgndosele el derecho a voz y voto. Es decir que la representacin provincial se equipara a una representacin institucional. El tratamiento que se realiza de la representacin provincial es distinto al de Chuquisaca, por ejemplo, donde las provincias tienen su propia organizacin cvica (CIDEPRO), la cual tiene derecho a la primera Viceprecidencia del Comit Cvico de Intereses de Chuquisaca. En el caso potosino, la representacin provincial se encuentra diminuida, incluso el artculo 21 expresa que el qurum de la Asamblea General, de la mitad ms uno de los delegados, no se ve afectado por la representacin provincial. El artculo 73 del Estatuto establece que los comits cvicos provinciales debern tener una conformacin y finalidades similares a las de COMCIPO y que cada presidente de stos debe tomar parte del Consejo de Coordinacin Departamental, cuya finalidad es coordinar los intereses de las comunidades

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potosinas y diversificar los sistemas de lucha cvica que emprenda COMCIPO (COMCIPO 1996). Por lo tanto, se nota la centralidad de los sectores urbanos y especialmente vecinales y sindicales en la conformacin del directorio del Comit Cvico, aspecto que es explicado por la vocacin econmica predominante en la regin. Regiones con una economa agrcola o agroindustrial, como la regin de Chuquisaca y Santa Cruz, han permitido una presencia gravitante de las lites provinciales y empresariales en las respectivas instituciones cvicas. Se puede afirmar que la representacin de COMCIPO responde inicialmente a los sectores medios y empresariales urbanos; luego se convierte en una representacin que tiene por elemento central al sector obrero. De todas maneras, se nota cierta marginacin tnica e indgena.

1.6.- El proceso de democratizacin y COMCIPO

A partir del ao 1978 que surgen con mayor fuerza los movimientos sociales y especficamente los movimientos sindical-populares, que terminan por debilitar y desmoronar los gobiernos dictatoriales, e inician un proceso democrtico que de manera ininterrumpida vive Bolivia hasta nuestros das. El acontecimiento que marca el comienzo del proceso de democratizacin es la huelga de hambre de cuatro mujeres, esposas de mineros, encabezadas por Domitila Chungara en 1978, que piden el retorno de sus maridos del exilio y los

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campos de confinamiento, y la reposicin en sus respectivas fuentes laborales. Esta huelga se masifica y se generaliza en todo el territorio poniendo fin a los siete aos de dictadura tras el decreto de amnista irrestricta dictada por el Gral Hugo Bnzer. En 1979, se hace cargo del Gobierno Wlter Guevara Arze, luego de la realizacin de unas elecciones fraudulentas que dan como ganador a Juan Pereda Asbn. El Dr. Guevara es designado por el Congreso y significa el camino de la restauracin democrtica, sin embargo, el 1 de Noviembre de 1979, tiene lugar otro golpe de Estado liderizado esta vez por el Gral. Alberto Natusch Busch, desconociendo el gobierno provisional del Dr. Guevara. Este golpe de Estado es extremadamente represivo y violento, provoca una inmediata reaccin de la sociedad en general. La COB, declara huelga general indefinida, convirtindose la primera huelga obrera en defensa de la democracia representativa; es tambin la primera vez que la Confederacin Sindical nica de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) se pronuncia por el apoyo de la huelga general de la Central Obrera rompiendo de esta manera el pacto militar-campesino. En suma, las instituciones de mayor importancia para el movimiento obrero (popular), constituyen un frente de masas por la defensa de la democracia en Bolivia. La lucha de los sectores sociales populares tiene como objetivo la defensa de la democracia representativa, lo que implica que el

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discurso del nacionalismo revolucionario y sus formas de hacer poltica, manifiesten su crisis y resquebrajamiento. El proceso que se inicia en 1978 con la huelga de las mujeres mineras, es capaz de integrar a los sectores populares y sindicales a la lucha democrtica y concluye por instaurar el Gobierno democrtico de la UDP (Unidad Democrtica y Popular) en 1982, luego de gobiernos militares y civiles de poca duracin4. Lo notable de dicho proceso es el cambio de direccin de las luchas sindicales y populares, que esta vez encarnan, como objetivo comn y generalizado, la democracia representativa. La participacin de los sectores sociales en la lucha democrtica pone de manifiesto la centralidad del movimiento obrero en la sociedad boliviana a travs de sus instituciones sindicales. (debe considerarse tambin la presencia de otrossectores no necesariamente obreros que tambin participaron).

Sin embargo, otros

actores como los Comits Cvicos tambin tienen una participacin, aunque sta se dio de manera parcial y ambigua. No existe un convencimiento total de que la democracia es uno de los factores que hacen posible el desarrollo regional, aunque se percibe una influencia marcada de los sectores sindicales

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.- Luego del Gobierno de Natusch, es designada por el Congreso Lidia Gueiler como presidenta del Pas (1979-1980), gobierno que es relevado mediante golpe de Estado sangriento de Garca Meza (1980-1981), dictadura que es sustituida a su vez por la Junta militar de Bernal, Torrelio y Pammo (1981), posteriormente el gobierno militar de Celso Torrelio (19811982) y finalmente el Gobierno de Guido Vildozo (1982).

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en los movimientos regionales, especialmente en el movimiento regional potosino. La sucesin de breves gobiernos civiles y militares, durante el periodo de la democratizacin, hace que las libertades ciudadanas sean ampliadas, que las instituciones sindicales como la C.O.B. y La Federacin Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) renazcan a partir de 1978. Con el retorno al pas de los principales lderes izquierdistas y sindicales, las agrupaciones polticas, especialmente el MIR, PCB y PS-1, comienzan a fortalecerse regional y nacionalmente. El fortalecimiento de las organizaciones sindicales y en particular FSTMB tiene un efecto inmediato en la sociedad regional, en la representacin de COMCIPO. A partir de 1978, la representacin de los sectores sociales que estaban circunscritos a la Universidad, empresarios y agrupaciones de profesionales, se ampla a la participacin del sector minero, juntas vecinales y otras organizaciones sindicales. En consecuencia, se observa un cambio discursivo en el Comit Cvico que es partidario de la apertura democrtica En este contexto, el ao 1978, es elegido un nuevo directorio de COMCIPO, cuyo presidente es Luis Sanabria (abogado y profesor ); vicepresidente, Paulino Palma (dirigente de la Federacin de Mineros); Secretario General, Jorge Quiroga (dirigente universitario), y como secretario de

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asuntos regionales, Oswaldo Pereira (Representante de los profesionales) (El Siglo, 31 de octubre de 1978: 1). Como se puede ver, la importancia que asume la Federacin de trabajadores mineros en el movimiento social es creciente. Desde ese momento se convierte casi en una tradicin que la segunda cartera del Comit corresponda a un representante de la Central Obrera, ms propiamente de la Federacin de Mineros. Se puede decir que en este periodo, la representacin sindical en COMCIPO es creciente, a la vez que la representacin empresarial casi inexistente, por lo tanto es un momento de inflexin en el actuar y en el discurso de COMCIPO hacia posiciones ideolgicas propias de la izquierda de ese tiempo: [] Mucha gente dice que el Comit Cvico de Potos se ha desenvuelto bajo una influencia muy fuerte de la izquierda, eso no es mentira, pero a eso no se han debido los fracasos. [] Pero dnde estn las otras fuerzas polticas que no tenan capacidad de elegir en sus instituciones representantes de sus tendencias? [...] Entonces, si el Comit Cvico siempre ha tenido representantes de izquierda quin tiene la culpa: El Comit Cvico o el pueblo que los elige? (Gmez 1998: 2). Se podr observar que nace un discurso capaz de circular con mayor facilidad al interior de la sociedad regional porque es compatible con la propia cultura poltica regional. De este discurso es excluido sistemticamente el discurso empresarial y liberal.

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En el Gobierno del Gral. David Padilla Arancibia, 1978-1979, el presidente de COMCIPO, Luis Sanabria, anuncia que: El nuevo gobierno tiene la misin fundamental de buscar la constitucionalidad democrtica de Bolivia [...] de ese modo se ha de lograr la unin del pueblo boliviano que permitir superar los muchos problemas y el rendimiento econmico del pas, no va a beneficiar a la minora sino a la mayora [...] si sus medidas son de esencia democrtica y de pleno servicio al pueblo, ste ha de apoyar su gestin [...] en cambio si se aparta de las aspiraciones que persigue la ciudadana en el plano de la justicia, defensa de la libertad y la bsqueda de un rgimen constitucional, el pueblo boliviano no le dar su respaldo (El Siglo 25 de Noviembre de 1978: 3). Con lo que se pone de manifiesto la adscripcin del Comit Cvico a la apertura democrtica y la constitucionalidad. Sin embargo, las acciones del Comit Cvico se mantienen en el plano de reivindicaciones regionales en coordinacin con los Comits Cvicos del Sur del pas (Bloque Cvico del Sur). Este ente cvico tiene una reunin el da 30 de enero de 1978, en la cual pide al Gobierno que por razones humanitarias, solucione en el plazo ms breve posible la huelga de hambre que vienen confrontando a nivel nacional grupos de trabajadores mineros, universitarios, intelectuales religiosos, etc. (El Siglo, 31 de enero de 1978: 8). Por otra parte, frente a la amenaza del Gobierno de cerrar las universidades en las que se sostena la huelga de hambre, el Bloque Cvico del Sur anuncia que no permitir bajo ningn pretexto la clausura de las Universidades (El Siglo, 31 de enero de 1978: 8).

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En este contexto se realiza la primera Reunin Nacional de los Comits Cvicos en la ciudad de Oruro a fines de julio de 1979. De la mencionada reunin surge una declaracin en la que se expresa que ya es hora de conducir a nuestra patria por parte de gobernantes y gobernados hacia el desarrollo armnico y justo [...] asimismo los comits cvicos solicitan al gobierno la convocatoria inmediata a elecciones municipales mediante sufragio popular. (El Siglo, 16 de agosto de 1979: 10). En cuanto se refiere al periodo de democratizacin en el que viva Bolivia, la Confederacin Nacional de Comits Cvicos dice que secundar todos los objetivos del supremo gobierno que tiendan a consagrar en Bolivia los principios democrticos destinados a la institucionalizacin de los poderes pblicos (El Siglo, 16 de agosto de 1979: 10). El ao 1979, la Federacin de Trabajadores Mineros tiene una mayor participacin en el Comit Cvico cuando su representante Paulino Palma, es nombrado presidente. A l se suman Gonzalo Valda como vicepresidente (representante del Colegio de Economistas y conocido lder mirista) y Enrique Salinas como secretario de asuntos regionales (quien tambin fue un dirigente del Movimiento de la Izquierda Revolucionaria). En este directorio ya se nota la ausencia de representantes de los empresarios privados de Potos y una preeminencia marcada de personalidades identificadas con partidos de izquierda: MIR y PCB.

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Se observa que la composicin y estructura del directorio de COMCIPO cambia en pocos aos. De una composicin inicial, en la que se encontraban los sectores profesionales y las clases medias urbanas junto a los empresarios, a una, en la que son cuadros sindicales quienes ocupan el lugar central junto a militantes de partidos izquierdistas afines a la UDP. Tal es el caso de Paulino Palma (PCB), Gonzalo Valda y Enrique Salinas (MIR). Esto conlleva un giro discursivo acorde con posiciones de la izquierda sindical, que no abandonar COMCIPO en muchos aos. En numerosas ocasiones se puede apreciar la compatibilidad en las posiciones de COMCIPO y el discurso de la Central Obrera Departamental y especialmente de la Federacin de Mineros. Lo anterior se puede explicar por la debilidad de las clases dominantes de la regin y porque COMCIPO implement mecanismos de exclusin de la representacin empresarial en el intento de extender la circulacin del discurso sindical a niveles regionales o, ms propiamente, urbanos. Las acciones y los movimientos regionales tambin adquieren mayor radicalizacin, pues se nota la pugna de la UDP y los sindicatos frente al Gobierno de Natuch. En este momento tuvo importancia el paro de varios das que tienen como base las demandas regionales, pero tambin pone de manifiesto la clara adscripcin del ente cvico a la lucha frontal contra la dictadura. El 10 de Noviembre, da de la conmemoracin del grito libertario y

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aniversario potosino es declarado de duelo en medio de un paro regional. Una declaracin de COMCIPO, en esa oportunidad, dice: Todas las gestiones han quedado en punto cero y, adems con la muerte de tantos hermanos bolivianos es imposible que se pueda festejar o celebrar el 10 de noviembre [...] En memoria de los que cayeron en la crisis poltica que ha vivido Bolivia y porque nuestra tierra no recibir ningn anuncio ni menos solucin a sus problemas, es que se ha declarado da de duelo maana 10 de noviembre [...] el paro de varios das que ha soportado la poblacin entera ha sido justificado y la defensa de la democracia es un derecho que atae a todos [...] COMCIPO no puede estar indiferente en estos casos, a las ansiedades del pueblo y, por esta razn se adhiere a los reclamos, porque no puede haber progreso sino hay democracia y paz social (El Siglo, 9 de Noviembre de 1979: 5). El contexto de la democratizacin permite advertir la relacin cada vez ms fluida entre el ente cvico y las organizaciones sindicales (sociales), y es notoria la instrumentalizacin de la democracia para lograr formas de decisin surgidas desde las bases, pues, se ve al cabildo abierto como la forma ptima de eleccin de autoridades. Esto se puede apreciar en una declaracin conjunta de la Central Obrera Departamental y COMCIPO que se da a conocer el 20 de noviembre de 1979, durante el Gobierno constitucional de Lidia Gueiler: Tomando en cuenta la actitud revolucionaria de los trabajadores en defensa de la democracia, actitud que ha involucrado sacrificios, mucha disciplina y desvelos, declaramos que el pueblo tiene ganado su derecho para elegir autoridades y por lo tanto, para preservar ese derecho, pedimos pblicamente a la guarnicin militar de Potos, la entrega de la Prefectura y la Alcalda al pueblo, representado por sus principales instituciones laborales y cvicas, para que ellas canalicen la eleccin y nombramiento con respaldo popular (El Siglo 20 de Noviembre de 1979: 6).

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Con el objeto del nombrar autoridades departamentales se convoca a un cabildo abierto para el domingo 16 de diciembre de 1979, solicitando adems el estadio departamental. ste no se realiza por la escasa asistencia de la ciudadana y en razn de que se desarrolla un partido de ftbol en las instalaciones de dicho campo. Las posiciones discursivas de COMCIPO tienen notables modificaciones en el periodo de la democratizacin, pues, se producen cambios en su composicin interna. La empresa privada pierde importancia y representacin, mientras que los sectores sindicales y partidos de izquierda tienen el protagonismo principal. Esta mudanza interna de COMCIPO termina por configurar un discurso fuertemente influido por elementos tanto del

nacionalismo revolucionario (lo que se nota especialmente en la defensa de los recursos naturales y la oposicin a la inversin externa), como de las visiones sindicales mineras ancladas en la lucha por el socialismo. Ello implica que los movimientos regionales sean considerados en muchos casos una extensin de la lucha sindical por el socialismo o, mejor, un escenario que se puede instrumentalizar para la consecucin de metas revolucionarias. Se puede decir, en conclusin, que si bien COMCIPO se adscribe al proceso de democratizacin, su insercin es ambigua e instrumental, de la misma manera que la izquierda boliviana de este tiempo.

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Uno de los aspectos ms importantes de la democracia es la aceptacin y respeto de determinadas formas y procedimientos de lucha poltica para que el conflicto que existe en las sociedades sea solucionado en paz. A pesar de todo, los medios que utilizaron los comits cvicos fueron predominantemente las acciones directas, y ciertas formas de coaccin antidemocrticas dirigidas para que la poblacin acate sus resoluciones5.

1.7.- COMCIPO, inversin pblica y consumo colectivo

El Comit Cvico Potosinista, emprendi un conjunto de acciones dirigidas contra el incremento de costos de servicios bsicos de consumo colectivo; son movilizaciones defensivas de la poblacin frente al alza de tarifas del agua y la energa elctrica, pero tambin para conseguir el normal abastecimiento de productos en el mercado de la ciudad. Estas operaciones del Comit Cvico tambin se expresaban en la lucha constante contra la ineficacia alarmante demostrada en distintas ocas