Montagne: la danza de la misión

4
SOÑEMOS Revista Marista de Pastoral Vocacional n o 25 - junio 2015 Hno. Carlos Vélez [email protected] CONTÁCTANOS... COORDINDADOR PROVINCIAL NICARAGUA COSTA RICA PUERTO RICO Hno. Alejandro Herrera [email protected] Hno. Omar Peña [email protected] Hno. José Antonio Gónzález [email protected] CUBA Hno. Héctor Ávalos [email protected] EL SALVADOR Hno. Carlos Monroy [email protected] GUATEMALA Hno. Edgardo López [email protected] Juntos Montagne: la danza de la misión Carta del Hno. Emili Turú, Superior General de los Hermanos Maristas (Parte 1) EL BAILE DE LA OBEDIENCIA (Madeleine Delbrel) Si estuviéramos contentos de ti, Señor, no podríamos resistir a esa necesidad de danzar que desborda el mundo, y llegaríamos a adivinar qué danza es la que te gusta hacernos danzar, siguiendo los pasos de tu Providencia. Para ser buen bailarín contigo o con otros no es preciso saber adónde lleva el baile. Hay que seguir, estar alegre, ser ligero, y, sobre todo, no mostrarse rígido, no pedirte explicaciones de los pasos que te gusta dar. Hay que ser como una prolongación ágil y viva de ti mismo y recibir de ti la transmisión del ritmo de la orquesta. No hay que querer avanzar a toda costa sino aceptar el dar la vuelta, ir de lado, saber detenerse y deslizarse en vez de caminar. Señor, ven a invitarnos. Haznos vivir nuestra vida, no como un juego de ajedrez donde todo se calcula, no como una competición donde todo es difícil, no como un teorema que nos rompe la cabeza, sino como una fiesta sin fin donde se renueva el encuentro contigo, como un baile, como una danza entre los brazos de tu Gracia, con la música universal del amor. Señor, ven a invitarnos.

description

Revista Soñemos Juntos No. 25

Transcript of Montagne: la danza de la misión

  • S O E M O SRevista Marista de Pastoral Vocacional #no 25 - junio 2015

    Hno. Carlos [email protected]

    CONTCTANOS...C O O R D I N D A D O R P R O V I N C I A L

    N I C A R A G U A

    C O S T A R I C A

    P U E R T O R I C O

    Hno. Alejandro Herrera [email protected]

    Hno. Omar [email protected]

    Hno. Jos Antonio [email protected]

    C U B AHno. Hctor [email protected]

    E L S A L V A D O RHno. Carlos [email protected]

    G U A T E M A L AHno. Edgardo [email protected]

    Juntos

    Montagne: la danza de la misinCarta del Hno. Emili Tur, Superior General de los Hermanos Maristas (Parte 1)

    EL BAILE DE LA OBEDIENCIA (Madeleine Delbrel)Si estuviramos contentos de ti, Seor, no podramos resistir a esa necesidad de danzar

    que desborda el mundo, y llegaramos a adivinarqu danza es la que te gusta hacernos danzar,

    siguiendo los pasos de tu Providencia.

    Para ser buen bailarn contigo o con otros no es preciso saber adnde lleva el baile.Hay que seguir, estar alegre, ser ligero,

    y, sobre todo, no mostrarse rgido, no pedirte explicaciones de los pasos que te gusta dar.

    Hay que ser como una prolongacin gil y viva de ti mismoy recibir de ti la transmisin del ritmo de la orquesta.

    No hay que querer avanzar a toda costa sino aceptar el dar la vuelta, ir de lado,saber detenerse y deslizarse en vez de caminar.

    Seor, ven a invitarnos.

    Haznos vivir nuestra vida, no como un juego de ajedrez donde todo se calcula,no como una competicin donde todo es difcil,no como un teorema que nos rompe la cabeza,

    sino como una fiesta sin fin donde se renueva el encuentro contigo,como un baile, como una danza entre los brazos de tu Gracia, con la msica universal

    del amor.

    Seor, ven a invitarnos.

  • de ellos, dedicado al primer mandamiento, encontra-mos una maravillosa y tierna escena a propsito de quin es Dios.

    S, as es Dios: amor que se difunde, que libremente crea, redime, cura, desafa a la creacin. Un movimien-to que es un fluir desbordante de vida y de amor que no se puede detener. El amor es expansivo por natu-raleza y Dios es amor.

    DOCUMENTOS de Pastoral

    La misin como danza divinaExtractos de la Primera parte de la Carta del Hno. Emili Tur, Superior general de los Hermanos Maristas, con motivo del Ao Montagne.El 28 de octubre de 2014 iniciamos en todo el mundo Maris-ta la preparacin para la celebracin del bicentenario; conesta ocasin escrib una carta titulada El futuro tiene un corazn de tienda, ofreciendo una reflexin sobre el tema global del bicentenario: Un nuevo comienzo.

    Prometa en esa carta que iba a escribir otras tres, una paracada ao de preparacin Esta carta, tiene como objetivo compartir con ustedes al-gunas reflexiones sobre la misin que nos ha sido confiada en la Iglesia, y que hemos heredado, como don precioso, de manos del P. Champagnat y de miles de maristas que nos han precedido.

    DIOS ES AMOR... EN MOVIMIENTO.Hablamos de misin en sentido teolgico, y por tanto en estrecha relacin con la imagen que tenemos de Dios. Por eso vamos a empezar dejndonos cuestionar por la imagendel Dios de Jess, tal como la entendemos hoy.

    El P. Steve Bevans SVD, dice que al Dios revelado por Jessde Nazaret se le puede describir mejor como verbo que como sustantivo. Lo cual significa que a Dios no lo imagi- namos como una forma esttica de persona un poco comonosotros, pero ms sabio y potente que est ah fuera o all arriba, sino ms bien como un Movimiento, un Abrazo,un Flujo ms personal de cuanto podamos imaginar queest siempre y en todas partes, presente en la creacin. Dios de la evolucin, corazn del mundo, motor de la evo-lucin, esencia de toda energa, foco de energa ltima y universal Estas son algunas de las invocaciones escritas sobre una pequea estampa del Corazn de Jess, que se encontr sobre la mesa de trabajo del P. Teilhard de Char-din SI, cuando ste falleci. Es como si Dios mismo fuese una danza de vida, de amor, de energa, que se mueve a travs del mundo, invitando a participar en ella. Y cuantos ms se unen a la danza, ms personas se sienten atradas a unirse.

    K. Kielowski, director y guionista de cine, produjo diez cor-tometrajes, bajo el ttulo global El declogo. En el primero

    Crees en Dios? S, responde ella.Y quin es Dios?Entonces la ta se acerca a l y lo abraza muy fuerte. Y tras un momento de silencio, esta le pregunta:Qu sientes ahora?Te quiero, responde el nio.Exacto, Pavel. Esto es Dios.

  • Dios es misin No que Dios tiene una misin, sino que es misin. Y por eso no decimos que la Iglesia o el Instituto marista tienenuna misin, sino que la misin tiene una Iglesia, que la misin tiene al Instituto marista, que la misin me tiene a m y te tiene a ti. La Iglesia es autnticamente ella misma cuando se da cuenta de que su misin es la misin de Dios: andar por el mundo siendo salvacin, curacin, presencia estimu-lante de Dios. La misin precede a la Iglesia. La misin es de Dios: den-tro y fuera del mundo por medio del Espritu; Dios que, en la persona de Jess, ensea, cura, incluye, sufre. Y se expande hoy a travs de hombres y mujeres a los que Dios invita a compartir su misin; a travs de la Iglesia, llamada a ser servidora de la misin de Dios en el mundo.

    Esa es su razn de ser. Por eso, cuando la Iglesia no sale de s misma para evangelizar deviene autorreferencial y entonces se enferma.

    PARA LA REFLEXIN:

    Cmo es la imagen de Dios en ti? Es verbo, sustantivo, movimiento, evolucin, amor, abrazo... VIDA?

    Cmo es la imagen de Dios que transmites en tu apos-tolado, en tu vida diaria, con tus amigos, tu familia...?

    A qu te invita esta primera parte de la Carta del Hermano Emili Tur, en tu vida y apostolado?

    Te invitamos a realizar tu propia reflexin y compartirla con todos nosotros a travs de nuestras redes sociales.e-mail: [email protected]: @PVMaristaACFacebook:Pastoral Vocacional Marista Amrica Central

    Sentimos el desafo de descubrir y transmitir la mstica de vivir juntos, de mezclarnos, de encon-trarnos, de tomarnos de los brazos, de apoyar-nos, de participar de esa marea algo catica que puede convertirse en una verdadera experiencia de fraternidad, en una caravana solidaria, en una santa peregrinacin... Si pudiramos seguir ese camino, sera algo tan bueno, tan sanador, tan liberador, tan esperanzador! Salir de s mismo para unirse a otros hace bien. Encerrarse en s mismo es probar el amargo veneno de la inma-nencia, y la humanidad saldr perdiendo con cada opcin egosta que hagamos.

    Evangelii Gaudium, 87

    Quieres entrar en esa inmensa danza divina, que se expande y crece por atraccin a lo largo y ancho de todo el mundo?

    Quieres bailar?

  • NOTICIAS de FAMILIA

    Facebook: Pastoral Vocacional Marista Amrica Central.

    Twitter: @PVMaristaAC

    e-mail: [email protected]

    Pgina web: www.maristasac.org/vocacional

    MARISTAS - AMRICA CENTRAL

    Y SE LLEG EL GRAN DA!San Salvador (El Salvador)

    Era el momento esperado por todos aquellos que vemos en la persona de Monseor scar Arnulfo Romero al hombre de Dios, al hombre que hizo vida el Evangelio de Jesucristo llevndolo a pronunciar, a su pueblo querido; palabras de Amor, Esperanza, Justicia, Fe, Paz, Respeto, Obediencia a Dios... en medio de tanto sufrimiento y deses-peranza que vivamos los salvadoreos.

    Se lleg el da de la BEATIFICACIN DE MONSEOR ROMERO, donde la Iglesia lo reconoce como Mrtir por la causa del Evangelio, Mrtir por amor a su Pueblo.

    Ahora podemos expresar como en el Salmo 32: La Palabra del Seor es verdadera, sus obras demuestran su fidelidad. El Seor ama lo justo y lo recto; Su amor llena toda la Tierra. Porque a travs de este acontecimiento vemos la justicia de Dios, en la justicia hecha a quien sigui fielmente los pasos de Jess, alabamos y damos gracias a Dios por su fidelidad regalndonos la Beatificacin de Monseor Romero.

    Previo a la beatificacin, nuestros corazones venan preparndose con reflexiones de los escritos y palabras del Obispo Mrtir, con cantos que expresaban su vida entregada, oraciones, peregrinaciones, reencuentros de personas que vibran por su testimonio, afiches, camisas..., era todo lo que pudiera manifestar nuestro sentir con la Iglesia.

    El gran da lleg, el 23 de mayo, estbamos preparadas y preparados para estar presente de cuerpo, alma y corazn, desde la madrugada del sbado, a vivir con intensidad cada momento de la beatificacin. Y se fueron dando los momentos, se fue dando el encuentro de un pueblo que ama, que reconoce lo que Dios ha hecho en la persona de Monseor Romero, que se une y ora pidiendo la paz ante las situa-ciones de violencia que vivimos actualmente. Fue una alegra encontrarse con nios, jvenes, adultos, ancianos, de distintos credos, de distintas naciones; otros, unidos en la distancia, conectados con quienes estbamos presente, todos por un mismo fin...Escuchar y presenciar el reconocimiento oficial de la Iglesia otorgndole el ttulo de BEATO a nuestro querido Obispo mrtir Monseor Oscar Arnulfo Romero.

    Esto fue parte de lo que escuchamos: Atendiendo al deseo de nuestro hermano Jos Luis Escobar Alas, arzobispo de San Salvador, y hermanos en el episcopado para colmar la esperanza de muchos fieles cristianos, habiendo hecho consulta a la

    Congregacin de los Santos, facultamos para ver que el venerable Siervo de Dios, Oscar Arnulfo Romero Galdmez, obispo y mrtir...evangelizador y padre de los pobres... testigo heroico del Reino de Dios, en adelante se llame Beato.

    Nos alegramos y celebramos ser parte de esta historia que se escribe, los maristas sentimos con la Iglesia, porque somos parte de ella.

    Que esta fiesta, este acontecimiento sea la semilla de reconciliacin entre los hermanos.

    BEATO MONSEOR ROMERO, RUEGA POR ESTE PUEBLO QUE TE AMA.

    Hna. Daisy Contreras y Hno. Carlos Monroy