El Sindicalismo y el Sindicalismo Agrario en Bolivia

Gustavo Navarro

''Los obreros son los únicos productores de la riqueza. Somos nosotros, los obreros, los que hacemos marchar las máquinas de las industrias, los que extraemos el carbón y los

minerales de las minas, los que construimos ciudades.. ¿Por qué no vamos a construir y aun en mejores condiciones remplazar lo destruido? Sabemos que no vamos a heredar nada más que ruinas porque la burguesía tratará arruinar el mundo en la última fase de

su historia. Pero a nosotros no nos dan miedo las ruinas, porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones''

- Buenaventura Durruti

Introducción

El sindicalismo en Bolivia tiene actualmente una gran influencia en la política y la sociedad del país, en diversos sindicatos de múltiples sectores de obreros y de trabajadores. Se puede decir que el sindicalismo estuvo fuertemente presente a lo largo de la historia de Bolivia y tuvo diferentes épocas de apogeo, mientras que en otras fue brutalmente reprimido; en todo caso ha logrado surgir como fuerza comprometida a defender los derechos e intereses de los trabajadores bolivianos en todas las circunstancias y condiciones de la historia. De igual manera no se debe dejar de lado el surgimiento e importancia del sindicalismo agrario que nace como otra parte de la lucha con otras perspectivas y objetivos que surgieron luego de la gran tragedia de la Guerra del Chaco; afrontando el modelo feudal latifundista que gobernaba a Bolivia antes del 52'. Es menester comprender los diferentes factores que hacen surgir al sindicalismo en Bolivia, su desarrollo a lo largo de la historia y su repercusión e importancia en la política y el destino del país

Primero debemos comprender algunos conceptos de lo que es el sindicalismo y como están reconocidos los sindicatos en Bolivia en la actualidad. Un sindicato básicamente consiste en la la unión libre de personas que ejercen la misma profesión u oficio que se constituyen con carácter permanente con el objeto de defender intereses profesionales de sus integrantes o para mejorar sus condiciones económicas y sociales. “El ‘sindicato’ es un persona jurídica que tiene por objeto la defensa de los intereses de sus asociados, empleadores o trabajadores, que pertenecen a una misma empresa, profesión u oficio, empresas, profesiones u oficios similares o conexos” (Ley General del Trabajo de Bolivia, LGT, Art.99; Decreto Reglamentario de la LGT, Art.120).

Además al referirnos a el sindicalismo hablamos de sistema doctrinal, político e ideológico que impulsa a los sindicatos a formular aspiraciones que superen lo estrictamente profesional. El sindicalismo es una ideología que introduce bases para la defensa de intereses de los trabajadores asalariados, subordinados y dependientes.

Antes de introducirnos a mayor profundidad en la historia del sindicalismo en Bolivia hay que comprender en primer lugar en qué consiste éste, qué derechos y obligaciones tiene, a qué funciones ha sido destinada su creación y su reconocimientos en el estado boliviano. Para empezar debemos saber que el sindicalismo surge en el mundo durante la Revolución Industrial en su último periodo, cuando los avances tecnológicos en maquinaria habían sustituido en gran medida a los trabajadores y se generó una gran brecha entre las ganancias de los industriales a costa de la salud de los trabajadores que sufrían terriblemente abusos de todo tipo, atentando muchas veces contra su seguridad, su propia vida y el de sus familias. Muchos de éstos fueron despedidos y condenados al desempleo y la hambruna. Este destino fatal para los obreros de entonces los obligó a formar agrupaciones en un principio clandestinas que trataban de organizar protestas y formas de presión para reclamar una vida más digna. Las manifestaciones de estos sindicatos fue mediante huelgas y paros, en un principio con tintes de motín, pero que pretendían hacer una acción moral a los demás trabajadores de una misma fábrica o

varias. El paro colectivo laboral fue de las primeras tácticas utilizadas por estas agrupaciones clandestinas de trabajadores que intentaban luchar por un cambio del sistema en favor del mejoramiento de las condiciones laborales de sus afiliados. Sin embargo, todavía los sindicatos, sin bien estaban levemente consolidados y tenían una presencia marcada en el ámbito laboral, no gozaban de derechos reconocidos por los estados y esto significaría primordial en ese momento.

A medida de que los sindicatos fueron creciendo de manera más organizada, con objetivos mucho más trazados y complejos, fueron desenvolviendo un papel cada vez más importante en la política, generando o derrotando movimientos políticos y adaptando ideologías complejas que muchas veces los haría separarse y confrontarse entre sindicatos. Y es así, como distintas formas de sindicalismo surgieron, en un principio en Europa, con influencia del marxismo creciente y el anarquismo. Los sindicatos ya no sólo representaban una agrupación de ayuda mutua y resistencia a favor de mejorar las condiciones de vida de los trabajadores, también representaba un movimiento de orden político con ideologías fuertemente marcadas y que podía adquirir una fuerza considerable en el futuro de toda una nación.

Durante la Revolución Industrial, y muchas décadas después, las agrupaciones de trabajadores eran totalmente prohibidas en todas las partes del mundo, por eso, las agrupaciones de trabajadores se daban de forma clandestina y muchas veces eran vehemente reprimidos con violencia directa de los estados o de los dueños, esta lucha representaría la larga historia del sindicalismo hasta la actualidad. Estas agrupaciones de trabajadores no eran aún sindicatos como tales, sino prototipos llamados agrupaciones sociales o societarismo cuya principal lucha era abolir la prohibición de los sindicatos. En 1824, Inglaterra fue el primer país en reconocer el derecho de la unión sindical y paulatinamente diferentes países fueron concediendo tolerancia a las agrupaciones sociales para su ayuda mutua. Aún faltaba un largo camino, pero las primeras chispas ya habían incinerado.

Ya en la segunda mitad del siglo XIX, los sindicatos habían comenzado a tomar una amplia influencia en toda Europa, habiendo sido inspirados por teorías anarquistas, marxistas y revolucionarias, el alineamiento político en los trabajadores empieza a formar parte del destino político en todas las naciones. LA OIT (Organización Internacional del Trabajo) fue formada como la Primera Internacional, que reunía en Londres a grupos sociales, sindicalistas y gremios de toda índole para consultar la situación de los trabajadores en toda Europa y comunicar a los trabajadores a nivel internacional en busca de la defensa de sus derechos y mejora de condiciones laborales.

Por otra parte es importante introducirnos un poco a lo que es el sindicalismo agrario; el tema de la repartición de tierras que siempre ha sido un problema y una lucha entre clases, intereses económicos y reivindicaciones sociales y que luego de la caída de la supremacía minera tomaría un papel muy importante en Bolivia. EL sindicalismo agrario surge con objetivos y fundamentos muy diferentes del sindicalismo obrero surgido en las minas. La historia de la posesión de tierras indígenas ha sido un vaivén de

intereses y abusos, así como luchas y reivindicaciones. Para comprender este caso particular en Bolivia debemos comprender su pasado, su herencia colonial que se mantuvo sin demasiados cambios hasta la revolución del 52' y la reforma agraria y de nuevo hasta la ley INRA. En este caso los indígenas quechuas y aymaras, cultivadores, trabajadores del campo, pasarían a ser el campesinado con una situación totalmente diferente a la del proletariado minero.

La CSUTCB (Central Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia) afirma: ''Los pueblos originarios, que vivimos en el territorio que llaman Bolivia, teníamos nuestras propias formas de vivir y de organizarnos en Ayllus-Markas y Suyus en los Andes, y en Tekoas y Tentas en los Llanos Orientales y el Chaco. De la vida histórica de los Wari, Vizcachani, Tiwanaku, de los Inkas, hemos heredado la convivencia armónica y la complementación entre sus habitantes y con la naturaleza y el cosmos. Pero, la armonía fue rota por la invasión colonial de los españoles. Creando los Virreynatos, Capitanías, Audiencias, Encomiendas, Repartimientos, Reducciones, Corregimientos, la Mita, el Tributo Indigenal, la Visita, iniciaron la destrucción de nuestras formas originarias de organizar nuestra vida'' (Historia de los Movimientos Indígenas en Bolivia).

Esto da a entender que las formas ancestrales de organización, repartición y trabajo de las tierras estaban muy arraigadas en los indígenas, pero fueron totalmente cambiadas y destruidas en un gran porcentaje, que los obligó a movilizarse y agruparse defendiendo una vez más sus calidad de vida, su derecho a sus tierras comunales y en protesta del abuso de los patrones latifundistas.

El sindicato agrario o campesino se diferencia totalmente del sindicato obrero en tanto que lucha por los intereses y derechos de la familia indígena, de la comunidad campesina que quiere reivindicar su derecho de propiedad sobre la tierra que ancestralmente le ha pertenecido y la libertad de decidir de qué forma administrarla y trabajarla formando un autogobierno; mientras que el sindicalismo obrero lucha es una agrupación de obreros que lucha principalmente por la mejora de las condiciones laborales.

Esto es un esbozo general de lo que fue la lucha del sindicalismo a lo largo del siglo XIX en Europa, desde sus orígenes y su apogeo, sin embargo la realidad boliviana representa un paradigma totalmente diferente que retrasaría el proceso de la formación sindical muchas décadas más y harían faltas muchas vidas para conseguir la mejora de las condiciones nefastas en las cuales los trabajadores bolivianos se encontraban hasta entonces.

Las agrupaciones en sindicales no tomarían protagonismo en el escenario político hasta la primera mitad del siglo XX, cuando el partido del MNR obtuvo el poder en el 52'. Desde entonces comenzarán a tomar gran importancia los distintos sindicatos, en especial de los trabajadores mineros que conformaron la mayoría de los trabajadores en Bolivia hasta casi terminado el siglo XX. Por otro lado el sindicalismo agrario que respondería a intereses y derechos muy diferentes a los de los trabajadores mineros

comenzaría a pronunciarse luego de la Guerra del Chaco y tendría su auge en la reforma agraria del 52', tomando cada vez más importancia en la historia de Bolivia.

Desarrollo

El Sindicalismo Obrero en Bolivia

Bolivia, después de lograr su independencia, aún seguiría por muchas décadas una vasta herencia colonial, un sistema feudal de explotación al indígena que habiendo sido despojado de sus formas de vida ancestrales fue sometido primero bajo el yugo de la colonia y posteriormente al de las empresas privadas y un estado a merced de estas; los indígenas del altiplano fueron convertidos en trabajadores mineros que por salarios ridículos sufrían condiciones laborales terribles donde las mujeres y los niños eran obligados a ir a las minas a trabajar para lograr su mínima subsistencia. Los gobiernos conservadores estaban muy ocupados en sus escaramuzas por tomar el poder de la recién nacida República y se conformaban en élites blancas y mestizas reducidas a pocas decenas contra los miles de trabajadores mineros. En realidad, la minería constituía el 70% del ingreso del país, y por eso el trabajo en las minas era crítico para la estabilidad del estado, pero desconocía o ignoraba adrede las condiciones terribles en que se encontraban estos indígenas, trabajadores mineros.

Desde siglos de explotación, estos trabajadores estuvieron vedados a cualquier tipo de educación, ni siquiera la primaria, el indígena ignoraba su potencial político, no despertó y no se le ocurrió organizarse y agruparse entre trabajadores para luchar contra el opresor común o formar un movimiento político para reformar el sistema; carecían de la educación para poder hacerlo y su terrible condición laboral y de vida les impedía esto. Por otra parte el estado prohibía la agrupación de trabajadores y los castigaba fuertemente cuando sentía el mínimo pulso revolucionario: esto dio como resultado varias masacres a principios del siglo XX hacia pequeños sindicatos de minas, especialmente de parte de trabajadores de las minas de Simón I. Patiño.

A principios del siglo XX se empiezan a formar algunas federaciones obreras que buscaban con objetivos algo dispersos la mejora de su calidad laboral y de vidade sus afiliados; con tintes sindicalistas se lanzan en pequeñas manifestaciones y huelgas que terminan siendo reprimidas y finalmente en un masacre. El Masacre de Uncía se conoce como uno de los más sangrientos masacres contra la población minera de parte del estado; casos análogos se van dando en la historia mientras pequeños sindicatos se van formando; agrupaciones con tintes más societaristas que buscan su reconocimiento y que lo van logrando poco a poco con el surgimiento de varios partidos que luchan por una revolución a favor de los trabajadores: el POR, el PIR y el MNR van surgiendo mientras más sindicatos llegan a formar centrales mucho más grandes y con objetivos más esclarecidos.

Los primeros antecedentes de sindicatos fueron la Federación de Ferroviarios de Oruro y el Centro Tipográfico a principios de los años 20'. Los primeros en crear grandes Federaciones conformadas por gremios y sindicatos numerosos fueron los artesanos que a causa del creciente número de comerciantes, se convertían en un gran grupo de asalariados y se forma la Federación Obrera de la Paz. En 1912 se forma la FOI

(Federación Obrera Internacional) que se adhiere a la AIT (Asociación Internacional del Trabajo), organismos de carácter internacional que logran causar un impacto en los obreros y trabajadores de todo el mundo estimulándolos a replicar estos movimientos sindicales en sus propios países. En 1919 los trabajadores de Huanuni exigen una reducción de las horas de trabajo a 8 horas que es aceptado y es el primer antecedente histórico.

Los varios sindicatos que empiezan a surgir paulatinamente a finales de los años 30' y principios de los 40' tienen tintes cada vez más políticos y se consolidan apoyando a partidos políticos que empezaron a darse cuenta la importancia y la mayoría de los obreros, mineros y trabajadores asalariados en Bolivia. En esta época se produce una segunda masacre recordada en la historia como la Masacre de Catavi que se inició como una protesta por las condiciones nefastas en las que vivían los mineros que iniciaron un paro laboral y huelga generalizada que finalmente llevó a que el gobierno de Peñaranda.

La década de los 40' fue escenario de una maduración de los partidos políticos a favor de los obreros, de la consolidación de sindicatos con ideologías políticas más esclarecidas y que apoyaban a distintos partidos. Esta época de maduración culminó cuando el MNR entró al poder, terminando un período de largas presidencias liberales que habían oprimido a mano de hierro a los obreros, mineros, trabajadores y campesinos.

El gobierno de Estenssoro realiza cambios fundamentales para el destino del país, primero reconoce a todos los sindicatos de obreros y trabajadores y los distingue como un brazo político importantísimo; el gobierno funcionaba junto a los sindicatos, les otorga milicias armadas y derechos importantes mediante lo que vendría a ser el organismo sindical más importante del siglo XX: la Central Obrera Boliviana.

La COB vendría a ser el organismo más importante que reuniría a todos los sindicatos obreros de cualquier índole de todo el país, pero fuertemente concentrados en los trabajadores mineros que consistían en la mayoría del proletariado y el brazo económico más fuerte para Bolivia. El sindicalismo crece y se afianza, se consolida finalmente y tienen estatutos orgánicos de elección de dirigentes y cabildos decisivos que podían volcar la economía del país; su poder político era importante y lo sería para todos los gobiernos del país hasta la actualidad.

Durante la revolución del 52' también se reconoce el derecho al sufragio universal, los obreros votarían y tendrían el poder de elegir al futuro presidente del país, tendrían participación política y el poder libre de luchar por sus intereses. La reforma educacional además permitió posibilitar la educación de la futura generación de trabajadores y obreros que por primera vez podían adquirir conocimientos primarios, secundarios y superiores, abriéndoles un nuevo mundo, una nueva perspectiva y cosmovisión propia.

La nacionalización de las minas, además de caracterizar profundamente la economía boliviana por el resto del siglo, además causó un gran impacto social en los obreros. Por primera vez el estado en cogobierno con la COB sería dueña de los medios de producción mineros y servirían a los intereses de los trabajadores. La plata del diablo, el estaño maldito que había inmolado en su codicia a cientos de obreros dentro de las tumbas del socavón había caído, cuando el nombre de Simón I. Patiño, Hoschild y Aramayo no sería oído más en las profundidades de las minas. Fue una reforma social considerada como una de las más importantes del siglo XX en Bolivia.

Lamentablemente, luego de la segunda presidencia de Estenssoro, el gobierno recae nuevamente en poder de dictaduras militares sucesivas que tomarían pleno control del país hasta el 82'. El régimen militar volvería a reprimir a los sindicatos de trabajadores y la COB muchas veces se vería involucrada en decisiones políticas de apoyar o no a distintos partidos políticos.

En ésta temporada, un presidente en específico, el tata Barrientos (como sería apodado), un personaje excepcional proveniente de una familia de clase media en la ciudad de Tarata, que hablaba el quechua fluidamente entró al poder al derrocar al gobierno de Ovando. Su presidencia se vería caracterizada por el apoyo indígena. Los sindicatos estarían a su favor y se sentirían identificados. Es durante su gobierno que se establece el Pacto Militar-Campesino.

Este período es obscuro, pero lleno de vaivenes políticos, obreros que apoyan al popular gobierno de Barrientos, mientras que muchas veces son engañados y reprimidos, si bien tienen reconocimiento del estado de su derecho sindical, este muchas veces es menos que un saludo a la bandera. Uno de los más importantes acontecimientos en Bolivia acaeció durante el gobierno de Barrientos, la llegada del Che Guevara a Bolivia con intenciones de causar una revolución armada y establecer el régimen socialista. El proletariado boliviano tendría una decisión importante en sus manos: el apoyar a la revolución para establecer la dictadura militar o ignorar este intento revolucionario. La respuesta fue contundente y el entonces secretario general del la COB lo sabía. El socialismo revolucionario nunca pudo implementarse, los sindicatos no se sintieron identificados con la ideología importada marxista y menos aún cuando en la segunda presidencia de Barrientos, el mismo campesinado y proletariado había elegido constitucional y democráticamente en elecciones.

Sin embargo un grupo sindical de trabajadores mineros comienza a manifestarse en Potosí y muestra simpatía al movimiento socialista del Che. Esto dio como resultado en la Masacre de San Juan, que quedó marcada en el corazón de los obreros por muchos años cuando el general Barrientos ordenó la represión armada de este grupo de trabajadores que fueron fríamente masacrados.

Este periodo obscuro de la lucha sindical finalizaría tras años de dictaduras sangrientas y opresivas el 82' con la renuncia de García Meza y el nombramiento de Siles Suazo. La COB jugaría nuevamente una importante carta en la política boliviana. Para ese tiempo todas las dictaduras militares habían obedecido la doctrina derechista, vendido los

recursos naturales a empresas extranjeras y robado cuantiosas sumas de dinero al estado, habían devastado la economía de las minas, la cotización del estaño iba decayendo y la hiperinflación se hacía presente. Se presentaba una fuerte crisis económica que pronto sería razón de un cambio radical en el movimiento sindical boliviano.

Cuando Víctor Paz Estenssoro vuelve al poder luego de 30 años, está consciente de la crisis económica que enfrentaba el país y lo pronunció en el célebre discurso de ''Bolivia se nos muere''. Es esta la razón por la cual Estenssoro se ve obligado a promulgar el Decreto Supremo del 21060, que despojaría de las minas a más de 20.000 trabajadores. El costo de producción estannífero costaba 10 veces más que su precio de venta en el mercado externo, el estado se endeudaba, no podía soportar el peso económico de miles de trabajadores.

El impacto social en los sindicatos fue inmenso. Miles de trabajadores despojados de su trabajo, sin alternativo, condenados a ser desempleados y comprometiendo el destino de su familia. La COMIBOL (Central Obrera de Mineros Bolivianos) fue destruida, ya no era un brazo político y económico tan fuerte como había sido hasta entonces y la COB también entraría en una etapa agónica.

En ese tiempo, se organizó una de las marchas más grandes y significativas en la historia de Bolivia: la marcha por la vida. Miles de obreros se movilizaron desde Oruro y marcharon a pie con fin de encontrarse en La Paz y exigir al gobierno que les devuelva sus trabajos, pues, para ellos representaba su único medio de subsistencia, de ahí se denomina Marcha por la Vida.

La última reacción de un organismo en plena agonía, que se encontraba frente a frente en su etapa final de supremacía política y sindical. Al final, los marchantes fueron devueltos a Oruro enfrentando un destino incierto.

Por otra parte, se había generado un fenómeno social, donde los indígenas altiplánicos, imposibilitados de poder subsistir en sus tierras infértiles y sin ayuda del estado durante los años de dictadura militar en especial en el corto, pero devastador período de García Meza, son obligados a migrar al Chapare, zona tropical del norte cochabambino donde se agruparon en cultivadores de coca. Surge, así pues, los primeros sindicatos cocaleros que luego de intensas luchas se fueron agrandando y adquiriendo cada vez más poder político reemplazando al poder sindical de los trabajadores mineros.

Sindicalismo Agrario o Campesino

El sindicalismo agrario o campesino, como habíamos aclarado en la introducción, surge en un contexto totalmente diferente a la de los obreros y trabajadores mineros. Para comprender bajo qué circunstancias nacen los sindicatos campesinos debemos comprender un poco la historia del derecho agrario en Bolivia y como fue evolucionando. Es importante considerar la herencia histórica colonial, los antiguos métodos feudales por los cuales se habían administrado la tierra desde entonces; los originarios pueblos aymaras y quechuas serían despojados de sus métodos ancestrales de trabajo de la tierra, en condición de campesinos prácticamente esclavos de los patrones dueños de las tierras. Los indígenas hasta antes de la república no tenían derecho a las tierras y éstas eran administradas directamente desde los virreinatos; los indígenas eran subyugados a simples peones, trabajadores del campo. Cuando se forma la república son reconocidas en parte las propiedades agrarias de familias y comunidades indígenas que las habían trabajado durante décadas o siglos. Se reconoce la posesión de las tierras con una visión de familia.

Los métodos feudales de explotación seguían aún operantes pues existían terratenientes dueños de miles de kilómetros donde los campesinos estaban obligados a ser contratados, como asalariados sufriendo abusos nefastos y toda su familia que ocupaba esa parcela de tierra. Esta situación se empeoró cuando los gobiernos liberales derrotaron a los conservadores y empezaron a subastar las tierras de los indígenas, pues, el nivel de producción agrícola de parte de los indígenas eran mínimo o se limitaba a la subsistencia de su familia o comunidad. Los gobiernos liberales vendieron a terceros las tierras que ancestralmente habían sido trabajadas por los indígenas y éstos fueron aún más fuertemente sometidos.

En los años treinta, algunos ex-combatientes quechuas de la Guerra del Chaco (1932-35), se habían dejado influenciar por la manera de organizarse que tenían los obreros. Y esto dio como respuesta la organización de sindicatos al estilo obrero, la primera de ellos fue el Sindicato Agrario de "Huasacalle" que se constituyó en Ucureña el 3 de abril de 1936.

Pero esos sindicatos no cambiaron mucho las formas de lucha tradicionales de las comunidades, sino continuaban la lucha contra el pongueaje y por la educación que las autoridades tradicionales habían iniciado. Eso dio lugar a varias insurrecciones entre los años 1942 y 1947.

En el marco de esa lucha, se convocó al Primer Congreso Indigenal que, reunido en La Paz el 11 de mayo de 1945, presionó al gobierno de Villarroel dictar decretos para suprimir los servicios gratuitos de los colonos, para suprimir el pongueaje y la mit'a, para obligar a establecer escuelas rurales y para organizar una comisión que redacte el código del trabajo agrario.

Esto continua apoyado de diferentes partidos a favor de los obreros y los campesinos, hasta que en 1952 se produce la gran revolución liderada por el partido del MNR que

llegó al poder derrocando al presidente Siles y subiendo a éste Víctor Paz Estenssoro. Muchas de las reformas llevadas a cabo en la revolución afectaron totalmente la forma en la cual los sindicatos campesinos se consolidarían durante todo el siglo XX.

La reforma agraria fue la reforma más importante que corresponde a este sector. Destruyó los latifundios y devolvió legalmente la tierra a sus trabajadores. ''La tierra es de quien la trabaja'' era el lema. Se destruyó la relación directa de patrón-campesino, y se disminuyó en gran cantidad las enormes extensiones de tierra propiedades de un solo terrateniente. Los aymaras y quechuas, indígenas se denominaron el campesinado y su reivindicación social y económica fue vasta.

Aquí es cuando se crea la CNTCB (confederación nacional de trabajadores campesinos de Bolivia) que afiliada a la COB funcionaba en un cogobierno con el MNR y respondía como un brazo político vital mediante el cual el gobierno y los sindicatos campesinos estaban aliados. Los sindicatos de toda índole defendiendo le interés campesino fueron reconocidos y formaron una fuerza política poderosa.

Indiferentemente a que la decisión de la reforma agraria haya sido productiva o no económicamente, la reercusión social fue grante y consolidó las grandes federaciones campesinas dándoles una voz y un voto.

Luego de la caída de Paz Estenssoro, comienzan las dictaduras militares sucesivas. Cae Ovando y surge Barrientos, líder político que simpatizó mucho con el campesinado y propuso el pacto militar-campesino. Un pacto que respaldaba el apoyo de los sindicatos campesinos a las fuerzas militares mientras se controlaba el desarrollo y derecho de sus tierras. Por mucho tiempo seguiría esto vigente.

Los métodos ancestrales de trabajo de tierras seguían vigentes en las comunidades indígenas y se mantuvieron los ayllus de diferente idiosincrasia.

En 1979 había surgido un nuevo organismo sindical a respuesta del creciente katarismo, un movimiento revolucionario surgido por el movimiento Tupac Katari, que tomó el poder la CNTCB y la reordenó en lo que sería la CSUTCB (Confedereación Sindical Única de Trabajadores Campesinos Bolivianos) que es hasta ahora el organismo sindical más grande y más fuerte en el sector agrario.

Este es un breve resumen de la historia y la importancia de los diferentes órganos sindicales que marcaron a Bolivia tanto en el sector agrario como en el obrero.

Conclusión.-

A lo largo de la historia de Bolivia los sindicatos fueron surgiendo como importantes fuerzas políticas que defendían los intereses de la mayoría de a población boliviana que siempre fue el minero, el trabajador y el campesino. Se fue reconociendo su derecho en la participación política, su reivindicación social y se generaron reformas favoreciendo la economía y la mejora de las condiciones laborales y de vida de los obreros y campesinos.

Los organismos formados a lo largo de la historia están llenos de tintes políticos, movimientos e ideologías marcadas, estatutos orgánicos que los estructura internamente, que muestra la importancia de la formación política del campesinado y el obrero. Tanto a nivel nacional como internacional los sindicatos han sido prueba de la capacidad de lucha pacífica que los obreros, víctimas de abusos nefastos inmensurables pueden generar.

El sindicalismo siempre vivirá refulgente en las venas de Bolivia y toda Latinoamérica, la formación de sindicatos es imprescindible para luchar con gobiernos que olvidan los derechos de los trabajadores, de la parte más vulnerable de la sociedad y a la vez la más fuerte, capaz de volcar gobiernos enteros, de soportar represiones armadas, masacres, motines y golpes fuertes contra su dignidad.

Sin duda el sindicalismo, sea obrero o agrario ha cumplido hasta ahora su deber de defender a los que menos pueden hacerlo por su cuenta.

angelicapessoachavez@hotmail.com