Monografía Moneda Argentina

MONOGRAFÍA DE

ECONOMÍA:

“Historia de la Moneda

Argentina”

Wroblewski Agustina

Langone Valentina

5°A - La Providencia

Profesora Alicia Barba

Monografía: Historia de la Moneda Argentina

Wroblewski - Langone

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Índice

Introducción

Pág. 3

Historia de la moneda argentina

cronológicamente

Pág.4

El Peso

Pág.5

La caída de la bolsa en 1930 y sus

consecuencias en Argentina

Pág.7

Recorte periodístico: El Corralito

Pág.8

Breve historia del Banco Central de la

República Argentina (BCRA)

Pág.10

La economía argentina desde la crisis

financiera de 1981 hasta la actualidad

Pág.11

Especificación de las monedas emitidas en

la historia Argentina

Pág.14

Peso convertible: la moneda en la

Argentina actual

Pág.17

Conclusiones personales

Agustina Wroblewski

Valentina Langone

Pág.22

Pág. 22

Pág. 23

Conclusión general

Pág.26

Bibliografía

Pág.28



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Introducción

La moneda es un medio de pago o poder de compra, que permite al portador procurarse

bienes y servicios o liquidar una deuda. En concepción moderna, es un título jurídico que

materializa el crédito que, por un monto determinado, el portador tiene sobre la sociedad.

La entrega de este título jurídico denominado MONEDA a otra persona convierte a ésta, a

su vez, en acreedor de la sociedad; así, la moneda circula continuamente de mano en

mano. La moneda también es la unidad que sirve para medir los valores, o expresar el

precio de los bienes. Está generalmente definida por un peso en metales preciosos (oro,

plata o ambos). Los instrumentos monetarios tienen cada uno un valor nominal, inscrito

sobre cada pieza o billete. Antaño, este valor nominal estaba garantizado, en lo que

concierne a las piezas de metales preciosos, por el valor comercial del metal que las

constituía, y en lo que concierne a los billetes, por la obligación contraída por el banco

emisor, de canjearlos por piezas de oro al cambio oficial. Actualmente, los billetes no son

convertibles en oro; el valor de la unidad ha tomado un carácter abstracto, y viene

determinado prácticamente por el precio de los bienes y servicios. Cuando el nivel de

precios aumenta, el valor de la unidad monetaria disminuye, y se incrementa cuando los

precios bajan. Su valor en el exterior del país viene determinado por el tipo de cambio, fijo

o variable, expresado en otras monedas, por lo general el dólar estadounidense.

El único rasgo común de todos los bienes que a través de la historia del hombre han

servido como moneda, es decir, la única característica esencial del dinero, es que sea

aceptado por una gran cantidad de gente, como pago de bienes y servicios y para liquidar

otras obligaciones de negocios. Uno de los requisitos más importantes para que un bien

sea aceptado como dinero es que su disponibilidad tiene que ser limitada. Si se puede

incrementar fácilmente la cantidad disponible, entonces su precio en términos de otros

bienes bajará (su poder de compra disminuirá), lo que resultaría un gran inconveniente.

También su oferta tiene que ser estable, porque las variaciones tenderían a provocar

movimientos oscilantes en su poder de compra, también inconvenientes, debido a la

incertidumbre que podría generar. Es importante que el dinero sea fácil de llevar,

duradero y homogéneo. Finalmente, el dinero debe tener un valor alto referido a su peso y



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volumen, pero también tiene que ser fácilmente fraccionable en unidades menores para

transacciones de poca monta.

Historia de la moneda Argentina cronológicamente

En un principio, en la Argentina, durante la época del Imperio Inca en la región

cordillerana, se utilizaban las “monedas hachas” que eran unas hachuelas de cobre para

intercambiar diferentes bienes entre las comunidades de la región; más tarde se empezó

a acuñar monedas en Hispanoamérica, las “macuquinas”, porque se fabricaban a golpe

de martillo.

En 1773 se acuñaron monedas con el perfil de los monarcas. Surgen las medidas de

seguridad para evitar falsificaciones y se empiezan a usar máquinas para realizarlas.

En 1813 en Potosí se acuñaron las primeras monedas de Argentina, según lo dispuesto

por la Asamblea General Constituyente. Estas monedas llevaban la frase: “en unión y

libertad”, tres años más tarde se instaló la primera casa de monedas de Argentina.

En 1822 se creó el Banco de Buenos Aires, donde se depositaban los ingresos sociales.

Emitió billetes que incluían rostros de la independencia americana y más tarde leyendas

políticas a favor del gobierno de Rosas.

En 1824 se empezaron a acuñar monedas de oro y plata y circulaban en todo el país.

El primer signo monetario fue el Peso Moneda Nacional, creado en 1881 por la ley 1.130.

El fin fue crear una moneda común para todo el territorio y unificar el sistema monetario,

hasta ese momento bastante caótico: circulaban pesos fuertes, pesos corrientes, reales y

hasta pesos bolivianos.

En 1880 la Casa de la Moneda de la Nación, fue la encargada de importar una tecnología

moderna de origen francés que permitía emitir en 1881 los primeros billetes impresos en

la Argentina. La efigie fue diseñada por el artista francés Eugene Oudiné.

Desde entonces, todas las emisiones monetarias se hacen a través de la Casa de la

Moneda. Desde 1810 y hasta que se creó la Casa de la Moneda, existían tres casas de

moneda con un protagonismo regional destacado.

Los Pesos Moneda Nacional perduraron hasta 1969.



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En 1881 el peso quedó establecido como la unidad monetaria de la República Argentina

En 1897 se sancionó la ley 3.505 que autorizó a la Caja de Conversión a modificar los

billetes y poner una imagen de la "Efigie del Progreso" en lugar de los retratos de los

presidentes y funcionarios de los últimos gobiernos. Estos billetes estuvieron en

circulación hasta 1942, cuando el Banco Central (creado en 1935) decidió emitir sus

primeros billetes propios.

En 1900 mediante la impresión de billetes con la alegoría del progreso quedó sentada a

unificación de la emisión monetaria. Las placas con las que se realizaban estos billetes

fueron traídos de Europa.

Recién en 1951 se hizo el primer billete íntegramente impreso en el país. Fue gracias a la

incorporación de técnicos italianos a la Casa de Moneda argentina que fueron los que

formaron una escuela de grabadores que permitieron confeccionar los diseños del papel

moneda en la Argentina sin depender de otros países.

En 1970 queda establecida la unidad monetaria Peso Ley 18188 que equivalía a 100

pesos moneda nacional. En esta línea monetaria se emitió el billete de 1.000.000 pesos

ley que es el billete de mayor valor nominal de la historia de Argentina.

En 1983 Mediante un Decreto firmado por el Poder Ejecutivo (22.707) durante la

presidencia de facto de Reynaldo Bignone, se estableció el Peso Argentino que equivalía

a 10.000 pesos ley. Pero el Peso Argentino fue la moneda nacional que tuvo vida más

corta ya que dos años más tarde en 1985 empezó a circular el Austral, que equivalía a

1.000 pesos argentinos Llevó el nombre del plan económico diseñado por Juan Vital

Sourrouille, ministro de Economía durante la presidencia de Raúl Alfonsín. El Austral se

convirtió en la moneda de curso legal el 14 de junio de 1985, cuando Alfonsín firmó el

Decreto 1093 que ponía en marcha el Plan Austral, que busca contener la inflación. Al

principio, el Plan Austral parecía exitoso. Pero hacia 1986 la nueva moneda comenzó a

perder valor frente al dólar y nunca más se recuperó. En 1989 el Austral se depreció

5.000% anual con respecto al dólar. Y hasta se emitieron billetes de 500.000 Australes.

En 1992 el Decreto Presidencial 2128 cambio nuevamente la denominación del sistema

monetario de este país, pasando a llamarse nuevamente Peso. Cada Peso equivalía a

10.000 australes. Y era igual a un dólar. La convertibilidad duró 10 años. Luego vino la

devaluación, junto con las cuasimonedas (el Patacón, el Lecop, entre otros, eliminadas



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en 2003), pero el mismo Peso sigue siendo la moneda de curso legal. Es el sistema que

rige desde hace momento hasta el momento.

El peso

El peso también fue conocido como peso convertible hasta la modificación a la ley de

convertibilidad en 2002.

Cada peso equivalía a 10.000 australes, debido a la inflación que se produjo durante la

presidencia de Raúl Alfonsín. Desde entonces y hasta el 2002, tuvo un valor igual a 1

dólar por peso. A partir de la derogación parcial de la Ley de Convertibilidad bajo el

gobierno de Eduardo Duhalde, debido a la fuerte crisis política y económica, el peso

argentino llegó a perder las tres cuartas partes de su valor frente a la moneda

norteamericana.

Durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner se ha visto devaluado su valor

hasta el tipo de cambio actual cercano a 4,65 pesos por dólar.

La devaluación del peso argentino alcanzó en 2011 mínimos históricos contra el dólar

estadounidense y otras monedas de referencia como el euro.

Actualmente las denominaciones de las monedas son: 1 centavo, 5 centavos, 10

centavos, 25 centavos, 50 centavos y 1 peso. Las monedas de 5, 10, 25 y 50 centavos

tienen dos versiones: las plateadas y las doradas.

Las denominaciones de los billetes son: $2, $5, $10, $20, $50 y $100

La línea de billetes tiene dos versiones. La primera que dejó de tener vigencia en

diferentes fechas según los valores, $2 el 26 de noviembre de 1997, $5 el 22 de junio de

1998, $10 el 14 de enero de 1998, $20 el 18 de enero de 2000, $50 el 19 de julio de 1999,

$100 el 3 de diciembre de 1999.

A partir de la derogación parcial de la Ley de Convertibilidad, se dejó de llamar a la

moneda de argentina "Peso Convertible de curso legal" para ser llamada Peso.

Los billetes poseen medidas de seguridad muy exigente como son la marca de agua, tinta

ópticamente variable, motivo complementación frente-dorso; microletra; identificación para

ciegos; imagen latente; hilo de seguridad; impresión en tinta invisible.



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Actualmente, el Banco Central puso en circulación un billete conmemorativo del

sexagésimo aniversario del fallecimiento de Eva Perón. Tiene el mismo tamaño que los

100 pesos que circulan en la actualidad.

El billete fue realizado por la Sociedad del Estado Casa de Moneda, basado en un

proyecto iniciado tras el fallecimiento de Evita en 1952, el cual reproducía su imagen

recreada por el artista italiano Renato Garrasi.

La caída de la Bolsa en 1930 y sus consecuencias en Argentina

Además, como historia de la economía del país, no podemos olvidar mencionar un gran

suceso internacional que sacudió la economía mundial: la crisis de la Bolsa de Wall

Street. También conocida como Gran Depresión, fue una crisis económica mundial que se

prolongó durante la década de 1930, en los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial.

Su duración depende de los países que se analicen, pero en la mayoría comenzó

alrededor de 1929 y se extendió hasta finales de la década de los años treinta o principios

de los cuarenta. Fue la depresión más larga en el tiempo, de mayor profundidad, y la que

afectó a más países en el siglo XX. En el siglo ha sido utilizada como paradigma de hasta

qué punto puede llegar a disminuir la economía mundial. La llamada Gran Depresión se

originó en los Estados Unidos, a partir de la caída de la bolsa del 29 de

octubre de 1929 (conocido como Martes Negro, aunque cinco días antes, el 24 de

octubre, ya se había producido el Jueves Negro), y rápidamente se extendió a casi todos

los países del mundo.

En cuanto a las consecuencias económicas en Argentina, se puede decir que hubo una

gran disminución tanto de las importaciones (24%) así como también de las exportaciones

(36%), es decir que los ingresos al país disminuyeron. A su vez, hubo un déficit comercial

ya que la producción se mantenía estable pero cada vez se compraba menos. Asimismo,

la recaudación de impuestos por parte del Estado se vio agudamente disminuida pero el

Estado se veía obligado a no disminuir sus gastos porque si no perdería el apoyo de la

población. Por otra parte, el gobierno argentino optó por seguir pagando sus deudas, lo

que produjo un déficit en la balanza de pagos. También disminuyeron las reservas de oro

porque era la única forma de pagar al extranjero, es por eso que hay una devaluación de

la moneda sumada a la inflación consecuente. Además, los productores rurales

quebraron, viéndose mayormente afectados los arrendatarios y en menor medida los

http://es.wikipedia.org/wiki/Crisis_econ%C3%B3mica

http://es.wikipedia.org/wiki/D%C3%A9cada_de_1930

http://es.wikipedia.org/wiki/Segunda_Guerra_Mundial

http://es.wikipedia.org/wiki/1929

http://es.wikipedia.org/wiki/Siglo_XX

http://es.wikipedia.org/wiki/29_de_octubre


http://es.wikipedia.org/wiki/1929

http://es.wikipedia.org/wiki/Crack_del_29



http://es.wikipedia.org/wiki/Jueves_Negro



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terratenientes. Por otro lado, las industrias se ven obligadas a despedir trabajadores, y

quiebran por falta de insumos importados, es decir lo necesario para llevar a cabo la

producción. Esta gran disminución de empleo afectó en el ámbito económico en el hecho

de que se rompe el ciclo de consumo desde que los trabajadores pierden el ingreso que

les permite consumir y a la empresa seguir produciendo y seguir pagando salarios.

Además, los bancos también entran en crisis y quiebran debido a que los arrendatarios no

pueden pagar sus deudas.

Con respecto al ámbito social, se puede hablar de seis grandes consecuencias. En primer

lugar, se produjo un aumento en la desocupación, más específicamente, un 28% en la

población urbana y un 44% en el sector rural. A su vez, se produjo un movimiento

migratorio del campo a la ciudad que llevó al surgimiento de villas de emergencia en la

ciudad, lo que derivó a una gran disminución de la calidad de vida. Por otra parte, hubo un

gran aumento de la pobreza, que acarreó un aumento de la desnutrición, de las

enfermedades y de la delincuencia. También los salarios se vieron disminuidos. Por

ejemplo, en 1929 el salario básico era de $ 100 mientras que en 1934 pasó a ser de $ 77.

Sin embargo, paralelamente, la canasta familiar aumentó notablemente disminuyendo el

consumo. Como quinta consecuencia, nos encontramos con la sanción de leyes anti

migratorias, diferenciándose de la política anterior, que hace que disminuya el flujo de

llegada de inmigrantes. Finalmente, se puede decir que disminuyó el nivel del conflicto

social ya que no se desarrollaban muchas huelgas por miedo a perder el empleo.

Con respecto a las cuestiones políticas, como consecuencia de la crisis económica

mundial, se produjo en Argentina el primer Golpe de Estado el 6 de octubre de 1930 por

parte del presidente Uriburu. Esto se ocasionó debido al descontento de la oligarquía,

quien ya no confiaba más en el radicalismo, que no tenía dinero pero lo seguía gastando,

ni lo apoyaba porque no mantenía los sueldos de los puestos otorgados. Además, la

principal causa económica del golpe de Estado era el miedo de la oligarquía a ser

perjudicados por las medidas tomadas para salir de la crisis. Es por eso que se produce

una reconstitución oligárquica en la cual los grandes terratenientes vuelven a tomar el

poder. Entonces, Uriburu realiza un golpe cívico-militar en el cual no es apoyado por las

Fuerzas Armadas e Yrigoyen no hace frente al golpe rindiéndose fácilmente.

Recorte periodístico: El Corralito



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EL NUEVO ESCENARIO: CONSECUENCIAS POSIBLES DEL ESQUEMA

FINANCIERO QUE RIGE DESDE HOY EN EL PAIS

Escenario complejo para los depósitos en dólares

Las restricciones del nuevo corralito hacen que los ahorristas tengan que asumir mayores costos

para operar con sus fondos. Por ejemplo, aceptar descuentos sobre sus certificados de plazo fijo.

Ismael Bermúdez. ESPECIAL PARA CLARIN

Las nuevas restricciones que el Gobierno impuso a los depósitos en dólares significa un mayor

obstáculo a las operaciones comerciales y financieras dentro del corralito y un probable paso hacia

la pérdida de valor de los dólares que quedaron atrapados en el sistema bancario. Y encierran,

según algunos analistas, el peligro de agravar la depresión por la que atraviesa la Argentina.

Esto sería así porque a partir de hoy y hasta enero del 2003 y con limitaciones, sólo los que tienen

cuentas corrientes en dólares podrán retirar, como máximo, hasta 500 dólares por mes en efectivo.

Hasta ahora, los depositantes podían retirar hasta 1.000 dólares en efectivo de sus cajas de ahorro o

cuentas corrientes. También podían transferir esos fondos a otras cuentas, cuyos titulares podían

retirar también 1.000 dólares por mes en efectivo. Y podían pasar sus plazos fijos a cuentas a la vista

para ir disponiendo de dólares en efectivo cuando los necesitaran.

Además, con los fondos en dólares se podían hacer transferencias o emitir cheques. En adelante eso

no será posible. Una parte de los fondos pueden ser transformados a pesos a 1,40 por dólar. De lo

contrario se convierten a plazos fijos. Así quedaría inmovilizado el 75% de los 45.000 millones de

dólares retenidos en el sistema financiero. Y eso puede generar un efecto contractivo aún mayor

sobre la economía.

Con los fondos del corralito, la posibilidad que habrá para comprar un bien se limitará a algún

medio bancario en pesos o mediante el endoso parcial o total de los plazos fijos en dólares. Pero

como éstos devengan un interés del 2% anual y vencerán entre enero del 2003 e igual mes del

2005, el vendedor sólo los aceptará con una quita importante. El valor presente de esos plazos fijos

será muy inferior al valor nominal del certificado.

Así, la medida podrá poner un freno o una traba adicional a las transacciones económicas dentro

del sistema bancario. De esta manera, el "corralito" se transformó en un "corralón".

Es evidente que el Gobierno tomó esta decisión porque la gente aprovechó los resquicios del

"corralito" para ir sacando todos los dólares que pudo. Y como ya nadie pone ni un peso ni un dólar

en los bancos y la gente se las arregló para ir sacando todos los dólares que pudo, el sistema

bancario está hoy más en crisis que cuando Domingo Cavallo le puso el candado al sistema.

Ante esta circunstancia, Economía decidió deshacer las cajas de ahorro y cuentas corrientes en

dólares, abriendo la opción de pasar una parte a pesos e inmovilizar el resto en los plazos fijos, aún

al precio de u

trabar aún las operaciones comerciales y con esto agravar la depresión.



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Con muy pocos dólares en el Banco Central y con poca disposición de la gente a poner un dólar

nuevo en los bancos, Economía quedó atrapado por la crisis. Y aunque el Gobierno prometió que

devolverá los depósitos en la moneda en que fue pactada, por ahora se abrió un proceso que irá

licuando el capital de los depositantes.

Al mismo tiempo, se abrirá un nuevo mercado financiero con los certificados de plazo fijo retenidos

en el sistema bancario. Porque quien quiera hacerse de dólares deberá vender esos certificados en

el "mercado secundario" donde el plazo fijo tendrá un valor real inferior al nominal, como pasa con

los títulos públicos.

El monto de la quita o desagio que podrían sufrir los certificados de los plazos fijos dependerá de

sus vencimientos, de si el titular quiere a cambio pesos en efectivo o en cheque, Lecop, dólares en

efectivo y cuál sea el banco emisor. Los plazos fijos tendrán así varios precios, tantos como la

cantidad de bancos que tiene el sistema, cantidad de vencimientos de los fondos y cantidad de

monedas y "cuasimonedas" que circulan en la Argentina.

Breve historia del Banco Central de la República Argentina

(BCRA)

El organismo rector del sistema financiero nació como consecuencia de la reforma

monetaria y bancaria de 1935, que implantó cambios fundamentales a través de seis

leyes, las que fueron promulgadas el 28 de mayo de ese año con los números 12.155 a

12.160.

Ese día dejó de existir formalmente la Caja de Conversión vigente desde 1899 y comenzó

la existencia del Banco Central de la República Argentina tal como lo conocemos hoy.

A la vez, los decretos que fijaron las así llamadas operaciones constitutivas y que dieron

por terminadas las funciones de la Caja de conversión, del Crédito Público y de la Junta

Autónoma de Regulación llevan la fecha del 31 de mayo.

Ese mismo día, la Caja de Conversión y el Banco de la Nación Argentina transfirieron al

flamante organismo los fondos provenientes del justiprecio del oro. Y este día es el que se

considera como el del aniversario del Central, aun cuando éste comenzó a funcionar

como tal unos días después, el 6 de junio de 1935.

El encargado de diseñar el Banco Central fue Raúl Prebisch, primer gerente general de la

institución hasta 1943.

La iniciativa de crear el sistema del Banco Central -con Agustín P. Justo como presidente

de la Nación y Federico Pinedo a cargo de la economía- se basó en el dictamen emitido



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en 1933 por una misión encabezada por el perito británico Otto Niemeyer, que Prebisch

elaboró para formular sobre esa base principios apropiados a la realidad económica

nacional. En sus palabras, "una política monetaria y financiera que responda a las

auténticas conveniencias nacionales".

El prestigioso economista -que fundó su esquema en la necesidad de superar la grave

situación monetaria y bancaria creada por la crisis mundial de los años treinta- soportó

luego los embates de la recesión de 1938, que combatió con un novedosa política

anticíclica, y la de 1939, asociada al estallido de la Segunda Guerra Mundial.

Con Prebisch, que encarnó en la Argentina las nuevas ideas keynesianas, el BCRA

encaró por primera el cálculo del ingreso nacional anual. También se inició un programa

de capacitación de técnicos del BCRA en Harvard.

El Banco Central inicial, según la Carta Orgánica de 1935, tendió a "promover la liquidez y

el buen funcionamiento del crédito" y prohibió a los bancos operaciones que

comprometieran esa liquidez.

Después de la guerra, comenzó un período de violentos cambios estructurales que se

prolongó hasta la década del noventa, en el que hubo años en que se sucedieron cuatro

presidentes de la Nación, y otros dos con seis ministros de Economía. Y así como a

Ernesto Bosch se lo observa solitario en su récord de 10 años como presidente del

Central, sucede lo mismo con el ministro Ramón Cereijo, el único en completar un sexenio

presidencial al frente de la cartera económica.

Después de 1970, se aceleró un proceso inflacionario, que llegó a hacer perder 13 ceros

al signo monetario nacional entre principios de siglo y 1991(*). El remedio radical que se

implantó fue la Ley de Convertibilidad, única herramienta disponible para enfrentar la

hiperinflación que azotaba el país.

Casi once años después, ese modelo dejó de existir a través de la Ley de Emergencia

Económica de 2002. Hoy, como en la época de Prebisch, volvemos a estar en un

momento fundacional de la Argentina y de la política monetaria

La economía argentina desde la crisis financiera de 1981 hasta la

actualidad



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Durante la dictadura de Videla, con José Alfredo Martínez de Hoz como ministro de

Economía, Argentina multiplicó su deuda externa, se desindustrializó, aumentó el paro,

cayó el salario, se alentó la especulación financiera que posibilitó la fuga de capitales y se

reprimió de forma salvaje a opositores y sospechosos de serlo. En ese cuadro de

fragilidad económica, el general Roberto Viola reemplazó a Videla y Lorenzo Sigaut a

Martínez de Hoz. “El que apuesta al dólar pierde”, dijo Sigaut, pero a los pocos días

comenzó una devaluación que encareció la moneda norteamericana un 226%. Pero en

aquel tiempo la población no protestaba. “La dictadura en 1976 había descabezado a las

cúpulas sindicales y estudiantiles”, recuerda Rapoport. La inflación fue del 164% en 1981

y del 343% en 1982. Argentina cayó en su peor recesión hasta entonces desde la Gran

Depresión de la década del 30. La situación social se deterioró tanto que, finalmente, la

peronista Confederación General del Trabajo (CGT) organizó el 30 de marzo la primera

huelga contra el régimen. Tres días después, el entonces dictador Leopoldo Galtieri ocupó

con sus tropas las islas Malvinas, después de 149 años de ocupación británica, y la

protesta sindical se diluyó. Dos meses más tarde, Argentina perdió la guerra por el

archipiélago y, más endeudada que antes, dejó de pagar parte de sus obligaciones. La

crisis de la deuda se extendía por toda Latinoamérica, con epicentro en México.

La elevada inflación, el alto endeudamiento y la depreciación de la moneda argentina

continuaron en democracia. En el Gobierno del radical (centrista) Raúl Alfonsín (1983-

1989), solo en 1986 la inflación bajó del 100% anual. Los salarios se cobraban por

quincena y hasta los obreros compraban dólares con parte de su nómina para que sus

ingresos no perdiesen valor en las dos semanas que separaban una paga de la otra. Pero

la situación se desmadró en 1989, cuando estalló una hiperinflación del 3.079% anual. El

dólar subió el 2.038% y se consolidó como refugio de los argentinos que podían

comprarlo. Los precios en los negocios cambiaban entre la mañana y el mediodía.

Entonces, en los barrios populares ocurrieron saqueos de supermercados. Algunos

dirigentes de izquierda fueron detenidos como supuestos organizadores de los desmanes.

El 38,2% de los hogares se hundió en la pobreza. Así como la dictadura provocó el exilio

político de miles de argentinos, en aquella hiperinflación muchos otros migraron por

motivos económicos a Europa o EE UU.

El pueblo castigó al radicalismo en las urnas y votó al peronista Carlos Menem como

presidente en mayo de 1989. Menem, que cambió la doctrina de su partido por la

http://elpais.com/diario/1989/05/16/opinion/611272806_850215.html

http://elpais.com/diario/1989/05/16/opinion/611272806_850215.html



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neoliberal, no pudo frenar la hiperinflación en 1990 (2.314%), pero sí a partir de 1991. La

receta del nuevo jefe de Estado incluyó la confiscación de los depósitos a plazo, a cambio

de los cuales recibieron títulos públicos, y un plan de privatizaciones y ajuste del Estado

que fue aceptado con bastante pasividad por el sindicalismo peronista. Entonces surgió

una rival de la CGT, la Central de Trabajadores de Argentina (CTA).

El Gobierno de Menem (1989-1999) dejó otra herencia de alto endeudamiento externo,

casi sin inflación, pero con un desempleo que rondaba el 15%, con años de una moneda

sobrevalorada, que se encontraba atada al dólar desde 1991. Aquella apreciación afectó

al campo y la industria. A lo largo de los 90 comenzaron a repetirse los piquetes de

parados en las carreteras de Argentina. En el Gobierno del radical Fernando de la Rúa

(1999-2001) se intensificaron. De la Rúa aplicó sus ajustes fiscales, incluida la bajada de

las pensiones y los salarios. Se negaba a devaluar el peso o a suspender pagos de la

deuda, pese a la pérdida de competitividad de la economía y al peso de los pasivos.

Ante el temor de una devaluación, los argentinos con más información financiera, los más

ricos y algunos de clase media, retiraron sus dólares de los bancos argentinos a lo largo

de 2001. Cuando el miedo se generalizó y los ahorradores se agolparon en las oficinas

para también hacerse de los verdes, se hizo realidad el rumor extendido de una nueva

confiscación de depósitos. En diciembre de aquel año, el ministro de Economía de De la

Rúa, Domingo Cavallo - el mismo que había sido el de Menem entre 1991 y 1996 -

dispuso el después bautizado corralito, con lo que quedaron inmovilizados los depósitos a

plazo y solo se podían retirar 250 dólares por semana de las cajas de ahorro. La medida

hundió aún más la economía, reaparecieron los saqueos de supermercados, los

ahorradores comenzaron a protestar en las oficinas de bancos - que protegieron sus

escaparates de vidrio con persianas metálicas -, los piquetes se renovaron y la clase

media protestó con sus cacerolazos. De la Rúa decretó el estado de sitio el 19 de

diciembre de 2001, el pueblo no lo acató y las fuerzas policiales reprimieron y mataron a

39 personas. El presidente tuvo que dimitir al día siguiente en medio del descontrol

político, social y económico.

El Congreso designó como presidente a un peronista, Adolfo Rodríguez Saá, que duró

una semana, en la que suspendió los pagos de la deuda. El 2 de enero de 2002 asumió la

jefatura de Estado otro peronista, Eduardo Duhalde. Fue él quien devaluó la moneda, con

lo que el dólar se apreció 241% y se acabaron los años de inflación baja al llegar al 41%.

http://elpais.com/tag/corralito_financiero/a/

http://elpais.com/diario/2001/12/21/internacional/1008889201_850215.html

http://elpais.com/diario/2001/12/21/internacional/1008889201_850215.html



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Los depósitos a plazo fueron canjeados otra vez por títulos públicos. La pobreza alcanzó

al 42,3% de los hogares. La depresión económica de 1998-2002 fue peor que la del 30.

Se habló entonces del hiperdesempleo (21,5%). Otra vez los argentinos comenzaron a

formar filas en las embajadas de España o Italia para recuperar la nacionalidad de sus

antepasados y marcharse.

La devaluación de enero de 2014 no tiene las dimensiones de las de 1975, 1981, 1989 o

2002. El dólar se encareció el 23%. La inflación, que hasta diciembre era del 27,5% anual,

está en ascenso tras la depreciación del peso. En 2012, el 15% de los hogares era pobre

en Argentina. El paro es del 6,8%. Analistas críticos del Gobierno de Cristina Fernández

de Kirchner descartan que esta vez se suspendan pagos de la deuda del país - que se

redujo durante casi once años de kirchnerismo - o que se congelen los pocos depósitos

en dólares que hay, pero temen menor actividad económica (el PIB creció el 3,1% en los

primeros nueve meses de 2013), más paro, inflación y devaluación y hasta conflicto

social. De momento no ha habido protestas populares por la devaluación, pero el líder del

ala kirchnerista de la CGT, Antonio Caló, admitió que “a la gente no le alcanza para

comer”. Fernández le respondió: "Yo no creo, como dijo Antonio, que ningún argentino

esté pasando hambre".

Especificación de las monedas emitidas en la historia Argentina

Período: 1813-1881

El Real fue la moneda corriente de Argentina hasta 1881. Desde 1822, fue subdividido en

10 décimos.

El Sol fue también emitido durante este período y era igual al Real, mientras el Peso valía

8 reales y el Escudo valía 16 reales.

Los reales españoles coloniales circularon hasta 1813, cuando Argentina comenzó a

emitir sus propias monedas.

Las primeras monedas patrias se acuñaron en la ceca de Potosí (Alto Perú, actual Bolivia)

en 1813.

Desde 1820, los billetes fueron emitidos también. En 1826, el Peso Moneda Corriente y el

peso fuerte fueron introducidos como billetes únicamente.

En 1854, las monedas se dividieron en centavos. Sin embargo, la decimalización no

http://economia.elpais.com/economia/2014/01/26/actualidad/1390771402_191507.html

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ocurrió hasta 1881, cuando el real fue reemplazado por el Peso Moneda Nacional con una

proporción de 8 reales a un peso.

Peso Moneda Nacional

Vigencia: 1881 - 1969

Símbolo monetario: m$n

100 Centavos = 1 m$n

Mediante la sanción de la Ley 1130, modificada por la Ley 3871 del 4 de noviembre de

1899 se establece como unidad monetaria argentina el PESO MONEDA NACIONAL

(m$n).

Argentino de Oro (1881-1896)

En 1881 se sancionó la Ley N° 1130 –de unificación de la amonedación nacional- la que

determinó la convertibilidad de la moneda nacional a oro, y la emisión de una moneda que

se denominó "Argentino" oro.

A partir de 1899 y hasta 1929, el peso moneda nacional se mantuvo en casi la misma

relación con el dólar estadounidense ($m/n 2,35 equivalían a 1 dólar estadounidense),

con algunas fluctuaciones a partir de 1914 (donde si bien se suspendió la convertibilidad,

se mantuvieron las "reglas del juego" del patrón oro) y hasta 1927, donde se restableció

legalmente, para ser abandonada en 1929.

Peso ley 18.188

Vigencia: 1970 - 1985

Símbolo monetario: $ Ley

Equivalencia: 1 $Ley = 100 m$n

100 Centavos = 1 $Ley

En 1970 se introdujeron las denominaciones de 1, 5, 10, 20 y 50 centavos. Debido a la

inflación de esa época, se emitieron valores más altos: 1 peso en 1974, 5 y 10 pesos en

1976, y 50 y 100 pesos en 1978.

Campeonato Mundial de Fútbol Argentina 78



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La XI Copa Mundial de Fútbol se desarrolló en Argentina, entre el 1 y el 25 de junio de

1978. La Copa del Mundo volvía así a Sudamérica por primera vez desde 1962. El torneo

fue disputado en 6 estadios, repartidos en las ciudades de Buenos Aires, Rosario, Mar del

Plata, Córdoba y Mendoza.

Peso Argentino

Vigencia: 1983 - 1985

Símbolo monetario: $a

Equivalencia: 1 $a = 10.000 $Ley

100 Centavos = 1 Peso Argentino

El peso argentino fue creado mediante el Ley 22.270 durante el gobierno de Raúl

Alfonsín, y desde 1983 reemplazó al peso Ley 18.188.

Cada peso argentino equivalía a 10.000 pesos Ley 18.188, y a diferencia del anterior

cambio de moneda no hubo resellado de billetes.

La inflación en el período 1983-1985 siguió en ascenso y en 1985 el peso argentino fue

reemplazado por una nueva moneda, el austral. Cuando el austral reemplazó al peso

argentino, cada austral era equivalente a 1000 pesos argentinos.

Se emitieron monedas de 1, 5, 10 y 50 centavos. En 1984 se emitieron las de 1, 5 y 10

pesos argentinos. En 1985, las de 5, 10 y 50 pesos argentinos.

Austral

Vigencia: 1985 - 1991

Símbolo monetario: A

Equivalencia: 1 A = 1.000 $a

100 centavos = 1 A

El Plan Austral

El Plan Austral fue un programa argentino de estabilización monetaria que se ejecutó

durante el gobierno de Raúl Alfonsín por su segundo ministro de economía, Juan Vital



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Sourrouille, por el cual se cambió la denominación monetaria (de "Peso Argentino" al

"Austral").

El programa, iniciado en junio de 1985, fue del tipo "política de shock" y logró contener la

inflación rápidamente sin frenar el crecimiento económico. El programa terminó en los

hechos cuando hacia 1988 un rebrote inflacionario forzó a crear un nuevo programa,

conocido como "Plan Primavera", que no lograría evitar la hiperinflación de 1989, que

terminaría en la renuncia de Alfonsín y en una transición adelantada al presidente electo

Carlos Menem.

En 1985 se emitieron monedas por ½, 1, 5, 10, y 50 centavos. En 1989 se emitieron

monedas de 1, 5 y 10 australes, seguidas en 1990 y 1991 por las de 100, 500 y 1000

australes.

Peso Convertible

Vigencia: 1992 - Hoy

Símbolo monetario: $

Equivalencia: 1 $ = 10.000 A

100 Centavos = 1 $

Ley de Convertibilidad

La Ley de Convertibilidad (Ley Nº 23.928) fue sancionada el 27 de marzo de 1991 por el

Congreso de la República Argentina, durante el gobierno de Carlos Menem, bajo la

iniciativa del entonces Ministro de Economía Domingo Cavallo, y estuvo vigente durante

11 años.

De acuerdo a ella, se establecía a partir del 1 de abril de 1991 una relación cambiaria fija

entre la moneda nacional y la estadounidense, a razón de 1 (un) Dólar estadounidense

por cada 10.000 (diez mil) Australes, que luego serían reemplazados por una nueva

moneda, el Peso Convertible, de valor fijo también en U$S 1.

Tenía como objetivo principal el control de la hiperinflación que afectaba la economía en

aquel entonces. También exigía la existencia de respaldo en reservas de la moneda



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circulante, por lo que se restringía la emisión monetaria al aumento del Tesoro Nacional.

El período en que duró la ley de convertibilidad se llamó popularmente "el uno a uno", en

clara referencia a la igualdad peso dólar.

Peso Convertible: la moneda en la Argentina actual

5 Centavos

Peso: 2,02 gr

Diámetro: 17,2 mm

Espesor: 1,4 mm

Metal: 92% Cobre, 8% Aluminio

Canto: Estriado (1992-2006), Liso (2006-

2007)

Anverso: Sol patrio de 32 rayos

10 Centavos

Peso: 2,25 gr

Diámetro: 18,2 mm

Espesor: 1,4 mm


Canto: Estriado (1992-2006), Liso (2006-

2007)

Anverso: Escudo Nacional

25 Centavos

Peso: 5,40 gr

Diámetro: 24,2 mm

Espesor: 1,8 mm


Canto: Estriado

Anverso: Cabildo de Buenos Aires



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25 Centavos

Peso: 6,10 gr

Diámetro: 24,2 mm

Espesor: 1,8 mm

Metal: 75% Cobre, 25% Níquel

Canto: Estriado

Anverso: Cabildo de Buenos Aires

1 Peso

Peso: 6,35 gr

Diámetro: 23 mm (núcleo 17 mm)

Espesor: 2,2 mm

Conmemorativa: Bicentenario de la primera

moneda patria

Año: 2013

Emisión Bicentenario Argentino 1 Peso

Peso: 6,35 gr

Diámetro: 23 mm (núcleo 17 mm)

Espesor: 2,2 mm

Canto: Liso

Conmemorativa: Bicentenario argentino,

Región de Cuyo - Aconcagua

2 Pesos

Peso: 7,2 gr

Diámetro: 24,5 mm (núcleo 17 mm)

Espesor: 2,2 mm

Canto: Estriado



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2 Pesos

Tamaño: 155 x 65 mm

Anverso: Bartolomé Mitre

Reverso: Museo Mitre

Vigencia: Actual

5 Pesos


Anverso: Gral. José de San Martín

Reverso: El Cerro de la Gloria Mendoza

Vigencia: Actual

10 Pesos


Anverso: Gral. Manuel Belgrano

Reverso: Monumento a la Bandera

Vigencia: Actual



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20 Pesos


Anverso: Juan Manuel de Rosas

Reverso: Combate de la Vuelta de

Obligado

Vigencia: Actual

50 Pesos


Anverso: Domingo Faustino Sarmiento

Reverso: Casa de Gobierno

Vigencia: Actual

100 Pesos


Anverso: Gral. Julio Argentino Roca

Reverso: La Conquista del Desierto

Vigencia: Actual



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100 Pesos (Emisión conmemorativa 60

años del fallecimiento de Eva Perón)


Anverso: María Eva Duarte de Perón

Reverso: Detalle del friso del altar romano

de la Paz de Augusto (Ara Pacis)

Vigencia: Actual

Emisión: 20/09/2012

Conclusiones personales

Agustina Wroblewski

Como vimos a lo largo de esta monografía, la invención de la moneda fue un suceso tanto

necesario como determinante en la historia de la economía.

-Necesario, porque el hombre comienza haciendo trueques y la invención de un material

que reemplace el valor de un objeto se vuelven indispensables.

-Determinante, porque marca el inicio de un ciclo económico y enormes cambios en la

historia: la circulación de capitales, el mercado financiero, las diferentes monedas,

etcétera.

A lo largo de la historia han existido una gran cantidad de monedas, algunas de mayor

poder que otras, pero todas contaron con unas mismas características: anverso, reverso,

leyenda, impronta, tipo y marca. Además, ciertas medidas que respaldan su autenticidad:

ya que son un instrumento de medida de valor adquisitivo, es muy importante evitar

reproducciones ilegales, copias o falsificaciones.

Actualmente, las monedas consideradas más fuertes a nivel mundial son el dólar

estadounidense, el euro, el yen y la libra.



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En particular, la economía Argentina se caracterizó por sus mil y un altibajos, y se ve

claramente reflejado en sus monedas y billetes. Estos comenzaron a ser estables y

unificados a partir del año 1881, donde se crea la Casa Moneda de la Nación y se acuña

el Peso como moneda nacional. Acuñar una moneda nacional fue clave para la

independencia y soberanía de nuestro país, así como para manejar un mercado interno

organizado y evitar conflictos.

La moneda Argentina (y su economía en general) a lo largo de la historia fue víctima de

subvaluaciones como de sobrevaluaciones, así como de crisis financieras, déficits fiscales

e infinidad de sucesos sociales y políticos que contribuyeron, en menor o mayor medida,

la Argentina actual.

No debemos olvidar, paralelamente a la moneda de Argentina, los Bancos que en ella se

encuentran: son un motor del desarrollo de un país (así como también el de muchas de

sus crisis), un recurso que debe ser tanto administrado, controlado y organizado como

utilizado con precaución. La actividad bancaria es un ítem muy importante en el ciclo

financiero de un país porque contribuye a la circulación de capitales, así como una ayuda

para fomentar el desarrollo (tanto de grandes como pequeñas empresas, o micro

emprendimientos personales), siendo una entidad crediticia. En argentina, dicha actividad

estará regulada por el Banco Central.

Concluyendo con este trabajo, podemos observar que con el transcurso del tiempo, los

diferentes planes económicos, diferentes monedas y medidas implementadas, el país aún

encuentra graves problemáticas en su economía y desarrollo, como son la inflación, la

desocupación, la falta de industrialización e infraestructura, la falta de insumos, las

excedentes importaciones, la subvaluación del Peso, el debilitamiento del Banco Central,

la deuda externa, falta de recursos, déficit fiscal, entre otras.

Personalmente creo que con una buena gestión, decisiones a largo plazo y planes a

futuro, previendo una mejor organización y aprovechamiento de los importantes recursos

naturales que Argentina dispone, alentando el ahorro, la inversión, la producción e

industrialización nacional del país sin convocar capitales extranjeros, fomentando así

también la introducción de productos totalmente argentinos en el mercado internacional y

la generación de nuevos puestos de trabajo; para así disminuir el imperialismo y la



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dependencia de Argentina de las grandes potencias mundiales, como evitar repetir

errores del pasado, con consecuencias que pueden ser incluso peores de las previstas.

Valentina Langone

Después de haber investigado los temas correspondientes y realizado esta monografía,

llegué a la conclusión de que la moneda Argentina tuvo grandes transformaciones a lo

largo de la historia. Desde las ‘monedas hachas’ que fueron creadas en un principio,

hasta la moneda que utilizamos hoy en día, podemos contemplar sus diversos cambios.

El peso moneda nacional fue creado para unificar el sistema monetario en el país. En su

historia, el peso argentino perdió 13 ceros. Antes de la creación de éste, existía el

trueque, a este le siguieron las monedas de plata y oro y luego aparecieron los billetes

que eran usados como certificados bancarios que después se comenzaron a utilizar como

lo hacemos hoy en día. Cuando se creó el Banco en 1891, se renovaron todas las

monedas y los billetes del momento. Luego de muchos cambios en el nombre y valor del

peso argentino, en 1992 se estableció finalmente el peso al que le damos uso

actualmente.

Creo que la moneda nacional tiene demasiada importancia ya que, además de funcionar

como un medio de cambio para el pago de bienes y servicios, cumple un rol fundamental

como símbolo de identidad nacional. Además, cumple con un manejo autónomo e

independiente de la política monetaria del país.

Otros dos objetivos fundamentales que tiene la moneda, son el control de la economía y

además, el control de la inflación, que es el aumento sostenido y generalizado del nivel de

precios de bienes y servicios, medido frente a un poder adquisitivo estable.

Creo que la moneda argentina está muy relacionada con la inflación. Desde la primer

moneda en el año 1881 hasta el peso actual, han desaparecido 13 ceros y esto nos

demuestra que la moneda tuvo una devaluación muy importante a lo largo del tiempo. Hoy

también podemos observar que la moneda sigue decayendo, y podemos comprobarlo si

la comparamos con otras monedas extranjeras. Según un artículo de información actual,

un billete actual de $100 tiene un valor adquisitivo de $35.

A lo largo de su historia, la economía argentina varió debido a los cambios que soportó y

a las crisis que tuvo que atravesar. Argentina, mundialmente siempre se caracterizó por



25

ser un país agropecuario, aunque en muchos momentos debido a diversos factores, se

trató de convertirla en un país industrializado. Además de todas las crisis económicas y de

la Deuda Externa con Estados Unidos y Gran Bretaña, nuestro país tuvo que enfrentar la

presencia de gobiernos de facto. Otro factor que incidió en la economía argentina fue la

inflación y la devaluación del $ frente al U$S, además de la desnacionalización de

empresas argentinas.

Volviendo al punto de la importancia de la moneda nacional, podemos decir que una de

las entidades principales para su control es el Estado, ya que es la única autoridad que

garantiza el valor de la moneda que él emite. Pero la economía moderna ha impuesto al

Estado dos obligaciones diferenciadas respecto a la determinación del valor de la moneda

y que son:

Intrínseca, o sea la garantía que brinda el Estado contra su adulteración mediante la

asunción del monopolio de emisión.

Extrínseca, o sea el mantenimiento de su valor representativo.

La primera de dichas obligaciones se encuentra perfectamente reglamentada a través de

un conjunto de leyes y normas reglamentarias que constituyen el sistema monetario

argentino, y en las cuales se fijan las características que deben contener el signo

monetario y las formas que pueden adoptar. En cuanto a la segunda de las obligaciones,

implica el desarrollo de una política económica que contemple l importancia de la

estabilidad del valor de la moneda en las transacciones comerciales.

Por último, pienso que la moneda nacional es muy importante, o más bien indispensable,

para muchos aspectos de la nación, es por eso que es importante asegurarnos de su

apropiado uso para poder beneficiarnos colectivamente, y no repetir errores del pasado.



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Conclusión general

De la realización de esta monografía, pudimos concluir en que tiene mucha

importancia conocer la historia de la moneda de nuestro país, ya que eso nos ayuda a

informarnos sobre el porqué de nuestro presente económico, los fenómenos que en él

ocurren, como los diferentes vaivenes que se producen.

Personalmente, creemos que la moneda de un país es clave para su desarrollo

económico, político, social e industrial.

Económicamente, tiene relación directa con la productividad del país y, en consecuencia,

con los ingresos que se producen en éste.

Políticamente, su valoración puede generar grandes cambios en la política, administración

y organización de un país.

Es clave para el desarrollo social, porque puede tanto elevar como disminuir el bienestar

colectivo.

Por último, tiene una gran importancia a nivel industrial, ya que la inversión de capitales

en la industria de un país es un aspecto clave para el desarrollo de éste.

Además, pudimos observar como las monedas argentinas fueron cambiando con el

transcurso de la historia debido a varios factores, como los grandes sucesos económicos

a nivel global, los diferentes funcionarios con sus respectivas ideologías que produjeron

diversos cambios en la moneda de nuestro país. En este caso, podríamos citar el ejemplo

del nuevo billete conmemorativo a los 60 años del fallecimiento de Eva Perón, lanzado a

fines del 2013 por la Casa de la Moneda Argentina.

En nuestra opinión, a pesar de que la moneda argentina sufrió muchos cambios, aún no

alcanzó su máximo potencial. Es decir, a nuestro pensar, todavía le quedan cambios por

agotar a futuro.

Esto no quiere decir, como dijimos anteriormente, que los cambios que ésta sufrió, a

medida que el tiempo transcurrió, fueron en vano: la moneda pasó de ser casi imposible

de transportar, a ser un objeto que encontramos a diario en nuestros bolsillos.

Claramente, la evolución humana, el desarrollo tecnológico y social fueron unas de las

principales causas.



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Además, no debemos dejar de mencionar que, pesar de que el hombre en general

cambió su moneda (ya sea de tamaño, color, consistencia, material, grabado, leyenda,

forma o siendo billete, moneda o tarjeta), nunca se dejó de lado su principal función de

asignar una medida de valor ni las bases del origen de la moneda, así como es el trueque.

El trueque es la base de la existencia de la moneda, nos tendríamos que remontar hacia

los inicios del hombre, con las primeras escrituras de los babilonios.

Y a medida que el tiempo transcurrió, pasó por comida; animales; oro, plata y bronce; y

así hasta llegar a la actualidad, donde las diferentes monedas son unas medidas de

trueque oficialmente válidas en todo el mundo.

Tanto la moneda argentina así como el dinero en general, forman parte de un recurso

indispensable para la organización global del mercado, tanto de bienes y servicios como

financiero. Bien administrado, regulado y controlado, este recurso puede fortalecer

considerablemente a la economía de un país.

Depende de nosotros contribuir, ya sea con la elección de nuestros representantes como

con la participación activa de los ciudadanos, para favorecer a esa economía, fortalecer

nuestra moneda y posicionarnos mejor frente al mundo, como un país con gran potencial

económico.



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Bibliografía

http://www.billetesargentinos.com.ar/monedas/austral.htm

http://www.clarin.com/

historiaymonedas.blogspot.com/

www.todo-argentina.net/historia/hist_moneda

www.bcra.gov.ar/institucional

www.lagazeta.com.ar

www.camoar.gov.ar/

Enciclopedia Clarín

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Monografía Moneda Argentina

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