Mónica Villagómez

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Mónica Villagómez de Anderson, Presidente del Directorio, Bolsa de Valores de Quito. La Ley Orgánica para el Fortalecimiento y Optimización del Sector Societario y Bursátil augura vientos de renovación y un replanteamiento del mercado de valores, de sus partícipes y de sus productos, algo que será muy positivo si abrimos nuestras mentes. Desde 1096 el Estado ha venido ejerciendo su función de regulador de los títulos que represetan valores y del mercado de capitales delpaís. La ley cuatoriana faculta además a las bolsas de valores para que dicten sus propias normas de conducta, lo que se conoce como autorregulación. El cambio de la matriz productiva es una oportunidad para el mercado LARGA ESPERA PARA QUE EL MERCADO DE VALORES TENGA AL FIN TRAZADA SU CANCHA

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Page 1: Mónica Villagómez

Mónica Villagómez de Anderson,

Presidente del Directorio, Bolsa de Valores de Quito.

La Ley Orgánica para el Fortalecimiento y Optimización del Sector Societario y Bursátil augura vientos de renovación y un replanteamiento del mercado de valores, de sus partícipes y de sus productos, algo que será muy positivo si abrimos nuestras mentes.

Desde 1096 el Estado ha venido ejerciendo su función de regulador de los títulos que represetan valores y del mercado de capitales delpaís. La ley cuatoriana faculta además a las bolsas de valores para que dicten sus propias normas de conducta, lo que se conoce como autorregulación.

El cambio de la matriz productiva es una oportunidad para el mercado

LARGA ESPERA PARA QUE EL MERCADO DE VALORES TENGA AL FIN TRAZADA SU CANCHA

Page 2: Mónica Villagómez

Las bolsas de valores tienen un reto muy alto, pues más allá de su transformación en sociedades anónimas, se ven abocadas a tener un nuevo modelo de negocio que les permita retener a los actuales dueños y a atraer a inversionistas nacionales y extranjeros para ser parte de su capital. Es un reinventarse, un cambiar de mente. También deberán cumplir sus facultades como si fueran obligaciones, para evitar la creación de la bolsa pública. Esto no es un asunto que se limita al temor natural hacia un nuevo actor sino que, por principio técnico, no es aceptable pues da lugar a que el ejercicio de la regulación, del control y la gestión del negocio recaiga sobre un solo autor que sería el propio Estado. Indudablemente, esta figura es contraria al concepto de eliminación y de administración de los conflictos de interés que la misma ley propugna. Entre los temas positivos del nuevo cuerpo legal está la declaración como principio rector de la aplicación de las buenas prácticas corporativas, concepto en el que la BVQ ha trabajado más de diez años, para su difusión e introducción en las empresas ecuatorianas. Los principios de buen gobierno corporativo, como se los conoce internacionalmente, además de dotar de transparencia y competitividad al mercado, de ser una herramienta para la administración de riesgo, son cada vez más demandados por los inversionistas internacionales y locales y exigidos para cualquier proceso de integración de las bolsas de valores, a lo que se suman los altos estándares de regulación y control. Hay que resaltar los incentivos tributarios positivos que se introdujeron y que, indudablemente, impulsan el desarrollo del mercado de valores; pero no se incluyeron beneficios para las empresas que abran sus capitales, es decir, para incentivar el capitalismo popular, que es uno de los propósitos del gobierno. Este es otro elemento que refuerza la sensación de que falta una política pública para el mercado. El mercado de valores tiene reglas más claras, después de tanto tiempo de incertidumbre. Tenemos la obligación de buscar las oportunidades de negocio para su desarrollo y consolidación.

EL CAMBIO DE LA MATRIZ PRODUCTIVA ES UNA

OPORTUNIDAD PARA EL MERCADO, PUES LAS

EMPRESAS NECESITARÁN RECURSOS A PLAZOS

MAYORES.

Confiamos en que algo similar se produzca en la expedición de los reglamentos y normas secundarias, y que los actores del mercado podamos aportar nuestro conocimiento y experiencia los cuales, junto con la visión del regulador y del controlador, darán resultados más ricos. De todas maneras, aunque la Ley aprobada sea mejor que las propuestas anteriores y no cumpla con todas las expectativas, hay que estar conscientes de que una ley no crea mercado. Es una política pública, diseñada para el largo plazo, tejida entre todas las áreas y elementos de influencia en el tema, debidamente forjada y entrelazada la que lo hace. Esa política pública debe estar expresada en dispositivos legales de diferente jerarquía para darle viabilidad y hacerla real en la práctica. Tomará un tiempo para que exista una verdadera política pública para el mercado de valores, y para que el mercado se recupere, se enrumbe y alcance un crecimiento sostenible. Lo más importante en este momento es que la cancha está trazada y que los jugadores sabemos a qué atenernos, aunque debemos estar atentos a otra expectativa que ha nacido y que se refiere a la generación de la legislación secundaria, que se debe expedir en plazos perentorios y que es necesaria para aplicar la Ley que, además, presenta un alto grado de discrecionalidad. La Ley Orgánica para el Fortalecimiento y Optimización del Sector Societario y Bursátil augura vientos de renovación, así como una depuración, un replanteamiento del mercado de valores, de sus partícipes y de sus productos, algo que siempre es positivo para una industria y para un país, si se sabe manejar y si abrimos nuestras mentes. Perspectivas del Mercado de Valores

El financiamiento de capital de trabajo, en cambio, es aquel que se requiere para fondear el giro del negocio. En las empresas que prestan servicios, por ejemplo, hay que pagar arriendos y nóminas hoy, mientras que las ventas

TOMARÁ UN TIEMPO PARA QUE EXISTA UNA VERDADERA

POLÍTICA PÚBLICA PARA FOMENTAR AL MERCADO DE

VALORES Y PARA QUE EL MERCADO ALCANCE UN

CRECIMIENTO SOSTENIBLE, PERO LO MÁS IMPORTANTE EN ESTE MOMENTO ES QUE

LA CANCHA YA ESTÁ TRAZADA.

Tras prácticamente cinco años de un intenso proceso de análisis y discusión de un sinnúmero de proyectos de Ley de Mercado de Valores, en unos casos, o de reformas a la Ley indicada, en otros, hemos llegado a buen puerto. El 13 de mayo fue aprobada por la Asamblea Nacional la Ley Orgánica para el Fortalecimiento y Optimización del Sector Financiero y Bursátil, publicada en el Registro Oficial No. 249 del 20 de mayo. Durante todo este tiempo no ha sido fácil para las instituciones del mercado manejar la incertidumbre surgida de este proceso, pues pasamos por diferentes escenarios técnicos y otros no tan técnicos, diversos actores políticos y distintos interlocutores, todo lo cual generó incertidumbre, especialmente entre las empresas emisoras o posibles emisoras y entre los inversionistas actuales y potenciales, lo que inhibió sus decisiones de emitir y de invertir por temor a que cambiaran las reglas de juego en pleno camino. Sin embargo, hay que rescatar que en medio de ese ambiente complicado por las percepciones, producto de la irresolución, desde que el proyecto de Ley llegó a la Asamblea Nacional, a la Comisión de Régimen Económico y su Regulación y Control, la BVQ pudo hacer efectivo el ejercicio de la ciudadanía, con propuestas técnicas, muchas de las cuales fueron acogidas mientras que otras fueron rechazadas. Esto prueba que una democracia no depende solamente de la estructura de gobierno, de las garantías, de las libertades, de los derechos y de las obligaciones, sino del involucramiento ciudadano.

Esto tiene que producirse de manera gradual, con un norte y un hilo conductor claros y de largo plazo, a fin de evitar una amenaza a la estabilidad de la industria. Siempre las amenazas son más fuertes en el plano del desconcierto y de la inercia, porque no se pueden administrar; por eso es necesario hacer un ejercicio para entender las dinámicas actuales y comprender el entorno económico, social, político y constitucional para encontrar las oportunidades dentro de las dificultades, preparándonos para asumir los nuevos retos. Es así que vemos como una oportunidad para el mercado el cambio de la matriz productiva y de la matriz energética, pues para su cumplimiento las empresas necesitan recursos a mejor costo y estructuras de plazo más extendidas, que es lo que el mercado bursátil proporciona. Igualmente, es una oportunidad para el mercado la atención a las Pymes, que es el sector que más impulsa a la economía. Esto, además, no es ajeno a las bolsas de valores ecuatorianas, pues al momento cuentan con 112 empresas Pymes participando con deuda o con acciones.

Dudas frecuentes y respuestas

El cambio de la matriz productiva es una oportunidad para el mercado