MODELO DE PLANIFICACIÓN ENERGÉTICA ORIENTADO AL...

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UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID E.T.S.I. MINAS Tesis Doctoral MODELO DE PLANIFICACIÓN ENERGÉTICA ORIENTADO AL DESARROLLO SOSTENIBLE Por: Ing. Pablo Álvarez Watkins Dirigida por: Dr. Juan José Sánchez Inarejos Madrid, Octubre 2004

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UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID

E.T.S.I. MINAS

Tesis Doctoral

MODELO DE PLANIFICACIÓN ENERGÉTICA ORIENTADO AL

DESARROLLO SOSTENIBLE

Por:

Ing. Pablo Álvarez Watkins

Dirigida por:

Dr. Juan José Sánchez Inarejos

Madrid, Octubre 2004

1

ÍNDICE Síntesis 2

Abstract 3

1.- Introducción 4

2.- Modelos de planificación y estrategia energética 9 2.1.- Historia del modelado energético 11 2.2.- Características generales de los modelos energéticos 16 2.3.- Algunos modelos relevantes 31 2.4.- Críticas generales 53

3.- Nuevo concepto de planificación energética 61 3.1.- Planteamiento conceptual 61 3.2.- Esquema general de modelación 75

4.- Primer modelo basado en la necesidad energética 80 4.1.- Expectativas de evolución en la necesidad energética 81 4.2.- El caso de referencia, evolución prevista 2000-2050. Caso 1 142 4.3.- Corroboración histórica, el caso Control, 1950-2000. Caso 0 169 4.4.- El control como predicción inversa. Caso 0b 190

5.- Tendencias para el desarrollo de la estrategia energética 196 5.1.- Las posibles tendencias evolutivas de los grupos 196 5.2.- Evolución con alta población y consumo excesivo.- Caso 2a 201 5.3.- Evolución con población estable y alto consumo.- Caso 2b 225 5.4.- Evolución con baja población y alto consumo.- Caso 2c 250

5.5.- Comparación con el caso de referencia 272

6.- Las propuestas acordes con el desarrollo sostenible 281 6.1.- La propuesta sostenible suave.- Caso 3a 283 6.2.- La propuesta sostenible fuerte.- Caso 3b 314 6.3.- La propuesta sostenible alternativa.- Caso 3c 333 6.4.- Comparación con el caso de referencia 352

7.- Conclusiones 360

Anexos 365 I.- Factores de conversión relevantes 365 II.- Glosario 366 III.- Tablas de impacto ambiental 370 IV.- Datos de partida 381

MetaTesis 393

Referencias 399

2

SÍNTESIS Afrontando la preocupación existente sobre los problemas medioambientales y

la perturbación ante los conflictos sociales actuales, es necesario replantear la

forma de concebir y elaborar, entre otras cosas, la política energética. La

perspectiva actual de dicha modificación será en base al concepto del desarrollo

sostenible.

En concreto dentro de la planificación energética se deben crear nuevos

marcos conceptuales para la creación de estrategias energéticas orientadas al

desarrollo sostenible, y como parte operativa de esto, la elaboración de modelos

matemáticos destinados a representar al sistema energético mundial.

Introduciendo pilares de construcción conceptual adicionales a la económica

para la consecución del desarrollo sostenible, como la necesidad energética del

ser humano, el desarrollo humano y la proyección inversa del futuro.

Este trabajo es un sondeo en la confección de estos modelos; presentando

no sólo una propuesta teórica sobre la nueva estructura básica de este tipo de

herramientas, sino un primer ejemplo de modelación, utilizando herramientas

matemáticas y computacionales convencionales. También explora las

perspectivas de desarrollo mundial, obedeciendo a nuevas variables como el

crecimiento poblacional y el Índice de desarrollo humano, y presenta tres

escenarios sostenibles, que demuestran que son viables aquellos caminos que

satisfagan adecuadamente las necesidades de todos los seres humanos del

planeta, que respeten nuestro entorno ambiental, que sean justos con las

generaciones futuras, siendo además, técnicamente posibles y económicamente

aceptables.

3

ABSTRACT

Wanting to face the current worries over enviorment and the preoccupation about

social inequities, it is necessary to reelaborate the way we think and implement, among

other things, the world and national energy policies.

More specifically, within energy strategy design we must create new conceptual

frames for the conception of energy scenarios oriented to sustainable development. The

elaboration of mathematical models destine to represent world energy systems, is a

practical part of all this. To introduce new concptual lines in adition to the economic

one, such as the energetic needs of the human beings, the human development and

backcasting, is a requirement to secure sustainable development modeling.

This document is a first inspection in the development of this models. Presenting

not just a theorical proposal of a new basic structure for the construction of this

mathematical tools, but also a first modeling example, using conventional computer

and mathematical utensils. It also explores the posible perspectives of world

development, based on new variables such as demographic growth and the Human

Development Index (HDI), presenting, three posible future perspectives following

those countrys that have a high HDI, and three sustainable scenarios, that demnostrate

we can finde those roads that satisfy the needs of all human beings in the planet, that

respects and preserves the environment, that are fair with future generations, that are

technically achievable, that are also economically acceptable.

4

INTRODUCCIÓN

Gracias a nuestros medios científicos hemos hecho del mundo un vecindario, y ahora el reto al que nos enfrentamos, a través de nuestros medios morales y espirituales, es hacer del

mundo una hermandad. Debemos vivir juntos, no somos independientes, somos interdependientes. Estamos todos involucrados en un proceso único. Lo que sea que afecte a

uno directamente, afecta a todos indirectamente, ya que estamos atados todos en un proceso único. Estamos todos engarzados en la gran cadena de la humanidad. Como dijo un hombre: ningún hombre es una isla que se debe completamente a sí mismo. Cada hombre es una pieza en un continente y una parte del todo. Yo estoy involucrado en la humanidad, por tanto no

enviaremos a averiguar por quién doblan las campanas, doblan por voz. Martin Luther King, Jr.1

Nuestros sentidos nos muestran la realidad tanto como nos la esconden. Por un

lado gracias a ellos pretendemos descubrir la realidad a través de las sombras,

pero por otro lado, es tan fuerte su influjo que nos orilla a concentrarnos

muchas veces en lo específico y no en lo general, detenerse en las pequeñas

diferencias que nos impiden descubrir las grandes similitudes, lo único, la

esencia. En las anteriores palabras de Martin Luther King, Jr., se percibe uno de

los mayores descubrimientos que el ser humano ha hecho, y que sin embargo,

es quizás el que menos asumido tenemos, el que más nos cuesta aceptar: somos

la misma cosa, y por lo tanto interdependientes. Esto no significa que seamos

iguales, de hecho las diferencias que existen son también parte de la realidad y

las necesitamos, al grado de requerir hasta las mínimas singularidades para

llegar a identificarnos como individuos, pero esto no puede esconder la verdad

subyacente, somos la misma cosa. Somos parte de un mismo proceso, y esto es

válido entre nosotros, los seres humanos, pero también con todo el medio que

nos rodea. Todo forma parte un mismo gran sistema, sincronizado,

armonizado, interconectado e interdependiente. La muestra de que esta verdad

no esta asumida es que ante los problemas a los que nos enfrentamos como

especie: la inequidad social, la escasez de recursos y los dilemas

medioambientales, se intenta resolverlos de manera individual, particular y no

de manera general, global, sin tener en cuenta la complejidad del sistema

1 Discurso: "The Birth of A New Age", Chicago, 11 de agosto de 1956. (traducción propia).

5

superior. Este es el reto que tiene cualquier tipo de planificación actualmente,

pero, si cabe, con mayor apremio la planificación energética. Necesitamos

asumir que el ser humano es uno mismo y no un conjunto de individuos, o

grupos de individuos. Que no sólo somos aquellos que vivimos hoy, sino que

somos aquellos que vivirán mañana. Que también es lo mismo con el

ecosistema, del todo que representa nuestro planeta. Eso somos, la misma cosa.

Así debemos asumir la planificación de nuestro futuro, de lo contrario, el

Universo seguirá inexorablemente pero sin nosotros.

Hay otra frase verdadera en el epígrafe que conviene resaltar para una

tesis de ingeniería: Through our scientific means we have made of the world a

neighborhood and now the challenge confronts us through our moral and spiritual

means to make of it a brotherhood. Actualmente tenemos la capacidad técnica o

tecnológica para satisfacer la totalidad de nuestras necesidades materiales y la

mayoría de nuestras necesidades psíquicas. ¿Por qué no se ha hecho entonces?

Porque nadie ha querido hacerlo. Llegamos al punto en que ya no es una

cuestión de querer, es una cuestión de deber, voluntario, pero deber en su

sentido original, estoico2, deber como ajuste al orden racional del todo. Este

concepto de una u otra manera pelea por ser incorporado a la planificación del

futuro, como podemos ver en algunos de los reportes más importantes en la

materia, como el del Consejo Mundial de la Energía, en el cuál podemos

encontrar: not only is extreme poverty unacceptable for humanitarian reasons, but it is

also the source of social and political instability, and lower economic growth3. La

interpretación de la realidad de esta manera es un paso en el camino correcto, al

que habrá que sumarle el efecto negativo que puede tener el crecimiento

económico alto pero irreflexivo, ya que hasta la fecha, nuestros modelos de

crecimiento tanto bajo como alto, parecen tener un efecto negativo sobre el

medio ambiente. En este sentido, el primer mito histórico que hay que

desmentir es el que asocia el desarrollo únicamente con el crecimiento

2 ABBAGNANO, Nicola, Diccionario de filosofía, FCE, 1995, p. 50. 3 WEC, Energy for tomorrows world. Acting now, 2000, pp. 24-25

6

económico. Habrá que asumir socialmente, que sí bien juega un papel

importante, la economía es sólo un factor más, por lo que para conseguir un

pleno desarrollo humano hay que potenciar todos sus constituyentes.

En realidad existen otros mitos históricos, algunos menos erróneos que

otros. Por ejemplo, Thomas Robert Malthus, que a finales del s. XVIII escribía

sobre la inminente escasez de alimentos debido a que la producción de granos

tenía un menor crecimiento anual que la población4. ¿Se equivocó? Muchos

sostienen que sí, dado que la escasez anunciada nunca se produjo, pero su

análisis era correcto: si el consumo de un recurso crece más que su producción,

se producirá inexorablemente una situación de escasez. El error de Malthus, no

lo es, es más una falta de previsión, ante la posibilidad de aumentar la

producción que él consideró, o incluir nuevos tipos de alimentos o la gran

variedad en las formas de satisfacer la necesidad alimenticia que tiene el ser

humano. Muchos sucesores de Malthus han tratado de corregir alguno de estos

errores, pero la realidad del consumo de recursos que realizamos es lo

suficientemente complejo como para que aún no se pueda prever con certeza ni

nuestro consumo, ni la propia producción. Muchos detractores de Malthus y

sus sucesores, siempre hacen hincapié en que las previsiones ‘fatalistas’ fallan y

los recursos parecen no agotarse.

Pero ahora se suma al análisis del agotamiento de recursos la

preocupación medioambiental, esto es la preocupación sobre el impacto que el

desenvolvimiento del ser humano tiene, hasta ahora, sobre el ecosistema, del

cual dependemos. Nuevamente hay promotores y detractores de estas

preocupaciones, aunque estos últimos cada vez están más solos.

Pero, ¿qué papel juegan los ingenieros en todos esto? Pues bien, muchas

de las esperanzas en las soluciones de estos problemas, recae en la tecnología.

De alguna u otra manera se espera que la tecnología presente o futura resuelva

cualquier posible conflicto que se presenten.

4 En 1978 Thomas R. Malthus publica: Primer ensayo sobre la población.

7

Pero la realidad es: la población crece, por lo que cada vez hay más gente a

la cual se debe satisfacer sus necesidades5, la presión sobre el medio ambiente

crece, las reservas energéticas escasean y las respuestas tecnológicas no llegan.

La esperanza tecnológica no desaparecerá nunca, es más, creo que un

reactor de fusión nuclear solucionará la mayoría de las necesidades energéticas

futuras cuando se consiga, pero ¿mientras tanto tenemos derecho a derrochar

otros energéticos, esquilmando al mismo tiempo el ecosistema? Si decidimos no

hacerlo, tomando responsabilidad sobre nuestros actos, con nosotros mismos y

con el ecosistema, ¿cómo planificar ese consumo responsable?, ¿bajo qué

principios? La respuesta puede estar en el concepto del Desarrollo Sostenible.

El Desarrollo Sostenible, es un término complicado, que comenzó a

utilizarse en 1987, y que 17 años después sigue sin quedar definido

completamente, al menos no de una manera universalmente aceptada. Pero lo

que se puede inferir es que es un nuevo y complejo paradigma, que evoca

diversos elementos esenciales en su construcción, entre los que destacan: la

filosofía, las ciencias naturales, las ciencias sociales, la ingeniería, la economía,

la política, entre otros. Esto exige su estudio desde la transdiciplinaridad, pero

en lo que concierne a la planificación energética puedo adelantar que el

desarrollo sostenible obliga a evaluar el desarrollo bajo cinco factores

principales: el social, el medioambiental, el económico, el tecnológico y el

filosófico.

Esto último cambia el concepto mismo de desarrollo, y dentro de esto

claro, lo que entendemos por el camino que éste debe seguir. Como ya

mencioné, hasta ahora el camino del desarrollo estaba indicado por el

crecimiento económico. Se asume que la dirección que marque el mayor

crecimiento económico es el que conducirá a un mayor desarrollo. Pero esto no

siempre es cierto, de hecho en la mayoría de los casos es erróneo. El desarrollo y

su dirección lo marca en cada momento el sistema social en su conjunto,

incluyendo en éste las restricciones a las que está sujeto dado el medio y las

5 Esto será así por medio siglo al menos, y si no se toman medidas más.

8

condiciones histórico y materiales en las que se encuentra. De tal forma que el

desarrollo humano parece estar marcado por encima de todo por un ideal que

puede encerrarse en el concepto abstracto de: Vivir mejor, y esto puede o no

coincidir con la dirección que marca el máximo crecimiento económico. Este

concepto de vivir mejor varía enormemente según el tiempo histórico, la

cultura, las costumbres, la moral, las condiciones materiales, y las posibilidades

de cada momento concreto. Sin embargo, es posible definir una tendencia

básica, general, que se hace evidente al hacer un análisis de la necesidad del ser

humano, para cada momento histórico. Al incluir en la planificación energética

un análisis de la necesidad del ser humano a nivel global, se hará evidente el

camino o la dirección que es necesario adoptar a largo plazo, y que es la que

debe efectuarse bajo los principios del desarrollo sostenible.

Esto debe hacerse tanto a nivel conceptual en la planificación energética,

como el la parte práctica del desarrollo y la utilización de modelos

computacionales, herramientas que nos facilitan los procesos de decisión.

Actualmente dichos modelos encuentran en el Producto Interior Bruto (PIB) a

su principal variable y a los conceptos de equilibrio en los mercados su método

de resolución, esto los convierte en modelos económicos aplicados a la

planificación energética, y dado que el desarrollo sostenible requiere de al

menos otros cuatro factores para su consecución, estos modelos no son

adecuados para la evaluación del desarrollo que requerimos como especie de

ahora en adelante. Habrá, pues, que encontrar nuevos modelos de planificación

energética orientados al desarrollo sostenible.

9

Capítulo 2

MODELOS DE PLANIFICACIÓN Y

ESTRATEGIA ENERGÉTICA

Este capítulo debe comenzar haciendo hincapié en el uso de la palabra modelo,

ya que se utilizará para dos conceptos que, aunque relacionados, no son

completamente equivalentes.

En términos generales un modelo energético es la forma, el modo, que la

humanidad elige para satisfacer sus necesidades energéticas, tanto en la

elección de lo que se conoce como las “fuentes energéticas” que utiliza en

determinado momento y su evolución, como en los usos que se les dan según la

cultura. Esta es la definición de modelo energético como un arquetipo o punto

de referencia para imitarlo o reproducirlo, y integrando el modelo energético

conceptual están el escenario energético y la estrategia energética. Un escenario

energético es la conformación u ordenación que el sector energético tiene para

determinada situación o momento, respecto a la participación de cada

energético en la satisfacción de la demanda y el uso que se le da a cada uno.

Una estrategia, proyección o perspectiva energética es el camino que se plantea

o los pasos a seguir para alcanzar dicho escenario energético.

Por otro lado es mucho más común utilizar en la ingeniería y en la ciencia

el término de modelo como una representación, un esquema teórico

–generalmente en términos matemáticos– esto es: una descripción matemática,

un algoritmo, que trata de representar un sistema real y los fenómenos que

ocurren en él. Esta es la acepción que se tratará en general en este trabajo, a

menos que se especifique contextualmente el uso del concepto más general y

amplio descrito al primero.

10

Los modelos, como descripción matemática, que tratan de representar

sistemas reales, físicos, químicos o matemáticos son muy antiguos, y no son los

que nos ocupan. Por el contrario, aquellos modelos los sistemas sociales y

económicos son precisamente los predecesores de los modelos energéticos que

trataremos. Los sistemas energéticos actualmente se circunscriben más a los

sistemas socioeconómicos o económicos que a los sistemas de ingeniería, ya que

todos los modelos energéticos actuales tienen más variables y determinantes

económicas que de sistemas de ingeniería. En particular este capítulo pretende

analizar los modelos computacionales desarrollados a finales del siglo pasado.

Existe una confusión generalizada al utilizar el término modelo energético

para estos modelos computacionales. El problema es que comúnmente se utiliza

el término modelado energético como el modelado de un sector específico o un

aspecto parcial del sistema económico real. Aún en términos generales no se

considera que el sistema energético incluya todo aquello que el ser humano usa

como energía, sino solamente la energía de uso moderno o, peor aún, comercial;

que además se circunscribe a las determinantes económicas en las que se

encuentra inmerso. El problema conceptual, poco importante a simple vista, se

hace más evidente en los problemas lingüísticos: se habla de Energía y, o bien,

sólo quieren decir ‘petróleo’ a nivel internacional, o ‘electricidad’ a niveles

nacionales. Esto hace que la discusión se parcialice y se olvida el amplio

espectro energético existente y de esa forma, inconscientemente se construye el

verdadero problema de fondo: que se crea que el petróleo es la única forma de

abastecernos de energía y la electricidad su principal y mejor transformación. Y

esto provoca que los estudios se centren en estos energéticos. También es

común encontrar modelos ambientales, que únicamente tratan de emisiones

atmosféricas, obviando el resto de factores que deben contemplarse en el

impacto ambiental como, por ejemplo, la contaminación al agua o suelo, la

disminución de flora y fauna, el ruido o el paisaje.

11

2.1.- Historia del modelado energético

Se podría decir que los primeros intentos por representar matemáticamente los

sistemas sociales surgieron en la primera mitad del siglo pasado, y procuraron

predecir las posibles amenazas bélicas. Esto representa también, en mi opinión,

la primera muestra de contradicción básica en el modelado hasta la fecha, ya

que se trató de racionalizar aquello que en esencia es irracional. En menor

grado esto sigue ocurriendo: se representa con variables racionales aquellos

parámetros que parecen depender más de nuestro inconsciente, que son poco

cuantificables y de cualificación subjetiva.

Bajo otra perspectiva, la demografía ha sido una disciplina, que desde sus

inicios ha acogido a los modelos sociales para su desarrollo y también es la que

parece tener más éxito con ellos. Esto es importante, ya que si bien los modelos

energéticos no son modelos demográficos estrictamente, son y deben ser la

base, la entrada principal, para cualquier estudio energético social. Por lo tanto,

la demografía es una disciplina esencial para los estudios energéticos, ya que no

se debe olvidar que los seres humanos son la razón última para realizar dicha

perspectiva.

La economía también se ha valido de toda clase de modelos para

representar los mercados desde sus inicios. Las diversas tendencias en el uso de

distintos modelos se puede explicar también desde una perspectiva histórica,

pero los modelos económicos que más nos atañen son los que se han

desarrollado con el advenimiento de la computación. Quizás los modelos

económicos que más han influido a los modelos energéticos son los que tratan

de representar el mercado económico y tratan de predecir su comportamiento,

sustentándose en la teoría económica clásica, buscando el equilibrio entre la

oferta y la demanda.

Desde principios del siglo XX, los primeros intentos de modelado

energético se circunscribían a modelos matemáticos simples, que buscaban

explorar ciertas situaciones futuras con cálculos sencillos y lineales. Quizás lo

12

más complicado al principio fue tratar de tomar la tendencia de ciertos

indicadores y extrapolarlos. En términos generales se consideraba el sistema

energético como algo poco alterable, poco influenciable, y que por tanto era

posible predecir su comportamiento, o su reacción a cambios previsibles, de

una manera sencilla. La planificación energética no se distinguía especialmente

de ninguna otra rama de organización industrial, ni en sus conceptos, ni en sus

métodos. Se sabía lo que había, lo que se podía hacer con ello, y sólo había que

organizar cómo hacerlo a medida que fuese necesario. Los modelos energéticos

eran simplemente herramientas de previsión directas y lineales, asumiendo sólo

el crecimiento simple y con nula preocupación por la salud humana o el

ambiente. Eran modelos eminentemente económicos, que trataban a la

tecnología como cajas negras, estáticas, y generalmente se centraban en el uso

final y los precios finales al consumidor, modelos que después se conocerían

como “Arriba-abajo”6. Sus errores se trataban sosegadamente y sin mayores

consecuencias. Si debido a una mala planeación hacía falta energía, se

importaba más combustible, se quemaban desperdicios, se instalaba un motor

de petróleo o una turbina gas que compensara rápidamente el defecto, y si

había un exceso en la capacidad se asumía simplemente como prevención de

picos de demanda, eléctricos o de combustibles.

A principios de la década de los setenta una serie de sucesos trastocó la

visión estacionaria predominante en el mundo, no sólo en el terreno energético.

Por un lado, resurge una visión precautoria hacia los recursos naturales, estalla

la crisis de los energéticos y surge con fuerza el hoy llamado ambientalismo.

El “Club de Roma”7 en 1969 se plantea encargar investigaciones y

desarrollar modelos computacionales para explorar sus hipótesis y crea World2

y World3, con los que vaticinan un inexorable agotamiento de los recursos

naturales del planeta, no sólo los energéticos o minerales, su atención se centró

6 Se refiere a los modelos conocidos en inglés como Top-Bottom, que se abordarán con más detalle en el capítulo III. 7 Asociación privada compuesta por hombres de empresas, científicos y otros participantes de la vida pública de varios países, principalmente EE.UU., en la década de 1960.

13

principalmente en los recursos alimenticios. Estos resultados se sintetizaron en

The Limits to Growth8 publicado en 1972, en los EE.UU. Los cálculos sencillos de

los modelos sociales anteriores habían dado paso a herramientas

computacionales mucho más sofisticadas. Y aunque bajo nuestra perspectiva

actual, estos primeros esquemas aún se trataban de modelos sencillos, que

consideraban un sistema económico global único, con recursos generales

globales, marcan el inicio de lo que hoy se conoce como modelos energéticos, y

que rápidamente se fueron complicando.

Este enfoque o punto de vista, considerado, por algunos pocos, de

catastrofista, coincide con la “Conferencia de Estocolmo” de las Naciones

Unidas en 1972, en la que participaron 113 países, y que plantearon las nuevas

preocupaciones, llamadas ambientales, en un ámbito institucional aunque aún

predominantemente académico. Esto también marca la creación de varios

grupos internacionales dedicados al estudio de estas cuestiones globales, del

modelado global y del análisis general de los sistemas complejos. Además de

que surge la conciencia en torno al medio ambiente y a los posibles daños que la

actividad antropogénica genera en él y hacia nosotros.

Por otro lado, a partir de la crisis energética de 1973, las perspectivas,

planes energéticos y modelos cobran un protagonismo especial. Hasta entonces

se les consideraba en términos generales instrumentos complementarios, casi

prescindibles y fácilmente sustituibles por el sentido común, pero la crisis

energética trajo una renovada preocupación en la economía del sector

energético que cambió radicalmente la perspectiva hacia el manejo de los

recursos. Así, por ejemplo, a partir de entonces un defecto de la capacidad

energética, compensada antes por unidades extras, ahora es considerada como

gastos no previstos, innecesarios, siempre mayores que aquellos que podían

preverse, y la capacidad extra dejó de ser provisión y se convirtió en una

reducción de la ganancia.

8 MEADOWS, Donella H., et. al., Los límites del crecimiento, México, FCE, 1973

14

Bajo el nuevo paradigma la planificación energética se convierte en un

imperativo económico, y no ha dejado de serlo. Esto contamina el proceso de

modelado energético, ya que los factores principales a considerar dejan de ser

los relativos a la ingeniería, y dificulta mucho la futura inclusión de factores

ambientales o sociales. También varía lentamente el sujeto final de decisión, ya

que éstas se toman cada vez menos desde los Estados y cada vez más en las

empresas del sector.

Los modelos globales en general, debieron evolucionar, complicándose al

incluir las nuevas preocupaciones académicas y sociales: las relativas al medio

ambiente. A finales de la década de los setenta surgen, por tanto, los modelos

específicamente diseñados para ofrecer datos de orden ambiental, como el

RAINS (Regional Air Pollution Information and Simulation, Simulación e

Información de la Contaminación Atmosférica Regional, 1980) que buscaba

representar principalmente los efectos de la acidificación en la lluvia y sus

posibles efectos. También se podría destacar el modelo MOIRA (Model Of

International Relations in Agriculture, Modelo de Relaciones Internacionales en

Agricultura), que la ONU desarrolla en 1979 para modelar el uso del suelo y la

agricultura mundial. Pero también surgen modelos energéticos cuyo principal

objetivo se centra en el modelado económico del sub sector energético, para

tener herramientas para estudiar con mayor detalle el sistema energético, a

escalas global y nacional. Dentro de estos podemos mencionar al modelo

MARKAL (MARKet Allocation model, Modelo de Asignación de Mercado) y al

IFFS (Intermediate Future Forecasting System, Sistema de Previsión para el Futuro

Intermedio).

Ambas tendencias de modelado, la de mercado y la ambiental,

continuaron en paralelo y los modelos se hacían cada vez más complejos. A

finales de la década de los ochenta los modelos ambientales se dedicaron a

representar las interrogantes del cambio climático.

15

Actualmente hay más de medio centenar de modelos que representan de

una u otra manera el comportamiento de los gases de efecto invernadero, y se

considera que existen al menos cinco generaciones en este tipo de modelos.

Otra tendencia que conviene analizar es la que se refiere a la cobertura

geográfica de los modelos energéticos. Desde sus comienzos con los modelos

World la escala de representación era la global, pero su evolución aumentó el

número de subregiones a analizar dentro del modelo, y actualmente se

desarrollan modelos que analizan regiones particulares, alejándose del

tratamiento global. Esto es contraproducente, aunque no contradictorio si lo

que se desea es crear modelos que hagan una evaluación basándose en los

parámetros del desarrollo sostenible, ya que forzosamente debe tener un objeto

último global.

Por último, a partir de la última década se han desarrollado los

denominados modelos híbridos, que tratan de involucrar a las cuestiones técnicas

propias del sector energético y a los algoritmos que tratan de representar la

química atmosférica, con el modelado tradicional basado en la teoría económica

clásica.

La temática general del modelado energético tiene varios matices,

doctrinas, y tanto partidarios o como detractores. Antes de continuar con el

capítulo me gustaría resaltar la opinión de alguien que, si bien no está dentro de

éstos últimos, parece estarlo, y que además suscribo, aunque resulte paradójico:

“cualquier intento de representar completamente un tema complejo y sus

numerosas interconexiones con otros temas en un modelo cuantitativo esta

destinado al fracaso”9.

9 ROTMANS y VAN ASSELT, “Uncertainty Management in Integrated Assessment Modeling: Towards a Pluralistic Approach“, ICIS, p. 5.

16

2.2.- Características generales de los modelos energéticos

Existen muchas formas de hacer una caracterización o clasificación de los

modelos existentes y, como en todo, la clasificación última sería resaltar las

particularidades individuales de cada modelo. También existen las

clasificaciones definidas a partir de las condiciones que parecen relevantes a

determinadas instituciones, como es el caso de la clasificación de modelos

energéticos que utiliza el Banco Mundial10:

• Sistemas de información en energía.- Estas son herramientas

computacionales que cuentan con una base de datos y algunos

elementos analíticos para examinarla según lo que se desee buscar.

No se les considera modelos propiamente consolidados.

• Modelos energéticos.- Considerados una descripción matemática, un

modelo computacional que analiza el sistema energético o parte de él

en una manera sistemática. A partir de esto existe una gran variedad

en esta clasificación, desde los modelos generales hasta aquellos que

sólo analizan la oferta de determinada nación, los encargados de

analizar el precio internacional de determinado energético, o aquellos

encargados de valorar las emisión de determinado contaminante, etc.

• Paquetes modulares.- Se considera que al unir o correlacionar varios

modelos, como los expuestos en el punto anterior, se consigue un

paquete que puede o no utilizar todos sus componentes para obtener

un determinado resultado.

• Modelos integrados.- Son herramientas que consisten en una serie de

ecuaciones integradas que se resuelven simultáneamente.

Generalmente abarcan varios ámbitos del sistema energético:

economía, energía y medio ambiente.

10 Banco Mundial, “Tools for Assessment: Models and Databases“, en: www.worldbank.org/html/fpd/em/power/EA/methods/tools.stm (nov. 2003)

17

Sin embargo, considero que se necesita una caracterización más

pormenorizada dada la complejidad de los modelos actuales. Un primer intento

de dicha caracterización es la que a grandes rasgos expone la autora holandesa

Nicole Van Beeck en un artículo publicado hace menos de un lustro11, en el que

trata de unir precisamente las diferentes formas de clasificación hasta entonces

expuestas, aunque también he incluido a su caracterización general dos rubros12

que considero importantes:

• Propósito.

• Estructura.

• Tratamiento analítico.

• Metodología básica.

• Procesamiento matemático.

• Alcance geográfico.

• Cobertura sectorial.

• Horizonte de tiempo.

• Requerimientos de datos.

• Tratamiento ambiental.

• Tratamiento socioeconómico.

2.2.1.- El Propósito.

La intención, anhelo, o el propósito, de un modelo energético se evalúa de

acuerdo al alcance general que pretende. Esto es, en términos simplificados, si

es un modelo que pretende abarcar todo el sistema energético en su totalidad, o

sólo algún sector particular. Y con esta dicotomía se puede clasificar los

modelos en: generales o específicos.

Dentro de los modelos generales se propone cuatro tendencias de

propósito adicionales, que son aquellos modelos que pretenden, ya sea:

11 VAN BEECK, Nicole, “Classification of energy models”, Holanda, 1999. 12 Estos rubros se resaltarán con letras cursivas.

18

extrapolar, predecir, explorar o Realizar una Proyección inversa13. Extrapolar

como simplemente transportar al futuro las tendencias y datos actuales;

predecir en tanto que a partir de lo que se conoce hoy y se cree que pueda

suceder en el futuro se le pronostica un camino con una mayor probabilidad de

ocurrir; explorar como simplemente marcar distintas tendencias posibles sin

importar su probabilidad de ocurrencia; y por último, La proyección inversa

como el concepto que pretende situar el inicio de la construcción conceptual en

el futuro, en una meta deseable que después, mediante un trabajo retrospectivo,

llegará a las condiciones del presente; una reconstrucción situándose

inicialmente en el futuro deseable. Lo más común es utilizar la predicción con

modelos matemáticamente complejos que contemplan las tendencias pasadas y

mediante métodos estadísticos y probabilísticos buscan predecir el futuro más

probable. Cabe aclarar, que si bien la extrapolación puede incluirse dentro de

los modelos de predicción, su tratamiento filosófico y matemático, lo distingue.

Además, como método único sólo es utilizado en modelos muy sencillos y de

muy corto alcance temporal y geográfico. La exploración también es usual, ya

que algunos estudios, además de una predicción que denominan Caso de

Referencia o Control, suelen utilizar otros casos o escenarios en los que se

explora el cambio de las variables independientes que se consideraron en la

elaboración de la predicción, más como un análisis de las incertidumbres que

como una exploración conceptual.

En cuanto a los modelos específicos, estos se contemplan como modelos

que buscan el análisis de una situación o sector concreto dentro del sistema

energético. Un análisis del sector económico, de las repercusiones de introducir

determinada tecnología, del efecto que provoca la emisión de determinado

contaminante, etc. Son ejemplos de modelos con un propósito específico.

2.2.2.- Estructura.

13 Proyección inversa como un término con el que se pretende traducir el término inglés Backcasting, aunque estrictamente no sea éste su uso correcto en lengua castellana.

19

Se puede considerar que con la caracterización de la estructura de un modelo se

busca analizar dos cosas: el tipo de presunciones o conjeturas y los parámetros

que conforman el modelo. En definitiva ambas cosas van ligadas, y ambas

predeterminan en buena medida la estructura general de cualquier modelo.

Se puede hacer un análisis de cuatro factores en cuanto a las conjeturas o

presunciones:

• Grado de endogenización.- Que se refiere a la cantidad de parámetros

y/o conjeturas, que se determinan por el usuario o bien son estimas

por el propio modelo. Un modelo altamente endógeno es aquel que

minimiza los parámetros o variables externas, y que se basa en sus

conjeturas internas para determinar el comportamiento del sistema.

Por un lado, si todos los parámetros se determinan externamente, por

el usuario, entonces el modelo se convierte en un instrumento

computacional, una herramienta, y ya no sería un modelo; por otro

lado, un modelo energético completamente endógeno es imposible de

conseguir como instrumento de análisis, ya que de lo contrario se

convertiría en un autómata regidor del sistema energético.

• Extensión de la descripción conceptual.- Este factor se refiere a la

cantidad y diversidad de factores que se consideran para la

elaboración del modelo. Esto es: si para la construcción del modelo se

toma en cuenta parámetros y conjeturas de tipo físico, económico,

social , etc. Esto da cuenta también de los campos del conocimiento

involucrados en la elaboración del modelo.

• Grado de sectorización.- La estructura formal de un modelo puede

analizarse también por el número de sectores concretos que se analiza

en él. Esto es un poco la forma en que se fracciona el sistema real que

se quiere analizar en compartimentos, parcelas o sectores. Aunque la

sectorización más comúnmente empleada en los modelos es la que

coincide con los “sectores económicos”, también puede destacarse

20

una división por regiones o sectores de consumo por energético que

puede afectar a la estructura misma del modelo.

• Extensión de la descripción tecnológica.- Al igual que el rubro anterior,

este apartado se encargaría de analizar la estructura al describir cómo

se plantea la tecnología, o bien, la dimensión de ingeniería en el

modelo. Esto es: generalmente los modelos energéticos tratan a la

ingeniería energética, y en concreto a la tecnología que se emplea en

ésta, como una caja negra, en la que se introducen datos económicos y

provee resultados, económicos también. Si el modelo trata distinto a

la tecnología, caracterizándola más, describiendo los procesos un

poco más realistamente, digamos tratándola como una caja negra en

la que entran datos físicos y salen otros datos físicos y/o económicos,

esto invariablemente afecta la estructura del modelo.

En cuanto a los parámetros utilizados se podría hacer una lista extensa de

todas aquellas variables o parámetros utilizados, pero es casi imposible, ya que

actualmente los modelos energéticos cuentas con cientos, casi miles de estos.

Entre los más usuales los que sí se puede destacar como parámetros exógenos

son: la población, el crecimiento económico, la intensidad energética, la cesta

energética, el precio de los energéticos, el precio de la energía en su uso final, y

las características económicas del sistema analizado, como pueden ser

impuestos, subsidios, etc.

2.2.3.- Tratamiento analítico.

El tratamiento analítico de un modelo se refiere a la forma o perspectiva en la

que se abordará el estudio de determinado sistema real. En términos generales

podría decir que se puede llevar a cabo un análisis filosófico, lógico,

matemático, desde la perspectiva de la economía, sociología, ecología o desde la

perspectiva de la ingeniería; pero en realidad, en la actualidad todos los

21

modelos energéticos están basados en un análisis económico con mayor o

menor intervención de otros ámbitos conceptuales. Por ejemplo, no se plantea

actualmente elaborar un modelo energético basado en axiomas y silogismos

para representar el sistema energético mundial, de nuevo, porque hacerlo sería

tratar de forzar una estructura lógica a algo que a todas luces no parece tenerla.

Pero del mismo modo ningún otro ámbito del conocimiento, salvo el

económico, se ha planteado hasta ahora como base para la construcción de un

modelo energético, conceptual o computacional.

En la práctica, y desde la base económica, hay dos tendencias básicas para

el tratamiento analítico de un modelo energético, y se conocen como: de Arriba-

abajo (Top-down) y de Abajo-arriba (Bottom-up), aunque también es posible

encontrar otros términos referidos a esta dicotomía, como: paradigma

económico y paradigma de ingeniería, o tratamiento pesimista y tratamiento

optimista, pero estos conceptos traducidos tampoco reflejan fielmente a los

términos en inglés.

• De Arriba-abajo14.- La entrada son los indicadores económicos

generales, la información macroeconómica y a partir de esto se estima

la demanda primaria, la demanda sectorial y los procesos

intermedios. Este tratamiento considera a la tecnología de

transformación de la energía como cajas negras, sin representaciones

explícitas, incluso suele representarse al sector tecnológico sólo con

tablas que contienen unos índices de eficiencia económica. Se define

las mejores opciones de tecnología por la optimización de algún

parámetro económico dentro de un mercado perfecto, como el costo,

el precio final o el precio del energético primario. Estos métodos

suelen utilizarse para predicciones a corto plazo, o bien para el

análisis de sectores específicos, y sólo si no existen discontinuidades

en los datos históricos de entrada.

14 Los dos términos que se tratan en esta sección se refieren a lo que en inglés se conoce como modelos: Top-Bottom y Bottoms-up.

22

• De Abajo-arriba.- Se analiza el uso final de la energía, la demanda final

sectorial, y el modelo estima la demanda primaria a partir de ella. No

toma en cuenta las características sintetizadas de la tecnología dentro

de un mercado sino los costos directos de uso de dicha tecnología.

Usualmente se calculan los costes de la energía por sectores, los

costos de mantenimiento y operación, los costos de equipos, de

transmisión, y así todos los costos del proceso hasta llegar al costo

total, del uso de dicha tecnología para ese escenario en concreto. La

crítica más usual que se suele hacer a este tipo de modelos es que

obvia u olvida otros costos, como los ocultos, los de implementación,

las imperfecciones del mercado o las relaciones macroeconómicas de

determinada tecnología, todo lo cual se supone incluido en los índices

de eficiencia económica. Estos métodos suelen usarse para

determinar sistemas que estén muy bien definidos a largo plazo y si

se estima que no existen importantes correlaciones entre el sistema

energético y otros sistemas económicos.

En realidad ambos tipos de método omiten cualquier representación física

de los sistemas reales de transformación energética, como la eficiencia o el

poder calorífico de un combustible, y por tanto no es posible cambiar estos

parámetros para probar distintas configuraciones desde el punto de vista

energético. Los modelos que presentan correlación con bases de datos

tecnológicas con parámetros como estos, en definitiva sólo correlacionan las

características físicas de tecnologías o combustibles con un determinado precio,

costo o eficiencia energética, que es con el dato con el que trabaja el modelo.

Este tipo de simplificación en realidad elimina la representación técnica real de

un sistema energético.

Existen dos sub-clasificaciones para los modelos de Abajo-arriba. Por un

lado se considera un modelo descriptivo a aquel que trata de proveer un

estimado práctico de la mezcla tecnológica que resultaría tras adoptar una u

23

otra medida económica, como por ejemplo la introducción de un impuesto. Por

otro lado se denomina prescriptivo15 al modelo que provee una estimación,

generalmente económica, aunque puede ser medioambiental, tras adoptar una

u otra tecnología en una determinada participación dentro de la cesta energética

del sistema.

2.2.4.- Metodología básica.

Este punto se refiere a los métodos de análisis que se utilizan sobre los

parámetros que utiliza el modelo para llegar a un resultado. Es la forma en que

se lleva a cabo el estudio en sí. Se aplica uno u otro según el tipo de resultados

que se quiera obtener y según los datos de los que se parta.

• Modelos econométricos.- Se aplica técnicas estadísticas para estimar

los valores futuros de los parámetros que representan el sistema que

se estudia. Con la ayuda de una gran cantidad de datos históricos se

calcula el posible valor futuro, basándose en dicha tendencia y en

métodos estadísticos. Existe una sub-categoría en este tipo de

modelos que se conoce como análisis de tendencia, que podría

simplificarse como simples extrapolaciones. Se usan estos modelos

para realizar predicciones a corto plazo y no suelen representar

ninguna característica tecnológica. También se utilizan como un sub-

módulo dentro de un modelo Mecroeconómico.

• Modelos macroeconómicos.- Tiene como esquema básico la idea de

construir un modelo que represente el sistema económico y todos sus

sectores; que se interrelacione con el sistema energético. Tampoco

suele representar específicamente a la tecnología involucrada en el

sector. Algunos de estos métodos cuentan con tablas de entradas-

salidas para caracterizar los equipos que se encuentran ya disponibles

en el mercado, pero casi nunca sobre posibles equipos futuros. Este

15 El término Prescriptivo es la propuesta de traducción del término en inglés prescriptive.

24

método, aunque planteado para predecir valores futuros, supone que

la estructura básica del sistema económico y sus interrelaciones con el

sub-sector energético se mantienen constantes en el tiempo. Suele

requerir usuarios con conocimientos económicos superiores. Y se

utilizan para elaborar predicciones a corto y mediano plazo.

• Modelos de equilibrio económico.- Al igual que el anterior, representa

el sistema económico completo, dentro del cual se encuentra el sub-

sector energético, aunque se centran más en éste último. El análisis

del sistema se realiza bajo las premisas y conceptos neo-clásicos de la

economía convencional, en especial buscando el “equilibrio en los

mercados”, considerando que todos son mercados perfectos. Sus

resultados, por tanto, son puntuales, ya que predicen el estado en el

que se alcanza el equilibrio. Aun así se utilizan para hacer

predicciones a largo plazo, aunque no se predice la evolución, pues

cuenta con un estado inicial, que se supone en equilibrio, unas nuevas

condiciones que romperían dicho equilibrio y, tras el trabajo del

modelo, un estado final en el cual se asume nuevamente el equilibrio.

Hay dos tendencias en este método: una es la del equilibrio parcial,

que no busca el equilibrio general de todo el sistema económico, sino

el de ciertos sectores de interés, y la tendencia del equilibrio general o

crecimiento óptimo en el que se busca el equilibrio de todo el sistema

económico considerado.

• Modelos de optimización.- Suelen ser modelos con un alto grado de

endogenización, por lo que la salida está predeterminada por la

entrada. Se usan para optimizar inversiones, bajo el criterio de costo

mínimo en determinada situación de restricciones. Utilizan análisis

matemáticos complejos y programación lineal, para rangos de tiempo

desde el corto hasta el largo plazo.

25

• Modelos de simulación.- Son modelos descriptivos, que se basan en la

representación lógica de un sistema y que tienen como objetivo

reproducir simplificadamente su funcionamiento. Puede ser una

representación estática de la operación del sistema en el estado actual,

con el objeto de estudiar la respuesta del sistema a perturbaciones

concretas, que se dan o no en un periodo de tiempo y que no afectan

al siguiente periodo en la predicción; o bien puede ser una

representación dinámica si el resultado de dicha perturbación afecta

las condiciones del siguiente periodo temporal en la predicción.

• Modelos de paquetes16.- Más que un tipo de modelos, este tipo de

herramienta está diseñada como un paquete de software que permite

al usuario crear un sistema a analizar y el tipo de estructura que

conformará el modelo, y puede o no estructurarse como los otros

modelos discutidos aquí.

• Retromodelos17.- Se utilizan para construir un futuro deseado.

Conjunta métodos computacionales con analíticos, entre los que se

encuentra la consulta a expertos en el ramo, que establecen un futuro

probable o deseable y marcan aquellos factores que deben cambiar

bajo el sistema actual para alcanzarlo. El modelo computacional se

encargaría entonces de corroborar la factibilidad del cambio que

dichos condicionantes en el escenario previsto. Se suele recurrir a

ellos en estudios considerados “alternativos” de energía, y casi nunca

en solitario, sino como complemento de algún estudio basado en los

modelos antes descritos.

• Modelos multi-criterio.- Aunque planteados por varios autores como

una posibilidad teórica, que involucraría diversos criterios además

del económico dentro del modelado de un sistema energético, no se

encuentran referencias explícitas de ningún ejemplo. 16 Los términos usados en la bibliografía consulta la para referirse a este tipo de modelos son: Spreadsheet o Tool boxes. 17 Pretende ser la traducción del término: Backcasting models.

26

2.2.5.- Procesamiento matemático o procesamiento computacional.

Este punto de caracterización es el que se refiere al tipo de procesos

computacionales y de manejo matemático que se realizan dentro de los modelos

para obtener los resultados deseados. Se podría decir que las tendencias

históricas computacionales se ven reflejadas en este aspecto, ya que hay

modelos que evolucionan según el avance de dichas técnicas. A manera de

síntesis se puede mencionar algunos de los métodos que se utilizan:

Programación lineal, programación integrada mixta, programación dinámica,

programación multicriterio, lógica difusa, etc.

2.2.6.- Alcance geográfico.

Se refiere a clasificar los modelos de acuerdo con la cobertura geográfica

máxima que pretende representar, y no tanto a la resolución geográfica que

pueda tener el modelo. Los modelos globales pretenden representar el sistema

mundial y todas sus interacciones, de manera única o fraccionada. Pero también

hay modelos continentales, regionales, nacionales, estatales, locales, zonales e

incluso por planta de generación. En cuanto a la resolución de la cual se

obtienen los datos mínimos que se manejarán en el modelo, es importante

verificar las especificaciones propias del modelo, sobre todo con el término

“región”, que en ciertos modelos quiere decir un conjunto de países, y en otros

esta referido a zonas geográficas dentro de los países. También es importante la

elección de qué países se consideran o no en una región determinada en los

modelos globales, ya que la inclusión o exclusión de países suele variar según el

año y el organismo que realice el estudio. Esto puede provocar que se

determine que dos estudios o dos modelos divergen en cifras sin que esto sea

cierto.

27

2.2.7.- Cobertura sectorial.

Al igual que en el alcance regional, los modelos pueden abarcar todos los

sectores que conforman el sistema socio-económico o bien enfocarse en el

análisis de un sólo sector. Como en el punto anterior, la definición de estos

sectores es importante sobre todo para la recolección de datos y el análisis de

resultados. Casi en la totalidad del los modelos existentes, los sectores

utilizados no son los sectores determinados por el sistema energético, sino que

se representan los sectores económicos.

2.2.8.- Horizonte de tiempo.

Es difícil hacer una caracterización bajo este criterio, ya que cada modelo

considera los términos: largo, mediano y corto plazo de manera completamente

distinta y dependiendo de las características del modelo. Esto es: si se trata de

un modelo econométrico que pretende determinar la demanda de energía de

una central eléctrica específica, el plazo de un año es considerado un plazo

largo; sin embargo, si se trata de un modelo global basado en la búsqueda del

equilibrio económico, quizás un año sea la unidad temporal más usual, y se

considere el largo plazo por encima de los 25 años.

Sin embargo, en términos generales la bibliografía consultada considera

que periodos de tiempo inferiores a 5 años son un plazo corto; entre 5 y 15 años

un plazo medio y el largo plazo por encima de 20 años. Pero cabe aclarar que

para este trabajo se estudió más los modelos globales que aquellos que

pretenden determinar las necesidades de pequeños sistemas eléctricos.

2.2.9.- Requerimientos de datos.

Para la caracterización de modelos bajo este aspecto se consideran dos

dicotomías básicas: si el modelo trabaja con datos cuantitativos y/o cardinales,

28

y el tratamiento mismo de los datos en la estructura del modelo en tanto si

dicho tratamiento es agregado o disgregado. Suele suceder que entre más

específico sea un modelo, más agregado y cuantitativo es en cuanto a sus datos;

sin embargo, lo contrario no es necesariamente cierto. Esta es sólo una manera

más de caracterización pero no determina la forma o estructura de los propios

modelos, ya que en este punto depende más de la accesibilidad a los propios

datos, de los recursos a los que es posible acceder para crear y manejar un

modelo, e incluso del número de personas que trabaja en la elaboración de

dicho modelo.

2.2.10.- Tratamiento ambiental.

Es conveniente resaltar que ninguna caracterización o clasificación consultada

tiene un apartado específico para clasificar los modelos de acuerdo a su

tratamiento del impacto ambiental, su cálculo de emisión de contaminantes o su

tratamiento socioeconómico, aunque muchos modelos sí contemplan factores

ambientales en ellos.

En principio son pocos los modelos que abordan estos aspectos, pero cada

vez son más. No se suele explicar el sistema de integración de los cálculos

ambientales en el proceso de conformación económica del modelo. Quizás con

el desarrollo de modelos multicriterio se avance en este aspecto, y en el de la

caracterización social, que está virtualmente excluida hasta ahora. Se debería

hacer un estudio posterior para determinar los modos en los que se aborda este

tema tan importante para poder elaborar modelos que se dirijan a evaluar el

desarrollo sostenible. Sin embargo, aventuraré una caracterización posible:

• Cálculo de emisión de contaminantes específicos.- Éste sería el caso

más sencillo, y se contemplaría como un cálculo posterior al

desarrollo general del modelo. Un cálculo sencillo y común de este

tipo, sería el de la emisión de CO2 a partir de tablas que, por

tecnologías y por combustibles, contemplan Intensidad de Carbono y

29

correlacionan la emisión del contaminante en kg con la unidad de

costo o precio en la que se basa el modelo. También puede

encontrarse otras correlaciones, como por ejemplo: kg de

contaminante por kW generado. Los modelos que suelen realizar

estos cálculos los estiman ya sea para buscar una reducción en

porcentaje respecto a una referencia, o analizar el costo extra que las

emisiones supondrían, o bien para cotizar dichas emisiones e

integrarlas en lo que se conoce como mercados de emisiones.

• Cálculo del impacto global de contaminantes específicos.- Similar al

anterior, pero además de calcular la cantidad de agente contaminante

emitido, contiene rutinas y simulaciones especiales que representan

tanto la atmósfera como la biosfera, el océano, el suelo, etc. Con ello

se pretende modelar los efectos que dicha emisión tendría en el

medio ambiente. Desde el surgimiento de los modelos, se estimó el

posible impacto que la emisión de determinados agentes podría

causar en los cultivos, y hoy en día el principal impacto analizado es

el calentamiento global y la elevación de las aguas oceánicas

provocados por la emisión de gases específicos.

• Cálculo de impacto ambiental integrado.- Considero que la evolución

de este tipo de características tenderá a la integración de aquellos

modelos existentes que hoy en día evalúan de manera integrada el

impacto ambiental, de una manera entre cuantitativa y cualitativa, de

los modelos energéticos.

2.2.11.- Tratamiento socioeconómico.

No he encontrado ningún modelo que haga una mención explícita al

tratamiento socioeconómico de los grupos de población a los que se supone

representa, y si las previsiones de aumento o disminución de PIB o el precio de

las gasolinas se reflejarán de una u otra manera en ellas. Por lo tanto ninguna

30

clasificación consultada tiene un apartado que caracterice a los modelos de

acuerdo a este punto.

Es usual y aceptado, que los análisis de los resultados de los modelos se

realizan posteriormente fuera del modelo. Además también esta claro que existe

una relación entre los indicadores macroeconómicos y las características

sociales de los pueblos analizados, y por lo tanto que un especialista, podría

interpretar una respuesta determinada, al advertir si cierto indicador sube o

baja. Lo que parece que estos procesos de análisis aún no han sido integrados a

los modelos energéticos (o económicos) en sí. Sin embargo, el avance de los

modelos multi-criterio y los modelos integrados debería incluir módulos que se

encarguen de solventar dicha carencia.

A manera de síntesis se presenta la siguiente tabla:

Clasificación Sub-clasificación Generales o específicos Propósito Extrapolar, predecir, explorar o Proyección inversa Endogenización Descripción conceptual Sectorización

Estructura

Extensión de la descripción tecnológica Arriba-abajo

Tratamiento analítico Abajo-arriba Econométricos Maroeconómicos Equilibrio económico Optimización Simulación De paquetes Retromodelos

Metodología básica

Multi-criterio Procesamiento matemático o procesamiento computacional

Programación lineal, integrada, dinámica, multicriterio, lógica difusa, etc.

Alcance Geográfico Global, regional, nacional, estatal, local, etc. Cobertura sectorial Sectores económicos Horizonte de tiempo Largo, medio o corto plazo

Cuantitativos o Cardinales Requerimientos de datos

Agregados o Disgregados Cálculo de emisión de contaminantes específicos Cálculo del impacto de contaminantes específicos Tratamiento ambiental Cálculo de impacto ambiental integrado

Tratamiento social

Tabla 2.1.- Síntesis de la clasificación de los modelos energéticos.

31

2.3.- Algunos modelos relevantes

Aún limitando la búsqueda a aquellos modelos utilizados para la

representación de los sistemas energéticos, la gran variedad existente hace casi

imposible analizarlos todos, sin embargo, para este trabajo se ha tenido

referencia de, al menos, 44 modelos distintos, que sin ser analizados a fondo se

consideraron en la elaboración de la caracterización anterior, con mayor o

menor grado de detalle y especificidad.

Enumerar las características detalladas de todos sería irrealizable. Elegir de

entre todos, a aquellos que se consideran más importantes podría resultar

erróneo, o al menos subjetivo; por lo creo mejor analizar los modelos

energéticos que utilizan aquellas instituciones que me sirven como principal

fuente de información internacional, estas son: World Energy Council, (WEC, El

Consejo Mundial de la Energía), International Energy Agency (IEA, La Agencia

Internacional de la Energía), Energy Information Administration (EIA, La

Administración de la Información de la Energía) del Departamento de Energía

de los EE.UU. y el Directorado General para la Energía de la Comisión Europea

(Directorate General for Energy, European Commission).

2.3.1.- Los modelos del Consejo Mundial de la Energía.

El Consejo Mundial de la Energía en sus dos reportes principales sobre

escenarios futuros18 hace mención a las características de los escenarios

energéticos y las suposiciones generales que llevan a ellos, pero no aclaran el

nombre o el tipo del modelos utilizado. Se hace mención del uso de los modelos

Arriba-abajo, en el informe de 1993 para crear 4 casos, y que para el del 2000 se

combinaron 9 perspectivas Abajo-arriba, con un análisis macroeconómico

Arriba-abajo. Las variables, o parámetros que utilizaron en ambos casos fueron:

18 WEC, Energía para el mundo del mañana (realidades, opciones, objetivos), 1993 y Energy for tomorrows world – acting now, 2000.

32

• Crecimiento demográfico.

• Desarrollo económico y social

• Condiciones financieras e institucionales

• Preocupaciones ambientales.

• Eficiencia en la oferta energética.

• Innovación y distribución tecnológica.

• Acceso a energía moderna en el mundo en desarrollo.

De tal forma que las principales entradas serían el crecimiento poblacional,

el crecimiento económico en términos del Producto Interior Bruto (PIB) y la

evolución de la eficiencia energética19, pero entendida como su inverso, la

Intensidad energética. En términos generales el juego en la evolución de estos

tres factores constituye la base de la formulación de perspectivas energéticas

mundiales para los estudios energéticos actuales.

Después de la publicación del reporte de 1993, el WEC comenzó a trabajar

con el International Institute for Applied Systems Análisis (IIASA, Instituto

Internacional para el Análisis de Sistemas Aplicados), mejorando y

desarrollando nuevos modelos, estudios, investigaciones y nuevos escenarios.

En 1998, las dos instituciones apoyan la publicación de documento que podría

considerarse el preludio del reporte del año 2000 del Consejo, el Global Energy

perspectives20, aunque el alcance en el tiempo es mayor, hasta el 2100. En este

documento se puede encontrar en el apéndice A, dedicado a la metodología el

siguiente esquema:

19 Eficiencia energética, entendida no físicamente como energía de salida sobre energía de entrada, sino como la unidad del PIB sobre la cantidad de energía necearía para producirla. 20 NAKIÆENOVIÆ, Nebojša, ed., Global energy perspectives, 1998, p. 256. y en: www.iiasa.ac.at/cgi-bin/ecs/book_dyn/bookcnt.py

33

Figura 2.1.- Esquema de modelado IIASA/WEC-1998.

Los recuadros superiores de color verdes son en realidad los conceptos

que se intercambian entre los modelos, los enlaces y estrictamente los modelos

energéticos serían:

• 11R.- El modelo macroeconómico energético y regional, que contempla

hasta 11 regiones en el mundo. Se encarga de modelar las

interacciones entre economía y energía, en un esquema Arriba-abajo,

revisando la consistencia entre el desarrollo macroeconómico de

determinada región con su ‘uso energético’. Se aclara que este modelo

es una versión modificada del Global 2100.

34

• MESSAGE III.- Considerado el modelo del sistema energético de

ingeniería21. Estima en detalle la demanda y oferta de los patrones de

energía para que sea consistente con lo que dicta el Generador de

Escenarios. Es un modelo basado en programación lineal dinámica

que calcula la oferta de costo mínimo bajo ciertas restricciones de:

disponibilidad de recursos, tecnologías y demanda de energía. Éste

sería considerado un modelo Abajo-arriba.

• Generador de Escenarios (Scenario Generator).- Encargado de crear

los escenarios y administrar la información proveniente del 11R y del

MESSAGE, junto con datos históricos de las economías nacionales y

el estado de sus sistemas de energía, por medio de tendencias y

ecuaciones empíricas del desarrollo energético, económico y, claro, de

las tendencias de la intensidad energética. La harmonización de todo

se consigue por iteraciones y ajustes de la entrada de ‘energía útil’

para el MESSAGE, y del PIB y la Intensidad energética para el 11R.

• RAINS (Modelo de Impactos Regionales de Contaminación

Atmosférica: Regional Air Pollution Impacts Model).- Se encarga de

estimar la acidificación provocada principalmente por NOx y SOx,

emitidos a la atmósfera y sus posibles impactos en los cultivos

(principalmente) con una resolución de 150x150 km.

• MAGICC (Modelo para la Estimación del Cambio Climático por

Gases de efecto invernadero, Model for the Assessment of

Greenhouse-gas Induced Climate Change).- Utilizado

principalmente para estimar los efectos del cambio climático de las

opciones energéticas previstas en los casos. Estima la emisión de CO2,

CH4, NOx, CFC, CHCl, y SO2, y mediante modelos atmosféricos se

reproducen las reacciones que ahí ocurren para obtener

concentraciones, y con ellas estimar el posible aumento de 21 No puedo más que aclarar que el término Ingeniería aquí se refiere a una visión parcial, o incluso equivocada de la ingeniería, pero es el nombre que se utiliza, por lo que marca la concepción de la disciplina que tienen los autores del modelo, no el autor de esta este trabajo.

35

temperatura global, e incluso estima la cantidad de hielo que se

derretiría en los polos, entre otros efectos.

• BLS (Sistema de Enlace Básico, Basic Linked System).- Se le define

como un modelo macroeconómico específico del sector alimenticio y

de la agricultura.

• GCM (Modelo General de Circulación, General Circulation Model).-

Éste es un módulo que permite realizar las iteraciones entre módulos

y modelos en distinto orden.

• Base de Datos (Common database).- No es un modelo, o submodelo,

es directamente una base de datos con información de todos los

factores involucrados, energía, economía, recursos, tecnología.

Conviene hacer mención de la base de datos conocida como CO2DB,

que contiene información sobre múltiples agentes contaminantes y

que es utilizada en diversos estudios.

En términos de caracterización del modelo, podemos sintetizar con los 11

factores discutidos en la sección 2.2:

• Propósito.- General: Predecir y explorar.

• Estructura.- Descripción económica y tecnológica detallada. Poco

Endógeno.

• Tratamiento analítico.- Arriba-abajo y Abajo-arriba, según módulo.

• Metodología básica.- Equilibrio económico.

• Procesamiento matemático.- Programación lineal.

• Alcance geográfico.- Global, por 11 regiones.

• Cobertura sectorial.- Sector energía, dividido en tres sectores finales:

Transporte, Industrial y Residencial-comercial.

• Horizonte de tiempo.- Largo o muy largo. 50 años extrapolables a 100.

• Requerimiento de datos.- Cuantitativos, monetarios y disgregados.

• Tratamiento ambiental.- Cálculo de emisiones de contaminantes

específicos.

• Tratamiento socioeconómico.- Nulo.

36

2.3.2.- Los modelos de la Agencia Internacional de la Energía

La Agencia Internacional de la Energía (IEA), encargó al Energy Technology

Systems Analysis Programme (ETSAP, Programa de Análisis de Sistemas de

Tecnología Energética) hace más de veinte años el desarrollo de una familia de

programas y herramientas computacionales para representar los sistemas

energéticos nacionales, regionales, estatales, provinciales o comunitarios.

Entre los miembros de esta familia, cabe destacar el modelo MARKAL

(Asignación de Mercado, MARKet Allocation model), desarrollado para hacer

análisis de política energética y ambiental con un alcance en tiempo de 40 a 50

años, en periodos de 5 años, para un sistema energético preestablecido. Es un

modelo integrado, construido en programación lineal, que hace un análisis

Arriba-abajo de la demanda como entrada, y un análisis de la oferta, Abajo-

arriba, atendiendo a los tipos de tecnología presentes y futuras, como control.

Se define un caso de referencia con la demanda estimada y ninguna medida

financiera o de abatimiento de emisiones. Después se introducen las medidas

de mercado o los porcentajes de reducción requerido y se generan los casos

eligiendo las tecnologías por el costo mínimo para la opción. Las salidas típicas

son curvas de abatimiento de costo o los costos marginales por caso. Es un

modelo que requiere de una gran cantidad de datos, tanto económicos como

tecnológicos. Actualmente se han desarrollado varias versiones del modelo,

mejorando y haciendo aplicaciones específicas, se puede mencionar a:

MARKAL-MACR0, MARKAL-TIMES y MARKAL-LITE.

En términos generales el modelo MARKAL sigue cuatro pasos para su

construcción: El primero paso es definir un Sistema Energético de Referencia

(Reference Energy System, RES), que represente el sistema energético completo,

desde la extracción de recursos, transformación, transmisión, distribución y

consumo. La definición de este sistema es la base del modelo, y en el que se

representan todas las tecnologías disponibles y todas las relaciones entre oferta

y consumo. Esquemáticamente se representa el sistema de la siguiente manera:

37

Figura 2.2.- Esquema general del Sistema Energético de Referencia.

El módulo SRC se encargaría de representar todas aquellas tecnologías

vinculadas con la fuentes de energía. El módulo CON representa las tecnologías

de conversión o transformación de energía hacia electricidad o vapor para

calefacción. El módulo PRC representa la transformación de recursos primarios

como el petróleo crudo, en energéticos secundarios como productos refinados.

El módulo DMD representa las tecnologías y las estructuras que sirven para la

transmisión y distribución de la energía, y por último DM representa la

demanda de energía, simulando las tecnologías que consumen energía.

El segundo paso de la estructura del MARKAL sería definir las

condiciones actuales del sistema, su capacidad de expansión y los posibles

cambios de tecnología, que podrían darse en el período a analizar. El tercer

paso es definir los escenarios posibles, a partir de lo que se conoce como un

árbol de eventos, que define para cada periodo de tiempo las posibilidades de

evolución del sistema, que suelen ser sólo dos por periodo de tiempo. El cuarto

y último paso consistiría en elegir el mejor escenario posible. Esto se hace a

partir de técnicas de optimización lineales y no lineales, que buscan los

equilibrios parciales entre la oferta y la demanda, y se elige aquel que minimiza

el costo de la opción.

SRC DMD DM

CON

PRC

38

Podríamos caracterizar el modelo MARKAL según las características antes

descritas de la siguiente manera:

• Propósito.- General: Explorar.

• Estructura.- Descripción económica detallada. Poco endógeno.

• Tratamiento analítico.- Abajo-arriba.

• Metodología básica.- Optimización de equilibrios parciales.

• Procesamiento matemático.- Programación lineal y dínámica.

• Alcance geográfico.- Local o Nacional.

• Cobertura sectorial.- Sector energía, dividido en cuatro sectores finales:

Residencial, comercial, industrial y de transportes.

• Horizonte de tiempo.- Largo: 50 años.

• Requerimiento de datos.- Cuantitativos, monetarios y disgregados.

• Tratamiento ambiental.- Cálculo de emisiones de contaminantes

específicos, muy reducido.

• Tratamiento socioeconómico.- Nulo.

2.3.3.- Los modelos de la Administración de la Información de la Energía.

La Administración de la Información de la Energía (EIA, Energy Information

Administration), creada en 1977 depende del Departamento de Energía de los

EE.UU. (DOE, Department of Energy), y tiene como función recabar y generar

datos estadísticos, y llevar al cabo análisis y previsiones referentes al sector

energético. Conviene destacar dos modelos que esta administración utiliza para

sus perspectivas: el SAGE, utilizado por primera vez para crear el documento

de prospectiva internacional del año pasado22, y el NEMS, utilizado por

primera vez en 1993 y que se utiliza para crear las perspectivas económica y

energéticas, nacionales, que anualmente publica EE.UU.23.

22 EIA, International Energy Outlook 2003, EE.UU., DOE, 2003. 23 EIA, Annual Energy Outlook, EE.UU., DOE.

39

El SAGE.- System for the Analysis of Global Energy markets (Sistema de

Análisis del mercado Global de la Energía), es un modelo integrado de varios

modelos regionales. Sigue el mismo concepto general del MARKAL, incluso se

le reconoce como su predecesor, sin embargo, el sistema matemático-económico

que resuelve el equilibrio de mercado presenta ciertas diferencias que los

distinguen, pero no son importantes desde un punto del análisis general que

ahora se lleva a cabo.

El modelo SAGE necesita, al igual que el MARKAL, definir un Sistema

Energético de Referencia, RES, por cada una de las 15 regiones mundiales que

contempla, y que comprende hasta 42 usos finales de energía, que integran la

demanda del sistema. Sin embargo, se hace explicito que el esquema de

definición de evolución de dicho sistema se hace siguiendo los siguientes

factores:

• Inversión en tecnologías

• Niveles de operación y mantenimiento por tecnología

• Accesibilidad de recursos primarios de energía

• Importación/exportación entre regiones

Cabe mencionar que las 15 regiones que elige el SAGE no se definen a

partir de ningún criterio previo aparente. Siguiendo con la política ya

establecida del EIA, se buscaba representar principalmente a 14 países

individualmente, 9 considerados desarrollados y 5 subdesarrollados, y

enmarcarlos dentro de regiones geográficas más o menos coherentes que

después se sintetizarían en: Norte América, Europa occidental, Asia

industrializada, Europa oriental y ex URSS, Centro y Sur América, Asia en

desarrollo, Oriente Medio y por último África.

Es un modelo con un largo alcance de tiempo, que puede contemplar hasta

once periodos de cinco años, sin embargo, dentro del periodo específico se

tienen 6 tramos temporales que dependiendo del nivel de representación que

exija cada uso-final o tecnología. Estos tramos se dividen de manera anual en

tres periodos: Invierno, verano e intermedio, y de manera diaria en noche y día.

40

Los cinco años del periodo de iteración se tratan con las mismas

consideraciones, salvo en el caso de las inversiones de tecnología que se asumen

siempre ocurriendo en el primer año del periodo. También se aclara que

aunque las posibilidades del modelo permite hacer proyecciones hasta el 2053,

sólo se han realizado proyecciones hasta el 2028.

En general las proyecciones del consumo de energía se hacen para cubrir

una demanda prevista basándose en los patrones de uso de energía de cada

región, las previsiones de crecimiento económico por región, el tipo equipo que

consume la energía y sus características y las fuentes de energía disponibles y

las previstas. El sistema busca un equilibrio parcial entre oferta y demanda,

buscando el costo mínimo por región. Considerado: Inversiones, costos de

operación, mantenimiento, costos de producción e importación, ganancias por

exportaciones, costo de traslado, pérdidas y finalmente Impuestos y subsidios.

Esto para cada región y cada periodo por lustro. Todo en un ambiente de

programación lineal.

Las restricciones del sistema son: Satisfacción de la demanda, conservación

de inversión, uso de la capacidad instalada, balance entradas-salidas por región,

balance de la electricidad y la calefacción, picos eléctricos, capacidad eléctrica

base, factor de disponibilidad estacional, participación en cesta y restricción de

emisiones. De este último punto se hace una estimación de las emisiones totales

por región.

Un ejemplo del tipo de diagrama que utiliza el SAGE dentro del Sistema

Energético de Referencia, para construir la red de tecnologías que permite

representar el consumo de energía para calefacción residencial es:

41

Figura 2.3.- Ejemplo del Sistema Energético de Referencia que utiliza el modelo SAGE.

Cabe aclarar de la figura 2.3 que se trata de el diagrama correspondiente a

una sola demanda específica de energía, que es la calefacción residencial, que,

bajo este esquema puede solventarse con tres tecnologías, hornos de gas,

calentadores eléctricos y hornos de petróleo. La primera tecnología se

alimentaría de gas seco proveniente de una procesadora de gas, que a su vez se

asume proveniente de la extracción de gas, seco presumiblemente. Como

alimentación del calentador eléctrico se conciben tres posibilidades de origen de

dicha electricidad, dependiendo en parte de la tecnología que procesa tres

combustibles distintos, gas, carbón y petróleo. El Gas proviene de la misma

central de gas seco antes mencionada, el carbón proviene directamente de la

extracción, mientras que el petróleo proviene de la refinería, pero de la fracción

ligera. El horno de aceite, o petróleo obtiene su combustible de la fracción

pesada de la refinería. En esta representación la refinería obtiene el petróleo

curdo de dos fuentes, importación y producción nacional y en ambos casos se

considera que el transporte se realiza por oleoductos.

42

Cada demanda específica, o bien, cada uso final de la energía necesitaría

un esquema similar, sin embargo cada esquema, de cada demanda comparte

fuentes energéticas, tecnologías y procesos, por lo que el sistema final puede ser

complicado. Además cabe resaltar que en el esquema anterior se omiten

algunas cosas, como por ejemplo los gaseoductos, el transporte del carbón, la

transmisión de electricidad, y claro más opciones para la calefacción de una

casa, como sistemas térmicos solares, por ejemplo. La proporción de uso final

de gas, carbón o petróleo, en el consumo total de energía para calefacción

residencial, dependerá del mercado y las restricciones que el modelo asume,

basado en la minimización del costo.

Por último también cabe señalar que el SAGE puede recibir datos de otros

modelos y módulos de otros modelos para determinar las entradas, por ejemplo

el precio del petróleo para cada periodo puede ser determinado por el Módulo

de Energía Internacional que se utiliza generalmente en el NEMS.

Caracterización del SAGE:

• Propósito.- General: Predecir, Explorar.

• Estructura.- Descripción económica detallada. Poco endógeno.

• Tratamiento analítico.- Abajo-arriba.

• Metodología básica.- Optimización de equilibrios parciales.

• Procesamiento matemático.- Programación lineal.

• Alcance geográfico.- Global.

• Cobertura sectorial.- Sector energía, dividido en 42 sectores finales.

• Horizonte de tiempo.- Largo: 55 años.

• Requerimiento de datos.- Cuantitativos y disgregados.

• Tratamiento ambiental.- Cálculo de emisiones muy reducido.

• Tratamiento socioeconómico.- Nulo.

El NEMS.- National Energy Modeling System (Sistema de Modelado de

Energía Nacional) es un modelo modular flexible que representa el sistema

43

energético de EE.UU., y que tiene como propósito: “servir a los intereses

económicos de aquellos tomando las decisiones”24. Representanta un modelo de

tercera generación de previsión a mediano plazo que se desarrolló desde 1974,

en el predecesor de la EIA, la Administración Federal de Energía, y que

analizaban el sector energético-económico interno para el país norteamericano.

Antes del NEMS, se utilizó de 1982 al 1993 el modelos IFFS (Sistema de

Previsión para el Futuro Intermedio, Intermediate Future Forecasting System),

y antes de este periodo se utilizó el MEFS (Sistema de Previsión Energética de

Mediano plazo, Midterm Energy Forecasting System).

El esquema general del NEMS que muestra los 12 módulos del modelo y

como se interrelacionan con el módulo integrador es:

Figura 2.4.- Representación esquemática de los módulos que conforman el NEMS.

Es un modelo nacional, por tanto, que divide al país norteamericano en 9

sub-regiones, no en los 50 estados independiente, pero que al mismo tiempo

trata de representar el mercado internacional de la energía, para reforzar su

24 EIA, Integrating module of the National Energy Modeling System, 2001, p.3.

44

validez. Consideran que su alcance en el tiempo es de mediano plazo,

generalmente 20 años. Los 13 módulos del NEMS son:

• Módulo Integrador (Integrating module).- Encargado de encontrar un

equilibrio general de mercado. Tiene como función llamar a cada

módulo en secuencia, partiendo que todas las entradas a este módulo

son homogéneas al sistema económico, resuelve el sistema

conformado por curvas económicas no lineales que convergen25

utilizando técnicas de Jacobi y Gauss-Seidel. Al alcanzar el equilibrio

anual, por región y en global, comienza la secuencia para el siguiente

periodo.

• Módulo de Actividad Macroeconómica (Macroeconomic Activity

Module, MAM).- Su función principal es crear los distintos casos de

crecimiento económico. Proporciona además, variables económicas

como: PIB, Intereses, Ingreso disponible, empleo, tendencias en 35

sectores, etc. En definitiva 1300 conceptos, analizando 130 sectores

que se agregan en 45 y más de 240 variables macroeconómicas y

demográficas. Este módulo puede invocar a su vez los resultados de

modelos económicos específicos en cada sector, pero que no se

relacionan directamente con el sistema energético, ni con el NEMS.

Internamente puede hacer previsiones bajo 4 posibilidades:

Proyección base, precio del petróleo alternativo, cargos a energías o

permisos de emisiones y cambio en la estructura económica. Un

esquema de los 5 submódulos: de previsión interna de la economía,

submódulo industrial, de empleo, regional y esquema comercial de

base, que componen el MAM es:

25 La documentación sobre este modelo aclara, sin embargo, que existen problemas de convergencia por discontinuidad de los datos, ya que algunos módulos usan programación lineal y otros funciones tabuladas.

45

Figura 2.5.- Representación esquemática de los submódulos que conforman el MAM-NEMS.

• Módulo de Energía Internacional (International Energy Module,

IEM).- Este módulo representa el mercado internacional de petróleo.

Tiene como propósito calcular un precio promedio del petróleo por

periodo y provee curvas de suministro de sus derivados y aquellos

elementos necesarios para la refinación. El precio se fija buscando el

equilibrio por región las curvas de oferta y demanda.

• Módulo de Demanda Residencial (Residential Demand Module).-

Calcula un estimado del consumo energético directo de casas y

vehículos privados, dependiendo del Ingreso medio de cada región.

46

• Módulo de Demanda Comercial (Comercial Demand Module).-

Estima el consumo de energía por el uso final comercial por región,

según el censo económico anual.

• Módulo de Demanda Industrial (Industrial Demand Module).-

Estima el consumo de calor y electricidad en cada uno de los 16

sectores industriales considerados, a partir del precio de los

combustibles y las perspectivas económicas de cada sector y región.

Este módulo incluye también cogeneración y reciclado.

• Módulo de Demanda en Transportes (Transportation Demand

Module).- Estima el consumo del sector transportes, según el precio

de los derivados del petróleo y de electricidad, según el tipo de

vehículo, población y variables macroeconómicas por región.

• Módulo de Combustibles Renovables (Renewable Fules Module).-

En este módulo se representa el consumo de biomasa, solar

fotovoltaica, solar térmica, Geotérmica, residuos sólidos y eólica,

entregando curvas de demanda de este tipo de energías por regiones.

• Módulo de Oferta de Gas y Petróleo (Oil and Gas Suplí Module).-

Calcula las curvas de oferta para el petróleo crudo y el gas, bajo

distintas fuentes, internacionales y nacionales y también fuentes

convencionales y no convencionales. Todo sujeto al precio de los

productos, las reservas y la tecnología disponible. Considera 12

regiones de oferta.

• Módulo de Transmisión y Distribución de Gas Natural (Natural Gas

Transmisión and Distribution Module).- Representa un sistema de

transmisión, distribución y almacenaje de gas natural, sujeto a los

precios finales según la región, el uso y las inversiones de tecnología

para la disponibilidad del recurso en 12 regiones.

• Módulo del Mercado del Carbón (Coal Market Module).- Representa

el sistema completo del mercado del carbón interno y externo.

Comenzando con la minería, el transporte y la distribución, fijando

47

los precios en origen y los usos finales según las características del

carbón. Toma en cuenta 12 tipos distintos de carbón, 11 regiones de

oferta y 13 regiones de demanda, todas internas, además de 3 tipos de

carbón, 16 exportadores y 20 regiones importadoras externas. Fija por

tanto el precio de importaciones y exportaciones, ofreciendo las

curvas de oferta. El esquema general de un módulo de oferta sería:

Figura 2.6.- Representación esquemática de los submódulos que conforman el CMM-NEMS.

• Módulo del Mercado del Petróleo (Petroleum Market Module).-

Estima el precio internacional del petróleo crudo y de productos,

tanto en origen como al consumidor final. También representa

importaciones, refinación, consumo de petróleo y productos de

refinación. Usa las mismas categorías del módulo intencional, y con

sus datos construye las curvas de oferta.

• Módulo del Mercado Eléctrico (Electricity Market Module).-

Representa el sistema eléctrico de EE.UU. al completo, generación,

transmisión, distribución y tarifación. Esta sujeto al precio de los

48

energéticos, los costos de generación y otras variables

macroeconómicas por región. La salida de este módulo son las curvas

de demanda eléctrica por región. Tiene tres sub-módulos:

Planificación de la capacidad, distribución de combustible y finanzas

y precios.

Los pasos que describe la figura 2.6 son: Paso 1= Calibración del modelo

por regresión a niveles de producción, precios, tipo de carbón. Paso 2=

Convertir la ecuación de regresión en curvas de oferta. Paso 3= Construcción de

una función por pasos de la oferta. Paso 4= Ajuste de la función/curva de oferta

en términos de ‘dólares al año’ que es lo que se suministra al módulo

Integrador.

Por último, cabe destacar que si bien en la figura 2.4, no se contempla

ningún módulo ambiental, existe en el NEMS uno que podría incluirse en la

rutina, pero ya que en ningún reporte anual se contempla su uso26, no se entrará

a detallarlo, porque en realidad no forman parte de su estructura usual.

Caracterización del NEMS:

• Propósito.- General: Predecir. • Estructura.- Descripción económica detallada. Poco endógeno. • Tratamiento analítico.- Abajo-arriba y Arriba-abajo, según módulo. • Metodología básica.- Optimización de equilibrios parciales. • Procesamiento matemático.- Programación lineal, en términos

generales, pero depende del módulo. • Alcance geográfico.- Nacional. • Cobertura sectorial.- Sector energía, dividido en 4 sectores finales muy

agregados. • Horizonte de tiempo.- Medio: 20 años. • Requerimiento de datos.- Cuantitativos y disgregados. • Tratamiento ambiental.- Cálculo de emisiones sólo si se incluye un

módulo específico para ello, pero no se considera en la estructura usual.

• Tratamiento socioeconómico.- Nulo.

26 EIA, Integrating module of the NEMS, EE.UU., DOE/EIA, 2001, p. 54.

49

2.3.4.- Modelos utilizado para la prospección energética europea27.

La Comisión Europea encargó desde 1993, dentro del marco del programa Joule II,

Joule III, la creación de modelos energéticos para la prospección energética de la Unión.

Bajo éste concepto se desarrollaron dos modelos principalmente, el PRIMES y el

POLES. El primero se desarrolló para representar el comportamiento de los países

miembros de la UE, y sirve para explorar opciones energéticas entre políticas y

tecnologías, diseñado para enfocar los mecanismos de mercado y su influencia en el

sistema energético. El POLES se completó en 1997 y es un modelo de representación

global, de largo tiempo y que estima tanto las perspectivas energéticas y de emisión de

CO2. Dado que éste último modelo es el que se utiliza para establecer las prospectivas

globales, es el que se analizará un poco más a detalle.

POLES.- Prospective Outlook on Long term Energy Strategy (Visión

Prospectiva para la Estrategia Energética de Largo plazo), tiene un alcance de 30

años, esta diseñado para determinar la demanda de energía, crear escenarios de

precios o proyecciones de suministro. Entre sus objetivos se encuentran:

• Reducir incertidumbre e identificar los márgenes de libertad en el

futuro desarrollo del consumo energético y emisiones

correspondientes de CO2.

• Proveer de elementos para análisis de eficiencia de costos en las

políticas de reducción de emisiones.

• Analizar el impacto de la entrada de tecnología o sistemas de reducción

de emisiones en los precios.

• Ayudar a identificar las mejores estrategias de inversión y desarrollo

para la Unión Europea en el contexto mundial.

El POLES utiliza más de 60 mil parámetros: 35 mil definiciones, 15 mil

datos exógenos y 10 mil variables exógenas. Representa 14 países

individualmente y 12 regiones locales, todo se agrega en hace 26 regiones

27 Básicamente en lo que se refiere al documento de la Dirección general para la energía de la Comisión Europea, European union energy outlook to 2020 (special issue), Bélgica, 1999.

50

globales. Los sectores analizados se dividen en 11 actividades. Los datos de

entrada proceden tanto de la IEA, del EuroStat y del Banco Mundial.

POLES se divide en dos grandes segmentos generales de cómputo: por un

lado, hay una integración vertical que calcula la oferta y demanda energética de

cada región, y después se integran los resultados de cada región en la

representación del mercado internacional de energéticos primarios, carbón,

petróleo y gas únicamente. A esta última integración se le considera horizontal.

Figura 2.7.- “Integración Vertical” por cada región o país en el POLES.

51

Figura 2.8.- “Integración Horizontal” para las regiones y países en el POLES.

En términos generales las dos entradas principales por región son la población y el

PIB como se puede observar en la figura 2.7, con lo que se determina la demanda final

por sectores de consumo, con esto, primero se considera que los energéticos naturales

suplen algo de la demanda final y lo sobrante pasa al módulo de electricidad y sector

transformación, con lo que se determina la necesidad de importaciones y exportaciones

de energéticos primarios para cada región. Las curvas de importación y exportación de

cada región se combinan en la simulación del mercado internacional de energía. En

términos de módulos individuales dentro del modelo, se puede hablar de cinco módulos:

52

Figura 2.9.- Módulos que conforman el modelo POLES.

La figura anterior nos muestra como las dos hipótesis exógenas, la

población y el PIB, se alimentan al módulo M1, de demanda de energía

primaria donde se modelan las 26 regiones individualmente, calculando

demanda de energía final, consumo de energéticos naturales y consumo de

electricidad y para el sector de transformación. Este módulo también puede

recibir información de un sub-módulo el M5 que modela el mercado mundial

del acero. El M1 entrega sus resultados al módulo M2 donde se calcula la oferta

necesaria de petróleo, carbón y gas natural, que a su vez entrega dicha

información al M3 que simula 8 regiones de intercambio internacional de

dichos energéticos, con lo que buscando equilibrio en los mercados se procede

al M4 que calcula los precios internacionales de los tres energéticos fósiles que a

su vez se retroalimentan a los anteriores módulos, para iniciar un nuevo

53

proceso de iteración, hasta que la convergencia coincide con la tolerancia, todo

en equilibrios parciales por periodo.

Los casos generados con el POLES se consiguen introduciendo impuestos

para lograr disminución de emisiones, o bien introduciendo nuevas tecnologías

para medir dicho abatimiento. En cada estudio, el caso de referencia se consigue

sin introducir ninguna medida adicional a las ya existentes.

Caracterización del POLES:

• Propósito.- General: Predecir, explorar.

• Estructura.- Descripción económica detallada. Poco endógeno.

• Tratamiento analítico.- Abajo-arriba y Arriba-abajo, integrados.

• Metodología básica.- Optimización de equilibrios parciales.

• Procesamiento matemático.- Programación lineal.

• Alcance geográfico.- Global.

• Cobertura sectorial.- Sector energía, dividido en 11 sectores finales.

• Horizonte de tiempo.- Largo: 30 años.

• Requerimiento de datos.- Cuantitativos y disgregados.

• Tratamiento ambiental.- Cálculo de emisión de contaminantes

específicos.

• Tratamiento socioeconómico.- Nulo.

2.4.- Críticas generales

La mayor crítica que puede hacerse a los modelos energéticos es al concepto

mismo que persiguen. Como se comentó al principio de éste capítulo, tratar de

representar con variables racionales aquellos parámetros que parecen depender

más de nuestro inconsciente o de nuestro comportamiento social que dista aún

mucho de ser racional, por lo que hay que ser concientes de las limitaciones

propias de nuestras representaciones de la realidad.

54

Las críticas más particulares comienzan con la forma de estructurarse y de

administrar los datos o llegar a la solución de las perspectivas. La primera en

éste sentido sería que la mayoría de los modelos trata a los distintos energéticos

o bien de una manera muy rígida o muy relajada. Esto es: algunos modelos

consideran que los energéticos conocidos tienen un único uso posible y por lo

tanto se les asocia únicamente a él; otros consideran que los energéticos son

intercambiables completamente o compatibles para cualquier uso, ignorando

así la imposibilidad de emplear ciertos energéticos en ciertos usos. Esto se debe

a una estructura interna demasiado rígida o bien, a que la forma básica de

optimización o decisión de convergencia es, en la mayoría de los casos el costo,

que inevitablemente discrimina las características propias, tanto del uso como

del energético. Ambos extremos son erróneos, hay que buscar la elaborar

modelos que reconozcan las limitaciones de los energéticos en algunos usos

específicos y que permitan, al mismo tiempo, la exploración de nuevos usos,

tanto para nuevos energéticos como para los tradicionales.

En lo que concierne a la elección en las regiones de los modelos es cuando

menos, cándida y fútil, ya que generalmente éstas no se definen bajo ningún

criterio académico o formal previo la inicio del estudio; o bien se determinan

por su intercambio comercial actual, energético o económico, o simple mente se

establecen regiones geográficas comunes. Debe de existir una definición previa

de características para definir las regiones dependiendo del estudio que se

quiera hacer. Por ejemplo, si se quiere hacer un estudio del comportamiento

comercial mundial, es lógico establecer las regiones del estudio bajo

consideraciones económicas, pero si el estudio es energético, los criterios de

elección deberían también circunscribirse a dicho ámbito. Un estudio enfocado

al desarrollo sostenible debería tratar de abordar una caracterización de grupos

o regiones según el mayor número de factores relacionados con dicho principio.

Lo cual conduce a otra crítica concreta pero mucho mayor, es que los modelos

actuales excluyen la representación de un sistema social bajo indicadores no

económicos, así como la simulación ecológica que vaya más allá del cálculo de

55

emisiones preocupantes. Todo esto además deberá de sintetizarse para

conseguir un método de evaluación o dictamen integrador de los cinco factores

del desarrollo sostenible: el económico, el social, el ecológico, el tecnológico y el

ético.

La crítica principal a los actuales modelos es la preponderancia, en la

estructura, el análisis y en la solución de los sistemas, de la teoría económica.

Por una razón principal: el desarrollo sostenible lo es mientras se consideren los

cinco factores antes mencionados; si no están presentes, no son modelos

sostenibles, son modelos económicos, y así deberían denominarse: modelos

económicos del sistema energético.

Actualmente se considera que la economía determina el resto del sistema

social, incluso se llega a pensar que determina también el medio ambiente. Esto

es claramente un error, simple y llanamente porque la realidad es mucho más

compleja que eso. Esto hace claro que estudiar las variaciones sólo en éste

ámbito, es cuando menos parcial, lo cual no le quita validez dentro de esa

parcialidad, pero debería ser reconocido como tal: parcial. Hay que tener la

aspiración de representar la realidad, sí no en su totalidad, –que será siempre

imposible–, sí buscando esquemas filosóficamente más amplios, como en éste

caso, bajo la concepción de la sostenibilidad, que al menos reúne cinco aspectos

de la realidad y no sólo uno. Parcial también, pero menos.

Como ejemplo de esta concepción parcial, economicista, que rige

actualmente el modelado energético y en buena medida toda la política

energética y su aplicación, quiero resaltar los siguientes casos:

El Instituto de Recursos Mundiales (World Resources Institut, WRI)

comenta en su análisis de los modelos energéticos existentes: “En la creación de

sus proyecciones sobre la energía futura el WEC, IEA y DOE, todos usaron la

misma proyección del crecimiento población, pero con asunciones ligeramente

distintas sobre el crecimiento económico y las mejoras en la intensidad

56

energética (o eficiencia energética)“ 28. También aclara que sus agrupaciones

geográficas varían, y resalta que estas pequeñas diferencias pueden provocar

grandes diferencias en las proyecciones finales. Pero lo significativo es que

parece un hecho aceptado el que la única variación considerada para prever el

futuro sea la económica.

Esto último se puede englobar en discursos más o menos crípticos, pero

que siguen esta misma línea economicista clara, por ejemplo tomemos los

siguientes párrafos del documento del Ministerio de Economía del Estado

Español, “Planificación de los sectores de electricidad y gas”29:

En la definición de escenarios hay que tener en cuenta los factores de tipo social,

técnico y económico que modifican de forma continua las pautas de consumo

energético, en particular el aumento de renta media en la sociedad que lleva asociadas

nuevas necesidades de consumo energético, a pesar de disminuir la intensidad

energética de muchos productos por la evolución tecnológica30.

Y:

En la previsión de la evolución energética se hace necesario, en primer lugar,

considerar las previsiones de crecimiento económico y de los factores

macroeconómicos relacionados con dicho crecimiento, así como la influencia sobre el

sector energético de otras políticas como la de protección del medio ambiente, las

políticas fiscal y de transporte y las políticas de investigación y desarrollo de nuevas

tecnologías energéticas31.

El primer párrafo refleja, al principio, un intento de demostrar la

consideración de tres factores en su análisis de la realidad: el social, el técnico y

el económico. Sin embargo, de entre todos los posibles parámetros que estos

tres factores pueden contener, se consideran en definitiva sólo dos variables

agregadas y del tipo económico: el aumento de la renta y la evolución de la

intensidad energética. Lo mismo en el segundo párrafo, lo importante y con lo

que se trabaja son los conceptos de crecimiento económico y los factores 28 http://www.wri.org/wri/wr-96-97/em_b2.html (10-2003) 29 Ministerio de Economía, Planificación de los sectores de electricidad y gas. Desarrollo de las redes de transporte 2002-2011, MINECO, España, 2003. 30 Ibid., p. 1. 31 Loc. cit.

57

macroeconómicos, y así se estipula y se aplica en la elaboración concreta de

previsiones. Sin embargo, se agregará siempre un discurso incluyente, que

contemple diversos factores ambientales y tecnológicos, pero que en realidad no

se reflejan de ninguna manera explícita en la construcción de los modelos, ni

siquiera de los casos de exploración, son cuando más factores intelectuales que

sobrevuelan la conciencia de aquellos que elaboran las previsiones, pero que de

ninguna manera se concretan en su elaboración.

Un ejemplo de esto dentro de un modelo concreto es el módulo de

Demanda Residencial del NEMS, que determina dicha demanda , y en

definitiva el uso final de la energía, exclusivamente según el ingreso medio de

la región que se analice, como se atestigua en la página 45, y en los textos del

Consejo Mundial de la Energía podemos encontrar el siguiente ejemplo de la

preponderancia económica en el proceso de planificación:

Como aplicación del análisis Arriba-abajo, el Consejo desarrolló cuatro Casos, basado

cada uno de ellos en diferente hipótesis en términos de desarrollo económico,

financiación del mismo, eficiencia energética y transferencia de tecnología. Estos

Casos se diseñaron para ilustrar los más probables escenarios energéticos, sin

pretender predecir lo que realmente vaya a ocurrir en el futuro32.

Aquí por lo menos no se recurre a los intentos de inclusión de otros

factores en el discurso, el análisis el claramente económico y tecnológico, y con

esto, se es un poco más conciente en la parcialidad del análisis.

En lo que concierne a todos los estudios que presentan distintos “casos”, la

dinámica general es crear el “sistema energético de referencia”, que se establece

conceptualmente como el modelo que perpetúa el estado actual del sistema, y

éste sólo se modifica para la elaboración de los casos por las necesidades del

mercado energético, generalmente atendiendo al precio de los energéticos

primarios, a las distintas perspectivas de crecimiento económico, de evolución

de la intensidad energética o a la disponibilidad de combustibles, pero sin

alterar sustancialmente la propia estructura del sistema energético con todos

32 WEC, Energía para el mundo del mañana, p. 34

58

sus errores o aciertos. Por un lado se repite la crítica de la exclusiva visión

economisista en la posibilidad de variables utilizadas, pero también, si lo que se

quiere es modificar precisamente el sistema por los efectos que son evidentes

hoy, se debe establecer un modelo que permita modificar precisamente la

estructura misma del sistema energético.

Incluso la demografía se economiza, ya que muchas veces el mismo

crecimiento demográfico se vislumbra sólo como un elemento, una variable del

sistema económico:

La evolución demográfica es importante en la estimación del consumo energético, por

varios motivos: por un lado, para el cálculo de la población activa y las posibilidades

de crecimiento económico, así como por su impacto en las finanzas públicas, dado el

peso del sistema de bienestar en España y, por otro lado, para la evaluación del parque

de viviendas y las tasas de equipamiento familiares y de automóviles33.

Lo primero que hay que recordar es que es precisamente al contrario: la

economía se manifiesta, existe, sólo porque existen los asentamientos humanos;

la economía es una consecuencia de la actividad humana, no su antecedente.

Esto es claro al comparar otras manifestaciones de vida. Es cierto que el ser

humano es hoy un homo economicus, sin embargo, es el ser humano y su

comportamiento el que puede interpretarse desde la perspectiva económica, no

lo contrario. Así que lo lógico es tratar los temas económicos como una

consecuencia de la presencia humana y su expansión, la demografía. Además,

esto separa completamente el comportamiento demográfico de las necesidades

básicas de dicha población, y lo convierte en un indicador económico. La

previsión del crecimiento demográfico es importante porque, precisamente, y

aunque suene a obviedad, nos indica la cantidad de personas a las que se tiene

que satisfacer las necesidades, entendiendo que la energía juega un papel

primordial en dicha satisfacción, al igual que la economía y una serie de otros

factores, pero ninguno por encima del otro: su jerarquía específica dependerá

de la cultura de cada grupo humano.

33 Ministerio de Economía, Planificación de los sectores de electricidad y gas. Desarrollo de las redes de transporte 2002-2011, MINECO, España, 2003, capítulo 2, p. 4.

59

La preponderancia de la economía, no sólo pasa por controlar las

previsiones y las herramientas que se usan en el sistema energético, hoy en día

controla directamente el sistema energético en sí. Como ejemplo podemos

destacar que con la privatización del mercado energético las prioridades de la

planificación gubernamental cambian también, de tener un carácter de

obligatoriedad a una mera recomendación a las empresas del sector34. Se puede

destacar lo que al respecto opina el Ministerio de Economía español:

La previsión de la demanda de energía a largo plazo cumple una triple función. En

primer lugar, permite establecer un marco indicativo a largo plazo de las necesidades

de abastecimiento de energía, un elemento imprescindible de desarrollo económico y

social. Por otra parte, facilita la programación por las empresas de las inversiones

necesarias para cubrir la demanda, inversiones que, por su magnitud y su largo

período de maduración, requieren una precisa planificación operativa y financiera de

las empresas que deben acometerlas. Asimismo, la evaluación de la tendencia de la

demanda de energía es necesaria para definir una estrategia coherente con los

objetivos de mejora de eficiencia energética de la economía, protección del medio

ambiente y desarrollo sostenible, estrategia que sólo es plenamente eficaz a largo

plazo35.

Parece claro que se obvia lo primordial: la energía la utilizan los seres

vivos, y en particular el ser humano para satisfacer sus necesidades. Lo terrible

es que cada día se pasa de obviar a olvidar, centrando los objetivos en otros

aspectos menos importantes.

Por último, otra consecuencia del control de la economía es el plazo para el

cual se realizan las previsiones, que se hacen por corto tiempo con resultados

económicos y de demanda de energía. Principalmente porque, no se puede

predecir el funcionamiento del mercado a largo plazo (incluso hay ocasiones

que ni al muy corto). Mientras los planes en políticas económicas se establecen

por periodos no superiores a 5 años36, el sector energético requiere planes de

política energética de al menos 25 años. Pero en el sistema energético es 34 Ibid, p. 2. 35 Ibid., p. 1. 36 Mozambique (ver compu-planeación) p. 176.

60

irresponsable no pensar a largo plazo y diseñar o marcar las políticas que

regirán el sector, dado que sólo la construcción de una planta esta entre 7 y 15

años, y su vida útil puede superar los 40 años. Eso nos plantea una perspectiva

de al menos 47 años, y siendo responsables no se puede pretender construir una

central en 7 años sin tener idea de cuales serán las necesidades dentro de 47.

61

Capítulo 3

NUEVO CONCEPTO DE PLANIFICACIÓN ENERGÉTICA

La predicción es un arte muy difícil, especialmente cuando involucra el futuro Neils Bohr

3.1.- Planteamiento conceptual

Conviene comenzar aclarando que el modelo que se propone es un modelo de

evaluación de estrategias energéticas basado en el desarrollo sostenible para el

sector de la energía a nivel mundial. Para esto es esencial cambiar el concepto

de modelo energético, de modelos que se definen como “modelos de desarrollo

económicos y energéticos” hacia “modelos de desarrollo energético con

evaluación de sostenibilidad”, esto es: pasar de un modelo que trate de

representar el sistema económico como regente o regulador del subsistema

energético, para realizar modelos que representen el sistema energético y que

con ello pronostiquen posibles consecuencias en otros ámbitos que

invariablemente se encuentran correlacionados, como la sociedad en general, el

medio ambiente y el sistema económico, entre otros.

Al reconocer las limitaciones e incorrecciones del planteamiento

económico para la planificación energética presente hay que buscar un nuevo

paradigma en el cual basar nuevos planteamientos. Dicho paradigma es más

evidente de lo que parece. Si lo que se quiere es abastecer de energía al ser

humano, es lógico pensar que el origen del planteamiento debe comenzar, al

menos, con el propio ser humano, y ése es el nuevo paradigma. El enfoque del

62

ser humano como principio y fin del esfuerzo de planificación energética revela

una serie de conceptos básicos que han sido obviados; estos son: la energía se

utiliza para satisfacer las necesidades del ser humano y la forma de dicha

satisfacción determina el patrón energético que cada sociedad establece, junto

con los recursos energéticos de los que dispone.

Con estos sencillos conceptos es posible entonces estructurar un modelo

de planificación completamente distinto y en realidad más adecuado. La

planificación energética debe comenzar con un análisis de la necesidad energética

de cada sociedad; debe continuar con un análisis concienzudo sobre las fallas de

dicho modelo energético37, los puntos en los cuales es posible mejorar, y con

ello proseguir al establecimiento del modelo energético que se desee alcanzar, o

bien, un modelo energético meta. La planificación energética se desencadenará

entonces consecuentemente al analizar las posibilidades existentes para unir el

punto de partida y la meta. De esta manera es posible conseguir más claridad

en la planificación: tanto en la dirección que se debe tomar, como en las

medidas que es necesario abordar en cada punto del desarrollo de determinado

plan energético. Además, las consecuencias sociales, ambientales, económicas,

técnicas y filosóficas de un plan energético elaborado de esta manera quedarán

mucho más claras.

Otra consideración esencial es que los modelos que se desa desarrollar no

pretenden predecir el futuro. El primer propósito es crear una herramienta que

ayude a representar distintas posibilidades que a su vez desencadenen

cuestionamientos filosóficos que agilicen la discusión sobre el futuro, que se

determinará entonces, invariablemente, a partir de las decisiones que tomemos

hoy, construyéndose con nuestras acciones concretas.

Lo que se debe buscar con estos esquemas de modelación no es una

herramienta sofisticada y complicada que represente con exactitud el mundo y

los sistemas que lo conforman, y que al variar datos de entrada y políticas

37 En este caso el término “modelo energético” se utiliza en su concepción más amplia, como el esquema energético que sigue una cultura determinada.

63

económicas permita encontrar el “mejor” camino de desarrollo. Se debe buscar

crear herramientas que permitan experimentar con teorías de desarrollo que

esclarezcan los paradigmas filosóficos que se nos presentan hoy y que permitan

resolverlos. El modelado energético se usa hoy más como un medio para probar

distintas políticas de praxis, no hipótesis de teorías. En definitiva, generar un

sistema para la creación de modelos que sirva para definir la política energética

gubernamental futura, tanto de naciones individuales, o sus regiones, cuanto de

nivel internacional.

Para evitar predecir el camino más probable, se deberían generar una

multitud de casos con las variaciones posibles de variables definitorias del

sistema energético, independientemente de su probabilidad de ocurrencia, y al

final plantear casos que reúnan las mejores características en términos de

sostenibilidad, elegir aquellos posibles, aunque sean al mismo tiempo

improbables, y tomar las decisiones políticas, sociales, económicas y técnicas

que sean necesarias para lograr la consecución de dicho camino o escenario.

Para esto se debe comenzar, con establecer metas, que deben ser los

objetivos comunes que se quiere conseguir; después estudiar las acciones

necesarias para lograr su realización. El planteamiento dialéctico es que, en

contra de tratar de predecir el punto futuro a partir de suposiciones válidas,

se debe plantear un futuro posible y deseable a partir de distintas

consideraciones, y tras el análisis de sus implicaciones analizar el camino

correcto para conseguirlas. Con esta perspectiva considero que para analizar

periodos largos de tiempo hacia el futuro, el mejor esquema de modelo sería el

de La Proyección inversa38.

Como segundo pilar conceptual del esquema, además del ser humano

como objetivo principal, se añadiría ahora el desarrollo sostenible, “como aquel

que satisface las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer las

capacidades de las generaciones futuras para cumplir sus propias

38 Refiriéndose al término Backcasting, como se explicó en el capítulo II.

64

necesidades”39. En una lectura rápida parece no aportar nada concreto o nada

particular a nuestros planteamientos actuales, ya que en principio todos

queremos lo mejor para nosotros y para nuestros descendientes, por lo que sería

fácil suscribir dicho desarrollo en primera instancia. Sin embargo, si nos

detenemos a reflexionar, a considerar lo que realmente implica satisfacer las

necesidades de las generaciones actuales, todos los seres humanos, y sin comprometer

las capacidades de las generaciones futuras, de nuevo, todas ellas por millones de

años, el planteamiento ya cobra un nuevo matiz, una profundidad

definitivamente estremecedora. Para concretar la amplitud de lo que significa lo

anterior, podemos considerar que el desarrollo sostenible se compone de cinco

factores: el social, el económico, el ambiental, el tecnológico y el filosófico.

Se puede especular que si se consigue un desarrollo que equilibre los

mejores escenarios posibles de cada uno de estos factores, se obtendrá el

deseado desarrollo sostenible. Éste buscaría un máximo desarrollo en el terreno

social global, considerando un desarrollo económico eficaz, que además

minimice el impacto ambiental, utilice la tecnología más adecuada y eficiente

para cada caso, y que por encima de todo esto considere en todo momento

conceptos filosóficos esenciales de justicia, igualdad, fraternidad, respeto y

libertad.

Para trasladar estos conceptos al terreno del análisis energético es

indispensable encontrar un vínculo que por un lado centre el análisis en el nivel

humano, y por otro sea coherente con el desarrollo sostenible. El concepto que

se propone ahora para conseguir esto es: la necesidad energética del ser humano,

entendida o definida como aquella energía requerida por el ser humano para

satisfacer sus necesidades. El requerimiento es entendido en sentido amplio,

incluyendo todas las transformaciones por las que pasa el recurso energético,

así como todos los recursos energéticos que directa o indirectamente se utilizan

en el complejo camino de la satisfacción humana. La idea de necesidad que se

entreteje en este concepto energético comienza con el planteamiento psicológico

39 ONU, Nuestro futuro común,(Informe Burtland), 1987.

65

de Abraham H. Maslow40 y su pirámide de necesidades; se enriquece con la visión

social de Agnes Heller, que llega a la siguiente conclusión: No existen necesidades

ni tipos de necesidades aislados: cada sociedad tiene un sistema de necesidades propio y

característico41.

Desde una perspectiva clínica, el psicólogo norteamericano

construyó una jerarquía de las necesidades básicas e instintivas. Es la

llamada “pirámide de Maslow”que considera:

1. Necesidades fisiológicas

2. Necesidades de seguridad

3. Necesidades de aceptación social

4. Necesidades de autoestima

5. Necesidades de autorrealización

Estableciendo la jerarquía por su importancia percibida por el orden en

que se busca su satisfacción. Cuando un nivel se ve satisfecho, inmediatamente

aparecen las necesidades del nivel siguiente, modificando la estructura

completa y volviéndose más compleja y difícil la forma de satisfacción,

interrelacionándose los niveles de distinta manera cada vez.

Por el otro lado, la socióloga húngara establece que las necesidades

naturales suponen el límite para la supervivencia humana y que todas las

demás serán consideradas estrictamente como necesidades artificiales, pero

ahonda y reformula la idea marxista de un Sistema de Necesidades definido a

partir de: “una determinada persona, de una determinada clase, de una

determinada época, nace en un sistema y en una jerarquía de necesidades

preconstituidas (aunque en evolución) por las costumbres, por la moral de las

generaciones precedentes y sobre todo por los objetos de sus necesidades. El ser

humano interioriza (según las sociedades) ese sistema, aunque de manera

individual”42.

40 MASLOW, Abraham H., Motivación y personalidad, España, Díaz de Santos, 1991, 436 pp. 41 HELLER, Agnes, Teoría de las necesidades en Marx, Barcelona, Península, 1998, p. 115. 42 Op. Cit., p. 82.

66

Concretando todo esto, se concluye que cualquier necesidad humana

requiere energía, incluso las necesidades psico-sociológicas de orden superior

requieren unas condiciones previas que implicaron necesariamente un gasto

energético. Este consumo energético se definirá primero según cada individuo y

su psique, pero determinado histórica, material y socialmente por su entorno

cultural. Con esto se puede analizar la necesidad energética del ser humano con

una perspectiva doble: por un lado su uso individual, y por otro el uso social de

dicha energía, interpretando indistintamente uno a partir del otro.

Por ejemplo, si un individuo disfruta saliendo al cine con sus amigos –

hecho que podría asociarse con las necesidades de aceptación social, entre

otras– no puede considerarse que el gasto energético sea exclusivamente el

relacionado con la energía que se consume en la sala de cine dividido entre los

espectadores de la película. Se debe considerar además todos los gastos

energéticos que se pueden asociar a la satisfacción de las necesidades

fisiológicas y de seguridad del individuo en concreto, como tres comidas al día,

vestido, la preservación de una casa, mantener un trabajo, o el gasto en el que se

incurre para mantenerse sano, además de la energía consumida en el transporte

del individuo hasta el cine. Se entiende entonces que el gasto energético

necesario para satisfacer una necesidad de aceptación social conlleva no sólo el

gasto energético de una actividad concreta, sino además el gasto energético de

todo aquello que le permite establecer la situación para acceder a dicha

necesidad. Por lo tanto, si la cuestión fuera concretamente saber el gasto

energético necesario para conseguir que la población disfrute de su tiempo libre

en sociedad, no basta considerar el gasto energético consumido durante esos

momentos de esparcimiento, pues ese sólo sería un cálculo parcial y específico

de la actividad concreta que se estudie.

Expuesto así, parecería que este concepto dificulta, más que ayuda, a la

elaboración de perspectivas energéticos, dada su complejidad y universalidad,

y es cierto para modelos concretos o de corto alcance. Sin embargo, considero

que para elaborar perspectivas energéticas estratégicas de grupos sociales

67

completos, sociedades o naciones, y por supuesto a escala global, el concepto de

la necesidad energética es indispensable, ya que es el único que permite

comprender el origen y la evolución de la necesidad energética.

Para establecer un punto de comparación inicial en nuestro análisis se

puede obtener, como cálculo referencial de la necesidad básicas energética del

ser humano, el requerimiento mínimo de energía para el mantenimiento de la

vida. El sustento de la vida del cuerpo humano entendiéndolo como una

máquina que necesita un nivel mínimo de energía para funcionar, manteniendo

todos sus componentes operativos y en buen estado, pero sin que estos realicen

una actividad que les suponga un gasto excesivo. Esto es, la energía necesaria

desde el punto de vista biológico, pero aclarando y resaltando que no es la

energía mínima necesaria para el buen desarrollo psicosocial humano. Dicha

referencia se establece para un ser humano de 70 kg en unos 10 MJ diarios, sólo

de alimentos para soportar un tipo de vida sedentaria con una ocupación que

no le demande mucho esfuerzo físico y en un medio ambiente con condiciones

climáticas favorables43. Es lógico suponer, aun intuitivamente, que esta energía

alimentaria no es toda la energía que necesita un ser humano para sobrevivir,

incluso en la situación hipotética analizada por los filósofos herederos de

Descartes como Jonathan Dancy44 con su cerebro confinado. La necesidad

energética no se limita sólo a la ingesta de alimento, ya que se deben dar

condiciones externas adecuadas en el medio que rodea al individuo para el

mantenimiento de la vida. En ese sentido el cuerpo humano necesita de más

energía para subsistir, de tal forma que la temperatura del medio que lo rodea

no sea extrema (calurosa o álgida) y que no existan otros componentes

incompatibles con la vida, como los contaminantes, pues conllevan un gasto

energético al ser que es necesario gastar energía para retirar dichos elementos

del medio o evitar que penetren en él.

43 PEÑA, Antonio y Georges DREYFUS, La energía y la vida. Bioenergética, México, FCE, 1997, (La ciencia para todos, núm. 92), p. 86. 44 DANCY, Jonathan, Introduction to Contemporary Epistemology, UK, Blackwell, 1985.

68

Apartándonos de la especulación puramente filosófica y añadiendo

criterios históricos, antropológicos y psicológicos se puede pensar que el ser

humano ha tenido periodos de mayor y menor consumo energético, y que uno

de aquellos periodos de bajo consumo, coincide con los periodos para los cuales

las necesidades psicológicas elevadas de la pirámide de Maslow no se

presentaban comúnmente (nunca podrían suprimirse del todo). Tales

momentos serían aquellos en los cuales el ser humano sólo lucha por su

subsistencia. Sin entrar por ahora en la discusión de si dicha etapa todavía está

presente en nuestros días, es fácil consensuar que dicho periodo en la historia

del ser humano se dio, fundamentalmente, hace cincuenta mil años, cuando

nuestros ancestros apenas se diferenciaban claramente como homo sapiens

sapiens.

Es posible especular que un ser humano que vivió entonces consumiera al

menos 30 MJ al día, considerando para este cálculo, además de la ingesta de

alimento acorde a su actividad (14 MJ/día), el uso de biomasa, leña45 como

combustibles para cocinar los alimentos y calentarse (16 MJ/día), lo cual

aproximadamente arroja un consumo energético anual de unos 11 GJ/año. Se

observa que este cálculo es tremendamente sencillo y subjetivo, pero resalto que

sólo pretende ser una referencia del mínimo consumo energético posible para

un individuo, no contempla otros gastos energéticos necesarios para cumplir

con otras necesidades sociales o psíquicas, tan necesarias como el alimento

mismo para el mínimo desarrollo humano. Además se considera que el trabajo

humano era la principal fuente de energía en la transformación y adecuación de

su medio, por lo que no se utilizaban más energéticos para otros fines, esta

presunción puede no ser cierta.

Continuando con el cálculo para trasladar al nivel global el gasto

individual, supongamos que todos los individuos que hace 10 mil años

45 Se considera que el aporte energético de 1 kg de leña es aproximadamente 16 MJ.

69

poblaban la tierra (probablemente unos 5 millones46) consumiesen lo mismo

(suposición por demás improbable). El consumo de nuestra especie sería de

55 PJ/año (55x1015 J/año). Cabe aclarar que los cálculos de consumo energético

reportados actualmente no consideran el aporte energético de los alimentos,

que representa casi el 50 % del cálculo ahora realizado para nuestro hipotético

hombre de las cavernas; así que considerando sólo el consumo de la energía que

le aporta el consumo de leña diario, el consumo energético de nuestra especie

rondaría los 29.2 PJ/año, que es algo así como unas 14 mil veces menos de lo

que nuestra especie consumió de energía en el año 2000. En términos de leña, es

probable que el ser humano consumiera, hace diez mil años menos de dos

millones de toneladas al año. Si quisiéramos satisfacer nuestro consumo

energético actual sólo con leña, nos enfrentaríamos a una cifra inimaginable de

leña. (Inimaginable, sí, pero no incalculable: serían poco más de veintiséis mil

millones de toneladas de leña al año = 2.61x1013 kg leña/año).

Continuar con un cálculo energético sobre las demás necesidades

humanas ya no es tan sencillo. La elaboración de una taxonomía o una jerarquía

de necesidades energéticas desde una perspectiva puramente teórica resultaría

demasiado general y poco provechoso, lo cual se alejaría del objetivo de este

trabajo. Tomar una taxonomía o jerarquía de necesidades ya existente y estudiar

el gasto energético que ella implica tampoco me parece adecuado, ya que se

abordaría el problema desde los satisfactores (y el gasto energético implicado

en cada uno) que se involucran en la satisfacción de cada necesidad y eso sería

más complicado aun. Así que un desarrollo práctico y particular de dicha

taxonomía parece más adecuado aunque, el método a utilizar en este análisis no

será exhaustivo. El método exhaustivo consistiría en estudiar a cada individuo,

de cada clase social, de cada cultura, de cada región, de cada país del mundo

para determinar las necesidades energéticas particulares, culturales, sociales,

regionales, nacionales y por tanto globales. Se trata de un camino interminable,

46 EHRLICH, Paul y Anne EHRLICH, La explosión demográfica (El principal problema ecológico), Barcelona, Salvat, 1993. p. 43.

70

tanto por la cantidad de casos a estudiar (más de seis mil millones) como por la

diversidad de medios de satisfacción, en los que hay siempre un uso energético.

El método planteado desde el punto de vista práctico siempre será parcial

y por tanto no completamente generalizable, pero se tratará de complementar

con los conceptos puramente teóricos provenientes de las elucubraciones

filosóficas ya mencionadas para tratar de reducir la parcialidad tanto como sea

posible, además de identificarla para no incurrir en errores al tratar la necesidad

energética humana en un contexto global.

El desarrollo práctico de la jerarquía energética no exhaustiva, pero

general y aplicable a la media de los individuos, podría hacerse estudiando

modelos “tipo” de cada sociedad y generalizar el modelo al conjunto, buscando

principalmente usos energéticos directos. Esto es: contabilizar los energéticos

concretos utilizados por un individuo para satisfacer determinadas necesidades

y después analizar las actividades en las que parece no existir un gasto concreto

de energía, pero en las que obviamente existió en algún momento una entrada

de energía.

Ejemplifiquemos esto analizando las actividades de un individuo abstracto

de la sociedad occidental actual que al levantarse se baña; desayuna; se

desplaza a trabajar; trabaja; se desplaza a comer; come; se desplaza nuevamente

al trabajo; trabaja nuevamente; se desplaza a su casa; entretiene un poco; cena y

duerme. Este individuo consume más energía de lo que en una primera

aproximación pudiese pensarse. Como primer paso se debería contabilizar la

energía utilizada para cocinar sus alimentos, la energía que le aportan los

mismos, calentar el agua de su ducha, el combustible que gasta el transporte

que lo desplaza en ese momento, la energía que requiere específicamente para

su trabajo (si trabaja con alguna máquina que consuma energía o la energía de

los servicios que le ofrecen en su trabajo), la energía eléctrica utilizada como

sustituto de la luz solar y la energía que gasta en su entretenimiento (que puede

ser de lo más variado). Después, hay que analizar toda aquella energía que se

usa para hacer posible que todo esto se realice de la forma en que se hace, esto

71

es: la parte proporcional de consumo energético que hicieron posible la ropa y

efectos personales que usa diariamente el individuo en cuestión, su vivienda, la

energía consumida en transportar el agua a la vivienda del individuo (bombeo),

la energía que se utilizó para producir, transportar y conservar los alimentos

desde su producción hasta el consumo, la energía que se emplea en llevar los

combustibles desde su lugar de producción hasta el lugar de residencia del

individuo estudiado para que los transportes funcionen ese día, la energía

utilizada en la fabricación de todos los utensilios materiales que emplea el

individuo a lo largo del día, la energía consumida por los servicios públicos

como el alumbrado público, la energía que se usa en otros servicios que el

individuo no utiliza, pero que están disponibles para que lo haga si lo desea o

necesita, etc. Esto también parece interminable. Pero enumerarlos e

identificarlos sería necesario si el objetivo es determinar cómo mejorar y reducir

los consumos energéticos de dicho estilo de vida. Sin embargo, por ahora, ése

no es el objetivo, sino analizar y contabilizar el consumo general o global de

cada individuo para posteriormente analizar el detalle de su consumo directo,

indirecto, particular o colectivo.

Este enfoque ya abre otras posibilidades de estudio, ya que el contabilizar

los usos energéticos directos puede resultar sencillo, aún a nivel individual; sin

embargo el problema es el uso energético indirecto o colectivo. Si se analizara a

otro individuo de la misma sociedad se descubriría que parte de la energía que

utiliza en el desempeño de su trabajo, y por tanto para él un consumo directo,

es parte de la energía indirecta que se transforma en la actividad del primer

individuo, sólo que para éste primero se contabilizaría como un consumo

colectivo, por ejemplo. Así es arriesgado, pero no descabellado, pensar que si se

analiza un conjunto de individuos que viven en una misma sociedad se estará

contabilizando incluso la energía indirecta que se transforma cotidianamente

entre ellos. Con esto en mente y contando con datos internacionales sobre el

consumo energético a nivel nacional y sobre la población de cada país, se

establecerá el análisis energético para el presente trabajo. El análisis de la

72

pirámide de Maslow junto con el concepto de sistema de necesidades de Heller

nos permite entender cómo las necesidades particulares de las diferentes

culturas y sociedades, que existen en las diferentes regiones y países, suponen

para su satisfacción la adecuación a un sistema de necesidades que sigue un

orden equivalente al de las necesidades individuales. Esto es, que mientras los

países pobres consumen energía para satisfacer las necesidades más esenciales,

dentro de las primeras categorías de la pirámide de Maslow (necesidades

fisiológicas y de seguridad); los países ricos consumen mucha más energía

pretendiendo satisfacer las necesidades de categorías superiores (necesidades

de aceptación social y autoestima). También de las conclusiones obtenidas del

análisis de la pirámide de Maslow se extrapolar que el proceso de gasto

energético parece ilimitable o al menos nunca será definitivo, dado que las

necesidades humanas parecen siempre aumentar y con ellas el gasto energético

que conllevan, pero cabe aclarar que la cantidad de dicho aumento dependerá

siempre del modelo sociocultural que se adopte.

Tradicionalmente el consumo energético se ha dividido en sectores de

consumo, pero cabe aclarar que dichos sectores no se traducen directamente en

las necesidades energéticas de la sociedad, aunque en principio nos

proporcionan una buena idea del uso energético de las sociedades. En futuros

estudios se deberán analizar y redefinir estos sectores de acuerdo a la necesidad

energética. Los sectores de consumo tradicionales son:

• Industrial

• Agrícola

• Comercial

• Residencial

• Servicios

• Transportes

Simplificando, y teniendo en mente un modelo energético, la necesidad

energética debe analizarse, por tanto, comenzando por el consumo total de los

individuos de una nación y después tratar de examinar la proporción de gasto

73

que cada uno de los sectores energéticos supone en cada sociedad, lo cual

sentaría la base para posteriores estudios más concretos y específicos para cada

sociedad y cultura. Especificar o aislar consumos únicos o propios de cada

sector y aplicarlos en el análisis de individuos concretos, resulta complicado,

aunque no imposible; en mi opinión es mucho más práctico analizar un

conjunto de individuos organizados en grupos sociales que compartan

características histórico-materiales-económico-sociales similares, entendiendo

en todo momento que dichos grupos no pretenden más que la mejor

satisfacción de sus necesidades, fijando consciente o inconscientemente la forma

y el tiempo para ello. Lo que para un grupo social representa, por ejemplo, una

necesidad de seguridad apremiante, para otro grupo puede entenderse como

una necesidad de aceptación social prescindible, o bien aunque la identificación

y valoración sea la misma, la forma de satisfacción puede variar enormemente y

con ello su consumo energético. Por tanto, no es posible la homogenización de

todas las necesidades energéticas en jerarquías preestablecidas, y debe

aceptarse o tolerarse todas de acuerdo al grupo social que se estudie, siempre y

cuando esta satisfacción de necesidades no conlleve la insatisfacción de otras de

jerarquía inferior en la pirámide de Maslow del propio grupo u otro grupo

social.

Con todo esto se puede concretar el estudio de la necesidad energética y

un modelo de planificación energética basado en ella, en tres fases: la primera

sería determinar la cantidad de individuos que conforman una determinada

población, presente y futura. Segundo, determinar las condiciones particulares

en las que se encuentra esa población; que por un lado se refiere a las

condiciones históricas, sociales, económicas, culturales y medioambientales en

las que se encuentra dicha población y por otro lado se refiere a los recursos

energéticos, a la tecnología con la que se dispone para proveer de energía,

además del modelo energético preexistente en dicha sociedad. Por último el

tercer punto sería el establecimiento de un proyecto concreto de satisfacción

energética que debe ser comprendido, aceptado y asumido por parte de la

74

población. En el que se involucraría la elaboración de un modelo energético

computacional.

La primera fase debe completarse con un análisis de los distintos estudios

demográficos existentes, para elaborar una estimación de la población mundial

actual y futura. La segunda fase, que comprende determinar las condiciones

particulares en las que se encuentra esa población, debe abordarse elaborando

grupos de países o regiones con condiciones similares tanto actuales como

futuras, de acuerdo principalmente a su perspectiva demográfica y a su

“desarrollo humano”47, con un análisis país por país de su modelo energético

(usos y recursos energéticos) para así establecer de manera indirecta su

necesidad energética. La tercera fase de establecimiento de un proyecto de

satisfacción energética, se debe plantear, desde una perspectiva sostenible,

distintos casos de evolución energética para los distintos grupos analizados, con

la suposición de que el desarrollo conlleva implícito un proceso progresivo que

puede ser determinado.

Para terminar con los modelos de satisfacción que cada sociedad adopta

conviene aclarar tres conceptos que pueden confundirse al particularizar o

describir las necesidades energéticas: necesidad, satisfacción y satisfactor. La

necesidades entendida como carencia; la satisfacción como la eliminación de

dicha carencia y el satisfactor como el agente concreto de satisfacción (algunas

veces material, otras no). Así, por ejemplo, la necesidad del ser humano de

desplazarse alrededor de su entorno se ve satisfecha muchas veces gracias al

transporte en el sentido amplio y abstracto del término, pero que a su vez

puede concretarse materialmente en una bicicleta para ciertos grupos sociales,

circunscritos en cierta cultura y cierto periodo histórico. Estas formas de

satisfacción son las que primero deben ser valoradas y, tras dicha valoración,

censuradas o no; no así la necesidad de transporte en tanto tal. Claro que si la

necesidad de transporte es a su vez el medio de satisfacción de una necesidad

47 Específicamente el “Índice de Desarrollo Humano” elaborado por el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (UNDP).

75

previa del individuo, como la necesidad de conocer otros lugares, el concepto se

transpone, aclarando que esta transposición siempre será finita.

Todo lo anterior ratifica la vital importancia del concepto de necesidad

energética que es uno de los tres conceptos básicos en los que se debe plantear

cualquier modelo energético orientado al desarrollo sostenible:

• La necesidad energética del ser humano

• El desarrollo sostenible

• La elección de un futuro

El primer concepto centra el análisis, el objetivo y el fin de la planificación

en el ser humano; el segundo establece los cinco factores bajo los cuales se

podrá orientar y evaluar mejor dicha planificación; y el último concepto

determina nuestra disposición de elegir libremente la trayectoria de las

opciones que tomemos y no permitir que las tendencias históricas y teóricas

decreten un futuro.

3.2.- Esquema general de modelación

Con todo lo anterior en mente, se puede intentar plantear un nuevo esquema de

modelación energética. Un esquema que tenga como objetivo y constituyente

estructural la satisfacción energética del ser humano y que contemple a la par el

concepto de sostenibilidad, de modo que nos permita continuar nuestra historia

como especie en este planeta sin intentar luchar contra la inexorable naturaleza,

que acabará prevaleciendo.

En principio el tipo de modelo que mejor conseguiría lo que se pretende es

el de los modelos integrados o multicriterio; sin embargo, si se establecen unos

lineamientos básicos, cualquier tipo de modelo o herramienta informática

puede servir para desarrollar perspectivas energéticas sostenibles.

El primer problema que estos modelos deben superar es de concepto. Se

busca un modelo energético, por lo que en su desarrollo se debe tener en cuenta

qué es energía, o concretamente cuál es el sector energético, sus alcances, sus

76

interconexiones o interdependencias con otros sectores, y la existencia de

subsistemas, como el eléctrico. El segundo problema, y quizás el más

importante, es el de enfocar el estudio en la necesidad energética del ser

humano. Se necesita estudios específicos en este tema a nivel mundial, o bien,

se necesita adaptar los estudios existentes con este concepto como fondo. El

tercer problema será replantear los enfoques habituales, en los que se usa la

economía como base o arranque, e invertir completamente el esquema para que

la economía ocupe su lugar como consecuencia natural de la actividad

energética humana.

Con respecto a este último problema conviene aclarar que aunque se

reconoce la existencia de un vector de correlación entre la necesidad energética

y el PIB, éste varía enormemente entre grupos, países, sociedades, y época; por

lo que fijarlo a priori dentro del modelo es un error. Además, bajo el criterio de

sostenibilidad, dicha correlación es una de las cosas que se busca cambiar; así

que darlo por inamovible sería ir en contra de las intenciones primordiales del

nuevo esquema de modelado.

El esquema que se plantea ahora se puede sintetizar en cuatro fases o

pasos para el análisis y la elaboración de modelos orientados al Desarrollo

Sostenible:

1. Primer paso: determinar el consumo energético

2. Segundo paso: determinar las reservas energéticas y tecnológicas

existentes

3. Tercer paso: determinar los recursos energéticos restantes

4. Cuarto paso: determinar las consecuencias del escenario

Como primer paso determinar el consumo energético parece una sin

razón, ya que éste es el objetivo último de cualquier modelo energético; sin

embargo no lo es. Efectivamente, este primer paso pretende determinar el

consumo energético, pero no debe hacerse partiendo de una perspectiva

económica, concretamente desde la expectativa de crecimiento económico. Debe

77

replantarse el consumo energético de cada región del globo en base a sus

proyecciones de población y al consumo energético per cápita que se desea

alcanzar en el periodo previsto. Y dicho consumo per cápita se determinaría a

su vez teniendo en cuenta la evolución posible de la necesidad energética. Y

aquí se introduce además el pilar de los modelos que buscan la Proyección

inversa. En contra de tratar predecir cuáles serán las posibles tendencias del

consumo energético per cápita en cada región, lo que se debe plantear es cuál es

el consumo energético per cápita y la conformación específica que se desea

exista al final del periodo a analizar. De tal forma, en la elaboración de dicha

meta energética por región sólo se contemplará, para este primer paso, la

situación presente (que asume desfavorable y de ahí que deba cambiar o

mejorar), sin que dicho proceso se contamine con consideraciones especulativas

sobre la posibilidad o no de dicho cambio. Este primer paso implica un trabajo

previo a la realización concreta de las perspectivas energéticas muy extenso, ya

que es imprescindible contar con los datos generales y específicos que permitan

determinar los patrones energéticos de cada región, los usos energéticos de

cada grupo poblacional incluido en el estudio, y aquellos datos que permitan

describir el sistema energético en su conjunto. Además, se necesita contar con

personal especializado capaz de plantear la meta energética deseable y al

mismo tiempo coherente con la realidad.

El segundo paso sería determinar, con certeza, con cuántos recursos

energéticos y tecnológicos contamos actualmente en el globo. Se puede hacer un

análisis estático, asumiendo que dichos recursos se mantendrán sin aumentar

en el futuro, o un análisis dinámico, asumiendo que se descubrirá nuevos

recursos, nuevas formas, desde la perspectiva tecnológica, de aprovecharlos. En

sí, este es un paso de trabajo previo a la elaboración computacional de la propia

perspectiva, pero es esencial para su veracidad, por lo que debe ocupar una fase

propia en el desarrollo conceptual del modelo.

El tercer paso, como una condicionante a priori, sería cruzar las cifras de

nuestro consumo energético previsto y su modelo de satisfacción, con los

78

recursos existentes, estimando así los recursos restantes al final del periodo de

la perspectiva. Esto resalta la primera restricción del escenario que se estudia:

¿son o no suficientes los recursos energéticos con los que contamos para hacer

frente a dicho escenario? Así se verá claramente si es o no necesario alterar el

patrón de consumo previsto.

El cuarto paso contemplaría las consecuencias del escenario planteado.

Conceptualmente es lógico establecer primero un escenario y después estimar

las consecuencias que de él se derivan. Las consecuencias que se deben analizar

para elaborar un análisis de sostenibilidad contemplarían principalmente tres

aspectos cuantificables: el social, al estudiar la evolución posible de ciertos

indicadores sociales bajo el esquema planteado; el económico, analizando el

costo que dicho modelo presenta, pero únicamente en lo que se refiere al

sistema energético y las posibles consecuencias en otros sectores; y por último

las consecuencias ambientales, que se valorarían por la emisión directa,

cuantitativa, de agentes contaminantes provocados por el sistema energético las

posibles consecuencias de dichas emisiones en diversos ecosistemas, por una

valoración subjetiva del modelo basada en lo que se conoce como tablas de

impacto. Con estas tres consecuencias, aunadas a una crítica de cada escenario,

planteado desde el punto de vista tecnológico y ético, hace posible tener una

valoración global del escenario estudiado desde la perspectiva del desarrollo

sostenible.

Los esquemas actuales de modelado sólo se centran en el factor

económico, como eje y como consecuencia. Tan sólo eso los descalifica como

modelos de sostenibilidad. Cabe aclarar que el objetivo de crear un modelo

energético que estudie, como una consecuencia el factor económico es lo

deseable para la elaboración de perspectivas sostenibles del sistema

energético, pero no debe pretender ser una previsión económica en sí. Se debe

tener claro que los modelos energéticos sólo deben prever los costos de los

escenarios y que, con ellos, los economistas tendrán que determinar si las

previsiones de crecimiento para los próximos años son compatibles o no.

79

Figura 3.1.- Esquema de los pasos del modelado energético propuesto.

Paso 1 Consumo Energético

Paso 2 Recursos Energéticos

Paso 3 Recursos Energéticos

Restantes

Paso 4 Consecuencias

80

Capítulo 4

PRIMER MODELO BASADO EN LA NECESIDAD ENERGÉTICA

Ante el título de este capítulo hay que aclarar que en realidad el primer intento

que hago en el modelado energético, no es un modelo propiamente, lo que se

propone en este trabajo es más una herramienta, un instrumento

computacional, que explora una nueva forma de conformar el modelado

energético.

Después de plantear la estructura del nuevo modelo se hace claro que la

base o el pilar fundamental de su atino en la representación del complejo

sistema energético que se pretende modelar está en los datos de entrada.

Personalmente la búsqueda de estos datos puede, en realidad, ser anterior a mi

intención de elaborar un modelo energético, y al mismo tiempo su precedente

lógico, ya que al ser la búsqueda misma de información energética, veraz,

imparcial, homogénea y completa, una tarea casi imposible, me orilló al

desarrollo de un modelo propio de obtención de datos. De tal forma, reafirmo

que el segundo soporte de cualquier buen modelo está en los datos de entrada,

y por tanto, dedicaré un apartado especial, al dato principal de este nuevo

planteamiento de modelización, el ser humano.

Entendiendo que la necesidad energética del ser humano sigue patrones,

personales, sociales y culturales, se hace evidente que si se tratara de un modelo

generalizador del sistema energético mundial, debería contemplar tantas

posibilidades como individuos, pero dada la virtual imposibilidad de esto, surge

la necesidad de agrupar a los individuos en grandes bloques, y éstos se

81

definieron en realidad a partir de los datos a los que se tiene acceso. Ya que los

datos de consumo energético primario se tienen a nivel de estados o países, es

necesario establecer ahí el elemento mínimo para este estudio, y aún así entre

ellos surgen coincidencias que permite agruparlos en macrobloques de países, o

grupos, con los cuales el análisis global se facilita. Como parte de una

investigación posterior habría que descender uno o varios niveles el elemento de

estudio y realizar estudios específicos de necesidad energética, en los diferentes

grupos poblacionales que conforman cada estado o país del estudio, para afinar

aún más el análisis.

4.1.-Expectativas de evolución en la necesidad energética

4.1.1.- Estimación de la población mundial y conformación de los grupos del

estudio.

Parecería que para un estudio de ingeniería energética, el dedicar un apartado

especial al análisis de la población mundial está fuera de lugar, sin embargo,

dado que la discusión demográfica marca dos posturas, al menos, radicalmente

encontradas históricamente, no es un tema que nadie que pretenda crear

perspectivas deba pasar por alto. Además, nuevamente conviene resaltar que el

centro del enfoque de este modelo es, precisamente, el ser humano y por lo

tanto es esencial hacer una buena valoración de dicha variable.

Por sintetizar las dos posturas encontradas en torno al crecimiento

demográfico se puede decir que el conflicto nace en conceptos del orden

filosófico, en los que no se ahondará pero que se reflejan en la apreciación de la

realidad. Por un lado, se tiene a aquellos que ven en la naturaleza un sistema

capaz de adaptar o adoptar los cambios que el ser humano introduzca y que al

mismo tiempo considera que el ser humano es completamente capaz de sortear

las dificultades o adversidades que la naturaleza le presenta y que se adapta a

los nuevos cambios. En definitiva un sistema recíproco, dinámico, pero más

82

importante, imperturbable y perdurable. Desde esta postura, todos los

problemas demográficos o ambientales, son transitorios, entendiendo que el

equilibrio se alcanzará tarde o temprano.

Por el otro lado, se tiene a aquellos que, si bien reconocen la alta capacidad

de adaptación de uno y otro miembro de este simplificado modelo de

convivencia, le encuentran restricciones importantes, como la concepción de la

naturaleza como un ente finito y único, no omnipotente, y además la creencia

que la velocidad de los cambios introducidos altera el resultado. Esto se

resume a entender el crecimiento de la población mundial como un problema

tanto por su velocidad de crecimiento como por su consumo creciente de

medios naturales, claro está sin dilucidar ahora sobre la verdadera esencia de la

naturaleza y su interrelación con el ser humano.

Esta discusión no esta cerrada, y no se resolverá aquí, pero sí se asume la

segunda postura como filosofía de fondo al modelo, pero al mismo tiempo se es

conciente de que el catastrofismo en el que se puede caer si se exagera esta

postura no sólo no es objetivo, sino que perjudica la apreciación social de los

problemas ambientales.

Por todo lo anterior, considero crucial el análisis del crecimiento

poblacional, para iniciar el análisis energético.

La población crece “naturalmente”, o al menos eso se cree, si se hace una

comparación con los animales; ya que nuestro comportamiento general se

reduciría a nacer, crecer, reproducirnos y morir, así que reproducirnos,

regenerarnos, expandirnos, crecer indiscriminadamente puede considerarse

“natural”. A lo largo de millones de años de evolución, parece ser que la meta

principal, o el objetivo de nuestros antepasados ha sido producir una mayor

cantidad de miembros de nuestra especie pero al mismo tiempo el medio

ambiente parecía moderar dicho crecimiento, algo común en otras especies. El

primer punto filosófico que un nuevo tipo de desarrollo, uno sostenible debe

afrontar es precisamente este objetivo primario o primitivo del ser humano, y

superarlo, trascenderlo e incluso, establecer un nuevo objetivo humano, un

83

nuevo paradigma que permita no sólo la existencia de la especie sino su

coexistencia integral dentro del universo.

El ser humano diferenciado, al menos un poco, de los antepasados de los

monos actuales apareció probablemente hace siete millones de años48, época en

la cual estos homínidos alcanzarían poblaciones de apenas decenas de miles de

individuos, y seguramente siendo integrantes del ecosistema con poco impacto

medioambiental. Esto comenzó a cambiar cuando aprendimos a usar

herramientas simples, hace alrededor de 1.7 millones de años, con nuestro

antepasado el Homo habilis, y aunque la población seguramente no creció

demasiado, nuestro papel en el esquema ecológico varió drásticamente ya que

comenzamos a utilizar de modo distinto los recursos naturales, modificándolos

y adaptándonos mejor a entornos cada vez más distintos al que vio nacer a

nuestra especie antecesora.

Hace apenas unos trescientos mil años apareció nuestra especie concreta,

el Homo sapiens sapiens, que comenzó a poblar y modificar realmente todo el

planeta; en franca expansión durante el final de la última era glaciar (hace unos

diez mil años) la población humana podía superar los cinco millones de

individuos. Pero no fue sino hasta unos 8000 años a.C. que descubrimos el uso

de recursos naturales de tal manera que nos ayudaron a crear las

infraestructuras que hoy asociamos con el origen de la agricultura y la

“civilización”, lo que disparó nuestro número hasta las cifras de cientos de

millones (200-300) apenas hace unos 2000 años a.C. La primera gran revolución

de nuestra especie comenzó entonces, con el uso de la agricultura: el

sedentarismo. Pero también trajo consigo, el aumento poblacional y la presión

demográfica sobre el medio ambiente, que pasados algunos miles de años fue la

probable causa de la caída de varias civilizaciones antiguas, como la de

Teotihuacan y la Isla de Pascua, por dar sólo dos ejemplos. La presión de las

aglomeraciones humanas en esa época era reflejada por el medio ambiente a

nivel local o regional, lo que provocaba la depredación de recursos hasta su

48 Diario español “El País” 11 de julio de 2002, y “La Jornada”, México, 12 de julio de 2002.

84

agotamiento y posteriormente el abandono de la zona y la dispersión de la

población a núcleos de asentamiento más o menos cercanos; pero nunca

significó una amenaza medioambiental al crecimiento poblacional a escala

planetaria. La conglomeración en urbes ha acarreado problemas de salud

humana desde la antigua Roma, pero es posible que su apoteosis se diese siglos

después con la proliferación de la peste bubónica, que si bien sí tuvo un efecto

muy significativo en la población europea, no detuvo el aumento poblacional a

nivel global, que llegó probablemente en 1650 a los 500 millones de habitantes y

después se alcanzaron los primeros 1000 millones de seres humanos alrededor

de comienzos del s. XIX.

Parece increíble este crecimiento, pero en realidad –y pese a parecer la

especie más “exitosa” del planeta– el crecimiento humano tenía un ritmo de

duplicación de población de apenas 1500 años49, cosa que cambió drásticamente

a partir del s. XIX cuando se produjeron cambios importantes en la calidad de

vida que tenían que ver con la salud, la producción agrícola, el modelo social

que redujo la tasa de mortalidad50, el incremento de la esperanza de vida, una

mayor comunicación propiciada por la invención de la máquina de vapor, todo

esto disparó la población mundial, con crecimientos de duplicación que

descendió de los 1500 años a apenas más de cien años, por lo que en 1930 se

estima que la población alcanzó los 2000 millones de individuos. A partir de

esta fecha el crecimiento poblacional ha tenido diferentes tasas de crecimiento51

por cortos periodos de tiempo y muy diferenciado por regiones, pero dicha tasa

a nivel global nunca se ha sido negativa, y nos ha conducido a superar los seis

mil millones de habitantes en el año 2000.

49 El ritmo de duplicación es el tiempo, en años, que le toma a una especie doblar el número de sus individuos en un momento dado, de acuerdo a su ritmo de crecimiento. 50 Mortalidad, como el número de defunciones en una población determinada, a diferencia de mortandad que se referiría a las defunciones provocadas por catástrofes naturales, epidemias, guerras, etc. 51 La Tasa de crecimiento poblacional, a nivel mundial, no es más que la diferencia entre las tasas de natalidad y mortalidad, medida en tanto por ciento.

85

Población Mundial últimos 4000 años

0

1000

2000

3000

4000

5000

6000

7000

-2000 -1500 -1000 -500 0 500 1000 1500 2000

Año

Mill

ones

de

habi

tant

es

Figura 4.1.- Estimación histórica de la población humana en los últimos dos cuarto mil años. (el incremento no es en realidad desde 1500, esto es un problema de escala)

Población Mundial últimos 500 años

0

1000

2000

3000

4000

5000

6000

7000

1500 1550 1600 1650 1700 1750 1800 1850 1900 1950 2000

Año

Mil

lon

es d

e h

abit

ante

s

Figura 4.2.- Estimación histórica de la población humana en los últimos quinientos años.

86

La reciente ansia de expansión parece estar en pleno apogeo, y por lo

tanto, parece claro que es necesario estudiar mucho el comportamiento

demográfico del ser humano, sus motivaciones, sus manifestaciones, sus

diferencias sociales, económicas y culturales, y claro sus repercusiones o

consecuencias.

Desde la perspectiva de la ingeniería es importante enfocar el problema

demográfico, no sólo como una realidad tangible del mundo en el que vivimos,

sino que es de vital importancia tenerlo presente en cualquier estudio de

previsión futura. Por tanto, un análisis de perspectivas futuras de consumo

energético debe forzosamente partir de un análisis poblacional serio.

En este trabajo se estimará el crecimiento poblacional entre los años de

1950 y 2050, con intervalos de cinco años (esto es, 21 datos) principalmente a

partir de datos oficiales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)52,

pero con la comparación, análisis y síntesis de datos del Consejo Mundial de la

Energía (WEC, por sus siglas en inglés)53, la Agencia Internacional de la Energía

(IEA, por sus siglas en inglés)54, la Unión Europea (UE), la Administración de

Información de Energía del Departamento de Energía de los EE.UU. (EIA, por

sus siglas en inglés)55 y alguna otra institución regional o estatal para obtener

datos faltantes de países concretos. Cabe aclarar que la homogenización de

datos, tanto en cuestión de conceptos como de unidades, no resultó trivial: no

existe un criterio internacional para este tipo de análisis de síntesis.

Fueron elegidos 50 países para el estudio, considerando principalmente su

población presente y las previsiones futuras. Además se consideraron en el

análisis los datos de la población total mundial como marco de referencia56. Se

52 ONU, World Population Prospects - the 2000 Revision, NY, Population Division-Department of Economic and Social Affairs, 2001. 53 World Energy Council. 54 International Energy Administration. 55 Energy Information Agency. 56 Otros datos totales que suelen citarse así, como ‘América del sur’, ‘países desarrollados’, ‘OCDE’, ‘Asia emergente’, etc no han sido considerados ahora debido a que dichas agrupaciones varían mucho entre las distintas instituciones, ó el año de publicación del estudio,

87

eligieron 19 naciones desarrollados y 23 naciones no desarrolladas. Estos países

de los cinco continentes son:

Europa Asia América África Oceanía

Alemania Arabia Saudita

Argentina Angola Australia

Austria China Brasil Argelia

Bélgica Federación Rusa

Canadá Egipto

Dinamarca Filipinas Chile Etiopía España India Cuba Kenia

Estonia Indonesia Estados Unidos de América

Marruecos

Finlandia Irán México Nigeria

Francia Japón Perú República Democrática del Congo

Grecia Pakistán Venezuela Sudáfrica Holanda Tailandia Irlanda Turquía Italia Vietnam Luxemburgo Polonia Portugal Reino Unido Rumania Suecia Ucrania

Tabla 4.1.- Países considerados en el estudio agrupados por continentes.

El número de naciones involucradas en el análisis se cerró básicamente

por falta de datos de consumo de países en vías de desarrollo57; pero éste no es

un proceso terminado, sigo recopilando datos de naciones diferentes, así como

de las naciones ya consideradas y el paso a seguir con estos datos es tratar de

corroborarlos directamente con la representación del país en cuestión.

por lo que tales agrupaciones se analizarán posteriormente y decidí centrar el análisis en países individuales. 57 Como ejemplo de esta falta de datos ya fuese en población o en consumo energético se puede citar a Afganistán, Sierra Leona, Mali, Sudan, Tanzania, Uzbekistán, etc.

88

En cuanto a los países faltantes, una vez terminada la síntesis de los datos

obtenidos se analizó el porcentaje de la población considerada en este estudio

respecto al total mundial; en 1950 se tiene un 84.21 %, en el 2000 un 81 % y en el

2050 un 71.77 % previsiblemente, que ya es un porcentaje importante para la

consideración de este trabajo global. Geográficamente, la representación en un

mapa terrestre de la distribución de los países considerados para este trabajo

preparatorio es la siguiente:

Figura 4.3.- 50 países considerados en el trabajo (morado). El número de datos recopilados en las instituciones analizadas variaba

enormemente. En general los datos históricos, si bien sí guardaban una relación

cercana entre instituciones analizadas, varían lo suficiente para no considerar

sólo una fuente. Aun así se tomaron los datos de la ONU como base y como

norma de comportamiento. Se desestimaron los datos históricos por debajo del

dato de referencia de la ONU, para trabajar con un margen de seguridad con un

error preferible hacia lo alto que hacia lo bajo. En cuanto a los datos a futuro se

puede decir que es ahí donde más varían los datos, pero aún así traté de seguir

la estimación de la ONU, pero sin despreciar ahora ningún dato. El análisis y

síntesis de los datos consistió en el siguiente proceso:

• Graficar los datos publicados por cada institución.

• Ajuste a curvas de cada familia de datos, obteniendo así datos faltantes a

partir de las ecuaciones de cada curva. Se usaron regresiones del tipo:

89

exponencial, potencial, logarítmico y lineal, según la mejor correlación

entre los datos y su ajuste.

• Se juzgó la similitud entre las distintas tendencias. Descartando datos que

se alejaran de la tendencia predominante. En la mayoría de los casos era

imposible establecer similitudes, por lo que se consideraron todas las

tendencias, aunque fuesen, incluso contradictorias.

• Como tercer y último paso se obtuvo el promedio, la media de todos los

datos, se efectuaron extrapolaciones, ajuste nuevamente a curvas donde

fuese necesario, o bien, una estimación a futuro en base a crecimientos

exponenciales o logarítmicos, e incluso, en casos aislados, una estimación

visual de algún dato faltante.

Este procedimiento se realizó para obtener al final curvas del

comportamiento poblacional, de consumo energético totales y por países. El

resultado en el caso demográfico total es:

90

Población Mundial y Población considerada

6080

2529

10023

4925

2129

7193

0

1000

2000

3000

4000

5000

6000

7000

8000

9000

1000019

50

1955

1960

1965

1970

1975

1980

1985

1990

1995

2000

2005

2010

2015

2020

2025

2030

2035

2040

2045

2050

Mill

ones

de

habi

tant

es

Total - Mundial Total de países registrados:

Figura 4.4.- Población mundial estimada y total de países considerados en el proyecto.

91

Las tablas con todos los datos, de población y de datos energéticos,

del total mundial, total de países registrados y el de la evolución de cada

uno de los 50 países considerados se incluyen en el Anexo I. Como puede

observarse en la figura 4.3, la población mundial alcanzará, según la

estimación, los diez mil millones de habitantes antes de llegar a mediados

de este siglo, lo que implica un aumento demográfico del 400 % en cien

años, algo no registrado desde que el ser humano descubrió la agricultura.

En los próximos cincuenta años la población aumentará en más de la

mitad de los habitantes actuales.

Se suele afirmar que cuando el crecimiento es vertiginoso como éste, la

población sigue un crecimiento exponencial, pero eso sólo es en el caso teórico de

crecimiento poblacional. Al analizar los datos de los 100 años comprendidos en

este estudio (1950-2050), el crecimiento exponencial como tendencia natural no se

encontró, ni en la población total, ni como tendencia generalizada en los casos

individuales por países; lo que sí se encontró mayoritariamente fue una

tendencia logarítmica; lo que implica que en las proyecciones de las instituciones

analizadas plantean de manera tácita que la población tiende a estabilizarse,

después de 2050. Esta claro que el no encontrar una tendencia exponencial en la

población puede deberse a un problema de escala temporal; esto es, que para el

periodo analizado el ajusté de los datos más cercano es a una función logarítmica

pero de haber incluido una mayor cantidad de datos poblacionales en el tiempo,

tal vez desde 1900, es probable que la función exponencial se hubiese ajustado

mejor, como puede inferirse de la tabla 4.2.

La recopilación de los datos demográficos y energéticos hizo evidente que

analizar individualmente 50 países resultaba poco práctico y poco productivo se

decidió buscar coincidencias entre los países analizados y formar grupos de

países que pudiesen funcionar como países modelos o tipo.

Para tal efecto, se decidió incorporar algún factor de análisis que

englobara tanto consideraciones económicas –como es usual–, como

consideraciones sociales y de desarrollo. El factor elegido es el del Índice de

92

Desarrollo Humano (IDH) que elabora el Programa de las Naciones Unidas

para el Desarrollo (United Nations Development Programme, UNDP). Dicho

índice contempla concretamente cuatro aspectos para su cálculo: la esperanza

de vida al nacer, el analfabetismo, la proporción de incorporación escolar en

tres niveles y el Producto Interior Bruto per cápita. De esta manera se

involucran algunos aspectos sociales en la comparación entre naciones.

Además, los reportes de cada país facilitan más datos, como el acceso a

servicios de salud, desnutrición, tendencias poblacionales, porcentaje de

población rural y urbana, índice de fertilidad, acceso a medicamentos, médicos

per cápita, mortalidad infantil, mortalidad de las madres, enfermedades que

afectan a la población como el SIDA, la malaria o la tuberculosis, gasto en

sanidad, en educación, gasto militar, desempleo, inflación, porcentaje de

población en pobreza, crecimiento económico, tipo de comercio, relación entre

importaciones y exportaciones, ingresos según clase y género, comercio de

armas, seguridad, cuestiones de género como la participación política y social

de las mujeres, consumo energético, participación en acuerdos internacionales

políticos y medioambientales, refugiados o desplazados, entre otros.

La selección de siete grupos de países, se realizó bajo dos consideraciones

básicas: el crecimiento poblacional estimado para los próximos 50 años y el

valor del Índice de Desarrollo Humano en el año 2000. De este modo entiende

que cada grupo contempla retos similares de desarrollo ya que parten, en

principio, de condiciones comunes establecidas en el IDH y se enfrentan a un

comportamiento poblacional similar.

P2050/P2000 ∗∗ 100 = % crecimiento P

Ecuación 1.- Crecimiento poblacional por grupo.

Se tomaron cuatro subgrupos para la evolución poblacional, el grupo de

países con alto crecimiento –cuando al menos se duplica la población en 50

años–, el grupo de países que presenta crecimiento pero que puede ir de

moderado a alto –cuando la población crece al menos un 10 % con respecto a la

93

población del 2000 o crece mucho pero sin llegar a duplicarse–, el grupo de la

estabilidad poblacional–cuando la población oscila entre un crecimiento inferior

al 10 % y un decrecimiento no superior al 10%–, y por último el decrecimiento

–con decrementos mayores a 10% con respecto a al población del 2000 en 50

años–. En cuanto al IDH sólo se consideró alto desarrollo o bajo desarrollo, a

partir de un valor de 0.85. Sería posible establecer una segunda división para

aquellos países con un IDH cercano o inferior al 0.5, pero se previó que sólo

traería un aumento en los grupos y no acarrearía mayor precisión en los análisis

posteriores.

Conviene resaltar que se formaron siete grupos de entre los 50 países del

estudio, muy desiguales en tanto que el número de integrantes varía de 17 a 2.

La Tabla 4.1 contempla los datos del IDH para el año 2000 en orden

descendente, junto con el porcentaje de crecimiento poblacional del 2050 con

respecto al 2000, esto determinará el grupo de estudio en el que se les incluyó.

Países del estudio IDH - 2000 % Pob. 2050

respecto a la del 2000

Grupo

Suecia 0.941 109.08 GIIIA Canadá 0.94 144.46 GIIA EE.UU. 0.939 147.78 GIIA Australia 0.939 148.42 GIIA Bélgica 0.939 104.18 GIIIA Holanda 0.935 107.3 GIIIA Japón 0.933 85.83 GIVA Finlandia 0.93 100.77 GIIIA Francia 0.928 110.5 GIIIA Reino Unido 0.928 101.91 GIIIA Dinamarca 0.926 103.02 GIIIA Austria 0.926 97.67 GIIIA Luxemburgo 0.925 127.46 GIIA Alemania 0.925 89.65 GIVA Irlanda 0.925 127.17 GIIA Italia 0.913 80.22 GIVA España 0.913 99.25 GIIIA Grecia 0.885 100.56 GIIIA

94

Portugal 0.88 98 GIIIA Argentina 0.844 144.27 GIIB Polonia 0.833 87.07 GIVB Chile 0.831 149.74 GIIB Estonia 0.826 53.96 GIVB México 0.796 164.16 GIIB Cuba 0.795 97.11 GIIIB Federación Rusa 0.781 71.23 GIVB Rumania 0.775 80.88 GIVB Venezuela 0.77 182.81 GIIB Tailandia 0.762 139.05 GIIB Arabia Saudita 0.759 276.77 GI Brasil 0.757 155.37 GIIB Filipinas 0.754 172.03 GIIB Ucrania 0.748 60.46 GIVB Perú 0.747 206.5 GI Turquía 0.742 158.88 GIIB China 0.726 116.23 GIIB Irán 0.721 176.51 GIIB Argelia 0.697 178.86 GIIB Sudáfrica 0.695 109.22 GIIIB Vietman 0.688 171.44 GIIB Indonesia 0.684 149.62 GIIB Egipto 0.642 173.77 GIIB Marruecos 0.602 175.26 GIIB India 0.577 158.35 GIIB Kenia 0.513 193.21 GIIB Pakistan 0.499 238.84 GI Nigeria 0.462 261.08 GI Rep. Dem. del Congo 0.431 399.49 GI Angola 0.403 403.94 GI Etiopía 0.327 269.43 GI

Tabla 4.2.- Índice de Desarrollo Humano (ONU – UNPD - 2003 ) para el año 2000, crecimiento poblacional en el periodo 2000-2050, y grupo al que pertenece el país en el estudio siguiente.

95

Evolución de los Grupos - 1950-2000

0

25

50

75

100

125

150

175

200

225

250

275

300

325

350

375

400

0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1

IDH

% d

e cr

ecim

ient

o en

50

años

Figura 4.5.- Distribución de los países analizados en el estudio según los grupos con respecto a los dos criterios utilizados. GI – Círculo Rojo, GIIB – Cuadrado Azul, GIIA- Cuadrado Amarillo, GIIIB – Triángulo Verde, GIIIA – Triángulo Azul claro, GIVB – Rombo Verde claro, GIVA – Rombo Morado.

GI

GIIB GIIIB

GIIIA

GIIA

GIVA GIVB

96

La población crece

explosivamente La población crece

moderadamente Población constante Pérdida de población

GI GIIB GIIA GIIIB GIIIA GIVB GIVA IDH<0.85

P2050/2000>200%

IDH<0.85 110<P <200%

IDH>0.85 110<P <200%

IDH<0.85 90<P <110%

IDH>0.85 90<P <110%

IDH<0.85 P2050/2000

<90%

IDH>0.85 P2050/2000

<90% Angola Argelia Australia Cuba Austria Estonia Alemania Arabia Saudita Argentina Canadá Sudáfrica Bélgica Federación Rusa Italia Etiopía Brasil EE.UU. Dinamarca Polonia Japón Nigeria China Irlanda España Rumania Pakistán Chile Luxemburgo Finlandia Ucrania Perú Egipto Francia Rep. Dem. Congo

Filipinas Grecia

India Holanda Indonesia Portugal Irán Reino Unido

Kenia Suecia Marruecos México Tailandia Turquía Venezuela

Vietnam

Tabla 4.3.- Grupos de países y sus integrantes.

Figura 4.6.- Distribución geográfica de los países según los grupos. GI - Rojo, GIIB – Azul, GIIA- Amarillo, GIIIB – Verde, GIIIA –Azul claro, GIVB – Verde claro, GIVA – Morado.

97

Caso 1- Población mundial por grupos

0

2000

4000

6000

8000

10000

12000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

Mill

ones

de

habi

tant

es

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto

Figura 4.7.- Población considerada en el trabajo por grupo. GI - Rojo, GIIB – Azul, GIIA- Amarillo, GIIIB – Verde, GIIIA –Azul claro, GIVB – Verde claro, GIVA – Morado.

98

Analizando concretamente las características demográficas de los siete

grupos formados podemos decir sin lugar a dudas que el problema más

extremo lo presenta el grupo I, conformado por Angola, Arabia Saudita,

Etiopía, Nigeria, Pakistán, Perú y la República Democrática del Congo. En los

próximos años estos países, al menos, duplicarán su población o como en el

caso de Angola, la cuadruplicarán. Las características medias de este grupo en

lo que se refiere a su estructura demográfica y poblacional es:

GI

Población total en el 2000: 432.72 x106 habitantes

% sobre la población total mundial en el 2000: 7.12%

Población en el 2050: 1211.55 x106 habitantes

% sobre la población total mundial en el 2000: 7.12%

% de aumento poblacional: 278% en el 2050 con respecto al 2000

IDH medio 2000: 0.518

Producto Nacional Bruto per cápita: 3230 USD por habitante.

Esperanza de vida al nacer: 55.97 años

Fertilidad (Hijos/mujer): 5.9

% de alfabetismo: 59.4

% de la población con acceso a agua potable: 60.57

% de la población con acceso servicios sanitarios: 54.14

Personas adultas con SIDA (porcentaje de la población total): 3.845

El GI presenta gran divergencia en los datos dado que existe un rango

amplio en el IDH, desde el 0.759 de Arabia Saudita y el 0.403 de Etiopía. En

términos generales los cuatro países de África del grupo se encuentran mucho

peor socialmente que sus otros compañeros de grupo. Como ejemplo de esta

disparidad se puede citar que mientras Arabia Saudita reporta que

prácticamente el 100% de su población cuenta con acceso a servicios sanitarios,

99

en Etiopía el 85 % de la población carece de dicho servicio. Por tanto, los datos

medios del grupo en muchas coacciones favorecen mucho a los países africanos

y desfavorecen a los otros. Otro dato que conviene citar es la estadística de la

proporción de Adultos (entre 15 y 49 años) infectados con el virus del SIDA.

Aquí también se presenta diferencia por continentes, siendo los cuatro países de

África los más afectados, ya que la media es que el 5.65 % de la población

adulta se encuentra infectada por el virus. Esto es simplemente devastador. Los

datos que se contemplan en este trabajo para el continente africano presentan

un sesgo al alza, ya que el patético panorama del alza desmesurada de la

población de hecho es un panorama muy optimista, no en cuanto a crecimiento

poblacional en sí, sino a baja mortalidad en el continente. La ONU anota que las

incertidumbres en este continente son muy grandes y de hecho los datos

tomados como referencia para este proyecto tienen la anotación importante de

estar elaborados sin considerar el impacto del SIDA en el crecimiento de la

mortalidad. Este no es un punto baladí o que pueda rehuirse, las estimaciones

de la ONU para el continente africano contemplan, en un escenario pesimista y

nefasto, más de 35 millones de muertes adicionales sólo en los próximos 15

años, de las cifras presentadas en este trabajo. Esto sería equivalente a la

desaparición para el 2015 de toda la población (la actual y la descendencia

estimada) de Egipto y la República Democrática del Congo. Sin duda la

estimación utilizada para el presente trabajo se encuentra sobre valorada un

poco en este aspecto, tanto para los cuatro países de este grupo como para los

países africanos del grupo GIIB, pero la escogí con la confianza, la ilusión, la

esperanza en que el mundo reaccione y se le proporcione a cualquier enfermo

del mundo los fármacos necesarios para su sobre vivencia, sin condiciones, para

apalear la terrible enfermedad. También conviene resaltar que, si bien los ocho

países considerados para África representan un elevado porcentaje de la

población total del continente, es claro al observar las figuras 4.3 y 4.6 que éste

es el continente que más falta estudiar, y por el que más debemos

preocuparnos. Se puede presuponer que la mayoría de los países africanos no

100

considerados en este estudio podrían incluirse dentro de este grupo, sin

embargo es difícil su inclusión a futuros estudios debido a que la información,

sobre todo energética, para estos países es escasa o nula.

El siguiente grupo analizado el GIIB, es el grupo más numeroso, 17 países,

conformado por aquellos que en el 2000 mostraban un índice de desarrollo

humano menor a 0.85 y su crecimiento poblacional en 50 años será mayor de un

10 % pero que no llegarán a duplicar en dicho periodo la población de

referencia del año 2000. Los países del grupo son: Argelia, Argentina, Brasil,

Chile, China, Egipto, Filipinas, India, Indonesia, Irán, Kenia, Marruecos,

México, Tailandia, Turquía, Venezuela y Vietnam. Los datos más significativos

para este grupo son:

GIIB

Población total en el 2000: 3352.45 x106 habitantes

% sobre la población total mundial en el 2000: 55.14%

Población en el 2050: 4813.33 x106 habitantes

% sobre la población total mundial en el 2000: 48.02%

% de aumento poblacional: 143.57% en el 2050 con respecto al 2000

IDH medio 2000: 0.712

Producto Nacional Bruto per cápita: 5431.24 USD por habitante.

Esperanza de vida al nacer: 68.4 años

Fertilidad (Hijos/mujer): 2.92

% de alfabetismo: 81.7

% de la población con acceso a agua potable: 81.76

% de la población con acceso servicios sanitarios: 76.06

Personas adultas con SIDA (porcentaje de la población total): 1.59

Dentro de este grupo cabe resaltar a los dos países más poblados del

mundo: China e India. Entre ambos contemplan el 37.71 % y el 30.93 % de la

población total en el 2000 y 2050 respectivamente. La política poblacional china

101

prevé un descenso en el crecimiento anual a partir del 2020 al menos, lo cual

provocará que la India se convierta en el país más poblado del mundo a partir

del 2040, ya que para la India no se prevé ningún cambio en su índice de

crecimiento en los próximos 50 años.

El Grupo GIIB, es el más numeroso de este estudio no por casualidad ya

que en realidad puede establecerse que la mayoría de los países en vías de

desarrollo fuera del continente africano se encuentran en condiciones similares

a las de estos países y en futuros estudios el número de integrantes del grupo

seguramente aumentará.

GIIIB

Población total en el 2000: 27.28 x106 habitantes

% sobre la población total mundial en el 2000: 0.897%

Población en el 2050: 29.11 x106 habitantes

% sobre la población total mundial en el 2000: 0.581%

% de aumento poblacional: 103.16% en el 2050 con respecto al 2000

IDH medio 2000: 0.745

Producto Nacional Bruto per cápita: 6960 USD por habitante.

Esperanza de vida al nacer: 64.05 años

Fertilidad (Hijos/mujer): 2.35

% de alfabetismo: 91

% de la población con acceso a agua potable: 90.5

% de la población con acceso servicios sanitarios: 90.05

Personas adultas con SIDA (porcentaje de la población total): sin datos.

Este es el grupo más pequeño del estudio, sólo dos países: Cuba y

Sudáfrica. Además es el más dispar, ya que las coincidencias entre ambos sólo

está en su comportamiento poblacional, que podríamos definir como de

estabilidad. La población de Sudáfrica se prevé que aumente apenas un 9 %

sobre la del año 2000 en 50 años, y la población Cubana en el mismo período

102

descendería un 3 %. Pero en los demás indicadores las coincidencias se

minimizan, agrupándose en sus altos servicios a la población en general, como

el alto número de alfabetismo, el alto porcentaje de la población con agua

potable y servicios sanitarios, pero en tanto a la esperanza de vida, el PNB per

cápita, la fertilidad y el % de personas adultas con SIDA, los datos se separan

considerablemente. En realidad, al analizar sus características de forma general

es posible que Sudáfrica sea más afín al grupo GIIB y Cuba al GIVB, pero el

criterio establecido en un principio de elegir un grupo con variaciones

poblacionales entre un más menos 10% de variación en 50 años, los distingue

sin duda y dado que es muy poco común que países con bajo índice de

desarrollo humano presenten este panorama de estabilidad poblacional se

mantiene el estudio específico de este grupo, porque considero que es

probablemente un estado de transición entre los distintos grupos analizados en

su proceso de desarrollo.

GIVB

Población total en el 2000: 257.9 x106 habitantes

% sobre la población total mundial en el 2000: 4.24%

Población en el 2050: 186.42 x106 habitantes

% sobre la población total mundial en el 2000: 1.86%

% de aumento poblacional: 72.28% en el 2050 con respecto al 2000

IDH medio 2000: 0.793

Producto Nacional Bruto per cápita: 7546.6 USD por habitante.

Esperanza de vida al nacer: 69.58 años

Fertilidad (Hijos/mujer): 1.3

% de alfabetismo: 99.36

% de la población con acceso a agua potable: 64.07

% de la población con acceso servicios sanitarios: 64.27

Personas adultas con SIDA (porcentaje de la población total): 0.75

103

El grupo GIVB es un grupo uniforme en datos demográficos, integrado

curiosamente por países de lo que se llamó el bloque socialista, como: Estonia,

Federación Rusa, Polonia, Rumania y Ucrania. La tendencia demográfica clara

en este grupo es la disminución de la población provocada por el bajo índice de

fertilidad y la migración esperada en estos países. El caso más llamativo, y

preocupante es el de Estonia a la que las predicciones le auguran perder casi la

mitad de la población del año 2000 en 50 años. Pese a tener un bajo índice de

desarrollo humano, el grupo GIVB es el que mayor índice tiene de entre los

cuatro grupos hasta ahora estudiado. El porcentaje de Alfabetismo y la

esperanza de vida al nacer son altas, sin embargo, el PNB y los porcentajes de

población con agua potable y servicios sanitarios siguen siendo bajos. Esto se

debe al fuerte descenso económico que provocó la caída del antiguo bloque

socialista. La recuperación de los servicios sociales y de la economía de países

en estas condiciones no es tan preocupante como otros grupos estudiados

principalmente porque la población es pequeña y la distancia con respecto a

niveles de vida aceptables no es tan acuciada como en el grupo GI, por ejemplo.

GIIA Población total en el 2000: 327.31 x106 habitantes

% sobre la población total mundial en el 2000: 5.38%

Población en el 2050: 481.96 x106 habitantes

% sobre la población total mundial en el 2000: 4.8%

% de aumento poblacional: 139.06% en el 2050 con respecto al 2000

IDH medio 2000: 0.934

Producto Nacional Bruto per cápita: 33520.4 USD por habitante.

Esperanza de vida al nacer: 77.74 años

Fertilidad (Hijos/mujer): 1.8

% de alfabetismo: 99

% de la población con acceso a agua potable: 100

% de la población con acceso servicios sanitarios: 100

Personas adultas con SIDA (porcentaje de la población total): 0.256

104

El grupo GIIA es el grupo que presenta el mayor índice de desarrollo

humano, con un valor de 0.934 en el año 2000. Lo integran países como:

Australia, Canadá, Estados Unidos de América, Irlanda y Luxemburgo. Su

comportamiento poblacional se caracteriza por un aumento, de moderado a

alto, en 50 años. Es interesante resaltar que en estos países se puede diferenciar

claramente dos estratos sociales en cuanto al comportamiento demográfico; en

términos generales la población presenta un bajo índice de fertilidad, sin

embargo en todos estos países se prevé un aumento poblacional contando

principalmente con el flujo migratorio, que por un lado aumenta en números

absolutos la población y por otro el índice de fertilidad de los emigrantes es

muy superior al de la población local. Para los países de este grupo, como para

los del GIIA y GIVA, los indicadores sociales tales como el porcentaje de

alfabetismo, población con acceso a agua potable y servicios sanitarios, o la

esperanza de vida al nacer, son siempre altos o muy altos, y la diferencia entre

estos grupos se hace sólo por su comportamiento demográfico y su PNB per

cápita, que aún siendo altos en los tres, si presenta diferencias apreciables.

GIIIA

Población total en el 2000: 232.64 x106 habitantes

% sobre la población total mundial en el 2000: 3.83%

Población en el 2050: 241.93 x106 habitantes

% sobre la población total mundial en el 2000: 2.41%

% de aumento poblacional: 102.9% en el 2050 con respecto al 2000

IDH medio 2000: 0.921

Producto Nacional Bruto per cápita: 23408.6 USD por habitante.

Esperanza de vida al nacer: 77.89 años

Fertilidad (Hijos/mujer): 1.52

% de alfabetismo: 98.09

% de la población con acceso a agua potable: 100

% de la población con acceso servicios sanitarios: 100

Personas adultas con SIDA (porcentaje de la población total): 0.246

105

El segundo grupo en número de integrantes es el GIIA, conformado por la

mayoría de los países europeos del estudio: Austria, Bélgica, Dinamarca,

España, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Portugal, Reino Unido y Suecia.

Además de contar con un elevado índice de desarrollo Humano, la

particularidad de este grupo es su “estabilidad” demográfica, ya que en

términos generales ninguno de los países que integran este grupo prevé un

aumento o una disminución significativa en su población, principalmente por

un índice de fertilidad bajo y la esperanza de una migración controlada y

moderada.

GIVA

Población total en el 2000: 267.54 x106 habitantes

% sobre la población total mundial en el 2000: 4.4%

Población en el 2050: 229.51 x106 habitantes

% sobre la población total mundial en el 2000: 2.29%

% de aumento poblacional: 98.8% en el 2050 con respecto al 2000

IDH medio 2000: 0.924

Producto Nacional Bruto per cápita: 25161 USD por habitante.

Esperanza de vida al nacer: 79.06 años

Fertilidad (Hijos/mujer): 1.3

% de alfabetismo: 98.8

% de la población con acceso a agua potable: 100

% de la población con acceso servicios sanitarios: 100

Personas adultas con SIDA (porcentaje de la población total): 0.235

El segundo grupo con menor número de integrantes es el GIVA,

conformado por: Alemania, Japón e Italia. Se caracteriza porque sus

previsiones demográficas aún con emigración es de un descenso poblacional

moderado en 50 años. Su alto índice de desarrollo humano se sustenta en alto

alfabetismo y un alto PNB per cápita, su esperanza de vida al nacer es alto

también y se presupone un alto porcentaje de población con acceso a agua

106

potable y servicios sanitarios, pero en el reporte de la ONU no especificaba

estos datos para estos tres países.

Los indicadores demográficos y sociales medios para los 7 grupos

estudiados son:

Pob. del grupo

2000 X106 hab

Pob. del grupo

2050 X106 hab

% part. del grupo en el total mundial

200058

% part. del grupo en el total mundial

2050

Crecimiento P2050/P2000

%

IDH 2000

GI 432.72 1211.55 7.12 12.09 293.71 0.518 GIIB 3352.45 4813.33 55.14 48.02 143.57 0.712 GIIIB 54.56 58.23 0.897 0.581 103.16 0.745 GIVB 257.9 186.42 4.27 1.86 72.28 0.793 GIIA 327.31 481.96 5.32 4.8 139.06 0.934 GIIIA 232.64 241.93 3.83 2.41 102.9 0.921 GIVA 267.54 229.51 4.4 2.29 85.23 0.924

Tabla 4.4.- Tabla 1 de indicadores demográficos y sociales de los siete grupos.

% de Alfabetismo

PNB per cápita

(USDpp)

Esperanza de vida al

nacer (años)

% de la población con agua potable

% de la población

con servicios sanitarios

Fertilidad (Hijos por

mujer)

Personas adultas

con SIDA % sobre la población

total

GI 59.4 3230 55.97 60.57 54.14 5.9 3.85 GIIB 81.7 5431 68.4 81.76 76.06 2.92 1.59 GIIIB 91 6960 64.05 90.5 90.5 2.35 - GIVB 99.36 7547 69.58 64.07 64.27 1.3 0.75 GIIA 99 33520 77.74 100 100 1.8 0.256 GIIIA 98.09 23409 77.89 100 100 1.52 0.246 GIVA 98.8 25161 79.06 100 100 1.3 0.235

Tabla 4.5.- Tabla 2 de indicadores demográficos y sociales de los siete grupos.

De la tabla 4.4 cabe resaltar que el GI es el único que aumenta su

participación porcentual en el 2050 lo cual es lógico dado el alto índice de

crecimiento poblacional que presentan, y resalta nuevamente la preocupante

situación a la que se enfrentan estos países. En la tabla 4.4 se aprecian

claramente las diferencias sociales entre los grupos del estudio, sobre todo

58 Los porcentajes no suman 100% ya que no se incluye al resto de países, no considerados en el estudio, y que corresponden al 18.99% en el 2000 y 27.95% en el 2050 sobre el total mundial.

107

entre aquellos que cuentan con un alto (A) índice de desarrollo y aquellos que

tienen un bajo (B) índice. Comparar los valores extremos, por ejemplo en

esperanza de vida al nacer, y corroborar que solo por nacer en uno u otro lugar

las personas en términos generales vivirán más de 20 años de menos o de más

que otro semejante es pasmoso. A continuación muestro algunas graficas con

los datos anteriores para visualizar las correlaciones presentes. Conviene

resaltar previamente la gráfica 4.8 que muestra la correlación entre el

crecimiento poblacional previsto y el IDH, ya que estos dos parámetros dan

origen a la conformación de grupos.

Comparación del crecimiento poblacional estimado y el Índice de

desarrollo Humano

0

50

100

150

200

250

300

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA

%

0

0.2

0.4

0.6

0.8

1

IDH 2000 Crecimiento P2050/P2000 (%)

Figura 4.8.- Comparación del crecimiento poblacional y el IDH.

108

Comparación del % de Alfabetismo y el Índice de desarrollo Humano

0

20

40

60

80

100

120

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA

%

0

0.2

0.4

0.6

0.8

1

IDH 2000 % de Alfabetismo

Figura 4.9.- Comparación del % de Alfabetismo y el IDH.

Comparación del PNB per cápita y el Índice de desarrollo Humano

0

5000

10000

15000

20000

25000

30000

35000

40000

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA

USD

per

cáp

ita

00.10.20.30.40.50.60.70.80.91

IDH 2000 PNB por persona (USD per cápita)

Figura 4.10.- Comparación del PNB per cápita y el IDH.

109

Los tres gráficos anteriores muestran las tendencias generales de los otros

indicadores en relación con el IDH. Es fácil prever que al comparar el IDH con

la fertilidad, la gráfica sea casi igual a la del crecimiento poblacional, mientras

que si se compara el IDH con la esperanza de vida, el comportamiento es muy

parecido al observado con el porcentaje de Alfabetismo. Lo mismo ocurre con

el porcentaje de la población con acceso a agua potable y servicios sanitarios,

que comparten la tendencia con el IDH con el porcentaje de Alfabetismo pero

con una desviación en el GIVB, como se muestra en la gráfica 4.10. Por otro

lado se verá más adelante como la relación que muestra el IDH con el PNB per

cápita se repite cuando se analizan los indicadores energéticos, como el

consumo energético per cápita, la emisión de CO2 por habitante, y claro la

intensidad energética de cada grupo.

Comparación del consumo energético primario per cápita y el Índice de desarrollo Humano

0.00

50.00

100.00

150.00

200.00

250.00

300.00

350.00

400.00

450.00

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA

GJ

per

cápi

ta

0

0.1

0.2

0.3

0.4

0.5

0.6

0.7

0.8

0.9

1

IDH 2000 Consumo energético per cápita del grupo 2000 (GJ/hab)

Figura 4.11.- Comparación del consumo energético per cápita y el IDH. 4.1.2. El consumo energético mundial

110

El primer gran problema al que me enfrenté para analizar los datos energéticos

entre instituciones es la nomenclatura; que en realidad conduce al cálculo

particular subyacente que cada institución tiene para obtener los datos que

publican. Dos conceptos con el mismo nombre se calculan de distinta forma

entre las instituciones consideradas, y claro está la diferencia entre países es

todavía mayor. Así que se debe considerar que las palabras: producción,

consumo, suministro, demanda, oferta y sus múltiples equivalentes en otros

idiomas, pueden ser sinónimos o antónimos, no basta con buscar aquellos datos

de producción de energía por ejemplo, siempre habrá que revisar a qué se

refiere la institución analizada con ‘producción’ por ejemplo. Además, también

hay diferencia entre los conceptos de: nacional, regional, total, global, general,

por países, por sectores, por agrupaciones de países, por combustible, etc. Todo

esto no plantea un problema serio pero si un retraso colosal en el proceso de

análisis y diferenciación de aquellos datos que pueden o no compararse.

Lo que se requiere para un estudio como el que plantea este trabajo, es el

consumo energético total de cada nación (CE) que se refiere al balance final de

energía entre lo producido en cada país (P), las importaciones (I), las

exportaciones (E), los depósitos (D) y las reservas (R) que el país posea, aunque

éste no es un cálculo generalizado entre las instituciones internacionales, por

diversas razones, entre las que se encuentran la de omitir alguno de los

términos anteriores o el considerar producción propia un energético primario

que en realidad es de importación, por ejemplo.

El consumo energético de un estado o región puede obtenerse por tanto

de la siguiente manera:

CE = P + I + D + R - E

Ecuación 2.- Cálculo usual del Consumo Energético.

Dadas las incertidumbres entre instituciones, en este trabajo se

considerará el dato más alto reportado por cada institución y calculado más o

menos acorde a lo anteriormente expuesto, ya que es el consumo energético

111

que cada país hace para satisfacer las necesidades de sus habitantes, de uno u

otro modo. Generalmente los datos reportados tienden a ser menores de lo real

dado que los ajustes se hacen hacia abajo, por lo que la cifra reportada alta

generalmente incluye todos los rubros anteriores, salvo en el caso de los países

productores de energéticos en donde el dato de producción supera por mucho

al del consumo interno, pero los datos de producción mundial de energéticos si

son fácilmente contrastables, porque actualmente es de lo que más se reporta.

Las instituciones analizadas para el consumo energético fueron el WEC, la

EIA, la IEA, la UE, la ONU en concreto el PDNU, el Instituto de Recursos

Mundiales (World Resources Institut, WRI) y el reporte de Petróleo Británico

(British Petroleum, BP), reportes específicos por nación proporcionados en la

red por el ministerio encargado de los balances energéticos en cada país, y

también reportes específicos sobre el consumo mundial o regional de

determinados energéticos. Con todos los datos recopilados y analizados de

igual manera que con los datos demográficos se consiguió obtener lo que

denominó: caso de referencia. Esta perspectiva del futuro energético es un

resumen o una síntesis de aquellas perspectivas bases barajadas por las

instituciones antes mencionadas, y por lo tanto, lo que consideran probable que

suceda. Esto se abordó con mayor precisión en el capítulo II. Los datos

recopilados para esta opción son los primeros en formar el modelo energético.

Pese a la cantidad de fuentes de información, en general, para esta etapa

del trabajo se contó con muchos menos datos que en el análisis de población,

sobre todo en los países de África, América del Sur, Asia y Europa del Este. Me

parece que esto se debe a dos razones: la primera es la carencia de datos fiables

para estos países, ya que muchas veces el propio país no genera dichos datos, y

la segunda es también un desinterés por parte de las instituciones por ciertos

países, como se comentará más adelante.

Los cálculos de la estimación recogida en este trabajo se realizaron de la

misma manera que la expuesta con anterioridad para el cálculo de la estimación

de población, con la salvedad de que ahora no se descartó ningún dato o

112

tendencia; por un lado porque se contaba con pocos datos y por otro lado,

porque por norma general, no se observó ninguna coincidencia de

comportamiento entre las instituciones, por ejemplo, para algunos países el

WEC presentaba abundancia de datos mientras que la EIA, por ejemplo,

reportaba pocas cifras y completamente distintas, fruto de cálculos distintos; en

otros casos coincidían ambas instituciones hasta en los decimales y los años que

se reportaban. Uno de los reportes más citados para datos energéticos es el

reporte anual de BP, seguramente dada su accesibilidad en el red. También

destaca la EIA del Departamento de Energía de los EE.UU. (DOE) que es el

segundo más citado.

La intención inicial del trabajo era sólo analizar los consumos

históricos, pero se incluyó el análisis de las proyecciones elaboradas por

las instituciones como referencia; aunque como ya se mencionó estas

proyecciones se hacen principalmente siguiendo criterios económicos de

crecimiento, y las que se pretende elaborar tendrán otro enfoque de

partida, el humano. Los datos de consumo energético estimados en este

proyecto para los 50 países del estudio son los siguientes:

113

Consumo energético Mundial y de los grupos considerados

516

623

732

429

498

579

670

419

151

1020

861

367

141

784

0

100

200

300

400

500

600

700

800

900

1000

19501955

19601965

19701975

19801985

19901995

20002005

20102015

20202025

20302035

20402045

2050

X 1

0^18

J

Total - Mundial Total de países registrados:

Figura 4.12.- Evolución del consumo energético mundial. (Se recomienda la comparación con la figura 4.4 de la página 90)

114

Caso 1 - Consumo energético Mundial por grupos

0

100

200

300

400

500

600

700

800

900

1000

1100

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x 10

^18

J

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto

Figura 4.13.- Consumo energético por grupo. GI - Rojo, GIIB – Azul, GIIA- Amarillo, GIIIB – Verde, GIIIA –Azul claro, GIVB – Verde claro, GIVA – Morado. (Se recomienda la comparación con la figura 4.7 de la página 97)

115

El análisis de las expectativas de crecimiento que muestran las

instituciones analizadas arroja las siguiente conclusiones: El consumo

energético total mundial ha sufrido un incremento impresionante, con un

comportamiento exponencial claro, según el cuál casi se septuplicará el valor de

partida en 1950 dentro del margen de los cien años analizados.

El consumo mundial en los últimos cincuenta años se ha triplicado (un

aumento del 278%) y aunque la estimación futura prevé un crecimiento algo

menor, éste también es del 243%. Estos datos hacen claro que el crecimiento en

el consumo es mayor que el crecimiento poblacional, por lo que no es

aventurado asegurar que las necesidades energéticas de la sociedad aumentan

no sólo siguiendo el aumento demográfico sino a un factor extra, que muy

probablemente se el modelo vinculado al estilo de vida de la población que

aumenta su demanda con el tiempo; esto será más evidente al analizar los

consumos per cápita entre grupos.

Por ahora es conveniente resaltar que el crecimiento previsto en el

consumo implica la creación de infraestructura energética mundial

equivalente al doble de la actual, sin considerar la sustitución de instalaciones

obsoletas que deben ser reemplazadas, lo cual es un esfuerzo nada desdeñable

para el mundo, no sólo por la infraestructura material en sí y el doble dispendio

de recursos energéticos, sino porque implica, además, un esfuerzo de

planificación estratégica energética que debe ser muy responsable y

consciente de las tensiones medioambientales, sociales y políticas.

Cada país tiene dificultades y condiciones que merecen un estudio

específico, particular y característico, pero es necesario examinar primero el

contexto global para elaborar una efectiva estrategia sostenible a nivel mundial,

que por claro, sería la única manera de conseguir la verdadera sostenibilidad.

Por lo tanto, el análisis por grupo para establecer modelos energéticos tipo, es el

primer paso en la determinación de las necesidades energéticas que permitirán

elaborar los modelos de desarrollo sostenible adecuados tanto global, como

particularmente.

116

Analizando la evolución probable registrada por mayoría de la

instituciones analizadas, se puede observar que el GI no representa un alto

porcentaje en el consumo mundial, ni en el 2000, ni en el 2050. Su porcentaje de

participación en el consumo total mundial para dichos años es de 3.42 y 3.07%

respectivamente. Como se puede observar pese a ser el grupo de países que

presenta el mayor aumento poblacional su participación energética no sólo no

subirá sino que descenderá con respecto a su situación actual, dentro de las

previsiones económicas probables que se han tomado como referencia.

El GIIB por el contrario es el único grupo que aumenta su participación

porcentual en el consumo energético mundial entre el 2000 y el 2050: 27.99 y

32.8% respectivamente. Es lógico no sólo porque es el grupo con mayor número

de países en este estudio, sino porque cuenta con dos de los países que se

espera más aumenten su demanda de energía en los próximos años, China e

India. En general el se prevé que el grupo al menos triplique su consumo

energético en 50 años, lo cual representa un gran esfuerzo en construcción de

infraestructura energética. Aún así, como se verá más adelante, el consumo

energético per cápita de este grupo no logra situarse en el 2050 en los niveles

que presentan los grupos con un alto índice de desarrollo humano en el 2000.

El pequeño grupo GIIIB apenas registra una participación perceptible en el

consumo energético mundial, 1.14% en el 2000 y 0.912% en el 2050, dado que

solo cuenta con dos integrantes, sin embargo, su consumo energético se espera

que se dupliqué en dos años, lo que en comparación con otros países de su

entorno geográfico es un crecimiento moderado.

El Grupo GIVB presenta una gran caída en su consumo energético en la

década de los noventa, provocado, según los economistas, por la caída

económica de todo el bloque socialista. En la gráfica 4.13 es muy apreciable

dicho descenso en la franja color verde claro. En la década de los noventa la

participación del grupo en el consumo mundial de energía era del 18.55%, diez

años después había caído a 11.85% sólo por la disminución en su consumo, y

aunque se prevé que la recuperación económica de estos países consiga

117

aumentar de manera continua su consumo energético hasta alcanzar

nuevamente los niveles de 1990 en términos absolutos, es el grupo que menos

aumenta de manera porcentual su consumo energético, apenas un 157% con

respecto a su consumo en el año 2000, con lo cual su participación en el

consumo mundial será del 6.46%.

El grupo GIIA que en el año 2000 presentaba el mayor porcentaje de

participación en el consumo energético mundial con un 32.5%, desciende a una

participación de 19.41 %, siendo el segundo grupo con mayor participación en

el 2050. Esto se debe a que el aumento en su consumo, un 172% con respecto al

del 2000 es inferior al aumento global de 243 %. Pero cabe resaltar que sólo

cinco países conforman este grupo y que el 85% del consumo del grupo se

concentra en un solo país, EE.UU.

El grupo GIIIA presenta el menor crecimiento en el consumo energético de

entre los grupos con alto índice de desarrollo humano. Su consumo energético

en el año 2050 es 164.5 % el del consumo en el 2000. Su participación en el

consumo mundial pasa de 11% en el año 2000 a 6.3 % en el 2050. Es importante

resaltar que en este grupo se encuentra el único país, dentro de los 50

analizados para este trabajo, cuyas perspectivas energéticas contempla una

disminución en el consumo energético en los próximos 50 años: Suecia,

seguramente porque apuesta por la eficiencia energética y por un cambio en el

modelo de consumo, lo cual es alentador. Dinamarca seguirá una tendencia

similar, sólo que su consumo permanece casi constante a partir del 2000 hasta

aumentar un poco hacia el 2050. Pero la disminución en el consumo debería ser

una tendencia generalizada, si es que la política mundial en términos

energéticos tendiese hacia la sostenibilidad.

Por último, el grupo GIVA que en el año 2000 participaba en el consumo

mundial con un 12.14 % disminuye su participación en el 2050 al 7.88%. Aún así

es casi el 8 % del consumo global concentrado en tres países solamente. El

consumo energético del grupo en el año 2050 representa un 187% su consumo

en el 2000, de este aumento participa especialmente Japón que presenta un

118

consumo en el 2050 que es más del doble que el que presentaba en el 2000, y su

participación en el consumo total del grupo es superior al 60% en el 2050.

Los datos expuestos dan una idea de un sobre consumo mundial de

energía y su relación con la sostenibilidad, pero en realidad sólo con el análisis

del consumo es imposible establecer ese criterio así como el definir el consumo

mínimo de una nación. El consumo medio del grupo o mundial, tampoco sirve

de mucho para definir un consumo óptimo, ya que la gran disparidad entre

países desarrollados y subdesarrollados hace inútil la equiparación a tal cifra,

que además desatiende las particularidades en el consumo de cada nación. Lo

que sirve para encontrar un nivel de consumo óptimo, primero es analizar el

patrón de consumo de cada país, después cambiarlo elaborando un modelo

energético sostenible, opciones que se abordarán en el estudio de los casos.

4.1.3. Análisis del modelo energético por grupo59

El consumo energético de cada grupo no es sino el reflejo, o la

consecuencia, del modelo energético que cada conjunto de países ha adoptado

históricamente. El conjunto de factores que conforman el modelo energético de

cada nación, y por ende, de cada grupo son varias, pero para la caracterización

de este trabajo se tomarán en cuenta tres: el consumo energético per cápita, los

sectores de consumo energético y la cesta energética. Antes de analizar estos

tres factores energéticos en cada grupo del estudio, conviene por un lado

comentar la definición de cada uno de estos conceptos y mostrar el

comportamiento mundial de estos factores para tenerlo como punto de

comparación.

El consumo energético per cápita no es otra cosa que el consumo total de

energía dividido entre el número de habitantes de cada país y se consiguió con

los datos de consumo energético y población que ya se han discutido, ya que no

todas las instituciones reportan el dato concreto del consumo energético per

59 Debo aclarar que aquí se utiliza modelo, como patrón o esquema energético.

119

cápita, sin embargo sí hay algunas que lo hacen, pero puntualmente para años

aislados, y nunca en una análisis de su evolución. En sí mismo es una media del

consumo energético de la población de cada país, dentro del cual habrá

habitantes con un consumo superior y otros con un consumo inferior a esta

media, por lo cual se sobrentiende que para un análisis fiel del consumo

energético de cada país habrá que estudiar más a fondo en cada nación; sin

embargo, para hacer comparaciones regionales y globales, es suficiente.

Los sectores de consumo energético surgen al evaluar los distintos sectores

reportados en los documentos analizados para este trabajo y aunque, muy a mi

pesar, se relacionan con los llamados sectores económicos de la producción,

cabe hacer hincapié en que se debe hacer un análisis posterior basado en sectores

de uso de energía; pero esto es algo que se discutirá en las conclusiones. El primer

problema con los sectores elegidos se presentó cuando el concepto de consumo

por sectores que se encuentra no es el mismo que el que se ha venido usando en

este trabajo, ya que en términos generales el consumo por sectores al que se

refiere la bibliografía del tema no es el consumo de energía primaria, sino el

gasto de energéticos que realiza cada “sector económico de la producción”. La

diferencia entre el consumo primario y el consumo por sector está en las

pérdidas de energía dada la baja eficiencia de generación, el transporte y la

distribución de la energía; así que una diferencia entre el dato de consumo de

energía primaria o producción de energía primaria (como se suele exponer) y el

consumo final de energía, nos daría la energía perdida o energía disipada,

principalmente, en forma de calor al medio. En mi opinión si no se incluye en

los reportes las pérdidas es para no hacer evidente algo que de todas maneras

en los círculos técnicos es por demás sabido, que la pérdida de energía es

brutal60; o bien para cubrir errores en las cifras o errores de cálculo. En los

60 Desde una perspectiva completamente teórica, la segunda Ley de la Termodinámica marca el límite superior para cualquier transformación de energía; en la práctica de la generación de la energía actual se utiliza principalmente tecnología basada en intercambios energéticos térmicos que, en términos de la 2ª Ley, tienen una de las peores relaciones entre energía aprovechada y energía disipada, a lo que se suman las pérdidas en el transporte y uso final de dicha energía; en

120

reportes analizados muchas veces se nombra a estas pérdidas como “uso de

transformación” y se suele contabilizar en ellas las pérdidas de transformación,

las pérdidas en trasmisión y distribución, los usos propios del sector energético,

y también suele considerarse incluso las “diferencias estadísticas” que son todos

los errores debidos a aproximaciones y redondeos que provocan que las cifras

no cuadren al final. En el presente trabajo el sector pérdidas se incluye en el

consumo humano. Si bien es cierto que el ser humano no puede “utilizar” esta

energía disipada es gracias a la utilización de la energía total que se pierde, por

lo que es inevitable; y dado que representa una buena porción del agotamiento

de los recursos energéticos del planeta, obviarlo o eludirlo, por inevitable que

sea, no es realista y puede provocar errores en la elaboración de las estrategias

energéticas acordes al desarrollo sostenible. Este sector se calculó haciendo

precisamente la diferencia entre el consumo primario, o producción primaria, y

el consumo total de los sectores económicos reportados; esto es el consumo

final, y se reporta como “Pérdidas”.

Si la información sobre el consumo energético total era escasa, la

información sobre el consumo energético por sectores es todavía menor y es

difícil de contrastar entre fuentes, no sólo por ser insuficiente sino porque los

pocos datos que existen suelen ser distintos, incluso en algunos casos

completamente contradictorios, ya que cada organismo internacional o cada

Estado elabora la agrupación o conformación por sectores de manera distinta,

no sólo en cantidad de sectores y sus nombres, sino también la conformación de

sectores con idéntico nombre varían según quien lo publique. No existe un

criterio internacional generalizado que sea utilizado por los estados para

considerar cuales y cómo serán calculados los distintos sectores energéticos. La

principal fuente de información en este punto en concreto fue la WEC, aunque

se contrastó esta fuente con los reportes nacionales cuando fue posible. Lo que

no es posible era tratar de obtener medias utilizando distintas instituciones, sólo

definitiva el aprovechamiento final que una persona hace hoy en día es del 30 al 40% de la energía total original, esto es se desperdicia hasta un 70%.

121

es posible corroborar tendencias en los distintos usos según países o regiones.

Los sectores de consumo que los organismos estudiados utilizan y analizan son:

WEC EIA UE SE México Industria Industria Industria Industria Transporte Agricultura61 Transportes Agrícola Otros sectores62 Transporte Residencial Doméstico Usos no energéticos

Residencial Terciaria Servicios

Comercial Comercial

Tabla 4.6.- Comparación de los distintos nombres utilizados para los sectores de consumo energético.

Los datos se obtuvieron para los países individualmente, pero no es

común encontrar reportes por sectores de consumo energético para regiones o

agrupaciones de países y de hecho sólo se encontró un documento de la IEA63

que expusiera el reparto del consumo final mundial por sectores.

La cesta energética se refiere a los distintos energéticos de los que se vale

un país para cubrir la demanda de energía. A diferencia con los sectores

energéticos la mayoría de los reportes internacionales y propios de cada país

suelen hacer hincapié en este punto, no sólo dando datos de años aislados sino

que de una manera u otra informan sobre la evolución del uso de los distintos

energéticos. También es relativamente fácil encontrar reportes sobre

energéticos específicos, por ejemplo el petróleo, que hacen mención sobre el

consumo de dicho energético en distintos países y en distintos periodos, así que

la información es extensa. La dificultad presentada en este punto fue

nuevamente que muchas veces la información reportada entre instituciones

puede ser incluso contradictoria, por lo que el análisis debió ser exhaustivo,

aunque conviene aclarar que las principales fuentes de información fueron los

balances energéticos nacionales, en el caso de ser estos accesibles por la red, y

61 En algunos documentos agricultura es incluida en el sector industria, en otras en el de “otros sectores”. 62 En algunos documentos este sector se divide en dos: residencial y comercial. 63 IEA, Key World Energy Statistics, 2001, pp. 36 y 37.

122

los informes de la EIA y BP. Considerado los datos mundiales el modelo

energético en el que se basa el planeta es el siguiente:

Consumo energético per cápita

0

50

100

150

200

250

300

350

400

450

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

GJ/

hab

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA

Figura 4.14.- Evolución del consumo energético per cápita de los grupos analizados.

123

Sectores de consumo energético mundial 2000

24.7%

20.1%

26.2%

2.6% 26.4%

SI ST OS UNE P

Figura 4.15.- Estructura de los sectores de consumo energético mundial.

Consumo energético por energético 2000

38.8%

18.3%

19.6%

4.8%3.8% 14.7%

Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros

Figura 4.16.- Estructura de la cesta energética mundial 2000.

124

El análisis de la figura 4.14 resalta que el consumo per cápita de los países

analizados es mayor que el consumo energético per cápita mundial, tendencia

contraria a las otras gráficas totales (4.7 y 4.13). Eso se debe a que para este

proyecto se ha considerado casi todos los países calificados como

“desarrollados” y precisamente la mayoría de los países no considerados son

los países con el menor consumo energético mundial como muestra la curva

verde.

Conviene señalar dos secciones claras en las tres funciones: la histórica y

la proyectada a futuro. En la segunda sección se presenta un elevado aumento

del consumo per cápita, pero hay que resaltar que dadas las incertidumbres -

comentadas con anterioridad– de las proyecciones futuras, tanto en población

como en consumo energético, se deba tomar su certidumbre con cautela, de lo

contrario se podría pensar con ligereza que en general en el futuro cada vez

una mayor proporción de la población verá satisfechas muchas de las

necesidades energéticas que les aquejan. Sin embargo, me parece más

reveladora la sección histórica de las funciones que presenta un crecimiento

mucho más moderado, que tal vez sea más real, y que reflejaría no una

estabilización del estado actual, sino un crecimiento en la diferencia entre

aquellos países que aumentan su consumo energético satisfaciendo cada vez

más las necesidades de una población relativamente pequeña, y aquellos países

en los que aumenta cada vez más la población y cada vez ven satisfechas

menos necesidades. Conviene aclarar que la curva que representa el consumo

energético del conjunto de países no considerados en el proyecto que presenta

un aumento desmesurado en la década de los noventa, no se presenta como un

dato reflejado en ningún otro trabajo analizado, como las otras dos curvas se

obtuvo a partir de los datos de población y consumo energético si verificado,

pero al ser un grupo de países cuyos datos se calculan básicamente con la

diferencia entre lo reportado como totales mundiales y lo calculado para los 50

países. Lo que para mi evidencia el comportamiento de esa diferencia es que la

mayoría, si no la totalidad, de los reportes analizados para la obtención de

125

datos sobreestiman el consumo energético de todos aquellos países que ellos

mismos no incluyen.

Antes de analizar los grupos conviene analizar a algunos países

individualmente, a aquellos cuyas tendencias parecen marcar las listas de

mayores y menores consumidores per cápita mundiales:

Evolución del consumo energético per cápita de países seleccionados (10)

0

50

100

150

200

250

300

350

400

450

500

1950 1975 2000 2025 2050

Año

GJ/h

ab

EE.UU. Canadá Alemania Holanda

Suecia Nigeria Perú India

Rep. Dem. Congo Angola

Figura 4.17 .- Comparación del consumo energético per cápita para 10 países seleccionados.

126

Lo primero que salta a la vista de la figura 4.17 es la presencia de tres

grupos de países claramente distanciados, y las diferencias en términos

numéricos absolutos, no son en absoluto triviales –menos aún los energéticos o

sociales–. Por ejemplo, en el año 2050, se presupone que la República

Democrática del Congo tendrá un consumo de 5.01 GJ por habitante, mientras

que Alemania tendría 232.47 GJ/hab., y EE.UU. 407.26 GJ/hab. Diferencias

absolutas muy pronunciadas. Como segunda observación pertinente está la

estabilidad de los grupos; en realidad estos tres grupos son constantes en el

tiempo, pero sólo por previsiones probabilísticas no porque esto tenga que ser

así. Si bien es cierto que existen algunos países que parecen desplazarse entre

grupos, como por ejemplo, Luxemburgo que desciende del primer grupo al

segundo, Australia o Finlandia que hacen lo contrario, y Chile o España que

parecen salir en 1950 del tercer grupo y situarse para el 2050 con el segundo, el

comportamiento que presentan en general los 44 países analizados es la de

permanecer en los 100 años analizados en alguno de estos tres grupos, siendo el

más numeroso, desgraciadamente, el tercero, con consumos per cápita que rara

vez superarán los 50 GJ/hab. Hago hincapié nuevamente en que estas

previsiones a futuro se basan en supuestos “probables” del comportamiento

económico del mundo, pero como se expondrá más adelante, éste no sólo no

es un camino sostenible, sino que no es un camino fijo y absoluto. Es cierto

que es poco probable que la India disminuya su población y eleve su consumo

energético de manera tal que su consumo energético per cápita alcance, por

ejemplo, los 150 GJ/hab en el 2050, pero esto no quiere decir que sea imposible

o que no habría que hacerlo. Lo qué sí es imperdonable, inadmisible e

insostenible (en una doble acepción), es aceptar estos grupos como “naturales”,

absolutos o inamovibles.

Retomando también el punto de las diferencias y centrándonos un poco en

el año 2000, habría que analizar los dos extremos del consumo energético per

cápita: los Estados Unidos de Norte América y la República Democrática del

Congo. EE.UU. tiene cinco veces más población que República Democrática del

127

Congo pero consume 180 veces más energía, por lo que su consumo energético

per cápita es 33 veces superior al del país africano. Podríamos comparar el

consumo energético de los habitantes de ambos países con el de nuestros

antepasados humanos. En el principio del capítulo presente se especuló sobre el

consumo energético necesario para la subsistencia de un Ser humano de las

cavernas y se llegó a una cifra de 11 GJ/año, de los cuales aproximadamente el

60 % sería alimento; lo que restaba se consideraba como uso de un recurso

energético como la leña a razón de 800 gr. de leña al día por persona. Si

convertimos el consumo energético de los dos países extremos en kg. de leña

nos sorprendería saber que mientras cada uno de los habitantes de los EE.UU.

consumen el equivalente a 62 kg. de leña al día –esto es 78 veces más energía

calorífica para sobrevivir en diez mil años de “progreso”–, un habitante del la

República Democrática del Congo consume apenas 1.8 kg. de leña al día –esto

es apenas, 1 kg. más de lo que consumía un ser humano hace diez mil años–

seguramente muchos de ellos viven peor que nuestros ancestros; pero no hay

que especular demasiado, si se analiza a la República Democrática del Congo en

1950, con 3 GJ/hab, o el 2050, que lejos de mejorar con respecto al 2000 alcanza

unos 5 GJ/hab; ambos datos estimados sitúan el consumo energético de

millones de personas por debajo del nivel de consumo del Ser Humano de las

cavernas.

Otra anotación pertinente al analizar los datos del 2050 sería la referente a

la posición de la Federación Rusa, que sorprendentemente se sitúa como el país

con mayor consumo per cápita. Esto se debe a que si bien el país no presenta un

crecimiento energético desmesurado, ya que en cincuenta años crecería un

60 %64, sí sufre una disminución de población de casi el 30 %, y esto potencia el

consumo energético per cápita; sin embargo, considero poco probable una

expectativa de crecimiento tan elevada, que por otro lado es esperanzadora

para el pueblo ruso.

64 El crecimiento desmesurado es en comparación con el crecimiento de otras naciones, que alcanzan en algunos casos incluso el 600%.

128

Por último conviene resaltar también que el país con la proyección de

mayor población mundial para el año 2050, India, será también uno de los diez

países con menor consumo energético per cápita del mundo, lo cual plantea un

serio problema dado que el modelo de consumo al que pueden acceder

seguramente no será un modelo sostenible. Esto es más patente si se considera

que en términos generales a la India y especialmente al continente africano, se

les ha desatendido internacionalmente, y no parece que las políticas

internacionales les ofrezcan la ayuda que necesitarían para desarrollarse bajo un

modelo sostenible.

Ahora bien dado que el valor energético de los alimentos no se considera

dentro de los balances energéticos nacionales, la energía que un ser humano

necesita ingerir de los alimentos debería sumarse a los valores antes expuestos.

Pero esto también presenta un problema, ya que la cantidad de energía que el

cuerpo humano necesita varía según la masa corporal y la actividad que se

realiza. Podemos establecer una media de 10 MJ/día para una persona de

actividad sedentaria y 70 kg, como un dato base de la energía necesaria para el

buen desempeño del ser humano, lo que llevaría a un aumento de 3.65 GJ/año

en las cifras anteriores. Pero también hay que considerar que no en todos los

países (por no decir ninguno) se come lo biológicamente recomendable y

considerando que hay problemas de obesidad en los países considerados

desarrollados y el tercer mundo estaría por debajo del peso recomendable. Para

conseguir la necesidad energética humana completa, sumando al consumo

energético analizado aquí el consumo energético alimenticio habría que sumar

unos 2 GJ/año en el tercer mundo y unos 5 GJ/año en el primer mundo, o

quizás un poco menos en el tercer mundo y un poco más en el primero, pero

para establecer bien esa cifra también se necesitan estudios alimenticios en

términos energéticos, o más bien adaptar los estudios ya hechos a energía. Para

generalizar este tipo de análisis energético a los 50 países analizados conviene

usar los siete grupos antes conformados con le IDH y el crecimiento

poblacional, además, se ha encontrado que efectivamente cada grupo presenta

129

tendencias diferenciables aunque al interior cada grupo pueda tener dos países

con modelos energéticos contradictorios, en términos generales sí se encuentra

una uniformidad interna. Previo al análisis de cada grupo se presentan dos

tablas con el resumen de los sectores de consumo, la cesta energética.

SI ST OS UNE P GI 11 12 53 2 22

GIIB 25 18 29 4 24 GIIIB 24 18 19.3 2.7 36 GIVB 26 7.5 28 2.5 36 GIIA 24.4 26.7 22 1.7 25.2 GIIIA 23.3 20.3 25.8 3.3 27.3 GIVA 29 19.5 24 1.7 25.8

Tabla 4.7.- Sectores de consumo energético por grupos en el año 2000 en %.

P C G N H O GI 33.5 5 12 0 4.5 45

GIIB 41.27 13.72 20.44 0.6 7 16.97 GIIIB 25 37 5 2.9 0.1 30 GIVB 31.5 25.15 30 4.7 1 7.65 GIIA 38.2 28.06 19.5 5.3 2.75 6.19 GIIIA 41.5 14.1 18 17 3.5 5.9 GIVA 48.4 15.2 22.4 9.4 1.8 2.8

Tabla 4.8.- Cesta energética por grupos en el año 2000 en %.

En la tabla 4.7 se muestran los sectores de consumo energético que son:

Sector Industrial (SI), Sector Transportes (ST), Otros sectores (OS) que incluye al

residencial y el comercial, también Usos no energéticos (UNE) y las Pérdidas de

energía primaria durante la transformación (P). En la tabla 4.8 se muestra los

porcentajes de participación de cada energético en la cesta energética de cada

grupo, dividido en: Petróleo y derivados (P), Carbón (C), Gas Natural (G),

energía Nuclear (N), energía Hidroeléctrica tradicional (H) y Otros energéticos

(O), que incluye a los energéticos naturales, la biomasa tradicional y moderna,

la minihidráulica y la Geotérmica.

A continuación se presentará la evolución del consumo energético total

por grupo y de su consumo energético per cápita, así como la situación de

referencia para los modelos energéticos centrados en el año 2000, lo cuál incluye

130

para cada grupo, los sectores de consumo, la cesta energética y la participación

del grupo en el consumo energético mundial del año 2000.

GI – Los olvidados

El GI presenta uno de los mayores retos energéticos, así como poblacionales, ya

que su modelo energético se encuentra basado en energéticos tradicionales pre-

industriales y su estructura de consumo excluye también los desarrollos

industriales y de infraestructura. Esto conlleva un gran reto de desarrollo.

Consumo energético

X1018J

Consumo energético per cápita GJ/hab

2000 12.09 27.93 % Participación en el consumo

energético mundial

3.42

2005 13.46 27.43 SI 11 2010 14.79 26.92 ST 12 2015 16.48 26.39 OS 53 2020 18.19 26.14 UNE 2 2025 20.08 25.69

Sectores de consumo

energético 2000 %

P 22 2030 21.97 25.46 P 33.5 2035 24.14 25.53 C 5 2040 26.31 25.59 G 12 2045 28.81 25.92 N 0 2050 31.34 26.52 H 4.5

Cesta energética

2000 %

O 45 Tabla 4.9.- Datos energéticos relevantes del grupo GI.

Cabe resaltar de esta tabla 4.9 que aunque el consumo energético total

anual aumenta, y la participación en el consumo energético mundial aumenta

de 2.89 a 3.07 %, que el consumo energético per cápita disminuye a partir del

2000 y hasta el 2030, cuando se recupera un poco pero al final del período

analizado, en el 2050, el consumo per cápita es menor que el del año 2000. El

descenso en el consumo energético per cápita no es intrínsecamente negativo,

131

pero si se considera que el consumo energético per capita del grupo es de por sí

bajo en el 2000 ya que las necesidades energéticas de la población de este grupo

no se ven satisfechas, el hecho de que las previsiones probables auguren una

disminución no sólo es muy poco solidario sino directamente irresponsable y

mordaz, considerando además que la cantidad de gente en esta situación

aumenta considerablemente. Es fácil observar como el grupo presenta un

modelo energético pre industrial, principalmente al observar que el principal

energético se encuentra en el ramo de ‘otros energéticos’, en concreto se trata de

la biomasa tradicional, la madera principalmente, lo cual acarrea grandes

impactos a los ecosistemas locales, y claro es un energético muy poco eficiente.

En términos de abastecimiento energético, la mayoría de estos países se

autoabastece a base de energéticos tradicionales, pero es dependiente del

exterior para suplirse de hidrocarburos que completan su demanda de energía,

principalmente aquellos derivados del petróleo ya refinados, ya que muchas

veces carecen de la capacidad de refinación. Otro rasgo de este modelo atrasado

es que el principal sector de consumo energético es el de ‘otros sectores’ en

concreto el residencial, y el siguiente es el de pérdidas. Este modelo trae como

consecuencia que el desarrollo de infraestructuras e industria se vea seriamente

en riesgo. Por todo esto el desarrollo sostenible para este grupo es casi

imposible, dado que no se ve una salida clara ni económica, ni social, ni

medioambientalmente. Los hidrocarburos refinados que consumen en estos

países se destinan en mayor medida al precario sector de transportes, ya que

generalmente este sector supera el consumo energético de la industria.

GIIB – Los deslumbrados

El GIIB presenta el mayor consumo energético del estudio, lo cual parece lógico

ya que es el grupo con mayor población. La participación del grupo en el

consumo energético mundial es del 23.6 y 33 %, para los años 2000 y 2050

respectivamente. A diferencia del GI, el consumo energético per cápita

132

estimado para los próximos 50 años crece constantemente y se espera que dicho

consumo se duplique en poco más de cuarenta años, aún así con este gran

aumento no conseguiría en 50 años alcanzar ni la mitad del consumo energético

per capita que los países desarrollados presentan en el año 2000.

Consumo energético

X1018J

Consumo energético per cápita GJ/hab

2000 98.95 29.52 % Participación en el consumo

energético mundial

27.99

2005 114.82 32.29 SI 25 2010 130.6 34.78 ST 18 2015 148.97 38.01 OS 29 2020 167.5 41.03 UNE 4 2025 198.87 44.8

Sectores de consumo

energético 2000 %

P 24 2030 212.31 48.33 P 41.27 2035 239.5 52.81 C 13.72 2040 266.53 57.44 G 20.44 2045 300.95 63.66 N 0.6 2050 335.26 69.65 H 7

Cesta energética

2000 %

O 16.97 Tabla 4.10.- Datos energéticos relevantes del grupo GIIB.

En comparación con el anterior grupo, se puede observar que si bien la

estructura de consumo mantiene como principales consumidores el sector

residencial y comercial, y las pérdidas son altas, en estos países el sector

industrial consume mucha más energía que en el GI, lo cuál se considera, un

poco con ligereza, que son países en vías de desarrollo. Conviene pues aclarar

que el desarrollo no sólo se da al industrializarse una sociedad, sino en la forma

en la que esta industrialización se lleva a cabo, y dicho desarrollo no será

sostenible si no cuenta el adecuado equilibrio económico, social,

medioambiental y ético. En cuanto a la cesta energética se puede apreciar que el

GIIB ya muestra la tendencia generalizada en el resto de grupos, que es el

predominio de los hidrocarburos en el consumo energético, auque cabe señalar

que es el grupo con mayor participación de la energía hidroeléctrica en la cesta

133

energética, debido claro esta a sus propias condiciones geográficas, pero

también a una decisión político-energética de utilizar al máximo los recursos

propios, ya que cada uno de estos países tratan de aprovechar al máximo los

recursos propios, pero al escasear estos la importación de crudo se convierte en

la principal dependencia de estos países (aquellos no productores), en realidad

es un grupo muy heterogéneo tanto en distribución en la cesta energética y

como importadores o exportadores netos de energía.

GIIIB – Los insumisos

El pequeño GIIB apenas si representa menos del 1 % del consumo energético

mundial tanto en el año 200 como en el 2050. Al ser un grupo conformado por

sólo dos países es difícil establecer un comportamiento energético común o un

modelo energético especial, dado que Cuba y Sudáfrica se encuentran en

situaciones distintas energéticamente hablando, sin embargo ambos presentan

elevada dependencia en energéticos tradicionales como la biomasa, aunque

muy superior por parte de Sudáfrica, y el tipo de biomasa varía entre el uso de

la madera muy común en África y el bagazo de la caña de azúcar que aún es

uno de los principales productos agroindustriales de Cuba. Otra particularidad

es que Sudáfrica es el único país de África que cuenta con reactores nucleares

dentro de su cesta energética, algo apenas significativo en su consumo total,

pero muy significativo en tanto que representa un paso importante tanto

económica como tecnológicamente para el continente. En mi opinión Cuba se

encontraría en la misma situación energética desde el punto de vista nuclear y

con respecto a otros países caribeños, sin embargo, las condiciones políticas no

han permitido a cuba desarrollar esta opción energética pese a contar con el

(mal denominado) capital humano tanto en científicos como en tecnólogos. En

lo demás, es obvio que siendo Sudáfrica una potencia mundial en la producción

del carbón, sea este su principal energético, y por lo tanto se autoabastezca

hasta en un 70 % a partir de este energético, pero que dado que Cuba es un

importador neto de energéticos y al no contar con este recurso en abundancia,

134

la participación del carbón en su cesta energética no alcance ni el 2%. En

definitiva es un grupo muy heterogéneo energéticamente hablando, y podrían

situarse mejor dentro del GIIB o el GIVB en cuanto a su modelo, sin embargo,

como se mencionó al discutir su población, la tendencia demográfica y del IDH

aparta a estos dos países del grupo mencionado.

Consumo energético

X1018J

Consumo energético per cápita GJ/hab

2000 4.05 74.19 % Participación en el consumo

energético mundial

0.97

2005 4.44 80.89 SI 24 2010 4.86 87.95 ST 18 2015 5.41 96.15 OS 19.3 2020 5.97 106.78 UNE 2.7 2025 6.52 117.53

Sectores de consumo

energético 2000 %

P 36 2030 7.08 126.11 P 25 2035 7.64 134.53 C 37 2040 8.19 143.09 G 5 2045 8.74 151.37 N 2.9 2050 9.3 159.71 H 0.1

Cesta energética

2000 %

O 30 Tabla 4.11.- Datos energéticos relevantes del grupo GIIIB.

Conviene resaltar que para ambos países una coincidencia era su alto

porcentaje en pérdidas energéticas, provocado sin duda por una baja eficiencia

en todos los equipos de transformación y utilización de la energía. Otra

coincidencia es su escasísima participación en energía Hidroeléctrica, pero que

al ser países con un gran porcentaje de costas podrían ser viables los proyectos

maeromotices en el futuro.

GIVB – Los descalabrados

El grupo GIVB parece estar repleto de contradicciones al analizar la tabla 4.12,

pero sólo aparentes. Para empezar, pese a que como se muestra el consumo

energético total del grupo aumenta poco más de un 50% en el periodo

135

analizado su participación en el consumo energético mundial disminuye casi a

la mitad, evidenciando el elevado aumento en el consumo mundial. Por otro

lado también se observa que el consumo energético per cápita aumenta

estrepitosamente, duplicándose antes de completar los 50 años, sin embargo,

este aumento se debe a la más estrepitosa caída en la población de estos países,

y esta sí es una contradicción no aparente, porque la situación social de la

población puede no reflejar el aumento numérico de su consumo energético per

cápita.

Al analizar los sectores de consumo energético resalta la bajísima

participación del sector transportes, la menor participación de entre los 7

grupos. En mi opinión esto se debe al escaso comercio interno de estos países,

pero es sólo una suposición habrá que elaborar estudios específicos sobre este

punto. Si la suposición del bajo comercio es correcta resalta también el alto

consumo en el rubro ‘Otros sectores’ ya que casi sin duda se debe al alto

consumo energético residencial en los meses de invierno. También se observa

que las pérdidas energéticas no muy altas, y como en el grupo anterior, esto se

debe probablemente al uso de equipo muy poco eficiente tanto en la

generación, transformación y consumo de energía.

Consumo energético

X1018J

Consumo energético per cápita GJ/hab

2000 41.89 162.43 % Participación en el consumo

energético mundial

10.01

2005 43.54 174.07 SI 26 2010 45.14 185.12 ST 7.5 2015 47.34 199.92 OS 28 2020 49.49 215.4 UNE 2.5 2025 51.89 233.03

Sectores de consumo

energético 2000 %

P 36 2030 54.29 251.81 P 31.5 2035 57.19 274.24 C 25.15 2040 60.09 298.22 G 30 2045 62.99 324.77 N 4.7 2050 65.89 353.45 H 1

Cesta energética

2000 %

O 7.65 Tabla 4.12.- Datos energéticos relevantes del grupo GIVB.

136

En cuanto a la distribución de la cesta energética conviene señalar un

cambió en los hidrocarburos de principal consumo. En la mayoría de los países

comprendidos en este grupo dependían en el pasado del carbón como principal

energético, y paulatinamente ha sido superado por el petróleo y sus derivados,

pero con un gran crecimiento en la última década del Gas Natural. Conviene

señalar también que dentro de este grupo se encuentran países con un alto

consumo de energía nuclear, pero la escasa información sobre la cesta

energética completa hace difícil estimar la verdadera participación de este

energético que parece ensombrecido por los hidrocarburos, pero me da la

impresión que el consumo de energía nuclear en el consumo de energía

primaria de este grupo es algo mayor al reflejado en la tabla 4.12.

GIIA – Los derrochadores

El grupo GIIA es el grupo consumidor de energía por excelencia, se compone

de cinco países y consumía en el 2000 casi el 30% del total mundial, y pese a que

en el 2050 su participación bajaría según las previsiones probables a un 20% de

la energía mundial, su consumo energético aumenta más de un 70%. Todo esto

conlleva que el grupo presente el consumo energético per cápita más alto de

todos los grupos. Comparado con el GI, la diferencia es abismal; en el 2000 el

consumo personal era 12 veces superior, y en el 2050 será, quizás, 15 veces

superior. Pero no sólo comparado con el GI, el grupo que sigue al GIIA en

consumo energético per cápita es el GIVA, y aún así en el año 2000 una persona

promedio de este último grupo consumía la mitad de otra persona del grupo

GIIA.

137

Consumo energético

X1018J

Consumo energético per cápita GJ/hab

2000 128.47 392.49 % Participación en el consumo

energético mundial

27.43

2005 134.57 390.83 SI 24.4 2010 141.48 391.54 ST 26.7 2015 148.31 393.47 OS 22 2020 154.65 393.96 UNE 1.7 2025 162.4 397.19

Sectores de consumo

energético 2000 %

P 25.2 2030 169.16 397.76 P 42.3 2035 175.03 398.74 C 27.3 2040 181.09 400.07 G 20.2 2045 188.63 403.65 N 1.1 2050 197.94 410.69 H 3.5

Cesta energética

2000 %

O 5.6 Tabla 4.13.- Datos energéticos relevantes del grupo GIIA.

En cuanto a su modelo energético se puede decir que el GIIA prima los

hidrocarburos sobre las otras fuentes energéticas, considerando en conjunto el

petróleo y sus derivados, el carbón y el gas natural, su consumo es cercano al

90%, en el año 2000. En cuanto a sus sectores de consumo se puede decir que la

particularidad es que es el grupo en el que el sector transporte es el de mayor

participación, con casi un 27% del consumo total de energía. Pero también

conviene resaltar que es el grupo con los consumos más equilibrados entre

sectores, desgraciadamente incluido el de pérdidas, y excluyendo el de usos no

energéticos que es un sector de participación baja en términos generales.

GIIIA – Los vacilantes

Pese a que el grupo GIIIA es el tercer escalafón en el Índice de desarrollo

humano, es el cuarto grupo en el consumo energético en el 2000. Su

participación en el consumo energético mundial en el año 2000 era de un 9% y

se prevé que baje a un 6% en el año 2050, pese a que su consumo aumentará

más del 60% en ese periodo. Su consumo energético per cápita se sitúa a medio

138

camino entre el consumo mundial medio per cápita y el consumo per cápita

más alto, registrado por el GIIA. En términos absolutos es un consumo per

cápita alto y las previsiones esperan que siga subiendo.

En lo que respecta a su estructura de consumo este grupo también destaca

por la homogeneidad de los 4 sectores principales, aunque nuevamente el

mayor porcentaje esta en las pérdidas energéticas. Todas las tendencias

energéticas para estos 17 países apuntan a un mayor control sobre las pérdidas

energéticas y su situación económica y social, le permiten destinar programas

específicos a la mejora en eficiencia de equipos, industria, sectores, por lo que es

muy probable que se consiga reducir las pérdidas al menos unos puntos

porcentuales en 50 años.

Consumo energético

X1018J

Consumo energético per cápita GJ/hab

2000 39 167.49 % Participación en el consumo

energético mundial

9.28

2005 41.34 175.76 SI 23.3 2010 43.25 182.2 ST 20.3 2015 45.27 189.58 OS 25.8 2020 47.29 197.07 UNE 3.3 2025 49.82 206.78

Sectores de consumo

energético 2000 %

P 27.3 2030 52.38 216.47 P 41.5 2035 55.16 227.46 C 14.1 2040 57.95 238.41 G 18 2045 60.92 251.24 N 17 2050 63.89 264.08 H 3.5

Cesta energética

2000 %

O 5.9 Tabla 4.14.- Datos energéticos relevantes del grupo GIIIA.

Al analizar la cesta energética del grupo GIIIA se observa que pese a la

primacía de los hidrocarburos en poco menos de dos terceras partes del

consumo total, hay otros dos sectores que merecen especial mención. Por un

lado el que engloba ‘otros sectores’ que en este grupo es especialmente bajo,

apenas una contribución cercana al 6%. Es digno de mencionarse porque

durante el último siglo se ha hecho una conversión casi total de las fuentes

139

energéticas desde la biomasa tradicional y el carbón, hacia los hidrocarburos

más ligeros. El uso de la leña se ha reducido en el continente europeo hasta un

nivel de mínima utilización, que casi podría denominarse de artesanal. Claro

que aún existen regiones rurales que dependen principalmente de este

energético, pero no sólo son una minoría sino que la tendencia es la de la

sustitución por otros energéticos rápidamente. El aumento previsto de este

sector en el futuro se entiende como una apuesta en energéticos naturales y de

nueva tecnología, como la energía eólica, la biomasa moderna y nuevos

desarrollos, por lo que la tendencia que se presenta en este sector es especial,

compartida en parte por el grupo GIVA y en mucho menor medida el GIIA.

El otro aspecto relevante de la cesta energética del GIIIA es el sector

nuclear. Es el grupo que mayor consumo nuclear tiene y se debe a dos factores,

uno es que probablemente sí sea el grupo que presenta tanto un mayor número

de países con esta tecnología y además contiene aquellos países que más

dependen de la energía nuclear en su consumo primario. Pero también cabe

aclarar que es un grupo donde el acceso a la información del conjunto del

consumo primario y su desglose por energético, no así en los otros grupos, en

los cuales la información se completaba de distintas fuentes y era raro el país

que tuviese la estructura completa del consumo por energético, ya que se

señalaba un aspecto o energético sobre los otros, pero pocas veces todo en

conjunto. Así, pese a que la información sobre la energía producida en cada una

de las centrales nucleares del mundo es de relativo fácil acceso, esos datos no

suelen corresponder adecuadamente con los consumos energéticos reportados

en los balances energéticos nacionales, de tal forma que para este trabajo es

posible que el consumo nuclear de los otros grupos este un poco subestimada

en cuanto a su participación en el consumo primario total, salvo para el grupo

GIIIA.

140

GIVA – Los reconstruidos

Pese a que el grupo GIVA sólo cuenta con tres países y una población que sólo

contribuye al total mundial entre un 4.4 y un 2.3 % para los años 2000 y 2050,

respectivamente, es el tercer grupo consumidor de energía, consumiendo entre

un 10 y un 8 % en los mismos años. El grupo prevé un aumento elevado del

consumo energético per cápita si se compra con los otros tres grupos de alto

índice del desarrollo, ya que en 50 años dicho consumo se duplicará. Y dado

que la población es estable el consumo energético total aumenta casi el doble.

Conviene recordar que estos aumentos se explican ya que son los aumentos que

se prevén en los distintos documentos de previsiones energéticas basadas en las

previsiones económicas, y como se considera tradicionalmente a Japón y a

Alemania como grandes motores económicos, se asume que serán grandes

consumidores de energía, presunción que no necesariamente es cierta.

Consumo energético

X1018J

Consumo energético per cápita GJ/hab

2000 42.93 160.46 % Participación en el consumo

energético mundial

10.25

2005 46.26 172.43 SI 29 2010 48.98 183.08 ST 19.5 2015 52.02 196.74 OS 24 2020 55.11 211.12 UNE 1.7 2025 58.65 228.72

Sectores de consumo

energético 2000 %

P 25.8 2030 62.18 246.89 P 48.4 2035 66.24 268.97 C 15.2 2040 70.31 292.11 G 22.2 2045 75.29 320.23 N 9.4 2050 80.3 349.88 H 1.8

Cesta energética

2000 %

O 2.8 Tabla 4.15.- Datos energéticos relevantes del grupo GIVA.

Al analizar la cesta energética destaca el predominio del petróleo y sus

derivados en casi un 50 % y nuevamente la bajísima participación de ‘otros

sectores’ y la elevada participación de la energía nuclear, pese a que uno de los

141

tres países que conforman el grupo tras una decisión político-social abandonó

su programa nuclear, Italia. En cuanto a los sectores de consumo queda patente

la alta industrialización de estos países ya que precisamente este sector es el que

más energía consume con casi 30 %, pero también resalta que tiene el consumo

en el sector transportes bajo con respecto a los otros dos grupos de alto

desarrollo humano, lo cual convendría analizar, ya que precisamente este sector

el que mayores problemas de sostenibilidad se prevé que presente en el futuro.

142

4.2.- El caso de referencia, evolución prevista entre 2000-2050. Caso C1.

Una vez sintetizados los datos energéticos mundiales, elaborar un modelo

energético siguiendo el esquema general que se comentó en el capítulo anterior,

y que es posible construir en cualquier soporte informático, e incluso sin él,

pero para facilitar la evaluación de la concepción metodológica decidí construir,

el primer modelo en un soporte de fácil acceso y manejo, abierto a la mayor

cantidad de gente posible. De tal forma que, a manera de ensayo, elegí el

paquete informático Excel para el soporte. Al inicio del proyecto de tesis

consideraba que una vez corroborada la eficacia del modelo conceptual, con

este primer ensayo, se elaboraría un modelo energético definitivo en un soporte

informático más formal; sin embargo, el buen desempeño del ensayo, varió

dichos objetivos y se decidió entonces utilizar este modelo para elaborar un

análisis de las distintas perspectivas energéticas posibles, recogidas en casos, y

así, además de proponer un nuevo esquema en la elaboración de los modelos

energéticos, hacer un estudio aplicado de sostenibilidad energética mundial.

Los datos que se alimentarón al modelo, a medida que se elaboraba, son los que

se comentarón en la sección 4.1, y constituyerón, además, la primera

corroboración de viabilidaddel modelo. A medida que se creaba el modelo se

constituía el primer caso de estudio, el caso de referencia (C1), el cuál sólo toma

los datos que las instituciones internacionales, que como se comentó

representan las previsiones económicas usuales, y calcula sus posibles

consecuencias.

La elaboración de este primer modelo comenzó definiendo la evolución

del consumo energético de cada grupo de acuerdo a los dos principios básicos

de la perspectiva, la expectativa de crecimiento en la población y el consumo

energético per cápita, previsto. Dado que es un caso base, de referencia, los

porcentajes de la estructura de consumo y de la cesta energética se mantendrían

143

constantes a lo largo de los 50 años, para así obtener una perspectiva en la que

no se prevén cambios en los modelos energéticos elegidos por cada grupo, sino

que por el contrario cada uno mantenga el suyo inalterado. Un escenario que en

términos anglosajones se denominaría: “buisnes as usual”, que sin ser traducción

literal, significaría algo así como “trabajando como nos es usual”, o bien seguir

tal y como hasta ahora. Entendiendo esto como vectores de desarrollo,

El Paso 1, del método, que consiste en “Establecer la evolución en el

consumo energético” de cada grupo, se realizó en 7 hojas distintas dentro de la

hoja de cálculo, una para cada grupo, y específicamente se establecen como

entradas la población (P) (en millones de habitantes) y el consumo energético

per cápita (CEPC) (en GJ/habitante)65 cada cinco años a partir del año 2000 y

hasta el 2050, calculando con ello el consumo energético total de dicho año (CE)

(en 1018 J):

P ∗∗ CEPC = CE

Ecuación 3.- Obtención del Consumo Energético total anual por grupo.

Con los datos de cada uno de estos conceptos para el año 2050 y el 2000, se

calcula el cambio porcentual que experimentan la población, el consumo

energético per cápita y el consumo energético total del grupo:

CEPC2050/CEPC2000 ∗∗ 100 = % cambio CEPC

CE2050/CE2000 ∗∗ 100 = % cambio CE

Ecuaciones 4 y 5.- Consumo energético per cápita y consumo energético total del año entre el año 2050 y el 2000.

También en estas hojas por grupos se introducen como datos la estructura

de los Sectores de Consumo Energético, en porcentaje (%SCE), tanto en el año

2000 como en el 2050, los cuales para el caso C1 son los mismos. Con dichos

porcentajes y el consumo energético total (CE) para estos años, se calcula el

consumo energético por sector SCE de cada sector (j).

65 1 GJ = 1x109 Jule

144

Ecuaciones 6.- Cálculo del consumo energético por sectores.

Por último en estas primeras 7 hojas, se incluyó un cálculo lineal de la

evolución del Índice de Desarrollo Humano (IDH), interpolando los valores de

cada lustro a partir de dos datos de entrada: el IDH en el año 2000, y el IDH en

el año 2050, este último punto se calcula de manera previa a ser introducido en

la hoja de cálculo como dato, ya que requiere de un análisis multi y

transdisciplinar que supone, a grandes rasgos, que el IDH guarda una relación

estrecha con el consumo energético per cápita. Así que se realizó un estudio

específico sobre cual podría ser la posible evolución del IDH de cada grupo de

acuerdo a historia, su situación actual y su evolución energética. Es obvio que

éste punto es uno que requeriría mayor profundidad de análisis en el futuro, y

si la herramienta matemática de cálculo lo permite, automatizar esta parte del

modelo encontrando una función como la que sigue:

IDH2050 = ff (IDH2000, CEPC, P2050/P2000, %SCE, ... )

Ecuaciones 7.- Función de determinación del IDH en el año 2050.

Con los datos de consumo energético de cada grupo (CE i) se elabora una

síntesis de dichos datos, para obtener el consumo energético global (CEg)para el

periodo del estudio, 2000-2050 (en 1018 J). Dado que los datos anuales son

puntuales, y referidos para cada lustro del periodo, es necesario interpolar

linealmente los consumos energéticos entre cada lustro. También es necesario

estimar el consumo energético de aquellos países que no fueron considerados

específicamente en el estudio de recopilación de datos (aquellos que están fuera

de los 7 grupos: el resto) a partir de la población y del consumo energético per

cápita. También este consumo se incluye en el consumo energético global.

n=j

n=1 ΣΣ %SCEj ∗∗ CE = SCEj

145

Ecuaciones 8.- Ecuación de determinación del consumo energético global para cada año.

El modelo en este punto, además de calcular el consumo energético total

de cada grupo y el consumo global, calcula los porcentajes de participación de

cada uno. Y con esto concluye el paso 1. Para el caso de referencia C1 los datos

obtenidos hasta este momento no suponen nada nuevo a lo ya expuesto en el

inciso 4.1, el cálculo efectuado de esta forma conduce a la confirmación de los

datos de partida.

Las gráficas correspondientes a este caso C1, de población, consumo

energético per cápita por grupos, consumo energético mundial por grupos y

sectores de consumo, ya han sido expuestas al discutir la adquisición de datos,

concretamente en las figuras: 4.7, 4.14, 4.13 y 4.15 respectivamente, sin embargo

convendría analizar a detalle las hojas de cálculo de cada grupo66.

El paso 2 del método: “Establecer la canasta energética y los recursos

energéticos disponibles”, dentro de este ensayo consiste, primero, en introducir

como datos los recursos energéticos reportados en diversos informes

internacionales, convertidos de aquellas unidades en las que suele reportárseles

(BTU, TOE, Barriles, m3 GN, GWh, etc) a un equivalente homogéneo en Jule.

Esto es esencial para poder tener un punto común con el cual evaluar las

reservas entre ellas y con el consumo de cada grupo, pero dicho punto debería

establecerse dentro del Sistema Internacional de Unidades, y dado que se trata

de un análisis energético, me parece lógico que dicho punto sea la unidad

Internacional de la energía, el Jule.

Tras un análisis de diversos reportes internacionales de reservas

energéticas, se establecen para este estudio los siguientes valores, referidos al

año 2000:

66 Se incluye, como elemento anexo a este trabajo escrito una copia del modelo y todos sus casos en un disco de datos, para ahondar en todos estos detalles.

n=1 ΣΣ CEi = CEg

n=i

146

X1018J Energéticos Naturales Energía Solar 4000 al año Energía Eólica 15 al año E. Hidráulica 45 al año E. Geotérmica 3 al año Combustibles Petróleo 11,600 Reservas últimas recuperables (RUR) Carbón 140,000 RUR Gas Natural 4550 RUR Biomasa tradicional 80 al año Biomasa moderna 10 al año Energéticos Nucleares Uranio 1700 Reservas

conocidas

Total: 362,350 X1018J

El proceso de obtención de estos datos es complicado, y no es constante, ya

que cada año los datos de recursos cambian y no existe una metodología que

permita evaluar la cantidad de energía aprovechable en un año concreto a partir

de los energéticos naturales, sin embargo, al tratarse de una variable que se

introduce como dato dentro del modelo, si alguno de estos valores quiere

modificarse puede hacerse con facilidad. En posteriores versiones de este

modelo puede introducirse la evolución de las reservas conocidas en

determinado año, o bien incluir una fracción que represente a los nuevos

descubrimientos previstos, pero en mi opinión sustentar una perspectiva

energética en la esperanza del aumento de algo que se sabe finito

irremediablemente no es un planteamiento sostenible.

Como segunda etapa del paso 2 del método, hay que establecer la

evolución de la cesta energética de cada grupo, para tal efecto se introducen

como datos, la cesta energética del año 2000 y la del año 2050, ambos en

porcentajes (%CsE2000k y %CsE2050k) por energético (k) y multiplicar éstos por el

consumo energético total por cada año (a).

147

Ecuaciones 9.- Ecuación de determinación del consumo energético global para cada año, para cada grupo (i).

De nuevo, el caso C1 toma los datos antes mencionados para la cesta

energética y los mantendrá constantes en el periodo, sin embargo, el modelo

calcula la evolución con interpolación lineal de estos valores de porcentaje en

cada lustro, entre los dos extrmos temporales del estudio (2000-2050), para usar

el mismo modelo en distintos casos o escenarios. Cabe mencionar que si bien,

dentro de la estructura de la cesta energética de cada grupo existe un grupo de

energéticos englobados en ‘otros energéticos’, dentro de la evolución de dicho

grupo se incluye a su vez la evolución particular de todos los energéticos no

especificados concretamente en cada grupo, así que se contempla una evolución

global de estos. Se hizo de esta manera ya que los datos de la participación de

estos energéticos para los 50 países es casi inexistente, sin embargo, si en el

futuro se conduce una investigación en este sentido, podría ampliarse el modelo

energético presentado e incluir de manera particular los energéticos naturales y

la biomasa en la evolución particular de cada grupo, como debería hacerse. El

modelo entonces cuenta con la participación de cada energético dentro de cada

grupo, que unido a la fracción de participación de dicho grupo en el consumo

energético mundial puede obtener el consumo mundial de determinado

energético y la participación de cada grupo en este.

El paso 3: “Establecer los recursos energéticos utilizados”, se realiza al

multiplicar el consumo energético total anual de cada grupo por los porcentajes

de la cesta energética que le corresponden (el CEak de la ecuación 8), para luego

sumar los consumos de cada grupo (i) y cada energético para obtener el

consumo total anual por energético (CEk).

n=1 ΣΣ ΣΣ %CsEak ∗∗ CEa ) = CEak

n=k

n=1

n=a

(

148

Ecuaciones 10.- Ecuación de determinación del consumo energético por energético (k).

Con todos los cálculos anteriores el modelo energético de Excel presenta

las primeras ocho gráficas, que muestran la evolución en el consumo energético

de cada grupo, por energético, de la población, del IDH, de los sectores

energéticos y la cantidad de energéticos que consumiría para ello; el modelo

también calcula los porcentajes de participación de cada energético dentro del

consumo mundial en los 50 años, y la participación (en porcentaje) que cada

grupo efectúa a los distintos energéticos, por cada lustro y en total en los 50

años. A continuación se muestra la evolución del consumo energético mundial

por energético y la constitución de la cesta energética para el caso C1 en los

años 2000 y 2050.

n=1 ΣΣ CEak = CEk

n=i

149

Caso 1 - Consumo Mundial de energía por energético

0

100

200

300

400

500

600

700

800

900

1000

1100

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x 10

^18

J

Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros

Figura 4.18 .- Caso C1.- Consumo energético mundial por energéticos.

150

Consumo energético por energético 2000 - Caso 1

38.8%

18.3%

19.6%

4.8%3.8% 14.7%

Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros

Figura 4.19 .- Caso C1.- Cesta energética en el año 2000 (Misma cesta que la expuesta en la figura 4.16).

Consumo energético por energético 2050 - Caso 1

38.4%

15.3%

18.5%

3.4%

4.4%19.9%

Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros

Figura 4.20 .- Caso C1.- Cesta energética en el año 2050.

151

Conviene comparar la distribución poblacional y del consumo energético

de los 7 grupos contempladas en este caso de referencia C1, ya que las primeras

reflexiones que conducirán a la elaboración de casos alternativos al de

referencia se derivan de estos porcentajes.

Población

2000 %

Consumo energético

2000 %

Población 2050 %

Consumo energético

2050 % GI 7.1 2.9 11.8 3.1

GIIB 55.1 23.6 48 32.9 GIIIB 0.9 1 0.6 0.9 GIVB 4.2 10 1.9 6.5 GIIA 5.4 30.6 4.8 19.4 GIIIA 3.8 9.3 2.4 6.3 GIVA 4.4 10.2 2.3 7.9 Resto 19 12.4 28.2 23.1

Tabla 4.16.- Comparación de los porcentajes de población y consumo energético entre grupos para el caso C1, de referencia.

Como colofón al paso 3 e inicio al paso 4, el modelo presenta 18 gráficas

que son: la evolución del consumo energético global por grupo, por energético

y por sector de consumo, la evolución de la población mundial por grupo, dos

gráficos de barras que comparan las reservas energéticas en el año 2000 y 2050,

las cestas energéticas por grupo en el año 2000 y 2050, la evolución del consumo

energético per capita y del índice de desarrollo humano de los 8 grupos, y la

estructura del consumo energético por grupos, por energético y por sectores en

el año 200 y 2050, y por último el reparto demográfico mundial por grupos del

año 2000 y 2050, algunas de estas ya han sido expuestas.

El paso 4: “las consecuencias del modelo”, ocupa tanto espacio, en hojas

de cálculo en el archivo que conforma el modelo energético como todo lo

anterior. Es una parte esencial del modelo energético propuesto, como se

mencionó en el capítulo anterior y trata de evaluar, o al menos comparar tres de

los cinco aspectos que conforman el concepto de desarrollo sostenible: el

medioambiental con una valoración del impacto ambiental y la emisión de

algunos contaminantes, el aspecto social con la comparación de la evolución del

152

Índice de Desarrollo Humano (IDH) y considerando el agotamiento de los

recursos energéticos también se puede inferir un aspecto de la solidaridad

intrageneracional, y el aspecto económico con una estimación del costo que

representa esta opción energética. Los dos aspectos restantes del desarrollo

sostenible: el tecnológico y el ético, se establecen al plantear los casos y al

analizar sus resultados.

El paso 4 comienza con el cálculo de las reservas de energéticos restantes

(RERk) tras el consumo. Esto se hace sustrayendo por lustro el consumo global

de cada energético (CEk) a las reservas de dicho energético (REk). Y también

calcula los porcentajes de Reservas restantes (%RER).

REk −− CEk = RERk

RERk // REk ∗∗ 100 = %RERk

Ecuaciones 11.- Ecuaciones para el cálculo de los recursos energéticos restantes y los porcentajes de reducción.

Esto se no se hace para cada grupo, sino para el consumo total global de

energéticos, ya que el modelo actual no contempla el comercio internacional de

los recursos, sin embargo en posteriores modelos es posible, contando con los

datos adecuados, incluir dichos flujos particulares, para evaluar más a detalle el

comportamiento geográfico de las reservas, sin embargo, el objetivo de este

estudio de sostenibilidad no es evaluar qué grupo agotará primero sus reservas

y las de los demás, sino el hecho básico del agotamiento de recursos planetarios,

recursos, en definitiva, de toda la humanidad, argumento crucial en el

desarrollo sostenible, desde la perspectiva social de insolidaridad para con las

generaciones actuales y futuras.

Cabe destacar que en cuanto a las reservas restantes, el caso de referencia

C1 pronostica que, dados los datos de entrada, las reservas de petróleo

mundial se agotarían entre el 2045 y el 2050. Para suplir la demanda prevista

habría que descubrir al menos un 16% más de reservas. Las reservas de Gas

Natural bajo el esquema propuesto se agotarían antes del 2040, y habría que

descubrir hasta un 45% más de reservas para completar el consumo previsto. Y

153

el esquema de expansión en energía hidráulica sobrepasaría la capacidad real

del planeta en el año 2050. Con los demás recursos energéticos no habría

problema de escasez.

Otra salia del modelo, la del aspecto social, es la evolución del IDH que se

presenta con una gráfica en la que se muestra la evolución de todos los grupos

considerados y se puede destacar de dicha gráfica que si bien se espera que los

tres grupos de alto desarrollo humano eleven su índice hasta el máximo posible,

bajo el esquema de cómputo actual, sólo uno de los otros cuatro grupos con

bajo IDH alcanzaría, y no por mucho, el nivel de alto desarrollo en 50 años, este

sería el GIVB. Pero peor aún es el hecho que la perspectiva del caso de

referencia pronostica que el índice de desarrollo humano del grupo GI, no sólo

no aumenta sino que disminuye un 5%, esto significa que el GI (los olvidados)

aumenta su población pero empeora su nivel de vida.

154

Índice de desarrollo humano - Caso 1

0.4

0.5

0.6

0.7

0.8

0.9

1.0

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA

Figura 4.21 .- Caso C1.- Evolución del Índice de Desarrollo Humano por grupo.

155

Para calcular las consecuencias ambientales, las siguientes salidas, de la

perspectiva energética presentada, el modelo primero define 12 tablas de

impacto ambiental relativas a cada energético utilizado en el estudio. Hay dos

tratamientos para el impacto en el modelo. Por un lado, se elabora una

valoración subjetiva de 36 aspectos de impacto ambiental por cada energético, y

por otro lado se intentó relacionar dichos aspectos de impacto con la unidad de

energía, para así evaluar en relación numérica objetiva la participación de cada

uno de ellos en la perspectiva energética, sin embargo sólo pudo relacionarse a

9 agentes de impacto, con la cantidad de energía utilizada. Para el impacto

subjetivo global de los energéticos agrupados en ‘otros energéticos’, se pondera

el impacto de cada energético con su participación dentro de este grupo y se

suman los impactos. La tabla utilizada para cada energético se encuentran en

los anexos. Dado que una vez más estas tablas se consideran datos previos, los

valores reflejados en ellas no son fijos y pueden ser motivo de futuras

investigaciones y modificaciones. La valoración de cada agente se hizo bajo 5

categorías de impacto ambiental: impacto muy alto, impacto alto, impacto

medio, impacto bajo e impacto nulo. Y a cada categoría le corresponde una

valoración numérica que va del 0 al 5.

En cuanto a los 9 agentes a los que se les pudo encontrar una relación

directa de emisión con la energía utilizada, se realizó un tratamiento similar al

llevado a cabo en las reservas energéticas, transformando las medidas usuales

en las que se reportan dichos agentes a kg de contaminante por Jule. Esto es, si

por ejemplo, el dióxido de carbono suele reportarse en Ton/GWh se hicieron

los cálculos correspondientes para llegar a kg/J en los 9 agentes y para cada

tipo de energético. Este sin duda es otro aspecto del modelo que no esta cerrado

y que deberá estar sujeto a posteriores investigaciones y correcciones. Otra

particularidad del cálculo que se presenta en este modelo es que la estimación

de consecuencias se realiza a partir del consumo de energético primario, y es

más usual encontrar que las consecuencias se estimen de acuerdo a los usos

finales de energía. Esto se consigue haciendo una estimación general de todas

156

las tecnologías más usuales que aprovechan dicho energético primario, pero en

futuros modelos energéticos se debe hacer más específico este punto, pero

refiriéndolo aún al consumo primario.

Razón de Emisión Contaminantek (kg/J) ∗∗ CEk (J) = Emisión Contaminantek (kg)

Ecuaciones 12.- Ejemplo de cálculo de emisiones de agente contaminante de cada energético (k) a partir del consumo energético primario por energético CEk.

Una vez establecidas estas tablas de impacto ambiental por cada

energético, se completan con el consumo energético de cada energético en cada

lustro, tanto para el consumo mundial, como para el consumo de cada grupo.

De tal forma que las tablas iniciales se multiplican por la fracción de

participación de cada energético, tanto en el consumo energético global, como

por grupo, obteniendo así una ponderación del impacto ambiental, por grupo,

por energético y sumando todo una valoración del impacto global de la

perspectiva energética analizada. También una comparación de la participación

de los grupos particulares dentro del impacto global, ligado este a su consumo

energético, todo lo anterior de manera adimencional. Del mismo modo se

realiza la ponderación de los nueve agentes contaminantes concretos para

obtener una estimación de la emisión total (en kg) del contaminante por grupo,

por energético y su emisión total en los 50 años analizados. Todo lo anterior se

resume en 135 tablas numéricas con las que el modelo presenta su resultados

ambientales y se visualizan con ayuda de 83 gráficos.

Lo que conviene resaltar de los resultados de la valoración de impacto

ambiental para el caso de referencia C1 es que en términos globales se puede

decir que el impacto global se mantendrá constante con esta opción,

disminuyendo apenas un 1.3% en los cincuenta años, básicamente gracias a la

disminución del uso del carbón en términos porcentuales, pero dado que

también disminuye la participación de la energía hidráulica y la energía

nuclear, aumentando sobre todo la participación de la biomasa tradicional en

los países en vías de desarrollo, la consecuencia es que el impacto global no

157

varíe gran cosa. En términos específicos los contribuyentes al impacto ambiental

que esta opción energética más preocupantes serían (en orden de importancia):

Los óxidos de nitrógeno, la pérdida de flora a nivel mundial pero

específicamente en los países en vías de desarrollo, la emisión de micro

partículas, la pérdida de biodiversidad y la emisión de óxidos de carbono

(CO2 y CO). Específicamente se puede destacar que la emisión global de CO2

del año 2050 superaría casi tres veces (2.8) los niveles de emisión del año 1990.

Con un crecimiento entre el 2050 y el 2000 del 246%, que además es el

crecimiento más alto de todos los contaminantes considerados. En la valoración

subjetiva se resalta el NOx, aunque su crecimiento sea un poco inferior, porque

se considera que la biomasa moderan avanzará, aunque tímidamente, frente a

la biomasa tradicional en los 50 años y eso disminuye un poco el crecimiento

del CO2, mientras que los óxidos de nitrógeno no son mitigados.

158

Caso 1 - Impacto ambiental Global por agente en los 50 años

0

5

10

15

20

25

30

35

40

CO

2

CO

NO

x

SOx

CH

4

Otr

os

HC

CO

V

PM

10

H2

S

O3

PAN

Olo

r

Ru

ido

Rad

iaci

ón

Met

ales

Soli

do

s d

isu

elto

s

Soli

dos

su

spen

sos

Met

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Ace

ites

y g

rasa

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Ag

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Tem

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atu

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lera

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Rad

iaci

ón

Otr

os: D

erra

mes

Des

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zaci

ón

Def

ores

taci

ón

Uso

de

suel

o-su

per

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e oc

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je

Hu

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Ind

ucc

ión

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Des

echo

s p

elig

roso

s

Des

ech

os n

o p

elig

roso

s

Rad

iaci

ón

Otr

os

Flor

a

Fa

un

a

Figura 4.22 .- Caso C1.- Valoración del impacto ambiental global por agente de impacto (adimensional).

159

La última consecuencia contemplada en este modelo energético es el

cómputo del costo que implica la consecución de esta opción energética

concreta. Y cabe aclarar que no se pretende determinar con exactitud las

inversiones necesarias para el sector, o el costo social o ambiental que conlleva

el uso de la energía; la intención última de esta sección es la comparación entre

los distintos casos que se producirán con este modelo energético, y la verdadera

evaluación de la sostenibilidad se dará al comparar éste aspecto entre los casos,

independientemente si el valor económico es certero o no.

El cálculo económico comienza con la determinación de un costo ‘tipo’

para cada energético por sector considerado en el estudio (CoESEk) en dólares

por Joule. Esto se logra evaluando por separado el costo que conlleva

determinado uso del energético (CoUk) en USD por Joule y ponderando dicho

costo por energético con la participación porcentual de dicho uso en el consumo

mundial de dicho energético(%CoSEk).

CoUk (USD/J) ∗∗ %CoSEk = CoESEk (USD/J)

Ecuaciones 12.- Ecuación del costo tipo para cada energético.

Esto es, por ejemplo, que si el 30% del petróleo mundial se destina a la

generación eléctrica y el 70% al transporte, se evaluará por separado el costo

que supone cada Jule de energía primaria consumido para la generación

eléctrica y cada Jule de energía primaria consumido por el sector transportes, y

el costo tipo para el petróleo se conformará como en un 30% del costo eléctrico

y un 70% del costo en transportes. Los porcentajes de participación de cada

sector en el consumo del energético varían según el energético del que se trate,

por ejemplo, si bien es razonable que el 30% del consumo primario de petróleo

se destine al sector eléctrico, el 100% de consumo primario de energía nuclear

de fisión se destina al mismo sector. Estos datos de participación en la realidad

varían de acuerdo a cada grupo, sin embargo dada la escasa información

encontrada en este sentido en los 50 países del estudio, me vi forzado a

establecer estos porcentajes de acuerdo al consumo mundial de los energéticos,

160

y transferir los costos a cada grupo de acuerdo a su participación en el consumo

mundial de dicho energético. En posteriores investigaciones habrá que

establecer estas distinciones para cada país, para posteriormente obtener la

información por sectores y grupos.

En el cálculo se consideraron 5 sectores de consumo: sector eléctrico,

sector transportes, sector industria, sector industrial y otros. Cabe destacar que

éste último sector no corresponde con el considerado en los sectores de

consumo energético como el “usos no energéticos”, ya que dada la increíble

falta de datos con respecto del costo que implica dichos usos no energéticos en

la sociedad, éste último sector no se incluyó. El sector “otros” que sí se incluye

en el cálculo del costo corresponde a su vez a dos aspectos básicos: los costos

ocultos del uso energético y los costos de adaptación. Los costos ocultos se

refieren a todos aquellos costos que la sociedad tiene indirectamente por el uso

de los energéticos y que no se encuentra reflejado, ni en los cálculo de las

inversiones necesarias para estos sectores, ni en los precios finales de los

productos energéticos. Y los costos de adaptación implican un concepto poco

tratado actualmente y que se refiere al costo que tendría la implantación de

ciertos cambios tecnológicos al sistema energético actual, por ejemplo, ¿qué

costo supondría a la sociedad transformar el sistema de servicios en el

suministro de gasolinas para el transporte particular en un sistema de servicios

que proveyera electricidad o hidrógeno? Este terreno del análisis de los costos

está menos documentado aún que el de los costos ocultos.

El cálculo del costo por Jule del sector eléctrico a su vez se compone a su

vez en costo de instalación, operación (que incluye el costo del energético

primario), mantenimiento y desmantelamiento. Esto es posible en este sector ya

que los datos particulares de estos rubros son de relativo fácil acceso y

comparación entre tecnologías y energéticos, lo cual no ocurre para el sector

transportes, industria o el sector residencial, ya que generalmente se obtienen o

bien los datos del costo del energético primario utilizado en cada sector, o el

costo final al usuario, como podría ser el de un producto manufacturado por

161

determinada industria, sin embargo, obtener costos para estos sectores que

incluyeran, como en el caso del sector eléctrico, los costos del activo y el pasivo

para cada energético no es posible sin una investigación más prolongada y

específica, realizada por grupos transdiciplinares en los que los economistas

tendrían un mayor peso, como es lógico. Ya que el problema planteado no pudo

se solventado antes de la elaboración de este primer modelo energético, se optó

que para los sectores de industria, residencial y transportes sólo se considerara

el costo del energético primario utilizado en dichos sectores, haciendo un símil

con el sector eléctrico, esto dejaría fuera básicamente a aquellos rubros

equivalentes a la instalación, mantenimiento y desmantelamiento. Pero esto

presenta no sólo un problema metodológico o de escasez de datos porque en

términos generales cuando se piensa en costo energético es razonable

considerar dentro del cálculo el desmantelamiento de una central eléctrica

nuclear, pero por el contrario parecería broma tratar de incluir el costo del

desguace de los automóviles, o el costo de la instalación de gas natural en las

casas, que sería el equivalente al costo de instalación de un sistema de

calefacción de agua solar. Pese a todo , esto también debería incluirse porque

tiene una relación directa entre nuestro uso energético y el costo social de ello.

Conviene resaltar nuevamente que el propósito de la evaluación del coste del

modelo no es determinar exactamente las inversiones del sector o el coste

excato que le supone a la sociedad este sector, sino estimar una cifra

aproximada de dichos costes para realizar comparaciones entre los distintos

casos.

El traslado de los costos energéticos que generalmente se publican en

costo por unidad de combustible, o costo por unidad de energía final

consumida, fueron transferidos al costo por unidad de energético primario,

usando supuesto generales de eficiencia y operación, distintos para cada

energético, cada tecnología y cada uso, ponderando nuevamente si un

energético en concreto tenía varias tecnologías disponibles para determinado

sector, la participación relativa de cada una de esas tecnologías en el consumo

162

global del energético. Esto es, por ejemplo, que si bien existen para la quema del

carbón para su transformación en energía eléctrica, diversas tecnologías que

permiten un rango de eficiencia entre el 20 y el 40 %, son más comunes aquellas

del 20 y se consideró de manera general estas diferencias. Pero de nuevo, este es

un punto a desarrollar más a detalle en posteriores análisis de los países que se

pueden incluir en nuevos estudios. Además, precisamente el factor tecnológico

que está implícito en el Desarrollo Sostenible, debe incluirse en este tipo de

análisis, con mayor profundidad.

A continuación expondré los costos tipo (CoESEk) para el caso C1, y para

cada energético considerados en este estudio. Cabe señalar que el cálculo del

rubro ‘otros energéticos’ se hizo de acuerdo a la participación y evolución

relativa de cada uno de sus integrantes, como ya se hizo para el impacto

ambiental.

X 10-9 USD / J Petróleo 90.68 Carbón 102.83

Gas Natural 52.18 Nuclear 183

Gran Hidráulica 98 Otros 40.7

Biomasa tradicional 25.01 Biomasa moderna 143.6 Solar fotovoltáica 187

Solar térmica 44.3 Eólica 98

Minihidráulica y mareomotriz 86 Geotrermia 71.2

Con estos valores referidos todos al año 2000 el modelo energético

considera un incremento de 0.5% anual al costo de cada una de las opciones, sin

embargo existe la posibilidad de incrementar unas y disminuir otras

dependiendo de las suposiciones que se hagan. Con esto se obtiene un costo

distinto cada lustro que se utilizará para calcular los costos por grupo,

energético (Cok), al multiplicar el costo tipo por energético por el consumo de

163

dicho energético, y las fracciones de participación de grupos y energéticos en el

costo total del año 2000 y 2050. Como ejemplo de todos estos cálculos tenemos:

CoESEk (USD/J) ∗∗ CEk (J) = Cok (USD)

Ecuaciones 13.- Ecuación del coste por energético.

Cabe destacar que si las diferencias entre la distribución de la población y

el consumo energético eran dispares, las diferencias que estos dos aspectos

tienen con respecto al costo es aún mayor. El grupo que mayor costo soportaría

a lo largo del periodo analizado sería el GIIA, sin embargo no experimenta

mayor crecimiento entre el 2000 y 2050, el grupo que mayor aumento

experimentaría sería el GIIB, haciendo evidente el atractivo que presentan estos

mercados “en vías de desarrollo y liberación”, para las compañías

transnacionales.

164

Caso 1 - Costo global por grupos

0

20000

40000

60000

80000

100000

120000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x10^

9 U

SD

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto

Figura 4.23 .- Caso C1.- Evolución del costo global por grupos.

165

Caso 1 - Costo por cada energético

0

20000

40000

60000

80000

100000

120000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x10^

9 U

SD

Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros

Figura 4.24 .- Caso C1.- Evolución del costo global por energético (Cok).

166

Por último quiero resaltar una vez más que este método de contabilidad

del costo energético, aunque se elaboró siguiendo los costos reportados por

diversas instituciones y se hicieron diversas corroboraciones para verificar,

sobre todo la magnitud relativa entre energéticos, no pretende ser un cálculo

exacto del costo energético. Lo que sí pretende es sentar un precedente en el

cálculo de dicho costo, para que en el futuro se incluyan todos aquellos aspectos

que por omisión o inexactitud en los valores hacen de éste cálculo inexacto.

Además, lo más importante es que se coloca como una consecuencia del uso

energético, no como su precedente.

Este capítulo plantea un modelo que en su primera versión en forma

práctica, como herramienta de cálculo, podría caracterizarse utilizando la

clasificación que se manejó en el capítulo 2 de la siguiente manera:

• Propósito.- Predicción inversa. Planteamiento y exploración de futuros posibles, diseñando sus posibles recorridos. (Backcasting) Se plantea una meta y se trata de descubrir cual será el camino que nos conduzca a ella.

• Estructura.- Parte de nuevos paradigmas, no económicos. Es un modelo poco endógeno, es decir, requiere de la intervención y monitorización constante del usuario.

• Tratamiento analítico.- Abajo - arriba, de tipo prescriptivo. • Metodología básica.- Punto medio entre la predicción inversa y la

simulación. • Procesamiento matemático.- Cálculos y extrapolaciones lineales. • Alcance geográfico.- Global. • Cobertura sectorial.- Sistema energético. • Horizonte de tiempo.- Largo: 50 años. • Requerimiento de datos.- Agregados. • Tratamiento ambiental.- Cálculo de emisión de contaminantes

específicos y del impacto de contaminantes específicos • Tratamiento socioeconómico.- Primitivo, basado en el IDH.

El propósito esencial de construir un modelo energético tipo es elaborar a

partir de él distintos escenarios energéticos futuros con base en consideraciones

o suposiciones distintas. Pero una de las suposiciones más difíciles que deben

167

establecerse antes de comenzar los escenarios futuros es la dirección del

‘desarrollo’ que seguirá determinado país o determinado grupo de países en el

futuro. Las conjeturas sobre le futuro económico de los grupos son las más

utilizadas para determinar dicha dirección. Sin embargo, como se mencionó con

anterioridad este enfoque es cuando menos, parcial, ya que analiza una serie de

elementos finitos de la realidad. Quizás sea mejor buscar nuevos paradigmas

para la conformación de suposiciones futuras, basadas en presupuestos

filosóficos, históricos o en un análisis más global de la realidad, que involucre

cuantos más aspectos como sea posible, aunque esto acarrearía a una

complejidad casi imposible de manejar. Ante tal problema y las limitaciones de

éste proyecto concreto, es necesario asumir un acercamiento más simple, pero a

la vez evidente y natural sobre las predicciones futuras.

Si se hace un análisis general a la historia y a la psicología humana, se

puede discurrir que el ser humano tiende a emular conciente o

inconscientemente a aquellos personajes que aparentan hacer las cosas bien, o

bien emula a aquellos que parecen tener éxito en aquello que él mismo quiere

conseguir. Esto es válido también para los pueblos, que históricamente han

copiado o emulado diversos modelos importados o impuestos de sus vecinos

que parecían vivir mejor en algún sentido. Con esto en mente la suposición

más trascendental para el diagnóstico futuro será la de conjeturar que los

países con un bajo índice de desarrollo tenderán a emular a los grupos con un

alto índice de desarrollo tratando de adoptar sus modelos energéticos, en

todos sus aspectos y particularidades, sean estos sostenibles o no.

Con esto como base conceptual, los tres escenarios principales a considerar

en este proyecto contemplan cómo los cuatro grupos con un bajo IDH migrarán

del modelo energético que tenían en el año 2000 al modelo energético que

presentan uno de los tres grupos con un alto IDH ese mismo año. Al mismo

tiempo, los grupos con un alto IDH también tenderían a emular el modelo

energético del grupo elegido para dicho escenario, pero migrando el modelo

energético que tenían en el año 2000 al un modelo energético común a los tres

168

grupos en el 2050 establecido por el crecimiento previsto en el caso de

referencia para el grupo elegido para dicho escenario. De este modo el Caso 2a

se establece cuando los demás grupos emulan el modelo energético que

presenta el grupo GIIA. El Caso 2b se establece cuando los demás grupos

emulan el modelo energético que presenta el grupo GIIIA, y el Caso 2c se

establece cuando los demás grupos emulan el modelo energético que presenta

el grupo GIVA. En todos los casos, el bajo IDH que presenta el GI obliga a

establecer un punto intermedio de desarrollo entre este grupo y aquellos de alto

IDH, por lo que dicho paso se establece en la mayoría de los casos con el

escenario energético del GIIB en el año 2000. Conviene resaltar una vez más que

estas suposiciones pretenden únicamente analizar vías de desarrollo posibles,

aunque desde la perspectiva económica actual, estas sean altamente

improbables, todo con el fin de evaluar la sosteniblidad de dichas perspectivas.

Después de explorar las diversas posibilidades en escenarios energéticos y

en desarrollo, y sus problemas, se elaboraron unas opciones energéticas más

adecuadas desde el punto de vista del desarrollo sostenible. Estos casos,

numerados con el 3, se explican en el capítulo 6 bajo el apelativo: las propuestas

sostenibles.

Pero antes habría que confirmar la validez del método, por encima de la

coincidencia del caso de referencia con las perspectivas internacionales, y

esto se consigue con una verificación histórica.

169

4.3.- El control - Caso 0.

Una vez realizado el modelo de referencia C1, se utilizó para modelar el

proceso histórico comprendido entre 1950 y el año 2000. Buscando con esto un

elemento de control al modelo energético.

Los datos de partida para tal efecto fueron la población y el consumo

energético del grupo, a diferencia del consume energético per cápita, necesario

para la proyecciones energéticas. La razón de dicho cambio es que el dato del

consumo energético global por grupo es mucho más fiable y más sencillo de

comparar para hacer la verificación histórica.

El segundo ajuste al modelo de referencia, fue el de los datos de los

porcentajes que componen la cesta energética de cada grupo. Se tomó del Caso

1, la referencia, los datos del año 2000, y se realizó una posterior investigación

para recabar los datos por grupo correspondientes para el año 1950. Los datos

de los porcentajes de los sectores de consumo indagados para el año 1950

fueron insuficientes para generalizar su uso, por lo que se consideraron

constantes en dicho periodo. Éste es un punto que requiere posteriores

investigaciones y corroboraciones. Un tercer ajuste al modelo se realizó con el

Índice de Desarrollo Humano (IDH), ya que sólo se cuenta con datos a partir de

1975, y para completar la información necesaria para el modelo se hizo una

extrapolación a 1950 y se ajustó dicha interpolación tomando en cuenta el

consumo energético per cápita correspondiente a cada año.

Las reservas energéticas consideradas para el año 1950 se estimaron

tomando como base las ya referidas para el año 2000 y aumentando en cada

energético el consumo estimado para los 50 años pasados, un mecanismo trivial

y casi ingenuo ciertamente, sin embargo, ningún reporte sobre reservas

internacionales tiene la relación histórica de reservas reales, algunos de ellos

registran aquellas reservas que se consideraban probadas en dicho año, dato

histórico pero siempre menor ya que las reservas actuales estaban en su

mayoría por descubrirse.

170

Las tablas de impacto medioambiental no se modificaron, sin embargo, las

de costo sí se modificaron en dos aspectos. Por un lado la participación de cada

energético en la energía eléctrica y en otros usos se modificó para mejor reflejar

la realidad de los últimos 50 años, y por otro lado, si en el caso de referencia se

tomó el año 2000 como base de un crecimiento inflacionario del 5% por lustro

hasta el 2050, el caso 0, usa el mismo valor, pero en decrecimiento hasta el año

1950.

Los resultados de este caso, en conjunción con los obtenidos para el año

2000 en el caso 1-de referencia-, pueden tomarse como una corroboración de la

validez del modelo propuesto como método de planificación. En este sentido

convendría analizar cuatro aspectos. Dos que se vinculan con los datos, y dos

vinculados directamente con los resultados.

Conviene recordar que los datos de partida son básicamente la población

y el consumo energético per cápita, o bien en el caso del C0 el consumo

energético total, y que estos datos se alimentan al modelo para cada uno de los

siete grupos contemplados en el análisis y un grupo extra, el resto de países no

analizados de acuerdo a los mismos parámetros que los 50 países del estudio.

La síntesis de los datos de los 50 países, ordenados por grupos y del resto de

países no considerados específicamente , se obtiene el consumo energético

primario mundial, dato esencial para el funcionamiento previo del modelo, y

que puede ser comparado con aquellos datos que diferentes organismos

internacionales publican.

El Caso 0 en cuanto al año 1995 arroja un resultado para el consumo

energético primario mundial de: 375.51 x 1018 J mientras que el Consejo

Mundial de la Energía (WEC) 67 reporta: 407.65 x1018 J, una diferencia de 32.14 x

1018 J, que representa un 8.5% más de lo que obtiene el modelo. Este porcentaje

se mantiene casi constante si se analiza el año 2000, ya que el Caso 0 obtiene:

419.19 x 1018 J, mientras que el WEC: 455.76 x1018 J, esto es 8.7% más. Sin

embargo sí se analizan otras instituciones como la Agencia Internacional de la

67 WEC. Energy for Tomorrows world, acting now. Atalink Projects. UK.2000

171

Energía (IEA)68 o la Administración de Información de la Energía (EIA)69,

tenemos que reportan para el año 2000, un consumo de energía primaria de:

420.43 x 1018 J y 420.81 x 1018 J respectivamente. Analizando estos resultados y

otros reportes de la EIA, se obtiene una tolerancia de 12% alrededor de cada

valor del modelo para el consumo energético primario mundial.

x 1018 J C0 C1 WEC IEA EIA 1995 375.51 - 407.65 - - 2000 419.19 419.19 455.76 420.43 420.81

Tabla 4.17.- Comparación del consumo energético primario mundial entre el modelo y distintos reportes internacionales.

Otro resultado parcial del modelo que se trata internamente, como dato

son los porcentajes de la cesta energética mundial para cada año. Esta se obtiene

en el modelo mediante la suma de los gastos que cada grupo realiza en cada

energético, que a su vez se obtienen de la cesta energética en porcentaje

introducida como dato para cada grupo. A continuación se expone la cesta

energética obtenida para los dos modelos C0 y C1 (que es la misma) para el año

2000, comparada con la que dos instituciones reportan para el mismo año en sus

reportes:

% Modelo - Casos 0 y 1 WEC ∆∆

(% sobre M) IEA ∆ ∆

(% sobre M) Petróleo 38.8 34.44 11.23 34.8 10.3 Carbón 18.3 24.44 -33.55 21.1 -15.3

Gas Natural 19.6 18.88 3.6 23.5 -19.89 Nuclear 4.8 5.55 -15.62 6.8 -41.66

Gran Hidráulica 3.8 4.44 -16.84 2.3 39.47 Otros 14.7 12.25 16.66 11.5 21.76

Tabla 4.18.- Comparación de la cesta energética mundial para el año 2000, utilizada en el modelo y en dos instituciones analizadas.

Analizando la tabla anterior se advierte primero que el modelo presenta

divergencias ligeramente distintas con respecto a las dos instituciones. Con

respecto al WEC la mayor divergencia se presenta en la utilización del carbón, 68 IEA. Key world energy statistics 2002. en: www.iea.org 69 EIA. International Energy Outlook 2003. en: www.eia.doe.gov/oiaf/ieo/tbl_1.html

172

mientras que con la IEA es la energía nuclear la que menos concuerda. Las

diferencias en porcentajes de la cesta energética analizadas y comparadas

individualmente pueden ser muy grandes, y más si se analiza la proporción con

respecto a estas cifras. De este análisis se desprendería que los datos (en

porcentaje) utilizados para la cesta energética contienen un error total muy

cercano a la propia tolerancia de la muestra. Sin embargo, si estos porcentajes se

analizan para cada grupo, con su correspondiente consumo energético total, el

error total disminuye significativamente. Las mayores diferencias se presentan

en el consumo de carbón mundial, con respecto a lo reportado por el WEC y

por otro lado en términos generales la contabilización del consumo energético

que la categoría de Otros energéticos y la Gran hidráulica, ya que por un lado se

consideran juntos en al mayoría de reportes internacionales, o bien no se

contabiliza toda aquella energía no comercial que proviene del uso de biomasa

tradicional.

Otro punto de divergencia sería el rubro nuclear, aunque en términos

globales dicha diferencia se podría explicar fácilmente ya que para el modelo

todos aquellos países no analizados específicamente y que se agrupan en el

grupo Resto, no cuentan con participación nuclear en su cesta energética, sin

embargo sí que existen 51 reactores en dicho grupo, y representan

aproximadamente el 10 % de toda la energía nuclear mundial así que dicho

porcentaje podría elevarse a un 5.3% sí en posteriores investigaciones se

incluyen más países al estudio previo de recopilación de datos.

Precisamente, el análisis del sector nuclear en el modelo me llevó a

incluirle una salida que se vinculaba con el sector eléctrico de cada grupo, y

más en concreto que el modelo fuese capaz de estimar el número de centrales

eléctricas que sería necesario construir para satisfacer la perspectiva energética

que se planteaba para determinado escenario energético previsto en cada caso,

a partir del cálculo de los MW nucleares necesarios en cada grupo. Es muy

difícil hacer generalizaciones de la operación de las plantas eclécticas

mundiales, o bien estimar su número exacto, sin embargo, si sólo se analiza el

173

sector nuclear, es mucho más sencillo conseguir resultados y cotejarlos con

datos fiables, tanto de número de plantas como de capacidad eléctrica instalada.

De esta manera se consiguió que tanto el caso de referencia (C1) y el caso de

control (C0), calcularán la capacidad nuclear necesaria (en unidades tipo de

1000 MW) para cada grupo en el año 2000 (y en los 50 años), dato fácilmente

comparable con la capacidad instalada y en operación existente en el mundo.

Los resultados se contemplan en la siguiente tabla:

Grupo / MWe inst. Modelo – C0 Modelo – C1 Real GI 0 0 1

GIIB 10 000 9 000 9 249 GIIIB 2 000 2 000 1 930 GIVB 45 000 31 000 34 852 GIIA 121 000 108 000 118 924 GIIIA 120 000 105 000 102 305 GIVA 74 000 64 000 67 316 Resto 0 0 35 653

Tabla 4.19.- Comparación de la capacidad eléctrica nuclear instalada en el mundo en el 2000. Como se puede observar las mayores divergencias se encuentran en el

grupo Resto, esto se debe a que se compone de todos aquellos países no

investigados específicamente para este estudio y en los que no era posible

establecer con la certeza necesaria los datos energéticos que sí se consiguieron

para los otros países, por lo que, aunque se conoce que cuentan con 51 unidades

nucleares, esencialmente en países del Este de Europa, Korea, e Israel; no era

posible hacer las estimaciones energéticas necearías para definir su modelo

energético. Este es sin duda un aspecto a desarrollar en el futuro, al aumentar

más países al estudio la divergencia disminuirá.

En términos generales la realidad nos presenta con un número

ligeramente menor de capacidad eléctrica que lo que predice el modelo de

control CO, y un número mayor, pero no tan general, en comparación con el

modelo de referencia C1, esto puede deberse a que el modelo de control

considera un crecimiento continuo de la construcción de centrales, mientras que

el crecimiento del sector en la última década del pasado siglo se vio seriamente

174

disminuido, además de que casi ninguna central ha sido desmantelada. Otra

posibilidad es que existe en la realidad una variación importante tanto en

potencia instalada, como en factores de planta menores a los que considero para

elaborar el cálculo de las centrales tipo, ya que el modelo indica que si las

condiciones fuesen óptimas y los rendimientos del sistema pudieran

aprovechar al máximo las unidades nucleares existentes. Esto puede

solventarse en futuros modelos con más detalle en la información del sector

eléctrico de cada país.

Por último, uno de los resultados del modelo que con mayor facilidad

pueden compararse con otros datos, es el de la emisión de bióxido de carbono

(CO2) a la atmósfera provocado por el uso de energéticos combustibles por

parte del ser humano. Conviene recordar que el modelo energético propuesto

calcula la cantidad (en kg) de CO2 vertidos a la atmósfera para cada

combustible considerado: petróleo y derivados, carbón, gas natural y biomasa

tradicional, de acuerdo a su uso como energético primario y a distintos grados

de emisión, que se consideraron constantes para cada combustible,

independientemente de la tecnología que llevase a cabo la combustión.

La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático

(UNFCCC70 por sus siglas en inglés) estima que en 1990 se vertieron al

ambiente: 1949.2x1010 kg CO2/año, y el WEC71 considera para el mismo año

2178 x1010 kg CO2/año. El caso C0 proyecta 2905.53x1010 kg CO2/año, que es

956.33 x 1010 kg (32.91%) más que UNFCCC, y 726.62 x 1010 kg (25%) más que el

WEC. La principal razón de la discrepancia es que el proceso de cálculo

utilizado para obtener estos resultados considera la aportación de la biomasa

tradicional a la atmósfera de forma neta, sin importar que después se absorba o

no, ya que en mi opinión ese es ya un problema de los modelos de

comportamiento atmosférico y no de aquellos modelos destinados a evaluar

escenarios energéticos. El modelo calcula que la aportación global de la

70 Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (United Nations Framework Convention on Climate Change): unfccc.int/index.html 71 WEC. Energy for Tomorrows world,1993.

175

biomasa tradicional a la emisión de bióxido de carbono es cercana al 20%, por

lo que si descontamos dicho porcentaje y reevaluamos las diferencias con los

datos publicados en los informes internacionales, las discrepancias se reducen

a: 16.5% con el UNFCCC y 6.7% con el WEC, para el año 1990.

Año /x 1010 kg UNFCCC WEC Caso CO 1990 1949 2178 2906 2000 2320 - 3308

Tabla 20.- Comparación de las emisiones de CO2 entre el caso C0 y distintos organismos internacionales.

Con todo lo anterior, se concluye que el modelo energético desarrollado

para la elaboración de perspectivas energéticas responde dentro de los límites

de lo razonable y por tanto es apto para la elaboración de nuevas

elucubraciones energéticas futuras con un rango de confianza aceptable.

Para concluir con el estudio del caso C0, se presentan a continuación los

principales datos de entrada y los resultados principales. La siguiente tabla

resume las consideraciones que se estipularon para cada grupo del estudio. Por

un lado la población total del grupo, expresada en millones de habitantes (P) ,

el consumo energético primario en 1018 J/año (CE) , el Índice de Desarrollo

Humano (IDH) y los porcentajes de participación de la cesta energética

compuesta por petróleo (P), carbón (C), gas natural (GN), energía nuclear (N),

gran hidráulica (GH) y otros (O), todo tanto para 1950, como para el año 2000.

176

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto

P.x106 hab 117.41 1246.3 19.53 181.33 183.3 181.77 199.71 399.37

CE. x1018 J 2.72 16 0.53 18.75 59.74 18.76 24.04 10.03 1950

IDH 0.25 0.41 0.6 0.715 0.755 0.738 0.746 sd72

P.x106 hab 432.72 3352.5 54.56 227.9 327.32 232.64 267.54 1154.9

CE. x1018 J 12.09 98.96 4.0 41.89 128.47 38.83 42.93 51.97 2000

IDH 0.518 0.712 0.746 0.793 0.934 0.921 0.924 sd

P 0 1.5 1.5 1 28 28 1 0

C 5.5 63 63 82 27 27 82 5.5

GN 0 1.5 1.5 1 18 18 1 0

N 0 0 0 0 0 0 0 0

GH 0 1 1 1 13 13 1 0

Cesta

1950 %

O 94.5 33 33 15 14 14 15 94.5

P 33.5 41.3 25 31.5 38.2 41.5 48.4 33.5

C 5 13.7 37 25.2 28.1 14.1 15.2 5

GN 12 20.4 5 30 19.5 18 22.4 12

N 0 0.6 2.9 4.7 5.3 17 9.4 0

GH 4.5 7 0.1 1 2.7 3.5 1.8 4.5

Cesta

2000 %

O 45 16.97 30 7.65 6.19 5.9 2.8 45

Tabla 4.21.- Caso 0 (Control).- Datos de entrada al modelo.

A continuación se presentan 12 gráficas que representan a grandes rasgos

los datos de entrada al modelo (población, consumo energético per cápita) y los

resultados del modelo: consumo energético global, IDH, Impacto ambiental,

emisiones relevanteas y el coste de este caso.

72 El Índice de Desarrollo Humano para el resto de países no considerados en el estudio no se recopiló.

177

Caso 0 - Población mundial por grupos

0

1000

2000

3000

4000

5000

6000

7000

1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000

Mil

lone

s de

hab

itan

tes

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto

Figura 4.25.- Población Mundial por grupos.

178

Caso 0 - Consumo energético Mundial por grupos

0

50

100

150

200

250

300

350

400

450

1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000

x 10

^18

J

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto

Figura 4.26.- Consumo energético primario Mundial por grupos.

179

Caso 0 - Consumo Mundial de energía por energético

0

50

100

150

200

250

300

350

400

450

1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000

x 10

^18

J

Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros

Figura 4.27.- Consumo energético primario Mundial por energéticos.

180

Consumo energético per cápita - Caso 0

0

50

100

150

200

250

300

350

400

450

1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000

GJ/

hab

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto

Figura 4.28.- Consumo energético per cápita por grupos.

181

Índice de desarrollo humano - Caso 0

0.0

0.1

0.2

0.3

0.4

0.5

0.6

0.7

0.8

0.9

1.0

1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA

Figura 4.29.- Índice de Desarrollo Humano por grupos.

182

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

50

55

60

65

70

75

1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000

Caso 0 - Impacto ambiental Global por años

Figura 4.29.- Impacto ambiental global.

183

Caso 0 - Impacto ambiental Global por agente en los 50 años

0

5

10

15

20

25

30

35

40

CO

2

CO

NO

x

SOx

CH

4

Otr

os

HC

CO

V

PM

10

H2

S

O3

PAN

Olo

r

Ru

ido

Rad

iaci

ón

Met

ales

Soli

do

s d

isu

elto

s

Soli

dos

su

spen

sos

Met

ales

Ace

ites

y g

rasa

s

Ag

ente

s b

ioló

gic

os

Age

nte

s qu

ímic

os

Tem

per

atu

ra

Eu

trof

icac

ión

ace

lera

da

Rad

iaci

ón

Otr

os: D

erra

mes

Des

erti

zaci

ón

Def

ores

taci

ón

Uso

de

suel

o-su

per

fici

e oc

up

ada

Pa

isa

je

Hu

nd

imie

nto

s

Ind

ucc

ión

de

acti

vid

ad s

ísm

ica

Des

echo

s p

elig

roso

s

Des

ech

os n

o p

elig

roso

s

Rad

iaci

ón

Otr

os

Flor

a

Fa

un

a

Figura 4.30.- Impacto ambiental global por agente.

184

Caso 0 - Impacto ambiental realtivo - 1950

1.81%10.63%

12.45%

39.68%

12.46%

15.97%

6.66%

0.35%

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto

Figura 4.31.- Impacto ambiental relativo por grupo en 1950.

Caso 0 - Impacto ambiental realtivo - 2000

1.99%

23.82%

10.08%

30.93%

9.35%

10.33%

12.51%

0.97%

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto

Figura 4.32.- Impacto ambiental relativo por grupo en 2000.

185

Generación de CO2 por grupo - Caso 0

0

100

200

300

400

500

600

700

800

900

1000

1100

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11

x10^

10 k

g/añ

o

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA

GIIIA GIVA Resto

Figura 4.33.- Generación de CO2 por grupo.

186

Generación de desechos peligrosos radioactivos por grupo - Caso 0

0.000

0.003

0.005

0.008

0.010

0.013

0.015

0.018

0.020

1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000

x10^

10 k

g/añ

o

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA

GIIIA GIVA Resto

Figura 4.34.- Generación de residuos radioactivos peligrosos por grupo.

187

Caso 0 - Costo global por grupos

0

5000

10000

15000

20000

25000

30000

35000

1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000

x10^

9 U

SD

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto

Figura 4.35.- Costo de la perspectiva energética por grupo.

188

Caso 0 - Costo por cada energético

0

5000

10000

15000

20000

25000

30000

35000

1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000

x10^

9 U

SD

Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros

Figura 4.36.- Costo de la perspectiva energética por energético.

189

4.4.- El control como predicción inversa - Caso 0b.

El caso anterior C0, se basa en los datos históricos de población y consumo

energético por lustro, desde 1950 al 2000, al igual que el caso de referencia C1,

analizado en el capítulo anterior, cuenta con datos para cada lustro de dichas

variables, basados en las previsiones internacionales para los próximos 50 años,

a partir del año 2000. Sin embargo, el propósito del modelo que se propone

evaluar es sólo contar con los datos de partida del año de inicio de la previsión,

y los datos deseados para la meta al cabo del periodo previsto; por lo que los

datos intermedios para cada lustro, serían interpolados linealmente entre estos

dos puntos. ¿cómo afectará esto a la salida de resultados? Para contestar esta

pregunta se plantó el caso C0b.

El Caso C0b compara la previsión hecha para el periodo histórico

comprendido entre 1950 y 2000 del caso C0, modificando los datos intermedios

de población y consumo energético per cápita (CEPC). Esto es, se toman cuatro

pares de datos básicos para cada grupo: la población y el CEPC para los años

1950 y 2000, y se introducen al modelo interpolando linealmente los datos

intermedios para cada lustro. Esto es, básicamente, lo que se pretende hacer en

los siguientes casos para el periodo comprendido entre el año 200 y el 2050. Los

datos introducidos al modelo serán entonces:

Población

1950 X106 hab Población

2000 X106 hab CEPC 1950

GJ/hab CEPC 2000

GJ/hab GI 117.41 432.72 23.14 27.93

GIIB 1246.34 3352.46 12.84 29.52 GIIIB 19.53 54.56 26.98 74.23 GIVB 181.33 257.9 103.4 162.43 GIIA 183.3 327.32 325.9 392.49 GIIIA 181.77 232.64 103.22 166.91 GIVA 199.71 267.54 120.35 160.46 Resto 399.37 1154.95 25.12 45 Total: 2528.76 6080.09

Tabla 4.22.- Datos de entrada para el caso C0b.

190

Con la interpolación lineal se aprecia que las gráficas de consumo

energético por grupo, y en general todas las gráficas, se suavizan, se pulen un

poco, esto es, al eliminar las variaciones de la tendencia general de cada grupo

que se presentan indistintamente en los lustros intermedios, las graficas parecen

ser menos escalonadas. El único caso digno de mención por desviarse de esto

último, es del grupo GIVB compuesto por: Estonia, la Federación Rusa, Polonia,

Rumania y Ucrania. Ya que históricamente, se registra un crecimiento mayor

que el considerado a partir de 1950 y hasta 1985, donde el CEPC alcanza un

máximo de 269.36 GJ/hab, que se modera en 1990 a 257 GJ/hab, para después

caer en 1995 hasta 175 GJ/hab. Este comportamiento histórico es imposible de

modelar linealmente si sólo se consideran los datos de 1950 y 2000, por lo que,

en este grupo en concreto el consumo energético total del grupo entre el caso

C0b y el C0 varía, a la baja, un 40%. Sin embargo, esta pérdida se compensa con

el aumento del consumo energético de otros grupos, que presentaban un

crecimiento general en el caso C0 menos uniforme que el considerado en el C0b,

ya que comenzaban las primeras dos décadas del periodo histórico casi sin

aumento y en la últimas tres décadas casi triplicaron dicho consumo. Tal es el

caso de: GI, GIIB, GIIIB y el Resto. Esto también muestra que es posible asumir

que si un grupo se aparta de la tendencia general que mantienen los demás,

dicha variación se verá compensada por algún otro grupo en el contexto

global. Esto es útil resaltarlo ya para análisis sobre el futuro es importante tener

claro que pequeñas variaciones en los grupos individualmente no afectarán

sustancialmente en lo global, por lo que se podría considerar que en los casos

de análisis futuros se contempla una incertidumbre de ±10% en los datos

globales.

Con estas dos particularidades, el consumo energético total global que el

caso C0b obtiene al final del periodo analizado es apenas un 0.09% menor que

el registrado por el caso C0, esto es se puede considerar que son iguales. Se

puede ver en la figura 4.37 (siguiente página) que las discrepancias son

mínimas.

191

El Caso C0b considera la misma evolución en la cesta energética de cada

grupo y con la variación del consumo individual de cada grupo, se modifica el

consumo individual de cada energético, sin embargo dicha variación resulta

casi anecdótica. En la tabla 4.23 (siguiente página) se comparan los niveles de

participación de cada energético según el tipo de energético considerado en

ambos casos, el C0 y el C0b, y se puede observar que la diferencia no alcanza

los dos puntos porcentuales. En términos absolutos, sin embargo las diferencias

parecen un poco mayores, pero en ningún caso superan un 7% en una u otra

dirección, y la principal pérdida ocurre en el consumo de carbón, y el mayor

aumento lo experimentan los energéticos naturales, lo cual es lógico dado el

comportamiento del consumo energético de los grupos antes discutido. Los

efectos de estos consumos diferenciados se harán evidentes al analizar las

consecuencias de este caso. Esto también se aprecia en la siguientes gráficas:

Caso 0 - Consumo Mundial de energía por energético

0

50

100

150

200

250

300

350

400

450

1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000

x 10

^18

J

Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros

Caso 0b - Consumo Mundial de energía por energético

0

50

100

150

200

250

300

350

400

450

1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000

x 10

^18

J

Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros

Figura 4.37.- Consumo energético primario global por grupos, casos C0 y C0b.

192

% Global C0 % Global C0b CE Global C0 X1018 J

CE Global C0b X1018 J

Petróleo 28.4 27.74 3954.07 3865.94 Carbón 29.23 31.08 4070.22 4331.26 Gas Natural 15.3 15.52 2130.13 2162.33 Nuclear 3.01 3.08 419.06 429.31 Gran Hidráulica 4.81 4.51 669.64 628.47

Otros 1.25 18.07 2680.3 2518.68 Tabla 4.23.- Comparación del consumo energético entre el caso C0 y C0b.

La primera consecuencia que evalúa el presente modelo es el de los

recursos restantes. En comparación con el caso C0, los recursos restantes del

caso C0b es prácticamente invariable. El mayor cambió se presenta en los

recursos petrolíferos restantes, y apenas es de un 0.75% por encima del C0. Lo

mismo sucede con la valoración subjetiva del impacto ambiental que para este

caso alcanza los 745, es decir un 0.73% menos que el caso C0, y aunque resaltan

los mismos agentes contaminantes el caso C0b pone más énfasis en aquellos

relacionados con la biomasa tradicional y un poco menos con los que se

relacionan con el carbón, sin dejar de ser éste último el energético que más

contribuye al impacto ambiental en los 50 años estudiados. De manera

particular se puede decir que la emisión de CO2 global sólo varía un -0.35 % en

este caso respecto del C0, y lo mismo sucede con los residuos radioactivos, que

en los 50 años considerados variarían un –2% respecto del C0, estos dos agentes

reflejan el comportamiento de todos los agentes contaminantes contemplados

en el modelo, ya que realmente no varían, con una excepción: el SOx, que

disminuye un 5.4% en la emisión global considerada en el C0b con respecto al

C0, y esto se debe sin duda a la disminución del uso del carbón por el grupo

GIVB que presenta el CO dados los datos históricos de la década de los 80 y 90,

pero que el el caso COb no tienen forma de predecirse. Aún así cabe destacar

que el modelo presenta discrepancias menores al 10% pese a que existan

cambios tan dráscos como la caída en el consumo energético primario

experimentada por el grupo de los descalabrados (GIVB) en el pasado.

193

Generación de CO2 por grupo - Caso 0

0

100

200

300

400

500

600

700

800

900

1000

1100x1

0^10

kg/

año

GI GIIB GIIIB GIVB

GIIA GIIIA GIVA Resto

Generación de CO2 por grupo - Caso 0b

0

100

200

300

400

500

600

700

800

900

1000

1100

x10^

10 k

g/añ

o

GI GIIB GIIIB GIVB

GIIA GIIIA GIVA Resto

Figura 4.38.- Emisión de CO2 global por grupos, casos C0 y C0b.

Caso 0 - Contaminantes generados 2

0

20

40

60

80

100

120

1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000

x10^

10 k

g/añ

o

SOx

Caso 0b - Contaminantes generados 2

0

20

40

60

80

100

120

1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000

x10^

10 k

g/añ

o

SOx

Figura 4.39.- Emisión de SOx global, casos C0 y C0b.

194

Por último se puede citar el cambio en el costo, que como las anteriores

consecuencias apenas se aprecia cambio en el total global de todo el periodo, y

aún así el valor que refleja este caso es un 0.78% menor al que presenta el C0.

Dicho costo sí se distribuye diferente en este caso, pero de nuevo siguiendo el

patrón de menor participación para el grupo GIVB y mayor participación en los

otros grupos, especialmente los otros de IDH bajo.

Caso 0 - Costo global por grupos

0

5000

10000

15000

20000

25000

30000

35000

1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000

x10^

9 U

SD

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto

Caso 0b - Costo global por grupos

0

5000

10000

15000

20000

25000

30000

35000

1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000

x10^

9 U

SD

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto

Figura 4.40.- Costo global por grupos, casos C0 y C0b.

A manera de síntesis se puede decir que pese a no considerar los datos históricos

lustro a lustro, y considerar sólo los datos esenciales para los extremos temporales, el

modelo sigue reflejando esencialmente bien la realidad, con variaciones que en ningún

momento superan un ±1% para los valores globales, un ± 7% para la mayoría de los

valores puntuales, y que si bien la variación específica del grupo GIVB, supera

cualquier variación aceptable, ese tipo de reacciones, son en modelos de largo alcance

temporal, imposibles de predecir, que por otro lado no es la intención de este modelo.

195

Capítulo 5

TENDENCIAS PARA EL DESARROLLO DE LA ESTRATEGIA

ENERGÉTICA

5.1.- Las posibles tendencias evolutivas de los grupos.

El esquema de modelación que se plantea ahora no sólo establece los pasos que

estructuralmente el modelo computacional debe seguir para ser acorde con el

desarrollo sostenible, también presupone un nuevo proceder en la elaboración

de las tendencias evolutivas futuras. Dado que predecir la evolución de todas

las variables que definen el comportamiento de la sociedad para establecer que

en los próximos 50 años la riqueza media de un país aumentará o disminuirá un

5% por ejemplo, parece, no sólo difícil, sino que se demuestra en la práctica

tremendamente falible. Deberíamos plantearnos el problema de manera

inversa, ya que nuestro desarrollo intelectual nos permite intentar conseguir

para el futuro cosas más tangibles e importantes como por ejemplo:

• Que la vida media del país aumente el 5%. • Que nuestros hijos sepan el 5% más de lo nosotros sabemos. • Que la condiciones ambientales no hagan imposible la vida sobre la

tierra. • Y además, claro, de que la riqueza media del país aumente otro 5%.

Para conseguir esos sencillos objetivos quizás habría que hacer otras cosas

que no sabemos, para lo que disponemos de una ayuda importantísima:

sabemos cómo lo hemos hecho hasta ahora. El mundo ya ha recorrido un

camino que le ha hecho progresar económicamente, en salud y en educación, al

196

menos en ciertos grupos, y eso será lo que se intente imitar, por lo que lo

primero que hay que analizar para el futuro es ¿qué pasará si toda la

humanidad sigue ese camino? Y después establecer qué se necesita para

conseguirlo.

Este procedimiento nos exige buscar tendencias históricas en los grupos

de alto desarrollo y considerar una posible equiparación de dichos trayectos por

los grupos menos desarrollados. Para ello y siendo consistentes con los

mecanismos de elaboración de los grupos, hay que analizar si existe una

tendencia en los datos que se exponen en las graficas del IDH-crecimiento

poblacional, que se expuso en la figura 4.5, y ahora en la 5.1:

Evolución de los grupos - 1950-2000

0

25

50

75

100

125

150

175

200

225

250

275

300

325

350

375

400

0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1

IDH

% d

e cr

ecim

ien

to e

n 5

0 añ

os

Figura 5.1.- Mapa IDH-Crecimiento poblacional. Tendencia en la evolución de los distintos grupos estudiados = línea roja. Círculo rojo = GI, cuadrado azul = GIIB, triángulo verde = GIIIB, rombo verde = GIVB, cuadrado amarillo = GIIA, triángulo azul = GIIIA y rombo morado = GIVA.

GI

GIIB

GIIIB

GIIA

GIIIA

GIVA

GIVB

197

En la figura 5.1 se puede observar la evolución de los 7 grupos estudiados,

siendo el punto correspondiente a la posición del grupo en 1950, el punto

inicial, el que se encuentra más a la izquierda de la gráfica, y el último punto

hacia la derecha de la gráfica el que correspondería al año 2000. En términos

generales se puede apreciar como cada grupo con el paso del tiempo trata de

disminuir su crecimiento poblacional, pasando de la parte superior de la gráfica

hacia abajo (en concreto hacia el 100% que equivale a la estabilidad poblacional

en 50 años), y a aumentar su IDH recorriéndose hacia la parte derecha de la

gráfica, tratando de alcanzar la unidad en el índice.

Hay una tendencia clara en el camino a seguir por la humanidad en este

mapa IDH-crecimiento poblacional. Esa tendencia es la estabilidad poblacional

y el desarrollo humano progresivo, es decir: sin saltos bruscos.

Naturalmente, en cuanto al consumo energético se refiere, esta evolución

de la humanidad precisa de la adopción sucesiva de estrategias energéticas

distintas para cada etapa. De modo que se puede prever el tipo y la cantidad de

recursos energéticos que se demandarán en cada periodo y en el conjunto de

varios.

De lo que vaya a pasar en el futuro nadie sabe nada con certeza, pero sí

sabemos que pase lo que pase se cumplirá “forzosamente” lo siguiente:

• los países de cabeza decidirán qué hacer para mejorar su IDH (aunque sea inconscientemente)

• los países que vayan detrás imitarán el camino, sin dar saltos bruscos, en el mapa IDH-Crecimiento Poblacional, a los de cabeza. (si los países de la cabeza aciertan, los que vayan detrás tomarán “forzosamente” el mismo camino, si se equivocan tratarán de modificar levemente el camino)

Es decir, el futuro sólo será incierto para los grupos punteros, no así para

los rezagados, los cuales, sólo podrán –aunque de muy buena gana– seguir las

pautas marcadas. Utilizando este razonamiento, el mecanismo de planificación

es el siguiente:

198

• Siguiendo las posibles evoluciones en el mapa IDH-crecimiento poblacional, se establece para cada grupo un escenario energético probable en el futuro.

• Los grupos punteros “inventan” nuevos caminos, • Los grupos más rezagados siguen a los de cabeza, cada uno desde su

situación en el mapa. • Los datos “pasados” correspondientes a caminos recorridos con

anterioridad por algún grupo, sirven como datos “ciertos” para el futuro de otros grupos (dado que no es posible dar saltos brusco en el mapa).

Ahora sólo resta probar en el modelo los distintos caminos que parecen

marcar cada uno de los tres grupos punteros: El GIIA: los derrochadores, el

GIIIA: los vacilantes y el GIVA: los reconstruidos. Los criterios de

sostenibilidad que se han adoptado para la evaluación de estos escenarios son

los siguientes:

• Población. ¿Seremos demasiados? • Agotamiento de los recursos. ¿Habrá suficiente energía? • Evolución del Desarrollo Humano. ¿Seremos mejores? • Impacto ambiental (valoración global) • Cambio climático (emisión de CO2)

Ya que sólo hay tres grupos que hayan alcanzado un alto nivel del IDH, se

presupone que los caminos de los patrones de desarrollo que el mundo seguirá

se basarán esencialmente en los que actualmente ostentan estos tres grupos de

países, y generan tres casos para nuestro análisis.

Pero la transición hacia los grupos de alto índice de desarrollo humano no

significa que los seis grupos restantes evolucionen al estado del grupo que

encabece el caso en cuestión en el 2050, porque es materialmente imposible que

en 50 años los países de los grupos de bajo índice de desarrollo humano

consigan superar el umbral del desarrollo y además evolucionar,

aceleradamente, junto con los tres grupos de alto índice de desarrollo hasta

conseguir todos un modelo energético y social único en el 2050. Lo que se

considera plausible es que el grupo GI, migre en 50 años hacia uno de los tres

estados en los que se encontraban los otros tres grupos de bajo índice de

desarrollo humano en el 2000 (GIIB, GIIB y GIVB) y que estos tres grupos

199

tiendan, en conjunto, a la situación en las que se encontraba el grupo que

encabezará el caso en el año 2000. Dejando así a los tres grupos de alto índice

de desarrollo humano un evolución conjunta hacia un modelo que marcará el

grupo que encabece el caso en el año 2050.

200

5.2.- Evolución con alta población y consumo excesivo.- Caso 2a.

El caso 2a, siguiendo a los derrochadores, que tiene como modelo al GIIA, con

un alto índice de desarrollo (0.934) y crecimiento poblacional alto en 50 años

(147.25%), analizará el escenario bajo el cual, el grupo GI evolucionaría hacia la

situación en la que se encontraba el grupo GIIB en el año 2000, para progresar

en el índice de desarrollo humano y moderar un poco el crecimiento

poblacional, pero sin abandonarlo. Los restantes grupos de bajo índice de

desarrollo humano (GIIB, GIIIB y GIVB) evolucionarían hacia la situación en la

que se encontraba el grupo GIIA en el año 2000, y los tres grupos de alto índice

de desarrollo humano evolucionarían hacia el modelo que pronostica el caso de

referencia para el grupo GIIA en el año 2050. En la siguiente tabla se expone los

datos básicos que representa el modelo del GIIA para el año 2000 y 2050, y que

definen este caso. GIIA-Caso 2a 2000 2050

Crecimiento Poblacional por lustro % 0.04 0.03 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 392.49 410.69 Índice de desarrollo humano 0.934 1 Cesta energética (%) Petróleo 38.2 Carbón 28.06 Gas Natural 19.5 Nuclear 5.3 Gran Hidráulica 2.75 Otros 6.19 Sectores de consumo (%) Industria 24.4 Transportes 26.7 Otros sectores 22 Usos no energéticos 1.7 Pérdidas 25.2 Tabla 5.1.- Datos básicos del modelo energético del GIIA.

Este modelo energético y demográfico plantea, primero en el terreno

demográfico el apostar por el crecimiento demográfico, que si bien moderado,

201

no deja de crecer. El consumo energético per cápita que se pretendería emular

es el mayor de entre todos los grupos por lo que la tendencia de este escenario

analizará un modelo de alto consumo generalizado, que puede resultar, tal vez,

improbable de alcanzar en 50 años para los grupos de bajo desarrollo

económico, incluso si se pretende alcanzar en el 2050 el consumo energético per

cápita que tenía el GIIA en el año 2000. Pero reafirmo, que las perspectivas

energéticas deben establecerse a partir de un estado deseable a alcanzar,

buscando los caminos que es necesario seguir para conseguirlo, y no basar

dicha perspectiva en la probabilidad de consecución. En cuanto a la cesta

energética se puede resaltar que el GIIA es el tercer grupo que más depende de

los hidrocarburos comerciales, como el petróleo, el gas natural y el carbón.

Siendo además el segundo grupo con el consumo de carbón más alto, por lo que

este escenario también implica un alto impacto ambiental en cuanto a emisiones

atmosféricas. En cuanto al modelo de consumo energético cabe destacar que el

GIIA es el grupo en el que el sector transportes cuenta mayor participación, así

que representaría también un escenario de comercio y comunicaciones. Aunque

también es de destacar que es uno de los modelos de consumo por sectores

más equilibrados entre los cuatro sectores principales.

A continuación se presentarán seis tablas con los datos básicos de

transición de cada grupo y que se utilizarán como datos para el modelo

energético y obtener el caso 2a.

202

GI 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.12 0.1 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 27.93 29.52 Índice de desarrollo humano 0.518 0.712 Cesta energética (%)

Petróleo 33.5 41.27 Carbón 5 13.72

Gas Natural 12 20.44 Nuclear 0 0.6

Gran Hidráulica 4.5 7 Otros 45 16.97

Sectores de consumo (%) Industria 11 25

Transportes 12 18 Otros sectores 53 29

Usos no energéticos 2 4 Pérdidas 22 24

Tabla 5.2.- Evolución de datos básicos para el grupo GI - Caso 2a. Tras la introducción de estos datos el grupo GI presenta en el 2050 una

población que aumenta un 3% con respecto al C1, un consumo energético per

cápita (CEPC) que aumenta apenas un 11% respecto al C1 (un 5.6% respecto al

año 2000); estos dos factores provocan que el consumo energético total del

grupo (CE) aumento un 15 % respecto a lo que contempla el C1. Cabe destacar

de este modelo que se impulsaría la industria y se reduciría el porcentaje de

participación de los sectores residencial y comercial, contenidos en el rubro

‘otros sectores’, pero eso es en porcentaje ya que en términos absolutos, si hay

un aumento de dicho sector. La cesta energética abandonaría el abuso de la

biomasa tradicional, para sustituirla principalmente por los hidrocarburos

tradicionales, el petróleo, el carbón y el gas natural. También es destacable la

aparición de la energía nuclear en este grupo.

203

GIIB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.1 0.04 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 29.52 392.49 Índice de desarrollo humano 0.712 0.934 Cesta energética (%)

Petróleo 41.27 38.2 Carbón 13.72 28.06

Gas Natural 20.44 19.5 Nuclear 0.6 5.3

Gran Hidráulica 7 2.75 Otros 16.97 6.19

Sectores de consumo (%) Industria 25 24.4

Transportes 18 26.7 Otros sectores 29 22

Usos no energéticos 4 1.7 Pérdidas 24 25.2

Tabla 5.3.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIB - Caso 2a. El Grupo GIIB en este escenario imita el crecimiento demográfico del GIIA

aumentaría un 33 % su población en el año 2050. Si se considera que éste es el

grupo que en el año 2000 contiene al 55% de la población mundial, no es baladí

este dato, y hará que este escenario coincida demográficamente con las

perspectivas de crecimiento alto de la ONU con las cuales la población mundial

rondaría los 12 mil millones de habitantes. El casi impensable salto en el

consumo energético per cápita de este grupo que representa un incremento en

50 años de 1330%, por lo que se necesitaría que el CEPC de los países del grupo

más numeroso de todos, aumentara anualmente, al menos un 5.3%. Este

increíble salto, aunado al crecimiento poblacional, aumentaría el consumo

energético total del grupo en un 750%, lo que a su vez significaría que el grupo

en términos absolutos aumentara su consumo global en 6.7% al año por los

próximos 50 años. De la estructura de los sectores cabe mencionar la subida en

el consumo de los transportes que parece intercambiada por una bajada en el de

otros sectores, presumiblemente en el residencial, pero que debe interpretarse

no como una disminución en términos absolutos sino sólo una disminución en

la participación relativa, provocada por el aumento del transporte. En cuanto a

204

la cesta energética, el mayor aumento lo presentaría el uso del carbón y también

aumentaría la participación de la energía nuclear en el grupo hasta alcanzar un

5.3%, lo cual representaría, no tanto el aumento masivo de las centrales en

aquellos países que ya cuentan con esta tecnología, sino la generalización en el

uso de dicha energía por todos los países que comprenden este grupo. Por

último cabe destacar que estas subidas en la participación y en el consumo

absoluto del carbón y la energía nuclear se acompañarían por el descenso en la

participación de todos los otros energético, siendo mayor el descenso en la gran

hidráulica y el consumo de biomasa tradicional, que no se vería sustituida por

un uso masivo de otros energéticos comprendidos en el sector ‘otros’.

GIIIB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.04 0.04 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 74.19 392.49 Índice de desarrollo humano 0.745 0.934 Cesta energética (%)

Petróleo 25 38.2 Carbón 37 28.06

Gas Natural 5 19.5 Nuclear 2.9 5.3

Gran Hidráulica 0.1 2.75 Otros 30 6.19

Sectores de consumo (%) Industria 24 24.4

Transportes 18 26.7 Otros sectores 19.3 22

Usos no energéticos 2.7 1.7 Pérdidas 36 25.2

Tabla 5.4.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIIB - Caso 2a. Aunque en el índice de crecimiento poblacional expuesto en la tabla no se

evidencia ningún cambio en la política demográfica del grupo, las expectativas

para este grupo contenidas en el C1, reflejaban una tendencia a la estabilidad

poblacional, y con este índice de crecimiento por lustro, aunque moderado, se

consigue un aumento del 48% respecto a la población del grupo en el año 2000,

que es un 39% más de lo que el C1 refleja. El aumento en el CEPC, aunque

mucho menor que en el grupo anterior, aún significa un aumento del 246%

205

respecto a la expectativa de crecimiento del C1, y un 530% respecto al CEPC del

año 2000, por lo que el consumo energético total del grupo aumenta un 341%

con respecto al C1 y un 783% respecto al año 2000. En este grupo, dado que es el

que más participación del carbón presenta en el año 2000, es el único en el cual

dicho energético disminuye su participación en la cesta energética del año 2050,

que aunado a la mayor disminución en la participación porcentual que presenta

el uso de biomasa tradicional, aumenta forzosamente la participación de los

otros energéticos, principalmente el petróleo y el gas natural. Cabe destacar,

que el alto consumo energético que presentan todos los grupos bajo este

escenario provocaría que un cambio de 2.4 puntos porcentuales, como el que

muestra el sector nuclear para este grupo para alcanzar un 5.3% de este

energético en la cesta de energía primaria significa la construcción en 50 años de

al menos 28 centrales nucleares de 1000 MW de capacidad, frente a las 8 que el

C1 proyecta. Este dato magnifica su significación si se recuerda que el grupo

GIIIB esta formado únicamente por dos países: Sudáfrica y Cuba, y aunque

Sudáfrica cuenta con dos unidades y Cuba se planteó un programa nuclear en

el pasado, la construcción de tal número de centrales en 50 años, parece un poco

exagerado, sin duda. En cuanto a la estructura de dicho consumo energético, en

general los sectores aumentan su participación en detrimento del sector

pérdidas, por lo que este modelo implicaría una apuesta clara por la adopción

de tecnología que permita un aumento importante de la eficiencia de todos

los equipos y todos los sectores.

206

GIVB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % -0.01 0.04 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 162.43 392.49 Índice de desarrollo humano 0.793 0.934 Cesta energética (%)

Petróleo 31.5 38.2 Carbón 25.15 28.06

Gas Natural 30 19.5 Nuclear 4.7 5.3

Gran Hidráulica 1 2.75 Otros 7.65 6.19

Sectores de consumo (%) Industria 26 24.4

Transportes 7.5 26.7 Otros sectores 28 22

Usos no energéticos 2.5 1.7 Pérdidas 36 25.2

Tabla 5.5.- Evolución de datos básicos para el grupo GIVB - Caso 2a.

En términos demográficos es claro que este grupo cambia radicalmente la

tendencia hacia la expansión, por lo que en este escenario la población

aumentaría un 18 % con respecto al año 2000, pero un 64% respecto a lo que se

prevé en el C1.

El crecimiento del CEPC con respecto al año 2000 para este escenario sería

de un 242% aunque con respecto al C1 es apenas del 11% en el año 2050, así que

el aumento de 183% del consumo energético respecto al C1 se atribuye

principalmente al aumento poblacional. La cesta energética cabe destacar que la

alta participación que en el año 2000 presenta el gas natural para este grupo es

sustituida claramente por los otros combustibles fósiles comerciales, ya que los

otros energéticos no aumentarían proporcionalmente. El sector nuclear de este

grupo bajo este escenario debería reimpulsarse, ya que desde finales de los años

ochenta dicho sector se ha estancado. En cuanto a los sectores de consumo este

grupo tiene un comportamiento análogo al GIIIB, es decir se impulsa sobre los

demás sectores el sector transportes y se intentaría disminuir las pérdidas

energéticas con tecnología de alta eficiencia.

207

GIIIA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.02 0.03 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 167.64 410.69 Índice de desarrollo humano 0.921 1 Cesta energética (%)

Petróleo 41.5 38.2 Carbón 14.1 28.06

Gas Natural 18 19.5 Nuclear 17 5.3

Gran Hidráulica 3.5 2.75 Otros 5.9 6.19

Sectores de consumo (%) Industria 23.3 24.4

Transportes 20.3 26.7 Otros sectores 25.8 22

Usos no energéticos 3.3 1.7 Pérdidas 27.3 25.2

Tabla 5.6.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIIA - Caso 2a.

Demográficamente el grupo GIIIA representa en este escenario el

abandono de la estabilidad poblacional y el ligero aumento, ya que bajo estos

datos aumentaría un 28% la población respecto al año 2000 y apenas un 23 %

respecto al C1. El CEPC sí aumentaría mucho ya que el CEPC del año 2050 sería

un 245% del de el año 2000, y un 55 % del supuesto en el C1. Por lo que el

Consumo energético aumentaría respecto al 2000 un 315% y un 192% respecto

al C1.

La cesta energética que en este escenario presenta el GIIA aumentaría

sustancialmente el uso del carbón, por lo que toda la industria europea del

carbón debería reactivarse y esto en disminución principalmente de depender

un poco menos del petróleo, pero mucho menos de la energía nuclear que

presenta la mayor disminución en participación. Cabe destacar que en este

grupo se da el caso de que los ‘otros energéticos’ que contaban con una

participación en el año 2000 cercana al 6%, aumentarían levemente dicha

participación al año 2050. A diferencia de los grupos con bajo índice de

desarrollo en cuyos casos se presenta una disminución de dicho rubro de la

cesta energética, que se explica principalmente por el descenso en el uso de la

208

biomasa tradicional, a favor no de nuevas tecnologías en energéticos naturales,

sino a favor de los hidrocarburos comerciales, en el grupo GIIIA, el aumento,

aunque leve de este rubro, puede y debería interpretarse como la implantación

de las tecnologías modernas de uso de energéticos naturales, como la energía

fotovoltáica, solar térmica, eólica, Geotérmica, biomasa moderna,

minihidráulica y mareomotriz.

La estructura de consumo por su parte, nuevamente presenta la

preponderancia del sector transportes, en detrimento en parte de las pérdidas

como en los dos casos anteriores, pero también se debe a una disminución en la

participación de los ‘otros sectores’ en la distribución final del consumo.

GIVA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.01 0.03 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 160.46 410.69 Índice de desarrollo humano 0.924 1 Cesta energética (%)

Petróleo 48.4 38.2 Carbón 15.2 28.06

Gas Natural 22.4 19.5 Nuclear 9.4 5.3

Gran Hidráulica 1.8 2.75 Otros 2.8 6.19

Sectores de consumo (%) Industria 29 24.4

Transportes 19.5 26.7 Otros sectores 24 22

Usos no energéticos 1.7 1.7 Pérdidas 25.8 25.2

Tabla 5.7.- Evolución de datos básicos para el grupo GIVA - Caso 2a. Demográficamente este grupo abandonaría el descenso poblacional, que

muestra en el caso de referencia, para aumentar un 23% en el año 2050 respecto

al 2000. Ciertamente no parece nada particular salvo que se considere que lo

que se espera que suceda con la población de estos tres países en realidad es

que descienda un poco en los próximos 50 años, por lo que si este aumento se

compara con el del C1 la población del 2050 aumentaría un 43%.

209

El consumo energético per cápita (CEPC) aumentaría un 256% respecto al

año 2000, pero dado que el aumento que el C1 preveía para este grupo era alto,

el valor de este escenario en el 2050 es apenas un 17% mayor que el que

considera el C1. Aún así el consumo energético total del grupo en el año 2050

bajo estos supuestos sería un 315% superior al consumo del año 2000, y un 68%

superior al que prevería el C1. Nuevamente se ve que este modelo favorecería el

aumento del consumo del carbón disminuyendo un poco el consumo de

petróleo y bastante más el del gas natural. También disminuiría la participación

de la energía nuclear, aunque debido al impresionante aumento en el consumo

total, en términos absolutos también este rubro crecería para el 2050. Sería

destacable el importante aumento (aunque sea apenas de 4 puntos

porcentuales) de los energéticos contemplados en el último rubro de la cesta,

que como se comentó en el caso del GIIIA, debería interpretarse como un

impulso fuerte a las nuevas tecnologías en energéticos naturales. En cuanto a

los sectores de consumo sólo cabría destacar el gran aumento del sector

transportes que parece provenir de una disminución en los consumos del sector

industrial.

El aumento en el consumo energético per cápita, junto con la

reestructuración del modelo energético completo de cada grupo, en principio

debería ir acompañado de un aumento recíproco del índice de desarrollo

humano correspondiente. Y es por este motivo por el cual se justificaría las

alzas antes descritas, ya que mientras que en el caso de referencia, el C1, el 88%

de la población mundial en el año 2050 seguiría, presumiblemente, con un

índice de desarrollo humano por debajo de los 0.85, en este caso 2a, esta cifra se

reduciría al 34 % de la población, que aún sigue siendo mucho, pero sin duda es

una gran mejoría. A continuación se presentan las dos gráficas que reflejan esto.

210

Consumo energético per cápita - Caso 2a

0

50

100

150

200

250

300

350

400

450

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

GJ/

hab

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA

Figura 5.2.- Caso 2a - Consumo energético per cápita por grupos.

211

Índice de desarrollo humano - Caso 2a

0.4

0.5

0.6

0.7

0.8

0.9

1.0

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA

Figura 5.3.- Caso 2a - Índice de Desarrollo Humano por grupos.

212

Con todo lo anterior el consumo energético primario total mundial

alcanzaría en el año 2050 los 3398x1018 J, que representaría el 810% del consumo

mundial en el año 2000. Esto es que si se trata de alcanzar el consumo

energético per cápita que ostenta y pretende el grupo GIIA, encabezado por

EE.UU., el mundo tendría que aumentar ocho veces su consumo energético.

Esta cifra representa un 333% del consumo que el caso de referencia C1 predice

para el mismo año. Esto supondría que a lo largo de los 50 años, el mundo

consumiría hasta: 87 294x1018 J que es 248% más de lo que el mundo consumiría

bajo el escenario planteado en el C1. Gráficamente se puede observar el

aumento demográfico y el aumento en el consumo energético por grupos en las

siguientes gráficas:

213

Caso 2a - Población mundial por grupos

0

2000

4000

6000

8000

10000

12000

14000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

Mil

lone

s de

hab

itan

tes

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto

Figura 5.4.- Caso 2a - Población Mundial por grupos.

214

Caso 2a - Consumo energético Mundial por grupos

0

250

500

750

1000

1250

1500

1750

2000

2250

2500

2750

3000

3250

3500

3750

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x 10

^18

J

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto

Figura 5.5.- Caso 2a - Consumo energético primario Mundial por grupos.

215

Es claro que el grupo que más consumiría energía sería el GIIB, pero es

también evidente que se debe principalmente al hecho de ser el grupo que

contiene a mayor población.

En términos globales la cesta energética del año 2050, bajo esta

perspectiva, se estructuraría principalmente por hidrocarburos tradicionales en

un 84.2%. Siendo evidente la reactivación del consumo de carbón como fuente

primara hasta rozar el 30% de la cesta, y también resulta evidente la clara

disminución en participación relativa del uso de la gran hidráulica, así como el

rubro de ‘otros energéticos’ aunque en principio esto se debería al abandono de

la biomasa tradicional como energético primario en los grupos de bajo índice

de desarrollo. La siguiente gráfica muestra la estructura de dicha cesta para

este caso, y otra grafica con la evolución del consumo energético global, esta

vez por energético.

Consumo energético por energético 2050 - Caso 2a

37.1%

28.8%

18.3%

5.1% 2.5% 8.1%

Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros

Figura 5.6.- Caso 2a – Cesta energética 2050.

216

Caso 2a - Consumo Mundial de energía por energético

0

250

500

750

1000

1250

1500

1750

2000

2250

2500

2750

3000

3250

3500

3750

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x 10

^18

J

Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros

Figura 5.7.- Caso 2a – Consumo energético primario Mundial por energéticos.

217

La primera repercusión de este escenario de alto consumo es por supuesto

el consumo de recursos energéticos. Bajo las reservas de los recursos

energéticos que se manejan como datos en este trabajo, este escenario resulta

imposible de conseguir ya que casi todos los recursos energéticos se

agotarían antes de alcanzar el año 2050. Sólo aguantarán el carbón, del cuál

sólo se consumiría un 16% de las reservas probadas, y los energéticos naturales,

que en términos generales son infrautilizados en este caso. La siguiente tabla

resume el estado de las reservas en el año 2050.

Estado de las reservas energéticas (%)

Año en el que se agotarían las reservas.

Petróleo -186 Entre el 2025 y el 2030 Carbón 84.87 - Gas Natural -261 En el 2025 Nuclear -120.35 En el 2035 Gran Hidráulica -91.37 En el 2015 Otros 93.28 -

Tabla 5.8.- Caso 2a - Estado de las reservas energéticas en el año 2050.

La interpretación del cuadro anterior es que, por ejemplo, en el caso del

petróleo se necesitaría descubrir en los próximos años, al menos un 186% más

de reservas petrolíferas para poder completar este escenario, de lo contrario

entre el año 2025 y el 2030, las reservas conocidas se agotarían. Es digno de

mención el caso de la gran hidráulica, ya que este caso no favorece

particularmente a dicho energético en la cesta energética, sin embargo el alto

consumo total, provoca que aún con un bajo porcentaje de participación en la

cesta energética (participación que incluso va decreciendo en los 50 años), se

agoten los recursos hídricos considerados como máximos posibles.

La siguiente consecuencia de este escenario es el impacto ambiental. En

términos del modelo energético de cada grupo, la transición hacia el modelo

que ostenta el GIIA empeora el impacto ambiental, en su valoración subjetiva,

salvo en el caso del GIIIB que mejora un poco. La valoración global de todos los

grupos y todo el periodo alcanzaría una valoración de 707.38, que es superior a

la valoración del caso de referencia C1. Principalmente por el aumento de la

218

participación del carbón. Concretamente se puede resaltar de entre los 36

agentes contaminantes considerados en el modelo, y de los 9 que tienen un

cálculo de emisión atmosférica, que el CO2 aumentaría su emisión anual en el

2050 un 338% respecto al caso de referencia C1, pero más alarmante es que la

cifra de emisión de ese año: 27 529x1010kg, es, con respecto a la emisión del año

1990 un 947.5%. Los residuos radioactivos por su parte alcanzarían un total de

0.406x1010kg en el año 2050, que representaría un 507% respecto al C1. Cabe

destacar que dado que el grupo GIIB es el grupo que más energéticos consume,

es también el grupo que más contaminantes emite, como muestran las

siguientes gráficas.

219

Generación de CO2 por grupo - Caso 2a

0

1000

2000

3000

4000

5000

6000

7000

8000

9000

10000

11000

12000

13000

14000

15000

16000

17000

18000

19000

20000

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11

x10^

10 k

g/añ

o

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA

GIIIA GIVA Resto

Figura 5.8.- Caso 2a – Generación de CO2 por grupo.

220

Generación de desechos peligrosos radioactivos por grupo - Caso 2a

0.000

0.050

0.100

0.150

0.200

0.250

0.300

0.350

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x10^

10 k

g/añ

o

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA

GIIIA GIVA Resto

Figura 5.9.- Caso 2a – Generación de residuos peligrosos por grupo.

221

Por último, el costo que el caso 2a, incluyendo los costos ocultos,

representaría en todo el periodo un gasto de 8 773 billones de dólares73, y en

concreto en el año 2050 el sector energético en general tendría que asumir costos

por 383 billones de dólares. Estos costos en relación con los que el caso de

referencia C1 expone, representarían un 268.8% y un 372% más,

respectivamente. A continuación se presenta una tabla que muestra la

participación porcentual de la distribución del costo por energético y por

grupos, en los 50 años considerados, de este caso en relación con el C1. Y

posteriormente los gráficos que ilustran estas distribuciones.

Caso 2a Caso C1 GI 1.12 2.41 GIIB 67.48 28.08 GIIIB 0.96 0.96 GIVB 4.4 7.79 GIIA 9.53 25.6 GIIIA 4.78 8.9 GIVA 5.1 9.79

Grupos

Resto 6.62 16.47 Petróleo 40.47 43.59 Carbón 29.53 20.87 Gas Natural 11.51 12.26 Nuclear 9.28 8.75 Gran Hidráulica 3.98 5.15

Cesta

Otros 5.23 9.37 Tabla 5.8.- Caso 2a – Porcentajes de participación en el costo de los casos 2a y C1.

73 Billón como 1012.

222

Caso 2a - Costo global por grupos

0

25000

50000

75000

100000

125000

150000

175000

200000

225000

250000

275000

300000

325000

350000

375000

400000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x10^

9 U

SD

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto

Figura 5.10.- Caso 2a – Costo de la perspectiva energética por grupo.

223

Caso 2a - Costo por cada energético

0

50000

100000

150000

200000

250000

300000

350000

400000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x10^

9 U

SD

Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros

Figura 5.11.- Caso 2a – Costo de la perspectiva energética por energético.

224

5.3.- Evolución con población estable y alto consumo.- Caso 2b.

Este caso al tener como referencia el GIIIA (IDH=0.921), el grupo de los

vacilantes, conformado básicamente por países europeos, en términos

demográficos se plantea una evolución en los 50 años en la que se estabiliza la

población (104%), debe arrastrar a los demás grupos a esa tendencia, incluido el

grupo GI, que migraría en 50 años no hacia el GIIB, como en el caso anterior

(C2a), que aún mantiene el crecimiento demográfico, sino migrando hacia el

GIIIB, que ya presenta la tendencia hacia la estabilidad demográfica. Los otros

tres grupos de bajo índice de desarrollo humano restantes (GIIB, GIIB y GIVB)

migrarían en este caso hacia la situación en las que se encontraba el grupo GIIIA

en el año 2000, y los tres grupos de alto índice de desarrollo humano

evolucionarían hacia el modelo que pronostica el caso de referencia del grupo

GIIIA en el año 2050.

En la siguiente tabla se expone los datos básicos que representa el modelo

del GIIIA para el año 2000 y 2050, y que definen este caso.

GIIIA-Caso 2b 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.02 -0.002 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 167.64 264.08 Índice de desarrollo humano 0.921 1 Cesta energética (%)

Petróleo 41.5 Carbón 14.5

Gas Natural 18 Nuclear 17

Gran Hidráulica 3.5 Otros 5.9

Sectores de consumo (%) Industria 23.3

Transportes 20.3 Otros sectores 25.8

Usos no energéticos 3.3 Pérdidas 27.3

Tabla 5.9.- Datos básicos del modelo energético del GIIIA.

225

Al imitar el comportamiento demográfico del GIIIA se buscaría estabilizar

la población mundial, sin embargo el modelo energético utilizado plantea una

transición lineal de los índices de crecimiento poblacional entre uno y otro

grupo, y dado que las perspectivas demográficas para muchos de los países

considerados en este estudio presentan comportamientos no lineales, que

aceleran la reducción en el crecimiento poblacional, sobre todo después del

2030, como es el caso de China, el resultado en la población mundial del modelo

puede resultar un poco mayor para este caso que en el de referencia C1, sin

embargo, y pese a dicho aumento, de seguirse el modelo demográfico

pretendido por el GIIIA, la estabilidad poblacional se acentuaría tras el 2050.

También cabe resaltar que el grupo de países no considerados específicamente

en el estudio, esto es ‘el resto’, no ve afectado su comportamiento demográfico

de referencia en ninguno de los casos 2, y dado que representarán entre el 20 y

el 30% de la población mundial en el año 2050, sería necesario hacer posteriores

estudios para poder incluir tendencias de comportamiento demográfico

también a los países no considerados ahora.

El consumo energético per cápita (CEPC) que se pretendería emular es

ahora menos de la mitad del GIIA, pero aún es, al menos seis veces superior al

CEPC de la mayoría de la población mundial, por lo que aún implicaría un gran

esfuerzo para la mayoría de los países con un bajo desarrollo económico. En

cuanto a la cesta energética se puede resaltar que el GIIIA es el grupo con un

alto IDH que menos depende de los hidrocarburos comerciales, como el

petróleo, el gas natural y el carbón, sin embargo es el que más depende de la

energía nuclear en su consumo primario. Esto comparará un modelo con alta

dependencia en los hidrocarburos con uno que depende un poco más en la

energía nuclear, sin embargo, sería engañoso basarse sólo en el resultado de

impacto ambiental que arrojé el modelo, ya que éste considera para la

valoración subjetiva del impacto un número mayor de agentes contaminantes

relacionados con los hidrocarburos que con la energía nuclear, en cantidad, no

en calidad, y por tanto, para el modelo actual, con las tablas de impacto

226

utilizadas, para la misma participación energética de un hidrocarburo y el

uranio, la valoración de impacto ambiental siempre sería mayor hacia el

hidrocarburo. Esto se aclara porque al final, sin importar las mejoras que

puedan hacerse en este sentido en el modelo, se deben interpretar los datos, y

esa interpretación debe estar sustentada en una idea clara y lúcida sobre la

política energética que se pretende conseguir.

En cuanto al modelo de consumo energético cabe destacar que el GIIIA es

el grupo con un IDH alto en el que los sectores contenidos en pérdidas cuenta

mayor participación, así que se presenta un escenario con muchas pérdidas

energética, que podrán y deberán ser reducidas. También es el grupo de alto

IDH en el que el rubro ‘otros sectores’ (OS) supera en porcentaje al de industria

y transporte, en términos generales esto se interpreta como señal de un modelo

atrasado, ya que es común en los grupos de bajo IDH que esto ocurra, sin

embargo, no debe realizarse dicha interpretación, ya que es claro que los

modelos de consumo entre estos grupos varía enormemente. La razón por la

que el rubro OS en los países con bajo índice de desarrollo, es alto es porque el

consumo de los sectores industria y transporte son casi inexistentes; el consumo

residencial de energía se reduce esencialmente al combustible para cocinar los

alimentos y la mayoría de la población carece de electricidad. Es claro que en el

GIIIA esto es muy distinto, la gran mayoría de la población no sólo tiene acceso

a la electricidad, sino que su consumo es muy alto, además de que cuentan con

otros energéticos para satisfacer otras necesidades residenciales, como

calefacción. Y en lo que respecta a los sectores industrial y de transportes, no se

puede decir que no estén desarrollados y por lo tanto consumen poca energía,

la situación quizás en ese sentido sea que la industria en este grupo ha

adoptado desde hace algún tiempo medidas para reducir sus consumos de

energía sin comprometer su producción, la apuesta en este sentido sería la de la

mejora en la eficiencia energética.

227

A continuación se presentarán seis tablas con los datos básicos de

transición de cada grupo y que se utilizarán como datos para el modelo

energético y obtener el caso 2b.

GI 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.12 0.04 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 27.93 74.19 Índice de desarrollo humano 0.518 0.745 Cesta energética (%)

Petróleo 33.5 25 Carbón 5 37

Gas Natural 12 5 Nuclear 0 2.9

Gran Hidráulica 4.5 0.1 Otros 45 30

Sectores de consumo (%) Industria 11 24

Transportes 12 18 Otros sectores 53 19.3

Usos no energéticos 2 2.7 Pérdidas 22 36

Tabla 5.10.- Evolución de datos básicos para el grupo GI - Caso 2b. Tras la introducción de estos datos el grupo GI presenta en el 2050 una

reducción demográfica de 24% con respecto al C1, aunque respecto al año 2000

se presentaría un aún gran aumento del 207%. El consumo energético per cápita

(CEPC) que aumenta apenas un 280% respecto al C1, y un 265% respecto al año

2000; estos dos factores provocan que el consumo energético total del grupo

(CE) aumento un 213 % respecto a lo que contempla el C1, y un 551% respecto

al 2000. Este tremendo impulso se invertiría en elevar el IDH hasta alcanzar los

0.745, que si bien aún representa un bajo índice en términos generales, es una

mejora más que sustancial de la situación de abandono en la que se encuentran

estos países y mucho mayor de la que el caso de referencia C1, preveía, ya bajo

éste último escenario su IDH en el año 2050 descendería al 0.5.

En este caso la cesta energética disminuiría el abuso de la biomasa

tradicional, como en el caso 2a, pero no tan radicalmente, y sería sustituida

228

principalmente por el carbón, como un combustible barato. La aparición de la

energía nuclear en este grupo sería más notoria bajo este escenario.

También en este caso se impulsaría la industria y se reduciría el porcentaje

de participación de ‘otros sectores’, pero se hace claro que por la alta

participación de pérdidas, se buscarían tecnologías baratas, por lo que la

preocupación general para este grupo bajo este escenario será el salir de los

niveles de desarrollo paupérrimos en los que se encuentran bajo los esquemas

más simples y directos: tecnología y combustibles baratos.

GIIB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.1 0.02 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 29.52 167.64 Índice de desarrollo humano 0.712 0.921 Cesta energética (%)

Petróleo 41.27 41.5 Carbón 13.72 14.1

Gas Natural 20.44 18 Nuclear 0.6 17

Gran Hidráulica 7 3.5 Otros 16.97 5.9

Sectores de consumo (%) Industria 25 23.3

Transportes 18 20.3 Otros sectores 29 25.8

Usos no energéticos 4 3.3 Pérdidas 24 27.3

Tabla 5.11.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIB - Caso 2b. Pese a que el grupo GIIB en este escenario imita el decrecimiento

demográfico del GIIIA aumentaría un 20 % respecto al C1 y un 172 % su

población en el año 2050. Esto tiene que ver con la migración lineal entre los

índices de crecimiento como se comentó antes. El consumo energético per

cápita de este grupo que representa un incremento en 50 años de 568%, respecto

del año 2050 en el C1 representaría un aumento del 241%. Esto aumentaría el

consumo energético total del grupo en un 977% respecto del año 2000, y un

288% respecto al año 2050 en el C1.

229

En cuanto a la cesta energética, el mayor aumento lo presentaría el uso del

la energía nuclear hasta alcanzar un 17%. La subida de este sector representaría

la disminución en participación porcentual (más no absoluta) de la gran

hidráulica y de los ‘otros energéticos’, malo para el primer caso pero podría

entenderse en el segundo que lo que se buscaría sería sustituir el uso de

biomasa tradicional por energéticos naturales de desarrollo moderno. En

términos porcentuales el uso de los hidrocarburos tradicionales no se afectaría,

seguiría constante, por lo que en términos absolutos aumentarían mucho, sin

embargo en su conjunto no representan una de las cestas energéticas más

dependientes en estos energéticos.

De la estructura de los sectores cabe mencionar los sectores tienden a

homogenizarse, con la industria y los ‘otros sectores’ bajando un poco, el

transporte subiendo un poco, pero las pérdidas también aumentarían mucho, lo

cual podría indicar como en el grupo anterior que se busca el desarrollo

confiando poco en tecnología avanzada destinada al ahorro energético.

GIIIB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.04 0.02 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 74.19 167.64 Índice de desarrollo humano 0.745 0.921 Cesta energética (%)

Petróleo 25 41.5 Carbón 37 14.1

Gas Natural 5 18 Nuclear 2.9 17

Gran Hidráulica 0.1 3.5 Otros 30 5.9

Sectores de consumo (%) Industria 24 23.3

Transportes 18 20.3 Otros sectores 19.3 25.8

Usos no energéticos 2.7 3.3 Pérdidas 36 27.3

Tabla 5.12.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIIB- Caso 2b.

230

Demográficamente, se presenta un aumento del 33% respecto a la

población del grupo en el año 2000, que es un 24.6% más de lo que el C1 refleja.

El aumento en el CEPC es apenas de 5% respecto a la expectativa de

crecimiento del C1, y un 226% respecto al CEPC del año 2000, por lo que el

consumo energético total del grupo aumenta un 31% con respecto al C1 y un

226% respecto al año 2000.

El grupo GIIIB depende tanto en el 2000 del carbón y la biomasa

tradicional que es notoria la sustitución de estos combustibles por los otros

hidrocarburos tradicionales y por la energía nuclear. Y aunque el modelo que

sigue el GIIIA no prima el consumo de la gran hidráulica, dado que el GIIIB no

contaba con este tipo de energético, el aumento de este sector también es

significativo. Y en este punto cabría hacer un paréntesis de crítica más

profundo, ya que el modelo contempla recursos energéticos globales, asume

que el comercio de los energéticos haría que ahí donde un grupo necesitara de

algún energético, se le suministraría, sin embargo, en el caso específico de la

gran hidráulica esto no es posible, ya que este recurso energético es

esencialmente regional, y si, por ejemplo Cuba, no tiene capacidad geográfica

en este caso para alcanzar un porcentaje alto de participación de este recurso, el

modelo debería reestructurase para compensar. Esto podría conseguirse de dos

formas, que el modelo considerara para cada grupo los recursos energéticos con

los que dispone y por tanto habría que agregarle alguna rutina de intercambio

energético entre grupos, o bien, tener mayor conocimiento sobre la capacidad

individual de cada país y sus recursos y tener esto presente a la hora de

introducir los datos.

En cuanto a la estructura de dicho consumo energético, en general los

sectores aumentan su participación en detrimento del sector pérdidas, aunque

no tanto como en el caso anterior. Cabría destacar el aumento que presentaría el

consumo del rubro ‘otros sectores’ lo cual significaría principalmente dotar de

electricidad a la población sudafricana que actualmente no tiene acceso a este

energético secundario.

231

GIVB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % -0.01 0.02 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 162.43 167.64 Índice de desarrollo humano 0.793 0.921 Cesta energética (%)

Petróleo 31.5 41.5 Carbón 25.15 14.1

Gas Natural 30 18 Nuclear 4.7 17

Gran Hidráulica 1 3.5 Otros 7.65 5.9

Sectores de consumo (%) Industria 26 23.3

Transportes 7.5 20.3 Otros sectores 28 25.8

Usos no energéticos 2.5 3.3 Pérdidas 36 27.3

Tabla 5.13.- Evolución de datos básicos para el grupo GIVB- Caso 2b. En términos demográficos en este escenario la población aumentaría un

7% con respecto al año 2000, pero un 24.6% respecto a lo que se prevé en el C1.

El crecimiento del CEPC con respecto al año 2000 para este escenario sería

de un 3% aunque con respecto al C1 decrece un 52% en el año 2050. El mismo

comportamiento experimentaría el consumo energético, que respecto al año

2000 aumenta un 10% y respecto al C1 disminuye un 30%. Este comportamiento

es único para un grupo de bajo IDH, aunque dicho índice no aumenta

proporcionalmente, se asume relacionado con el CEPC, por lo que su

disminución respecto al C1 acarrea una disminución también en el IDH. Si bien,

en el C1 se alcanzaría un IDH de 0.93, en el C2b llegaría a 0.921. Claro, esto no

es del todo seguro; en principio ningún escenario debería apostar por una

disminución en este índice, sino que habría que buscar que aún con una

disminución en el CEPC se alcance el IDH mayor esperado.

La cesta energética cabe destacar que la alta participación que en el año

2000 presenta el gas natural nuevamente es sustituida, pero ahora

drásticamente, este energético se sustituye ahora por petróleo y sobre todo la

energía nuclear. También aumenta la gran hidráulica aunque no mucho.

232

En cuanto a los sectores de consumo este grupo tiene un comportamiento

análogo al caso anterior, es decir, disminuye la participación de Industria y

otros sectores y se impulsa el sector transportes y se intentaría disminuir las

pérdidas energéticas con tecnología de alta eficiencia.

GIIA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.04 -0.002 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 392.49 264.08 Índice de desarrollo humano 0.934 1 Cesta energética (%)

Petróleo 38.2 41.5 Carbón 28.06 14.1

Gas Natural 19.5 18 Nuclear 5.3 17

Gran Hidráulica 2.75 3.5 Otros 6.19 5.9

Sectores de consumo (%) Industria 24.4 23.3

Transportes 26.7 20.3 Otros sectores 22 25.8

Usos no energéticos 1.7 3.3 Pérdidas 25.2 27.3

Tabla 5.14.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIA - Caso 2b. Demográficamente el grupo GIIA presentaría un ligero aumento del 18%

respecto al año 2000, pero eso significaría una disminución poblacional de un

20% respecto al C1.

La característica más importante de este caso y el siguiente (C2c), es que el

CEPC del grupo GIIA disminuiría en el 2050 un 33 % con respecto al valor que

muestra en el año 2000. Esto representaría comparando el año 2050 entre casos,

que respecto del C1, la disminución sería del 36%. Este es sin duda el aspecto

más controvertido de este caso. El reto estriba en conseguir que esta

disminución en el consumo energético per cápita no sólo no se refleje en la

caída de su índice de desarrollo humano, sino que éste aumente hasta conseguir

el máximo posible, el 1. Bajo un esquema de análisis conservador esto resulta no

sólo ilógico, sino que simple y llanamente es impensable, pero no sólo es algo

que se debe pensar, sino que tiene una lógica que por su simplicidad y

233

obviedad no necesita más que asumirse como verdadera: el hecho es que los

otros grupos de alto índice de desarrollo humano consideran que es posible

alcanzar el IDH 1 con un consumo energético per cápita menor, por lo tanto es

posible. Es una cuestión de decisión. El reto está en convencer a los políticos y a

la sociedad para asumir los cambios necesarios para conseguirlo y no sólo es

buscar disminuir las pérdidas con el aumento de las eficiencias, sino replantear

todo el esquema de consumo. Si esto se consigue el consumo energético total

del grupo GIIA descendería un 20% respecto al año 2000, y un 48.4% respecto

del consumo que este grupo presenta en el caso de referencia C1. Esto sería

además importante porque el GIIA es el segundo grupo que más energía

consume en el C1, por lo que una disminución de su consumo, aunque sólo

represente un 20%, provocaría que el consumo energético mundial en el año

2050 disminuya un 5%, que no es despreciable.

Curiosamente la cesta energética que en este escenario presenta el GIIA

aumenta la participación del petróleo en el grupo, pero disminuye a la mitad la

participación del carbón, sustituido principalmente por la energía nuclear. Esto

es en porcentaje, pero en términos absolutos, lo que significa es que el consumo

de petróleo se mantenga constante y el carbón se vea sustituido por la energía

nuclear. La gran hidráulica aumenta un poco porcentualmente, pero dado que

el consumo energético disminuye esto equivale sólo a mantener la energía

hidráulica existente. Lo que es casi equivalente a lo que les sucede a los otros

energéticos. La característica más destacable del cambio en la estructura de

consumo es la disminución del sector transporte y el aumento del rubro ‘otros

sectores’ (OS) y el de pérdidas. Pero nuevamente, si se considera esto con la

disminución neta del consumo energético, el rubro OS se mantendría

básicamente constante, mientras los otros disminuyen un poco.

234

GIVA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.01 -0.002 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 160.46 264.08 Índice de desarrollo humano 0.924 1 Cesta energética (%)

Petróleo 48.4 41.5 Carbón 15.2 14.1

Gas Natural 22.4 18 Nuclear 9.4 17

Gran Hidráulica 1.8 3.5 Otros 2.8 5.9

Sectores de consumo (%) Industria 29 23.3

Transportes 19.5 20.3 Otros sectores 24 25.8

Usos no energéticos 1.7 3.3 Pérdidas 25.8 27.3

Tabla 5.15.- Evolución de datos básicos para el grupo GIVA- Caso 2b. Demográficamente en este escenario el grupo nuevamente abandonaría el

descenso poblacional para aumentar levemente hasta un 3.4% en el año 2050

respecto al 2000, pero un 20.6% respecto del C1.

El consumo energético per cápita (CEPC) aumentaría un 65% respecto al

año 2000, pero disminuye un 25% con relación con el C1. El consumo energético

total del grupo en el año 2050 es un 70% superior al consumo del año 2000, pero

disminuye un 9% respecto al C1.

En este caso, el GIVA es el único que baja la participación y su consumo

absoluto de petróleo. El carbón y el gas natural también bajan un poco, pero no

mucho pues ya tenían una baja participación. Todos estos descensos se

compensan con un aumento en la participación de la energía nuclear. Hay

también un aumento, aunque leve, de los energéticos contemplados en el

último rubro de la cesta, que como se comentó en el caso anterior, debería

interpretarse como un impulso fuerte a las nuevas tecnologías en energéticos

naturales.

En cuanto a los sectores de consumo se reestructurarían para convertirse

en unos sectores un poco más homogéneos, pero el aumento de las pérdidas en

235

este grupo si representan una especie de paradoja difícil de explicar, porque al

ser un grupo de alto IDH no se justifica porque se utilicen tecnologías de baja

eficiencia, tal vez, si se impulsa un poco el sector transportes, en términos

generales mucho mas ineficiente que otros, por esta razón aumentarían las

pérdidas, pero en realidad debería hacerse una investigación si la evolución

entre estos dos modelos energéticos es en realidad posible, ya que considero

que las pérdidas no deberían aumentar tanto.

El comportamiento del consumo energético per cápita y del índice de

desarrollo humando de los grupos se resumen en las siguientes gráficas:

Consumo energético per cápita - Caso 2b

0

50

100

150

200

250

300

350

400

450

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

GJ/

hab

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA

Figura 5.12.- Caso 2b - Consumo energético per cápita por grupos.

236

Índice de desarrollo humano - Caso 2b

0.4

0.5

0.6

0.7

0.8

0.9

1.0

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA

Figura 5.13.- Caso 2b - Índice de Desarrollo Humano por grupos.

237

Bajo este esquema de búsqueda de la estabilidad poblacional, el modelo

nos arroja que la población mundial total en el año 2050, alcanzaría los

10 748x106 habitantes, que es un 7.2% más de lo que el caso de referencia señala.

Esto se debe como se había comentado a la función de decrecimiento lineal que

se usa en el modelo, que no necesariamente refleja las oscilaciones demográficas

reales, sin embargo, sí se puede asegurar que en este esquema la mayoría de los

países estarían en busca de conseguir dicha estabilidad poblacional.

Con todo lo anterior el consumo energético primario total mundial

alcanzaría en el año 2050 los 1571x1018 J, que representaría el 375% del

consumo mundial en el año 2000. Esta cifra de CE representa un 154% del

consumo que el caso de referencia C1 predice para el mismo año. Esto

supondría que a lo largo de los 50 años, el mundo consumiría hasta:

48 094x1018 J que es 137% más de lo que el mundo consumiría bajo el escenario

planteado en el C1. Gráficamente se puede observar el aumento demográfico y

el aumento en el consumo energético por grupos en las siguientes gráficas:

238

Caso 2b - Población mundial por grupos

0

500

1000

1500

2000

2500

3000

3500

4000

4500

5000

5500

6000

6500

7000

7500

8000

8500

9000

9500

10000

10500

11000

11500

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

Mil

lone

s de

hab

itan

tes

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto

Figura 5.14.- Caso 2b - Población Mundial por grupos.

239

Caso 2b - Consumo energético Mundial por grupos

0

100

200

300

400

500

600

700

800

900

1000

1100

1200

1300

1400

1500

1600

1700

1800

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x 10

^18

J

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto

Figura 5.15.- Caso 2b - Consumo energético primario Mundial por grupos.

240

Nuevamente el grupo que más energía consumiría bajo este escenario

sería el GIIB, pero cabe recordar que se debe principalmente al hecho de ser el

grupo que contiene a mayor población, y en este escenario igual que en el

anterior caso se pretende que dicha población aumente su consumo per cápita

para alcanzar un desarrollo, que el caso de referencia no se concede.

En términos globales la cesta energética del año 2050, bajo esta

perspectiva, se estructuraría principalmente por hidrocarburos tradicionales en

un 84.2%. Siendo evidente la reactivación del consumo de carbón como fuente

primara hasta rozar el 30% de la cesta, y también resulta evidente la clara

disminución en participación relativa del uso de la gran hidráulica, así como el

rubro de ‘otros energéticos’ aunque en principio esto se debería al abandono de

la biomasa tradicional como energético primario en los grupos de bajo índice

de desarrollo. La siguiente gráfica muestra la estructura de dicha cesta para

este caso, y otra grafica con la evolución del consumo energético global, esta

vez por energético.

Consumo energético por energético 2050 - Caso 2b

38.3%

18.6%

15.5%

14.2%2.8% 10.6%

Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros

Figura 5.16.- Caso 2b – Cesta energética 2050.

241

Caso 2b - Consumo Mundial de energía por energético

0

100

200

300

400

500

600

700

800

900

1000

1100

1200

1300

1400

1500

1600

1700

1800

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x 10

^18

J

Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros

Figura 5.17.- Caso 2b – Consumo energético primario Mundial por energéticos.

242

Aunque el consumo energético total de este escenario es sustancialmente

menor al C2a, la primera repercusión nuevamente, es el agotamiento de los

reservas de los recursos energéticas. Sólo aguantarán el carbón, del cuál sólo se

consumiría apenas un 6% de las reservas probadas, ya que se disminuye su

consumo en porcentaje y en términos absolutos, y los energéticos naturales, que

en términos generales son infrautilizados en este caso. La siguiente tabla

resume el estado de las reservas en el año 2050.

Estado de las reservas energéticas (%)

Año en el que se agotarían las reservas.

Petróleo -60 Entre el 2035 y el 2040 Carbón 94.08 - Gas Natural -80.3 Entre el 2030 y el 2035 Nuclear -184.57 Entre el 2030 y el 2035 Gran Hidráulica 0.99 - Otros 95.94 - Tabla 5.16.- Caso 2b - Estado de las reservas energéticas en el año 2050.

En cuanto al petróleo se necesitaría descubrir en los próximos años, al

menos un 60% más de reservas petrolíferas para poder completar este

escenario, de lo contrario entre el año 2035 y el 2040, las reservas conocidas se

agotarían, pero a diferencia del caso anterior (2a) esta situación podría ser

plausible. Desgraciadamente no se podría decir lo mismo de las reservas de

gas, que también están condenadas a agotarse bajo este escenario, quizás un

poco después de lo que el modelo indica si se descubren más yacimientos, pero

no creo que tantos como para evitar el agotamiento. En el caso de la energía

nuclear sucede algo similar, el modelo indicaría que se necesitaría casi doblar

las reservas probadas de uranio, o bien que el impulso de la energía nuclear

que este modelo plantea debería hacerse forzosamente con reactores rápidos.

También habría que cuidar las reservas de la gran hidráulica, porque aunque el

modelo plantea que no se agotarían estos, los recursos restantes apenas

alcanzan un 1%, por lo que se podría interpretar que, como se comentó al

comentar la transición del GIIIB, en algunas zonas dicho recurso podría

agotarse antes de llegar al 2050.

243

La siguiente consecuencia del escenario es el impacto ambiental. En

términos del modelo energético de cada grupo, la transición hacia el modelo

que ostenta el GIIIA mejora la valoración subjetiva de todos los grupos, salvo

en el caso del GI y del ‘resto’ de países no considerados en el estudio ya que

siguen el mismo modelo. Esto se debe básicamente a la disminución en el uso

del carbón, y en general de todos los hidrocarburos, tanto de los comerciales

como de la biomasa tradicional. La valoración global de todos los grupos y

todo el periodo alcanzaría una valoración de 684.38, que es inferior a la

valoración del caso de referencia C1, pero por muy poco por lo que se puede

decir que en términos de la valoración ambiéntales subjetiva el caso C2b es

igual al C1. Pero claro, los agentes de impacto son distintos y deben

solucionarse de distintas maneras.

Se puede resaltar de entre los 36 agentes contaminantes considerados en

el modelo, y de los 9 que tienen un cálculo de emisión atmosférica, que el CO2

aumentaría su emisión anual en el 2050 un 38.8% respecto al caso de referencia

C1, con una cifra de emisión de ese año de 11305x1010kg, que es, con respecto a

la emisión del año 1990 un 389.11%. Mucho más preocupante serían los

residuos radioactivos por su parte alcanzarían un total de 0.524x1010kg en el

año 2050, que representaría un 655% respecto al C1. La emisión y la producción

de estos agentes pormenorizados por grupos se muestran las siguientes

gráficas.

244

Generación de CO2 por grupo - Caso 2b

0

500

1000

1500

2000

2500

3000

3500

4000

4500

5000

5500

6000

6500

7000

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11

x10^

10 k

g/añ

o

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA

GIIIA GIVA Resto

Figura 5.18.- Caso 2b – Generación de CO2 por grupo.

245

Generación de desechos peligrosos radioactivos por grupo - Caso 2b

0.000

0.050

0.100

0.150

0.200

0.250

0.300

0.350

0.400

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x10^

10 k

g/añ

o

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA

GIIIA GIVA Resto

Figura 5.19.- Caso 2b – Generación de residuos radioactivos peligrosos por grupo.

246

Por último, el costo que el caso 2b, incluyendo los costos ocultos,

representaría en todo el periodo un gasto de 5 019 billones de dólares74, y en

concreto en el año 2050 el sector energético en general tendría que asumir

costos por 191 billones de dólares. Estos costos en relación con los que el caso

de referencia C1 expone, representarían un 154% y un 186% más,

respectivamente, y cabe destacar que el elevado costo se debe al aumento de la

energía nuclear considerada bajo los paramentos de costo actuales. A

continuación se presenta una tabla que muestra la participación porcentual de

la distribución del costo por energético y por grupos, en los 50 años

considerados, de este caso en relación con el C1. Y posteriormente los gráficos

que ilustran estas distribuciones.

Caso 2b Caso C1 GI 3.29 2.41 GIIB 54.8 28.08 GIIIB 0.85 0.96 GIVB 4.49 7.79 GIIA 12.74 25.6 GIIIA 5.75 8.9 GIVA 6.45 9.79

Grupos

Resto 11.63 16.47 Petróleo 39.33 43.59 Carbón 19.86 20.87 Gas Natural 9.91 12.26 Nuclear 20.98 8.75 Gran Hidráulica

3.98 5.15

Cesta

Otros 5.95 9.37 Tabla 5.17.- Caso 2b – Porcentajes de participación en el costo de los casos 2b y C1.

74 Billón como 1012.

247

Caso 2b - Costo global por grupos

0

10000

20000

30000

40000

50000

60000

70000

80000

90000

100000

110000

120000

130000

140000

150000

160000

170000

180000

190000

200000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x10^

9 U

SD

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto

Figura 5.20.- Caso 2b – Costo de la perspectiva energética por grupo.

248

Caso 2b - Costo por cada energético

0

20000

40000

60000

80000

100000

120000

140000

160000

180000

200000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x10^

9 U

SD

Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros

Figura 5.21.- Caso 2b – Costo de la perspectiva energética por energético.

249

5.4.- Evolución con baja población y alto consumo.- Caso 2c.

Este caso, al tener como referencia el GIVA (IDH=0.924), el grupo de los

reconstruidos, conformado por Alemania, Italia y Japón, en términos

demográficos se plantea una evolución en la que decrece moderadamente la

población (-14.21% respecto al año 2000) en los póximos 50 años. Por esto

deberá arrastrar a los demás grupos a esa tendencia, incluido el grupo GI, que

no migraría en 50 años hacia el GIVB, ya que considero que pasar de una

previsión de crecimiento de 273% a un decrecimiento del 28% es a todas luces

imposible, así que como en el caso 2b, la transición del GI será hacia el GIIIB.

Los otros tres grupos de bajo índice de desarrollo humano restantes (GIIB, GIIB

y GIVB) migrarían, estos sí, a la situación en las que se encontraba el grupo

GIVA en el año 2000, y los tres grupos de alto índice de desarrollo humano

evolucionarían hacia el modelo que pronostica el caso de referencia del grupo

GIVA en el año 2050.

En la siguiente tabla se expone los datos básicos que representa el modelo

del GIVA para el año 2000 y 2050, y que definen este caso.

GIVA-Caso 2c 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.01 -0.02 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 160.46 349.88 Índice de desarrollo humano 0.924 1 Cesta energética (%)

Petróleo 48.4 Carbón 15.2

Gas Natural 22.4 Nuclear 9.4

Gran Hidráulica 1.8 Otros 2.8

Sectores de consumo (%) Industria 29

Transportes 19.5 Otros sectores 24

Usos no energéticos 1.7 Pérdidas 25.8

Tabla 5.18.- Datos básicos del modelo energético del GIVA.

250

Al imitar la tendencia en el comportamiento demográfico del GIVA se

buscaría, no sólo estabilizar la población mundial, sino iniciar un camino hacia

su reducción. Pese a que la mayoría de los grupos en este caso aumentará su

población respecto del año 2000, la tendencia demográfica sería buscar bajar los

índices de crecimiento progresivamente menores, para alcanzar una

disminución poblacional global, después del año 2050 moderada, pero segura,

cosa que no asegura el C1, que si bien presenta una población numéricamente

menor en el año 2050, la tendencia de los grupos más poblados del planeta no

presenta tendencias de decrecimiento, sino todo lo contrario.

El consumo energético per cápita (CEPC) que se pretendería emular es

ahora un punto intermedio entre los dos casos anteriores. Por un lado los

grupos de bajo IDH tenderían a un consumo un poco menor que en el C2b, pero

buscando alcanzar un IDH mayor, y al mismo tiempo los grupos de alto IDH

buscan alcanzar un CEPC mayor que el del caso C2b.

En cuanto a la cesta energética el GIVA es el grupo con un alto IDH que

depende más del petróleo, y su dependencia de los hidrocarburos comerciales

alcanza el 86%. Es un modelo energético que confía poco en otras fuentes

energéticas, pero que sin embargo no consume tanta energía como el grupo

GIIA.

En cuanto a la distribución de consumo energético cabe destacar que el

GIVA es el grupo en el que la industria cuenta mayor participación, así que se

presenta un escenario claramente por una alta industrialización mundial.

Destaca también el bajo consumo de transportes, esto puede interpretarse ya

sea como un modelo que cuenta con un comercio bajo entre países o bien, y creo

esto sería más correcto, como un modelo que apuesta más por transportes cada

vez más eficientes y no personales o familiares, sino transportes masivos.A

continuación se presentarán seis tablas con los datos básicos de transición de

cada grupo y que se utilizarán como datos para el modelo energético y obtener

el caso 2c.

251

GI 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.12 0.04 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 27.93 74.19 Índice de desarrollo humano 0.518 0.745 Cesta energética (%)

Petróleo 33.5 25 Carbón 5 37

Gas Natural 12 5 Nuclear 0 2.9

Gran Hidráulica 4.5 0.1 Otros 45 30

Sectores de consumo (%) Industria 11 24

Transportes 12 18 Otros sectores 53 19.3

Usos no energéticos 2 2.7 Pérdidas 22 36

Tabla 5.19.- Evolución de datos básicos para el grupo GI - Caso 2c. Tras la introducción de estos datos el grupo GI presenta en el 2050 una

reducción demográfica de 24% con respecto al C1, aunque respecto al año 2000

se presentaría un aún gran aumento del 207%. El consumo energético per cápita

(CEPC) que aumenta apenas un 280% respecto al C1, y un 265% respecto al año

2000; estos dos factores provocan que el consumo energético total del grupo

(CE) aumento un 213 % respecto a lo que contempla el C1, y un 551% respecto

al 2000. Este tremendo impulso se invertiría en elevar el IDH hasta alcanzar los

0.745, que si bien aún representa un bajo índice en términos generales, es una

mejora más que sustancial de la situación de abandono en la que se encuentran

estos países y mucho mayor de la que el caso de referencia C1, preveía, ya bajo

éste último escenario su IDH en el año 2050 descendería al 0.5.

En este caso la cesta energética disminuiría el abuso de la biomasa

tradicional, como en el caso 2a, pero no tan radicalmente, y sería sustituida

principalmente por el carbón, como un combustible barato. La aparición de la

energía nuclear en este grupo sería más notoria bajo este escenario.

También en este caso se impulsaría la industria y se reduciría el porcentaje

de participación de ‘otros sectores’, pero se hace claro que por la alta

252

participación de pérdidas, se buscarían tecnologías baratas, por lo que la

preocupación general para este grupo bajo este escenario será el salir de los

niveles de desarrollo paupérrimos en los que se encuentran bajo los esquemas

más simples y directos: tecnología y combustibles baratos.

GIIB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.1 0.01 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 29.52 160.46 Índice de desarrollo humano 0.712 0.924 Cesta energética (%)

Petróleo 41.27 48.4 Carbón 13.72 15.2

Gas Natural 20.44 22.4 Nuclear 0.6 9.4

Gran Hidráulica 7 1.8 Otros 16.97 2.8

Sectores de consumo (%) Industria 25 29

Transportes 18 19.5 Otros sectores 29 24

Usos no energéticos 4 1.7 Pérdidas 24 25.8

Tabla 5.20.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIB - Caso 2c. Pese a que el grupo GIIB en este escenario imita el decrecimiento

demográfico del GIVA aumentaría un 14 % respecto al C1 y un 163 % su

población en el año 2050 con respecto a la del año 2000. Esto tiene que ver con la

migración lineal entre los índices de crecimiento como se comentó antes. El

consumo energético per cápita de este grupo que representa un incremento en

50 años de 544%, respecto del año 2050 en el C1 representaría un aumento del

230.4%. Esto aumentaría el consumo energético total del grupo en un 887%

respecto del año 2000, y un 262% respecto al año 2050 en el C1.

En cuanto a la cesta energética, el mayor aumento lo presentaría el uso del

petróleo, aunque la energía nuclear también crece hasta alcanzar un 9.4% de la

cesta. Los otros hidrocarburos tradicionales aumentan un poco también su

participación y es claro que las disminuciones porcentuales las experimenta

entonces los energéticos naturales. Esto muestra una clara tendencia de

253

desarrollo basado en los energéticos más económicos y más acorde con la

industrialización de los países. Es destacable la disminución de la gran

hidráulica, pero sólo es en porcentaje ya que el alto consumo del grupo

compensaría esta disminución y provocaría que en términos absolutos, este

energético aumente también en el periodo analizado.

De la estructura de los sectores cabe mencionar una vez más el impulso a

la industria y la disminución en ‘otros sectores’ el transporte subiendo un poco,

pero las pérdidas aumentarían también.

GIIIB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.04 0.01 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 74.19 160.46 Índice de desarrollo humano 0.745 0.924 Cesta energética (%)

Petróleo 25 48.4 Carbón 37 15.2

Gas Natural 5 22.4 Nuclear 2.9 9.4

Gran Hidráulica 0.1 1.8 Otros 30 2.8

Sectores de consumo (%) Industria 24 29

Transportes 18 19.5 Otros sectores 19.3 24

Usos no energéticos 2.7 1.7 Pérdidas 36 25.8

Tabla 5.21.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIIB- Caso 2c. La disminución en el índice no consigue aún la estabilidad poblacional y

en este caso se presenta un aumento del 18% respecto a la población del grupo

en el año 2000, que es un 26.1% más de lo que el C1 refleja. El aumento en el

CEPC es de un 19% respecto a la expectativa de crecimiento del C1, y un 216%

respecto al CEPC del año 2000, por lo que el consumo energético total del grupo

aumenta un 19% con respecto al C1 y un 273% respecto al año 2000.

El grupo GIIIB depende tanto en el 2000 del carbón y la biomasa

tradicional que el cambio de estos combustibles por petróleo, gas natural y la

254

energía nuclear, representará un cambio radical en la estructura energética de

estos países. Todo el sistema energético debería reestructurase.

En cuanto a la distribución de dicho consumo energético, en general los

sectores aumentan su participación en detrimento del sector pérdidas. Cabría

destacar, nuevamente el aumento que presentaría el consumo del sector

industrial y del rubro ‘otros sectores’.

GIVB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % -0.01 0.01 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 162.43 160.46 Índice de desarrollo humano 0.793 0.924 Cesta energética (%)

Petróleo 31.5 48.4 Carbón 25.15 15.2

Gas Natural 30 22.4 Nuclear 4.7 9.4

Gran Hidráulica 1 1.8 Otros 7.65 2.8

Sectores de consumo (%) Industria 26 29

Transportes 7.5 19.5 Otros sectores 28 24

Usos no energéticos 2.5 1.7 Pérdidas 36 25.8

Tabla 5.22.- Evolución de datos básicos para el grupo GIVB- Caso 2c. En términos demográficos en este escenario la población del grupo GIVB

aumentaría apenas un 1 % con respecto al año 2000, pero un 39.7% respecto a lo

que se prevé en el C1.

El crecimiento del CEPC con respecto al año 2000 para este escenario sería

de un 1.2% aunque con respecto al C1 decrece un 45% en el año 2050. El

consumo energético se mantiene estable, ya que respecto al año 2000 disminuye

un 0.24% y respecto al C1 disminuye un 63.42%. Si la relación IDH/CEPC fuese

proporcional, se tendría que en el C1 el GIVB alcanzaría un IDH de 0.93, y en el

C2c llegaría, tan sólo a 0.924.

Sobre la cesta energética cabe destacar que la disminución del carbón y del

gas natural se realiza por petróleo y por energía nuclear. También disminuye el

255

rubro ‘otros energéticos’ pero se presupone que se daría dentro de él el impulso

a las nuevas tecnologías.

En cuanto a los sectores de consumo este grupo también presenta una

aumento de la industria, aunque no es tan drástico. El aumento en el transporte

es más acusado, y las disminuciones en la participación del rubro ‘otros

sectores’ y también en las pérdidas.

GIIA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.04 -0.02 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 392.49 349.88 Índice de desarrollo humano 0.934 1 Cesta energética (%)

Petróleo 38.2 48.4 Carbón 28.06 15.2

Gas Natural 19.5 22.4 Nuclear 5.3 9.4

Gran Hidráulica 2.75 1.8 Otros 6.19 2.8

Sectores de consumo (%) Industria 24.4 29

Transportes 26.7 19.5 Otros sectores 22 24

Usos no energéticos 1.7 1.7 Pérdidas 25.2 25.8

Tabla 5.23.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIA - Caso 2c. Demográficamente el grupo GIIA presentaría un comportamiento más

bien estable con un aumento de apenas un 7% respecto al año 2000, pero eso

significaría una disminución poblacional de un 28% respecto al C1.

Como se comentó antes el consumo energético par cápita del grupo GIIA

en este escenario disminuiría en el 2050 un 11 % con respecto al valor que

muestra en el año 2000. Esto representaría comparando el año 2050 entre casos,

que respecto del C1, la disminución sería del 85%. Esto provocaría que el

consumo energético total del grupo disminuyera casi un 5% respecto a su

consumo en el año 2000 y un 38% respecto del C1.

La cesta energética que en este escenario presenta el GIIA aumenta mucho

la participación del petróleo en el grupo, y disminuye casi a la mitad la

256

participación del carbón, sustituido principalmente por la energía nuclear y el

gas natural.

En cuanto a la estructura de los sectores de consumo se puede decir que

aumenta la industria y pero se destaca la disminución en el consumo de

transportes y las pérdidas.

GIIIA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.02 -0.02 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 167.64 349.88 Índice de desarrollo humano 0.921 1 Cesta energética (%)

Petróleo 41.5 48.4 Carbón 14.1 15.2

Gas Natural 18 22.4 Nuclear 17 9.4

Gran Hidráulica 3.5 1.8 Otros 5.9 2.8

Sectores de consumo (%) Industria 23.3 29

Transportes 20.3 19.5 Otros sectores 25.8 24

Usos no energéticos 3.3 1.7 Pérdidas 27.3 25.8

Tabla 5.24.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIIA- Caso 2c. El grupo GIIIA bajo este escenario descendería levemente un 2% en el año

2050 respecto al 2000, casi un 6% respecto del C1. El consumo energético per

cápita (CEPC) aumentaría un 208.71% respecto al año 2000, y un 132.5% con

relación con el C1. El consumo energético total del grupo en el año 2050 es un

204% superior al consumo del año 2000, y un 125% respecto al C1.

En este caso el GIIIA es el único grupo que baja la participación del sector

nuclear y en contraposición suben los otros hidrocarburos comerciales, sobre

todo el petróleo. Desgraciadamente también baja la participación de la gran

hidráulica y los otros energéticos, también.

La transición de los sectores de consumo es similar a los otros grupos,

aumenta mucho el sector industrial, el transporte aumenta levemente, mientras

que las pérdidas y el de otros sectores bajan.

257

El comportamiento del consumo energético per cápita y del índice de

desarrollo humando de los grupos se resumen en las siguientes gráficas:

Consumo energético per cápita - Caso 2c

0

50

100

150

200

250

300

350

400

450

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

GJ/

hab

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA

Figura 5.22.- Caso 2c - Consumo energético per cápita por grupos.

258

Índice de desarrollo humano - Caso 2c

0.4

0.5

0.6

0.7

0.8

0.9

1.0

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA

Figura 5.23.- Caso 2c - Índice de Desarrollo Humano por grupos.

259

Con todo lo anterior el consumo energético primario total mundial

alcanzaría, bajo este escenario, en el año 2050 los 1520 .4x1018 J, que

representaría el 362.57% del consumo mundial en el año 2000. Esta cifra de CE

representa un 149.13% del consumo que el caso de referencia C1 predice para el

mismo año. Esto supondría que a lo largo de los 50 años, el mundo consumiría

hasta: 47 611x1018 J que es 135% más de lo que el mundo consumiría bajo el

escenario planteado en el C1. La población mundial total en el año 2050,

alcanzaría los 10 335x106 habitantes, que es un 3.11% más de lo que el caso de

referencia señala. Gráficamente se puede observar el aumento demográfico y el

aumento en el consumo energético por grupos en las siguientes gráficas:

260

Caso 2c - Población mundial por grupos

0

500

1000

1500

2000

2500

3000

3500

4000

4500

5000

5500

6000

6500

7000

7500

8000

8500

9000

9500

10000

10500

11000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

Mil

lone

s de

hab

itan

tes

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto

Figura 5.24.- Caso 2c - Población Mundial por grupos.

261

Caso 2c - Consumo energético Mundial por grupos

0

100

200

300

400

500

600

700

800

900

1000

1100

1200

1300

1400

1500

1600

1700

1800

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x 10

^18

J

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto

Figura 5.25.- Caso 2c - Consumo energético primario Mundial por grupos.

262

Nuevamente el grupo que más energía consumiría bajo este escenario

sería el GIIB, pero cabe recordar que se debe principalmente al hecho de ser el

grupo que contiene a mayor población, y en este escenario igual que en el

anterior caso se pretende que dicha población aumente su consumo per cápita

para alcanzar un desarrollo, que el caso de referencia no se concede.

En términos globales la cesta energética del año 2050, bajo esta

perspectiva, se estructuraría principalmente por hidrocarburos tradicionales en

un 82.15%. Siendo el energético principal el petróleo que se eleva hasta 44% de

la cesta, y también resulta evidente la clara disminución en participación

relativa del uso de la gran hidráulica, así como el rubro de ‘otros energéticos’

aunque en principio esto se debería al abandono de la biomasa tradicional como

energético primario en los grupos de bajo índice de desarrollo. La siguiente

gráfica muestra la estructura de dicha cesta para este caso, y otra grafica con la

evolución del consumo energético global, esta vez por energético.

Consumo energético por energético 2050 - Caso 2c

43.7%

19.6%

18.9%

8.1% 1.5% 8.3%

Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros

Figura 5.26.- Caso 2c – Cesta energética 2050.

263

Caso 2c - Consumo Mundial de energía por energético

0

100

200

300

400

500

600

700

800

900

1000

1100

1200

1300

1400

1500

1600

1700

1800

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x 10

^18

J

Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros

Figura 5.27.- Caso 2c – Consumo energético primario Mundial por energéticos.

264

Una vez más la primera consecuencia del alto consumo es el agotamiento

de los reservas de los recursos energéticos convencionales, salvo el carbón, del

cuál sólo se consumiría apenas un 6% de las reservas probadas, los recursos de

la gran hidráulica, de los cuales se consume sólo un 50%, y los energéticos

naturales, que en términos generales son infrautilizados en este caso. La

siguiente tabla resume el estado de las reservas en el año 2050.

Estado de las reservas energéticas (%)

Año en el que se agotarían las reservas.

Petróleo -73.17 Entre el 2035 y el 2040 Carbón 93.92 - Gas Natural -101 Entre el 2030 y el 2035 Nuclear -77.22 Entre el 2035 y el 2040 Gran Hidráulica 50.79 - Otros 96.93 -

Tabla 5.25.- Caso 2c - Estado de las reservas energéticas en el año 2050.

En cuanto al petróleo se necesitaría descubrir en los próximos años, al

menos un 73% más de reservas petrolíferas para poder completar este

escenario, de lo contrario entre el año 2035 y el 2040, las reservas conocidas se

agotarían. Las reservas de gas también están condenadas a agotarse bajo este

escenario, al igual que las nucleares. Es digno de resaltar el hecho que este caso

presenta las reservas de la gran hidráulica utilizadas sólo al 50%, por lo que

sería posible buscar un consumo intermedio entre este y el caso anterior para

aprovechar mejor este recurso.

La siguiente consecuencia del escenario es el impacto ambiental. En

términos del modelo energético de cada grupo, la transición hacia el modelo

que ostenta el GIVA mejora la valoración subjetiva de todos los grupos, salvo

en el caso del GI y del ‘resto’ de países no considerados en el estudio ya que

siguen el mismo modelo, esto es igual que en el caso anterior. Esto se debe

básicamente a la disminución en el uso del carbón, y en general de todos los

hidrocarburos, tanto de los comerciales como de la biomasa tradicional. La

valoración global de todos los grupos y todo el periodo alcanzaría una

valoración de 692.84, que es algo superior a la valoración del caso de referencia

265

C1, pero por muy poco por lo que se puede decir que en términos de la

valoración ambiéntales subjetiva el caso C2c es igual al C1. Pero claro, los

agentes de impacto son distintos y deben solucionarse de distintas maneras.

Se puede resaltar de entre los 36 agentes contaminantes considerados en

el modelo, y de los 9 que tienen un cálculo de emisión atmosférica, que el CO2

aumentaría su emisión anual en el 2050 un 45% respecto al caso de referencia

C1, con una cifra de emisión de ese año de 11 807x1010kg, que es, con respecto a

la emisión del año 1990 un 406%. Los residuos radioactivos por su parte

alcanzarían un total de 0.288x1010kg en el año 2050, que representaría un 360%

respecto al C1. La emisión y la producción de estos agentes pormenorizados

por grupos se muestran las siguientes gráficas.

266

Generación de CO2 por grupo - Caso 2c

0

500

1000

1500

2000

2500

3000

3500

4000

4500

5000

5500

6000

6500

7000

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11

x10^

10 k

g/añ

o

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA

GIIIA GIVA Resto

Figura 5.28.- Caso 2c – Generación de CO2 por grupo.

267

Generación de desechos peligrosos radioactivos por grupo - Caso 2c

0.000

0.010

0.020

0.030

0.040

0.050

0.060

0.070

0.080

0.090

0.100

0.110

0.120

0.130

0.140

0.150

0.160

0.170

0.180

0.190

0.200

0.210

0.220

0.230

0.240

0.250

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x10^

10 k

g/añ

o

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA

GIIIA GIVA Resto

Figura 5.29.- Caso 2c – Generación de residuos peligrosos por grupo.

268

Por último, el costo que el caso 2c, incluyendo los costos ocultos,

representaría en todo el periodo un gasto de 4 765 billones de dólares75, y en

concreto en el año 2050 el sector energético en general tendría que asumir

costos por 174 billones de dólares. Estos costos en relación con los que el caso

de referencia C1 expone, representarían un 146.5% y un 169% más,

respectivamente. A continuación se presenta una tabla que muestra la

participación porcentual de la distribución del costo por energético y por

grupos, en los 50 años considerados, de este caso en relación con el C1. Y

posteriormente los gráficos que ilustran estas distribuciones.

Caso 2c Caso C1 GI 3.47 2.41 GIIB 51.08 28.08 GIIIB 0.81 0.96 GIVB 4.34 7.79 GIIA 14.25 25.6 GIIIA 7.09 8.9 GIVA 6.68 9.79

Grupos

Resto 12.28 16.47 Petróleo 44.66 43.59 Carbón 21.47 20.87 Gas Natural 11.67 12.26 Nuclear 13.65 8.75 Gran Hidráulica

3.12 5.15

Cesta

Otros 5.44 9.37 Tabla 5.26.- Caso 2b – Porcentajes de participación en el costo de los casos 2c y C1.

75 Billón como 1012.

269

Caso 2c - Costo global por grupos

0

10000

20000

30000

40000

50000

60000

70000

80000

90000

100000

110000

120000

130000

140000

150000

160000

170000

180000

190000

200000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x10^

9 U

SD

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto

Figura 5.30.- Caso 2c – Costo de la perspectiva energética por grupo.

270

Caso 2c - Costo por cada energético

0

20000

40000

60000

80000

100000

120000

140000

160000

180000

200000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x10^

9 U

SD

Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros

Figura 5.31.- Caso 2c – Costo de la perspectiva energética por energético.

271

5.5.- Comparación con el caso de referencia.

El objetivo principal de crear un trabajo de planificación con varios casos es

esencialmente su comparación. Se busca confrontar los distintos resultados que

se generan cuando se juega con la combinación de variables, para poder elegir

la mejor combinación de acuerdo a nuestros intereses.

Dado que ya se ha detallado cada uno de los casos generados a partir de la

emulación de los caminos de desarrollo seguidos por los tres grupos de alto

desarrollo humano, no se ahondará en comparar todas sus características, pero

conviene analizar las siguientes 7 gráficas que representan las características

principales de generación de cada caso y algunas consecuencias básicas.

Para comenzar se muestra la comparación entre la evolución del IDH, el

consumo energético per cápita y la población. Estas tres variables definen en

esencia cada caso. Cabe aclarar que el principal objetivo para elaborar casos

distintos, del caso de referencia, fue el de contemplar caminos que pudiesen

elevar el IDH de toda la humanidad, por lo que es la primera comparación y

donde se muestra el aumento generalizado y primordialmente la mejora con el

caso de referencia, aunque dada la proximidad de los valores del IDH que

ostentan los tres grupos de alto desarrollo humano, en esta variable los tres

casos de exploración son prácticamente iguales.

272

IDH - Medio por casos

0,50

0,55

0,60

0,65

0,70

0,75

0,80

0,85

0,90

0,95

1,00

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

C2a C2b C2c C1

Figura 5.32.- Comparación de la evolución del IDH entre el C1, C2a, C2b y C2c. (sin considerar en ningúno de los casos el grupo de países “Resto” de los que no se tienen datos sobre IDH).

273

Población global

0

1000

2000

3000

4000

5000

6000

7000

8000

9000

10000

11000

12000

13000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

10^

6 h

ab

Caso 2a Caso 2b Caso 2c Caso 1

Figura 5.33.- Comparación de la evolución de la Población entre el C1, C2a, C2b y C2c.

274

CEPC

0

25

50

75

100

125

150

175

200

225

250

275

300

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

GJ/

hab

C2a C2b C2c C1

Figura 5.34.- Comparación de la evolución del consumo energético per cápita entre el C1, C2a, C2b y C2c.

275

Consumo energético global

0

500

1000

1500

2000

2500

3000

3500

4000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

10^

18 J

Caso 2a Caso 2b Caso 2c Caso 1

Figura 5.35.- Comparación de la evolución del consumo energético entre el C1, C2a, C2b y C2c.

276

Impacto ambiental

60

61

62

63

64

65

66

67

68

69

70

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

Caso 2a Caso 2b Caso 2c Caso 1

Figura 5.36.- Comparación de la evolución del impacto ambiental entre el C1, C2a, C2b y C2c.

277

Emisión de CO2 global

0

2000

4000

6000

8000

10000

12000

14000

16000

18000

20000

22000

24000

26000

28000

30000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

10^

10 k

g

Caso 2a Caso 2b Caso 2c Caso 1

Figura 5.37.- Comparación de la evolución de la emisión de CO2 entre el C1, C2a, C2b y C2c.

278

Costo global

0

20000

40000

60000

80000

100000

120000

140000

160000

180000

200000

220000

240000

260000

280000

300000

320000

340000

360000

380000

400000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

10^

9 U

SD

Caso 2a Caso 2b Caso 2c Caso 1

Figura 5.38.- Comparación de la evolución del costo entre el caso C1, C2a, C2b y C2c.

279

Se aprecia en general que si bien se aumenta sustancialmente el IDH, en

los tres casos se obtiene una población y un consumo energético superior al

planteado en el caso de referencia y que acarrean además un impacto

ambiental, una emisión de CO2 y un costo más elevados. Esto puede

interpretarse como el coste que es necesario asumir para conseguir el aumento

generalizado del IDH en toda la humanidad; sin embargo, conviene recordar

que durante el análisis particular de cada caso se enfatizó el hecho del

agotamiento inexorable de los recursos energéticos en los tres casos, así que no

sólo es discutible el hecho de que lograr dicha elevación del IDH justifica o no el

aumento tan brutal del impacto o del costo económico, sino que es imposible

conseguir estos caminos específicos. Pero esto no quiere decir que no exista la

posibilidad de elevar el IDH de toda la humanidad, simplemente que estos no

son los mejores caminos. Nuestra obligación es aprender de estos casos —como

el porqué de la leve disminución del impacto ambiental para el caso C2a— y

plantear aquellos caminos posibles para conseguir no sólo el objetivo de elevar

el IDH sino de conseguir el desarrollo sostenible mediante el equilibrio no

igualitario entre los factores sociales, ambientales, económicos, tecnológicos y

filosóficos.

280

Capítulo VI

LAS PROPUESTAS ACORDES CON EL DESARROLLO SOSTENIBLE

Hay suficiente para la necesidad de todos, pero no para la avaricia de todos Mahatma Gandhi

Tras el análisis de los distintos e hipotéticos casos, sólo está claro una cosa:

elegir la combinación de factores que conforman una opción sostenible no es

fácil, y predecir dentro de éstas, cuáles son las más probables, imposible. Por lo

que se mantiene como solución a este problema la opción de elegir un futuro

deseable, optar por una combinación de factores aceptables bajo los preceptos

del desarrollo sostenible, y a partir de éstos construir una ruta para su

consecución. Aunque también es importarte resaltar que este trabajo se centra

en la propuesta para una nueva forma de elaborar los modelos energéticos

computacionales, necesarios para la creación de perspectivas energéticas reales,

lo que a continuación se describe en este capítulo son los tres primeros intentos

de sintetizar dicho objetivo en propuestas concretas, y que por tanto carecen del

detalle necesario para la implementación concreta de ninguna de las propuestas

que se hace. La intención de la presentación de estas Propuestas Sostenibles, es

señalar la dirección general del cambio sostenible, no es marcar específicamente

los pasos concretos a seguir, como pueden ser los proyectos objetivos,

necesarios para dicho desarrollo. Para la elaboración de dichas perspectivas,

sería necesario realizar un nuevo modelo energético que contemple mayor

detalle, tanto en los datos de partida, como en la metodología y en los

281

resultados, pero siempre siguiendo los planteamientos básicos del desarrollo

sostenible.

No es difícil encontrar artículos o libros que contengan, al menos una

posible solución al problema energético mundial, y al resumirlas todas en

propuestas generales de solución tendríamos distintas versiones de: ahorro

energético, incrementar la eficiencia de la tecnología y los procesos, reciclado

y reutilización para disminuir la producción, disminución de los transportes,

mayor utilización de los energéticos naturales y disminuir el elevado

consumo o bien, racionalizar el consumo excesivo. Y ciertamente se pueden

elaborar distintos casos o escenarios barajando una o todas las opciones

anteriores pero, aunque notáramos mejoras en ciertos aspectos, no tendremos

con certeza un escenario sostenible hasta que no se contemple la elaboración de

dicho escenario comenzando con criterios de sosteniblilidad. Por lo que

conviene recordar los cinco factores del desarrollo sostenible: el social, el

ambiental, el económico, el tecnológico y el filosófico. Con ellos habrá que

preestablecer cuáles deben ser los principales objetivos particulares que se

desea conseguir, para cualquier tipo de estudio, pero en concreto para la

elaboración de las propuestas sostenibles de este trabajo se buscará equilibrar

las siguientes metas básicas:

• Social: conseguir al máxima elevación del Índice de Desarrollo Humano.

• Ambiental: conseguir el menor impacto ambiental. • Económico: conseguir el menor costo. • Tecnológico: la utilización de la tecnología más eficiente. • Filosófico: establecer de manera razonada y libre (sin coacción u

obligación) los siguientes criterios de evaluación: la ética, el amor y la justicia76.

La lógica indeterminación del futuro al final nos obliga a especular

subjetivamente, cuál escenario es mejor, ya que lo que es más sencillo es ver qué

escenarios son peores que otros. Esto es, siempre será discutible si cierta

76 Justicia, no como conformidad de la conducta a determinada norma, sino como la eficacia misma de las normas. Esto es, que no se refiere al comportamiento de las personas en sí, síno a la capacidad de las normas de hacer posible las relaciones humanas.

282

combinación de factores es mejor que otra combinación, sin embargo, si

encuentra que un conjunto de esos factores son peores que otros, es más fácil

sostener dicha afirmación. Por tanto, el siguiente elemento de análisis para la

propuesta sostenible se basa en la comparación de los casos antes analizados

con el caso de referencia C1, que se obtuvo como una media de los estudios

energéticos globales detallados en el capítulo 4. Se buscará, por tanto, un

equilibrio de los cinco factores antes mencionados, que hagan fehaciente que el

caso C1 es, al menos, deficiente, y por lo tanto habría que trabajar para

cambiarlo.

6.1.- La propuesta sostenible débil - Caso 3a.

Dos variables extras a los cinco factores mencionados arriba han demostrado en

los casos anteriores que facilitan la consecución de las tres primeras metas antes

mencionadas: el social, el ambiental y el económico. Estas variables son: la

disminución población y el ahorro de energía, y se explorarán en las tres

propuestas, pero se entiende que esta propuesta es ‘débil’ porque hace uso de

todos los recursos energéticos de los que disponemos hoy, especialmente la

energía nuclear, que es un recurso impensable para muchos ambientalistas

radicales.

Con todo lo anterior es posible sentar las bases para la elaboración de la

propuesta sostenible. Primero se buscaría la elevación del Índice de Desarrollo

Humano (IDH), al menos hacia tres valores: 1, 0.9 y 0.8. Si se consiguiese que

toda la población del globo se enmarcará dentro de uno de estos tres valores en

50 años, ya sería un logro importante. Considerar que algún grupo, o bien no

logra elevar su IDH, o peor aún disminuye su IDH en los próximos años, es

éticamente inaceptable. Conseguir esto, sólo tratando de igualar los Consumos

Energéticos per Cápita (CEPC) de los países en vías de desarrollo con los

desarrollados, resulta insostenible, como lo demuestran los casos C2a, C2b, y

C2c. Esto se debe al alto consumo energético de estos países, y eso queda

283

demostrado con un análisis de las reservas restantes de cualquiera de los casos

analizados. Así que, apoyándonos en el factor filosófico, es razonable establecer

un escenario bajo el cual, los países desarrollados abandonen, libremente, los

altos consumos energéticos y tiendan hacia modelos de satisfacción de

necesidades que los lleven a elevar su IDH y al mismo tiempo disminuir su

CEPC. Esto se logrará no sólo con ahorro energético, sino con un cambio

drástico en los modelos de satisfacción y de consumo energético, en definitiva

establecer un modelo energético racional, mesurado, equitativo y eficiente;

admitido por la mayoría de forma libre y razonada.

También parece evidente que la presión ambiental y sobre las reservas que

ejerce el simple hecho del aumento poblacional, hace imposible mantener un

crecimiento poblacional indefinidamente. Por lo que se propondría buscar un

decrecimiento en la población que rondaría entre el 10 y el 30% con respecto al

caso de referencia C1. Esto buscando que cada grupo busque esa tendencia en la

medida de sus posibilidades, y sin imponer un patrón único de disminución.

En cuanto a la elección de energéticos que conformarían la cesta, se

considera que si bien ningún energético puede o debe ser excluido del todo, la

estructura futura debe reducir su dependencia de los hidrocarburos

tradicionales y aumentar la participación de los energéticos naturales.

Las siguientes gráficas muestras la previsión de la evolución del IDH que

se buscaría alcanzar para conseguir la propuesta sostenible, así como una

primera propuesta de cómo podría evolucionar el CEPC de los grupos para

cumplir con dicho propósito, bajo las restricciones antes comentadas:

284

Índice de desarrollo humano - Caso 3a

0.4

0.5

0.6

0.7

0.8

0.9

1.0

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA

Figura 6.1.- Evolución del IDH para el caso C3a.

285

Consumo energético per cápita - Caso 3a

0

50

100

150

200

250

300

350

400

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

GJ/

hab

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA

Figura 6.2.- Evolución del Consumo Energético per cápita para el caso C3a.

286

A continuación se presentará el análisis de los seis grupos y las tablas con

los datos básicos de transición de cada grupo y que se utilizarán como datos

para el modelo energético y obtener el caso 3a.

El primer grupo del estudio, el GI, formado por: Angola, Arabia Saudí,

Etiopía, Nigeria, Pakistán, Perú y República Democrática del Congo, es quizás

el grupo que más se beneficiaría de la realización de este escenario sostenible,

que es la contraparte de la realidad de que es el grupo que más riesgo corre hoy

en día. Los datos de entrada básicos para este grupo en la propuesta sostenible

C3a son:

GI 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.12 0.035 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 27.93 80 Índice de desarrollo humano 0.518 0.8 Cesta energética (%)

Petróleo 33.5 21 Carbón 5 20

Gas Natural 12 9 Nuclear 0 5

Gran Hidráulica 4.5 5 Otros 45 40

Sectores de consumo (%) Industria 11 25

Transportes 12 23 Otros sectores 53 25

Usos no energéticos 2 2 Pérdidas 22 25

Tabla 6.1.- Evolución de datos básicos para el grupo GI - Caso 3a.

Para este grupo la apuesta más importante sería conseguir una

disminución en el índice de crecimiento poblacional por lustro, de 0.12 a 0.035,

en cincuenta años, que aunque representaría que la población para el grupo

aumentara un 202% respecto del año 2000, significaría además una disminución

del 26% en la población comparado con la expectativa del caso de referencia

para el año 2050.

En cuanto al CEPC, sin duda este grupo mostraría el mayor aumento,

tanto respecto al año 2000, cuanto a la expectativa mostrada en el caso de

287

referencia. En términos numéricos el que el grupo llegase a consumir 80 GJ/hab

significaría un aumento del 286% respecto de su consumo actual, sin embargo

en términos sociales y humanos, significaría la recuperación objetiva de estos

seres humanos del borde de la miseria más absoluta, que se representaría a su

vez, fríamente en un aumento del 55% del IDH. Para ejemplificar con actores

específicos este cambió sería como trasladar a toda la población de Pakistán a

los estándares de vida que mostraba Argentina en la década de los ochenta. Y

esto se mostraría más dramático si se recuerda que el caso de referencia plantea

que este grupo tiene previsto, no sólo no mejorar, en los próximos 50 años, sino

empeorar su IDH, de 0.52 a 0.5.

El consumo energético total del grupo aumentaría respecto del año 2000

un 580%, y un 223% respecto del consumo en el año 2050 contemplado en el

caso de referencia. Este aumento, sin embargo, haría que este grupo participara

en el consumo energético mundial del año 2050 sólo un 6.14%, pese a que

representaría a poco más del 10% de la población mundial. Considerando esto,

y que dicho aumento energético se emplearía directamente en la elevación del

nivel de vida de millones de personas, el aumento esta plenamente justificado.

Otro reto para este grupo se encuentra en la cesta energética. Si bien el

único cambio evidente en los porcentajes se encuentra entre el petróleo y el

carbón, es importante aclarar que en términos absolutos, hay varias

particularidades. Por un lado, la aparente disminución del petróleo, no es tal, ya

que si bien en porcentaje su participación disminuye 12.5 puntos, en términos

absolutos el consumo de petróleo de este grupo aumentaría un 363 %. Por otro

lado, el carbón sería esencial para que este grupo pudiese desarrollar tanto la

industria como el sector eléctrico, generalizado a toda la población. Por lo que

la tecnología de tratamiento de azufre debería acompañar desde el principio el

desarrollo de estos sectores. Aunque no se debe perder la noción de que se elige

este combustible para este grupo por su bajo costo, que facilitaría su desarrollo

sin duda. También conviene resaltar que se contempla que la energía eléctrica

de base de estos países sería cubierta gracias a la instalación de la energía

288

nuclear, que aunque representaría un 5% en el año 2050, significaría que cada

país de este grupo contara, al menos, con 8 unidades cada uno en el citado año,

por lo que el aumento es muy grande. Para finalizar lo que concierne a la cesta

energética, la aparente estabilidad en el rubro ‘otros energéticos’, no es tal, ya

que para el escenario propuesto, significaría disminuir el consumo de biomasa

tradicional de un 80% a un 15% dentro de este rubro, y al mismo tiempo la

introducción de todos los demás energéticos naturales, ya que son

prácticamente inexistentes en este grupo, pero sobre todo de la tecnología de

energía solar.

Los sectores de consumo del grupo GI buscarían un equilibrio entre ellos

al disminuir porcentualmente el sector residencial, teniendo claro que sería

imposible conseguir elevar el IDH sin que el sector industrial, comercial y de

transportes aumente de la manera tan acusada como se pretende.

Como último apunte en este grupo, conviene recordar que el modelo

energético que se utiliza para generar estos escenarios, considera los datos de

todos los países no considerados particularmente en el estudio previo, iguales al

GI. Esto es que todos aquellos países considerados en el grupo ‘Resto’

compartirían los datos del GI en el 2050. En posteriores estudios se deben

aumentar el número de países incluidos específicamente en el estudio, que ser

repartirán principalmente en el GI y el GIIB, con algunas excepciones como

Noruega, Suiza, Israel, etc., pero básicamente los países faltantes en el presente

estudio se contemplarían en estos dos grupos, por lo que no es demasiado

aventurado considerar que su meta es similar a la de estos grupos. Con estas

suposiciones, este escenario, el de la propuesta sostenible contemplaría que el

88 % de la población mundial en el 2050 alcanzaría un IDH de 0.8, cifra que la

ONU considera representar a los países con un desarrollo medio, lo cuál sería el

mayor logro de esta opción.

El grupo GIIB, formado por: Argelia, Argentina, Brasil, Chile, China,

Egipto, India, Indonesia, Irán, Kenia, Marruecos, México, Tailandia, Turquía,

Venezuela y Vietnam, presentará un panorama similar al GI, ya que compartiría

289

la meta prevista para el año 2050. Comenzando con el IDH de 0.8. Claro que la

situación particular de su trayectoria hacia su logro, es distinta como se

discutirá tras la tabla de datos de entrada básicos:

GIIB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.12 -0.03 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 27.93 80 Índice de desarrollo humano 0.518 0.8 Cesta energética (%)

Petróleo 33.5 21 Carbón 5 20

Gas Natural 12 9 Nuclear 0 5

Gran Hidráulica 4.5 5 Otros 45 40

Sectores de consumo (%) Industria 11 25

Transportes 12 23 Otros sectores 53 25

Usos no energéticos 2 2 Pérdidas 22 25

Tabla 6.2.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIB - Caso 3a.

Con esta perspectiva de crecimiento poblacional el grupo GIIB aumentaría

en un 31% su población en 50 años, que no parece una gran mejoría, ya que esto

sería una reducción de un 8% respecto a lo que se prevé en el caso de referencia,

pero en números absolutos significaría poco más de cuatrocientos millones de

habitantes menos en estos países 17 países, y por lo tanto un esfuerzo

monumental de planificación demográfica, al tiempo que se cambia la

estructura energética.

El CEPC con respecto al año 2000 casi se triplicaría en este grupo, lo que

significaría un aumento del 15% respecto a los niveles previstos en la referencia.

Que no parece imposible de conseguir, y repercutiría directamente en la mejora

del IDH general, pero provocaría además que el consumo energético total del

grupo aumentara un 357% respecto del año 2000, para convertir a este grupo en

el mayor consumidor de energía en el año 2050, con casi un 40% de toda la

energía del planeta, aunque representaría al 51% de la población global.

290

Como se observa en el grupo anterior, la disminución en puntos

porcentuales de la participación del petróleo y el gas natural, es relativa ya que

en términos absolutos también aumentan y significativamente, ya que

aumentaría un 56% el consumo de gas natural y un 520% el del petróleo, con

respecto al año 2000. También serían significativos los aumentos en la energía

nuclear y las energías naturales, especialmente la solar térmica y fotovoltaica.

Aunque en términos porcentuales la participación de la gran hidráulica

decrezca dos puntos, este escenario plantea la expansión de este tipo de

energético al máximo de la capacidad de cada zona hidrológica.

Por último, el grupo GIIB tendría que desarrollarse industrialmente un

357% para mantener la participación del 25% del consumo global de energía en

el 2050, aunque el sector que más crecería sería el del transporte, con un

crecimiento 456% respecto a su consumo energético neto en el año 2000. Esto

implica un desarrollo industrial fuerte acompañado de un comercio explosivo,

que no necesariamente se acompañará de un esfuerzo desmesurado en la

incorporación de tecnología de punta y de reducción de pérdidas energéticas,

ya que, como en el grupo anterior, el principal objetivo de este grupo es

conseguir el desarrollo del que carecen.

El grupo GIIIB formado por Cuba y Sudáfrica, en términos poblacionales

no se vería alterado en este escenario sostenible, ya que con un aumento

poblacional del 6.5 % en cincuenta años, se considera que ambos países son

estables. Sin embargo si experimentarían cambios en otras áreas como muestra

la siguiente tabla:

291

GIIIB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.04 0.01 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 74.19 125 Índice de desarrollo humano 0.745 0.9 Cesta energética (%)

Petróleo 25 20 Carbón 37 13

Gas Natural 5 12 Nuclear 2.9 10

Gran Hidráulica 0.1 6 Otros 30 39

Sectores de consumo (%) Industria 24 27

Transportes 18 23 Otros sectores 19.3 26

Usos no energéticos 2.7 2 Pérdidas 36 24

Tabla 6.3.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIIB - Caso 3a.

El Consumo Energético per Cápita de este grupo parece no aumentar

tanto como en los casos anteriores, ya que sólo aumentaría un 68% respecto del

año 2000, sin embargo, traducido en términos de desarrollo social podría

significar que el IDH aumentase un 21%, que una vez más no parece mucho,

pero representaría que estos dos países subdesarrollados obtuvieran niveles de

vida como los que gozaban Austria o Alemania en 1995. La perspectiva que

marca el caso de referencia prevé un 30% más de CEPC en el año 2050, pero al

mismo tiempo un nivel de IDH más bajo, por lo que el escenario sostenible

implicaría que este grupo se desarrollara con la ayuda de tecnología de punta,

que permita tanto ahorro energético como mejor desempeño.

El consumo energético total del grupo en el año 2050 sería un 80 % mayor

que el que ostentaba en el año 2000, pero un 30% menos de lo que el caso de

referencia especula, así que se podría atribuir esta disminución a la eficiencia

energética. Este consumo energético se prevería abastecer principalmente con

petróleo que aunque disminuye en cinco puntos porcentuales, aumentaría un

45 su consumo respecto del año 2000. Después seguiría el consumo de energía

solar fotovoltaica y térmica, que crecerían de la nada prácticamente hasta un

292

15% cada uno. El consumo previsto de carbón sería el único energético que

disminuiría su consumo en números porcentuales y absolutos. Y conviene

resaltar el fuerte impulso de la energía nuclear en este grupo de casi un 3% en el

2000 hasta 10% en el 2050.

El GIIIB presenta en la distribución de sus sectores de consumo energético

una clara tendencia a disminuir las altas pérdidas que se reportan para el año

2000 y el aumento proporcional en los otros sectores. El impulso especial al

transporte y al rubro Otros Sectores, obligaría a prestar especial interés en el

ahorro energético que se pretende conseguir, ya que son dos sectores en donde

tradicionalmente es difícil conseguir dicho ahorro.

Para el grupo GIVB formado por: Estonia, Federación Rusa, Polonia,

Rumania y Ucrania, también se considera que mantendría la población que se

predice en el caso de referencia, que contempla una disminución de 28%

respecto del año 2000. Lo que sí cambiaría es la estimación del crecimiento del

IDH, ya que se considera que este grupo llegaría al máximo posible, ya que

compartiría la evolución del CEPC hasta llegar a 150 GJ/hab. En principio el

CEPC disminuiría un 7.7% en los próximos 50 años, pero se considera que es

posible dicha disminución y que se acompañe con la elevación del IDH.

GIVB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % -0.01 -0.04 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 162.43 150 Índice de desarrollo humano 0.793 1 Cesta energética (%)

Petróleo 31.5 20 Carbón 25.15 13

Gas Natural 30 12 Nuclear 4.7 10

Gran Hidráulica 1 6 Otros 7.65 39

Sectores de consumo (%) Industria 26 30

Transportes 7.5 22 Otros sectores 28 26

Usos no energéticos 2.5 2 Pérdidas 36 20

Tabla 6.4.- Evolución de datos básicos para el grupo GIVB - Caso 3a.

293

El consumo energético total del grupo disminuye un 28% con respecto al

año 2000, y un 58% respecto de la previsión que se maneja en el caso de

referencia. Aún con esto es posible obtener el máximo IDH. Es notoria la

disminución tanto en números porcentuales y en términos absolutos de los

combustibles tradicionales, especialmente gas natural, petróleo y carbón. Por el

contrario las energías naturales: solar, eólica, hidráulica (gran y minihidráulica),

y la energía nuclear de fisión crece sustancialmente para ocupar el 55% de la

cesta total del año 2050.

Los sectores de consumo muestran dos tendencias en el Grupo GIVB. Una

es la de mantener prácticamente constante el consumo de la industria y de

Otros sectores, y la otra es aumentar el consumo de transportes, al aumentar el

comercio internacional. Esto marca otra tendencia obligada ya que la

disminución del consumo total de energía del grupo se vería exclusivamente

centrado en el sector pérdidas, por lo que todo el peso de dicha reducción se

centraría en conseguir mejoras de eficiencia energética en los otros sectores, y

tal vez sea demasiado grande el porcentaje previsto de reducción para sólo

contar con este factor.

Quizás el grupo que más tendrá que hacer, bajo cualquier escenario

sostenible, no sólo éste, es el GIIA, formado por: Australia, Canadá, EE.UU.,

Irlanda y Luxemburgo. Ya que su consumo es con diferencia, muy superior al

de cualquier otro grupo, y cualquier propuesta seria de sostenibilidad deberá

contemplar su disminución.

294

GIIA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.04 -0.01 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 392.49 250 Índice de desarrollo humano 0.934 1 Cesta energética (%)

Petróleo 38.2 20 Carbón 28.06 13

Gas Natural 19.5 12 Nuclear 5.3 10

Gran Hidráulica 2.75 6 Otros 6.19 39

Sectores de consumo (%) Industria 24.4 30

Transportes 26.7 22 Otros sectores 22 26

Usos no energéticos 1.7 2 Pérdidas 25.2 20

Tabla 6.5.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIA - Caso 3a.

Este escenario prevería que la población aumentaría un 13% respecto al

2000, pero disminuiría un 23% respecto de la previsión que se contempla en el

caso de referencia.

El punto crucial de este grupo es el descenso en el consumo energético per

cápita, de los casi 400 GJ/hab en el año 2000, a los 250 GJ/hab en el año 2050, lo

cuál significaría una disminución de 36%, y con respecto al año 2050 la

disminución sería del 39%. Pese a esta disminución el grupo GIIA tendría el

consumo per cápita más alto de todos los grupos siendo tres veces más alto que

el CEPC que tendrían el GI, GIIB y el resto, esto es el 88% de la población.

Con la disminución de la población y del CEPC, el consumo energético

total del grupo disminuiría un 28% respecto al consumo del año 2000, y un 53%

respecto de lo que se pronostica el caso de referencia en el año 2050. Si esta

disminución no se produjese, el consumo energético global, de este escenario,

aumentaría un 12%, y la participación del grupo GIIA, paría de 12% a un 20%.

Pese a la reducción del CEPC se da por supuesto que el grupo haría lo

posible por, no sólo mantener, sino aumentar hasta el máximo el IDH.

295

La evolución de la cesta energética contempla la disminución de los tres

combustibles tradicionales, y son los que agrupan la reducción del consumo

energético total, con una disminución total cercana al 40%. Los otros tres rubros

energéticos aumentan, un 36% en lo que respecta a la energía nuclear, un 57%

en la Gran hidráulica y un casi inverosímil 454% en el caso de ‘otros

energéticos’. El aumento de este último rubro debería favorecer principalmente

a la energía solar.

Los sectores de consumo del grupo GIIA mostrarían dos sectores que

reducen poco su consumo, menos de un 15%, por lo que se puede considerar

que tanto el sector industrial, como los agrupados en ‘otros sectores’

—principalmente el residencial y el comercial— se mantienen constantes, con

leves disminuciones. La reducción del consumo energético sería absorbido

principalmente por el sector transportes y por las pérdidas, por lo que se infiere

que este escenario apostaría por una alta implementación de tecnología de alta

eficiencia en todos los sectores, y además de esto el sector transportes debería

reestructurase para consumir hasta un 40% menos.

El escenario 3a, plantea que el grupo GIIIA conformado por Austria,

Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Portugal,

Reino Unido y Suecia, mantenga el comportamiento demográfico que el caso de

referencia plantea, y en el cual la población, aunque reduce su índice de

crecimiento, aumenta un 4% en el año 2050 con respecto al año 2000, por lo que

se puede considerar estable. Por el contrario, el CEPC disminuiría un 10.5%

hasta alcanzar los 150 GJ/hab en el año 2050, esto significaría un 43% menos

que el caso de referencia. Pese a esta disminución el CEPC que ostentaría el

GIIIA sería casi lo doble del GI, GIIB y el resto. Junto con la reducción del CEPC

este escenario contemplaría un aumento del IDH hasta el máximo posible.

296

GIIIA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.02 -0.002 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 167.69 150 Índice de desarrollo humano 0.921 1 Cesta energética (%)

Petróleo 41.5 20 Carbón 14.1 13

Gas Natural 18 12 Nuclear 17 10

Gran Hidráulica 3.5 6 Otros 5.9 39

Sectores de consumo (%) Industria 23.3 30

Transportes 20.3 22 Otros sectores 25.8 26

Usos no energéticos 3.3 2 Pérdidas 27.3 20

Tabla 6.6.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIIA - Caso 3a.

El consumo energético total disminuye solo un 7% respecto del 2000, pero

un 43% respecto de lo que predice el C1. El descenso se debe principalmente a

la disminución en más de la mitad del consumo de petróleo, y casi la mitad del

consumo de energía nuclear, aunque también habría un descenso en gas natural

y carbón. Por el contrario, el consumo de gran hidráulica aumenta un 60%, lo

que quizás sea difícil de conseguir en los países que conforman el grupo, y un

aumento de más del 600% en el consumo de energía natural, donde

nuevamente lo principal sería el consumo de energía solar.

La estructura de consumo energético del grupo GIIIA, debe compaginarse

con una estructura de consumo sectorial en la que crecería un 20% el consumo

industrial y los sectores contenidos en ‘otros sectores’ y el de transportes,

prácticamente mantienen constante su consumo. La mayor parte de la

disminución del consumo energético se conseguiría con la disminución en poco

más de un 30% de las pérdidas. Hay dos aspectos que convendría estudiar con

más profundidad para verificar su compatibilidad, y son: por un lado, el uso de

las energías naturales en la producción industrial, y el menor uso del petróleo

297

en el sector transporte y su sustitución por combustibles alternativos, desde gas

natural hasta biocombustibles.

El último grupo que se estudia específicamente, el GIVA formado por:

Alemania, Italia y Japón, también mantiene el comportamiento demográfico

que se plantea en el caso de referencia en este escenario. En principio se espera

que este grupo disminuya casi un 15% en cincuenta años.

GIVA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.01 -0.02 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 160.46 150 Índice de desarrollo humano 0.924 1 Cesta energética (%)

Petróleo 48.4 20 Carbón 15.2 13

Gas Natural 22.4 12 Nuclear 9.4 10

Gran Hidráulica 1.8 6 Otros 2.8 39

Sectores de consumo (%) Industria 29 30

Transportes 19.5 22 Otros sectores 24 26

Usos no energéticos 1.7 2 Pérdidas 25.8 20

Tabla 6.7.- Evolución de datos básicos para el grupo GIVA - Caso 3a.

El CEPC de este grupo bajaría un 6.5% respecto del año 2000, pero casi un

60% respecto de lo que en el caso de referencia se contempla. De nuevo,

conviene resaltar que esta disminución no debe influir en el aumento del IDH

hasta el máximo posible.

El CE sería entonces un 20% menor que el registrado en el año 2000, pero

un 53% menor que el que el caso de referencia estimaba para el 2050. El mayor

descenso lo experimentaría el consumo de petróleo, y el mayor ascenso como en

todos los otros casos, el consumo de energéticos naturales, especialmente la

energía solar. Todos los demás energéticos diminuyen su participación, salvo la

gran hidráulica que aumentaría un 269%, que es una cifra que habría que

298

analizar más a detalle para corroborar que estos tres países pueden aumentar

dicha cifra en este energético en particular.

Los sectores de consumo en el año 2050 se comparten en los cuatro

últimos grupos, y como en los anteriores, las pérdidas de este grupo absorben la

mayor parte de la reducción del grupo, casi un 40%. Los otros sectores bajan un

poco, alrededor de un 13% cada uno. Como se comentó con anterioridad el

esfuerzo en la implementación de eficiencia tecnológica es doble, ya que no sólo

se pretende conseguir avanzar con el desarrollo en el IDH y además conseguir

una disminución en el consumo energético total del grupo.

Por último, en lo que respecta al análisis de los grupos, el Resto de países

no considerados específicamente en el estudio, se debe recordar que se supone

que ellos se comportarían de igual manera que el GI, salvo en los sectores de

consumo, que no se han tomado en cuenta para este grupo. Pero en lo que se

refiere al CEPC se considera que todos estos países alcanzarían los 80 GJ/hab, y

un crecimiento poblacional más moderado que lo considerado en el C1, por lo

que alcanzarían los 2300 millones de habitantes, que representaría una

disminución del 19% respecto a lo que se considera en la referencia. Con estas

dos consideraciones generales, el consumo energético total de este grupo sería

22% menor que el considerado en la referencia, con lo que en el año 2050 los

países no considerados en el estudio previo a este trabajo consumirían

alrededor de un 23% de toda la energía global.

Sintetizando las perspectivas demográficas de todos los grupos, este

escenario contempla que en el año 2050 la población mundial alcanzaría la cifra

de 8673 millones de habitantes, que significaría un aumento del 43% respecto de

la población del año 2000, pero una reducción de 13% respecto de la perspectiva

de referencia para el año 2050. En la siguiente tabla se mostrará la participación

de los distintos grupos en el total de población para el año 2000 y 2050, así como

el Índice de Desarrollo Humano, para esos mismos años:

299

Población %

2000 IDH 2000 Población % 2050 IDH 2050

GI 11.8 0.518 10.1 0.8 GIIB 48 0.712 50.9 0.8 GIIIB 0.6 0.745 0.7 0.9 GIVB 1.9 0.793 2.1 1 GIIA 4.8 0.934 4.3 1 GIIIA 2.4 0.921 2.8 1 GIVA 2.3 0.924 2.6 1 Resto 28.2 sd77 26.5 0.8 Tabla 6.8.- Tabla comparativa de población y IDH, entre el año 2000 y el 2050, caso 3a.

C3a-Transición de los grupos - 1950-2050

0

25

50

75

100

125

150

175

200

225

250

275

300

325

350

375

400

0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1

IDH

% d

e cr

ecim

ient

o en

50

años

Figura 6.3.- Caso C3a – Evolución de los grupos según el IDH y el crecimiento poblacional.

77 Sin dato. Dado que para este grupo no se tienen datos específicos ni históricos ni puntuales para el año 2000.

GIIIA

GI

GIIB GIIIB

GIIA

GIVB

GIVA

300

Es primordial resaltar una vez más que las propuestas sostenibles,

contempla para todos los grupos un alza importante en el IDH. Ir en otra

dirección es social y éticamente indefendible, además de que perdería el

adjetivo de sostenible, ya que iría en contra de dos de los principales pilares del

concepto del desarrollo sostenible. En cuanto al consumo energético mundial

anual, este escenario prevé que para el año 2050 se utilicen 805.42X1018 J, que

representaría un aumento del 92% con respecto al consumo energético del año

2000, pero al mismo tiempo sería un 21% menos que lo que prevería el caso de

referencia C1, para el año 2050, y no es una reducción desdeñable ya que sería

un 40% de lo que se consumió en el año 2000. Si se analiza el consumo

energético total global, esto es, el consumo energético de los 50 años, se observa

una disminución del 10% con respecto al caso de referencia, lo cual sería

equivalente a lograr disminuir 8 años de consumo mundial. El consumo en el

año 2050 se estructuraría de la siguiente manera:

% Cesta 2050 % Grupos 2050 Petróleo 20.8

GI 6.14 Carbón 18.3 GIIB 38.41 Gas Natural 9.7 GIIIB 0.9 Nuclear 6.2 GIVB 5.59 Gran Hidráulica 5.2

GIIA 18.61 Otros 39.75 GIIIA 6.11

GIVA 6.33

Resto 17.9 Tabla 6.9.- Síntesis de la estructura de consumo energético para el 2050, caso 3a.

Dado que el porcentaje de participación de los energéticos naturales cobra

gran importancia en esta opción sostenible, conviene resaltar los porcentajes

que cada uno de ellos ocupa dentro del casi 40% que se muestra en al tabla 6.9.

% Cesta 2050 Biomasa tradicional 15 Biomasa moderna 3 Solar fotovoltáica 36.5 Solar térmica 40 Eólica 4.5 Minihidráulica y mareomotriz 0.5 Geotérmica 0.5

Tabla 6.10.- Estructura del consumo de energéticos naturales para el 2050, caso 3a.

301

Caso 3a - Consumo Mundial de energía por energético

0

100

200

300

400

500

600

700

800

900

1000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x 10

^18

J

Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros

Figura 6.3.- Evolución del consumo energético mundial por energético. Caso 3a.

302

Caso 3a - Consumo energético Mundial por grupos

0

100

200

300

400

500

600

700

800

900

1000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x 10

^18

J

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto

Figura 6.4.- Evolución del consumo energético mundial por grupo. Caso 3a.

303

La primera consecuencia derivada directamente del consumo energético y

de la estructura de la cesta energética, es el consumo concreto de los recursos

energéticos con los que disponemos, y es importarte destacar que bajo los

supuestos de este caso, ningún recurso energético se agotaría. Las reservas

energéticas restantes, con respecto al año 2000, al final del periodo de estudio se

muestran en la siguiente tabla:

% restante en el 2050 Petróleo 21.48 Carbón 96.13 Gas Natural 2.63 Nuclear 1.28 Gran Hidráulica 6.1 Otros 92.21

Tabla 6.11.- Reservas energéticas restantes en el 2050, caso 3a.

% anual restante en el 2050

Biomasa tradicional 40 Biomasa moderna 4.2 Solar fotovoltáica Solar térmica 93.88

Eólica 3.9 Minihidráulica y mareomotriz 41.24

Geotérmica 61.33 Tabla 6.12.- Reservas energéticas naturales anuales restantes en el 2050, caso 3a.

La segunda consecuencia que este primer modelo energético arroja es la

del cálculo del impacto ambiental, en dos modalidades, la primera la valoración

subjetiva del impacto ambiental basada en el patrón o estructura del consumo

energético, y la segunda una cuantificación de algunas emisiones. En cuanto a

la valoración subjetiva se puede apreciar que el impacto global se mantiene

prácticamente constante a lo largo de todo el periodo, disminuye un poco

alrededor del año 2025 y después aumenta un poco hacia el 2050, pero aún con

eso la valoración global del impacto no supera el valor de la valoración que se

plantea en el caso de referencia, así que se puede considerar que es el mismo.

304

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

50

55

60

65

70

75

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

Caso 3a - Impacto ambiental Global por años

Figura 6.5.- Valoración subjetiva del Impacto ambiental global. Caso 3a.

305

En cuanto a la cuantificación de la emisión particular de agentes

contaminantes, se debe resaltar que la mayoría de los diez agentes

considerados, en su valoración global, aumentan levemente, debido a las

emisiones de tres grupos principalmente: GI, GIIB y el Resto. En los restantes

grupos, dichas emisiones o bien se estabilizan o disminuyen drásticamente. La

razón de la elevación de la emisión de estos tres grupos es el incremento de su

consumo energético, consecuencia directa de la elevación de su CEPC. Aún así,

se puede resaltar tres agentes contaminantes de especial interés: el CO2, SOx y

los residuos radioactivos, de baja, media y alta actividad. En cuanto al bióxido

de carbono, se puede decir que aunque para el 2035 se eleva al emisión un 33%

después disminuye dicha emisión hasta convertirse en el 2050 en un 22%

superior respecto a las emisiones del año 2000, y un 39% respecto de las

emisiones del año 1990. Esto se traduce en la emisión en el año 2050 de

4 028X1010 kg de CO2 a la atmósfera. Pese a esto, este escenario plantea una

reducción para el año 2050 del 50% con respecto a lo que prevé el caso de

referencia para el mismo año, y la emisión global del caso 3a de CO2 es un 25%

menor que la del caso de referencia C1.

Las emisiones de los óxidos de azufre como las del CO2 aumentan debido

únicamente a la participación de los grupos: GI, GIIB y el Resto, y por las

mismas razones. Este escenario considera que en el año 2050 se emitirían a la

atmósfera unos 176x1010 kg de SOx, que equivaldría a un aumento del 77%

respecto de las emisiones del año 2000, pero aún así supondría una disminución

del 16% respecto de las emisiones que supone el caso de referencia para el año

2050.

Dado que este escenario contempla la práctica duplicación de la

participación nuclear en la cesta energética, es lógico obtener como

consecuencia que la generación de desechos radioactivos peligrosos en el año

2050 sea casi un 250% mayor que lo que se registra en el año 2000. Pero cabe

aclarar que pese a esto la generación global de residuos en los 50 años de este

contaminante es apenas un 25% mayor de lo que supone el caso de referencia.

306

Caso 4a - Contaminantes generados 1

0

500

1000

1500

2000

2500

3000

3500

4000

4500

5000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x10^

10 k

g/añ

o

CO2

Figura 6.6.- Emisiones globales de CO2. Caso 3a.

307

Caso 3a - Contaminantes generados 2

0

20

40

60

80

100

120

140

160

180

200

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x10^

10 k

g/añ

o

SOxFigura 6.7.- Emisiones globales de SOx. Caso 3a.

308

Caso 3a - Contaminantes generados 3

0.00

0.01

0.02

0.03

0.04

0.05

0.06

0.07

0.08

0.09

0.10

0.11

0.12

0.13

0.14

0.15

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x10^

10 k

g/añ

o

Des. Pel. Rad.

Figura 6.8.- Emisiones globales de desechos peligrosos radioactivos. Caso 3a.

309

En cuanto a la última consecuencia del costo que representaría esta

propuesta sostenible, se puede resaltar que es prácticamente el mismo que

presenta el caso de referencia. Esto es, el costo planteado para el año 2050 en

este escenario es de 90 017X109 USD, que es 0.08% mayor que el costo, que para

el mismo año, prevé el caso C1. Y lo mismo sucede con el costo total

comprendido en los 50 años, que ascendería a 3 163X1012 USD, esto es, poco

más de tres mil billones de dólares, sin embargo, pese a lo abrumador de la cifra

sólo representaría un 2.75% más de lo que este primer modelo energético prevé

supondría el caso de referencia C1.

310

Caso 3a - Costo por cada energético

0

10000

20000

30000

40000

50000

60000

70000

80000

90000

100000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x10^

9 U

SD

Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros

Figura 6.9.- Costo global por energético del Caso 3a.

311

Caso 4a - Costo global por grupos

0

10000

20000

30000

40000

50000

60000

70000

80000

90000

100000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x10^

9 U

SD

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto

Figura 6.10.- Costo global por grupo del Caso 3a.

312

Como se puede apreciar en las dos figuras anteriores, el costo de este

escenario se distribuye de diferentes maneras, y la estructura del costo en el año

2050 se sintetiza en las siguientes tablas:

% 2050 % Grupos 2050 Petróleo 21.6

GI 8.6

Carbón 21.6 GIIB 43.5 Gas Natural 5.8 GIIIB 0.9 Nuclear 13.1 GIVB 3.6 Gran Hidráulica 5.9

GIIA 11.8 Otros 32 GIIIA 4.6

GIVA 4.4

Resto 22.7 Tabla 6.13.- Síntesis de la estructura del costo para el 2050 del caso 3a.

Sintetizando todo lo anterior el caso 3a es un escenario sostenible, donde

la población mundial decrece más de una quinta parte, donde el 90% de la

población eleva sustancialmente su nivel de vida, reflejado en un IDH que la

ONU considera muy aceptable, y el otro 10% alcanza las cotas más altas de

dicho indicador. Y además, esto se consigue sin agotar los recursos del planeta

en tan corto tiempo, y manteniendo relativamente constante tanto el impacto

ambiental, como el costo de esta opción.

Si bien no es una opción que represente efectos drásticos

medioambientalmente, sí es una expectativa de cambio radical social y esto se

conseguiría por el mismo precio —expresándome coloquialmente— que el

escenario que se presenta como más probable por los organismos

internacionales que realizan estudios en el tema. Cabe aclarar que también es

una opción que requiere de gran esfuerzo en lo tecnológico principalmente,

pero también obliga a un cambio profundo en las estructuras de consumo

energético de las sociedades, especialmente las de aquellos países considerados

desarrollados. Sin estos cambios estructurales en las sociedades mundiales, esta

opción energética estratégica es inviable.

313

6.2.- La propuesta sostenible fuerte - Caso 3b.

Se plantea esta propuesta ‘fuerte’ como aquella que prescinde, por completo, de

la energía nuclear tradicional y dispone de los energéticos naturales contenidos

en el rubro ‘otros’ para lograr en el 2050 una participación superior al 40%, un

planteamiento que se tildaría de imposible en los actuales reportes

internacionales.

Como en el caso anterior lo primero que se busca es la elevación del Índice

de Desarrollo Humano (IDH) en dos valores: 1 y 0.8; con la elevación del

consumo energético per cápita por parte de los países en vías de desarrollo y

con la disminución del mismo factor en los países con alto IDH.

Este caso explora un aumento moderado de la población mundial que se

acompañaría de un decrecimiento a partir del año 2035, esto para lograr no

incrementar demasiado el consumo energético global y el impacto ambiental.

Las siguientes gráficas muestras la previsión de la evolución del IDH y del

CEPC que se buscaría alcanzar para conseguir esta propuesta sostenible, bajo

las restricciones antes comentadas:

314

Índice de desarrollo humano - Caso 3b

0.4

0.5

0.6

0.7

0.8

0.9

1.0

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA

Figura 6.11.- Evolución del IDH para el caso C3b.

315

Consumo energético per cápita - Caso 3b

0

50

100

150

200

250

300

350

400

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

GJ/

hab

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA

Figura 6.12.- Evolución del Consumo Energético per cápita para el caso C3b.

316

A continuación se presentaran las tablas con los datos básicos de

transición de cada grupo y que se utilizarán como datos para el modelo

energético y obtener el caso 3b. Dado que el principal cambio entre el caso

anterior y el actual está en la estructura de la cesta energética en el 2050 para

todos los grupos, el análisis no se hará por grupo, sino integral al final.

GI 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.12 0.01 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 27.93 80 Índice de desarrollo humano 0.518 0.8 Cesta energética (%)

Petróleo 33.5 22 Carbón 5 21

Gas Natural 12 10 Nuclear 0 0

Gran Hidráulica 4.5 6 Otros 45 41

Sectores de consumo (%) Industria 11 25

Transportes 12 23 Otros sectores 53 25

Usos no energéticos 2 2 Pérdidas 22 25

Tabla 6.14.- Evolución de datos básicos para el grupo GI - Caso 3b.

GIIB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.12 -0.05 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 27.93 80 Índice de desarrollo humano 0.518 0.8 Cesta energética (%)

Petróleo 33.5 22 Carbón 5 21

Gas Natural 12 10 Nuclear 0 0

Gran Hidráulica 4.5 6 Otros 45 41

Sectores de consumo (%) Industria 11 25

Transportes 12 23 Otros sectores 53 25

Usos no energéticos 2 2 Pérdidas 22 25

Tabla 6.15.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIB - Caso 3b.

317

GIIIB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.04 -0.01 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 74.19 125 Índice de desarrollo humano 0.745 1 Cesta energética (%)

Petróleo 25 20 Carbón 37 13

Gas Natural 5 14 Nuclear 2.9 0

Gran Hidráulica 0.1 7 Otros 30 46

Sectores de consumo (%) Industria 24 27

Transportes 18 23 Otros sectores 19.3 26

Usos no energéticos 2.7 2 Pérdidas 36 24

Tabla 6.16.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIIB - Caso 3b.

GIVB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % -0.01 -0.05 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 162.43 125 Índice de desarrollo humano 0.793 1 Cesta energética (%)

Petróleo 31.5 20 Carbón 25.15 13

Gas Natural 30 14 Nuclear 4.7 0

Gran Hidráulica 1 7 Otros 7.65 46

Sectores de consumo (%) Industria 26 30

Transportes 7.5 22 Otros sectores 28 26

Usos no energéticos 2.5 2 Pérdidas 36 20

Tabla 6.17.- Evolución de datos básicos para el grupo GIVB - Caso 3b.

318

GIIA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.04 -0.05 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 392.49 180 Índice de desarrollo humano 0.934 1 Cesta energética (%)

Petróleo 38.2 20 Carbón 28.06 13

Gas Natural 19.5 14 Nuclear 5.3 0

Gran Hidráulica 2.75 7 Otros 6.19 46

Sectores de consumo (%) Industria 24.4 30

Transportes 26.7 22 Otros sectores 22 26

Usos no energéticos 1.7 2 Pérdidas 25.2 20

Tabla 6.18.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIA - Caso 3b.

GIIIA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.02 -0.01 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 167.69 125 Índice de desarrollo humano 0.921 1 Cesta energética (%)

Petróleo 41.5 20 Carbón 14.1 13

Gas Natural 18 14 Nuclear 17 0

Gran Hidráulica 3.5 7 Otros 5.9 46

Sectores de consumo (%) Industria 23.3 30

Transportes 20.3 22 Otros sectores 25.8 26

Usos no energéticos 3.3 2 Pérdidas 27.3 20

Tabla 6.19.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIIA - Caso 3b.

319

GIVA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.01 -0.03 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 160.46 125 Índice de desarrollo humano 0.924 1 Cesta energética (%)

Petróleo 48.4 20 Carbón 15.2 13

Gas Natural 22.4 14 Nuclear 9.4 0

Gran Hidráulica 1.8 7 Otros 2.8 46

Sectores de consumo (%) Industria 29 30

Transportes 19.5 22 Otros sectores 24 26

Usos no energéticos 1.7 2 Pérdidas 25.8 20

Tabla 6.20.- Evolución de datos básicos para el grupo GIVA - Caso 3b.

Sintetizando las perspectivas demográficas de todos los grupos, este escenario

contempla que en el año 2050 la población mundial alcanzaría la cifra de 7954 millones

de habitantes, que significaría un aumento del 31% respecto de la población del año

2000, pero una reducción de 21% respecto de la perspectiva de referencia para el año

2050. En la siguiente tabla se mostrará la participación de los distintos grupos en el total

de población para el año 2000 y 2050, así como el Índice de Desarrollo Humano, para

esos mismos años:

Población %

2000 IDH 2000 Población % 2050 IDH 2050

GI 11.8 0.518 11.31 0.8 GIIB 48 0.712 49.68 0.8 GIIIB 0.6 0.745 0.78 1 GIVB 1.9 0.793 2.34 1 GIIA 4.8 0.934 3.73 1 GIIIA 2.4 0.921 3.03 1 GIVA 2.3 0.924 2.98 1 Resto 28.2 sd78 26.15 0.8 Tabla 6.21.- Tabla comparativa de población y IDH, entre el año 2000 y el 2050, caso 3b.

78 Sin dato. Dado que para este grupo no se tienen datos específicos ni históricos ni puntuales para el año 2000.

320

C3b-Transición de los grupos - 1950-2050

0

25

50

75

100

125

150

175

200

225

250

275

300

325

350

375

400

0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1

IDH

% d

e cr

ecim

ient

o en

50

años

Figura 6.13.- Caso C3b – Evolución de los grupos según el IDH y el crecimiento poblacional.

GIVB GIVA

GIIIA

GIIA

GI

GIIIB

GIIB

321

La propuesta sostenible 3b presupone un ligero aumento general del IDH

con respecto al caso 3a, pero sobre todo en los grupos GIIIB, dado que se

sobrentiende que sólo el esfuerzo de racionalización energética tan drástica

daría como resultado una racionalización de la estructura social que se vería

inexorablemente acompañada de una mejora en los servicios sociales,

educativos, sanitarios, etc. de la población mundial.

En cuanto al consumo energético mundial anual, este escenario prevé que

para el año 2050 se utilicen 698.63X1018 J, que representaría un aumento del 67%

con respecto al consumo energético del año 2000, pero al mismo tiempo sería un

31% menos que lo que prevería el caso de referencia C1, para el año 2050. El

consumo en el año 2050 se estructuraría de la siguiente manera:

% Cesta 2050

% Grupos 2050

Petróleo 21.6

GI 10.31 Carbón 19.4 GIIB 45.25 Gas Natural 10.8 GIIIB 1.1 Nuclear 0 GIVB 3.33 Gran Hidráulica 6.2

GIIA 7.64 Otros 42 GIIIA 4.31

GIVA 4.24

Resto 23.82 Tabla 6.22.- Síntesis de la estructura de consumo energético para el 2050, caso 3b.

En esta propuesta sostenible los energéticos naturales adquieren

preponderancia en esta opción sostenible, y por tanto conviene resaltar los

porcentajes globales que cada uno de ellos ocupa dentro del 42% que se

muestra en al tabla anterior:

% Cesta 2050 Biomasa tradicional 5 Biomasa moderna 3 Solar fotovoltáica 44 Solar térmica 41.5 Eólica 5 Minihidráulica y mareomotriz 0.5

Geotérmica 1

Tabla 6.23.- Estructura del consumo de energéticos naturales para el 2050, caso 3b.

322

Caso 3b - Consumo Mundial de energía por energético

0

100

200

300

400

500

600

700

800

900

1000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x 10

^18

J

Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros

Figura 6.14.- Evolución del consumo energético mundial por energético. Caso 3b.

323

Caso 3b - Consumo energético Mundial por grupos

0

100

200

300

400

500

600

700

800

900

1000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x 10

^18

J

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto

Figura 6.15.- Evolución del consumo energético mundial por grupo. Caso 3b.

324

La primera consecuencia derivada directamente del consumo energético y

de la estructura de la cesta energética, es el consumo concreto de los recursos

energéticos con los que disponemos, y es importarte destacar que bajo los

supuestos de este caso, nuevamente ningún recurso energético se agotaría. Las

reservas energéticas restantes, con respecto al año 2000, al final del periodo de

estudio se muestran en la siguiente tabla:

% restante en el 2050 Petróleo 24.96 Carbón 96.03 Gas Natural 3.95 Nuclear 71.71 Gran Hidráulica 3.65 Otros 92.85

Tabla 6.24.- Reservas energéticas restantes en el 2050, caso 3b.

% anual restante en el 2050

Biomasa tradicional 82 Biomasa moderna 11.9 Solar fotovoltáica Solar térmica 93.72

Eólica 2.13 Minihidráulica y mareomotriz 46.35

Geotérmica 2 Tabla 6.25.- Reservas energéticas naturales anuales restantes en el 2050, caso 3b.

La segunda consecuencia que este primer modelo energético arroja es la

del cálculo del impacto ambiental. En cuanto a la valoración subjetiva se puede

apreciar que el impacto global disminuye hasta el año 2020 y después aumenta

lentamente hasta el 2050 hasta un valor poco mayor al del año 2000.

325

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

50

55

60

65

70

75

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

Caso 3b - Impacto ambiental Global por años

Figura 6.16.- Valoración subjetiva del Impacto ambiental global. Caso 3b.

326

En cuanto a la cuantificación de la emisión particular de agentes

contaminantes, se debe resaltar que la mayoría de los diez agentes

considerados, en su valoración global, aumentan levemente, debido a las

emisiones de tres grupos principalmente: GI, GIIB y el Resto. En los restantes

grupos, dichas emisiones o bien se estabilizan o disminuyen drásticamente. La

razón de la elevación de la emisión de estos tres grupos es el incremento de su

consumo energético, consecuencia directa de la elevación de su CEPC. Aún así,

se puede resaltar dos agentes contaminantes de especial interés: el CO2 y los

residuos radioactivos, de baja, media y alta actividad. En cuanto al bióxido de

carbono, se puede decir que aunque para el 2025 se eleva al emisión un 23%

después disminuye dicha emisión hasta convertirse en el 2050 en apenas un

1.3% superior a las del año 2000, y un 15% respecto de las emisiones del año

1990. Esto se traduce en la emisión en el año 2050 de 3 353X1010 kg de CO2 a la

atmósfera.

Dado que este escenario contempla el abandono de la energía de fisión

nuclear en la cesta energética, se observa que la generación de desechos

radioactivos peligrosos disminuye paulatinamente hasta desaparecer en el año

2050.

327

Caso 3b - Contaminantes generados 1

0

500

1000

1500

2000

2500

3000

3500

4000

4500

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x10^

10 k

g/añ

o

CO2

Figura 6.17.- Emisiones globales de CO2. Caso 3b.

328

Caso 3b - Contaminantes generados 3

0.00

0.01

0.02

0.03

0.04

0.05

0.06

0.07

0.08

0.09

0.10

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x10^

10 k

g/añ

o

Des. Pel. Rad.

Figura 6.18.- Emisiones globales de desechos peligrosos radioactivos. Caso 3b.

En cuanto a la última consecuencia: el coste que representaría esta

propuesta sostenible fuerte, se debe resaltar que es un 27.5% menor al del caso

329

de referencia para el año 2050; esto es 74 773X109 USD. La razón de la

disminución es la eliminación del gasto de creación de nuevas centrales

nucleares, aunque sí se contempla el gasto en desmantelación de dicha

industria.

Caso 3b - Costo por cada energético

0

10000

20000

30000

40000

50000

60000

70000

80000

90000

100000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x10^

9 U

SD

Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros

Figura 6.19.- Costo global por energético del Caso 3b.

330

Caso 3b - Costo global por grupos

0

10000

20000

30000

40000

50000

60000

70000

80000

90000

100000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x10^

9 U

SD

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto

Figura 6.20.- Costo global por grupo del Caso 3b.

331

Como se puede apreciar en las dos figuras anteriores, el costo de este

escenario se distribuye de diferentes maneras, y la estructura del costo en el año

2050 se sintetiza en las siguientes tablas:

% 2050 % Grupos 2050 Petróleo 23.5

GI 10.4

Carbón 23.9 GIIB 45.6 Gas Natural 6.8 GIIIB 1.1 Nuclear 0 GIVB 3.2 Gran Hidráulica 7.3

GIIA 7.4 Otros 38.6 GIIIA 4.2

GIVA 4.1

Resto 24 Tabla 6.26.- Síntesis de la estructura del costo para el 2050 del caso 3b.

Sintetizando todo lo anterior el caso 3b es un escenario sostenible, donde

la población eleva sustancialmente su nivel de vida, reflejado en el IDH. Esto se

consigue sin agotar los recursos del planeta en tan corto tiempo, manteniendo

un impacto ambiental aceptable, y un coste menor al que se plantea como caso

de referencia. Tecnológicamente es posible, y éticamente es, probablemente, el

mejor caso, aunque sin duda plantea un esfuerzo de reestructuración social

realmente drástico; éste es su verdadero coste.

332

6.3.- La propuesta sostenible alternativa - Caso 3c.

Se plantea esta propuesta ‘alternativa’ final, no como una última opción sino

precisamente como la reiteración de la posibilidad de encontrar siempre un

nuevo camino a los ya especulados. En este sentido es en realidad la primera

propuesta de todas aquellas que están por venir, las opciones que se

desarrollarán con el advenimiento de la nueva generación de modelos

energéticos, y que mejorarán el detalle y la precisión de las opciones aquí

planteadas.

En términos de los objetivos de este caso de exploración, se intenta

considerar un camino intermedio entre los dos casos sostenibles explorados

con anterioridad. Ya que si bien no se considera para este caso que la energía

tradicional de fisión se siga utilizando como hasta ahora, no se prescinde de

ella, sino que por el contrario se introducen nuevas tecnologías de fisión a nivel

mundial como aplazamiento al arribo de la energía de fusión. Esto es que este

escenario energético explora la opción de sustituir e instalar a nivel mundial las

actuales plantas nucleares tradicionales de fisión: de agua hirviente, de agua a

presión, CANDU, de gas, etc. con reactores de cría rápida, que no sólo son más

eficientes sino que disminuyen el volumen de material de desecho,

minimizando así el impacto ambiental aún más. Esto como principal estrategia

de sustitución de los hidrocarburos tradicionales y que permitiría a las energías

naturales una incorporación más paulatina.

Como en todos los casos considerados sostenibles en este trabajo se busca

primero la elevación del Índice de Desarrollo Humano (IDH), en este caso en

tres valores: 1, 0.9 y 0.8; con la elevación del consumo energético per cápita por

parte de los países en vías de desarrollo y con la disminución del mismo factor

en los países con alto IDH.

En términos demográficos este caso explora un aumento discreto de la

población mundial que se transformaría después del año 2040 de un

333

decrecimiento moderado para alcanzar en el año 2050 una población de 8 350

millones de habitantes.

Las siguientes gráficas muestras la previsión de la evolución del IDH y del

CEPC que se buscaría alcanzar para conseguir esta propuesta sostenible

alternativa:

Índice de desarrollo humano - Caso 3c

0.4

0.5

0.6

0.7

0.8

0.9

1.0

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA

Figura 6.21.- Evolución del IDH para el caso C3c.

334

Consumo energético per cápita - Caso 3c

0

50

100

150

200

250

300

350

400

450

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

GJ/

hab

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA

Figura 6.22.- Evolución del Consumo Energético per cápita para el caso C3c.

335

A continuación se presentaran las tablas con los datos básicos de

transición de cada grupo y que se utilizarán como datos para el modelo

energético y obtener el caso 3c. Nuevamente el principal cambio entre los casos

esta en la estructura de la cesta energética en el 2050 para todos los grupos:

GI 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.12 0 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 27.93 80 Índice de desarrollo humano 0.518 0.8 Cesta energética (%)

Petróleo 33.5 20 Carbón 5 10

Gas Natural 12 10 Nuclear 0 20

Gran Hidráulica 4.5 5 Otros 45 35

Sectores de consumo (%) Industria 11 25

Transportes 12 23 Otros sectores 53 25

Usos no energéticos 2 2 Pérdidas 22 25

Tabla 6.27.- Evolución de datos básicos para el grupo GI - Caso 3c.

GIIB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.12 -0.02 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 27.93 80 Índice de desarrollo humano 0.518 0.8 Cesta energética (%)

Petróleo 33.5 20 Carbón 5 10

Gas Natural 12 10 Nuclear 0 20

Gran Hidráulica 4.5 5 Otros 45 35

Sectores de consumo (%) Industria 11 25

Transportes 12 23 Otros sectores 53 25

Usos no energéticos 2 2 Pérdidas 22 25

Tabla 6.28.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIB - Caso 3c.

336

GIIIB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.04 0 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 74.19 125 Índice de desarrollo humano 0.745 0.9 Cesta energética (%)

Petróleo 25 20 Carbón 37 10

Gas Natural 5 10 Nuclear 2.9 20

Gran Hidráulica 0.1 5 Otros 30 35

Sectores de consumo (%) Industria 24 27

Transportes 18 23 Otros sectores 19.3 26

Usos no energéticos 2.7 2 Pérdidas 36 24

Tabla 6.29.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIIB - Caso 3c.

GIVB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % -0.01 0 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 162.43 125 Índice de desarrollo humano 0.793 1 Cesta energética (%)

Petróleo 31.5 20 Carbón 25.15 5

Gas Natural 30 10 Nuclear 4.7 25

Gran Hidráulica 1 5 Otros 7.65 35

Sectores de consumo (%) Industria 26 30

Transportes 7.5 22 Otros sectores 28 26

Usos no energéticos 2.5 2 Pérdidas 36 20

Tabla 6.30.- Evolución de datos básicos para el grupo GIVB - Caso 3c.

337

GIIA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.04 0 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 392.49 180 Índice de desarrollo humano 0.934 1 Cesta energética (%)

Petróleo 38.2 20 Carbón 28.06 5

Gas Natural 19.5 10 Nuclear 5.3 25

Gran Hidráulica 2.75 5 Otros 6.19 35

Sectores de consumo (%) Industria 24.4 30

Transportes 26.7 22 Otros sectores 22 26

Usos no energéticos 1.7 2 Pérdidas 25.2 20

Tabla 6.31.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIA - Caso 3c.

GIIIA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.02 0 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 167.69 125 Índice de desarrollo humano 0.921 1 Cesta energética (%)

Petróleo 41.5 20 Carbón 14.1 5

Gas Natural 18 10 Nuclear 17 25

Gran Hidráulica 3.5 5 Otros 5.9 35

Sectores de consumo (%) Industria 23.3 30

Transportes 20.3 22 Otros sectores 25.8 26

Usos no energéticos 3.3 2 Pérdidas 27.3 20

Tabla 6.32.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIIA - Caso 3c.

338

GIVA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.01 0 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 160.46 125 Índice de desarrollo humano 0.924 1 Cesta energética (%)

Petróleo 48.4 20 Carbón 15.2 5

Gas Natural 22.4 10 Nuclear 9.4 25

Gran Hidráulica 1.8 5 Otros 2.8 35

Sectores de consumo (%) Industria 29 30

Transportes 19.5 22 Otros sectores 24 26

Usos no energéticos 1.7 2 Pérdidas 25.8 20

Tabla 6.33.- Evolución de datos básicos para el grupo GIVA - Caso 3c.

En la siguiente tabla se mostrará la participación de los distintos grupos en

el total de población para el año 2000 y 2050, así como el Índice de Desarrollo

Humano, para esos mismos años:

Población %

2000 IDH 2000 Población % 2050 IDH 2050

GI 11.8 0.518 7.8 0.8 GIIB 48 0.712 54.7 0.8 GIIIB 0.6 0.745 0.8 0.9 GIVB 1.9 0.793 3 1 GIIA 4.8 0.934 4.5 1 GIIIA 2.4 0.921 3 1 GIVA 2.3 0.924 3.5 1 Resto 28.2 sd79 23 0.8 Tabla 6.34.- Tabla comparativa de población y IDH, entre el año 2000 y el 2050, caso 3c.

79 Sin dato. Dado que para este grupo no se tienen datos específicos ni históricos ni puntuales para el año 2000.

339

C3c-Transición de los grupos - 1950-2050

0

25

50

75

100

125

150

175

200

225

250

275

300

325

350

375

400

0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1

IDH

% d

e cr

ecim

ient

o en

50

años

Figura 6.23.- Caso C3c – Evolución de los grupos según el IDH y el crecimiento poblacional.

GIVB GIVA

GIIIA

GIIA

GIIIB

GIIB

GI

340

En cuanto al consumo energético mundial anual, este escenario prevé que

para el año 2050 se utilicen 743.33X1018 J, que representaría un aumento del 77%

con respecto al consumo energético del año 2000, pero al mismo tiempo sería un

27% menos que lo que prevería el caso de referencia C1, para el año 2050. El

consumo en el año 2050 se estructuraría de la siguiente manera:

% Cesta 2050

% Grupos 2050

Petróleo 20

GI 7.8 Carbón 8.9 GIIB 54.7 Gas Natural 10 GIIIB 0.8 Nuclear 21.1 GIVB 3 Gran Hidráulica 5

GIIA 4.5 Otros 35 GIIIA 3

GIVA 3.3

Resto 23 Tabla 6.34.- Síntesis de la estructura de consumo energético para el 2050, caso 3c.

En esta propuesta sostenible los energéticos naturales adquieren el

segundo papel en importancia, y por tanto conviene resaltar los porcentajes

globales que cada uno de ellos ocupa dentro del 35% que se muestra en al tabla

anterior:

% Cesta 2050 Biomasa tradicional 5 Biomasa moderna 3.5 Solar fotovoltáica 42.5 Solar térmica 42 Eólica 5 Minihidráulica y mareomotriz 1

Geotérmica 1

Tabla 6.35.- Estructura del consumo de energéticos naturales para el 2050, caso 3c.

341

Caso 3c - Consumo Mundial de energía por energético

0

100

200

300

400

500

600

700

800

900

1000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x 10

^18

J

Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros

Figura 6.24.- Evolución del consumo energético mundial por energético. Caso 3c.

342

Caso 3c - Consumo energético Mundial por grupos

0

100

200

300

400

500

600

700

800

900

1000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x 10

^18

J

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto

Figura 6.25.- Evolución del consumo energético mundial por grupo. Caso 3c.

343

La primera consecuencia derivada directamente del consumo energético y

de la estructura de la cesta energética, es el consumo concreto de los recursos

energéticos con los que disponemos, y es importarte destacar que bajo los

supuestos de este caso, nuevamente ningún recurso energético se agotaría. Las

reservas energéticas restantes, con respecto al año 2000, al final del periodo de

estudio se muestran en la siguiente tabla:

% restante en el 2050 Petróleo 24.84 Carbón 97.39 Gas Natural 5.32 Nuclear 94.7 Gran Hidráulica 17.41 Otros 93.67

Tabla 6.36.- Reservas energéticas restantes en el 2050, caso 3c.

% anual restante en el 2050

Biomasa tradicional 83.74 Biomasa moderna 8.9 Solar fotovoltáica Solar térmica 94.5

Eólica 13.28 Minihidráulica y mareomotriz 5.05

Geotérmica 13.28 Tabla 6.37.- Reservas energéticas naturales anuales restantes en el 2050, caso 3c.

Lo que es imprescindible aclarar en lo que concierne a la tabla 6.36 es que

las reservas de uranio en masa no varían con relación con los otros casos, sin

embargo, dado que se consideró cambiar de tecnología, de los reactores

convencionales de agua hirviente a reactores reproductores o de cría rápida, la

energía que es posible aprovechar hasta 50 veces más las mismas toneladas de

las reservas conocidas. Esto provoca que, aunque este escenario es el que más

depende de la energía nuclear de fisión de todos los analizados, hasta más de

20% de la energía primaria del 2050, es también el escenario que conserva más

reservas de uranio con casi un 95% de reservas en el 2050 con respecto del 2000.

344

Si la comunidad internacional decide, consensuadamente, continuar con el uso

de este tipo de energético, será imprescindible adoptar este tipo de tecnologías.

En cuanto al cálculo del impacto ambiental y la valoración subjetiva se

puede apreciar que el impacto global disminuye año a año casi un 8.8%. En

cuanto a la cuantificación de la emisión particular de agentes contaminantes, se

debe resaltar que la mayoría de los diez agentes considerados, se mantienen

casi constantes o bien disminuyen en el periodo analizado. Por ejemplo el CO2

aumenta moderadamente hasta el 2020 un 12.5% y después desciende

drásticamente hasta una emisión de 2 600X1010 kg que es un 12 % menos que las

emisiones globales de 1990, por lo que este escenario mostraría una forma de

conseguir cumplir el protocolo de Kyoto a nivel global. En cuanto a la

generación de residuos radioactivos es importante señalar que el cambio de

tecnología disminuye hasta en un 50% la generación de residuos, por lo que si

bien la energía nuclear generada en el caso 3c es 4.5 veces superior a la presenta

el caso de referencia, la generación de residuos radioactivos es apenas 2.3 veces

superior. Sin embargo, aún así este escenario presenta que los residuos

radioactivos generados en el 2050 sean 8 veces los del 2000.

345

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

50

55

60

65

70

75

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

Caso 3c - Impacto ambiental Global por años

Figura 6.26.- Valoración subjetiva del Impacto ambiental global. Caso 3c.

346

Caso 3c - Contaminantes generados 1

0

500

1000

1500

2000

2500

3000

3500

4000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x10^

10 k

g/añ

o

CO2

Figura 6.27.- Emisiones globales de CO2. Caso 3c.

347

Caso 3c - Contaminantes generados 3

0.00

0.03

0.05

0.08

0.10

0.13

0.15

0.18

0.20

0.23

0.25

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x10^

10 k

g/añ

o

Des. Pel. Rad.

Figura 6.28.- Emisiones globales de desechos peligrosos radioactivos. Caso 3c.

348

En cuanto a la última consecuencia: el coste que representaría esta

propuesta sostenible alternativa es un 5% mayor al del caso de referencia para

el año 2050; esto es 107 919X109 USD. La razón del aumento es la elevación en el

costo de las nuevas centrales nucleares, de hecho el gasto en este sector es más

del 40% en el 2050.

Caso 3c - Costo por cada energético

0

10000

20000

30000

40000

50000

60000

70000

80000

90000

100000

110000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x10^

9 U

SD

Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros

Figura 6.29.- Costo global por energético del Caso 3c.

349

Caso 3c - Costo global por grupos

0

10000

20000

30000

40000

50000

60000

70000

80000

90000

100000

110000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

x10^

9 U

SD

GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto

Figura 6.30.- Costo global por grupo del Caso 3c.

350

Como se puede apreciar en las dos figuras anteriores, el costo de este

escenario se distribuye de diferentes maneras, y la estructura del costo en el año

2050 se sintetiza en las siguientes tablas:

% 2050 % Grupos 2050 Petróleo 16

GI 6.9

Carbón 8.1 GIIB 48.5 Gas Natural 4.6 GIIIB 1 Nuclear 43.5 GIVB 4.4 Gran Hidráulica 4.3

GIIA 9.5 Otros 23.5 GIIIA 4.4

GIVA 4.9

Resto 20.4 Tabla 6.38.- Síntesis de la estructura del costo para el 2050 del caso 3c.

Sintetizando todo lo anterior el caso 3c es un escenario sostenible, donde la

población eleva sustancialmente su nivel de vida, reflejado en el IDH. Esto se

consigue sin agotar los recursos del planeta, disminuyendo el impacto

ambiental, aunque aumentando un poco el coste que se plantea en el caso de

referencia. Es tecnológicamente es posible, pero filosóficamente deberá

consensuarse el uso de nuevas tecnologías nucleares y requeriría un esfuerzo

importante para hacer accesible este tipo de tecnologías en todos los países del

planeta.

351

6.4.- Comparación con el caso de referencia.

Como se hizo al final del análisis de los tres casos de evolución probable

expuestos en el capítulo anterior, es necesario hacer una comparación entre los

tres escenarios planteados en este capítulo y el caso de referencia explicado en

el capítulo 4, con siete graficas generales.

IDH - Media por grupos

0.50

0.55

0.60

0.65

0.70

0.75

0.80

0.85

0.90

0.95

1.00

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

C3a C3b C3c C1

Figura 6.31.- Comparación de la evolución del IDH entre el C1, C3a, C3b y C3c.

352

Población global

0

1000

2000

3000

4000

5000

6000

7000

8000

9000

10000

11000

12000

13000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

10^

6 h

ab

Caso 3a Caso 3b Caso 3c Caso 1

Figura 6.32.- Comparación de la evolución de la Población entre el C1, C3a, C3b y C3c.

353

CEPC

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

100

110

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

GJ/

hab

C3a C3b C3c C1

Figura 6.33.- Comparación de la evolución del consumo energético per cápita entre el C1, C3a, C3b y C3c.

354

Consumo energético global

0

100

200

300

400

500

600

700

800

900

1000

1100

1200

1300

1400

1500

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

10^

18 J

Caso 3a Caso 3b Caso 3c Caso 1

Figura 6.34.- Comparación de la evolución del consumo energético entre el C1, C3a, C3b y C3c.

355

Impacto ambiental

60

61

62

63

64

65

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

10^

9 U

SD

Caso 3a Caso 3b Caso 3c Caso 1

Figura 6.35.- Comparación de la evolución del impacto ambiental entre el C1, C3a, C3b y C3c.

356

Emisión de CO2 global

0

1000

2000

3000

4000

5000

6000

7000

8000

9000

10000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

10^

10 k

g

Caso 3a Caso 3b Caso 3c Caso 1

Figura 6.36.- Comparación de la evolución de la emisión de CO2 entre el C1, C3a, C3b y C3c.

357

Costo global

0

10000

20000

30000

40000

50000

60000

70000

80000

90000

100000

110000

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

10^

9 U

SD

Caso 3a Caso 3b Caso 3c Caso 1

Figura 6.37.- Comparación de la evolución del costo entre el caso C1, C3a, C3b y C3c.

358

Se aprecia en general que si bien se aumenta sustancialmente el IDH, en

los tres casos se obtiene una población y un consumo energético inferior al

planteado en el caso de referencia, lo cuál acarrea, además un menor impacto

ambiental y una emisión de CO2 no sólo menor, sino muy interesante si se

investigan los métodos de combatir el cambio climático. En términos generales

el caso de sostenibilidad débil es el más cercano al caso de referencia y el de

sostenibilidad fuerte el más alejado, esto es, de mejores resultados ambientales;

aunque esto no siempre es así al analizar los otros agentes contaminantes en los

casos particulares. El costo de las opciones resulta también consistente con las

condiciones adoptadas, ya que las opciones con intervención de energía nuclear

resultan un poco más costosas que aquella que depende menos de esta

tecnología, pero se debe aclarar que esto es considerando que el alto coste

nuclear del presente se mantenga constante y esto podría cambiar si la

resistencia social actual lo permite. También conviene resaltar nuevamente que

en ninguno de estos casos se agotan los recursos energéticos del planeta, por lo

que cualquiera de ellos cumple con la condición transgeneracional del

desarrollo sostenible, además de suponer una mejora evidente en los ámbitos

social y ambiental.

La elección de uno u otro camino para el desarrollo, debería depender

en primer lugar de una situación de consenso global, ya que es imposible

adoptar este tipo de cambios estructurales de manera aislada, individual y

sobre todo parcial. El reconocimiento de la viabilidad real de estas opciones es

el primer paso solamente, el siguiente es de voluntad global.

359

Capítulo 7

CONCLUSIONES

Lo primero que debo precisar es que éste no es un trabajo cerrado, todo lo

contrario, éste es apenas el primer paso, tentativo, en el estudio del sistema

energético mundial.

Para facilitar dicho estudio presento una propuesta de elaboración para

los modelos energéticos que se desee orientar hacia el análisis del Desarrollo

Sostenible. Además, para demostrar su validez, efectividad y objetividad, he

desarrollado un prototipo de modelo energético, que por sí solo es una

poderosa herramienta para planificar o prever el consumo energético futuro.

El análisis de los modelos energéticos actuales y su comparación con los

conceptos teóricos propuestos para el desarrollo de nuevos modelos

energéticos, nos conduce a reconocer la ventaja de la propuesta dado la

inclusión de más elementos en el estudio y el desarrollo de los modelos

energéticos. El análisis histórico del modelo (capítulo 2), realizado a manera de

prueba demuestra la validez de la propuesta de modelado y la eficacia del

prototipo que se expone ahora. La tolerancia y los posibles errores serán

superables en futuros modelos energéticos que sigan los cuatro principios

básicos propuestos en este trabajo:

1. Primer paso: determinar el consumo energético a partir del análisis demográfico.

2. Segundo paso: determinar las reservas energéticas y tecnológicas existentes.

3. Tercer paso: determinar los recursos energéticos restantes. 4. Cuarto paso: determinar las consecuencias del escenario.

El prototipo se exhibe con varias ventajas: es un modelo global, que

incluye a los países en grupos que responden a sus características humanas, un

360

modelo que contempla a todos los energéticos –no sólo a los comerciales–,

incluye sectores de consumo energético en el que por primera vez se resaltan las

pérdidas energéticas, y dentro de las consecuencias que se resaltan se incluye

explícitamente los aspectos sociales, los aspectos ambientales, sin dejar de

presentar a los aspectos económicos pero por primera vez como consecuencia y

no como determinante del sistema. Al incluir estos aspectos en el análisis

propuesto es más objetivo y más apegado al desarrollo sostenible.

En definitiva, se concluye que el prototipo de modelo energético aquí

propuesto es mejor que los actuales en el análisis sostenible, y por lo tanto

habrá que seguir con el desarrollo de nuevos modelos, mejores y más

detallados. Este trabajo futuro presenta diversas exigencias, entre las que cabe

destacar la necesidad de crear grupos de trabajo y estudio multi- y

transdiciplinar.

Otra importante propuesta que se presenta con este trabajo es el de utilizar

tanto la proyección inversa como las previsiones basadas en lo que ya ha pasado,

pero no prolongando en cada lugar la tendencia actual, sino analizando la

historia y las condiciones materiales actuales; presuponiendo que si dos grupos

humanos se encuentran ante circunstancias similares, acabarán tomando

decisiones parecidas, siempre buscando una mejoría de acuerdo a la

perspectiva particular de cada grupo de individuos. Claro que teniendo en

cuenta que cada situación es distinta y la historia no se repetirá al pie de la letra;

es más, si se identifican los errores pasados se deben corregir. Con esto se

plantea un camino objetivo y conocido al desarrollo futuro. Con nuestras

suposiciones (expuestas en el capítulo 5) se conoce el futuro para el 86% de la

población, así que el futuro es incierto sólo para el otro 14% y ahí es donde hay

que explorar distintas opciones y tomar las medidas para realizar la que mejor

nos parezca hoy lo que el 86% será, en buena medida, lo que ha hecho el 14%

para llegar donde está hoy. Si esto no fuera cierto, no perdemos nada, porque

estaríamos igual que están la mayoría de los estudios de perspectiva hoy, sin

conocer el futuro para el 100% de la población.

361

El modelo funciona, y se obtienen valiosos resultados, tanto en el

desarrollo que se plantea seguirá el planeta al rondar a los tres grupos con alto

desarrollo (capítulo 5), así como en los casos sostenibles propuestos (capítulo 6),

que además demuestran por sí solos que existen varios caminos posibles hacia

la sostenibilidad.

Sin embargo, como cualquier prototipo, éste es mejorable ya que presenta

varias deficiencias, la más importante quizás sea su rigidez. Al estar planteado

en un formato que permite su uso en cualquier computadora utilizando un

paquete comercial de cálculo, el modelo se diseñó específicamente para

representar el consumo energético de los 7 grupos analizados a partir de los

criterios impuestos para este trabajo; el aumentar o disminuir los grupos

requeriría crear otro archivo de hoja de cálculo desde cero; este problema es el

mismo que presentan los integrantes de los grupos en sí. El trabajo de

recopilación de datos y de conformación de grupos se realiza en un análisis

previo a la introducción de datos al modelo, por lo que el aumentar o disminuir

países, requiere forzosamente más trabajo de análisis y la elaboración de un

nuevo modelo. Pero claro entre mayor sea el número de países considerados,

mejor será el resultado del modelo, y más aún, entre mayor sea el grado de

detalle en las regiones del planeta, mejor serán los resultados de las previsiones.

La rigidez del modelo también se presenta en la falta de retroalimentación

en la estructura interna del modelo. En el futuro sería conveniente poder contar

con una base de datos por países integrados al modelo y al variar sus

condiciones de consumo energético, crecimiento demográfico, niveles de

educación, expectativa de vida y producto nacional bruto, se modificaría el

valor de su Índice de Desarrollo Humano, por lo que su inclusión en un grupo

u otro podría variar, o bien una retroalimentación necesaria se dará entre la

tecnología y los energéticos elegidos, por cada grupo para la conformación de la

cesta energética final.

El modelo actual plantea un período de 50 años dividido en lustros, esto

puede considerarse otra deficiencia del modelo. Para conseguir un modelo

362

energético orientado al desarrollo sostenible realmente funcional en términos

transgeneracionales habrá que aumentar la extensión temporal a 100 años, pero

teniendo la libertad de aumentar o disminuir dicho análisis así como reducir la

unidad de la división a una iteración anual, o incluso por estaciones dentro de

cada año. Así mismo, actualmente se plantea un estudio frontal, esto es hacia

delante en el tiempo, si se vence la rigidez temporal podrían hacerse estudios

hacia el pasado, para confirmar o estimar datos faltantes en los historiales de los

países a estudiar.

Otra deficiencia del modelo actual se encuentra en el tratamiento de las

reservas energéticas. Será necesario introducir más detalle en este rubro y

dinamizarlo, haciendo posible la introducción de nuevos descubrimientos

geográficos y vincular el consumo de cada año a la producción técnicamente

posible en cada momento, ya que no se contempla ahora que una demanda de

combustible no sea cubierta por falta de medios de extracción o distribución.

La tolerancia general de los resultados del modelo se encuentra en torno al

10 % con respecto a los resultados históricos y expuestos por los modelos

tradicionales. En futuros modelos se abatirá fácilmente la incertidumbre actual

con la solución de las deficiencias del prototipo antes planteadas. Lo que se

demuestra ahora principalmente, es que es posible, válido y efectivo crear

modelos energéticos no basados en el PIB y orientados al análisis del desarrollo

sostenible.

Es necesario aumentar el detalle tecnológico que el modelo requiere, al

igual que una investigación y actualización continua, que los modelos

energéticos actuales evitan utilizando sólo la tecnología que se utiliza para el

aprovechamiento de los combustibles tradicionales y no la amplia gama de

posibilidades que la realidad puede ofrecer a nivel tecnológico. Esto mismo es

válido para los datos ambientales y de coste que se utilicen en futuros modelos,

ya que es necesario realizar estudios específicos para filtrar la gran cantidad de

datos existentes y homogenizar la información, entre empresas, países, años,

etc. Con esto se incrementará el grado de detalle en las consecuencias,

363

medioambientales, sociales y económicas. Se podrá incluir también una

valoración del impacto social así como una valoración final, general del grado

de ‘Sostenibilidad’ de la opción energética que presenta cada caso de estudio.

Actualmente el modelo arroja resultados y el análisis de los mismos bajo unos

criterios de sostenibilidad previamente asumidos de manera subjetiva y externa

conducen a la valoración dicotómica en el que un caso es o no es sostenible.

Esto se tendrá que matizar en el futuro.

Adicionalmente al desarrollo de nuevos modelos, en el futuro se requerirá

realizar estudios específicos sobre la necesidad energética de los pueblos, para así

determinar mejor los patrones de consumo futuro y así desvincular los sectores

de consumo energético con los sectores de consumo económico.

Para finalizar este trabajo de tesis se debe resaltar la labor que se comienza

ahora. Se debe crear un nuevo modelo, aprender del prototipo y crear un

modelo más complejo, que supere al presentado. También se debe comenzar un

estudio transdiciplinar que, desde la ingeniería, investigue sobre la ‘Energía y el

Desarrollo Sostenible’ que permita ahondar más en estos conceptos nuevos y

que nos aclaren cómo trabajar para conseguir un mejor entendimiento y control

sobre el sistema energético mundial.

364

ANEXOS

I.- Factor de conversión relevantes 1 J (Joule) = 1 N.m. = 0.7357 ft lbf = 0.2389 cal = 9.48x10-4 Btu 1 cal (Caloría media) = 4.1868 J 1 Btu (British thermal unit) = 1.05587 x103 J 1 kWh (kilowatt-hora) = 3.6 x106 J = 5.454 x 10-4 BEP 1 BEP (Barril Equivalente de Petróleo) (BOE) = 6.4 x 109 J = 1833.33 kWh 1 TEP = Una Tonelada Equivalente de Petróleo = 42.2 x 109 J 1 TEC = Una Tonelada equivalente de Carbón = 29.3 x 109 J 1 TGNL = Una Tonelada de Gas Natural Licuado = 46 x 109 J 1 m3 de Gas Natural = 36 x 106 J 1 kg de leña = 16 x 106 J 1 kg de uranio (reactores convencionales) = 4.2 x 1014 J 1 kg de uranio (reactores reproductores) = 2.1 x 1016 J 1 m3 = 106 cm3 = 103 lt = 35.315 ft3 = 6.1024x104 plg3 = 264.17 galón (líquido

EE.UU.) = 219.97 galon (British Imperial Gallon) 1 Barril = 42 galones (líquidos EE.UU.) = 158.987 lt = 0.1589873 m3 1 kg = 103 g = 0.001 ton = 2.2046 lbm 1 tonelada métrica = 1x103 kg 1 W (Watts) = 1 J/s = 3.41316 Btu/hr = 0.73756 lbf ft /s = 1.3405x10-3 hp 1 hp (horsepower, caballo inglés) = 745.699 W = 2544.5 Btu/h

365

II.- Glosario

Biomasa.- Materia orgánica de origen biológico no fósil. Biomasa tradicional: leña, paja, residuos agrícolas, etc. utilizados a la usanza tradicional. Biomasa moderan: aquella materia de origen biológico que se aprovecha a partir de nueva tecnología.

Cesta energética.- Contribución de las diferentes fuentes energéticas utilizadas para la satisfacción de las necesidades energéticas de un país.

Compuestos orgánicos volátiles (COV).- Compuestos químicos que contienen pocos átomos de carbono en su molécula, y que se encuentran naturalmente en estado gaseoso.

Deforestación.- Eliminación de la masa forestal de una determinada región.

Demografía.- Ciencia que estudia la población, esto es al conjunto de personas que habitan la Tierra o cualquier división geográfica de ella.

Desechos peligrosos.- Residuo considerado peligroso para el ser humano o el medio.

Desechos radioactivos peligrosos.- Residuo considerado peligroso que emite radiación. Se suelen clasificar de acuerdo a su vida media, en Alta cuando la vida media supera los 30 años y en baja para aquellos compuestos que poseen una vida media del orden de segundos hasta los 30 años.

Desertización.- Proceso de pérdida de nutrientes en un suelo determinado, generalmente en zonas climáticas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, como resultado de las fluctuaciones climáticas y de las actuaciones adveras del hombre sobre dicho suelo.

Dióxido de carbono.- (CO2) Óxido gaseosos que se desprende, principalmente, en las reacciones químicas en las que existe la combustión de carbono.

Energía.- Cualidad esencial de nuestro Universo. Se comporta de acuerdo a las tres leyes de la termodinámica y se relaciona con la masa a través de: E = mc2.

Eólico.- Perteneciente o relativo al viento. 2.- Dícese de la energía producida o accionada por la acción del viento.

Escenario energético.- Conformación u ordenación que el sector energético tiene para determinada situación o momento, respecto a la participación de cada energético en la satisfacción de la demanda y el uso que se le da a cada uno.

Estrategia energética.- Proyección o perspectiva energética es el camino que se plantea o los pasos a seguir para alcanzar dicho escenario energético.

366

Eutrofización.- Proceso de enriquecimiento de nutrientes de una masa de agua, que da lugar a la proliferación de algas y otros organismos que acarrean la disminución del contenido de oxígeno en dicha masa de agua.

Geotérmica.- Energía, principalmente calorífica, que procede del subsuelo.

Hidrocarburos.- Familia de compuestos formados exclusivamente por hidrógeno y carbono. Se distinguen tres grandes series: alifática de cadena abierta, alicíclica y aromática.

Índice de Desarrollo Humano (IDH).- Indicador creado por el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PDNU) es un índice compuesto que se basa en tres indicadores: longevidad,medida en función de la esperanza de vida al nacer;nivel educacional,medido en función de una combinación de la tasa de alfabetización de adultos (ponderación,dos tercios)y la tasa bruta de matriculación combinada primaria,secundaria y terciaria (ponderación,un tercio),y nivel de vida,medido por el PIB per cápita (PPA,dólares).

Intensidad energética.- Magnitud que mide la relación entre la energía consumida y el Producto Interno Bruto. Es también la medida inversa de la eficiencia energética en su apreciación económica únicamente.

Metales.- Conjunto de elementos químicos buenos conductores del calor y la electricidad. Al tratarse temas relacionados con la contaminación dícese de aquellos que se encuentran presentes en un medio donde no se les espera.

Metano.- (CH4) Hidrocarburo miembro de la serie de los alcanos.

Modelo energético.- Forma o modo, que la humanidad elige para satisfacer sus necesidades energéticas, tanto en la elección de las fuentes energéticas que utiliza en determinado momento y su evolución, como en los usos que se les dan según la cultura. 2.- Mat.- Esquema conceptual, susceptible a tratamiento matemático, que interpreta o predice el comportamiento de un sistema energético determinado.

Monóxido de carbono.- (CO) Óxido gaseosos que se desprende, principalmente, en las reacciones químicas en las que existe la combustión incompleta de carbono.

Necesidad energética.- Energía requerida por el ser humano para satisfacer sus necesidades.

367

Nitrato de peroxiacetileno (PAN).- Compuesto químico formado principalmente por nitrógeno, oxígeno y carbono. Se crea naturalmente en las reacciones que ocurren entre de los compuestos contaminantes provenientes de las emisiones atmosféricas características de ciudades e industrias. Juega un papel importante en las reacciones de lo que se conoce como smog fotoquímico.

Óxidos de azufre.- (SOx) Compuestos formados por oxigeno y azufre, en tres formas: monóxido, dióxido, y trióxido.

Óxidos de nitrógeno.- (NOx) Óxidos formados en todo tipo de combustión a altas temperaturas en presencia de aire.

Ozono.- (O3) Forma alotrópica del oxígeno formado por moléculas triatómicas.

Partículas suspendidas (PM10).- Dícese de aquellos sólidos de menos de 10 micras en diámetro que es encuentran suspendidos en el aire.

Producto Interior Bruto (PIB).- Producción total para uso final de bienes y servicios de una economía,realizada tanto por residentes como por no residentes,y considerada independientemente de la nacionalidad de los propietarios de los factores.Se excluyen las deducciones por depreciación del capital físico o las correspondientes al agotamiento y deterioro de los recursos naturales.En inglés: Gross Domestic Product (GDP).

Producto Nacional Bruto (PNB).- Comprende el PIB, más el ingreso neto a costo de factores desde el exterior, que es el ingreso percibido del exterior por los residentes en concepto de servicios (trabajo y capital)a costo de factores,menos los pagos análogos efectuados a no residentes que contribuyen a la economía nacional.

Proyección inversa.- Planteamiento de planificación que sitúa el inicio de la construcción conceptual en el futuro, en una meta deseable que después, mediante un trabajo retrospectivo, llegará a las condiciones del presente. Término con el que se pretende traducir el término inglés Backcasting, aunque estrictamente no sea éste su uso correcto en lengua castellana.

Radiación.- Emisión de un cuerpo, bien de energía asociada a ondas electromagnética, bien de partículas materiales. Se propaga a través del espacio en línea recta.

Reactor rápido.- También denominado reactor de neutrones rápidos, es aquel en el que la fisión es producida principalmente por este tipo de neutrones.

Reactor reproductor.- También denominado de cría (Breed reactor, en inglés), es aquél que produce más material fisible que el que el que consume, es decir que posee un factor de conversión mayor que la unidad.

368

Sistema fotovoltáico.- Aquél que permite la transformación de la radiación solar, en el espectro de luz visible principalmente, en energía eléctrica.

Smog fotoquímico.- Conjunto de compuestos químicos, orgánicos, gaseosos, líquidos y sólidos, que se concentran en la atmósfera cercana a ciudades o industrias y que reaccionan con la acción de la radiación solar.

Sólidos disueltos o en suspensión.- Partículas sólidas que bien se disuelven o no en el agua. Medidas de la calidad del agua.

369

III.- Tablas de impacto ambiental III.1.- Petróleo

zona de impacto

Agente de impacto o contaminación ambiental

Valoración subjetiva del

impacto ambiental

Valoración subjetiva

(puntuación)

Contribución del agente en base

energética Unidades

CO2 Alto 3 8.36 x10-8 kg/J

CO Alto 3 1.15 x10-11 kg/J

NOx Muy alto 4 4.85 x10-11 kg/J

SOx Medio 2 1 x10-9 kg/J

CH4 Medio 2 7.2 x10-13 kg/J

Otros HC Medio 2 7.2 x10-13 kg/J

COV Medio 2 8.33 x10-12 kg/J

PM 10 Alto 3 2.14 x10-12 kg/J

H2S Medio 2

O3 Bajo 1

PAN Medio 2

Olor Bajo 1

Ruido Alto 3

Radiación Bajo 1

Aire

Metales Medio 2 6.25 x10-12 kg/J

Solidos disueltos Bajo 1

Solidos suspensos Bajo 1

Metales Bajo 1

Aceites y grasas Bajo 1

Agentes biológicos Bajo 1

Agentes químicos Alto 3

Temperatura Alto 3

Eutrofización acelerada Bajo 1

Radiación Bajo 1

Agua

Otros: Derrames Muy Alto 4

Desertización Medio 2

Deforestación Medio 2

Uso de suelo-superficie ocupada Bajo 1

Paisaje Bajo 1

Hundimientos Nulo 0

Inducción de actividad sísmica Bajo 1

Desechos peligrosos Bajo 1

Desechos no peligrosos Bajo 1

Radiación Nulo 0

Suelo

Otros Nulo 0

Flora Alto 3 Biosfera

Fauna Alto 3

65

370

III.2.- Carbón

zona de impacto

Agente de impacto o contaminación ambiental

Valoración subjetiva del

impacto ambiental

Valoración subjetiva

(puntuación)

Contribución del agente en

base energética Unidades

CO2 Muy Alto 4 10.22 x10-8 kg/J

CO Muy Alto 4 1.41 x10-11 kg/J

NOx Alto 3 7.24 x10-11 kg/J

SOx Muy Alto 4 1.08 x10-8 kg/J

CH4 Medio 2 2.73 x10-12 kg/J

Otros HC Alto 3 2.73 x10-12 kg/J

COV Medio 2 20.83 x10-12 kg/J

PM 10 Muy Alto 4 2.29 x10-10 kg/J

H2S Muy Alto 4

O3 Bajo 1

PAN Medio 2

Olor Medio 2

Ruido Medio 2

Radiación Bajo 1

Aire

Metales Medio 2 1.25 x10-11 kg/J

Solidos disueltos Alto 3

Solidos suspensos Alto 3

Metales Alto 3

Aceites y grasas Bajo 1

Agentes biológicos Bajo 1

Agentes químicos Medio 2

Temperatura Alto 3

Eutrofización acelerada Bajo 1

Radiación Bajo 1

Agua

Otros

Desertización Medio 2

Deforestación Medio 2

Uso de suelo-superficie ocupada Muy Alto 4

Paisaje Muy Alto 4

Hundimientos Alto 3

Inducción de actividad sísmica Alto 3

Desechos peligrosos Muy Alto 4

Desechos no peligrosos Medio 2

Radiación Bajo 1

Suelo

Otros

Flora Alto 3 Biosfera

Fauna Alto 3

89

371

III.3.- Gas Natural

zona de impacto

Agente de impacto o contaminación ambiental

Valoración subjetiva del

impacto ambiental

Valoración subjetiva

(puntuación)

Contribución del agente en base

energética Unidades

CO2 Medio 2 6.95 x10-8 kg/J

CO Medio 2 0.96 x10-11 kg/J

NOx Alto 3 1.48 x10-10 kg/J

SOx Medio 2 3.47 x10-11 kg/J

CH4 Alto 3 9.66 x10-10 kg/J

Otros HC Alto 3 10 x10-10 kg/J

COV Medio 2 13.88 x10-12 kg/J

PM 10 Medio 2 6.64 x10-11 kg/J

H2S Bajo 1

O3 Bajo 1

PAN Bajo 1

Olor Bajo 1

Ruido Medio 2

Radiación Bajo 1

Aire

Metales Bajo 1 2.5 x10-12 kg/J

Solidos disueltos Bajo 1

Solidos suspensos Bajo 1

Metales Bajo 1

Aceites y grasas Bajo 1

Agentes biológicos Nulo 0

Agentes químicos Bajo 1

Temperatura Alto 3

Eutrofización acelerada Bajo 1

Radiación Nulo 0

Agua

Otros

Desertización Bajo 1

Deforestación Bajo 1

Uso de suelo-superficie ocupada Bajo 1

Paisaje Bajo 1

Hundimientos Bajo 1

Inducción de actividad sísmica Bajo 1

Desechos peligrosos Bajo 1

Desechos no peligrosos Bajo 1

Radiación Nulo 0

Suelo

Otros

Flora Medio 2 Biosfera

Fauna Medio 2

48

372

III.4.- Fisión

zona de impacto

Agente de impacto o contaminación ambiental

Valoración subjetiva del

impacto ambiental

Valoración subjetiva

(puntuación)

Contribución del agente en base

energética Unidades

CO2 Bajo 1

CO Bajo 1

NOx Bajo 1

SOx Bajo 1

CH4 Bajo 1

Otros HC Bajo 1

COV Bajo 1

PM 10 Bajo 1

H2S Nulo 0

O3 Nulo 0

PAN Bajo 1

Olor Nulo 0

Ruido Bajo 1

Radiación - Radón Alto 3

Aire

Metales Bajo 1

Solidos disueltos Bajo 1

Solidos suspensos Bajo 1

Metales Bajo 1

Aceites y grasas Bajo 1

Agentes biológicos Bajo 1

Agentes químicos Bajo 1

Temperatura Alto 3

Eutrofización acelerada Bajo 1

Radiación Alto 3

Agua

Otros

Desertización Nulo 0

Deforestación Nulo 0

Uso de suelo-superficie ocupada Bajo 1

Paisaje Bajo 1

Hundimientos Nulo 0

Inducción de actividad sísmica Nulo 0

Desechos peligrosos Muy alto 4 2.34 x10-11 kg/J

Desechos no peligrosos Muy alto 4

Radiación Muy alto 4

Suelo

Otros

Flora Medio 2 Biosfera

Fauna Medio 2

45

373

III.5.- Biomasa - (Tradicional)

zona de impacto

Agente de impacto o contaminación ambiental

Valoración subjetiva del

impacto ambiental

Valoración subjetiva

(puntuación)

Contribución del agente en base

energética Unidades

CO2 Alto* 3 11.87 x10-8 kg/J

CO Alto* 3 3.48 x10-10 kg/J

NOx Alto 3 6.47 x10-11 kg/J

SOx Alto 3 2.04 x10-11 kg/J

CH4 Medio 2 3.83 x10-11 kg/J

Otros HC Medio 2 3.83 x10-11 kg/J

COV Alto 3 1.7 x10-10 kg/J

PM 10 Muy alto 4 2.43 x10-10 kg/J

H2S Bajo 1

O3 Medio 2

PAN Medio 2

Olor Medio 2

Ruido Bajo 1

Radiación Nulo 0

Aire

Metales Bajo 1 1.25 x10-12 kg/J

Solidos disueltos Medio 2

Solidos suspensos Medio 2

Metales Bajo 1

Aceites y grasas Bajo 1

Agentes biológicos Medio 2

Agentes químicos Nulo 0

Temperatura Bajo 1

Eutrofización acelerada Bajo 1

Radiación Nulo 0

Agua

Otros

Desertización Muy alto* 4

Deforestación Muy alto* 4

Uso de suelo-superficie ocupada Muy alto* 4

Paisaje Muy alto* 4

Hundimientos Bajo 1

Inducción de actividad sísmica Nulo 0

Desechos peligrosos Nulo 0

Desechos no peligrosos Medio 2

Radiación Nulo 0

Suelo

Otros

Flora Muy alto* 4 Biosfera

Fauna Alto 3

* Considerando que no se repone dicha biomasa 68

374

III.6.- Biomasa - (Moderna)

zona de impacto

Agente de impacto o contaminación ambiental

Valoración subjetiva del

impacto ambiental

Valoración subjetiva

(puntuación)

Contribución del agente en base

energética Unidades

CO2 Bajo* 1 12 x10-9 kg/J

CO Bajo* 1 3.5 x10-10 kg/J

NOx Alto 3 6.5 x10-12 kg/J

SOx Medio 2 2 x10-12 kg/J

CH4 Medio 2 3.8 x10-12 kg/J

Otros HC Medio 2 3.8 x10-12 kg/J

COV Medio 2 1.7 x10-11 kg/J

PM 10 Alto 3 2.4 x10-11 kg/J

H2S Bajo 1

O3 Nulo 0

PAN Bajo 1

Olor Alto 3

Ruido Bajo 1

Radiación Nulo 0

Aire

Metales Bajo 1 1.25 x10-13 kg/J

Solidos disueltos Bajo 1

Solidos suspensos Bajo 1

Metales Nulo 0

Aceites y grasas Bajo 1

Agentes biológicos Medio 2

Agentes químicos Nulo 0

Temperatura Bajo 1

Eutrofización acelerada Bajo 1

Radiación Nulo 0

Agua

Otros

Desertización Bajo 1

Deforestación Bajo 1

Uso de suelo-superficie ocupada Muy alto 4

Paisaje Muy alto 4

Hundimientos Bajo 1

Inducción de actividad sísmica Nulo 0

Desechos peligrosos Nulo 0

Desechos no peligrosos Medio 2

Radiación Nulo 0

Suelo

Otros

Flora Alto 3 Biosfera

Fauna Alto 3

* Considerando que se repone dicha biomasa 49

375

III.7.- Solar - (fotovoltáica)

zona de impacto

Agente de impacto o contaminación ambiental

Valoración subjetiva del

impacto ambiental

Valoración subjetiva

(puntuación)

Contribución del agente en base

energética Unidades

CO2 Nulo 0

CO Nulo 0

NOx Nulo 0

SOx Nulo 0

CH4 Nulo 0

Otros HC Nulo 0

COV Nulo 0

PM 10 Nulo 0

H2S Nulo 0

O3 Nulo 0

PAN Nulo 0

Olor Nulo 0

Ruido Nulo 0

Radiación - Radon Bajo 1

Aire

Metales Nulo 0

Solidos disueltos Nulo 0

Solidos suspensos Nulo 0

Metales Medio 2

Aceites y grasas Nulo 0

Agentes biológicos Nulo 0

Agentes químicos Bajo 1

Temperatura Nulo 0

Eutrofización acelerada Nulo 0

Radiación Nulo 0

Agua

Otros

Desertización Nulo 0

Deforestación Nulo 0

Uso de suelo-superficie ocupada Muy alta 4

Paisaje Muy alta 4

Hundimientos Nulo 0

Inducción de actividad sísmica Nulo 0

Desechos peligrosos Alta 3

Desechos no peligrosos Nulo 0

Radiación Nulo 0

Suelo

Otros

Flora Bajo 1 Biosfera

Fauna Bajo 1

17

376

III.8.- Solar - (térmica)

zona de impacto

Agente de impacto o contaminación ambiental

Valoración subjetiva del

impacto ambiental

Valoración subjetiva

(puntuación)

Contribución del agente en base

energética Unidades

CO2 Nulo 0

CO Nulo 0

NOx Nulo 0

SOx Nulo 0

CH4 Nulo 0

Otros HC Nulo 0

COV Nulo 0

PM 10 Nulo 0

H2S Nulo 0

O3 Nulo 0

PAN Nulo 0

Olor Nulo 0

Ruido Bajo 1

Radiación Nulo 0

Aire

Metales

Solidos disueltos Bajo 1

Solidos suspensos Medio 2

Metales Bajo 1

Aceites y grasas Nulo 0

Agentes biológicos Nulo 0

Agentes químicos Nulo 0

Temperatura Bajo 1

Eutrofización acelerada Nulo 0

Radiación Nulo 0

Agua

Otros

Desertización Nulo 0

Deforestación Nulo 0

Uso de suelo-superficie ocupada Bajo 1

Paisaje Bajo 1

Hundimientos Nulo 0

Inducción de actividad sísmica Nulo 0

Desechos peligrosos Nulo 0

Desechos no peligrosos Bajo 1

Radiación Nulo 0

Suelo

Otros

Flora Bajo 1 Biosfera

Fauna Bajo 1

11

377

III.9.- Eólico

zona de impacto

Agente de impacto o contaminación ambiental

Valoración subjetiva del

impacto ambiental

Valoración subjetiva

(puntuación)

Contribución del agente en base

energética Unidades

CO2 Nulo 0

CO Nulo 0

NOx Nulo 0

SOx Nulo 0

CH4 Nulo 0

Otros HC Nulo 0

COV Nulo 0

PM 10 Nulo 0

H2S Nulo 0

O3 Nulo 0

PAN Nulo 0

Olor Nulo 0

Ruido Muy alto 4

Radiación Nulo 0

Aire

Metales Nulo 0

Solidos disueltos Nulo 0

Solidos suspensos Nulo 0

Metales Nulo 0

Aceites y grasas Bajo 1

Agentes biológicos Nulo 0

Agentes químicos Nulo 0

Temperatura Nulo 0

Eutrofización acelerada Nulo 0

Radiación Nulo 0

Agua

Otros

Desertización Nulo 0

Deforestación Bajo 1

Uso de suelo-superficie ocupada Bajo 1

Paisaje Muy alto 4

Hundimientos Nulo 0

Inducción de actividad sísmica Nulo 0

Desechos peligrosos Nulo 0

Desechos no peligrosos Nulo 0

Radiación Nulo 0

Suelo

Otros

Flora Medio 2 Biosfera

Fauna Alto 3

16

378

III.10.- Mini hidráulica y mareomotriz

zona de impacto

Agente de impacto o contaminación ambiental

Valoración subjetiva del

impacto ambiental

Valoración subjetiva

(puntuación)

Contribución del agente en base

energética Unidades

CO2 Nulo 0

CO Nulo 0

NOx Nulo 0

SOx Nulo 0

CH4 Nulo 0

Otros HC Nulo 0

COV Nulo 0

PM 10 Nulo 0

H2S Nulo 0

O3 Nulo 0

PAN Nulo 0

Olor Nulo 0

Ruido Nulo 0

Radiación Nulo 0

Aire

Metales Nulo 0

Solidos disueltos Bajo 1

Solidos suspensos Bajo 1

Metales Bajo 1

Aceites y grasas Bajo 1

Agentes biológicos Bajo 1

Agentes químicos Bajo 1

Temperatura Nulo 0

Eutrofización acelerada Nulo 0

Radiación Nulo 0

Agua

Otros

Desertización Nulo 0

Deforestación Nulo 0

Uso de suelo-superficie ocupada Alto 3

Paisaje Muy alto 4

Hundimientos Alto 3

Inducción de actividad sísmica Nulo 0

Desechos peligrosos Nulo 0

Desechos no peligrosos Nulo 0

Radiación Nulo 0

Suelo

Otros

Flora Alto 3 Biosfera

Fauna Alto 3

22

379

III.11.- Geotérmica

zona de impacto

Agente de impacto o contaminación ambiental

Valoración subjetiva del

impacto ambiental

Valoración subjetiva

(puntuación)

Contribución del agente en base

energética Unidades

CO2 Bajo 1

CO Bajo 1

NOx Bajo 1

SOx Bajo 1

CH4 Bajo 1

Otros HC Bajo 1

COV Bajo 1

PM 10 Bajo 1

H2S Nulo 1

O3 Nulo 1

PAN Bajo 1

Olor Alto 3

Ruido Medio 2

Radiación Bajo 1

Aire

Metales

Solidos disueltos Alto 3

Solidos suspensos Alto 3

Metales Medio 2

Aceites y grasas Bajo 1

Agentes biológicos Bajo 1

Agentes químicos Medio 2

Temperatura Alto 3

Eutrofización acelerada Bajo 1

Radiación Bajo 1

Agua

Otros

Desertización Nulo 0

Deforestación Nulo 0

Uso de suelo-superficie ocupada Bajo 1

Paisaje Bajo 1

Hundimientos Bajo 1

Inducción de actividad sísmica Nulo 0

Desechos peligrosos Bajo 1

Desechos no peligrosos Bajo 1

Radiación Nulo 0

Suelo

Otros

Flora Alto 3 Biosfera

Fauna Alto 3

45

380

IV.- Datos de partida

Población Mundial en Millones de habitantes

Regiones y Países 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980

Total - Mundial 2528.8 2888 3246.4 3603.8 3960.3 4315.9 4670.6

Alemania 69.61 70.93 72.26 73.15 74.04 75.52 77.01

Austria 6.93 6.96 7 7.13 7.27 7.41 7.56

Bélgica 8.64 8.94 9.24 9.37 9.5 9.62 9.74

Dinamarca 4.28 4.38 4.49 4.63 4.78 4.86 4.95

España 28.01 30.55 33.1 34.5 35.89 36.57 37.25

Finlandia 4.01 4.23 4.45 4.54 4.63 4.74 4.84

Francia 43 45.03 47.05 48.315 49.58 51.74 53.9

Grecia 8.16 8.56 8.695 8.95 9.2 9.47 9.745

Holanda 11.08 11.76 12.45 12.79 13.13 13.53 13.93 Europa Irlanda 2.99 3.06 3.13 3.2 3.28 3.35 3.43

Italia 47.1 48.6 50.1 51.15 52.21 53.27 54.33

Luxemburgo 0.296 0.31 0.3242 0.3381 0.352 0.366 0.3806

Portugal 8.7 8.86 9.03 9.16 9.29 9.46 9.63

Reino Unido 51.7 52.45 53.21 53.9 54.6 55.53 56.47

Suecia 7.26 7.41 7.56 7.73 7.9 8.1 8.31

Polonia 24.82 26.1 27.8 29.3 31.49 33.26 35.02

Rumania 16.31 16.7 17.6 18.63 19.66 20.93 22.2

Estonia 0.9 1.055 1.211 1.284 1.356 1.416 1.475

Ucrania 37.3 39.34 41.39 42.95 44.52 46.66 48.81

EE.UU. 156.79 170.49 184.19 196.48 208.78 219.9 231.02

Canadá 14.78 16.46 18.15 19.64 21.14 22.635 24.13

México 26.76 30.84 34.92 41.57 48.22 57.53 66.85 América Brasil 53.97 67.29 80.62 91.45 102.27 113.04 123.81

Chile 6.34 7.18 8.02 8.82 9.63 10.49 11.35

Venezuela 5.1 6.96 8.82 10.385 11.95 14 16.05

Cuba 5.85 6.417 7.03 7.781 8.851 8.939 9.716

Argentina 17.15 18.52 19.9 21.86 23.82 25.96 28.106

Perú 8.04 9.69 11.33 12.98 14.64 16.39 18.14

381

China 546 633 720 795 870 954.84 1010.1

Japón 83 89 95 100 105 111 117

Federación Rusa 102 110 118 124 130 134.5 139 Ásia Arabia Saudita 3.2 4.29 5.38 6.33 7.29 8.5 9.71

Filipinas 20.256 23.678 27.1 31.9 36.7 42.1 48.21 Pakistán 39.59 44.19 49.95 57.14 65.7 72.28 82.58 Vietnám 28.023 30.99 34.015 37.679 43.05 47.26 53.72

Tahilandia 19.63 23 27 31.76 35.45 41.47 45.36

Indonesia 80.66 90.96 101.27 105.3 127.76 131.65 153.98

Irán 16.91 21.55 26.19 31.6 37.01 41.09 45.16

India 359.14 417.73 476.32 551.73 627.14 679.8 732.59

Turquía 21.13 25.96 30.79 34.26 37.76 42.47 47.18

Egipto 21.8 25.4 29 32.29 35.58 40.72 45.86

Angola 4.1 4.46 4.83 5.37 5.92 6.85 7.78

Marruecos 8.95 10.87 12.79 14.47 16.16 18.39 20.63 África Nigeria 31.53 36.71 41.9 47.96 54.02 61.81 69.6

Argelia 8.26 10.56 12.86 14.39 15.92 18.395 20.87

Rep. Dem. del Congo 12.184 14.31 16.565 19.16 22.167 25.63 29.62

Etiopía 18.77 21.46 24.145 27.38 30.62 34.56 38.49

Kenia 6.26 6.99 8.11 9.75 11.5 13.66 16.63

Sudáfrica 13.683 17.5 21.2 25 28.25 31.5 34.4 Oceanía Australia 8.447 9.578 10.71 11.725 12.74 13.74 14.74 Tabla IV.1.- Población mundial 1950-1980.

382

Población Mundial en Millones de habitantes

Regiones y Países 1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015

Total - Mundial 5024.5 5377.4 5729.4 6080.1 6478.8 6876.5 7273.2

Alemania 78.16 79.32 80.85 82.39 82.5 82.4 81.11

Austria 7.65 7.75 7.94 8.14 8.2 8.15 8.11

Bélgica 9.86 9.99 10.135 10.28 10.33 10.38 10.42

Dinamarca 5.01 5.07 5.18 5.3 5.35 5.4 5.41

España 37.95 38.66 39.35 40.05 40.47 40.6 40.42

Finlandia 4.93 5.01 5.1 5.19 5.235 5.28 5.255

Francia 55.35 56.8 57.88 58.95 60.06 61.18 61.79

Grecia 9.99 10.235 10.45 10.67 10.7 10.74 10.75

Holanda 14.34 14.74 15.315 15.89 16.1 16.32 16.61 Europa Irlanda 3.51 3.58 3.63 3.68 3.81 3.94 4.02

Italia 55.45 56.57 57.36 58.15 57.78 57.41 55.8

Luxemburgo 0.395 0.4088 0.423 0.437 0.4375 0.438 0.456

Portugal 9.75 9.86 9.93 10.01 10.1 10.19 10.17

Reino Unido 56.92 57.37 58.3 59.24 59.63 60.02 60.67

Suecia 8.5 8.69 8.8 8.92 9.01 9.1 9.19

Polonia 36.61 38.1 38.4 38.6 38.38 38.16 37.62

Rumania 23 23.2 22.9 22.44 21.97 21.5 21.14

Estonia 1.52 1.562 1.5 1.39 1.321 1.256 1.192

Ucrania 50.2 51 50.5 49.47 47.46 45.44 43.48

EE.UU. 242.48 253.95 263.85 273.76 288.51 303.27 316.3

Canadá 25.54 26.95 28.69 30.445 31.69 32.945 34.42

México 74.35 81.85 89.73 97.62 104.9 112.18 120.24 América Brasil 134.42 145.04 156.7 168.44 178.19 187.94 198.3

Chile 12.21 13.07 14.12 15.14 16.12 17.09 17.92

Venezuela 18.08 20.11 22 24.08 26.16 28.25 30.27

Cuba 10.083 10.633 10.98 11.254 11.372 11.516 11.645

Argentina 30.31 32.52 34.67 36.82 38.96 41.1 43.12

Perú 20.04 21.93 23.92 25.9 28.14 30.39 32.83

383

China 1064.5 1119 1189.7 1260.5 1312.7 1365 1407.5

Japón 120.5 124 125.5 127 128 127.7 127.5

Federación Rusa 143.5 148 147 146 141 137.48 133.36 Ásia Arabia Saudita 11.94 14.16 17.26 20.36 22.98 25.6 29.43

Filipinas 54.65 61.09 69.43 76.55 83.604 90.64 97.44 Pakistán 98.56 114.2 128.05 141.55 160 180 205.06 Vietnám 59.87 66.23 73.475 78.455 87.35 94.5 100

Tahilandia 49.84 54.29 57.62 62.02 67.21 70.48 73.84

Indonesia 167.37 180.77 194.48 208.2 220.32 232.43 245.35

Irán 51.25 57.35 63.35 69.35 75.52 81.68 87.75

India 799.9 867.24 949.7 1032.3 1103.3 1174.3 1220.6

Turquía 51.76 56.33 61.43 66.53 70.95 75.36 79.85

Egipto 50.99 56.12 61 65.88 71.24 76.6 81.7

Angola 8.96 10.14 11.54 12.94 15.21 17.49 20.21

Marruecos 23.06 25.49 27.55 29.55 31.9 34.26 36.5 África Nigeria 79.7 89.8 104.1 118.4 133.65 148.9 170.34

Argelia 23.375 25.88 28.22 30.56 33.105 35.65 38.085

Rep. Dem. del Congo 34.22 39.521 45.63 50.948 60.75 70.05 80.76

Etiopía 44.09 49.69 56.16 62.62 69.86 77.1 85.91

Kenia 20.37 23.6 26.7 30.5 34 38 40.75

Sudáfrica 36.62 38.85 41.08 43.309 43.52 43.74 44.62 Oceanía Australia 15.77 16.799 17.899 18.999 19.872 20.745 21.73

Tabla IV.2.- Población mundial 1985-2015.

384

Población Mundial en Millones de habitantes

Regiones y Países 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050

Total - Mundial 7668.9 8063.6 8457.4 8850.2 9242 9632.9 10023

Alemania 79.83 78.8 77.78 76.75 75.72 74.79 73.86

Austria 8.08 8.07 8.06 8.05 8.03 7.99 7.95

Bélgica 10.46 10.51 10.56 10.61 10.66 10.68 10.71

Dinamarca 5.42 5.43 5.44 5.45 5.46 5.46 5.46

España 39.95 39.99 40.04 40.06 40.08 39.91 39.75

Finlandia 5.23 5.235 5.24 5.25 5.26 5.245 5.23

Francia 62.4 62.97 63.55 64.17 64.78 64.96 65.14

Grecia 10.76 10.765 10.77 10.78 10.79 10.76 10.73

Holanda 16.89 16.885 16.88 16.875 16.87 16.96 17.05 Europa Irlanda 4.11 4.2 4.29 4.38 4.48 4.58 4.68

Italia 54.19 53.13 52.07 51.02 49.98 48.32 46.65

Luxemburgo 0.473 0.487 0.502 0.515 0.53 0.543 0.557

Portugal 10.15 10.14 10.12 10.07 10.03 9.92 9.81

Reino Unido 61.33 61.58 61.84 61.67 61.5 60.93 60.37

Suecia 9.28 9.37 9.46 9.52 9.59 9.66 9.73

Polonia 37.08 36.54 36 35.46 34.93 34.27 33.61

Rumania 20.78 20.375 19.97 19.56 19.16 18.65 18.15

Estonia 1.128 1.064 1 0.937 0.873 0.81 0.75

Ucrania 41.53 39.58 37.63 35.7 33.77 31.84 29.91

EE.UU. 329.33 343.18 357.02 368.18 379.34 391.95 404.56

Canadá 35.91 37.34 38.78 40.22 41.66 42.82 43.98

México 128.31 132.08 135.85 142.53 149.21 154.73 160.25 América Brasil 208.67 219.31 229.95 238.27 246.6 254.15 261.71

Chile 18.74 19.29 19.84 20.66 21.48 22.08 22.67

Venezuela 32.29 34.31 36.32 38.5 40.68 42.35 44.02

Cuba 11.744 11.765 11.791 11.791 11.587 11.258 10.929

Argentina 45.15 47.105 49.06 50.91 52.761 52.94 53.12

Perú 35.27 38 40.73 43.78 46.84 50.16 53.484

385

China 1450 1475 1500 1510 1490 1478 1465

Japón 127 124.5 122 118.5 115 112 109

Federación Rusa 129.24 125.12 121 116.88 112.76 108.38 104 Ásia Arabia Saudita 33.27 38.04 42.82 47.47 52.13 54.25 56.35

Filipinas 103.48 109.27 113.75 118.24 122.72 127.26 131.69 Pakistán 224.83 246.89 265.13 284 305 321.54 338.08 Vietnám 106.2 111.16 117.05 122.5 126.75 130.8 134.5

Tahilandia 76.81 79.13 80.55 82 83.4 84.82 86.24

Indonesia 258.27 271.13 283.93 296.78 304.58 308.04 311.5

Irán 93.82 97.84 101.86 107.21 112.56 117.49 122.41

India 1267 1333.5 1399.9 1463.8 1527.7 1581.2 1634.7

Turquía 84.34 87.48 90.63 96.85 103.03 104.37 105.7

Egipto 86.81 91.91 97.02 102.11 107.2 110.84 114.48

Angola 22.94 26.51 30.09 34.77 39.46 47.5 52.27

Marruecos 38.75 40.99 43.23 45.45 47.68 49.73 51.79 África Nigeria 191.78 219.38 245 265 280 295 309.12

Argelia 40.52 42.945 45.37 47.783 50.196 52.43 54.66

Rep. Dem. del Congo 93.07 107.22 123.47 142.15 163.58 188.2 203.53

Etiopía 94.72 105.25 115.77 128.44 141.11 154.92 168.72

Kenia 43.5 46.14 48.74 51.33 53.8 56.38 58.93

Sudáfrica 44.165 43.71 44.35 45 45.65 46.48 47.301 Oceanía Australia 22.716 23.7 24.685 25.66 26.636 27.417 28.198

Tabla IV.3.- Población mundial 2020-2050.

386

Consumo Energético (x 10 18 J)

Regiones y Países 19501950 19551955 19601960 19651965 19701970 19751975 19801980

Total - Mundial 150.57 171.6 192.64 215.54 238.54 269.24 300

Alemania 12.6 13.25 13.75 14.15 14.5 14.84 15.19

Austria 0.799 0.827 0.855 0.886 0.916 0.95 0.985

Bélgica 1.32 1.38 1.45 1.52 1.59 1.66 1.76

Dinamarca 0.489 0.51 0.53 0.55 0.581 0.638 0.695

España 1.319 1.531 1.743 1.985 2.23 2.51 2.81

Finlandia 0.546 0.618 0.69 0.762 0.834 0.902 0.97

Francia 4.71 5.29 5.87 6.48 7.08 7.72 8.35

Grecia 0.24 0.255 0.27 0.345 0.42 0.516 0.612

Holanda 1.82 1.96 2.09 2.22 2.356 2.5 2.64 Europa Irlanda 0.165 0.184 0.204 0.218 0.233 0.273 0.313

Italia 3.669 4 4.33 4.67 5.017 5.36 5.71

Luxemburgo 0.132 0.1324 0.133 0.134 0.135 0.1355 0.136

Portugal 0.25 0.27 0.29 0.31 0.33 0.407 0.484

Reino Unido 6.11 6.47 6.83 7.21 7.59 8 8.41

Suecia 1.16 1.265 1.37 1.48 1.58 1.69 1.8

Polonia 2.7 3.1 3.5 3.95 4.4 4.5 4.42

Rumania 1 1.22 1.43 1.65 1.86 2.08 2.3

Estonia 0.05 0.0795 0.109 0.216 0.298 0.348 0.406

Ucrania 4 6 8 9.5 11 12 13

EE.UU. 54 56.42 58.85 61.22 63.6 69.37 75.14

Canadá 4.282 4.864 5.447 6.057 6.668 7.349 8.03

México 1.326 1.498 1.67 1.885 2.1 2.355 2.611 América Brasil 1.828 2.118 2.409 2.793 3.177 3.705 4.232

Chile 0.0955 0.122 0.149 0.159 0.17 0.271 0.373

Venezuela 0.275 0.292 0.31 0.335 0.425 0.53 0.557

Cuba 0.663 0.75 0.837 0.945 1.053 1.194 1.33

Argentina 0.8 0.887 0.973 1.078 1.183 1.338 1.493

Perú 0.267 0.292 0.317 0.344 0.371 0.409 0.446

387

China 6.626 8.203 9.78 11.559 13.338 17.78 22.24

Japón 7.766 8.769 9.773 10.9 12.046 13.34 14.64

Federación Rusa 11 16.5 22 28 34 38 45 Ásia Arabia Saudita 0.252 0.353 0.454 0.492 0.529 0.906 1.284 Filipinas 0.189 0.224 0.259 0.307 0.356 0.448 0.54 Pakistán 0.49 0.517 0.55 0.59 0.67 0.8 1.053 Vietnám 0.1 0.11 0.12 0.134 0.149 0.17 0.192 Tahilandia 0.135 0.1725 0.225 0.2875 0.35 0.395 0.53

Indonesia 0.708 0.884 1.06 1.327 1.594 1.99 2.39

Irán 0.171 0.257 0.343 0.511 0.68 1.025 1.37

India 2.429 3.27 4.12 5.15 6.18 7.5 8.82

Turquía 0.437 0.539 0.642 0.728 0.814 1.03 1.259

Egipto 0.25 0.275 0.3 0.365 0.43 0.594 0.758

Angola 0.059 0.0717 0.0845 0.1 0.117 0.134 0.152

Marruecos 0.061 0.0743 0.0877 0.106 0.126 0.154 0.183 África Nigeria 1.209 1.372 1.536 1.7265 1.917 2.141 2.365

Argelia 0.12 0.135 0.15 0.1895 0.229 0.328 0.427

Rep. Dem. del Congo 0.04 0.063 0.086 0.115 0.144 0.184 0.225

Etiopía 0.4 0.456 0.512 0.583 0.654 0.745 0.837

Kenia 0.067 0.072 0.078 0.084 0.09 0.097 0.105

Sudáfrica 0.252 0.353 0.455 0.492 0.529 0.878 1.226 Oceanía Australia 1.16 1.45 1.74 2.06 2.38 2.73 3.08

Tabla IV.4.- Consumo energético mundial 1950-1980.

388

Consumo Energético (x 10 18 J)

Regiones y Países 19851985 19901990 19951995 20002000 20052005 20102010 20152015

Total - Mundial 327.15 355.11 375.51 419.19 466.85 516.19 569.64

Alemania 15.195 15.192 14.3 14.57 15.51 15.82 16.07

Austria 1.01 1.03 1.08 1.127 1.166 1.205 1.25

Bélgica 1.79 1.83 1.95 2.07 2.145 2.22 2.29

Dinamarca 0.696 0.698 0.778 0.858 0.926 0.995 1.09

España 3.27 3.73 4.26 4.79 5.29 5.31 5.53

Finlandia 1.05 1.14 1.2 1.26 1.33 1.39 1.46

Francia 8.96 9.58 10.39 11.2 12 12.71 13.37

Grecia 0.725 0.839 0.936 1.033 1.15 1.274 1.38

Holanda 2.73 2.824 3 3.19 3.33 3.47 3.6 Europa Irlanda 0.348 0.385 0.443 0.502 0.55 0.607 0.659

Italia 6.03 6.34 6.77 7.21 7.59 7.97 8.32

Luxemburgo 0.139 0.142 0.14 0.137 0.14 0.143 0.144

Portugal 0.564 0.644 0.78 0.923 1.04 1.152 1.27

Reino Unido 8.8 9.19 9.66 10.14 10.62 11.09 11.58

Suecia 1.91 2.01 2.13 2.24 2.34 2.43 2.45

Polonia 3.96 3.5 3.75 4 4.14 4.28 4.42

Rumania 2.45 2.343 1.685 1.7 1.76 1.82 1.88

Estonia 0.225 0.189 0.19 0.19 0.19 0.19 0.19

Ucrania 13.5 11.99 6.9 6 6.2 6.4 6.6

EE.UU. 80.15 87.861 99.226 112.31 117 122.5 128

Canadá 8.546 9.062 9.911 10.76 11.598 12.437 13.148

México 2.981 3.35 3.751 4.153 4.678 5.203 5.857 América Brasil 4.793 5.354 6.369 7.385 8.615 9.844 11.433

Chile 0.449 0.525 0.691 0.856 1.039 1.222 1.475

Venezuela 0.55 0.522 0.441 0.416 0.4 0.4 0.415

Cuba 1.488 1.642 1.871 2.1 2.37 2.64 2.978

Argentina 1.535 1.576 1.85 2.125 2.35 2.585 2.86

Perú 0.468 0.49 0.523 0.557 0.594 0.631 0.671

389

China 26.34 30.44 37.81 45.18 52.3 59.43 66.98

Japón 15.96 17.28 19.21 21.15 23.16 25.185 27.63

Federación Rusa 48.5 49.29 33.01 30 31.25 32.5 34.25 Ásia Arabia Saudita 1.854 2.424 3.13 3.84 4.149 4.455 4.99 Filipinas 0.676 0.826 1.11 1.403 1.637 1.872 2.264 Pakistán 1.298 1.454 1.712 1.975 2.267 2.56 2.847 Vietnám 0.241 0.29 0.522 0.7 0.901 1.12 1.338 Tahilandia 0.8 1.28 2.274 2.666 2.95 3.1 3.285

Indonesia 2.99 3.592 4.45 5.308 5.921 6.534 7.45

Irán 2.055 2.74 3.43 4.12 4.8 5.49 6.18

India 10.43 12.04 14.48 16.93 20.19 23.45 27.79

Turquía 1.638 2.017 2.548 3.079 3.72 4.366 4.89

Egipto 0.995 1.233 1.396 1.56 1.757 1.95 2.14

Angola 0.17 0.189 0.209 0.23 0.252 0.275 0.3

Marruecos 0.219 0.255 0.315 0.375 0.458 0.541 0.66 África Nigeria 2.639 2.913 3.244 3.575 3.988 4.401 4.921

Argelia 0.562 0.696 0.781 0.867 0.972 1.077 1.181

Rep. Dem. del Congo 0.275 0.32 0.424 0.548 0.66 0.735 0.78

Etiopía 0.952 1.067 1.215 1.362 1.549 1.737 1.975

Kenia 0.112 0.124 0.129 0.142 0.16 0.18 0.208

Sudáfrica 1.721 2.216 2.92 3.632 4.043 4.455 4.995 Oceanía Australia 3.43 3.79 4.28 4.76 5.28 5.8 6.36

Tabla IV.5.- Consumo energético mundial 1985-2015.

390

Consumo Energético (x 10 18 J)

Regiones y Países 20202020 20252025 20302030 20352035 20402040 20452045 20502050

Total - Mundial 622.57 677.91 731.62 796.72 861.37 939.66 1019.5

Alemania 16.36 16.45 16.53 16.62 16.7 16.93 17.17

Austria 1.295 1.342 1.388 1.44 1.49 1.54 1.6

Bélgica 2.36 2.46 2.55 2.65 2.74 2.84 2.94

Dinamarca 1.18 1.18 1.18 1.18 1.18 1.18 1.18

España 5.75 6.12 6.49 7.07 7.64 8.33 9.01

Finlandia 1.53 1.6 1.68 1.75 1.82 1.88 1.96

Francia 14.02 15.07 16.11 17.1 18.08 19.16 20.24

Grecia 1.493 1.63 1.768 1.91 2.06 2.22 2.38

Holanda 3.73 3.88 4.04 4.18 4.34 4.49 4.64 Europa Irlanda 0.711 0.787 0.863 0.945 1.026 1.12 1.22

Italia 8.667 9.12 9.57 10 10.44 10.91 11.38

Luxemburgo 0.145 0.146 0.147 0.1485 0.15 0.152 0.154

Portugal 1.388 1.49 1.61 1.73 1.845 1.96 2.07

Reino Unido 12.07 12.59 13.12 13.69 14.26 14.87 15.47

Suecia 2.47 2.46 2.44 2.46 2.49 2.45 2.4

Polonia 4.56 4.7 4.84 4.98 5.12 5.26 5.4

Rumania 1.94 2 2.06 2.12 2.18 2.24 2.3

Estonia 0.19 0.19 0.19 0.19 0.19 0.19 0.19

Ucrania 6.8 7 7.2 7.4 7.6 7.8 8

EE.UU. 133 139 144 148 152 157.59 164.76

Canadá 13.859 14.814 15.77 16.74 17.713 18.77 19.828

México 6.512 7.327 8.143 9.158 10.17 11.434 12.698 América Brasil 13.021 15.262 17.503 20.463 23.424 27.416 31.408

Chile 1.727 2.087 2.45 2.978 3.506 4.3 5.09

Venezuela 0.431 0.447 0.462 0.478 0.494 0.509 0.525

Cuba 3.316 3.741 4.166 4.698 5.23 5.897 6.564

Argentina 3.14 3.48 3.825 4.239 4.65 5.15 5.655

Perú 0.711 0.756 0.801 0.85 0.899 0.954 1.009

391

China 74.54 82.09 89.64 97.2 104.75 112.31 119.86

Japón 30.08 33.08 36.08 39.62 43.17 47.45 51.75

Federación Rusa 36 38 40 42.5 45 47.5 50 Ásia Arabia Saudita 5.537 6.07 6.615 7.156 7.697 8.236 8.775 Filipinas 2.657 3 3.346 3.848 4.351 4.996 5.642 Pakistán 3.135 3.417 3.7 3.985 4.27 4.55 4.83 Vietnám 1.555 1.773 1.989 2.205 2.421 2.636 2.85 Tahilandia 3.6 3.97 4.4 4.91 5.28 6.08 6.8

Indonesia 8.37 9.49 10.6 11.99 13.37 15.14 16.91

Irán 6.87 7.55 8.24 8.933 9.62 10.31 10.99

India 32.13 38.78 45.43 54.74 64.05 77.54 91.02

Turquía 5.422 6.18 6.94 7.927 8.91 10.26 11.6

Egipto 2.34 2.534 2.727 2.919 3.111 3.3 3.49

Angola 0.325 0.353 0.38 0.411 0.44 0.461 0.511

Marruecos 0.78 0.951 1.123 1.371 1.619 1.977 2.335 África Nigeria 5.442 6.1 6.758 7.605 8.453 9.54 10.628

Argelia 1.286 1.39 1.495 1.599 1.703 1.804 1.905

Rep. Dem. del Congo 0.825 0.862 0.9 0.93 0.96 0.99 1.02

Etiopía 2.214 2.517 2.82 3.2 3.588 4.076 4.565

Kenia 0.232 0.264 0.296 0.325 0.36 0.4 0.442

Sudáfrica 5.536 6.07 6.617 7.157 7.697 8.23 8.777 Oceanía Australia 6.93 7.65 8.38 9.2 10.2 11 11.98

Tabla IV.6.- Consumo energético mundial 2020-2050.

392

METATESIS El título de este trabajo: Modelo de planificación energética orientado al desarrollo

sostenible, entraña y encubre una gran variedad de temas que no pueden ser

tratados a fondo si la tesis se circunscribe a la disciplina de la ingeniería, pero

que deberán ser abordados en futuras investigaciones. Temas transdiciplinares

como lo es en sí el desarrollo sostenible y sus interrelaciones con la energía.

Pero también lo son los otros problemas a los que se enfrenta la humanidad. El

mundo se enfrenta a una gran crisis. Las causas y las evidencias de esto son

varias, pero las muestras más palpables hoy en día se presentan en los aspectos

social y ambiental, principalmente.

El primero presenta síntomas generalizados de inconformidad –en la

ausencia y en la abundancia– malestar, miedo, desesperación, desasosiego, e

incertidumbre, que se materializan en una estructura social injusta, desigual,

que pretende, en un simple y llano autoembaucamiento, no ver el sufrimiento

de la parte más necesitada de sí misma. Esta actitud, que conduce al suicidio, se

evidencia en la infinidad de conflictos violentos que colman la historia.

El segundo aspecto, el ambiental, da señales claras de reacción ante la

acción humana; transformaciones globales que, siguiendo la irrevocabilidad de

una ley física, repercuten más sobre a quien las provoca, y que, además parecen

dar poco tiempo de adaptación. Generalmente se considera al ambiente como

aquello externo a nuestra sociedad, a nuestro sistema, a nosotros mismos, y por

lo tanto ajeno. Sin embargo, esta idea prueba nuestro atraso mental, ya que la

realidad es justo lo opuesto. Nosotros, nuestro sistema social, nuestra sociedad

en su conjunto, es apenas una minúscula parte de un sistema mayor que

contacta y conecta con nosotros precisamente a través del ambiente. Realizar

cualquier acción en contra del ambiente, es irremediablemente ejercer una

acción contra nosotros.

393

Actualmente se escuchan voces de alarma, de atención. Mucho más

comunes y abundantes en la denuncia de nuestro abuso al ambiente que en el

abuso social. Esto seguramente se debe a que hoy por hoy es más evidente

nuestra pertenencia al ambiente y no lo es tanto el que seamos todos lo mismo,

que por otro lado, resulta impopular recordarlo. Esto es, se percibe que los

efectos nocivos al ambiente nos afectarán a todos por igual, y nos engañamos,

aún, pensando que los males sociales perjudican sólo a aquellos que no

queremos ver.

El crecimiento demográfico excesivo que experimenta nuestra especie

actualmente es contraproducente tanto al aspecto social, como al ambiental. Es

una cuestión numérica, y/o física simple, y que cada vez es más evidente: en un

espacio finito, es imposible satisfacer a un número infinito de individuos. Y la

añeja creencia que sobre valora al ambiente como un abastecedor y sumidero

infinito, se desmorona por sí sola. Por esto considero que cualquier trabajo que

plantee una acción concreta para la resolución de los problemas actuales, tiene

que contemplar el factor demográfico necesariamente. Y por si el factor

poblacional no fuese suficiente para complicar los problemas actuales, debemos

estar concientes que el aumento demográfico de nuestra sociedad se acompaña

de un crecimiento desmedido, y desigual, de las necesidades humanas y

sociales, del consumo de energía y por tanto, de los recursos energéticos del

planeta.

De lo anterior se deduce que, aún si nuestros medios y recursos fuesen

infinitos tendríamos serios problemas para soportar el ritmo actual de

crecimiento, pero si además, partimos del hecho que después de 10000 años la

Tierra ya presenta síntomas evidentes de estar maltratada por nuestra

presencia, el emprender una carrera sobreexplotadora, parece inmolación, y no

evolución.

En el año 2000 el planeta Tierra contaba con poco más de 6000 millones de

seres humanos, que consumimos 419 x 1018 J de energía primaria. Poniendo en

contexto esto, hace 10000 años la especie apenas rozaría los 2 millones de

394

individuos –3000 veces menos– y consumía, probablemente, 29.2 x 1015 J –esto

es 14000 veces menos–. Las previsiones auguran que la población aumentará en

las próximas cinco décadas hasta alcanzar más de 10 mil millones de individuos

y que consumirán hasta 1020 x 1018 J . En los próximos 50 años podemos

aumentar un 65% nuestra población y un 250% el consumo energético primario,

insensato.

Para agravar la situación actual, la desigualdad de la que es capaz nuestra

especie, condena al 86% de la población a vivir con menos del 50% del consumo

energético total. Si se analiza el IDH se advierte que este 86% de la población

vive con un nivel de desarrollo equivalente a 0.657, mientras que el 14%

restante alcanza un 0.926, un 40% más. Para empeorar la situación, si

analizamos los reportes económicos y de previsiones energéticas

internacionales no parece que tengamos intención de corregir esta evidente

injusticia.

La sociedad mundial debe cambiar mucho para afrontar los retos

venideros. Lo primero en el ámbito energético es hacer general la conciencia de

que nuestra sociedad requiere energía para satisfacer las necesidades de todos

sus integrantes, presentes y futuros. Esto no es baladí, ya que hay que asumir

que la sociedad consigue mejorar su situación gracias al uso de la energía, y

esto no puede olvidarse o despreciarse. Sí se le niega a parte de la sociedad,

presente o futura, el uso de recursos energéticos, se le niega la posibilidad de

desarrollo. La sociedad, como extensión del ser humano individual, presenta

una infinidad de necesidades que requieren satisfacción mediante el uso de

energéticos. Si se asume colectivamente que dichas necesidades tienen un

número limitado de satisfactores y de recursos energéticos para su satisfacción,

surge como condición la administración y la planificación de dichos recursos,

así como la gestión de las necesidades para que su satisfacción no conduzca a

un perjuicio mayor a la especie y del planeta.

El desarrollo de la humanidad está en juego. No sólo de unos cuantos,

sino de la humanidad como conjunto, como ente indivisible que es. Para

395

asegurar el desarrollo de toda la humanidad hay que adoptar un nuevo

paradigma, quizás éste sea el Desarrollo Sostenible, junto con otros modelos

sociales nuevos. Esto plantea ya no sólo un camino para la subsistencia, sino

una encrucijada para la evolución del ser humano.

El desarrollo sostenible pretende abordar el análisis del desarrollo

mediante el estudio de 5 factores de la realidad: el social, el ambiental, el

económico, el tecnológico y el filosófico. Esto es en sí mismo una innovación ya

que actualmente la mayoría de los análisis en este campo se realizan siguiendo

tan sólo el aspecto económico.

Para aplicar el desarrollo sostenible al campo energético se encuentra una

conexión conceptual que es el análisis de un sistema de las necesidades energéticas

del ser humano, que es lo que en definitiva determina la esencia el sistema

energético. Y que se puede aproximar, al principio, haciendo un análisis de tres

factores principalmente: el consumo energético per capita, la cesta y los sectores

de consumo.

Con estos elementos se deben crear perspectivas energéticas en base a

preceptos de crecimiento en el desarrollo humano y de la sociedad y no

inventarlos según convenga al desarrollo de los indicadores económicos.

Además, los casos de análisis se deben elaborar en su posibilidad positiva, esto

es pensando en que los grupos aumenten su IDH, esto es aumentando la

esperanza de vida, aumentando el alfabetismo y aumentando la renta per

cápita. Elaborar perspectivas en contra de esto, no sólo no es sostenible por

definición, sino que no es ético, y denota la injusticia intrínseca al sistema social

actual, que es asumida, y hasta cierto punto consentida por aquellos que

elaboran las perspectivas.

Asumiendo, además, que la dirección del camino futuro lo eligen aquellos

con las condiciones históricas, sociales y económicas adecuadas, y los demás

tratarán de emular el camino que siguieron aquellos que lograron aquello que

añoran. Este precepto marca en realidad el sentido del desarrollo, por lo que

sólo se tiene que afinar la dirección. Este planteamiento encaja con el método de

396

la proyección inversa que se utiliza poco en la disciplina de la proyección

energética.

Resumiendo, el planteamiento básico, se propone incorporar a la

planificación energética los siguientes factores: el desarrollo sostenible, el

desarrollo humano, el análisis de las necesidades energéticas del ser humano y

la proyección inversa.

El trabajo que se nos plantea ahora es el de concienciar a los estrategas y

analistas energéticos, junto con la sociedad en su conjunto, para determinar

objetivos solidarios y sostenibles en los pronósticos energéticos. Las líneas

básicas de estos objetivos son:

• Elevar el IDH de todos los seres humanos. • No limitar las posibilidades de generaciones futuras mediante el

esquilmamiento de los recursos naturales. • Minimizar el impacto ambiental. • Minimizar el costo económico.

Esto no es una utopía. En la práctica concreta real, todo esto sí puede

conseguirse si se disminuye el consumo energético excesivo, se elige el

energético según su uso, usuario y tecnología disponible y se evita el uso

excesivo de hidrocarburos. Pero requiere de una situación previa de consenso

internacional, voluntad política y social, y comenzar primero y antes que nada

con una educación respetuosa y tolerante de la diversidad cultural, respetuosa

del medio ambiente, y que busque un sistema de satisfacción de necesidades

que no este basado exclusivamente en satisfactores de consumo material. Desde

el punto de vista tecnológico, aunque no se exploró concretamente entre las

posibilidades en este trabajo, ya que escapa al marco temporal de 50 años, se

intuye que de desarrollarse nuevas tecnologías como la fusión, se conseguirían

los objetivos de satisfacción energética con mayor facilidad.

Es de vital importancia asumir que hoy nos planteamos, en varios ámbitos

y disciplinas de la sociedad, el camino que recorrerá la humanidad, y más aún,

que debemos ejercer la libertad de elegir qué futuro queremos y no permitir que

397

se pronostique el mantenimiento de un porvenir marcado por un modelo

energético nada favorable para el ambiente y nuestra especie.

Todo esto requiere un profundo y generalizado cambio social. Un

replanteamiento colectivo que comienza con la educación, la formación de

todos en la razón, la tolerancia, el respeto, la justicia, la libertad, la igualdad, y

el amor. Una modificación social que puede implementarse concretamente

además de en el ámbito educacional, estableciendo estos últimos principios en

los sistemas democráticos, en la estructura y planteamiento del concepto social

de trabajo, en el manejo de la economía en general, y sobre todo en el

funcionamiento de los organismos supranacionales.

El ser humano debe aspirar a ser mejor, eso nos define y nos motiva a

vivir, a subsistir a través de los siglos. Sólo hay que elegir qué es ser mejor,

queremos que sea, y elegir caminar esa ruta. Tenemos la oportunidad de elegir

el camino de nuestra evolución. Somos concientes de las implicaciones de una u

otra elección, por lo que no puede haber sorpresas o arrepentimientos, sólo hay

que elegir, y tener la esperanza en que el camino que elija la humanidad sea el

de evolucionar y no involucionar.

398

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Páginas consultadas en la red global:

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