Misa Dominical co - parroquiadecristoreymurcia.es · cosa está clara: «El sacerdote y el diácono...

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Misa Dominical Centre de Pastoral Litúrgica CPL editorial 14, 21 y 28 de octubre; 1 de noviembre de 2018 co 00 o CN a D. 28 del tiempo ordinario / B D. 29 del tiempo ordinario / B D. 30 del tiempo ordinario / B Todos los Santos A l comenzar un nuevo curso, y cuando to- davía quedan días para acabar el año, me viene a la cabeza el mito del eterno retorno, del ciclo que se va repitiendo de manera prác- ticamente inexorable. •.~-->c* Esta no es la visión que nos plantea la litur- gia, ni forma parte de nuestra vida cristiana, donde decimos de muchas maneras que nos encontramos «en camino». Esta imagen con- tiene implícita la referencia a un inicio y a un hito. Cuando miramos cómo son las personas que tenemos junto a nosotros —¡y dejamos por unos momentos de lamentarnos porque no son como nos gustaría!- nos damos cuenta de que debemos ir avanzando para acercarnos cada vez más a aquel modelo de hombre que tenemos los cristianos: Jesús. Cada persona con la que nos encontramos es una oportunidad para apren- der a dar respuesta a esta necesidad que todos tenemos de Dios. Tal vez pienso en ello, y en la importancia de la oración para hacer este camino, porque el mes de octubre está especialmente dedicado al rosario, una oración que a veces se ha criticado por demasiado repetitiva. Como si siempre fuera lo mismo. Como si nosotros fuésemos también los mismos. Las personas no formamos parte del grupo de los animales rumiantes, y a pesar de todo ¡nos va muy bien repetir y que nos repitan las cosas! Especialmente las importantes. Para ir profundizándolas, para asimilarlas, para interiorizaras... y en el caso que nos ocupa, para vivirlas. MlQUEL ÁLVAREZ RODRÍGUEZ

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Misa DominicalCentre de Pastoral Litúrgica

CPLeditorial 14, 21 y 28 de octubre; 1 de noviembre de 2018

co

00

oCN

a

D. 28 del tiempo ordinario / BD. 29 del tiempo ordinario / BD. 30 del tiempo ordinario / B

Todos los Santos

Al comenzar un nuevo curso, y cuando to-davía quedan días para acabar el año, me

viene a la cabeza el mito del eterno retorno,del ciclo que se va repitiendo de manera prác-ticamente inexorable.

•.~-->c*Esta no es la visión que nos plantea la litur-gia, ni forma parte de nuestra vida cristiana,donde decimos de muchas maneras que nosencontramos «en camino». Esta imagen con-tiene implícita la referencia a un inicio y a unhito. Cuando miramos cómo son las personasque tenemos junto a nosotros —¡y dejamospor unos momentos de lamentarnos porqueno son como nos gustaría!- nos damos cuenta de que debemos ir avanzando paraacercarnos cada vez más a aquel modelo de hombre que tenemos los cristianos:Jesús. Cada persona con la que nos encontramos es una oportunidad para apren-der a dar respuesta a esta necesidad que todos tenemos de Dios.

Tal vez pienso en ello, y en la importancia de la oración para hacer este camino,porque el mes de octubre está especialmente dedicado al rosario, una oraciónque a veces se ha criticado por demasiado repetitiva. Como si siempre fuera lomismo. Como si nosotros fuésemos también los mismos.

Las personas no formamos parte del grupo de los animales rumiantes, y a pesarde todo ¡nos va muy bien repetir y que nos repitan las cosas! Especialmente lasimportantes. Para ir profundizándolas, para asimilarlas, para interiorizaras... y enel caso que nos ocupa, para vivirlas.

MlQUEL ÁLVAREZ RODRÍGUEZ

LA PECULIARIDAD DEL LUGAREN ECLESIOLOGÍA

Después de crear un espacio natural, Dioscoloca en él a Adán, tipo de la humani-dad (cf. Gn 1,26), y para que sea habita-ble, para que la humanidad pueda existiren comunión (tal como Dios Uno y Trinoexiste), coloca en la humanidad creadala diferencia: creándolos hombre y mujer(cf. Gn 1,27). Y con el hombre y la mu-jer este espacio habitable se convierteen un lugar bueno (cf. Gn 1,31,- iTm 4,4).Pero la libertad humana cuestiona estadiversidad y deja entrar la sospecha y ladivisión, y así herir la existencia de comu-nión y el lugar bueno. Por eso Dios Padrecoloca en este lugar herido a su Hijo, elhombre llamado Jesús (Jn 9,11), tipo del nue-vo Adán, para que haga renacer allí (cf.Jn 19,34; Gn 2,21-24) la riqueza de ladiversidad (cf. Hch 2,1-11/ acontecimien-to contrario a la torre de Babel: la diver-sidad no es motivo de dispersión sino decomunión), es decir: la Iglesia, tipo de lanueva Eva (cf. Ap 12).

La Iglesia es ahora y aquí, en el espacio-tiempo, en un lugar, el cuerpo de Cristoresucitado, donde Dios quiere colocartoda la humanidad en comunión, dondela diversidad no solo no impide, sinoque favorece la relación personal, librey fundada en el amor, entre Dios y losniños, jóvenes y adultos de aquel lugar.He aquí la misión de la Iglesia en suinserción en el mundo, con ayuda delEsposo que, con su muerte y resurrec-ción, ha reconciliado toda la humani-dad con su Padre en la comunión delEspíritu.

Hoy, y hasta que el Señor resucitadoregrese, la Iglesia es de Dios y de un lugar.Es más, solo será fiel a su misión en elmundo, al servicio de la humanidad ydel proyecto de Dios Padre, siendo deDios y de un lugar y recibiéndose de laTrinidad. Que sea de Dios, quiere decirque la Iglesia procede de él y hacia él

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va, acompañada por Jesucristo y anima-da por el Espíritu. Que sea de un lugar,significa que la Iglesia hace suyos losgozos y esperanzas, tristezas y angus-tias de los humanos, sobre todo de lospobres y de cuantos sufren (cf. Gaudiumet spes 1), de allí donde echa sus raíces yexiste como comunión con Dios y conlos pobres y entre hermanos,- pero tam-bién significa que asume como propioel espacio natural de aquel lugar.

La Iglesia existe en relación, en relacióncon Dios o con Cristo, y a la vez en re-lación con un lugar concreto. Precisa-mente el Espíritu del Señor resucitadola hace relacional. Así, por la Palabra y elSacramento, el Espíritu enraiza y edifi-ca la Iglesia en Dios o en Cristo (es deDios o de Cristo) y la enraiza y la edificaen un lugar concreto (es de Roma, deMadrid, de Santiago de Compostela,de Girona).

El lugar es el espacio relacional del mun-do creado. El espacio relacional entrehombres y mujeres, entre los humanosy todo el mundo creado, y entre los hu-manos y la Palabra de Dios hecha carney comida y bebida verdaderas. El An-tiguo Testamento ya describe la acciónde Dios que sitúa a su pueblo en unlugar bueno (cf. Ex 15,17,- 2Sa 7,10,- Jer32,41,- Am 9,15), para que haga allí laexperiencia relacional originaria: exis-tir como fraternidad, una unidad en ladiversidad.

La Iglesia de los tres primeros siglosincultura el Evangelio en el espacio re-lacional de entonces: la casa, y desde lacasa, en la ciudad. Según el obispo deRoma san Juan Pablo II: «La incultura-ción es la encarnación del Evangelio en

las culturas autóctonas y a la vez la in-troducción de estas culturas en la vidade la Iglesia» (Slavorum apostoli 21).

El Evangelio de Dios habla todas laslenguas y por eso se localiza, pero nopor eso deja de ser católico, en el sen-tido que expresa el katbolou, la plenitudy totalidad de la Palabra hecha carne enJesús de Nazaret.

La Iglesia local se edifica sobre tres pi-lares: el obispo diocesano, la Eucaristía yel lugar donde se enraiza el Evangelioacogido y se edifica la única Iglesia deDios. Este lugar es la carne, de humanidadque Dios desea salvar a través de suIglesia, donde Cristo y el Espíritu si-guen la obra de reconciliación del Pa-dre desde el justo Abel hasta el fin delmundo.

Y la llamada a la fraternidad universalpide que todos los seres humanos,empezando por los cristianos, coope-remos, sin violencias, sin engaños, en verda-dera paz, en la edificación del mundo(cf. Gaudium et spes 92). Y este servicioeclesial a la humanidad empieza con eldiálogo entre todos los que integramosel único pueblo de Dios, tanto pastorescomo fieles,- un diálogo que busque launidad en lo necesario, la libertad en lo dudosoy la caridad en todo. Un diálogo que noslleve a reflejar la comunión con Dios y conlos pobres y entre nosotros; un diálogo teji-do desde la sinodalidad. Una sinodalidadque pone en el mismo camino a todoslos cristianos y a las Iglesias locales quesirven la catolicidad en una nación oregión determinada por una historia ycultura comunes.

JAUME FONTBONA

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Cinco publicaciones para conmemorar los 50 años de MD

Para leer, para regalar...los cinco libros: 29,00 €

El CPL propone cinco publicaciones para cele-brar los 50 años de Misa Dominical:

¡Hagámoslo bien! Consejos prácticos para la ce-lebración de la misa, de Xavier Aymerich y Jo-sep Lligadas. Las 50 propuestas que forman

esta sección de la revista. Un libro de la colec-ción Celebrar útil y fácil de leer.

Cuatro pequeños volúmenes, en la colecciónEmaús, en los que se pueden encontrar losartículos de la sección «Última página», des-de el año 1 999 hasta hoy, de cuatro perso-nas muy significativas en la pastoral litúrgica,

que han prestado identidad a Misa Dominical:Pere Tena (Celebración cristiana, armonía yverdad), Joaquim Gomis (Celebración cristia-

na, el núcleo de la vida), Juan Martín Velasco(Celebración cristiana, con pasión y esperanza)

y Xabier Basurko (Celebración cristiana, mi-

niaturas teológico-litúrgicas). Son cuatro vocescomplementarias, que mantienen el frescor y

la sabiduría del primer día.

EL BESO AL ALTARY AL EVANGELIARIO

Todos conocemos el significado del beso enel lenguaje simbólico. Incorporado a la liturgia, y según una costumbretradicional, la veneración del altar y del evangeliario se hace besándolos.En el caso del evangeliario, el beso lo hace el diácono o presbítero cuandoacaba de proclamar el Evangelio. Pero en el caso del beso al altar que sehace al principio y al final de la misa, ¿quién debe hacer este gesto? Si setrata de una misa en la que solo hay un sacerdote (con o sin diácono) lacosa está clara: «El sacerdote y el diácono besan el altar» (IGMR, núms.49.90). Pero si nos referimos a una misa concelebrada, nos daremos cuentade que al principio, «cuando llegan al altar, los concelebrantes y el cele-brante principal, hacen inclinación profunda, veneran el altar con un beso»;es decir, todos los ministros ordenados que concelebran. En cambio, alfinal de la misa, solo «el celebrante principal, acompañado por el diácono, .lo venera besándolo como de costumbre»; los restantes concelebrantessimplemente, antes de retirarse del altar, le hacen una profunda inclinación(IGMR, núms. 211.251). Vale la pena, pues, fijarse, y hacerlo bien.

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GREGORI ESTRADA, 100 AÑOSEl 28 de abril de 1918, al día siguien-te de la fiesta de la Virgen de Montse-rrat, nació en Monistrol de CaldersFrancesc Xavier Estrada i Gamissans.Después de los años que pasó en laEscolanía de Montserrat, en 1933 in-gresó en el monasterio, donde le pu-sieron el nombre de Gregori Maria.Pasó allí toda su vida. Murió el 18 demarzo de 2015.

Durante muchos años, el P. GregoriEstrada iue organista del monasterio,se encargó del proyecto del actualconjunto de campanas, compuso parala liturgia monástica y para la Esco-lanía, se especializó en canto grego-riano y organística, estudió manuscri-tos musicales antiguos, en especial elllamado Llibre Vermell de Montserrat,y creó unos cursos para directores decanto litúrgico, que todavía hoy tie-nen lugar cada verano en la Abadía.

Precisamente, el pasado 28 de abril,unas sesenta personas vinculadas aestos cursos dedicamos la mañanaen Montserrat a recordar el centena-rio de su nacimiento y a celebrar sumaestría humana, musical y cristiana.Participamos en la misa conventualde la comunidad benedictina,- y nosencargamos de cantar la Salve Regina,el saludo que cada día peregrinos ycoro dirigen a la Virgen. Al final, can-tamos algunas piezas del P Gregorique previamente habíamos ensayado.La comida compartida puso el puntofinal a esta jornada convocada por lacomisión que organiza los cursos dedirectores de canto litúrgico.

Aunque no del todo reconocida y qui-zás de manera inconsciente, la obradel P. Gregori no es extraña a quienessuben a Montserrat y participan de lamisa conventual o del oficio divinode la comunidad. El sonido que nosllega, desde las campanas a los can-tos de entrada, salmos responsoriales,aleluyas, o salmos, cánticos, antífonasy responsorios del oficio divino... es,fundamentalmente, responsabilidadsuya. No es que todos sean obra suya,sino que supo coordinar el talentomusical de varios monjes de la co-munidad. También es conocido fueradel ámbito de las diócesis de la Ta-rraconense y la Barcinonense, por lasmúltiples actividades en las que par-ticipó. Por ejemplo, fue visitador delColegio del Patriarca de Valencia y seencargó de los cursos de liturgia deMontserrat, en los que participaronen los años cincuenta muchos semi-naristas y sacerdotes.

Por todo ello, alegrémonos de este pri-mer centenario del P. Gregori Estrada.

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FIDELIDAD AL IDEARIO DEL CPLEN UN NUEVO CONTEXTO

LA ASAMBLEA-CUMBRE DEL CPL

El pasado 20 de juniotuvo lugar en el semi-nario de Barcelona laasamblea-cumbre delCentre de Pastoral Li-túrgica, uno de los es-pacios de reflexión yencuentro de todos losmiembros del CPL, queactualmente son 26 (18sacerdotes, 2 diáconosy 6 laicos, entre los cua-les hay 3 mujeres, de lasdiócesis de Barcelona,Sant Feliu, Tarrasa, Ge-rona, Pamplona, Sol-sona, Tarragona, Vic yUrgel).

El Centre de Pastoral Li-túrgica es una asociaciónpública de fieles que esteaño celebra sus primeros60 años de vida. Naci-do en 1958, como unode los frutos del movi-miento de renovaciónlitúrgica en Cataluña,contó entre sus funda-dores con Pere Tena,Joan Bellavista y PereParnés. Anterior, pues,al Concilio Vaticano II,convirtió la adaptacióny la aplicación del Con-cilio, especialmente desu Constitución sobre la sa-

grada liturgia, en un hitode su ideario. Duranteestos 60 años, el aseso-ramiento a sacerdotesy comunidades, la do-cencia y sus numerosaspublicaciones han cons-

truí

des cristianas, en comu-nión con el conjunto dela Iglesia y en sintoníacon el Concilio Vatica-no II, para que la liturgiase haga «en espíritu y enverdad».

tituido su principal acti-vidad.

En la asamblea del 20 dejunio, en la que partici-paron también algunostrabajadores de la casa,se hizo una dinámica,dirigida por el profesory jesuíta Joan Carrera,de cuestionario DAFO(Debilidades, Amena-zas, Fortalezas y Opor-tunidades), porque elCentre se plantea cómocontinuar hoy, entre loscambios sociales y ecle-siales que todos vivimos,siendo fiel a su ideariode servir a las comunida-

En la asamblea se eligióal nuevo Consejo, for-mado por: Xavier Ayme-rich, Jaume Fontbona,Mercé Solé, Joan Torray M.Ángels Termes, alos que debe añadirseel presidente, Josep M.Romaguera, y el geren-te, Miguel Lirio.

Este equipo ha recibidoel encargo de elaborarun plan de trabajo apartir del diagnósticoy de las propuestas for-muladas en el cuestio-'nario DAFO.

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Ayudar a conocer y aplicar el Ritual de la IniciaciónCristiana de Adultos

\Misa Dominical se ha convertido enun instrumento imprescindible ala hora de preparar ycelebrar la Eucaristíadominical y otras fiestassignificativas!

Hace casi cuarenta añosque semana tras semanaconsulto los diversosaspectos que nospresenta Misa Dominical,primero como seminarista, y despuéscomo sacerdote.

Ayudan muchísimo las«orientaciones» que sitúan lospuntos esenciales de la celebracióndel domingo concreto, y las «notasexegéticas» que ayudan a centrarseen el contexto bíblico y en elmensaje de las lecturas.

La «hoja para la celebración»facilita, tanto a laicos como apresbíteros, la buena marcha de lacelebración, aportando seguridad yactualización en la oración universaly en las sugerencias para los cantos.

Pienso que Misa Dominicalpuede continuar ayudando enla pastoral litúrgica de nuestrascomunidades parroquiales, teniendosiempre presentes los objetivos«fundacionales» e incorporando

nuevas iniciativas para poderresponder al momento presente tan

constantemente cambiante.

Una de las maneras conlas que puede ayudar MisaDominical es ofreciendoreflexiones para profundizaren la necesidad de conocery aplicar las orientacionesdel Ritual de la IniciaciónCristiana de Adultos (RICA),

que exigen todo un procesocatequético-litúrgico en el interiorde la comunidad cristiana de cara ala celebración de los sacramentos dela iniciación cristiana en niños nobautizados a partir de los siete añosde edad, y en jóvenes y adultos quequieren la vida cristiana. Hay quevalorar positivamente la unidad enla celebración de los sacramentosde la iniciación cristiana, bautismo,confirmación y Eucaristía.

Gracias por estos cincuenta añosde generosidad de tantas personase instituciones que han hecho yhacen posible Misa Dominical comoverdadera ayuda para la dignidady participación de los fieles en laliturgia.

¡Que santa María, Madre de laIglesia siga acompañando vuestrotrabajo!

Felip-Juli RodríguezRector del Seminario Conciliar y Director del Servicio diocesano para el Catecumenado del Arzobispado de Barcelona

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Última páginaCAPA SAMTO tS UtfA

Alabanza a Dios Padre, Hijo y EspírituSanto por todos aquellos que, llama-dos a la santidad, responden generosa-mente. Son padres y madres de fami-lia, jóvenes y gente mayor, religiosos ylaicos, personas de vida contemplativay de vida activa. Son una multitud in-mensa que ahora ya goza de la visiónde Dios, Trinidad de Amor, e intercedepor nosotros para que allá donde es-tén podamos también llegar nosotroshabiendo vivido también aquí el espí-ritu de las bienaventuranzas evangéli-cas. La virgen María, Madre de Jesúsy Reina de los santos y Madre de lospecadores, se une a nuestra oración dealabanza y de acción de gracias.

Celebrar los santos es, para la Iglesia,una fiesta de la más viva esperanza. Esla celebración de la vida plena de «losque vienen de la gran tribulación: hanlavado y blanqueado sus vestiduras enla sangre del cordero». Son los que hanpuesto toda su confianza en la personade Jesús, esta confianza que los ha ayu-dado a vivir, a amar, a servir y tambiéna sufrir por causa del Evangelio, y asíhan construido su vida y le han en-contrado un sentido pleno. Nosotroshemos sido llamados a formar partede este pueblo inmenso, cada uno enparticular y todos juntos: llamados aser santos como Dios es santo, a ser

«perfectos como vuestro Padre celes-tial es perfecto».

Cada santo es una misión -dice elpapa Francisco-, un proyecto delPadre para reflejar y encarnar, en unmomento determinado de la historia,un aspecto del Evangelio. El relato delas bienaventuranzas es la propuestamás concreta, un camino de felicidadauténtica, a menudo contrapuesta aotras muchas propuestas que nos lle-gan. Jesús habla de hombre nuevo, dehumanidad nueva, de cambio de men-talidad, de conversión. Esto no se rea-liza sin esfuerzo; el primer campo deacción somos cada uno de nosotros.Hay que comenzar por uno mismo.

Jesús nos lo dice muy claro: quienestienen un corazón de pobre, personassencillas; los humildes, los que llevansu amor al extremo de la compasióny de la misericordia; los que tienenhambre y sed de ser justos; los limpiosde corazón, los transparentes, los queno viven de apariencias ni de falseda-des; los que buscan la paz y trabajaninfatigablemente por conseguirla paratodos; los perseguidos, calumnia-dos, criticados, rechazados, porqueson buenas personas, porque viven elEvangelio, porque plantan cara a la in-diferencia, al orgullo, a la injusticia, ala violencia.

SEBASTIÁ TALTAVULL

Centre de Postoral LitúrgicaH Nápols 346, 1 - 08025 Barcelona^ 933 022 235 ̂ [email protected] - ujujuu.cpl.esuua619741 047

Director de la publicación: Xavier Aymerich

Año LSubscripción anual: 76,50 €

Precio de cada ejemplar: 5,00 €Imprenta: Agpograf

ISSN 1 887-8202 / D.L: B.l 8.369-1975