CPl

Misa DominicalCentre de Pastoral Litúrgica

21 y 28 de enero; 4 y 11 de febrero de 2018

CNO

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Aunque ha pasado un tiempo desde lasfiestas de Navidad, todavía resuenan

en nosotros aquellos días tan familiares yllenos de celebraciones. Uno de los signosmás significativos presente en aquellas fe-chas era la luz: multitud de bombillas,velas... todo para romper la oscuridad tancaracterística de aquella época del año.

D. 3 del tiempo ordinario / BD. 4 del tiempo ordinario / BD. 5 del tiempo ordinario / BD. 6 del tiempo ordinario / B

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Pero si nos fijamos, la luz es un elementoque nos acompaña a lo largo del año: elcirio pascual nos revela al Señor Resucitado que nos ilumina -tambiénen bautizos y funerales—,- la fiesta de San Juan con la presencia, en mu-chos lugares, del fuego que -como el Bautista- quiere dar paso a lo nue-vo,- por Todos los Santos la luz de las velas hace visible nuestra oración,-antes de Navidad con los cuatro cirios de la corona de Adviento quere-mos preparar la venida de Aquel que es la Luz del mundo.

¿Y ahora, cuando Nochevieja se va alejando y todavía no ha llegado Cua-resma? Nos encontramos con la fiesta de la Presentación del Señor, cono-cida popularmente como «La Candelaria». Y encendemos las pequeñascandelas pidiendo que nuestros ojos, como los de Simeón y como los de laprofetisa Ana, no se cansen de esperar. Porque, en la vida, la luz nos ayudaa encontrar el camino. Y Jesús nos ayuda a encontrar el camino hacia lafelicidad verdadera, que es la que nos acerca a Dios y a los hermanos.

MlQUEL ÁLVAREZ RODRÍGUEZ

TU DIESTRA, SEÑOR, ES MAGNÍFICAEN PODER (EX 15,6)

El año 2017 ha sido intenso desdeuna perspectiva ecuménica. Ha sidoel año en el que se ha conmemora-do el 500 aniversario del inicio de laReforma del siglo XVI, con las 95 te-sis de Martín Lutero. Un documentoimportante precede y al mismo tiem-po anuncia este acontecimiento: Delconflicto a la comunión, elaborado con-juntamente por luteranos y católicos,donde se destaca el contexto privile-giado de esta efeméride. Es el primercentenario en el que ya existe un mo-vimiento ecuménico y en un tiempode globalización. Y ello se entiendeclaramente como una oportunidadpara acercarse y caminar juntos conel deseo de una sincera y mutua au-tocrítica. Hay que ver la Reforma yla persona de Martín Lutero con ojosconciliadores. El diálogo ecuménicono es tan solo posible, sino que tam-bién es, sobre todo, necesario. La vi-sita del papa Francisco a la catedralde Lund en Suecia fue un momentonotable en el que el obispo de Romadejó transcrita la capacidad que hayque tener para un mutuo discerni-miento, y, así, ver los errores y pedirperdón. Habrá que ver más adelantecuáles han sido los frutos que se re-cogerán de todo este tiempo de re-flexión y oración conjunta. El 31 deoctubre de 2018, el último día de estaconmemoración ecuménica, la Fede-ración Luterana Mundial y el Ponti-ficio Consejo para la Promoción dela Unidad de los Cristianos han es-

crito un documento de clausura, enel que luteranos y católicos muestransu agradecimiento por la mutua con-vivencia de estos 50 últimos años,donde se van eliminando prejuiciosy apuntan a futuros acuerdos teológi-cos, como también a un compromisocontinuo en sintonía con la voluntadde nuestro Señor Jesucristo.

Del 18 al 25 de enero de 2O18,dentro del marco de la Semana deOración por la Unidad de los Cristia-nos, se ha escogido como lema la citadel libro del Éxodo que encabeza esteartículo. Se han preparado materialespublicados de manera conjunta por elPontificio Consejo para la Promociónde la Unidad Cristiana y la Comisión

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Fe y Constitución del Consejo Mun-dial de las Iglesias.

Esta cita bíblica está relacionada conun himno, «La mano poderosa deDios», escrito por un grupo de tra-bajo de la Conferencia de Iglesiasdel Caribe en agosto de 1981. Lasnaciones del Caribe, como acontecióen la historia de Israel, consideran estehimno como un referente de victoriay libertad ante las continuas amenazascontra la dignidad humana, despuésde más de 500 años de colonialismoy esclavitud. Siguiendo este paralelis-mo con los israelitas oprimidos por elpoder egipcio, a quien Dios concediócoraje para seguir adelante hasta reci-bir el don de la liberación, las Iglesias

del Caribe trabajan también por ladignidad y el servicio a los más pobresy vulnerables, en una situación actualde neocolonialismo y con deficienciasque provienen del pasado, que no ha-cen más que empeorar su situación.Pero como se recuerda en su himno:«La mano poderosa de Dios siembraen nuestra tierra semillas de libertad,esperanza y amor».

Tengamos presente siempre quenuestro compromiso ecuménico nose concentra solo en una semana alaño, sino que hay que asumirlo ennuestra vida cristiana de cada día.

XAVIER ARTIGASDelegado de Ecumenismo j Relaciones Interrelitjiosas

de la diócesis de SetntFelfa de Llobregat (Barcelona)

LAS MONICIONESDE LA MISA

Es bueno que en determinados momentos de la celebración sepuedan hacer algunas moniciones explicativas. Unas ya las indi-can las propias rúbricas del misal (antes del Padrenuestro, invita-ción a la paz...). Las dice el celebrante con las palabras previstas uotras parecidas. Se permite añadir otras si se considera oportuno:introducción inicial, antes de las lecturas, antes de la plegaria euca-rística, antes de la despedida (IGMR, núm. 31). Estas monicionespuede hacerlas el celebrante o también el diácono o un ministrolaico, es decir el monitor o comentarista. Son unas «explicaciones ymoniciones para introducir a los fieles a la celebración y para dispo-nerlos a entenderla mejor», muy útiles, por lo tanto, para su mejorparticipación. Ahora bien, deben estar «bien preparadas y con pers-picua sobriedad». Por cierto, «el comentarista permanece de pie enun lugar adecuado frente a los fieles, pero no en el ambón» (IGMR,núms. 50.57.105).

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CARTA DESDE SANTA POLA

Wuerído 1. /Xavier /Aymerich:

bolamente unas letras para comunicarle que en nuestra revís=

ta «/Vlí /Vladre larroquía», del mes de agosto de este año,rundada por un servidor en el año 1953, hemos publicado

un artículo tomado de «A/lisa Dominical» titulado: bobre las

cenizas de los díluntos. /\ Leer este artículo y creído ser muyimportante para ser reproducido en nuestra Revista. L-omo po-

drá comprobar (pág. 4) he indicado su procedencia.

«/Vlí /Vlaare larroquía» se publica todos los meses yes recibida

con mucho cariño por esta Comunidad larroquíal y amigos de

toda Lspaña.

Ju publicación hace muchos años que la recibo y todo cuanto

contiene es para mí muy provechoso y necesario/ sobre todo lo

relacionado con 1a homilía de domingos y Restas.

íerdone que no haya pedido permiso para publicarlo/ pero

espero tenerlo para publicar otros interesantes artículos que se

publican en «/Vlisa LJomíníca!» y que contienen un caudal

incalculable de valor espiritual y pastoral.

I^es lelícíto por su consonante labor pastoral que nos hace mu=

cho bien a los sacerdotes. !. /Xavier, soy un sacerdote de esta

diócesis de L-/rihueU=/\licante/ ordenado en el año 1953. /a

tengo 91 años de edad. / aunque voy notando que se me

está agotando el aceite ae la lámpara de mí vida, quiero seguir

gastándome y desgastándome por Cristo. I No le olvido en mis

oraciones. Cspero que usted ha^a igual. Un abraco.

/Xntonío Fuentes Komero

Director y fundador de la Revista "/Vlí /Vladre larroquía»

Vicario larroquíal

C_.apeüán /Aeropuerto Internacional LJ /Mtet (/v'icante)

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¿Cómo esla pastoral

litúrgicade nuestra

comunidadcristiana?

Las comunidades cristianas, a través de los años, han ido adaptando suvida litúrgica a los múltiples condicionantes y a la tradición de aquel lugarconcreto. Un nuevo esfuerzo para conocer y profundizar los elementoscentrales de la liturgia, revisar la situación de la comunidad, y hacerpedagogía de las celebraciones. Todo ello es conveniente para que siga siendovida comunitaria auténtica, con vigor renovado para celebrar los misterios ytestificar la vida de oración del sacerdote y de la comunidad.

1. Rezar y celebrar la fe en común

Os digo, además, que si dos de vosotros seponen de acuerdo en la tierra para pediralgo, se lo dará mi Padre que está en el cielo.Porque donde dos o tres están reunidos enmi nombre, allí estoy yo en medio de ellos(Mt 18,19-20).

La Iglesia nunca ha dejado de reunirsepara celebrar el misterio pascual Jesucristoestá siempre presente en su Iglesia, princi-palmente en los actos litúrgicos (ConcilioVaticano U, Constitución sobre la SagradaI/fur^zaSacrosanctumConcilium, núms. 6-7).

está Cristo mismo que es el actor principalde la Eucaristía. Él es sumo sacerdote dela Nueva Alianza. Él mismo es quien pre-side invisiblemente toda celebración (Cate-cismo de la Iglesia Católica, núm. 1348).

La oración es una dimensión esencial dela vida cristiana. Pero no solo la oraciónpersonal, sino también, y tal vez con másfuerza, la oración comunitaria. Un cris-tiano nunca puede vivir solo su fe; Jesúsnos invita siempre a agruparnos, especial-mente cuando la comunidad se reúne pararezar y para celebrar juntos. La celebra-ción de la fe en la liturgia no agota toda la

riqueza sacramental de la Iglesia, pero sí sehace presente de una forma privilegiada lagracia de Dios, la presencia de Jesucristo y lafuerza del Espíritu Santo.

1. Los fieles de nuestra parroquia(empezando por cada uno de noso-tros), ¿valoramos suficientementelos espacios de oración y celebra-ción de la fe en comunidad?

2. ¿Qué espacios de oración (apartede la Eucaristía) ofrecemos desde laparroquia? ¿Podríamos mejorar estadimensión?

Para profundizar más:

Reflexionar sobre la oración delPadrenuestro, señalando todos loselementos que la convierten en unaoración más comunitaria que indivi-dual.

2. Centralidad de la liturgia en la vida cristiana

Y perseveraban en la enseñanza de los apósto-les, en la comunión, en la fracción del pan y enlas oraciones. Todo el mundo estaba impresio-nado y los apóstoles hacían muchos prodigiosy signos. Los creyentes vivían todos unidos ytenían todo en común; vendían posesiones ybienes, y los repartían entre todos, según lanecesidad de cada uno. Con perseveranciaacudían a diario al templo con un mismo espí-ritu, partían el pan en las casas y tomaban elalimento con alegría y sencillez de corazón;alababan a Dios y eran bien vistos de todo elpueblo; y día tras día el Señor iba agregando alos que se iban salvando (Hch 2,42-47).

La liturgia es la cumbre a la que tiende laacción de la Iglesia y, al mismo tiempo, lafuente de donde mana toda su fuerza. Pues lostrabajos apostólicos se ordenan a que todos,hechos hijos de Dios por la fe y el bautismo,se reúnan, alaben a Dios en medio de la Igle-sia, participen en el sacrificio y coman la cenadel Señor (Concilio Vaticano II, Constituciónsobre la Sagrada Liturgia Sacrosanctum Conci-lium, núm. 10).

La celebración de la Misa, como acción deCristo y del pueblo de Dios, es el centro detoda la vida cristiana para la Iglesia, tantouniversal, como local, y para cada uno de los

fieles. Pues en ella se tiene la cumbre, tantode la acción por la cual Dios, en Cristo, santi-fica al mundo, como la del culto que los hom-bres tributan al Padre, adorándolo por mediode Cristo, Hijo de Dios, en el Espíritu Santo(Instrucción General del Misal Romano, 3a

edición, núm.16).

Ciertamente, la liturgia no es la única activi-dad de la Iglesia, pero sí que es su centro. Loexpresa muy bien la expresión del ConcilioVaticano II: «cumbre y fuente», en el sen-tido de que toda la vida cristiana (personaly comunitaria) culmina en la celebraciónlitúrgica, y a la vez de ella resurge una vidacristiana renovada; como un alimento paravolver a la vida. San Juan Pablo II escribióuna encíclica en 2003 que precisamente setitulaba: La Iglesia vive de la Eucaristía.

1. Los fieles de nuestra comunidad(comenzando por cada uno de noso-tros), ¿experimentamos el momentode la Eucaristía dominical como elcentro de nuestra vida cristiana?

2. ¿Realmente nuestras celebracioneslitúrgicas son «cumbre y fuente», esdecir, encuentro de fieles y grupos,y, a la vez, motor de impulso reno-vado? ¿Cómo podríamos mejorarlo?

Para profundizar más:

Leer y comentar «los discípulos deEmaús» (Le 24,13-35), donde se vecómo los discípulos descubren queJesús está con ellos en el momentode la fracción del pan.

3. Celebraciones más vivas: formación yparticipación « La Madre Iglesia desea ardientemente que se

lleve a todos los fieles a la participación plena,consciente y activa en las celebraciones litúr-gicas que exige la naturaleza de la liturgiamismaya la que tiene derecho y obligación, envirtud del bautismo, el pueblo cristiano... Porello, en toda su acción pastoral, los pastoresde almas deben aspirar a ella diligentementemediante la debida formación (Concilio Vati-cano H, Constitución sobre la Sagrada LiturgiaSacrosanctum Concilium, núm. 14).

El Concilio recomienda vivamente a los párro-cos de las iglesias que revisen periódicamentela calidad espiritual y eclesial de las celebra-ciones eucarísticas, especialmente las de losdomingos, expresión privilegiada de la vida dela comunidad. Los consejos de pastoral y laspersonas que colaboran en la preparación de

las celebraciones podrán aportar tambiénsu ayuda en esta revisión. El Conciliopide que se garantice la participación y,a la vez, la calidad estética de las celebra-ciones, con el ejercicio correspondientede los diversos ministerios y Junciones;la expresividad de los símbolos y la noblesimplicidad de los ritos de acuerdo conlos libros litúrgicos; las condiciones dellugar de la celebración... (Concilio Pro-vincial Tarraconense, núms. 62.64).

La liturgia es vida para todo el pueblo dela Iglesia. Por su naturaleza la liturgia esde hecho «popular» y no clerical, siendo(como enseña la etimología] una acciónpara el pueblo, pero también del pueblo.Como recuerdan muchas oracioneslitúrgicas, es la acción que Dios mismocumple a favor de su pueblo, pero tam-bién la acción del pueblo que escucha aDios que habla y reacciona alabándolo,invocándolo, acogiendo la inagotablefuente de vida y de misericordia quefluye de los santos signos (Discurso delpapa Francisco a los participantes en la68a Semana Litúrgica Italiana, 24 agosto2017}.

El objetivo fundamental de la reformalitúrgica que hizo el Concilio VaticanoII fue la renovación y el fomento dela liturgia, para que las celebracionesfueran más vivas y así el pueblo de Diosobtuviera unos mejores frutos para suvida cristiana. Dos elementos centra-les para alcanzar este objetivo eran laformación y la participación (internay externa). Ciertamente se han dadomuchos pasos en estos años, pero toda-vía quedan carencias y necesitamosavanzar aún más.

1. ¿Cuidamos suficientemente lascelebraciones litúrgicas de nuestracomunidad? ¿Existe un equipo deliturgia que prepare las celebracio-nes?

2. Los fieles de nuestras comunida-des, ¿participan realmente en lascelebraciones, o en muchas oca-siones son, todavía, «espectadoresmudos»? (participación interna)

3. ¿Se promueven los diversos minis-terios laicales en la liturgia: lector,acólito, salmista, músicos, direc-tor de canto, monitor, donadorde la comunión...? (participaciónexterna)

4. ¿Cómo podemos ayudar a la forma-ción de los fieles para que puedanentender y así vivir más intensa-mente la liturgia?

Para profundizar más:

Leer y comentar los núms. 1140-1144 del Catecismo de la IglesiaCatólico, que tratan de los celebran-tes de la liturgia.

Centre de Pastoral Litúrgica Hoja verde

VIVIR, CON FE, LA ENFERMEDAD

Espiritualidaddel cuidado

El domingo 1 í de febrero, día de la Virgen de Lourdes, celebraremos en nues-tra Iglesia la Jornada Mundial del Enfermo, una muy buena ocasión para de-dicar la atención que merecen a las personas de nuestro entorno que estánenfermas y, también, a las que cuidan de ellas.

En el CPL disponemos de materiales diversos que pueden facilitar y mejoraresta atención.

Para las personas ancianas o enfermas:

- Al llegar la vejez (SerieFiesta, 5,75 €)

- La oración de los enfermos (Celebrar, 2,45 €)

- Oraciones para la tercera edad (Celebrar,

2,45 €J

- Hojitas «Con la bondad y la ternura de

Dios» (200 ejemplares, 7,oo€) _^__*_..^_l,,_

ífcPara las personas que cuidan a los enfermos oque quieren reflexionar desde la fe sobre la enfermedad.

- Historias de un enfermo terminal (XavierBatiste, Emaús, 5,25 €).- La casa de las pequeñas alegrías (David Masobro, Emaús, 9,00 €)

- El cristiano y la enfermedad (José'Carlos Bermejo, Emaús, 5,25 €)

- Espiritualidad del cuidado de las personas enfermas o ancianas(Celebrar, 4, -¡o €)

- Nuestra Señora de Lourdes (Josep Libadas, Santos y Santas, 2,00 €)

Para la atención pastoral y sacramental

- Cartel «Con la bondad y la ternura de Dios» [2,00 €)- Cartel «La unción de los enfermos» (2,oo€J- La comunión fuera de la misa (Celebrar, 2,45 €)

- Celebrar la unción y el viático (Celebrar, 2,4 5 €)

- Llevar la comunión a los enfermos(Celebrar, 2,45 €}

- La unción de los enfermos (Jordi Guardia,

Liturgia Básica, 5,25 £}

- La unción, sacramento de los enfermos (han

M. Pérez Pinero, Emaús, 5,25 €)- Los enfermos terminales. La unción de los

enfermos (Dossiers CPL, 7,85 €)

- Pastoral de la salud. Acompañamiento humano y sacramental (Dossiers CPL, 9

- Los ministros extraordinarios de la comunión (José'A. Goñi, Dossiers CPL, 20,00,65 €J

€}

MD 2018/02 49

"Misa Dominical" una valiosa contribución a larecepción y la extensión de la reforma litúrgica

El vocabulario popular, todavíaen uso, para la celebración de laEucaristía y la participación enella de los fieles evidencia la formanotablemente distorsionada decomprender el sacramento de laEucaristía y su celebración quepervive en capas muy ampliasde la población, incluso entre losfieles practicantes. Expresionescomo «decir misa», «ir a misa»,«oír misa» evocan comprensionesy actitudes en relación con lapráctica de la Eucaristía que estánmuy lejos de la «participaciónplena, consciente y activa en lascelebraciones litúrgicas que exigela naturaleza de la liturgia misma»a la que se refiere la «Constituciónsobre la Sagrada Liturgia» delConcilio Vaticano II.Para hacer realidad los principiosy los deseos conciliares, la pastoralde la Iglesia, después del Concilio,ha insistido incansablementeen la necesidad de renovar lacomprensión de la liturgia quehabía llevado a esa situación,y ha ofrecido recursos de todotipo para facilitar a los fieles su«participación consciente, activay fructuosa» en la celebraciónde la Eucaristía. El Centro dePastoral Litúrgica de Barcelonaes ciertamente una de lasinstituciones que más ha trabajado

en España en esta tarea para laimprescindible reforma de laliturgia y sus celebraciones.Uno de los rasgos que caracterizasu contribución es haber tenido encuenta los numerosos aspectos quecomporta el complejo mundo dela liturgia y haber unido al estudiode sus muchos aspectos teóricos laelaboración y difusión de valiosos«materiales» que facilitasen a losagentes pastorales la tarea de ladifícil puesta en práctica de esosprincipios en las distintas accioneslitúrgicas y especialmente en lacelebración de la Eucaristía.Entre esos materiales se destacaMisa Dominical. En él he tenido

50 MD 2 0 1 8 / 0 2

la fortuna de colaborar durantebastantes años, abordando temasmuy diversos, marginales al ampliomundo de^la liturgia, en la seccióntitulada «Ultima página». Perosi hoy me atrevo a hablar de larevista, con algún conocimientode causa y hasta con algunapretendida «autoridad» no espor mi condición de colaboradoresporádico en ella, sino por venirutilizando sus servicios, desdehace ya muchos años, en miscelebraciones de la Eucaristíadominical en la parroquia en laque colaboroMisa dominical ha procuradoa los sacerdotes y a los equiposparroquiales de liturgia uninstrumento que les ha ayudadoa mejorar su, en muchos casos,deficiente formación litúrgica;actualizarla al hilo de los nuevosdocumentos; ampliarla con lafrecuente referencia a campos ycuestiones afines y, sobre todo,a animar a las comunidades arevitalizar su participación en estaacción fundamental de la vidacristiana. Así, somos muchos losque agradecemos las aportacionesal mejor conocimiento de laEscritura que procuran loscomentarios actualizados de lostextos de las lecturas dominicales;la atención prestada en sus páginasa los acontecimientos importantesde la vida de la Iglesia; el cuidadopor conservar y comunicar la

dimensión «devocional»-en el mejor sentido de la palabra-de sus propuestas teóricas yprácticas, dotando a todos suscontenidos de elementos quesuscitan y favorecen la prácticaefectiva de la oración personalde quienes utilizan sus textos ohacen llegar sus contenidos a lascomunidades cristianas.La atención de los autores de lasdiferentes secciones de la revista a

hnríc Termes, Xavier Aymerich, IrancescRomeu, Llufs Prat en una reunión de iaredacción de Mi'sfl Dominical

las publicaciones más importantesen materia litúrgica ha convertidoa sus textos en materiales de unaespecie de «callada formaciónpermanente» que evita a susdestinatarios caer en el maltan frecuente de las «rutinaslitúrgicas».Soy consciente de que estas pocaslíneas no están a la altura de loque merece el «fenómeno Misadominical» Me contento con quesirvan al menos de muestra demi agradecimiento al Centro dePastoral Litúrgica y a todos los quelo han hecho y lo siguen haciendoposible. ¡Ad mullos annos!

Juan Martín Velasco

MD 2018/02 51

Última página

Se hace muy evidente, por doquieraque vayas y en cualquier momentodel día, que hay una mayoría socialpendiente de una pantalla: gentecaminando por la calle mientrasmira su teléfono móvil; en el trayectode autobús o de tren, un porcentajeelevado de los viajeros mira a sumóvil o lee un libro a través de lapantalla de un aparato electrónico;cuando estamos en casa tal vezestamos pendientes a la vez de lapantalla del televisor, del ordenador ydel móvil, etc.

Algo que puede estar haciendoaquella persona a la que observamosmientras mira su móvil, en la paradadel autobús o durante el trayecto, esrezar la Liturgia de las Horas o leerlas lecturas de la misa del día. Porqueestos medios técnicos tambiénofrecen aplicaciones en diversaslenguas al servicio de nuestra oración.

Este progreso de los medios escontundente. Y vale la pena que loaprovechemos, puesto que aportamucho de positivo. Siempre situandolas pantallas como medios que son,deberíamos comenzar a generalizarsu uso también en las iglesias.Medio al servicio de la reuniónde la comunidad, de su oraciónen común, de sus encuentros con

Centre de Pastoral LitúrgicoS Nápols 346, 1 - 08025 BarcelonaS 933 022 235 ̂ cpl@cpl.es - uuiuiju.cpl.es

Director de la publicación: Xavier Aymerich

el Señor Resucitado. Y también,colateralmente, como medio decomunicación para transmitir lasnoticias y avisos a quien puedaninteresar.

En las iglesias en las que se ha idoimplementando este medio, comoen nuestra parroquia, el progreso enla participación es evidente. El libropara cantar lo abría poca gente; ahora,en cambio, la mayoría lee la letra delos cantos que aparece en la pantalla.En las celebraciones que congregan agente que viene ocasionalmente y norecuerda de memoria el padrenuestro,ahora más gente lo reza. Lo mismoocurre con los diálogos del ritual.

Como decía anteriormente, hay quetener claro que se trata de un medio.La pantalla no debe ser protagonista.Y, por lo tanto, no debe acaparar laatención de nadie si no es para buscaruna ayuda para la oración, para larespuesta ritual, para el canto. Nodebe distraer sino, al contrario, debeayudar a concentrar, es decir, a reunir,a hacer comunidad, a rezar juntos, acelebrar juntos.

Nuestra experiencia es que, despuésde tres años, ya no se habla de lapantalla. Señal de que cumple sufunción: ayudar a vivir la celebración.

JOSEP M. ROMAGUERA

Año LSubscripción anual: 76,50 €

Precio de cada ejemplar: 5,00 €Imprenta: Agpograf

ISSN 1 887-8202/D.L: B.l 8.369-1975