Mi libro de comunicación unse
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UNIVERSIDAD MEXICANA DEL
SURESTE
Taller de Expresión
Oral y Escrita
Comalcalco, Tabasco 18-08-2014
Universidad Mexicana del Sureste
Materia:
Taller de Expresión Oral y Escrita
Bloque:
II
Alumno(a):
Adriana Hernández López
Docente:
Euler Ferrer Córdova
Comalcalco, Tabasco 18-08-2014
ÍNDICE
Introducción
Antecedentes
1. BASES DE LA COMUNICACIÓN ORAL 1.1 Principios básicos de la comunicación oral 1.2 Desarrollo verbal de las ideas 1.3 Lenguaje corporal 1.4 Asertividad 1.5 CUALIDADES DEL COMUNICADOR ORAL 1.5.1 Inteligencia 1.5.2 Sensibilidad 1.5.3 Imaginación 1.5.4 Memoria 1.5.5 Laxitud 1.5.6 Cultura 1.5.7 Ética 1.6 MANIFESTACIONES EXTERNAS DEL EMISOR 1.6.1 Porte 1.6.2 Postura 1.6.3 Ademanes 1.6.4 Voz 1.6.5 Contacto visual 1.6.6 Gestos 1.6.7 Fisonomía 1.7 LA PERSUASIÓN 1.8 EL COMUNICADOR EFICAZ
Conclusión
Bibliografía
Introducción
A continuación hablaremos de la comunicación oral así como sus bases,
principios, manifestaciones externas y cualidades que nos ayuden a
comunicarnos con las personas que nos rodean.
La Comunicación Oral es simplemente una forma de usar el lenguaje para
comunicarnos, se establece entre dos o más personas y el medio por el cual se
transmite es el aire sin hacer uso de la escritura, signos, señales o gestos,
utilizando únicamente la voz.
Sin más preámbulo se espera que este análisis sea de mucha ayuda para
comprender más a detalle en que consiste la comunicación y como se encuentra
estructurada y así nos será de gran utilidad para aplicarla en la vida diaria.
Antecedentes
La comunicación oral hace mucho tiempo consistía sólo en gritos y gestos, luego
creció para convertirse en un medio rico y hasta complejo. La capacidad de
transmitir información o el conocimiento adquirido por vía oral resultó un aspecto
decisivo para la creación de lo que conocemos hoy como “cultura”.
Nos ha dejado un legado incalculable de valores, normas, hábitos y técnicas que
los seres humanos desempeñamos cotidianamente. La oralidad nos construye
como sujetos sociales y todo lo que podamos decir, pensar sobre este lugar
maravilloso y privilegiado, es una aportación a su interior misterioso y a su exterior
sorprendente.
Actualmente, los avances de la ciencia hicieron posible el desarrollo de otras
formas de comunicación oral a través de nuevos medios que la potenciaron
acortando la brecha espacio-tiempo. A su vez, en la Argentina, se intensificó
masivamente el uso de la telefonía celular y los sistemas de mensajería
instantánea incorporaron la comunicación oral.
Si atendemos a su historia, los medios de comunicación aparecen en este orden:
1) lengua hablada, 2) lengua escrita, 3) fotografía-cine-fonógrafo-radio-televisión,
4) informática-telemática. Aunque pueda no parecerlo, nos estamos fijando en el
papel del desarrollo tecnológico comunicativo en el proceso civilizatorio y, tal vez
abusivamente, ubicando retrospectivamente la producción humana de softwares
(lenguajes, alfabeto, actos de comunicación, programas de radio, computación,
etc.) y de hardwares, en su doble versión de soportes de la transmisión (cuerpo
humano, piedra, papiro, papel, ondas hertzianas, cables, impulsos eléctricos, etc.)
y de máquinas de comunicación (litografía, foto, cine, teléfono, computadoras,
etc.).
El lenguaje humano, desde su instrumentalidad comunicativa y expresiva, se ha
desarrollado a lo largo de dos niveles de la lengua: el oral y el escrito, dando lugar
a las modalidades de realización que en la nomenclatura moderna identificamos
con los vocablos oralidad y literalidad.
1.1 Principios básicos de la comunicación oral
Definición. Debemos indicar brevemente el motivo de nuestra exposición antes
de comenzarla, pretendemos conseguir con ella, las razones que nos llevan a
intervenir, etcétera
Estructura. Tenemos que procurar en todo momento que el mensaje que
tratamos de emitir esté bien ordenado por etapas y de forma coherente
Énfasis. Trataremos de ensalzar aquellas palabras o frases que refuerzan nuestra
exposición, aplicando estrategias como elevar un poco más el tono de voz o
realizar pequeñas pausas
Repetición. Conviene ahondar y repetir todas aquellas palabras y frases que nos
ayuden a captar la atención de nuestro interlocutor, y así posibilitar una mejor
compresión de nuestro mensaje
Sencillez. Procuraremos exponer nuestras ideas de la forma más clara y sencilla
y utilizar el vocabulario más accesible para nuestro interlocutor.
1.2 Desarrollo verbal de las ideas
Es el usar nuestras habilidades de redacción para elaborar ideas, primero
va la idea principal seguido por un apoyo: Desarrollo verbal de Ideas
EXPLICACIÓN DESCRIPCIÓN DEFINICIÓN ANALOGÍA Se utiliza para describir
los pasos o las etapas de un proceso, ya sea natural o artificial Es un apoyo que
se utiliza para crear una imagen de las cosas a las personas. El apoyo de
definición es el que aporta el significado de un concepto, su interpretación en
cierto contexto y/o grupo El orador intenta clarificar un concepto desconocido por
el público, usando un ejemplo más sencillo que él considera que sí es conocido
ILUSTRACIÓN Es un ejemplo explicado con detalle y presentado en forma
narrativa. Se usa para insistir en un punto o aspecto importante CASO
ESPECÍFICO Es un ejemplo que no se desarrolla con detalle narrativo.
Solo se cita a una persona, un lugar, un objeto o un suceso para concretar y
ejemplificar la idea principal TESTIMONIO CITA ESTADÍSTICA REPETICIÓN El
orador repite alguna frase o palabra para darle mayor fuerza o impacto a la idea El
orador cita estadísticas para especificar la idea principal Se refiere a una frase,
idea o pensamiento expresado por una persona reconocida Es cuando se expresa
o expone una idea o un pensamiento propio acerca de algo.
1.3 Lenguaje corporal
El lenguaje corporal puede tener un gran impacto en tu vida profesional, así
como crear o romper un trato, una relación de negocios e incluso tu éxito
financiero. “En los negocios, una de las cosas más importantes es la impresión
que das a las personas”, dice Eliot Hoppe, autor y experto en lenguaje corporal.
El lenguaje corporal incluye los movimientos corporales, las expresiones
faciales y gestos, así como el tono de voz. Toma nota de los tips de Hoppe para
optimizar tu probabilidad de tener éxito:
1) Postura: Las personas hacen suposiciones sobre otros en los primeros
cuatro segundos, dice Hoppe. “En los negocios debes recordar que cuando entras
a una sala, la gente ya tomó una decisión sobre ti antes de que te sientes”.
Para asegurar que vas a una reunión de negocios con iguales debes tener
una buena postura. “Ponte derecho y ten un caminar enérgico, ya que quieres
mostrar tu deseo de estar ahí y tu confianza en ti mismo”, señala Hoppe.
2) Apretón de manos: El contacto físico es parte esencial del lenguaje
corporal, así que si lo haces mal podrías generar rechazo, mientras que hacerlo
bien puede ser el primer paso a una transacción de negocios exitosa.
“En la mayoría de los lugares del mundo, un apretón de manos en los
negocios es la norma y a partir de él puedes tener una idea sobre si la persona es
dominante y agresiva o pasiva”, afirma Hoppe.
Una advertencia importante: Observa el “juego de poder”. Observaciones
como apretones débiles o firmes pueden ser fáciles. Pero también debes revisar al
saludar a alguien si la otra persona intenta mover el apretón de manera que su
mano quede arriba. “Éste es un juego de poder”, dice Hoppe. Aunque la mayoría
de estas reacciones son inconscientes, a veces son una señal de lo que la
persona desea de ti.
También debes observar qué hace la mano libre durante el saludo. ¿La otra
persona usa la segunda mano para apretar tu mano o para presionar el otro
brazo? Conforme más arriba esté la mano libre, mayor es el juego de poder según
Hoppe.
George Bush y Tony Blair eran un caso clásico de toque de juego de poder.
“Quien ponía su mano arriba o entraba antes a una habitación siempre era un
tema”, dice Hoppe.
Otro consejo: No detengas una bebida en la mano que usas para saludar
gente. “Todo lo que sentirá la otra persona es una mano fría y mojada”, dice
Hoppe. “Y no quieres dar esa impresión”.
3) Tocarse la cara: Nunca toques tu cara. Esto demuestra falta de
confianza y deshonestidad, mientras que tocar tus labios puede ser señal de falta
de acuerdos. “Cuando ves a alguien tocarse la cara, instantáneamente desconfías
de ellos”, dice Hoppe.
4) Tono de voz: El tono de voz juega un papel muy importante en la
comunicación. “Si estás tratando de convencer a alguien de algo presta atención a
tu tono de voz. Si estás haciendo una afirmación o dando una orden tu voz debe
reducir su tono al final de cada oración. Así que si estás tratando de convencer a
alguien, asegúrate de hacerlo”.
También ten cuidado: Una persona que está tratando de decepcionar a
alguien tiende a alzar la voz al final de cada oración.
5) Vestimenta: El rojo y el amarillo son colores de poder. Ten cuidado al
usarlos, ya que pueden mostrar confianza o hacerte lucir arrogante frente a las
personas.
6) Parecer vulnerable: Observa a los artículos de tus colegas como a las
plumas y lentes, ¿tienen los bordes masticados? ¿Cómo detienen sus libros o
portafolios? Estos comportamientos indican cómo una persona realiza
negociaciones, así como su confianza de negocios.
“Cuando nos sentimos vulnerables protegemos el área de nuestro cuello.
Cuando alguien se siente vulnerable intenta protegerse (cargando libros o papeles
frente a su pecho o tocándose el cuello), lo cual es una técnica para notar la auto
confianza”, dice Hoope.
7) Postura de parado: Si quieres dar la mejor impresión cara a cara con
alguien, toma un pequeño paso a la izquierda de manera que tu ojo derecho se
dirija directamente al ojo derecho del colega.
1.4 Asertividad
La palabra asertivo, de aserto, proviene del latín assertus y quiere decir 'afirmación
de la certeza de una cosa'; de ahí puede deducirse que una persona asertiva es
aquella que afirma con certeza. La asertividad es un modelo de relación
interpersonal que consiste en conocer los propios derechos y defenderlos,
respetando a los demás; tiene como premisa fundamental que toda persona posee
derechos básicos o derechos asertivos.
Entrenamiento de la asertividad
El manual de comunicación asertiva comenta que las relaciones interpersonales
pueden ser una importante fuente de satisfacción si existe una comunicación
abierta y clara, pero si esta comunicación es confusa o agresiva, suele originar
problemas. Poder comunicarse de manera abierta y clara es una habilidad que
puede ser aprendida a través de un entrenamiento y uno de los componentes de
esta comunicación es la asertividad. Esta se refiere a defender los derechos
propios expresando lo que se cree, piensa y siente de manera directa, clara y en
un momento oportuno. Especialistas en asertividad enlistan algunas
características de la persona asertiva, entre las cuales se encuentran:
• Ve y acepta la realidad
• Actúa y habla con base en hechos concretos y objetivos
• Toma decisiones por voluntad propia
• Acepta sus errores y aciertos
• Utiliza sus capacidades personales con gusto
• Es auto afirmativo, siendo al mismo tiempo gentil y considerado
• No es agresivo; está dispuesto a dirigir, así como a dejar que otros dirijan
• Puede madurar, desarrollarse y tener éxito, sin resentimiento
• Permite que otros maduren, se desarrollen y tengan éxito
• Pide lo que necesita, dice lo que piensa, y expresa lo que siente, con
respeto.
Andrew Salter definió la asertividad como un rasgo de personalidad y pensó que
algunas personas la poseían y otras no, exactamente igual que ocurre con la
tacañería y la extroversión. La definieron como “la expresión de los derechos y
sentimientos personales”, y hallaron que casi todo el mundo podía ser asertivo en
algunas situaciones y absolutamente ineficaz en otras.
Por lo tanto la conducta asertiva se puede entrenar y de esta manera aumentar el
número de situaciones en las que vamos a tener una respuesta asertiva y
disminuir al máximo las respuestas que nos provoquen decaimiento u hostilidad
1.5.3 Imaginación
Es el ejercicio de abstracción de la realidad actual, supuesto en el cual se
da solución a necesidades, deseos o preferencias. Las soluciones pueden ser más
o menos realistas, en función de lo razonable que sea lo imaginado. Esto quiere
decir que es la cualidad especial que el comunicador oral deba desarrollar para
visualizar lo que está transmitiendo a su público y esto generará un mejor
desarrollo de lo expresado y podrán exponer las ideas con mayor coherencia y
mejorará enormemente la capacidad para parafrasear, dar ejemplos, extender el
tema, entre otras actividades que enriquecen la participación del orador y
promoverá el mejor entendimiento del receptor.
También implica, antes de la presentación, idear sobre cómo se podría mejorar la
exposición y llevarla a un buen término.
1.5.4 Memoria
Es la función cerebral resultado de conexiones sinápticas entre neuronas
mediante la que el ser humano puede retener experiencias pasadas. Los
recuerdos se crean cuando las neuronas integradas en un circuito refuerzan la
intensidad de las sinapsis.
Los recuerdos son imágenes del pasado que se archivan en la memoria.
Esos recuerdos nos sirven para traer al presente algo o a alguien. Así mismo, los
recuerdos también se definen como una reproducción de algo anteriormente
aprendido o vivido, por lo que están vinculados directamente con la experiencia.
Esta cualidad es, para el comunicador, de vital importancia, ya que de la
capacidad retentiva que posea, será la calidad de su exposición, porque ésta será
la única herramienta de apoyo durante la plática que esté impartiendo. La
utilizará, básicamente, para recordar la secuencia del tema y para citar algunos
ejemplos o anécdotas que le permitan enriquecer su presentación e, incluso,
hacerla más amena.
1.5 CUALIDADES DEL COMUNICADOR ORAL
El comunicador, por el simple hecho de pronunciar un discurso en el que
desarrolla un tema, está ejerciendo la nobilísima profesión de instruir. El verdadero
comunicador se dirige a un auditorio heterogéneo, no sólo a un grupo de personas
que pertenecen a un mismo nivel, sino que está capacitado para hablar a un grupo
complejo de personas de distinta índole. Por ello, debe contar con ciertas
cualidades que le permitan desarrollarse frente a un público, de manera óptima y
que pueda, además, concluir con éxito su presentación oral.
1.5.1 Inteligencia
En su estricto significado, es la capacidad de entender, asimilar, elaborar
información y utilizarla adecuadamente. Es la capacidad de procesar información y
está íntimamente ligada a otras funciones mentales como la percepción, o
capacidad de recibir dicha información, y la memoria, o capacidad de almacenarla.
Existen diversos tipos de inteligencia, pero los que podrían considerarse como
necesarios para el desarrollo de la óptima comunicación oral son los siguientes:
• Inteligencia lingüística Consiste en la capacidad de usar las palabras
de manera adecuada, para expresar las ideas deseadas.
• Inteligencia corporal-cinestésica Controlar y coordinar los
movimientos corporales para armonizar con lo que se desea expresar.
• Inteligencia intrapersonal Capacidad para entenderse a sí mismo,
conocer sus emociones e ideas, para hilar el pensamiento y poderlo expresar con
asertividad.
• Inteligencia interpersonal, social o emocional Habilidad para entender
a las demás personas con empatía y poder situarse en el lugar de sus escuchas,
para expresarse de acuerdo a las necesidades de estos últimos y poder
transmitirles, de acuerdo a sus condiciones.
Por otra parte, se incluye por inteligencia al hecho de utilizar con eficacia los
recursos que sean proporcionados y hacer de ellos “la mejor herramienta” en el
momento de su presentación.
1.5.2 Sensibilidad
Es la facultad de un ser vivo de percibir estímulos externos e internos a
través de los sentidos. Es la función del sistema nervioso que permite detectar, a
través de los órganos sensoriales, las variaciones físicas o químicas que
provienen del interior del individuo o de su medio externo.
Para el orador es fundamental contar con la cualidad de la sensibilidad para
percibir la idea y poder interpretarla de manera correcta, sea dicha idea de
carácter informativo, persuasivo o, meramente, narrativo. Y debe desarrollarla
para poder “sentir” lo que va a comunicar, puesto que es la única manera de
transmitir íntegra y completamente lo deseado.
1.5.5 Laxitud
Se denomina como la soltura, naturalidad o facilidad con la que se debe
expresar un comunicador. Esto implica que el orador esté relajado, pero sobretodo
que conozca totalmente el tema a desarrollar, así como algunos datos
relacionados con él, para poder hablar con fluidez y evitar detenerse u olvidar
alguna parte de la presentación que implique detenerse o hacer obvio algún error
y, por tanto, entorpezca el trabajo.
1.5.6 Cultura
En su estricto significado, incluso ambiguo, se define en primer plano como el
conjunto de todas las formas, los modelos o los patrones, explícitos o implícitos, a
través de los cuales una sociedad regula el comportamiento de las personas que
la conforman. Como tal incluye costumbres, prácticas, códigos, normas y reglas de
la manera de ser, vestimenta, religión, rituales, normas de comportamiento y
sistemas de creencias.
Desde otro punto de vista, se puede decir que la cultura es toda la información y
habilidades que posee el ser humano, esto implica para el comunicador el
desarrollo de una “cultura general” significativa en cuanto a la materia de
exposición y algunos puntos relevantes sobre temas relacionados y que puedan
ser de interés para el público o, en su defecto, que estos quieran indagar sobre
ellos.
1.5.7 Ética
Es la forma en que cada persona interpreta las normas morales, es decir, es la
forma en la que se cumple una norma que está dispuesta por el mundo exterior,
de tal forma que una persona es ética si cumple con las reglas o normas morales
impuestas por la sociedad.
Esto implica respetar las normas tácitas a las que estamos sujetos por el simple
hecho de vivir en sociedad. Un orador debe recurrir a su ética para hacer
conciencia sobre qué decir y qué evitar, porque aunque se tiene la libertad de
expresar a voluntad cualquier pensamiento, se debe apoyar en el sentido común
para evitar ofender a la audiencia con comentarios inapropiados.
1.6 MANIFESTACIONES EXTERNAS DEL EMISOR
Manifestar significa poner a la vista algo, así al hablar frente a un público se ponen
de manifiesto ciertas características mediante las cuales el orador se exhibe ante
su público.
Es importante mencionar que estas manifestaciones externas deben ser libres y
naturales y en concordancia con la personalidad y el conjunto integral físico del
orador, además de evitar cualquier movimiento forzado o de origen nervioso. Otra
característica debe ser la variedad de movimientos para evitarla monotonía y el
aburrimiento; por último, las manifestaciones deberán ser acordes con el discurso
y realizarse en el momento oportuno.
1.6.1 Porte
¡Esta persona es importante! Cuántas veces no pensamos o decimos esto al ver a
una persona caminando por la calle.
El porte es la expresión personal de cómo nos vemos a nosotros mismos, lo que
transmitimos por cada poro de nuestra piel y lo proyectamos en nuestra forma de
caminar.
Todos podemos vernos importantes; la palabra importante viene de:
In dentro
Portar llevar
Es decir, lo que llevamos dentro, así que para vernos importantes tenemos que
llevarnos, conducirnos y portarnos de manera importante.
1.- Lo primero que tenemos que hacer es sentirnos mentalmente atractivos.
2.- Contraer el estómago constantemente.
3.- Alargar el talle, esto nos da 2 cms. De altura y nos hace vernos 3 Kgs. más
delgados. (Imaginemos que alguien nos jala del centro de la cabeza).
4.- Nunca caminar con la cabeza hacia abajo (genera un aire de inseguridad o
tristeza).
5.- Al dar un paso, hay que hacerlo con toda la pierna desde la cadera.
Cuando tenga que hablarse en público y sea nuestro turno pasar al escenario,
ocupar una tribuna o sentarnos frente a un auditorio, deberemos dirigirnos al lugar
con seguridad ya que en la primera impresión lo que más afecta es la imagen
(55%); el 35% el tono o inflexión de la voz y el 7% las palabras.
Cuando somos observados generamos en nuestro público una serie de reacciones
emocionales que pueden ir desde la confianza hasta el miedo. Al mirarnos ellos
suponen que poseemos cierta inteligencia y educación así como que tan
competentes, confiables o prósperos somos.
Como Hacer una entrada Triunfal.
•Sin Precipitaciones: Un paso en falso, un tropiezo, una caída pueden acabar con
el orador antes de iniciar el discurso.
•Con paso firme y seguro: Entrar despacio, pausadamente y dirigiendo la mirada a
las personas.
•Con gesto que denote sencillez.
•Con elegancia: Mentalmente hay que convencerse de que se es una persona
importante que se tiene una razón importante para estar ahí.
•Situarse en el centro del escenario.
•Fijar la vista en el auditorio y ubicarse cerca del propio auditorio (sin que esto
signifique echársele materialmente encima).
•Asentar ambos pies con firmeza y sin rigidez.
•Es importante llegar temprano; así tendrá todas las de ganar.
1.6.2 Postura
Es la posición que deberá mantener el orador durante su disertación; debiendo
tener en cuenta que la movilidad aviva el interés y rompe con la monotonía. Es
conveniente tomar en cuenta lo siguiente:
• Si el orador habla de pie y con una mesa al frente deberá evitar que ésta lo
separe del público, o esconderse detrás de ésta.
• Cuando deba tomarse asiento, deberá mantener el cuerpo recto, las piernas
sin cruzar, un poco separadas la una de la otra, los pies con caída vertical y las
manos apoyadas en la mesa (sin mostrar nerviosismo).
Nota: Cuando una persona se recorre a la orilla de la silla, está lista para la acción
ya sea positiva o negativamente; o está mostrando mucho interés, es decir quiere
comprometerse aceptar o cooperar, o está nerviosa, tensa y ansiosa de irse.
Tanto el porte como la postura no deben sugerir arrogancia, desafío, menosprecio,
indiferencia o falsa solemnidad; por el contrario es conveniente demostrar
cortesía, afecto, interés y sinceridad. Por último es importante recalcar que el éxito
o el fracaso del orador dependerá de la confianza que demuestre en sí mismo, la
inseguridad dará lugar a dudas tanto en el contenido del mensaje como en las
capacidades de la persona.
1.6.3 Ademanes
Es conveniente aprovechar la riqueza de movimientos de manos y cuerpo
Debemos dejarlos caer de manera natural sobre el cuerpo y cuando las
circunstancias lo exijan, moverse con armonía y naturalidad; cuando se trate de
mucha solemnidad los ademanes deberán ser menos frecuentes.
Reglas aplicables al uso y estilo de ademanes.
1. No deberán ser demasiado bruscos.
2. Evitar repetir un ademan con frecuencia.
3. No manifestar nerviosismo.
4. No ser imprudentes.
5. Olvidarse de las manos para lograr soltura de movimientos.
6. Ejercitar frecuentemente el uso frecuente de las manos.
7. Distinguir entre ademanes indicativos, descriptivos, imperativos, etc., para
obtener los máximos resultados al utilizarlos.
1.6.4 Voz
La imagen vocal que proyecta una persona puede hacer una enorme diferencia
entre el éxito que obtenga en su disertación e inclusive en su vida profesional y
personal. La voz es un importante termómetro de cómo se siente una persona; en
un momento de tensión podemos aparentar mucha seguridad, pero en la voz es
difícil ocultar el nerviosismo.
El uso adecuado de la voz afirma la personalidad del orador y lo más importante,
lo lleva a los resultados esperados; por el contrario una voz apagada, titubeante,
monótona, etc. traerá como resultado el fracaso.
La organización Gallup realizó un estudio acerca de la importancia de la voz, en la
cual se preguntó a un número de personas si creían que la forma en que hablaba
una persona podía afectar sus oportunidades de trabajo e incluso su vida
sentimental. La respuesta fue unánime: SI.
Al preguntarles que era lo que más les irritaba al escuchar a alguien respondieron:
Que una persona hable en tono bajo.
Que una persona hable muy fuerte.
Escuchar una voz monótona.
Las muletillas que se utilizan con demasiada frecuencia.
Es importante entonces cuidar el tono de la voz, hablar con inflexión, pero
sobretodo hablar con convicción y contenido.
TIPS:
Es indispensable cultivar la laxitud; en caso de un malestar imprevisto, se requiere
hacer un esfuerzo mental para calmarse; se recomienda aspirar profundamente
relajando el cuerpo, haciendo después breves pausas para aspirar durante el
desarrollo de la exposición permitiendo que los sonidos se emitan con toda
claridad para que no pierdan su significado y la reacción de los oyentes sea la que
se espera.
Abrir la boca adecuadamente al hablar, sin exagerar; de tal forma que los sonidos
no se escuchen deformes.
Mantener una modulación correcta, es decir, variar los modos en el habla dando
los tonos adecuados. La lectura frecuente en voz alta permite lograr tonos
diferentes.
Es conveniente realsar aquellas ideas o conceptos que convengan.
Procurar normalizar el ritmo de la respiración para evitar frases incompletas.
1.6.5 Contacto visual
A través de los ojos podemos ser capaces de crear empatía o saber si alguien nos
dice la verdad o no. Los ojos "hablan" a través de los movimientos que hacemos,
mientras platicamos o pensamos estamos moviendo constantemente los ojos. Así
por ejemplo:
Mirar hacia arriba y a la izquierda: el cerebro recuerda imágenes.
Mirar hacia arriba y a la derecha: El cerebro está creando imágenes o soñando.
Cuando se mira fijamente de frente: Estamos escuchando.
Mirar hacia abajo y a la izquierda: diálogo interior, reflexión, etc.
Mirar hacia abajo y a la derecha: Se abre el canal de las emociones, sentimientos,
sensaciones del cuerpo, etc.
Cuando debamos hablar en público es conveniente tomar en cuenta lo siguiente:
•La vista deberá estar orientada hacia el público.
•Evitar la insistencia en una sola dirección.
•Dirigir la mirada a los ojos del público.
•Prescindir del uso de anteojos sobretodo obscuros.
1.6.6 Gestos
Un gesto inexpresivo o severo, o los gestos muy exagerados impresionan
desfavorablemente. Deben originarse en las ideas o en los sentimientos.
1.6.7 Fisonomía
La fisonomía del comunicador ha de ser congruente con sus palabras. Los
movimientos faciales tienen la ventaja de acentuar las ideas y de contribuir a
lograr una mayor fuerza de interpretación logrando que se comprenda con mayor
facilidad el mensaje.
1.7 LA PERSUASIÓN En la vida cotidiana nos influenciamos constantemente, pero sólo algunas veces
nos persuadimos. La diferencia entre ambos términos estriba en la voluntad
aplicada. Influimos sin querer: por cómo nos comportamos, por las cosas que
tenemos y suscitan envidia, por lo que somos
Como estrategia y estilo de comunicación, la asertividad se diferencia y se sitúa en
un punto intermedio entre otras dos conductas polares: la agresividad y la
pasividad (o no asertividad). Suele definirse como un comportamiento
comunicacional en el cual la persona no agrede ni se somete a la voluntad de
otras personas, sino que manifiesta sus convicciones y defiende sus derechos.
Cabe mencionar que la asertividad es una conducta de las personas, un
comportamiento. Es también una forma de expresión consciente, congruente,
clara, directa y equilibrada, cuya finalidad es comunicar nuestras ideas y
sentimientos o defender nuestros legítimos derechos sin la intención de herir o
perjudicar, actuando desde un estado interior de autoconfianza, en lugar de la
emocionalidad limitante típica de la ansiedad, la culpa o la rabia
Quien influencia no pretende cambiar actitudes de tal o cual persona. Quien
persuade sí, y se esfuerza en ello.
Pocas veces reconocemos ser objeto de influencia, pero sí notamos la acción
persuasiva y nos inquieta. La persuasión nos inquieta porque desvela la fragilidad
de nuestras convicciones. En cambio, la influencia es vivida como una manera de
ejercer nuestra libertad. Para clarificar algo más los términos:
- Ejemplos de influencia: las modas en el vestir (las que vemos en la calle, no
las que se anuncian), las costumbres de nuestros jefes, una estrategia productiva
de la competencia que ahorra dinero y esfuerzo...
- Ejemplos de persuasión: la publicidad en general, una charla para
convencernos sobre nuevas maneras de hacer determinados procesos
productivos, un compañero que desea que le apoyemos en el comité Directivo...
Veamos ahora algunos de los resultados de la acción persuasiva:
- CONVERSIÓN INAPARENTE: el sujeto en apariencia no es convencido, pero
al cabo de cierto tiempo se descubre defendiendo frente a otras personas nuestros
argumentos.
- CONFORMIDAD SIMULADA: el sujeto nos da la razón y aparenta estar
convencido, pero en el fondo no lo está en absoluto.
- CONFORMIDAD COMPRADA: el sujeto accede a cambiar su actitud siempre
y cuando vaya recibiendo algún tipo de compensación (monetaria, afectiva,
prestigio o de cualquier otro tipo).
- CONVERSIÓN EPISÓDICA: por un espacio de tiempo limitado el sujeto actúa
y siente como si estuviera convencido, pero a la postre vuelve a aflorar su actitud
inicial.
- CONVERSIÓN CONTEXTUAL: en determinadas situaciones el sujeto se
comporta como si estuviera convencido, y en otras situaciones o contextos se
comporta como si no lo estuviera.
- CONVERSIÓN FIRME: el sujeto adopta la nueva actitud como parte estable
de su manera de ser.
- FALTA DE CONVERSIÓN: el sujeto declara y actúa de manera estable como
si nuestros argumentos no le hubieran influido en absoluto.
ELEMENTOS BÁSICOS DE LA PERSUASIÓN
Los antiguos retóricos distinguían tres elementos como pilares de la persuasión: el
ETHOS, eso es, la bondad moral del mensaje y, por extensión, de quien actúa
como fuente de información o persuasión. El LOGOS, eso es, los argumentos. Y el
PATHOS, las emociones que dan soporte a los argumentos. Este enfoque no ha
sido superado, aunque sí ampliado. La retórica clásica analizaba muy bien al
orador pero olvidaba aspectos tan importantes como son el receptor del mensaje,
el mensaje en sí mismo, y el canal utilizado.
Los estudios actuales sobre la persuasión dan una importancia crucial a la fuente
de la que parte la acción persuasiva. La fuente debe ser creíble para que el
mensaje tenga efecto.
Un mensaje es legítimo si quien emite el mensaje está socialmente legitimado
para hacerlo, es decir, tiene autoridad moral o institucional. Para saber si un
mensaje es legítimo podemos formularnos la pregunta: ¿Tiene esta persona
autoridad para decir lo que dice? Si la respuesta es afirmativa, el mensaje es
legítimo.
Un mensaje es competente si el mensaje es emitido de tal manera que el receptor
se ve obligado a procesarlo y tomarlo en cuenta. La pregunta para saber si un
mensaje es competente es: ¿Por su formato, obliga a ser procesado por el
receptor? Por ejemplo la propaganda que nos colocan en el parabrisas del coche
suele ser poco competente y por lo general la tiraremos sin leerla. Sin embargo,
una carta con el membrete del "Ministerio de Hacienda" nos merecerá la máxima
atención.
Un mensaje es persuasivo si el mensaje moviliza emociones o cogniciones
capaces de transformar una actitud. Muchas veces un mensaje es persuasivo pero
poco competente. Por ejemplo, podemos haber visto veinte veces un anuncio de
televisión sin comprender y atender al mensaje (baja competencia) pero si una vez
por casualidad lo hacemos, quedamos fascinados o hipnotizado, y procedemos a
la compra del producto. Este el motivo por el cual los anuncios televisivos son tan
machacones.
Un ejemplo de lo contrario: competente pero no persuasivo. La carta del
Ayuntamiento conminándonos a pagar una nueva tasa municipal puede ser poco
persuasiva (no nos convencen las razones del nuevo impuesto), pero
seguramente analizaremos de manera concienzuda los pros y los contras de
pagarla.
Un mensaje es apropiado si por su formato, por quién emite el mensaje, canal
escogido y otras características, puede obtener los resultados apetecidos. Este
concepto es muy global pues se refiere a sí en la vida real el mensaje ha logrado o
no su propósito. La pregunta clave para saber si un mensaje es apropiado sería:
¿Es o fue eficaz para cambiar conductas? Como es lógico, tanto más será un
mensaje apropiado cuanto más legítimo, competente y persuasivo.
El buen comunicador sabe sacrificarse él mismo como emisor de mensajes
cuando detecta que otra persona o grupo de personas pueden ser más
persuasivas. ¡Persuadir no debe confundirse con ejercer un liderazgo carismático!
Otras maneras de incrementar la credibilidad de la fuente serían:
- Aportar estadísticas, datos y testimonios incontestables.
- Invitar a un ponente de prestigio a que refuerce la línea argumental.
- Presentar adecuadamente a quien habla o emite la información.
Sobre todo interesa destacar su imparcialidad o falta de interés para decir lo que
dice a favor de una opción determinada.
- La fuente de información más creíble es aquella que habla en contra de sus
propios intereses. Por consiguiente, la persona más creíble suele ser aquella que
a pesar de tirarse piedras sobre el tejado admite que el mejor camino a emprender
es el que expone.
Se logra mayor persuasión combinando canales. Un mismo mensaje repetido por
diferentes canales activa en mayor medida la atención del receptor, sobre todo si
tienen continuidad temporal.
Un mensaje será tanto más persuasivo cuanto logre mover a la persona o grupo
que lo reciba hacia:
- Sentimientos de inconsistencia con su situación actual, y necesidad de
cambiar en la dirección indicada por nosotros.
- Sentimientos de agradecimiento hacia el emisor de los mensajes. Por ejemplo:
"Vaya suerte que tengo de haberme enterado de esta información privilegiada".
- Sentimientos de "estar en la tónica de lo que ahora mismo se lleva", y por
extensión, promover expectativas de prestigio.
- Sentimientos de oportunidad.
La longitud total de la comunicación debe ser coherente con el público a que se
destina y el interés que suponemos despertará el tema. Un segundo principio
común es despertar el interés del lector u oyente. Y, finalmente, que sepa concluir
a tiempo sin aburrir. Algunas veces conviene hacer explícita la conducta esperada:
"A partir de hoy debemos actuar de tal y tal manera". Serían mensajes concluidos.
Otras veces es mejor que el oyente o lector deduzca lo que esperamos de él:
serían mensajes sin concluir, preferibles ante audiencias muy sensibles a la
reactancia.
LA PERSUASIÓN INTERPERSONAL
Si en la persuasión escrita los argumentos son el eje central del discurso, en la
persuasión cara a cara este papel central lo ocupa el tono y clima emocional.
La persuasión en la venta cara a cara está bien estudiada. Se coincide en la
existencia de un perfil de vendedor cuyos rasgos serían: extraversión, ganas de
contactar con las necesidades de las personas y cierta dosis de entusiasmo. Suele
añadirse a este perfil básico la ambición de hacer dinero y conocimientos
específicos del producto que se desea vender o promocionar.
Las normas generales para la persuasión cara a cara son:
- Claridad de intenciones.
- Bidireccionalidad y respuesta evaluativa.
- Ajustar la persuasión al interés de cada persona: reconversión de ideas.
- Buscar cambios de actitud y conducta estables.
La respuesta evaluativa consiste en estimular a la otra persona para que nos
explique sus ideas, creencias, posición o dudas. Tiene un rendimiento
sorprendente. Por un lado, la gente es más inteligente de lo que solemos pensar,
en otras palabras, sus dudas suelen ser razonables. Pero el hecho mismo de
darles una oportunidad para explicar estas dudas disminuye de por sí el efecto
reactancia. La persona suele estar más abierta al diálogo posterior.
Respuestas evaluativas serían: "¿Cuál es tu opinión?", "Me interesa saber lo que
tú harías en estas circunstancias", "Te ruego te expreses con entera libertad, pues
a lo mejor de tus ideas podemos ampliar o modificar algún aspecto del Proyecto."
Recursos persuasivos:
- PERSUASIÓN IDENTIFICATIVA: El deseo de ser parecido a una persona, o la
pertenencia a un grupo, son aprovechadas para modificar actitudes y conductas
del individuo. ("Si no actúas así estarás mal visto", "Quién no haga esto, traiciona
al grupo", "Todo el mundo hace esto", "No nos defraudes haciendo tal cosa", "Nos
sentiremos orgullosos si haces esto").
- PERSUASIÓN NORMATIVA: Las normas implícitas o explícitas del grupo o de
la persona promueven el ajuste o cambio de actitud o conducta. ("Las normas del
buen hacer obligan moralmente a", "Las personas con tu tipo de responsabilidad
tienen la obligación de").
- PERSUASIÓN ARGUMENTATIVA: La orientación hacia el beneficio, sea éste
del tipo que sea, promueve el cambio de actitud o conducta. ("Os propongo lo
siguiente...cuyos beneficios serían", "Si hacemos esto, nuestra vida será más
placentera", "El coste de no actuar es superior al de actuar").
Podemos enunciar varias normas generales:
- ESFUERZO DEL EMISOR: Siempre requieren menor esfuerzo las estrategias
persuasivas de tipo identificativo y normativo que las de tipo argumentativo. Ello
conduce a cierto abuso de este tipo de persuasión, con la desventaja de no
obtener cambios tan estables como los logrados por la vía argumentativa.
- RECEPTOR: A persona más cualificada, más necesidad de persuasión
argumentativa. En general, se trabaja mejor cuando se sabe el porqué de una
determinada acción, orden o estrategia.
- TIPO DE TRABAJO: A trabajo más cualificado, más requerimientos
argumentativos. A trabajo con mayor responsabilidad, mayor necesidad de
complementarlos con mensajes ético-normativos.
- TIPO DE MENSAJE: Los mensajes más persuasivos son aquellos que
conectan directamente con el sistema de creencias de la persona. El peor
enemigo de una creencia son otras creencias de signo opuesto igualmente
sustentadas por el individuo.
Presente sus ideas con posibilidades de éxito:
- A mayor número de personas es necesario una menor densidad de conceptos
y más amenidad.
- Traer como fuente de información a aquellas personas o testimonios que
gocen del mejor prestigio.
- Iniciar la charla con los contenidos más agradables o las conclusiones que
deseamos queden más patentes en la memoria de las personas.
- Lograr reacciones de asentimiento.
- Repetir mensajes importantes o exponerlos desde perspectivas distintas pero
confluentes.
La mayor parte de diálogos persuasivos se cierran sin tener la certeza de haber
logrado un cambio de actitud estable y genuino. Esta debilidad es inherente a la
persuasión. Por consiguiente, sólo podemos aspirar a crear un clima de
bidireccionalidad y honestidad que facilite la expresión de dudas. A mayor
distancia y miedo, más peligro de conformidad simulada.
1.8 EL COMUNICADOR EFICAZ
¿Quien es la persona que más agrada cuando habla?
• La persona que diserta más tiempo o
• La persona que inspira, emociona, exhorta, convence, a su público.
Si usted aún duda de ¿Cuál puede ser? Le aconsejaría que optara por la segunda.
No sólo debe preocuparse por ocupar todo el tiempo o espacio que se le da para
disertar su mensaje; tampoco en haberlo pronunciado completo. El individuo que
habla con convicción es el que tiene éxito, porque: “no es lo que habla, sino como
lo habla”.
Cada persona tiene una característica que lo distingue de los demás y este sello
con que se identifica se le conoce como: PERSONALIDAD.
El comunicador eficaz es una persona que tiene credibilidad de sus públicos. El
comunicador eficaz sabe escuchar.
Tiene las siguientes habilidades personales:
• Canalizar el nerviosismo,
• Relajarse,
• Comprometerse con sus ideas,
• Cultivar una actitud receptiva.
Tiene el siguiente conocimiento técnico:
• Maneja la comunicación no verbal (la voz, la acción corporal y los gestos
corporales y faciales),
• Analiza al público,
• Selecciona el tema,
• Prepara el mensaje,
• Busca información,
• practica el discurso, y
• contesta las preguntas.
El buen orador tiene credibilidad de su público, sabe canalizar su energía nerviosa
de una manera positiva y sabe escuchar. El buen orador conoce a su público,
sabe los temas que puede tratar con determinado público y cómo enfocarlos. Su
comportamiento no verbal es apropiado y sabe leer el comportamiento no verbal
de su público. El buen orador tiene conocimiento básico del proceso de la
comunicación, que le permite ganar credibilidad de su público con cada mensaje
que presenta.
Si pretende impactar a los demás se recomienda lucir con:
ORIGINALIDAD:
El que imita el estilo de otro, no actúa con naturalidad porque los movimientos de
éste son torpes y lentos. Lo más importante es la autenticidad. Los que son
originales causan muy buena impresión.
CREATIVIDAD:
El creativo es aquel que IMPROVISA sin que se den cuenta y puede alterar el
orden de su discurso según le convenga.
DINAMISMO:
Sea siempre dinámico al hablar, pues sus palabras deben pronunciarse con
FUERZA Y EMOCIÓN provocando la participación en el auditorio.
SOLTURA:
Si actúa siendo genuino, creativo y dinámico, téngalo por seguro que hablará con
mucha soltura.
El comunicador eficaz ha desarrollado las habilidades de canalizar su nerviosismo
para el beneficio propio, de relajarse, de comprometerse con sus ideas y de
cultivar la actitud receptiva hacia otros comunicadores.
EL NERVIOSISMO
Un factor que influye en la percepción que el público tiene de nosotros y de
nuestro mensaje es el nerviosismo que todos sentimos al enfrentarnos con un
auditorio.
Después del enfrentamiento con el público no es raro oír comentarios como los
siguientes.
“Mi problema fue el nerviosismo.”
“Me dio miedo al momento de pasar; mi máximo problema fue el nerviosismo.”
“Estuve tenso del cuerpo.”
“Mi problema fueron los nervios y las carreras, es decir, tratar de acabar rápido
debido a los nervios.”
“Me sentí nervioso al pasar al frente y pensar si realmente gustaría el tema, mi
personalidad y la forma de dar el discurso.”
Estos comentarios reflejan una preocupación común entre todos los que
enfrentamos a un público.
Es normal la reacción emocional y física ante situaciones importantes, como es la
de la comunicación oral. Estamos arriesgando nuestra reputación al abrirnos ante
un público, al demostrarle nuestro punto de vista o tratar de informarle algo. La
situación de comunicación oral es importante y por eso nos sentimos nerviosos,
nos percatamos del peligro potencial de no quedar bien con el público.
El nerviosismo que sentimos ante el público es una respuesta emocional y física
normal que nos indica que estamos enfrentándonos a una situación importante y
peligrosa. Ante cualquier situación de peligro respondemos con nerviosismo. Un
cazador que se enfrenta con un oso, aunque tenga experiencia en la caza
seguramente respondería emocional y físicamente ante esta situación de peligro
potencial. El peligro potencial en la situación de comunicación en público es el
riesgo de perder la aprobación social, tan importante para cada uno de nosotros si
queremos vivir en sociedad.
El hecho de sentir nervios ante la situación de comunicación en público no debe
desilusionarnos, sino al contrario. Si nos sentimos nerviosos nos damos cuenta de
que somos personas responsables, que respondemos a la situación en forma
normal.
El nerviosismo que sentimos es energía que nos está preparando para
enfrentarnos al peligro potencial de no obtener la aprobación social. Sin embargo,
debemos saber aprovechar esta energía, porque de otra forma ésta, que podría
ayudarnos a lograr la aprobación social, funcionaría en contra nuestra, evitando
que presentemos nuestro mensaje de manera adecuada.
RELAJACIÓN
Este es un consejo que es más fácil decir que llevar a cabo. Para poder relajarse
en el momento de hacer su presentación, el orador tiene que haber aprendido a
relajarse en las múltiples situaciones que se enfrenta en su vida cotidiana. Para
esto debe aprender a no presionarse y no dejar que otros lo presionen.
El orador que sabe enfrentarse a la situación de comunicación en público con
calma y seguridad se conoce a sí mismo. Reconoce y acepta sus limitaciones, así
como sus habilidades.
Es útil para el orador saber que respirar profundo antes de su presentación le
ayudaría a relajarse. También se le podría sugerir tensionar sus músculos, para
después relajarse. Algunos oradores tienen la costumbre de agarrar con las dos
manos fuertemente el podio y luego soltarlo lentamente para así inducir el
relajamiento en los músculos. Esas son soluciones inmediatas y es bueno
tomarlas en cuenta. Sin embargo, es muy difícil que estas sugerencias ayuden
mucho a las personas que generalmente se enfrentan a las múltiples situaciones
diarias con tensión y ansiedad. A estas personas les falta madurez.
Responder a las situaciones cotidianas en una forma madura no es fácil. La
madurez no es un estado estático al que la persona puede llegar y permanecer
así. Lo más que se puede esperar de sí mismo es que generalmente, aunque no
siempre, se responderá a las situaciones diarias en una forma calmada, razonada
y madura.
Para acostumbrarse a enfrentar las situaciones en una forma razonada, ayuda
tener la con confianza de una persona madura, generalmente un mayor con quien
platicar. La autoexpresión es necesaria para el desarrollo cognoscitivo, social y
lingüístico. Y el desarrollo de estas habilidades es lo que diferencia al adulto (a la
persona madura), del niño, que por definición es egocéntrico o centrado en sí
mismo.
El egocentrismo del niño se debe a su inmadurez tanto física como
sociolingüística. En la medida en que tengan oportunidades de expresarse con un
adulto, y éste, por medio de preguntas dirigidas lo hace enfrentarse con
perspectivas que varían de las que habitualmente percibe, se va alejando de su
egocentrismo. Va adquiriendo la habilidad de ver otros puntos de vista además del
suyo. Va madurando.
Nuestro desarrollo psíquico, del que depende nuestra madurez, se beneficia por la
oportunidad de intercambiar nuestras ideas prematuras, nacientes, con una
persona madura, ya sea un pariente, maestro o amigo que nos alienta a
expresarlas.
Otro factor que le ayuda a una persona a enfrentar las situaciones de forma
tranquila y calmada, es su habilidad para organizarse. Esta habilidad se adquiere
al aprender cómo optimizar nuestro tiempo y energía. Hay varios libros útiles que
dan orientación sobre cómo organizarse. Sugerimos que el orador los consulte.
Saber organizarse le facilitará cumplir con sus obligaciones, de tal forma que evite
la tensión y el nerviosismo que tienen su origen en el hecho de que la persona, en
apariencia, no ha tenido tiempo suficiente para desempeñar de forma adecuada
sus tareas.
No menos importante resulta una buena alimentación. “somos lo que comemos”,
dice un nutriólogo famoso. Si nos faltan los elementos bioquímicos esenciales
para mantener sano nuestro sistema nervioso, es de esperar una conducta
errática y nerviosa. Por ejemplo, hay evidencia de que la falta de vitamina B
conduce a la esquizofrenia.
Nuestra sociedad moderna urbana, tecnológica, nos provee más fácilmente de
productos procesados que, aunque se conservan más tiempo que los naturales,
carecen de elementos nutricionales esenciales. Sin embargo, mucha publicidad se
dedica a convencernos de que estos productos son “nutritivos”. Al respecto, es
muy conveniente informarnos sobre nutrición para poder juzgar y consumir
aquellos productos que en realidad nos mantengan sanos física y por
consiguiente, psicológicamente. Hay varios libros básicos que informan sobre
nutrición. Se sugiere que el orador los consulte.
COMPROMISO CON LAS IDEAS
De hecho, la persona que se siente tan nerviosa que no puede enfrentarse con un
público es muy egoísta. La mejor definición de la enfermedad nerviosa es terco
egocentrismo”.
Quien cree estar imposibilitado para hablar en público o rehuye enfrentarse con la
situación de comunicación oral está demasiado “centrado en sí mismo”. Le
preocupa cómo se ve ante el público. Tal vez le preocupa su apariencia física, que
esté cojo, tuerto o calvo, o que no esté vestido a la última moda. Las personas que
se preocupan demasiado en cómo están quedando con el público no pueden al
mismo tiempo estar pensando en el mensaje que presentan. Su energía y
atención están dirigidas a la preocupación centrada en su propia persona. Al estar
pensando en nosotros mismos y cómo nos verá el público, nos ponemos
nerviosos. Estamos conscientes de nosotros mismos, nos preocupamos de cómo
nos está viendo el público. Sentimos estar “ en el centro de las miradas”.
Si podemos lograr comprometernos con nuestras ideas, si logramos convencernos
de que tenemos un mensaje importante que queremos compartir con el público,
desviaríamos la atención que mantenemos en nosotros mismo hacia el mensaje
que estamos presentando.
De esta forma, dedicaríamos nuestra energía y atención al mensaje y no nos
pondríamos nerviosos. Nuestro pensamiento estaría dirigido a un objeto: al
mensaje y a nuestra tarea de compartirlo con el público. No podemos estar
conscientes de estar nerviosos y al mismo tiempo concentrarnos en nuestro
mensaje y la tarea que nos enfrenta. Por consiguiente, no estaríamos
experimentando este “terco egocentrismo” que es indicación de la enfermedad
nerviosa.
¿Cómo lograremos convencernos de la importancia de nuestras ideas? Para esto
necesitamos ser personas maduras y tener conocimiento profundo de la
significación de nuestras ideas.
Para considerar nuestras ideas a la luz de estas preguntas se requiere que
hayamos desarrollado madurez en el pensamiento. Asimismo es preciso tomar el
tiempo necesario para asimilar información y reflexionar.
Hoy es difícil encontrar tiempo para la reflexión, pues existen muchas
obligaciones, tareas, trabajos y horarios completos. Parece, y así es, que siempre
estamos corriendo de manera enloquecida. Quien actúa así y nunca tiene tiempo
para asimilar sus ideas y reflexionar sobre ellas y su significación, no puede tener
“conocimiento profundo” de tales ideas. Esta persona no puede ser buena oradora
porque le falta la seguridad en sí misma, algo que viene de la madurez, de haber
reflexionado sobre sus ideas y sobre la importancia de éstas para la sociedad en
que vive. Sin embargo, se debe tener cuidado de no caer en extremos. No
debemos exagerar la importancia de nuestras ideas. Son los fanáticos, los
“creyentes verdaderos”, quienes caen en el extremo opuesto al del egocentrismo
por apatía y desinterés. El fanático exagera la importancia de sus ideas; en
realidad tampoco tiene conocimiento profundo de ellas, porque no las puede ver
de manera objetiva en relación con su público. No puede juzgar las limitaciones de
lo que puede lograr de un público, pues quiere lograr demasiado; está egocéntrico
que sólo le importa su idea y no lo que pueda informar o persuadir al público.
“El neurótico frecuentemente es una persona que tiene las aspiraciones
demasiado altas para su capacidad. El estudiante que espera salva al mundo con
su discurso está fuera de la realidad”
Para comprometernos con nuestras ideas debemos considerar las limitaciones
que nos imponen la situación y público. Si somos personas maduras, si hemos
reflexionado sobre nuestras ideas, sabemos qué podemos lograr dentro de estas
limitaciones.
LA ACTITUD RECEPTIVA
Seguramente has estado presente alguna vez en la ponencia de un orador
nervioso. Habrás notado, que, como miembro del público, también te pones
nervioso y que el público se mueve nerviosamente. La razón de esto es que
cuando el orador se siente nervioso, lo transmite al público y motiva que el mismo
público sienta ansiedad por la inseguridad del orador.
Quizás hayas notado alguna vez, al hablar frente a un grupo, que hay algunas
personas que parece gustarles lo que estás diciendo. Demuestran su interés tal
vez al asentir con la cabeza o inclinar el cuerpo un poco hacia delante. Por otra
parte, quizá te hayas fijado en otras personas muy “gruñonas” que parece que nos
“quieren matar con la vista”. Lógicamente, tendemos a dirigirnos a aquellas
personas que nos demuestran una actitud de aceptación y evitar la mirada de las
que demuestran una actitud de rechazo.
La persona con conocimiento de comunicación sabe portarse como miembro de
un público, de tal forma que ayuda a aliviar la tensión del orador en vez de
aumentarla. Por medio de una expresión facial agradable, y tal vez movimientos
de la cabeza apenas perceptibles que muestran aceptación, se puede comunicar
una actitud favorable y alentadora al orador. Un buen orador también es un buen
miembro del público. Sabe hacer sentir cómodos a los otros, ya sea que esté
frente a un público comunicándole un mensaje o, como miembro de éste,
recibiéndolo.
Conclusión
Hemos realizado este trabajo con la finalidad de obtener
conocimientos y estudiar las bases de la comunicación oral que es un
medio o una necesidad para las personas, tanto para sobrevivir en la
sociedad y conocer a las personas que nos rodean y establecer una
comunicación fluida.
Entendemos que la comunicación es el proceso mediante el cual se
puede transmitir información de una persona a otra, Pero al
comunicarnos necesitamos de más herramientas como los principios,
las cualidades y las manifestaciones externas de la comunicación que
nos ayudan a comunicarnos de diversas maneras.
Bibliografía
Francesc Borrell, "Comunicar bien para dirigir mejor", Ed. Gestión 2000
https://hmontielc.wikispaces.com/file/view/TALLER+DE+COMUNICACION+
ORAL.pdf
http://www.unes.edu.ve/bibliotecaunes/antidroga/documentos/tramo1/MATE
RIAL_HABILIDADES_COMUNICACION_I_DIG.pdf.
Manuel Couto, "Como hablar bien en público", Ed. Gestión 2000
Robert L. Genua, "Cuidado con lo que dice...", Ed. Gestión 2000
www.uned.ac.cr/ecsh/images/documentos/LitGrama/guiADIDActica-709-
2012-3.pdf