Mi cuerpo me pertenece Padres - Profesionales por la...

1
10 Del 4 al 10 de marzo de 2011 Rosa Cuervas-Mons A LEMANIA cen- tral. La pequeña localidad de Salzkotten, de apenas 30.000 habitantes, asiste atónita a la cada vez más frecuente llega- da de la Policía en busca de padres re- beldes que deben cumplir condena en prisión. El caso más reciente, el de la madre de familia Irine Wiens, condenada a 43 días de cárcel. Antes que ella estuvieron entre rejas su marido -cumplió condena en los meses de verano-, un padre de fa- milia que cumplió condena en agosto y otra madre que pasó cuatro días en la cárcel. Les seguirá -ya está dictada la sentencia, queda ejecutarla- otro matri- monio condenado a 21 días de cárcel para cada uno. Clases prácticas En resumen, un desfile carcelario de pa- dres y madres que tienen algunas cosas en común: todos son baptistas, todos llevan a sus hijos al católico colegio Liborius y to- dos se han rebelado ante las clases obliga- torias de educación sexual impuestas por el Estado y dirigidas a niños de 9 y 10 años. Aunque de inspiración cristiana, el centro no ha podido escapar a los talleres estatales sobre sexualidad que, desde 1992, incluyen “contenidos prácticos” y a los que están obligados todos los centros tanto de titularidad pública como privada o concertada. Ante esta situación algunos padres del centro, apelando al derecho a educar a sus hijos de acuerdo con sus convic- ciones morales y religiosas, han decidi- do sacar a los niños del aula cuando se impartan los talleres. ¿Resultado? En el caso del matrimo- nio Wiens, una multa de más de 200.000 euros a la que no pudieron hacer frente, según explica a ALBA el abogado Roger Kiska, de la Alliance Defense Fund, orga- nización que defiende a la familia. “Tie- nen 12 hijos y son una familia sin mu- chos recursos, así que las opciones eran dos: llevar a los niños a los talleres de educación sexual o ir a la cárcel”. Los padres no lo dudaron; mejor la pri- sión que unas clases en su opinión noci- vas para sus pequeños. Él cumplió condena en verano y ella la cumple ahora. “Nuestra hija pequeña echa mucho de menos a su madre y mi mujer nos extraña a todos, pero tiene el consuelo de Dios para soportar esto”, de- claraba a la prensa el marido de Irine. Asilo en Canadá El punto de partida de esta peregrina- ción colegio-cárcel hay que buscarlo en 2007, cuando dos matrimonios -los Do- jan y los Eischeidt- asistieron al taller de educación sexual en el colegio Liborius. Cuatro días de clases y una representa- ción teatral - Mi cuerpo me pertenece - fueron suficientes para saber que no querían eso para sus hijos. Así que se plantaron. Iniciaron entonces una lucha contra la Administración que, ni por aso- mo, pensaban que acabaría en los tribu- nales. Pero sí, acabaron ellos y muchos padres más que siguieron su ejemplo. “Lo que está ocurriendo es que los padres que quieren a sus hijos y que se niegan a que sean sexualizados a los 10 años acaban en la cárcel; es increíble”, denuncia Kiska, que ha interpuesto un recurso ante el Tribunal Europeo de De- rechos Humanos para que Wiens sea puesta en libertad. “Hay criminales con- denados por delitos serios que no cum- plen penas como la suya”, advierte. Aunque esperpéntica, esta persecu- ción judicial no es nueva en Alemania. Otro colectivo, el de los padres que edu- can a sus hijos en casa (homeschooling), sufre la misma presión, se enfrenta a multas y, en ocasiones, hasta pierde la custodia de los niños. Prohibido en 1938 por el Partido Na- cionalsocialista Obrero Alemán -el Par- tido Nazi-, el régimen de homeschooling solo se permite en Alemania en ocasio- nes excepcionales, por lo que muchas familias se han visto obligadas a buscar asilo en países como Canadá o Estados Unidos, donde la educación en casa es una práctica instalada. La familia Romeike, por ejemplo, tu- vo que pedir asilo político en Canadá el pasado mes de marzo después de que un tribunal alemán prohibiera escolari- zar en casa a sus hijos mellizos, nacidos prematuros y con discapacidad, y la obligara a llevarlos a un colegio de edu- cación especial que no convencía a los padres. En 2007 otro matrimonio perdió la custodia de su hija de 15 años y fue ame- nazado con perder la de sus otros cinco hijos por escolarizar en casa a la prime- ra, que no conseguía adaptarse al cole- gio, y otros padres, los Dudek, cumplie- ron tres meses de cárcel por educar a sus hijos en casa, a pesar de haber pagado numerosas multas por el mismo motivo. Padres entre rejas ALEMANIA ENVÍA A LA CÁRCEL A UNA MADRE QUE SE NIEGA A QUE SUS HIJOS ASISTAN A EDUCACIÓN SEXUAL Pertenece a la Iglesia Baptista, vive en la ciudad alemana de Salzkotten, es madre de familia numerosa (12 hijos) y cumple 43 días de condena en la pri- sión local. La cárcel antes que ceder a la presión del Gobierno para que sus hijos asistan a cursos de educación sexual obligatoria. Irine Wiens no es la primera ni será, casi con seguridad, la última madre de esta región de Reno- Westfalia que acaba entre rejas. Las familias denuncian la violación siste- mática de sus derechos. FAMILIA Tras ver el taller ‘Mi cuerpo me pertenece’, los Dojan supieron que no querían eso para sus hijos CON LA LEY EN LA MANO Dicen que sus derechos están siendo pisoteados y tienen razón, porque si hay algo que reconocen diversos tratados internacionales, es el derecho de unos padres a educar a sus hijos conforme a las convicciones morales y religiosas propias. Declaración Universal de Derechos Humanos, artículo 26.3: “Lo padres tienen el derecho a elegir el tipo de educación que prefieran para su hijo”. Protocolo primero de la Convención Europea de Derechos Humanos, artículo 2: “El derecho a la educación es universal. El Estado debe respetar, en el ejercicio de las funciones propias para asegurar este derecho, la libertad de los padres para que la educación y la enseñanza de sus hijos sean conformes a sus propias conviccio- nes religiosas y filosóficas”. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, artículo 18.4: “Los Estados partes en el presente pacto se comprometen a respetar la libertad de los padres y, en su caso, de los tutores legales, para garantizar que los hijos reciban la educación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”. Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, artículo 14.3: “Se res- petan, de acuerdo con las leyes nacionales que regulen su ejercicio, la libertad de creación de centros docentes dentro del respeto de los principios democráticos, así como el derecho de los padres a garantizar la educación y la enseñanza de sus hijos conforme a sus convicciones religiosas, filosóficas y pedagógicas”. Flickr

Transcript of Mi cuerpo me pertenece Padres - Profesionales por la...

Page 1: Mi cuerpo me pertenece Padres - Profesionales por la ...profesionalesetica.org/wp-content/uploads/2011/03/ALBA010c1.pdf · Trasvereltaller‘Mi cuerpo me pertenece’, los Dojansupieron

10 Del 4 al 10 de marzo de 2011

Rosa Cuervas-Mons

ALEMANIA cen-tral. La pequeñalocalidad deSalzkotten, deapenas 30.000h a b i t a n t e s ,asiste atónita ala cada vez másfrecuente llega-

da de la Policía en busca de padres re-beldes que deben cumplir condena enprisión.

El caso más reciente, el de la madrede familia Irine Wiens, condenada a 43días de cárcel. Antes que ella estuvieronentre rejas su marido -cumplió condenaen los meses de verano-, un padre de fa-milia que cumplió condena en agosto yotra madre que pasó cuatro días en lacárcel. Les seguirá -ya está dictada lasentencia, queda ejecutarla- otro matri-monio condenado a 21 días de cárcelpara cada uno.

Clases prácticasEn resumen, un desfile carcelario de pa-dres y madres que tienen algunas cosas encomún: todos son baptistas, todos llevan asus hijos al católico colegio Liborius y to-dos se han rebelado ante las clases obliga-torias de educación sexual impuestas porel Estado y dirigidas a niños de 9 y 10 años.

Aunque de inspiración cristiana, elcentro no ha podido escapar a los talleresestatales sobre sexualidad que, desde1992, incluyen “contenidos prácticos” y alos que están obligados todos los centrostanto de titularidad pública como privadao concertada.

Ante esta situación algunos padresdel centro, apelando al derecho a educara sus hijos de acuerdo con sus convic-

ciones morales y religiosas, han decidi-do sacar a los niños del aula cuando seimpartan los talleres.

¿Resultado? En el caso del matrimo-nio Wiens, una multa de más de 200.000euros a la que no pudieron hacer frente,según explica a ALBA el abogado RogerKiska, de la Alliance Defense Fund, orga-nización que defiende a la familia. “Tie-nen 12 hijos y son una familia sin mu-

chos recursos, así que las opciones erandos: llevar a los niños a los talleres deeducación sexual o ir a la cárcel”.

Los padres no lo dudaron; mejor la pri-sión que unas clases en su opinión noci-vas para sus pequeños.

Él cumplió condena en verano y ella lacumple ahora. “Nuestra hija pequeñaecha mucho de menos a su madre y mimujer nos extraña a todos, pero tiene elconsuelo de Dios para soportar esto”, de-claraba a la prensa el marido de Irine.

Asilo en CanadáEl punto de partida de esta peregrina-ción colegio-cárcel hay que buscarlo en2007, cuando dos matrimonios -los Do-jan y los Eischeidt- asistieron al taller deeducación sexual en el colegio Liborius.Cuatro días de clases y una representa-ción teatral -Mi cuerpo me pertenece-fueron suficientes para saber que noquerían eso para sus hijos. Así que seplantaron. Iniciaron entonces una luchacontra la Administración que, ni por aso-mo, pensaban que acabaría en los tribu-nales. Pero sí, acabaron ellos y muchospadres más que siguieron su ejemplo.

“Lo que está ocurriendo es que lospadres que quieren a sus hijos y que seniegan a que sean sexualizados a los 10años acaban en la cárcel; es increíble”,denuncia Kiska, que ha interpuesto unrecurso ante el Tribunal Europeo de De-rechos Humanos para que Wiens seapuesta en libertad. “Hay criminales con-denados por delitos serios que no cum-plen penas como la suya”, advierte.

Aunque esperpéntica, esta persecu-ción judicial no es nueva en Alemania.Otro colectivo, el de los padres que edu-can a sus hijos en casa (homeschooling),sufre la misma presión, se enfrenta amultas y, en ocasiones, hasta pierde lacustodia de los niños.

Prohibido en 1938 por el Partido Na-cionalsocialista Obrero Alemán -el Par-tido Nazi-, el régimen de homeschoolingsolo se permite en Alemania en ocasio-

nes excepcionales, por lo que muchasfamilias se han visto obligadas a buscarasilo en países como Canadá o EstadosUnidos, donde la educación en casa esuna práctica instalada.

La familia Romeike, por ejemplo, tu-vo que pedir asilo político en Canadá elpasado mes de marzo después de queun tribunal alemán prohibiera escolari-zar en casa a sus hijos mellizos, nacidosprematuros y con discapacidad, y laobligara a llevarlos a un colegio de edu-cación especial que no convencía a lospadres.

En 2007 otro matrimonio perdió lacustodia de su hija de 15 años y fue ame-nazado con perder la de sus otros cincohijos por escolarizar en casa a la prime-ra, que no conseguía adaptarse al cole-gio, y otros padres, los Dudek, cumplie-ron tres meses de cárcel por educar a sushijos en casa, a pesar de haber pagadonumerosas multas por el mismo motivo.

Padresentre rejas

ALEMANIA ENVÍA A LA CÁRCEL A UNA MADRE QUE SE NIEGAA QUE SUS HIJOS ASISTAN A EDUCACIÓN SEXUAL

Pertenece a la Iglesia Baptista, vive enla ciudad alemana de Salzkotten, esmadre de familia numerosa (12 hijos)y cumple 43 días de condena en la pri-sión local. La cárcel antes que ceder ala presión del Gobierno para que sushijos asistan a cursos de educaciónsexual obligatoria. Irine Wiens no es laprimera ni será, casi con seguridad, laúltima madre de esta región de Reno-Westfalia que acaba entre rejas. Lasfamilias denuncian la violación siste-mática de sus derechos.

FAMILIA

Tras ver el taller ‘Micuerpo me pertenece’,los Dojan supieronque no querían esopara sus hijos

CON LA LEY EN LA MANODicen que sus derechos están siendo pisoteados y tienen razón, porque si hay algoque reconocen diversos tratados internacionales, es el derecho de unos padres aeducar a sus hijos conforme a las convicciones morales y religiosas propias.✔ Declaración Universal de Derechos Humanos, artículo 26.3: “Lo padres tienen elderecho a elegir el tipo de educación que prefieran para su hijo”.✔ Protocolo primero de la Convención Europea de Derechos Humanos, artículo 2:“El derecho a la educación es universal. El Estado debe respetar, en el ejercicio delas funciones propias para asegurar este derecho, la libertad de los padres para quela educación y la enseñanza de sus hijos sean conformes a sus propias conviccio-nes religiosas y filosóficas”.✔ Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, artículo 18.4: “Los Estadospartes en el presente pacto se comprometen a respetar la libertad de los padres y,en su caso, de los tutores legales, para garantizar que los hijos reciban la educaciónreligiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”.✔Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, artículo 14.3: “Se res-petan, de acuerdo con las leyes nacionales que regulen su ejercicio, la libertad decreación de centros docentes dentro del respeto de los principios democráticos, asícomo el derecho de los padres a garantizar la educación y la enseñanza de sus hijosconforme a sus convicciones religiosas, filosóficas y pedagógicas”.

Flic

kr