México en el siglo xix
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México en
el siglo XIX
Allison Robles Muñoz
La vida en México durante el siglo
XIX, fue de grandes cambios; de ser una
ciudad colonial, paso a la era de las
luces, el telégrafo, el ferrocarril, el
teléfono, dejo las velas de cebo, por la luz
eléctrica, nuevos caminos, desaparición
de acueductos, ríos ,fueron parte de ese
siglo.
Cambios en sus costumbres,
nuevos caminos y leyes.
En pocas palabras, fue una
época de grandes avances.
A continuación se presentan
los cambios mas
trascendentes que sufrió
nuestro país:
IDEOLOGIAS
a) LIBERALISMO
Doctrina política que se desarrolló en los
siglos XVII y XVIII.
Sus principios fundamentales son la
separación de poderes, soberanía
nacional, sufragio (derecho al voto en las
elecciones), separación de iglesia y el
estado, libertad de expresión y existencia
de una Constitución.
Significo:
Un profundo cambio social que garantizó el poder de la burguesía y la
instauración de un orden clasista basado en la riqueza y no en los
privilegios.
Ese dominio se sustentó inicialmente en el ejercicio del
sufragio censitario, pero éste quedó superado a raíz de las
revoluciones de 1848 y fue sustituido por otro más amplio, de
carácter universal.
La plasmación práctica de esta ideología
se consiguió tras las sucesivas oleadas
revolucionarias que jalonaron la primera
mitad del siglo XIX: 1820, 1830 y 1848.
b) NACIONALISMO
Ideología que atribuye entidad propia y diferenciada a un
territorio y a sus ciudadanos. En ella se sustentan aspiraciones políticas de
carácter muy diverso. No nació en siglo XIX, sino que hundía sus raíces en
los siglos bajo medievales como elemento de reacción al feudalismo.
Se distinguen dos tipos de
nacionalismo:
Liberal Su máximo defensor fue Mazzini.
Éste consideraba que una nación surge dela voluntad de los individuos que la componen y el compromiso que estosadquieren de convivir y ser regidos por unas instituciones comunes.Cualquier colectividad podría convertirse en nación por deseo propio, bien
separándose de un estado ya existente o bien constituyendo un nuevoEstado. La nacionalidad de un individuo estaría por lo tanto sujeta a suexclusivo deseo. Este tipo de nacionalismo fue el que se desarrolló en Italiay Francia, muy influido por las ideas de la Ilustración
Conservador
Sus principales defensores fueron Herder y Fichte.
Según ellos, la nación conforma un órgano vivo que presenta unos rasgos externos hereditarios, expresados en una lengua, una cultura, un territorio y unas tradiciones comunes, madurados a lo largo de un largo proceso
histórico.
La nación existe por encima del deseo particular de los individuos.
El que pertenece a ella lo seguirá haciendo de por vida. Este tipo de nacionalismo, fue el recurrido por la mayoría de los protagonistas de la unificación
Otras ideas: La acumulación del capital
El incremento de la explotación de los obreros, permiten al capitalista
incrementar sus beneficios.
La plusvalía
Parte del salario que el empresario deja de satisfacer al trabajador por
el trabajo realizado.
La dictadura del proletariado
Una vez que la clase obrera haya tomado conciencia de la
explotación y
opresión que sufre, se organizará en torno a partidos de carácter
revolucionario, empeñada en planificar la destrucción de la sociedad
de clases, y así no habrá ni opresores, ni oprimidos, tan sólo la clase
trabajadora; Se habrá alcanzado la sociedad comunista, es decir, una
sociedad sin clases.
FORMAS DE GOBIERNO
CONSTITUCIONES
Constitución de Cádiz(19 de marzo de 1812)
Que promulgada por las Cortes Generales de España el 19 de
marzo de 1812 en Cádiz. Fue la primera Constitución
promulgada en España, además de ser una de las más
liberales de su tiempo. Oficialmente estuvo en vigencia dos
años, desde su promulgación hasta el 24 de marzo de 1814,
con la vuelta a España de Fernando VII. Posteriormente estuvo
vigente durante el Trienio Liberal (1820-1823), así como durante
un breve período en 1836-1837, bajo el gobierno progresista
que preparaba la Constitución de 1837. Sin embargo, apenas si
entró en vigor de facto, puesto que en su período de gestación
buena parte de España se encontraba en manos del gobierno
pro-francés de José I, el resto en mano de juntas interinas más
preocupadas en organizar su oposición a Jose I, y el resto de
los territorios de la corona española (los virreinatos) se hallaban
en un estado de confusión y vacío de poder causado por la
invasión napoleónica.
Constitución de Apatzingán(22 de octubre de 1814)
Ya declaraba la soberanía y establecía los fundamentales órganos estatales con el nombre de supremos: Congreso, Gobierno y Tribunal de Justicia mexicanos.
Había sido precedida por un "Acta Solemne de la Declaración de Independencia de América Septentrional", por lo que quedaba "rota para siempre jamás y disuelta la dependencia del trono español", firmada el 6 de noviembre de 1813. Sin embargo, esa Constitución tan progresista y acabada para su tiempo, no llegó a regir un sólo día.
El Plan de Iguala y los tratados de Córdova
(Marzo 1, 2 y 24 de agosto de 1821)
Declaraban la independencia de la Nueva
España o de la América Septentrional y, aunque
no aspiraban a ser constituciones, sí establecían
la forma de
gobierno -monárquico, constitucional, moderad
o- por el que llamaban a Femando VII o a su
dinastía para reinar. En otras palabras, no
parece procedente calificar de mexicanos a
unos documentos, fundamentales para la
historia política del país, pero que seguían
acudiendo a un monarca de ultramar para
reconocerlo como jefe de Estado.
La Constitución de 1824 La primera Constitución Política de nuestro país, fue promulgada el 4
de octubre de 1824, durante el período presidencial del General
Guadalupe Victoria. El Congreso General Constituyente sancionó los
171 artículos que componían esta Carta Magna, dividiéndolos en siete
títulos. En ella se asentó la Independencia de México (Artículo 1/o.);
los Estados que conformaban su territorio y su forma de gobierno ya
sea republicano, federal o demócrata; los poderes se dividieron en
Legislativo (compuesto por dos Cámaras), Ejecutivo y
Judicial, quedando asentado en el artículo 6/o.
Se consignaban las Garantías Individuales y se hacía hincapié en la
libertad de pensamiento e imprenta. De igual manera, en el artículo
3/o. establecía como religión de la nación mexicana a la
católica, apostólica y romana, prohibiéndose el ejercicio de cualquier
otra.
Llevó el nombre oficial de "Constitución Federal de los Estados Unidos
Mexicanos" y fue firmado entre otros por Don Lorenzo de Zavala, quien
fungía en ese entonces como Presidente del Congreso.
Sin embargo la Constitución de 1824 se mantuvo sin enmiendas hasta
el año de 1835 y continuó vigente hasta el año de 1857, fecha en que
se proclamó una nueva Carta Magna.
RELACION
ESTADO- IGLESIA
En la independencia de México es
importante tomar en cuenta la labor
realizada por algunos sacerdotes durante las
guerras de independencia como Miguel
Hidalgo y José María Morelos. Agustín de
Iturbide en la declaración de independencia
menciona tres pilares en la que se fundaría el
nuevo estado mexicano, que seria la
independencia, la unión entre mexicanos y
españoles y la iglesia católica.
En México la iglesia poseía derecho de
patronato pero este siempre no tuvo mayor
importancia debido a que nunca se realizaba
algún pago, por diversos factores como los
problemas internos, las guerras, las crisis
económicas y otros problemas que tuvo el
estado mexicano, esta situación nunca tuvo
alguna solución, hasta 1851.
La constitución de 1824 declara que la
religión oficial de los estados unidos
mexicanos es la católica
“La historia de las relaciones entre iglesia
católica y la democracia se parece a la
gestación de un sólido entendimiento
que comienza primero con bastante
frialdad en un serie de
recelos, incomprensiones y cargos
mutuos, pero que avanza, por obra del
dialogo y la mutua maduración hasta
culminar en un encuentro en el que
parecen necesitarse mutuamente” (hourton, 1975)
Este pequeño extracto hace resumen a
toda la historia de la iglesia católica en el
siglo xix, que tuvieron en algún momento
algunas diferencias y que
posteriormente, principalmente por la
posición de la misma iglesia que con león
xiii realiza un cambio de perspectiva en
torno a los temas políticos y sociales, junto
a una nueva relación con el estado.
Benito Juárez
ECONOMIA
La modernización
económica de México en
el siglo XIX no podría
entenderse sin la
Constitución de 1857 y las
Leyes de Reforma….
Los conservadores apostaban al libre mercado
y la iniciativa privada; los liberales a la formación
de instituciones”.
La economía posterior a la Independencia
estaba colapsada. Todo el país estaba en crisis.
La optimista visión del país, se había
desplomado,
México no era “el cuerno de la abundancia”, ni
“el granero de la Nueva España”, ni “la mina
inacabable de plata y oro”, agregó.
El México independiente enfrentó dos factores en contra: su demografía de antiguo régimen no le permitía incrementar su población y los factores políticos la tenían en bancarrota.
Las Leyes de Reforma permitieron un cambio en la economía, por una parte la Ley Lerdo y por otra la Ley de desamortización de los bienes de la Iglesia hicieron posible cambiar la propiedad de la tierra, se dio paso al reparto agrario, el desarrollo de los ferrocarriles, la colonización, la minería, la educación y un desarrollo agrícola, finalizó.
Hacia la década de los 50 del siglo XIX, los mexicanos sabían que sin una modernización económica el país estaba destinado a desaparecer. El debate entre liberales y conservadores se centra en las formas de llevar a cabo las reformas,
Recordando las palabras de Melchor Ocampo: “este pueblo no puede ser libre sino cambiamos el sistema económico”.
Las finanzas públicas del XIX fueron un desastre. El nuevo Estado nació en bancarrota. Los ingresos sólo se daban por Aduanas o la recolección de impuestos, la fórmula siempre utilizada fue la deuda externa, hasta la década de 1870, cuando Matías Romero emprendió una limpieza del crédito internacional, apuntó.
RELACION CON EL
EXTERIOR
El nacimiento de México a la vida
independiente, contrajo a la par una serie de
intervenciones extranjeras y el no
reconocimiento de Estados como el de la Santa
Sede y el de la Corona Española.
Como resultado de la firma de los Tratados de
Córdoba se dio la existencia legal de la nueva
nación, a la cual se agregaban, además de sus
múltiples problemas, las asechanzas del exterior.
Así, se procedió a crear la Junta Provisional de
Gobierno, fase previa a la instauración del
modelo monárquico que en esa primera
etapa de agrupación político-administrativa
adoptaría México..
Esta Junta Provisional designó a la Regencia del Imperio Mexicano, órgano de carácter ejecutivo que, en su calidad de gobernador interino, nombró al que sería en nuestro ámbito el primer Secretario y le confirió el título de Secretario de Negocios y Relaciones Interiores y Exteriores. Las funciones de éste serían reguladas por el Decreto para el establecimiento de los ministerios del 8 de noviembre de 1821, en el que se señala la creación de cuatro Secretarias de Estado y del Despacho Universal, siendo una de ellas la Secretaria de Estado y del Despacho de Relaciones Exteriores e Interiores, para la que se fijó como su ámbito de competencia el atender y despachar todas las relaciones diplomáticas con las partes extranjeras.
Para la realización de estos primeros contactos con el exterior, se dio posesión del cargo al doctor José Manuel de Herrera, quien fue así consignado en los anales de la historia nacional como el primer Secretario de Relaciones Exteriores. Cabe destacar que de la creación de un Ministerio de Relaciones Exteriores, en 1822 se dio la primer disposición del Servicio Exterior. El 7 de mayo del año mencionado, ya habiéndose constituido un Congreso Constituyente, se hizo un Decreto por el cual se establecieron reglas para los nombramientos de los miembros del servicio exterior, así como instrucciones y sueldos del personal diplomático. Con esta pequeña base se estipuló el primer antecedente del Servicio Exterior Diplomático.
El 5 de febrero de 1857 se adoptó una nueva Constitución para la República Mexicana, en donde se establecieron las facultades del Congreso General (artículo 72, fracciones XII y XIII) y las del presidente de la República (artículo 85, fracciones II, III, X y XI), respecto de la ratificación y aprobación de los asuntos internacionales y del nombramiento y remoción de secretarios, agentes diplomáticos y cónsules, así como de la concertación de compromisos internacionales. En plena Guerra de Reforma, la Secretaría de Estado y del Despacho de Relaciones Exteriores emitió, el 12 de agosto de 1858, su cuarto Reglamento Interior.
La aproximación al encuentro de soluciones positivas se hizo tangible con la Reforma de 1858-1860, y con la resistencia a la intervención extranjera de 1862-1867 que sentó las bases definitivas de la República Federal. Al fracasar el segundo Imperio, se acabaron las expectativas europeas respecto de México.
Al consolidarse el gobierno de Benito Juárez en 1861, se dan en forma sucesiva cuatro reformas y modificaciones a la composición orgánica del gobierno federal, en las cuales se manifestó la existencia del Ministerio de Relaciones Exteriores, quedando finalmente considerado como Ministerio de Relaciones Exteriores y de Gobernación.
En el periodo llamado la república restaurada y habiendo caído el imperio de Maximiliano, se trazaron nuevas bases para una política exterior cimentada en el respeto a la soberanía de los pueblos y en su igualdad jurídica, en congruencia con el proyecto nacional; en este sentido, se promulgó el Reglamento del cuerpo consular de 1871; entre los avances de esta ley, se pueden mencionar: la asignación de tareas específicas a cada uno de los miembros de los consulados, además de ampliar las categorías de composición de los consulados.
Sin mayor cambio en la organización jurídico-administrativa del gobierno de Benito Juárez, concluyó una etapa del Estado mexicano, dando paso al prolongado régimen del general Porfirio Díaz.
SOCIEDAD Y CULTURA
Sociedad
Cultura