METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION … · metodologÍas de conservaciÓn-restauracion...

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KOBIE (Serie Paleoantropología), Bilbao Bizkaiko Foru Aldundia-Diputación Foral de Bizkaia N.º XXVI, pp. 329-434, 2000/01/02 ISSN 0214-7971 METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA ci) Conservation-Restoration methods applied on archaeological excavations in caves: Bizkaia and Cantabria Ziortza San Pedro Calleja (2) RESUMEN El presente artículo tiene como objetivo el documentar todas aquellas informaciones que, basadas en lo que se viene publicando en las memorias de excavaciónes de cuevas en Bizkaia y Cantabria entre 1936 y 2000, hagan referencia (de una manera tanto consciente como inconscientemente) a medidas de conservación-restau- ración aplicadas. De esta manera, se ha propuesto una tipología de Metodologías de Conservación-Restauración arqueológica identificadas para este espacio y tiempo concretos. Esta tipología tiene una clara referencia a un trabajo elaborado desde la ciencia de la Tafonomía y que estu- dia los tipos de alteración tafonómica en restos orgánogenos. Queremos con esto plantear la necesidad de pro- fundizar en los estudios tafonomicos como base para plantear una tipología de alteraciones de los materiales arqueológicos, en este caso en un medio de cueva, y mejorar la información escasa y confusa que encontramos en aquellas memorias que hacen referencia a este aspecto. Somos conscientes de que esta tipologia requiere ser ampliada a partir de una consulta más detallada de publicaciones específicas, pero hemos considerado que un primer acercamiento a las memorias de excavación es básico y muy referencial, ya que nos ha puesto ante la evidencia de lo escasamente que es tratado el tema de la conservación del material arqueológico. Palabras clave: Examen Técnico, Conservación Preventiva, Conservación Curativa Restauración, Altera- ción, Tafonomía. SUMMARY The goal of this article lies in having well documented all relevant information based on what is being published in the reports of the excavation of caves in Bizkaia and Cantabria between 1936 and 2000, and make reference (in a conscious way, as well as in an unconscious one) to the measures applied of conservation and restoration. In this way, a typology has been proposed in archaeological Methodologies of Conservation-Resto- ration identified for this precise time and space. (1) Trabajo de Investigación presentado en el Dpto. de Pintura de la Facultad de BB.AA. de la U.P.V.-E.H.U. de Leioa (Bizkaia) para solicitar la suficiencia investigadora. Noviembre de 2001. (2) Euskal Museoa Bilbao. Dpto. de CC.HH. Universidad de Cantabria.

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KOBIE (Serie Paleoantropología), Bilbao Bizkaiko Foru Aldundia-Diputación Foral de Bizkaia N.º XXVI, pp. 329-434, 2000/01/02 ISSN 0214-7971

METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN

CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA ci)

Conservation-Restoration methods applied on archaeological excavations in caves: Bizkaia and Cantabria

Ziortza San Pedro Calleja (2)

RESUMEN

El presente artículo tiene como objetivo el documentar todas aquellas informaciones que, basadas en lo que se viene publicando en las memorias de excavaciónes de cuevas en Bizkaia y Cantabria entre 1936 y 2000, hagan referencia (de una manera tanto consciente como inconscientemente) a medidas de conservación-restau­ración aplicadas. De esta manera, se ha propuesto una tipología de Metodologías de Conservación-Restauración arqueológica identificadas para este espacio y tiempo concretos.

Esta tipología tiene una clara referencia a un trabajo elaborado desde la ciencia de la Tafonomía y que estu­dia los tipos de alteración tafonómica en restos orgánogenos. Queremos con esto plantear la necesidad de pro­fundizar en los estudios tafonomicos como base para plantear una tipología de alteraciones de los materiales arqueológicos, en este caso en un medio de cueva, y mejorar la información escasa y confusa que encontramos en aquellas memorias que hacen referencia a este aspecto.

Somos conscientes de que esta tipologia requiere ser ampliada a partir de una consulta más detallada de publicaciones específicas, pero hemos considerado que un primer acercamiento a las memorias de excavación es básico y muy referencial, ya que nos ha puesto ante la evidencia de lo escasamente que es tratado el tema de la conservación del material arqueológico.

Palabras clave: Examen Técnico, Conservación Preventiva, Conservación Curativa Restauración, Altera­ción, Tafonomía.

SUMMARY

The goal of this article lies in having well documented all relevant information based on what is being published in the reports of the excavation of caves in Bizkaia and Cantabria between 1936 and 2000, and make reference (in a conscious way, as well as in an unconscious one) to the measures applied of conservation and restoration. In this way, a typology has been proposed in archaeological Methodologies of Conservation-Resto­ration identified for this precise time and space.

(1) Trabajo de Investigación presentado en el Dpto. de Pintura de la Facultad de BB.AA. de la U.P.V.-E.H.U. de Leioa (Bizkaia) para solicitar la suficiencia investigadora. Noviembre de 2001.

(2) Euskal Museoa Bilbao. Dpto. de CC.HH. Universidad de Cantabria.

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This typology makes clear reference to a work produced from the Taphonomy science and it studies the dif­ferent taphonomy alteration in "organogen" remains. Through this, we would like to raise the need for deepe­ning the taphonomy studies based in planning a typology of the alteration of the archaeological materials, in this specific case in the environment of a cave, and thus, to improve the scarce and confuse information which we found in those previous reports involved in this aspect.

We are fully conscious this typology requires to be widened, starting from a more detail examination of the specific publishings, but we consider that a first aproaching to the reports of the excavation is most basic and to be taken into account, as we are facing the evidence of the scarcity in the treatment of this subject related with the conservation of the archaeological material.

Key words: Diagnostic Examination, Preventive Conservation, Remedia! Conservation, Restoration, Altera­tion, Taphonomy.

LABURPENA

Artikulu honen helburua, 1936-tik 2000-ra bitartean Bizkaian eta Kantabrian argitaratu diren indusketa arkeologikoen txostenetan oinarrituta, abian jarritako kontzerbazio-zaharberritze neurriei buruz erreferentzia guztiak (bai ohartu nola ohartu barik egiten direnak) jasotzea izan da. Era honetan, antzeman diren Kontzerba­zio-Zaharberritze Bideei buruzko tipología bat proposatu dugu.

Tipología honek tafonomía zientziaren ikuspegitik egindako lan batí erreferentzia dauka, hala nola, mate­rial organikoen hondaketa tafonomikoak. Honekin lortu nahi duguna zera da, bai arkeologi materialen honda­ketei buruzko tipología bat proposatzeko, nola indusketa arkeologikoen txostenetan kontzerbazioari buruz ager­tzen diren erreferentzia gitxi eta nahasiak hobetzeko, ikasketa tafonomikoak landu beharreko premia erakustea da.

Argi daukagu tipología hau zabaldu berarrean gaudela lantzen dugun gaiari buruzko argitarapen zehatzetan oinarrituz, baina lehenbizi, indusketa arkeolgikoen txostenak galdetzea oinarrizkotzat hartu dugu gainera kon­tsulta honek arkeologi materialen kontzerbazioa, gai oso gitxi landua dela argitu digu.

Gako-Hitzak: Azterketa Teknikoa, Aitzin-Kontzerbazioa, Kontzerbazio Sendagarria, Zaharberritzea, Hon­daketa, Tafonomía.

METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA

CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:

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BIZKAIA ANO CANTABRIA

I. INTRODUCCIÓN

En unos años en los que estamos viendo al fin sis­tematizarse en publicaciones la investigación en con­servación del material extraído en excavaciones arqueológicas, nos parece interesante conocer el desarrollo de este fenómeno en los yacimientos de la Comisa Cantábrica, concretamente las provincias de Bizkaia y Cantabria.

El conocimiento de cuales son las metodologías de conservación que se estaban aplicando en las exca­vaciones arqueológicas en cueva a lo largo de este siglo pasado era un estudio que estaba pendiente entre todos aquellos que se vienen realizando para conocer mejor la naturaleza de los materiales arqueo­lógicos, con la diferencia de que la expansión que tie­ne el tema de la conservación es menor que el de otras ciencias auxiliares de la arqueología.

Este trabajo es un intento de recoger metodolo­gías de conservación arqueológica e intentar agru­parlas formando una tipología o estandarización, pretendiendo que sea de utilidad, no sólo, como material de referencia, de cara a posteriores inter­venciones en materia de conservación, sino también, y principalmente, como reflejo de la realidad del material arqueológico en un yacimientos en cueva, es decir, el abanico de procesos de degradación a los que se ve expuesto, frente al poco desarrollo de estudios orientados a conocer estos procesos de alte­ración-modificación y sus implicaciones sobre el material. Estudios que, obligatoriamente, deben contar con la variabilidad del material presente (orgánico e inorgánico), la particularidad del yaci­miento y las fuentes de los procesos de alteración tanto geológicas, ya que nos movemos en un medio kárstico, como biológicas. Entre éstas últimas, las alteraciones antrópicas que, por desgracia, nos son sobradamente conocidas, y merecen una atención especial, obligándonos a extraerlas de la clasifica­ción anterior.

1.- Objetivos: generales y específicos

El objetivo general del trabajo es conocer los métodos de conservación-restauración aplicados en las excavaciones arqueológicas en cueva, de manera que sea la base para un posterior trabajo de investi­gación que ponga en relación los materiales arqueo­lógicos y los procesos que han incidido en su presen­cia = conservación o su ausencia = no-conservación. Además, y conociendo estas metodologías, se preten­den evitar graves errores en las conclusiones de carácter científico que se producen ante el descono­cimiento tanto, de los posibles tratamientos de con­servación que previamente ha sufrido el material que se va a estudiar, como, de los procesos tanto degra-

dantes como conservativos que dan al material un determinado estado de conservación. Por otro lado, estamos integrando la conservación de los objetos hallados, como un aspecto mas, al proceso general de conocimiento de lo que han sido las actuaciones arqueológicas.

Los objetivos particulares de este trabajo de investigación son la documentación, en algunos casos, y la interpretación y clasificación, en otros, de tipos de metodologías, técnicas y/o actitudes de con­servación de materiales arqueológicos y de sus con­textos (niveles, estructuras en las que aparecen aloja­dos) en un tipo concreto de yacimientos arqueológi­cos: medios cerrados como son las cuevas, covachos y abrigos.

Es este un intento de reconocer en las memorias de actuaciones arqueológicas, métodos de conserva­ción del material para poder plantear una tipología o estandarización de los mismos en dos casos concre­tos: cuevas de Bizkaia y Cantabria.

Se pretende, primeramente, establecer una tipolo­gía o intento de estandarización de estas técnicas uti­lizadas que afectan tanto a los materiales excavados como al contexto del que se extráen, haciendo refe­rencia a la importancia de interrelacionar el material tanto con su entorno más próximo, el ecosistema sue­lo, como con el espacio atmosférico con el que entra en contacto en la excavación arqueológica, el ecosis­tema aire.

Esta interrelación sirven, por tanto, para compren­der las causas de degradación del material y las alte­raciones derivadas, así como las metodologías de conservación presentes y que afectan tanto a un entorno (suelo) como al otro (aire).

Metodologías éstas que no hacen referencia úni­camente a los momentos de extracción, en aplicación de metodologías de conservación preventiva in situ, sino también, a posteriores tratamientos de laborato­rio, abarcando así el modelo de conservación siste­mática teóricamente propuesto para las excavaciones arqueológicas.

Por otro lado, y complementando la información anterior, también se pretende valorar la presencia o ausencia de métodos de conservación en los trabajos de investigación arqueológica realizados en el pasa­do y en los actuales, asi como su reflejo posterior en las publicaciones.

2.- Metodología

La metodología utilizada para el desarrollo del trabajo se basa en una exhaustiva labor de documen­tación de las memorias de excavación y publicacio­nes específicas para yacimientos en cueva de Bizkaia y Cantabria, la elaboración de una tabla con los yaci­mientos que nos interesan para cada provincia con un

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total de 113 cuevas en Bizkaia y 182 en Cantabria, el diseño de una ficha de recogida de datos, la valora­ción de los resultados como metodologías de conser­vación de diferente naturaleza y la determinación de una tipología en la que encuadrar las metodologías concretadas.

La labor de documentación se "limita" a un vaciado bibliográfico de las memorias de las excava­ciones, y en menor medida, de publicaciones espe­cíficas de los yacimientos en cueva en Bizkaia y Cantabria, ciñéndonos en todo momento al interva­lo entre 1936 y 2000, exceptuando la elección de dos casos de principios de siglo que se explican mas ade­lante y que nos han llevado a las memorias de exca­vación entre 191 O y 1929. Este primer paso ha reque­rido la visita a los siguientes centros museísticos y universitarios, pertenecientes a los dos ámbitos geo­gráficos: en Bizkaia el Museo Arqueológico, Etno­gráfico e Histórico Vasco de Bilbao, la Facultad de Bellas Artes de la U.P.V./E.H.U. de Leioa, y en la Diputación Foral de Bizkaia la Biblioteca de Inves­tigación y el Servicio de Patrimonio Cultural; y, en lo que atañe al caso de Cantabria, la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cantabria y el Museo Regional de Arqueología y Prehistoria de Santander.

Un factor a tener en cuenta, fundamental, nos atre­veríamos decir, es que los resultados y conclusiones que en este trabajo aparecen reflejados, se basan úni­camente en los resultados que los profesionales de la arqueología han publicado basándose en sus trabajos. Por lo tanto, es lógico pensar que posiblemente no aparezcan reflejadas todas las actuaciones de conser­vación-restauración arqueológica reales llevadas a cabo dentro de los parámetros espaciales y tempora­les determinados.

Asimismo, también somos conscientes de que, en algunos casos, aún en el supuesto de que se haya publicado la memoria de una determinada actuación arqueológica, no se haya hecho mención alguna a la conservación del material excavado, aunque, desde nuestra experiencia, tengamos conocimiento real de que sí que se llevaron a cabo actuaciones en este sen­tido.

A su vez esta labor esta requiriendo la consulta a especialistas en diversas disciplinas que, desde dife­rentes perspectivas, están implicados en la actuación de conservación preventiva in situ. Así, se trata de conocer cuales son los mecanismos que cada una de las ciencias multidisciplinares pone al alcance del arqueólogo para que el fin se lleve a la práctica: la recuperación de la mayor información posible a par­tir de la salvaguarda del registro material.

Esta iniciativa de profundizar en diferentes disci­plinas en conexión con la arqueología esta siendo lle­vada a cabo mediante entrevistas y visitas a centros

de investigación cuyas líneas de trabajo interesan conocer de cara, no solo a la sistematización de meto­dologías de conservación resultantes de nuestra actual labor de documentación, sino también, de cara al posterior trabajo de tesis. Así, se está en contacto con el Dpto. de Geología y Paleontología del Museo de Ciencias Naturales de Madrid dependiente del CSIC. (Dra. Y. Femández Jalvo ), con el Departamen­to de Paleontología de la Universidad Complutense de Madrid (Dr. Sixto Femández) en un intento de afrontar la conservación arqueológica desde el punto de vista de la Tafonomía y Sedimentología, y con el Departamento de Conservación y Restauración del Instituto de Patrimonio Histórico Español (IPHE) (Mª I. Herráez Martín)

A partir de la lectura de las memorias de excava­ciones en cueva, se prepara una lista con aquellos yacimientos en cueva y las actuaciones arqueológicas que han tenido lugar en ellos con el fin de hacer una pequeña historia de la investigación de cada una (Anexo I). Entendemos que no están recogidas todas las cuevas con yacimiento arqueológico, pero dado el numero de cuevas para cada provincia, la antigüedad de las cartas arqueológicas que las hace inoperativas y la naturaleza del yacimiento arqueológico (muchas de ellas solo tienen un único resto) y del tipo de actuaciones en muchas de ellas (no regladas), consi­deramos que están reflejadas sobradamente aquellas que pueden ofrecer el mayor numero de datos de inte­rés por la continuidad, reglamentariedad y carácter científico de sus intervenciones.

Seguidamente se diseña una ficha de recogida de datos que refleja, principalmente, todo tipo de trata­miento o actuación de conservación-restauración en los materiales arqueológicos, así como las principales alteraciones presentes en los materiales.

La lectura de la bibliografía nos ha dado la opor­tunidad de incluir un tipo de información con la cual no planeamos contar en un principio; se trata de las causas de deterioro y lo preservación que han provo­cado alteraciones (cuando no la total destrucción) del material que aparece en estados de conservación muy variados. A la vista de la abundancia de referencias de este tipo de información en las memorias, decidi­mos reflejarla como un método de examen organo­léptico donde, consciente o inconscientemente, se describen causas de degradación o preservación, exa­men éste que es considerado por nosotros de gran valor por el referente que pueda tener de cara a pos­teriores intervenciones tanto arqueológicas como conservativas.

Con el fin de inferir resultados de los datos reco­gidos en las fichas, se buscó determinar una tipolo­gía de metodologías de conservación-restauración a partir de la clasificación básica que ECCO (Euro­pean Confederation of Conservator-Restorers'Orga-

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nization) hace de lo que es el trabajo del conserva­dor-restaurador, y de acuerdo con las ideas sobre conservación arqueológica de prestigiosos autores en el tema como J .M. Cronyn. Se ha valorado muy de cerca, los mecanismos de alteración tafonómica pro­puestos por el Dr. S. Femández-López de la facultad de Geología de la Universidad Complutense de Madrid, y las referencias al fenómeno de tafonomía en yacimientos en cueva por parte de la Dra. Y. Fer­nández Jalvo del Museo Nacional de Ciencias Natu­rales y de la Dra. Mª F. Blasco Sancho de la Univer­sidad de Zaragoza.

Por lo tanto, ordenamos la tipología desarrollada en tres bloques de metodologías de conservación-res­tauración:

I. Metodologías de Examen Técnico: Descripciones de las causas de degradación-pre­servación y procesos de alteración del material. Análisis físico-químicos

11. Metodologías de Conservación: Conservación preventiva Conservación curativa

llI. Metodologías de Restauración

Hay una serie de apartados que requieren una explicación previa. Por un lado, y dentro de las meto­dologías consideradas como actuaciones de conser­vación preventiva, hemos incluido tanto los hechos como las actitudes, de manera que no solo recogemos aquellas acciones sobre el material, el yacimiento o el medio, sino que también consideramos conservación preventiva todas aquellas actitudes que de alguna manera contribuyen a la conservación del material. Se podría denominar informalmente y como lenguaje particular de cara a este trabajo como "metodologías actitudinales".

Por otro lado, en el apartado referente a las altera­ciones del material, no se han tenido en cuenta, utili­zando, por otra parte, un razonamiento lógico, aque­llas alteraciones producidas por una intervención cul­tural, esto es, por la acción directa del hombre con el objetivo de "fabricar" un útil. Son alteraciones que reflejan la "vida útil" del objeto y que están son trata­das desde los estudios traceológicos, principalmente sobre material lítico y esquelético.

3.- DELIMITACIÓN DEL MARCO ESPACIAL Y TEMPORAL

Se ha querido unificar todo el espacio geográfico elegido, las provincias de Cantabria y Bizkaia, al intervalo de los años 1936-2000.

3.1.- Espacio: localización y tipo de yacimiento elegido

La elección de estas dos provincias de la región cantábrica, Bizkaia y Cantabria, responde, en princi­pio, a la proximidad de las mismas al área de trabajo a la que estamos vinculados, y, además, por ser regio­nes que cumplen nuestro requisito a la hora de hacer una investigación sobre los fenómenos de conserva­ción arqueológica en yacimientos en cueva, ya que el fenómeno kárstico, como acción geomorfológica mas efectiva para la formación de cuevas, se encuentra perfectamente representado en estas dos provincias.

Asimismo, la elección de dos provincias posibili­ta la comparación de los resultados que aquí se pre­sentan, que, aunque no siendo el objetivo del trabajo, permite un posterior desarrollo del mismo.

En referencia al tipo de yacimiento, creemos necesaria una breve explicación sobre la elección de las cuevas como lugar de ocupación, frente a los yaci­mientos arqueológicos al aire libre.

Se ha venido pensando, erróneamente como vere­mos mas adelante, que el material extraído en medios cerrados como cuevas y abrigos, aparecía y se mante­nía en buen estado de conservación, idea ésta que, reforzada por el hecho de estar dentro de un recinto cerrado y no al aire libre con el riesgo que supone estar expuesto a los diversos agentes externos, los alejaba de cualquier necesidad de intervención de carácter protector.

Con la elección de un medio de cueva / abrigo hemos querido reflejar dos ideas principales que nos parecen muy significativas a la hora de abordar una investigación sobre la conservación de los materiales arqueológicos. Por un lado, diferenciar la cueva como un ambiente limitado tridimensionalmente por la pared, techo y suelo, con unas características diferen­ciables de otros medios, tanto respecto al relleno y fuente de aporte que conforman el depósito arqueoló­gico, como a los procesos erosivos/deposicionales, así como las condiciones medioambientales, homo­géneas y benévolas en términos generales, pero agre­sivas y selectivas cuando esas condiciones se extre­man.

Por otro lado, y atendiendo al hecho de que estas especiales condiciones de cueva actúan sobre el material en diferente grado y en diferentes fases, la realidad de los materiales que recuperamos debe ponemos en guardia en contra de la opinión generali­zada de que las cuevas son ideales para la preserva­ción de un conjunto original o contexto primario, y a favor de la existencia de conjuntos derivados o con­textos secundarios, que nos son difíciles de interpre­tar y de recuperar físicamente. Es aquí donde estudios de tafonomía y de alteración del yacimiento son nece­sarios para identificar factores culturales y naturales

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(biológicos y geológicos) que permitan una posterior interpretación no solamente histórica, sino también de desarrollo del depósito arqueológico. Precisamen­te, entre esta realidad del objeto modificado y la obtención de los datos que lleva implícitos, está el trabajo de conservación y recuperación de los obje­tos.

La relación de los yacimientos y sus actuaciones arqueológicas así como la localización de los mismos se adjunta en el Anexo I. Como en él podemos obser­var, en el caso concreto de Cantabria las actuaciones arqueológicas definidas son: excavación, sondeo, hallazgo de materiales en superficie y un único caso de prospección bioespeleológica, mientras que en Bizkaia diferenciarnos las actuaciones de excavación, sondeo, cata de reconocimiento, hallazgo de material en superficie y hallazgo de yacimiento paleontológi­co.

Bajo el epígrafe de Hallazgo de materiales en superficie se agrupan una serie de actuaciones de, en muchas ocasiones, dudosa clasificación. Teóricamen­te, nos encontrarnos ante simples labores de prospec­ción, pero, no obstante, es común, sobre todo en el caso cántabro, que estas actuaciones prospectaras deriven en una recogida física del material arqueoló­gico superficial.

Es éste un aspecto especialmente polémico y con­trovertido, ya que, tanto la Ley de Patrimonio Histó­rico Español de 1985 (16/1985 del 25 de junio) como las Leyes de Patrimonio Autonómicas de Can­tabria de 1999 (11/1998 del 13 de octubre) y del País Vasco de 1991 (711990 del 3 de junio) califican toda recogida de materiales arqueológicos como excava­ción. No obstante, y valiéndose de la existencia de una cierta ambigüedad semántica en las normas jurí­dicas, han proliferado, sobre todo, en el caso cánta­bro, ciertas asociaciones autodefinidas como defen­soras del Patrimonio Cultural y Arqueológico, que han concentrado en sus manos un porcentaje muy alto de las actuaciones arqueológicas llevadas a cabo en Cantabria. El problema se plantea ante el hecho de que la mayor parte de estas actuaciones han sido realizadas tras la pertinente obtención de un permiso de prospección, aunque, la recogida de materiales, requiere, obligatoriamente, la tenencia de un permi­so de excavación. A pesar de la dudosa legalidad de estas actuaciones, nos ha parecido pertinente tener en cuenta las publicaciones derivadas de ellas, debido a la abundante información que aporta en lo referente a la conservación de los objetos arqueológicos.

En.referencia a las denominadas Catas de recono­cimiento documentadas en Bizkaia, principalmente en las décadas de los años 60' y 70', ha de hacerse una pequeña aclaración. Son éstas actuaciones enca­minadas a buscar yacimiento arqueológico y que, por tanto, han requerido de una excavación de reducidas

dimensiones y, a pesar de la imprecisión en las des­cripciones, también de una recogida del material des­cubierto. Casualmente la Ley de Patrimonio Cultural Vasco de 1991, define una actuación que coincide con estas catas de reconocimiento; son los Sondeos Arqueológicos. Por lo tanto bajo el epígrafe de Son­deos Arqueológicos recogemos tanto las denomina­das catas anteriores a la Ley de Patrimonio Cultural Vasco de 1991, como los Sondeos definidos como tales en las publicaciones tanto antes, como después de 1991.

3.2.- Tiempo: intervalo cronológico propuesto

Atendiendo a la especial significación histórica que conlleva, además de su innegable incidencia sobre la propia investigación arqueológica científica (recordemos que la Guerra Civil supuso un corte de los trabajos de investigación arqueológica que habían comenzado a tomar madurez, sobre todo en la provin­cia de Bizkaia), se ha elegido el año 1936 como pun­to de inicio del periodo de estudio, llevándose el final del mismo hasta excavaciones realizadas en el año 2000, teniendo siempre en cuenta el determinante que supone la obligatoria publicación de los resultados.

Sin embargo, y ante la posibilidad de establecer un modelo comparativo con las formas de proceder antiguas se han elegido dos yacimientos en cueva, uno para cada provincia estudiada, que muestren las técnicas de conservación empleadas a principios de siglo. Estos dos yacimiento son las excavaciones antiguas de la cueva de Santimarniñe (Kortezubi) entre 1918-1926 por J.M de Barandiaran, E. Eguren y T. de Aranzadi, encomendadas por la Junta de Cultu­ra de la Diputación de Bizkaia, y las excavaciones antiguas en la Cueva del Castillo (Puente Viesgo) entre 1910-1914 por H. Breuil, H. Obermaier, P. Wer­nert y J. Bonyssonie y subvencionadas por el Institu­to de Paleontología Humana de París.

Estos datos sobre tratamientos históricos o anti­guos han sido recogidos (de manera muy dispersa, eso sí) en varios estudios o revisiones posteriores a las antiguas excavaciones, pero no conocemos nin­gún intento por conocer con detalle la naturaleza y el propósito de las intervenciones, las cuáles, como veremos mas adelante, dan lugar a muchas dudas sobre su carácter conservador o restaurador.

4.- Situación actual del tema: estudios relacionados.

Hemos encontrado una serie de estudios afines a los objetivos propuestos en este trabajo ya que, aun­que no están orientados directamente a conocer actuaciones de conservación en los materiales, sí que reflejan la realidad del Patrimonio Arqueológi-

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co como bien cultural amenazado. Así, encontramos un trabajo de E. Muñoz Fernández que resume cuá­les han sido los deterioros en los yacimientos pre­históricos en las cuevas de Cantabria. No obstante, muchas de las ideas que documenta están basadas en la tradición oral y, por lo tanto, su rigor científico es, al menos, relativo, aunque es cierto que es una manifestación de puesta en valor de la situación del patrimonio arqueológico en cueva (Muñoz Fernán­dez, E., 1988)

Otro trabajo, de gran interés para el nuestro, es el de J.L. Pérez Sánchez, también para la zona de Can­tabria, donde hace una relación de los factores de riesgo del patrimonio arqueológico desde una pers­pectiva legislativa. Se trata de un articulo muy signi­ficativo y de obligada lectura a la hora de abordar el problema de conservación del material arqueológico, ya que, resume todos los riesgos de origen antrópico, pero sin referencias concretas a los materiales, sino al patrimonio arqueológico en general (Pérez Sánchez, J.L., 1999).

En relación con el Patrimonio Natural-Paisajístico Subterráneo, destaca un estudio de V. Fernández Ace­bo sobre las causas que degrndan este patrimonio y que resulta de interés dado que, muchas de ellas, son compartidas asimismo por el patrimonio arqueológi­co, en tanto en cuanto el medio subterráneo es uno de los continentes del contenido arqueológico (Fernán­dez Acebo, V. 1988).

Otro estudio más específico, desde una rama de la Paleontología, la Tafonomía, y que ha supuesto un constante referente en nuestro trabajo, es el tra­bajo de Dr. S. Fernández-López, en un intento por establecer los mecanismos de alteración tafonómica que actúan sobre los elementos conservados enten­didos éstos como «cualquier resto y/o señal signifi­cativo y taxonómicamente determinable» (Fernán­dez-López, S., 1998: 54). La investigación en tafo­nomía es imprescindible para saber cual ha sido los procesos que han hecho que los materiales, organó­genos, se conserve de una manera especifica. Con­cretamente, el término tafonomía se refiere, literal­mente, a las leyes del enterramiento. Por lo tanto, la arqueología cubre parte de los datos que necesita­mos para conocer las causas de alteración de mate­riales de origen orgánico, sin embargo la completa caracterización de los procesos de alteración resul­ta imposible sin un estudio tafonómico, ausente en la mayor parte de las actuaciones arqueológicas en cueva registradas. La conjunción de ambas realida­des queda materializada en la arqueotafonomía, como se refleja en los estudios de la Dra. Mª. F. Blasco Sancho en las cuevas con yacimiento prehis­tórico de Peñamiel (Nieva de Cameros, Rioja) y Los Moros (Gabasa, Huesca) (Blasco Sancho, Mª.F., 1992).

Un estudio más profundo de esta relación entre los materiales arqueólogicos y las alteraciones tafo­nómicas queda relegado, al igual que otros aspec­tos, a un trabajo posterior, a tenor de la indudable importancia de los factores tafonómicos en los esta­dos de conservación de los distintos materiales orgánicos y que también son aplicables a los mate­riales inorgánicos.

11. APROXIMACIÓN A UNA TIPOLOGIA DE MÉTODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN DE LOS MATERIALES ARQUEOLOGICOS EN LOS YACIMIENTOS EN CUEVA DE BIZKAIA Y CANTABRIA

Según el documento aprobado en 1984 por el Consejo Internacional de Museos (ICOM), y según el código ético de la Confederación Europea de la Orga­nización de Conservadores-Restauradores (ECCO), el trabajo del conservador-restaurador se basa en el Examen Técnico y en la Conservación y Restaura­ción del Patrimonio Cultural. Y es precisamente basándonos en estos documentos a partir de los cua­les hemos desarrollado una tipología para poder cla­sificar las actuaciones de conservación que hemos visto documentadas en las diferentes publicaciones consultadas. Estas metodologías, en muchas ocasio­nes, no hacen referencia directa a la conservación del material como tal, sino a la del yacimiento o la cue­va, pero entendemos, que no es más que una forma indirecta de proteger el material.

Como comentábamos en la introducción, hay una serie de informaciones en las memorias de excava­ción, consideradas por nosotros metodologías de conservación, incluyéndolas así en el apartado de Técnicas de Examen con carácter de organolépticas. Se trata, de casos en los que los autores describen diferentes causas de degradación y preservación, que son propias de un medio de cueva y que han dado lugar a una conservación diferencial de cada tipo de material y del yacimiento en si. Lógicamen­te, estas descripciones no se refieren a actuaciones en el patrimonio arqueológico, pero resultan tan ade­cuadas para la idea que en este trabajo se quiere plas­mar como lo son las actuaciones de conservación y restauración.

Son, por tanto, descripciones que responden a exá­menes cuya intencionalidad desconocemos si está orien­tada a comentar la conservación del material en el yaci­miento (ya que en la mayoría de las memorias de exca­vación esta información no aparece ordenada dentro de un aparatado especifico sobre conservación del material de excavación) pero que consideramos que tienen un

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papel de referente para entender a que riesgos o a que ventajas están expuestos los materiales por el hecho de estar enterrados en una cueva y no al aire libre.

A continuación se presentan los resultados de las metodologías de Conservación-Restauración docu­mentadas en las memorias de excavación y que están, divididos en los tres grandes bloques anteriormente citados: examen técnico, conservación y restauración.

1.- EXAMEN TÉCNICO

Como sabemos el examen es lo primero que se hace para conocer la composición y estructura origi­narias, asi como la identificación y extensión del deterioro de los materiales.

El conservador tendrá que estudiar las causas de los deterioros para poder decidir el tratamiento que necesita el objeto cultural. Además, al hacer el exá­men, deberá consultar- estudiar la documentación que sea importante y recurrir al especialista adecuado (documentación previa).

Como explicabamos en la introduccion, este apar­tado consta de dos tipos examen; por un lado el exa­men que ha dado lugar a que los autores de las memo­rias documenten las causas de degradación-preserva­ción de los materiales y las alteraciones presentes en los mismos, por otro, los exámenes fisico-qímicos documentados.

l. - ANÁLISIS ORGANOLÉPTICOS: DOCUMENTACIÓN DE LAS CAUSAS DE DEGRADACIÓN- PRESERVACIÓN PRESENTES EN LOS MATERIALES

Incluimos aquí una serie de causas de degrada­ción-preservación que entran en relación con el depó­sito arqueológico y que están documentadas en las memorias como resultado del examen organoléptico llevado a cabo por los arqueólogos y científicos rela­cionados con las actuaciones arqueológicas que aquí se recogen.

A la hora de reflejar estas causas de degradación y de preservación del material arqueológico, hemos seguido un mismo esquema: causas intrínsecas y cau­sas extrínsecas al depósito arqueológico, así como los grupos de materiales a los que afectan, tanto orgáni­cos como inorgánicos. Así mismo, toda la informa­ción hace referencia siempre a las dos zonas estudia­das: zona Bizkaia y zona Cantabria.

1.1.- Causas de degradación

El deterioro y la preservación de los materiales dependen, básicamente, de dos cosas: la naturaleza

del material y el medioambiente del depósito que lo rodea. En muchas ocasiones nos ha sido difícil sepa­rar este-, dos aspectos de deterioro, ya que la perma­nencia o durabilidad de un material particular está sujeta, en parte, a su resistencia natural al deterioro y, en parte, a las características favorables o desfavora­bles del medioambiente.

De todas formas hemos podido identificar algunos factores tanto en el medioambiente del suelo, como, en la naturaleza de los materiales y que contribuyen a la preservación o a la destrucción de los materiales.

1.1.1.- Intrínsecas al depósito arqueológico

1.1.1.1.- Derivadas de las propiedades del suelo y de los procesos sedimentarios'

En una excavación arqueológica, la mayoría de los objetos son extraídos de medio ambientes en los que han permanecido enterrados durante cientos y miles de años.

A pesar de que lo que cuestionamos aquí es el deterioro del material, el descubrimiento de objetos no deteriorados tras un largo periodo de tiempo implica que por alguna supuesta razón el deterioro no ha tenido lugar. Esto es porque, o bien los agentes de deterioro t<Stán ausentes, o porque las condiciones de preservación han prevalecido. Esta consideración es, por tanto, más importante que la duración del perio­do de deposición.

A continuación vamos a considerar cuáles son las causas de degradación-preservación del material derivadas de las propiedades del suelo a las que hacen referencia, no siempre de manera directa, las memo­rias de excavación consultadas.

Zona Bizkaia

La acidez y alcalinidad del suelo: la presencia de un pH ácido (pH bajo) del suelo puede venir dado por la presencia de C02 derivado de la descomposi­ción de los tejidos blandos de los enterramientos. Este es el caso de la cueva sepulcral de Pico Ramos.

La presencia de óxidos metálicos en el sedimento como la cal pueden formar pátinas de color blanco sobre el material lítico, como el caso del sílex de la cueva de Bolinkoba. Estas pátinas también se docu­mentan en la cueva de Larniñak II derivado de la com­posición del relleno aunque no se especifica cual es.

Estos son los denominados como eventos geológicos o sedimen­tarios por Mª F. Blasco Sancho en el análisis de alteraciones óseas.

METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA

CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:

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BIZKAIA ANO CANTABRIA

El grado de compactación. Con este aspecto nos estamos refiriendo a casos como el sobrepeso del grano del sedimento del depósito de la cueva de Gue­rrandijo que deforma los materiales contenidos, y la compactación del sedimento que llega a dificultar la átracción del material en la cueva de Santimamiñe.

Los procesos sedimentarios; Entre estos, se citan . por un lado la presencia de corrimientos de tierras

que dispersan los enterramientos en la cueva de San­timamiñe; Las corrientes de agua o movimientos de agua que producen un lavado o lixiviación de la matriz que afecta al material de las cuevas de Lumentxa y Atxeta y provocan redeposiciones y arra­samiento de las inhumaciones en el caso de la caver­na sepulcral de Balzola y de los materiales en cuevas de ocupación como Arenaza, Santa Catalina y el con­chero de Lamiñak II; los procesos fluviales como los antiguos cursos de agua provocan una remoción post­deposicional del material en las cuevas de Urratxa II y Antoliñako Koba, siendo una acción no únicamen­te mecánica, ya que también está presente la influen­cia química de las avenidas de aguas erosivas como ocurre sobre el material de Arenaza I; las coladas de barro, como proceso asociado a la presencia de agua, y que, a su paso dejan normalmente una huella erosi­va en la base del depósito que llega a reflejarse en un deterioro del hueso como ocurre en la cueva de San­ta Isabel; lenguas de solifluxión también asociadas a presencia de agua, y que, mediante un empapamiento de la capa superficial del depósito arqueológico, invalidan su capacidad de rozamiento afectando a los niveles arqueológicos de la cueva de Antoliñako Koba. Junto a estos detallados procesos se documen­tan también los corrimientos post-deposicionales como causa de fractura de estructuras de combustión de la cueva de Lumentxa.

I. Barandiaran Maestu, documenta una de las con­secuencias de estos procesos sedimentarios cuando comenta: « ... las dificultades que ofrece Atxeta para una adscripción cultural clara y precisa. Dificultad derivada del ... complicado proceso sedimenta­rio ... que erosionó parte del relleno arqueológico ... » (Marcos Muñoz, J.L., 1982:31)

La presencia de sales solubles contenidas en el agua, mayoritariamente el carbonato cálcico (CaC03), es la responsable de una de las principales causas de degradación de los materiales (encuadradas también en los procesos sedimentarios). En Santimamiñe se docu­mentan procesos químicos aislados como la infiltra­ción en hueso del carbonato cálcico disuelto en agua, modificando su presencia "volviéndolo traslúcido". Sin embargo, los procesos habituales son la precipitación del carbonato cálcico (CaC03) o del bicarbonato cálci­co [Ca(C03H)2]. Este último, disuelto en aguas de infiltración de la cueva que se introducen en los sedi­mentos donde precipita por un desequilibrio químico en

forma de un cemento calcítico, mientras que el carbo­nato cálcico disuelto en agua en la superficie al exterior de la cueva es trasportado por filtración-percolación al interior de la cueva, donde precipita en forma de con­creciones nodulosas o costras. El resultado de ambos procesos es la formación de capas, costras o cortezas estalagmíticas y concreciones calcáreas, y sus más directas consecuencias sobre el material son la brechi­ficación y el concrecionamiento del material o del nivel que lo contiene. Los casos que hemos hallado con rela­ción a esos procesos son materiales que aparecen bre­chificados en las cuevas de Lacilla, Aldeacueva y San­timamiñe, o materiales con encostramientos estalagmí­ticos en las cuevas de Kobaederra I, Goikolau y Lami­ñak II, asi como encontramiento de los niveles arqueo­lógicos de las cuevas de Lumentxa y Atxuriko Koba I.

Derivado de estas formaciones, se ha documenta­do otra situación como el hundimiento del relleno arqueológico de la cueva de Atxeta sobre el cual las aguas carbonatadas habían formado una capa estalag­mítica en la cual quedan incrustados materiales a modo de brecha, antes de la separación entre la cos­tra y dicho relleno.

La presencia de un alto contenido de humedad en las arcillas por su proximidad a la pared de la cavidad con filtraciones de agua como ocurre en la cueva de Txotxinkoba o por la incidencia directa sobre las arcillas de una caída constante de agua como ocurre en Lumentxa, presuponemos, (ya que no se mencio­na), pueda ser causas de deterioro del material que contengan las arcillas. Más concretamente, los sedi­mentos de la cueva de Ereñuko Arizti con un alto contenido de humedad provocan alteraciones en el hueso y dificulta los tratamientos de recuperación, así como el suelo húmedo de la cueva de Atxeta, también ha dificultado el desarrollo de las excavaciones.

Asociado a este factor están las definidas como zonas húmedas y de encharcamiento o inundación estacional dentro del área de excavación, como la presencia de zonas húmedas por filtración de agua que provocan la dispersión del material de la cueva de Pico Ramos y la presencia de áreas de encharca­miento en el interior de las cuevas de Lumentxa, Are­naza y Axpeko Koba, que presuponemos funcionan como un foco de deterioro. En el caso de la cueva de Arenaza I, estas áreas de inundación son un estado constante, permanente, lo que llega a provocar la per­dida de colágeno del material óseo.

La presencia de una alteración físico-química de las arcillas derivadas de procesos de rubefacción causados por la presencia de las altas temperaturas de un fuego, produce un aplastamiento y deformación de las estructuras de combustión, así como una decolo­ración o teñido del material por ennegrecimiento de los niveles arcillosos, casos estos presentes en la cue­va de Lumentxa.

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Zona Cantabria

Una de las diferencias entre los yacimientos en cueva de ambas provincias, se encuentra en la refe­rencia en las memorias de excavación a las aguas subterráneas como agente de degradación, que sola­mente se documenta en Cantabria con la presencia de fuentes y ríos subterráneos que inundan y socavan los niveles de la cueva del Valle, provocando la dis­persión del material, así como las peculiaridades locales de la acción química del agua en la cueva de Morín, que suponemos se mencionan porque de algu­na manera pudo llegar a influir negativamente en la conservación del material.

E. Muñoz, cita también las cuevas de Linar donde el río ha arrastrado gran parte del yacimiento o casos similares en las cuevas de Cahonda, Barcenal I y la Cocha (Muñoz Femández, E., 1988: 44)

La presencia de oxigeno, agua y C02 en el sedi­mento, tres variables éstas importantes en la degrada­ción del material, en combinación con la presencia de fermentaciones de restos orgánicos (del que deriva el C02), son una muy concreta causa de descalcifica­ción y solubilización de la materia orgánica de los huesos humanos de la cueva de Morín.

El grado de compactación del sedimento, como causa de degradación, puede reflejarse tanto en la presión que este ejerce sobre el material provocando el aplastamiento y deformación de uno los cadáveres de la cueva de Morín, así como en el pisoteo biológi­co y la consecuente compactación del sedimento de la cueva del Castillo, provocando la conservación diferencial del material óseo derivada de la capacidad de resistencia cada parte esquelética (porosidad, den­sidad, tamaño, forma ... ).

Entre los procesos sedimentarios se documentan; Las corrientes de agua con un lavado o lixiviación de los niveles de las cuevas del Linar, Rascaño, Mirón y Aspio así como la existencia de corrientes de agua al fondo de la cueva producto de una reactivación kársti­ca que altera los niveles de la cueva del Ruso I. La for­mación de concreciones calcáreas, frente a la mayor presencia documentada en Bizkaia, únicamente esta citada en dos casos donde ésta actúa de preservante, ya que la causa de deterioro es precisamente la erosión de la capa estalagmítica que pone en descubierto el material de las cuevas del Ruso I y el Valle, con la con­siguiente desaparición del mismo. La formación de niveles ricos en carbonato cálcico, por precipitación del agua kárstica cargada de CaC03, pueden llegar a brechificar, en ocasiones, con materiales malacológi­cos fenómeno este que lo encontramos con las conchas de caracoles terrestres en la cueva del Mirón.

El contenido de humedad del suelo es una de las principales causas de deterioro en esta provincia, ya que se documenta la desfiguración de las característi-

cas propias del material ceramico de la cueva de Cofresnedo, la descomposición del hueso y del asta en la cueva de Rascaño. Esta presencia de humedad en ocasiones supone una saturación repetida del suelo que provoca el mal estado de conservación del material orgárrico de la cueva del Juyo, debido a su naturaleza.

La propia naturaleza arcillosa del depósito de la cueva de las Monedas, actúa también como causa de degradación, ya que llega a dañar aquellos fragmen­tos óseos de menor tamaño.

La presencia de mineral de hierro en el suelo, actúa como colorante alterando físicamente el mate­rial lítico de la cueva del Ruso I que queda teñido a modo de pátina de decoloración.

En los trabajos de la cueva de la Mina, se hace refe­rencia a las malas condiciones de conservación que caracteriza al depósito sedimentario y que provocan una ausencia de huesos, mientras que en los materiales óseos de la cueva del Castillo muestran una conserva­ción diferencial de las marcas de incisiones que contie­nen, según la situación de los huesos en el depósito. De una manera genérica e imprecisa, se vuelven a mencio­nar las causas inherentes al suelo como responsables de la conservación diferencial del material de la cue­va del Juyo (a pesar de que años anteriores, durante las campañas de 1955-56, sí se anotó como causa de degradación el contenido de humedad del suelo).

Continuando con imprecisiones también mencio­nan en los trabajos de la cueva del Castillo la presen­cia de factores físicos, químicos y biológicos, actuan­do en la fase fosildiagenética o fase de enterramiento del material, es el caso de los procesos de calcifica­ción, la presencia de carnívoros, de raíces ... que enten­demos pudieron actuar como agentes degradantes aunque no se especifique su acción sobre el material.

En opinión de R. Villar Quintero, respecto a las colecciones de excavaciones antiguas en las cuevas de Valle, Castillo y Pendo, depositadas en la Univer­sidad de Santiago de Compostela, «el conjunto correspondiente al yacimiento del Pendo, puede cali­ficarse fundamentalmente como muy didáctico para una zana, la más occidental de la región cantábrica, donde las peculiares condiciones del medio, extrema­damente ácido, no penniten la conservación de restos óseos en nuestros yacimientos arqueológicos» (Villar Quintero, R., 1994:329).

I. Barandiaran Maestu, en referencia a las piezas arqueológicas de arte mobiliar cantábrico, comenta que los medios estratigráficos en los que se han con­servado el material mueble lo habían degradado. (Barandiaran Maestu I., 1972).

1.1.2.1.- Derivadas de la naturaleza del material

La composición química y la estructura de los objetos, así como su comportamiento frente al medio,

METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA

CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:

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BIZKAIA AND CANTABRIA

son factores que deben ser perfectamente conocidos por los responsables de la conservación en un yaci­miento arqueológico. Todos los materiales documen­tados en las memorias se han clasificado en Orgáni­cos e Inorgánicos para reflejar cuáles son las caracte­rísticas intrínsecas que afectan a su conservación.

a) Grupo del material orgánico

MATERIAL ESQUELETICO: HUESO

El hueso tiene dos tipos de estructuras principales, una ligera y porosa en el interior de los huesos y otra más dura, densa y compacta al exterior y en el hueco de los huesos largos. Pero la densidad varía con las espe­cies. Los huesos largos, como ya veremos posteriormen­te, tienen un protagonismo muy grande ya que su con­servación preocupa al zooarqueólogo y al paleontólogo, debido a que los fragmentos de huesos largos suelen ser difíciles de identificar y la conservación de un hueso lar­go completo es poco frecuente, a pesar de ser de gran utilidad para establecer estudios morfométricos.

A continuación exponemos las principales carac­terísticas del material de hueso que han sido docu­mentadas en las memorias y que han influido en su degradación.

Zona Bizkaia

La mayor fragilidad de ciertas partes esqueléti­cas, frente a otras de mayor capacidad de conserva­ción, entendida ésta como la mayor o menor capaci­dad de un material para sobrevivir durante el perio­do de enterramiento, y que deriva de la propia natura­leza del material. Las partes esqueléticas que los especialistas citan de menor conservabilidad son la base de articulaciones y la mitad de las diáfisis en la cueva de Ereñuko Arizti, las vértebras y costillas en la cueva de Urratxa III y las epífisis proximales por su tejido óseo más frágil en la cueva de Pico Ramos.

Precisamente de este grado de conservabilidad se desprende un fenómeno muy frecuentemente citado en las memorias como es el mayor grado de "frac­turabilidad" de huesos largos frente a la abundan­cia de huesos pequeños conservados, en algunas oca­siones en su totalidad, siendo la consecuencia una menor presencia en el registro arqueológico de hue­sos largos completos. Situación ésta derivada, no solo de su naturaleza, sino también, de causas extrínsecas al depósito como veremos mas adelante. Este fenó­meno lo encontramos comentado en yacimientos como Guerrandijo, Guetaleutako Atxa Kobie, Paju­cas, Txontxinkoba, Arenaza I y Pico Ramos.

De lo anterior deriva un problema, extensivo al resto de los huesos, pero que, en el caso de los huesos largos, es más notorio, ya que su identificación a par-

tir· de simples fragmentos es problemática, y, en muchos casos, la decisión de identificar, registrar y medir partes esqueléticas depende de su conservación (Davis, J.M.S., 1989)

La desaparición de tejidos óseos del hueso, en este caso los huesos humanos de la cueva de Pico Ramos, supone una desaparición de los tejidos de cohesión que, provocan su fragmentación a la vez que la descomposición acidifica el sedimento. De esto también deriva la permanencia o ausencia de los tejidos blandos frente a un agente térmico que provo­ca la calcinación por extensión mediante las fisuras en el primer supuesto, y la combustión desigual por microfisuras en el segundo supuesto.

La sensibilidad a la humedad y la temperatura, especial característica del hueso, esta documentada como agente de alteración en los materiales óseos de la cueva de Pico Ramos.

El enderezamiento de las partes esqueléticas en un intento por recuperar su forma originaria provoca una deformación del material tras su separación del resto del conjunto esquelético. Es el caso de un frag­mento de cráneo de la cueva de Santimamiñe.

Además de estas características propias del mate­rial, se ha comprobado que la disposición espacial de los esqueletos, tanto humanos como de animales, pue­de suponer una causa de degradación. Es el caso de la inaccesibilidad del lugar de enterramiento que impide la extracción completa de un esqueleto de un cudón en la cueva de Obarreta, ó la posible casuística propuesta a partir de los trabajos en la cueva de Pico Ramos, según la cual el carácter temporal del enterramiento, siendo el primero o el último, así como el espacio que ocupa en una zona más o menos resguardada, se bara­jan como posibles aspectos que pudieron incidir en la degradación del material óseo de la cueva.

Zona Cantabria

La mayor fragilidad de ciertas partes esquelé­ticas se refleja en Cueva Morín en una menor resisten­cia de la zona ventral del cuerpo de uno de los enterra­mientos hallados, que, junto al peso del propio cadá­ver, provoca un aplastamiento y deformación del cuer­po enterrado. Esta fragilidad da lugar a un fenómeno de conservación diferencial de los huesos, en varias cuevas (Castillo, Cofresnedo y Mapa) y esta mayor o menor "conservabilidad" dependerá de la parte anató­mica a la que correspondan los huesos. Es este el caso de partes esqueléticas como los fémures, vértebras y atlas de la cueva de Rascaño o el esternón en la cueva del Mapa, cuya mala conservabilidad se refleja según los autores en su ausencia en el registro arqueológico.

Otra causa de alteración es la característica del material óseo de recuperar la forma original, hecho este documentado en la curvatura de una varilla de la

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cueva de la Fragua que, además, presentaba una rotu­ra antigua.

Así mismo, se documenta también como riesgo de degradación del material la disposición espacial que este ocupa dentro del depósito. Es el caso de la cuevá de las Grajas donde, la localización del mate­rial depositado en un lugar de paso junto al carácter superficial de la ocupación, (semienterrado) son fac­tores que aumentan el riesgo de degradación.

MATERIAL ESQUELETICO: MARFIL

El marfil, de composición química similar al hue­so, está compuesto por un tejido duro y denso, la den­tina, que se diferencia por la existencia de una retícu­la compuesta por diminutas zonas lenticulares, origi­nadas por la intersección de las estrías que irradian desde el centro del colmillo.

Únicamente hemos hallado un caso en el cual la alte­ración precisamente, deriva de esta estructura descrita.

Zona Bizkaia

La estructura interna cónica del marfil, facilita la exfoliación laminar de los materiales provocando su degradación, hecho este presente en el ajuar de marfil de la cueva de Pico Ramos.

MATERIAL ESQUELÉTICO: CONCHA

La concha depende de una proteína similar a la del hueso. Cada elemento de concha (caracol, lapa, etc.) tiene una estructura interna mecánicamente diseñada para su "uso particular". Cuando extraemos un objeto de concha pierde su estabilidad dimensional, mecánica.

Esto es lo que ocurre en la mayor parte de los casos donde hay una pérdida de los anillos de crecimiento o de la parte ápica o ápex del objeto en concha.

Zona Bizkaia

El efecto de frotación de los materiales malaco­lógicos unos contra otros, derivado del movimiento del material dentro del depósito, puede provocar des­gastes con la aparición de perforaciones o agujerea­mientos en las conchas como ocurre con· el material malacológico de Santimamiñe.

La naturaleza estructural de las lapas, conside­radas conchas cónicas, junto a la acción de la erosión marina, hace que la fragmentación sea a base de la separación de anillos de crecimiento, siendo éstos los únicos restos conservados como se documenta en Santimarniñe o en la pérdida de la porción ápica o ápex como ocurre en Pico Ramos.

RESTOS VEGETALES

Zona Bizkaia

La propia naturaleza orgánica de los restos vegetales es la principal causa de degradación que hace que éstos no se conserven, no permitiendo, en muchos casos, su estudio como ocurre en las cuevas de Pico Ramos y Atxeta.

De esta característica, deriva la sensibilidad a la humedad y a la temperatura citadas en los trabajos en Pico Ramos como causas de alteración del ligni­no conservado en esta cueva.

b) Grupo material inorgánico

MATERIAL METALICO

Zona Bizkaia

Las memorias de excavación consultadas, única­mente reflejan como causa de alteración del material metálico, la disposición espacial de los objetos metálicos en el depósito. Ésta, hace que la proximi­dad de objetos de metales diferentes tenga un efecto negativo, como es el caso de la oxidación de frag­mentos de un vaso de hierro por la proximidad de éstos a objetos de cobre o bronce en la cueva de Guerrandijo.

MATERIAL SILICEO: CERÁMICA

Zona Bizkaia

La morfología de los fragmentos cerámicos determina un mayor o menor grado de conserva­ción. Así, las bases de forma globular (redondea­da) de la cueva de Guerrandijo, están según los autores de los trabajos publicitarios, menos pre­sentes que, por ejemplo, las bases planas de esta misma cueva con una mayor capacidad para con­servarse.

En esta misma cueva de Guerrandijo encontramos que las características de la composición de la cerá­mica puede provocar que ésta tenga una mayor faci­lidad para deleznarse y solubilizarse. Así, la baja soli­dez y el contenido en arena, son factores que aumen­tan su posibilidad de fragmentación.

Junto a esto, las características de la cocción son, en los materiales cerámicos de la cueva de Gue­rrandijo, las responsables de una mayor posibilidad de fragmentación, mientras que en la cueva de Pico Ramos se refleja en una alteración del color de la cerámica.

METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA

CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:

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BIZKAIA AND CANTABRIA

Zona Cantabria

Lo único que hemos encontrado en referencia al material silíceo, es la falta de conexión física de los fragmentos cerámicos dentro del depósito de la cue­va de la Lastrilla, (sobrentendiendo que estos están fracturados) que no permite hacer reconstrucciones.

MATERIAL LÍTICO

Zona Bizkaia

Tenemos documentado un único caso, derivado de un estudio detallado del material lítico de la Cueva de Urratxa III, donde se menciona la retracción térmi­ca de la capa de alteración de los materiales líticos, principalmente del sílex, como la causa que produce un agrietamiento de los mismos.

1.1.2.- Extrínsecas al depósito arqueológico

El clima es un factor condicionante de primer orden en el desarrollo esencial de la cueva, estando ligado a la variabilidad de los agentes medioambien­tales de naturaleza fisicoquímica, en forma de calor, luz, temperatura, humedad, aguas meteóricas y subte­rráneas ... etc.

1.1.2.1.- Luz, Temperatura y Humedad Relativa del aire de la cueva

Zona Bizkaia

Aunque con una relación indirecta, podemos citar el caso de la caverna de Bolinkoba, donde la menor profundidad de la misma hace que la influencia de la luz natural procedente del exterior sea mayor que en otras cavidades. Esta circunstancia medioambiental no es citada como agente de degradación del mate­rial, sino que integra el apartado dedicado a la des­cripción de la cueva, pero nosotros la citamos como posible para futuras explicaciones de la alteración del material. Casos contrarios son, el de la cueva de Lamiñak II descrita como una caverna con una eleva­da humedad por la ausencia de insolación de la boca y la orientación de la misma que no favorece la penetración de la Luz Solar, ó el de la cueva de Atxondo donde la presencia de humedad aumenta a mayor profundidad debido a las filtraciones de agua.

En la mayor parte de los casos, y, por supuesto, no solo en yacimientos en cueva, estas variables climá­ticas siempre actúan combinadas unas con otras, de ahí que encontremos casos donde están presentes todas o varias, como la alternancia de frio-calor que, junto a la presencia de humedad, provoca la

fragmentación del material en hueso de la cueva de Guerrandijo, o la presencia de entrada de luz, aire (oxigeno) y agua (humedad) como responsables del desarrollo de un recubrimiento de verdín sobre un testigo estratigráfico de un conchero en la cueva de Santimamiñe.

Zona Cantabria

Hay un caso claro donde se documenta como el nivel de sequedad que caracteriza a la cueva del AER, ha permitido la conservación de los restos óseos.

En la cueva del Ruso I (aunque no se documente si su presencia tiene consecuencias negativas en la conservación del material arqueológico) está docu­mentada la presencia de humedad por un fenómeno de goteo de agua meteórica a través de una estalag­mita.

1.1.2.2.- Acción ''prolongada" del agua

Zona Bizkaia

La caída o filtración constante de agua es una de las causas de degradación extrínsecas al depósito más documentadas en las memorias de excavación. También es verdad que esta variable climática siem­pre está presente en medios kársticos como el princi­pal medio de alteración de la roca, permitiendo su fil­tración al interior de la cueva. Estárt documentadas filtraciones de aguas carbonatadas procedente de las precipitaciones meteóricas por techos y grietas abier­tas en las paredes de las cavernas como ocurre en Lamiñak II o por lapiaces como en Santa Isabel que, humectan las arcillas del depósito, erosionan la cali­za a partir de un fenómeno de disolución intensa de las paredes de la cueva por su enriquecimiento en iones de carbonato cálcico y provocan procesos gra­vitatorios como son las caídas de bloques de piedra sobre el yacimiento. Precisamente este último caso esta documentqdo en la cueva de Santa Catalina don­de la caída de bloques afectó a un conchero. En el caso de Pico Ramos, la filtración constante de agua se traduce en materiales arqueológicos en general con­crecionados.

Hemos observado que este fenómeno de la con­creción y brechificación del material a partir de las filtraciones de agua, aunque es un fenómeno presen­te en gran numero de cuevas, no es siempre documen­tada en las memorias.

Zona Cantabria

Se vuelve a mencionar el goteo de agua, en este caso en el interior de las cuevas del Pendo, Cualven-

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tí y Ruso I que produce la formación de brechas esta­lagmíticas sobre el material arqueológico en general.

E. Muñoz, menciona otra causa con relación a este apartado como son las inundaciones, principalmente la de 1983 en Bizkaia y Cantabria, que provocaron rellenos de los depósitos arqueológicos de algunas cuevas como el Pendo y el Juyo desplomándose algu­nos cortes ó el arrasamiento del yacimiento de la cue­va de la Raposa, (Muñoz Femández, E., 1988).

1.1.2.3.-Agentes exteriores

Este tipo de causa de deterioro extrínseca al depó­sito, únicamente se documenta para aquellos casos en los que el yacimiento, o parte de él, queda físicamen­te al exterior de la cueva, o cuando parte de los mate­riales han estado durante un tiempo expuestos al exte­rior. En estos casos el material queda sujeto a posibles degradaciones por agentes de deterioro que están en relación con el ecosistema aire del exterior de la cue­va, principalmente agentes climáticos.

Zona Bizkaia

Son dos los casos claros en Bizkaia en los que se documenta un yacimiento situado al exterior de la cueva, en Kobeaga y en Axlor. Del primero no tene­mos noticias de posibles alteraciones del material, y del segundo se dice que, hasta la toma de medidas preventivas, la franja de tierra con yacimiento arqueológico, (que fue descubierta con posterioridad a las excavaciones antiguas y de manera accidental a causa de unas obras realizadas muy próximas al yaci­miento), quedó durante un periodo de tiempo del año 1998 expuesto a dichas obras con el consecuente riesgo para los materiales.

El segundo apartado corresponde a aquellos mate­riales que, pertenecientes al yacimiento interior de la cueva, han quedado en algún momento expuestos al exterior con el consiguiente deterioro. La causa de alteración documentada es la destrucción por exposi­ción de los materiales a la intemperie como el caso de los enterramientos de Santimamiñe, y que esta motivada en muchos casos por la proximidad del yacimiento a la boca. Esta última es la causante del deterioro de los huesos de los enterramientos hallados en la cueva de Pico Ramos y de la brechificación con corteza de alteración de textura grumosa del material lítico de la cueva de Urratxa III.

1.1.2.4.- Causas catastróficas

Se han englobado en este apartado aquellas causas que, por su frecuencia y la magnitud del deterioro pro­vocado al material, se diferencian claramente del res­to. Estas son tanto de origen natural como antrópico.

a) Naturales: procesos gravitatorios

Zona Bizkaia

Los procesos gravitatorios documentados se han clasificado en dos grupos: por un lado, aquellos que son fruto de procesos sedimentarios como la geliva­ción propia de clima frío y de medios de cueva y la crioclastificación asociada a condiciones climáticas suaves con cambios bruscos de temperatura sobre las paredes o techo de las cavernas y abrigos rocosos; y, por otro, un único caso fruto de un terremoto.

Los procesos que englobamos como Gelivación son los que en las memorias se documentan como (1) la caída de piedras del techo y paredes que producen la fracturación y la deformación del material arqueo­lógico de cuevas como Guerrandijo y Kobeaga, (2) la caída de plaquetas y de bloques de piedras que en el caso de la cueva de Lumentxa fractura el material cerámico y una estructura de combustión, (3) la pre­sencia de bloques hincados o encajados verticalmen­te caídos del techo y que alteran el suelo en la cueva de Arenaza, y ( 4) los derrumbamientos de bloques sobre el depósito calcolítico expuesto (no había que­dado enteramente enterrado) que producen la fractu­ración de huesos largos y la compresión de cráneos entre piedras de la cueva de Pico Ramos.

Otros muchos casos como las cuevas de Sagasti­gorri, Santa Isabel, Balzola, Arrizubi, Abittaga y Logalan, únicamente documentan presencia de pro­cesos gravitatorios sin comentario a una posible alteración del material.

Los procesos de crioclastificación se documentan claramente en un único caso, el abrigo rocoso de Axlor, pero no se menciona su posible incidencia sobre el material.

En cuanto al segundo grupo, existe un único caso en la cueva de Santimamiñe, que hace refe­rencia a un terremoto, el cual provocó la caída de una estalactita que quedó hendida horizontalmente, suponemos que, sobre el yacimiento y que poste­riormente se roturó para retirarla. No hay comenta­rios sobre la posible alteración del material a causa de esta caída.

Zona Cantabria

En Cantabria los procesos gravitatorios son tanto procesos de gelivación como de crioclastificación, generalmente más propios éstos últimos de los abri­gos rocosos, que de las cuevas.

Se documentan casos de caídas de grandes blo­ques por gelivación con la consecuente deformación de los niveles arqueológicos de la cueva del Castillo y sobre el yacimiento en las cuevas del Valle y Mirón. A éstos se unen las amenazas de desprendimiento de

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BJZKAIA AND CANTABRIA

la bóveda de la cueva de Altamira y la caída de blo­ques por derrumbe de la bóveda al frente del vestíbu­lo de la cueva del Mirón.

En esta misma cueva del Mirón se documentan la caída de plaquetas de la pared debida a periodos de alternancia de calor y humedad y periodos fríos y húmedos que suponemos pudieron afectar a los mate­riales contenidos en los niveles.

Fenómenos de crioclastia secundaria, se docu­mentan en la cueva del Ruso I con la consecuente fisuración y agrietamiento de niveles arqueológicos.

E. Muñoz, cita, en un apartado denominado Des­plomes de salientes y cornisas, degradaciones debi­das a este tipo de causas como las roturas de cerámi­ca y sepultado de varias vasijas en las galerías interio­res de la cueva de Cudón. También menciona los derrumbes a causa de las raíces de los eucaliptos, a los que hacemos referencia mas adelante (apartado de vegetación) y sobre los que opina que afectaron a los yacimientos en cuevas como Nicanor o Torca (Muñoz Fernández, E., 1988)

K. W. Butzer, en un estudio geo-arqueológico sobre la cueva de Morín, documenta caídas de costras y esquirlas desprendidas del techo bajo el efecto de las heladas, y aunque no menciona que sea causa directa de alteración del material, nos parece una agente de degradación potencial que pudo haber teni­do efectos negativos sobre el deposito ya que es un proceso gravitatorio que está documentado en otras cavidades como causa de alteración (Butzer, K. W., 1989).

b) Antrópicas: explotación de canteras

Hemos querido desligar esta actividad antrópica del siguiente apartado Causas de Degradación Bioló­gicas: Antrópicas, porque nos parece que la conse­cuencia de esta actividad ha supuesto la destrucción física y en muchos casos total de numerosos cuevas con yacimiento arqueológico. Evidentemente esta acción no deja posibilidad alguna de estudio excepto en aquellos casos en los que se pudo documentar el yacimiento gracias a una excavación de urgencia como queda recogido en la memoria de la cueva de Arrizubi o a la recogida superficial de materiales en la cueva de Peña Forna por particulares que, dentro de la ilegalidad de esta actividad, permitió su entrega posterior al Museo Arqueológico de Bilbao.

Zona Bizkaia

La destrucción total de la cueva por explotación de cantera esta documentada en las memorias de excavación de las siguientes cuevas: Peña, Peña Forna, Atxuriko Koba II, Atxubita, Atxagakoa, Asta­koba y Cuestalaviga.

Mientras que la destrucción parcial de cuevas por explotación de cantera afecta a las cuevas de Azkon­do y Peña, ésta última, concretamente, con la boca de entrada destruida.

Las explotaciones de canteras suponen una ame­naza a las cuevas con yacimiento y los casos de denuncia citados en las memorias de excavación son los de las cuevas de Atxuri en el 1961 y Lacilla denunciada en 1984. No tenemos noticia de la des­trucción de alguna de ellas.

Junto a la explotación de canteras las obras de construcción viaria o urbanística suponen otra de las amenazas. Solamente hay un caso documentado en Bizkaia, frente a un mayor numero de casos en Can­tabria, de la destrucción total de la cueva de Pepetxo III por obras de construcción de una carretera, con­cretamente, por la ampliación de una pista.

En cuanto a la destrucción por construcción de viviendas, hay solamente una caso documentado: Larrotegui II.

Zona Cantabria

La destrucción total de la cueva por explotación de cantera esta documentada en las memorias con­sultadas en las cuevas de Camargo, Virgen del Lore­to y Pila, de esta última solo queda el vestíbulo.

El único caso de destrucción de la cueva por explotación de cantera, pero con la previa realización de una excavación de urgencia como medida de con­servación del material y documentación del yacimien­to, lo encontramos en la Cueva del Ruso I en 1984.

E. Muñoz, E. en su trabajo incluye también casos destrucción parcial o total por explotación de cante­ras en las siguientes cuevas (Muñoz Fernández, E., 1988):

- Destrucción total de las cueva de las Caldas (no es vista desde el siglo XIX por lo que se supone ha desaparecido), cueva de la Torca (totalmente destrui­da), Ruso IV (desplomada) y cueva de la Meaza ( desapar,ecida).

- Destrucción parcial de las cueva del Mazo (cor­tada en el sector anterior), Cuevas de la Cantera situa­das detrás de Cueva Morín, Cueva del Oso (solo con­servan sus tramos finales) y cueva del Ruso I, de la que ha desaparecido la visera de la entrada y esta totalmente agrietada, y la cueva de Santián amenaza­da por labores de cantera.

J. Gómez Arozamena añade, a las ya menciona­das, otros casos como el de la cueva de Doncelia, con la boca cegada por estériles de la cantera de Monte­hano y la cueva de Sovilla, destruida por los sondeos practicados por los canteros en la zona (Gómez Aro­zamena, J., 1988)

Por otro lado, y atendiendo al apartado de obras, la destrucción parcial del yacimiento por obras de

344 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA

construcción carreteras y autovías se documenta en las cuevas de Arenillas I y Arenillas II en 1992, y en la cueva de Sovilla con la voladura de la parte ante­rior de la cueva. También hay casos de destrucción total de yacimiento por construcción de viviendas, se documenta en las cuevas de Agapito y El Hoyo.

A esta actividad, E. Muñoz añade otra causa que también consideramos catastrófica como son las voladuras particulares con la consiguiente destruc­ción de cuevas. Así, y en base a comunicaciones per­sonales, menciona la destrucción de media docena de cuevas en el pueblo de Obregón, habiendo dado una de ellas restos paleontológicos de osos (Muñoz Fer­nández, E., 1988).

1.1.2.5.- Causas biológicas

a) Vegetales

Zona Bizkaia

La presencia de raíces de plantas en el interior de la cueva está documentada en la cueva de Bolinkoba y, aunque no se menciona un papel degradante de las mis­mas, hemos considerado interesante este dato de cara a posibles identificaciones de marcas de bioerosión en el material arqueológico de esta cueva o de otras.

Hay un caso concreto en la cueva de Lumentxa donde este aporte vegetal se produce desde el exte­rior al interior de la cueva mediante dos chimeneas situadas en el techo de la cueva y que, permiten la penetración de raíces de plantas que consecuente­mente se introducen en los materiales de concha.

Insistimos en que no hemos encontrado ningún caso donde quede claro que la acción vegetal, como agente biológico, sea una causa de degradación del material arqueológico en cueva.

Zona Cantabria

Hay dos casos claros en las cuevas del Calero II y Portillo del Arenal del riesgo que puede suponer la pre­sencia de vida vegetal en el interior de la cueva, como son las raíces de eucaliptos que destruyen espeleote­mas (todo tipo de sedimentos de precipitación química principalmente carbonatados, es decir, debidas a pre­sencia de sales de carbonato cálcico que se generan en el interior de un sistema kárstico). Estos espeleotemas pueden calificarse, no tanto como patrimonio arqueo­lógico, como natural-paisajístico, aunque ambos patri­monios mantienen numerosas causas de degradación en común (Femández Acebo, V., 1988).

E. Muñoz mencionaba también estas raíces de eucaliptos como causantes de desplomes de roca localizados en cuevas como Torca y Nicanor (Muñoz Femández, 1988).

El Dr. F. Bazeta Gobantes del Dpto. de Pintura de la EHU-UPV en su tesis doctoral sobre la conserva­ción de las estaciones dolménicas de montaña, apun­ta como las raíces son un grave problema de altera­ción en este tipo de yacimientos arqueológicos (Baze­ta Gobantes, F., 1998)

Aunque en los casos documentados para Bizkaia y Cantabria, supongan una causa indirecta de alteración del material, estas raíces, en un estado más avanzado, son causa de alteración directa del material siempre que el depósito sea aeróbico, ya que soportan depósi­tos extremadamente secos o saturados pero siempre que les permita oxigeno para respirar y entonces desa­rrollar mecanismos de biodeterioro. Sin embargo, simplemente la presencia de raíces en el interior de la cueva puede ejercer efectos de cuña en paredes y techos, favoreciendo la disolución ya que crean un microclima rico en C02.

b)Animales

Podemos dividir la acción de los animales en tres grupos: una, la acción de los Roedores, siendo este el grupo mas documentado o presente en las memorias de excavación, lo cual implica que es uno de los más activo; otra, la acción de grupos de animales no iden­tificados y documentados como Fieras y Alimañas; y una tercera, la acción de carnívoros de mediano tama­ño como los Zorros y los Topos.

Zona Bizkaia

Los roedores2 son la especie de micro mamíferos más documentada. Estos plantígrados están presentes en varias cuevas siendo su mayor alteración la pre­sencia de huesos roídos documentados en las cuevas de Arenaza I, Lacilla y Albiztey así como la disper­sión de los huesos de enterramientos en la cueva de Santimamiñe.

Los zorros están documentados en las memorias de excavación a partir de la presencia de zorreras en las cuevas como en la cueva de Pico Ramos. Supone­mos que, aunque no se menciona la acción degradan­te de estos animales, estos pudieron afectar al mate­rial de esta cueva.

Como decimos, hay un grupo de animales que quedan integrados bajo el nombre de fieras unos y alimañas otros; los primeros dejan huella de ataques en los huesos humanos como ocurre en la cueva de Arenaza I y los segundos alteran superficialmente los

Mª F. Blasco Sancho denomina las alteraciones de los animales como Eventos Post-deposicionales junto a la acción de las rai­ces, el pisoteo del sedimento ...

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BIZKAIA AND CANTABRIA

depósitos y materiales de las cuevas de Urratxa III y Antoliñako Koba.

Por último, tenemos un único caso en la cueva de Pico Ramos con presencia de predadores marinos que perforan· las conchas alterándolas, pero que su acción no es post-deposicional, sino que son materiales intro­ducidos en la cueva por el hombre cuya alteración se ha producido, evidentemente, en un medio marino antes de su deposición y enterramiento en la cueva.

Zona Cantabria

El fenómeno de bioturbación está presente en numerosos casos, por un lado, los roedores, micro­mamíferos plantígrados, se documentan en la cueva del Juyo, cuya alteración está presente en la mezcla de niveles y sus materiales, así como en la cueva de Peñona mediante la excavación de galerías con la consiguiente remoción del yacimiento. En este senti­do, en la cueva de Mirón se documentan episodios de madrigueras de roedores o incluso tejones, que mez­clan seriamente los niveles y hacen que los materia­les se cuelen de un nivel a otro. La acción de los topos con remoción del depósito también está docu­mentada en el abrigo de Barcenilla.

Se documentan carnívoros que alteran y remue­ven los depósitos de las cuevas del Ruso I y Rasa II y, más concretamente, zorros en la cueva de Piedrahita.

A estos ejemplos, E. Muñoz añade otras cuevas donde se han registrado una presencia activa de los zorros: cuevas de Moros, Tobalina, etc. (Muñoz Fer­nández, E., 1988)

Así mismo, se documenta como la presencia de oseras en el interior de la cueva de la Garma, ha alte­rado el depósito arqueológico.

E. Muñoz menciona también a los herbívoros domésticos como causantes de deslizamientos en el caso del abrigo del Perro, (un yacimiento éste abierto sobre acantilados y con un pronunciado declive), o como causantes de la alteración por usos de la cueva como refugio del ganado (Muñoz Fernández, E., 1988).

I. Barandiaran Maestu, en referencia a Cueva Morín, menciona e identifica una serie de «procesos naturales no intencionados» que los diferencia clara­mente de los intencionados, y que producen trazos en la superficie material. Entre ellos cita los « ... forma­dos por un proceso químico, mordeduras de roedo­res, arañazos de carnívoros, raíces y movimientos de gusanos ... » (Barandiaran Maestu, I., 1972:151). Estos procesos naturales se englobarían dentro de los procesos de alteración tafonómica.

c) Factor humano

El Factor Humano como causa de deterioro, tiene tanto un carácter moderno como prehistórico, y así lo

hemos encontrado documentado en las memorias de excavación, con referencias no solo, a degradaciones por parte del Hamo sapiens sapiens, sino también, a los grupos humanos prehistóricos que ocuparon las cuevas en sus diferentes etapas.

Las alteraciones antrópicas modernas documenta­das en las cuevas son muchas y muy variadas. Casi podríamos decir que hay tanta casuística como yaci­mientos. Hemos intentado agrupar las actividades degradantes en grupos que, aunque a primera vista puedan parecer muy dispares entre sí, tienen un mis­mo origen, la actuación humana, que es al final lo que nos interesa reflejar. Y aunque no en todas las ocasio­nes se documenta el tipo de alteración producida, creemos que no hace falta decir que en su mayor par­te han producido algún tipo de modificación sobre el yacimiento en general y el material en particular.

l.- OCUPACIONES MODERNAS

Zona Bizkaia

Catas ilegales o "Calicatas"

Estas se han venido haciendo desde tiempos remotos en el interior de la cueva y sus fines han sido muy variados. En Bizkaia, es sabido que una gran parte de estas calicatas han derivado de la labor pros­pectora que desarrollaron E. Nolte de Aranburu y el GEV (Grupo Espeleológico Vizcaíno de la Diputa­ción Foral de Bizkaia), en un intento positivo, no cabe duda de ello, de catalogar las cuevas naturales, recogiendo materiales, tanto mediante remoción superficial, como por medio de las denominadas catas de reconocimiento. Ejemplo de estas activida­des es la referencia, entre muchas otras, aportada por M. Muñoz Salvatierra en la Carta Arqueológica de Bizkaia refiriéndose a la cueva de Urratxa III: « ... cue­va denunciada como fértil por el GEV que había practicado una cata y encontrado material arqueoló­gico» (Muñoz Salvatierra, M., 1983:486). El mismo autor comenta que «la labor prospectara la desarro­llan E. Nolte y el Grupo Espeleológico Vizcaíno de la Diputación, quienes descubren y publican una trein­tena larga de nuevos yacimientos que están reparti­dos por toda la geografía vizcaína» (Marcos Muñoz, J.L., 1982:17).

Se han documentado en las memorias otros muchos ejemplos de las razones que movieron a rea­lizar estas catas como son las catas de labradores para buscar abono en la cueva de Bolinkoba, en busca de tesoros y antigüedades en Sagastigorri, catas clandes­tinas en las cuevas de Kobaederra I, Pepetxo, Gara­zabal II, Arrizubi, trincheras ilegales en la cueva de Aretxalde y el caso de los trabajos mineros en busca

346 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA

de galena, no sabemos si con práctica de cata o úni­camente con remoción de sedimento en las cuevas de Judíos, Arenaza I.

De la cueva de Arenaza I hay un claro ejemplo aportado por J.L. Marcos Muñoz, cuando comenta que «Parte de sus galerías se utilizaron como túneles por los que circulaban vagonetas tiradas por mulas sacando mineral de hierro del interior. En tiempos, la gran sala de entrada fue acondicionada como polvo­rín de la zona. Debido a estos trabajos las galerías se encuentran bastante deterioradas. Casi de milagro se ha conservado un potente yacimiento a la entrada ... »

(Marcos Muñoz, J.L., 1982:25)

Remociones Superficiales

Ya en la memoria de excavación de la cueva de Arenaza I en 1972, J.M. Apellaniz y J. Altuna defi­nían la "remoción" como la «mezcla de materiales modernos con material arqueológico» refiriéndose a las remociones efectuadas en un enterramiento de esta cueva (Apellaniz, J.Mª. y Altuna, J., 1975:128).

Están documentadas visitas con práctica de remo­ciones del yacimiento en las cuevas de Kobeaga II, Sagastigorri, Arenaza, Lumentxa, Silibranka, Urratxa III, Lamiñak II, Santa Catalina, Balzola, Axlor, Anto­liñako Koba y Azkondo, afectando, en ocasiones, a enterramientos arqueológicos como en la cueva de Pajucas, a la secuencia arqueológica como en Atxuri­ko Koba I o eliminando parte del depósito como en la cueva de Atxondo, incluso en algunos casos como en la cueva de Lumentxa, poniendo también en riesgo el desmoronamiento de testigos de antiguas excavacio­nes en esta cueva. También se documentan remocio­nes en busca de minas en las cuevas de Atxuri y Mag­dalena, por uso como refugio de guerra, polvorín o mina en la cueva de Arenaza I, por uso de leñadores como refugio en Urratxa III o para extraer abono cono ocurre en la cueva de Balzola.

Excavaciones Clandestinas-Ilegales

Teniendo en cuenta lo polémico de este tema que­remos recordar al lector que las excavaciones clan­destinas que aquí se recogen son fruto de las así docu­mentadas en las memorias de excavación consulta­das. Creemos que quizá no son todas las que están ni están todas las que son.

Estas actividades son ilegales principalmente por dos cuestiones: una, por el simple hecho de excavar una cueva sin permiso alguno, y otra, por hacer uso indebido de permisos para actuaciones arqueológicas que, por su naturaleza u objetivo, no permiten una recogida de materiales. En Bizkaia, por tanto, y dejando de lado los Controles Arqueológicos y las Excavaciones de Urgencia, ni los Sondeos ni las

Catas ni las Prospecciones permiten una recogida de materiales, mientras que en Cantabria, y dejando de lado también los Controles y Seguimientos, así como las Intervenciones de Salvamento, las Prospecciones no permiten recogida de material, siendo la mayor diferencia entre las provincias estudiadas el hecho de que mientras en Cantabria "remoción superficial" es "Excavación" (art. 76 de la Ley de Patrimonio Cultu­ral de Cantabria), en Bizkaia hay un tipo de Prospec­ción con Cata que permite la extracción de tierras que finalizara una vez hallados las primeras evidencias (art. 45 de la Ley de Patrimonio Cultural Vasco). Por tanto, la recogida del material en ambos casos nece­sita de un permiso de excavación sistemática o de excavación de urgencia o salvamento.

Como excavaciones clandestinas o ilegales se han documentado las siguientes: excavación clandestina con recogida de materiales y destrucción de una estructura de combustión en la cueva de Lamiñak II, recogida de materiales de la cueva de Peña Forna por un fraile y el propietario de la empresa explotadora de la cantera que más tarde destruyo esta cueva, así como por posteriores visitantes y curiosos. Como anécdota, la mítica excavación clandestina por un estudiante de la Escuela de Ingenieros de Bilbao en el año 1900 en la cueva de Atxubita, cuyos materiales se dieron por desaparecidos.

Por último, citar el caso de la cueva de Kobaede­rra donde queda documentado como una excavación arqueológica clandestina practicada de antiguo supu­so la destrucción del deposito arqueológico.

Prospección Ilegal

Dentro de este apartado incluimos actuaciones de prospección que tuvieron como consecuencia la reco­gida (ilegal) de materiales como el caso de Goikolau: «[. .. ]en superficie y en una zana interior aparecieron [ ... ]enterramientos situados sobre un piso estalagmí­tico. Sobre estos enterramientos, prospectados por J.M. de Barandiaran (quien recogió una parte de los materiales) ... » (Marcos Muñoz, J.L., 1982:64)

Obras de acondicionamiento-modificación por diversos usos

Volvemos a insistir que también son tan variados los usos que se han dado a la cueva como cuevas hay en Bizkaia, pero lo problemático de estos usos son las alteraciones que han producido en muchas de las cavidades y que, aunque no se mencionen en las memorias, no quiere decir que no lo hubo.

Entre las diversas obras que se han venido reali­zando en las diferentes cuevas de Bizkaia, se docu­mentan; (1) el desmonte de paredes de piedra por

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BIZKAIA ANO CANTABRIA

parte del GEV en la cueva de Urratxa III para permi­tir el paso a la galería provocando una acumulación de huesos y piedras, (2) la construcción de bancales de piedra y cemento y de un suelo artificial por mon­tañeros a modo de refugio en la cueva de Urratxa III provocando un levantamiento de sedimento, (3) la construcción de muretes artificiales en varias cuevas como Kobazulo, Jentilkoba de Kaltzaburu y Urratxa III, ( 4) el cierre artificial de la boca de la cueva de lamiñak mediante muro de ladrillos, (5) la construc­ción de escalones para el paso provocando así la alte­ración del suelo en la cueva de Arrizubi, (6) el vacia­miento del relleno de la cueva de Axlor para ampliar el recinto de la cueva y usarlo como refugio, (7) la ocupación por guerreros y pastores en la cueva de Axlor, (8) el uso de la cueva de Galao como galline­ro rellenándose parte del vestíbulo con la consiguien­te alteración de estratos, (9) el allanando el suelo de la cueva de Bolinkoba, (10) la construcción de una pared artificial durante la Guerra Civil para su uso como refugio en la cueva de los Judíos, (11) el reba­jamiento del relleno de las cuevas de Sandro, Kubia, Logalan por su uso como redil, (12) la regularización del suelo de la cueva de Urratxa III con una solera de grandes piedras alterando la estratigrafía, (13) la obs­trucción del depósito de la cueva de Arenaza I por la instalación de un plano inclinado artificial usado por los mineros en la cueva de y por el uso de la cueva como cargadero de una explotación de cantera, que en opinión de Marcos Muñoz «El 11-4-65, para nues­tra sorpresa, pudimos comprobar que el suelo de la entrada había sido rebajado unos 4 metros. En lo que era la entrada de la cueva se han construido dos túneles de hormigón por la cantera contigua» (Sai­lleunta) (Marcos Muñoz, J.L., 1982:21).

Ocupaciones humanas

Son ocupaciones de las cuales solo tenemos refe­rencia que se dieron por los restos de material moderno hallado en las cuevas. Entre éstas se docu­menta la habitación de cueva por un anciano pobre en la cueva de Pajucas, la presencia de restos de ladrillos y clavos en Aldeacueva, la presencia de material moderno debido a un uso reiterado de la cueva de Kobazulo, la celebración de fiestas y comidas en la cueva de Kobeaga y la ocupación como refugio por los taladradores y pastores de la zona en la cueva de Txotxinkoba.

Pérdida de colecciones de materiales o conservación negativa de las mismas

Se documentan varios casos concretos en los que entendemos que la responsabilidad cayo en su momento en el hombre y no en causas accidentales.

En otras ocasiones las causas han sido menos contro­lables y de carácter más accidental o circunstancial.

Para introducir este aparatado hemos recogido la opinión de un arqueólogo precisamente sobre esta cuestión: «considerando las técnicas que en los albo­res de la arqueología a principios de siglo se tenían y las condiciones que el Museo Arqueológico (de Bil­bao) ha tenido durante años no es extraño que se die­sen por desaparecidas algunas piezas» (Valdés, L., artículo de opinión en prensa local, 1984).

Está documentada la ausencia de un lote de piezas líticas provenientes de la cueva de Atxeta y la perdi­da de materiales procedentes de una excavación ile­gal con motivo de la Guerra Civil española cuando la Escuela de Ingenieros de Bilbao, lugar en donde se guardaba el material arqueológico de dicha excava­ción, fue convertido en cuartel.

Así mismo, entre los casos de una mala conserva­ción del material de las excavaciones antiguas, están las malas condiciones de almacenamiento de los materiales de las excavaciones de la cueva de Atxeta.

Pisoteo humano

Se documenta el fenómeno de pisoteo antrópico o de ganado estabulado en la cueva de Urratxa III que en el caso del material de la cueva de Santimamiñe produce el desmenuzamiento de conchas, el pisoteo con endurecimiento del suelo y la consiguiente mez­cla de materiales en los primeros centímetros del depósito de la cueva de Arenaza, así como la fractu­ración del material cerámico con una alteración de los lechos en esta misma cueva.

Instalación de fuegos

La practica de fuegos y hogueras en cueva es muy visible, además de muy frecuente, por los restos que éstas dejan en las cuevas y así se documentan en las cuevas de Lumentxa, Lamiñak II y Kobazulo.

Ruptura de sistemas de cerramiento y de cubrición de restos arqueológicos

Se documenta únicamente un caso, aunque de gran envergadura, como es el levantamiento de plás­ticos cubrientes del yacimiento tras una ruptura de la verja de entrada con la consiguiente remoción del yacimiento arqueológico en la cueva de Santa Cata­lina.

Aporte de material alóctono o extraño a la cueva.

Este apartado se refiere específicamente al relleno de la entrada de la cueva de Kobaua con escombros de una antigua explotación de cantera que, aunque no

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se documenta si este relleno afectó al material arqueológico, indirectamente consideramos que supone un impedimento a la hora de reconocer los mismos.

En las memorias de excavación de la cueva de Pico Ramos se documentan una serie de actividades las cuales hemos considerado interesantes de mencio­nar ya que, aunque su acción no recae directamente sobre el material, a largo plazo sí puede llegar a cau­sar un deterioro importante de la cueva y, por consi­guiente, del material que ésta contenga; se trata de la deforestación y replantación de coníferas y eucalip­tos, el laboreo intenso y la intensa habitación pobla­cional, del entorno de la cueva.

Varios

Incluimos aquí dos casos que suponen un posible riesgo de degradación del material arqueológico pero que no se pueden encuadrar en los apartados anterio­res por lo excepcional de la información que nos ofre­ce:

- La visita legal de unos congresistas a la cueva de Santimamiñe durante la excavación historíca de 1919 en ausencia de sus directores que, asisitían a un congreso de Ciencias en Bilbao, y que a su vuelta, criticaron esta visita por estar «dirigida desgraciada­mente por personas casquivanas inexpertas, lo cual motivo nuestra protesta en la junta de cultura» (de Barandiaran, J.M., 1976:104). Suponemos que esta crítica vino a cuenta posibles riesgos de alteración del yacimiento durante la visita. Aún así, la citamos como posible causa, ya que no tenemos plena seguri­dad del motivo de la referencia.

- La no-puesta en marcha de la excavación pre­vista por el Servicio Arqueológico de la Diputación y la Junta de Patronato del Museo Arqueológico de Bil­bao en la cueva de Peña Forua en 1959, supuso la per­dida de información que aun pudiera quedar tras la intervención en 1946 de los Srs. B. Taracena y A. Fernández Avilés, ante la inminente destrucción por la explotación de una cantera contigua.

Zona Cantabria

La,s actuaciones seudo científicas

Bajo esta denominación recogemos diversas actuaciones arqueológicas (excavaciones, sondeos, catas, ... ),técnicamente legales, pero llevadas a cabo por grupos sin una formación arqueológica específi­ca que contaron con el apoyo de diversas institucio­nes culturales. Estas actividades, característica de una época muy concreta (los años 50' y los 60'), son fruto, principalmente, de dos hechos. Por un lado las excavaciones autorizadas por el Museo Provincial de

Prehistoria y Arqueología de Santander por medio del GASS (Grupo de Arqueología Seminario Sau­tuola) y la creación de un grupo de espeleología vin­culado a ellos, la SESS (Sección de Espeleología del Seminario Sautuola), y, por otro, la actividad de los Camineros de la Diputación bajo la supervisión del ingeniero A. García Lorenzo, quien, además de tra­bajar en las obras públicas, instaba a los camineros a aprovechar el tiempo para controlar las cuevas y sus posibles yacimientos, ordenando la realización de catas.

Lo ahora dicho se refleja en los resultados obteni­dos con un claro protagonismo de las catas realizadas por el Equipo de Camineros de la Diputación de Cantabria, cuyas consecuencias están documentadas en las memorias de las cuevas de Juyo, Esprilla, Peña del Agujero o de los Ojerones, Covalanas, La Haza, Cubillones, Santián, Ruso I y Mirón, cueva, esta últi­ma, donde de hace mención a los obreros que realiza­ron la carretera de acceso a la cueva de Covalanas a finales de los años 50'. Claro ejemplo de la metodo­logía seguida por estos equipos de camineros nos lo ofrece E. Muñoz, refiriéndose al caso del Ruso I: «Descubierta por F. Quintana, capataz del equipo de camineros de la Diputación, y que bajo la dirección de A. García Lorenzo realizó calicatas de sondeo en la cueva ... » (Muñoz Femández, E., 1991:62).

Por lo que se refiere a la "labor arqueológica" del SESS, incentivada desde el Museo Provincial de Pre­historia y Arqueología, se han documentado en las memorias de excavación consultadas catas en Cofres­nedo, y sondeos arqueológicos en las cuevas de Joca­nos, Brujas y Valle por el Grupo Esparta. Así mis­mo, E. Muñoz menciona otras excavaciones promo­vidas por el Museo Provincial de Arqueología y Pre­historia, y realizadas por miembros del Seminario Sautuola, como son las de Recueva, Lastrilla, Caste­ñeda, Alto de Peñajorao, Linar, Piris, Nicanor, Ave­llanos y la por nosotros citada Ruso I. Según este autor, el nivel de información de estas antiguas "pros­pecciones" es muy escaso, ya que algunos informes de lo realizado fueron publicados por P. Lorenzo Sie­rra, pero la mayoría permanecen inéditos. De todas maneras, el autor da unas listas de cuevas basándose en informaciones orales en la mayoría de los casos. (Muñoz Femández, E., 1988).

Por tanto, la explosión de actuaciones arqueológi­cas en Cantabria frente a Bizkaia es grande, pero debemos tener en cuenta la naturaleza de las actua­ciones cántabras, no sistemáticas, con un nivel cientí­fico cuestionable, al menos desde la óptica actual, y altamente destructivas.

Es interesante recordar en este punto, las palabras de J.M. de Barandiaran cuando, en un intento de aconsejar lo que los espeleólogos deben hacer ante los objetos arqueológicos con los que se encuentra,

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BIZKAIA ANO CANTABRIA

dice que «La espeleología no es prehistoria y el espe­leólogo no tiene necesidad de ser prehistoriador» (de Barandiaran, J.M., 1958:300).

A continuación hacemos una revisión a las actua­ciones ilegales que se han documentado en la biblio­grafía consultada.

Las excavaciones clandestinas

En principio, aclarar que excavaciones clandesti­nas son, no solamente aquellas que así son citadas en las memorias, sino también todas aquellas interven­ciones donde se han dado recogidas de materiales, bien superficiales, bien como resultado de simples visitas, sondeos, catas o prospecciones con o sin per­miso para ello, ya que la recogida de material es sinó­nimo de excavación, no existiendo, como ya se expli­có mas arriba, intervención (excluyendo las urgencias o controles) que permita la recogida del material a no ser que se tenga un permiso de excavación.

Se documentan con el término "excavación clan­destina", las excavaciones furtivas que conllevaron la destrucción de inhumaciones en la cueva del Encinar, las excavaciones realizadas por la SESS destruyendo la concreción formada sobre un nivel de la cueva del Ruso I «a barrazos» (Muñoz Fernández, E., 19991:62).

Las excavaciones clandestinas en las cuevas de San Juan y Arenillas II, las excavaciones por los luga­reños en las cuevas de Patalea, Ruso I, Mosolla, por un vecino local "interesado" en la cueva de la Mina o por un veraneante en la cueva de Castro o Jocanos. El vaciamiento del depósito arqueológico de la cueva del Castillo, el expolio arqueológico en las cuevas del Mapa y Ruso I, y la cata de furtivos realizada a prin­cipios de los años 80' en la cueva del Mirón, entre muchas otras que no se han llegado a documentar en las memorias de excavación.

Junto a estas actividades se documentan muchas otras de carácter anónimo. Estas son antiguas zanjas en busca de tesoros que la tradición popular convir­tió en real como la leyenda del "Moro Chufín" en la cueva de Chufín, con la consiguiente remoción de la superficie, las visitas incontroladas con práctica de calicatas por los trabajadores de una cantera próxi­ma a la cueva y por el descubridor del Ruso I, o anónimas en Peñona y Cualventí, calicatas para acceder al interior de las cuevas de Patalea y Cueto en época de la Guerra Civil española, las catas para la extracción de tierras como fertilizante en la cueva de Tarrerón, etc.

E. Muñoz añade a estas excavaciones ilegales las practicadas en la Zona de Castro Urdiales, en las cue­vas de la Lastrilla III o San Juan con un prácticamen­te vaciado del deposito, o destrucciones en áreas de excavación como en Lapas, Juan Gómez, etc.; las

practicadas en la zona de Villaescusa como las cuevas de Villanueva y Peñona (en esta última el autor men­ciona una destrucción casi completa del yacimiento), o las de la zona de Rionansa en la década de los 70, entre las que destaca las de las cuevas de Chufín y Porquerizo (Muñoz Femández, E., 1988).

Así mismo, este autor cita otras dos cuevas, Culebre y Ruso I, con destrucción, motivada por la búsqueda de tesoros, y numerosas cuevas en la zona de Santoña donde se practicaron calicatas por un grupo de particulares, noticia difundida por un periódico local, nos referimos a las cuevas de Fortín de San Carlos, Covacho, Peña del Perro, abrigo jun­to a la Peña del Perro, La Fragua y los Cuartos. Así mismo, comenta también la práctica de un sondeo por un particular en la cueva de la Horca del Fraile hallando un enterramiento prehistórico que fue entregado al Museo Provincial de Prehistoria y Arqueología de Santander (Muñoz Femández, E., 1988).

Como ya hemos explicado anteriormente, dentro de este epígrafe de Excavaciones Clandestinas tam­bién hemos incluido, como actuaciones arqueológi­cas ilegales, las recogidas superficiales de materiales provenientes de lo que legalmente se consideran Prospecciones Ilegales. Así, documentamos una extracción con rotura del material durante una pros­pección en la cueva de Requejil, la practica de pros­pecciones destructivas en la cueva del Puyo, o la prospección con recogida de material cerámico en la cueva de la Honda. El gran problema aquí es que, posiblemente, estas actuaciones tenían permiso legal de prospección pero ninguna respeta la naturaleza de la actuación, ya que todas son destructivas al llevarse a cabo una recogida del material.

Así mismo, a la hora de analizar la incidencia de estas prospecciones ilegales, es necesario hacer mención al papel que en la región cántabra tienen las asociaciones espeleológicas, siempre de impor­tancia capital cuando hablamos de cavidades consi­deradas patrimonio natural subterráneo. Los grupos de espeleología locales también tienen su propio archivo de actuaciones ilegales con recogida de material. Haciéndonos eco de la opinión de J .L. Pérez Sánchez «Los espeleólogos, en cuanto que su campo de acción coincide en parte con cavidades con restos arqueológicos [ ... ] han confundido en muchas ocasiones su deporte con la actividad arqueológica: prueba de ello son las numerosas publicaciones de espeleología donde la arqueolo­gía tiene una presencia significativa, caso típico en Cantabria frente a otras comunidades» (Pérez Sán­chez, J.L., 1999:688). Un ejemplo sería la recogi­da de material metálico por parte del GELL (Gru­po espeleológico de Castro-Urdiales) en la cueva de Ziguste y que fue cedido con posterioridad al

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Museo Regional de Prehistoria y Arqueología de Santander.

La realización de obras de acondicionamiento­modijicación por diversos usos de las cuevas

Al igual que ocurre en Bizkaia también aquí la diversidad es grande, veamos:

Uno de los usos más comunes es el de uso de la cueva como redil, establo, cuadra gallinero, es decir, de refugio de animales, documentado en múltiples cuevas como Nindral, Covara, Hermida, Desfiladero, Llusa o Collusa, Puyo, Esquilleu, con alteración de los niveles. Precisamente, hay un caso que documen­ta la construcción, posiblemente en el siglo XIX, de dos grandes cabañas de las cuales solo se encontró la base de las paredes y la instalación de corrales de ganado que supusieron la consiguiente nivelación del suelo de la cueva del Mirón, provocando la desapari­ción de los «hipotéticos niveles de la Prehistoria reciente en la zana del fondo del vesttbulo» (G. Morales, M.R. y Straus, L.G., 2000:124).

Según E. Muñoz, también se utilizan de establo otras muchas cuevas como Redonda, Burras y Hoyos y cqmo merendero o asadero la cueva del Gallinero ..

El acondicionamiento de la cueva como almacén y establo es otro de los usos documentados, destru­yendo el yacimiento en los casos de las cuevas de Galo 1 y Galo 2. Según E. Muñoz, también se utiliza­ron como almacén otras cuevas como Fuente del Francés, Carro, Lamarid o la Iglesia y como bodega las cuevas de los Riegos y la Llusa (Muñoz Fernán­dez, E., 1988).

El uso de cueva como refugio con remoción y alteración de la sala como se documenta en la cueva de Sovilla. Según E. Muñoz hay un uso como habita­ción de mendigos en otras cuevas como Docelia y Cachirula. (Muñoz Fernández, E., 1988).

El espectacular uso intensivo de la Cueva Grande que, sirvió de centro de devoción mariana, refugio durante la Guerra Civil, como lugar de extracción de tierras como fertilizante, redil de cabras y lugar de plantación de champiñones. Según E. Muñoz hay otras cuevas como el Cuco e Iglesia II, usadas como zona de cultivo (Muñoz Femández, E., 1988).

Las ocupaciones esporádicas de la cueva como refugio durante la Guerra Civil se documentan tam­bién en varias cuevas como Puyo y Cueva Grande y, en ocasiones, con violación del depósito como en la cueva de Tarrerón. Según E. Muñoz se usaron como refugio en la Guerra Civil española otras cuevas, ente ellas, la Cuevuca superior, Mato, Eucaliptal, Sopeña y Faro. (Muñoz Fernández, E., 1988)

La extracción de tierras como uso de abono o fer­tilizante, con la consiguiente destrucción del yaci­miento, está también muy documentado en las cuevas

de San Juan, Del Castro o Jocanos, Pendo, Mar, y Mirón. Según E. Muñoz, también para la extracción de arcillas con las que mezclar la tierra de los campos se practicaron extracciones en las cuevas de la Pila y el Salitre (Muñoz Femández, E. 1988).

Usos tan escandalosos como la práctica de torneos de velocidad contrarreloj dentro de cavidades, organi­zados por la Sección Espeleológica de las Juventudes de La Falange, provocaron la fragmentación y disper­sión del material arqueológico de la cueva de Aspio.

Los acondicionamientos de la cueva para su uso turístico, en vez de potenciar la necesidad de salva­guardar el patrimonio arqueológico, han hecho desa­parecer yacimientos arqueológicos como los de las cuevas de Covalanas y La Haza, ambas en Ramales de la Victoria.

En un caso concreto, el de la cueva del Valle, el vertido de una placa de hormigón en rampa en un deposito con intención de protegerlo, y la posterior no retirada de ésta, comenzó, por su disposición, a alterar los niveles arqueológicos sin que se pudieran evaluar los daños. Se criticó la práctica de esta cubri­ción sin una previa documentación de su posible afección, lo que provocó el no poder evaluar los daños.

En otras ocasiones los usos de la cueva no se defi­nen pero implicaron la construcción de muretes de piedra en el interior de las cuevas, como el caso de la cueva de Llusa o Collusa.

Hay un caso que, por sus consecuencias, quizás debiera estar en causas catastróficas, pero, al desco­nocer éstas de una manera precisa, lo incluimos aquí. Se trata del uso del río interior de la cueva del Linar como colector de aguas fecales. No solamente está el grave deterioro sobre el yacimiento arqueológico, sino sobre el patrimonio natural, ya que estos vertidos suponen una alteración del biotopo y de las condicio­nes microclimáticas del sistema de cueva. (González Luque, C., 1988).

Por último, encontramos de nuevo la presencia de A. García Lorenzo con la práctica de obras para ampliar la entrada de la cueva de Santián. No se dice cuál fue el motivo, pero suponemos que fue la prácti­ca de una cata para constatar un control de yacimien­to, como venía siendo habitual en esta época y por parte de este hombre.

E. Muñoz, en su intento de describir las causas de deterioro, también cita otros usos no conocidos que afectan a un gran número de cavidades (Muñoz Fer­nández, E., 1988)

La desaparición o perdida de colecciones de materiales

La desaparición y pérdida de colecciones de mate­riales arqueológicos de excavaciones antiguas o his-

METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA

CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:

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BIZKAIA AND CANTABRIA

tóricas, son conocidas a partir de estudios modernos y ha derivado de causas como el coleccionismo pri­vado, el intercambio de material entre centros o arqueólogos, la dispersión de material por el envío a centros extranjeros y las donaciones particulares. Así, se documentan los siguientes casos:

La desaparición y pérdida de la colección priva­da de materiales arqueológicos de Lorenzo Sierra durante la Guerra Civil, así como de las piezas que estaban en manos de H. Obermaier, procedentes ambos grupos de materiales de las antiguas excava­ciones de la Cueva del Valle entre 1909-11. Concre­tamente, I. Barandiaran Maestu, habla del extravío de piezas de arte mueble que no quedaron depositadas en el Museo Provincial de Prehistoria y Arqueología de Santander, sino en colecciones privadas (Baran­diaran Maestu, I., 1975).

La pérdida de lotes de piezas por una practica muy común en épocas antiguas como fueron los inter­cambios poco controlados de material de las cue­vas del Pendo, del Castillo y del Valle entre centros o arqueólogos, y cuyos resultados tienen alcance has­ta la actualidad, en la que los estudios quedan limita­dos por la no-posibilidad de consulta de los mismos. Caso claro al respecto es el «intercambio de materia­les arqueológicos realizada entre el Padre Carballo y este departamento» en referencia al departamento de Ciencias Históricas de la Universidad de Santiago de Compostela (Villar Quintero, R., 1994:313) o el envío al extranjero de lotes de piezas y notas de excavación de la cueva del Valle con la desaparición o perdida de los mismos.

Otro caso es la dispersión de materiales proce­dentes de las excavaciones de la Castillo que habían sido donados por Alberto I de Mónaco al Ayuntamien­to de Santander, y que en opinión de A. Moure Romanillo « ... fue el motivo principal de que los resultados no se publicaran en su momento» (Moure Romanillo, A. y García Soto, M., 1989:20). Estos materiales fueron enviados al Instituto de Paleontolo­gía Humana de París (IPH) y regresan a España en lotes entre los años 1932 y 1973. Esta dispersión fue motivada por diversas causas, entre ellas las donacio­nes de materiales por parte del Padre Carballo al SIP (Servicio de Investigaciones Prehistóricas) de Valen­cia en 1950, y localizados en la década de los 80 en el Museo de Valencia (Aura Tortosa, J .E., 1986) o la dispersión de los materiales de una mismas colección en multitud de centros, siendo algunos aun desconoci­dos: Materiales de Rascaño divididos entre el Colegio de San Vicente de Paúl (Limpias, Cantabria), la colec­ción privada del Duque de Alba (Palacio de Liria) y el Museo Nacional de Ciencias Naturales (Madrid); materiales de Peña del Mazo divididos entre el Museo del Instituto de Santander y las colecciones privadas de E. Botín y E. Pedraja; Los materiales de Morín dis-

persos entre el Museo Arqueológico Nacional (donde ingresan como una donación de J. Carballo junto a otros materiales procedentes de las prospecciones de éste en diversas cavidades), el Museo Regional de Prehistoria y Arqueología de Santander, la colección privada del Marques de Comillas, el American Museum of Natural History y el Museo de Arqueolo­gía de Barcelona (Barandiaran Maestu, I., 1972).

Ahondando en este último apunte, I. Barandiaran Maestu lamenta que las colecciones formadas a partir de las numerosas investigaciones realizadas en Alta­mira, hayan dado lugar a una lamentable dispersión de los materiales arqueológicos. (Barandiaran Maes­tu, I. 1972).

La, conservación negativa del material de excavaciones históricas

La conservación negativa del material arqueológi­co, deriva en muchos casos de las pésimas condicio­nes de almacenamiento al que han estado expuestos durante largo tiempo los diferentes materiales arqueo­lógicos, y se documentan principalmente en dos casos de excavaciones emblemáticas: Altamira y El Peudo.

En referencia a los materiales de las excavaciones en la cueva del Altamira entre 1980-81, un trabajo de revisión realizado con posterioridad a las excavacio­nes comenta, el « ... deplorable estado en que se encuentran las antiguas colecciones ... » (González Echegaray, J. y Freeman, L.G., 1996:255)

Por otro lado, está el caso de las condiciones de humedad por las inundaciones en el Museo de Prehis­toria de Santander, y los traslados sin el suficiente rigor, con la desclasificación de etiquetas y, por tanto, la perdida de información que tuvieron que sufrir los materiales de las excavaciones antiguas de El Pendo, y que se documentaron en posteriores memorias de excavaciones más modernas entre 1953-57.

I. Barandiaran Maestu, comenta en referencia a la cueva del Pendo que «es de lamentar el estado actual del famoso bastón de mando peiforado ... que sufrió pésimas condiciones de humedad cuando, en los años de la guerra civil, fue ocultado» (Barandiaran Maes­tu, I., 1972: 178).

Sin embargo, para encontramos este tipo de situa­ciones, no tenemos que echar mano de antiguas colecciones, sino que actualmente se dejan deteriorar los materiales de excavaciones por la falta de segui­miento de una metodología de excavación adecuada, que, obviamente, no debería terminar cuando el mate­rial se extrae de la cueva. La falta de una continuidad en el trabajo de excavación, que deriva en un almace­namiento inadecuado de los materiales, es, por tanto, un error cometido con las excavaciones antiguas y que supone muchos problemas de investigación en la actualidad, pero continua siéndolo en las excavacio-

352 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA

nes realizadas en la actualidad. Estos efectos negati­vos sino los solucionamos de inmediato seguirán suponiendo un grave problema para aquella persona que, en un futuro, necesiten consultar y manipular las colecciones de materiales arqueológicos.

Es como si los problemas sucedidos de antiguo, los cuales estamos reflejando en este trabajo como causa de degradación del material, no fuesen ejemplo de lo que debemos evitar cuando intervenimos en un yacimiento arqueológico, de manera que este tipo de críticas, por parte de todos, no vuelvan a realizarse.

El aporte de material alóctono o extraño a la cueva

Se documenta un caso en la cueva del Puyo de deposición de grandes bloques junto a la boca de la cueva que posiblemente sepultaron estructuras arqueológicas.

El pisoteo humano.

Únicamente se documenta en las memorias de excavaciones de cueva Morín donde se habla del pisoteo intenso del suelo de la cueva, pero descono­cemos si esto alteró el material. En la cueva del mirón se documenta la intensa actividad humana como res­ponsable de los movimientos del material dentro del depósito. Por último en la cueva del Castillo se men­ciona el pisoteo biológico como causa de alteración diferencial del material óseo.

La, ruptura o dañado de sistemas de cerramiento y la obstrucción de las entradas a las cuevas

Hemos encontrado tres casos, dos de ellos referi­dos a la ruptura de verja, por un lado en la cueva de los Peines primero donde primero se violenta la ver­ja en los años '80 y luego se destruye en el 94, por otro el dañado en la cueva de Reyes de la reja de hie­rro. Un tercer caso es el desmantelamiento del muro que funciona de cierre en la cueva del Puyo.

Hay dos cuevas, Doncella y Encinar, que presen­tan la entrada o boca obstruida o taponada por dos efectos de destrucción catastrófica: la explotación de cantera en la primera y los movimientos de tierra por la construcción de la Autovía del Cantábrico en la segunda.

11.- OCUPACIONES PREIDSTÓRICAS

Lógicamente, la ocupación de la cueva por los propios grupos prehistóricos también fue causa de alteración de los depósitos arqueológicos, tanto de sus propias ocupaciones, como de ocupaciones ante­riores.

Zona Bizkaia

Por un lado encontramos alteraciones del material derivadas de rituales o prácticas funerarias u otras necesidades culturales como el caso de la práctica de hogueras, el intenso pisoteo por la cueva o la cons­trucción de estructuras.

Documentamos así en Sagastigorri la práctica de la no-inhumación o enterramiento de cadáveres, dejándose éstos expuestos a procesos post-deposicio­nales sin ningún tipo de cubrición. Otros ejemplos son, la práctica de la incineración de los restos óseos humanos en las cuevas de Ereñuko Arizti, Lacilla, Lamiñak II que no han permitido su conser­vación completa o el caso de un movimiento y la redeposición de enterramientos en la cueva de Pico Ramos, fragmentando el material que queda descone­xo anatómicamente.

Otro tipo de actuaciones son, las prácticas de hogueras que, como se documentan en las cuevas de Lumentxa, Lamiñak II y Urratxa III, afectan al mate­rial quemándolo y alterando el color de los huesos y piezas líticas de sílex y el uso de los huesos como material combustible en la cueva de Lumentxa con la consiguiente alteración por combustión de los mis­mos.

Entre las causas de alteración del depósito está la compactación del sedimento por pisoteo de los gru­pos prehistóricos como el pisoteo de enterramientos en la cueva de Guerrandijo, pisoteo con una consi­guiente alteración estratigráfica de la cueva de Santi­mamiñe y pisoteo de las ocupaciones vigentes con una fragmentación del material cerámico en la cueva de Arenaza I. Otro deterioro, es la construcción de estructuras como la de un horno de ferrones que altero los niveles inferiores de la cueva de Arenaza I, aunque no se dice si produjo alteraciones del mate­rial.

Zona Cantabria

Volvemos a encontrar aquí causas que se han des­crito para las cuevas de Bizkaia, como es el pisoteo presente en las cuevas del Juyo y de Morín, con la consiguiente fragmentación del material orgánico en la primera, y la alteración de restos de ocupaciones anteriores en la segunda. Y casos como la cueva de Mirón donde la intensa actividad humana de los gru­pos prehistóricos llevó a una mezcla de los niveles arqueológicos.

Entre las alteraciones estratigráficas más docu­mentadas está la construcción de estructuras pre­históricas, como las estructuras circulares que altera­ron el depósito de la cueva del Ruso I, la presencia de cubetas de piedras, hogares y hoyos de poste en la cueva del Mirón o las reutilizaciones en la cueva

METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA

CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:

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BIZKAIA ANO CANTABRIA

Morín de tierra de estratos precedentes para la cons­trucción y relleno de tumbas con la consiguiente · destrucción de aquellas tumbas que habían sido inhu­madas con anterioridad. Otro caso similar lo encon­tramos en la cueva del Altamira con una alteración y remoción por parte de los hombres prehistóricos de sus propias estructuras anteriores.

Precisa es la documentación aportada por K.W. Butzer en un estudio geo-arqueológico llevado a cabo en cueva Morín, donde se documenta como las <<fre­cuentes ocupaciones de la cueva por grupos del Mus­teriense y del Paleolítico superior durante los 75.000 años anteriores a 10.000 B.P. fueron responsables de... la alteración estratigráfica preexistente y la mezcla de sedimentos antiguos y sedimentos contem­poráneos, y... la modificación geoquímica como resultado de la descomposición de restos biológicos» (Butzer, K. W., 1989:82).

1.1.2.6.- Causas accidentales

Zona Bizkaia

Entre ellas encontramos dos casos así catalogados por los redactores de las memorias: uno de ellos es un derrumbe accidental del cantil de las excavaciones antiguas de la cueva de Lumentxa, pero documenta­do en las memorias de excavaciones modernas, que suponemos fue causa de deterioro, y otro se trata de un incendio accidental o intencional producido en el exterior de la cueva de Pico Ramos, como posible causa de la presencia de huesos quemados.

Zona Cantabria

En cueva Morín se documenta la existencia de material óseo fracturado, cuya alteración se descono­ce si procede de causas biológicas o causas acciden­tales.

E. Muñoz añade causas documentadas anterior­mente en Bizkaia, como son los derrumbes de los per­files de las catas o sondeos en las cuevas del Pendo, Morín, etc., opinando el autor que gran parte de ellos derivan de la no-aplicación generalizada de medidas destinadas a la conservación post-excavación de las áreas de excavación abiertas. En este sentido solo esta documentada la colocación, en la cueva del Ote­ro, de placas de uralita a modo de protección del área excavada (Muñoz Fernández, E., 1988).

1.1.2.7.- Características de la cueva

Hemos encontrados tres casos donde las caracte­rísticas concretas de cada una de las cuevas afecta indirectamente a la conservación del material, y las

memorias de las actuaciones arqueológicas lo docu­mentan como posibles causas de deterioro. Sin embargo, habría que valorar, junto a estas caracterís­ticas, cuales son las circunstancias particulares de cada uno de los micro-medioambientales de estas cavidades.

Zona Bizkaia

En las memorias de la cueva de Pico Ramos, se explica que el reducido tamaño de la cueva incide en una mayor posibilidad de fracturación de los ente­rramientos a la hora de practicarlos y removerlos, mientras que en los trabajos de Lamiñak II, se habla de cómo la orientación de la cueva no permite la entrada de la luz solar y, por tanto, hay una ausencia de insolación y un grado de humedad alto en el inte­rior de la cueva; y en la cueva de Bolinkoba, la poca profundidad de la cueva facilita que la entrada e influencia de la luz solar sea mayor.

Esta claro que estas características descritas pro­vocan un medioambiente en la cueva que no tiene porque ser inadecuado para el material, pero, hacien­do caso a los supuestos teóricos, ni una excesiva humedad en el aire ni la acción directa de la luz sobre los materiales excavados son favorables para su esta­bilidad.

Zona Cantabria

En los trabajos de la cueva del Mirón, se docu­menta la excelente exposición al sol de la cueva como factor positivo de habitabilidad, y que obvia­mente también incide sobre el yacimiento más cerca­no a la boca. Principalmente esta proximidad favore­ce una actividad biológica (vegetales) importante.

1.2.- Causas de preservación

Queremos reflejar aquí aquellos casos de cuevas en cuyas memorias de excavación se han documenta­do cuales son las causas por las cuales el material de un depósito, con un micro-medioambiente particular, se ha preservado. En muchos casos, la razón está en la ausencia de agente/s de deterioro, pero en otros la situación es mucho más compleja.

1.2.1.- Intrínsecas al depósito arqueológico

1.2.1.1.- Derivadas de las propiedades del suelo

Zona Bizkaia

De la misma manera que los procesos sedimenta­rios en la cueva eran causa de degradación del depó-

354 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA

sito y el material, hay un caso concreto en el que suponen una barrera natural ante los deterioros post­deposicionales. Nos referimos a situaciones de ausencia de movimientos o fluctuaciones por la formación de costras o cortezas estalagmíticas que, en ocasiones, cubren y conservan intactos estructuras, como sucede en un horno de ferrones de la cueva de Arenaza I, o preservan el depósito arqueológico mediante la acción de sellado como en la cueva de Santa Isabel. Existe un tercer caso en las cuevas de Aldeacueva y Cuestalaviga, de enterra­mientos separados entre sí por capas estalagmíticas donde éstas favorecieron no solo la conservación, sino también la extracción del material.

En referencia a los encostramientos y su capaci­dad para conservar los materiales orgánicos enterra­dos, S. Femández-López, opina que «los encostra­mientos superficiales pueden incrementar la durabi­lidad, la capacidad de persistir, de los elementos con­servados [ ... ] los revestimientos cianobacterianos formados sobre algunos restos orgánicos, han servi­do para que permanezcan juntos los diferentes com­ponentes y para amortiguar o inhibir la influencia de otros agentes de alteración» (Femández López, S., 1999:63)

Junto a las costras estalagmíticas, otra de las cau­sas de preservación son la formación de los suelos pedregosos que actúan de aislante cubriendo y prote­giendo los enterramientos como ocurre en la cueva sepulcral de Pico Ramos. Tanto las costras como este suelo pedregoso aíslan el material de posibles movi­mientos y fluctuaciones presentes en la cueva.

Zona Cantabria

La presencia de agua. Paradójicamente la pre­sencia de humedad en el sedimento ha actuado a favor de la conservación de microfósiles de plantas permitiendo una recuperación de fragmentos de car­bón y madera carbonizada en la cueva del Juyo, y ha favorecido la conservación del material óseo de la cueva del Pendo. Más concretamente, en la cueva de Morín, un ambiente de humedad favoreció, entre otros posibles agentes, el desarrollo de adipocira cadavérica que dio lugar a que se produjera un fenó­meno de preservación, comentado más adelante, y conocido como sustitución seudomórfica.

La formación de costras estalagmíticas también son causa de preservación en las cuevas cántabras, favoreciendo la conservación del material de la cue­va de las Chimeneas, y permitiendo que los niveles cubiertos por costras se conserven intactos en las cuevas del Pendo y del Valle, sellando en ocasiones el depósito arqueológico en el caso de la cueva del Linar y actuando como elementos conservantes de los pólenes en la cueva de Morín.

En el caso de la cueva del Mirón, la elección del área al excavar estuvo motivada por la «evidencia de que la gruesa capa de escombros de derrumbe exis­tente dentro de las cabañas aseguraba su protección contra cualquier furtivismo» (G. Morales, M.R. y Straus L.G ., 1996: 124 ). Vemos que se cita el furtivis­mo como agente potencial de alteración, pero la pro­tección que ofrecen estos escombros también actúa frente a cualquier otro proceso sedimentario degra­dante, que pueda tener lugar en el interior de la cue­va.

La ausencia de oxigeno en el suelo. La presencia de un suelo anaeróbico, poco renovado o aireado y con ausencia de oxigeno favorece el desarrollo de adipocira cadavérica como ocurre en los depósitos arqueológicos de la cueva de Morín, a la que también contribuye la presencia de humedad.

Las características propias del suelo de carácter limo-arcilloso de la cueva de Morín junto a otros fac­tores, también favorecen el desarrollo de adipocira cadavérica en el deposito que, además, es fundamen­tal, como se explica a continuación, para que se de el fenómeno de sustitución seudomórfica.

La sustitución seudomórfica, no tanto como causa de preservación sino más bien como proceso de conservación, se produce cuando una parte o un todo, en el caso de cueva Morín, un enterramiento, es pre­servado, no como el material originario sino como una sustitución seudomórfica, la cual es estable en el depósito. Un ejemplo sería que el hierro en condicio­nes neutras-alcalinas (pH alto) puede ser sustituido por oxido de hierro, o que la madera en condiciones alcalinas pueda ser fosilizada virtualmente por el car­bonato de calcio. Sin embargo, el caso aquí documen­tado es un caso extremo, es decir, la formación de siluetas de sedimento en las cuales no hay absoluta­mente ninguna textura del material original, pero el sedimento hallado en este lugar esta descolorido revelando la traza de la posición y, en algunos, casos la forma original del cadáver.

Esta sustitución seudomórfica tiene su reflejo en uno de los mecanismos de alteración tafonómica de los restos orgánicos definidos por S. López Femán­dez, concretamente el que se refiere a la «Cementa­ción de cavidades» que la define así: «La perdida de partes blandas, de porciones esqueléticas o de otros componentes de los elementos conservados, genera cavidades que pueden ser ulteriormente rellenadas con nuevos materiales» y más adelante dice «Por este mecanismo de relleno... se han generado replicas extraordinarias de algunos restos orgánicos, que han sido llamadas pseutlomoifosis.» (López-Femández, S., 1999:69).

Esto parece ser lo que sucede en Cueva Morín, donde se produce un relleno sedimentario del espacio dejado por la desaparición del material orgánico, que

METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA

CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:

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BIZKAIA ANO CANTABRIA

conserva la forma del cadáver de un enterramiento. Pero veamos la explicación que da el Prof. Stewart de la Srnithsonian Institution en EE.UU en la memoria de excavación de la cueva de Morón, en 1969 respec­to a este hecho, « ... bajo condiciones de elevada humedad, los tejidos de un cuerpo se convierten en adipocira que es una grasa cadavérica, de sustancia grisácea, blanda y jabonosa, como constituida por una mezcla de jabón amoniacal con potasa, cal y ciertos ácidos grasos. Cuando el cuerpo se convierte en adipocira adquiere una consistencia que permite la creación de un seudoformo». (González Echega­ray, J. y Freeman, L.G., 1973:230)

Otro comentario que se hace desde las memorias de excavación al respecto por B. Madariaga es el siguiente: «La transformación del cadáver en adi­pocira es frecuente en condiciones de humedad concretas en suelo, en suelo arcilloso e impermea­ble y con ausencia de aire (ambiente anaeróbico ), provocando una putrefacción incompleta y después una saponificación de los tejidos adquiere caracte­rísticas físico-químicas y organolépticas muy pecu­liares, tomando un aspecto parecido al esperma de ballena, de consistencia lardácea, color gris blan­quecino, inolora o con olor a moho o rancio y con peso específico bajo. Una vez se descompone el cadáver y esta adipocira se solubiliza bajo la influencia del agua comienza a formarse un molde antropomóifico (pseudoformo) por la sustitución parcial y progresiva de la materia orgánica por la areno-arcillosa del suelo circundante, ocupando en su mayoría el lugar dejado por la materia inorgá­nica que fue desapareciendo lentamente hasta que­dar únicamente algún resto óseo detectable mediante fluorescencia de ultravioleta. Exterior­mente queda la forma del cuerpo hasta dar lugar a un molde» (González Echegaray, J. y Freeman, L.G. 1973:261).

1.2.1.2.- Derivadas de la naturaleza del material

a) Grupo del material, orgánico

MATERIAL ESQUELETICO: HUESO

Zona Bizkaia

Una de las causas de degradación mas comenta­das es la menor fragilidad de ciertas partes esqueléticas, frente a otras de menor "conservabili­dad" y por tanto, de mayor facilidad para fracturar­se. A este respecto de documenta una mayor facili­dad de conservación de los huesos cortos en la cue­va de Ereñuko Arizti, frente al protagonismo que adquieren las piezas dentarias no solo en Bizkaia, sino también en Cantabria, como el material esque-

lético mejor conservado. Derivado de estudios de especialización de los restos antrópicos de la cueva de Urratxa III, se menciona la buena capacidad de restos antiguos para conservar el ADN mitocon­drial (mt) en unas condiciones que permiten su recuperación.

Zona Cantabria

La mayor durabilidad de algunas partes esqueléticas dan lugar a un proceso de conserva­ción diferencial del material arqueológico. Esta cir­cunstancia es la que se documenta en la cueva del Juyo y tiene su reflejo en otros casos concretos don­de hay una mayor facilidad de conservación de algu­nos huesos por su dureza y tamaño, como falan­ges, epífisis de huesos largos en el caso de la cueva del Castillo, o el astrágalo y la taba en la cueva de Rascaño frente a otros o los fragmentos de grandes diáfisis de huesos largos que son los huesos más abundantes en la cueva de Morín, permaneciendo por tanto, únicamente restos óseos de partes esque­léticas más resistentes. Entre estas piezas se hace mención especial a los dientes como el material mejor conservado en la cueva del Castillo y en Cofresnedo, y que, en este segundo caso, permite una recuperación proporcionalmente mayor que en el resto. En el caso de la cueva del Pendo comentan que en esta capacidad de conservación influye la protección del esmalte, que hace que la pieza denta­ria aparezca intacta.

Un segundo caso es la documentación de la <ifosi­lización admirable» del hueso en la cueva del Pendo, como causa de que las partes esqueléticas se conser­ve en buenas condiciones y según un curioso comen­tario del Padre Carballo «no difieran de cuando nue­vas» (Carballo, J., 1960:32).

RESTOS VEGETALES: MADERA Y FRUTOS

Zona Bizkaia

La carbonización. Aunque sabemos que es la forma de conservación más habitual de los macro­rrestos vegetales en las cuevas de la cornisa cantá­brica, no en todos los yacimientos se produce. La carbonización, concretamente de la madera en la cueva de Pico Ramos, «se produce cuando algún resto vegetal ha sido calentado a más de 200 º C sin oxígeno suficiente para que se queme comple­tamente. En lugar de reducirse a cenizas, los com­ponentes orgánicos de la planta se convierten en materiales ricos en carbón y resisten a la descom­posición ya que este material no se ve afectado por al acción de las bacterias, hongos y otros

356 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA

agentes». (Iriarte, M.J. y Zapata Peña,L.,1996: 33).

Junto a la madera hay otro caso documentado de carbonización de bellotas en la cueva de Lumentxa que también ha supuesto una conserva­ción a pesar de que la materia de este fruto se haya visto alterada.

La ciencia de la Tafonomía nos trae otras circuns­tancias en las cuales los materiales orgánicos tienen mayores posibilidades de ser conservados. Así S. Fer­nández-López documenta los siguientes: «Actuacio­nes de depredadores de los organismos degradan­tes», la «presencia de sustancias tóxicas o antibióti­cas, segregadas por otros organismos ... », la «existen­cia de sustancias que tienen propiedades anti-enzi-máticas y curtientes ... », la «presencia de altas con-centraciones salinas ... », la «presencia de sustancias higroscópicas o el calor intenso y la desecación que determinan la ausencia de una fase acuosa ... », la «ausencia de oxigeno (en aguas estancadas o en materiales de escasa permeabilidad como los lodos arcillosos ... ) que impiden la actividad de los organis­mos necrófagos o carroñeros» así como, el grano y la naturaleza del sedimento como condicionante del tipo de descomposición-biodegradación que se pueda desarrollar en el depósito arqueológico (Femández­López, S., 1999:58).

1.2.2.- Extrínsecas al depósito arqueológico

1.2.2.1.- Causas biológicas

a) Factor humano

No todas las causas de preservación que aquí se comentan se han documentado conscientemente como tales en las memorias de excavación, sin embargo nosotros consideramos que actuaron a favor de la conservación del material por las siguientes razones:

1.- LAS OCUPACIONES MODERNAS

Zona Bizkaia

El desprecie de fragmentos cerámicos por parte de los excavadores clandestinos que actuaron en las cuevas de Peña Forua, Lamiñak II y Santimamiñe (entendemos que por ser estos poco significativos o estéticamente poco vistosos) favoreció la recupera­ción de los mismos. Y en esta misma línea, está el caso de entrega ó ingresos de lotes de materiales al Museo de Arqueología de Bilbao extraídos ilegal­mente e inadecuadamente de las cuevas de Peña Forua y Lamiñak II.

Zona Cantabria

Encontramos documentado un caso en la cueva del Mirón donde el desprecio de materiales por par­te de las personas que extrajeron sedimento del depósito arqueológico para la obtención de abono, supuso, dentro de la degradación de esta actividad extractiva, la preservación de útiles de gran calidad, concretamente los autores comentan el «desinterés que tuvieron sus autores por este tipo de materia­les». (González Morales, M.R. y Straus, L. G., 1996: 125).

La construcción de cabañas por los pastores para la estabulación del ganado en el interior de la cueva del Mirón, supone una alteración que, en ocasiones como ésta, se convirtió al tiempo en un factor de pre­servación ya que los cascotes del derrumbe de dichas cabañas actuaron como agentes de preservación del deposito contra furtivos.

11.- OCUPACIONES PREHISTÓRICAS

Zona Bizkaia

Hay documentado un caso en la cueva de Arena­za, en el que los grupos prehistóricos evitan las zonas con filtración de agua como espacio adecuado para enterrar a sus muertos, colocándolos alrededor de estas zonas y evitando así su deterioro por una exce­siva presencia de humedad.

Zona Cantabria

La discriminación durante el despiece animal provoca la mayor o menor ausencia o presencia de partes esqueléticas en los yacimientos dando lugar a una conservación diferencial del material esquelético. A pesar de que este tema ha sido muy tratado en la bibliografía sobre arqueología (no tanto desde el pun­to de vista de la mayor o menor posibilidad de recu­peración de partes esqueléticas) únicamente lo encon­tramos documentado en los trabajos arqueológicos en Cueva Morín.

Los métodos y las técnicas de enterramiento como la colocación de prendas y ofrendas al muer­to, mutilaciones, técnicas funerarias, el periodo dejado entre la muerte y la posterior inhumación, así como la posible desecación del cadáver por acción del fuego están documentados como posibles causas de preservación de los enterramientos en cueva Morín.

Por último, tenemos una actitud, más que una acción, como es el respeto a los enterramientos por parte de las ocupaciones prehistóricas posteriores a los grupos humanos que practicaron los enterra-

METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA

CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:

357

BIZKAIA ANO CANTABRIA

mientos en cueva Morín y que ayudaronn a su con­servación.

1.2.2.2.- Características de la cueva

Zona Cantabria

La naturaleza de la cueva y de sus estratos es documentada en cueva Morín como causa de preser­vación y, más concretamente en la cueva del AER se habla de la sequedad y buena orientación de la cue­va como agentes de conservación de los restos óseos. Otro caso de preservación del yacimiento se docu­menta en la cueva del Mirón cuando comentan que la <ifalta de caídas de bloques en un periodo prolonga­do» visible en un techo de cueva plano (Mirón). (González Morales, M.R. y Straus, L.G., 2000:123)

1.3.- Procesos de alteración más inmediatos a partir de la excavación

1.3.1.- Biológico: factor humano

1.3.1.1.- Maltrato intencional o accidental del material

Zona Bizkaia

Se documenta un caso en el que, no se sabe si accidentalmente o por causa de la excavación, la extracción de una lapa de la cueva de Santimami­ñe supuso la separación de sus anillos de creci­miento.

Otro ejemplo es la cueva de Bolinkoba donde la presencia de pocas piezas enteras es, según sus auto­res, a causa de su rotura en la extracción, fruto de una metodología de recuperación que no es la más correc­ta, ya que las piezas se han roto al extraerlas .

Pero el caso mas claro es la fracturación moderna de una placa de hueso grabada de la cueva de Lami­ñak II cuya rotura se produjo en el momento de su extracción fruto de una excavación clandestina.

Zona Cantabria

Volvemos a encontramos con la rotura del mate­rial durante la extracción ilegal, en lo que, teórica­mente, era una prospección en la cueva de Requejil.

Otro caso documentado, desde una actitud responsa­ble y con carácter claramente accidental, es la descripción de un raspado superficial en una varilla decorada debida al proceso de excavación en la cueva de la Fragua.

Vemos en ambas zonas, y no solo en las excava­ciones antiguas, sino también en las actuales, un fallo

en no apreciar que el material es más frágil de lo que parece, y de como un manejo inadecuado del mismo, que, en ocasiones, llega a ser un maltrato del material, puede provocar graves alteraciones.

1.3.2.- Contenido de agua

Nos referimos con este epígrafe a una pérdida de agua al exponer el material a la atmósfera post-exca­vación, ya que, generalmente es el aire atmosférico más húmedo que el del depósito. Mientras que el depósito tiene una temperatura y contenido de agua estables, tras la excavación, los materiales fluctúan regularmente (diariamente-anualmente) e irregular­mente cuando la situación es alterada.

Zona Bizkaia

Aunque no hemos encontrado casos donde se mencione el contenido de agua como causa de dete­rioro del material, sí se ha reflejado, sin embargo, en los comentarios. Así, en el caso de Santimamiñe, encontramos que «Desgraciadamente, fue imposible sacarlo entero, y todavía se desmenuzó más con la desecación y trasporte sucesivas» (de Barandiaran, J.M., 1976:10).

1.3.3.- Luz

Nos referimos aquí a la alteración que produce la exposición de un material a la luz tras la total oscuri­dad durante periodos extremadamente largos en muchas ocasiones. Entre ellas la más notable es la removilización de los pigmentos en materiales deco­rados y teñidos.

Zona Bizkaia

Encontramos, con relación a la luz, dos casos en la cueva de Santimamiñe,, uno de pérdida del color original de un hueso que se extrae «limpio, de un color amaril,lo vivo que al sol se convertía en blanco» (Barandiaran, J.M., 1976: 18), y otra, el desprendi­miento de una capa estalagmítica adherida a un frag­mento frontal de cráneo, ambos por exposición al sol tras su extracción, y una brusca desecación.

Cabría comentar que aquí se combina una causa extrínseca al depósito como es la incidencia de luz, junto a otra antrópica como es el desconocimiento de metodologías de conservación preventiva, muy comunes en estas excavaciones de principios del siglo XX, y es que el material requiere que el paso al nuevo ambiente sea gradual y no brusco, como la desecación y pérdida de humedad por exposición directa al sol, situación esta que inferimos de los ejemplos arriba mencionados.

358 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA

1.4.-Alteraciones-modificaciones en el material: una aproximación a procesos y deterioros

La idea generadora de este apartado es que, una vez conocidas cuáles son las causas de degradación en aplicación de una metodología descriptiva por parte de los arqueólogos en las memorias, intenta­remos hacer un examen de cuáles son las alteracio­nes de los materiales, documentadas en las memoe­rias y, que derivan, lógicamente, de las causas ya descritas, no siempre de una forma aislada, sino más bien por la conjunción de varias causas de naturaleza diferente.

Sea cual sea el material constitutivo de un objeto que se ha enterrado en el suelo de una cueva ( delibe­radamente o no), la permanencia bajo tierra le ha pro­vocado una profunda alteración física, química y mecánica, que ha destruido el valor económico (de cambio), estético (forma original), histórico (signifi­cado del objeto significante) o simbólico, y, por lo que, nuestra interpretación a partir del mismo que nos puede hacer caer en referencias erróneas. Es, por tan­to, objetivo de esta relación de alteraciones-modifica­ciones, clasificadas según la naturaleza de los mate­riales en orgánicos e inorgánicos, que sirva de refe­rencia para los trabajos de conservación en sucesivas excavaciones.

Como último apartado hemos considerado intere­sante, de cara a los trabajos de investigación actual­mente en desarrollo, el citar cual son los principales problemas derivados de estas alteraciones del mate­rial de cara a posteriores investigaciones. Son proble­mas planteados desde las mismas memorias de exca­vación; por tanto, no hacemos mas que trasladarlas a estas hojas a modo de referencia.

1.4.1. Grupos de materiales y sus deterioros

En cada uno de los estados de alteración del mate­rial tanto orgánico como inorgánico que son comen-

tados a continuación, se mencionan (en aquellos casos donde la información dada en memorias así lo han permitido) los diferentes procesos por los cuales se modifican la composición, la estructura y la ubica­ción de los restos.

Cualquiera de estos procesos implica una modifi­cación del material, pero no conduce necesariamente a la destrucción del resto u objeto arqueológico.

Para facilitar la lectura y comprensión de esta información, hemos considerado apropiado presen­tarla en formato de tablas, teniendo en cuenta los siguientes aspectos:

Tipo de alteración: Se trata de recoger de las memeorias de excavación, los estados de alteración en el que se hallan los materiales durante la excavación y, a pesar de que muchas de las alteraciones recogidas son comunes a la mayor parte de los restos, tanto orgá­nicos como inorgánicos, otras en cambio se asocian únicamente a un tipo de resto concreto dentro del gru­po de materiales inorgánicos, es el caso del vidrio o el metal. En aquellos casos donde se conozca el estado de conservación con mayor detalle, estos seran deno­minados de la misma manera en que aparecen descri­tos en las memorias de excavación consultadas.

Procesos o mecanismos de alteración asocia­dos: tanto si son conocidos como si los son descono­cidos, aspecto este último que nos pone en evidencia sobre la gran cantidad de lagunas existentes en las memorias de excavación, en cuanto al desconoci­miento de los mecanismos de alteración que intervie­nen en el yacimiento.

Tipo de material afectado, diferenciando entre los grupos de materiales orgánicos (1) y los inorgáni­cos (2): entre el primer grupo se documentan los materiales esqueléticos y los minerales de origen orgánico y entre el segundo grupo están los materia­les líticos, silíceos (vidrio y cerámica) y metálicos.

Nombre del yacimiento donde se documenta y área de estudio, diferenciando dos tablas, una para Bizkaia y otra para Cantabria.

GRUPO DEL MATERIAL ORGANICO: BIZKAIA

ALTERACIONES MATERIAL ESQUELETICO: MECANISMOS O PROCESOS DE

hueso, asta, diente, marfil, concha ALTERACION

INCOMPLETO (1) industria ósea desconocidos

piezas de arte mueble desconocidos

cráneos desconocidos

material de asta desconocidos

restos esqueléticos de fauna con desconocidos ROTURA predominio de azagayas y de las

roturas longitudinales

industria ósea con predominio de desconocidos

piezas de arte mueble desconocidos

conchas y moluscos, Littorina Obtusata desconocidos

material esquelético en general con desconocidos FRAGMENTACION- p r e d ~ m i n i o de la fractura transversal FRACTURACION (2)

placa de hueso decorada extracción inadecuada

material de hueso desaparición de tejidos óseos

compresión debido a un derrumbe huesos humanos largos y cráneos de bloques sobre el yacimiento

huesos humanos desconocidos

CUEVAS

Bolinkoba Santimamiñe Pico Ramos

Bolinkoba Santimamiñe Pico Ramos

E. Arizti Pajucas

Abittaga

E. Arizti Arenaza Santimamiñe Lumentxa Guerrandijo

Santimamiñe Lumentxa azagayas y punzones Urratxa III

Atxeta

Santimamiñe

E. Arizti Pajucas Txotxinkoba Arenaza I Lumentxa Santimamiñe Urratxa IIl

Lamiñak 11

Pico Ramos

Pico Ramos

Lacilla Arenaza Goikolau Urratxa III

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ALTERACIONES MATERIAL ESQUELETICO: hueso, asta, diente, marfil, concha

huesos de fauna

industria ósea

piezas de arte mueble

prisma de marfil con acanaladuras y aristas fragmentadas

colgante sobre concha Nassarius

material en hueso

huesos humanos y de fauna

CARBONIZADO (3)

huesos

huesos humanos

material de asta

TRAZAS DE EROSION (4) Rodado huesos

Pulido piezas de arte mueble

Estriado ( 8) piezas de arte mueble

Corrosionado huesos

azagayas

Agujereado concha (5)

MECANISMOS O PROCESOS DE ALTERACION

desconocidos

desconocidos

desconocidos

desconocidos

desconocidos

combinación de variables como la

alternancia de frío y calor junto a la humedad de la cueva

proceso de quemado indefinido

pérdida de tejido blando por acción del fuego

proceso general de quemado y calcinación

desconocidos

desconocidos

desconocidos

desconocidos

desconocidos

desconocidos

Abrasión o frotación en el interior de un conchero

CUEVAS

Sagastigorri

kobaderra 1

Pico Ramos

Santimamiñe Lamiñak 11

Pico Ramos

Pico Ramos

Guerrandijo

Lumentxa

Santimamiñe

Goikolau

Pico Ramos

Lamiñak 11 Axlor

Abittaga Kobaederra

Pico Ramos

Lacilla

Lamiñak 11

E. Arizti

Lamiñak 11

Lamiñak 11

Santa Isabel

Urratxa III

Santimamiñe

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ALTERACIONES MATERIAL ESQUELETICO: MECANISMOS O PROCESOS DE hueso, asta, diente, marfil, concha ALTERACION

Pérdida de anillos de concha: lapa Desgaste de las porcioanes apicales por erosión

crecimiento y ápex marina en combinación con la naturaleza

de conchas estructuralcónica de las lapas

Presencia de orificios y Se barajaron las posibilidades de enfermedades

perforaciones superficiales huesos humanos enfermos (5) como la Osteomielitis (7), Lepra y

Envenenamiento por cornezuelo

Signos de erosión en piezas de arte mueble desconocido

general material en hueso y asta en general desconocido

BIOEROSION (9) Perforaciones

conchas predación marina

Mordeduras huesos humanos mordeduras de animales

Roeduras huesos de animales roido de animales

huesos humanos roido de animales

DESCONCHADOS (10) industria ósea desconocido

DESMENUZADOS-DELEZNABLE(ll)

huesos presencia de humedad

conchas desconocido

APLASTADO restos esqueléticos humanos desconocido

DEFORMADO (12) industria ósea desconocido

proceso de recuperación de la forma original tras

la separación del craneo del resto del conjunto

Enderezamiento cráneos humanos esquelético

ENCONSTRAMIENTO- huesos brechificados con otros formación de costras estalagmíticas-calcáreas

CONCRECIONAMIENTO (13) materiales tanto orgánicos como

inórganicos

CUEVAS

Santimamiñe

Pico Ramios

E. Arizti

Lamiñak. II

Lamiñak II

Pico Ramos

Arenaza I

E. Arizti

Arenaza I

Abittaga

Albiztey

La cilla

Pico Ramos

Santimamiñe

E. Arizti

Santimamiñe

Guerrandijo

Lumentxa

Lamiñak II

Santimamiñe

Lacilla

Aldeacueva

Txontxinkoba

Santimarniñe

Kobaederra I

Arenaza I

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ALTERACIONES MATERIAL ESQUELETICO: hueso, asta, diente, marfil, concha

huesos de fauna y humanos con ENCOSTRAMIENTO- encostramiento individual CONCRECIONAMIENTO (13)

huesos humanos

ostras y chirlas

DISPERSAMIENTO-DESPLAZAMIENTO (14) Huesos humanos y de fauna

Enterramientos humanos

DESCONEXION-DESARTICULACION (16) Huesos humanos

PERDIDA DE MATERIA CONSTITUYENTE Y DE

hueso TRATAMIENTOS SUPERFICIALES (17) Pérdida del motivo

decorativo hueso

Pérdida de materia constituyente hueso

Pérdida de colágeno hueso

DECOLORACION: CAMBIO DE COLOR ORIGINAL (18) Decoloración indefinida pieza de arte mueble sobre concha Trivia

Decoloración oscura huesos ennegrecidos y brillantes azulados

huesos

industria de hueso

concha tipo Cardium

Decoloración blanquecina- huesos grisácea

hueso

MECANISMOS O PROCESOS DE

ALTERACION

proceso de formación de costras estalagmíticas-calcáreas

contaminación de depósitos de carbonato cálcico en paredes de canales heversianso y fisuras de los huesos

procesos de formación de costras estalagmíticas-calcáreas

Desconocido (15)

Corrimientos de tierra

desconocido

proceso de fracturación

desconocido

desconocido

desconocido

desconocido

desconocido

carbonización: combustión cuando aun hay tejido blando en contacto con el hueso

por contacto directo al fuego

desconocido

carbonización: combustión cuando aun hay tejido blando en contacto con el hueso

carbonización: combustión desigual sin contacto con tejido blando

CUEVAS

Santimamiñe Kobaederra I Balzola Urratxa III

Pico Ramos

Santimamiñe

Sagastigorri Guerrandijo

Santimamiñe Balzola

Santimamiñe Lumentxa

Santimamiñe

Arenaza I

Urratxa III

Arenaza I

Pico Ramos

Pico Ramos Santimamiñe

Pico Ramos

Atxeta

Santimamiñe

Pico Ramos

Pico Ramos

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ALTERACIONES MATERIAL ESQUELETICO:

hueso, asta, diente, marfil, concha

DESCOMPUESTO hueso

PETRIFICADO hueso

TECTONIZADO hueso

FISURADO (19) Y MICROFISURADO hueso

EXFOLIADO (20) LAMINADO ajuar de marfil: un prisma

mandíbula

FOSILIZADO (21)

ALTERACIONES MINERALES DE ORIGEN ORGANICO

cuentas de coral fósil, yeso,mineral

FRAGMENTACION verde (serpentina) y esteatita

cuenta de azabache

ALTERACIONES RESTOS VEGETALES

NO ESPECIFICADA lignino

MATERIAL INORGÁNICO: BIZKAIA

ALTERACIONES MATERIALES METALICOS (22)

INCOMPLETAS punta de hierrro

FRAGMENTACION-FRACTURACION monedas, apliques de bronce y una

cincha de hierro

TRAZAS DE EROSION

Signos de desgaste indefinidos Balanza romana

punta de cobre Perdida de peso

monedas

MECANISMOS O PROCESOS DE

ALTERACION

presencia de humedad

desconocido

acción de una colada de barro y desplome

la calcinación ha favorecido posiblemente la

fisuración

en relación directa con la estructura canica

dudan de si se trata de un proceso de fosilización

una formación de concreción de toba, ya que

ambas dan apariencia blanquecina

MECANISMOS O PROCESOS DE

ALTERACIÓN

desconocido

desconocido

MECANISMOS O PROCESOS

DE ALTERACIÓN

desconocido pero en relación directa con la

sensibilidad a la humedad y la temperatura

MECANISMOS O PROCESOS

DE ALTERACIÓN

desconocidos

desconocidos

desconocidos

desconocidos

desconocidos

CUEVAS

Tarablo

Santimamiñe

Santa Isabel

Pico Ramos

Pico Ramos

Santimamiñe

CUEVAS

Pico Ramos

Arenaza l

CUEVAS

Pico Ramos

CUEVAS

Peña Forna

Peña Forna

E. Arizti

Peña Forua

Peña Forua

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ALTERACIONES MATERIAL ESQUELETICO: hueso, asta, diente, marfil, concha

PATINAS DE ALTERACION (23) material de bronce

pátina de color verde fragmentos de un vaso de hierro y de un hacha

anillos de hierro

clavos

«muestra» de bronce

monedas de cobre

OXIDACION (24) material metálico

alfiler metálico

borde de vaso y hoja de cuchillo de hierro

fragmento de un vaso de hierro

ALTERACIONES MATERIALES SILICEOS: Vidrio y Cerámica

fragmentos de un recipiente de vidrio

FRAGMENTACION-FRACTURACION material cerámico

material cerámico

piezas ornamentales: cuentas

CARBONIZACION: Quemadura y fragmentos cerámicos expuestos al sol Calcinación

TRAZAS DE EROSION (25) Presencia de áreas rodadas fragmentos cerámicos

material cerámico

Presencia de áreas pulidas aristas de fragmentos cerámicos

fragmentos de recipientes de vidrio IRISACIONES

una bola de vidrio

BURBUJAS fragmentos de recipientes de vidrio

MECANISMOS O PROCESOS DE ALTERACION

desconocidos

desconocidos

proceso de oxidación

oxidación por proximidad a materiales de bronce o cobre

MECANISMOS O PROCESOS DE ALTERACIÓN

desconocidos

desconocidos

desconocidos

caida de plaquetas y bloques de piedras de la cueva

desconocidos

desconocidos

desconocidos

acción hídrica

desconocidos

desconocidos

desconocidos

desconocidos

CUEVAS

Arenaza I

Guerrandijo

E. Arizti

Guerrandijo

Arenaza I

Sagastigorri

G.A.Kobie

Santimamiñe

Peña Forna

Guerrandijo

CUEVAS

Peña Forna

E. Arizti Guerrandijo Arenaza

Urratxa III

Lumentxa

Arenaza I

Peña Forna

Lumentxa

Arenaza I

Santimamiñe

Guerrandijo Sagastigorri Peña Forna

E. Arizti

Peña Forna

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ALTERACIONES MATERIAL ESQUELETICO: hueso, asta, diente, marfil, concha

DESCONCHADOS-MELLADURAS material de vidrio

saltaduras en el borde de un vaso cerámico

ENCOSTRAMIENTO-CONCRECIONAMIENTO Encostramiento estalagmítico material cerámico

Encostramiento de toba material cerámico

DISPERSAMIENTO-DESPLAZAMIENTO material cerámico

PERDIDA DE MATERIA CONSTITUYENTE Y DE TRATAMIENTOS SUPERFICIALES Pérdida de barniz o engobe material cerámico

Terra Sigillata Hispánica (TSH) y Cerámica Común Romana (CCR)

Alteración de la pasta material cerámico

Terra Sigillata Hispánica (TSH) y Cerámica Común Romana (CCR)

DECOLORACION O CAMBIO DEL COLOR material cerámico COLOR ORIGINAL

Decoloración oscura TSHTardía y CCR

EXFOLIACION-LAMINACION material cerámico

DELEZNABILIZACION- material cerámico SOLUBILIZACION

ALTERACIONES MATERIALES LITICOS

INCOMPLETOS pieza líticas

pedernales

ROTURA cantos rodados

piezas líticas

FRAGMENTACION- piezas de sílex FRACTURACION

MECANISMOS O PROCESOS DE ALTERACION

desconocidos

desconocidos

precipitación del carbonato cálcico disuelto en agua

desconocidos

desconocidos

desconocidos

desconocidos

desconocidos

desconocidos

procesos post-deposicionales: contacto con el fuego,constitución de la pasta, tipo de cocción

desconocidos

acción hidríca

en relación diracta con las características de la Composición de la pasta cerámica

MECANISMOS O PROCESOS DE ALTERACION

Desconocidos

Desconocidos

Desconocidos

Desconocidos

desconocidos

CUEVAS

E. Arizti

Lumentxa

Santimamiñe La cilla Lumentxa

Santimamiñe

Santimamiñe

Txotxinkoba

Peña Forna

Lumentxa

Peña Forna

Pico Ramos

Peña Forna

Lumentxa

Guerrandijo

CUEVAS

Lamiñak Arenaza I

Santimamiñe

Santimamiñe Lumentxa

Arenaza I

Kobeaga II Kobeaga Guerrandijo Balzola Atxeta Kobaederra Silibranka

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ALTERACIONES MATERIAL LITICOS

CARBONIZACION: Quemadura, piedras calcinadas

Calcinación piezas de sílex

TRAZAS DE EROSION

Rodamiento piedra caliza

restos líticos

Pulido aristas de un canto decorado

APLASTAMIENTO estructura de combustión

DEFORMACION

ENCOSTRAMIENTO-CONCRECIONAMIENTO

Encostramiento estalagmítico piedra caliza y huesos

Concreción calcárea canto rodado decorado

PERDIDA DE MATERIA CONSTITUYENTE Y DE TRATAMIENTOS SUPERFICIALES Pérdida de pilltura decorativa canto rodado

DECOLORACION O CAMBIO DEL COLOR ORIGINAL Decoloración oscura piedra y canto rodado

FISURACION Y MICROFISURACION cantos

AGRIETAMIENTO material lítico, principalmente sílex

PATINAS DE ALTERACION (26) piezas de sílex

Pátinas blancas piezas de sílex

piezas líticas

Pátina de opaquización de la textura, pátina de

aclaración del tono oscuro, pátina de esferulitas piezas de sílex

de cuarzo fibroso y/o calcedonitas o

granos micritizados

DESCOMPOSICION (27) ofita

MECANISMOS O PROCESOS DE ALTERACION

desconocidos

proceso de combustión

desconocidos

desconocidos

acción hídrica

desconocidos

cementación

desconocidos

desconocidos

acción directa del fuego

desconocidos

retracción térmica de la capa de alteración

desconocidos

desconocidos

teñido por la cal del depósito

deshidratación

desconocido

desconocido

CUEVAS

Santimamiñe

Lamiñak 11

Arenaza

Urratxa lil

Urratxa III

Lumentxa

Goikolau

Urratxa lII

Urratxa lII

Lumentxa

Pico Ramos

Urratxa lil

Santimamiñe

Lamiñak II

Sagastigorri

Santimamiñe

Atxeta

Bolinkoba

Si!ibranka

Urratxa III

Santimamiñe

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GRUPO DEL MATERIAL ORGANICO: CANTABRIA

ALTERACIONES MATERIAL ESQUELETICO: MECANISMOS O PROCESOS

hueso,asta,diente,marfil,concha DE ALTERACION

INCOMPLETA industria ósea. desconocido

industria ósea con predominio de desconocido

arpones.

ROTURA piezas de arte mueble (28) desconocido

material orgánico sin definir desconocido

restos osteologicos desconocido

FRAGMENTACION industria ósea con predominio de desconocido

azagayas

huesos sin definir desconocido

huesos con predominio desconocido

de cráneos

vértebras de salmónidos (29) desconocido

Reducidos a esquirlas o «triturados» restos de caracoles y moluscos desconocido

CARBONIZACION restos osteológicos calcinación a altas temperaturas

Presencia de áreas calcinadas huesos de fauna desconocido

conchas desconocido

CUEVAS

Pilegao I

Pilago II,

Pila,

Pendo

La Fragua

Juyo

Negra

San Roque

Cráneo

Altamira

Chora

Mapa

Cualventi

Mirón

Pielago 1

Covacho

lastrilla

Grajas

Valle

Santián

Morín

Mirón

Horno

Los Refugios

Mirón

Pielago II Morín

Cráneo

Mirón

Juyo

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ALTERACIONES MATERIAL ESQUELETICO:

hueso, asta, diente, marfil, concha

Presencia de áreas quemadas huesos en general

huesos de fauna

huesos en general

cráneos

cráneos

vértebras de salmónidos (30)

TRAZAS DE EROSION Desgaste industria en hueso y asta

Corrosión industria en hueso y asta

Restos óseos

Astilladuras -Quebraduras piezas de arte mueble (omoplatos decorados)

Presencia de meandros subparalelos en huesos superficie

Signos de erosión en general centros de vértebras de salmonidos

PATINAS DE ALTERACION Pátina sin definir huesos

Aspecto graso y oscuro huesos

DESCONCHADOS huesos

SOLUBILIZACION- huesos humanos DESCALCIFICACION (31)

APLASTAMIENTO-DEFORMACION material óseo

cadaveres humanos

Curvatura varilla de hueso

varilla de marfil

MECANISMOS O PROCESOS DE ALTERACION

contacto con piedras candentes y/o cenizas

sometidos a bajas temperaturas: 645º c efecto directo del fuego

efecto directo del fuego funcionando el sedimento como barrera a la carbonización

desconocido

efecto del fuego

desconocido

desconocido

desconocido

desconocido

desconocen si es antrópico o natural

desconocido

desconocido

desconocido

desconocido

combinación de O, H20 y C02 y fermentación de restos orgánicos

pisoteo

presión que ejerce el sedimento junto al grado de conservabilidad de cada parte esquelética

natural recuperación de la curvatura original de la pieza.

desconocido

CUEVAS

Altamira

Mirón

Chora Negra Grajas Santián

Santián

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Mirón

Piélago II Altarnira

Rascaño Monedas

Ruso I Fragua

Castillo

Morín

Mirón

Grajas

Morín

Morín

Morín

Castillo

Morín

La Fragua

Cofresnedo

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ALTERACIONES MATERIAL ESQUELETICO:

hueso, asta, diente, marfil, concha

ENCOSTRAMIENTO-CONCRECIONAMIENTO Concreción Estalagmítica materiales en general

Cubrición de costra cráneo

huesos sin definir

Concreción calcárea huesos humanos

Brechificación o Encostramiento de brechas de materiales orgánicos e diversos materiales inorgánicos.

PERDIDA DE MATERIA CONSTITUYENTE Y DE TRATAMIENTOS SUPERFICIALES Pérdida de restos de coloración huesos con indicios de haber estado

pintados

Pérdida de espinas vertebrales vértebras de salmónidos

DECOLORACION: CAMBIO DE COLOR ORIGINAL Áreas ennegrecidas con supeificies hueso azuladas-blanquecinas

Áreas con coloración oscura hueso

vértebras de salmónidos (32)

DESCOMPUESTO hueso y asta

piezas de arte mueble (omoplatos AGRIETAMIENTO decorados)

huesos de fauna

MINERALIZACION (33) huesos

MECANISMOS O PROCESOS DE CUEVAS ALTERACION

preceso de formación de estalagmitas Cualventí en cueva

desconocido Covacha

desconocido Grajas

desconocido Morín

desconocido Pendo Jocanos

presencia de humedad Pendo

desconocido Mirón

quemadura y calcinación a diferente Mirón temperatura y teñido de la materia orgánica del sedimento

sometido al fuego Morín

teñido de la matriz organica Mirón

presencia de humedad en el sedimento Rascaño

desconocido Castillo

sometidos al fuego Morín

proceso de fosilización Castillo

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GRUPO DEL MATERIAL INORGANICO: CANTABRIA

ALTERACIONES MATERIAL ESQUELETICO: MECANISMOS O PROCESOS DE hueso, asta, diente, marfil, concha ALTERACION

FRAGMENTACION cerámica desconocido

TRAZAS DE EROSION Rodado fragmentos cerámicos desconocido

SOLUBILIZADO-DELEZNABLE- fragmentos cerámicos facilidad de este material para deshacerse

DESCOMPUESTO fragmentos cerámicos presencia de humedad en el depósito

ENCOSTRAMIENTO ESTALAGMITICO-CALCAREO. CONCRECIONAMIENTO Concreción estalagmítica fragmentos cerámicos proceso de concrecionamiento

Cubrición de costras calcárea fragmentos cerámicos proceso de concrecionarniento

ALTERACIONES MATERIAL LITICO Y METALICO MECANISMOS O PROCESOS DE ALTERACION

INCOMPLETA compresor de marga desconocido

cuchillo de hierro desconocido

Alfiler desconocido

ROTURA Lascas desconocido

puntas de sílex de aletas y pedúnculo desconocido

FRAGMENTACION cantos de ofita sometido al fuego

CARBONIZACION Presencia de áreas calcinadas cantos rodados sometidos al fuego

Presencia de áreas quemadas material lítico en general desconocido

TRAZAS DE EROSION Desgastado y disolución de superficie material en ofita acción química de las aguas subterráneas

Abrasión material lítico desconocido

CUEVAS

Lastrilla Cofresnedo Peñona

Valle

Riba

Morín Cofresnedo

Cofresnedo Santián

Grajas

CUEVAS

Morín

P. de Arenal

Ruso I

Puyo

Mirón

Morín

Mirón

Puyo

Morín

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ALTERACIONES MATERIAL LITICO Y METALICO MECANISMOS O PROCESOS DE ALTERACION

ALTERACIONES DEL ASPECTO material lítico desconocido FISICO (PATINA)

Aspecto lechoso-blanquecino material de sílex desconocido

material de sílex deshidratación

Aspecto amarillento-rojizo material de sílex contacto con colorantes de mineral de hierro

Aspecto verde puñal metálico eflorescencias salinas???

ENCOSTRAMIENTO-CONCRECIONAMIENTO cantos desconocido

Concreción estalagmítica material de sílex desconocido

puñal metálico desconocido

PERDIDA DE MATERIA CONSTITUYENTE Y DE TRATAMIENTOS SUPERFICIALES Pérdida de restos de color cantos decorados (34) desconocido

DECOLORACION: CAMBIO DE COLOR ORIGINAL Coloración amarillo-rojizo material de silex teñido de los colorantes de hierro en

el sedimento

Ennegrecimiento hacha de mano sometimiento a fuego

canto de cuarcita sometimiento al fuego

AGRIETADO Material de silex Desconocido

Material de sílex Desconocido

OXIDACION Cuchillo de hierro Desconocido

Objetos indefinidos de hierro Desconocido

Varilla de hierro Desconocido

Hebilla oval, de metal indefinido Desconocido

Piezas metálicas, de metal /es indefinidos Desconocido

-CUEVAS

Calero II Pendo Castillo Valle

Puyo

San Juan

Ruso l

Castillo

Jocanos Ruso 1

Riba

Castillo

Valle

Ruso 1

Santián

Mirón

Morín

Piélago 1 Pasiega

Portillo del Arenal

Aspio Cirrios

Cuesta Baranda

Portillo del Arenal

Escolpo Reyes

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372 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA

(1) INCOMPLETO.Hemos diferenciado aque­llos restos que están incompletos de los que están fragmentados o rotos porque así están descritos en las memorias consultadas pero, realmente, no tenemos claro cual es la diferen­cia entre ambos estados de conservación. Ten­demos a pensar que, o bien la diferencia podría estar en la ausencia o no-ausencia del resto de fragmentos faltantes que pudieran permitir completar el objeto, o, por el contrario, ambos términos se utilizan en las memorias de mane­ra aleatoria.

(2) FRACTURACION-FRAGMENTACION. Teóricamente entendemos por fracturación el accidente mecánico que crea discontinuidades en el material, sin pérdida de material y sin separación de las partes. Es decir, pérdida de unidad sin desplazamiento. La fragmentación sería lo mismo que la fracturación pero con pérdida de de materia, dando lugar a la forma­ción del fragmento suelto. Realmente creemos que estos terminas se han venido utilizando aleatoriamente, por tanto los incluimos en un mismo bloque sin saber cual es el estado de conservación real del material. Mª F. Basca sancho, en el análisis arqueotafo­nómico de los huesos de fauna de la cueva de Gabasa I (Huesca), identifica tipos y patrones de fractura paras conocer el estado de intensi­dad de la actuación en la fracturación de un conjunto óseo. Diferencia entre fracturación pos-deposicional, fracturación antrópica y fracturación por actividad de los carnívoros.

(3) CARBONIZACIÓN. Este tipo de alteración, es particularmente frecuente en los yacimien­tos en cueva, principalmente como consecuen­cia de rituales de inhumaciones con o sin cre­mación en cuevas sepulcrales, pero también documentamos material esquelético carboni­zado derivado del uso del mismo como com­bustible, o derivado de situaciones accidenta­les (incendios). A este respecto hay un trabajo de F. Etxeberría sobre el aspecto del hueso sometido al fuego en el que cita cuevas sepulcrales en las que se han encontrado restos humanos quemados; entre ellos Aldeacueva, Guerrandijo, Goiko­lau, Lacilla, Peña, Zorros y Pico Ramos (Etxe­berría Gabilondo, F., 1994),

(4) TRAZAS DE EROSION. Teoricamente entendemos por erosión la pérdida uniforme y generalizada de material que provoca una sua­vizacion, redondeamiento de formas. En superficie se suele identificar una leve pero continua disgregación.

Incluimos aquí una serie de alteraciones debi­das a procesos naturales de erosión que afectan principalmente a la superficie del material óseo. Entre ellos hay algunos mecanismos de alteración que entran en diversos grupos de alteración tafónomica como la bioerosión, la abrasión, ... , pero que, al desconocer la causa concreta (biológica o físico-química), conside­ramos su proceso de alteración de un modo más genérico, denominándolo trazas de ero­sión.

(5) CONCHA. En referencia a este material, S. Fernández López en su trabajo hace referencia a la abrasión de las conchas cónicas como la Patella tan frecuente en los registros arqueoló­gicos: « ... son desgastadas preferentemente en las porciones apicales y quedan reducidas a un resto esquelético en forma de anillo», deno­minando a este tipo de faceta de desgaste <ifaceta de anclaje», y en referencia a las con­chas Bivalvos: « ... una vez desarticuladas, el desgaste tiende a ser máximo en el umbo ... A medida que aumenta el grado de desgaste, aumenta el perímetro de estas facetas de des­gaste ... » (Fernández-López, S., 1999:75).

(6) HUESOS ENFERMOS. Hay casos claros donde la causa deriva de la "vida útil" del hue­so, es decir, de la fase en la que el organismo está vivo (fase bioestratinómica) y enferma por causas que, en ocasiones, son difíciles de explicar. En este caso se barajaron tres tipos de enfermedades que han implicado cambios en le hueso.

(7) OSTEOMIELITIS. odas los tipos de infla­mación ósea, cualquiera que sea su índole o etiología, pueden incluirse dentro del termino general de osteítis. Si la infección afecta unica­mente al hueso externo (cortical), se la conoce como periostitis. Cuando se halla afectado principalmente el tejido interno (esponjoso), se denomina osteomielitis.

(8) ESTRIADO. El estriado y la acanaladura es una eliminación de materia de la capa superfi­cial, que se manifiesta por la formación de sur­cos paralelos poco o muy profundos .

(9) BIOEROSION. Es necesario aclarar como en un principio denominamos a esta alteración como biodegradación, aunque una posterior lectura de los mecanismos de alteración tafo­nómicos descritos por S. Fernández-López nos llevó al cambio de alteración por bioerosión. Este autor describe así este proceso: «muchos organismos son capaces de degradar los res­tos mineralizados y los tejidos más recientes

METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA

CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:

373

BIZKAIA ANO CANTABRIA

por medios mecánicos o por actuaciones de productos de su metabolismo», «Algunos pro­cesos de desgaste y disolución bioestratinómi­ca son exclusivamente llevadas a cabo por herbívoros y carnívoros ... muchos restos óseos presentan arañazas, estrías, rasguños, mues­cas y cortaduras por haber sido roídos, mordi­dos o masticados» (Fernández-López, S., 1999:77).

(10) DESCONCHADO. El desconchado o esca­mación es una separación o levantamienton de laminas o escamas paralelas a la superficie del objeto, normalmente como consecuencia de procesos mecánicos.

(11) DESMENUZABLE-DELEZNABLE. S. Fernández-López documenta un mecanismo de alteración tafonómica que es la disolución. De ésta comenta como la durabilidad de los restos orgánicos frente a la disolución está sujeta a la (1) estabilidad de sus componentes minerales, (2) al área superficial de manera que la disminución en tamaño y esfericidad favorece la disolución, (3) a la micro-estructu­ra, (4) al contenido en materia orgánica y (5) a la permeabilidad. (Fernández-López, S., 1999).

(12) DEFORMACIÓN.Teóricamente entendemos por deformación la modificación irreversible de las dimensiones originales del objeto por esfuerzos mecánicos repetidos y/o continuos. A este respecto, conocemos mecanismos de alteración tafonómica que dan lugar a cambios de tamaño, forma, estructura y textura de urr resto conservado, debido a la actuación de algún esfuerzo mecánico. Sin embargo, los casos aquí documentados únicamente nos des­criben la situación deformada o aplastada que han alcanzado los restos.

(13) CONCRECIONAMIENTO Como comen­tábamos en el apartado de causas de altera­ción, muchos restos han sido recubiertos por ciertos materiales antes de ser definitiva­mente enterrados. Esta alteración es muy frecuente en los huesos y se caracteriza por la presencia de costras superficiales, concre­ciones o envolturas calcáreas. En ocasiones éstas abarcan todo un nivel y los materiales en él contenidos, dando lugar a las brechas, encostramientos o los «pudding » tan gráfi­camente denominados por J.M. de Barandia­rán en las antiguas excavaciones de Santi­mamiñe. La concreción es una denomina­ción específica para las costras de sales inso­lubles, generalmente carbonatos, pero se uti-

liza para referirse a todo tipo de materiales asi alterados. Encostramiento-Concrecionamiento: los en­costramientos o brechas a los que se hacen referencia en este trabajo, tanto en referencia al material orgánico como inorgánico, se trata de la formación de depósitos entendidos éstos como acumulaciones en superficie de materia­les (sueltos o compactos) generalmente ajenos al elemento arqueológico

(14) DISPERSAMIENTO-DESPLAZAMIEN-TO. Alteración que también la encontramos documentada por S. Femández-López, quien cita: «los componentes de un elemento o de una asociación pueden ser separados y dise­minados durante la fosilización. La dispersión tafonómica, implica el desplazamiento, resul­tando modificada la ubicación original» (Fer­nández-López, S., 1999: 101).

(15) Esta dispersión así documentada, no se sabe si realmente se dio durante la fosilización, o bien pudo ser lo que en tafonomía se denomi­na como resedimentación o reelaboración. El primero es el «desplazamiento sobre el sustrato, antes del enterramiento, de elemen­tos previamente acumulados» y el segundo es el «desenterramiento y desplazamiento de los restos ... » (Femández-López, S., 1999: 89)

(16) DESCONEXION-DESARTICULACION. Femández-López, desde la óptica tafonómi­ca, identifica la desarticulación como meca­nismos de alteración y comenta que otros procesos de alteración tafonómica como la degradación-descomposición, disolución y maceración, posibilitan esta desarticulación de los diferentes componentes de los restos orgánicos. Y esto es lo que encontramos documentado.

(17) PERDIDA DE MATERIA CONSTITU­YENTE. Encontramos aquí diversos casos, tanto referidos a perdidas o faltas de materia constituyente, como la perdida de una parte del hueso y, en caso de decoraciones o pigmenta­ciones, perdidas de color o de tratamientos decorativos-estéticos. Este tipo de alteración ya lo comentaba I. Barandiaran Maestu, así como la difícil «con­servación de muestras pintadas de arte mue­ble por su contacto con el medio estratigráfi­co en que se conservaron: sobre todo resulta excepcional cuando la pintura se deposito en soporte de hueso y asta» (Barandiarán Maes­tu, I., 1972: 251). Además, este autor docu-

374 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA

menta un fragmento de una pieza de arte mueble de la cueva de Altamira con parte de la zona cortical del hueso desaparecida.

(18) DECOLORACIÓN. Teóricamente la altera­ción cromática es una variación del color ori­ginal, generalmente por transformación quími­ca del mismo, pero no siempre deriva de esto. En estos casos son alteraciones que hacen refe­rencia al color del material orgánico debido a causas de alteración varias, que no en todos los casos son mencionadas. Por tanto, descripcio­nes como las de "hueso quemado", aunque implica un cambio de coloración, además de un cambio estructural, no se anotan en este apartado, ya que el fuego siempre modifica en menor o mayor grado el color del material esquelético debido a muchas variables y de formas diferentes. Volviendo de nuevo al trabajo de F. Etxeberria, se documentan una serie de cambios de colo­ración como resultado del hueso sometido al fuego en un trabajo experimental: «La presen­cia de coloraciones grisáceas y azuladas en la profundidad del hueso compacto, junto a la coloración blanquecina en la superficie, reve­laría una cremación pobre en oxígeno, y, en el fondo, una incineración incompleta en la que existiría materia orgánica sin combustionar. Cuando esas muestras se recalientan hasta hacer desaparecer la coloración oscura se observa la disminución de peso. La coloración uniforme en toda la estructura indica que la ventilación ha sido elevada y la combustión se ha completado» (Etxeberria Gabilondo, F., 1994:114)

(19) FISURADO. Teóricamente, la fisuracion es ig~al que la fracturación pero con desplaza­miento o separación macroscópica-microscó­pica de ambas partes. La pérdida de unidad es visible al ojo

(20) EXFOLIACION.Teóricamente, la exfolia­ción es la alteración intermedia entre escama­ción y desplazamiento. Se trata de laminas paralelas, como escanmación, pero de mayor tamaño, o incluso sin límites definidos (como un hojaldre). Es una forma ocasional en cerá­mica y en algunas piedras como la pizarra.

(21) FOSILIZADO. Hemos visto la importancia que tiene la Tafonomía como la ciencia que nos ayuda a entender la historia de la modifi­cación experimentada por un objeto desde el momento en que éste es abandonado en el yacimiento arqueológico. El autor que propuso el término tafonomía en los años 40', conside-

raba a este proceso como la mineralización de los restos orgánicos una vez incorporados a la litosfera. Sin embargo, en la actualidad la tafo­nomía da un significado más amplio al térmi­no fosilización; es el proceso por el cual ha sido alcanzado un estado de conservación por parte de un resto. En opinión de S. Fernández-López «la con­servación diferencial y la fosilización, no consisten en una simple transformación post­mortal de los organismos del pasado. La fosi­lización es un proceso más complejo, por el cual se ha llegado a formar nuevos restos y señales de composición, estructura y compor­tamiento, al de los restos biogénicamente producidos» (Fernández-López, S., 1999: 101). En esta fosilización entran en j ue­go, no- solo el carácter selectivo de los proce­sos de fosilización, sino también la capacidad del resto para persistir en un ambiente con­creto, es decir, la capacidad del resto para lle­gar a ser registrado. Muchos de los procesos o mecanismos de alte­ración que hemos visto anteriormente entran dentro del proceso de fosilización, ya que todos suponen el alcance de un estado por par­te de los restos arqueológicos. Sin embargo, hemos encontrado casos docu­mentados en los que se cita la fosilización del resto, aunque se desconoce el mecanismo por el cual ha sido generado el fósil o resto, y el estado de conservación alcanzado. Es cierto que aquí nos encontramos con el problema de las reflexiones subjetivas carentes de todo tipo de apoyo analítico que avale que realmente se ha producido la fosilización, sobre todo en las excavaciones antiguas.

(22) MATERIALES METALICOS. Desde el momento mismo en el que el material es tras­formado en metal, da comienzo el proceso de corrosión _por el que el estado mas estable para un determmado metal es el estado mineral. Lo que intentamos aquí es reflejar el tipo de alte­ración

(23) PATINAS DE ALTERACIÓN; Teóricamen­te la pátina es la variación de color y/o textu­ra original de la totalidad de la superficie del material que afecta con mayor o menor pro­fundidad, "envejecimiento " natural (trans­formación química o simple depósito). Con frecuencia implica no sólo alteración cromá­tica sino cierta modificación superficial (fino depósito, concreción o colonización) es importante reconocer que el término pátina en cada material es diferente y abarca el tér-

METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA

CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:

375

BIZKAIA AND CANTABRIA

mino de alteración cromática pero no a la inversa. En el caso de los metales las pátinas verdosas en diferente intensidad también son reflejo de eflorescencias salinas, pero su comprobación es nula en los casos documen­tados, ya que la relación de causas-efectos teóricos no es siempre real (pátina verde = eflorescencias salinas y pátina blanca = des­hidratación).

(24) OXIDACIÓN. La oxidación, como una de las alteraciones mas presentes en los metales en cueva, necesita de la presencia de oxígeno para reaccionar, y, en los casos documentados, ata­ca a diversos metales como el hierro principal­mente, seguido del bronce y del cobre.

(25) TRAZAS DE EROSION. La abrasión o des­gaste mecánico de carácter tafonómico que veíamos en el hueso, se refleja también en el material silíceo con las mismas señales de abrasión (redondeamiento, pulido ... ) y es que para que los mecanismos de alteración tafonó­mica se produzcan, el resto arqueológico no tiene porque derivar de la muerte de un orga­nismo, puede también estar producido o "fabricado" como es el caso de este material inorgánico.

(26) PATINAS DE ALTERACIÓN. La pátina más abundante entre el material en sílex es la de color blanca debida, en los casos bien docu­mentados, a una deshidratación del sílex, que ciertamente le da un aspecto blancuzco. Pero el problema está en aquellas piezas de sílex con pátina blanca, mas comúnmente denomi­nada "lechosa", y cuya asignación a UI} proce­so de deshidratación viene siendo un caso típi­co en las memorias sin un mayor rigor cientí­fico que el mero examen visual y la reflexión subjetiva. Casos en los que la descripción de la alteración del sílex depende de 'un examen ocular, vienen siendo muy comunes en las memorias consultadas: «El sílex ... , dependien­do de su coloración, su estado de conserva­ción es diferente; ésto se repite a lo largo de los diferentes niveles presentes en la estrati­grafia .... el que tiene un tono blanquecino que ha llegado a nosotros bastante deshidratado» (Garrachón, F., 1988: 127).

(27) DESCOMPOSICIÓN. Los siguientes casos de materiales decompuestos que hemos encon­trado documentados en las memorias de exca­vación, no se pueden atribuir a la Biodegrada­ción-Descomposición como mecanismo de alteración tafonómica descrita por S. Fernán­dez-López, ya que, en los casos documenta-

dos, no hay presencia de agentes biológicos, y el atributo paleontológico no coincide.

(28) ROTURA. I. Barandiaran Maestu documenta, además de esta varilla de la Fragua, un bastón de mando y una pieza de arte mueble cuya rotura no permite observar las decoraciones, ambos de la cueva del Pendo y una varilla decorada rota en ambos extremos de la cueva de Hornos de la Peña. (Barandiaran Maestu, I., 1972).

(29) VERTEBRAS DE SALMONIDOS. En un estudio realizado sobre el carácter ecológico­genético de los salmónidos de la cueva del Mirón se documentan porcentajes de fragmen­tación de las vértebras que han servido de muestra para los análisis. Así, encontramos como los centros de las vértebras, a pesar de tener la superficie erosionada, presentan una fragmentación menor al 10%. «Únicamente el 4% de las piezas se encuentran fragmentadas en un 50% o más de su supeifi,cie, mientras que el grado de fragmentación en un 33% de las muestras lo ciframos entre un 25 y un 50% de la supeifi,cie de la vértebra» (Mirón), (VV. AA., 2000: 25).

(30) VERTEBRAS DE SALMONIDOS. En refe­rencia a vértebras de salmónidos, y haciendo uso del estudio anteriormente citado en cueva del Mirón, se documenta como únicamente el 5% de las muestras están quemadas, aunque aclaran que probablemente esta cifra sea mayor ya que la «coloración oscura intensa que caracteriza a la mayor parte de las vérte­bras ... podrían con el tiempo haber enmasca­rado el efecto del fuego» (Mirón) (VV. AA., 2000:27).

(31) DESCALCIFICACIÓN. En el caso docu­mentado en Morín los restos esqueléticos se disuelven y, en opinión de S. Fernández lópez y en referencia a la disolución como alteración tafonómica, para que esto no suce­da « ... se requiere que haya un mínimo de carbonato cálcico en el ambiente en el que se encuentra: por este motivo los restos car­bonáticos enterrados en materiales arcillo­sos suelen ser disueltos» (Fernández-López, S., 1999:79).

(32) VERTEBRAS DE SALMONIDOS. En refe­rencia a vértebras de salmónidos, y volviendo al estudio anteriormente citado, encontramos casos de vértebras con «coloración negra intensa indicativa del tipo de matriz orgánica existente en el sustrato de recogida» (VV. AA., 2000: 27).

376 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA

(33) MINERALIZACION. También documenta­da como un mecanismo de alteración tafonó­mica, S. Femández-López describe así el pro­ceso: «La migración de fluidos y la difusión de sustancias posibilitan diversos cambios en la composición mineralógica y en la estructura de los elementos conservados. Estos cambios tafonómicos pueden ser por adición de nuevos componentes minerales ... (cementación) o por sustitución de los componentes minerales exis­tentes en ellos (neomoifismo o reemplaza­miento)» (Femández-López, S., 1999:65) I. Barandiaran documenta un caso de la cueva del Pendo: «Costillas con aspecto de nojosili­zadas (en cuanto a coloración, peso y hasta tacto ... ) ... » (Barandiarán Maestu, I., 1972:198). Observamos que en estas excavaciones anti­guas se hace referencia a la fosilización como estado alcanzado por los restos orgánicos, pero en todas se trata de reflexiones subjeti­vas basadas en criterios visuales, como el color, el peso, la textura ... y que no hace refe­rencia a la alteración tafonomica descrita por Fernández López, sino al generico porceso de fosilización del hueso, tambiñen llamado minerlización.

(34) CANTOS DECORADOS. F. Jordá, en una revisión de 1957 sobre dos cantos decorados de la cueva del Valle y depositados en el Museo Regional de Prehistoria y Arqueología de Santander, dice: «resulta muy difícil reco­nocer en ellos los restos de pintura» y, más tar­de en una visita de I. Barandiarán Maestu, dice de los cantos que « ... es imposible hoy determi­nar los colores y su distribución». (Barandia­rán Maestu, I.,1972: 240). A este respecto el autor se quejaba de la falta de reproducciones de los cantos pintados que puedan ayudar a interpretar la decoración a falta de la pérdida.

1.4.2.- Principales problemas de la investigación arqueológica derivados de las alteraciones en los materiales

Hemos clasificado los problemas que, deriva­dos de las alteraciones sufridas por el material arqueológico, son documentados en las memorias de excavación. Estos problemas, están reflejados según los estudios a los que hacen referencia, de forma que podamos observar cuales son las inves­tigaciones que más problemas encuentran en la alteración del material, así como las alteraciones mas frecuentes.

ESTUDIOS TIPOLÓGICOS

Zona Bizkaia

Dificultad para hacer tipologías derivada de la fragmentación del material.

Yacimiento: Bolinkoba.

ESTUDIOS ANTROPOLÓGICOS­FAUNISTICOS

Zona Bizkaia

Imposibilidad de identificar y definir los huesos derivada de la alta fragmentación del material.

Yacimientos: Lumentxa y Pico Ramos.

Imposibilidad de hacer reconstrucciones esquelé­ticas derivada del aplastamiento, deformación y dis­persión del material.

Yacimientos: Santimamiñe y Guerrandijo

Dificultad para tomar medidas de los huesos deri­vado de la fragmentación.

Yacimiento: Urratxa III.

Imposibilidad de atribución de huesos a especies animales derivados del alto grado de fragmentación (Lamiñak II).

Imposibilidad de estudio métricos y morfológicos de los huesos humanos derivados de lafragmentación.

Yacimiento: Pico Ramos.

Ausencia de huesos largos enteros derivada de la fragmentación o rotura. Yacimiento: Guerrandijo.

Dificultad para determinar la situación y orienta­ción original de los enterramientos derivada de la fragmentación y remoción del material.

Yacimiento: Guerrandijo.

Zona Cantabria

Dificultad de medición de huesos derivada de una alta fragmentación.

Yacimiento: Cueva Morín.

Dificultad de clasificación de útiles óseos deriva­da de la altafragmentación. Yacimiento: Altamira.

Dificultad para diagnosticar un conjunto de colec­ciones de antiguas excavaciones por su pésima con­servación desde su recuperación.

Yacimiento: Altamira.

METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA

CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:

377

BIZKAIA AND CANTABRIA

Dificultad de diagnosticar sexualmente un hueso derivado de la concreción en superficie y conglome­rado de tierra al interior de las mismas.

Yacimiento: Requejil.

Imposibilidad de hacer uniones de piezas de industria ósea derivada de la altafragmentación.

Yacimiento: Altamira.

Destrucción de enterramiento derivado de las excavaciones clandestinas Yacimiento: Encinar.

Imposibilidad de apreciar las características de piezas óseas derivada de la fragmentación y deterio­ro.

Yacimiento: Chora.

ESTUDIOS DE DATACIÓN CRONOLOGICA

Zona Bizkaia

Imposibilidad de obtención de muestras óseas cuantitativamente suficientes para análisis de C14

derivada de la alteración de las mismas, sin especifi­car cual es la alteración en concreto y la causa.

Yacimiento: Lamiñak II.

ESTUDIOS DE CERÁMICA

Zona Bizkaia

Dificultad de reconocer y reconstruir formas cerá­micas derivado de:

El estado fragmentario. Yacimientos: Lumentxa, Guerrandijo, Pico Ramos).

Dispersión de fragmentos y aristas desgastadas. Yacimiento: Santimamiñe.

Ausencia de partes intermedias de galbos no­recogidos en las excavaciones por las circunstancias en las que ocurren éstas: Práctica de selección dese­chando los fragmentos menos significativos de cerá­mica común romana.

Yacimiento: Peña Forua.

Imposibilidad de deducir formas cerámicas «tipolo­gizables» derivada de la limitación de los fragmentos.

Yacimiento: Arenaza II

Imposibilidad de diferenciar el motivo decorativo por lo fragmentado del vaso.

Yacimiento: Peña Forua.

Zona Cantabria

Imposibilidad de hacer reconstrucciones de vasos cerámicos derivada de la alteración de la dis­posición original de los fragmentos y la falta de conexión física que ayudaría a saber cómo se rom­pió el vaso.

Yacimiento: La Lastrilla.

ESTUDIOS DE PIEZAS LÍTICAS

Zona Bizkaia

Imposibilidad de hacer remontados de la industria lítica derivada de la falta de relaciones espaciales y disposición microestratigráfica y del carácter revuel­to del depósito.

Yacimiento: Lamiñak II.

Dificultad de identificar los rasgos que definen a los útiles en sílex derivada de las pátinas de altera­ción.

Yacimiento: Urratxa III.

Zona Cantabria

Dificultad de hacer análisis de huellas microscó­picas en sílex derivada de un mal almacenamiento por la abrasión de piezas (1), y en ofita derivada de la acción química del agua en superficie (2).

Yacimiento: Juyo (1) y Morín (2).

ESTUDIOS DE PIEZAS DE ARTE MUEBLE

Zona Bizkaia

Imposibilidad de continuar las líneas grabadas en huesos derivado de la rotura del material.

Yacimiento: Atxeta.

Zona Cantabria

Imposibilidad de observar la continuidad del gra­bado derivado de la rotura del material.

Yacimiento: El Pendo.

ESTUDIOS DE RESTOS VEGETALES

Zona Bizkaia

Imposibilidad de estudiar la dieta vegetal del grupo prehistórico derivado de las características de conservación del material orgánico.

Yacimiento: Pico Ramos.

378 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA

ESTUDIOS DE PIEZAS METALICAS Zona Bizkaia

Zona Bizkaia

Dificultad del estudio y del conocimiento de la utilidad de un aplique de bronce fundido derivado de la fragmentación.

Yacimiento: Peña Forua.

Zona Cantabria

Dificultad para apreciar el filo de una pieza metá­lica derivada de la fuerte oxidación.

Yacimiento: Reyes.

2.- ANÁLISIS FÍSICO-QUÍMICOS

Aunque, la teoría internacionalmente aceptada en materia den conservación-restauración del patrimo­nio material y cultural obliga a una documentacioil previa a cualquier actuación, en la práctica, se obser­va que la mayor parte de los análisis químicos docu­mentados en las memorias de excavación consultadas no se hicieron como apoyo directo a un posterior tra­bajo de conservación, sin embargo consideramos que los resultados de estos análisis, (aunque aplicados a otras ciencias auxiliares de la arqueología) puede lle­gar a ser de gran utilidad para posteriores estudios que intenten comprender el estado de conservación en el que apareció el material. A este respecto, hay documentados algunos casos, los menos, donde la analítica sí vino motivada por un intento de conoci­miento de las causas de degradación del material arqueológico en cueva, se trata de las cuevas de Pico Ramos en Bizkaia o Cueva Morin y la cueva del Mirón en Cantabria, en referencia, principalmente, al material esquelético.

Estos análisis, por lo peligroso que pueden llegar a ser para el materia si éste no se ha muestreado con una estrategia adecuada, se dividen generalmente en:

No- destructivos Destructivos

2.1.- Análisis no destructivos

Evidentemente, lo que carácteriza a estos análisis es que no requieren una toma de muestra del material arqueologico para ser llevados a cabo y, por tanto, el grado de deterioro es menor ya que siempre cabe la posibilidad de que la alteración venga dada por una incorrecta manipulación del material a la hora de ana­lizarlo.

Entre los análisis documentados, caracterizamos de no destructivos los siguientes:

- Análisis de DRX (Difracción de Rayos X) de FRX (Fluorescencia de Rayos X) y de Espectrometría no destructiva de objetos metálicos de las excavacio­nes de la cueva de Pico Ramos.

- Análisis de soluciones del suelo (=sedimento) para conocer la posible contaminación de la hidroxia­patita del hueso humano por penetración de iones mediante DRX (Difracción de Rayos X) en la cueva de Pico Ramos.

Zona Cantabria

Caracterizamos de no intervencionistas, los siguientes:

- Análisis mediante Rrayos Ultravioleta de la parte de la cabeza de uno de los enterramientos seu­domorfos de Cueva Morín para saber si se conseva­ban restos óseos y poder asi delimitar esta parte del cada ver.

- Piezas metálicas de la cueva de La Garma ana­lizadas por espectrometría de FRX.

2.2.- Análisis destructivos

Los análisis intervencionistas son documentados en las memorias de manera menos explícita que los no­intervencionistas, sobre los cuales, se intenta dejar claro en todo momento la naturaleza de los mismos. De este problema, deriva, por un lado, que podamos haberlos categorizado erróneamente, y por otro, que no podamos comentar el grado de intervencion de los análisis sobre el material, y consecuentemente su la posible alteración sobre el mismo. También es cierto que estos análisis se procuran, hacer sobre materiales no identificados.

Zona Bizkaia

Entre los análisis documentados, inferimos como intervencionistas los siguientes:

- Análisis químico del ajuar de cobre y plata de la cueva de Guinerradi para conocer los indicadores quími­cos, pero no se menciona cúal fue el método utilizado.

- Elaboración de láminas delgadas de huesos para conocer el grado de contaminación de la hidro­xiapatita por sustancias del medio suelo en la cueva de Pico Ramos.

- Análisis de ADN de los restos óseos humanos de las cuevas de Urratxa III y Pico Ramos.

- Análisis de una punta de bronce de la cueva de Arenaza en el ICBBCC de Madrid por el Sr. Rovira i Llorens, dando como resultado una aleación propia

METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA

CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:

379

BIZKAIA AND CANTABRIA

del Bronce Medio.Tampoco aquí conocemos cual fue el método utilizado.

Zona Cantabria

Los análisis intervencionstas documentados para Cantabria son, en su totalidad, análisis a partir de muestras del medio sedimentario (sedimento que rodea al material), documentándose análisis de mate­riales arqueológicos únicamente para el material cerámico de la cueva del Mirón

- Análisis de una muestra de humus de la cueva de Chufín realizados en el instituto Roca Solano de CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científi­cas) en Madrid.

- Análisis sedinientológico en las cuevas de las Grajas y Chufín, en sta última los resultados fueron del 53% de presencia orgánica.

- Análisis bacteriológico del sedimento de la cue­va de Morín que cubría un enterramiento orientado a conocer la conservación.

- Análisis de muestras de ocre de Cueva Morín para saber si éste funcionaba como insecticida de ger­menes vinculado a un ritual funerario, siendo la res­puesta negativa, y, por tanto, su presencia en la tum­ba no se debía esa razón.

En los trabajos de excavación de la cueva del Mirón, se documenta la realización de analisis geo­químicos exclusivamente orientado a determinar si la presencia de huesos oscuros o ennegrecidos en la excavación se debía a que el hueso estaba quemado o teñido por influencia de la matriz sedimentaria que lo recubre. Así, se realizan dos procesos analíticos para conocer la causa:

- Disolucion química de la muestra de hueso en ácido clorhídrico (HCl) priméramente y, seguídamen­te, la disolución de la fracción insoluble de HCl en ácido fluorhídrico (HF).

- Analisis de Espectometría de Infrarrojo de Transformación Fourier (FTIR) para determinar el tipo de material (colagéno óseo, ácido húmico, óxi­dos metálicos que tiñen minerales de silicato).

2.3.- Análisis indefinidos

Hay una serie de casos en donde no se mencionan los propósitos de los análisis ni las técnicas empleadas, y, aunque no queremos hacerlos pasar inadvertidos, no pueden ser clasificados en ningúno de los anteriores bloques por una falta de infamación. Son los siguientes:

Zona Bizkaia

-Análisis de los materiales de la cueva de Kobae­derra I.

- Análisis de cantos: medición del valor del pH y contenido de cantos procedentes de la cueva de Urratxa.

Zona Cantabria

- Análisis químico de una hacha «pintada de ver­de claro» de la cueva del Pendo. Posiblemente esta expresion se refiera a un tipo de alteración, pero ante la ausencia de una mayor información dudamos sobre la intención del autor que redacta la memoria.

- Analisis de pastas y cocción de los materiales cerámicos de la cueva del Mirón.

De todos los análisis documentados, hay unos casos que podríamos decir que estan encaminados a conocer la degradación del material independien­temente de un posterior trabajo de conservación. Estos son los análisis de pH y carbonátos realiza­dos a un canto en la cueva de Urratxa (Bizkaia) y de los cuales desconocemos el método utilzado; los análisis para conocer la contaminación de los hue­sos humanos en el depósito en Pico Ramos (Biz­kaia), y los análisis de ocre y sedimento en el ente­rramiento de Cueva Morín (Cantabria). Como caso excepcional está el de la cueva del Mirón (Canta­bria) donde, además de conocer el método y proce­sos utilizado en las analíticas, estas están exclusi­vamente orientadas a determinar el agente que cau­so la coloracion oscura en el caso del material en hueso.

11.- CONSERVACIÓN

Como sabemos, conservar es mantener algo en buena situación mediante un mantenimiento sistemá­tico.

La conservación únicamente alarga la vida mate­rial del objeto. Su objetivo es mantenerlo en situa­ción estable el mayor tiempo posible, evitando y retrasando el deterioro. La Conservación, a diferencia de la Restauración, evita aquellas actuaciones enca­minadas a desempeñar una creación artística o un aspecto plástico.

Los objetivos de un tratamiento de conservación son los siguentes:

- Conseguir la estabilidad del objeto o resto arqueológico

- Eliminar las causas de deterioro y llevar a cabo un saneamiento general

- Protección frente a los factores perjudiciales y destructivos derivados del medioambiente (elevada temperatura, humedad, contaminación biologica, ... )

Es precísamente este criterio propuesto por ECCO (ECCO, 1993 y 1994) el que hemos seguido y aplicado a la información recogida de las memo-

380 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA

rias de excavación para diferenciar aquellos trabajos de Conservación de los que, con la limitación que los datos imponen, consideramos trabajos de Res­tauración.

Los procesos de conservación actualmente se diferencian en tipos de actuaciones:

Conservación Preventiva . Conservación Curativa

1.- CONSERVACIÓN PREVENTIVA

Como sabemos, la Conservación Preventiva se define como las operaciones que se ocupan de aplicar todos los medios externos al objeto arqueológico posibles, que garanticen su correcta conservacion. Son, por tanto, actuaciones indirectas destinadas a prevenir y retrasar el deterioro, y entre ellas se han documentado, en las memorias de excavación, las siguientes:

Entre las metodologías que se dan in situ: . Protección durante la excavación. . Extracción o levantamiento del material

arqueológico. . Estabilización pasiva mediante control de las

condiciones medioambientales. . Embalaje y transporte.

Entre l~s métodologías que se dan en laborato-rio:

Reproducción y moldeo en laboratorio. Almacenamiento. Fotografía y dibujo.

Y, entre las métodologías con actuaciones mas indirectas sobre el material:

Cerramiento de cuevas. . Protección legal del patrimonio arqueológico. . Actitudes o disponibilidades del grupo de

arqueológos. Como podemos observar en el presente apartado,

las actuaciones preventivas que se han identificado en la lectura de las publicaciones son muy variadas y no hacen referencia únicamente a las acciones, sino también, a las actitudes; es decir, además de actuaciones que tienen su consecuencia real, tam­bién se ha incluido un apartado que denominamos Actitud o Disponibilidad del Grupo de Arqueólogos para reflejar aquellas ideas o actitudes que en sí mis­mas previenen el deteriroro del material directa e indirectamente.

Así entre las actitudes encontramos, (1) actitudes interdisciplinares que defienden el seguimiento de una métodología adecuada de excavación, (2) actitu-

des donde predominan las referencias a estrategias de muestreo del material; (3) actitudes críticas y reivin­dicativas a favor de la conservación; (4) que persi­guen la conservación del yacimiento; (5) la protec­ción legal; (6) que consideran importante dar infor­mación complementaria al lector sobre procesos degradativos del material y, por útimo, (7) una actitud de autocrítica.

Entre las acciones encontramos encontramos, medidas de protección durante la excavación, técni­cas de extracción o levantamiento del material, esta­bilización pasiva del material mediante controles medioambientales, reproducciones y moldeo del material, medidas de transporte y embalaje, modos de almacenamiento y, por útimo, medidas de protección legal y cerramiento de cueva~.

Hay una última actitud que queremos presentar de forma aislada por lo que tiene de característico, ya que, aunque desconocemos si en su momento fue realizada como medida preventiva, resultó de utili­dad tiempo más tarde debido a causas de degrada­ción extrínsecas al propio material. Hablamos de fotografias y dibujos realizados a materiales arqueológicos y que ayudaron, ante la desaparición del material, a que se pudieran llevar a cabo estu­dios de los mismos, aunque siempre con la limita­ción de detalle que éstos medios de documentación imponen .

1.1.- Protección durante la excavación

Cuando hablamos de este tipo de trabajos no sólo nos referimos a aquellas intervenciones que se hacen durante el transcurso de la campaña de excavación, sino también entre campaña y campaña, de manera que se previene una degradación de la excavación sis­temáticamente un año tras otr:J.

Zona Bizkaia

En Bizkaia, hemos documentado los siguientes trabajos de prevención:

- La protección de los cortes estratigráficos durante un sondeo arqueologico en la cueva de Are­naza I mediante el vallado de: sondeo y la colocación de paneles de madera a modo de traviesas.

- La cubrición del material en hueso de la cueva de Santa Catalina I con plásticos opacos a la espera de una extracción integra de los mismos.

- La cubrición del área de excavación, tanto con piedras como, mediante la colocación de una malla geotextil sobre la totalidad del corte que queda expuesto al exterior de la cueva y una pos­terior cubrición con sacos de tierra en la cueva de Axlor.

METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA

CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPL!ED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:

381

BIZKAIA ANO CANTABRIA

Zona Cantabria

Se documentan los siguientes trabajos:

- La desviación o canalización de aguas que desde un aparcamiento vierten en el yacimiento arqueológico situado al exterior de la cueva del Casti­llo.

- La cubrición con placas de duraliminio de la techumbre y laterales del yacimiento de al cueva del Castillo, situado al exterior para evitar la pérdida y destrucción del material y posibles desprendimientos de la visera, la entrada de agua de lluvia y posibles escorrentías. Esta es una placa traslucida para permi­tir el paso de luz natural.

- La protección con plásticos y tablones de madera del fondo de un area de excavación de la cue­va del Mirón, para poder colocar el sistema de anda­miaje necesario para realizar los trabajos de excava­ción.

- La cobertura con malla de la superficie del yacimiento más visible de la cueva del Valle, evitan­do la destrucción por parte de los de agentes natura­les de deterioro externos como son las precipitacio­nes, ya que, según los responsables de los trabajos, en época de lluvias la zona interior de la cueva sufre inundaciones y desmantela la capa estalagmítica que cubre los materiales, descontextualizándolos y rede­positándolos en esta zona más exterior del vestíbulo, por lo que es necesario el taponamiento de esta capa. La cobertura está compuesta de varias capas, desde la más inferior a la superior son: una malla, una capa de arena, una de piedrecitas, otra de piedras grandes y la última de tierra.

La propia actuación arqueológica, del tipo que sea, es uno de los factores degradantes del yaci­miento, por lo tanto, el arqueologo debe seguir una serie de premisas antes de iniciar la excava­ción con el fin de minimizar los daños. Asi lo vemos en la cueva de La Garma con una limita­ción del acceso y de la movilidad en el yaci­miento, un control de la contaminación con materiales externos (suelas de calzado, comi­da ... ), una balización de una senda de obligado paso y la colocación de un sistema de andamia­je a base de pasarelas desmontables.

1.2.- Extracción o levantamiento del material

Estos trabajos se basan principalmente en el seguimiento de técnicas de extracción y levantamien­to del material. Mientras en Cantabria encontramos formas variadas, únicamente documentadas en las actuaciones llevadas a cabo en Cueva Morín entre los años 1966-69, en Bizkaia se documentan extrae-

ciónes del material pero son pocos los casos en los que tenemos detalles de la metodología seguida.

Zona Bizkaia

Se documentan actuaciones de extracción de la mayor parte de un esqueleto en bloque en la cueva de Kobaederra I, de tres bloques de huesos cementados en Santa Isabel y de un esqueleto de cudón extraido pieza a pieza en la cueva de Obarreta ya que, por su inaccesibilidad, imposibilitó una extracción en blo­que del esqueleto completo.

En la cueva de Aldeacueva, se habla del empleo de cinceles y mazas en la retirada de costras esta­lagmíticas para recuperar los enterramientos, así como el empleo de dinamita en la cueva de Santima­miñe en 1918 para extraer cantos rodados de las capas superficiales haciendo volar parte de los peñascos.

Zona Cantabria

Todas las extracciones de material aquí documenta­das se resumen, como decimos, a los trabajos de extrac­ción entre 1966-68 de material concrecionado de Cueva Morín mediante la humectación del sedimento para ablandar la cementación calcárea y poder extraer los restos. Así como, la recuperación de un enterramiento en 1969 en Cueva Morín mediante una extracción en bloque que requirió la apertura de trinchera en tomo al enterramiento, aislándolo de los sedimentos y forman­do un bloque exento, la recubrición con fibra de vidrio plastificada del seudoformo, la recubrición con una capa de escayola para que no se deteriore el enterramiento al retirar el plástico y por útimo un refuerzo con un ensamblaje de barras de hierro.

Hay un último caso referido, no tanto a materiales, como a estructuras. Se trata de la descripción del método de extracción de una estructura calcolítica de la cueva de La Garma: « ... en el área del suelo más endurecido se procedió a fracturar o recortar el recubrimiento estalagmítico ... ». Así mismo, descri­ben cuales son las consecuencias que tuvo la extrac­ción y que, obviamente, son inevitables: «La excava­ción de la fosa afectó parcialmente a los niveles ... subyacentes ... » (Arias Cabal, P. et al., 1999:220).

1.3.- Estabilización pasiva del material: controles medioambientales

Este tipo de controles medioambientales, en lo que al patrimonio arqueológico en cueva se refiere, tiene una tradición más larga en las cuevas que con­tienen arte rupestre, tanto pintura como grabado. Son estas cuevas objeto de mediciones y controles de las variables medioambientales que deterioran el arte

382 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA

que contienen. Dichos controles están promovidos principalmente desde museos, como el caso del Museo Regional de Prehistoria y Arqueología de Santander en referencia a controles en Altamira (Cantabria) o el Museo Arqueológico, de Bilbao en referencia a controles en Santimamiñe y Arenaza I (Bizkaia). Frente a este control del patrimonio artís­tico parietal, los controles dedicados a conocer como funciona la cueva de cara a la conservación del mate­rial mueble, son prácticamente desconocidos, aun­que hemos documentado algún caso, pero la impre­cisión de los datos, no nos permite conocer cual fue el propósito concreto.

Zona Bizkaia

En Bizkaia solamente encontramos un caso de control medioambiental dpcumentado en las memo­rias. Se trata del registro de la humedad en el inte­rior de la cueva de Lumentxa en el periodo de campa­ña de excavación en 1985, con una Humedad del aire del 72%. Éste es uno de los casos donde se descono­ce el objetivo del control y, por tanto, nos limitamos a dar el resultado del análisis.

Desde el EAEKMIMAEHV de Bilbao, cuando este centro era responsable de la conservaduría del patrimonio arqueológico, se impulsaron dos con­troles medioambientales en cueva con un claro propósito de conservación rupestre: uno en Santi­mamiñe donde, con el objetivo de conocer los pará­metros ambientales, el Museo financió en 1986 la creación de una unidad de adquisición de datos y ordenación de sensores y, el otro, en Arenaza I financiando un estudio sobre la conservación del conjunto rupestre. Ambos se encargaron al equipo científico del CSIC (Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid).

Zona Cantabria

En Cantabria, las actuaciones de conservac10n preventiva mediante un control medio ambiental de la cueva, están orientadas principalmente a controlar el crecimiento y desarrollo de los macro y micro orga­nismos vegetales, y se documentan unicamente en las actuaciones en la cueva de La Garma.

Estos controles medioambientales se han basado en la:

- Eliminación de la plantación de eucaliptal mediante la compra del terreno.

- Colocación in situ de tres estaciones para medi­ción de temperatura, HR y C02 del aire de la cueva.

- Medición de la presencia humana para valorar su impacto en el interior de la cueva.

- Estudio del desarrollo de la contaminación microbiológica subterránea.

Estas actuaciones pasivas de la cueva de La Gar­ma, responden a una política conservacionista que tiene como objetivo mantener el yacimiento en las mismas condiciones de cuando de halló para poder estudiar y valorar cuales son las causas de preserva­ción que, parece ser, han prevalecido frente a las cau­sas de degradación.

1.4.- Reproducción y moldeo en laboratorio

Para la zona de Bizkaia no encontramos docu­mentados este tipo de trabajos preventivos, que sí están citados en cuevas de Cantabria como el Pendo y Cueva Morín con referencia tanto al material esque­lético como al cerámico.

En Cantabria, se documentan varias reproduc­ciones en escayola de un bastón de mando perforado de la cueva del Pendo, y al menos uno de ellos fue realizado por D. J. Larrea, el entonces director del MAEHV de Bilbao, en torno a 1932.

En los trabajos realizados en Cueva Morín, se rea­lliza una replica de plástico de uno de los enterra­iniento hallados a partir de la realización de moldes de ambas superficies del enterramiento, con un claro objetivo preventivo y expositivo, evitando el deterio­ro del original. Esta réplica se puede ver actualmente en el MAN den Madrid.

En el año 1979 y por iniciativa de la Dirección General del Patrimonio Artístico, Archivos y Museos, se llevaron a cabo reproducciones de mate­riales arqueológicos que se encontraban depositados en el MAN de Madrid. No se especific& que materia­les eran, ni de que yacimientos provienen, pero aten­diendo a la labor de documentación fotográfica ela­borada en el mismo año en cuevas con arte rupestre de la región cantábrica, suponemos, que muchas de las piezas replicadas, sino todas, proceden de las excavaciones antiguas de cuevas como Castillo, Pen­do, Altamira, Santimamiñe, Arenaza L.

1.5.- Embalaje y transporte

Aquí tenemos el mismo problema que encontramos en las técnicas de extracción y es que se menciona la acción pero no el método que se ha seguido. Por tan­to los únicos datos que podemos dar son las siguientes.

Zona Bizkaia

En los trabajos en la cueva de Santimamiñe, se habla del embalaje de los objetos para llevarlos al MAEHV de Bilbao, mientras que en referencia a los materiales recogidos superficialmente durante una excavación ilegal en la cueva de Jentilkoba de Kal-

METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA

CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:

383

BIZKAIA ANO CANTABRIA

tzaburu también se habla de la labor de embalaje ade­cuado de los materiales para su entrega al EAEKM / MAEHV de Bilbao.

Únicamente los trabajos de embalaje en la cueva de Lamiñak II son mas explícito y documentan como, los materiales recuperados son empaquetados in situ de forma individual en sobres de papel.

En lo que se refiere al transporte, únicamente hay una referencia en la cueva de Kobaederra I durante la campaña de 1998 al transporte en bloque de un esqueleto humano desde el yacimiento al EAEKM / MAEHV de Bilbao, aunque desconocemos que tipo de embalaje se utilizó para el transporte.

Zona Cantabria

Para esta zona los resultados son aun más escasos ya que, no tenemos mas que una referencia sobre uno de los enterramientos de Cueva Morín y su traslado aéreo en un avión de transporte de las fuerzas arma­das americanas desde Cantabria hasta la sede de la Smithsonian Institution en EE.UU.

1. 6.- Almacenamiento

Sobre el almacenamiento del material arqueológi­co, son pocos los casos documentados durante las actuaciones arqueológicas.

Zona Bizkaia

En los trabajos en la cueva de Urratxa III, las pie­zas líticas son guardadas individualmente en bolsas de plástico para su mejor conservación, que en el caso de la excavación de Lamiñak II y en referencia a las piezas líticas y óseas, estas bolsas son de plásti­co den polietileno con cierre hermético y cuyo obje­tivo es asegurar los posibles futuros análisis.

En los trabajos de ambas cuevas, se hace referen­cia a las piezas líticas y la importancia de guardarlas de forma individual que es, según los especialistas, la manera mas adecuada de evitar posibles alteraciones por frotación entre si del material lítico, que dificul­taría los posteriores trabajos de análisis de huellas de uso. Además del almacenamiento de las piezas líti­cas, también hay que evitar alteraciones durante la excavación, la recogida y el transporte, la criba, la limpieza, el siglado y la toma de medidas entre otros. (Gutiérrez Sáez, C. et alií, 1988)

Zona Cantabria

Los casos documentados vuelven a hacer referen­cia a uno de los enterramiento de Cueva Morín de 1969, donde se describen el almacenamiento, preli-

minar y definitivo, al que fue expuesto uno de los enterramientos en su estancia en los laboratorios de la Smithsonian Institution (EE.UU).

Concretamente se documenta la deposición en el laboratorio durante dos meses del enterramiento, reproduciendo artificialmente unas condiciones climáticas similares a la cueva. Una vez sacada la réplica del enterramiento para su exposición, se alma­cena definitivamente en un bloque de plástico traspa­rente.

Un único caso nos informa de almacenamiento del material durante la excavación. Es el caso de muestras de vértebras de salmónidos de la cueva del Mirón que son recogidas in situ en condiciones esté­riles controladas y almacenadas en un frigorífico en el laboratorio de campo hasta su deposición en el centro de investigación desde el cual se determinan las condiciones de recuperación y conservación antes de comenzar la campaña de excavación.

1.7.- Fotografía y dibujo del material

Como comentábamos más arriba, esta práctica de la fotografía y el dibujo del material, que son inclui­dos en las memorias de excavación, ha servido en el caso de excavaciones antiguas para poder revisar y estudiar de nuevo el material, si es que éste había sido estudiado en la época de la excavación, o por el con­trario, para hacer una primera revisión del material no estudiado desde su excavación. En ambos casos el problema es el mismo; la desaparición o pérdida de las colecciones de materiales que es relativamente paliada por la posibilidad de estudio que permiten las fotografías y dibujos realizados en su momento o con posterioridad.

Tanto para Cantabria como Bizkaia tenemos un caso muy claro de lo que comentamos.

En Bizkaia los dibujos de piezas líticas de la cue­va de Atxeta, suponemos que realizadas por J.M. de Barandiaran en 1959, sirvieron de referencia para posteriores clasificaciones de las mismas ya que éstas habían desaparecido.

En Cantabria las fotografías tomadas por el pro­fesor Bouyssone de los materiales de la colección pri­vada del Padre Lorenzo Sierra de las antiguas excava­ciónes en Cueva del Valle entre 1909 y 1911, perdida con motivo de la Guerra Civil en 1936, han posibili­tado que en 1964 se haya podido publicar un estudio por A. Chayner y J. González Echegaray sobre el material de esta cueva. (Cheyner, A. y González Echegaray, J, 1964).

Insistimos como en ambos casos habría que tener presente las limitaciones que la fotografía y el dibu­jo imponen de cara a examinar el material con pre­cisión.

384 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA

1.8.- Cerramiento de cuevas

Incluimos aquí las actuaciones específicas que permitieron el cierre real y físico de las cuevas con la consiguiente protección de los materiales en ella con­tenidos, frente a actuaciones como el vandalismo. El problema está en que este tipo de actuaciones no se ha venido haciendo de forma sistemática, a pesar de las frecuentes denuncias por parte de los arqueólogos, espeleólogos o particulares.

Zona Bizkaia

Las actuaciones de cerramientos de cuevas, son, entre las documentadas en las memorias de excava­ción, las siguientes:

El cierre de Antoliñako Koba, la colocación de puertas de hierro en Sagastigorri y Arenaza, la colocación de verja y seto de espino artificial delan­te de la cueva de Arenaza, trasladando la verja exis­tente más al interior asi como la colocación de una verja en la segunda boca de la cueva de Lumentxa, en Axlor, en Urratxa III y en la galería en la que se encuentra el esqueleto en Kobaederra I. También se aocumenta el cerrado con alambre espinoso del paso a la trinchera en Santimamiñe.

Así mismo, están documentados otros trabajos de mejora y mantenimiento del cierre por parte del MAEHV-EAEKM de Bilbao que financió, entre otros, trabajos de desoxidación y repintado de verjas como la de la cueva de Santa Catalina.

Zona Cantabria

Entre las documentadas en las memorias de exca­vaciones en Cantabria, encontramos las siguientes:

El cierre de las cuevas de Cudón, Urdiales y Negra, la colocación de una puerta de madera en la cueva de Santián y puertas de hierro, en las cuevas del Juyo, Piélago y Santián, la colocación de verja metálica en las cuevas de Peines, Lastrilla, Cualven­tí, La Garma A y B, Sovilla y Mirón y el cerramien­to preventivo por Alcalde del Río de la cueva del Castillo a principios de siglo que posteriormente que­da registrada como propiedad suya basándose en la legislación minera, hasta que en los años 30' pasa a manos oficiales.

Entre los casos más sencillos destaca el cierre con piedras y masa de cemento de la cueva de Covacha posiblemente con un propósito más particular que de defensa del patrimonio, y entre los más sofisticados, el sistema de cierre con verja y alarma en el comple­jo de La Garma A y B.

A este respecto hay un artículo de Bohigas Roldán, R., que trata este tema en Cantabria de manera historio­gráfica describiendo el tipo de cierres existentes y sus

responsables. En este artículo se mencionan cerramien­tos de cuevas que nosotros no hemos visto documenta­dos en las memorias, se trata de: cierres sobre la base de un muro y puerta de acero en Castillo, Chimeneas, Pasiega, Monedas, Covalanas, La Haza y Hornos de la Peña. A este grupo pertenecen los mencionados por nosotros de Juyo, Santián y Piélago con puerta de hie­rro y que el autor nos dice fueron promovidos por los Camineros de la Diputación. Cierre de las cuevas de Chora, Otero, Morín, Pendo, Rascaño, Piélago II, Micolón y el ya desparecido de Cullalvera, por parte del Patronato de las Cuevas Prehistóricas. Cierre de la cueva de Cudón y refuerzo del existente en Pendo pro­movidos por la A.C.D.P.S. en 1984. Cierre de Linar, Cobular, Gitanos y sustitución de candados magnéticos en Pendo promovidos por el Sr. García Guinea en su cargo de Inspector de Excavaciones y Arte Rupestre, en 1987. Cierres de la Meaza, Salín, Clotilde y obras del existente cierre en la cueva de las Aguas, en tomo a finales de los 80. (Bohigas Roldán, R. 1988).

1.9.- Protección legal-institucional del patrimonio arqueológico

Primeramente aclarar la diferencia que hemos vis­to en las publicaciones respecto a la protección legal del yacimiento arqueológico y que nos ha hecho divi­dir esta metodología preventiva en dos bloques: un primer bloque, la que en este aparatado 1.9. se pre­senta, y que son medidas tomadas para la protección legal o institucional de los yacimientos en cueva,y un segundo bloque, referido a la actitud por parte de los grupos de arqueólogos hacia la protección legal, haciendo peticiones y denuncias abiertamente para que las medidas legales se tomen y pasen entonces a engrosar este apartado.

Zona Bizkaia

Entre las memorias de excavac1on de Bizkaia, encontramos documentados los siguientes casos de portección legal:

- La adquisición de la cueva de Santimamiñe tras la solicitud de la Comisión de Monumentos de Biz­kaia en 1917 de adquisición y cerramiento de la cueva, así como la orden de vigilancia de la cueva en 1918 para evitar la entrada a la misma.

- Se documenta en la memoria de excavación de Sagastigorri de 1958, la creación del Servicio de Investigaciones Arqueológicas en el mismo año, por la Junta y la Diputación de Bizkaia en respuesta al interés por la conservación del patrimonio arqueoló­gico.

- Se documenta un caso promovido desde la Diputación Foral de Bizkaia, como es la excavación

METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA

CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:

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BIZKAIA ANO CANTABRIA

en 1997 de la cueva de Arrizubi como actuación de investigación en aplicación de los artículos 45/5 de la Ley de Patrimonio Cultural Vasco de 1991, que habla de la posibilidad de excavación en caso de peligro por obras. Consideramos que éstas actuaciones pre­ventivas, deberían tener una continuidad ya que la aplicación de la ley debe ser sistemática.

Zona Cantabria

En Cantabria, hay casos de declaración de la cue­va como BIC en los casos de las cuevas de Calero II y Linar y de BIC con Categoría de Zona Arqueoló­gica en el Complejo de La Garma.

Un segundo caso son las cuevas como la del Ruso I, con incoación para una declaración como BIC o retrocediendo en el tiempo, cuevas que tuvieron expediente de declaración de Monumento Históri­co-Artístico y Arqueológico incoado en trámite de urgencia como son las cuevas del Salitre, Cualventí, Chufín, Peña del Cuco, Pila y Cobrantes.

En las memorias de excavación de estas últimas cuevas y, teniendo en cuenta que se han consultado todas las publicadas hasta el año 2000, no se han encontrado nuevos datos respecto a su protección legal.

1.10.- Actitud o disponibilidad del grupo de arqueólogos

1.10.1.- Actitud interdisciplinar

Consideramos la interdisciplinariedad como un ejercicio de colaboración, entendiendo ésta como una metodología de conservación que supone un intercambio de información. Esta actitud debe de dar­se entre todos aquellos que tengan un interés en la recuperación de datos en la excavación que, princi­palmente, son los arqueólogos, paleontólogos, geo­morfólogos, antracólogos, palinólogos, sedimentólo­gos, conservadores, científicos analíticos ... etc.

En opinión de J.M. de Barandiaran «para efectuar con las mayores probabilidades de éxito las explora­ciones y estudios de las estaciones prehistóricas des­cubiertas, era preciso el concurso de varios investi­gadores que contribuyesen a la labor con las aporta­ciones de sus respectivas especialidades» (Barandia­ran, J.M., 1942: 136)

Zona Bizkaia

Entre las documentadas en las publicaciones, están las siguientes actitudes:

- Acudir a especialistas de centros museísticos y centros médicos : es el caso de Santimamiñe entre

1918-22 que acuden al Dr. Gaillar, director del Museo de Ciencias Naturales de Lyon, y el caso de Ereñuko Arizti en 1970 con especialistas médicos en enferme­dades: médicos de centros de salud de Friburgo, Copenhague o Basilea. Así como, el caso de Atxarte que en 1958, acuden al Servicio de Neurocirugía de la Residencia Sanatorial de Cruces (Baracaldo, Biz­kaia) para confirmar la práctica de trepanación en un cráneo humano.

- Contar con la participación de especialistas en diversas ciencias auxiliares de la arqueología aumentando así las posibilidades de recabar informa­ción sobre la conservación de diferentes materiales, (palinología, paleontología ... ). Es el caso de Kobae­derra I en 1998, donde contaron con la opinión del Restaurador del Museo Arqueológico de Bilbao, y en Urratxa III con la participación de un antropólogo que es quién marca las pautas de trabajo respecto a la limpieza del hueso.

Zona Cantabria

En las memorias de las cuevas de Cantabria se documentan las siguientes actitudes interdisciplinares:

- Participación del paleontólogo D. J. Cervera del Dpto. de Paleontología de la Universidad Com­plutense de Madrid en la restauración del material óseo de la cueva del Pendo, auxiliado, eso sí, por miembros del equipo de excavación.

- Participación de la Escuela Oficial de Con­servación y Restauración de BB.CC de Madrid y presencia de un Restaurador,el Sr. Studer, en el equipo de excavación del complejo de La Garma entre los trabajos de 1995-96. Se da por tanto, una situación muy positiva de cara a estudios de conser­vación del material arqueológico.

- Colaboración del Conservador del Museo de Historia Natural de New York, el Sr. Nelson. en las excavaciones de la cueva del Castillo entre 1910-13.

- Participación de una persona responsable de la conservación del material arqueológico, de una manera permanente durante las excavaciones en la cueva del Mirón, tanto in situ y como en laboratorio. Al respecto los directores de la excavación comentan como, la experiencia ha mostrado la importancia es esta tarea, al haber podido recuperar materiales que en otro caso sin duda hubiera sido imposible salvar sin un tratamiento adecuado.

- Estudio del estado de conservación de la cerámica de la cueva de las Grajas, pero no se des­cribe en que consistió.

- Participación intensa de especialistas en diversas áreas auxiliares de al arqueología en los trabajos realizados en la cueva de Mirón y cuyos

386 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA

resultados se están utilizando para la investigación en conservación de los materiales arqueológicos. Así se documentan la presencia del ex-conservador de la cueva de Lascaux (Francia), sedimentólogos, geomor­fólogos, palinóloga, antracóloga, paleontólogos de macro y de microfauna, zooarqueólogos especialistas en diversas áreas (tafonomía, caza, cemento dental, moluscos, peces, DNA de salmónidos, pájaros, roedo­res, insectívoros ... ),especialista en restos humanos.

- Realización en los trabajos de excavación de la cueva del Mirón, de estudios de la micromorfología de los niveles del yacimiento y la edafología del entorno del mismo, aspectos éstos muy relacionados con la conservación del material dentro de un medioambiente concreto.

1.10.2.- Actitud de seguimiento de una metodología de excavación adecuada

Esta actitud comprende varios niveles de técnicas de recuperación del material: por un lado, el uso de herramientas o instrumental de excavación adecua­dos, por otro la actitud de adoptar estrategias de muestreo que permitan la recuperación exhaustiva del material y, por último, la decisión de la no-extracción del material en un intento de no poner en peligro el material frente a las ya más que conocidas extraccio­nes apresuradas.

No todas están presentes en las dos zonas estudia­das, por tanto, veamos que se documenta en cada una de ellas:

Uso de instrumental de excavación adecuado

Zona Bizkaia

En los trabajos en la cueva de Ereñuko Arizti, en vez de describir el uso de un instrumental que no alte­re el material, se informa de aquellos que no son com­patibles en el caso de tener que extraer huesos frági­les, éstos son: la brocha, el pincel de cierta dureza y la aguja, ya que éstos lo hacen más deleznable.

Zona Cantabria

Son muy pocos los casos documentados donde se describe el tipo de herramientas utilizadas en la exca­vación y que sean compatibles con el material excava­do, señal ésta de una actitud de tomar el material arqueológico como algo mas frágil de lo que aparenta.

Así tenemos dos casos claros: uno la excavación de la cueva del Pendo en 1994 donde se utilizaron herramientas de trabajo de madera para dañar lo mínimo el material arqueológico y el segundo en Cueva Morín en los trabajos de 1969 donde se uso un

aparato insuflador como único útil posible de exca­vación dada la poca consistencia del enterramiento o seudoformo.

Estrategias de muestreo

Zona Bizkaia

Entre las estrategias de muestreo más documenta­das están las siguientes:

- Práctica del cribado con agua del sedimento de los cuadros que presentan gran cantidad de restos de fauna en las excavaciones de Lumentxa.

- Uso de una mesa de cribar para conservar todos los registros geológicos, faunísticos o vegetales susceptibles de ser estudiados posteriormente por especialistas en la cueva de Lumentxa.

- Utilización del sistema de flotación con maquina especialmente diseñada para la recogida de restos macrobotánicos en las excavaciones de Kobaederra I, asegurando su conservación dentro del sedimento.

Cometan los autores como esta máquina permite flotar grandes cantidades de sedimento y sustituye a la criba con agua. (Iriarte, MªJ. y Zapata Peña, L., 1996).

- Práctica del cribado en seco para recuperar pie­zas de pequeños tamaño en las excavaciones de la cueva de Pico Ramos.

Por último encontramos una estrategia de mues­treo caracterizada por la recogida in situ de todo el material excavado, como el caso de las excavacio­nes de Pico Ramos donde se recogen todos los restos antropológicos por su buen estado de conservación, la recuperación de toda la cerámica sin excepción en las excavaciones de Arenaza I y el cribado de todos los materiales en los trabajos en Kobeaga.

Hay otros casos donde únicamente se cita la actuación sin mayores explicaciones, como son; el procesado de la tierra para obtención de restos paleo­botánicos en la cueva de Urratxa III, el cribado de todo el material revuelto de la cueva de Balzola o el cribado y flotado de todo el sedimento en las excava­ciones de la cueva de Axlor.

En el caso de la cueva de Balzola, se recoge el sedimento esparcido fruto de una excavación clan­destina y éste es cribado con agua y una malla de 0.5 mm de luz, de manera que, estos sedimentos no con­textualizados, no son desechados por su naturaleza revuelta.

En el caso de obtener muestras para análisis en las excavaciones de las cuevas de Guerrandijo y Kobeaga, se recoge huesos "inservibles" para la rea­lización de análisis de C14 y se sigue la metodología de recogida de muestras recomendada por el labora­torio colaborador. Otros casos como en la cueva de Arenaza, se documenta una correcta recogida y

METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA

CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:

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BIZKAIA ANO CANTABRIA

empaquetado de muestras de carbón para análisis de C14.

Con relación a la excavación de Pico Ramos, nos interesa destacar como la conservación del material en general, pero particularmente el hueso, era muy buena para lo que se esperaba encontrar y ello motivó que se recogiese todo el material, ya que el valor arqueológi­·co era mayor. Precisamente es aquí donde queremos hacer hincapié y es que, como la misma autora de la memoria plantea, hay un error de principio a la hora de excavar y recuperar restos antropológicos en cuevas sepulcrales. Hay un error de bases al considerar a prio­ri que los materiales van a estar mal conservados y por tanto su recogida cuantitativamente es menor (Zapata Peña, L., 1991y1992). Esta actitud es negativa de cara a los trabajos de excavación que nos hace ir con una idea preconcebida sobre lo que vamos a encontrar, idea ésta que, por otro lado, esta formada a partir de las referencias que tenemos de otras cuevas sepulcrales en un área próxima, en este caso en Euskadi, donde pare­ce ser que la tónica general son enterramientos altera­dos. Un ejemplo claro sobre lo que estamos comentan­do es la opinión de Marcos Muñoz, J.L. en referencia al estado de conservación de los enterramientos huma­nos de la cueva de Txotxinkoba « ... predominan .... las incineraciones. De estas no aparecen las cenizas, sola­mente huesos calcinados ... como es habitual en este tipo de yacimientos (sepulcrales), los huesos están muy destrozados» (Marcos Muñoz, J.L, 1984:87).

En Pico Ramos se observa que la situación de huesos destrozados no es siempre "habitual", no es que los agentes de deterioro están ausentes sino que han prevalecido los procesos de conservación, como la existencia de un suelo pedregoso que cubrió los enterramientos.

Zona Cantabria

Esta sigue siendo la actitud más frecuentes en este apartado: el documentar la metodología preventiva que se utilizó para poder recuperar los materiales. Así encontramos:

- Utilización de nuevos métodos como el liquido pesado para la obtención de pólenes en la excavación de Cueva Morín.

- Recogida in situ de los carbones de mayor tamaño en las excavaciones de la cueva del Castillo.

- Cribado del sedimento una vez flotado y seco para recoger los últimos restos de carbón no recupe­rados en la flotación en los trabajos de la cueva del Castillo.

- Cribado en seco de los restos de un depósito revuelto en la cueva del Mirón.

Rrecuperación de restos de carbón de madera mediante técnicas de flotación manual y de cribado con agua utilizando cribas con mallas de diferentes

luces en los trabajos en las cuevas del Castillo y del Mirón.

- Muestreo del sedimento que no ha sido afec­tado por tratamientos de conservación in situ en los trabajos en Cueva Morín.

- Uso de una maquina de flotación en las exca­vaciones de la cueva del Mirón, que documentába­mos en Kobaederra I, para flotar todo el sedimento.

- Selección manual del sedimento flotado y cri­bado en las excavaciones de la cueva del Mirón.

- En los trabajos en la cueva del Mirón, se docu­menta la recogida en condiciones esteriles contro­ladas de vértebras de salmónidos para análisis de ADN.

- Otra estrategia de muestreo es la recogida total de los materiales de una excavación como la reco­gida, en la cueva del Pendo, de todo el material in situ, no desechando el material de hueso y asta a pesar del grado de deterioro, así como el traslado al laboratorio de campo de toda la tierra extraída.

Por tanto vemos que no prima un criterio estético o formal sino histórico, científico.

- Se documenta también un muestreo sistemático del depósito para obtener distintas clases de informa­ciones, sobre todo, de carácter medioambiental y que se desarrollo con la toma de muetras in situ por diferentes especialistas en la cueva del Mirón.

En el caso de obtener muestras para análisis se documentan casos como la recogida de muestras para análisis sedimentológicos mediante flotación en la cueva de las Grajas o la toma de muestras en la cue­va de Cofresnedo para futuros análisis.

No-Extracción del material en peligro de dete­rioro

Zona Cantabria

Es quizá la actuación preventiva más destacable, ya que pone de manifiesto que el material es el que importa y no el simple hecho de excavar cuanto más mejor haciendo uso de metodologías de trabajo que llevan a la destrucción de éste y que son tan abun­dantes aun entre nosotros.

Tenemos documentados dos casos; la no-extrac­ción de material paleontológico de la cueva de los Peines por su mal estado de conservación y concre­tamente la no-extracción de un cráneo de oso por la misma razón en la cueva de la Lastrilla.

No queremos cerrar este apartado sin antes citar dos comentarios recogidos y documentados en las memorias de excavación de las Cuevas de Morín en 1969 y Altamira en 1980-81 que nos parecen ilus­tran el tema ; en la primera se dice cómo la excava­ción fue minuciosa y cuidada frente a «métodos habi­tuales que conllevan inevitablemente a la destruc-

388 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA

ción» (Gonzalez Echegaray, J. et al., 1973:22) y en la segunda se dice que posteriores revisiones y resulta­dos, ponen de manifiesto el máximo cuidado que se tuvo en las excavaciones de 1920 en Altamira.

Por ultimo quisiéramos mencionar un caso que queda aislado de las anteriores, pero que supone una actitud positiva hacia la excavación del yacimiento. Se trata de la realización en la cueva del Mirón, de una prospección geofísica, entre otras razones, para conocer la posible presencia de zonas de desprendi­mientos de bloques, es decir de alteración, que ayude a la elección de áreas de apertura para excavación.

1.10.3- Opinión critica-reivindicativa

Recogemos aquí opiniones de los propios arqueó­logos haciéndonos eco de sus quejas en referencia a diferentes temas.

. Opiniones críticas hacia las excavaciones antiguas por su repercusión en las excavaciones modernas:

Zona Bizkaia

Se critica: La falta de criterios y métodos modernos en excava­

ciones antiguas como Santimamiñe, que concretamente se refleja en una no-recogida de evidencias y de su matriz terrosa en las excavaciones de la cueva de Kobaederra I y que en la actualidad interesarían analizar.

La falta de imprecisión en las memorias de exca­vaciones antiguas dificulta la interpretación de los resultados. Esta crítica está presente en Santimamiñe durante el estudio de 1985-86, en Kobaderra I en las excavaciones de 1995-97 y en Atxeta en las excava­ciones de 1960-61.

. Reivindicaciones de Estudios-Análisis Espe­cializados:

Zona Bizkaia

Se critica: La falta de estudios sobre las migraciones de

los objetos en fases post-deposicionales por parte de la responsable de las excavaciones de la cueva de Pico Ramos, en una clara referencia a los estu­dios tafonómicos.

La necesidad de datos sobre el material metálicos de otras excavaciones, estudios estos que están por hacer y cuya ausencia hace, según la directora de la excavación arqueológica de Pico Ramos, que la exca­vación sea inadecuada.

La baja frecuencia de análisis químicos de la com­posición mineralógica de las cuentas halladas en las excavaciones en la cueva de Balzola, hecho del cual

deriva las frecuentes identificaciones de minerales únicamente a partir de un examen ocular aplicando criterios con insuficiente base científica como el color del mineral o la similitud con otros colores.

Zona Cantabria

Se critica: La necesidad según los responsables de los traba­

jos en la cueva del Valle, de publicar los resultados de los análisis de materiales para evitar la desaparición y destrucción de los mismos.

La falta de investigación acerca del proceso de desintegración de la ofita cuando los responsables de las excavaciones en Cueva Morín mecionan que las «causas están por investigar» (González Echegaray, J. et Alií, 1971:104).

La importancia según estos mismos responsables, de conocer mediante análisis las condiciones físico­químicas del medio que rodea al material . Es un intento de petición de este tipo de estudios ya que un año mas tarde los autores comentan que los análisis sirven de orientación para explicar los procesos de conservación que han podido tener lugar en la tumba de Morín II en Cueva Morín.

1.10.4.- De conservación de los materiales y del yacimiento

Zona Bizkaia

Se reclama la necesidad de una adecuada conser­vación de:

Los útiles en sílex de la cueva de Urratxa III para estudios funcionales conservando las huellas de uso y evitando analizar piezas procedentes de remociones o de suelos muy ácidos o básicos.

Del contexto sedimentario de esta misma cueva en el que aparecen los objetos.

Las huellas de los cantos de las excavaciones de Lamiñak II para su posterior estudio.

Entre las referencias más antiguas tenemos las de la cueva de Sagastigorri, cuya excavación en el año 1958 donde se reclama la necesidad «de conservar con cuidadosa atención lo que hasta ahora se ha des­cubierto» (Barandiaran, J .M., 1959:7)

Entre las actitudes documentadas a favor de con­servación de yacimientos. con una incidencia directa sobre los materiales, está la llevada a cabo en Axlor en 1998 de informar a la Diputación Foral de Bizkaia de la existencia de senderos que ponen en peligro el yaci­miento con materiales a la vista que, junto a la boca, queda situado en zona exterior. Esta información pre­tendía que se tomaran las medidas de conservación pertinentes. Y más antiguamente, en Santimamiñe en

METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA

CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:

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BIZKAIA ANO CANTABRIA

1960-61yLurnentxa1963, se decide excavar los yaci­mientos para evitar los posibles desmoronamientos de los testigos de las antiguas excavaciones.

Zona Cantabria

En lo que a materiales se refiere, únicamente encontrarnos una sugerencia en Cueva Morín en 1969, por parte de un profesor americano de conser­var uno de los enterramientos de una cueva sepulcral en su integridad, idea acogida positivamente por la política de entonces que permitió su realización.

El resto de casos están mas orientados a la conser­vación del yacimiento aunque indudablemente esto implica también la conservación del material en él con­tenido. Por un lado, en Cueva Morín se proponen fina­lizar la excavación del yacimiento por querer garanti­zar su conservación para que generaciones futuras excaven con técnicas arqueológicas «mas depuradas» (González Echegaray, J. Et al., 1973). Por otro lado en las excavaciones de la cueva de La Garrna se conside­ra prioritario el mantener el yacimiento en las mismas condiciones en que está cuando se descubre, limitando el acceso a zonas consideradas muy frágiles y regis­trando el horario de los recorridos de los grupos como pautas que aseguren la conservación del yacimiento.

Por último, es de destacar los intentos de los res­ponsables de los trabajos arqueológicos en complejo de La Garma por resaltar la importancia que tiene la conservación, la protección del yacimiento, la recu­peración y almacenamiento de los materiales ... , eta­pas de capital importancia en el proceso de investiga­ción arqueológica, pero que, en demasiadas ocasio­nes, quedan relegadas ante la simple excavación: «El papel del arqueólogo ... no se limita a la excavación, sino que incluye una serie de actuacionés que comienzan con la decisión de intervenir tras un des­cubrimiento ... pasa por la excavación, la conserva­ción, la protección, la recuperación de materiales y su estudio, y termina en la difusión de los resultados. La conservación, la publicación y la puesta en valor son elementos fundamentales e inexcusables ... » (Arias Cabal, P. et alií, 2000b:5 l)

1.10.5.- Actitud de protección legal

Estas actitudes pretenden que la protección legal sea una metodología en sí, y que no se quede en la buena intención por parte de los solicitantes.

Zona Bizkaia

Documentadas están por ejemplo actitudes de: Petición de excavaciones de urgencia desde la

cueva de Larniñak II.

Solicitud de la Comisión de Monumentos de Biz­kaia de adquisición y cierre de la cueva de Santima­miñe.

La denuncia del GEV de la existencia de yaci­mientos arqueológicos en las cuevas por ellos explo­radas, como el caso concreto de denuncia de la cueva de Urratxa III.

Zona Cantabria

- La petición al alcalde de que evite la entrada a la caverna del Pendo ya que, por su magnitud, era imposible cerrarla con verja.

- La petición de cierre de las cuevas del Valle y Redonda.

- La petición de un sistema de alarma para la cue­va del Valle.

- El procedimiento, por parte de la Diputación, de un plan de cerramiento de cueva la cueva de Esqui­lleu, así como casos con existencia de un plan de cie­rre en curso corno la cueva de Calero 2.

- La solicitud de la ACDPS de protección de la cueva del Ruso I, tras la alteración sufrida en 1984.

- La exigencia de la necesidad de que los respon­sables políticos garanticen, preserven y protejan el yacimiento de la cueva del Fuente del Salín.

1.10.6.-Actitud de autocrítica

Este apartado indica los errores cometidos y reco­nocidos, por los mismos responsables de la excava­ción, y que únicamente se han documentado en una cueva de Cantabria, Cueva Morín, muy claro en este sentido.

Zona Cantabria

Aquí encontramos un caso de mea culpa en la campaña de 1969, reconociendo una serie de errores cometidos durante la excavación, como fueron, que no se tomaron muestras de polen por falta de técnicas adecuadas, que no se realizó una flotación sistemáti­ca de los sedimentos, y corno la alteración de un nivel arqueológico durante la extracción en bloque de uno de los enterramiento fue debido a la rampa que se construye para deslizarlo, justo encima de niveles arqueológicos, enterrando parte de éstos.

1.1O.7.- Actitud informativa-divulgativa

En este apartado hemos querido recoger aquellas actitudes de los arqueólogos que intentan documentar más ampliamente las alteraciones de los materiales, dando explicaciones más detalladas sobre los proce-

390 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA

sos de degradación, o los estados de conservación más comunes en las que aparecen ciertos materiales.

Zona Bizkaia

En esta provincia, encontramos referencias a: El estado fr~gmentario en el que suelen aparecer

las azagayas en general según los responsables de los trabajos en la cueva del Polvorín. La necesidad de carbonización de las evidencias vegetales para que se conserven, hecho este que queda perfectamente explicado en las memorias de Pico Ramos.

En referencia a la contaminación del hueso, durante la diagénesis o contaminación post-deposi­cional, empieza una vez los tejidos de cohesión del hueso desaparecen, y se hace patente con la des­trucción del colágeno. En este proceso diversos iones ingresan en la red de la hidroxiapatita reem­plazando a los iones de calcio y fosfato. Explica­ción ésta que nos dan los trabajos en la cueva de Pico Ramos.

Según la responsable de las excavaciones en Pico Ramos, la observación de las especies de árbol y sus anillos es posible solo con unas condiciones de con­servación húmedas.

Zona Cantabria

En los trabajos de la cueva del Juyo, se mencionan cuales son los factores que influyen en la conserva­ción de las conchas, lapas y caracoles marinos en la cueva del Juyo:

.Conchas: la exposición a la humedad, presencia de agua carbonatadas y de concreciones calcáreas que forman brechas o conglomerados de moluscos, el tipo de material circundante, su pH y el grado de acidez del agua y suelos, y el contenido en materia orgánica.

.Lapas: la alteración más común. es la rotura por desprendimiento de las zonas de crecimiento, provo­cando en ocasiones que el ápex aparezca suelto.

.Caracoles Marinos: aunque su dureza es mayor, suelen aparecer incompletos quedando solo la colu­mella y faltando el ápex. Otra alteración puede ser la perdida de pigmentación de la concha permanecien­do, sin embargo, el nácar.

Factores que influyen en la conservación de la Ofita en las cuevas del Ruso I y Cuev¡i Morín:

. Comenta la tendencia de la ofita a desintegrarse, aunque dice que las causas están aun por investigar .

. En otro caso encontramos la siguiente informa­ción: «normalmente [. .. } la ofita presenta un alto grado de deterioro bajo la forma de pústulas u oque­dades que dan en algún momento a la pieza aspecto de roca disgregada o fuertemente erosionada». (Muñoz Femández, E.,1991: 96)

Descripción del desarrollo del proceso de Subs­titución Pseudomórfica en los enterramientos de Cueva Morín por el Prof. Dale Stewart de la Smith­sonian Institution, al que ya nos referíamos con citas literales en el apartado de causas de preservación del hueso.

Descomposición de materia orgánica de los hue­sos de Cueva Morín, produciendo unos subproductos que tiñen el suelo de un color pardo-rojizo.

2.- CONSERVACIÓN CURATIVA

Son actuaciones con la misma acepc10n que utilizamos al referirnos a la Conservación Preven­tiva, pero que implican intervenciones directas destinadas a solucionar el deterioro producido en el material. .

Así hemos documentado las siguientes actuacio­nes curativas:

. Desecación

. Limpieza o desinfección de caracter físico­químico-mecánico

. Estabilizacion Activa del material:

Adición de materiales estabilizadores: - Consolidacion in situ y/o en Laboratorio. - Aplicación de barniz Refuerzo

Todos los tratamientos de conservación tienen que dar unas garantías técnicas y materiales, es decir, no deberán ser causa de nuevos deterioros. Pero este tipo de idea únicamente lo vemos reflejado en los trabajos en la cueva de Atxondo donde se menciona la inocui­dad y reversibilidad del tratamiento para recuperar restos óseo, y otro caso en Cantabria en referencia a la reversibilidad de los consolidantes utilizados in situ en la cueva del Pendo.

Entre los yacimientos en cueva que se han estu­diado hemos encontrado las siguientes actuaciones con un marcado carácter curativo, aunque en muchas de ellas desconocemos las consecuencias y la adecua­ción, es decir, quizá la actuación definida no fue la más correcta, o no se hizo con la métodología espera­da, y ello tuvo sus consecuencias negativas sobre el material.

2.1.- Desecación

Esta práctica es muy habitual en las excavaciónes, sobre todo en aquellas donde hay un previo cribado o flotado con agua del material como técnica de mues-

METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACJON APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA

CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:

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BIZKAIA AND CANTABRIA

treo, que más tarde se deja a secar. El problema viene en la manera en que este material se seca, sometién­dola, en muchas ocasiones, a alteraciones muy brus­cas de temperatura que, en muchos casos a causa de un desconocimiento por nuestra parte, está alterando el material, que modifica su estructura y composición desde el momento en que se extrae de la cueva hasta que se almacena. A ésto añadimos los casos en los que el hueso no seca del todo (nunca lo hace, pero si pierde el agua suficiente como para ser guardado debidamente) y su almacenamiento conteniendo agua es una degradación continua.

Pero previamante a todo este proceso, se pueden producir las desecaciones bruscas nada más extraer el material en la cueva, exponiendolo al sol en zona externa a la cueva para que se seque rapido, o intro­duciéndolo en bolsas no aireadas una vez se extráe con un contenido de agua que normalmente supera al del aire (más seco) lo que favorece el desarrollo de una microatmósfera que lleva a la degradación física, química y microbiana.

Únicamente encontramos casos de desecación documentados en las cuevas de Urratxa III y Pico Ramos en Bizkaia, donde se comenta como en la pri­mera se dejan secar los huesos para poder limpiarlos y en la segunda se deseca el material previamente a la consolidación in situ del mismo, aunque no sabemos que tecnica de desecacion de aplica (humectacion con alcohol etílico ... ).

2.2.- Limpieza

Hemos intentado clasificar las limpiezas en quí­micas y mecánicas, pero la poca precisión de las des­cripciones nos ha limitado, y solo nos ha permitido ver con claridad las de carácter químico, más un úni­co caso para las mecánicas, teniendo que crear un bloque mixto de Limpezas Mecánicas y/o Químicas para el resto. Al igual que ocurría con los analisis quí­micos, estas limpiezas no tienen una continuidad con­servadora en el timepo post-excavación y por tanto son actuaciones muy puntuales.

2.2.1.- Química

Zona Bizkaia

La mayor parte de ellas son limpiezas con agua, no especificándose si se utilizó agua desionizada o agua corriente, del grifo, aunque la experiencia y la carencia de conocimientos no tanto en la actuali­dad como en el caso de las excavaciones más anti­guas, nos dice que es la segunda opcion la que ha primado.

. Documentadas simplemente como "limpieza con agua" se han documentado las siguientes actua­ciones:

- Cantos rodados pizarrosos en las excavaciones de Santimamiñe limpiados con agua para poder ver los grabados.

- Limpieza de todo el material en las excavacio­nes de Lumentxa para su deposición en el Museo Arqueologico.

- Limpieza de los fragmentos de una placa de hematites también en Lumentxa .

. Lavado del hueso con agua desionizada en los trabajos en Pico Ramos para eliminar la contamina­cion ósea y proceder a análisis físico-químicos .

. Lavado con 0,5% de EDTA para eliminar la coloración (entendida esta como contaminación) de las muestras de huesos de la cueva de Urratxa III y prepararlas para los análisis de ADN mt.

. Baño con ácido acético-acetato de sodio con un pH 4.5 para remover la superficie pericortical conta­minada del material de hueso de la cueva de Pico Ramos .

. Lavado con agua oxigenada de un canto de la cueva de Pico Ramos para destruir la materia organi­ca y proceder a su estudio.

Interesa comentar que los lavados con agua desio­nizada del hueso y los baños con ácido documentados en Pico Ramos, son fruto de un intento de evaluar un sistema de eliminación de contaminacion del hueso, y que para ello, no solo se examinó el material, sino que, también, se examinó el suelo mediante DRX, como se ha comentado más arriba. Nos acercamos así a lo que nos dice la teoria sobre la valoración, tanto del material como de su entorno para conocer el dete­rioro.

Zona Cantabria

Los lavados del material con agua son también frecuentes en esta zona. Así, encontramos casos de lavado con agua de restos de Oso (Ursus deningeri,), previo paso a la consolidación, en la cueva de las Margaritas o el lavado con agua del material en la cueva de Rascaño.

Otro tipo de limpiezas con productos químicos son:

- Limpiezas de concha Patella en las excavacio­nes en la cueva de la Chora con una solucion de áci­dos para que descalcifique (suponemos que la carga) y se puedan observar los anillos de crecimiento.

- Inmersión o baño prolongado de hueso y mate­rial lítico en una solución de ClH en agua al 5% y mas tarde al 20%, calentando esta segunda vez la solucion para retirar concreciones calizas cementa­das, en las excavaciones en Cueva Morín.

392 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA

2.2.2.- Mecánica

Zona Bizkaia

Un único caso claro de limpieza mecánica es la limpieza de los huesos con cepillo y sin usar agua con el fin de no deteriorarlos, documentada en la cueva de Urratxa III. Esta métodología de limpieza fue una alternativa a la limpieza con agua, desaconsejada por el antropólogo del equipo.

Zona Cantabria

Tan solo se documenta un caso de limpieza mecá­nica del material óseo de Cueva Morín, como alterna­tiva al ácido que ataca el hueso aunque, en esta cue­va, los responsables ya habían utilizado el ácido para limpiar el material.

2.2.3.- Indefinida

Zona Bizkaia

- Eliminacion de concreciones del material de la cueva de Lamiñak II.

Limpieza cuidadosa de una balanza romana de la cueva de Ereñuko Arizti para buscar un posible número o sigla.

- Limpieza de un esqueleto humano en el labora­torio del Museo Arqueologico por el restaurador de este centro, considerada ésta una mejor condición de limpieza por parte de los responsables de la excava­ción de la cueva de Kobaederra (suponemos que está comparando con la limpieza en el laboratorio de cam­po o in situ en la propia cueva).

- Limpieza del material de las excavaciones de Atxeta, Lamiñak II y Atxondo.

- Limpieza intensa de concreciones calcáreas en laboratorio de los materiales excavados en Lumentxa.

- Limpieza de todo tipo de materiales en el labo­ratorio de campo de las excavaciones en la cueva del Mirón.

2.3.- Estabilización activa del material

Esta actuación curativa está caracterizada por la adición de materiales estabilizadores, que, principal­mente, se resumen en los trabajos de consolidacion, tanto in situ, en la misma cueva, como en laboratorio de campo o de algún centro receptor de las colecciones de excavación, los engasados in situ, y el barnizado o la aplicacion de productos similares, como lacas, modo este de proceder en las excavaciones antiguas. Por últi­mo, los reforzamientos físicos de los embalajes.

2.3.1. Adición de materiales estabilizadores

2.3.1.1. Consolidantes

Consolidación in situ

Zona Bizkaia

En cuanto a las consolidaciones in situ, están documentadas las siguientes:

.Consolidación de fragmentos cerámicos situados bajo piedra antes de su extracción en la cueva de Lumentxa. Sobre la actuación comentan que no pare­ce dar resultados positivos.

.Consolidación de huesos en las cuevas de Santa Catalina y de Pico Ramos.

.Consolidación mediante engasados a base de capas de gasas de nitracelulosico al 50% en aceto­na en restos antropológicos de la cueva de Atxondo para garantizar su manipulación.

En Pico Ramos la consolidación ha veniendo sien­do una actuación frecuente durante la excavación, ya que era la única manera de recuperar el hueso que apa­recía exfoliado y roto, mejorando estas actuaciones los resultados. Aunque también documentan la parte negativa, y es que retarda la excavación por la limpie­za y desecación previas que requiere dicha actuacion.

Zona Cantabria

Se documentan las siguientes actuaciones: .Consolidación con Primal3 de restos óseos de un

Oso, Ursus deningeri, en la excavacion de la cueva de las Margaritas en 1999 para evitar agrietamientos tras el lavado del material.

.Uso de consolidantes plásticos en las excavacio­nes de la cueva del Pendo en 1994, considerados de gran poder de penetracion como Paraloid4 diluido al 5% y 10% en Acetona, el Primal al 5% en agua o el uso de adhesivos o pegamentos plásticos en diso-

Dispersión acn1ica pura. El mas utilizado en arqueología es el Primal AC 33, en sus diferentes variantes. Resina sitética. Las resinas sintéticas (polímeros sintéticos) son sustancias artificiales con propiedades similares a las resinas naturales y se usan, al igual que estas, como lacas, aglutinantes para pigmentos, consolidantes, adhesivos ... El Paraolid esta basado en diversos polimeros acn1icos, con diferen­tes letras y numeraciones referentes a su composición. Es una resi­na sintetica para fines diversos, tanto por si sola como mezclada con pigmentos, y se suele emplear en restauración como adhesivo, como barniz, como aglutinante en la reintegración, y como consolidante de gran estabilidad: en terminas generales, ha demostrado buena rever­sibilidad y permanencia de las características ópticas con el enveje­cimiento, y es difícilmente atacable por los microorganismos. El que se ha documentado en las memeorias es el Paraolid B 72, polímero de metacrilato de etilo.

METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA

CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:

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BIZKAIA ANO CANTABRIA

lución como el !medio diluido en acetona por su fácil manipulación y su rápido fraguado

.Consolidación y tratamiento de los materiales durante la excavación de1999 en la cueva del Mirón.

En el caso de el Pendo se menciona la reversibili­dad de los productos, por tanto se tiene en cuenta uno de las características que tienen que cumplir los con­solidantes.

Consolidaciones en laboratorio

Los casos documentados a continuación, no dicen directamente que las consolidaciones se hayan lleva­do a cabo en laboratorio, pero por el tipo de comen­tarios que se hacen, inferimos que éstas no han sido llevadas a cabo in situ.

Zona Bizkaia

Se documentan trabajos de: .Consolidación y restauración de las piezas mas

frágiles y alteradas en la excavacion de la cueva de Lumentxa en 1986 .

. Consolidación y restauración definitiva de materiales de la cueva de Pico Ramos en el EAEKM­MAEHV de Bilbao entre 1990-95.

En ambos casos, y basados unicamente en esta información derivada de las memorias de excavación, resulta dificil conocer cuales han sido concretamente los tipos de trabajos de consolidación y de restaura­ción se han llevado a cabo, asi como las característi­cas de los productos utilizados.

Este tipo de ausencias en la información nos obli­garía, en éste y en otros muchos casos como los tra­bajos de restauración mencionados, a tener que con­sultar a los responsables de cada una de las actuacio­nes arqueológicas, para que nos explicaran con más detalle qué tipo de actuaciones se llevaron a cabo.

Zona Cantabria

Se documentan trabajos de: .Consolidación de la superficie de uno de los ente­

rramientos en los trabajos de 1969 de Cueva Morín mediante inyecciones de plástico para dar mayor consistencia a los sedimentos.

.Recubrición de la superficie con capas de sili­cona y plástico de este mismo cadaver de Morín para embalarlo y poder darle la vuelta en condiciones de seguridad.

Hay dos casos en los que no queda claro si éstos se realizaron in situ o en laboratorio, así como su método: trabajos de consolidación primaria de los materiales de la cueva del Castillo, y trabajos de consolidación de los materiales de la cueva de Ras­caño.

I. Barandiaran Maestu, por su parte, do\umenta un trabajo de «consolidación adecuada» de un bastón de mando perforado, y una actuación cuyo objetivo fue la detención de un proceso de desintegración de un bastón de mando perforado, ambos de la cueva del Pendo. El autor no da mas explicaciones sobre como se porcedió y nosotros no hemos encontrado nada al respecto en las memorias de excavación de dicha cue­va (Barandiarán Maestu, I., 1972: 178).

2.3.1.2. Aplicación de barniz

Documentamos aquí una serie de formas de pro­ceder antiguas en materia de conservación únicamen­te documentadas en Cantabria. Se trata del uso de una especie de "barniz" o "laca" sobre material de hueso y asta, tanto de industria ósea como de piezas de arte mueble, y que, según los autores que han revi­sado el material posteriormente a las excavaciónes antiguas de las que proceden, tiene un caracter pro­tector. Se trata de los siguientes dos casos: uno de la cueva del Pendo, concretamente una parte de de la ya comentada colección de esta cueva que el Radre J.Carballo donó al SIP de Valencia en 1950 y otro de una pieza del Castillo.

. Fragmento de azagaya decorada con grabados de la cueva del Pendo que, « .... se encuentra recu­bierta por un barniz amarillento que impide saber si la rotura proximal es tal o si, por el contrario, se trae ta de un ejemplar del tipo de base recostadas ... » (Aura Tototosa, E., 1986: 189). El autor comenta también como, « ... las piezas numéro 2,4, y 5 también están recubiertas por el mismo tipo de barniz men­cionado anteriomente, de similares características al descrito por l.Barandiarán en las colecciones de Carballo-Larín» en referencia a una esquirla de hue­so aguzada, un fragmento de punta de asta y un bia­puntado de asta respectivamente (Aura Tortosa, E., 1986:193).

. En referencia al bastón de mando de la cueva del Castillo y procedente del Museo de Prehistoria y Arqueología de Santander, «El color amarillento y brillante en general corresponde con seguridad a la oxidación de una laca o barniz inadecuada de carác­ter protector, y que asimismo fue de aplicación anti­gua tanto a este bastón como a un buen número de piezas de instrumental óseo procedente de esta cue­va, estudiado en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid» (Femández Ibáñez, C. et al., 1993: 32).

Remitiéndonos de nuevo a la obra de I. Barandia­ran Maestu de 1973, encontramos que cita el barniz en el siguiente comentario: «Sobre la conservación actual de los materiales procedentes de las excava­ciones de Carballo-Larin en El Pendo ha de señalar­se que, en su tiempo y pensando que asi sería más

394 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA

segura su conservación, fueron recubiertos por un barniz o laca que ha oscurecido hoy notablemente, dificultando la apreciación de los grabados por ese tono sucio, por sus brillos y porque ha cubierto la nitidez de los surcos. Además, cuando ahora se des­prende parte de esa laca en escamas puede llevarse una fina película del córtex óseo, dañando así a aquellos grabados.» (Barandiaran Maestu, I., 1973:178).

A partir de las citas de C. Fernández Ibáñez y ésta última de I. Barandiaran Mestu, llegamos a la conclu­sión que las actuaciones donde está presente este bar­niz son de carácter conservador, ya que el propósito es la protección del objeto. Por otro lado, de estos comentarios también se desprende el resultado nega­tivo del tratamiento en la pieza a la hora de su exa­men o análisis visual. Y teniendo en cuenta que la mayor parte de las piezas tratadas son de la excava­ción del Pendo, en la cual intervino el padre J. Carba­llo cuya labor en el campo de la conservación es conocida por los textos, atribuimos esta aplicación de barniz a esta persona.

2.3.2.- Refuerzo

Esta apartado esta referido, unicamente, a un caso en Cantabria, concretamente en Cueva Morín, donde se realizó un refuerzo adicional al objeto una vez extraido. Nos referimos a la soldadura de grietas en laboratorio de un enterramiento extraido en bloque in situ y las cuales se produjeron al abrir el bloque embalado.

III.- RESTAURACIÓN

Como sabemos, restauración son todas las activi­dades encaminadas a establecer la unidad formal del objeto, es decir, su forma o color originales, con la finalidad de facilitar su lectura o interpretación sacri­ficando lo menos posible la totalidad estética, históri­ca y fisica.

Los procesos de restauración son los siguientes: - Eliminación o correción de aquellas actuacio­

nes que desfiguran el objeto cultural con intención de recuperar del aspecto original del objeto cultural.

- Todo tipo de limpiezas con una intención este­tica.

- Todas las actuaciones encaminadas a recuperar el volumen o rellenar las partes faltantes y todos los retoques hechos al dibujo, color o al modelado, siem­pre con una finalidada estetica.

Todos los materiales que se utilizan tanto en la restauración como en la conservación, deben ser esta­bles, inócuos y reversibles.

Los procesos de conservación estan aceptados por todos los profesionales (historiadores, teóricos de la restauración, conservadores ... ) siempre y cuando sean materialmente neutros y no produzcan nuevos deterioros.

Sin embargo, todavía hay grandes debates y polé­micas en torno a este tema, ya que, aunque hay unas pautas de intervención establecidas, su extrapolación a todos los objetos culturales es complejo por no decir imposible.

Por otro lado estan aquellos teóricos que piensan que la restauración se acerca a la falsificación. Actualmente se puede decir que esa opinión esta superada, ya que, tanto historiadores como críticos tienen suficientes procedimientos para conocer en cualquier momento que partes de la obra son origi­nales y cuales añadidas. Al respecto hemos documen­tado dos casos uno en la cueva de Santimamiñe y otro en la cueva de Peña Forna en los que la falsificación o las dudosas reintegraciones estan presentes.

Quiseramos volver a incidir el la dificultad de encontrar, en muchos de los casos documentados, el límite entre la conservacion y la restauración ya que hay una falta de argumentos en las memorias sobre el propósito de dichas actuaciones. De manera que des­conocemos cual es el criterio y si en algun caso las restauracion implica también una conservación. Esta situación ha dado lugar a que tengamos que englobar una serie de actuaciones en Actuaciones de restaura­ción desconocidas.

Por tanto las actuaciones de restauración que hemos documentados se clasifican en los siguientes apartados:

Reconstrucción. Reintegración. Eliminación de anteriores actuaciones que des­

figuran el objeto. Actuaciones de restauración desconocidas.

1.- RECONSTRUCCIÓN

Como sabemos, la definición de lo que es recons­trucción no esta demasiado clara, en general se deno­mina reconstrucción cuando se crea una nueva pieza a partir de un pequeño fragmento a través de diversos estudios. Es término se suele aplicar bastante a obras "grandes" o mas bien arquitectónicas que es donde suele ser posible este tipo de intervenciones "sin equivocarse demasiado". Pero también se puede hacer en cerámicas arqueológicas con una geometría predecible. Por tanto como reconstrucción entende­mos la unión de fragmentos y la incluimos en este apartado de restauración ya que viene encaminada a la reconstrucción formal de la pieza.

METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA

CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:

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BIZKAIA ANO CANTABRIA

Los criterios de comportamiento o actuación que los autores utilizaron para llevar a cabo estas recons­trucciones han quedado, en agunos casos, también documentados. En otros casos son las fotografías y los dibujos los que hablan sobre la intención de la actuación.

A la hora de documentar estas actuaciones, nos dimos cuenta que en muchas ocasiones no había una sola mención a la reconstrucción del material y, sin embargo, si existía material gráfico a base de dibujos y lo fotografias de materiales reconstruidos que era adjuntado en las memorias o publicaciones consulta­das. Esto nos llevo a pensar que había mucha mas dedicación a esta tárea de la que se refleja por escri­to, y, dada la entidad que tienen estas actuaciones, hemos clasificado estas métodologías de conserva­ción curativa en aquellas que conocemos por método directo, es decir, porque así aparecen mencionadas en las memorias, y aquellas que conocemos por método indirecto, a través del material gráfico adjunto a dichas memorias.

1.1.-Conocidas por método directo: mencionadas en las memorias

Las reconstrucciones documentadas por escrito, afectan principalmente al material cerámico y esque­lético y, en menor medida, al material lítico y metáli­co. Así, encontramos:

a) Grupo del material inorgánico

MATERIAL CERAMICO:

Zona Bizkaia

A la hora de documentar la unión de fragmentos, en las memorias de excavación se habla de trabajos de reconstrucción y de restitución, ambos con el obje­tivo de documentar formalmente los vasos cerámi­cos. Son los siguientes:

Las actuaciones denominadas "reconstrucció­nes"

Las reconstrucciones parciales de vasos se documentan en multitud de memeorias de excavacio­nes en Bizkaia además de adjuntarse en ocasiones material gráfico de dichas reconstrucciones, y en algunas incluso se menciona el propósito concreto con el que se hacen, orientados en todos los casos a documentar formalmente los vasos, siendo el objeti­vo mas buscado el de elaborar tipologías. En este intento se muestra como tarea fundamental el conse­guir la unidad formal del objeto que permita su lectu­ra,destacando aquí el propósito estético frente al

estructural o puramente conservacionista; dar una cohesión o estabilidad a la pieza, evitar la pérdida de los fragmentos que quedan sin unir ...

Concretamente los objetivos de estas reconstruc­ciones que hemos recogido de las memoerias son los siguientes:

. La busqueda de un mejor conocimiento de la tipologías en los trabajos en la cueva de Pajucas .

. La aproximación a la forma original del vaso en los materiales de las cuevas de Aldeacueva y Satima­miñe.

. El establecimiento de evolución de morfologías de bases, asas, bordes, etc. de vasos cerámicos en los trabajos en la cueva de Santimamiñe.

. La busqueda de campos decorativos en los mate­riales de las cuevas de Peña Forna y Santimamiñe.

Otros casos no son tan explícitos como los ante­riores, y realizan reconstrucciones de cara al estudio del material cerámico en general como en los casos de las cuevas de Kobaederra, Arenaza, Pepetxo y Pico Ramos. Entre ellos, y como dato interesante sobre la importancia que se da al hecho del estudio cerámico y a la labor exhaustiva que ello supone, des­tacamos la reconstrucción de seis vasos de cerámica utilizando el 97% del total de fragmentos extraidos en las excavaciones de la cueva de Pico Ramos.

En referencia a las formas de proceder antiguas, J.M. de Barandiaran comenta en referencia a las "reconstrucciones" realizadas en Santimamiñe en 1920 como, de estas actividades, se encargaba el entonces director del Museo Arqueologico J. Larrea por la falta de personal auxiliar en el Museo dedica­do a estos trabajos. Según Barandiaran, Larrea con­tribuía con «toda su exquisita pericia artística» y «procuraba refrenar la fantasía que, dándole rienda suelta, hubiera permitido llenar vitrinas con restitu­ciones mas o menos autenticas, pero nada demostra­tivas» (de Barandiaran, J.M. et alli, 1931:68).

Sin embargo, consideramos que en las imagenes que se adjuntaa a la segunda memoria de las excava­ciones en Santimamiñe, la intención formal se refle­ja en actuaciones de reintegración de lagunas y no solo de reconstrucción a partir de fragmentos conser­vados, como veremos mas adelante.

Las actuaciones denominadas "restituciones"

En ocasiones, como es el caso de la cueva de Peña Forna en Bizkaia, se habla de tareas de «restitución» de la cerámica de Terra sigillata, tanto restitución de la forma del vaso cerámico, por ejemplo, el perfil, como del campo decorativo que contenga. En estos casos, por la descripción que se da, no acabamos de entender si se trata de una labor de unión de fragmen­tos o de reintegración de partes faltantes. Por ello copiamos literalmente la información recogida: « ...

396 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA

hemos tenido la oportunidad de restituir la mayor parte del campo decorativo» (Martinez Salcedo, A. y Unzueta Portilla, M., 1988:25) o también se hace mención a casos donde la existencia de numerosos fragmentos cerámicos ha permitido « ... restituir el perfil...» de algunos otros vasos de TSHT. (Idern:15 y 35).

Los objetivos que se buscan en estas restituciones son también de caracter formal, ya que se pretende completar el perfil original del vaso, a partir del cual se puede conocer la forma completa, y el motivo decorativo que pueda tener.

Sin embargo, hemos consultado el verbo "resti­tuir" en el diccionario y la respuesta ha sido esta: «Restablecer o poner una cosa en el estado que antes tenía» (Nuevo Espasa Ilustrado 2000. Diccionario enciclopédico. Espasa-Calpe. Madrid, 1999: 1470), con lo cual no creernos que sea la palabra adecuada para una acción de unión de fragmentos, si es que de eso se trata, corno parece que podernos inferir de los datos y del material gráfico adjunto. Considerarnos pues que esta descripción da lugar a confusiones corno las planteadas y por tanto dificulta la interpre­tación de los datos.

Zona Cantabria

Las reconstrucciones cerámicas que se han docu­mentado en esta zona están diferenciadas entre, aque­llas donde la reconstrucción fue total, o las que fue­ron parciales con un grado diferente de integridad de los vasos cerámicos. Aunque en estos casos, descono­cernos el próposito de estas reconstrucciones, enten­demos que el impulso hacia una reconstrucción par­cial o total de un vaso cerámico responde a una bús­queda formal del mismo. De hecho, las fotografías y dibujos que luego hemos visto documentadas en algunas de las rnernorias que documentan taréas de reconstrucción cerámica, así lo han confirmado.

Así, encontrarnos: - Reconstrucción total de una orza en la cueva

del Portillo del Arenal. - Reconstrucciones parciales en Portillo del Are­

nal, Grajas, Mapa, Tarrerón, Honda, Aspio y Mirón.

MATERIAL LÍTICO

Aquí tampoco conocemos directamente el propó­sito de la reconstrucción, pero queda implícito que la reconstrucción de piezas líticas, únicamente docu­mentadas en Bizkaia, busca conocer la forma cuan­do mencionan la reconstruccion de utiles en sílex en la cueva de Antoliñako Koba y de los fragmentos de una placa de hematites en las excavaciones de la cue­va de Lumentxa.

MATERIAL METALICO

Incidimos en la misma argumentación dada para el material lítico ya que en el unico caso de recons­truccion de objetos metálicos documentado, la cueva de Guerrandijo en Bizkaia, la intención de la recons­trucción de un vaso de hierro es conocer la forma ori­ginal del objeto.

b) Grupo del material orgánico

MATERIAL ESQUELETICO

En el caso del material esquelético, tanto de par­tes del esqueleto corno de industria elaborada a partir de huesos, desconocernos el propósito de estas reconstrucciones, pero considerarnos que la intención es poder facilitar la lectura de cara a clasificar espe­cies de fauna y hacer tipológias de la industria ósea. En muchos casos, quizá sin estas reconstrucciones los estudios pueden ser llevados a cabo (identificar un arpón de hueso sin tener que reconstruirlo), pero hay casos en los que conocer la forma es necesaria para dar resultados concretos.

La conservación de un resto esquelético o un obje­to fragmentado creernos que es posible si se rnentie­nen los fragmentos sueltos y bien almacenados sin necesidad de unirlos. No hay ningun caso, para nin­gún tipo de material no solo el esqueletico, donde se mencione un proposito conservativo en la recons­trucción.

Zona Bizkaia

Las denominadas "reconstrucciones"

Los trabajos de reconstrucción de material esque­letico, se pueden dividir entre el tipo de resto que se reconstruye, si es una resto esqueletico o un util o pie­za de arte mueble y el nivel de reconstruccion que estos permiten, parcial o total.

De partes esqueléticas se reconstruyen parcial­mente un cráneo, y una calvaria de la cueva de Santi­rnarniñe, dos fémures de la cueva de Urratxa III y un hernicráneo de Kobeaga. Mientras que cornpletarnen­te se reconstruyen dos mandíbulas completas en la cueva de Arenaza I.

De industria ósea se reconstruyen arpones y cince­les en los trabajos de Santirnarniñe, y de piezas de arte mueble, una pieza grabada y recuperada por medio de una excavación clandestina en la cueva de Lamiñak II y una placa de hueso de las excavaciones de Pico Ramos.

Destacarnos el caso de Lurnentxa donde se men­ciona claramente el propósito formal de la reconstru-

METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA

CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:

397

BIZKAIA ANO CANTABRIA

ción de una pieza de arte mueble en hueso, un alfiler de pelo romano, que aunque la reconstruccion total no ha definido más la pieza de lo que ya estaba en estado fragmentario, si la ha completado estéticamen­te. Y teniendo en cuenta que es la única pieza en el Pais Vasco con estas caracteristicas, su reconstruc­ción resulta importante.

Las denominadas "restituciones"

Volvemos a incidir aquí en el modo de describir tareas de restauración mediante el uso del término restitución. Es el caso de Lamiñak II donde se docu­menta la « .. .restitución parcial por parte de excava­dor clandestino ... » en referencia a una placa de hue­so como pieza de arte mueble decorada, con una fractura producida en el momento de la extracción. Desconocemos si esta restitución se refiere a la unión del fragmento desprendido o, si además de esto, fue también reintegrada, ya que la pieza de por sí esta imcompleta (Arribas Pastor, J.L. y Berganza, E., 1988:15).

Zona Cantabria

De partes esqueléticas se reconstruyen frontal­mente un hueso, que desconocemos cual es, recogido en lo que teoricamente era una prospección en la cue­va de Requejil, y un cráneo de las excavaciones de la cueva de Hornos o de Los Refugios.

Se documentan trabajos de reconstrucción de la industria ósea en las excavaciones en la cueva del Miron y, concretamente, se menciona el pegado de la parte central de un omóplato aparecido en dos partes en las excavaciones del Castillo.

En este sentido, consideramos interesante mencio­nar el caso de Altamira, donde el intento de recons­trucción de la industria ósea resultó negativo por el estado fragmentario que presentaban las piezas y que impidió la tarea de reconocer los útiles.

1.2.- Conocidas por método indirecto: fotografías y dibujos en las memorias de excavación

La elaboración de la información acerca del mate­rial arqueológico también genera un registro gráfico en el que aquí nos basamos para documentar recons­trucciones que consisten en dibujos y fotografías de uniones de fragmentos y, en ocasiones, reintegracio­nes, hipotéticas en el caso del dibujo y reales en el caso de la fotografía, y que se adjuntan a las memo­rias consultadas.

La mayoría de estos casos son referidos al mate­rial cerámico, y en menor grado al material esque­lético.

Dibujos. Hemos comprobado que existen varios niveles de tratamiento gráfico del objeto basados en las diferentes características presentadas por el mate­rial y los objetivos buscados, y que ha sido necesaria una previa labor de unión de fragmentos o recons­trucción. Los niveles son:

Dibujos de formas completas: Este tratamiento se aplica a objetos en los que se

puede reconstruir su forma completa por presentar el desarrollo de todo el peifil del resto u objeto.

Dibujos de secciones: Esta es la ópcion mas frecuente para el dibujo de

la mayoría de los vasos cerámicos debido al elevado grado de fragmentación, y consiste, únicamente, en la plasmación de las secciones de los fragmentos que se conservan del objeto (asas, bordes, fondos para el caso de la ceramica, o zonas proximales o distales para litica, ... ) ya que no ofrecen la posibilidad de reconstrucción del perfil parcial o completo ..

Reconstrucción parcial del objeto: Se lleva a cabo fundamentalmente en los objetos

en los que se dispone de una buena parte del desarro­llo del mismo, pero que, sin embargo, es insuficiente para la realización de un reconstrucción completa.

Este nivel es el también denominado Integración gráfica por la la Dra. Mª Cruz Sopena Vicien, del Dpto. de Ciencias Históricas de la Universidad de Zaragoza (comunicación personal).

Reconstruccion total del objeto: Se trata de una reconstrucción hipotética llevada a

cabo en aquellos objetos que no están completos, pero presentan fragmentos de diferentes partes de su perfil que, aunque no siempre pueden ser unidos, per­miten la reconstrucción completa del mismo. En estos casos la parte reconstruida se indica mediante línea discontinua. Este tipo de reconstrucciones es licita en el papel.

Este último nivel es el denominado como Restau­ración Gráfica por la Dra. Mª Cruz Sopena Vicien. Esta profesora incluso menciona un caso más, se tra­ta de la Reconstrucción gráfica que es licita en el dibujo en aquellos casos en los cuales conocemos la tipología, cronología y procedencia del fragmento que dibujamos y por tanto podemos, a partir de un unico fragmento representar el recipiente completo (comunicación personal).

Fotografías. Nos basamos en fotografías que en su mayor parte son convencionales, y se adjuntan en las memorias de excavación dando cuenta del trabajo de unión de fragmentos o reconstrucciones. Este tipo de fotografías están principalmente referidas al mate-

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rial cerámico y se han localizado, principalmente, en las memorias de las excavaciones antiguas. En ellas quedan plasmados diferentes grados o niveles de unión que coincide con lo dicho para el dibujo, es decir, uniones de fragmentos significativos que dan lugar al conocimiento de una parte del objeto (la base, el asa, el borde de un vaso ceramico,. .. ), o bien la unión de fragmentos dando fugar a perfiles comple­tos, o bien uniónes que permiten observar el vaso al completo o casi al completo.

Tanto en los dibujos como en las fotografías, todo depende de los fragmentos conservados y/o recupera­dos en la excavación y la limitación que éstos impon­gan según el estado de conservación alcanzado.

Los ejemplos de reconstrucciones gráficas docu­mentadas unicamente mediante foto o dibujo son especialmente numerosos y variados, de las cuales aquí recogemos una muestra.

Zona Bizkaia

- Cuentas de esteatita en dibujos en las memorias de Guerrandijo.

- Vasos cerámicos en dibujo en las memorias de Guerrandijo y Kobeaga y en foto en las memorias de Guerrandijo.

- Partes esqueléticas, como un cráneo, de la cue­va de Urratxa III.

- Útiles de sílex en dibujo en las cuevas de San­timamiñe, Lumentxa y Balzola.

- Industria ósea en fotos y dibujos en las cuevas de Lamiñak II, Santa Catalina, y Abittaga.

Zona Cantabria

- Reconstrucciones óseas en fotografías en los tra­bajos en las cuevas del Juyo, Perro, Castillo y Chora.

- Reconstrucciones cerámicas en dibujo en los trabajos en las cuevas deTorca, Llaceras, Cofiar o de la Trilla, Llusa o Collusa y Abrigo de Barcenilla y en foto en la cueva del AER.

2.- REINTEGRACIONES PARA LA RECUPERACIÓN DE VOLÚMENES

Definimos la reintegración como un relleno de grie­tas, lagunas y fisuras, siempre que estén ámpliamente documentadas y que sean claramente diferenciable de las partes originales, ya que de lo contrario estaríamos cayendo en la falsificación. Estas reintegraciones pue­den tener además como requisito intrínseco el devolver la unidad estructural a la pieza. Sin embargo, descono­cemos el propósito de estas reintegraciones que, a excepcion de Peña Forna (B. Taracena) y Santimarniñe (J. Larrea) donde el estudio dice que existen restaura-

ciones antiguas de los vasos, en el resto de los casos, hemos identificado a través de la fotografías y/o dibu­jos adjuntos en las memorias. La intención aquí, aun­que unicamente la observemos en la foto, es clara, se trata de devolverle a la pieza su forma original.

Zona Bizkaia

Comentabamos en el punto anterior cómo a través de las fotografías en las memorias de las cuevas de Santimamiñe, Lumentxa y Bortal caneemos la exis­tencia de reintegraciones que en las memorias se denominan reconstrucciones o restituciones en el caso de Santimamiñe, cuando la fotografía no deja lugar a dudas sobre la recuperacion de volumenes de grandes áreas de vasos cerámicos utilizando como material reintegrante escayola o yeso.

En este intento de recuperar volumenes y en refe­rencia a los vasos cerámicos de Santimamiñe, el entonces director del Museo Arqueologico de Bilbao, el Sr. J. Larrea, a diferencia de la opinión que de él tenía J.M. de Barandiaran, sí cayo en falsificaciones o "dudosas" reconstrucciones y reintegraciones. Estas, que se realizaron antes del año 1931, se refle­jan en que las piezas se alejan de la realidad, no docu­mentandose las lagunas formalmente y ocupando el material reintegrante mucho espacio faltante frente a las partes originales. De hecho, en un posterior estu­dio de 1985-86, muchos vasos reconstruidos de anti­guo se complementaron y algunos se corrigieron, tarea ésta que comentamos más adelante.

Zona Cantabria

En Cantabria la situación de las reintegraciones es diferente a Bizkaia en cuanto a la documentación sobre este tipo de actuación. Los siguientes casos son los únicos que hemos encontrado documentados en las memorias de excavación, y uno hace refrencia a la excavación antigua en Castillo, caso que, junto a San­timamiñe, habíamos tomado como ejemplo para conocer metodologías de conservacion antiguas, anteriores a 1936. No hemos podido contar, sin embargo, con material fotográfico que nos ponga en la pista de posibles recuperaciones de volumenes no mencionadas en las memorias o incorrectamente denominadas como el caso de Santimamiñe.

. El primer caso al que hacemos referencia es una pieza de arte mueble de la cueva del Pendo, concreta­mente, un fragmento de azagaya decorada con graba­dos, del cual sabemos que «El estado de conserva­ción es lamentable por su restauración mediante escayola o algún producto similar, y el ya menciona­do barniz»(Aura Tortosa, E., 1986:189)

Obviamente es una actuación de reintegración con escayola de partes faltantes o lagunas que no ha bene-

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CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:

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BIZKAIA AND CANTABRIA

ficiado a la pieza a largo plazo. Y teniendo en cuenta que esta pieza pertenece, junto a otras, a la colección que el padre J. Carballo donó al S.I.P. de Valencia tras su visita en 1950, así como la experiencia en actua­ciones de conservación, podríamos atribuirle a él esta tarea de reintegración.

. En referencia a formas de proceder antiguas, sobre el bastón de mando de la cueva del Castillo y procedente del Museo de Prehistoria y Arqueología de Santander, encontramos documentada la siguien­te actuación de reintegración: «Con referencia a su estado de conservación, las grietas, roturas, ... , son abundantes encontrándose rellenas las de mayores dimensiones por una masa verdosa que hace las fun­ciones de material de integración; producto desco­nocido y aplicado antiguamente según muestran las fotografías». (Femández Ibáñez, C. et al., 1993: 32).

De todas maneras seguimos sin poder saber de qué tipo de material se trata, a falta de investigacio­nes sobre este tipo de productos antiguos que, como en este caso, se conocen únicamente en fotografía. Insistimos en que nosostros no hemos encontrado material fotográfico en las memorias sobre estas rein­tegraciones del material de las excavaciones de las cuevas de El Pendo y El Castillo.

Hay un segundo caso, son las denominadas restau­raciones antiguas que se llevaron a cabo en Madrid en 1946 por B. Taracena del material cerámico de las excavaciones de Peña Forua, que no sabemos cierta­mente a que se refiere, ya que el estudio de A. Martí­nez Salcedo y M. Unzueta (Opus cit.), si mencionaba que estas restauraciones estaban hechas de modo arbi­trario, pero no se adjuntan fotografías de las mismas. A esto se añade la falta de memorias publicadas por B: Tarcena y A. Femandez Avilés sobre la excavación de 1946 en Peña Forua y la no puesta en marcha de la excavación que se había previsto para el año 1959. Posteriomente hemos podido comprobar que las resti­tuciones antiguas a las que se hace referencia en el estudio de los materiales de Peña Forua, son reintegra­ciones restaurativas de vasos cerámicos. Estas carecen de una previa documentacion al menos formal de los vasos ya que muchos de ellos caen en la falsificación o están claramente "inventados", y lo curioso es que asi fueron estudiadas por personas que revisaron el material anteriomente a A. Martinez Salcedo y M. Unzueta Portillo.

3.- ELIMINACIÓN DE ANTERIORES ACTUACIONES (QUE DESFIGURAN EL OBJETO)

Estas actuaciones han sido posibles gracias a los investigadores que han realizado estudios de materia­les de antiguas excavaciones, quienes se han encon-

trado con una serie de errores y en algunas ocasiones los han corregido.

Zona Bizkaia

. Es el caso de la cueva de Santimamiñe y el estu­dio del material cerámico de 1985-1986 por J. Ramí­rez Diez y R. Ruiz Idarraga donde, y en referencia a las reconstrucciones practicadas entre 1918-26 y 1960-62, se menciona lo siguiente:

«De algunos vasos existían reconstrucciones, la mayor parte de ellas deficientes y otras se encontra­ban parcialmente destruidas, por lo tanto se ha pro­cedido a la revisión de las mismas y se ha tratado de reconstruir el mayor numero de formas posibles a partir de los fragmentos existentes, con lo cual se han completado o corregido algunas y se han encontrado otras nuevas» (Ramírez Diez, J. y Ruiz Idarraga, R., 1985-86: 8).

Hay una corrección de las reconstrucciones, que, lógicamente, supuso el tener que soltar los fragmen­tos y volverlos a unir correctamente, aunque no se da mas información al respecto .

. En el estudio de 1988 de los materiales de las excavaciones antiguas de Peña Forna en 1946 dirigidas por B. Taracena y A. Femández Avilés, se comprueba como en esta época se hicieron restaura­ciones falsas de Terra sigillata hispánica tardía. Al respecto se documenta las siguientes actuaciones:

<ifondo de un borde de una plato de THST. .. Pudi­mos comporbar que se trataba de una restitución fal­sa, por lo que presentamos los fragmentos por sepa­rado. La pieza se encuentra muy alterada ... » (Martí­nez Salcedo, A. y Unzueta Portilla, M., 1988:15).

Ante la circunstancia de una« ... cerámica restau­rada de un modo arbitrario ... », se ha «restituido ... al vaso su borde original completando así su verdadero peljil» (Martínez Salcedo, A. y Unzueta Portilla, M., 1988:29).

Por tanto, se trata de soltar reconstrucciones erró­neas para corregirlas, así como completar vasos uniendo nuevos fragmentos. En ambos casos sigue habiendo un interés por aproximarse a la forma origi­nal del vaso cerámico y poder ampliar la tipología iniciada desde antiguo.

4.- ACTUACIONES DE RESTAURACIÓN DESCONOCIDAS

Zona Bizkaia

En la lectura de las memorias de excavaciónes en Bizkaia, nos hemos encontrado con varios problemas respecto a aquellos trabajos de restauración que se citan pero, de los cuales, no tenemos mayor información.

400 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA

.El primero y más importante es la falta de preci­sión en las descripciones de los trabajos de restaura­ción, que nos lleva a no poder interpretar con seguri­dad los datos. Y es que nos encontramos con casos donde se menciona una: «restauración de las piezas más frágiles y alteradas» (Lumentxa y Pico Ramos) o «restauración definitiva del material en hueso en el Museo Arqueológico» (Pico Ramos). Al respecto nos entran dos dudas; una que la actuación sea realmente de restauración y no la estén equivocando con conser­vación y otra que si es restauración no sabemos a que se refiere, de manera que la información no nos sirve para nada .

. En las revisiones arqueologicas que se han veni­do haciendo de los materiales procedentes de excava­ciónes antiguas, se hace referencia a la expresión "tratamientos antiguos" que, se sabe de su aplica­ción, pero son completamente desconocidas. Es el caso de un alfiler metálico en Santimamiñe y cómo la descripción del tratamiento, no nos permite interpre­tar la naturaleza conservadora o restauradora del mis­mo, aunque, nos inclinamos a pensar que al igual que ocurre ~n Cantabria con la aplicación de barnices o lacas, pueda tratarse de una estabilización del mate­rial, aunque no es seguro.

Zona Cantabria

Tenemos abundantes casos en Cantabria donde se mencionan trabajos de restauración, y uno, cocreta­mente, se sabe que tuvo un propósito expositivo, que probablemente llevó a hacer la pieza reconocible para el público.

En algunos casos, se describe el método seguido en la restauración pero de manera muy somera no pudiendo saber con certeza cuál es el motivo concre­to de dicho trabajo, siendo la mayor parte de los tra­bajos descritos de una imprecisión comparable a la que encontramos para Bizkaia.

Estos trabajos de "restauración desconocida" de los que hablamos, son los siguientes:

. En referencia a la métodología de trabajo en la excavacion de la cueva del Castillo se menciona que « ... junto a estos trabajos de laboratorio se realiza una consolidación y restauración primaria de los materiales ... » (Cabrera Valdés, V. y Bemaldo de Qui­rós, F. (2000:26).

. En referencia al material de hueso de la excava­ción del Pendo: « ... D. José Cervera (del Dpto. de Paleontología de la Universidad Complutense de Madrid) se encargo de la restauración del material obtenido.» (Montes, R., 1994:12).

. En referencia a los omóplatos decorados de la cueva del Castillo se dice que están, uno « ... roto por su parte central. Esta pegado por aquella parte y restaurado, presentando todos sus bordes quebrados

por astillado antiguo en diversas zonas» (Almagro Bach, M., 1976:22) y un segundo « ... partido y res­taurado, con todos sus bordes fracturados por asti­llamiento». (Almagro Bach, M., 1976:28).

. En referencia a una pieza procedente de las anti­guas excavaciones de Carballo en la cueva de Rasca­ño en 1912 y depositadas en el Museo de Santander, en un trabajo de 1974 se documenta lo siguiente: « ... un arpón magdaleniense bellamente grabado, ahora restaurado y exhibido en Madrid» (González Eche­garay, J. y Barandiaran Maestu, I., 1981:18).

En este último caso, no queda claro el trabajo de restauración desarrollado, pero sí el objetivo del mis­mo: expositivo.

A pesar de que se ha intentado definir lo que es Conservación y Restauración, clasificando las actuaciones documentadas en las memorias en base a los criterios dados para cada actuación, estos conceptos son altamente difíciles de delimitar pues, en su íntima interrelación implican de forma inevitable, en mayor o menor grado, una interven­ción modificativa del aspecto estético-formal del objeto arqueológico. Esta dificultad para delimitar los tratamientos de Conservación y Restauración tiene como consecuencia el que, en la vida real, la mayoría de los profesionales de la arqueología uti­licen conjunta o indistintamente ambos términos para cualquier acción de índole activa.

Este problema se traslada al caso de excavaciones antiguas, época en la que estos términos no estaban definidos como ahora los entendemos, de manera que la interpretación resulta complicada a falta de una mayor investigación histórica sobre las posibles actuaciones de conservación-restauración en las excavaciones históricas.

111.- CONCLUSIONES

A continuación citamos una serie de reflexiones que reflejan la situación o panorama con el que nos hemos encontrado a la hora de realizar la tipología presentada, tanto, a nivel general, como con relación a los dos cuerpos principales del trabajo: Procesos de degradación-preservación y los métodos de conserva­ción-restauración del material arqueológico proce­dente de las excavaciones arqueológicas en cueva .

1.- Bloque de las Conclusiones Generales:

Tal vez la conclusión más importante que debe­ría sacarse de esta tipología es, la valoración que los arqueólogos debemos hacer, por un lado, de la alta variabilidad e incidencia sobre el material de las cau­sas de degradación presentes en los medios de cueva

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BIZKAIA ANO CANTABRIA

y que nos muestran, mediante las alteraciones docu­mentadas, la realidad del objeto o resto arqueológico. Por otro lado, valorar la necesidad de los métodos de conservación-restauración tanto desde las actuacio­nes directas, tangibles sobre el material con diferente propósito, como desde las posiciones preventivas y actitudinales que mejoran la situación del mismo.

A partir de esta realidad destacamos una serie de cuestiones diferentes, aunque interrelacionadas entre sí.

• La falta de estudios, principalmente de carácter tafonómico por lo valioso como complemento a la interpretación cultural, dedicados a explicar las cau­sas por las cuales un objeto o resto arqueológico está presente en un determinado estado de conservación o, por el contrario, está desaparecido o ausente.

• Directamente relacionado con la anterior cues­tión está, lafalta del apoyo que suponen los estudios de analíticos (análisis físico-químicos) que determi­nen la alteración presente en los materiales de dife­rentes naturaleza, orgánica e inorgánica.

Encontrábamos al respecto una reflexión por par­te de la responsable de la excavación en la cueva de Pico Ramos que nos hablaba de la falta de estudios sobre los movimientos de los objetos en fases post­deposicionales (fase de enterramiento) (Zapata Peña, L., 1995), otros autores también son conscientes de que hay una serie de factores post-deposicionales (bioestratinómicos y fosildiagenéticos) presentes que modifican el material, y cuyo origen plantea una casuística tan grande como yacimientos (Arenaza I, Lumentxa). Estos comentarios no son mas que una clara referencia a la necesidad de introducir objetivos tafonómicos en la estrategia excavadora, cuestión esta que, ayudaría una mayor rigurosidad en los tra­bajos de conservación.

• Ausencia en las memorias de excavación de apartados exclusivamente dedicados a explicar cau­sas de degradación-preservación y trabajos de con­servación-restauración, a diferencia de lo que ocurre con otros muchos estudios auxiliares de la arqueolo­gía que ocupan apartados, en un impulso a la interdis­ciplinariedad. Solamente hemos encontrado unos pocos casos donde el tema ocupa un capítulo o un apartado (excavaciones en cueva Morín 19666-1969 y en la cueva del Juyo 1978-79 y 1982-83 ... ) frente a brevísimos y desorganizados comentarios sobre con­servación como viene siendo habitual en las memo­rias.

• En los pocos casos en los que hay una publica­ción de estudios y análisis, éstos ponen de manifiesto el interés por la conservación, integrando esta tarea a la actividad arqueológica. Sin embargo, actualmente ponemos en duda que la no presencia de resultados publicados signifique que no se hayan llevado a cabo

investigaciones sobre la conservación del material. De hecho, hay casos en los que los resultados son iné­ditos y de ahí el desconocimiento de los mismos.

•Necesidad de adoptar un protocolo de descrip­ción que evite problemas, (1) tanto de carácter semántico; diferenciar los términos de conservación y restauración para denominar correctamente a cada actuación evitando no utilizarlos aleatoriamente y a menudo con definiciones distintas, (2) como de carácter descriptivo; hacer uso de un vocabulario ade­cuado y unificado o común a la hora de escribir esta­dos de conservación de los objetos o restos, de mane­ra que no tengamos diferentes formas de denominar a una misma situación que puede dar lugar a confusión (una unión de fragmentos cerámicos es una recons­trucción de .un vaso que geométricamente es predeci­ble, pero la interpretación comienza a dificultarse sí, erróneamente, lo denominamos restitución, aunque en ambas actuaciones la intención sea aproximarnos a la forma original del vaso.

•La ya tan mencionada y criticada falta de publi­caciones sistemáticas de los resultados obtenidos de cada actuación arqueológica, en contra de lo marcado por las leyes de patrimonio arqueológico tanto para Bizkaia como para Cantabria. A ello se une el efecto retardado de estas publicaciones sobre todo las de carácter oficial correspondientes a los Gobiernos, Diputaciones, Consejerías ... ya que son raros los casos en lo que éstas se editan al año siguiente de la actua­ción, obligando al investigador a tener que hacer trá­mites burocráticos para poder consultar resultados que, "oficialmente", deben depositarse en estos cen­tros en los plazos que marcan las leyes que gestionan las actuaciones arqueológicas en cada zona. A este respecto quisiéramos llamar la atención sobre la necesidad de renovar las cartas arqueológicas de Biz­kaia y Cantabria, cuyos últimos resultados son de los años 1982 y 1987 respectivamente.

• Problema de acceso a la información arqueoló­gica que supone la publicación de resultados en medios de divulgación no-arqueológicos y más con­cretamente en publicaciones derivadas del mundo de la espeleología.

Destacamos un caso claro en Cantabria como fue la publicación de un artículo sobre un bastón de man­do de la cueva del Castillo en el Boletín Cántabro de Espeleología. (Fernández Ibáñez, C. et Alli, 1993).

• Necesidad de crear colecciones de referencia de materiales orgánicos e inorgánicos con altera­ciones-deterioros por diversos agentes que ayuden a identificar atributos de alteraciones y a relacionarlos con causas concretas y sobre todo, muy importante, eviten errores de interpretación por una falta de refe­rentes. Este tipo de colecciones se pueden crear a par­tir de, restos originales cuya materia constituyente, alteraciones y causas deberán estar correctamente

402 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA

definidas, como a partir de la "arqueología experi­mental", que intenta conocer causas de degradación mediante la exposición del resto a diferentes meca­nismos de alteración.

Al respecto no queremos dejar pasar el trabajo que viene realizando la Dra. Y. Fernández Jalvo (Museo Nacional de Ciencias Naturales, CSIC, Madrid) para crear una colección de restos óseos con alteraciones de carácter tafonómico que ayude a ela­borar una tipología de alteraciones tafonómicas y las causas correspondientes (comunicación personal).

Por supuesto que este interés en las colecciones de referencia no es, únicamente interesante en la conser­vación arqueológica, sino en todos aquellos casos que requieran la identificación de atributos o rasgos como, por ejemplo, para identificar especies de con­chas procedentes de un yacimiento arqueológico o paleontológico.

• Necesidad de un cambio en el plano actitudinal y de conciencia hacia las condiciones en las que pasa­rán las colecciones arqueológicas al futuro. Antes de remitir a un arqueólogo a los manuales, sobradamen­te conocidos, sobre la conservación arqueológica en el campo, tiene que hacerse a sí mismos un plantea­miento de querer conservar el material que se excava.

2.- BLOQUE DE CONCLUSIONES PARTICULARES

2.1.- Relativas a las causas de deterioro-preservación

• La tipología presentada en el trabajo, no deja lugar a dudas sobre la problemática de deterioro a la que se enfrenta el material arqueológico, no tan­to por la innegable variedad y abundancia de los agentes degradantes naturales, muchos de los cuales tienen poco de novedoso ya que son propios de medios en cueva ampliamente documentados en los estudios geo-arqueológicos, como por las concretas circunstancias que se dan en cada cueva, donde no siempre están presentes todos los agentes ni se com­binan de igual manera. Un mismo proceso degra­dante, puede llegar a producir, paradójicamente, efectos contrarios en un mismo material según las características del medio de cueva en el que se pro­duzca. Mientras en unos casos se crearán situacio­nes de preservación, en otros, degradará el material. Este es el aspecto que tenemos que valorar e inten­tar, en la medida de lo posible, conocer, controlar y prevenir.

• En referencia a la incidencia del hombre sobre el yacimiento arqueológico, casualmente, sobresale por su carácter destructor y no por el conservador, hecho este que queda palpable en el desequilibrio entre las acciones encaminadas a conservar el material y el

yacimiento y las que, consciente o inconscientemen­te, están encaminadas a destruirlo.

• Los procesos de deterioro que se documentan en las memorias hacen referencia a dos fases: la fase en el que el material permanece enterrado y la fase de post-excavación tanto inmediato, en la extracción del material, como posteriormente, a corto y largo plazo, donde las condiciones de almacenamiento han refle­jado ser decisivas para un posterior estudio de las colecciones. Encontramos, además, casos excepcio­nales en los que parte del yacimiento queda fuera de la cueva expuesto a procesos exteriores, principal­mente relacionados al factor humano.

•La falta de conocimientos a la hora de examinar causas de degradación y alteración del material, lle­va a cuestiones como la no-identificación correcta del tipo de agentes post-deposicionales o la no-diferen­ciación de los que han intervenido antes y después de que el objeto quedara totalmente enterrado. Este tipo de valoraciones subjetivas del proceso de alteración no son "científicamente aprovechables" a la hora de ser un referente que ayude a explicar casos similares en otros medios de cueva. A este respecto, volvemos a incidir en la necesidad de estudiar, observar, cono­cer alteraciones de material de diferente naturaleza que evite el uso indiscriminado de criterios a-científi­cos y comparativistas.

• Esta dificultad para interpretar mecanismos de alteración, nos lleva a pensar que posiblemente las alteraciones de los materiales documentadas por los arqueólogos, son únicamente las que él conoce, en ausencia de otros muchos, no porque no se hayan dado en el material, sino, porque no se han sabido identificar. El que no sabe es como el que no ve, por tanto, facilitemos el desarrollo de estudios tafonómi­cos, en vez de criticar la falta de conocimientos.

• Necesidad de valorar la cueva como un medioambiente particular, idea esta que definía­mos en la introducción y que los resultados han demostrado cómo, en ocasiones, la cueva se com­porta como un medio agresivo en el que se dan pro­cesos de deterioro que derivan del funcionamiento natural y no siempre controlable de un sistema kárstico. A él, se unen los factores culturales modernos que, por diversas circunstancias, entran en relación con la cueva (desde un uso como refu­gio en periodos de guerra, hasta actuaciones arqueológicas ilegales), cuyos resultados destruc­tores son salvables desde ip.uchos puntos de vista, como por ejemplo el cerramiento de la cueva o las excavaciones de urgencia.

• De lo anterior deriva la no-puesta en relación directa entre los deterioros de los materiales y sus causas o mecanismos, de ahí que entre las alteracio­nes haya muchos casos donde desconocemos las cau­sas degradantes frente a una variedad de términos que

METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA

CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOG!CAL EXCAVATIONS IN CAVES:

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BIZKAIA ANO CANTABRIA

definen estados de conservación de desarrollo desco­nocido.

• La innegable relación entre el patrimonio Arqueológico y el Patrimonio Subterráneo o Natu­ral-Paisajístico que, situados en un medio de cueva, comparten muchas de las causas de degradación, principalmente aquellas que, en este trabajo, se han descrito como extrínsecas al deposito arqueológico, y' que, alteran seriamente las condiciones ecológicas por las cuales se particulariza una cueva. Estas cau­sas, afectarán, directa o indirectamente, al yacimien­to y los materiales en él contenidos. (Fernández, V., 1988).

Se observa que muchas de las alteraciones descri­tas en materiales orgánicos e inorgánicos, están direc­tamente reflejadas en la tipología de mecanismos de alteración propuesta por S. Fernández-López desde la ciencia de la Tafonomía. Cabria en este sentido una revisión de los casos concretos que permita una nue­va identificación de las alteraciones y una puesta en relación con los agentes (tafonómicos o no) degra­dantes.

•No podemos generalizar los procesos degradan­tes para todas las cuevas ya que, frente a aquellas alteraciones más frecuentes, como son los huesos lar­gos rotos, hay otras alteraciones poco comunes y que depedenden de un cúmulo de circunstancias particu­lares como es la sustitución seudofórmica documen­tada o por lo menos identificada, en una única cueva en Cantabria: Cueva Morín.

• La alteración del material arqueológico ha supuesto un gran handicap en la investigación arqueológica de materiales de diferente naturaleza (estudios líticos, de fauna, antropológicos, cerámicos, metálicos ... ) así como, de cuestiones relacionadas, limitando en muchas ocasiones los pasos que permi­ten completar los estudios arqueológicos. Entre las alteraciones destaca la fragmentación-fracturación como el problema más documentado para todos los materiales y que, en definitiva, lo que impide es, observar la forma completa de la pieza, o resto.

2.2.- Relativos a los procesos de Conservación­Restauración

• Pocas referencias documentadas sobre métodos de conservación curativa y de restauración del mate­rial, frente a una mayor documentación de posiciona­mientos o actitudes que mejoran la situación y aumentan la posibilidad de conservación del material.

•Alto nivel de imprecisiones en las descripciones de actuaciones directas sobre el material, que dificul­tan las interpretaciones que debemos hacer de las mismas, quedando en muchas ocasiones dudas sobre si es una actuaciones de conservación curativa o res-

tauración y desconocimiento completo sobre lo que se hizo, cómo y con qué criterio.

• Confusión de términos de conservación y res­tauración y más concretamente de los criterios de actuación que diferencian la tarea de conservar de la de restaurar y que deriva de un desconocimiento por parte del arqueólogo. Es el caso del empleo de un vocabulario que no corresponde con la realidad. Este desconocimiento tiene diferentes motivos pero posiblemente comience por una ausencia en los planes de enseñanza universitarios (Historia y Arqueología) de metodologías de conservación arqueológica. Sin embargo, en muchas ocasiones no hay un planteamiento por parte del arqueólogo sobre la necesidad de convertir la conservación en una actuación arqueológica, al igual que lo es la excavación.

• Falta de estudios de las llamadas "restauraciones históricas" de la primera mitad del siglo XX, que nos ayudarían a valorar en qué grado esos "tratamientos antiguos" respetaron los criterios de conservación y restauración, ya que encontramos casos donde se habla de conservación mientras que las fotografías adjuntas a las memorias de excavaciones, en muchas ocasiones, dejan patente la voluntad restauradora mediante la búsqueda estética del objeto, principal­mente vasos cerámicos (Santimamiñe); casos en los que se desconoce cuales son los productos antiguos utilizados y que, en muchos casos, únicamente se han observado en fotografías, se trata del uso de lacas, barnices o similares, "masas verdosas" como material de reintegración ... (Castillo, Pendo).

•El único dato que tenemos de los antiguos barni­ces o lacas es que, han sido considerados por algunos autores como I. Barandiaran Maestu, de carácter pro­tector y no restaurativo. (Barandiaran Maestu, I., 1972). Y es precisamente este carácter el que noso­tros le damos a la hora de incluirlo en una tipología concreta de conservación.

• Las malas condiciones de almacenamiento del material a las que aludíamos anteriormente, han sido uno de los agentes extrínsecos al material más acti­vos, no ya por la cantidad de casos documentados que no son muchos frente a la realidad, sino, por lo decisivo que supone para la conservación de las colecciones de material en un futuro. Esta cuestión queda reflejada mediante las denuncias de investiga­dores que han realizado revisiones de los materiales de antiguas excavaciones (mas concretamente, revi­siones del material de la cueva de Altamira en los años 80'). Esta situación nos pone en precedente para concluir la necesidad de planteamientos previos sobre las actuaciones de conservación que se van a tomar de cara a establecer colecciones arqueológicas dignas. Propósito este que en opinión de E. Schmid comienza por tener materiales de excavación bien

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preservados y correctamente identificados y es que la identificación y manipulación son tareas que requieren de intervenciones de conservación desde el propio yacimiento si es que así es necesario (Schmid, E., 1974).

• El método de restauración mas presente es la reconstrucciones de objetos de hueso y cerámica principalmente. Este método tiene la finalidad de conocer fielmente la forma total de cerámicas y esqueletos ya sea física o virtualmente en dibujos, como actitudinal, es decir, los impulsos hacia la reconstrucción que, en ocasiones no son posibles por la limitación que imponen los propios fragmentos. Tanto el hecho como la actitud reflejan el interés en crear colecciones arqueológicas a partir de objetos o restos reconocibles, identificables. Recogemos aquí una cita que nos parece importante ya que refleja este interés en las colecciones: «Hemos usado el ajuar de esta cueva como muestra para estudiar los de las cuevas próximas, generalmente más pobres y frag­mentados» (Martínez Salcedo, A. y Unzueta Portilla, M., 1988:62).

• Existencia de casos de falsificaciones en las res­tauraciones cerámicas de los años 40' (reconstruc­ciones y reintegraciones) y que las memorias no han reflejado con este término concretamente, sino, en base a comentarios sobre la arbitrariedad con la que están realizadas y la duda que surge entre los investi­gadores sobre su veracidad. (Peña Forna).

• Estas restauraciones antiguas fueron realizadas por personas quizá "poco competentes" en este sen­tido, como el padre Jesús Carballo en Cantabria, Jesús Larrea director del Museo Arqueológico de Bilbao y que no solo actuó en Bizkaia, sino que tam­bién restauró algún material de excavaciones cánta­bras (Pendo) y Blas Taracena, entonces director del Museo Arqueológico Nacional. Todos estaban vin­culados al mundo de la arqueología y de los museos, sin embargo la falta de una formación se refleja en las restauraciones. A pesar de esto, desde aquí valo­ramos y damos mérito a estas primeras restauracio­nes que, reflejan un intento por alargar la vida del material como en el caso del famoso barniz del padre J. Carballo y de mejorar formalmente los vasos cerá­micos mediante las reintegraciones en busca de volú­menes. (Santimamiñe, Peña Forna, Pendo, Castillo, Valle ... ).

• Otro de los intereses en los procesos de conser­vación mediante la consolidación o fijación y de res­tauración mediante la reconstrucción, está, en evitar errores de clasificación de restos de fauna, ya que son las colecciones de referencia las que permiten identificar en ultima instancia, por ejemplo, especies de fauna. En opinión de S.M.J. Davis se conoce poco sobre ciertas especies de animales, incluso respecto a la mayoría de los animales domésticos, y sobre la

variación de una mismas especie y los cambios rela­cionados con la edad. (Davis, S.M:J., 1989).

• La actuación de conservación in situ, que desde nuestra experiencia es una de las más significativas ya que, sin ellas, y como lo han demostrado clara­mente algunos de los casos documentados (Pico Ramos) es imposible la recuperación del material, son a primera vista demasiado escasos por su baja frecuencia en las actuaciones de campo. Las memo­rias demuestran una falta de sistematización de traba­jos de conservación. Creemos que se puede empezar a hablar de actuaciones de conservación in situ a partir de mediados de 1980, época en la que comien­zan a ser más frecuentes las consolidaciones in situ, y que tienen su mayor presencia a finales de 1990. En ambos periodos la intención es la conservación del material en las mejores condiciones posibles. De todas maneras es necesario un estudio más amplio para valorar la situación real y no se puede tener en cuenta únicamente lo que dicen las memorias cuya información es, tanto voluntaria como involuntaria­mente parcial, sesgada.

• Son pocos los casos que documentan un uso de técnicas de recuperación in situ, sin embargo aquellos que lo hacen dejan patente el carácter inócuo y rever­sible de los consolidantes aplicados, en un intento de reflejar que los tratamientos dan unas garantías técni­cas y materiales (cueva de Atxondo en Bizkaia y cueva del Pendo en Cantabria).

• Los análisis físico-químicos fruto de un examen del material y que han tenido una relativa orientación a conocer alteraciones y estados de conservación del material, presentan, a nuestro parecer, dos problemas: por un lado, que no se mencionan cuales son los métodos utilizados y por otro, los resultados de los análisis sedimentológicos están infravalorados al no aplicarse éstos a la conservación del material conteni­do en el sedimento.

•Lo mismo ocurre con las actuaciones de conser­vación preventiva como el control de las variables medioambientales, que, además de ser prácticamente desconocidas en las memorias, en el único caso documentado en Bizkaia, no se conoce el propósito del mismo, únicamente el valor de la HR en el perio­do de excavación (cueva de Lumentxa).

•La escasez de actividades de conservación en las memorias de excavación consultadas, es, desde nues­tra experiencia, una omisión que no corresponde con la realidad, es decir, no refleja siempre una ausencia de trabajos de consérvación en las excavaciones en cueva. Lo que aquí documentamos es lo que hallamos en las memorias publicadas, donde no se reflejan todos los trabajos que han integrado la excavación. A esto se une la otra realidad, y es que no hay una línea de trabajo sistemática en lo que a conservación arqueológica se refiere, con proyectos de investigación enteramente

METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA

CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:

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BIZKAIA ANO CANTABRIA

dedicados. Una ausencia que, actualmente, no esta en la falta de profesionales, de materiales necesitados, de leyes que obliguen y, desde no hace mucho incluso, impongan criterios de conservación-restauración arqueológica, ausentes en leyes anteriores a 1985, sino que empieza con el planteamiento del/los director/res de la excavación que no tiene en cuenta una necesidad de actuaciones en materia de conservación, a excep­ción de algunos casos en los que, poco a poco, las memorias, reflejan una política conservacionista del patrimonio arqueológico (conjunto arqueológico de la Garma, cueva del Mirón ... ).

Lo dicho hasta ahora nos hace reflexionar sobre la cuestión del desequilibrio entre el material extraído y material conservado y quizá debamos plantearnos cual es el propósito cuando excavamos un yacimien­to arqueológico, si el de documentar cuanto más mejor o el documentar todo aquellos que se pueda conservar en las condiciones básicas necesarias. En ocasiones la abundancia del material que extraemos

es tan grande que obliga a actuaciones que no son científicas.

Es cierto que las pocas inversiones por parte de las instituciones en materia de conservación arqueo­lógica no ayudan mucho; situación esta que no se refiere tanto a las partidas económicas para cada campaña, sino en la no puesta al alcance del arqueó­logo-investigador de otra índole de medios, técnicos y humanos adecuados que permitan llevar a cabo estudios de conservación. Nos referimos a centros de investigación alojados en universidades, museos, en diputaciones o consejerias ... dotados de los medios necesarios para que, entre otras cosas, lo que la ley dicta para el patrimonio arqueológico sea algo novedoso desde el momento en que se pone en prác­tica, y no queda como una legislación "modelo" por el mero hecho de abarcar todos los aspectos que hoy se demandan en el patrimonio cultural, y que la rea­lidad demuestra que en muchos casos son incontro­lables, e impracticables.

406 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA

ACTUACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVAS DE BIZKAIA (1936-2000)

Tipo de actuación Yacimiento Ayuntamiento

Excavación Abittaga Amorato Albiztey Abadiano Aldeacueva Carranza Antoliñako Koba Arteaga Arenaza 1 Galdames Arenaza 11 Galdames Atxeta Forna Atxondo Kortezubi Atxubita Lemona Atxuriko Koba 1 Mañaria Atxurra Berriatua Axlor Dima Azkondo Mañaria Bolinkoba Abadiano Cuesta la viga Lanestosa Ereñuko Arezti Ereño Goikolau Berriatua Guerrandijo Ibarrangelua Guetaleutako Atxa Kobie Yurre Hoyo Sopuerta Kobaederra 1 (Axola, Gaizkoba) Kortezubi Kobeaga 1 o Sorginzulo Ispaster Kobeaga 11 Ispaster La cilla Sopuerta Lumentxa Lekeitio Mingon Turtzios Obarreta o Ubegi Gorbea Vizcaino Oyalkoba Abadiano Pajucas Lanestosa Peña Forua o Guinerradi Forna Pico Ramos Muskiz Mariasulo Okendo Polvorín de Venta Laperra Carranza Sagastigorri Kortezubi Santa Catalina 1 Lekeitio Santa Isabel Carranza Santimamiñe Kortezubi Silibranka Mañaria Totxinkoba Gizaburnaga Urratxa 111 Orozko Venta Laperra de los Grabados Carranza Aretxalde Ereño Armotxe Arteaga Arrizubi Mañaria Atxarte Igorre Axpe Arteaga Balzola o Kobaldeko Dima

Tipo de actuación

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CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES: BIZKAIA AND CANTABRIA

Yacimiento Ayuntamiento

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Sondeo arqueológico Burrutxagane lbarrangelua Zeanuri Ereño Sopuerta Muskiz Turtzioz Ispaster Ispaster Mañaria Sopuerta Arteaga Markina Abadiano Mañaria Aulesti Turtzioz Carranza Berriatua Lekeitio Tutzios Galdames Elantxobe Nabarniz Ispaster Baracaldo Baracaldo Amorato Amorato Mañaria Turtzios Galdames Lanestosa Orozko Orozko Ispaster

Hallazgo material superficial

Eguzkiola Elesu I Franceses Gala o Garazabal 11 Jentilkoba de Iperratx Jentilkoba de Kalzaburu Jentilkoba de Mugarra Jorja Kobaederra de Arteaga Kobaua Kobazar Kobazar I Kobazulo Kokabrea I Kubia I Lamiñak 11 Larrategui 11 Logalan Magdalena o Urrallaga Ogoñoko Landeko Kobie Ondaro Torrejón Peña Roche I Peña Roche 11 o Mosquitos Pepetxo Pepetxo Ill Sailleunta o San Lorenzo Sampedro o Ruin Tarablo Urdillo Urratxa 11 Urratxa V Urtiaga

Aritzgane Arlampe I Astapekatu Atxuriko Koba 11 Aurtenetxe Axpeko Koba Balzola Kobie Bortal Errecas Gorriga VI Judíos Kobaederra 11 Kobagorri IV Kokabrea 11 Kubia 11 o de la Hilera Lasarreko Atxa Kobie I Llana Miel Moruzillo Motasabideko Axpea Peña Peñón I Supelegor San Bernardo

Gemika Lemoa Orozko Mañaria Kortezubi Markina Dima Carranza Entre Amorato-Berriatua Trapaga Carranza Kortezubi Mañaria Turtzioz Carranza Orazko Orduña Turtzios Busturia Gorbea Vlzcaino Sopuerta Muskiz Orozko Otxandio

408 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA

Tipo de actuación Yacimiento Ayuntamiento

Urkunaxa VIII Orozko Urrallaga Galdames Urratxa 1 Orozko Urratxa VIII Orozko Zorros o Punta Lucero 1 Abanto y Ciervana

Hallazgo de yacimiento paleontológico Atxagakoa Forna Pagoluzietako Lezea II Zeanuri

Actuación indeterminada Astakoba Dima

ACTUACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVAS DE CANTABRIA (1936-2000)

Tipo de actuación Yacimiento Ayuntamiento

Excavación Agapito Castro-Urdiales Altamira Santillana del Mar Arenillas Castro-Urdiales Arenillas 1, Covacho Castro-Urdiales Barcenillas, Abrigo Piélagos Calvera, Abrigo Camaleño Camargo Camargo. Castillo Puente Viesgo Chimeneas Puente Viesgo Chora Voto Chufín Rionansa Cobalejos Piélagos Covalanas Ramales de la Victoria Cráneo Castro-Urdiales Cráneo, Abrigo Castro-Urdiales Cualventi Alfoz de Lloredo Cubio Redondo Ruesga Cu brizas Piélagos Cudón Miengo Cullalvera Ramales de la Victoria Diente Ruesga Esquilleu Cillorigo de Liébana Flecha Puente Viesgo Fragua Santoña Fuente del Salín Val de San Vicente Fuente para Cillorigo de Liébana Galo 1 Castro-Urdiales Garma Ribamontana del Monte Gitanos Castro-Urdiales Haza Ramales de la Victoria Juyo Camargo Linar Alfoz de Lloredo Meaza Rionansa Mina, Abrigo Vega de Liébana Mirón Ramales de la Victoria Monedas Puente Viesgo Mora Peñarrubia

Tipo de actuación

Excavación

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CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES: BIZKAIA ANO CANTABRIA

Yacimiento

Morín Otero Pasiega Pendo Peño na Perro, Abrigo Piélago 1 Piélago 11 Pila Rascaño Ruso San Juán Santián Sotarriza-Covanegra Tarrerón Valle Ziguste

Ayuntamiento

Villaescusa Voto Puente Viesgo Camargo Villaescusa Santoña Miera Miera Miengo Miera Camargo Castro-Urdiales Piélagos Ramales de la Victoria Soba Ras in es Castro-Urdiales

409

Sondeo arqueológico Abalorios Abeto Aguilas Calero 11 Covacho Cuco

Liendo

Hallazgo material superficial

Eucaliptal o de La Encina Grajas Juán Gómez Lapas Lastrilla Peñajorao 11, Covacho Pinto Rasa 11 Riba o del Lince Torre Llaceras Urdiales

709 1289 AER Agua Anfora Arco A ArcoB Arenillas 11, Covacho Aspio Avellanos Barandas Barcenal Brujas Calleja Rebollo Campanuca Cañuela Carmen Carnicería Castañera, Abrigo Cerro del Uro Cervajera Ciega

Liendo Liendo Piélagos Liendo Castro-Urdiales Entrambasaguas Ruesga Castro-Urdiales Liendo Castro-Urdiales Camargo Liendo Camargo Castro-Urdiales Castro-Urdiales Castro-Urdiales

Ruesga Ruesga Ramales de la Victoria Castro-Urdiales Ramales de la Victoria Ramales de la Victoria Ramales de la Victoria Castro-Urdiales Ruesga Alfoz de Lloredo Ruesga San Vicente de la Barquera Piélagos Ruesga Marina de Cudeyo Arredondo Camargo Castro-Urdiales Villanueva de Villaescusa Santander Guriezo Castro-Urdiales

410

Tipo de actuación

ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA

Yacimiento

Ciloña, Abrigo Cirrios Coburruyo Cofiar o de Los Trillos Cofresnedo Cojo Coquisera o Cosidera Covacho Covará Covarrubias Coventosa Cuatribu Cubía de Sel de Suto Cubilla Cubillones Cuesta Cuevona Cu vía Desfiladero Dientes Emboscados Encinar 2 Encinar 3 Entrambasaguas Esperanza Faro Fonfría Galo 2 Garma Redonda Germán Graciosa 11 Grande Honda, Jonda o Cohonda Hornos Hoyo Huerto Isidro, Abrigo Iglesia La Hermida, Abrigos Lamadrid Llusa o Collusa Magdalena, Covacho Mapa Marnero Marranos Mato Molino o del Agua Murciélagos Negra Nindral Oriza, Abrigo Patatal o Sotarraña Peines Peñajorao 1, Covacho Peñajorao ID, Covacho Piedrahita Pondra Porquerizo Portalón Portillo del Arenal

Ayuntamiento

Peñarrubia Piélagos Ruesga Soba Ruesga Castro-U rdiales Ruesga Castro-Urdiales Castro Cillorigo Castro-U rdiales Arredondo Ruesga Ruesga Castro-Urdiales Ruesga Alfoz de Lloredo Guriezo Ruesga Peñarrubia Castro-Urdiales Ruesga Castro-Urdiales Castro-Urdiales Entrambasaguas Alfoz de Lloredo Santander Ruiloba Castro-Urdiales Ruesga Ruesga Medio Cudeyo Castro-Urdiales Ampuero Piélagos Castro-Urdiales Castro-Urdiales Camargo Peñarrubia Riotuerto Ruesga Santander Camargo Voto Lamasón Piélagos Ruesga Entambasaguas Castro-Urdiales Peñarrubia Castro-Urdiales Ruesga Castro-Urdiales Camargo Camargo San Vicente de la Barquera Ramales de la Victoria Rionanasa Castro-Urdiales Piélagos

METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA

CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:

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Tipo de actuación

Prospección bioespeleológica

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BIZKAIA ANO CANTABRIA

Yacimiento

Puyo Rasa 1 Rasca vieja Redonda o del Perro Requejil Reyes Risco Roja Sable San Roque 1 San Roque2 Santos Sovilla Torca de la Lanza Traslacueva Tres Niños Vacas Vallegón 1, Abrigo Vallegón 11, Abrigo Vicuédrano Vicuédrano 11 Virgen del Loreto Yunta o del Montecillo Zorra Zorro

Margaritas

Ayuntamiento

Miera Camargo Ruesga Alfoz de Lloredo Los Tojos Ruesga Ruesga Ruesga Castro-Urdiales Castro-Urdiales Castro-U rdiales Castro-Urdiales San Felices de Buelna Ruesga Rionanasa Ruesga Guriezo Castro-Urdiales Castro-Urdiales Castro-U rdiales Castro-Urdiales Santander Castro-U rdiales Santander Castro-Urdiales

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Trabajos de Prehistoria. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Instituto de Historia. Departamento de Prehistoria. Madrid.

Veleia. Instituto de. Ciencias de la Antigüedad. Vitoria.

Zephyrus. Facultad de Filosofía y Letras. Univer­sidad de Salamanca. Salamanca.

ABREVIATURAS:

ACDPS: Asociación Cántabra para la Defensa del Patrimonio Subterráneo.

AER: Asociación Espeleológica Ramaliega.

ADECAP: Acocias;ao para o Desenvolvimento da Cooperas;ao em Arqueología Peninsular.

BIC: Bien de Interés Cultural.

CIMA: Centro de Investigaciones y Museo de Altamira.

CSIC: Consejo Superior de Investigaciones Cien­tíficas.

DRX: Difracción de Rayos X.

ECCO: European Confederation of Conservation-Restorers' Organizations.

FRX: Fluorescencia de Rayos X.

FTIR: Análisis de Espectrometría de Infarrojo de Transformación Fourier.

GASS: Grupo de Arqueología Seminario Santuola.

GELL: Grupo Espeleológico La Lastrilla (Cas­tro-Urdiales ).

434 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA

MP[R]APS: Museo Provincial [Regional] de GEV: Grupo espeleológico Vizcaino. Arqueología y Prehistoria de Santander.

IPH: Instituto de Patrimonio Histórico. Madrid.

EAEKM-MAEHV: Euskal Arkeologia, Etno­grafia eta Kondaira Museoa - Museo Arqueológico, Etnográfico e Hitórico Vasco.

MAN: Museo Arqueológico Nacional.

SESS: Sección de Espeleología del Seminario Sautuola (Museo de Prehistoria y Arqueología de Santander).

SIP: Servicio de Investiagción Arqueológica de Valencia.