METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION … · metodologÍas de conservaciÓn-restauracion...
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KOBIE (Serie Paleoantropología), Bilbao Bizkaiko Foru Aldundia-Diputación Foral de Bizkaia N.º XXVI, pp. 329-434, 2000/01/02 ISSN 0214-7971
METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN
CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA ci)
Conservation-Restoration methods applied on archaeological excavations in caves: Bizkaia and Cantabria
Ziortza San Pedro Calleja (2)
RESUMEN
El presente artículo tiene como objetivo el documentar todas aquellas informaciones que, basadas en lo que se viene publicando en las memorias de excavaciónes de cuevas en Bizkaia y Cantabria entre 1936 y 2000, hagan referencia (de una manera tanto consciente como inconscientemente) a medidas de conservación-restauración aplicadas. De esta manera, se ha propuesto una tipología de Metodologías de Conservación-Restauración arqueológica identificadas para este espacio y tiempo concretos.
Esta tipología tiene una clara referencia a un trabajo elaborado desde la ciencia de la Tafonomía y que estudia los tipos de alteración tafonómica en restos orgánogenos. Queremos con esto plantear la necesidad de profundizar en los estudios tafonomicos como base para plantear una tipología de alteraciones de los materiales arqueológicos, en este caso en un medio de cueva, y mejorar la información escasa y confusa que encontramos en aquellas memorias que hacen referencia a este aspecto.
Somos conscientes de que esta tipologia requiere ser ampliada a partir de una consulta más detallada de publicaciones específicas, pero hemos considerado que un primer acercamiento a las memorias de excavación es básico y muy referencial, ya que nos ha puesto ante la evidencia de lo escasamente que es tratado el tema de la conservación del material arqueológico.
Palabras clave: Examen Técnico, Conservación Preventiva, Conservación Curativa Restauración, Alteración, Tafonomía.
SUMMARY
The goal of this article lies in having well documented all relevant information based on what is being published in the reports of the excavation of caves in Bizkaia and Cantabria between 1936 and 2000, and make reference (in a conscious way, as well as in an unconscious one) to the measures applied of conservation and restoration. In this way, a typology has been proposed in archaeological Methodologies of Conservation-Restoration identified for this precise time and space.
(1) Trabajo de Investigación presentado en el Dpto. de Pintura de la Facultad de BB.AA. de la U.P.V.-E.H.U. de Leioa (Bizkaia) para solicitar la suficiencia investigadora. Noviembre de 2001.
(2) Euskal Museoa Bilbao. Dpto. de CC.HH. Universidad de Cantabria.
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This typology makes clear reference to a work produced from the Taphonomy science and it studies the different taphonomy alteration in "organogen" remains. Through this, we would like to raise the need for deepening the taphonomy studies based in planning a typology of the alteration of the archaeological materials, in this specific case in the environment of a cave, and thus, to improve the scarce and confuse information which we found in those previous reports involved in this aspect.
We are fully conscious this typology requires to be widened, starting from a more detail examination of the specific publishings, but we consider that a first aproaching to the reports of the excavation is most basic and to be taken into account, as we are facing the evidence of the scarcity in the treatment of this subject related with the conservation of the archaeological material.
Key words: Diagnostic Examination, Preventive Conservation, Remedia! Conservation, Restoration, Alteration, Taphonomy.
LABURPENA
Artikulu honen helburua, 1936-tik 2000-ra bitartean Bizkaian eta Kantabrian argitaratu diren indusketa arkeologikoen txostenetan oinarrituta, abian jarritako kontzerbazio-zaharberritze neurriei buruz erreferentzia guztiak (bai ohartu nola ohartu barik egiten direnak) jasotzea izan da. Era honetan, antzeman diren Kontzerbazio-Zaharberritze Bideei buruzko tipología bat proposatu dugu.
Tipología honek tafonomía zientziaren ikuspegitik egindako lan batí erreferentzia dauka, hala nola, material organikoen hondaketa tafonomikoak. Honekin lortu nahi duguna zera da, bai arkeologi materialen hondaketei buruzko tipología bat proposatzeko, nola indusketa arkeologikoen txostenetan kontzerbazioari buruz agertzen diren erreferentzia gitxi eta nahasiak hobetzeko, ikasketa tafonomikoak landu beharreko premia erakustea da.
Argi daukagu tipología hau zabaldu berarrean gaudela lantzen dugun gaiari buruzko argitarapen zehatzetan oinarrituz, baina lehenbizi, indusketa arkeolgikoen txostenak galdetzea oinarrizkotzat hartu dugu gainera kontsulta honek arkeologi materialen kontzerbazioa, gai oso gitxi landua dela argitu digu.
Gako-Hitzak: Azterketa Teknikoa, Aitzin-Kontzerbazioa, Kontzerbazio Sendagarria, Zaharberritzea, Hondaketa, Tafonomía.
METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA
CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:
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I. INTRODUCCIÓN
En unos años en los que estamos viendo al fin sistematizarse en publicaciones la investigación en conservación del material extraído en excavaciones arqueológicas, nos parece interesante conocer el desarrollo de este fenómeno en los yacimientos de la Comisa Cantábrica, concretamente las provincias de Bizkaia y Cantabria.
El conocimiento de cuales son las metodologías de conservación que se estaban aplicando en las excavaciones arqueológicas en cueva a lo largo de este siglo pasado era un estudio que estaba pendiente entre todos aquellos que se vienen realizando para conocer mejor la naturaleza de los materiales arqueológicos, con la diferencia de que la expansión que tiene el tema de la conservación es menor que el de otras ciencias auxiliares de la arqueología.
Este trabajo es un intento de recoger metodologías de conservación arqueológica e intentar agruparlas formando una tipología o estandarización, pretendiendo que sea de utilidad, no sólo, como material de referencia, de cara a posteriores intervenciones en materia de conservación, sino también, y principalmente, como reflejo de la realidad del material arqueológico en un yacimientos en cueva, es decir, el abanico de procesos de degradación a los que se ve expuesto, frente al poco desarrollo de estudios orientados a conocer estos procesos de alteración-modificación y sus implicaciones sobre el material. Estudios que, obligatoriamente, deben contar con la variabilidad del material presente (orgánico e inorgánico), la particularidad del yacimiento y las fuentes de los procesos de alteración tanto geológicas, ya que nos movemos en un medio kárstico, como biológicas. Entre éstas últimas, las alteraciones antrópicas que, por desgracia, nos son sobradamente conocidas, y merecen una atención especial, obligándonos a extraerlas de la clasificación anterior.
1.- Objetivos: generales y específicos
El objetivo general del trabajo es conocer los métodos de conservación-restauración aplicados en las excavaciones arqueológicas en cueva, de manera que sea la base para un posterior trabajo de investigación que ponga en relación los materiales arqueológicos y los procesos que han incidido en su presencia = conservación o su ausencia = no-conservación. Además, y conociendo estas metodologías, se pretenden evitar graves errores en las conclusiones de carácter científico que se producen ante el desconocimiento tanto, de los posibles tratamientos de conservación que previamente ha sufrido el material que se va a estudiar, como, de los procesos tanto degra-
dantes como conservativos que dan al material un determinado estado de conservación. Por otro lado, estamos integrando la conservación de los objetos hallados, como un aspecto mas, al proceso general de conocimiento de lo que han sido las actuaciones arqueológicas.
Los objetivos particulares de este trabajo de investigación son la documentación, en algunos casos, y la interpretación y clasificación, en otros, de tipos de metodologías, técnicas y/o actitudes de conservación de materiales arqueológicos y de sus contextos (niveles, estructuras en las que aparecen alojados) en un tipo concreto de yacimientos arqueológicos: medios cerrados como son las cuevas, covachos y abrigos.
Es este un intento de reconocer en las memorias de actuaciones arqueológicas, métodos de conservación del material para poder plantear una tipología o estandarización de los mismos en dos casos concretos: cuevas de Bizkaia y Cantabria.
Se pretende, primeramente, establecer una tipología o intento de estandarización de estas técnicas utilizadas que afectan tanto a los materiales excavados como al contexto del que se extráen, haciendo referencia a la importancia de interrelacionar el material tanto con su entorno más próximo, el ecosistema suelo, como con el espacio atmosférico con el que entra en contacto en la excavación arqueológica, el ecosistema aire.
Esta interrelación sirven, por tanto, para comprender las causas de degradación del material y las alteraciones derivadas, así como las metodologías de conservación presentes y que afectan tanto a un entorno (suelo) como al otro (aire).
Metodologías éstas que no hacen referencia únicamente a los momentos de extracción, en aplicación de metodologías de conservación preventiva in situ, sino también, a posteriores tratamientos de laboratorio, abarcando así el modelo de conservación sistemática teóricamente propuesto para las excavaciones arqueológicas.
Por otro lado, y complementando la información anterior, también se pretende valorar la presencia o ausencia de métodos de conservación en los trabajos de investigación arqueológica realizados en el pasado y en los actuales, asi como su reflejo posterior en las publicaciones.
2.- Metodología
La metodología utilizada para el desarrollo del trabajo se basa en una exhaustiva labor de documentación de las memorias de excavación y publicaciones específicas para yacimientos en cueva de Bizkaia y Cantabria, la elaboración de una tabla con los yacimientos que nos interesan para cada provincia con un
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total de 113 cuevas en Bizkaia y 182 en Cantabria, el diseño de una ficha de recogida de datos, la valoración de los resultados como metodologías de conservación de diferente naturaleza y la determinación de una tipología en la que encuadrar las metodologías concretadas.
La labor de documentación se "limita" a un vaciado bibliográfico de las memorias de las excavaciones, y en menor medida, de publicaciones específicas de los yacimientos en cueva en Bizkaia y Cantabria, ciñéndonos en todo momento al intervalo entre 1936 y 2000, exceptuando la elección de dos casos de principios de siglo que se explican mas adelante y que nos han llevado a las memorias de excavación entre 191 O y 1929. Este primer paso ha requerido la visita a los siguientes centros museísticos y universitarios, pertenecientes a los dos ámbitos geográficos: en Bizkaia el Museo Arqueológico, Etnográfico e Histórico Vasco de Bilbao, la Facultad de Bellas Artes de la U.P.V./E.H.U. de Leioa, y en la Diputación Foral de Bizkaia la Biblioteca de Investigación y el Servicio de Patrimonio Cultural; y, en lo que atañe al caso de Cantabria, la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cantabria y el Museo Regional de Arqueología y Prehistoria de Santander.
Un factor a tener en cuenta, fundamental, nos atreveríamos decir, es que los resultados y conclusiones que en este trabajo aparecen reflejados, se basan únicamente en los resultados que los profesionales de la arqueología han publicado basándose en sus trabajos. Por lo tanto, es lógico pensar que posiblemente no aparezcan reflejadas todas las actuaciones de conservación-restauración arqueológica reales llevadas a cabo dentro de los parámetros espaciales y temporales determinados.
Asimismo, también somos conscientes de que, en algunos casos, aún en el supuesto de que se haya publicado la memoria de una determinada actuación arqueológica, no se haya hecho mención alguna a la conservación del material excavado, aunque, desde nuestra experiencia, tengamos conocimiento real de que sí que se llevaron a cabo actuaciones en este sentido.
A su vez esta labor esta requiriendo la consulta a especialistas en diversas disciplinas que, desde diferentes perspectivas, están implicados en la actuación de conservación preventiva in situ. Así, se trata de conocer cuales son los mecanismos que cada una de las ciencias multidisciplinares pone al alcance del arqueólogo para que el fin se lleve a la práctica: la recuperación de la mayor información posible a partir de la salvaguarda del registro material.
Esta iniciativa de profundizar en diferentes disciplinas en conexión con la arqueología esta siendo llevada a cabo mediante entrevistas y visitas a centros
de investigación cuyas líneas de trabajo interesan conocer de cara, no solo a la sistematización de metodologías de conservación resultantes de nuestra actual labor de documentación, sino también, de cara al posterior trabajo de tesis. Así, se está en contacto con el Dpto. de Geología y Paleontología del Museo de Ciencias Naturales de Madrid dependiente del CSIC. (Dra. Y. Femández Jalvo ), con el Departamento de Paleontología de la Universidad Complutense de Madrid (Dr. Sixto Femández) en un intento de afrontar la conservación arqueológica desde el punto de vista de la Tafonomía y Sedimentología, y con el Departamento de Conservación y Restauración del Instituto de Patrimonio Histórico Español (IPHE) (Mª I. Herráez Martín)
A partir de la lectura de las memorias de excavaciones en cueva, se prepara una lista con aquellos yacimientos en cueva y las actuaciones arqueológicas que han tenido lugar en ellos con el fin de hacer una pequeña historia de la investigación de cada una (Anexo I). Entendemos que no están recogidas todas las cuevas con yacimiento arqueológico, pero dado el numero de cuevas para cada provincia, la antigüedad de las cartas arqueológicas que las hace inoperativas y la naturaleza del yacimiento arqueológico (muchas de ellas solo tienen un único resto) y del tipo de actuaciones en muchas de ellas (no regladas), consideramos que están reflejadas sobradamente aquellas que pueden ofrecer el mayor numero de datos de interés por la continuidad, reglamentariedad y carácter científico de sus intervenciones.
Seguidamente se diseña una ficha de recogida de datos que refleja, principalmente, todo tipo de tratamiento o actuación de conservación-restauración en los materiales arqueológicos, así como las principales alteraciones presentes en los materiales.
La lectura de la bibliografía nos ha dado la oportunidad de incluir un tipo de información con la cual no planeamos contar en un principio; se trata de las causas de deterioro y lo preservación que han provocado alteraciones (cuando no la total destrucción) del material que aparece en estados de conservación muy variados. A la vista de la abundancia de referencias de este tipo de información en las memorias, decidimos reflejarla como un método de examen organoléptico donde, consciente o inconscientemente, se describen causas de degradación o preservación, examen éste que es considerado por nosotros de gran valor por el referente que pueda tener de cara a posteriores intervenciones tanto arqueológicas como conservativas.
Con el fin de inferir resultados de los datos recogidos en las fichas, se buscó determinar una tipología de metodologías de conservación-restauración a partir de la clasificación básica que ECCO (European Confederation of Conservator-Restorers'Orga-
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nization) hace de lo que es el trabajo del conservador-restaurador, y de acuerdo con las ideas sobre conservación arqueológica de prestigiosos autores en el tema como J .M. Cronyn. Se ha valorado muy de cerca, los mecanismos de alteración tafonómica propuestos por el Dr. S. Femández-López de la facultad de Geología de la Universidad Complutense de Madrid, y las referencias al fenómeno de tafonomía en yacimientos en cueva por parte de la Dra. Y. Fernández Jalvo del Museo Nacional de Ciencias Naturales y de la Dra. Mª F. Blasco Sancho de la Universidad de Zaragoza.
Por lo tanto, ordenamos la tipología desarrollada en tres bloques de metodologías de conservación-restauración:
I. Metodologías de Examen Técnico: Descripciones de las causas de degradación-preservación y procesos de alteración del material. Análisis físico-químicos
11. Metodologías de Conservación: Conservación preventiva Conservación curativa
llI. Metodologías de Restauración
Hay una serie de apartados que requieren una explicación previa. Por un lado, y dentro de las metodologías consideradas como actuaciones de conservación preventiva, hemos incluido tanto los hechos como las actitudes, de manera que no solo recogemos aquellas acciones sobre el material, el yacimiento o el medio, sino que también consideramos conservación preventiva todas aquellas actitudes que de alguna manera contribuyen a la conservación del material. Se podría denominar informalmente y como lenguaje particular de cara a este trabajo como "metodologías actitudinales".
Por otro lado, en el apartado referente a las alteraciones del material, no se han tenido en cuenta, utilizando, por otra parte, un razonamiento lógico, aquellas alteraciones producidas por una intervención cultural, esto es, por la acción directa del hombre con el objetivo de "fabricar" un útil. Son alteraciones que reflejan la "vida útil" del objeto y que están son tratadas desde los estudios traceológicos, principalmente sobre material lítico y esquelético.
3.- DELIMITACIÓN DEL MARCO ESPACIAL Y TEMPORAL
Se ha querido unificar todo el espacio geográfico elegido, las provincias de Cantabria y Bizkaia, al intervalo de los años 1936-2000.
3.1.- Espacio: localización y tipo de yacimiento elegido
La elección de estas dos provincias de la región cantábrica, Bizkaia y Cantabria, responde, en principio, a la proximidad de las mismas al área de trabajo a la que estamos vinculados, y, además, por ser regiones que cumplen nuestro requisito a la hora de hacer una investigación sobre los fenómenos de conservación arqueológica en yacimientos en cueva, ya que el fenómeno kárstico, como acción geomorfológica mas efectiva para la formación de cuevas, se encuentra perfectamente representado en estas dos provincias.
Asimismo, la elección de dos provincias posibilita la comparación de los resultados que aquí se presentan, que, aunque no siendo el objetivo del trabajo, permite un posterior desarrollo del mismo.
En referencia al tipo de yacimiento, creemos necesaria una breve explicación sobre la elección de las cuevas como lugar de ocupación, frente a los yacimientos arqueológicos al aire libre.
Se ha venido pensando, erróneamente como veremos mas adelante, que el material extraído en medios cerrados como cuevas y abrigos, aparecía y se mantenía en buen estado de conservación, idea ésta que, reforzada por el hecho de estar dentro de un recinto cerrado y no al aire libre con el riesgo que supone estar expuesto a los diversos agentes externos, los alejaba de cualquier necesidad de intervención de carácter protector.
Con la elección de un medio de cueva / abrigo hemos querido reflejar dos ideas principales que nos parecen muy significativas a la hora de abordar una investigación sobre la conservación de los materiales arqueológicos. Por un lado, diferenciar la cueva como un ambiente limitado tridimensionalmente por la pared, techo y suelo, con unas características diferenciables de otros medios, tanto respecto al relleno y fuente de aporte que conforman el depósito arqueológico, como a los procesos erosivos/deposicionales, así como las condiciones medioambientales, homogéneas y benévolas en términos generales, pero agresivas y selectivas cuando esas condiciones se extreman.
Por otro lado, y atendiendo al hecho de que estas especiales condiciones de cueva actúan sobre el material en diferente grado y en diferentes fases, la realidad de los materiales que recuperamos debe ponemos en guardia en contra de la opinión generalizada de que las cuevas son ideales para la preservación de un conjunto original o contexto primario, y a favor de la existencia de conjuntos derivados o contextos secundarios, que nos son difíciles de interpretar y de recuperar físicamente. Es aquí donde estudios de tafonomía y de alteración del yacimiento son necesarios para identificar factores culturales y naturales
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(biológicos y geológicos) que permitan una posterior interpretación no solamente histórica, sino también de desarrollo del depósito arqueológico. Precisamente, entre esta realidad del objeto modificado y la obtención de los datos que lleva implícitos, está el trabajo de conservación y recuperación de los objetos.
La relación de los yacimientos y sus actuaciones arqueológicas así como la localización de los mismos se adjunta en el Anexo I. Como en él podemos observar, en el caso concreto de Cantabria las actuaciones arqueológicas definidas son: excavación, sondeo, hallazgo de materiales en superficie y un único caso de prospección bioespeleológica, mientras que en Bizkaia diferenciarnos las actuaciones de excavación, sondeo, cata de reconocimiento, hallazgo de material en superficie y hallazgo de yacimiento paleontológico.
Bajo el epígrafe de Hallazgo de materiales en superficie se agrupan una serie de actuaciones de, en muchas ocasiones, dudosa clasificación. Teóricamente, nos encontrarnos ante simples labores de prospección, pero, no obstante, es común, sobre todo en el caso cántabro, que estas actuaciones prospectaras deriven en una recogida física del material arqueológico superficial.
Es éste un aspecto especialmente polémico y controvertido, ya que, tanto la Ley de Patrimonio Histórico Español de 1985 (16/1985 del 25 de junio) como las Leyes de Patrimonio Autonómicas de Cantabria de 1999 (11/1998 del 13 de octubre) y del País Vasco de 1991 (711990 del 3 de junio) califican toda recogida de materiales arqueológicos como excavación. No obstante, y valiéndose de la existencia de una cierta ambigüedad semántica en las normas jurídicas, han proliferado, sobre todo, en el caso cántabro, ciertas asociaciones autodefinidas como defensoras del Patrimonio Cultural y Arqueológico, que han concentrado en sus manos un porcentaje muy alto de las actuaciones arqueológicas llevadas a cabo en Cantabria. El problema se plantea ante el hecho de que la mayor parte de estas actuaciones han sido realizadas tras la pertinente obtención de un permiso de prospección, aunque, la recogida de materiales, requiere, obligatoriamente, la tenencia de un permiso de excavación. A pesar de la dudosa legalidad de estas actuaciones, nos ha parecido pertinente tener en cuenta las publicaciones derivadas de ellas, debido a la abundante información que aporta en lo referente a la conservación de los objetos arqueológicos.
En.referencia a las denominadas Catas de reconocimiento documentadas en Bizkaia, principalmente en las décadas de los años 60' y 70', ha de hacerse una pequeña aclaración. Son éstas actuaciones encaminadas a buscar yacimiento arqueológico y que, por tanto, han requerido de una excavación de reducidas
dimensiones y, a pesar de la imprecisión en las descripciones, también de una recogida del material descubierto. Casualmente la Ley de Patrimonio Cultural Vasco de 1991, define una actuación que coincide con estas catas de reconocimiento; son los Sondeos Arqueológicos. Por lo tanto bajo el epígrafe de Sondeos Arqueológicos recogemos tanto las denominadas catas anteriores a la Ley de Patrimonio Cultural Vasco de 1991, como los Sondeos definidos como tales en las publicaciones tanto antes, como después de 1991.
3.2.- Tiempo: intervalo cronológico propuesto
Atendiendo a la especial significación histórica que conlleva, además de su innegable incidencia sobre la propia investigación arqueológica científica (recordemos que la Guerra Civil supuso un corte de los trabajos de investigación arqueológica que habían comenzado a tomar madurez, sobre todo en la provincia de Bizkaia), se ha elegido el año 1936 como punto de inicio del periodo de estudio, llevándose el final del mismo hasta excavaciones realizadas en el año 2000, teniendo siempre en cuenta el determinante que supone la obligatoria publicación de los resultados.
Sin embargo, y ante la posibilidad de establecer un modelo comparativo con las formas de proceder antiguas se han elegido dos yacimientos en cueva, uno para cada provincia estudiada, que muestren las técnicas de conservación empleadas a principios de siglo. Estos dos yacimiento son las excavaciones antiguas de la cueva de Santimarniñe (Kortezubi) entre 1918-1926 por J.M de Barandiaran, E. Eguren y T. de Aranzadi, encomendadas por la Junta de Cultura de la Diputación de Bizkaia, y las excavaciones antiguas en la Cueva del Castillo (Puente Viesgo) entre 1910-1914 por H. Breuil, H. Obermaier, P. Wernert y J. Bonyssonie y subvencionadas por el Instituto de Paleontología Humana de París.
Estos datos sobre tratamientos históricos o antiguos han sido recogidos (de manera muy dispersa, eso sí) en varios estudios o revisiones posteriores a las antiguas excavaciones, pero no conocemos ningún intento por conocer con detalle la naturaleza y el propósito de las intervenciones, las cuáles, como veremos mas adelante, dan lugar a muchas dudas sobre su carácter conservador o restaurador.
4.- Situación actual del tema: estudios relacionados.
Hemos encontrado una serie de estudios afines a los objetivos propuestos en este trabajo ya que, aunque no están orientados directamente a conocer actuaciones de conservación en los materiales, sí que reflejan la realidad del Patrimonio Arqueológi-
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co como bien cultural amenazado. Así, encontramos un trabajo de E. Muñoz Fernández que resume cuáles han sido los deterioros en los yacimientos prehistóricos en las cuevas de Cantabria. No obstante, muchas de las ideas que documenta están basadas en la tradición oral y, por lo tanto, su rigor científico es, al menos, relativo, aunque es cierto que es una manifestación de puesta en valor de la situación del patrimonio arqueológico en cueva (Muñoz Fernández, E., 1988)
Otro trabajo, de gran interés para el nuestro, es el de J.L. Pérez Sánchez, también para la zona de Cantabria, donde hace una relación de los factores de riesgo del patrimonio arqueológico desde una perspectiva legislativa. Se trata de un articulo muy significativo y de obligada lectura a la hora de abordar el problema de conservación del material arqueológico, ya que, resume todos los riesgos de origen antrópico, pero sin referencias concretas a los materiales, sino al patrimonio arqueológico en general (Pérez Sánchez, J.L., 1999).
En relación con el Patrimonio Natural-Paisajístico Subterráneo, destaca un estudio de V. Fernández Acebo sobre las causas que degrndan este patrimonio y que resulta de interés dado que, muchas de ellas, son compartidas asimismo por el patrimonio arqueológico, en tanto en cuanto el medio subterráneo es uno de los continentes del contenido arqueológico (Fernández Acebo, V. 1988).
Otro estudio más específico, desde una rama de la Paleontología, la Tafonomía, y que ha supuesto un constante referente en nuestro trabajo, es el trabajo de Dr. S. Fernández-López, en un intento por establecer los mecanismos de alteración tafonómica que actúan sobre los elementos conservados entendidos éstos como «cualquier resto y/o señal significativo y taxonómicamente determinable» (Fernández-López, S., 1998: 54). La investigación en tafonomía es imprescindible para saber cual ha sido los procesos que han hecho que los materiales, organógenos, se conserve de una manera especifica. Concretamente, el término tafonomía se refiere, literalmente, a las leyes del enterramiento. Por lo tanto, la arqueología cubre parte de los datos que necesitamos para conocer las causas de alteración de materiales de origen orgánico, sin embargo la completa caracterización de los procesos de alteración resulta imposible sin un estudio tafonómico, ausente en la mayor parte de las actuaciones arqueológicas en cueva registradas. La conjunción de ambas realidades queda materializada en la arqueotafonomía, como se refleja en los estudios de la Dra. Mª. F. Blasco Sancho en las cuevas con yacimiento prehistórico de Peñamiel (Nieva de Cameros, Rioja) y Los Moros (Gabasa, Huesca) (Blasco Sancho, Mª.F., 1992).
Un estudio más profundo de esta relación entre los materiales arqueólogicos y las alteraciones tafonómicas queda relegado, al igual que otros aspectos, a un trabajo posterior, a tenor de la indudable importancia de los factores tafonómicos en los estados de conservación de los distintos materiales orgánicos y que también son aplicables a los materiales inorgánicos.
11. APROXIMACIÓN A UNA TIPOLOGIA DE MÉTODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN DE LOS MATERIALES ARQUEOLOGICOS EN LOS YACIMIENTOS EN CUEVA DE BIZKAIA Y CANTABRIA
Según el documento aprobado en 1984 por el Consejo Internacional de Museos (ICOM), y según el código ético de la Confederación Europea de la Organización de Conservadores-Restauradores (ECCO), el trabajo del conservador-restaurador se basa en el Examen Técnico y en la Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural. Y es precisamente basándonos en estos documentos a partir de los cuales hemos desarrollado una tipología para poder clasificar las actuaciones de conservación que hemos visto documentadas en las diferentes publicaciones consultadas. Estas metodologías, en muchas ocasiones, no hacen referencia directa a la conservación del material como tal, sino a la del yacimiento o la cueva, pero entendemos, que no es más que una forma indirecta de proteger el material.
Como comentábamos en la introducción, hay una serie de informaciones en las memorias de excavación, consideradas por nosotros metodologías de conservación, incluyéndolas así en el apartado de Técnicas de Examen con carácter de organolépticas. Se trata, de casos en los que los autores describen diferentes causas de degradación y preservación, que son propias de un medio de cueva y que han dado lugar a una conservación diferencial de cada tipo de material y del yacimiento en si. Lógicamente, estas descripciones no se refieren a actuaciones en el patrimonio arqueológico, pero resultan tan adecuadas para la idea que en este trabajo se quiere plasmar como lo son las actuaciones de conservación y restauración.
Son, por tanto, descripciones que responden a exámenes cuya intencionalidad desconocemos si está orientada a comentar la conservación del material en el yacimiento (ya que en la mayoría de las memorias de excavación esta información no aparece ordenada dentro de un aparatado especifico sobre conservación del material de excavación) pero que consideramos que tienen un
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papel de referente para entender a que riesgos o a que ventajas están expuestos los materiales por el hecho de estar enterrados en una cueva y no al aire libre.
A continuación se presentan los resultados de las metodologías de Conservación-Restauración documentadas en las memorias de excavación y que están, divididos en los tres grandes bloques anteriormente citados: examen técnico, conservación y restauración.
1.- EXAMEN TÉCNICO
Como sabemos el examen es lo primero que se hace para conocer la composición y estructura originarias, asi como la identificación y extensión del deterioro de los materiales.
El conservador tendrá que estudiar las causas de los deterioros para poder decidir el tratamiento que necesita el objeto cultural. Además, al hacer el exámen, deberá consultar- estudiar la documentación que sea importante y recurrir al especialista adecuado (documentación previa).
Como explicabamos en la introduccion, este apartado consta de dos tipos examen; por un lado el examen que ha dado lugar a que los autores de las memorias documenten las causas de degradación-preservación de los materiales y las alteraciones presentes en los mismos, por otro, los exámenes fisico-qímicos documentados.
l. - ANÁLISIS ORGANOLÉPTICOS: DOCUMENTACIÓN DE LAS CAUSAS DE DEGRADACIÓN- PRESERVACIÓN PRESENTES EN LOS MATERIALES
Incluimos aquí una serie de causas de degradación-preservación que entran en relación con el depósito arqueológico y que están documentadas en las memorias como resultado del examen organoléptico llevado a cabo por los arqueólogos y científicos relacionados con las actuaciones arqueológicas que aquí se recogen.
A la hora de reflejar estas causas de degradación y de preservación del material arqueológico, hemos seguido un mismo esquema: causas intrínsecas y causas extrínsecas al depósito arqueológico, así como los grupos de materiales a los que afectan, tanto orgánicos como inorgánicos. Así mismo, toda la información hace referencia siempre a las dos zonas estudiadas: zona Bizkaia y zona Cantabria.
1.1.- Causas de degradación
El deterioro y la preservación de los materiales dependen, básicamente, de dos cosas: la naturaleza
del material y el medioambiente del depósito que lo rodea. En muchas ocasiones nos ha sido difícil separar este-, dos aspectos de deterioro, ya que la permanencia o durabilidad de un material particular está sujeta, en parte, a su resistencia natural al deterioro y, en parte, a las características favorables o desfavorables del medioambiente.
De todas formas hemos podido identificar algunos factores tanto en el medioambiente del suelo, como, en la naturaleza de los materiales y que contribuyen a la preservación o a la destrucción de los materiales.
1.1.1.- Intrínsecas al depósito arqueológico
1.1.1.1.- Derivadas de las propiedades del suelo y de los procesos sedimentarios'
En una excavación arqueológica, la mayoría de los objetos son extraídos de medio ambientes en los que han permanecido enterrados durante cientos y miles de años.
A pesar de que lo que cuestionamos aquí es el deterioro del material, el descubrimiento de objetos no deteriorados tras un largo periodo de tiempo implica que por alguna supuesta razón el deterioro no ha tenido lugar. Esto es porque, o bien los agentes de deterioro t<Stán ausentes, o porque las condiciones de preservación han prevalecido. Esta consideración es, por tanto, más importante que la duración del periodo de deposición.
A continuación vamos a considerar cuáles son las causas de degradación-preservación del material derivadas de las propiedades del suelo a las que hacen referencia, no siempre de manera directa, las memorias de excavación consultadas.
Zona Bizkaia
La acidez y alcalinidad del suelo: la presencia de un pH ácido (pH bajo) del suelo puede venir dado por la presencia de C02 derivado de la descomposición de los tejidos blandos de los enterramientos. Este es el caso de la cueva sepulcral de Pico Ramos.
La presencia de óxidos metálicos en el sedimento como la cal pueden formar pátinas de color blanco sobre el material lítico, como el caso del sílex de la cueva de Bolinkoba. Estas pátinas también se documentan en la cueva de Larniñak II derivado de la composición del relleno aunque no se especifica cual es.
Estos son los denominados como eventos geológicos o sedimentarios por Mª F. Blasco Sancho en el análisis de alteraciones óseas.
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El grado de compactación. Con este aspecto nos estamos refiriendo a casos como el sobrepeso del grano del sedimento del depósito de la cueva de Guerrandijo que deforma los materiales contenidos, y la compactación del sedimento que llega a dificultar la átracción del material en la cueva de Santimamiñe.
Los procesos sedimentarios; Entre estos, se citan . por un lado la presencia de corrimientos de tierras
que dispersan los enterramientos en la cueva de Santimamiñe; Las corrientes de agua o movimientos de agua que producen un lavado o lixiviación de la matriz que afecta al material de las cuevas de Lumentxa y Atxeta y provocan redeposiciones y arrasamiento de las inhumaciones en el caso de la caverna sepulcral de Balzola y de los materiales en cuevas de ocupación como Arenaza, Santa Catalina y el conchero de Lamiñak II; los procesos fluviales como los antiguos cursos de agua provocan una remoción postdeposicional del material en las cuevas de Urratxa II y Antoliñako Koba, siendo una acción no únicamente mecánica, ya que también está presente la influencia química de las avenidas de aguas erosivas como ocurre sobre el material de Arenaza I; las coladas de barro, como proceso asociado a la presencia de agua, y que, a su paso dejan normalmente una huella erosiva en la base del depósito que llega a reflejarse en un deterioro del hueso como ocurre en la cueva de Santa Isabel; lenguas de solifluxión también asociadas a presencia de agua, y que, mediante un empapamiento de la capa superficial del depósito arqueológico, invalidan su capacidad de rozamiento afectando a los niveles arqueológicos de la cueva de Antoliñako Koba. Junto a estos detallados procesos se documentan también los corrimientos post-deposicionales como causa de fractura de estructuras de combustión de la cueva de Lumentxa.
I. Barandiaran Maestu, documenta una de las consecuencias de estos procesos sedimentarios cuando comenta: « ... las dificultades que ofrece Atxeta para una adscripción cultural clara y precisa. Dificultad derivada del ... complicado proceso sedimentario ... que erosionó parte del relleno arqueológico ... » (Marcos Muñoz, J.L., 1982:31)
La presencia de sales solubles contenidas en el agua, mayoritariamente el carbonato cálcico (CaC03), es la responsable de una de las principales causas de degradación de los materiales (encuadradas también en los procesos sedimentarios). En Santimamiñe se documentan procesos químicos aislados como la infiltración en hueso del carbonato cálcico disuelto en agua, modificando su presencia "volviéndolo traslúcido". Sin embargo, los procesos habituales son la precipitación del carbonato cálcico (CaC03) o del bicarbonato cálcico [Ca(C03H)2]. Este último, disuelto en aguas de infiltración de la cueva que se introducen en los sedimentos donde precipita por un desequilibrio químico en
forma de un cemento calcítico, mientras que el carbonato cálcico disuelto en agua en la superficie al exterior de la cueva es trasportado por filtración-percolación al interior de la cueva, donde precipita en forma de concreciones nodulosas o costras. El resultado de ambos procesos es la formación de capas, costras o cortezas estalagmíticas y concreciones calcáreas, y sus más directas consecuencias sobre el material son la brechificación y el concrecionamiento del material o del nivel que lo contiene. Los casos que hemos hallado con relación a esos procesos son materiales que aparecen brechificados en las cuevas de Lacilla, Aldeacueva y Santimamiñe, o materiales con encostramientos estalagmíticos en las cuevas de Kobaederra I, Goikolau y Lamiñak II, asi como encontramiento de los niveles arqueológicos de las cuevas de Lumentxa y Atxuriko Koba I.
Derivado de estas formaciones, se ha documentado otra situación como el hundimiento del relleno arqueológico de la cueva de Atxeta sobre el cual las aguas carbonatadas habían formado una capa estalagmítica en la cual quedan incrustados materiales a modo de brecha, antes de la separación entre la costra y dicho relleno.
La presencia de un alto contenido de humedad en las arcillas por su proximidad a la pared de la cavidad con filtraciones de agua como ocurre en la cueva de Txotxinkoba o por la incidencia directa sobre las arcillas de una caída constante de agua como ocurre en Lumentxa, presuponemos, (ya que no se menciona), pueda ser causas de deterioro del material que contengan las arcillas. Más concretamente, los sedimentos de la cueva de Ereñuko Arizti con un alto contenido de humedad provocan alteraciones en el hueso y dificulta los tratamientos de recuperación, así como el suelo húmedo de la cueva de Atxeta, también ha dificultado el desarrollo de las excavaciones.
Asociado a este factor están las definidas como zonas húmedas y de encharcamiento o inundación estacional dentro del área de excavación, como la presencia de zonas húmedas por filtración de agua que provocan la dispersión del material de la cueva de Pico Ramos y la presencia de áreas de encharcamiento en el interior de las cuevas de Lumentxa, Arenaza y Axpeko Koba, que presuponemos funcionan como un foco de deterioro. En el caso de la cueva de Arenaza I, estas áreas de inundación son un estado constante, permanente, lo que llega a provocar la perdida de colágeno del material óseo.
La presencia de una alteración físico-química de las arcillas derivadas de procesos de rubefacción causados por la presencia de las altas temperaturas de un fuego, produce un aplastamiento y deformación de las estructuras de combustión, así como una decoloración o teñido del material por ennegrecimiento de los niveles arcillosos, casos estos presentes en la cueva de Lumentxa.
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Zona Cantabria
Una de las diferencias entre los yacimientos en cueva de ambas provincias, se encuentra en la referencia en las memorias de excavación a las aguas subterráneas como agente de degradación, que solamente se documenta en Cantabria con la presencia de fuentes y ríos subterráneos que inundan y socavan los niveles de la cueva del Valle, provocando la dispersión del material, así como las peculiaridades locales de la acción química del agua en la cueva de Morín, que suponemos se mencionan porque de alguna manera pudo llegar a influir negativamente en la conservación del material.
E. Muñoz, cita también las cuevas de Linar donde el río ha arrastrado gran parte del yacimiento o casos similares en las cuevas de Cahonda, Barcenal I y la Cocha (Muñoz Femández, E., 1988: 44)
La presencia de oxigeno, agua y C02 en el sedimento, tres variables éstas importantes en la degradación del material, en combinación con la presencia de fermentaciones de restos orgánicos (del que deriva el C02), son una muy concreta causa de descalcificación y solubilización de la materia orgánica de los huesos humanos de la cueva de Morín.
El grado de compactación del sedimento, como causa de degradación, puede reflejarse tanto en la presión que este ejerce sobre el material provocando el aplastamiento y deformación de uno los cadáveres de la cueva de Morín, así como en el pisoteo biológico y la consecuente compactación del sedimento de la cueva del Castillo, provocando la conservación diferencial del material óseo derivada de la capacidad de resistencia cada parte esquelética (porosidad, densidad, tamaño, forma ... ).
Entre los procesos sedimentarios se documentan; Las corrientes de agua con un lavado o lixiviación de los niveles de las cuevas del Linar, Rascaño, Mirón y Aspio así como la existencia de corrientes de agua al fondo de la cueva producto de una reactivación kárstica que altera los niveles de la cueva del Ruso I. La formación de concreciones calcáreas, frente a la mayor presencia documentada en Bizkaia, únicamente esta citada en dos casos donde ésta actúa de preservante, ya que la causa de deterioro es precisamente la erosión de la capa estalagmítica que pone en descubierto el material de las cuevas del Ruso I y el Valle, con la consiguiente desaparición del mismo. La formación de niveles ricos en carbonato cálcico, por precipitación del agua kárstica cargada de CaC03, pueden llegar a brechificar, en ocasiones, con materiales malacológicos fenómeno este que lo encontramos con las conchas de caracoles terrestres en la cueva del Mirón.
El contenido de humedad del suelo es una de las principales causas de deterioro en esta provincia, ya que se documenta la desfiguración de las característi-
cas propias del material ceramico de la cueva de Cofresnedo, la descomposición del hueso y del asta en la cueva de Rascaño. Esta presencia de humedad en ocasiones supone una saturación repetida del suelo que provoca el mal estado de conservación del material orgárrico de la cueva del Juyo, debido a su naturaleza.
La propia naturaleza arcillosa del depósito de la cueva de las Monedas, actúa también como causa de degradación, ya que llega a dañar aquellos fragmentos óseos de menor tamaño.
La presencia de mineral de hierro en el suelo, actúa como colorante alterando físicamente el material lítico de la cueva del Ruso I que queda teñido a modo de pátina de decoloración.
En los trabajos de la cueva de la Mina, se hace referencia a las malas condiciones de conservación que caracteriza al depósito sedimentario y que provocan una ausencia de huesos, mientras que en los materiales óseos de la cueva del Castillo muestran una conservación diferencial de las marcas de incisiones que contienen, según la situación de los huesos en el depósito. De una manera genérica e imprecisa, se vuelven a mencionar las causas inherentes al suelo como responsables de la conservación diferencial del material de la cueva del Juyo (a pesar de que años anteriores, durante las campañas de 1955-56, sí se anotó como causa de degradación el contenido de humedad del suelo).
Continuando con imprecisiones también mencionan en los trabajos de la cueva del Castillo la presencia de factores físicos, químicos y biológicos, actuando en la fase fosildiagenética o fase de enterramiento del material, es el caso de los procesos de calcificación, la presencia de carnívoros, de raíces ... que entendemos pudieron actuar como agentes degradantes aunque no se especifique su acción sobre el material.
En opinión de R. Villar Quintero, respecto a las colecciones de excavaciones antiguas en las cuevas de Valle, Castillo y Pendo, depositadas en la Universidad de Santiago de Compostela, «el conjunto correspondiente al yacimiento del Pendo, puede calificarse fundamentalmente como muy didáctico para una zana, la más occidental de la región cantábrica, donde las peculiares condiciones del medio, extremadamente ácido, no penniten la conservación de restos óseos en nuestros yacimientos arqueológicos» (Villar Quintero, R., 1994:329).
I. Barandiaran Maestu, en referencia a las piezas arqueológicas de arte mobiliar cantábrico, comenta que los medios estratigráficos en los que se han conservado el material mueble lo habían degradado. (Barandiaran Maestu I., 1972).
1.1.2.1.- Derivadas de la naturaleza del material
La composición química y la estructura de los objetos, así como su comportamiento frente al medio,
METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA
CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:
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BIZKAIA AND CANTABRIA
son factores que deben ser perfectamente conocidos por los responsables de la conservación en un yacimiento arqueológico. Todos los materiales documentados en las memorias se han clasificado en Orgánicos e Inorgánicos para reflejar cuáles son las características intrínsecas que afectan a su conservación.
a) Grupo del material orgánico
MATERIAL ESQUELETICO: HUESO
El hueso tiene dos tipos de estructuras principales, una ligera y porosa en el interior de los huesos y otra más dura, densa y compacta al exterior y en el hueco de los huesos largos. Pero la densidad varía con las especies. Los huesos largos, como ya veremos posteriormente, tienen un protagonismo muy grande ya que su conservación preocupa al zooarqueólogo y al paleontólogo, debido a que los fragmentos de huesos largos suelen ser difíciles de identificar y la conservación de un hueso largo completo es poco frecuente, a pesar de ser de gran utilidad para establecer estudios morfométricos.
A continuación exponemos las principales características del material de hueso que han sido documentadas en las memorias y que han influido en su degradación.
Zona Bizkaia
La mayor fragilidad de ciertas partes esqueléticas, frente a otras de mayor capacidad de conservación, entendida ésta como la mayor o menor capacidad de un material para sobrevivir durante el periodo de enterramiento, y que deriva de la propia naturaleza del material. Las partes esqueléticas que los especialistas citan de menor conservabilidad son la base de articulaciones y la mitad de las diáfisis en la cueva de Ereñuko Arizti, las vértebras y costillas en la cueva de Urratxa III y las epífisis proximales por su tejido óseo más frágil en la cueva de Pico Ramos.
Precisamente de este grado de conservabilidad se desprende un fenómeno muy frecuentemente citado en las memorias como es el mayor grado de "fracturabilidad" de huesos largos frente a la abundancia de huesos pequeños conservados, en algunas ocasiones en su totalidad, siendo la consecuencia una menor presencia en el registro arqueológico de huesos largos completos. Situación ésta derivada, no solo de su naturaleza, sino también, de causas extrínsecas al depósito como veremos mas adelante. Este fenómeno lo encontramos comentado en yacimientos como Guerrandijo, Guetaleutako Atxa Kobie, Pajucas, Txontxinkoba, Arenaza I y Pico Ramos.
De lo anterior deriva un problema, extensivo al resto de los huesos, pero que, en el caso de los huesos largos, es más notorio, ya que su identificación a par-
tir· de simples fragmentos es problemática, y, en muchos casos, la decisión de identificar, registrar y medir partes esqueléticas depende de su conservación (Davis, J.M.S., 1989)
La desaparición de tejidos óseos del hueso, en este caso los huesos humanos de la cueva de Pico Ramos, supone una desaparición de los tejidos de cohesión que, provocan su fragmentación a la vez que la descomposición acidifica el sedimento. De esto también deriva la permanencia o ausencia de los tejidos blandos frente a un agente térmico que provoca la calcinación por extensión mediante las fisuras en el primer supuesto, y la combustión desigual por microfisuras en el segundo supuesto.
La sensibilidad a la humedad y la temperatura, especial característica del hueso, esta documentada como agente de alteración en los materiales óseos de la cueva de Pico Ramos.
El enderezamiento de las partes esqueléticas en un intento por recuperar su forma originaria provoca una deformación del material tras su separación del resto del conjunto esquelético. Es el caso de un fragmento de cráneo de la cueva de Santimamiñe.
Además de estas características propias del material, se ha comprobado que la disposición espacial de los esqueletos, tanto humanos como de animales, puede suponer una causa de degradación. Es el caso de la inaccesibilidad del lugar de enterramiento que impide la extracción completa de un esqueleto de un cudón en la cueva de Obarreta, ó la posible casuística propuesta a partir de los trabajos en la cueva de Pico Ramos, según la cual el carácter temporal del enterramiento, siendo el primero o el último, así como el espacio que ocupa en una zona más o menos resguardada, se barajan como posibles aspectos que pudieron incidir en la degradación del material óseo de la cueva.
Zona Cantabria
La mayor fragilidad de ciertas partes esqueléticas se refleja en Cueva Morín en una menor resistencia de la zona ventral del cuerpo de uno de los enterramientos hallados, que, junto al peso del propio cadáver, provoca un aplastamiento y deformación del cuerpo enterrado. Esta fragilidad da lugar a un fenómeno de conservación diferencial de los huesos, en varias cuevas (Castillo, Cofresnedo y Mapa) y esta mayor o menor "conservabilidad" dependerá de la parte anatómica a la que correspondan los huesos. Es este el caso de partes esqueléticas como los fémures, vértebras y atlas de la cueva de Rascaño o el esternón en la cueva del Mapa, cuya mala conservabilidad se refleja según los autores en su ausencia en el registro arqueológico.
Otra causa de alteración es la característica del material óseo de recuperar la forma original, hecho este documentado en la curvatura de una varilla de la
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cueva de la Fragua que, además, presentaba una rotura antigua.
Así mismo, se documenta también como riesgo de degradación del material la disposición espacial que este ocupa dentro del depósito. Es el caso de la cuevá de las Grajas donde, la localización del material depositado en un lugar de paso junto al carácter superficial de la ocupación, (semienterrado) son factores que aumentan el riesgo de degradación.
MATERIAL ESQUELETICO: MARFIL
El marfil, de composición química similar al hueso, está compuesto por un tejido duro y denso, la dentina, que se diferencia por la existencia de una retícula compuesta por diminutas zonas lenticulares, originadas por la intersección de las estrías que irradian desde el centro del colmillo.
Únicamente hemos hallado un caso en el cual la alteración precisamente, deriva de esta estructura descrita.
Zona Bizkaia
La estructura interna cónica del marfil, facilita la exfoliación laminar de los materiales provocando su degradación, hecho este presente en el ajuar de marfil de la cueva de Pico Ramos.
MATERIAL ESQUELÉTICO: CONCHA
La concha depende de una proteína similar a la del hueso. Cada elemento de concha (caracol, lapa, etc.) tiene una estructura interna mecánicamente diseñada para su "uso particular". Cuando extraemos un objeto de concha pierde su estabilidad dimensional, mecánica.
Esto es lo que ocurre en la mayor parte de los casos donde hay una pérdida de los anillos de crecimiento o de la parte ápica o ápex del objeto en concha.
Zona Bizkaia
El efecto de frotación de los materiales malacológicos unos contra otros, derivado del movimiento del material dentro del depósito, puede provocar desgastes con la aparición de perforaciones o agujereamientos en las conchas como ocurre con· el material malacológico de Santimamiñe.
La naturaleza estructural de las lapas, consideradas conchas cónicas, junto a la acción de la erosión marina, hace que la fragmentación sea a base de la separación de anillos de crecimiento, siendo éstos los únicos restos conservados como se documenta en Santimarniñe o en la pérdida de la porción ápica o ápex como ocurre en Pico Ramos.
RESTOS VEGETALES
Zona Bizkaia
La propia naturaleza orgánica de los restos vegetales es la principal causa de degradación que hace que éstos no se conserven, no permitiendo, en muchos casos, su estudio como ocurre en las cuevas de Pico Ramos y Atxeta.
De esta característica, deriva la sensibilidad a la humedad y a la temperatura citadas en los trabajos en Pico Ramos como causas de alteración del lignino conservado en esta cueva.
b) Grupo material inorgánico
MATERIAL METALICO
Zona Bizkaia
Las memorias de excavación consultadas, únicamente reflejan como causa de alteración del material metálico, la disposición espacial de los objetos metálicos en el depósito. Ésta, hace que la proximidad de objetos de metales diferentes tenga un efecto negativo, como es el caso de la oxidación de fragmentos de un vaso de hierro por la proximidad de éstos a objetos de cobre o bronce en la cueva de Guerrandijo.
MATERIAL SILICEO: CERÁMICA
Zona Bizkaia
La morfología de los fragmentos cerámicos determina un mayor o menor grado de conservación. Así, las bases de forma globular (redondeada) de la cueva de Guerrandijo, están según los autores de los trabajos publicitarios, menos presentes que, por ejemplo, las bases planas de esta misma cueva con una mayor capacidad para conservarse.
En esta misma cueva de Guerrandijo encontramos que las características de la composición de la cerámica puede provocar que ésta tenga una mayor facilidad para deleznarse y solubilizarse. Así, la baja solidez y el contenido en arena, son factores que aumentan su posibilidad de fragmentación.
Junto a esto, las características de la cocción son, en los materiales cerámicos de la cueva de Guerrandijo, las responsables de una mayor posibilidad de fragmentación, mientras que en la cueva de Pico Ramos se refleja en una alteración del color de la cerámica.
METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA
CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:
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BIZKAIA AND CANTABRIA
Zona Cantabria
Lo único que hemos encontrado en referencia al material silíceo, es la falta de conexión física de los fragmentos cerámicos dentro del depósito de la cueva de la Lastrilla, (sobrentendiendo que estos están fracturados) que no permite hacer reconstrucciones.
MATERIAL LÍTICO
Zona Bizkaia
Tenemos documentado un único caso, derivado de un estudio detallado del material lítico de la Cueva de Urratxa III, donde se menciona la retracción térmica de la capa de alteración de los materiales líticos, principalmente del sílex, como la causa que produce un agrietamiento de los mismos.
1.1.2.- Extrínsecas al depósito arqueológico
El clima es un factor condicionante de primer orden en el desarrollo esencial de la cueva, estando ligado a la variabilidad de los agentes medioambientales de naturaleza fisicoquímica, en forma de calor, luz, temperatura, humedad, aguas meteóricas y subterráneas ... etc.
1.1.2.1.- Luz, Temperatura y Humedad Relativa del aire de la cueva
Zona Bizkaia
Aunque con una relación indirecta, podemos citar el caso de la caverna de Bolinkoba, donde la menor profundidad de la misma hace que la influencia de la luz natural procedente del exterior sea mayor que en otras cavidades. Esta circunstancia medioambiental no es citada como agente de degradación del material, sino que integra el apartado dedicado a la descripción de la cueva, pero nosotros la citamos como posible para futuras explicaciones de la alteración del material. Casos contrarios son, el de la cueva de Lamiñak II descrita como una caverna con una elevada humedad por la ausencia de insolación de la boca y la orientación de la misma que no favorece la penetración de la Luz Solar, ó el de la cueva de Atxondo donde la presencia de humedad aumenta a mayor profundidad debido a las filtraciones de agua.
En la mayor parte de los casos, y, por supuesto, no solo en yacimientos en cueva, estas variables climáticas siempre actúan combinadas unas con otras, de ahí que encontremos casos donde están presentes todas o varias, como la alternancia de frio-calor que, junto a la presencia de humedad, provoca la
fragmentación del material en hueso de la cueva de Guerrandijo, o la presencia de entrada de luz, aire (oxigeno) y agua (humedad) como responsables del desarrollo de un recubrimiento de verdín sobre un testigo estratigráfico de un conchero en la cueva de Santimamiñe.
Zona Cantabria
Hay un caso claro donde se documenta como el nivel de sequedad que caracteriza a la cueva del AER, ha permitido la conservación de los restos óseos.
En la cueva del Ruso I (aunque no se documente si su presencia tiene consecuencias negativas en la conservación del material arqueológico) está documentada la presencia de humedad por un fenómeno de goteo de agua meteórica a través de una estalagmita.
1.1.2.2.- Acción ''prolongada" del agua
Zona Bizkaia
La caída o filtración constante de agua es una de las causas de degradación extrínsecas al depósito más documentadas en las memorias de excavación. También es verdad que esta variable climática siempre está presente en medios kársticos como el principal medio de alteración de la roca, permitiendo su filtración al interior de la cueva. Estárt documentadas filtraciones de aguas carbonatadas procedente de las precipitaciones meteóricas por techos y grietas abiertas en las paredes de las cavernas como ocurre en Lamiñak II o por lapiaces como en Santa Isabel que, humectan las arcillas del depósito, erosionan la caliza a partir de un fenómeno de disolución intensa de las paredes de la cueva por su enriquecimiento en iones de carbonato cálcico y provocan procesos gravitatorios como son las caídas de bloques de piedra sobre el yacimiento. Precisamente este último caso esta documentqdo en la cueva de Santa Catalina donde la caída de bloques afectó a un conchero. En el caso de Pico Ramos, la filtración constante de agua se traduce en materiales arqueológicos en general concrecionados.
Hemos observado que este fenómeno de la concreción y brechificación del material a partir de las filtraciones de agua, aunque es un fenómeno presente en gran numero de cuevas, no es siempre documentada en las memorias.
Zona Cantabria
Se vuelve a mencionar el goteo de agua, en este caso en el interior de las cuevas del Pendo, Cualven-
342 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA
tí y Ruso I que produce la formación de brechas estalagmíticas sobre el material arqueológico en general.
E. Muñoz, menciona otra causa con relación a este apartado como son las inundaciones, principalmente la de 1983 en Bizkaia y Cantabria, que provocaron rellenos de los depósitos arqueológicos de algunas cuevas como el Pendo y el Juyo desplomándose algunos cortes ó el arrasamiento del yacimiento de la cueva de la Raposa, (Muñoz Femández, E., 1988).
1.1.2.3.-Agentes exteriores
Este tipo de causa de deterioro extrínseca al depósito, únicamente se documenta para aquellos casos en los que el yacimiento, o parte de él, queda físicamente al exterior de la cueva, o cuando parte de los materiales han estado durante un tiempo expuestos al exterior. En estos casos el material queda sujeto a posibles degradaciones por agentes de deterioro que están en relación con el ecosistema aire del exterior de la cueva, principalmente agentes climáticos.
Zona Bizkaia
Son dos los casos claros en Bizkaia en los que se documenta un yacimiento situado al exterior de la cueva, en Kobeaga y en Axlor. Del primero no tenemos noticias de posibles alteraciones del material, y del segundo se dice que, hasta la toma de medidas preventivas, la franja de tierra con yacimiento arqueológico, (que fue descubierta con posterioridad a las excavaciones antiguas y de manera accidental a causa de unas obras realizadas muy próximas al yacimiento), quedó durante un periodo de tiempo del año 1998 expuesto a dichas obras con el consecuente riesgo para los materiales.
El segundo apartado corresponde a aquellos materiales que, pertenecientes al yacimiento interior de la cueva, han quedado en algún momento expuestos al exterior con el consiguiente deterioro. La causa de alteración documentada es la destrucción por exposición de los materiales a la intemperie como el caso de los enterramientos de Santimamiñe, y que esta motivada en muchos casos por la proximidad del yacimiento a la boca. Esta última es la causante del deterioro de los huesos de los enterramientos hallados en la cueva de Pico Ramos y de la brechificación con corteza de alteración de textura grumosa del material lítico de la cueva de Urratxa III.
1.1.2.4.- Causas catastróficas
Se han englobado en este apartado aquellas causas que, por su frecuencia y la magnitud del deterioro provocado al material, se diferencian claramente del resto. Estas son tanto de origen natural como antrópico.
a) Naturales: procesos gravitatorios
Zona Bizkaia
Los procesos gravitatorios documentados se han clasificado en dos grupos: por un lado, aquellos que son fruto de procesos sedimentarios como la gelivación propia de clima frío y de medios de cueva y la crioclastificación asociada a condiciones climáticas suaves con cambios bruscos de temperatura sobre las paredes o techo de las cavernas y abrigos rocosos; y, por otro, un único caso fruto de un terremoto.
Los procesos que englobamos como Gelivación son los que en las memorias se documentan como (1) la caída de piedras del techo y paredes que producen la fracturación y la deformación del material arqueológico de cuevas como Guerrandijo y Kobeaga, (2) la caída de plaquetas y de bloques de piedras que en el caso de la cueva de Lumentxa fractura el material cerámico y una estructura de combustión, (3) la presencia de bloques hincados o encajados verticalmente caídos del techo y que alteran el suelo en la cueva de Arenaza, y ( 4) los derrumbamientos de bloques sobre el depósito calcolítico expuesto (no había quedado enteramente enterrado) que producen la fracturación de huesos largos y la compresión de cráneos entre piedras de la cueva de Pico Ramos.
Otros muchos casos como las cuevas de Sagastigorri, Santa Isabel, Balzola, Arrizubi, Abittaga y Logalan, únicamente documentan presencia de procesos gravitatorios sin comentario a una posible alteración del material.
Los procesos de crioclastificación se documentan claramente en un único caso, el abrigo rocoso de Axlor, pero no se menciona su posible incidencia sobre el material.
En cuanto al segundo grupo, existe un único caso en la cueva de Santimamiñe, que hace referencia a un terremoto, el cual provocó la caída de una estalactita que quedó hendida horizontalmente, suponemos que, sobre el yacimiento y que posteriormente se roturó para retirarla. No hay comentarios sobre la posible alteración del material a causa de esta caída.
Zona Cantabria
En Cantabria los procesos gravitatorios son tanto procesos de gelivación como de crioclastificación, generalmente más propios éstos últimos de los abrigos rocosos, que de las cuevas.
Se documentan casos de caídas de grandes bloques por gelivación con la consecuente deformación de los niveles arqueológicos de la cueva del Castillo y sobre el yacimiento en las cuevas del Valle y Mirón. A éstos se unen las amenazas de desprendimiento de
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CONSERVATION-RESTORATJON METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:
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BJZKAIA AND CANTABRIA
la bóveda de la cueva de Altamira y la caída de bloques por derrumbe de la bóveda al frente del vestíbulo de la cueva del Mirón.
En esta misma cueva del Mirón se documentan la caída de plaquetas de la pared debida a periodos de alternancia de calor y humedad y periodos fríos y húmedos que suponemos pudieron afectar a los materiales contenidos en los niveles.
Fenómenos de crioclastia secundaria, se documentan en la cueva del Ruso I con la consecuente fisuración y agrietamiento de niveles arqueológicos.
E. Muñoz, cita, en un apartado denominado Desplomes de salientes y cornisas, degradaciones debidas a este tipo de causas como las roturas de cerámica y sepultado de varias vasijas en las galerías interiores de la cueva de Cudón. También menciona los derrumbes a causa de las raíces de los eucaliptos, a los que hacemos referencia mas adelante (apartado de vegetación) y sobre los que opina que afectaron a los yacimientos en cuevas como Nicanor o Torca (Muñoz Fernández, E., 1988)
K. W. Butzer, en un estudio geo-arqueológico sobre la cueva de Morín, documenta caídas de costras y esquirlas desprendidas del techo bajo el efecto de las heladas, y aunque no menciona que sea causa directa de alteración del material, nos parece una agente de degradación potencial que pudo haber tenido efectos negativos sobre el deposito ya que es un proceso gravitatorio que está documentado en otras cavidades como causa de alteración (Butzer, K. W., 1989).
b) Antrópicas: explotación de canteras
Hemos querido desligar esta actividad antrópica del siguiente apartado Causas de Degradación Biológicas: Antrópicas, porque nos parece que la consecuencia de esta actividad ha supuesto la destrucción física y en muchos casos total de numerosos cuevas con yacimiento arqueológico. Evidentemente esta acción no deja posibilidad alguna de estudio excepto en aquellos casos en los que se pudo documentar el yacimiento gracias a una excavación de urgencia como queda recogido en la memoria de la cueva de Arrizubi o a la recogida superficial de materiales en la cueva de Peña Forna por particulares que, dentro de la ilegalidad de esta actividad, permitió su entrega posterior al Museo Arqueológico de Bilbao.
Zona Bizkaia
La destrucción total de la cueva por explotación de cantera esta documentada en las memorias de excavación de las siguientes cuevas: Peña, Peña Forna, Atxuriko Koba II, Atxubita, Atxagakoa, Astakoba y Cuestalaviga.
Mientras que la destrucción parcial de cuevas por explotación de cantera afecta a las cuevas de Azkondo y Peña, ésta última, concretamente, con la boca de entrada destruida.
Las explotaciones de canteras suponen una amenaza a las cuevas con yacimiento y los casos de denuncia citados en las memorias de excavación son los de las cuevas de Atxuri en el 1961 y Lacilla denunciada en 1984. No tenemos noticia de la destrucción de alguna de ellas.
Junto a la explotación de canteras las obras de construcción viaria o urbanística suponen otra de las amenazas. Solamente hay un caso documentado en Bizkaia, frente a un mayor numero de casos en Cantabria, de la destrucción total de la cueva de Pepetxo III por obras de construcción de una carretera, concretamente, por la ampliación de una pista.
En cuanto a la destrucción por construcción de viviendas, hay solamente una caso documentado: Larrotegui II.
Zona Cantabria
La destrucción total de la cueva por explotación de cantera esta documentada en las memorias consultadas en las cuevas de Camargo, Virgen del Loreto y Pila, de esta última solo queda el vestíbulo.
El único caso de destrucción de la cueva por explotación de cantera, pero con la previa realización de una excavación de urgencia como medida de conservación del material y documentación del yacimiento, lo encontramos en la Cueva del Ruso I en 1984.
E. Muñoz, E. en su trabajo incluye también casos destrucción parcial o total por explotación de canteras en las siguientes cuevas (Muñoz Fernández, E., 1988):
- Destrucción total de las cueva de las Caldas (no es vista desde el siglo XIX por lo que se supone ha desaparecido), cueva de la Torca (totalmente destruida), Ruso IV (desplomada) y cueva de la Meaza ( desapar,ecida).
- Destrucción parcial de las cueva del Mazo (cortada en el sector anterior), Cuevas de la Cantera situadas detrás de Cueva Morín, Cueva del Oso (solo conservan sus tramos finales) y cueva del Ruso I, de la que ha desaparecido la visera de la entrada y esta totalmente agrietada, y la cueva de Santián amenazada por labores de cantera.
J. Gómez Arozamena añade, a las ya mencionadas, otros casos como el de la cueva de Doncelia, con la boca cegada por estériles de la cantera de Montehano y la cueva de Sovilla, destruida por los sondeos practicados por los canteros en la zona (Gómez Arozamena, J., 1988)
Por otro lado, y atendiendo al apartado de obras, la destrucción parcial del yacimiento por obras de
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construcción carreteras y autovías se documenta en las cuevas de Arenillas I y Arenillas II en 1992, y en la cueva de Sovilla con la voladura de la parte anterior de la cueva. También hay casos de destrucción total de yacimiento por construcción de viviendas, se documenta en las cuevas de Agapito y El Hoyo.
A esta actividad, E. Muñoz añade otra causa que también consideramos catastrófica como son las voladuras particulares con la consiguiente destrucción de cuevas. Así, y en base a comunicaciones personales, menciona la destrucción de media docena de cuevas en el pueblo de Obregón, habiendo dado una de ellas restos paleontológicos de osos (Muñoz Fernández, E., 1988).
1.1.2.5.- Causas biológicas
a) Vegetales
Zona Bizkaia
La presencia de raíces de plantas en el interior de la cueva está documentada en la cueva de Bolinkoba y, aunque no se menciona un papel degradante de las mismas, hemos considerado interesante este dato de cara a posibles identificaciones de marcas de bioerosión en el material arqueológico de esta cueva o de otras.
Hay un caso concreto en la cueva de Lumentxa donde este aporte vegetal se produce desde el exterior al interior de la cueva mediante dos chimeneas situadas en el techo de la cueva y que, permiten la penetración de raíces de plantas que consecuentemente se introducen en los materiales de concha.
Insistimos en que no hemos encontrado ningún caso donde quede claro que la acción vegetal, como agente biológico, sea una causa de degradación del material arqueológico en cueva.
Zona Cantabria
Hay dos casos claros en las cuevas del Calero II y Portillo del Arenal del riesgo que puede suponer la presencia de vida vegetal en el interior de la cueva, como son las raíces de eucaliptos que destruyen espeleotemas (todo tipo de sedimentos de precipitación química principalmente carbonatados, es decir, debidas a presencia de sales de carbonato cálcico que se generan en el interior de un sistema kárstico). Estos espeleotemas pueden calificarse, no tanto como patrimonio arqueológico, como natural-paisajístico, aunque ambos patrimonios mantienen numerosas causas de degradación en común (Femández Acebo, V., 1988).
E. Muñoz mencionaba también estas raíces de eucaliptos como causantes de desplomes de roca localizados en cuevas como Torca y Nicanor (Muñoz Femández, 1988).
El Dr. F. Bazeta Gobantes del Dpto. de Pintura de la EHU-UPV en su tesis doctoral sobre la conservación de las estaciones dolménicas de montaña, apunta como las raíces son un grave problema de alteración en este tipo de yacimientos arqueológicos (Bazeta Gobantes, F., 1998)
Aunque en los casos documentados para Bizkaia y Cantabria, supongan una causa indirecta de alteración del material, estas raíces, en un estado más avanzado, son causa de alteración directa del material siempre que el depósito sea aeróbico, ya que soportan depósitos extremadamente secos o saturados pero siempre que les permita oxigeno para respirar y entonces desarrollar mecanismos de biodeterioro. Sin embargo, simplemente la presencia de raíces en el interior de la cueva puede ejercer efectos de cuña en paredes y techos, favoreciendo la disolución ya que crean un microclima rico en C02.
b)Animales
Podemos dividir la acción de los animales en tres grupos: una, la acción de los Roedores, siendo este el grupo mas documentado o presente en las memorias de excavación, lo cual implica que es uno de los más activo; otra, la acción de grupos de animales no identificados y documentados como Fieras y Alimañas; y una tercera, la acción de carnívoros de mediano tamaño como los Zorros y los Topos.
Zona Bizkaia
Los roedores2 son la especie de micro mamíferos más documentada. Estos plantígrados están presentes en varias cuevas siendo su mayor alteración la presencia de huesos roídos documentados en las cuevas de Arenaza I, Lacilla y Albiztey así como la dispersión de los huesos de enterramientos en la cueva de Santimamiñe.
Los zorros están documentados en las memorias de excavación a partir de la presencia de zorreras en las cuevas como en la cueva de Pico Ramos. Suponemos que, aunque no se menciona la acción degradante de estos animales, estos pudieron afectar al material de esta cueva.
Como decimos, hay un grupo de animales que quedan integrados bajo el nombre de fieras unos y alimañas otros; los primeros dejan huella de ataques en los huesos humanos como ocurre en la cueva de Arenaza I y los segundos alteran superficialmente los
Mª F. Blasco Sancho denomina las alteraciones de los animales como Eventos Post-deposicionales junto a la acción de las raices, el pisoteo del sedimento ...
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BIZKAIA AND CANTABRIA
depósitos y materiales de las cuevas de Urratxa III y Antoliñako Koba.
Por último, tenemos un único caso en la cueva de Pico Ramos con presencia de predadores marinos que perforan· las conchas alterándolas, pero que su acción no es post-deposicional, sino que son materiales introducidos en la cueva por el hombre cuya alteración se ha producido, evidentemente, en un medio marino antes de su deposición y enterramiento en la cueva.
Zona Cantabria
El fenómeno de bioturbación está presente en numerosos casos, por un lado, los roedores, micromamíferos plantígrados, se documentan en la cueva del Juyo, cuya alteración está presente en la mezcla de niveles y sus materiales, así como en la cueva de Peñona mediante la excavación de galerías con la consiguiente remoción del yacimiento. En este sentido, en la cueva de Mirón se documentan episodios de madrigueras de roedores o incluso tejones, que mezclan seriamente los niveles y hacen que los materiales se cuelen de un nivel a otro. La acción de los topos con remoción del depósito también está documentada en el abrigo de Barcenilla.
Se documentan carnívoros que alteran y remueven los depósitos de las cuevas del Ruso I y Rasa II y, más concretamente, zorros en la cueva de Piedrahita.
A estos ejemplos, E. Muñoz añade otras cuevas donde se han registrado una presencia activa de los zorros: cuevas de Moros, Tobalina, etc. (Muñoz Fernández, E., 1988)
Así mismo, se documenta como la presencia de oseras en el interior de la cueva de la Garma, ha alterado el depósito arqueológico.
E. Muñoz menciona también a los herbívoros domésticos como causantes de deslizamientos en el caso del abrigo del Perro, (un yacimiento éste abierto sobre acantilados y con un pronunciado declive), o como causantes de la alteración por usos de la cueva como refugio del ganado (Muñoz Fernández, E., 1988).
I. Barandiaran Maestu, en referencia a Cueva Morín, menciona e identifica una serie de «procesos naturales no intencionados» que los diferencia claramente de los intencionados, y que producen trazos en la superficie material. Entre ellos cita los « ... formados por un proceso químico, mordeduras de roedores, arañazos de carnívoros, raíces y movimientos de gusanos ... » (Barandiaran Maestu, I., 1972:151). Estos procesos naturales se englobarían dentro de los procesos de alteración tafonómica.
c) Factor humano
El Factor Humano como causa de deterioro, tiene tanto un carácter moderno como prehistórico, y así lo
hemos encontrado documentado en las memorias de excavación, con referencias no solo, a degradaciones por parte del Hamo sapiens sapiens, sino también, a los grupos humanos prehistóricos que ocuparon las cuevas en sus diferentes etapas.
Las alteraciones antrópicas modernas documentadas en las cuevas son muchas y muy variadas. Casi podríamos decir que hay tanta casuística como yacimientos. Hemos intentado agrupar las actividades degradantes en grupos que, aunque a primera vista puedan parecer muy dispares entre sí, tienen un mismo origen, la actuación humana, que es al final lo que nos interesa reflejar. Y aunque no en todas las ocasiones se documenta el tipo de alteración producida, creemos que no hace falta decir que en su mayor parte han producido algún tipo de modificación sobre el yacimiento en general y el material en particular.
l.- OCUPACIONES MODERNAS
Zona Bizkaia
Catas ilegales o "Calicatas"
Estas se han venido haciendo desde tiempos remotos en el interior de la cueva y sus fines han sido muy variados. En Bizkaia, es sabido que una gran parte de estas calicatas han derivado de la labor prospectora que desarrollaron E. Nolte de Aranburu y el GEV (Grupo Espeleológico Vizcaíno de la Diputación Foral de Bizkaia), en un intento positivo, no cabe duda de ello, de catalogar las cuevas naturales, recogiendo materiales, tanto mediante remoción superficial, como por medio de las denominadas catas de reconocimiento. Ejemplo de estas actividades es la referencia, entre muchas otras, aportada por M. Muñoz Salvatierra en la Carta Arqueológica de Bizkaia refiriéndose a la cueva de Urratxa III: « ... cueva denunciada como fértil por el GEV que había practicado una cata y encontrado material arqueológico» (Muñoz Salvatierra, M., 1983:486). El mismo autor comenta que «la labor prospectara la desarrollan E. Nolte y el Grupo Espeleológico Vizcaíno de la Diputación, quienes descubren y publican una treintena larga de nuevos yacimientos que están repartidos por toda la geografía vizcaína» (Marcos Muñoz, J.L., 1982:17).
Se han documentado en las memorias otros muchos ejemplos de las razones que movieron a realizar estas catas como son las catas de labradores para buscar abono en la cueva de Bolinkoba, en busca de tesoros y antigüedades en Sagastigorri, catas clandestinas en las cuevas de Kobaederra I, Pepetxo, Garazabal II, Arrizubi, trincheras ilegales en la cueva de Aretxalde y el caso de los trabajos mineros en busca
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de galena, no sabemos si con práctica de cata o únicamente con remoción de sedimento en las cuevas de Judíos, Arenaza I.
De la cueva de Arenaza I hay un claro ejemplo aportado por J.L. Marcos Muñoz, cuando comenta que «Parte de sus galerías se utilizaron como túneles por los que circulaban vagonetas tiradas por mulas sacando mineral de hierro del interior. En tiempos, la gran sala de entrada fue acondicionada como polvorín de la zona. Debido a estos trabajos las galerías se encuentran bastante deterioradas. Casi de milagro se ha conservado un potente yacimiento a la entrada ... »
(Marcos Muñoz, J.L., 1982:25)
Remociones Superficiales
Ya en la memoria de excavación de la cueva de Arenaza I en 1972, J.M. Apellaniz y J. Altuna definían la "remoción" como la «mezcla de materiales modernos con material arqueológico» refiriéndose a las remociones efectuadas en un enterramiento de esta cueva (Apellaniz, J.Mª. y Altuna, J., 1975:128).
Están documentadas visitas con práctica de remociones del yacimiento en las cuevas de Kobeaga II, Sagastigorri, Arenaza, Lumentxa, Silibranka, Urratxa III, Lamiñak II, Santa Catalina, Balzola, Axlor, Antoliñako Koba y Azkondo, afectando, en ocasiones, a enterramientos arqueológicos como en la cueva de Pajucas, a la secuencia arqueológica como en Atxuriko Koba I o eliminando parte del depósito como en la cueva de Atxondo, incluso en algunos casos como en la cueva de Lumentxa, poniendo también en riesgo el desmoronamiento de testigos de antiguas excavaciones en esta cueva. También se documentan remociones en busca de minas en las cuevas de Atxuri y Magdalena, por uso como refugio de guerra, polvorín o mina en la cueva de Arenaza I, por uso de leñadores como refugio en Urratxa III o para extraer abono cono ocurre en la cueva de Balzola.
Excavaciones Clandestinas-Ilegales
Teniendo en cuenta lo polémico de este tema queremos recordar al lector que las excavaciones clandestinas que aquí se recogen son fruto de las así documentadas en las memorias de excavación consultadas. Creemos que quizá no son todas las que están ni están todas las que son.
Estas actividades son ilegales principalmente por dos cuestiones: una, por el simple hecho de excavar una cueva sin permiso alguno, y otra, por hacer uso indebido de permisos para actuaciones arqueológicas que, por su naturaleza u objetivo, no permiten una recogida de materiales. En Bizkaia, por tanto, y dejando de lado los Controles Arqueológicos y las Excavaciones de Urgencia, ni los Sondeos ni las
Catas ni las Prospecciones permiten una recogida de materiales, mientras que en Cantabria, y dejando de lado también los Controles y Seguimientos, así como las Intervenciones de Salvamento, las Prospecciones no permiten recogida de material, siendo la mayor diferencia entre las provincias estudiadas el hecho de que mientras en Cantabria "remoción superficial" es "Excavación" (art. 76 de la Ley de Patrimonio Cultural de Cantabria), en Bizkaia hay un tipo de Prospección con Cata que permite la extracción de tierras que finalizara una vez hallados las primeras evidencias (art. 45 de la Ley de Patrimonio Cultural Vasco). Por tanto, la recogida del material en ambos casos necesita de un permiso de excavación sistemática o de excavación de urgencia o salvamento.
Como excavaciones clandestinas o ilegales se han documentado las siguientes: excavación clandestina con recogida de materiales y destrucción de una estructura de combustión en la cueva de Lamiñak II, recogida de materiales de la cueva de Peña Forna por un fraile y el propietario de la empresa explotadora de la cantera que más tarde destruyo esta cueva, así como por posteriores visitantes y curiosos. Como anécdota, la mítica excavación clandestina por un estudiante de la Escuela de Ingenieros de Bilbao en el año 1900 en la cueva de Atxubita, cuyos materiales se dieron por desaparecidos.
Por último, citar el caso de la cueva de Kobaederra donde queda documentado como una excavación arqueológica clandestina practicada de antiguo supuso la destrucción del deposito arqueológico.
Prospección Ilegal
Dentro de este apartado incluimos actuaciones de prospección que tuvieron como consecuencia la recogida (ilegal) de materiales como el caso de Goikolau: «[. .. ]en superficie y en una zana interior aparecieron [ ... ]enterramientos situados sobre un piso estalagmítico. Sobre estos enterramientos, prospectados por J.M. de Barandiaran (quien recogió una parte de los materiales) ... » (Marcos Muñoz, J.L., 1982:64)
Obras de acondicionamiento-modificación por diversos usos
Volvemos a insistir que también son tan variados los usos que se han dado a la cueva como cuevas hay en Bizkaia, pero lo problemático de estos usos son las alteraciones que han producido en muchas de las cavidades y que, aunque no se mencionen en las memorias, no quiere decir que no lo hubo.
Entre las diversas obras que se han venido realizando en las diferentes cuevas de Bizkaia, se documentan; (1) el desmonte de paredes de piedra por
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parte del GEV en la cueva de Urratxa III para permitir el paso a la galería provocando una acumulación de huesos y piedras, (2) la construcción de bancales de piedra y cemento y de un suelo artificial por montañeros a modo de refugio en la cueva de Urratxa III provocando un levantamiento de sedimento, (3) la construcción de muretes artificiales en varias cuevas como Kobazulo, Jentilkoba de Kaltzaburu y Urratxa III, ( 4) el cierre artificial de la boca de la cueva de lamiñak mediante muro de ladrillos, (5) la construcción de escalones para el paso provocando así la alteración del suelo en la cueva de Arrizubi, (6) el vaciamiento del relleno de la cueva de Axlor para ampliar el recinto de la cueva y usarlo como refugio, (7) la ocupación por guerreros y pastores en la cueva de Axlor, (8) el uso de la cueva de Galao como gallinero rellenándose parte del vestíbulo con la consiguiente alteración de estratos, (9) el allanando el suelo de la cueva de Bolinkoba, (10) la construcción de una pared artificial durante la Guerra Civil para su uso como refugio en la cueva de los Judíos, (11) el rebajamiento del relleno de las cuevas de Sandro, Kubia, Logalan por su uso como redil, (12) la regularización del suelo de la cueva de Urratxa III con una solera de grandes piedras alterando la estratigrafía, (13) la obstrucción del depósito de la cueva de Arenaza I por la instalación de un plano inclinado artificial usado por los mineros en la cueva de y por el uso de la cueva como cargadero de una explotación de cantera, que en opinión de Marcos Muñoz «El 11-4-65, para nuestra sorpresa, pudimos comprobar que el suelo de la entrada había sido rebajado unos 4 metros. En lo que era la entrada de la cueva se han construido dos túneles de hormigón por la cantera contigua» (Sailleunta) (Marcos Muñoz, J.L., 1982:21).
Ocupaciones humanas
Son ocupaciones de las cuales solo tenemos referencia que se dieron por los restos de material moderno hallado en las cuevas. Entre éstas se documenta la habitación de cueva por un anciano pobre en la cueva de Pajucas, la presencia de restos de ladrillos y clavos en Aldeacueva, la presencia de material moderno debido a un uso reiterado de la cueva de Kobazulo, la celebración de fiestas y comidas en la cueva de Kobeaga y la ocupación como refugio por los taladradores y pastores de la zona en la cueva de Txotxinkoba.
Pérdida de colecciones de materiales o conservación negativa de las mismas
Se documentan varios casos concretos en los que entendemos que la responsabilidad cayo en su momento en el hombre y no en causas accidentales.
En otras ocasiones las causas han sido menos controlables y de carácter más accidental o circunstancial.
Para introducir este aparatado hemos recogido la opinión de un arqueólogo precisamente sobre esta cuestión: «considerando las técnicas que en los albores de la arqueología a principios de siglo se tenían y las condiciones que el Museo Arqueológico (de Bilbao) ha tenido durante años no es extraño que se diesen por desaparecidas algunas piezas» (Valdés, L., artículo de opinión en prensa local, 1984).
Está documentada la ausencia de un lote de piezas líticas provenientes de la cueva de Atxeta y la perdida de materiales procedentes de una excavación ilegal con motivo de la Guerra Civil española cuando la Escuela de Ingenieros de Bilbao, lugar en donde se guardaba el material arqueológico de dicha excavación, fue convertido en cuartel.
Así mismo, entre los casos de una mala conservación del material de las excavaciones antiguas, están las malas condiciones de almacenamiento de los materiales de las excavaciones de la cueva de Atxeta.
Pisoteo humano
Se documenta el fenómeno de pisoteo antrópico o de ganado estabulado en la cueva de Urratxa III que en el caso del material de la cueva de Santimamiñe produce el desmenuzamiento de conchas, el pisoteo con endurecimiento del suelo y la consiguiente mezcla de materiales en los primeros centímetros del depósito de la cueva de Arenaza, así como la fracturación del material cerámico con una alteración de los lechos en esta misma cueva.
Instalación de fuegos
La practica de fuegos y hogueras en cueva es muy visible, además de muy frecuente, por los restos que éstas dejan en las cuevas y así se documentan en las cuevas de Lumentxa, Lamiñak II y Kobazulo.
Ruptura de sistemas de cerramiento y de cubrición de restos arqueológicos
Se documenta únicamente un caso, aunque de gran envergadura, como es el levantamiento de plásticos cubrientes del yacimiento tras una ruptura de la verja de entrada con la consiguiente remoción del yacimiento arqueológico en la cueva de Santa Catalina.
Aporte de material alóctono o extraño a la cueva.
Este apartado se refiere específicamente al relleno de la entrada de la cueva de Kobaua con escombros de una antigua explotación de cantera que, aunque no
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se documenta si este relleno afectó al material arqueológico, indirectamente consideramos que supone un impedimento a la hora de reconocer los mismos.
En las memorias de excavación de la cueva de Pico Ramos se documentan una serie de actividades las cuales hemos considerado interesantes de mencionar ya que, aunque su acción no recae directamente sobre el material, a largo plazo sí puede llegar a causar un deterioro importante de la cueva y, por consiguiente, del material que ésta contenga; se trata de la deforestación y replantación de coníferas y eucaliptos, el laboreo intenso y la intensa habitación poblacional, del entorno de la cueva.
Varios
Incluimos aquí dos casos que suponen un posible riesgo de degradación del material arqueológico pero que no se pueden encuadrar en los apartados anteriores por lo excepcional de la información que nos ofrece:
- La visita legal de unos congresistas a la cueva de Santimamiñe durante la excavación historíca de 1919 en ausencia de sus directores que, asisitían a un congreso de Ciencias en Bilbao, y que a su vuelta, criticaron esta visita por estar «dirigida desgraciadamente por personas casquivanas inexpertas, lo cual motivo nuestra protesta en la junta de cultura» (de Barandiaran, J.M., 1976:104). Suponemos que esta crítica vino a cuenta posibles riesgos de alteración del yacimiento durante la visita. Aún así, la citamos como posible causa, ya que no tenemos plena seguridad del motivo de la referencia.
- La no-puesta en marcha de la excavación prevista por el Servicio Arqueológico de la Diputación y la Junta de Patronato del Museo Arqueológico de Bilbao en la cueva de Peña Forua en 1959, supuso la perdida de información que aun pudiera quedar tras la intervención en 1946 de los Srs. B. Taracena y A. Fernández Avilés, ante la inminente destrucción por la explotación de una cantera contigua.
Zona Cantabria
La,s actuaciones seudo científicas
Bajo esta denominación recogemos diversas actuaciones arqueológicas (excavaciones, sondeos, catas, ... ),técnicamente legales, pero llevadas a cabo por grupos sin una formación arqueológica específica que contaron con el apoyo de diversas instituciones culturales. Estas actividades, característica de una época muy concreta (los años 50' y los 60'), son fruto, principalmente, de dos hechos. Por un lado las excavaciones autorizadas por el Museo Provincial de
Prehistoria y Arqueología de Santander por medio del GASS (Grupo de Arqueología Seminario Sautuola) y la creación de un grupo de espeleología vinculado a ellos, la SESS (Sección de Espeleología del Seminario Sautuola), y, por otro, la actividad de los Camineros de la Diputación bajo la supervisión del ingeniero A. García Lorenzo, quien, además de trabajar en las obras públicas, instaba a los camineros a aprovechar el tiempo para controlar las cuevas y sus posibles yacimientos, ordenando la realización de catas.
Lo ahora dicho se refleja en los resultados obtenidos con un claro protagonismo de las catas realizadas por el Equipo de Camineros de la Diputación de Cantabria, cuyas consecuencias están documentadas en las memorias de las cuevas de Juyo, Esprilla, Peña del Agujero o de los Ojerones, Covalanas, La Haza, Cubillones, Santián, Ruso I y Mirón, cueva, esta última, donde de hace mención a los obreros que realizaron la carretera de acceso a la cueva de Covalanas a finales de los años 50'. Claro ejemplo de la metodología seguida por estos equipos de camineros nos lo ofrece E. Muñoz, refiriéndose al caso del Ruso I: «Descubierta por F. Quintana, capataz del equipo de camineros de la Diputación, y que bajo la dirección de A. García Lorenzo realizó calicatas de sondeo en la cueva ... » (Muñoz Femández, E., 1991:62).
Por lo que se refiere a la "labor arqueológica" del SESS, incentivada desde el Museo Provincial de Prehistoria y Arqueología, se han documentado en las memorias de excavación consultadas catas en Cofresnedo, y sondeos arqueológicos en las cuevas de Jocanos, Brujas y Valle por el Grupo Esparta. Así mismo, E. Muñoz menciona otras excavaciones promovidas por el Museo Provincial de Arqueología y Prehistoria, y realizadas por miembros del Seminario Sautuola, como son las de Recueva, Lastrilla, Casteñeda, Alto de Peñajorao, Linar, Piris, Nicanor, Avellanos y la por nosotros citada Ruso I. Según este autor, el nivel de información de estas antiguas "prospecciones" es muy escaso, ya que algunos informes de lo realizado fueron publicados por P. Lorenzo Sierra, pero la mayoría permanecen inéditos. De todas maneras, el autor da unas listas de cuevas basándose en informaciones orales en la mayoría de los casos. (Muñoz Femández, E., 1988).
Por tanto, la explosión de actuaciones arqueológicas en Cantabria frente a Bizkaia es grande, pero debemos tener en cuenta la naturaleza de las actuaciones cántabras, no sistemáticas, con un nivel científico cuestionable, al menos desde la óptica actual, y altamente destructivas.
Es interesante recordar en este punto, las palabras de J.M. de Barandiaran cuando, en un intento de aconsejar lo que los espeleólogos deben hacer ante los objetos arqueológicos con los que se encuentra,
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dice que «La espeleología no es prehistoria y el espeleólogo no tiene necesidad de ser prehistoriador» (de Barandiaran, J.M., 1958:300).
A continuación hacemos una revisión a las actuaciones ilegales que se han documentado en la bibliografía consultada.
Las excavaciones clandestinas
En principio, aclarar que excavaciones clandestinas son, no solamente aquellas que así son citadas en las memorias, sino también todas aquellas intervenciones donde se han dado recogidas de materiales, bien superficiales, bien como resultado de simples visitas, sondeos, catas o prospecciones con o sin permiso para ello, ya que la recogida de material es sinónimo de excavación, no existiendo, como ya se explicó mas arriba, intervención (excluyendo las urgencias o controles) que permita la recogida del material a no ser que se tenga un permiso de excavación.
Se documentan con el término "excavación clandestina", las excavaciones furtivas que conllevaron la destrucción de inhumaciones en la cueva del Encinar, las excavaciones realizadas por la SESS destruyendo la concreción formada sobre un nivel de la cueva del Ruso I «a barrazos» (Muñoz Fernández, E., 19991:62).
Las excavaciones clandestinas en las cuevas de San Juan y Arenillas II, las excavaciones por los lugareños en las cuevas de Patalea, Ruso I, Mosolla, por un vecino local "interesado" en la cueva de la Mina o por un veraneante en la cueva de Castro o Jocanos. El vaciamiento del depósito arqueológico de la cueva del Castillo, el expolio arqueológico en las cuevas del Mapa y Ruso I, y la cata de furtivos realizada a principios de los años 80' en la cueva del Mirón, entre muchas otras que no se han llegado a documentar en las memorias de excavación.
Junto a estas actividades se documentan muchas otras de carácter anónimo. Estas son antiguas zanjas en busca de tesoros que la tradición popular convirtió en real como la leyenda del "Moro Chufín" en la cueva de Chufín, con la consiguiente remoción de la superficie, las visitas incontroladas con práctica de calicatas por los trabajadores de una cantera próxima a la cueva y por el descubridor del Ruso I, o anónimas en Peñona y Cualventí, calicatas para acceder al interior de las cuevas de Patalea y Cueto en época de la Guerra Civil española, las catas para la extracción de tierras como fertilizante en la cueva de Tarrerón, etc.
E. Muñoz añade a estas excavaciones ilegales las practicadas en la Zona de Castro Urdiales, en las cuevas de la Lastrilla III o San Juan con un prácticamente vaciado del deposito, o destrucciones en áreas de excavación como en Lapas, Juan Gómez, etc.; las
practicadas en la zona de Villaescusa como las cuevas de Villanueva y Peñona (en esta última el autor menciona una destrucción casi completa del yacimiento), o las de la zona de Rionansa en la década de los 70, entre las que destaca las de las cuevas de Chufín y Porquerizo (Muñoz Femández, E., 1988).
Así mismo, este autor cita otras dos cuevas, Culebre y Ruso I, con destrucción, motivada por la búsqueda de tesoros, y numerosas cuevas en la zona de Santoña donde se practicaron calicatas por un grupo de particulares, noticia difundida por un periódico local, nos referimos a las cuevas de Fortín de San Carlos, Covacho, Peña del Perro, abrigo junto a la Peña del Perro, La Fragua y los Cuartos. Así mismo, comenta también la práctica de un sondeo por un particular en la cueva de la Horca del Fraile hallando un enterramiento prehistórico que fue entregado al Museo Provincial de Prehistoria y Arqueología de Santander (Muñoz Femández, E., 1988).
Como ya hemos explicado anteriormente, dentro de este epígrafe de Excavaciones Clandestinas también hemos incluido, como actuaciones arqueológicas ilegales, las recogidas superficiales de materiales provenientes de lo que legalmente se consideran Prospecciones Ilegales. Así, documentamos una extracción con rotura del material durante una prospección en la cueva de Requejil, la practica de prospecciones destructivas en la cueva del Puyo, o la prospección con recogida de material cerámico en la cueva de la Honda. El gran problema aquí es que, posiblemente, estas actuaciones tenían permiso legal de prospección pero ninguna respeta la naturaleza de la actuación, ya que todas son destructivas al llevarse a cabo una recogida del material.
Así mismo, a la hora de analizar la incidencia de estas prospecciones ilegales, es necesario hacer mención al papel que en la región cántabra tienen las asociaciones espeleológicas, siempre de importancia capital cuando hablamos de cavidades consideradas patrimonio natural subterráneo. Los grupos de espeleología locales también tienen su propio archivo de actuaciones ilegales con recogida de material. Haciéndonos eco de la opinión de J .L. Pérez Sánchez «Los espeleólogos, en cuanto que su campo de acción coincide en parte con cavidades con restos arqueológicos [ ... ] han confundido en muchas ocasiones su deporte con la actividad arqueológica: prueba de ello son las numerosas publicaciones de espeleología donde la arqueología tiene una presencia significativa, caso típico en Cantabria frente a otras comunidades» (Pérez Sánchez, J.L., 1999:688). Un ejemplo sería la recogida de material metálico por parte del GELL (Grupo espeleológico de Castro-Urdiales) en la cueva de Ziguste y que fue cedido con posterioridad al
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Museo Regional de Prehistoria y Arqueología de Santander.
La realización de obras de acondicionamientomodijicación por diversos usos de las cuevas
Al igual que ocurre en Bizkaia también aquí la diversidad es grande, veamos:
Uno de los usos más comunes es el de uso de la cueva como redil, establo, cuadra gallinero, es decir, de refugio de animales, documentado en múltiples cuevas como Nindral, Covara, Hermida, Desfiladero, Llusa o Collusa, Puyo, Esquilleu, con alteración de los niveles. Precisamente, hay un caso que documenta la construcción, posiblemente en el siglo XIX, de dos grandes cabañas de las cuales solo se encontró la base de las paredes y la instalación de corrales de ganado que supusieron la consiguiente nivelación del suelo de la cueva del Mirón, provocando la desaparición de los «hipotéticos niveles de la Prehistoria reciente en la zana del fondo del vesttbulo» (G. Morales, M.R. y Straus, L.G., 2000:124).
Según E. Muñoz, también se utilizan de establo otras muchas cuevas como Redonda, Burras y Hoyos y cqmo merendero o asadero la cueva del Gallinero ..
El acondicionamiento de la cueva como almacén y establo es otro de los usos documentados, destruyendo el yacimiento en los casos de las cuevas de Galo 1 y Galo 2. Según E. Muñoz, también se utilizaron como almacén otras cuevas como Fuente del Francés, Carro, Lamarid o la Iglesia y como bodega las cuevas de los Riegos y la Llusa (Muñoz Fernández, E., 1988).
El uso de cueva como refugio con remoción y alteración de la sala como se documenta en la cueva de Sovilla. Según E. Muñoz hay un uso como habitación de mendigos en otras cuevas como Docelia y Cachirula. (Muñoz Fernández, E., 1988).
El espectacular uso intensivo de la Cueva Grande que, sirvió de centro de devoción mariana, refugio durante la Guerra Civil, como lugar de extracción de tierras como fertilizante, redil de cabras y lugar de plantación de champiñones. Según E. Muñoz hay otras cuevas como el Cuco e Iglesia II, usadas como zona de cultivo (Muñoz Femández, E., 1988).
Las ocupaciones esporádicas de la cueva como refugio durante la Guerra Civil se documentan también en varias cuevas como Puyo y Cueva Grande y, en ocasiones, con violación del depósito como en la cueva de Tarrerón. Según E. Muñoz se usaron como refugio en la Guerra Civil española otras cuevas, ente ellas, la Cuevuca superior, Mato, Eucaliptal, Sopeña y Faro. (Muñoz Fernández, E., 1988)
La extracción de tierras como uso de abono o fertilizante, con la consiguiente destrucción del yacimiento, está también muy documentado en las cuevas
de San Juan, Del Castro o Jocanos, Pendo, Mar, y Mirón. Según E. Muñoz, también para la extracción de arcillas con las que mezclar la tierra de los campos se practicaron extracciones en las cuevas de la Pila y el Salitre (Muñoz Femández, E. 1988).
Usos tan escandalosos como la práctica de torneos de velocidad contrarreloj dentro de cavidades, organizados por la Sección Espeleológica de las Juventudes de La Falange, provocaron la fragmentación y dispersión del material arqueológico de la cueva de Aspio.
Los acondicionamientos de la cueva para su uso turístico, en vez de potenciar la necesidad de salvaguardar el patrimonio arqueológico, han hecho desaparecer yacimientos arqueológicos como los de las cuevas de Covalanas y La Haza, ambas en Ramales de la Victoria.
En un caso concreto, el de la cueva del Valle, el vertido de una placa de hormigón en rampa en un deposito con intención de protegerlo, y la posterior no retirada de ésta, comenzó, por su disposición, a alterar los niveles arqueológicos sin que se pudieran evaluar los daños. Se criticó la práctica de esta cubrición sin una previa documentación de su posible afección, lo que provocó el no poder evaluar los daños.
En otras ocasiones los usos de la cueva no se definen pero implicaron la construcción de muretes de piedra en el interior de las cuevas, como el caso de la cueva de Llusa o Collusa.
Hay un caso que, por sus consecuencias, quizás debiera estar en causas catastróficas, pero, al desconocer éstas de una manera precisa, lo incluimos aquí. Se trata del uso del río interior de la cueva del Linar como colector de aguas fecales. No solamente está el grave deterioro sobre el yacimiento arqueológico, sino sobre el patrimonio natural, ya que estos vertidos suponen una alteración del biotopo y de las condiciones microclimáticas del sistema de cueva. (González Luque, C., 1988).
Por último, encontramos de nuevo la presencia de A. García Lorenzo con la práctica de obras para ampliar la entrada de la cueva de Santián. No se dice cuál fue el motivo, pero suponemos que fue la práctica de una cata para constatar un control de yacimiento, como venía siendo habitual en esta época y por parte de este hombre.
E. Muñoz, en su intento de describir las causas de deterioro, también cita otros usos no conocidos que afectan a un gran número de cavidades (Muñoz Fernández, E., 1988)
La desaparición o perdida de colecciones de materiales
La desaparición y pérdida de colecciones de materiales arqueológicos de excavaciones antiguas o his-
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tóricas, son conocidas a partir de estudios modernos y ha derivado de causas como el coleccionismo privado, el intercambio de material entre centros o arqueólogos, la dispersión de material por el envío a centros extranjeros y las donaciones particulares. Así, se documentan los siguientes casos:
La desaparición y pérdida de la colección privada de materiales arqueológicos de Lorenzo Sierra durante la Guerra Civil, así como de las piezas que estaban en manos de H. Obermaier, procedentes ambos grupos de materiales de las antiguas excavaciones de la Cueva del Valle entre 1909-11. Concretamente, I. Barandiaran Maestu, habla del extravío de piezas de arte mueble que no quedaron depositadas en el Museo Provincial de Prehistoria y Arqueología de Santander, sino en colecciones privadas (Barandiaran Maestu, I., 1975).
La pérdida de lotes de piezas por una practica muy común en épocas antiguas como fueron los intercambios poco controlados de material de las cuevas del Pendo, del Castillo y del Valle entre centros o arqueólogos, y cuyos resultados tienen alcance hasta la actualidad, en la que los estudios quedan limitados por la no-posibilidad de consulta de los mismos. Caso claro al respecto es el «intercambio de materiales arqueológicos realizada entre el Padre Carballo y este departamento» en referencia al departamento de Ciencias Históricas de la Universidad de Santiago de Compostela (Villar Quintero, R., 1994:313) o el envío al extranjero de lotes de piezas y notas de excavación de la cueva del Valle con la desaparición o perdida de los mismos.
Otro caso es la dispersión de materiales procedentes de las excavaciones de la Castillo que habían sido donados por Alberto I de Mónaco al Ayuntamiento de Santander, y que en opinión de A. Moure Romanillo « ... fue el motivo principal de que los resultados no se publicaran en su momento» (Moure Romanillo, A. y García Soto, M., 1989:20). Estos materiales fueron enviados al Instituto de Paleontología Humana de París (IPH) y regresan a España en lotes entre los años 1932 y 1973. Esta dispersión fue motivada por diversas causas, entre ellas las donaciones de materiales por parte del Padre Carballo al SIP (Servicio de Investigaciones Prehistóricas) de Valencia en 1950, y localizados en la década de los 80 en el Museo de Valencia (Aura Tortosa, J .E., 1986) o la dispersión de los materiales de una mismas colección en multitud de centros, siendo algunos aun desconocidos: Materiales de Rascaño divididos entre el Colegio de San Vicente de Paúl (Limpias, Cantabria), la colección privada del Duque de Alba (Palacio de Liria) y el Museo Nacional de Ciencias Naturales (Madrid); materiales de Peña del Mazo divididos entre el Museo del Instituto de Santander y las colecciones privadas de E. Botín y E. Pedraja; Los materiales de Morín dis-
persos entre el Museo Arqueológico Nacional (donde ingresan como una donación de J. Carballo junto a otros materiales procedentes de las prospecciones de éste en diversas cavidades), el Museo Regional de Prehistoria y Arqueología de Santander, la colección privada del Marques de Comillas, el American Museum of Natural History y el Museo de Arqueología de Barcelona (Barandiaran Maestu, I., 1972).
Ahondando en este último apunte, I. Barandiaran Maestu lamenta que las colecciones formadas a partir de las numerosas investigaciones realizadas en Altamira, hayan dado lugar a una lamentable dispersión de los materiales arqueológicos. (Barandiaran Maestu, I. 1972).
La, conservación negativa del material de excavaciones históricas
La conservación negativa del material arqueológico, deriva en muchos casos de las pésimas condiciones de almacenamiento al que han estado expuestos durante largo tiempo los diferentes materiales arqueológicos, y se documentan principalmente en dos casos de excavaciones emblemáticas: Altamira y El Peudo.
En referencia a los materiales de las excavaciones en la cueva del Altamira entre 1980-81, un trabajo de revisión realizado con posterioridad a las excavaciones comenta, el « ... deplorable estado en que se encuentran las antiguas colecciones ... » (González Echegaray, J. y Freeman, L.G., 1996:255)
Por otro lado, está el caso de las condiciones de humedad por las inundaciones en el Museo de Prehistoria de Santander, y los traslados sin el suficiente rigor, con la desclasificación de etiquetas y, por tanto, la perdida de información que tuvieron que sufrir los materiales de las excavaciones antiguas de El Pendo, y que se documentaron en posteriores memorias de excavaciones más modernas entre 1953-57.
I. Barandiaran Maestu, comenta en referencia a la cueva del Pendo que «es de lamentar el estado actual del famoso bastón de mando peiforado ... que sufrió pésimas condiciones de humedad cuando, en los años de la guerra civil, fue ocultado» (Barandiaran Maestu, I., 1972: 178).
Sin embargo, para encontramos este tipo de situaciones, no tenemos que echar mano de antiguas colecciones, sino que actualmente se dejan deteriorar los materiales de excavaciones por la falta de seguimiento de una metodología de excavación adecuada, que, obviamente, no debería terminar cuando el material se extrae de la cueva. La falta de una continuidad en el trabajo de excavación, que deriva en un almacenamiento inadecuado de los materiales, es, por tanto, un error cometido con las excavaciones antiguas y que supone muchos problemas de investigación en la actualidad, pero continua siéndolo en las excavacio-
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nes realizadas en la actualidad. Estos efectos negativos sino los solucionamos de inmediato seguirán suponiendo un grave problema para aquella persona que, en un futuro, necesiten consultar y manipular las colecciones de materiales arqueológicos.
Es como si los problemas sucedidos de antiguo, los cuales estamos reflejando en este trabajo como causa de degradación del material, no fuesen ejemplo de lo que debemos evitar cuando intervenimos en un yacimiento arqueológico, de manera que este tipo de críticas, por parte de todos, no vuelvan a realizarse.
El aporte de material alóctono o extraño a la cueva
Se documenta un caso en la cueva del Puyo de deposición de grandes bloques junto a la boca de la cueva que posiblemente sepultaron estructuras arqueológicas.
El pisoteo humano.
Únicamente se documenta en las memorias de excavaciones de cueva Morín donde se habla del pisoteo intenso del suelo de la cueva, pero desconocemos si esto alteró el material. En la cueva del mirón se documenta la intensa actividad humana como responsable de los movimientos del material dentro del depósito. Por último en la cueva del Castillo se menciona el pisoteo biológico como causa de alteración diferencial del material óseo.
La, ruptura o dañado de sistemas de cerramiento y la obstrucción de las entradas a las cuevas
Hemos encontrado tres casos, dos de ellos referidos a la ruptura de verja, por un lado en la cueva de los Peines primero donde primero se violenta la verja en los años '80 y luego se destruye en el 94, por otro el dañado en la cueva de Reyes de la reja de hierro. Un tercer caso es el desmantelamiento del muro que funciona de cierre en la cueva del Puyo.
Hay dos cuevas, Doncella y Encinar, que presentan la entrada o boca obstruida o taponada por dos efectos de destrucción catastrófica: la explotación de cantera en la primera y los movimientos de tierra por la construcción de la Autovía del Cantábrico en la segunda.
11.- OCUPACIONES PREIDSTÓRICAS
Lógicamente, la ocupación de la cueva por los propios grupos prehistóricos también fue causa de alteración de los depósitos arqueológicos, tanto de sus propias ocupaciones, como de ocupaciones anteriores.
Zona Bizkaia
Por un lado encontramos alteraciones del material derivadas de rituales o prácticas funerarias u otras necesidades culturales como el caso de la práctica de hogueras, el intenso pisoteo por la cueva o la construcción de estructuras.
Documentamos así en Sagastigorri la práctica de la no-inhumación o enterramiento de cadáveres, dejándose éstos expuestos a procesos post-deposicionales sin ningún tipo de cubrición. Otros ejemplos son, la práctica de la incineración de los restos óseos humanos en las cuevas de Ereñuko Arizti, Lacilla, Lamiñak II que no han permitido su conservación completa o el caso de un movimiento y la redeposición de enterramientos en la cueva de Pico Ramos, fragmentando el material que queda desconexo anatómicamente.
Otro tipo de actuaciones son, las prácticas de hogueras que, como se documentan en las cuevas de Lumentxa, Lamiñak II y Urratxa III, afectan al material quemándolo y alterando el color de los huesos y piezas líticas de sílex y el uso de los huesos como material combustible en la cueva de Lumentxa con la consiguiente alteración por combustión de los mismos.
Entre las causas de alteración del depósito está la compactación del sedimento por pisoteo de los grupos prehistóricos como el pisoteo de enterramientos en la cueva de Guerrandijo, pisoteo con una consiguiente alteración estratigráfica de la cueva de Santimamiñe y pisoteo de las ocupaciones vigentes con una fragmentación del material cerámico en la cueva de Arenaza I. Otro deterioro, es la construcción de estructuras como la de un horno de ferrones que altero los niveles inferiores de la cueva de Arenaza I, aunque no se dice si produjo alteraciones del material.
Zona Cantabria
Volvemos a encontrar aquí causas que se han descrito para las cuevas de Bizkaia, como es el pisoteo presente en las cuevas del Juyo y de Morín, con la consiguiente fragmentación del material orgánico en la primera, y la alteración de restos de ocupaciones anteriores en la segunda. Y casos como la cueva de Mirón donde la intensa actividad humana de los grupos prehistóricos llevó a una mezcla de los niveles arqueológicos.
Entre las alteraciones estratigráficas más documentadas está la construcción de estructuras prehistóricas, como las estructuras circulares que alteraron el depósito de la cueva del Ruso I, la presencia de cubetas de piedras, hogares y hoyos de poste en la cueva del Mirón o las reutilizaciones en la cueva
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Morín de tierra de estratos precedentes para la construcción y relleno de tumbas con la consiguiente · destrucción de aquellas tumbas que habían sido inhumadas con anterioridad. Otro caso similar lo encontramos en la cueva del Altamira con una alteración y remoción por parte de los hombres prehistóricos de sus propias estructuras anteriores.
Precisa es la documentación aportada por K.W. Butzer en un estudio geo-arqueológico llevado a cabo en cueva Morín, donde se documenta como las <<frecuentes ocupaciones de la cueva por grupos del Musteriense y del Paleolítico superior durante los 75.000 años anteriores a 10.000 B.P. fueron responsables de... la alteración estratigráfica preexistente y la mezcla de sedimentos antiguos y sedimentos contemporáneos, y... la modificación geoquímica como resultado de la descomposición de restos biológicos» (Butzer, K. W., 1989:82).
1.1.2.6.- Causas accidentales
Zona Bizkaia
Entre ellas encontramos dos casos así catalogados por los redactores de las memorias: uno de ellos es un derrumbe accidental del cantil de las excavaciones antiguas de la cueva de Lumentxa, pero documentado en las memorias de excavaciones modernas, que suponemos fue causa de deterioro, y otro se trata de un incendio accidental o intencional producido en el exterior de la cueva de Pico Ramos, como posible causa de la presencia de huesos quemados.
Zona Cantabria
En cueva Morín se documenta la existencia de material óseo fracturado, cuya alteración se desconoce si procede de causas biológicas o causas accidentales.
E. Muñoz añade causas documentadas anteriormente en Bizkaia, como son los derrumbes de los perfiles de las catas o sondeos en las cuevas del Pendo, Morín, etc., opinando el autor que gran parte de ellos derivan de la no-aplicación generalizada de medidas destinadas a la conservación post-excavación de las áreas de excavación abiertas. En este sentido solo esta documentada la colocación, en la cueva del Otero, de placas de uralita a modo de protección del área excavada (Muñoz Fernández, E., 1988).
1.1.2.7.- Características de la cueva
Hemos encontrados tres casos donde las características concretas de cada una de las cuevas afecta indirectamente a la conservación del material, y las
memorias de las actuaciones arqueológicas lo documentan como posibles causas de deterioro. Sin embargo, habría que valorar, junto a estas características, cuales son las circunstancias particulares de cada uno de los micro-medioambientales de estas cavidades.
Zona Bizkaia
En las memorias de la cueva de Pico Ramos, se explica que el reducido tamaño de la cueva incide en una mayor posibilidad de fracturación de los enterramientos a la hora de practicarlos y removerlos, mientras que en los trabajos de Lamiñak II, se habla de cómo la orientación de la cueva no permite la entrada de la luz solar y, por tanto, hay una ausencia de insolación y un grado de humedad alto en el interior de la cueva; y en la cueva de Bolinkoba, la poca profundidad de la cueva facilita que la entrada e influencia de la luz solar sea mayor.
Esta claro que estas características descritas provocan un medioambiente en la cueva que no tiene porque ser inadecuado para el material, pero, haciendo caso a los supuestos teóricos, ni una excesiva humedad en el aire ni la acción directa de la luz sobre los materiales excavados son favorables para su estabilidad.
Zona Cantabria
En los trabajos de la cueva del Mirón, se documenta la excelente exposición al sol de la cueva como factor positivo de habitabilidad, y que obviamente también incide sobre el yacimiento más cercano a la boca. Principalmente esta proximidad favorece una actividad biológica (vegetales) importante.
1.2.- Causas de preservación
Queremos reflejar aquí aquellos casos de cuevas en cuyas memorias de excavación se han documentado cuales son las causas por las cuales el material de un depósito, con un micro-medioambiente particular, se ha preservado. En muchos casos, la razón está en la ausencia de agente/s de deterioro, pero en otros la situación es mucho más compleja.
1.2.1.- Intrínsecas al depósito arqueológico
1.2.1.1.- Derivadas de las propiedades del suelo
Zona Bizkaia
De la misma manera que los procesos sedimentarios en la cueva eran causa de degradación del depó-
354 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA
sito y el material, hay un caso concreto en el que suponen una barrera natural ante los deterioros postdeposicionales. Nos referimos a situaciones de ausencia de movimientos o fluctuaciones por la formación de costras o cortezas estalagmíticas que, en ocasiones, cubren y conservan intactos estructuras, como sucede en un horno de ferrones de la cueva de Arenaza I, o preservan el depósito arqueológico mediante la acción de sellado como en la cueva de Santa Isabel. Existe un tercer caso en las cuevas de Aldeacueva y Cuestalaviga, de enterramientos separados entre sí por capas estalagmíticas donde éstas favorecieron no solo la conservación, sino también la extracción del material.
En referencia a los encostramientos y su capacidad para conservar los materiales orgánicos enterrados, S. Femández-López, opina que «los encostramientos superficiales pueden incrementar la durabilidad, la capacidad de persistir, de los elementos conservados [ ... ] los revestimientos cianobacterianos formados sobre algunos restos orgánicos, han servido para que permanezcan juntos los diferentes componentes y para amortiguar o inhibir la influencia de otros agentes de alteración» (Femández López, S., 1999:63)
Junto a las costras estalagmíticas, otra de las causas de preservación son la formación de los suelos pedregosos que actúan de aislante cubriendo y protegiendo los enterramientos como ocurre en la cueva sepulcral de Pico Ramos. Tanto las costras como este suelo pedregoso aíslan el material de posibles movimientos y fluctuaciones presentes en la cueva.
Zona Cantabria
La presencia de agua. Paradójicamente la presencia de humedad en el sedimento ha actuado a favor de la conservación de microfósiles de plantas permitiendo una recuperación de fragmentos de carbón y madera carbonizada en la cueva del Juyo, y ha favorecido la conservación del material óseo de la cueva del Pendo. Más concretamente, en la cueva de Morín, un ambiente de humedad favoreció, entre otros posibles agentes, el desarrollo de adipocira cadavérica que dio lugar a que se produjera un fenómeno de preservación, comentado más adelante, y conocido como sustitución seudomórfica.
La formación de costras estalagmíticas también son causa de preservación en las cuevas cántabras, favoreciendo la conservación del material de la cueva de las Chimeneas, y permitiendo que los niveles cubiertos por costras se conserven intactos en las cuevas del Pendo y del Valle, sellando en ocasiones el depósito arqueológico en el caso de la cueva del Linar y actuando como elementos conservantes de los pólenes en la cueva de Morín.
En el caso de la cueva del Mirón, la elección del área al excavar estuvo motivada por la «evidencia de que la gruesa capa de escombros de derrumbe existente dentro de las cabañas aseguraba su protección contra cualquier furtivismo» (G. Morales, M.R. y Straus L.G ., 1996: 124 ). Vemos que se cita el furtivismo como agente potencial de alteración, pero la protección que ofrecen estos escombros también actúa frente a cualquier otro proceso sedimentario degradante, que pueda tener lugar en el interior de la cueva.
La ausencia de oxigeno en el suelo. La presencia de un suelo anaeróbico, poco renovado o aireado y con ausencia de oxigeno favorece el desarrollo de adipocira cadavérica como ocurre en los depósitos arqueológicos de la cueva de Morín, a la que también contribuye la presencia de humedad.
Las características propias del suelo de carácter limo-arcilloso de la cueva de Morín junto a otros factores, también favorecen el desarrollo de adipocira cadavérica en el deposito que, además, es fundamental, como se explica a continuación, para que se de el fenómeno de sustitución seudomórfica.
La sustitución seudomórfica, no tanto como causa de preservación sino más bien como proceso de conservación, se produce cuando una parte o un todo, en el caso de cueva Morín, un enterramiento, es preservado, no como el material originario sino como una sustitución seudomórfica, la cual es estable en el depósito. Un ejemplo sería que el hierro en condiciones neutras-alcalinas (pH alto) puede ser sustituido por oxido de hierro, o que la madera en condiciones alcalinas pueda ser fosilizada virtualmente por el carbonato de calcio. Sin embargo, el caso aquí documentado es un caso extremo, es decir, la formación de siluetas de sedimento en las cuales no hay absolutamente ninguna textura del material original, pero el sedimento hallado en este lugar esta descolorido revelando la traza de la posición y, en algunos, casos la forma original del cadáver.
Esta sustitución seudomórfica tiene su reflejo en uno de los mecanismos de alteración tafonómica de los restos orgánicos definidos por S. López Femández, concretamente el que se refiere a la «Cementación de cavidades» que la define así: «La perdida de partes blandas, de porciones esqueléticas o de otros componentes de los elementos conservados, genera cavidades que pueden ser ulteriormente rellenadas con nuevos materiales» y más adelante dice «Por este mecanismo de relleno... se han generado replicas extraordinarias de algunos restos orgánicos, que han sido llamadas pseutlomoifosis.» (López-Femández, S., 1999:69).
Esto parece ser lo que sucede en Cueva Morín, donde se produce un relleno sedimentario del espacio dejado por la desaparición del material orgánico, que
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BIZKAIA ANO CANTABRIA
conserva la forma del cadáver de un enterramiento. Pero veamos la explicación que da el Prof. Stewart de la Srnithsonian Institution en EE.UU en la memoria de excavación de la cueva de Morón, en 1969 respecto a este hecho, « ... bajo condiciones de elevada humedad, los tejidos de un cuerpo se convierten en adipocira que es una grasa cadavérica, de sustancia grisácea, blanda y jabonosa, como constituida por una mezcla de jabón amoniacal con potasa, cal y ciertos ácidos grasos. Cuando el cuerpo se convierte en adipocira adquiere una consistencia que permite la creación de un seudoformo». (González Echegaray, J. y Freeman, L.G., 1973:230)
Otro comentario que se hace desde las memorias de excavación al respecto por B. Madariaga es el siguiente: «La transformación del cadáver en adipocira es frecuente en condiciones de humedad concretas en suelo, en suelo arcilloso e impermeable y con ausencia de aire (ambiente anaeróbico ), provocando una putrefacción incompleta y después una saponificación de los tejidos adquiere características físico-químicas y organolépticas muy peculiares, tomando un aspecto parecido al esperma de ballena, de consistencia lardácea, color gris blanquecino, inolora o con olor a moho o rancio y con peso específico bajo. Una vez se descompone el cadáver y esta adipocira se solubiliza bajo la influencia del agua comienza a formarse un molde antropomóifico (pseudoformo) por la sustitución parcial y progresiva de la materia orgánica por la areno-arcillosa del suelo circundante, ocupando en su mayoría el lugar dejado por la materia inorgánica que fue desapareciendo lentamente hasta quedar únicamente algún resto óseo detectable mediante fluorescencia de ultravioleta. Exteriormente queda la forma del cuerpo hasta dar lugar a un molde» (González Echegaray, J. y Freeman, L.G. 1973:261).
1.2.1.2.- Derivadas de la naturaleza del material
a) Grupo del material, orgánico
MATERIAL ESQUELETICO: HUESO
Zona Bizkaia
Una de las causas de degradación mas comentadas es la menor fragilidad de ciertas partes esqueléticas, frente a otras de menor "conservabilidad" y por tanto, de mayor facilidad para fracturarse. A este respecto de documenta una mayor facilidad de conservación de los huesos cortos en la cueva de Ereñuko Arizti, frente al protagonismo que adquieren las piezas dentarias no solo en Bizkaia, sino también en Cantabria, como el material esque-
lético mejor conservado. Derivado de estudios de especialización de los restos antrópicos de la cueva de Urratxa III, se menciona la buena capacidad de restos antiguos para conservar el ADN mitocondrial (mt) en unas condiciones que permiten su recuperación.
Zona Cantabria
La mayor durabilidad de algunas partes esqueléticas dan lugar a un proceso de conservación diferencial del material arqueológico. Esta circunstancia es la que se documenta en la cueva del Juyo y tiene su reflejo en otros casos concretos donde hay una mayor facilidad de conservación de algunos huesos por su dureza y tamaño, como falanges, epífisis de huesos largos en el caso de la cueva del Castillo, o el astrágalo y la taba en la cueva de Rascaño frente a otros o los fragmentos de grandes diáfisis de huesos largos que son los huesos más abundantes en la cueva de Morín, permaneciendo por tanto, únicamente restos óseos de partes esqueléticas más resistentes. Entre estas piezas se hace mención especial a los dientes como el material mejor conservado en la cueva del Castillo y en Cofresnedo, y que, en este segundo caso, permite una recuperación proporcionalmente mayor que en el resto. En el caso de la cueva del Pendo comentan que en esta capacidad de conservación influye la protección del esmalte, que hace que la pieza dentaria aparezca intacta.
Un segundo caso es la documentación de la <ifosilización admirable» del hueso en la cueva del Pendo, como causa de que las partes esqueléticas se conserve en buenas condiciones y según un curioso comentario del Padre Carballo «no difieran de cuando nuevas» (Carballo, J., 1960:32).
RESTOS VEGETALES: MADERA Y FRUTOS
Zona Bizkaia
La carbonización. Aunque sabemos que es la forma de conservación más habitual de los macrorrestos vegetales en las cuevas de la cornisa cantábrica, no en todos los yacimientos se produce. La carbonización, concretamente de la madera en la cueva de Pico Ramos, «se produce cuando algún resto vegetal ha sido calentado a más de 200 º C sin oxígeno suficiente para que se queme completamente. En lugar de reducirse a cenizas, los componentes orgánicos de la planta se convierten en materiales ricos en carbón y resisten a la descomposición ya que este material no se ve afectado por al acción de las bacterias, hongos y otros
356 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA
agentes». (Iriarte, M.J. y Zapata Peña,L.,1996: 33).
Junto a la madera hay otro caso documentado de carbonización de bellotas en la cueva de Lumentxa que también ha supuesto una conservación a pesar de que la materia de este fruto se haya visto alterada.
La ciencia de la Tafonomía nos trae otras circunstancias en las cuales los materiales orgánicos tienen mayores posibilidades de ser conservados. Así S. Fernández-López documenta los siguientes: «Actuaciones de depredadores de los organismos degradantes», la «presencia de sustancias tóxicas o antibióticas, segregadas por otros organismos ... », la «existencia de sustancias que tienen propiedades anti-enzi-máticas y curtientes ... », la «presencia de altas con-centraciones salinas ... », la «presencia de sustancias higroscópicas o el calor intenso y la desecación que determinan la ausencia de una fase acuosa ... », la «ausencia de oxigeno (en aguas estancadas o en materiales de escasa permeabilidad como los lodos arcillosos ... ) que impiden la actividad de los organismos necrófagos o carroñeros» así como, el grano y la naturaleza del sedimento como condicionante del tipo de descomposición-biodegradación que se pueda desarrollar en el depósito arqueológico (FemándezLópez, S., 1999:58).
1.2.2.- Extrínsecas al depósito arqueológico
1.2.2.1.- Causas biológicas
a) Factor humano
No todas las causas de preservación que aquí se comentan se han documentado conscientemente como tales en las memorias de excavación, sin embargo nosotros consideramos que actuaron a favor de la conservación del material por las siguientes razones:
1.- LAS OCUPACIONES MODERNAS
Zona Bizkaia
El desprecie de fragmentos cerámicos por parte de los excavadores clandestinos que actuaron en las cuevas de Peña Forua, Lamiñak II y Santimamiñe (entendemos que por ser estos poco significativos o estéticamente poco vistosos) favoreció la recuperación de los mismos. Y en esta misma línea, está el caso de entrega ó ingresos de lotes de materiales al Museo de Arqueología de Bilbao extraídos ilegalmente e inadecuadamente de las cuevas de Peña Forua y Lamiñak II.
Zona Cantabria
Encontramos documentado un caso en la cueva del Mirón donde el desprecio de materiales por parte de las personas que extrajeron sedimento del depósito arqueológico para la obtención de abono, supuso, dentro de la degradación de esta actividad extractiva, la preservación de útiles de gran calidad, concretamente los autores comentan el «desinterés que tuvieron sus autores por este tipo de materiales». (González Morales, M.R. y Straus, L. G., 1996: 125).
La construcción de cabañas por los pastores para la estabulación del ganado en el interior de la cueva del Mirón, supone una alteración que, en ocasiones como ésta, se convirtió al tiempo en un factor de preservación ya que los cascotes del derrumbe de dichas cabañas actuaron como agentes de preservación del deposito contra furtivos.
11.- OCUPACIONES PREHISTÓRICAS
Zona Bizkaia
Hay documentado un caso en la cueva de Arenaza, en el que los grupos prehistóricos evitan las zonas con filtración de agua como espacio adecuado para enterrar a sus muertos, colocándolos alrededor de estas zonas y evitando así su deterioro por una excesiva presencia de humedad.
Zona Cantabria
La discriminación durante el despiece animal provoca la mayor o menor ausencia o presencia de partes esqueléticas en los yacimientos dando lugar a una conservación diferencial del material esquelético. A pesar de que este tema ha sido muy tratado en la bibliografía sobre arqueología (no tanto desde el punto de vista de la mayor o menor posibilidad de recuperación de partes esqueléticas) únicamente lo encontramos documentado en los trabajos arqueológicos en Cueva Morín.
Los métodos y las técnicas de enterramiento como la colocación de prendas y ofrendas al muerto, mutilaciones, técnicas funerarias, el periodo dejado entre la muerte y la posterior inhumación, así como la posible desecación del cadáver por acción del fuego están documentados como posibles causas de preservación de los enterramientos en cueva Morín.
Por último, tenemos una actitud, más que una acción, como es el respeto a los enterramientos por parte de las ocupaciones prehistóricas posteriores a los grupos humanos que practicaron los enterra-
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BIZKAIA ANO CANTABRIA
mientos en cueva Morín y que ayudaronn a su conservación.
1.2.2.2.- Características de la cueva
Zona Cantabria
La naturaleza de la cueva y de sus estratos es documentada en cueva Morín como causa de preservación y, más concretamente en la cueva del AER se habla de la sequedad y buena orientación de la cueva como agentes de conservación de los restos óseos. Otro caso de preservación del yacimiento se documenta en la cueva del Mirón cuando comentan que la <ifalta de caídas de bloques en un periodo prolongado» visible en un techo de cueva plano (Mirón). (González Morales, M.R. y Straus, L.G., 2000:123)
1.3.- Procesos de alteración más inmediatos a partir de la excavación
1.3.1.- Biológico: factor humano
1.3.1.1.- Maltrato intencional o accidental del material
Zona Bizkaia
Se documenta un caso en el que, no se sabe si accidentalmente o por causa de la excavación, la extracción de una lapa de la cueva de Santimamiñe supuso la separación de sus anillos de crecimiento.
Otro ejemplo es la cueva de Bolinkoba donde la presencia de pocas piezas enteras es, según sus autores, a causa de su rotura en la extracción, fruto de una metodología de recuperación que no es la más correcta, ya que las piezas se han roto al extraerlas .
Pero el caso mas claro es la fracturación moderna de una placa de hueso grabada de la cueva de Lamiñak II cuya rotura se produjo en el momento de su extracción fruto de una excavación clandestina.
Zona Cantabria
Volvemos a encontramos con la rotura del material durante la extracción ilegal, en lo que, teóricamente, era una prospección en la cueva de Requejil.
Otro caso documentado, desde una actitud responsable y con carácter claramente accidental, es la descripción de un raspado superficial en una varilla decorada debida al proceso de excavación en la cueva de la Fragua.
Vemos en ambas zonas, y no solo en las excavaciones antiguas, sino también en las actuales, un fallo
en no apreciar que el material es más frágil de lo que parece, y de como un manejo inadecuado del mismo, que, en ocasiones, llega a ser un maltrato del material, puede provocar graves alteraciones.
1.3.2.- Contenido de agua
Nos referimos con este epígrafe a una pérdida de agua al exponer el material a la atmósfera post-excavación, ya que, generalmente es el aire atmosférico más húmedo que el del depósito. Mientras que el depósito tiene una temperatura y contenido de agua estables, tras la excavación, los materiales fluctúan regularmente (diariamente-anualmente) e irregularmente cuando la situación es alterada.
Zona Bizkaia
Aunque no hemos encontrado casos donde se mencione el contenido de agua como causa de deterioro del material, sí se ha reflejado, sin embargo, en los comentarios. Así, en el caso de Santimamiñe, encontramos que «Desgraciadamente, fue imposible sacarlo entero, y todavía se desmenuzó más con la desecación y trasporte sucesivas» (de Barandiaran, J.M., 1976:10).
1.3.3.- Luz
Nos referimos aquí a la alteración que produce la exposición de un material a la luz tras la total oscuridad durante periodos extremadamente largos en muchas ocasiones. Entre ellas la más notable es la removilización de los pigmentos en materiales decorados y teñidos.
Zona Bizkaia
Encontramos, con relación a la luz, dos casos en la cueva de Santimamiñe,, uno de pérdida del color original de un hueso que se extrae «limpio, de un color amaril,lo vivo que al sol se convertía en blanco» (Barandiaran, J.M., 1976: 18), y otra, el desprendimiento de una capa estalagmítica adherida a un fragmento frontal de cráneo, ambos por exposición al sol tras su extracción, y una brusca desecación.
Cabría comentar que aquí se combina una causa extrínseca al depósito como es la incidencia de luz, junto a otra antrópica como es el desconocimiento de metodologías de conservación preventiva, muy comunes en estas excavaciones de principios del siglo XX, y es que el material requiere que el paso al nuevo ambiente sea gradual y no brusco, como la desecación y pérdida de humedad por exposición directa al sol, situación esta que inferimos de los ejemplos arriba mencionados.
358 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA
1.4.-Alteraciones-modificaciones en el material: una aproximación a procesos y deterioros
La idea generadora de este apartado es que, una vez conocidas cuáles son las causas de degradación en aplicación de una metodología descriptiva por parte de los arqueólogos en las memorias, intentaremos hacer un examen de cuáles son las alteraciones de los materiales, documentadas en las memoerias y, que derivan, lógicamente, de las causas ya descritas, no siempre de una forma aislada, sino más bien por la conjunción de varias causas de naturaleza diferente.
Sea cual sea el material constitutivo de un objeto que se ha enterrado en el suelo de una cueva ( deliberadamente o no), la permanencia bajo tierra le ha provocado una profunda alteración física, química y mecánica, que ha destruido el valor económico (de cambio), estético (forma original), histórico (significado del objeto significante) o simbólico, y, por lo que, nuestra interpretación a partir del mismo que nos puede hacer caer en referencias erróneas. Es, por tanto, objetivo de esta relación de alteraciones-modificaciones, clasificadas según la naturaleza de los materiales en orgánicos e inorgánicos, que sirva de referencia para los trabajos de conservación en sucesivas excavaciones.
Como último apartado hemos considerado interesante, de cara a los trabajos de investigación actualmente en desarrollo, el citar cual son los principales problemas derivados de estas alteraciones del material de cara a posteriores investigaciones. Son problemas planteados desde las mismas memorias de excavación; por tanto, no hacemos mas que trasladarlas a estas hojas a modo de referencia.
1.4.1. Grupos de materiales y sus deterioros
En cada uno de los estados de alteración del material tanto orgánico como inorgánico que son comen-
tados a continuación, se mencionan (en aquellos casos donde la información dada en memorias así lo han permitido) los diferentes procesos por los cuales se modifican la composición, la estructura y la ubicación de los restos.
Cualquiera de estos procesos implica una modificación del material, pero no conduce necesariamente a la destrucción del resto u objeto arqueológico.
Para facilitar la lectura y comprensión de esta información, hemos considerado apropiado presentarla en formato de tablas, teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
Tipo de alteración: Se trata de recoger de las memeorias de excavación, los estados de alteración en el que se hallan los materiales durante la excavación y, a pesar de que muchas de las alteraciones recogidas son comunes a la mayor parte de los restos, tanto orgánicos como inorgánicos, otras en cambio se asocian únicamente a un tipo de resto concreto dentro del grupo de materiales inorgánicos, es el caso del vidrio o el metal. En aquellos casos donde se conozca el estado de conservación con mayor detalle, estos seran denominados de la misma manera en que aparecen descritos en las memorias de excavación consultadas.
Procesos o mecanismos de alteración asociados: tanto si son conocidos como si los son desconocidos, aspecto este último que nos pone en evidencia sobre la gran cantidad de lagunas existentes en las memorias de excavación, en cuanto al desconocimiento de los mecanismos de alteración que intervienen en el yacimiento.
Tipo de material afectado, diferenciando entre los grupos de materiales orgánicos (1) y los inorgánicos (2): entre el primer grupo se documentan los materiales esqueléticos y los minerales de origen orgánico y entre el segundo grupo están los materiales líticos, silíceos (vidrio y cerámica) y metálicos.
Nombre del yacimiento donde se documenta y área de estudio, diferenciando dos tablas, una para Bizkaia y otra para Cantabria.
GRUPO DEL MATERIAL ORGANICO: BIZKAIA
ALTERACIONES MATERIAL ESQUELETICO: MECANISMOS O PROCESOS DE
hueso, asta, diente, marfil, concha ALTERACION
INCOMPLETO (1) industria ósea desconocidos
piezas de arte mueble desconocidos
cráneos desconocidos
material de asta desconocidos
restos esqueléticos de fauna con desconocidos ROTURA predominio de azagayas y de las
roturas longitudinales
industria ósea con predominio de desconocidos
piezas de arte mueble desconocidos
conchas y moluscos, Littorina Obtusata desconocidos
material esquelético en general con desconocidos FRAGMENTACION- p r e d ~ m i n i o de la fractura transversal FRACTURACION (2)
placa de hueso decorada extracción inadecuada
material de hueso desaparición de tejidos óseos
compresión debido a un derrumbe huesos humanos largos y cráneos de bloques sobre el yacimiento
huesos humanos desconocidos
CUEVAS
Bolinkoba Santimamiñe Pico Ramos
Bolinkoba Santimamiñe Pico Ramos
E. Arizti Pajucas
Abittaga
E. Arizti Arenaza Santimamiñe Lumentxa Guerrandijo
Santimamiñe Lumentxa azagayas y punzones Urratxa III
Atxeta
Santimamiñe
E. Arizti Pajucas Txotxinkoba Arenaza I Lumentxa Santimamiñe Urratxa IIl
Lamiñak 11
Pico Ramos
Pico Ramos
Lacilla Arenaza Goikolau Urratxa III
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ALTERACIONES MATERIAL ESQUELETICO: hueso, asta, diente, marfil, concha
huesos de fauna
industria ósea
piezas de arte mueble
prisma de marfil con acanaladuras y aristas fragmentadas
colgante sobre concha Nassarius
material en hueso
huesos humanos y de fauna
CARBONIZADO (3)
huesos
huesos humanos
material de asta
TRAZAS DE EROSION (4) Rodado huesos
Pulido piezas de arte mueble
Estriado ( 8) piezas de arte mueble
Corrosionado huesos
azagayas
Agujereado concha (5)
MECANISMOS O PROCESOS DE ALTERACION
desconocidos
desconocidos
desconocidos
desconocidos
desconocidos
combinación de variables como la
alternancia de frío y calor junto a la humedad de la cueva
proceso de quemado indefinido
pérdida de tejido blando por acción del fuego
proceso general de quemado y calcinación
desconocidos
desconocidos
desconocidos
desconocidos
desconocidos
desconocidos
Abrasión o frotación en el interior de un conchero
CUEVAS
Sagastigorri
kobaderra 1
Pico Ramos
Santimamiñe Lamiñak 11
Pico Ramos
Pico Ramos
Guerrandijo
Lumentxa
Santimamiñe
Goikolau
Pico Ramos
Lamiñak 11 Axlor
Abittaga Kobaederra
Pico Ramos
Lacilla
Lamiñak 11
E. Arizti
Lamiñak 11
Lamiñak 11
Santa Isabel
Urratxa III
Santimamiñe
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ALTERACIONES MATERIAL ESQUELETICO: MECANISMOS O PROCESOS DE hueso, asta, diente, marfil, concha ALTERACION
Pérdida de anillos de concha: lapa Desgaste de las porcioanes apicales por erosión
crecimiento y ápex marina en combinación con la naturaleza
de conchas estructuralcónica de las lapas
Presencia de orificios y Se barajaron las posibilidades de enfermedades
perforaciones superficiales huesos humanos enfermos (5) como la Osteomielitis (7), Lepra y
Envenenamiento por cornezuelo
Signos de erosión en piezas de arte mueble desconocido
general material en hueso y asta en general desconocido
BIOEROSION (9) Perforaciones
conchas predación marina
Mordeduras huesos humanos mordeduras de animales
Roeduras huesos de animales roido de animales
huesos humanos roido de animales
DESCONCHADOS (10) industria ósea desconocido
DESMENUZADOS-DELEZNABLE(ll)
huesos presencia de humedad
conchas desconocido
APLASTADO restos esqueléticos humanos desconocido
DEFORMADO (12) industria ósea desconocido
proceso de recuperación de la forma original tras
la separación del craneo del resto del conjunto
Enderezamiento cráneos humanos esquelético
ENCONSTRAMIENTO- huesos brechificados con otros formación de costras estalagmíticas-calcáreas
CONCRECIONAMIENTO (13) materiales tanto orgánicos como
inórganicos
CUEVAS
Santimamiñe
Pico Ramios
E. Arizti
Lamiñak. II
Lamiñak II
Pico Ramos
Arenaza I
E. Arizti
Arenaza I
Abittaga
Albiztey
La cilla
Pico Ramos
Santimamiñe
E. Arizti
Santimamiñe
Guerrandijo
Lumentxa
Lamiñak II
Santimamiñe
Lacilla
Aldeacueva
Txontxinkoba
Santimarniñe
Kobaederra I
Arenaza I
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ALTERACIONES MATERIAL ESQUELETICO: hueso, asta, diente, marfil, concha
huesos de fauna y humanos con ENCOSTRAMIENTO- encostramiento individual CONCRECIONAMIENTO (13)
huesos humanos
ostras y chirlas
DISPERSAMIENTO-DESPLAZAMIENTO (14) Huesos humanos y de fauna
Enterramientos humanos
DESCONEXION-DESARTICULACION (16) Huesos humanos
PERDIDA DE MATERIA CONSTITUYENTE Y DE
hueso TRATAMIENTOS SUPERFICIALES (17) Pérdida del motivo
decorativo hueso
Pérdida de materia constituyente hueso
Pérdida de colágeno hueso
DECOLORACION: CAMBIO DE COLOR ORIGINAL (18) Decoloración indefinida pieza de arte mueble sobre concha Trivia
Decoloración oscura huesos ennegrecidos y brillantes azulados
huesos
industria de hueso
concha tipo Cardium
Decoloración blanquecina- huesos grisácea
hueso
MECANISMOS O PROCESOS DE
ALTERACION
proceso de formación de costras estalagmíticas-calcáreas
contaminación de depósitos de carbonato cálcico en paredes de canales heversianso y fisuras de los huesos
procesos de formación de costras estalagmíticas-calcáreas
Desconocido (15)
Corrimientos de tierra
desconocido
proceso de fracturación
desconocido
desconocido
desconocido
desconocido
desconocido
carbonización: combustión cuando aun hay tejido blando en contacto con el hueso
por contacto directo al fuego
desconocido
carbonización: combustión cuando aun hay tejido blando en contacto con el hueso
carbonización: combustión desigual sin contacto con tejido blando
CUEVAS
Santimamiñe Kobaederra I Balzola Urratxa III
Pico Ramos
Santimamiñe
Sagastigorri Guerrandijo
Santimamiñe Balzola
Santimamiñe Lumentxa
Santimamiñe
Arenaza I
Urratxa III
Arenaza I
Pico Ramos
Pico Ramos Santimamiñe
Pico Ramos
Atxeta
Santimamiñe
Pico Ramos
Pico Ramos
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ALTERACIONES MATERIAL ESQUELETICO:
hueso, asta, diente, marfil, concha
DESCOMPUESTO hueso
PETRIFICADO hueso
TECTONIZADO hueso
FISURADO (19) Y MICROFISURADO hueso
EXFOLIADO (20) LAMINADO ajuar de marfil: un prisma
mandíbula
FOSILIZADO (21)
ALTERACIONES MINERALES DE ORIGEN ORGANICO
cuentas de coral fósil, yeso,mineral
FRAGMENTACION verde (serpentina) y esteatita
cuenta de azabache
ALTERACIONES RESTOS VEGETALES
NO ESPECIFICADA lignino
MATERIAL INORGÁNICO: BIZKAIA
ALTERACIONES MATERIALES METALICOS (22)
INCOMPLETAS punta de hierrro
FRAGMENTACION-FRACTURACION monedas, apliques de bronce y una
cincha de hierro
TRAZAS DE EROSION
Signos de desgaste indefinidos Balanza romana
punta de cobre Perdida de peso
monedas
MECANISMOS O PROCESOS DE
ALTERACION
presencia de humedad
desconocido
acción de una colada de barro y desplome
la calcinación ha favorecido posiblemente la
fisuración
en relación directa con la estructura canica
dudan de si se trata de un proceso de fosilización
una formación de concreción de toba, ya que
ambas dan apariencia blanquecina
MECANISMOS O PROCESOS DE
ALTERACIÓN
desconocido
desconocido
MECANISMOS O PROCESOS
DE ALTERACIÓN
desconocido pero en relación directa con la
sensibilidad a la humedad y la temperatura
MECANISMOS O PROCESOS
DE ALTERACIÓN
desconocidos
desconocidos
desconocidos
desconocidos
desconocidos
CUEVAS
Tarablo
Santimamiñe
Santa Isabel
Pico Ramos
Pico Ramos
Santimamiñe
CUEVAS
Pico Ramos
Arenaza l
CUEVAS
Pico Ramos
CUEVAS
Peña Forna
Peña Forna
E. Arizti
Peña Forua
Peña Forua
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ALTERACIONES MATERIAL ESQUELETICO: hueso, asta, diente, marfil, concha
PATINAS DE ALTERACION (23) material de bronce
pátina de color verde fragmentos de un vaso de hierro y de un hacha
anillos de hierro
clavos
«muestra» de bronce
monedas de cobre
OXIDACION (24) material metálico
alfiler metálico
borde de vaso y hoja de cuchillo de hierro
fragmento de un vaso de hierro
ALTERACIONES MATERIALES SILICEOS: Vidrio y Cerámica
fragmentos de un recipiente de vidrio
FRAGMENTACION-FRACTURACION material cerámico
material cerámico
piezas ornamentales: cuentas
CARBONIZACION: Quemadura y fragmentos cerámicos expuestos al sol Calcinación
TRAZAS DE EROSION (25) Presencia de áreas rodadas fragmentos cerámicos
material cerámico
Presencia de áreas pulidas aristas de fragmentos cerámicos
fragmentos de recipientes de vidrio IRISACIONES
una bola de vidrio
BURBUJAS fragmentos de recipientes de vidrio
MECANISMOS O PROCESOS DE ALTERACION
desconocidos
desconocidos
proceso de oxidación
oxidación por proximidad a materiales de bronce o cobre
MECANISMOS O PROCESOS DE ALTERACIÓN
desconocidos
desconocidos
desconocidos
caida de plaquetas y bloques de piedras de la cueva
desconocidos
desconocidos
desconocidos
acción hídrica
desconocidos
desconocidos
desconocidos
desconocidos
CUEVAS
Arenaza I
Guerrandijo
E. Arizti
Guerrandijo
Arenaza I
Sagastigorri
G.A.Kobie
Santimamiñe
Peña Forna
Guerrandijo
CUEVAS
Peña Forna
E. Arizti Guerrandijo Arenaza
Urratxa III
Lumentxa
Arenaza I
Peña Forna
Lumentxa
Arenaza I
Santimamiñe
Guerrandijo Sagastigorri Peña Forna
E. Arizti
Peña Forna
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ALTERACIONES MATERIAL ESQUELETICO: hueso, asta, diente, marfil, concha
DESCONCHADOS-MELLADURAS material de vidrio
saltaduras en el borde de un vaso cerámico
ENCOSTRAMIENTO-CONCRECIONAMIENTO Encostramiento estalagmítico material cerámico
Encostramiento de toba material cerámico
DISPERSAMIENTO-DESPLAZAMIENTO material cerámico
PERDIDA DE MATERIA CONSTITUYENTE Y DE TRATAMIENTOS SUPERFICIALES Pérdida de barniz o engobe material cerámico
Terra Sigillata Hispánica (TSH) y Cerámica Común Romana (CCR)
Alteración de la pasta material cerámico
Terra Sigillata Hispánica (TSH) y Cerámica Común Romana (CCR)
DECOLORACION O CAMBIO DEL COLOR material cerámico COLOR ORIGINAL
Decoloración oscura TSHTardía y CCR
EXFOLIACION-LAMINACION material cerámico
DELEZNABILIZACION- material cerámico SOLUBILIZACION
ALTERACIONES MATERIALES LITICOS
INCOMPLETOS pieza líticas
pedernales
ROTURA cantos rodados
piezas líticas
FRAGMENTACION- piezas de sílex FRACTURACION
MECANISMOS O PROCESOS DE ALTERACION
desconocidos
desconocidos
precipitación del carbonato cálcico disuelto en agua
desconocidos
desconocidos
desconocidos
desconocidos
desconocidos
desconocidos
procesos post-deposicionales: contacto con el fuego,constitución de la pasta, tipo de cocción
desconocidos
acción hidríca
en relación diracta con las características de la Composición de la pasta cerámica
MECANISMOS O PROCESOS DE ALTERACION
Desconocidos
Desconocidos
Desconocidos
Desconocidos
desconocidos
CUEVAS
E. Arizti
Lumentxa
Santimamiñe La cilla Lumentxa
Santimamiñe
Santimamiñe
Txotxinkoba
Peña Forna
Lumentxa
Peña Forna
Pico Ramos
Peña Forna
Lumentxa
Guerrandijo
CUEVAS
Lamiñak Arenaza I
Santimamiñe
Santimamiñe Lumentxa
Arenaza I
Kobeaga II Kobeaga Guerrandijo Balzola Atxeta Kobaederra Silibranka
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ALTERACIONES MATERIAL LITICOS
CARBONIZACION: Quemadura, piedras calcinadas
Calcinación piezas de sílex
TRAZAS DE EROSION
Rodamiento piedra caliza
restos líticos
Pulido aristas de un canto decorado
APLASTAMIENTO estructura de combustión
DEFORMACION
ENCOSTRAMIENTO-CONCRECIONAMIENTO
Encostramiento estalagmítico piedra caliza y huesos
Concreción calcárea canto rodado decorado
PERDIDA DE MATERIA CONSTITUYENTE Y DE TRATAMIENTOS SUPERFICIALES Pérdida de pilltura decorativa canto rodado
DECOLORACION O CAMBIO DEL COLOR ORIGINAL Decoloración oscura piedra y canto rodado
FISURACION Y MICROFISURACION cantos
AGRIETAMIENTO material lítico, principalmente sílex
PATINAS DE ALTERACION (26) piezas de sílex
Pátinas blancas piezas de sílex
piezas líticas
Pátina de opaquización de la textura, pátina de
aclaración del tono oscuro, pátina de esferulitas piezas de sílex
de cuarzo fibroso y/o calcedonitas o
granos micritizados
DESCOMPOSICION (27) ofita
MECANISMOS O PROCESOS DE ALTERACION
desconocidos
proceso de combustión
desconocidos
desconocidos
acción hídrica
desconocidos
cementación
desconocidos
desconocidos
acción directa del fuego
desconocidos
retracción térmica de la capa de alteración
desconocidos
desconocidos
teñido por la cal del depósito
deshidratación
desconocido
desconocido
CUEVAS
Santimamiñe
Lamiñak 11
Arenaza
Urratxa lil
Urratxa III
Lumentxa
Goikolau
Urratxa lII
Urratxa lII
Lumentxa
Pico Ramos
Urratxa lil
Santimamiñe
Lamiñak II
Sagastigorri
Santimamiñe
Atxeta
Bolinkoba
Si!ibranka
Urratxa III
Santimamiñe
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GRUPO DEL MATERIAL ORGANICO: CANTABRIA
ALTERACIONES MATERIAL ESQUELETICO: MECANISMOS O PROCESOS
hueso,asta,diente,marfil,concha DE ALTERACION
INCOMPLETA industria ósea. desconocido
industria ósea con predominio de desconocido
arpones.
ROTURA piezas de arte mueble (28) desconocido
material orgánico sin definir desconocido
restos osteologicos desconocido
FRAGMENTACION industria ósea con predominio de desconocido
azagayas
huesos sin definir desconocido
huesos con predominio desconocido
de cráneos
vértebras de salmónidos (29) desconocido
Reducidos a esquirlas o «triturados» restos de caracoles y moluscos desconocido
CARBONIZACION restos osteológicos calcinación a altas temperaturas
Presencia de áreas calcinadas huesos de fauna desconocido
conchas desconocido
CUEVAS
Pilegao I
Pilago II,
Pila,
Pendo
La Fragua
Juyo
Negra
San Roque
Cráneo
Altamira
Chora
Mapa
Cualventi
Mirón
Pielago 1
Covacho
lastrilla
Grajas
Valle
Santián
Morín
Mirón
Horno
Los Refugios
Mirón
Pielago II Morín
Cráneo
Mirón
Juyo
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ALTERACIONES MATERIAL ESQUELETICO:
hueso, asta, diente, marfil, concha
Presencia de áreas quemadas huesos en general
huesos de fauna
huesos en general
cráneos
cráneos
vértebras de salmónidos (30)
TRAZAS DE EROSION Desgaste industria en hueso y asta
Corrosión industria en hueso y asta
Restos óseos
Astilladuras -Quebraduras piezas de arte mueble (omoplatos decorados)
Presencia de meandros subparalelos en huesos superficie
Signos de erosión en general centros de vértebras de salmonidos
PATINAS DE ALTERACION Pátina sin definir huesos
Aspecto graso y oscuro huesos
DESCONCHADOS huesos
SOLUBILIZACION- huesos humanos DESCALCIFICACION (31)
APLASTAMIENTO-DEFORMACION material óseo
cadaveres humanos
Curvatura varilla de hueso
varilla de marfil
MECANISMOS O PROCESOS DE ALTERACION
contacto con piedras candentes y/o cenizas
sometidos a bajas temperaturas: 645º c efecto directo del fuego
efecto directo del fuego funcionando el sedimento como barrera a la carbonización
desconocido
efecto del fuego
desconocido
desconocido
desconocido
desconocido
desconocen si es antrópico o natural
desconocido
desconocido
desconocido
desconocido
combinación de O, H20 y C02 y fermentación de restos orgánicos
pisoteo
presión que ejerce el sedimento junto al grado de conservabilidad de cada parte esquelética
natural recuperación de la curvatura original de la pieza.
desconocido
CUEVAS
Altamira
Mirón
Chora Negra Grajas Santián
Santián
Cu e to
Mirón
Piélago II Altarnira
Rascaño Monedas
Ruso I Fragua
Castillo
Morín
Mirón
Grajas
Morín
Morín
Morín
Castillo
Morín
La Fragua
Cofresnedo
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ALTERACIONES MATERIAL ESQUELETICO:
hueso, asta, diente, marfil, concha
ENCOSTRAMIENTO-CONCRECIONAMIENTO Concreción Estalagmítica materiales en general
Cubrición de costra cráneo
huesos sin definir
Concreción calcárea huesos humanos
Brechificación o Encostramiento de brechas de materiales orgánicos e diversos materiales inorgánicos.
PERDIDA DE MATERIA CONSTITUYENTE Y DE TRATAMIENTOS SUPERFICIALES Pérdida de restos de coloración huesos con indicios de haber estado
pintados
Pérdida de espinas vertebrales vértebras de salmónidos
DECOLORACION: CAMBIO DE COLOR ORIGINAL Áreas ennegrecidas con supeificies hueso azuladas-blanquecinas
Áreas con coloración oscura hueso
vértebras de salmónidos (32)
DESCOMPUESTO hueso y asta
piezas de arte mueble (omoplatos AGRIETAMIENTO decorados)
huesos de fauna
MINERALIZACION (33) huesos
MECANISMOS O PROCESOS DE CUEVAS ALTERACION
preceso de formación de estalagmitas Cualventí en cueva
desconocido Covacha
desconocido Grajas
desconocido Morín
desconocido Pendo Jocanos
presencia de humedad Pendo
desconocido Mirón
quemadura y calcinación a diferente Mirón temperatura y teñido de la materia orgánica del sedimento
sometido al fuego Morín
teñido de la matriz organica Mirón
presencia de humedad en el sedimento Rascaño
desconocido Castillo
sometidos al fuego Morín
proceso de fosilización Castillo
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GRUPO DEL MATERIAL INORGANICO: CANTABRIA
ALTERACIONES MATERIAL ESQUELETICO: MECANISMOS O PROCESOS DE hueso, asta, diente, marfil, concha ALTERACION
FRAGMENTACION cerámica desconocido
TRAZAS DE EROSION Rodado fragmentos cerámicos desconocido
SOLUBILIZADO-DELEZNABLE- fragmentos cerámicos facilidad de este material para deshacerse
DESCOMPUESTO fragmentos cerámicos presencia de humedad en el depósito
ENCOSTRAMIENTO ESTALAGMITICO-CALCAREO. CONCRECIONAMIENTO Concreción estalagmítica fragmentos cerámicos proceso de concrecionamiento
Cubrición de costras calcárea fragmentos cerámicos proceso de concrecionarniento
ALTERACIONES MATERIAL LITICO Y METALICO MECANISMOS O PROCESOS DE ALTERACION
INCOMPLETA compresor de marga desconocido
cuchillo de hierro desconocido
Alfiler desconocido
ROTURA Lascas desconocido
puntas de sílex de aletas y pedúnculo desconocido
FRAGMENTACION cantos de ofita sometido al fuego
CARBONIZACION Presencia de áreas calcinadas cantos rodados sometidos al fuego
Presencia de áreas quemadas material lítico en general desconocido
TRAZAS DE EROSION Desgastado y disolución de superficie material en ofita acción química de las aguas subterráneas
Abrasión material lítico desconocido
CUEVAS
Lastrilla Cofresnedo Peñona
Valle
Riba
Morín Cofresnedo
Cofresnedo Santián
Grajas
CUEVAS
Morín
P. de Arenal
Ruso I
Puyo
Mirón
Morín
Mirón
Puyo
Morín
Puyo T .. ·~
w __, o
~ Cl ~
~ til ~ n
~
ALTERACIONES MATERIAL LITICO Y METALICO MECANISMOS O PROCESOS DE ALTERACION
ALTERACIONES DEL ASPECTO material lítico desconocido FISICO (PATINA)
Aspecto lechoso-blanquecino material de sílex desconocido
material de sílex deshidratación
Aspecto amarillento-rojizo material de sílex contacto con colorantes de mineral de hierro
Aspecto verde puñal metálico eflorescencias salinas???
ENCOSTRAMIENTO-CONCRECIONAMIENTO cantos desconocido
Concreción estalagmítica material de sílex desconocido
puñal metálico desconocido
PERDIDA DE MATERIA CONSTITUYENTE Y DE TRATAMIENTOS SUPERFICIALES Pérdida de restos de color cantos decorados (34) desconocido
DECOLORACION: CAMBIO DE COLOR ORIGINAL Coloración amarillo-rojizo material de silex teñido de los colorantes de hierro en
el sedimento
Ennegrecimiento hacha de mano sometimiento a fuego
canto de cuarcita sometimiento al fuego
AGRIETADO Material de silex Desconocido
Material de sílex Desconocido
OXIDACION Cuchillo de hierro Desconocido
Objetos indefinidos de hierro Desconocido
Varilla de hierro Desconocido
Hebilla oval, de metal indefinido Desconocido
Piezas metálicas, de metal /es indefinidos Desconocido
-CUEVAS
Calero II Pendo Castillo Valle
Puyo
San Juan
Ruso l
Castillo
Jocanos Ruso 1
Riba
Castillo
Valle
Ruso 1
Santián
Mirón
Morín
Piélago 1 Pasiega
Portillo del Arenal
Aspio Cirrios
Cuesta Baranda
Portillo del Arenal
Escolpo Reyes
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372 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA
(1) INCOMPLETO.Hemos diferenciado aquellos restos que están incompletos de los que están fragmentados o rotos porque así están descritos en las memorias consultadas pero, realmente, no tenemos claro cual es la diferencia entre ambos estados de conservación. Tendemos a pensar que, o bien la diferencia podría estar en la ausencia o no-ausencia del resto de fragmentos faltantes que pudieran permitir completar el objeto, o, por el contrario, ambos términos se utilizan en las memorias de manera aleatoria.
(2) FRACTURACION-FRAGMENTACION. Teóricamente entendemos por fracturación el accidente mecánico que crea discontinuidades en el material, sin pérdida de material y sin separación de las partes. Es decir, pérdida de unidad sin desplazamiento. La fragmentación sería lo mismo que la fracturación pero con pérdida de de materia, dando lugar a la formación del fragmento suelto. Realmente creemos que estos terminas se han venido utilizando aleatoriamente, por tanto los incluimos en un mismo bloque sin saber cual es el estado de conservación real del material. Mª F. Basca sancho, en el análisis arqueotafonómico de los huesos de fauna de la cueva de Gabasa I (Huesca), identifica tipos y patrones de fractura paras conocer el estado de intensidad de la actuación en la fracturación de un conjunto óseo. Diferencia entre fracturación pos-deposicional, fracturación antrópica y fracturación por actividad de los carnívoros.
(3) CARBONIZACIÓN. Este tipo de alteración, es particularmente frecuente en los yacimientos en cueva, principalmente como consecuencia de rituales de inhumaciones con o sin cremación en cuevas sepulcrales, pero también documentamos material esquelético carbonizado derivado del uso del mismo como combustible, o derivado de situaciones accidentales (incendios). A este respecto hay un trabajo de F. Etxeberría sobre el aspecto del hueso sometido al fuego en el que cita cuevas sepulcrales en las que se han encontrado restos humanos quemados; entre ellos Aldeacueva, Guerrandijo, Goikolau, Lacilla, Peña, Zorros y Pico Ramos (Etxeberría Gabilondo, F., 1994),
(4) TRAZAS DE EROSION. Teoricamente entendemos por erosión la pérdida uniforme y generalizada de material que provoca una suavizacion, redondeamiento de formas. En superficie se suele identificar una leve pero continua disgregación.
Incluimos aquí una serie de alteraciones debidas a procesos naturales de erosión que afectan principalmente a la superficie del material óseo. Entre ellos hay algunos mecanismos de alteración que entran en diversos grupos de alteración tafónomica como la bioerosión, la abrasión, ... , pero que, al desconocer la causa concreta (biológica o físico-química), consideramos su proceso de alteración de un modo más genérico, denominándolo trazas de erosión.
(5) CONCHA. En referencia a este material, S. Fernández López en su trabajo hace referencia a la abrasión de las conchas cónicas como la Patella tan frecuente en los registros arqueológicos: « ... son desgastadas preferentemente en las porciones apicales y quedan reducidas a un resto esquelético en forma de anillo», denominando a este tipo de faceta de desgaste <ifaceta de anclaje», y en referencia a las conchas Bivalvos: « ... una vez desarticuladas, el desgaste tiende a ser máximo en el umbo ... A medida que aumenta el grado de desgaste, aumenta el perímetro de estas facetas de desgaste ... » (Fernández-López, S., 1999:75).
(6) HUESOS ENFERMOS. Hay casos claros donde la causa deriva de la "vida útil" del hueso, es decir, de la fase en la que el organismo está vivo (fase bioestratinómica) y enferma por causas que, en ocasiones, son difíciles de explicar. En este caso se barajaron tres tipos de enfermedades que han implicado cambios en le hueso.
(7) OSTEOMIELITIS. odas los tipos de inflamación ósea, cualquiera que sea su índole o etiología, pueden incluirse dentro del termino general de osteítis. Si la infección afecta unicamente al hueso externo (cortical), se la conoce como periostitis. Cuando se halla afectado principalmente el tejido interno (esponjoso), se denomina osteomielitis.
(8) ESTRIADO. El estriado y la acanaladura es una eliminación de materia de la capa superficial, que se manifiesta por la formación de surcos paralelos poco o muy profundos .
(9) BIOEROSION. Es necesario aclarar como en un principio denominamos a esta alteración como biodegradación, aunque una posterior lectura de los mecanismos de alteración tafonómicos descritos por S. Fernández-López nos llevó al cambio de alteración por bioerosión. Este autor describe así este proceso: «muchos organismos son capaces de degradar los restos mineralizados y los tejidos más recientes
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CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:
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por medios mecánicos o por actuaciones de productos de su metabolismo», «Algunos procesos de desgaste y disolución bioestratinómica son exclusivamente llevadas a cabo por herbívoros y carnívoros ... muchos restos óseos presentan arañazas, estrías, rasguños, muescas y cortaduras por haber sido roídos, mordidos o masticados» (Fernández-López, S., 1999:77).
(10) DESCONCHADO. El desconchado o escamación es una separación o levantamienton de laminas o escamas paralelas a la superficie del objeto, normalmente como consecuencia de procesos mecánicos.
(11) DESMENUZABLE-DELEZNABLE. S. Fernández-López documenta un mecanismo de alteración tafonómica que es la disolución. De ésta comenta como la durabilidad de los restos orgánicos frente a la disolución está sujeta a la (1) estabilidad de sus componentes minerales, (2) al área superficial de manera que la disminución en tamaño y esfericidad favorece la disolución, (3) a la micro-estructura, (4) al contenido en materia orgánica y (5) a la permeabilidad. (Fernández-López, S., 1999).
(12) DEFORMACIÓN.Teóricamente entendemos por deformación la modificación irreversible de las dimensiones originales del objeto por esfuerzos mecánicos repetidos y/o continuos. A este respecto, conocemos mecanismos de alteración tafonómica que dan lugar a cambios de tamaño, forma, estructura y textura de urr resto conservado, debido a la actuación de algún esfuerzo mecánico. Sin embargo, los casos aquí documentados únicamente nos describen la situación deformada o aplastada que han alcanzado los restos.
(13) CONCRECIONAMIENTO Como comentábamos en el apartado de causas de alteración, muchos restos han sido recubiertos por ciertos materiales antes de ser definitivamente enterrados. Esta alteración es muy frecuente en los huesos y se caracteriza por la presencia de costras superficiales, concreciones o envolturas calcáreas. En ocasiones éstas abarcan todo un nivel y los materiales en él contenidos, dando lugar a las brechas, encostramientos o los «pudding » tan gráficamente denominados por J.M. de Barandiarán en las antiguas excavaciones de Santimamiñe. La concreción es una denominación específica para las costras de sales insolubles, generalmente carbonatos, pero se uti-
liza para referirse a todo tipo de materiales asi alterados. Encostramiento-Concrecionamiento: los encostramientos o brechas a los que se hacen referencia en este trabajo, tanto en referencia al material orgánico como inorgánico, se trata de la formación de depósitos entendidos éstos como acumulaciones en superficie de materiales (sueltos o compactos) generalmente ajenos al elemento arqueológico
(14) DISPERSAMIENTO-DESPLAZAMIEN-TO. Alteración que también la encontramos documentada por S. Femández-López, quien cita: «los componentes de un elemento o de una asociación pueden ser separados y diseminados durante la fosilización. La dispersión tafonómica, implica el desplazamiento, resultando modificada la ubicación original» (Fernández-López, S., 1999: 101).
(15) Esta dispersión así documentada, no se sabe si realmente se dio durante la fosilización, o bien pudo ser lo que en tafonomía se denomina como resedimentación o reelaboración. El primero es el «desplazamiento sobre el sustrato, antes del enterramiento, de elementos previamente acumulados» y el segundo es el «desenterramiento y desplazamiento de los restos ... » (Femández-López, S., 1999: 89)
(16) DESCONEXION-DESARTICULACION. Femández-López, desde la óptica tafonómica, identifica la desarticulación como mecanismos de alteración y comenta que otros procesos de alteración tafonómica como la degradación-descomposición, disolución y maceración, posibilitan esta desarticulación de los diferentes componentes de los restos orgánicos. Y esto es lo que encontramos documentado.
(17) PERDIDA DE MATERIA CONSTITUYENTE. Encontramos aquí diversos casos, tanto referidos a perdidas o faltas de materia constituyente, como la perdida de una parte del hueso y, en caso de decoraciones o pigmentaciones, perdidas de color o de tratamientos decorativos-estéticos. Este tipo de alteración ya lo comentaba I. Barandiaran Maestu, así como la difícil «conservación de muestras pintadas de arte mueble por su contacto con el medio estratigráfico en que se conservaron: sobre todo resulta excepcional cuando la pintura se deposito en soporte de hueso y asta» (Barandiarán Maestu, I., 1972: 251). Además, este autor docu-
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menta un fragmento de una pieza de arte mueble de la cueva de Altamira con parte de la zona cortical del hueso desaparecida.
(18) DECOLORACIÓN. Teóricamente la alteración cromática es una variación del color original, generalmente por transformación química del mismo, pero no siempre deriva de esto. En estos casos son alteraciones que hacen referencia al color del material orgánico debido a causas de alteración varias, que no en todos los casos son mencionadas. Por tanto, descripciones como las de "hueso quemado", aunque implica un cambio de coloración, además de un cambio estructural, no se anotan en este apartado, ya que el fuego siempre modifica en menor o mayor grado el color del material esquelético debido a muchas variables y de formas diferentes. Volviendo de nuevo al trabajo de F. Etxeberria, se documentan una serie de cambios de coloración como resultado del hueso sometido al fuego en un trabajo experimental: «La presencia de coloraciones grisáceas y azuladas en la profundidad del hueso compacto, junto a la coloración blanquecina en la superficie, revelaría una cremación pobre en oxígeno, y, en el fondo, una incineración incompleta en la que existiría materia orgánica sin combustionar. Cuando esas muestras se recalientan hasta hacer desaparecer la coloración oscura se observa la disminución de peso. La coloración uniforme en toda la estructura indica que la ventilación ha sido elevada y la combustión se ha completado» (Etxeberria Gabilondo, F., 1994:114)
(19) FISURADO. Teóricamente, la fisuracion es ig~al que la fracturación pero con desplazamiento o separación macroscópica-microscópica de ambas partes. La pérdida de unidad es visible al ojo
(20) EXFOLIACION.Teóricamente, la exfoliación es la alteración intermedia entre escamación y desplazamiento. Se trata de laminas paralelas, como escanmación, pero de mayor tamaño, o incluso sin límites definidos (como un hojaldre). Es una forma ocasional en cerámica y en algunas piedras como la pizarra.
(21) FOSILIZADO. Hemos visto la importancia que tiene la Tafonomía como la ciencia que nos ayuda a entender la historia de la modificación experimentada por un objeto desde el momento en que éste es abandonado en el yacimiento arqueológico. El autor que propuso el término tafonomía en los años 40', conside-
raba a este proceso como la mineralización de los restos orgánicos una vez incorporados a la litosfera. Sin embargo, en la actualidad la tafonomía da un significado más amplio al término fosilización; es el proceso por el cual ha sido alcanzado un estado de conservación por parte de un resto. En opinión de S. Fernández-López «la conservación diferencial y la fosilización, no consisten en una simple transformación postmortal de los organismos del pasado. La fosilización es un proceso más complejo, por el cual se ha llegado a formar nuevos restos y señales de composición, estructura y comportamiento, al de los restos biogénicamente producidos» (Fernández-López, S., 1999: 101). En esta fosilización entran en j uego, no- solo el carácter selectivo de los procesos de fosilización, sino también la capacidad del resto para persistir en un ambiente concreto, es decir, la capacidad del resto para llegar a ser registrado. Muchos de los procesos o mecanismos de alteración que hemos visto anteriormente entran dentro del proceso de fosilización, ya que todos suponen el alcance de un estado por parte de los restos arqueológicos. Sin embargo, hemos encontrado casos documentados en los que se cita la fosilización del resto, aunque se desconoce el mecanismo por el cual ha sido generado el fósil o resto, y el estado de conservación alcanzado. Es cierto que aquí nos encontramos con el problema de las reflexiones subjetivas carentes de todo tipo de apoyo analítico que avale que realmente se ha producido la fosilización, sobre todo en las excavaciones antiguas.
(22) MATERIALES METALICOS. Desde el momento mismo en el que el material es trasformado en metal, da comienzo el proceso de corrosión _por el que el estado mas estable para un determmado metal es el estado mineral. Lo que intentamos aquí es reflejar el tipo de alteración
(23) PATINAS DE ALTERACIÓN; Teóricamente la pátina es la variación de color y/o textura original de la totalidad de la superficie del material que afecta con mayor o menor profundidad, "envejecimiento " natural (transformación química o simple depósito). Con frecuencia implica no sólo alteración cromática sino cierta modificación superficial (fino depósito, concreción o colonización) es importante reconocer que el término pátina en cada material es diferente y abarca el tér-
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mino de alteración cromática pero no a la inversa. En el caso de los metales las pátinas verdosas en diferente intensidad también son reflejo de eflorescencias salinas, pero su comprobación es nula en los casos documentados, ya que la relación de causas-efectos teóricos no es siempre real (pátina verde = eflorescencias salinas y pátina blanca = deshidratación).
(24) OXIDACIÓN. La oxidación, como una de las alteraciones mas presentes en los metales en cueva, necesita de la presencia de oxígeno para reaccionar, y, en los casos documentados, ataca a diversos metales como el hierro principalmente, seguido del bronce y del cobre.
(25) TRAZAS DE EROSION. La abrasión o desgaste mecánico de carácter tafonómico que veíamos en el hueso, se refleja también en el material silíceo con las mismas señales de abrasión (redondeamiento, pulido ... ) y es que para que los mecanismos de alteración tafonómica se produzcan, el resto arqueológico no tiene porque derivar de la muerte de un organismo, puede también estar producido o "fabricado" como es el caso de este material inorgánico.
(26) PATINAS DE ALTERACIÓN. La pátina más abundante entre el material en sílex es la de color blanca debida, en los casos bien documentados, a una deshidratación del sílex, que ciertamente le da un aspecto blancuzco. Pero el problema está en aquellas piezas de sílex con pátina blanca, mas comúnmente denominada "lechosa", y cuya asignación a UI} proceso de deshidratación viene siendo un caso típico en las memorias sin un mayor rigor científico que el mero examen visual y la reflexión subjetiva. Casos en los que la descripción de la alteración del sílex depende de 'un examen ocular, vienen siendo muy comunes en las memorias consultadas: «El sílex ... , dependiendo de su coloración, su estado de conservación es diferente; ésto se repite a lo largo de los diferentes niveles presentes en la estratigrafia .... el que tiene un tono blanquecino que ha llegado a nosotros bastante deshidratado» (Garrachón, F., 1988: 127).
(27) DESCOMPOSICIÓN. Los siguientes casos de materiales decompuestos que hemos encontrado documentados en las memorias de excavación, no se pueden atribuir a la Biodegradación-Descomposición como mecanismo de alteración tafonómica descrita por S. Fernández-López, ya que, en los casos documenta-
dos, no hay presencia de agentes biológicos, y el atributo paleontológico no coincide.
(28) ROTURA. I. Barandiaran Maestu documenta, además de esta varilla de la Fragua, un bastón de mando y una pieza de arte mueble cuya rotura no permite observar las decoraciones, ambos de la cueva del Pendo y una varilla decorada rota en ambos extremos de la cueva de Hornos de la Peña. (Barandiaran Maestu, I., 1972).
(29) VERTEBRAS DE SALMONIDOS. En un estudio realizado sobre el carácter ecológicogenético de los salmónidos de la cueva del Mirón se documentan porcentajes de fragmentación de las vértebras que han servido de muestra para los análisis. Así, encontramos como los centros de las vértebras, a pesar de tener la superficie erosionada, presentan una fragmentación menor al 10%. «Únicamente el 4% de las piezas se encuentran fragmentadas en un 50% o más de su supeifi,cie, mientras que el grado de fragmentación en un 33% de las muestras lo ciframos entre un 25 y un 50% de la supeifi,cie de la vértebra» (Mirón), (VV. AA., 2000: 25).
(30) VERTEBRAS DE SALMONIDOS. En referencia a vértebras de salmónidos, y haciendo uso del estudio anteriormente citado en cueva del Mirón, se documenta como únicamente el 5% de las muestras están quemadas, aunque aclaran que probablemente esta cifra sea mayor ya que la «coloración oscura intensa que caracteriza a la mayor parte de las vértebras ... podrían con el tiempo haber enmascarado el efecto del fuego» (Mirón) (VV. AA., 2000:27).
(31) DESCALCIFICACIÓN. En el caso documentado en Morín los restos esqueléticos se disuelven y, en opinión de S. Fernández lópez y en referencia a la disolución como alteración tafonómica, para que esto no suceda « ... se requiere que haya un mínimo de carbonato cálcico en el ambiente en el que se encuentra: por este motivo los restos carbonáticos enterrados en materiales arcillosos suelen ser disueltos» (Fernández-López, S., 1999:79).
(32) VERTEBRAS DE SALMONIDOS. En referencia a vértebras de salmónidos, y volviendo al estudio anteriormente citado, encontramos casos de vértebras con «coloración negra intensa indicativa del tipo de matriz orgánica existente en el sustrato de recogida» (VV. AA., 2000: 27).
376 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA
(33) MINERALIZACION. También documentada como un mecanismo de alteración tafonómica, S. Femández-López describe así el proceso: «La migración de fluidos y la difusión de sustancias posibilitan diversos cambios en la composición mineralógica y en la estructura de los elementos conservados. Estos cambios tafonómicos pueden ser por adición de nuevos componentes minerales ... (cementación) o por sustitución de los componentes minerales existentes en ellos (neomoifismo o reemplazamiento)» (Femández-López, S., 1999:65) I. Barandiaran documenta un caso de la cueva del Pendo: «Costillas con aspecto de nojosilizadas (en cuanto a coloración, peso y hasta tacto ... ) ... » (Barandiarán Maestu, I., 1972:198). Observamos que en estas excavaciones antiguas se hace referencia a la fosilización como estado alcanzado por los restos orgánicos, pero en todas se trata de reflexiones subjetivas basadas en criterios visuales, como el color, el peso, la textura ... y que no hace referencia a la alteración tafonomica descrita por Fernández López, sino al generico porceso de fosilización del hueso, tambiñen llamado minerlización.
(34) CANTOS DECORADOS. F. Jordá, en una revisión de 1957 sobre dos cantos decorados de la cueva del Valle y depositados en el Museo Regional de Prehistoria y Arqueología de Santander, dice: «resulta muy difícil reconocer en ellos los restos de pintura» y, más tarde en una visita de I. Barandiarán Maestu, dice de los cantos que « ... es imposible hoy determinar los colores y su distribución». (Barandiarán Maestu, I.,1972: 240). A este respecto el autor se quejaba de la falta de reproducciones de los cantos pintados que puedan ayudar a interpretar la decoración a falta de la pérdida.
1.4.2.- Principales problemas de la investigación arqueológica derivados de las alteraciones en los materiales
Hemos clasificado los problemas que, derivados de las alteraciones sufridas por el material arqueológico, son documentados en las memorias de excavación. Estos problemas, están reflejados según los estudios a los que hacen referencia, de forma que podamos observar cuales son las investigaciones que más problemas encuentran en la alteración del material, así como las alteraciones mas frecuentes.
ESTUDIOS TIPOLÓGICOS
Zona Bizkaia
Dificultad para hacer tipologías derivada de la fragmentación del material.
Yacimiento: Bolinkoba.
ESTUDIOS ANTROPOLÓGICOSFAUNISTICOS
Zona Bizkaia
Imposibilidad de identificar y definir los huesos derivada de la alta fragmentación del material.
Yacimientos: Lumentxa y Pico Ramos.
Imposibilidad de hacer reconstrucciones esqueléticas derivada del aplastamiento, deformación y dispersión del material.
Yacimientos: Santimamiñe y Guerrandijo
Dificultad para tomar medidas de los huesos derivado de la fragmentación.
Yacimiento: Urratxa III.
Imposibilidad de atribución de huesos a especies animales derivados del alto grado de fragmentación (Lamiñak II).
Imposibilidad de estudio métricos y morfológicos de los huesos humanos derivados de lafragmentación.
Yacimiento: Pico Ramos.
Ausencia de huesos largos enteros derivada de la fragmentación o rotura. Yacimiento: Guerrandijo.
Dificultad para determinar la situación y orientación original de los enterramientos derivada de la fragmentación y remoción del material.
Yacimiento: Guerrandijo.
Zona Cantabria
Dificultad de medición de huesos derivada de una alta fragmentación.
Yacimiento: Cueva Morín.
Dificultad de clasificación de útiles óseos derivada de la altafragmentación. Yacimiento: Altamira.
Dificultad para diagnosticar un conjunto de colecciones de antiguas excavaciones por su pésima conservación desde su recuperación.
Yacimiento: Altamira.
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CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:
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Dificultad de diagnosticar sexualmente un hueso derivado de la concreción en superficie y conglomerado de tierra al interior de las mismas.
Yacimiento: Requejil.
Imposibilidad de hacer uniones de piezas de industria ósea derivada de la altafragmentación.
Yacimiento: Altamira.
Destrucción de enterramiento derivado de las excavaciones clandestinas Yacimiento: Encinar.
Imposibilidad de apreciar las características de piezas óseas derivada de la fragmentación y deterioro.
Yacimiento: Chora.
ESTUDIOS DE DATACIÓN CRONOLOGICA
Zona Bizkaia
Imposibilidad de obtención de muestras óseas cuantitativamente suficientes para análisis de C14
derivada de la alteración de las mismas, sin especificar cual es la alteración en concreto y la causa.
Yacimiento: Lamiñak II.
ESTUDIOS DE CERÁMICA
Zona Bizkaia
Dificultad de reconocer y reconstruir formas cerámicas derivado de:
El estado fragmentario. Yacimientos: Lumentxa, Guerrandijo, Pico Ramos).
Dispersión de fragmentos y aristas desgastadas. Yacimiento: Santimamiñe.
Ausencia de partes intermedias de galbos norecogidos en las excavaciones por las circunstancias en las que ocurren éstas: Práctica de selección desechando los fragmentos menos significativos de cerámica común romana.
Yacimiento: Peña Forua.
Imposibilidad de deducir formas cerámicas «tipologizables» derivada de la limitación de los fragmentos.
Yacimiento: Arenaza II
Imposibilidad de diferenciar el motivo decorativo por lo fragmentado del vaso.
Yacimiento: Peña Forua.
Zona Cantabria
Imposibilidad de hacer reconstrucciones de vasos cerámicos derivada de la alteración de la disposición original de los fragmentos y la falta de conexión física que ayudaría a saber cómo se rompió el vaso.
Yacimiento: La Lastrilla.
ESTUDIOS DE PIEZAS LÍTICAS
Zona Bizkaia
Imposibilidad de hacer remontados de la industria lítica derivada de la falta de relaciones espaciales y disposición microestratigráfica y del carácter revuelto del depósito.
Yacimiento: Lamiñak II.
Dificultad de identificar los rasgos que definen a los útiles en sílex derivada de las pátinas de alteración.
Yacimiento: Urratxa III.
Zona Cantabria
Dificultad de hacer análisis de huellas microscópicas en sílex derivada de un mal almacenamiento por la abrasión de piezas (1), y en ofita derivada de la acción química del agua en superficie (2).
Yacimiento: Juyo (1) y Morín (2).
ESTUDIOS DE PIEZAS DE ARTE MUEBLE
Zona Bizkaia
Imposibilidad de continuar las líneas grabadas en huesos derivado de la rotura del material.
Yacimiento: Atxeta.
Zona Cantabria
Imposibilidad de observar la continuidad del grabado derivado de la rotura del material.
Yacimiento: El Pendo.
ESTUDIOS DE RESTOS VEGETALES
Zona Bizkaia
Imposibilidad de estudiar la dieta vegetal del grupo prehistórico derivado de las características de conservación del material orgánico.
Yacimiento: Pico Ramos.
378 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA
ESTUDIOS DE PIEZAS METALICAS Zona Bizkaia
Zona Bizkaia
Dificultad del estudio y del conocimiento de la utilidad de un aplique de bronce fundido derivado de la fragmentación.
Yacimiento: Peña Forua.
Zona Cantabria
Dificultad para apreciar el filo de una pieza metálica derivada de la fuerte oxidación.
Yacimiento: Reyes.
2.- ANÁLISIS FÍSICO-QUÍMICOS
Aunque, la teoría internacionalmente aceptada en materia den conservación-restauración del patrimonio material y cultural obliga a una documentacioil previa a cualquier actuación, en la práctica, se observa que la mayor parte de los análisis químicos documentados en las memorias de excavación consultadas no se hicieron como apoyo directo a un posterior trabajo de conservación, sin embargo consideramos que los resultados de estos análisis, (aunque aplicados a otras ciencias auxiliares de la arqueología) puede llegar a ser de gran utilidad para posteriores estudios que intenten comprender el estado de conservación en el que apareció el material. A este respecto, hay documentados algunos casos, los menos, donde la analítica sí vino motivada por un intento de conocimiento de las causas de degradación del material arqueológico en cueva, se trata de las cuevas de Pico Ramos en Bizkaia o Cueva Morin y la cueva del Mirón en Cantabria, en referencia, principalmente, al material esquelético.
Estos análisis, por lo peligroso que pueden llegar a ser para el materia si éste no se ha muestreado con una estrategia adecuada, se dividen generalmente en:
No- destructivos Destructivos
2.1.- Análisis no destructivos
Evidentemente, lo que carácteriza a estos análisis es que no requieren una toma de muestra del material arqueologico para ser llevados a cabo y, por tanto, el grado de deterioro es menor ya que siempre cabe la posibilidad de que la alteración venga dada por una incorrecta manipulación del material a la hora de analizarlo.
Entre los análisis documentados, caracterizamos de no destructivos los siguientes:
- Análisis de DRX (Difracción de Rayos X) de FRX (Fluorescencia de Rayos X) y de Espectrometría no destructiva de objetos metálicos de las excavaciones de la cueva de Pico Ramos.
- Análisis de soluciones del suelo (=sedimento) para conocer la posible contaminación de la hidroxiapatita del hueso humano por penetración de iones mediante DRX (Difracción de Rayos X) en la cueva de Pico Ramos.
Zona Cantabria
Caracterizamos de no intervencionistas, los siguientes:
- Análisis mediante Rrayos Ultravioleta de la parte de la cabeza de uno de los enterramientos seudomorfos de Cueva Morín para saber si se consevaban restos óseos y poder asi delimitar esta parte del cada ver.
- Piezas metálicas de la cueva de La Garma analizadas por espectrometría de FRX.
2.2.- Análisis destructivos
Los análisis intervencionistas son documentados en las memorias de manera menos explícita que los nointervencionistas, sobre los cuales, se intenta dejar claro en todo momento la naturaleza de los mismos. De este problema, deriva, por un lado, que podamos haberlos categorizado erróneamente, y por otro, que no podamos comentar el grado de intervencion de los análisis sobre el material, y consecuentemente su la posible alteración sobre el mismo. También es cierto que estos análisis se procuran, hacer sobre materiales no identificados.
Zona Bizkaia
Entre los análisis documentados, inferimos como intervencionistas los siguientes:
- Análisis químico del ajuar de cobre y plata de la cueva de Guinerradi para conocer los indicadores químicos, pero no se menciona cúal fue el método utilizado.
- Elaboración de láminas delgadas de huesos para conocer el grado de contaminación de la hidroxiapatita por sustancias del medio suelo en la cueva de Pico Ramos.
- Análisis de ADN de los restos óseos humanos de las cuevas de Urratxa III y Pico Ramos.
- Análisis de una punta de bronce de la cueva de Arenaza en el ICBBCC de Madrid por el Sr. Rovira i Llorens, dando como resultado una aleación propia
METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA
CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:
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BIZKAIA AND CANTABRIA
del Bronce Medio.Tampoco aquí conocemos cual fue el método utilizado.
Zona Cantabria
Los análisis intervencionstas documentados para Cantabria son, en su totalidad, análisis a partir de muestras del medio sedimentario (sedimento que rodea al material), documentándose análisis de materiales arqueológicos únicamente para el material cerámico de la cueva del Mirón
- Análisis de una muestra de humus de la cueva de Chufín realizados en el instituto Roca Solano de CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) en Madrid.
- Análisis sedinientológico en las cuevas de las Grajas y Chufín, en sta última los resultados fueron del 53% de presencia orgánica.
- Análisis bacteriológico del sedimento de la cueva de Morín que cubría un enterramiento orientado a conocer la conservación.
- Análisis de muestras de ocre de Cueva Morín para saber si éste funcionaba como insecticida de germenes vinculado a un ritual funerario, siendo la respuesta negativa, y, por tanto, su presencia en la tumba no se debía esa razón.
En los trabajos de excavación de la cueva del Mirón, se documenta la realización de analisis geoquímicos exclusivamente orientado a determinar si la presencia de huesos oscuros o ennegrecidos en la excavación se debía a que el hueso estaba quemado o teñido por influencia de la matriz sedimentaria que lo recubre. Así, se realizan dos procesos analíticos para conocer la causa:
- Disolucion química de la muestra de hueso en ácido clorhídrico (HCl) priméramente y, seguídamente, la disolución de la fracción insoluble de HCl en ácido fluorhídrico (HF).
- Analisis de Espectometría de Infrarrojo de Transformación Fourier (FTIR) para determinar el tipo de material (colagéno óseo, ácido húmico, óxidos metálicos que tiñen minerales de silicato).
2.3.- Análisis indefinidos
Hay una serie de casos en donde no se mencionan los propósitos de los análisis ni las técnicas empleadas, y, aunque no queremos hacerlos pasar inadvertidos, no pueden ser clasificados en ningúno de los anteriores bloques por una falta de infamación. Son los siguientes:
Zona Bizkaia
-Análisis de los materiales de la cueva de Kobaederra I.
- Análisis de cantos: medición del valor del pH y contenido de cantos procedentes de la cueva de Urratxa.
Zona Cantabria
- Análisis químico de una hacha «pintada de verde claro» de la cueva del Pendo. Posiblemente esta expresion se refiera a un tipo de alteración, pero ante la ausencia de una mayor información dudamos sobre la intención del autor que redacta la memoria.
- Analisis de pastas y cocción de los materiales cerámicos de la cueva del Mirón.
De todos los análisis documentados, hay unos casos que podríamos decir que estan encaminados a conocer la degradación del material independientemente de un posterior trabajo de conservación. Estos son los análisis de pH y carbonátos realizados a un canto en la cueva de Urratxa (Bizkaia) y de los cuales desconocemos el método utilzado; los análisis para conocer la contaminación de los huesos humanos en el depósito en Pico Ramos (Bizkaia), y los análisis de ocre y sedimento en el enterramiento de Cueva Morín (Cantabria). Como caso excepcional está el de la cueva del Mirón (Cantabria) donde, además de conocer el método y procesos utilizado en las analíticas, estas están exclusivamente orientadas a determinar el agente que causo la coloracion oscura en el caso del material en hueso.
11.- CONSERVACIÓN
Como sabemos, conservar es mantener algo en buena situación mediante un mantenimiento sistemático.
La conservación únicamente alarga la vida material del objeto. Su objetivo es mantenerlo en situación estable el mayor tiempo posible, evitando y retrasando el deterioro. La Conservación, a diferencia de la Restauración, evita aquellas actuaciones encaminadas a desempeñar una creación artística o un aspecto plástico.
Los objetivos de un tratamiento de conservación son los siguentes:
- Conseguir la estabilidad del objeto o resto arqueológico
- Eliminar las causas de deterioro y llevar a cabo un saneamiento general
- Protección frente a los factores perjudiciales y destructivos derivados del medioambiente (elevada temperatura, humedad, contaminación biologica, ... )
Es precísamente este criterio propuesto por ECCO (ECCO, 1993 y 1994) el que hemos seguido y aplicado a la información recogida de las memo-
380 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA
rias de excavación para diferenciar aquellos trabajos de Conservación de los que, con la limitación que los datos imponen, consideramos trabajos de Restauración.
Los procesos de conservación actualmente se diferencian en tipos de actuaciones:
Conservación Preventiva . Conservación Curativa
1.- CONSERVACIÓN PREVENTIVA
Como sabemos, la Conservación Preventiva se define como las operaciones que se ocupan de aplicar todos los medios externos al objeto arqueológico posibles, que garanticen su correcta conservacion. Son, por tanto, actuaciones indirectas destinadas a prevenir y retrasar el deterioro, y entre ellas se han documentado, en las memorias de excavación, las siguientes:
Entre las metodologías que se dan in situ: . Protección durante la excavación. . Extracción o levantamiento del material
arqueológico. . Estabilización pasiva mediante control de las
condiciones medioambientales. . Embalaje y transporte.
Entre l~s métodologías que se dan en laborato-rio:
Reproducción y moldeo en laboratorio. Almacenamiento. Fotografía y dibujo.
Y, entre las métodologías con actuaciones mas indirectas sobre el material:
Cerramiento de cuevas. . Protección legal del patrimonio arqueológico. . Actitudes o disponibilidades del grupo de
arqueológos. Como podemos observar en el presente apartado,
las actuaciones preventivas que se han identificado en la lectura de las publicaciones son muy variadas y no hacen referencia únicamente a las acciones, sino también, a las actitudes; es decir, además de actuaciones que tienen su consecuencia real, también se ha incluido un apartado que denominamos Actitud o Disponibilidad del Grupo de Arqueólogos para reflejar aquellas ideas o actitudes que en sí mismas previenen el deteriroro del material directa e indirectamente.
Así entre las actitudes encontramos, (1) actitudes interdisciplinares que defienden el seguimiento de una métodología adecuada de excavación, (2) actitu-
des donde predominan las referencias a estrategias de muestreo del material; (3) actitudes críticas y reivindicativas a favor de la conservación; (4) que persiguen la conservación del yacimiento; (5) la protección legal; (6) que consideran importante dar información complementaria al lector sobre procesos degradativos del material y, por útimo, (7) una actitud de autocrítica.
Entre las acciones encontramos encontramos, medidas de protección durante la excavación, técnicas de extracción o levantamiento del material, estabilización pasiva del material mediante controles medioambientales, reproducciones y moldeo del material, medidas de transporte y embalaje, modos de almacenamiento y, por útimo, medidas de protección legal y cerramiento de cueva~.
Hay una última actitud que queremos presentar de forma aislada por lo que tiene de característico, ya que, aunque desconocemos si en su momento fue realizada como medida preventiva, resultó de utilidad tiempo más tarde debido a causas de degradación extrínsecas al propio material. Hablamos de fotografias y dibujos realizados a materiales arqueológicos y que ayudaron, ante la desaparición del material, a que se pudieran llevar a cabo estudios de los mismos, aunque siempre con la limitación de detalle que éstos medios de documentación imponen .
1.1.- Protección durante la excavación
Cuando hablamos de este tipo de trabajos no sólo nos referimos a aquellas intervenciones que se hacen durante el transcurso de la campaña de excavación, sino también entre campaña y campaña, de manera que se previene una degradación de la excavación sistemáticamente un año tras otr:J.
Zona Bizkaia
En Bizkaia, hemos documentado los siguientes trabajos de prevención:
- La protección de los cortes estratigráficos durante un sondeo arqueologico en la cueva de Arenaza I mediante el vallado de: sondeo y la colocación de paneles de madera a modo de traviesas.
- La cubrición del material en hueso de la cueva de Santa Catalina I con plásticos opacos a la espera de una extracción integra de los mismos.
- La cubrición del área de excavación, tanto con piedras como, mediante la colocación de una malla geotextil sobre la totalidad del corte que queda expuesto al exterior de la cueva y una posterior cubrición con sacos de tierra en la cueva de Axlor.
METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA
CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPL!ED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:
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BIZKAIA ANO CANTABRIA
Zona Cantabria
Se documentan los siguientes trabajos:
- La desviación o canalización de aguas que desde un aparcamiento vierten en el yacimiento arqueológico situado al exterior de la cueva del Castillo.
- La cubrición con placas de duraliminio de la techumbre y laterales del yacimiento de al cueva del Castillo, situado al exterior para evitar la pérdida y destrucción del material y posibles desprendimientos de la visera, la entrada de agua de lluvia y posibles escorrentías. Esta es una placa traslucida para permitir el paso de luz natural.
- La protección con plásticos y tablones de madera del fondo de un area de excavación de la cueva del Mirón, para poder colocar el sistema de andamiaje necesario para realizar los trabajos de excavación.
- La cobertura con malla de la superficie del yacimiento más visible de la cueva del Valle, evitando la destrucción por parte de los de agentes naturales de deterioro externos como son las precipitaciones, ya que, según los responsables de los trabajos, en época de lluvias la zona interior de la cueva sufre inundaciones y desmantela la capa estalagmítica que cubre los materiales, descontextualizándolos y redepositándolos en esta zona más exterior del vestíbulo, por lo que es necesario el taponamiento de esta capa. La cobertura está compuesta de varias capas, desde la más inferior a la superior son: una malla, una capa de arena, una de piedrecitas, otra de piedras grandes y la última de tierra.
La propia actuación arqueológica, del tipo que sea, es uno de los factores degradantes del yacimiento, por lo tanto, el arqueologo debe seguir una serie de premisas antes de iniciar la excavación con el fin de minimizar los daños. Asi lo vemos en la cueva de La Garma con una limitación del acceso y de la movilidad en el yacimiento, un control de la contaminación con materiales externos (suelas de calzado, comida ... ), una balización de una senda de obligado paso y la colocación de un sistema de andamiaje a base de pasarelas desmontables.
1.2.- Extracción o levantamiento del material
Estos trabajos se basan principalmente en el seguimiento de técnicas de extracción y levantamiento del material. Mientras en Cantabria encontramos formas variadas, únicamente documentadas en las actuaciones llevadas a cabo en Cueva Morín entre los años 1966-69, en Bizkaia se documentan extrae-
ciónes del material pero son pocos los casos en los que tenemos detalles de la metodología seguida.
Zona Bizkaia
Se documentan actuaciones de extracción de la mayor parte de un esqueleto en bloque en la cueva de Kobaederra I, de tres bloques de huesos cementados en Santa Isabel y de un esqueleto de cudón extraido pieza a pieza en la cueva de Obarreta ya que, por su inaccesibilidad, imposibilitó una extracción en bloque del esqueleto completo.
En la cueva de Aldeacueva, se habla del empleo de cinceles y mazas en la retirada de costras estalagmíticas para recuperar los enterramientos, así como el empleo de dinamita en la cueva de Santimamiñe en 1918 para extraer cantos rodados de las capas superficiales haciendo volar parte de los peñascos.
Zona Cantabria
Todas las extracciones de material aquí documentadas se resumen, como decimos, a los trabajos de extracción entre 1966-68 de material concrecionado de Cueva Morín mediante la humectación del sedimento para ablandar la cementación calcárea y poder extraer los restos. Así como, la recuperación de un enterramiento en 1969 en Cueva Morín mediante una extracción en bloque que requirió la apertura de trinchera en tomo al enterramiento, aislándolo de los sedimentos y formando un bloque exento, la recubrición con fibra de vidrio plastificada del seudoformo, la recubrición con una capa de escayola para que no se deteriore el enterramiento al retirar el plástico y por útimo un refuerzo con un ensamblaje de barras de hierro.
Hay un último caso referido, no tanto a materiales, como a estructuras. Se trata de la descripción del método de extracción de una estructura calcolítica de la cueva de La Garma: « ... en el área del suelo más endurecido se procedió a fracturar o recortar el recubrimiento estalagmítico ... ». Así mismo, describen cuales son las consecuencias que tuvo la extracción y que, obviamente, son inevitables: «La excavación de la fosa afectó parcialmente a los niveles ... subyacentes ... » (Arias Cabal, P. et al., 1999:220).
1.3.- Estabilización pasiva del material: controles medioambientales
Este tipo de controles medioambientales, en lo que al patrimonio arqueológico en cueva se refiere, tiene una tradición más larga en las cuevas que contienen arte rupestre, tanto pintura como grabado. Son estas cuevas objeto de mediciones y controles de las variables medioambientales que deterioran el arte
382 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA
que contienen. Dichos controles están promovidos principalmente desde museos, como el caso del Museo Regional de Prehistoria y Arqueología de Santander en referencia a controles en Altamira (Cantabria) o el Museo Arqueológico, de Bilbao en referencia a controles en Santimamiñe y Arenaza I (Bizkaia). Frente a este control del patrimonio artístico parietal, los controles dedicados a conocer como funciona la cueva de cara a la conservación del material mueble, son prácticamente desconocidos, aunque hemos documentado algún caso, pero la imprecisión de los datos, no nos permite conocer cual fue el propósito concreto.
Zona Bizkaia
En Bizkaia solamente encontramos un caso de control medioambiental dpcumentado en las memorias. Se trata del registro de la humedad en el interior de la cueva de Lumentxa en el periodo de campaña de excavación en 1985, con una Humedad del aire del 72%. Éste es uno de los casos donde se desconoce el objetivo del control y, por tanto, nos limitamos a dar el resultado del análisis.
Desde el EAEKMIMAEHV de Bilbao, cuando este centro era responsable de la conservaduría del patrimonio arqueológico, se impulsaron dos controles medioambientales en cueva con un claro propósito de conservación rupestre: uno en Santimamiñe donde, con el objetivo de conocer los parámetros ambientales, el Museo financió en 1986 la creación de una unidad de adquisición de datos y ordenación de sensores y, el otro, en Arenaza I financiando un estudio sobre la conservación del conjunto rupestre. Ambos se encargaron al equipo científico del CSIC (Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid).
Zona Cantabria
En Cantabria, las actuaciones de conservac10n preventiva mediante un control medio ambiental de la cueva, están orientadas principalmente a controlar el crecimiento y desarrollo de los macro y micro organismos vegetales, y se documentan unicamente en las actuaciones en la cueva de La Garma.
Estos controles medioambientales se han basado en la:
- Eliminación de la plantación de eucaliptal mediante la compra del terreno.
- Colocación in situ de tres estaciones para medición de temperatura, HR y C02 del aire de la cueva.
- Medición de la presencia humana para valorar su impacto en el interior de la cueva.
- Estudio del desarrollo de la contaminación microbiológica subterránea.
Estas actuaciones pasivas de la cueva de La Garma, responden a una política conservacionista que tiene como objetivo mantener el yacimiento en las mismas condiciones de cuando de halló para poder estudiar y valorar cuales son las causas de preservación que, parece ser, han prevalecido frente a las causas de degradación.
1.4.- Reproducción y moldeo en laboratorio
Para la zona de Bizkaia no encontramos documentados este tipo de trabajos preventivos, que sí están citados en cuevas de Cantabria como el Pendo y Cueva Morín con referencia tanto al material esquelético como al cerámico.
En Cantabria, se documentan varias reproducciones en escayola de un bastón de mando perforado de la cueva del Pendo, y al menos uno de ellos fue realizado por D. J. Larrea, el entonces director del MAEHV de Bilbao, en torno a 1932.
En los trabajos realizados en Cueva Morín, se realliza una replica de plástico de uno de los enterrainiento hallados a partir de la realización de moldes de ambas superficies del enterramiento, con un claro objetivo preventivo y expositivo, evitando el deterioro del original. Esta réplica se puede ver actualmente en el MAN den Madrid.
En el año 1979 y por iniciativa de la Dirección General del Patrimonio Artístico, Archivos y Museos, se llevaron a cabo reproducciones de materiales arqueológicos que se encontraban depositados en el MAN de Madrid. No se especific& que materiales eran, ni de que yacimientos provienen, pero atendiendo a la labor de documentación fotográfica elaborada en el mismo año en cuevas con arte rupestre de la región cantábrica, suponemos, que muchas de las piezas replicadas, sino todas, proceden de las excavaciones antiguas de cuevas como Castillo, Pendo, Altamira, Santimamiñe, Arenaza L.
1.5.- Embalaje y transporte
Aquí tenemos el mismo problema que encontramos en las técnicas de extracción y es que se menciona la acción pero no el método que se ha seguido. Por tanto los únicos datos que podemos dar son las siguientes.
Zona Bizkaia
En los trabajos en la cueva de Santimamiñe, se habla del embalaje de los objetos para llevarlos al MAEHV de Bilbao, mientras que en referencia a los materiales recogidos superficialmente durante una excavación ilegal en la cueva de Jentilkoba de Kal-
METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA
CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:
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BIZKAIA ANO CANTABRIA
tzaburu también se habla de la labor de embalaje adecuado de los materiales para su entrega al EAEKM / MAEHV de Bilbao.
Únicamente los trabajos de embalaje en la cueva de Lamiñak II son mas explícito y documentan como, los materiales recuperados son empaquetados in situ de forma individual en sobres de papel.
En lo que se refiere al transporte, únicamente hay una referencia en la cueva de Kobaederra I durante la campaña de 1998 al transporte en bloque de un esqueleto humano desde el yacimiento al EAEKM / MAEHV de Bilbao, aunque desconocemos que tipo de embalaje se utilizó para el transporte.
Zona Cantabria
Para esta zona los resultados son aun más escasos ya que, no tenemos mas que una referencia sobre uno de los enterramientos de Cueva Morín y su traslado aéreo en un avión de transporte de las fuerzas armadas americanas desde Cantabria hasta la sede de la Smithsonian Institution en EE.UU.
1. 6.- Almacenamiento
Sobre el almacenamiento del material arqueológico, son pocos los casos documentados durante las actuaciones arqueológicas.
Zona Bizkaia
En los trabajos en la cueva de Urratxa III, las piezas líticas son guardadas individualmente en bolsas de plástico para su mejor conservación, que en el caso de la excavación de Lamiñak II y en referencia a las piezas líticas y óseas, estas bolsas son de plástico den polietileno con cierre hermético y cuyo objetivo es asegurar los posibles futuros análisis.
En los trabajos de ambas cuevas, se hace referencia a las piezas líticas y la importancia de guardarlas de forma individual que es, según los especialistas, la manera mas adecuada de evitar posibles alteraciones por frotación entre si del material lítico, que dificultaría los posteriores trabajos de análisis de huellas de uso. Además del almacenamiento de las piezas líticas, también hay que evitar alteraciones durante la excavación, la recogida y el transporte, la criba, la limpieza, el siglado y la toma de medidas entre otros. (Gutiérrez Sáez, C. et alií, 1988)
Zona Cantabria
Los casos documentados vuelven a hacer referencia a uno de los enterramiento de Cueva Morín de 1969, donde se describen el almacenamiento, preli-
minar y definitivo, al que fue expuesto uno de los enterramientos en su estancia en los laboratorios de la Smithsonian Institution (EE.UU).
Concretamente se documenta la deposición en el laboratorio durante dos meses del enterramiento, reproduciendo artificialmente unas condiciones climáticas similares a la cueva. Una vez sacada la réplica del enterramiento para su exposición, se almacena definitivamente en un bloque de plástico trasparente.
Un único caso nos informa de almacenamiento del material durante la excavación. Es el caso de muestras de vértebras de salmónidos de la cueva del Mirón que son recogidas in situ en condiciones estériles controladas y almacenadas en un frigorífico en el laboratorio de campo hasta su deposición en el centro de investigación desde el cual se determinan las condiciones de recuperación y conservación antes de comenzar la campaña de excavación.
1.7.- Fotografía y dibujo del material
Como comentábamos más arriba, esta práctica de la fotografía y el dibujo del material, que son incluidos en las memorias de excavación, ha servido en el caso de excavaciones antiguas para poder revisar y estudiar de nuevo el material, si es que éste había sido estudiado en la época de la excavación, o por el contrario, para hacer una primera revisión del material no estudiado desde su excavación. En ambos casos el problema es el mismo; la desaparición o pérdida de las colecciones de materiales que es relativamente paliada por la posibilidad de estudio que permiten las fotografías y dibujos realizados en su momento o con posterioridad.
Tanto para Cantabria como Bizkaia tenemos un caso muy claro de lo que comentamos.
En Bizkaia los dibujos de piezas líticas de la cueva de Atxeta, suponemos que realizadas por J.M. de Barandiaran en 1959, sirvieron de referencia para posteriores clasificaciones de las mismas ya que éstas habían desaparecido.
En Cantabria las fotografías tomadas por el profesor Bouyssone de los materiales de la colección privada del Padre Lorenzo Sierra de las antiguas excavaciónes en Cueva del Valle entre 1909 y 1911, perdida con motivo de la Guerra Civil en 1936, han posibilitado que en 1964 se haya podido publicar un estudio por A. Chayner y J. González Echegaray sobre el material de esta cueva. (Cheyner, A. y González Echegaray, J, 1964).
Insistimos como en ambos casos habría que tener presente las limitaciones que la fotografía y el dibujo imponen de cara a examinar el material con precisión.
384 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA
1.8.- Cerramiento de cuevas
Incluimos aquí las actuaciones específicas que permitieron el cierre real y físico de las cuevas con la consiguiente protección de los materiales en ella contenidos, frente a actuaciones como el vandalismo. El problema está en que este tipo de actuaciones no se ha venido haciendo de forma sistemática, a pesar de las frecuentes denuncias por parte de los arqueólogos, espeleólogos o particulares.
Zona Bizkaia
Las actuaciones de cerramientos de cuevas, son, entre las documentadas en las memorias de excavación, las siguientes:
El cierre de Antoliñako Koba, la colocación de puertas de hierro en Sagastigorri y Arenaza, la colocación de verja y seto de espino artificial delante de la cueva de Arenaza, trasladando la verja existente más al interior asi como la colocación de una verja en la segunda boca de la cueva de Lumentxa, en Axlor, en Urratxa III y en la galería en la que se encuentra el esqueleto en Kobaederra I. También se aocumenta el cerrado con alambre espinoso del paso a la trinchera en Santimamiñe.
Así mismo, están documentados otros trabajos de mejora y mantenimiento del cierre por parte del MAEHV-EAEKM de Bilbao que financió, entre otros, trabajos de desoxidación y repintado de verjas como la de la cueva de Santa Catalina.
Zona Cantabria
Entre las documentadas en las memorias de excavaciones en Cantabria, encontramos las siguientes:
El cierre de las cuevas de Cudón, Urdiales y Negra, la colocación de una puerta de madera en la cueva de Santián y puertas de hierro, en las cuevas del Juyo, Piélago y Santián, la colocación de verja metálica en las cuevas de Peines, Lastrilla, Cualventí, La Garma A y B, Sovilla y Mirón y el cerramiento preventivo por Alcalde del Río de la cueva del Castillo a principios de siglo que posteriormente queda registrada como propiedad suya basándose en la legislación minera, hasta que en los años 30' pasa a manos oficiales.
Entre los casos más sencillos destaca el cierre con piedras y masa de cemento de la cueva de Covacha posiblemente con un propósito más particular que de defensa del patrimonio, y entre los más sofisticados, el sistema de cierre con verja y alarma en el complejo de La Garma A y B.
A este respecto hay un artículo de Bohigas Roldán, R., que trata este tema en Cantabria de manera historiográfica describiendo el tipo de cierres existentes y sus
responsables. En este artículo se mencionan cerramientos de cuevas que nosotros no hemos visto documentados en las memorias, se trata de: cierres sobre la base de un muro y puerta de acero en Castillo, Chimeneas, Pasiega, Monedas, Covalanas, La Haza y Hornos de la Peña. A este grupo pertenecen los mencionados por nosotros de Juyo, Santián y Piélago con puerta de hierro y que el autor nos dice fueron promovidos por los Camineros de la Diputación. Cierre de las cuevas de Chora, Otero, Morín, Pendo, Rascaño, Piélago II, Micolón y el ya desparecido de Cullalvera, por parte del Patronato de las Cuevas Prehistóricas. Cierre de la cueva de Cudón y refuerzo del existente en Pendo promovidos por la A.C.D.P.S. en 1984. Cierre de Linar, Cobular, Gitanos y sustitución de candados magnéticos en Pendo promovidos por el Sr. García Guinea en su cargo de Inspector de Excavaciones y Arte Rupestre, en 1987. Cierres de la Meaza, Salín, Clotilde y obras del existente cierre en la cueva de las Aguas, en tomo a finales de los 80. (Bohigas Roldán, R. 1988).
1.9.- Protección legal-institucional del patrimonio arqueológico
Primeramente aclarar la diferencia que hemos visto en las publicaciones respecto a la protección legal del yacimiento arqueológico y que nos ha hecho dividir esta metodología preventiva en dos bloques: un primer bloque, la que en este aparatado 1.9. se presenta, y que son medidas tomadas para la protección legal o institucional de los yacimientos en cueva,y un segundo bloque, referido a la actitud por parte de los grupos de arqueólogos hacia la protección legal, haciendo peticiones y denuncias abiertamente para que las medidas legales se tomen y pasen entonces a engrosar este apartado.
Zona Bizkaia
Entre las memorias de excavac1on de Bizkaia, encontramos documentados los siguientes casos de portección legal:
- La adquisición de la cueva de Santimamiñe tras la solicitud de la Comisión de Monumentos de Bizkaia en 1917 de adquisición y cerramiento de la cueva, así como la orden de vigilancia de la cueva en 1918 para evitar la entrada a la misma.
- Se documenta en la memoria de excavación de Sagastigorri de 1958, la creación del Servicio de Investigaciones Arqueológicas en el mismo año, por la Junta y la Diputación de Bizkaia en respuesta al interés por la conservación del patrimonio arqueológico.
- Se documenta un caso promovido desde la Diputación Foral de Bizkaia, como es la excavación
METODOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN-RESTAURACION APLICADAS EN EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVA: BIZKAIA Y CANTABRIA
CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES:
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BIZKAIA ANO CANTABRIA
en 1997 de la cueva de Arrizubi como actuación de investigación en aplicación de los artículos 45/5 de la Ley de Patrimonio Cultural Vasco de 1991, que habla de la posibilidad de excavación en caso de peligro por obras. Consideramos que éstas actuaciones preventivas, deberían tener una continuidad ya que la aplicación de la ley debe ser sistemática.
Zona Cantabria
En Cantabria, hay casos de declaración de la cueva como BIC en los casos de las cuevas de Calero II y Linar y de BIC con Categoría de Zona Arqueológica en el Complejo de La Garma.
Un segundo caso son las cuevas como la del Ruso I, con incoación para una declaración como BIC o retrocediendo en el tiempo, cuevas que tuvieron expediente de declaración de Monumento Histórico-Artístico y Arqueológico incoado en trámite de urgencia como son las cuevas del Salitre, Cualventí, Chufín, Peña del Cuco, Pila y Cobrantes.
En las memorias de excavación de estas últimas cuevas y, teniendo en cuenta que se han consultado todas las publicadas hasta el año 2000, no se han encontrado nuevos datos respecto a su protección legal.
1.10.- Actitud o disponibilidad del grupo de arqueólogos
1.10.1.- Actitud interdisciplinar
Consideramos la interdisciplinariedad como un ejercicio de colaboración, entendiendo ésta como una metodología de conservación que supone un intercambio de información. Esta actitud debe de darse entre todos aquellos que tengan un interés en la recuperación de datos en la excavación que, principalmente, son los arqueólogos, paleontólogos, geomorfólogos, antracólogos, palinólogos, sedimentólogos, conservadores, científicos analíticos ... etc.
En opinión de J.M. de Barandiaran «para efectuar con las mayores probabilidades de éxito las exploraciones y estudios de las estaciones prehistóricas descubiertas, era preciso el concurso de varios investigadores que contribuyesen a la labor con las aportaciones de sus respectivas especialidades» (Barandiaran, J.M., 1942: 136)
Zona Bizkaia
Entre las documentadas en las publicaciones, están las siguientes actitudes:
- Acudir a especialistas de centros museísticos y centros médicos : es el caso de Santimamiñe entre
1918-22 que acuden al Dr. Gaillar, director del Museo de Ciencias Naturales de Lyon, y el caso de Ereñuko Arizti en 1970 con especialistas médicos en enfermedades: médicos de centros de salud de Friburgo, Copenhague o Basilea. Así como, el caso de Atxarte que en 1958, acuden al Servicio de Neurocirugía de la Residencia Sanatorial de Cruces (Baracaldo, Bizkaia) para confirmar la práctica de trepanación en un cráneo humano.
- Contar con la participación de especialistas en diversas ciencias auxiliares de la arqueología aumentando así las posibilidades de recabar información sobre la conservación de diferentes materiales, (palinología, paleontología ... ). Es el caso de Kobaederra I en 1998, donde contaron con la opinión del Restaurador del Museo Arqueológico de Bilbao, y en Urratxa III con la participación de un antropólogo que es quién marca las pautas de trabajo respecto a la limpieza del hueso.
Zona Cantabria
En las memorias de las cuevas de Cantabria se documentan las siguientes actitudes interdisciplinares:
- Participación del paleontólogo D. J. Cervera del Dpto. de Paleontología de la Universidad Complutense de Madrid en la restauración del material óseo de la cueva del Pendo, auxiliado, eso sí, por miembros del equipo de excavación.
- Participación de la Escuela Oficial de Conservación y Restauración de BB.CC de Madrid y presencia de un Restaurador,el Sr. Studer, en el equipo de excavación del complejo de La Garma entre los trabajos de 1995-96. Se da por tanto, una situación muy positiva de cara a estudios de conservación del material arqueológico.
- Colaboración del Conservador del Museo de Historia Natural de New York, el Sr. Nelson. en las excavaciones de la cueva del Castillo entre 1910-13.
- Participación de una persona responsable de la conservación del material arqueológico, de una manera permanente durante las excavaciones en la cueva del Mirón, tanto in situ y como en laboratorio. Al respecto los directores de la excavación comentan como, la experiencia ha mostrado la importancia es esta tarea, al haber podido recuperar materiales que en otro caso sin duda hubiera sido imposible salvar sin un tratamiento adecuado.
- Estudio del estado de conservación de la cerámica de la cueva de las Grajas, pero no se describe en que consistió.
- Participación intensa de especialistas en diversas áreas auxiliares de al arqueología en los trabajos realizados en la cueva de Mirón y cuyos
386 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA
resultados se están utilizando para la investigación en conservación de los materiales arqueológicos. Así se documentan la presencia del ex-conservador de la cueva de Lascaux (Francia), sedimentólogos, geomorfólogos, palinóloga, antracóloga, paleontólogos de macro y de microfauna, zooarqueólogos especialistas en diversas áreas (tafonomía, caza, cemento dental, moluscos, peces, DNA de salmónidos, pájaros, roedores, insectívoros ... ),especialista en restos humanos.
- Realización en los trabajos de excavación de la cueva del Mirón, de estudios de la micromorfología de los niveles del yacimiento y la edafología del entorno del mismo, aspectos éstos muy relacionados con la conservación del material dentro de un medioambiente concreto.
1.10.2.- Actitud de seguimiento de una metodología de excavación adecuada
Esta actitud comprende varios niveles de técnicas de recuperación del material: por un lado, el uso de herramientas o instrumental de excavación adecuados, por otro la actitud de adoptar estrategias de muestreo que permitan la recuperación exhaustiva del material y, por último, la decisión de la no-extracción del material en un intento de no poner en peligro el material frente a las ya más que conocidas extracciones apresuradas.
No todas están presentes en las dos zonas estudiadas, por tanto, veamos que se documenta en cada una de ellas:
Uso de instrumental de excavación adecuado
Zona Bizkaia
En los trabajos en la cueva de Ereñuko Arizti, en vez de describir el uso de un instrumental que no altere el material, se informa de aquellos que no son compatibles en el caso de tener que extraer huesos frágiles, éstos son: la brocha, el pincel de cierta dureza y la aguja, ya que éstos lo hacen más deleznable.
Zona Cantabria
Son muy pocos los casos documentados donde se describe el tipo de herramientas utilizadas en la excavación y que sean compatibles con el material excavado, señal ésta de una actitud de tomar el material arqueológico como algo mas frágil de lo que aparenta.
Así tenemos dos casos claros: uno la excavación de la cueva del Pendo en 1994 donde se utilizaron herramientas de trabajo de madera para dañar lo mínimo el material arqueológico y el segundo en Cueva Morín en los trabajos de 1969 donde se uso un
aparato insuflador como único útil posible de excavación dada la poca consistencia del enterramiento o seudoformo.
Estrategias de muestreo
Zona Bizkaia
Entre las estrategias de muestreo más documentadas están las siguientes:
- Práctica del cribado con agua del sedimento de los cuadros que presentan gran cantidad de restos de fauna en las excavaciones de Lumentxa.
- Uso de una mesa de cribar para conservar todos los registros geológicos, faunísticos o vegetales susceptibles de ser estudiados posteriormente por especialistas en la cueva de Lumentxa.
- Utilización del sistema de flotación con maquina especialmente diseñada para la recogida de restos macrobotánicos en las excavaciones de Kobaederra I, asegurando su conservación dentro del sedimento.
Cometan los autores como esta máquina permite flotar grandes cantidades de sedimento y sustituye a la criba con agua. (Iriarte, MªJ. y Zapata Peña, L., 1996).
- Práctica del cribado en seco para recuperar piezas de pequeños tamaño en las excavaciones de la cueva de Pico Ramos.
Por último encontramos una estrategia de muestreo caracterizada por la recogida in situ de todo el material excavado, como el caso de las excavaciones de Pico Ramos donde se recogen todos los restos antropológicos por su buen estado de conservación, la recuperación de toda la cerámica sin excepción en las excavaciones de Arenaza I y el cribado de todos los materiales en los trabajos en Kobeaga.
Hay otros casos donde únicamente se cita la actuación sin mayores explicaciones, como son; el procesado de la tierra para obtención de restos paleobotánicos en la cueva de Urratxa III, el cribado de todo el material revuelto de la cueva de Balzola o el cribado y flotado de todo el sedimento en las excavaciones de la cueva de Axlor.
En el caso de la cueva de Balzola, se recoge el sedimento esparcido fruto de una excavación clandestina y éste es cribado con agua y una malla de 0.5 mm de luz, de manera que, estos sedimentos no contextualizados, no son desechados por su naturaleza revuelta.
En el caso de obtener muestras para análisis en las excavaciones de las cuevas de Guerrandijo y Kobeaga, se recoge huesos "inservibles" para la realización de análisis de C14 y se sigue la metodología de recogida de muestras recomendada por el laboratorio colaborador. Otros casos como en la cueva de Arenaza, se documenta una correcta recogida y
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BIZKAIA ANO CANTABRIA
empaquetado de muestras de carbón para análisis de C14.
Con relación a la excavación de Pico Ramos, nos interesa destacar como la conservación del material en general, pero particularmente el hueso, era muy buena para lo que se esperaba encontrar y ello motivó que se recogiese todo el material, ya que el valor arqueológi·co era mayor. Precisamente es aquí donde queremos hacer hincapié y es que, como la misma autora de la memoria plantea, hay un error de principio a la hora de excavar y recuperar restos antropológicos en cuevas sepulcrales. Hay un error de bases al considerar a priori que los materiales van a estar mal conservados y por tanto su recogida cuantitativamente es menor (Zapata Peña, L., 1991y1992). Esta actitud es negativa de cara a los trabajos de excavación que nos hace ir con una idea preconcebida sobre lo que vamos a encontrar, idea ésta que, por otro lado, esta formada a partir de las referencias que tenemos de otras cuevas sepulcrales en un área próxima, en este caso en Euskadi, donde parece ser que la tónica general son enterramientos alterados. Un ejemplo claro sobre lo que estamos comentando es la opinión de Marcos Muñoz, J.L. en referencia al estado de conservación de los enterramientos humanos de la cueva de Txotxinkoba « ... predominan .... las incineraciones. De estas no aparecen las cenizas, solamente huesos calcinados ... como es habitual en este tipo de yacimientos (sepulcrales), los huesos están muy destrozados» (Marcos Muñoz, J.L, 1984:87).
En Pico Ramos se observa que la situación de huesos destrozados no es siempre "habitual", no es que los agentes de deterioro están ausentes sino que han prevalecido los procesos de conservación, como la existencia de un suelo pedregoso que cubrió los enterramientos.
Zona Cantabria
Esta sigue siendo la actitud más frecuentes en este apartado: el documentar la metodología preventiva que se utilizó para poder recuperar los materiales. Así encontramos:
- Utilización de nuevos métodos como el liquido pesado para la obtención de pólenes en la excavación de Cueva Morín.
- Recogida in situ de los carbones de mayor tamaño en las excavaciones de la cueva del Castillo.
- Cribado del sedimento una vez flotado y seco para recoger los últimos restos de carbón no recuperados en la flotación en los trabajos de la cueva del Castillo.
- Cribado en seco de los restos de un depósito revuelto en la cueva del Mirón.
Rrecuperación de restos de carbón de madera mediante técnicas de flotación manual y de cribado con agua utilizando cribas con mallas de diferentes
luces en los trabajos en las cuevas del Castillo y del Mirón.
- Muestreo del sedimento que no ha sido afectado por tratamientos de conservación in situ en los trabajos en Cueva Morín.
- Uso de una maquina de flotación en las excavaciones de la cueva del Mirón, que documentábamos en Kobaederra I, para flotar todo el sedimento.
- Selección manual del sedimento flotado y cribado en las excavaciones de la cueva del Mirón.
- En los trabajos en la cueva del Mirón, se documenta la recogida en condiciones esteriles controladas de vértebras de salmónidos para análisis de ADN.
- Otra estrategia de muestreo es la recogida total de los materiales de una excavación como la recogida, en la cueva del Pendo, de todo el material in situ, no desechando el material de hueso y asta a pesar del grado de deterioro, así como el traslado al laboratorio de campo de toda la tierra extraída.
Por tanto vemos que no prima un criterio estético o formal sino histórico, científico.
- Se documenta también un muestreo sistemático del depósito para obtener distintas clases de informaciones, sobre todo, de carácter medioambiental y que se desarrollo con la toma de muetras in situ por diferentes especialistas en la cueva del Mirón.
En el caso de obtener muestras para análisis se documentan casos como la recogida de muestras para análisis sedimentológicos mediante flotación en la cueva de las Grajas o la toma de muestras en la cueva de Cofresnedo para futuros análisis.
No-Extracción del material en peligro de deterioro
Zona Cantabria
Es quizá la actuación preventiva más destacable, ya que pone de manifiesto que el material es el que importa y no el simple hecho de excavar cuanto más mejor haciendo uso de metodologías de trabajo que llevan a la destrucción de éste y que son tan abundantes aun entre nosotros.
Tenemos documentados dos casos; la no-extracción de material paleontológico de la cueva de los Peines por su mal estado de conservación y concretamente la no-extracción de un cráneo de oso por la misma razón en la cueva de la Lastrilla.
No queremos cerrar este apartado sin antes citar dos comentarios recogidos y documentados en las memorias de excavación de las Cuevas de Morín en 1969 y Altamira en 1980-81 que nos parecen ilustran el tema ; en la primera se dice cómo la excavación fue minuciosa y cuidada frente a «métodos habituales que conllevan inevitablemente a la destruc-
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ción» (Gonzalez Echegaray, J. et al., 1973:22) y en la segunda se dice que posteriores revisiones y resultados, ponen de manifiesto el máximo cuidado que se tuvo en las excavaciones de 1920 en Altamira.
Por ultimo quisiéramos mencionar un caso que queda aislado de las anteriores, pero que supone una actitud positiva hacia la excavación del yacimiento. Se trata de la realización en la cueva del Mirón, de una prospección geofísica, entre otras razones, para conocer la posible presencia de zonas de desprendimientos de bloques, es decir de alteración, que ayude a la elección de áreas de apertura para excavación.
1.10.3- Opinión critica-reivindicativa
Recogemos aquí opiniones de los propios arqueólogos haciéndonos eco de sus quejas en referencia a diferentes temas.
. Opiniones críticas hacia las excavaciones antiguas por su repercusión en las excavaciones modernas:
Zona Bizkaia
Se critica: La falta de criterios y métodos modernos en excava
ciones antiguas como Santimamiñe, que concretamente se refleja en una no-recogida de evidencias y de su matriz terrosa en las excavaciones de la cueva de Kobaederra I y que en la actualidad interesarían analizar.
La falta de imprecisión en las memorias de excavaciones antiguas dificulta la interpretación de los resultados. Esta crítica está presente en Santimamiñe durante el estudio de 1985-86, en Kobaderra I en las excavaciones de 1995-97 y en Atxeta en las excavaciones de 1960-61.
. Reivindicaciones de Estudios-Análisis Especializados:
Zona Bizkaia
Se critica: La falta de estudios sobre las migraciones de
los objetos en fases post-deposicionales por parte de la responsable de las excavaciones de la cueva de Pico Ramos, en una clara referencia a los estudios tafonómicos.
La necesidad de datos sobre el material metálicos de otras excavaciones, estudios estos que están por hacer y cuya ausencia hace, según la directora de la excavación arqueológica de Pico Ramos, que la excavación sea inadecuada.
La baja frecuencia de análisis químicos de la composición mineralógica de las cuentas halladas en las excavaciones en la cueva de Balzola, hecho del cual
deriva las frecuentes identificaciones de minerales únicamente a partir de un examen ocular aplicando criterios con insuficiente base científica como el color del mineral o la similitud con otros colores.
Zona Cantabria
Se critica: La necesidad según los responsables de los traba
jos en la cueva del Valle, de publicar los resultados de los análisis de materiales para evitar la desaparición y destrucción de los mismos.
La falta de investigación acerca del proceso de desintegración de la ofita cuando los responsables de las excavaciones en Cueva Morín mecionan que las «causas están por investigar» (González Echegaray, J. et Alií, 1971:104).
La importancia según estos mismos responsables, de conocer mediante análisis las condiciones físicoquímicas del medio que rodea al material . Es un intento de petición de este tipo de estudios ya que un año mas tarde los autores comentan que los análisis sirven de orientación para explicar los procesos de conservación que han podido tener lugar en la tumba de Morín II en Cueva Morín.
1.10.4.- De conservación de los materiales y del yacimiento
Zona Bizkaia
Se reclama la necesidad de una adecuada conservación de:
Los útiles en sílex de la cueva de Urratxa III para estudios funcionales conservando las huellas de uso y evitando analizar piezas procedentes de remociones o de suelos muy ácidos o básicos.
Del contexto sedimentario de esta misma cueva en el que aparecen los objetos.
Las huellas de los cantos de las excavaciones de Lamiñak II para su posterior estudio.
Entre las referencias más antiguas tenemos las de la cueva de Sagastigorri, cuya excavación en el año 1958 donde se reclama la necesidad «de conservar con cuidadosa atención lo que hasta ahora se ha descubierto» (Barandiaran, J .M., 1959:7)
Entre las actitudes documentadas a favor de conservación de yacimientos. con una incidencia directa sobre los materiales, está la llevada a cabo en Axlor en 1998 de informar a la Diputación Foral de Bizkaia de la existencia de senderos que ponen en peligro el yacimiento con materiales a la vista que, junto a la boca, queda situado en zona exterior. Esta información pretendía que se tomaran las medidas de conservación pertinentes. Y más antiguamente, en Santimamiñe en
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BIZKAIA ANO CANTABRIA
1960-61yLurnentxa1963, se decide excavar los yacimientos para evitar los posibles desmoronamientos de los testigos de las antiguas excavaciones.
Zona Cantabria
En lo que a materiales se refiere, únicamente encontrarnos una sugerencia en Cueva Morín en 1969, por parte de un profesor americano de conservar uno de los enterramientos de una cueva sepulcral en su integridad, idea acogida positivamente por la política de entonces que permitió su realización.
El resto de casos están mas orientados a la conservación del yacimiento aunque indudablemente esto implica también la conservación del material en él contenido. Por un lado, en Cueva Morín se proponen finalizar la excavación del yacimiento por querer garantizar su conservación para que generaciones futuras excaven con técnicas arqueológicas «mas depuradas» (González Echegaray, J. Et al., 1973). Por otro lado en las excavaciones de la cueva de La Garrna se considera prioritario el mantener el yacimiento en las mismas condiciones en que está cuando se descubre, limitando el acceso a zonas consideradas muy frágiles y registrando el horario de los recorridos de los grupos como pautas que aseguren la conservación del yacimiento.
Por último, es de destacar los intentos de los responsables de los trabajos arqueológicos en complejo de La Garma por resaltar la importancia que tiene la conservación, la protección del yacimiento, la recuperación y almacenamiento de los materiales ... , etapas de capital importancia en el proceso de investigación arqueológica, pero que, en demasiadas ocasiones, quedan relegadas ante la simple excavación: «El papel del arqueólogo ... no se limita a la excavación, sino que incluye una serie de actuacionés que comienzan con la decisión de intervenir tras un descubrimiento ... pasa por la excavación, la conservación, la protección, la recuperación de materiales y su estudio, y termina en la difusión de los resultados. La conservación, la publicación y la puesta en valor son elementos fundamentales e inexcusables ... » (Arias Cabal, P. et alií, 2000b:5 l)
1.10.5.- Actitud de protección legal
Estas actitudes pretenden que la protección legal sea una metodología en sí, y que no se quede en la buena intención por parte de los solicitantes.
Zona Bizkaia
Documentadas están por ejemplo actitudes de: Petición de excavaciones de urgencia desde la
cueva de Larniñak II.
Solicitud de la Comisión de Monumentos de Bizkaia de adquisición y cierre de la cueva de Santimamiñe.
La denuncia del GEV de la existencia de yacimientos arqueológicos en las cuevas por ellos exploradas, como el caso concreto de denuncia de la cueva de Urratxa III.
Zona Cantabria
- La petición al alcalde de que evite la entrada a la caverna del Pendo ya que, por su magnitud, era imposible cerrarla con verja.
- La petición de cierre de las cuevas del Valle y Redonda.
- La petición de un sistema de alarma para la cueva del Valle.
- El procedimiento, por parte de la Diputación, de un plan de cerramiento de cueva la cueva de Esquilleu, así como casos con existencia de un plan de cierre en curso corno la cueva de Calero 2.
- La solicitud de la ACDPS de protección de la cueva del Ruso I, tras la alteración sufrida en 1984.
- La exigencia de la necesidad de que los responsables políticos garanticen, preserven y protejan el yacimiento de la cueva del Fuente del Salín.
1.10.6.-Actitud de autocrítica
Este apartado indica los errores cometidos y reconocidos, por los mismos responsables de la excavación, y que únicamente se han documentado en una cueva de Cantabria, Cueva Morín, muy claro en este sentido.
Zona Cantabria
Aquí encontramos un caso de mea culpa en la campaña de 1969, reconociendo una serie de errores cometidos durante la excavación, como fueron, que no se tomaron muestras de polen por falta de técnicas adecuadas, que no se realizó una flotación sistemática de los sedimentos, y corno la alteración de un nivel arqueológico durante la extracción en bloque de uno de los enterramiento fue debido a la rampa que se construye para deslizarlo, justo encima de niveles arqueológicos, enterrando parte de éstos.
1.1O.7.- Actitud informativa-divulgativa
En este apartado hemos querido recoger aquellas actitudes de los arqueólogos que intentan documentar más ampliamente las alteraciones de los materiales, dando explicaciones más detalladas sobre los proce-
390 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA
sos de degradación, o los estados de conservación más comunes en las que aparecen ciertos materiales.
Zona Bizkaia
En esta provincia, encontramos referencias a: El estado fr~gmentario en el que suelen aparecer
las azagayas en general según los responsables de los trabajos en la cueva del Polvorín. La necesidad de carbonización de las evidencias vegetales para que se conserven, hecho este que queda perfectamente explicado en las memorias de Pico Ramos.
En referencia a la contaminación del hueso, durante la diagénesis o contaminación post-deposicional, empieza una vez los tejidos de cohesión del hueso desaparecen, y se hace patente con la destrucción del colágeno. En este proceso diversos iones ingresan en la red de la hidroxiapatita reemplazando a los iones de calcio y fosfato. Explicación ésta que nos dan los trabajos en la cueva de Pico Ramos.
Según la responsable de las excavaciones en Pico Ramos, la observación de las especies de árbol y sus anillos es posible solo con unas condiciones de conservación húmedas.
Zona Cantabria
En los trabajos de la cueva del Juyo, se mencionan cuales son los factores que influyen en la conservación de las conchas, lapas y caracoles marinos en la cueva del Juyo:
.Conchas: la exposición a la humedad, presencia de agua carbonatadas y de concreciones calcáreas que forman brechas o conglomerados de moluscos, el tipo de material circundante, su pH y el grado de acidez del agua y suelos, y el contenido en materia orgánica.
.Lapas: la alteración más común. es la rotura por desprendimiento de las zonas de crecimiento, provocando en ocasiones que el ápex aparezca suelto.
.Caracoles Marinos: aunque su dureza es mayor, suelen aparecer incompletos quedando solo la columella y faltando el ápex. Otra alteración puede ser la perdida de pigmentación de la concha permaneciendo, sin embargo, el nácar.
Factores que influyen en la conservación de la Ofita en las cuevas del Ruso I y Cuev¡i Morín:
. Comenta la tendencia de la ofita a desintegrarse, aunque dice que las causas están aun por investigar .
. En otro caso encontramos la siguiente información: «normalmente [. .. } la ofita presenta un alto grado de deterioro bajo la forma de pústulas u oquedades que dan en algún momento a la pieza aspecto de roca disgregada o fuertemente erosionada». (Muñoz Femández, E.,1991: 96)
Descripción del desarrollo del proceso de Substitución Pseudomórfica en los enterramientos de Cueva Morín por el Prof. Dale Stewart de la Smithsonian Institution, al que ya nos referíamos con citas literales en el apartado de causas de preservación del hueso.
Descomposición de materia orgánica de los huesos de Cueva Morín, produciendo unos subproductos que tiñen el suelo de un color pardo-rojizo.
2.- CONSERVACIÓN CURATIVA
Son actuaciones con la misma acepc10n que utilizamos al referirnos a la Conservación Preventiva, pero que implican intervenciones directas destinadas a solucionar el deterioro producido en el material. .
Así hemos documentado las siguientes actuaciones curativas:
. Desecación
. Limpieza o desinfección de caracter físicoquímico-mecánico
. Estabilizacion Activa del material:
Adición de materiales estabilizadores: - Consolidacion in situ y/o en Laboratorio. - Aplicación de barniz Refuerzo
Todos los tratamientos de conservación tienen que dar unas garantías técnicas y materiales, es decir, no deberán ser causa de nuevos deterioros. Pero este tipo de idea únicamente lo vemos reflejado en los trabajos en la cueva de Atxondo donde se menciona la inocuidad y reversibilidad del tratamiento para recuperar restos óseo, y otro caso en Cantabria en referencia a la reversibilidad de los consolidantes utilizados in situ en la cueva del Pendo.
Entre los yacimientos en cueva que se han estudiado hemos encontrado las siguientes actuaciones con un marcado carácter curativo, aunque en muchas de ellas desconocemos las consecuencias y la adecuación, es decir, quizá la actuación definida no fue la más correcta, o no se hizo con la métodología esperada, y ello tuvo sus consecuencias negativas sobre el material.
2.1.- Desecación
Esta práctica es muy habitual en las excavaciónes, sobre todo en aquellas donde hay un previo cribado o flotado con agua del material como técnica de mues-
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treo, que más tarde se deja a secar. El problema viene en la manera en que este material se seca, sometiéndola, en muchas ocasiones, a alteraciones muy bruscas de temperatura que, en muchos casos a causa de un desconocimiento por nuestra parte, está alterando el material, que modifica su estructura y composición desde el momento en que se extrae de la cueva hasta que se almacena. A ésto añadimos los casos en los que el hueso no seca del todo (nunca lo hace, pero si pierde el agua suficiente como para ser guardado debidamente) y su almacenamiento conteniendo agua es una degradación continua.
Pero previamante a todo este proceso, se pueden producir las desecaciones bruscas nada más extraer el material en la cueva, exponiendolo al sol en zona externa a la cueva para que se seque rapido, o introduciéndolo en bolsas no aireadas una vez se extráe con un contenido de agua que normalmente supera al del aire (más seco) lo que favorece el desarrollo de una microatmósfera que lleva a la degradación física, química y microbiana.
Únicamente encontramos casos de desecación documentados en las cuevas de Urratxa III y Pico Ramos en Bizkaia, donde se comenta como en la primera se dejan secar los huesos para poder limpiarlos y en la segunda se deseca el material previamente a la consolidación in situ del mismo, aunque no sabemos que tecnica de desecacion de aplica (humectacion con alcohol etílico ... ).
2.2.- Limpieza
Hemos intentado clasificar las limpiezas en químicas y mecánicas, pero la poca precisión de las descripciones nos ha limitado, y solo nos ha permitido ver con claridad las de carácter químico, más un único caso para las mecánicas, teniendo que crear un bloque mixto de Limpezas Mecánicas y/o Químicas para el resto. Al igual que ocurría con los analisis químicos, estas limpiezas no tienen una continuidad conservadora en el timepo post-excavación y por tanto son actuaciones muy puntuales.
2.2.1.- Química
Zona Bizkaia
La mayor parte de ellas son limpiezas con agua, no especificándose si se utilizó agua desionizada o agua corriente, del grifo, aunque la experiencia y la carencia de conocimientos no tanto en la actualidad como en el caso de las excavaciones más antiguas, nos dice que es la segunda opcion la que ha primado.
. Documentadas simplemente como "limpieza con agua" se han documentado las siguientes actuaciones:
- Cantos rodados pizarrosos en las excavaciones de Santimamiñe limpiados con agua para poder ver los grabados.
- Limpieza de todo el material en las excavaciones de Lumentxa para su deposición en el Museo Arqueologico.
- Limpieza de los fragmentos de una placa de hematites también en Lumentxa .
. Lavado del hueso con agua desionizada en los trabajos en Pico Ramos para eliminar la contaminacion ósea y proceder a análisis físico-químicos .
. Lavado con 0,5% de EDTA para eliminar la coloración (entendida esta como contaminación) de las muestras de huesos de la cueva de Urratxa III y prepararlas para los análisis de ADN mt.
. Baño con ácido acético-acetato de sodio con un pH 4.5 para remover la superficie pericortical contaminada del material de hueso de la cueva de Pico Ramos .
. Lavado con agua oxigenada de un canto de la cueva de Pico Ramos para destruir la materia organica y proceder a su estudio.
Interesa comentar que los lavados con agua desionizada del hueso y los baños con ácido documentados en Pico Ramos, son fruto de un intento de evaluar un sistema de eliminación de contaminacion del hueso, y que para ello, no solo se examinó el material, sino que, también, se examinó el suelo mediante DRX, como se ha comentado más arriba. Nos acercamos así a lo que nos dice la teoria sobre la valoración, tanto del material como de su entorno para conocer el deterioro.
Zona Cantabria
Los lavados del material con agua son también frecuentes en esta zona. Así, encontramos casos de lavado con agua de restos de Oso (Ursus deningeri,), previo paso a la consolidación, en la cueva de las Margaritas o el lavado con agua del material en la cueva de Rascaño.
Otro tipo de limpiezas con productos químicos son:
- Limpiezas de concha Patella en las excavaciones en la cueva de la Chora con una solucion de ácidos para que descalcifique (suponemos que la carga) y se puedan observar los anillos de crecimiento.
- Inmersión o baño prolongado de hueso y material lítico en una solución de ClH en agua al 5% y mas tarde al 20%, calentando esta segunda vez la solucion para retirar concreciones calizas cementadas, en las excavaciones en Cueva Morín.
392 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA
2.2.2.- Mecánica
Zona Bizkaia
Un único caso claro de limpieza mecánica es la limpieza de los huesos con cepillo y sin usar agua con el fin de no deteriorarlos, documentada en la cueva de Urratxa III. Esta métodología de limpieza fue una alternativa a la limpieza con agua, desaconsejada por el antropólogo del equipo.
Zona Cantabria
Tan solo se documenta un caso de limpieza mecánica del material óseo de Cueva Morín, como alternativa al ácido que ataca el hueso aunque, en esta cueva, los responsables ya habían utilizado el ácido para limpiar el material.
2.2.3.- Indefinida
Zona Bizkaia
- Eliminacion de concreciones del material de la cueva de Lamiñak II.
Limpieza cuidadosa de una balanza romana de la cueva de Ereñuko Arizti para buscar un posible número o sigla.
- Limpieza de un esqueleto humano en el laboratorio del Museo Arqueologico por el restaurador de este centro, considerada ésta una mejor condición de limpieza por parte de los responsables de la excavación de la cueva de Kobaederra (suponemos que está comparando con la limpieza en el laboratorio de campo o in situ en la propia cueva).
- Limpieza del material de las excavaciones de Atxeta, Lamiñak II y Atxondo.
- Limpieza intensa de concreciones calcáreas en laboratorio de los materiales excavados en Lumentxa.
- Limpieza de todo tipo de materiales en el laboratorio de campo de las excavaciones en la cueva del Mirón.
2.3.- Estabilización activa del material
Esta actuación curativa está caracterizada por la adición de materiales estabilizadores, que, principalmente, se resumen en los trabajos de consolidacion, tanto in situ, en la misma cueva, como en laboratorio de campo o de algún centro receptor de las colecciones de excavación, los engasados in situ, y el barnizado o la aplicacion de productos similares, como lacas, modo este de proceder en las excavaciones antiguas. Por último, los reforzamientos físicos de los embalajes.
2.3.1. Adición de materiales estabilizadores
2.3.1.1. Consolidantes
Consolidación in situ
Zona Bizkaia
En cuanto a las consolidaciones in situ, están documentadas las siguientes:
.Consolidación de fragmentos cerámicos situados bajo piedra antes de su extracción en la cueva de Lumentxa. Sobre la actuación comentan que no parece dar resultados positivos.
.Consolidación de huesos en las cuevas de Santa Catalina y de Pico Ramos.
.Consolidación mediante engasados a base de capas de gasas de nitracelulosico al 50% en acetona en restos antropológicos de la cueva de Atxondo para garantizar su manipulación.
En Pico Ramos la consolidación ha veniendo siendo una actuación frecuente durante la excavación, ya que era la única manera de recuperar el hueso que aparecía exfoliado y roto, mejorando estas actuaciones los resultados. Aunque también documentan la parte negativa, y es que retarda la excavación por la limpieza y desecación previas que requiere dicha actuacion.
Zona Cantabria
Se documentan las siguientes actuaciones: .Consolidación con Primal3 de restos óseos de un
Oso, Ursus deningeri, en la excavacion de la cueva de las Margaritas en 1999 para evitar agrietamientos tras el lavado del material.
.Uso de consolidantes plásticos en las excavaciones de la cueva del Pendo en 1994, considerados de gran poder de penetracion como Paraloid4 diluido al 5% y 10% en Acetona, el Primal al 5% en agua o el uso de adhesivos o pegamentos plásticos en diso-
Dispersión acn1ica pura. El mas utilizado en arqueología es el Primal AC 33, en sus diferentes variantes. Resina sitética. Las resinas sintéticas (polímeros sintéticos) son sustancias artificiales con propiedades similares a las resinas naturales y se usan, al igual que estas, como lacas, aglutinantes para pigmentos, consolidantes, adhesivos ... El Paraolid esta basado en diversos polimeros acn1icos, con diferentes letras y numeraciones referentes a su composición. Es una resina sintetica para fines diversos, tanto por si sola como mezclada con pigmentos, y se suele emplear en restauración como adhesivo, como barniz, como aglutinante en la reintegración, y como consolidante de gran estabilidad: en terminas generales, ha demostrado buena reversibilidad y permanencia de las características ópticas con el envejecimiento, y es difícilmente atacable por los microorganismos. El que se ha documentado en las memeorias es el Paraolid B 72, polímero de metacrilato de etilo.
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BIZKAIA ANO CANTABRIA
lución como el !medio diluido en acetona por su fácil manipulación y su rápido fraguado
.Consolidación y tratamiento de los materiales durante la excavación de1999 en la cueva del Mirón.
En el caso de el Pendo se menciona la reversibilidad de los productos, por tanto se tiene en cuenta uno de las características que tienen que cumplir los consolidantes.
Consolidaciones en laboratorio
Los casos documentados a continuación, no dicen directamente que las consolidaciones se hayan llevado a cabo en laboratorio, pero por el tipo de comentarios que se hacen, inferimos que éstas no han sido llevadas a cabo in situ.
Zona Bizkaia
Se documentan trabajos de: .Consolidación y restauración de las piezas mas
frágiles y alteradas en la excavacion de la cueva de Lumentxa en 1986 .
. Consolidación y restauración definitiva de materiales de la cueva de Pico Ramos en el EAEKMMAEHV de Bilbao entre 1990-95.
En ambos casos, y basados unicamente en esta información derivada de las memorias de excavación, resulta dificil conocer cuales han sido concretamente los tipos de trabajos de consolidación y de restauración se han llevado a cabo, asi como las características de los productos utilizados.
Este tipo de ausencias en la información nos obligaría, en éste y en otros muchos casos como los trabajos de restauración mencionados, a tener que consultar a los responsables de cada una de las actuaciones arqueológicas, para que nos explicaran con más detalle qué tipo de actuaciones se llevaron a cabo.
Zona Cantabria
Se documentan trabajos de: .Consolidación de la superficie de uno de los ente
rramientos en los trabajos de 1969 de Cueva Morín mediante inyecciones de plástico para dar mayor consistencia a los sedimentos.
.Recubrición de la superficie con capas de silicona y plástico de este mismo cadaver de Morín para embalarlo y poder darle la vuelta en condiciones de seguridad.
Hay dos casos en los que no queda claro si éstos se realizaron in situ o en laboratorio, así como su método: trabajos de consolidación primaria de los materiales de la cueva del Castillo, y trabajos de consolidación de los materiales de la cueva de Rascaño.
I. Barandiaran Maestu, por su parte, do\umenta un trabajo de «consolidación adecuada» de un bastón de mando perforado, y una actuación cuyo objetivo fue la detención de un proceso de desintegración de un bastón de mando perforado, ambos de la cueva del Pendo. El autor no da mas explicaciones sobre como se porcedió y nosotros no hemos encontrado nada al respecto en las memorias de excavación de dicha cueva (Barandiarán Maestu, I., 1972: 178).
2.3.1.2. Aplicación de barniz
Documentamos aquí una serie de formas de proceder antiguas en materia de conservación únicamente documentadas en Cantabria. Se trata del uso de una especie de "barniz" o "laca" sobre material de hueso y asta, tanto de industria ósea como de piezas de arte mueble, y que, según los autores que han revisado el material posteriormente a las excavaciónes antiguas de las que proceden, tiene un caracter protector. Se trata de los siguientes dos casos: uno de la cueva del Pendo, concretamente una parte de de la ya comentada colección de esta cueva que el Radre J.Carballo donó al SIP de Valencia en 1950 y otro de una pieza del Castillo.
. Fragmento de azagaya decorada con grabados de la cueva del Pendo que, « .... se encuentra recubierta por un barniz amarillento que impide saber si la rotura proximal es tal o si, por el contrario, se trae ta de un ejemplar del tipo de base recostadas ... » (Aura Tototosa, E., 1986: 189). El autor comenta también como, « ... las piezas numéro 2,4, y 5 también están recubiertas por el mismo tipo de barniz mencionado anteriomente, de similares características al descrito por l.Barandiarán en las colecciones de Carballo-Larín» en referencia a una esquirla de hueso aguzada, un fragmento de punta de asta y un biapuntado de asta respectivamente (Aura Tortosa, E., 1986:193).
. En referencia al bastón de mando de la cueva del Castillo y procedente del Museo de Prehistoria y Arqueología de Santander, «El color amarillento y brillante en general corresponde con seguridad a la oxidación de una laca o barniz inadecuada de carácter protector, y que asimismo fue de aplicación antigua tanto a este bastón como a un buen número de piezas de instrumental óseo procedente de esta cueva, estudiado en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid» (Femández Ibáñez, C. et al., 1993: 32).
Remitiéndonos de nuevo a la obra de I. Barandiaran Maestu de 1973, encontramos que cita el barniz en el siguiente comentario: «Sobre la conservación actual de los materiales procedentes de las excavaciones de Carballo-Larin en El Pendo ha de señalarse que, en su tiempo y pensando que asi sería más
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segura su conservación, fueron recubiertos por un barniz o laca que ha oscurecido hoy notablemente, dificultando la apreciación de los grabados por ese tono sucio, por sus brillos y porque ha cubierto la nitidez de los surcos. Además, cuando ahora se desprende parte de esa laca en escamas puede llevarse una fina película del córtex óseo, dañando así a aquellos grabados.» (Barandiaran Maestu, I., 1973:178).
A partir de las citas de C. Fernández Ibáñez y ésta última de I. Barandiaran Mestu, llegamos a la conclusión que las actuaciones donde está presente este barniz son de carácter conservador, ya que el propósito es la protección del objeto. Por otro lado, de estos comentarios también se desprende el resultado negativo del tratamiento en la pieza a la hora de su examen o análisis visual. Y teniendo en cuenta que la mayor parte de las piezas tratadas son de la excavación del Pendo, en la cual intervino el padre J. Carballo cuya labor en el campo de la conservación es conocida por los textos, atribuimos esta aplicación de barniz a esta persona.
2.3.2.- Refuerzo
Esta apartado esta referido, unicamente, a un caso en Cantabria, concretamente en Cueva Morín, donde se realizó un refuerzo adicional al objeto una vez extraido. Nos referimos a la soldadura de grietas en laboratorio de un enterramiento extraido en bloque in situ y las cuales se produjeron al abrir el bloque embalado.
III.- RESTAURACIÓN
Como sabemos, restauración son todas las actividades encaminadas a establecer la unidad formal del objeto, es decir, su forma o color originales, con la finalidad de facilitar su lectura o interpretación sacrificando lo menos posible la totalidad estética, histórica y fisica.
Los procesos de restauración son los siguientes: - Eliminación o correción de aquellas actuacio
nes que desfiguran el objeto cultural con intención de recuperar del aspecto original del objeto cultural.
- Todo tipo de limpiezas con una intención estetica.
- Todas las actuaciones encaminadas a recuperar el volumen o rellenar las partes faltantes y todos los retoques hechos al dibujo, color o al modelado, siempre con una finalidada estetica.
Todos los materiales que se utilizan tanto en la restauración como en la conservación, deben ser estables, inócuos y reversibles.
Los procesos de conservación estan aceptados por todos los profesionales (historiadores, teóricos de la restauración, conservadores ... ) siempre y cuando sean materialmente neutros y no produzcan nuevos deterioros.
Sin embargo, todavía hay grandes debates y polémicas en torno a este tema, ya que, aunque hay unas pautas de intervención establecidas, su extrapolación a todos los objetos culturales es complejo por no decir imposible.
Por otro lado estan aquellos teóricos que piensan que la restauración se acerca a la falsificación. Actualmente se puede decir que esa opinión esta superada, ya que, tanto historiadores como críticos tienen suficientes procedimientos para conocer en cualquier momento que partes de la obra son originales y cuales añadidas. Al respecto hemos documentado dos casos uno en la cueva de Santimamiñe y otro en la cueva de Peña Forna en los que la falsificación o las dudosas reintegraciones estan presentes.
Quiseramos volver a incidir el la dificultad de encontrar, en muchos de los casos documentados, el límite entre la conservacion y la restauración ya que hay una falta de argumentos en las memorias sobre el propósito de dichas actuaciones. De manera que desconocemos cual es el criterio y si en algun caso las restauracion implica también una conservación. Esta situación ha dado lugar a que tengamos que englobar una serie de actuaciones en Actuaciones de restauración desconocidas.
Por tanto las actuaciones de restauración que hemos documentados se clasifican en los siguientes apartados:
Reconstrucción. Reintegración. Eliminación de anteriores actuaciones que des
figuran el objeto. Actuaciones de restauración desconocidas.
1.- RECONSTRUCCIÓN
Como sabemos, la definición de lo que es reconstrucción no esta demasiado clara, en general se denomina reconstrucción cuando se crea una nueva pieza a partir de un pequeño fragmento a través de diversos estudios. Es término se suele aplicar bastante a obras "grandes" o mas bien arquitectónicas que es donde suele ser posible este tipo de intervenciones "sin equivocarse demasiado". Pero también se puede hacer en cerámicas arqueológicas con una geometría predecible. Por tanto como reconstrucción entendemos la unión de fragmentos y la incluimos en este apartado de restauración ya que viene encaminada a la reconstrucción formal de la pieza.
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Los criterios de comportamiento o actuación que los autores utilizaron para llevar a cabo estas reconstrucciones han quedado, en agunos casos, también documentados. En otros casos son las fotografías y los dibujos los que hablan sobre la intención de la actuación.
A la hora de documentar estas actuaciones, nos dimos cuenta que en muchas ocasiones no había una sola mención a la reconstrucción del material y, sin embargo, si existía material gráfico a base de dibujos y lo fotografias de materiales reconstruidos que era adjuntado en las memorias o publicaciones consultadas. Esto nos llevo a pensar que había mucha mas dedicación a esta tárea de la que se refleja por escrito, y, dada la entidad que tienen estas actuaciones, hemos clasificado estas métodologías de conservación curativa en aquellas que conocemos por método directo, es decir, porque así aparecen mencionadas en las memorias, y aquellas que conocemos por método indirecto, a través del material gráfico adjunto a dichas memorias.
1.1.-Conocidas por método directo: mencionadas en las memorias
Las reconstrucciones documentadas por escrito, afectan principalmente al material cerámico y esquelético y, en menor medida, al material lítico y metálico. Así, encontramos:
a) Grupo del material inorgánico
MATERIAL CERAMICO:
Zona Bizkaia
A la hora de documentar la unión de fragmentos, en las memorias de excavación se habla de trabajos de reconstrucción y de restitución, ambos con el objetivo de documentar formalmente los vasos cerámicos. Son los siguientes:
Las actuaciones denominadas "reconstrucciónes"
Las reconstrucciones parciales de vasos se documentan en multitud de memeorias de excavaciones en Bizkaia además de adjuntarse en ocasiones material gráfico de dichas reconstrucciones, y en algunas incluso se menciona el propósito concreto con el que se hacen, orientados en todos los casos a documentar formalmente los vasos, siendo el objetivo mas buscado el de elaborar tipologías. En este intento se muestra como tarea fundamental el conseguir la unidad formal del objeto que permita su lectura,destacando aquí el propósito estético frente al
estructural o puramente conservacionista; dar una cohesión o estabilidad a la pieza, evitar la pérdida de los fragmentos que quedan sin unir ...
Concretamente los objetivos de estas reconstrucciones que hemos recogido de las memoerias son los siguientes:
. La busqueda de un mejor conocimiento de la tipologías en los trabajos en la cueva de Pajucas .
. La aproximación a la forma original del vaso en los materiales de las cuevas de Aldeacueva y Satimamiñe.
. El establecimiento de evolución de morfologías de bases, asas, bordes, etc. de vasos cerámicos en los trabajos en la cueva de Santimamiñe.
. La busqueda de campos decorativos en los materiales de las cuevas de Peña Forna y Santimamiñe.
Otros casos no son tan explícitos como los anteriores, y realizan reconstrucciones de cara al estudio del material cerámico en general como en los casos de las cuevas de Kobaederra, Arenaza, Pepetxo y Pico Ramos. Entre ellos, y como dato interesante sobre la importancia que se da al hecho del estudio cerámico y a la labor exhaustiva que ello supone, destacamos la reconstrucción de seis vasos de cerámica utilizando el 97% del total de fragmentos extraidos en las excavaciones de la cueva de Pico Ramos.
En referencia a las formas de proceder antiguas, J.M. de Barandiaran comenta en referencia a las "reconstrucciones" realizadas en Santimamiñe en 1920 como, de estas actividades, se encargaba el entonces director del Museo Arqueologico J. Larrea por la falta de personal auxiliar en el Museo dedicado a estos trabajos. Según Barandiaran, Larrea contribuía con «toda su exquisita pericia artística» y «procuraba refrenar la fantasía que, dándole rienda suelta, hubiera permitido llenar vitrinas con restituciones mas o menos autenticas, pero nada demostrativas» (de Barandiaran, J.M. et alli, 1931:68).
Sin embargo, consideramos que en las imagenes que se adjuntaa a la segunda memoria de las excavaciones en Santimamiñe, la intención formal se refleja en actuaciones de reintegración de lagunas y no solo de reconstrucción a partir de fragmentos conservados, como veremos mas adelante.
Las actuaciones denominadas "restituciones"
En ocasiones, como es el caso de la cueva de Peña Forna en Bizkaia, se habla de tareas de «restitución» de la cerámica de Terra sigillata, tanto restitución de la forma del vaso cerámico, por ejemplo, el perfil, como del campo decorativo que contenga. En estos casos, por la descripción que se da, no acabamos de entender si se trata de una labor de unión de fragmentos o de reintegración de partes faltantes. Por ello copiamos literalmente la información recogida: « ...
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hemos tenido la oportunidad de restituir la mayor parte del campo decorativo» (Martinez Salcedo, A. y Unzueta Portilla, M., 1988:25) o también se hace mención a casos donde la existencia de numerosos fragmentos cerámicos ha permitido « ... restituir el perfil...» de algunos otros vasos de TSHT. (Idern:15 y 35).
Los objetivos que se buscan en estas restituciones son también de caracter formal, ya que se pretende completar el perfil original del vaso, a partir del cual se puede conocer la forma completa, y el motivo decorativo que pueda tener.
Sin embargo, hemos consultado el verbo "restituir" en el diccionario y la respuesta ha sido esta: «Restablecer o poner una cosa en el estado que antes tenía» (Nuevo Espasa Ilustrado 2000. Diccionario enciclopédico. Espasa-Calpe. Madrid, 1999: 1470), con lo cual no creernos que sea la palabra adecuada para una acción de unión de fragmentos, si es que de eso se trata, corno parece que podernos inferir de los datos y del material gráfico adjunto. Considerarnos pues que esta descripción da lugar a confusiones corno las planteadas y por tanto dificulta la interpretación de los datos.
Zona Cantabria
Las reconstrucciones cerámicas que se han documentado en esta zona están diferenciadas entre, aquellas donde la reconstrucción fue total, o las que fueron parciales con un grado diferente de integridad de los vasos cerámicos. Aunque en estos casos, desconocernos el próposito de estas reconstrucciones, entendemos que el impulso hacia una reconstrucción parcial o total de un vaso cerámico responde a una búsqueda formal del mismo. De hecho, las fotografías y dibujos que luego hemos visto documentadas en algunas de las rnernorias que documentan taréas de reconstrucción cerámica, así lo han confirmado.
Así, encontrarnos: - Reconstrucción total de una orza en la cueva
del Portillo del Arenal. - Reconstrucciones parciales en Portillo del Are
nal, Grajas, Mapa, Tarrerón, Honda, Aspio y Mirón.
MATERIAL LÍTICO
Aquí tampoco conocemos directamente el propósito de la reconstrucción, pero queda implícito que la reconstrucción de piezas líticas, únicamente documentadas en Bizkaia, busca conocer la forma cuando mencionan la reconstruccion de utiles en sílex en la cueva de Antoliñako Koba y de los fragmentos de una placa de hematites en las excavaciones de la cueva de Lumentxa.
MATERIAL METALICO
Incidimos en la misma argumentación dada para el material lítico ya que en el unico caso de reconstruccion de objetos metálicos documentado, la cueva de Guerrandijo en Bizkaia, la intención de la reconstrucción de un vaso de hierro es conocer la forma original del objeto.
b) Grupo del material orgánico
MATERIAL ESQUELETICO
En el caso del material esquelético, tanto de partes del esqueleto corno de industria elaborada a partir de huesos, desconocernos el propósito de estas reconstrucciones, pero considerarnos que la intención es poder facilitar la lectura de cara a clasificar especies de fauna y hacer tipológias de la industria ósea. En muchos casos, quizá sin estas reconstrucciones los estudios pueden ser llevados a cabo (identificar un arpón de hueso sin tener que reconstruirlo), pero hay casos en los que conocer la forma es necesaria para dar resultados concretos.
La conservación de un resto esquelético o un objeto fragmentado creernos que es posible si se rnentienen los fragmentos sueltos y bien almacenados sin necesidad de unirlos. No hay ningun caso, para ningún tipo de material no solo el esqueletico, donde se mencione un proposito conservativo en la reconstrucción.
Zona Bizkaia
Las denominadas "reconstrucciones"
Los trabajos de reconstrucción de material esqueletico, se pueden dividir entre el tipo de resto que se reconstruye, si es una resto esqueletico o un util o pieza de arte mueble y el nivel de reconstruccion que estos permiten, parcial o total.
De partes esqueléticas se reconstruyen parcialmente un cráneo, y una calvaria de la cueva de Santirnarniñe, dos fémures de la cueva de Urratxa III y un hernicráneo de Kobeaga. Mientras que cornpletarnente se reconstruyen dos mandíbulas completas en la cueva de Arenaza I.
De industria ósea se reconstruyen arpones y cinceles en los trabajos de Santirnarniñe, y de piezas de arte mueble, una pieza grabada y recuperada por medio de una excavación clandestina en la cueva de Lamiñak II y una placa de hueso de las excavaciones de Pico Ramos.
Destacarnos el caso de Lurnentxa donde se menciona claramente el propósito formal de la reconstru-
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ción de una pieza de arte mueble en hueso, un alfiler de pelo romano, que aunque la reconstruccion total no ha definido más la pieza de lo que ya estaba en estado fragmentario, si la ha completado estéticamente. Y teniendo en cuenta que es la única pieza en el Pais Vasco con estas caracteristicas, su reconstrucción resulta importante.
Las denominadas "restituciones"
Volvemos a incidir aquí en el modo de describir tareas de restauración mediante el uso del término restitución. Es el caso de Lamiñak II donde se documenta la « .. .restitución parcial por parte de excavador clandestino ... » en referencia a una placa de hueso como pieza de arte mueble decorada, con una fractura producida en el momento de la extracción. Desconocemos si esta restitución se refiere a la unión del fragmento desprendido o, si además de esto, fue también reintegrada, ya que la pieza de por sí esta imcompleta (Arribas Pastor, J.L. y Berganza, E., 1988:15).
Zona Cantabria
De partes esqueléticas se reconstruyen frontalmente un hueso, que desconocemos cual es, recogido en lo que teoricamente era una prospección en la cueva de Requejil, y un cráneo de las excavaciones de la cueva de Hornos o de Los Refugios.
Se documentan trabajos de reconstrucción de la industria ósea en las excavaciones en la cueva del Miron y, concretamente, se menciona el pegado de la parte central de un omóplato aparecido en dos partes en las excavaciones del Castillo.
En este sentido, consideramos interesante mencionar el caso de Altamira, donde el intento de reconstrucción de la industria ósea resultó negativo por el estado fragmentario que presentaban las piezas y que impidió la tarea de reconocer los útiles.
1.2.- Conocidas por método indirecto: fotografías y dibujos en las memorias de excavación
La elaboración de la información acerca del material arqueológico también genera un registro gráfico en el que aquí nos basamos para documentar reconstrucciones que consisten en dibujos y fotografías de uniones de fragmentos y, en ocasiones, reintegraciones, hipotéticas en el caso del dibujo y reales en el caso de la fotografía, y que se adjuntan a las memorias consultadas.
La mayoría de estos casos son referidos al material cerámico, y en menor grado al material esquelético.
Dibujos. Hemos comprobado que existen varios niveles de tratamiento gráfico del objeto basados en las diferentes características presentadas por el material y los objetivos buscados, y que ha sido necesaria una previa labor de unión de fragmentos o reconstrucción. Los niveles son:
Dibujos de formas completas: Este tratamiento se aplica a objetos en los que se
puede reconstruir su forma completa por presentar el desarrollo de todo el peifil del resto u objeto.
Dibujos de secciones: Esta es la ópcion mas frecuente para el dibujo de
la mayoría de los vasos cerámicos debido al elevado grado de fragmentación, y consiste, únicamente, en la plasmación de las secciones de los fragmentos que se conservan del objeto (asas, bordes, fondos para el caso de la ceramica, o zonas proximales o distales para litica, ... ) ya que no ofrecen la posibilidad de reconstrucción del perfil parcial o completo ..
Reconstrucción parcial del objeto: Se lleva a cabo fundamentalmente en los objetos
en los que se dispone de una buena parte del desarrollo del mismo, pero que, sin embargo, es insuficiente para la realización de un reconstrucción completa.
Este nivel es el también denominado Integración gráfica por la la Dra. Mª Cruz Sopena Vicien, del Dpto. de Ciencias Históricas de la Universidad de Zaragoza (comunicación personal).
Reconstruccion total del objeto: Se trata de una reconstrucción hipotética llevada a
cabo en aquellos objetos que no están completos, pero presentan fragmentos de diferentes partes de su perfil que, aunque no siempre pueden ser unidos, permiten la reconstrucción completa del mismo. En estos casos la parte reconstruida se indica mediante línea discontinua. Este tipo de reconstrucciones es licita en el papel.
Este último nivel es el denominado como Restauración Gráfica por la Dra. Mª Cruz Sopena Vicien. Esta profesora incluso menciona un caso más, se trata de la Reconstrucción gráfica que es licita en el dibujo en aquellos casos en los cuales conocemos la tipología, cronología y procedencia del fragmento que dibujamos y por tanto podemos, a partir de un unico fragmento representar el recipiente completo (comunicación personal).
Fotografías. Nos basamos en fotografías que en su mayor parte son convencionales, y se adjuntan en las memorias de excavación dando cuenta del trabajo de unión de fragmentos o reconstrucciones. Este tipo de fotografías están principalmente referidas al mate-
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rial cerámico y se han localizado, principalmente, en las memorias de las excavaciones antiguas. En ellas quedan plasmados diferentes grados o niveles de unión que coincide con lo dicho para el dibujo, es decir, uniones de fragmentos significativos que dan lugar al conocimiento de una parte del objeto (la base, el asa, el borde de un vaso ceramico,. .. ), o bien la unión de fragmentos dando fugar a perfiles completos, o bien uniónes que permiten observar el vaso al completo o casi al completo.
Tanto en los dibujos como en las fotografías, todo depende de los fragmentos conservados y/o recuperados en la excavación y la limitación que éstos impongan según el estado de conservación alcanzado.
Los ejemplos de reconstrucciones gráficas documentadas unicamente mediante foto o dibujo son especialmente numerosos y variados, de las cuales aquí recogemos una muestra.
Zona Bizkaia
- Cuentas de esteatita en dibujos en las memorias de Guerrandijo.
- Vasos cerámicos en dibujo en las memorias de Guerrandijo y Kobeaga y en foto en las memorias de Guerrandijo.
- Partes esqueléticas, como un cráneo, de la cueva de Urratxa III.
- Útiles de sílex en dibujo en las cuevas de Santimamiñe, Lumentxa y Balzola.
- Industria ósea en fotos y dibujos en las cuevas de Lamiñak II, Santa Catalina, y Abittaga.
Zona Cantabria
- Reconstrucciones óseas en fotografías en los trabajos en las cuevas del Juyo, Perro, Castillo y Chora.
- Reconstrucciones cerámicas en dibujo en los trabajos en las cuevas deTorca, Llaceras, Cofiar o de la Trilla, Llusa o Collusa y Abrigo de Barcenilla y en foto en la cueva del AER.
2.- REINTEGRACIONES PARA LA RECUPERACIÓN DE VOLÚMENES
Definimos la reintegración como un relleno de grietas, lagunas y fisuras, siempre que estén ámpliamente documentadas y que sean claramente diferenciable de las partes originales, ya que de lo contrario estaríamos cayendo en la falsificación. Estas reintegraciones pueden tener además como requisito intrínseco el devolver la unidad estructural a la pieza. Sin embargo, desconocemos el propósito de estas reintegraciones que, a excepcion de Peña Forna (B. Taracena) y Santimarniñe (J. Larrea) donde el estudio dice que existen restaura-
ciones antiguas de los vasos, en el resto de los casos, hemos identificado a través de la fotografías y/o dibujos adjuntos en las memorias. La intención aquí, aunque unicamente la observemos en la foto, es clara, se trata de devolverle a la pieza su forma original.
Zona Bizkaia
Comentabamos en el punto anterior cómo a través de las fotografías en las memorias de las cuevas de Santimamiñe, Lumentxa y Bortal caneemos la existencia de reintegraciones que en las memorias se denominan reconstrucciones o restituciones en el caso de Santimamiñe, cuando la fotografía no deja lugar a dudas sobre la recuperacion de volumenes de grandes áreas de vasos cerámicos utilizando como material reintegrante escayola o yeso.
En este intento de recuperar volumenes y en referencia a los vasos cerámicos de Santimamiñe, el entonces director del Museo Arqueologico de Bilbao, el Sr. J. Larrea, a diferencia de la opinión que de él tenía J.M. de Barandiaran, sí cayo en falsificaciones o "dudosas" reconstrucciones y reintegraciones. Estas, que se realizaron antes del año 1931, se reflejan en que las piezas se alejan de la realidad, no documentandose las lagunas formalmente y ocupando el material reintegrante mucho espacio faltante frente a las partes originales. De hecho, en un posterior estudio de 1985-86, muchos vasos reconstruidos de antiguo se complementaron y algunos se corrigieron, tarea ésta que comentamos más adelante.
Zona Cantabria
En Cantabria la situación de las reintegraciones es diferente a Bizkaia en cuanto a la documentación sobre este tipo de actuación. Los siguientes casos son los únicos que hemos encontrado documentados en las memorias de excavación, y uno hace refrencia a la excavación antigua en Castillo, caso que, junto a Santimamiñe, habíamos tomado como ejemplo para conocer metodologías de conservacion antiguas, anteriores a 1936. No hemos podido contar, sin embargo, con material fotográfico que nos ponga en la pista de posibles recuperaciones de volumenes no mencionadas en las memorias o incorrectamente denominadas como el caso de Santimamiñe.
. El primer caso al que hacemos referencia es una pieza de arte mueble de la cueva del Pendo, concretamente, un fragmento de azagaya decorada con grabados, del cual sabemos que «El estado de conservación es lamentable por su restauración mediante escayola o algún producto similar, y el ya mencionado barniz»(Aura Tortosa, E., 1986:189)
Obviamente es una actuación de reintegración con escayola de partes faltantes o lagunas que no ha bene-
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BIZKAIA AND CANTABRIA
ficiado a la pieza a largo plazo. Y teniendo en cuenta que esta pieza pertenece, junto a otras, a la colección que el padre J. Carballo donó al S.I.P. de Valencia tras su visita en 1950, así como la experiencia en actuaciones de conservación, podríamos atribuirle a él esta tarea de reintegración.
. En referencia a formas de proceder antiguas, sobre el bastón de mando de la cueva del Castillo y procedente del Museo de Prehistoria y Arqueología de Santander, encontramos documentada la siguiente actuación de reintegración: «Con referencia a su estado de conservación, las grietas, roturas, ... , son abundantes encontrándose rellenas las de mayores dimensiones por una masa verdosa que hace las funciones de material de integración; producto desconocido y aplicado antiguamente según muestran las fotografías». (Femández Ibáñez, C. et al., 1993: 32).
De todas maneras seguimos sin poder saber de qué tipo de material se trata, a falta de investigaciones sobre este tipo de productos antiguos que, como en este caso, se conocen únicamente en fotografía. Insistimos en que nosostros no hemos encontrado material fotográfico en las memorias sobre estas reintegraciones del material de las excavaciones de las cuevas de El Pendo y El Castillo.
Hay un segundo caso, son las denominadas restauraciones antiguas que se llevaron a cabo en Madrid en 1946 por B. Taracena del material cerámico de las excavaciones de Peña Forua, que no sabemos ciertamente a que se refiere, ya que el estudio de A. Martínez Salcedo y M. Unzueta (Opus cit.), si mencionaba que estas restauraciones estaban hechas de modo arbitrario, pero no se adjuntan fotografías de las mismas. A esto se añade la falta de memorias publicadas por B: Tarcena y A. Femandez Avilés sobre la excavación de 1946 en Peña Forua y la no puesta en marcha de la excavación que se había previsto para el año 1959. Posteriomente hemos podido comprobar que las restituciones antiguas a las que se hace referencia en el estudio de los materiales de Peña Forua, son reintegraciones restaurativas de vasos cerámicos. Estas carecen de una previa documentacion al menos formal de los vasos ya que muchos de ellos caen en la falsificación o están claramente "inventados", y lo curioso es que asi fueron estudiadas por personas que revisaron el material anteriomente a A. Martinez Salcedo y M. Unzueta Portillo.
3.- ELIMINACIÓN DE ANTERIORES ACTUACIONES (QUE DESFIGURAN EL OBJETO)
Estas actuaciones han sido posibles gracias a los investigadores que han realizado estudios de materiales de antiguas excavaciones, quienes se han encon-
trado con una serie de errores y en algunas ocasiones los han corregido.
Zona Bizkaia
. Es el caso de la cueva de Santimamiñe y el estudio del material cerámico de 1985-1986 por J. Ramírez Diez y R. Ruiz Idarraga donde, y en referencia a las reconstrucciones practicadas entre 1918-26 y 1960-62, se menciona lo siguiente:
«De algunos vasos existían reconstrucciones, la mayor parte de ellas deficientes y otras se encontraban parcialmente destruidas, por lo tanto se ha procedido a la revisión de las mismas y se ha tratado de reconstruir el mayor numero de formas posibles a partir de los fragmentos existentes, con lo cual se han completado o corregido algunas y se han encontrado otras nuevas» (Ramírez Diez, J. y Ruiz Idarraga, R., 1985-86: 8).
Hay una corrección de las reconstrucciones, que, lógicamente, supuso el tener que soltar los fragmentos y volverlos a unir correctamente, aunque no se da mas información al respecto .
. En el estudio de 1988 de los materiales de las excavaciones antiguas de Peña Forna en 1946 dirigidas por B. Taracena y A. Femández Avilés, se comprueba como en esta época se hicieron restauraciones falsas de Terra sigillata hispánica tardía. Al respecto se documenta las siguientes actuaciones:
<ifondo de un borde de una plato de THST. .. Pudimos comporbar que se trataba de una restitución falsa, por lo que presentamos los fragmentos por separado. La pieza se encuentra muy alterada ... » (Martínez Salcedo, A. y Unzueta Portilla, M., 1988:15).
Ante la circunstancia de una« ... cerámica restaurada de un modo arbitrario ... », se ha «restituido ... al vaso su borde original completando así su verdadero peljil» (Martínez Salcedo, A. y Unzueta Portilla, M., 1988:29).
Por tanto, se trata de soltar reconstrucciones erróneas para corregirlas, así como completar vasos uniendo nuevos fragmentos. En ambos casos sigue habiendo un interés por aproximarse a la forma original del vaso cerámico y poder ampliar la tipología iniciada desde antiguo.
4.- ACTUACIONES DE RESTAURACIÓN DESCONOCIDAS
Zona Bizkaia
En la lectura de las memorias de excavaciónes en Bizkaia, nos hemos encontrado con varios problemas respecto a aquellos trabajos de restauración que se citan pero, de los cuales, no tenemos mayor información.
400 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA
.El primero y más importante es la falta de precisión en las descripciones de los trabajos de restauración, que nos lleva a no poder interpretar con seguridad los datos. Y es que nos encontramos con casos donde se menciona una: «restauración de las piezas más frágiles y alteradas» (Lumentxa y Pico Ramos) o «restauración definitiva del material en hueso en el Museo Arqueológico» (Pico Ramos). Al respecto nos entran dos dudas; una que la actuación sea realmente de restauración y no la estén equivocando con conservación y otra que si es restauración no sabemos a que se refiere, de manera que la información no nos sirve para nada .
. En las revisiones arqueologicas que se han venido haciendo de los materiales procedentes de excavaciónes antiguas, se hace referencia a la expresión "tratamientos antiguos" que, se sabe de su aplicación, pero son completamente desconocidas. Es el caso de un alfiler metálico en Santimamiñe y cómo la descripción del tratamiento, no nos permite interpretar la naturaleza conservadora o restauradora del mismo, aunque, nos inclinamos a pensar que al igual que ocurre ~n Cantabria con la aplicación de barnices o lacas, pueda tratarse de una estabilización del material, aunque no es seguro.
Zona Cantabria
Tenemos abundantes casos en Cantabria donde se mencionan trabajos de restauración, y uno, cocretamente, se sabe que tuvo un propósito expositivo, que probablemente llevó a hacer la pieza reconocible para el público.
En algunos casos, se describe el método seguido en la restauración pero de manera muy somera no pudiendo saber con certeza cuál es el motivo concreto de dicho trabajo, siendo la mayor parte de los trabajos descritos de una imprecisión comparable a la que encontramos para Bizkaia.
Estos trabajos de "restauración desconocida" de los que hablamos, son los siguientes:
. En referencia a la métodología de trabajo en la excavacion de la cueva del Castillo se menciona que « ... junto a estos trabajos de laboratorio se realiza una consolidación y restauración primaria de los materiales ... » (Cabrera Valdés, V. y Bemaldo de Quirós, F. (2000:26).
. En referencia al material de hueso de la excavación del Pendo: « ... D. José Cervera (del Dpto. de Paleontología de la Universidad Complutense de Madrid) se encargo de la restauración del material obtenido.» (Montes, R., 1994:12).
. En referencia a los omóplatos decorados de la cueva del Castillo se dice que están, uno « ... roto por su parte central. Esta pegado por aquella parte y restaurado, presentando todos sus bordes quebrados
por astillado antiguo en diversas zonas» (Almagro Bach, M., 1976:22) y un segundo « ... partido y restaurado, con todos sus bordes fracturados por astillamiento». (Almagro Bach, M., 1976:28).
. En referencia a una pieza procedente de las antiguas excavaciones de Carballo en la cueva de Rascaño en 1912 y depositadas en el Museo de Santander, en un trabajo de 1974 se documenta lo siguiente: « ... un arpón magdaleniense bellamente grabado, ahora restaurado y exhibido en Madrid» (González Echegaray, J. y Barandiaran Maestu, I., 1981:18).
En este último caso, no queda claro el trabajo de restauración desarrollado, pero sí el objetivo del mismo: expositivo.
A pesar de que se ha intentado definir lo que es Conservación y Restauración, clasificando las actuaciones documentadas en las memorias en base a los criterios dados para cada actuación, estos conceptos son altamente difíciles de delimitar pues, en su íntima interrelación implican de forma inevitable, en mayor o menor grado, una intervención modificativa del aspecto estético-formal del objeto arqueológico. Esta dificultad para delimitar los tratamientos de Conservación y Restauración tiene como consecuencia el que, en la vida real, la mayoría de los profesionales de la arqueología utilicen conjunta o indistintamente ambos términos para cualquier acción de índole activa.
Este problema se traslada al caso de excavaciones antiguas, época en la que estos términos no estaban definidos como ahora los entendemos, de manera que la interpretación resulta complicada a falta de una mayor investigación histórica sobre las posibles actuaciones de conservación-restauración en las excavaciones históricas.
111.- CONCLUSIONES
A continuación citamos una serie de reflexiones que reflejan la situación o panorama con el que nos hemos encontrado a la hora de realizar la tipología presentada, tanto, a nivel general, como con relación a los dos cuerpos principales del trabajo: Procesos de degradación-preservación y los métodos de conservación-restauración del material arqueológico procedente de las excavaciones arqueológicas en cueva .
1.- Bloque de las Conclusiones Generales:
Tal vez la conclusión más importante que debería sacarse de esta tipología es, la valoración que los arqueólogos debemos hacer, por un lado, de la alta variabilidad e incidencia sobre el material de las causas de degradación presentes en los medios de cueva
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y que nos muestran, mediante las alteraciones documentadas, la realidad del objeto o resto arqueológico. Por otro lado, valorar la necesidad de los métodos de conservación-restauración tanto desde las actuaciones directas, tangibles sobre el material con diferente propósito, como desde las posiciones preventivas y actitudinales que mejoran la situación del mismo.
A partir de esta realidad destacamos una serie de cuestiones diferentes, aunque interrelacionadas entre sí.
• La falta de estudios, principalmente de carácter tafonómico por lo valioso como complemento a la interpretación cultural, dedicados a explicar las causas por las cuales un objeto o resto arqueológico está presente en un determinado estado de conservación o, por el contrario, está desaparecido o ausente.
• Directamente relacionado con la anterior cuestión está, lafalta del apoyo que suponen los estudios de analíticos (análisis físico-químicos) que determinen la alteración presente en los materiales de diferentes naturaleza, orgánica e inorgánica.
Encontrábamos al respecto una reflexión por parte de la responsable de la excavación en la cueva de Pico Ramos que nos hablaba de la falta de estudios sobre los movimientos de los objetos en fases postdeposicionales (fase de enterramiento) (Zapata Peña, L., 1995), otros autores también son conscientes de que hay una serie de factores post-deposicionales (bioestratinómicos y fosildiagenéticos) presentes que modifican el material, y cuyo origen plantea una casuística tan grande como yacimientos (Arenaza I, Lumentxa). Estos comentarios no son mas que una clara referencia a la necesidad de introducir objetivos tafonómicos en la estrategia excavadora, cuestión esta que, ayudaría una mayor rigurosidad en los trabajos de conservación.
• Ausencia en las memorias de excavación de apartados exclusivamente dedicados a explicar causas de degradación-preservación y trabajos de conservación-restauración, a diferencia de lo que ocurre con otros muchos estudios auxiliares de la arqueología que ocupan apartados, en un impulso a la interdisciplinariedad. Solamente hemos encontrado unos pocos casos donde el tema ocupa un capítulo o un apartado (excavaciones en cueva Morín 19666-1969 y en la cueva del Juyo 1978-79 y 1982-83 ... ) frente a brevísimos y desorganizados comentarios sobre conservación como viene siendo habitual en las memorias.
• En los pocos casos en los que hay una publicación de estudios y análisis, éstos ponen de manifiesto el interés por la conservación, integrando esta tarea a la actividad arqueológica. Sin embargo, actualmente ponemos en duda que la no presencia de resultados publicados signifique que no se hayan llevado a cabo
investigaciones sobre la conservación del material. De hecho, hay casos en los que los resultados son inéditos y de ahí el desconocimiento de los mismos.
•Necesidad de adoptar un protocolo de descripción que evite problemas, (1) tanto de carácter semántico; diferenciar los términos de conservación y restauración para denominar correctamente a cada actuación evitando no utilizarlos aleatoriamente y a menudo con definiciones distintas, (2) como de carácter descriptivo; hacer uso de un vocabulario adecuado y unificado o común a la hora de escribir estados de conservación de los objetos o restos, de manera que no tengamos diferentes formas de denominar a una misma situación que puede dar lugar a confusión (una unión de fragmentos cerámicos es una reconstrucción de .un vaso que geométricamente es predecible, pero la interpretación comienza a dificultarse sí, erróneamente, lo denominamos restitución, aunque en ambas actuaciones la intención sea aproximarnos a la forma original del vaso.
•La ya tan mencionada y criticada falta de publicaciones sistemáticas de los resultados obtenidos de cada actuación arqueológica, en contra de lo marcado por las leyes de patrimonio arqueológico tanto para Bizkaia como para Cantabria. A ello se une el efecto retardado de estas publicaciones sobre todo las de carácter oficial correspondientes a los Gobiernos, Diputaciones, Consejerías ... ya que son raros los casos en lo que éstas se editan al año siguiente de la actuación, obligando al investigador a tener que hacer trámites burocráticos para poder consultar resultados que, "oficialmente", deben depositarse en estos centros en los plazos que marcan las leyes que gestionan las actuaciones arqueológicas en cada zona. A este respecto quisiéramos llamar la atención sobre la necesidad de renovar las cartas arqueológicas de Bizkaia y Cantabria, cuyos últimos resultados son de los años 1982 y 1987 respectivamente.
• Problema de acceso a la información arqueológica que supone la publicación de resultados en medios de divulgación no-arqueológicos y más concretamente en publicaciones derivadas del mundo de la espeleología.
Destacamos un caso claro en Cantabria como fue la publicación de un artículo sobre un bastón de mando de la cueva del Castillo en el Boletín Cántabro de Espeleología. (Fernández Ibáñez, C. et Alli, 1993).
• Necesidad de crear colecciones de referencia de materiales orgánicos e inorgánicos con alteraciones-deterioros por diversos agentes que ayuden a identificar atributos de alteraciones y a relacionarlos con causas concretas y sobre todo, muy importante, eviten errores de interpretación por una falta de referentes. Este tipo de colecciones se pueden crear a partir de, restos originales cuya materia constituyente, alteraciones y causas deberán estar correctamente
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definidas, como a partir de la "arqueología experimental", que intenta conocer causas de degradación mediante la exposición del resto a diferentes mecanismos de alteración.
Al respecto no queremos dejar pasar el trabajo que viene realizando la Dra. Y. Fernández Jalvo (Museo Nacional de Ciencias Naturales, CSIC, Madrid) para crear una colección de restos óseos con alteraciones de carácter tafonómico que ayude a elaborar una tipología de alteraciones tafonómicas y las causas correspondientes (comunicación personal).
Por supuesto que este interés en las colecciones de referencia no es, únicamente interesante en la conservación arqueológica, sino en todos aquellos casos que requieran la identificación de atributos o rasgos como, por ejemplo, para identificar especies de conchas procedentes de un yacimiento arqueológico o paleontológico.
• Necesidad de un cambio en el plano actitudinal y de conciencia hacia las condiciones en las que pasarán las colecciones arqueológicas al futuro. Antes de remitir a un arqueólogo a los manuales, sobradamente conocidos, sobre la conservación arqueológica en el campo, tiene que hacerse a sí mismos un planteamiento de querer conservar el material que se excava.
2.- BLOQUE DE CONCLUSIONES PARTICULARES
2.1.- Relativas a las causas de deterioro-preservación
• La tipología presentada en el trabajo, no deja lugar a dudas sobre la problemática de deterioro a la que se enfrenta el material arqueológico, no tanto por la innegable variedad y abundancia de los agentes degradantes naturales, muchos de los cuales tienen poco de novedoso ya que son propios de medios en cueva ampliamente documentados en los estudios geo-arqueológicos, como por las concretas circunstancias que se dan en cada cueva, donde no siempre están presentes todos los agentes ni se combinan de igual manera. Un mismo proceso degradante, puede llegar a producir, paradójicamente, efectos contrarios en un mismo material según las características del medio de cueva en el que se produzca. Mientras en unos casos se crearán situaciones de preservación, en otros, degradará el material. Este es el aspecto que tenemos que valorar e intentar, en la medida de lo posible, conocer, controlar y prevenir.
• En referencia a la incidencia del hombre sobre el yacimiento arqueológico, casualmente, sobresale por su carácter destructor y no por el conservador, hecho este que queda palpable en el desequilibrio entre las acciones encaminadas a conservar el material y el
yacimiento y las que, consciente o inconscientemente, están encaminadas a destruirlo.
• Los procesos de deterioro que se documentan en las memorias hacen referencia a dos fases: la fase en el que el material permanece enterrado y la fase de post-excavación tanto inmediato, en la extracción del material, como posteriormente, a corto y largo plazo, donde las condiciones de almacenamiento han reflejado ser decisivas para un posterior estudio de las colecciones. Encontramos, además, casos excepcionales en los que parte del yacimiento queda fuera de la cueva expuesto a procesos exteriores, principalmente relacionados al factor humano.
•La falta de conocimientos a la hora de examinar causas de degradación y alteración del material, lleva a cuestiones como la no-identificación correcta del tipo de agentes post-deposicionales o la no-diferenciación de los que han intervenido antes y después de que el objeto quedara totalmente enterrado. Este tipo de valoraciones subjetivas del proceso de alteración no son "científicamente aprovechables" a la hora de ser un referente que ayude a explicar casos similares en otros medios de cueva. A este respecto, volvemos a incidir en la necesidad de estudiar, observar, conocer alteraciones de material de diferente naturaleza que evite el uso indiscriminado de criterios a-científicos y comparativistas.
• Esta dificultad para interpretar mecanismos de alteración, nos lleva a pensar que posiblemente las alteraciones de los materiales documentadas por los arqueólogos, son únicamente las que él conoce, en ausencia de otros muchos, no porque no se hayan dado en el material, sino, porque no se han sabido identificar. El que no sabe es como el que no ve, por tanto, facilitemos el desarrollo de estudios tafonómicos, en vez de criticar la falta de conocimientos.
• Necesidad de valorar la cueva como un medioambiente particular, idea esta que definíamos en la introducción y que los resultados han demostrado cómo, en ocasiones, la cueva se comporta como un medio agresivo en el que se dan procesos de deterioro que derivan del funcionamiento natural y no siempre controlable de un sistema kárstico. A él, se unen los factores culturales modernos que, por diversas circunstancias, entran en relación con la cueva (desde un uso como refugio en periodos de guerra, hasta actuaciones arqueológicas ilegales), cuyos resultados destructores son salvables desde ip.uchos puntos de vista, como por ejemplo el cerramiento de la cueva o las excavaciones de urgencia.
• De lo anterior deriva la no-puesta en relación directa entre los deterioros de los materiales y sus causas o mecanismos, de ahí que entre las alteraciones haya muchos casos donde desconocemos las causas degradantes frente a una variedad de términos que
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definen estados de conservación de desarrollo desconocido.
• La innegable relación entre el patrimonio Arqueológico y el Patrimonio Subterráneo o Natural-Paisajístico que, situados en un medio de cueva, comparten muchas de las causas de degradación, principalmente aquellas que, en este trabajo, se han descrito como extrínsecas al deposito arqueológico, y' que, alteran seriamente las condiciones ecológicas por las cuales se particulariza una cueva. Estas causas, afectarán, directa o indirectamente, al yacimiento y los materiales en él contenidos. (Fernández, V., 1988).
Se observa que muchas de las alteraciones descritas en materiales orgánicos e inorgánicos, están directamente reflejadas en la tipología de mecanismos de alteración propuesta por S. Fernández-López desde la ciencia de la Tafonomía. Cabria en este sentido una revisión de los casos concretos que permita una nueva identificación de las alteraciones y una puesta en relación con los agentes (tafonómicos o no) degradantes.
•No podemos generalizar los procesos degradantes para todas las cuevas ya que, frente a aquellas alteraciones más frecuentes, como son los huesos largos rotos, hay otras alteraciones poco comunes y que depedenden de un cúmulo de circunstancias particulares como es la sustitución seudofórmica documentada o por lo menos identificada, en una única cueva en Cantabria: Cueva Morín.
• La alteración del material arqueológico ha supuesto un gran handicap en la investigación arqueológica de materiales de diferente naturaleza (estudios líticos, de fauna, antropológicos, cerámicos, metálicos ... ) así como, de cuestiones relacionadas, limitando en muchas ocasiones los pasos que permiten completar los estudios arqueológicos. Entre las alteraciones destaca la fragmentación-fracturación como el problema más documentado para todos los materiales y que, en definitiva, lo que impide es, observar la forma completa de la pieza, o resto.
2.2.- Relativos a los procesos de ConservaciónRestauración
• Pocas referencias documentadas sobre métodos de conservación curativa y de restauración del material, frente a una mayor documentación de posicionamientos o actitudes que mejoran la situación y aumentan la posibilidad de conservación del material.
•Alto nivel de imprecisiones en las descripciones de actuaciones directas sobre el material, que dificultan las interpretaciones que debemos hacer de las mismas, quedando en muchas ocasiones dudas sobre si es una actuaciones de conservación curativa o res-
tauración y desconocimiento completo sobre lo que se hizo, cómo y con qué criterio.
• Confusión de términos de conservación y restauración y más concretamente de los criterios de actuación que diferencian la tarea de conservar de la de restaurar y que deriva de un desconocimiento por parte del arqueólogo. Es el caso del empleo de un vocabulario que no corresponde con la realidad. Este desconocimiento tiene diferentes motivos pero posiblemente comience por una ausencia en los planes de enseñanza universitarios (Historia y Arqueología) de metodologías de conservación arqueológica. Sin embargo, en muchas ocasiones no hay un planteamiento por parte del arqueólogo sobre la necesidad de convertir la conservación en una actuación arqueológica, al igual que lo es la excavación.
• Falta de estudios de las llamadas "restauraciones históricas" de la primera mitad del siglo XX, que nos ayudarían a valorar en qué grado esos "tratamientos antiguos" respetaron los criterios de conservación y restauración, ya que encontramos casos donde se habla de conservación mientras que las fotografías adjuntas a las memorias de excavaciones, en muchas ocasiones, dejan patente la voluntad restauradora mediante la búsqueda estética del objeto, principalmente vasos cerámicos (Santimamiñe); casos en los que se desconoce cuales son los productos antiguos utilizados y que, en muchos casos, únicamente se han observado en fotografías, se trata del uso de lacas, barnices o similares, "masas verdosas" como material de reintegración ... (Castillo, Pendo).
•El único dato que tenemos de los antiguos barnices o lacas es que, han sido considerados por algunos autores como I. Barandiaran Maestu, de carácter protector y no restaurativo. (Barandiaran Maestu, I., 1972). Y es precisamente este carácter el que nosotros le damos a la hora de incluirlo en una tipología concreta de conservación.
• Las malas condiciones de almacenamiento del material a las que aludíamos anteriormente, han sido uno de los agentes extrínsecos al material más activos, no ya por la cantidad de casos documentados que no son muchos frente a la realidad, sino, por lo decisivo que supone para la conservación de las colecciones de material en un futuro. Esta cuestión queda reflejada mediante las denuncias de investigadores que han realizado revisiones de los materiales de antiguas excavaciones (mas concretamente, revisiones del material de la cueva de Altamira en los años 80'). Esta situación nos pone en precedente para concluir la necesidad de planteamientos previos sobre las actuaciones de conservación que se van a tomar de cara a establecer colecciones arqueológicas dignas. Propósito este que en opinión de E. Schmid comienza por tener materiales de excavación bien
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preservados y correctamente identificados y es que la identificación y manipulación son tareas que requieren de intervenciones de conservación desde el propio yacimiento si es que así es necesario (Schmid, E., 1974).
• El método de restauración mas presente es la reconstrucciones de objetos de hueso y cerámica principalmente. Este método tiene la finalidad de conocer fielmente la forma total de cerámicas y esqueletos ya sea física o virtualmente en dibujos, como actitudinal, es decir, los impulsos hacia la reconstrucción que, en ocasiones no son posibles por la limitación que imponen los propios fragmentos. Tanto el hecho como la actitud reflejan el interés en crear colecciones arqueológicas a partir de objetos o restos reconocibles, identificables. Recogemos aquí una cita que nos parece importante ya que refleja este interés en las colecciones: «Hemos usado el ajuar de esta cueva como muestra para estudiar los de las cuevas próximas, generalmente más pobres y fragmentados» (Martínez Salcedo, A. y Unzueta Portilla, M., 1988:62).
• Existencia de casos de falsificaciones en las restauraciones cerámicas de los años 40' (reconstrucciones y reintegraciones) y que las memorias no han reflejado con este término concretamente, sino, en base a comentarios sobre la arbitrariedad con la que están realizadas y la duda que surge entre los investigadores sobre su veracidad. (Peña Forna).
• Estas restauraciones antiguas fueron realizadas por personas quizá "poco competentes" en este sentido, como el padre Jesús Carballo en Cantabria, Jesús Larrea director del Museo Arqueológico de Bilbao y que no solo actuó en Bizkaia, sino que también restauró algún material de excavaciones cántabras (Pendo) y Blas Taracena, entonces director del Museo Arqueológico Nacional. Todos estaban vinculados al mundo de la arqueología y de los museos, sin embargo la falta de una formación se refleja en las restauraciones. A pesar de esto, desde aquí valoramos y damos mérito a estas primeras restauraciones que, reflejan un intento por alargar la vida del material como en el caso del famoso barniz del padre J. Carballo y de mejorar formalmente los vasos cerámicos mediante las reintegraciones en busca de volúmenes. (Santimamiñe, Peña Forna, Pendo, Castillo, Valle ... ).
• Otro de los intereses en los procesos de conservación mediante la consolidación o fijación y de restauración mediante la reconstrucción, está, en evitar errores de clasificación de restos de fauna, ya que son las colecciones de referencia las que permiten identificar en ultima instancia, por ejemplo, especies de fauna. En opinión de S.M.J. Davis se conoce poco sobre ciertas especies de animales, incluso respecto a la mayoría de los animales domésticos, y sobre la
variación de una mismas especie y los cambios relacionados con la edad. (Davis, S.M:J., 1989).
• La actuación de conservación in situ, que desde nuestra experiencia es una de las más significativas ya que, sin ellas, y como lo han demostrado claramente algunos de los casos documentados (Pico Ramos) es imposible la recuperación del material, son a primera vista demasiado escasos por su baja frecuencia en las actuaciones de campo. Las memorias demuestran una falta de sistematización de trabajos de conservación. Creemos que se puede empezar a hablar de actuaciones de conservación in situ a partir de mediados de 1980, época en la que comienzan a ser más frecuentes las consolidaciones in situ, y que tienen su mayor presencia a finales de 1990. En ambos periodos la intención es la conservación del material en las mejores condiciones posibles. De todas maneras es necesario un estudio más amplio para valorar la situación real y no se puede tener en cuenta únicamente lo que dicen las memorias cuya información es, tanto voluntaria como involuntariamente parcial, sesgada.
• Son pocos los casos que documentan un uso de técnicas de recuperación in situ, sin embargo aquellos que lo hacen dejan patente el carácter inócuo y reversible de los consolidantes aplicados, en un intento de reflejar que los tratamientos dan unas garantías técnicas y materiales (cueva de Atxondo en Bizkaia y cueva del Pendo en Cantabria).
• Los análisis físico-químicos fruto de un examen del material y que han tenido una relativa orientación a conocer alteraciones y estados de conservación del material, presentan, a nuestro parecer, dos problemas: por un lado, que no se mencionan cuales son los métodos utilizados y por otro, los resultados de los análisis sedimentológicos están infravalorados al no aplicarse éstos a la conservación del material contenido en el sedimento.
•Lo mismo ocurre con las actuaciones de conservación preventiva como el control de las variables medioambientales, que, además de ser prácticamente desconocidas en las memorias, en el único caso documentado en Bizkaia, no se conoce el propósito del mismo, únicamente el valor de la HR en el periodo de excavación (cueva de Lumentxa).
•La escasez de actividades de conservación en las memorias de excavación consultadas, es, desde nuestra experiencia, una omisión que no corresponde con la realidad, es decir, no refleja siempre una ausencia de trabajos de consérvación en las excavaciones en cueva. Lo que aquí documentamos es lo que hallamos en las memorias publicadas, donde no se reflejan todos los trabajos que han integrado la excavación. A esto se une la otra realidad, y es que no hay una línea de trabajo sistemática en lo que a conservación arqueológica se refiere, con proyectos de investigación enteramente
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dedicados. Una ausencia que, actualmente, no esta en la falta de profesionales, de materiales necesitados, de leyes que obliguen y, desde no hace mucho incluso, impongan criterios de conservación-restauración arqueológica, ausentes en leyes anteriores a 1985, sino que empieza con el planteamiento del/los director/res de la excavación que no tiene en cuenta una necesidad de actuaciones en materia de conservación, a excepción de algunos casos en los que, poco a poco, las memorias, reflejan una política conservacionista del patrimonio arqueológico (conjunto arqueológico de la Garma, cueva del Mirón ... ).
Lo dicho hasta ahora nos hace reflexionar sobre la cuestión del desequilibrio entre el material extraído y material conservado y quizá debamos plantearnos cual es el propósito cuando excavamos un yacimiento arqueológico, si el de documentar cuanto más mejor o el documentar todo aquellos que se pueda conservar en las condiciones básicas necesarias. En ocasiones la abundancia del material que extraemos
es tan grande que obliga a actuaciones que no son científicas.
Es cierto que las pocas inversiones por parte de las instituciones en materia de conservación arqueológica no ayudan mucho; situación esta que no se refiere tanto a las partidas económicas para cada campaña, sino en la no puesta al alcance del arqueólogo-investigador de otra índole de medios, técnicos y humanos adecuados que permitan llevar a cabo estudios de conservación. Nos referimos a centros de investigación alojados en universidades, museos, en diputaciones o consejerias ... dotados de los medios necesarios para que, entre otras cosas, lo que la ley dicta para el patrimonio arqueológico sea algo novedoso desde el momento en que se pone en práctica, y no queda como una legislación "modelo" por el mero hecho de abarcar todos los aspectos que hoy se demandan en el patrimonio cultural, y que la realidad demuestra que en muchos casos son incontrolables, e impracticables.
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ACTUACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVAS DE BIZKAIA (1936-2000)
Tipo de actuación Yacimiento Ayuntamiento
Excavación Abittaga Amorato Albiztey Abadiano Aldeacueva Carranza Antoliñako Koba Arteaga Arenaza 1 Galdames Arenaza 11 Galdames Atxeta Forna Atxondo Kortezubi Atxubita Lemona Atxuriko Koba 1 Mañaria Atxurra Berriatua Axlor Dima Azkondo Mañaria Bolinkoba Abadiano Cuesta la viga Lanestosa Ereñuko Arezti Ereño Goikolau Berriatua Guerrandijo Ibarrangelua Guetaleutako Atxa Kobie Yurre Hoyo Sopuerta Kobaederra 1 (Axola, Gaizkoba) Kortezubi Kobeaga 1 o Sorginzulo Ispaster Kobeaga 11 Ispaster La cilla Sopuerta Lumentxa Lekeitio Mingon Turtzios Obarreta o Ubegi Gorbea Vizcaino Oyalkoba Abadiano Pajucas Lanestosa Peña Forua o Guinerradi Forna Pico Ramos Muskiz Mariasulo Okendo Polvorín de Venta Laperra Carranza Sagastigorri Kortezubi Santa Catalina 1 Lekeitio Santa Isabel Carranza Santimamiñe Kortezubi Silibranka Mañaria Totxinkoba Gizaburnaga Urratxa 111 Orozko Venta Laperra de los Grabados Carranza Aretxalde Ereño Armotxe Arteaga Arrizubi Mañaria Atxarte Igorre Axpe Arteaga Balzola o Kobaldeko Dima
Tipo de actuación
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Yacimiento Ayuntamiento
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Sondeo arqueológico Burrutxagane lbarrangelua Zeanuri Ereño Sopuerta Muskiz Turtzioz Ispaster Ispaster Mañaria Sopuerta Arteaga Markina Abadiano Mañaria Aulesti Turtzioz Carranza Berriatua Lekeitio Tutzios Galdames Elantxobe Nabarniz Ispaster Baracaldo Baracaldo Amorato Amorato Mañaria Turtzios Galdames Lanestosa Orozko Orozko Ispaster
Hallazgo material superficial
Eguzkiola Elesu I Franceses Gala o Garazabal 11 Jentilkoba de Iperratx Jentilkoba de Kalzaburu Jentilkoba de Mugarra Jorja Kobaederra de Arteaga Kobaua Kobazar Kobazar I Kobazulo Kokabrea I Kubia I Lamiñak 11 Larrategui 11 Logalan Magdalena o Urrallaga Ogoñoko Landeko Kobie Ondaro Torrejón Peña Roche I Peña Roche 11 o Mosquitos Pepetxo Pepetxo Ill Sailleunta o San Lorenzo Sampedro o Ruin Tarablo Urdillo Urratxa 11 Urratxa V Urtiaga
Aritzgane Arlampe I Astapekatu Atxuriko Koba 11 Aurtenetxe Axpeko Koba Balzola Kobie Bortal Errecas Gorriga VI Judíos Kobaederra 11 Kobagorri IV Kokabrea 11 Kubia 11 o de la Hilera Lasarreko Atxa Kobie I Llana Miel Moruzillo Motasabideko Axpea Peña Peñón I Supelegor San Bernardo
Gemika Lemoa Orozko Mañaria Kortezubi Markina Dima Carranza Entre Amorato-Berriatua Trapaga Carranza Kortezubi Mañaria Turtzioz Carranza Orazko Orduña Turtzios Busturia Gorbea Vlzcaino Sopuerta Muskiz Orozko Otxandio
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Tipo de actuación Yacimiento Ayuntamiento
Urkunaxa VIII Orozko Urrallaga Galdames Urratxa 1 Orozko Urratxa VIII Orozko Zorros o Punta Lucero 1 Abanto y Ciervana
Hallazgo de yacimiento paleontológico Atxagakoa Forna Pagoluzietako Lezea II Zeanuri
Actuación indeterminada Astakoba Dima
ACTUACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CUEVAS DE CANTABRIA (1936-2000)
Tipo de actuación Yacimiento Ayuntamiento
Excavación Agapito Castro-Urdiales Altamira Santillana del Mar Arenillas Castro-Urdiales Arenillas 1, Covacho Castro-Urdiales Barcenillas, Abrigo Piélagos Calvera, Abrigo Camaleño Camargo Camargo. Castillo Puente Viesgo Chimeneas Puente Viesgo Chora Voto Chufín Rionansa Cobalejos Piélagos Covalanas Ramales de la Victoria Cráneo Castro-Urdiales Cráneo, Abrigo Castro-Urdiales Cualventi Alfoz de Lloredo Cubio Redondo Ruesga Cu brizas Piélagos Cudón Miengo Cullalvera Ramales de la Victoria Diente Ruesga Esquilleu Cillorigo de Liébana Flecha Puente Viesgo Fragua Santoña Fuente del Salín Val de San Vicente Fuente para Cillorigo de Liébana Galo 1 Castro-Urdiales Garma Ribamontana del Monte Gitanos Castro-Urdiales Haza Ramales de la Victoria Juyo Camargo Linar Alfoz de Lloredo Meaza Rionansa Mina, Abrigo Vega de Liébana Mirón Ramales de la Victoria Monedas Puente Viesgo Mora Peñarrubia
Tipo de actuación
Excavación
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CONSERVATION-RESTORATION METHODS APPLIED ON ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN CAVES: BIZKAIA ANO CANTABRIA
Yacimiento
Morín Otero Pasiega Pendo Peño na Perro, Abrigo Piélago 1 Piélago 11 Pila Rascaño Ruso San Juán Santián Sotarriza-Covanegra Tarrerón Valle Ziguste
Ayuntamiento
Villaescusa Voto Puente Viesgo Camargo Villaescusa Santoña Miera Miera Miengo Miera Camargo Castro-Urdiales Piélagos Ramales de la Victoria Soba Ras in es Castro-Urdiales
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Sondeo arqueológico Abalorios Abeto Aguilas Calero 11 Covacho Cuco
Liendo
Hallazgo material superficial
Eucaliptal o de La Encina Grajas Juán Gómez Lapas Lastrilla Peñajorao 11, Covacho Pinto Rasa 11 Riba o del Lince Torre Llaceras Urdiales
709 1289 AER Agua Anfora Arco A ArcoB Arenillas 11, Covacho Aspio Avellanos Barandas Barcenal Brujas Calleja Rebollo Campanuca Cañuela Carmen Carnicería Castañera, Abrigo Cerro del Uro Cervajera Ciega
Liendo Liendo Piélagos Liendo Castro-Urdiales Entrambasaguas Ruesga Castro-Urdiales Liendo Castro-Urdiales Camargo Liendo Camargo Castro-Urdiales Castro-Urdiales Castro-Urdiales
Ruesga Ruesga Ramales de la Victoria Castro-Urdiales Ramales de la Victoria Ramales de la Victoria Ramales de la Victoria Castro-Urdiales Ruesga Alfoz de Lloredo Ruesga San Vicente de la Barquera Piélagos Ruesga Marina de Cudeyo Arredondo Camargo Castro-Urdiales Villanueva de Villaescusa Santander Guriezo Castro-Urdiales
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Tipo de actuación
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Yacimiento
Ciloña, Abrigo Cirrios Coburruyo Cofiar o de Los Trillos Cofresnedo Cojo Coquisera o Cosidera Covacho Covará Covarrubias Coventosa Cuatribu Cubía de Sel de Suto Cubilla Cubillones Cuesta Cuevona Cu vía Desfiladero Dientes Emboscados Encinar 2 Encinar 3 Entrambasaguas Esperanza Faro Fonfría Galo 2 Garma Redonda Germán Graciosa 11 Grande Honda, Jonda o Cohonda Hornos Hoyo Huerto Isidro, Abrigo Iglesia La Hermida, Abrigos Lamadrid Llusa o Collusa Magdalena, Covacho Mapa Marnero Marranos Mato Molino o del Agua Murciélagos Negra Nindral Oriza, Abrigo Patatal o Sotarraña Peines Peñajorao 1, Covacho Peñajorao ID, Covacho Piedrahita Pondra Porquerizo Portalón Portillo del Arenal
Ayuntamiento
Peñarrubia Piélagos Ruesga Soba Ruesga Castro-U rdiales Ruesga Castro-Urdiales Castro Cillorigo Castro-U rdiales Arredondo Ruesga Ruesga Castro-Urdiales Ruesga Alfoz de Lloredo Guriezo Ruesga Peñarrubia Castro-Urdiales Ruesga Castro-Urdiales Castro-Urdiales Entrambasaguas Alfoz de Lloredo Santander Ruiloba Castro-Urdiales Ruesga Ruesga Medio Cudeyo Castro-Urdiales Ampuero Piélagos Castro-Urdiales Castro-Urdiales Camargo Peñarrubia Riotuerto Ruesga Santander Camargo Voto Lamasón Piélagos Ruesga Entambasaguas Castro-Urdiales Peñarrubia Castro-Urdiales Ruesga Castro-Urdiales Camargo Camargo San Vicente de la Barquera Ramales de la Victoria Rionanasa Castro-Urdiales Piélagos
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Tipo de actuación
Prospección bioespeleológica
BIBLIOGRAFIA
Bibliografía de Conservación
Bazeta Gobantes, F.
BIZKAIA ANO CANTABRIA
Yacimiento
Puyo Rasa 1 Rasca vieja Redonda o del Perro Requejil Reyes Risco Roja Sable San Roque 1 San Roque2 Santos Sovilla Torca de la Lanza Traslacueva Tres Niños Vacas Vallegón 1, Abrigo Vallegón 11, Abrigo Vicuédrano Vicuédrano 11 Virgen del Loreto Yunta o del Montecillo Zorra Zorro
Margaritas
Ayuntamiento
Miera Camargo Ruesga Alfoz de Lloredo Los Tojos Ruesga Ruesga Ruesga Castro-Urdiales Castro-Urdiales Castro-U rdiales Castro-Urdiales San Felices de Buelna Ruesga Rionanasa Ruesga Guriezo Castro-Urdiales Castro-Urdiales Castro-U rdiales Castro-Urdiales Santander Castro-U rdiales Santander Castro-Urdiales
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Veleia. Instituto de. Ciencias de la Antigüedad. Vitoria.
Zephyrus. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Salamanca. Salamanca.
ABREVIATURAS:
ACDPS: Asociación Cántabra para la Defensa del Patrimonio Subterráneo.
AER: Asociación Espeleológica Ramaliega.
ADECAP: Acocias;ao para o Desenvolvimento da Cooperas;ao em Arqueología Peninsular.
BIC: Bien de Interés Cultural.
CIMA: Centro de Investigaciones y Museo de Altamira.
CSIC: Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
DRX: Difracción de Rayos X.
ECCO: European Confederation of Conservation-Restorers' Organizations.
FRX: Fluorescencia de Rayos X.
FTIR: Análisis de Espectrometría de Infarrojo de Transformación Fourier.
GASS: Grupo de Arqueología Seminario Santuola.
GELL: Grupo Espeleológico La Lastrilla (Castro-Urdiales ).
434 ZIORTZA SAN PEDRO CALLEJA
MP[R]APS: Museo Provincial [Regional] de GEV: Grupo espeleológico Vizcaino. Arqueología y Prehistoria de Santander.
IPH: Instituto de Patrimonio Histórico. Madrid.
EAEKM-MAEHV: Euskal Arkeologia, Etnografia eta Kondaira Museoa - Museo Arqueológico, Etnográfico e Hitórico Vasco.
MAN: Museo Arqueológico Nacional.
SESS: Sección de Espeleología del Seminario Sautuola (Museo de Prehistoria y Arqueología de Santander).
SIP: Servicio de Investiagción Arqueológica de Valencia.