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Aldea Mundo ISSN: 1316-6727 [email protected] Universidad de los Andes Venezuela de Almeida, Paulo Roberto MERCOSUR, ALCA y Brasil: una evaluación política sobre posibles estrategias de actuación diplomática Aldea Mundo, vol. 6, núm. 12, noviembre-abril, 2002, pp. 85-95 Universidad de los Andes Táchira, Venezuela Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=54301209 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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Aldea Mundo

ISSN: 1316-6727

[email protected]

Universidad de los Andes

Venezuela

de Almeida, Paulo Roberto

MERCOSUR, ALCA y Brasil: una evaluación política sobre posibles estrategias de actuación

diplomática

Aldea Mundo, vol. 6, núm. 12, noviembre-abril, 2002, pp. 85-95

Universidad de los Andes

Táchira, Venezuela

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=54301209

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Aldea Mundo, Año 6 No. 12

MERCOSUR, ALCA Y BRASIL:UNA EVALUACIÓN POLÍTICA SOBRE POSIBLESESTRATEGIAS DE ACTUACIÓN DIPLOMÁTICA

Paulo Roberto de Almeida *

PAULO ROBERTO DE ALMEIDA / MERCOSUR, ALCA Y BRASIL: UNA EVALUACIÓN POLÍTICA SOBRE POSIBLES ESTRATEGIAS DE ACTUACIÓN DIPLOMÁTICA / 85-95

Brasil es un país líder en el hemisferio occidental y un actor fundamental en los procesos de integración de laregión. En este ensayo, se analiza el papel brasileño en la construcción y el desarrollo del Mercado Común del Sur(MERCOSUR) y del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y las interacciones entre estos dos esquemasde integración. Luego de analizar el proceso de construcción y desarrollo del MERCOSUR, el autor examina laproyección de esta iniciativa y los desafíos que le plantea el ALCA. Finalmente, se analizan los escenarios deintegración hemisférica y las posibles estrategias de Brasil.

Palabras Clave: Brasil, ALCA, MERCOSUR, integración regional

Abstract: Brazil is one of the major countries in the Western Hemisphere and a fundamental actor of the integrationinitiatives developed in the region. This paper evaluates the Brazilian role in the construction and development ofthe Southern Common Market (MERCOSUR) and the Free Trade Area of the Américas (FTAA), and the interactionbetween these two integration schemes. After having analyzed this process, the author examines the perspectivesof MERCOSUR and the challenge posed by the FTAA. Finally, the scenarios of hemispheric integration and theforeseen Brazilian strategies are considered.

Key Words: Brazil, FTAA, MERCOSUR, regional integration.

MERCOSUR, FTAA AND Brazil: a political evaluation about possible diplomatic acting strategies

1. El MERCOSUR comoproceso histórico y como

realidad sociológica

omienzo con dos afirmacionesaparentemente divergentes ycontradictorias entre sí:

1) El MERCOSUR es un innegable éxito eco-nómico y al mismo tiempo un nítido fracaso po-lítico, puesto que logró, en estos diez años deexistencia, incrementar el comercio intrarregionaly crear complementariedades recíprocas entre laseconomías de los países miembros, pero falló ro-tundamente en el sentido de establecer estructu-

ras institucionales capaces de administrar este au-mento del comercio y la interdependencia, situaciónde la cual resultan presiones y conflictos latentes quese traducen en disputas comerciales no decididas.

2) El MERCOSUR es un fracaso económico peroun gran éxito político en la medida en que no logró,hasta el momento, ir más allá de una pequeña partede los objetivos estipulados en el artículo 1 del Tra-tado de Asunción, sobre todo en lo que se refiere a lacoordinación de políticas macroeconómicas y sec-toriales y en relación a la zona de libre comercio aúnincompleta (para no mencionar su unión aduaneraque se caracteriza por su estado virtual) . ElMERCOSUR logró, por otro lado, asegurar la solida-

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ridad política entre sus miembros,consolido el régimen democráti-co como patrón absoluto de inclu-sión en el bloque comercial y creóuna dinámica de coordinación deposiciones en negociaciones conterceros países y en foros interna-cionales, que mucho ha hecho porelevar el nombre del MERCOSURy su credibilidad externa en el pla-no mundial.

Son dos visiones evidentemen-te contradictorias sobre los resul-tados y realizaciones -o sobre lasinsuficiencias y l ímites- delMERCOSUR, en cuanto procesode integración todavía en curso deimplementación. Sin embargo, talvez, esas afirmaciones no sean tandivergentes como puedan parecer,si analizamos la complejidad na-tural del proceso de construcciónde una nueva entidad integra-cionista en el Cono Sur con base asus realidades efectivas, esto es, laconvergencia progresiva y la im-bricación de sus sistemas pro-ductivos a partir de estructuras eco-nómicas excéntricas y de políticaseconómicas no exactamente coin-cidentes en la fase actual.

1. La economía al servicio de lapolítica: la construcción delMERCOSUR

Mi argumento es que, a pesarde esta aparente contradicción en-tre realizaciones y fracasos, de esadisparidad de éxitos políticos yfracasos económicos, o viceversa,ambas visiones son correctas ycomplementarias, expresando unaparadoja propia de los procesos deintegración económica que resul-tan de un proyecto político. Laausencia de realizaciones y lasimperfecciones actuales delMERCOSUR conforman, cierta-mente, una agenda de trabajo paralos próximos años, agenda quecomprende la conclusión o al me-nos avances significativos en elsentido de completar el mandatodeterminado por el artículo 1 delTratado de Asunción. Esto tambiénsignifica progresos sensibles en elárea institucional, de manera dedisminuir el quantum de tensión

interna y, por lo tanto, de conflic-tos comerciales y políticos.

Desde ya debo advertir a losmás optimistas, sobretodo del áreajurídica, que, a pesar de mi posi-ción de principio favorable al au-mento de la institucionalidad delMERCOSUR, no soy absoluta-mente partidario, en este momen-to, de la adición de un régimen dederecho comunitario, o suprana-cional, para el MERCOSUR. Pien-so que tal opción corresponde másal terreno de las utopías académi-cas que al campo de las posibili-dades concretas, de la misma for-ma como sucede con la demandaactual de una moneda común paralos miembros del MERCOSUR.

La perspectiva de la monedacomún no debe ser descartada abinitio, sobretodo si consideramosque el MERCOSUR ya establecióun grupo de coordinación de polí-ticas con vista a avanzar en la di-rección de lo que el presidenteFernando Enrique Cardoso deno-minó un "pequeño Maastricht". Elprincipio básico de la monedaúnica es el siguiente: si elMERCOSUR desea consolidarsecomo un mercado único, la pers-pectiva de un instrumento mone-tario común para sus miembros esabsolutamente lógico y necesario,puesto que un mercado común "lla-ma" naturalmente una moneda co-mún. Los pasos iniciales puedenser dados desde ya, pero apenas ytan sólo en el sentido de perfec-cionar la coordinación de políti-cas sectoriales y monetarias entrepersonas e instituciones involucra-das en esas áreas y hacerlas traba-jar conjuntamente en la búsquedade aquellos objetivos "unificacio-nistas". A los optimistas del áreaeconómica les correspondería ad-vertir, sin embargo, que tal objeti-vo no parece pronto a realizarse yque pasarán varios años hasta quese logre alcanzar las condicionesrequeridas para pensar en estable-cer el calendario de la unión mo-netaria. En un mundo que dejóatrás, hace mucho tiempo, el pa-trón oro o cualquier otra garantíade emisión, el criterio básico de la

moneda es esencialmente unacuestión de confianza; a este títu-lo cabría preguntar qué confianzainspiran en sus respectivos pue-blos, en la actualidad, las mone-das de los países del MERCOSUR.Cuando las respuestas sean mayo-ritariamente positivas, estaremospreparados para la moneda común.

2. Desarrollo histórico delproceso de integración en elCono Sur

No se puede, con todo, tratar laagenda futura del MERCOSUR, sinhablar de las condiciones estruc-turales prevalecientes en estaunión aduanera en formación, re-sultante de una serie de asimetríasobjetivas, de naturaleza económi-ca y social, y que contribuyen de-cisivamente en lo que denominé"divergencias institucionales",que están en el origen de las con-troversias económicas y socialesque marcan actualmente el proce-so de integración.

No es el caso de proyectar aquíuna serie completa de indicadoreseconómicos y sociales de los paí-ses miembros, operando una con-frontación/comparación de los di-versos agregados posibles: comer-cio global sobre el PIB, comercioglobal y comercio intrarregional,deuda sobre el PIB y sobre las ex-portaciones, valor agregado indus-trial, gastos sociales en presupues-tos nacionales, indicadores socia-les de salud, longevidad, calidadde vida y sobretodo educación.Tales estadísticas nos revelarían,por cierto, algunas disparidadesentre los países del MERCOSUR,pero ellas no serían probablemen-te tan grandes como las que sepa-ran a las regiones de Brasil entre sío entre zonas urbanas y rurales.

En otros términos, los proble-mas de orden fiscal, tributario y deheterogeneidad de las estructurasproductivas "en las áreas indus-trial, agrícola y de servicios" sonbastante importantes en el planointerno brasileño en cuanto a lascuestiones de unificación y de daruniformidad a las reglas para elejercicio de la competencia en el

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plano del MERCOSUR. Como laspolíticas comerciales siempre fue-ron utilizadas, en el pasado y decierta forma en el presente, para lapráctica indirecta de política in-dustrial, se percibe como la asime-tría productiva puede ser de unafuente de tensión comercial intrín-seca.

3. Divergencias de políticasmacroeconómicas en elMERCOSUR

Sobre esas asimetrías estruc-turales se superponen diferenciascoyunturales, que derivan de losritmos y profundidades diversas enlos procesos de estabilización enlos países miembros. Los ajustesen curso en Brasil y en Argentinase diferencian no sólo en el timing,sino también en la naturaleza y enla sustancia. Basta pensar, porejemplo, en el anclaje cambiario(aún) en vigor en Argentina y lasmodalidades de control inflacio-nario practicados en Brasil, basa-do en la fluctuación cambiaria(aunque deslucida) en el régimende inflation targeting.

En otros términos, no se puedeeludir el hecho que los problemasestructurales y coyunturales seacaban materializando en la adop-ción de medidas unilaterales comoforma de intentar compensar losdesequilibrios internos y externosde los países miembros. La tenta-ción unilateral es inherente a todoproceso de abandono de sobera-nías, aunque sea limitado. Ocurrióasí en Europa, y los problemas tu-vieron que ser corregidos en granmedida por el Tribunal de Luxem-burgo, la Corte de Justicia de laComunidad, hoy Unión Europea.

4. Opciones jurídico-institucionales para elMERCOSUR: ¿construir lasupranacionalidad?

Quizás le falte al MERCOSURla autoridad jurisdiccional de unaCorte independiente, que sería elprimer y necesario grado desupranacionalidad que se hace ne-cesario introducir en un espacio desoberanías colectivas. Sin embar-

go, no está en el orden del día laconstrucción de órganossupranacionales, que no serán ca-paces, por sí solos, de resolver losproblemas coyunturales y lasasimetrías estructurales delMERCOSUR.

Las divergencias institucio-nales entre los países miembroscorresponden a una etapa peculiardel proceso de integración, quedescribo como "segundo períodode transición", que debe ser el dela formación de la unión aduaneracompleta. ¿Cuándo estará perfec-cionada tal unión aduanera? Pro-bablemente alrededor de 2005,dependiendo del ritmo de los avan-ces y las obligaciones que debenser asumidas por los países miem-bros internamente y en el ámbitodel ALCA, si ésta llega a existirefectivamente.

Es probable que, desde aquíhasta allá, el MERCOSUR conti-núe acumulando éxitos parcialesen el terreno económico y otrostantos logros en el campo políti-co, así como frustraciones relati-vas en ambos frentes. ElMERCOSUR fue hasta ahora sus-tentado políticamente por la vo-luntad de las máximas autoridadespolíticas en los países miembros,así como por el escenario de incer-tidumbres en el plano internacio-nal. Tal vez éstas sean las condi-ciones de éxito virtual: desafíosexternos y voluntad política inter-na de avanzar en la consolidaciónde un espacio común de diálogo yde coordinación. Más que nuncase trata de un "work in progress".

5. Proyección internacional delMERCOSUR y el desafío delALCA

El MERCOSUR, con todos susproblemas de unión aduanera im-perfecta y de zona de libre comer-cio inacabada, se presenta comodato de la realidad económica ypolítica de América del Sur, al mis-mo tiempo que representa un pro-ceso real de aproximación de po-siciones entre países que compar-tían ya una historia común. ElALCA es, por su parte, una hipóte-

sis de trabajo, al mismo tiempo quees la expresión de un proceso ne-gociador que se presenta como dedifícil realización, por involucrarnaciones con tradiciones diversasy que seguirán itinerarios contras-tantes a lo largo del tiempo.

El MERCOSUR es una deci-sión fundamentalmente políticaque se realiza apoyado en decisio-nes de carácter económico . ElALCA es una propuesta esencial-mente económica que sus propo-nentes originales intentan im-plementar de forma política. ElMERCOSUR emerge como un ejer-cicio de convergencia de interesesentre países situados, grosso modo,en un mismo nivel de desarrolloeconómico y social, a pesar de lasdiferencias de tamaño que exis-ten entre ellos. El ALCA intentanivelar el terreno de juego "levelthe playing field" entre economíasy sociedades que ostentan enormesdiferencias estructurales entre sí,una vez que reúne a la principalpotencia planetaria, de hecho laúnica superpotencia existente, y atres decenas de países que no lle-gan a alcanzar a un quinto de su"masa atómica".

El MERCOSUR viene practi-cando un esfuerzo de auto-conten-ción en los litigios internos, utili-zándose básicamente un mecanis-mo de administración política delas controversias ligadas al comer-cio recíproco y sólo entonces re-curriendo a un tipo de soluciónarbitral ad hoc. El ALCA deberíanormalmente ostentar instanciasresolutivas de los conflictos co-merciales marcada por la relativaautomaticidad e independencia delos gobiernos, con efectos econó-micos más o menos inmediatos.

En resumen, el MERCOSUR esuna modesta construcción integra-cionista que funciona en régimende condominio, con relativa per-meabilidad y asociativismo entresus, hasta ahora, pocos miembros.El ALCA se presenta como un in-menso edificio de escritorios, don-de la impersonalidad de trato y lafrialdad de las reglas establecidasprometen pocos momentos de ex-

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citación y muchos años de aburri-miento.

Los más optimistas afirman quecualquiera que sean los resultadosdel proceso negociador del ALCA,el MERCOSUR irá necesariamen-te a sobrevivir, aunque no se sepaexactamente en qué condiciones.Su desempeño comercial puedevolverse francamente mediocre,depender de la profundidad y ex-tensión del ALCA, así como su sa-lud económica puede retrocedersignificativamente en relación alos pronósticos realizados a ini-cios de los años noventa. ElMERCOSUR podrá, obviamente,salir fortalecido y confirmar loacertado de la decisión original deconstruir progresivamente un mer-cado común con base en una me-todología innovadora en relacióna las experiencias existentes en elgénero, en verdad restringidas alprecedente de la Unión Europea.Sin embargo, el MERCOSUR po-dría también caminar en la erosióny ser reducido un mero arreglo paraconsultas de apariencia, sin mayo-res efectos comerciales efectivos,hipotéticamente absorbido o dilui-do por un ALCA mucho más am-bicioso que los ejemplos tradicio-nales de zonas de libre comercio.

En el caso del ALCA, subsis-tían, en la primera mitad del 2001,incertidumbres en cuanto al desa-rrollo del propio proceso negocia-dor, como la ausencia y la indefi-nición del contenido del mandatopor el Congreso al Ejecutivo deEstados Unidos. Esto fue resueltoen el año 2002 cuando se aprobóla Trade Promotion Authority.Otras limitaciones de naturalezapolítica "como la ausencia de con-sultas regulares entre los líderes delos países miembros, como ocurreahora cada semestre en elMERCOSUR" y algunos factorescondicionantes "como la despro-porción del peso comercial entrelos países participantes" actuaronpara convertir la implementacióndel ALCA en un escenario de in-certidumbre. Si el proceso nego-ciador no resulta en acuerdo a fi-nes de 2004 o a inicios del 2005,

el escenario hemisférico no serámuy diferente al actual, con la pro-liferación casi anárquica de esque-mas subregionales, que convivencon iniciativas multilaterales de"convivencia pacífica" al abrigo dela Asociación Latinoamericana deIntegración (ALADI) y la Organi-zación Mundial del Comercio(OMC). Si las negociaciones resul-tan ser exitosas, el MERCOSURtendrá que adaptar su arquitecturainstitucional y su agenda internaa la nueva realidad del ALCA.

El ALCA puede ser comple-mentario de los acuerdos subre-gionales ya existentes en el ConoSur, dependiendo de su grado deprofundización y de los compro-misos específicos contraídos porlos países participantes. El ALCAno es, por lo tanto, necesariamen-te excluyente en relación alMERCOSUR, pero la sustancia deeste último conocerá, es obvio,inflexiones económicas importan-tes en función de la disposición delos países miembros de preservaresa construcción política frente auna poderosa competencia inter-nacional.

6. Una evaluación políticasobre las estrategias de actua-ción para Brasil

Admitiendo que la opción parael establecimiento de un espaciointegrado en su inmediato entor-no geográfico, tal como lo eviden-cia la experiencia delMERCOSUR, constituye una delas principales vertientes de la es-trategia brasileña de inserción eco-nómica internacional en la actua-lidad, se puede preguntar en quémedida el desarrollo de esa moda-lidad restringida de interdepen-dencia económica contribuye alfortalecimiento de su economía ycómo la irrupción de la propuestadel ALCA puede, al contrario, de-bilitar la "soberanía" económica deBrasil y poner en peligro las fun-daciones del MERCOSUR. Obsér-vese que estas preguntas ya com-portan una opción de principio porel MERCOSUR y una negativaapriorística al ALCA, como parece

ocurrir con la mayor parte de losactuales comentaristas de la eco-nomía brasileña.

En efecto, muchas de las cues-tiones que rodean el debate sobrelas ventajas y desventajas delALCA para Brasil y elMERCOSUR vienen siendo con-taminadas por una especie de partipris ideológico, o sea, una posi-ción de principio que, por un lado,tiende a recusar, de forma absolu-ta, los fundamentos e implica-ciones económicas de la zona delibre comercio hemisférica, acep-tando, por otro lado, la estrategiapolítica de "menor costo" delMERCOSUR para la economíabrasileña o la opción por la aso-ciación de este bloque con la su-puestamente más benigna UniónEuropea. ¿Son políticamente rea-listas o económicamente raciona-les tales puntos de vista? y, ¿co-rresponden ellos a los interesesbien pensados de la sociedad bra-sileña, que parece haber llegado auna nueva etapa de su transiciónhacia la modernidad?

Esta no es una postura asumidapor mí, que propugno un examenponderado de cada uno de los ele-mentos en juego, teniendo encuenta exclusivamente la formu-lación de la mejor estrategia posi-ble de inserción económica inter-nacional de Brasil. Cabría discutircada uno de los argumentos favo-rables o contrarios al ALCA, inten-tando superar lo que se presentacomo realidad económica produc-to de la liberalización, o su posi-ble desdoblamiento, de aquelloque se podría clasificar como po-sicionamiento político en relaciónal proyecto propuesto por EstadosUnidos al continente. Otra distin-ción importante que debe ser he-cha es aquella que se refiere a loque se podría llamar "componen-tes estructurales del ALCA" "suselementos 'inmanentes', en len-guaje kantiano" y la simple mecá-nica del proceso negociador, queviene desarrollándose desde la se-gunda mitad de los años noventay que promete extenderse hastainicios del año 2005, por lo me-

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nos, según lo que fue acordado anivel ministerial en Buenos Airesy ratificado en la Cumbre deQuébec, en abril de 2001.

En efecto, hasta la conclusiónde estas negociaciones, resulta di-fícil especular sobre los beneficiosy costos del ALCA para la econo-mía de Brasil y para el esquemadel MERCOSUR. Se puede, noobstante anticipar, con base a lasevidencias hasta aquí demostra-das, que el legislativo y los nego-ciadores estadounidenses tiendena ver la construcción del ALCAcomo un mero resultado del de-rrumbe de las barreras latinoame-ricanas a los productos y serviciosde Estados Unidos, teniendo pocoque hacer en términos de sus pro-pias barreras, sino la eliminacióngeneral, como las excepciones deuso, de los aranceles normalmentebajos aplicados en la importaciónde productos. Esa no ha sido lavisión de la diplomacia brasileña,que viene buscando colocar en lamesa de negociación otros elemen-tos importantes con vista a lograrun acuerdo final más equilibradono sólo en términos de acceso alos mercados "donde son eviden-tes diversos focos sectoriales deproteccionismo estadounidense",sino también en lo que se refiere alas normas y disciplinas de políti-ca comercial, terreno en el cual sonigualmente claras las restriccionesaplicadas a los productos extran-jeros en el mercado estadouniden-se.

7. Escenario económico ypolítico del debate hemisférico

Es necesario aclarar un puntoen el debate que se va a seguir. Lacomprensión de lo que es un acuer-do de libre comercio varía muchode perspectiva, según se realice unanálisis académico de los resulta-dos de la apertura económica y dela liberalización de los mercadoso se parta de evidencias más empí-ricas resultantes de un proceso ne-gociador concreto. En la primeravisión, generalmente de cuñoeconomicista, la liberalizacióncomercial, cualquiera que haya

sido su amplitud y distribuciónentre los socios, es vista como po-sitiva, puesto que conduce a unalocalización óptima de los recur-sos y una utilización más eficien-te de la dotación de factores. En lasegunda perspectiva, se puede de-cir que no existe, para la mayorparte de los negociadores, esa fi-gura utópica de "libre comercio",un concepto puramente imagina-rio que sólo se materializa en losescritos de los teóricos académi-cos, pero dotado de poco basamen-to práctico en la realidad; paraellos, se trata de lograr la mejorsituación posible de reciprocidaden el proceso de apertura comer-cial, administrando áreas de libe-ralización progresiva en función delas ventajas percibidas o aparen-tes. Se trata de un dilema teóricopráctico que no podrá ser resueltoen el presente texto, que tiene ape-nas el objetivo de ofrecer algunoselementos de reflexión sobre lasopciones de Brasil y delMERCOSUR en la presente fase dediscusiones sobre la consolidacióninterna y la profundización de unbloque subregional frente a la op-ción hemisférica representada porel ALCA.

La discusión puede ser organi-zada en torno a algunas preguntasfundamentales, las cuales vienensiendo repetidamente colocadaspor los representantes de los me-dios de comunicación a los nego-ciadores y estudiosos académicosdel proceso hemisférico.

8. ¿El ALCA poder hacer daño oes saludable para Brasil?¿El ALCA es deseable, beneficia aBrasil, es funcional para sus ob-jetivos de desarrollo económico ysocial?

El ALCA representa una espe-cie particular en el género integra-cionista, tratándose de un procesode liberalización controlada de losmercados y de apertura administra-da de la economía que viene sien-do aplicada por Brasil desde queasumió compromisos de negocia-ción en este sentido a principios

de los años 60 (creación de la Aso-ciación Latinoamericana de LibreComercio -ALALC-) y, con mayorénfasis, a partir de los esquemasbilaterales de integración con Ar-gentina (1986-88) y, de formacuadrilateral, con los demás sociosdel MERCOSUR (1991). Los cál-culos sobre los costos y beneficiosde este genero de apertura fueronconducidos de forma más o menosempírica por los responsables po-líticos y económicos en cada unade esas oportunidades y juzgadoscompatibles con las necesidadesde desarrollo de Brasil, aunque enninguno de los casos se haya al-canzado la liberalización total yla integración completa de losmercados.

Desde el punto de vista estric-to de la optimización de las opor-tunidades económicas, toda expe-riencia de integración, aunque enla forma simplificada de elimina-ción de las barreras aduaneras bajoun régimen de libre comercio, esdeseable, relativamente a una si-tuación de plena autonomía eco-nómica, correspondiendo a unaetapa inicial de liberalización delos mercados y de inserción en loscircuitos de la interdependenciamundial, incluso en un ámbitogeográfico más restringido. Loseconomistas, procediendo a unasimulación teórica de carácter ex-tremo, recomendarían además unaliberalización unilateral ergaomnes, esto es, que conduzca a laplena integración con el mundo,puesto que permitiría en ese casoel libre flujo de factores y una lo-calización óptima de los mismos.Este tipo de ejercicio ricardiano nofue, sin embargo, intentado porningún país de la era moderna, ha-biéndose apenas manifestado demanera más o menos amplia bajoel capitalismo de vanguardia de laInglaterra victoriana. Desde enton-ces, las experiencias de liberali-zación han sido conducidas de for-ma condicional y restringida, ha-biendo alcanzado un mayor desa-rrollo en Europa Occidental, en losesquemas de integración conoci-dos allí desde fines de los años 40

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(BENELUX, CECA, ComunidadEuropea, AELC, Unión Europea,de forma notoria). Todos estosejemplos han confirmado empíri-camente los presupuestos teóricostrazados por los economistas enbeneficio de la liberalización am-pliada.

No debería, por lo tanto, serdiferente para Brasil, tanto en elformato más restringido delMERCOSUR como en el esquemaampliado de una futura ALCA,aunque no se pueda arriesgar pre-visiones más positivas en cuantoa su carácter funcional, o no, paralos objetivos de desarrollo econó-mico y social. En principio, la res-puesta es positiva, aunque de for-ma indirecta, una vez que la inte-gración y la liberalización produ-cen situaciones de mayor eficien-cia en la localización de los recur-sos, conduciendo ipso facto al au-mento de la productividad, la ex-pansión del empleo y la elevaciónde los niveles de remuneración. Sedebe, en tanto, observar que el pro-ceso de liberalización comercial,stricto sensu, no tiene como mi-sión histórica "producir" desarro-llo, esto es provocar transformacio-nes estructurales en la formaciónsocial que envuelve el sistema eco-nómico, sino tan sólo producir unamayor eficiencia productiva, loque por sí no genera una distribu-ción de riqueza y justicia social.La agenda desarrollista es algomás amplia que la forma de orga-nización social de producción, loque implica un complejo juego defactores políticos y sociales quetraspasan en mucho las posibili-dades transformadoras.

Resumiendo: El ALCA puedeser beneficiosa para Brasil, pero nose debe esperar que resuelva todosnuestros problemas de desarrolloeconómico y social en el corto omediano plazo. Estos sólo puedenser encaminados internamente,con la movilización de otrosvectores de transformación estruc-tural como la "educación, capaci-tación profesional, inversiones enciencia y tecnología, moderniza-ción institucional, etc.", no de

manera exógena a partir de un im-pulso originado en el entorno eco-nómico externo.

9. El MERCOSUR y el ALCA:liasons dangereuses?¿El MERCOSUR y el ALCA soncompatibles entre si? El ALCA nopuede simplemente disolver alMERCOSUR y condenarlo a ladesaparición en cuanto experi-mento subregional?

En principio, el ALCA y elMERCOSUR son plenamentecompatibles entre sí y hasta com-plementarios, una vez que los es-quemas de libre comercio, por es-tar basados en procesos de nego-ciación autónomos e independien-tes, tienden a reforzarse mutuamen-te y a producir eficiencias diná-micas que potencian las gananciasde localización. En lo se refiereespecíficamente al caso de estosdos sistemas americanos, se puedeargumentar que una zona de librecomercio mayor tiende a absorbery a diluir la menor, que fue lo queocurrió, comparativamente (en elgenero unión aduanera), entre elBENELUX y la Comunidad Euro-pea en el decorrer de los años se-tenta y ochenta.

Este no debería ser el destino,sin embargo, del MERCOSUR,que corresponde a una etapa supe-rior de la familia integracionista,suplementando su compromiso delibre comercio con las obligacio-nes de una unión aduanera (aran-cel externo común, política comer-cial común) y que se propone al-canzar, en un horizonte históricoaún indeterminado, una situaciónde mercado plenamente unificado.En otros términos, el MERCOSURsobreviviría y hasta podría aumen-tar su grado de cohesión interna alenfrentar el desafío de una zona delibre comercio incluyente, inclu-so si en el caso del ALCA se trata,potencialmente, de una "super"zona de libre comercio, que com-prende aspectos poco usuales eneste genero de ejercicio (comocompromisos en materia de propie-dad intelectual, política de com-

petencia, compras gubernamenta-les y otros compromisos sectoria-les no estrictamente comerciales).En la práctica, es evidente que el"Mercado Común del Sur" no pasa,actualmente de una zona de librecomercio deficiente e incompletapuesto que está perjudicada por laexistencia de algunos sectores res-tringidos a la apertura interna re-cíproca y de otros funcionandobajo el régimen de comercio ad-ministrado. Su unión aduanera "enfase de implementación" tampocoes consistente con los presupues-tos teóricos y empíricos de estetipo de esquema, puesto que tieneque convivir con excepciones na-cionales al arancel externo común,regímenes comerciales específicospara algunas situaciones naciona-les "temporales y excepcionales"y de hecho carente de una admi-nistración aduanera uniforme do-tada de reglas claras (falta de uncódigo aduanero o disposicionesen cuanto a la recaudación fiscal,por ejemplo).

Aún así, aunque el comerciointra-MERCOSUR sea absorbidoy disuelto en el esquema más am-plio del ALCA, el MERCOSURtenderá a sobrevivir en cuantoconstrucción institucional, puessiendo resultado de una decisiónpolítica del más alto nivel, queapunta en el sentido de su progre-sión continua, aunque lenta y aveces intermitente, en dirección deun mercado común y tal vez hastade una unión económica, siguien-do el ejemplo de la Europa deMaastricht (por lo menos en lo quese refiere a la unión monetaria).Los peligros que cercan su evolu-ción comercial derivan más de losdesafíos competitivos asociados alpolo económico dominante y dela fuerza centrífuga del dólar deEstados Unidos, que del ALCA ensí, que sería poco relevante si fue-se hipotéticamente sustraído a lapotencia hegemónica. Sin embar-go, incluso en esta situación ex-trema de eventual inoperancia eco-nómica del MERCOSUR en razónde la prominencia absoluta de Es-tados Unidos en el esquema

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hemisférico, el proyecto subre-gional del Cono Sur tiende a so-brevivir, pues comprende másque simples compromisos liberali-zadores, extendiéndose a entendi-mientos sociales, administrativosy de políticas sectoriales distintasde las meramente económicas (jus-ticia, turismo y cultura, ciencia yeducación, providencia social, en-tre varias otras), lo que justificaríala continuidad de este proyectopolítico y societal.

Resumiendo: El ALCA repre-senta un enorme desafío para lacontinuidad y para la afirmaciónde la personalidad delMERCOSUR, pero la disoluciónde éste se daría por expresa deci-sión y voluntad de los dirigentespolíticos de los países miembros,no en función de la creación eimplementación plena de una zonade libre comercio hemisférica, queen forma alguna eliminará, al con-trario, hasta estimulará, el desarro-llo de otras vertientes integrativasentre los países miembros y aso-ciados del MERCOSUR. Este tie-ne un capital político y una cultu-ra propia que jamás serán alcanza-dos en el plano hemisférico, pormás poderoso y amplio que vengaa ser el ALCA en el dominio eco-nómico y comercial.

10. El ALCA y las economías deBrasil y el MERCOSUR¿El proyecto del ALCA no repre-senta una amenaza fundamentala las economías de Brasil y elMERCOSUR, por el hecho de quesu vocación liberalizadora va másallá de la agenda tradicional deuna zona de libre comercio, o de-bido a que los elementos de asi-metría estructural son extremada-mente relevantes cuando son con-frontadas al escenario más homo-géneo de América del Sur o la di-mensión más modesta de todas lasotras economías hemisféricas, aexcepción de Estados Unidos?

Sin duda que la pauta negocia-dora del ALCA va mucho más alláde lo que venía siendo aceptadoen la agenda "normal" de una zona

de libre comercio "que comprendeapenas la liberalización del inter-cambio de bienes, además de al-gunas disposiciones de carácteraduanero para evitar la triangu-lación indebida", abarcando servi-cios, propiedad intelectual, com-pras gubernamentales, inversionesy otros aspectos menos relevantessegún un programa de apertura yregulación que se volvió costum-bre denominar "OMC plus". Sepuede, sin embargo, argumentarque el ALCA apenas anticipa, oacelera, estos aspectos poco usua-les en las "viejas" zonas de librecomercio y que tanto Brasil comoel MERCOSUR encontrarían lamisma pauta de reivindicacionesliberalizantes en una próxima ron-da de negociaciones comercialesmultilaterales o si decidiese em-prender un esfuerzo similar conotros esquemas regionales (comola Comunidad Andina, la UniónEuropea u otros grupos de países).

Sin embargo y es tan sólo unacuestión de tiempo, la ambiciosaagenda del ALCA ciertamenteplantea desafíos de importanciapara los países del Cono Sur, enespecial en lo que se refiere a losdiferenciales de competitividad enlos distintos sectores que seránpresumiblemente incorporados alesfuerzo liberalizador hemisférico(servicios, compras gubernamenta-les, inversiones, por ejemplo). Sinembargo, debe observarse que losmismos temas se encuentran pre-vistos en el ejercicio interno delMERCOSUR, proceso extremada-mente complejo y temáticamentediversificado, a pesar del pequeñonúmero de países implicados y dela dimensión más modesta de susaparatos productivos y de servi-cios, en gran medida dirigidos ha-cia sus mercados nacionales. Noobstante, una vez más en este caso,el ALCA plantea al MERCOSURel desafío de su propia profundi-zación interna, preservando áreasde preferencias subregionales enun escenario más amplio de libe-ralización progresiva en el planohemisférico. La homogeneidadcultural y la intensidad de los vín-

culos intra-MERCOSUR debenactuar en su beneficio, estimulan-do negocios en el ámbito subre-gional incluso frente a las oportu-nidades y los desafíos potencialesen el escenario continental másvasto.

Alternativamente, los peligrospresuntos o efectivos para elMERCOSUR derivados del esque-ma del ALCA podrían ser presen-tidos a partir de las asimetrías fun-damentales que caracterizan a laseconomías del hemisferio, no sóloen términos de dimensión bruta (lallamada economía de escala), sinoesencialmente en razón de las di-ferencias intrínsecas de producti-vidad y de capacidad de penetra-ción mercadológica, Incluso aquí,los peligros son más supuestos quereales, una vez que algunas venta-jas comparativas naturales y diná-micas de los países delMERCOSUR pueden servir decontrapeso o actuar en su benefi-cio, en una confrontación con lapotencia avasalladora del gigantedel norte. Es de esperar, por ejem-plo, que inclusive después de em-prendido el serio esfuerzo de mo-dernización productiva y de ag-giornamento tecnológico por par-te de los países del MERCOSUR,las diferencias de productividadcontinuarán siendo importantes enrelación a aquellas observadas ensectores de servicios y ramas in-dustriales en las cuales EstadosUnidos ya detenta un liderazgoincontestable. También en estecaso, los diferenciales de costos demano de obra para servicios aso-ciados, particularidades de losmercados locales, diferencias oespecificidades culturales, asícomo el simple factor de la proxi-midad geográfica actuarían en be-neficio de Brasil y delMERCOSUR para una ampliagama de bienes y de servicios, pro-duciendo por lo tanto una atrac-ción de las inversiones y transfe-rencia de tecnología en un hori-zonte de tiempo indeterminadodespués de comenzada la implan-tación del ALCA.

En un análisis puramente eco-

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nómico, además, la "amenaza" delas asimetrías no presenta la mis-ma relevancia estructural, si espensada fuera de un esquema decapitalismo "nacional". En efecto,los economistas deducen una si-tuación de mayor racionalidadeconómica intrínseca cuando unpaís industrialmente menos desa-rrollado se asocia, en un esquemade libre comercio, a un socio máspoderoso, no cuando dos o máspaíses igualmente "subdesarrolla-dos" emprenden la construcción deun "mercado común". De allí, lasfrecuentes críticas de economistas"liberales" al esquema delMERCOSUR, manifestando ellosla opinión que Brasil debería abrir-se directamente a Estados Unidosen un ejercicio de comercio prefe-rencial, pues tal situación conferi-ría más ventajas a su economíamenos avanzada, además de per-mitir el desarrollo de las especia-lizaciones productivas. En la prác-tica, como ya constatamos, las si-tuaciones de libre comercio nuncason perfectas, persistiendo espa-cios de liberalización restringiday de diversos mecanismos de pro-tección sectorial que hacen pocoviable el pleno juego del movi-miento de factores idealizada porlos economistas teóricos.

No se trata aquí de una cues-tión que pueda ser resuelta in abs-tracto, pudiendo apenas ser esta-blecida una ecuación en el terrenoconcreto de las negociaciones parala definición de las reglas de lafutura zona de libre comerciohemisférica, así como en el domi-nio más práctico (y macroeco-nómico) de las asociaciones pro-ductivas que serán promovidasvoluntariamente por las propiasempresas, independientemente dela voluntad de los gobiernos. Enefecto, las empresas, conociendoel escenario en el que tendrán queactuar en un determinado sector,se anticipan a las medidas guber-namentales de "imposición" denuevas reglas, construyendo alian-zas tácticas y acuerdos pragmáti-cos con competidores y socios ensu sector de actividad, actuando

así para reducir progresivamentetales asimetrías. Este proceso serátanto más rápido cuanto másdesregulado y abierto sea el mer-cado sectorial en cuestión.

No es cierto, por ejemplo, quelas empresas brasileñas y delMERCOSUR sean invariablemen-te menos competitivas que las deEstados Unidos en todos los sec-tores abiertos a la competencia, asícomo no es seguro que el diferen-cial "mercadológico" a favor de lasempresas multinacionales sea vá-lido en todas las situaciones deacceso y de penetración de nue-vos mercados. La segmentación dela demanda, la disponibilidad defactores, la presentación de losproductos, la identificación cultu-ral y sobretodo la capacidad deadaptación y la imaginación crea-dora pueden actuar en provecho deempresas locales en ciertas áreasde bienes y servicios. Brasil, his-tóricamente, ya demostró poseeruna enorme capacidad de "diges-tión" de nuevas tendencias y denuevas técnicas productivas, noexistiendo razón para creer que nosabrá responder al desafío que elALCA plantea a su sistema pro-ductivo y para su capacidadinnovadora. La pasividad y elfatalismo nunca fueron rasgos dela personalidad brasileña.

Resumiendo: El ALCA posee,sin duda, un cierto potencial "des-tructor" de empleos, en función delas diferencias reales o presuntas,de escala y de productividad, en-tre las economías hemisféricas, asícomo por el hecho de que se ex-tiende a una tan amplia gama desectores que trascienden, a veces,la capacidad "balanceadora" y lamisión "restauradora" de las con-diciones "normales" de competen-cia por parte de los gobiernos na-cionales. Sin embargo, los peligrosson más aparentes que reales, en lamedida en que el propio sector pri-vado encontrará soluciones prag-máticas a tales asimetrías, que re-presentan otras tantas oportunida-des de ganancias temporales antesque la liberalización regional seconvierta en verdadero proceso de

globalización. En este caso, el ex-ceso, o la tentativa, de regulacióngubernamental pueden dificultar,más que facilitar, el proceso de su-peración de las asimetrías existen-tes.

11. El fantasma de las normaslaborales y ambientales¿Son el medio ambiente y las nor-mas laborales factores limitantesy negativos en el esquema de ne-gociaciones hemisféricas?, ¿Vantales cláusulas a bloquear la ex-pansión del comercio y el libre flu-jo de las inversiones?

Tales normas, por ejemplo, lasbarreras técnicas y otras medidasno arancelarias que limitan u obs-taculizan el pleno acceso a losmercados, pueden efectivamenteconstituir factores limitantes a unaverdadera liberalización hemis-férica, pues confirmarían, si se apli-can a partir de una visión exclusi-vamente nacional de la cuestión,el sistema de "archipiélago de eco-nomías" que caracterizó, durantemucho tiempo, la economía inter-nacional. La dificultad no está tan-to en la fijación de un determina-do patrón, supuestamente más ele-vado, para establecer una igualdaden el campo laboral y en la protec-ción del medio ambiente "algo quese ha intentado continuamente enlos foros multilaterales", sino ensu utilización abusiva, de formaunilateral, para bloquear el libremovimiento de bienes y serviciosy de capitales y tecnología, inclu-so mediante el recursos de las san-ciones de naturaleza comercial.Esta posibilidad debe ser simple-mente vetada en la mesa de nego-ciaciones, puesto que correspon-de a una reacción proteccionistade aquellos de desean "hacer girarhacia atrás la rueda de la historia",o sea, impedir que el capital se di-semine por el planeta, aprovechan-do las mejores oportunidades decosto-beneficio para una localiza-ción "óptima" de los recursos.

Parece ocurrir, en este particu-lar, una curiosa colusión de intere-ses y propósitos entre sindicalis-

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tas de norte y sus contrapartes delsur, entre ONGs de las dos puntasdel continente americano, entrerebeldes pragmáticos (por defini-ción de derecha) y opositoresideológicos (generalmente de iz-quierda) al libre comercio, ade-más de la ya conocida (y poco san-ta) alianza entre anti-globali-zadores de todos los cuadrantes delhemisferio. Las normas laboralesy ambientales se convierten en elterreno común de lucha de todosaquellos que se posicionan con-trariamente al ALCA, sea por losnobles motivos de la defensa efec-tiva del medio ambiente y de losderechos humanos, sea por aquelmás interesado (y a veces maqui-nado) de defensa del empleo localo de una idílica producción salu-dable (y subsidiada), en haciendasfamiliares supuestamente protegi-das de la competencia salvaje in-troducida por las variedadesgenéticamente modificadas. Lomás extraño, ciertamente, es versindicalistas del sur defendiendolos empleos en el norte "una vezque la introducción de las normaslaborales tiene precisamente comoobjetivo impedir la 'fuga' de capi-tal, y por lo tanto, la transferenciade empleos al sur del Río Grande",o ecologistas normalmente contra-rios a la desigualdad inherente alas estructuras económicas inter-nacionales promoviendo el protec-cionismo agrícola en los paísesdesarrollados o la manutencióninvoluntaria de poblaciones ente-ras de colectores extractores en lasregiones tropicales en nivelespróximos a la miseria.

La formulación tentativa y lapromoción activa de normas y pa-trones ambientales y laborales másavanzados, si es combinada conestímulos adecuados para la librecirculación de factores, inclusivede mano de obra, puede más bienactuar como elemento de mejoraen los patrones de vida de la ma-yoría de la población, sobretodoen los países aún en desarrollo, sir-viendo para elevar la productivi-dad del trabajo y el performancegeneral de las economías más atra-

sadas. Su vinculación a acuerdosde comercio tiene la virtud, empe-ro, de bloquear la diseminación deesos mismos patrones que sus pro-motores quieren ver implemen-tados, al dificultar la movilidaddel capital y la transferencia detecnología por la simple razón deinhibir los flujos de comercio, enlugar de estimularlos.

Resumiendo: un sistema decódigos de conducta, de caráctervoluntario pero de adhesión pro-gresiva, para los patrones ambien-tales y laborales puede permitirsuperar situaciones de bloqueo"psicológico" que vienen contri-buyendo a contaminar el ambien-te negociador del ALCA. En lo quese refiere a Brasil, consciente delas limitaciones, pero también delos enormes progresos realizadosen estas áreas, no parecer tener algoque temer a partir de la fijación demetas más ambiciosas en los terre-nos social y ambiental. La fijaciónde metas indicativas para la adhe-sión progresiva de los países, másque la determinación de patronesuniformes para todos en una esca-la sincrónica de tiempo, puede ser-vir para reconciliar el capital y eltrabajo, así como a los ecologistasy las empresas.

12. El abuso del antidumping yel escándalo de los subsidios¿Las prácticas abusivas de salva-guardas comerciales y deantidumping, así como políticasque deliberadamente distorsionanlas condiciones de comercio, comopor ejemplo las medidas de apoyointerno en el área de la agricultu-ra, pueden falsear los resultadosdel ALCA, convirtiendo el ejerci-cio de liberalización en algo me-ramente retórico y desequilibra-do?

Ciertamente, y aquí Brasil y elMERCOSUR deben actuar contoda la determinación posible paraeliminar las prácticas más dañinasa la libertad de comercio en losterrenos en que se presenta unacompetitividad "natural" bastantesuperior a la del socio supuesta-

mente más poderoso. Estados Uni-dos, en efecto, pretende dejar in-tacta, en el proceso de negociacio-nes del ALCA, su panoplia de me-didas de defensa comercial, en unapostura contradictoria con el espí-ritu de cualquier negociaciónmultilateral, en la cual todos loselementos que tengan incidenciaen los flujos de comercio debenser honestamente objeto de exa-men y eventual discusión en cuan-to a su adecuación al nuevo espa-cio económico integrado.

Este posicionamiento tienemenos que ver con la supuestaconsistencia de esos mecanismosnacionales de defensa comercialcon las reglas del Acuerdo Gene-ral sobre Aranceles y Comercio(GATT), que con el elemento dechantaje político ejercido por elCongreso contra la libertad de ac-ción de los negociadores del Eje-cutivo de Estados Unidos. Se tratade un elemento puramente políti-co, no sustentado en ningún crite-rio económico de competencialeal y de apertura negociada de losmercados, y enteramente depen-diente del ejercicio de una efecti-va capacidad de negociación quedebe poder manifestarse en el casodel MERCOSUR y Brasil en parti-cular.

Resumiendo: un acuerdo de li-bre comercio hemisférico en el cualdeterminados componentes de laagenda permanecen unilateral-mente excluidos de la negocia-ción, es "una reproducción econó-mica del conocido aforismoorwelliano según el cual en el 'so-cialismo comercial' todos son igua-les, pero algunos son 'más igualesque otros' ", lo que no parece co-rresponderse con los principiosaprobados en Belo Horizonte, en1997, en cuanto al equilibrio deresultados y al compromiso indi-visible en beneficioso de todos.

13. ¿El ALCA significa ladesnacionalización de laeconomía brasileña?¿El ALCA conducirá a ladesnacionalización de la econo-mía brasileña? ¿Sustituirá políti-

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cas sectoriales a nivel nacional,disminuirá el margen de libertadotorgado a la economía guberna-mental?

La eventual "desnaciona-lización" "no de sectores, sino defracciones de mercados sectoria-les" a partir de la venta o fusión deempresas brasileñas a gigantes ex-tranjeros no será diferente, en todocaso mayor, de lo que ocurre en elámbito del proceso de globali-zación actualmente en curso, quefue voluntariamente asumido porBrasil como un desafío importan-te a ser vencido, no como una ame-naza a ser evitada. En ninguno delos procesos conocidos de activainterdependencia económica,como son los existentes en la Or-ganización de Cooperación y De-sarrollo Económico (OECD) y afortiori en el seno de la UniónEuropea, disminuyó el papel delEstado o se debilitó la economíanacional, por la simple razón queel capital extranjero pasó a parti-cipar con mayor intensidad de losesquemas productivos internos yde los circuitos locales de produc-ción y distribución. Al contrario,las "pequeñas" empresas localesadquieren dimensión nacional y apartir de allí pasan a actuar en elcampo internacional, constituyen-do un "capitalismo multinacional"que fue hasta ahora el exclusivode los países más avanzados. Ocu-rrió así en los casos de Portugal yEspaña, así como de Italia, y no setiene que descartar que tales pro-cesos vengan a ocurrir igualmenteen el ámbito de Brasil y elMERCOSUR.

Brasil tiene, por cierto, un cró-nico problema de déficit en tran-sacciones corrientes y de desequi-librio en la balanza de pagos, queacompañó todo su proceso de in-dustrialización. No obstante, talesfragilidades están igualmente aso-ciadas al ambiente general de ne-gocios, más que a la ausencia decapacidad reguladora del Estado,que asumirá formas nuevas en unescenario más previsible deplaneación económica. El hecho de

que los socios extranjeros pasen aactuar en sectores antes vedados amás limitados a la presencia de lasmultinacionales no se traduce ne-cesariamente en una desintegra-ción automática de las cadenas pro-ductivas, ante una integración deéstos a circuitos más amplios enlos planos hemisférico y mundial.

Es evidente, por otro lado, quecualquier acuerdo internacionalque se haga en áreas aún inéditasde regulación multilateral o regio-nal, como es el caso del ALCA,"que parece apuntar como un ins-trumento relativamente 'intrusivo'en términos de políticas sectoria-les o de mecanismos regulatorios",redunda en una disminución de laesfera de la soberanía absoluta delos Estados nacionales y en unareducción ulterior de los poderesregulatorios de los legisladoreseconómicos privados. Sin embar-go, esto es propio de las tenden-cias actuales tanto de regionalis-mo como de multilateralismo eco-nómico, así como de la propiaagenda negociadora internacional,en la que participa Brasil a plenaconciencia de causa y teniendosiempre como criterio absoluto deactuación el interés nacional en lamateria. Entre esos criterios no sesitúa el de privilegiar al capitalextranjero en detrimento del capi-tal nacional, pero sí en atribuir aambos un ambiente regulatorio re-lativamente uniforme en cuanto alas reglas generales de ejercicio delas actividades, lo que es conoci-do en la terminología "gattiana"como trato nacional.

Resumiendo: la internaciona-lización de la economía brasileñay la constitución de empresas na-cionales de dimensión internacio-nal "algo presumiblemente desea-do, incluso por el más férreo opo-sitor al ALCA y del capitalismo es-tadounidense" se dará, no en elmarco de un supuesto proceso de"preparación" de la economía bra-sileña para "enfrentar la competen-cia externa" "período que es siem-pre indefinido e invariablementedependiente de condiciones 'ópti-mas' de polít icas macroeco-

nómicas, comercial e industrialque nunca se realizan en la prácti-ca", sino en el propio ámbito de laglobalización, sea ella restringidaal hemisferio o ampliada a escalaplanetaria. Procesos de "acumula-ción primitiva" nunca ocurrirán dehecho, a no ser en los análisis ex-post que tienden a racionalizar laexperiencia histórica y a ofrecercomo "modelo" lo que nunca pasóde un proceso único y original entérminos de desarrollo socioeco-nómico de una determinada forma-ción nacional.(1)

14. ¿Brasil puede ser condena-do al aislamiento?

Se trata de una decisión ente-ramente política, a partir de unahipótesis extrema, pero que serátomada con base a un análisis eco-nómico y diplomático en el cursodel proceso negociador. El ALCAno es el único proceso negociadoren el que participa Brasil y elMERCOSUR, bastando con men-cionar el proceso bi-regional conla Unión Europea, los entendi-mientos en el contexto del Áfricaactual y la opción preferencial enel ámbito de América del Sur. Lasopciones para Brasil y para elMERCOSUR no están cerradas,como algunos escenarios más pe-simistas parecen anticipar. Es másbien probable, además, que noexista un ALCA, por razones queno tendrían nada que ver con laoposición o el escepticismo brasi-leño (sino más probablementecomo el escepticismo del Congre-so y del propio Ejecutivo de Esta-dos Unidos), que sea concluido unALCA sin la participación de Bra-sil.

Una revisión de medio siglo demultilateralismo económico y po-lítico revela que ningún país dedimensiones "respetables", sea"atrasado" o desarrollado, perma-nece aislado en el escenario inter-nacional. La experiencia históricade China, India, Rusia, y de lospropios países desarrollados occi-dentales, comenzado por EstadosUnidos y pasando por los grandesde Europa "hoy unidos en el expe-

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rimento más exitoso de integraciónconocido", confirma que el aisla-miento es una fase temporal y pa-sajera de cualquier proceso deemergencia y consolidación denuevas estructuras de poder eco-nómico y político mundial. Laposición de Brasil en relación aléxito "o fracaso" de las negocia-ciones del ALCA no debería infrin-gir esa regla no escrita de la diplo-macia contemporánea. El Congre-so de Estados Unidos, además; ten-dría probablemente la mayor res-ponsabilidad en ese eventual fra-caso, que la supuesta "intransigen-cia" de Itamaraty o del gobiernobrasileño. Mucho depende, entodo caso, de la capacidad de ladiplomacia brasileña en el terrenode la negociación concreta en tor-no al ALCA, así como de su capa-cidad "explicativa" en direcciónde los públicos externos e inter-nos. En este particular, Brasil "do-tado de una diplomacia económi-ca que echó raíces a en la primerasdécadas del siglo XIX", puede con-siderarse bien servido y disponien-do de grandes ventajas comparati-vas en relación a varios países delcontinente.

(1) Este último punto presenta una cier-ta importancia (teórica) desde el puntode vista de la sociología del desarro-llo económico, pero tiene poca rele-vancia práctica desde el punto devista del negociador gubernamentalo del estadista, que necesitan res-ponder a las preocupaciones de susrespectivas clientelas, siempre inquie-tas con cualquier tipo de penetraciónextranjera en la economía nacional

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Las opiniones y argumentosaquí expresados son a títulopersonal, no representando po-siciones o políticas de ningúnsector del gobierno brasileñoo de su servicio exterior.

Paulo Roberto de Almeida

Doctor en Ciencias Sociales.Magister en economía internacio-nal. Profesor de la Universidadde Brasilia. Actualmente funcio-nario de la Embajada de Brasilen Washington.

Email:[email protected]

Fecha de recepción:

Abril 2003Fecha de aceptación definitiva:

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