mecanización tratamientos ~batieres · de los usuarios y de los consumidores y, por qué no...

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Foto 1. Para mejorar el contad y la eficiencia se recomienda realizar losiratamientos con la menor cantidad de caldo por hectárea. mecanización tratamientos Novedades técnicas de los ~batieres y pulverizadores La evolución de estas máquinas avanza en el sentido de mejorar el control y la eficacia de la aplicación Carlos Bernat. Experto en maquinaria agrícola. Con atomizadores y pulverizadores nos estamos refiriendo, obviamente, a pulverizadores hidráulicos, hidroneumáticos y neumáticos, destinados fundamentalmente a plantaciones de frutales y viña y, en algunos casos, a cultivos hortícolas. La diferencia entre unos y otros estriba en cómo realizan la pulverización y en el transporte de las gotas hasta el objetivo. H emos repetido con alguna frecuencia que los equi- pos para la aplicación de tratamientos fitosanita- rios, en general. constituyen uno de los sectores de la maquinaria agrícola que ha conocido un pro- greso técnico espectacular en los últimos años. No es de extra- ñar que este progreso continúe, puesto que estos equipos se ha- llan sometidos a una considera- ble presión por parte de las dis- tintas corrientes o doctrinas de conservación del medio ambien- te. Presión lógica, por otra parte, ya que los efectos negativos de estas operaciones con equipos deficientes o mal regulados pue- den llegar a ser muy graves. La evolución, por tanto, va en el sentido de mejorar el control y la eficiencia (que no la eficacia, que podemos considerar que es algo que hace años que los agri- cultores vienen consiguiendo) de la aplicación. Si podemos lo- grar un tratamiento eficaz con 200 I de caldo por hectárea, es inútil (y más costoso, en tiempo y en dinero) hacerlo con 500, 800 ó 1.500, como se está ha- ciendo aún en algunas planta- ciones de frutales. Y, lógicamen- te, estas cantidades "que no ha- cían falta" son las que más con- taminan, o justamente, las que contaminan, y que es importan- te evitar (foto 1). Es evidente que trabajando a bajos volúmenes, conseguir una buena regularidad y una uniformi- dad de distribución es más difícil. Por eso los nuevos equipos han de responder a las nuevas exi- gencias. Deben ser fáciles de re- gular (y aun así a los agricultores les cuesta dedicar los pocos mi- nutos necesarios a esta opera- ción fundamental), sencillos de mantenimiento (foto 2) y fiables en el sentido de mantener los pa- rámetros establecidos. Hay que destacar que en algunos países de la UE ya es obligatoria una re- visión periódica de los equipos. Aquéllos que no están en buenas condiciones no están autoriza- dos a trabajar. En España, por el momento, las revisiones son vo- luntarias y algunos centros de mecanización están llevando a cabo una encomiable labor en pro de convencer a los usuarios de la necesidad de tener los equi- pos en perfecto estado (fotos 3 y 4). Ello les reportará un sensible 76/Vida Rural/15 de marzo 2007

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Foto 1. Para mejorar el contad y la eficiencia serecomienda realizar losiratamientos con la menorcantidad de caldo por hectárea.

mecanización tratamientos

Novedades técnicas de los~batieresy pulverizadoresLa evolución de estas máquinas avanza en el sentido de mejorar el control y la eficacia de la aplicación

Carlos Bernat.Experto en maquinaria agrícola.

Con atomizadores ypulverizadores nosestamos refiriendo,obviamente, apulverizadoreshidráulicos,hidroneumáticos yneumáticos, destinadosfundamentalmente aplantaciones defrutales y viña y, enalgunos casos, acultivos hortícolas. Ladiferencia entre unos yotros estriba en cómorealizan lapulverización y en eltransporte de las gotashasta el objetivo.

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emos repetido con algunafrecuencia que los equi-pos para la aplicación detratamientos fitosanita-

rios, en general. constituyen unode los sectores de la maquinariaagrícola que ha conocido un pro-greso técnico espectacular enlos últimos años. No es de extra-ñar que este progreso continúe,puesto que estos equipos se ha-llan sometidos a una considera-ble presión por parte de las dis-tintas corrientes o doctrinas deconservación del medio ambien-te. Presión lógica, por otra parte,ya que los efectos negativos deestas operaciones con equiposdeficientes o mal regulados pue-

den llegar a ser muy graves.La evolución, por tanto, va en

el sentido de mejorar el control yla eficiencia (que no la eficacia,que podemos considerar que esalgo que hace años que los agri-cultores vienen consiguiendo)de la aplicación. Si podemos lo-grar un tratamiento eficaz con200 I de caldo por hectárea, esinútil (y más costoso, en tiempoy en dinero) hacerlo con 500,800 ó 1.500, como se está ha-ciendo aún en algunas planta-ciones de frutales. Y, lógicamen-te, estas cantidades "que no ha-cían falta" son las que más con-taminan, o justamente, las quecontaminan, y que es importan-te evitar (foto 1).

Es evidente que trabajando abajos volúmenes, conseguir unabuena regularidad y una uniformi-dad de distribución es más difícil.

Por eso los nuevos equipos hande responder a las nuevas exi-gencias. Deben ser fáciles de re-gular (y aun así a los agricultoresles cuesta dedicar los pocos mi-nutos necesarios a esta opera-ción fundamental), sencillos demantenimiento (foto 2) y fiablesen el sentido de mantener los pa-rámetros establecidos. Hay quedestacar que en algunos paísesde la UE ya es obligatoria una re-visión periódica de los equipos.Aquéllos que no están en buenascondiciones no están autoriza-dos a trabajar. En España, por elmomento, las revisiones son vo-luntarias y algunos centros demecanización están llevando acabo una encomiable labor enpro de convencer a los usuariosde la necesidad de tener los equi-pos en perfecto estado (fotos 3 y4). Ello les reportará un sensible

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Foto 3 (arriba) y 4 (abajo). Las revisiones de los equipos en España son voluntarias por elmomento y algunos centros de mecanización están llevando a cabo una labor encomiable

en este sentido.

ahorro inmediato,pero sobre todo lespermitirá respetar elmedio ambiente ymejorar la seguridadde los usuarios y delos consumidores y,por qué no decirlo,dará una seguridadeconómica adicionala los exportadores deproductos agrícolasque se hallan al alburde que unos análisisen destino descubranresiduos, aunquesean mínimos, encantidades no autori-zadas por ciertas re-glamentaciones na-cionales (y es obvioque los mejores mer-cados pueden permi-tirse ser los más exi-gentes) y obliguen a devolverunos productos a origen. En algu-nos casos (vino, por ejemplo), elgrueso del lote no se ha deterio-rado por el tiempo o por el trans-porte y puede ser reciclado amercados menos exigentes, peroen muchos otros (fruta y hortali-zas), el perjuicio económico estotal. Muchas veces esta exis-tencia de residuos puede depen-der de un fallo de regulación delequipo.

1 Incremento dela capacidad detrabajo

Dentro del mismo orden deideas, la eficacia del tratamientodepende en buena parte del mo-mento oportuno de su realiza-ción. Por ello y teniendo en cuen-ta el incremento de la superficiede las explotaciones en aras desu mejor rentabilidad, a las má-quinas se les exige una mayorcapacidad de trabajo. Asimismoy dada esta necesidad de preci-sión que acabamos de comen-tar, la aplicación de tratamientosfitosanitarios tiende (y pareceque la tendencia se irá incre-mentando) a ser una de las ope-raciones que se encarga a unaempresa especializada de servi-cios, y éstas, lógicamente, exi-gen máquinas con una gran ca-

Foto 2. Una de las características másvaloradas en los nuevos equipos es su

sencillez en el mantenimiento.

pacidad de trabajo.Este incremento de la capa-

cidad de trabajo se logra de di-versas formas: más hileras a lavez, en viña, por ejemplo (fotos5 y 6), mayor velocidad de traba-jo gracias al incremento de po-tencia de los tractores fruteros(foto 7) y, sobre todo, drásticareducción de la pérdida de tiem-po en ir a llenar el depósito conel aumento de capacidad deéste y con la generalización delos volúmenes de aplicación re-ducidos. El número de hectáre-as tratadas por jornada de tra-bajo con un pulverizador hidro-neumático arrastrado de 2.500ó 3.000 1 (foto 8), tratando auna dosis de 250 1/ha, puedeser espectacular.

Así, en las últimas ferias he-mos visto modelos autopropul-sados (lógicamente, para gran-des cultivos) con capacidadesde más de 5.000 1 (foto 9), mo-tores de 200 CV y anchuras detrabajo de más de 40 m.

Los arrastrados no les van ala zaga y se han presentado mo-delos de hasta 4.4001 (foto 10),con dos particularidades quecreemos interesante destacar:por una parte, a medida que eldepósito se va vaciando, ellíqui-

do restante va situándose haciala parte frontal para mantener lacarga sobre la barra de tiro; porotra parte, el agua del depósitode enjuagado, que llega a ser dehasta 500 I en estos modelos degran capacidad, va sobre el ejede las ruedas para favorecer laestabilidad del conjunto y en to-dos los casos se procura mante-ner el centro de gravedad lo másbajo posible.

Algunos de estos modelosgrandes incorporan también sis-temas direccionales de las rue-

das de la máquina arrastrada,controlados por un ordenador,que tiene en cuenta en todo mo-mento la velocidad de avance, elnivel de llenado del depósito y laaltura de las barras en el casode que estemos tratando culti-vos bajos.

Con un objetivo parecido, losequipos suspendidos han redi-señado los depósitos para con-seguir acercarlos lo más posibleal eje trasero del tractor y llegana permitir capacidades de hasta1.2001.

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I Mantenimientoy limpieza de losequiposDepósitos

En los depósitos se vanmejorando los sistemas devaciado, que cada vez sonmás completos, así comolos sistemas de lavado. Éstees otro de los caballos debatalla de las distintas orga-nizaciones que luchan con-tra todo tipo de contamina-ción: ¿dónde y cómo se lim-pian los equipos?, ¿dónde

Foto 7 (arriba). Una mayor velocidad—lograda gracias el incremento depotencia de los tractores fruteros—,es también una de las formas deaumentar la capacidad de trabajo.Foto 8 (abajo, izda.). El número dehectáreas trabajadas por jornadacon un pulverizador hidroneumáticoarrastrado de 2.500 ó 3.000 I puedeser espectacular siempre que setrate a baja dosis.

se vierten las aguas residuales yqué nivel de contaminantes con-tienen todavía? Los equipos tie-nen que ayudar a dar una res-puesta favorable a estas pregun-tas.

FiltrosLos filtros, por ejemplo, que

son un elemento clave en el man-tenimiento que mencionábamosal principio, deben poder cam-biarse sin que se produzcan sal-picaduras y pérdidas de líquido(foto 11). En este aspecto mu-chas de las empresas han reali-zado una gran labor. La opera-ción es sencilla, rápida y se pue-de hacer sin herramientas. Deesta forma, el usuario tiende ahacerla con la frecuencia indica-da, y además sin riesgo, en cual-quier lugar.

BoquillasA nivel de aplicación, las bo-

quillas son seguramente el ele-

mecanización tratamientos

Fotos 5 y 6. El incremento de la capacidad de trabajo se logra de diversas formas. Entre ellas, destaca el tratamiento de más hileras por pasada en el caso de la viña.

mento más determinante en laeficacia de los equipos actuales.La gama de boquillas que ofre-cen los principales fabricantespuede adaptarse a cualquiercaudal y presión de trabajo. Es-cogiendo la boquilla adecuada yla correcta velocidad de trabajo(que hay que medir correctamen-te; por suerte cada vez más mo-delos de tractor disponen de ve-locímetros por radar, muy fia-bles), se pueden aplicar las do-sis de producto activo recomen-dadas por el fabricante del pro-ducto en diluciones altas (bajosvolúmenes) y con el tamaño degota adecuado al tipo de vegeta-ción y a la disposición de la mis-ma. Y conviene no olvidar que alo largo del ciclo vital de los culti-vos esta disposición varía consi-derablemente (pensemos enuna viña en mayo-junio y en lamisma viña en agosto). Si la má-quina se lo permite, el agricultorpuede pensar en estudiar unapresión de trabajo distinta, en uncambio estratégico de boquillas,en una eliminación del chorro desalida de alguna de éstas o enuna combinación de boquillas enuna misma rampa de salida delatomizador.

Foto 9 (izquierda). También existen modelosautopropulsados con capacidades de más de5.000 litros y anchuras de trabajo de 40metros.Foto 10 (derecha). En el caso de los modelosarrastrados se han presentado máquinas dehasta 4.500 litros.

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12 litros

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Foto 12. Boquillas antideriva cuyo código de colores ha facilitado de forma notable la adaptación a cualquier caudal

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Foto 11. Los filtros son un elemento clave en elmantenimiento de los equipos.

La adopción generalizada delcódigo de colores en las boqui-llas ha facilitado de forma nota-ble este trabajo (foto 12), perohay que hacerlo. Hay que replan-tearse el tratamiento a medidaque evoluciona la vegetación. Deesta forma, disminuiremos elriesgo de aplicar dosis excesivasen un punto y dosis insuficientesen otro, y en este caso, si de al-gún modo se aprecia el fallo, laforma más fácil de corregirlo esen el siguiente tratamiento, "¡for-zar la dosis!". Los sistemas deregulación actuales ofrecen laposibilidad de realizar tratamien-tos eficaces y efectivos. Hay queaprovechar estas posibilidades.

Una importante línea de me-jora que han adoptado casi todoslos fabricantes es la de las bo-quillas antideriva (foto 12) que,mediante la simple incorpora-ción de aire al chorro pulveriza-do, permiten conseguir un mayor

Foto 13. Los distintos sistemas deregulación van siendo sustituidos, amedida que más tractores van equipadoscon ordenador de a bordo, por sistemasmane¡ados por este ordenador.

tamaño de gotas e in-crementar de estemodo de forma notablela ventana de tratamien-tos, pudiendo trabajarcon condiciones de ve-locidad de viento quecon las boquillas clási-cas serían privativas.Un simple cambio de

boquillas en el momento oportu-no nos puede permitir acabar untratamiento en condicionesaceptables o realizarlo en el mo-mento más adecuado sin necesi-dad de esperar una eventual, yno siempre segura, mejora de lascondiciones climáticas.

Regulación dela dosis ysistemas DGPS

Los sistemas de regulaciónque en estos últimos años hanvenido intentando por diversosmétodos mantener en todo mo-mento no el caudal aplicado,sino la dosis por hectárea quehayamos establecido, aunquevaríen la velocidad de avance olas revoluciones del motor, vansiendo substituidos, a medidaque más tractores están equipa-dos con ordenador de a bordo

(foto 13), por siste-mas manejados poreste ordenador, quepuede controlar losparámetros varia-bles, como los indi-cados, y otros comoel nivel de llenadodel depósito o uneventual resbala-miento y, en un futu-ro próximo, inclusola temperatura exte-rior y la velocidaddel viento.

Una mejora importante queen las grandes fincas con gran-des equipos ya se está empe-

zando a utilizar puede represen-tarla el uso de los sistemasDGPS (Differential Ground Posi-tioning System) que pueden in-corporar mapas históricos de in-tensidad de ataques o técnicasde telefotometría para detectarsituaciones actuales de la inci-dencia de ciertos parásitos.

En resumen, no cabe duda deque en un futuro habrá que "tra-tar menos" (este punto nos loconfirman las estadísticas deconsumo de pesticidas en los pa-íses de agricultura moderna),pero habrá que "tratar mejor".Este es, sin duda, uno de los leitmotifde los actuales fabricantes.

I Pulverizadoresneumáticos ehidroneumáticos

Si pensamos específicamen-te en los equipos para el trata-miento de frutales o viña o, en ge-neral, para cultivos en hilera, en-contramos un avance importantede los neumáticos, es decir, deaquéllos en los cuales tanto lageneración de la gota como eltransporte de ésta hasta el obje-tivo se realizan por aire. A gran-des rasgos, podemos decir queesta técnica es muy adecuada abajos volúmenes de aplicaciónpero que, justamente por propor-cionar espectros de gotas muyuniformes pero bastante peque-ñas, debe tener una gran eficaciaen la segunda parte del proceso:la generación de aire y la salidade éste en posiciones relativa-mente próximas al objetivo. Eneste sentido, la tecnología deventiladores (turbinas se suelenutilizar en estos casos) ha mejo-rado notablemente y la versatili-dad, posibilidades de orienta-ción y regulación en altura y di-rección de las rampas permitenobtener muy buenos resultados.

En los pulverizadores hidro-neumáticos, los nuevos ventila-dores generan mayor cantidadde aire, con menos exigencia ycon menos ruido (otro requisitoimportante de la sociedad paralas condiciones de trabajo de losoperarios de las máquinas). Enmuchos casos unos deflectoresespeciales ayudan a mejorar ladistribución del aire de la formamás homogénea posible y la di-rección hacia donde interese. Eneste sentido, hemos visto fotosrecientes de tratamientos de fru-tales en un país tan avanzadotécnicamente como Estados Uni-dos que reflejan graves proble-mas en el control de la deriva. •

Terminemos recordandoque los fabricantes seesfuerzan en ofrecerequipos cada vez mássofisticados pero a lavez sencillos demanejar, con elevadasprestaciones (o conclara posibilidad deobtenerlas), pero lamejor máquina con unmaquinista descuidadoo a menudosimplemente indiferentea la necesidad de lograrestas prestaciones nologrará hacer un buentrabajo. La máquina esfundamental, pero elmaquinista lo es tanto omás y es muyimportante manteneruna labor deconcienciacióncolectiva de todosaquellos implicados enestos menesteres.

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