Mayorga Juan - Hamelin

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  • Juan Mayorga

    Hamelin (2004)

  • ACOTADOR:

    Se alza el teln. Hamelin, cuadro uno.

    MONTERO:

    Esto no es una rueda de prensa.1 Han odo bien: esto no es una rueda de prensa. Se trata de un encuentro informal. Confidencial. Les he telefoneado personalmente uno a uno para pedirles que viniesen a esta hora, mientras la ciudad duerme. Precisamente de eso se trata: de lo que pasa mientras la ciudad duerme. Acrquense, por favor.

    ACOTADOR:

    Montero invita a los periodistas a mirar a travs de una gran ventana.

    MONTERO:

    Todas las noches, antes de salir de este despacho, dirijo una ltima mirada a la ciudad.

    Desde aqu se ve toda la ciudad. A travs de esta ventana he sido testigo de los progresos que hemos hecho en los ltimos tiempos. El museo de arte moderno, el nuevo estadio, el auditorio... Joyas deslumbrantes. Joyas que nos deslumbran, que nos ciegan. Que nos impiden ver otra ciudad. Porque hay otra ciudad.

    ACOTADOR:

    Pausa.

    MONTERO:

    Cada noche, antes de salir del despacho, apoyo mi frente sobre esta ventana, enciendo un cigarrillo... S, enciendo un cigarrillo, no me pidan que finja a estas horas, esto no es una rueda de prensa. Enciendo un cigarrillo y pienso en la gente de esta ciudad. Pienso en los nios.

    ACOTADOR:

  • Seala, en un edificio, una ventana iluminada.

    MONTERO:

    Bella imagen, verdad? Aunque es tarde para que ese cro est despierto. Probablemente no puede dormir y el padre intenta dormirle con un cuento. Probablemente el nio no puede dormir porque tiene miedo y el padre no entiende a qu tiene miedo. A qu tiene miedo ese nio?

    ACOTADOR:

    Se acerca a una mesa. Sobre ella hay una caja cerrada.

    MONTERO:

    En las prximas horas, obedeciendo una orden que acabo de firmar, la polica har una serie de detenciones. Algunas afectarn a ciudadanos conocidos y respetados, lo que tendr efectos desmoralizadores sobre la opinin pblica. sa es la razn de que les haya convocado. Ustedes trabajan para los medios ms influyentes. De ustedes depende que la informacin llegue a la ciudad en las mejores condiciones. Me consta que, ms all de las naturales discrepancias ideolgicas, todos ustedes practican un periodismo responsable.

    ACOTADOR:

    Pausa.

    MONTERO:

    Maana, ustedes, junto a otros colegas suyos, sern convocados a una rueda de prensa. Se les mostrar un material del que nos acabamos de incautar. Este material. Pueden acercarse, si tienen el estmago preparado.

    ACOTADOR:

    Abre la caja. Los periodistas vacilan. Uno de ellos, por fin, se adelanta. La caja contiene diapositivas divididas en cinco grupos. El periodista toma una diapositiva, la mira al trasluz. Despus de l, los dems periodistas hacen lo mismo.

    MONTERO:

  • Por desgracia, slo estn viendo la punta del iceberg. Se acercan das difciles para esta ciudad. Muchos pondrn el grito en el cielo pidiendo que rueden cabezas. Pero nosotros debemos exigirnos sentido de la responsabilidad. Ustedes y nosotros trabajamos con el mismo horizonte: el inters pblico. Comosiempre, nosotros seremos transparentes con ustedes, y ustedes sern, como siempre, responsables con la ciudad. sa es mi conviccin, y para expresrsela personalmente les he llamado.

    ACOTADOR:

    Los periodistas devuelven las diapositivas a la caja, sacuden la cabeza como negndose a aceptar lo que han visto, intercambian muecas de asco, se despidensin palabras de Montero. Cuando ste se queda solo, enciende un pitillo y se apoya sobre la ventana. Su mirada se fija en aquella otra donde el padre todava acompaa al nio insomne. A Montero le viene a la cabeza un recuerdo. Recuerda cuando su padre le contaba el cuento del flautista.

    MONTERO:

    rase una vez una bella ciudad llamada Hamelin. Pero una maana, al despertarse, las gentes de Hamelin descubrieron que la ciudad se haba llenado de ratas.

    ACOTADOR:

    Hamelin, cuadro dos. Montero entra en la habitacin de Jaime. Se ha descalzado en el pasillo, para no despertarlo. Lo ve dormir. Descalzo,2 camina hasta su propia alcoba. Se desnuda intentando no despertar a Julia. Pero Julia est despierta.

    JULIA:

    Qu hora es?

    MONTERO:

    Muy tarde. No te desveles.3

  • ACOTADOR:

    La besa.

    JULIA:

    Ocurre algo? Algo no va bien?

    MONTERO:

    Maana te enterars por los peridicos.

    JULIA:

    No quieres hablar de ello?

    ACOTADOR:

    Montero se acuesta rodendola con sus brazos.

    MONTERO:

    No.

    ACOTADOR:

    Pausa.

    MONTERO:

    Cmo est Jaime? Est bien?

    JULIA:

    Por qu?

    MONTERO:

    Por nada.

    ACOTADOR:

  • Silencio.

    JULIA:

    Ha cenado poco. Estaba muy cansado.

    ACOTADOR:

    Pausa.

    JULIA:

    No puedes dormir?

    MONTERO:

    No.

    ACOTADOR:

    Hamelin, cuadro tres. Montero tiene ojos de quien no ha podido dormir. A lascinco, sabiendo que no iba a conciliar el sueo, se dio una ducha y vino al juzgado4 caminando.

    Pasea de un lado a otro del despacho hasta que le anuncian la llegada de Rivas. Rivas le tiende su mano. Montero no ve esa mano tendida o hace como que no la ve e invita a Rivas a sentarse.

    MONTERO:

    Un caf?

    RIVAS:

    Gracias.

    MONTERO:

    Con leche?

  • RIVAS:

    Por favor.

    ACOTADOR:

    Montero sirve a Rivas. l tambin bebe caf, sin leche, sin azcar. Los dos hombres estn frente a frente, separados por la mesa en que todava reposa la caja llena de diapositivas.

    Hay un tercer hombre, el secretario, que transcribe cuanto se habla.

    MONTERO:

    Es usted un lder vecinal muy respetado. Encabez una campaa contra una central elctrica.

    RIVAS:

    Una incineradora. Conseguimos cerrarla.

    MONTERO:

    Ha liderado iniciativas de alfabetizacin de adultos, campaas antidroga...

    RIVAS:

    Hacemos lo que deberan hacer las instituciones. En un barrio como el nuestro, con tantas carencias, todo esfuerzo es pequeo.

    MONTERO:

    Vive usted all?

    RIVAS:

    No.

    MONTERO:

  • Naci usted all?

    RIVAS:

    Soy un privilegiado. Nac en un hogar burgus, me eduqu en buenos colegios, nunca me falt de nada. Para m, pisar el barrio fue como entrar en otro planeta.Ojal mis chicos tuvieran la mitad de las comodidades que me rodearon a m. La mitad de la mitad.

    MONTERO:

    Mis chicos.

    RIVAS:

    Tengo en marcha un proyecto de reinsercin. Chavales que no encuentran su sitio. Hay que darles una oportunidad.

    MONTERO:

    Parece que les dedica mucho tiempo, a sus chicos. Cul es su medio de vida?

    RIVAS:

    Empec Medicina. No acab, no me llenaba. Mi familia tiene tiendas. Electrodomsticos. Yo me ocupo poco. As puedo dedicarme al barrio.

    ACOTADOR:

    Pausa.

    MONTERO:

    Usted va a misa los domingos.

    RIVAS:

    En eso, y en otras muchas cosas, estoy chapado a la antigua.5

    MONTERO:

    Quiere alguien que lo lleve a misa?.

  • RIVAS:

    Cmo?

    MONTERO:

    Sabe por qu le he hecho llamar?

    RIVAS:

    A veces la polica me pide colaboracin. Conozco bien el barrio.

    ACOTADOR:

    Pausa. El juez Montero vuelca el contenido de la caja sobre la mesa, que se llena de diapositivas.6

    MONTERO:

    Mire una, la que quiera.

    ACOTADOR:

    Rivas coge una diapositiva. La mira. La devuelve a la caja.

    RIVAS:

    Son imgenes descargadas de Internet. No est prohibido. No digo que est bien, pero no est prohibido.

    ACOTADOR:

    Apura su taza de un trago.

    RIVAS:

    Si es para consumo privado, si no es para vender, no est prohibido.

    MONTERO:

    Quines son esos nios?

  • RIVAS:

    Saqu esas imgenes de Internet, ya se lo he dicho.

    MONTERO:

    No son chicos del barrio?

    RIVAS:

    Claro que no.

    ACOTADOR:

    Pausa.

    MONTERO:

    Quiere alguien que lo lleve a misa?. La gente del barrio lo asocia a esa pregunta:

    Quiere alguien que lo lleve a misa?.

    RIVAS:

    Los domingos, yendo hacia misa, paso por la plaza. Si alguien quiere, lo llevo.

    MONTERO:

    Algn chico, quiere decir.

    RIVAS:

    A mi coche sube el que quiere, joven o viejo.

    MONTERO:

    Eso es todo? Se acaba la misa y adis hasta el prximo domingo?

    RIVAS:

  • A veces les invito a comer. Nos vamos a una hamburguesera o a una pizzera y se ponen las botas. Muchos das, todo lo que comen esos chavales es pan con leche condensada. Para ellos, una hamburguesa es un festn.7

    MONTERO:

    As que se los lleva a comer. Y algunos fines de semana, la cosa se alarga.

    RIVAS:

    A veces los llevo al parque de atracciones.

    MONTERO:

    Y luego?

    RIVAS:

    Luego, cada mochuelo a su olivo.8

    MONTERO:

    Nunca los ha sacado de la ciudad.

    RIVAS:

    No. Bueno, de vez en cuando organizamos una acampada.9

    MONTERO:

    Una acampada de vez en cuando. Salvo eso, nunca los ha sacado de la ciudad.

    RIVAS:

    No.

    MONTERO:

    Nunca los ha llevado a su chalet.

    ACOTADOR:

  • Pausa.

    RIVAS:

    No tengo ningn chalet. El chalet es de mi madre.

    MONTERO:

    Sabe que tiene derecho a un abogado.

    RIVAS:

    No necesito abogado. No tiene nada contra m.

    MONTERO:

    Esas diapositivas han aparecido en el garaje del chalet. Junto a revistas, cintas de vdeo... Y

    juguetes!

    RIVAS:

    Conozco mis derechos. Tener esas imgenes no es ilegal, si no hay intencin de difundirlas.11

    MONTERO:

    Nunca ha hecho fotos a nios.

    RIVAS:

    Otro tipo de fotos. Fotos artsticas.

    MONTERO:

    Por su chalet pasa mucha gente. Ha organizado all alguna proyeccin?

    RIVAS:

    Por supuesto que no.

  • ACOTADOR:

    Montero pone ante l ocho fotos de varones adultos.

    MONTERO:

    Estos caballeros tienen algo en comn. Todos frecuentan su chalet. El chalet de su madre.

    RIVAS:

    Mis amigos me visitan. Qu tiene de malo?

    MONTERO:

    Tiene buenos amigos. Gente importante. Son ellos sos que salen en las diapositivas, con los cros? No se les ve la cara.

    RIVAS:

    Las saqu de Internet. No conozco a esa gente.

    MONTERO:

    Adems de sus amigos, en ese chalet han sido vistos menores de edad. Nios.

    RIVAS:

    Nios, s, y qu?

    MONTERO:

    No ha producido usted este material, ni tampoco trafica con l.

    RIVAS:

    No.

    ACOTADOR:

    Pausa. Montero saca un papel.

  • MONTERO:

    Voy a leerle un correo electrnico. Lo firma Unicornio.

    ACOTADOR:

    Pausa.

    MONTERO:

    Queridos amigos: Este fin de semana he pasado momentos sublimes con mi ngel. Sin embargo, hay algo que cada da me entristece ms. Pasa el tiempo y, amedida que va dejando de ser un nio....

    RIVAS:

    No hace falta que siga. Yo escrib se y otros mensajes. Pero qu prueba eso? Yqu derecho tiene a intervenir el correo de nadie? Es eso legal? No prueba nada. Hay cientos de grupos as en Internet. Slo es un grupo de ayuda.

    MONTERO:

    Organizan viajes, intercambian materiales...

    RIVAS:

    Consejos, experiencias, eso es lo que intercambiamos. Es un lugar donde desahogarse.12 Uno piensa que es un raro hasta que descubre que hay cientos de personas, miles, que sienten lo mismo que uno. Es un lugar donde puedes comunicar tus sentimientos a gente que te comprende.

    MONTERO:

    Quin es su ngel? se con el que ha pasado momentos sublimes.

    RIVAS:

    Es una forma de hablar.

    MONTERO:

    He pasado momentos sublimes con mi ngel.

  • RIVAS:

    Es una metfora para expresar lo bien que me senta.

    MONTERO:

    No se refiere a ninguna persona concreta.

    RIVAS:

    No.

    MONTERO:

    No se refiere a Gonzalo?

    RIVAS:

    Gonzalo tiene dieciocho aos.

    MONTERO:

    Entonces, quiz se refiera a Josemari. Cuntos aos tiene Josemari?

    ACOTADOR:

    Pausa.

    RIVAS:

    Con Josemari tengo una relacin especial.

    MONTERO:

    Qu clase de relacin? Juegan a las chapas?13

    RIVAS:

    Es un chico distinto. Tiene algo que no tienen los otros.

    MONTERO:

  • Desde cundo conoce usted a Josemari?

    RIVAS:

    Cosa de cuatro aos.

    MONTERO:

    Cmo fue? Se subi a su coche para que lo llevase a misa?

    RIVAS:

    Lo conoc a travs de su padre. Su familia tena dificultades. Su familia siempre tiene dificultades. Seis cros, la madre siempre embarazada y el padre casi siempre en paro.

    hecho lo que he podido por ellos.

    ACOTADOR:

    Silencio.

    MONTERO:

    Hace unos das, alguien nos avis de que un adulto abusaba de un nio. El niopasaba los fines de semana con el adulto en un chalet.

    RIVAS:

    Quin? Quin dijo eso?

    MONTERO:

    Alguien que quiere bien a Josemari.

    RIVAS:

  • Alguien que quiere bien a Josemari? Nadie quiere a Josemari como yo. Jams abusara de l, es lo ltimo que hara. Me matara antes de hacer dao a ese chico.

    MONTERO:

    Quiere llamar a un abogado?

    RIVAS:

    Tiene que haber un malentendido. Nadie que me conozca puede imaginar que yo le haga dao a Josemari. Quin les ha dicho eso?

    MONTERO:

    Aceptara usted un careo?15 Con su denunciante.16

    RIVAS:

    Desde luego. Tiene que haber un error.

    MONTERO:

    Ahora mismo?

    RIVAS:

    Cuanto antes. Quiero aclarar esto cuanto antes.

    ACOTADOR:

    Montero hace una llamada. Durante unos minutos, Montero y Rivas aguardan17 sin hablar ni mirarse. Por fin, entran en el despacho dos policas y un joven de dieciocho aos.

    Montero hace que el joven se siente frente a Rivas. Hay metro y medio entre Rivas y el joven. Largo silencio.

    RIVAS:

    Cmo has podido hacerme esto? A qu viene este navajazo18 por la espalda? Sabes que ests mintiendo, Gonzalo. Sabes que yo nunca hara dao a Josemari.

  • ACOTADOR:

    Silencio.

    RIVAS:

    Lo dijiste as: Hay un adulto que est abusando de un nio? Lo dijiste as?

    ACOTADOR:

    Silencio.

    RIVAS:

    Di al juez que le mentiste, dile que es mentira.

    ACOTADOR:

    Silencio. Rivas se vuelve hacia Montero.

    RIVAS:

    Qutelo de mi vista, por favor.

    ACOTADOR:

    El juez hace un gesto a los policas, que salen con el joven.

    RIVAS:

    Ahora lo entiendo todo. Seor juez, no puede dar crdito a ese chico, es un resentido.

    Tenamos una relacin preciosa, pero un da dej de ser divertido ir con l. Pero yo quera seguir siendo su amigo. Quiero seguir siendo tu amigo. l no lo entendi. Pensaba que lo estaba sustituyendo. No supe hacrselo entender. Cmo le explicas a un chico de dieciocho aos que el tiempo pasa? Le miras a los ojos y le dices: Chico, te ests haciendo mayor?

    No supe decrselo. Y ahora, me da la pualada. Esas fotos son una mierda, ya lo s, pero no tienen nada que ver con Josemari. Yo a Josemari ni lo toco.

  • ACOTADOR:

    Silencio.

    RIVAS:

    Un solo favor le pido, seor juez: que mi madre no se entere. Dganle que estoy aqu por cualquier otra cosa. Cualquier cosa antes que esto.

    ACOTADOR:

    Hamelin, cuadro nmero cuatro. Pasadas las once de la noche, Montero sale del juzgado.

    Va a tomar un taxi, pero cambia de idea, decide que le conviene caminar. Lo hace bordeando lugares que ve cada da desde su despacho: el estadio, el museode arte contemporneo. En la plazoleta19 al pie del auditorio, Montero se fija enun grupo de muchachos en actitud de espera. Un Mercedes20 se detiene con la ventanilla bajada. Uno de los chicos sube al Mercedes. Montero sigue caminando, es ms de la una cuando llega a casa. Se descalza y comprueba que Jaime duerme. Entra descalzo a su propia alcoba. Julia se ha quedado dormida viendo la tele. Montero apaga la tele y arropa a su mujer. No quiere despertarla,pero ella le habla. Sin abrir los ojos.

    JULIA:

    Ha tenido una pelea en el cole.21

    MONTERO:

    Una pelea?

    JULIA:

    Cosas de chicos. Qu tal t?

  • MONTERO:

    Un da complicado. Y t?

    JULIA:

    Pas por la agencia. Tenemos que decidirnos. Pars o Viena?

    MONTERO:

    No me imagino a Jaime peleando.

    JULIA:

    Chavales. Empujn va, empujn viene y acaban rodando por el suelo.

    ACOTADOR:

    Silencio. Montero se desnuda. Hablan de tener otro hijo. No lo dicen as; darle un hermano, dicen. Montero se acuesta junto a Julia. No se tocan.

    ACOTADOR:

    Hamelin, cuadro cinco. En el despacho, pasadas las tres de la tarde. A lo largode la maana, Montero slo ha salido media hora, para comer cualquier cosa. Elresto del tiempo lo ha pasado leyendo el dossier de prensa. Es lo primero que hace cada maana: leer el dossier de prensa. Le decepciona el modo en que los periodistas estn tratando el caso. El detenido es slo la punta del iceberg; Caso aislado o nudo de una enorme red?. Red;

    iceberg. Nadie les ense la diferencia entre periodismo y literatura? La vspera, despus de que Rivas saliese del despacho, Montero orden que lo llevasen a una celda incomunicada. Montero no ha querido hablar con ningn periodista, pero ha dado instrucciones acerca de lo que se puede decir a la prensa y lo que no se puede decir. La prensa sabe que hay un detenido, pero no conoce su nombre. Cuando entran al despacho de Montero, los padres de Josemari no saben por qu los han llamado. Montero nota que les intimida el

  • lugar. O quiz lo intimidante sea la presencia muda de ese otro hombre, el secretario, dispuesto a anotar cada palabra que salga de sus bocas. Montero busca preguntas que les den confianza: Les ha costado llegar?; Est bien comunicado su barrio?.

    PACO:

    No es mal barrio. Ya va teniendo de todo. No es como antes, que para cualquier cosa te tenas que bajar al centro. Verdad, Feli?

    ACOTADOR:

    Feli est mirando una foto sobre la mesa del juez. All est Montero, cinco aos ms joven, con Julia y Jaime. La foto la hizo Amparo, la interna que por entonces cuidaba de Jaime.

    MONTERO:

    Han vivido siempre en el barrio?

    PACO:

    Mi seora naci all. Yo vine por un trabajo y ya me qued.

    MONTERO:

    Cmo conocieron a Pablo Rivas?

    PACO:

    Pablito? Le ha pasado algo?

    MONTERO:

    El seor Rivas est bien. Desde cundo lo conocen?

    PACO:

    Desde cundo, Feli?, cundo empez a subir a casa? No fue con el grupo de apoyo?

  • Pablito y otros chicos, universitarios, montaron un grupo. Una especie de tertulia, por as decirlo. Nos juntbamos en casa de uno, pongo por caso la ma, para hablar de problemas que tenamos. l era el moderador, por as decirlo.

    MONTERO:

    Por el modo en que habla de l, se ve que le tienen afecto.

    PACO:

    Slo podemos hablar bien de ese muchacho.

    MONTERO:

    Va a menudo por su casa?

    PACO:

    Nuestra casa siempre est abierta para l.

    MONTERO:

    Les ayuda con los nios?

    PACO:

    Ya lo creo. Los libros del cole, cuadernos, zapatillas... Siempre viene cargado de cosas para ellos.

    MONTERO:

    Para todos?

    PACO:

    Para todos. Aunque se le ven sus preferencias. A lo primero con el que mejor se llevaba era con Gonzalo. ltimamente se trata ms con Josemari. Verdad, Feli? Le compr una bici en premio, por las notas.

    ACOTADOR:

  • Suena el telfono. Montero sabe que puede ser importante, porque ha pedido que no le pasen llamadas. Es Julia, desde el colegio de Jaime. De reojo,22 Montero observa a Paco y a Feli. Paco mira las cosas como si estuviera en un museo. Feli todava parece intimidada.

    Nunca ha estado en un sitio as. Quiz usted, espectador, se haya sentido de ese modo alguna vez. De usted depende crear esa sensacin. Hamelin es una obra sin iluminacin, sin escenografa, sin vestuario.23 Una obra en que la iluminacin, la escenografa, el vestuario, los pone el espectador. Montero dice Salgo para all o En media hora estoy all, y cuelga.

    MONTERO:

    Parece que Josemari pasa mucho tiempo con l. Con el seor Rivas.

    PACO:

    Para nosotros es una tranquilidad que est con l. En el barrio, lo ms difcil de encontrar es buena compaa. Pablito viene de otra educacin, de lejos se le notaque no es del barrio.

    Van a misa y luego al cine, o a la piscina. Mientras Josemari est con Pablo ests tranquilo, porque sabes que no anda metindose en los24 como otros chicos delbarrio.

    ACOTADOR:

    Hamelin, cuadro seis. En el colegio de Jaime.

    MONTERO:

    Dnde est?

    RAQUEL:

  • En el aula, con su esposa. Dormido. Est bien, de verdad. Despus de la pelea, estuvimos hablando y se me qued dormido. No le haba dado nada, ningn calmante, nada. Se ve que tena cansancio acumulado. Tensin.

    ACOTADOR:

    Tiende su mano a Montero. Una mano inesperadamente fuerte.

    RAQUEL:

    Raquel Glvez. Soy la psicloga del centro.

    MONTERO:

    Es tan impropio de l, pelearse. Nunca ha sido un chico violento, todo lo contrario. No entendemos qu est pasando.

    RAQUEL:

    No intenten entenderlo enseguida. Obsrvenlo. Obsrvense.

    ACOTADOR:

    Silencio.

    RAQUEL:

    Llvenselo a casa, all descansar mejor. Si necesitan cualquier cosa, no duden en llamarme.

    A cualquier hora.

    ACOTADOR:

    Le entrega una tarjeta: Raquel Glvez. Psicopedagoga. Jaime sigue dormido cuando lo acuestan en su cuarto. Luego, Montero y Julia van a su alcoba. Se desnudan.

    JULIA:

    El otro era mayor que l. Tres aos mayor.

  • MONTERO:

    Tenemos que hablar con el director. Cmo pueden consentir...?

    JULIA:

    Empez Jaime.

    ACOTADOR:

    Silencio.

    JULIA:

    Deberas hablar con l.

    MONTERO:

    Hablar con l.

    JULIA:

    Cundo?

    MONTERO:

    Maana. Ir a recogerlo al colegio. Y cuando todo esto acabe, voy a llevrmelo a pescar. Dos o tres das, l y yo solos.

    ACOTADOR:

    Hamelin, cuadro siete. Escena del nio. En teatro, el nio es un problema. Losnios casi nunca saben actuar. Y si actan bien, el pblico atiende a eso, a lo bien que acta el nio. En esta obra titulada Hamelin el papel de Josemari es representado por un adulto. Un actor adulto que no intenta hacer de nio.

    MONTERO:

    Cuntos aos tienes?

  • JOSEMARI:

    Diez.

    ACOTADOR:

    Aparenta doce. Tiene una llave colgada al cuello. No est en el despacho del juez, sino en una sala a la que Montero ha hecho traer algunos juguetes. Montero le deja jugar un rato antes de hacerle la primera pregunta.

    MONTERO:

    Desde cundo conoces al seor Rivas?

    JOSEMARI:

    A quin?

    MONTERO:

    Tus padres le llaman Pablito.

    JOSEMARI:

    Ah, Pablo.

    MONTERO:

    Desde cundo lo conoces?

    JOSEMARI:

    De toda la vida.

    MONTERO:

    Es amigo tuyo?

    JOSEMARI:

    Primero iba con mi hermano.

  • MONTERO:

    Con Gonzalo.

    JOSEMARI:

    S, con Gonzalo.

    MONTERO:

    Creo que te lleva a misa. Te gusta ir a misa con l?

    JOSEMARI:

    Tiene un BMW.

    MONTERO:

    Y despus de misa?

    ACOTADOR:

    Montero tendr que repetir la pregunta. Josemari se ha distrado mirando al secretario.

    MONTERO:

    Este seor anota lo que decimos. As, si se nos olvida lo que hemos dicho, siempre podremos leerlo. Mira.

    ACOTADOR:

    Josemari lee con dificultad: Cuntos aos tienes?. Diez. Desde cundo conoces al seor Rivas?.

    MONTERO:

    Y despus de misa?

    JOSEMARI:

  • Nos vamos por ah. A la bolera,25 a patinar...26 Si hay fiestas en otro barrio, all nos vamos. A merendar, a los autos de choque...

    MONTERO:

    Y al chalet? Al chalet de Pablo.

    JOSEMARI:

    No es suyo. Es de su madre.

    ACOTADOR:

    Silencio.

    MONTERO:

    Has estado all?

    JOSEMARI:

    Tiene piscina.

    MONTERO:

    Solos t y l, o con ms gente?

    JOSEMARI:

    Unas veces solos y otras con amigos de Pablo.

    ACOTADOR:

    Montero pone ante Josemari ocho fotos de hombres adultos. Le pide que seale a los que recuerde haber visto en el chalet. Josemari seala tres fotografas.

    MONTERO:

    Y chicos? Has visto otros chicos all?

    JOSEMARI:

  • A veces.

    MONTERO:

    Chicos del barrio?

    JOSEMARI:

    Unos s y otros no.

    MONTERO:

    Y cmo se llaman esos chicos?

    ACOTADOR:

    Silencio.

    JOSEMARI:

    Javi, Christian, Manolo, Rubn el otro Christian, Quique Ivn, Luis, Sebastin Goyo

    MONTERO:

    Has pasado alguna noche en ese chalet?

    JOSEMARI:

    A veces vamos a misa el sbado y Pablo me devuelve el domingo por la tarde. As nos da ms tiempo a hacer ms cosas.

    ACOTADOR:

    Silencio.

    MONTERO:

    Entonces vais a misa de verdad.

    JOSEMARI:

  • Pues claro.

    ACOTADOR:

    Silencio.

    MONTERO:

    Y esas veces cuando pasas la noche con l, dnde duermes?

    JOSEMARI:

    Pues en la cama.

    MONTERO:

    Y l?

    JOSEMARI:

    Pablo?

    MONTERO:

    S.

    ACOTADOR:

    Pausa.

    JOSEMARI:

    Van a llevarme interno?

    MONTERO:

    Has hecho algo malo?

    JOSEMARI:

    No.

  • MONTERO:

    Entonces, nadie te va a castigar. Hay que castigar a los que se portan mal. Si alguien se ha portado mal contigo, a se habr que castigarlo.

    ACOTADOR:

    Pausa.

    JOSEMARI:

    No me gusta cuando nos hace fotos.

    MONTERO:

    Os hace fotos?

    JOSEMARI:

    A m no me gusta.

    MONTERO:

    Pero qu clase de fotos.

    JOSEMARI:

    Hacemos que nos peleamos, pero en broma, y l nos echa fotos.

    MONTERO:

    Desnudos?

    JOSEMARI:

    A veces.

    ACOTADOR:

    Pausa.

    MONTERO:

  • Habis dormido juntos?

    JOSEMARI:

    A veces no hay camas para todos.

    MONTERO:

    Ha dormido contigo?

    JOSEMARI:

    Me van a llevar interno?

    MONTERO:

    No.

    ACOTADOR:

    Pausa. Josemari dice s con la cabeza.

    MONTERO:

    Y los otros? Los amigos de Pablo que van por el chalet. Has dormido con ellos?

    JOSEMARI:

    sos no. sos van con otros chicos.

    ACOTADOR:

    Pausa.

    MONTERO:

    Te ha tocado?

    JOSEMARI:

  • Bandome?

    MONTERO:

    Te baa?

    JOSEMARI:

    Por la noche.

    MONTERO:

    Adems de bandote, te ha tocado alguna vez?

    JOSEMARI:

    No.

    MONTERO:

    Bandote te toca. Y cuando duerme contigo? Te toca?

    ACOTADOR:

    Se lo pregunta tres veces ms, hasta que Josemari dice s con la cabeza.

    MONTERO:

    La colilla?

    ACOTADOR:

    Se lo pregunta tres veces. Josemari dice s con la cabeza.

    MONTERO:

    Te ha pedido que t le toques?

    ACOTADOR:

    S, dice Josemari con la cabeza.

  • MONTERO:

    Que le toques su colilla?

    ACOTADOR:

    S.

    MONTERO:

    Slo te ha pedido que se la toques? Ha intentado hacerte algo con su colilla?

    ACOTADOR:

    Pausa. Josemari dice s con la cabeza.

    JOSEMARI:

    Pero a m no me gusta. Le dije que no me gustaba.

    ACOTADOR:

    Josemari habla muy rpido, como si quisiera decirlo todo de golpe.

    JOSEMARI:

    l se dio cuenta de que no me gustaba y dej de hacerlo.

    ACOTADOR:

    Pausa.

    MONTERO:

    Quieres una Coca-Cola?

    JOSEMARI:

    Vale.

    MONTERO:

  • Tienes hambre?

    JOSEMARI:

    Puedo pedir una hamburguesa?

    ACOTADOR:

    Montero consulta el reloj. Falta media hora para que Jaime salga del colegio. Montero llama a su secretaria. Le pide que telefonee a Julia para avisarle que l no podr recoger a Jaime, que por favor lo haga ella. Tambin le pide una hamburguesa y una Coca-Cola.

    MONTERO:

    Tus padres me han dicho que te compr una bici por las notas. Fue por eso, portus notas?

    ACOTADOR:

    Montero sigue hacindole preguntas hasta que Josemari dice que est cansado. Entonces, Montero lo enva a un hospital, para que lo examinen. Montero aguarda en su despacho, fumando, hasta que recibe por fax el informe mdico. Lo lee varias veces antes de pedir un coche que lo lleve al chalet de la madre de Rivas. Esa noche, Montero vuelve a observar los lugares que ya conoci en el registro. No descubre nada nuevo, pero todo la piscina, el coche del garaje, la habitacin de Rivas: le parece ahora ms pequeo y ms pobre. Mientras tanto, los mismos policas que han llevado a Josemari al hospital lo traen de vuelta al barrio.

    Con la llave que tiene colgada al cuello, Josemari abre la puerta de su casa a las doce y media. A esa hora, Rivas fuma en su celda, Paco camina por el barrio y Feli se levanta al or el ruido de la llave en la cerradura.

    ACOTADOR:

    Hamelin, cuadro ocho. En los das siguientes, Montero hace buscar a los menores que Josemari mencion.

    JOSEMARI:

  • Javi, Christian, Manolo, Rubn el otro Christian, Quique, Ivn, Luis, Sebastin Goyo

    ACOTADOR:

    Todos pasan por la sala de los juguetes. A todos hace Montero las mismas preguntas.

    MONTERO:

    Has estado en ese chalet? Te han hecho regalos? Te han hecho fotos? Te han baado?

    Has dormido all? Te han tocado?

    ACOTADOR:

    Hamelin, cuadro nueve. Ha pasado el tiempo. En teatro, el tiempo es lo ms difcil. No basta decir: Han transcurrido diez das. O decir: La tarjeta lleva una hora sobre la mesa.

    En teatro, el tiempo slo puede crearlo el espectador. Si el espectador quiere, la tarjeta lleva una hora sobre la mesa, junto al telfono. La tarjeta dice: Raquel Glvez, psicopedagoga.

    RAQUEL:

    Si necesitan algo, no duden en llamarme. A cualquier hora.

    ACOTADOR:

    Es media tarde cuando Montero decide telefonear. Raquel no parece sorprendida. l quiere hablar con ella, pero mejor no en el colegio, qu tal comer juntos? Se encuentran en una cafetera, lejos del juzgado y del colegio. Raquel le pregunta por Julia. Montero responde que Julia est bien.

    MONTERO:

    Est bien.

  • ACOTADOR:

    En realidad no est seguro, no sabe si est bien. Hablan poco ltimamente. No hablan. Slo es una mala racha, les ha sucedido otras veces, se casaron hace diezaos. Haban pensado celebrar el dcimo aniversario con un fin de semana especial: Viena, o Pars. No ha podido ser. Raquel lleva un vestido rojo que le recuerda a la Julia de hace diez aos.

    MONTERO:

    Muy pronto, no habr quien lo sujete en casa. Y nos pasaremos el da preguntndonos dnde anda, con qu gente est... Me preocupa el mundo que estamos construyendo para nuestros chicos. Hoy los nios estn expuestos a cualquier cosa. Por mi trabajo, me ilusiono27 pensando que puedo hacer algo, pero cada noche me acuesto con la sensacin de que slo doy palos de ciego.28

    RAQUEL:

    No se castigue. Seguro que hace lo que tiene que hacer.

    MONTERO:

    Palos de ciego. Si ni siquiera s cmo hablar a mi propio hijo... Estoy ante l y nos qu decirle.

    RAQUEL:

    Hablar a un hijo es lo ms difcil del mundo.

    ACOTADOR:

    Silencio. Montero llena la copa de Raquel.

    MONTERO:

    Sabe en qu estoy trabajando?

    ACOTADOR:

    Abre su portafolio y saca el dossier de prensa. Seala un titular: Desarticulada29 red de pederastia.

  • RAQUEL:

    He ledo sobre ello. Qu horror.

    MONTERO:

    Irresponsables. Me imagino al tipo frotndose las manos: Tengo el reportaje del ao.

    Tiene el reportaje del ao y se pone a hacer literatura, en lugar de limitarse a presentar los hechos.

    RAQUEL:

    Entonces, es mentira?

    MONTERO:

    Es verdad. Pero no hay ninguna prueba. Cuando este caso cay en mis manos, sent que, por primera vez, poda hacer algo por la gente. En mi carrera he tenido que tomar decisiones difciles, mil veces he dudado de mi vocacin. De pronto, tena ante m algo que justificaba mi vida como juez.

    ACOTADOR:

    Silencio.

    MONTERO:

    Este peridico es de hace diez das. Da a da, se han ido desinflando. De la portada hemos pasado a la pgina veinte, y de tres columnas a un recuadrito.

    ACOTADOR:

    Silencio.

    MONTERO:

    Slo tengo el testimonio del nio. Los dems han negado. Unos dicen que nuncahan estado en ese chalet. Otros, que nunca vieron nada raro. Slo tengo un nio,

  • y los mdicos no encontraron rastros del abuso. Claro, que eso no significa nada. Pero a veces me pregunto:

    y si todo fuese un cuento? Y si el nio se lo hubiese inventado todo?

    RAQUEL:

    Hay criterios para determinar la coherencia de un testimonio. Para distinguir cundo es verdad y cundo es un cuento, como usted dice. Los profesionales llamamos a eso

    evaluacin de la credibilidad del relato.

    ACOTADOR:

    Silencio.

    RAQUEL:

    Se me hiela la sangre pensando en esos nios.

    MONTERO:

    Supongo que noticias as la afectarn especialmente.

    RAQUEL:

    En mi familia quieren que cambie de trabajo. Dicen que me implico demasiado. Me descompongo30 con cosas as. Y que algo as pueda quedar sin castigo.

    MONTERO:

    Slo tengo la palabra de un nio. Nada. Necesito una prueba. Dara cualquier cosa por una prueba.

    RAQUEL:

    Yo siempre miro hacia los padres.

    ACOTADOR:

    Silencio.

  • RAQUEL:

    Miro a los padres y lo comprendo todo. Comprendo por qu esos nios tienen el miedo metido en los ojos. Quienes tendran que darles seguridad, slo les ensean a tener miedo.

    se es el peor de los crmenes.

    ACOTADOR:

    Silencio.

    MONTERO:

    Necesitara ser cien aos ms viejo para juzgar un asunto as. Y necesitara mil aos para encontrar las palabras que mi hijo necesita or.

    RAQUEL:

    Cmo empezaba su padre? Si es que su padre le hablaba.

    MONTERO:

    Me contaba El flautista de Hamelin y extraa conclusiones.

    RAQUEL:

    En serio?

    MONTERO:

    Era mi cuento favorito. No s cmo se las arreglaba, pero mi padre saba conectarlo con cualquier cosa que quisiese decirme.

    RAQUEL:

    Por qu no me lo cuenta?

    MONTERO:

  • El flautista? Aqu?

    RAQUEL:

    Le da vergenza que alguien nos escuche?

    ACOTADOR:

    Pausa.

    MONTERO:

    rase una vez31 una bella ciudad llamada Hamelin.32 Pero una maana, al despertarse, las gentes de Hamelin descubrieron que la ciudad se haba llenado de ratas. Desesperados porque las ratas ya estaban dentro de las casas, se miraban unos a otros sin saber qu hacer.

    ACOTADOR:

    Le cuenta el cuento hasta el final. Luego hablan de otras cosas, pero siempre vuelven a la historia de aquel flautista que, para castigar a la ciudad, se llev a los nios. Todava hablan de l cuando salen a la calle. Montero la acompaa hasta un taxi. l va a tomar otro, pero finalmente decide caminar. No camina hacia su casa, sino hacia el sur. Conforme se aleja del centro, las calles se hacen ms anchas y ms largas. Camina durante una hora, hasta llegar a una plaza cuadrada. Aunque nunca ha estado all, Montero reconoce la plaza en la que Rivas se paraba con su coche. Quiere alguien que lo lleve a misa?. Montero callejea.

    Reconoce lugares o cree reconocerlos: la iglesia, el colegio de Josemari, la casa de Paco y Feli.

    No ve luz en las ventanas del segundo piso, pero cree adivinar a Feli detrs de una cortina.

    Es noche cerrada cuando Montero sale del barrio. Hace fro, pero an elige caminar. No camina hacia su casa, sino hacia el juzgado. Telefonea a doce periodistas, convocndoles para dos horas despus. Les aclara: No es una rueda de prensa.

    MONTERO:

  • Esto no es una rueda de prensa. Es la ocasin de que hablemos como no podramos hacerlo en una rueda de prensa.

    ACOTADOR:

    Pero ellos preguntan como en una rueda de prensa. De los doce convocados, slo han acudido tres. Preguntan deprisa, como deseando acabar, tienen ganas de irse a la cama.

    Podemos divulgar la identidad del detenido?; Hay implicada gente de la Iglesia?;

    Algn poltico?.

    MONTERO:

    Yo tambin tengo una pregunta para ustedes: cmo preparar a esta ciudad para conocer lo peor? Porque lo peor est por saberse. S que no puedo asustarles, a ustedes les ha tocado contar los cuentos ms horribles. Slo les pido que, s que siempre lo hacen, pero, por favor, cuiden sus palabras ms que nunca. Por Josemari, no se equivoquen con las palabras. Ojal todo se parase en Pablo Rivas, ojal bastase con meterle treinta aos a ese cabrn. Algunos de ustedes son padres. Cmo le contaran a un hijo la historia de Josemari? Ya, ya s que no es fcil. Hablar a un hijo es lo ms difcil del mundo.

    ACOTADOR:

    Hamelin, cuadro diez.

    MONTERO:

    Prefiere que cierre la ventana?

    ACOTADOR:

    Rivas no contesta. Es el mismo Rivas de hace dos semanas, cinco kilos ms delgado.

  • Montero cierra la ventana. Ha pasado la noche en el despacho. A las nueve le han llevado una jarra de caf y el dossier de prensa; a las diez ha mandado traera Rivas. Pone un caf ante l, que Rivas no bebe. Montero lo toma sin leche, sin azcar.

    MONTERO:

    En nuestro primer encuentro, al preguntarle cmo haba conocido...

    RIVAS:

    Slo le ped una cosa. Le ped que mi madre no se enterase. Los periodistas fueron a preguntarle cmo era yo de nio. Si de nio abusaron de m, preguntaron a mi madre.

    ACOTADOR:

    Silencio.

    MONTERO:

    Cree que yo di su nombre a la prensa? Yo no se lo di. Pero es difcil frenarlos, cuando algo les ilusiona. Cada maana se juntan a las puertas del juzgado y enloquecen si les echas una buena historia. Y no hay mejor historia que una historia con nios.

    ACOTADOR:

    Pone ante Rivas el dossier de prensa.

    MONTERO:

    Si al menos se limitasen a hacer mala literatura... No les basta con la literatura. Quieren dictar sentencia. Sin escuchar al acusado. Ya han dictado sentencia.

    ACOTADOR:

    Abre el dossier ante Rivas.

    MONTERO:

  • Yo no he dictado sentencia. Yo quiero escucharle. Yo no estoy buscando una buena historia.

    Yo busco la verdad. El origen del mal, eso es lo que yo busco.

    ACOTADOR:

    Silencio.

    MONTERO:

    En nuestro primer encuentro le pregunt cmo haba conocido a Josemari. Usted me respondi lo siguiente.

    ACOTADOR:

    Lo conoc a travs de su padre. Su familia tena dificultades. Su familia siempretiene dificultades. Seis cros, la madre siempre embarazada y el padre casi siempre en paro. He hecho lo que he podido por ellos.

    MONTERO:

    He hecho lo que he podido por ellos. A qu se refera?

    ACOTADOR:

    Silencio.

    RIVAS:

    A Paco, el padre, le ayud a salir de la bebida. Bueno, lo intent. Intent darle confianza, tena la autoestima por los suelos. Hablbamos, le acompaaba a buscar trabajo... Hasta que perd la paciencia con l y pens que ms vala centrarse en los chicos. Con Josemari me entend a la primera. Le iba a buscar al cole y nos bamos a una cafetera a hacer los deberes.33 Antes, si no iba al cole, en su casa ni se enteraban. Es muy listo, enseguida empez a mejorar. Por eso me cuesta tanto aceptar que... Puedo entender lo de Gonzalo como cosa de celos, celos entre chavales, pero Josemari... l sabe que yo slo quiero su bien.

    Alguien le tiene que haber metido esas porqueras en la cabeza.

    ACOTADOR:

  • Silencio.

    MONTERO:

    De modo que usted, si podemos expresarlo as, dio apoyo moral a la familia. Y apoyo material?

    RIVAS:

    Siempre que he podido, les he echado una mano. Los libros, ropa...

    MONTERO:

    Dinero?

    RIVAS:

    Alguna vez, cuando estn ms asfixiados.

    MONTERO:

    No puede ser ms concreto? Respecto de esos pagos.

    RIVAS:

    No son pagos. Paco es un calamidad, no hay empleo que le dure una semana. Entras en esa casa y se te cae el alma a los pies.

    MONTERO:

    Les da dinero regularmente? Una cantidad fija.

    RIVAS:

    No, no, slo cuando estn asfixiados.

    MONTERO:

    Aproximadamente, cunto calcula que puede haberles dado?

    RIVAS:

  • Imposible precisarlo.

    MONTERO:

    Aproximadamente.

    RIVAS:

    De verdad ni idea. Pregnteles a ellos.

    MONTERO:

    Haga memoria, es importante. Cundo comenzaron esos pagos?

    RIVAS:

    Ya le he dicho que no son pagos. Ya le he dicho...

    ACOTADOR:

    Silencio.

    RIVAS:

    Fue as con Josemari? Le repiti la pregunta hasta que l contest lo que usteddeseaba que contestase?

    MONTERO:

    Me est interrogando?

    RIVAS:

    Es se su mtodo? Pregunta cien veces lo mismo, mil veces, las que haga falta hasta obtener la respuesta que quiere or. Supongo que con un cro ser bastantefcil, sobre todo si est asustado. A un cro asustado bastar con hacerle diez veces la misma pregunta.

    MONTERO:

    Haga el favor de sentarse.

  • RIVAS:

    Es ms cmodo que buscar pruebas, no? Qu aburrido, buscar pruebas que pueden fastidiarte una bonita teora. Y ms en un caso as, tan brillante. Cuntos casos mediocres no habrn cado en sus manos antes que ste. De pronto, algo a la altura de su talento: Una red de pederastas! Imagino su excitacin. Justo lo que la ciudad estaba esperando: un monstruo y un salvador. Todos queremos sentirnos inocentes. Nos ensean un monstruo y nos sentimos inocentes como corderitos. Usted da un monstruo a la gente y la prensa les cuenta cmo era el monstruo de nio. Lo que yo busco es el origen del mal. Elorigen del mal est en su cabeza. Deje de mirarme as, el monstruo slo est en su cabeza. Fue usted quien puso esa mierda en la boca de Josemari. Jams entender lo que hay entre ese nio y yo. Lo entendera si escuchase a Josemari. Nadie escucha a los nios. Quiere la verdad? Djele hablar, sin preguntas. La nica verdad es que yo quiero a ese nio. Lo quiero como nadie lo querr nunca.

    ACOTADOR:

    Silencio. Montero hace una sea34 al secretario para que deje de escribir.

    MONTERO:

    Tiene que sentirse muy seguro para hablarme as. Muy seguro o muy desesperado. Tiene amigos poderosos, a los que est protegiendo y que lo protegen. Ya veremos cuando llegue el juicio. Veremos si entonces se muestra tan arrogante. Y veremos cuntos amigos le quedan para entonces. Quin quiere ser amigo de alguien as?

    ACOTADOR:

    Obliga a Rivas a mirar varias pginas del dossier de prensa.

    MONTERO:

    Ya han dictado sentencia. Si les dejsemos, lo castigaran con sus propias manos. Se trata de nios. Toda la ciudad se siente humillada. El castigo tiene que ser enorme. Toda la ciudad contra un solo hombre. Un burgus que se gana

  • la confianza de una familia humilde para meterse en la cama de los nios. No, no es una historia de la que presumir35 ante mam.

    RIVAS:

    No me he metido en la cama de ningn nio.

    MONTERO:

    No le gustan los nios?

    RIVAS:

    Si me gustan, me aguanto.

    MONTERO:

    Es eso lo que va a responder al fiscal?36 Me gustan los nios, pero tengo mucha fuerza de voluntad.

    ACOTADOR:

    Silencio. Montero hace una sea al secretario, para que vuelva a escribir.

    MONTERO:

    Seor Rivas, le estaba pidiendo alguna precisin acerca de esos pagos.

    ACOTADOR:

    Silencio.

    RIVAS:

    La mujer, Feli, tiene la mana de apuntarlo todo. Se compra unas medias37 y lo apunta. En su cuaderno, ah debe estar, las cantidades y las fechas.

    ACOTADOR:

  • Hamelin, cuadro once. Montero despide a Rivas y se mueve de un lado a otro de su despacho, o de un lado a otro de su cerebro. Hace una llamada desde la silla en que ha estado Rivas y permanece all, en silencio, hasta que se da cuentade que se ha hecho de noche. Es noche sin luna y Montero camina hacia el sur, por calles que se van haciendo ms anchas y ms largas, hasta llegar a la plaza. Quiere alguien que lo lleve a misa?. La casa de Paco y Feli est a tres manzanas.38 Huele a orn en el portal. Hay alguien fumando a oscuras.

    VOZ DE CHICA: Tiene un pitillo?39

    ACOTADOR:

    S, es una chica. Muy delgada.

    CHICA:

    Periodista? O es amigo de Pablito? Amigo de Josemari? Tiene un pitillo?

    ACOTADOR:

    Montero no recuerda si la casa de Paco y Feli es el segundo A o el segundo B. El segundo B

    est abierto. Entre sombras, Montero se mueve por una casa de unos cuarenta metros cuadrados, aunque es difcil calcular en la oscuridad. Tambin all huele a orn. Montero va a salir cuando ve un bulto que se mueve en el sof. Es un nio de tres o cuatro aos.

    Montero le dice que siga durmiendo y lo cubre con lo que parece una manta. El nio le pide agua. Buscando la cocina, Montero tropieza con algo que quiz sea una cuna. Encuentra un interruptor. No funciona.

    FELI:

    No hay luz. Nos la han vuelto a cortar.

    ACOTADOR:

    Feli no pregunta: Qu hace usted aqu?. Feli no suele hacer preguntas.

    FELI:

  • Nunca los dejo solos. Sal por leche donde los chinos, que siempre est abierto.

    ACOTADOR:

    Feli se mueve con una linternita. En la cocina, con un camping gas, calienta un bibern.

    FELI:

    Tengo descafeinado hecho. Le apetece?

    ACOTADOR:

    Montero acepta, aunque le d asco. Sin embargo, la cocina parece limpia y ordenada.

    Montero la haba imaginado catica y sucia. Haba imaginado ropa sucia por toda la casa, colchones en el suelo, un perro. Huele a orn, pero es pis de nio. Feli da agua al nio del sof y bibern al de la cuna.

    MONTERO:

    Dnde estn los otros? Si no recuerdo mal, tienen seis hijos.

    FELI:

    El beb es de mi hija la mayor. Roberto y Dani trabajan en el cartn. Gonzalo, desde que empez todo esto, no s dnde anda. Y Josemari, usted sabr.

    MONTERO:

    Josemari est bien.

    FELI:

    Los policas han dicho que era orden suya.

    MONTERO:

    Es verdad.

  • FELI:

    Hace seis horas que se lo llevaron. No va a venir a dormir?

    MONTERO:

    Le vendrn bien unos das lejos de tanto bullicio.

    FELI:

    Unos das?

    ACOTADOR:

    Montero seala una bicicleta.

    MONTERO:

    Es la que Rivas le regal?

    FELI:

    Se le ha roto la cadena. Paco quera ir con Josemari, pero no le dejaron. Tenan que venir con la sirena puesta?40 Se ha enterado todo el barrio.

    MONTERO:

    Tiene razn, hicieron mal poniendo la sirena. Y su marido? Dnde est su marido?

    FELI:

    Dijo que sala con los chicos al cartn, pero no s. O estar con sus amigos, no s.

    MONTERO:

    Recogen cartn por las calles y lo venden al peso, es as?

    FELI:

    ltimamente, el cartn se paga bien.

  • MONTERO:

    Cunto tiempo hace que su marido no tiene empleo estable?

    FELI:

    Ha tenido pocas mejores. No pudo estudiar, pero tiene buenas manos.

    ACOTADOR:

    Con la linterna, ilumina una pared. Papeles colgados con chinchetas. Dibujos trazados a medias por un adulto y un nio. Caballos.

    FELI:

    De joven, haca caricaturas en la calle, para sacarse unas perras. A Josemari tambin le gusta dibujar. Se van los dos con sus lpices y pierden la nocin del tiempo.

    MONTERO:

    Desde cundo estn sin luz?

    FELI:

    Una semana.

    MONTERO:

    Antes recurran a Rivas, no?, en un caso como ste.

    FELI:

    Creamos que era nuestro amigo.

    MONTERO:

    De qu cantidades estamos hablando? Cinco mil? Quince? Treinta?

    FELI:

  • Treinta slo una vez. Nos echaban del piso.

    ACOTADOR:

    Feli se aleja con su linterna. sa debe de ser la cama de Josemari, piensa Montero. Piensa en la habitacin de su hijo Jaime; en los psters de las paredes. Feli vuelve con un cuaderno escolar, de cuadritos. Lo abre ante Montero.

    FELI:

    Aqu est todo. La luz, el butano... Siete mil, cuatro mil setecientas... Y en esta columna, lo que debemos. Pablito, cuatro mil; Pablito, seis mil...

    MONTERO:

    Siempre Rivas?

    FELI:

    Siempre se poda contar con l.

    MONTERO:

    La primera anotacin es de hace cuatro aos. Fue sa la primera vez que Rivas les dio dinero?

    FELI:

    Es natural entre amigos, ayudarse.

    MONTERO:

    Fue la primera vez?

    FELI:

    No s, no tengo la cabeza para fechas.

    MONTERO:

  • Ser mejor que la deje descansar. S que ha sido un da difcil para usted, y lo siento. Pero es mi obligacin asegurarme de que Josemari est bien. Slo quiero que los nios estn bien.

    FELI:

    Se los va a llevar a todos?

    MONTERO:

    Lo importante es que los nios estn bien.

    ACOTADOR:

    Silencio.

    FELI:

    Se enter de que a Paco lo haban echado del sper y vino a ver si necesitbamos algo. Fue la primera vez. Antes era otro tipo de cosas. Gonzalo siempre volva con algo para Paco.

    Pero dinero no.

    MONTERO:

    Con algo?

    FELI:

    Un puro,41 una botella de coac... Luego, Paco y Gonzalo dejaron de hablarse y se acab.

    MONTERO:

    La relacin entre su marido y su hijo Gonzalo es mala, es eso lo que quiere decir?

    FELI:

    Buena no es.

  • ACOTADOR:

    Silencio.

    MONTERO:

    Dice que no sabe dnde est Gonzalo.

    ACOTADOR:

    Silencio.

    FELI:

    Sus amigos me han dicho que lo han visto en un bar del centro. Un bar que le dicen

    Brando, como el artista.

    ACOTADOR:

    Silencio. Montero seala los dibujos de la pared.

    MONTERO:

    Puedo llevarme uno?

    ACOTADOR:

    Feli acepta. Montero elige un caballo rojo.

    MONTERO:

    De cuntos meses est usted?

    FELI:

    De seis.

    ACOTADOR:

    Silencio.

  • MONTERO:

    Tendr muy pronto a Josemari de vuelta en casa. En cuanto estemos seguros de que va a estar bien aqu.

    ACOTADOR:

    Silencio. Montero va a salir.

    MONTERO:

    No se preocupe por la luz. Yo me encargo de que se la den. Y gracias por el caf.

    ACOTADOR:

    En el portal, la chica flaca fuma a oscuras. Montero piensa en el beb de la cuna.La chica le pide otro pitillo; Montero se lo da. En los ojos le recuerda a Josemari.

    ACOTADOR:

    Hamelin, cuadro doce. Julia lo est esperando en el saln. l no sabe cunto tiempo hace que no cruzan una palabra. Ella s lo sabe.

    JULIA:

    Lo han expulsado. Cuando fui a recogerlo, estaba en el despacho del director. Esta tarde, en el patio, provoc una gran pelea. l contra todos.

    MONTERO:

    Eso dice el director. Qu dice l?

    JULIA:

    Por qu no se lo preguntas t?

    ACOTADOR:

    Silencio.

  • MONTERO:

    No voy a despertarlo. Maana hablar con l.

    ACOTADOR:

    Caminan en silencio hacia su alcoba. Jaime los oye alejarse por el pasillo. Est sentado sobre la cama. Ha estado escuchando: Lo han expulsado. Cuando fui arecogerlo, estaba en el despacho del director. Esta tarde, en el patio, provoc unagran pelea. l contra todos. Eso dice el director. Qu dice l? Por qu no se lo preguntas t? No voy a despertarlo. Maana hablar con l.

    ACOTADOR:

    Hamelin, cuadro trece. Montero la saluda con un beso en la mejilla.

    RAQUEL:

    Bueno, aqu estoy. Pero si se trata de Jaime...

    MONTERO:

    Qu quieres tomar?

    RAQUEL:

    Si se trata de Jaime, no puedo hacer ms de lo que he hecho. He pedido al director otra oportunidad para l. No quiere ni or hablar de ello. Quiz ms adelante, cuando se calmen los nimos... El mayor obstculo son los otros padres. Los padres de los otros nios.

    MONTERO:

    No te he llamado para hablar de Jaime. Se trata de Josemari. Quiero que le conozcas. Que le ayudes.

    ACOTADOR:

  • Una hora despus estn en la Escuela Hogar. La Escuela Hogar es el sitio donde ahora vive Josemari. Dos policas fueron a buscarlo a casa de sus padres y lo metieron en un coche. En el coche, Josemari no saba dnde iba. Al llegar, lo lavaron, le dieron ropa nueva y lo llevaron al comedor, donde conoci a sus nuevos compaeros. Mientras caminan hacia la habitacin de Josemari, Montero y Raquel miran las fotografas colgadas en las blancas paredes del pasillo: fotos de animales. Como los otros veintinueve nios que viven en la Escuela Hogar, Josemari tiene su propia habitacin. Blanca. En las habitaciones, en los pasillos, en el comedor, en toda la Escuela Hogar domina el color blanco. La habitacin tiene una ventana que da al patio. En el patio, un grupo de nios juega al ftbol. Josemari no participa en el juego. El director le hace una sea y Josemari lo sigue por un pasillo blanco hasta que llegan a la habitacin nmero siete.

    MONTERO:

    Hola, Josemari, cmo ests?

    ACOTADOR:

    Josemari no ve su mano tendida o hace como que no la ve.

    MONTERO:

    Hemos venido a ver cmo ests. Cmo te tratan. Ella se llama Raquel.

    ACOTADOR:

    Josemari no la mira. En la segunda visita, Raquel le trae un bloc y una caja de pinturas y l, mientras pinta, a ratos parece escucharla, y ella al final le escribe su telfono en un papel.

    RAQUEL:

    Por si algn da te sientes mal o tienes ganas de hablar, a la hora que sea.

    ACOTADOR:

    En la tercera visita, Raquel le pregunta qu tarta quiere para su cumpleaos. En la cuarta visita le pregunta por sus padres: Tienen coche?; Vas con ellos a la piscina?; Te ayudan a hacer los deberes?.

  • MONTERO:

    Por qu no habla?

    RAQUEL:

    Es lgico que se sienta confuso. Todo esto es demasiado grande para l. Estos chicos no pueden entender lo que les pasa, no saben qu es normal y qu no es normal, llegan a pensar que ellos han llevado la desgracia a sus familias. Eso es lo que hay que evitar a toda costa: que se sientan culpables. No les han dejado ser nios. El miedo, eso es todo lo que les han enseado. No necesitan or amenazas. Cuando te comunic su experiencia, Josemari saba que estaba cruzando una frontera. Ya no puede volver atrs, pero no se atreve a seguir hacia delante. Para continuar, necesita ayuda. Ese nio est pidiendo ayuda, pero no puede hacerlo de un modo ms claro. Su silencio es su modo de hablar.

    ACOTADOR:

    En este caf suelen tomar una copa antes de ir cada uno hacia su casa. La tarde de la quinta visita, Montero muestra a Raquel una carta. Raquel la lee en silencio.

    RAQUEL:

    De manual. Por una parte, est avergonzado. Por otra... Un caso de manual. La actitud tpica del hombre para el que ser padre no es una responsabilidad, sino una lista de derechos. En cuanto vuelvas, voy a ensearte a pintar con acuarelas. Es lo que me hace ms feliz, transmitirte lo poquito que yo s. Cmo puede escribir esto un seor que no saba si su hijo haba ido a clase, queno saba si haba dormido en casa? No ha escrito esta carta para Josemari, sino para nosotros. Prtate bien. S obediente con los profesores. Quiere afectar sentido de responsabilidad.

    MONTERO:

    Y esta otra carta? Qu te parece?

    ACOTADOR:

    Del abogado de Paco para el juez Montero.

    MONTERO:

  • Es una solicitud formal a la que debo responder. Se ha puesto en manos de un bufete que dios sabe quin le estar pagando.

    RAQUEL:

    Tambin esa otra, la carta para el nio, debe de habrsela escrito este abogado.

    MONTERO:

    Y? Qu te parece?

    RAQUEL:

    No es buena idea. En la fase del proceso en que se halla el paciente, es una idea psima.

    MONTERO:

    Cundo crees que se podra celebrar sin riesgo ese encuentro? Debo establecer un plazo.42

    No puedo impedirle eternamente que vea a su hijo.

    RAQUEL:

    Qu dice la madre?

    MONTERO:

    Es l quien lo solicita. Dime: qu plazo te parecera razonable?

    RAQUEL:

    El tiempo que el paciente necesite para reconstruir su proyecto de vida.

    ACOTADOR:

    Proyecto. Est hablando de un nio de diez aos. Proyecto. La palabra debera retumbar43 en el teatro. Palabras: Escuela Hogar, Direccin General de Proteccin de la Infancia, Derechos Humanos. sta es una obra sobre el

  • lenguaje. Sobre cmo se forma y cmo enferma el lenguaje. Al otro lado de la mesa, Raquel sigue hablando. No dice

    familia, dice unidad familiar. No dice Josemari, dice paciente. Raquel sigue hablando y Montero mira por la ventana. En la acera, unos nios juegan alftbol. Montero se fija en uno que no participa en el juego. Montero deseara romper la ventana para ver mejor o para respirar.

    MONTERO:

    No va a ser fcil. Se ve que quiere pelear.

    RAQUEL:

    Que pelee no prueba nada. Es lo lgico, que pelee.

    MONTERO:

    Tiene derecho. Se trata de su hijo.

    RAQUEL:

    No pelea por su hijo, sino por su prestigio en la comunidad. Pelea por conservarsu medio social. Devulvele el nio y lo exhibir por el barrio como un triunfo.

    ACOTADOR:

    Silencio. Montero ensea a Raquel un dibujo. El caballo que colgaba de la paredjunto a la cama de Josemari. Sobre el caballo, de pie, haciendo equilibrios como en el circo, un hombre y un nio.

    MONTERO:

    Fue dibujante callejero. De sos que te hacen una caricatura en cinco minutos.

    ACOTADOR:

    Pausa.

    MONTERO:

  • Pensaba que Feli, la madre, acabara por rebelarse contra l, pero no ha sido as. No tengo una sola prueba contra l. No podr tenerlo alejado de Josemari durante mucho tiempo.

    ACOTADOR:

    Raquel seala el nio sobre el caballo.

    RAQUEL:

    As es como ve ese hombre a su hijo. Fjate en la cara del nio. En sus ojos.

    ACOTADOR:

    Hamelin, cuadro catorce.

    MONTERO:

    Por qu no te encontrbamos? Te escondas?

    GONZALO:

    Estoy aqu, no?

    ACOTADOR:

    Est aqu, en un bar llamado Brando. Para localizarlo, Montero slo ha tenido que abrir una gua de la ciudad. El resto ha sido ms difcil: entrar, elegir mesa, pedir una copa, aguantar las miradas hasta que ha llegado Gonzalo. En el Brando slo hay hombres, algunos ms jvenes que Gonzalo. se es el lugar donde estamos. Aqu.

    MONTERO:

    Lejos del barrio. Me han dicho que ya no se te ve por all. Cmo es eso?

    GONZALO:

    Quera cambiar de aires.

  • MONTERO:

    De repente? No ser que te sientes amenazado.

    ACOTADOR:

    Silencio.

    MONTERO:

    Quin te amenaza?

    ACOTADOR:

    Silencio.

    MONTERO:

    Pablo Rivas? Sus amigos?

    ACOTADOR:

    Silencio.

    MONTERO:

    Si no es Rivas, quin?

    ACOTADOR:

    Silencio.

    MONTERO:

    Trabajamos para protegerte. Si quieres, tendrs un polica a tu lado. Ests dondeests.

    GONZALO:

    S defenderme solo. Slo quiero que dejen de molestarme. Me han causado problemas con medio mundo.

  • MONTERO:

    No te molestaremos ms. Hablamos un rato y te dejo en paz.

    GONZALO:

    No tenemos nada que hablar.

    MONTERO:

    Hace un mes, tenas muchas ganas de hablar. Me contaste muchas cosas. Pero no me lo contaste todo.

    ACOTADOR:

    Se refiere a su primera conversacin, hace un mes. Gonzalo llam al juzgado; Montero estaba de guardia. Ah empez todo.

    MONTERO:

    No me contaste que tus padres reciban dinero de Rivas.

    ACOTADOR:

    Silencio.

    MONTERO:

    He visto el cuaderno de tu madre, donde apunta. Sabas que tus padres reciban ese dinero?

    ACOTADOR:

    Silencio.

    GONZALO:

    Mi padre. Mi madre, no. Pablo se lo da a mi padre y mi padre le da a ella para que compre.

    MONTERO:

  • Le da Rivas el dinero delante de vosotros? Lo has visto?

    GONZALO:

    Pablo siempre lleva dinero encima. Mi padre le dice lo que necesita y l se lo da.

    ACOTADOR:

    Silencio.

    MONTERO:

    Tu padre reciba dinero de Rivas. Porque t o Josemari ibais con l?

    ACOTADOR:

    Silencio.

    MONTERO:

    Dices que sabes defenderte solo. Puede ser. Y tus hermanos pequeos? Y Josemari, tambin l sabe defenderse solo?

    ACOTADOR:

    Silencio.

    MONTERO:

    Por el tiempo que pasaba contigo o con Josemari, por eso pagaba a tu padre?

    GONZALO:

    Supongo que era por eso. Nadie da nada por nada.

    ACOTADOR:

    Silencio.

    MONTERO:

  • Nos vamos al juzgado y me repites todo eso? Todo eso que me has dicho de tu padre.

    ACOTADOR:

    Pausa. Gonzalo camina hacia el mostrador.44 Se sienta en un taburete45 y hace un gesto a Montero. Un gesto brutal, que Montero nunca haba visto, pero que comprende inmediatamente.

    ACOTADOR:

    Hamelin, cuadro quince. El da del cumpleaos de Josemari, en la sala de visitas de la Escuela Hogar. Josemari entra de la mano de Raquel. All lo estn esperando su madre y sus hermanos. Primero lo besa Feli y luego los dems. Laltima que le besa es aquella chica flaca del portal. Josemari no mira a Feli a los ojos.

    FELI:

    Sintate aqu, a mi lado. Sintate derecho.

    ACOTADOR:

    Montero y Raquel observan el encuentro de pie, a unos metros. Antes de entrar en la sala, Raquel ha dicho a Josemari que no tiene por qu tener miedo.

    RAQUEL:

    No tengas miedo. Si en cualquier momento te sientes mal, me haces una sea y nos volvemos a tu cuarto.

    FELI:

    Cuntanos qu haces. A ver, por la maana, qu haces?

    ACOTADOR:

    Josemari les cuenta lo que hace: las clases, el ftbol.

    FELI:

  • Y las tardes?

    ACOTADOR:

    Josemari les cuenta lo que hace por la tarde.

    FELI:

    Y qu tal comes?

    JOSEMARI:

    Bien.

    FELI:

    No nos cuentas ms cosas? Hace mucho que no nos vemos. Sabes que Gonzalo tiene un trabajo? Cuntaselo, Gonzalo.

    ACOTADOR:

    Gonzalo dice que no es seguro, que va a estar una semana de prueba, en un bar del centro.

    FELI:

    Quieres que te traigamos algo de casa?

    JOSEMARI:

    Dnde est pap?

    ACOTADOR:

    Paco est fuera, en la furgoneta.46 Es prestada, la furgoneta.

    FELI:

    Es que tambin a l le ha salido un trabajo, por eso no ha podido venir. Entonces, necesitas algo? Ropa? Dinero?

  • JOSEMARI:

    Aqu me dan una paga, para cuando salgo.

    FELI:

    Te dejan salir?

    JOSEMARI:

    Con mi tutora.

    ACOTADOR:

    Mira hacia Raquel. Ella seala su reloj, como diciendo RAQUEL:

    Tenemos que ir acabando.

    ACOTADOR:

    Raquel sale y vuelve con la tarta.

    RAQUEL:

    La ha elegido l.

    ACOTADOR:

    Josemari apaga las velas de una vez. Ellos sacan los regalos. Feli le regala una camisa.

    Gonzalo, La vuelta al mundo en ochenta das.

    FELI:

    Y esto, de parte de pap, que te manda muchos besos.

    ACOTADOR:

  • Es una caja de pinturas y un bloc.47 Montero y Raquel los acompaan a la salida. Luego vuelven a la sala de visitas, a ayudar a Josemari a recoger los regalos.

    JOSEMARI:

    Por qu no ha venido mi padre?

    ACOTADOR:

    Dos das antes, la psicloga escribi para el juez el siguiente informe.

    RAQUEL:

    Cuando lo conocimos, el paciente se esforzaba por aparentar una personalidad autnoma, pero a nivel interno detectamos una autoimagen negativa provocadapor una profunda conciencia de abandono. Nuestra intervencin se orient a que el paciente ampliase su autonoma mediante objetivos elegidos por l mismo como etapas de su proyecto vital. Sin embargo, nuestra estrategia ha sido obstaculizada por la desconfianza del paciente hacia el mundo adulto, antecuyos signos de afecto responde con gestos agresivos. Esa agresividad es tpica en menores procedentes de grupos familiares desestructurados como lo es el del paciente, quien se expresa respecto de l con ambigedad, sobre todo en lo referente a su padre biolgico. Por un lado, desea aparentar un vnculo normal con l. Por otro, teme su castigo, al sentirse culpable de los sucesos que han hecho aconsejable su internamiento. En otras palabras, el paciente ha sido inducido a creer que ha perjudicado a aquel que no ha sabido protegerlo. Ello produce angustia en el paciente, que la proyecta contra los adultos en general, en perjuicio del tratamiento. De ah que desaconsejemos el reencuentro del paciente con su padre biolgico hasta que se den las suficientes garantas de quelos improbables beneficios no sean mayores que los posibles daos. As mismo aconsejamos que no se exponga al paciente a contactos telefnicos o escritos quepuedan interferir su estabilidad emocional.

    JOSEMARI:

    Por qu no ha venido mi padre?

    ACOTADOR:

  • Silencio. Montero pide a Josemari que se siente ah, donde antes. Pero ahora a su lado no est Feli, sino Raquel. Las preguntas son del juez. Ella es, por as decirlo, la traductora. Ella sabe cmo hablar a un nio.

    RAQUEL:

    Te acuerdas cuando le contaste al juez lo que hacas con el seor Rivas? Pablito,como le llamis.

    ACOTADOR:

    Silencio.

    RAQUEL:

    Lo que no le contaste es qu le pareca a tu padre.

    ACOTADOR:

    Silencio. Es difcil de escuchar, este silencio. Escuchar a un nio es lo ms difcil del mundo.

    Es difcil acercarse a un nio y no darle miedo.

    RAQUEL:

    Le gusta a tu padre que vayas con Pablo?

    ACOTADOR:

    Silencio. Raquel se acerca a Josemari. Le habla casi al odo.

    RAQUEL:

    No tengas miedo.

    ACOTADOR:

    Silencio.

    JOSEMARI:

  • Si paso unos das sin verlo, me dice: Anda, llmalo.

    RAQUEL:

    Te obliga a ir con Pablo?

    JOSEMARI:

    A veces yo no quiero, pero l me dice: Queda con l, que se porta muy bien connosotros.

    RAQUEL:

    Y t te sientes obligado a ir con Pablo.

    JOSEMARI:

    Si yo no llamo, marca l.

    RAQUEL:

    Sabes si Pablo le da dinero a tu padre?

    JOSEMARI:

    Es un tacao.48 Me prometi la bici de treinta mil, pero me compr la de diez mil.

    RAQUEL:

    Le da el dinero delante de ti?

    JOSEMARI:

    No s.

    RAQUEL:

    T sales con Pablo y Pablo le da dinero a tu padre. Es as?

    JOSEMARI:

  • No s.

    RAQUEL:

    Le da dinero por el tiempo que pasas con Pablo?

    JOSEMARI:

    l no sabe lo que quiere Pablo. Si lo supiese, no me dejara ir con l.

    ACOTADOR:

    Silencio.

    RAQUEL:

    Josemari, no tengas miedo de decir la verdad. No ests solo. El juez y yo no vamos a dejarte solo.

    JOSEMARI:

    Mi padre no sabe lo que quiere Pablo. Si se entera, lo mata.

    ACOTADOR:

    Silencio.

    MONTERO:

    Anda, ve a jugar con tus amigos. Mete muchos goles.

    ACOTADOR:

    Silencio.

    RAQUEL:

    O intenta proteger a su padre o le tiene miedo o se autoengaa. O un poco de todo a la vez.

    Has visto sus dibujos?

  • ACOTADOR:

    Se refiere a estos dibujos, los del bloc que ella le regal.

    RAQUEL:

    Ah est todo. Ese padre que no sabe serlo. Y esa mujer. Cmo puedes seguir confiando en ella? An crees que ella no saba? Poda no saber? Saba, pero miraba hacia otro lado.

    Todos saban, pero todos negarn. Es la ley del silencio, la vergenza les hace callar. Pero piensa en los que todava estn en esa casa, con ese hombre y esa mujer. Mira cmo los dibuja Josemari.

    ACOTADOR:

    Josemari, mientras tanto, llega a su cuarto. Se echa sobre la cama y empieza a leer La vuelta al mundo en ochenta das. Es la primera vez que Gonzalo le regala algo. Cuando llegue a la pgina siete, Josemari encontrar una carta pegada con papel celo.49 La carta est escrita con maysculas.

    RIVAS:

    Querido Josemari: Te est gustando el libro? El duende50 de los cumpleaos no quera dejarte nada esta vez, por lo mal que te has portado conmigo. El duende me dijo: Olvdate de l. Pero yo le dije que no puedo olvidarme de ti. Aunque estaba muy enfadado contigo.

    Ms que enfadado, dolido. Todava lo estoy. No puedo entender que hayas dicho al juez todo eso que me dicen que has dicho. T sabes cmo han sido las cosas entre t y yo. Fuiste t quien te pegaste a m. Y cuando yo intentaba enfriar las cosas, o cuando volva con Gonzalo, t me llamabas: Pablo, hace mucho que no vienes a buscarme, es que ests enfadado conmigo?. Y me decas que me echabas de menos. Por eso, no puedo creer que hayas dicho todo eso. Si lo has dicho, no son tus palabras, es que te has dejado confundir.

    No dejes que te confundan. No tenemos que avergonzarnos de nada. Pero no intentes convencerlos a ellos. Ellos tienen la mente enferma. No s cundo volveremos a vernos.

  • Haces los deberes? T estudia mucho, para que yo est orgulloso de ti. Cuandopueda, te mandar ms libros. Si necesitas algo, se lo dices a Gonzalo, que va a venir a verte ms veces. O si quieres mandarme algo, tambin se lo das a Gonzalo. Sabes qu me hara mucha ilusin? Que me mandases un dibujo de los tuyos.

    ACOTADOR:

    Josemari da la vuelta a la carta y dibuja. Un caballo o una rata? Parece una rata.Luego otra y otra, un milln de ratas.

    ACOTADOR:

    Hamelin, cuadro diecisis, esa misma noche. Cuando va a entrar en el portal de su casa, Montero oye una voz a su espalda.

    VOZ:

    Juez. Seor juez.

    ACOTADOR:

    Montero reconoce la voz, pero no mira hacia atrs.

    PACO:

    Hace un mes que se lo llevaron. Todos los das voy al juzgado, pero nadie me dice nada. Me dicen que espere. Y hoy, que por fin se le puede ver, a m no me dejan ni felicitarle el cumpleaos. El abogado ya no sabe qu decirme.

    ACOTADOR:

    Silencio. Montero se vuelve hacia Paco.

    MONTERO:

    Se lo ha aconsejado l, su abogado? Que me aborde de noche, en la calle, frentea mi casa.

  • Por qu no vienen a verme maana al despacho, usted y su abogado? Hablaramos ms cmodamente all.

    PACO:

    Ha sido cosa ma, de repente. No aguantaba ms. Tena que hablar con usted. Una conversacin entre usted y yo, de hombre a hombre. Para hablar de hombrea hombre, no necesito abogados.

    ACOTADOR:

    Silencio. Montero seala un bar, en la acera de enfrente.

    MONTERO:

    Tomamos algo?

    ACOTADOR:

    Se sientan en la mesa ms alejada del televisor. En otra mesa, una vieja come un bocadillo51

    mirando la tele. El barman tambin mira la tele, incluso mientras les sirve. No hay nadie ms en el bar.

    MONTERO:

    Le habrn dicho que Josemari est bien. En la Escuela Hogar tiene muchos amigos.

    PACO:

    Me han dicho que le han puesto psicloga.

    MONTERO:

    Le estn ayudando.

    PACO:

    Si me parece bien. Los psiclogos no es lo que la gente piensa. Ir al psiclogo noes que ests loco. Es para saber qu te pasa y que organices tu vida.

  • MONTERO:

    Josemari es su cuarto hijo, verdad? El cuarto de seis.

    PACO:

    Y uno en camino.

    MONTERO:

    En estos tiempos, hay poca gente con tanto valor.

    PACO:

    La gente se ha vuelto egosta.

    MONTERO:

    Pero tiene que ser duro, sostener una familia tan numerosa.

    PACO:

    La casa no es tan chica. Hay sitio para todos.

    MONTERO:

    Pero mantener ocho bocas...

    PACO:

    Costar no digo que no cueste. Pero yo soy de la teora que, esforzndose, consigues lo que uno se proponga.

    MONTERO:

    Cmo se las arregla52 usted?

    PACO:

    Trabajando en todo lo que sale. Es que la gente se ha vuelto cmoda. Yo trabajo en lo que sale.

  • MONTERO:

    Por ejemplo?

    PACO:

    Alguna obra, descargando en el mercado...

    MONTERO:

    Y el cartn?

    PACO:

    Tambin. El cartn, tambin.

    MONTERO:

    No tiene usted empleo estable. Contrato fijo, no tiene.

    PACO:

    Es que nunca he acabado de encontrar mi sitio. A m lo que me gustara es ganarme la vida en algo relacionado con el dibujo. Me presta el bolgrafo?53

    ACOTADOR:

    Toma una servilleta de papel. Muy rpido, en pocos trazos, hace una caricatura de Montero.

    PACO:

    La verdad es que estoy pasando una mala racha.54 Pero a travs de un conocido est a punto de salirme algo fijo, bien pagado. Va por rachas. Hay pocas buenas y pocas ms flojillas.

    MONTERO:

    Y pocas en que no sale nada, verdad?

    PACO:

  • Pues s.

    MONTERO:

    Cmo se las arregla en esas pocas malas?

    PACO:

    Cuando va bien, ahorramos para cuando va mal.

    MONTERO:

    Consigue ahorrar, con seis criaturas? Admirable. Porque su seora no tendr tiempo de trabajar. Fuera de casa, quiero decir.

    PACO:

    La verdad es que no.

    MONTERO:

    Les ayudan sus hijos mayores? Su hijo Gonzalo, les ayuda con los gastos de la casa?

    PACO:

    Bueno, con Gonzalo la relacin est un poco fra. Estamos distanciados. Ya sabe cmo son los chicos hoy en da, se creen que lo saben todo. Les das un buen consejo y como si les escupieras.

    MONTERO:

    Gonzalo les present a Pablo Rivas, no?

    PACO:

    Ese hijodeputa... No, no, a Pablito lo conoc en el grupo de apoyo. Yo es que por entonces beba un poco y l juntaba gente con ese problema. Es un problema que se da mucho en el barrio.

    MONTERO:

  • Les daba Rivas algn otro tipo de ayuda? Econmica, por ejemplo.

    PACO:

    A veces surgen contratiempos. Dos recibos que se te juntan en el momento ms inoportuno.

    Te amenazan con cortarte la luz. La luz, el agua... Hay cosas que hay que pagarlas como sea.

    MONTERO:

    Qu hace usted en un caso as?

    PACO:

    En un caso as, se recurre a quien sea.

    MONTERO:

    Al seor Rivas, por ejemplo?

    PACO:

    Pero qu hijodeputa...

    MONTERO:

    Le peda algo a cambio?

    PACO:

    A cambio? ramos amigos, eso crea yo. Es como si l me pide que le eche una mano. En una mudanza, o que le cambie el aceite del coche.

    MONTERO:

    Cul es la mayor cantidad que ha recibido de l?

    PACO:

  • No s, diez mil. Nos cortaban el gas.

    MONTERO:

    Le da dinero sin pedirle nada a cambio.

    PACO:

    Es a prstamo. Se lo vamos a devolver. Feli tiene apuntado hasta el ltimo cntimo. As se lo tengo dicho: Le vamos a devolver hasta el ltimo cntimo.

    MONTERO:

    He visto ese cuaderno.

    PACO:

    Lo ha visto?

    MONTERO:

    En l consta una entrega de treinta mil.

    PACO:

    Puede ser, no s.

    MONTERO:

    Me llama la atencin, que lo apuntasen.

    PACO:

    Para devolvrselo. Para no olvidarse.

    MONTERO:

    No acabo de hacerme idea de su relacin con Rivas.

    PACO:

  • Mi relacin? Que si lo veo, lo rajo. Le abr la puerta de mi casa y mire cmo me ha pagado.

    MONTERO:

    Nunca sospech nada? Vamos, estamos hablando de hombre a hombre. Nadie est tomando notas, no hay grabadoras.55 Usted, no se imaginaba nada?

    PACO:

    En el barrio haba rumores sobre sus amigos. Cochazos circulando por el barrio siempre dan que hablar. Pero si a m me dicen que Pablito estaba en esas cosas, yo me hubiera partido la cara por l.

    MONTERO:

    Nunca le ofreci dinero a cambio de...?

    PACO:

    Lo hubiera matado. Cmo se entiende que ese cabrn ande suelto? Ms chulo que un ocho, como si no hubiera roto un plato.

    MONTERO:

    Pregunte a su abogado, l le explicar.

    PACO:

    Ya anda el mierda por el barrio, con su cochecito. A su mam le sobra pasta parapagarle un abogado caro.

    MONTERO:

    Se ha puesto en contacto con usted?

    PACO:

    Que no se le ocurra ponerse delante de m.

    MONTERO:

  • Por telfono tampoco?

    PACO:

    No.

    MONTERO:

    No ha intentado ofrecerle dinero?

    PACO:

    Que no se le ocurra.

    MONTERO:

    No ha intentado ayudarle de algn modo? Ofrecindole un abogado, por ejemplo.

    PACO:

    Mi abogado me lo pago yo. Yo me pago mi abogado.

    MONTERO:

    Cmo sabe que Rivas anda por el barrio? Lo ha visto?

    PACO:

    Amigos mos. Yo casi no salgo. No puedo salir de casa. En el barrio, todo el mundo me mira mal. La prensa lleva un mes arrastrando mi nombre por el suelo. A mis hijos, en el cole, les dicen cosas tremendas sobre m.

    MONTERO:

    Si cree que la prensa lo est maltratando, tiene derecho a defender su imagen.

    PACO:

    El abogado me dice que no me mueva, que slo me meter en ms problemas. l quiere convencerme de un pacto. Que arregle con usted. Me ha explicado quees normal. Quiere que declare que yo lo saba a cambio de que me dejen ver al

  • chico los fines de semana. Qu coo quiere que diga que saba? Que a mi hijo le...?

    MONTERO:

    Est proponindome un acuerdo? Es de eso de lo que quera hablar?

    PACO:

    Lo que quiero es que me deje ver a mi chico.

    MONTERO:

    Nuestros psiclogos piensan que ese encuentro debe esperar. Le recomiendo paciencia.

    PACO:

    El abogado dice que usted puede marearnos durante meses. Que usted sabe cmo darle largas.56

    MONTERO:

    Darle largas? Me est usted ofendiendo.

    PACO:

    Primero pide un informe al psiclogo, luego otro informe a Mengano...

    MONTERO:

    Veo que ha sido un error. Esta conversacin ha sido una mala idea.

    PACO:

    Ni siquiera me dejan hablar con l por telfono.

    MONTERO:

  • Intentamos evitar cualquier intimidacin sobre el nio.

    PACO:

    Intimidacin? Lo nico que quiero... No entiendo por qu lo tienen all.

    MONTERO:

    No lo entiende? Es muy sencillo: cuando la familia fracasa en su misin protectora, el Estado debe intervenir.

    PACO:

    Yo me basto y me sobro para proteger a mis hijos.

    ACOTADOR:

    Pausa.

    MONTERO:

    No s si su hijo Gonzalo piensa lo mismo. Le pregunt sobre ese dinero. Por qu daba Rivas dinero a tu padre? Por el tiempo que t y tu hermano pasabais con l?. Sabe lo que me dijo Gonzalo?

    ACOTADOR:

    Nadie da nada por nada.

    PACO:

    No tiene usted ni idea. Qu coo sabe de vivir en un barrio como se? Era la oportunidad de Josemari. La oportunidad de salir del barrio. Pablito y yo hablamos de eso muchas veces.

    De que se lo iba a llevar a estudiar. A una universidad en el extranjero.

    ACOTADOR:

    Silencio.

    PACO:

  • Yo pensaba que con Pablo estaba mejor que conmigo.

    ACOTADOR:

    Silencio.

    PACO:

    Ha visto Josemari los peridicos? Lo que los peridicos dicen de m.

    MONTERO:

    No.

    ACOTADOR:

    Silencio.

    PACO:

    Mtame en la crcel, haga lo que quiera conmigo, pero djeme ver a mi hijo. Tambin usted tiene un hijo.

    ACOTADOR:

    Silencio.

    MONTERO:

    Haga una nueva solicitud. Pero no puedo prometerle nada. Tenemos que estar seguros de que los improbables beneficios no sean mayores que los posibles daos. En la fase del proceso en que nos hallamos, ese encuentro podra perjudicar57 a Josemari. Y es en l, en Josemari, en quien tenemos que pensar. En su proyecto de vida.

    ACOTADOR:

    Pausa. Montero siente que Paco desea pegarlo. Sin embargo, Montero sabe que Paco no va a pegarlo. Paco abona su Coca-Cola y camina hacia la puerta. Antes de salir, se vuelve hacia Montero.

  • PACO:

    Usted tiene un hijo. Suponga que intentan separarlos. Suponga que intentan quitrselo.

    ACOTADOR:

    Paco sale. Montero guarda la caricatura y pide otra copa.

    ACOTADOR:

    Hamelin, cuadro diecisiete.

    JULIA:

    Me ha pegado.

    MONTERO:

    Qu?

    JULIA:

    Me ha pegado.

    ACOTADOR:

    Pausa.

    MONTERO:

    Tengo que hablar con l.

    JULIA:

    Ahora. Tienes que hablar con l ahora.

    MONTERO:

    No querrs que lo despierte.

  • JULIA:

    Tienes que hablar con l ahora.

    ACOTADOR:

    Pausa. Montero entra en la habitacin de Jaime. Jaime est sentado sobre la cama. Ha estado escuchando: Me ha pegado. Qu? Me ha pegado. Tengo que hablar con l. Ahora. Tienes que hablar con l ahora. No querrs que lo despierte. Tienes que hablar con l ahora. La puerta de la habitacin se abre y Jaime ve la silueta de su padre recortada por la luz del pasillo. Montero entra.

    MONTERO:

    Te importa si enciendo la luz?

    JAIME:

    Prefiero que no.

    ACOTADOR:

    Montero se pregunta si debe dar la luz. Si no est ya perdiendo la partida al dejar la luz

    apagada. Decide dar la luz, que deslumbra58 a Jaime. Montero se pregunta cunto tiempo lleva su hijo a oscuras, sentado sobre la cama. Se pregunta si Jaime pasa a menudo el tiempo as, sobre la cama, a oscuras. El juez se sienta a los pies de la cama y mira la habitacin. Los libros, los psters, nada le parece alarmante. No quiere decir lo primero que se le pase por la cabeza. Sabe que es muy importante escoger las primeras palabras. No consigue encontrarlas: las primeras palabras. Al salir de la habitacin de Jaime, ve a Julia en el pasillo, sentada en el suelo, con la cabeza entre las manos. Sale de casa, llama al ascensor, pero se arrepiente, va al otro ascensor, el que lleva al garaje. Nunca le ha gustado conducir, pero esta noche no hace otra cosa. Esta noche, la noche del da en que Josemari ha cumplido once aos, tampoco ellos pueden dormir: Gonzalo, Rivas, Paco, Feli, Julia, Jaime, Josemari, ninguno duerme mientras Montero conduce. Slo se detiene para cargar gasolina, dos veces, las dos en la misma estacin. Desde esa gasolinera se ve toda la ciudad: el museo de arte contemporneo, el auditorio, el nuevo estadio... Amanece y Montero siente que

  • la luz no se posa en su cuerpo. En el autoservicio de la gasolinera, compra un peridico; lo abre por la seccin de sucesos. Nada, ni una palabra. Montero vuelve al coche, pero ahora quiere llegar a algn sitio. Entra en la Escuela Hogarantes de las nueve. Al director le sorprende ver a Montero, que suele visitar a Josemari por la tarde. Los chicos estn en el desayuno, dice, y hace llamar a Josemari. Pero Josemari no est en el comedor,59 tampoco en su habitacin, Josemari no est en la Escuela Hogar. Montero telefonea a Raquel.

    MONTERO:

    Est contigo? Te ha llamado? Dnde crees que puede estar?

    ACOTADOR:

    Luego dicta tres rdenes de bsqueda: Josemari, Paco y Rivas. Paco es detenido media hora despus, en su casa, ante Feli y los hijos ms pequeos. Lo esposan;60 las esposas le hacen dao en las muecas.61 Rivas es detenido una hora ms tarde, en casa de su madre. A medioda, cuando Raquel llega a la Escuela Hogar, Josemari no ha aparecido. A las seis, Montero recibe una llamada.

    MONTERO:

    Lo han encontrado. A treinta quilmetros de aqu, hacia el Este.

    RAQUEL:

    Cmo habr llegado hasta all?

    MONTERO:

    Pero eso es Es direccin contraria.

    RAQUEL:

    Se habr desorientado.

    ACOTADOR:

    A las siete, Josemari entra en su habitacin, cojeando; se hizo dao saltando la verja. En la cama, La vuelta al mundo en ochenta das, y el bloc y las pinturas que su padre le regal.

  • MONTERO:

    Puedes dibujar, si quieres, mientras hablamos.

    ACOTADOR:

    Josemari se pone a dibujar, sentado en el suelo.

    RAQUEL:

    Ya hablaremos de lo que ha pasado hoy. No ha estado bien. Poda haberte pasado algo. No vamos a preguntarte dnde ibas. Si te ha ayudado alguien, no vamos a preguntrtelo. De quin ha sido la idea, o si ibas a encontrarte con alguien, ya nos lo contars t, cuando quieras. Slo queremos que comprendas que vamos a asegurarnos de que no vuelva a repetirse.

    MONTERO:

    Dibujas muy bien.

    JOSEMARI:

    Mi padre me ense.

    ACOTADOR:

    Por primera vez, Josemari levanta la mirada del dibujo: un caballo rojo.

    JOSEMARI:

    Usted me dijo que no me iba a meter interno.

    RAQUEL:

    Aqu ests muy bien. Aqu todo el mundo te quiere.

    JOSEMARI:

    Quiero volver a mi casa.

    RAQUEL:

  • Por qu dices eso? Aqu nadie se aprovecha de ti. Nadie intenta utilizarte. Aqunadie...

    MONTERO:

    Djanos solos, por favor.

    RAQUEL:

    Qu?

    MONTERO:

    Por favor, djanos solos.

    RAQUEL:

    Te espero fuera?

    MONTERO:

    No hace falta. Te llamar.

    ACOTADOR:

    Antes de salir, Raquel se vuelve hacia Josemari.

    RAQUEL:

    No s qu ests buscando, pero a m no puedes engaarme.

    ACOTADOR:

    Se acerca al nio. Le da un beso.

    RAQUEL:

    No tengas miedo. Yo siempre voy a estar a tu lado.

    ACOTADOR:

  • Sale. Silencio. Montero y Josemari estn solos por primera vez. Quiz deberamos subrayar el momento con msica. De flauta, por supuesto. Pero, qu msica es la del flautista? La ha odo alguien?

    MONTERO:

    Nunca hemos hablado a solas t y yo. De hombre a hombre.

    ACOTADOR:

    Montero pone su mano sobre la cabeza de Josemari, la acaricia. Apoya la cabezadel nio sobre su pecho. Montero siente que el corazn late muy deprisa.

    MONTERO:

    rase una vez una bella ciudad llamada Hamelin. Pero una maana, al despertarse, las gentes de Hamelin descubrieron que la ciudad se haba llenado de ratas. Desesperados porque las ratas ya estaban dentro de las casas, se miraban unos a otros sin saber qu hacer.

    Entonces lleg a Hamelin un hombre de cuya flauta sala una hermosa msica.

    ACOTADOR:

    Teln.