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  • UNIVERSIDAD DE NAVARRA

    FACULTAD DE TEOLOGA

    Ignacio SEGARRA MOLINS

    LA RELACIN IGLESIA-MUNDO EN ELPENSAMIENTO DE JACQUES MARITAIN

    Extracto de la Tesis Doctoral presentada en laFacultad de Teologa de la Universidad de Navarra

    PAMPLONA

    2004

  • Ad normam Statutorum Facultatis Theologiae Universitatis Navarrensis,perlegimus et adprobavimus

    Pampilonae, die 16 mensis iunii anni 2004

    Dr. Ioseph Ludovicus ILLANES Dr. Rodericus MUOZ

    Coram tribunali, die 26 mensis iunii anni 2002, hancdissertationem ad Lauream Candidatus palam defendit

    Secretarius FacultatisEduardus FLANDES

    Excerpta e Dissertationibus in Sacra Theologia

    Vol. XLVI, n. 4

  • PRESENTACIN

    Cuando el Concilio Vaticano II acometi la tarea de expresar connuevas luces el misterio de la Iglesia, contaba con un rico y profundoutillage teolgico de reciente desarrollo. En efecto, a finales del sigloXIX surgieron algunas corrientes de renovacin teolgica que fueroninformando y ofreciendo nuevas luces a la inteligencia de la fe duran-te toda la primera mitad del siglo XX. Nos referimos concretamentea las perspectivas abiertas por el movimiento litrgico, el estudio dela Biblia, la vuelta a los Padres, la neoescolstica y la progresiva con-cienciacin de la responsabilidad apostlica de los laicos. En efecto,las constituciones Gaudium et spes y Lumen Gentium, por nombrardos textos de primera categora, expresan el misterio de la eternidaddivina en la temporalidad del mundo y de la misin de los cristianosen la sociedad con una agudeza y entendimiento desconocidos hastaentonces. Muchos son los agentes que en esta primera mitad de siglofueron preparando y de algn modo contribuyeron a esta eclosin te-olgica. Entre los innumerables autores que cabra, vamos a centrarnuestra atencin en uno de ellos: Jacques Maritain.

    Maritain rene una serie de condiciones que lo convierten en unpersonaje de gran inters cientfico. En primer lugar por su destacadopapel en la vida poltica, religiosa y cultural de la agitada y fecundaprimera mitad del siglo XX. En segundo lugar por tratarse de uno delos autores ms prominentes de la neoescolstica. Con la crisis del ra-cionalismo, el existencialismo se impuso como nueva actitud filosfi-ca. Desde que trab conocimiento de Santo Toms, Maritain siguila gua de los principios metafsicos, gnoseolgicos y antropolgicos deesta filosofa. A la vez, mantuvo un dilogo permanente con el pensa-miento surgido en la Edad Moderna. Logr adoptar as una actitudfundamental de verdad abierta a los aspectos positivos de la cultura ydel mundo moderno. En tercer lugar, y esta es la razn ms decisivapara nosotros, interesa conocer a Maritain porque su obra entraa

  • una conceptualizacin de las relaciones entre el orden espiritual y elorden temporal, entre el Reino de Dios, la Iglesia y el mundo; unmodo de entender la historia y el progreso, que contribuy sin dudaal desarrollo teolgico del momento.

    El objetivo de nuestra Tesis de Doctorado ha sido la comprensiny exposicin de lo que dice Maritain sobre las relaciones entre el Rei-no de Dios la Iglesia y el mundo, desde el comienzo de su carrera in-telectual hasta el ao 1939. Decidimos limitar nuestra investigacinhasta esta fecha porque la Segunda Guerra Mundial seala el comien-zo de una nueva etapa (la etapa americana) en la carrera del filsofo.Humanisme intgral y los escritos de los aos 30 relacionados con l,son los documentos que mejor reflejan el pensamiento de Maritainen relacin los temas mencionados.

    Humanisme intgral. Problmes temporels et spirituels dune nouvellechrtient (1937) es una de las obras ms importantes del filsofofrancs. En ella se describe un nuevo proyecto de accin poltica y so-cial que permite abrir horizontes de reflexin a la mentalidad domi-nante en el mundo catlico de su tiempo. A principios de siglo, losgobiernos de la III Repblica de Francia desarrollaron un programaeminentemente laicista. Ante esta situacin, muchos catlicos, movi-dos por la nostalgia de pocas pasadas, recurran a frmulas y actitu-des periclitadas. Soaban en la cristiandad medieval como modelo alque se deba aspirar, de unin entre cristianismo y sociedad. Embebi-dos de una mentalidad puramente tradicionalista, el juicio que ten-an sobre la cultura y el mundo modernos era esencialmente negativo.La modernidad haba proclamado la autonoma de lo temporal res-pecto a lo espiritual, lo que llevaba irremisiblemente al desorden so-cial y a propiciar una cultura laicista cada vez ms alejada de Dios.Por eso, concluan, la modernidad, y todo lo que esta llevaba consigo,haba de ser rechazada ntegramente.

    Maritain se dio cuenta de que el esquema tradicionalista era defi-ciente. El tradicionalismo no es capaz de reconocer los aspectos posi-tivos que la modernidad ha aportado al progreso de la historia. Pre-tender restaurar el orden medieval piensa Maritain equivale ano conocer el movimiento de la historia. Esta avanza inevitablementedice el filsofo, y con ella la cultura va progresando, no slo des-de el punto de vista material sino tambin espiritual. Ciertamente laera moderna ha trado una visin egocentrista del hombre y en estesentido es nociva, pero bajo su amparo han crecido elementos positi-vos nada despreciables. Continuar pensando en la cristiandad medie-val como el paradigma al que la accin cristiana debe aspirar, equiva-

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  • le a no reconocer el progreso de la historia y no consigue otro efectoque apartar cada vez ms a los cristianos del entramado poltico ycultural del mundo. Lo que el momento histrico en el que nos en-contramos reclama piensa Maritain no es una cristiandad comola de la Edad Media, sino una nueva cristiandad.

    En este contexto, Humanisme intgal afronta el problema prcticodel actuar humano. En concreto, Maritain se pregunta qu debe hacerel hombre ante su destino eterno en el momento presente de la cultu-ra. De esta manera, el tema del Reino de Dios se sita en el orden his-trico concreto. Tanto la Teologa moral, como la Eclesiologa, comola Teologa de la historia se hallan de algn modo implicadas y recibennuevas luces en esta obra. El planteamiento maritainianao tuvo reso-nancia no slo en la teologa que precedi al Concilio Vaticano IIsino tambin en ulteriores desarrollos histrico-teolgicos. Autorestan conocidos como Charles Journet, Yves Congar, Marie-Domini-que Chenu, y hasta el mismo Gustavo Gutirrez recibieron un fuerteinflujo de estas tesis. De ah el inters teolgico que tiene estudiar lafigura de Jacques Maritain.

    Existen abundantes trabajos que evalan la filosofa poltica deMaritain y numerosos artculos sobre temas puntuales. Mucho msinfrecuentes son, en cambio, los anlisis del planteamiento teolgicoque subsiste bajo su propuesta de nueva cristiandad1. Concreta-mente, los estudios que tienen por finalidad el anlisis de la teologapresente en la obra maritainiana de los aos 30 son escassimos. Noes que su obra teolgica se haya estudiado poco, lo que ocurre es quela investigacin se ha centrado, sobre todo, en las obras propiamenteteolgicas que el filsofo escribi al final de su vida2, prestando me-nos inters a la literatura anterior. Sin embargo, hay que saber quefueron las obras de Maritain escritas en torno a 1930, sobre todo Hu-manisme intgral, las que ms influyeron en la formacin de los telo-gos que citbamos hace un momento; y menos, en cambio, la forma-lizacin teolgica que Maritain expres posteriormente.

    La tesis que Antonio Pavn public en 1967 demuestra que el ger-men de Humanisme intgral se encuentra ya en los escritos de la prime-ra poca3. Pavan estudi con detalle y hondura estos escritos eviden-ciando las ideas que preparan el proyecto filosfico-poltico al quellega en los aos 30. Pero esta excelente sntesis teortica de la obra deMaritain analiza solamente las intervenciones anteriores al ao 1921.Desde esta fecha hasta que vio la luz Humanisme intgral hay otrosmuchos escritos y acontecimientos que lo preparan. Hasta el momen-to no existe todava un estudio exhaustivo de la filosofa poltica mari-

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  • tainiana desde el ao 1921 hasta Humanisme intgral, al estilo del quePavan hizo en su momento. Nuestro trabajo de investigacin contri-buye a rellenar este hueco. Se trata, en definitiva, de estudiar en pro-fundidad la evolucin experimentada por Maritain desde su primerapoca hasta el inicio de la segunda guerra mundial. Para ello hemosanalizado por orden cronolgico el contenido de los diversos escritos eintervenciones pblicas del filsofo. Esta metodologa nos ha permiti-do llegar a Humanisme intgral como resultado de un proceso. Hemosrecorrido as la distancia que separa la obra de Antonio Pavn y Huma-nisme intgral. Centrados en la teologa, el hilo conductor que hemosseguido en todo momento han sido las relaciones entre lo espiritual ylo temporal. Con todo, en la obra de Maritain el problema de la cone-xin entre lo espiritual y lo temporal surge al tiempo de su filosofa po-ltica y se desarrolla al servicio de sta. Por eso, el anlisis del funda-mento teolgico es inseparable del tratamiento filosfico-poltico

    Si suele ser importante situarse en el contexto histrico de un au-tor para calar a fondo en su obra, en el caso de Maritain esto resultaimprescindible. Hay una profunda unidad entre la vida de Maritainy su produccin filosfica. Ms an, su obra no es otra cosa que larespuesta de un filsofo a los interrogantes que le suscitaba su historiapersonal y la historia de la civilizacin. Maritain no parti de una luzinicial y omnicomprensiva revelada a lo largo de su obra. Su filosofapoltica se elabora progresivamente y dependiente de su itinerariobiogrfico particular. En el transcurso de su vida va topndose condistintas cuestiones: unos ideales socialistas en su adolescencia, unabsqueda desesperada del sentido de la vida, una primera respuestaen la filosofa de Bergson, un encuentro decisivo con Lon Bloy, suconversin al catolicismo, el tradicionalismo de Maurras, el tomis-mo, la condena de Action franaise y, finalmente, la crisis de los aos30 que le lleva a sentir una apremiante necesidad de buscar los fun-damentos de una nueva civilizacin.

    Qu entiende Maritain por orden temporal y orden espiritual?,qu motiv esta distincin presente en toda su filosofa poltica?,cmo conceptualiza el Reino, la Iglesia y el mundo?, cmo se rela-cionan en la historia? Maritain anima a los cristianos a que acten enel dominio de lo temporal, por tanto, lo temporal tiene un valor paral. Cul es este valor de cara al reino de Dios?, hay relacin entreprogreso temporal y preparacin del Reino?, es razonable esperaruna manifestacin histrica del crecimiento del reino de Dios? Estasson las principales preguntas que el filsofo afronta con agudeza alargo de su obra, sobre todo a partir del ao 1930.

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  • La principal fuente a la que hemos acudido ha sido, lgicamente,las versiones originales de los escritos del filsofo. Para comprendersu formacin teolgica ha sido fundamental el conocimiento de laobra Le Mystre de lglise, del Padre Clrissac. Tambin nos ha resul-tado de mucha utilidad disponer de la correspondencia cruzada entreJacques Maritain y Charles Journet. Para hacernos cargo de las ideassociales, polticas y religiosas del periodo estudiado, nos hemos servi-do tanto de diversas obras de historia general como de monografasque tratan con ms detalle los problemas de algunos momentos con-cretos. En cuanto a estudios particularmente interesantes que hanprecedido y acompaado nuestra investigacin debemos destacar Lavision maritainiane des rapports de lglise et du monde, de Ren Mou-gel, as como las pginas que el profesor Jos Luis Illanes dedica, ensus distintos trabajos al anlisis del pensamiento de Jacques Maritain.

    De acuerdo con los criterios anteriores, cabe diferenciar cuatroetapas atendiendo al tratamiento que el filsofo hace de las relacionesentre lo espiritual y lo temporal:

    a) La primera etapa va desde su conversin al catolicismo, en elao 1906, hasta la crisis de Action franaise, a finales de 1925. Duranteeste tiempo, la visin maritainiana depende en gran medida del tradi-cionalismo y de la formacin recibida del dominico Humbert de Cl-rissac. Tras la conversin, Maritain entr de lleno en un ambiente pro-fundamente tradicionalista y asumi la visin de esta corriente como siformara parte del compromiso cristiano. Impulsado por el propio Cl-rissac, colabor estrechamente con la revista de Action franaise. Sinembargo, sera inexacto identificarle por completo con la postura deeste movimiento. Maurras hace poltica, mientras que Maritain se de-dica exclusivamente a la filosofa. Para el primero, orden significa re-chazo absoluto de la modernidad, restauracin monrquica y nacional,e instauracin de un sistema cientficamente adecuado para la huma-nidad. Para Maritain, en cambio, orden significa rechazo del espritulaicista de la modernidad, vuelta a la filosofa del ser bajo la gua deSanto Toms y restablecimiento de la civilizacin en el sentido de laverdad; esto es, a un humanismo en el que razn y fe, naturaleza ygracia, se hallen perfectamente integradas.

    Por otra parte, la visin de la Iglesia que tiene Maritain nada tieneque ver con la de Maurras. ste ve la Iglesia como una sociedad tem-poral de inters nicamente social. Maritain, en cambio, vislumbraen la Iglesia el misterio de la presencia de la eternidad divina en latemporalidad del mundo. En efecto, la reiterada meditacin de LeMystre de lglise, la principal obra del padre Clrissac, permiti a

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  • Maritain superar una visin de la Iglesia centrada en los elementosjurdicos, estructurales y societarios, para fijar su atencin en el mis-terio del Verbo hecho carne en la historia de este mundo. Una pre-sencia divina que se hace visible en la jerarqua de la Iglesia e invisibleen la accin del Espritu Santo en las almas.

    b) La segunda etapa est marcada por la intensa polmica que de-sencaden la condena romana de Action franaise. Recorre los aos1926 a 1929. A partir de este momento, Maritain entr de lleno enel campo de la filosofa poltica. Es verdad que en los escritos de estapoca las cuestiones doctrinales objeto de debate ocupan el primerplano, pero precisamente a propsito de stas, Maritain transmitenumerosas intuiciones que, ms adelante, constituirn autnticos pi-lares de su filosofa poltica. Con frecuencia se pasa demasiado depri-sa por este periodo sin concederle la importancia que merece. Se de-muestra en nuestra investigacin que la formacin del pensamientode Humanisme intgral no hay que situarlo a comienzos de los aos30, sino antes.

    En Primaut du spirituel (1927) asoma por vez primera la distin-cin entre lo espiritual y lo temporal. Hasta la crisis de Action franai-se Maritain pensaba con el tradicionalismo que la unin trono-altares la nica superestructura poltica capaz de dirigir a la humanidad.Pero a raz de la condena de Action franaise Maritain se separa deesta tesis. Elucida la distincin entre los rdenes espiritual y tempo-ral, y sita a la Iglesia en el primero. Adems, el filsofo deduce queel principal problema de concebir un nuevo orden cristiano radicaen la relacin entre la cultura, la poltica, la sociedad, por una parte, yla religin, la Iglesia, la accin salvadora de Cristo, por otra. En defi-nitiva, entre el bien comn temporal y el bien eterno; entre lasalvacin temporal del mundo y el fin sobrenatural. Sin describirtodava un proyecto filosfico-poltico para el futuro, Maritain indicael camino: la restauracin espiritual, que no temporal, de la cris-tiandad.

    A partir de este momento comienza a manifestarse la tendenciadel autor francs a englobar en un solo conjunto las realidades que notienen la vida eterna por fin inmediato. Se anticipa as la ontologacaracterstica de lo que ms adelante denominar orden temporal.En Clarivoyance de Rome (1929) empieza a utilizar los trminos decivilizacin y cultura para referirse genricamente a estas realida-des.

    El artculo Salvator mundi (1928) prueba fehacientemente que, afinales de los aos 20, Maritain concibi la relacin entre la Iglesia y

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  • el mundo en parmetros muy similares a los de Humanisme intgral.Sin embargo, lo temporal era todava visto como instrumento alservicio de las cosas divinas; no se le conceda an la densidad que to-mara despus de 1930.

    c) El tercer escaln hacia Humanisme intgral son las obras escri-tas entre 1930 y 1933. En los primeros aos 30, Maritain percibiclaramente, juntamente con otros intelectuales de esta poca, queuna civilizacin nueva estaba por nacer. Ante las amenazas que se cer-nan sobre Europa el nazismo y las tentativas fascistas por una par-te, y la revolucin rusa y el activismo comunista por otra, Maritainvio la necesidad de enunciar los principios de una nueva cultura cris-tiana. Con el fin de evitar errores de pocas pasadas concretamentelas injerencias clericales en el mbito civil o profano, propuso dis-tinguir netamente entre cultura y religin, es decir, aquello que estcomprometido con el tiempo y aquello que, por poseer carcter so-brenatural y universal, trasciende al espacio y al tiempo. Por fin, lasrelaciones entre lo espiritual y lo temporal aparecieron tematizadascomo tales.

    En esta etapa destacan los escritos Religion et culture (1930) y Dergime temporel et de la libert (1933). Este ltimo contiene buenaparte de la antropologa que propone el filsofo. Hace algn tiempo,Ren Mougel designaba De rgime temporel et de la libert como unaobra muy poco conocida en la que empieza Humanisme intgral4.Por este motivo, nuestra Tesis doctoral dedica una atencin extraor-dinaria a este periodo. En el discurso maritainiano de esta poca so-bresalen dos puntos ntimamente relacionados:

    Una conceptualizacin precisa y diferenciadora de lo que entiendepor orden temporal y orden espiritual. El orden temporal engloba to-das las realidades que se ordenan a un fin especfico distinto de lavida eterna: un fin intrahistrico que consiste en el bien temporal yperecedero del hombre en este mundo. Mientras que el orden espiri-tual engloba todas aquellas realidades que se ordenan directamenteal fin ltimo de la vida humana. El primero es, para Maritain, el or-den de la naturaleza u orden del mundo; mientras que el segundo esel orden de la Iglesia y del Reino.

    El modo de articularse estos dos rdenes. Existe relacin entre el finnatural e intrahistrico y el fin sobrenatural? S, responde el filso-fo entran en conexin vital en el hombre. Como el bien temporal yperecedero del hombre en este mundo es un bien humano, debe super-ordenarse al fin ltimo de la vida humana, que es el fin sobrenatural.El desarrollo humano dice el autor no se reduce al progreso mate-

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  • rial o tcnico, sino que incluye tambin el aspecto moral. Ciertamente,la cultura y la religin son cosas distintas y como tales hay que tratarlas,pero deben andar vitalmente unidas en la vida del hombre. Primero,en nuestra vida privada; y desde all, informando y vivificando la cultu-ra y la civilizacin. Pues si stas quieren ser verdaderamente humanasdebern dirigirse a su fin especfico temporal subordinndose y dejn-dose vivificar por el influjo del orden sobrenatural.

    En efecto, para Maritain, el buen desarrollo de la libertad moral escondicin sine qua non de la libertad poltica; y la verdadera libertadespiritual de la persona se da en la Iglesia. Dentro de la Iglesia, la na-turaleza humana es transformada por la gracia en el mismo seno de lasociedad temporal y surte efectos en sta ltima. De ah que el buenejercicio de la libertad afecte por tanto a dos dimensiones insepara-bles: la salvacin eterna y el desarrollo temporal.

    Para el filsofo, la Iglesia es fuente y modelo de la sociedad tempo-ral. Modelo para la civilizacin terrena en el sentido de que en la Igle-sia el bien comn es simultneamente el bien del todo y de cada unode sus miembros. Cada miembro es para la Iglesia y la Iglesia es paracada miembro. Maritain propone una sociedad temporal que sea co-munitaria y personalista a la vez. Comunitaria porque cada individuodeber someterse al fin de la comunidad. Y personalista porque la co-munidad, sin dejar de tener un fin temporal propio, deber super-or-denarse el fin ltimo de cada persona, esto es el fin sobrenatural. LaIglesia es tambin fuente porque comunica los bienes de arriba a lasociedad temporal vivificndola y acercando as el mundo hacia elreino de Dios. La Iglesia es pues un ideal que supera, pues pertenecea otro orden, pero a la vez inspira y alimenta realizaciones histricasconcretas de sociedad temporal. Esta penetracin de los valores evan-glicos en la cultura obedece al movimiento descendente de la Encar-nacin. No es algo que deba imponerse desde arriba por la confesio-nalidad del Estado, dice Maritain, sino que cada cristiano debeencarnar los valores evanglicos en lo secular y profano. De ah surgi-r una civilizacin vitalmente cristiana, inspirada en los principioscristianos, pero no confesional.

    d) Llegamos por fin al momento culminante de la exposicinmaritainiana: la etapa de definicin y divulgacin del ideal histricoconcreto. De 1934 a 1938, Maritain focaliza la relacin entre lo espi-ritual y lo temporal en dos puntos: la autonoma de lo temporal y elcrecimiento del reino de Dios en la historia.

    En cuanto al primer punto, Maritain fundamenta la autonoma de lasrealidades temporales frente a lo espiritual en el concepto de fin interme-

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  • dio o fin infravalente. El filsofo insiste en que el fin natural del mun-do es un verdadero fin. No es un fin absolutamente supremo pero es fin.Y por lo tanto no es simplemente un medio. Las cosas temporales sonms que un medio para lograr el fin sobrenatural, pues tienen una finali-dad, una substantividad propia. Esto es a lo que Maritain pretende llegaral hablar de fin intermedio o infravalente. De ah que el hombre, deberbuscar el bien espiritual a travs de las realidades temporales y respetan-do la finalidad particular de stas; finalidad que est, a su vez, super-or-denada al destino ltimo de la creacin. Por ser este uno de los princi-pios ms importantes de la filosofa maritainiana, hemos optado porpublicar aqu ntegramente el captulo que nuestra Tesis Doctoral dedicaa la distincin y la relacin entre el orden espiritual y el orden temporal.

    La cuestin del crecimiento del reino de Dios en la historia es po-siblemente uno de los puntos ms interesantes y de difcil interpreta-cin en el razonamiento maritainiano. Confluyen en l todos losplanteamientos que hemos visto hasta ahora. El autor arranca de lasiguiente pregunta: cmo se prepara el reino de Dios en la historia?,y ms en concreto, qu papel desempean el orden temporal y el or-den espiritual en la realizacin del reino de Dios?

    Humanisme intgral delimita las nociones de reino de Dios, Iglesiay mundo. Los dos primeros pertenecen al orden espiritual porque sufin es la vida eterna, mientras que el segundo pertenece al orden tem-poral porque su fin se halla comprometido con el tiempo. Al definirel Reino, Maritain presenta un concepto netamente escatolgico: laCiudad donde Dios ser todo en todos y que slo se dar plenamen-te al final de los tiempos. La Iglesia es el reino de Dios comenzado enel tiempo, el Reino presente en la historia en estado peregrino. Elmundo es la ciudad profana. Su fin es el bien terrenal de los hombres.

    El reino de Dios constituye el trmino final que la historia prepa-ra y hacia el cual convergen, por un lado la historia de la Iglesia y delmundo espiritual, y por otro la historia del mundo. La Iglesia es yasubstancialmente el Reino, por lo que la historia de la Iglesia es ya lahistoria del Reino comenzado en el tiempo. Pero qu ocurre con lahistoria del mundo? El mundo, aade Maritain, slo abocar en elReino tras una mutacin substancial5. Entonces qu pensar de lotemporal en relacin al Reino mientras no llegue este momento fi-nal?, qu valor tiene el mundo de cara al Reino? Ese es, a nuestro pa-recer, el principal problema teolgico que Maritain lleva aos refle-xionando y que procura resolver en Humanisme intgral 6.

    Para Maritain, el mundo es un terreno compartido entre Dios, eldiablo y el hombre7. Esto hace que el mundo se vea atrado por dos

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  • frentes opuestos hasta el final de su historia temporal: el reino deDios y el reino del maligno. En cuanto que el mundo es asumido enel universo de la Encarnacin se dirige hacia el Reino; pero en cuantose atrinchera en su diferencia esencial se queda en mero mundo sepa-rado del universo de la Encarnacin y se dirige al reino de la reproba-cin. Esta bipolaridad del mundo es lo que el filsofo llama ambiva-lencia del mundo. La historia de la Iglesia, en cambio, no esambivalente. Como la Iglesia es santa, su historia es la historia del rei-no de Dios comenzado en el tiempo. En la marcha del mundo haciael Reino, el hombre juega un papel crucial, pues es sobre todo en elcorazn del hombre donde se forja el destino del mundo. En efecto,la ambivalencia histrica, es decir su efectiva evolucin hacia uno uotro trmino final, no es sino consecuencia de la disyuntiva moralque a cada paso se abre en el corazn del hombre. Esto lleva a con-cluir al filsofo que el valor de las realidades humanas en relacion altrmino final que est ms all de sus fines propios, es decir el Reino,reside en el esfuerzo humano por encarnar las exigencias del Evange-lio en lo temporal. De hecho, Maritain piensa que todas las realida-des temporales humanas perneadas por el amor de Dios permanece-rn de una manera misteriosa en el Reino8.

    Maritain subraya el carcter eminentemente metahistrico delReino. Por eso, si la Iglesia es esencialmente el reino de Dios comen-zado en la historia, no puede asimilar las realidades temporales alvivificarlas. La presencia del Reino en lo temporal mismo se reduce asu fuerza elevadora y transfiguradora, a la potencia espiritual que tra-baja en el mundo sin ser el mundo. Conducir el mundo hacia elReino no es, por tanto, sobrenaturalizar el mundo. Para Maritain, elmundo atrado por un orden de vida superior y en marcha hacia sudestino ltimo el reino de Dios contina dirigindose inmedia-tamente a una finalidad terrena e intrahistrica. Nunca deja, por tan-to, de pertenecer al orden temporal y perecedero. Slo al final de lostiempos y tras una transformacin substancial, el mundo se con-vertir en la Tierra nueva9.

    Sin perder de vista el carcter escatolgico del Reino como destinometahistrico, Maritain lo considera como una realidad dinmica encontinua interrelacin con la historia del mundo. Ms an, para el fi-lsofo existe cierta correspondencia invisible y providente entre el conti-nuo desarrollo del mundo hacia su propio fin natural sublimado, y lapreparacin del reino de Dios. De ah justamente emana la obliga-cin moral que tienen los cristianos de vivir los ideales evanglicos enlas realidades profanas. Ms an, el valor de estas realidades de cara al

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  • Reino reside precisamente en esta moralidad. De este modo, el fil-sofo insiste en que no hay incompatibilidad sino compenetracin, nohay disyuncin sino integracin, entre la lucha interior del cristianopor alcanzar la vida eterna y el esfuerzo humano en perseguir el pro-greso temporal.

    Son muchas las aportaciones que se derivan de la reflexin mari-tainiana. Presenta el mensaje evanglico como fermento en la historiaque vivifica todos los mbitos de la existencia humana y prepara eladvenimiento del Reino. Llama a la responsabilidad moral de loscristianos para que vivan el espritu cristiano, no slo en su vida pri-vada sino tambin en la esfera profana. Proclama el valor y la autono-ma propias de las realidades temporales sin privarlas de su recta or-denacin ltima a la vida eterna. Inicia una lnea personalista quepermite superar algunas limitaciones del a visin tradicionalista. Contodo, su intento no carece de lmites, pues la caracterstica dualidadde fines, natural uno sobrenatural el otro, que atraviesa todo su plan-teamiento dificulta captar la realidad vocacionalmente unitaria de lapersona humana y con ella, del universo entero. En efecto, una dis-tincin tajante entre le orden espiritual y el orden temporal, que slotraban relacin en le corazn del hombre, no favorece la visin cristo-cntrica del universo. Dios no ha creado dos realidades distintas quedeban ser armonizadas en un segundo momento en el interior delhombre, sino una sola que, en Cristo, es natural y sobrenatural almismo tiempo.

    * * *

    A continuacin tras ofrecer el ndice, abreviaturas y bibliografade la tesis se presenta el captulo VII de la segunda parte, el cual sepropone exponer las caractersticas principales del ncleo de la pro-puesta maritainiana. Tras la experiencia del humanismo antropocn-trico, propio de la Edad Moderna, el filsofo francs propone un hu-manismo de carcter tenomo, que sepa evitar los excesos de laideologa liberal y los del marxismo, y pueda restablecer la civiliza-cin en el sentido y en la verdad por el advenimiento de un ordennuevo: el humanismo integral.

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  • NOTAS DE LA PRESENTACIN

    1. En estas pginas se encontrarn dos tipos de comillas. Utilizamos ... para ence-rrar trminos textuales de Maritain o de otros autores. Mientras que ... se refierea expresiones nuestras que muchas veces no habr que entender en un sentido lite-ral sino metafrico.

    2. Por citar algunos, Liturgie et contemplation (1959), Dieu et la permission du mal(1963), De la grce et de lhumanit de Jsus (1967), De lglise du Christ (1970).As, por ejemplo, sorprende comprobar que en el Seminario dedicado al estudiodel pensamiento teolgico de Maritain que tuvo lugar en Roma del 3 al 5 diciem-bre de 1982, no existe ningn trabajo especficamente dedicado a la teologa mari-tainiana de los aos 30. Cfr. AA.VV., Il contributo teologico di Jacques Maritain,Libreria Editrice Vaticana 1984.

    3. A. PAVAN, La formazione del pensiero de J. Maritain, Padova 1967.4. R. MOUGEL, La condition humaine, Chaiers Jacques Maritain 32 (1996) 7.5. Cfr. J. MARITAIN, HI, C, VI, p. 408.6. Ibid., p. 409.7. Cfr. J. MARITAIN, HI, C, VI, pp. 415s.8. Cfr. J. MARITAIN, Science et Sagesse, C, VI, pp. 130.9. Para penetrar el pensamiento maritainiano en este tema, conviene consultar la co-

    rrespondencia que el filsofo mantuvo con Charles Journet: JOURNET-MARITAIN:Correspondance, II, Fribourg 1997, pp. 416 y 922.

  • NDICE DE LA TESIS

    ABREVIATURAS .................................................................................. 9

    INTRODUCCIN ................................................................................ 11

    CAPTULO ILA FORMACIN DE JACQUES MARITAIN

    1. ADOLESCENCIA SOCIALISTA .......................................................... 222. CONVERSIN AL CATOLICISMO ..................................................... 273. LECCIONES Y MAESTROS DE TEOLOGA ......................................... 32

    3.1. El padre Humbert Clrissac ................................................. 373.2. Le Mystre de lglise: una obra decisiva ................................ 40

    4. EN EL ENTORNO DE ACTION FRANAISE ........................................ 584.1. Del primer tradicionalismo a Charles Maurras ..................... 584.2. La acogida de Action franaise entre los catlicos de Francia ... 634.3. El contacto de Maritain con Action Franaise ....................... 65

    CAPTULO IICLAVES PARA UN JUICIO DE LA CULTURA MODERNA

    1. LA RESTAURACIN DE LA INTELIGENCIA ........................................ 762. ENCUENTRO CON LA FILOSOFA DE SANTO TOMS ....................... 813. SOBRE EL ORIGEN CARTESIANO DE LA FILOSOFA MODERNA ........... 844. ACTITUD ANTE EL MUNDO MODERNO .......................................... 885. LA FILOSOFA DE LA HISTORIA ....................................................... 936. CONTRASTES DE UN JUICIO TRADICIONALISTA .............................. 98

  • CAPTULO IIIEN RESPUESTA A LA CRISIS

    DE ACTION FRANAISE1. LA CRISIS DE ACTION FRANAISE ................................................... 1032. INTUICIONES DE MARITAIN ENTORNO A LA CRISIS DE ACTION FRAN-

    AISE ............................................................................................ 1122.1. Pe XI et le Christ-Roi. Encyclique Quas Primas ...................... 1132.2. Primaut du spirituel ............................................................. 1202.3. Clarivoyance de Rome ............................................................ 140

    3. UNA TAREA A REALIZAR ................................................................ 1514. SALVATOR MUNDI .......................................................................... 156

    PARTE IIREINO, IGLESIA Y MUNDO EN LA PROPUESTA

    POLTICA DE INTGRAL (1930-1939)

    CAPTULO IVLOS AOS 30

    1. UNA POCA DE CRISIS .................................................................. 1712. LA FRANCIA DE LOS AOS 30 ...................................................... 1753. APORTACIONES DE ALGUNOS AUTORES CRISTIANOS ....................... 183

    3.1. Nikolai A. Berdiaev .............................................................. 1843.2. Karl Barth ............................................................................ 1883.3. Emmanuel Mounier ............................................................. 191

    4. HACIA HUMANISME INTGRAL ....................................................... 1954.1. La actitud de Maritain ......................................................... 1954.2. El origen de Humanisme intgral y sus desarrollos inmediatos ... 199

    CAPTULO VLOS FUNDAMENTOS DE UNA FILOSOFA POLTICA:

    LO ESPIRITUAL Y LO TEMPORAL1. RELIGIN Y CULTURA ................................................................... 220

    1.1. Religin y cultura, Iglesia y mundo ...................................... 2201.2. La religin debe penetrar la cultura ...................................... 2271.3. El peligro de enfeudar lo espiritual en lo temporal ............... 2331.4. Un camino seguro ................................................................ 240

    2. EL PENSAMIENTO CATLICO ......................................................... 2432.1. El cristiano est ligado a lo temporal y a lo eterno ................ 2432.2. Fidelidad a lo eterno y apertura a los nuevos tiempos ........... 2472.3. Modo de llevar a trmino esta accin ................................... 251

    3. UNA FILOSOFA DE LA HISTORIA ................................................... 255

    254 IGNACIO SEGARRA MOLINS

  • CAPTULO VILOS FUNDAMENTOS DE UNA FILOSOFA POLTICA:

    EL PAPEL DE LA LIBERTAD1. NATURALEZA, LIBERTAD HUMANA E HISTORIA ............................... 2692. EL DINAMISMO DE LA LIBERTAD .................................................... 273

    2.1. Algunos conceptos bsicos ................................................... 2732.2. La libertad inicial y la libertad terminal segn Maritain . 2752.3. Un principio fundamental ................................................... 2772.4. Aplicaciones de este principio .............................................. 277

    3. EL BIEN COMN Y LA LIBERTAD ESPIRITUAL ................................... 2794. PERSONA, INDIVIDUO Y BIEN COMN ........................................... 283

    4.1. El hombre como persona y como individuo ......................... 2854.2. Persona, individuo y bien comn ......................................... 2904.3. La Iglesia vista como trmino de la vida social de la persona ... 294

    5. LA MISIN DE LA LIBERTAD HUMANA EN RELACIN A LA COMUNIDAD 2985.1. La Iglesia como modelo y fuente de la ciudad temporal ....... 2985.2. La ciudad a constituir por la libertad humana ...................... 3005.3. La Iglesia impulsa el mundo hacia el Reino .......................... 3025.4. El tipo especfico de civilizacin que promueve Maritain .... 3055.5. Una misin de los catlicos .................................................. 308

    CAPTULO VIIUN NUEVO HUMANISMO

    1. HUMANISME INTGRAL .................................................................. 3161.1. Edad Media y humanismo antropocntrico ......................... 3191.2. Humanismo teocntrico ...................................................... 3261.3. El ideal histrico concreto .................................................... 329

    2. DISTINGUIR SIN SEPARAR: UNA NUEVA LIGADURA ENTRE LO ESPIRI-TUAL Y LO TEMPORAL ................................................................... 3352.1. Compromiso con el tiempo y trascendencia ......................... 3352.2. El fin infravalente y la autonoma de lo temporal ................. 3392.3. Ligazn entre el orden temporal y el orden espiritual ........... 343

    CAPTULO VIIIEL PROBLEMA DEL REINO DE DIOS

    1. QU PEDIMOS AL DECIR VENGA A NOSOTROS TU REINO? .......... 3521.1. Planteamiento del problema ................................................ 3521.2. Nociones de Reino, Iglesia y mundo .................................... 3551.3. En dilogo con Charles Journet ........................................... 361

    2. TRES ERRORES .............................................................................. 365

    NDICE DE LA TESIS 255

  • 3. LA AMBIVALENCIA DEL MUNDO Y DE LA HISTORIA ......................... 3733.1. La ambivalencia del mundo en relacin al fin ltimo ........... 3743.2. El Reino se prepara en la historia ......................................... 380

    4. LA IGLESIA TIENE CARCTER CSMICO EN LA HISTORIA?: LA INTER-PRETACIN MARITAINIANA ............................................................ 3914.1. Planteamiento del problema ................................................ 3924.2. La meditacin de Charles Journet ........................................ 3934.3. Respuesta de Maritain .......................................................... 3954.4. Una cuestin paradjica ....................................................... 398

    5. LA RESPONSABILIDAD PRCTICA .................................................... 4015.1. La esperanza de Maritain: una realizacin social temporal del

    Evangelio ............................................................................. 4025.2. La misin de los cristianos ................................................... 404

    CONCLUSIONES: APUNTES PARA UNA VALORACIN DEL PENSAMIENTOMARITAINIANO .................................................................................. 4111. Aportaciones efectivas ................................................................. 4122. Lmites de una teorizacin ........................................................... 419

    ANEXO IESQUEMA DE LA RELACIN REINO-IGLESIA-MUNDO

    ANEXO IIUNA DISCUSIN TEOLGICA POSTERIOR

    256 IGNACIO SEGARRA MOLINS

  • BIBLIOGRAFA DE LA TESIS

    A. FUENTES

    A.1. Libros

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    258 IGNACIO SEGARRA MOLINS

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    * Las obras de Jacques Maritain se citan por uvres Compltes, ditions UniversitairesFribourg (Suisse) y ditions Saint Paul (Paris), edicin iniciada en 1982. Slo falta por pu-blicar un ltimo tomo complementario, el XVII, de gran valor para la investigacin, dondese incluir la bibliografa sobre Jacques y Rassa Maritain y los ndices analticos de las uv-res Compltes. Algunas obras de esta Coleccin se citarn, como es habitual, con este orden:el nombre del autor, el ttulo de la obra de Jacques o Rassa Maritain, seguido por esta siglaen cursiva, el n de volumen y el n de pgina donde se halla la cita.

  • UN NUEVO HUMANISMO

    Si las obras Religion et culture y Du rgime temporel et de la libertpusieron los fundamentos de la filosofa poltica maritainiana y esbo-zaron una propuesta concreta, Humanisme intgral constituye el pun-to de llegada de todo lo anterior. Uniendo reflexiones precedentes,Humanisme intgral ofrece una sntesis que converge hacia un progra-ma bien definido1.

    1. HUMANISME INTGRAL

    El origen de Humanisme intgral se halla en unos cursos que Mari-tain imparti en la Universidad Internacional Menndez Pelayo deSantander durante el verano de 19342. A lo largo de 1935, el textofrancs de estas clases, revisado y aumentado, fue apareciendo en di-versas publicaciones de lengua francesa y bajo diversos ttulos. Todoeste material elaborado en dos aos escasos, sin llegar a una fusin to-tal de los diversos elementos y estudios, fue reunido en un solo haz ydado a la imprenta en Pars en abril de 1936. En julio se public bajoel ttulo Humanisme intgral 3.

    Esta obra produjo, comenzando por su ttulo, un impacto impor-tante. La expresin humanismo integral no era la primera vez queapareca. Desde el ao 1930, Maritain trabajaba en cimentar ontolgi-camente un pensamiento poltico llamado a transformar las estructurasde la vida social y poltica, y comenzar as un nuevo orden en la histo-ria. En la obra Du rgime temporel et de la libert hablaba de un huma-nismo teocntrico y lo designaba, por vez primera, como un huma-nismo integral4. Pero en el ao 1936, la expresin aparece sustentadaen planteamientos ms acabados y emerge con mucha ms fuerza.

    En realidad era esto lo que bulla en la mente y en el corazn deMaritain: cmo abrirse camino ante la amenaza del liberalismo y del

  • totalitarismo?, qu posibles frmulas de participacin en la vida po-ltica pueden llevar a cabo aquellos ciudadanos que se rigen por losideales cristianos? La solucin se presentaba en la bsqueda de unnuevo humanismo, bien diverso del liberal y del marxista. La ideacentral de Maritain, que aparece a lo largo de toda su obra, es la exi-gencia de edificar un mundo nuevo sobre el fundamento de la perso-na para alcanzar un humanismo integral y suplantar as la culturaactual ya en declive; y todo ello sin que suponga pasar del capitalismoal comunismo. Dicho con otras palabras, el objetivo que Maritaintiene delante es el restablecimiento de la civilizacin en el sentido yen la verdad mediante un orden nuevo: el humanismo integral.

    El humanismo integral que propone Maritain es un humanis-mo teocntrico, expresin que revela las caractersticas esenciales delorden deseado. Debe ser, por un lado, humanista, es decir, propenso aque el hombre realice todas su potencialidades, las virtualidades enl contenidas, sus fuerzas creadoras y la vida de la razn, y que traba-je por hacer de las fuerzas del mundo fsico instrumentos de su liber-tad5. Y por otro lado debe ser teocntrico, es decir, consciente y con-secuente con la idea cristiana de que Dios es el centro del hombre, loque implica una determinada concepcin del hombre pecador y redi-mido, as como de la gracia y de la libertad.

    Humanisme intgral se sita en el terreno de una filosofa prcti-ca. Maritain trata de orientar la accin y dirigir la prctica a partirde una determinada comprensin filosfica. Se trata de una cienciade la libertad y por ello de una transformacin del mundo y de lavida6. Pero a nivel de teora, no de praxis concreta, si bien el autortrata de cimentarla en la realidad del momento. Por ello Maritain es-tructura su obra en tres fases diferenciadas. Por una parte el funda-mento, por otra, una comprensin de la situacin del momento, ypor fin, un proyecto para el futuro. El fundamento es la persona talcomo existe, redimida, con un fin sobrenatural y con una naturalezasocial. La lectura de la situacin se hace desde dos momentos: unodel pasado, el hombre y la cultura medieval cristiana que tienen porcentro a Dios; y otro desde el presente, la situacin actual del hombrey de lo humano, el humanismo antropocntrico como resultado delcamino cultural de la modernidad7. La propuesta u orientacin de laaccin futura es un humanismo integral que se concreta en el idealhistrico de una nueva cristiandad: el desarrollo de la libertad enla historia bien anclada en los valores cristianos8.

    Desde luego, es un programa terico, no es la praxis misma. Mari-tain trata de suscitar hombres de accin, capaces de comprender esta

    274 IGNACIO SEGARRA MOLINS

  • exigencia de cambio, que se comprometan en el campo de la accin yde la praxis cristiana. El humanismo integral se ofrece como un pro-grama realizable. Maritain no quiere que se tome como una utopa,sino como un proyecto concreto, como ideal regulador de un cam-bio, hacia el estado en que el hombre pueda desarrollarse como per-sona conforme a su vocacin sobrenatural.

    1.1. Edad Media y humanismo antropocntrico

    Al mirar la historia, Maritain no busca simplemente una constata-cin emprica sino una nocin verdaderamente racional y filosficade las diversas fases de la historia9, es decir, realizar juicios racionalesde valor, y discernir la forma y significado de las constelaciones inte-ligibles que dominan las diversas fases de la historia humana.

    Las dos fases diferentes de la historia en las que Maritain trata dereconocer las constelaciones inteligibles son la cristiandad medievaly el humanismo clsico. El paso de uno a otro en la historia represen-ta el paso de un humanismo teocntrico a un humanismo antropo-cntrico10. Para definir uno y otro, Maritain recurri a las disquisicio-nes anteriormente plasmadas en Religion et culture. En primer lugar,record la distincin entre el cristianismo y cristiandad. El cristianis-mo tiene una significacin religiosa y pertenece al orden espiritual;mientras que las cristiandades son las formaciones culturales, polti-cas y econmicas que llevan la huella de una concepcin cristiana dela vida11. En consonancia con los argumentos maritainianos en rela-cin al bien de la comunidad humana se puede decir que la cristian-dad es una sociedad de cristianos con un bien comn recibido de laIglesia aunque distinto al Bien comn de la Iglesia, ya que uno y otropertenecen a rdenes distintos12. Toda cristiandad conlleva una ciertavisin del hombre y del mundo, del ser y de Dios, sostenida por laverdad revelada en la Iglesia. Esta verdad es esencialmente una sabi-dura que libera a la cultura del error y localizable como cristiana ensus contornos especficos13.

    Con el trmino cristiandad en sentido genrico, Maritain indicauna esencia que pone en juego los principios permanentes en lo queconcierne a la relacin e lo temporal con lo espiritual. Bajo la gua detales principios permanentes, que se encuentran en el pensamientode Santo Toms y la Iglesia constantemente nos los recuerda, cabencristiandades diversas, es decir, realizaciones anlogas de la cristian-dad en las distintas pocas de la historia. Una de esas experiencias

    LA RELACIN IGLESIA-MUNDO EN EL PENSAMIENTO DE J. MARITAIN 275

  • fue la cristiandad medieval; otra distinta ser la nueva cristiandad,que constituye precisamente la propuesta de Maritain y describe porextenso en Humanisme intgral 14.

    Al analizar la cristiandad medieval, Maritain seala que el concep-to que se tena de la misin histrica de la comunidad humana con-sista en establecer una estructura social y jurdica puesta al serviciodel Redentor por la fuerza del hombre bautizado y de la poltica bau-tizada15, es decir, construir una inmensa fortaleza en cuya cima es-tara la sede de Dios: una estructura social y jurdica unificada bajoel reino de Cristo16 al modo de una imagen figurativa y simblicadel reino de Dios17. Esta estructura se hallaba sostenida por la uni-dad en la doctrina y protegida por el poder temporal. La unidad reli-giosa y cierto fondo comn de pensamiento aseguraban desde arribala unidad de la civilizacin.

    El fondo comn de pensamiento estaba dominado por la idea deponer directamente al servicio de Dios todas las energas humanas ytambin las instituciones polticas. La cristiandad medieval, sin caer enla utopa teocrtica, pensaba que todo lo temporal estaba al servicio delo sagrado y para proteger lo sagrado. Lo temporal, tenda a desempe-ar entonces una funcin nicamente ministerial de lo espiritual.Por eso, Maritain estima que la cristiandad medieval corresponde auna concepcin cristiana sacra de lo temporal18.

    Maritain no despreciaba la cristiandad medieval pero perciba queera un modelo periclitado, pues toda cultura, por elevada que sea,posee una duracin limitada. Es cierto que la cristiandad medievalconsigui una gran unin entre sociedad y cristianismo pero al preciode que, en cierta manera, lo sagrado haba fagocitado a lo humano.Lo que extraa Maritain de ese momento histrico es una mayor re-flexin del hombre sobre s mismo y el reconocimiento de un signifi-cado temporal y profano de la vida humana, pues todo lo humanoera puesto al servicio del fin sobrenatural y medido exclusivamentepor l19.

    Como reaccin al objetivismo medieval, surgieron y se impusie-ron en la Europa moderna una serie de corrientes, tales como el Re-nacimiento y la Reforma, dirigidas al anlisis subjetivo, hacia la refle-xin sobre la condicin humana. Al incrementarse la atencin a lohumano, se dio un descubrimiento prctico de la dignidad propiade lo que est oculto en el misterio del ser humano (...). La cienciaemprende la conquista de la naturaleza creada; el alma humana sacade su subjetividad un universo; el mundo profano se diferencia segnsu ley propia; la criatura se conoce20. Las cosas del tiempo y de la

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  • historia ya no son reducidas a un papel de instrumento o medio alservicio de lo espiritual; la sociedad sacral dio paso a una sociedad detipo profano.

    Maritain considera positiva esta toma de conciencia de lo hu-mano porque as el orden profano o temporal es reconocido en su au-tonoma y densidad propias. El problema fue que la ciencia, la polti-ca, el arte, se emanciparon en la embriaguez de una nueva libertad,olvidando los fundamentos metafsicos de la existencia humana21. Elhumanismo, en vez de crecer en Dios, se cerr cada vez ms a la Tras-cendencia.

    Al igual que Berdiaev, el autor de Humanisme intgral lamenta queel crecimiento de la conciencia de la subjetividad, propia de la mo-dernidad, fuera dirigido por un espritu antropocntrico. La oposi-cin radical entre gracia y libertad de la antropologa protestante uni-da la teologa humanista condujo hacia un intento de progresar sinDios22. Esto se tradujo en un humanismo separado de la Encarna-cin que termin por ser destructivo para el propio hombre. Olvi-dando que, en el orden del ser y del bien, es Dios quien tiene la inicia-tiva primera y quien vivifica nuestra libertad, el hombre ha queridohacer de su movimiento propio de criatura el movimiento absolutoprimero, dando a su libertad de criatura la iniciativa primera de subien. Forzosamente, pues, su movimiento ascensional se separabadesde entonces del movimiento de la gracia; y por ello la edad de quetratamos fue una edad de dualismo, de disociacin, de desdoblamien-to, edad de humanismo separado de la Encarnacin, en la que el pro-pio afn de progreso haba de tomar un giro fatal y contribuir por smismo a la destruccin de lo humano. Diremos, por ello, que el vicioradical del humanismo antropocntrico ha sido lo que tena de an-tropocentrismo, no lo que tena de humanismo23.

    La forma que ms representaba el humanismo antropocntrico enel momento histrico en el que escribe Maritain era el atesmo sovi-tico. El filsofo concibe el comunismo como un sistema completo dedoctrina y de vida que pretende revelar al hombre el sentido de suexistencia. Es una religin fundamentada en el atesmo que se creellamada a sustituir a las dems religiones. La doctrina de Marx, en esen-cia, es que las condiciones y formas de produccin determinan la for-macin y evolucin de las sociedades humanas. De la estructura eco-nmica, absolutamente material, depende la superestructura. Segnel esquema marxista, la causalidad material es lo nico que cuenta, yde esta causalidad material hay que esperar, en un segundo momento,la salvacin del hombre colectivo, la realizacin del reino de Dios24.

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  • Relegando a la materia el dinamismo de la dialctica hegeliana, es-cribe Maritain, se pensar que el proceso econmico no automti-camente, sino con todas las energas que engendra y reaccionan sobrel (ante todo con las energas de la conciencia revolucionaria) debeconducir al imperio de la razn, a la eliminacin de la esclavitud delhombre bajo las fuerzas irracionales, a la victoria del hombre sobre lanecesidad, a la dominacin por el hombre de su propia historia.Al final de este desarrollo, el hombre social ser dueo absoluto de lahistoria del universo25. Al trmino de este dinamismo revolucionariose dar el triunfo definitivo del hombre sobre su destino, es decir, elreino de Dios en la historia26. Esta redencin ser obra del proletaria-do por medio de la lucha de clases.

    El reino de Dios es, para el marxismo, donde le proceso dialcticodesemboca. Maritain estima que, en este punto, el pensamiento mar-xista se hace traicin a s mismo, pues abandona su planteamientodialctico materialista, cuya lgica reclamara un movimiento sin fin,para abrazar la idea de un trmino que proviene de profundas ten-dencias espirituales: una situacin en la que no habr ms querellasentre los hombres ni de stos con la naturaleza. El reino que prometeel marxismo es una versin secularizada del reino de Dios llamado apermanecer en el tiempo de este mundo. El marxismo parece desco-nocer la ley de conflicto y de lucha que rige durante toda la existenciaterrestre del hombre. En la historia de este mundo se hallan ineludi-blemente mezclados el bien y el mal. El reino de Dios, escribe Mari-tain, slo llegar al fin de la historia27. Pero de este tema ser objetode estudio en el prximo captulo.

    1.2. Humanismo teocntrico

    Al trmino de la evolucin histrica secular, Maritain divisa dosposiciones puras: una posicin atea pura, que es el humanismo an-tropocntrico que acaba de describir, y una posicin cristiana pura,en la cual, el hombre es conocido como hombre del pecado y de la En-carnacin, centrado en Dios y no en s mismo. Dentro de la posicincristiana, Maritain distingue dos actitudes. La primera consiste envolver al pesimismo del protestantismo primitivo: el hombre no esnada y es necesario escuchar slo a Dios. Esta es la actitud antihu-manista seguida por Karl Barth. La segunda es la que Maritain asu-me designa como la tomista: salvar las verdades humanistas desfi-guradas por cuatro siglos de humanismo antropocntrico y rehacer

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  • totalmente las estructuras culturales y temporales formadas en l28.El autor de Humanisme intgral precisa que se trata de una transfor-macin substancial de dichas estructuras, lo que supone pasar a unanueva edad de la civilizacin. La filosofa de Santo Toms, observaMaritain, dispone de los instrumentos metafsicos y gnoseolgicosadecuados para servir de base a una filosofa social inspirada en losvalores del Evangelio. Entre estos elementos destacan el realismognoseolgico y la distincin entre orden natural y orden sobrenatu-ral.

    Para Maritain, salvar las verdades humanistas desfiguradas por lossiglos de humanismo antropocntrico se traduce, sobre todo, en re-conocer que la criatura merece ser rehabilitada, pero esta vez en Dios;y todo ello en nombre de una nueva edad de la cultura cristiana, ennombre de un humanismo teocntrico. En otras palabras, el filsofopropone un humanismo de la Encarnacin que, a diferencia de lapoca medieval, valore la actividad profana del hombre en s misma,no mediante el distanciamiento de Dios como pretenda el humanis-mo antropocntrico, sino a travs del reconocimiento de su justa au-tonoma a la vez que su finalizacin en Dios. En este nuevo momen-to de la historia de la cultura cristiana, escribe, la criatura no seradesconocida ni aniquilada ante Dios; sera rehabilitada en Dios. Elpunto clave es que la criatura sea verdaderamente respetada en suenlace con Dios y porque todo lo tiene de l. Humanismo, s; perohumanismo teocntrico, enraizado all donde el hombre tiene sus ra-ces; humanismo integral, humanismo de la Encarnacin29.

    En definitiva, el humanismo integral de Maritain pretende haceruna sntesis superadora de contrarios, entre el humanismo antropo-cntrico de la edad moderna y el teocntrico de la cristiandad medie-val. La integracin de los valores positivos de uno y otro constituirel ideal histrico concreto de una nueva cristiandad30. Para Mari-tain, recuperar los valores que las fuerzas creadoras del hombre pro-ducen en la historia responde al deseo de la Providencia que dirige lahistoria. Si en Hegel, existe un accin de la razn que utiliza las pa-siones humanas para hacer avanzar la historia del Espritu, en Mari-tain lo que existe es una accin de la Providencia, que a travs de laaventura de la emancipacin, hace advertir los valores humanos ocul-tos hasta entonces31. En el ao 1959, con el fin de mostrar su distan-cia respecto al planteamiento hegeliano y marxista, escribi: no so-mos cooperadores de la historia, somos cooperadores de Dios32.

    Maritain descubre que en la historia existe un sucederse de climaso cielos histricos. Se descubre, por ejemplo, el trnsito de las civili-

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  • zaciones sagradas a las civilizaciones profanas o laicas. Estos cambiosno son aleatorios, obedecen al desarrollo natural del ser de las cosas.La realidad dual de lo espiritual y de lo temporal ha dado paso al re-conocimiento del valor en s las cosas temporales. Este progresar de lahistoria es ambivalente. As, el paso adelante al que nos acabamos dereferir, se consigui a lo largo de la edad moderna mezclado y viciadode sus errores. Pero la historia no discurre ciegamente sino que avan-za bajo el designio providente de Dios. Una obra divina y oculta seprosigue en la historia33.

    1.3. El ideal histrico concreto

    La propuesta maritainiana de transformar las estructuras tempora-les toma el nombre de ideal histrico concreto de una nueva cris-tiandad. Entiende Maritain por ideal histrico concreto, una ima-gen prospectiva que designa el tipo particular, el tipo especfico decivilizacin al que tiende una determinada edad histrica34. No espor tanto una utopa, es decir, un ente de razn aislado de toda exis-tencia fechada y de todo clima histrico, una expresin de maximumabsoluto de perfeccin social y poltica irrealizable. El ideal histricoconcreto designa, al contrario, una esencia ideal realizable. Culesson los elementos caractersticos del ideal histrico concreto denomi-nado nueva cristiandad? Maritain enumera cinco notas caractersti-cas contrapuestas al ideal histrico de la cristiandad medieval:

    1) A una concepcin sacral cristiana caracterizada por la tenden-cia a la mxima unidad orgnica basada en el orden espiritual de lapersona y en la unidad de los principios doctrinales, el ideal hist