Marisa Requiere Beneficencia y Asistencia Social

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Beneficencia y Asistencia Social: la política manicomial en Buenos Aires. (1880-1940) Marisa Requiere Alcmeon, Revista Argentina de Clínica Neuropsiquiátrica, vol. 9, Nº 2, septiembre de 2000, págs. 169 a 194. Summary The present work has as objective to point out the characteristics and the evolution of the assistance psychiatric institutions in Buenos Aires. The manicomial sanitary politics presents several problems, this has been expressed by the most outstanding psychiatrists doctors of the time, as Ramos Mejía, Ventura Bosch, Meléndez, Cabred and others. Referring concretely to the assistance tragic character that sick mental persons suffer, It´s not just by the agglomeration but also by specialized staff’s lack, doctors, nurses, administrative staff and by the lack of resources and organization of these institutions. The hospices that will be kept in mind along the work will be the Hospicio de las Mercedes, today Hospital Borda , and the Colonia Nacional de Alienados, today Hospital Interzonal Psiquiátrico "Colonia Dr. Domingo Cabred". To carry out the work, it was consulted the Documental Fund of the Society of Charity from the Nation General File, the University of Medicine Library, the National Library and the Congress Library. Key Words Social politics, mental hygiene, psychiatric institutions. Introducción En el período que va desde 1880 a 1940 se plasmaron en nuestro país una línea de ideas políticas, económicas y culturales que modificaron las estrategias médico asistenciales. En los comienzos de este reordenamiento espacial, se presentó el Proyecto de Ejecutivo Nacional para la creación de asilos y hospitales regionales. El aparato sanitario y de higiene pública secular, fue modelado según los cánones europeos, que se remontaban al intento de Rivadavia. Con el paso de los años cambió la fundamentación filosófica asociada con la asistencia de los carenciados y/o enfermos. La ecuación beneficencia-caridad-filantropía apareció explícitamente en la obra político asistencial, encargándose el Estado de marcar las pautas de la "beneficencia pública" que deja de lado el marco privado que antes distinguía a la salud. La acción médica estaba ligada a los ideales civilizatorios del Estado, y a lo largo de este proceso de transformaciones fue acercándose al aparato estatal y a los sectores populares, así

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historia de los asilos en argentina

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  • Beneficencia y Asistencia Social: la poltica

    manicomial en Buenos Aires. (1880-1940)

    Marisa Requiere

    Alcmeon, Revista Argentina de Clnica Neuropsiquitrica, vol. 9, N 2, septiembre de 2000,

    pgs. 169 a 194.

    Summary

    The present work has as objective to point out the characteristics and the evolution of the

    assistance psychiatric institutions in Buenos Aires.

    The manicomial sanitary politics presents several problems, this has been expressed by the

    most outstanding psychiatrists doctors of the time, as Ramos Meja, Ventura Bosch,

    Melndez, Cabred and others. Referring concretely to the assistance tragic character that sick

    mental persons suffer, Its not just by the agglomeration but also by specialized staffs lack, doctors, nurses, administrative staff and by the lack of resources and organization of these

    institutions. The hospices that will be kept in mind along the work will be the Hospicio de las

    Mercedes, today Hospital Borda , and the Colonia Nacional de Alienados, today Hospital

    Interzonal Psiquitrico "Colonia Dr. Domingo Cabred". To carry out the work, it was

    consulted the Documental Fund of the Society of Charity from the Nation General File, the

    University of Medicine Library, the National Library and the Congress Library.

    Key Words

    Social politics, mental hygiene, psychiatric institutions.

    Introduccin

    En el perodo que va desde 1880 a 1940 se plasmaron en nuestro pas una lnea de ideas

    polticas, econmicas y culturales que modificaron las estrategias mdico asistenciales. En los

    comienzos de este reordenamiento espacial, se present el Proyecto de Ejecutivo Nacional

    para la creacin de asilos y hospitales regionales.

    El aparato sanitario y de higiene pblica secular, fue modelado segn los cnones europeos,

    que se remontaban al intento de Rivadavia. Con el paso de los aos cambi la

    fundamentacin filosfica asociada con la asistencia de los carenciados y/o enfermos. La

    ecuacin beneficencia-caridad-filantropa apareci explcitamente en la obra poltico

    asistencial, encargndose el Estado de marcar las pautas de la "beneficencia pblica" que deja

    de lado el marco privado que antes distingua a la salud.

    La accin mdica estaba ligada a los ideales civilizatorios del Estado, y a lo largo de este

    proceso de transformaciones fue acercndose al aparato estatal y a los sectores populares, as

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  • se construy la figura del "poltico mdico". As se desplegaron una serie de disposiciones

    prcticas, jurdicas, penales y pedaggicas como una exigencia para armonizar la vasta

    problemtica de desorden, bsicamente urbano, en la que la marginalidad, locura y delito

    llamaban a la intervencin mdico social. El corolario de esto, fue la constitucin de un

    complejo tecnolgico en donde se hicieron visibles el surgimiento de instituciones

    especficas, servicios hospitalarios, manicomiales, penitenciarios y asociaciones

    profesionales. Los positivistas dedicados a la psiquiatra, tenan ambiciones polticas que

    plasmaron como administradores de Asilos y hospicios, es decir, como agentes del orden y el

    control social.

    La asistencia pblica fue uno de los medios ms ntidos a travs de los cuales se podan

    solucionar los males de la sociedad: enfermedades pestilentes, como la fiebre amarilla,

    tuberculosis y por supuesto la locura.

    La necesidad de darle un espacio propio a la enfermedad mental llev a la creacin de

    hospicios, y a la observacin metdica del mdico alienista unida a la idea de la filantropa,

    donde la medicina social y el saneamiento urbano se cobijaban bajo las banderas del progreso

    que proclamaba la elite gobernante. La locura fue revelada hacia 1880 en "La Neurosis de los

    hombres clebres"1 con el objetivo de someterla a control y producir una conciencia pblica

    que evidenci toda una forma discursiva e institucional. Esos elementos sirvieron a la

    constitucin de ideales y valores morales plasmados en el contexto de la sociedad.

    Acerca de los orgenes de la asistencia mental en Buenos Aires

    Los hospicios no existan y el cruel destino de los alienados era no slo el encierro sino

    tambin el tratamiento que consista en "ayunos, palos y duchas" hasta amansarlos. La

    asistencia que se les prodigaba a los blancos era en una celda en algn convento y a los

    negros e indios se los encerraba en las crceles de los Cabildos. Este procedimiento se

    prolong hasta que se logr establecer un verdadero hospital de alienados. Interesante es el

    antecedente de la labor realizada por los Betlemitas2, en el primer manicomio que tuvo

    Buenos Aires conocido como Hospital de San Martn o Santa Catalina, tambin como Nuestra

    Sra. De Beln o de los Borbones.

    A partir de 1822, la labor de Bernardino Rivadavia en lo concerniente a la vida pblica tom

    un carcter trascendente con respecto a los hospitales, que tuvieron una administracin civil,

    dirigida por los profesores de la Escuela de Medicina, creada al fundarse la Universidad y

    donde la labor de la recin fundada Sociedad de Beneficencia jug su rol ms importante. Se

    cre el 12 de abril de 18233, y se encarga especficamente de la asistencia de nios y mujeres.

    Como parte del mismo plan comienza a funcionar la Sociedad Filantrpica de caballeros con

    el objetivo de encargarse de los hospitales y crceles.

    Estas organizaciones pblicas asistenciales cayeron en el olvido al terminar el gobierno

    Rivadavia, volviendo todo a la antigua poca clerical y conservadora, donde el gobierno de

    Rosas era el principal protagonista.

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  • Los Primeros Hospitales Psiquitricos

    En 1852, despus de la cada de Rosas, volvieron a funcionar muchas de las instituciones que

    l haba cerrado. Tambin se fundaron otras nuevas. Esta situacin vlida para la poltica

    sanitaria en general no es asimilable a la especficamente psiquitrica. Podemos observar la

    falta de recursos tanto econmicos como humanos, adems de un tratamiento psiquitrico

    nulo; los testimonios que conocemos dicen lo siguiente: "...en condicin de completa

    aglomeracin, en calabozos hmedos, oscuros y pestferos, sin otra cama que el desnudo y

    fro suelo, aquello no era un asilo de caridad4, era ms bien un depsito de seres humanos,

    sumidos en la ms espantosa miseria..."5

    Ingenieros dice "....A travs de las rejas se les daba comida y a veces se extraan los

    excrementos, tal como se hace ahora con las fieras en los jardines zoolgicos, aunque con

    menos higiene y confort..."6.

    Estos comentarios son semejantes a los que realiza Foucault7 sobre la situacin de los

    enfermos mentales en los manicomios franceses, Bcetre, Salptrire, Hpital General,

    etctera, "...Las locas atacadas por excesos de furor son encadenadas a la puerta de su cuarto,

    y separadas de los guardianes y de los visitantes por un largo corredor defendido por una

    verja de hierro; se les pasan entre los barrotes la comida y la paja, sobre la cual se acuestan;

    por medio de rastrillos se retira una parte de las suciedades que las rodean..."

    Dentro del conjunto de las instituciones dirigidas por la Sociedad de Beneficencia8 y asistidas

    por hermanas de caridad, hay secciones destinadas a la atencin de enfermos mentales. En el

    caso del Hospital General de Hombres que dependa de la Municipalidad de Buenos Aires,

    tambin haba un cuadro dedicado a los dementes.

    La Sociedad de Beneficencia9 se ocup de la situacin de las mujeres dementes alojadas en la

    crcel10, entonces el gobierno dio intervencin a la Comisin Filantrpica11 y su presidente

    aconsej que se estableciera un Hospicio de Mujeres en las afueras de la ciudad, en el lugar

    de la antigua Convalecencia, pero la Sociedad pidi que fuesen llevadas al Hospital de

    Mujeres, donde habilit un "patio para dementes", pues decan "...es inhumano dejar a esas

    infelices libradas a su propia suerte, sin procurar devolverles la razn perdida..."12. Sin

    embargo la escasa capacidad del patio llev a la determinacin de pedir al gobierno un lugar

    apropiado para su custodia y tratamiento. El gobierno dio conformidad y orden a la

    Comisin Filantrpica, procediese a habilitar una parte del local de la antigua

    Convalecencia13, ponindola en condiciones para prestar los servicios necesarios a los

    dementes. En marzo de 1854 fueron trasladadas las dementes del Hospital de Mujeres.

    Comenz con una poblacin de 68 enfermas y con el paso del tiempo se realizaron nuevas

    ampliaciones hasta el ao 1860, para dar mayor capacidad al establecimiento, el que desde

    entonces qued a cargo exclusivo de la Sociedad de Beneficencia de la Capital. Paralelamente

    con el aumento demogrfico, fueron creciendo las necesidades del Hospital y son etapas

    dignas de sealarse las de 1894 y 1898 en que se habilitaron los primeros pabellones14.

    Ingenieros nos comenta lo siguiente acerca de la situacin en la cual vivan: "...El edificio est

    perfectamente situado. El aire lo ventila por todos lados y la vista se extiende en todos lados y

    la vista se extiende en todas direcciones sin tropiezo; circunstancia importante pues es sabido

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  • que los medios higinicos son muy eficaces para calmar la exaltacin de las personas

    dementes y contribuyen tambin poderosamente a su radical curacin (...) Los dormitorios

    nos han parecido espaciosos, claros, ventilados y secos. Las camas de hierro muy cmodas,

    como todas las piezas que la componen. Entre los dormitorios los hay grandes para las

    enfermas que pueden estar reunidas sin inconvenientes, como otros pequeos y separados

    para las que es preciso tener aisladas (...) El comedor es una sala hermosa y sirve a la vez de

    punto de reunin. Las piezas de la ropera, de los baos, del trabajo, la enfermera, la cocina,

    la despensa, son igualmente espaciosas y a propsito para el objeto a que estn destinadas (...)

    En el comedor suelen reunirse hasta 45 dementes de las 76 que existen en el establecimiento;

    pero donde se las ve juntarse en mayor nmero y con mejor voluntad es en la sala de costuras,

    en la que a la oracin se encienden luces y se reza el rosario enfrente de una imagen de la

    Virgen..." Por referencias de los que conocieron la Convalecencia en sus primeros aos,

    podemos afirmar que se pareca a un Beaterio o casa de recogimiento, ms que a un Hospital.

    Podemos considerar que en este primer tiempo de la historia hospitalaria psiquitrica, la

    asistencia y direccin del asilo eran ejercidas por "seoras"15 que le delegaban a las religiosas

    ese trabajo, y cuya buena voluntad y celo eran superiores a su competencia; los mdicos

    concurran a la maana y el resto del da quedaban las religiosas a cargo de la casa, teniendo

    que soportar, en ms de una ocasin desmanes producidos por locas furiosas16. En este

    establecimiento no haba un mdico-director, y se consideraba indispensable la presencia de

    ste, pues no slo se necesita en el tiempo de la visita diaria. Las Hermanas de la Caridad

    prescriben los medios coercitivos en los casos de acceso de furor y de desesperacin que a

    menudo se producen, cuando el Mdico-Director, o los mdicos-auxiliares no estn all de da

    y de noche para consultrseles17.

    El edificio de la Convalecencia18 era insuficiente en 1881, la capacidad estaba calculada en

    200 camas y se alojaban 337 enfermas. Por tal motivo se prohibi la entrada de nuevas

    alienadas y stas volvieron a ocupar los antiguos establecimientos: Crcel de Mujeres, Asilo

    del Buen Pastor y Hospital de Mujeres. Anteriormente en 1879, Melndez y Coni19 ya haban

    mencionado este asunto de la siguiente manera:

    "... la estadstica del Asilo de Mujeres nos hace ver que en el perodo de veinte aos han

    entrado muchsimas mujeres atacadas de mana religiosa..." y que "la poblacin extranjera

    pas a engrosar las estadsticas clnicas...". La cuestin del hacinamiento del Asilo va a

    producir varios problemas y quejas por parte de los mdicos y responsables del lugar. Con el

    cambio de gobierno la Sociedad de Beneficencia, provincial, pas a depender del Gobierno

    Nacional, nacionalizndose el Hospital de Alienadas. Pero las cuestiones de hacinamiento

    seguan: desde 188120 el nmero de dementes era de 377, y a fines de 1888 la casa asilaba a

    543 enfermas. Con este aumento de poblacin fue adquirindose la conviccin de que era

    intil seguir anexando cuartos o salas al viejo edificio. Muchas quejas del Dr. Egua21,

    director a partir de 186022, prepararon las reformas del Dr. Piero23, que le sucedi en la

    direccin. Se comenz a construir en 1864, a cargo del ingeniero Nystromer, el Hospital de

    tratamiento compuesto de 28 edificios y con capacidad para 200 camas, inaugurndose las

    primeras secciones en 1908. El Dr. Piero consigui un subsidio de $ 150.000 anuales para

    las obras, que tendrn nuevas secciones: la cocina central, la casa de mquinas, un pabelln

    dormitorio para agitadas, otro para tranquilas, con talleres, comedor y sala de recreo. Sin

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  • embargo, el nmero de enfermas seguir aumentando y las obras se interrumpieron por falta

    de recursos. La cifra de internadas para 1900 fue de 1400 y Piero insisti sobre la

    adquisicin de una chacra para las enfermas crnicas. Los fondos para todas sus obras los

    conseguir a travs del Congreso Nacional, slo en los Diarios de Sesiones de la Cmara de

    Diputados (tomos de 1906 a 1910) se encuentran sus discursos. En una oportunidad elev a la

    Sociedad una exposicin, cuya parte primordial se refera al estudio y crtica de la situacin

    legal en que se halla el demente, y a la imperiosa necesidad de dictar una ley que, a semejanza

    de las que existen en los pases ms adelantados, los ampare y garantice debidamente, lo

    mismo que a fomentar la creacin de instituciones para su patronato. Otra inauguracin

    importante la constituy en 1901 el Laboratorio de carcter anatomopatolgico24 donde

    podan realizarse investigaciones, y a la vez estudios experimentales. Adems sirvi como

    centro de labor para los alumnos de la Facultad de Ciencias Mdicas de Buenos Aires25.

    Se necesit construir un asilo suburbano o rural para las enfermas crnicas que obstaculizaban

    la asistencia de las agudas, ya que en el Hospital Nacional de Alienadas el espacio era poco

    para el crecimiento de la poblacin de enfermas que fue aumentando paulatinamente, la

    solucin a este problema fue la creacin del "Asilo de Alienadas de Lomas"26, en 1908 con

    capacidad para 500 enfermas, amplindose poco despus con la construccin del pabelln

    Devoto, mediante la donacin de la seora Juana Gonzlez Devoto. Las obras de

    modificacin del Hospital Nacional de Alienadas siguieron en 1913; se intent una etapa de

    modernizacin demolindose parte de la antigua casa y levantndose en su lugar los

    pabellones, para la asistencia y la atencin quirrgica de alienadas. A pesar de los esfuerzos

    de la Sociedad de Beneficencia y los directores que pasaron por el Hospital Nacional de

    Alienadas, la situacin desbordante del hacinamiento se sigui repitiendo. El traslado de

    enfermas se hizo al Asilo de Alienadas de Lomas y algunas fueron llevadas al Asilo de Oliva

    Provincia de Crdoba, esto permiti sortear unos aos la situacin pero, en el ao 1928,

    adquiri caracteres de gravedad y se buscaron soluciones definitivas. Segn el libro de actas

    de la Sociedad de Beneficencia, sobre el Hospital Nacional de Alienadas, se resolvi ampliar

    el Hospital anexndole el Instituto Mercedes Lasala y Riglos27, contiguo, y ampliar tambin el

    Asilo de Alienadas de Lomas. El presupuesto general de la Nacin de 1929, otorg a la

    Sociedad los recursos necesarios para stas obras; pero no hubo regularidad en el pago de las

    cuotas, lo que impidi realizar rpidamente las obras resueltas. En 1932 la poblacin de

    alienadas alcanz proporciones alarmantes haciendo insostenible la situacin. El Hospital,

    que tena capacidad para 1600 insanas, albergaba a 3160, casi el doble de enfermas. Segn las

    estadsticas para el ao 1920, Ingenieros calcula que "...en el Hospital Nacional de Alienadas

    haba 1650 enfermas internadas y en el Asilo-Quinta de Lomas 550 insanas..."28. Es decir que

    la Sociedad ante este estado de cosas pidi en 1933 al Gobierno la clausura del Hospital a

    nuevas admisiones29, porque no haba otro camino para remediar la situacin, ya que durante

    mucho tiempo el gran grado de hacinamiento en el que vivan las enfermas poda provocar

    epidemias muy difciles de controlar. Las mejoras edilicias seguirn durante varios aos,

    tambin el problema del hacinamiento y de la superpoblacin de enfermas a pesar de la

    clausura que se estipul en diversas oportunidades30 .

    Desde 1934 la Sociedad de Beneficencia sigui gestionando y obtuvo de los Poderes Pblicos

    la suma de $630.000 para obras de ampliacin del Hospital y $380.000 para la construccin

    en el Asilo de Alienadas de Lomas de 4 pabellones dormitorios. As modific y construy

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  • nuevos pabellones que alojaron a las enfermas, sobre todo a tuberculosas e infecto-

    contagiosas, que en un momento tenan que convivir con las otras enfermas. Sin embargo en

    1942 el hacinamiento vuelve a presentarse como un problema, debido a la clausura del

    Hospital Romero de La Plata (provincia de Buenos Aires) y del Asilo Colonia Regional de

    Alienadas de Oliva (provincia de Crdoba), recayendo, en consecuencia, todos los pedidos de

    admisin de enfermas en el Hospital General de Alienadas, donde a pesar de las restricciones

    tomadas por la Direccin y de las disposiciones que se adoptaron para los ingresos, hubo

    necesariamente y por razones de humanidad que recibir a diario insanas cuyo estado era

    peligroso31.

    Los datos encontrados en las Actas de la Sociedad de Beneficencia sobre el Hospital Nacional

    de Alienadas, nos muestran que ste tena capacidad para 1800 enfermas, distribuidas en

    pabellones de diferentes categoras con secciones de tranquilas y agitadas. La realidad que

    podemos ver es que las diferencias entre las enfermas no se deban slo a la patologa sino

    tambin a su clase social. Ya en 1892, cuando las damas de la Sociedad comentaron al Dr.

    Piero la creacin de un Pabelln para pensionistas, el Director no coincidi con el Proyecto,

    deca: "...Considero que la enfermedad no admite distingos de clase, todas las internadas,

    vengan de donde vengan, tienen los mismos derechos..."32, de todas formas con el correr de

    los aos las Damas de Beneficencia lograron concretar sus pretensiones y las obras con los

    pabellones que albergaban enfermas de 1 y 2 clase existieron.

    La documentacin de la que disponemos sobre el Hospital Nacional de Alienadas, llega al ao

    1941, sin embargo, lo que preocup a todos sus directores fue la problemtica del

    hacinamiento y la falta de atencin por expertos profesionales de las alienadas; con el correr

    de los aos la obra edilicia se efectu, pero el traslado de las enfermas fue una constante que

    termin perjudicando a las insanas en su tratamiento.

    Otro caso interesante para mencionar es el Hospicio de San Buenaventura y su transformacin

    en Hospicio de las Mercedes. A partir de 1852, tambin se reinstal la Comisin Filantrpica,

    asesora en los asuntos relacionados a salud pblica. Fue la primer comisin encargada de

    inspeccionar el Hospital General de Hombres y proponer las reformas necesarias para resolver

    el problema de los crnicos y dementes. A partir de 1857 la Municipalidad sancion leyes para

    crear una Casa de Dementes, y un ao despus se promulg la ley dictada por la Legislatura de

    la Provincia, la que autoriz a la Municipalidad para invertir la suma de dos millones de pesos

    en la construccin de una Casa de Dementes y un Cementerio Pblico al Sud de la ciudad33. En

    esta etapa ocurri lo mismo que en el Hospital Nacional de Alienadas, el incremento en la

    poblacin de locos desencaden problemas ya que todava algunos enfermos mentales

    seguiran vagando por la ciudad. Dice Ingenieros, "...la Comisin del Hospital se lament en

    1860, del hacinamiento de los alienados, aunque eran bastantes los que seguan vagando por

    las calles de la ciudad..."34. En el Hospital de San Buenaventura35, el nmero de dementes iba

    aumentando cada ao en 44, 16 y 27 enfermos, respectivamente. Con respecto al

    funcionamiento administrativo y de asistencia, la cuestin de la eleccin del Director del

    Hospital llev a un conflicto entre la Municipalidad, el Consejo de Higiene Pblica y la

    Facultad de Medicina, que determin el nombramiento de Jos Teodoro Baca apoyado por la

    municipalidad de que formaba parte. En 1873 se hicieron nuevas gestiones y no slo cambi el

    director sino tambin el nombre del Hospital al que denominaron Hospicio de las Mercedes. El

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  • doctor Uriarte asumi y realiz algunas modificaciones pero sin lograr que pudiesen

    trasladarse los alienados al Hospicio. Una reflexin de la poca seala lo siguiente: "...la

    provincia de Buenos Aires, la Capital de la Repblica Argentina, donde anualmente se vota un

    presupuesto general de veinte millones de patacones para gastos nacionales, y de ochenta

    millones de pesos moneda corriente para la primera, no puede introducir mejoras en las casas

    de locos porque no tiene cmo hacer frente a las pequeas erogaciones pedidas en nombre de

    la humanidad!..."36. La lucha contra el hacinamiento era una constante, en 1865 el hospicio

    tena 160 alienados, en 1870 haba 178 y 300 en 1880. El director se quejaba de que "...la falta

    de espacio nos obligaba diariamente a alojar tres y cuatro personas en una habitacin de 30

    metros cbicos de aire, a poner camas en las galeras y a hacer comedores generales en las

    mismas..."37. El Dr. Melndez38, con la ayuda del gobierno, inici el progreso y el bienestar

    dentro del asilo, en su plan exigi que se separen a los alienados agudos de los crnicos, a los

    convalecientes de los agitados, a los dementes, a los paralticos, epilpticos, semiagitados,

    crnicos, crnicos tranquilos y desaseados. Tambin present un proyecto a la Municipalidad

    de fundar una Colonia de Alienados, que aconsejaba instalar en Santa Catalina, este

    pensamiento coincida con el aumento del nmero de asilados ya que en 1881 dorman de a

    dos en cama39. Segn las propias palabras de Melndez "el Manicomio haba nacido

    insuficiente", esta frase esclarece sumamente el panorama y podemos agregar que adems de

    los insanos asilados en el Hospicio edificado para ellos, haba otros que ocupaban

    departamentos de los hospitales San Roque y General de Hombres. Durante varios aos, y con

    el auspicio de la Municipalidad, se llevaron a cabo en el Hospicio varias obras para

    ensancharlo40.

    Alrededor del ao 1900, el Hospicio de las Mercedes present un aspecto variado, debido a la

    coexistencia de edificios correspondientes a tres distintas pocas y administraciones41. En 1905

    fue nacionalizado, lo que hizo que sus recursos aumentaran, as como las mejoras, sin embargo

    esto no fren el gran problema del hacinamiento, el nmero de los asilados creci cada vez

    ms, en este momento la cantidad de enfermos ascenda a 1300 y la solucin se busc

    estableciendo un nuevo asilo fuera de la ciudad. Anteriormente mencionamos la inquietud de

    Melndez por construir una casa de dementes fuera de la ciudad y sobre una va del ferrocarril,

    el proyecto lo present a la municipalidad aunque no lleg a concretarse. El diputado Cantn,

    en 1897, present un proyecto al congreso, que fue sancionado, creando una colonia de

    alienados fuera de la ciudad42. El Discurso inaugural de la Colonia Nacional de Alienados,

    estableci, por Ley Nacional de 2 de octubre de 1897, la creacin de una asilo de alienados,

    segn el sistema escocs llamado de "puertas abiertas"(Open Door)43, destinado a modificar

    fundamentalmente la asistencia de estos enfermos. La benfica ley se debe a la iniciativa

    parlamentaria del doctor Cantn quien, convencido de la necesidad de proceder a la reforma de

    esa asistencia, pidi en la cmara de diputados que se implantara en nuestro pas este nuevo

    sistema de tratamientos. El discurso, llev el convencimiento a todos cuantos le escucharon y

    un mes ms tarde de presentado su proyecto, fue convertido en ley. El resultado fue que el

    manicomio de mujeres busc su remedio en la Quinta de Lomas y el de hombres lo encontr

    en la Colonia de Lujn (Open-Door). Los otros asilos que tambin fueron utilizados para

    aliviar el hacinamiento de los de Capital fueron el Asilo Melchor Romero de la Plata44, que se

    fund poblado con treinta alienados procedentes del Hospicio de las Mercedes y tambin se

    enmarc dentro del sistema de "puertas abiertas". En tanto el Asilo-Colonia mixto de Oliva45,

    segn el comentario de Ingenieros, constaba de 33 pabellones aislados, rodeados por una

    superficie de 600 hectreas, sus instalaciones eran inmejorables, y para el ao 1917 contaba

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  • con una poblacin de 1522 alienados de ambos sexos.

    La ley 4953, que se promulg el 28 de julio de 1906, tuvo trascendental importancia por crear

    asilos y hospitales regionales para la asistencia y tratamiento de toda clase de enfermedades.

    Segn Cabred, dio la solucin completa, al importante problema de asistencia pblica

    nacional46.

    El panorama sigui siendo desolador, especialmente por el hacinamiento y la falta de atencin

    psiquitrica.

    Si analizamos el cuadro N1 podemos ver el incremento de los enfermos mentales en

    comparacin a los retardados, tambin realizamos una descripcin por provincias, segn los

    datos aportados por Melndez y Coni en 1869.

    Cuadro N 1

    Fuente: Melndez y Coni, Consideraciones sobre la estadstica de la enajenacin mental en la provincia de Buenos Aires. Imprenta Coni, 1880.

    Comparando el nmero de locos con el total de habitantes, las provincias de Buenos Aires,

    Crdoba, Mendoza y La Rioja son las que tienen la mayor cantidad de alienados y en cuanto a

    la proporcin de idiotas e imbciles se destacan Salta, Buenos Aires, Tucumn y Crdoba.

    Caben algunas dudas sobre el censo de poblacin y la falta de seriedad no sabemos si hubo

    inclusin de negros e indios. Ingenieros seala que- "...la poblacin de alienados por

    nacionalidades ha sido y es proporcional a la poblacin adulta; por computar en el clculo de

    poblacin total a los menores, aparecen desproporcionadas las cifras de extranjeros. La

    poblacin de retardados blancos es tambin proporcional a la poblacin menor de edad, segn

    nacionalidades...".

    A partir de 1870 el clculo por provincias resultar ms difcil, ya que el envo de alienados a

    Buenos Aires ser frecuente, la nacionalizacin de los hospicios y colonias regulariza esta

    situacin. En cambio los retardados, especialmente los de color (opas), se quedarn en su

    provincia de origen. Una pregunta bsica es cul es el factor de aumento de los alienados?

    Podemos decir que desde 1870 a 1910 la inmigracin explica este fenmeno. Hacia el ao

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  • 1920 de los 15.000 alienados probablemente existentes en la Repblica, estn hospitalizados

    8.800, distribuidos de la siguiente forma:

    Fuente: Melndez y Coni, Consideraciones sobre la estadstica de la enajenacin mental en la provincia de Buenos Aires. Imprenta Coni, 1880.

    Vemos que a medida que pasan los aos los enfermos mentales van aumentando, as tambin

    las dificultades del asilo para darles la contencin, ayuda y tratamiento necesarios47.

    Alienismo, Higienismo y Espacio Manicomial

    A medida que la ciudad de Buenos Aires crece demogrficamente, la percepcin mdica de los

    problemas sanitarios, ya sea de la locura u otras enfermedades estarn por encima de la caridad

    misma en forma de limosna. La higiene fue impulsada como un resorte de tecnificacin por

    parte del Estado, los mdicos de la poca como Cantn, Bosch y otros no slo se ocupaban de

    difundir el discurso higienista en el gobierno, tambin lo hacan en los hospitales y/o asilos.

    Pero en realidad todo esto formaba parte del ideario positivista del progreso. Como lo expresa

    Bethell "...la poltica cientfica se haba entremezclado con los dictados del constitucionalismo

    histrico...". Esta generacin prefiri el tema sociolgico aplicado a los fenmenos de la vida

    nacional en su aspecto histrico y poltico. Desde que nace, el positivismo ve en los problemas

    sociales el ltimo y esencial objeto de su concepcin filosfica48.

    Con el higienismo, como sostiene Vezzetti49, la burguesa encuentra las condiciones para erigir

    una nueva figura de reformador social, ungido por la ciencia y los ideales filantrpicos. Un

    ejemplo interesante nos lo da una carta dirigida a Emilio Coni, en 1898, donde se hace

    referencia a su trabajo sobre Higiene aplicada a la provincia de Corrientes, diciendo que

    "...Usted entrega ahora a la ejecucin del Gobierno un verdadero tratado de higiene pblica

    para la provincia, librando por entero a su accin la aplicacin prctica de las ideas enunciadas,

    a fin de colocar a aquel Estado en condiciones de civilizacin y de progreso, bajo el punto de

    vista mdico..."50. La figura del mdico se modifica, era un poltico mdico con una marcada

    identidad de "lo social". Encarnando de esta manera al funcionario higienista, el que siempre

    estar compenetrado en el movimiento mdico social, en lucha constante contra los grandes

    males de poca: inmigracin, locura, anarquismo, vagancia, miseria y dems degeneraciones

    existentes en el marco del pas.

    El mdico era la figura encargada de asistir a los enfermos, de promover la salud de los

    individuos y el lder natural de los "programas sanitarios", pero no puede cumplir su misin al

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    UsuarioResaltadoCOMIENZA EL HIGIENISMO DECRIPCION DEL ROL MEDICO

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  • margen de la poltica de consolidacin del aparato del Estado. Todas estas cuestiones se

    podan observar en un clima continuo de renovacin cientfica, desde las diversas revistas

    mdicas de divulgacin, hasta los centros de estudio. La higiene pblica se nos presentar

    como el signo manifiesto del avance de la civilizacin. Avance que puede efectuarse a partir

    de la organizacin y planificacin de la salud mental de la poblacin, que precisar de los

    hospitales y asilos para prevenir los posibles inconvenientes que la locura y los locos traen al

    pueblo, o sencillamente al ciudadano que ve en esta enfermedad la presencia indudable de una

    epidemia que necesita urgente la prevencin del higienista.

    La figura del loco ocup un protagonismo indiscutible en la sociedad, y aparece

    conjuntamente el miedo a la locura. Por eso se trat de separar a los alienados del resto de los

    enfermos en los hospitales generales. La creacin de los manicomios de la Capital responden a

    esta poltica de divisin de los enfermos, que se mantendr por varias dcadas. Este problema

    ser resuelto parcialmente aumentando el nmero de camas de los manicomios o fundando

    nuevos institutos de psiquiatra, pero lo que import sobre todo en materia psiquitrica, era, no

    slo albergar a los locos y tratar su terrible enfermedad, sino evitar que se siga enloqueciendo a

    la poblacin de la Repblica.

    La asistencia social en funcin de la higiene mental fue todo un problema nacional que precis

    una resolucin urgente por parte de las autoridades competentes, en la lucha que la medicina

    social entabl en defensa de la salud integral de la raza y la poblacin, "...Con la organizacin

    de dispensarios, preventorios y sanatorios para enfermos mentales, se puede decir que se inicia

    la higiene mental contemporneamente con las nuevas orientaciones en la clnica y teraputica

    de las neurosis..."51. Tanto la Sociedad de Beneficencia y dems entes paraestatales, estatales y

    privados, que realizaron una labor eficaz e indiscutible con sus propsitos, no encontraron una

    unidad de accin unificada en donde pudieron establecerse las bases econmicas

    indispensables a toda lucha contra las enfermedades mentales, el Dr. Bosch dijo "...No es

    aconsejable salvo necesidades perentorias exigidas por causa mayor propiciar, recurriendo a

    las autoridades competentes, el aumento de capacidad de los hospitales existentes. No lo es

    hasta por una razn de economa..." y segua "...Otra deficiencia de nuestros manicomios,

    reside pues, en la centralizacin de la asistencia psiquitrica..."52.

    Todos los establecimientos psiquitricos gravitaron sobre el presupuesto nacional, excepcin

    hecha del Hospital Melchor Romero53, que sostena el Gobierno de la Provincia de Buenos

    Aires, por lo que el Estado pag los gastos que necesitaba la asistencia psiquitrica. Pero el

    Estado no alcanz con sus recursos a organizar en las provincias una poltica hospitalaria que

    permitiese el normal funcionamiento asistencial. As como las provincias y las

    municipalidades, se ocuparon de proporcionar a sus habitantes pobres, que tenan la desventura

    de enfermarse, una cama en un hospital o un especialista en un consultorio externo, por las

    mismas razones tenan el deber de suministrar una cama y organizar consultorios externos, con

    especialistas apropiados, para los enfermos mentales. No hubo causa apreciable que motivar

    la separacin entre los enfermos mentales y el resto, pero igualmente los locos iban a perder el

    derecho a la asistencia, en su propia provincia54. Creemos que si las provincias y

    municipalidades hubieran podido crear sus propios hospitales psiquitricos o contribuido a

    pagar los gastos que requiere la asistencia de los alienados, como se hizo con los enfermos

    pobres, quizs en poco tiempo desaparecan todas o las principales deficiencias que expusimos

    anteriormente. Los nicos antecedentes que hay son las propuestas que el Dr. Juan Obarrio

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    UsuarioResaltadoCOMO LO SABE??

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    UsuarioResaltadomm.. no le creo..

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  • envi al Congreso ordenando las fuentes de recursos para la creacin de establecimientos.

    Obligando a las provincias al cuidado de sus alienados; establecindose las normas directrices

    de su organizacin; as crearon una Comisin55 de vigilancia de parte del Estado, sobre las

    instituciones nacionales, provinciales y privadas. Se puede decir, sin exageracin, que la

    asistencia social del alienado deja mucho que desear en nuestro pas. Las plazas disponibles,

    que para aproximadamente 1914, eran ya notoriamente escasas, apenas aumentaron luego; y en

    cambio la poblacin del pas creci casi el 40 % sin que hayan sido habilitados nuevos

    establecimientos y sin que los existentes hayan aumentado en forma sensible sus instalaciones.

    Esta situacin se agrav por el aumento de los alienados recluidos; hasta 1915 la proporcin se

    haba mantenido entre 0.82 y 0.97 para cada mil habitantes del pas; pero esas cifras subieron

    en 1922 a 1.21 por mil. Fcil es advertir a travs de estas circunstancias y de aquellos nmeros,

    que la falta de hospitales o de plazas no slo redunda en menoscabo directo de los enfermos,

    sino que dan la nota de gravedad que para el pas reviste el aumento de las internaciones.

    La capacidad de los hospitales de la capital result, por razones obvias, cada vez ms

    insuficiente, y de ello provino el amontonamiento de enfermos con prejuicio de la ms

    elemental higiene hospitalaria, o el rechazo, perjudicial a la profilaxis social; o la abstencin

    de internarlos, por parte de las familias, es definitiva perjudicial para ellos mismos56.

    Ms all de los discursos y los proyectos promisorios por arreglar esa situacin, sta se

    mantuvo varios aos, sin cambios por lo menos en la ciudad capital. Los directores de

    hospitales enviaban cartas a las autoridades gubernamentales, y el Estado se mostr diligente

    para realizar obras de ensanchamiento de hospitales comunes, pero a nadie preocup en

    definitiva que no obstante haber sido construidos para mil alienados, los hospitales contenan

    dos mil y seguan recibiendo nuevos.

    Esa indiferencia se debi, en cierto modo, al sistema de descentralizacin implantado por la

    Comisin Asesora, que se inscribe en el nombre, porque los hospitales y asilos regionales

    forman otros tantos centros a veces muy distantes, si bien menos que de la capital, del asiento

    del enfermo; y tienen el defecto de evitar que las provincias o las municipalidades cuiden de

    sus alienados y aprendan con ello el modo de disminuir su nmero. La indiferencia tiene, sin

    duda, por base principal, la falta de cultura psiquitrica as como la escasa difusin de las

    transformaciones de las tcnicas psiquitricas modernas. Una vez habilitado el Asilo mixto de

    Oliva, ataj a casi todos los enfermos del interior, que antes iban a parar al Hospicio de las

    Mercedes.

    Insisto en discurrir sobre las condiciones de la asistencia al alienado en el pas, y no quiero

    dejar de sealar que a primer golpe de vista, en 1913, la proporcin del movimiento de

    alienados varones, parcialmente excluida la provincia de Buenos Aires, fue de 0.48 %. No era

    de esperar que esa proporcin se repartiese por igual en todo el pas, pues es sabido que los

    grandes centros de poblacin comportan mayor cantidad de alienados. Pero la desproporcin

    resulta enorme, no a favor de los centros, sino exclusivamente en el de la Capital Federal.

    Llama la atencin el hecho de que, durante el quinquenio, haya correspondido en el

    movimiento de alienados la cantidad de 4121 enfermos a la Capital Federal, y slo la de 1680

    a todo el resto de la Repblica, excluida de ste la provincia de Buenos Aires, que si bien

    figura en las estadsticas del Hospicio de las Mercedes con 1152 enfermos, cuenta con su

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  • hospital propio.

    En realidad no haba un criterio regional en la construccin hospitalaria, y no se justificaba que

    la regin ms apremiada en 1913 siguiera postergada en lo que se refiere a la construccin de

    establecimientos psiquitricos; y esto considerando lo notable y continuo de los proyectos

    llevados a cabo por el poder poltico y el higienismo para proveer de asilos el pas. Los

    hospitales de esta regin de la Capital a la cual convergen, adems de los propios, algunos

    enfermos del interior, muchos de la provincia de Buenos Aires y todos los de los territorios

    nacionales, fueron aumentados desde muchsimos aos a esta parte. Es cierto que algunos de

    ellos redoblaron el nmero de sus enfermos; pero su capacidad real aument poco y siempre

    en condiciones precarias, mediante la utilizacin de materiales viejos o el relleno de todo

    recoveco aprovechable, mientras la actividad de las autoridades pareci estar slo dedicada a

    preparar un porvenir brillante a la asistencia de los futuros alienados del interior de la

    Repblica. Los higienistas, en algunas oportunidades, analizaban y expresaban diversos puntos

    de vista acerca de los proyectos que entraban en vigencia. Antes de la creacin del hospicio de

    las Mercedes, mdicos como Melndez, Coni o Maglioni, reflexionaban acerca de la cruel

    historia por la que pasaban los locos en el "cuadro de dementes" del Hospital General de

    Hombres: "...en condiciones de completa aglomeracin, en calabozos hmedos, oscuros y

    pestferos", "...sin otra cama que el desnudo y fro suelo, aquello no era un asilo de caridad, era

    ms bien un depsito de seres humanos, sumidos en la ms espantosa miseria..."57.

    Cmo esperar que un hospicio tenga el lugar suficiente si el problema del hacinamiento58 nace

    con l; evidentemente la funcin del mismo como casa de curacin y/o tratamiento de la locura

    ser ineficiente. Los pacientes se encontraban amontonados y dorman de a dos en una cama,

    adems tenan que ponerlas en galeras o usarlas de comedores generales, este panorama nos

    demuestra las imposibilidades que presenta todo tratamiento de la enfermedad. Esta

    problemtica se relacion con la inmigracin59. La poblacin de los hospicios va a crecer

    demogrficamente segn la curva inmigratoria, es decir, que se llenaron de inmigrantes sobre

    todo italianos, que ingresarn al pas en la primera corriente inmigratoria. Segn los datos

    aportados por Gache, "...Los italianos son los que ms fcilmente pierden el uso de la razn, en

    esta ciudad, y esto se justifica si se considera el crecido nmero de inmigrantes de esa

    nacionalidad que anualmente llega a nuestras playas, y tambin el apego inmoderado a la

    fortuna cuya prdida produce con frecuencia innumerables vctimas...".

    Cmo se entiende la ecuacin alienismo-espacio manicomial? Se llega en algn momento

    definitivamente a organizar este espacio, se define una doctrina a seguir, un fundamento?

    Podemos decir que s, quizs no como lo hubieran soado algunos mdicos idealistas de la

    poca, pero s de alguna forma, los cambios fueron explcitos y duraderos. Cuando Melndez

    se hizo cargo de la direccin del Hospital de Hombres, propona la doctrina y la tecnologa del

    alienismo, inspirado en Pinel60 y Esquirol61, de all en ms ese espacio manicomial se organiz

    segn esos principios62.

    El "grito libertador" de Pinel63 lleg a todo el mundo, contemporneamente una campaa

    parecida se realizaba en Inglaterra y Alemania, por obra de Tuke, Reil y Langermann, y la

    Repblica Argentina sigui las vicisitudes que experimentaron la mayora de los pases. Desde

    la inauguracin del Hospicio de las Mercedes, fundado por Bosch en 1863, los

    establecimientos manicomiales se multiplicaron y fueron ocho las dependencias nacionales. En

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    UsuarioNota adhesivapero no era director del de mujeres'???!!!!

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  • la sesin del 26 de julio de 1905 fue presentada una ley, por el ex diputado, Dr. Gernimo

    Barco, secretario de la Comisin, para la construccin de dichos asilos, y se aprob en la

    Cmara de Diputados. Si el proyecto no lleg a sancionarse fue porque, con motivo de las

    repetidas conferencias que el suscrito celebraba con el Ministro, Dr. Manuel Montes de Oca,

    este tom inters en solucionar el asunto, y decidi elevar al H. Congreso un proyecto de ley,

    dando ms amplitud al pensamiento, pues abarcaba lo relativo a la asistencia hospitalaria de

    toda clase de enfermos del pas. Preocup al gobierno las deplorables condiciones en que se

    encontraba el pas respecto de la atencin asistencial, no slo en salvaguarda de los intereses

    sociales, sino cumpliendo deberes de humanidad, a los enfermos indigentes y a los alienados e

    idiotas; as como el tratamiento de males que, como la tuberculosis y la lepra, requieren

    cuidados especiales para contener su avance. Como medio de financiacin para resolver estos

    problemas se propona la disminucin de un 5 % del producto de la Lotera Nacional,64 que se

    reparta en premios, y su aplicacin a la construccin de hospitales y asilos regionales en la

    Repblica. El problema era alarmante, ya que los nosocomios se construan sin tener en cuenta

    la cuestin del hacinamiento y la falta de personal65.

    Los Hospicios

    Numerosos sern los testimonios de los mdicos a cargo del Hospicio de las Mercedes sobre

    las situaciones que se sucedan cotidianamente. La mayora coment que existan 2300

    enfermos mientras la capacidad era para 1000, (hacinamiento de enfermos)66, que tena ocho

    mdicos internos (insuficiencia de la asistencia mdica), la relacin entre enfermeros y

    ayudantes era de 1 a 33, sin preparacin de los mismos (en todo el Hospicio slo 14 tienen

    diploma). Adems careca de higiene general, lo que permiti la difusin de enfermedades

    contagiosas y parasitarias, por la inadaptabilidad de los locales destinados a dormitorios, la

    falta de camas y colchones; de ropa interior y exterior. Muchos alienados dorman en el suelo

    o sobre los duros elsticos de hierro de las camas y catres, haba falta de alimentacin, ninguna

    seleccin de enfermos, ni distribucin de los mismos en diversos servicios, como no fuera la

    que se haca con los pensionistas o "considerados", por la carencia del diagnstico de la

    neocropsia (no se practicaban autopsias). Por todos estos motivos, dirn los mdicos que el

    Hospicio de las Mercedes no es una establecimiento modelo, que merezca el nombre de

    hospital67. Nuestro pas evidentemente necesitaba ms instituciones destinadas al tratamiento

    de los enfermos mentales y al mismo tiempo requiri una organizacin y asistencia de los

    mismos ms en armona con los criterios modernos, sustentados por la ciencia psiquitrica, tal

    como se realiz en otras partes del mundo. Acerca de este Hospicio, el Dr. Melndez, quien

    fuera su director durante un tiempo, ha manifestado "...que me es notorio el estado pecuniario

    de la Corporacin y por siguiente es intil que entre en peticiones que no podrn realizarse.

    Esto vendr ms tarde cuando nuestra Municipalidad est en aptitudes de hacerlo..."68. En

    realidad, la provincia de Buenos Aires y la Capital del pas, donde anualmente se votaba un

    presupuesto de veinte millones de patacones para gastos nacionales, y de ochenta millones de

    pesos de moneda corriente para la primera, no pudo introducir mejoras en las casas de locos

    porque no tena cmo hacer frente a las pequeas erogaciones pedidas por los directores de los

    hospicios.

    En cuanto al Hospital Nacional de Alienadas, tena un consultorio externo de la especialidad,

    pero las necesidades de una ciudad de 2.000.000 de habitantes, no podan ser satisfechas por

    un solo consultorio y tendran que surgir otros, como sostenan los mdicos en cada capital de

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  • provincia. Cul fue la solucin a esta crisis hospitalaria? Se crearon instituciones para-

    hospitalarias, por ejemplo la "Liga de Higiene Mental" que tuvo despus ramificaciones en

    todas las provincias.

    En los Anales de Biotipologa, Eugenesia y Medicina Social, el Dr. Rossi explica que: "El

    problema de las psicosis ha recrudecido en estos ltimos aos en nuestro pas, como lo ha

    puesto de manifiesto, entre otras instituciones, la Liga Argentina de Higiene Mental69 y el

    propio Instituto de Biotipologa, por intermedio de su organismo de asistencia social, obligan a

    enfocar los postulados del mismo, para que los estudiosos en general y el cuerpo mdico en

    particular, colabore con el mximo de su eficacia toda vez que se trate de remediar por el

    camino de la profilaxis la enorme difusin de las neurosis y las psicopatas entre nosotros..."70.

    La asistencia social en funcin de la Higiene Mental fue todo un problema nacional, que no era

    tratado lo suficiente por las autoridades, ya que la nica solucin de los asilos era resolver los

    problemas agregando ms camas, y fundando nuevos institutos, que el Estado nunca pudo

    subvencionar; de esta manera el tratamiento de las distintas patologas era nulo. Las primeras

    medidas de higiene y profilaxis mental en la provincia de Buenos Aires, fueron promovidas

    por el Hospital Melchor Romero, donde parte del presupuesto se destin a difundir, por medio

    de publicaciones diarias, las nociones generales de higiene mental, tratando de poner en alerta

    a la poblacin sobre la degeneracin de la raza71, o la conducta, conjuntamente con

    reproducciones del material de propaganda antialcohlica de la Liga Nacional de la

    Templanza. Todas estas iniciativas fueron aplicadas de forma dispersa y analizando el fondo

    de estos problemas, veremos que en ltima instancia la cuestin de la asistencia social era una

    inconveniente financiero; en consecuencia, para resolverlo, se necesit arbitrar los fondos

    necesarios para su realizacin. Esto tardar mucho en concretarse, un ejemplo para poder

    resolver la cuestin financiera fueron las organizaciones mutuales, dirigidas por el Estado,

    asegurando a la poblacin los beneficios de la salud72.

    Cul era la utilidad de estas instituciones para-hospitalarias? Los psiquiatras pensaban que

    estos nuevos organismos estaban destinados a evitar o aminorar un sinnmero de

    internaciones, pero organizando estos nuevos servicios de asistencia no se resolvieron los

    problemas que planteaba la alienacin mental.

    Para solucionar el tema de los desbordes hospitalarios, en determinado momento los

    psiquiatras diferenciaron, en los establecimientos respectivos, a los enfermos, de acuerdo a su

    curabilidad y adaptabilidad al trabajo, mientras que en un principio la divisin fue motivada

    por estados de agitacin, tranquilidad, etctera. Siguiendo estos fundamentos se propici la

    organizacin de dos tipos de establecimientos, uno de los cuales fue destinado a los enfermos

    afectados de psicosis agudas, llamado por algunos Clnica Mental, en donde ms del 50 % se

    supone se curara. El otro era para los enfermos crnicos y los de larga evolucin o

    convalecencia. A esta divisin se le atribuy una extraordinaria importancia, por estar

    relacionada a la cuestin teraputica (laborterapia para los crnicos; clinoterapia73 en los

    agudos), no obstante, la distincin por mltiples razones, es un criterio rgido en virtud de que

    muchos enfermos, aunque crnicos, no podan enviarse a las colonias y, otros, eran

    inutilizables para el trabajo. Adems de la derivacin a las colonias agrcolas, alejadas del

    Hospital, se organizaron oficinas y talleres para ergoterapia.

    A la colonia Open-Door, que dependa (del Hospicio de las Mercedes), se enviaron los

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  • enfermos crnicos, que estaban en condiciones de aplicarse al trabajo y aqullos otros que

    convalecientes de una enfermedad mental, tuvieran necesidad de permanecer bajo vigilancia

    mdica, antes de reintegrarse a la sociedad. Los convalecientes y los incurables se enviaban al

    taller de la Colonia, hasta la curacin completa, de acuerdo a la determinacin de los

    facultativos que los asistan. El criterio de la derivacin de pacientes de un Hospital a la

    colonia domin la organizacin psiquitrica y la deficiencia tambin estuvo intrnsecamente

    ligada durante mucho tiempo a la centralizacin de la asistencia psiquitrica. Hasta el ao 1930

    la asistencia en el pas se hizo en siete establecimientos, de los cuales dos son hospitales o

    asilos urbanos, con colonia agrcola dependiente, el Hospicio de las Mercedes y el Hospital

    Nacional de Alienadas. Otro era Hospital comn con rama psiquitrica predominante en donde

    se us el sistema Open-Door74, nos referimos al Hospital Melchor Romero, vivan enfermos

    generales y locos. Dos eran pequeos hospitales psiquitricos dedicados a la enseanza, los del

    Litoral y Crdoba, con no ms de cien camas cada uno; otro era el Asilo de Retardados en

    Torres. Finalmente se encontraba el Asilo de Oliva, con su sistema open-door, que reuna

    caractersticas del hospital, asilo y colonia, con sus servicios de "admisin" (que sera el

    hospital psiquitrico); sus talleres teraputicos, en los que trabajaban, lo mismo que en la

    colonia agrcola, un porcentaje de enfermos elevados en relacin con la escasa dotacin de

    empleados con que contaba el establecimiento; sus servicios de ciruga, de intercurrencias, de

    vigilancia continua para agitados, agresivos, fugadores, etctera; y finalmente el asilo, formado

    por pabellones de impedidos, gatosos, tuberculosos, etctera.

    Habilitado el Asilo en Oliva (provincia de Crdoba), el 1 de junio de 1824, fue ocupado de

    inmediato por sucesivas remesas de enfermos de Buenos Aires. Los ingresos sucesivos

    sumaron hasta el 30 de junio de ese ao 11.361, diferenciados en 8.810 ingresos directos,

    contra 2.551 trasladados del Hospicio y del Hospital Nacional de Alienadas. Las

    construcciones fueron veinte en un principio, distribuidas en diez pabellones para hombres y

    diez para mujeres; en 1923 se habilitaron siete villas ms en la seccin de mujeres, de

    inmediato ocupadas por 600 enfermas remitidas por el Hospital Nacional de Alienadas, que

    necesit nueva sangra. En los aos 1929-30 se habilitaron 300 camas en seis desvanes de las

    villas inauguradas en el ao 1923, ocupadas como en aquella fecha por 300 enfermas que

    remiti el Hospital Nacional de Alienadas. Tanto para el Hospicio como para el Hospital

    Nacional de Alienadas y la Colonia de Open-Door, (hoy Hospital Interzonal Domingo

    Cabred), el Asilo Colonia Regional de Oliva, sirvi de receptculo complaciente que en varias

    oportunidades les ofreci el expediente transitorio de la sangra75. Vemos que en los catorce

    aos de existencia del Asilo Colonia de Oliva, contra 2550 enfermos ingresados por traslado,

    "cumpliendo el papel inicial de receptculo" se puede anotar 8.810 ingresos directos. La

    poblacin de Oliva para estas fechas es de 3.600 enfermos de ambos sexos, es fcil deducir

    que los ingresos directos en tan alto nmero hicieron imposible el futuro ingreso por traslado

    desde los establecimientos de Buenos Aires. De los 2.018 enfermos ingresados al Hospicio de

    las Mercedes durante el ao 1927 (memoria de dicho ao), 1895, (el 93.9 %) proceda de la

    Capital Federal, provincia de Buenos Aires, y territorios nacionales del sud; 101, (el 5 %), del

    litoral (Santa Fe, Entre Ros y Corrientes), y 22, (el 1,1 %) del centro y oeste (Crdoba, San

    Luis, San Juan y Mendoza).

    Igual ocurri con los ingresos del Hospital Nacional de Alienadas (memoria del ao 1926), en

    que, de las 1420 enfermas ingresadas ese ao, 1320, (el 92,3 %), procedan de la primera zona

    nombrada; 78, (el 5,5 %), de la segunda, y 32, (el 2,2 %) del resto. El Hospicio de las

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  • Mercedes y el Hospital Nacional de Alienadas recibieron sus enfermos en la proporcin del

    93,1 % de la Capital Federal, provincia de Buenos Aires y territorios nacionales del Sud, y el

    6,9 % del resto del pas; inversamente Oliva recibi el 0,5 % de la Capital Federal y el 99,5 %

    del resto del pas. Se contaron los ingresos directos, no los trasladados de Buenos Aires, que

    en nmero de 2551 daran porcentajes sensiblemente diferentes. Podemos dividir al pas en las

    dos zonas precitadas. La mayor densidad de la poblacin y la mayor difusin de la red

    caminera o ferrocarrilera, que fue su corolario, explican la circunstancia del mayor nmero de

    internaciones en ese radio, en contraposicin a las dificultades de traslado y mayor recorrido

    que se necesit en el resto del pas. Se explicara as la discrepante situacin entre los

    hospitales bonaerenses y el Asilo de Oliva, sin embargo el Dr. Ferrer, mdico-interno del

    Asilo de Alienados de Oliva, explica que: "...Hasta el presente los establecimientos de la

    Capital Federal, la Colonia Cabred y el Asilo de Oliva, han llegado al hacinamiento con

    enfermos aportados de todas las zonas del pas, segn las facilidades que las provincias han

    encontrado para el alojamiento de sus alienados. Nuestro Asilo, pobre en apariencia de

    ingresos de procedencia de la Capital Federal y de la provincia de Buenos Aires, ha tenido que

    recibir en algunos aos, fuertes remesas de enfermos de aquella regin, cuyo nmero ha

    ascendido a la cifra de 2551 entre los aos 1914 y 1928, representando, sobre la totalidad de

    los ingresos habidos en esos aos, que ascenda a 11.361 el 22 %. Estas remesas fueron

    dispuestas por el Gobierno, a los efectos de librar del hacinamiento a los manicomios de la

    Capital Federal..."76. Los ingresos anuales acusaron en Oliva un aumento incesante y an

    manteniendo estacionario el quantum de los ingresos, al cabo de un par de aos tambin hubo

    hacinamiento en l. En este Asilo result problemtica la posibilidad de rechazar enfermos por

    seleccin, ya que en su mayor parte eran conducidos por empleados de polica, que contaban

    con el importe justo de los pasajes; no pudindoselos rechazar fundadamente con menos de

    cuarenta y ocho horas de observacin en los casos ms favorables, a fin de dejar slo a los

    forzosamente internables, en el caso de adoptar el criterio de la seleccin. Fcil es advertir que

    en Oliva se estaba tambin cerca del problema del hacinamiento a corto plazo, si no se

    adoptaban medidas urgentes que reglamenten las condiciones de ingreso. Con la seleccin de

    las patologas que ingresaban slo se poda mantener en estacionamiento la cifra de ingreso.

    Se pudo notar que los manicomios metropolitanos sufrieron, durante prolongadas etapas, el

    abarrotamiento, sin posibilidad de drenar el excedente a ninguna parte, y Oliva, como centro

    de asistencia de todo el resto del pas, estaba abocado al mismo problema. Ante este mal que

    aquej a todos los establecimientos manicomiales, hubo tambin una urgencia: la de aplicar

    criterios teraputicos. Estos fueron el de urgencia o sintomtico, y el curativo o causal. Pero

    an aplicando la lgica teraputica curativa, urgi atender el sntoma alarmante asfxico que

    resulta del hacinamiento. La solucin se concibi creando un nuevo establecimiento que

    ofreciera la posibilidad de servir de drenaje inmediato a los manicomios metropolitanos, que

    comparta con Oliva la admisin de enfermos del interior de la Repblica, y al mismo tiempo

    convertirlo en un centro de asistencia con servicios de profilaxis, clnicas, talleres, colonia y

    asilo adjunto. Otra caracterstica importante para la construccin de un nuevo asilo fue el tema

    de las vas de comunicacin, ste ser un factor importante para el problema de los alienados,

    porque a mayor distancia y dificultades de traslado de los enfermos, estos ingresan en peores

    condiciones de salud, con un porcentaje de mayor fallecimientos77 y de cronicidad. Otra

    situacin preocupante era el traslado, ntese que antes la dificultad en trenes y caminos hacan

    que un alienado permaneciese con las autoridades policiales de uno a seis meses. Sobre un

    total antes expresado de 11.361 alienados en Oliva, el 57, 3 % era internado por la polica y

    slo el 42,7 % internados por familiares y otros. Para terminar, aclaramos que de lo expresado

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  • se despende la funcionalidad y constitucin en red de los hospitales psiquitricos nacionales,

    donde peridicamente se realizaban rotaciones y derivaciones de enfermos mentales.

    Conclusin

    La Razn y la Sinrazn, la enfermedad, las degeneraciones y sus males son algunos de los

    tpicos que organizan un tema central sintetizado con las palabras "asistencia manicomial". La

    locura y la salud adquieren una dimensin pblica que requiere una activa participacin del

    Estado para realizar los diagnsticos y proponer las soluciones, empleando siempre el lenguaje

    del "orden y el progreso". El loco, como los alienistas no existieron solos, reflejaron a los que

    tenan trato con ellos y al mismo tiempo influencia. Encarnan y transforman simblicamente

    los valores, las aspiraciones del Estado Nacional, de la sociedad y de los grupos de poder. El

    modelo asilar fue planteado segn los cnones europeos al igual que las tcnicas del

    tratamiento de la alienacin y constituyeron en parte a la utopa de la nueva organizacin

    psiquitrica. sta se inscribe en la que el Estado Nacional necesit como institucin para

    plasmar su visin ideolgica-poltica, el resultado fue obvio: el hacinamiento, la falta de

    mdicos especializados y las contradicciones dentro del mismo crculo de profesionales. La

    internacin se convirti en un depsito en el cual se mantena en reserva a los inmigrantes y /o

    anarquistas, sometindolos a la inaccin, la mala alimentacin y el hacinamiento y no tardaban

    en hacerlos desaparecer detrs de la imagen de la locura. La indigencia encerrada se trasform

    en un elemento indispensable para el Estado, que crea que era una forma de suprimir la

    pobreza, el atraso, el crimen y las manifestaciones ideolgicas que no fueran conservadoras.

    Pero con el paso del tiempo esos confinados llegaron a ser tiles para los poderes pblicos, ya

    que trabajaban en la construccin y preservacin de los asilos, eran utilizados como

    abastecedores de sangre, para los bancos de los hospitales, constituyndose en mano de obra

    barata.

    Hasta aqu hemos planteado algunas de las vicisitudes que hacan a la asistencia manicomial

    en Buenos Aires sin dejar de darle un espacio a la locura y al enfermo mental.

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    UsuarioResaltadoesta muy beuno pero... de donde lo saca a esto????????

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    Notas al pie:

    1 Ramos Meja, J. La Neurosis de los hombres clebres (1878), Buenos Aires. La Cultura Argentina, 1915

    2 Vase Ingenieros, La locura en la Argentina. (1919) Buenos Aires, L.J.Rosso, 1937.

    3 Vase el Acta de la Fundacin de la Sociedad de Beneficencia en "Instituciones de la Sociedad de Beneficencia y Asistencia Social" (1823-1852)

    Tomo I. Archivo General de la Nacin, Buenos Aires. 1999.

    4 Se refiere al "cuadro de dementes" del Hospital de Hombres. Maglioni, N. Los manicomios 1879.Tesis de Doctorado.

    5 Ibdem.

    6 Ob. Cit, Pg 1.

    7 Vase Foucault,M. Historia de la Locura en la poca clsica. Tomo 1 Fondo de Cultura Econmica. 1998. (primera edicin en Pars 1964)

    8 Ibd. Cit.3.

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  • 9 Hospital Nacional de Alienadas Legajo nro. 199. Archivo General de la Nacin.

    10 Ingenieros, J. Observa lo siguiente ". El 7 de diciembre de 1854, por iniciativa de la Sociedad, se resolvi crear una "Casa correccional de Mujeres".

    Para ello solicit "el edificio que existe en la Convalecencia, que sirvi de cuartel, el cual fue concedido por el gobierno el 4 de enero de 1855, previo

    informe de la Comisin Filantrpica. La fundacin se posterg y all se puso el 28 de marzo de 1882 la "casa de campo para convalecencia de

    expsitos; en 1871 fue edificada por el gobierno; en 1873 la ocup el Asilo del Buen Pastor"; desde 1894 la nueva "Sucursal de la Casa de

    Expsitos"..."

    11 La Comisin Filantrpica fue constituida por el Dr. Ventura Bosch, Mariano Mir y Felipe Botet, se reinstala en septiembre de 1852, y toma a su

    cargo el Hospital de Hombres.

    12 Opinin de Tomasa Vlez Sarsfield, Inspectora del Hospital de Mujeres y vocal de la Sociedad de Beneficencia. Vase, Loudet, O y E. Historia de

    la Psiquiatra Argentina. Buenos Aires. Ed. Troquel, 1971.

    13 El origen de la finca conocida como Convalecencia permaneci incierto. En 1908 el Prof. Jos Penna pidi datos al seor Paul Groussac, que dicen

    lo siguiente: En 1734 el vecino Ignacio Zeballos don a los jesuitas una manzana en el alto de San Pedro, con ms una chacra de sus inmediaciones,

    para que se fundase una casa auxiliar de la Compaa; as se hizo en 1746 y se llam "Residencia de Beln", llamndose "Chacra de Beln" a la finca

    de sus inmediaciones.

    A poco de ocupar, en 1748, el Hospital de Santa Catalina, los betlemitas adquirieron, entre otras, una finca contigua a la Chacra de Beln, para trasladar

    a el Hospital de Santa Catalina; lo obtuvieron en 1793; pocos aos ms tarde la Residencia se convirti en Hospital General de Hombres y en la Chacra

    de Beln se hicieron algunas construcciones, dedicadas a los convalecientes del Hospital. Desde esa poca la parte ms alta de la Chacra de Beln fue

    conocida como Convalecencia. En 1822 pas todo a poder del Gobierno, que ms tarde confi su administracin a la Comisin Filantrpica, extinguida

    a poco de crearse. En 1832 Rosas erigi el Cementerio del Sud en la parte Oeste de la Convalecencia, cercenada ya por la instalacin de los Mataderos;

    en el lado Este exista y se ampli un edificio que sirvi de cuartel en la poca de Rosas. En 1854 la Sociedad de Beneficencia estableci en el local de

    la antigua Convalecencia un hospicio para mujeres, que es el actual Hospital Nacional de Alienadas. En local del cuartel, al Este del anterior, se instal,

    en 1862, la sucursal de la casa de Expsitos. En la misma finca, al norte de la Convalecencia, se habilit en 1863 una casa de Dementes, para hombres.

    Se llam "Hospicio de San Buenaventura" hasta 1873, fecha en que la Municipalidad acord llamarlo "Hospicio de las Mercedes". Ob, Cit. Pg. 7

    14 Los primeros pabellones que comprendan los Servicios Charcot, Pinel, Esquirol, Magnan, Casa de Mquinas y Cocina Central; quedando de hecho

    incorporado el establecimiento al movimiento intelectual y material del pas. Vase, Hospital Nacional de Alienadas (Breves comentarios sobre su

    historia) en Revista Oral de Ciencias Mdicas, Buenos Aires. Archivo Facultad de Medicina. 1945.

    15 Nos referimos concretamente a las Seoras socias de la Sociedad de Beneficencia de la Capital.

    16 Foucault, presenta al "furor como un trmino tcnico de la jurisprudencia y de la medicina; designa muy precisamente una de las formas de la

    locura..." "Pero en el vocabulario del internado dice, al mismo tiempo, mucho ms y mucho menos; hace alusin a todas las formas de violencia que

    estn ms all de la definicin rigurosa del crimen, y de su asignacin jurdica: a donde apunta es a una especie de regin indiferenciada del

    desorden, desorden de la conducta y del corazn, desorden de las costumbres y del espritu, todo el dominio oscuro de una rabia amenazante que

    parece al abrigo de toda condenacin posible..." Ob. Cit. Pg. 2.

    17 Gache, S. La Locura en Buenos Aires. Buenos Aires, imprenta Biedma. 1879

    18 La curiosa historia de este lugar- comprendido en la actualidad, en forma aproximada, por las calles Vieytes, Perdriel y Avenidas Alcorta y Surez,

    dentro de cuyo permetro se alzan los hospitales psiquitricos y el Rawson- se precis recin a comienzos del presente siglo, gracias a las

    investigaciones del historiador Groussac y del higienista Jos Penna. Se sabe que en tiempo de la Colonia, all por 1734, un vecino devoto, D. Ignacio

    Zeballos, don a los jesuitas una manzana de su pertenencia, en lo que entonces llambase Alto de San Pedro, y hoy es el Barrio de San Telmo. All

    deba erigirse una Casa Auxiliar de la Compaa, y eso se hizo en 1746. Se llam la Residencia de Beln y Chacra de Beln a una finca de las

    inmediaciones. Poco despus los betlemitas, curas franciscanos, adhirieron a un solar contiguo a la Chacra de Beln, extendido hacia el oeste, que tom

    nombre de Chacrita de los betlemitas. Al ser expulsados los jesuitas en 1767, los betlemitas pidieron la vieja Residencia y la Chacra de Beln.

    Obtenidas en 1793, pocos aos ms tarde, la Residencia se convirti en Hospital General de Hombres y la Chacra de Beln en sitio de descanso. Desde

    entonces la parte ms alta, que llegaba casi hasta el Riachuelo, por el sudoeste, empez a conocerse como La Convalecencia. En 1822 la reforma

    rivadaviana coloc en manos del gobierno el cuidado de esas fincas, que, al ser creadas, pasaron a la Sociedad Filantrpica. Durante la tirana, esos

    terrenos fueron repartidos entre el cuartel de La Mazorca, los mataderos y el Cementerio del Sud. En 1852 se restituyeron, como es fcil advertirlo, a la

    Sociedad Filantrpica. Vase Castro, Jorge. Los Hospitales Neuropsiquitricos de Buenos Aires. Anales Argentinos de Medicina. 1960.

    19 Vase al respecto, Melndez y Coni, Consideraciones sobre la estadstica de la enajenacin mental en la Provincia de Buenos Aires. Imprenta Coni,

    1880.

    20 En 1881 el Gobierno Nacional, a pedido de la Sociedad de Beneficencia, clausur la Convalecencia, que con una capacidad para 200 enfermas

    albergaba 377. La posterior ampliacin de servicios no impide que 1894, por los mismos motivos, el Gobierno disponga que se limite, en cuanto sea

    posible, la admisin de enfermas cuyo estado no importe un peligro para s mismas o para la sociedad y que puedan ser atendidas en sus respectivos

    domicilios. Archivo General de la Nacin, Actas de la Sociedad de Beneficencia-Hospital Nacional de Alienadas, pg. 206.

    21 El Dr. Osvaldo Egua se gradu como mdico en el ao 1851. Estuvo al lado del fundador del Hospital de la Convalecencia desde el ao de su

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  • creacin, es decir, desde 1854. El doctor Ventura Bosch lo consider el ms eficaz y abnegado de sus colaboradores. Ob. Cit. Pg. 2

    22 Segn Ingenieros, fue director hasta 1869 y Loudet menciona que asumi la direccin en 1871. Si vemos los datos proporcionados por el AGN, con

    la nmina de directores ubicamos al Dr. Egua en el ao 1860 hasta 1890.

    23 Se recibi en la Universidad de Buenos Aires en 1883, su tesis doctoral vers sobre "Localizaciones cerebrales en las alteraciones del lenguaje y la

    visin". Ibd. Cit. 19.

    24 En 1901 se inaugur el Laboratorio, construido segn el modelo de los mejores establecimientos europeos en su gnero, con el propsito de efectuar

    investigaciones de carcter anatomopatolgicas, a la vez que estudios experimentales aplicados a la Psiquiatra. Vase Hospital Nacional de Alienadas,

    Breves Comentarios sobre su historia en Revista Oral de Ciencias Mdicas, pg. 255. Buenos Aires, 1945.

    25 Vase, Archivo General de la Nacin, Actas de la Sociedad de Beneficencia-Hospital Nacional de Alienadas, pg. 207.

    26 El Asilo de Alienadas de Lomas, fue construido en la localidad de Lomas de Zamora, Provincia de Aires, y se inaugur en 1908. - Acerca de la

    Sociedad de Beneficencia, vase "Instituciones de la Sociedad de Beneficencia y Asistencia Social" (1823-1852) Tomo I. Archivo General de la

    Nacin, Buenos Aires. 1999.

    27 La anexin del Instituto Lasala y Riglos se lleva a cabo en 1943 cuando se traslad el Instituto de Asistencia Infantil a la localidad de Moreno, Pcia

    de Buenos Aires. Ver Hospital Nacional de Alienadas, (Breves Comentarios sobre su historia) en Revista Oral de Ciencias Mdicas, pg. 258. Buenos

    Aires, 1945.

    28 Ob. Cit. Pg 2.

    29 A pesar de la clausura se continu atendiendo en el consultorio externo y recibiendo desde octubre de 1934 a aquellas enfermas que por su grado de

    peligrosidad o la urgencia de tratamiento justificaban la necesidad de internacin. Vase, Archivo General de la Nacin, Actas de la Sociedad de

    Beneficencia-