Maisch, R & Pohlhammer, F. - Instituciones Griegas

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COLECCIÓN LADOR

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Maisch, R & Pohlhammer, F. - INSTITUCIONES GRIEGAScostumbres en las diferentes regiones pobladas por los helenos. Estudiando las manifestaciones de su vida cultural, dinámicas y estáticas, describe el medio ambiente donde actuaron los personajes o tuvieron lugar los hechos que integran el contenido de su historia nacional. Mas por razón de la deficiencia e incoherencia de los antecedentes no es posible facilitar nociones igualmente completas de todos los Estados o períodos; tan sólo se hará en tal forma cuando los documentos existen en mayor abundancia o donde desempeñaron un papel considerable en los acontecimientos históricos.De esta suerte, el carácter de las informaciones disponibles nos impone, con harta frecuencia, el limitar la exposición a las dos ciudades de Atenas y Esparta, que desarrollaron la labor más eminente en la política griega, y porque a la vez encarnaban de la manera más genuina los rasgos salientes de ambos grupos étnicos principales, del jonio y del dorio. Pero aun dentro de esta restricción obligada no podemos desarrollar todas las manifestaciones culturales por entero desde su origen hasta su decadencia, sino tenemos que conformarnos en lo esencial con enfocar en una mirada atenta el «clasicismo» propiamente dicho, la época de los siglos V y IV a. de J. C.INDICEIntroducción 1. Concepto de las antigüedades griegas 2. Las fuentes de las instituciones griegas Primera Parte : Los pobladores de la Hélada3. Prehistoria griega 4. Territorio de expansión y nombre genérico de los pueblos griegos 5. Las tres ramas griegas SEGUNDA PARTE : Esparta6. Los orígenes históricos del Gobierno espartano 7. Periecos e ilotas 8. Los esparciatas 9. La realeza 10. La Gerusia 11. Los éforos 12. La Asamblea popular 13. La disciplina espartana 14. La Milicia y la estrategia Tercera Parte : AtenasA. Su historia constitucional :15. La división ática primitiva en clases y estirpes16. La realeza 17. La transición de la monarquía al régimen aristocrático 18. El orden jurídico y las leyes escritas 19. El ambiente económico del siglo VII 20. Solón 21. La tiranía dei/Pisistrato 22. El nacimiento de la democracia 23. El perfeccionamiento de la democracia 24. Derrocamiento y restauración de la democracia25. La democracia hasta la época de los Diadocos26. El Estado ático en los tiempos helenísticos y bajo la dominación romana B. La organización del Estado27. Los elementos de la población 28. La Asamblea popular 29. El Consejo de los Quinientos y el del Areópago30. Los magistrados EL ORDEN JURÍDICO31. Los nueve arcontes 32. Los Tribunales 33. Los procedimientos en una acusación pública 34. Los trámites de una causa civil 35. El procedimiento de lo criminal FINANZAS36. Medidas áticas de longitud, superficie y capacidad37. El sistema monetario y ponderal 38. La situación financiera en general 39. Ingresos y gastos40. La «Liturgia» (prestaciones en especies) LA ADMINISTRACIÓN INTERIOR41. La inspección pública 42. Servicios de orden público EL CULTO43. Los santuarios 44. Sacerdotes y adivinos 45. Los oráculos 46. Oraciones y sacrificios 47. Los misterios 48. Fiestas públicas 49. Las representaciones dramáticas 50. El teatro LA MILICIA51. El Ejército 52. La Armada C. La vida privada 53. La casa 54. El mobiliario 55. El traje 56. La familia 57. La educación e instrucción 58. Los funerales y la tumba CUARTA PARTE : Panhelénica59. La hospitalidad 60. Las anfictionías 61. Las Ligas de naciones 62. Las fiestas nacionales 63. Los festejos Olímpicos Epílogo índice alfabético Ilustraciones

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  • C O L E C C I N L A D O R

  • c'y -t~F. POHLHAMMER

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    ArmauirumqueArmauirumque

  • COLECCIN LABOR

    Lea V.en las llimas pgin as

    de esle manual :

    3a lista de los manua- < les publicados, que le dar una idea de la variedad y nmero de temas tratados en esta importantsima Coleccin

    E l C atlogo general de C oleccin Labor

    s e enva gratis

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    P L A N G E N E R A L

    S e c c i n 1 S e c c i n V II

    Ciencias filosficas Geografa

    S e c c i n 11 S e c c i n V IIIEducacin Ciencias jurdicas

    S e c c i n III S e c c i n IX

    Ciencias literarias Politica

    S e c c i n I V S e c c i n X

    Artes plsticas EconomaJ__ 1

    S e c c i n V

    Msica

    S e c c i n X I Ciencias exactas, fsicas y qumicas

    S e c c i n V I S e c c i n X II

    Ciencias histricas Ciencias naturales

  • SECCION VI : CIENCIAS HISTORICASV O L M E N E S P U B L I C A D O S

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    16 lm inas y 2 n iaras en color.Paleografa espaola (dos volm enes), original del P rofesor A g u s t n M . *

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    y 3 m npas en co lo r .La Edad Media en la Corona do A ragn, por el P rof. A . G i m n e z S o l e r .

    Con 02 grabados, 32 lm inas y 4 m npas en color.H istoria de R usia, por A l e x i s M a r k o f f . Con 60 figuras, 16 lm inas y

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    m inas en negro y una en color.Ideales culturales de la Edad Media, III, por V a l d e m a r V e e l . Con 2 4 lm inas.

    ----------------------- V O L M E N E S E N P R E N S A -----------------------H i s t o r i a n r d i c a , por J o i i a n O t t o s e n .H i s t o r i a d e l a c o l o n i z a c i n , p o r G o n z a l o d e R e p a r a z .M itologa n r d i c a , p o r E. M o g k .Ideales culturales de la Edad Media, '. por V. V e h e l .Civilizaciones antiguas d e l Asia M enor, p o r F l i x S a r t i a u x .

    -------------- V O L M E N E S E N P R E P A R A C I N --------------Introduccin al estudio de la H isteria, per el Prof. E . B e r n h e i m .H istoria de P o lo n ia . Historia de Suiza. Historia de A lem ania. Ln

    Espaa prim itiva. La m oneda h isp n ica . Edad Media en la Corona do C astilla .Los ltc jc s C atlicos. Historia d las Naciones iberoam ericanas.

  • COLECCIN LABOR

    SECCIN VI

    CIENCIAS HISTRICASN." 280

    BIBLIOTECA DE INICIACION CULTURAL

  • INSTITUCIONESGRIEGAS

  • R. MAISCH-F. POHLHAMMER

    INSTITUCIONES GRIEGAS

    Traduccin del alemn

    por cl

    D r. W IL H E L M Z O T T E R

    E D IT O R IA L LABOR, S. A. : BARCELONA-BUENOS AIRES

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    ES PROPIEDAD

    Talleres Tipogrficos de l^DITOtlAIy LABOR, S. A. : Provenza, 88, B a r c e l o n a

  • INDICE

    P gs.

    Introduccin ............................................................................................. 71. Concepto de las antigedades griegas............................. 72. Las fuentes de las instituciones griegas........................ 8

    P r i m e r a P a r t e : Los pobladores de la H l ad a

    3. Prehistoria g r ie g a ................................................................. 114. Territorio de expansin y nombre genrico de los

    pueblos g r iegos................................................ 135. Las tres ramas gr iegas................. ..................................... 14

    S e g u n d a P a r t e : E s p a r t a

    6. Los orgenes histricos del Gobierno esp a rta n o .. . . 177. Periecos e i lo ta s .............................................. 188. Los esparciatas................................................ 209. La r e a le z a ................................................................................. 23

    10. La G e r u s ia ............................................................................... 2511. Los fo r o s ......................................................... 2712. La Asam blea p o p u la r .......................................................... 3013. La disciplina e sp a r ta n a ...................................................... 3114. La Milicia y la e s tr a te g ia ................................................ 33

    T e r c e r a P a r t e : A te n a sA. Su historia constitucional :

    15. La divisin tica prim itiva en clases y estirpes. . . . 3916. La r e a le z a ................................................................................. 4117. La transicin de la monarqua al rgimen aristo

    crtico ............ .......................................................................... 4218. El orden jurdico y las leyes escritas.......................... 4419. El am biente econm ico del siglo v u .......................... 4720. Soln .................................................................. 4821. La tirana d e i/P is is tr a to ................................................... 5222. E l nacim iento de la d em o cra c ia ................................... 5523. E l perfeccionam iento de la d em ocracia ..................... 5924. Derrocamiento y restauracin de la dem ocracia. 6325. La democracia hasta la poca de los D iadocos. 6526. E l Estado tico en los tiem pos helensticos y bajo

    la dominacin r o m a n a ............................... 67

  • 6 R. MAISCH - F. POHLHAMMER

    B. La organizacin del Estado : Pgs.27. Los elementos de la poblacin.................................. 6928. La Asamblea p o p u la r.................................................. 7329. El Consejo de los Quinientos y el del Arepago. . . 7930. Los m agistrados............................................................. 82

    E l orden jurdico :31. Los nueve arcon tes....................................................... 8432. Los T ribunales............................................................... 8633. Los procedimientos en una acusacin pblica . . . . 8934. Los trmites de una causa c iv il .............................. 9135. El procedimiento de lo crim inal.............................. 94

    F inanzas :36. Medidas ticas de longitud, superficie y capacidad. 9637. El sistema monetario y p o n d era l............................ 9738. La situacin financiera en gene ra l.......................... 10039. Ingresos y gastos.......................................................... 10140. La Liturgia (prestaciones en especies)............... 104

    La Administracin interior :41. La inspeccin pb lica .................................................. 10542. Servicios de orden p b lico ........................................ 106

    E l Culto :43. Los san tu a rio s ............................................................... 10844. Sacerdotes y adivinos.................................................. 11245. Los o rcu los................................................................... 11446. Oraciones y sacrificios................................................. 11947. Los m iste rio s .................................................................. 12448. Fiestas p b licas ............................................................. 12849. Las representaciones d ram ticas .............................. 13450. El t e a t r o .......................................................................... 138

    La Milicia :51. El E j rc ito ...................................................................... 14552. La A rm ada..................................................................... 149

    C. La vida privada :53. La c a s a ............................................................................ 15354. El mobiliario .................................................................. 15855. El t r a j e ............................................................................ 16656. La fam ilia ....................................................................... 17357. La educacin e instruccin ........................................ 17658. Los funerales y la tu m b a .......................................... 179

    Cuarta P a rte : P anheln ica59. La hosp ita lidad ............................................................. 18360. Las anfictionas............................................................. 18461. Las Ligas de naciones................................................. 18762. Las fiestas nacionales.................................................. 19263. Los festejos Olm picos................................................. 194

    Eplogo ............................................................................................ 204ndice alfabtico ........................................................................... 205Ilustraciones................................................................................... 211

  • INTRODUCCION

    Hasta las mismas ruinas que ha dejado la ya lejana civilizacin griega, nos ensean todava de qu manera nuestra existencia, aun en medio de la vida moderna, pudiera resultarnos ms llevadera.

    R i c a r d o W a g n e r

    l. Concepto do las antigedades griegas

    La Arqueologa griega entendida en su sentido ms amplio se propone hacer una reconstitucin exacta de la vida pblica y privada entre los an tiguos griegos, conforme a las particularidades propias del pas y de sus habitantes, teniendo en cuenta el factor evolutivo de diversas pocas, as como las discrepancias de costumbres en las diferentes regiones pobladas por los helenos. Estudiando las manifestaciones de su vida cultural, dinmicas y estticas, describe el medio ambiente donde actuaron los personajes o tuvieron lugar los hechos que integran el contenido de su historia nacional. Mas por razn de la deficiencia e incoherencia de los antecedentes no es posible facilitar nociones igualmente completas de todos los Estados o perodos ; tan slo se har en ta l forma cuando los documentos existen en m ayor abundancia o donde desempearon un papel considerable en los acontecimientos histricos.

  • 8 R. MAISCH - F. POHLIIAM MER

    De esta suerte, el carcter de las informaciones disponibles nos impone, con harta frecuencia, el lim itar la exposicin a las dos ciudades de Atenas y Esparta, que desarrollaron la labor ms eminente en la poltica griega, y porque a la vez encarnaban de la m anera ms genuina los rasgos salientes de ambos grupos tnicos principales, del jonio y del dorio. Pero aun dentro de esta restriccin obligada no podemos desarrollar to das las manifestaciones culturales por entero desde su origen hasta su decadencia, sino tenemos que conformarnos en lo esencial con enfocar en una m irada atenta el clasicismo propiamente dicho, la poca de los siglos V y IV a. de J . C.

    2. Las fuentes de las instituciones griegas ft)

    Debemos nuestros conocimientos acerca de las instituciones griegas, en parte a las obras literarias, en parte a los monumentos arqueolgicos.

    La L iteratu ra arranca con las epopeyas homricas, que trazan un cuadro sugestivo de la cultura arcaica. El desenvolvimiento progresivo de los organismos pc-

    Uticos puede ser rehecho con noticias sueltas de los historiadores (Herodoto, Tucidides, Jenofonte, Polibio, Diodoro, Plutarco y otros), y oradores (Lisias, Iscrates, Demstenes, Esquines, etc.) ; adems, Aristteles nos suministra una narracin circunstanciada en su Poltica y sus Constituciones ( 17). Para la apreciacin de la vida ntim a de los griegos encontramos en la comedia antigua (Aristfanes) una de las fuentes principales. Por ltimo, disponemos de muchos datos valiosos relacionados con todos los aspectos de la vida en la antigedad, que se hallan dispersos en los comen-

    (1) Una sinopsis de las fuentes literarias relacionadas con la historia griega puede consultarse en el tom o de S w o b o d a , H istoria de Grecia, de la C o l e c c i n L a b o r , n. 267-268.

  • INSTITUCIONES GRIEGAS 9

    tarios o escolios y compilaciones lexigrficas (Suidas, Hesiquio, Harpocracio, Estfano de Bizancio y otros ms).

    La segunda clase de informaciones nos ofrecen los vestigios de la cultura material. Su contemplacin ocasiona un arrebato de tristeza que invade el alma al demostrarnos la inconsciencia de las cosas humanas ; pero, por otra parte, la misma grandiosidad de estos restos dara fe de un esplndido pasado, aun cuando carecisemos por completo de otras indicaciones histricas.

    Como mudos testigos nos instruyen las ruinas de Troya, Micenas y Tirinto, desenterradas de sus propios escombros milenarios, as como las reliquias de Olimpia, Delfos y Prgamo, sacadas a la luz entre el secular material de derribo, nos hablan elocuentemente las obras m aestras de la Acrpolis en Atenas y las numerosas creaciones originales de la A rquitectura, Escultura, P in tura y de las industrias artsticas, albergadas en nuestros museos. Tambin la Numismtica es una ayuda preciosa para el estudio de muchos pormenores caractersticos de la Antigedad, permitiendo formarnos idea de algunos de los monumentos ms importantes desaparecidos ya para siempre. Conocemos tam bin, actualmente, muchos miles de inscripciones que, como documentos autnticos de la poca, nos revelan noticias de inm ediata aplicacin a la vida pblica ; he ^qu sanciones de autoridades y decisiones de las asambleas populares, decretos sacramentales, tratados, lpidas referentes a la construccin de edificios, actas de manumisin, cuentas sobre gastos del Estado, inventarios de tesorera y recaudacin de tributos, listas de arcontes, magistrados de culto, de vencedores en juegos, de efebos, etc. De una im portancia muy parecida para nuestros conocimientos de la vida privada (especialmente la historia del tra je y de enseres domsticos) re-

  • 10 K. MISGH - F. POHLIIAMM ER

    sulta la riqueza en asuntos de la pintura cermica que reproduce con la m ayor fidelidad un repertorio curioso de mltiples escenas de la vida cotidiana.

    Por fin, tambin el folklore y las tradiciones de los griegos modernos pueden ser utilizados para establecer conclusiones retrospectivas, porque permiten comparaciones de analoga con los tiempos de la Antigedad, ya que entre la gente humilde algunos usos y costumbres se han conservado como supervivencias sin adulteracin hasta hoy da.

  • PRIM ERA PARTE

    Los pobladores de la Hlada

    3. Prehistoria griega

    No hay pueblo que conozca su propia infancia. Cuando unos grupos tnicos, constituyendo ya unidad, empiezan a desempear un papel en el escenario de la Historia universal, las nuevas tareas apremiantes del momento les hacen olvidar muy pronto los hechos de su pasado ms modesto. Sin embargo, siguen ntim amente ligados con l, siendo su patrimonio un cmulo de habilidades tcnicas y adquisiciones ingentes de cultu ra inm aterial como su idioma peculiar, un tesoro de antiguas tradiciones y ciertas prcticas del culto religioso. La Filologa comparada ha demostrado con entera evidencia que los antiguos griegos forman parte de la gran familia lingstica y tnica, a que pertenecen, adems, los indos e iranios, los itlicos, celtas, germanos, lituanos y eslavos.

    Desde la cuna de la gran comunidad de pueblos indoeuropeos, que anteriorm ente se buscaba en la regin del Oxus superior y Yaxartes, mientras en la actualidad se considera con ms razn como su primitivo asiento a las estepas de la Rusia meridional, los griegos inmigraron a su patria definitiva con toda probabilidad llegando desde el Norte, cruzando las llanuras

  • 12 R. MAISCir - F. POHLHAMMER

    de la cuenca danubiana. Al igual de como se efectu la transmigracin de pueblos germnicos al principio de la Edad Media, este lento movimiento migratorio se llev a cabo durante largos perodos y por repetidas etapas de avance ; desde que penetraron en los pases balcnicos su progresin qued continuamente re tardada por los obstculos orogrficos de escarpadas murallas roqueas que cierran la pennsula en sentido transversal.

    La poblacin ms antigua de Grecia (1) conocida por la tradicin son los pelasgos, sobre los cuales se ofrecen tan encontrados pareceres desde Herodoto hasta nuestros das ; luego los lelegos, cadmeos, abantes y otros. Plena seguridad de su existencia poseemos nicamente sobre los minios, cuyas poderossimas construcciones de represas y canales transform aron vastos pramos de la B eoda en terreno bien cultivado. En cambio, las excavaciones hechas por Schliemann en Mi- cenas, T irinto y Orcomenos, nos proporcionan una visin de sorprendente claridad acerca del perodo arcaico de la cultura griega, denominada micni- ca . Dichos descubrimientos nos ensean que era una poca de esplendor alcanzado bajo un rgimen de gobierno desptico, de rasgos semejantes a los de las grandes potencias que florecieron en el Asia Anterior. Los mismos griegos tuvieron conciencia del arraigado influjo de Oriente sobre su cultura prim itiva, pues intentaron explicarlo por unos cuentos peregrinos sobre inmigrantes de tierras extranjeras (Cecrops, Cadmos, Danaos, Pelops).

    La situacin geogrfica tan favorable de Grecia, colocada entre dos mares y como natural eslabn entre dos continentes, fomentaba desde todo un principio el

    (1) Comprese sobre esta cuestin y muchas otras similares H e i n i i i c h S w o b o d a : H istoria de Grecia, C o l e c c i n L a o k , nmeros 267-268.

  • INSTITUCIONES GRIEGAS 13

    contacto y el intercambio con el extranjero civilizado. Pero los impulsos decisivos de su desarrollo los recibi Grecia, por cierto, de otra cultura prehelena, esencialmente m artim a (egea) y por eso equivocadamente identificada con los fenicios, que se mencionan todava en la Odisea como navegantes intrpidos, ora ocupndose de piratera y caceras humanas para surtir el mercado de esclavos, ora negociando sus m anufacturas y tro cando valiosas obras de arte.

    4. Territorio de expansin y nombre genrico de los pueblos griegos

    Con el nombre colectivo de griegos designamos un conjunto de grupos tnicos bastante diferenciados entre s en cuanto a su abolengo, idioma y costumbres, que a partir del comienzo de la poca histrica ocupaba la parte meridional ms constreida de la pennsula balcnica (aproximadamente desde la secante de las m ontaas Cambnicas) y que de all salieron a colonizar hacia el Este todas las islas y todo el litoral del Mar Egeo, hacia el Oeste a Sicilia y el Medioda de Italia ( Graecia M agna) y hacia el Sur varias localidades de Egipto, de Libia y ta l vez de Tnez ; adems poblaron la totalidad del Mar Negro, muchos sitios im portantes del Mar Adritico y hasta algunos puntos en las costas de E truria , Liguria, Galia e Hispania. Las olas amargas baan a todas las colonias helnicas dice Cicern y los pases de los brbaros estn en cierto modo realzados por una orla de tierras griegas .

    De manera que el territorio donde en su tiempo se oan las melodiosas cadencias de la lengua griega fu incomparablemente ms extenso que la Grecia moderna. La palabra griego se deriva del latn Grai ( Graji), Graici, Graeci, y originalmente se aplicaba a una sola tribu, pie habit la Grecia occidental (por lo tanto, la

  • 14 R . MAIS CII - F. POHLHAMMER

    regin ms prxima a Italia), en el Sur del Epiro. Desde alrededor del siglo vu los griegos se llamaban a s mismos helenos y a su pas la Hlada.

    Pero tambin estas voces lian nacido de un nombre propio, que al principio significaba tan slo un distrito de la Tesalia meridional y gan terreno propagada por la reputacin de sus moradores (dorios?). A la verdad, los helenos no tardaron en sentirse como un solo pueblo, unido por los vnculos de la sangre, de la lengua y de sus costumbres, en oposicin manifiesta con los que chapurrean (brbaros) ; pero de este concepto vago fermentaba tan slo muy paulatinam ente (durante las guerras contra los persas y cartagineses) la idea de una nacin en el sentido poltico. D urante toda la poca histrica, los griegos, con frecuencia subdivi- didos por comarcas geogrficas o grupos tnicos, siguen ostentando considerables divergencias en sus respectivos dialectos y formas de culto, en las modalidades que exteriorizan sus costumbres y cultura especficas, diferenciacin que se refleja fielmente en el pronunciado particularismo de los Estados.

    5. Las tres ramas griegas

    I. Los jo n i os

    Al parecer, las Iribus jonias eran las primeras que se establecieron en Grecia ; en el momento que empieza la tradicin histrica ocupaban ya la regin del tica (y Eubea), as como toda la pennsula del Peloponeso. En cambio, la palabra jonio es de origen ms reciente, tomada de una ram a asitica menor. Prim itivam ente, el tronco jonio debe haberse llamado aqueo, y en la epopeya este nombre se aplica todava para la totalidad de los griegos. La lengua jonia, que entre sus dialectos hermanos se nos presenta como la ms evolucionada

  • INSTITUCIONES GRIEGAS 15

    y desgastada, era en lo antiguo la nica usada por los poetas y escritores. Entre este grupo lingstico, el tico constituye una variedad con matices y modismos de carcter especialmente arcaico.

    II. Los dorios

    Herodoto establece una completa diferencia entre las tribus jonias y dorias. stas llegaron las ltimas de todas a Grecia y lentam ente sometieron y absorbieron los Estados aqueos de la lida, Arglida, Flo, Corinto, Sicione, la Laconia y, por fin, a la Mesenia. El habla de los dorios, su carcter desapacible y rudas costumbres (el dorismo) se conservaron durante ms tiempo en Esparta.

    La colonias jonias y dorias en el Asia Menor y la Gran Grecia. Acometido por el impetuoso avance de los dorios, que se introdujeron en forma de cua entre la poblacin aquea, sta qued partida en dos y la fraccin residente en el Peloponeso tuvo que emigrar allende los mares al Este y Oeste, dirigindose a las islas del Mar Egeo y Jonio, a las riberas del Asia Menor, de la Italia Meridional y de Sicilia, para conquistarse con las armas o fundar pacficamente sus nuevos establecimientos. De manera m uy diferente, el orgullo de las colonias dorias despert tan slo bastante tarde, cuando la drica Esparta haba asumido la hegemona poltica en su pennsula y hasta sobre los dems Estados griegos, recordando entonces las poblaciones de la parte meridional del archipilago y de la costa Sudoeste del Asia Menor que hubo entre sus inmigrantes tambin unas cuantas estirpes oriundas de la Laconia, que convirtieron en fundadores ep- nimos.

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    III . Los eo l ios

    Todos los habitantes q u e ,no podan ser incluidos entre los jonios o dorios, los comprendan los griegos con el denominador comn de eolios ( = los mezclados). En el sentido estricto de la palabra, el apelativo de Elida se aplic a las colonias de la costa Noroeste del Asia Menor con las islas adyacentes (Tenedos y Lesbos) ; estas ciudades apuntaban a las regiones alrededor de las bahas mlica y pagasea como su pas de origen, y, en efecto, el lenguaje de los eolios, brillantemente representado por las poesas de Alceo y de Safo, conserva rasgos muy arcaicos y parece estar emparentado con los dialectos de la Tesalia y Beocia.

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  • SEGUNDA PARTE

    Esparta 6. Los orgenes histricos del Gobierno espartano

    Entre todos los Estados dricos, Esparta nos ofrece el ejemplo ms tpico de pueblo guerrero. Su Constitucin poltica, que tan ta admiracin mereca desde los tiempos de la Antigedad, depende con todas sus singularidades caractersticas de la manera particularsima en que se efectu la conquista del valle de Eurotas por los dorios.

    A raz de la migracin de los dorios, que irrumpieron en el Peloponeso procedentes de la Grecia Central, una columna de los invasores se extendi por el valle superior del Eurotas, desde donde, por una lucha secular, penetr poco a poco aguas abajo hacia la frtil llanura ocupada por las poderosas ciudades aqueas. Frente a la plaza fuerte de Amclea los intrusos establecieron un gran campamento fortificado, dando origen despus a la poblacin de E sparta, que era una aglomeracin de cinco aldeas abiertas (Pitane, Mesoa, Limnai, Kyno[s]ura y Dyme). Ya que el continuo estado de guerra entre dorios y aqueos perdur en el valle del Eurotas ms tiempo que en ninguna otra parte del Peloponeso, pues se prolong hasta los tiempos histricos, esta vida de campaa y sobre pie de guerra, prac-

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    Licada por muchas generaciones, di nacimiento a un Estado militar, que tena por prim era finalidad la de estar continuamente en disposicin para entrar en la lucha con sus enemigos. La organizacin de su comunidad, que difiere muchsimo de aquella de los dems Estados helenos, se conceptuaba ms tarde como obra

    de un sabio legislador, de nombre Licurgo (fig. 1), a quien se tributaban honores divinos en Esparta.

    7. Periecos e ilotas

    Los descendientes de la poblacin prim itiva, subyugada por los inm igrantes dorios, fueron reducidos a servidumbre: son los periecos e ilotas. La suerte distinta que cupo a ambos, puede que fuese originada por la especie de resistencia que opusieron, segn que se sometieran de grado o si final

    mente quedaron aplastados por las armas.Los periecos, -, o sean los habitantes de

    los numerosos lugares a lo largo de la fosa del Eurotas, no posean derechos polticos algunos, pero disfrutaban de libertad personal y no se les pona trabas a la posesin y adquisicin de propiedades ni al ejercicio de sus profesiones ; adems de dedicarse a la agricultura, los periecos se ocupaban afanosamente en el comercio y la m anufactura (especialmente la industria siderrgica). Aunque las localidades mayores disfrutaban de cierta autonoma, quedaban sometidas a una estrecha

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    vigilancia e inspeccin de los gobernadores militares (harmostes) espartanos. E staban incluidos en el nmero de los combatientes y participaron en la guerra en calidad de soldados pesadamente arm ados; en Platea cinco mil periecos lucharon al lado de igual nmero de hoplitas espartanos. Debido a que el conjunto de los verdaderos ciudadanos espartanos mermaba de continuo, mientras el aumento del podero de E sparta requera contingentes cada vez mayores de milicia, la capital se vea obligada a adm itir en sus ejrcitos un nmero siempre creciente de periecos.

    Los ilotas (1) ocupaban una situacin muy inferior a los periecos ; eran adscritos a la gleba y propiedad del Estado que, formando parte integrante de los bienes rur,ales de ciudadanos espartanos, tenan que cultivar sus fincas y entregarles un canon prefijado de su cosecha anual. E ra lcito el que adquiriesen un peculio personal, pero sus dueos no podan nunca manumitirlos ni venderlos fuera del pas. Ellos seguan a los amos en calidad de escuderos ; as en Platea se contaban siete ilotas por cada guerrero espartano. Pero posteriormente tambin prestaban servicio como soldados de armas ligeras y como remeros, y desde la guerra del Peloponeso eran incorporados a filas incluso como hoplitas. Cuanto mayor era su superioridad numrica y por ende ms peligrosos pudieron parecer, tanto ms creca la desconfianza y aum entaba la crueldad con que los espartanos los tra taban . Para poder asesinarlos impunemente y sin gravarse con deuda de sangre alguna por homicidio, los foros les declaraban pblicamente la guerra cada ao, al asumir su cargo. Una institucin (cripiia) organizada a propsito para

    (1) Mejor hellas de kX coger, aprisionar, o lla mados as por la ciudad de Helos, voz que proviene de ', que significa los pantanos y marismas que haba originarios en aquel pas.

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    la dominacin y persecucin de los ilotas funcionaba sin cesar : la juventud espartana andaba por las campias de todo el Estado y para ejercitarse en el manejo de las armas m ataba a m ansalva a cualquier ilota que le pareca sospechoso. En cierta ocasin, durante la guerra del Peloponeso, se hicieron pasar a cuchillo en un solo da a 2000 ilotas que acababan de distinguirse en el campo de batalla por su valor personal. Esta matanza en masa, elevada a sistema, metdicamente ejecutada, da una idea cabal de lo que eran los Estados de bandolerismo salvaje, formados por los dorios en la poca protohistrica. Por su parte, los ilotas se vengaban desde luego provocando tremendas rebeliones, que repetidas veces llevaron a E sparta al borde de la ruina.

    8. Los esparciatas

    Para diferenciarse de la poblacin oprimida, o sea de los periecos e ilotas, los ciudadanos libres de la comunidad dominadora drica se llamaban esparciatas (los habitantes naturales de la comarca en general y en particular de su capital son los espartanos); en cambio, en sus relaciones con el extranjero, la denominacin oficial del Estado era lacedemonio. Estaban divididos en las tres philas dricas antiguas, a saber : la de los hileos, de los dimanes y de los pmfilos, clasificadas en 27 fratras. Hubo adems otra agrupacin secundaria, de carcter local, por cinco distritos, que son las cinco aldeas, , de Esparta ya mencionadas ( 6), de las que las 30 (?) secciones, , eran probablemente subdivisiones. Los plenos derechos de ciudadana se obtenan slo por nacimiento ; para disfrutarlos era obligatorio haber recibido una educacin prescrita por el Estado y asistir a las comidas pblicas ( 13), lo que equivala a tener una renta adecuada para proveer los

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    gastos respectivos. Estos ciudadanos se llamaban entre s los iguales, , para indicar que posean todos los mismos derechos ; aquellos que no reunan las dos ltimas condiciones expresadas anteriormente, constituan una clase de semi-ciudadanos, , la cual posea todos los derechos civiles, pero careca de los polticos. Cada esparciata posea tierras laborables, = pegujal, pero l mismo se desentenda de su cultivo, del que estaban encargados sus ilotas ; de consiguiente poda dedicarse sin preocupacin alguna a su vida m ilitar. Segn la tradicin, los conquistadores dividieron el terreno disponible en 9000 (?) lotes, todos de casi igual extensin, que se transm itan como mayorazgo inalienable e indivisible al primognito. A pesar de esta precaucin tom ada, andando el tiempo se desarroll cierta desigualdad en el estado de posesin, que al principio era parcialmente obviada gracias a la continua expansin de E sparta y el reparto de los nuevos territorios (por ejemplo, deMesenia por Polidoro) ; pero, a pesar de todo, el desequilibrio se reprodujo en forma cada vez ms acentuada, de m anera que tambin en Esparta se empezaba a conocer la contraposicin de ricos y pobres. E sta transformacin fu acelerada notablem ente por una ley promulgada por el foro Epi- tadeo, permitiendo a todo ciudadano, aunque tuviese descendencia propia, donar sus fincas en vida o bien testarlas a quien le pluguiese. A partir de entonces la venta de las tierras se haca bajo la apariencia de una cesin o herencia y de este modo casi toda la propiedad inmueble qued finalmente en manos de unos cuantos que se daban una vida regalada, m ientras que la gran masa de los esparciatas empobrecidos, no pu- diendo ya pagar su cuota para la mesa comn (sisiiias), perdieron su derecho de ciudadana.

    E l acopio de latifundios y el estancamiento de los bienes races en pocas manos estaba estrechamente

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    relacionado con la calamidad principal que afliga a Esparta, que era la continua disminucin de los esparciatas. Dice Aristteles muy bien, que E sparta debi su ruina a la falta de hombres, (Polibio : ). Como en E sparta la admisin de nuevos ciudadanos 110 se practicaba casi nunca, el nmero de sus miembros sufra un constante retroceso a causa de las prdidas experimentadas en las guerras. Este proceso de consuncin no se lograba parar ni recompensando a las familias que tenan tres o cuatro varones, ni castigando a los que no se casaban o que contraan matrimonio demasiado tarde - . Durante las guerras mdicas los esparciatas eran todava unos 80"0 y en el ao 371 a. de J . C. apenas se contaban 1500, pero Aristteles calculaba para su poca (aproximadamente 300 a. de J . C.) la cifra de los esparciatas en menos de 1000 hombres ; y cuando en 243 a. de J . C. el rey Agis IV empez a gobernar, se hallaban reducidos a 700, de los cuales un centenar haban acaparado todas las propiedades del pas.

    A medida que aum entaba tam aa desproporcin de las propiedades individuales, contrastando de la manera ms chocante con la antigua mxima espartana de vida idntica de la comiudad y de derechos iguales para todos los ciudadanos, los patriotas se iban convenciendo siempre ms firmemente de que en los tiempos pasados, cuando an estaba vigente la legislacin de Licurgo, su vida era mucho ms digna y soportable, porque entonces todos explotaban campos propios de la misma extensin. Credo en la eficacia que tuviera el retorno a la situacin primitiva, el rey Agis IV emprendi la tarea de restaurar la Constitucin de Licurgo , distribuyendo por igual todas las tierras laborables entre 4500 esparciatas ; para alcanzar este nmero se deba completar admitiendo a algunos periecos. Esta tentativa reformista bienintencionada fracas ante

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    la oposicin de los grandes propietarios, y el magnnimo rey fu condenado a muerte. La renovacin por l proyectada la logr llevar a la prctica el enrgico rey Clemenes (desde 235 a. de J . C.), dando muerte a los foros, suprimiendo el eforato y la gerusia, condonando las deudas contradas, parcelando nuevamente el te rreno del Estado y aumentando hasta 4000 el nmero de los ciudadanos capaces de llevar las armas ; pero despus de la desgraciada batalla de Selasia (221 a. de J . C.) el vencedor Antigono de Macedonia aboli todas las innovaciones de Clemenes, porque se calumniaba el movimiento democrtico revistindolo de un carcter comunista, y con ello termin para siempre el papel que Esparta haba desempeado en la historia.

    9. La realeza

    Quiz el rasgo ms sorprendente en la Constitucin espartana es el dualismo personal de su rgimen monrquico. Haba en E sparta dos dinastas, los Agiades y los Euripntides, que se dijeron oriundos de Eurs- tenes y de Proeles, los hijos del invasor Aristodemo. Puesto que semejante duplicidad del sumo poder en realidad est en pugna con el carcter de un Estado esencialmente guerrero, se intent explicar este hecho en poca moderna admitindolo como resultado de una m utua concesin entre dos familias de prncipes, jefes de comunidades distintas (dos dricas o una doria y una aquea?). Para Aristteles la verdadera finalidad de esta diarqua consista en impedir extralim ita- ciones de la realeza, manteniendo en perpetua rivalidad a ambas dinastas. En efecto, ambas Casas reinantes vivieron siempre en discordia y su separacin se sostena de intento, ya que ambos conservaban sus moradas, sus enterramientos y sus funciones de culto aparte. La sucesin hereditaria recaa directamente en el primer

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    varn nacido despus del advenimiento al trono del padre ; a falta de hijo, el gobierno pasaba a manos del pariente agnado varn ms prximo, el cual asimismo era nombrado tutor-regente, ,, durante la minora del prncipe heredero legtimo.

    Los reyes espartanos ostentaban el ttulo oficial de conductores (, daces) y, por lo tanto , originalmente reunan el cargo del general en jefe, del primer juez y del sumo sacerdote en una persona, lo mismo que los caudillos de la poca homrica ( 16); pero corriendo el tiempo vieron sus/atribuciones cada vez ms restringidas e iban perdiendo su posicin preponderante dentro del Estado en beneficio de los foros, que a su vez aumentaron de continuo su autoridad.

    En la cualidad de pontfices hacan los sacrificios peridicos que se celebraban en nombre del Estado durante la paz o las hostilidades y por medio de dos internuncios ( pitios) nombrados por ellos estaban encargados de comunicarse y consultarse con el orculo dlfico. De su antiguo poder judicial, que casi integralmente pas a manos de los foros y de la Gerusia, slo retenan la exclusiva de pronunciar las sentencias en asuntos litigiosos de Derecho de familia, principalmente en lo que se refera al casamiento de herederas hurfanas (epiclricas) ; asimismo haban de reconocer las adopciones efectuadas por las tribus, una funcin muy im portante en aquella sociedad cuya aristocracia subsista como comunidad cerrada. Siendo jefes supremos del ejrcito tenan en un principio el derecho de declarar la guerra, que ms tarde fu transferido a la asamblea del pueblo, cuyas decisiones, sin embargo, de hecho le eran casi impuestas por los foros. Desde el ao 506 nicamente era lcito que slo uno de los reyes entrara en campaa ; en este caso recobraba sus antiguos privilegios substanciales, ejerciendo un poder ilimitado sobre las personas y sus vidas, as como el libre

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    arbitrio sobre las operaciones militares, pero tambin cargando con las respectivas responsabilidades, pues a causa de empresas malogradas podan pedrsele cuentas y reparaciones, por cuyo motivo estaba siempre acompaado de dos foros que constantemente vigilaban su conducta y sus actos.

    Mucho mayores que los derechos eran los honores de que disfrutaba la realeza espartana, aun durante la poca histrica. Sus ingresos se nutran del producto obtenido por el arriendo de extensos dominios de la Corona a los periecos, de un tercio del botn de guerra, una porcin de la carn de todos los animales sacrificados y de un leclioncillo de cada camada de todos los cerdos. Adems, todos los banquetes regios corran a expensas del Estado y en las comidas pblicas se les serva racin doble. La m uerte de alguno de los soberanos era considerada como una calamidad pblica y se celebraban sus funerales con inusitada pompa. El luto general del pas duraba 10 das y por lo menos dos miembros en cada familia esparciata tenan que vestir de luto ; los periecos e ilotas acudan por millares con sus mujeres desde todas las partes de la Laconia, excedindose en lamentaciones por la desgracia ocurrida y en alabanzas del real difunto, a quien dispensaban homenajes extraordinarios, no como a un simple mortal, sino como a un hroe .

    10. La Gcrusia

    Al igual que en otros Estados griegos, la realeza de Esparta estaba asistida por una comisin de jefes de las principales familias, llamada el Consejo de los Ancianos ( Gerusia), que cooperaba en las deliberaciones y resoluciones del Estado. Ahora bien, se observa en todos los Estados helnicos, lo mismo que en Roma, cmo la potestad regia de la antigua m onarqua m ilitar

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    iba siempre menguando, lenta pero continuamente, mientras la influencia ejercida por el Consejo senatorial adquira cada vez mayor importancia ; el gobierno poltico pasa casi inadvertidam ente de la realeza al poder colectivo de los cabecillas gentilicios : el rgimen monrquico evolucion hacia la aristocracia, sin que ambos estuviesen separados pr una lnea divisoria muy definida. Por muy probable que sea que la impericia individual de algunos reyes, las contiendas por el trono vacante, las continuas rencillas entre las Casas reinantes y los reveses sufridos en el campo de batalla hayan m otivado esta merma del poder personal soberano, no por eso parece menos cierto que el mismo fenmeno, tan tas veces repetido en la H istoria (vase, por ejemplo, en la alta Edad Media la suplantacin de las dinastas por el pujante feudalismo, seor y amo de las tierras), debe tener asimismo una causa ms honda. Y as ocurre fundadamente ; la antigua monarqua m ilitar estaba basada sobre el poder de mando del ejrcito, autoridad muy elstica durante la poca de transmigracin y lucha a punta de lanza de los pueblos, cuyos individuos todos gozaban de igual derecho y propiedad. Mas tan pronto como los conquistadores nmadas se convirtieron en moradores sedentarios, bastaron pocas generaciones para disolver la pretrita igualdad y libertad de la fraternal comunidad castrense ; m ientras la mayora de la poblacin slo posea lo estrictam ente necesario para subvenir a su existencia, se acumulaban dilatadas propiedades rurales en poder de algunas cuantas familias, por cuyo motivo sus respectivos cabecillas reclamaron y obtuvieron tambin creciente preponderancia poltica.

    La Gerusia de Esparta se compona de 28 miembros vitalicios, mayores de 60 aos (es decir, ya exentos del servicio m ilitar obligatorio) y elegidos entre los ms linajudos. La eleccin se efectuaba por aclamacin,

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    , haciendo que los candidatos atravesasen la asamblea popular por turno designado por la suerte y siendo elegidos aqullos, cuyo paso era saludado por la muchedumbre con el clamor ms estruendoso, a juicio de unos rbitros, encerrados en una casita prxima. Este Consejo de la Corona estaba encargado de debatir previamente las proposiciones que se presentaban a la asamblea del pueblo ; en un principio, sta decida sobre los asuntos, pero ms adelante, conforme a una ley atribuida al rey Teopompo (754), los reyes y sus consejeros tenan facultad de derogar una decisin torcida , tom ada por el pueblo. Los gerontes ejercan adems la justicia en causas de homicidio y alta tra icin. La posicin preeminente que ocupaban en conformidad con la Constitucin de Licurgo, no pudieron ya mantenerla durante los tiempos posteriores, cuando los foros absorban paulatinam ente las principales funciones de gobierno en el Estado.

    11. Los foros

    E l poder fundam ental de la vida pbca espartana radicaba en la m agistratura de los cinco foros, que se elegan anualmente por el pueblo de entre todos los esparciatas en uso de la plenitud de derechos polticos. El principal de ellos haca las veces de presidente en este colegio y era considerado como epnimo, es decir, aquel funcionario con cuyo nombre se llamaba el ao. En el seno de este Concilio decida la mayora de votos, a la que la minora haba de ceder incondicionalmente. No lia podido averiguarse si el eforato exista ya en la Constitucin de Licurgo o fu establecido por el rey Teopompo (754), y tampoco conocemos a ciencia cierta el alcance prim itivo de sus atribuciones, a saber, si los foros en su origen eran ayudantes y lugartenientes de los reyes, nombrados por stos para adm inistrar la

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    justicia civil y ejercer la vigilancia de seguridad pblica en los cinco distritos de E sparta, o bien si ta l vez desde un principio se tra tab a de una institucin creada para defender los intereses de la aristocracia frente a la realeza. De todos modos, el nombre de su cargo, == inspector, parece revelar que desde su mismo comienzo era el de hacer valer un derecho de intervencin y que en el transcurso del tiempo haba evolucionado hacia la intendencia suprema en el Estado, hecha extensiva a la administracin de todos los asuntos interiores y negocios extranjeros. El acrecentamiento del poder eforal encontr por cierto un terreno abonado en las incesantes rias de las dos dinastas, que paralizaban de hecho el podero regio, m uy desprestigiado ya por frecuentes condenas de soberanos. De esta suerte en el eforato adquirieron estado constitucional los dos mviles culminantes de la poltica espartana : la desconfianza de la aristocracia hacia la realeza y la suspicacia de la poblacin drica hacia el pueblo aqueo avasallado.

    Cada mes, los reyes y foros cambiaban m utuam ente un juram ento, comprometindose los primeros a gobernar al pas en consonancia con la ndole estricta de las leyes, y prometiendo a cambio los segundos, en nombre del pueblo, preservar ntegram ente los privilegios de la realeza. Los foros tenan autoridad para citar a su presencia no solamente a los funcionarios pblicos, que al expirar el ao de su m agistratura tenan la obligacin de rendir cuenta de su actuacin, sino que podan proceder de la misma manera contra la persona de los reyes, para que compareciesen ante ellos, fuesen detenidos, o sometidos al fallo de la Gerusia. Los foros convocaban la Gerusia as como la Asamblea del pueblo, presidindolas ambas y cuidando de que los acuerdos tomados se llevasen a la prctica. Por este ltimo motivo sobresalan particularm ente en la direccin de

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    la poltica exterior, siendo encargados de tra ta r con las embajadas de potencias extranjeras, de decretar la movilizacin del ejrcito, , y decidir cuntos cupos haban de pa rtir para la guerra. D urante toda la campaa permanecan en contacto directo con los generales, a los cuales, segn su juicio, podan hacer volver- y a los que mandaban instrucciones para su gobierno mediante despachos secretos. stos, llamados esctales, eran unas correas estrechas que se fijaban alrededor de una vara, sobre las cuales se escriba en un solo rengln continuo, y una vez devanadas eran enviadas al destinatario ; para poder leer el mensaje era preciso enrollar las cintas de nuevo en torno de un bastn del todo idntico al que haba servido para escribir encima, con lo cual las letras incoherentes volvan a encontrarse dispuestas en su serie natural.

    Adems, el eforato resolva casi todos los asuntos de jurisdiccin civil, actuando sus miembros como jueces individualmente ; adm inistraba la Hacienda del Estado y atenda la custodia del Tesoro pblico.

    Pero los foros vigilaban no solamente la actuacin oficial de los funcionarios y de los reyes, sino que tam bin la conducta de los ciudadanos, la educacin dla juventud y la vida privada de los adultos, incluso de las testas coronadas, eran fiscalizadas m uy de cerca para que en todas partes la sagrada norma (kosmos) impuesta por el Estado, la disciplina, el rigorismo de las costumbres y el orden tradicional no quedasen jams relajados en lo ms mnimo. Desde tiempo inmemorial exhortaron solemnemente a los ciudadanos, a raz de su entrada en el cargo, a afeitarse el bigote y a obedecer a las leyes. Los forasteros, de los cuales era de tem er un influjo desfavorable sobre el conservatismo de los esparciatas, fueron expulsados sin miramientos de su categora, . De esta suerte los foros venan a constituirse en rbitros supremos de la moralidad

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    pblica, pero gracias a su intromisin continua e inmediata, ejercan una influencia muchsimo ms eficaz que los censores en Roma, y tam bin eran los principales causantes de la creciente hipertensin patritica y xenfoba de que se culpaba a su ciudad.

    Por ltimo, una de sus tareas ms im portantes era la vigilancia y sujecin de los periecos e ilotas ; a los primeros podan hacerlos m atar en cualquier ocasin, sin que hubiese lugar a enjuiciamiento alguno; los segundos geman bajo el rgimen de terror, que estableca la crptia ( 7).

    De modo que, en rigor, el eforato representaba el poder ejecutivo de la aristocracia espartana ; a partir del siglo V el gobierno estaba efectivamente en manos de esta m agistratura, asistida por la Gerusia en concepto de Consejo de Estado. Su podero autcrata no tena ms limitacin que la de ser sus miembros elegidos para un solo ao y quedar responsables de sus gestiones ante sus sucesores.

    12. La Asamblea popular

    Todos los hombres en posesin de los plenos derechos de ciudadana, mayores de 30 aos, podan formar parte de la Asamblea popular, , celebrada cada ao, presidida en un principio por los reyes y durante la poca histrica por los foros. En esta ocasin el pueblo resolva los asuntos anteriorm ente discutidos por la Gerusia, decida sobre la paz y la guerra u otras cuestiones de poltica exterior, eventualmente tambin los litigios entre pretendientes al trono, y se efectuaba la eleccin de los gerontes ( 10), foros y dems magistrados. La reunin del pueblo desechaba o aprobaba sin deliberar y la votacin se haca m ilitarm ente por aclamacin ( Tucid. I, 87); slo en casos dudosos se dividan los asamblestas en dos gru

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    pos, segn el parecer adoptado. El derecho de arengar a la m ultitud era probablemente privativo de los reyes, gerontes y foros. La importancia que revesta la Asamblea popular durante los tiempos primitivos fu desvanecindose desde la reforma constitucional, atribuida al rey Teopompo, segn la cual se imprimi a los acuerdos del pueblo un carcter meramente consultivo, sin compromiso para el gobierno de la nacin ( 10).

    13. La disciplina espartana ()

    La ciudad de Esparta tom su origen de un campamento perm anente ( 6). Cuando despus de interminables luchas, los invasores haban sojuzgado y avasallado la antigua poblacin, se hallaron ante el problema de m antener su dominio, confirmndose una vez ms hasta la evidencia la antigua verdad: que un gobierno puede sostenerse nicamente por los mismos medios con que logr subir al poder. Era preciso que los esparciatas, muy inferiores en nmero a sus sbditos siempre levantiscos, se pusieran en guardia contra ellos, adelantndose a sus conatos de recuperar la libertad. Por esta razn toda la organizacin de la comunidad, que ya Iscrates haba comparado acertadam ente con un vivac, tena por principal objeto lograr la mayor prontitud para en trar en guerra. La mxima umversalmente reconocida por todos los helenos, de que el individuo no tiene razn de ser sino a condicin de prestar servicio a la patria, encontraba en Esparta una aplicacin llevada a su ltim a consecuencia.

    Inmediatamente despus de nacer, los nios deformados o de dbil constitucin eran expuestos entre los peascales del Taigeto, por decisin del anciano mayor de la phyla respectiva. A partir de los siete aos, los muchachos de desarrollo robusto reciban una educacin en comn, atendida por el Estado, bajo la direc

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    cin de un encargado a propsito (pedonomo) ; toda la juventud estaba clasificada por batallones, o , y subdividida en compaas, , a cuyo frente se colocaban los mejor calificados de los mozos entre 20 y 30 aos, . Por regla general exista una relacin de confraternidad entraable entre cada uno de estos hombres jvenes con alguno de los adolescentes, cuyo objeto era la educacin fsica de este ltimo por su monitor. Ejercicios gimnsticos y abstinencias de toda clase deban endurecer su cuerpo y templar su voluntad para aprender a no dejarse abatir jams por ninguna adversidad y observar el ms soberano desprecio de los sufrimientos. Todos los aos daban fe de su constancia con la terrible prueba de la flagelacin, , aplicada a los mancebos, cuya sangre, en guisa de ofrenda, regaba el a ltar de Artemis Orthia y se proclamaba vencedor, , a quien poda resistirlo con entereza durante ms/tiempo. Pero cuidaban tambin de despertar y desarrollar en los muchachos las disposiciones naturales de astucia y malicia. Asimismo las chicas eran adiestradas en la gimnasia, ya que en general, la posicin de la m ujer espartana resultaba mucho ms independiente que en el resto de Grecia, en particular comparada con las jonias. En cambio, la enseanza propiamente dicha quedaba relegada a segundo trmino, limitndose a insistir sobre la conveniencia de hablar poco, pero llanamente y con precisin epigramtica (sentencias lacnicas); a aprender de memoria las poesas homricas, al cultivo de la msica, a estudiar himnos corales y los cantos de guerra y de marcha. ^ A la edad de 20 aos, los jvenes, al quedar incorporados por voto unnime a alguna de las secciones de tiendas de campaa, , que sola comprender unos 15 hombres, contraan tam bin el compromiso de participar en los convites pblicos de sus comilitones

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    ( o , por los dems griegos llamados syssiias), cuyo plato fuerte era carne de cerdo guisado con sangre y condimentada con sal y vinagre, la clebre sopa negra ( o , tam bin ). Para ello, cada comensal haba de contribuir mensualmente con cierta cantidad de harina de cebada, vino, queso, higos y dinero. Tambin para los hombres m aduros el constante entrenamiento por ejercicios gimnsticos y tcticos constitua el nico objeto de su vida. En efecto, el ejrcito de Esparta, integrado de esta manera exclusivamente por guerreros de profesin, era nico en Grecia por su organizacin militar, por su disciplina absoluta y por lo lgico e inteligible de las rdenes de mando. Todos los dems griegos dice Jenofonte, que era muy competente en el asunto improvisan en campaa, pero los espartanos son los peritos en el arte de la guerra.

    14. La Milicia y la estrategiaEl servicio obligatorio de armas duraba desde los

    20 hasta los 60 aos. Las tropas regulares, estaban formadas de los 10, , o bien de los 15 ltimos cupos anuales, . Acerca de la organizacin tctica de las tropas espartanas, que con toda probabilidad quedaba sujeta a repetidas modificaciones, slo disponemos de datos muy incompletos. Hacia fines de la guerra del Peloponeso, todo el ejrcito estaba compuesto de seis cohortes (morai) divididas verosmilmente de esta manera :1 mora = 2 lochos 8 pcntecostos = 16 enomatias

    = unos 600 hombres 1 locho = 4 pentecostos = 8 enomatias

    = unos 300 hombres 1 pen tecos to = 2 enomatias

    = unos 72 hombres 1 enomatia

    = unos 36 hombres

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    Las cifras indican aproximadam ente la fuerza normal, pero solan oscilar segn la cantidad de las levas movilizadas. Cada una de estas unidades mayores era mandada personalmente por un general (polemarca) ; el regimiento por un coronel, ; la compaa por un capitn ( penteconarca), y la seccin por un oficial ( enomoarca).

    El armamento de un hoplita espartano (fig. 2) consista en una casaca de encendida prpura, , (cuyo color disimulaba las manchas de sangre), la coraza, el casco, las grebas y un escudo enorme, sobre el cual se vea como signo distintivo de los lacede- monios una lambda, A ;

    i debido a su peso considerable, pues protega toda la persona del combatiente, le era entregado por su portaescudero, , slo momentos antes de empezar la accin.

    F ia . 2 . H op lita Como armas ofensivas empuaban una larga pica de

    fresno y blandan una espada corta de un solo filo.Segn Jenofonte, la tctica elemental de los hoplitas

    era, en sus grandes rasgos, la siguiente : El orden de combate, , tena por lo regular la profundidad relativam ente grande de ocho filas, debido al natural empeo de que la lanzada resultase todo lo ms vigorosa y enrgica posible. En primera lnea, , se hallaba la gente ms diestra y avisada como guas, , capitaneando la respectiva hilera (, ms tarde ), m ientras en el ltimo

  • INSTITUCIONES GRIEGAS 35

    puesto de la misma iban los jefes de la retaguardia, . Las maniobras tcticas ms corrientes eran la vuelta a la derecha, , a la izquierda, , y media vuelta , cambio de direccin y formar en columna de m archa, , pues era costumbre que el ala derecha fuera a la cabeza. En sus expediciones, segn parece, caminaban por parejas, , con lo cual las tropas ocupaban una distancia muy crecida ; por medio de una variacin (a la izquierda) el orden de batalla quedaba restablecido. La duplicacin, , de las filas en el sentido de densidad, , disminuy el ancho del frente por la m itad, logrndose la doble profundidad; por el contrario, se obtena la doble extensin en longitud por un desdo- blamiento de las columnas. En caso de presentarse el enemigo inopinadamente por la espalda, no se limitaban a invertir la direccin de la marcha, dando media vuelta, sino, a fin de conseguir otra vez que su personal ms esforzado de la prim era fila siguiese ocupando tambin la delantera del nuevo frente, emprendan la contramarcha, , por compaas. Cuando el enemigo hostilizaba continuamente un ejrcito en m archa, por ejemplo, con frecuencia en la retirada, su formacin ms ventajosa era la de un cuadriltero hueco, , a saber, los hoplitas tom aban el squito y las acmilas en medio, constituyndose todo en derredor en protectores y defensores de su tren de bagaje.

    La infantera ligera, que se menciona raras veces, no formaba constantem ente parte del ejrcito espartano. Los mercenarios fueron admitidos tan slo a partir de la guerra del Peloponeso.

    En los tiempos primitivos Esparta no posea caballera a lguna; sus renombrados 300 caballeros, , la guardia que escoltaba a los reyes, eran un cuerpo escogido de esparciatas que luchaban a pie. El arma

  • 36 n . MAI S CH - F. POHLHAMM EIl

    de caballera fu creada tan slo en 424 y se compona desde entonces de seis cohortes de a 100 caballos cada una, dirigida por un hiparmosia y dividida en dos escuadrones, . Mas como se estatua que slo los fsicamente menos aptos se equipasen con los caballos mantenidos por los ricos, los resultados alcanzados por la caballera espartana siempre eran deplorables.

    La flota, integrada casi en su totalidad por las unidades suministradas por los aliados, estaba a las rdenes de un navarca, cuyo mando duraba tan slo un ao ; adems, una misma persona no poda desempear este cargo dos veces. Su lugarteniente se llamaba episoleo. El (nico) puerto de guerra lacedemonio era Gytion.

    Tan pronto como los foros proclamaban la movilizacin ( 11), el rey ofreca un sacrificio al Zeus Agetor antes de la salida de las tropas, ms otro segundo dedicado a Zeus y Atenea al atravesar la frontera, - . El ejrcito espartano sola llevar vveres nicamente para tres das, pues las distancias hasta el enemigo eran ciertam ente cortas ; ejecutando marchas forzadas era posible que 2000 hombres llegasen en tres das de E sparta a Atenas. El campamento que levantaban los espartanos afectaba forma circular. Como terreno ms propicio para presentar la batalla se elega ordinariamente una llanura y los dos ejrcitos se desplegaban a muy corta distancia uno del otro. La falange apretada de hoplitas espartanos entraba en la liza con cadencia de paso al son de pfanos y entonando una cancin de marcha, ,. He aqu cmo el poeta Tirteo (siglo vu a. de J. C.) saba infundir nimo a los espartanos con sus cnticos blicos :

  • INSTITUCIONES GRIEGAS 37

    iAdelante, vosotros! nietos del indom able Heracles,Luchad confiados. N uestro Dios jam s os volvi la espalda. Armaos cada uno de valor para atacar en firm e, pisando el suelo con profunda huella y mordindoos los labios. Encorvados los hombros y el cuerpo inclinado hacia delante, es

    condiendo el flanco y las piernas detrs de vuestro ancho escudo de bronce abombado, blandid con fuerza vuestra lanza de com bate, sembrad el terror en las filas del enemigo agitando el penacho

    de terrible crin.Pelead con vuestro adversario pie contra p ie, empujando escudo

    contra escudo,entrechocando vuestro casco contra el suyo, enmarandose un

    penacho con el otro ; pugnad pecho contra pecho, procurando abatirle, ya sea con redoblados golpes de vuestra espada, ya por el furor

    de vuestra pica poderosa.

    Como los espartanos acostum braban salir al encuentro del enemigo a paso lento, sus compaas que- daLan bien formadas, mientras los dems griegos hacan su avance lanzando gritos de guerra (, ), y de una manera tumultuosa, as que ya estaban en desorden cuando se llegaba a las manos. P ara no ofrecer a su contrario el lado derecho descubierto (pues el escudo se llevaba siempre a la izquierda) y para prevenir el peligro de un movimiento envolvente de este flanco ms dbil, ambos ejrcitos solan imprimir a su ala derecha una suave inflexin hacia la derecha ; si luego el resto de la formacin segua a esta maniobra, los dos extremos derechos term inaban por coincidir con los izquierdos enemigos, de suerte que por el dispositivo del combate ya no se peleaba de frente, sino de costado ; pero con frecuencia ocurra que las filas se rompieran durante dicho movimiento de conversin. Por regla general, ambas alas derechas, compuestas invariablemente de las tropas escogidas, rechazaban las opuestas alas izquierdas y, puesto el enemigo en fuga, volvan, aunque deshecha ya la lnea de batalla por este motivo era prohibido a los espartanos lanzarse en per secucin de sus contrarios , para combinar un nuevo

  • 38 R. MAISCH - F. POHLHAMMER

    ataque, decidiendo la batalla. E sta tctica normal de una accin entre hoplitas, slo sufri una transformacin con el orden de batalla oblicuo ideado por Epaminondas, que concentr todas sus fuerzas en el ala izquierda escalonada en considerable profundidad (en Leuctra era una columna de 50 filas) para no slo resistir el ataque del enemigo, sino proceder a la ludia ofensiva en ese mismo sector.

    No se practicaba una persecucin ulterior del enemigo derrotado, por lo cual tampoco se lleg casi nunca al aniquilamiento completo del adversario. El librar una batalla se conceptuaba ms bien como una especie de campeonato ; el bando que peda consentimiento para sepultar los cuerpos de los suyos cados en el campo de batalla, confesaba con ello el descalabro. El vencedor eriga luego en el sitio mismo donde el enemigo volvi las espaldas , , , un trofeo () que consista en una arm adura completa colgada de una copa de rbol ; no estaba bien visto el levantar un monumento duradero, a fin de 110 eternizar los odios.

  • TERCERA PARTE

    Atenas

    A. Su historia constitucional

    1J3. La divisin tica primitiva en clases y estirpes

    El tica pasaba por ser la patria de toda la progenie jonia; sus habitantes se tenan por autctonos, es decir, ocupando este pas desde el principio de los tiempos. Ellos recordaban todava, no sin orgullo legtimo, que las sucesivas oleadas de pueblos dricos, al invadir la prim itiva poblacin aquea-jonia del Peloponeso, subyugada cuando no obligada a abandonar el pas de sus antecesores, se estrellaron, sin embargo, impotentes contra la comarca tica, porque el rey Codro, fundador legendario de la dinasta ateniense de los Cdridas, sacrific su persona y vida en aras de la libertad. La tradicin ms antigua tena todava muy presente que la unidad poltica del Estado de Atenas durante los tiempos histricos no haba existido desde siempre; refera que el tica originariamente estaba compuesta de 12 comunidades independientes, que fueron reunidas por Teseo en un solo organismo pblico (sinecis- mo). De esta suerte la memoria nacional conceptu como un acto unitario lo que sin duda alguna fu el resultado de una evolucin muy lenta, no verificada

  • 40 ft. MAI S CH - F. POHLHAMMER

    sin prolongadas luchas civiles entre estas mismas poblaciones. La nueva capitalidad del pas era la ciudad de Atenas, nacida de varios establecimientos asentados al pie de la antiqusima fortaleza Cecropia. Para commmorai' esta fusin poltica, los atenienses continuaban celebrando cada ao, el 16 del mes de las hecatombes, la fiesta de Synoikia en honor de Teseo. Se refera tambin que otra fiesta, ofrecida antiguam ente slo por los atenienses en accin de gracias por buenas cosechas a Atenea, qued desde entonces convertida de festividad comunal en la gran solemnidad regional de las Panateneas ( 48).

    La poblacin se divida en cuatro tribus o phylai, que volvemos a encontrar tambin entre los otros pueblos jonios : los selectos (o agricultores? geleones), los cabreros (aegicoreos), los trabajadores (labradores o artesanos, argadeos), y los armados (hopleies). Si estas denominaciones se referan a la ocupacin principal de los habitantes, adems si estas philas posean al propio tiempo un carcter local o si se tra taba Lan slo de ligas de culto religioso, por ltimo si esta clasificacin' era meramente gentilicia o si por el contrario abarcaba toda la poblacin, todo esto es todava objeto de controversia en la actualidad.

    Cada grupo formaba tres confraternidades (phra- Irias) y stas se componan de 30 clanes, , cada una, cuyos miembros, unidos por estrecho lazo de parentesco, se llamaban compadres y cofrades, , o hermanos de leche, ; tericamente se admita, por lo menos en los tiempos posteriores, como tipo normal de prosapia un conjunto de 30 familias, , o varones , .

    Por consiguiente, la organizacin del Estado en ltimo trmino descansaba sobre la familia natural. Las familias reunidas en una ralea seguan conscientes de su abolengo consanguneo, practicaban sacrificios

  • INSTITUCIONES GRIEGAS 41

    en comn en honor de algn hroe del cual todos crean descender en lnea recta y cuyo nombre ostentaban ; por ejemplo, los Eteobutades de Butes, los Alcmenidas de Alcmen, los Buzgas de Buzigo ; adems tenan el mismo ritual religioso, compartan tam bin el mismo lugar del enterramiento, eran los llamados en primer orden para repartirse una herencia y los primeros a los que se acuda a pedir auxilio en tiempos difciles. En ninguna otra regin helnica se haban conservado estos antiguos derechos interfamiliares durante tanto tiempo y tan tenazmente como en el tica. Las distintas estirpes reunidas en una fratra celebraban su solidaridad con la fiesta de las Apatu- rias ( 48) ; todos los clanes juntos rendan culto al Apolo Patros y al Zeus Herqueo, las divinidades tutelares del hogar domstico y del altar de la familia ; este ltimo, evocado como Zeus Phratrios, en unin de la Atenea Phratria disfrutaba tambin de una veneracin peculiar de todos los miembros de las fratras.

    A la cabeza de cada phyle haba un prncipe de la tribu, , en su origen probablemente ejerciendo amplios poderes, ms tarde limitado a funciones religiosas, que consistan en los sacrificios ofrecidos en nombre de su congregacin. Cada fratra tena por jefe a un presidente (fratriarca) y cada distinto linaje a un genearca, ; stos llevaban los registros de todos los individuos pertenecientes a la fratra y a la parentela, de los cuales el primero adquiri suma importancia para el Derecho comn, desde que Clstenes ( 22) lo convirti en Pxegistro civil.

    16. La realeza

    Como en todas las tribus griegas de la ms remota antigedad, hallamos tambin en el tica una realeza de la poca heroica , llamada as con referencia a los

  • 42 R. MAISCH - F. POHLHAMMER

    poemas de Homero, que describen los tiempos de la epopeya. E sta realeza posea an todas las caractersticas de los reyezuelos pendencieros del ciclo guerrero y migratorio. El rey (basileus = duque) dirige la guerra, es el campen en los combates individuales, soberano justiciero y prim er sacerdote de su pueblo ; tom a la mejor parte del botn y de las ofrendas ; los jefes de las familias le honran con ddivas y frecuentemente son sus huspedes y comensales. De la propiedad comn se aparta para l y como patrimonio de la Corona, , la mejor parcela. Su autoridad sobre la comunidad tena un carcter patriarcal, es decir, era ilimitada de derecho, pero de hecho benigna y clemente. Su estirpe era de origen divino como la de los dspotas orientales pues era oriundo de un dios o del rey de los dioses, del mismo Zeus (, - ), quien haba confiado a sus antepasados el cetro y el poder. A su m uerte le suceda el hijo mayor o bien el ms capacitado entre ellos.

    17. La transicin de la monarqua al rgimen aristocrtico

    Andando el tiempo, la potestad real vino a sufrir una merma tanto de sus facultades como en la duracin del ejercicio de su cargo, pues el Consejo, , que era la representacin de la aristocracia y que funcionaba ya muy antiguam ente (pues las descripciones homricas nos ensean al rey rodeado de sus pares), adquiri cada vez mayor ascendiente y para asistir al monarca se iban nombrando de su seno magistrados que poco a poco fueron desposeyendo a la dinasta de la mayor parte de sus atribuciones. Al igual que sobre muchas otras cuestiones de la historia constitucional de Atenas, tam bin sobre este particular nos proporciona datos preciosos el tratado de Aristteles

  • INSTITUCIONES GRIEGAS 43

    encontrado a fines del siglo pasado acerca del Estado de los Atenienses, , formando parte de su gran compilacin que comprenda el anlisis de 158 Constituciones, . de ciudades griegas.

    El ttulo de rey, por cierto, no fu suprimido jams en Atenas, a causa de las funciones sagradas anexas a la dignidad real, pero primeramente se le agregaba un general (polemarca), porque algunos reyes eran ineptos para la guerra . Luego sigui el nombramiento de un magistrado civil, del arconte-rey, llamado posteriorm ente epnimo ( 31) ; por ms que no tenemos referencias acerca de sus facultades primitivas, de todos modos termin por representar la primera figura del Estado. En un principio estos cargos se conferan de por vida, despus se redujeron de primera intencin (752) a 10 aos, ms tarde (682) a un solo ao de magistratura. El derecho privativo de los Medntides (as dichos por Medn, hijo de Codro) para la investidura real qued abolido en 712, hacindola accesible a todas las familias aristocrticas. Finalmente, por el ao de 682 (o poco despus) se instituy tam bin la autoridad de los seis legisladores (tesmotetes) una pareja de stos para cada uno de los tres dignatarios superiores? encargndoles la codificacin de los estatutos legales , es decir, los cnones de Derecho consuetudinario, que servan para juzgar a los infractores de la Ley. En lo sucesivo los tesm otetes, en unin con el rey, con el polemarca y el arconte formaban el Colegio de los nueve arcontes. (Sobre su radio de accin en tiempos posteriores vase 31.)

    Todos estos funcionarios eran elegidos entre la nobleza ms acomodada, , por un Consejo, , que ms adelante, para distinguirlo de otro con atribuciones diferentes, fu llamado el del Arepago , ( 18). Terminado su ao de ejercicio, los arcontes, cuyos actos

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    durante el desempeo de su cargo no dieran lugar a crticas, ingresaban como miembros vitalicios en esta corporacin, que as vino a renovarse autom ticamente. Estos areopagitas representaban la ms elevada potestad del Gobierno. Igual que ocurri en Roma con el Senado, llevaba el timn del Estado durante las pocas de apogeo y florecimiento en perfecta marcha. Institua y destitua a los magistrados con absoluta independencia, estaba encargado de la mayora y de los ms im portantes asuntos polticos, vigilaba la observancia de las leyes con poderes para imponer toda clase de castigos, segn su libre decisin. De otra parte la clase pasiva de los hidalgos, a ten ta al origen de su podero, tena buen cuidado de asegurarse su superioridad personal sobre el pueblo vulgar, a la que deba el poder, dedicndose por entero al cultivo de todas las artes fsicas y espirituales, a la poesa, msica y gimnasia, pero sobre todo a domar y adiestrar los fogosos corceles y al ejercicio incesante de las armas.

    18. El orden jurdico y las leyes escritas

    Desde tiempo inmemorial el Consejo del Arepago entraba en accin para juzgar los casos de homicidio. Originariamente la muerte de un hombre libre slo poda expiarse por la ley del Talin (los griegos la llamaban ley de Radam anto ) : crean que el alma del m uerto reclamaba la sangre del asesino y por lo tanto era un deber sagrado para el allegado ms prximo o el amigo predilecto del difunto tom ar por su cuenta la venganza de la sangre. No obstante, ms tarde, el Estado prohibi estos actos de represalia por vindicta, hacindose cargo de sentenciar y de castigar a los agresores conforme a un procedimiento judicial minuciosamente reglamentado, que tena lugar en aquellos parajes donde hasta entonces el homicida encontraba el am-

  • INSTITUCIONES GRIEGAS 45

    paro de un asilo. En Atenas el primer tribunal de lo criminal era precisamente el Consejo aristocrtico con su sede sobre el collado de las Diosas de Execracin ( de lo cual " ), consagrada a las venerables , Eumnides (1), que an durante el siglo v conservaban un pequeo edculo al pie de la colina, ofreciendo refugio e inmunidad a los perseguidos. Es probable que Dracn instituyese algunas otras audiencias parecidas, en las cuales actuaban 51 efetas, mayores de 50 aos. (Acerca de su competencia y enjuiciamiento vase 35). El presidente de lo criminal era en todo tiempo el arconte-rey (encargado de las obligaciones religiosas que haba de cumplir el Estado), herencia ligada a este cargo desde el pasado, cuando los juicios eran celebrados por la persona del rey ; pues las causas criminales formaban parte del Derecho sagrado (cannico), en cuanto cada efusin de sangre exiga una purificacin y expiacin religiosa.

    La jurisdiccin civil estaba en manos de los dems arcontes : todos los litigios referentes al derecho de familia eran decididos por el arcorite; los pleitos entre ciudadanos y forasteros, por el polemarca. Como los jueces slo estaban obligados a tom ar por pauta general las an amorfas usanzas y tradiciones, se comprender que tanto las sentencias producidas como las penas impuestas eran frecuentemente influidas por miras interesadas. La imperfeccin y parcialidad de la Justicia durante aquella poca, nos la atestigu Soln en una de sus poesas. No poda ocurrir por menos que el pueblo airado contra los fallos arbitrarios de la nobleza exigiese, cada vez ms general y enrgicamente, la concreta formulacin de las leyes vigentes. Por ltimo la aristocracia cedi a la pre-

    (1) Las Erinias (furias infernales) castigaban el crimen y perseguan a los crim inales para vengar la ju stic ia ; las Eum nides castigaban a los criminales, atorm entndolos, para que se arrepintiesen y disponerlos al bien.

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    sin de la opinion pblica, y liacia 621 se encarg a Dracon la redaccin de un Cdigo. Ciertamente, inspirndose en la antigua tradicin de Derecho patriarcal, transcribi sus rigores la mayora de las faltas, por ejemplo, el simple hurto de frutos del campo se castigaba con la muerte del reo y no es de extraar que las leyes draconianas , cuya parte penal, muy til, se renov, grabndola en piedra, todava en 409 para su aplicacin efectiva, con la indulgencia y nn sentir ms humanitario de tiempos posteriores les pareciesen escritas con caracteres de sangre (orador Demade, en 318).

    Aristteles atribuye (en su Estado de los Atenienses ) a Dracn tam bin una reorganizacin constitucional, en cuya v irtud los ciudadanos que hubieran estado distribuidos en los cuatro grupos de penlacosiomedim- nenses, triacosiomednnienses o caballeros, zeugias y (helos ( 20) y todos aquellos, cuyos medios les permitan la adquisicin de una arm adura completa de lio- plita, ello debe referirse a las dos primeras clases, como obligatorio y como facultativo a la clase te rce ra alcanzaran participacin en los derechos polticos. Parece, sin embargo, bastante dudoso que ya en tiempos de Dracn el derecho de sufragio pasivo para las m agistraturas superiores (arcontes, tesorero, estratega e hiparca) hubiese estado pendiente del usufructo de una propiedad inmueble, de un valor determinado calculado en minas y libre de hipotecas ; por ltimo, tampoco consta con seguridad que Dracn hubiese secundado la labor del Arepago mediante la creacin de un Consejo de 401 individuos, elegidos por sorteo entre todos los ciudadanos capaces polticamente y mayores de trein ta aos.

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    19. El ambiente econmico (le siglo YII

    La promulgacin de leyes verificada por Dracn represent una concesin considerable de la clase dominante a la muchedumbre annima. Sin embargo, la paz social no qued restablecida por ello ; seguan en pie muchas anomalas de grave trascendencia econmica, que no hallaban su solucin en la obra legislativa de Dracn, y que dieron al pueblo angustiado motivo para exteriorizar nuevamente su indignacin.

    Debido al desenvolvimiento de toda la economa nacional, haban nacido tres estamentos profesionales, : los euplridas, o grandes terratenientes nobles, los geomarcis, o labradores rurales, y los demiurgos, o artesanos y pequeos comerciantes, que haban aumentado sobremanera, gracias a la pujante prosperidad industrial y m artim a de Atenas. La situacin de los campesinos con propiedad reducida era particularm ente precaria. Segn el testimonio de A ristteles: Todos los bienes races estaban aglomerados en manos de unos pocos ricos, para los cuales tenan que traba jar los aldeanos empobrecidos, con m ujer e hijos. E sta poblacin sierva () era llamada tam bin colonos aparceros (), porque slo reciban una sexta parte de la cosecha en recompensa de las faenas del campo. Cinco sextas partes tenan que entregar al amo, y si se retrasaban, eran arrastrados a la esclavitud por el propietario, ellos y sus hijos. Despus de una lucha larga y obstinada, los partidos convinieron en nombrar a Soln por rbitro, con la dignidad de arconte, y confiarle la revisin de las normas constitucionales .

    Este estado de calamitosa crisis del campo, general tambin en otros Estados griegos durante los siglos v u y vi, y que di motivo a violentos trastornos, se hallaba en ntim a relacin con el trnsito de la economa natu ra l a la monetaria, que se haba operado casi imper-

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    ceptibl emente a consecuencia de la introduccin de la moneda y el atesoramiento de metales preciosos. Consideraciones de carcter genrico y tam bin instructivos ejemplos suministrados por la Historia universal (por ejemplo, las revueltas agrarias que en la prim era m itad del siglo XVI perturbaron a Europa) nos ensean que es siempre la poblacin rural, con una propiedad de mnima extensin, la que, devorada por la usura, sufre ms de los agobios que indefectiblemente acompaan el advenimiento de toda nueva Era. Los grandes capitales en vas de formacin se coaligaban con los latifundios, a cuya doble superioridad sucumba el labriego de pequea explotacin en lucha desigual. Adase a ello la baja en los precios de cereales, originada por la creciente importacin de trigo procedente de las florecientes colonias de U ltram ar. De ah que el problema planteado a Soln (594) significaba, nada menos, que el atenuar la miseria econmica y conjurar la revolucin que amenazaba estallar.

    20. Soln

    Soln (fig. 3) era oriundo de la raucia familia de los Cdridas, pero posea tan slo una fortuna regular ; en cambio, sus viajes de negocios le sirvieron para adquirir una instruccin nada comn y un criterio de hombre de Estado con miras amplias. La Antigedad le nombraba como uno de los siete sabios, es decir, entre el nmero excelso de representantes de la ciencia en su aplicacin a la vida prctica y pblica, que brillaban hacia la primera m itad del siglo vi. Soln ha condensado su credo poltico en unas elegas magnficas que, rebosando espontneamente de un corazn juvenil, penetran hasta lo ms profundo del corazn humano. Nunca encuentra tonos ms clidos que cuando est hablando de la opresin de que a los pobres hace vctimas el egosmo sin entraas de los poderosos.

  • INSTITUCIONES GRIEGAS 49

    I. Empez por aliviar la miseria ms negra, decretando su ley de abolicin de las cargas , , que era la cancelacin de todas las deudas activas y la abolicin de la sujecin servil, por causa de dbitos no satisfechos ; asimismo prohibi term inantem ente para los tiempos venideros contraer prstamos con la garanta de la libertad personal, - . De todos los campos se arrancaron los mojones hipotecarios ; los siervos que penaban en el tica, a causa de deudas no satisfechas, recobraban la libertad, y muchos ciudad a n o s q u e se h a b a n vendido como esclavos al extranjero, fueron rescatados. Luego, para contrarrestar la tendencia absorbente de la plutocracia y garantizar su existencia a los pequeos y medianos cultivadores, de- f i g . 3 . s o l ntermin un lmite mximopara la propiedad inmueble. Aunque esto pudiera parecer una medida violenta, era, no obstante, slo una sensata reforma de aplicacin equitativa, como lo iba demostrando su resultado, a saber, el descontento que cunda en ambos bandos : E l hombre del pueblo se haba dado a la esperanza de que Soln repartiese absolutam ente todas las tierras, y la clase opulenta supona que todo ira a parar de nuevo ta l como estaba antes . Por lo tan to , de ningn modo se debe reprochar a un erudito que viva hacia 600 a. de J . C. el no haber pretendido curar un m alestar de la sociedad cortando por

  • 50 R. MAIS CH - F. POHLHAMMER

    lo sano, cuando an la poltica de nuestro siglo no se atreve a zanjar idnticos problemas, sino por tmidos experimentos. Efectivamente, con dicha Ley de deudas empez un proceso de regeneracin en la colectividad ateniense que, a pesar de varias convulsiones, termin con una mejora progresiva, merced al prudente rgimen de Pisistrato : alrededor de 500 a. de J . C., aquellos desgraciados siervos de la gleba y heclomoros desaparecieron en el tica, habindose convertido en pequeos terratenientes que cultivaban sus propios campos y huertos.

    Para el fomento de la industria y del comercio Soln ide la introduccin de un nuevo sistema de medidas, pesos y monedas, suplantando el patrn de Eubea por el de Egina ( 37).

    II. Una reforma de la Constitucin deba poner fin al desgobierno de los partidos. Aristteles hizo resaltar los siguientes puntos principales de la intervencin poltica soloniana, en la cual, sin embargo, no echamos de ver detalladam ente hasta qu punto era debida a su iniciativa personal.

    1) El conjunto de los ciudadanos qued distribuido en cuatro clases, , segn la cantidad de unidades , , que se cosechaban, por trmino medio, en las fincas, tan to de productos secos como lquidos , considerndose indiferentemente como una medida la fanega de granos (un medimno + 51,841) y la tinaja de aceite o vino (una metreta + 38,881.). Tanto los derechos como los deberes polticos de los ciudadanos, se graduaban en consonancia con estas cuatro clases (incluyendo los theos).

  • INSTITUCIONES GRIEGAS 51

    N om bresR entas

    en medidas

    Serviciomilitar D erechos polticos

    Penlacosiom edim nien- ses (g en te de quinientas fan egas) . .

    Triacosiomedinmienses (gente de trescientas fanegas) o Caballeros ..........................

    Zeugitas (propietarios de una yunta de b ueyes) .....................

    Thelos (jornaleros) . .

    comomnimo

    500

    300

    200 m enos t de 200

    Jinetes

    y

    hoplitas i Infantera i ligera

    cargos de arcontes

    y te

    sorerosm

    agistraturasinferiores

    Participacin en

    la A

    samblea

    popular y

    adm

    isin pljurado

    populpr

    Lo ms probable es que se tra ta aqu de una institucin ya preexistente ( 18), pero debidamente ampliada y adoptada por Soln, porque semejante sistema poltico (llamado timocracia), que va repartiendo las obligaciones y beneficios cvicos proporcionalmente en razn de la renta de propiedades, no cabe considerarlo como la creacin de un ingenio, sino que resulta, antes bien, un trmino intermedio indispensable de evolucin entre el rgimen aristocrtico y la democracia moderada. Esta misma jerarqua de clases no sirvi, sin embargo, para la recaudacin contributiva, sino en una poca mucho ms tard a ( 39).

    2) El nombramiento de los magistrados, que hasta entonces era de la competencia del Arepago, lo confiri a la Asamblea del pueblo. La eleccin y el sorteo se combinaban de manera que, por ejemplo, para proveer los puestos de arcontes se proponan, , diez candidatos de cada una de las cuatro philas ( 15) y que entre estos cuarenta escogidos la suerte decida los titulares.

    3) Hizo participar al pueblo en la jurisdiccin, constituyendo un numeroso Tribunal de Jurados (he- lea, 32), integrado por voluntarios, al cual se poda

  • 52 JR. M AISCII - F. POHLHAMMER

    hacer apelacin, ,, contra el fallo de los arcontes. Ya no era del parecer de algn magistrado, sino de la viva conciencia popular misma, de donde deba dimanar el derecho y hallarse justicia en ltimo recurso.

    Soln, en una de sus poesas, afirma de s mismo :.....Empero yo parecido al hito term inal clavado enlerreno litigioso , me hallaba como neutral en medio de los dos partidos . Por esa su ecuanimidad los a te nienses de todas las pocas siempre evocaban su nombre con gratitud como su organizador y legislador por excelencia, hasta fechando el nacimiento de la democracia en el ao de su arcontado. En lo sucesivo todo arconte, al hacerse cargo de su destino, haba de comprometerse por juram ento a no aceptar regalos y a mantener las leyes de Soln, so pena de hacer donacin al templo de Delfos de una herma de oro, equivalente en peso al de su propia persona . La crtica moderna renuncia a determ inar las autnticas leyes solo- nianas, porque en Atenas toda la legislacin antigua, que estaba esculpida en postes de madera ( o ), exhibidos en el prtico real, , excepcin hecha del Derecho penal de Dracn, se a tribua en globo a Soln (confr. la ley del Antiguo Testamento que los judos, vueltos del cautiverio, consideraban luego ntegramente como dada por Moiss). De todas maneras es cosa averiguada que las leyes de Soln , citadas por los grandes oradores, pertenecen con frecuencia a recopilaciones de leyes vigentes en poca posterior (por ejemplo, del ao 401).

    21. La tirana do Pisistrato

    Soln asegur a sus leyes una validez durante cien aos, y se ausent para no verse obligado a hacer enmiendas