Magazine DOKKÔDÔ Nº1

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Revista digital Nº1 abril/mayo 2013 Tradición, historia y actualidad de las artes marciales Dokkodo Tras la senda del maestro Mabuni Dento Shito Ryu Karate Do Artes marciales de la India • Wushu • Kobudo • Muay Thai • Iaido • Tai Chi

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Revista de artes marciales digital. Historia, tradición y actualidad.

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Revista digital Nº1abril/mayo 2013

Tradición, historia y actualidad de las artes marciales

Dokkodo

Tras la senda del maestro Mabuni

Dento Shito Ryu Karate Do

Artes marciales de la India • Wushu • Kobudo • Muay Thai • Iaido • Tai Chi

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8 En el tatami/Entrevista a Deogracias Medina

16 Ronin/Artes marciales en India

26 Maestros y estilos/ Juan Carlos Serrato

28 Shin gi tai/ Las fases del Kata: Nuki Tsuke

38 Artes marciales chinas/El Orígen del Taijiquan/ Wushu civil chino

42 Artes marciales occidentales/

54 Crónica histórica/La rebelión de Satsuma

70 Musubi/Ahora es la hora y la hora es ahora

IN THE CAGE/Muay Thaisesión de entrenamiento con

Borja Álvarez Cortés

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La lucha grecorromana y el concepto de aretéen la antigua Grecia

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Editorial El lanzamiento de una nueva revista siempre es un desafío

intelectual, profesional y humano. Desafío porque una de las tareas más acuciantes que se han de resolver es explicar el porqué del nacimiento de una revista “más” de artes marciales. La conclusión a la que llegamos cuando nos embarcamos en este proyecto fue que DOKKŌDŌ tiene vocación de abrirse un hueco en el panorama editorial dedicado a las artes marciales y no a cubrir el lugar de nadie. Desde DOKKŌDŌ creemos que no está dicho todo en el mundo de las publicaciones relaciona-das con las artes marciales y por ello deseamos empezar algo diferente y que aporte un granito de arena.

El lector avisado habrá notado que el título de la revista, DOKKŌDŌ, hace referencia a una pequeña obra escrita presumiblemente por el gran Miyamoto Musashi poco antes de morir en el año 1645. El significado de estos tres kanji: 独行道, tiene difícil traducción y pueden dar pie a muchos equívocos: “El camino que se debe andar solo”, “El camino de la soledad”, “El camino del que camina solo” o “El camino que solo uno puede andar”. Sintagmas con estructuras complejas de relativo para describir tres conceptos fáciles de unir en la lengua japonesa. Pero leyendo la obra de Musashi podemos in-tentar apropiarnos de su pensamiento y entender sus palabras. No solamente para traducir su significado sino también para adaptar a nosotros unos conceptos tan lejanos en el tiempo y el espacio.

El practicante que se dirige a su dojo, gimnasio o club para

entrenar el arte marcial o deporte de contacto que captó su in-terés hace tiempo, el profesor que se levanta ese día pensando cual será el trabajo físico y técnico que se desarrollará durante la clase, el apasionado de su estilo marcial que acude a todos los cursos para mejorar lo máximo sus capacidades y cono-cimientos, hasta el que viaja cientos o miles de kilómetros en una aventura interior indescriptible para beber de las fuentes puras del estilo. Todos ellos viven su dokkodo. También el púgil o el competidor que pasa esos últimos momentos en so-ledad en el vestuario, con el vendaje puesto (o el judogi, dobok, tanto da) y calmando sus dudas y miedos para salir al tatami, al ring o a la jaula para dar lo mejor de sí mismo y demostrar sus cientos de horas de entrenamiento severo y sacrificado.

No nos atrevemos a explicar las palabras de Musashi. Simplemente compartimos esta reflexión con el lector. Reflexión que, como aficionado o amante de las artes marcia-les y todo aquello que las concierne haya tenido más de una vez. Tal vez, más allá del concepto de “soledad” tengamos que hablar de “interioridad”. Las artes marciales aparecieron en algún momento en nuestras vidas, y desde entonces no hemos podido ignorar la atracción y poder que tienen sobre nosotros. Conocemos a muchos en nuestra situación, pero la experien-cia interior difícilmente es transferible a los demás aunque practiquen el mismo estilo y tengan un nivel aparentemente parecido al nuestro. Por ello, además de entrenar diariamente en comunidad, practicamos en casa, viajamos para aumentar nuestros conocimientos y nos sorprendemos decenas de veces al día pensando en aquel movimiento, en ese kata, en aquel principio. Si lees estas páginas, lector, es que has sentido la curiosidad de acercarte a los contenidos de la revista, temeroso de quedar decepcionado o esperanzado en leer algo interesante

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y por ello poder contar cada dos meses con un nuevo instrumento más con el que relacionarte con aquello que te apasiona. Esperamos de todo corazón cumplir la segunda premisa. Desde DOKKŌDŌ, queremos luchar contra la contradicción previa que he-mos comentado, lo intransferible de nuestra experiencia marcial. Porque en esa contradicción reside el secreto de las artes marciales: en su correcta transmisión de maestros a alumnos. Estas páginas surgen como medio compartir la aventura interior de los maestros e instructores que van a pasar por sus páginas y que, como colaboradores nuestros, agradecemos profundamente su interés, generosidad y desprendimiento al hacer posibles las mismas. A todos ellos, de nuevo gracias.

Pese a que la estructura de la revista irá transformándose con el tiempo, hemos concebido conformarla en secciones que compartimenten diferentes apartados distintos aunque unidos entre sí: En primer lugar habrá una sección de entrevistas a la que hemos titulado: EN EL TATAMI, en ella, intentaremos crear un diálogo con un maestro de renombre pensando siempre en las dudas de aquel practicante que pudo albergar pero nunca tuvo la ocasión de plantear.

DOKKŌDŌ contará con una sección de “viajes”: RONIN, que transmitirá las experiencias de los maestros que hayan acudido a las fuentes primarias del arte marcial.

En la sección de “estilos” dedicaremos espacios monográficos o misceláneos a las tradiciones marciales de los distintos rincones del mundo, estarán englobadas por lo tanto según su lugar de procedencia: ARTES MARCIALES CHINAS, ARTES MARCIALES DE OCCIDENTE, etc.

En la sección MAESTROS Y ESTILOS, dedicaremos un espacio a la singladura de un representante destacado de un estilo, y sobre todo a su labor en el campo de la docencia de las artes marciales, la competición o la publicación de sus trabajos.

Una sección que tendrá la misión de completar todos estos apartados teóricos o culturales será SHIN-GI-TAI. En ella, y conociendo que la verdadera enseñanza sólo se puede ejercer de forma personal, nuestros colaboradores aportarán su valio-sa experiencia de forma que el lector pueda relacionarla con su práctica marcial.

Con el mismo objetivo que la anterior, pero enfocada al mundo de los depor-tes de contacto o las Mixed Martial Arts, nos encontraremos con IN THE CAGE. Donde campeones o expertos nos prestarán sus indicaciones sobre los mejores métodos para enfocar el entrenamiento destinado a la jaula o al ring.

Nuestra sección de CRÓNICA HISTÓRICA abordará multitud de temas relacio-nados con las artes marciales pero ofreciendo una visión más amplia y desde una dimensión histórica, arqueológica o filológica.

INVESTIGACIÓN, sección muy relacionada con la anterior, intentará ofrecer textos que iluminen temas relacionados con el origen de ciertos escuelas o estilos, de influencias entre ellas o de curiosidades conocidas por muy pocos.

Como colofón, MUSUBI, será una columna fundamental que aportará una visión personal y profunda sobre la indudable espiritualidad y humanidad que rodean a las artes marciales.

Esperamos que esta enumeración varíe porque significará que nuestra revista habrá alcanzado vida propia y que los temas que tratemos se vean necesitados de nuevos formatos para que puedan ser enfocados correctamente. Para finalizar, queremos advertir a nuestros lectores que nuestro proyecto está concebido para ir más allá de una revista digital y aspira a abordar todas las posibilidades que nos brindan las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Os invitamos a acompañarnos en este viaje.

Antonio García Piñar jefe de redacción de DOKKŌDŌ.

STAFFRedactor jefe Antonio García Piñar

Editor Antonio García Piñar

Dirección de arte Julieta Prado

Maquetación Julieta Prado y Beatriz Castro Martín

Fotografía Julietta Madeinba

Colaboran en este número Luis Mochón Corredor, Pedro Martín González, Vicente Gómez Espinosa, Juan Carlos Serrato, Ángel Martinez López, Sebastián Reina Cano, Borja Álvarez Cortés

Publicidad Beatriz Castro Martín

[email protected]

Redacción Antonio García Piñar

revistadokkodo.redacción@gmail

Arte y comunicación Julieta Prado

[email protected]

WEB Con Registro en la Propiedad Intelectual de autores de Granada

ISSN

Dirección C/Paris Nº32, Armilla

CP 18.100 - Granada // ESPAÑA

DOKKODO NO SE RESPONSABILIZA DE LAS OPINIONES DE NUESTROS COLABORADORES

ãcentográfico

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Murakami Sensei, 7º dan y director técnico de Karatedo Shotokan (SKIF), impartirá un curso el día 13 de Abril en Madrid. Alumno de Hirozaku Kanazawa Kancho lleva años viajando a España para asentar las directrices fundamentales del estilo. La línea SKIF contiene influencias diversas, como reve-lan la inclusión de katas propios de los estilos relacionados con el Nahate y de Shorin Ryu y

Grulla Blanca por ello, Hirozaku Kanazawa no es solamente reconocido como uno de los más grandes exponentes del Karatedo Shotokan, sino que también del Karate en general. De la mano de uno de sus más fieles alumnos, Murakami Manabu Shihan, y del máximo representante del estilo en España, Jesús Fernández se seguirán asentando los princi-pios de este singular e interesante estilo.

Los días 6 – 7 Julio podre-mos contar con la presencia de Fabio Branno Sensei en Granada. Fabio Branno es un prestigioso maestro de Kenjutsu y Aikido. En su formación ha estudiado con afamados maestros, de entre los que podemos destacar a Endo Seishiro y Christian Tissier. Fabio Branno practica un aikido serio, metódico, preciso y con-tundente. Todos los amantes del Camino de Ueshiba y del sable japonés, estáis invitados.

La línea formativa del maestro Luis Mochón, 4º dan Aikido Aikikai y estudiante de Seishiro Endo Sensei, se desarrollará durante toda la primavera en el Sur y el Levante de España.

12 y 13 de Abril: Seminario de Aikido en Alcantarilla (Murcia). Este curso será impartida a su vez por Pedro Hernández, tam-bién 4º dan Aikido Aikikai. 11 y 12 de Mayo: Seminario de Aikido en Granada. Este curso ha sido aprobado por Spain Aikikai como requisito para exámenes de dan o kyu.

CURSO DE MURAKAMI MANABU SENSEI EN MADRID

CURSO DE AIKIDO Y KENJUTSU EN GRANADA

CURSOS DE LUIS MOCHÓN SENSEI, 4º DAN AIKIDO AIKIKAI

El 20 de Abril se cele-brará un curso interestilos de Kenpo en la ciudad de Almuñécar, (Granada). Los participantes podrán recibir la aportación de dos sistemas de Kenpo diferen-tes pero igual de conocidos y relevantes. Por un lado Fernando Chamizo 6º dan de Ed Parker´s Kenpo-Karate y Miguel Rivas, 8º dan de Kosho Ryu Kenpo, el sistema de la familia Mitose.

ENCUENTRO INTERESTILOS DE KENPO EN ALMUÑÉCAR, GRANADA

AGENDA abril //mayo

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El año 2013 abrió con una noticia bomba en el mundo del Karate español. La posibilidad de que Masaji Taira, maestro de Karatedo Goju Ryu tradicional de Okinawa, y conocido por ser uno de los mayores ex-pertos en Bunkai, la aplicación y plasmación en combate real de las técnicas contenidas en los katas, llegue a España. Los conceptos

de Taira Sensei engloban una visión del Bunkai donde prima la adaptación al adver-sario, la velocidad y explosividad, el contacto permanente con el rival y la visión del kata como una herramienta destinada al servicio del combate real. Los días 19, 20 y 21 de Julio los amantes del Karate tienen una cita ineludible en Madrid.

TETSUTAKA SUGAWARA SENSEI VISITARÁ ESPAÑA EN EL MES DE MAYO

Tetsutaka Sugawara nació Hokkaido en 1941. En 1960, comenzó a estudiar Aikido en el Hombu Dojo, Tokyo, bajo la dirección de O Sensei Morihei Ueshiba, fundador del Aikido. En 1961, fue admiti-do como ushideshi en el afamado dojo de Ibaraki.

En 1975, comienza a estudiar en el seno de la Tenshin Shoden Katori Shinto Ryu, recibiendo el Menkyo Kyoshi en 1986.

Sugawara Sensei es un maestro muy especial. Conocedor del Taiji Quan, y de la cultura china, ha trabajado por dar a conocer en el gigante asiático el Aikido, concretamente en las ciudades de Shangai y Fujian, y estableciendo así puentes entre las dos culturas. Pedro Martín y su Instituto de Artes Marciales Kenshinkan nos trae a este entrañable maestro de Koryu Bujutsu y Budo a España.

El día 3 de mayo se realizará la fiesta de bienvenida en el Kenshinkan Dojo. Las actividades se prolongaran hasta el 12 de mayo.

¡MASAJI TAIRA SENSEI VIENE A ESPAÑA!

Nuestro estimado campeón, Borja Álvarez ha ganado su último torneo, “Fighter Evolution”, evento celebrado en la ciudad de Chiclana de la Frontera (Cádiz) el día 16 de Marzo de 2013. El combate fue pactado en un peso de 64 Kg y con reglas K1. El combate lo enfrentó contra el hasta entonces invicto Lolo Fornell. El resultado del combate

dio como ganador a Borja por decisión unánime de los jueces. Durante cada round Borja sacó todo su arsenal de piernas, tanto de low kick como rodillas. Según las palabras del propio Borja, Lolo fue “un rival muy duro y bravo”, y lo cierto es que los dos luchadores ofrecieron un gran espectáculo.

BORJA ÁLVAREZ, CAMPEÓN DEL TORNEO “FIGHTER EVOLUTION” EN LA CATEGORÍA DE 64 KG

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DEOGRACIASMEDINATRAS LA SENDA DEL MAESTRO MABUNI

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ESTA ENTREVISTA se efectuó en Granada, en un curso impartido por el maes-tro Deogracias Medina Delgado, en diciembre de 2012 en Gójar, Granada. El maestro Deogracias tuvo la amabilidad de atendernos tras una mañana intensa de práctica donde se estudió la riqueza y aplicaciones del kata Shisochin, de la rama de Nahate. Deogracias Medina es ante todo, y sin duda, un buen profesor, transmite con vehe-mencia y paciencia, comunica su pasión por el Karate y su admiración por el maestro Mabuni. Durante la entrevista el recuerdo de su maestro, Yoshiho Hirota, lo emocio-na, sus palabras expresan cariño y sincera gratitud. El relato de aquellos tiempos hacen comprender al interlocutor que el maestro Deogracias formó parte de algo grande, de un capítulo de oro del Karate español, donde los japoneses recién llegados no claudi-caban ni transigían, pese a estar en un país occidental, intentaban trasladar el entre-namiento de la era Showa, un Karate exigente hasta el extremo, una forma de entrenar que forjaba espíritus templados como el acero. El maestro no reniega de esta época, nos revela que aquella etapa significó la construcción de los cimientos de su Karate.

La tradición, la competición, la presencia de las influencias diversas en el estilo Shito Ryu, el Karate okinawense frente al japonés... de todo esto opinará el maestro Deogracias en las líneas que siguen. Pero la práctica, la enseñanza, y una vida entera dedicada al Karate tal vez aporte más preguntas, inquietudes y metas que respuestas definitivas. Al fin y al cabo, el maestro demuestra haber estado cerca de las fuentes: la única verdad segura es la práctica diaria, el Budo. O como decía el maestro Kenwa Mabuni Kaisho:

...en mi pequeño barco, rumbo a la isla del Budo, me entretengo remando...

El viaje consiste en el camino mismo, gracias Deogracias, por transmitirlo con el ejemplo.

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Antes de conocer al maestro Mabuni, usted estudió con el maestro Yoshiho Hirota ¿Cómo recuerda su período de formación en aquella época?

En aquella época había llegado a España una generación de maestros japoneses universitarios muy jóvenes (el maestro Yoshiho Hirota tenía en ese momento 23 años). El Karate que practicaban era muy duro, fuerte, tal y como ellos habían aprendido en la uni-versidad. No solo entrené con Hirota Sensei, también con el maestro Kozo Mizoguchi, con el maestro Yoshihito Sakai y con el maestro Sukui. Recuerdo de aquellos tiempos la dureza de los entrenamien-tos: estaban basados en el kihon, de una repetición tras otra. El tra-bajo por parejas constaba de ippon, sanbon kumite... muchísimas repeticiones y con contacto muy fuerte. Había días que te sentabas y no podías apoyar los brazos en la mesa. El kumite era “sin guantillas” había control a la cara, pero al final eran inevitables los accidentes. Consistía en un trabajo muy lineal, tanto en desplazamientos como en las técnicas; muy japonés. Apenas existía el concepto de bunkai: todo consistía en kihon, kata y kumite. Yo entrenaba de lunes a vier-nes practicando con varios maestros a la vez. También practicaba los sábados, algunos de ellos llegábamos a entrenar cuatro horas, sobre todo si se acercaba algún campeonato. Para estos maestros estaba claro, las clases debían ser duras, de esta manera se conse-guía un cuerpo y una mente más fuerte. Aunque he de decir que con aquellos entrenamientos se asentaron las bases de mi Karate. En aquella época no existía la diferencia entre Karate de competición y tradicional; fíjate: los practicantes de Taekwondo competían con nosotros.

¿El Taekwondo y el Karate participaba mezclado en los mismos campeonatos?

Sí, al principio sí.

Usted fue competidor, ¿siempre estuvo presente una mentalidad tra-dicional en su entrenamiento o eso vino después? ¿se pueden conju-gar las dos cosas?

Al principio, evidentemente, yo tenía 20 años, yo quería com-petir, quería participar en campeonatos, probarme a mi mismo y ganar. Los retos iban sucediéndose poco a poco, como conseguir el cinturón negro, más adelante me propuse ser campeón de Cataluña, luego de España... El entrenamiento era duro y la competición me animaba a seguir. En aquellos tiempos no pensaba que hubiera di-ferencia alguna entre el Karate de competición y el tradicional. Más adelante, tu Karate evoluciona contigo, no siempre tienes 20 años.

Entrenó por tanto con numerosos maestros, pese a ello, ¿siempre consideró a Yoshiho Hirota como su maestro?

Sí, pese a tener 23 años como dije antes, el maestro Hirota había aprendido Karate en la Universidad de Sofía de Tokyo. Tenía gran-des dotes físicas y venia de practicar ese Karate tan directo del que hablamos antes y también aprendimos con él un Karate muy duro. Guardo un gran recuerdo de los maestros japoneses que mencioné antes pero no sólo aprendí del maestro Hirota técnicas de Karate, también fue un maestro espiritual.

¿Era estilo Shito Ryu? No, el practicaba en Japón Shingi Kai.

Es una escuela poco conocida, ¿aún quedan representantes en España de ella?

No creo, sé que en Costa Rica existen practicantes, además, na-turalmente, de Japón.

Ojalá tuviese 20 años y supiera el Karate que ahora sé. Pero si pudiera, le dedicaría una vida entera a cada kata

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Los maestros adaptaban los katas a su manera de entender y características físicas, eso se puede ver con las múltiples variables katas “Passai” que hay actualmente. Estos no podían imaginar que el Karate tendría la evolución de hoy día y que un señor en el siglo XXI iba a practicar su kata

¿Conoció al maestro Mabuni a través del maestro Hirota? ¿Cómo fue el primer encuentro con el maestro Mabuni? ¿Cómo ha sido estudiar con él?

Cuando el maestro Mabuni llegó a España en el año 1980 nos quedamos asombrados. Hirota Sensei lo tuvo claro, siempre fue muy fiel a su maestro en Japón, pero cuando conoció al maestro Mabuni decidió cambiar. Hasta que tuvimos contacto con el método Mabuni, ni siquiera tenía conciencia de que existiera ese “método”. Las escuelas de Karate se diferenciaban por los katas. Pero cuando conocimos el “Método Mabuni” no creíamos lo que veíamos: las cin-co formas de defensa: (Uke no Go Genri) la aplicación de las técnicas por dentro o por fuera, los principios de acción y reacción (Uke no Henka)... Vimos que aquello estaba a años luz. Tras esto, entrené con el maestro Mabuni cada vez que venía a Europa. Es una persona muy especial y entrañable, un tesoro vivo del Karate.

Más adelante usted tuvo que asumir la dirección del estilo Dento Shito Ryu en España... Una de las características principales de Shito Ryu es que es el estilo perteneciente a una familia: la familia Mabuni ¿Cómo fue asumir esa responsabilidad?

No tengo claro si yo soy un representante o un vínculo del maestro Mabuni. Cuando formamos la asociacion Dento Shito Ryu España para mi era fundamental que quería que Mabuni Soke viniera a España a enseñar. Yo he buscado lo mejor para mí, para mi Karate, y procurar preservar con toda la fidelidad y pulcritud el Karate que Mabuni Soke me ha enseñado. Al venir a Andalucía, y a través de Pedro Pinar, estrechamos el vínculo con la Dento Shito Ryu, con el maestro Hidetoshi Nakahashi y trayendo al Maestro Mabuni a España, siendo el año 2001 cuando vino por primera vez a Sevilla.

Son conocidas a priori las diferencias entre la mentalidad de entre-namiento de Okinawa y Japón ¿Cuál es su opinión al respecto? En Japón se analiza y explica el movimiento metódicamen-te, son gente muy técnica y exacta. Observas efectuar una técnica al maestro Mizoguchi y ves que es la perfección técnica abso-luta. Es lógico, por tanto, que en los Campeonatos del Mundo de Karate, los japoneses sigan arrasando en katas. Es normal, por ello, que quieran mantener un acercamiento muy técnico al Karate. Por otro lado los okinawenses realizan un trabajo más de endurecimiento físico-técnico buscando la aplicación efectiva de la técnica, pero eso no quiere decir que sea menos técnico. En esto yo opino que se debe mantener la técnica (yo competí en katas mucho tiempo) pero sin olvidar la efectividad.

¿Podemos los occidentales “entender” el Karate? Depende de la persona, hay occidentales que practican un exce-

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lente Karate. Pero en mi caso sólo he entrenado con maestros japo-neses, creo que cuando practico Karate me siento japonés, creo que ellos me han inculcado su manera de pensar. Durante el resto del día soy un español más, pero cuando practico quedo imbuido de la manera de ver el Karate de ellos. Yo... tengo el Karate muy presente en el día a día de mi vida, intento estudiar e investigar la esencia de los katas... el Karate envuelve mi vida y manera de ser.

¿Considera necesario el uso del makiwara y el endurecimiento de las armas naturales para el practicante?

Mira, si en la actualidad se entrenara como yo lo hice tendría tres o cuatro alumnos. Como dije antes, el Karate que hice en mi juventud forjó unas sólidas raíces, pero hoy pienso que los objeti-vos de los practicantes han cambiado respecto a mi generación. Es correcto que el Karate vaya evolucionando igual que otras cosas. Yo he sido un asiduo del makiwara1, pero hoy día no todo el mundo está dispuesto a hacer este tipo de trabajo, por cual debe ser una decisión de cada persona. ¿Todo el mundo debe practicar igual? Antiguamente se hacía así. Pero el Karate tiene muchas cosas que ofrecer a a cualquier persona de nuestra sociedad. Yo tengo alumnos desde los 5 años hasta (si no me equivoco) los casi 60 años de ambos

sexos y cualquier condición. Pienso que cada uno adapta el Karate a sus necesidades, en cuanto a los niños, puedo ver niños que no se adaptan en otras actividades o deportes de equipo aquí encuentran una actividad que se adapta perfectamente a sus necesidades, con el Karate ganan en seguridad, no compiten con nadie, sino consigo mismos. Todo depende de lo que busques.

Es sabido el mayor enfásis que se hace en Japón respecto al kihon: ¿Hasta qué punto es importante el purismo en la técnica? ¿Puede obstruir la espontaneidad en el combate real?

Una vez el maestro Mabuni Kenei preguntó a un grupo de cin-turones negros, cuartos, quintos y sextos danes que era para ellos el Karate, muchos dieron su respuesta: el karate era una filosofía, un camino de vida, defensa personal, una fuente de salud... Una vez que contestaron el maestro contestó: el Karate es eficacia. Los japoneses estructuraron las técnicas, la progresión en el aprendizaje de las mis-mas. En Okinawa la transmisión era más personal, se enseñaban los katas, y el alumno iba interiorizando la enseñanza.

En Karatedo: Mi camino, Funakoshi comenta que el maestro Azato apenas le corregía, le pedía que repitiera una y otra vez el mismo kata sin apenas darle explicaciones.

Exacto, era una enseñanza más directa y el progreso dependía de la capacidad de aprendizaje del alumno.

Quisiera ahondar en un aspecto diferente al origen okinawense de Shito Ryu; el estilo Shito Ryu alberga tres líneas del Karate de Okinawa: Shuri, Naha y Tomari, pero a su vez existen otras líneas de influencia... Grulla Blanca de Fukien... Saiko Fujita... ¿Qué impor-tancia tuvo la influencia de Saiko Fujita en el estilo?

No hay datos concluyentes sobre Saiko Fujita, es sabido que el Maestro Kenwa Mabuni tuvo una amistad cercana con Saiko Fujita.

El Karate que hice en mi juventud forjó unas sólidas raíces, pero hoy pienso que los objetivos de los practicantes han cambiado respecto a mi generación

1. Me enseña los nudillos, que evidencian lo que afirma el Maestro Deogracias

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Kenwa Mabuni fue como un “agujero negro” dentro del Karate, ab-sorbió todo lo que pudo aprender, no es de extrañar que aprendiera técnicas de Saiko Fujita. Pero no ha quedado muy claro qué.

De hecho en el libro Karatedo Nyumon, en el epílogo, el Maestro Kenei Mabuni, dice literalmente que su padre aprendió Ju Jutsu con Saiko Fujita. Muchos piensan que el estudio de los kyusho fue apren-dido de Fujita.

Es posible, pero no olvidemos como se ha publicado2, que Mabuni era uno de los poseedores de una de los dos copias únicas del Bubishi, y que son estudios que pertenecían al Karate de Okinawa desde antiguo. Es posible que Fujita aportara una “confirmación” sobre la efectividad de los kyusho, pero todo esto son teorías, hay polémica al respecto y pocas cosas claras. El maestro Mabuni nunca ha hablado de esto.

El legado del Shurite, Nahate, Tomarite, Grulla Blanca de Fukien... El acervo técnico es amplísimo ¿es posible abarcar todo el estilo?

He oído muchas observaciones sobre ese aspecto de Shito Ryu, si quieres que te diga la verdad: ojalá tuviese 20 años y supiera el Karate que ahora sé. Pero si pudiera, le dedicaría una vida entera a cada kata. Yo podría realizarte ahora mismo todos los katas de nuestro estilo... pero ¿dominar? No domino ninguno, como digo, cada kata exige una vida entera. Aunque... por otro lado, conocer los katas, en la variedad que existe en Shito Ryu: Shuri, Tomari, Naha, los katas de Go Kenki, los katas de Kenwa Mabuni... ofrecen una riqueza que alberga toda la defensa personal, en los katas están todas las posibi-

lidades. Como dije antes, Kenwa Mabuni Sensei absorbió todo lo que pudo, algo nada común en su época, y ese legado no se puede perder.

Para alguien como usted que lleva tantos años de práctica, enseñan-za y entrenamiento... ¿existen “secretos” en el Karate (un tipo de enseñanza superior) o la excelencia consiste en pulir y eliminar lo innecesario?

Es cierto lo que dicen los maestros cuando aconsejan: “No ha-bles, hazlo, más adelante comprenderás”. De diez alumnos que tenga un maestro, algunos avanzan o comprenden antes, otros después, algunos disciernen enseguida, otros no comprenden nunca. Ese es el camino, mantener un cuerpo fuerte, y estudiar las técnicas según nuestra capacidad de disciernimiento, para no usar nunca el Karate claro, el objetivo es desarrollar nuestro Karate para no tener que emplearlo nunca, no obstante no debemos olvidar que la práctica contínua del Karate nos lleva hacia la superación y la mejora de la persona y no tanto a una búsqueda físico-tecnica y realista, con los años debemos llevar nuestro Karate de lo físico a lo mental, y d elo mental a los espiritual.

¿Podríamos decir que la enseñanza japonesa es más metodológica y analítica que la okinawensa?

Sin duda. La metodología japonesa convierte el movimiento, la técnica en una figura ideal a la que debes aproximarte. En Okinawa, el alumno practicaba y debía comprender según su nivel de descer-nimiento, por otro lado, debía adaptar el Karate a sus características.

¿Eso explica las diferencias en los katas? ¡Evidementemente! Los maestros adaptaban los katas a su mane-

ra de entender y características físicas, eso se puede ver con las mul-tiples variables katas “PASSAI” que hay actualmente, los maestros no podían imaginar que el Karate tendría la evolución de hoy dia y que un señor en el siglo XXI iba a practicar su kata.

Para terminar: por lo que se puede ver, el Karate actual está diver-giendo en dos tendencias: aquellas que intentan volver a las raíces okinawensas, previas a la II Guerra Mundial y el olimpismo ¿con cual se queda usted?

Como dije antes, la competición no es mala, exige autosacrifi-cio y buscar metas, el Karate es lo suficientemente rico como para satisfacer las aspiraciones de muchas personas. En mi caso intento mantener y transmitir lo mejor que puedo lo que el maestro Mabuni me ha enseñado. Kenwa Mabuni creó un escuela de Karate donde vertió todo lo que aprendió de sus maestros. Nosotros sólo podemos seguir transmitiendo sus enseñanzas y seguir investigando lo que él hizo, para que este legado llegue en las mejores condiciones a futuras generaciones.

Entiendo...El Karate cambia y mejora en tu interior, estudiándolo y adap-

tándolo a tus características, pero al no poseer la experiencia de los grandes maestros, como Kenwa Mabuni, debemos volver siempre a las raíces y buscar en ellas.

En estos momentos se plantea la cuestión de la sucesión en Dento Shito Ryu... ¿Qué futuro se vislumbra?

No se sabe, Dios dirá. Hay que seguir entrenando y practicando. Mi objetivo es seguir preservando lo que Mabuni Sensei me ha ense-ñado, debemos preocuparnos por el momento presente.

(Los katas) ofrecen una riqueza que alberga toda la defensa personal, en los katas están todas las posibilidades

2. El maestro Deogracias se refiere al Bubishi editado por Patrick Mc Carthy

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Brevísimos apuntes históricos sobre el estilo Shito Ryu Karatedo

La familia Mabuni había estado desde tiempos inmemo-riales al servicio de los reyes de las Ryu Kyu. Kenwa Mabuni nació el 14 de Noviembre de 1889, en la ciudad de Shuri, en el seno una familia de guerreros (Bushi, o Peichin en el dialecto de Okinawa: el Uchinaguchi).

Pese al peso que tuvo el maestro Yasutsune Anko Itosu en la fomación de Kenwa Mabuni, el primer maestro que tuvo fue un sirviente de la familia, su nombre era Matayoshi, aunque de este período apenas tenemos información. El joven muchacho deseaba mejorar su salud, al parecer frágil, y asemejarse a las generaciones anteriores de su apellido familiar. Uno de los an-cestros más famosos fue Oni Oshiro (de apodo el Demonio) te-rrible guerrero del siglo XV. A los 13 años de edad fue recomen-dado y presentado para poder estudiar con el maestro Itosu.

Kenwa Mabuni permaneció con su maestro durante mu-chos años, aprendiendo gran número de katas. El joven apren-diz demostró desde el principio unas dotes destacadas, algo que marcaría desde entonces su Karate: su facilidad para el apren-dizaje de los katas. Tal era su pasión por aprender y entrenar que, según su propio hijo, Mabuni Kenei, no faltó ni un solo día al entrenamiento, ni siquiera un día en el que hubo un ciclón.

Al conseguir un trabajo como profesor sustituto en Naha, la formación del maestro Mabuni se enriquece con la estrecha amistad que traba con el maestro Miyagi Chojun, fundador del estilo Goju Ryu. Gracias al maestro Miyagi, Mabuni consigue ser aceptado por el maestro Kanryo Higaonna y se le aconse-ja entrar en la escuela de policía de Okinawa. En esta etapa, Mabuni estudia Judo, y gracias a su trabajo de policía, que le fuerza a desplazarse por toda la isla, llega a conocer a diver-sos maestros, que le enseñan Kobudo y otros katas de Karate. Uno de ellos fue Seisho Aragaki, misterioso maestro apodado “el gato” que había estudiado en China, tal y como había hecho su maestro Higaonna.

En 1924, Mabuni ya era un experto, reconocido en toda la isla. Construye un dojo en su casa, debido a las amistades que estabeleció Mabuni en su carrera, su dojo se erige en verdadero lugar de reunión y epicentro del intercambio de experiencias técnicas katas, y enseñanza de diversos maestros que acuden a intercambiar sus conocimientos donde no solamente ense-ñaba él. Por ese dojo pasaron verdaderas leyendas del Karate clásico de Okinawa, como el citado Chojun Miyagi, Juhatsu Kyoda (alumo de Higaonna y fundador de la Toon Ryu), Choki Motobu (llamado “Saru” “el mono” reputado peleador callejero, Chomo Hanashiro y Ketsu Yabu (viejos maestros de una gene-ración anterior, que habían entrenado incluso con el legendario Sokon Matsumura) y Chosin Chibana, el que sería fundador de la Kobayashi Shorin Ryu.

Fue en esa época en la que apareció un curioso maestro, Wu Xian Hui, (llamado Go Kenki por los okinawenses) maestro de Bái Hè Quán, o boxeo de la Grulla Blanca (Hukutsuru Ken). Las enseñanzas de Go Kenki influyeron en Mabuni de forma decisiva. Tres katas de gran riqueza técnica y de una gran pureza ligada a su origen chino: Haffa, Paiporen y Nipaipo.

Al igual que numerosos maestros, Mabuni decide enseñar Karate en el resto de Japón. En 1929, se traslada a la ciudad por-tuaria de Osaka. En 1938 aparece el definitivo nombre del estilo de Karate que surgía del aprendizaje con numerosos maestros de Karate y de otras artes marciales. Mabuni lo da a conocer con la publicación de un libro: Karatedo Nyumon, y el nombre ele-gido aunaría el primer kanji de sus principales maestros: Itosu y Higaonna, que pueden pronunciarse a su vez como “Shi” y “To” por tanto, Shito Ryu (糸東流) La Escuela de Itosu y Higaonna.

En 1953, Kenwa Mabuni fallece a la edad de 63 años. Como sucesor de la escuela que había creado queda su hijo Kenei Mabuni, actual Soke (heredero principal y cabeza del estilo) y fiel guardián del impresionante legado que dejó su padre.

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Sastravidya deBhârata

por Pedro Martín GonzálezKenshinkan dôjô 2013

Las Artes Marciales de India se conocen como Sastravidya, un concepto que las aglutina a todas formando una familia,

compuesta por multitud de miembros diseminados por todo el país, de norte a sur, de este a oeste. Son, pues, numerosas, las

formas de Arte Marcial surgidas en la vieja tierra de Bharata. Este es un recorrido que pretende impulsar el conocimiento de ese

fascinante mundo, donde el mito se cruza con la realidad, la sempiterna religión lo hace con la guerra, los oprimidos

pueblos autóctonos con aquellos otros, usurpadores de tierras y valles; un lugar donde el ingenio

sin límites ha gestado y cedido al mundo una vasta cultura, una forma de pensar

el mundo capaz de expandirse hacia otras latitudes del Continente

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Estudiando la historia, com-prendemos que la configuración del concepto Arte Marcial es resul-tado de un continuum. Su consoli-dación supone una herencia acumu-lada de miles de años, una experiencia transmitida de una generación a otra, basada, originalmente, en el impulso primario por la supervivencia, en el deseo de poder, en la expansión del comercio, en la propagación de unas ideas religiosas, en el intercambio cultural y, después, en el cre-cimiento y la prosperidad espiritual.

Tanto en Oriente como en Occidente, to-dos y cada uno de los pueblos han desarrollado sus propias ideas en relación con la guerra, aportando estrategias, manipulando el metal, diseñando y construyendo sus armas o ampliando el bagaje que comporta la guerra cuerpo a cuerpo. El resultado final de todo este movimiento son las Artes Marciales que conocemos en la actualidad. Si somos capaces de mirar atenta-mente, observaremos sus relaciones e interdependencias y, de esta forma, vislumbrando semejante panorama de interculturalidad, comprenderemos que entender el concepto guerrero de un deter-minado país es comprender la epopeya de su historia.

Atendiendo al Subcontinente Indio, semejante recorrido nos conduciría al estudio de las primeras culturas de Harappa y Mohenjo Daro, datadas en 2800 a.C.; nos documentaríamos sobre los pueblos dravídicos; inspeccionaríamos las invasiones arias del segundo milenio a.C.; atenderíamos a las guerras del macedonio Alejandro, en el siglo IV a.C.; leeríamos acerca de la formación de los estados limítrofes de la Sogdiana y la Bactriana y el empuje, en forma de guerras e invasiones, que desde ellos llevaron a cabo los

AFGANISTÁN

BANGLADESH

KERALA

SRI LANKA

Madrás Bangalore

Bombai

Nueva Delhi

Varanasi

Calcuta

PUNHAB

NEPAL

BUTÁN

CHINA

CACHEMIRA

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Pueblos Centroasiáticos, un período de guerra; éste que movilizó poblaciones enteras hacia otras latitudes; finalmente, en el siglo XVI, estudiaríamos el Imperio Mogol, para terminar con la llegada de los primeros europeos, la ocupación inglesa y su Independencia final como Estado soberano.

Si bien es cierto que en los Vedas (1500/1000 a. C.) se nombran diferentes Artes Marciales, tales como la lucha cuerpo a cuerpo (maladvandva), el tiro con arco (dhanurvidya), o la equitación (ashvarohana), las primeras y consistentes informaciones escritas sobre Artes Marciales Indias las debemos a navegantes, comercian-tes y exploradores portugueses, quienes arribaron a las costas de Calicut, Cochín o Trivandrum en el siglo XVI. De ellos obtenemos una información verdaderamente interesante, destacando a Vasco de Gama, Alburquerque o Duarte Barbosa, éste último escritor y navegante, miembro de la Expedición comandada por Magallanes en su vuelta alrededor del Mundo.

El asentamiento de España en Filipinas, de Portugal en Goa y Macao, de Holanda en Japón o de Inglaterra en la propia India a través de la Compañía de las Indias Orientales, facilitó la arribada de barcos a puertos del Índico, haciendo que el Arte se desplazara de un a otro confín, utilizando una vez más el comercio marítimo como transporte. Esas influencias, procedentes de India, culmina-rían en lugares dispares y muy interesantes para nuestra investiga-ción, como Indonesia, Okinawa o Japón. La historia de las Artes Marciales Indias es pues una muestra más de esa interculturalidad a la que nos hemos referido, una semilla que, sembrada en su lugar de origen, va a germinar y a propagarse por Oriente, influenciando a otras formas de Arte Marcial.

El científico ruso George Nikolaievich Roerich, lingüista, his-toriador y explorador, defendió en sus trabajos e investigaciones la unidad cultural de Asia. En efecto, una de sus prioridades fue demostrar la conexión existente entre las distintas culturas del Continente, unas relaciones que se establecieron en todas las di-recciones y que fomentaron unos países con otros a pesar de las distancias que pudieran separarles: de Rusia a India; de Sinkiang y Mongolia a Tíbet; de Irán, Afganistán y Pakistán a China; de Ceilán, a Indonesia, Java y Filipinas; de Corea, a Okinawa y Japón, por citar algunos ejemplos. Este constante flujo de comunicación se ha producido a lo largo de siglos, utilizando para ello distintos

La cultura india se estableció en todos y cada uno de los países asiáticos y junto a ella lo hicieron las Artes Marciales de ese país, como una muestra más de la

expresión cultural de unos pueblos y regiones allí situados

Rezando en el Poothara antes de practicar Kushti

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vehículos -la religión, el comercio, la lengua o el arte- así como di-ferentes rutas y vías -marítimas o terrestres- afectando a todas las facetas humanas, incluidas las Artes Marciales; ejemplos de todo ello podemos encontrarlos en el mito de Bodhidharma, en la co-nexión de las Artes Marciales de Kerala con el portugués Jogo do Pau o con el Palo y Garrote de Canarias, en el influjo que las Artes Marciales Chinas tuvieron en Okinawa y Japón, en la relación de la tradicional forja de armas en Anatolia y Oriente Medio con aquellas otras desarrolladas en China Continental, en la influencia de los Pueblos nómadas de Asia Central con los reinos de Silla y Koguryo, o aquella otra conexión que sostuvieron los Tungus man-churianos con los Ainus de Hokkaido o Shahalin.

Ya en el siglo V d. C. la Universidad Budista Nalanda, en el nor-te de India, mantenía contactos con sus vecinos de Nepal, Tíbet y China. Este mismo transporte, que fue el Budismo, hizo posible que viajeros procedentes de otras latitudes del Subcontinente indio

se desplazaran aún más hacia el norte, cruzando la Cordillera del Himalaya en dirección a las estepas de Sinkiang y Mongolia, llegan-do incluso a la chamánica Siberia, abriendo puertas geográficas, para expandir: ideas, moralidades y filosofías. Otra forma de Budismo, el Pequeño Vehículo, o Hinayana, sirvió de catalizador para que las culturas indias se expandieran hacia el Sudeste, dirigiéndose ahora hacia Burma, Catai, Ceilán o Indonesia. Hacia el noroeste fue de nuevo la rama del Budismo Mahayana quien atravesó la Cordillera del Hindukush, poniendo rumbo a la Sogdiana y la Bactriana, en los actuales estados de Afganistán, Uzbekistán y Tayikistán, lugares donde se erigieron centros budistas de primer orden a partir de los cuales en el siglo II d.C. se registraron itinerarios viajeros de monjes, mercaderes y exploradores en dirección a China, otro centro emisor cultural de primer orden, que añadiría a esa continua comunicación los contextos administrativos y políticos. El peso de la Civilización China influenciará a todo su entorno: Corea, Japón, Vietnam, etc.

Viajando en semejantes formatos, la cultura india se estableció en todos y cada uno de los países asiáticos y junto a ella lo hicieron las Artes Marciales de ese país, como una muestra más de la expre-sión cultural de unos pueblos y regiones allí situados. Artes como el Kalarippayattu de Kerala, el Varma Atti y el Silambam de Tamil Nadu, el Kusthi o el Banethi de Uttar Pradesh, el Pari Khanda de Bihar, el Shastar Vidya o el Gatka del Punjab, han influenciado en otras Artes Marciales del Continente Asiático, sumando a ello dife-rentes elementos culturales indios, entre ellos: los valores de la clase guerrera, la medicina ayurvédica, la filosofía india, la literatura épica del Ramayana y del Mahabarata, el Yoga, etc. Entendiendo con más claridad qué ha supuesto esa onda expansiva detallaremos algunas de las formas más singulares de Artes Marciales que podemos en-contrar en este inmenso país.

En la Kerala medieval las diferenciaciones sociales eran una rea-lidad y los distintos estamentos estaban muy delimitados, encon-trándonos: Brahmines (sacerdotes), Kshatriyas (guerreros), Vaishyas (comerciantes) y Shudras (siervos). Aunque el poder político y reli-gioso era desempeñado por los primeros, éstos se amparaban en la protección de la clase guerrera, en la que los Nair, o soldados autóc-tonos de Kerala, eran primordiales, siendo ellos los portadores de la tradición del Kalarippayattu.

Los kalaris tradicionales están diseminados por todo el territorio de Kerala. A menudo se les encuentra en pequeñas

aldeas, donde los gurukkal, o maestros de Kalarippayattu, mantienen viva una tradición que, como ocurre en las

tradiciones marciales japonesas, es a menudo una auténtica herencia de sangre, transmitida de generación en

generación y de padres a hijos

Lucha en el suelo. Kushti en Varanasi

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Duarte Barbosa, escritor y marino portugués que vivió entre el siglo XV y el XVI, recoge en sus escritos viajeros algunos comen-tarios sobre los Nair, de quienes dice, vivían muy apegados a su Rey, dedicándole todo su tiempo y esfuerzo. Duarte resume en sus crónicas el armamento por ellos utilizado, compuesto por arcos y flechas, espadas y escudos, detallándonos un entrenamiento sin tregua y una especial habilidad para la lucha. El escritor nos hace partícipes del modo de vida de esta élite guerrera, de la relación que los estudiantes, aspirantes y soldados mantenían con su gu-rukkal, o maestro en ejercicio, del desprecio que sentían hacia el dolor o el miedo, y de una férrea voluntad de seguir a su Rey, si éste moría en combate.

Cuando en 1992 visité por primera vez un Kalari, o Escuela de Kalarippayattu, en el Estado de Kerala, lo hice acompañado del señor Chummar Choondal, Secretario de la Academia de Folklore de Trichur y exponente de primer orden en el estudio de la cultura y tradiciones de este Estado del suroeste indio. Chummar, escritor prolífico, autor de numerosos volúmenes sobre folklore, teatro y antropología, mantenía una visión muy notable en relación a la conexión intercultural y una, también notable inteligencia, para establecer semejantes vínculos entre el teatro, el folklore y las Artes Marciales de Kerala. Durante varias jornadas estudiamos el Kalarippayattu de Trichur, conducidos por el gurukkal del P.B. Kalari Shangam de esta ciudad, el señor P.S. Higgins, su entonces director en ejercicio.

Los kalaris tradicionales están diseminados por todo el terri-torio de Kerala. A menudo se les encuentra en pequeñas aldeas, donde los gurukkal, o maestros de Kalarippayattu, mantienen viva una tradición que, como ocurre en las tradiciones marciales japo-nesas, es a menudo una auténtica herencia de sangre, transmitida de generación en generación y de padres a hijos. Semejante trans-misión no es exclusiva del Kalarippayattu pudiendo observarse en otras tradiciones marciales de India, como el Kusthi y el Banethi de Uttar Pradesh, o el Gutka, del Punjab.

Al igual que el dôjô de un Koryû tradicional japonés, el kalari indio se situó en lugares apartados, espacios tranquilos donde el gurukkal y sus estudiantes mantenían un contacto con lo espiri-tual, mientras practicaban y aprendían su Arte Marcial. Debido a

Al igual que ocurre en el Karate tradicional de Okinawa,

los practicantes de Kusthi se ejercitan con sus propias herramientas tradicionales

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esta sacralidad, a este recogimiento, a esta introspección, en el pa-sado no todos los alumnos eran admitidos en el interior de un ka-lari, siendo aceptados después de un riguroso ejercicio de confian-za y de un serio compromiso de aprendizaje por parte del novicio.

Existen distintos estilos de Kalarippayattu, según lo situemos en Calicut, Trichur, Cochín o Trivandrum, capitales correspondientes a las zonas norte, central o sur de Kerala. Los estilos del norte están más enfocados al trabajo con armas; los del centro de Kerala son más holísticos, trabajando por igual con armas y manos desnudas; finalmente, los estilos del sur, ubicados en torno a la ciudad de Trivandrum, ponen su énfasis en el trabajo sin armas. No obstante, aunque la práctica esté más escorada hacia uno u otro aspecto del Arte, todos ellos mantienen en sus enseñanzas el curriculum com-pleto del Arte del Kalarippayattu. A esto he de añadir que aunque el Arte es originario de Kerala, donde se encuentran la mayoría de las Escuelas y maestros, existen escuelas en Chennai, en el Estado de Tamil Nadu, así como en la ciudad de Bangalore, en el Estado de Karnataka.

Siendo, como es, un espacio sagrado, el interior del kalari dis-pone de un altar, o poothara, donde los adeptos ofrecen sus oracio-nes a la divinidad y refuerzan sus propósitos antes de entregarse al Kalarippayattu. Las escuelas mantienen también un guruthara, lugar situado cerca del poothara en el cual se venera una luminaria en recuerdo de los maestros predecesores de la tradición. Antes de la práctica del kalari todos los estudiantes ofrecen sus respetos al gurukkal, ante el cual se postran y a quien tocan los pies en señal de respeto.

La práctica del Arte Marcial de Kerala está dirigida hacia la to-talidad, esto supone trabajar con y sin armas, estudiar la terapia manual y la medicina ayurvédica, el pranayama (respiración), los marmas (puntos vitales), el masaje con aceites (uzhil), etc. El tra-bajo con manos desnudas se denomina maippayattu y está com-puesto por multitud de ejercicios de elasticidad, fortalecimiento y agilidad, con los cuales comienzan las prácticas diarias, ejerci-tándose asimismo en las técnicas de defensa personal con las que los alumnos aprenden todo tipo de bloqueos, ataques, inmoviliza-ciones, proyecciones, estrangulaciones, etc. En cuanto al trabajo

con armas encontramos: chottachan (bastón corto), muchan (dos bastones cortos), pantheeran (bastón largo), vaal (espada), paricha (escudo), kuntham (lanza), vadi veeshal (finas y alargadas láminas de hierro), urumi (espada flexible), kathi (pequeña daga), kava-chakathi (daga grande), otta (bastón curvo), etc.

Aunque las formas de Arte Marcial de Uttar Pradesh puedan ser diferentes a las de Tamil y Kerala, el fondo de las mismas es idén-tico. En Varanasi, el Kusthi mantiene con fuerza la tradición de la lucha cuerpo a cuerpo, una forma de combate que tiene una histo-ria reconocida de cuatro siglos pero que aspira a tener, como en el caso del Kalarippayattu, un origen milenario. Existen numerosos akharas (escuelas) en la Ciudad de Varanasi, encontrándose dise-minados a lo largo de las orillas del Ganges, manteniendo con esa corriente de vida, que es el Río, una conexión de por vida. Las dos Artes Marciales más representativas de Uttar, el propio Kusthi y el Banethi, sitúan en su panteón a Hanuman, el dios mono, a quien deben su compromiso y ante quien rezan a diario, ligando a su in-tercesión, la suerte y la fortuna, su presente y, también, su porvenir.

El akhara de un Kusthi tradicional mantiene un lugar destacado para el poothara, dedicado a Hanuman. El terreno destinado a la práctica está cubierto de arena y es aquí donde se desarrolla la lu-cha. Los alumnos fortalecen sus cuerpos con multitud de elemen-

El actual Gurukkal de la familia Akhada de Varanasi

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tos accesorios, todos ellos de carácter tradicional y fabricados con materiales sencillos: piedras, maderas, cañas, cuerdas, etc. Al igual que ocurre en el Karate tradicional de Okinawa, los practicantes de Kusthi se ejercitan con sus propias herramientas tradicionales, utili-zando para este propósito: joris (pesados cilindros de madera), gadas (piedras pesadas), nal (piedras cilíndricas), etc.

En mi último viaje a Varanasi, visité dos akharas, situados cerca de uno de los ghats más conocidos de la ciudad. La práctica del Kusthi se desarrollaba en un horario inusual, de cuatro a seis de la mañana. El gurukkal del Hanuman Vayamsala Akhara, el señor Siyaram, era siempre el primero en llegar y, también, el último en salir del recinto. Una vez finalizada la práctica, estudiantes y profesores bajaban al río,

para entregarse al ritual de abluciones y limpieza interior que cada amanecer tiene lugar a orillas del sagrado Ganges.

Por su parte, la familia Akahda, es la cuarta generación de maes-tros de Banethi que ejerce en Varanasi. Su primogénito, actual líder de la Escuela, visita diariamente el templo de Hanuman, situado muy cerca de su akhara, para encomendar su trabajo a esta divi-nidad, entregándose después con pasión a la transmisión del Arte Marcial que representa su familia. Este joven gurú aprendió el arte del Banethi de su padre, quien a su vez lo heredó de su antecesor. Como es frecuente en las familias indias, todos los miembros viven en comunidad, compartiendo el hogar y apoyándose unos a otros en su destino común, pues las familias son interdependientes como lo son aquellos bienes que comportan el conocimiento y la ense-ñanza de las Artes Marciales: espadas, escudos, lanzas o la propia akhara, conformando todo ello un patrimonio material y espiritual que se transmite y hereda la siguiente generación. Al igual que en las Artes Marciales del sur indio, encontramos en el curriculum del Banethi, numerosos paittera (katas) con distintas armas, tales como: talwar (espada) o banethi (bastón).

Como en el caso de los habitantes de Kerala o Tamil, otros gru-pos humanos que habitan el Centro y Este de India son también dravídicos, es decir, anteriores a las invasiones arias; esto significa que ellos son los pobladores autóctonos del país, aunque a veces sean los verdaderamente marginados de India. Algunos de estos grupos, denominados genéricamente adivasis, habitan las regiones de Orissa y Bihar, cuna también de otras formas de Arte Marcial, como el Pari Khanda, o el Lalai. Entre estas poblaciones origina-les asentadas en Orissa y Bihar, encontramos: Khonds, Saoras o Murias. El arsenal de armas del Pari Khanda de Bihar, incluye: vaas

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Ambiente de Kushti de Varanasi

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PEDRO MARTÍN GONZÁLEZ (Badajoz, 21 de Septiembre de 1962)

Ha viajado en numerosas ocasiones por India durante los últimos veinticinco años,

teniendo la oportunidad de estudiar, documentar y filmar, algunas de las

Artes Marciales de ese país, tales como: Kalarippayattu, Kusthi, Banethi, Gupka o

Lalai, además del teatro Khatakali. En sus viajes por India ha visitado entre otros, los Estados de: Kerala, Karnataka, Tamil Nadu,

Orissa, Bihar, Uttar, Punjab, Himachal, Andra, Bengala, Sikkim, Haryana o Ladakh. En la actualidad es Director de Kenshinkan

dôjô, una Escuela de Budô y Bujutsu Tradicional de Japón.

(bastón grande), talvar (espadas y dagas), katari (machete), farsa (bastón con un tridente en el extremo), godasa (bastón con una cuchilla en su extremo), etc. Estas formas de Arte Marcial están en la actualidad en claro retroceso, configurándose como una minoría en el panorama de las Artes Marciales de India junto a otros ejem-plos, tales como el Kathi Samu, de Andra Pradesh o el Thangta, de Manipur, en el extremo más oriental del país.

Subiendo hacia el norte y dejando atrás la llanura de Delhi, nos encontramos con el Estado de Punjab, situado entre Haryana, Himachal y Jammu. El Punjab, con capital en Chandigar, es la cuna de los Sikhs, un pueblo belicoso y guerrero, forjador de Artes Marciales singulares: como el Gatka, una forma de lucha originada a partir del Shastra Vidya, la antigua tradición de la lucha cuyo concepto ha caído prácticamente en el olvido. El fundador de la religión Sikh, Guru Nanak (1469-1539) era miembro de la casta guerrera de los kshatriyas. Según la tradición, los sucesores de Guru Nanak siempre han estado vinculados al trabajo de las Artes Marciales. El actual Gatka, surgido a finales del siglo XVIII, en el período de ocupación inglesa, está fundamentado en el trabajo con distintas armas, manteniendo también en su programa el estudio de la lucha con manos vacías, denominada Pehlwani, el equiva-lente en Punjab de la lucha Kusthi de Varanasi, que bien podría tener reminiscencias procedentes de Persia o Mongolia. Algunas de las armas utilizadas en el Arte del Gatka son: talwar (espada de un solo filo), khanda (espada de doble filo), khartar (daga), lathi (bastón), etc.

Algunas formas de teatro originadas en India han estado siem-pre asociadas a las Artes Marciales, como es el caso de Kathakali y su estrecha relación con el Kalarippayattu. Tanto en el Kathakali, como en las danzas Poorakali y Tandava, o en el, también teatro, Kutiyattam, el cuerpo es el medio de expresión a través del cual el artista se comunica con el público, expresando así sus emociones cuando representan las epopeyas, narradas y cantadas, de las épicas historias del Mahabaratha o del Ramanaya, utilizando para ello los gestos controlados de la cara, los mudras ejecutados con una o dos manos, las estudiadas miradas o los movimientos del cuerpo.

En su período feudal Kerala estuvo sometida a continuas guerras de poder que terminaban escenificándose en el teatro Kathakali. Los actores practicaban el Arte Marcial del Kalarippayattu, para desarro-llar una cultura física imprescindible, si querían acometer con éxito sus representaciones. Ellos mismos se refieren a su lugar de práctica como Kalari.

Todo este conglomerado de historia, cultura, filosofía y espiritua-lidad se ha conformado en el Subcontinente Indio a lo largo de más de dos milenios. Siendo India, como ha sido, un centro emisor cultu-ral de primer orden en el contexto oriental, sus Artes Marciales han significado un punto de arranque, influencia y motivación para que otras culturas marciales se desarrollaran en el Continente Asiático. Desde esa perspectiva de multiculturalidad, conexión y constante influjo, quisiera que se entendieran las ideas aquí representadas.

El autor con una Farsa del Lalai de Bihar

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Juan Carlos Serrato, experto en artes marciales y maestro internacional, inició sus estudios y práctica de Artes Marciales a la edad de 13 años, comenzando con el arte del Wushu, de la mano del Maestro Fang Xin Ming, de Henan y rey mono de la Ópera de Zhengzhou durante 15 años. Además ha practicado tanto estilos modernos como tradicionales y manejo de armas de diferentes escuelas, Shaolin, Emei y Wudang.

A los 21 años su periplo en las artes marciales chinas sufre un punto de inflexión: viaja a China a la universidad de Beijing, al Instituto de Investigacion de Wushu, en esa época tiene la oportunidad de estudiar con grandes maestros como Wu Bing, ZenYu Jiu y Feng Zhi Qiang... Desde entonces el maestro Juan Carlos Serrato visitará regularmente China desde 1987, siendo muy intenso el período entre 1994 y 2011, época en la que estudia en los centros de aprendizaje más variados: desde las Universidades de Wuhan y Beijing hasta los templos de Hua Shan, He Mei Shan, Shaolin y Wudang.

En 1986 se interesa por el Taiji Quan y comienza a compaginar los estilos externos con los internos, descubriendo en el Taiji que completaba su formación en estilos duros. Comienza las prácticas de Taiji en la Universidad de Guangzhou (Guangdōng), estudiando también

sus bases teóricas y filosóficas; en su desa-rrollo recorre varios lugares y maestros hasta llegar, en el año 1994, a Wudang Shan, cuna del Taiji Quan y mundialmente conocido por ser un sitio de referencia en artes marciales y Patrimonio de la Humanidad.

Gracias a su constante entrenamiento de alto nivel y a la implicación con los verda-deros valores en la práctica de las artes mar-ciales chinas, el maestro Juan Carlos Serrato (y su centro de enseñanza) es el único auto-rizado por el Maestro Zhong Yun Long (14º generación de Sanfeng Pai) de la Montaña Wudang para la divulgación del Wushu y del Taiji de las montañas de Wudang, en España y también único centro reconocido por la Asociación de Taoismo de Baiyunguan de Beijing para la divulgación de los estilos marciales del templo con su certificado.

La actividad docente del maestro Juan Carlos Serrato no solamente se ha ceñido a la enseñanza de las artes marciales chinas. Ha publicado libros relacionados con las artes marciales chinas, uno de los más co-nocidos es Cuerpo, Mente y Taiji Quan, así

Juan Carlos SERRATOmaestro internacional de wushu y taiji quan

MAESTROS Y ESTILOS

1. O Sun Wukong, en la Ópera Tradicional existen personajes arquetípicos en los que muchos actores se especializan (al igual que oruccre en la Comedia del Arte italiana). En este caso, el Rey mono es le protagonista de una novela titulada Viaje al oeste.

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como otros títulos ya publicados en el area del Wushu como Manual de Palo Chino y El wus-hu del sur de China, el Nan Chuan.

En 1992 es director del instituto de investi-gación de Wushu. Esta institución se encarga de difundir la cultura del wushu y formar de-portistas, técnicos y entrenadores fomentan-do su linea cultural a través del Wudao.

Su carrera como maestro de artes marcia-les se culmina al fundar su propia escuela de Wushu y Taiji Quan. En 1997 es abierta for-malmente la “Escuela Wudao”.

La “Escuela Wudao” alcanza rápidamen-te un gran prestigio en el mundo de las artes marciales chinas en España. Este centro de formación se erigirá como cantera de nume-rosos instructores y campeones de Wushu de-bido al alto nivel técnico con el que se forma a los alumnos. La escuela, dirigida por el propio Juan Carlos Serrato es a su vez:

Centro Colaborador del Instituto Confucio de la Universidad de Granada y Valencia.

Centro Colaborador de la Universidad de Gran Canaria (centro de formación continua).

Cuenta con centros avalados tanto en

Madrid como en varias provincias de España. La Escuela Wudao se ha convertido en un verdadero epicentro de formación, con sede

en Madrid, cuenta con numerosos instructores, que imparten disciplinas tan dispares como Wushu acrobático, Taiji Quan, Sanda, etc. La escuela es todo un puente entre China y nuestro país, en ella también se imparten talleres diversos relacionados con la cultura, la literatura, historia, arte, filosofía, la gastronomía y las costumbres chinas. El recinto cuenta con varias salas donde se pueden practicar las distintas disciplinas. En la actualidad la Escuela Wudao tiene diversas delegaciones en varias regiones de España e imparte clases a cientos de alum-nos. Ciudades como Granada, Badajoz, Valencia, Santa Cruz de Tenerife, Castellón, León, Salamanca, Pontevedra, Toledo, Alicante y Girona se practican auténticas artes marciales chi-nas siguiendo los parámetros del maestro Juan Carlos Serrato, donde a su vez, se organizan diversos cursos de aprendizaje y perfeccionamiento conectados directamente con la Escuela Wudao.

En la actualidad, el maestro Serrato está centrado mucho más en la formación de moni-tores con conocimientos tradicionales y Wushu moderno. El objetivo, en palabras del propio maestro Serrato; es que sean la semilla del futuro, pues este deporte si no tiene monitores ni entrenadores, estará muy restringido. Y esta es la línea que les transmitimos a nuestros alumnos en las clases, para que tengan un gran bagaje técnico en su futuro.

Datos de contacto:c/ Almansa, 47- Madrid- 28039 Tel: 91 534 20 29 www.wushuserrato.com y www.wudao.es

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shin gi taishin gi tai

En el Nuki Tsuke, la fase de desenvaine, se hacen varias cosas casi al mismo tiempo, tan solo ligeramente separadas unas de otras. Todas igualmente importantes hasta en sus meno-res gestos, que se funden en uno solo, aparentemente sencillo: sacar el sable de su funda. En principio no debería haber misterios ni dificultades mayores en hacer esto.

De rodillas, en seiza, sentados sobre los talones, con los dedos gordos de los pies juntos o uno encima del otro y con el atacante de frente. Es la posición de partida más sencilla, que también puede hacer frente a un ataque por la espalda, por la derecha o por la izquierda, igual que si caminamos hacia delante, o si estamos sentados en tate hiza donde nos sentamos sobre el talón del pie izquierdo replegando el pie derecho a la altura de la rodilla izquierda (la que decían era la postura de descanso del samurái). Empezamos por efectuar dos inspiraciones profundas... y aquí empiezan los problemas pues no se sabe respirar correctamente.

En las artes marciales, en el Zen, igual que en la vida ordinaria, la respiración es esencial, pero la mayor parte de nosotros no la hacemos adecuadamente. Es verdad que no morimos por respirar defectuosamente, pero viviríamos mejor si supieramos utilizar toda nuestra ca-pacidad pulmonar. En vez de eso, normalmente nos limitamos a mantener una respiración superficial en la que apenas utilizamos la mitad de nuestros pulmones. Pocos maestros e instructores de artes marciales empiezan su enseñanza a los alumnos explicando la forma correcta de respirar, que debe convertirse al final en algo “natural”, y ahí cometen su primer error, ya que no es posible progresar correctamente si no se sabe respirar. Igual que si quere-mos clavar un clavo, desenvainar es igual que otras muchas acciones en la vida: tan solo puede hacerse correctamente con una fuerte espiración (lo que se expresa a través del kiai en artes

Las fases del kata: NUKI TSUKE texto Vicente Gómez Espinosafotos Julietta Madeinba

como el Karate Do) que unifica energías. Por algo al kiai se le llama “el grito que mata”. Ki es la energía, el soplo vital, el espíritu; por otro lado Ai es la unión.

Encontramos esta caligrafía en nuestro arte Iai: la unidad del ser. Debemos por tan-to unir todas las energías en la expiración, si ahorramos la respiración en la acción, si no utilizamos toda nuestra capacidad, estamos vencidos de antemano.

Pero una buena espiración no es posible sin una correcta inspiración. La espiración es el “tiempo fuerte”, el de la acción, siempre precedido de la inspiración. Donde termina ésta comienza la primera.

En Iaido el kiai es generalmente mudo, interior, salvo en los Katas de ciertas escue-las, como Toyama Ryu, o de Oki Ryu. Pero sea expresado o interiorizado, siempre debe transportar toda la energía.

La postura del cuerpo en esta fase tam

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el sable no alarga el brazo del que ignora la virtud (proverbio chino)

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foto 1foto 2foto 3

shin gi tai

bién es especialmente importante: retroversión pélvica la llaman los fisioterapeutas. Es bascular la pelvis, para que el ombligo apunte hacia el techo. Si la quinta vértebra lumbar está bien colocada, el resto de huesos, ligamentos, articulaciones, músculos, tendones, etc., esta-rán bien colocados y con armonía en esa verticalidad del cuerpo. No dejo de insistir en mis clases sobre la vigilancia de las lumbares, y de su correcto posicionamiento, que es garantía de verticalidad. Gracias a ello, las cuatro curvaturas de nuestra columna vertebral pueden or-denarse de forma armoniosa en el eje central vertical, reforzando así la solidez corporal que nos permitirá asumir nuestra condición de ser humano entre el cielo y la tierra.

Si se ha comprendido bien ésto, lo demás es facil: en la tercera respiración y al mismo tiempo, nos agarramos la saya con la mano izquierda, dedo pulgar sobre la tsuba, y acto seguido la tsuka con la mano derecha (dedos ligeramente extendidos hacia delante), miran-do al adversario imaginario que está a nuestra misma altura, y con un movimiento suave al principio, más rápido al final, empezamos a desevainar sin dudar, sin detenernos. Cuando un tercio o la mitad de la hoja ha salido de la saya, giramos ésta para que el resto de la hoja salga horizontalmente, y cuando no queda más que el kissaki, la lan-zamos hacia delante, y luego cortando hacia la derecha, rápidamente. Y, al mismo tiempo, con la mano izquierda tiramos de la saya hacia atrás (saya biki), siempre en contacto el dedo meñique de esa mano con nuestra cintura (obi del hakama) y girando ligeramente el hom-bro izquierdo hacia atrás.

Al final del desenvaine, los dedos meñique y anular de la mano derecha se cierran con fuerza sobre la tsuka, añadiendo más fuerza al corte, y el kissaki queda a la altura de nuestra mano derecha, en línea con el hombro derecho, y más bajo que éste. Y el pie derecho da un paso adelante, quedando la tibia perpendicular al suelo.

¡Así de fácil!

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el ORIGENdel

TAIJIQUANleyenda y realidad

por Sebastián Reina Cano

El Taijiquan es un arte marcial muy antiguo, y tal vez sea su antigüedad junto con la falta de

una historiografía fiable lo que ha propiciado la difusión de leyendas e

hipótesis sobre su posible origen, pero sin poderse llegar a demostrar ninguna de ellas de manera definitiva.

artes marciales chinas

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La leyenda más conocida nos lleva al personaje de Zhang Sanfeng de quien se dice que abandonó su puesto de funciona-rio del gobierno para viajar en busca de la sabiduría. Sus viajes le llevaron a visitar diferentes templos taoístas como el Templo

del Vacío de Jade en las Montañas Tai-Ho, o el Monasterio de las Montañas de Wudang en la provincia de Hubei en los que aprendió diferentes métodos de respiración y alquimia taoísta, o el Monasterio Budista de Shaolin de la provincia de Henan en el que estudió las artes marciales.

Según otra leyenda, el sabio Zhang Sanfeng se encontraba meditando cuando presenció la lucha entre una urraca (grulla en otras versiones y en la iconografía) y una serpiente. La victoria de la urraca (o grulla) sobre la serpiente le hizo ver cómo la flexibilidad y la suavidad pueden vencer a la rigidez y a la dureza, de esta manera se inspiraría para crear los primeros movimientos de Taijiquan.

Otra leyenda cuenta que el monje Zhang Sanfeng recibe en sueños el conocimiento del Taijiquan directamente del Emperador Xuandi.

Sin embargo, y a pesar de la gran aceptación popular de este personaje legendario como creador del Taijiquan, muchos maestros actuales no lo reconocen como tal.

Lo que quizá sí se le podría atribuir a este sabio es la codifica-ción de las llamadas 13 posturas originales de Zhang Sanfeng que posteriormente fueron incluídas en las escuelas tradicionales de Taijiquan.

Las 13 posturas se componen de las 8 fuerzas básicas también llamadas 8 puertas o Bamen y se corresponden con los 8 trigramas de Bagua, más los 5 movimientos que se corresponden con los 5 elementos o Wuxing.

Repasémoslas brevemente:8 fuerzas básicas: Peng (rechazar), Lu (desviar), Ji (presionar),

An (empujar), Chai (tirar abajo), Lie (separar), Chou (golpe con el codo) y Kao (golpe con el hombro -dorso). Todas estas fuerzas se encuentran en las formas tradicionales, en sus aplicaciones marcia-les y en el Tuishou o empuje de manos.

5 movimientos: Chin bu (avanzar) y se corresponde con el elemento Chin (metal), Tuei bu (retroceder) y se corresponde con el elemento Mu (madera), Zhou gu (mirar a la izquierda) que se corresponde con el elemento Huo (fuego), You pang (mirar a la derecha) se corresponde con el elemento Shui (agua) y Zhong ping (equilibrio central), que se corresponde con el elemento Tu (tierra).

De todas formas, podríamos extraer de estas leyendas que pro-bablemente debió existir algún personaje real en el que está basado el personaje legendario que de alguna manera codificó las técnicas

Imagen idealizada de Zhang Sangfeng

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que dieron origen a la escuela interna o Neijia vinculada al no menos legendario Monasterio de Wudang, por oposición a la escuela externa Weijia centrada en el Monasterio de Shaolin.

Esta hipótesis de la leyenda del monje Zhang Sanfeng es defendida en la actuali-dad por los adeptos del estilo de Wudang.

Muy probablemente haya que esperar varias generaciones de maestros para po-der atribuir a alguien con más fundamento la creación del arte del Taijiquan tal y como lo conocemos hoy.

Algo más fiable parece la tesis que apun-ta al general Chen Wanting como fundador de la más antigua escuela de Taijiquan, nos referimos a la escuela Chen.

En el famoso libro de Chen Pinsan “Canon Ilustrado de Taijiquan” leemos que Chen Wanting creó el arte del Taijjiquan en la aldea de Chenjiagou basándose en una síntesis de los estilos de Wushu de su épo-ca, muy probablemente influenciado por Shaolin, junto con sus propias experiencias marciales personales. A este maestro de-bemos conceptos como hundir el Qi en el

Dantian, hundir los codos y los hombros, alternar la suavidad o Chansijing con dure-za o Fajing, oponer la relajación a la fuerza, etc. También dejó a sus sucesores varios ejercicios como 5 formas de Taijiquan, uno forma de Puño de Cañón, otro forma de puño largo, así como Tuishou y formas con armas como lanza, alabarda, espada, sable, etc.

Sin embargo, y a pesar de lo documen-tada que está la versión de Chen Wanting no todos los autores lo aceptan como el pionero, sino que introducen otro persona-je legendario, Wang Zhongyue quien al pa-recer habría transmitido el arte a Jiang Fa y éste lo enseñó a su vez a la familia Chen.

La hipótesis de Wang Zhongyue ha sido defendida en el seno del estilo Wú (Hao), cuyo fundador, el maestro Wu Yuxiang y su hermano encontraron un manuscrito y un tratado de lanza atribuidos a Wang y su-puestamente anteriores a Chen Wanting en los que se describe la teoría del Taijiquan.

El maestro Wu Yuxiang que aprendió el arte de Chen Quinping parece querer desviar la atención de la familia Chen atri-buyendo la creación del Taijiquan a alguien exterior a la misma.

El estilo Zhaobao que desciende asimis-mo de Chen Quinping defiende esta misma versión de Wang Zhongyue como creador del Taijiquan.

Otro estilo procedente de la fami-lia Chen y, por tanto de la aldea de Chenjiagou es el estilo Yang, cuyo funda-dor y 1ª generación fue el maestro Yang Luchan llamado Yang el invencible. Este maestro aprendió con Chen Chanxing las artes marciales de la aldea de los Chen lla-madas al parecer Mianquan (puño de algo-dón). Aunque la vida del maestro Yang está rodeada de numerosas anécdotas que lo si-túan también en el plano de la leyenda (y de la polémica) como por ejemplo su relación discípulo-maestro o sirviente-señor con Chen Chanxing, su extraordinaria habilidad para el combate o su propia muerte digna de

Cuanto más antiguo es un arte marcial, más generaciones de maestros se han sucedido en el tiempo, y por consiguiente más posibilidades hay de disfrutar de ramificaciones, de versiones y de creación de nuevas escuelas.

artes marciales chinas

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un maestro taoísta, lo que sí podemos decir de él es que debió ser un artista marcial especialmente talentoso y que inauguró una nueva dinastía de maestros que llevaría al arte del Taijiquan a ser conocido en todo el mundo, sobre todo a partir de su nieto Yang Chengfu y sus alumnos.

Todas estos estilos y otros más como la escuela Wu del maestro Wu Jianquan que procede del estilo Yang de Yang Banhou el 2º hijo de Yang Luchan, o la escuela Sun fundada por el maestro Sun Lutang y experto además en Xing Yi Quan y en Ba Gua Zang enriquecen a mi modo de ver el Taijiquan con las aportaciones y experien-cias de muchas generaciones de maestros.

A estos estilos tradicionales habría que añadir las versiones más modernas auspicia-das por el gobierno de la República Popular China estructurando una metodología de enseñanza que ha permitido llevar el Taijiquan a un público cada vez más amplio, al tiempo que ha introducido la faceta de la competición; así como el ya mencionado estilo de Wudang en plena expansión, y que dejando al margen la polémica de si es tan antiguo como se pretende (sus adeptos lo remontan al legendario Zhang Sangfeng) o un reclamo turístico (viendo el precedente de Shaolin), o las dos cosas al mismo tiem-po, lo cierto es que también contribuye e enriquecer aún más el ya de por sí vastísi-mo panorama de las artes marciales chinas.

Por otra parte y como parece lógico, cuanto más antiguo es un arte marcial, más genera-

ciones de maestros se han sucedido en el tiempo, y por consiguiente más posibilida-des hay de disfrutar de ramificaciones, de versiones y de creación de nuevas escuelas.

Sin embargo, y aunque en las formas son muy diferentes, creemos que en el fondo es mucho más lo que las une que lo que las separa a pesar de sus diferentes versio-nes sobre el origen del Taijiquan u otras polémicas. Todas se basan en la relajación (Song), en bajar el Qi al Dantian, en hundir los hombros, los codos y el pecho, en andar como los gatos, en los conceptos lleno-vacío, etc. Así por nuestra parte lo único que podemos hacer es además de, lógicamente preguntarnos con humana curiosidad por el origen de lo que hacemos, disfrutar de nuestro arte y de su impresionante arsenal técnico y marcial y sin olvidar que como me dijo en cierta ocasión uno de mis maestros: “lo que importa no es el estilo o la escuela, sino la persona”.

Bibliografía consultada y recomendada:

DESPEUX, C. (1981): Taijiquan. Art martial, technique de longue vie. Guy Trédaniel Éditeur, Paris.

FERNÁNDEZ DE CASTRO, A. (2004): Historia y anécdotas de maestros de Tai-chi de la familia Yang. Ediciones TAO, Guadalajara.(2005): Los clásicos del Tai-chi. Ediciones TAO, Guadalajara.

PIN SAN, C. (2007): The illus-trated cannon of Chen family Taijiquan. INBI MATRIX Pty. Ltd. Maroubra, Australia.

SERRA, J.L. (2009): Taijiquan, de los Chen a los Sun. Editorial Alas, Barcelona.

SHENG YUAN, F y GAGO GARRIDO, J. (2011): El autén-tico Taiji de la familia Yang.

Editorial Alas, Barcelona.

ZHENGLEI, C. (2001): Taijiquan, espada y espadón

del estilo Chen. Ed. Chen Bin.

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La culminación del proceso de la conversión de éste en deporte durante las dinastías Ming y Qing

WUSHU CIVIL CHINO

por Juan Carlos Serrato

Las dinastías Ming y Qing (1368-1911) fueron el último período de la sociedad feudal china. Durante ese período hubo un gran desarrollo en el wushu civil que estaba directamente relacionado con el cambio de la forma del arrendamiento de la tierra en esa época, las religiones civiles y las asociaciones secretas

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El método del wushu civil en la dinastía Qing no era solo básicamente completo, sino que había varias formas de practicarlo y las funciones del wushu eran cada vez más perfectas

Durante la dinastía Ming (1368-1644) existían dos tipos de arrendamientos de tierras: renta

en especie pagada según la producción total y la renta en especie pagada según las cuotas. Al principio de la dinastía Qing, la primera empezó a ser sustituida por la última. El pago del arrendamiento según la cuota, tras el gobierno del emperador Kangxi, poco a poco fue la dominante en todo el país. Con el cambio de la forma de arrendamiento de la tierra, los campesinos fueron más independientes en la produc-ción, y obtuvieron más libertad personal al ser más independientes económicamente, la relación de dependencia feudal fue cada vez menos rigurosa, teniendo como resul-tado que las condiciones de los campesinos se unieran a las actividades de wushu y fueran mejores que en la dinastía Song. Durante esta dinastía, las actividades para la salud y el entrenamiento se celebraron principalmente en ciudades grandes y pequeñas, ahora empezaron a desarrollarse

en el campo. Tras el reinado del emperador Zhengde de la dinastía Ming, las organi-zaciones religiosas y civiles secretas y su poder se notaron por todo el país durante la dinastía Qing. Los gobernantes prohi-bieron y oprimieron a estas organizaciones, y al estar ellas mismas mal organizadas, surgieron con gran profusión organizacio-nes religiosas y secretas civiles que a su vez albergaban muchas escuelas y ramifica-ciones extendiéndose por todo el país. Las actividades de esas organizaciones, in-cluían la práctica del wushu, las actividades religiosas y de asociación, preparando de esta forma el terreno para que el wushu se propagara y se desarrollara entre el pueblo. El origen y el desarrollo de algunos estilos del boxeo de las sombras civiles tuvieron una íntima relación con ello.

Desde la dinastía Ming, el wushu civil pareció desarrollarse mucho. Zheng Ruzeng, el erudito de la época del em-perador Jiaqing dijo “es imposible llevar un registro de todas las clases de wushu

chino... cada estilo tiene sus propiedades técnicas únicas, las estratagemas secretas son dominadas por la gente en todas partes, los instructores las enseñan, las técnicas y las estratagemas secretas no pueden ser más maravillosas”. En su Jiangnanjinglue se describen/enumeran 11 estilos del boxeo de las sombras, 31 del manejo del garrote,

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17 del manejo de la lanza, 15 del manejo del sable, 6 del manejo de la es-pada, 10 del manejo de variadas armas, 5 de manejo de rastrillo y 16 del manejo de armas a caballo que eran entonces populares entre el pueblo. Él no enume-ró todos y por lo que respecta al boxeo de las sombras, todos los 16 estilos del boxeo de las sombras registrados en el nuevo libro de experiencias de Qi Jiguang eran diferentes de los mencio-nados por el sr. Zheng con excepción del estilo del mono. Hubo más tipos de bo-xeo de las sombras y del manejo de las armas en la dinastía Qing. 62 clases fue-ron enumerados en el Qingbaileichao “de combate y valor” (un libro sobre la dinastía Qing con material obteni-do de varias fuentes y recopilado por temas/materias). Éste incluía distintos estilos de boxeo de las sombras, de manejo de armas y práctica de comba-te. Sin embargo, él no enumeró todos, muchas de las grandes escuelas no estaban incluidas, tales como Taijiquan, Baijiquan y Xingjiquan. Por lo que

respecta al boxeo de las sombras y al manejo de armas cada tipo ya tenía su propio método. Por ejemplo, había “36 estratagemas de Zhaotaizushenquan, 24 de Wuhuxiaxichuan y 6 de Molingguandahantong” en el boxeo de las sombras del estilo de la familia Zhao.

El manejo del garrote Shaolin se dividía en tres estilos, el primero se denominaba Danshouyecha, el segundo Yingshouyecha parecido al manejo del sable, el tercero Jiaqiandaibang. El método de cada tipo de boxeo de las sombras y del manejo de armas fue más completo en la dinastía Qing. Placas ilustrativas de ejercicios de wushu aparecen en libros escritos por la gente Ming, por ejemplo, las placas ilustrativas de los ejercicios del manejo del garrote Shaolin y del sable sencillo fueron re-gistradas en el Gongyushengji de Cheng Zongyou. Eso demuestra que el wushu civil de las dinastías Ming y Qing no tenían sólo diferentes escuelas y estilos, sino ejercicios y placas ilustrativas, sus métodos no estaban clasificados según

las distintas pruebas. Podemos concluir que los métodos técnicos de ejercicios del wushu civil estaban básicamente formados.

Durante las dinastías Ming y Qing, el boxeo también existía y su desa-rrollo. En su viaje al monte Song, Yua Hongdao, un afortunado candidato a los más importantes exámenes imperiales en la época de Wanli de la dinastía Ming, dijo que una vez que visitando el templo de Shaolin en el monte Song, pidió ver el boxeo. El abad dijo “es como historia de la montaña”. El candidato lo intentó, sólo para descubrir que la mayoría de las estrategias eran técnicas únicas.

En esa época, Qi Jiguang era de la opinión de que uno debe luchar contra su oponente tan pronto como haya adquirido las ténicas y lograr ser un experto en ellas y bueno en el combate. Durante la dinastía Qing se prestó mu-cha atención a las estrategias del boxeo de las sombras, había técnicas para golpear la cabeza, el cuerpo y la parte

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Wang Lai-Xiangluchaba contra sus

oponentes en el acupunto que llevaba a la muerte, al

desmayo o a la mudez de los oponentes,

todas sus técnicas eran las mismas que

las que ilustraban las placas mostradas en las

figuras de bronce

baja del mismo. Las técnicas de combate eran la clave para derrotar al oponente, por ejemplo, Wang Lai-Xiang a principios de la dinastía Qing “luchaba contra sus oponentes en el acupunto que llevaba a la muerte, al desmayo o a la mudez. Todas sus técnicas eran las mismas que las que ilustraban las placas mostradas en las figuras de bronce”, así se puede ver que el boxeo fue desarrollado al mismo ritmo que los ejercicios.

Las representaciones del wushu civil en las dinastías Ming y Qing eran más sun-tuosas que en el pasado. Eso se demuestra principalmente en el hecho de que había más programas, la escala era mayor y empezó a desarrollarse gradualmente en el campo. En el gran viaje al monte Song, Xiang Feng un afortunado candidato en los exámenes imperiales más importantes en la época de Wanli, hizo contar que una vez estuvo en el templo de Shaolin, “mirando a 60 monjes usando las palmas, la espada, el látigo para practicar lucha”. Las anotaciones del viaje al Monte Song de Wang Shixing son las siguientes:

“Bajé la montaña para pasar la noche, y los monjes que practicaban wushu volvie-ron a venir para enseñarme sus técnicas. Durante la lucha, puños y garrotes parecían volar. El instructor me pidió que mirara lo que él estaba señalando, y vi algunos de ellos practicando como hacen los monos, girando y saltando como ellos.” Eso demuestra que las representaciones eran muy buenas. Pero al

principio de la dinastía Qing, las activi-dades de wushu quedaron estrictamente prohibidas. Así que habría menos repre-sentaciones públicas. Sin embargo, estas se incrementaron después de mediados de la dinastía Qing, los campesinos que practi-caban wushu normalmente aprovechaban el mercado comercial para hacer citas para competir, lo que se denominaba Liangquan. El Lianquan, tanto como aprendizaje como representación, era entonces muy popular entre el pueblo.

El wushu en la dinastía Ming hacía hincapié en las técnicas de los combates reales mientras el Daoyin se practicaba con el wushu en la dinastía Qing. Eso significa que el wushu civil se desarrolló más en la dirección de fortalecerse y de evitar enfer-

medades. Los manuscritos de la historia de la dinastía Qing declara que Gan Fengzhi era “bueno tanto en el boxeo de la sombra como en el Daoyin y curaba las enfermeda-des que sufrían sus vecinos”. Jiang Zhitong “se sentaba tranquilamente día y noche para fijar su atención. El Qingbaileichao de lucha y valor declara que Chu Futang era “experto en el manejo de la espada” y “la utilización del Qi”. Xu Zixun era “bueno en el boxeo de la sombra” y capaz de “sen-tarse tranquilamente para dirigir el Qi”.

Cuando el wushu se enseñó entre el pueblo, en la mayoría de los casos el boxeo de las sombras y la forma de controlar el Qi se enseñaban al mismo tiempo. Por ejem-plo, Zhang Beilu, durante el reina

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Cuando el wushu se enseñó entre el pueblo, en la mayoria de los casos el boxeo de las sombras y la forma de controlar el Qi se enseñaba en el mismo tiempo. Por ejemplo, Zhang Beilu, durante el reinado del emperador Qianlong, enseñaba Baguazhang y “la fórmula concisa para dirigir el Qi. En los reinados de los emperadores Daoguang y Jiaqing, el instructor jefe de Ligua “Zhang Jingwen sabía como dirigir el Qi y como practicar el boxeo de las sombras y el mane-jo del garrote”, (...) “en su asociación había gente que sólo salmodiaba encantamientos para mover el Qi y gente que sólo apren-día a practicar el boxeo de las sombras y a manejar el garrote.” Además, había cantidad de tratados sobre el Qi y como dirigirlo en los libros de wushu de la dinastía Qing. Eso demuestra que el método del wushu civil en la dinastía Qing no era sólo básicamente completo, sino que había varias formas de practicarlo, y las funciones del wushu eran cada vez más perfectas. Se puede decir que el proceso del wushu de convertirse en un deporte estaba básicamente culminado.

Con el desarrollo del método técnico del wushu civil, su método técnico también se desarrollaba paso a paso. En las dinastías Ming y Qing, se publicaron un montón de libros sobre el wushu civil para satisfacer la demanda de la época. En estas obras

vemos la cantidad de estilos que surgen: Gongyusheng De Cheng Zongyou: Boxeo Chino y las 13 Estrategias del Manejo del Sable de Wang Yuyou, Shoubeilu de Wu Shu, Estilo Ermei de Manejo de Lanza de Cheng Zhenyu, Estilo Menglutang de Manejo de Lanza de Hong Zhuan, Estilo Neijia de Boxeo Chino de Huang Baijia, Técnicas de Lucha de la familia Chang de Chang Naizhou, Taijiquan y Yinfuquanpu de Wang Zongyue, Liuhequan de un tal Sr. Li y el Boxeo de la Sombra y Manejo de Armas de la Familia Chen de un autor no identificado. Estos libros son de un importante contenido, incluyendo placas ilustrativas del boxeo de la sombra y manejo de armas, fórmulas concisas, introducciones a las técnicas de combate, explicaciones de antiguas placas ilustrativas, análisis y juicio del uso y cambios de técnicas de combate en el boxeo de la sombra y el manejo de armas, el comentario sobre la teoría del boxeo de la sombra, fórmulas para practicar el Qi y debate sobre su cultivo. De esta manera podemos decir que el método teórico del wushu civil y el sistema técnico se comple-mentan en su desarrollo, aunque el último tuvo su propio proceso de crecimiento. Escribiré otro documento para exponerlo puesto que aquí no hay sitio para ello.

Conclusión:Antes de la Dinastía Song, las actividades

competitivas de wushu de manos desnudas y manejo de armas habían sido dominantes en el wushu chino (aquí queremos decir que el wushu civil se formó a partir del Período entre la Primavera y el Otoño y los Estados en Guerra). Durante las dos dinastías Song, la mayoría de las técnicas de wushu se fueron formando debido a los distintos cambios del proceso de la economía feudal y se desarrollo primero en las ciudades grandes y pequeñas que tenían una próspe-ra economía de mercado y una activa vida cultural. Durante las dinastías Ming y Qing, el wushu floreció debido a los distintos cam-bios en las formas del arrendamiento de las tierras y al desarrollo de las religiones civiles y las asociaciones secretas. Hubo muchas escuelas y ejercicios, fueron más teóricas y estaban más relacionado con el daoyin, una manera de mantenerse en forma; wushu y daoyin se desarrollaron juntos. Así pues, el wushu no se formó solo básicamente como arte marcial sino que también se convirtió en un deporte que tuvo muchas formas de practicarse y muchas funciones: fortalecerse y mantenerse en forma, defenderse y resistir al enemigo, así como un entretenimiento. Sobre esta base se está desarrollando el wushu moderno.

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slow life

casaruralelcortijillo

[email protected] 548 618

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El objetivo de la educación helena es construir griegos. Personas capaces de convivir y desarrollar la vida en la Polis ya capaces de proyectar el ideal de humanidad a través de la perfección del alma y el cuerpo

La luchaGrecorromana

Por Antonio García Piñar

y el concepto de areté en la Antigua Grecia

Esquema de la una palestra de Lucha

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as tradiciones marciales de Occidente suscitan cada vez más interés. Desde DOKKODO, estamos segu-ros de que el lector encontrará interesante la investi-gación relacionada con las artes marciales europeas como la difusión de los distintos grupos que intentan rescatarlas del olvido1. Lo cierto es que mientras pre-

parábamos estas páginas una noticia sorprendió a la redacción; así fue publicada en un periódico de tirada nacional en su edición digital:

La Comisión Ejecutiva del Comité Olímpico Internacional (COI) propuso hoy dejar la lucha fuera del programa olímpico permanen-te después de los Juegos Olímpicos de Río 2016. La decisión fue anun-ciada en conferencia de prensa por el director de Comunicación del COI, Mark Adams, al término de la primera reunión de trabajo de la Comisión Ejecutiva en Lausana.

La decisión causó sorpresa, ya que la lucha no figuraba como uno de los deportes que podían quedarse fuera de la lista de 25 deportes que integran el núcleo del programa olímpico. […].

El pentatlón moderno aparecía como la disciplna con más posibi-lidades de quedarse fuera, en una lista en la que sonaban también el bádminton, el taekwondo y el tenis de mesa.

“La Comisión Ejecutiva recomendó que la lucha, gobernada por la Federación Internacional de Estilos de Lucha Asociados (FILA), no se incluya en la lista de deportes principales”, dijo. “La lucha se unirá a la lista de siete deportes que buscan ser incluidos en los Juegos de 2020

como disciplina adicional”, agregó.Esos deportes son el béisbol/sóftbol, el karate, el patinaje sobre

ruedas, la escalada, el squash, el wakeboard y el wushu, cuyas respec-tivas Federaciones defenderán su inclusión en el programa olímpico en 2020, también ante la Comisión Ejecutiva de mayo.

Los Juegos pueden tener un máximo de 28 deportes, de modo que para cada edición se estudiará cuáles son los tres que se suman a los 25 básicos para completar el programa2.

Vaya por delante que le deseamos las mejores de las suertes al Taekwondo, al Karate y al Wushu desde estas páginas (y por qué no, al patinaje sobre ruedas). Aunque como practicantes de artes marciales conocemos los debates internos que existen en las disciplinas mar-ciales entre lo tradicional y lo “olímpico” y que anteponen la práctica del Karate deportivo frente al tradicional, al igual que el Taekwondo o el Wushu. Cosa, que no existe en las modalidades de lucha, y que como intentaremos demostrar en el presente artículo, la competición forma parte de la lucha y ésta de los orígenes mismos de los Juegos Olímpicos, orígenes y significado que parecen olvidar los todopode-rosos miembros del COI... Tal vez los Juegos de la Era Moderna, de-bieran abandonar el sustantivo de “Juegos” y también, evidentemente, de Olímpicos.

L

1. Excluimos de esta lista, claro está, el boxeo, la savate y los distintos tipos de “lucha”: grecorromana, canaria, bretona, leonesa, etc. El “rescate” de estas disciplinas no es necesario puesto que son tradiciones vivas; a no ser, claro está, que nos refiramos a modalidades

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La significación de la lucha en la formación de los griegos

En toda civilización existe determinada visión del hombre, una serie de rasgos ideológicos, culturales, religiosos, económicos y so-ciales que determinan la concepción de la condición humana y su lugar en el mundo. Si algo nos sigue sorprendiendo de la Grecia de la Antigüedad es la concepción que tenían los griegos sobre el ser hu-mano y la relación de éste con la educación. Un autor ha resumido excelentemente este planteamiento: para los griegos “la educación no es posible sin que se ofrezca al espíritu una imagen del hombre tal como debe ser3”. La educación es una necesidad humana ya que la plena humanidad no se alcanza si no se asemeja a la que contrapone al griego frente al bárbaro. Para la cultura griega antigua, el bárbaro vive en una situación de humanidad inferior, por lo que el objetivo de la educación helena es construir griegos. Personas capaces de convi-vir y desarrollar la vida en la Polis ya capaces de proyectar el ideal de humanidad a través de la perfección del alma y el cuerpo. La ciencia, las artes plásticas, la música, la filosofía, la literatura y la oratoria debe-rán unirse al “deporte” para forjar kalokagatia4. La formación de una mente sana en un cuerpo sano. Esta concepción alcanzará su cénit en la Grecia Clásica, manifestada en la cultura ateniense del Siglo de Pericles, aunque habría que buscarla más lejos, no en la Atenas demo-crática, sino en la época arcaica y relacionada con la educación de los nobles. La fuerza educadora a la que alude Jaeger es la búsqueda de la areté5. La areté marcaba los rasgos que debía poseer todo aquel que aspirase a ser considerado noble6.

La Grecia ArcaicaEs muy discutida la fecha de la primera Olimpiada. Si confiamos

en los historiadores griegos ésta se sitúa hacia el 771 a.C, es decir, un poco antes de que el poeta Homero compusiera la Ilíada y la Odisea y Hesíodo la Teogonía, Los trabajos y los días y el Escudo. El material arqueológico demuestra la existencia de competiciones poéticas se-mejantes en juegos fúnebres de finales del siglo VIII y principios del VII antes de Cristo. En Atenas, por ejemplo, han aparecido cinco trí-podes beocios, fechables entre 700-600 a. C, que prueban cómo estos certámenes atraían participantes de diversas localidades de Grecia. Es muy importante un fragmento aparecido en Tebas con una inscrip-ción cuyo tipo de letra nos remonta a los primeros años del siglo VII a. C.; por ella sabemos que fue ganado en los juegos fúnebres de un tal Ecropo y que lo dedicó Isódico a Apolo. Los Juegos Olímpicos eran muy diferentes a los de la actualidad. Evidentemente la variedad de deportes era menor, pero en todo caso la diferencia estribaba en el carácter religioso de los mismos. La competición, con sus victorias y sus derrotas eran ofrecidas como sacrificio al padre de los dioses, a Zeus Olímpico. La lucha, la carrera y las demás disciplinas se practica-

ban en el santuario del dios. Los atletas que participaban sentían que su entrenamiento, su afán por la victoria, el dolor o incluso la muerte eran un sacrificio para la divinidad. Por tanto, la competición era una fiesta sagrada donde se podía compartir, aunque fuera durante unos pocos días, la gloria con los héroes del pasado, y de esta forma, el ga-nador de las pruebas rememoraba a Hércules, Perseo, Teseo o Aquiles.

Todos los hombres estaban invitados a competir, aunque solo fue-ran unos pocos los que podían hacerlo, pero a su vez todos los hom-bres podían asistir al espectáculo. Tal vez la palabra espectáculo falsee en cierta medida la realidad, además de un espectáculo, los Juegos eran un lugar de instrucción, recreaban la identidad del orgullo de ser griegos y en qué consistía serlo. La competición no se manifestaba per se, como si fuera un fin en sí misma, favorecía el esparcimiento, pero buscaba, al igual que el teatro, en la tragedia, aleccionar a los ciuda-danos. Unos documentos que nos demuestran los modelos de com-portamiento de la aristocracia griega7, atestiguan el carácter educativo de la competición y revelan la actitud de los griegos arcaicos ante el deporte. En la Odisea, Odiseo (Ulises) tras vagar por el Mediterráneo durante diez años arriba a la isla de los Feacios. Allí, su rey Alcinoo, organiza un banquete y como dedicatoria organiza unos juegos cor-tesanos para probar la nobleza y la casta de su gente. El objetivo es

La competición era una fiesta sagrada donde se podía compartir, aunque fuera durante unos pocos días, la gloria con los héroes del pasado, y de esta forma, el ganador de las pruebas rememoraba a Hércules, Perseo, Teseo o Aquiles

CRÓNICA HISTÓRICA

de boxeo o lucha del pasado o métodos de entrenamiento antiguos, etc. || 2. ABC:http://www.abc.es/deportes/20130212/abci-comite-olimpico-lu-cha-201302121318.html (el subrayado es propio del redactor de la noticia). || 3. JAEGER, W. Paideia. México DF, Fondo de Cultura Económica. 1980.

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demostrar que el pueblo feacio es “mejor que nadie” a través de la lucha, el pugilato o la carrera. Los jóvenes corren, lanzan el disco o boxean para demostrar al desgraciado Odiseo que ha caído entre buenas gentes.

El deporte, y entre los deportes la lucha, forman el carácter de la juventud y de los ciudadanos de la Polis. En la Ilíada el anciano y sabio Néstor aconseja a su hijo Antíloco cual es la actitud que debe seguir ante la victoria. Lo más importante en la carrera de carros es la cautela, la prudencia y la habilidad, de mayor importancia es el giro del carro que fustigar al caballo y por supuesto entorpecer a los adversarios. Antíloco gana a Menelao, rey de Esparta y hermano de Agamenón, el más importante de los caudillos de la confederación griega. Menelao, acusa a Antíloco de juego sucio y esto es lo que le responde el joven:

"Tranquilízate ahora. Yo soy mucho más joven que tú, soberano Menelao, y tú eres mayor y de más valía. Sabes cómo resultan los ex-cesos de un hombre joven: rauda es la imaginación, pero poco sutil el ingenio. Por eso, que tu corazón tenga paciencia: yo mismo la yegua que he ganado te la daré. Y si además otra cosa de mi casa aún mayor

me reclamaras, bien pronto preferiría dártela antes que a ojos tuyos, criatura de Zeus, perder para siempre el afecto de tu ánimo y parecer un criminal a las deidades".

HOMERO. Ilíada

La victoria fue de Antíloco, pero eso es una realidad contingente, si los dioses quieren concedérsela a otro lo harán, por lo que la areté dictamina que el resultado no es tan importante como la forja de un espíritu noble.

Pero pasemos a la lucha. Como sabemos, la variedad predomi-nante dentro de la reglamentación era conseguir derribar al adver-sario tres veces. Se luchaba en la arena, sin límite de tiempo ni dife-rencias de peso. En la propia Iliada tenemos un testimonio precioso para mostrar esto, tras la muerte de Héctor a manos de Aquiles, y para celebrar el funeral de Patroclo, Aquiles decide celebrar unas competiciones deportivas que honraran el alma del difunto de for-ma que hallara el favor de los dioses. En este pasaje observamos como se enfrentan Áyax, un imponente gigantón y Odiseo (Ulises) menos impresionante físicamente, pero conocido por sus tretas y estrategias:

Alzóse en seguida el gran Ayax Telamonio y luego el ingenioso Odiseo, fecundo en ardides. Puesto el ceñidor, fueron a encontrarse en medio del círculo y se cogieron con los robustos brazos como se enlazan las vigas que un ilustre artífice une, al construir alto palacio, para que resistan el embate de los vientos Sus espaldas crujían, estrechadas fuertemente por los vigorosos brazos; copioso sudor les brotaba de todo el cuerpo; muchos cruentos cardenales iban apareciendo en los costados y en las espaldas; y ambos contendientes anhelaban siempre alcanzar la victoria y con ella el bien construido trípode. Pero ni Odiseo lograba hacer caer y derribar por el suelo a Ayante, ni éste a aquél, porque la gran fuerza de Odiseo se lo impedía. Y cuando los aqueos de hermosas grebas ya empezaban a cansarse de la lucha, dijo el gran Áyax Telamonio:

—¡Laertíada, descendiente de Zeus, Odiseo fecundo en ardides! Levántame, o te levantaré yo; y Zeus se cuidará del resto.

Dichas estas palabras, le hizo perder tierra; mas Odiseo no se olvidó de sus ardides, pues dándole por detrás un golpe en la corva, dejóle sin vigor los miembros, le hizo venir al suelo, de espaldas, y cayó sobre su pe-cho: la muchedumbre quedó admirada y atónita al contemplarlo. Luego, el divino y paciente Odiseo alzó un poco a Ayante, pero no consiguió sostenerlo en vilo, porque se le doblaron las rodillas y ambos cayeron al suelo, el uno cerca del otro, y se mancharon de polvo. Levantáronse, y hubieran luchado por tercera vez, si Aquiles, poniéndose en pie, no los hubiese detenido:

Tal vez los Juegos de la Era Moderna, debieran abandonar el sustantivo de “Juegos” y también, evidentemente, de Olímpicos

4. Palabra compuesta por dos elementos: kalos (bello) y agatos, (bueno). || 5. Virtud, mérito, excelencia, fuerza, entre otros signifi-cados. || 6. Cf. Minkévich, Oscar: “Paradigmas, Paidea y Juegos Olímpicos”, publicado en 4° Seminario Internacional de Postgrado

Busto de Platón

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—No luchéis ya, ni os hagáis más daño. La victoria quedó por am-bos. Recibid igual premio y retiraos para que entren en los juegos otros árgivos8".

HOMERO. Ilíada

A todos se nos viene a la mente las imágenes en blanco y negro del entrado en años y aparentemente frágil maestro de Judo Kyuzo Mifune, enganchado como una pitón ante el intento de proyección de un alumno suyo mucho más grande y fuerte que él. De igual ma-nera, Áyax, un coloso y el más excelso guerrero del bando aqueo tras el propio Aquiles, no es capaz de dominar a un Odiseo de tamaño menor pero que maneja con estabilidad su propio peso y cuerpo. Es de destacar que la partida de ajedrez que conlleva el esperar el error del otro aburre a los espectadores, por lo que alguien debe jugár-sela para buscar el desenlace. Áyax acomete, pero Odiseo, en una veloz contra, zancadillea al pobre Áyax que cae sobre su espalda con Odiseo encima. David vuelve a vencer a Goliat, los soldados quedan fascinados ante la técnica y velocidad de Odiseo. Los dos vuelven a levantarse pero Áyax ha aprendido la lección, Odiseo quiere volver a proyectarlo, pero dos veces son demasiadas. Tal vez por lo inespe-rado del resultado y por no herir el orgullo de ninguno y contento con esta lección de estrategia, Aquiles para el combate. Otra vez la victoria se subordina al hecho sagrado de la competición.

La Grecia Clásica

La educación física y cultural dirigida a los nobles en la Grecia Arcaica llegó como paradigma cultural en la Grecia Clásica y des-tinada a los ciudadanos. Hombres sabios, buenos y bellos eran los

que estaban llamados a defender la Polis del mundo de los bárbaros. De entre todas las disciplinas, la lucha ejemplificaba el encuentro incruento, el combate en buena lid, donde los riesgos de salir heri-do de gravedad eran pocos y donde el luchador podía entrenar su ardor guerrero. Tras las Guerras Médicas, que supusieron la heroi-ca defensa de la minúscula Grecia contra la todopoderosa Persia, el ideal griego de perfección parecía invencible. Un siglo más tar-de, posiblemente ante la decadencia de este ideal, el filósofo Platón plantea la construcción de una sociedad mejor, una República ideal, la música ha de moldear el espíritu de los jóvenes, pero para que no sean muy blandos, la lucha y el pugilato su cuerpo. La República no debe corromperse coaligándose con aliados exteriores, debe tender a la autosuficiencia (Esparta es el modelo para Platón en el texto) ni buscar el expansionismo. Sócrates defiende estas ideas frente al ataque dialéctico de Adimanto y Polemarco, que le espetan al viejo Sócrates que ocurriría si varias ciudades Estado se aliaran frente a esta ciudad ideal y para colmo ésta no tuviera aliados. Pese a que el ejemplo sea sacado del pugilato, no de la lucha, pensamos que el espíritu, la kalokagatia, es el mismo.

"Conforme en todo -dijo-; pero considera, Sócrates, cómo nuestra ciudad, sin estar en posesión de riqueza, se hallará capaz de hacer la guerra, sobre todo cuando se vea forzada a pelear con otra ciudad grande y rica. -Está claro -dije- que contra una sola le será más di-fícil; pero más fácil si pelea contra dos de tales ciudades. -¿Cómo di-ces? -preguntó. -Primeramente -dije-, si hay que luchar, ¿no lucharán contra hombres ricos siendo ellos atletas en la guerra? -Sí por cierto -replicó. -Y bien, Adimanto -pregunté-; un solo púgil preparado lo mejor posible en su oficio, ¿no te parece que puede luchar fácilmente con otros dos que no sean púgiles, pero sí ricos y grasos? -Quizá no -contestó- con los dos a un tiempo. -¿Y si le fuera posible -observé-

sobre Estudios Olimpicos -antigua Olimpia-, Grecia, 1996. Hemos seguido los interesantísimos apuntes de este autor en lo que concierne a la relación entre la areté y el olimpismo. || 7. Aristocracia entendida en su etimología: Aristós: los mejores. || 8. Para los ejemplos sacados de la Ilíada y la Odisea,

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emprender la huida y golpear, dando cara de nuevo, a cada uno de los que sucesivamente le fueran alcanzando, y si hiciera todo esto bajo el ardor del sol? ¿No podría el tal habérselas aun con más de dos de aquellos otros? -Sin duda -dijo-, no sería nada extraño. -¿Y no crees tú que a los ricos se les alcanza por conocimiento y práctica más de pugilato que de guerra? -Lo creo - contestó. -Por lo tanto, nuestros at-letas podrán luchar probablemente con un número de enemigos doble y triple que el suyo. -Lo concedo - dijo-, porque, en efecto, me parece que llevas razón. -¿Y qué sucedería si, enviando una embajada a una de aquellas otras dos ciudades, dijeran, como era verdad: «Nosotros no queremos para nada el oro ni la plata ni nos es licito servirnos de ellos como os lo es a vosotros; luchad, pues, a nuestro lado y quedaos con lo de los contrarios»? ¿Piensas que habría quienes, al oír esto, eligieran el combatir contra unos perros duros y magros en vez de aliarse con ellos contra unos carneros mantecosos y tiernos?"

PLATÓN. La República.

El porqué de la victoria de los griegos frente a los persas, y de los espartanos frente a los atenienses (según Sócrates, o seguramente, según Platón) está en el modelo de educación superior y la forma-ción de los guerreros, donde el entrenamiento atlético es fundamen-tal. Platón, cuyo nombre verdadero era Aristocles, defiende una y otra vez la formación del atleta. Él mismo había sido luchador9.

Así, el atleta, el luchador y el filósofo son puestos como ejemplo de virtud, areté, el hombre como medida de todas las cosas. La edu-cación moldea a los hombres, sirve al ciudadano griego y no al revés. Todos pueden practicar la lucha y otros deportes porque el objetivo es un ideal de belleza, salud y sabiduría. Aristóteles, en la busca de una definición del término medio, alude a la lucha como ejemplo paradigmático:

"En toda cantidad continua y divisible puede distinguirse lo más, lo menos y lo igual, y esto en la cosa misma o bien con relación a noso-tros. Pues bien, lo igual es un medio entre el exceso y el defecto. Llamo término medio de una cosa a lo que dista igualmente de uno y otro de los extremos, lo cual es uno y lo mismo para todos. Mas con respecto a nosotros el medio es lo que no es excesivo ni defectuoso, pero esto ya no es uno ni lo mismo para todos. Por ejemplo: sí diez es mucho y dos poco, tomamos seis como término medio en la cosa, puesto que por igual excede y es excedido, y es el término medio según la proporción aritmética. Para nosotros, en cambio, ya no puede tomarse así. Si para alguien es mucho comer por valor de diez minas y poco por valor de dos, no por esto el maestro de gimnasia prescribirá una comida de seis minas, pues también esto podría ser mucho o poco para quien hubiera de tomarla: poco para Milón10, y mucho para quien empiece los ejer-cicios gimnásticos. Y lo mismo en la carrera y en la lucha. Así, todo conocedor rehuye el exceso y el defecto, buscando y prefiriendo el tér-mino medio, pero el término medio no de la cosa, sino para nosotros. "

ARISTÓTELES. Ética Nicomaquea.

El deporte, y especialmente la lucha, el entrenamiento físico y la búsqueda de la sabiduría aportan estos valores: moderación, auto-dominio, serenidad, paciencia, pensamiento pausado, prudencia, sensatez (sofrosyne). Aunque es conocido el final de la historia. Al igual de lo que sucede ahora, los Juegos Olímpicos fueron ganando en profesionalismo y fueron perdiendo su valor “amateur”, de hecho llegaron a convivir de forma inusitada con espectáculos menos edi-ficantes como las luchas de gladiadores. En una época muy tardía, Luciano de Samósata, genial ensayista y filósofo, escribe en su obra Anacarsis, el escándalo que le producía a un bárbaro el espectácu-lo de ver a dos luchadores batiéndose en la arena. Es sorprendente la respuesta que ofrece el autor tardío Luciano de Samosata, una verdadera defensa del ideal griego de vida, y donde la lucha, es su protagonista.

"Entrenamos a la juventud en el deporte no sólo por el amor a la competición, lo cual les permitirá obtener premios –aunque cierta-mente sólo unos pocos podrán alcanzar ese fin-, sino para lograr algo más importante para toda la ciudad y los propios jóvenes; para otra competición que sin duda es la principal para todo buen ciudadano, y cuya corona no es de pino, olivo o apio, sino una corona que aglutina la felicidad de toda la comunidad. Lo cual es decir libertad para cada individuo y para el estado en general, así como riqueza y gloria".

LUCIANO DE SAMOSATA. Anacarsis

ConclusiónNo hemos querido hacer una historia sistemática de la lucha gre-

corromana, de los Juegos Olímpicos o de la educación griega. Desde estas páginas nos preguntamos sobre los verdaderos motivos que impelen al COI en olvidar un deporte tan noble, antiguo y carga-do de historia. Un verdadero sistema de combate donde el luchador puede emplearse a fondo, sin riesgo aparente para su vida y donde vence siempre la técnica frente a la fuerza. Tal vez la razón por la que la lucha sea relegada de los Juegos, sea porque han vuelto a vaciarse de contenido desde que los rescatara el barón de Coubertin. Tal vez ahora sean un medio mucho más eficaz para publicitar economías emergentes pero lejanas a nuestros ideales de democracia de for-ma que queden legitimadas, a mostrar la supremacia de unos países sobre otros o para revitalizar economías en plena decadencia, todo ello engolado con una ristra aburrida de valores repletos de lugares comunes y tópicos para que sean repetidos hasta la saciedad por los locutores televisivos. No este es el lugar para cuestionar esto, espera-mos que al menos, el lector comparta con nosotros que la exclusión de la lucha sea un pequeño, pero importante paso atrás en la búsque-da de una areté perdida.

hemos manejado las atinadas líneas de Luis Canterero, Cf, bibliografía || 9. Su mismo nombre, Platón, es un apodo, al parecer se lo puso su entrenador de lucha, debido al enorme tamaño de las espaldas del filósofo. ||10. Famoso luchador nacido en Crotona en el año 510 a. C. que destacó en la lucha y que en los Juegos Olímpicos fue seis veces vencedor absoluto, otras tantas veces en los Juegos Píticos, diez en los Ístmicos y nueve en los Nemeos.

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in the cage

MUAY THAI una sesión de entrenamientopor Borja Álvarez Cortés

El Muay Thai o Boxeo Tailandés es una de las artes marciales más antiguas, contun-dentes y efectivas en su aplicación. Esto se debe a que puesto que el Muay Thai fue concebido para el combate cuerpo a cuerpo en el campo de batalla o con armas de corto alcance (Krabi Krabong) y forjado en las violentas guerras del reino de Siam con Birmania. Este arte marcial es conocido como “El arte de las ocho extremidades” ya que se golpea con puños, codos, piernas y rodillas. Su sistema de entrenamiento es exigente y la forma en la que se combate es de las más duras y realistas.

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Actualmente, en Occidente, conocemos su ver-sión deportiva, siendo la parte marcial mucho más desconocida. Una de las razones es que la dimen-sión deportiva ha sido más vendida y en Europa hay poca gente realmente cualificada para dar a co-nocer bien su forma auténtica y completa. En este espacio daremos a conocer estas dos dimensiones: la deportiva y competitiva, y la marcial y espiritual. Veremos que el Muay Thai es mucho más que un deporte de contacto, es un Arte Marcial que va unido inevitablemente a una cultura: la cultura del respeto, el aprendizaje continuo y el saber sufrir para mejorar.

Poco a poco iremos resaltando las diferencias entre lo marcial y lo deportivo. Pero podemos ade-lantar que lo deportivo está encaminado sobreto-do a la efectividad, ya que lo que pretendemos es ganar a un rival. Se perfecciona principalmente

el ser eficiente, técnico y contundente ante un ad-versario. La parte marcial busca la perfección del movimiento, la ejecución de la técnica tal y como (se practicaba) trasmitía hace cientos de años para así poder seguir transmitiendo y conservando este valioso y ancestral método de combate.

ENTRENAMIENTO TÉCNICOEste mes vamos a proponer un entrenamiento tanto para iniciados como para deportistas que lleven más tiempo, puesto que el entrenamiento se puede adecuar en ritmo e intensidad. En los próximos números conoceremos otros méto-dos de entrenamiento y estrategias, técnicas de combate para el ring y tradicionales, de forma que vayamos descubriendo el rico arsenal técnico de este arte marcial.

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1 Calentamiento general y articular 15 minutos

aprox.

2 Asaltos de “camino de rodilla”: trabajo en el que se camina en guar-dia sobre las puntas de los pies y en cada paso sacamos un rodillazo al frente con paso continuo.

2 minutos

3 Asalto de bloqueo de patadas: trabajamos en guardia simulando bloqueos de lowkick y middlekick con mucho ritmo

2 minutos

4 Asaltos de manoplas sacando boxeo y codos, bloqueando y aga-rrando las piernas que saque el compañero que pone las manoplas.

3 minutos

5 Asaltos de paos: trabajamos series cortas pero explosivas: sobre todo con mucho pateo y rodillas; bloqueando y sin perder la guardia

3 minutos

6 Para terminar, un asalto de sombra para bajar las pulsaciones. Momento en el que empieza el compañero su turno

3 minutos

SESIÓN DE ENTRENAMIENTO

Siempre podemos variar el número de asaltos dependiendo del tiempo disponible y el nivel físico del deportista.

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Borja Álvarez Cortés - Entrenador Nacional de Kick Boxing por el Consejo Nacional de Artes Marciales y Deportes de Contacto.

- Entrenador Nacional de Muay Thai por el Consejo Nacional de Artes Marciales y Deportes de Contacto e I.F.M.A.

- 10º Khan, khansib de Muay Thai por I.F.M.A y Federación Española de Muay Thai.

- Presidente del Club Himmapan Muay Thai de Granada.

Palmarés - Peleador profesional de Muay Thai, K1 y Kick Boxing. - Campeón de España de Kick Boxing (C.N.D.Y.A.M). - Campeón de España de Muay Thai (F.E.M.T, I.F.M.A).

Gimnasios donde imparte clases: - Fitness World Maracena. Avda/ Blas Otero nº 13 (Maracena, Granada). - Fitness Center Oceanic. C/ Gerardo Diego, nº 5 (Armilla, Granada).

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la deRebeliónSatsumaLa Rebelión de Satsuma, supuso un intento de

abortar la modernización de Japón y una defensa de los intereses de los samurái, clase nobiliaria que se situó en la cúspide de la sociedad japonesa durante

más de seiscientos años

Por Antonio García Piñar

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iempre ha sorprendido a los historiadores la capacidad que tuvo Japón de realizar la transición de un sistema feudal y autárquico a hacer una revolución industrial en un cortísimo período de tiempo. Con este artículo, pretendemos demostrar que aquella transición no fue tan tranquila como se pudiera pretender en un principio, los hechos acaecidos durante

la La Rebelión de Satsuma, supusieron un intento de abortar la modernización de Japón y una defensa de los intereses de los samurái, clase nobiliaria que se situó en la cúspide de la socidad japonesa durante más de seiscientos años. Pese a que ha habido intentos de mostrar la Rebelión de Satsuma desde un punto de vista romántico1, presentando a los samuráis como unos defensores de valores espirituales y de una cultura que tenía el riesgo de desaparecer, no podemos olvidar que en cualquier caso era una clase minoritaria pero dominante con numerosos privilegios que se negaban a perder.

SSaigo Takamory fotografiado por Potteau

crónica histórica

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El 25 de Septiembre de 1877, en un campo de batalla enfangado en las afueras de Kagoshima, el sistema feudal que había dominado Japón durante 700 años agonizaba no con un gemido, sino con un rugido desafiante. A la 6 de la mañana, los últimos 40 guerreros del ejército de los últimos samuráis en la historia de Japón salieron de sus trincheras, desenvainaron sus espadas y cargaron contra los ca-ñones del ejército de 30.000 soldados de la Armada Imperial.

Veintitrés años antes, Japón había sido gobernado por un em-perador, gobierno títere en manos del Shogun2. Directamente bajo el poder del shogun, los daimyo, o señores feudales, gobernaban las provincias de forma hereditaria y despótica. Dentro del Han3, la sociedad se establecía según la clásica pirámide feudal, estaba rígi-damente controlada y se basaba en la producción agraria intensiva de una inmensa mayoría silenciosa de campesinos. Por encima del campesinado, y constituyendo la garantía del control de la sociedad, estaban los samurái, una casta nobiliaria que iba desde el shogun mismo a “hidalgos” empobrecidos pero con derecho a portar armas.

La lógica feudal empezó a desintegrarse debido a las con-tradicciones surgidas tras 1854. Fecha en la que Matthew Perry

(Comodoro de la Armada de los Estados Unidos) fondeó en el puer-to de Kagoshima, y tras ciertos momentos de tensión militar mandó un ultimátum al gobierno japonés: Occidente tenía intereses comer-ciales en Japón, por tanto Japón debía abrirse al mundo y salir de su secular aislamiento o lo haría a punta de cañón. Lo cierto es que en los años siguientes Japón se libró de la humillación que naciones como China, víctima del imperialismo británico en la “Guerra del Opio” y que significó la anexión de Hong Kong para la corona ingle-sa, había tenido que sufrir. Muy probablemente, islas como Okinawa u otros territorios japoneses habrían sido dominados por Estados Unidos de no haber estallado la Guerra de Secesión norteamerica-na, afortunadamente para Japón, los Estados Unidos estaban en ese momento “desunidos”.

Decíamos que el sistema feudal entraba en contradicción desde ese momento ¿Cómo podría el Shogun y los samurái proteger a Japón de una armada moderna de una potencia extranjera? Decididos a prevenir humillaciones futuras, se empezó a gestar en las élites de la sociedad japonesa la necesidad de crear un ejército moderno, equi-pado con armas modernas y entrenado por oficiales franceses o ale-manes4. En 1872, el ejército imperial organiza una fuerza de reclutas procedentes de todas las clases sociales. De repente, y ante sus ató-nitos ojos, 2 millones de samurái vieron truncadas sus aspiraciones al constatar que sus privilegios de clase comenzaban a desaparecer y que en todo caso serían igualados a la de una masa campesina con tanto (o más valor) para lo que habían sido preparados durante toda su vida: la guerra5.

Durante la década de 1860, Japón experimentó un período de agitación donde sectores conservadores intentaron detener cual-quier movimiento que significara una modernización del país y un socavamiento del status quo. Daimyos de las provincias promovie-ron actos de desobediencia al gobierno de Tokyo, extranjeros fueron atacados o asesinados para restaurar el aislamiento del país. Todas estas acciones quedaron frustradas cuando en 1868 el Emperador Matsuhito, llega al poder bajo el título de Meiji6 que daría nombre a todo el período. Con su llegada, quedó abolido el “shogunato”, se redactó una constitución de corte conservadora para los parámetros europeos y la capital, Edo, pasó a llamarse Tokyo, (Capital del Este) por lo que quedaba liquidado el período histórico anterior llamado Edo o Tokugawa7.

Se respiraban nuevos aires, estadistas como Tonomi Iwakura y Okubo Toshimichi ejercieron una labor de modernización sin pre-cedentes. Japón desafiaba a la historia cambiando un modelo de producción feudal centralizado a un modelo industrial moderno. Una máquina de producir con enorme competitividad y tal y como había pasado en otras naciones, la modernización afectó al ejército de modo que éste se beneficiara de una industria armamentística. El nuevo modelo económico dejaba antiguo al anterior en lo concreto y en lo simbólico, en lo social y en lo político. En agosto de 1871 los daimyo pierden sus cargos y sus tierras que les son enajenadas a cambio de una compensación económica. Las provincias feudales

1.Nos referimos naturalmente a la película de Edward Zwick, The Last Samurai, Warner Bros Pictures, 2003. || 2.Literalmente: General en Jefe para la expulsión de los bárbaros. || 3.Término que puede significar tanto

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fueron reorganizadas administrativamente en prefecturas. En ese mismo año, el ostentamiento en público del daisho8 era opcional para llegar a ser ilegal en 1876. La pérdida de privilegios, como el percibir determinados estipendios, el derecho a portar armas, o el uso de ciertas prendas o adornos (como el moño japonés, el chon-mage) causó una gran indignación en los samurái, ya que frente a lo que había pasado con los daimyo de las más altas familias japonesas, los guerreros de bajo rango no recibieron compensación alguna. El nuevo gobierno buscaba una igualación de la clase privilegiada de bajo rango con el Tercer Estado.

Esta situación provocó revueltas y desordenes sociales que fueron sofocados sin gran dificultad por un gobierno eficiente y tecnocráti-co. La situación cambió cuando emergió una figura que abanderara el descontento: Takamori Saigo.

Takamori Saigo Takamori Saigo nació en Satsuma, la provincia más occidental de

la isla Kyushu en 1827. El “Gran Saigo” como sus sucesores lo llama-ban, había apoyado al Emperador Meiji en 1864. Fue un fiel servidor al gobierno. Japón se empezó a conducir por derroteros expansionis-tas e imperialistas. En pleno conflicto diplomático con Corea, Saigo estuvo dispuesto a proporcionar un casus belli al gobierno japonés acudiendo a Seúl como embajador. Su plan consistía en insultar al gobierno coreano y por ello ser condenado a muerte para dar moti-vos de guerra a la Armada Japonesa. Un cambio estratégico de última hora abortó la operación. Saigo quedó consternado ante esa decisión, por lo que él y un grupo de partidarios ultranacionalistas protestaron pero finalmente fueron removidos del Consejo Imperial.

Saigo Takamori se retiró y jubiló de la vida pública. Sus planes contemplaban usar sus recursos como mecenas y promotor de escue-las y centros de enseñanza. En 1874, un amigo íntimo, Shimpei Eto, le solicita ayuda económica para llevar a cabo una revuelta que tenía como objetivo la revocación de los edictos que vaciaban de sus privi-legios a la clase samurái. Eto y sus dos mil samurái fueron derrotados y tras un juicio sumarísimo, el mismo Eto decapitado. Este desenlace hizo que muchos soldados de la guardia imperial dimitieran y forma-ran con Saigo un grupo de oposición a toda reforma que significara la modernización de Japón.

Saigo crea una red de 132 shigakko9 por la provincia de Satsuma. En ellas los estudiantes eran educados en los clásicos confucianos, los idiomas extranjeros (inglés y francés) el entrenamiento y la táctica militar, tanto con armas tradicionales como las modernas, de hecho uno de los shigakko más importantes fue una escuela de artilleros. Los jóvenes fueron educados en el antiguo código del bushido, y se les inculcó un espíritu combativo heredero del clan Satsuma, clan que fue protagonista en los primeros años del período Edo, a principios del siglo XVII, se les concedió la conquista integra del archipiélago

La pérdida de privilegios, como el percibir determinados estipendios, el derecho a portar armas, o el uso de ciertas prendas o adornos (como el moño japonés, el chonmage) causó una gran indignación en los samurái

crónica histórica

“Provincia” como “clan”. 4.Lo que aparece en la película de El último samurai”, es un sinsentido. Los japoneses nunca hubieran permitido la entrada de militares británicos o norteamericanos para entrenar el ejército imperial a los que veían como espias.

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de las Ryu Kyu y la participación en la Guerra de Corea, donde los japoneses, sin éxito, intentaron la invasión y conquista de la península coreana.

Estos hechos fueron vistos con gran preocupación desde el go-bierno imperial de Tokyo. Para el Estado, Saigo estaba formando un ejército fanático y desleal con el gobierno. Aún así, la política inicial fue no provocar un conflicto que podía derivar en guerra civil, de cierta manera, la iniciativa y el dinero era privado, y para muchos nacionalistas japoneses Saigo estaba promoviendo senti-mientos patrióticos entre los jóvenes, a su vez aparecía como un defensor de los samuráis y de los antiguos valores tradicionales. Saigo siguió formando a su “ejército personal” llegando a importar armas e incluso a fabricarlas. De esta forma, y ante los atónitos ojos de los gobernadores provinciales, varias armerías se repartían por Satsuma con el control exclusivo de los seguidores de Saigo. La si-tuación llegó a ser insostenible; las milicias de Saigo habían llegado a tener una inusitada fuerza, actuando como poder alternativo al gobierno.

Comienzos de la revueltaLos acontecimientos desde entonces se precipitan: el 30 de ene-

ro de 1877 un buque arriba al puerto de Kagoshima con el objetivo de retirar las armas y municiones a Osaka, quedando así confis-cadas por el gobierno. Al principio fueron cincuenta, pero más tarde más de mil asaltantes los que forzaron a las autoridades a suspender la confiscación. Los enviados del gobierno, temerosos de que la revuelta fuese a mayores, decidieron levar anclas y sa-lir de Kagoshima. Pese a que Saigo entró en cólera al conocer lo ocurrido, (se encontraba de caza cuando ocurrió lo antes narrado) decidió capitalizar el descontento felicitando a los insurgentes. El gobierno, inquieto, envió espías para conocer los movimientos de Saigo. La operación resultó ser un desastre, los espías fueron dete-nidos por la “policía” de Saigo que constituía el poder de facto en

la provincia. El gobierno había improvisado gravemente, los espías fueron detectados al no saber hablar el dialecto de Satsuma10. Si esto no fuera poco, corrió la voz entre los habitantes de Satsuma de que el gobierno había mandado espías para asesinar a Saigo Takamori, lo que provocó gran indignación la población civil que por otro lado, era agitada por los conservadores. Miles de estu-diantes decidieron marchar sobre Tokyo para derrocar al gobierno. Saigo decide tomar el mando. Su objetivo es presionar al Consejo de Ministros, y evitar así, una guerra. No pide ayuda a otros cla-nes, y rechaza a muchos aspirantes a los que considera demasiado fanáticos y bisoños. Marcha sobre la capital con tan solo 12.000 hombres y 25.000 yenes para su aprovisionamiento. Para Saigo no es una revuelta vacía de contenido, espera que apostar fuerte fuer-ce al gobierno a pactar. Para legitimar su causa marcha vestido con su traje de oficial del ejército. Salvo la nieve (una gran nevada que no se recordaba desde hacía cincuenta años) Saigo marcha por las comarcas del oeste de Japón sin encontrar resistencia. Esa zona del país aún se debate entre el control feudal que ejercían tradicional-mente los clanes y las nuevas directrices del gobierno.

El asedio al castillo de Kumamoto y la batalla de Tabaruzuka

El 17 de febrero, Taketa Tani, comandante del castillo de Kumamoto recibe una carta escrita en términos bruscos y amenazantes exigiendo su obediencia al ejército de Saigo. La carta, que no era de puño y letra de Saigo Takamori, resultó ser una falsificación que buscaba iniciar la lucha. Antes de que Tani se preparara para rechazar a esa columna rebelde, le llega otra carta, donde Saigo pide amablemente pasar por sus dominios y que diera las instrucciones pertinentes a la población para que no cundiera el pánico. Saigo asegura que marcha a la capital

5. Preparados hasta cierto punto, claro está. Japón llevaba 250 años sin sufrir ni un solo conflicto bélico, tanto interno como exter-no, por lo que la gran mayoría de los samurai eran funcionarios o simples terratenientes. Si es cierto

A la derecha, presumiblemente, Shinsuke Beppu, lugarteniente de Saigo Takamori Castillo de Kumamoto

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para una misión pacífica. Taketa Tani se siente consternado pero en seguida entiende la situación, en todo caso, no puede permitir el paso a Saigo bajo ningún concepto.

El 21 de febrero, Tani dispone de 3.800 soldados y 600 policías para bloquear el avance de los insurgentes. Es necesario aclarar, que el uso de esos policías no era nada despreciable. La gran ma-yoría eran samuráis que habían “recuperado” sus cargos y ejercían como gendarmería de la zona. Destacaban por ser rudos y aguerri-dos, vivir fuera de la capital y en zonas rurales, no habían relajado sus costumbres marciales y casi en su totalidad preferían llevar al combate sus lanzas, sables y arcos frente a las modernas armas de fuego. Aún así, Tani no tenía todas consigo. La causa de Saigo había llegado a oídos de sus tropas y temía deserciones. Decide fortificar la zona y esperar a Saigo.

El castillo de Kumamoto era antiguo (fue construido en 1598) pero sólido como una roca. El 21 de febrero comienzan las primeras escaramuzas. Saigo confiaba en su superioridad numérica y en la disciplina de sus tropas. Tani contaba con soldados peor entrena-dos, pero la fortaleza les aseguraba gran ventaja, el venerable cas-tillo confería a su vez un halo de invencibilidad. Al día siguiente Saigo rodea el castillo con artillería ligera y empieza un proceso de bombardeo de desgaste. El ataque se prolonga durante todo el día y hace escasa mella en las paredes de la antigua pero imponente fortificación.

Al llegar la noche, más de 9.000 asaltantes atacan los muros con una ferocidad suicida y con el objetivo de tomarlos al asalto. Taketa concentró el fuego sobre el ataque frontal de las tropas y fueron rechazados. En esos momentos Saigo Takamori descubre que no ha-bía calculado bien las fuerzas. El objetivo de reducir por hambre a los resistentes tras lo infructuoso de los ataques directos, era absurdo debido a que a la larga, los atacantes sufrirían los mismos problemas, añadidos a los rigores del invierno. Ambos bandos son reforzados, las fuerzas que Saigo deja en Kagoshima se les une y varios destacamen-tos provenientes del gobierno acuden a la contienda.

Aritomo Yamagata será el general al que se le encomiende aplas-tar a Saigo. Yamagata, un samurái nacido en Chosu, había estudia-do en academias militares europeas. En esos momentos encabezaba el Ministerio de la Guerra. Había sido compañero y amigo de Saigo Takamori. Había favorecido la corriente de opinión que defendía la expansión de Japón por Taiwan, Corea y Manchuria. Promovió la modernización del ejército japonés con el objetivo de asemejarlo al ejército prusiano. Yamagata sabe que no debe trasladar a los lugareños una figura de un Saigo que resiste, siendo éste último el agresor. Ataca sus posiciones con fiereza el 4 de marzo. El asalto a Kumamoto se con-vierte en la batalla de Tabaruzuka. Ochos días de feroces combates se suceden, es tal la velocidad con la que se suceden los acontecimientos, que las municiones empiezan a escasear. En pocos días se han excava-do pozos a modo de improvisadas trincheras. La batalla termina recu-rriendo a las espadas y las bayonetas. El resultado final: 4.000 muertos

para cada bando. Saigo no ha conseguido poner un pie en el castillo de Kumamoto y Tani ha resistido heroicamente.

El gobierno decide aplastar la revuelta de una vez por todas

Tras un impás, Saigo quiere negociar una audiencia, pero es demasiado tarde. Las fábricas imperiales de armamento producen 500.000 piezas de munición al día. Saigo envía una carta con la sú-plica de ser recibido al príncipe Arisugawa, pero éste ha decidido aplastar la rebelión.

El 8 de marzo, tres buques de guerra desembarcan en Kagoshima. Las tropas imperiales se apoderan rápidamente de los arsenales de Satsuma. Saigo está cercado. No tiene suministros desde su provincia, no tiene acceso a armas ni a comida. Durante esos días empiezan a circular papeles firmados con el sello de Saigo que eran entregados como dinero promisorio. Los campesinos, te-merosos de negarles los alimentos a un ejército hambriento y ro-deado, acceden y como ocurre siempre, la guerra causa estragos

crónica histórica

que las Guerras Boshin demostrarían que su “espíritu guerrero” no había sido olvidado del todo y que tanto en el bando conservador como el moderno, existieron samurái avezados en el campo de batalla.

Retrato de Takamori Saigo

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en la población civil. Un ejército de miles de soldados vagan bus-cando un lugar donde hacerse fuertes confiscando las cosechas de los lugareños.

Yamagata no tiene problemas para desembarcar sus tropas y abrirse camino tras la retaguardia de los rebeldes. Tras llegar a la bahía de Yatsuhiro, en pocos días pueden llegar a la ciudad de Miyanohara, el 19 de marzo, Yamagata se une a las fuerzas im-periales que provenían del Este, creando así una pinza sobre los rebeldes. Sin muchas prisas, empiezan a bombardear sus posicio-nes. Tani no tendrá que sufrir más las carnicerías provocadas por los ataques frontales; la lucha se ciñe a disparos aislados por parte de francotiradores y pequeñas escaramuzas y duelos con sable por parte de guerreros que, hartos de la trinchera y desmoralizados por las víctimas de los francotiradores, quieren buscar un final poéti-co o volver con la cabeza de un enemigo como habían leído en el Heike Monogatari11. Ahora es Saigo el que está rodeado y resiste con ahínco. Mientras tanto, Tani decide enviar una nota de au-xilio para conseguir más refuerzos. La maniobra es un éxito. El 8 de abril, el General Oku Sasukata consigue colocar sus tropas a 19 kilómetros de distancia. Envía soldados de élite armados con katanas y garrotes de acero llamados tetsubo o kanabo. Los coman-dos consiguen abrir una brecha entre los cercadores (cercados) y

llegan los suministros a Tani. El castillo vuelve a disparar sobre los rebeldes. Saigo comprende que en algún momento se cierne sobre su posición un ataque final. Pese a ser un recurso desespe-rado, y no tener ninguna esperanza de victoria, en otro contexto y con aliados hipotéticos podría haber sido una maniobra brillante: Saigo Takamori decide abandonar sus posiciones escalonadamente y huir a la montaña con la esperanza de hacerse fuerte en la espe-sura y recurrir a la guerra de guerrillas.

La lógica hubiera dictado que las tropas imperiales iniciaran una rápida persecución de Saigo, pero la realidad es que el ejército im-perial estaba exhausto, y contra todo pronóstico, diezmado. Se sus-penden las operaciones de forma momentánea para reagrupar las tropas: la amenaza de Saigo quedaba lejos, horrorizaba pensar en un ejército rebelde asentado en las afueras de Tokyo y que toda la pe-rafernalia que rodeaba a la petición formal al emperador escondiera un golpe de Estado.

El 4 de mayo se reagrupa una gran fuerza de infantería y artille-ría. Se sucede un largo verano de escaramuzas, guerra de guerrillas y combates de baja escala. Para unos, Saigo resiste con admirable con-tumacia; para otros es un obstinado terrorista que se niega a entre-garse. La táctica del ejército imperial (limpiar poco a poco pequeñas bolsas refugio de samuráis) es lenta pero efectiva. El 24 de julio se di-visa la posición de Saigo, cerca de la pequeña ciudad de Miyakonojo.

Desde el principio se quiere evitar una contienda larga. Pese a te-ner menos de 10.000 efectivos, Saigo ha demostrado una capacidad admirable para resistir bombardeos intensos, ha dotado a su ejército de una movilidad temible, y en el cuerpo a cuerpo resulta ser una fuerza de choque experimentada y terrible. Por ello, la armada japo-nesa envía buques para desembarcar tropas en Nabeoka. El objetivo es rodear a Saigo. Yamagata avanza a marchas forzadas para que la tenaza fuera efectiva y al unísono. Las circunstancias indicaban el final de la revuelta, pero Saigo se adelanta a todos sus enemigos. Pese a que lo normal hubiese sido resistir, Saigo tiende una emboscada a Yamagata. Los samuráis de Saigo irrumpen de forma inesperada en el avance de Yamagata provocando el repliegue en medio del des-orden. Pero los refuerzos procedentes de Nabeoka llegan. Se reali-za una ofensiva intensa con artillería pesada sobre Saigo, el cual no puede resistir, el grueso de las tropas de Saigo, son aniquildas bajo un bombardeo de obuses de enorme calibre. Los rebeldes vuelven a estar cercados y han sido víctimas de una carnicería; sus fuerzas apenas llegan a los 3.000. La situación de Saigo alberga tintes épicos. Casi la totalidad de las armas de fuego modernas se han perdido, quedan unos pocos centenares de mosquetes de mecha de gran an-tigüedad y unas pocas decenas de cañones artesanales unidos con tiras de bambú.

6. Literalmente: “Paz Ilustrada”. || 7. Apellido familiar del clan que gobernó Japón desde elsiglo XVII. || 8. Los dos sables que tenían derecho a portar la clase noble. || 9. Escuelas privadas equivalentes en su organización y estatutos a los college británicos.

Matsuhito, el Emperador Meiji

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El final de la historia: la muerte de Saigo Takamori

Yamagata no quiere continuar la contienda, Saigo está ro-deado en propoción de siete a uno y encerrado en las estri-baciones del monte Enodake. Muchos samuráis fieles a Saigo se rinden al verse rodeados, aunque para la gran mayoría la rendición es impensable. El 19 de agosto, Saigo quema en una pequeña hoguera sus papeles personales y su uniforme del ejército imperial. Cualquier posibilidad de victoria es impo-sible, y la rendición sólo proporcionaría una muerte deshon-rosa, seguramente sin derecho a hacerse el seppuku y fusilado por un tribunal castrense: un signo de los nuevos tiempos. Saigo intenta romper el anillo por la parte más débil, la zona más escarpada del monte. Aprovechando una mañana de bru-ma, consigue abrirse paso hacia la primera línea del ejército enemigo. El campamento capta la atención de Yamagata que muerde el anzuelo, mientras tanto, el millar de guerreros fieles a Saigo se internan. Llevan a su general en parihuelas (Saigo está muy enfermo). Su columna se topa de frente con la infan-tería de Yamagata, los soldados imperiales se ven asaltados por un grupo de samuráis rabiosos y harapientos. La primera línea es atravesada por las lanzas y espadas de los guerreros de Satsuma en una gran confusión y entre disparos de rifles a bocajarro. Desde lo alto, los rebeldes, armados con unas po-cas armas de fuego más, disparan contra todo destacamento que intente acercase a su posición. Saigo constituye una ver-dadera pesadilla que parece nunca acabar. Pese a que vuelve a cañonear con saña su posición, unos 500 rebeldes escapan. Se escribía al fin, el último capítulo de esta historia.

crónica histórica

10. Se trata del Satsugū-Ben, variante occidental del japonés estándar de la zona de Kanto. || 11. Extenso poema épico escrito en el siglo XIII que narra las guerras entre los Taira y los Minamoto. Existe una traducción al español: Heike Monogatari. Madrid, Gredos. 2009.

ALLEN, George C. Breve historia económica del Japón moderno (1867 – 1937). Madrid. Tecnos, 1990.BEASLEY, W.G. Historia contemporánea de Japón. Madrid, Alianza, 1995.

MORRIS, Ivan. La nobleza del fracaso, héroes trágicos de la Historia de Japón. (Trad. Paloma Tejada Caller). Madrid, Alianza. 2010

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RUBIO, Carlos. Los mitos de Japón, entre la historia y la leyenda. Madrid, Alianza. 2012SECO, Irene. Historia breve de Japón. Madrid, Sílex. 2010SIRI, OLHSON. Historia del Japón. Desde los orígenes hasta principios del siglo XX. (versión de Jaime Ruiz Manent). Barcelona, Seix Barral.

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BIBLIOGRAFÍA

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Yamagata había montado en cólera. Con paciencia y con fría de-terminación, empieza a construir un sistema de trincheras y muros para reducir cualquier escapatoria. Por fin, tiene a sus disposición 30.000 hombres y artillería como para bombardear una ciudad en-tera. Cinco buques de guerra esperan en la costa con suministros firmes durante el tiempo necesario que pueda durar el asedio. Saigo está perdido.

Takemori Saigo sigue enfermo, tiene hidrocele (una acumulación de líquido seroso en los testículos) está febril y se refugia en un aguje-ro de seis metros de profundidad con tres metros de ancho. Yamagata quiere asaltar la posición por todos lados. Si un soldado cae herido, nadie debe auxiliarlo so pena de ser ejecutado inmediatamente. Toda la tropa debe mantener la posición a toda costa. Dos oficiales de Saigo bajan con banderas blancas pidiendo un salvoconducto para su líder. Los dos son tiroteados sin miramientos y caen muertos en el acto. No

hay tregua. Saigo debe entregarse para ser juzgado por un tribunal militar. Su revuelta ha costado cerca de 20.000 muertos y heridos. Yamagata envía una carta a Saigo con estas condiciones. Llegados a este punto, y bajo el código del bushido, son inasumibles. Se refuerza el asedio y los rebeldes son diezmados sistemáticamente. Saigo es he-rido en el muslo y el estómago. Su lugarteniente, Shinsuke Beppu lle-va el cuerpo de su líder a un claro de la colina. Allí le corta la cabeza a petición de Saigo para morir con dignidad, su cabeza será escondida para que no cayera en manos enemigas.

A las 6 de la mañana no quedaban más que 40 samuráis de Satsuma. Shinsuke y los otros 39 realizan un ritual de purificación y desenvainan sus katanas. Los últimos 40 guerreros bajan la ladera de la montaña. Yamagata ordena abrir fuego: uno a uno, los guerreros de Satsuma caen derribados. La rebelión de Satsuma había terminado y con ella, el final de una era.

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por Ángel Martínez López

SHOTOKAN KOBUDORemontándonos a la historia del Karate y del Kobudo no podemos hacer distinciones entre ambos, ya que no son como se han definido en algunas ocasiones las dos ruedas de un carro, sino una misma cosa

investigación

Puertas del Castillo de Shuri

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si robas a un autor, es plagio, si robas a muchos, investigar. Wilson Mizner

El Ti de las Ryu KyuHe titulado este artículo “Shotokan Kobudo”, con la intención

de llamar la atención del lector, pese a que hay que aclarar que no existe una ryuha (escuela) de Kobudo Shotokan, como expli-caremos más adelante, remontándonos a la historia del Karate y del Kobudo no podemos hacer distinciones entre ambos, ya que no son como se han definido en algunas ocasiones las dos ruedas de un carro, sino una misma cosa. Por ello es preciso referirnos siempre al término Karate en sentido amplio por lo que, para ha-blar con propiedad de las armas en la escuela Shotokan, debemos aclarar primeramente qué es Karate. Y para ello creo que es nece-sario desandar los pasos dados por Funakoshi para comprender el verdadero sentido del término “Karate”.

No quiero hacer crítica de lo hecho por Funakoshi y mucho menos enmendarle la plana. Pero si definimos el Karate tal cual lo comprendemos hoy día, la palabra abarca bien poco. Por ello creo que debemos retomar el término Ti en contraposición con el término Karate para que este tenga todo su sentido.

En su origen el termino ti o tode o sencillamente “el arte” como lo denominaban en Okinawa, era un sistema defensivo que com-prendía tanto el trabajo de mano vacía como el trabajo con armas.

En efecto, en un primer momento las artes marciales okinawen-ses, (Tode), no hacen ninguna distinción entre la técnicas con ar-mas y sin armas. Junto con las artes sin armas, los bushi (guerre-ros) de la isla siempre transmitieron una variedad de técnicas para el manejo de las armas. Aún quedan muchas existentes hoy día, que van desde el bojutsu de “Tode” Sakugawa, al bojutsu y saijutsu de Chatan Yara, bojutsu y ekujutsu de Tsuken Gima y una serie de técnicas de armas de origen chino practicadas en la isla.

Tradicionalmente, estas habilidades de armas fueron transmi-tidas junto con las técnicas sin armas, conservadas, enseñadas y adaptadas por varios maestros. También, al igual que los katas

de Karate de la isla, existen una serie de variaciones, debidas al paso por distintos maestros, pero conectadas a la misma raíz. A mediados del siglo XX este método más orgánico de instrucción comenzó a cambiar. Como el Karate de Okinawa comenzó a ser codificado en “ryuha” o linajes formales, y al igual que ocurrió con el Karate, en el que se pasó de unos sistemas genéricos (nahate, shurite y tomarite) a unas escuelas que con mayor o menor apo-yo en estas líneas dieron lugar a escuelas que tomaron como base en los maestros que las desarrollaron, así surgieron escuelas como Goju ryu; Shito Ryu; Shotokan… Esto mismo sucedió con las artes con armas.

Si bien hay un cierto número de linajes de Kobudo todavía existen en la isla, muchos, como la Honshin-ryu, Yamane-ryu y Ufuchiku Kobudo, siguen siendo muy pequeños, incluso después de haber sido codificadas. Y aún quedan otros trabajos de armas pequeños como partes de los sistemas de Karate individual, pese a que se conserven hay que decir que tienen un impacto pequeño en la comunidad. Estas técnicas y los sistemas siguen siendo una parte valiosa del patrimonio marcial de Okinawa, no importa cuán

A partir de mediados del siglo pasado, dos linajes principales de

las artes armadas se desarrollan en la isla, y, junto con la atracción

de su propio grupo de estudiantes, comenzaron a atraer a los

estudiantes de linajes de Karate que no tenían ese componente armado

Shimpo Matayoshi y Kenyu Chinen

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limitada sea su procedencia, sin embargo, a partir de mediados del siglo pasado, dos linajes principales de las artes armadas se desarrollan en la isla, y, junto con la atrac-ción de su propio grupo de estudiantes, comenzaron a atraer a los estudiantes de linajes de Karate que no tenían ese compo-nente armado.

Shinken Taira, originalmente un estu-diante de Ginchin Funakoshi, comenzó a recoger kata de Kobudo y diversas téc-nicas a principios del siglo XX. Él fun-dó la Sociedad para la Preservación y Promoción de Ryukyu Kobudo (Ryukyu Kobudo Hozon Shinkokai), ahora bien conocida en todo el mundo, antes, en las primeras décadas del siglo XX, otro linaje que hoy día practica principalmente téc-nicas armadas comenzó a desarrollarse: el Kobudo de la familia Matayoshi, que cons-tituye otro sistema armado importante en la isla.

Hemos de aclarar que estas dos líneas principales de Kobudo, también tenían su trabajo de mano desnuda. Lo que ocurre es que ante la creciente promoción del Karate como forma exclusiva de trabajo sin armas, estos dos linajes principalmente se dedica-ron a ahondar con mayor profundidad en las técnicas armadas con la clara intención de preservar este patrimonio de la isla.

EL KARATE EN LAS RYUKYU: TI1

El TI es un sistema completo, incluye manejo de armas, no como algo distinto o anexo sino como parte del curriculum de las artes marciales de Okinawa.

TI, (que es la forma en la que en Okinawa se denominan las artes mar-ciales) es un conjunto de técnicas de de-fensa que incluyen el manejo de armas como algo normal y parte fundamental

del mismo. Si nos remitimos a las palabras de Funakoshi2, podemos estar seguros de que la rutina diaria de entrenamiento de Azato incluía práctica con el makiwara. Funakoshi destaca su presencia en prácti-

Los bushi desarrollarían los katas como técnicas de transmisión de su estilo, mientras que los campesinos lo harían a través de las danzas populares (kumi odori)

investigación

1.Ti: mano china (腐 手) en dialecto okinawense Ti / Di, Ti'gwa / 手小 y Okinawa-te 冲縄手 (uchina di). || 2. En su Artículo Onshi Asato Anko Sensei no Itsuwa (Anécdotas sobre mi Profesor, el Maestro Asato Anko) Tokyo 1934).

Actor de Danza Kumi Odori

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camente todas las habitaciones de la casa de Azato, tanto del tipo erguido como col-gantes. También utilizaba chishi (palancas pesadas), sashi-ishi (peso de piedra con dos asas), y nigiri-dama (bolas de agarre). Al parecer Azato era muy competente en el manejo de ciertas armas de Okinawa. Funakoshi recuerda las siguientes en la casa de su maestro: roku-shaku bo3 (palo de seis pies), tenbei (o tinbei, un escudo) a menudo combinado con lanza corta (ro-chi) o machete (seryuto), nunchaku (palo de dos secciones), y jitte. En realidad el jitte es de origen japonés, así que yo creo que Funakoshi utilizó ese término para describir el sai okinawense para facilitar la referencia. Lamentablemente no podemos decir si entrenó con estas armas en katas específicos. En cuanto al bo, Funakoshi menciona un “bo-uchiya”, quizá un apara-to contra el que golpear para desarrollar el poder de golpeo con el palo. Pudo haber cogido prestada tal idea de su rutina tategi-uchi, donde el adepto de la Jigen-Ryu tiene que golpear un poste repetidamente con su sable de madera.

Pero hay mas datos históricos que de-terminan que el ti se trabajaba armado. Siguiendo con Azato, obtenemos la si-guiente referencia:

Existe una larga lista de antiguos artis-tas marciales dada por Azato Anko (1828-1906) en una entrevista publicada en 1914. Sin embargo, carece de sus años de naci-miento, así como sus especialidades perso-nales, armas o sus habilidades de combate4.

Unos veinte años después, Choki Motobu (1870-1944) describió artistas marciales nacidos en Ryukyu con sus res-pectivas habilidades especiales, y los colo-có dentro de cuatro períodos de tiempo. Su información se deriva de la tradición oral, y en su escrito utiliza el término bo. Un artista marcial con el nombre de Nishihira Ueekata que data del reinado del rey Sho Kei (1700-1752) fue educado en el uso del yari (lanza), así como en las artes sin armas. Y lo incluyen debido a la relación entre el bo y la lanza.

Es importante esta aclaración de la re-lación entre el bo y la lanza. Ya que existen dos tipos de agarre de bo: uno autóctono de Okinawa y el agarre de tipo chino. Los okinawenses sujetan el bo dividiéndolo en tres partes, mientras que muchas escuelas de kung fu y tai-chi chino lo dividen en dos. Esto se debe al hecho de que el tra-bajo de palo chino de estas escuelas, es una derivación del uso de la lanza y lo que realmente hacen es manejar una lanza sin su extremo metálico con el fin de evitar ac-cidentes, es más, si observamos las formas del palo no es homogénea sino que uno de sus extremos es grueso mientras que el otro es mas afilado, (similar al mástil de una lanza) además de ser de material ligero y flexible. En este caso, el caracter chino 棒 (Kun) fue utilizado para el término kon 棍 “palo” y, al mismo tiempo, deliberadamen-te o no, la estrecha relación entre bo y la lanza se confirmó. Esta aclaración nos será de utilidad más adelante. Ya que soy de la opinión junto con Iwai5 de que existían dos líneas de Kobudo en Okinawa; una la propia de los bushi, y la otra propia de los campesinos y pescadores. En esta primera

se utilizaban armas tales como la espada, el arco y las flechas, la lanza, el sai y el bo. Mientras que en la segunda se utilizaban los utensilios propios de los oficios, remo, nun-ti, azada, tonfa y bo también pero con un diferente sentido.

Los bushi no utilizaban las armas ante-riores, pues como está claro ellos poseían armas de mayor potencial. Los bushi de-sarrollarían los katas como técnicas de transmisión de su estilo, mientras que los campesinos lo harían a través de las danzas populares (kumi odori) Las cuales serían re-cogidas posteriormente por maestros como Taira o Matayoshi, dotándolas de un senti-do más práctico que el meramente de entre-tenimiento, como diría el propio Motobu.

Pero continuando con la relación de maestros de Motobu, Giwan Tonchi, que se especializó en el uso de un bo de siete shaku (alrededor de 2,12 metros) de largo para la caza de golondrinas, vivió durante los rei-nados de los reyes Boku Sho (1739 a 1794) y Sho On (1784 a 1802). Bo Miyazato, un contemporáneo de Giwan, era tan famoso por su uso del bo que el término “bo”, in-cluso se convirtió en parte de su nombre. Itoman el grande, ha sido considerado como un maestro oculto de bojutsu, según Motobu:

En su origen el termino ti o tode o

sencillamente “el arte” como lo denominaban

en Okinawa, era un sistema defensivo que

comprendía tanto el trabajo de mano vacía

como el trabajo con armas

3. Literalmente Bo (palo) de seis shaku (5´9” de largo) el termino se refiere a un palo de 1,82 m. de largo. Hoy en día los seis shaku de largo se consideran la norma.

El autor realizando el Kata Choun no Kon

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“Tokashiki Peichin fue otro luchador de bo. Kan’u Sadoyama, también famoso lucha-dor de lanza estuvo en activo en ese periodo.

Uehara era maestro de saijutsu, así como Kanka no Ishimine que también era exper-to manejando este arma. Yuya Yamagusuku muy diestro con el arco. Tsuken Hanta Gwa y el gran maestro Shimonaka, vivió duran-te los reinados de los Reyes Sei Sho (1800-1803) y Sho Ko (1787-1834), eran maestros del bojutsu. Un artista marcial con el nom-bre de Motomura, también estuvo activo en ese momento, y sus métodos de entrena-miento son dignos de mención.

“Motomura es una persona cuya fama como maestro de bo se propagó en estos cír-culos6 ", y parece que en realidad era algo extraordinario manejando este arma. No había nadie igual a él cuando manejaba un rokushaku-bo y temido por este motivo por sus enemigos. Su habilidad era tal, que, se-gún se cuenta, taladró un agujero en ambas paredes de la habitación y puesto en el cen-

tro de la habitación y girando a la izquierda y la derecha con su bo, era capaz de meter este en los agujeros de la pared y de un centenar de golpes, un centenar de dianas, sin fallar ni una sola vez.

Uno de los expertos más capaces de ese período fue Bo Kohagura, cuyo apodo, “bo”, se refiere a su habilidad. Bo Kohagura de la aldea de Gusukuma y Miyahira de la aldea de Kohagura. Desde la antigüedad el bujin Ryukyu (artista marcial) no sólo se limita a Karate. No importa quiénes eran, todos ellos poseen habilidades especiales. Estos dos hombres fueron también destacados en el arte del bo y en montar a caballo. Durante el tiempo de Matsumura, Kohagura ejerció como Bosha (“hombre-bo”).

Motobu termina con el reinado de los Reyes Iku Sho (1813-1847) y Shotai (1843-1901), mencionando Sakiyama como re-presentativo del bojutsu, y Tomigusuku Oyakata de la lanza (sojutsu). La lista de

Ante la creciente promoción del Karate como forma exclusiva de trabajo sin armas,

estos dos linajes ()principalmente se

dedicaron a ahondar con mayor profundidad en las técnicas armadas

con la clara intención de preservar este

patrimonio de la isla

investigación

4.Traducción de la entrevista al alemán que se puede encontrar en Wittwer 2007. || 5.Motobu Choki to Ryukyu Karate (Iwai). || 6. Es decir, en la comu-nidad de las artes marciales de Okinawa.

Gichin Funakoshi Choku Motobu

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maestros de bo y lanza, sai, arco de Motobu del siglo XVIII y XIX nos muestra que las armas no fueron la excepción en las artes de lucha Ryukyu. Otras fuentes confirman esta imagen.

No podemos pasar por alto del libro The Weaponless Warriors de Richard Kim el pa-saje en el que Yara vence a un samurái del clan Satsuma7:

"El samurái movió lentamente su espa-da a una posición hasso no kamae y se de-tuvo. El tiempo se paró por una fracción de un segundo y el samurái golpeó. La espada provenía por un lado, en un clásico corte, pero Yara saltó dos pasos atrás para evitar-lo, y girando quedó metido hasta las rodillas entre las olas. El samurái, enfadado, corrió tras él, caminando torpemente a través del agua con la espada en alto sobre su cabeza. Yara midió los tiempos con cuidado, y en el momento oportuno, volvió sobre sus pasos a la playa, provocando el enfado del samu-rai que lo perseguía. […]. En una fracción de segundo, Yara tuvo el remo firmemente

sujeto y se dio la vuelta para enfrentarse a su enemigo. El samurai, maldiciendose a sí mismo por haber perdido su enorme ventaja, se detuvo y asumió un jodan Kamae. Yara para contrarrestar esta estratagema asumió con su remo un un Kamae de cola de Dragón y en lo que parecía una eternidad, los dos hombres se miraron, enfrentándose entre sí como si fueran estatuas. Sólo el sonido de la garganta y el pecho agitado perturbaban la armonía musical del viento y las olas.

De repente, el samurái atacó. La reacción de Yara fue instantánea, golpeando la empu-ñadura de la espada. El golpe fue ejecutado a la perfección, él envíó la espada hacia arri-ba, pero en el momento del contacto, Yara saltó hacia arriba inesperadamente, como si hubiera esperado el próximo movimiento del samurái. Ésta fue una jugada peligrosa, pero funcionó. Tan pronto como el hombre del clan Satsuma sintió aflojar su control so-bre la empuñadura de su espada, inmediata-mente se puso en cuclillas sobre una rodilla y sacó su espada corta.

Yara estaba en perfecta posición y apro-

vechó instintivamente, disparó una pata-da lateral terriblemente poderosa, que co-nectó con un ruido terrible a la cabeza del samurái. Lo tiró al suelo boca arriba, [...] Desesperado, trató de levantarse del suelo, pero Yara ya estaba junto él, cortando con el remo hacia abajo aplastó el cráneo del samu-rái. Murió sin emitir un ruido...8 "

Como se deduce de esta narración los okinawenses tenían habilidades con ins-trumentos y no solo se defendían con las manos desarmadas. Más tarde tendrá otro incidente en el que hace uso de los sai.

Otra referencias aparecen en el libro, durante el Haneji-bon, un programa de fiestas con motivo de la sucesión al trono de de Sho Iku, a mediados del otoño de 1838, nos encontramos con la demostra-ción de un kumi-odori con el bo. Lleva el nombre “kara bo” (Bo chino) y se remon-ta a Tamagusuku Chokun, el creador de la kumi-odori. En esta ocasión se llevó a cabo por seis personas que eran funcionarios públicos, Sakagami equipara esta kara-bo al combate de palo, el kon 棍.

A pesar de que las artes marciales se presentaron ocasionalmente en público en forma de teatro o en su forma inalterada, su práctica parece haber tenido lugar de conformidad con el principio del secreto militar.

Aspectos menos teatrales del uso del bo, fueron incluidos en un programa del fes-tival el 24 de marzo de 1867: En total, de las diez demostraciones de la exhibición relativas a las artes marciales que fueron programadas, tres (cuatro incluyendo el mayal) fueron con armas, en particular el bo fue gran parte de ese programa. Esa jor-nada sería conocida como la Exhibición de San Ro Chu.

En el próximo número abordaremos la concepción total y holística que abarcaban las artes marciales de Okinawa y su in-fluencia en Funakoshi.

7. La traducción es mía. || 8. Es preciso admitir el carácter “novelesco” de este fragmento, pese a que este duelo formase parte de la tradición oral (nota del Editor).

Ejemplo de la variedad de armas del Kobudo de Okinawa

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Esta expresión, claramente de raíz budista, aparece en la boca de un samurái experto mientras aconseja a otro samurái en el libro del Hagakure.Esta expresión define perfectamente la actitud mental y corporal que creo debemos protagonizar los budokas y por supuesto los aikidokas en la práctica diaria y en la vida.

Por Luis Mochón Corredor4º dan Shidoin del Aikikai

Ahora es la hora

y la hora es Ahora

MUSUBI

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abril/mayo 2013 dkkd

Es en el “ahora” y sin previo aviso ni pla-nificación, el único lugar donde ocurre todo, donde ocurre la vida. Desde el punto de vis-ta marcial es en el ¡Ahora! donde ocurre el encuentro marcial, y es único e irrepetible, de manera que ningún pensamiento previo puede realmente y de forma total preveerlo.

El bushido en un principio y el Budo después, como heredero están fuertemente influenciados por los conceptos del budismo zen

”Numerosos aspectos de las artes marcia-les corresponden al budismo zen, particu-larmente el rechazo del apego y del quedarse morando en las cosas1”

La práctica de budos tradicionales como el aikido está fuertemente inspirada por esta vía de conocimiento y despertar que es el zen. Grandes maestros zen han sido los que han ayudado a construir los cimientos filosóficos y técnicos de las artes marciales japonesas. La serenidad, la no-mente, la imitación de la naturaleza, la postura correcta, la impor-tancia de la respiración, la meditación, el no apego, vivir el presente... todos estos y otros conceptos han marcado y marcan el rumbo de la práctica marcial.

El concepto del “Ahora” del “presente” y de actuar en el “instante” y del tipo de men-te y cuerpo asociados a esta idea es de lo que voy a reflexionar en el ámbito del aikido, aunque por supuesto podría ser llevado al ámbito de otros budos tradicionales.

“Cuando tu atención te traslada al Ahora, estás alerta. Es como si despertases de un sueño: el sueño del pensamiento, el sueño del pasado y del futuro. Hay claridad, simplici-dad. No queda sitio para fabricarse proble-mas. Simplemente este momento es como es”

Ekhart Tolle

La plasmación de esta idea en la práctica es algo que se puede encontrar en todos los grandes maestros marciales y en aquellos que intentaron marcar el espíritu del camino marcial. Miyamoto Musashi, Yagyu Munenori, Takuan Soho, Dogen, son ejemplos de grandes maestros marciales y espirituales de la antigüedad donde este concepto aparece continuamente.

¿Pero y nosotros? ¿Somos capaces de utilizar esta actitud mental y física en nuestra práctica? ¿Qué tipo de mente es necesaria para actuar en el instante presente?, ¿para vivir el Ahora?

Takuan Soho nos define perfectamente en su escrito “El espíritu indomable del samurái” el tipo de mente necesaria para afrontar un encuentro marcial o para llegar a un despertar espiritual:

“Si escoges un lugar para concentrar tu mente, ésta, será dominada por ese lugar y perderá su función. Cuando alguien piensa es dominado por los pensamientos.”

“Por lo tanto, pon de lado a los pensa-mientos y a la discriminación, lanza la mente hacia afuera de tu cuerpo, no lo detengas aqui o allí y cuando ella pase por esos sitios, realizará su función y reaccionará sin error. […]”

“Rompe el límite entre el antes y el des-pués[...]esto significa que se debe aniquilar el intervalo entre lo anterior y lo presente.”

Al afrontar el ataque que uke nos ofrece, si conseguimos desarrollar ese estado mental del que hablaba Takuan, debería-mos poder adaptarnos de forma flexible y suave a los distintos cambios de uke. Nada, ningún pensamiento debe dirigir nuestra reacción, ningún pensamiento debe atrapar nuestra mente, y de esta forma, las reacciones de un cuerpo entrenado, fluyen de forma natural e instantánea, en un proceso donde el aiki acaba desactivando la agresión de forma segura para ambos. Cuando se produce el ataque no debemos fijar nuestra mente en un pensamiento preestablecido, una “foto” de como hemos “decidido” ejecutar la acción, más allá de los posibles cambios en las reacciones de uke, habiendo quedado intelectualmen-te decidida, en el momento del ataque o incluso previamente a este.

Este tipo de mente generalmente provocará un cuerpo más rígido, y una ejecución técnica, donde la fuerza y el

dolor se volverán necesarios para llevar a cabo de forma impositiva nuestra idea de técnica. En este tipo de mente y cuerpo, el ki se sube a los hombros, en lugar de quedar en la zona baja.

Para que podamos afrontar nuestra técnica de forma más natural, más suave, armónica, sin fuerza en los hombros, es necesario, desarrollar un estado mental se-reno y libre, sin fijaciones. Un estado donde la mente pensante desaparece (mushin) y el sentir lo que va sucediendo en cada ins-

Es en el “ahora” y sin previo aviso

ni planificación, el único lugar donde

ocurre todo, donde ocurre la vida

1. Yagyu Munenori en 'Transmisión familiar en el arte de la guerra

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tante los cambios e intenciones de uke, los cambios en uno mismo, es lo que se vuelve la prioridad. Con esta mente el ki fluirá hacia abajo siempre.

“Une el perceptor con lo percibido en un campo de conciencia unificado. La sabiduría cura la separación. Creación artística, depor-te, danza, enseñanza, terapia; la maestría en cualquier disciplina implica que la mente pensante o bien ya no participa, o se ha que-dado en un discreto segundo plano. Un poder y una inteligencia mayores que tú, aunque en esencia son uno contigo, toman el mando. Ya no hay proceso de toma de decisiones; la acción justa surge espontáneamente, y «tú» no la estás haciendo. La maestría de la vida es lo opuesto del control. Te alineas con la conciencia mayor. Ella actúa, habla y hace los trabajos”

Ekhart Tolle

El maestro Endo muchas veces ha hablado de “escuchar” de sentir, el kimochi (intención, voluntad) de uke, para poder acompañar sus movimientos llegando a un final natural y seguro guiados por la fuerza del aiki.

Pero lo fundamental según el maestro Endo para ese estado de escucha es tener una mente serena y en silencio, sin pensa-mientos, donde un equilibrio tranquilo defi-ne el estado mental y el del cuerpo, ya que el cuerpo debe también estar en un estado de “escucha” sensible, activo y equilibrado.

“En la ciencia de las artes marciales, el estado de espíritu debe seguir siendo el mismo que en la vida cotidiana; lo mismo que cuando practicáis las artes marciales, no permitáis que haya ningún cambio: con el es-píritu abierto y directo, ni tenso ni demasiado relajado, manteniendo la mente centrada de forma que no haya desequilibrio, relajad tranquilamente vuestra mente y saboread totalmente ese momento de tranquilidad, de forma que la relajación no se detenga ni siquiera un instante”

Miyamoto Musashi ( “El libro de los cinco anillos”)

Es necesario el silencio, tanto como cuando tengo un gran interés en escuchar las enseñanzas de un maestro para aprender de ellas. Si estamos hablando o pensando en nuestras cosas, nunca aprederemos nada

de ese maestro. Y es eso exactamente, lo que debemos evitar al interactuar con el “maestro” que es uke. Abandonar nuestros pensamientos o ideas, nuestras intenciones, vaciarnos entregándonos a la inteligencia de la naturaleza, y así, cambiar adaptándo-nos a aquello que viene de uke de manera constante.

“La verdadera inteligencia actúa silen-ciosamente. Es en la quietud donde encon-tramos la creatividad y la solución a los problemas”

Ekhart Tolle

Es necesario también un cuerpo equilibrado, flexible y consciente eficaz herramienta de una “mente sin mente”, que sea capaz de adaptarse y cambiar con cada movimiento, con cada intención. Un cuer-po, donde cada parte sea capaz de sentir, cambiar, adaptarse a la fuerza que recibe sin

resistir ni oponer, como si fuera una hoja en la corriente de un río....

Pero ¿cómo podemos afrontar esta idea al estudiar en clase la técnica propuesta por el sensei? Si hay que hacer iriminage por ejemplo, ¿cómo puedo abandonar mis pensamientos?

Cuando el sensei propone una técnica, para no perder el estado mental adecuado debemos como seguramente diría el monje Dogen, pensar desde la no mente.

Si el maestro propone por ejemplo iriminage, esta técnica, su forma básica y sus principios, van a inspirar nuestra práctica. Pero el proceso, por el cual llegaremos a realizar esta técnica es desconocido para no-sotros depende totalmente de la interacción con el uke, de la “escucha” del ki de uke y de la acción en sí. Esto nos permitirá, poner donde falta y quitar donde sobra, de manera instantánea y natural.

“Así pues, la ciencia de las artes marciales implica la presencia del espíritu para actuar como el mar, cuando el enemigo es como una montaña, y actuar como una montaña, cuando el enemigo es como el mar. Esto exige una atenta reflexión”

Miyamoto Musashi

El maestro Endo, cuando propone una técnica, quiere que prevalezca este tipo de actitud mental y corpora. Si al proponer una técnica el maestro observa que hay gente forzando la realización del kata sin escucha, usando la fuerza, ejecutando algo que cla-ramente está prestablecido en la memoria, entonces el maestro dice que no hagamos la técnica que él ha propuesto, o de la forma en que lo ha propuesto, ya que lo importante es que la mente se mantenga serena y en actitud de escucha, y que la técnica, fluya de la manera más natural posible, sin forzar ni imponerse, como en la naturaleza: el agua baja de la cima de las montañas al mar...

El intentar mantener un estado mental sereno, libre, sin la esclavitud de los pensa-mientos en un estado plenamente conscien-te, de “escucha”, y un cuerpo armonizado con esta mente: sereno, flexible, sensible, relajado... creo que es lo que hace que la práctica marcial se convierta en una herra-mienta para Vivir, y no simplemente en una herramienta de supervivencia.

Nada, ningún pen-samiento debe dirigir nuestra reacción, nin-gún pensamiento debe atrapar nuestra men-te, y de esta forma, las reacciones de un cuerpo entrenado, flu-yen de forma natural e instantánea, en un proceso donde el aiki acaba desactivando la agresión de forma se-

gura para ambos

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