Madrid, mercado medieval - M. Moleiro Editorimages.moleiro.com/prensa/2007-11-01-MHistorico.pdf ·...

5
MADRID HISTÓRICO 72 Madrid, mercado medieval Durante la Edad Media, el comercio madrileño giró en torno a los mercados (diario y semanal) y las ferias (anuales, con una duración de varios días y generalmente coincidentes con alguna festividad religiosa de relieve). Texto: José Manuel Castellanos Oñate. Arquitecto e investigador Fondos gráficos: © M. Moleiro Editor. www.moleiro.com Ilustraciones: Ángel García Pinto. Imagen de la tienda, Tacuinum Sanitatis, f.54 r (M. Moleiro Editor). Parece una tienda de hierbas medicinales o una “farmacia”. 72-76 Medieval:Maquetación 1 15/11/07 09:49 Página 72

Transcript of Madrid, mercado medieval - M. Moleiro Editorimages.moleiro.com/prensa/2007-11-01-MHistorico.pdf ·...

Page 1: Madrid, mercado medieval - M. Moleiro Editorimages.moleiro.com/prensa/2007-11-01-MHistorico.pdf · En ella hubo, al menos: tres tablas 1 de aceite, tres de carne (vaca y puerco),

MADRID HISTÓRICO72

Madrid, mercado medievalDurante la Edad Media, el comercio madrileño giró en torno a los mercados

(diario y semanal) y las ferias (anuales, con una duración de varios días ygeneralmente coincidentes con alguna festividad religiosa de relieve).

Texto: José Manuel Castellanos Oñate.Arquitecto e investigador

Fondos gráficos: © M. Moleiro Editor. www.moleiro.comIlustraciones: Ángel García Pinto.

Imagen de la tienda, TacuinumSanitatis, f.54 r (M. Moleiro Editor).Parece una tienda de hierbasmedicinales o una “farmacia”.

72-76 Medieval:Maquetación 1 15/11/07 09:49 Página 72

Page 2: Madrid, mercado medieval - M. Moleiro Editorimages.moleiro.com/prensa/2007-11-01-MHistorico.pdf · En ella hubo, al menos: tres tablas 1 de aceite, tres de carne (vaca y puerco),

EL MADRID MEDIEVAL

Nuestras ferias anua-les más antiguas fue-ron las testimonia-das en 1202 en elFuero viejo: dos,

una por Cuaresma y otra durante elmes de julio, que probablementedesaparecieron en algún momentoindeterminado. Resurgieron, aunqueefímeras, en 1447: Juan II, con la ve-lada intención de que aceptáramossin resistencia la enajenación de nues-tras aldeas de Cubas y Griñón en fa-vor de Luis de la Cerda, nos renovóel permiso para celebrarlas, conquince días de duración cada una ylibre además, de alcabalas: la villa,sin embargo, hizo uso de la concesiónpero se mantuvo terca en su negativaal expolio; el monarca entonces, sólodos años después y, ya sin velo al-guno, revocó airado la merced y lasderogó. Hubimos de esperar casi cua-tro décadas para recuperar, en 1484,esas dos ferias francas anuales, ahorade idéntica duración pero la segundaen octubre, y luego mudada a sep-tiembre para no coincidir con las deotros lugares comarcales. El concejolas dio a conocer enviando mensajesa varias localidades, y asegurando enellos que los mercaderes que vinieran

recibirían «buenas posadas por sus di-neros» y serían «bien tratados y hon-rrados».

Estas ferias, con abundante com-praventa de «ganados ovejunos e ca-brunos», eran los únicos periodos delaño en los que todos los estableci-mientos de nuestra villa (tabernas in-cluidas) podían abrir de forma conti-nuada, ya que la norma generalobligaba a dichos comercios a cerrarlos domingos y fiestas de guardar.

LOS MERCADOS SEMANALESAdemás de las ferias, Madrid celebródesde antiguo un mercado semanalen el que los campesinos del alfozvendían sus productos y comprabanlos elaborados por los artesanos de lavilla. Faltan datos exactos para lasépocas más antiguas, pero es de su-poner que se llevara a cabo en las in-mediaciones de las puertas del re-cinto amurallado o en alguna denuestras plazas. Sin embargo, sí co-nocemos detalles concretos, a partirde mediados del siglo XV: EnriqueIV, en 1463, nos concedió un mer-cado franco que habría de cele-brarse los martes en el Campo delRey (actual plaza de la Armería).Pero su excesiva cercanía al alcá-

zar, peligrosa por las agitaciones po-líticas de la época, forzó al monarcaa trasladarlo, sólo dos años despuésy «en tanto que estos mouimientos ayen mis rreynos», a la plaza del Arrabal(actualmente Mayor): así, quedabafuera de muros y se podía controlarmejor la entrada de forasteros y des-conocidos en el recinto fortificado.Sin duda, este traslado coyunturalfue decisivo para definir el impor-tante destino urbano que tenía reser-vado esta explanada, hasta ahorasimple laguna o plaza de fuera de lapuerta de Guadalajara. En muy pocotiempo, la plaza fue capaz de simul-tanear sin la menor dificultad el mer-cado franco de los martes con el mer-cado diario de los vecinos del arrabal.En ella hubo, al menos: tres tablas1 deaceite, tres de carne (vaca y puerco),cuatro de pescado (dos de cecial–pescado seco y curado al aire– y dosartesas) más una tabla de candelas;también, un horno, una bodega, laalhóndiga de los cueros, la red delpescado, una carnicería y varias fra-guas.

Carnicería, Tacuinum Sanitatis, f. 72r-73(M. Moleiro Editor). La carne era variaday se vendía en las Tablas dispuestas alefecto en el mercado semanal estable.

Un carniceroen plena faena.(Ángel GarcíaPinto).

MADRID HISTÓRICO 73

72-76 Medieval:Maquetación 1 15/11/07 09:49 Página 73

Page 3: Madrid, mercado medieval - M. Moleiro Editorimages.moleiro.com/prensa/2007-11-01-MHistorico.pdf · En ella hubo, al menos: tres tablas 1 de aceite, tres de carne (vaca y puerco),

MADRID HISTÓRICO74

En 1469, Enrique IV volvió a llevardentro de muros el mercado semanal,pasándolo al jueves y ubicándolo en laplaza de San Salvador (ahora de la Vi-lla), cuyo ensanche y adecentamiento,que incluía la construcción de soporta-les delante de las tiendas, ya había or-denado en 1460. El espacio disponiblese repartió concienzudamente, seña-lándose «lugares en la dicha plaza, cadacosa por su parte, en un lugar los pesca-dores y en otro lugar los panaderos e enotro los hortelanos e asy todas las frutase la zapatería e todas las otras cosas».Así, esta plaza de San Salvador, ade-más de acoger el mercado franco de losjueves, pasaba a convertirse en el prin-cipal foco de comercio permanenteexistente dentro de muros. Disponía

de una tabla de aceite, tres de carne(puerco, vaca, carnero, cabrito y oveja),cuatro artesas de pescado (dos de cecialy dos de remojado), la red del pescadoy una red de caza y cabritos. Tambiénse situaban allí las carnicerías (viejas ynuevas), la alhóndiga de los cueros, laalhóndiga del pan, la casa de la harinade Alonso Fernández de Madrid y elpeso del Concejo.

Durante el reinado de los ReyesCatólicos nuestro mercado semanalcontinuó realizándose los jueves, perolas disputas entre los vecinos de la vi-lla y los de los arrabales tuvieroncomo consecuencia la alternancia enlos lugares de celebración, acordán-dose en 1484 «que de quatro mercadosque se hazen en cada mes, quel uno sea

en Villa e los tres en el arraval». Unasdécadas después, en 1523, Carlos Imudó al miércoles el día de mercado,y limitó la franqueza de alcabalas,eliminándola para los que trajeransus mercancías desde una distanciainferior a las cinco leguas.

EL MERCADO PERMANENTE Además de las ferias y los mercadossemanales, nuestra villa tuvo un pe-queño mercado diario y permanente,también aludido en dos ocasiones enviejo Fuero de 1202. Los detalles, sinembargo, sólo aparecen a partir de1350: ya se mencionan «la tyenda dela harina (...), e las tablas (...) en lascarnecerías (...), e las tiendas de loscordoneros e alatares que venden espe-

LA CASAPORTALADA

S ituada en la plaza del Arrabal,

esta construcción no excesi-

vamente grande y con soportales

apoyados en pilares de ladrillo

(«abierta de todas partes, de rangonoble, alto, abierta e rajada») fue el

principal proyecto que empren-

dió nuestro Concejo para dispo-

ner de un edificio que acogiera

con garantías de higiene el

comercio de los alimentos más

perecederos. Se construyó a fina-

les del siglo XV con el fin de

resolver «los grandes trabajos quepasan los panaderos e fruteros eortelanos e ortelanas e otras perso-nas (...) que venden e vienen a ven-der pan cozido e ortalizas e pesca-do remojado e salado e sardinasarencadas e saladas e tripas e melcozinado e frutas verdes e secas esemillas e todas otras cosas decomer, sin el pescado fresco de río ede mar e sin atún e sávalo saladosen estar al sol e a las aguas o airese nieves e granizos e otras tenpesta-des e asimismo en los barros entienpo del ivierno, de que vienemucho daño así a los tales vededo-res commo a todos los vezinos emoradores de la dicha Villa (...) encomer todas las dichas cosas asole-adas o mojadas o salpicadas debarro».

DURANTE EL REINADO DE LOS REYESCATÓLICOS NUESTRO MERCADO SEMANAL

SE SIGUIÓ CELEBRANDO LOS JUEVES

Abejas, Tacuinum Sanitatis, f.91v. (M. Moleiro Editor). La apicultura era una actividad enauge. La miel era un componente muy apreciado para los dulces.

72-76 Medieval:Maquetación 1 15/11/07 09:49 Página 74

Page 4: Madrid, mercado medieval - M. Moleiro Editorimages.moleiro.com/prensa/2007-11-01-MHistorico.pdf · En ella hubo, al menos: tres tablas 1 de aceite, tres de carne (vaca y puerco),

EL MADRID MEDIEVAL

cias e papel e otras cosas, e las tiendasde los buñuelos».

Los dos espacios urbanos en losque se centralizó la mayor parte deeste comercio madrileño estable, fue-ron como ya se ha indicado, la plazade San Salvador (intramuros) y la delArrabal (extramuros). El resto de losestablecimientos permanentes se en-contraba más dispersos: hubo tam-bién tiendas, aisladas o en agrupa-ciones de mayor o menor entidad, enel arrabal de San Ginés (durante unaépoca, único lugar permitido para elabastecimiento de los arrabales; concarnicería y pescadería, varias tablasde vaca y carnero y una de aceite), enSantiago (una tabla de carnero), en lapuerta de Valnadú (actual plaza deIsabel II allí había: una carnicería yuna casa del pescado, una tabla devaca y otra de carnero), en SantaCruz (cerca de la iglesia se establecióuna carnicería y una pescadería con

sisa, para uso de pecheros) y en lapuerta de Guadalajara (en la que selocalizó la red del pescado y el pesodel Concejo). Los moros y judíos,por su parte, tuvieron su carniceríapropia, cuya ubicación exacta se des-conoce, y que disponía de una tablade vaca y otra de carnero.

ASPECTOS COTIDIANOSSería sencillo (aunque largo peronunca tedioso, sino todo lo contra-rio) reconstruir un día cualquiera denuestro olvidado mercado medieval,pues datos hay de sobra para ello.Basten unos apuntes acerca porejemplo, de las precauciones que ha-bían de tomar los mercaderes forá-neos al elegir mesón para alojarse:comprobar que estuviera bien visi-ble, «en el lugar que la puedan leer to-dos los que entraren en el mesón», lapreceptiva tabla con los precios decada servicio (comida, cama, guarda

de las bestias de carga), y evitar queles ofrecieran «vino nuevo por añejonin rremostado» o vino aguado o«buelto (...) con otro»...

O sobre los cuidados mínimos a ob-servar cuando se necesitaba comprarcarne: huir de las tablas de los des-aprensivos que siempre «sacan fuera avender lo malo y tienen metido en sus ca-sas lo bueno, porque los que vienen acomprar conpren lo primero lo malo», delos que «aporrean las vacas que matansin degollallas, de manera que se quaja lasangre en el cuerpo e daña la carrne», yde los que «corren las vacas e bueyes quematan y la carrne es muy mala y no sepuede comer de mollica»; y no olvidardenunciar, si se daba el caso, a esoscarniceros que se negaban a despacharlas piezas buenas porque hubieran que-dado ya reservadas para «despenserosde los cavalleros e escuderos (...) (que)dizen que tienen piezas señaladas y noquieren otras»...

O con respecto a la estricta vigilan-cia que requería la comprade pescado: que no lohubieran tenido enremojo «dos vezes,una en el lugardonde lo echan aremojar e otraen la boticadonde lovenden»o en aguapoco salu-dable («elpescado salehidiondo e maloa causa que loechan en re-mojo (...) enagua suzia ehidionda; queles mandan

MADRID HISTÓRICO 75

Pescadería, Tacuinum Sanitatis, f.80v. (M. Moleiro Editor). El pescado que se consumía en laVilla era esencialmente “cecial”, excepto en Navidad que llegaba el besugo desde el nortede la península y se vendía en las Tablas de pescado existentes.

La venta depescado estabareglada enMadrid. (ÁngelGarcía Pinto).

72-76 Medieval:Maquetación 1 15/11/07 09:49 Página 75

Page 5: Madrid, mercado medieval - M. Moleiro Editorimages.moleiro.com/prensa/2007-11-01-MHistorico.pdf · En ella hubo, al menos: tres tablas 1 de aceite, tres de carne (vaca y puerco),

MADRID HISTÓRICO76

que echen en agua linpia a remojar el di-cho pescado, de forma que en el agua quese remojare algund pescado no se puedaechar otro alguno»). O acerca, por po-ner un último ejemplo, de lo engañadosque podríamos sentirnos tras comprarunas simples velas para alumbrarnospor la noche, pues era sabido «que lastriperas, el sebo que sacan de los vientrese menudos (...) lo venden a los candele-ros, e ellos bolvíanlo con el sebo queechaban en las candelas e a esta causa sehazían falsas e malas las candelas e sederretían todas»...

LOS PRECIOSCon el fin de evitar abusos, los pre-cios de buena parte de los produc-tos que se ofrecían en los mercadosestaban regulados por nuestro Con-cejo. Así, sabemos que el productoanimal más costoso era el tocino(30 maravedís el arrelde, algo me-nos de dos kilos) muy por encimade la vaca (12 mrs.) o el carnero (18mrs.); el cuartillo de cabrito cos-taba 7 mrs., y el par de palominos,5 mrs. Bastante más caro era el pes-cado, aunque con menor variación

en los precios: 8 mrs. la libra (mediokilo escaso) de merluza, y 6 la desardinas o pulpo. La libra de cande-las costaba 10 mrs., más que laarroba de vino (8 mrs.). La carga deagua, sólo 1 maravedí.

1- Las tablas eran las mesas en las que sepesaban y vendían ciertos mantenimientos, enespecial la carne. El pescado fresco y la caza,en cambio, se vendían en la red:establecimiento minúsculo en el cual elproducto se despachaba a través de una verjade madera

1 2

3 4

1.-Vinos.Tacuinum Sanitatis, f.84v (M. Moleiro Editor). En la villa se reglamentó la venta del vino. Era apreciado el vino nuevo.2.- Venta de leña, Tacuinum Sanitatis,f.87 (M. Moleiro Editor). Alrededor de la Villa había buenos bosques, por lo que no faltaba leña en losmercados. 3.- Carnicería. Tacuinum Sanitatis, f. 72r-73 (M. Moleiro Editor). 4.- Biblia de San Luis, vol. II, f.28r (M. Moleiro Editor).

72-76 Medieval:Maquetación 1 15/11/07 09:49 Página 76