LOS ATRIBUTOS DE LA NATURALEZA -...

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6 "El arte (y, por extensión, la arquitectura) tiene que haber empezado como natura- leza misma, como una relación entre el ser humano y la naturaleza, de la que no pode- mos separarnos". 1 "Lo cierto es que construir, todo lo que signifique construir, es necesariamente un acto contra la naturaleza, es un acto antinatural… Cuando alguien elige un solar, lo separa de la naturaleza". 2 La arquitectura del equipo RCR (Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramón Vilalta) parece corresponder fielmente a lo que afirma la primera de estas dos citas tan dispares. Está siempre muy próxima a la naturaleza: trata de captarla, de ponerla en valor, de evocar sus características, de reflejarla e, incluso, de actuar ella misma como naturaleza. Por otra parte, sabemos que hacer arquitectura, que construir, es —como afirma Joseph Rykwert— un acto antinatural y que la arquitectura es un artificio, un hecho artificial, pro- ducto de la mente y sujeto a unas leyes formativas propias. Se puede afirmar que los miembros de RCR entienden la arquitectura como una mediación entre el hombre y la naturaleza, 3 como un dispositivo para transmitir al ser humano que percibe y vive esa arqui- tectura los atributos y valores del mundo natural. La aproximación a la naturaleza presenta en estos arquitectos, sin embargo, aspec- tos diferenciados a lo largo de su ya dilatada trayectoria, aspectos que pueden en general expresarse mediante una serie de térmi- nos en oposición. La actitud receptiva hacia el paisaje y la naturaleza en general no es fortuito en el caso de Aranda, Pigem y Vilalta. Los tres estu- diaron en la Escuela de Arquitectura del Vallés, un centro docente en el que según recuerdan estos arquitectos se prestaba especial atención a los aspectos paisajísticos del diseño. Aunque dos de ellos —Carme Pigem y Ramón Vilalta— continuaron vinculados durante años a la Escuela como docentes, su decisión una vez acabada la carrera fue la de establecerse en Olot, ciudad de la pro- vincia catalana de Gerona en la que habían nacido dos de ellos (Ramón Vilalta nació en Vic, en la vecina provincia de Barcelona). Olot no es un lugar sin relevancia en cuanto a su entorno natural; es la capital de La Garrotxa, una comarca que limita al norte con los Pirineos y cuyo bello paisaje ha sido frecuentemente elogiado por poetas y pintores, que crearon la llamada "escuela de pintura de Olot". En el territorio del que forma parte esta pequeña ciudad proliferan los valles, surcados por cursos de agua y cubiertos de pra- dos y arboledas —de robles, encinas y hayas—. Es especialmente destacable su condición volcánica, de un vulcanismo inactivo desde hace miles de años pero que ha dejado en el terreno vestigios de lavas, escorias y gredas volcánicas que ha dado lugar a unas peculiares condiciones topográficas. Esta zona, que cuenta con cuarenta volcanes, constituye actualmente un Parque Natural, dotado de "un paisaje caracterizado por la riqueza del relieve, la exuberancia de la vegetación y los intensos colores de la tierra". 4 TOPOGRAFÍA: ADAPTACIÓN Y CONTRASTE Esta topografía tan característica es uno de los temas paisajísticos a los que responde la arquitectura de RCR desde sus prime- ros proyectos. El Estadio de Atletismo T ussols-Basil en Olot, proyectado en 1991 pero no construido hasta 1999-2001, es un claro ejemplo de integración en el paisaje. Como afirman sus autores: "Emplazada en un entorno natural, la pista de atletismo permite enfa- tizar los valores paisajísticos existentes y acercar las carreras atléticas a la naturaleza". 5 Las filas de asientos dibujan líneas topo- gráficas y se perciben como bancales que refuerzan los taludes naturales. Varios grupos de árboles quedan dentro del anillo de la pista, con lo que la continuidad vegetal entre el interior y el exterior de la misma se potencia. La actuación en el Par que de Pedra T osca en Les Preses, junto a Olot, es aún más directamente paisajística. Como explican en la memoria, se trata fundamentalmente de un proyecto de recuperación de un paraje natural/artificial, en el que la actuación más visible consiste en crear un recinto de acceso, excavado en la masa de piedras volcánicas y abierto al cielo. La rotunda geometría triangular del acceso y sus paredes de planchas de acero cortén contrastan con la aparente naturalidad del parque. 1 Lucy R. Lippard. 'Gardens: Some Metaphors for a Public Art'. Art in America, noviembre de 1981, p. 136. 2 Joseph Rykwert. La idea de ciudad. Antropología de la forma urbana en el Mundo Antiguo. Hermann Blume, Madrid, 1985, p. 217. 3 Como ya afirmaba Carlos Martí Arís en su escrito 'Cristalizaciones'. El Croquis 115/116 [III], 2003: 'Cristalizaciones. RCR Arquitectes 1999-2003', p. 18. 4 Ibidem, p. 16. 5 De la memoria del proyecto. El Croquis 115/116 [III], cit., p. 20. L OS A TRIBUTOS DE LA N ATURALEZA JUAN ANTONIO CORTÉS

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"El arte (y, por extensión, la arquitectura) tiene que haber empezado como natura-

leza misma, como una relación entre el ser humano y la naturaleza, de la que no pode-

mos separarnos".1

"Lo cierto es que construir, todo lo que signifique construir, es necesariamente un acto

contra la naturaleza, es un acto antinatural… Cuando alguien elige un solar, lo separa

de la naturaleza".2

La arquitectura del equipo RCR (Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramón Vilalta) parece corresponder fielmente a lo que afirma la

primera de estas dos citas tan dispares. Está siempre muy próxima a la naturaleza: trata de captarla, de ponerla en valor, de evocar

sus características, de reflejarla e, incluso, de actuar ella misma como naturaleza. Por otra parte, sabemos que hacer arquitectura,

que construir, es —como afirma Joseph Rykwert— un acto antinatural y que la arquitectura es un artificio, un hecho artificial, pro-

ducto de la mente y sujeto a unas leyes formativas propias. Se puede afirmar que los miembros de RCR entienden la arquitectura

como una mediación entre el hombre y la naturaleza,3 como un dispositivo para transmitir al ser humano que percibe y vive esa arqui-

tectura los atributos y valores del mundo natural. La aproximación a la naturaleza presenta en estos arquitectos, sin embargo, aspec-

tos diferenciados a lo largo de su ya dilatada trayectoria, aspectos que pueden en general expresarse mediante una serie de térmi-

nos en oposición.

La actitud receptiva hacia el paisaje y la naturaleza en general no es fortuito en el caso de Aranda, Pigem y Vilalta. Los tres estu-

diaron en la Escuela de Arquitectura del Vallés, un centro docente en el que según recuerdan estos arquitectos se prestaba especial

atención a los aspectos paisajísticos del diseño. Aunque dos de ellos —Carme Pigem y Ramón Vilalta— continuaron vinculados

durante años a la Escuela como docentes, su decisión una vez acabada la carrera fue la de establecerse en Olot, ciudad de la pro-

vincia catalana de Gerona en la que habían nacido dos de ellos (Ramón Vilalta nació en Vic, en la vecina provincia de Barcelona). Olot

no es un lugar sin relevancia en cuanto a su entorno natural; es la capital de La Garrotxa, una comarca que limita al norte con los

Pirineos y cuyo bello paisaje ha sido frecuentemente elogiado por poetas y pintores, que crearon la llamada "escuela de pintura de

Olot". En el territorio del que forma parte esta pequeña ciudad proliferan los valles, surcados por cursos de agua y cubiertos de pra-

dos y arboledas —de robles, encinas y hayas—. Es especialmente destacable su condición volcánica, de un vulcanismo inactivo

desde hace miles de años pero que ha dejado en el terreno vestigios de lavas, escorias y gredas volcánicas que ha dado lugar a unas

peculiares condiciones topográficas. Esta zona, que cuenta con cuarenta volcanes, constituye actualmente un Parque Natural, dotado

de "un paisaje caracterizado por la riqueza del relieve, la exuberancia de la vegetación y los intensos colores de la tierra".4

TOPOGRAFÍA: ADAPTACIÓN Y CONTRASTE

Esta topografía tan característica es uno de los temas paisajísticos a los que responde la arquitectura de RCR desde sus prime-

ros proyectos. El Estadio de Atletismo Tussols-Basil en Olot, proyectado en 1991 pero no construido hasta 1999-2001, es un claro

ejemplo de integración en el paisaje. Como afirman sus autores: "Emplazada en un entorno natural, la pista de atletismo permite enfa-

tizar los valores paisajísticos existentes y acercar las carreras atléticas a la naturaleza".5 Las filas de asientos dibujan líneas topo-

gráficas y se perciben como bancales que refuerzan los taludes naturales. Varios grupos de árboles quedan dentro del anillo de la

pista, con lo que la continuidad vegetal entre el interior y el exterior de la misma se potencia. La actuación en el Parque de Pedra

Tosca en Les Preses, junto a Olot, es aún más directamente paisajística. Como explican en la memoria, se trata fundamentalmente

de un proyecto de recuperación de un paraje natural/artificial, en el que la actuación más visible consiste en crear un recinto de acceso,

excavado en la masa de piedras volcánicas y abierto al cielo. La rotunda geometría triangular del acceso y sus paredes de planchas

de acero cortén contrastan con la aparente naturalidad del parque.

1 Lucy R. Lippard. 'Gardens: Some Metaphors for a Public Art'. Art in America, noviembre de 1981, p. 136.2 Joseph Rykwert. La idea de ciudad. Antropología de la forma urbana en el Mundo Antiguo. Hermann Blume, Madrid, 1985, p. 217.3 Como ya afirmaba Carlos Martí Arís en su escrito 'Cristalizaciones'. El Croquis 115/116 [III], 2003: 'Cristalizaciones. RCR Arquitectes 1999-2003', p. 18.4 Ibidem, p. 16.5 De la memoria del proyecto. El Croquis 115/116 [III], cit., p. 20.

LOS ATRIBUTOS DE LA NATURALEZA

JUAN ANTONIO CORTÉS

artCORTES 19/11/07 13:02 Página 6

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"Art (and by extension architecture) must have begun with nature itself, as

a relationship between the human being and nature, from which we cannot

be separated".1

"The fact is that building, everything involved in building, is necessarily an

act against nature; it is an anti-natural act… When someone chooses a site,

they separate it from nature".2

The architecture produced by the RCR team (Rafael Aranda, Carme Pigem and Ramón Vilalta) seems to correspond faithfully to the first of these

two disparate quotes. It is always very close to nature: it tries to capture and highlight it, invoke its features, and even act like nature. On the other

hand, as we know, the production of architecture, building, is, as Joseph Rykwert says, an anti-natural act and architecture is an artifice, an artifi-

cial fact, a product of our minds that is subject to its own formative rules. It may be said that the members of RCR regard architecture as a media-

tion between man and nature,3 a device for transmitting the natural world's attributes and values to the human being who perceives and experiences

this architecture. In these architects, however, this approach to nature has revealed different aspects in the course of their long career, which may

generally be expressed through a series of opposing terms. This receptive attitude towards the landscape and nature in general has not arisen by

chance in the case of Aranda, Pigem and Vilalta. All three studied at the Vallés School of Architecture, a higher learning institution where, as they

recall, particular attention was paid to the landscape-related aspects of design. Although two of them —Carme Pigem and Ramón Vilalta— main-

tained their connection to the school as lecturers for several years, when they graduated they decided to set up their studio in Olot, a town in

Catalonia's Gerona province where two of them were born (Ramón Vilalta was born in Vic, in the neighbouring Barcelona province). The natural envi-

ronment is by no means irrelevant to Olot, the capital of the La Garrotxa county which is bounded to the north by the Pyrenees. Its beautiful land-

scape has often been praised by poets and painters, who formed the ‘Olot school’. This small town is part of a landscape proliferated with valleys,

crossed by streams and covered in meadows and forests of deciduous and evergreen oaks and beech trees. Its volcanic character is particularly

prominent as a result of a number of volcanoes that have been dormant for several thousand years but which have left vestiges of lava, scoria and

grit, giving rise to its peculiar, unique topographic conditions. With 40 volcanoes, this area is now a Regional Park, "a landscape with a rich relief,

exuberant vegetation and the intense colours of the earth'.4

TOPOGRAPHY: ADAPTATION AND CONTRAST

This characteristic topography is one of the landscape themes that has inspired the architecture of RCR since their first projects. The Tussols-

Basil athletics stadium in Olot, designed in 1991 but not built until 1999-2001, is the clearest example of integration into the landscape. As the authors

themselves explain, "In this natural setting, the athletics track allows the existing natural values to be emphasised and draws the races closer to nature".5

The rows of seats draw topographic lines, perceived as terraces that strengthen the natural embankments. Several coppices remain inside the race

circuit, with which the blanket of vegetation spilling between the interior and the exterior is enhanced. The operation on Pedra Tosca Park in Les Preses,

just outside Olot, has an even deeper landscape connotation. As the project summary explains, this project essentially revives a natural/artificial land-

scape in which the most visible operation consists of creating an unroofed entrance precinct that is dug into the mass of volcanic stone. The pow-

erful triangular geometry of the entrance and its corten steel sheet walls contrast with the park’s apparent naturalness. On the Bell-Lloc Cellars prop-

erty in Palamós, Gerona, the partly fulfilled proposal involves its deurbanisation. The aim here is to return it to its state prior to several ‘improvements’,

removing walls, floors and added vegetation, which is restored to its original natural state. The cellars themselves are dug into the ground and cov-

ered by the vines. Two quite recent projects are also set in the ground in order to respect the landscape. In PGA Golf Catalunya (2007-) in Caldas

de Malavella, Gerona, the rows of garages and houses follow the undulating topography and make use of the contours for their partial burial. For the

Entrance pavilion for the Ullastret archeological site (2006-), Gerona, the architects have designed an elongated prismatic piece which barely emerges

from the natural ground level. The building is in a similar position to the adjacent ruins, and receives natural lighting through a series of perforations

in its roof plane. These perforations are different in plan and section, creating diverse top lighting effects that characterise each space.

1 Lucy R. Lippard. 'Gardens: Some Metaphors for a Public Art'. Art in America, November 1981, p. 136.2 Joseph Rykwert. The idea of a town: the anthropology of urban form in Rome, Italy and the ancient world. Faber and Faber, London, 1976.3 As stated by Carlos Martí Arís in his essays entitled 'Crystallizations'. El Croquis 115/116 [III], 2003: 'Crystallizations. RCR Arquitectes 1999-2003', p. 19.4 Ibidem, p. 17.5 From the project summary. El Croquis 115/116 [III], cit., p. 20.

THE ATTRIBUTES OF NATURE

JUAN ANTONIO CORTÉS

artCORTES 19/11/07 13:02 Página 7