Lluvia de colores “… durante los cuatro mil kilómetros

de travesía, unas cuantas caen volteadas por el cansancio, los vientos o las lluvias; pero las muchas que resisten aterrizan, por fin, en los bosques del centro de México."

Esta es una de los millones de mariposas que vuelan juntas y recorren un largo viaje. Las hay de variados colores. Ella es una de ellas que, como tantas otras, trata de alcanzar su meta.

¿Cuántas mariposas alcanzan su meta?

Ellas inician su vuelo, se proponen llegar, resulta impensable que no lo intenten.

Así como las mariposas del cuento, los docentes enseñan y ensayan cuanta estrategia sea posible para que el aprendizaje acontezca, en los diferentes contextos, los más accesibles y también los más complejos …

Historias de maestros que afrontan cotidianamente el desafío de enseñar, en los diferentes contextos en donde una

clase tiene lugar. Una de esas historias es la de los

maestros en las cárceles

Historias en las que los docentes procuran…

… Que el derecho a aprender se ejerza

… Que la conciencia crítica se forme

… Que la liberación sea posible

… Que sea posible transformar la sociedad en un mundo más justo y equitativo

Y aquí los maestros recuerdan al relato de un

hombre del pueblo Neguá en la costa de Colombia.

El hombre, luego de subir al alto cielo, había contemplado la vida humana desde allá arriba y en ese “mar de fueguitos” observó a un montón de gente.

Y destacó especialmente a aquellos que “arden la

vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende”. (Eduardo Galeano. El libro de los abrazos)

Y las mariposas, Así llegan, de muchos colores … Así logran su meta con esfuerzo … Y los maestros, Así es posible también la aventura del

conocimiento, aventura que sólo tiene sentido en una educación como práctica de la libertad…

Y hacer posible aquellas metas: Aprender a conocer, aprender a hacer,

aprender a ser y aprender a convivir