Libro Tarata Candarave
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CORREDOR
TURÍSTICO
ANDINO
-
C. A. STROBACH - OGD TUR TACNA
Tacna, agosto 2009.
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CORREDOR TURÍSTICO ANDINO “TARATA - CANDARAVE”
C.A. Strobach
El corredor turístico andino Tarata - Candarave forma parte del núcleo de la oferta turística del
departamento de Tacna, junto al corredor costanero y a la ciudad capital y sus alrededores. El
corredor andino posee atractivos paisajísticos y culturales insuperables, que lo convierten en
un destino imprescindible dentro de la actividad turística departamental.
Paisaje Cultural, es una categoría especial creada por la UNESCO para calificar a ciertas
transformaciones realizadas por el hombre en el paisaje geográfico, que hayan logrado un
cambio estético positivo y económicamente provechoso a través del tiempo. El Paisaje Cultural
desde el punto de vista turístico, supera el atractivo de un lugar particular e involucra a una
comarca, e incluso a una región entera.
Esta región posee los atributos necesarios para acceder a esta especial categoría. La prodigiosa
red de andenería que se alza en sus valles y quebradas, desde las márgenes de los ríos, hasta
las cumbres de los cerros, satisfacen plenamente los requisitos descritos. Ellas muestran el
esfuerzo laborioso y tenaz de generaciones de hombres andinos, quienes a lo largo de los
siglos lograron crear mediante el uso de andenería, las condiciones agrícolas propicias que la
naturaleza les negaba en el abrupto paisaje.
La región cuenta además, con atractivos naturales impresionantes como son en primer lugar,
los volcanes Yukamani y Tutupaka a cuya vista se alza la ciudad de Candarave, visibles incluso
desde la llegada al valle de Tarata. Un sector de las faldas del cercano Yukamani, se halla
poblado de bosques de Qeñuwa y muy cerca de ellos, el valle geotermal de Calientes y sus
geisers. La suave planicie de Candarave permite un acceso rápido y cómodo a estos atractivos
que permiten al turista tacneño y chileno una aproximación a la naturaleza volcánica de la
región extremo sur peruana, en un medio totalmente distinto al que ellos conocen. Por otro
lado, en la provincia de Tarata, son muy conocidos las aguas termales de Tikako (en el distrito
del mismo nombre) y las muy visitadas aguas termales de Yabroko (en el distrito de Susapaya),
cuyo origen se debe también a esta naturaleza.
Ambas provincias se unen en una provechosa relación de asociatividad, que conjuga muy bien
sus diversos atractivos a través de un corredor turístico entre ellas, que no hace más continuar
el natural corredor geográfico y cultural de la región, unidas de mucho tiempo atrás por una
historia prehispánica y colonial común, cuya máxima realización fue el Imperio Inka, del cual la
región formó parte y cuyos vestigios son aun visibles, sobre todo en lo que respecta al célebre
camino inka que une hasta el día de hoy, la llanura candaraveña con el territorio tarateño y
que, pasando por las actuales ciudades de Candarave y Tarata, se ramifica en diversas vías que
se dirigen luego a distintos pisos ecológicos.
El corredor Tarata - Candarave ofrece un encuentro con la milenaria civilización andina
peruana y con el medio geográfico que le dio origen. A lo largo de su recorrido nos toparemos
con diversas manifestaciones de dicha civilización, en una aventura emocionante e inolvidable
que permitirá una visión distinta de Tacna como destino turístico de primer orden en el
extremo sur peruano y en el gran norte chileno.
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1. HISTORIA DE CANDARAVE Y TARATA
1a PREHISTORIA DE LA REGIÓN
La prehistoria de Candarave y Tarata, se hunde en la noche de los tiempos. En la arqueología
nacional existe desde hace ya un buen tiempo, un consenso respecto a la cronología de la
presencia temprana del hombre en el territorio nacional, ella se originaría hace 13,000 años en
promedio, es decir hacia el 11,000 antes de la era cristiana. Esa es la fecha máxima
actualmente probable, para un posible poblamiento de esta región. Sin embargo, faltan aun
estudios sistemáticos y concienzudos de los arqueólogos que permitan establecer las
características regionales de la columna temporal comprendida desde la llegada del hombre
hasta el surgimiento de las primeras sociedades agrícolas, el establecimiento de los señoríos
aymaras, la aparición del imperio inka y el período colonial. Una investigación aislada, pero de
gravitante importancia, es la del arqueólogo Roger Ravines, en el taller lítico de Karu ubicado
en la localidad de Kaparaja, al Este de la ciudad de Tarata, lugar que alcanza una antigüedad de
aproximadamente 8,000 años. Este sitio demuestra claramente el temprano poblamiento de la
región y permite intuir su importancia cultural. Luego existe, debido a los motivos expuestos,
un gran vacío de conocimiento sobre el desarrollo cultural de Candarave y Tarata. Este largo y
vital período es conocido con el nombre de Período Pre-cerámico y comprende el espacio de
tiempo que existe entre la llegada del hombre, en el 11,000 antes de nuestra era, hasta la
aparición de la cerámica en el área del departamento de Tacna, a principios del primer milenio
antes de nuestra era. Una característica notoria en la región para este antiguo período, es la
presencia de sus petroglifos y pinturas rupestres.
Petroglifos y Pinturas Rupestres
La palabra petroglifo es una palabra moderna, incorporada al idioma castellano desde el
campo de la arqueología, proviene del idioma griego y significa literalmente: “dibujo en la
piedra” (“petrus”: piedra y “glyphos”: dibujo). En la región de Tacna, dentro del territorio
lingüístico aymara, se les conoce con el nombre de “Killkata”, que significa “dibujo” en dicho
idioma. Con este mismo nombre se conocen también a las pinturas rupestres, otro término
creado por los arqueólogos, que proviene del idioma latín de los antiguos romanos y que
significa: “pinturas sobre la piedra” (“Rupes”: piedra).
Una de las características de la arqueología tacneña es la importante presencia, tanto en
número como en calidad, de petroglifos y pinturas rupestres en su territorio. Es típico en ella y
un referente cultural que debe ser resaltado.
Los petroglifos, se caracterizan por ser grabados en la superficie de la roca, los que pueden ser
muy superficiales o tener cierta profundidad. Su proceso de grabado se realizó utilizando otra
piedra de igual o superior dureza a aquella que conforma la roca. Sus diseños pueden ser
naturalistas, en caso representen fielmente a la naturaleza o abstractos, si la representan
figurativamente (son comunes dentro de estos últimos, los diseños con formas geométricas,
entre ellas sobresalen, los círculos concéntricos y las espirales). Ellos pueden hallarse aislados
en una sola roca o en un conjunto de representaciones relacionadas entre sí en una secuencia
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propia. Pero también existen rocas que poseen diseños de diferentes épocas o de diferentes
eventos en una misma época. Este tipo de rocas podrían tener en tal caso, una categoría ritual
especial en la mente del hombre prehispánico que haya conllevado a realizar grabados
especialmente en ellas.
Los diseños no necesariamente se realizan en una cara plana de la roca, pueden asociarse a
través de su superficie aun cuando ésta no sea pareja. En nuestro medio es común la
representación de la fauna, tanto de aves como de mamíferos y ofidios. Empero, es recurrente
la representación de la fauna mayor, en mayor grado la de los camélidos y en menor grado, los
cérvidos, cánidos y felinos. Respecto de los camélidos, existen representaciones tanto
individuales como grupales, también existen escenas de cacería de camélidos, usando para ello
de lanzas y cercas donde eran acorralados. Curiosamente, la representación humana en
escenas de cacería suele no ser realista, en no poco casos ella es figurativa, representándosela
de una manera muy pobre en comparación a los diseños de los animales, que guardan una
mejor composición.
Escena de cacería de camélidos, compárese el naturalismo de la representación del animal cazado con la simpleza
de la representación humana.
La representación de la cacería es importante, pues refleja la economía del Período Pre-
cerámico temprano, estrechamente vinculada a la cacería de camélidos y de cérvidos en
menor proporción. No obstante, una vez lograda la domesticación de los camélidos,
aproximadamente hace 6,000 años, esta dependencia disminuye y obviamente debe disminuir
su representación. Sin embargo, es factible también encontrar petroglifos en épocas tardías e
incluso en la época inka y colonial. Los diseños empero, variarán notoriamente.
Los petroglifos se hallan al aire libre, aisladamente o formando pequeños grupos. Existen
también los llamados campos de petroglifos, que son lugares donde se pueden hallar
numerosos petroglifos en un vasto sector que puede ocupar miles de metros de área, o incluso
varias hectáreas. Estos lugares obviamente, debieron tener una importante connotación
mágico-religiosa en su época, que haya llevado a elegirlos como lugar propicio para la creación
de petroglifos.
Las pinturas rupestres a diferencia de los petroglifos, se hallan no a la intemperie, sino
protegidas de la lluvia y el viento en cuevas, aleros de roca y abrigos. Realizadas con ocre, que
es una arcilla rica en óxido de hierro, mayormente de color rojo, pero también blanco y
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amarillo en menor grado. Fueron realizadas de forma paralela a los petroglifos, en los mismos
períodos y probablemente por los mismos motivos en muchos casos.
Tanto petroglifos como pinturas rupestres, suelen estar asociados al Período Pre-cerámico, es
decir, el largo e importante período previo a la llegada a la cerámica al Perú. Dentro de dicho
período, su presencia es más significativa en la parte temprana del Pre-cerámico, época previa
al desarrollo de la agricultura, es decir hace más de 5,000 años y puede remontarse como
tope, a la llegada del hombre al territorio.
La importancia que para los indígenas haya tenido el lugar en cuestión, sea una cueva o una
roca en particular, podría incidir en el número, la calidad, complejidad y tamaño de los
diseños.
Ambos corresponden a un patrón de ideas y creencias muy antiguas de períodos mayormente
remotos, en los cuales los hombres tenían una organización social y una cosmovisión distinta a
la del hombre del Tawantinsuyu, cuya religión y organización social conocemos bastante bien.
Su explicación es compleja y muchas veces no se puede hallar, por lo que se debe ser muy
prudente al momento de referirse a ellos.
Pintura rupestre de Chivatuni Pintura rupestre de Kawranparke
Ib DESARROLLO REGIONAL TARDÍO
No es sino hasta el Período Intermedio Tardío (1100 - 1430 d.C.), cuando el panorama
arqueológico de Candarave y Tarata se clarifica y encontramos numerosos asentamientos a lo
largo de las provincias.
Sabemos que el pueblo Lupaqa de habla aymara, invade este territorio a la caída del imperio
de Tiyawanaku, hacia el 1100 d.C., sometiendo a los antiguos habitantes de la comarca a los
que los inkas más tarde denominarían genéricamente: “yunka”, que quiere decir “valle o
habitante de los valles”. Los Lupaqas provenían de lugres como Chucuito, Ilave, Juli y Pomata,
en las orillas suroccidentales del lago Titiqaqa. Eran uno de los pueblos de habla aymara de
mayor importancia junto a sus vecinos sureños los Pakajes. Ellos mantendrían vinculaciones
políticas con su territorio de origen hasta entrada la Colonia y su vital cultura pervive hasta
hoy.
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Ic EL TAWANTINSUYU
La incorporación de Candarave y Tarata al imperio del Tawantinsuyu se dio a mediados del
siglo XV, aproximadamente hacia 1440. Se las incorporó en la gran provincia inka llamada
Kuntisuyu, que estaba ubicada al suroeste de la ciudad capital del Qosqo. Al interior de esta
provincia, existían provincias menores; en una de ellas, llamada Kolisuyu, cuya área de
extensión iba desde la costa de Camaná en Arequipa, hasta la parte extremo norte de Chile, se
hallaba comprendida toda Tacna y por ende, Candarave y Tarata. Kolisuyu recibió este nombre
porque en su circunscripción, los habitantes hablaban un idioma propio y distinto al qechuwa y
al aymara, este idioma era llamado: “koli”.
Los Inkas hallaron en Tarata a los Lupaqas y los sometieron reordenando a la población según
sus intereses y prioridades. Hasta el día de hoy existe en dicha localidad una organización
espacial diferenciada de riego heredada del tiempo inka, los Yunka al Norte y los Lupaqas, al
Sur.
Candarave y Tarata debieron ser territorios valiosos para el Imperio, pues son zonas de
producción de maíz y papa, este potencial agrícola era sumamente apreciado por los inkas,
pues no sólo servía de alimento, sino que además de ello, en el caso del maíz, era elemento
fundamental para la elaboración de su bebida nacional: la chicha, llamada en qechuwa: “aqha”
y en aymara: “k’usa”. Territorios de este tipo, fueron de especial interés para ellos.
La presencia inka en estas provincias fue importante, hallándose su cerámica en muchos de los
asentamientos locales. En algunos de ellos, la cerámica inka es incluso predominante. No
obstante, al caer el Imperio la influencia inka desaparece completamente, reasumiendo los
Lupaqas, su antigua hegemonía sobre la región.
Qhapaq Ñan, la red vial inka
Qhapaq Ñan, es el nombre que los Inka dieron a la magnífica red vial que construyeron
durante el siglo XV y principios del siglo XVI, su nombre significa: “camino real” y viene del
idioma qechuwa (Qhapaq: Señor, real; Ñan: Camino). La decisión de su construcción fue
tomada por el Sapan Inka Pachakuti, quien tras la derrota total del pueblo Chanka, al
pretender invadir el Cusco, se vio de pronto en la posibilidad, no sólo de consolidar la
hegemonía inka en su región, sino de acrecentarla mediante la conquista. Así, Pachakuti
enfrenta a otro grupo rival de los inkas: los Qollas de habla aymara, que habitaban al Sureste
del Cusco, en la parte Noroeste del lago Titiqaqa, en lo que hoy es el departamento de Puno.
Tras una victoriosa campaña, los Inkas destruyen totalmente a este poderoso señorío y se
lanzan entonces, a lo que vendría a ser la conquista de su mundo: la totalidad de los Andes.
Esto significó la creación y consolidación de un Estado y en la medida que las victoriosas
campañas incorporaban constantemente nuevos territorios y centenares de miles de nuevos
súbditos, la rápida reestructuración a una forma más sofisticada de gobierno: el Imperio, lo
que conocemos como Tawantinsuyu: “las cuatro provincias”.
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Para articular eficientemente el gigantesco territorio del naciente Tawantinsuyu, compuesto
de diversas regiones con diversos pisos ecológicos, los inkas se vieron de pronto, en la
necesidad de crear una red vial igualmente grande, que permitiese una comunicación rápida y
efectiva a favor de la administración estatal y también, la movilización fácil e inmediata de sus
ejércitos.
Esta tremenda tarea fue una de las urgentes necesidades que el Tawantinsuyu tuvo que
satisfacer sobre la marcha, para asegurar su estabilidad y proyectar su dominio.
En ella tuvieron participación directa los ingenieros inkas, quienes tuvieron que trazar las
líneas maestras de este camino en la sierra, costa e incluso en la ceja de selva. El resultado fue
la creación de dos grandes tipos de caminos.
Tipos de caminos Inkas
a) Los caminos longitudinales
El camino longitudinal de la sierra: Recorría la sierra siguiendo la dirección de la
cadena montañosa de los Andes, del Cusco en dirección al noroeste, hasta el extremo
sur de la actual Colombia y del Cusco en dirección sureste, en dirección a lo que hoy es
el noroeste de Argentina y la región central chilena.
A lo largo de este camino se ubicaban las grandes ciudades inkas provinciales, que
fueron construidas por el Imperio para la correcta administración de sus territorios
circundantes de sierra, costa y ceja de selva, tales como Qahamarka en el actual
departamento de Cajamarca; Pumpu en la meseta de Bombón (departamento de
Junín); Willkawaman en la actual provincia de Vilcaswaman (departamento de
Ayacucho), etc.
Este camino longitudinal de la sierra fue la arteria en torno a la cual se administró el
Imperio. Fue exclusivamente desde las ciudades inkas construidas a su vera, que se
gobernó toda la costa. Desde ellas se organizaba el pago del tributo de los diversos
pueblos sometidos. A ellas afluía éste, para ser utilizado o redistribuido.
El camino longitudinal de la costa: Recorría toda la costa del Imperio, desde el Chile
central hasta el suroeste del actual Ecuador. Era de gran importancia, pero ella estaba
subordinada a la del camino longitudinal de la Sierra. En lo que respecta al actual
territorio peruano, este camino unía todos los valles costeros, los mismos que
albergaban a diversos pueblos de numerosa e importante población.
b) Los caminos transversales
Los caminos transversales fueron los más numerosos. Su número superó el centenar y
la suma total de sus trazos, conforma la mayor parte de la red vial inka. Ellos
permitieron articular específicamente la sierra con la costa y la sierra con la ceja de
selva. Se caracterizaron por seguir el curso de los valles y quebradas que bajaban
desde los Andes hacia ambas regiones. Se ubicaban en las faldas medias y/o en las
cumbres de los cerros que las conformaban.
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Secciones del camino inka que de Susapaya se dirige a la costa.
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Camino inka transversal de
Lunawana, ubicado en la
parte alta del valle de Cañete
(provincia de Lima,
departamento de Lima).
Asciende a la sierra a media
falda del cerro en la margen
derecha del valle.
Carlos Strobach
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Ramal de 11 metros de ancho que se desprende del Camino inka principal que viene de Susapaya y se dirige
camino inka principal para dirigirse a Koropuru. a la costa pasando cerca de la actual villa de Koropuru.
Características de los caminos inkas
Los caminos inkas fueron creados en función de las características del territorio que debían
cruzar. Por ejemplo, en la costa el camino inka que atravesaba el desierto entre los valles era
ancho. Su anchura podía alcanzar los seis metros o incluso superar los diez metros. Estaba
señalizado rústicamente, pues el territorio plano no requería mayormente una labor intensa.
En muchos tramos simplemente se retiraban las piedras y pequeñas rocas ubicadas a lo largo
de su trazo y se las dejaba a sus costados. En otros lugares, el camino estaba señalizado por
gruesos troncos semienterrados cada cierto tramo visible o en su defecto, por pequeños
muretes de adobe. Al ingresar a los valles costeros, el camino inka sufría cambios notorios.
Repentinamente, el camino se angostaba a sólo cuatro metros aproximadamente y era
encajonado por altos y gruesos muros de barro que impedían todo contacto visual o físico
entre los transeuntes y los habitantes de los
valles por los que discurría el camino.
En la sierra, de difícil topografía, los
caminos inkas desplegaban al máximo su
tecnología. Para cruzar zonas pantanosas o
inundables, se construían calzadas que
quedasen por encima del nivel de las aguas
en época de lluvias. Dichas calzadas tenían
drenes cada cierta distancia, que permitían
un libre flujo de las aguas y evitaban los
aniegos del camino.
Camino inka de Challawaya
Para vencer las cumbres los inkas usaban escalinatas de piedra, algunas de extraordinaria
factura, como la del nevado Pariyakaka en la sierra del departamento de Lima, que contaba -y
cuenta aun- con más de 500 peldaños.
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Alicia Pilares
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Instalaciones en los caminos Inkas
Los caminos inkas tenían cada cierta distancia, alojamientos para los caminantes llamados:
“t’ampus”. La distancia entre uno y otro correspondía a lo que se podía recorrer durante una
jornada a pie y se llamaba “Wamani”. En los t’ampus, los caminantes hallaban refugio y
alimentación y en algunos incluso, zapatos y vestidos. Existían t’ampus especiales para el
ejército, donde se podía surtir hasta de armas. Los t’ampus eran atendidos por los pueblos
locales como parte de su tributo en trabajo al Imperio.
T’ampu a la vera del camino inka en Lunawana, pintado de rojo, color de los edificios estatales inka
Existen dos posibles t’ampus ubicados hasta el presente en la provincia de Tarata. El t’ampu de
Chajlaka, en el límite sureste del actual pueblo de Sitajara, capital del distrito del mismo
nombre y el t’ampu de Qollqeuyu, en la parte alta del vecino distrito de Susapaya.
Posible t’ampu de Chajlaka T’ampu de Qollqeuyu
Ambos se caracterizan por su forma alargada y estrecha. El t’ampu de Qollqeuyu tuvo varias
puertas, el de Chajlaka sólo una. Este último tiene el color rojo característico de los edificios
estatales inkas.
Carlos Strobach
Municipalidad de Susapaya Municipalidad de Susapaya
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Elementos Accesorios al camino Inka
Los caminos inkas tienen elementos accesorios de gran importancia cultural y arqueológica y
son las Apachitas; constituidas por rumas de piedras ubicadas en puntos particulares del
recorrido del camino, mayormente en las partes altas donde al vencer una cumbre, se divisa
un nuevo y vasto panorama y se deja atrás otro igualmente importante. En esos lugares se
dejaba una ofrenda personal o una piedra a modo de agradecimiento a las deidades del lugar,
por haberles permitido a los caminantes llegar hasta allí con bien. En las provincias de
Candarave y Tarata hay varias apachitas y en Tarata, en el punto de inicio del corredor turístico
perdura el nombre de una de ellas, al ingresarse al valle en su parte alta, encima del pueblo de
Estike Pampa, donde existió hasta los años 70’s, cuando la obra de la carretera afirmada
destruyó la centenaria apacheta que existía en el lugar. El mismo caso se repite en la cumbre
que divide Tikako y su anexo llamado Challawaya, donde también perdura aun dicho nombre.
Apachita Pajrilaka;
En dirección Noreste
se aprecia al fondo a
la derecha, el pueblo
de Susapaya, el cual
es visible junto a su
comarca sólo desde
aquí, ello origina la
presencia de la
apachita.
Apachita Pajrilaka;
En dirección Suroeste
se aprecia un
panorama totalmente
distinto al de la foto
anterior, aun cuando
esta fuese tomada en
el mismo sitio. Un
punto desde donde se
observa un cambio
abrupto en el paisaje
(frecuentemente en
las cumbres), da
siempre motivo a la
presencia de una
apachita, como en
este caso.
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Las apachitas concitan el respeto de los caminantes aun el día de hoy. Podemos apreciar una
secuencia de fotos de la llegada de un anciano campesino de Susapaya de apellido Cárdenas,
quien llegaba a pie de la pequeña localidad agrícola de Mollerako y se dirigía al pueblo de
Susapaya. Al llegar a la apacheta, de motu propio, el señor Cárdenas procedió a realizar una
“ch’alla” (brindis ritual con alcohol a la Cruz sobre la apachita), luego de lo cual procedió a
reposar a su lado. Otras personas dejan flores o rezan oraciones a su paso.
Uso de los caminos Inkas
El uso de los caminos inkas estaba restringido por el Estado durante el Tawantinsuyu. Los
miembros de un grupo étnico podían usar el camino solamente en su propio territorio. La libre
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circulación estaba estrictamente controlada. Sólo los representantes del Estado podían usar
libremente el camino inka, estos eran:
a) Los funcionarios inka : Eran los administradores del aparato estatal, ellos tenían en sus
manos la correcta administración del Imperio y sus intereses, tanto desde el Cusco
como en las diversas provincias, para ello se desplazaban por dichos caminos o
mandaban y/o recibían órdenes y comunicaciones a través del mismo.
b) El ejército Inka: El ejército con sus decenas de miles de soldados y yanas, se desplazaba
fácil y rápidamente por dichos caminos para develar sublevaciones y para realizar
nuevas conquistas.
c) Los Mitmas: Eran los colonos forzados del Imperio. El Estado planeaba continuamente
explotar al máximo la potencialidad de las nuevas provincias conquistadas y para ello
transportaba numerosos contingentes humanos de diversos grupos étnicos, los que
debían asentarse a centenares o miles de kilómetros de sus lugares de origen y
trabajar de por vida al servicio del Estado. Estos mitmas servían también para enseñar
el idioma y las costumbres inkas a los nuevos pueblos sometidos y como elementos
disuasorios frente a posibles sublevaciones, al estar enclavados en medio de grupos
potencialmente levantiscos.
d) Los Yanas: Este grupo, extremadamente numeroso, estaba conformado por cientos de
miles de personas, que en calidad de siervos debían trabajar de por vida para el
Estado. Su estado de servidumbre era hereditario de padres a hijos. Al parecer, su
origen se debe a la reducción a esta condición de pueblos sublevados. Eran
sumamente importantes para el Imperio, constituían una poderosa fuerza de trabajo.
e)
Los Chaskis:
Era el grupo humano minoritario que
usó este sistema vial, pero su
participación fue de crucial
importancia, pues eran ellos los
encargados de las comunicaciones
que mantenían el vínculo entre la
gran metrópoli del Qosqo y sus
ciudades administrativas a lo largo y
ancho del Imperio y de éstas con los
diversos pueblos y centros
administrativos menores de sus
respectivas jurisdicciones. Su
velocidad era famosa y se cuenta de
cartas enviadas por los españoles que
llegaron de Quito a Cusco en pocos
días.
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Mantenimiento de los caminos Inkas
Los caminos inkas eran mantenidos por los grupos étnicos, cuyos territorios eran atravesados
por los mismos. Era su obligación velar por su preservación. Dichos grupos étnicos debían
atender también los t’ampus o posadas situados cada cierta distancia. Debían proveerlos de
grupos rotativos de personas que se encargasen de su funcionamiento y debido
aprovisionamiento con alimentos, leña, etc. El incumplimiento de sus labores acarreaba graves
responsabilidades para los Kuraqas (jefes tribales) de dichos grupos étnicos.
Id LA COLONIA
El historiador Cuneo, traduce varios nombres de lugares y de grupos étnicos en las provincias
de Candarave y Tarata; sin embargo, esas traducciones en base a las cuales Cuneo saca algunas
conclusiones, carecen de valor, pues él no conocía el idioma aymara. No obstante, su
búsqueda en documentos coloniales tempranos arrojan sí, información valiosa que es preciso
resaltar.
Existe documentación que prueba que durante el período colonial temprano, Tarata junto a
Putina (en Chipispaya - Chukatamani) y Sama (en la costa), dependían directamente del
Curacazgo Lupaqa de Chukuito, a orillas del Titiqaqa.
Los grandes Mallku (Jefes aymara) de Pomata eran los Chambilla, siéndolo a la vez de los
territorios de Tarata, Putina y la costeña Sama, en la que cultivaban maíz y de la que extraían
el valioso wanu, que era transportado al altiplano. En la segunda mitad del siglo XVI, los
Chambilla pierden sus derechos sobre dichos territorios, al ser transferidos en 1569, al
recientemente fundado Corregimiento de Arica.
En Tarata, los Chambilla habían sido representados por un cacique secundario a su servicio,
también oriundo de Pomata, el cual se llamaba Ninaja, quien se vio favorecido por los cambios,
convirtiéndose él y sus descendientes, en caciques titulares de Tarata, Putina y Sama.
Rompiendo así, los vínculos políticos con la gran provincia Lupaqa de Chukuito en el altiplano.
Las comarcas de Candarave y Kuribaya, pertenecían en 1578 a la encomienda de Ilabaya, la
cual tenía su remoto origen en la cédula de 22 de enero de 1540, por la que el marqués
Francisco Pizarro entregó al conquistador Lucas Martínez Vegaso (residente en Arequipa) a los
indígenas de Ubinas, Carumas y Cochuna, incluyendo a los que se hallaban en La Quiaca, lugar
sobre el río Ilabaya (1).
La historia colonial de Tarata no es muy conocida aun, el historiador Cuneo hace mención de
manera genérica, que el territorio de Tarata contaba con 70 ayllus establecidos, lo cual
constituye un importante número que representa miles de pobladores. Es conocido que la
temprana Tarata colonial se hallaba ubicada en la margen derecha del río Chakawira, en el
lugar denominado Taratapampa, que media entre los actuales sitios arqueológicos de santa
María y Qala Qala. Sin embargo, un movimiento telúrico destruyó a la antigua Tarata, viéndose
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sus habitantes precisados a abandonar el lugar y reubicar el poblado esta vez, en una planicie
en la margen izquierda del río Chakawira, en el lugar de su emplazamiento actual. La
disposición de la ciudad de Tarata habla a las claras de su origen hispano, pues cuenta con
plaza y cuadrícula de manzanas alrededor de ella.
En 1737, el cacique de Ilabaya,
Pedro Lupistaka, declaraba como
sus territorios, entre otros sitios, a
Candarave y Kuribaya. En 1754, se
realizó una Revisita en los
Repartimientos de Ilabaya y
Tarata. Ilabaya, que comprendía a
Candarave, aportó 177 indígenas
hábiles para pagar el tributo; de
ellos, Candarave y sus anexos
aportaron 124 indígenas (2).
Vista del emplazamiento original de Tarata en Taratapampa.
El Repartimiento de Tarata, que comprendía los pueblos de Tarata, Tikako, Chajpaya, Mauri y
Tarukachi, aportó 409 indios hábiles, que pagaban 1,413 pesos y 1 real, con proporcionadas
asignaciones al cura y al cacique; en tanto que al Real Patrimonio le quedaban 1,010 pesos y 4
y medio reales (3). En aquel entonces, Estike estaba incluido en el repartimiento de Tacna.
El 7 de abril de 1768, el virrey Amat y Junient desmembró el territorio de Tarapacá de la
provincia de Arica y convirtiéndolo a su vez, en una nueva provincia (4). A partir de 1784, el
Virreinato del Perú tuvo 8 intendencias. La Intendencia de Arequipa, con capital en la ciudad
del mismo nombre, comprendía 7 partidos, entre ellos el de Arica. Al partido de Arica
pertenecían Ilabaya, Moquegua, Tarata y Tacna (5). En aquel entonces, tanto Tarata, como
Tacna y Moquegua eran pueblos, mientras que Arequipa y Arica eran consideradas como
ciudades (6). En 1797, el pueblo de Candarave se componía de 3 ayllus, llamados: Candarave,
Chulunkani y Kamilaka chico (7). En Kamilaka grande, ubicada a más de 4 leguas de Candarave,
existía otro ayllu (8).
A fines del siglo XVIII, Candarave y Tarata sufrirían los estragos de la revolución de T’upa
Amaru, cuando uno de los adeptos de su correligionario aymara K’atari, llamado Juan Buitrón,
a la cabeza de un contingente de 1,500 indígenas, saqueó Tarata asesinando a su cacique y a
varios españoles (9), pasando luego a Candarave y llegando incluso a Ilabaya y Locumba, para
marchar entonces sobre Kodpa, en la sierra sur de Arica (10).
En 1811 era cacique de Tarata, don Ramón Kopaja, arriero exitoso y ciudadano respetado, era
pariente espiritual de un criollo limeño llamado Francisco de Zela, quien residía en la ciudad de
Tacna, el cual se levantó en armas en dicha ciudad, el 20 de junio de 1811. El cacique Kopaja
partió en ayuda de Zela acompañado de cientos de indígenas tarateños, su aporte vital sostuvo
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la sublevación que dio fama a Tacna y le valiese años más tarde, ser llamada por Bolívar:
“ciudad heroica”.
La mita de trabajo de los indígenas de Tarata y Putina
Como lo explica el historiador Dagnino, a la ciudad de Arica llegaba el azogue o mercurio
necesario para el proceso de obtención del mineral plata, desde el puerto de Chincha (en la
costa de Lima adonde era conducido desde las minas de Huancavelica). Una vez en Arica, el
azogue era transportado mediante recuas de mulas hacia los grandes asientos mineros de
Potosí y Oruro, cuyas riquísimas minas enriquecieron a la Corona española durante buena
parte de la Colonia. Para el transporte del azogue hacia los centros mineros eran necesarias las
isangas, que como dice Dagnino, eran unos aparejos para las llamas confeccionados en base a
totora, la que se obtenía en las cercanías de la ciudad de Arica. Los indios de Tarata y Putina
cumplían su mita, elaborando estas isangas en la ciudad de Arica. En un documento citado
textualmente por dicho autor en su trabajo, se dice lo siguiente:
“ Porque había hechas 1,040 isangas para el trajín del azogue y convenían tener
prevenidas 5,000 más, acordamos con el corregidor de sacar de la Caja Real el
dinero necesario para la paga de estas isangas…y juntarlas en el Almacén Real.
Importa esto tanto al servicio de su Majestad que, si no estuviera hecha esta
prevención, no se pudiera trajinar ningún azogue en estos cuatro o seis meses,
porque los indios que los hacen son los de Tarata y Putina, serranos, y no pueden
trabajar sino en invierno, y acaban por Octubre, y otros ningunos saben este oficio.
Al Corregidor pedimos hiciesen bajar cuarenta, y luego los mandó traer, y están
trabajando con toda prisa y vamos pagando por cuenta de Su Majestad, de que
damos aviso a V. Exia., para que se sirva de tenerlo por bien. Arica, 25 de set. de
1608.”
Otros documentos recogidos por Dagnino dicen:
”Isangas para el trajín del azogue. En 2 de octubre de 1627 se hacen buenos al
tesorero 165 pesos corrientes para que por una libranza de este día pagamos a
Domingo Calizaya y a Domingo Chata, hilacatas de los pueblos de Tarata y Putina,
por sí y en nombre de los demás indios isangueros del dicho pueblo, por el precio
de 700 pares de isangas de totora que fabricaron en el totoral de esta ciudad y
entregaron en el Almacén Real de nuestro cargo para el trajín del azogue desde
esta ciudad a las villas de Potosí y Oruro, a razón de los dos reales cada par, de
que los dichos hilacatas dieron carta de pago hoy dicho día, ante Miguel de León,
escribano público y de la Real Hacienda, Torres Antonio de…”
“El 5 de agosto de 1561 se hacen buenos al tesorero, Luis Díaz de Medina, 500
pesos corrientes de a ocho que este dio por nuestro libramiento pagamos a Alonso
Choque, hilacata de Putina y a Pedro Ticona, hilacata de Tarata, por dos mil cargas
de isanga de totora, que entre ellos y sus compañeros fabricaron en el totoral de
La Chimba de esta ciudad y nos entregaron en este Real Almacén a dos reales cada
carga, que monta la dicha cantidad, de que dieron carta de pago, juntamente con
su protector etc. Luis Dávila. Luis Díaz de Medina.”
18
La mita cumplida en beneficio de la Corona por los indios de Tarata y Putina, se cumplía en la
ciudad de Arica, por pertenecer dichas localidades al Repartimiento de Arica y era vigilada por
un español que fungía de Protector de Naturales; es decir, debía velar por los intereses de los
indígenas frente a los funcionarios españoles. Esta mita no debía exceder de la séptima parte
de los moradores de cada pueblo (11).
1e LA REPÚBLICA
Con el advenimiento de la República en 1824, en mérito a su nivel de progreso y sobre
todo, a los grandes servicios prestados a la causa libertadora de Francisco Antonio de
Zela, se le asigna a Tarata la categoría de distrito por Decreto Directoral de Bolívar.
En 1835, 1840 y 1846, el distrito de Tarata, según el padroncillo de contribuciones de
sus indígenas, contaba con 642 indígenas contribuyentes establecidos en los siguientes
pueblos y asentamientos que en la época se calificó erradamente de “ayllus”:
Asimismo, en 1835, 1840 y 1846, Candarave, según el padroncillo de contribuciones de
sus indígenas, contaba con indígenas contribuyentes establecidos en los siguientes
pueblos y “ayllus”:
Pueblo y ayllus de
Candarave
1835 1840 1846
Pueblo de Candarave 104 103 117
Ayllu de Kamilaka chico 85 83 102
Ayllu de Qalaqala 81 76 89
Ayllu de Kamilaka grande 80 79 77
Pueblos y Ayllus de
Tarata
1835 1840 1846
Ayllu de Lancata 26 33 37
Ayllu de Wanakuni 12 13 19
Ayllu de Qollana 25 58 28
Pueblo de Tarata 47 58 55
Ayllu de Yunka 56 54 63
Ayllu de Tarukachi 105 100 100
Pueblo de Tikako 82 85 77
Ayllu de Pistala 31 30 24
Ayllu de Chukatamani 20 21 16
Ayllu de Putina 29 27 30
Ayllu de Koropuru 24 25 28
Pueblo de Chaspaya 29 28 27
Ayllu de Challawaya 26 28 33
Ayllu de Kano 20 21 24
Ayllu de Tala 14 15 18
Ayllu de Londanisa 18 18 18
Pueblo de Mauri 52 57 12
19
Sin embargo, una atenta lectura de los libros de defunciones y matrimonios de la
Parroquia de san Benito de Tarata, de la misma época, nos brinda una lectura distinta de
esta importante información. Los pueblos mencionados en los padroncillos de
contribución indígena, efectivamente eran entonces, pueblos de aquella comarca. Mas
los denominados “ayllus” no eran tales, sino mas bien aldeas y caseríos. Los
funcionarios estatales denominaron en sus registros “ayllus” a estos pequeños
asentamientos anexos, sin que ellos tuvieran efectivamente esta categoría para la
población local.
Según la información que hemos registrado en dichos libros, los verdaderos ayllus
indígenas que existían hacia 1830, en lo que hoy es el pueblo de Tarata y sus
alrededores, eran los siguientes: Kapanike, Lupaqa, Lanccata, Muchu, Qollana,
Wanakuni y Yunka.
Candarave fue reconocido como distrito en 1854. Al año siguiente, el 15 de junio de
1855, el presidente Ramón Castilla divide a Arica en dos, creando la provincia de Tacna
y la provincia de Arica (12), quedando de esta manera Candarave y Tarata dentro de la
circunscripción de la nueva provincia de Tacna. Por ley del 12 de noviembre de 1874, el
presidente don Manuel Pardo eleva a Tarata a la categoría de provincia integrándose
Candarave a ella (13). El 16 de Junio de 1875, al crearse el departamento de Tacna,
Tarata conformaba una de sus dos provincias y tenía a Candarave como su distrito junto
a: Tarata, Estike, Tarukachi y Tikako.
Vista de la procesión de la Virgen de las Mercedes en Candarave a fines del siglo XIX
En 1875 se separan de Candarave las localidades de Kuribaya y Kamilaka y juntas
pasan a formar el distrito de Kuribaya (14).
Dagnino
20
Vista de Tarata a fines del siglo XIX
Para 1876, el censo nacional arroja un incremento de la población en Candarave y
Tarata. Entonces, Candarave contaba con 2,378 habitantes; Kuribaya, con 596
habitantes; Estike, con 672 habitantes; Tarata, con 2,348 habitantes; Tarukachi, con 593
habitantes y Tikako, con 1,136 habitantes, arrojando un total de 7,723 habitantes en la
provincia de Tarata (Min. RR.EE.).
El 31 de marzo de 1884, Tarata junto con sus distritos, pasó a formar parte del
departamento de Moquegua, como una de sus 3 provincias. Situación que duró hasta el
26 de octubre de 1886, cuando don Andrés Avelino Cáceres, presidente de la República,
declaró nulos los actos del general Iglesias y de su predecesor, el nefasto dictador
Nicolás de Piérola (15).
Candarave adquiriría especial significación durante la ocupación chilena, pues el 18 de
abril de 1887, fue declarada sede provisional del subprefecto de Tarata (16)
convirtiéndose así esta ciudad, en la capital de la provincia de Tarata no ocupada por el
invasor y su límite sureño lo conformaría el río Tikalako, desde donde empezaba en
dirección Sur, el territorio ocupado (17). El 10 de enero de 1890, el pueblo de Locumba
fue nombrado capital provisional de la provincia y del departamento de Tacna,
denominado entonces: “Tacna Libre” (18). Tarata y Tacna fueron representadas ante el
Parlamento por sus respectivos diputados y por un senador conjunto (19). La titularidad
de Candarave como capital de provincia duró hasta el año 1925, cuando se realizó la
devolución de la parte ocupada de la provincia de Tarata al Perú, reasumiendo la ciudad
de Tarata, su posición como capital de la provincia del mismo nombre (20).
Dagnino
21
La Ocupación Chilena:
Tras la batalla del alto de la Alianza, Tacna y parte de sus territorios quedaron ocupados por los
chilenos, quienes trataron con el tiempo de apoderarse de ellos definitivamente. Mientras el
ejército chileno marchaba sobre Lima, militares y civiles tacneños iniciaron una campaña de
resistencia al invasor. Estas guerrillas capitaneadas por el coronel don Gregorio Albarracín,
tenían su base de operaciones en lo que hoy es el distrito tarateño de Chukatamani, desde
donde incursionaban en el valle de Tacna, causando daño y zozobra al enemigo. Ello motivó
que éste tomase la decisión de aplastar este foco de resistencia patriótica, por lo que se armó
una expedición para ubicar y destruir a Albarracín y su gente. Lo lograron un 12 de octubre de
1882, cuando el coronel Albarracín cayó en una celada junto a su hijo en quebrada Saucini, a
corta distancia al Este del pueblo actual de Chukatamani. Entonces los chilenos avanzaron
hacia el cercano poblado de Tarata, ocupándolo permanentemente. Fue el inicio del cautiverio
de la provincia de Tarata que habría de durar 42 años. En este período, los chilenos intentaron
convencer a la población de adoptar la nacionalidad chilena. Sin embargo, contra lo esperado,
los tarateños permanecieron leales al Perú en su mayor parte, lo que motivó un aumento de la
dureza de la ocupación, que incluyó la prohibición de las costumbres peruanas de los
pobladores: celebraciones, fiestas religiosas, idioma, etc. También restringieron la circulación
estableciendo retenes o puestos de control entre otros, en Palkiya, santa María y Retén de
Tikalako. Prohibieron incluso, que se prendiese la luz en las casas luego de oscurecer. En el
colmo del abuso, los chilenos persiguieron a todos aquellos quienes no aceptasen la
ciudadanía chilena, por lo que muchos debían vivir a salto de mata o fugar al vecino pueblo de
Tikako, a poca distancia al norte. Mataron a varios, incluyendo a Manuel Primero Franco, cuyo
nombre lleva hoy un colegio de la ciudad, sus cuerpos eran enterrados secretamente o
desaparecidos. Por ello, Retén de Tikalako es hoy, un santuario histórico para los tarateños
pues rememora una época aciaga.
En aquella época mucha gente se mudó al norte de la proyección de los ríos Tikalako y Sama.
Ello se puede apreciar en el pueblo de Chukatamani. Donde hasta el día de hoy, se aprecian las
ruinas de un antiguo pueblo construido por los peruanos durante la ocupación chilena, en la
abrupta margen derecha del Sama. Abandonando para ello, la cómoda margen izquierda en
poder de los invasores. También desde Tikako se construyó un nuevo camino por la margen
derecha del Sama, ya que los chilenos impedían el paso por los caminos construidos en la
margen izquierda en su poder.
La liberación de Tarata vendría en 1925, como consecuencia del arbitraje del presidente
Coolidge de Estados Unidos, que convalidó la defensa peruana, verificando que Tarata no
estaba incluida en el Tratado de Ancón y ordenando su devolución a la nación peruana. Lo que
se realizó un 1 de setiembre de 1925, cuatro años antes que la provincia de Tacna.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Benito y Cusicanqui (9,14)
Cuneo (7,8)
Cusicanqui (13,16,17,20)
Dagnino (2,3,4,11)
Paucar (1,5,6,10,12,15,16,18,19)
22
2. HERENCIA AYMARA DE CANDARAVE TARATA
El pueblo aymara aparece arqueológicamente a la caída de Tiyawanaku, hacia el siglo XII de
nuestra era. Este período se conoce como Período Intermedio Tardío y dura hasta el
advenimiento del Imperio Inka, durante la primera mitad del siglo XV.
Los aymara eran un conjunto de pueblos ubicados desde la parte sur del departamento del
Cusco hasta la zona Sur de la actual Bolivia. No tenían un nombre común para todos ellos;
tenían nombres individuales para cada una de sus tribus. Algunas de las más importantes
fueron los Kana, los Kanchi, los Qolla, los Lupaqa, los Pakaje, los Karanga, los Charka, los Chuy,
los Kara Kara, los Killaka, los Yampara y los Chicha.
Entre las que más destacaron, figuraron los Qolla, los Lupaqa y los Pakaje. Los Qolla
constituyeron el señorío aymara rival de los inka y cuya frontera común marcaba el fin de la
supremacía inka al Sur del actual departamento del Cusco e impedía una expansión en esa
dirección. No sería sino hasta el reinado del gran Sapan Inka Pachakuti, que los inka invadirían
el reyno Qolla, enfrentando y destruyendo a su ejército. Su señor, llamado Chuchi Qhapaq, fue
llevado prisionero al Cusco y sacrificado al Sol en agradecimiento por la victoria. La gran capital
Qolla llamada Hatun Qolla, ubicada al Noroeste del lago Titiqaqa, fue ocupada y convertida en
centro político y administrativo inka en el altiplano y se hallaba en la ruta del gran camino inka
al Qollasuyo. Toda la región altiplánica llevó el nombre de Qollasuyu o provincia de los Qolla
debido al recuerdo de esta poderosa tribu aymara que dominó esta región.
Probablemente sea este el origen del nombre “Collao”, con el cual se le conoció también en la
época colonial. Una vez destruidos los Qolla, los Inka continuaron su avance anexando los
territorios de las otras tribus aymaras, ya sea por conquista o estableciendo alianzas con ellos.
Los Lupaqa, ubicados en la orilla suroccidental del lago Titiqaqa, eran uno de los más
poderosos y prestigiosos reynos aymaras. Su dialecto era tenido como el más culto entre los
pueblos que hablaban el idioma y fue estudiado y recogido por el ilustre jesuita italiano
Ludovico Bertonio en sus obras: “Arte breve de la Lengua Aymara” y “Vocabulario de la Lengua
Aymara”, publicados en 1603 y 1612, en el poblado de Juli del departamento de Puno. Lugar
donde tenía su asiento la célebre orden religiosa a la que pertenecía.
Durante la Colonia, los diferentes pueblos de habla aymara, perdieron sus identidades y
nombres tribales y se fundieron en una sola identidad nacional: el pueblo aymara. Este pueblo
logró sobrevivir a los dramáticos cambios culturales que afectaron a los diversos pueblos
indígenas peruanos durante este trascendental período en costa, sierra y selva, los mismos
que acabaron con muchos de ellos, extinguiéndolos. De esta manera, llegó hasta nuestros días
vital y magnífico, protagonizando a mediados del siglo XX, una migración masiva desde el
altiplano hacia su proyección sobre el Pacífico; es decir, los departamentos de Arequipa,
Moquegua y Tacna. Cambiando así, la demografía de la región conformada por dichos
departamentos e influyendo poderosamente en su comercio y cultura. Su presencia moderna
en estos lugares, no es más que la repetición de antiguos eventos cíclicos que vinculan al
altiplano y la costa de manera estrecha, en una unidad social y económica que augura a
ambos, un bienestar futuro.
23
2a UBICACIÓN PRIMIGENIA DE LOS PRINCIPALES PUEBLOS AYMARA
La ubicación a principios del período colonial ( durante el siglo XVI), de los principales pueblos
aymara era distinta a la actual, tal y como lo muestra el mapa de Bouysse - Cassagne. No
obstante, estudios linguísticos sobre los escritos de Waman Puma permiten afirmar
actualmente, que habían pueblos aymaras en el actual departamento de Ayacucho, mucho
más al norte de lo que muestra este mapa. En todo caso, este pueblo y su idioma estuvo
expuesto a cambios forzados, tanto durante el Tawantinsuyu como durante el Período
Colonial. La política inka de la colonización mediante Mitmas, las guerras de conquista y más
tardíamente, el proceso de cristianización mediante la quechuización forzada llevada a cabo
por los religiosos españoles, trastocó el panorama original de ubicación de los pueblos
aymaras en el sur del Perú.
Mapa de ubicación de los diversos pueblos aymaras en el extremo sur peruano y oeste de Bolivia.
El Qollasuyu se subdividía en dos grandes subprovincias, el Umasuyu o “región de las aguas”, al
Este del lago Titiqaqa, y el Urkusuyu ubicado al oeste. Fue en el Urkusuyu, donde estuvo
ubicado el señorío Lupaqa, desde donde se inició la expansión y ocupación masiva de
Candarave y Tarata por parte del pueblo Lupaqa. Este ha sido un proceso de migración
24
continuo en el tiempo, pues continuó en el período Colonial y Republicano, incluso hasta
nuestros días.
Dibujo de un guerrero aymara según Waman Puma Ayala
Cráneos aymara, se aprecia claramente la forma alargada
descrita de la cabeza, típica de este pueblo.
Es preciso enfatizar que, sin lugar a dudas, Perú es el país de origen del idioma y la cultura
aymara.
Los aymara se diferenciaban de otros
pueblos andinos, entre otras cosas, por la
forma de su cabeza que era deformada
intencionalmente hacia atrás, de una
manera alargada y cubierta con un bonete
como el que se aprecia en el grabado de
Waman Puma. Ello constituía uno de los
principales rasgos de este pueblo. También
poseían un idioma propio al que llamaban
“aru”, dividido en diversos dialectos,
distinto del idioma qechuwa, pero con el
cual guardaba un origen común lejano
hacia principios de nuestra era, focalizado
en la zona andina centro sur del Perú,
donde hasta el día de hoy se habla el
dialecto aymara más antiguo de Perú y
Bolivia, en el poblado de Tupe, de la
provincia de Yauyos, del departamento de
Lima. El aymara se habló incluso hasta en
el departamento de Ayacucho, no obstante
durante la Colonia perdió terreno frente al
idioma qechuwa debido al afán de los
misioneros españoles de cristianizar a los
indígenas utilizando para ello el idioma
qechuwa, que juzgaban más fácil de
entender como idioma común para los
nuevos cristianos, unificando a través de él,
los diversos idiomas y dialectos de idiomas
en uso durante el siglo XVI. El aymara se
usaba a inicios de la Colonia, en toda la
parte sur del departamento de Cusco y su
restringida presencia moderna en la parte
sureste del departamento de Puno, se
debe tanto a la política de ocupación inka,
quienes asentaron millares de mitmas
qechuwa con su familias en el corazón del
territorio aymara despoblándolo de la
misma manera, de sus dueños originarios,
como a la quechuización forzada producto
del proceso de cristianización.
Vianney Chambilla
25
Presencia Lupaqa en el altiplano y en Tacna durante el siglo XVI, según el mapa del historiador Waldemar
Espinoza Soriano.
Cúneo a principios del siglo XX, informó sobre posesiones Lupaqa en la sierra y en la costa del
departamento de Tacna, ello se comprueba con el descubrimiento por el historiador
Waldemar Espinoza Soriano, de la Visita a Chukuito por parte del funcionario hispano Garcí
Diez de san Miguel, en el año 1567. La Visita tuvo la finalidad de verificar los recursos humanos
y económicos de esta importante y conocida provincia (ubicada en el corazón del
departamento de Puno), para de esta manera aprovecharlos en beneficio de la Corona
hispana. Con esta información de la época, Espinoza realizó este mapa de ubicación de los
principales asentamientos Lupaqas en la ribera suroccidental del lago y de sus posesiones en
las regiones vecinas. En él queda graficado, el predominio Lupaqa en la sierra de Tacna, en la
región actualmente conformada por las provincias de Candarave y Tarata.
26
2b MODALIDAD DE ENTIERRO DE LOS AYMARAS
Chullpa de Kili, en el distrito de Sitajara Chullpa aymara según Waman Puma
Es característica de los pueblos aymaras, la construcción de edificios funerarios denominados:
“chullpa”, destinados a servir de morada final a sus élites. Las chullpas aymaras pueden estar
construidas de piedra y barro o de tierra. En este último caso, existen dos variantes, chullpas
construidas con tierra y pintadas de colores o chullpas construidas con tierras de colores.
En el caso de las chullpas de Kili, en el distrito de Sitajara, de la provincia de Tarata, las chullpas
fueron construidas con tierra volcánica de colores rojo y blanco.
Las chullpas fueron construidas siempre orientadas al Este, en dirección a la salida del Sol, uno
de los grandes dioses de este pueblo, dador de vida y de calor. La entrada era pequeña y
estrecha, para permitir el ingreso de una persona en cuclillas a la cámara sepulcral que se halla
en su interior. Esta cámara se halla en su gran parte, por encima del nivel del suelo, por ello no
se le debe llamar tumba a una chullpa, pues no se trata de un entierro bajo el suelo, como es
el caso de una tumba.
Como hemos mencionado, las chullpas eran de uso exclusivo de las élites aymara. El cronista
Waman Puma registra en sus grabados, una chullpa aymara y una ceremonia en honor a un
noble muerto. En el Tawantinsuyu, durante el mes de noviembre llamado “Aya marka” (mes
de los muertos), se les rendía homenaje en todo el Imperio, indistintamente de la clase social a
la que hubieren pertenecido. Era común la extracción del “mallki” o momia de las chullpas y
tumbas y la reunión de la familia o descendencia, en una fiesta en su honor, en la cual se le
cambiaba de ropa al difunto y se le renovaban los alimentos y la chicha dejados como ofrenda
el año anterior. Esta práctica religiosa fue rápidamente advertida por los sacerdotes españoles
Javier Cárdenas
27
y tenazmente combatida, dado que se percataron de la gran importancia que tenía para los
indígenas su práctica y que ésta permitía una conexión con el pasado que ellos deseaban dejar
atrás, mediante la cristianización de los indígenas. En efecto, las fiestas en honor a los difuntos,
constituían una manifestación religiosa que hoy se conoce como “culto al ancestro” y que fue
muy importante en diversos períodos, en el Perú y en el mundo. Este ancestro podía ser tanto
real (jefe de familia) como imaginario (jefe de ayllu o familia extensa). Una de las medidas que
se adoptaron entonces, fue la de quemar los mallkis o momias de los indígenas.
2c ANAKU, TRAJE TRADICIONAL FEMENINO
El anaku (antiguamente también llamado urko), era el traje típico de ciertas partes de las
provincias de Candarave y Tarata hasta el siglo XX, cuando fue masivamente reemplazado por
la pollera (de origen español) y la blusa, como influencia moderna y reciente de otras regiones.
Los ancianos recuerdan aun, que en la provincia de Tarata, el anaku era usado por las mujeres
sin distinción de edad y que este traje se usaba tanto en el valle como en la puna, siendo el río
Mauri, la frontera cultural. Del Mauri hacia el Este, se usaba la pollera en el territorio que
pertenecía tanto entonces como ahora, al departamento de Puno; mientras que del Mauri
hacia el Oeste se usaba el anaku.
El origen de este traje se pierde en el tiempo; es en realidad el traje nacional femenino
prehispánico y colonial peruano. Consiste en una túnica, con dos aberturas a los costados para
los brazos y una en la parte alta para que pase el cuello. Actualmente se usa aun, en ciertas
fiestas del distrito de Kamilaka, en la provincia de Candarave. Fuera de ello, su uso está
restringido a ciertos lugares en la sierra de Moquegua y de la provincia de Yauyos, en la sierra
sur del departamento de Lima.
Foto de Bollaert, de mediados del siglo XIX de Anaku moderno vestido por una modelo.
mujeres tarateñas vistiendo anakus.
OGD TUR TACNA
28
Estos pocos lugares constituyen el último refugio de un traje nacional usado a lo largo de
milenios en el Perú, desde la introducción del telar, allá por el III milenio antes de Cristo. Su
declive muy probablemente, se inició a fines del siglo XVIII, con la derrota de José Gabriel
T’upa Amaru, noble inka cusqueño quien liderase una revolución generalizada en la sierra Sur
del Perú, que resquebrajó los cimientos del poder colonial español. Al ser vencidos y
ejecutados él y sus parientes y partidarios, el régimen virreinal hispano tomó drásticas
medidas en contra de los indios y su cultura; una de ellas, fue la de imponerles el uso
obligatorio de los trajes españoles de la época. Desde ese entonces, estos empezaron a usar
pantalones y chalecos y las mujeres: blusa, polleras y sombrero. Curiosamente, estos trajes
hispanos del siglo XVIII, han sobrevivido entre nosotros a través de nuestros indígenas, cuando
en la misma España han caído en desuso en muchos lugares.
Sin embargo, el golpe mortal al anaku, vino en el siglo XX, cuando un mal entendido concepto
de modernidad, trajo su reemplazo por la pollera, que hoy representa a Candarave y Tarata,
pero que no es realmente originaria de dichas regiones.
El anaku es un vestido de bayeta de una sola pieza y de color negro o café. Las mujeres se lo
ponían en el cuerpo dejando solamente una abertura para sacar la cabeza. Luego se ceñían a
la cintura una faja llamada wak’a, colocándose al pecho prendedores de plata llamados “tupu”,
que en los distritos tarateños de Tikako y Tarukachi se conocen como “pichi”. En Candarave
usaban en la cabeza un paño de tela llamado “succa”, el que es conocido como “inkuña” en
Tarata. En Candarave se aprecia aun el uso de la montera que es un elegante sombrero muy
parecido al usado en algunas comarcas de Cusco por las mujeres indígenas.
El francés Frezier, a fines del siglo XVIII describe así el traje de las criollas de Arica y Tacna :
“Por lo demás, su traje de ceremonia es como el de las españolas de Europa, es decir,
el manto de tafetán negro de pies a cabeza. Usan también la mantilla, de color oscuro,
con orilla de tafetán negro. Su traje de etiqueta es el manto de tafetán negro y la saya,
que es una falda cerrada, color pardo de almizcle, con florecitas, bajo la cual va otra
falda cerrada, de color, que llaman pollera. Así vestidas, se dirigen con paso grave a la
iglesia, cubierto el rostro de modo que a menudo no se les ve más que un ojo”.
La falda, y la falda llamada pollera, pertenecían originalmente al traje femenino hispano, no a
su par indígena y entonces no era usado aun por las mujeres indígenas.
29
Traje típico de Candarave. Traje típico de Tarata.
2d LA TRADICIÓN DE LOS COLORES BLANCO Y ROJO
Es común observar en las diferentes localidades de las provincias de Candarave y Tarata, la
costumbre de pintar casas y capillas con los colores blanco y rojo. Esta práctica, contra lo que
se pudiera pensar, no proviene de la época republicana, ni está inspirada en la bandera
nacional. Su origen probablemente se remonte a muchos siglos atrás, a la llegada de las olas
migratorias aymaras desde el altiplano tras la caída del Imperio Tiyawanaku, hacia el siglo XII
de nuestra era. Ello se puede notar, al observar las chullpas de Kili (ubicadas en el distrito de
Sitajara), las que pertenecieron al pueblo Lupaqa, que fue el pueblo aymara que ocupó la
región de Candarave y Tarata. Se aprecia claramente en ellas, que la base o sobre-cimiento de
las chullpas está pintada de rojo y la parte superior de blanco, exactamente igual que muchas
de las casas modernas y de las viejas capillas coloniales de este territorio. Los intensos colores
provienen de tierras volcánicas de colores que se hallan, tanto en los cauces de algunos ríos
como en yacimientos en quebradas y planicies. Esta decoración es característica de la región y
contribuye a imprimirle un sello de identidad particular.
OGD TUR TACNA
OGD TUR TACNA
30
Calle de Jirata en Candarave. Chullpa de Kili en el distrito de Sitajara.
Calle del pueblo de Tikako (distrito de Tikako) Calle del pueblo de Susapaya (distrito de Susapaya)
2e LA AGRICULTURA
La agricultura en Tarata utiliza aun, antiguos instrumentos prehispánicos como el famoso
wiri, que se puede apreciar en los grabados del cronista Waman Puma y que aparece en la foto
en las manos de la anciana. Este instrumento tiene en uso probablemente más de 5,000 años
en nuestro país. Puesto que la domesticación del maíz se realizó por primera vez hace
aproximadamente 7,000 años, dando lugar a la práctica de la horticultura, hasta que hace
aproximadamente 5,000 años atrás se inició la agricultura con el cultivo de plantas alimenticias
a gran escala. Por tanto es perfectamente dable suponer, que este instrumento alcance
fácilmente los 5,000 años en uso. Existen dos variantes: el que tiene una cuchilla delgada, cuyo
uso está destinado exclusivamente al cultivo del maíz y el de cuchilla ancha, destinado al
cultivo de la papa. La dura madera utilizada en su elaboración pertenece al árbol llamado
Lloq’e. Actualmente se usa cuchilla de hierro, pero se le ciñe a la madera, mediante el uso
tradicional de tiras de cuero del cuello de la llama macho.
OGD TUR TACNA
Municipalidad de Susapaya
Municipalidad de Susapaya
Municipalidad de Susapaya
31
Labor agrícola con wiris según Waman Puma.
Si bien su uso ha disminuido mucho desde mediados del siglo XX, es muy posible que siga
usándose en esta región y en la zona andina del Sur del Perú, pues está fuertemente unido a la
tradición cultural aymara. Es más, existen actualmente Wiris totalmente elaborados de metal,
pero que guardan la forma y tamaño de este genial instrumento prehispánico.
2f AYLLUS EN TARATA A FINES DEL SIGLO XVII Y PRINCIPIOS DEL
SIGLO XVIII
En la última década del siglo XVII, que se extiende de 1690 a 1700, los libros de
matrimonios de la parroquia de san Benito de Tarata, mencionan los siguientes ayllus
como existentes en la comarca de Tarata en aquel tiempo.
Nombre de ayllu Ubicación
Ayllu Kapanike Estike
Ayllu Wanakuni Tarata
Ayllu Qollana Tarata
Ayllu Muchu Tikako
Ayllu Lanccata Tarata
Ayllu Anansaya Lupaqa Tarata
Ayllu Urinsaya Lupaqa Tarata
Ayllu Anansaya Yunka Tarata
Ayllu Urinsaya Yunka Tarata
Ayllu Arajsaya Chajpaya Chajpaya
Ayllu Urinsaya Chajpaya Chajpaya
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Ayllu Umugati Challawaya
Ayllu Yauli Sitajara
Estos son los nombres de los verdaderos ayllus de Tarata que habían logrado sobrevivir
a siglo y medio de dominación hispana. A principios del siglo XIX, cuando se
redactaron los padroncillos de contribuciones de los años 1835, 1840 y 1846 (ver
capítulo: República), sobrevivían aun algunos de los ayllus existentes a fines del siglo
XVII, como es el caso de Kapanike, Wanakuni, Qollana, Muchu, Lanccata, Lupaqa
(unificado) y Yunka (unificado). Pero en dichos padroncillos se confunden pequeñas
villas con ayllus, como es el caso de Tarukachi, Pistala, Chukatamani, Putina,
Koropuru, Challawaya, Kano, Tala y Londanisa. Ello contribuye a dar una visión errada
de la existencia de ayllus en Tarata durante la primera parte del siglo XIX.
Comparando los libros de matrimonios de fines del siglo XVII con los libros de
defunciones del mismo período, encontramos que existe una mayor precisión en la
pertenencia del individuo y su respectivo ayllu a alguna localidad determinada, en los
libros de defunciones, más que en los libros de matrimonios. Ello se debe al hecho que
dado que los ayllus de la región eran conocidos, en los libros de matrimonios tan sólo se
les citaba y ello era suficiente, no se solía relacionar el ayllu con alguna localidad
específica.
Nombres originales de ciertas localidades y ayllus en Tarata
De la búsqueda en estos antiguos documentos, se puede constatar una variación de los
nombres originales de los importantes poblados de Sitajara y Chaspaya. En efecto, se
halla por ejemplo, que Chajpaya era el verdadero nombre del en aquel entonces
importante pueblo y que hoy conocemos como Chaspaya y que el cambio debió
suscitarse tardíamente, en la primera parte del siglo XIX.
Así mismo, Sitajara aparece entonces como Sitacara, lo cual indica que la “c” de
Sitacara representaba entonces algún sonido particular del idioma aymara. Para que se
haya dado la castellanización de esa “c” a la actual “j”, el sonido debió ser el de la “q”
del actual alfabeto aymara. Por ello, probablemente la correcta pronunciación de aquella
localidad convertida hoy en importante distrito, haya sido “Sitaqara”.
Respecto de los ayllus, es importante aclarar que el nombre Lancata, ayllu propio de
Tarata y alrededores, aparece también aunque minoritariamente como “Lanccata”, de lo
cual se deduce que ese fue su nombre original, castellanizado luego a “Lancata”.
Debiendo corresponder la doble “cc” de Lanccata, a la “q” o a la “qh” del actual
alfabeto aymara.
Lo mismo sucede en el caso del ayllu Umugati de Challawaya, el cual aparece en época
tardía como “Umogote”, pero es muy clara su correcta grafía en las menciones más
tempranas: “Umugati”.
Ubicación geográfica de los ayllus en Tarata a fines del siglo XVII
El estudio de los libros de defunciones y matrimonios arroja la siguiente información
respecto de la ubicación geográfica de los ayllus de la actual provincia de Tarata y que
habían logrado sobrevivir hasta finales del siglo XVII e inicios del siglo XVIII:
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Los ayllus Arajsaya Chajpaya y Urinsaya Chajpaya habitaban las localidades de
Chajpaya y Putina y se les hallaba también en Mollerako y Susapaya. (Libros de
defunciones y matrimonios). En Putina aparecen únicamente los Arajsaya (Libros de
defunciones). Estos lugares (excluyendo a Susapaya), se hallan en la zona geográfica
más baja del territorio estudiado, en la parte Oeste de la provincia de Tarata.
El ayllu Kapanike habitaba exclusivamente en la localidad de Estike (Libros de
defunciones y matrimonios).
El ayllu Muchu parece haber estado muy relacionado al pueblo de Tikako, aunque
también es factible hallársele en Tarata (Libro de matrimonios). Tikako se halla en la
cima de un cerro en cuyo lado Este corre un riachuelo llamado actualmente Mucho. Así
mismo entre el pueblo y dicho riachuelo existe una zona agrícola denominada también
Mucho.
El ayllu Umugati habitaba la localidad de Challawaya, que queda ubicada en el actual
distrito de Tikako (Libro de defunciones).
El ayllu Yauli habitaba en Sitajara y se le hallaba también en Chajpaya (Libro de
defunciones).
Los ayllus Lanccata, Lupaqa, Qollana, Wanakuni y Yunka se hallaban en Tarata,
Tarukachi y Tikako.
La raigambre aymara de los ayllus de Tarata y Candarave
Los nombres de los ayllus en Tarata
A fines del siglo XVII, poco más de 160 años después de la conquista, en los
documentos más antiguos que existen, referidos a los matrimonios de los indígenas, se
advierte claramente que los nombres de los ayllus indígenas que en aquel entonces
existían, tenían una fuerte raigambre aymara.
Si comparamos los nombres de los ayllus de Tarata a fines del siglo XVII y en la
primeras décadas de la República, con los nombres de los ayllus lupaqas del altiplano
durante el año 1567, que aparecen en la “Visita hecha a la provincia de Chukuito por
Garci Diez de san Miguel” (estudiada por el eminente historiador Waldemar Espinoza
Soriano), veremos que algunos nombres se corresponden idénticamente, lo que prueba
que a fines del siglo XVII, Tarata era un territorio netamente aymara, sin rastro del
primigenio pueblo Yunka, que le precedió en el tiempo, habiendo sido éste ya en esa
época absorbido cultural y racialmente.
Ello se comprueba con la presencia tanto en Tarata como en el altiplano, de idénticos
nombres para dos ayllus : Muchu y Lanccata. Así mismo, el ayllu Qollana de Tarata y
alrededores y el ayllu Kapanike de la comarca de Estike tienen sus pares con el mismo
nombre, entre los 8 ayllus primigenios que los españoles hallaron en el siglo XVI, al
arribar al valle de Tacna. Si bien el nombre Qollana, es un nombre común aymara (y
qechuwa) para ayllus (significa: “el primero, el mejor”), el exótico Kapanike también
resulta serlo, pues a mediados del siglo XVI, al ayllu de Tacna lo regía el noble indígena
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Talasi de nombre aymara. De ello se deduce, que el ayllu Kapanike de Estike era
también un ayllu aymara.
El ayllu Wanakuni, también es de origen aymara y significa: “lugar de los wanakos”.
Acepciones similares en ayllus lupaqas del altiplano, se pueden hallar en la Visita de
1567.
La desaparición cultural de la población local preaymara en Tarata y Candarave, se dio
al parecer, antes de finales del siglo XVII, pero la ausencia de documentos tempranos
impide comprobarlo. No obstante, los datos expuestos permiten tener la certidumbre
que la absorción de la nacionalidad Yunka por parte de los aymaras lupaqas fue
temprana, quedando de ellos entonces, tan sólo su recuerdo en el nombre de una mitad
hurin y una mitad hanan de un ayllu creado por los inkas, pero cuyos integrantes ya eran
aymaras.
Los nombres de los ayllus de Candarave
Entre los nombres de ayllus de Candarave citados por Cuneo, se reconocen como
netamente aymaras, al ayllu Qalaqala (“peñascal” en aymara) y a Candarave que
proviene del aymara “Kantarawi” (“lugar de las Kantara” o “lugar Kantara”, aunque el
significado de este vocablo se haya perdido).
La clasificación de los ayllus:
Respecto a la clasificación de los ayllus, es importante resaltar la presencia a fines del
siglo XVII del término aymara “arajsaya” como nombre del ayllu Chajpaya, que
ocupaba la parte baja de la provincia de Tarata (de distinto piso ecológico), con asiento
al parecer, en el pueblo de Chajpaya. “Arajsaya” significa en aymara: “parte de arriba”,
su complemento es “manqhasaya” (“parte de abajo”), que existía entonces bajo la
distinta nominación qechuwa: “hurinsaya”. Es decir, arajsaya era la versión aymara del
“hanan” qechuwa, que funcionaba en la misma época, en el pueblo de Tarata, en los
casos de los ayllu “ananlupaqa” y “ananyunka”. Tenemos así otra reminiscencia
netamente aymara entonces en vigor en el territorio.
Debemos aclarar, que los nombres “anan” y “urin” hallados en los documentos
coloniales constituyen la castellanización de los vocablos qechuwas “hanan” y “hurin”
(que se pronuncian respectivamente: “janan” y “jurin”), actualmente en uso en la zona
Sur del Perú (departamento del Cusco y regiones aledañas).
Los cargos de las autoridades indígenas
En los documentos citados por Dagnino para el siglo XVII (y que aparecen en las
páginas 13 y 14 de su obra), se menciona el cargo de “hilatha” entre las autoridades
indígenas de Tarata y Putina que debían cumplir el tributo de su mita en la ciudad de
Arica. Esta es la denominación netamente aymara de un cargo de origen prehispánico
dentro de la estructura del ayllu que conservan los aymaras aun hoy, en el altiplano de
Perú y Bolivia.
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3. COSTUMBRES RELIGIOSAS DE CANDARAVE Y TARATA
Tarata cuenta con un rico acervo religioso que proviene tanto del período prehispánico, como
de la época de la evangelización. Sin embargo, aquí como en el resto del Perú, se ha dado un
sincretismo religioso que ha fusionado en mayor o menor medida, elementos culturales de la
religión prehispánica con la católica.
3a EL CULTO AL AGUA
La religión prehispánica en el Perú, estuvo profundamente ligada con el culto a las fuentes de
agua (nevados, lagunas, manantiales). Constituyendo la agricultura, la actividad fundamental
de los pueblos andinos, estas fuentes de agua, que alimentaban el sistema de riego que a su
vez abastecía a los sembríos, eran objeto de gran adoración. Durante la Colonia, la iglesia hizo
grandes esfuerzos por desterrar estas manifestaciones religiosas. Lo logró sólo en parte, pues
su vital importancia hizo que la esencia de la vieja tradición religiosa sobreviviese, aunque
combinada con prácticas católicas en un sincretismo religioso. En la provincia de Tarata
actualmente, tienen gran importancia, el culto al nevado Komayli y a la represa Qharumas. El
rito se realiza anualmente y es dirigido por Yatiris (sacerdotes) de gran prestigio, con la
participación multitudinaria de campesinos y autoridades, quienes recorren grandes distancias
hasta las mismas fuentes, en las cuales ofrecen “mesas” de sacrificio a las deidades, con
ofrendas de las plantas kuka y jiwra q’owa, así como diversos licores, fetos de llama, unto
(grasa animal), etc. El momento culminante de la ceremonia es el sacrificio de llamas macho
selectas, cuya sangre arrojada a las fuentes y corazones incinerados, son ofrecidos
reverentemente a las deidades. Culminando la ceremonia en medio de alegres bailes y cantos,
al haberse asegurado el vital elemento para el siguiente año.
Descripción de la fiesta en honor del nevado Komayli
Según la relación obtenida en los 70’s por los maestros de la zona, esta fiesta se realiza el 25
de julio de cada año con la participación de todo el pueblo de Tikako. Se realiza con la
esperanza que, obsequiando al nevado con ofrendas de su agrado, éste retribuirá a sus hijos
con agua para sus sementeras. Es costumbre para esta fiesta, el recoger cierta cantidad de
libras de maíz desgranado, según la cantidad de agua por horas que le pertenece a cada
agricultor. Lo mismo se hace con los productos que van a servir para la preparación de las
comidas.
El acto ceremonial de sacrificar a las llamas macho, debe hacerse antes que salga el sol. Su
sangre se arroja al agua mezclada con pétalos de flores blancas y rojas. La carne de las víctimas
se reparte luego entre todos los presentes. Terminada esta ceremonia regresan todos a la
repartición de agua, abajo en el valle, bailando y cantando la canción en honor al Komayli. Al
llegar allí, son recibidos por los que se quedaron en el pueblo con licor que es bebido, mientras
se sirven los alimentos.
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Mesa ritual de sacrificio preparada para el nevado
Komayli en Tikilawi, ante el arco votivo levantado con
olorosas hojas de aliso, rakiraki y flores de geranio y de
rosas.
Inicio de la caminata, personas y las llamas para el
sacrificio cruzan el gran arco levantado en honor del
nevado Komayli.
Pobladores en marcha hacia el arroyo Istañani ( lugar
del sacrificio), llamando a las llamas con las palabras:
“jawi, jawi”.
Llegada a Istañani donde se ha levantado una ramada
con raki raki y flores que será escenario del ritual de
sacrificio.
Se obliga a las víctimas que serán sacrificadas a mascar
kuka y a tomar vino.
Mesa ritual al interior de la ramada preparada para la
ceremonia del sacrificio.
Municipalidad de Tikako
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Se alistan las fuentes que recibirán la sangre de las
víctimas colocando en ellas, pétalos de flores, hojas de
kuka y vino.
Acto de sacrificio de las víctimas. Mientras se degüella al
animal se le abre el costado arrancándosele el corazón
palpitante, mientras con mucho cuidado se recibe la
sangre en las fuentes preparadas.
Arrojo ritual de la sangre colectada a “Qoricapilla”, lugar
donde se cree que llega el espíritu del nevado Komayli
junto a su esposa “Khunu María” (María nevada), a
recibir la ofrenda de sangre.
La víctimas sacrificadas han sido cubiertas con awayos
nuevos. Bajo el arco, las mujeres que recibieron las
ofrendas permanecen cubiertas para no enervar la
potencia del ritual.
Víctimas y pobladores junto al arroyo Istañani, luego del
ritual.
Finalizado el ritual, los pobladores proceden a carnear al
animal, cuya carne consumirán.
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Arrojo ritual de los pétalos tintos en sangre como
ofrenda al arroyo Istañani que corre montaña abajo
rumbo a Tikako y su zona agrícola.
Pobladores observan las diversas fases del ritual en la
margen izquierda del arroyo.
Durante las ceremonias en honor al nevado Komayli los participantes suelen entonar cantos
en honor a la deidad, entre ellos destacan las siguientes coplas recogidas en los 70’s por
profesores del distrito de Tikako, de labios de doña Dorotea vda. de Hinojosa y doña María
Siles de Tikona:
Canto en honor al Komayli:
Komayli Achachila, Komayli Wiraqocha, Abuelo Komayli, Señor Komayli, jumatati ukaja, pubriru wajcharu, mantiniri. tú eres aquel, que al huérfano y al pobre Komayli Achachila, Komayli Wiraqocha, mantienes, que todo sea rosa en la vida. jaacha uma untutita, pujuumay untutita, Abuelo Komayli, Señor Komayli, suéltame ay rosay viday, ay rosay viday. agua grande de tu manantial y que todo sea rosa en la vida. Komayli Achachila, Komayli Wiraqocha, Abuelo Komayli, Señor Komayli, jumatati ukaja, chullunkayat zapatuni, tú eres aquel que tiene zapato de hielo chullunkayat zapatuni, ay rosay viday. que todo sea rosa en la vida. Khunu Maria taykana, Khunu Maria señoray, María de la nevada señora, María de la nevada jumatati ukaja, kulum kulum sariri, madre, tú eres aquella que rodando, rodando ay rosay viday. vas, que todo sea rosa en la vida.
Wilancha:
Wilancha es un término aymara que tiene su origen en la palabra “wila”, que significa: “sangre,
rojo”. Se trata de una ancestral costumbre que se centra en el sacrificio sangriento de víctimas
para granjearse el favor de deidades tales como la Mama Pacha (Madre Tierra), diversos
Achachilas (cerros tutelares y benefactores) y diversas fuentes de agua (lagunas, manantiales,
etc). Las víctimas suelen ser actualmente, selectas llamas macho a las que se degüella,
mientras al mismo tiempo se les arranca el corazón palpitante a través de un corte en el
pecho. La sangre que mana del cuello es recogida cuidadosamente en fuentes que suelen
Municipalidad de Tikako
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contener pétalos de flores. El corazón es incinerado y la sangre asperjada como ofrenda a la
deidad a la que está dirigido el sacrificio.
Wilancha en honor a la represa Qharumas
Mesa ritual consagrada a la represa Qharumas.
Vista de la represa Qharumas que surte de agua a los
distritos de Tarata y Tikako en la provincia de Tarata.
Llamas selectas preparadas para ser sacrificadas, descansan
amarradas y vendadas sobre awayos nuevos y se hallan
cubiertas por otros awayos. Atrás, otras mesas de sacrificio.
Las víctimas son transportadas cargadas en peso hasta el
lugar junto a la las aguas, donde serán sacrificadas.
Carlos Mostacero
Carlos Mostacero
Carlos Mostacero Carlos Mostacero
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Degüello de la víctima, a la par que se le hace un corte
en el costado y se le extrae el corazón palpitante.
Arrojo ritual de la sangre de las víctimas como ofrenda que
alimentará a los espíritus del agua.
Incineración ritual de los corazones de las víctimas. Al
costado, las mujeres que participaron en la ceremonia se
cubren con awayos para evitar ser vistas y enervar la
potencia del ritual.
Los actores y espectadores de la ceremonia abandonan el
lugar, pues se cree que es el momento en el que salen los
espíritus del agua a tomar las ofrendas consagradas a ellos.
Cruz transportada a la capilla. Ceremonia en torno a la Capilla.
Carlos Mostacero Carlos Mostacero
Carlos Mostacero Carlos Mostacero
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Fin del ritual con la ceremonia a la cruz que luce adornada
con flores para la ocasión.
Represa Qharumas.
A determinados manantiales, como este ubicado en Umajalsu (una localidad en la parte alta del
distrito de Susapaya), se les rinde adoración con el consabido sacrificio de animales y quema a
modo de ofrenda, de plantas aromáticas y demás productos, que se juzgan son del agrado de las
deidades.
Los estanques de captación de aguas de riego junto a los canales, también forman parte
importante del culto al agua. Se les rinde adoración, en fechas específicas. En este caso, este
estanque del distrito de Susapaya es objeto de un ritual, luego de su limpieza anual a manos de
los comuneros, a fin de que su capacidad de almacenaje se optimice, una vez libre de los
depósitos sedimentarios acarreados por las aguas de riego a lo largo del año. La ceremonia tiene
como fin agradecer su servicio y granjearse su favor para el año venidero.
Municipalidad de Susapaya Municipalidad de Susapaya
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Carlos Mostacero Carlos Mostacero
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3b HISTORIA DE LA IGLESIA EN CANDARAVE Y TARATA
La Iglesia católica tuvo desde el inicio de la conquista, gran importancia en la historia del Perú.
Ello no podía ser distinto en la región conformada por Candarave y Tarata, pues en ella se
construyeron numerosas iglesias y capillas que son hoy, símbolo de la honda y antigua fe
católica de su pueblo.
Junto a la conquista militar, la Corona hispana buscaba una conquista espiritual de los
indígenas del Nuevo Mundo. Ello constituía una de sus prioridades, debido a que la
nacionalidad hispana se había forjado en la lucha centenaria contra el enemigo musulmán
sostenida por una profunda devoción cristiana. Esta mentalidad se hallaba hondamente
arraigada en España en la época de la conquista del Perú. El trascendental proceso de
conversión religiosa se llamó “Evangelización” y duró varias décadas, participando en él,
diversas órdenes religiosas afincadas en el Perú. Sin embargo, a fines del siglo XVI, los
religiosos hispanos se percataron que muchos indígenas aun permanecían fieles a sus antiguos
dioses, mientras que paralelamente aparentaban ser cristianos. Ello originó una nueva
campaña llamada: “Extirpación de Idolatrías”, pues para los hispanos, la religión andina era
una adoración de falsos ídolos. Esta campaña duró hasta bien avanzado el siglo XVII y se
destruyeron durante su proceso, todas las wak’as o santuarios religiosos indígenas que
pudieron hallarse; se quemaron a sus momias, pues eran objeto de devoción; se castigaron
severamente a los sacerdotes andinos con flagelación, corte de trenzas e incluso destierro a
Chile. Se impusieron severas sanciones a los indígenas que no se casasen y bautizasen a sus
hijos bajo el rito cristiano y se impuso una asistencia regular y estricta a misa. Tanto la
Estas prácticas se remontan a la época
del inicio de la agricultura,
aproximadamente 5,000 años atrás,
cuando se empezó a utilizar
infraestructura hidráulica de manera
masiva y permanente, tales como canales
y estanques, que se surtían de
manantiales, ríos y nevados.
Municipalidad de Susapaya
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Evangelización como la Lucha contra las Idolatrías afectaron profundamente las concepciones
religiosas de los indígenas y sus efectos permanentes constituyen parte importante de la
nacionalidad peruana moderna.
La temprana construcción de iglesias en la región, estuvo ligada estrechamente al
establecimiento de capillas en diversos puntos de la comarca adyacente, funcionando las
primeras como centros y las segundas como anexos dentro de la administración religiosa de la
doctrina o parroquia a la que representaban. Se escogían lugares centrales de fácil acceso y
numerosa población, para establecer en ellos a las iglesias, dado lo agreste y aislado de
nuestra geografía.
Todo pueblo indígena debía contar obligatoriamente con una iglesia y en los poblados
mayores, con un cura. Las iglesias eran usadas también como sitio de enterramiento. En
efecto, los nobles indígenas se enterraban generalmente cerca o bajo el altar y aquellos que no
lo eran, se enterraban frente a la puerta principal de la iglesia. De esta manera aseguraban
(según las creencias de la época), una nueva vida en el más allá, debido a su devoción cristiana.
Los nobles indígenas figuraron generalmente entre los primeros conversos a la fe, debido a la
necesidad de asegurar su preeminencia jerárquica frente al dominio hispano. Su devoción
personal los llevó a ornamentar con imágenes e implementos las iglesias de sus pueblos.
Para la región de Candarave y Tarata, existen numerosos datos recogidos por importantes
investigadores respecto de la importancia de la Iglesia, los que pasamos a reseñar brevemente.
El historiador Paucar (basándose en Cuneo), manifiesta que Carlos V, rey de España y
Emperador de Alemania, promulgó una Real Cédula en la ciudad de Madrid, el 11 de febrero
de 1553, pasando mediante ella, el curato de Tarata y Putina, a formar parte del Obispado de
la Plata, también llamado Chukisaka (en la actual Bolivia). El 8 de marzo de 1614, el virrey del
Perú, don Juan Mendoza y Luna, marqués de Montesclaros, en atención a las nuevas
disposiciones del Papa y del rey de España, ordena una nueva división eclesiástica,
conformando 4 obispados: Cusco, Trujillo, Wamanga y Arequipa (1). Al obispado de Arequipa,
se integraron 7 corregimientos, entre ellos, el de san Marcos de Arica. El Corregimiento de
Arica, comprendía 8 curatos; uno de ellos era precisamente, el curato de Tarata y Putina (2),
que iba desde el actual distrito de Tarata al distrito de Chukatamani (en la provincia de Tarata).
El curato de Ilabaya y Locumba (al cual pertenecía la actual provincia de Candarave), era otro
de estos 8 curatos pertenecientes al Corregimiento de Arica (3).
La Diócesis de Tacna y Moquegua se creó el 18 de diciembre de 1944. Siendo nombrado su
primer Obispo, don Carlos Arce Masías, el 27 de junio de 1945. El templo de san Benedicto
Abad, patrono de la ciudad de Tarata y donde se le venera, empezó a construirse a partir del
año 1611. Fue inaugurado oficialmente el 3 de enero de 1741.
Como lo manifiesta Paucar, Candarave pertenecía en 1533, al curato o doctrina de Ilabaya, que
a su vez pertenecía al Obispado del Cusco. En 1591, al pueblo de san Pedro de Ilabaya, se le
denomina formalmente “cabeza de la Doctrina de los Apóstoles de Ilabaya”. En 1613, este
curato o doctrina pasa a formar parte del Obispado de Arequipa. El pueblo de Candarave
pertenecería a la Doctrina de Ilabaya, hasta 1776, año en que se constituyó como Parroquia
(4). Es importante precisar como lo hace el historiador, que los Curatos, serían conocidos
44
también posteriormente, con el nombre de Doctrinas o Parroquias. Este último término ha
llegado hasta nuestros días y nos es familiar.
……………………………………………………………………………………………………..
Paucar (1, 2, 3, 4)
3c IGLESIAS Y CAPILLAS EN TARATA
Los 3 santos más importantes de la devoción popular en la comarca de Tarata, eran adorados
en tres de sus más importantes pueblos. Sus fiestas constituyen aun hoy, parte importante del
actual culto católico. San Bartolomé era adorado en Chajpaya, santo Domingo en Tikako y san
Benito en Tarata. Existe una importante leyenda al respecto (recogida por profesores de la
zona en los 70’s), que une la devoción a estos 3 santos en un solo relato, adjudicando su origen
a la zona del altiplano y es la siguiente:
Leyenda de los 3 santos hermanos
“San Bartolo, santo Domingo y san Benedicto eran hermanos que venían de Puno,
huyendo de unos asaltantes. Para defenderse traían consigo un cuchillo e iban
acompañados de un perro. Al llegar a Sitajara, san Bartolo se quedó con el cuchillo en el
lugar denominado “Chaspaya”; sus hermanos continuaron el viaje, llegando a
Paramarka, donde se quedó santo Domingo, acompañándose del perrito y de animales
feroces para su defensa. San Benedicto siguió camino a Tarata.
Los pobladores de Paramarka al enterarse, lo bajaron a Tikako y construyeron una
iglesia en el centro del lugar. Veneraron su imagen allí, pero esta regresó al lugar donde
apareció. Lo volvieron a bajar nuevamente a Tikako, porque le manifestó a un poblador
que no le gustaría vivir en el centro de la población. Entonces se le construyó su iglesia al
norte del pueblo de Tikako”.
San Bartolomé y el pueblo de Chajpaya
Chajpaya desgraciadamente, perdió su importancia y quedó despoblado; sin embargo, su
antigua iglesia aun se yergue en el lugar, aunque muy deteriorada por el paso del tiempo. A su
costado se ha construido una nueva para continuar con la devoción al santo patrono.
El pueblo de Chajpaya estuvo ubicado en un cruce muy importante de caminos que
comunicaban Tikako y Challawaya con Candarave, y las alturas de Susapaya con la quebrada
del río Sama. Este último camino era utilizado para ir a la costa desde el altiplano. En este
pueblo habitó un importante ayllu denominado arajsaya, hasta principios del siglo XIX.
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Vista del antiguo emplazamiento de Chajpaya. Vista de la iglesia de san Bartolomé de Chajpaya.
Santo Domingo y el pueblo de Tikako
El pueblo de Tikako se halla ubicado en el valle, frente a la ciudad de Tarata, de la que se halla
separado por el cauce de los ríos Tikalako y Chakawira, que se unen para formar el conocido
río Sama. Tikako es una probable reducción hispana de la época del virrey Toledo (1570), que
tiene su origen histórico en el cercano cerro llamado Paramarka, donde se encuentra el sitio
arqueológico del mismo nombre, en el cual estuvieron asentados los ayllus de Tikako hasta el
inicio de la Colonia, cuando se les conminó a reasentarse en el valle, en un sitio más accesible a
las funcionarios españoles. La iglesia de Santo Domingo aun se alza en su lugar original pero ha
sido reconstruida en los últimos años.
Iglesia de santo Domingo de Tikako. Patrón santo Domingo
San Benito y el pueblo de Tarata: La iglesia de San Benito santo patrón de Tarata, ha sido
adecuadamente restaurada en los últimos años. Es tradición que en la época colonial, la iglesia
y el pueblo fueron trasladados a su actual emplazamiento desde Taratapampa, sobre la
margen izquierda del río Chakawira, luego que un violento terremoto los destruyese.
Municipalidad de Susapaya Municipalidad de Susapaya
OGD TUR TACNA
Edgar Ayala
46
Interiores y exteriores de la Iglesia
de San Benito, en Tarata.
47
3e La fiesta de las Cruces
Una importante celebración religiosa en las provincias de Tarata y Candarave se refiere a la
fiesta de las Cruces. A cargo de la fiesta se halla un ciudadano designado durante la anterior
fiesta anual, al que se le denomina el “alferado” (voz que proviene del castellano: “alférez”),
quien a lo largo del año, consagra su tiempo y dinero a la preparación de la fiesta a él
encomendada. Para ello busca la ayuda de parientes y amigos cercanos quienes colaboran con
él para la realización de una fiesta exitosa que agrade al pueblo. Ello traerá prestigio al
alferado y sus allegados.
Parte importante de esta celebración es la bajada de las Cruces de sus pedestales, ubicadas
generalmente en la cumbre de altos cerros, así como su traslado de regreso a dichos lugares.
Esto tiene su origen, en los primeros tiempos de la Colonia, cuando los sacerdotes hispanos se
percataron que los indígenas adoraban muchas veces a deidades que creían, habitaban en los
cerros, en los que se hallaban sus wak’as o santuarios. Los sacerdotes ante esta práctica
generalizada en el mundo andino, optaron por una política de combate frontal a estas
creencias, que ellos juzgaron idolátricas. Empezaron a subir a estos santuarios en los cerros
con la finalidad de destruirlos, plantando en su lugar una Cruz, como señal de la victoria del
cristianismo. Los indígenas muchas veces adoraron estas cruces para simular ser cristianos,
pero lo que en realidad adoraban, era la antigua wak’a destruida. Sin embargo, el paso del
tiempo y el suceder de nuevas generaciones, causó que el antiguo culto a estas deidades
quedase completamente olvidado y se perennice únicamente, el respeto por las cruces como
símbolo del cristianismo.
Con una semana de anticipación se prepara la chicha de maíz y los alimentos, que en grandes
cantidades se invitarán durante los días de fiesta.
Especialmente apoteósico es el inicio de la fiesta, con el ingreso de jinetes a la plaza y su paseo
triunfal alrededor de ella, seguidos de mulos cargados de leña para la fiesta. Al día siguiente,
luego de una misa, las cruces saldrán en procesión por la plaza, se nombrará al nuevo alferado
para el próximo año y la fiesta continuará en la casa del alferado.
3f Creencias y Leyendas de la provincia de Tarata
A continuación presentamos un extracto de las leyendas y creencias de diversos pueblos de la
provincia de Tarata, tomados de la Tesis “El folklore del departamento de Tacna”,
las mismas que eran conocidos en más de un lugar o en la totalidad de la provincia. Muchas de
ellas aun lo son hoy en día.
3f 1 Creencias.-
Agricultura
Se entierran huesos junto a las aguas que bajan del cerro Komayli (distrito de Tikako), en la
creencia que ello aumentará el caudal de aguas que riegan las chacras.
Se acostumbra enterrar una llama o allpaqa en las faldas del cerro Komayli , agradeciéndole
por las aguas que emergen de él y riegan las chacras de Tikako.
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En Chukatamani, el Juez de Aguas realiza una “ch’alla” o sacrificio ritual en la acequia. Para ello
usa vino y picante, con la finalidad que no haya escasez de agua durante el año.
Animales silvestres
El aullido de los perros indica que alguien va a morir y si un perro abre un hoyo en una casa,
ello significará que una persona de la familia perderá la vida.
El “juku” o búho, al cantar en la parte más alta de una casa, anuncia la muerte de uno de los
parientes de las personas que habitan dicha casa.
El consumo de carne de culebra evita el envejecimiento prematuro.
Si un “añas” o zorrino orina cerca de una casa, ello será presagio de la muerte de una persona.
Cual el olor de su orín es muy fuerte, la víctima será una abuela, si no lo es, la víctima será un
abuelo. Se cree que el espíritu de la persona se está despidiendo de esta manera, de las
personas del lugar. A la semana de los hechos, indefectiblemente muere alguien.
El “ronco” es un ave de mal agüero y apariencia disforme, que anuncia la muerte de una
persona rondando la casa donde ella habita.
En Tarukachi se cree también, que si un gato rasca el sombrero se recibirá dinero y que si un
Kututu (cuy macho y padrillo) llora parado en sus patitas traseras, alguien enfermará en la
casa.
En Tarukachi se cree, que al ir a la chacra de noche y encontrar un zorro cruzando el camino de
arriba para abajo, le sucederá al transeúnte algo malo o éste no podrá conseguir lo que quiere.
Crianza de animales domésticos
Durante la noche de san Juan se queman grandes cantidades de orégano en la creencia que
ello ayudará a que abunde el ganado. Otras personas llevan a sus casas las brasas en la
creencia de que aumentará el número de sus corderos.
Existen cerros muy respetados, llamados en aymara: “achachilas”, que protegen al ganado y
procuran su aumento, si se les rinde el homenaje y sacrificios debidos, tal es el caso del nevado
P’isaqani, ubicado en las alturas de la provincia de Tarata, cerca al pueblo de Mamaraya.
Al terminar la fiesta conocida como “Jeqhata”, en la localidad de Mamaraya, durante la cual se
marca al ganado perforándole las orejas y atando en ellas hilos de colores, una persona que ha
dirigido el ritual da de comer azúcar a cada uno de los participantes con el fin de que las llamas
y allpaqas madres tengan bastante leche con que amamantar a sus crías. Esta fiesta se celebra
en la zona de puna de Tarata, donde la población se dedica exclusivamente a la crianza de
ganado. Se cree también, que a esta fiesta se debe acudir bien abrigado, en la creencia que de
esta manera las llamas y allpaqas maltonas (jóvenes) tendrán abundante lana.
49
Enfermedades
La tierra puede causar enfermedades en la persona, si esta la maldice o si llora en algún lugar,
a este fenómeno se le denomina “agarradura” y se cura solamente al ofrecer sacrificios a la
tierra para que de esta manera, esta “suelte” al enfermo y puede sanar.
Fenómenos atmosféricos
El señalar un arco iris con el dedo de la mano puede causar la putrefacción del mismo.
El ruido del rayo asusta a los duendes, los que buscan refugio en las Cruces, es por ello que las
Cruces suelen ser impactadas por este fenómeno. Se cree también que cae en los lugares
donde fueron enterrados fetos.
En el cerro Taralaka, ubicado en el distrito de Sitajara, suele presentarse una nube blanca que
causa la pérdida de la razón en las personas débiles.
En Estike Pampa, se colocan tres cruces pequeñas en el techo de las casas a fin de evitar la
caída del rayo en ellas.
Robo
Durante la Semana Santa se practica el “kespear”; es decir, el robo durante la noche de tres
choclos, tres habas y tres papas. No debe robarse más pues de otro modo, Dios castigará la
falta y el infractor será encerrado en el calabozo.
3f 2 Leyendas.-
Rayuni o la Piedra del Rayo
Es una inmensa peña ubicada en la margen izquierda del río Tikalako, se cuenta que allí residía
una serpiente que molestaba continuamente a los viajeros. Más en una ocasión, en tiempo de
lluvia, impactó un rayo rajándola en dos pedazos grandes. Algunos creen ver hasta el día de
hoy grabada en su superficie, la figura de un cóndor formada con la sangre de la serpiente
muerta por el rayo. Se cree que este lugar está encantado, y que se les aparece a los hombres
que transitan de noche por el lugar, una mujer hermosa que los invita a pasar a su casa y las
mujeres que hacen lo propio, escuchan música hermosa de guitarras y mandolinas que las
atrae al lugar, convertido en una casa iluminada. Varios han enfermado gravemente producto
de la visión de esas imágenes, muriendo posteriormente.
El caballo blanco de Mullinqawa
El caballo blanco de Mullinqawa (“quebrada de los (árboles) Mullis” en idioma aymara),
ubicada entre la ciudad de Tarata y el pueblito de Pistala, aparece a las doce de la noche con
un jinete de poncho de wikuña y sombrero blanco en su grupa, a veces en Pistala, a veces en
las cercanías de Tarata. Al sonido de sus cascos acompaña el sonido de cadenas arrastradas,
por lo que se cree que ahí exista un “entierro” (pequeño tesoro) o mineral, pues a veces se
observa de noche en el lugar, el fulgor de la llamarada propia de dichos casos.
50
Los Gentiles
En varios cerros del distrito de Estike, existen huesos regados, de mayor tamaño que los de
una persona normal. Son los restos de los primeros pobladores de Estike, los que vivían en
casitas de piedra orientadas al Este, en dirección de la salida del Sol. Ellos trabajaban sólo de
noche y cuando tenían que transportar carga a Tarata o a algún lugar, se colocaban en fila y se
pasaban rápidamente los costales el uno al otro. Pero en una ocasión, los sorprendió la salida
del Sol, causándoles a todos inmediata muerte. Esta es una leyenda, que tiene su origen en un
mito pan-andino prehispánico peruano referido a una primera humanidad muerta calcinada
por los rayos del Sol y que explica de esta manera, la presencia de pequeñas chullpas y
osamentas por doquier en las serranías peruanas.
4. PAISAJE CULTURAL
La estudiosa Mechtild Rössler manifiesta, que la categoría “paisaje cultural” fue incorporada en
diciembre de 1992, por el Comité del Patrimonio Mundial a la Guía Operativa para la
Implementación de la Convención del Patrimonio Mundial; la cual había tenido lugar en 1972 y
que como lo señala Rössler, ya había proporcionado una definición del patrimonio innovadora
para proteger los paisajes. Merced a dicha decisión, la Convención, “se transformó en el primer
instrumento jurídico internacional para identificar, proteger, conservar y legar a las
generaciones futuras, los paisajes culturales de valor universal excepcional”. Las redes de
andenes de la región de Candarave y Tarata, corresponderían a la segunda categoría de paisajes
culturales definidos en la Guía Operativa, aquella referida a los “paisajes evolutivos u
orgánicamente desarrollados resultantes de condicionantes sociales, económicos,
administrativos y/o religiosos, que se han desarrollado conjuntamente y en respuesta a su
medio ambiente natural", ubicación que comparte con otros casos, como el cultivo en terrazas
de Filipinas. Teniendo esta categoría a su vez, dos sub-categorías, nuestro caso pertenecería a la
segunda sub-categoría: “la de un paisaje continuo en el tiempo, que sigue teniendo un papel
social activo en la sociedad contemporánea, conjuntamente con la forma tradicional de vida”.
Los paisajes culturales de la región conformada por Candarave y Tarata están definidos, por la
existencia de grandes redes de andenes agrícolas que abarcan miles de hectáreas. La mayor
parte de ellos, se hallan aun bajo cultivo, pero una buena proporción se halla actualmente fuera
de uso, debido a la baja poblacional indígena durante la Colonia y también, al cambio climático.
Estas andenerías milenarias son testimonios de la estrecha relación del hombre andino y la
agricultura. El Perú fue sede de una civilización, entre otras cosas, por la domesticación de más
de 40 plantas alimenticias. Dos de ellas, el maíz y la papa, fueron creados en el Perú y son
usadas a nivel mundial. El maíz peruano es mil años más antiguo que el maíz mejicano y la
papa es un tubérculo exclusivo del Perú, ellos conforman junto al arroz (domesticado en Asia) y
el trigo (domesticado en Irán), la base del sustento de la humanidad. El proceso de continuo
mejoramiento de las plantas domesticadas fue ejercitado en buena parte en andenes y terrazas
como las que podemos apreciar aquí.
El andén es conocido tanto en aymara como en qechuwa, con el nombre de: “pata”. En aymara
se le llama a la red de andenes: “pata pata” o también “patarana”. Los elementos constitutivos
del pata son, como se puede apreciar en el gráfico presentado por el ilustre arqueólogo peruano
don Federico Kauffmann Doig:
a) El muro de contención ligeramente inclinado hacia la parte interna para asegurar la
estabilidad de la estructura frente al peso del relleno.
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b) El relleno de tierra.
Mediante este mecanismo el hombre aymara y en general, el hombre andino peruano,
transformaron laderas abruptas y erosionables por el agua, inútiles para la agricultura, en
verdaderos jardines que cuelgan tachonando las faldas de los cerros, desde el mismo cauce del
río hasta sus faldas medias y muchas veces, hasta sus mismas cumbres.
OGD TUR TACNA OGD TUR TACNA
Federico Kauffmann
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PATAPATAS EN LA QUEBRADA
DEL RÍO CH’IKIJAWIRA DE
SUSAPAYA
Las patapatas son entonces, un
vínculo directo entre nuestro
país y su legado histórico más
grande: la domesticación de
plantas que hoy alimentan al
mundo y las organizaciones
sociales que fueron capaces de
domeñar a una naturaleza hostil
y ponerla al servicio del
hombre.
OGD Tur Tacna
OGD TUR TACNA
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5. SITIOS TURÍSTICOS DE TARATA
Los siguientes sitios de interés turístico se muestran en el orden que se aprecian al recorrer el
corredor Tarata - Candarave, el cual se inicia en la Apachita sobre el pueblo de Estike Pampa,
en el distrito del nombre.
OGD TUR TACNA
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Paisaje de la cordillera “El Barroso” Vista del valle de Tarata y del volcán Yukamani
La Apachita
Mirador natural ubicado en la parte alta de la entrada al valle de Tarata. Debe su nombre a
una antigua apachita de la época inka, en la que los caminantes ofrendaban a las deidades del
lugar algún objeto personal o en su defecto, una piedra en agradecimiento de haber coronado
la cumbre y tener a su alcance un nuevo panorama.
Tata Cura
Es una formación pétrea de figura caprichosa que semeja un sacerdote casando a una pareja
de novios. Su nombre es una mezcla de aymara y castellano; “Tata” significa padre en aymara
y “Cura” significa sacerdote en castellano. Una antigua leyenda explica que se trató de una
pareja, cuyos padres se oponían al enlace de ellos y que al casarse, quedaron petrificados en el
lugar junto al cura y a la iglesia. Se ubica en el distrito de Tarukachi, a pocos metros del límite
Oeste de este acogedor distrito con el de Estike Pampa y es fácilmente visible desde la
carretera. Se ubica en una curiosa formación geológica de lava solidificada en época pretérita.
OGD TUR TACNA
OGD TUR TACNA
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Formación pétrea de Tata Cura Sacerdote y los novios hincados
Templo de Tarukachi
Hermoso templo colonial de gran importancia
en la cristianización de los indígenas del lugar.
Interiormente contiene bellos diseños
realizados con tintes naturales a la usanza de
la Colonia. Declarado el año 2008, como
Patrimonio Cultural de la Nación.
Magnífico altar de la iglesia Pila bautismal original
OGD TUR TACNA
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OGD TUR TACNA
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Templo de Tarata
Templo colonial de san Benito Abad, patrono de
Tarata. Empezado a construir en 1611, fue
inaugurado oficialmente el 3 de enero de 1741.
Está construido con piedra sillar denominada
“siqhe” en la comarca. Fue mudado a este lugar
desde Taratapampa, en la margen derecha del
río Chakawira, durante la época colonial.
C amino inka Tarata - Tikako
Esta sección del camino inka pertenece al tramo de camino inka
que unía la comarca de Tarata con la de Candarave. Parte de la
ciudad de Tarata (capital de la provincia del mismo nombre),
para llegar al pueblo de Tikako (capital del distrito del mismo
nombre). Cruza tres ríos; el Chakawira, el Tikalako y el Mucho y
dos quebradas; la de Chakawira y la de Tikalako.
Santa María
Sitio arqueológico en la margen derecha
superior del río Chakawira, cuyo origen
se remonta al Período Intermedio Tardío
(1100 - 1440 d.C.). Se halla en él fuerte
presencia inka y se ubica en un sitio
llamado Taratapampa, en el cual se
presume estuvo ubicado el antiguo
asiento de Tarata destruido en la época
colonial por un terremoto.
OGD TUR TACNA
OGD TUR TACNA
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Qala Qala
Qala Qala significa en idioma
aymara: “peñascal”. Se trata de
un afloramiento rocoso en
medio de una ladera de cerro
cubierta de andenería
prehispánica. Fungió de sitio de
enterramiento para los
pobladores de la comarca y con
toda seguridad para los de la
cercana santa María. Sus
oquedades fueron aparentes
para este propósito.
Retén de Tikalako
Santuario histórico ubicado
en la margen izquierda
superior del río Tikalako. En
él se pueden hallar pinturas
rupestres. Existe una cruz
cercana erigida en honor de
las víctimas peruanas de la
ocupación chilena, muchas
de las cuales fueron
asesinadas allí, en el retén
chileno que funcionaba en el lugar, justo al lado de la temporal frontera marcada por el río
Tikalako entre Perú (al Norte) y Chile (al Sur).
Piedra Rajada
También llamada Piedra del
Rayo o Rayuni, es una gran
peña ubicada en la margen
izquierda del río Tikalako. Es
sabido que antiguamente, le
cayó un rayo y la partió. Es
importante dentro del
folklore local, se cree que allí
habitó una serpiente
gigantesca y que de noche,
parecen sirenas que encantan
a los caminantes.
OGD TUR TACNA
Maritza Ccariapaza
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Mirador de Korojollo
Korojollo es un lindo mirador
natural, a corta distancia al
Suroeste del pueblo de Tikako.
Desde él se divisa tanto la ciudad de
Tarata, como la mayor parte de las
quebradas Tikalako y Pilawira, así
como las zonas de Sijata y
Mulliwaya. También se aprecia
desde él, al cerro Paramarka,
asiento del poblado prehispánico
del mismo nombre que dio origen
al actual pueblo.
Baños de Putina
Phutina significa en idioma aymara:
“aguas termales”. Estos baños
surtidos de abundante agua caliente,
esperan al turista apenas a 15
minutos a pie al noreste del pueblo
de Tikako. Ubicados en una pequeña
y encantadora quebrada que va a
dar a la quebrada del río Mucho, que
corre al sureste del pueblo.
Paramarka
Se llama así, a las ruinas del pueblo
prehispánico que albergó a la población
original de Tikako. Se halla a corta
distancia al Oeste del actual pueblo. Esta
población fue reubicada en el período
colonial inicial, durante el proceso
denominado de “Reducciones”, iniciado
por el virrey Toledo en 1570 y que tuvo
como objeto, reunir en un solo lugar
accesible, a la población indígena de las
diversas localidades andinas.
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Mulliwaya Takana
Sitio arqueológico ubicado al
Suroeste del pueblo de Tikako. Tiene
al parecer, dos fases de ocupación,
uno perteneciente al Período
Intermedio Tardío (1440 - 1530 d.C.)
y otro anterior, de época aun
indeterminada.
Caballos de Paso
En la ciudad de Tarata así como en el pueblo de
Tikako, existen asociaciones de criadores de
caballos de paso, que alquilan sus animales a los
visitantes y con los cuales se puede recorrer los
parajes alrededor de la ciudad y en dirección a las
aguas termales de Putina.
DISTRITOS DEL CORREDOR TARATA – CANDARAVE
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Chukatamani
Distrito creado el 30 de enero de 1953,
ubicado a 2,325 m.s.n.m., con una superficie
de 372.41 kilómetros cuadrados. Cuenta con
los siguientes anexos: alto Perú, Chipispaya,
Koropuru, Londanisa, Perú Antiguo, Pistala,
Putina y Tala. Situado en el piso de yunga
fluvial se caracteriza por su clima seco y
caluroso. Es conocida su producción de frutos
y son famosos sus deliciosos camarones.
Estike Pampa
Distrito creado el 12 de enero de 1956 y
ubicado a 2,850 m.s.n.m., con una superficie de
185.6 kilómetros cuadrados. Este pueblo data
de la época republicana y constituye un nuevo
asentamiento de los pobladores del distrito de
Estike. Al paso del tiempo adquirió identidad
propia y se convirtió en distrito autónomo.
Geográficamente es el primer poblado del valle
de Tarata.
Estike
Distrito creado el 11 de noviembre de 1874,
ubicado a 3,148 m.s.n.m., con una superficie
de 312.9 kilómetros cuadrados. Este distrito
cuenta con el anexo de Talabaya y recuperó
recientemente su antiguo nombre de Estike.
Fue a inicios de la Colonia un importante
pueblo que contó con numerosa población.
El primer documento sobre Tarata, se refiere
a una compra comunal de tierras de sus
indígenas a la Corona de España.
Sitajara
Distrito creado el 7 de noviembre de 1955,
ubicado a 3,150 m.s.n.m., con una superficie
de 251.24 kilómetros cuadrados. Sitajara es un
centro productor de tuna y orégano. Ubicado a
la vera del antiguo camino inka que se dirige
de Tarata a Candarave, posee hermosas
pinturas rupestres y sitios arqueológicos del
período inka. En este distrito se hallan las
célebres chullpas de Kili.
Municipalidad de Susapaya
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Susapaya:
Hermoso distrito, ubicado en el extremo
norte de la provincia de Tarata, en la
frontera con la cercana provincia de
Candarave. El distrito cuenta con el anexo
de Yabroko. Susapaya se ubica en un cruce
caminos de los períodos inka y colonial.
Este distrito cuenta con la hermosa laguna
de Wilaqota, ubicada en la parte alta, lugar
donde habitan miles de hermosas
pariwanas cuya observación representa un
espectáculo.
Tarata:
Ciudad capital de la provincia y el distrito del
mismo nombre. Se halla ubicada en la
margen izquierda del río Chakawira. Lugar
de encuentro de varios caminos
prehispánicos intensamente usados en el
período colonial. Situada a poco más de una
hora de Tacna, Tarata se ha convertido en un
destino turístico y es la puerta de acceso a los
diversos distritos de la provincia que integran
el corredor Tarata - Candarave.
Tikako:
El distrito cuenta con los anexos de
Challawaya, Chilikollpa y Mamaraya.
Tikako, ubicado en la margen derecha
del pequeño río Mucho, es un hermoso
pueblo ubicado en las faldas del nevado
Komayli, su cerro tutelar. Tikako posee
los conocidos y concurridos baños de
Putina y un moderno hotel con la
infraestructura necesaria para atender
cómodamente a sus visitantes.
OGD TUR TACNA
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Mientras que la provincia de Candarave cuenta con 6 distritos y son:
Kamilaka, creado el 18 agosto de 1988,
ubicado a 3400 m.s.n.m., con una
superficie de 238 kilómetros cuadrados.
El distrito cuenta con los siguientes
anexos: Cerro Pelado, Korawaya,
Mirabaya, santa Cruz, Takalaya y
Wilalaka.
Kandarave, creado el 25 de junio de 1857,
ubicado a 3415 m.s.n.m., con una
superficie de 578 kilómetros cuadrados. El
distrito cuenta con los siguientes anexos:
Calientes, Japupunku, Jirata, Kallerako,
Mullini, Patapatani, san Lorenzo, san
Pedro, santa Cruz, Talaka, Tutura,
Yukamani y Waytiri.
Kilawani, creado el 15 de febrero de 1955,
ubicado a 3176 m.s.n.m., con una
superficie de 37 kilómetros cuadrados.
Municipalidad de Candarave
Municipalidad de Candarave
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Municipalidad de Candarave
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Kayrani, creado el 4 de diciembre de
1952, ubicado a 3400 m.s.n.m., con
una superficie de 356 kilómetros
cuadrados. El distrito cuenta con los
siguientes anexos: Hanq’o Qala y
Qala Qala.
Kuribaya, creado el 5 de febrero de
1875, ubicado a 2400 m.s.n.m., con
una superficie de 126 kilómetros
cuadrados. El distrito cuenta con los
siguientes anexos: Kuribaya Pampa y
Totorales.
Wanuara, creado el 5 de enero de 1945,
ubicado a 3222 m.s.n.m., con una
superficie de 99 kilómetros cuadrados.
Municipalidad de Candarave
Municipalidad de Candarave
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Susapaya, distrito enclavado en el
extremo norte de la provincia de Tarata;
es sin duda, el gran destino turístico de
dicha provincia. Estrechamente asociada a
la cercana Sitajara, Susapaya cuenta con
grandes atractivos que le permiten tener
una oferta turística propia al interior de su
provincia. Sus hermosos caminos
prehispánicos, que la unen tanto con
Sitajara, como con la cercana provincia de
Candarave. Su hermosa laguna de
Wilaqota, hogar de centenares de
pariwanas; el hermoso paisaje circundante
que conforma también, un paisaje cultural
digno de la mejor tradición andina y la
cordialidad de sus gentes, permiten al
turista una agradable estancia en una
localidad que además cuenta, con una
campiña ubicada en una llanura que se
puede visitar cómodamente. Susapaya
está estratégicamente ubicada en un cruce
de caminos muy antiguos; recorrerlos permite un estrecho contacto con la naturaleza, la
historia y las costumbres del poblador andino tacneño. En efecto, la presencia de viejas
apachitas y t’ampus coloniales que probablemente remonten su origen al período inka,
brindan la posibilidad incomparable de un encuentro cercano con nuestro afamado
pasado histórico. Así mismo, podremos observar a los hombres y mujeres de la
localidad en sus diarias faenas, tal y como lo vienen haciendo desde la época
prehispánica. El cultivo de las chacras y el pastoreo de rebaños de ovejas nos permiten
una experiencia vivencial inolvidable. Paralelo a ello, Susapaya se prepara para
integrarse al turismo tacneño del más alto nivel, mediante la construcción de un
moderno hotel junto a sus conocidos baños termales de Yabroko, lo que hará de una
visita a Susapaya un viaje entretenido, placentero y cómodo.
Municipalidad de Susapaya
Municipalidad de Susapaya Municipalidad de Susapaya OGD TUR TACNA
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Chivatuni: Es una hermosa pintura
rupestre ubicada en un alero de roca en la
subida de Yabroko a Susapaya. Recibió su
nombre que en aymara significa: “lugar del
chivo”, por la asociación moderna de esa
figura con la de un chivo; sin embargo, se
trataría más bien de un cérvido y la curiosa
característica de ostentar una cruz sobre su
lomo. Ello sería una reminiscencia del
proceso religioso de cristianización de los
indígenas durante el período colonial.
Kileqollo: Es un asentamiento del
Período Intermedio Tardío. Su ubicación
estratégica permite un único acceso desde
la parte norte, pues se halla enclavado en
la cima de un espolón montañoso, en la
confluencia de los ríos Ch’ikijawira y
Kenasani. Curiosamente tiene dos
prominencias que destacan nítidamente en
el paisaje. Su gran tamaño sobrepasa al de
otros asentamientos de la comarca y
permite inferir su importancia durante su
apogeo.
Kawranparki: Su nombre significa en
aymara: “ladera de las llamas”. Esta
pintura rupestre ubicada en la ladera
Pajrilaka, debe su nombre a sus hermosos
motivos que representan una cacería de
camélidos. El diseño naturalista de los
animales hacen de Kawranparki un sitio de
visita obligada, que se realiza siguiendo el
camino inka que se dirige de Susapaya
hacia la costa. Desde ella se tiene una
buena vista de Kileqollo y del distrito de
Sitajara.
Apachita Pajrilaka: Esta apachita se
ubica a poca distancia de Kawranparki.
Tradicionalmente se ofrendaba aquí una
piedra a las deidades para agradecer el
buen suceso de la jornada. Se halla en el
sitio desde donde se divisan dos
panoramas distintos. Hacia el Oeste, un
territorio de áridas colinas pequeñas y
hacia el Este, las verdes quebradas desde
las cuales se asciende hacia la cordillera.
OGD TUR TACNA
OGD TUR TACNA
OGD TUR TACNA
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Yabroko: Este tradicional poblado se
ubica apenas a media hora a pie del pueblo
de Susapaya, en la margen izquierda del río
Ch’ikijawira (“río salado” en idioma
aymara). Rodeado de andenes, Yabroko
cuenta con reconocidas aguas termales y
una hermosa y venerable iglesia
republicana. La construcción de un
moderno hotel para turistas se ha iniciado y
se espera contar con sus servicios este año.
La Cruz de Moki, es un calvario venerado
por la población de Yabroko. Su estratégica
ubicación permite una excelente vista de la
quebrada del río Ch’ikijawira con su
increíble sistema de andenerías que
conforman un hermoso paisaje cultural.
Vianney Chambilla OGD TUR TACNA
OGD TUR TACNA OGD TUR TACNA
OGD TUR TACNA
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Trajes típicos de Susapaya y sus anexos:
Si bien actualmente priman en Susapaya, el uso de la pollera, de la blusa y el sombrero,
aun existe el recuerdo del tradicional traje llamado “anaku” o “urku”, que existiese aun,
hasta principios del siglo XX. A la izquierda apreciamos una pobladora usando el traje
actual a la par que hila. A la derecha, la joven beldad porta un antiguo tocado femenino
hoy en vías de desaparición junto al tradicional “awayo” o manta femenina
Provocativas vistas de la gastronomía local:
La comida local, al igual que la comida
regional, se caracteriza por sus
apetitosos platillos, en bases a carne
de cerdo, ovino, vacuno y camélido.
Acompañados por papa o su variante:
el chuño y el maíz, sea cocido o en su
clásica forma: el tostado, conocido en
el resto del Perú como “kancha”. Todo
ello acompañado por supuesto del
“wayka” o ají. Vianney Chambilla
Vianney Chambilla Vianney Chambilla
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Tradición milenaria en uso:
Zona alto-andina de Susapaya:
El distrito de Susapaya cuenta con una vasta zona alto-andina en la que se halla el
conocido piso ecológico llamado Puna, con sus grandes planicies y vegetación de
pastizales, en los que se congregan la totalidad de sus rebaños de camélidos, los mismos
que forman parte importante de la economía del distrito.
Crianza de allpaqas Formación de yaretales
En un pasaje del pueblo, se puede
apreciar aun, una extraordinaria
manifestación etnográfica de la cultura
andina, el uso comunitario de un
tremendo batán empotrado en el suelo,
cuyo uso diario es alternado por
diferentes señoras de la localidad para la
molienda de granos que serán usados
tanto en el consumo diario como en las
grandes festividades.
Vianney Chambilla Vianney Chambilla
Vianney Chambilla
Vianney Chambilla Vianney Chambilla
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Vistas del pueblo y alrededores:
Susapaya como pueblo, tiene muchas de las características de los pueblos de la región.
Entre ellas resalta la presencia de los clásicos colores blanco y rojo en sus
construcciones. La bella campiña aledaña invita a un entretenido paseo por alguno de
sus varios caminos.
Típica calle del poblado Camino de la campiña al amanecer
Creencia local:
Al águila, conocida como “kolipaka”, se
le guarda especial simpatía y se cree que
dos águilas juntas son señal de
matrimonio próximo.
Cuando un águila blanca cruza el camino
de sur a norte es señal de buena suerte,
se quitan el sombrero y dicen “suerte,
suerte” en silencio.
OGD TUR TACNA
OGD TUR TACNA OGD TUR TACNA
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Wilaqota significa: “laguna roja” en aymara. Puede que deba su nombre al color rojizo
de las grandes bandadas de pariwanas que abundan en sus orillas. La pariwana es un ave
famosa en el Perú, pues se dice que el libertador don José de san Martín se inspiró en el
color de su plumaje blanqui-rojo para crear la bandera nacional. A esta ave zancuda se
la puede hallar en determinados puntos de la costa central y sur, a donde llega desde los
lagos y lagunas altiplánicos donde habita regularmente y donde se reproduce. Wilaqota
es conocida por haber sido la fuente de donde se trasvasó agua hacia la laguna de
Ariqota, no obstante su espejo de agua es aun importante. Esta laguna se halla ubicada a
4,390 m.s.n.m. en pleno territorio altiplánico y recibe las aguas del pequeño río
Qewlliri, que desemboca en ella. En el pasado, su amplitud fue mayor, cubriendo toda la
actual pampa conocida como “Wilaqotapampa”, llegando hasta Chinkana. Esta laguna y
su circunscripción fue el límite oriental de la parroquia de Candarave.
Municipalidad de Susapaya
Municipalidad de Susapaya Vianney Chambilla
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Crianza de llamas en Qewlliri Casa tradicional con techo de paja
Wilaqota es junto a la laguna de Suchis, la estrella del corredor turístico andino Tarata -
Candarave. Se halla ubicada en el distrito de Susapaya perteneciente a la provincia de
Tarata. Se accede a ella fácilmente tanto desde el pueblo de Susapaya, como desde la
ciudad de Candarave, pues se halla a pocos kilómetros de la frontera de la provincia del
mismo nombre y sus intensos nexos con ella, son como se ha explicado : históricos,
culturales y económicos. En las cercanías de sus orillas existen dos villas : Wilaqota y
Qewlliri, cercanas una a otra. La actividad fundamental de su población está ligada a la
crianza de ganado camélido y en menor medida a la de ganado ovino. Ellos guardan
aun, antiguas tradiciones andinas en cuanto a sus fiestas, la construcción de sus
viviendas y sus técnicas de crianza de ganado. Hoy esta bella laguna es redescubierta
para el turismo de Tacna, por su gran belleza paisajística y su abundancia de aves.
Paralelamente, el contacto con sus amables pobladores permite una experiencia única en
un medio totalmente distinto al que el visitante turista está acostumbrado. Un encuentro
directo con el altiplano y los remanentes de la antigua y vital cultura aymara.
Hato de allpaqas en Wilaqota Capilla indígena de Kano
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Sitajara, hermoso distrito del norte de la provincia de Tarata, se halla estrechamente
vinculado al cercano Susapaya, al cual está unido por un camino del período
prehispánico. Sitajara es conocida por ser un centro productor de deliciosas tunas, que
abastecen al mercado de
Tacna, amén de otros
productos agrícolas. En el
ámbito cultural es sede de la
importante “cultura Sitajara”,
definida por el arqueólogo
Jesús Gordillo a fines de los
80’s. Cultura local, que
representa el desarrollo cultural
de la época tardía, desde
Moquegua hasta el norte de
Chile. Precisamente es en este
ámbito, en donde Sitajara
cuenta con varios atractivos.
Junto al camino, tenemos lo
que muy posiblemente es un t’ampu inka muy bien conservado y ubicado en Chajlaka,
a la vera del antiguo camino que unía Sitajara con Challawaya, a las afueras del pueblo.
En las inmediaciones se halla también el calvario de Chajlaka con las cruces que se
honran en dicho lugar. También, resulta indispensable visitar las famosas chullpas de
Kili, hermosas construcciones funerarias típicas de la cultura altiplánica aymara. Sus
hermosos colores blanco y rojo son un legado directo del pueblo Lupaqa y constituyen
los mejores ejemplos en el departamento de Tacna, de esta importante arquitectura
funeraria prehispánica.
Cruz de Chajlaka Camino inka Pobladora de Sitajara
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Killkata:
Sus pinturas rupestres hablan a las claras
de una muy antigua ocupación humana en
esta soleada comarca. Sus hermosos
diseños representan la macro-fauna de la
época y están representados mayormente
por camélidos finamente trabajados y en
actitud de movimiento, también son
frecuentes las representaciones humanas
pintadas con ocre rojo.
Kili:
Kili es un cementerio del Período
Intermedio Tardío. Sus hermosas chullpas
construidas con tierras de color rojo y
blanco. Estos recintos funerarios desti-
nados a la élite aymara Lupaqa están
orientados al Este, en dirección a la salida
del Sol. Se caracterizan por tener un sobre-
cimiento de color rojo, costumbre que
perdura en ciertas construcciones de la
región hasta nuestros días.
Jinchupalla:
Son trojes destinados a la conservación de
los alimentos. Al parecer, de manera
específica, al maíz. Se hallan en la quebrada
del mismo nombre, no muy lejos del pueblo
de Sitajara. Se hallan protegidas por una
cornisa, en la parte alta de la quebrada, en
una ubicación privilegiada para la
conservación adecuada de los productos que
albergaron.
T’ampu de Chajlaka:
Muy posiblemente se trata de un t’ampu inka. Se
halla ubicado a la vera del camino que conectaba
las localidades de Sitajara y Challawaya al pie del
sitio arqueológico Kapanita en las afueras del
pueblo de Sitajara. Su estado de conservación es
muy bueno y se caracteriza además de su forma,
por su coloración rojiza. Municipalidad de Susapaya
Javier Cárdenas
Javier Cárdenas
Javier Cárdenas
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Mirador de la ciudad y su representación del tradicional Kunturi, simbólica ave andina peruana, de gran
trascendencia en la cultura de los pueblos aymaras y qechuwas.
Plaza de Armas
La hermosa plaza de armas de
la ciudad de Candarave es el
punto de encuentro de la
población y de los amigos
turistas. Desde ella se aprecian
las faldas de los cerros
transformados mediante redes
de andenes en ubérrimos
campos de cultivo y una
espectacular vista del paisaje
circundante.
El volcán Yukamani
El volcán Yukamani es, desde
hace milenios, la montaña
tutelar de la población de
Candarave. Su imponente y
hermosa figura, con un cono
casi perfecto, domina el
paisaje de la pampa
candaraveña y es posible
observarlo desde la mayor
parte de la provincia.
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La iglesia de Candarave
La primera noticia de una iglesia en lo que hoy es Candarave, la dan los historiadores Benito y
Cusicanqui, cuando mencionan que el 6 de Junio de 1655, Andrés Magán y Cabrera, párroco
interino de Ilabaya (parroquia a la que por entonces pertenecía Candarave), dio cuenta de la
existencia en Candarave de “una Iglesia nueva con sus puertas, sacristía, baptisterio y
cementerio, todo ello nuevo”. Mencionan además, que en 1789, el Obispo de Arequipa fijó los
límites del nuevo curato de Candarave, estableciéndolos al Oeste, en el chorro de Lojena (en la
quebrada de Ilabaya) y por el Este, ya en el altiplano, en la laguna de Wilaqota. El 13 de agosto
de 1868 el templo quedó destruido como consecuencia de un terrible terremoto que destruyó
el pueblo entero y los demás pueblos de la comarca. Finalmente informan que, este templo
fue convertido en santuario mariano diocesano en 1993, por el Obispo de la Diócesis,
Monseñor Hugo Garaycoa.
Iglesia de Candarave Virgen de las Mercedes
Interior de la Iglesia Interior de la Iglesia
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Fiesta de la Virgen de las Mercedes
La patrona de Candarave es la Virgen de las Mercedes, su fiesta se celebra el 24 de setiembre.
Como lo manifiestan Benito y Cusicanqui, su bellísima imagen fue tallada en la ciudad del
Cusco a pedido de su párroco, don Pedro de Usátegui a principios del siglo XIX, realizándose su
fiesta por primera vez, en el año de 1820. Don Arturo Cusicanqui menciona, que la fiesta anual
de la Virgen, se halla a cargo de un responsable llamado “Alférez”, quien recibe dicho encargo
durante la anterior celebración y que tiene la obligación de preparar la siguiente fiesta con un
año de anticipación. Durante el mismo mes de setiembre, los preparativos alcanzan su mayor
intensidad, recibiendo el apoyo de familiares y amigos. Al amanecer del día de la fiesta,
se disparan camaretazos, mientras que los jinetes denominados “entraderos”, traen a lomo de
bestia leña que depositan en el atrio de la iglesia, la que arderá durante la noche, luego de los
oficios religiosos, en medio del alborozo de los participantes y del estruendo de las bandas de
música. Al día siguiente, el 25, se realiza la misa y procesión de la Virgen en andas, cuyo paso
es precedido por los alferados (encargados de la realización de la fiesta) y de mujeres que
derraman respetuosamente pétalos a su paso, para retornar luego a la iglesia, en cuyo atrio el
párroco bendice solemnemente a los presentes. Luego de la comida viene el baile
acompañado de abundante bebida, la fiesta se prolonga de esta manera por dos o tres días,
animada por bandas de música y danzantes locales. El día 26, se realiza la “Kacharpaya” o
despedida a cargo del alferado, quien reparte alimentos y bebidas a quienes le ayudaron con
los preparativos y ejecución de la fiesta, bailando todos ellos con estos materiales como fin de
fiesta.
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La procesión de la Virgen patrona de
Candarave es probablemente uno de los
acontecimientos más importantes de la
vida cultural de la provincia. En medio
de un profundo fervor, los ciudadanos se
turnan para tener el honor de llevar en
hombros, las andas de nuestra sagrada
imagen. Hoy acompañan también a la
Virgen danzantes ataviados a la usanza
puneña, hecho que no hace más que
volver a vincular a Candarave con sus
milenarias raíces altiplánicas. En el
ámbito musical cabe decir también, que
en general, la música candaraveña tiene
profunda influencia puneña. Se destacan
en ella, el uso de la Tarka, larga y
delgada, de melodiosa música, el bombo
y las zampoñas con 7 pares de cañas de
diferente porte. Tarka o Tarkada se
llama también, a un grupo de músicos
que tocan tarkas y zampoñas.
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Procesión de la Bandera.-
La procesión de la bandera nacional es una tradición netamente tacneña, que se inició en el
siglo XX durante la ocupación chilena como manifestación de respeto y lealtad a la patria
lejana. Una vez que la Tacna ocupada volvió al seno de la patria, la procesión de la bandera
continuó conmemorándose como homenaje al Perú y a todos aquellos que ofrendaron su vida
para que Tacna, Arica y Tarata permanecieran peruanas.
Con el tiempo, esta tradición de la ciudad de Tacna arraigó en el resto del departamento y de
esta manera llegó a Candarave, donde se la practica con gran alegría y patriotismo,
volcándose la población a las calles para participar de la ceremonia. No podía ser de otra
manera, pues Candarave fue capital de la provincia de “Tarata Libre” y tuvo una gran
responsabilidad durante varias décadas, al sostener la nacionalidad peruana del territorio
tacneño, en épocas especialmente difíciles en el campo diplomático.
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El Carnaval
El Carnaval sigue siendo una de las grandes fiestas tradicionales candaraveñas. La población
participa masivamente de estas alegres y coloridas celebraciones de una semana de duración
durante el mes de febrero. Las comparsas recorren incansables las calles contagiando su
alegría. Es tradicional la utilización de talco y serpentinas entre los participantes, así como el
consumo de bebidas y comidas propias de la región.
¡Ay carnavalito!
al fin has llegado
a dar un consuelo
a este pueblecito.
Bailemos, cantemos,
sobre esta granada,
hasta que reviente,
agua colorada.
Aunque nos critiquen
poco nos importa,
en los carnavales
todo se soporta.
El año pasado
muchacha soltera,
este año vidita
con tremenda alegría.
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Alrededores de la ciudad de Candarave
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Kunturi,
en el
mirador
santa
Bárbara
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Magnífico tramo de camino inka junto a la ciudad.
Mirador
Umalanti
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Vista de la ciudad de Candarave.
Paisaje cultural al Este de la ciudad
OGD TUR TACNA
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Hoy, como hace miles de años, el Andenería y paisaje del valle de Candarave
hombre trabaja su andén o pata
Entrada a la ciudad
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Paseo peatonal Wari
Caballos de Paso en Candarave:
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Los candaraveños, hombres de a caballo, sienten gran afición por estos nobles animales y le
dedican tiempo y trabajo. Crían ellos también, al célebre caballo de paso peruano el cual
habiendo arribado hace décadas a esta comarca y a Tacna toda, ha hecho de ella también su
hogar, habiéndose adaptado perfectamente no obstante ser su clima distinto al de su lar
original. Sus hermosos animales participan tradicionalmente en las fiestas más importantes.
Suele caracterizar a estos jinetes el poncho marrón típico de la comarca. Con diestra mano
guían fácilmente sus cabalgaduras tal y como los podemos apreciar en esta secuencia.
LEYENDAS Y CREENCIAS DE CANDARAVE
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Leyenda de la laguna de Ariqota: Su nombre significa en aymara : “laguna nueva” y tiene una
interesante leyenda recogida en los 70’s, por profesores de Candarave en una versión narrada
por don Eduardo Luque Castro, habitante de Kuribaya.
“Dicen que en la actual laguna de Ariqota había un pueblo de agricultores. Al paso del tiempo,
sus costumbres fueron degenerando y Dios decidió castigarlos. Un día, mientras se celebraba
un matrimonio se presentó un anciano mendigo pidiendo limosna, los presentes enfadados con
su presencia, lo desalojaron humillándolo. Sin embargo, al pasar por la cocina, la mujer que la
atendía se compadeció de él y lo hizo comer consolándolo. En agradecimiento, el anciano sacó
de sus bolsillos un pedazo de excremento animal y se lo regaló, diciendo : “mañana a primera
hora deberás abandonar el pueblo con tu familia, porque éste será víctima de un tremendo
castigo”. Al llegar a su casa, la noble mujer contó lo sucedido a su esposo y juntos decidieron
obedecer la advertencia del anciano, pues creían que este pobre anciano era en realidad Dios.
Se convencieron de ello, al percatarse que el pedazo de excremento se había convertido en un
trozo de oro. Al día siguiente los esposos partieron muy temprano, pero al coronar la cumbre,
cayó el sombrerito de la wawa que la mujer llevaba en brazos, al agacharse para recogerla,
ella alcanzó a observar que abajo en el valle, el pueblo había sido cubierto por las aguas
quedando inmediatamente petrificada. Su marido, que también alcanzaba la cumbre, volteó a
su vez para ver donde se hallaba su esposa con su hijo y quedó así mismo petrificado. Hoy en
día aun se puede apreciar a los esposos petrificados bajo la forma de cerros, como cuenta la
leyenda; a la mujer se le conoce como “warmiake” y al hombre como “chuwiraka”. Estos cerros
velan el comportamiento del pueblo de Kuribaya y son muy temidos.”
Esta leyenda, no es una versión andina de la huída de Lot de Sodoma, que aparece en la santa
Biblia. Se trata de la variante local, de un antiguo mito pan-andino peruano pre-hispánico que
se refiere al origen de ciertas lagunas, como resultado de la mala conducta de los moradores
de antiguos pueblos y con la posterior petrificación de sus supervivientes. La aparición de Dios
como el anciano, es parte del sincretismo religioso y fue añadida en sustitución de un antiguo
Dios andino.
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Leyenda de la lucha entre los volcanes Yukamani y Tutupaka
Don Teodosio Vega, narró a profesores de Candarave la siguiente leyenda por los años 70’s:
“Se cuenta que los hermanos Tutupaka y Yukamani, dos tremendos volcanes, tuvieron un
desencuentro por el derecho de criar a dos huérfanos. Al caldearse los ánimos, se retaron a
duelo, procurando la Pachamama o madre tierra para calmar los ánimos. Sin embargo, los
volcanes, lejos de calmarse, empezaron a luchar lanzándose rayos y grandes rocas con sus
qorawas (hondas), en medio del estruendo de los truenos y el destello de los relámpagos.
Yukamani trató de escudar a los pequeños con su cuerpo y con una tremenda erupción trató de
liquidar a sus oponente. Tutupaka esquivó el impacto y a su vez lanzó un hondazo poderoso
que impactó en la cabeza de Yukamani, la cual voló una gran distancia para ir a caer en la
costa, (en las cercanías de Ilo), donde permanece hasta hoy, con algunos árboles de qeñuwa en
su superficie. Entonces intervino Pachamama apagando al Yukamani y aplastando a
Tutupaka”.
Leyenda del ave Titiri:
“Antes en este pueblo existían aves que se convertían en personas. El ave Titiri por las noches
se convertía en un apuesto joven asistiendo a las fiestas con su charango. En una ocasión se
enamoró de una muchacha llamada Dominga que tenía a su vez, una amiga llamada Nicolasa.
El Titiri siempre se retiraba de la fiesta antes del amanecer. En una ocasión, Dominga le invitó
licor y el Titiri se emborrachó, convirtiéndose al amanecer, en ave y su charango en hueso de
caballo. Dominga entonces lo desplumó y lo echó muy maltratado. El Titiri se marchó triste
posándose en una roca donde lo vio desde las alturas el ave Kunturi también llamada Mayku,
descendiendo raudo y preguntándole a su amigo el porqué de su tristeza, narrándole entonces
el Titiri todo lo sucedido. Entonces el Mayku, para vengar a su amigo, se dirige a casa de
Dominga, la enamora y luego la abandona embarazada. Dominga lloró su desgracia, el Mayku
regresó entonces y se la robó abandonándola luego sobre una roca donde la encontró Lorenzo
el loro. Este que pasaba por allí le preguntó a Dominga que hacía allí y ella respondió que
Mayku la había engañado. Dominga logró convencerlo de que avise a su madre que ella se
hallaba allí, al enterarse su madre le ofreció obsequiar un collar de oro para que traiga a su hija
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de vuelta, Lorenzo voló de regresó a la roca en medio de la pradera y trajo entonces a Dominga
hasta su casa, recibiendo como obsequio el collar. Desde entonces el loro tiene un plumaje
amarillo en el cuello. Al enterarse Mayku de lo que hizo el loro Lorenzo fue a buscarlo y se lo
tragó en pleno vuelo. Sin embargo, luego salieron numerosos Lorenzos del poto del Mayku. Es
por ello que abundan los loros en Yukamani, pueblo de Candarave.”
Autor: Teodoro Romero Trelles.
Esta leyenda, por su narrativa, es netamente indígena y representa muy bien las características
de los cuentos andinos, muchos de los cuales remontan su origen al tiempo prehispánico.
Creencias de Candarave:
Creencias relacionadas con la Agricultura:
Una mazorca de maíz de gran tamaño, que tiene adosadas pequeñas mazorcas a su alrededor,
formando todas juntas una unidad, recibe el nombre de “misa” y representa un buen augurio
para los agricultores, por lo que se la guarda entre pétalos de flores y cuando se la halla, se le
prende una vela mientras se la exhibe en una mesa.
Las mujeres que menstrúan no deben ingresar a los campos de cultivo pues estos se echan a
perder. En cambio, aquellas que se encuentran embarazadas si lo pueden hacer, pues se cree
que las cosechas serán pródigas.
La siembra se realiza en función de la Luna, cuando esta se halla llena. No se realiza cuando
esta se halla en la fase de cuarto creciente, pues de otro modo se echará a perder el cultivo.
Creencias relacionadas con el Robo:
Se puede robar hasta tres veces durante Semana Santa, pero antes del Domingo de
Resurrección, pues entonces resucita el Señor y el robo es nuevamente sancionado. A esta
acción se le denomina “quepeyar”.
Creencias relacionadas con los fenómenos atmosféricos:
El impacto del rayo suele matar a las personas, pero si nadie observa el hecho, un segundo
rayo le cae a la víctima resucitándola.
Cuando una persona transita u orina por lugares donde cayó el rayo, dicho lugar lo enferma,
quedando la persona enferma en cuerpo y alma. A esto se le denomina “katja”.
Ante un eclipse, las viudas y las huérfanas son drásticamente castigadas, pues se cree que la
luna, esposa del Sol, lo castiga quitándole su luz y calor, pero ante la vista del castigo que
sufren las viudas y huérfanas, se apena y perdona al Sol, devolviéndole sus poderes.
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El arco iris no debe ser señalado pues se cree que se pudrirá el dedo que lo apunte. La
intensidad de sus colores indica que seguirá lloviendo; por el contrario, cuando estos son
opacos la lluvia se detendrá.
La presencia de un cometa o de un eclipse solar o lunar señalan la proximidad de calamidades
o desgracias, tales como sequía, hambruna, etc.
Se paga a la tierra, para que ésta fructifique y para que no “agarre” a las personas. Esta
ceremonia la realiza el yatiri o sacerdote andino, entregando ofrendas de kuka, pétalos de
flores, vino, conchas marinas e incienso y que pueden incluir animales vivos.
Creencias relacionadas con las enfermedades:
Se cree que una criatura que es sacada de su casa antes de los tres meses de nacido, se
“asusta” y pierde su ánima, para curarla, se confecciona un pequeño muñeco con su ropa y
luego se le llama al ánima agitando una campanilla a las seis de la tarde.
Se cree que una criatura que no lacta y se muestra inquieta y fastidiada ha sido “ojeada”
(impresionada por la penetrante mirada de una persona mayor), para curarla se utiliza saliva
de la persona causante del daño, haciendo con ella una cruz en la frente y en el pecho del
infante o de su madre.
Ciertas enfermedades se le atribuyen a la tierra y se cree que para su cura, se le debe ofrendar
una “millucha”, es decir una mesa de sacrificio que contenga grasa de llama macho, millu
(sulfato de aluminio) y otro ingredientes, todo lo cual se coloca sobre el cuerpo del paciente,
el cual es llevado hacia las doce de la noche al lugar donde se cree que fue “agarrado” por la
tierra y donde luego de una ceremonia que incluye rezos y súplicas a la Pachamama (Madre
Tierra), se quema la mesa ritual.
Cuando una cae en un lugar determinado es “agarrado” por la tierra y por tanto debe
realizarse una “millucha” para buscar se recuperación.
Cuando una persona se asusta, se cree que el ánima de la persona ha sido retenida por la
tierra. Para su curación se preparan dos mesas rituales, una “dulce” y la otra “chiwchi” o de
hierbas, luego el yatiri las ofrece en sacrificio a la tierra, tras lo cual, la persona sana si el
ritualfue bien efectuado.
Creencias relacionadas con las Aves:
El pichuncho es un pajarito del tamaño de un canario, cuando visita una casa y canta, se cree
que vendrán visitas o se recibirá buenas noticias.
Dos águilas volando juntas son señal de un próximo matrimonio.
Cuando un águila blanca vuela de sur a norte por el camino que se transita, es señal de buena
suerte, entonces quitándose el sombrero, el transeúnte dirá en silencio: “suerte”, “suerte”.
Cuando se ve volar un águila blanca cerca de la casa en que uno habita se cree que habrá
suerte todo el día.
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El canto sostenido de una lechuza por las noches ocasionará la muerte de alguien en el pueblo
en el futuro.
El canto de un gallo de siete a nueve de la noche, indicará la próxima muerte de su dueño o de
alguien de su familia.
La presencia de abundante gaviotas en el valle durante ciertas épocas del año, es indicativo de
un año negativo, pues se creen que estas aves traen muchas enfermedades para los animales.
Creencias relacionadas con los Animales:
Cuando una wiskacha cruza el camino de una persona traerá buena salud al caminante.
El aullido del perro en la noche indica que alguien va a morir. Se cree que este puede ver el
alma de dicha persona y que el aplicarse las legañas de los perros a los ojos transfiere esta
facultad a los humanos.
Se cree que cuando el zorrino orina en el patio de una casa, alguien morirá en ella en un futuro
próximo.
Se cree que el nacimiento de dos crías en los animales de cría mayores es señal de mala suerte
y que morirán ellos o algún niño.
El cruce de un zorro o culebra en el camino puede traer alguna desventura.
Cuando un lagarto entra a la casa es señal que sucederá alguna desgracia en dicho hogar.
Creencias relacionadas con la Muerte:
Al enterrar a un fallecido se aplana bien el suelo de la sepultura, retirándose todos los
presentes, regresando los parientes cercanos media hora después y estudian el terreno
buscando huellas para determinar si alguna otra persona ha de morir también.
Se cree que la cabeza voladora es el espíritu de una persona que camina antes de morir, para
borrar sus pasos y vengarse de sus enemigos.
En la fiesta de Todos los Santos, se sirven comida y bebida en la tumba del fallecido y se cree
que su espíritu retornará a servirse los alimentos que en vida le gustaron.
Valle termal de Calientes.
Calientes es un valle que se ubica a corta distancia al Noreste de la ciudad de Candarave, en la
falda Este del volcán Candarave. Su visita brinda al visitante un interesante conjunto de
elementos naturales y culturales dignos de admirarse. En primer lugar, conforme ascendemos
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las faldas del volcán por su lado Sur, nos adentramos en un bosque de Qeñuwa, recio árbol
andino adaptado a la altura y a climas rigurosos cuya madera fue muy utilizada en el pasado,
en la elaboración de herramientas y para la construcción de casas. Este bosque es un relicto
invalorable, hoy protegido.
Luego, continuamos nuestro recorrido y bordeando la falda Este del volcán aparecen, justo al
lado del camino, dos grandes apachitas ubicadas una muy cerca de la otra, al costado de la
carretera afirmada construida sobre el trazo del antiguo camino que conducía de Candarave al
altiplano. El hecho de existir dos apachitas juntas es algo poco usual y sin duda, un espectáculo
que nos pone en contacto con un ancestral mundo de creencias mágico - religiosas que desde
tiempo inmemorial se practica en la región. Los naturales explican que una de ellas servía para
los viajeros que bajaban del altiplano y la otra, para aquellos que se encaminaban a dicha
región.
Apachita Sur de Calientes, en la falda del volcán Yukamani, sobre el camino que se dirige al altiplano
Municipalidad de Candarave Municipalidad de Candarave
OGD TUR TACNA OGD TUR TACNA
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Hato de Allpaqas en Calientes “El elefante” en el arroyo Calientes
Conforme proseguimos nuestro recorrido, nos adentramos en el valle y tomamos contacto con los primeros hatos de camélidos, preferentemente de allpaqas, que vigiladas por sus dueños, pacen a sus anchas en los bofedales y pastizales de la localidad, tal y como es tradicional en los Andes, en una actividad económica que permanece inmutable desde hace miles de años y cuya práctica temprana cimentó el desarrollo temprano de la alta cultura peruana. En el camino observaremos la figura caprichosa de la formación “el elefante”, en la margen derecha del arroyo Salado, de cuyas aguas pareciera beber. Muy cerca a él, se ubica un curioso puente de piedra de muy probable origen prehispánico, construido siguiendo técnicas ancestrales y que constituye un elemento precioso de la mejor ingeniería andina.
Puente de piedra Rebaño paciendo a la vista del imponente Yukamani
OGD TUR TACNA OGD TUR TACNA
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Luego, arribamos finalmente a la cercana parte alta del valle, en donde se hallan los más grandes afloramientos de aguas termales de un hermoso celeste oscuro, las que se hallan a una temperatura cercana al punto de ebullición y vierten sus aguas al cercano arroyo Salado cuyas aguas mantienen por un largo trecho el calor de sus fuentes, para desembocar finalmente en la laguna Ariqota. Aquí finalizaremos nuestro recorrido por este hermoso rincón de Candarave.
El hombre y el medio: Los bofedales, pastizales naturales de especial calidad, permiten una crianza sostenida de camélidos y por ende, un asentamiento permanente del hombre en el medio, lo cual se puede apreciar durante el recorrido por el valle termal de Calientes.
OGD TUR TACNA OGD TUR TACNA
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FIN
Tacna, 10 de agosto 2009.