“Lecciones de los candidatos a

discípulos”

“Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida

primero de los que están en mi casa. Y Jesús de dijo:

Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia

atrás, es apto para el reino de Dios ” (Lucas 9: 61, 62).

“Todos somos llamados a ser

discípulos, depende de nosotros si

aceptamos o no”.

Pensamiento Clave

1. Saber que ser un discípulo involucra el corazón entero.

2. Sentir el deseo de poner a Jesús primero, y mantenerlo siempre así.

3. Hacer la decisión de arrancar todo lo que nos aleja de Jesús.

-La vida viene llena de misterios a todo nivel. Desde las partículas subatómicas, hasta la naturaleza misma del espacio y del tiempo, hay mucho que conocer.

-Una de las cosas más misteriosas y difí-ciles de entender es el corazón humano. La gente por razones que parecen imposi-ble conocer hace decisiones que pueden impactar sus vidas dramáticamente, para bien o para mal, por toda la eternidad.

-La Biblia dice del corazón ¿Quién lo conocerá? Jer. 17:9.

-Veamos a algunos candidatos a ser discípulos y sus decisiones.

-Mat. 8:19,20 – “Y vino un escriba y le dijo: Maes-tro, te seguiré adondequiera que vayas. Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde reposar su cabeza”.

-Notamos que el escriba se ofreció voluntariamente a seguir a Jesús.

-A veces es fácil decir que uno va a ser fiel, lo difícil es cumplir.

-Los escribas eran cultos y de buena posición, pocos se identificaban con Jesús, este fue tocado por Jesús.

-Pero, Jesús conoce los corazones y vio que los motivos de este escriba no eran puros. Tal vez buscaba lo material.

-Mateo 8:21,22 – Otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre. Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos”.

-Esta experiencia muestra a Jesús como un poco irrazonable en sus expectativas.

-Lo más probable es que el padre ni estaba muerto, ni estaba por morir.

-Lo que pasa es que este discípulo era lento, sin celo, indeciso y quería dejar su discipulado para después.

-Buscaba su conveniencia y no quería comprometerse.

-¿Qué estas postergando tú?

-(Leer Marc. 10:17-23). Este joven no vino tímidamente, ni a escondidas. Hizo una gran entrada. Era gobernante.

-Jesús no se dejó adular y le señaló al hombre directamente la Ley de Dios.

-¿Porqué Jesús le señaló la ley, si él sabía que la salvación no es por obras?

-Jesús quería saber si el joven sentía la necesidad de algo más. Quería saber si estaba verdaderamente convertido.

-La riqueza se había convertido en un ídolo en aquel joven y Jesús quería que ponga su mira en las cosas de arriba.

¿Dónde está tu tesoro?

-(Leer Juan 3:1-21). Es una de las experien-cias bíblicas más hermosas en la Biblia.

-Nicodemo muestra la sinceridad de cora-zón al ir a Jesús a querer aprender sin buscar que entrampar a Jesús.

-Jesús le habla de la obra del Espíritu Santo y como trabaja en el corazón.

-El haber nacido judío o formar parte de una familia cristiana no es garantía del verdadero discipulado. Tenemos que nacer de nuevo.

-Dios quiere que experimentemos un cambio genuino en nuestra vida que nos lleve a ser verdaderos discípulos (Juan 19:39).

-La salvación es personal, pero somos llevados en forma corporativa al cielo.

-Tenemos que tener cuidado porque nuestra influencia puede ser para bien o para mal.

-Luc. 4:16-30 – Nos muestra que todos los que estaban en la sinagoga actuaron en contra de Jesús.

-Te imaginas lo que puede pasar cuando somos guiados por el enojo?

-Puedes imaginar a un candidato a discí-pulo en una situación así. ¿Cuán bueno hubiese sido su testimonio?

-¿Nos dejamos influenciar por otros?

“Pero, aunque Nicodemo no había reconocido públicamente a Cristo, repetida veces había desbaratado en el Sanedrín las maquinaciones de los sacerdotes para destruirlo. Cuando al fin Cristo fue crucificado, Nicodemo recordó las palabras que le había hablado en la entrevista nocturna en el Monte de las Olivas: ‘Como Moisés levanto la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado´(Juan 3:14); y vio en Jesús al Redentor del mundo”(Hap 86,87).

Cada uno de nosotros al ser llamado por Jesús ha tenido una confrontación personal y ha respondido de acuerdo a su fe. Muchos hemos decidido entregarle nuestro corazón sin medida, otros solo lo hemos hecho a medias. Algunos lo hemos hecho esperando la recompensa eterna, otros recompensas materiales ahora.

Dios nos recuerda que la salvación es personal y que debemos mantenernos en comunión dentro de su iglesia. No debemos seguir a la multitud si es que ella se aparta de los principios de vida eterna y que debemos buscar a Dios cada momento de nuestra vida.