Lección 11 - No hay tiempo que perder
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Lección 11: No hay /empo que perder Hechos 16.1-‐5, 8-‐15
«Cuando vio la visión, en seguida procuramos par5r para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciáramos el evangelio».
—Hechos 16.10
Propósito En esta lección estudiaremos una historia bien conocida, la de la visión del varón macedonio. La estudiaremos de una manera especial, tratando de ver lo que esa historia nos dice acerca de nuestras propias visiones y del modo en que Dios nos dirige. Sobre todo, veremos que el no saber hasta dónde una visión puede llevarnos o cuál será́ su resultado final, no es excusa para no seguirla y que cuando la visión llega no hay Aempo que perder.
Bosquejo de la lección
I. El lugar del pasaje dentro de toda la narración de Hechos: a mediados del segundo viaje. II. La visión misma y cómo lo que Pablo encuentra no es lo que hubiera podido esperar. III. La premura con la que Pablo responde, sin pensar en obstáculos ni poner reparos. IV. Nuestras visiones, como las de Pablo, tendrán resultados inesperados. V. Como Pablo, no hemos de esperar a que todo se aclare, sino obedecer inmediatamente.
Vocabulario bíblico
«DERBE, LISTRA e ICONIO»: En el pasaje de hoy se nombran varios lugares. Derbe, Listra e Iconio, eran tres ciudades en lo que hoy es Turquía. Pablo las había visitado antes con Bernabé́. Véase Hechos 14.1-‐21. «MISIA»: La esquina nordeste de la provincia romana de Asia. Pablo no se deAene allí. «TROAS»: Ciudad un poco al sur de la anAgua Troya, frente al Mar Egeo. Pablo la visitó repeAdamente. Véase Hechos 16.7-‐11 y 20.5-‐ 11. «SAMOTRACIA, NEÁPOLIS y FILIPOS»: Samotracia es una isla en el Mar Egeo donde siglos antes tuvo lugar una famosa batalla naval entre los griegos y los persas. Neápolis le servía de puerto a Filipos. Esta úlAma estaba a unos quince kilómetros hacia el interior. Allí fundaría Pablo una de sus mejores iglesias. Véase toda su Epístola a los Filipenses.
Hechos 16.1-‐2
RVR 1 Después llegó a Derbe y a Listra. Había allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego; 2 y daban buen tesAmonio de él los hermanos que estaban en Listra y en Iconio.
VP 1 Pablo llegó a Derbe y Listra, donde encontró́ a un creyente llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente y de padre griego. 2 Los hermanos de Listra y de Iconio hablaban bien de él.
Hechos 16.3-‐4
RVR 3 Quiso Pablo que este fuera con él; y tomándolo, lo circuncidó por causa de los judíos que había en aquellos lugares, pues todos sabían que su padre era griego. 4 Al pasar por las ciudades, les comunicaban las decisiones que habían acordado los apóstoles y los ancianos que estaban en Jerusalén, para que las guardaran.
VP 3 Pablo quiso que Timoteo lo acompañara, pero antes lo hizo circuncidar para que no se ofendieran los judíos que vivían en aquellos lugares, ya que todos sabían que el padre de Timoteo era griego. 4 En todos los pueblos por donde pasaban, comunicaron a los hermanos las instrucciones dadas por los apóstoles y los ancianos de la iglesia de Jerusalén.
Hechos 16.5
RVR 5 Así que las iglesias eran animadas en la fe y aumentaban en número cada día.
VP 5 Así que las iglesias se afirmaban en la fe, y el número de creyentes aumentaba cada día.
Hechos 16.8-‐9
RVR 8 Entonces, pasando junto a Misia, descendieron a Troas. 9 Una noche, Pablo tuvo una visión. Un varón macedonio estaba en pie, rogándole y diciendo: «Pasa a Macedonia y ayúdanos.»
VP 8 Así que, pasando de largo por Misia, bajaron al puerto de Tróade. 9 Allí Pablo tuvo de noche una visión; vio a un hombre de la región de Macedonia, que puesto de pie le rogaba: «Pasa a Macedonia y ayúdanos.»
Hechos 16.10-‐11
RVR 10 Cuando vio la visión, en seguida procuramos parAr para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciáramos el evangelio. 11 Zarpando, pues, de Troas, navegamos directamente a Samotracia, el día siguiente a Neápolis
VP 10 En cuanto Pablo tuvo esa visión, preparamos el viaje a Macedonia, seguros de que Dios nos estaba llamando para anunciar allí la buena noAcia. 11 Nos embarcamos, pues, en Tróade, y fuimos directamente a la isla de Samotracia, y al día siguiente llegamos a Neápolis.
Hechos 16.12-‐13
RVR 12 y de allí a Filipos, que es la primera ciudad de la provincia de Macedonia, y una colonia. Estuvimos en aquella ciudad algunos días. 13 Un sábado salimos fuera de la puerta, junto al río, donde solía hacerse la oración. Nos sentamos y hablamos a las mujeres que se habían reunido.
VP 12 De allí fuimos a Filipos, que es una colonia romana y una ciudad muy importante de esa parte de Macedonia. Allí estuvimos algunos días. 13 El sábado salimos a las afueras de la ciudad, junto al río, donde pensamos que había un lugar de oración de los judíos. Nos sentamos y hablamos del evangelio a las mujeres que se habían reunido.
Hechos 16.14-‐15
RVR 14 Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de TiaAra, que adoraba a Dios, estaba oyendo. El Señor le abrió́ el corazón para que estuviera atenta a lo que Pablo decía, 15 y cuando fue bauAzada, junto con su familia, nos rogó diciendo: —Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, hospedaos en mi casa. Y nos obligó a quedarnos.
VP 14 Una de ellas se llamaba Lidia; era de la ciudad de TiaAra y vendía telas finas de púrpura. A esta mujer, que adoraba a Dios y que estaba escuchando, el Señor la movió́ a poner toda su atención en lo que Pablo decía. 15 Fue bauAzada, junto con toda su familia, y después nos rogó: —Si ustedes juzgan que de veras soy creyente en el Señor, vengan a alojarse en mi casa. Y nos obligó a quedarnos.
Resumen -‐ 1
• La visión del varón macedonio que Pablo tuvo en Troas le fue dada por Dios. A pesar de eso lo que Pablo encontró́ cuando fue a Macedonia, en obediencia a la visión, fue muy diferente de lo que pudo haber esperado. ¡No encontró́ ni un varón ni un macedonio! Esto nos recuerda la visión de Pedro en Jope, sobre la cual se puede decir lo mismo. A Pedro y a Pablo Dios les dio la visión que necesitaban en ese momento para hacer lo que debían hacer; pero no les dijo todo lo que les esperaba. No había Aempo que perder. ¡Y tampoco lo hay hoy!
Resumen -‐ 2
• Lo mismo sucede con nuestras visiones. Ni en la vida ordinaria ni en la vida de fe es posible vivir sin tener sueños y visiones. Si nos empecinamos en esas visiones como si fueran todo un plan para el futuro del cual no podemos desviarnos, en la vida crisAana seremos desgraciados y en la vida de fe seremos desobedientes.
• Las visiones que Dios nos da y los llamados que nos hace, son lo que necesitamos en ese momento para hacer lo que debemos hacer —Pablo para ir a Macedonia, y Pedro para ir a Cesarea. Los planes de Dios son más amplios que nuestros planes y debemos estar dispuestos y dispuestas a tener nuevas visiones y nuevas direcciones, según el Señor nos lleve por nuevos caminos y a nuevas aventuras de fe.
Oración
Gracias, Dios nuestro, porque Tú eres un Dios de visiones, un Dios del futuro, un Dios de la promesa. Danos las visiones necesarias para vivir hoy en obediencia a tu voluntad. Y danos la apertura necesaria para recibir nuevas visiones y emprender nuevas cosas cuando tal sea tu voluntad. En el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén.