LA Voz Sc.l,OD AL VU

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LA Voz IVontuniación 2e la pagina anterior) ''"• -Están preparándose para la niida. ^''-paciente, respondi-judo a su ^f^rácter, a la sanr/re, la scñori- '* Lydia Siria, a qmcn el cama- l^'ída Zeballos hn entnndo del •^llnntr c^mpn) tnwJcntn de loa 'spañoZci ci c/; cíínoa, nos Fierre Cogan '^^rastra hacia el monumento de *" Victoria, eyutoniQ del cttal es- ^Bran los corredores la orden de "^' Cmalis para alinearse y em- P'iendcr la etapa. Ansiosa, ner- ^''osiíta, otea por todas partes ^onds puoda ver un "maillot" morado con cintura encarnada y amarilUt.. ¡Allá!excUima, de pronto, palmoteando. Y nos dirigimos; mejor, »o.s arrastra, por entre la multitud que se agrupa entre ¡os "tours". Monsieiir Caxalis p r o nuncia entonces el tradicio-.uil "Aten- ción, s^^.orcs corrcdnrcs. ;A la salida! Los corredores so ponen en pie. No podemos entrometernos por la gruesa fila, porque los gen- darmes lo impiden. ¡Cañardo! ¡Caiíardo!grita Lydia. Pero no la oyen. Cañardo, co- mo E.^querra, Bcrrendcro y Al- vares han oído mucho sus «om- hres estos días, y ya no dan importancia casi a los saludos de los esp ontáneos. Cuando madcmoisclle Francia dispara el pistoletazo, mi estros hombres parten, sin saber que ha acudido a despedirlos la mascota de 103.',. La señorita Lydia Siria, la que en París dio una cena en su ho- nor, después de Jiabernos delei- tado a todos con las excelencias do su arte sublime, Vendremos esta toche « Cannos. ¿Vordad, -mi amigo? yios dica como interrogando al camarada Zeballos. Y éste, caballero, y por lo mis- vio dispuesto siempre a compla- cer a una dama,: Lo que usted mande, guapa contesta—•. Dejaré gustoso pa- ra mañana mi viaje a París. ALBERTO M. GALÁN Cannes, 19 de julio. DespU('s do la undécima etapa de I" XXX Vuelta a Francia. í^ corredores españole?, en Digne, han permutado la 'bicicleta por el automóvil... de verbena. ;,A que también con este artefacto dan cien y rava a los adversarios? La XXX Vuelta Ciclista a Francia Rene Le Greves triunfa al sprint" en la etapa Cannes- Marsella CAfiARDO Y BERRENDERO SE CLASIFICAN CON EL MISMO TIEMPO QUE EL GANADOR MARSELLA. 21.—A las diez y ^^diá de la mañana se ha dado 'flan 3a a los corredoras que to- parte en la Vuelta Ciclista a ^icia. Hoy 103 correspondía cu- ^"" 'a etapa Cann?a-Marsclla (195 '"'^metros). 6sde los primoics momentos se obscn-ado cómo toda la cxpec- i, '6n se concentraba en la acti- ^^ que adoptaran el belga Silver ^^s y el francés Antonin Magne. de particular ha ocurrido [*ta cerca de la capital medite- r^ea '*Paaa Allí .han intentado los lu- ''Urgueses y españoles una cs- ^ pero a ella han ccntostado J^piidamen-te loa hzlgaa y fran- Ir*^' y aunque el pelotón se ha t'^regn «5, gado un tanto, despcgándo- ^ntre otros, los esipañoles Al- y Ézquerra, a la meta se ha '^tadü un grtipo •numerosísi- mo, del que ha triimf^do el cam- peón de Francia, Rene Le Grévez, en magnífico d-emarraje. La clasificación ha sido: 1. Le Grévez, 6 h. 6 m. 10 s.. 2. Meulenberg, 3. Kint. 4. NeuviMc. ñ. Marcaillou. 6. Magne. 7. Heiraann. 5. Thiótard. 9. " Ex »quo": Maes, Ve^r- vaccke, Vanoverbergho, Hcndrlck, Hcide, Cañardo, B:rrcndero_ Ar. chambaut, Cogan, Lesueiur, Mar. •n, Amberg, Van Schende], An- toino, Berty, Pngís, Betini, Duca- ."iíaux, Lemay. Todos en igual tie-m.po que Le Grévez. Ija clasificación general no ha pufrido ninguna variación de im. poítancia, , . ''^'^ÍQ la ViíEli-a a orea ttai-T.r^fP'^ do la Vuelta, donde ha- organizadores todas las c i Ir, ^ ^ Nicoláu, oVganizadora i -m,?^ pasados a,gos 'de la gran '^aM '^''^"^'^3' como.es la Vucl- gj.a.¿ •"""'^'^' °^^^ traiiajando con ev j„,®'*''"^iasmo para que resulte ti,I *'^° que merecen .pruebas de •^envergadura. irjf,'"'*'• sección organizadora ha ü,,.. ''f «"ecwrido la primera y ter, qLie "^'^^»s e incluso aficionados St:núy''C3taaos de lo que ropi-e- P¡'o^ :^ Sí'an prueba ciclista, han »í|a,t,eri , '^''^''orar moraJmente y alimente a la organización. ^1 rec^^'*^° domingo fué visitado li^bjgn f "^o de la segunda etapa, Isi pfi'^° iiallado también, como en Hts. 0?'^"'* ^ t-«rcera, facilidades ^'Hice n ^ '* Vuelta a Mallorca al- ''''«adn niayor éxltd que en los «JIU g'^ ^floa. El pueblo de Arta, Harip . «í^Sunda etapa, una vez ' ttiism^"^° '=°"'=®d'do el final de ^«fie pt' P"'^ P^'"'^^ <'*' ^°^°^ al- P^'^sa'rin 'i*^ Ciclista Insular, em- '5« fo " "J^l velódromo e incluso *ila orp.^^' ^^'^ prometido apoyar sanización para que se lie- ^nl^'^^ SSERVATSVOS Mesa, Montera, 35; Pasaje, 6. *•" eratis, En\'io provincia». ve mÜclií) • mejor racuerdo que el pasado añoi Importa que la afición mallorquí- na ayude con todas sus fuerzas n la enttd.íd ór,-?anizadora, ya que sin la ayuda de las corporaciones, in- duatriale,? y aficionados, haría muy difioil llevar a cabo una cj.rrora de tan elevada cnvcrgatlura. Estas señorita^s dan por terminada su cari-erita de 50 metros, no más. Lsis más gruesecitas son las vencedoras Recuerdos del "catch-as- catch-can'' DE LA CREACIÓN DE ESTE DEPORTE A LOÍ TIEMPOS ACTUALES El deporte de la lucha libro americana, n "catcli", aunque de relativa implantación reciente en la forma en quo actualmente se practica, tiene un historial un tanto brumos'O y difícil d; trazar 3i queremos remontarnos a sus orígenes más primitivos. Como exponente quo aspira a ser Ó3 la lucha del hombre primi- tivo, utilizando sus medios natu- rales ás defensa, la práctica ¿el "catch" Se remonta a la misma vida prehistórica. Luego, en las positrimDrias de la civi'lizJción he- lénica, como diiporte sin regla- mentación fija, hace su aparición a título de variante de la lucha grecorromana, aun cuando no lle- ga a emular las glorias de este estilo. La decadencia romana, con toda su ee<;u:la de barbarle, lo- gra para es^ta lucha, en franca familiarización con el "pancrace", el má>úmo favor de las multilu- á:a, ávidas de sensacionalismo y destrucción. Tras un largo paréntesis en su historia, y siguiendo oasl parale- lamente la corrieote de reimplan- tación obsei-vada en la lucha gre- corromana, haca su reaparición en una nueva y d:flnitiva etaipa, ba- jo la dwiomln.'inión de lucha libi"«. llíVf.- Mike Brendel, el "Tigre" • En realidad, el vocablo no aig- nlflcaL comp pudiera creers; en principio, qlie admitía como líci- tas iod-as' las prisas y ardides da quo podía echar mano un luchador frente a otro. Se la dunominaba así a titulo de diferenciación de la grecorromana, porque, así como en esta última lucha no estaban ni están permitidas las presas de piernwis para desequilibrar al ad- versario, y sí solam:nte las prcfna de cintura para arriba, en la lu- cha libre s> admitían con una mayor lógica y sentido práctico las pre.'-.aa de piernas con los bra- zos y con las mismas pijrnss pa- ra lograr llevar al contrincante al suelo sin necesidad de cinturarlo y levantarlo en vilo, que equivale a cargar con su psso innecesaria- mente. No ob.5tante, a pesar c)3 su pa- ralelismo histórico con la r:ÍBs- tauración de la lucha grecorroma- na—los tratzdos de lucha liWte de A. Birmann se remontan al año 1S75; los de E. Zschokke y W. Bois^.-.i-d, a 1887, y el de la cele- bra escuela de Ai-mond CherpiUod en 1005, tiempos do oro al estilo grecorromano en Europa—, y aun conteniendo algunas de sus más clásicas Uav'Ss, la lucha libre no ae inspira directamente en la gre- corromana ni procede de ésta por lo que so deduce de su nueva eta- pa de resurgimiento. Cabo m^jor considerarla, asi por la nacionali- dad de la mayoría de sus campeo- nes como por su índole misma co- mo una derivación de la lucha sui- za practicada en los. concursos cantonales. Cierto es también que por aque- lla época Inglaterra, la nación más deiportista de Europa y dil Mundo entero, se apresta con los lucha(;lores quo da tcxlos los con- fines acuden al llamamiento de la libra esterlina a dominar en el "self-defense", asi llam¿c)a en el Reino Unido, por su sentido prác- tico como medio de defensa; pe- ro serla Injusto olvidar que, fren- te a los titulares especialistas in- gleses y de otros países, los lu- chadores suizos sentaron cátedra, dándose el caso excepcional de que en el concurso organizado en Oovent Gardsns por el National Spórting Club, con motivo de las fiestas de la coronación de Eduar- do VII—junio de 1002—, el cam- peón suizo Chcrpillot venció en dos días a 18 luchadores, canipco- nea de distintos pesos y nacionali- dades. Este gran campc6a, funda- c)or de la escuela de su nombre, de regreso a Inglaterra, donde era reclamado por los empresarios, dcíípués de adjudicarse todos los premios cantonales de 1003, en el campeonato de Inglaterra de 1904 Se clasificó oampeijn, en compe- tencia contra más de 70 luchado- res, y dentro del mismo afio, en el campeonato mundial de pssos fuertes, conquistó el titulo frente a 116. luchadores inscriptos, ven- ciendo en su triunfal carrera al gigenti Grurley, de 12ü kilo? do peso—contra 80 kilos que pesaba Cherpillod—, en las dos mangas, en treinta y quince minutos, re.s- pectivamente, triunfando más tar- do del hasta entonces invencible luchador briánico .loe Carroll en un combate memorable de dos ho- ras y cinco minutos de duración. Para dar una idea del estilo científico d« Armand Cherpillod, verdadero ídolo e impulsor de la lucha libre en. Europa, consigua- rrmos el hecho de que »in a*nl- tirse en la escuela do eate cam- peón las presas dolcroaas d« tor- « « & * ' . jíardiazálial sión de brazos, antebrazos y pies, inspiradas en el "jiu-jitsu", el ma- nual do lucha libro de Cherpillod contenia más de cien presas con sus correspondientes coutraipresas simples y dobles, lo cual explica, por su variedad asombrosa y pro- fundo estudio quo supone de las palancas humanas, el sincero entu- -liasmo qu'o suscitó esta clase de lucha, realmente emocionante y apasionada, a la par que difícil, poro exenta do las brutalidades que bajo pretexto espectacular 1« han sido agregadas posterior- mente. Finalmente, para terminar eate breve estudio retrospectivo de la lucha libre, añadiremos que los americanos, amajitos como los an- tigTios romanos de la emoción al paroxismo, sin reparar en la» lin- des de la brutalidad, han inventa- do ese "catch-as-catch-can", o agárrate como puedas, como va- riante de la lucha libre, y desde luego, muy inferior a ella en ese aspecto y deportivamente, agre- gándole, como hemos apuntado an- teriormente, varias presas doloro- sas y torsiones del. "jiu-jiteu", los "grands-écarts" de las piernas, así como el cabezazo al estómago, propio de la escuela francesa. Sólo faltarla aceptar como buenos loa golpes de boxeo—probablemente su prohibición obedece más al te- mor de ima proíita terminación de la lucha que a un sentido huma- nitario—-para que el "catch" ame- ricano pudiera considerarse no so- lamente como un deporte violen- tísimo—que ya lo es—, sino co- mo una verdadera lucha primiti- va en l<)da su rudeza. Así se comprende quo el "catch", dentro de Norloamérica mismo, haga furor en Chicago, Boston, Detroit y otras poblaciones indus- triales, iguaj o más que en Nue- va York, y que sea en dichos pun- tos donde convergen los mejores luchadores mundiales y se organi- zan los grandes combates, También en París, de un par de aflos a esta parte, ha desper- tado una afición extraorelinaria el espectáculo del "catch", debido en gran manera a la actuación del campeón francés y de Europa, Heori Dcglans, ex campeón olím- pico de lucha grecorromana, quien a su regreso de una "tournée" por los Estados Unidos, de;=ipués de haber abrazado el profesiona- lismo y dedicarse al "catch", ha reunido a su alrededor una legión de luchadores de primera línea, como Rigoulot, su compatriota y discípulo el francocanadiense Le- févbre, el ruso Karaviani y otros digno* de sostener ol pabellón eu- ropio frente a los Jimmy Lon- dos, Gus Sonneraberg, Strangler Lovvis, Don Koloff y demás CHtrc- Uas de los "rings" americanos. •'r-^^ísa»gsis¡iii¿.a El formidable Wladek Zbi.ezko Sc.l,OD AL VU nüs Desiderio Esparza, el tesore- ro que no atesora ni una perra chica El ex jugador del Madrid Desi- derio Esparza, natural de Tolosa, se lamenta de no poder largarse al pueblo una tcm,poradita. —No puede ser; hay que estar aquí junto a las anchoas y las gambas... —¿ Es que te las quitan ? —^Hay que vigilarlas nada más. Como están tan frescas, ¿sabes? —;. Qué hay de fútbol ? —Que está durmiendo la si«ta. —El fútbol, sí; pero los direc- tivos, no... —Ix)s directivos no dicen nada a nadie. Antes daba gusto. Duran- te los meses de verano no veías dar patadas al balón; pero, en cambio, te enterabas de muchas cosas. Por ejemplo, sabías que a Fulano le habían ofrecido de un Club catorce reales y otro estaba dispuesto a darle hasta cuatro pe- setas. EJ jugador, claro, no sabía qué hacer y se iba con ol de las cuatro pesetas, al bien pidiendo además una plaza de sereno para un familiar suyo. Ahora, chico, es que no te enteras de nada. Te le- vantas un día, coges el periódico, y to dioc quo Fulano ya no finna por las cuatro pesetas, aino poi cuatro mil... —Es una verdadera pena. T lo más triste es que hay amigos que no te dejan en paz. Para que puc. das ir tem,Rrano a casa hay que decirles que Esparza ha firmado poí la Peña Bmilín... —Yo, ai negocio nada más. En la actualidad no soy más que un fuitboli.'íta de clases paaivaa. —,^, Y la tesorería? -—¿Qué tesoi-oria? -.-.!.--,• t La de la Asociación de Juga- dores. —Está en la lactancia; no hay cuartos . —Vamos, hombre. Ivo que te digo; ni olnoo... --Y eso, ¿cómo va? Desiderio Esparza —Viento en popa... —¿Se apuntan muchos? —Todos los días se reciben aquí muchas adhesiones. —¿Sobre cuánta»? —De todas las poWaclone* de España... Se ha recibido hoy una muy gorda... —Dímela, Desideirio; no seaa así... —No puedo. Soy un teBorcro íin cuartas; pero mudo... L. M. R. AIRES DEL RING Miguel Safont quiere retirarse porque no le dan combates El notabilísimo peso gallo ha es. crito a im amigo la siguiente carta: "Muy señor mío: F4 motivo de escribirle es para hacerle una que- ja que creo la hago con toda la razón, y que es la siguiente: Señor Silvestre, como usted ya sabe, en todo lo que va de año sólo tongo efectuadas tres peleas, y una do ellas, fuera de Barcelo- na, que si no solamente tendría dos; pero quo es igual como .si no se hubiesen celebrado, porque nin. guna do ellas llegó al limite, y, por tanto, no tuvo quo sudar mucho; así es que, bien mirado, sólo ten- go un combate, y es el do Lyon. Y ahora -yregunto a los organizado- res: ¿Qué es lo que tienen coami- go para tenerme postergado de e.s. ta manera? Por falta de adversario no se- rá, porque hay muchos, entro ellos, Young González, Duarte, Soria y también Lozano; con este último, a pc.«ar de qíi,e so haría un entrena- dor, no pelearé, pues todavía re- cuerdo ciertas palabras que me di- jo el Sr. Taxoñera una noolio que yo quería retar a Lozano, y tam- bién las de sa "m©nagoi<', Lloréns. Ahora usitod com.prendcrá ai hu. biese sido ot»o púgil el quo hubie- se hecho mi papel frente a Ded- eo. Al llegar aquí en seguida lo hubiesen dado polcas para explotar aquel combate; pero como era Sa- font, no pasó nada; y esto ya es la segunda vez que me ocun-c, pues cuando fui a Paris, vencí al campeón de Francia, Fierre Louis, y aquí nadie se dio por enterado. Y sepa usted quo ente muchacho, en sus muchos combatos, la ma- yoría contra hombrea bueno.s, só- lo tiene dos derrotas: la mía y In que ahora lo acaba de inflingir Angelmann. Y ¿no es triste que tmo pague 40 j>e.«etas a la Federación por su Ucencia para no hacer ningún com- bate? Yo orco que no será porque sea exigente, pues nunca ho pregunta- do cuánto cobro por las polcas, y, a pesar de ello, me lo pagan así. Pero es Igual, pues mi intt^nci6n 03 muy dústinta a la do tantos. Conmigo han jugado todo lo que han querido; poro no jugarán más, porque tengo todo el aflo la licencia; si me sale algo, lo apro- vecharé, y .si no sale, mala suer- te; pero me duele el decirlo, scfienr director: el próximo año la Fede- ración tendrá 40 pesetas menos, porque yo ya no sacaré ni licen- cia de boxeador, y ni siquiera pre- .senciaivé velada alguna. Y, con to- do os'to, ya podrá comprender mi decl.siión de retirarme del boxeo, pues tanto va el cántaro a la fuen- te, q\ie alguna vez tiene que rom- perse. Pero lo que más me duele eis que habrá muchos que se ale- grarán muchísimo poitiue se les marchará algo así ccwno una .som- bra. ¡Pero qué le vamos a hacer, si a mi me han tomado de eatti manera! La verdad es que ya estoy can- sado do que me tomen por un mu- ñeco, como han hecho ha"»ta la fe- cha.—Mif/ur/ Srifont." Miguel Lafont /VW^>WiN/VW^S/>^/>^VW>^^>S/^^^VW\^»^S<'S^i|^»<'W»^^V^^»^%^< EU "C AN "TA o por Martínez de Leó"^ ,,'é¿^U^}j^^ m>^ m^' ;:> —Aquí en e.ste pueblo—de- cía el "cantaó" — nadie en- tiende de cante, de manera que tú, de cuando en cuando, me dice "¡Ole!", y ya verá có- mo aplaude er público. Y salieron. Un silencio pro- fundo se hizo en el gran local, repleto de gente, cuando sonó la guitarra dando entrada al cante. El "cantaó" se revolvió en su silla, tiró dei busto todo lo que pudo hacia arriba, y lle- vándose una mano a la boca del estómago, cantó: "¡Esta .serrana está loca; loca que la van ata!" —üiUyÜ!—grit;' el ele la guitarra. —"¡Ole!", te he dicho que me disa. No, Antonio. ¡IJy! ¡¡E.s que ha pasado medio ladrillo rosándote la cabesa!! La IV carrera d Comercio, para los días 5 y 6 de sep- tiembre i ? El Club Ciclista Balear prepara con todo entusiasmo la organiza- ción do su gran prueba ciclista, la cuarta edición de la Carrera del Comercio, que este afto ha de re- vestir extraordinaria importancia. Es probable se le dé carácter In- ternacional y es deseo de la orga- nización dotarla de magníficos premios; entre ello.s, los especiales para cuartas categorías y torceras independientes, y probablemente el gran premio de la montafla al me- jor escalador. También se tiene proyectado quo dicha carrera ae corra en dos eta- pos, con un totai de recorrido que sobrepasará los 325 kilómetros. Las techas de tan importantísima carrera probnblemente serán las de 5 y 6 del próximo septiembre. Para los trabajos de la IV Gran Carrera del Comercio, ol Club Ci- clista Balear ha nombrado la Co. misión deportiva, la cual ha que- dado integrada por D. Juan Font, i;, Miguel Amfngual y D, Juan Ordinas. El Club Cíiciiata Balear tiene su sede en la avenida A. Rosaolló (Bar Palermo), Palma de Ma- Horca. Capilar Zaldívar PRODUCTO INDIO DEL ORIEN- TE ECUATORIAL OQI^M HIGlEíiiCAS lia nisoreta.—Salud, 6, Catálogo gratis sin enviar sello. fl ' m:-' ll^'

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''"• -Están preparándose para la niida.

^''-paciente, respondi-judo a su ^f^rácter, a la sanr/re, la scñori-'* Lydia Siria, a qmcn el cama-l 'ída Zeballos hn entnndo del •^llnntr c^mpn) tnwJcntn de loa 'spañoZci ci c / ; cíínoa, nos

Fierre Cogan

'^^rastra hacia el monumento de *" Victoria, eyutoniQ del cttal es-^Bran los corredores la orden de "^' Cmalis para alinearse y em-P'iendcr la etapa. Ansiosa, ner-^''osiíta, otea por todas partes ^onds puoda ver un "maillot"

morado con cintura encarnada y amarilUt..

—¡Allá!—excUima, de pronto, palmoteando.

Y nos dirigimos; mejor, »o.s arrastra, por entre la multitud que se agrupa entre ¡os "tours".

Monsieiir Caxalis p r o nuncia entonces el tradicio-.uil "Aten­ción, s^^.orcs corrcdnrcs. ;A la salida!

Los corredores so ponen en pie. No podemos entrometernos por la gruesa fila, porque los gen­darmes lo impiden.

—¡Cañardo! ¡Caiíardo!—grita Lydia.

Pero no la oyen. Cañardo, co­mo E.^querra, Bcrrendcro y Al­vares han oído mucho sus «om-hres estos días, y ya no dan importancia casi a los saludos de los esp ontáneos. Cuando madcmoisclle Francia dispara el pistoletazo, mi estros hombres parten, sin saber que ha acudido a despedirlos la mascota de 103.',. La señorita Lydia Siria, la que en París dio una cena en su ho­nor, después de Jiabernos delei­tado a todos con las excelencias do su arte sublime,

—Vendremos esta toche « Cannos. ¿Vordad, -mi amigo? —yios dica como interrogando al camarada Zeballos.

Y éste, caballero, y por lo mis-vio dispuesto siempre a compla­cer a una dama,:

—Lo que usted mande, guapa —contesta—•. Dejaré gustoso pa­ra mañana mi viaje a París.

ALBERTO M. GALÁN

Cannes, 19 de julio. DespU('s do la undécima etapa de I" XXX Vuelta a Francia.

í ^ corredores españole?, en Digne, han permutado la 'bicicleta por el automóvil... de verbena. ;,A que también

con este artefacto dan cien y rava a los adversarios?

La XXX Vuelta Ciclista a Francia

Rene Le Greves tr iunfa al sprint" en la etapa Cannes-

Marsella CAfiARDO Y BERRENDERO SE CLASIFICAN CON EL

MISMO TIEMPO QUE EL GANADOR MARSELLA. 21.—A las diez y

^^diá de la mañana se ha dado

'flan 3a a los corredoras que to­

parte en la Vuelta Ciclista a ^icia. Hoy 103 correspondía cu-"" 'a etapa Cann?a-Marsclla (195

'"'^metros). 6sde los primoics momentos se obscn-ado cómo toda la cxpec-

i, '6n se concentraba en la acti-^^ que adoptaran el belga Silver

^^s y el francés Antonin Magne. de particular ha ocurrido

[*ta cerca de la capital medite-r ^ e a

'*Paaa

Allí .han intentado los lu-''Urgueses y españoles una cs-

^ pero a ella han ccntostado J^piidamen-te loa hzlgaa y fran-Ir*^' y aunque el pelotón se ha t'^regn «5,

gado un tanto, despcgándo-^ntre otros, los esipañoles Al-

y Ézquerra, a la meta se ha '^tadü un grtipo •numerosísi­

mo, del que ha triimf^do el cam­peón de Francia, Rene Le Grévez, en magnífico d-emarraje.

La clasificación ha sido: 1. Le Grévez, 6 h. 6 m. 10 s . . 2. Meulenberg, 3. Kint. 4. NeuviMc. ñ. Marcaillou. 6. Magne. 7. Heiraann. 5. Thiótard. 9. " Ex »quo" : Maes, Ve r-

vaccke, Vanoverbergho, Hcndrlck, Hcide, Cañardo, B:rrcndero_ Ar. chambaut, Cogan, Lesueiur, Mar. •n, Amberg, Van Schende], An-toino, Berty, Pngís, Betini, Duca-."iíaux, Lemay. Todos en igual tie-m.po que Le Grévez.

Ija clasificación general no ha pufrido ninguna variación de im. poítancia, , .

''^'^ÍQ la ViíEli-a a

orea

ttai-T.r^fP'^ do la Vuelta, donde ha-organizadores todas las

c i Ir, ^ ^ Nicoláu, oVganizadora i -m,?^ pasados a,gos 'de la gran ' ^ a M '^''^"^'^3' como.es la Vucl-gj.a.¿ •"""'^'^' °^^^ traiiajando con ev j„,®'*''"^iasmo para que resulte ti,I *'^° que merecen .pruebas de

•^envergadura. irjf,'"'*'• sección organizadora ha ü,,.. ''f «"ecwrido la primera y ter,

qLie " ' ^»s e incluso aficionados St:núy''C3taaos de lo que ropi-e-P¡'o^ :^ Sí'an prueba ciclista, han »í|a,t,eri , '^''^''orar moraJmente y

alimente a la organización.

^1 rec^^'*^° domingo fué visitado li bjgn f "^o de la segunda etapa, Isi pfi'^° iiallado también, como en Hts. 0?'^"'* ^ t-«rcera, facilidades 'Hice n ^ '* Vuelta a Mallorca al-

''''«adn niayor éxltd que en los «JIU g' ^floa. El pueblo de Arta, Har ip . «í^Sunda etapa, una vez

' ttiism^"^° '=°"'=®d'do el final de ^«fie pt' P"' P '"' ^ <'*' ^°^°^ al-P ' sa'rin 'i* Ciclista Insular, em-'5« fo " "J l velódromo e incluso *ila orp.^ ' ^^'^ prometido apoyar

sanización para que se lie-

^nl^'^^ SSERVATSVOS Mesa, Montera, 35; Pasaje, 6. *•" eratis, En\'io provincia».

ve mÜclií) • mejor racuerdo que el pasado añoi

Importa que la afición mallorquí­na ayude con todas sus fuerzas n la enttd.íd ór,-?anizadora, ya que sin la ayuda de las corporaciones, in-duatriale,? y aficionados, haría muy difioil llevar a cabo una cj.rrora de tan elevada cnvcrgatlura.

Estas señorita^s dan por terminada su cari-erita de 50 metros, no más. Lsis más gruesecitas son las vencedoras

Recuerdos del "catch-as-catch-can''

DE LA CREACIÓN DE ESTE DEPORTE A LOÍ TIEMPOS ACTUALES

El deporte de la lucha libro americana, n "catcli", aunque de relativa implantación reciente en la forma en quo actualmente se practica, tiene un historial un tanto brumos'O y difícil d; trazar 3i queremos remontarnos a sus orígenes más primitivos.

Como exponente quo aspira a ser Ó3 la lucha del hombre primi­tivo, utilizando sus medios natu­rales ás defensa, la práctica ¿el "catch" Se remonta a la misma vida prehistórica. Luego, en las positrimDrias de la civi'lizJción he­lénica, como diiporte sin regla­mentación fija, hace su aparición a título de variante de la lucha grecorromana, aun cuando no lle­ga a emular las glorias de este estilo. La decadencia romana, con toda su ee<;u:la de barbarle, lo­gra para es ta lucha, en franca familiarización con el "pancrace", el má>úmo favor de las multilu-á:a, ávidas de sensacionalismo y destrucción.

Tras un largo paréntesis en su historia, y siguiendo oasl parale­lamente la corrieote de reimplan­tación obsei-vada en la lucha gre­corromana, haca su reaparición en una nueva y d:flnitiva etaipa, ba­jo la dwiomln.'inión de lucha libi"«.

llíVf.-

Mike Brendel, el "Tigre"

• En realidad, el vocablo no aig-nlflcaL comp pudiera creers; en principio, qlie admitía como líci­tas iod-as' las prisas y ardides da quo podía echar mano un luchador frente a otro. Se la dunominaba así a titulo de diferenciación de la grecorromana, porque, así como en esta última lucha no estaban ni están permitidas las presas de piernwis para desequilibrar al ad­versario, y sí solam:nte las prcfna

de cintura para arriba, en la lu­cha libre s> admitían con una mayor lógica y sentido práctico las pre.'-.aa de piernas con los bra­zos y con las mismas pijrnss pa­ra lograr llevar al contrincante al suelo sin necesidad de cinturarlo y levantarlo en vilo, que equivale a cargar con su psso innecesaria­mente.

No ob.5tante, a pesar c)3 su pa­ralelismo histórico con la r:ÍBs-tauración de la lucha grecorroma­na—los tratzdos de lucha liWte de A. Birmann se remontan al año 1S75; los de E. Zschokke y W. Bois^.-.i-d, a 1887, y el de la cele­bra escuela de Ai-mond CherpiUod en 1005, tiempos do oro al estilo grecorromano en Europa—, y aun conteniendo algunas de sus más clásicas Uav'Ss, la lucha libre no ae inspira directamente en la gre­corromana ni procede de ésta por lo que so deduce de su nueva eta­pa de resurgimiento. Cabo m^jor considerarla, asi por la nacionali­dad de la mayoría de sus campeo­nes como por su índole misma co­mo una derivación de la lucha sui­za practicada en los. concursos cantonales.

Cierto es también que por aque­lla época Inglaterra, la nación más deiportista de Europa y dil Mundo entero, se apresta con los lucha(;lores quo da tcxlos los con­fines acuden al llamamiento de la libra esterlina a dominar en el "self-defense", asi llam¿c)a en el Reino Unido, por su sentido prác­tico como medio de defensa; pe­ro serla Injusto olvidar que, fren­te a los titulares especialistas in­gleses y de otros países, los lu­chadores suizos sentaron cátedra, dándose el caso excepcional de que en el concurso organizado en Oovent Gardsns por el National Spórting Club, con motivo de las fiestas de la coronación de Eduar­do VII—junio de 1002—, el cam­peón suizo Chcrpillot venció en dos días a 18 luchadores, canipco-nea de distintos pesos y nacionali­dades. Este gran campc6a, funda-c)or de la escuela de su nombre, de regreso a Inglaterra, donde era reclamado por los empresarios, dcíípués de adjudicarse todos los premios cantonales de 1003, en el campeonato de Inglaterra de 1904 Se clasificó oampeijn, en compe­tencia contra más de 70 luchado­res, y dentro del mismo afio, en el campeonato mundial de pssos fuertes, conquistó el titulo frente a 116. luchadores inscriptos, ven­ciendo en su triunfal carrera al gigenti Grurley, de 12ü kilo? do peso—contra 80 kilos que pesaba Cherpillod—, en las dos mangas, en treinta y quince minutos, re.s-pectivamente, triunfando más tar­do del hasta entonces invencible luchador briánico .loe Carroll en un combate memorable de dos ho­

ras y cinco minutos de duración. Para dar una idea del estilo

científico d« Armand Cherpillod, verdadero ídolo e impulsor de la lucha libre en. Europa, consigua-rrmos el hecho de que »in a*nl-tirse en la escuela do eate cam­peón las presas dolcroaas d« tor-

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jíardiazálial

sión de brazos, antebrazos y pies, inspiradas en el "jiu-jitsu", el ma­nual do lucha libro de Cherpillod contenia más de cien presas con sus correspondientes coutraipresas simples y dobles, lo cual explica, por su variedad asombrosa y pro­fundo estudio quo supone de las palancas humanas, el sincero entu--liasmo qu'o suscitó esta clase de lucha, realmente emocionante y apasionada, a la par que difícil, poro exenta do las brutalidades que bajo pretexto espectacular 1«

h a n sido agregadas posterior­mente.

Finalmente, para terminar eate breve estudio retrospectivo de la lucha libre, añadiremos que los americanos, amajitos como los an-tigTios romanos de la emoción al paroxismo, sin reparar en la» lin­des de la brutalidad, han inventa­do ese "catch-as-catch-can", o agárrate como puedas, como va­riante de la lucha libre, y desde luego, muy inferior a ella en ese aspecto y deportivamente, agre­gándole, como hemos apuntado an­teriormente, varias presas doloro-sas y torsiones del. "jiu-jiteu", los "grands-écarts" de las piernas, así como el cabezazo al estómago, propio de la escuela francesa. Sólo faltarla aceptar como buenos loa golpes de boxeo—probablemente su prohibición obedece más al te­mor de ima proíita terminación de la lucha que a un sentido huma­nitario—-para que el "catch" ame­ricano pudiera considerarse no so­lamente como un deporte violen­tísimo—que ya lo es—, sino co­mo una verdadera lucha primiti­va en l<)da su rudeza.

Así se comprende quo el "catch", dentro de Norloamérica mismo, haga furor en Chicago, Boston, Detroit y otras poblaciones indus­triales, iguaj o más que en Nue­va York, y que sea en dichos pun­tos donde convergen los mejores luchadores mundiales y se organi­zan los grandes combates,

También en París, de un par de aflos a esta parte, ha desper­tado una afición extraorelinaria el espectáculo del "catch", debido en gran manera a la actuación del campeón francés y de Europa, Heori Dcglans, ex campeón olím­pico de lucha grecorromana, quien a su regreso de una "tournée" por los Estados Unidos, de;=ipués de haber abrazado el profesiona­lismo y dedicarse al "catch", ha reunido a su alrededor una legión de luchadores de primera línea, como Rigoulot, su compatriota y discípulo el francocanadiense Le-févbre, el ruso Karaviani y otros digno* de sostener ol pabellón eu­ropio frente a los Jimmy Lon-dos, Gus Sonneraberg, Strangler Lovvis, Don Koloff y demás CHtrc-Uas de los "rings" americanos.

•'r-^^ísa»gsis¡iii¿.a

El formidable Wladek Zbi.ezko

Sc.l,OD AL VU

nüs

Desiderio Esparza, el tesore­ro que no atesora ni una

perra chica El ex jugador del Madrid Desi­

derio Esparza, natural de Tolosa, se lamenta de no poder largarse al pueblo una tcm,poradita.

—No puede ser; hay que estar aquí junto a las anchoas y las gambas...

—¿ Es que te las quitan ? —^Hay que vigilarlas nada más.

Como están tan frescas, ¿sabes? —;. Qué hay de fútbol ? —Que está durmiendo la si«ta. —El fútbol, sí; pero los direc­

tivos, no... —Ix)s directivos no dicen nada

a nadie. Antes daba gusto. Duran­te los meses de verano no veías dar patadas al balón; pero, en cambio, te enterabas de muchas cosas. Por ejemplo, sabías que a Fulano le habían ofrecido de un Club catorce reales y otro estaba dispuesto a darle hasta cuatro pe-setas. EJ jugador, claro, no sabía qué hacer y se iba con ol de las cuatro pesetas, al bien pidiendo además una plaza de sereno para un familiar suyo. Ahora, chico, es que no te enteras de nada. Te le-vantas un día, coges el periódico, y to dioc quo Fulano ya no finna por las cuatro pesetas, aino poi cuatro mil...

—Es una verdadera pena. T lo más triste es que hay amigos que no te dejan en paz. Para que puc. das ir tem,Rrano a casa hay que decirles que Esparza ha firmado poí la Peña Bmilín...

—Yo, ai negocio nada más. En la actualidad no soy más que un fuitboli.'íta de clases paaivaa.

—, , Y la tesorería? -—¿Qué tesoi-oria?

-.-.!.--,• t — La de la Asociación de Juga­

dores. —Está en la lactancia; no hay

cuartos . —Vamos, hombre. — Ivo que te digo; ni olnoo... - -Y eso, ¿cómo va?

Desiderio Esparza

—Viento en popa... —¿Se apuntan muchos? —Todos los días se reciben aquí

muchas adhesiones. —¿Sobre cuánta»? —De todas las poWaclone* de

España... Se ha recibido hoy una muy gorda...

—Dímela, Desideirio; no seaa así...

—No puedo. Soy un teBorcro íin cuartas; pero mudo...

L. M. R.

AIRES DEL R I N G mí

Miguel Safont quiere retirarse porque no le dan combates

El notabilísimo peso gallo ha es. crito a im amigo la siguiente carta:

"Muy señor mío: F4 motivo de escribirle es para hacerle una que­ja que creo la hago con toda la razón, y que es la siguiente:

Señor Silvestre, como usted ya sabe, en todo lo que va de año sólo tongo efectuadas tres peleas, y una do ellas, fuera de Barcelo­na, que si no solamente tendría dos; pero quo es igual como .si no se hubiesen celebrado, porque nin. guna do ellas llegó al limite, y, por tanto, no tuvo quo sudar mucho; así es que, bien mirado, sólo ten­go un combate, y es el do Lyon. Y ahora -yregunto a los organizado­res: ¿Qué es lo que tienen coami­go para tenerme postergado de e.s. ta manera?

Por falta de adversario no se­rá, porque hay muchos, entro ellos, Young González, Duarte, Soria y también Lozano; con este último, a pc.«ar de qíi,e so haría un entrena­dor, no pelearé, pues todavía re­cuerdo ciertas palabras que me di­jo el Sr. Taxoñera una noolio que yo quería retar a Lozano, y tam­bién las de sa "m©nagoi<', Lloréns.

Ahora usitod com.prendcrá ai hu. biese sido ot»o púgil el quo hubie­se hecho mi papel frente a Ded­eo. Al llegar aquí en seguida lo hubiesen dado polcas para explotar aquel combate; pero como era Sa­font, no pasó nada; y esto ya es la segunda vez que me ocun-c, pues cuando fui a Paris, vencí al campeón de Francia, Fierre Louis, y aquí nadie se dio por enterado. Y sepa usted quo ente muchacho, en sus muchos combatos, la ma­yoría contra hombrea bueno.s, só­lo tiene dos derrotas: la mía y In que ahora lo acaba de inflingir Angelmann.

Y ¿no es triste que tmo pague 40 j>e.«etas a la Federación por su Ucencia para no hacer ningún com­bate?

Yo orco que no será porque sea exigente, pues nunca ho pregunta­do cuánto cobro por las polcas, y, a pesar de ello, me lo pagan así.

Pero es Igual, pues mi intt^nci6n 03 muy dústinta a la do tantos. Conmigo han jugado todo lo que han querido; poro no jugarán más, porque tengo todo el aflo la

licencia; si me sale algo, lo apro­vecharé, y .si no sale, mala suer­te; pero me duele el decirlo, scfienr director: el próximo año la Fede­ración tendrá 40 pesetas menos, porque yo ya no sacaré ni licen­cia de boxeador, y ni siquiera pre-.senciaivé velada alguna. Y, con to­do os'to, ya podrá comprender mi decl.siión de retirarme del boxeo, pues tanto va el cántaro a la fuen­te, q\ie alguna vez tiene que rom­perse. Pero lo que más me duele eis que habrá muchos que se ale­grarán muchísimo poitiue se les marchará algo así ccwno una .som­bra. ¡Pero qué le vamos a hacer, si a mi me han tomado de eatti manera!

La verdad es que ya estoy can­sado do que me tomen por un mu­ñeco, como han hecho ha"»ta la fe­cha.—Mif/ur/ Srifont."

Miguel Lafont

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EU "C A N "TA o p o r M a r t í n e z de Leó"^

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—Aquí en e.ste pueblo—de­cía el "cantaó" — nadie en­tiende de cante, de manera que tú, de cuando en cuando, me dice "¡Ole!", y ya verá có­mo aplaude er público.

Y salieron. Un silencio pro­fundo se hizo en el gran local, repleto de gente, cuando sonó la guitarra dando entrada al cante.

El "cantaó" se revolvió en su silla, tiró dei busto todo lo que pudo hacia arriba, y lle­vándose una mano a la boca del estómago, cantó:

"¡Esta .serrana está loca; loca que la van ata!"

—üiUyÜ!—grit;' el ele la guitarra.

—"¡Ole!", te he dicho que me disa.

— No, Antonio. ¡IJy! ¡¡E.s que ha pasado medio ladrillo rosándote la cabesa!!

La IV carrera d Comercio, para los días 5 y 6 de sep­

tiembre i ?

El Club Ciclista Balear prepara con todo entusiasmo la organiza­ción do su gran prueba ciclista, la cuarta edición de la Carrera del Comercio, que este afto ha de re­vestir extraordinaria importancia. Es probable se le dé carácter In­ternacional y es deseo de la orga­nización dotarla de magníficos premios; entre ello.s, los especiales para cuartas categorías y torceras independientes, y probablemente el gran premio de la montafla al me­jor escalador.

También se tiene proyectado quo dicha carrera ae corra en dos eta-pos, con un totai de recorrido que sobrepasará los 325 kilómetros. Las techas de tan importantísima carrera probnblemente serán las de 5 y 6 del próximo septiembre.

Para los trabajos de la IV Gran Carrera del Comercio, ol Club Ci­clista Balear ha nombrado la Co. misión deportiva, la cual ha que­dado integrada por D. Juan Font, i;, Miguel Amfngual y D, Juan Ordinas.

El Club Cíiciiata Balear tiene su sede en la avenida A. Rosaolló (Bar Palermo), Palma de Ma-Horca.

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