LA VACA PALICA ESCRIBIA PALOTES

Una vez la vaca Palíca , que por cierto llevaba unas hermosas manchas de color negro sobre su espalda y un lindo rabo moteado, caminaba alegre en su primer día de colegio. Su madre le había puesto al cuello un brillante becerro que era de su tatara, tatara abuela y había lustrado cuidadosamente sus pesuñas, sin duda Palíca sería una de las más lindas pequeñas del colegio. Sonó la gran campana y a Palíca le tiritaban las patas, mientras por su hocico exhalaba el vapor de una mañana fría. Todos los pequeños comenzaron a formarse, la profesora Hipopotalina dio un gran grito para que guardaran silencio , Palíca quedo en la cuarta fila, pues pese a su corta edad era una de las alumnas más altas. Sus ojos daban vueltas en su orbita, Palíca estaba demasiado nerviosa , una chanchita se le acercó, se llamaba Fresa, sonriente comenzó a conversar con Palíca, sin duda sería su primera amiga.

Así fueron pasando los días y Palíca lograba tener nuevos amigos, hasta que un día la señorita Hipopotalina les pidió que hicieran una plana completa de palotes, ahí comenzó su drama, Palíca procuró tomar el lápiz como sus compañeros, pero los palotes le salían demasiado chuecos, pues Palíca sólo tenía dos dedos en su manos y no lograba tomar bien el lápiz, Hipopotalina se paró junto a ella y amarro fuertemente el lápiz a la mano de Palíca, entonces fue un desastre, Palíca cargo tan fuerte el lápiz sobre el papel que éste se quebró en dos mitades , saliendo uno de los extremos tan ligeramente que fue a dar en el ojo de Hipopotalina. Palíca avergonzada salió corriendo y fue a parar a un arrollo al final del patio del Colegio, se sentó en la orilla, su corazón parecía una ave enloquecida, estaba tan avergonzada . Chapoteaba con sus patas en el agua mirando su rostro triste y lleno de lágrimas reflejarse, ella tenia mucha tristeza de no poder tener sus manos como los de la rana o las de su compañero el perro, ellos podían tomar el lápiz fuertemente entre los dedos, así los palotes salían perfectos. Palíca no entendía porque en sus manitos solo tenía dos dedos, que desafortunada se sentía la pobre vaquita. Para consolar su tristeza comenzó a entonar una canción y su voz era tan cristalina, las flores de su entorno comenzaron a danzar y el viento copiaba el susurro de Palíca. De pronto de un salto, una rana se vino a posar junto a ella.

Intrigada la ranita le preguntó,- ¿por qué esos ojitos tan tristes mi niña?, Palíca entonces dejó de cantar , la miro con los ojos llenos de pequeñas lucecitas y le dijo : - yo jamás podré escribir palotes , porque solo tengo dos dedos en mis manos-, la rana le respondió, - no te preocupes, yo tengo más dedos que tú y sin embargo no puedo tampoco hacer palotes el lápiz se me resbala , mi piel es húmeda y resbalosa , pero en cambio tengo una voz hermosa y todas las noches canto bonitas canciones a la luna. Te propongo una cosa le dijo la rana, cantemos las dos y entonces Palíca sonriente comenzó a cantar con la Rana. Hipopotalina había salido de la sala de clases a buscar a Palíca y la encontró muy animada cantando junto a su nueva amiga la Rana, desde ahora Palíca ya no está triste por no poder hacer bien los palotes ha aprendido a que siempre se tiene alguna virtud. Palíca es la nueva estrella en el coro de la Escuela junto a su amiga Rana.

PALICA Y DANILO BUSCAN EL ARCOIRIS

Recién acababa de salir el sol, los gallos habían anunciado el amanecer, en la granja se podía escuchar el alboroto de las gallinas, por debajo de una hoja de la vieja acacia, Danilo la cruga comenzaba a estirar sus patas, tendría que llegar hasta el lago para encontrarse con sus parientes que vivían en un hueco del tronco de un sauce. Sin duda, Danilo debería atravesar una gran distancia bajo el sol, corriendo el riesgo de ser aplastado por algún animal. Más tarde, el cielo que resplandecía comenzó a cubrirse de nubes, y el fuerte viento lanzaba las hojas de los árboles azotando el débil cuerpo de Danilo. Hasta que comenzó una lluvia persistente. Cada gota que arrojaba el cielo parecía ser un proyectil sobre la diminuta oruga. Danilo un tanto aturdido, perdió el sentido de la orientación y camino y camino muchas horas, el tiempo y la distancia lo hizo desfallecer. En el lugar donde la pobre oruga quedo tirada se lleno de agua, empezó a llorar desconsolado, tenia mucho miedo, por un momento penso que se ahogaría. Para suerte de él la lluvia se detuvo, pero estaba tan débil que apenas se escuchaba su llanto.

Palíca había salido a jugar en las pozas, para ella eran muy entretenidos los días de lluvia, brincaba sobre las hojas caídas de los árboles. De pronto justo cuando iba a saltar sobre unas ramas, vio a la pobre oruga tirada en un gran charco. Se acercó y empujándola suavemente con su hocico sobre una hoja logro sacarla del agua. Ya el sol salía nuevamente , Palíca exhalando el calor de su nariz logró revivir a la oruga. Cuando ésta ya estuvo más restablecida le sonrió, entonces, Palíca le preguntó, - ¿ como te llamas ? , yo me llamo Palíca, la oruga contesto: - me llamo Danilo, gracias por ayudarme, y donde vas, pregunto Palíca, - donde mi familia, allá en donde termina el arcoiris, existe un gran sauce, ahí viven. Palíca muy enternecida decidió ayudar a Danilo, entonces, bajó su rabo hasta la tierra para que la oruga pudiese trepar a su lomo, la oruga feliz se perdía entre las manchas de la piel de Palíca. Emprendieron así la marcha en busca del arcoiris, el que se escondía detrás del cerro, siguieron así la huella hasta encontrar el gran sauce que nacía a los pies del arcoiris. Allí muchas cabezas se asomaban impacientes, Danilo alcanzo a divisar a su madre , saltando muy contento sobre el lomo de Palíca. Palíca se acostó sobre el pasto para que la pequeña oruga se deslizara suavemente hacia la tierra. Agradecido Danilo y su familia hicieron una hermosa corona de flores silvestres para Palíca.

La vaquita, regresó a su casa para mostrar el hermoso regalo a sus padres, los que felices la abrazaron. Su madre desde entonces, no gruñe cuando Palíca sale a jugar los días de lluvia.

PALICA Y EL SAPO MANDARIN

Ese día de sol Palíca volvía de la escuela con su gran bolso de libros, tenia la impaciencia de saber que era su cumpleaños y su madre le tendría un enorme pastel de alfalfa de esos que la hacían enloquecer, el sol marcaba justo medio día, estaba empinado sobre su cabeza. Palíca empujo la puerta y dejo caer su bolso sobre el sofá, caminó silenciosa hasta la sala , allí su madre alborotada ponía un hermoso mantel floreado sobre la gran meza Reunidos todos sus hermanos menores y sus padres , con los ojos muy abiertos la miraron y comenzaron a cantarle el feliz cumpleaños, Palíca se puso nerviosa y agacho la mirada, una sonrisa tímida salió de su gran boca. Tierna se acerco su hermana pequeña y le entregó un precioso becerro dorado amarrado con un moño rojo de regalo, Palíca suspiró alegre, era lo que siempre había querido, sabía que había crecido y ya era toda una señorita, eso significaba entre las vaquitas de su edad. Por fin fueron llegando sus amigos, uno a uno trayéndole hermosos presentes, luego salieron todos a jugar al patio, el ultimo en llegar fue su amigo, la rana Mandarina, pues se hacia llamar así porque era chiquito y su piel era del color de una Mandarina .Le llevaba a Palíca un hermoso ramo de violetas silvestres tan aromáticas como el mejor de los perfumes, entonces Palíca decidió ponerse las violetas sobre su cabeza y todos sus

amigos hicieron una ronda a su alrededor mientras cantaban y sonreían. A Mandarina se le ocurrió una gran idea, jugar a saltar colgándose de las ramas un roble, Palíca tuvo temor, dijo podemos lastimarnos si hacemos eso, pero los demás amiguitos se entusiasmaron tanto que comenzaron a trepar al árbol y desde ahí se lanzaban colgando en sus ramas, Palíca gritaba, ¡deténgase!, le hacen daño al árbol, paren ! ya no más, mamá me regañara, pero Mandarina seguía muy entusiasmada colgando de rama en rama, volaba libremente contra el viento. De repente petunia la chanchita se dejo caer pegando estruendosamente con su cuerpo contra el suelo, atrás mandarina quien había agarrado fuerza se venia fuertemente contra la tierra, cayendo con una pierna doblada, la que lastimeramente le dolía, apagada y sin fuerzas Mandarina trataba de levantarse pero le era imposible. Sus gritos eran tan fuertes que Palíca y sus amigos corrieron a verla, la pobre rana había cambiado su color a blanquecino. Los padres de Palíca fueron por el médico, el que entablillo la pierna de Mandarina con blancas vendas dejándola inmóvil, mientras la pobre rana lloraba desconsolada. Mandarina desde su cama veía pasar los días hermosos y con muchas ganas de salir a jugar se lamentaba de haber sido tan porfiada, de otro modo nada le hubiera ocurrido; ansiosa aguardaba la visita de sus amigos, quienes aun le llamaban la atención por lo ocurrido.

PALÍCA Y LA MARMOTITA CIEGA

A menudo Palíca se sentaba por las tardes en la orilla del arrollo a leer sus cuentos preferidos , el viento soplaba suave y cálido , por un momento se distrajo jugando con las florecillas blancas que se mecían junto al arrollo cuando de pronto ¡auch! había apretado una flor que contenía una abeja y esta no había perdonado el apretón, Palíca corría por la orilla del río, sosteniendo su mano , esto si dolía ,su mano estaba roja como un rábano. Una vez que Palíca se sintió mejor retomo su libro y camino nuevamente por la orilla del arrollo cuando de pronto una cueva en un árbol le llamo la atención, era un Roble enorme y viejo , alguien tal vez se albergaba allí, la curiosidad creció en Palíca , tomo una larga rama y la introdujo en el cueva , de pronto se escuchó un fuerte grito, ¡ hay que he hecho!, se arrodillo para mira dentro, sólo escuchaba unos sollozos, metió entonces su pata y solo sintió algo tibio y suave en su interior, algo la jaló fuerte y luego se agarro de su pata , entonces Palíca comenzó a tirarla hacia fuera. Era una hermosa Marmotita que tiritaba sin consuelo, Palíca la aferró entre sus patas y comenzó a acariciarla con su hocico de pronto Palíca advirtió que la Marmotita no veía , ¿Cómo te llamas ? Dorita contesto algo atemorizada aun la pobre Marmota,¿ y por que te escondes ahí dentro?, mi mamá murió hace algún tiempo y

no puedo jugar con mis amigos y aun que no veo puedo sentir el olor de las flores y disfrutar del olor de la lluvia me gustaría poder jugar con otros niños, pero se que nunca lo podré hacer dijo Dorita con un aire de tristeza. Palíca estaba muy impactada y hasta había terminado llorando sin darse cuenta, entonces tuvo una ocurrencia , enseñaría a Dorita a desenvolverse solita, primero comenzó enseñándole con una vara como caminar librando los obstáculos, después de varios días ya Dorita podía caminar sola hasta el arroyo sin chocar, ese día llegaron todos los amigos de Dorita a verla y la invitaron a jugar, Palíca entonces tejió una cuerda con pajitas secas y la amarro de la cintura a Dorita en un extremo dándole el otro extremo a sus amigos para que así Dorita cuando corriera no se alejara demasiado, sólo así los chicos pudieron jugar felices. Había comenzado una nueva vida para aquella Marmotita ciega.

PALICA EN NAVIDAD

La Navidad ya llegaba, los árboles allí en Neuquén eran hermosos , las noches ya no eran tan frías y los niños podrían divertirse con sus regalos y disfrutar de la noche, Palíca había mandado muchas cartas al viejo Pascuero, ella solo tenia en mente tener unos lindos patines , siempre veía a la chanchita petunia disfrutar de ellos en la plaza principal mientras Palíca solo tenía que conformarse con sentarse a ver pasar la tarde y conversar con los pájaros. Pero esta Navidad sería diferente ella tendría sus soñados patines. Esa noche Palíca se acostó temprano, esperando muy anhelante encontrar por la mañana ese regalo junto al gran pino. Por fin, llegó la mañana y Palíca mullida en su cama estiró sus patas con signo de somnolencia, había llegad por fin el día, bajó rápidamente de su cama, calzó sus pantuflas de ovejita y se dirigió hacia el gran pino instalado en la sala. ¡ sorpresa! allí había una gran caja con papel de regalo y una enorme cinta roja , en un extremo tenía una tarjeta escrita de puño y letra del Viejo Pascuero que decía: “para Palíca de Santas”. Palíca sin dudar un momento tomo el papel de regalo y lo destruyó tirándolo fuertemente, sus grandes ojos toparon con una caja en cuyo exterior se dibujaban los patines mas hermosos que

nunca hubiese visto, los saco rápidamente de la caja y estirando sus patitas los calzo, ¡¡¡ummm¡¡¡ genial, son rojos como los que ví en la vitrina , pero es difícil parase sobre estas ruedas , y echándose hacia atrás fue a dar contra un mueble, tendré que practicar mucho pensaba la pobre vaquita. Pero Palica era perseverante, y su inmenso deseo de tener los patines, la hizo entonces salir de casa apoyándose fuertemente de la reja hasta que logro llegar a la calle, allí estaban su compañeros mirándola casi con envidia - comentaban que hermoso patines tiene Palica-. Petunia , con una muñeca en sus brazos la invito a jugar , la jalo muy fuete y Palica fue a caer en medio de la calle, sus compañeritos se reían, y Palica no dejaba de llorar muy avergonzada , entonces ellos la ayudaron a para y le comenzaron ha hacer cariño. La vaquita entonces en forma de agradecimiento les ofreció prestarles los patines a cada uno de ellos. Palica había comprendido que el mejor regalo que recibió esta Navidad fue la amistad de sus compañeritos.

Lilian Uribe Gutiérrez Nació en Santiago de Chile.,funcionaria de la Universidad de Valparaíso. Actualmente miembro de RELAT , Red Latinoamericana de Escritoras Ha realizado diversas publicaciones en antologías y revistas siendo las más importantes:

- Antología Marga Marga (1982) - Revista Textos (1982) - Revista Escriben 4 (1983) - Poemario “secuelas” Siria (1985) - "Al oído de la luna" (Poesía, 1989), - Antología Historia de la Poesía en Valparaíso siglo XIX y XX (1999) - Revista Alpha Universidad de Los Lagos (1999) - Cuando la luna se puso fría” (Novela, 2001) - Orillando el Muro (Poesía 2002) - María Luisa Bombal La Pluma Del Angel (Ensayo 2002) - También ha editado en CD’s multimedia: "Orillando el cielo" a los enfermos de VIH

(1999) y la Foto-poesía “Los Kawasqar, una tribu del sur del mundo”. (2001) Publicaciones en las revistas electrónicas: argos, mexicoevolutivo, La peregrina, Yo escribo y escáner cultural. Participante en los siguientes Congresos como expositora:

Santa Clara - Cuba

Salta – Argentina

Guadalajara - México

Ciudad de México – México