LA TENSIÓN ENTRE MÉRITO E IGUALDAD: EL … · en el interior de los valores convenidos, en lo que...

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DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA DEL DERECHO LA TENSIÓN ENTRE MÉRITO E IGUALDAD: EL MÉRITO COMO FACTOR DE EXCLUSIÓN JESÚS GARCÍA CÍVICO UNIVERSITAT DE VALENCIA Servei de Publicacions 2006

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  • DEPARTAMENTO DE FILOSOFA DEL DERECHO LA TENSIN ENTRE MRITO E IGUALDAD: EL MRITO COMO FACTOR DE EXCLUSIN JESS GARCA CVICO

    UNIVERSITAT DE VALENCIA

    Servei de Publicacions 2006

  • Aquesta Tesi Doctoral va ser presentada a Valencia el dia 15 dOctubre de 2004 davant un tribunal format per:

    - D. Javier de Lucas Martn - D. Vicente Sanflix Vidarte - D. Andrs Garca Inda - D. Ral Susin Beltrn - D. Juan Jess Aguirre de la Hoz

    Va ser dirigida per: D. Maria Jos Aon Roig Copyright: Servei de Publicacions Jess Garca Cvico Depsit legal: I.S.B.N.:978-84-370-6597-7

    Edita: Universitat de Valncia Servei de Publicacions C/ Artes Grficas, 13 bajo 46010 Valncia Spain Telfon: 963864115

  • LA TENSIN ENTRE MRITO E IGUALDAD: EL MRITO COMO FACTOR DE EXCLUSIN

    JESS GARCIA CVICO

  • Introduccin general

    LA TENSIN ENTRE MRITO E IGUALDAD

    La ms sencilla observacin muestra que en todos los contrastes notables que se manifiestan en el destino y en la situacin de dos hombres, tanto en lo que se refiere a su

    salud y a su situacin econmica o social como en cualquier otro respecto, y por evidente que sea el motivo puramente accidental de la diferencia, el que est mejor

    situado siente la urgente necesidad de considerar como legtima su posicin privilegiada, de considerar su propia situacin como resultado de un mrito y la ajena

    como producto de una culpa.

    Max Weber, Economa y Sociedad

    Todo poder poltico requiere para existir y darse a creer no slo una mecnica, sino sobre todo una potica, una retrica capaz de hacer conmovedora la desigualdad en que

    se funda y de convertir a su vez lo obligatorio en deseable

    Clifford Geertz, Negara, El Estado-teatro en el Bali del siglo XIX

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  • Introduccin general

    INTRODUCCIN GENERAL Es difcil saber cuanto tiempo puede hacer frente un sistema al continuo ascenso de la

    desigualdad, a la brecha econmica y social que agudiza, si ya no la existencia de clases, quizs s las muy desiguales clases de existencia.

    Nos referimos a Occidente, y no nicamente al llamado Cuarto Mundo, sino tambin a aquel dnde las distancias socio econmicas lejos de ocultarse, parece que gustan de exhibirse desafiando el juicio tocquevilliano que vea en la pequea diferencia lo socialmente insoportable. Vanagloria que se quiso no hace mucho trasnochada, la desigualdad en posesiones, status y riqueza material y simblica hace tiempo que pas de ser la inocua va para que la lite o el grupo aristocrtico canalizara, en cada tiempo, su obsesin por distinguirse (la distincin tal y como la estudiara P. Bourdieu) a forma contempornea de la desigualdad legtima, e incluso de la creacin de lo que se conoce como identidad.

    Desigualdad, y sin embargo, en ninguna poca como la nuestra la igualdad ha ocupado tantos textos. Adems, si sigue siendo vlida la afirmacin de Max Weber segn la cual por aleatorio que sea la el motivo de la desigualdad el que la disfruta tiende a ver su situacin como resultado de sus propios mritos y la ajena como resultado de una culpa, tendramos pues, la desigualdad, la distincin e incluso la identidad legitimadas bajo la confusa nocin de mrito en su sentido ms amplio (como merecimiento). Argumentos para que el sistema siga sintindose como justo (y la desigualdad como legtima) pero tambin argumento de tensin donde cabe la postura contraria, aquella de quien indignado ante el espectculo del tan desigual reparto de fortunas confiesa, con E. Cioran, sentirse avergonzado de declararse propietario aunque solo sea de una escoba.

    Puede que porque resulte imposible hablar ya de pequeas diferencias (asistimos hoy en da al crecimiento de enormes fortunas privadas en un contexto global de creciente desigualdad en la distribucin de riquezas) o puede, segn nuestras hiptesis, por el extraordinario papel legitimador que posee en la actualidad la nocin de mrito y de merecimiento, creador de la dicotoma ganador / perdedor en el peculiar trasfondo agonal de la sociedad contempornea, lo cierto es que la existencia y el crecimiento de tan abismales diferencias no ha provocado, no provoca un rechazo masivo al sistema meritocrtico, a aquella ingeniera moderna por la que desde hace apenas doscientos aos se adjudican cargos, estatus y beneficios, se reconocen o niegan derechos, o se legitiman desiguales posiciones, estatus y capacidades socioeconmicas.

    Respecto al primero de los trmino de la tensin que nos va a ocupar, son conocidos los argumentos que explican el peculiar destino del valor igualdad en nuestra sociedad.

    Puede explicarse, se viene a coincidir, por el abandono de alguno de los principios que abanderaron la Ilustracin, en concreto, el de la solidaridad.

    Puede deberse a un conjunto jurdico normativo hecho a la medida de un modelo concreto de sujeto, de su gnero, de su procedencia geogrfica, un sujeto beneficiario de la herencia y del tipo de capital econmico, social y cultural, que sealan los tericos de la reproduccin como parte de los valores recibidos que la escuela reproduce.

    O puede que junto a la insistencia en lo simblico, encontremos la necesidad de analizar en el interior de los valores convenidos, en lo que con Castoriadis cabe llamar el ltimo gran momento de autocreacin, no slo el enorme peso de lo econmico, sino ms en general, la falta de finalizacin de un proyecto no errado, sino inacabado1.

    1Como se ver, la reduccin del trasfondo competitivo, o agonal al mercado y la traduccin del mejorar la suerte, tan caro a la nocin de movilidad, y por ende, a la de meritocracia, en trminos exclusivamente econmicos es uno de los factores que agudizan la crisis de la sostenibilidad. La opinin de Castoriadis en este

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  • Introduccin general

    Segn nuestra hiptesis inicial cabe coincidir en la validez de estas explicaciones. Pero cabe tambin de forma complementaria que haya que insistir en el peculiar destino del principio del mrito como criterio distributivo y artefacto de reparto.

    Qu mrito? Al abordar esta nocin, entenderemos el mrito ms all de su uso estandarizado -como aquel principio que se opuso una vez a las filiaciones hereditarias, la seleccin endogmica, el nepotismo y la exclusin formalizada- para sealar un uso del tipo s merece r, (asociado a la nocin de merecimiento individual ) legitimador de la desigualdad susceptible de un fructfero anlisis si se toma en su sentido amplio y su formulacin contingente, dicho con John Rawls (un mrito o merecimiento desert-) fruto a menudo de la lotera natural, o dicho con Hans Christian Andersen, la desnudez del traje que distingue al emperador.

    Pero para que un sujeto (s) merezca una recompensa (r) ha habido antes un conocimiento acerca de la dignidad de su accin, un conocimiento, o con Foucault (Vigilar y castigar) una vigilancia. No es irrelevante que las instituciones donde sta es explcita (la escuela, la empresa, la fbrica, el ejrcito) sean los mbitos en los que con mayor facilidad encontramos el criterio a cada cual segn su mrito.

    En este sentido, podemos partir de la hiptesis de que la conciliacin moderna y liberal de las posibilidades de promocin individual en el mercado a travs de la idea de mrito con el principio de igualdad, como forma de lograr una estratificacin social justa y legtima, provoca una tensin, cuyos efectos sealados desde muy diversas perspectivas, invitan a una reflexin sobre su relacin con la igualdad, con la discriminacin y con la exclusin.

    En efecto, desde diferentes posiciones diversos autores coinciden en sealar cmo la hegemona del principio del mrito, elegido en la modernidad como principio de adjudicacin de posiciones sociales y econmicas se constituye en una fuente de exclusin dirigida al interior del grupo de los previamente convenidos como iguales.

    Desde la sociologa, los tericos de la reproduccin Talcott, Passeron, Bourdieu- no dejan de subrayar el fracaso de la meritocracia como mecanismo justo de asignacin de roles y estatus, a la vez que sealan el creciente papel de la nocin de mrito como artilugio cimentador del sistema y legitimador de la desigualdad.

    En el terreno de la exclusin social autores como Balibar, Castel, Dahrendorf llaman la atencin sobre la fuerza con que irrumpe y se consolida una franja social que deja a un lado, que excluye desde pobres estancados en su condicin de miseria, a parados permanentes o grupos tnicos desaventajados. Al hilo del proyecto de construccin europea, Javier de Lucas apuntaba el problema de la exclusin y las condiciones de pertenencia al grupo, tanto a partir de la exclusin institucional de los extranjeros, como a partir de una segunda fuente de exclusin: la que, en el interior del grupo, padecen de hecho quienes, perteneciendo a l,

    punto queda perfectamente reflejada en estas lneas: Tomando en cuenta (...) la extrema desigualdad de la reparticin de las riquezas entre pases ricos y pases pobres, la casi imposibilidad de que el sistema contine su curso presente, lo que se requiere es una nueva creacin imaginaria de una importancia sin igual en el pasado, una creacin que ubicara en el centro de la vida humana otras significaciones que no fueran la expansin de la produccin o del consumo, que planteara objetivos de vida diferentes, que pudieran ser reconocidos por los seres humanos como algo que valiera la pena. Eso exigira evidentemente una reorganizacin de las instituciones sociales, de las relaciones de trabajo, de las relaciones econmicas, polticas, culturales. (...) Sera necesario, entonces, que a partir de ese momento los seres humanos (hablo ahora de los pases ricos) aceptaran un nivel de vida decente pero frugal, y renunciaran a la idea de que el objetivo central de su vida es que su consumo aumente de 2 a 3% por ao. Entrevista con Olivier Morel el 18 de junio de 1993, difundida por Radio Plurielle y publicada en La Rpublique Internationale des lettres, junio de 1994. Trad. Silvia Pasternac. Sobre los conceptos a los que vamos aludir, vid., CASTORIADIS, Los dominios del hombre. Las encrucijadas del laberinto, Gedisa, Barcelona, 1998. CASTORIADIS, C., El ascenso de la insignificancia, Madrid, Ctedra, 1998, trad. Vicente Gmez.

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  • Introduccin general

    son apartados de la distribucin de bienes por la hegemona de algunos de los principios sucesivamente elegidos para tal adjudicacin: el mercado, el mrito, la necesidad.2

    Recientemente Daniel Ravents denunciaba como la principal justificacin de la desigualdad la que cobra forma en la expresin la gente tiene lo que se merece. Esto es, as como el rico merece su riqueza, premio a su emprendedor dinamismo, el pobre por su falta de aptitud y esfuerzo- merece su opuesto destino social as como el leal y eficiente trabajador, merece conservar su empleo, as el que lo pierde merece el escarmiento del paro, en el que merecer quedarse si no muestra suficiente capacidad y buena disposicin para la bsqueda activa de otro empleo. Oportunidades no faltan, slo hay que saberlas buscar. Tomando parte en el debate que suscitara John Rawls incluyendo los talentos, la fortaleza fsica o aquel dinamismo celebrado por la argumentacin meritocrtica en la lotera natural, para este autor esta justificacin meritocrtica de la desigualdad es tan demaggicamente como falsa como cierto es el hecho de que nadie merece moralmente ni su azar gentico, ni su azar social, de por s muy desigualmente distribuidos. Nadie merece moralmente la familia que le ha tocado en suerte, rica o pobre, decente o depravada, ni, por tanto, las oportunidades favorables o no- que la familia pueda brindarle. Y lo mismo cabe decir de los talentos (...) nadie los merece moralmente. Si es verdad que la justicia aspira a contrarrestar los caprichos del azar social y gentico-, poco justo ser permitir que los individuos gocen sin traba ni freno de sus inmerecidos diferenciales de oportunidad, que ese azar les pone en bandeja. La distribucin de las dotaciones genticas (...) son un activo comn de la sociedad. Aunque, slo sea porque es la sociedad quien las premia y valora o porque slo en su seno pueden ejercerse.3

    El fondo de esta crtica no es nuevo. El problema ya fue abordado, como es sabido, por John K Galbraith al hilo del concepto de cultura de la satisfaccin. Segn ste, los integrados al mercado, los que estn satisfechos con el actual sistema creen que no estn haciendo ms que obtener su justo merecimiento. (...) si la buena fortuna es merecida o si es una recompensa del mrito personal, no hay justificacin plausible para cualquier accin que pueda venir a perjudicarlo o inhibir, que venga a reducir aquello que es o podr ser usufructuado. La primera caracterstica, y la ms generalizada, de la mayora satisfecha es su afirmacin de que los que la componen estn recibiendo lo que se merecen en justicia. Lo que sus miembros individuales aspiran a tener y disfrutar es el producto de su esfuerzo, su inteligencia y su virtud personales. La buena fortuna se gana o es recompensa al mrito y, en consecuencia, la equidad no justifica ninguna actuacin que la menoscabe o que reduzca lo que se disfruta o podra disfrutarse.

    La reaccin habitual a semejante accin es la indignacin o, como se ha indicado, la ira contra lo que usurpa aquello que tan claramente se merece.4

    Los excluidos, por lo tanto, estaran recibiendo solamente y nada ms que lo merecido. 5En efecto, desde diferentes lugares, o como veremos a partir de diferentes usos de la

    expresin mrito (mrito/ merecimiento), ya se han apuntado los efectos injustamente desigualitarios e incluso excluyentes de un mrito originador de un tipo de discriminacin sistmica, estructural y difusa, obviada, las ms de las veces, por lo que podramos calificar de oposicin meritocrtica6 o del uso explcitamente antiigualitario del mrito.

    5 Vid. BARBOSA, L Igualdade e meritocracia: A etica do desempenho nas sociedades modernas, Ro de Janeiro. Ed. Fundacao Getulio Vargas, 1999. 6 Oposicin meritocrtica por ejemplo en expresin de KEMELMAJER DE CARLUCCI, A., Las acciones positivas, Jueces para la democracia, 4/ 2002, pp. 49-69.

    2 DE LUCAS, J., Puertas que se cierran. Europa como fortaleza, Barcelona, Icaria, 1996, p. 29. 3 RAVENTS, D., DE FRANCISCO, A., Ricos y pobres, El Pas, 16 de Noviembre de 2002. 4 Vid. GALBRAITH. J. K., La cultura de la satisfaccin, Barcelona, Ariel, 1992 especialmente el cap. 2.

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  • Introduccin general

    No obstante, hasta donde alcanzamos, no existe un trabajo sistemtico que aborde la nocin de mrito (mrito/ merecimiento) en su relacin con la igualdad. Tampoco puede decirse del mrito que sea un objeto susceptible de una singularidad temtica o metodolgica7. Pero existen suficientes apoyos para cimentar desde ellos un anlisis de la relacin entre el valor igualdad y el principio del mrito en sentido amplio, como merecimiento (desert). Al mismo tiempo, teniendo en cuenta que no se trata de obras directamente dedicadas a este tema, la primera labor deber consistir en reunir los argumentos que se encuentran dispersas en esas obras. La nocin de mrito como merecimiento es antiqusima, e incluso, puede observarse de l que es un concepto aparentemente no afectado por la llamada crisis de las ideologas -en la actualidad aparece sobre todo como objeto de anlisis al hilo de los tratamientos de la desigualdad-. Como se sealaba supra, asistimos hoy a un inters creciente en fortalecer la nocin de mrito en tanto que elemento cimentador / legitimador de tales diferencias econmicas, de posicin o de estatus.

    El fortalecimiento de la nocin de lo meritorio, como cimentador de la pretensin ms general de que cada cual recibe lo que se merece ha pasado por el intento de toda una generacin de pensadores, bsicamente norteamericanos en depurar el principio de igualdad de oportunidades. De un lado mediante el cuestionamiento de los principios del mrito que pudieran entenderse como accidentales (en un curioso proceso de desposesin de la persona de todos los atributos de los que no sea completamente responsable -hay alguno que lo sea?-); o relativizando los mbitos (de aplicacin del principio del mrito, paradigmticamente el trabajo de Michael Walzer). De otro limitando los efectos del mrito mediante una creciente fiscalidad progresiva. La depuracin del principio de igualdad de oportunidades sirve a la igualdad o a la desigualdad?

    La defensa del mrito, ms o menos como lo entendemos hoy, ha tenido una coincidencia no solo temporal, sino como veremos, ideolgica, en un uso especfico del valor igualdad. La previsin de un cambio al alza en la suerte del sujeto y en la manera en que transcurre su existencia, sus alegras y sus penas, de las que al parecer forma parte la posibilidad de promocin / ascenso en el escalafn de los puestos recompensados y sus ingresos correspondientes, o dicho de forma intemporal, con Adam Smith, el mejorar de suerte, hubo de coincidir con la disolucin de los valores y las motivaciones que la poltica haba albergado, al menos que sepamos en dos momentos de la historia -con Castoriadis, el siglo IV griego a. de C. y el inicio de la modernidad-. Estos elementos cimentadores de una sociedad que busca la conciliacin de la igualdad y del mrito constructores de una sociedad caracterizada por una riqueza legtima y desigualmente distribuida deben analizarse en sus justos trminos para poder responder a la cuestin inicial: Cunto tiempo puede durar un sistema en el que el continuo ascenso de la brecha...?

    En los primer captulo se adelantarn las razones que apoyan la conviccin de que la nocin de mrito es un parmetro de investigacin muy fecundo para ilustrar diversos aspectos sociolgicos, jurdicos y polticos de la fenomenologa de la desigualdad y de la exclusin; as como diferentes claves hermenuticas del anlisis genealgico de la nocin. A travs de los diferentes usos, pero sobre todo de su uso como instrumento valorativo de reparto, apuntamos ya el poder simblico del mrito como garante instituido del monopolio de las significaciones legtimas en la sociedad considerada, a la vez que se describe la forma en que ste saca a la luz el papel que sigue jugando el azar, lo aleatorio, el sistema de redes sociales, la procedencia geogrfica, el gnero, la fortaleza anmica o espiritual, el origen social, la herencia, etc., en el proceso de adjudicacin del lugar que en la moderna

    7 Cfr. POJMAN, L. P., McLEOD, O., What Do We Deserve? A Reader on Justice and Desert, New York, Oxford University Press, 1999.

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  • Introduccin general

    estratificacin social y econmica se reserva al sujeto. Para ello propondremos una tipologa inicial de la relacin entre mrito, desigualdad y exclusin.

    En relacin con la igualdad, interesar aqu sobre todo, los problemas de desigualdad econmica en su relacin con el mrito. Como veremos, al igual que el mrito, el fenmeno de la desigualdad como pobreza tambin es multisemntico. Si el mrito se asociado en algn momento, de los hitos a los que vamos a prestar atencin, con la capacidad, tambin a la pobreza, podemos coincidir siguiendo a Luis Moreno, se la relaciona con la desafiliacin, pero tambin con la descualificacin, la desigualdad, la discapacidad o (...) la minusvala8.

    La estructura que ya hemos empezado a sugerir: acudir a la perspectiva genealgica y a su desarrollo clsico para analizar las claves de sus formas de conciliacin en la actualidad, debe matizarse.

    Hay en este trabajo anlisis pero no es analtico, hay Historia pero no es un trabajo histrico. En este sentido, cabe sealar que ni el mrito, ni la explicacin en clave de merecimientos de las mximas expresiones de la desigualdad (la miseria, la pobreza y la exclusin) es un fenmeno reciente.

    Podemos adelantar que antes del segundo hito igualitario (la modernidad) ha existido todo un conjunto de propuestas de vinculacin de la pobreza y de su tratamiento jurdico, social, poltico, pblico, y privado con la nocin de merecer, en el problema ms general de su distincin. Siguiendo a Bronislaw Geremek, el rasgo ms interesante de la solucin a este problema habra sido la sempiterna distincin entre pobres merecedores y no merecedores de la asistencia (de la Iglesia). La haraganera como falta del esfuerzo necesario ya fue censurada de modo recurrente, y condenada por las autoridades eclesisticas y por la literatura social y jurdica. En la visin de Cerhoch de Reichersberg, se trata de una distincin entre los pobres con Pedro (pauperes cum Petro) y los pobres con Lzaro (pauperes cum Lazaro). La pobreza cualificante y gratuita como valor y la otra familia de pobres simbolizada por la figura de un miserable, el Lzaro del Evangelio9. Pero en relacin con el poder pblico, si las primeras distinciones debieron depender del grado de necesidad fisiolgica, (cuanto ms precario fuera su estatus jurdico real, as como sus condiciones de vida, ms fuerte sera su derecho a recibir asistencia/ su predisposiicn a la horca) las transformaciones de la estructura social ante el valor igualdad evidencian siempre como caracterstica fundamental la discriminacin entre clases dominantes y subordinadas, y el diferente tratamiento de los desiguales en funcin de esa procedencia social, y a la luz del espritu de la primera distincin. La acentuacin de las condiciones de desigualdad social, los presupuestos de la urbanizacin, el tratamiento de la emigracin, la inequidad creciente, la justificacin ltima en la base de la distincin entre pensiones contributivas y no

    8 Vid. MORENO, L., Ciudadanos precarios, Barcelona, Ariel, 2000. Tambin MORENO, L., (Ed.) Pobreza y exclusin: La malla de seguridad en Espaa, Madrid, CSIC, 2001. 9 Entre los primeros est ante todo el clero, para el que la pobreza debe ser un elemento distintivo y cualificante, la pobreza gratuita es una valor que legitima el papel de la Iglesia y el papel mediador de los perfectos en los contactos con Dios. La otra familia de pobres est simbolizada por la figura de un miserable, el Lzaro del Evangelio. Pauper Lazarus se refiere a la pobreza de los laicos, cuya sustancia es la miseria espiritual, que ha de afrontarse de manera concreta y en el contexto del deber de asistencia que incumbe a la Iglesia y a los fieles. Desde este momento las discusiones del pensamiento cannico sobre el tratamiento de la pobreza forman parte de una visin de los pobres objeto de la misericordia que desarrolla y matiza esta distincin. Las interpretaciones del mensaje patrstico destacaron la necesidad de distinguir entre mendicantes honestos y deshonestos. Los mendicantes deshonestos eran los que estaban en situacin de trabajar, pero preferan pedir limosna y robar. GEREMEK, G. La piedad y la horca. Historia de la miseria y de la caridad en Europa, Madrid, Alianza, 1998. Cfr. GEREMEK, B., Les marginaux parisiens au XIVe et Xve sicles, Paris, Flammarion, 1976. GEREMEK, B., Historie socials, exclusions et solidarit: leon inaugurale faite le Vendredi 8 janvier 1993, Paris, Collge de France, 1993.

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  • Introduccin general

    contributivas, el rechazo formativo a propuestas sociales desvinculadas del trabajo, etc. vendrn, y esta es otra hiptesis, a demostrar la pervivencia del nimo de tal distincin.

    Pero desde estas lneas introductorias adems de sealar la principal nota de la relacin que une mrito e igualdad, la tensin, debe matizarse la impresin historiogrfica de sus trminos.

    En relacin con el mrito, es preciso mostrar desde su inicio su carcter relativo desde una perspectiva genealgica. No es posible cuestionar el papel de la nocin de mrito, arriba indicada, sin referirla a los registros de desviacin que se definen en relacin con la normativa, y que a travs de la propia definicin histrica y cultural los redefinen. Quin define lo meritorio y a partir de qu criterios? A quin beneficia? Cundo?

    Interesan en este trabajo dos hitos que facilitan la respuesta a algunas de estas cuestiones. Siguiendo en este punto a Cornelius Castoriadis, coincidimos en que desde el nacimiento el hombre est inmerso en un campo social-histrico, est sometido a la influencia a la vez de lo imaginario colectivo instituyente, de la sociedad instituida y de la historia de la que esta institucin es slo el resultado provisional. Esto es, la sociedad no puede hacer otra cosa, en primer lugar, que producir individuos sociales conformes a ella, y aunque la psique de los individuos no es ni puede ser jams completamente socializada y conformada exhaustivamente a lo que las instituciones exigen de ella, los individuos heredan unos valores.

    Incluso cuando se nace en una sociedad conflictiva, el mbito del conflicto, sus trminos y las opciones estn dados de antemano, el punto de partida de toda reflexin es la propia Historia.

    Como es sabido, para Castoriadis, lo poltico es todo lo relativo al poder explcito. Las sociedades heternomas crean sus propias instituciones y significaciones pero ocultan esta autocreacin, atribuyndola a un origen extrasocial o en todo caso exterior, a la actividad efectiva de la colectividad realmente existente: los antepasados, los dioses, Dios, las leyes, la historia o las del mercado. En estas sociedades heternomas, la institucin de la sociedad tiene lugar en la clausura del sentido. Todas las preguntas formulables por la sociedad considerada pueden hallar respuesta en sus significaciones imaginarias, y aquellas que no pueden hacerlo no son tanto prohibidas cuanto mental y psquicamente imposibles para los miembros de la sociedad. La hazaa es el mrito del hroe, en palabras de Hannah Arendt, es la recompensa a los hechos que se realizan. La sangre se remonta hasta la conquista del primer ancestro. Hasta el cielo tiene su propia aristocracia: los santos, y los beatificados...

    Esta situacin slo se ha roto dos veces en la historia: en la Grecia antigua y en Europa occidental Ilustrada, y nosotros somos herederos de esta ruptura (lo que nos permite hablar como lo hacemos).

    La ruptura se expresa mediante la creacin de la poltica y de la filosofa como reflexin. Poltica: cuestionamiento de las instituciones establecidas. Filosofa: cuestionamiento de los idola tribus, de las representaciones admitidas colectivamente10.

    La ruptura que nos interesa debe significa el rechazo (al menos en la teora) de las diferencias o alteridades (jerarquas), desigualdades merecidas o no, previas en las posiciones respectivas de los individuos, y por tanto el cuestionamiento de todo poder que se derive de ellas. Creo, y esta es otra hiptesis general, que toda teora poltica tiene su propia nocin de mrito. Por ejemplo, la falacia de la neutralidad axiolgica del liberalismo, cuando todava protege y privilegia los valores del sujeto burgus, as como el contenido de su mrito: querer mejorar su extraa suerte mediante el esfuerzo, el ahorro, la previsin y la inteligencia depositados en el mercado. Pensar que es propio del hombre el progresar en su

    10 CASTORIADIS, C., La democracia como procedimiento y como rgimen en El ascenso de la insignificancia, op. cit., p. 218- 225.

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  • Introduccin general

    suerte es una consecuencia o una incoherencia de una vocacin de no declarar una nica forma de vida buena?

    Y en cuanto a la igualdad como poltica? La democracia de Pericles represent la culminacin de la democracia originaria tal como naci en Grecia a finales del siglo VI con las reformas de Clstenes. (reservada solo para los previamente considerados iguales con exclusin explcita de todos los dems). El desarrollo de la democracia periclea intent articular la idea de mrito, propia de una sociedad competitiva o agonal, con medidas igualitarias (para todos los ciudadanos). La instauracin de la democracia en Grecia signific tambin un desafo a cada uno de los mritos que se creyeron en un momento heternomamente dados. La isonoma (como una ley igual para todos) fue socavando la legitimidad de un tipo de mrito esttico (la fuerza, los genes, la sangre, o el nacimiento) y la defensa del carcter dinmico del mrito. Asimismo, las medidas igualitarias de la polis tuvieron como finalidad el que todos los ciudadanos pudieran desarrollar sus capacidades sin verse constreidos por la sujecin a la necesidad. Igualdad sustancial y mrito se implicaron mutuamente.

    Si fuera posible epitomar el significado del mrito en la sociedad democrtica griega, ste vendra dado por ser el reconocimiento de aquellas acciones realizadas por el sujeto ante una polis que legitima la competicin dentro del carcter agonal de la vida pblica, y donde la recompensa social de los mejores es legtima porque se ha dado en pie de igualdad. Insisti, dentro de sus limitaciones y sus importantsimas restricciones, en la profunda relacin entre ambos conceptos. Pero a diferencia de la moderna concepcin de la meritocracia, no lo opuso a las medidas igualitarias, sino que lo subordin a stas. Cuanto ms igualitaria fuera la polis ms legtimas seran las recompensas dadas a los mejores. La concepcin moderna de la democracia signific una nueva concepcin del mrito.

    En el segundo momento de autocreacin, esto es, en la modernidad ilustrada el mrito aparece como un ideal legitimador de la burguesa por oposicin al principio del nacimiento, propio del esquema estamental y nobiliario. Como es sabido, la Ilustracin, si se puede hablar as Ilustracin en conjunto- consider que el acceso a los cargos no deba ser hereditario ni apelar a la sangre ni ser producto del soborno, del esfuerzo natalicio o del nepotismo. Invocando el ideal igualitario, los promotores del mrito exigen la asignacin de posiciones ms elevadas en la jerarqua social a quienes posean los ttulos acadmicos ms elevados, a los ciudadanos que ocupen cargos en virtud de sus respectivas competencias, de su talento, su esfuerzo y su experiencia, y no de su linaje, del nacimiento noble, del favoritismo, de su capital econmico o de su filiacin poltica.

    La idea qued perfectamente reflejada en el artculo 6 de la Declaracin de Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789. La ley es la expresin de la voluntad general. (...) Todos los ciudadanos al ser iguales ante ella, son igualmente admisibles a todas las dignidades, puestos y empleos pblicos, segn su capacidad y sin otra distincin que sus virtudes y sus talentos.

    A partir de estos dos momentos, se seguir el hilo de la reflexin filosfico jurdica, moral y poltica hasta las aportaciones de Dworkin, John Rawls, Michael Walzer, Thomas Nagel, Sadursky o Pierre Dupuy.

    Adems y con el fin de reducir su objeto, su atencin quedar limitada a sus efectos (1) respecto a la igualdad y la exclusin (exclusin y desigualdad que atraviesa el elitismo, y en una transvaloracin de lo meritorio del talento a la fuerza- los fascismos (2) respecto a la retrica que niega el reconocimiento de derechos que igualan desde la polis pasando por el Estado moderno, hasta la actualidad, cuando la tensin explcita de los dos elementos de nuestra relacin (mrito e igualdad), por ejemplo, en las medidas de accin afirmativa o en la propuesta de renta bsica, en la controvertida etiqueta gentica, saca a la luz, el ms general problema de una tensin heredada.

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  • Introduccin general

    Su tesis es la continuidad de la apelacin a un mrito excluyente para fortalecer y legitimar identidades privilegiadas en materia de derechos. Su originalidad (la de este trabajo) quiere ser la de entender el mrito moderno de los logros conseguidos a travs del desarrollo de la capacidad individual (el mrito dinmico o axasis) a partir de las declaraciones de igualdad, como una forma ms que rellena la mxima a cada cual segn su mrito que seguira a otras versiones englobables en la nocin de mrito (merecimiento) dado que el linaje, la procedencia geogrfica, la raza o la posesin de riqueza deben su xito histrico al mismo tipo de retrica: la que entiende como mrito las seas de identidad del estrato social ms poderoso e influyente en cada momento de la historia.

    Para ello se parte de una ltima premisa formal segn la cual, detrs de toda retrica, de todo intento de legitimar, de explicar razonablemente, de justificar, un trato discriminatorio, de privilegiar una identidad, de fortalecer una desigualdad, una exclusin (la negacin del reconocimiento de determinados derechos) subyace implcita, a veces explcitamente, la apelacin a un mrito/ merecimiento que posee bien el retrico, bien los intereses dominantes que l defiende.

    Esta premisa se bifurca en dos direcciones: hacia las identidades privilegiadas y hacia las excluidas. En esta segunda direccin, la de las excluidas, puede distinguirse a su vez: de un lado cuando tal retrica va dirigida a los sujetos o identidades excluidas, o que ocupan la situacin ms baja en la desigualdad, se hablar de persuasin ideolgica meritocrtica sustitutiva de la violencia. De otro lado, cuando sta alcanza una aquiescencia voluntaria, una adhesin espontnea, se dir consecucin de un philodespotos meritocrtico.

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  • Captulo I Los usos del mrito

    CAPTULO I LOS USOS DEL MRITO

    I EL MRITO: PUNTO DE PARTIDA La palabra mrito, as como algunas de sus derivadas: demrito, meritorio,

    meritoriamente-o como veremos tambin meritocracia- es utilizada, es usada, en diferentes contextos y es, o puede ser, analizada desde diferentes disciplinas.

    Del mismo modo, o con mayor frecuencia si cabe, la nocin de merecimiento tan prxima a ella, es profusa y muy distintamente utilizada, y se encuentra explcita o implcitamente en un gran nmero de los juicios de valor que pueden expresarse en relacin con la justicia.

    En efecto, existe una antigua tradicin iniciada en las primeras reflexiones sobre la justicia de Platn, Aristteles, que atraviesa la obra de Hobbes, Locke o Stuart Mill y que es retomada ms tarde por autores como Joel Feinberg o Henry Sidgwick hasta Michael Walzer o Wojciech Sadurski, segn la cual la idea de mrito (merit) y en mayor medida la de merecimiento (axasis, axa, meritum, desert, Verdienst) y la accin o el hecho de merecer (deserve, verdienen) guardan una estrecha relacin con la justicia, cuando no defienden en sus posiciones que ambas son expresiones con ella directamente emparentadas, de acuerdo con la mxima segn la cual justicia es dar a cada cual lo que se merece, prxima a su vez de la antigua, vaca y conocida sentencia de Simnides recogida por Ulpiano en el Digesto segn la cual justicia es dar a cada uno lo suyo.

    Pero, qu es el mrito? La RAE da la siguiente definicin: mrito es toda accin que hace al hombre digno de premio o de castigo. Premio, castigo, ambas expresiones evocan la nocin de justicia, -evocan el derecho penal y ms exactamente a las an no del todo olvidadas teoras retribucionistas-, y en efecto, alrededor de la nocin de mrito se han articulado y se siguen articulando discursos que plantean una intensa relacin causal entre la recompensa1 (el premio o el castigo) la nocin amplia de merecer o de merecimiento, o la del mrito -como su concrecin- y la nocin de justicia como parmetro o como instancia crtica sobre la que es posible evaluar el mrito. Pero tambin se ha denunciado, y creemos que con razn, que las enormes desigualdades materiales y condiciones de vida que caracterizan nuestra poca encuentran su justificacin ltima en expresiones del tipo la gente tiene lo que se merece.

    Interesa desde este primer captulo el papel que la nocin de mrito en sentido amplio (como merecimiento) ocupa en tales reflexiones desde una perspectiva filosfica moral, jurdica o poltica, y en relacin con la igualdad y con la exclusin. Pero como hemos comenzado diciendo, tal nocin es utilizada, es usada, en diferentes mbitos y desde diferentes disciplinas.

    1 La relacin entre mrito y recompensa (reward) en sentido amplio, esto es, tanto econmica, como social, o relacionada con la posicin o con el cargo es, como se ver, una constante formal de la idea de mrito, aunque su articulacin es muy variada, desde la diferenciacin segn esferas en WALZER, M., Las esferas de la justicia, op. cit., a los estudios de la relacin entre merecimiento/ mrito (merit/ desert) y justicia, por ejemplo en la compilacin ya sealada POJMAN, L. P., McLEOD, O., What Do We Deserve? A Reader on Justice and Desert. En relacin con la idea de castigo, las posiciones son amplsimas, pudiendo ir desde el rgimen extorsivo de premios y castigos en la tradicin escatolgica cristiana, pasando por determinadas teoras de derecho penal, hasta la funcin cumplida por la escuela, tal como por ejemplo se seala en FOUCAULT, M., Vigilar y castigar, Madrid, Siglo XXI Editores, 1990, trad. Aurelio Garzn del Camino, 1990. A lo largo del trabajo se analizarn unas y otras.

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  • Captulo I Los usos del mrito

    As: qu es un uso? por qu los usos en relacin con el mrito? Respecto a lo primero, se trata de destacar el ejercicio, la prctica general, en este caso,

    de una nocin, de una idea, el empleo continuado y habitual de un concepto. Lo tomamos aqu como la forma, pero tambin en relacin con el tiempo en que se descubre su necesidad y se inicia el ejercicio de incorporar el concepto a un conjunto ms o menos sistematizado de ideas sobre la justicia en las que el primero se inserta de una forma compleja.

    Cmo se inserta? La propia apropiacin de conceptos, tal como la entiende por ejemplo Chartier, apunta

    a una historia social de usos e interpretaciones fundamentales e inscritos en las prcticas especficas que los producen. Prestar as atencin a las condiciones y a los procesos que, muy concretamente, llevan las operaciones de construccin del sentido (en relacin con la lectura pero tambin con muchas otras) es reconocer, en contra de la antigua historia intelectual que ni las inteligencias ni las ideas son descarnadas y contra los pensamientos de lo universal, que las categoras dadas como invariables, ya sean filosficas o fenomenolgicas, deben construirse en las discontinuidades de las trayectorias histricas.2

    Respecto a la segunda cuestin, el por qu de los usos en relacin con el mrito, se aborda la relacin mrito / igualdad / exclusin desde los usos entendidos en el sentido anterior, lo cual resulta prximo, pero no idntico a circunscribir el concepto a determinados permetros o enfocar su estudio desde diferentes disciplinas. Aunque tambin tendremos ocasin de comprobar el variado nmero de lugares desde los que se puede abordar su anlisis, y finalmente hacer una propuesta de comprensin interdisciplinaria que facilite la sistematizacin o de la tipologa que plantearemos al final de este captulo.

    Amartya Sen comenzaba recientemente un breve anlisis de la relacin entre mrito y justicia llamando la atencin sobre la falta de claridad de de los trminos relacionados con el mrito(merit):

    The idea of meritocracy may have many virtues, but clarity in not one of them. 3Esta complejidad as como la interdisciplinariedad del objeto y su uso confuso4

    parecen obligar de entrada a realizar algunas aclaraciones, sobre todo de tipo conceptual y metodolgico, antes de abordar la relacin entre mrito e igualdad as como de proponer una tipologa de las distintas formas y relaciones que se establecen, o que pueden establecerse, en relacin con la justicia, entre la nocin de mrito / merecimiento, el valor igualdad y la fenomenologa de la exclusin.

    Respecto a su uso histrico, a pesar de las referencias histricas y la decisin de profundizar para el intento de clarificacin anterior, en aquellos momentos histricos y culturales que cabe considerar con Cornelius Castoriadis de ruptura5 de los valores

    2 A su vez, el sentido histrico conlleva tres usos que se oponen trmino a trmino a las tres modalidades platnicas de la historia. Uno es el uso de la parodia, y destructor de la realidad; otro es el uso disociativo y destructor de la identidad; el otro es el uso sacrifical y destructor de la verdad. Segn Chartier, esta perspectiva mucho le debe al trabajo de M. DE CERTAU, en particular a su libro, LInvention du Quotidien. I. Arts de Faire. Paris, Union Generale dEditions, 10/18, 1980. 3 SEN, A., Merit and Justice, en Meritocracy and Economic Inequality, ARROW, K., BOWLES, S., DURLAUF, S., (Ed.) Princeton University Press, 2001, p. 5. 4 Sobre el uso de nociones confusas, Charles Perelman advierte del mrito como de una nocin cuyo uso slo se concibe en funcin de su misma confusin. PERELMAN, CH., OLBRECHTS TYTECA, L., Tratado de la argumentacin, Madrid, Gredos, 1998, trad. Julia Sevilla Muoz, p.21. 5De acuerdo con el filsofo griego la ruptura significa el rechazo de las diferencias o alteridades (jerarquas) previas en las posiciones respectivas de los individuos y por tanto el cuestionamiento de todo poder que se derive de ellas; a la vez que el surgimiento de la pregunta por las buenas (o mejores) instituciones, en tanto que stas dependen de la actividad consciente y explcita de la colectividad por tanto, tambin, el surgimiento de la pregunta por la justicia. CASTORIADIS, C., La democracia como procedimiento y como rgimen en El ascenso de la insignificancia, Frnesis, Ctedra, Universitat de Valencia, trad. Vicente Gmez, 1998, p. 218- 225.

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  • Captulo I Los usos del mrito

    heternomamente recibidos -la demokrata6 y Ilustracin- debe quedar claro otra vez que el propsito que mueve este trabajo no es el de trazar un recorrido histrico de la forma en que stas se han articulado, sino intentar la construccin de los parmetros que delimitan la tensin igualdad y mrito, y la comprensin de cmo hoy fctica y tericamente las legitimamos o criticamos a partir de una herencia cultural que valora la igualdad, para descubrirlo hoy, y esta una hiptesis general, como concepto contingente, cultural (no eterno, ni mucho menos natural) en una tensin continua con la idea de justicia social, con especial atencin a tres mbitos que son a la vez tres usos no exhaustivos: el poltico, el moral y el jurdico.

    No obstante, se ha indicado ya que el mrito es un concepto multidisciplinar, y que como tal un enfoque limitado nicamente a su uso jurdico, filosfico, poltico, moral, jurdico, histrico, sociolgico o psicolgico adolecera de la posibilidad que mueve esta investigacin, esto es, la confianza inicial en que la nocin de mrito sea un parmetro de investigacin muy fecundo para ilustrar el punto en comn de aquellos aspectos morales, filosficos, sociolgicos, jurdicos y polticos de la fenomenologa de la exclusin.

    Precisamente algunos de los estudios ms recientes7 acerca de la nocin de mrito, (merit / desert) han detectado, en nuestra opinin acertadamente, una apora en la relacin mrito-justicia que entronca directamente con el objeto de este trabajo: la tensin entre las ideas de mrito y de igualdad y la forma en que segn nuestra hiptesis el primero ha devenido en un creciente factor de exclusin parecen limitar la antigua pretensin de considerarlo una pieza natural, pero sobre todo un referente posible en la reflexin sobre la justicia social. Obviamente la demostracin de esta imposibilidad constituir el principal objeto de este trabajo.

    Con ocasin del por qu de los usos se ha sealado que la intencin de avanzar en este objeto de estudio surge de la hiptesis inicial de que el concepto de mrito ha sido objeto de simplificaciones que han podido dificultar su relacin con determinadas exigencias del Derecho, y para ser ms exactos con la realizacin jurdica de la igualdad.

    Creemos que el olvido de este carcter conceptualmente hbrido e histricamente contingente se halla detrs de no pocos de los juicios de insatisfaccin que en relacin con su claridad concluyen la mayora de las aproximaciones realizadas desde el mbito de la filosofa del Derecho en relacin con la nocin de mrito. Respecto a la pervivencia de la perspectiva que mantiene una profunda relacin entre la idea de mrito y de justicia, segn el anlisis de Agnes Heller, y en relacin con la regla de oro, en un solo grupo social en el que rigen las mismas normas y reglas para todos los miembros del grupo, las mismas reglas y normas proporcionan los estndares para la fijacin de los mritos o demritos (en relacin con la excelencia moral o de otro tipo).

    Comparar a las personas segn sus mritos y demritos que es despus de todo, la forma ms comn de hacer justicia o injusticia- es un procedimiento que difcilmente puede entenderse en trminos de la dicotoma igualdad desigualdad, ni siquiera en el marco de

    6 MUSTI, D., Demokrata. Orgenes de una idea, op. cit. Tambin entre otras en TOULOUMAKOS, J., Die theoretische Begrndung der Demokratie in der klassischen Zeit Griechlands. Die demokratische Argumentation in der Politik des Aristoteles, Ekdoseis Papazisis, Atenas, 1985. MUSTI, D., Pubblico e privato nella democracia periclea, en Quad. Urbin. Di Cult. Class, n.s. 20, 1985. 7 En general a partir de la conocida reflexin de Rawls en la Teora de la Justicia, acerca del papel del mrito en la distribucin de recursos y en relacin con la lotera natural; en RAWLS J., Teora de la Justicia, Mxico, FCE, trad. Mara Dolores Gonzlez, 1999; y en lo que podramos denominar debate liberal en torno a la posicin sobre el mrito de Rawls y las diferentes posiciones por ejemplo de SPIEGELBERG, H., An Argument for Equality from Compensatory Desert, MICHAEL SANDEL Liberalism and the Limits of Justice, hay traduccin espaola, SANDEL, M., El liberalismo y los lmites de la justicia, Barcelona, Gedisa, trad. Maria Luz Melon, 2000.

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  • Captulo I Los usos del mrito

    un sistema legal moderno, altamente tecnificado y legalizado8. Dado que la primera simplificacin afectara al propio concepto de mrito, trataremos

    a continuacin y a partir de los diferentes usos, de poner de manifiesto y en lo posible aclarar el desorden semntico que rodea al trmino.

    Un primer epgrafe aborda este escurridizo objeto de estudio, a partir de una clarificacin de los conceptos, en concreto de los trminos mrito, meritocracia, merecimiento, as como su relacin con la igualdad / la desigualdad o la exclusin relacionada con ellos. Por otra parte, desde el principio de esta investigacin, igualmente el difcil y paradjico9 concepto de meritocracia, aparecer primeramente en su significado que no en su uso- etimolgico, esto es, como el estricto gobierno del o por el mrito, y en su sentido ms amplio, como distribucin de recompensas sociales o econmicas segn el mrito.

    Por ltimo una advertencia preliminar: este primer captulo relativo a los conceptos y a los usos de tales conceptos se ha intentado abordar desde un punto de vista conceptual estipulativo, el fin debera ser hacer emerger el referente del uso comn, lingstico, jurdico, filosfico jurdico, sociolgico y psicolgico moral, -extraer, por as decir, de alusiones populares y eruditas- el significado descriptivo de los trminos que aqu nos ocupan independientemente de su significado emotivo. De tales descripciones solo es apropiado germinar unas hiptesis a cuya demostracin de su plausibilidad dedicamos este trabajo sin que quepan ahora reflexiones de ndole normativa.

    Esto debera resultar tanto ms fcil cuanto que cabe adelantar como hiptesis la imposibilidad de un compromiso emocional con un tipo de nocin que habr de devenir vaca. Cabe sobrecogerse, eso s, por jemplo con aquellos usos que del mrito / merecimiento (en tanto que juicio global sobre la persona) habran hecho las distintas ideologas totalitarias que habran convertido la idea de desigualdad natural en la capacidad y en la aptitud en la bandera que ondeaba en los diferentes trenes a los campos de exterminio, con el discurso etnocntrico del colonialismo basado en la supuesta superioridad y capacidad para la organizacin del mundo, con la apelacin a los merecimientos en sentido amplio o con aquellos que mucho antes retomando a Aristteles o Gins de Seplveda hubieron de jerarquizar la vala y la aptitud de forma objetiva, natural, permanente y esttica con los resultados por todos conocidos.

    En la medida de lo posible, pues, el anlisis de los usos que sigue se ha llevado a cabo prescindiendo de juicios de valor.

    8 HELLER, A., Ms all de la justicia, Barcelona, Crtica, 1990, p. 14. 9 Sobre su carcter paradjico, vid. CARABAA, J., Las paradojas de la meritocracia, Revista de Occidente, n 1 (1980). Sobre su colapso en el mbito educativo, vid. , GIL CALVO, E., El colapso de la meritocracia, en Claves de la Razn Prctica, n 9, (1990).

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    II. USOS DEL MRITO: LINGSTICO, RELIGIOSO, POLTICO, SOCIOLGICO, PSICOLGICO SIMBLICO, FILOSFICO JURDICO

    A continuacin se expondr de manera sucinta los principales usos de las expresiones

    cercanas a la nocin de mrito y una propuesta de clarificacin del concepto como punto de partida de los captulos que siguen.

    II. 1. El uso comn, el uso lingstico y filolgico a) Mrito, merecimiento, meritorio, merecer, merit, desert En el lenguaje comn sera una tarea excesiva enumerar los distintos contextos en los

    que aparece el trmino mrito, merecer, merecido o merecimiento. Aunque, como se ha insistido, interesa aqu sobre todo la apelacin a la idea de justicia, expresiones como: qu he hecho yo para merecer esto?, La seleccin espaola merece ganar un mundial, Miln Kundera merece el Premio Nobel, Nadie merece morirse de hambre, Te mereces un 0%, X recibi su merecidoo X ha hecho mritos para..., siguen dando una idea del carcter amplio, general y confuso de esta forma de expresar lo que parece un juicio, una exigencia, una cualidad, una accin digna de premio o de castigo.10

    Mrito y merecimiento: El Diccionario de la Lengua Espaola de la Real Academia Espaola, en su vigsima primera edicin nos proporciona la siguiente definicin de mrito:

    Mrito 1. (Del lat., meritum.) m. Accin que hace al hombre digno de premio o de castigo. // 2. Resultado de las buenas obras que hacen digno de aprecio a un hombre. // 3. Hablando de cosas, lo que hace que tengan valor. // de condigno. Teol. Merecimiento de las buenas obras ejercidas por el que est en gracia de Dios. // de congruo. Teol. Merecimiento de las buenas obras ejercitadas por el que est en pecado mortal. // mritos del proceso. Der. Conjunto de pruebas y razones que resultan de l y sirven al juez para dar su fallo. // de mrito. loc. adj. Notable y recomendable. Cuadro DE MRITO. // hacer mrito. fr. Fig. hacer mencin. // hacer mritos. fr. fig. preparar o procurar el logro de una pretensin con servicios, diligencias u obsequios adecuados. mrito 2, ta. (Del p. p. lat. meritus.) adj. ant. Digno, merecedor, benemrito. meritoriamente. adv. m. Merecidamente, por mritos, de una manera digna. meritorio, ria. (Del lat. meritorius.) adj. Digno de premio o galardn. // 2. m. y f. Persona que trabaja sin sueldo y solo por hacer mritos para entrar en una plaza remunerada.

    Otras veces, sobre todo en el lenguaje comn, el mrito es sinnimo de virtud: as expresiones como los mritos de X o las virtudes de X11.

    Esto es, mrito (1) aparece como una accin realizada por un sujeto que lo convierte en digno de premio o de castigo como recompensa. Accin que hace al hombre digno de premio o de castigo. En mrito (1) el mrito es una accin. Por su parte, mrito (2) aparece como una propiedad12, una caracterstica -no se especifica si de la accin, o del sujeto,

    10 Las cuales podran ser igualmente proferidas por un personaje de Pedro Almodvar, por un locutor deportivo de Antena 3, por un checo, por una ONG, por una entidad de crdito, por un seguidor del Ku Kux Klan, o por un miembro de un tribunal de oposicin pblica respectivamente. 11Segn la definicin que de mrito da Nicols Abbagnano, Es un ttulo para obtener aprobacin recompensa o premio (...) el mrito es diferente de la virtud y del valor moral pero constituye lo que de la virtud misma o del valor moral puede ser valorado a los fines de una recompensa cualquiera, aunque sea la aprobacin. En ABBAGNANO, N., Diccionario de Filosofa, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1988 trad. N. Galletti. 12 En la mayora de los diccionarios consultados hay en la voz mrito una referencia a la propiedad de la accin, como property Property sin embargo, tiene otras acepciones, junto a la ms general de propiedad, property tambin significa posesin, caracterstica, bienes, Man of property puede traducirse como

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  • Captulo I Los usos del mrito

    podra ser una accin de mrito, un pintor de mrito-. Algo, alguien Digno, merecedor, benemrito. En mrito (2) el mrito es una propiedad.

    Merit / Desert: En ingles existen al menos dos expresiones para referirse al objeto que nos ocupa: Merit y Desert, (mrito y merecimiento) esta ltima emparentada con el verbo Deserve (merecer) que pueden contribuir a perfilar ms el uso de esta primera nocin.

    The English Oxford Dictionary contempla parecidas acepciones del mrito13. Merit puede traducirse como mrito, y al igual que en castellano indica una cualidad (quality) o una propiedad que el diccionario extiende a las personas y a las cosas, aunque algunos autores y teoras basadas en la nocin de mrito/ merecimiento (merit/ desert), como la de Sadursky niegen la posibilidad de que las cosas merezcan, a work of merit sera un trabajo de mrito14.

    Al igual que en castellano, existen en ingls acepciones de merito vinculadas al proceso jurdico de forma que to judge the merits of a case, significara atender al fondo de un caso. Encontramos al igual que antes una segunda acepcin de merit como merecer, ser digno de (to deserve), y de forma intransitiva merito como hacer mritos. Meritorious como adjetivo significara meritorio. Algo o alguien digno de premio o de recompensa.

    Desert hace referencia a lo que uno merece, puede traducirse como merecimiento15, como algo merecido e igualmente como mrito: To get ones desert, significara llevarse alguien su merecido. De ah el verbo to Deserve como Merecer: he deserves to win: merece ganar, to deserve well of: merecer el reconocimiento. Deserved significara igualmente merecido.16

    En otros idiomas hay un uso semejante de la expresin, de forma que podemos hablar de una equivalencia bsica al hablar, por ejemplo de lo meritorio, entre la expresin francesa

    hombre de propiedad, mientras que public property es Dominio Pblico. DICCIONARIO MODERNO LAROUSSE, Dir. Ramn Garca Pelayo y Gross, Barcelona, 1986, Voz Property, p. 317. 13 merit (1) como that which is deserved or has been earned, whether good or evil; due reward or punishment. (2) The condition or fact of deserving with respect to desert of either good or evil. (3) The quality of deserving well, or of being entitled to reward gratitude. (4) A. Claim or title to commendation, excellence, worth. B. The condition of being valued or honoured (5) Something that entitles to reward gratitude. Los derivados de mrito son numerosos: meritable, merited (deserved), meriter, meritful, meriting, meritist, meritless, meritorily. THE OXFORD ENGLISH DICTIONARY, vol IX, Merit, Clarendon Press, Oxford,1989, pp.633-635. 14 Vid. SADURSKI, W. Giving Desert Its Due: Social Justice and Legal Theory, Dordrecht, Reidel, 1985. SADURSKI, W., Distributive Justice and the Theory of Punishment, Oxford Journal of Legal Studies 5, 1985, pp. 47-59. Para una sntesis de su posicin escalrecedora de la vinculacin mrito y nocin de merecer, vid., CAMPBELL, T., La Justicia. Principales debates contemporneos, Barcelona, Gedisa, 2002. 15 Para Walzer el merecimiento no posee las caractersticas de la necesidad y no implica un tener de la misma manera que el poseer y consumir. Suponiendo que se tuviese la posibilidad de ordenar la distribucin de amor, influencias, cargos, obras de arte y otros poderosos rbitros del merecimiento; no tenemos forma efectiva de lograrlo, en la medida que el merecimiento tiene vinculaciones con juicios sobre mbitos muy diversos de la condicin humana: "El merecimiento es una exigencia seria, aunque exige juicios difciles, y slo en condiciones muy especiales produce distribuciones especficas(...)su adquisicin supone ms una lucha y un esfuerzo por obtener algunos beneficios del supuesto reconocimiento que su real efectividad. WALZER, M, Las esferas de la justicia, op. cit., p. 37. 16 Algunos autores despus de discernir, sintetizan, as, para Barbara Goodwin mrito (merit) significa contribucin a la sociedad y merecimiento (desert) valor moral y ambos, segn seala se utilizan de forma similar y a menudo son intercambiables. Por otra parte la autora introduce un nuevo elemento. Titularidad, as dice: Las teoras de la justicia basadas en el mrito, el merecimiento o la titularidad distinguen entre personas y justifican que haya recompensas diferenciadas. (Si bien, mrito implica contribucin a la sociedad, merecimiento, valor moral y titularidad, algo integrado y construido histrica y legalmente) Aunque luego aade la autora: los tres criterios funcionan de modo similar y con frecuencia son intercambiables. GOODWIN, B., EL uso de las ideas polticas, Barcelona, Pennsula, 1988, trad. Enrique Lynch, p. 365.

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  • Captulo I Los usos del mrito

    mritoire, el italiano meritorio, el ingls meritorious praiseworthy o el alemn verdienstlich de Verdienst -merecer-.

    Todas ellas expresaran algo incluyendo (una accin), alguien (un sujeto) digno de premio o de recompensa, con diferentes etimologas, las ms de ellas derivadas del latn meritorious. Aunque por razones metodolgicas analizaremos ms tarde el uso sociolgico, poltico o filosfico de la expresin meritocracia, cabe adelantar que tanto meritocracy17, como la cercana a este trmino meritarian18, coincidirn bsicamente con las lneas maestras de la definicin anterior, tal como expresan diccionarios ms especializados en su vertiente filosfica o sociolgica.

    Hasta aqu lo que el Diccionario de la Real Academia Espaola y su correspondiente ingles recogen bajo las voces que nos interesan.

    Si buscamos en otros diccionarios enciclopdicos que amplan las acepciones o extienden el significado de los derivados de la expresin mrito encontramos que resulta imposible separar la expresin mrito de la imagen de merecer y que todas las expresiones parecen mantener unas constantes.

    Qu une en el uso comn la nocin de mrito con el verbo merecer y cules son las constantes? Respecto a la primera cuestin, el adverbio meritoriamente lo encontramos definido en distintos lugares como merecidamente, por mritos, de una manera digna. En cualquier caso enseguida comprobamos que es esta una cuestin menor: la expresin mrito como - 1// Accin que hace al hombre digno de premio o de castigo. // 2. Resultado de las buenas obras que hacen digno de aprecio a un hombre - denota, expresa, apunta a una accin digna, equivalente en el uso comn a merecedora de recompensa. Si esta equivalencia an no se ve, todava nos queda las definiciones explcitas de meritorio como algo conseguido merecidamente. Por otra parte, el uso religioso esto es exactamente cristiano o en el marco de la unidad cultural ligada al dominio exclusivo de la religin cristiana19 - de

    17 Meritocracy: in ordinary usage, a system in which advancement is base on ability and achievement, or one in which leadership roles are held by talented achievers. The term may also refer to an elite group of talented achievers. In philosophical usage, the term s meaning is similar: a meritocracy is a scheme of social organization in which essential offices, and perhaps careers and jobs of all sorts are: a) open only to those who have the relevant qualifications for successful performance in them, or, b) awarded only to the candidates who are likely perform the best, or, c) managed so that people advance in and retain their offices and jobs solely on the basis of the quality of their performance in them, or d) all of the above. En AUDI, R., Cambridge Dictionary of Philosophy, Cambridge University Press, 1995, p.484. 18 One who asserts the relevance of individual merit, as an independent justificatory condition, in attempts to design social structures or distribute good. Meritarianism is a recently coined term in social and political philosophy, closely related concerns that supplement or oppose egalitarian, utilitarian, and contractarian principles and principles based on entitlement, right, interest, and need, among others. For example, one can have a pressing need for an Olympic medal but not merit it; one can have the money to buy a masterpiece but not be worthy of it; one can have the right to a certain benefit but not deserve it. Meritarians assert that considerations of desert are always relevant and sometimes decisive in such cases. What counts as merit, and how important should it be in moral, social and political decisions? Answers to these questions serve to distinguish one meritarian from another, and sometimes to blur distinctions between the meritarian position and others. Merit may refer to any of these: comparative rank, capacities, abilities, effort, intention, or achievement. Moreover, there is a relevance condition to be met: to say that highest honours in a race should go to the most deserving is presumably to say that the honours should go to those with the relevant sort of merit speed, e. g., rather than grace. Further, meritarians may differ about the strength of the merit principle and how various political or social structures should be influenced by it. En AUDI, R., Cambridge Dictionary of Philosophy, op. cit., p.483-484. 19 Tambin las doctrinas cristianas han cambiado, siendo hoy, la situacin particularmente confusa sobre todo en relacin con la idea de salvacin y su vinculacin con las obras entendidas como mritos. No entramos pues en las tres grandes divisiones (Catolicismo romano, Ortodoxia oriental y Protestantismo) salvo cuando se trate la transformacin del ideal meritorio segn las tesis de Weber en el captulo correspondiente. Para un estudio breve pero centrado en los puntos esenciales de toda creencia que merezca el nombre de cristiana en

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  • Captulo I Los usos del mrito

    la expresin utiliza indistintamente la referencia a la dignidad de la accin de la accin digna de premio, de castigo, o de recompensa- con el merecimiento de la accin de la accin merecedora de premio, de castigo, o de recompensa-, sealando una causalidad moral o meritoria de las buenas obras y tambin del sufrimiento20 de la forma en que veremos un poco ms adelante. Respecto a las constantes, como se ha podido apreciar, todas ellas refieren la idea de recompensa, sealan la correspondencia entre la accin (digna de premio, meritoria, merecedora) y la recompensa.

    Hay una apelacin constante tanto a la idea de propiedad de la accin como a la relacin causal entre sta y la recompensa. En efecto este nexo, esta relacin (llammosle moral o de justicia antes que fsica) entre la accin y la recompensa (el premio o el castigo) es la principal constante, junto a la dignidad de la accin a la que hemos aludido.

    Ntese, finalmente que ni el uso comn, ni la etimologa que retrotrae el mrito al meritum latino21, ni el diccionario sealan un contenido -un fondo concreto- al mrito o a la accin digna de premio, ni al acto merecedor de recompensa. No hay alusin por ejemplo al esfuerzo, ni a la inteligencia, ni al valor, ni a la suma de los dos primeros. No hay una concrecin de qu o en qu consiste ese mrito.

    El uso religioso seala eso s, a la buena accin, a la buena obra. Adelanta una causalidad moral meritoria- entre la buena accin y la recompensa, a la vez que recuerdan el carcter recompensable del sufrimiento y del sacrificio (en general en diferentes lugares del Nuevo Testamento22) pero como veremos ms adelante tampoco ste es (ni siquiera en este contexto) su uso definitivo.

    b) Meritocracia 1. Una aproximacin etimolgica al trmino meritocracia debe llamar la atencin

    sobre los dos componentes de la palabra: meritum del latn, tal como vimos atrs y kratos que, como es sabido, denota la idea de poder, utilizndose en griego moderno para referirse al Estado.

    Ese carcter hbrido de sus fuentes etimolgicas indica la imposibilidad de que como tal como meritocracia- se encontrara en el focus histrico social y cultural donde se forjaron la mayora de las expresiones con las que an hoy asignamos un nombre a los regmenes y a las formas polticas (democracia, aristocracia, oligarqua, tirana, etc.) Sin embargo, la mayora de los historiadores de la Grecia clsica, y en concreto de sus formas polticas, coincidirn en sealar su existencia en el plano de las ideas bajo diferentes expresiones bsicamente con W. C. Guthrie axiocracia, aunque con Musti meritocracia, y ambas por ejemplo en la primera lectura ilustrada de los clsicos polticos griegos como aristocracia (una suerte de gobierno de los mejores) en sentido amplio-.

    relacin con la salvacin, , vid., STEVENSON, L, Siete teoras de la naturaleza humana, op. cit., el captulo EL cristianismo: salvacin divina, pp. 57-70. 20 Sobre los aspectos religiosos del sufrimiento, la bibliografa es amplia pero se corresponde la mayora de ella con la discusin teolgica a la que luego aludiremos acerca del aspecto meritorio de las buenas obras en relacin con la salvacin eterna, las distincin mrito de condigno, mrito de congruo, y el debate entre catlicos y protestantes acerca de las virtudes terrenales, que iremos viendo, sobre el mrito como sufrimiento, vid. por ejemplo, DEPAMARFE, Mrito y valor del sufrimiento en gracia de Dios, Len Cornejo, 1988. 21 En THE OXFORD ENGLISH DICTIONARY, vol IX se menciona una interesante etimologa de merit a partir del traducible como obtener una porcin (share) de algo, un , esto es, una parte, que pocos diccionarios etimolgicos recogen. 22 As por ejemplo en Mat. 25, 94 el mrito de las buenas obras aparece como generosidad, solidaridad de la buena accin: Venid, benditos de mi padre, poseed en herencia el reino preparado para vosotros... Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber, etc. o como resistencia a la tentacin en Jac. 1, 12, Bienaventurado el varn que soporta la tentacin, porque alcanzar la corona de la vida....

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    El trmino meritocracia parece haber sido acuado por Michael Young en 1958 en su novela utpica, o mejor, distpica El tirunfo de la meritocracia 1870- 2033 Michael Young: The rise of Meritocracy-23. As lo afirman la mayora de diccionarios filosficos o sociolgicos, en su mayora ingleses, insistiendo en que la meritocracia lleva implcita la idea de un procedimiento de tipo selectivo donde la nocin de mrito aparece como la suma de inteligencia y de esfuerzo.24

    A partir de esta acepcin, el uso comn si parece dotar de un contenido a la nocin de mrito cuando se le aade el kratos: mrito en esta poca, en tanto unido que al sufijo kratos como fuerza o poder, indica inteligencia, talento, aptitud, esfuerzo, etc.

    2. El uso comn de la meritocracia: Por meritocracia se entiende as, en trminos

    generales, el poder de la inteligencia, que en las sociedades industriales estara sustituyendo a aquel que tiene su origen en el nacimiento o en la riqueza en virtud de la funcin cumplida por la escuela.

    Segn este planteamiento los mritos de los individuos, expresados principalmente por las capacidades intelectivas, que son sancionadas por el sistema escolar a travs de diplomas y ttulos, constituiran la base indispensable, aunque no siempre suficiente, del poder de las nuevas clases dirigentes, obligando a los tradicionales grupos dominantes a adecuarse25.

    Aunque cabe distinguir entre reflexiones basadas en el ttulo26 y reflexiones que indagan en el mrito,27se postula de ese modo la progresiva extincin del principio de la ascription

    23 La distopa de Michael Young propone en una clave satrica la utopa sociolgica del advenimiento de una meritocracia, contribuyendo a difundir el uso de este trmino. En esta obra se describe la Inglaterra de 2033 como una sociedad perfectamente dirigida a la maximizacin de la eficiencia productiva a travs del empleo completo de los recursos intelectivos de la poblacin oportunamente valorizados por la escuela. Young imagina que la aceptacin generalizada del principio del mrito puede llevar a la constitucin de una clase dirigente de hombres perfectamente seleccionados, los cuales, despus de numerosos y cuidadosos test de inteligencia logran acceder a los ms altos grados de la instruccin asumiendo despus todos los cargos directivos. Es base a criterios cientficos los inteligentes son separados de los otros, dando vida a dos clases diferentes, aunque de un nuevo tipo y con una movilidad generacional completa. El que es de la clase superior con cociente intelectual elevado, tiene derecho a una buena instruccin y a notables privilegios econmicos y sociales; la clase inferior recibe una educacin elemental que, con motivos de la extensin de la automatizacin, no le estar permitido ni siquiera el trabajo obrero, y por lo tanto, estarn relegados al trabajo domstico en las casas de los superdotados. El problema de la igualdad y de la instruccin se plantea de manera humorstica. YOUNG, M, El triunfo de la meritocracia (1870-2033) Madrid. Tecnos, 1964. 24 La primera aparicin del trmino meritocracy en prensa es tambin en 1958 en The Economist de 1 de Noviembre I. Nov. 407/1 debi ser pues a raz o como resea de la novela de Michael Young. El 28 de Abril de 1960 aparece en The Guardian aparece como trmino vinculado a la poltica. En 1961 aparece en Harpers Bazaar, Feb. 56/1 The grammar schools... have given birth to a new class, the meritocracy. En 1967 New Scientist de 10 de agosto Public subsidy of the future meritocrat elite is efficient, but inequitable, En 1973 The Guardian de 21 de abril aparece en oposicin a la monarqua. En 1975 el Suplemento Literario del Times de 2 de Mayo 471/2 se dice de Keynes que era un meritcrata- no un demcrata. (Keynes...was a meritocrat not a democrat). Luego el uso se hace mucho ms popular. En la actualidad el uso del trmino se a generalizado como este captulo trata de mostrar. Es interesante destacar que el trmino meritocracia se convirti en bandera de las oposiciones sociales y polticas en Sudamrica a las formas endogmicas y la herencia de las designaciones por afinidades polticas y colaboracionismos propias de las diversas dictaduras - Chile, Argentina, etc. que asolaron el continente durante el siglo pasado. La expresin es mucho ms popular en pases como Venezuela, que en Espaa donde se usa ms en el mbito educativo que en el poltico. 25 BOBBIO, N., MATUCCI, N., PASQUINO, G., Diccionario de poltica, Siglo XXI , Madrid, 1998, p. 961 26 Vid.COHEN, G.A., "Self Ownership, World Ownership, and Equality," in Frank Lucash (ed.), Justice and Equality Here and Now, (Ithaca: Cornell University Press, 1995) pp. 108-35, COHEN, G.A. "Self Ownership, World Ownership, and Equality: Part II," Social Philosophy and Policy 3 (1986): 77-96. NOZICK, ROBERT, "Distributive Justice," Philosophy and Public Affairs 3 (1973): 45-126. MICHAEL OTSUKA, "Self-Ownership and Equality, A Lockean Reconciliation", Philosophy and Public Affairs, 27 (1998): 65-92. STEINER, HILLEL, "Liberty and Equality," Political Studies 29 (1981): 555-69. STEINER, HILLEL,

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    (segn el cual las posiciones sociales son atribuidas por privilegio de nacimiento), sustituido por el principio de achievement por el cual tales posiciones sociales son por el contrario adquiridas gracias a las capacidades individuales.

    La meritocracia se presentara justamente como una sociedad donde rige el segundo principio, remitindose, como veremos, al principio de igualdad de oportunidades.

    La meritocracia como sistema de estratificacin social se supone tanto ms dinmico cuanto ms dinmico es el acceso a base de lo entendido como meritorio. En un sentido conservador tiende a justificar status, privilegios, diferencias salariales, respondiendo a la idea de que la gente tiene lo que se merece. en la esfera pblica se tiene como forma de acceso a la funcin pblica cuando esta no tiene funciones exclusivamente poltico ejecutivas (as no se exige para ocupar un ministerio o la presidencia del gobierno).

    3. Un buen ejemplo para el segundo Wittgenstein: la meritocracia no existe pero se

    habla de ella: El Diccionario de la Lengua Espaola no recoge la expresin meritocracia. Determinados diccionarios enciclopdicos en lengua castellana que profundizan ms en

    las diversas acepciones del vocablo, an sin recoger explcitamente la expresin meritocracia, hablan de Sistema del mrito como aqul vinculado a la certificacin, acreditacin de ttulos y examen28 y que tiende a que los ocupantes de los cargos lleguen a stos gracias a su competencia y no merced al favoritismo y a su afiliacin poltica. La competencia del candidato se evala mediante un examen por escrito. Los examinandos escriben sus respuestas a las diversas preguntas, y las entregan, sin firmarlas, al tribunal, el cual hace una lista de los examinados por orden de mrito de las respuestas. Los nombramientos se hacen por el mismo orden de la lista. La objecin ms corriente, y algo justificada, contra este sistema, es que no proporciona, pruebas adecuadas de la verdadera capacidad del individuo para el desempeo del cargo que pretende; pero no obstante, aunque este sistema no lleva necesariamente a la eleccin de los ms competentes, excluye a los absolutamente ineptos.

    La expresin meritocracia es recogida en los diccionarios sociolgicos como Tipo de dominacin social, jerarqua de status o sistema de justificacin de las posibilidades de ascenso segn la capacidad.29

    "Capitalism, Justice, and Equal Starts," in Equal Opportunity, ed. Ellen Frankel Paul, Fred D. Miller, Jeffrey Paul, and John Ahrens (Cambridge, MA: Basil Blackwell, 1987), pp. 49-71. 27 Vid. FEINBERG, JOEL "Justice and Personal Desert," in Nomos VI: Justice (1963) edited by C. J. Friedrich and John W. Chapman (New York: Atherton), pp. 69-97. Goodin, ROBERT, "Negating Positive Desert Claims," Political Theory 13 (1985): 575-98. SHELLY KAGAN, "Equality and Desert," in What Do We Deserve? Edited by Louis P. Pojman and Owen McLeod (Oxford, Oxford University Press, 1999), pp. 298-314.KLEINIG, JOHN, "The Concept of Desert," American Philosophical Quarterly (1971): 71-78. LAMONT, JULIAN, "The Concept of Desert in Distributive Justice," Philosophical Quarterly 44 (1994): 45-64. ROEMER, JOHN "A Pragmatic Theory of Responsibility for the Egalitarian Planner," Philosophy and Public Affairs 22 (1993): 146-66. SAMUEL SCHEFFLER, "Responsibility, Reactive Attitudes, and Liberalism in Philosophy and Practice," Philosophy & Public Affairs 21 (1992): 299-323. SHER, GEORGE, "Effort, Ability, and Personal Desert," Philosophy and Public Affairs 8 (1987): 361-76. YOUNG, ROBERT, "Egalitarianism and the Modest Significance of Desert," Ethics 102 (1992): 319-41. ZAITCHIK, ALAN, "On Deserving to Deserve," Philosophy and Public Affairs 6 (1977), pp. 370-88. 28 En relacin con el examen como expresin que lleva consigo toda un mecanismo que une a cierta forma de ejercicio del poder cierto tipo de formacin de saber, habr que acudir a la conocida posicin de Michael Foucault para quien la superposicin de las relaciones de poder y de las relaciones de saber adquiere en el examen toda su notoriedad visible en FOUCAULT, M., Vigilar y castigar, op. cit., p. 147. 29 Como quiera que las definiciones sociolgicas comienzan a partir de ah de recoger el punto de vista de la crtica social, dejamos incompleta su definicin sociolgica hasta llegar a su uso correspondiente. Esta primera parte ms general de la definicin de meritocracia se encuentra en K. HEINZ HILLMAN, Diccionario Enciclopdico de Sociologa, Barcelona, Herder, 2001.

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    De lo visto, podramos convenir en que las expresiones mrito y merecimiento son prximas entre s, que en el lenguaje comn a menudo resultan intercambiables: (1) X ha hecho mritos para conseguir B; (2)X ha hecho merecimientos para conseguir B, (3) X merece B; pero si atendemos a un uso contextual de las expresiones (4) X tiene el mrito de haber sido el primero. (5) Pero Z merece P, parece que la relacin (4)/(5) desafa el principio fundamental de la lgica del Tercero excluido. Dejemos esta cuestin para ms adelante. De lo visto atrs en el uso etimolgico, lingstico y popular no podemos distinguir, no debemos distinguir de forma taxativa mrito y merecimiento.

    II. 2. El uso religioso La definicin vista atrs adelantaba su principal uso religioso, -cristiano para ser

    exactos- y por ese motivo abordamos este uso en segundo lugar. Se trata de la acepcin del mrito en el sistema teolgico de premios y castigos segn la cual el mrito es el valor que tienen ciertas acciones humanas de merecer por parte de Dios la felicidad eterna. Es conocido el debate teolgico acerca del mrito que enfrent a aquellas posiciones que basndose en el Nuevo Testamento defendan la conexin moral entre las obras meritorias, apoyada por Tertuliano y defendida en San Agustn y en el Concilio de Trento, y la contestacin protestante de Lutero o Calvino quienes negaron el carcter meritorio de las buenas obras. Segn la primera postura, en la misma nocin de mrito estara incluida la idea de igualdad entre la obra meritoria y el premio retribuido, y segn que esta igualdad sea ms o menos perfecta, ser ms o menos perfecto el mrito.

    De ah la distincin: Mrito // de condigno. Teol. Merecimiento de las buenas obras ejercidas por el que est

    en gracia de Dios. // de congruo. Teol. Merecimiento de las buenas obras ejercitadas por el que est en pecado mortal. //

    Segn la nocin de mrito desde la perspectiva teolgica en el primer caso hay igualdad completa y por esto pertenece a la justicia dar el premio debido; en el segundo caso falta algo para que la igualdad sea perfecta, y por esto es ms bien obra de equidad el dar el premio.30

    La doctrina catlica sobre el carcter meritorio de los actos humanos, formulada y aprobada en el Concilio de Trento (sess. 6, cap. 16, can. 32-33) es que el justo puede, por medio de sus buenas obras, merecer propiamente vere mereri- el aumento de la gracia, la vida eterna y aumento de la gloria; Alrededor del mrito teolgico la cuestin de la existencia del mrito teolgico se reduce en el primer sentido a esta otra: puede el hombre hacer alguna obra o accin tal que ofrecida a Dios exija de parte de Dios una recompensa, en este caso la bienaventuranza eterna?

    Como anticipbamos, el uso religioso del mrito no se acaba en el mrito teolgico, ni en el tenor, ni en el alcance de tal disputa, cuyo mero anlisis hara necesario un vasto trabajo de investigacin de ndole teolgica. No se acaba, decamos, habr que resaltar tambin cmo (grosso modo) el protestantismo significar el mrito del trabajo que se recompensa en esta vida, el esfuerzo y el ahorro en la tierra, y ver tambin la articulacin y

    30 La disputa intenta aclararse comparando la nocin de mrito con las nociones de satisfaccin e impetracin, tanto la satisfaccin como la impetracin son nociones que redundaran en honra de otro, y en esto se asemejan al mrito; pero mientras el mrito tiende a adquirir un premio, la satisfaccin procura borrar una ofensa inferida o evitar el castigo incurrido por la ofensa; el mrito quiere obtener un derecho a favor del que merece y la satisfaccin se afana por destruir una deuda existente en contra del que satisface.

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    la relacin del mrito con los modos de asistencia a los pobres propuestos desde los plpitos eclesisticos. En lneas generales, siguiendo al historiador polaco Bronislaw Geremek, la divisin entre pobres merecedores de asistencia, y pobres que no la merecen, (pobre como Pedro, pobre como Lzaro) est vigente en la cristiandad hasta la poca moderna y condiciona todas las medidas de justicia social.31

    En relacin con el uso religioso a partir del dogma cristiano dedicaremos un anlisis ms detallado al hilo de la influencia del protestantismo en el espritu del capitalismo a partir de las tesis de Weber, en el captulo dedicado a la constitucin del mrito como piedra angular del liberalismo econmico, en lo que llamaremos la coincidencia de los mritos sagrados y profanos.

    II. 3. El uso sociolgico Dentro del uso sociolgico podemos hablar de un uso muy temprano que se remontara

    a Artistteles como observador de la realidad de su tiempo y ms tarde en la sociologa clsica de Weber, Durkheim, o Marx quienes con mayor o menor nfasis refieren su funcin legitimadora de los sistemas sociales- as como de un uso posterior del mrito an muy ligado a los principios de estratificacin social con Parsons32 y el funcionalismo, y finalmente de un uso ms circunscrito al anlisis o la crtica de la funcin reproductora (Bourdieu, Passeron, Althausser, Enguita) del sistema educativo.

    Tambin, cabe un uso en relacin estricta con la educacin, donde es un lugar comn afirmar que el sistema educativo se rige por principios meritocrticos, o que el criterio de justicia del mrito es tpico de la escuela y de los procedimientos selectivos33.

    Dejando para el uso jurdico la forma en que el mrito se toma como criterio de acceso a los cargos pblicos, este uso habr tambin de ver con lo que denominaremos conformacin meritocrtica consecutiva del philodespotismo meritocrtico. Esto es, una manera de inculcar ab initio un sistema de desigualdad, o como expresa Wilhelm Reich, refirindose en particular a la expansin y generalizacin de la escuela secundaria, de forma ms categrica, como un momento que tiene el propsito de producir lo que ha llamado la coraza caracterial, una serie de rasgos caracteriales tipificados por amor hacia, y deseo de autoridad, orden, seguridad, sumisin y burocracia; y un sentido compulsivo del deber34.

    En la sociologa clsica las posiciones diferirn lgicamente de un autor a otro, pero el uso del mrito que ms nos interesa viene en general referido a su fuerza legitimadora del dominio. Max Weber fundamentaba el problema de la legitimidad como autojustificacin de la siguiente forma: el hecho de que el fundamento de la legitimidad en la forma de la dominacin no sea una mera cuestin de especulacin terica o filosfica, sino que da origen a diferencias reales entre las distintas estructuras empricas de las formas de dominacin, se debe a ese otro hecho general inherente a toda forma de dominacin e

    31 En relacin con el tratamiento de la pobreza sigo bsicamente las obras del historiador polaco Bronislaw Geremek. GEREMEK, G. La piedad y la horca. Historia de la miseria y de la caridad en Europa, Madrid, Alianza, 1998. Acerca de la historia de las actitudes ante la pobreza, la Iglesia y los problemas sociales en la Europa del periodo, y en general la marginacin social donde aparece la distincin pobres merecedores y no merecedores, vid. del mismo autor Les marginaux parisiens au XIVe et Xve sicles, Paris, Flammarion, 1976. Historie socials, exclusions et solidarit: leon inaugurale faite le Vendredi 8 janvier 1993, Paris, Collge de France, 1993. Poverty: a history, Oxford, Blackwell, 1994. 32 Social class doesn't matter much any more in Western societies. A meritocracy has taken shape in which it's not who you know but what you know PARSONS, T., The System of Modem Societies Englewood Cliffs, NJ: Prentice-Hall, 1971, vid. Tambin MERTON, ROBERT K.,Social Theory and Social Structure. New York, Free Press, 1968. 33 As por ejemplo, BOBBIO. N., Igualdad y libertad, op. cit. 34 Reich citado en FERNANDEZ ENGUITA, M., La cara oculta de la escuela. Educacin y trabajo en el capitalismo, Madrid, Siglo XXI, 1990, p. 161.

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    inclusive a toda probabilidad en la vida: la autojustificacin. Y ms adelante: La ms sencilla observacin muestra que en todos los contrastes notables que se manifiestan en el destino y en la situacin de dos hombres, tanto en lo que se refiere a su salud y a su situacin econmica o social como en cualquier otro respecto, y por evidente que sea el motivo puramente accidental de la diferencia, el que est mejor situado siente la urgente necesidad de considerar como legtima su posicin privilegiada, de considerar su propia situacin como resultado de un mrito y la ajena como producto de una culpa. 35 Evidentemente resulta adems imprescindible en cuanlquier estudio sobre el concepto de mrito la teora weberiana de la nacionalizacin, en el contexto en el que Weber se pregunta por las causas que llevaron a algunas sociedades europeas a evolucionar de tal modo que entr en crisis el tipo de justificaciones que desde los poderes pblicos podan ser empleadas para acreditarse ante sus sbditos.

    Respecto a la sociologa de la educacin las teoras de la reproduccin suponen una reaccin crtica frente al conjunto del ideal meritocrtico. En efecto, como se ir viendo, tanto Bourdieu como Passeron son ferozmente crticos con el destino legitimador de la meritocracia introduciendo en sus teoras algunos importantes conceptos explicativos: autonoma relativa del campo cultural, funciones de reproduccin de las relaciones de clases existentes desarrolladas desde el campo cultural, escuela como principal instancia legtima de legitimacin de lo arbitrario cultural que contribuye a la reproduccin de la estructura de la distribucin del capital cultural entre las clases y, su trmite, a la reproduccin de las relaciones de clase existentes.36 Partiendo de datos empricos sobre la persistencia de la influencia de la clase social en el xito escolar, atribuyen a la escuela una funcin de reproduccin de las desigualdades sociales en las sociedades de clases. Adems de este argumento, comn las teoras de la reproduccin, presentarn entre s diferencias derivadas del nfasis puesto en los factores materiales, simblicos, estructurales, o subjetivos.37

    Desde esta posicin se puede hablar de un uso crtico de la meritocracia y del sistema de certificaciones desde la escuela a la que se le seala como coartada legitimadora de desigualdades que la escuela no hace sino reproducir.

    El papel que la escuela cumple, proporcionando a los miembros de las distintas clases sociales la ideologa apropiada, capaz de lograr la interiorizacin de las relaciones de dominacin capitalista por parte de la mayora, aparece as como elemento fundamental en el mantenimiento y reproduccin de la dominacin de clase. Para Althusser la escuela modela la relacin imaginaria de cada individuo con sus medios materiales de existencia; un individuo imaginario que se cree agente y no es ms que un portador, mero producto de la ideologa.38 Tambin Parson refirindose explcitamente a la meritocracia ha discutido el valor de la actual revolucin en el campo de la instruccin, la cual constituira casi una sntesis de las precedentes revoluciones: industrial y democrtica.39

    Respecto a las sociedades en su conjunto, la idea de que las sociedades actuales son

    35 WEBER, M., Economa y sociedad, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, trad. J. M. Echevarria, J. R. Parella, E. G. Mynez, E. maz, J. F. Mora, 1969, p. 705. 36 BOURDIEU, P. y PASSERON, J.C., Los estudiantes y la cultura, Barcelona, Labor, 1967. BOURDIEU, P. y PASSERON, J.C., La reproduccin, Barcelona, Laia, 1977. 37LEVICES MALLO, J., Reproduccin y resistencia http://www10.brinkster.com/arje/sociol1.htm Universidad Complutense, Madrid, consulta de 13/02/03. 38 ALTHUSSER, L., "Ideologa y aparatos ideolgicos de Estado", en La filosofa como arma de la reaccin, Mxico, Siglo XXI, 1977. 39 En efecto, igualdad de oportunidades e igualdad poltica de los ciudadanos, la primera ideolgica y utpica la segunda, encontraran a travs de la mediacin del sistema educativo una mayor posibilidad de realizacin; sin embargo, las desigualdades subsistiran, aunque menos arbitrarias. PARSON, T., El sistema social, citado por LEVICES MALLO, J., Reproduccin y resistencia.

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