LA TAHONILLAPlantas

A la entrada del centro La Tahonilla se encuentra este rincón, ideal para tomar el almuerzo. Eso fue lo primero que hicimos al llegar,

descansar y almorzar.

A continuación nos dirigimos, en primer lugar, a visitar las instalaciones en las que las personas que trabajan en el centro se

dedican a preparar las semillas, para plantarlas después.

A la entrada se encontraba una gran variedad de plantas muy bonitas y diferentes.

Entramos al recinto donde se guardaban las semillas y se ponían a punto para después plantarlas. Eran varias habitaciones no muy

grandes, pero acogedoras.

Aquí podemos ver la muestra de una de las fichas de las semillas que llegan.

Y esto es uno de los muchos botes que contiene semillas.

En la foto de la derecha se muestra el armario con una gran cantidad de semillas almacenadas.

Y la de abajo muestra los orificios que se hacen en los botes para que las semillas puedan ‘respirar’.

Después, fuimos a visitar el invernadero, donde las semillas recién plantadas tienen la luz y la brisa justa y suficiente para

crecer. Allí permanecen hasta que crecen lo suficiente como para trasladarlas al exterior.

Estos son los semilleros, donde se plantan las semillas.

Y cuando crecen se trasladan a macetas más grandes.

Cuando se van haciendo más grandes, se traslada las plantas al medio exterior, para que se acostumbren, ya que es donde van a vivir más adelante.

Por último, fuimos a hacer una visita a un precioso jardín en el que había muchas especies exóticas y endemismos de

Canarias.

Al final del jardín se podía observar un rincón muy bonito ya que, como dijo la guía, había una mezcla muy bonita de colores con plantas muy simples.

LA TAHONILLAAnimales

La parte dedicada a el cuidado de los animales heridos en La Tahonilla es bastante más pequeña que la de las plantas. Es un recinto circular, con bastantes habitaciones y cuartos donde se

encuentran los animales y las estancias requeridas para su cuidado.

Lo primero que visitamos fueuna habitación dedicada a la cría de ratas, que constituyen el principal alimento de las rapaces, que son los animales que más abundan en el centro La Tahonilla.

A continuación fuimos a la sala del quirófano, donde operan a los animales que así lo requieren.

Nos enseñaron muestras de pequeños insectos y mamíferos conservados el líquido.

En el quirófano había fotos colgadas de las operaciones más difíciles y exitosas.

Esta foto muestra anzuelos que llevaban algunas tortugas en su cuerpo cuando las han recogido, y que ellos han conseguido quitar y los han guardado. Las tortugas son unos animales muy fuertes; según el personal de La Tahonilla, el 98% de ellas salen del quirófano perfectamente y se recuperan muy rápido.

Éstas son dos tortugas que habían pasado por quirófano hace poco, y se estaban recuperando para luego soltarlas de nuevo

en el mar.

Después entramos en una habitación en la que había crías de aves.

Éstos pequeños mochuelos

parecían muy asustados.

Este, sin embargo, posaba muy tieso. Esta cría tenía una semana, todavía no podía caminar.

Y éste era muy asustadizo también.

La habitación que visitamos a continuación era impresionante. Había una gran cantidad de información acerca del centro y de los animales que se estaban recuperando, y lo más asombroso eran los caparazones de tortuga colgados en la pared. El más grande medía 3 metros.

Por último, dimos la vuelta por el exterior de las habitaciones para poder observar al resto de rapaces.

Este halcón tiene el ala rota irremediablemente, ya que la persona que lo encontró trató de curarlo ella misma en lugar de llamar a emergencias. Como las fracturas de huesos en las aves cicatrizan muy rápido, el ala de esta rapaz se quedó hacia atrás y ahora no puede volar, ya que habría que romperle el hueso para arreglarlo.

Este cuervo se ha acostumbrado al ser humano, lo contrario a l objetivo del centro, que es que el animal permanezca salvaje. No

puede volar, pero no tiene ningún problema en las alas; la guía nos explicó que seguramente el cuervo piensa que es un ser humano y

que no puede volar.

Y, por último, esta rapaz, que tenía una jaula enorme para sí sola.

En la imagen de la derecha, una perdiz que no durará viva mucho tiempo; a la derecha, ratas devoradas por el halcón.