La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

153

Transcript of La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Page 1: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson
Page 2: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

“La Escritura sirve para la sana doctrina, la sana doctrina sirve

para la vida real y la vida real sirve para un crecimiento auténtico

de la iglesia. Esto es lo que Jamieson afirma, y da en el clavo bri-

llantemente con todo lo que dice”.

J. I. PACKER, Consejo Directivo, Profesor de Teología, Regent

College

“¡Pon atención a tu doctrina! Este imperativo para un cristianismo

fiel a muchos cristianos les suena abstracto y, al mismo tiempo,

irrelevante para la vida de la iglesia. Bobby Jamieson piensa lo con-

trario y el libro La sana doctrina es un argumento magistral para

la doctrina que no solo está profundamente arraigada en la iglesia,

sino que también produce una iglesia que muestra tanto la gracia

de Dios como su gloria”.

R. ALBERT MOHLER JR., Presidente, Southern Baptist The-

ological Seminary

“La experiencia cristiana verdadera implica más cosas que la sana

doctrina; pero no es nada sin ella. Bobby nos ayuda a ver cómo la

sana doctrina no solo nos moldea, sino que también fortalece todos

los ministerios de la iglesia local, desde una evangelización efectiva

hasta los grupos pequeños. Este libro te servirá como punto de par-

tida para elaborar una filosofía ministerial”.

J. D. GREEAR, Pastor principal, The Summit Church, Durham,

Carolina del Norte. Autor del libro Stop Asking Jesus into Your

Heart: How to Know for Sure You Are Saved (Deja de pedirle a Je-

sús que entre en tu corazón: Cómo saber con seguridad que eres

salvo).

Page 3: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

“La verdad sirve para la vida. La enseñanza sirve para vivir. La

sana doctrina sirve para el amor, para la unidad, para la adoración,

para testificar y para gozarnos. De eso trata este libro. Los cristia-

nos necesitan entender cómo la enseñanza bíblica sana —la doc-

trina que se basa en las Escrituras y se extrae de ellas— instruye

cada aspecto de la vida cristiana y de la experiencia. Bobby Jamie-

son defiende esto en su libro La sana doctrina. Su razonamiento es

conciso, bíblico, interesante y convincente. Leer el libro toma poco

tiempo, pero su contenido producirá beneficios a los cristianos y a

las iglesias durante mucho tiempo”.

J. LIGON DUNCAN, Ministro principal, First Presbyterian

Church, Jackson, Misisipi. Profesor de Teología Sistemática e His-

tórica en la Cátedra de John E. Richards, Reformed Theological

Seminary

“¿Crees que la doctrina es, en el mejor de los casos, poco práctica

y, en el peor de ellos, algo sin amor? Concédele a este autor unos

minutos para ayudarte a reconsiderarlo. Bien escrito, preciso, pro-

vocador y práctico. ¡Jamieson ha producido una joya!”.

MARK DEVER, Pastor principal, Capitol Hill Baptist Church,

Washington, D.C.

“Me siento junto a Bobby Jamieson en una clase de seminario, por

tanto te puedo decir que es un tipo muy inteligente, un estudioso

genuino, teológicamente despierto y —sorprendentemente— un

surfista ferviente. Antes de convertirme, me sentaba junto a mu-

chachos inteligentes como Bobby para hacer trampas, pero ahora

lo hago para aprender. ¡Y hay mucho que aprender de él! Si no en-

tiendes por qué la sana doctrina es importante, o no te das cuenta

Page 4: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

de la diferencia que ésta puede hacer, entonces, Bobby tiene algo

que enseñarte. En este libro aprenderás que la sana doctrina es tan

deleitosa como práctica, tanto para la vida diaria como para la igle-

sia. ¡Ven y siéntate conmigo junto a Bobby!”.

C. J. MAHANEY, Sovereign Grace Ministries

“La doctrina que es bíblicamente fiel y relevante en la práctica es

esencial para la salud y la vida de la iglesia. Sin ella, las iglesias se

volverán anémicas y con el tiempo morirán. El libro La sana doc-

trina es un breve manual básico de doctrinas claves acerca de la

santidad, el amor, la unidad, la adoración y la evangelización. En

un tratado cuidadoso y bien escrito, Bobby Jamieson nos dirige a

través de estas doctrinas cruciales revelando su importancia para

nuestras mentes, nuestros corazones, nuestras vidas individuales y

la comunidad de la fe”.

DANIEL L. AKIN, Presidente, Southeastern Baptist Theologi-

cal Seminary

“Si alguna vez has tenido la tentación de pensar que la doctrina es

aburrida, divisiva o simplemente inútil, este es un libro para ti.

Bobby Jamieson demuestra que la sana doctrina imparte vida, y es

bella y deseable en gran manera. Espero que este mensaje se ex-

tienda a lo largo y ancho del mundo”.

MICHAEL REEVES, Director de Teología, UCCF (Reino

Unido). Autor de los libros Delighting in the Trinity (Deleitándonos

en la Trinidad) y The Unquenchable Flame (La llama inextingui-

ble).

Page 5: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson
Page 6: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

LA SANA DOCTRINA

Page 7: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

También disponibles en la serie de 9Marks Edificando Iglesias Sa-

nas:

La membresía de la iglesia: Cómo sabe el mundo quién representa

a Jesús, Jonathan Leeman

La disciplina en la iglesia: Cómo protege la iglesia el nombre de Je-

sús, Jonathan Leeman

Editores de la serie: Mark Dever y Jonathan Leeman

Page 8: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

EDIFICANDO IGLESIAS SANAS

LA SANA DOCTRINA

BOBBY JAMIESON

CÓMO CRECE UNA

IGLESIA EN ELAMOR Y EN LASANTIDAD DE

DIOS

Page 9: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

9MarksLa sana doctrina: Cómo crece una iglesia en el amor y en la santidad deDiosCopyright © 2013 by Robert B. Jamieson III

Publicado por 9Marks525 A Street Northeast, Washington, D.C., 20002, Estados Unidos

Publicado por primera vez en inglés en 2013 por Crossway, 1300 CrescentStreet, Wheaton, Illinois 60187, bajo el título Sound Doctrine: How aChurch Grows in the Love and Holiness of God

Con agradecimiento a Crossway por la cesión de los derechos y de las por-tadas

Primera edición en español: 2014Copyright © 2014 por 9Marks para esta versión española

Esta edición se ha llevado a cabo con la colaboración de Editorial Peregrino

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puedeser reproducida, almacenada en un sistema de recuperación en cualquierforma o por cualquier medio, electrónico, mecánico, fotocopiativo, de gra-bación u otro, sin el permiso previo del editor

Traducción: Xavier P. PatiñoRevisión: Patricio Ledesma Diseño de la cubierta: Dual Identity Inc. Imagen de la cubierta: Wayne Brezinka para brezinkadesign.com

Las citas están tomadas de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bí-blicas Unidas, excepto cuando se cite otra. Usada con permisoNVI = La Biblia. Nueva Versión Internacional © Sociedad Bíblica de Es-paña. Usada con permiso

ISBN: 978-1-940009-02-5

Impreso en EspañaPrinted in Spain

Page 10: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Para Kristin,con todo mi amor.

Page 11: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson
Page 12: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

ÍNDICE

Prólogo acerca de la serie 13

Introducción 15

1. La sana doctrina sirve para la vida: La vida de la iglesia 19

2. La sana doctrina sirve para leer y para enseñar la Biblia 35

3. La sana doctrina sirve para la santidad 61

4. La sana doctrina sirve para el amor 81

5. La sana doctrina sirve para la unidad 93

6. La sana doctrina sirve para la adoración 105

7. La sana doctrina sirve para testificar 119

Posdata: La sana doctrina sirve para el gozo 135

Unas palabras de gratitud 137

Índice de referencias bíblicas 139

Page 13: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

¿Pero para qué sirve conocer la verdad enpalabra si se profana el cuerpo y se reali-zan acciones degradantes? ¿De qué sirve

la santidad del cuerpo si la verdad noanida en el alma? Ambos, pues, se alegran

de estar juntos, están aliados y luchanmano a mano para llevar al hombre a la

presencia de Dios.

IRENEO DE LYON,DEMOSTRACIÓN DE LA

PREDICACIÓN APOSTÓLICA1

1Irenaeus of Lyons, On the Apostolic Preaching, (Ireneode Lyon: Demostración de la predicación apostólica), p.40, St. Vladimir’s Seminary Press, Crestwood, (NewYork), 1997.

Page 14: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

PRÓLOGO ACERCA DE LA SERIE

¿Crees que es responsabilidad tuya ayudar a edificaruna iglesia sana? Si eres cristiano, creemos que lo es.

Jesús te ordena hacer discípulos (Mt. 28:18-20). Ju-das te exhorta a edificarte sobre la fe (Jud. 20-21). Pedrote llama a utilizar tus dones para servir a los demás (1 P.4:10). Pablo te dice que sigas la verdad en amor paraque tu iglesia pueda madurar (Ef. 4:13, 15). ¿Entiendespor qué afirmamos que es responsabilidad tuya?

Tanto si eres miembro de la iglesia o líder de ella,los libros de la serie “Edificando Iglesias Sanas” pre-tenden ayudarte a satisfacer estos mandamientos bíbli-cos para que así colabores en la edificación de una igle-sia sana. Dicho de otra manera, deseamos que estos li-bros te ayuden a amar más a tu iglesia, tal y como Jesúsla ama.

9Marks planea producir un libro que sea corto y deagradable lectura acerca de cada una de las que MarkDever ha llamado las nueve características de una igle-sia sana y un libro más, acerca de lo que es doctrinasólida. Publicaremos libros acerca de la predicación ex-positiva, la teología bíblica, el evangelio, la conversión,la evangelización, la membresía de la iglesia, la disci-plina eclesial, el discipulado y el crecimiento, y el lide-razgo de la iglesia.

13

Page 15: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Las iglesias locales existen para mostrar a las nacio-nes la gloria de Dios. Y esto lo hacemos fijando nues-tros ojos en el evangelio de Jesucristo, confiando en élpara salvación, y amándonos unos a otros con lamisma santidad de Dios, su unidad y su amor. Es nues-tra oración que el libro que tienes en tus manos teayude a ello.

Con nuestros mejores deseos,

Mark Dever y Jonathan LeemanEditores de la serie

LA SANA DOCTRINA

14

Page 16: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

INTRODUCCIÓN

¿Qué piensas acerca de la doctrina? ¿Que solo causaluchas y divisiones entre los cristianos? ¿Que nos dis-trae del verdadero trabajo de la evangelización? ¿Quees importante para los pastores pero para nadie más?

Puede que tengas una actitud más positiva haciala doctrina. Puede que te encante aprender acerca deDios, pero a veces parece que tu cabeza crece muchomás rápido que tu corazón.

Independientemente de cuál sea tu postura encuanto a la doctrina, la meta de este libro es conven-certe de que la sana doctrina es esencial para vivir vi-das piadosas y para edificar iglesias sanas. ¿Por qué?Porque la sana doctrina sirve para la vida; la vida dela iglesia.

Encontrarás dos ideas principales en todo este li-bro. La primera es que la sana doctrina sirve para lavida. Esto significa que es práctica. No es un con-junto de hechos abstractos, sino un mapa de carrete-ras que nos muestra quiénes somos, dónde estamosy a dónde vamos. Por tanto, la sana doctrina es esen-cial para vivir vidas y edificar iglesias que dan gloriaa Dios.

La segunda idea principal de este libro es que lasana doctrina sirve para la vida de la iglesia. Esto sig-nifica que la sana doctrina produce vidas que sonmoldeadas como una iglesia local sana. Los frutos

15

Page 17: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

que fomenta la sana doctrina no son solamente indi-viduales, también son colectivos. Por tanto, la sanadoctrina es esencial para cada aspecto de la vida co-lectiva de nuestras iglesias.

Esto quiere decir que a medida que estudiamosdoctrina sana como cristianos individuales debemosaplicar de forma constante en nuestras iglesias localeslo que hemos aprendido. También quiere decir quelos pastores deberían alimentar a sus rebaños condoctrina sana y que deberían ajustar cada aspecto desus iglesias en torno a la sana doctrina. La doctrinano solo sirve para una confesión de fe que queda es-condida en el último lugar de la página web de unaiglesia; sirve para los sermones, los pequeños gruposde estudio, las conversaciones personales, las oracio-nes, las canciones y mucho más. La sana doctrina de-bería correr por las venas de nuestras iglesias y nutrircada aspecto de nuestra vida en común.

Este libro está basado en un estudio bíblico queescribí llamado “Toda la verdad acerca de Dios: Lateología bíblica”1. El contenido ha crecido y evolu-cionado pero puedes adquirir este estudio si quieresdesarrollar algo de ese material en el contexto de unaescuela dominical o en un grupo pequeño.

Empezaremos el capítulo 1 demostrando que lasana doctrina sirve para la vida; la vida de la iglesia.El capítulo 2 se centra en cómo la sana doctrina in-fluencia cómo leemos la Biblia y cómo la predicamos;tanto como individuos como en la iglesia. El resto

LA SANA DOCTRINA

16

Page 18: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

del libro examina cinco frutos en la vida de la iglesiaque la sana doctrina nutre y fomenta: la santidad, elamor, la unidad, la adoración y la evangelización.

¿Estás preparado? ¡Bien! Yo también.

1Toda la verdad acerca de Dios: La teología bíblica. Esteestudio bíblico forma parte de un conjunto de diez librosllamado Guías de estudio 9Marks de una iglesia sana.

Introducción

17

Page 19: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson
Page 20: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Capítulo 1

LA SANA DOCTRINA SIRVEPARA LA VIDA: LA VIDA DE

LA IGLESIA

Siempre he sentido debilidad por los mapas. Cuandoera niño y mi familia salía de viaje por carretera, megustaba seguir nuestro recorrido desde el asiento deatrás, escudriñando con entusiasmo el gigantesco RandMcNally Road Atlas (Mapa de Carreteras RandMcNally) que solía extender sobre mi regazo. Llámameraro si quieres, pero con toda seguridad era mejor queestar preguntando cada cinco minutos: “¿Hemos lle-gado ya?”.

Por supuesto, los mapas con líneas de colores no sonlos únicos que son útiles. Todos nosotros creamos ma-pas mentales que nos ayudan a hacer las cosas que te-nemos que hacer (como comprar alimentos, ir al centrocomercial y devolver los libros a la biblioteca, todo an-tes de la hora de la siesta del pequeñito de la casa), ohacer las cosas que nos gusta hacer.

Me apasiona el surf (aunque ahora viva a una dis-tancia inmensa de la costa, ¡en Kentucky!). Este de-porte se centra en encontrar buenas olas, lo cual puede

19

Page 21: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

ser complicado. Las olas son el resultado de una deli-cada interacción entre la dirección, el tamaño y el pe-riodo (la distancia entre dos olas) del oleaje, la marea,el viento, los cambiantes bancos de arena, etc. Así queel surfista devoto perfecciona constantemente un mapamental de dónde encontrará las mejores olas y las me-nos abarrotadas. En la región del norte de Californiadonde crecí practicando el surf, la lectura de un mapamental es algo así: “El oleaje de tres metros del nor-oeste que ha eliminado las olas septentrionales queiban a romper en la costa será perfecto para la seccióninterior de un cierto lugar del pueblo una vez que bajela marea. Y una marea baja negativa vaciará la vida enlos puntos de la parte este, pero despertará ese afortu-nado arrecife pequeño a la vuelta de la esquina”. Lapaga —está claro— es surf del bueno. Aunque la cazatambién es parte de la diversión.

Los mapas cumplen con un propósito muy práctico:te ayudan a llegar a donde quieres ir. De hecho, si tienesun buen mapa y sentido de la ubicación será muy difícilque te pierdas alguna vez. Tal y como le recuerdo al-gunas veces a mi mujer cuando aparece alguna pe-queña incertidumbre concerniente a qué ruta escoger,puede que no sepa qué es lo siguiente que tengo quehacer, pero no estoy perdido; sé exactamente donde es-toy. (Los hombres de la familia Jamieson somos famo-sos —por lo menos entre nosotros mismos— por nues-tro sentido de la ubicación).

Este es uno de los motivos por los que me niego obs-

LA SANA DOCTRINA

20

Page 22: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

tinadamente a utilizar un GPS. Es una herramienta útilen ocasiones, pero no sustituye a un mapa o al sentidode la orientación. Un mapa te ofrece una vista com-pleta. Te permite ver mucho más allá de la próxima sa-lida de la autopista. El mero hecho de usar un mapa teayuda a situarte. Pero cuando confías en un GPS estáscompletamente a merced de una voz incorpórea lla-mada Estela que te dice —en su mecánico acento espa-ñol— que debido a ese último desvío que te has sal-tado, va a pasar los próximos minutos volviendo a cal-cular tu posición mientras tú sigues conduciendo sinreferencia alguna por la autopista. Un mapa, por elcontrario, no solo te dice a dónde ir, sino dónde estás.

LA SANA DOCTRINA ES EL MAPA DE CARRETERAS DE DIOS PARA LA VIDA CRISTIANAEn esencia, lo que estoy diciendo es esto: Dios nos hadado un mapa de carreteras para vivir la vida cristianay ese mapa es la sana doctrina.

En resumidas cuentas, la Biblia misma es nuestromapa (y la lámpara a nuestros pies y la lumbrera anuestro camino, Sal. 119:105). Lo que ocurre es que lasana doctrina resume el mensaje de la Biblia en térmi-nos sencillos. Sintetiza todo lo que la Biblia tiene quedecir acerca de un asunto en concreto, sea que eseasunto provenga de la Biblia o de la vida en el mundo.Es lo mismo que los profesores de lengua dicen algunasveces cuando quieren enseñarnos palabras nuevas: “Nosabes lo que significa una palabra hasta que la puedas

La sana doctrina sirve para la vida: la vida de la iglesia

21

Page 23: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

definir con tu propio vocabulario”. No puedes simple-mente definir una palabra con la misma palabra. Conla doctrina pasa lo mismo, se trata de poner en nuestraspropias palabras la enseñanza de la Biblia acerca de untema concreto. La doctrina es sana siempre que nues-tras propias palabras resuman correctamente —o fiel-mente— el contenido de la Biblia (como conseguir unsobresaliente en un examen de lengua). En una clasede lengua solo obtienes un sobresaliente cuando tus pa-labras expresan correctamente —o sanamente— el sig-nificado del vocabulario.

Entonces, ¿cómo deberíamos definir la sana doc-trina exactamente? Aquí tienes una definición prelimi-nar: La sana doctrina es un resumen de la enseñanzabíblica que es tanto fiel a la Biblia como útil para lavida. La doctrina no debería consistir en imponer nues-tras ideas a la Biblia. Más bien, debería ser un resumende lo que la Biblia dice acerca de un tema, ni más nimenos. Debe presentar la enseñanza de la Escrituracomo una unidad coherente —a la vez que compleja—, motivo por el cual he dicho que es un mapa. Debe re-lacionar el todo con las partes y las partes con el todo.

Entonces, tal y como ocurre con cualquier buenmapa, la sana doctrina cumple con un propósito muyútil y práctico: la sana doctrina sirve para la vida. Lasinstrucciones sirven para la acción. Escuchamos la en-señanza de la Palabra de Dios con el propósito de apli-carla a nuestras vidas. La sana doctrina no es informa-ción que archivamos y que solo sirve para presentar

LA SANA DOCTRINA

22

Page 24: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

hechos. Al contrario, es un mapa de carreteras paranuestro peregrinaje de este mundo al venidero.

Los médicos tienen que tomar decisiones complica-das en plazos muy cortos y con mucho en juego. Loque permite a un buen médico tomar decisiones sabiases un extenso conocimiento del cuerpo humano. Nopuedes saber que un riñón está fallando si no sabes quées un riñón y cómo debería funcionar. Por eso los mé-dicos pasan varios años estudiando anatomía humanay fisiología, para poder hacer diagnósticos precisos yprescribir los remedios adecuados (a veces salvando vi-das).

En cierto modo, la vida cristiana no es tan diferente.Tenemos que tomar decisiones complicadas al instante,a veces, con mucho en juego. Al igual que en la prácticade la medicina, no hay una fórmula fácil para algunasde esas decisiones. Por tanto, necesitamos sabiduría.Las bases para esa sabiduría —como las bases del buenjuicio de un médico— descansan en una sólida roca deconocimiento (el conocimiento de las cosas que Diosha revelado en su Palabra). En la Escritura, Dios nosdice quién es él, quiénes somos nosotros, de dónde ve-nimos, qué es lo que está mal en este mundo, cómoDios puede arreglarlo y mucho más. Estas son las cosasque necesitamos conocer mejor si vamos a vivir vidasque agraden a Dios.

La Escritura no es exhaustiva (hay muchas cosasverdaderas que la Biblia no menciona). Pero es sufi-ciente. En su Palabra, Dios nos dice todo lo que nece-

La sana doctrina sirve para la vida: la vida de la iglesia

23

Page 25: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

sitamos saber para ser salvos y para vivir una vida quele agrade (2 P. 1:3). La Escritura no nos dice cómo ha-cer una operación de corazón, pero sí pone al descu-bierto los deseos y los engaños de todos los corazoneshumanos (He. 4:12-13). La Escritura no nos dice cómoir de Londres a Tokio, pero sí nos dice cómo andar sa-biamente en el camino del Señor y cómo evitar los lazosdel diablo (Col. 4:5; 2 Ti. 2:26).

La Escritura misma nos enseña que la sana doctrinasirve para la vida. En Tito 2:1, Pablo instruye a su co-laborador: “Pero tú habla lo que está de acuerdo conla sana doctrina”. Después, en los siguientes nueve ver-sículos, describe cómo diferentes grupos de personasen la iglesia deben vivir y relacionarse los unos con losotros:

Los ancianos deben ser sobrios, serios, prudentes, sa-•nos en la fe (v. 2).Las ancianas deben ser reverentes en su porte, no ca-•lumniadoras o esclavas del vino, y deben enseñar alas mujeres jóvenes a ser esposas y madres fieles (v.3-5). Los jóvenes deben ser prudentes (v. 6).•Los siervos o los trabajadores deben sujetarse a sus•amos y mostrarse fieles “para que en todo adornenla doctrina de Dios nuestro Salvador” (v. 9-10).

Fíjate que en el versículo 1 Pablo no manda a Timoteoenseñar la sana doctrina, a pesar de que el apóstol in-

LA SANA DOCTRINA

24

Page 26: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

siste en ello en otras partes de la carta (Tit. 1:11; 2:7-8). En su lugar, Pablo manda a Tito enseñar “lo queestá de acuerdo con” la sana doctrina (lo que encajacon ella y lo que procede de ella). Tito debe enseñar ala iglesia en Creta a andar en el camino que la sanadoctrina señala. Sus vidas deben conformarse al es-quema que la sana doctrina proporciona.

De manera similar, en 1 Timoteo 1:3-5 Pablo escribelo siguiente:

“Como te rogué que te quedases en Éfeso, cuando fuia Macedonia, para que mandases a algunos que noenseñen diferente doctrina, ni presten atención a fá-bulas y genealogías interminables, que acarrean dis-putas más bien que edificación de Dios que es por fe,así te encargo ahora. Pues el propósito de este man-damiento es el amor nacido de corazón limpio, y debuena conciencia, y de fe no fingida”.

El apóstol dejó a Timoteo en Éfeso para que refutara aaquellos que estaban predicando falsa doctrina (v. 3).Estas falsas enseñanzas estaban fomentando especula-ciones en vez de la mayordomía —una vida correcta-mente ordenada— de Dios que es por fe (v. 4). ¿Con quépropósito dio Pablo esta misión a Timoteo? Para que loscristianos en Éfeso pudieran personificar el amor queemana de un corazón limpio, de una buena concienciay de una fe no fingida (v. 5). La sana doctrina te lleva auna fe sana, a un corazón sano y a una conciencia sana.

La sana doctrina sirve para la vida: la vida de la iglesia

25

Page 27: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Y estas se convierten en una fuente de la cual fluye todauna vida que agrada a Dios. La meta de la sana doctrinaes una vida piadosa. Tal y como dijo un cristiano hacemás de cuatrocientos años: “La teología es la ciencia devivir bendecidamente para siempre”.1

La sana doctrina es el mapa de carreteras de Diospara vivir fielmente en el mundo. La sana doctrina nosolo te dice dónde estás, sino quién eres, quién es Diosy cómo Dios nos ha salvado del pecado y nos ha capa-citado para vivir vidas que le agradan. La sana doctrinaes el equipamiento esencial para navegar por las retor-cidas calles de la ciudad de nuestras vidas. Así que, nosalgas de casa sin ella.

LA SANA DOCTRINA SIRVE PARA LA VIDA: LA VIDA EN LA IGLESIACuando era niño jugué durante varios años al balon-cesto, al béisbol y al fútbol. Disfruté de todos ellos bas-tante a fondo aunque era un jugador bastante medio-cre. Mi deporte favorito —si se puede llamar así— nodebería sorprenderte: es el surf.

Es muy divertido compartir el surf con otros —es-pecialmente con amigos y familiares—, pero el acto ensí mismo es básicamente individual. Una persona sesienta en la tabla, se dirige hasta una ola, se pone depie, cabalga hacia la orilla y después repite esta secuen-cia tanto tiempo como su brazo pueda aguantar. Ob-servar cómo otros atrapan buenas olas o —lo que másgusta a los surfistas— que otros te observen, enriquece

LA SANA DOCTRINA

26

Page 28: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

la experiencia sin duda. Pero eso difícilmente lo con-vierte en un deporte de equipo.

Por otro lado, deportes como el baloncesto y el fút-bol son intrínsicamente colectivos. Podemos colmar dedinero y elogios a nuestro escolta2 favorito o a la estre-lla goleadora, pero el juego se juega como equipo. Segana o se pierde como equipo. No existe tal cosa comoun equipo de un solo hombre.

He sacado esto a colación porque creo que muchoscristianos estadounidenses tratan su cristianismo másbien como surf en vez de como fútbol. Pensamos ennuestro caminar con el Señor como algo básicamenteindividual: Yo oro. Yo leo la Biblia. Yo asisto a unareunión de adoración para tener un encuentro conDios y crecer en el conocimiento de la Escritura. Yoamo a mi prójimo. Yo comparto el evangelio conotros. Está claro que asistir a la iglesia y tener amigoscristianos nos beneficia. Pero lo que estructura nues-tras prioridades, lo que define el perfil de nuestro dis-cipulado, lo que usamos como sistema para tomar de-cisiones es —muy a menudo— simplemente Jesús y yo.

Pero la Escritura enseña que el cristianismo se pa-rece mucho más a un deporte de equipo. Es verdad quecada uno de nosotros debe arrepentirse del pecado yconfiar en Cristo para ser salvo (Ro. 10:9-10). Cadauno de nosotros dará cuentas a Dios de sí mismo (Ro.14:10). Cada uno de nosotros es responsable por loque hace (Gá. 6:5). Aun así —y a diferencia del surf—la naturaleza misma de la vida cristiana es colectiva.

La sana doctrina sirve para la vida: la vida de la iglesia

27

Page 29: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Convertirse en cristiano significa ser añadido a la•iglesia (Hch. 2:41).Ser bautizado significa ser bautizado en el cuerpo de•Cristo (1 Co. 12:13).Venir a la fe en Cristo significa ser traído cerca, no•solo de Dios, sino del pueblo de Dios (Ef. 2:17-22).Clamar a Dios como Padre y obedecerle significa te-•ner a los cristianos como tus hermanos y hermanas(Mt. 12:46-50).

El crecimiento como cristiano es constantemente defi-nido en términos colectivos. ¿Cuántos de los frutos delEspíritu (Gá. 5:22-23) puedes practicar tú solo en unaisla desierta?

Piensa en cómo Pablo describe el crecimiento cris-tiano en Efesios 4:11-16. Cristo mismo constituye lí-deres en su Iglesia “a fin de perfeccionar a los santospara la obra del ministerio” (vv. 11-12), “hasta que to-dos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimientodel Hijo de Dios, a un varón perfecto” (v. 13). Segui-mos “la verdad en amor” (v. 15) para poder crecer jun-tos en Cristo “de quien todo el cuerpo, bien concertadoy unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudanmutuamente, según la actividad propia de cada miem-bro, recibe su crecimiento para ir edificándose enamor” (v. 16).

¿Te das cuenta cuán íntimamente entrelaza Pablo elcrecimiento cristiano individual y el crecimiento de laiglesia? La manera principal en la que maduramos

LA SANA DOCTRINA

28

Page 30: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

como cristianos es a través de la vida de la iglesia. Losmiembros ayudan al cuerpo a crecer, lo que significaque unos ayudan a crecer a otros. Somos edificados amedida que edificamos a otros. El crecimiento cristianoes un esfuerzo de equipo. Pero los cristianos somos mu-chísimo más que un equipo; somos miembros delmismo cuerpo.

Otro pasaje que manifiesta la vida de la iglesia comocuerpo es 1 Corintios 12.

Como miembros del mismo cuerpo, no podemos se-•pararnos a nosotros mismos de él, como si el cuerpono nos necesitara: “Si dijere el pie: Porque no soymano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será delcuerpo?” (v. 15).Como miembros del mismo cuerpo, no podemos vi-•vir de forma autónoma, independientes de los otrosmiembros: “Ni el ojo puede decir a la mano: No tenecesito” (v. 21).Como miembros del mismo cuerpo, debemos cuidar•de los otros miembros: “Porque los que en nosotrosson más decorosos, no tienen necesidad; pero Diosordenó el cuerpo, dando más abundante honor alque le faltaba, para que no haya desavenencia en elcuerpo, sino que los miembros todos se preocupenlos unos por los otros” (vv. 24-25). Como miembros del mismo cuerpo, nuestras vidas•están íntimamente entrelazadas. Nos gozamos conlos que se gozan y lloramos con los que lloran: “De

La sana doctrina sirve para la vida: la vida de la iglesia

29

Page 31: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

manera que si un miembro padece, todos los miem-bros se duelen con él, y si un miembro recibe honra,todos los miembros con él se gozan” (v. 26).

A pesar de que la metáfora del cuerpo también seaplica a la Iglesia universal, lo que Pablo tiene en menteaquí es la participación de los cristianos en una asam-blea local en particular. Ahí es donde sufrimos o nosregocijamos juntos, donde nos honramos los unos a losotros y donde nos relacionamos con miembros que soncompletamente diferentes a nosotros. Ahí es dondemostramos la sabiduría divina, componiendo el cuerpono de un miembro, sino de muchos (1 Co. 12:14).

Como miembro del cuerpo de Cristo, tu vida en unaiglesia local debería estructurar tus prioridades, deberíadefinir tu discipulado y debería servir como uno de lossistemas principales a través del cual tomarás la mayo-ría de las decisiones. La manera en la que vives diaria-mente tu vida cristiana debería ser definida en su ma-yor parte por la vida de tu iglesia local.3

Esto quiere decir que la vida piadosa que fluye dela sana doctrina no es meramente un asunto individual.Al contrario, la sana doctrina sirve para la vida en laiglesia.

Podemos observar esto claramente en Romanos 12,donde Pablo nos ruega “por las misericordias de Dios”que vivamos vidas nuevas a la luz del evangelio. Des-pués de utilizar once capítulos para exponer el evange-lio y las doctrinas que lo acompañan (“las misericor-

LA SANA DOCTRINA

30

Page 32: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

dias de Dios”), el apóstol nos muestra que el evangelioque él predica tiene implicaciones casi infinitas para lavida diaria.

¿Cuáles son algunas de estas implicaciones? En pri-mer lugar, el evangelio y sus doctrinas nos llevan a en-tregar completamente nuestras vidas a Dios y a sertransformados por la continua renovación de nuestroentendimiento (Ro. 12:1-2). El evangelio nos llama aadaptarnos a la mente de Dios, a su voluntad y a suscaminos (no a los del mundo). Pero justo después, Pa-blo nos dice que no tengamos más alto concepto denosotros mismos que el que debemos tener (v. 3), sinomás bien que usemos nuestros dones para fortalecerel cuerpo (vv. 4-8). El evangelio nos enseña a poner alos demás antes que a nosotros mismos y a utilizar lascapacidades que Dios nos ha dado para edificar a loshermanos de nuestra iglesia (tales cosas son imposi-bles de llevar a cabo en una feliz soledad). A conti-nuación, en los versículos del 9 al 13, Pablo añademás detalles de cómo debemos amarnos los unos a losotros, honrarnos los unos a los otros y proveer paralas necesidades de cada uno. Cuando el apóstol espe-cifica lo que significa vivir a la luz de las misericordiasde Dios, regresa inmediatamente a la vida en el cuerpode Cristo.

¿Cómo puedes vivir a la luz de las misericordias deDios? Amando y edificando el cuerpo de Cristo. Lavida que la sana doctrina pone ante ti está moldeadade la misma forma que tu iglesia local.

La sana doctrina sirve para la vida: la vida de la iglesia

31

Page 33: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

La sana doctrina sirve para la vida; la vida en la igle-sia.

LA SANA DOCTRINA SIRVE PARA LA VIDA: LA VIDA DE LA IGLESIASi la sana doctrina sirve para la vida en la iglesia, tam-bién sirve para la vida de la iglesia.

Piensa acerca de la vida de una familia. ¿Qué clasede cosas buscarías para poder describirla? Esto es loque no harías: no anotarías simplemente lo que hacecada miembro de la familia individualmente duranteel día para luego convertir tus observaciones en unaopinión completa. Lo que harías sería buscar lo quela familia hace cuando sus miembros están juntos.¿Comen juntos? ¿De qué hablan? ¿Quién lidera laconversación? ¿Cuándo pasan tiempo juntos? ¿Quéhacen? ¿Cuáles son las normas, las tradiciones, lascostumbres y demás cosas que determinan cómo vi-ven juntos?

La vida de una iglesia es similar: lo que una iglesiahace cuando sus miembros están juntos define la vidade una iglesia. La manera en la que una iglesia enseña,adora, ora y todo lo demás, impacta profundamentea cada miembro de la congregación (de la mismaforma que las costumbres de una familia marcan per-manentemente a cada miembro de la familia).

La vida de la iglesia se manifiesta en toda su pleni-tud en sus reuniones de adoración colectiva. Perotambién es útil considerar otros momentos en los que

LA SANA DOCTRINA

32

Page 34: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

los miembros de la congregación se reúnen. Aparte dela reunión principal de la semana, los miembros de laiglesia se juntan para hacer estudios bíblicos, evange-lizar, hablar de asuntos personales y compartir comi-das en sus casas.

Uno de los argumentos principales que voy a pre-sentar en este libro es el siguiente: de la misma maneraque la sana doctrina es crucial para la vida —y espe-cíficamente para la vida en la iglesia—, también esesencial para la vida de la iglesia. Al igual que un buenmapa, la sana doctrina es eminentemente útil, portanto, las iglesias deberían usarla.

Desde el capítulo 3 al 6, veremos cómo la sanadoctrina debería fluir a través de toda la vida de laiglesia y nutrir la santidad, el amor, la unidad, la ado-ración y la evangelización. Aunque antes de hacerlo,consideraremos la fuente misma: ¿cómo impacta lasana doctrina en la lectura y en la enseñanza de la Bi-blia?

1William Perkins, The Golden Chain (La cadena dorada),1592, en “The Work of William Perkins” (La obra deWilliam Perkins), p. 177, Ed. Ian Breward, Sutton Cour-tenay Press (Appleford), 1990.

2También llamado alero bajo, es el jugador que juega enel puesto número dos dentro de las cinco posiciones queun equipo de baloncesto ocupa en la pista. (N. del T.).

La sana doctrina sirve para la vida: la vida de la iglesia

33

Page 35: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

3Si quieres profundizar acerca de por qué es importantepara cualquier cristiano ser miembro de una iglesia local,consulta el libro de Jonathan Leeman La membresía dela iglesia: Cómo sabe el mundo quién representa a Jesús.También puedes utilizar las Guías de estudio 9Marks deuna iglesia sana.

LA SANA DOCTRINA

34

Page 36: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Capítulo 2

LA SANA DOCTRINA SIRVEPARA LEER Y PARAENSEÑAR LA BIBLIA

“¡No te puedes perder el concierto de esta noche! ¡To-cará el mejor saxofonista del mundo!”. Estas fueronlas palabras de mi profesor de saxofón acerca de unconcierto de Michael Brecker que iba a tener lugar enla Universidad de California State en Hayward (SanFrancisco).

Estaba en el último curso de educación primaria yjusto había empezado a tocar el saxofón el año ante-rior. Escuchando algunos de los viejos casetes y CD demi padre de grandes músicos como John Coltrane,Thelonious Monk y Dexter Gordon, empecé a desarro-llar rápidamente una gran pasión por la música jazz,pero nunca había asistido a un concierto en vivo.Aquella iba a ser mi primera vez.

Normalmente, ser uno de los más grandes es un tí-tulo discutible, pero sin duda alguna Brecker fue el pri-mer saxofonista virtuoso del jazz de su generación (en2007, y solo con cincuenta y siete años, Brecker murióde leucemia). Aquella noche, Michael Brecker dio un

35

Page 37: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

recital, alternando entre el liderazgo de una granbanda, la dirección de un pequeño conjunto y sus ac-tuaciones como solista. Su espectáculo me transportóa otro mundo.

Mientras Brecker tocaba, su saxofón clásico SelmerMark VI no sonaba como un trozo inanimado de me-tal, sino más bien como la varita de un mago capaz deconjurar cualquier sonido que deseara. Era capaz deconvocar un torrente de notas de la nada y colocarlasperfectamente en su lugar con tal rapidez que superabala capacidad de seguimiento de todos los oyentes. Es-cucharle improvisar fue como observar un cuadro deRembrandt materializándose ante mí: todos esos per-fectos matices claroscuros, todas esas delicadas e invi-sibles pinceladas improvisadas mientras pintaba, sinque hubiera una nota fuera de lugar. Pero su actuaciónno consistió en meros fuegos de artificio; fue algo vi-brante, con el propósito de que las emociones fluyerana medida que su abanico musical se desplegaba entrerisas y lágrimas, lamentos y canciones de cuna.

Parecía imposible hacer lo que Brecker hizo con unsaxofón, y más teniendo en cuenta que improvisaba amedida que tocaba. La única palabra que lo podía de-finir era magia. En realidad, toda buena improvisacióntiene una dosis de magia. Parece fácil pero es algo al-tamente complejo. Es un hecho espontáneo en esenciapero al mismo tiempo cada nota parece inevitable.

Una simple descripción técnica no puede capturarla magia de una actuación en vivo de Michael Brecker

LA SANA DOCTRINA

36

Page 38: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

o de otro maestro del jazz, pero eso no significa que noexista una preparación técnica detrás de la cortina.Más bien al contrario, Brecker —como casi cualquierotro virtuoso del jazz— ensayaba infatigablemente.Disfrutaba de los descansos en los que no viajaba por-que así podía ensayar un mínimo de ocho horas al díatrabajando su técnica y su vocabulario. Para ser ungran improvisador de jazz tienes que alcanzar una es-pecie de maestría natural en un amplio rango de te-rreno: el sonido de tu instrumento y sus exigencias téc-nicas, la compleja lógica de la armonía del jazz, cientosde melodías y progresiones de acordes, los diferentesestilos y sus derivados, los riff,1 los clichés, las inflexio-nes, las entonaciones y muchas cosas más —la listacontinúa— que componen el vocabulario del jazz.

La magia es más que la maquinaria que hay detrásde la cortina, pero sin esta maquinaria la magia noexistiría.

LA MAGIA DE UN CRISTIANO MADURO Y LAMAQUINARIA DETRÁS DE LA CORTINAHay algo aparentemente mágico en la vida de un cris-tiano maduro. Aunque esté lejos de ser perfecta, la vidade un cristiano maduro merece respeto y atención, auncuando esto parezca desafiar una explicación técnica.Un cristiano maduro puede sobrellevar con gozo lasaflicciones, puede apartar a una persona del pecadocon unas cuantas palabras dichas en el momento apro-piado, puede crear armonía donde abunda el conflicto.

La sana doctrina sirve para leer y para enseñar la Biblia

37

Page 39: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Como sucede con un gran improvisador de jazz, hayuna gran preparación detrás de la cortina. Entre otrascosas, un cristiano maduro se preocupa de dominar —omejor dicho, de ser dominado por— la Biblia. Sabecómo colocar las piezas. Sabe cómo resumirla y expre-sarla en sus propias palabras. Dicho de otro modo, co-noce la sana doctrina. ¿Recuerdas cómo definimos lasana doctrina en el último capítulo? Es un resumen dela enseñanza de la Biblia que es tanto fiel a la Bibliacomo útil para la vida. Una persona piadosa sabrácómo hacerlo. Aun cuando no se le ocurriría enseñar auna clase llena de estudiantes de teología sistemática,una persona piadosa sabe lo que Dios dice en la Bibliaacerca de sí mismo y acerca de nosotros.

Esto no debería sorprendernos ya que la Escrituramisma enseña que es capaz de prepararnos para todabuena obra (2 Ti. 3:16) y enseña que la transformaciónespiritual viene a través de la renovación de nuestro en-tendimiento (Ro. 12:1-2), lo cual ocurre a medida quenos sumergimos en ella.

Por tanto, todo cristiano tiene un interés personalen aprender a leer y a enseñar la Biblia sabiamente.Conseguimos esto a través del estudio personal, perotambién —y tal vez de forma más precisa— mediantela proclamación y la enseñanza pública de la iglesia.Este capítulo trata de cómo la sana doctrina nos ayudaa leer y a enseñar la Biblia con sabiduría, tanto deforma personal como en la vida colectiva de la iglesia.

LA SANA DOCTRINA

38

Page 40: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

LA SANA DOCTRINA: LOS BOLOS Y LAS BARRASPROTECTORAS DE LA LECTURA BÍBLICAEl objetivo final de leer y de enseñar la Escritura es amarmás a Dios y a nuestro prójimo. Y la manera de amarmás a Dios es conociéndole más. Es cierto que una per-sona puede aprender hechos teológicos acerca de Diossin llegar a amarlo. Pero, al mismo tiempo, no puedesamar a Dios sin conocerlo. Y para conocer a Dios, tienesque saber cosas acerca de él. Si amas a tu esposa, querrássaber cómo es ella, lo que le gusta y lo que odia, su pa-sado, sus planes para el futuro y mucho más.2 De formasimilar, nosotros que profesamos amar a Dios debería-mos aprender todo lo que podamos acerca de él.

Este es el motivo por el cual la sana doctrina es unameta importante en la lectura bíblica. La sana doctrinaresume y sintetiza la enseñanza bíblica en un todo co-herente. Nos dice cómo es Dios, lo que ama y lo queodia, qué ha hecho en el pasado y cuáles son sus planespara el futuro. Dejar que tu conocimiento de Dios seadeterminado por uno o dos pasajes aislados sería igualque dejar que una o dos conversaciones aisladas deter-minaran tu conocimiento de tu esposa.

La sana doctrina también es una barra protectoraimportante para la lectura de la Biblia. Nos protege dededucir incorrectamente cosas acerca de Dios que noson ciertas. Para poder interpretar la Escritura correc-tamente, necesitamos poner sobre la mesa lo que ya sa-bemos acerca de Dios según la Escritura, esto es, lasana doctrina.

La sana doctrina sirve para leer y para enseñar la Biblia

39

Page 41: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Tomando prestada una ilustración de los bolos, lasana doctrina es al mismo tiempo los bolos a los queapunta nuestra lectura bíblica y las barras que nos pro-tegen de caer en las canaletas del error. La sana doc-trina nos ayuda a orientar nuestra lectura de la Bibliaen la dirección correcta y nos ayuda a seguir rodandoen esa dirección. La sana doctrina sirve para leer y paraenseñar la Biblia.

¿QUÉ ES LA BIBLIA? UNA HISTORIA QUE PREDICA UN MENSAJEPara poder desglosar en más detalle cómo la sana doc-trina influye en la lectura y la enseñanza de la Biblia,vamos a considerar en primer lugar qué es la Biblia.

¿Es la Biblia un libro mágico que abres al azar paraobtener una guía espiritual instantánea? (¿Alguien quequiera jugar a la ruleta bíblica?). ¿Es la Biblia un ar-chivo de tarjetas de Hallmark3 que te ofrece un pensa-miento inspirador para cada momento de la vida? ¿Esuna colección de recetas para superarnos moralmente?¿Una antología de mitos inspiradores?

1. La Biblia es revelación. Dios mismo se revela anosotros en su Palabra. Todas y cada una de las pala-bras de la Escritura están inspiradas por él (2 Ti. 3:16).Los autores de la Escritura provenían de diferentes cul-turas y tenían diferentes personalidades, escribieron engéneros diferentes en tiempos diferentes, pero todosellos fueron inspirados por el Espíritu Santo para ha-

LA SANA DOCTRINA

40

Page 42: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

blar “de parte de Dios” (2 P. 1:21, LBLA). Todos ellosescribieron las auténticas palabras de Dios.

2. La Biblia es una historia que predica un mensaje.Desde el principio hasta el final, la Biblia nos narra unaúnica historia de salvación. Desde la creación, pasandopor nuestra caída en el pecado, y hasta la obra salva-dora de Jesús en la cruz y la restauración final del go-bierno de Dios sobre toda la creación, la Biblia nos re-lata una misma narrativa épica que abarca de Génesisa Apocalipsis. Nos cuenta la historia de cómo Dioslleva a cabo la salvación de su pueblo a través de suHijo Jesús.

Sin embargo, no se trata simplemente de una histo-ria, es una historia que ocurrió realmente. Y es la his-toria en la cual vivimos. Nosotros los cristianos, pode-mos y debemos posicionar nuestras vidas en la crono-logía de la historia bíblica: vivimos en el tiempo poste-rior a la muerte, la resurrección y la ascensión de Jesúsal cielo, y después del derramamiento del EspírituSanto, pero antes del regreso final de Jesús. La historiade la Biblia nos explica de dónde venimos, dónde esta-mos, quiénes somos y a dónde vamos.

Observa cómo la sana doctrina surge de esta histo-ria y es una parte integral de ella.

Por la creación aprendemos que Dios es poderoso,•santo, sabio y bueno (Sal. 104).Por la caída aprendemos que Dios es perfectamente•justo y que su ira arde contra el pecado, pero al

La sana doctrina sirve para leer y para enseñar la Biblia

41

Page 43: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

mismo tiempo es misericordioso y paciente con lospecadores (que somos todos nosotros) (Gn. 3).En la vida de Jesús vemos manifestado perfectamente•el carácter santo y misericordioso de Dios (Jn. 1:18;14:9).En la muerte de Jesús vemos la justicia y el amor de•Dios trabajando juntos para lograr la salvación (Ro.3:21-26; 5:6-11).En la resurrección de Jesús vemos la victoria sobre•la muerte que Dios promete a todo su pueblo (2 Co.4:14).En la promesa de Jesús de volver y restaurar el go-•bierno de Dios sobre toda la creación vemos la fide-lidad de Dios, su espléndida generosidad hacia supueblo, y mucho más (Ap. 22:12).

En resumen, la Biblia es una historia que predica unmensaje. Tomando prestada la frase de Michael Hor-ton: “Es un drama que da lugar a un dogma”. Es unanarrativa repleta de enseñanza. La sana doctrina pro-viene de la grandiosa historia bíblica de la salvación.4

3. La Biblia es un instrumento en la mano de Diospara llevar a cabo su obra redentora. Cuando leemosla Escritura somos confrontados por la voz del Diosvivo (He. 4:12-13). La Palabra de Dios es invencible ypoderosa; nunca fracasa en conseguir sus propósitos(Is. 55:10-11). Estos propósitos incluyen salvar a pe-cadores y santificar a aquellos que están en Cristo (1P. 1:23-25; Jn. 17:17; 1 Ts. 2:13). Por tanto, cuando

LA SANA DOCTRINA

42

Page 44: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

acudimos a la Escritura deberíamos esperar ser cam-biados por ella. Deberíamos esperar que nos empuje aun nivel más profundo en el camino de nuestro pere-grinaje. Deberíamos esperar que nos moldee más y mása la imagen de Cristo.

Debido a que la Biblia es una historia que predicaun mensaje, necesitamos prestar atención tanto a la his-toria como al mensaje, aunque nunca deberíamos tra-zar una línea de separación demasiado marcada entreestas dos cosas. Consideremos una después de la otra.

CÓMO LEER LA BIBLIA COMO UNA ÚNICA HISTORIALa Escritura relata una historia unificada desde el prin-cipio hasta el final, pero ensamblar esa historia no estan sencillo como leer directamente desde Génesishasta Apocalipsis (y si no, pregunta a alguien que lohaya intentado y que haya arrojado la toalla al llegara Levítico). Por esta razón, es importante desarrollarla capacidad de discernir cómo un pasaje de la Bibliaencaja en la historia global.

Aquí tienes varios pasos que deberían ayudarte a al-canzar esta meta:

1. Lee a través de todo el Antiguo Testamento. Sipuedes, lee libros enteros en espacios cortos de tiempo,de una sola vez si es posible. Esto te ayudará a mante-ner la perspectiva general. Aprende la historia globalde Israel desde los patriarcas hasta el regreso del exilio.A medida que lees, presta especial atención a los pactosque Dios hizo con Noé (Gn. 8:20-9:17), con Abraham

La sana doctrina sirve para leer y para enseñar la Biblia

43

Page 45: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

(Gn. 12:1-3; 15:1-21), con la nación de Israel (Éx. 19-24), con David (2 S. 7:1-17) y especialmente al nuevopacto que Dios prometió a través de Jeremías (Jer.31:31-34). Cada pacto añade algo a la revelación delos propósitos de Dios en la creación y en la redención.

2. Lee y vuelve a leer los cuatro Evangelios. Cadauno de los Evangelios presenta una rica descripciónteológica de Jesús como el cumplimiento de todas laspromesas que Dios hizo en el Antiguo Testamento. Portanto, presta atención a las conexiones que los autoresde los Evangelios hacen entre Jesús y el Antiguo Testa-mento. No solo eso, fíjate en cómo los Evangelios con-tinúan la historia de los actos salvíficos de Dios del An-tiguo Testamento revelando el tema principal de dichahistoria: la vida, la muerte y la resurrección de Jesús.

3. Pon especial atención siempre que un autor citeo se refiera a un pasaje del Antiguo Testamento. Jesúsmismo enseñó a los apóstoles cómo interpretar correc-tamente el Antiguo Testamento; a la luz de su muertey resurrección (Lc. 24:27, 44-47). Así que deja que losapóstoles sean tus guías para atar los cabos entre lostestamentos.

4. Estudia cuidadosamente aquellos pasajes dondelos autores bíblicos mismos conectaron fragmentos detoda la historia de la Biblia. El discurso de Esteban enHechos 7 es uno de esos pasajes. El sermón de Pabloen Hechos 13:16-41 es otro (aquí el apóstol desvelacómo la vida, muerte y resurrección de Jesús cumplen“aquella promesa hecha a nuestros padres”, v. 32). En

LA SANA DOCTRINA

44

Page 46: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Gálatas 3-4, Pablo explica cómo el evangelio cumplela promesa que Dios hizo a Abraham y, al mismotiempo, pone fin a la era de la ley de Moisés. En He-breos —especialmente en los capítulos del 8 al 10— elautor explica cómo la muerte de Jesús es un cumpli-miento perfecto y definitivo del sistema de sacrificiosdel Antiguo Testamento. El resultado es que ahora, através de la muerte de Cristo, los creyentes tienen per-dón de pecados, nuevos corazones y acceso libre a Dios(y el sistema antiguo se ha abolido para siempre). Pa-sajes como estos, en primer lugar, nos ayudan a enten-der el Antiguo Testamento. También nos muestrancómo la obra de Cristo cumple, completa y, a veces,deja sin vigencia lo que era anterior en la historia de lasalvación.

El objetivo de todo esto es entender la historia de laBiblia como un todo unificado. A veces, los teólogosllaman a este tipo de lectura teología bíblica; la teologíaque traza el desarrollo progresivo de la revelación deDios en las Escrituras.5

Es importante aprender a leer la Escritura de estaforma, para interpretarla y aplicarla correctamente anuestras vidas. Comprender dónde encaja un pasajedentro de la historia global nos ayuda enormemente arelacionarlo con el lugar que ocupamos en la historia.Aquí tienes un par de ejemplos:

Las regulaciones acerca de la pureza en Levítico no•son obligatorias para nosotros los cristianos; Cristo

La sana doctrina sirve para leer y para enseñar la Biblia

45

Page 47: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

las ha cumplido y, por tanto, las ha abolido. Pero aúnsiguen mostrándonos la santidad de Dios y su man-dato de que seamos santos (Lv. 19:2). La conquista de Canaán por Josué no es ni un mo-•delo de política exterior, ni un ejemplo de barba-rismo antiguo. Fue un acto de juicio divinamente or-denado. En este caso concreto, el juicio de Dios delfin de los tiempos sobre el pecado fue traído al pre-sente (Gn. 15:16).

Ver la Escritura como una sola historia es una de laslentes más importantes para leerla correctamente, yproporciona algunas de las más grandes recompensas.Nos capacita para escalar los picos de la revelación dela obra salvadora de Dios y así ver la epopeya que seextiende ante nosotros desde la eternidad pasada hastala eternidad futura.

CÓMO LEER LA BIBLIA PARA VER SU MENSAJEPero la Escritura no es simplemente una historia; esuna historia que predica un mensaje. Ese mensaje esla buena noticia de que Jesús murió en la cruz y se le-vantó del sepulcro para así satisfacer la ira de Dios ytraer salvación a todos aquellos que se arrepienten desus pecados y confían en él. Así como un árbol cente-nario extiende sus raíces con gran profundidad y am-plitud, el mensaje del evangelio también conecta conprácticamente todos los otros temas que la Bibliaaborda.

LA SANA DOCTRINA

46

Page 48: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Por ejemplo, conocer el carácter de Dios es impor-tante para nuestra vida. Cuando parece que tu vidaestá fuera de control, es importante saber que Dios esabsolutamente soberano (Ef. 1:11; Ro. 8:28; Am. 3:6).Cuando estás atravesando una prueba dolorosa, es im-portante saber que Dios es bueno (Sal. 106:1). Cuandoestás agobiado por el pecado, es importante saber queDios es un Dios de gracia, misericordioso, lento parala ira y lleno de amor inmutable, y que él promete per-donar nuestros pecados (Éx. 34:6; 1 Jn. 1:9). Cada fa-ceta de la enseñanza bíblica es pertinente para cómovivimos, tanto si la enseñanza es acerca del carácter deDios, las obras de Dios, la naturaleza de la humanidad,el mundo que habitamos, el plan de Dios para el fu-turo, o cualquier otra cosa.

Entonces, ¿cómo puedes leer la Biblia para ver sumensaje?

1. Empieza con la convicción de que la Escritura esla Palabra de Dios. Es la revelación de Dios mismo.Por tanto, la Biblia es nuestra única y suprema autori-dad en relación a todo lo que menciona. Debido a queDios es completamente veraz (Tit. 1:2), todo lo que éldice es verdadero y confiable (Sal. 12:6). Debido a quelas Escrituras son una revelación de la mente de Dios,la enseñanza bíblica es coherente; permanece unidacomo un todo. Esto significa que, cuando se interpretaapropiadamente, la Biblia nunca se contradice a símisma y nunca nos puede inducir al error de ningunamanera. Debido a que la Escritura es la Palabra de

La sana doctrina sirve para leer y para enseñar la Biblia

47

Page 49: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Dios, tiene un mensaje coherente, y ese mensaje tieneautoridad sobre nosotros.

2. Lee y vuelve a leer toda la historia, discerniendocon cuidado el significado que se desprende de la pro-pia historia. De la misma manera que deberías leer unlibro entero antes de hacer un juicio definitivo acercade él, asimismo deberías siempre examinar las Escritu-ras para aprender más acerca de lo que Dios ha reve-lado de sí mismo. Cuanto mejor entiendas la propia Bi-blia, mejor entenderás el mensaje que proclama.

3. Deja que la Escritura se interprete a sí misma. LaEscritura no se contradice a sí misma, así que deja quelas porciones más claras te ayuden a interpretar las me-nos claras. Cuando encuentres algo confuso, buscaotros pasajes de la Biblia que aborden el mismo asuntoy mira si puedes empezar a encontrarle sentido.

4. A medida que creces en el conocimiento verda-dero de Dios a través de la Escritura, ese conocimientose convierte en parte de las lentes a través de las cualescontinúas leyendo la Biblia. Esto es parte de cómo tevas adentrando constantemente en una lectura de la Bi-blia más profunda, más enriquecida y más precisa. Porejemplo, la Biblia declara sin ninguna sombra de dudaque Jesús es completamente Dios y completamentehombre (Jn. 1:1, 14). Por dicho motivo, si llegas a unpasaje que parece cuestionar una de estas doctrinas, in-terpreta ese pasaje a la luz de lo que ya estás plena-mente convencido.

5. Traza conexiones continuamente entre las partes

LA SANA DOCTRINA

48

Page 50: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

y el todo. La Escritura no nos revela doctrinas aisladas;nos revela el auténtico carácter de Dios. Por tanto, me-dita en cómo los atributos de Dios se complementanmutuamente. Su amor y su justicia, su misericordia ysu santidad (estos no se contradicen los unos a losotros, sino que colaboran juntos en armonía).

Puesto que la Biblia representa fielmente la mentede Dios, la enseñanza bíblica puede juntarse en un todocoherente. Podemos resumir lo que la Escritura dice ensu conjunto acerca de sus enseñanzas principales; talescomo el carácter de Dios, el estado de la creación, lanaturaleza y la corrupción del hombre, la obra reden-tora de Cristo, la vida de la iglesia y la promesa delmundo venidero. Desarrollar estos temas en una pro-gresión ordenada se suele llamar teología sistemática.

A pesar de que no hay una correspondencia unifi-cada, lo que significa para nosotros la sana doctrina entodo este libro tiene mucho que ver con la teología sis-temática, al igual que con la teología bíblica. Lasabarca a ambas, haciendo énfasis en la primera porquela teología sistemática es una manera de leer la Bibliaque resume y sintetiza las enseñanzas de la Escritura, yque las hace pertinentes en nuestras vidas.6

6. Medita en cómo la Escritura habla de cualquierasunto relacionado con tu vida, como por ejemplo elmatrimonio, o el dinero, o el trabajo, o la amistad.Cuando leemos la Escritura cuidadosamente y mante-nemos la historia completa en mente, podemos sinteti-zar sus enseñanzas y aplicarlas a situaciones que están

La sana doctrina sirve para leer y para enseñar la Biblia

49

Page 51: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

más allá de lo que los autores bíblicos experimentarono visualizaron. Obviamente, ninguna de estas cosas esel tema principal de la Biblia, pero la Escritura hablacoherente y poderosamente —y a veces indirecta-mente— de todo lo relacionado con la vida. “¿Qué sig-nifica esto para mí?” no es la primera pregunta que de-beríamos plantearnos cuando abrimos la Biblia, peroes una pregunta a la que siempre deberíamos llegar. Lateología sistemática nos ayuda a juntar la enseñanza dela Biblia como un todo; lo cual es otro paso crucialpara aplicar la Biblia a nuestras vidas. Ver cómo un pa-saje cualquiera encaja con otras enseñanzas bíblicas esuna parte importante a la hora de aplicar la Biblia co-rrectamente a nuestras vidas diarias.

La Escritura es una historia que predica un men-saje y la meta de leerla y de enseñarla es ser confor-mado a la imagen de Cristo. Juntar la historia y com-prender el mensaje correctamente son las piezas clavesde la maquinaria que yace tras la cortina de una vidacristiana piadosa.

LOS BENEFICIOS DE TENER UNA VISIÓN GENERALCon todo esto en mente, vamos a pensar un poco másen cómo la sana doctrina beneficia la lectura y la ense-ñanza de la Biblia.

Un primer beneficio de la sana doctrina es que pro-porciona una visión general, y esta visión general nosayuda a entender todos los detalles de la Escritura.Imagina una zona geográficamente pequeña —no más

LA SANA DOCTRINA

50

Page 52: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

que unos pocos kilómetros cuadrados— que contieneuna gran concentración de feroces animales depreda-dores. Resulta que esta región excepcionalmente po-blada está muy cerca del centro de un área metropoli-tana. No solo eso, sino que los lugareños permiten asus hijos rondar libremente por dicha zona. ¡Hasta seconsidera una forma de diversión!

Y si ahora te dijera que esa zona geográficamentepequeña es el Parque Zoológico de Louisville —si adi-vinaste que estaba hablando de un zoo, ponte una me-dalla— todos estos detalles tendrían sentido de repentey los verías desde un punto de vista muy diferente.

El asunto es que tener el cuadro general delante denosotros nos ayuda a ver cómo todos los detalles en-cajan en él. Nos ayuda a alumbrar aquello que de otramanera permanecería oscuro. La sana doctrina nosproporciona el cuadro general: una vista panorámicade quién es Dios, quiénes somos nosotros y cómo Diossalva a todos aquellos que confían en Cristo.

Otro beneficio —relacionado con la visión gene-ral— de la sana doctrina es que actúa como un detectorde minas. Una dieta equilibrada de sana doctrina puededetectar y desactivar pensamientos nuestros que no sonbíblicos y las actitudes que de otra manera serían in-detectables. A causa del pecado, todos tenemos ideasequivocadas acerca de Dios. A veces, esas ideas equi-vocadas pueden permanecer inadvertidas por años, aundécadas. Pero la enseñanza que presenta “todo el con-sejo de Dios” (Hch. 20:27) revelado en la Escritura nos

La sana doctrina sirve para leer y para enseñar la Biblia

51

Page 53: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

lleva a enfrentar esos errores. Nos toma de la mano ynos señala los pasajes bíblicos que derriban las apre-ciadas convicciones que no hemos sacado de la Biblia,sino de nuestra cultura. La sana doctrina pone al des-cubierto las maneras en las que hemos intentado amol-dar a Dios a nuestra propia imagen, en vez de tomaren cuenta su revelación misericordiosa que nos dicecómo son las cosas realmente.

De forma similar, la sana doctrina nos ayuda a de-tectar nuestros puntos débiles y corregir nuestros des-equilibrios. Sea por la cultura, por nuestra disposición,por la tradición eclesial o por otros factores, el caso esque todos nosotros somos propensos a resaltar ciertosaspectos de la enseñanza bíblica hasta el punto de des-cuidar y aun negar otros. El lastre de la doctrina bíblicapermite que el barco permanezca recto. Nos permiteentender la enseñanza bíblica en su plenitud y equili-brio, evitando que simplemente nos aferremos a laspartes que más nos gustan. Además, un punto de vistaglobal de la sana doctrina nos sensibiliza con las cosasque tendemos a dejar de lado —o simplemente no ve-mos— cuando estudiamos la Escritura. Nos ayuda acorregir nuestra visión para que podamos ver real-mente lo que Dios ha revelado de sí mismo en su Pala-bra.

No solo eso, sino que la sana doctrina nos ayuda aaplicar la Biblia a nuestras vidas. Nos recuerda que lahistoria divina de la salvación es la historia en la queestamos viviendo. Nos proporciona una visión clara

LA SANA DOCTRINA

52

Page 54: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

para ver el mundo como realmente es; como Dios diceque es. Y nos ayuda a aplicar la Biblia de forma prác-tica. Hemos levantado pequeñas divisiones entre la re-ligión y la vida real demasiado a menudo. Hemos se-parado la Biblia de nuestras vidas diarias, como si dealguna manera solo se aplicara a las cosas que hacemosdurante una hora el domingo por la mañana. Pero lasana doctrina nos ofrece una forma integral y cohesivade ver el mundo. Cuando comprendemos esto, la Bibliadeja de ser meramente un libro de sabiduría para ne-cesidades religiosas específicas, y se convierte en las len-tes a través de las cuales entendemos todo lo que ocurreen nuestras vidas.

Por último, la sana doctrina es una protección con-tra la falsa enseñanza. No todo el que se llama maestrobíblico enseña realmente la Biblia. Muchos predicado-res usan muy mal la Palabra de Dios. La Escrituraafirma claramente que los falsos maestros serán siem-pre una amenaza para la Iglesia (Hch. 20:29-31; Ef.4:14). Y la mejor manera de descubrir una falsificaciónes conocer el artículo genuino como la palma de tumano.

Tristemente, los falsos maestros siempre consegui-rán que alguien les escuche porque dicen lo que quere-mos oír (2 Ti. 4:3-4). El mejor antídoto contra el ape-tito de falsa enseñanza es una dieta constante de sanadoctrina. La mejor manera de prevenir una enfermedaddoctrinal es un régimen regular de la medicina preven-tiva de la teología bíblica.

La sana doctrina sirve para leer y para enseñar la Biblia

53

Page 55: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

LA SANA DOCTRINA SIRVE PARA LEER Y PARAENSEÑAR LA BIBLIA EN LA IGLESIAEntonces, ¿cómo debería influir la sana doctrina en lamanera de leer y enseñar la Biblia en la iglesia? Aquítengo cuatro puntos principales, todos ellos dirigidosa pastores, aunque son cosas que todo cristiano deberíatener en cuenta.

Primero, el objetivo principal de la reunión semanalde la iglesia es edificar a los creyentes (1 Co. 14:12, 14,26). Por tanto, usa ese tiempo para instruir a tu genteen la sana doctrina. La predicación expositiva (la pre-dicación que toma el mensaje principal de un texto bí-blico, lo convierte en el mensaje principal del sermóny lo aplica a la vida de la iglesia) debería constituir elgrueso de la dieta de la predicación eclesial.7 Pero re-cuerda que tus sermones no deberían dar la impresiónde que cada texto existe en el vacío. En lugar de esto—y sin convertir cada sermón en un tratado doctri-nal— cada predicación debería ayudar de alguna ma-nera a tu gente a conectar el texto del sermón con elresto de la Escritura. Esto no significa que debas expli-car montones de pasajes bíblicos diferentes, pero sí quete exige predicar con el cuadro general en mente. Ade-más, el resto del culto —canciones, oraciones, etc.—debería estar repleto de sana doctrina. Veremos en másdetalle los otros elementos de la adoración colectiva enlos capítulos 3 y 6.

Segundo, trata el sermón matinal del domingo comoel plato principal que es y no como un mero aperitivo

LA SANA DOCTRINA

54

Page 56: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

para atraer a la gente hacia todo lo demás que la iglesiaofrece. En otras palabras, no pongas a tu congregaciónen una dieta baja en doctrina. La Biblia es un libro decarne consistente y, para poder crecer, los cristianos ne-cesitan muchas calorías dignas de sana doctrina. Asíque haz que tus sermones sean lo suficientemente ricosen doctrina para que satisfagan el apetito de un cris-tiano en crecimiento.

Tercero, si la sana doctrina sirve para la vida, en-tonces la teología sirve para la aplicación. Algunos pre-dicadores enseñan toneladas de teología con poca apli-cación. Hay peores maneras de predicar, pero aun asíes fácil ver que esto lleva a los cristianos a tener muchoconocimiento pero poca práctica, o abundancia de pre-cisión doctrinal pero escasez de amor. No obstante, enla predicación evangélica actual es mucho más comúnencontrar toneladas de aplicación con poca o ningunateología. En algunos sentidos, esto es muchísimo peor.Si tu predicación es toda aplicación sin teología, bási-camente no estás predicando el evangelio. Por tanto,basa tu aplicación en el texto y en la teología que surgedel texto. Muestra a tu gente cómo los indicativos delevangelio llevan directamente a los imperativos de lavida cristiana. Incorpora a tus sermones la gloriosa ver-dad de que la vida cristiana es una respuesta a lo queDios ya ha hecho por nosotros en Cristo.

En último lugar, alimenta a tu iglesia con una dietaconstante de sana doctrina en los estudios bíblicos y enotros contextos de enseñanza. Usa las oportunidades

La sana doctrina sirve para leer y para enseñar la Biblia

55

Page 57: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

fuera de la reunión dominical para profundizar más enasuntos doctrinales específicos que quizás no puedasdesarrollar en un sermón.

Como cristianos, crecemos aplicando la verdad a lavida. Así que, cultiva en tu gente un deseo por la buenateología. Dales una dieta regular de ella y espera pa-cientemente a que su apetito se manifieste.

LA SANA DOCTRINA SIRVE PARA PRACTICAR LA TEOLOGÍA EN COMUNIDADFinalmente, ¿cómo debería aplicarse todo esto en eldiscipulado personal de los cristianos con Cristo?

Primero, debes darte cuenta de que la enseñanza entu iglesia es el medio principal que Dios usa para quetu conocimiento de él crezca. Esto no quiere decir queel estudio personal no es importante. Pero sí quiere de-cir que la enseñanza colectiva de la iglesia es lo más im-portante.

Puede que estés leyendo Jonás en tus devocionalesy sacando gran provecho de él. La lectura personal dela Biblia es importante y no le quiero quitar ningunaimportancia en absoluto. Pero si tu pastor está predi-cando en Lucas, hay docenas —o aun cientos— de per-sonas en tu iglesia que están siendo expuestas a Lucascada semana. ¿Por qué no lo aprovechas? Prepara lossermones meditando en el texto con antelación. Utilizala enseñanza compartida que estáis recibiendo para ini-ciar conversaciones durante la semana con otros miem-bros de la iglesia. Practica la teología en comunidad ex-

LA SANA DOCTRINA

56

Page 58: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

plorando con otros miembros de la iglesia las repercu-siones teológicas y prácticas de los sermones, y po-niendo juntos en práctica la verdad.

No veas el sermón simplemente como un evento se-manal aislado. Más bien, considéralo como una fuenteque hace fluir un arroyo de verdad bíblica dentro de lavida de la iglesia. Este arroyo puede encauzarse en cien-tos de canales que lleven alimento bíblico y doctrinal adonde se necesita (y parte de esta labor de canalizacióndebería llevarse a cabo por todos y cada uno de losmiembros de la iglesia).

La sana doctrina sirve para leer y para enseñar laBiblia en la iglesia. Permite entonces que la enseñanzade tu iglesia dirija tu crecimiento como teólogo y comocristiano. Toma tus esfuerzos para hacer crecer y disci-pular a otros y enchúfalos al motor que impulsa a todala iglesia: la enseñanza y la predicación de la Palabra.

EL OBJETIVO DE LA LECTURA Y LA ENSEÑANZAIMPULSADAS POR LA SANA DOCTRINA: LA IMPROVISACIÓN MAGISTRALLa sana doctrina nos ayuda a leer y a enseñar la Bibliasabiamente. Cuando aprendemos a trazar la historia dela salvación y a entender el mensaje de la Escritura comoun todo, obtenemos la maquinaria esencial para progre-sar en la vida cristiana. Conocer bien la Biblia es nece-sario para el crecimiento cristiano y la sana doctrinaconstituye el punto de partida, el mecanismo de protec-ción y el objetivo final de leer la Escritura correctamente.

La sana doctrina sirve para leer y para enseñar la Biblia

57

Page 59: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Por supuesto, la meta en todo esto no es el mero co-nocimiento, sino el crecimiento en piedad. El propósitode depurar nuestra técnica como teólogos es que seamoscapaces de improvisar magistralmente en el escenarioreal de la vida cristiana. La finalidad de la teología noes buscar conocimiento de hechos, sino comunión conDios y el fruto de vidas piadosas e iglesias sanas.

En los capítulos restantes vamos a examinar los fru-tos que la sana doctrina produce en la vida de la iglesia.El primero que veremos es uno que en cierto sentidoabarca a todos los demás: la santidad.

1En la música, un riff es una frase que se repite a menudo,normalmente ejecutada por la sección de acompaña-miento. (N. del T.).

2Michael Horton, The Christian Faith: A Systematic The-ology for Pilgrims on the Way (La fe cristiana: Una teo-logía sistemática para peregrinos en el camino), p. 13,Zondervan, Grand Rapids, (Michigan), 2011.

3Compañía estadounidense fundada en 1910, famosa porla calidad de sus tarjetas de felicitación ilustradas. (N. delT.).

4Si deseas considerar esto con más detalle, consulta la re-flexión de Michael Horton en su libro The Cristian Faith(La fe cristiana), p. 19, 27-30.

LA SANA DOCTRINA

58

Page 60: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

5Para saber más de la teología bíblica, consulta el librode Michael Lawrence Biblical Theology in the Life of theChurch: A Guide for Ministry (La teología bíblica en lavida de la iglesia: Una guía para el ministerio), Crossway,Wheaton, (Illinois), 2010.

6Si buscas una introducción a la teología sistemática delectura agradable y devocional, adquiere la obra deWayne Grudem Teología Sistemática: Una introduccióna la doctrina cristiana, Ed. Vida, Miami, (Florida), 2007(revisada 2009).

7Para una explicación y defensa de este concepto, con-sulta el capítulo 5 del libro de Jonathan Leeman Rever-beration: How God’s Word Brings Light, Freedom, andAction to His People (Reverberación: Cómo la Palabrade Dios trae a su pueblo luz, libertad y acción), Moody,Chicago, 2011.

La sana doctrina sirve para leer y para enseñar la Biblia

59

Page 61: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson
Page 62: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Capítulo 3

LA SANA DOCTRINA SIRVEPARA LA SANTIDAD

John MacArthur puede ser un predicador apasionante.Esto no se debe a que sea un experto narrador de his-torias o a que te lleve por una montaña rusa emocional.En realidad, su estilo es sencillo, hasta un poco monó-tono.

La primera vez que escuché a MacArthur predicarpensé que era bastante aburrido. Fue un Domingo de Re-surrección, durante mi primer año de facultad, cuandovisité Grace Community Church en Sun Valley (Califor-nia), donde él pastorea. Estaba predicando en 1 Corintios15 acerca de cómo sabemos que Jesús fue resucitado. Elsermón estaba lleno de argumentos. Citó un montón depasajes bíblicos. Parecía que nunca se acabaría.

Mirando retrospectivamente, puede que no fuera elsermón más apasionante que haya predicado, pero eseno es el motivo por el que pensé que era aburrido. Larazón principal fue que yo no tenía mucho apetito porla doctrina. Durante los dos años anteriores, mi cono-cimiento de la Escritura había estado creciendo, perola mayor parte de lo que MacArthur decía todavía pa-saba por encima de mi cabeza.

61

Page 63: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Aun así, estaba intrigado por el profundo conoci-miento que tenía MacArthur de la Biblia y por la segu-ridad de sus convicciones. La gente que conocí en suiglesia también me impresionó. Parecían conocer bienla Biblia y vivir su fe más consistentemente que yo. Lopodías ver en su forma de hablar, como se trataban losunos a los otros y como se comprometían personal-mente con la iglesia.

Yo había ido a la Universidad del Sur de Californiaen el centro de Los Ángeles para estudiar jazz con sa-xofón (sí, puedes especializarte en eso en la facultad,por lo menos en California). Durante la primera se-mana de clase conocí a un batería llamado Jon. Él vinoa mi apartamento para llevarse prestado el CD de JoeHenderson titulado Page One (un gran álbum, porcierto). Cuando Jon vio la Teología Sistemática deWayne Grudem colocada en mi estantería (un regaloreciente de un pastor que me había discipulado antesde irme a la facultad), simpatizamos al instante. Éra-mos unos de los pocos cristianos en nuestro programade estudios, así que nos mantuvimos unidos de formanatural. Pero él era mucho más piadoso que yo y ter-minó discipulándome sin ni siquiera proponérselo. Jonsimplemente fue él mismo, y eso expuso mi pecado yme enseñó lo que era la fidelidad. Y de paso, continuóinvitándome a su iglesia.

Por todo ello, cuando me trasladé a Los Ángelespara mi segundo año de estudios me planteé seriamenteasistir a Grace Community Church. Lo que ocurrió el

LA SANA DOCTRINA

62

Page 64: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

primer domingo que regresé convirtió en obvia la de-cisión de unirme a la iglesia.

EL HOMBRE DE LA CALVA BRILLANTE CON EL BISTURÍAquel domingo de finales de agosto, C. J. Mahaney(entonces pastor de Covenant Life Church en Mary-land) estaba sustituyendo al pastor MacArthur. En elculto de la mañana predicó sobre Santiago 4:1-2. Yoestaba sentado casi al final de la sala de adoración dela iglesia —con capacidad para tres mil quinientas per-sonas— pero el sermón fue tan absorbente que apenasnoté la distancia de un campo de fútbol que me sepa-raba del predicador o las miles de personas que habíaen la sala. Mi principal recuerdo visual del sermón esla cabeza calva de Mahaney brillando en la plataformaa medida que se paseaba de un lado a otro. Pero lo másimportante fue lo que oí.

Santiago 4:1-2 dice: “¿De dónde vienen las guerrasy los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasio-nes, las cuales combaten en vuestros miembros? Codi-ciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no po-déis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo quedeseáis, porque no pedís”. C. J. sencillamente recorrióel pasaje, ilustrando generosamente la enseñanza deSantiago con ejemplos negativos tomados de su propiavida. Su bosquejo fue algo parecido a esto:

Los conflictos en las relaciones son más graves de lo•que piensas.

La sana doctrina sirve para la santidad

63

Page 65: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Los conflictos en las relaciones son más sencillos de•lo que piensas.Los conflictos en las relaciones son peores de lo que•piensas.Y resolver los conflictos en las relaciones es más fácil•de lo que piensas.

El centro del mensaje fue que las pasiones producenconflictos. Los conflictos ocurren cuando nuestros de-seos pecaminosos nos llevan a usar a otras personaspara obtener lo que queremos, en vez de servirles conamor. La solución es el evangelio de Jesucristo. En lu-gar de culpar a las circunstancias o a otras personas,lo que necesitamos es arrepentirnos, confesar nuestrospecados a Dios, pedir a los que hemos ofendido quenos perdonen y recordarnos a nosotros mismos quiénes Jesús y qué ha hecho por nosotros a través de sumuerte y su resurrección.

Este insípido resumen no hace justicia al sermón,pero esta era la idea principal y nunca había escuchadonada parecido. El mensaje penetró limpiamente en elcorazón de algunos asuntos que había en mi vida. Fuecomo un bisturí que cortó todas mis defensas y empezóa hacerme una operación a corazón abierto.

ABRIENDO LAS PUERTAS Y ENCENDIENDO LAS LUCESHabía sido cristiano por varios años cuando escuchéeste sermón, pero mi crecimiento en Cristo había sidolento e irregular. Había tenido una relación sentimental

LA SANA DOCTRINA

64

Page 66: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

que no había sido de provecho para mi discipulado. Elverano anterior —al inicio del curso— mi novia rom-pió conmigo porque estaba harta de que yo actuaracomo un tonto egoísta. Su evaluación era justa, aunqueyo no lo quise admitir en ese momento.

Pero entonces, justo en el medio de aquel sermón,lo tuve que admitir. Ya no podía encogerme de hom-bros y no hacer caso. De repente, pude ver bajo unanueva luz cientos de “pequeños” conflictos en esa re-lación y en muchas otras. Era como si docenas de pe-cados pasados de mi vida hubieran sido encerrados enun corredor lleno de habitaciones oscuras y ahora al-guien estuviera corriendo por ese pasillo, abriendo to-das las puertas y encendiendo las luces.

Ese sermón me cambió. Me dio un nuevo y com-pleto juego de ojos para ver mi vida. Echó por tierratodo tipo de excusas y razonamientos. Desinfló mi opi-nión de mí mismo. Reveló el camino a un crecimientomás profundo y consistente como cristiano.

Como dije antes, ese sermón hizo que unirme aGrace Church fuera obvio. Pensé: “Si este es el tipo dehombre que traen como predicador invitado, mejor mequedo por aquí para participar en las reuniones regu-lares”. Así que me uní a la iglesia unos pocos mesesmás tarde y me involucré al máximo. Y Dios usó lapredicación, la enseñanza y el discipulado de pastoresy amigos como Jon para transformar mi vida de arribaabajo.

La sana doctrina sirve para la santidad

65

Page 67: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

¿QUÉ OCURRIÓ?¿Qué me ocurrió durante ese sermón? Te lo voy a deciren pocas palabras: Dios usó la sana doctrina para pro-ducir santidad. No me hizo perfecto instantáneamente(¡ojalá!), pero la sana doctrina de aquel sermón pro-dujo un cambio verdadero en mi mente y en mi cora-zón.

Santiago 4:1-2 me dio un análisis doctrinal de con-flictos interpersonales. No usó palabras teológicas re-finadas, pero me dio una doctrina del hombre, unadoctrina del pecado y una doctrina de la santificación.¿Por qué ocurren los conflictos? En el fondo, los con-flictos provienen de deseos pecaminosos y no de per-sonalidades incompatibles ni de circunstancias adver-sas. ¿Y cuál es la solución? El arrepentimiento y la fe.

Fui capaz de pasar por alto las críticas porque nome estaba viendo a mí mismo a través del prisma bí-blico. Pero C. J. Mahaney me entregó una lente doc-trinal y, por la gracia de Dios y por la capacitación delEspíritu Santo, fui capaz de verme a mí mismo bajouna nueva luz, más fea y más precisa. Y eso fue lo quetrajo el cambio verdadero.

LA SANA DOCTRINA SIRVE PARA LA SANTIDADPara poder crecer en santidad, es crucial que entiendasla doctrina bíblica del pecado y veas tu vida a travésde esta lente. Si no sabes cuál es tu problema, no sabrásqué hacer al respecto. Cada doctrina bíblica —abra-zada por la mente y aplicada al corazón— nos con-

LA SANA DOCTRINA

66

Page 68: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

forma al carácter y a la voluntad de Dios. La sana doc-trina nos lleva a entregarnos más completamente aDios en nuestros pensamientos, deseos, actitudes, pa-labras y acciones (y esto es lo que la Biblia llama san-tidad).

Esta santidad toma miles de formas específicas ennuestras vidas. Por ejemplo, el sermón de Mahaney meayudó a ser más santo en mi forma de hablar y encómo me relacionaba con otros, especialmente si teníaque manejar un conflicto.

La sana doctrina es un medio principal a través delcual los cristianos crecen en santidad, y la santidad esla meta de la sana doctrina. Como vimos en el capítulo1, la sana doctrina es un resumen de la enseñanza bí-blica que es tanto fiel a la Biblia como útil para la vida.Tal y como Pablo le dice a Timoteo: “Toda la Escrituraes inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redar-güir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de queel hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparadopara toda buena obra” (2 Ti. 3:16-17). ¿Te has dadocuenta? Toda la Escritura es útil para instruir en justi-cia. Ser instruidos en justicia es exactamente lo que ne-cesitamos. Sin duda alguna es lo que yo necesito. Y sientiendes la doctrina bíblica del pecado, sabrás que tútambién lo necesitas.

Como cristianos, se nos han dado unas naturalezasnuevas dirigidas por el Espíritu Santo, pero el pecadoaún mora en nosotros (Ro. 7:17). Aún nos ciega, nosseduce a hacer el mal y corrompe nuestros deseos. Aún

La sana doctrina sirve para la santidad

67

Page 69: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

nos tienta a adorarnos a nosotros mismos en vez de aDios. Por eso necesitamos las potentes luces de la doc-trina bíblica, para alumbrar nuestro camino y no caeren la cuneta. Necesitamos el sol de una cosmovisiónbíblica para eliminar la niebla del pecado que se pegaa nuestras mentes y corazones.

Jesús mismo nos enseña que la sana doctrina sirvepara la santidad. En Juan 17, sabiendo que su muertey resurrección estaban cercanas, Jesús ora por sus dis-cípulos:

“Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, paraque tengan mi gozo cumplido en sí mismos. Yo les hedado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque noson del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Noruego que los quites del mundo, sino que los guardesdel mal. No son del mundo, como tampoco yo soy delmundo. Santifícalos en tu verdad; tu palabra es ver-dad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los he en-viado al mundo. Y por ellos yo me santifico a mímismo, para que también ellos sean santificados en laverdad” (Jn. 17:13-19).

En el versículo 17, Jesús pide al Padre que nos santifi-que en la verdad; la verdad de su Palabra. Santificar auna persona significa separarla del pecado y entregarlacompletamente a la voluntad de Dios. Por eso Jesús vi-vió una vida perfectamente obediente y sufrió en lacruz como nuestro sustituto, con la meta de que sería-

LA SANA DOCTRINA

68

Page 70: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

mos santificados en la verdad; hechos santos por la Pa-labra de Dios (v. 19). Él se entregó a sí mismo comple-tamente a Dios para que nosotros pudiéramos entre-garnos completamente a Dios. Y el instrumento queDios usa para que esta devoción total ocurra es su Pa-labra.

Pablo también nos dice que la sana doctrina es loque nos enseña a vivir correctamente. Así se lo dijo aTimoteo:

“Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legí-timamente; conociendo esto, que la ley no fue dadapara el justo, sino para los transgresores y desobedien-tes, para los impíos y pecadores, para los irreverentesy profanos, para los parricidas y matricidas, para loshomicidas, para los fornicarios, para los sodomitas,para los secuestradores, para los mentirosos y perju-ros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina, segúnel glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí meha sido encomendado” (1 Ti. 1:8-11).

¿Te has dado cuenta de lo que Pablo dice al final delpasaje? Dice que todas esas acciones impías se oponen“a la sana doctrina”. El apóstol considera que una vidapiadosa es una implicación directa —hasta una exigen-cia— de la sana doctrina.

La sana doctrina no son datos abstractos. No sonideas flotando por ahí en el espacio. No es un simplehecho, como lo es que ahora mismo estoy escuchando

La sana doctrina sirve para la santidad

69

Page 71: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

el álbum de Hill Evans You Must Believe in Spring (Tie-nes que creer en la primavera); otro buen álbum. No,la sana doctrina va unida a un programa práctico, a unplan para una nueva vida. La sana doctrina exige unavida sólida.

Si decimos que creemos en la sana doctrina pero noamamos a Dios ni a nuestro prójimo, entonces hay algoque está mal (lo más seguro es que hay una descone-xión entre la cabeza y el corazón). Lamentablemente,para nosotros es muy común dejar que el conocimientode Dios solo permanezca en nuestras cabezas, en vezde penetrar en nuestros corazones. Cuando descuida-mos el impacto de la doctrina en nuestros corazones—nuestras emociones, deseos, afectos, esperanzas, an-helos, miedos— estamos olvidando para qué sirve ladoctrina. Necesitamos sembrar la doctrina profunda-mente en nuestro corazón para que el fruto de ser con-formados a la imagen de Cristo pueda crecer en nues-tras vidas e iglesias para la gloria de Dios.

De hecho, esa es exactamente la oración de Pabloen Filipenses:

“Y esto pido en oración, que vuestro amor abundeaun más y más en ciencia y en todo cono -cimiento, para que aprobéis lo mejor, a fin de que se-áis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, lle-nos de frutos de justicia que son por medio de Jesu-cristo, para gloria y alabanza de Dios” (Fil. 1:9-11).

LA SANA DOCTRINA

70

Page 72: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Pablo pide que podamos crecer en ciencia y en cono-cimiento; que estemos de acuerdo con lo mejor, quelo aprobemos y que lo deseemos. Desde luego, estoabarca más cosas que la sana doctrina, pero abrazarla sana doctrina es el inicio del discernimiento.

¿Con qué propósito hizo el apóstol esta oración?Para que pudiéramos vivir vidas santas y así dar glo-ria a Dios. Pablo quiere que abracemos la sana doc-trina para que así nuestras vidas e iglesias puedan lle-narse de frutos de justicia, con el fin de que Dios seaalabado. La sana doctrina sirve para la santidad.

DOCTRINAS QUE PRODUCEN SANTIDADEn este capítulo, he explicado cómo la doctrina bí-blica del pecado me ayudó a crecer en santidad. Comohemos visto, toda la Escritura es provechosa para ins-truir en justicia. Esto significa que todas las doctrinasbíblicas cooperan para conformarnos a la imagen deCristo.

Medita en la doctrina de Dios. La santidad deDios, su justicia, su omnipresencia y su soberanía so-bre todas las cosas establecen infinitas implicacionesrespecto a cómo deberían ser nuestras vidas. Piensatambién en la paciencia de Dios, su compasión y sumisericordia. Estos aspectos acerca de quién es Diostambién deberían estimularnos hacia la santidad; lacual es definida por el carácter de Dios. ¿Cómo sabe-mos lo que significa ser santo? Mirando a Dios. Es-cucha lo que Pedro dice:

La sana doctrina sirve para la santidad

71

Page 73: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

“Como hijos obedientes, no os conforméis a los de-seos que antes teníais estando en vuestraignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo,sed también vosotros santos en toda vuestra manerade vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yosoy santo. Y si invocáis por Padre a aquel que sinacepción de personas juzga según la obra de cada uno,conducíos en temor todo el tiempo de vuestra pere-grinación” (1 P. 1:14-17).

Porque Dios es santo, debemos ser santos en todo loque hacemos. Esto quiere decir que debemos dejaratrás todas las pasiones y los deseos que no correspon-den con nuestro conocimiento de Dios (v. 14). Además,ya que Dios juzga a todo el mundo con imparcialidad,debemos vivir ante él en reverente temor durante todanuestra vida (v. 17). Dios es nuestro Padre, pero tam-bién es el juez de la humanidad. Por ello, debemos vivira la luz de su justicia absoluta. Y la justicia de Dios de-fine lo que significa para nosotros vivir correctamente.A medida que le miramos, aprendemos cómo vivir. Amedida que aprendemos más acerca de su carácter, ob-tenemos un patrón para el nuestro.

Considera la promesa de Dios de establecer perfec-tamente su Reino cuando Cristo vuelva, lo que llama-mos la doctrina de la escatología (o las últimas cosas).Esto es lo que el apóstol Juan dice acerca de esa firmeesperanza:

LA SANA DOCTRINA

72

Page 74: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

“Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se hamanifestado lo que hemos de ser; pero sabemos quecuando él se manifieste, seremos semejantes a él, por-que le veremos tal como él es. Y todo aquel que tieneesta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así comoél es puro” (1 Jn. 3:2-3).

En el día final, seremos como Cristo. Seremos perfec-tamente santos, perfectamente conformados al carácterde Dios, tal y como él es. Por tanto —dice Juan— todoaquel que tiene esta esperanza se purifica a sí mismo.Porque seremos como Cristo en el día final, debemosser como él ahora y esforzamos grandemente para lle-gar a esa meta.

Estos dos pasajes hacen una conexión directa entrela sana doctrina y vivir vidas santas, y hay incontablesejemplos que podríamos extraer de las Escrituras deeste tipo de conexiones. Toda la Escritura es útil paraconformarnos al carácter de Cristo. Cada doctrina bí-blica —propiamente entendida y aplicada— nos ayudaa traer nuestras mentes, corazones y voluntades máscerca de Cristo.

CÓMO CRECEN ESTOS FRUTOSLa sana doctrina produce santidad no solo en nuestrasvidas como individuos, sino también en la vida colec-tiva de la iglesia. ¿Cómo? Aquí tienes un esquema decómo la sana doctrina ayuda al crecimiento de los fru-tos de justicia a través de cuatro aspectos diferentes dela vida colectiva de la iglesia:

La sana doctrina sirve para la santidad

73

Page 75: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

1. LA PREDICACIÓN Y LA ENSEÑANZAComo vimos en el capítulo 2, la predicación y la ense-ñanza de una iglesia deberían estar colmadas de sanadoctrina. La doctrina debería ser la base que sostienetoda la estructura de la enseñanza de la iglesia (no siem-pre visible, pero siempre dando forma al conjunto). Y aveces, debería ocupar el centro del escenario.

Cuando los pastores y otros líderes predican y en-señan la sana doctrina, nuestras mentes son conforma-das gradualmente a la mente de Cristo. Semana a se-mana, día tras día, arrancamos mentiras y plantamosverdades. A medida que esas verdades echan raíces ennuestros corazones, transforman nuestros deseos, afec-tos y acciones. De la misma forma que una dieta sanacrea un cuerpo sano, así una dieta de sana doctrina enla predicación produce santidad en los miembros deuna iglesia.

2. LOS CÁNTICOSTal y como consideraremos en el capítulo 6, la sanadoctrina es el combustible de la adoración. Esto signi-fica que las canciones que cantamos cuando nos reu-nimos como iglesia deberían estar llenas de sana doc-trina. Cantar ofrece a la iglesia la posibilidad de go-zarse al unísono en las verdades de quién es Dios. Dala oportunidad de celebrar todos juntos lo que Dios hahecho en la salvación. En todo esto, cantar nos ayudaa mover la doctrina desde la cabeza hasta el corazón,y a encender nuestros corazones.

LA SANA DOCTRINA

74

Page 76: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Cuando cantamos a Dios verdades acerca de Dios,nuestras emociones se hacen santas. Demasiado a me-nudo, nos regocijamos en las cosas equivocadas, cele-bramos las cosas erróneas y nos deleitamos en las cosasincorrectas. Cantar la sana doctrina nos ayuda a rego-cijarnos, a celebrar, y a deleitarnos en el Dios trino. Yesto ayuda a que todo nuestro carácter sea más con-formado al de Cristo.

Esto no es simplemente una experiencia individual,sino más bien colectiva. Como Pablo exhortó en Ro-manos: “Pero el Dios de la paciencia y de la consola-ción os dé entre vosotros un mismo sentir según CristoJesús, para que unánimes, a una voz, glorifiquéis alDios y Padre de nuestro Señor Jesucristo” (Ro. 15:5-6). Pablo encargó a los romanos buscar la unidad paraofrecer a Dios una adoración unida y armoniosa. Peroal mismo tiempo, es cierto que adorar a Dios nos une.Cuando glorificamos a Dios al unísono, nuestros cora-zones se unen en santidad. Cuando alabamos a Dioscantando como iglesia llegamos a ser más como Cristo.

3. LA ORACIÓNLo que pedimos a Dios revela los deseos de nuestroscorazones. Revela quiénes somos. Por esta razón debe-ríamos orar con sana doctrina, tanto individualmentecomo colectivamente.

¿Te has fijado alguna vez cómo las oraciones en laBiblia están llenas de sana doctrina? Piensa en las ora-ciones de confesión en Nehemías 9 y Daniel 9. O con-

La sana doctrina sirve para la santidad

75

Page 77: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

sidera cuánta doctrina refuerza el Padre Nuestro (Mt.6:9-13). Comienza afirmando la gloria de Dios (“san-tificado sea tu nombre”). Pide que se cumplan sus pro-mesas y que todas las cosas sean hechas según su vo-luntad (“Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como enel cielo, así también en la tierra”). Y descansa en la so-beranía y la provisión de Dios (“El pan nuestro de cadadía, dánoslo hoy”). Cuando Jesús enseñó a sus discí-pulos a orar, les mostró cómo poner la doctrina en ac-ción.

Nuestras iglesias también deberían usar la sana doc-trina para alabar a Dios por quien es, para agradecerlepor lo que ha hecho, para confesar nuestros pecados ypara pedirle cosas que sabemos que le agradan.Cuando las oraciones de nuestras iglesias se llenan cadavez más de la sana doctrina, se hacen más santas (ytambién nosotros).

4. SER MODELOSOtro camino por el que la sana doctrina debería pro-ducir santidad en la iglesia es mediante los modelos. Yno me refiero a hacer una pose y tomar fotos. Me re-fiero a la enseñanza bíblica de que todos los cristianosdeberían aprender de otros y al mismo tiempo servircomo ejemplos piadosos.

Se nos exhorta por todo el Nuevo Testamento queimitemos a aquellos que son piadosos. Hebreos nosdice: “Acordaos de vuestros pastores, que os hablaronla palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resul-

LA SANA DOCTRINA

76

Page 78: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

tado de su conducta, e imitad su fe” (He. 13:7). Y Pa-blo escribe: “Hermanos, sed imitadores de mí, y mirada los que así se conducen según el ejemplo que tenéisen nosotros” (Fil. 3:17).

Como cristianos, deberíamos imitar a aquellos queson firmes en su fe y testimonio, y deberíamos esfor-zarnos en convertirnos en tales ejemplos para otros.Esta es una de las cosas más importantes que me ayudóa crecer como cristiano durante mi estancia en GraceChurch y continúa siéndolo en la actualidad.

La sana doctrina es indispensable para esto porquees el combustible de la santidad. Cuando imitamos aotros o invitamos a otros a que nos imiten, no estamosmeramente jugando a copiarnos (lo que el mono ve, elmono hace). No estamos simplemente copiando com-portamientos específicos. Más bien, estamos recibiendoy transmitiendo una respuesta adecuada a la sana doc-trina. ¿Cómo puedes gozarte en medio de las dificulta-des económicas? Apreciando las riquezas que tenemosen Cristo y cómo éstas serán reveladas en el tiempopostrero (1 P. 1:4-5). ¿Cómo puedes confiar en el Señorcuando estás en una prueba dura? Descansando com-pletamente en la bondad de Dios y en su soberanía (Job1:21).

La sana doctrina es el guión para una vida santa.Un ejemplo piadoso es alguien que puede decir: “Vivode esta manera porque es lo que dice la Palabra deDios. ¡Mira, ven, echa un vistazo por ti mismo!”. Esapersona te puede enseñar cómo vivir de acuerdo con

La sana doctrina sirve para la santidad

77

Page 79: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

este guión porque lo practica cada día. Un ejemplo pia-doso es alguien que te puede enseñar los complicadospasos de baile de la vida cristiana porque se sabe la mú-sica de memoria.

En todos estos aspectos de la vida de la iglesia, lasana doctrina es el combustible del crecimiento espiri-tual. Por tanto, inyectemos ese combustible en nuestrasiglesias y en nuestras vidas diarias para que seamosmotores de crecimiento en santidad.

EL PODER Y LA PASIÓN DE LA SANA DOCTRINAPuede que me haya aburrido la primera vez que lo es-cuché pero, como dije, John MacArthur puede ser unpredicador apasionante. ¿Por qué? Por la misma razónpor la que cualquier pastor que predica fielmente la Bi-blia es un predicador apasionante: la Palabra de Dioses poderosa para transformar pecadores y conformar-nos a la imagen de Cristo. La sana doctrina tiene po-der; el poder de hacernos santos. Cuando escuchamoscon atención lo que la Palabra de Dios dice acerca denosotros mismos, de Dios, de la salvación y de muchasotras cosas, nos conectamos a una fuente de poder quees infinitamente mayor que todas las redes eléctricasque mantienen a las ciudades brillando.

Ese poder cambió mi perspectiva de Grace Commu-nity Church, de aburrida a apasionante. Ese poder pro-dujo en mi vida una reacción en cadena que aún sigueardiendo hoy. Ese poder puede transformar el carácterde iglesias enteras. Y ese poder dirigirá todo nuestro

LA SANA DOCTRINA

78

Page 80: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

crecimiento en santidad hasta que seamos hechos per-fectamente puros, tal y como él es.

La sana doctrina sirve para la santidad.

La sana doctrina sirve para la santidad

79

Page 81: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson
Page 82: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Capítulo 4

LA SANA DOCTRINA SIRVEPARA EL AMOR

Navegar es una de las actividades más encantadorasque puedo imaginar. Rara vez puedo practicarla, perocuando lo hago, es como entrar en otro mundo.

Una de las mejores cosas acerca de la navegación esla calma. No hay motor, solo el chapoteo y el silbidoconstante del casco cortando las olas y alguna sacudidaocasional de la vela cuando el viento cambia de direc-ción. Esta calma es la tranquilidad lograda por una em-barcación perfectamente preparada para abrazar lafuerza de la naturaleza para la que fue creada. Es el elo-cuente silencio de una naturaleza perfectamente con-vertida en una maravilla: un viaje por el mar.

Por descontado, un barco de vela no genera su pro-pio movimiento. El tamaño y el ángulo de las velas, eldiseño del casco y la forma de la quilla bajo la embar-cación trabajan juntos para permitir que el velerotransforme el viento en movimiento.

Esto significa que tienes que prestar atención alviento constantemente. Si deja de soplar, alzas un foquepara atrapar algo más de aire. Si éste viene fuerte,puede que necesites quitar alguna vela para no tener

81

Page 83: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

demasiada potencia. Si el viento muere, te quedas atas-cado.

Navegar te hace depender completamente delviento. No puedes ir a ninguna parte sin él. Todo tumovimiento es una respuesta al empuje del viento. Nopuedes simplemente saltar dentro, girar la llave y salirzumbando. Algo mucho más grande y mucho másfuerte que tu pequeño barco tiene que llenar las velasy empujarte para avanzar.

AMOR, VIENTO, VELEROS Y SANA DOCTRINALa gente en la actualidad a menudo piensa que el amores como el viento. Sopla como quiere. No lo puedescontrolar. No puedes hacer nada al respecto. Si estásenamorado de tu esposa, ¡fantástico! Pero si te despier-tas una mañana sin amor, no te detengas y pide el di-vorcio.

También es bueno si amas a los vecinos de al lado.Pero si ellos y su perro de ladridos estridentes te fasti-dian sin parar, entonces no puedes hacer nada para so-lucionarlo. No te puedes obligar a amarlos.

En resumen, pensamos en el amor como si fuera unamusa caprichosa. Si la musa nos toca, estamos inspi-rados. Si no, permanecemos impasibles.

Pero el amor en la Biblia es una cosa muy diferente.Para empezar, el amor puede ser exigido. La Biblia nosordena amar a Dios una y otra vez (Dt. 6:4-6), a nues-tro prójimo (Lv. 19:18), a nuestros hermanos cristianos(1 P. 4:8; Jn. 13:34-35), e incluso a nuestros enemigos

LA SANA DOCTRINA

82

Page 84: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

(Ro. 12:19-21). Es cierto que el amor puede enfriarse(Mt. 24:12) y que podemos perder el primer amor (Ap.2:4). Pero la Escritura nos manda amarnos los unos alos otros con genuinidad, con afecto y con fervor (Ro.12:9-10; 1 P. 1:22), y amar a Dios con todas nuestrasfuerzas (Dt. 6:4-6; Mt. 22:37-39). El amor no es undictador caprichoso que nos convoca y nos despide asu antojo, sino algo que puede ser mandado y conse-guido, algo que hasta podemos estimular en otros (He.10:24).

No solo eso, nuestro amor es básicamente una res-puesta al amor de Dios: “Nosotros le amamos a él,porque él nos amó primero” (1 Jn. 4:19). El amor deDios en Cristo es lo que nos capacita para amar a losdemás. Nos atrae y nos lleva a amar a los demás. Nosmuestra cómo debe ser el amor.

Dicho de otra manera, nuestro amor no es como elviento. Tampoco es algo que aceleramos como una lan-cha de carreras. Más bien, el amor es como un barcode vela empujado por el viento del amor de Dios. Nues-tro amor —por Dios y por cualquier otra persona—depende siempre de que Dios nos amó primero. Es unarespuesta a su amor.

Esta es una de las razones más importantes por lasque la sana doctrina sirve para el amor.

LA SANA DOCTRINA SIRVE PARA EL AMOREn nuestros días, muchos ven como enemigos la doc-trina y el amor o, en el mejor de los casos, los ven como

La sana doctrina sirve para el amor

83

Page 85: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

rivales. Se escuchan ecos de Burt Bacharach1 y de losBeatles aun en las iglesias evangélicas: “What the worldneeds now is love, and love is all we need” (Lo que elmundo necesita ahora es amor, y amor es todo lo quenecesitamos). Algunos dicen que la doctrina estorba.Que infla el orgullo de la gente. Que hincha la cabezaa expensas del corazón. Pero la Escritura dice todo locontrario.

Considera la pequeña e ignorada carta que llama-mos 2 Juan. De hecho, no la consideres simplemente;ve y léela. Toda entera. Si eres un lector lento, te to-mará un par de minutos. Está justo al final de la Biblia,unas pocas páginas antes de Apocalipsis. Adelante. Teesperaré aquí mismo.

Bien, ¿ya estás de vuelta?¿Has visto todo lo que el apóstol Juan dice del amor

y la verdad? Dirige su carta “a la señora elegida y a sushijos” (2 Jn. 1); lo cual es probablemente una manerade referirse a una iglesia local (mira como se parece ala expresión del v. 13). Juan ama a esta iglesia “en laverdad”, como hacen todos los que conocen la verdad(v. 1). ¿Por qué Juan y sus compañeros creyentes amana estos otros cristianos? Respuesta: “A causa de la ver-dad que permanece en nosotros, y estará para siemprecon nosotros” (v. 2).

Juan y sus hermanos cristianos aman a esta iglesiaen la verdad y debido a la verdad. La verdad es la basede nuestro amor los unos por los otros. Une nuestroscorazones en uno solo. Comentando estos versículos,

LA SANA DOCTRINA

84

Page 86: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

John Stott observa: “Si somos cristianos, hemos deamar a nuestros prójimos y aun a nuestros enemigos;pero a nuestros hermanos cristianos estamos ligadospor el vínculo especial de la verdad. La verdad es labase del recíproco amor cristiano”.2

El apóstol continúa y dice que se regocija mucho deescuchar de aquellos en la iglesia que estaban andandoen la verdad (2 Jn. 4). Entonces pide a sus lectores queguarden el mandamiento que han tenido desde el prin-cipio; el cual es amarse unos a otros (v. 5). Este amorconsiste en caminar según los mandamientos de Dios;lo que hemos escuchado desde el principio (v. 6).

Entonces, del versículo 7 al 11, Juan revela la pe-sada carga que le indujo a escribir: “Muchos engaña-dores han salido por el mundo, que no confiesan queJesucristo ha venido en carne” (v. 7). Y por eso, ellosdeberían tener cuidado con estos falsos maestros (v. 8).Creer en un falso evangelio significa no tener a Dios,pero permanecer en la verdad es tener al Padre y alHijo (v. 9). Ni siquiera deberían ofrecer hospitalidad aun falso maestro porque cualquiera que lo haga “par-ticipa en sus malas obras” (vv. 10-11).

¿Por qué Juan habla acerca de andar en amor y, alinstante siguiente, habla de la falsa enseñanza? ¿Acasoestá mezclando dos asuntos totalmente desconectados?¡En absoluto! Juan quiere que estos cristianos estén uni-dos en un amor que emana de la verdad. Por tanto, nodeben permitir que entre la falsa enseñanza en su con-gregación y corte despiadadamente las raíces de su amor.

La sana doctrina sirve para el amor

85

Page 87: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

La segunda epístola de Juan nos enseña que la sanadoctrina en la iglesia es la base de nuestro amor losunos por los otros. Es el cimiento de nuestro amor. Noslleva al amor. Es la razón para nuestro vínculo especialcomo cristianos. Dicho de otra manera, el amor es lameta de la sana doctrina. Si no nos amamos los unos alos otros, entonces no hemos sido correctamente cau-tivados por la verdad.

La sana doctrina sirve para el amor.

LA SANA DOCTRINA SIRVE PARA EL AMOR (TODA CLASE DE AMOR)La sana doctrina no es simplemente la base de nuestroamor por los hermanos; es la base de todo nuestroamor. Recuerda, la sana doctrina es un resumen de laenseñanza bíblica que es tanto fiel a la Biblia como útilpara la vida. Considera unos cuantos ejemplos decómo diferentes doctrinas nos enseñan a amar.

1. La doctrina de Dios nos lleva a amar a Dios.Cuanto mejor lo conozcamos, más le amaremos. Co-nocer mejor a Dios significa adentrarse más y más enla insondables profundidades de su amor, y esas pro-fundidades producen nuestro amor como respuesta (Ef.3:17-19).

2. La doctrina del hombre nos guía a amar a nues-tro prójimo. Puesto que cada ser humano está hecho aimagen de Dios, cada ser humano es digno de nuestroamor (Stg. 3:9). La doctrina del hombre nos enseña aamar a otros (a todos los otros). También deberíamos

LA SANA DOCTRINA

86

Page 88: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

mostrar un amor especial a aquellos que necesitan pro-visión y protección, porque Dios lo hace. Él “hace jus-ticia al huérfano y a la viuda; que ama también al ex-tranjero dándole pan y vestido” (Dt. 10:18).

3. La doctrina de la providencia nos enseña a amara nuestros enemigos. Jesús señala que Dios hace salirel sol “sobre malos y buenos, y que hace llover sobrejustos e injustos” (Mt. 5:43-48). ¿Qué lección apren-demos aquí? Que nosotros también debemos amar anuestros enemigos (vv. 44-45).

4. La doctrina de la redención enseña a los maridosa amar a sus esposas. Pablo escribe: “Maridos, amada vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, yse entregó a sí mismo por ella, para santificarla, ha-biéndola purificado en el lavamiento del agua por lapalabra” (Ef. 5.25-26). El amor de Cristo mostrado enel evangelio provee el ejemplo —y la razón— del amorde un marido por su mujer.

5. La doctrina del amor de Dios capacita a toda lafamilia de Dios a amar a sus hermanos. Juan escribe:“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamosamado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y en-vió a su Hijo en propiciación por nuestrospecados. Amados, si Dios nos ha amado así, debemostambién nosotros amarnos unos a otros” (1 Jn. 4:10-11; cf. Jn. 13:34-35). También Pablo nos dice a todosnosotros que andemos “en amor” mutuo, “como tam-bién Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por no-sotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante” (Ef.

La sana doctrina sirve para el amor

87

Page 89: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

5:2). Cuanto más aprendamos acerca de cómo Diosnos ha amado en Cristo, mejor sabremos cómo amar-nos los unos a los otros y más desearemos hacerlo.

La sana doctrina coloca ante nuestros ojos la longi-tud, la anchura, la altura y la profundidad del amor deCristo (Ef. 3:18). Nos insta a maravillarnos en él, a ala-bar a Dios por él, y a ser transformados por él. Ayuda-dos por el poder del Espíritu Santo, cuando meditamosen el amor que Dios ha mostrado hacia nosotros a tra-vés de Cristo (Ro. 5:8), nuestros corazones se llenan deamor (amor por Dios, por nuestros prójimos, y pornuestros hermanos y hermanas en Cristo). Mira comolo expresó el pastor del siglo XVIII Jonathan Edwards:

“La obra de redención que el evangelio revela, sobretodas las cosas da motivos para amar; pues esa obrafue la muestra de amor más gloriosa y maravillosa ja-más vista u oída [...] Los verdaderos descubrimientosdel carácter divino nos predisponen a amar a Dioscomo el bien supremo, unen el corazón en amor aCristo, inclinan el alma para que fluya en amor haciael pueblo de Dios, y hacia toda la humanidad”.3

La sana doctrina también proporciona el patrón paranuestro amor. Tenemos que amar como Cristo nos haamado. Los maridos tienen que amar a sus esposascomo Cristo ha amado a la Iglesia y se ha entregado así mismo por ella. De la misma manera que Cristo nonos amó simplemente “de palabra, sino de hecho y en

LA SANA DOCTRINA

88

Page 90: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

verdad”, así también nosotros debemos amarnos unosa otros de formas tangibles y costosas (1 Jn. 3:16-18).

La sana doctrina sirve para el amor (toda clase deamor).

LA DOCTRINA Y EL AMOR EN NUESTRAS VIDAS Y EN NUESTRAS IGLESIAS¿Qué diferencia debería marcar esto en nuestras vidasy en nuestras iglesias?

Estamos ante una solución para la falta de amor. Situ amor por Dios se está enfriando, puedes subir el ter-mostato tomando una buena dosis de sana doctrina,meditando con oración en ella y grabándola en tu co-razón. Citando a Jonathan Edwards de nuevo:

“Cuando se ve la verdad de las gloriosas doctrinas ypromesas del evangelio, estas doctrinas y promesasson como muchas cuerdas que toman el corazón y lollevan a amar a Dios y a Cristo”.4

Puede ser que tengas dificultades para amar a otra per-sona. Quizá es un miembro difícil de la familia, un jefeinsoportable o un miembro de la iglesia que te está tra-tando con desprecio. Detente y medita con calma cuánprofundamente has sido amado por Dios en Cristo:“Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo [...]Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en quesiendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Ro.5:7-8). Cristiano, así es cómo Dios te ha amado. Te re-

La sana doctrina sirve para el amor

89

Page 91: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

concilió consigo mismo por la muerte de su Hijo cuandoeras su enemigo (Ro. 5:10). El camino para tener un ma-yor amor por los demás empieza con una apreciaciónmás profunda de la longitud, la anchura, la altura y laprofundidad del amor de Dios por ti, el cual brilla en sumáximo esplendor en el evangelio de su Hijo.

Tal y como hemos visto, el amor que Dios nos hamostrado en Cristo es la base para nuestro amor en laiglesia. ¿Amas a otros cristianos solo por lo que puedasobtener de ellos, o porque tanto tú como ellos sois ama-dos por Dios? ¿Amas a tus hermanos creyentes inclusocuando te dan multitud de razones para no amarlos? ¿Seextiende tu amor a los miembros de tu iglesia a pesar dediferencias que en el mundo normalmente excluirían elamor como, por ejemplo, diferencias de posición social,nivel adquisitivo o el color de la piel?

De hecho, la Biblia identifica nuestro amor por nues-tros hermanos y hermanas como la prueba de si real-mente conocemos el amor de Cristo: “Si alguno dice: Yoamo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Puesel que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómopuede amar a Dios a quien no ha visto?” (1 Jn. 4:20; cf.1 Jn. 3:17-18).

Nuestras iglesias deberían caracterizarse por un amormutuo que se extiende a todos aquellos que invocan elnombre del Señor Jesucristo; y el amor —no lo olvides—se alimenta con la sana doctrina. Si la amargura, loschismes y la calumnia están destruyendo tu iglesia, lasana doctrina es una de las herramientas más necesarias

LA SANA DOCTRINA

90

Page 92: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

para volver a coser todas las piezas. Si las rivalidades ylas divisiones están apagando el amor de la iglesia, éstanecesita volver a respirar el aire limpio de la sana doc-trina. Para amar a los que son difíciles y reconciliar a losenemigos, debemos recordar que Dios ha hecho enCristo exactamente las mismas cosas por nosotros.

Si hay personas difíciles de amar en nuestras iglesias,bueno, también nosotros lo somos. Y eso no detuvo anuestro Salvador para amarnos hasta el punto de llegara la cruz. Cuanto más profundamente seamos moldea-dos por esa verdad, más serán conformadas nuestras vi-das y nuestras iglesias a la imagen de su amor.

COMO UNA VELA QUE ATRAPA EL VIENTOA diferencia de un viento que se apaga y te deja desam-parado en el mar, el amor de Dios es un vendaval cons-tante que nunca amaina. Ni siquiera nuestro pecadopuede ensombrecer su amor por nosotros. En realidad,la grandeza de su amor se muestra precisamente en quenos ama a pesar de nuestro pecado.

El amor de Dios es una expresión de su naturaleza:“Pero Dios, que es rico en misericordia, por su granamor con que nos amó, aun estando nosotros muertosen pecados, nos dio vida juntamente con Cristo” (Ef.2:4-5). Dios es rico en misericordia (la tiene a monto-nes). Dios se reveló a Moisés como: “El SEÑOR, el SE-ÑOR, Dios compasivo y clemente, lento para la ira yabundante en misericordia y verdad; el que guarda mi-sericordia a millares, el que perdona la iniquidad, la

La sana doctrina sirve para el amor

91

Page 93: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

transgresión y el pecado” (Éx. 34:6-7, LBLA). Y Juancaptura la esencia en pocas palabras: “El que no ama,no ha conocido a Dios; porque Dios es amor” (1 Jn.4:8).

Dios es amor y nos ha amado de forma extraordina-ria en Cristo. Su amor por nosotros es la base, la fuentey el patrón de nuestro amor por él, por nuestros próji-mos, por nuestros hermanos cristianos y hasta por nues-tros enemigos. Nuestro amor es una respuesta al suyo,como una vela que atrapa el viento.

La sana doctrina sirve para el amor.

1Conocido pianista y compositor estadounidense. Com-puso en 1965 la música de la canción “What the WorldNeeds Now Is Love” (Lo que el mundo necesita ahora esamor). Dos años más tarde, los Beatles grabaron un temacon un mensaje similar “All You Need is Love” (Todo loque necesitas es amor). (N. del T.).

2John Stott, Las cartas de Juan: Introducción y comenta-rio, p. 219, Ediciones Certeza, (Buenos Aires), 1974.

3Jonathan Edwards, Charity and Its Fruits (La caridad ysus frutos), p. 19, 21, Banner of Truth, (Edinburgh),1969.

4Ibíd, p. 21.

LA SANA DOCTRINA

92

Page 94: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Capítulo 5

LA SANA DOCTRINA SIRVEPARA LA UNIDAD

Jason es uno de mis mejores amigos de la facultad. Nosconocimos por un ministerio en el campus durantenuestro primer año de estudiantes, nos unimos a lamisma iglesia y estrechamos lazos compartiendo habi-tación. Durante esos años se forjó una amistad que noscontinúa trayendo ánimo, exhortación y gozo mutuo.

Jason y yo somos de California. Los dos somoshombres blancos. Los dos somos músicos (mi amigo esun pianista clásico con mucho talento). Los dos somosratones de biblioteca y, al mismo tiempo, personas ex-trovertidas. Se podría decir que tenemos mucho en co-mún.

Por otro lado, ambos provenimos de ambientes fa-miliares diferentes. También de diferentes posicioneseconómicas. Además, tenemos personalidades muy dis-tintas (aquí es donde la cosa empieza a ponerse intere-sante).

En cuanto a Jason, él está seguro de que nunca ha-bría sido mi amigo si ambos no hubiésemos sido cris-tianos. ¿A lo mejor porque yo soy interesante y él esaburrido? (no es cierto). A lo mejor es a causa de nues-

93

Page 95: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

tros diferentes trasfondos (eso puede ser parte de la ex-plicación). A lo mejor es que mi personalidad le irritatanto que nunca se hubiera juntado conmigo de no ha-ber sido por la influencia del Espíritu Santo (ahora nosestamos acercando a la verdad).

Cualquiera que sea la razón, Jason está profunda-mente convencido de que nunca hubiera sido mi amigosi no tuviésemos a Cristo. A lo largo de los años me loha dicho a menudo y en términos muy claros. ¡Casi mehace sentir un poco inseguro! ¿Tan difícil soy de que-rer? ¿Así de insoportable? ¿Así de prepotente?

Pero el tema es que a pesar de nuestras diferencias,somos grandes amigos. Y según su punto de vista, estonunca hubiera ocurrido sin el evangelio.

¿CÓMO PUEDE UNIR LA IGLESIA LO QUE EL MUNDO ROMPE?La amistad que el evangelio permite que disfrutemosJason y yo, es un simple reflejo de la gloriosa manifes-tación de unidad que es la Iglesia del Señor Jesucristo.

Para vivir en unidad, mi amigo y yo tuvimos que su-perar algunas barreras (principalmente la barrera demi difícil personalidad). Pero el mundo está desgarradopor divisiones mucho más profundas que éstas. Me vie-nen a la mente asuntos étnicos, de posición social y degénero.

Nuestra sociedad se enorgullece de su tolerancia einclusión, pero la realidad es que docenas de divisionesprofundamente arraigadas separan a grandes grupos

LA SANA DOCTRINA

94

Page 96: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

de gente. Y aun peor, tales divisiones enfrentan a laspersonas, a pesar de los muchos buenos esfuerzos encontra. Por ejemplo, en la América actual, la discrimi-nación racial no solo está legislada, sino también estig-matizada. No obstante, el racismo aún corre profun-damente por nuestras venas y no le cuesta mucho salira la superficie.

Pero la iglesia sí que transciende de verdad esas di-ferencias y divisiones: “Ya no hay judío ni griego; nohay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque to-dos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gá. 3:28; cf.Col. 3:11).

¿Cómo puede Pablo decir esto? ¿Cómo puede laiglesia trascender estas divisiones que continúan des-afiando los mejores intentos del mundo de superarlas?

En Gálatas, Pablo considera la unidad de los judíosy los griegos, de los esclavos y los libres, de los hombresy las mujeres como una consecuencia del hecho de quesomos justificados —declarados justos por Dios— enbase a la fe sola, no en base a ninguna buena obra quehagamos. Los gálatas estaban empezando a confiar enla circuncisión y en observar la ley para salvación (Gá.3:1; 5:2-4). Debido a ello, Pablo tiene que recordarlesque: “El hombre no es justificado por las obras de laley, sino por la fe de Jesucristo” (Gá. 2:16).

Esto quiere decir que ni los judíos de nacimiento, nilos conversos al judaísmo entre ellos, podían reclamarsuperioridad sobre sus hermanos gentiles: “Sabed, portanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abra-

La sana doctrina sirve para la unidad

95

Page 97: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

ham” (Gá. 3:7). Tener una posición justa delante deDios —incluyendo la pertenencia a la familia de Dios—es dado por la sola gracia de Dios a través de la sola feen Cristo solo. Por tanto, tener una posición justa de-lante de Dios y ser miembro de la familia de Dios estáa disposición de todos los que vienen a Cristo en fe, sinimportar su etnia, su posición social, su género, ni nin-guna otra cosa.

En otras palabras, la doctrina de la justificación solopor la fe es el fundamento de la unidad de la iglesia.Todos aquellos que han venido a Cristo y han confe-sado su fe a través del bautismo, están “revestidos” deCristo (Gá. 3:27) y son herederos de todas las prome-sas de Dios (Gá. 3:29). Y como todos en la iglesia es-tamos revestidos de Cristo, somos todos uno en Cristo(Gá. 3:28).

Solo Cristo es la puerta de entrada a la iglesia. Nonecesitas ser capaz de trazar tu genealogía hasta Abra-ham. No necesitas pertenecer a cierto partido políticoo vivir en cierta parte de la ciudad. No necesitas teneruna licenciatura o ganar un salario alto. Todos son in-vitados a poner su fe en Cristo y, todos los que lo ha-gan, son bienvenidos en la iglesia como hermanos yhermanas, miembros de la familia con la misma posi-ción en la casa de Dios.

La unidad de la iglesia está fundamentada en —yfluye de— la doctrina de la justificación por la fe sola.Esta es una de las muchas maneras que la sana doctrinasirve para la unidad.

LA SANA DOCTRINA

96

Page 98: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

LA SANA DOCTRINA SIRVE PARA LA UNIDADPodemos encontrar una lección similar en 1 Corintios.Pablo tuvo que escribir a los corintios a causa de susdisputas y de sus deseos de superioridad: “Cada unode vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; yyo de Cefas; y yo de Cristo” (1 Co. 1:12). La respuestadel apóstol a esta división es impresionante: “¿Acasoestá dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por voso-tros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?”(1 Co. 1:13).

Pablo está diciendo que la iglesia no debería estarmás dividida que Cristo. ¿Por qué? Porque la iglesia esel cuerpo de Cristo, tal y como Pablo explica en detalleen el capítulo 12. Además, la gente no debería rendircompleta lealtad a nadie aparte de Cristo, ya que soloél fue crucificado por nuestros pecados (cf. 1 Co. 15:1-4). Los cristianos son bautizados en el nombre del trinoDios, no en el de algún maestro humano (cf. Mt.28:19). Por tanto, los cristianos pertenecen al Señor yno a ningún maestro.

Todas estas preguntas retóricas en 1 Corintios 1:13acumulan argumentos teológicos para la unidad de laiglesia. Puesto que somos el cuerpo de Cristo, debería-mos estar unidos, no divididos. Puesto que nuestracompleta lealtad es para él —y somos bautizados en sunombre—, no debemos dividir nuestras iglesias en fac-ciones alrededor de nuestros líderes favoritos.

La unidad de la iglesia está fundamentada en la sanadoctrina, y fluye de ella. De nuevo, la sana doctrina es

La sana doctrina sirve para la unidad

97

Page 99: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

un resumen de la enseñanza bíblica que es tanto fiel ala Biblia como útil para la vida. Por este motivo,cuando la unidad de la iglesia en Corinto está en peli-gro, Pablo excava profundamente hasta los fundamen-tos teológicos para traerlos de vuelta en conformidadcon el plan divino. La sana doctrina no es solamente elfundamento de la unidad, es la restauradora de la uni-dad. No solamente provee el patrón para la unidad,ayuda a realinear una iglesia con el patrón cuando seha torcido y ha perdido su forma original. La sana doc-trina sirve para la unidad.

Vemos la misma dinámica en Efesios 4, donde Pablonos urge a andar como es digno de nuestro llamado(Ef. 4:1). ¿Cómo podemos hacerlo? Siendo humildes,mansos, pacientes y soportándonos los unos a los otrosen amor, y siendo: “Solícitos en guardar la unidad delEspíritu en el vínculo de la paz” (vv. 2-3). Uno de nues-tros principales llamamientos como cristianos es amar-nos los unos a los otros, soportarnos con humildad losunos a los otros y luchar duro para preservar la unidadde la iglesia.

¿Por qué debemos hacerlo? Pablo responde lleván-donos a las realidades más profundas de nuestra fe:“Un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también lla-mados en una misma esperanza de vuestravocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Pa-dre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y entodos” (Ef. 4:4-6). Todo lo concerniente a nuestra feproclama: ¡Unidad! Solo hay un cuerpo de Cristo. Solo

LA SANA DOCTRINA

98

Page 100: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

hay un Espíritu que nos da nueva vida. Solo hay unaesperanza a la cual somos llamados. Solo hay un SeñorJesucristo, una fe en el mismo Señor y un bautismo ensu nombre. Solo hay un Padre sobre todos. Y Padre,Hijo y Espíritu Santo son un solo Dios.

La unidad de la iglesia está fundamentada en la uni-dad de la fe. Por tanto, somos llamados a preservar elvínculo de la paz que nos mantiene unidos, la unidadque el Espíritu nos ha dado. Porque la Iglesia es una,somos llamados a ser uno.

AGUJA E HILO PARA REPARAR EL TEJIDO DE LA UNIDADTristemente, demasiado a menudo nuestras iglesias noestán unidas. Demasiado a menudo nos dividimos porlas mismas causas que dividen a los incrédulos. Condemasiada frecuencia permitimos que la amargura, laenvidia, el chisme, el orgullo, la rivalidad y el juzgar alos demás agarren el frágil tejido de la unidad y lo des-trocen.

Por eso, no es ninguna sorpresa que la Escritura nosexhorte a buscar, mantener y reparar la unidad dentrode nuestras iglesias. Pablo escribe a los Filipenses: “Portanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algúnconsuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, sialgún afecto entrañable, si alguna misericordia, com-pletad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismoamor, unánimes, sintiendo una misma cosa” (Fil. 2:1-2). Como en 1 Corintios 1 y Efesios 4, el apóstol apela

La sana doctrina sirve para la unidad

99

Page 101: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

a las raíces doctrinales de nuestra unidad. Apela a lasbendiciones del evangelio para decir en esencia: “Si ha-béis disfrutado de la benignidad de las bendiciones delevangelio, entonces por favor, por favor, os ruego quepreservéis esta: la unidad de la iglesia”.

Fíjate que Pablo está poniendo como objetivo unaunidad completa; unidad de mente y corazón, de pen-samiento y de sentimiento. Él quiere que la iglesia estétan firmemente unida como los hilos de algodón denuestra ropa, que se funden en un tejido sin roturas.Quiere que la unidad de la iglesia sea tan pura y tansonora como una orquesta sintonizada en el mismotono.

¿Cómo debería la iglesia buscar esta unidad? “Nadahagáis por contienda o por vanagloria; antes bien conhumildad, estimando cada uno a los demás como su-periores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyopropio, sino cada cual también por lo de los otros” (Fil.2:3-4). La humildad sirve a la unidad. Cuando consi-deramos a los demás como más importantes que noso-tros mismos, dejamos nuestras agendas de lado y lesservimos. Empezamos a pensar menos en lo que noso-tros queremos y miramos a los demás.

Entonces Pablo reitera su mandamiento: “Haya,pues, en vosotros este sentir que hubo también enCristo Jesús” (Fil. 2:5). ¿A qué sentir se refiere? El sen-tir que llevó a Cristo a no estimar “el ser igual a Dioscomo cosa a que aferrarse”, sino que tomó “forma desiervo”; el sentir de hacerse “obediente hasta la muerte,

LA SANA DOCTRINA

100

Page 102: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

y muerte de cruz”. Este es el sentir que Pablo nos ex-horta a tener (Fil. 2:6-9).

El apóstol demanda humildad a los Filipenses en be-neficio de la unidad, imitando al Señor que se humillóa sí mismo para salvarnos. Este pasaje, dicho de otraforma, funde muy íntimamente doctrina y exhortación.Hemos recibido la mente de Cristo, como también con-solación en él y comunión con el Espíritu Santo (Fil.2:1-2, 5), y todo por su humillante sacrificio voluntariopor nosotros (Fil. 2:6-11). En su encarnación, su hu-millación y su crucifixión, Jesús nos consideró más im-portantes que él mismo. No buscó su propio interés,sino el nuestro. No buscó su propio bienestar, sino elbienestar de otros.

Estas profundas doctrinas, por tanto, forman el pa-trón que deberíamos trazar en la vida de la iglesia. Es-tas poderosas reflexiones en la obra de Cristo nosmuestran las pisadas en las que debemos caminar. Jesúses nuestro Salvador y nuestro ejemplo. Crecemos enhumildad —un ingrediente clave para la unidad—cuando consideramos lo que Jesús ha hecho por noso-tros y cómo ahora nos llama a seguir en el mismo ca-mino.

La rivalidad y la vanidad son problemas tan prácti-cos como otros que pueda tener una iglesia. Aun así,la solución de la Escritura para estos problemas no esmeramente práctica, sino doctrinal. La encarnación deCristo nos enseña humildad. La humillación de Cristoy su muerte vicaria nos enseñan a poner los intereses

La sana doctrina sirve para la unidad

101

Page 103: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

de los miembros de la iglesia por delante de los nues-tros. Debido a que Jesús no se sirvió a sí mismo sino anosotros, somos llamados a servir a los demás.

La sana doctrina es la base y la fuente de la unidadde la iglesia. Es el patrón para la unidad de la iglesia.No solo eso, además nos equipa para buscar, preservary reparar la unidad de la iglesia. Nos vacuna contra ladivisión. Apaga los fuegos de la rivalidad. Ayuda a co-ser el vestido de la unidad de la iglesia que tan fácil-mente rasgamos.

BUSCA UNA UNIDAD MÁS FUERTE Y FLEXIBLELa unidad de la iglesia es preciosa y delicada, igual queun refinado traje de seda. Tal y como expresa el sal-mista: “¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitarlos hermanos juntos en armonía! [Es] como el rocío deHermón, que desciende sobre los montes de Sion; Por-que allí envía Jehová bendición, y vida eterna” (Sal.133:1, 3). Pero cuán fácil es reemplazar la dulzura porla amargura, la armonía por la discordia, y la amistadpor las divisiones.

Por esta razón no debemos unir nuestras iglesias entorno a nada que no sea el evangelio y las doctrinasque emanan de él y lo acompañan. Es muy fácil unirnuestras iglesias alrededor de cosas al margen de lasana doctrina, como las posiciones políticas, los méto-dos de educación, los estilos musicales, la comida or-gánica, las tradiciones denominacionales o cualquierotra cosa.

LA SANA DOCTRINA

102

Page 104: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

En la mayoría de las iglesias, los miembros tienenmucho en común aparte de su fe, pero nuestra unidaddebería basarse en la fe de las Escrituras. Esta fe debe-ría ser la sustancia, el fundamento y la base de nuestraunidad.

La prueba de la unidad es si podemos amar a losmiembros que confiesan la misma fe, pero que tienendiferentes puntos de vista acerca de la política, las op-ciones educativas, la comida que comemos o los gustosmusicales. ¿Podemos poner sus intereses por encima delos nuestros? ¿Podemos recibir a los hermanos y her-manas con los que estamos unidos en la sana doctrinapero que son cultural y étnicamente diferentes a noso-tros, o que tienen opiniones diferentes acerca de algu-nos asuntos? Si la respuesta es no, entonces nuestraunidad no está basada en el evangelio y en la sana doc-trina, sino en preferencias y tradiciones humanas.

A menudo, la unidad de la iglesia es frágil porqueestá construida con los materiales equivocados. La uni-dad basada en costumbres culturales y gustos persona-les es quebradiza: pon un poco de presión en ella y sehará pedazos. Pero la unidad basada en la sana doc-trina es fuerte y flexible, como una casa con una sólidaestructura construida sobre unos buenos cimientos.Cuando la tormenta ruja contra ella, podrá balancearsey crujirse un poco por el viento, pero permanecerá enpie.

La sana doctrina es la sustancia y el núcleo de nues-tra unidad en la iglesia. Por ello, deberíamos unir nues-

La sana doctrina sirve para la unidad

103

Page 105: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

tras iglesias en torno a la verdadera doctrina bíblica,no en torno a costumbres culturales, política o cual-quier otra cosa.

UNA UNIDAD QUE DESAFÍA EXPLICACIONESA través del evangelio —y solo a través del evangelio—nuestras iglesias pueden mostrar una unidad que des-concierta al mundo. Es una unidad que demuestra elpoder del evangelio. Jesús oró que su pueblo fuese unoy así el mundo creyese que el Padre envió al Hijo (Jn.17:20-21). La unidad de la iglesia muestra a toda lacreación la sabiduría de Dios, incluyendo a “los prin-cipados y potestades en los lugares celestiales” (Ef.3:10).

La unidad de la iglesia derivada de la doctrina bí-blica desafía las explicaciones humanas. Solo Diospuede juntar en un cuerpo judíos y gentiles, esclavos ylibres, simpatizantes de derechas y simpatizantes de iz-quierdas, los que abogan por la educación en casa y losque prefieren la educación pública. Y Dios hace esto através del evangelio, por el que cualquiera que confíeen Cristo es contado como justo y es bienvenido a sufamilia.

Ora por la unidad de la iglesia. Búscala. Presérvala.Repárala cuando se desgarre. Y hazlo volviendo una yotra vez a las grandes doctrinas de la Escritura, porquela sana doctrina sirve para la unidad.

LA SANA DOCTRINA

104

Page 106: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Capítulo 6

LA SANA DOCTRINA SIRVEPARA LA ADORACIÓN

¿Has sido alguna vez atrapado por la trama de un li-bro? Es la condición causada por la lectura de un libroque es tan fascinante que no puedes dejar de leerlo.

Te quedas despierto hasta muy tarde (“Solo voy aacabar este capítulo... y el siguiente”). Descuidas tareasimportantes (“Tirar la basura puede esperar”). Descui-das a las personas (“Perdona cariño, ¿decías algo?”).Sea que lo hagas queriendo o sin querer, te desconectasdel resto del mundo hasta que acabas el libro.

Cuando lo terminas, caminas por ahí aturdido, me-dio atrapado aún por el libro. Al volver a la vida real,los personajes que fueron tus compañeros durante unosdías se convierten en fantasmas que persiguen tus pen-samientos.

La última vez que fui atrapado por un libro, habíaestado leyendo una novela bastante larga cuando de-bería haber estado estudiando para una clase intensivade teología en verano. Así que, una noche tuve que es-capar de las garras del libro y quedarme hasta tarde le-yendo un denso y aburrido libro acerca de teólogosmodernos. Me dormía a un ritmo de tres veces por pá-

105

Page 107: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

gina y, cada vez que lo hacía, ocurría algo extraño. Amedida que caía en el sueño, las palabras del libro deteología se transformaban en los personajes y en lashistorias de la novela que había estado leyendo. Mi ce-rebro estaba tan empapado por la trama de libro quese abría paso hasta la superficie de mi mente y se de-rramaba en las páginas que estaban ante mí.

Está claro que ser atrapado por la lectura de un li-bro no siempre es deseable. Hay un momento y un lu-gar para un libro adictivo, y hay muchos más momen-tos y lugares para mantener tales libros a salvo en laestantería.

Pero hay algo profundamente satisfactorio en per-derse en las páginas de un libro, especialmente para al-guien raro como yo. Estás al mismo tiempo concen-trado y relajado. Estás perfectamente calmado y aunasí el suspense de la historia puede hacer que tu cora-zón se desboque.

Por supuesto, los libros no son las únicas cosas quepueden atraparnos. ¿Has ido alguna vez de excursiónpor las montañas cuando, al girar una esquina, el pai-saje te ha dejado anonadado? ¿Has estado alguna veztan metido en una conversación con un amigo quecuando miraste el reloj por primera vez eran ya las 2:00de la madrugada? ¿Has escuchado alguna vez una can-ción durante horas y horas, para darte cuenta de quete ha gustado más la vez número cincuenta y tres quela primera vez que la escuchaste?

Hay algunas cosas que no solamente disfrutamos,

LA SANA DOCTRINA

106

Page 108: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

sino que nos causan deleite. Cosas que nos transportana otro lugar. Cosas en las que nos perdemos y nos en-canta que así sea.

LA SANA DOCTRINA SIRVE PARA LA ADORACIÓNMuchos cristianos buscan este tipo de experiencia enla adoración, especialmente en los momentos en que laiglesia adora colectivamente. Y esto no está necesaria-mente mal. La adoración a Dios debería apoderarse denuestras mentes y corazones. Debería transportarnos aotro lugar.

Pero el problema es que podemos caer en la trampade creer que el propósito de la adoración es tener unaexperiencia emocional intensa, especialmente cuandollega el tiempo de la adoración colectiva. Podemos verla adoración principalmente como un tiempo para ex-presarnos nosotros mismos, para perdernos en el mo-mento. Hasta podemos pensar, francamente, que laadoración se trata de nosotros.

Pero por supuesto sabemos que la adoración no esacerca de nosotros (es acerca de Dios). El Salmo 29:2nos dice: “Dad a Jehová la gloria debida a su nombre”.La adoración —tal y como la Biblia la define— es dara Dios la gloria que merece por quién es él y por lo queha hecho por nosotros en Cristo. La adoración significadar a Dios la adoración sincera, la alabanza y la obe-diencia que él merece. Por este motivo la sana doctrinasirve para la adoración.

La sana doctrina sirve para la adoración

107

Page 109: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

LA SANA DOCTRINA ES EL COMBUSTIBLE PARA LA ADORACIÓNLa sana doctrina es para la adoración lo que la maderaes para un fuego. Si quieres una hoguera ardiente quedure toda la noche, apilas leños secos y compactos. Asítambién, la sana doctrina enciende nuestra adoración.

D. A. Carson ha dicho: “Lo que debería convertirla adoración en un deleite para nosotros no es —en pri-mer lugar— su novedad o su belleza estética, sino suobjeto: Dios mismo es un deleite maravilloso, y noso-tros aprendemos a deleitarnos en él”.1 La sana doctrinanos enseña a deleitarnos en Dios porque nos muestracuán deleitoso es Dios. Coloca ante nuestros ojos lasperfecciones de su carácter, la abundancia de su graciay la majestad de su dominio soberano sobre todas lascosas.

La sana doctrina nos dice por qué deberíamos ado-rar a Dios. Y cuando la sana doctrina es atesoradaprofun damente en nuestros corazones, extrae y motivanuestra adoración.

Esto es algo que vemos claramente en los Salmos.Por ejemplo, mira como el Salmo 95 empieza con unconmovedor llamado a la adoración: “Venid, aclame-mos alegremente a Jehová; can te mos con júbilo a laroca de nuestra salvación. Lleguemos ante su presenciacon alabanza; aclamémosle con cánticos” (vv. 1-2).

Pero el salmo no nos manda simplemente a adorar,nos dice por qué: “Porque Jehová es Dios grande, yRey grande sobre todos los dioses. Porque en su mano

LA SANA DOCTRINA

108

Page 110: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

están las profundidades de la tierra, y las alturas de losmontes son suyas. Suyo también el mar, pues él lo hizo;y sus manos formaron la tierra seca” (vv. 3-5). ¿Hasvisto esa pequeña palabra “Porque” al principio delversículo 3? El salmo nos está dando razones para ado-rar a Dios. Basa nuestra alabanza en que Dios es com-pletamente digno de ser alabado. El versículo 3 diceque debemos adorar a Dios porque es grande. Él esexaltado como Rey por encima de todos aquellos quese llaman dioses. Deberíamos adorar a Dios porquesolo él es Rey soberano sobre toda la tierra. Dios notiene rival en el cielo y no debería tener rival en nues-tros corazones.

Los versículos 4 y 5 nos ofrecen más pruebas de lagrandeza de Dios. Nos recuerdan que Dios creó elmundo y, por tanto, el mundo le pertenece. Los picosde las más altas montañas y los más profundos océanosson todos suyos. Solo Dios ha creado la tierra, la man-tiene y gobierna sobre ella.

Por tanto nosotros —como criaturas de Dios— es-tamos obligados a derramar delante de él nuestros co-razones con una alabanza agradecida, entregada y llenade asombro. Deberíamos cantarle por las mismas ra-zones que cantaron los ángeles cuando Dios creó loscielos y la tierra: porque toda la creación declara la glo-ria, el poder, la sabiduría, la belleza y la impresionantesoberanía de Dios.

A continuación, el salmo nos vuelve a instar a laadoración: “Venid, adoremos y postrémonos; arrodi-

La sana doctrina sirve para la adoración

109

Page 111: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

llémonos delante de Jehová nuestro Hacedor” (v. 6).De nuevo, el salmo nos da razones para adorar: “Por-que él es nuestro Dios; nosotros el pueblo de su prado,y ovejas de su mano” (v. 7a). Dios en nuestro Dios. Élse ha comprometido con nosotros a hacernos bien (Jer.32:40). Nos ha hecho suyos. Somos su pueblo y él esnuestro Pastor (Sal. 23:1-6; 100:3). Se preocupa per-sonalmente de nosotros y nos alimenta con sus propiasmanos. Esas mismas manos omnipotentes que sostie-nen picos de granito son las que nos cuidan, nos pro-veen y nos dirigen con delicadeza en la dirección quedebemos caminar. El exaltado y majestuoso Señor detodas las cosas ha condescendido a relacionarse connosotros.

La Escritura nos enseña que Dios nos ha rescatadode nuestro pecado, nos ha reconciliado consigo mismoy se ha comprometido a proveer para todas nuestrasnecesidades, ahora y para siempre. Todas estas cosasson motivos para alabarle, adorarle, dar gritos de jú-bilo y postrarnos ante él en sumisión y obediencia.Todo esto es lo que la Biblia quiere decir cuando hablade adoración. Y el Salmo 95 nos muestra que esta ado-ración es alimentada por la sana doctrina.

LA SANA DOCTRINA NOS ENSEÑA CÓMO ADORARLa sana doctrina no solo es como la madera para unbuen fuego; también es como el guión de una película.En su Palabra, Dios nos enseña cómo debemos ado-rarle. La sana doctrina —específicamente la enseñanza

LA SANA DOCTRINA

110

Page 112: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

correcta acerca de cómo debemos adorar a Dios— pro-duce una adoración que agrada a Dios.

A lo largo y ancho de toda la Escritura, Dios nosmuestra una y otra vez que le importa cómo le adora-mos. Cuando Dios rescató a Israel y le dio su ley, lesdijo que no adorasen a otros dioses, y además les dijoque no lo adorasen a él a través de imágenes (Éx. 20:2-6; Dt. 4:15-18; 12:31). Tal y como Ligon Duncan loexpresa: “Esto nos recuerda que hay dos maneras decometer idolatría: adorar a cualquier cosa que no seael verdadero Dios o adorar al verdadero Dios de ma-nera inadecuada”.2 Además, Dios ordenó a los israeli-tas que tuvieran cuidado de no añadir o quitar nada alo que él había mandado en cuanto a cómo debían ado-rarle (Dt. 12:29-32). Aun las más mínimas desviacionesde lo establecido para su adoración traerían gravesconsecuencias (1 S. 15:22; 2 S. 6:5-7). A Dios le ha pre-ocupado desde el principio cómo le adoramos.

Pero esto afectaba a Israel bajo el antiguo pacto.¿Qué pasa con la Iglesia bajo el nuevo pacto? Comocristianos, es verdad que la forma y la sustancia denuestra adoración es diferente a cómo Israel debíaadorar a Dios. Pero, aun así, Dios no está menos in-teresado en cómo le adoramos. También es cierto queel Nuevo Testamento no propone un modelo único deculto para todas las iglesias. Pero lo que sí nos dice—sea por mandamiento o por ejemplo— es qué haceren nuestras reuniones como cuerpo. Deberíamos leer ypredicar la Biblia (1 Ti. 4:13; 2 Ti. 4:2), deberíamos

La sana doctrina sirve para la adoración

111

Page 113: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

orar (1 Ti. 2:8), deberíamos cantar salmos, himnos ycánticos espirituales (Ef. 5:18-19; Col. 3:16-17) y cele-brar la Santa Cena y el bautismo (Mt. 28:19; 1 Co.11:23-26).

El Nuevo Testamento también nos dice cómo debe-ríamos adorar. Debemos adorar a Dios con agradeci-miento (Col. 3:17), con reverencia (He. 12:28-29), enunidad (Ro. 15:6), en espíritu y en verdad (Jn. 4:24),decentemente (1 Co. 14:40) y de manera que edifique-mos a todo el cuerpo (1 Co. 14:12, 26).

En realidad, toda nuestra adoración colectiva tienetambién una dimensión horizontal. Por ejemplo,cuando cantamos no solo nos dirigimos a Dios, sinolos unos a los otros (Ef. 5:18-19; Col. 3:16-17). Laadoración colectiva no consiste en experimentar tus de-vociones personales en una sala junto a otro centenarde personas. Se trata de edificar el cuerpo de Cristo in-cluso cuando alabamos a Dios.

Obviamente, la adoración no está limitada a lo quehacemos en la iglesia. Pablo dice que toda nuestra vidadebería ser presentada en sacrificio agradable a Dios(Ro. 12:1-2). Pero sea que hablemos de la adoracióncolectiva o de una adoración diaria, la Biblia tiene mu-cho que decir acerca del qué, del por qué y del cómo.

Para adorar a Dios correctamente, necesitamos sa-ber cómo Dios quiere ser adorado, y él ha revelado estoen su Palabra. Por tanto, la sana doctrina nos enseñacómo adorar. Nos prepara para seguir el guión queDios mismo ha escrito para la adoración.

LA SANA DOCTRINA

112

Page 114: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

LA SANA DOCTRINA MOLDEA, ALIMENTA, INSTRUYE Y MOTIVA NUESTRA ADORACIÓN¿Qué significa esto para nuestras vidas y nuestrasiglesias?

En primer lugar, si la sana doctrina sirve para laadoración, entonces la sana doctrina debería moldearla sustancia y aun el estilo de nuestra adoración. Diosnos ha dicho cómo debemos adorarle, por tanto, de-beríamos hacer lo que él dice. Y el cómo lo hacemosdebería ser filtrado siempre a través del carácter deDios. Sin lugar a dudas, un amplio abanico de estilosy expresiones culturales pueden dar gloria a Dios.Pero la primera pregunta que deberíamos plantear-nos siempre —digamos, acerca de una canción deadoración en particular— no es si nos gusta el estilo,sino si honra a Dios. Y esto tiene que ver principal-mente —aunque no exclusivamente— con el conte-nido verbal.

Segundo, ya que la sana doctrina alimenta la ado-ración, nuestros cultos de adoración colectiva —ynuestras vidas devocionales— deberían nutrirse cons-tantemente de ella. Los cristianos somos constreñidosa adorar cuando nos sobrecoge la grandeza, la gloriade Dios y la maravillosa salvación que él ha logradoa nuestro favor. Por eso, las iglesias deberían cantarcanciones e himnos empapados de la Escritura y ricosen doctrina. Tal y como la Biblia ordena (1 Ti. 4:13),deberíamos leer la Biblia colectivamente, lo cual ensí mismo es un acto de adoración. Nuestras oraciones

La sana doctrina sirve para la adoración

113

Page 115: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

—como las oraciones bíblicas— deberían estar reple-tas de meditaciones acerca de quién es Dios y lo queha hecho por nosotros en Cristo. Resumiendo, nues-tra adoración debería rebosar sana doctrina.

Tercero, la sana doctrina debería informarnosacerca de la adoración y explicárnosla. ¿Por qué ora-mos y cantamos a Dios? ¿Por qué escuchamos la Pa-labra de Dios? ¿Por qué celebramos la Santa Cena?La sana doctrina nos recuerda por qué adoramos aDios e ilumina nuestros actos de adoración. Si la po-tente luz de la sana doctrina no brilla sobre la adora-ción, ésta puede llegar a ser sombría e ininteligible.En la adoración, nuestra mentes y espíritus debenparticipar por igual (1 Co. 14:15). Así que, aquellosque dirigen nuestros cultos deberían explicar por quéhacemos lo que hacemos. La sana doctrina deberíaproporcionar la base que permite a cada adoradorparticipar con un corazón unido y una mente que en-tiende lo que está haciendo.

Cuarto, la sana doctrina debería motivar la ado-ración. Al igual que el amor —componente esencialde la adoración— la adoración es una respuesta aDios, a quién es él y a lo que ha hecho por nosotros.Por esta razón, los líderes deberían motivar a sus con-gregaciones para que adoren proclamando la sanadoctrina. Si quieres que tu gente alabe a Dios, mués-trales la grandeza de Dios. Si quieres que den gloriaa Dios, muéstrales la gloria de Dios. Si quieres quese postren ante Dios en sumisión amorosa, entonces

LA SANA DOCTRINA

114

Page 116: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

regocíjate en su gobierno soberano cuando prediquesy enseñes.

La adoración no es un éxtasis emocional que apa-rece de repente, ni tampoco un estado de la mentetipo zen que se puede obtener a través de la relaja-ción. Al contrario, es la respuesta a Dios de nuestrocorazón, mente, alma y fuerzas; la respuesta a su glo-rioso ser y a sus obras poderosas. No fomentamos laadoración centrándonos en la adoración, sino lle-nando nuestras mentes con una visión panorámica dela belleza y la santidad de Dios.

Esto significa que la música no es lo que dirigenuestra adoración. En realidad, la música —y me re-fiero a cantar como congregación— es un vehículopara nuestra adoración. Si tu corazón y tu mente noestán respondiendo a la inefable majestad de Dios,no importa cuán apasionadamente puedas estar dis-frutando una experiencia musical, no estás adorando.

Es más, la adoración depende muy poco de la ins-trumentalización que acompaña a nuestro cantar. Lamúsica instrumental en la iglesia debería apoyar elcántico congregacional, pero un cierto estilo de mú-sica no es la llave que desata nuestra adoración. Esallave es la gloria y la majestad de Dios.

La sana doctrina debería dirigir la sustancia y elestilo de nuestra adoración. Debería llenar el conte-nido de nuestra adoración. Y debería motivar nuestraadoración ya que ésta es siempre una respuesta a lagloria y la gracia de Dios.

La sana doctrina sirve para la adoración

115

Page 117: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

CÓMO DEJARTE LLEVAR EN LA ADORACIÓNDeberíamos dejarnos llevar en la adoración, pero node la manera que a veces pensamos.

Una historia no te cautiva porque valoras si tieneso no una experiencia de lectura satisfactoria. Una his-toria te atrapa cuando es tan apasionante que te olvi-das de ti mismo y de cuánto tiempo has estado leyendo.

El paisaje de la cima de una montaña no te puededejar anonadado si estás mirando tus zapatos. Puedeque los zapatos te hayan llevado hasta allí, pero tú es-tás allí por el paisaje.

No te dejes llevar en la adoración tratando de de-jarte llevar en la adoración. Lo que debes hacer es pro-ponerte glorificar a Dios como él se merece y desea. Elequipamiento necesario para ello es una mente y un co-razón que están llenos de la verdad acerca de Dios.Cada vez que absorbes más sana doctrina, estás avi-vando las llamas de la adoración.

La revelación bíblica del carácter de Dios y de suobra salvadora nos proporcionan el combustible y elguión para la adoración. La Escritura moldea, ali-menta, instruye, dirige y motiva la adoración.

La sana doctrina sirve para la adoración.

1D. A. Carson, “Worship under the Word”, en Worshipby the Book (Ensayo por D. A. Carson “La adoraciónbajo la Palabra”, en La adoración dirigida por el Libro),p. 30, Ed. D. A. Carson, Zondervan, Grand Rapids,2002.

LA SANA DOCTRINA

116

Page 118: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

2J. Ligon Duncan III, “Does God Care How We Wors-hip?” en Give Praise to God: A Vision for ReformingWorship, (¿Le importa a Dios cómo adoramos? en Dadgloria a Dios: Una visión para reformar la adoración), p.33, Editores: Graham Ryken, Derek W. H. Thomas y J.Ligon Duncan III, Phillipsburg, (Nueva Jersey), 2003.

La sana doctrina sirve para la adoración

117

Page 119: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson
Page 120: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Capítulo 7

LA SANA DOCTRINA SIRVEPARA TESTIFICAR

Un antiguo profesor mío de música tenía un cartel enla puerta de su oficina que decía: “La repetidión harela pwrfecsión”. Otra línea debajo decía: “La repeticiónhare la pwrfecsión”. El cartel continuaba cambiandoletra a letra lo que estaba mal hasta que la frase finaldecía: “La repetición hace la perfección”.

La repetición hace la perfección es un refrán muytrillado, pero lo es porque funciona bien. Practicar algopuede ser repetitivo, aburrido y tedioso, pero es básicopara poder mejorar. La repetición requiere disciplina,fuerza de voluntad y un esfuerzo enorme, pero la re-compensa puede ser enorme (y es muy improbable me-jorar de otra manera).

Cuando era músico profesional, a veces practicabadurante tres o cuatro horas la tarde antes de tocar enun concierto durante toda la noche. Algunas de esasnoches, mi saxofón se convertía en una extensión demí mismo. En esas largas horas de práctica, mi mentese empezaba a conectar con el instrumento como sifuese parte de mi cuerpo. Inmerso en el mundo de lasnotas durante el día, podía hablar su lenguaje más flui-damente en el escenario durante la noche.

119

Page 121: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Para un músico de jazz, la práctica es esencial paradiversas áreas. Te ayuda a dominar las exigencias téc-nicas de tu instrumento. Te permite memorizar las can-ciones y las progresiones armónicas que componen lasestructuras sobre las cuales improvisas. También des-arrolla un vocabulario que usas para decir cosas nue-vas, igual que haces con el vocabulario verbal. Practi-car el vocabulario del jazz te da la materia prima quetransformas y combinas para crear algo nuevo cada vezque tocas. Así que, cuanto más practiques, con másfluidez tocarás.

PRÁCTICAS DE EVANGELIZACIÓN CON MARTÍN LUTEROTuve una experiencia sorprendentemente parecida enmi segundo año de facultad, relacionada con la evan-gelización.

Durante un par de años me estuve juntando con di-ferentes compañeros cristianos de la facultad paracompartir el evangelio en nuestro soleado campus delSur de California. En una ocasión, antes de nuestrareunión, estuve unas horas leyendo el clásico de MartinLutero The Bondage of the Will (La esclavitud de lavoluntad). Es una exposición ingeniosa y rigurosa dela enseñanza bíblica de que —fuera de Cristo— nuestravoluntad es esclava del pecado y solo la gracia sobe-rana de Dios puede liberarnos.

El caso es que me reuní con mis amigos y nos divi-dimos en parejas para pasear por los alrededores y ha-

LA SANA DOCTRINA

120

Page 122: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

blar con la gente. Al poco tiempo, había iniciado unaconversación con un simpático estudiante de filosofía.Después de compartir el evangelio con él, las primeraspalabras que salieron de su boca fueron: “¿Y qué pasacon el libre albedrío?”.

Me dije a mí mismo: “¡Qué curioso que preguntesesto!”. Y entonces le expliqué que la Biblia consideraa las personas responsables por sus acciones; somosagentes morales libres y responsables. Pero nuestras vo-luntades están totalmente entregadas al pecado. Somossus esclavos. Dejados a nuestra voluntad, escogemossiempre el mal y rechazamos a Dios. Necesitamos queél nos salve.

Mis dos horas leyendo teología aquella tarde se con-virtieron en una práctica evangelística. No lo sabía ensu momento, pero luego me vino muy bien de una ma-nera extremadamente práctica.

Compartir el evangelio aquel día fue como tocar elsaxofón en la noche después de una larga tarde de en-sayo. Las palabras fluyeron con más naturalidad. Mesentí mucho más cómodo que cuando improvisaba rá-pidamente. Me sentí mucho más seguro contestandodesde la Escritura las preguntas de aquel estudiante.

Aquella tarde, la sana doctrina alimentó, posibilitóy equipó directamente mi testimonio del evangelio. Mepermitió presentar verdades bíblicas a un escéptico.Puso versículos y argumentos bíblicos en mis propiasmanos que de otra manera hubieran estado fuera demi alcance.

La sana doctrina sirve para testificar

121

Page 123: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Al igual que la práctica sirve para actuar, la sanadoctrina sirve para testificar.

LA SANA DOCTRINA SIRVE PARA TESTIFICARCon la palabra testificar me refiero principalmente aevangelizar. Evangelizar es compartir la buena noticiaacerca de Jesús con aquellos que no creen en él, e ins-tarlos a arrepentirse de sus pecados y confiar en él.¿Cuál es la buena noticia? Aquí la tienes explicada encuatro puntos:

Dios: El único e inigualable Dios, quien es santo (Is.•6:1-7), nos creó a su imagen para conocerle y glori-ficarle (Gn. 1:26-28).El hombre: Pero pecamos y nos separamos de él, y a•causa de nuestro pecado la ira de Dios se manifiestacontra nosotros (Gn. 3; Ro. 1:18; 3:23). Cristo: En su gran amor, Dios envió a su Hijo Jesús•para que viniera como Rey y rescatara a su pueblode sus enemigos; principalmente de sus propios pe-cados (Sal. 2; Lc. 1:67-79). Jesús estableció suReino actuando como sacerdote intercesor y almismo tiempo siendo un sacrificio sacerdotal: vivióuna vida perfecta y murió en la cruz, cumpliendoasí la ley de Dios y tomando sobre sí mismo el cas-tigo por los pecados de muchos (Mr. 10:45; Jn.1:14; Ro. 3:21-26; 5:12-21; He. 7:26). Después, re-sucitó de entre lo muertos, mostrando que Dios ha-bía aceptado su sacrificio y que la ira de Dios contra

LA SANA DOCTRINA

122

Page 124: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

nosotros había sido satisfecha (Hch. 2:24; Ro.4:25).La respuesta: Ahora Dios llama a todas las personas•a arrepentirse de sus pecados y a confiar solo enCristo para perdón (Jn. 1:12; Hch. 17:30). Si nosarrepentimos de nuestros pecados y confiamos enCristo, volvemos a nacer en una vida nueva y eternacon Dios (Jn. 3:16).

El evangelio es este mensaje de salvación a través deCristo, y evangelizar o testificar es compartir este men-saje con otros e instarles a creer en él.

¿Por qué digo entonces que la sana doctrina sirvepara testificar? En primer lugar, porque el evangelio esdoctrina. Y la doctrina —recuerda— es explicar la Bi-blia en nuestras propias palabras. Como cristianos, de-bemos saber cómo utilizar en nuestras conversacionesdiarias la verdad bíblica acerca de quién es Dios, quié-nes somos nosotros, qué ha hecho Jesús para salvarnosy la respuesta que pide de nosotros. Si eliminamos ladoctrina, eliminamos el evangelio y la evangelización.La sana doctrina —la doctrina del evangelio— es elcontenido de nuestro testimonio.

LA SANA DOCTRINA: LA HISTORIA Y LACOSMOVISIÓN QUE ENMARCAN EL EVANGELIOLa sana doctrina también es importante para la evan-gelización porque nos permite explicar el evangelio deforma más completa. ¿Cómo? La sana doctrina nos en-

La sana doctrina sirve para testificar

123

Page 125: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

seña la historia que el evangelio cumple y completa, ynos enseña la cosmovisión en la que el evangelio tienesentido.

Piensa en la importancia de entender toda la historiabíblica que el evangelio completa; el relato de la crea-ción y la caída, el éxodo, la conquista de la tierra porparte de Israel, los jueces y los reyes, y el exilio de Israelde su tierra y la promesa de restauración. Cuanto me-jor conozcamos esta historia, mejor entenderemos elevangelio, el cual es el cumplimiento de la historia. Estoes especialmente importante para evangelizar a perso-nas que tienen cierto conocimiento de la Escritura,como aquellos que tienen un trasfondo cristiano, peroque no se han arrepentido de sus pecados ni han con-fiado en Cristo. Cuando alguien tiene una comprensiónbásica de la narración bíblica, podemos construir sobreese entendimiento y demostrar cómo todas las historiasde la Escritura encuentran su significado principal enel evangelio.

El apóstol Pablo hizo exactamente esto en su pro-pia evangelización, especialmente con los judíos. Co-locó la buena noticia acerca de Jesús en el contextode toda la historia de la Biblia. Hablando en una si-nagoga judía, Pablo explicó cómo Dios sacó a Israelde Egipto, les dio la tierra de Canaán, puso jueces yreyes sobre ellos, y les prometió que el hijo de uno deesos reyes —David— reinaría para siempre (Hch.13:17-22). Después les declaró: “De la descendencia deéste, y conforme a la promesa, Dios levantó a Jesús por

LA SANA DOCTRINA

124

Page 126: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Salvador a Israel” (Hch. 13:23). A continuación, Pabloexplicó cómo la vida, la muerte y la resurrección de Je-sús cumplen todo lo que Dios prometió en el AntiguoTestamento (vv. 26-37). Entonces concluyó diciendo:“Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por mediode él se os anuncia perdón de pecados, y que de todoaquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser jus-tificados, en él es justificado todo aquel que cree” (vv.38-39). Y les advirtió que no menospreciasen el men-saje (vv. 40-41).

Para nosotros hoy, también es importante entenderla historia de la Escritura, principalmente para enten-der el evangelio y poder explicárselo a otros.

La sana doctrina no solo proporciona la historia,sino también la cosmovisión que enmarca al evangelio.Vemos esto en otro sermón evangelístico de Pablo. Enesta ocasión, el apóstol se estaba dirigiendo al Areó-pago —el concilio intelectual de Atenas—, que era ungrupo de filósofos griegos politeístas (Hch. 17:22-34).Y aquí Pablo empieza con Dios. Las deidades de losgriegos eran impredecibles y necesitaban cosas. No asíel verdadero Dios, dijo Pablo. El Dios verdadero es elCreador y el Señor de todo. Es perfecto en sí mismo yno necesita nada. Por tanto, no necesita que proveamospara sus necesidades a través de sacrificios (vv. 22-25).

Entonces Pablo se remonta al origen y naturalezade la humanidad. Los griegos creían que pertenecían auna raza de hombres distinta y superior. Pero el apóstolechó por tierra esta visión diciendo que todas las per-

La sana doctrina sirve para testificar

125

Page 127: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

sonas son creadas por Dios y descienden de un solohombre. Aun más, Dios no está alejado de la humani-dad, sino que da la vida, la sostiene y ordena las cir-cunstancias de nuestra existencia (Hch. 17:26-28).

Según todo esto —Pablo continúa— todas las per-sonas están obligadas a servir a Dios. Somos su linajey deberíamos hacer cosas mejores que cometer idola-tría. Dios ha sido paciente en gran manera con la hu-manidad, pero ahora “manda a todos los hombres entodo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha estable-cido un día en el cual juzgará al mundo con justicia,por aquel varón a quien designó, dando fe a todos conhaberle levantado de los muertos” (Hch. 17:30-31). Alllegar a este punto en la predicación de Pablo, algunosse burlaron pero otros al final creyeron (vv. 32-34).

Basándonos en el relato de Lucas, no está claro siPablo en realidad explicó el mensaje de la muerte y re-surrección de Jesús, o si simplemente mencionó la re-surrección y fue interrumpido de inmediato. Pero paranuestros propósitos, es interesante observar que lasdoctrinas que el apóstol predicó a estos griegos prove-yeron la cosmovisión en la cual el evangelio tiene sen-tido. No buscarás a un Salvador a menos que sepas quenecesitas ser salvado. No sabrás que necesitas ser sal-vado hasta que te encuentres cara a cara con el Dios aquien debes rendir cuentas. Esta es la razón por la quePablo retrocede hasta el mismo comienzo y explicaquién es Dios, quiénes somos nosotros y cuáles sonnuestras obligaciones para con Dios.

LA SANA DOCTRINA

126

Page 128: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Hechos 17 es un caso práctico de la importancia dela sana doctrina para la evangelización. El apóstol con-densa tantas verdades doctrinales en este sermón quees difícil recopilarlas todas:

La existencia, el señorío y la autosuficiencia del único•Dios verdadero (vv. 24-28).La creación de Dios de todo el universo (v. 24).•La creación especial del hombre por parte de Dios y•la unidad de la raza humana (v. 26).El gobierno providencial de Dios sobre toda la his-•toria y sobre cada vida humana (vv. 26-28).La responsabilidad del hombre de servir correcta-•mente a Dios (vv. 29-30).La necesidad de que la gente se arrepienta para en-•contrar la misericordia de Dios (v. 30).La resurrección de Jesucristo (v. 31).•El juicio final de Dios para todas las personas (v. 31).•El señorío de Jesucristo (v. 31).•

De la predicación de Pablo en Hechos 17 aprendemosque la sana doctrina sirve para testificar porque proveela cosmovisión que enmarca al evangelio. La sana doc-trina proporciona el preámbulo necesario para el men-saje de lo que Jesús ha hecho para salvar a los pecado-res.

La lección para nosotros es la siguiente: cuando es-tés evangelizando a alguien que carezca de un conoci-miento básico de la Escritura, usa la sana doctrina para

La sana doctrina sirve para testificar

127

Page 129: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

ponerlo en antecedentes. Usa la sana doctrina para pro-porcionar el fundamento y la estructura para el evan-gelio. Úsala para mostrar a las personas por qué nece-sitan la salvación por encima de todo.

La sana doctrina nos ofrece la historia que encuen-tra su cumplimiento en el evangelio, y la cosmovisiónque nos permite entender el evangelio. La sana doctrinaenmarca el evangelio, ayudándonos a explicarlo y adarle sentido. La sana doctrina sirve para testificar.

LA SANA DOCTRINA MOTIVA, LIBERA, ANIMA,RENUEVA Y FORTALECE NUESTRO TESTIMONIOLa sana doctrina también motiva nuestro testimonio.¿Cómo? Cuanto mejor conozcamos el evangelio, másmotivados estaremos para compartirlo. Cuanto másprofundamente conozcamos el amor de Cristo por no-sotros, más nos constreñirá a hablar de él con otros (2Co. 5:14). Además, conocer la sana doctrina nos da laconfianza para testificar. Cuanto más conozcamos elevangelio, más prestamente lo compartiremos conotros.

La sana doctrina también nos libera de la falsa cul-pabilidad relacionada con la evangelización. La Escri-tura nos enseña que solo Dios puede cambiar los cora-zones y las mentes de las personas. Solo Dios puede darvida a los muertos (Ef. 2:1-10) y luz a los ciegos (2 Co.4:3-6). Nuestra tarea consiste en predicar el evangelio,rogar a la gente que se arrepienta y orar para que Diosobre. Eso es todo. No podemos hacer que nadie crea

LA SANA DOCTRINA

128

Page 130: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

en el evangelio. Muchas personas no evangelizan por-que están intimidadas por el pensamiento de que debenconvencer a alguien para convertirse en cristiano, perola sana doctrina quita la carga de la culpabilidad. Nopodemos hacer que nadie haga nada. Lo único que po-demos —y debemos— hacer es predicar el evangelio yorar para que Dios salve a la gente.

La sana doctrina anima nuestro testimonio. Algunaspersonas creen que la doctrina de la elección —queDios, motivado por su pura gracia, ha escogido aque-llos que serán salvos— es una desmotivación paraevangelizar, pero vemos exactamente lo contrario en laEscritura. Por ejemplo, inmediatamente después de ha-ber escalado las más altas alturas de esta doctrina enRomanos 9, Pablo en Romanos 10 hace un enérgicollamado a la evangelización: “¿Cómo, pues, invocarána aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán enaquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haberquien les predique?” (Ro. 10:14). De forma parecida,leemos en Hechos 18 cómo el Señor alentó a Pablo ensu evangelización diciéndole: “No temas, sino habla, yno calles; porque yo estoy contigo, y ninguno pondrásobre ti la mano para hacerte mal, porque yo tengomucho pueblo en esta ciudad” (Hch. 18:9-10). Escu-char que Dios había escogido a muchos en la ciudadde Corinto para salvación posibilitó que Pablo predi-cara fervientemente y sin miedo. La doctrina de la elec-ción anima nuestro testimonio.

Finalmente, la sana doctrina —y la doctrina de la

La sana doctrina sirve para testificar

129

Page 131: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

elección en particular— renueva nuestro compromiso yfortalece nuestra determinación cuando llega el fracasoo la persecución. Pablo, contemplando su propio encar-celamiento, dice: “Mas la palabra de Dios no está presa.Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos,para que ellos también obtengan la salvación que es enCristo Jesús con gloria eterna” (2 Ti. 2:9-10). Si Pablosoportó pruebas como la cárcel por el bien de aquellosque Dios había escogido y continuó predicando el evan-gelio fielmente, nosotros deberíamos hacer lo mismo. Ladoctrina de la elección alimentó la perseverancia delapóstol en la evangelización y debería hacer lo mismoen nosotros. La sana doctrina sirve para testificar.

LOS FRUTOS DE LA SANA DOCTRINA ADORNAN YFORTALECEN EL TESTIMONIO DE NUESTRAS IGLESIASTodo este libro trata de cómo la sana doctrina da lugara vidas piadosas e iglesias sanas. Trata de los frutos quela sana doctrina produce en la iglesia, incluyendo lasantidad, el amor, la unidad y la adoración. Todos estosfrutos contribuyen a nuestro testimonio del evangelio,como individuos y especialmente como iglesias locales.Los frutos de la sana doctrina adornan nuestro testi-monio de la misma manera que un marco adorna uncuadro o una joya adorna a una mujer (Tit. 2:10).

La santidad: Pedro nos exhorta a ser santos, man-teniendo una buena manera de vivir entre los incrédu-los, para que puedan considerar nuestras buenas obrasy “glorifiquen a Dios en el día de la visitación” (1 P.

LA SANA DOCTRINA

130

Page 132: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

2:11-12, cf. Mt. 5:13-16). Nuestra santidad testificadel poder del evangelio y lleva a la gente a glorificar aDios.

El amor: Jesús nos manda: “Que os améis unos aotros; como yo os he amado, que también os améisunos a otros. En esto conocerán todos que sois mis dis-cípulos, si tuviereis amor los unos con los otros” (Jn.13:34-35). Nuestro amor por los hermanos de nuestraiglesia muestra el amor de Cristo por el mundo. Mues-tra al mundo un amor que solo es posible a través deCristo, lo cual dignifica el evangelio.

La unidad: Jesús ora por sus discípulos, y eso nosincluye a nosotros: “Mas no ruego solamente por éstos,sino también por los que han de creer en mí por la pa-labra de ellos, para que todos sean uno; como tú, ohPadre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno ennosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste”(Jn. 17: 20-21). La unidad de nuestras iglesias presentauna imagen del evangelio a un mundo que observa.Nuestra unidad muestra al mundo que Jesús es real-mente el Hijo de Dios, e invita implícitamente almundo a que confíen en él.

La adoración: La adoración de nuestras iglesiastambién tienen un poder evangelístico. Hablando de laproclamación colectiva de la Palabra por todos losmiembros de la iglesia, Pablo dice: “Pero si todos pro-fetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos esconvencido, por todos es juzgado; lo oculto de su co-razón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el

La sana doctrina sirve para testificar

131

Page 133: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

rostro, adorará a Dios, declarando que verdadera-mente Dios está entre vosotros” (1 Co. 14:24-25).Nuestra adoración proclama la realidad de Dios, ypuede —y debería— tener un poderoso efecto en losincrédulos que participen de ella.

La sana doctrina potencia la santidad, el amor, launidad y la adoración, y todo ello magnifica y adornael testimonio evangelístico de la iglesia.

A pesar de que estas cosas impactan sin duda nues-tras vidas como individuos, todos estos frutos de lasana doctrina se manifiestan más abundantemente enla vida colectiva de la iglesia. El amor y la unidad sonintrínsicamente colectivos, y la santidad y la adoraciónalcanzan su máxima expresión cuando las encarnamosconjuntamente como un cuerpo. Esto significa quenuestro testimonio cristiano consiste en algo más quela evangelización personal; involucra a toda la vida dela iglesia. Una iglesia caracterizada por la santidad, elamor, la unidad y la adoración es un poderoso testimo-nio del evangelio. Adorna el evangelio. Sirve de espejopara el evangelio, sosteniendo en alto su poder trans-formador para que todos lo vean. La sana doctrinamoldea, renueva y potencia la vida colectiva y el testi-monio de la iglesia.

EQUIPA, MOTIVA Y CULTIVA EL TESTIMONIO DE TUIGLESIA A TRAVÉS DE LA SANA DOCTRINAAmigos pastores, equipad a vuestra gente para evan-gelizar dándoles sana doctrina. Enseñadles el evangelio

LA SANA DOCTRINA

132

Page 134: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

una y otra vez para que lo puedan aprender de memo-ria.1 Conectad consistentemente los puntos entre otrasdoctrina bíblicas y el evangelio, de manera que vuestragente pueda explicar la cosmovisión cristiana completaa sus amigos ateos y a sus vecinos musulmanes.

No solo eso, motivad a vuestra gente para que evan-gelicen y hacedlo proclamándoles la doctrina del evan-gelio. Deberíamos sentirnos culpables de nuestra faltade evangelización, pero la culpa solo nos llevará hastacierto punto. Así que proclamad enérgicamente el amorde Cristo a vuestra gente hasta que ese amor llene suscorazones y se derrame hacia sus amigos y vecinos.

Asimismo, cultivad cuidadosamente el testimoniocolectivo de vuestras iglesias. La vida colectiva de vues-tras iglesias o bien dignificará el evangelio que predi-cáis o lo contradirá. Fomentará la reputación de Cristoo bien la difamará. Vuestras iglesias son mucho másque las sumas de sus partes: son espejos que reflejan lagloria de Dios en el evangelio, son emisoras de radioque engrandecen y transmiten el mensaje de la cruz.

Finalmente, usad el testimonio colectivo de vuestrasiglesias en la evangelización. Enseñad a vuestra genteque la iglesia es el programa evangelístico de Jesús. Almismo tiempo que sostenéis una línea clara entre laiglesia y el mundo, invitad a los incrédulos a que ven-gan y experimenten por sí mismos la vida colectiva devuestras iglesias. Permitid que vean vuestra luz y prue-ben vuestra sal (Mt. 5:13-16).

La sana doctrina sirve para testificar

133

Page 135: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

LA SANA DOCTRINA: UN VOCABULARIO PARA LAIMPROVISACIÓN EVANGELÍSTICAA diferencia de la improvisación en el jazz, el mensajedel evangelio es el mismo cada vez que lo predicamos.Sin embargo, al igual que en un concierto de jazz, cadaconversación evangelística será diferente y nos forzaráa pensar sobre la marcha y a improvisar.

Por tanto, deberíamos estar aprendiendo constan-temente el vocabulario del evangelio. Y no me refierosolo a los términos teológicos que están relacionadoscon el evangelio, aunque estos son importantes. Me re-fiero al mensaje del evangelio mismo y a todas las doc-trinas bíblicas que lo apoyan, que se relacionan con él,que lo enmarcan y que ayudan a que tenga sentido.

Cuanto mejor conozcamos el evangelio, mejor locompartiremos. Y cuanto más se conformen nuestrasvidas y nuestras iglesias a la sana doctrina, más digni-ficaremos el evangelio que proclamamos.

La sana doctrina sirve para testificar.

1Dos herramientas muy útiles para esto son el libro deGreg Gilbert ¿Qué es el evangelio?, Publicaciones Farode Gracia, 2012, y la ayuda evangelística de Two Waysto Live: Know and Share the Gospel (Dos maneras de vi-vir: Conoce y comparte el evangelio), Phillip D. Jensenand Tony Payne, Matthias Media, Kingsford, (Australia),1989.

LA SANA DOCTRINA

134

Page 136: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Posdata

LA SANA DOCTRINA SIRVEPARA EL GOZO

La sana doctrina es la sangre vital de la iglesia. Moldeay guía la enseñanza de la iglesia. Fomenta la santidad.Promueve el amor. Fundamenta y repara la unidad.Insta a la adoración. Instruye y motiva nuestro testi-monio del evangelio.

Lejos de ser un entretenimiento opcional o una dis-tracción de la tarea verdadera de la iglesia, la sana doc-trina es esencial para la vida de la iglesia. La sana doc-trina nos proporciona un mapa de carreteras para vivirvidas y edificar iglesias que agraden a Dios. Colocaante nosotros el camino de una vida piadosa. Nos pro-porciona el guión para la vida cristiana, y la músicaque debemos seguir.

Y el propósito de tal doctrina es que nosotros (juntocon todos los santos) glorifiquemos a Dios y encontre-mos gozo en él. Refiriéndose a toda la enseñanza quehabía dado a sus discípulos en su última noche conellos, Jesús dice: “Estas cosas os he hablado, para quemi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido”(Jn. 15:11). Jesús enseñó a sus discípulos profundasverdades doctrinales para que su propio gozo viviera

135

Page 137: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

en ellos, y para que el gozo de los discípulos fuese per-fecto.

La sana doctrina trae luz, esperanza y gozo porquerevela las riquezas de la gracia de Dios para con noso-tros. Llena nuestros corazones con satisfacción enCristo a causa de lo que ha hecho por nosotros. Lasana doctrina sirve para el gozo.

Al principio de Juan 1, el apóstol asegura que él esun testigo ocular de Cristo y, entonces, haciéndose ecode las palabras de Jesús, dice: “Estas cosas os escribi-mos, para que vuestro gozo sea cumplido” (1 Jn. 1:4).El gozo de Juan en la verdad debía ser derramado sobreotros creyentes. Si no hubiese sido así, su gozo habríasido incompleto.

Lo mismo ocurre con nosotros. La sana doctrina de-bería moldear nuestras vidas, y nuestras vidas no solodeberían ser moldeadas por la iglesia, sino que tambiéndeberían ayudar a moldear la iglesia. El gozo que te-nemos en Dios a través de la sana doctrina es comple-tado cuando lo compartimos con nuestros hermanos yhermanas en la comunión de la iglesia.

¿Quieres tener gozo en Dios? Entonces entrégate alestudio de la sana doctrina y a vivir la vida que ella teseñala. Y haz todo esto juntamente con los otros miem-bros de tu iglesia. Verás que a medida que tu gozo enDios se derrama hacia otros, crecerá hacia una mayorplenitud.

La sana doctrina sirve para la vida; la vida en la igle-sia, la vida de la iglesia, y para mucho más.

LA SANA DOCTRINA

136

Page 138: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

UNAS PALABRAS DEGRATITUD

En primer lugar, quiero dar las gracias a Mark Dever,Matt Schmucker, Ryan Townsend y Jonathan Leemanpor su liderazgo piadoso no solo en la iglesia local, sinotambién en —y a través de— 9Marks. Gracias por con-cederme el privilegio y el gozo de trabajar con todosvosotros. Estoy agradecido a Dios por las maneras enque me habéis ayudado a crecer como cristiano, y porlas formas tan generosas en las que me habéis dado amí y a mi familia. Gracias especialmente a JonathanLeeman por invertir tanto tiempo para ayudarme a cre-cer como escritor.

Gracias a todo el equipo de 9Marks por conseguirque se haga realidad esta labor de edificar iglesias sa-nas. Gracias también a todos los que ofrendáis vuestrosrecursos a esta obra para que nosotros podamos darnuestro tiempo.

Gracias a Crossway por su útil y valiosa colabora-ción con nuestro ministerio.

Gracias a Ligon Duncan, cuya conferencia en T4Gde 2008 plantó algunas de las semillas que terminaronconvirtiéndose en este libro.

Gracias a todos los que leyeron y dieron sus opinio-nes del manuscrito, incluyendo a mis padres y a misqueridos amigos Mike Carnicella, Matt McCullough yAlex Duke.

137

Page 139: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Gracias a mis hermanos de Third Avenue BaptistChurch por vuestro compromiso con el evangelio y losunos con los otros, y por vivir vidas piadosas que estánarraigadas en la tierra de la sana doctrina.

Finalmente, gracias a mi esposa Kristin, para quienno tengo palabras suficientes para agradecerle como semerece.

LA SANA DOCTRINA

138

Page 140: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

ÍNDICE DE REFERENCIASBÍBLICAS

Génesis1:26-28 1223 42, 1228:20-9:17 4312:1-3 4415:1-21 4415:16 46

Éxodo19-24 4420:2-6 11134:6 4734:6-7 91, 92

Levítico19:2 4619:18 82

Deuteronomio4:15-18 1116:4-6 82, 8310:18 8712:29-32 11112:31 111

139

Page 141: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

1 Samuel15:22 111

2 Samuel6:5-7 1117:1-17 44

Nehemías9 75

Job1:21 77

Salmos2 12212:6 4723:1-6 11029:2 10795:1-2 10895:3 10995:3-5 10995:4-5 10995:6 11095:7a 110100:3 110104 41106:1 47119:105 21133:1 102

LA SANA DOCTRINA

140

Page 142: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

133:3 102

Isaías6:1-7 12255:10-11 42

Jeremías31:31-34 4432:40 110

Daniel9 75

Amós3:6 47

Mateo5:13-16 131, 1335:43-48 875:44-45 876:9-13 7612:46-50 2822:37-39 8324:12 8328:18-20 1328:19 97, 112

Marcos10:45 122

Índice de referencias bíblicas

141

Page 143: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Lucas1:67-79 12224:27 4424:44-47 44

Juan1:1 481:12 1231:14 48, 1221:18 423:16 1234:24 11213:34-35 82, 87, 13114:9 4215:11 13517 6817:13-19 6817:17 42, 6817:20-21 104, 131

Hechos2:24 1232:41 287 4413:16-41 4413:17-22 12413:23 12513:26-37 12513:32 44

LA SANA DOCTRINA

142

Page 144: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

13:38-39 12513:40-41 12517 12717:22-25 12517:22-34 12517:24 12717:24-28 12717:26 12717:26-28 126, 12717:29-30 12717:30-31 12617:30 123, 12717:31 12717:32-34 12618:9-10 12920:27 5120:29-31 53

Romanos1:18 1223:21-26 42, 1223:23 1224:25 1235:6-11 425:7-8 895:8 885:10 905:12-21 1227:17 67

Índice de referencias bíblicas

143

Page 145: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

8:28 479 12910 12910:9-10 2710:14 12912 3012:1-2 31, 38, 11212:3 3112:4-8 3112:9-10 8312:9-13 3112:19-21 8314:10 2715:5-6 7515:6 112

1 Corintios1 991:12 971:13 9711:23-26 11212 2912:13 2812:14 3012:15 2912:21 2912:24-25 2912:26 29-3014:12 54, 112

LA SANA DOCTRINA

144

Page 146: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

14:14 5414:15 11414:24-25 13214:26 54, 11214:40 11215 6115:1-4 97

2 Corintios4:3-6 1284:14 425:14 128

Gálatas2:16 953-4 453:1 953:7 95-963:27 963:28 95, 963:29 965:2-4 955:22-23 286:5 27

Efesios1:11 472:1-10 1282:4-5 91

Índice de referencias bíblicas

145

Page 147: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

2:17-22 283:10 1043:17-19 863:18 884 984:1 984:2-3 984:4-6 984:11-12 284:11-16 284:13 13, 284:14 534:15 13, 284:16 285:2 875:18-19 1125:25-26 87

Filipenses1:9-11 702:1-2 99, 1012:3-4 1002:5 100, 1012:6-9 1012:6-11 1013:17 77

Colosenses3:11 95

LA SANA DOCTRINA

146

Page 148: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

3:16-17 1123:17 1124:5 24

1 Tesalonicenses2:13 42

1 Timoteo1:3 251:3-5 251:4 251:5 251:8-11 692:8 1124:13 111, 113

2 Timoteo2:9-10 1302:26 243:16 38, 403:16-17 674:2 1114:3-4 53

Tito1:2 471:11 252:1 242:2 24

Índice de referencias bíblicas

147

Page 149: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

2:3-5 242:6 242:7-8 252:9-10 242:10 130

Hebreos4:12-13 24, 427:26 1228-10 4510:24 8312:28-29 11213:7 76-77

Santiago3:9 864:1-2 63

1 Pedro1:4-5 771:14 721:14-17 721:17 721:22 831:23-25 422:11-12 130-1314:8 824:10 13

LA SANA DOCTRINA

148

Page 150: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

2 Pedro1:3 241:21 41

1 Juan1:4 1361:9 473:2-3 733:16-18 893:17-18 904:8 924:10-11 874:19 834:20 90

2 Juan1 842 844 855 856 857 857-11 858 859 8510-11 8513 84

Índice de referencias bíblicas

149

Page 151: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson

Judas20-21 13

Apocalipsis2:4 8322:12 42

LA SANA DOCTRINA

150

Page 152: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson
Page 153: La Sana Doctrina - Bobby Jamieson