La panza del tiempo - Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes

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LA PANZA DEL TIEMPO

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LA PANZA DEL TIEMPO

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LA PANZA DEL TIEMPO

de Clara Bitman

INDICACIONES GENERALES

Los personajes son un grupo de jóvenes (el original fué de cuatro chicas y cuatro chi­cos) que pueden variar según las posibilidades.

Cada uno será caracterizado según algún tipo humano creado por el actor. (Intelectual, fanfarrón, soñador, tontito, etc.).

Los juegos propuestos en la copia, pueden ser cambiados por otros que representen más el carácter local lúdico, o por aquellos que surjan de las improvisaciones del grupo, o trabajo del director.

El personaje de Supcrlibro debe ser en lo posible la antítesis de lo grave y formal. (Una especie de Superman con patines, algo torpe, que se equivoque, y cree situaciones humorísticas).

El objetivo de la obra es el siguiente:

— Para los chicos que conocen historia y adultos, una visión unificadora de todo el pasado histórico. (Opuestamente a como se le enseña en la escuela) donde el "qué se produce y con que herramientas" es el motor de los cambios históricos.

— Para los más pequeños que no la conocen, un primer contacto emocional con ella, y un incentivo a su curiosidad, para querer conocerla.

— En cada etapa nueva que se pasa, mostrar la ilustración o serie de ilustraciones co­rrespondientes.

Aparece un actor en el escenario. Ve al público, se asusta y pone nervio­so, saluda con demasiada amabilidad, pide que esperen un momento y llama al resto de los chicos. Todos se asustan porque no tienen resuelto el comienzo. Tratan de disimular.

Uno: (Audaz). La tierra es redonda como una naranja, se mueve, se mueve y nunca se cansa... (Silencio embarazoso, a nadie la causó gracia. Sigue). Adentro de la tierra, viven los gusanos, las raíces, las piedras, las aguas y marcianos... (Pausa).

Grupo: (Con bronca). Marcianos adentro de la tierra... Bobo. Esos viven en Mar­te...

Otro: (Audaz, saluda). Bueno, queremos decirles que esta va a ser una función distinta. Vamos a investigar sobre cosas importantes... este... origina­les... Bueno, porque la investigación (el grupo comienza a querer sacar­lo, tocecitas, etc.), investigada investigativamente, nos lleva a un cono-

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cimiento de las cosas que se investigan que... Bueno, eso... (Quiere ex­plicar sencillamente). Resulta que estuvimos pensando que a ustedes les gustaría, junto con nosotros...

(A los chicos no les gusta que hayan entrado las chicas).

Chicas: (Interrumpen). Ustedesjunto con nosotras...

Yo investigo con un microscopio, los microbios, los microbios.

Yo investigo con un telescopio, el espacio, la luna y el otro.

Yo investigo con un periscopio, desde el submarino, el fondo del mar.

(No sabe que decir).

Yo investigo con un cronoscopio (duda) que se yo, como una puerta se puede cerrar.

Chicos: (Cargando). Claro ustedes investigan: (Subestimando a la mujer).

Como se teje con punto torcido.

Como se lava y plancha un vestido.

Como se cuidan las nenas, los nenes,

Y como se hace el huevo más frito. (Risas).

Chicas: (No se molestan, seguras y tranquilas).

No, no, no. No están enterados, pero se terminaron esos tiempos. Ahora las chicas igual que ustedes queremos saber...

(Canto y bailecito de las chicas cargando a los chicos).

(Le mira dentro de la boca de un chico).

Como es por dentro, lo que no se ve, ¿porque sucede?, queremos saber cómo funciona, cómo camina.

(Lo da vuelta que gire).

Si no sopla el viento, ¿cómo es que gira?

(El último que gira resulta gracioso. Los chicos aceptan el juego de las chicas y terminan riendo todos. Perdieron, pero en buena ley).

Chicos: Bueno, entonces juntos, (Pueden darse las manos) ... que juntos quere­

mos saber...

(Se colocan para el bailecito).

Canto y baile del grupo. Dígame señor, como está formado el mundo redondo, en el que habitamos la luna que cuelga, ¿no se caerá? bajo una estrella, voy a investigar. Póngase anteojo y preste atención

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mire el telescopio que está la solución, desarme lo que existe si quiere saber

lea, busque, investigue y va a comprender.

Uno: Hay algo que quiero saber, ¿cómo llegamos nosotros acá?

Grupo: (Cargada). Yo tomé el colectivo.

Yo vine caminando.

No... pregunto, ¿cómo llegamos a este mundo?

Grupo: Y... por las mamas y los papas hemos llegado acá.

Antes, antes, mucho más atrás...

Grupo: Por los abuelos, y las abuelitas, hemos llegado acá.

Antes, antes, mucho más atrás...

Grupo: Por los bisabuelos, y las bísabuelitas hemos llegado acá.

Digo antes, más atrás...

Grupo: ¡ Ah...! (Baile y canto).

Tataratarabuelitos Tatarataviejos Tatarata hace mucho, en el tiempo lejos. Tatarata construyeron el mundo que habitamos ¿queres ver como paso? Tara, te invitamos. (Bis).

(Los muchachos se preguntan y quieren saber. Donde los buscamos. En la biblioteca se preguntan. En mi casa tengo un libro... Comentarios de ese tipo, son interrumpidos por Superlibro. Aparece en monopatín o patines que es el biombo en forma de libro con meditas. Es un persona­je insólito, sorpresivo.

Superlibro: (Ofrece con vendedor de colectivo). No busquen más jovencitos, que aquí llegó Superlibro. El gran Superlibro que todo lo sabe, que tiene respuestas para todas las preguntas, ¿quieren saber de animales, de za­patos o metales? Todo está en mis hojas por que lo sé todo. Soy fantás­tico, siempre simpático y alegre. Así como ustedes me ven todo lo puedo contar, porque: (Canta).

Cuento cantando, cuento leyendo cuento jugando, cuento riendo, en cuatro patas, o en un pie lo que él no sabe, pero yo sé.

Grupo: (Que ya salió de la sorpresa).

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¡Ah que lindo que es usted!

¡Que divertido!

¡Que alegre...!

Superlibro: Bueno no crean que siempre... (Se sienta en el suelo y hace pucheros). A veces me aburro bastante cuando me dejan olvidado en el estante, buahhhhhhhhh... (Llanto cómico). No me usan, ni se interesan por mí, por mí, que soy tan interesante, tan importante, tan rozagante, tan visitante, tan rimbombante, tan intelijante..., digo inteligente. (Cam­bio). Por eso, cuando me encuentro con chicos como ustedes, que quie­ren saber... (Lo hace). Doy tres vueltas seguidas en mi super-rodado... Salud. (Cira, el grupo se tiene que correr para que no lo atropelle). Muy bien. Sombrerito apolillado, este juego se ha acabado. (Comienza a ponerse el sombrero).

¿Cómo terminado, si todavía no comenzó?

Superlibro: (Muy serio). Se terminó el juego y comienza el trabajo. A ver, ¿qué quieren saber?

Grupo: (Todavía sorprendido).

Bueno... lo que queríamos saber... (Se miran). Cómo llegamos acá.

¿Cómo tenemos todo lo que hay...?

Los aviones, tantos vestidos...

Los cohetes que van a la luna, esas cosas.

La televisión, el teléfono, el cine...

¿Cómo nació todo eso?

(El libro puede ser un aparato que carga con ilustraciones claras y senci­llas de las distintas edades que se enumeran o proyecciones de diapositi­vas, o el medio visual que se disponga).

Superlibro: Muy interesante... (Va al libro y el grupo comienza a hojearlo). Atrás, atrás, al principio de todo, acá está.

Grupo: Ja, la historia tiene edades como nosotros.

Cuando nació, a ver... a ver... Esta es la edad moderna y contemporánea.

La nuestra llena de aviones y cohetes que atraviesan el espacio.

Para atrás, para atrás, ¿a ver? La edad media dividida en feudos. Con castillos y brujas. La época de los cuentos de hadas.

¿Qué sigue más atrás?

La edad antigua.

Con muy antiguos reyes y antiquísimos esclavos.

Las pirámides de Egipto, el circo, soldados romanos, más atrás, ¿a ver?

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Grupo; (Todos se concentran en la hoja de interés).

Pobre el mono era el único que no tenía con qué defenderse.

(Todos preocupados).

¿Y cómo hizo?

¿Cómo pasó?

Así pasó... así pasó... así pasó...

(Mientras baja la luz, los actores se convierten en monos (solo corporal) con música de fondo. (Balada cantada en off, mientras el grupo mima). Juegan despreocupados, se rascan, pelean, persiguen, etc.).

Había una vez hace mucho tiempo un mundo que no tenia ni casa, ni gente solo grandes animales, comiendo al más chico bajo la luna y el sol, tarará el sol (2 bis).

Protegiéndose entre los árboles vivían muchos monitos con hambre y frío sacándose los piojitos muy cerca del rio bajo la luna y el sol, tarará el sol (2 bis).

Monito a nada se atreve es el único que no tiene garras, ni dientes tampoco tiene veneno, ni alas que los eleven sobre la luna y el sol, tarará el sol (2 bis).

(Miedo general, se agrupan. Tensión, uno sale del grupo toma un palo seyergue).

¿Monito que pasa?, ¿monito quien viene? monito, ¡qué miedo! ¿Con que se defiende? Monito cuidado, no bajes del árbol. Monito, ¿qué haces?, ¿para qué ese palo? Epa, epa mono, parece que se animó, ya no anda en cuatro patas, su espalda derecha irguió. ¿Qué pasó, qué pasó, qué pasó? (Mono toma el palo. Resto del grupo descubre su mano. Cinco dedos, Índice, pulgar forma una pinza. Uno apurado toma un palo y se pone a golpear. Tres monos les cuesta erguirse. Dos van a ver corriendo a ver el mono con el palo). Vuelve la luz, situación chicos otra vez (juego con palos).

Hay, me corté con una piedra.

¿Te duele?

No es nada, pero mira lo que descubrí, tiene filo. (Se miran).

¿Corta? Afimilamos, chic, chic, inventamos el cuchillo.

(Golpea con el palo). Que fuerza.

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(Que esta observando una piedra). Vos un palo, yo una piedra.

¿Qué te parece si lo juntamos y...? (Lo une con un hilo). Inventamos el martillo.

Claro con piedras y palos hicieron un montón de herramientas. La pala para cavar, el martillo...

Le pusieron una punta afilada y Faaahhh... Qué lanza, mata los anima­les de lejos.

¿Y porqué no los hacían de hierro como lo hacen ahora?

No ves que en la Edad de Piedra, el metal todavía no lo conocían, si recién empiezan.

(Dos chicos espadean los palos).

Ahora si que no se escapa más.

No tendremos garras como el león, pero mejor que no se acerque, por­que si no... (Le clava la espada al amigo que hace de vencido).

(Comienza a usar los palos para jugar. Cepillos de dientes, escobas, caba­llitos). (Aparece el libro que interrumpe la escena con su rodado. Protestas. Quieren seguir jugando con los palos).

Superlibro: Caramelos, chocolatines, bombones, helados...

Grupo: (Dejan los palos y se acercan relamiéndose).

¡Qué bueno, que libro fenómeno!

Grupo: (Miran la cajita y no hay nada).

¿Y los caramelos?

Superlibro: Como va haber caramelos si todavía no se inventaron... eso viene des­pués, ahora dejaron de ser monitos pero todavía no son hombres.

¿Ah, no? ¿Porqué, qué sigue?

Superlibro: (Enciende un fósforo, el grupo lo mira sin entender).

¡El fuego! (Ingenua salta contenta).

Superlibro: Muy bien. (Grupo la mira sorprendido porque justo ella vino adivinar. Ella orgulloso los mira por arriba). Se hicieron dueños del fuego. Prime­ra fuerza de la naturaleza que dominaron. (Grupo se mira sin entender). Ustedes creen que es fácil porque, ¡zaas! (lo hace) se enciende un fós­foro y ya hay fuego, pero qué difícil fue... (Grupo interesado). Vengan que les cuento. Siéntense acá como si fuera un fogón.

(Baja la luz. Clima de cuento).

Imagínense un bosque lleno de animales salvajes, víboras, mastodontes, grandes como el obelisco. De repente, comienza a llover (muy teatral). ¡Qué tormenta!, llena de truenos, relámpagos ¡un rayo cae sobre un

árbol! y ¡faaahhh!; lo incendia ¡FUEGO! Todos los animales escapan

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llenos de miedo. El hombre que todavía era un poco mono, escapa tam­bién. Escapan todos, menos uno, ese había mirado como es el fuego y por eso se animó. Se fué acercando despacito... despacito... (Se levanta y lo hace). ¡Cuidado! le decían otros, no vayas que es peligroso; pero él siguió avanzando, un poco de miedo tenía, por eso tomó una rama larga, y... La rama se encendió en la puntita no más (enciende una tea). Lo llevó a la cueva donde desde entonces lo cuidaban para que no se apague, hasta que aprendieron la forma de encenderlo como querían. Pero eso fue mucho más adelante y desde entonces cambió mucho la vida de esta gente.

(Canto y baile ritual del grupo).

A ¡rededor del fuego cantamos, cantamos un sol en nuestra cueva bajamos, bajamos.

Ahora es nuestro amigo abriga, abriga alumbra nuestra noche entibia nuestro día.

A hora somos fuertes pues ya lo dominamos cocina nuestra carne hornea nuestro barro.

(Quedan cansados. Tirados).

Grupo: Ja, como disparan los animales ahora.

¡Que miedo que nos tienen!

También... con las herramientas y el fuego ¿qué queréis?

Y bueno, ahora ya son hombres.

Superlibro: (Hace gesto con la cabeza que no. Grupo protesta ¿cómo que no? Libro se levanta tipo oficio mucho, hace gestos para que el grupo adivine las canciones de la zarzuela, cazar, buscar raices, sacar la piel, hachar, hacer la comida)

Grupo: (Adivina). ¡El trabajo, el trabajo! Uff una siestita...

Superlibro: Sin el trabajo no se hace persona, seguiría siendo animal.

Grupo: ¡Ah, sí! El pájaro trabaja cuando hace el nido...

Y la abeja cuando produce miel...

Y después descansan... (Risas).

Superlibro: Pero siempre hacen lo mismo. Los hombres inventamos cada vez más cosas nuevas. Y para eso hay que organizarse. (Lo dice en tono que anti­cipa la gallegada, ole, ole... eso les gusta a los chicos que se levantan en-

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seguida ante la propuesta del juego). Unos hacen una cosa, otros otra, si no, seríamos animales. (Los chicos y las chicas se colocan enfila, to­mándose de la cintura. Los dos primeros de las manos. Cada grupo que canta su estrofa tira hacia su lado.

Chicos: Acá los señores, ¡qué fuerza tenemos!

Chicas: Acá las señoras, y no les tememos.

(Zinchada).

Chicos: Nosotros señores, nos vamos de caza.

Chicas: Nosotras señoras, quedamos en casa.

Chicos: Nosotros cazamos bisontes gigantes.

Chicas: Nosotras buscamos raices picantes.

Chicos: Nosotros sacamos la piel para abrigo.

Chicas: Nosotras cuidamos los nenes del frío.

Chicos: Nosotros hachamos ramas para el fuego.

Chicas: Nosotras hacemos la comida luego.

(Chicas pierden la zinchada. Chicos fanfarronean por más fuerza. Chicas quedan en el piso tiradas. Con bronca los chicos se rien de ellas. Mues­tran músculos. Cargan).

Chicos: Pues ha sido comprobado que uno hace el asado pero cazar animal gigante todos juntos, ¡adelante!

Chicos: (Cargada, las imitan).

Ustedes señoras se quedan en casa nosotros señores nos vamos de caza... (Risas. Salen).

(Grupo de chicas quedan sentadas. Una se levanta y comienza a dibujar bisontes con flechas, mientras el resto comenta).

Siempre nos ganan, es que tienen más fuerza...

Últimamente les va tan mal...

Hay que ir a buscar más ra/ces...

O frutas...

¿Dónde? Si por acá, ya no queda nada.

¿Nos vamos a tener que mudar otra vez?

¡Ufa ya estoy cansada de ser nómada...!

¿Y eso?

Eso es lo que somos. Ir de lugar en lugar porque se acaba la comida.

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Superlibro: (Entra tempestuoso, las chicas se asuntan). De ninguna manera estima­dísimas señoras.

Grupo: Oiga, ¿qué hace acá?

Usted tiene que estar cazando con los hombres.

Superlibro: Vengo a traerles la solución.

Grupo: ¿Solucción? (Desde acá las chicas le van haciendo decoro. Libro se para sobre un ban~ quito como para hacer un discurso).

Superlibro: Hasta acá, ustedes fueron buscadoras de alimento. (Chicas repitan).

Primero con lo que podían, ahora con las herramientas, pero ha llegado el momento, de crear el alimento. (Grupo repite). (Tipo coro griego).

Chicas: A crear el alimento. Superlibro: (Cada vez más exaltado). No ser más recolectores, convertirse en crea­

dores. Ustedes tienen que entrar...

Chicas: Nosotras entramos, vosotrois entráis, ellos entran.

Superlibro: A otro momento de la historia. ¡La creación del alimento!

Chicas: Abajo las raíces, arriba la creación, a crear el alimento, para toda la nación. (Muy exaltadas, de repente bajan).

¿Y cómo se hace eso? (Pausa).

Superlibro: La agricultura, chicas. (Una del grupo se pone un delantal, tipo profesora de cocina que da recetas por TV).

La agricultura por supuesto... A ver, Tomen nota, queridas...

Se remueve la tierra con una azada bien afilada. Se echa la semilla de buena calidad y se deja reposar.

Echando un poco de sol y algunas cucharadas de lluvia. Si el procedi­miento ha sido bien realizado, han crecido, como verán, ramitas de trigo.

Rompemos el grano y sacamos la harina bien tamizada con colador de tortuga, echamos tres cuartos litros de agua de río...

Revolvemos con ramitas de sauces, cuidando que no se formen grumos, queridas, amasamos lentamente y que no se peguen los dedos. (Pe­goteada trata de sacárselo). Le damos forma... (Grupo se levanta y lo hace mientras dicen).

Baile y canto.

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De forma redonda de forma alargada este es de Viena y una figazza. Lo ponemos a cocinar con horno moderado durante 45 minutos y... (Lo saca. Cada uno propone un nombre para bautizar a ese nuevo ele­mento con el parapampapan). Pan parapan pan pan, lo llamaremos flan... (Grupo no aprueba).

Pan parapan pan pan, a mi me gusta clan... (Grupo no aprueba).

Pan parapan pan pan, mejor que sea plan... (Grupo no aprueba).

Pan parapan pan pan, esto es pan, esto es pan. (Grupo si aprueba)

(Chicas comen satisfechas. Chicos aparecen cansados).

De forma redonda deforma alargada pancito de viena francés y figazza.

(Esto puede realizarse como canon ritmicamente. Los chicos entraron desalentados y quedaron mirando la escena sin ser vistos por las chicas Cuando terminan los ven).

Chicos: Venimos con hambre, cansados, con frío.

No cazamos nada, dame un pancito. (Cannon todos. Primero se niegan, después les dan). ( Varios comiendo).

Esto esta bueno. La agricultura, que bien, cuanta comida. Nosotros descansamos.

Ustedes sigan sembrando y haciendo pan ¡que bueno! ¡Ah no, no, si ustedes no cazan, no hay pan! La carne es muy rica. Queremos proteínas. Así que a cazar. (Los van levantando y se preparan sin ganas).

Vamos a cazar que sino, no hay pan.

(Toman sus armas y cuando están por salir se reúnen y cuchichean. Se preparan entre risas y contentos por lo que ocurrió).

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(Rango).

Chicos: Como hay tanta comida que sobra... (Saltay se convierte en vaca, hace sonido onomatopeyico).

Se la tiramos a los animales, que quedan mansitos. (Salta y se convierte en chancho).

No se van, entonces los criamos, mucha carne sin tener que cazar. (Salta y se convierte en gallina).

Señoras, señores, acá tienen la ganadería. (Risa, salta y queda converti­do en caballo).

(Cada uno queda con su sonido, en cuatro patas imitando el animal).

Chicas: (Al que se hizo gallina). A este pollito lo hago mañana al horno, pero

primero lo desplumo. (Le tira el pelo).

(Ordeña la vaca). Quieta vaca que tengo que preparar el café con leche.

Déjame un poco para prepara queso y crema...

(El chancho se mueve enojado, patea). Este chancho todavía está salvaje.

Chancho: Me tenéis que dar más comida para que me domestique del todo; si no,

me sale el chancho fiero de adentro. (Vuelve a su rol, patea).

(Siguen las acciones de ordeñar, batir crema y romper huevos).

(Lo lleva). Vamos chancho que hay que preparar el jamón y chorizos.

Vamos gallina que hay que hacer un pucherito.

Vamos vaca que hay que hacer churrascos.

Vamos caballito que tenemos que arar la tierra.

¿Qué hacemos ahora con tanta comida?

Superlibro: Se hacen sedentarios.

Uno: Sedentarios de sentarse. (Se sienta). Uf, por fin, estaba tan cansado.

Superlibro: Pero no, ya no se tienen que mudar, se quedan por que tienen animales, campo. (InterrumpePayador). Superlibro.

Amigos llegó el momento (bis) de que se sientan contentos, una casa y otra casa y otra casa con azotea y muchas familias ¡untas casi forman una aldea.

(Se dividen en tres grupos campesinos).

Nuestra aldea en campo llano (bis) sembrar trigo, criar vacas, con un rio en el costado para que se pueda regar,

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la alfalfa, el trigo y el grano que más tcrde será pan.

Carpinteros: Nosotros cerca del bosque (bis) queremos ser carpinteros con la sierra, y el martillo y arena para lijar hacer mesas y banquitos para toda la ciudad.

Tejedores: Nuestro pueblo en la montaña (bis) pastar obejasy cabras que nos darán mucha lana pa' tejer en el telar hacer gorros y man ti tas para usted y los demás.

Campesinos: Tengo pan, mucho pan ¿alguien me quiere cambiar?

Carpinteros: Cuanta crema, mucho queso ¿qué hacemos con todo eso? ¿alguien me quiere cambiar?

Tejedores: Muchas mantas, cien vestidos tantos zapatos, ¡qué lio! ¿alguien me quiere cambiar?

Grupo: Hagamos un mercado. (Baile y cando donde el grupo ofrece lo suyo. Trueque).

- Le cambio pancitos crocantes con sal, por este gran queso de vaca e 'corral.

-Le cambio zapato de cuero animal, por este cacharro de arcilla y metal.

- Lé cambio esa bolsa de muy buen maíz, por esa mantita, tejida por mi.

- Cuanta riqueza con nuestro trabajo, cambiando, cambiando, nació este mercado.

(Mientras realizan la gran ronda del trueque (coreografía) cuatro se se­paran y comienzan a hacer ruido de tambores. Cambio a agresión. Pue­de ser con palos u otros elementos evidentes, bélicos).

Queremos ganado, vestido animal tú serás esclavo, tú a trabajar. Tengo mucha fuerza, todo para mí, inventé las armas, te agarré, vení...

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II PARTE

(Los llevan fuera de escena. Regresan todos como grupo, desalentados). Ya tuvo que venir la guerra y estropearlo todo... Y, bueno, es la historia ¿qué queras? Pero, tan lindo que iba todo...

¿Y?, bueno yo no inventé la historia. Superlibro: Las herramientas se convirtieron en armas y se crearon los imperios.

(Recitado).

Todo crece y se hace grande es que la historia es seguir con hechos tristes y alegres la rueda gira sin fin.

El que ayer era monito hoy ya funde metales, construye diques y puentes sabe regar con canales.

Cada vez aprende más.

Pero no quiere a su hermano y lo hace trabajar, noche y día como esclavo para él tener más y más.

Esto es la antigüedad. . .

¿Y para qué tantos esclavos?

Superlibro: (Proyección de diapositiva con dibujo de esclavos egipcios). Era la gran máquina, con fuerza de brazos. Diez, cien, miles de esclavos que produ­cen la comida, los vestidos, los zapatos...

...Y las pirámides. Las obras de riego, todo... Sí, ya funde los metales, las herramientras dejaron de ser de piedra. Y, ahora son de metal. (Hace como que cambia la piedra de las herra­mientas anteriores por metal).

Otro: Sí, estamos en la antigüedad, yo quiero hacer de Faraona. (Cada uno se disfraza con un elemento que lo caracteriza. Comienza el juego).

Grupo: (Canta).

La faraona luce peto de oro y el faraón le dice,

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Faraón: Eso no es todo Faraona: Traeme los anteojos, faraón loco

que tengo que inspirarme poquito a poco.

Faraón: ¿Inspirarte para qué?

Faraona: Soy una faraona artista y escribo poesías. Que venga el Escriba. (Aparece Escriba con una tabla o cosa gigantesca que carga, es el libro).

Faraona: Escriba, estimado Escriba, mi última creación tan inspirada. Faraón: Pero no, las mujeres de la antigüedad, solo pueden ser lindas y buenas

mamas, nada más. Faraona: De ninguna manera. Soy una faraona artista. Escriba, señor Escriba.

En los cielos las estrellas en el campo una lombriz y en el medio de mi pecho un guisito de perdiz. (Se relame).

Escriba: (Golpea con gubia haciendo dibujitosj. Un poco más lento alteza que no alcanzo.

Faraona: No, no. Cambíelo. Escriba, señor escriba esto: En el cielo las estrellas en el campo un caracol y en el medio de mi pecho una sopa de lechan.

(Todo esto entre suspiros de inspiración).

Escriba: Sopa... sopa... ¿cómo se escribirá? Ya sé, una olla con tapa y humito. (Entra un vendedor tipo colectivo).

Vendedor: Estimada faraona, vengo a distraer vuestra atención para ofercerle, di­rectamente de fábrica y por esta única oportunidad, esta maravilla déla ciencia. Se ha terminado la época del jeroglifico, de los pesados libros de madera o piedra. El progreso, ilustrísima dama. Acá tengo el papiro importado directamente de la China, como verá, liviano, funcional, de la planta del papiro directamente para usted, esta maravilla, que mañana será papel. Pero esto no es todo, porque además, tengo para ofrecerle, el último descubrimiento de los Fenicios, el alfabeto de 22 letras, ágil, rápido, mire que maravilla: a, b. c. ch, d. (Va sacando las letras y nom­brando).

Faraona: (Que interrumpe el discurso anterior con exclamaciones admirativas). E, f, g, h, no lo puedo creer... si parece mentira.

Escriba: Escuche, escuche, porque sigue: i, j , k.

(Coro entre los tres más exaltados en crecendo hasta la z con final de opera).

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Superlibro ó cartel:

Acotación:

Grupo:

Grupo:

Superlibro:

Pero aunque se perfeccionó la técnica de la escritura todavi'a escribían solo algunos pocos que sabían.

(Juego con ritmo de música donde se note la transición del conoci­miento por vía oral).

¿Y, como aprendía la gente?

Los tataratataraabuelos le contaban a los (pahpahpah) tataraabuelos.

Los tataraabuelos le contaban a los (pahpahpah) viceabuelos.

Los viceabuelos le contaban a los (pahpahpah) abuelos.

Los abuelos le contaban a los (pahpahpah) padres.

Los padres le contaban a los (pahpahpah) hijos.

Los hijos le contaban a los (pahpahpah) nietos.

Los nietos le contaban a los (pahpahpah) biznietos.

¿Y ahora?

(Diapositiva y cartel que dice "La historia de la rueda es la historia de transportar cosas con cada vez menos esfuerzo ").

(Aparece uno con palos y bultos que carga a la espalda, otro se cruza).

¿Adonde vais, caminante?

Camino de Alejandría.

¿Visitáis a vuestra tia?

La tía no vive allá. Voy a vender y a comprar.

¿Y así lleváis vuestra carga? Ja, ja, ja, que anticuados. ¿No sabe'is que se ha inventado? Llévenlo así, es mas liviano. (Se colocan dos a cada ex­tremo del palo con la carga en el medio. Desaparece uno. Quedan dos caminando en su lugar, como los mimos).

Muchas gracias por la ayuda, ya no daba más de cansado.

Antes los mercados eran en la aldea, pero ahora son más lejos y hay que inventar cosas nuevas, si no...

(Aparece). ¿Adonde vais caminante?

Voy camino a Alejandría.

¿Visitáis a vuestra tía?

Nuestra tía no vive allá, vamos a vender y a comprar.

¿Y así lleváis vuestra carga? Ja, ja, ja, que anticuados, ¿no sabéis que se ha inventado? Poned el palo debajo, como un trineo, arrastradlo.

(Queda solo arrastrando el bulto). Que suerte que cada vez se inventan cosas nuevas. Ya no daba más. (Puede seguir tarareando hasta que apa­rece).

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¿Adonde vais caminante? Voy camino de Alejandría. (Todo esto con movimientos tipo marione­tas).

¿Visitáis a vuestra tía? (Dibujo con diapositiva esquemático que mues­tre como era. Luego pasa a la acción).

Mi tía no vive allá, voy a vender y a comprar.

¿Y así lleváis vuestra carga? Ja, ja, ja, que anticuado. ¿No sabéis que se ha inventado? Poned el palo debajo tipo rodillo que gire.

Esto si que es liviano. Que suerte que cada vez se inventan cosas nuevas. Ya no daba más. ¿Pero qué estoy pensando? Si es un rodillo que gira, redondo, redondo es, rueda redondo en la huella.

(Grupo entra con ruedas). Juego, canto y baile a elección con aros o ruedas -jugar con el cuerpo- rodar con ellos).

Redondo gira por ella ¿dije rueda, rueda dije?

Rueda redonda o esfera rueda luna, rueda sol rueda rodando la rueda.

Carro, carreta quedó rueda requeteliviano no hago fuerza, voy sentado empuja un caballo bayo ico rueda, voy sentado.

Rueda rodando la rueda rueda el torno de alfarero, redonda rueda ¡a rueda del molino con el viento.

Voy camino a Alejandría presto a visitar a mi tía. (Grupo sale). ( Vuelve Faraona). Faraona: Marido ¿dónde te has metido? ¡eh, faraón, ven! te espero, que quiero

charlar con vos. Faraón: Bueno esposa, aquí llego, raudo como un gavilán, ¿de qué quieres char­

lar? Faraona: (Comienza paso de tango con gesto dramático). Me han contado y per­

dóname que te insista de este modo que en la Grecia hay buen teatro y yo quiero ir allá.

Faraón: Mujercita faraona, esto es una locura, tanto camino, tan lejos, te me vas a resfriar.

Faraona: Cursaré filosofía con el maestro Epicuro, el mundo sigue avanzando, yo no me quiero quedar.

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Faraón: Ten cuidado, no te ciegues, bullanguera faraona, las malas luces de Gre­cia y su eterno carnaval. Quiero Grecia, quiero Grecia cuna de nuestra cultura, poesía, arquitectura, artes, ciencia, que se yo... pues entonces apúrate, que se vienen los romanos, con suspiros, carcajadas, todo van a terminar.

(Interrumpe el baile un emisario del emperador de Roma).

Emisario: Perdón señores faraones, lamento interrumpir vuestro bañe para traerles el siguiente comunicado en nombre del emperador de Roma, dos pun­tos. De mi mayor consideración, dos puntos, estimado faraón y faraona, dos puntos, tengo el alto honor de dirigirme a vuestras excelencias su­cias, a fin de comunicarles que los caminos a Grecia han sido invadidos por quien les habla y que por lo tanto, si se quiere hacer un viajecito, lo haga a Roma, donde hemos mudado los dioses, la ciencia y la cultura griega.

Faraona: Dígale a su emperador, que le agradezco la información, que ya no viajo nada, porque sí termina la antigüedad y entramos en la Edad Media, dejo de ser faraona y chau. (Se saca todo y se convierte en alguien del grupo).

Comienzo de la edad Media. (Recita).

Claro es que los imperios se hicieron grandes, tan grandes tanto que no pudo más y como ellos peleaban comenzaron a /laquear... Se acabo la antigüedad ahora dividen las tierras, se protegen contra guerras con gruesi'simas paredes. El que ayer era esclavo hoy en siervo se convierte en el campo del feudal todo queda detenido no quieren que conozca más guardan todo lo aprendido. Prohibido desenterrar, lo que el hombre conoció allá en la antigüedad. Orden del señor feudal.

Grupo: (Coro):

Edad media, medioevo, mírenlo, ya está acá, con un gran castillo, bien fortificado, del señor feudal, del señor feudal.

(Mientras cantan colocan retablo para la escena de títeres).

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Títere feudal: (Aparece en una ventana). Bien alto y bien fuerte el fuerte, que no entre el enemigo, soldados, guiad desde la torre, que no pase extraño, ni noble.

Chicos: Somos los siervos que trabajamos, con calor o con frío, bien protegidos por estos muros, si viene un enemigo.

Chicas: Las lavanderas somos, venimos todas desde aquel río, cargamos en ca­

nastas la ropa limpia de nuestros crios.

Somos los segadores, llegamos desde el campo sembrado.

Traemos granos gordos, de sol y viento ya madurados.

Todos: Atención, que por esa ventana aparecerá la señora esposa del feudal, con los cascabeles viene ordenando.

Títere: Levántate siervo que hay que trabajar. (Bis).

Para mí, para mí, para mí...

(Comentarios; que sí, que ya van. -Están podridos—. En cuanto entra Sra. cuchichea entre ellos, miran hacia el lado del rio, se alegran y can­tan).

Chicas: Atención que por ese costado aparecerá. Marinero pobre que sabe soñar y con sus hazañas colgadas al hombro nos dice:

Marinero: Buen día, vengan todos a escuchar (bis) Vengan ya, vengan ya, vengan ya. Cuando me hice marinero muchas cosas quise inventar miren todos, miren todos, el río camina solo. Basta ponerle un tronco encima, el nos lleva hasta la esquina o más lejos, más allá, yo me monto y luego chau...

Chicas: Pero eso, ya fue inventado en la Edad de Piedra.

Marinero: Pues entonces, miren todos, mi invento es sencacional con un remo, con dos remos logro más velocidad, rema uno, rema tres, reman diez o reman cien.

Chicas: Pero eso ya fue inventado en la antigüedad, los trirrenes, los tirrenes, cuatrirrenes y mucho más.

Marinero: Pues entonces miren todos, mi invento sensacional viento sopla, sopla viento sobre mi vela y empuja ya, llévame lejos, mar adentro, que quiero ir a pasear. (Sale).

Chicas: No te internes marinero que el ancla no se inventó si el viento te lleva lejos, te pierdes sin salvación. ¡Uy ¡ se perdió.

(Sale grupo a buscarlo. Regresan preguntadose).

Entonces que se inventó en la Edad Media.

¡Qué se yo!

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( Van al libro).

Perfeccionaron lo que ya se había inventado...

Ah, entonces mejoraron las herramientas..., los artesanos...

(Trabajo en cadenas, varios grupos).

(Cantan).

Cada vez mejores martillos para el zapa-zapatero.

Yo hago el taco, yo la suela, yo con cuidado le coso el cuero parapapumbapumba pumba.

Cada vez mejores serruchos para el carpi-carpintero yo serrucho, yo martillo, yo con cuidado, lo lijo y lo pinto

Cada vez mejores telares para el teje-tejedor yo hilo la lana, yo la tino, yo tejo un gorro para mi niño.

Títere: (Princesa asoma por la venta).

Marinero ¿donde estas?, soy la princesa Isabel y de time enamoré. Se me perdió un marinero cataplín cataplín cataplero se me perdió un marinero allá lejos en el mar.

Hada: Pues yo te ayudaré a encontrarlo cata que para eso soy el hada buena de allá lejos en el mar.

Bruja: Pues yo no quiero que lo encuentre cata que para eso soy la bruja mala de allá lejos en el mar.

(Hada y bruja pelean)

Hada: Con mi varita mágica haré que si.

Bruja: Con mi palo malo haré que no. Jajaraji, no va a venir.

Hada y Bruja: Mala/buena/'feísima/lindísima/espantosa/pelo de seda¡'narigona¡ojo de plumero.

Inventor: Ni que si, ni que no, ustedes no pueden nada y no hay varita que valga, ni pase mágico alguno.

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Solo puede el aprender y las cosas conocer; como yo que con tanto estudio, inventé el timón. Marinero, marinero con tu barco de papel y un timón de caramelo, para navegar en él.

Marinero: Con el timón, con el timón ya me puedo internar, con el timón, con el timón, cada vez más adentro del mar.

Inventor: Marinero, marinero te atreverás un poquito más, un ancla de muy buen hierro para cuando te quieras parar.

Marinero: Con el ancla, con el ancla yo me puedo internar con el ancla, con el ancla cada vez más adentro del mar.

Mucho no me puedo internar, porque cuando es de noche y las nubes tapan las estrellas, zas, me vuelvo a perder. ¿Como voy a atreverme, si... ?

(Canta).

Necesito algo que me diga siempre por donde voy navegando, que me marque el norte con una agujita, como mi tío Fernando, que me diga cuando estoy, cuando no estoy, cuando me fui. Que me vuelva a colo­car, vuelta en su lugar cuando me perdí. Así podré mostrar a todos, que la tierra redondita es, descubrir nuevos continentes y un mundo nuevo conocer. Más hermoso, pata todos.

Todos: La, la, la, la, Brújula (bis).

(Salen todos tras el marinero repitiendo Santa María, la Pinta y la Niña...).

Corte a retablo.

Feudal: Sonamos. Llegó Colón. Queridísima mujer, la brújula fue descubierta.

Señora: Brújulas con escóbulas en mi castillulo, no quiérulo.

Feudal: No mujer, con los viajes que realiza Colón, gracias a la brújula va a de­mostrar que la tierra es redonda.

Señora: ¡Redonda! ¡Ah, que me caigo! Agárrame marido. Que la enderecen,

que la vuelvan a aplanar... Orden del señor feudal.

Feudal: Pero no se trata de eso, ¡la pólvora mujer!

Señora: No te preocupes marido, con el plumero la limpiamos enseguida.

Feudal: No mujer, la pólvora en los cañones, hace ¡Pummm...! y ¡fahhh...!, tira abajo la fortaleza.

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Señora:

Feudal:

Señora:

Feudal y Señora:

¿Nuestra fortaleza, tan fuerte, sólida y segura, de dónde salió esa pól­vora?

No te das cuenta mujer, es el futuro, el progreso y todo eso.

¡Ah, marido, con lo bien que lo teníamos enterrado!

(Dúo de opera, final dramático).

Los mercaderes, los comerciantes, los artesanos, los negociantes, los pensadores, los humanistas, los inventores y los artistas. Ellos tienen la culpa de nuestra perdición. Vamos haditas y brujas, que ha llegado la razón.

(Salen todos los títeres llorando).

Entra el grupo y comienza a desarmar el retablo mientras cantan:

Naranja dulce, limón partido, ya se despierta lo que está dormido. Huelen azahares de primavera, renacimiento de la inteligencia... muy bienvenidos, artes y ciencias.

Florecen las personas como las flores, se abren las ideas de mil colores por la huellita huella, se va acercando el tiempo de las luces, iluminando.

Superlibro: Ahora entramos al Renacimiento, la época nueva que...

Grupo: (Inmóvil). ¿Cómo la jugamos?

Que sé yo.

Hay tantas cosas que no se sabe por dónde empezar.

Superlibro: Acá está todo. El hombre quiso saber, conocer cada vez más, qué hay adentro de las cosas, cómo son, cómo están hechas.

Grupo: Qué hay acá, y acá qué hay.

Baile donde todos hacen que buscan repitiendo rítmicamente: que hay, que hay. Mientras Superlibro canta:

Queremos saber qué hay: debajo de la tierra debajo de los mares, encima de las nubes en todos los lugares. Arriba en las estrellas adentro de los cuerpos

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quien vive en la madera ¿cómo son los animales?

Otro grupo va diciendo con otro ritmo:

Minerales, petróleo y gas animal, vegetal, mineral química y física elemental sistema planetario, planetas del espacio ¿a ver si podemos volar? Claro, los enciclopedistas, que juntaron todo lo que el hombre descu­brió en grandes libros, las enciclop...

Gutenberg: (Interrumpe viejito Cascarrabias, indignado). De ninguna manera joven-citos. Ustedes han pasadp por alto, algo muy importante. ¿Cómo van a aparecer las enciclopedias, si no hay con que hacer muchos libros?

Grupo: (Gran sorpresa). Y usted, ¿quien es?

Gutenberg: Soy el señor Gutenberg.

Grupo: ¡El que inventó la imprenta!

Gutenberg: Bueno, no tan así, porque sabrán que (juego de dedos), uno descubre algo, otro le agrega algo más, un tercero lo mejora, y el último lo lo­grará.

Grupo: ¿Y ya está?

Gutenberg: No... Se sigue perfeccionando cada vez un poco más; pero a partir de mi invento, se pudieron hacer muchos libros para todos.

Grupo: Las gracias, señor Gutenberg, usted ya lo logró, la imprenta, muchos libros para todos, usted y yo. Ahora, señor Gutenberg, todos podemos tener, ideas, opiniones y el mundo conocer.

(Gutenberg se siente muy alagado. Los chicos creen que se va, pero no).

Gutenberg: Ustedes creen que fue fácil, pero imagínense que ya los chinos habían probado con los tipos de cerámica; per© se gastaban enseguida; porque no tomaba bien la tinta...

Grupo: (Está preocupado, sin saber como decirle).

Grupo: Sí, sí señor Gutenberg, muy interesante, pero tenemos que seguir con la máquina...

Gutenberg: La máquina... Ustedes creen que se hubiera llegado a la máquina, si no

hubiera habido libros para que todos estudien...

Grupo: (Mira los relojes). Es que se hace tarde y nos falta todavía.

Gutenberg: ¿Cómo se hubiera llegado a los relojes, si no fuera por los libros que...?

Grupo: (Interrumpe cantando mientras lo empuja suavemente hacia la salida).

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Las gracias, señor Gutenberg. por su gran invención mañana, lo invitamos a la próxima función.

Grupo: Menos mal que se fue, porque ahora viene el tiempo en que hay más gente sobre la tierra, cada vez hace más falta.

(Cantan).

Muchos zapatos, muchos vestidos, muchas almohadas para dormir. Mucha comida, muchos banquitos, muchas casas donde vivii.

Grupo: Y cómo se hace tanto. Tan rápido que hay que hacerlo. Y tanta canti­dad.

Superlibro: Todo está en la fuerza... el monito tema poca fuerza y hacía lo que po­día con sus manos. Con el martillo y la herramienta, tuvo más. Luego descubrió que el agua tiene fuerza, y la usó, que el viento tiene fuerza y la usó. (Grupo puede ir diciendo más zapatos, más comida, más banqui­tos para todos). Y ahora llegó el momento que no producen los brazos, ni produce la herramienta, produce más y mejor, la gran fuerza del calor.

Grupo: Con carbón, hacemos fuego, el fuego calienta el agua, el agua saca humi-to que hace huuuuuu, y con su fuerza mueve la máquina. (Cuando em­pieza a explicar, ya se van colocando para armar la máquina, combinado con sonidos onomatopeyieos van diciendo). Agua calentita da vapor, sube y mueve los pedales, ya nació el motor.

Superlibro: Después si que fue todo rápido. Los primeros trenes, los barcos a vapor.

(Grupo canta y dramatiza).

Suba al tren, suba al tren suba, suba compañero suba al tren, suba al tren llegará primero. Este barco a vapor de todos es el mejor, velozmente llegará al país de allá.

(Mientras juegan, aparece uno interrumpiendo la escena).

Uno: Y ahora, a la guerra...

Grupo: No, basta de guerras. Siempre peleando vos.

Uno: No, guerra a los microbios y a la enfermedad. (Muestra 'el libro). No, ven acá. "Gran desarrollo de la medicina". Qué tenemos dentro, y có­mo funciona.

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Grupo: (Canta).

Cómo camina la sangre en las venas cómo pasean las vitaminas cómo el microbio se instala y enferma y se prepara la artillería. Una vacuna, cinco gotitas, tónico para la tos, una pomada, unas pastillas, no hay remedio... una inyección. Guerra contra los microbios y la enfermedad con el torno del dentista o en el hospital

Uno: (Tosiendo cachazo). Para ser más fuertes, para ser más sanos...

Otro: (Chuecoy bizco). Para ser más lindos, cada vez más altos.

Comienza una escena de movimientos que se hacen cada vez más rápi­dos. Los personajes van cambiando sus roles constantemente. Se cruzan, entran, salen en ritmos variados.

Grupo: Por eso cada vez somos más y más. Nacen muchos neces y hace falta producir. (Repiten canutos). Muchos zapatos, muchos vestidos, etc. Las máquinas tienen que producir más. Los barcos y aviones viajar más rápi­do, para vender y comprar. Investiguemos que hay en el aire, en la tie­rra... Yo encontré petróleo. Yo, electricidad. Más energía para alimentar las máquinas. Inventé el teléfono, hola, hola... ¿hablo con España? Le hablan de la Argentina, queremos comprar trigo, cueros, carnes. (Grupo le corrige). Digo, queremos vender. ¿Cómo dice, que tiene tornillos y tuercas? Como no, me tomo un avión, y ya estoy allá.

Rápido, que me quiero enterar lo que pasa en el mundo... Un diario, por favor. (Lee). Un circo nuevo en la India... Mandarinas que bailan, y ¡ohhh!, rabanitos que juegan al fútbol. (Otro que lee el diario). Y mire

acá, se inventó una vacuna para el callo del dedo gordo.

(Otro). Justo lo que necesito. Me tomo un tren y ya estoy allá. (Son in­terrumpidos por gente que entra y sale, en una vorágine desordenada). Tengo que estudiar. Me tengo que recibir. Tengo que llegar. Tengo que adquirir. Rápido, rápido, que no hay tiempo que perder...

Voy a comprar. Voy a vender. Voy a curar. Voy a aprender. Vamos que se hace tarde y no hay tiempo que perder.

Compre nafta. Tale ese bosque. Construya represas. Saque más metal. Desvíe ese río. Tire esos desechos. Rápido que no puedo esperar. Quie­ro más carbón. Baje aquellas nubes. Saque esa montaña. Rápido que me tengo que comunicar. Tengo que llegar. Tengo que sumar. Tengo que restar.

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Uno: (Se para y mira). ¿Para qué corremos tanto?

Todos: (Se detienen y se miran). ¿Para que'? Y bueno porque hay que hacer.

Sin perder tiempo, que el tiempo es oro.

Uno: Oro... ¿y para qué? Para comprar y vender y tener.

Otro: ¿Y jugar, y querer, y sentir? No hay tiempo. Y tocar, y ayudar, y vivir. ¿Y mirar lo que hay? (Se detienen reflexivos). Cierto, esta tierra que habitamos y no cuida­mos.

(Canto y baile).

A la tierra, tierra vamos a cantar porque nos alberga como una mamá a la tierra, tierra más trabajadora cada primavera renace cantora.

A la tierra, tierra vamos a cantar cuando inventa otoños, nos gusta soñar a la tierra, tierra que siempre nos dá maderas y frutos, crocantito pan.

A la tierra, tierra vamos a cuidar que no cesa nunca de hacer, fabricar, aguas, gases, piedras, petróleo y carbón que alimentan máquinas, el tren y avión.

Uno: ¿Y si a la tierra se le termina lo que tiene?

Sabio Chucuchucuchuc los satélites artificiales exploran el espacio. Fuerza

Computadora: fuercita del sol, fuerza del átomo, nuevas máquinas sin ruido ni olor.

Grupo: ¿Y para qué todo esto?

(Canto). Para ser más lindos, para ser mejor para tener tiempo de jugar, señor, para que haya risas, como caramelos y no pelee nadie en el mundo entero.

(Se dirigen al libro).

Libro, libro, que linda esta historia que comenzó con el mono. ( Vuelven a girar hacia atrás las hojas del libro). Cuantas cosas pasaron... Cómo creció el mundo... Desde que al mono, le crecieron manos, brotaron caricias, ayuda de hermanos, nacieron mi­radas del hombre y trabajo... ¿Y en el futuro cómo va a ser? Invente­mos porque... odo está en nuestras manos. Un mundo de manos para querer..., acariciar... Mirarnos adentro, construir y jugar... Un mundo de manos que se ayudan.

(Se miran, tocan, acarician). Llenas de amigos... (Pueden bajar a la pla­tea y hacer participar al público).

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¿Y entonces saben qué vamos a hacer?

(Canto y baile final).

Gran fiesta en el espacio con todos los amigos, llegaremos en cohete desde cada rincón, arriba de las nubes habrá una mesa grande con torta, papafritas, helados y turrón.

Vendrán americanos que le darán la mano a amigos europeos de Francia y Portugal; del África tambores y música movida, vendrá una colorida comparsa de amistad. Del Asia los chinitos con arroz y palitos bailarán una conga con otros del Japón.

Vení te invitamos la entrada es solo un beso, una sonrisa grande manos llenas de amor.

Cantaremos en ronda pues ya no habrá peleas ni esas cosas feas, que a veces hay acá. Haremos la gran fiesta de un mundo lindo y bueno con guitarra y orquesta y todos ¡a cantar...!

La, la, la, la...

Estribillo

Para ser más lindos, para ser mejor, para tener tiempo, de jugar señor. Para que haya risas, como caramelos y no pelee nadie en el mundo entero.