La Oroya No Espera

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contaminación en la oroya

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ANNA CEDERSTAV - ALBERTO BARANDIARN

LA OROYA NO ESPERA

LA OROYA NO ESPERA

DRA. ANNA K. CEDERSTAV

DR. ALBERTO BARANDIARN G.

ELABORADOPOR

ASOCIACIN INTERAMERICANAPARALA DEFENSADEL AMBIENTE, (AIDA)

SOCIEDAD PERUANADE DERECHO AMBIENTAL (SPDA)

CONELAUSPICIODE

FUNDACIN JOHN D. Y CATHERINET. MAC ARTHUR

FUNDACIN CONSERVATION FOODAND HEALTH

EARTHJUSTICE

2002

LA OROYA CANNOT WAIT

ANNAK. CEDERSTAV, PHD.

ALBERTO BARANDIARN G., JD.

DEVELOPINGBY

INTERAMERICAN ASSOCIATIONFOR ENVIRONMENTAL DEFENSE, (AIDA)

PERUVIAN SOCIETYOF ENVIRONMENTAL LAW (SPDA)

WITHTHEFINANCIALSUPPORTFROM

JOHN D. Y CATHERINET. MAC ARTHUR FOUNDATION

CONSERVATION FOODAND HEALTH FOUNDATION

EARTHJUSTICE

2002

La Oroya No Espera

por: Anna K. Cederstav y Alberto Barandiarn G.

La Oroya Cannot Wait

by: Anna K. Cederstav and Alberto Barandiarn G.

Sociedad Peruana de Derecho Ambiental

Prolongacin Arenales 437, Miraflores

Telfonos: 421-1394 / 422-2720

Fax: 442-4365

E-mail:[email protected]

Web:http://www.spda.org.pe

Asociacin Interamericana para la Defensa del Ambiente

AIDA

c/o Earthjustice

426 17

th

Street, 6

th

Floor

Oakland, CA USA

E-mail:[email protected]

Web:http://www.aida2.org

Primera Edicin: Setiembre de 2002

1st. Edition: September 2002

Diseo de Cartula / Front Page Designer: Sandra Tineo

Edicin / Edition: Carlos Chirinos y Meche Lu

Impreso por / Print by: Martha Alvarez

Pasaje Beln 135, Barranco. Lima, Per.

Hecho el depsito legal 1501162002-3610 en la Biblioteca Nacional del Per

ISBN 9972-792-33-1

Esta publicacin es fruto del trabajo conjunto de la

Asociacin Interamericana para la Defensa del Ambiente

(AIDA), la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA),

Earthjustice, The John D. and Catherine T. MacArthur

Foundation y The Conservation Food and Health Foundation.

Estas organizaciones vienen trabajando para mejorar el medio

ambiente y la salud pblica en La Oroya. Este trabajo es la

conclusin de dicho esfuerzo.

Hemos utilizado las herramientas legales necesarias para

obtener mayor acceso a la informacin sobre monitoreo

ambiental y de salud pblica, y a la vez brindado ayuda

tcnica y capacitacin a los pobladores y organizaciones

locales acerca de la contaminacin y problemas de salud a

los cuales se enfrenta la ciudad.

La campaa internacional dedicada a abordar el problema

de la contaminacin y crisis de salud en La Oroya apenas se

ha puesto en marcha; por ello, es necesario seguir trabajando

y luchando por erradicar este problema que est afectando

sobre todo a los nios y sectores ms vulnerables de la

sociedad.

Este libro es producto de un cuidadoso anlisis y seguimiento de los reportes

de emisiones atmosfricas de la empresa Doe Run Per, correspondientes a

los aos 1996 al 2001.

Los autores han trabajado en base a informacin oficial obtenida del

Ministerio de Energa y Minas del Per, lo cual pone en relieve la

importancia del ejercicio pleno del derecho a la informacin pblica como

sustento de la participacin ciudadana. Esta publicacin pretende as

compensar en algo la ausencia de informacin analtica referida a los niveles

de contaminacin que genera en La Oroya una empresa minera de gran

enevergadura como lo es Doe Run Per.

El lector tendr oportunidad de conocer de forma fcil y directa las

graves afecciones a la salud de la poblacin local, especialmente de los

sectores ms vulnerables como son los nios. Pero los autores van ms

all. Sugieren la adopcin de medidas correctivas y preventivas que

involucran en su ejecucin tanto al Estado como a la empresa. Esta es una

tarea importergable cuya ejecucin est en la base del respeto a un Derecho

Humano a la salud y a una mejor calidad de vida, presupuestosambos del

desarrollo de toda sociedad.

Contiene tambin un anlisis jurdico de la legislacin sobre proteccin

ambiental de la actividad minero-metalrgica en el Per y una reflexin

sobre su eficacia.

Por encima de todo, esta publicacin es una invitacin a actuar en forma

seria y oportuna en solucionar los graves problemas de contaminacin en

La Oroya.

PRESENTACIN

Quisiramos agradecer particularmente la colaboracin de

Meche Lu y Carlos Chirinos, quienes colaboraron

activamente en la edicin y revisin tanto de la versin en

ingls como la de espaol.

Asimismo, agradecemos en forma especial a Adriana Aurazo,

Paola Ramos, Marlee Jansen y Will Chacellor por su esfuerzo

y participacin en los trabajos de traduccin e imgenes del

documento.

Los autores.

ANNA CEDERSTAV - ALBERTO BARANDIARN

LA OROYA NO ESPERA

Per, pas minero, es una frase que refleja la realidad de un pas que genera

casi el 50% de sus ingresos por exportaciones de esta actividad y que tiene

empresas de tal magnitud que su solo funcionamiento representa ms de un

punto porcentual en el Producto Bruto Interno. En efecto, el Per se ubica

entre los primeros productores de oro, plata, zinc y otros metales a nivel

latinoamericano y, en consecuencia, orienta sus polticas de incremento de

las inversiones de manera decidida hacia esta actividad productiva. Final-

mente para el Per la minera significa, en buena medida, un asunto de di-

nero en el bolsillo, asunto por cierto nada despreciable si consideramos que

casi la mitad de la poblacin se encuentra en condicin de pobreza.

Per, pas sano y saludable, una frase tambin utilizada, pero para

calificar la estabilidad macro-econmica. Porque a los nmeros fros de la

economa parece nunca afectarles ni la crisis asitica, ni la argentina, ni el

efecto tequila y menos el vodka. Sin embargo, todo parece indicar que des-

de la perspectiva de la salud y salubridad difcilmente podremos acuarla,

porque el Per forma parte de aquellos pases con ms alta tasa de mortali-

dad y morbilidad infantil de la regin, porque enfermedades como la He-

patitis B y C, el Dengue, la Malaria, los males bronquiales, las enfermeda-

des de la piel y muchos otros, parecieran no querer ceder a las tmidas

campaas que uno de los Ministerios ms pobres, el Ministerio de Salud,

emprende eventualmente.

Por encima de ello est el dogma Per, pas que debe crecer(econ-

micamente, es el trmino escondido de esta frase), el cual tiene al Ministe-

rio de Economa como jefe de la iglesia y al Ministerio de Energa y Minas

como su ms representativo apstol.

No es por ello casual que la adecuacin ambiental de un sector como el

minero tenga por objeto ajustarse a nmeros muy precisos, los Lmites Mxi-

mos Permisibles, cuya determinacin adems, elaborada por el apstol, no

se orienta a la proteccin de la salud, sino a permitir que las exigencias am-

INTRODUCCIN

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LA OROYA NO ESPERA

bientales sean graduales; que su incumplimiento no genere cierre de empre-

sas porque no podemos darnos ese lujo; que no asustemos al inversionista

porque el bolsillo es profundo pero el dinero escaso; y porque, entendmos-

lo de una vez por todas, estamos en un mundo globalizado, tendencia que,

casualidades de la vida, tampoco se orienta a la salud o a la sostenibilidad,

sino que convierte al planeta en un planeta mercado

1

.

Entonces, cual Divina Comedia de Dante Alighieri, la macroeconoma

goza de los crculos superiores del Paraso, de la tranquilidad que otorga el

estar bien en un mundo globalizado y, mejor an, respaldada por la actividad

minera por su aporte al cumplimiento de la meta. Por su lado, el purgatorio,

aquel estadio de limpieza o de adecuacin ambiental, est ocupado por di-

versas empresas que gozan de la certeza que en el enfoque de crecimiento

planteado por el crculo superior, irn hacia el paraso y nunca caern al

infierno. Pero es justamente en este ltimo estadio y en el crculo ms bajo

del mismo, en el que se encuentran sufrientes poblaciones y ciudades. La

Oroya es una de ellas. La Oroya pareciera estar pagando su condicin de

impa, de una poblacin que en el contexto actual debi exigir desarrollo

minero antes que salud, que debi concentrarse en la meta de crecimiento de

la economa del pas antes de reclamar mejores condiciones de vida.

Es que La Oroya, localidad situada en los Andes Centrales, a muy poca

distancia de la ciudad de Lima y punto intermedio entre la selva central y la

costa peruana, es un fiel reflejo de este tercer crculo de Dante. Su poblacin

reside alrededor de una fundicin de metales que tiene casi ochenta aos.

Los nios mayores de diez aos superan hasta en tres veces los niveles de

plomo en sangre recomendados por la Organizacin Mundial para la Salud y

ello ha sido determinado por el Ministerio de Salud, el ministerio pobre, sin

que el apstol Ministerio de Energa y Minas o jefe de iglesia Ministerio

de Economa se inmuten siquiera ante tal dramtico dato. Las condiciones

de calidad de aire, agua y suelo generan serias afecciones a la salud de los

pobladores y son poco propicias para el desarrollo humano, lo que constitu-

ye a su vez un lastre en el esfuerzo de estos pobladores en combatir la pobre-

za en la que viven.

Este escenario se agrava debido a la indecisin de las autoridades p-

blicas por adoptar posiciones determinantes y medidas urgentes, lo que a su

vez se origina en la poca consideracin que ellas parecen tener del concepto

Per pas viableen funcin al criterio de salud de las personas y educacin.

A esto se suma la filosofa de la empresa Doe Run Per, filial de Doe

Run con sede en Missouri, USA cuya estrategia ambiental de mltiples y

vivos colores pero de resultados grises, est limitada a lo que el dinero le

permite y a lo que entiende es su lmite de accin frente a lo que para ellos

corresponde al Estado. No tienen en cuenta que al poblador poco le impor-

ta la definicin de esa frontera difusa entre lo que cada uno debe hacer,

sino que exige respeto a sus derechos esenciales, la salud y especialmente

a la vida.

La recurrente falta de informacin se ha constituido en otra constante

limitacin. El poblador conoce directamente de sus afecciones a la salud e

intenta tomar, en la medida de sus recursos y los servicios provistos por el

Estado, medidas correctivas; pero la falta de informacin le impide conocer

las causas exactas de estos males, as como la adopcin de medidas preven-

tivas que implican el exigir a la empresa y al Estado el respeto a su Derecho,

principio fundamental en el desarrollo de cualquier sociedad.

Este documento pretende compensar esta ausencia de informacin y

destacar los serios problemas de salud que la operacin de la Fundicin de

La Oroya causa en la poblacin del entorno, agravados por un incremento en

las emisiones contaminantes en los ltimos aos, permitiendo al poblador de

la Oroya y al tomador de decisin tomar conciencia de la situacin actual.

Esta informacin pone sobre el tapete la contradiccin que en el Per

existe entre adecuacin ambiental y salud de las personas. Doe Run exige

tiempo y la conclusin al 2006 de su Programa de Adecuacin y Manejo

Ambiental PAMA; la poblacin exige la adopcin de medidas urgentes

porque su salud no puede verse an ms deteriorada. Finalmente el PAMA

nunca fue creado como una amnista para incumplir un deber primordial de

las empresas: no poner en riesgo la salud de los pobladores.

Per pas viablerequiere un cambio cultural. Requiere un cambio ha-

cia la sostenibilidad en donde la equidad social y la proteccin ambiental

cumplan un rol en el mismo nivel y con el mismo peso que el crecimiento

econmico. El Per no es un pas que desarrollaremos a partir de las finan-

zas, colocando bonos en el exterior, controlando la inflacin o pensando tan

slo en el dficit fiscal y el pago de la deuda interna y externa.

El Per crecer gracias a una poblacin sana y educada, slo ello la

convertir en agente importante de cambio. Pensar en lo contrario es poner

1

Trmino acuado por Jorge Caillaux, Presidente de la Sociedad Peruana de Derecho

Ambiental con ocasin de los Coloquios sobre Sostenibilidad, Jujuy, Argentina, 2002.

13

12

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LA OROYA NO ESPERA

la carreta delante de los caballos, es crecer en nmeros y decrecer en capaci-

dades personales. Tenemos que tomar decisiones y corregir lo perverso de

una filosofa que no piensa en su activo ms importante: la gente. La Oroya

es un ejemplo de ello y debemos corregirlo.

La presente publicacin titulada LA OROYA NO ESPERA es un ilustra-

do y muy bien informado estudio sobre la situacin de la contaminacin

ambiental y los impactos a la salud que viene generando el complejo meta-

lrgico de Doe Run Per a la ciudad de La Oroya.

El libro es producto de un cuidadoso anlisis y seguimiento realizado

por la Dra. Anna Cederstav de la Asociacin Interamericana de Defensa del

Ambientey del Dr. Alberto Barandiarn de la Sociedad Peruana de Derecho

Ambiental, quienes a partir de la informacin y reportes de monitoreo reali-

zados por la propia empresa y obtenidos a travs de pedidos expresos de

informacin dirigidos al Ministerio de Energa y Minas, han logrado esta-

blecer que la contaminacin ambiental por emisiones atmosfricas es suma-

mente alta, y se ha agravado an ms a pesar de la implementacin del PAMA.

Adicionalmente nos advierten los autores que los compromisos de inversin

y mitigacin para la adecuacin ambiental del complejo asumidos por Doe

Run Per resultan insuficientes para mitigar el dao que se est generando,

en la medida que fueron establecidos tomando en cuenta niveles de contami-

nacin mucho menores a los efectivamente encontrados.

El primer captulo de la Parte Primera del libro incluye un estudio de

antecedentes histricos del complejo metalrgico, incluyendo una sencilla

descripcin del proceso de fundicin y los tipos de contaminacin genera-

dos por ello. En el segundo captulo se describe el estado de salud pblica en

La Oroya al ao 2000 y se analizan las emisiones y sus impactos sobre la

calidad ambiental en La Oroya desde la adquisicin del complejo metalrgi-

co por la empresa Doe Run Per. El captulo tres incluye un anlisis detalla-

do de los reportes de calidad de aire hasta el 2001 y el captulo cuarto lo

mismo sobre los reportes de emisiones atmosfricas correspondientes al

perodo 1996 al 2000. Por su parte el captulo cinco comprende un breve

anlisis de efluentes lquidos generados por el complejo durante el mismo

perodo. Por ltimo, los autores incluyen las conclusiones de su investiga-

cin as como una serie de recomendaciones que consideramos sumamente

valiosas para el diseo e implementacin de cualquier estrategia de salud

pblica para la zona afectada. La Segunda Parte del libro incluye un anlisis

jurdico del Reglamento de Proteccin Ambiental de la actividad minero

metalrgica y su efectividad. Los autores plantean algunas recomendaciones

orientadas a mejorar los alcances del Reglamento en lo concerniente al obje-

tivo de proteccin del ambiente y salud humana.

Por encima de todo, esta publicacin constituye una aproximacin l-

cida y documentada al severo problema de contaminacin en La Oroya y, en

tal sentido, es una invitacin a que autoridades, la empresa y ciudadana una-

mos esfuerzos para enfrentar este antiguo problema que afecta de manera

muy severa a una parte importante de la poblacin de nuestro pas.

MANUEL PULGAR-VIDAL

Director Ejecutivo

SPDA

15

14

PARTE 1

Estudio de caso sobre contaminacin

ambiental y los impactos a la salud en una ciudad Andina.

El caso de La Oroya y el Complejo Metalrgico

HISTORIADE LA OROYAYEL COMPLEJO METALRGICO

La ciudad de La Oroya se encuentra ubicada en la sierra central del Per a

3,700 msnm a una distancia de 175 km de Lima aproximadamente. Es una

ciudad que se ha desarrollado sin criterios de planificacin al lado del com-

plejo metalrgico del mismo nombre, por lo que su centro histrico est a

escasos metros del Complejo. La ciudad, est enclavada en una cadena de

montaas que son atravesadas por la Carretera Central y el Ro Mantaro y

por ello ha adquirido forma alargada y estrecha. Debido a su topografa, La

Oroya est expuesta a inversiones de temperatura que origina que la conta-

minacin atmosfrica, cualquiera sea su fuente, cubra la ciudad y se manten-

ga por largos perodos de tiempo, en vez de dispersarse rpidamente entre

las montaas.

La Oroya es una ciudad densamente poblada en donde las casas, es-

cuelas y negocios se interconectan entre s. Tiene aproximadamente 30,000

habitantes, en su mayora con bajos ingresos. Tiene, por otra parte, una

gran dependencia econmica del Complejo Metalrgico, ya sea de manera

directa o indirecta, siendo los servicios bsicos escasos, la higiene de baja

calidad y el acceso a servicios mdicos limitado para la mayor parte de su

poblacin.

El Complejo Metalrgico, instalado en 1922 por la empresa estadouni-

dense Cerro de Pasco Copper Corporation, posee principalmente tres circui-

tos metalrgicos: el de Cobre, que opera desde 1922; el de Plomo, que opera

desde 1928; y el de zinc que opera desde 1952. Estos circuitos incluyen pro-

cesos de fundicin y refinado de los metales de principal produccin, as

como algunos otros procesos para la produccin de otros metales como son

el cadmio, plata y oro, entre otros. Segn informacin proporcionada por la

propia empresa, no obstante que el cobre, plomo y zinc son producidos en

I

ANTECEDENTES

ANNA CEDERSTAV - ALBERTO BARANDIARN

LA OROYA NO ESPERA

grandes cantidades, es la produccin de la plata el proceso que actualmente

hace de la fundicin un negocio provechoso.

2

El Complejo fue nacionalizado el 1de enero de 1974 por el Gobierno

Militar,

3

pasando a ser propiedad de la Empresa Minera del Centro del Per

S.A. CENTROMIN PERU S.A. empresa que lo oper entre 1974 y 1997.

Con posterioridad y dentro de la poltica de privatizacin del gobierno del

ex-Presidente Fujimori, se prioriz la transferencia del Complejo, por lo que

fue ampliamente ofrecido a inversionistas nacionales y extranjeros. Esta ini-

ciativa tuvo, sin embargo, un primer intento fallido de privatizacin al no

presentarse postores para la adquisicin de todas las operaciones de CEN-

TROMIN-PERU, las mismas que incluan el Complejo Metalrgico, yaci-

mientos y otras instalaciones. Frente a esto, el Gobierno decidi la privatiza-

cin por unidades independientes de todas las operaciones de CENTRO-

MIN-PERU, por lo que el Complejo, bajo su nuevo nombre de METALO-

ROYA, fue ofrecido de manera individual.

Por su parte, previo a su privatizacin y en cumplimiento de las exigen-

cias ambientales que desde 1993 impuso el sector minero, CENTROMIN

PERU S.A. presenta en agosto de 1996 su Programa de Adecuacin y Mane-

jo Ambiental

4

PAMA ante el Ministerio de Energa y Minas, el mismo que

fue aprobado por esta autoridad. El PAMA, como se seala en la segunda

parte de este documento, fue establecido como un instrumento correctivo de

gestin ambiental, orientado a facilitar a los titulares mineros plazos de ade-

cuacin gradual a las nuevas exigencias ambientales.

El PAMA presentado por CENTROMIN PERU, estableci una serie

de compromisos a travs de un programa de ejecucin de varios sub-proyec-

tos, en los que se propona alternativas de solucin o mitigacin a los que se

consideraba los mayores problemas ambientales del Complejo, sin estable-

cer para ello un plan adecuado a las necesidades de inversin en tecnologa

para la proteccin del ambiente.

En el ao 1997, la empresa norteamericana Doe Run Company, adqui-

ri el Complejo frente a la declinacin de la ganadora de la licitacin, la

empresa mexicana Peoles, a travs de su subsidiaria Doe Run Per (DRP),

con lo cual asumi el compromiso de cumplir todas las exigencias conteni-

das en el PAMA elaborado por el anterior propietario, es decir CENTRO-

MIN PERU S.A.

No obstante lo sealado, DRP present en diciembre de 1998 un pedi-

do de modificacin del PAMA elaborado por CENTROMIN PERU. En vir-

tud a este nuevo PAMA presentado por DRP la empresa se obliga a efectuar

un cierto nmero de mejoras ambientales para el ao 2006 y a efectuar las

principales inversiones para el tratamiento de las emisiones y calidad del

aire recin a partir del ao 2004. Tal como veremos ms adelante, el PAMA

de DRP tampoco incorpora las medidas necesarias para corregir los severos

problemas de contaminacin existentes.

Por lo tanto, aunque el PAMA actualmente vigente, que incluye las

modificaciones presentadas por DRP para el Complejo Metalrgico de La

Oroya, se implementara por completo, solo una mnima parte de los pro-

blemas de salud pblica causados por la fundicin se solucionaran ade-

cuadamente.

LAFUNDICINCOMOUNPROCESOENLAPRODUCCIN

DEMETALES

La produccin de metales es un largo y complejo proceso que consta bsica-

mente de las etapas sealadas en la Figura 1. Dentro de lo que se denomina

el ciclo de vida del mineral, el contenido de mineral de las formaciones ro-

cosas extradas de las minas son sometidas al proceso de beneficio, cuya

primer etapa se denomina concentracin, a travs de la cual se prepara el

mineral regulando el tamao del material por trituracin y molido, mejoran-

do su calidad y pureza por separacin de los materiales con menor contenido

metlico. Los materiales desechados del proceso de beneficio son los llama-

dos relaves que muchas veces son txicos por su contenido de qumicos y

metales residuales. Los concentrados producidos en esta etapa contienen el

metal a producir conjuntamente con otras sustancias, por lo que se requiere

del proceso de fundicin y refinacin para la obtencin de productos de alta

pureza.

Por su alto contenido de metales, los concentrados son sustancias txi-

cas que pueden tener un gran impacto sobre la salud y el medio ambiente.

Un ejemplo claro de ello se da en el Puerto del Callao, en donde los depsi-

tos de concentrados causan severos y comprobados problemas de salud a los

2

Ing. Huayhua de DRP, febrero, 2000.

3

Encabezado por el General Juan Velasco quien asumi la presidencia de la Repblica el

3 de octubre de 1968

4

La definicin y anlisis del PAMA en la segunda parte de esta publicacin

21

20

ANNA CEDERSTAV - ALBERTO BARANDIARN

LA OROYA NO ESPERA

pueden ser comercializados en esta forma o convertidos a productos particu-

lares para su venta.

Hay muchas variables en los procesos de produccin de metales y

subproductos en un complejo metalrgico, dependiendo de la naturaleza de

cada uno de ellos. Como los concentrados de minerales pueden variar desde

aquellos que son casi puros (con poco contenido de otros metales o azufre) a

otros de grados mixtos (con altos contenidos de metales y azufre) de ello

resulta que el proceso de fundicin puede tener impactos distintos, no slo

en funcin al metal a producir, sino tambin a la calidad y caractersticas del

concentrado. Estos impactos estn referidos a las emisiones, efluentes y de-

sechos. Por eso, un paso importante para minimizar impactos adversos a la

salud y al ambiente es la evaluacin de los contenidos de los concentrados y

la efectividad del proceso metalrgico en la recuperacin de todos los ele-

mentos ajenos al producto final.

DISPERSINYEXPOSICINACONTAMINANTES

PROVENIENTESDELASFUNDICIONES

Estudios realizados demuestran que, en la mayora de los casos, las distin-

tas etapas del proceso metalrgico generan grandes cantidades de conta-

minacin txica a la salud y al ambiente. As por ejemplo, las fundiciones

primarias

5

son fuente importante de contaminacin por plomo, arsnico,

cadmio y antimonio entre otros

6

, y a su vez, muchas de ellas pueden emi-

tir cantidades considerables de dixido de azufre. Estas sustancias txicas

contaminan el aire y los suelos, sea a travs de las llamadas emisiones

fugitivas

7

o las que provienen de las chimeneas formalmente instaladas,

y pueden tambin contaminar las aguas a travs de efluentes industriales y

aguas pluviales contaminadas.

Los efectos negativos de la contaminacin causada por las fundicio-

nes en la salud pblica, han sido documentados a profundidad en estudios

Figura 1.Cuatro pasos del proceso minero para los metales producidos

por fundicin.

vecinos de dichas instalaciones. Es por ello que los concentrados requieren

un manejo muy cuidadoso que evite la contaminacin por su dispersin du-

rante el transporte, almacenamiento y carga o descarga, entre otros.

Un complejo metalrgico es una planta que posee procesos piro y elec-

tro- metalrgicos, organizados de manera conjunta para producir metales para

su comercializacin. En el proceso de fundicin, el primer paso es la tosta-

cin para reducir la cantidad de azufre dentro de los concentrados. En esta

etapa se puede producir grandes cantidades de dixido de azufre y partcu-

las. Como segundo paso, los materiales restantes son fundidos en hornos

para generar metales crudos. Ambas etapas incluyen procesos adicionales y

pasos para separar distintos subproductos e impurezas. Finalmente, los me-

tales crudos obtenidos son nuevamente purificados, an ms en refineras

electrolticas, para producir metales de alta calidad y pureza. Los metales

5

Las fundiciones primarias son aquellas que producen metal a partir de concentrados mi-

nerales.

6

40 CFR Part 63, EPA, National Emission Standards for Hazardous Air Pollutants for

Primary Lead Smelting.

7

Las emisiones fugitivas son aquellas que se escapan al ambiente general durante el pro-

ceso de fundicin o del manejo de concentrados y productos, sin pasar por los puntos de

control de las emisiones.

23

22

Roca Estril

1. Mina

4. Refinera

Metales puros

Mineral

Metal crudo

2. Proceso de

beneficio

Relaves

3. Proceso

pirometalrgicos

Concentrados

Dixido de azufre

metales particulados

Productos de venta

Sub productos

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LA OROYA NO ESPERA

elaborados por instituciones de reconocido prestigio, las cuales constitu-

yen fuentes objetivas de informacin. Algunos de estos estudios tratan ca-

sos como el de las fundiciones ubicadas en Torren, Mxico

8

; Trail, Cana-

d

9

; Herculaneum, Missouri

10

; Smelterville, Idaho

11

; y en El Paso, Texas

12

,

entre otras. Basndonos en esta informacin objetiva, se puede establecer

que cualquier proceso de fundicin en donde las emisiones no sean estric-

tamente controladas, producir graves e inaceptables impactos en la salud

de las personas que residen o trabajan cerca de estas instalaciones. Tam-

bin es razonable concluir que en cualquier lugar en donde histricamente

se han presentado problemas de contaminacin como resultado del proce-

so de fundicin, existen serios riesgos a la salud humana por la presencia

de metales pesados residuales, cuya gravedad depender de las medidas de

mitigacin adoptadas.

Las personas que habitan o trabajan cerca de las fundiciones de metales

estn expuestas a la contaminacin que stas producen. La forma ms direc-

ta de exposicin es la producida al respirar el aire contaminado de su entor-

no. Otra manera de exposicin es la producida a travs de la ingestin de

polvos y tierra contaminada por la acumulacin de metales txicos que pro-

vienen a su vez del aire contaminado. Esta exposicin se produce principal-

mente en los nios, sobre todo al llevarse las manos a la boca sin haberse

aseado previamente. El consumo de agua o comida contaminada incrementa

an ms la exposicin.

De acuerdo a estudios realizados en las ciudades donde operan fundi-

ciones, los ms graves impactos a la salud y al ambiente son originados

principalmente por la operacin actual de stas

13,14

en bastante mayor me-

dida que la contaminacin histrica. Por ejemplo, cuando la antigua fundi-

cin ubicada en Trail-Canad fue reemplazada con tecnologas ms limpias,

su propietaria Cominco report una disminucin de 25% en los niveles de

plomo en la sangre de los nios slo durante el primer ao y las concentra-

ciones de metales pesados y de dixido de azufre presentes en el aire fueron

reducidas ms del 75%.

15

En El Paso se observaron efectos similares. Cuan-

do la fundicin en esta ciudad cerr sus operaciones, las concentraciones de

plomo en el aire bajaron de manera drstica e inmediata. Entonces, la princi-

pal forma de exposicin al plomo en los nios cambi de la inhalacin a la

ingestin de tierra y polvo, que trajo como consecuencia una disminucin de

75% en la cantidad total de plomo en la sangre de los nios.

16

En Smeltervi-

lle se observaron cambios similares.

17

Sobre este punto cabe destacar una reciente decisin del gobierno mexi-

cano que orden a la fundicin de Torren la reduccin de su produccin en

un 50%, en un perodo determinado, a fin de enfrentar la emergencia de

salud pblica presentado por la intoxicacin por plomo en esta ciudad.

IMPACTOSDELPROCESODEFUNDICINENLASALUD

PBLICAYELMEDIOAMBIENTE

Los efectos a la salud por exposicin de los contaminantes provenientes de

fundiciones son de largo plazo y en la mayora de los casos no son inmedia-

tamente perceptibles. Estos pueden incluir entre otros: el deterioro irreversi-

ble del sistema respiratorio, cncer, efectos adversos en la reproduccin y en

8

Prevencin y Control de Intoxicacin por Plomo en Torren, Coahuila, Dra. Melody

Kawamoto, Dr. Mauricio Pardn Ojeda, Organizacin Panamericana de la Salud, 6 de

abril, 1999; La Contaminacin por Metales Pesados en Torren, Coahuila, Mxico, F.

Valdz Perezgasga, V.M. Cabrera Morelos, septiembre de 1999. (http://www.texascenter.

org/publications/torreon.pdf)

9

The Environmental Renaissance of a Smelter, Graham Kenyon, Cominco Ltd. Trail

Operations.

10

Proposed Administrative Agreement Pursuant to the Comprehensive Environmental Res-

ponse, Compensation, and Liability Act and the Resource, Conservation and Recovery

Act; The Doe Run Resources Corporation, Herculaneum, Missouri, Docket Nos. CER-

CLA-7-2000-0029 and RCRA-7-2000-0018 http://frwebgate.access.gpo.gov/cgi-bin/

getdoc.cgi?dbname=2000_register&docid=fr13de00-55.

11

Bunker Hill Mining and Metallurgical Site, EPA Region 10, (April 2000). Disponible

en: http://yosemite.epa.gov/r10/nplpad.nsf/88d393e4946e3c478825631200672c95/

689ec1eec2e14d0985256594007105c0?OpenDocument; y tambin en http://yosemite.

epa.gov/r10/cleanup.nsf/9f3c21896330b4898825687b007a0f33/1a829ac00e6d

429e882566290004a644?OpenDocument#back.

12

The El Paso Smelter 20 Years Later: Residual Impact on Mexican Children, F. Diaz-

Barriga, L. Batres, J. Caldern, A. Lugo, L. Galvao, I. Lara, P. Rizo, M. Arroyave, R.

McConnell, Environmental Research 74, 11-16, 1997.

13

The Environmental Renaissance of a Smelter, Supra Nota

14

The El Paso Smelter 20 Years Later, Supra Nota

15

The Environmental Renaissance of a Smelter, Supra Nota

16

The El Paso Smelter 20 Years Later, Supra Nota

17

Childrens Blood Lead Lervels by Year, 1974, U.S.E.P.A., disponible en: http://

yosemite.epa.gov/R10/CLEANUP.NSF/9f3c21896330b4898825687b007a0f33/

1a829ac00e6d429e882566290004a644/$FILE/5yrfig4Bloodlead1974todate.PDF

25

24

ANNA CEDERSTAV - ALBERTO BARANDIARN

LA OROYA NO ESPERA

el desarrollo, daos a rganos vitales. Obviamente, el hecho que los impac-

tos producidos por una fundicin no se evidencien necesariamente de modo

inmediato, no los hacen menos graves y relevantes.

Metales Pesados

El riesgo a la salud por contaminacin de metales pesados depende princi-

palmente de su nivel de acumulacin en el cuerpo, por lo que los riesgos son

mayores si el tiempo de exposicin del organismo a dicha contaminacin es

ms prolongado. Gracias a los estudios realizados hasta hoy, se sabe que los

compuestos de plomo daan principalmente la sangre, el sistema nervioso

central, el sistema reproductivo y los riones. El plomo es particularmente

daino para los nios.

Innumerables estudios demuestran que la exposicin, incluso a niveles

bajos, puede causar disminucin en la inteligencia y en el desarrollo fsico,

al igual que detener el desarrollo neurolgico y reducir la audicin(ver anexo

4)

18

. La exposicin crnica al arsnico ha sido asociada con varios tipos de

cncer, con efectos reproductivos y de desarrollo (ver anexo 3).

19

Por su

parte el cadmio daa los pulmones, los riones, y el tracto digestivo, y es

considerado como un posible cancergeno (ver anexo 2)

20

. Aunque a veces

los sntomas de la exposicin a metales no son agudos, por lo que no son

detectados, el dao a la salud a largo plazo es severo.

El dixido de azufre

El dixido de azufre es un contaminante gaseoso que presenta graves ame-

nazas a la salud humana. El dixido de azufre daa el sistema respiratorio,

agrava enfermedades de respiracin existentes (sobre todo bronquitis), y dis-

minuye la capacidad de los pulmones para expulsar partculas extraas como

los metales pesados. Este tipo de contaminante tambin trae como resultado

el aumento de la mortalidad, particularmente cuando existen niveles eleva-

dos de materia particulada.

Los grupos ms susceptibles a los efectos del dixido de azufre son los

asmticos y las personas con enfermedades cardiovasculares. Los nios y

los ancianos son tambin sectores muy vulnerables.

21

Al igual que los con-

taminantes antes descritos, en el caso del dixido de azufre los daos a la

salud aumentan cuando es mayor el tiempo de exposicin, en la medida que

el dao al sistema respiratorio es acumulativo.

Asimismo, el dixido de azufre tiene impactos ambientales severos. La

presencia de dixido de azufre y lluvias cidas son fuentes de acidificacin

de tierras, lo que significa una reduccin significativa en su capacidad agr-

cola y productiva. Tambin implica un impacto significativo en los ecosiste-

mas acuticos superficiales.

18

Case studies in Environmental Medicine: Lead Toxicity U.S. Department of Health and

Human Services, Agency for Toxic Substances and Disease Registry; http://www.cdc.gov/

nceh/lead/lead.htm; Intoxicacin por Plomo: De la Deteccin a la Prevencin Primaria,

Centro Panamericana de Ecologa Humana y Salud Divisin de Salud y Ambiente, Organi-

zacin Mundial de la Salud. Ver tambin http://www.atsdr.cdc.gov/toxprofiles/tp13.html.

19

Agency for Toxic Substances and Disease Registrys (ATSDRs) Toxicological Profile

for Arsenic. Disponible en http://www.atsdr.cdc.gov/toxprofiles/tp2.html.

20

Agency for Toxic Substances and Disease Registrys (ATSDRs) Toxicological Profile

for Cadmium. Disponible en: http://www.atsdr.cdc.gov/toxprofiles/tp5.html.

21

Measuring Air Quality: The Pollutant Standards Index; Office of Air Quality Planning

and Standards, US EPA; EPA 451/K-94-001; February 1994.

27

26

ESTADOACTUALDELASALUDPBLICAEN LA OROYA

A partir de los resultados de monitoreo de plomo en sangre realizado en

346 nios de distintas zonas de la ciudad de La Oroya,

22

llevado a cabo

por la Direccin General de Salud Ambiental DIGESA del Ministerio

de Salud en noviembre de 1999, se ha podido determinar que existe una

situacin crtica en la salud de la poblacin infantil de La Oroya por in-

toxicacin por plomo (los resultados reportados por DIGESA se presentan

en los cuadros 1 4, grfico 1). Datos a noviembre de 1999 demuestran

que solo por efecto del plomo, el 18.3 % de los nios analizados debieron

ser remitidos urgentemente a un hospital para atencin mdica y su hbitat

ser materia de seguimiento ambiental. Por su parte un 67% de los nios

debieron ser sometidos a evaluacin mdica y seguimiento. Del total de la

muestra se encontr que dos nios tenan niveles tan altos (mayores que 70

ug/dL) que requeran el tratamiento de quelacin de manera inmediata. Se

considera que el nivel de 10 ug/dL de plomo en la sangre es un nivel acep-

table, pero estudios recientes han demostrado que los efectos de intoxica-

cin se producen an a niveles menores.

23

De acuerdo con este estudio de

DIGESA, solo 0.9 % de los nios tenan niveles de plomo menores a 10

ug/dL y ninguno de estos nios viva en La Oroya Antigua, la zona ms

prxima cercana a la fundicin.

22

Estudio de Plomo en Sangre en una Poblacin Seleccionada de la Oroya, DIGESA Per.

23

Bruce Lanphear, Childrens Hospital Medical Center, Cincinnati and Johns Hopkins

School of Public Health, American Journal of Epidemiology, March 2001. Disponible

en: http:// phr.oupjournals.org/cgi/content/abstract/115/6/521?maxtoshow=

&HITS=10&hits=10& RESULTFORMAT=&author1=Lanphear%2C+B.&searchid=

1012239429177_331&stored_search=&FIRSTINDEX=0&journalcode=publhr.

II

ACTUAL ESTADO DE EMERGENCIA

EN SALUD EN LA OROYA Y SUS ORGENES

ANNA CEDERSTAV - ALBERTO BARANDIARN

LA OROYA NO ESPERA

24

Los efectos a la salud correlacionados con los rangos de plomo en la sangre se encuen-

tran en el anexo 4, fig. 1.

25

Fuente: Direccin General de Salud Ambiental, Per DIGESA

26

Centro de Control de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, la Organizacin Pa-

namericana de la Salud, y la Organizacin Mundial de Salud, Intoxicacin por Plomo de

la deteccin a la prevencin primaria, Salud Pblica de Mxico, vol. 37, No.3.

Rango de plomoPorcentaje yAtencin mdica que

en sangrenmero de niosse recomienda

26

(ug/dL)

24

con este rango, de un

total de 346 nios

25

0 100.9%, 3Ninguna

10.1 2013.3%, 45Referir para manejo de caso

20.1 4467.0%, 234Referir para evaluacin mdica

y seguimiento. Identificar y

eliminar las fuentes de plomo.

44.1 7018.3%, 62Referir para atencin mdica urgente

y seguimiento ambiental (dentro

de las siguientes 48 horas)

> 700.6%, 2Admitir para terapia de

quelacin inmediata.

Cuadro 1.Resumen de niveles de plomo en sangre reportados por DIGESA y las

acciones mdicas recomendadas respectivamente. DIGESA 1999

Grupos deN

o

niosPorcentajeMnimoMximoLmitePromedioDesviacin

Edad%(ug/dL)(ug/dL)Permisible(ug/dL)Estndar

(ug/dL)(ug/dL)

2 a 482.321.767.71038.611.2

4.1 a 684246.979.91034.114.7

6.1 a 813438.710.668.21036.312.1

8.1 a 1012034.79.058.71030.611.3

Total346100.06.979.91033.612.3

Cuadro 2. Niveles de plomo en sangre por grupos de edad. DIGESA, 1999.

Se conoce, por estudios histricos realizados en diversas fundiciones,

que las partculas de metales pesados como las del plomo contaminan de

manera crtica las reas ms prximas a las fundiciones y que los niveles de

contaminacin por estas sustancias disminuyen alcanzando los niveles bases

recin a partir de un radio de 10 km a la redonda. Por ejemplo, en el caso de

la fundicin de El Paso, Mxico, el porcentaje de nios con niveles de plomo

mayores de 10 ug/dL fue de 43%, 21% y 11% en nios viviendo dentro de

un radio de 600 m, 1200 m, y 1800 m de la fundicin respectivamente.

27

Con antecedentes como estos y por la geografa de La Oroya, se puede de-

ducir que La Oroya Antigua sera la regin ms afectada por la contamina-

cin de plomo proveniente de la fundicin. Otras fuentes en el complejo,

como son los depsitos y transporte de concentrados, probablemente conta-

minan distintas regiones de la ciudad.

Los datos de DIGESA confirman esta deduccin demostrando clara-

mente la distribucin geogrfica de la intoxicacin, siendo los peores casos

de envenenamiento y de mayor riesgo a la salud los encontrados en La Oroya

Antigua, sector muy cercano a la fundicin, y en una menor pero todava con-

siderable medida, en los distritos de La Oroya Nueva y Santa Rosa de Sacco,

los cuales se encuentran a mayor distancia de sta (cuadro 3, grfico 1).

DIGESA tambin analiz los resultados en relacin con los centros edu-

cativos, identificando cules tenan mayores niveles de intoxicacin entre

sus estudiantes. En este caso se demostr igualmente que la intoxicacin por

plomo en La Oroya Antigua es bastante mayor que en otros sectores de la

ciudad (cuadro 4). Sin embargo, cabe destacar que el problema de intoxica-

cin por plomo es, en realidad, grave en los tres sectores monitoreados y que

toda la ciudad requiere de un programa de emergencia para afrontar el pro-

blema.

Si bien es cierto que durante el ao 2000 la compaa DRP ampli su

programa de toma de muestras de plomo en sangre en nios de La Oroya

Antigua, y que como consecuencia un mayor porcentaje de nios reciben en

la actualidad un seguimiento mdico, alimentacin nutritiva y ayuda en el

aseo personal, tambin es cierto que el esfuerzo realizado es reducido en

funcin a lo que realmente se necesita, y que no se producirn sustanciales

mejoras si no se enfrenta la principal causa del problema que es la contami-

nacin proveniente del complejo metalrgico.

27

Environmental Research, 74, 11-16, 1997

31

30

ANNA CEDERSTAV - ALBERTO BARANDIARN

LA OROYA NO ESPERA

Tal como se seala en la ltima conclusin del resumen ejecutivo del

informe de evaluacin de plomo en sangre realizado por DIGESA en no-

viembre de 1999, se ha observado que los nios que reciben tratamiento

mdico y regresan a vivir a su ambiente habitual, contaminado por plomo,

recuperan rpidamente los niveles presentados, previos al tratamiento....

Centro EducativoN

o

niosEdadMnimoMximoPromedioLmite

(Aos)(ug/dL)(ug/dL)(ug/dL)Permisible

(ug/dL)

La Oroya Antigua

Ntra. Sra. De Ftima546 a 1014.768.238.510

Manuel Scorza516 a 927.565.642.510

J. Basadre186 a 928.958.747.310

C.I. Basadrito85 a 639.966.553.710

Herederos83 a 629.579.955.210

Santa Rosa de Sacco

Daniel A. Carrin206 a 918.241.127.410

Ntra. Sra. De Ftima185 a 614.638.328.510

San Pablo73 a 515.752.532.210

La Oroya Nueva

Miguel Grau526 a 910.642.222.910

Francisco Bolognesi616 a 99.056.427.810

Barcia Bonifaty494 a 66.96729.210

Cuadro 4.Promedio de plomo en sangre en los centros educativos de La Oroya.

DIGESA, 1999.

LocalidadN

o

niosEdadMnimoMximoM. Geom.PromedioLmite

(Aos)(ug/dL)(ug/dL)(ug/dL)(ug/dL)Permisible

(ug/dL)

La Oroya Antigua1393 a 1014.779.942.843.510

La Oroya Nueva1624 a 914.66726.126.610

Sta. Rosa de Sacco453 a 96.952.528.528.710

Total3463 a 106.979.932.833.610

Cuadro 3.Promedio de plomo en sangre en nios en los distritos de La Oroya.

DIGESA, 1999.

En consecuencia, no se puede suponer o deducir que la mejora en la nutri-

cin o el aseo personal de la poblacin sea solucin suficiente para la reso-

lucin de este grave problema, no mientras los altos ndices de contamina-

cin continen.

Con estos antecedentes y las deficiencias que sealaremos ms adelan-

te, es claro que el informe Estudio de Niveles de Plomo en la Sangre de la

Poblacin en La Oroya 2000-2001 elaborado por DRP, presenta conclusio-

nes no vlidas, haciendo parecer, por otro lado, que las emisiones de la fun-

dicin no son la principal causa del problema en la salud de la poblacin de

La Oroya.

28

Aunque se basan en evaluaciones mdicas, tanto el informe de DRP

como el realizado por DIGESA, no proveen informacin detallada sobre los

mtodos utilizados y se concluye de estudios de rendimiento escolar, poco

confiables desde nuestro punto de vista, que aunque es cierto que casi todos

los nios de La Oroya poseen altos ndices de plomo en la sangre, con ca-

Grfico 1.Promedios de los niveles de plomo en sangre encontrados en los distin-

tos distritos de La Oroya.

28

Revisin del informe de DRP por Dr. Steven Rothenberg, comunicacin personal.

33

32

ANNA CEDERSTAV - ALBERTO BARANDIARN

LA OROYA NO ESPERA

ractersticas de intoxicacin por este metal, stos no sufren los sntomas de

esta intoxicacin pues su rendimiento escolar as lo demuestra.

Teniendo en cuenta la gran cantidad de estudios mdicos y cientficos

que demuestran una vinculacin directa entre los niveles de plomo en la san-

gre, los efectos severos en la salud y el desarrollo intelectual en los nios,

podemos concluir que resulta relativa e incierta la afirmacin dada por DI-

GESA en el sentido que los nios de La Oroya son la excepcin al principio

y que no existe en ellos efecto alguno de la intoxicacin por plomo.

Sobre este punto, debemos precisar que los estudios para probar el efecto

de contaminacin por plomo en el desarrollo intelectual en los nios requie-

ren de muestreo repetitivo y seguimiento a largo plazo, como el uso de los

mtodos establecidos para la evaluacin del nivel de desarrollo intelectual

(IQ y fsico), as como la sistematizacin y evaluacin de los datos de una

manera estadsticamente vlida. Los estudios que sustentan los informes de

DIGESA y DRP no cumplen con estos requisitos y, en consecuencia, sus

conclusiones carecen del fundamento necesario. Adicionalmente, estos in-

formes no explican los mtodos y criterios empleados para concluir que los

nios de La Oroya no presentan ningn efecto o dao en su desarrollo inte-

lectual. Por el contrario, los criterios de evaluacin estn basados en datos

muy subjetivos (evaluaciones de profesores y padres), y se omite incluir un

grupo de control (nios no contaminados por el plomo). En el caso de una

ciudad en la que casi todos los nios tienen una altsima presencia de plomo

en sangre, una comparacin entre ellos sin contrastarlos con nios no afecta-

dos, no permite establecer los efectos de la presencia de plomo en sus orga-

nismos.

En consecuencia, podemos concluir que no hay razn alguna para creer

que los resultados de los estudios de DIGESA y DRP son estadsticamente

vlidos. Es importante notar que existen metodologas establecidas para la

evaluacin, identificacin y tratamiento del impacto a la salud por presencia

de plomo en la sangre, las cuales no han sido seguidas en este caso.

Finalmente, los informes de DIGESA sobre anlisis de plomo en san-

gre en nios, nos permiten concluir, como es lgico, que la intoxicacin no

slo afecta a los nios sino que est afectando a la poblacin adulta y si

adicionalmente tenemos en cuenta que en la zona existen otros contami-

nantes en el ambiente, podemos deducir que la poblacin en general pro-

bablemente esta siendo afectada adems por arsnico, cadmio, y dixido

de azufre, entre otros. Si bien hasta la fecha los estudios de DIGESA se

han enfocado exclusivamente en el problema de intoxicacin por plomo,

los niveles de contaminacin por las otras sustancias txicas generadas por

la fundicin tambin son sumamente graves y requieren de atencin inme-

diata. No se puede olvidar que el dixido de azufre, arsnico, cadmio y

otros metales pesados emitidos por el complejo son muy peligrosos para la

salud humana.

COMPARACINENTRELOSIMPACTOSGENERADOSPORELPARQUE

AUTOMOTORYAQUELLOSGENERADOSPORELCOMPLEJO

METALRGICO

Algunas personas de manera irresponsable han sugerido que el parque auto-

motor es la ms grande fuente de contaminacin por plomo dentro de La

Oroya. Al respecto, hemos credo necesario establecer algunos parmetros

bsicos que deberan tomarse en cuenta antes de plantear un argumento de

esta naturaleza.

El primero de ellos consiste en contrastar 1) la calidad del aire en la

ciudad de La Oroya y la ciudad de Lima, y 2) los niveles de plomo en sangre

encontrados en pobladores de ambas ciudades.

En el grfico 8 de este documento, en el que se muestra los datos de

monitoreo de plomo atmosfrico de La Oroya comparado con el nivel de

plomo en Lima en 1996,

29

se aprecia claramente que la actual contamina-

cin atmosfrica por plomo en la ciudad de La Oroya es muchsimo mayor

que la existente en Lima hace cinco aos, an cuando en esa poca la ciudad

de Lima consuma mayormente gasolina con plomo y el trfico vehicular era

mayor que el que actualmente tiene la ciudad de La Oroya.

Por otro lado, un estudio realizado en 2,510 nios de 6 meses a 9 aos

de edad en cinco distritos de Lima y el Callao

30

, los mismos que estn ex-

puestos a un trfico vehicular mucho mayor que el existente en La Oroya,

demuestra que los niveles de plomo en sangre, en todos los niveles analiza-

dos, son significativamente menores a los encontrados en la ciudad de La

29

Revisin, Anlisis y Evaluacin de los ECA Propuestos para el Per Preparado en Cum-

plimiento de la Tarea 2 David Calkins, Setiembre 20 de 1999.

30

Estudio de Plomo en Sangre en Poblaciones Seleccionadas de Lima y el Callao, Envi-

ronmental Health Project (EHP-USAID) Hernndez-Avila M. (1999) Activity Report

No. 72.

35

34

ANNA CEDERSTAV - ALBERTO BARANDIARN

LA OROYA NO ESPERA

Oroya. Inclusive en un sector del Callao, donde adems del trfico vehicular

exista un depsito de concentrados de plomo al aire libre que ha venido

ocasionando graves daos a la salud de la poblacin de su entorno, los nive-

les de plomo encontrados fueron mucho menores que los encontrados en La

Oroya.

Como quiera que los materiales particulados de plomo no se dispersan

a largas distancias por efectos del viento, precisamente por tratarse de part-

culas pesadas, lo dicho anteriormente nos permite sostener que existe en La

Oroya una fuente de plomo que es significativamente mayor a las existentes

en Lima.

Un segundo aspecto a tomarse en consideracin es que, en caso de con-

taminacin por plomo proveniente de la combustin de vehculos, la mayor

parte de este metal se deposita en los suelos cercanos a las vas dentro de

unos 15 metros aproximadamente debido principalmente a que su emisin

se produce muy cerca del suelo y al peso del material particulado.

31, 32

En

consecuencia, cualquier impacto del plomo emitido por la combustin vehi-

cular estara limitado a aquellas zonas muy cercanas a las vas con trfico

intenso.

Como tercer punto, y para aclarar an ms este tema, valdra la pena

comparar las cantidades mximas que podran ser emitidas por vehculos

usando gasolina con plomo en La Oroya y las emisiones de este metal por

parte del complejo metalrgico. En el informe de DRP sobre su estudio de

plomo en sangre de La Oroya, la compaa presenta datos de las Administra-

doras de Grifos de la Ciudad sobre la venta de gasolina con plomo, mostran-

do que se vendieron en el ao 2000, un promedio mensual de 43,700 Galo-

nes de gasolina de 84 octanos en dicha ciudad

33

. Basndose en este dato

para calcular las emisiones de plomo por parte de los vehculos, y colocn-

donos en el peor de los casos, en el que toda la gasolina con plomo vendida

en La Oroya haya sido quemada dentro de los lmites de la misma ciudad, lo

31

Ground Contamination Adjacent to a Major Rural Highway in the UK, Peter Wood,

Land Contamination and Reclamation Vol 8, Part 1, January 2000.

32

Pollution Retention Capabilities of Roadside Soils, C. Dierkes, W. F. Geiger, Wat. Sci.

Tech., Vol. 39, No. 2, pp. 201-208, 1999. http://www.iwaponline.com/wst/03902/0201/

039020201.pdf

33

Estudio de Niveles de Plomo en la Sangre de la Poblacin en La Oroya 2000-2001, por

DRP p.69.

que es poco probable, encontramos que los vehculos emitiran alrededor de

120 kg de plomo al mes al medio ambiente de La Oroya.

34

Por otro lado, los datos de monitoreo reportados por DRP al Ministerio

de Energa y Minas (MEM), en los cuales se basa esta publicacin, muestran

que el complejo metalrgico en el ao 2000 emiti un promedio de 1077

metros cbicos (m

3

) de gas por segundo, con un contenido promedio de 16

mg/m

3

de plomo, lo que equivale a ms que 44000 kg de plomo al mes.

35

En

otras palabras, durante el ao 2000, las emisiones reportadas (que incluye

slo un pequeo porcentaje de las emisiones totales del complejo metalrgi-

co debido a la gran cantidad de emisiones fugitivas), fueron 360 veces ma-

yor al total del plomo en la gasolina vendida en la Ciudad de La Oroya.

Tomando en cuenta estos datos, resulta a todas luces absurdo el argumen-

tar que el parque automotor es la principal fuente de contaminacin por plomo

en la ciudad de La Oroya. En consecuencia, si tomamos en cuenta lo demos-

trado por los anlisis y el hecho que los niveles de plomo en sangre van dismi-

nuyendo progresivamente conforme se van alejando del complejo metalrgi-

co, podemos concluir que el principal problema de contaminacin por plomo

en La Oroya es ocasionado por la fundicin y no por el trnsito vehicular.

Cabe indicar que esta conclusin es coincidente con lo sealado por

DIGESA en su informe de plomo en sangre en el sentido que en zonas

urbanas la fuente principal del plomo ambiental procede de la gasolina. En

La Oroya la fuente principal de la contaminacin atmosfrica es la planta

metalrgica, lo cual es confirmado por la evaluacin de aire realizada por

DIGESA sealando asimismo que los resultados de plomo en sangre ob-

tenidos en la poblacin evaluada de la ciudad de La Oroya sugieren una

fuente importante de exposicin ambiental al plomo, siendo la ms evidente

en esta ciudad el complejo metalrgico de La Oroya.

34

Un galn de gasolina de 84RON = 3.785 litros. Un litro de 84 RON contiene 1.16 g de

tetraetilo de plomo o 0.74 g de plomo elemental. Por eso, un galn de gasolina de 84RON

contiene 2.8 g Pb. Si se usa un promedio mensual de 43700 galones de gasolina 84,

significa que 43700 x 2.8 o 122360 g de Plomo sera emitido al ambiente de La Oroya

cada mes. En otras palabras, las emisiones totales de los vehculos seran un poco ms

que 120 kg de plomo al mes.

35

Emisiones de 1077 m

3

/s con un contenido de plomo en 16 mg/m

3

= una emisin de

1077x16 =17232 mg/s o 0.0172 kg/s de plomo. Hay 86400 s por da, o 2592000 s por 30

das (un mes). Esto significa que la emisin de plomo del Complejo Metalrgico es de

0.0172 kg/s x 2592000 s/mes o 44600 kg al mes.

37

36

ANNA CEDERSTAV - ALBERTO BARANDIARN

LA OROYA NO ESPERA

ANLISISDELASEMISIONESYDELACALIDADAMBIENTALEN LA OROYA

DESDEELCAMBIODEPROPIEDADA DOE RUN PER

En los siguientes captulos de este informe se detallan los resultados del an-

lisis del monitoreo ambiental del Complejo Minero Metalrgico de La Oro-

ya. Para esta evaluacin se ha tenido como fuente de informacin los datos y

reportes que la DRP y Centromin han proporcionado al MEM en cumpli-

miento de sus obligaciones legales ambientales, la misma que para efectos

de este anlisis constituye informacin objetiva.

Los parmetros de calidad de aire, emisiones atmosfricas y efluentes

lquidos suministrados a las autoridades peruanas durante estos aos, han

sido analizados exhaustivamente a fin de identificar las tendencias y cam-

bios significativos ocurridos a partir de las modificaciones en la produccin

y desde la aprobacin del PAMA original del complejo en 1996.

36

Se espera

que esta informacin sea utilizada para desarrollar e implementar medidas

de emergencia y una modificacin en el PAMA actual, para as aliviar los

efectos tan severos que la contaminacin producida por el complejo meta-

lrgico viene produciendo en la salud humana en La Oroya.

36

Los datos de 1995-96 evaluados provienen del PAMA de Centromin Per, mientras que

los dems datos provienen de los informes de monitoreo presentados por DRP al MEM

desde 1997 al 2001, los mismos que fueran obtenidos por los autores.

La calidad del aire guarda estrecha relacin con la salud humana y la calidad de

vida. Mientras que algunos contaminantes txicos en el aire pueden causar efec-

tos en la salud, desde irritacin respiratoria hasta cncer, otros contaminantes

amenazan el bienestar general y en consecuencia la calidad de vida, al daar las

cosechas, la vegetacin natural, edificios, monumentos arqueolgicos, etc.

Por ende, las fuentes contaminantes del aire, ya sean estacionarias como

las fundiciones, o mviles como los vehculos automotores, y las tecnolo-

gas y programas identificados para reducir la contaminacin de estas fuen-

tes, deben ser estrictamente controladas por las autoridades gubernamenta-

les de salud y medio ambiente de cada pas a fin de garantizar el beneficio de

la salud pblica y el bienestar de todos.

Por ejemplo, en los EE.UU. como consecuencia de la implementacin

de la Ley de Calidad de Aire, la Environmental Protection Agency (EPA,

Agencia de Proteccin Ambiental de los EE.UU.) tiene el deber de estable-

cer los Estndares Nacionales de Calidad del Aire (NAAQS) que tienen que

cumplir todos los Estados y regiones que conforman los EE.UU., aprobar

planes de cumplimiento desarrollados por estos Estados para alcanzar los

NAAQS, sancionar al Estado o regin que no cumpla con los NAAQS en el

tiempo establecido, y disear e implementar un plan de cumplimiento para

el Estado o regin que presente una propuesta que se considere inapropiada.

Adems, la EPA tiene el deber de establecer los Estndares Nacionales para

los Emisiones de Contaminacin Atmosfrica Peligrosa (los NESHAPs) para

cada industria, los cuales definen niveles mximos de emisin teniendo en

consideracin las mejores tecnologas de control existentes. (Por ejemplo, el

NESHAP para fundiciones de plomo en los EE.UU., permite una emisin

mxima de 500 gramos de plomo por cada tonelada de plomo producido.

37

)

37

40 CFR Seccin 63.1543 (a) 40

III

CALIDADDE AIRE

38

ANNA CEDERSTAV - ALBERTO BARANDIARN

LA OROYA NO ESPERA

Por su parte, las autoridades ambientales estatales o federales poseen

plena facultad para otorgar permisos de operacin para las grandes instala-

ciones que emiten contaminantes atmosfricos. Estos permisos tienen lmi-

tes de emisiones especficos, as como los procesos y metodologas para mi-

nimizar las emisiones. En caso las empresas los incumplan, stas son san-

cionadas por cada da de emisin que exceda el limite fijado. Adems, cuan-

do una instalacin no cumple con su permiso de operacin, las autoridades y

la poblacin tienen la facultad de iniciar y llevar adelante una accin para su

cumplimiento en el sistema judicial. Obviamente, hay responsabilidades adi-

cionales para la EPA y las otras autoridades gubernamentales respecto a otros

problemas ambientales como los efluentes, los desechos txicos slidos, la

proteccin de los trabajadores, entre otros.

ESTACIONESDEMONITOREOEN LA OROYA

Un aspecto importante en lo que se refiere al control y vigilancia que reali-

zan las autoridades sobre la contaminacin del aire, son los programas de

monitoreo de emisiones atmosfricas y de calidad del aire. Bajo el actual

sistema en el Per, los propietarios del complejo metalrgico de La Oroya

tienen que reportar regularmente las emisiones y efluentes provenientes del

complejo y sobre la calidad del aire en la regin circundante a la fundicin.

Son precisamente estos datos los que sustentan la informacin presentada a

travs de la presente publicacin.

Los informes trimestrales de DRP al MEM

38

contienen las mediciones

de cinco estaciones de monitoreo de concentraciones de varios contaminan-

tes

39

, los cuales incluyen el dixido de azufre atmosfrico (SO

2

), arsnico

(As), plomo (Pb), cadmio (Cd), partculas totales en suspensin (PTS) y

material particulado de 10 um (PM-10). Como quiera que no se cuenta con

datos concretos sobre los sistemas de control de calidad en la toma de mues-

tras y anlisis del monitoreo empleado por la empresa, no se tiene la certeza

38

La informacin obtenida para la calidad del aire se refiere a los meses enero de 1995

hasta junio de 1996 y desde enero de 1997 hasta el fin de 2000. Los promedios anuales

expuestos en el informe estn basados en estos datos. Al cubrir solo seis meses, es posi-

ble que el promedio de 1996 no refleje el promedio real anual.

39

En el anexo 1 se presenta ms informacin acerca de la forma en que se monitorearon

estos parmetros.

que la informacin reportada al MEM sea precisa y confiable. Por eso, con-

sideramos los datos reportados al MEM como una aproximacin, que bien

podra subestimar los niveles reales de contaminacin en La Oroya.

Para el monitoreo de la calidad del aire de La Oroya existen cinco esta-

ciones, todas ubicadas dentro de un radio de 10 km de la fundicin (cuadro

5, figura 2).

Capacidad de las estaciones actuales para monitorear impactos

cerca del Complejo

De acuerdo con nuestras observaciones, es posible que las actuales estaciones

de monitoreo no permitan representar la verdadera magnitud de la contamina-

cin en La Oroya. Debe considerarse que los mayores impactos a la salud

humana se observan dentro de un radio de 20 km de las fuentes, para el caso de

impactos agudos por emisiones de SO

2,

y dentro de 10 km de las grandes

fuentes de emisiones de metales pesados. Pero esto no implica que cualquier

lugar dentro de este radio sea apropiado para una estacin de monitoreo. Para

medir con certeza los niveles de contaminacin, se necesita modelar los patro-

nes de aire y contaminacin con el objetivo de determinar la ubicacin ptima

40

Existen muy pocos datos de monitoreo provenientes de la estacin de monitoreo en la

Fundicin que oper nicamente durante unos meses. Por eso, los datos de esta estacin

no han sido incluidos en este informe.

Estacin deDistancia a laAltitud (m)Descripcin del rea

Monitoreochimenea

principal (km)

Hotel Inca2 km3742Urbano, La Oroya

Cushurupampa3 km3801Semiurbano

Sindicato de Obreros0.8 km3731Urbano, La Oroya

Huanchn2 km3792rural, La Oroya Ant.

Casaracra10 km3791Rural

Fundicin

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