La María #4

LA MARÍA SEPTIEMBRE 2010 CÓMIC Virus PERFIL Perdido En Mí - Datana GALERÍA La Fiesta De La Música - Suripantas

La vida sin música es un error

SAXOS SELMERDOMINGO CANTINAS

FICCIONES Tarde Con Los Stones Kraftwerk - Tarde De Ensayo

Nº4 SEPTIEMBRE 2010

SEPTIEMBRE 2010 LA MARÍA

La vida sin música es un error

La María Nº4 Septiembre 2010

Portada:Diana Salazar, vocalista de Perdido En Mí. Foto: Gustavo Moya

REVISTA LA MARÍ[email protected]

Director: Estefan VinuezaEditora: Sonia Vinueza

Editor Gráfico: Gustavo MoyaDiseñador: Darío Ortega

Colaboran en este número:Franco Aguirre, Luisana Carcelén, David Coral,

Santiago Delgado, Francisco Dueñas, Francisco Flores, Rubén Jurado, Camilo Lobatón, Rafael

Mogro, Natalia Monard, Andrés Mosquera, Diego Ortuño, Diego Pazmiño, Ernesto Proaño, Mauricio Proaño, David Rosales, Verónica Vacas.

Diagramación: Sonia Vinueza, Gustavo Moya.

ArtículosCerati: Un profanador que desafía el tiempo 4Música y Teatro 5Delfín Kishpe 2210 discos de los 00s 43

CrónicasRobi Draco Rosa 7Chancro Duro 8Korn 9Fiesta de la Música 2010 10

Especiales

PerfilesPerdido En Mí 14Datana 18Las Suripantas 20

Bonus track 33“El Antropófago Enamorado” (Pasillo) por Domingo Cantinas

FiccionesLa tarde con los Stones por Diego Pazmiño 34 Kraftwerk aquella vieja planta eléctrica por Dickie Dickingstrong 37Tarde de ensayo por Camilo Lobatón 39Kiko Laureiro por Don D. Dantés 41

FotogaleríaDomingo Cantinaspor Rubén Jurado

29Arte

contra el olvido

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“Virus” por Ernesto Proaño 24

Saxofones Selmerpor Gustavo Moya

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Yo tengo una historia bacana

Pero poco a poco algunos nos fueron tomando en serio

alguien de arriba sí nos había creído

Klever me propuso contarle a todo el mundo habíamos descubierto que la deshonestidad, el robo, la mentira, el engaño, etcétera eran provocados por un virus y teníamos la cura

¿otra peor?

baboso la cu… es un virusque… ja ja ja pero qué

tarados

pobresguambras

el virus hamutado man

orrorhsseguropeor

Klever y yotrabajabamos en un viruscuando

Yo era un joven estudiante de biología no jodas¿y ahora? tengo una

idea

al principionadie nosparaba bolaera difícilcreer que lasbestialidadeshumanaseranproductode un virus

Tráfico

ExtorsiónCorru

pción

Abusos

Nepotismo

Klever&

Pepe

Industries

CIA

Pensamos fundaruna farmaceútica

pero una nochecayeronlos chapas

venían porel virusy lacura

cómo ahorra trabajoesta cosa, mi cabo simón

quéporquería qué bestia chuta orrosh dime a mí

coloríncolorado

fuimos interrogadoscon la más alta tecnología

él fueyo no fuísr. juez¿cuántosacaréen multaseste finde semana?

LA MARÍA SEPTIEMBRE 2010

Editorial

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Un gigante congelado, paralizado como reliquia en despedida. Una especie de caballerito heroico recorriendo países subdesarrollados de habla hispana, que han encontrado en él un “buen conductor” para tratar aspectos intimistas, difíciles de abordar sin caer en la cursilería o el lugar común. Extrañas formas de hablar de la soledad urbana o la guerra desde el amor y el erotismo, psicodelia latinoamericana, pero de los ochentas, de la época del vhs, cuando la identidad del rock en América Latina era aún muy nebulosa sobre todo en los Andes. En medio de la pobreza absoluta de los pastiches culturales de México con Televisa a través de la siempre nociva televisión, el folklor sacaba la cara, el rock era en inglés salvo pocas excepciones. Existia aún la guerra fría o tibia, digamos; los partidos de las izquierdas estaban articulados con frentes artísticos. El rock era una parodia del anglo, una especie de moda aniñada y mirado con sospecha desde los artistas “progre”, que debían hablar de lucha de clases o por otra parte, nena, nena rock and roll. Por aquí estaba el pasillo. Comenzaba la inundación del heavy metal glam, todos con peinados de puta glam y guitarras fly en v. En medio de esta

ensalada tercer-primermundista, había seres de verdad extraños, como Real de Catorce en México, Botellita de Jeréz, o Charly García, Jaivas, Fulano. etc. en el cono sur y Promesas Temporales acá. Desde éste ya lejano escenario, arranca la carrera de Gustavo Cerati. Un tipo cuyas canciones alternaban en la radio con baladas para planchar y los productos ochenteros norteamericanos. Ese era el mainstream. Por debajo sí podíamos oír Anthrax, Megadeth, o incluso Barón Rojo; Cerati venía con una especie de new waver post punk, diciendo cosas como “Imágenes Retro” o “Sobredosis De Tv.”. Gracias a temas y líricas como éstas, la vida para los jóvenes que venían podía ser menos cursi y llorona, sin necesidad del panfleto contestatario o la puteada fácil que ahora está de moda. Soda Stereo a través de largas giras inéditas descifraba hilos casi oníricos que funcionaban tanto en Lima como en Caracas, en Quito o en Córdoba. Una sensación más individual y retrospectiva con signos propìos de la vivencia urbana sudaka. Explorar el Español como lengua del rock era algo que daba resultados diversos, pocos tan estilizados como Cerati. Tanto así que los literatos le ponen, a veces, más atención que los músicos.

Algún escritor de la vieja guardia decía, más bien consternado, que desde que apareció Cerati muchos jóvenes poetas escriben como el músico. Una poesía reforzada por el viaje tecnológico y sin miedo que marcó la posibilidad de apropiación de la tecnología primer mundista y ciertas tendencias musicales a nuestro universo latinoamericano e hispano. Las dictaduras en América Latina sin querer potenciaron ciertas expresiones del arte como contestación y experiencia social, a diferencia del Franquismo que parece dejo una secuela muy baladezca y fresa en la música española, incluso en el rock. Ese es el gran antecedente para este boom , “el régimen se acabo, se acabó..” cantaban los Soda Stereo al principio de los ochenta después de las Malvinas, “Viviendo en una nada dietética”, “te quiero pero estás tan gorda”, “presiento que no sos moderna” decían irónicamente en medio de esa aparente ambivalencia “apolítica”. En Ecuador estábamos en “los 20 cañonazos bailables” de la violación a los derechos humanos, es más, creo que recién recibieron el grammy por parte de la Comisión de la Verdad.Gracias a Cerati los cantautores ya no tenían que usar shigra ni tocar sólo guitarra de palo o parecerse a Silvio Rodríguez, sino que podían comenzar a inundarnos nuevos timbres y sonidos con atmósferas mucho más eléctricas y electrónicas en medio de metáforas distintas. Un profanador que desafía al tiempo, que se afirma en su “transgresión”. Cerati lleva más de treinta años de producción musical de un rock pop muy estilizado que creó una escena antes inexistente y abrió el camino a la posibilidad de militar bandas sudakas de todos los géneros por venir, hasta las más pesadas. Finalmente fundió sus naves justo antes de la explosión, sobrecargado del ayer, y traspasó ese viaje al que hace alusión su último disco Fuerza Natural. Como otros grandes “transandinos” bajó lo breakers en tierras de Bolívar dando batalla y portando una Persiana Americana común a estas ficticias nacionalidades. Sin embargo, todavía hay muchos que de “tanto simular, caen dormidos” y cada vez más cuerpos de látex por ahí.

Un profanador que desafía al tiempo

Gustavo Cerati, foto promocional de su sencillo “Crimen” del disco “Ahí Vamos”

Por Estefan Vinueza

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El teatro está ligado a la música desde su nacimiento; de hecho, en el mundo griego la música englobaba teatro, poesía y danza. La música aglutinaba estas expresiones, que con el tiempo se independizaron unas de otras, hasta nuestros días. La poesía y la música en el mundo griego, o sea el actor / intérprete, eran considerados profetas de valores irracionales, producto de la ensoñación “maníaca”, y jugaban una suerte de interpretación de la realidad por fuera de las reglas racionales del arte griego. Los pintores, escultores y arquitectos, eran considerados “artesanos”.

“EL LENGUAJE MUSICAL REFUERZA LA EXPRESIÓN ESCÉNICA, LA FIESTA ES MÚSICA, TEATRO, PLÁSTICA, DANZA” Dice Augusto Casafranca (último a la derecha), actor y músico del prestigioso grupo de teatro peruano Yuyachkani. LA MARÍA conversó con él. (Foto: Archivo LA MARÍA)

Por Jamilton Borderlain

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El mundo del rock no es la excepción, mientras crecía la industria de la música popular en los setenta, las bandas de rock hacían conciertos cada vez más teatrales y con sofisticadas puestas en escena. Demás esta nombrar a Pink Floyd (The Wall), Génesis, Velvet Underground, Diamanda Galás, David Bowie, los performances de The Residents o Ney Matogrosso, en Brasil, desde los sesenta, y tantos otros. Todo concierto es un acto histriónico escénico, para muestra fíjense en alguna presentación de Mr. Bungle.

En la escena local quiteña también hay casos de conjunción entre teatro y música en vivo, como Los Perros Callejeros, Logia Marginal u obras como Kito con K o Con Tinta Sangre, de Peky Andino, con música de Sal y Mileto. Además, la máscara como recurso teatral es cada vez más común en bandas de metal, death o punk.

Pese a que la música da cuenta de información que no se puede expresar ni con gestos ni palabras, no ha dejado de ser el eterno colaborador del arte escénico. Hablamos brevemente de este tema con Augusto Casafranca, un maestro en ambas artes.

¿Cómo piensas tú que es la relación entre teatro y música?

El lenguaje musical refuerza la expresión escénica, la fiesta es música, teatro, plástica, danza. El teatro no solo es literario, el canto juega un papel “aliado”. La música, se anticipa, crea atmósferas, es parte del contexto, da coloraciones. Es un reconocimiento de la cultura y la tradición.

¿Cómo ves tú la relación entre música, fusión y globalización?

El teatro, en general, no ha considerado la importancia de la música.La integración es mejor que la confrontación con la cultura global, hay peligro de no entendernos; la globalización nos traga y nos quiere homogeneizar; en este sentido, hay un nacionalismo positivo que reivindica lo particular.El contenido artístico es una metamorfosis, un diálogo, comunicación, tradición y conocimiento.En lo urbano, la chicha atraviesa todo, hay complejos culturales que no se abordan adecuadamente. Hay pocos esfuerzos de fusiones interesantes; en general, no hay un rock al servicio de cada país.

Falta una mejor calidad poética, literatura, que se abra el diálogo. No se tiene consumo popular, se trata de un hecho efímero.Tejer, sembrar es una tarea capital en nuestros países. Supone comunicación: la complicidad y el diálogo destapan verdades: “ni solos ni pronto, con todos y a tiempo”, los retos todavía están planteados para trascender la emulación y la apariencia, ir más allá en la melodía, buscar la localidad.

Por otra parte, el concierto es un ritual, detrás del arte hay una razón de trascendencia. La moda no debe ser el móvil, sino el contexto.Hay que luchar con esquemas que nos hacen subalternos de un mundo enajenante.La música tiene un sentido a Ayllpu familia, la música es para los demás.

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Después de dos conciertos que no convencieron del todo al público cuencano, Robi dejó total decepción el 27 de mayo en Quito. Al finalizar la segunda canción, Madre tierra, uno de los auxiliares informó a los músicos que el concierto estaba cancelado, tras lo cual abandonaron el escenario. No hubo una explicación para el público, nadie dio la cara, solo el desmantelamiento de los equipos dio por terminado el concierto. Naturalmente, los ánimos fueron exaltándose: entre los gritos de “¡respeto!” y los de “¡quememos el local!” llegó la respectiva destrucción de la discoteca donde se realizaba el concierto. La policía tuvo que intervenir para calmar la situación. Esta no es la primera vez que la sapada de unos cuantos torna en caos lo que debería ser un espectáculo: conciertos como el de Dos Minutos son un recuerdo del mismo trago amargo. Esta vez la Intendencia canceló el concierto porque el local no constaba con los permisos respectivos. Según la empresa organizadora, Show Factory, esto se debió a la supuesta falsificación de los documentos por parte de un “tramitador”. Para quienes asistimos al concierto en las localidades superiores (club a 25 USD), casi hubiese sido lo mismo que cancelen o no el concierto, de todas formas no íbamos a ver al cantante. Mientras exigíamos a un gorila de seguridad que se nos permita intentar ver el show parados sobre un sofá, se hacía evidente que el local no estaba dispuesto para acoger un concierto de tal magnitud. Es absurdo que no se contraten a locales adecuados, como la Bunga Music Hall o el Aguijón, para este tipo de espectáculos. Queda mucho detrás de las declaraciones al diario El Comercio de Carlos Hidalgo, vocero de Show Factory, ya que la figura del “tramitador”, sobre quien cae la responsabilidad, evoca toda una serie de irregularidades alrededor de la elección del local Punto G. para realizar el concierto, respecto a la capacidad de este lugar y la cantidad de público esperado. Afortunadamente los seguidores guayaquileños del cantante boricua, Liz Quezada y Alex Barragán, que viajaron a Quito para asistir al concierto, denunciaron a la empresa organizadora por incumplimiento del show, derechos al consumidor y por la falsificación de documentos, en la Intendencia de policía. Estaremos a la expectativa de que bochornos como éste no se vuelvan a repetir.

UN MAL SABOR DE BOCAPor Luisana Carcelén

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Robi Rosa


Texto y fotos por Andrés Mosquera

Después de una década Chancro Duro volvió a los escenarios, para el que no lo sabe esta es una de las ban-

das más representativas del metal extremo ecuatoriano. La brutalidad de su sonido y sus actuaciones en vivo los convirtieron en una leyenda.El concierto se llevó a cabo el 10 de abril en el Agujón. En el interior del bar, frente al escenario estaba dispuesto un telón que al abrirse cual teatro dejó ver la presentación de las diferentes bandas que también tocaron ese día: Vultur gryphus, Naagrum, Hemocroma-tosis Genital, Mortal Decisión. La cantidad de público fue aumentando paulatinamente, alrededor de unas 300 personas estuvieron presentes al momento de la salida a escena de Chancro Duro. Eran pasadas las 17 horas y al descubrirse el escenario, esta vez se pudo observar a aquel particular personaje llamado Lenin Terán,

quien portaba una gafas 3D, tal vez para po-der observar más allá lo evidente de lo que deseaba mostrar una chulla. Luego de sus primeras palabras (muy similares al intro del Chancro en Duro), suena de fondo una can-ción de Gerardo Morán, demostrando que el sentido del humor de la banda sigue intacto. Comienza la masacre con su tema homónimo (la esencia del grupo), lo sigue el primero los tres covers de N.CH que tocaron esa tarde “Todos me valen Verga”, gran tema que sin-tetiza en una frase el sentimiento de algunos individuos enfermos (me incluyo). Como un vendaval o tsunami (para usar un término que está de moda), empezaron a destrozar cabe-zas los clásicos de la banda: Richard, Igno-rante Titulado, Toxoplasmosis (enfermedad del gato), Poder y Muerte, Vals; una pausa y suena: El Norte está lleno de frío (Ilegales de España). Entre tema y tema, Terán muy amigable con el público cedía el micrófono para que expresen su voz y hablen huevadas. A continuación Xuxa, Colera, Koji Kabuto, Ano Apestoso, Autocontrol, Depresión. Des-pués de Trencito Bu Bu, Diego Beltrán (ba-jista de la formación original), nombra a cada uno de los integrantes de la banda, Patricio Badillo (baterista de la formación original), el guitarrista, el propio Beltrán reciben aplau-sos, pero al mencionar a Lenin la ovación se generaliza, cómo no, si es un sobreviviente del embale. El grind continua invadiendo el lugar con: Frivolidad, Violar y Violar (Origi-nal Matar y Matar de N.CH), Pelo de Vagi-na y finalmente cae el telón. A petición del público vuelven y tocan nuevamente Violar y Violar, se despiden y la gente muy ordena-damente se retira.Ahora, es el momento de hablar de las ex-pectativas que generó este concierto. Como

decía el afiche no era un concierto cualquie-ra, regresaban los pioneros del grind noise en Ecuador, sus presentaciones en los noventa caracterizadas por la violencia del público son parte fundamental de la historia del metal en el país. Pero, ¿qué pasó esta vez? La gente estaba muy tranquila, participaron del mosh un promedio de 20 personas durante toda la presentación de Chancro Duro, y a la salida se escucha, ¿Qué pasó con los cuchillazos? La primera hipótesis para responder a esta interrogante, es que eran otros tiempos, la economía del país estaba más jodida, la gente que asistía a los conciertos tenía más ira, no existían muchos espacios para expresarla, ni tanto control al ingreso del público. Tal vez escuchaba metal un público diferente, perso-nas que crecieron oyendo acetatos y casetos. Otra hipótesis es que en el interior ni siquiera se vendían bebidas de moderación, pero esto está relacionado con la existencia de mayo-res controles en el concierto. Por último ¿qué pasó con la banda? ¿qué papel jugaron en todo esto? La respuesta es simple, los años no pasan en vano, a pesar de ser una gran pre-sentación, es imposible regresar al pasado. Sin embargo en la actualidad Chancro Duro da muestras de un gusto sincero por lo que hacen, pero ahora son parte de otro contexto, en el que se ha formado un público más pa-sivo que compra anticipadamente la entrada en dólares. Para muchos fue la primera vez que vieron a Chancro Duro en vivo, pero tal vez el público que antaño asistía a sus conciertos también ha cambiado, ¿Qué paso con los podridos? Más de uno debe de estar muerto, rehabilitado o escribiendo una crónica, mientras escucha música extrema hecha en Ecuador.

Crónica

el regreso de

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Lo bakan fue ver a un Jonathan Davis en buenas condiciones, una voz grave y salvaje que penetró nuestros oídos con toda la fuerza del Nu metal de principios de los noventas, se lo vió vivito y coleando.La presencia de sus nuevos integrantes Zac Baird (teclado desde 2006) y Shane Gibson (guitarra desde 2007) llenaron la ausencia de Brian Welch mejor conocido como “head” ex guitarrista de la banda. Mucha gente se llevó regalitos exclusivos, Ray regaló baquetas y parches de batería, y las infaltables viletas de guitarra.Para cerrar con broche de oro got the life tema que hizo que tiemble el coliseo con su groove disco metal. Por suerte hicieron lo que toda banda debe hacer cuando vienen por primera vez: tocar solo 1 tema nuevo, aunque faltaron temas del disco “Life Is Peachy” (1996) fue una noche memorable, y el Jonathan hizo el juramento hipocrático de los músicos cuando dijo: Quito, los amamos son un publico increíble y volveremos pronto! Ojalá se cumpla.

Martes 13 de abril un día gris y melancólico, ruidoso por el caos de esta ciudad llena

de personajes. En la noche se sentía un aire de emoción y suspenso, no solo por recordar el día de la mala suerte, sino por la algarabía de miles de rockeros de todo el Ecuador, que se dieron cita en el coliseo Rumiñahui para deleitarse con la banda noventera KORN.

Para los personajes más extravagante fue un día muy especial, una de las bandas más importantes en el Nu Metal Core mundial nos demostraba en el escenario porque se los conoce como los pioneros del Hip Core un ritmo que evolucionó con su sonido original que era una evolución natural de bandas como Rage Againts The Machine y Red Hot Chilli Peppers.El concierto fue crudo y cortante, no hubo banda telonera, lo que hizo que la noche se disuelva en vuelo fugaz de brincos y cabeceadas de los grandes hitos de la banda.

Empezaron con su hit dead bodies everywhere del disco “Follow the Leader” de 1998, seguida de need to un tema buenazo de su primer disco icono “Korn” 1994.Sin duda lo que más atrajo de su sencillo show (digo sencillo pues no tenía triples pantallas, lanza llamas, y escenarios gigantes como el de Axl y sus amigos presentado unos días antes en Quito) fue su nuevo baterista: Ray Luzier (ex Army of Anyone, Dave Lee Roth) nacido en Pensilvania en 1970. Ray y su mega kit de batería sumado a James ‘Munky’ Shaffer en la guitarra, y Reginald ‘Fieldy’ Arvizu en el bajo dieron a korn un sonido más pesado, crujiente y vigoroso.

Continuaron los super éxitos como freak on a leash, falling away from me, divine, faget, shoots and laders (con intro de gaita y todo), Somebody someone, y blind por su puesto la más brincada y coreada de todos los temas que en verdad hicieron vibrar y gritar a todo pulmón a los miles de asistentes.

Crónica

Por David Rosales

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Todo empezó el sábado 26 de junio por la mañana, en la Plaza 24 de Mayo. En el centro la lluvia amenazaba a la escena noise, pero al final los sonidos de Amneciam, Kukuruchoz Klan y D.R.O.G.A. fueron los encargados, entre otros, de electrocutar nuestros sentidos. Partimos de esta excelente locación hacia el Centro Cultural Metropolitano, donde Blue Perro canceló, por algún contratiempo de uno de sus integrantes.

Fiesta De La Música 2010REDACCIÓN LA MARÍA

El grupo D.R.O.G.A. llevó su ruido (noise) el sábado 26 de junio a la Plaza 24 de Mayo. Abajo, Perdido En Mí en la Plaza del Teatro Sucre el día siguiente.

foto-crónica

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Foto

: Lui

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Gro

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Foto

: Lui

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La Floresta… Cero Inspiración, Sexo idiota, Don Zumárraga, Queen Size Bed, Arkabuz, la batucada, y algunos deschavetados entre broncas y desnudos. Luego los gendarmes se hicieron presentes, y nos tuvieron paciencia.

Por la Mariscal, tipo nueve, estábamos sobrevolando el área del Ananké y el Aguijón a la expectativa de los conciertos, cuando de repente… en un segundo… que cosas suceden, que cosas suceden.. con el apagón!!

… y se prendió la luna, y las nubes y todo, hasta eclipse y alineación de todos los astros y los que estábamos ahí reunidos. La fiesta se traslado a la Naranjilla Mecánica hasta que nos echaron a todos, a las 3 de la mañana, con un sonido no muy convincente.

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Foto por Luisana Grom

Foto por Francisco FloresEl Junta en el Centro de Quito

foto por Luisana GromProtesis

De ahí nos fuimos a Guápulo. Estaba tocando La Treme, con Rodrigo Basantes en el bajo, Sergio Quevedo en la guitarra, Santiago Jiménez con su saxo tenor y en la bataca el poder y la experiencia del mileto Igor Ikaza.Ya cuando se acababa, apareció Domingo Cantinas, sin plan definido, y uno de los vecinos le pasó una guitarra, con la que se acompañó el bardo local, para cantar en la vereda sus canciones, que eran coreadas por los transeúntes. Una mujer con acento francés dijo: “Esta es la verdadera Fiesta de la Música.”DOMINGO. Ashler empezó el concierto de la Plaza del Teatro a las 11 de la mañana, seguidos por el El Extraño Comportamiento De Un Torso Animado y El Junta, que pusieron full energía rockeando a lo bien. El concierto siguió subiendo con Perdido En Mí, con todo el embale y buena onda que puso el Rojo en la guitarra, el bajista Darío Ortega, en la batería Daniel Zambrano y la increíble fuerza escénica de Diana Salazar. Prótesis dio un buen show de un rock más suave que el de Solaris, que inició la tanda más pesada del concierto, junto a Fraktura, hasta culminar con la propuesta gótica teatral, de Avster. Un concierto totalmente satisfactorio, buen sonido y excelente organización de Fabiola Pazmiño y la Fundación Teatro Sucre.

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Foto por Luisana Grom, banda Fraktura en la Plaza del Teatro Sucre


Por la tarde, en Zona Verde de Cumbayá Jaime Guevara tocó en un pequeño concierto temas tan variados como “Vestirás mi pantalón”, “Palabras frontales”, y una canción de Jacques Brel traducida como “No me dejes, no”.

Hernán Guerrero, uno de los organizadores dijo: “Esta es la primera vez que la Fiesta de la Música no se realiza en el patio de la Alianza Francesa, intentando así abarcar más espacios.”

1. Daniel Gómez de Perdido En Mí. (Foto: F. Flores)

2. Jaime Guevara. (Foto: G. Moya)

3. Solaris. (Foto: L. Grom)

4. Amplificador de rock. (Foto: L. Grom)

5. David Tomaselli de Solaris (Foto: L. Grom)

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“Nuestro sonido está basado en la locura extrema de sentimientos desbordantes, sin miedo y con ganas de luchar, hacer que nuestros caminos se extiendan a seguir viviendo y creando rock and roll...””

Andrés Neira, Diana Salazar, Dario Ortega, Nicolás Robert.Foto: Sonia Vinueza

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Perfiles

Perdido En Míhabla de sí

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Por Nalitlakov

Perfiles

Se acabó el concierto, Diana, adrenalinazada, se bajó del escenario riendo con la

ferocidad en sus ojos.

“La Dianita”, como le dice la gente, es un constante fuego andrógeno en acción, las letras y el micrófono acaban en su boca, sobre uno de los amplificadores al que domina con sus piernas. La expresión de sensaciones desbordantes y desniveles de esta banda surca los oídos del público jadeante que pide más de su fuerza.

Perdido En Mí habla de sí.

Todo empezó en el año 2006, cuando Patricio Orbea, “Orbestia”, (batería) y Andrés Neira (guitarra) se juntaron y, entre sesiones e insomnios,

empezaron a componer y a buscar más gente para crear una banda. Andrés Neira también ha sido parte de La Treme y Sola Gesta.

Una noche “zonera” (barrio la Mariscal), a Orbestia y Neira, mientras chupaban, como era costumbre, se les apareció una vieja amiga de Patricio: Diana.

Ella cuenta: “Salimos algunas veces en las noches, cuando apareció Darío y ensayamos, sacamos algunos temas como ‘Sola’, ‘Vine a flotar’, ‘Perdido en mí’, ‘Fantasías’, ‘Chicos Punk’, ‘Sin Ti’, ‘Aire’ y algunos covers.Fue full feeling y embale lo que hizo que a los seis meses grabáramos nuestro primer sencillo en el estudio del Maestro Rochi: Silence Records.

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www.myspace.com/perdidoenmi


La Treme y Curare. Riendo, los Perdidos nombran sus bandas favoritas ecuatorianas: Sal y Mileto, la ya disuelta Meru, integrada por Alejandro Fuertes y Mauricio Proaño (Domingo Cantinas), El Junta.

“Nuestro sonido está basado en la locura extrema de sentimientos desbordantes, sin miedo y con ganas de luchar, hacer que nuestros caminos se extiendan a seguir viviendo y creando rock and roll. La música es la expresión de la locura de nosotros mismos, cuando nos escuchas es como oír la locura, sensaciones de seres hipersensibles”, dice Diana.

El sonido es una exploración permanente en los integrantes, el aporte de cada uno ha dado nacimiento al “ritmo perdido”. Ahora, la banda tiene dos nuevos integrantes: Daniel Zambrano en la batería y Daniel Gómez en la guitarra.

Diana Salazar es una de las cantantes que inspiró a La María a enfocar la mirada en las juglares jóvenes de Quito (ver LA MARÍA #2). Fue imposible encontrarla, de esas pocas almitas que se esquivan del celular, metida en el Conservatorio Nacional. Apareció con su banda Perdido En Mí una mañana a ensayar en el Plug, sala de ensayo.

Hubo acolite, tocamos en Quito, Guayaquil, Latacunga, Balzar, Montañita, Ibarra, Cotacachi, Ambato. Y como siempre tiene que pasar algo, pasó que el Orbestia decidió servir a la patria yéndose a trabajar a Machala, y quedamos en cero. Cuando apareció otro, ¡bien!, sorprendió por su fuerza, nos dio buen sonido, pero por razones de karmazo baterístico se fue. Decidimos no buscar más —amigos, estamos solos— seguir tocando hasta que llegue alguien que le guste y se quede. Una búsqueda obsesiva fue el resultado de nuestra permanencia. Caminamos por abismos suicidas llevados por el rock and roll. Los requisitos básicamente eran, y siguen siendo, las ganas de tocar y joder”.

Durante este tiempo han compartido escenarios con Alejo Fuertes (saxo), Andrés Caicedo (batería) y bandas como

Foto: Gustavo Moya

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Perdidos en nuestro universo sumergido en el vacío que el vicio te deja

Perdidos sin límites caminamos y vivimos de pie

Somos perdidos por no encajarEste mal social que te quiere lucrar

Simplemente vive tu vida con lo que tú quieras gozar

Somos bichos raros que te dan ganas de vomitar.

Perdido en este laberinto, como gato en perrera, infinito de mi cabeza.

Perdidos…

DATANA

No podía haber mejor fecha que el Viernes Santo, para encontrarnos con DATANA.

Como es típico en Uio, todos los viernes Santos llueve en la tarde y este, pese al calentamiento global, no fue la excepción. Datana, es un trío que primero fue dúo. Sus comienzos se remontan al 2003. Sus integrantes, que cabalgan ya la sub-cuarenta, me recuerdan a la legendaria banda norteamericana The Residentes, en eso de preferir que sus nombres permanezcan en el anonimato y dejar que el arte hable por si solo; rompiendo con ello el culto a la personalidad propio de la música popular actual, y sobre todo del rock y el pop. Un punto de orden, y muy buen punto de partida para una banda ecuatoriana de Industrial formada por: “Caos” en la guitarra y voz, “Nox” en secuencias, pistas, ruido y voz, y “Sajo” en la batería acústica.

Llegaron las chelas, y entre que oíamos algo de música y nos distendíamos, el sabor gótico del clima y la fecha se iba quedando afuera, al calor de citas como el jazz psicodélico de Sun

Ra, o la bondad de los piscoactivos combinados con el jazz de Miles, y la devoción compartida por el funk africano de Féla Cuti, matizado por una acalorada conversación, entre ellos, sobre la fase ampliada del capital y alguna interpretación froideana de la acumulación capitalista y la contención de esfínteres. Raro pero normal, si acercamos el visor a Datana y vemos que: “Caos” es filósofo y escritor, entre otras cosas, “Nox”, es artista visual y enfermo lector y escritor, mientras que Sajo vuela también con el diseño y las artes visuales. Todos melómanos iniciados con una urgencia de expresar y transgredir desde el arte y sus conceptos: “la banda es un arma de guerra” a los “zombis consumistas”. Esta presente la idea de la muerte como una símbolo del consumismo, “la mortandad y la guerra en la cual el sistema se sustenta”, “sombificación es igual a publicidad”, dicen. Lo diabólico es arquetípico y esta tratado desde la conciencia de su simbolización de los instintivo y animal del hombre, “Hombre civilizado, hombre castrado” (parte de la lírica de “Casa en llamas”, viejo tema).

TEXTO: ESTEFAN VINUEZA FOTO: SANTIAGO DELGADO

Perfiles

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www.myspace.com/datana


Se abre la segunda ronda de chelas y cargamos myspace y youtube para ver su trabajo en medio de la algarabía. Este proceso desde el 2003 al cual Sajo (baterista), se incorporó en el 2007, nos ofrece una variedad entre elementos políticos, otros más espirituales y sincréticos, preocupaciones ambientalistas, simbolismos cabalísticos y numerológicos, y citas filosóficas; que van dando forma a un potente discurso crítico de sabor anarco. Datana es una mezcla muy especial de Industrial orientado al Rock, al metal y elementos Tribales con algo de punk, un sonido habitado por atmósferas provocadas por la manipulación analógica de secuencias y cintas de cassettes. “No es Noise” dicen, “aunque al principio la intención si era hacer sangrar los oídos”. Su primer

Sajo, Caos y Nox integrantes de Datana

demo es “Música para hacer ouija, once canciones para levantar a los muertos”; y si que se levantaron por lo menos 1.200 muertos en el Internet, oyendo temas de su myspace como “Omnisecta” (video disponible en youtube). “Las canciones viejas son las más políticas”, temas como “Yo mate a Roldós”, “333”, 444, etc. . . Las nuevas abordan aspectos como la experiencia de la energía interna que despierta nuevos grados de conciencia; la serpiente Kundalini, Nox aclara con el título de un tema, es “el infinito místico que vive dentro de ti”, dice (¡Que buena canción!, grita Caos), y caigo en cuenta. La rítmica se hace más mantrica en estos temas y jalan a mover el esqueleto, desaparece el punk y abre paso mucho más al rock.

Tercera ronda de bielas, ya en offline, la conversa se va de largo como siempre, esta vez, entre el cine y las máximas de Bakunin con relación a la jornada laboral de máximo cuatro horas, a la cual todos adherimos con clara vocación anarca, dejando en claro la necesidad del tiempo para crear y pensar y la macabra enajenación del hombre en el trabajo. “Mejor que sea subterráneo”, “no hacemos esto por reconocimiento social sino por necesidad interna, si encima nuestro trabajo gusta, pues que bueno” concluyen.

Ya entradita la noche, llaman un amarillo y como dice la canción, “nos volveremos a ver”.

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FOTOS POR FRANCISCO FLORES

Nueva Banda

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Sónica 14 y Las Suripantas Sangrientasdebutó en el bar “El Embrujo” nueva banda de “putanroll” integrada por: Javier Carrera, Félix Albán, Ximena Chasipanta, María José Cantuña, María del Mar Espinosa, Vanessa Fourney, Daniel Gómez. 21


DelfíN KiShPe,¡NO PUEDES SER!

Torres Gemelas es, seguramente, lo primero que recordamos al referirnos a este cantante. De forma inevitable —más que un ritmo o la misma letra— su canción evoca la post apocalíptica imagen de este hombre bailando, en un montaje tipo Chespirito (sin ánimo de ofender a este gran realizador), sobre los videos de archivo del 9-11.

“¿Acaso es una broma de mal gusto?”, me pregunta John, un estudiante estadounidense que ha venido a colaborar en una investigación antropológica. Le respondo que no; intento explicárselo como el producto de la migración del campesino, un choque de dos realidades incompatibles. Enseguida le

POR LUISANA CARCELÉN

muestro un video, grabado meses atrás en la comunidad El Juncal, en Cañar, donde un grupo de niños, a quienes solicitamos una muestra de la música que escuchaban, cantaban, entusiastas y al pie de la letra, este tema.

En realidad no era de sorprenderse. Llegar a esta comunidad era como llegar a un pueblo fantasma: casi no había gente, los caminos y los campos estaban vacíos, de vez en cuando podía verse una casa moderna, de dos pisos, totalmente desocupada. “Algunos vuelven con carro, otros no vuelven; unos no llegan, la mayoría muere en el mar…”, nos cuenta Dolores Loja, una de las madres que permanece —cuidando a sus nietos, sobrinos y ahijados— a la espera del

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a Kishpe, completarían un patético cuadro familiar) sobre un bote del parque La Carolina, que recuerdan, como una alarma subconsciente, los incontables naufragios a manos de coyoteros parásitos del sueño americano. Pero eso es una minucia.

No es casualidad que países poderosos que se encuentran sumergidos en la guerra como un modo de producción, vendan su imagen como si vendieran el paraíso; han menguado, durante décadas, no solamente su población y la de los países que invaden, sino la emigrante, que representa una mano de obra barata para cualquier empresa. Para estas personas que arriesgan sus vidas por llegar a un país en el que seguramente serán víctimas de todo tipo de discriminación y violencia, su siguiente objetivo será estabilizar su condición para acceder a un trabajo medianamente digno: el camino “más seguro” a su legalización será a través del campo de batalla.

Kishpe, tristemente célebre, refleja un falso folclor que nada tiene que ver con la expresión cultural del pueblo indígena. Su música y sus videos tergiversan, no solo la visión sobre el arte ecuatoriano en Internet y en festivales internacionales, sino la realidad de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad.

Finalmente, para quien esté interesado en el verdadero folclor nacional, la recopilación Jatunkayambe o la banda Charijayac son referentes importantes a ser tomados en cuenta, además de las propuestas contemporáneas de mestizaje con ritmos modernos como el rock (Curare) o el hip hop (Nin Katari).

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retorno de la población adulta de la comunidad, o simplemente de noticias.

El complejo escenario de la migración en nuestro país, sobre todo en las zonas rurales, es solo un factor más de un panorama dominado por la invasión cultural, basada en una pobreza relativa y en el menosprecio a nuestro patrimonio. Lamentablemente, una de las herramientas más utilizadas para esta empresa es la música: a través de un televisor equipado con DVD, los misioneros de la modernidad imponen, hasta en la comunidad más lejana, el consumo de videoclips alientantes de bajo presupuesto.

Además del desplazamiento, e incluso de la restricción religiosa a las manifestaciones tradicionales indígenas, la presión del Estado y la empresa privada (generalmente transnacional) por explotar los recursos naturales de las zonas donde habitan, pareciese seguir un perverso plan de exterminio sistemático de estas comunidades y sus tradiciones. Si continuamos en esta línea y nos encontramos a Kishpe en el camino, con su nuevo éxito En tus tierras bailaré —cuyo coro dice “Que bonito es Israel” como un millón de veces—, la reflexión sobre su impacto en estas zonas es aun más espeluznante.

Un breve análisis del video, que en pocas semanas ha superado el millón de visitas, refleja un servil y traicionero interés por promover la migración de familias enteras, lo cual significaría el total abandono de la tierra. Imágenes terribles del video son “La tigresa del Oriente” y “la Pequeña Wendy” (quienes, junto






¿otra peor?


tarados

pobresguambras


orrorhsseguropeor



idea


Tráfico

ExtorsiónCorru

pción

Abusos

Nepotismo

Klever&

Pepe

Industries

CIA






coloríncolorado




IEntre los libros del apartamento en

La Floresta hay un álbum de fotos de jazz. John Coltrane, Stan Getz, Charlie Parker y otros, silenciosos en las hojas del libro, exhiben sus instrumentos con el sello “Selmer Hecho En París”. He escuchado que algunos saxofones de esta marca llegaron a Ecuador hace más de cuarenta años, ¿dónde están ahora?

Encendí un pitillo. He marcado el 02-2......, el número del músico Alejandro Fuertes, el Alejo Fuertes, que se educó como músico de conservatorio en la flauta traversa, un instrumento más viejo que el saxofón. Sí, el Alejo me dirá que hay flautas desde hace miles de años, pero que en comparación con el saxo, la flauta tristemente es más pobre. Con el saxofón Alejo interpreta música clásica, jazz, rock, noise, música de banda de pueblo… en todos los casos la combinación chilla fluye sorprende suena bien.

-“Qué pena que no pudo ser en vivo la entrevista,” ha saludado el Alejo, articuladamente ha dicho Selmer es jazz y que a la larga, todos los instrumentos se pelan. “Son de latón, por liviano y barato”.

dueño, pero siempre regresa al suyo para la tocada.

-Alejo, ¿Me puedes decir cómo llegaron estos Selmer a Ecuador?

-“Me enteré que el maestro Edgar Palacios quiso fomentar el conservatorio y consiguió réditos para la cultura. Él había estudiado en Rumania antes que otras generaciones y conoció acerca de la calidad de los Selmer. Consiguió remesas para las bandas militares; entre otras cosas trajo Selmer”.

“Desafortunadamente, las bandas militares no tienen el nivel técnico, ni cultura musical, por lo que los saxofones se deterioran bruscamente y hay que darles de baja. Entonces se interesan por ellos los familiares de los músicos y también los adquieren las bandas de pueblo. Los adquieren separadamente, no toda la remesa. Esos saxofones empezaron a circular: los he visto en Saquisilí, Ambato, Quito, Otavalo, Loja y Quevedo, también en Manabí y Santa Elena.”

¡Con razón! hubo un europeo que se enteró que en las bandas de pueblo había Selmer, los cambió por instrumentos chinos nuevos, baratos, de menor prestigio y se llevó los Selmer. Dicen que sesenta, o veinte, o quince, pero en todo caso se llevó muchos. “Sí”, ha confirmado el Alejo, es un amigo de él. “¿Y por qué no? Es válido restaurar estos instrumentos, muchos están en pésimo estado”.

Igual con los Selmer. “Depende del sonido que te interese. Si buscas lo que aquellos músicos de jazz,” dice refiriéndose a la era del bebop, “el Selmer Mark VI probablemente es lo que quieras.” Pero añade: “Cada saxo tiene su color, uno más moderno que suena más brillante puede encajar en otro estilo de música”. Él mismo tiene dos o tres saxos, de diferentes marcas, para interpretar diferentes estilos. Dice que casi todos los saxofonistas tienen cuatro saxofones.

La fábrica de Henri Selmer es una de las competidoras que le salieron a Adolphe Sax, el inventor de este instrumento en 1846, al que le puso su nombre.

Tomando ventaja, Selmer hizo algunas mejoras mecánicas al diseño de Sax, como al sistema de clavijas que persiste hasta la actualidad y es copiado por otras marcas.

Sax diseñó una variedad de saxofones que da cuenta de los diferentes tipos de saxos que existen en la actualidad, como el barítono, el tenor, el alto o el soprano. Un saxofonista tenor puede tocar un saxo barítono o un saxo alto pero tiene que aprender las mañas y hacer cálculos en su cabeza; y quizá no se sienta tan cómodo con el nuevo instrumento. He notado en diferentes jams que un saxofonista prueba otro instrumento y lo hace sonar respetuosamente, le hace preguntas al

Se creen sabios porque han juntado un montón de libros y se los han comido. Me da risa, porque en realidad son buenos muchachos y viven convencidos de que lo que estudian y lo que hacen son cosas muy difíciles y profundas.

Julio Cortázar, “El Perseguidor”

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Por Gustavo Moya

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El Alejo ama los saxofones, les está agradecido por conocerlos, como músico y por su trabajo de restaurarlos y venderlos: “Las bandas de pueblo no realizan un mantenimiento del instrumento muy metódico y se los ve entre copas y abolladuras. Se ve que alguna chuma tuvo con el saxo, que nunca lo limpiaba. Ver un saxofón muy deteriorado da pena”. Según el músico, es necesaria la restauración profesional y los precios de la restauración fina son internacionales.

Un Selmer restaurado se puede vender en miles de euros, aunque el interés en recuperar y restaurar instrumentos antiguos no es solamente monetario. Además, a escala mundial hay muy pocos Selmer, de los viejos, en Ecuador. ¿Por qué pagar tanto por un saxo?

- “ E l instrumento tiene un espíritu allá adentro, te comienza a interiorizar, a enamorar. Puedes pagar veinte mil dólares si te sientes cómodo, o uno chino en trescientos, es válido, pero el buen oído no te va a dejar confundir. Las cosas las adquieres por tu propia convicción”.

El saxo Selmer es de buen material, tiene alta resistencia, es liviano. Tiene óptima ergonomía, porque “¿Cómo es el francés?” observa el Alejo, “Es un tipo pequeño, fino, las manos no son muy grandes. Pero el estadounidense es diferente, es más grande, entonces sus saxofones son diferentes para tocar, aunque a fin de cuentas es cosa de acostumbrarse”. Y me resonó en la memoria lo que me había dicho el Santi Jiménez, que mucha gente se ahueva a la marca gringa Conn porque la digitación es difícil.

IIUna vez hace muchos años, antes

de mudarse a La Floresta y tener el primer hijo, Santiago estaba tocando su saxo en una calle de Madrid cuando se le acercó un chico, otro músico, que le dio a probar un saxofón. Le dijo: “prueba, Jiménez, dale una soplada”. Y fue alucinante la facilidad cómo el aire cayó en el cuerno. Sorprendido, Santiago sintió el sonido como que explotaba, que allí surgía un remolino. Vaya, que un instrumento pueda sonar a eso. Ese sonido así opaco, con ese color. Ese sonido como a tubo viejo, sonido bien cálido, como una voz con experiencia, “Como cuando oyes un señor que habla

en la radio pero no finge, dices ¡Qué voz! ¡Ese man cuánto habrá fumado para que tenga esa voz!” Pensó Santiago, este tenorista que ha participado con Hoy Faneska, Logia Marginal, RoCola Bacalao, que ha tocado con Jaime Guevara, con Lucho ‘Pelucho’ Enriquez, con Jay Byron, Domingo Cantinas, con big bands y tantos otros, entonces supo que existían estos tales Selmer y comenzó a investigar.

-“Es el sonido de los jazzistas, Dexter Gordon, Coltrane, cualquier tenorista del que digas ‘¡Qué sonido!’ Son ellos en primer lugar, pero el instrumento también les da para sonar así”. A Santiago le parecía i n a l c a n z a b l e

por los precios y entonces se quedó con esa pica por el resto de la vida.

Después, conociéndole al Alejo Fuertes, ya con un poco más de cercanía (panas), seguramente en una

de esas noches frías de Quito Santiago probó el Selmer de aquél y dijo “Sí es esto, no es coincidencia. Por ahí tiene que ir la huevada”. Y se demoró full años en buscar el suyo, ya que había escuchado de la remesa que llegó en los años sesenta a las bandas de guerra de Ecuador y que se fueron distribuyendo por todo el país. “Entonces la mayoría de estos instrumentos, al menos de los viejos, quedaron en manos de gente de bandas de pueblo, y sí se veían de vez en cuando por ahí, alucinantes, lastimosamente en mal estado”.

-“El instrumento puede hablar el idioma que sea, un man de banda de pueblo capaz nunca oyó Coltrane, ni que el instrumento que él está tocando en la época del swing fue el prototipo, la característica, el estereotipo, pero culturalmente nosotros no somos eso. Entonces si llega un Selmer al Ecuador no fue a tocar jazz sino a tocar cachullapi.” Y cuenta que Don Armitas -un músico callejero ciego- tocaba en las calles del Centro con un Selmer al que Santiago le echó el ojo. Don Armitas debió darse cuenta porque después cuando tocaba ya tenía tapada la marca con un trapo. Dice Santiago que aquel saxofón fue donado a una fundación de ciegos tras la muerte de Don Armitas.

Por fin, en las fiestas de Guápulo [ver LA MARÍA #3], Santiago escuchó ese sonidito en nuestra música popular. En una banda de San José del Inca, un joven señor tenía un Selmer. Santiago escuchó y dijo “de ley es un Selmer”. Sí, sí era, y siguió al músico con bastante tino (sabiendo que a alguien que tiene algo que no está a la venta siempre le da recelo cuando alguien se acerca), hasta llegar a la casa del hombre y explicarle que es el SONIDO que está buscando; porque no se trata de engañar a la gente, de robarles una maravilla que arreglada económicamente cuesta tanto. Bueno, el señor sabe lo que tiene, pero desde otro punto de vista. Él lo considera así: “Este es un tubazo de guerra, me aguanta mis borracheras”.

El instrumento está tan sucio, eso que Santiago lo ha limpiado, pero le pasas un hisopo y ¡huele a trago! Su sonido es opaco y obscuro. Al buscar un saxo, algunas personas buscan la comodidad en las manos: este instrumento es veloz de respuesta, las cimbras (las agujas que rebotan) son originales. ¡Ya tantos años y siguen rebotando eficazmente! Es bastante preciso a pesar de que está hecho mierda.

Fue alucinante la fa-cilidad cómo el aire cayó en el cuerno. Santiago sintió el sonido como que explotaba, que allí surgía un remolino...

Santiago Jiménez. Foto por R. Jurado

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-“Esa fue mi gran suerte de encontrármelo”, dice mostrando las abolladuras y la pintura deslucida y opaca del viejo saxo tenor. Está en mal estado el instrumento, no suena. “A pesar de que no suena”, dice Santiago, “lo que suena, suena”. Se cacha que arreglado va a sonar. El veterano Selmer es primo del que tiene el Alejo Fuertes, los números de serie de fábrica son muy cercanos. Parecen ser de la misma remesa que vino en los años sesenta, y el prestigio que tienen estos instrumentos es el material con el que están hechos.

Hay leyendas urbanas, que pueden ser muy reales, que los Selmer fueron fabricados con el bronce de las campanas caídas y las armas de la Segunda Guerra Mundial. El instrumento tiene historia. Y el material es bueno. “Tiene sus ‘cucos’, lo que también es buenazo”, dice Santiago.

“Los instrumentos son ‘compas’ fieles. Sólo te obedecen y punto. Los sacas cuando quieres y ellos hacen lo que vos les… ¡Entonces cualquiera se enamora de su instrumento! ¿Qué no más viviste con eso? Y sólo momentos especiales, momentos de música. Sí hay un apego materialista, pero es otro nivel. El valor del sonido, eso no tiene valor”.

IIIEn pleno Ilaló, por el lado norte

de la montaña está el taller del lutier Norberto Novik. Pasando la quebrada, bajando por unas casitas como en La Comunidad Del Anillo, ya se escuchan unas notas musicales que salen por la ventana. Está probando un violín, el ex piloto de “todo menos dirigible”, físico, capitán que defendió y perdió un catamarán, viajero del cuerpo y la mente. Elfo. Quijote. Santo de ojos celestes, Norberto Novik está probando un instrumento del siglo XVIII, un posible Anselmo Bellosio hecho en Venecia a mediados de aquel siglo.

Recibe con buena onda y por ahí aparece Diego Beler, joven saludable, con unas tacitas de expreso bien caliente. Diego es el encargado de restaurar los vientos. Restauradores es una palabra importante para Norberto y Diego. Yo intento moverme con cuidado en el taller entre pinceles clavos violoncelo enclavijado a una mesa, brochas tarro-barniz cajones-piezas-de-madera, lijas, escuadras, arcos de violines, violines, violines en fila. Cada uno con un centímetro cúbico de madera que

jamás es igual a otro centímetro cúbico de madera me dice Novik, me dice “Trabajo en realidad es Arte, pero hoy está distorsionado por el sistema”. Ya lo advierten los antiguos, “¿Sabes que la misma palabra describe al obrero y al esclavo, tanto en griego, como en árabe y hebreo? De hecho sólo cambia la pronunciación.”

Novik habla del tiempo dorado, quizá mitocondrial, cuando amor y arte eran lo mismo, también amor y trabajo, ¡y mira que trabajo también era lo mismo que arte! Pero ocurrió una distorsión en el trabajo, que fue creciendo de manera histórica hasta ser llamada Revolución Industrial en siglo XIX: una perra que parió hijos a la oscuridad, entre vapores de azufre y escupitajos, sucia de hollín junto a un horno al rojo vivo, los sistemas capitalistas y socialistas. En el siglo XX, en China se estandarizó el saxofón y se fabricaron por millones, millones de saxofones chinos, baratos, sin la calidad que había caracterizado a Selmer y sus primeros competidores. Otro tanto hizo el Capitalismo. Ambos sistemas bajaron la calidad del instrumento. Las grandes fábricas estandarizaron los procesos de manufactura, de aleación de metales, ¡y de enseñanza musical! De las fábricas salen músicos e instrumentos iguales, quizá muy precisos y pulcros, pero sin una personalidad, sin el aguzamiento que tiene un guardián de la luz interior.

-“Así se hace un saxo”, dice Novik mostrando un cono de latón y un martillo: “de ahí a puro golpe lo vas llevando al temple que quieras, si te pasas se arruina.” Pero en las fábricas ya tienen una medida hecha, calculada, segura. Los saxos Henri Selmer no son los mejores necesariamente, sino que su importancia se da porque fue quien más los comercializó.

Le cuento que Santiago Jiménez está en trámite de enviar el suyo a Colombia para hacer la reparación, que por cuestión monetaria y de experiencia en lutiería le resulta ventajoso. Norberto Novik responde: “Decile que lo traiga acá.” Me facilitan un número telefónico un email. Norberto defiende el arte de la Luthería Quito. Denuncia que por la industrialización se ha perdido la unión tan estrecha que antes existía entre el constructor de instrumentos, la música, el intérprete y el instrumento mismo.

Yo miro un saxofón, y por mis ojos también veo unas mangueras de aire comprimido unos papeles un martillo una lanza un río y reuniones shuar desnudos adentro en la selva bebiendo

chicha alimentándose con yuca un chiste la madre se ríe de un chiste un fotógrafo con Leicas una balsa Klaus Kinski, Dennis Hopper, una hoja que envejece, una película, apocalipsis ahora, The End.

De vuelta al siguiente momento en la realidad, confirmaré si es cierta la leyenda que los Selmer fueron construidos con las campanas caídas y las armas de la Segunda Guerra Mundial. Novik está de acuerdo con la parte de las campanas, “Claro, y no caídas necesariamente, porque los curas las vendieron, y no sólo a Selmer sino a todas las marcas: Conn, King, es el material.” En cuanto a la parte de las armas, están fuera de cuestión porque aquellas son de acero y ese no es el material de los saxofones.

Norberto Novik es una fotografía, ahí rodeado de violas y violines añejos. Lentes. Lupas rúbricas y años antiguos. Museos estatuas jardines-fuentes, dunas de Jerusalén y dátiles maduros. Novik es una fuente, ahora emana la confirmación de la compra de instrumentos que se hizo desde Ecuador a Estados Unidos a principios de los sesenta para equipar las bandas de la Fuerza Aérea y la Policía. Dice que no eran instrumentos demasiado buenos. “Hay una veintena de Selmers circulando, yo los conozco todos”. La idea de que estos saxofones estén subutilizados no le parece justa porque las bandas de pueblo tienen derecho de tocar con buenos instrumentos. No hay una música superior.

Cae la noche y Novik predica contra la competencia entre artistas, contra los títulos, dice que es una estafa eso de estudiar arte, que no te pueden dar un título de arte. Por supuesto que el artista estudia, pero nadie te puede dar un título. “Fíjate que en la universidad a los estudiantes les dan título por estudiar a un tipo que no tenía ni un solo título, ¡y no sólo que no tenía título, sino que era un analfabeto completo, que no sabía leer ni escribir: Charlie Parker!”

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El músico Mauricio Proaño interpreta a Domingo Cantinas, un cantautor bohemio que escribía sus canciones sobre

servilletas en los bares.

En las siguientes páginas:Izq. El saxofonista Santiago Jiménez

con su Selmer Mark VI.Derecha arriba: Domingo Cantinas

Der. abajo: David Rosales en la batería y Franco Aguirre en el bajo.

Domingo Cantinas por Rubén Jurado

Foto galería

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LA MARÍA SEPTIEMBRE 2010 31


Domingo Cantinas se acompañó de músicos que le dieron un nuevo sabor a sus canciones. Arriba, con los percusionistas Diego Minda y David Rosales. En el saxo, Santiago Jiménez.

Fotos por Rubén Jurado www.rubenjurado.wordpress.com


Em Me dijeron que tu amante Emse escapó por el tejado B7Y con estas mismas manos perseguiré y acabaré Emcon el desalmado

E7 Am Y aunque en la cárcel yo tenga que acabar B7 Emesta misma noche esta historia va terminar

E7 Am Y aunque en la cárcel yo tenga que acabar B7 Emesta misma noche esta historia va terminar

Em B7Me dijeron que tu amante es mi vecino Emmi amigo de muchos años

noche tras noche B7año tras año Emyo he vivido en el engaño

E7 Am Mientras borracho, yo estaba en la cantina B7 Emtú con tu amante se bañaban en mi tina E7 Am Mientras borracho, yo contemplaba las estrellas B7 Emtú con tu amante se acababan mis botellas

Em B7Y para que esto nunca más vuelva a pasar Emesta misma noche yo te voy a cenar B7empezaré pedazo a pedazo con tu amante Emterminaré con tu corazón sangrante

El Antropófago Enamorado (Pasillo)Por Domingo Cantinas

AmE7

Em B7

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B7

E7 Am Y así dirán ahí va el antropófago enamorado B7 Emles diré que es por la culpa, de tu amante el desalmado E7 Am Y así dirán ahí va, el antropófago enamorado B7 Emles diré que nunca más, serás la amante del vecino de al lado

Em B7Ni las líneas de las manos Emni la bola de cristal B7pudieron predecir Emeste destino fatal

E7 Am Y aunque en la cárcel yo tenga que acabar B7 Emesta misma noche esta historia va terminar E7 Am Y aunque en la cárcel yo tenga que acabar B7 Emesta misma noche yo te voy a cenar.

Bonus Track


Ficciones

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Dibujo por Francisco Dueñas - TexTo por Diego pazmiño

Antes, me presento, lector, querido d e m i u r g o .

Comunico, protesto, llevo un mensaje, una idea y, sobre todo, varias quejas. Escucho música como un frenético abandonado, descifro mi dolor a través de las sencillas notas de una canción de rock, cierro los ojos y verdaderamente siento. Me opongo a la mayoría de las cosas, soy contrapuntista, amargado y tengo el sentido del humor de un viejo estilete, lleno de óxido. Practico la filosofía de los Sonic Youth, neoyorkinos personalmente desmitificados luego de su disco Hits are for squares, lanzado con el apoyo de una de las más detestables corporaciones, Starbucks. Ellos cantan Kill your idols, y así lo hago siempre, desmitifico a mis modelos y maestros, mato a mis ídolos, rompo con mi propio código de ética y conducta, y con el de los demás. No tengo altares, no tengo verdades absolutas, no tengo apegos ni defiendo causa alguna; odio la mayoría de situaciones en las que me desenvuelvo, pero todo lo conduzco hacia el momento en que nace la tarde y me pongo a escuchar música, a reproducir un disco, una y otra vez, tratando de entender lo que la música dice.

Tengo una computadora que egoístamente se lleva la mitad de mi cerebro, haciendo de mí un zombi corporativo que (y odio decir esto) “colabora” con una empresa de diseño y marketing. No me gusta mi trabajo, mi refugio es la música, embriago a mis sentidos cuando musito una canción entre mis dientes. Trabajo con pesadez, esperando que dé la tarde para escuchar la canción precisa, en el momento indicado. Mi descontrolada melomanía y mi descontrolado rencor han forjado la necesidad de llevar este diario que hoy empiezo, y en el que pienso plasmar mi rutina, claramente marcada por estos dos elementos que danzan caóticamente en el paréntesis

que se da desde que salgo de la cama, hasta que vuelvo a ella. Digamos que, por ahora, escribir este diario es una necesidad.

El resto de mis no tan escabrosos detalles biográficos aparecerán a medida que las hojas pasen. Por ahora basta decir lo que se ha dicho, y agregar que he sido un consignado a la soledad, no por elección propia, sino por tener esta personalidad que arruina fiestas e incomoda y ahuyenta hasta al más positivo y alegre humano. Vivo en una pequeña casa, al norte de la ciudad, acompañado de apenas un espejo pequeño, dos viejos de madera, una guitarra, una mecedora, una cocineta, una colección de 537 discos originales, 112 LP´s, 2 discos extraíbles con mas de 40 mil canciones cada uno, unos 70 casetes y un desatendido gato, i m b o r r a b l e huella de una d e s g r a c i a d a r e l a c i ó n del pasado, llamado, antes Rafael, y ahora bautizado bajo el nombre de Señor Charles Manson (un d e s t a c a d o p a r é n t e s i s : ¡odio a los gatos!).

He decidido empezar este diario luego de un fructífero insomnio junto a los Rolling Stones. Todo comenzó la mañana anterior, cuando me levanté con la rutinaria pesadez de los lunes. Salí de casa, trabajé y volví a casa. El mal humor y los maullidos del gato con hambre hicieron que fuera a la tienda como un loco, a comprar cervezas y habas tostadas. Regresé y puse el Sticky Fingers, pasé la primera canción, “Brown sugar”, y subí el volumen para la siguiente; sonaron las primeras notas de “Sway”, sonó la cerveza destapada lentamente y sonó la comida del gato que caía sobre el plato de plástico. Luego, me senté a murmullar la letra:

“Did you ever wake up to find a day that broke up your mind, destroyed your notion of circular time. It’s just that demon life has got you in its way”. Repetí la canción, luego, la volví a repetir. Para la tercera vez, en el minuto 2, con 45 segundos, se me erizaron los pelos y vino una ráfaga intensa, parecida a un escalofrío, que me provocó la necesidad de gritar, de sobarme los brazos y las sienes o darme contra las paredes. Una sensación aparentemente autodestructiva, pero, sin embargo, fiel a la misión de conocernos a nosotros mismos, para entender que no todo dolor hace daño.

Luego de oír “Sway” tres veces, pasé a la siguiente: “Wild Horses”. Para esto, ya me había tomado tres cervezas y empezaba a sentirme amortiguado (no soy un gran bebedor), el gato

jugaba con las cuerdas viejas de la guitarra, cayó la noche y yo sentía una intensidad que no podría d e s c r i b i r s e como buena ni mala. Desde siempre “Wild Horses” ha sido una de mis canciones favoritas de

sus “majestades satánicas”, los Stones, y con el estado de ánimo en el que me encontraba, las emociones no fueron menos intensas que en otras ocasiones.

Pasó el disco y “Moonlight Mile”, la última canción, apagó el fuego azulado que se había alojado en mi pecho. Respiré profundamente y descansé. Puse el documental Gimme Shelter, de Albert y David Maysles, que cuenta la historia de un concierto gratuito en Altamont, California, organizado por los Stones, donde participaron, entre otros, Jefferson Airplane, Santana, Crosby, Stills & Nash y los Hell’s Angels, grupo de motociclistas contratados por

Repetí la canción, luego, la volví a repetir. Para la tercera vez, en el minuto 2 con 45 segundos, se me erizaron los pelos.

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los Stones para la seguridad del concierto, y catalogados por la policía norteamericana como delincuentes (nótese la paradójica excentricidad de los británicos). The Grateful Dead iba a tocar en el concierto, pero no lo hizo debido a la creciente violencia en el ambiente, que desembocó en las catastróficas muertes de cuatro fanáticos, uno de ellos apuñalado por los motociclistas, quienes dicen haberlo visto con una pistola, apuntando al escenario. El documental muestra el preciso instante en que los Hell’s Angels apuñalan al joven afroamericano.

Luego de ver la película, la euforia volvió a mí, abrí otra cerveza, fui a los discos y busqué el Beggars Banquet. Este, sin duda, es uno de los mejores discos de los Rolling Stones; la crítica especializada dice ver en él al que inició la leyenda del grupo. Luego del fracaso del anterior, llamado Their Satanic Majesties Request, donde exploraron la psicodelia y fueron catalogados como la copia de los Beatles (para la fecha ellos habían lanzado el Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, en 1967, y su portada parecía ser el modelo para el reciente disco de los Stones), los Rolling se enfocaron en su música y crearon cuatro discos seguidos que, inmediatamente, se convirtieron en fundamentales para los amantes del rock’n roll.

Beggars Banquet sale al mercado en 1968, luego Let It Bleed, en el 69, Sticky Fingers en el 71 y Exile on Main St en el 72. Cuatro discos que marcaron

el sonido característico del dueto creador Jagger / Richards, y a partir de los cuales se deterioraron las relaciones entre estos dos músicos y Brian Jones, fundador y ex líder de la banda, a quien se le atribuye su característica estética y sonido, revestido de innumerables instrumentos. Es Brian Jones quien toca la guitarra slide en “No Expectations”, es él quien toca la marimba en “Under My Thumb”, la cítara en “Paint in Black”, el órgano en “Let’s Spend the Night Together”, el acordeón en “Backstreet Girl”, el saxofón en “Dandelión”, y la harmónica en las primeras canciones del grupo. Es él quien empieza a vestirse de tal forma, a llevar el cabello de tal otra, y marca el estilo desalineado de los Stones, que luego definiría la estética de los hippies. Los otros miembros la acogen y desarrollan.

Brian Jones también fue pionero en el club de los 27, que hace referencia al macabro impulso de Tánatos, que ensombreció a grandes como Joplin, Hendrix, Morrison o Cobain, y que los condujo a una temprana muerte, todos a la misma edad, luego de vivir con rapidez y abandonarse a los 27. Alguna vez Jones dijo que no quería vivir hasta los 30, y lo cumplió cabalmente, luego de que Jagger, Richards y Watts le dijeran que estaba despedido de la banda. Apareció, meses después, el 3 de julio de 1969, ahogado en una piscina, muerto, aparentemente, por un ataque de asma.

Luego de escuchar “Simpathy For the Devil”, viene “No Expectations”. Es profundamente conmovedor e indescriptible lo que esta canción produce en mí. Tenía una serie de nudos en la garganta, necesitaba escribir, dar una crónica, un testimonio, algo. Necesitaba seguir oyendo música. Escuché los cuatro discos de corrido, sin pasar ni una canción. De cuando en cuando volvía a “No Expectations”, y sentía esa frustración del que quiere llorar, pero las lágrimas simplemente no salen. Llorar es terriblemente emotivo, pero cuando alguien necesita hacerlo y no puede, la palabra para definir aquel sentimiento se torna un poco más difícil de encontrar. Pasaron las horas, escribí muchas cosas, y llegué a la conclusión de que, de ahora en adelante, mi catalizador será esta breve descripción de lo que siento al escuchar música.

Por ahora el espacio es corto, y las ideas se amontonan en mi cabeza. Espero ordenarlas para la siguiente entrega, y espero contar con el lector que me da vida. Escuchen música, sean críticos y exigentes y no solo se dejen engañar por la armonía, déjense engañar también por el ruido.

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habitual, en donde éstos se proveían de frescos cogollos de una hierba simplemente diseñada para no dejar dudas en el fumador(a).La Haya en el 2007, era un poco como Amsterdam. Entrabas a la ciudad atravesando campos llenos de molinos eléctricos de diseño espacial, al estilo Gattaca, que son la sustitución obvia de sus clásicos pares vistos alguna vez, en cualquier póster de Holanda. Una vez en el centro, era emocionante ver una ciudad con todos los servicios de la capital: música, pan, putas, drogas, etc., pero con muchísimo menos proliferación escandalosa de turistas estadounidenses vomitando sus blancazos en cualquier acera o canal. Una vez consumado el shopping, y ya instalados con propiedad en el piso de T. y T., se dispusieron a armar sendos porros. Los dueños de casa, le señalaron a él y a sus dos compañeros músicos, que poner solamente ese tipo de cannabis en un caño, sin algo de tabaco (ya habrá algunos pensando en el típico bate europeo), era un verdadero suicidio así como un despilfarro. Los musicantes, por otro lado, les explicaron que en su país de origen, las cantidades que se manejaban en torno al tema, eran bien diferentes y que la costumbre básica era rolar un cigarro esencialmente copado y rebosante de verde (claro, si no querías ponerle otros aditivos). Pese a todo, y principalmente

porque no les dieron una gran cantidad de hierba por su compra, los invitados debieron atenderse al estilo local. Un golpe de humo sincronizado con un golpe de música zapatearon sin piedad en los cerebros de los recién llegados. Él, podía contemplar a T., la anfitriona, una señora en sus tempranos cincuentas, que hablaba en un endemoniado inglés de acento escocés, filtrado por su práctica del holandés. A momentos, daba la impresión de que tenía una papa caliente en la boca. A ella le pertenecía una parte considerable de la discoteca. Rock clásico y jazz. A ella le pertenecía la música de Kraftwerk.T., su compañero, era un ex-jugador de rugby, que se ganaba un buen status de vida con el oficio de carpintero. Un encanto de tipo. De esas almas mansas que de un golpe de índice pueden arrancarte la cabeza. Su gusto musical se orientaba más al sonido del metal, desde el clásico, al extremo más brutal. La discoteca de la pareja era algo impresionante. Los fumadores, llevados por la seca inmisericorde, engullían tragos de impecable cerveza Amstël, al tiempo que daban profundas caladas a sus respectivos porros.“Bahn, bahn, bahn is the Autobahn”, el canto de voces humano-robóticas, acompañado de acordes celestiales y sintéticos, lo hacían sentir como si estuviera bajo el efecto de dos o más gravedades terrestres.

Se sentó en el borde del sofá con forma de L que cubría un ala del salón. Era la primera vez, o al menos eso creía, que escuchaba con la debida atención aquellas construcciones acordales, armonía de hombre y máquina. El pequeño pero sólido piso de La Haya era recorrido por la luz tangencial del sol veraniego de los mares del norte, recordando, con algo de susto, el pueril apartamento santiaguino de su tirana abuela paterna. Diez meses de abstinencia de thc habían concluido ahí, en el pequeño búnker holandés, propiedad de una pareja de amigos del guitarrista del grupo. El impacto de ese sonido básico, repetitivo, hasta cierto punto arcaico y por eso, al mismo tiempo, inobjetable, calmaba de algún modo la cardíaca angustia que le generaban aquellas ansiosas pitadas distanciadas en el tiempo y el espacio.Habían llegado esa misma tarde, provenientes de Bélgica, y sin importarles el agotamiento del viaje por tierra, habían salido de la estación, a bordo del pequeño furgón de carpintero de sus cariñosos anfitriones, para dirigirse al coffee shop

Ficciones

Por Dickie Dickingstrong

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Quería quedarse en ese mundo antiguo, quería galopar la cresta de la onda sónica, sin preocuparse de nada. Sus compañeros de viaje y banda yacían chorreados esperpénticamente aplastados, como él, por el sonido de la planta eléctrica, (que es lo que significa la palabra Kraftwerk, en alemán). Frente a ellos, una pantalla mostraba un video animado del mismo tema, grabado en 1974. Había que ver que estaban en otra estos tipos. Pensó que hoy en día, en el mero siglo 21, cuando le ponías esta música a cualquiera, no podías evitar que se le escape un bostezo. Había quien se ofuscaba y te pedía algo más movido, menos denso. Para él, la universalidad de ese lenguaje sonoro no podía significar otra cosa que el encuentro con un grande de la canción.Cuando escuchas Kraftwerk te ves ante la imposibilidad

de negar una grandísima influencia. Contemplas el edificio de la música electrónica desde sus cimientos. No quiero decir que el rock más crudo de un trío de batería, bajo y guitarra no sea una manifestación esencialmente electrónica. Yo sé que el lector que escuchó lo que yo escuché, me entiende. La planta eléctrica fue fundada por Ralf Hutter y Florian Schneider quienes se habrían conocido en el conservatorio de Düsseldorf, a fines de los sesenta. Pese a cambios de alineación, el grupo ha conservado la formación de cuarteto con una base inamovible Hutter-Schneider, acompañados de otros loquitos. A Hutter se le atribuye la frase: “Nosotros tocamos las máquinas pero las máquinas también nos tocan a nosotros. Intentamos tratarlas como a unos colegas de modo que ellas puedan intercambiar energía

con nosotros”.Pero basta de hablar de música. Se recomienda escuchar los siguientes discos:Autobahn (1974; EMI). La ópera prima por antonomasia. Sonidos épicos. Radio-Aktivität (1975; piratería rusa). El tema atómico que habría de negarles la celebridad y la aceptación en su propia patria. Trans Europe Express (1977; Cleopatra). Un viaje a través de la aldea global deshumanizada. The man machine (1978; Cleopatra). Una apoteosis de la robo-música. Tour de France: Soundtracks (2003; Kling Klang Produkt ). Definitivamente un sonido más de acá que de allá.A nivel video, anda dando vueltas por el medio local, un DVD pirata de un show en vivo en Brasil en 2009 ante unas trescientas mil gentes. Vale la pena echarle el ojo.

CLASE Y JAM DE CONTACT IMPROVISACIÓN

El Contact Improvisación es una práctica corporal, que busca alinear cuerpo, mente y espíritu.

Concientiza la relación con la Tierra.

Experimenta una meditación en movimiento.

El eje corporal encuentra un eje compartido, al encontrarse con otros cuerpos.

Es una improvisación en contacto, abriendo los sentidos, escuchando el momento presente.

“permitirnos que el movimiento nos sorprenda”

Informes e [email protected]@hotmail.com 099941167- 2272287 Sofía Barriga

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Todos los Miércolesde 4 y media a 5.30 CLASEde 5:30 a 8 de la noche JAM.

En la sala multiuso del colegio América Latina.Los rosales y los tulipanes.diagonál a la bombonerita.


Estoy confundido, hay algo en mí que no me compete y al mismo tiempo me tira por la borda.El mar es cemento con pescados muertos, es el pavimento y mi barco son las suelas de mis botas.Todo me apetece, para qué la destrucción. Mi grito hace ondas en la saliva que ya no sirve, No me mires a los ojos si me quieres dominar, ya los tuyos cayeron atrás.

Esa es mi poesía. La lírica la pone Ernesto. Él, en su piano saca acordes para que yo cante siguiéndolos. Pero a mí me da rabia y entonces término tirando todo. Mi rabia aparece, así de pronto,

porque una llave no abre una puerta, porque alguien no ve que estoy ahí. Estupideces, lo sé.

Por Camilo Lobatón(Colombia)

Ficciones

“permitirnos que el movimiento nos sorprenda”

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Tengo una correa nueva, la hice yo mismo no es nada informal, es de taches cromados y de la mejor tacheria del barrio, la Boca.

Antes vivía más al norte, pero ahora vivo en buenos aires, llegué aquí, por casualidad como todo en mi vida. Nadie me traía pero aparecí. Ahora escucho la música local, y tengo una traga a la que le dicen Angie.

Mi mejor canción la toque a las 18, escenario lleno, público local del trópico. Se formó tal ardor que la gente salió quemada.

Mi grupo, se llama los Integrados, pero es un nombre de mierda. A mí no sé por qué me tienen como vocalista, si solo me la llevo bien con Maxi, el del bajo, ese man toca tan bien que sus dedos ya no sirven para nada más.

Digan lo que digan, el punk siempre ha sido para marginales, gente sin sentido de juguemos en el bosque cancioncitas infantiles. Mis amigos no tragan entero, yo no trago entero, eso estoy aprendiendo. Aquí con ellos, justo ahora, que pienso en todo esto, frente a una maquina de sodas dañada, que sirve de guardarropa, mientras cocinamos, cansados de ensayar, las paredes de la cuidad me tientan para estar unidos y combatir con irreverencia, la propaganda que no nos deja surgir. Esto lo digo en voz ALTA, entonces me miran y se ríen de mi idealismo. Al parecer yo soy el único que sueña en voz alta. Todos son muy reservados. Así está mejor, me gritan al oído. Hay algo en mí que no tiene dudas: la capacidad para convencer, es cuestión de lucir bien la pinta, reír con mis dientes blancos que ya dejaron el vicio y el licor y convencer al más roído y pichicato, de que la canción está sonando en el exterior. Afuera todos esperan y yo llego con la sonrisa intacta y les cuento de que la radio sin legalidad, ya tiene uno de nuestros demos.Buena. Gritan estos, con acento de argentinos.

En las mañanas sueño con vender mandarinas y tener para comprar algunas cosas que necesito. Me dirijo a la Costanera, y empiezo la jornada. A 3 pesos. A mitad de mañana ya no tengo nada. Y mi bolsillo, se multiplica. Le he dicho a Angie pero no se copa, a lo local, me dice que no sirve para eso, y yo miro sus uñas pintadas de negro y la admiro, todo lo que diga es bello. Pero cuando me dice que quiere que la invite a un helado, yo le digo que se abra. Que si quiere la espero mañana temprano.Mis batallas son con la generación que al lado mío se enfrenta con mi parche, con mi banda. Me entreno en las noches antes de acostarme, con flexiones y abdominales, todo esto para estar en forma por si algún pendejo se atraviesa conmigo y me tira caricias al oído. Así no papá. Ojo que estos raspan.

Mis modales son como los de todos: cago, meo, ceno con cubiertos y uso calzoncillos cada dos días. Como lo que sea, y si algo me cae mal me tiro pedos.

Eso de extrañar ya se me pasará, nada me ata, y si ato son los cordones de mi zapatos. Quisiera ser mas pinchado, vestirme mejor, elegante, a mi mejor modo. Pero ahora no tengo guita, a lo local, mis monedas me las gano, pintando casas en Palermo, Recoleta, hasta en mi barrio, Belgrano.

Si mi parche es de la Boca, es porque por ahí entré en barco dentro de un contenedor, eh, mentira, llegue en avión a lo bien, con maleta de mano, así cual estudiante de medicina. Pero si, a la Boca llegué a vivir unas semanas y con eso bastó para tomarle cariño. Ahora en Belgrano vivo solo, y todos los días le digo a Angie que se case conmigo, que compremos una cama juntos. Ella se queda en silencio y se va, solo atina a decir “un día de estos voy y te visito y si me gusta, te doy lo que tanto quieres”. Yo la miro y me río,

toda picada a seria y no se da cuenta que si no decide rápido me voy a aburrir. Mentira yo a esa pelada, a esa mina, a lo local, la espero el tiempo que sea.También tengo amigas, las chicas punki les digo, porque son unas berracas, trabajadoras, rudas, pero tienen tanta ternura dentro, que los sueños con ellas saben a flores. Entonces a las punki las reto a hacer en la calle las cosas más raras, como tirar llantas al tráfico, o que se tiren al piso, no sé, locuras, pero me miran raro.

Parece que hay onda de nuevo para el ensayo. Del mundo punk, no sé qué decir, no sé muchas cosas, de por qué estoy aquí, no tengo la menor idea de qué significa punk. En la escuela me reprochan por mi antipatía y mi grosera aptitud, pero eso no es ser punk. La historia dice que nació en Inglaterra, con bandas de chicos locales y si es verdad, pero la historia sirve algunas veces como un imán de consumo y esa historia punk, solo ha servido para vender una marca registrada del chico loco punk, con aritos y As de anarquía.

Mi grupo conecta la guitarra, la batería y el bajo, el local está lleno de humo, tabaco negro de paquete, armado en papel, desde afuera gritan que el tiempo se acaba, Ernesto me tira de la camisa; arriba pues loco, y empieza con un re:

No me grites al oído, no, ya me masturbas y me dices loco,Ven por mis cosas, que ya no sirven,Mi televisión se funde a mitad de la función.

Coro:No me corrompas con tu chic peinadoVete a la calle Salí de aquíCon tu estúpida vozVete a la calle Salí de aquíNo me corrompas con tu zalamería.No tengo tiempo para esta……para esta discusión.

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La guitarra tiene su eco propio: cuando me aburro en un bar lo primero que hago es ir a sentarme junto al parlante del guitarrista, o si no es bar sino fogata, me siento a lado de la guitarra acústica, que no más le topas y suena. Es un consuelo al sufrimiento perenne el eco de la guitarra, ese eco histórico.

Y entre tanto eco y rasgadura y golpe de guitarra en mi oreja, divagué entre los llamados virtuosos del rock progresivo y un rato perdí la cuenta del tiempo, me perdí a mí mismo y solo fui mi oreja, bastante sorda les cuento, por suerte conseguí los mejores audífonos del mercado y me volví pirata, pues la tecnología cuesta un ojo de la cara y no queda otra que pedir prestado discos y copiarlos a la compu, buscar discografías completas en archivos torrent o bajarse programas como el Scrobbler de Last.fm, sino, ¿de qué sirve oír? “La vida sin música es un error” dice una chica.

No más preámbulos. Gracias a Last.fm y su programación random me encontré, de orejazo, con la guitarra de Kiko Loureiro y, pese a que el artista es famoso, muchos conocidos míos nunca lo escucharon antes de mí como solista y tengo la percepción de que no es tan conocido en Quito.Pedro Henrique “Kiko” Loureiro nació el 16 de Junio de 1972, bastante joven si lo comparamos con viejos dioses virtuosos de la guitarra, como Steve Vai, por ejemplo.

Es un guitarrista brasileño que fue integrante de las bandas Legalize,

Kentucky y A Chave, entre otras. Su estilo en la banda Angra se basa en el metal progresivo y power-metal. Llena de energía, Angra sí es una banda conocida, aunque no me llamó la atención del modo en que lo hicieron los discos solistas de Kiko. Fueron esos discos, Universo Inverso y No Gravity los que me tuvieron despierto toda una madrugada y toda la mañana del mismo día, mientras fumaba y bebía vodka.

La noche anterior conocí a una chica y luego ya del intercambio de regalos en mi cama me enteré que le gustaba mucho el reggaetón, de modo que tuve que levantarme, prendí la compu, abrí el Last.fm y de milagro escuché a Kiko, quien me salvó la noche. La chica que me acompañaba puso mala cara cuando me serví el trago y se encerró en mi cuarto. Por suerte no me robó nada. Al otro día se fue creo que diciéndome “satánico de mie****” (acuérdense que no oigo tanto y peor con la música en la oreja) y se largó dando un portazo, como en las películas. Ni siquiera pensé en insultarle de lo embriagado que estaba, tanto de música como de vodka. Pero sí me reí del comentario, me hizo acuerdo de Calle 13 y me pregunté si a ella le hubiera gustado.

La canción No Gravity de Kiko, que hace honor al nombre del disco, demuestra la maestría del guitarrista y el cuidado que le pone a cada nota, además de señalarse a sí mismo como seguidor de una tradición de canciones de un tono casi místico, como la casi melancólica Windows to the Soul de Steve Vai y la

Kiko Loureiro y mis pequeños particulares en su guitarra

Por Don D. Dantés

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Ficciones


casi alegre Ending Credits del legendario Opeth. La penúltima canción del disco No Gravity, que se llama Pau-De-Arara (“Percha del Loro” es el nombre de un método de tortura), guarda una energía impresionante en su ritmo acelerado marcado por la guitarra que le encanta a cualquier metalero y a su vez, no se confunde pa’ nada con otras canciones del mismo estilo, tales como Scene Two: Overture 1928 de Dream Theater o Summer Song de Joe Satriani. En estos tiempos en que los profesores de música y otros intelectualoides del arte se pasan hablando de la muerte de las distintas expresiones de los homo sapiens, la energía, juventud y trabajo de Kiko Loureiro trae esperanzas donde ya no hay fe; la huida, el escape a los universos inversos de cada uno aún serán posibles, sin caer en el vacío de los patrones rítmicos tan aburridos de los sintetizadores del pop chatarra gringo, tan indigeribles como la comida del mismo género. Como si uno por esposa tuviera que conformarse con un maniquí barato y vacío, una muñeca Barbie sin vagina, que a los 40 años parece lista pa’ botar a la basura, se ponga el maquillaje que se ponga, sea o no la moda de la globalización.

Y eso que no les he dicho todo. Feijão de Corda, primer track del disco Universo Inverso, es una canción que se escribe sobre sí misma, se desarrolla desde sus propias notas y sin ser ambiciosa las recorre todas, sin brusquedades ni cambios de tema a modo de golpe, sino siguiéndose a sí misma por todas sus notas, cuál serpiente que corre tras su cola sin alcanzarse, jugando a no morderse. El disco Universo Inverso cuida muchos ritmos y pianos de jazz, mientras que No Gravity busca la intensidad del metal y la progresividad casi agresiva. Aún así, Universo Inverso continua siendo un disco de rock progresivo y ello se refleja

en todas sus canciones, poniendo como un ejemplo muy claro a Monday Mourning y a Arcos de Lapa.

Realidade Paralela de Kiko Loureiro, del disco Universo Inverso, es una canción que le gustaría a cualquier virtuoso de la guitarra o audiencia de virtuoso o audiencia de guitarra. Si usted, querido lector, tiene hambre de una guitarrita soñadora de paz en el mundo, escuche esta canción, de notas cortas y simples, de rasgados tenues y constantes. Es más, no sé cómo no lo pensé antes, tal vez por lelo, pero la próxima vez que invite a una chica a cenar a mi casa, pondré esa canción mientras comemos; la suave y sutil percusión latina de fondo no hace sino elevar los humores del vino y la comida; es que la canción pide respeto por la música y el silencio. Y dejaré que, durante esta hipotética cena, suene la siguiente del disco.

Recuerdos, canciones con que Kiko busca recuperar sus raíces en la guitarra latinoamericana, sin olvidarse jamás del rock como búsqueda y esparcimiento más allá de las fronteras que todo intelectualoide del arte busca para limitar su pensamiento, fronteras de las que todo artista busca huir, pues se llama a sí mismo dueño de su realidad. Una canción trabajada desde el mismo amor a la música se vuelve una realidad en sí misma.

Para terminar, Kiko Loureiro señala muchas de sus influencias, entre las que rescato las siguientes: Black Sabbath, Live Evil, Yngwie Malsmteen, Rising Force, David Lee Roth, Eat’em and smile, Edu Lobo & Tom Jobin, Edu y Tom, Van Halen, Miles Davis, George Lynch, Queen, The Beatles y Caetano Veloso.

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Todos tenemos una imagen de los 80’s, hair metal para algunos, Madonna para otros; ni hablar de los 90s, el grunge para algunos, las boy bands para otros. Parece que cada década crea su imagen a través de los hechos que la definen, pero indiscutiblemente es la música la que marca a cada generación cada 10 años.

De pequeño me decían que en el 2000 se acaba el mundo; no se acabó y peleo con los nostálgicos de MTV quienes afirman que la música se acabó con la decaída de su hermoso canal. Ahora bien, ¿cómo podría atreverme a definir esta década que termina? Eminem, pensarán algunos, la Britney rapada, dirán otros; y qué hay del perreo intenso, que mal o bien ebrios todos hemos bailado.

Tantas modas, tantas tendencias y como siempre la música no logró unir a las personas (ahí están fresquitos los cientos de emos y floggers (¿?) sacrificados día a día en la boca de los que aseguran ser auténticos y no ser posers.) Todo eso será la novelería de las fiestas retros del futuro. Pero ya no me dejen desvariar más. Se me ha encargado una tarea, recordar y enlistar mis diez discos favoritos de la década. Será oficio del tiempo decidir cuál será la música que se quedará para nuestros nietos, o al menos

para los nietos de los amigos que sí se casaron. Feliz nueva década, sabrán disculpar si no incluyo discos en español (hubiese sido más difícil aún hacer esta lista) y sabrán disculpar que sólo incluí los géneros que me son cercanos (se escucha lo que se puede). Algunos se sorprenderán, otros dirán que no calo nada, sin más introducciones (labia no del todo innecesaria) les dejo con mi lista de mis 10 discos de la década.

Radiohead – Kid A - 2000 (Experimental / Art Rock / Electronic)

La banda en su pico creativo. Demencia en cada acorde, producción perfecta. Tool siempre se mantendrá vigente y este disco explica el porqué

Temas recomendados: The Grudge, Schism, Reflection.

Sigur Rós – () – 2002(Post Rock / Electronic)

Se volvieron locos, simplemente se volvieron locos.

Temas recomendados: Kid A, The National Anthem, How to Disappear Completely, Idioteque.

Tool – Lateralus – 2001(Alternative Metal / Progressive Rock)

El disco que definió un nuevo género. Detrás de todas las supuestas pretensiones (post rock, temas sin nombre, música dizque intelectual) se esconde un disco que te puede hacer temblar de lo intenso que es. Temas recomendados: ()3, ()7.

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Por Francisco Flores

Músicamúsica

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El regreso de

Chancro Duro

contra el olvido


Porcupine Tree – In Absentia – 2002(Progressive Rock / Art Rock)

20 años juntos y Steven Wilson con su banda no pierden la fuerza. Los Porcupine juegan con los matices del rock (acústico, progresivo, heavy) y el resultado es un clásico inmediato.

Temas recomendados: You Think I Ain’t Worth a Dollar, But I Feel Like a Millionaire, Go With the Flow, No One Knows, Do it again.

The Flaming Lips – Yoshimi Battles the Pink Robots – 2002(Neo-Psychedelia / Dream pop / Space Rock / Electronic)

Los mimados de la crítica mundial. Su debut tomó por sorpresa a la industria al convertirse en un éxito. Méritos no faltan, el trabajo con las guitarras es impecable. The Mars Volta lanzó otros discos en la década, ninguno tan remarcable como éste.

Temas recomendados: Son et lumière, Televators, Drunkship of laterns

Arcade Fire – Funeral – 2004

Temas recomendados: Lips of Ashes, Gravity Eyelids, Strip the Soul

Queens of the Stone Age – Songs for the Deaf – 2002(Stoner Metal / Hard Rock)

Muchos dirán que se vendieron, pero a nadie pareció importarle. Queens of the Stone Age les recordó a críticos, melómanos y a MTV que el rock aún está lejos de morir.

Sobrevieron a los 90s y son ahora una de las bandas más respetadas de la escena Indie norteamericana. Con Psicodélica espacial, buen rock alternativo y robots rosados (sin nombra la carátula más cool de la década), Yoshimi es imperdible.

Temas recomendados: Yoshimi Battles the Pink Robots pt. 1, Do you Realize?, All we have is now

The Mars Volta – De-Loused in the Comatorium – 2003(Experimental / Art Rock)

(Indie Rock / Baroque pop)

Me costó un tiempo admirar la belleza de este disco. A la tercera escuchada me golpeó en el cerebro. Musicalmente perfecto, este disco hace que te invada la alegría más melancólica.

Temas recomendados: Une année sans lumière, Wake up, In the Backseat, Neiborhood 2

Tom Waits - Orphans: Brawlers, Bawlers & Bastards – 2006(Blues Rock / Experimental / Cabaret)

De la carretera al cabaret, del alcohol y los execesos a la introspección y la tristeza. 3 Discos, más de 50 canciones, entre material inédito y lados B

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del pasado, Waits no deja nunca de sorprender.

Temas recomendados: Fish in the Jailhouse, Lord I’ve been changed, Long Way home, World keeps turning, On the Road.

Portishead – Third – 2008(Electronic / Experimental rock / Trip-hop)

ADEMÁS

Temas de la década recomendados:

(Los últimos siempre serán los primeros) Enlistado en orden de lanzamiento:

Hubo que esperar más de 10 años para escuchar el regreso de la aclamada banda inglesa. La espera valió la pena, Portishead juega con diversos sonidos; cada canción es una experiencia diferente y por supuesto está la escalofriante voz de Beth Gibbons. Recomendado aún si no te gusta la música electrónica.

Temas recomendados: The Rip, Plastic, Nylon Smile, We Carry On, Machine Gun

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Los Amigos de Charlotte convocan a la Caravana Artística en repudio a la violencia, el domingo 12 de septiembre, desde Guápulo a las 10h00.

Se cumple un año desde que la ciudadana francesa Charlotte Mazoyer falleció.

Los amigos de Charlotte se autonombra el grupo de personas que nos reunimos a rendirle un

tributo. Dolidos por la impotencia de sufrir su muerte, no podíamos quedarnos callados ni dejar que se olvide, como otros crímenes que ha vivido esta urbe.La verdad, siempre escuchas sobre asesinatos e historias horribles, pero es difícil entender la dimensión del dolor. Cuando te ha tocado cerca, entiendes el sentimiento de impotencia, el profundo vacío que esto provoca.Este dolor renace en nuestros corazones como la voluntad de hacer algo, no callar, gritar con colores este renacimiento al mundo.Es duro sobrevivir en una comunidad que conjuga la violencia armada con el

peor servicio de auxilio médico de la historia humana.

NO A LA INDIFERENCIA

INDIFERENCIA: Estado de ánimo en que no se siente inclinación ni repugnancia hacia una persona, objeto o negocio determinado.Cualidad o actitud de las personas que no demuestran interés por algo.

“No a la indiferencia” es una campaña que busca despertar la afirmación social ante los últimos brotes de violencia que se han suscitado en este año, en nuestro espacio urbano.“Afirmación Social” es reconocer la humanidad del otro. Esto significa no

solo aceptarte a ti como humano, sino a todas las personas que habitan a tu alrededor, sin importar distinción social, monetaria o étnica, esto dado por la falta de interés y colaboración por parte de nosotros mismos, hacia nuestros semejantes.¿Cuántas veces hemos sido testigos de asaltos y no hemos hecho nada para impedirlos? Esto también nos hace cómplices de los delincuentes, porque al preferir el silencio sobre la acción los estamos encubriendo, para que simplemente sigan cometiendo actos cada vez más violentos y más crudos ante el ojo de la opinión pública. Esto nos convierte en cómplices y encubridores directos, ya que mostramos una completa apatía, una completa indiferencia ante el dolor y el sufrimiento ajeno.Esta campaña busca crear una unidad social no excluyente donde todos cuidamos de todos.La única forma de detener la delincuencia es ayudándonos los unos a los otros.Buscamos invadir espacios en los que ha ocurrido algo trascendente que el tiempo y la indiferencia han borrado de nuestra memoria colectiva, como una forma gráfica de reafirmar los recuerdos, para que estos no se olviden y no se repitan.

Grupo social y de arte urbano XYZA

Detalle: la placa en bronce realizada por un amigo de Charlotte.

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Un grupo de amigos de Charlote se reunió en Guápulo, el barrio donde ella residía, para pintar un mural, hacer minga y develar una placa en su recuerdo. Fotos: Archivo La María.Más información en: www.losamigosdecharlotte.blogspot.com


Alice Glass, vocalista del dúo canadiense Crystal Castles. Lollapalooza, Chicago, 07/08/09.

Foto: David Coral

R e v i s t a

La María #4

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