LA MANO EN EL ARADO

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LA MANO EN EL ARADO Partiendo él de allí, halló a Eliseo hijo de Safat, que araba con doce yuntas delante de sí, y él tenía la última. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto. Entonces dejando él los bueyes, vino corriendo en pos de Elías, y dijo: Te ruego que me dejes besar a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré. Y él le dijo: Vé, vuelve; ¿qué te he hecho yo? Y se volvió, y tomó el par de bueyes y los mató, y

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LA MANO EN EL ARADO

Partiendo él de allí, halló a Eliseo hijo de Safat, que araba con doce yuntas delante de sí, y él tenía la última. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto. Entonces dejando él los bueyes, vino corriendo en pos de Elías, y dijo: Te ruego que me dejes besar a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré. Y él le dijo: Vé, vuelve; ¿qué te he hecho yo? Y se volvió, y tomó el par de bueyes y los mató, y con el

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arado de los bueyes coció la carne, y la dio al pueblo para que comiesen. Después se levantó y fue tras Elías, y le servía. 1 Reyes 19:19-21.

   Cuando Elías recibió la orden de Yahveh de ungir a Eliseo, fue a buscarlo y lo encontró arando en el campo, junto con otros hombres. Todos tenían arados tirados por dos bueyes. Como el mismo Yahshua nos explica en la parábola del sembrador, el campo es el mundo. En

verdad, cuando el Señor nos llama, TODOS ESTAMOS EN EL CAMPO... EN EL MUNDO. Muy ocupados en manejar nuestros animales y realizar nuestras "importantes" tareas con las que vanamente creemos que nos alimentamos a nosotros mismos y a

nuestras familias, olvidándonos que tenemos orden de no afanarnos:  "No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas . Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal" (Mateo 6:31-34).

   Eliseo estaba bien ubicado, conocía las prioridades y no dudó. En cuanto Elías lanzó sobre él su manto (una antigua costumbre para "separar" a una persona para tomarla para casamiento o, en este caso, para tomarla para profeta), Eliseo corrió a pedirle permiso para despedirse de sus padres. Luego tomó su yunta de bueyes y los mató, y con la madera de su arado los cocinó y los dio de comer al

pueblo. Esto es: RENUNCIÓ AL SISTEMA DEJANDO DE TRABAJAR DENTRO DE ÉL Y MOSTRÓ A TODOS QUE ESTABA MUERTO PARA EL MUNDO. Después de esto, siguió a Elías y le servía.

   Esta no deja de ser una tremenda enseñanza para todos los cristianos hoy en día. Tal vez muchos proclamen que están dispuestos a salir de Babilonia (el falso sistema religioso), pero ¿cuántos están dispuestos a SALIR DE EGIPTO, el mundo? ¿Cuántos de todos los que dicen "y qué se puede hacer" han tomado alguna decisión CONCRETA, por mínima que sea, para mudar desde ellos mismos? 

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Yahveh Dios nunca nos pidió que mudásemos el sistema.

Nos ordenó SALIR DE ÉL.

   ¿Cuántos han cumplido esta orden? Muchos dirán que no vivimos ya en los tiempos de la Ley sino en los de la Gracia, y si bien esto es cierto (aunque la Gracia no anula la Ley, sino que la cumple para dar vida, algo que la ley NO PUEDE), cuando nos dirigimos al Nuevo Testamento vemos, como ya dijimos en otros posts, que las cosas NO SE HAN SIMPLIFICADO EN LA ERA DE LA GRACIA SINO QUE, AL CONTRARIO, SE HAN VUELTO MÁS DIFÍCILES AÚN. El Propio Señor Yahshua nos dice: 

Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa. Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios. Lucas 9:61-62.

   Los tiempos se han acortado y el Señor nos apremia para que no perdamos más tiempo. Mientras que antiguamente aún "había tiempo" para despedirse del mundo y "dejar las cosas en orden" antes de salir de él, para estos últimos tiempos en que vivimos el Señor nos ordena: "el que esté en la azotea, y sus bienes en casa, no descienda a tomarlos; y el que en el campo, asimismo no vuelva atrás" (Lucas 17.31). 

NO PERDAMOS MÁS TIEMPO, HERMANOS.

ES HORA DE PONER LA MANO EN EL ARADO, PUES LOS

CAMPOS YA ESTÁN BLANCOS Y EL TIEMPO DE LA COSECHA ESTÁ MÁS PRÓXIMO QUE

NUNCA.

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