La llamada Ley de Dependencia

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La llamada Ley de Dependencia ESTE MES HEMOS QUERIDO REFERENCIAR algunos aspectos básicos del Proyecto de Ley de Promoción de Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia, que puede significar un gran avance social y que en su desarrollo va a requerir la plena participación de los profesionales de enfermería. En primer lugar conviene clarificar los términos y definir autonomía y dependencia. Por autonomía se entiende la capacidad percibida de controlar, afrontar y tomar decisiones personales acerca de cómo vivir de acuerdo con las normas y preferencias propias. En cambio, la dependencia es el estado de carácter permanente en que se encuentran las personas que, por razones derivadas de la edad, la enfermedad o la discapacidad, y ligadas a la falta o a la pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, precisan de la atención de otra u otras personas o de ayudas importantes para realizar actividades básicas de la vida diaria. Este Proyecto de Ley contempla un nuevo derecho para los ciudadanos de España: el derecho de las personas que no se pueden valer por sí mismas a ser atendidas por el Estado, y garantiza una serie de prestaciones. Dicho proyecto se inspira en los siguientes principios: el carácter universal y público de las prestaciones, el acceso a las prestaciones en condiciones de igualdad y la participación de todas las Administraciones en el ejercicio de sus competencias. El objetivo de este Proyecto de Ley es beneficiar a casi un millón y medio de ciudadanos que se encuentran en situación de dependencia y con escasos recursos, pretendiendo dar respuesta a esta necesidad de atención. Esta futura Ley incluye dos vertientes claramente diferenciadas: por una parte, a las personas con disfunciones debidas a la edad, y, por otra, a las personas con discapacidad congénita o adquirida, ya sea física, psíquica o sensorial. En nuestro país, el Instituto de Migraciones y Servicios Sociales (Imserso) ha publicado un informe titulado Las personas mayores en España. Dicho informe indica que 7 millones de españoles tienen más de 65 años, y que mientras la población española se ha duplicado respecto a hace un siglo, la de jubilados se ha multiplicado por 7 y sigue creciendo a un ritmo del 3,7% cada año. Según estas cifras, España se sitúa en el quinto lugar de los países de la Unión Europea con población más envejecida. Podemos pues observar que la esperanza de vida alcanza los 78,3 años. La cifra en los varones es de 74,7 años, y en las mujeres, de 81,9. Pero esto también indica que las personas vivimos más, es decir, se añaden más años a la vida, pero que éstos pueden ir asociados a la enfermedad y a la dependencia. Así nos encontramos que la evolución producida en los últimos años en los perfiles de los usuarios atendidos en los centros sociales y sanitarios, debido al envejecimiento de la población y al retraso en la edad de ingreso, ha significado el incremento del número de personas que precisan de cuidados gerontológicos más complejos, que requieren siempre intervenciones tanto sanitarias como sociales. Es por esta razón que el proyecto de Ley de Promoción de Autonomía Personal y Atención a las Personas en situación de Dependencia puede significar un gran avance social. Diferentes expertos vaticinan que el incremento de la demanda asistencial obligará a la reforma de las actuales estructuras sociosanitarias existentes, en la línea de potenciar la atención gerontológica, y especialmente la de atención domiciliaria, tanto desde la perspectiva social como de los cuidados que requieren las personas mayores con un grado alto de dependencia. Desde la perspectiva enfermera esta Ley puede significar un reto, porque promueve la coordinación entre niveles de atención, lo que permitirá garantizar la calidad de los cuidados de los cuales los principales responsables son los profesionales enfermeros. Margarita Peya Gascóns Directora Nursing edición española 6 Nursing. 2006, Volumen 24, Número 8 EDITORIAL

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La llamada Ley de Dependencia

ESTE MES HEMOS QUERIDO REFERENCIAR algunos aspectos básicos del Proyectode Ley de Promoción de Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situaciónde Dependencia, que puede significar un gran avance social y que en su desarrollo vaa requerir la plena participación de los profesionales de enfermería.

En primer lugar conviene clarificar los términos y definir autonomía y dependencia.Por autonomía se entiende la capacidad percibida de controlar, afrontar y tomardecisiones personales acerca de cómo vivir de acuerdo con las normas y preferenciaspropias. En cambio, la dependencia es el estado de carácter permanente en que seencuentran las personas que, por razones derivadas de la edad, la enfermedad o ladiscapacidad, y ligadas a la falta o a la pérdida de autonomía física, mental, intelectualo sensorial, precisan de la atención de otra u otras personas o de ayudas importantespara realizar actividades básicas de la vida diaria.

Este Proyecto de Ley contempla un nuevo derecho para los ciudadanos de España:el derecho de las personas que no se pueden valer por sí mismas a ser atendidas por el Estado, y garantiza una serie de prestaciones. Dicho proyecto se inspira en lossiguientes principios: el carácter universal y público de las prestaciones, el acceso a las prestaciones en condiciones de igualdad y la participación de todas lasAdministraciones en el ejercicio de sus competencias.

El objetivo de este Proyecto de Ley es beneficiar a casi un millón y medio deciudadanos que se encuentran en situación de dependencia y con escasos recursos,pretendiendo dar respuesta a esta necesidad de atención. Esta futura Ley incluye dosvertientes claramente diferenciadas: por una parte, a las personas con disfuncionesdebidas a la edad, y, por otra, a las personas con discapacidad congénita o adquirida,ya sea física, psíquica o sensorial.

En nuestro país, el Instituto de Migraciones y Servicios Sociales (Imserso) hapublicado un informe titulado Las personas mayores en España. Dicho informe indicaque 7 millones de españoles tienen más de 65 años, y que mientras la poblaciónespañola se ha duplicado respecto a hace un siglo, la de jubilados se ha multiplicadopor 7 y sigue creciendo a un ritmo del 3,7% cada año. Según estas cifras, España sesitúa en el quinto lugar de los países de la Unión Europea con población másenvejecida. Podemos pues observar que la esperanza de vida alcanza los 78,3 años. La cifra en los varones es de 74,7 años, y en las mujeres, de 81,9. Pero esto tambiénindica que las personas vivimos más, es decir, se añaden más años a la vida, pero queéstos pueden ir asociados a la enfermedad y a la dependencia.

Así nos encontramos que la evolución producida en los últimos años en los perfilesde los usuarios atendidos en los centros sociales y sanitarios, debido al envejecimientode la población y al retraso en la edad de ingreso, ha significado el incremento delnúmero de personas que precisan de cuidados gerontológicos más complejos, querequieren siempre intervenciones tanto sanitarias como sociales. Es por esta razón queel proyecto de Ley de Promoción de Autonomía Personal y Atención a las Personas ensituación de Dependencia puede significar un gran avance social. Diferentes expertosvaticinan que el incremento de la demanda asistencial obligará a la reforma de lasactuales estructuras sociosanitarias existentes, en la línea de potenciar la atencióngerontológica, y especialmente la de atención domiciliaria, tanto desde la perspectivasocial como de los cuidados que requieren las personas mayores con un grado alto de dependencia.

Desde la perspectiva enfermera esta Ley puede significar un reto, porque promueve la coordinación entre niveles de atención, lo que permitirá garantizar la calidad de los cuidados de los cuales los principales responsables son los profesionales enfermeros.

Margarita Peya GascónsDirectora Nursing edición española

6 Nursing. 2006, Volumen 24, Número 8

■ EDITORIAL