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Universidad de Beijing
República Popular China
MONOGRAFÍA
La incentivación de los productores agropecuarios:
estudios de casos en Cuba
AUTORA
MSc. May Ling Chan
Beijing, 2013
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Indice
RESUMEN
Capítulo 1 INTRODUCÍON
Capítulo 2 REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
Capítulo 3 MATERIALES Y MÉTODOS
Capítulo 4 RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Capítulo 5 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Capítulo 6 REFERENCIAS
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RESUMEN
La producción agropecuaria y la alimentación en la República de Cuba se
sustentaban en los contratos de importaciones con la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas (URSS) y el Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME).
En 1990 colapsó ese sistema socialista de integración económica. Lógicamente
esto afectó a Cuba. Para contrarrestar la crisis el gobierno introdujo cambios en
la política agropecuaria. Entre esos cambios sobresale el fomento de incentivos
para los productores agropecuarios. El objetivo general de esta investigación fue
evaluar la implementación esos incentivos entre 2007 y 2009. Se hicieron
estudios de casos en tres provincias de Cuba. En cada una se tomó como
muestra dos tipos de cooperativas agropecuarias, una conformada por
agricultores propietarios de tierras, y la otra por agricultores usufructuarios de
tierras. Se realizaron recorridos exploratorios, consulta de documentos, y
entrevistas con 115 productores y 104 funcionarios, profesionales y técnicos de
la agricultura. Los incentivos identificados fueron “autonomía”, “recursos”,
“ingresos”, “proyectos”, “premios y reconocimientos”, “autoestima”, “servicios
básicos”, y “sostenibilidad”. En la implementación de estos incentivos se
reflejaron tensiones entre la demanda de recursos y su déficit, el plan y el
mercado, la gobernabilidad central y la local, y, entre el enfoque agronómico
industrial y el agroecológico. Se demostró que este sistema de incentivación
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satisfizo gradualmente un conjunto de expectativas de los gobiernos y
productores agropecuarios en el mundo y en Cuba.
1. INTRODUCCIÓN
1.1.. Los incentivos como objeto estudio
La palabra “Incentivo” proviene del latín “incendiare”, que significa “incendiar”, es
decir, prender fuego. Hoy se usa para nombrar lo que incrementa la motivación de
las personas. Por ejemplo, el premio que se ofrece a los ganadores es un incentivo
para los participantes en un concurso.
Las instituciones sociales estipulan incentivos según determinados fines. Pero no
siempre se logra el efecto adecuado. Además, las circunstancias y motivaciones de
las personas no son estáticas. Por eso se necesita reflexionar, estudiar y debatir
sistemáticamente los incentivos.
El interés por los incentivos como objeto de estudio se remonta a Moxi o Mozi
(Gorbaneff et al., 2009). Este clásico filósofo chino (siglo V a.n.e) recomendó el uso
de incentivos como la reputación y la persuasión, pero desaconsejó la amenaza.
En la Psicología se habla sobre el papel de los incentivos como estímulo o
recompensa que provoca una determinada respuesta psicológica positiva o negativa
de las personas (Ortega y Papini, 2007).
Los historiadores discuten el papel de los incentivos en la evolución de la Revolución
industrial y la modernización. Para algunos como Gregory Clark esos cambios
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sociales no se deben a los incentivos, sino a factores biológicos como la selección
natural, el crecimiento de la población, y mejoramiento de la alimentación en Europa
(Wade, 2007).
Vivimos en una época de proliferación de los movimientos de reivindicación social,
tales como el movimiento feminista, el movimiento de inmigrantes, el movimiento de
campesinos, o los movimientos por la paz, y por la conservación del medio
ambiente, etc. Es de interés el análisis del papel de los incentivos en las acciones
colectivas de esos movimientos sociales (Robles, 2007).
Hoy se alerta sobre la necesidad de revisar si las políticas institucionales estipulan
incentivos que motiven a los empresarios, productores, comerciantes y
consumidores a que contribuyan a la sostenibilidad del sistema económico, tanto
desde el punto de vista ambiental, como social, y como cultural (Jakson, 2010).
En fin, se pudiera hablar extensamente sobre los múltiples campos en que operan
los incentivos, y la necesidad de su objeto de estudio científico interdisciplinario y
transdisciplinario.
1.2. Los incentivos como instrumentos de las políticas agrarias
Una plantación agraria o finca tamaño “R” tendrá incentivos a aumentar su tamaño
a “K”, bajo un escenario de política agraria “0”, si con ello obtiene una mejora en el
margen neto de productos y mercancías (Atance et al, 2001). Es decir, los incentivos
son uno de los factores que contribuye al crecimiento agropecuario.
Sin embargo, la producción agropecuaria no debe estar al margen de otros
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propósitos. Hay que tomar en cuenta que no siempre el crecimiento económico
conlleva a un mejoramiento de otros aspectos como la equidad social o la protección
del medio ambiente.
Actualmente se debate con gran intensidad sobre los incentivos para que las sociedades y los
productores adopten prácticas de agricultura sostenible. Por todo lo ancho y largo del mundo se
reportan diversas experiencias de política de incentivos para el fomento de la agricultura sostenible
(UNEP, 2008).
No caben dudas que los diseñadores y ejecutores de políticas agropecuarias utilizan los
incentivos como instrumentos para lograr determinados propósitos. Se recomienda
que se estipule una política específica focalizada en los incentivos, cuya
implementación se supervise, monitoree, y evalúe sistemáticamente (Bejarano,
1998; Norton, 2004; Josling y Valdés, 2004; Anderson y Valenzuela, 2010). El tratamiento
diferenciado de los incentivos posibilita mejorar su implementación, su eficacia, y eficiencia.
1.3 Los incentivos para los productores agropecuarios en la construcción del socialismo
en Cuba
Esta investigación trata de los incentivos para los productores agropecuarios en la
República de Cuba entre el 2007 y el 2009.
Desde 1961 Cuba ha sido el primero y único país socialista en América Latina. Las
relaciones socialistas en la agricultura se refuerzan a partir de la política agraria
trazada en I Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) en 1975. En 1993 se
realiza una reforma para enfrentar la crisis ocasionada por el derrumbe del sistema
socialista eurosoviético y el recrudecimiento del bloqueo norteamericano.
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Breve historia de Cuba
Es un archipiélago compuesto de varias islas. La isla de Cuba es la más grande. Cuba es la Isla más grande del Caribe y de las Américas. Cuba fue poblada por indios que vivían de la caza y la agricultura de subsistencia. El 27 de octubre de 1492 Cristóbal Colón invade a Cuba. Aunque se resistieron a la colonización, los aborígenes cubanos fueron esclavizados, masacrados, y finalmente exterminados. Entonces los colonizadores esclavizaron a los aborígenes que desterraron violentamente de África.
En 1968 comenzó la guerra de liberación nacional liderada por hacendados cubanos. A la guerra se incorporaron los negros liberados de la esclavitud. Estados unidos se entromete en la Guerra Hispano-Cubana en 1901, durante 60 años sometió a Cuba a un régimen neocolonial, y apoyó los gobiernos republicanos y dictatoriales. El Movimiento Guerrillero “26 de Julio”, liderado por Fidel Castro Ruz, Raúl Castro Ruz, Camilo Cienfuegos, y Ernesto Che Guevara, vence a la dictadura en 1959. Se establece un gobierno antiimperialista, popular y democrático. En 1961 se declara el rumbo socialista de la Revolución Cubana.El PCC aprobó en 2011 la política de “actualización del socialismo”. Esa política contempla el fomento de las relaciones mercantiles y monetarias y las formas no estatales de gestión de la producción, pero mantiene la hegemonía de plan estatal sobre el mercado libre.
¿Qué incentivos tenían los productores agropecuarios en Cuba antes de la reforma
de los 90? La respuesta a esta pregunta requiere del tomar en cuenta el contexto
histórico en que la problemática de los incentivos cobra especial importancia para la
política del Estado cubano.
Como muy bien se conoce, una de las primeras medidas de la Revolución cubana
fue la 1ra Ley de Reforma Agraria en 1959 mediante la cual se entregó a los
campesinos el 50 % de las tierras descolonizadas. Este fue un incentivo relevante
para los campesinos cubanos que durante décadas reclaman su derecho a la
propiedad de la tierra, y a mejores condiciones de vida. El otro 50 % pasaron a
propiedad estatal.
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La 2da Ley de Reforma Agraria en 1961 estipuló que el resto de las tierras
nacionalizadas pasaran a propiedad del Estado. Se argumentó que el minifundio
entorpecía el aprovechamiento de las potencialidades de las tecnologías modernas,
y que era una fuente de intereses pequeños burgueses.
Desde entonces, el Estado ha sido el principal propietario y teniente de tierra, y el
agente principal de la comercialización y distribución de productos agropecuarios y
alimentos. Se registra que 1993 el 82 % de la tierra estatal. Las empresas estatales
agrícolas (cañeras, arroceras, paperas, citrícolas, frutales y tabacaleras) median
entre 13 a 31 mil hectáreas.
El resto de las tierras eran manejadas por las cooperativas campesinas y
campesinos aislados. Por otro lado, están las Cooperativas de Créditos y Servicios
(CCS) creadas en 1961 cuyos miembros (socios o asociados) son campesinos que
mantuvieron la propiedad de la tierra, pero que se integraron para el acceso a los
créditos y servicios que ofrece el Estado. Después, en 1975 nacieron las
Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA) que se formaron por campesinos
que integraron sus tierras en propiedad colectiva.
También existían una pequeña proporción de campesinos relativamente aislados.
Algunos de estos eran propietarios de tierras, y otros poseían tierras en usufructo
(usufructuarios).
La política agraria socialista cubana adoptó el rumbo de la modernización agraria y
rural, y fomentó la transferencia de las tecnologías modernas, la industrialización de
la agricultura, y la urbanización de los campos. Fue una modernización sustentada
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en la dependencia externa de recursos, insumos, conocimientos, y asesoría técnica,
producto de las relaciones de cooperación con los países socialistas. Cuba estuvo
integrada al bloque económico socialista europeo Consejo de Ayuda Económica
(CAME). Tenía también tratados bilaterales con la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas (URSS), que proveía la mayor cantidad de petróleo, asimilaba el 85 % de
las exportaciones cubanas de azúcar, y garantizaba el 70 % importaciones para la
realización de los planes de desarrollo económico y social, y la seguridad alimentaria
nacional. Cuba contó con grandes cantidades de insumos para la producción
agrícola. Llegó a utilizar el doble de fertilizantes por hectáreas que Estados Unidos,
cuatro veces infraestructura de riego y dos veces más de mecanización que América
Latina y el Caribe (Sinclair y Thompson, 2001).
Además de ser un país gran importador de alimentos y recursos para la agricultura,
Cuba también fue un gran exportador de productos agrícolas, sobre todo de azúcar
de caña, café, tabaco, y cítricos. En 1991 los productos agrícolas ocupaban el 83 %
de las mercancías exportadas.
Gracias a los planes de modernización agraria y rural se aseguró para toda la
población la prestación gratuita de los servicios de salud y educación. Se garantizó
también la subsidiación de la alimentación, los recursos para la producción, la
construcción de vivienda, y el acceso al agua, la electricidad, el transporte, y la
cultura. El amplio acceso a los servicios básicos constituye un importante incentivo
que la política cubana ofrece a los productores agropecuarios.
Para 1981, el consumo per cápita diario de calorías había llegado casi a 2.900. En
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toda Latinoamérica sólo Argentina supera a Cuba. A finales de los 80s, el sistema de
alimentación subsidiado garantizaba más del 90 % del consumo de alimentos.
De 1961 a 1974 el mercado estatal hegemónico establece precios subsidiados y
planificados para proteger a los productores y los consumidores. También, aunque
en pequeña proporción funcionaba el mercado libre, es decir, donde los precios
establecen por oferta y demanda. En 1975 se cierra el mercado libre.
No obstante a las ventajosas condiciones comerciales de Cuba, en la segunda mitad
de los 80 se observó un decrecimiento considerable de la productividad y los
rendimientos agrícolas. Para reanimar la producción una de las medidas que se
adoptó fue reapertura del mercado libre agropecuario en 1981.
En 1986 el gobierno puso en marcha la Rectificación de Errores y Tendencias
Negativas. Fue un proceso calificado oficialmente como antineoliberal y también anti
“Perestroika”, que se acompañó del cierre del mercado libre agropecuario, bajo el
argumento de la necesidad de contrarrestar la especulación y el enriquecimiento.
Al calor de la Rectificación en 1990 se implantó el Sistema Tecnológico, Organizativo
y de Pago por los Resultados Finales de la Producción. Este sistema otorgó mayor
autonomía de gestión a los productores y estableció la remuneración vinculada a los
resultados finales de la producción. Fue este un importante incentivo para los
productores, pero de poco impacto, pues ya para esa fecha comenzaron a disminuir
los recursos para la producción, y, por otra parte, no existían los incentivos
asociados al mercado libre.
El proceso de Rectificación trajo consigo también el énfasis en los incentivos
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morales. Fue una época en que se habló bastante de la necesidad de divulgar y
materializar la concepción del Che Guevara sobre el socialismo y la formación del
hombre nuevo, es decir, con valores socialistas: trabajador, altruista, solidario, y
justo.
No es difícil darse cuenta, que en la construcción del socialismo en Cuba, siempre
ha estado en pié el tema de la relación entre los incentivos materiales y morales. La
Revolución cubana como todas las demás revoluciones socialista, incluyendo la
realizada en China por Mao, le prestó atención a los incentivos materiales, pero con
énfasis en los incentivos, que el Estado ofrece central y planificadamente, y donde
se le otorga mayor relevancia a los incentivos morales.
1.4. Los incentivos en la reforma cubana de la agricultura
Como se conoce, en la segunda mitad de 1990 colapsó el sistema socialista
eurosoviético. Cuba pierde inmediatamente el 53 % de petróleo, el 50 % de
alimentos, y el 80 % de fertilizantes importados. Debido a esto entre en 1993 con
respecto a 1989, las producciones de viandas se reducen a 96 %; las de hortalizas
a 64 %; la de frutas a 73 %; las de arroz a 68, de fríjol a 62 %; las de leche de vaca
a 53 %; la de carne bovina a 48 %; y la porcina a 52 %. Entre 1989 y 1995
disminuyó la disponibilidad de alimentos. Se registra que el consumo per cápita de
calorías en esos años bajó a 65.1% y el de proteínas, a 30%. Se estima que el
cubano promedio perdió 20 libras de peso (Sinclair y Thompson, 2001).
En 1991 se declaró el “Periodo Especial en Tiempo de Paz” o “economía de guerra”.
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Prácticamente se interrumpe el proceso de Rectificación, y, entonces se introducen
ajustes en la política económica.
El 13 de agosto de 1993 se emite el Decreto-Ley No.140 del Consejo de Estado que
estipula la circulación libre del dólar estadounidense y otras monedas extranjeras. El
8 de septiembre de 1993 mediante el Decreto Ley No.141 se autoriza el empleo por
cuenta propia en diversas actividades económicas, principalmente de los servicios. El
21 de abril de 1994 se aprobó el Decreto Ley No. 147 sobre la restructuración de la
burocracia. Los 17 Comités, Comisiones e Institutos Estatales fueron integrados en
6 nuevos Ministerios.
En materia de política agraria el Estado lo primero que hizo fue descentralizar la
tendencia. ¿En qué consistió esa descentralización de la tenencia estatal de la tierra?
Mediante el Decreto Ley 142-1993 del Consejo de Estado, se entregaron en usufructo
tierras estatales a colectivos de trabajadores de las empresas estatales. De esta
descentralización de las tierras estatales surgieron las actuales Unidades Básicas de
Producción Cooperativa (UBPC). Como puede observarse en el gráfico1 la tenencia
de la tierra en Cuba pasa a ser mayoritariamente cooperativa
Debe aclararse que esta entrega usufructuaria de tierras no es privatización, pues el
estado siendo el principal propietario de tierras. Lo que si es cierto que la tenencia de
la tierra pasa a ser fundamentalmente no estatal.
Años más tarde, aconteció otro proceso de descentralización. Por concepto del
Decreto 252-2008 se entregaron en usufructo tierras ociosas a todas las personas
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1 Fuente: Gráfico elaborado a partir de los datos contenidos en el Informe de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) en el 2010.
naturales y jurídicas en condiciones de hacerlas producir de forma inmediata y
sostenible.
Diferencias esenciales entre las formas de organización de la producción agrícola en Cuba
Empresa CPA UBPC CCS
Inicio 1959 1975 1993 1961Clases sociales Obreros Campesinos Obreros CampesinosPropiedad de la tierra
Estatal Cooperativa Estatal Privada
Tenencia de la tierra
Estatal Cooperativa Cooperativa en usufructo indefinido
Privada
Superficie agropecuaria nacional (%)
36 8 37 19
Ingresos Salario Ventas Salario VentasPensión Sí No Sí No
Plan de producción Centralizada Asamblea de Asociados
Estatal Productores individuales
Plan de comercialización
Estatal Negociación con el Estado
Estatal Negociación con el Estado
Máximo dirigente Administrador Presidente Administrador Presidente
Protección de derechos
Sindicato de Trabajadores
ANAP Sindicato de Trabajadores
ANAP
Entre 2009 y 2011 se entregaron de 41 % a 63 % de tierras ociosas, que
representan el 7 % de la superficie agrícola nacional. El 98 % de las solicitudes
corresponden a personas naturales, el 79 % de estas no poseían tierras, y el 70 %
no tiene experiencia en la agricultura, y más del 80 % se concentran en las CCS
(Ministerio de Economía, 2008; González, 2009; Varela Pérez, 2011). Estos datos
apuntan al reforzamiento del predominio de la tenencia no estatal cooperativa sobre
la tierra como un proceso clave de la reforma cubana.
La otra medida importante fue la reapertura del mercado libre agropecuario (Decreto
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Ley No. 191-1994), donde los precios se rigen por la oferta y la demanda. Mediante
esta medida el mercado estatal, deja de ser el único actor de la comercialización de
productos agropecuarios y alimentos. Se observa también un proceso de
descentralización al interior del mercado estatal. Además de la Empresa Acopio
Nacional, el Ministerio de la Agricultura (MINAG) organiza otros mercados donde los
precios son más altos que los Acopio y más bajos que los del mercado libre (Nova,
2008).
Una tercera medida de crucial importancia fue la adopción de la
agricultura sostenible como enfoque tecnológico fundamental se refrendó
en la Política Ambiental Nacional. Esta fue una medida que apoyó las
iniciativas populares y locales para enfrentar la crisis: diversificación de
los agroecosistemas (policultivos, rotación de cultivos, intercalamiento de
cultivos) y uso de abonos orgánicos, medios biológicos para el control de
plagas, la tracción animal, así como la integración ganadería-agricultura.
Hoy en día existen diversos escenarios de escalonamiento de prácticas
agroecológicas (Funes et al., 2001).
1.5. El debate en Cuba sobre los incentivos para los productores
Productos de los ajustes se observa que de 1993 a 1998 la producción agrícola en
cultivos importantes para la alimentación (tubérculos y raíces, frijoles, hortalizas,
etc.) manifestó una tendencia creciente (Nova, 2006). Al llegar el 2000, el consumo
de macronutrientes (calorías, proteínas y grasas) comienza a recuperar los niveles
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alcanzados en 1989 (Nova, 2006). En el Informe del Estado Mundial de la
Agricultura y la Alimentación 2004, se afirma que entre 1990 y 2003, la cantidad de
subnutridos disminuyó en América Latina desde 59.4 a 52.4 millones (13 a 10% de
la población), y que países como Cuba, Perú y Guayana ya cumplieron los objetivos
de desarrollo del milenio.
Especialistas cubanos y extranjeros existe gran consenso en que gracias el giro de la
política en 1993, se evitó el colapso total del sistema agroalimentario cubano. Las
claves de ese giro se encuentran en el fomento de incentivos para los productores y
en la adopción de la agricultura sostenible (Funes et al., 2001; Sinclair y Thompson,
2001; Pérez Consuegra, 2004; Pfeiffer, 2005; Levins, 2005; Funes-Monzote, 2009;
CEPRID, 2008; Machín et al., 2010; Chan y Freyre, 2010).
Sin embargo, a partir de 1999 la producción agropecuaria nacional muestra signos de
disminución e inestabilidad (Nova, 2010). La seguridad alimentaria se sigue
sosteniendo fundamentalmente en las importaciones de alimentos. Aun no son
suficientes los avances del plan gubernamental para la sustitución de importaciones.
La economía agropecuaria y la alimentación en Cuba siguen sosteniéndose de las
importaciones de recursos.
Actualmente existe un gran debate en Cuba acerca de la necesidad de mayores
incentivos materiales, mercantiles, y monetarios para los productores agropecuarios
para aumentar la producción y sustituir importaciones. Sobresalen las discusiones
acerca del acceso a recursos, los precios, los subsidios, los canales de
comercialización, el mercado libre, la autonomía entidades productivas (sobre todo
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en el caso de las UBPC), las condiciones de vida en el campo, y el éxodo rural
(Pagés y Castaño, 2006; Hagelberg y Álvarez, 2009; Vareka Pérez, 2009;
Carrobello, 2009; Martín y León, 2009; Granma, 2010). No faltan en Cuba quienes
alertan sobre los riesgos (desigualdad social, enriquecimiento, egoísmo) asociados
al fomento esos incentivos (Piñeiro, 2008; Espina, 2008; Martín Jorge, 2009).
En el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, celebrado en abril 2011, se
aprobó potenciar medidas como las relaciones mercantiles-monetarias, la autonomía
de gestión, la descentralización, así como la sustitución de la subsidiación masiva
igualitaria por la asistencia diferenciada. Pero en este “modelo de actualización del
socialismo” se mantiene el predominio de la propiedad estatal, la gratuidad de la
salud y la educación, y la subsidiación aunque diferenciada (no masiva) de la
alimentación, la asistencia social, y otros bienes y servicios sociales.
A diferencia de la reforma en China, que admite la acumulación de riquezas, es
decir, la existencia de “ricos”, los líderes de Cuba condenan ideológicamente y
excluyen la expectativa del enriquecimiento privado como incentivo para el fomento
del crecimiento económico.
1.6. El problema científico de la investigación
El problema científico de esta investigación se planteó y formuló considerando tres
aspectos:
• La necesidad de su estudio diferenciado y tomando en cuenta el punto de
vista de los productores agropecuarios, es decir, cómo estos valoran la
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implementación (aprobación oficial y materialización práctica) de esos incentivos
(Bejarano, 1998; Norton, 2004).
• El fomento de los incentivos como uno de los pilares de la reforma de la
agricultura en Cuba desde 1993.
• Las CCS y las UBPC como las dos formas que pautan el rumbo organizativo,
estructural, y funcional de la agricultura cubana en la actualidad.
Las diferencias entre las CCS y las UBPC. Las CCS poseen mayor autonomía para
tomar decisiones que las UBPC. Las UBPC se subordinan formalmente a las
empresas de donde surgieron.
Estos cuatro aspectos fundamentaron el planteamiento y formación del problema
científico resolvió esta investigación: ¿Cuáles fueron los incentivos que entre 2007 y
2009 la política agraria en Cuba ofreció a los productores de las CCS y las UBPC, y
cómo estos valoran la implementación de esos incentivos?
1.7. La hipótesis guía
Los estudiosos de las reformas en el mundo suelen hablar de “reformas graduales”,
donde los cambios se realizan gradualmente, y las “reformas radicales”, donde los
cambios son abruptos.
La reforma cubana, como ya se dijo, comenzó en 1993. Desde entonces y hasta la
aprobación del los lineamientos de política económica del PCC en el 2011, se
observa un cambio gradual en los incentivos asociados a la entrega usufructuaria de
tierras, el mercado libre no estatal, la descentralización del mercado estatal, y el
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escalonamiento de la agricultura sostenible y el enfoque agroecológico.
Atendiendo a estas circunstancias relativas a la reforma cubana, y el problema
científico, la hipótesis guía de la investigación fue la siguiente: la política agraria en
Cuba entre 2007 y 2009 ofreció diversos incentivos a los productores agropecuarios
y cuya implementación respondió gradualmente a las expectativas actuales sobre la
estipulación de incentivos para los productores agropecuarios en el mundo y en
Cuba.
1.8. Los objetivos de la investigación
La investigación se realizó en tres de las 15 provincias en que se divide política y
administrativamente Cuba: Pinar del Río, en el extremo occidental, Sancti Spiritus en
la región central, y Guantánamo en extremo oriental.
Se realizaron estudios de casos en 1 CCS y 1 UBPC de cada provincia, atendiendo
al interés de la investigadora, las autorizaciones oficiales, y el consentimiento de los
líderes y miembros de las cooperativas .
El objetivo general fue evaluar la implementación de los incentivos que entre 2007 y
2009 el Estado ofreció a los productores agropecuarios en 3 CCS y 3 UBPC. Se
concibieron dos objetivos específicos:
1. Analizar la implementación de los incentivos en 3 CCS.
2. Analizar la implementación de los incentivos en 3 UBPC.
1.9. Novedad de la investigación
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Estudios sobre el tema de los incentivos en el sector agropecuario cubano fueron
realizados fundamentalmente por el Grupo de Estudios Rurales del Departamento de
Sociología de la Facultad de Filosofía, Historia y Sociología de la Universidad de la
Habana (UH) y el Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS) (Pérez
Rojas et al., 1999; Pérez Rojas y Echevarría León, 2006). Tales estudios se realizaron
entre 1994 y 2003. Después de esta fecha no se ha realizado ninguna investigación
sistemática que focalice el tema de los incentivos, y donde el punto crucial de referencia es
la opinión de los productores.
Cuba y China son países socialistas donde se concibieron reformas en la política de
incentivos para los productores agropecuarios. El fomento de incentivos materiales,
económicos y monetarios constituye uno de los pilares de los procesos de reforma en
ambos países.
Las Relaciones Económicas Sino-Cubanas
Durante el siglo XVI y XVII Inglaterra y Francia presionaron a España y Portugal para que eliminaran la trata de esclavos en las colonias como Cuba. En 1853 los colonizadores españoles y portugueses contrataron chino-culíes de cantón para trabajar en el cultivo de caña, café y tabaco. El gobierno imperial chino denunció la esclavitud a la que fueron sometidos los chinos en Cuba. En 1874 se prohibió la contratación de culíes.
En 1902 se proclama la República de Cuba. A partir de entonces se establecen relaciones diplomáticas con la China. Comienza la inmigración china de China. Después, en los años 50, inmigran chinos de California, Estados Unidos. El gobierno cubano en 1949 no reconoció a la naciente República Popular China (RPCh).
Cuba fue la primera nación de América Latina en reconocer a la RPCh en 1960. En 1961 Che Guevara visita a China y firma importantes acuerdos comerciales.
A finales de los 60 se enfrían las relaciones sino-cubanas debido al conflicto sino-soviético.
En los 90 se observa un auge de los intercambios comerciales y culturales entre ambos países. Pero la inversión china en Cuba es muy pequeña.
Especialistas chinos han investigado la agricultura cubana. Pero en este contexto
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académico no se han realizado investigaciones específicas sobre la problemática de los
incentivos.
Desde hace tiempo se viene polemizando si la reforma cubana sigue o no a la reforma
china. Quizás lo más importante es reflexionar sobre qué lecciones para Cuba pudiera
aportar la experiencia china en este punto de los incentivos, y viceversa. Este trabajo no se
propuso responder a estas preguntas, pero ofrece elementos a tener en consideración.
1.10. Estructura de este documento científico
Después de la Introducción, le sigue la Revisión Bibliográfica donde se expone el “estado
del arte” referente al estudio de los incentivos. Esta parte se divide en epígrafes. El primero
expone diferentes conceptos de incentivos documentados en la bibliografía más reciente
sobre el tema. Los siguientes epígrafes exploran las recomendaciones recurrentes en los
estudios actuales sobre los incentivos para los productores agropecuarios. El epígrafe
final de esta parte aborda el debate académico de los incentivos para los productores
agropecuarios entre autores que estudian la experiencia cubana de política agraria.
A continuación, en la parte de Materiales y Métodos se detalló el contexto donde se realizó
la investigación, y los procedimientos para la recolección de la información necesaria, en
correspondencia con los objetivos de la investigación. Esta parte se divide en dos
epígrafes. Un primer epígrafe (3.1) versa sobre los procedimientos (recorridos, consulta de
documentos, y entrevistas) utilizados para el caso de las CCS, y el segundo (3.2) para el
caso de las UBPC. Se presentan las características geológicas, climatológicas, edáficas,
y socioeconómicas de las cooperativas. Y, por último, se definen conceptual y
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operacionalmente cada una de las variables de la investigación.
La parte de Resultados y Discusión se divide en dos epígrafes. En el primero (4.1) se
presentan los resultados en el caso de las CCS, y en el segundo (4.2) en el caso de las
UBPC. La presentación y el análisis de cada resultado en cada epígrafe se realizaron por
cada incentivo. Se parte de las valoraciones testimoniadas por los entrevistados, los
recorridos, y consulta de documentos, y en algunos casos se polemiza con los autores que
de una u otra forma han realizado reflexiones y estudios sobre el tema en cuestión.
Finalmente, se exponen las conclusiones y recomendaciones que se derivan del estudio
realizado así como las referencias bibliográficas.
En cada parte se incluyen un conjunto de recuadros (datos, fotos, gráficos, o testimonios)
que aportan información complementaria de utilidad para el entendimiento del contenido de
este documento científico.
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2. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
2.1. Conceptos de incentivos
Como se dijo en la Introducción, el término de “incentivos” etimológicamente
proviene del término latino “incendiare”, que quiere decir, prender fuego. Pero hoy
en día se le usa en un sentido más amplio. Puede versa en los diccionarios,
glosarios o enciclopedias que los incentivos se definen a través de términos
sinónimos como “motivación”, “impulso”, “acicate”, “gratificación”, “aliciente”,
“incitación”, “inducción”, “influencia”, “provocación”, etc.
Hay objetos, procesos o circunstancias que nos impulsan o motivan a actuar en
una determinada dirección. En este sentido, todo parece indicar que la palabra
incentivo se usa para nombrar esos objetos, procesos o circunstancias.
Se vio también en la introducción el tema de los incentivos se plantea en
diferentes disciplinas como la Filosofía, la Psicología, la Sociología, y la Economía,
y se discute en los marcos de otros temas como los cambios, conductas,
movimientos, instituciones, y sistemas sociales.
La política agropecuaria es un asunto que se trata preferentemente en el campo
de la Economía, y, en especial, en el campo de la Administración, la Gerencia o
Dirección, donde se manejan diversos conceptos de incentivos (tabla 1).
Tabla 1: Conceptos de Incentivos
Conceptos Autores
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Ofrecimiento de una remuneración mayor de la que se da normalmente en la industria, para motivar a los empleados y sobrepasar las metas de producción.
Taylor, F. Management científico. Madrid, Hispanoamérica, 1984).
Es la asignación de responsabilidades y la motivación a los empleados o proveedores a dirigir sus esfuerzos en pos de los objetivos de la organización.
Kowtha, R and Q, Leng. Incentives in the Asian Context Theory and Preliminary Evidence. Asian Pacific Journal of Management 16, 1, 1999, pp.95-117.
Es el ofrecimiento de algo valioso que puede o no tener un equivalente en dinero.
Grant, P. New Perspectives on Incentive System Design: Integrating the Theory of the Firm and the Theory of Individual Behaviour. The Journal of Psychology, 133, 1999, pp.456-465
Es la promesa de una compensación por realizar cierta acción que desea quien ofrece el incentivo.
Laffont Jean-Jacques & David Martimort. The Theory of Incentives: The Principal-Agent Model. Princenton University Press, 2001.
Es recompensa total, que abarca los aspectos financieros y no financieros condicionados a la medición del resultado de un trabajo o la observancia de ciertas normas de conducta.
Town, R; D Wholey; J, Kralewski and B, Dowd. Assessing the influence of Incentives on Physicians and Medical Groups. Medical Care Research Review 61, 2004, pp. 80-120 et al., 2004).
Fuente: Tabla elaborada por autora a partir de Gorbaneff et al. (2009).
Estos conceptos son concebidos en los marcos de la teoría del principal-agente,
donde “principal” es el administrador, empresario o quien contrata la fuerza de
trabajo, y el “agente” es la fuerza de trabajo, es decir, la persona contratada. En
una relación contractual entre empresas, por ejemplo, se intercambian los papeles
de principal o agente, cliente o proveedor de un determinado producto o servicio.
Como se puede observar en la tabla 4 los autores conceptúan los incentivos como
“ofrecimiento”, “promesa”, “remuneración”, “compensación”, o “recompensa”. Se
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deduce que el principal utiliza diferentes incentivos para incrementar el esfuerzo
del agente por realizar cierta acción. Tal efecto se logra en la medida que el
incentivo satisfaga las necesidades, demandas, motivaciones, intereses,
expectativas, preferencias, y valores del agente.
Stephen Wu (2006 y 2010), profesor e investigador del Departamento de
Agricultura y Recursos de la Universidad de Berkeley en California, es un
especialista que aplicó esta perspectiva contractual al estudio y diseño de
incentivos formales e informales, y sus riesgos potenciales en el marco de los
contratos agroindustriales para la producción de biocombustibles.
2.2. El tratamiento diferenciado de los incentivos
El estudio de los incentivos para los productores agropecuarios, que es el objeto
fundamental de esta investigación, se enmarca no solo en la perspectiva de los
estudios de administración, sino también en otras perspectivas afines, y en
particular, en el contexto de las políticas agropecuarias formales.
El análisis del “estado del arte” en materia de incentivos en los marcos de esas
políticas posibilitó concebir un conjunto de recomendaciones o tendencias que
sirven de referente para valorar la implementación de incentivos en el sector
agropecuario cubano. Una primera recomendación es la necesidad de su
tratamiento diferenciado en los marcos de una determinada política (nacional,
territorial, regional o internacional).
Por ejemplo, la Organización Mundial para la Agricultura y la Alimentación (más
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conocida por las siglas en inglés FAO) en su documento de políticas
agropecuarias afirma que una lección válida para todas las políticas sectoriales, y
no solamente, las relativas a la agricultura, es que la repercusión global de la
política macroeconómica afecta significativamente a los incentivos y respuestas de
todos los segmentos de la actividad económica. En el caso de la agricultura
específicamente, los productores necesitan incentivos, recursos, y acceso a los
mercados. Las políticas agrícolas suelen contemplar estos tres aspectos
generales. Los incentivos constituyen uno de los principales factores que pueden
limitar el crecimiento de la producción de alimentos son las políticas de incentivos
de los gobiernos.
La hipótesis fundamental que se deriva de esto es que si las políticas estipulan
incentivos para los productores en estos y otros aspectos, los agricultores harán el
resto, es decir, el trabajo que se requiere para aumentar la producción. De ahí
entonces se comprende que las políticas como tendencia contemplen régimen
(política, estructura, sistema, subsistema, modelo, esquema, programa o juego) de
incentivos para los actores de la producción agropecuaria, sobre todo, para los
agricultores campesinos o trabajadores agropecuarios. Los diseñadores de esas
políticas catalogan los incentivos como instrumentos, herramientas, o mecanismos
de intervención preferentemente adicional o indirecta de las instituciones u
organizaciones que contribuyen al desarrollo agrario (Bejarano, 1998; Norton,
2004; Gotschlich, 2010).
En ocasiones la estipulación de incentivo constituye no solo instrumento, sino
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también objetivo de las políticas agrarias. De ahí que el tratamiento diferenciado
de los incentivos implica necesariamente el monitoreo, la supervisión, seguimiento
y evaluación de idoneidad, efectividad, eficiencia e impacto. Por ejemplo, se
podría valorar su impacto en la extensión de la frontera agrícola.
Con respecto a esto, en Atance et al (2001) se analiza la tendencia de los
agricultores a la adopción de decisiones e innovaciones a corto plazo que
maximicen el margen de utilidades (productividad, rendimientos e ingresos). Se
dice como hipótesis de trabajo en materia de política de incentivos que una
determinada explotación agraria de tamaño “R” tendrá incentivos a aumentar su tamaño
a “K”, bajo un escenario de política agraria “0”, si con ello obtiene una mejora en el
margen neto “MN”, esto es si la relación entre los márgenes netos de las dos
explotaciones es mayor que la unidad. Esto se expresa en la fórmula siguiente:
MN0K/MN0R > 1. Y esto significa analizar si los incentivos específicos estipulados
por una determinada política agrícola producen mejoras en los niveles de
producción, autoabastecimiento e ingreso de los agricultores, de modo tal, que los
motive a extender el tamaño de sus fincas, ampliar los cultivos, continuar
trabajando en la actividad agrícola, y vivir en el entorno rural.
Si se es consecuente con el concepto de incentivos, entonces no se puede perder
de vista, que el primer impacto de un régimen de incentivos es en la en la
motivación y en el comportamiento de los productores, ya sea por cultivar una
determinada especie, adoptar una determinada tecnología, vender sus
producciones en los diferentes canales de comercialización, o en su sentido
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autoestima como agricultor, etc. Por lo tanto, la incidencia de los incentivos más
allá de esto no se puede tomar a la ligera. Los rendimientos de un cultivo, por
ejemplo, depende no solo de los incentivos y la motivación de los productores,
sino también de otros factores como, por ejemplo, los factores genéticos y
ambientales. Además, hay que considerar que lo más probable es que los
incentivos operen en conjunto y no por separado.
Resumiendo, la sugerencia de tratamiento diferenciado de los incentivos implica
concebirlos como acápite particular o política específica dentro de una
determinada política de desarrollo agrario, ya sea a nivel internacional, regional,
nacional, territorial, local o comunitario.
2.3. La diversidad de incentivos
La diversidad de incentivos se pudiera clasificar en dos grandes grupos. Por un
lado, están los llamados incentivos materiales, es decir, aquel tipo de gratificación
o recompensa que se expresa en un objeto tangible (como el dinero) o que
satisface necesidades físicas (biológicas) de las personas (como la comida, los
ingresos, las condiciones de trabajo). Por otro lado, se habla de incentivos no
materiales como el sentimiento de dueño, la reputación social, el ejemplo del líder,
una buena razón,) o que satisfacen una necesidad espiritual (como el
reconocimiento social la delegación de autoridad o autonomía, la esperanza de
ascenso, la amistad) (Gorbaneff et al., 2009).
Esta recomendación sugiere también entender la observancia no solo del menú de
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incentivos, sino también de sus relaciones, eficacia, e implicaciones. Este es el
caso de un determinado incentivo que atenta contra la motivación altruista de las
personas, por ejemplo, la voluntad de cooperación o el cuidado del medio
ambiente.
Autores también citados por Gorbaneff et al. (2009) alertan que en ocasiones un
incentivo funciona como un dispositivo de poder, de dominación o manipulación de
las personas. Un caso clásico es cuando la gente se da cuenta que el incentivo
que se le ofrece es para ganar su consentimiento o manipularlo.
Gorbaneff et al. (2009) concluye que en la teoría organizacional actual los autores
confluyen en que no es solo el pago, el mercado o la jerarquía lo que incentiva a
los trabajadores, sino también las alianzas y redes de relaciones, que incluye las
condiciones del contrato y la intensidad del control administrativo. En tal sentido,
se alude a la relevancia de la totalidad del marco institucional en que las personas
se desempeñan.
Las políticas agrícolas suelen poner el acento en la estipulación de incentivos
económicos como los precios a los productos en los marcos de las políticas
macroeconómicas, de comercio (interno y externo), políticas cambiarias, y
políticas fiscales. Existe un gran consenso en que las políticas agrarias en función
de la producción y el desarrollo social, deberían estipular diversos incentivos, tanto
económicos (subsidios, precios, impuestos, anticipos, créditos, seguros,
inversiones) como no económicos, tanto dentro como fuera de la estructura del
mercado (Bejarano, 1998; Nortón, 2004, Gotschlich, 2010).
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Hoy se le presta gran atención a incentivos como al acceso a tierras, el acceso a
recursos y tecnologías, la seguridad alimentaria, y la erradicación de la pobreza en
los entornos agrarios y rurales (FAO, 2004).
Se habla “gratificaciones” como incentivos positivos y “sanciones” como incentivos
negativos. Los autores llaman al establecimiento de un balance entre estos
(Bejarano, 1998; Valdés Paz, 1999; Nortón, 2004, FAO, 2009).
La observación de esta recomendación sobre la diversidad de incentivos implica
también considerar que los incentivos pueden responder a diferentes propósitos,
que pudieran entrar en conflicto. Este el caso de los incentivos para la producción
y otros objetivos sociales como el de la equidad o la conservación del medio
ambiente. Para evitar esto se necesita el desarrollo de habilidades de negociación
y concertación entre los actores sociales (Bejarano, 1998).
La recomendación de la diversidad de incentivos consiste, en esencia, en el
establecimiento de un balance o ponderación entre los diferentes incentivos que
se ofrecen a los productores agropecuarios: materiales o espirituales, económicos
o morales, para la producción, la comercialización, la conservación de los recursos
naturales, y otros propósitos del desarrollo agropecuarios como el bienestar rural.
2.4. Incentivos con equidad
Bejarano (1998) planteó que las políticas agrícolas tradicionales arrastran los
siguientes sesgos en materia de incentivos que discriminan a la agricultura:
a) Contra la producción de bienes comercializables y en favor de los no
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comercializables;
b) Dentro del sector de los bienes comercializables, contra las exportaciones, en
comparación con los bienes que compiten con las importaciones;
c) Dentro del sector de exportación, contra los productos agrícolas en
comparación con los productos manufacturados, y
d) Dentro de la agricultura, contra la exportación en comparación con los cultivos
alimentarlos.
Para evitar estos sesgos se requiere de políticas que establezcan equidad en
materia de incentivos entre la agricultura y otras ramas de la economía, y entre las
actividades y sectores al interior de la rama agrícola misma.
FAO (2004) alerta sobre los riesgos de la diferenciación de la política de incentivos
según el tipo de producción, producto o cosechas. Uno de esos riesgos es que
incentivos para unos que para otros. La FAO considera que los gobiernos
usualmente no cuentan con los mejores criterios para definir los cultivos que
tienen perspectivas más favorables. Según su parecer, el mercado y el criterio de
los agricultores pueden realizar esa elección con mayor confiabilidad.
Se habla también del “dilema de los precios” o “ironía de los precios”:
• Precios altos para los productores y precios bajos para los consumidores
urbanos;
• Precios altos de los recursos que necesitan el productor y precios bajos de
sus producciones;
• Subsidios proteccionistas a los agricultores de los países ricos e impuestos
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a los de los países pobres (Bejarano, 1998; Nortón, 2004, Gotschlich, 2010).
Este dilema alude a sesgos discriminatorios contra la agricultura y los productores
agrícolas en materia de incentivos.
Los gobiernos suelen esperar que con el otorgamiento de incentivos económicos
y tributarios temporales, se logre crecimiento económico. Pero sucede que dichos
incentivos pudieran desequilibrar el mercado, sobre todo, cuando no se le ofrece
por igual a todos los productores, cuando no se facilita el acceso a la tierra,
cuando no se desarrollan proyectos productivos de envergadura, y no se ofrece
ayuda a los productores en materia de conocimientos y tecnologías (Aristizábal,
2010).
En fin, la recomendación de equidad de incentivos presupone el diseño de una
política de incentivos que no discrimen ni la agricultura ni a un determinado tipo de
cultivos, ni a los diferentes sectores de agricultores ni a las diversas regiones
(rurales y urbanas), territorios u unidades de producción agrícola.
2.4. Incentivos beneficiosos para los campesinos y la recampesinización
Se dice que anterior a los años 60 predominaba la consideración de que los
agricultores no respondían a los incentivos. Pero datos empíricos demostraron lo
contrario, es decir, que los agricultores asignan recursos con eficiencia dadas las
tecnologías existentes y responden a las innovaciones rentables. (Bejarano,
1998). En los últimos años se viene enfatizando en la necesidad de que el criterio
no solo del Estado, sino también del mercado y los agricultores, es la mejor base
para estipular incentivos y evitar sus consecuencias negativas (Norton, 2004; FAO,
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2004).
En las evaluaciones de las políticas agrícolas se está sugiriendo precisamente la
atención de este aspecto. Existe interés en analizar, si esas políticas ofrecen a los
productores incentivos adecuados o inadecuados (positivos o negativos) para
producir; si proporcionan acceso a los mercados de insumos, productos, y
tecnologías; o y si establecen un adecuado balance entre los subsidios y los
impuestos (Norton, 2004; Josling y Valdés, 2004).
Expertos del Banco Mundial (BM) han realizado estudios que evalúan el manejo
de los incentivos precios para los productores agropecuarios. Esto se hace a partir
del cálculo de la tasa nominal de asistencia o subsidio para cada producto
agrícola, y su repercusión en la elevación o disminución de la rentabilidad bruta de
los agricultores (Anderson y Valenzuela, 2010). En su estudio, los autores citados
plantearon que en promedio, durante los años noventa y la primera de la mitad de
la década actual (2001-2010), la tasa nominal de asistencia en la agricultura de
América Latina fue levemente positiva y se situó en torno del 5%. Estos autores
estimaron que en la región son relativamente pocos los casos en que los
productores reciben subsidios domésticos importantes. Las principales
excepciones son las medidas de apoyo que se aplican internamente en México
para respaldar la producción y las medidas domésticas (excluidos los impuestos
de exportación) de efectos levemente negativos que se aplican en la Argentina.
La perspectiva del “sustento de la vida rural” ofrece un marco de referencia
importante para diseñar incentivos en correspondencia con esta recomendación
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de observancia del punto de vista de los agricultores. Esta perspectiva fue
desarrollada por Pretty (1995), DFID (1999), Pretty y Hine (2001), y Chambers
(2005). Para estos autores los incentivos son las medidas o las intervenciones que
estimulan a la gente a tomar decisiones estratégicas de sustento de sus vidas, que
mejoren sus capitales (humanos, sociales, económicos, físicos y naturales).
Por último, dado a que se ha observado que los campesinos, dotados de sus
conocimientos ancestrales, poseen muchas potencialidades para solucionar los
problemas del campo, se demandan incentivos para que los campos sean
nuevamente poblados por campesinos.
Como se conoce, la modernización agraria y rural, empujó a muchas poblaciones
campesinas y agrarias hacia el trabajo industrial y las ciudades. Las instituciones
que abogaron por este rumbo estaban interesadas en que los campesinos
adoptaran la modernización, produjeran materias primas para la industria, o se
incorporaran a la vida urbana, mercantil e industrial de las urbanidades. Con el
auge de los procesos de modernización cobró intensidad el éxodo rural, y, por lo
tanto, la progresiva descampesinización de los entornos rurales. Para este
propósito se utilizaron diversos incentivos como el abaratamiento de los insumos
y tecnologías modernas, y la subsidiación de su compra. Otra estrategia incentiva
fue la introducción en los campos de infraestructuras, medios de difusión masiva,
y dinámicas o canales verticales de movilización social ascendente en los
agroecosistemas campesinos y rurales (Sevilla, 2006).
Hoy en día tienen relevancia enfoques alternativos que llaman a la
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recampesinización, al rescate del saber campesino, y el diálogo de saberes.
En la discusión que existe hoy en día sobre las nuevas reformas agrarias, por un
lado están quienes sustentan un enfoque neoliberal. Para estos es necesario
estipular reformas agrarias, asistidas por el mercado. Pero, por otra lado, están
quienes con toda razón alertar sobre el riesgo de la mercantilización de las tierras
por parte de las empresas transnacionales, y una nueva oleada de
descampesinización (Rosset, 2004 y 2005).
2.5. Incentivos para la agricultura sostenible.
No hace falta hablar mucho de la necesidad del desarrollo sostenible. Este
desarrollo consiste en esencia en lograr que la satisfacción de las necesidades
económicas actuales no comprometa la necesidad de proteger y conservar los
recursos naturales y el medio ambiente. Pero también implica gestionar un
desarrollo con equidad en todos los sentidos, e incluyendo la equidad
intergeneracional. Las definiciones de agricultura sostenible contienen un mayor o
menos medida todos estos aspectos.
Los incentivos para el desarrollo sostenible, y, en específicos para la agricultura
sostenible, son un aspecto recurrente en los documentos (actas, protocolos,
agenda, resoluciones, acuerdos, convenios, y tratados) aprobados, firmados, y
ratificados por los Estados en las Conferencias Mundiales de Medio Ambiente y
Desarrollo (Cumbres de la Tierra), sobre todo desde la conferencia de R 0 8F Co de
Janeiro, Brasil, celebrada en el 2002.
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En esta dirección, merece destacarse estudios realizados por la UNEP (1998)
acerca de los incentivos que se utilizaron en el mundo para la conservación y
protección de la biodiversidad (UNEP, 2008) y para la adopción de buenas
prácticas agrícolas para la adaptación al cambio climático en América Latina
(Flores et a., 2008; UNEP, 2008). Ambos documentos se refieren a los siguientes
incentivos: Incentivo fiscales y de mercado (Impuesto, costos de oportunidad de
conservación, y subsidios); eliminación de barreras legislativas que limita la
agricultura sostenible; gratificación de actividades conservacionistas;
conocimientos para grupos marginales; incentivos políticos y jurídicos (creación
del sustento local, ajustes en estructuras, mercados y políticas).
Esos incentivos fueron ofrecidos por los gobiernos, organizaciones no
gubernamentales (ONG), fundaciones, y sector privado. Por lo general los
incentivos se orientaron a la solución de problemas como la pérdida o déficit de un
determinado recurso, práctica o inversión. Y tales incentivos beneficiaron a países,
regiones, localidades, comunidades campesinas, comunidades indígenas, y
sectores según el tipo de propiedad.
El citado estudio de la UNEP (1996) conceptuó los incentivos como oportunidades,
coacciones o estímulos, que asumen la forma de una nueva política, una nueva
ley o un nuevo programa económico o social, y actúan dentro del conjunto más
amplio de incentivos que rigen el comportamiento humano. Su eficacia depende
del apoyo que reciba del entorno social y económico existente. Son diseñados
específicamente e implementados con el objeto de influir en las entidades
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gubernamentales, empresas, organizaciones no gubernamentales o habitantes de
una localidad con el fin de que mantengan la diversidad biológica o utilicen sus
componentes de manera sostenible.
Los documentos de la UNEP hablan también de dos conjuntos de incentivos: los
incentivos de habilitación que son aquellos que permitieron proteger la
biodiversidad; y perversos que obstaculizan la capacidad de las Partes para
alcanzar los objetivos mencionados.
En la Economía ambiental y la Economía ecológica se estudian los incentivos para
el desarrollo sostenible. La primera esta más enfocada hacia la contribución de los
incentivos del mercado, mientras que el segundo, busca ir más allá de los
instrumentos de mercado, parta abarcar otros incentivos que intervienen en el
comportamiento ambiental de los actores económicos. Chavarro y Quintero (2005)
propusieron una síntesis integradora, transdisciplinaria y holística de estas dos
disciplinas que impliquen un cambio de actitud de los entes económicos. En este
sentido, por ejemplo, si desde el punto de vista mercantilista neoliberal de la
Economía ambiental basta con la máxima “quien contamina paga”, bajo el prisma
de la Economía ecológica, se trata de “quien contamina también paga por la
incertidumbre”, es decir, por los daños potenciales. Por ejemplo, un incentivo de
este tipo sería un bono de seguro ambiental, con su tasa de interés, y su pago, en
dependencia de si hay daños ambientales reales y potenciales.
En un folleto de la FAO (1998) se documentan un conjunto de experiencia de
incentivos para el manejo sostenible de los recursos forestales y el desarrollo
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sostenible de las comunidades que habitan en ecosistemas frágiles como son
las tierras de aptitud forestal y agroforestal. Los incentivos que se han utilizado
según se reporta en este documento son los siguientes: subsidios directos,
exención de impuestos, monto fijo, monto % de plantación, y bonos. Se reporta
que hoy en día en este campo, se tiende a depender menos de los subsidios, y
a facilitar el acceso de pequeños propietarios a los incentivos, a partir del
otorgamiento de bonificaciones que cubren el 75% de los costos de forestación,
administración y manejo. Se habla también de que las políticas de incentivos se
han estructurado básicamente en función de la percepción que se tenga del
recurso forestal, que varía de un país a otro. Tales políticas se pueden agrupar
en términos muy generales, en productivas, energéticas y ambientales, así como
las que benefician a las empresas forestales, la mediana agricultura, y la
agricultura campesina. El documento concluye en que las políticas de corte
comercial tienen a beneficiar a productores de medianos a grandes y a las
empresas, forestales, salvo que existan instrumentos expresos destinados a ser
utilizados sólo por los medianos a pequeños. Por otro lado, las políticas con
énfasis energético o ambiental, benefician a los mediados y pequeños
productores. Según FAO (1998), la discusión en torno a los instrumentos ha
girado básicamente en torno a dos puntos:
a) La eficacia y fiscalización de los mismos, a objeto de que no se utilice en otros
fines y se desvirtúe el instrumento, y
b) La estrategia para incorporar a los segmentos campesinos en los beneficios, ya
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que tradicionalmente se ha favorecido a las grandes extensiones.
La eficacia de las políticas de incentivos se determina preferentemente a partir de
la valoración de su impacto en la extensión de la frontera forestal y agroforestal, y
también en los productos asociados, y el crecimiento de mano de obra
remunerada. Menos se tiene conocimiento y experiencia de cómo una política de
incentivos forestales incide en la protección del medio ambiente. De ahí que en el
documento FAO (1998) se dice que las políticas de incentivos forestales tienden
a focalizarse en los efectos positivos (producción de materia prima), y menos en
los efectos negativos (como la conservación del medio ambiente).
Según se dice en Garrido Valero (2008) la mayoría de los países
iberoamericanos carece de marcos regulatorios para la implementación de un
sistema de incentivos para la producción agropecuaria ecológica. En este
sentido se fundamentan las siguientes recomendaciones:
• Una revisión de las externalidades de la producción agropecuaria
ecológica de forma comparativa con la producción convencional.
• La aplicación de incentivos a los procesos de conversión a la producción
ecológica, costes de la certificación, así como a inversiones en las fincas
• Apoyo institucional de los gobiernos ofrezcan a los productores (sobre
todo a los pequeños productores) en materia de asistencia técnica, créditos,
certificación, proyectos, insumos.
• Interrelación entre los aspectos ambientales, sociales y económicos.
• Establecer incentivos, teniendo en cuenta las incertidumbres y reacciones
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de la opinión pública que no distingue entre quienes aportan insumos de calidad
y quienes falsifican productos y procesos.
En este documento se analiza también el Sistema de Incentivos para el Fomento
de la Producción Agropecuaria Ecológica (ECOS) en Colombia. El sistema
ECOS propone cuatro instrumentos:
• Incentivo a la conversión en producción ecológica. Pretende fomentar
cambios en los procesos de producción mediante la adopción de sistemas de
producción ecológica, de acuerdo con la reglamentación existente.
• Reembolso por certificación. Mecanismo de compensación a los
productores ecológicos sobre el costo de la certificación para facilitar acceso a
mercados, para garantizar la calidad de los productos y estimular la organización
social en torno a estos procesos.
• Incentivo a la acreditación. Instrumento para el fomento de los organismos
acreditados por el sistema nacional de acreditación.
• Incentivo a la inversión productiva agropecuaria ecológica.
• Mecanismo de reembolso a los productores ecológicos sobre costos de
inversión productiva ecológica relacionados con la infraestructura y el desarrollo
de prácticas de recuperación de los recursos biofísicos, como reconocimiento a
los bienes y servicios ambientales que generan.
Los incentivos son también un tema para la Agroecología. Como se conoce la
Agroecología aboga por la articulación de las dimensiones técnica y social de los
agroecosistemas, a la hora de analizarlos, y gestionar su sostenibilidad. De ahí
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que se apunte a soluciones no solo al interior de las fincas, sino también que
excedan sus confines como son los procesos de circulación y los mecanismos
sociales (Sevilla, 2006). Entre esas soluciones se destacan la reducción de los
incentivos para las prácticas agrícolas convencionales insostenibles, y el diseño
de incentivos para el fomento de prácticas agrícolas sostenibles.
Autores que trabajan en el campo de la agroecología plantearon que la agricultura
convencional contempla incentivos que favorecen las prácticas agrícolas
insostenibles, pues fomentan:
• La investigación privada en detrimento de la investigación pública;
• La producción para la exportación en detrimento de la producción local
diversa y autosuficiente;
• Los beneficios a los grandes productores en detrimento de los pequeños y
medianos campesinos;
• Las agriculturas de los países ricos en detrimento de la agricultura de los
países pobres;
• La protección a los consumidores en detrimento de los productores;
• Y, por último, oportunidades para las producciones industriales y urbanas
en detrimento de las agropecuarias y rurales (Costabeber, 1998; Pengue, 2005).
Una exploración de la bibliografía agroecológica posibilita realizar un inventario de
incentivos que se reflejan en las tablas 2 y 3
Tabla 2: Incentivos económicos para la adopción de prácticas agroecológicas
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Incentivos Autores
Creación de sistemas de precios, mercados, y negocios diferenciados, solidarios y justos, y gratificación de actividades conservacionistas
Altieri Miguel (1992). Sustainable agricultural development in Latin America: exploring the possibilities Agriculture, Ecosystems and Environment, 39 (1992) 1-21. Elsevier Science Publishers B.V. Amsterdam.
Sanders Richard. (2006). A Market Road to Sustainable Agriculture? Ecological Agriculture, Green Food and Organic Agriculture in China.
Programas de financiamiento de oportunidades de acceso a recursos y a mercados locales, certificación, Consumo y negocios justos, solidarios y agroecológicos
Gigi DiGiacomo. Building a Sustainable Business. A Guide to Developing a Business Plan for Farms and Rural Businesses. Minnesota Institute for Sustainable Agriculture. Handbook.Series. Book 6. 2003.
Oxfam (2008). Agroecología y acceso a mercados. http://portal.mda.gov.br/portal/saf/arquivos/view/ater/livros/Agroecologia_y_Acesso_a_Mercados.pdf
Vivas Esther. Consumo agroecológico, una opción política. Viento Sur, nº108. http://www.vientosur.info/
Wojtkowski Paúl (2009). Agroecological Economics.
La necesidad de que los incentivos para los cultivos de exportación no desincentiven los productos para la alimentación
Altieri Miguel y Nicholls Clara I (2004). Agroecología. Teoría y práctica para una agricultura sustentable. Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Red de Formación Ambiental para América Latina y el Caribe, México D.F., México.
Políticas de precios, subsidios, inversiones, créditos; eliminación de barreras al comercio exterior agrícola; formación microempresas campesinas.
Yurjevic Andrés. (1995). Un Desarrollo Rural Humano y Agroecológico. Agroecología y Desarrollo Rural. [Internet]. CLADES. Numero Especial 8/9. Octubre 1995 Disponible desde: < http://www.clades.cl/revistas/8/rev8art1.htm> [Acceso 13 septiembre 2009].
Tabla 3. Incentivos no económicos para la adopción de prácticas agroecológicas.
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Incentivos no económicos Autores
Relaciones y redes de trabajo y aprendizaje campesino-campesinos (individuales, colectivas y comunitarias). Empoderamiento y elevación de capacidad de gestión autónoma y de participación y acción colectiva de los campesinos.
Groundswell Intertational (2011). Expanding territory for agroecology (part 4 of 8).May 11, 2011 Disponible en: http://groundswellinternational.org/2011/05/11/expanding-territory-for-agroecology-part-4-of-8/
Sevilla Guzmán Eduardo. (2006). De la Sociología Rural a la Agroecología. Barcelona: Icaria Editorial.
Políticas públicas que conecten los sistemas alimentarios y los ecosistemas.
Jackson Dana (edit.)(2002). The Farm as Natural Habitat: Reconnecting Food Systems with Ecosystems, published in April 2002 by Island Press Cohn Avery (2006). Agroecology and the Struggle for Food Sovereignty in the Americas http://pubs.iied.org/pdfs/14506IIED.pdf UK, London 2006.
Concesión de derechos de propiedad y tenencia de la tierra y recursos.
Boyl James (2005). Las ideas cercadas: el confinamiento y la desaparición del dominio público. Augsten, Frank et al (¿Un mundo patentado? La privatización de la vida y del conocimiento. Ediciones Böll.
Marcos institucionales e incentivos organizacionales
Pacheco Douglas y Fujisaka Sam (2004). Scaling Up and Out. Widespread Impact through Agricultural Research. CIAT. 2004. Colombia.
2.6. La problemática de los incentivos en la agricultura cubana.
Cuando se explora el tratamiento de la problemática de los incentivos en Cuba es
necesario ubicarse en las características del sistema socioecómico y político,
sobre todo, desde los inicios de la Revolución cubana, es decir, desde 1959. A
partir de esta fecha se observó las siguientes tendencias en el tratamiento de los
incentivos en el sector agropecuario:
• No existe una política diferenciada de incentivos. Incluso el término de
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incentivos no se usa ni en el texto de la Reforma Agraria (1959-1963) ni tampoco
en las Tesis y Resoluciones del Partido Comunista sobre la agricultura y la relación
con el campesinado (1975). Claro, esto no quiere decir que no existieran
incentivos. La entrega de tierras nacionalizadas a los campesinos fue un poderoso
incentivo que la política estatal ofreció. Merece destacarse también gratuito a los
servicios básicos de salud, educación, y seguridad social, así como la subsidiación
de recursos, y la seguridad alimentaria. A principios de los 90 y en los años
posteriores se emitieron un conjunto importante de decretos sobre entrega de
tierras, aumento de precios, pagos por servicios ambientales, comercialización,
etc., y otras medidas que contienen importantes incentivos para los productores.
La creación en 1999 del Programa Nacional de Incentivos para el Fomento de las
Exportaciones (PNIFE) constituyó el único caso de política diferenciada de
incentivos. Se plantea que este programa contribuyó al crecimiento en la
producción de productos importantes como el tabaco, café y cacao (Álvarez y
Togore, 2003).
• El estado posee hegemonía en el ofrecimiento de incentivos a los
productores. No es de extrañar dada su condición de mayor propietario de la tierra
y eslabón trascendental de la reproducción agrícola nacional (Valdés Paz, 2006;
Figueroa, 2009). Y en ese enfoque estatista de los incentivos primó el centralista,
paternalista, y verticalista.
• El mercado libre tenía poca relevancia antes de 1991. La comercialización
estaba totalmente bajo control estatal. De 1959 a 1975 existía el mercado libre.
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Después se derogó. Se reabrió en 1987, pero se volvió a cerrar. El mercado libre
se reabre de nuevo en el 1992. Se deduce que los incentivos asociados a las
relaciones mercantiles y monetarias tienen poca incidencia en el contexto cubano
anterior a 1992. Hoy en día la política estipula continuar en esa dirección, dada a
la existencia del mercado libre, la descentralización de la comercialización, y la
existencia mayoritaria de formas no estatales de organización de la producción
agropecuaria (PCC, 2011). No obstante, se declara oficialmente la primacía del
plan estatal sobre el mercado.
• El énfasis en los incentivos morales. Martín Jorge (2009) apuntó que el Ché
Guevara se opuso una línea de planificación de la economía y de industrialización
a la línea de utilizar mecanismos de mercado e incentivos materiales en la gestión
de la economía. Esta apelación a los incentivos morales es recurrente en los
discursos de Fidel Castro Ruz, el líder principal de la Revolución cubana.
• En cuanto a la estrategia tecnológica en la agricultura se promovieron
incentivos para la adopción del enfoque de Revolución Verde (Funes, et al., 2001;
Nova, 2006; Funes-Monzote, 2009). Es el caso del énfasis en los subsidios, los
altos suministros de insumos para las producciones, y el trabajo de extensión
agraria de las instituciones de investigación y desarrollo agropecuario. A principios
de los 90, como se dijo, la política dio un giro hacia la agricultura sostenible. Ahora
coexisten los incentivos para la agricultura convencional (monocultivos,
fertilizantes y plaguicidas químicos, mecanización) y los incentivos para la
agricultura sostenible con enfoque agroecológico (policultivos, rotación de cultivos,
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abonos orgánicos, medios biológicos de control de plagas, tracción animal).
Marco legal de los incentivos para los productores agropecuarios en Cuba a partir de 1993
• Decreto 142-1993 sobre la creación de las UBPC.
• Resolución 191-1994 sobre la liberación de los precios en el mercado.
• Resolución 2-1998 sobre el aumento de los precios de la carne, leche y otros productos.
• Ley No. 95-2002 sobre CCS y CPA
• Resolución 80-2004 Del Banco Nacional sobre la despenalización de la tenencia de dolares y otras monedas extranjeras.
• Resolución 187-2006 (Sobre Acopio Nacional).
• Resolución 154-2006 sobre el reordenamiento cafetalero.
• Resolución Número 174-2004 sobre rebaja de los impuestos de venta en los Mercados Agropecuarios Estatales (MAE).
• Resolución No.53-2006 sobre precios basados en las necesidades del agricultor.
• Resolución No. 243-2006 sobre precios basados en las necesidades del agricultor.
• Resolución 188/2007 sobre Acopio Nacional.
• Instrucción 503 sobre el pago por servicios ambientales (2007).
• Resolución 259-2008 sobre entrega en usufructo de tierras ociosas.
• Resolución 688-2008 Reglamento de la Ley 259-2008 sobre entrega en usufructo de tierras ociosas.
7.. El debate sobre los incentivos para los productores agropecuarios en
Cuba
El problema de los incentivos es recurrente en los investigadores cubanos, sobre
todo a partir de finales de los 90. Por un lado, existe un consenso favorable acerca
de los problemas asociados al sistema de incentivos anterior a los 90. Por otra
parte, se proponen mejorar la implementación de los nuevos incentivos.
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En los primeros años de los ajustes se realizaron estudios donde sobresale el
tema de los incentivos. Merece destacarse en tal sentido los trabajos de
Rodríguez González et al. (1996) sobre motivaciones en UBPC cañeras. En los
estudios de casos que llevaron a cabo estos autores, se constata que las
motivaciones principales se concentran:
• En las mejoría de las condiciones de trabajo (recursos) y de vida (vivienda,
medios de higiene, etc.).
• La satisfacción personal por el reconocimiento social, la salud, y el tiempo
libre.
• Pero también se detectaron las siguientes desmotivaciones:
• Las relaciones humanas, lo cual los investigadores interpretaron como
expresión de anomalías y conflictos que atentan contra el espíritu de cohesión y
confianza mutua en la organización cooperativa, y también como indicador del
predominio de la tendencia al individualismo frente a lo colectivo, es decir, que
habían problemas con el ambiente colectivista.
• Difíciles condiciones de trabajo.
• Los insuficientes anticipos.
• La poca estimulación.
• Malas condiciones de vida.
• La carencia y/o mal estado del fondo de vivienda de los asociados.
Los autores del citado estudio (Rodríguez González et al., 1996) llegaron a las
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siguientes conclusiones:
• El conjunto de insatisfacciones y distorsiones reveladas en las UBPC
objeto del estudio no contribuyen al desarrollo y consolidación de las UBPC.
• La jerarquización de las motivaciones reflejan al igual que las
insatisfacciones una marcada tendencia a la individualización frente a lo
colectivo.
• No hay un ambiente colectivista como el que necesita una cooperativa.
• La educación cooperativa es nula.
Valdés Paz (1999) realizó un estudio sistemático sobre los incentivos en el sector
agropecuario durante los años ochenta, cuyos resultados fundamentales se
resumen en las tablas 4 y 5.
Tabla 4 Tipos de incentivos (Gratificaciones) por formas de organización agropecuaria en los 80
Tipos de incentivos Gratificación Empresa Estatal
Cooperativas Producción individual
Propiedad
Tierra X
Medios de producción X X
Ocupación Empleo X
Autogestión X
Finanzas Rentabilidad X X X
Crédito X X
Inversión X X X
Ingresos Salario X
Premio X
Ganancia X X X
Gratuidad X
Tecnología Nivel tecnológico X X
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Mercados Demanda estatal X X XMercado libre X X
Seguridad Alimentaria Autoconsumo Familiar X X XVivienda Construcción de vivienda X X
Tabla 5: Tipo de incentivos (Sanciones) por organización agropecuaria en los 80
Tipos de incentivos Sanciones Empresa Estatal Cooperativas Producción individualPropiedad Restricciones X X
Usufructo X X
Ocupación Desempleo X X
Subordinación X
Finanzas Deuda X
Interés X
Desinversión X X X
Impuesto X
Ingresos Pérdidas X
Normas salariales X X
Tecnología Normas técnicas X
Mercado Mercado normado X
En este estudio el autor llega a las siguientes conclusiones:
• Las cooperativas acceden a mayores incentivos que las empresas
estatales.
• El modelo del incentivación de los 80 tiene un número equivalente de
gratificaciones en todos los tipos de organización con énfasis en el resultado
económico de las cooperativas y la producción individual.
• Las sanciones para el tipo de empresa estatal alcanzan solo un tercio de
las correspondientes a los demás tipos, y no se hayan vinculadas a la eficiencia.
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• Tiene escasa incidencia en las condiciones de crisis.
• El sistema alcanzará mayor incidencia cuando las gratificaciones puedan
realizarse y las sanciones pesen más en el conjunto de los incentivos.
Por su parte, Hernández Pentón (2004) plantea que entre 1963 y 1993 la
separación propiedad-gestión (o tenencia) no se correspondió ni con la idea
marxista del proceso continuo de identificación productor-propietario, tampoco con
la teoría de la agencia acerca de la responsabilidad compartida y simétrica entre el
principal y sus agentes en cuanto a incentivos y aceptación de riesgos.
Obviamente los estudios cubanos antes de 1993 no se refieren a la incentivación
de los productores en las UBPC. Durante los 90 proliferaron los estudios que si
trataron esta problemática.
Merece destacarse los estudios de casos realizados por el Grupo de Estudios
rurales del Departamento de Sociología de la Universidad de La Habana (UH), en
33 UBPC de 10 municipios del país en siete provincias, entre 1993 y 2003 (Pérez
Rojas y Echevarría León, 2006). El análisis de este grupo se puede resumir en la
tabla 6, donde se observa las diferencias de incentivos entre las UBPC
investigadas:
Tabla 6: Expectativas en las UBPC en la investigación realizada por (Pérez Rojas y Echevarría León, 2006)
UBPC cañeras UBPC cultivos varios UBPC tabacaleras
Autonomía productiva XXX X
Obtención de utilidades XX XXX XXAutoconsumo X XX X
Rentabilidad XXX
Construcción de viviendas X
Vinculación del hombre al área X
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Vínculo con la familia XX
Estos autores concluyeron que:
• Las cañeras y de cultivos varios percibían y deseaban que la UBPC se
aproximara al modelo CPA, en cuanto a un mayor nivel de participación y
autonomía relativa en la toma de decisiones laborales y productivas.
• En ningún caso apareció en primer lugar la expectativa la posibilidad de
mayor participación y de autonomía de gestión.
• En cuanto a la elaboración de los Reglamentos Internos, que es una de las
atribuciones de los miembros, algunas UBPC tomaron como modelo los
Reglamentos de Cooperativas de Producción Agropecuaria exitosas y con mayor
nivel de autonomía en relación con la granja de la cual provenían.
• La participación y la autonomía se dificultaron por el exceso de control de la
empresa sobre la UBPC en la determinación del plan de producción, las
actividades de servicios y maquinaria, suministro de insumos y combustible.
• En el tabaco mayor flexibilidad y capacidad de negociación.
• El aseguramiento de los insumos por parte de la empresa presenta
dificultades en todas las UBPC.
Leyva Remón (2006) en su tesis doctoral sobre estructura socioclasista, analizó
los incentivos (distribución de utilidades, autoabastecimiento familiar, vivienda)
entre los factores que inciden en el desempeño y la motivación en las UBPC en la
provincia de Granma desde 1994 a 2004. Esta autora identificó que la insuficiente
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flexibilidad del control estatal atentó contra credibilidad de los incentivos que
descansan en la propiedad colectiva del patrimonio material y la productividad del
trabajo a través del manejo autónomo de las producciones. Concluye que el
modelo tecnológico actual implica ante todo el empleo intensivo de trabajo vivo y
ello exige a su vez sistemas organizativos del trabajo e incentivos más eficientes,
empresa para la cual no están totalmente preparados y requieren del constante
asesoramiento estatal. Recomendó también que los incentivos debieran
descansar no solo en la propiedad colectiva del patrimonio material sino también
aquellos que deben reactivar la productividad del trabajo a través producción de
rasgos identitario propios.
Este autor también analiza el sentimiento de dueño en UBPC de Granma. Constata que
el sentimiento de dueño se afectó por el predominio de relaciones interempresariales
donde lo estatal pesa más que lo cooperativo, y sugiere que ese sentimiento depende
de la realiza económica de la tenencia a través de:
a) Las relaciones de planificidad y monetario-mercantiles,
b) Los intereses económicos y su coordinación,
c) Las formas de dirección y el mecanismo económico, d) los resultados económicos
finales de la producción, las modalidades distributivas y la formación de ingresos.
Este tema del sentimiento de dueño en las UBPC sobresale en las investigaciones
cubanas. Otros autores como López Mustelier (2003) plantean que la condición de
dueño colectivo requiere que sea vivenciada, personalizada y subjetivizada, a partir del
involucramiento de todos los socios de la UBPC a un proyecto común colectivo, así
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como participación colectiva en la toma de decisiones.
Por su parte Peiso Avelino (2006) en su tesis doctoral en UBPC detectó que un 59 %
justificaban no sentirse dueños por los siguientes motivos:
• Las UBPC están sujetas a los planes de distribución centralizados;
• Dependen de las decisiones de la empresa;
• Demasiado control empresarial, pues la empresa determina los trabajos a
realizar (incluso hasta en la venta de animales y recursos a trabajadores).
• La empresa es un intermediario que cobra con recargo, e impide comprar
directamente;
• No existe correspondencia entre los precios de las mercancías y los bajos
precios que venden sus productos.
• Las posibilidades del Administrador de acudir al Banco para sus gestiones son
difíciles y el Banco cobra créditos adelantados, no recalcula, etc.
• Los resultados económicos no satisfacen sus necesidades.
Hoy en día continúa ardiendo el debate sobre los incentivos asociados a las
relaciones mercantiles y monetarias. Sobresalen las discusiones sobre:
• El aumento de los precios a pagar a los productores, los conflictos entre los
productores, las empresas estatales, y la Empresa Acopio Nacional (Pagés y
Castaño, 2006; Hagelberg y Álvarez, 2009; Vareka Pérez, 2009; Carrobello, 2009;
Martín y León, 2009; Granma, 2010), la persistencia del mercado negro (Vidal,
2008), la necesidad de repensar los subsidios y fomentar la compra y venta
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directas y liberadas de recursos por parte de los productores (Vareka Pérez, 2009;
Granma, 2010).
• El problema de cómo resolver el déficit de recursos para los productores
agropecuarios. Muchos investigadores cubanos coinciden que hace falta liberar la
producción y el mercado de insumos en las localidades (Colectivo de autores,
2010).
• Los riesgos que para el socialismo representan el fomento de las relaciones
mercantiles, los incentivos materiales y monetarios, y la iniciativa privada (Rivero
Baxter, 2002; Piñeiro Harnecker, 2007; Espina, 2008; Martín Jorge, 2009).
Como se dijo, en Cuba se garantiza los servicios básicos. Pero con la crisis
disminuye la capacidad del Estado. Estudios realizados constataron problemas en
el sistema eléctrico de zonas rurales por falta de combustible (Díaz López, et al.
2003). Otros estudios vienen alertando sobre la escasez de vivienda, transporte, y
recreación en las regiones rurales (Baranyi y Weston, 2007). Se dice que el éxodo
rural acelerado está dado por la insuficiencia de incentivos para trabajar y vivir en
el campo (Valdés Paz, 2006; Hernández Pentón, 2004).
8.. Los incentivos para la agricultura sostenible en Cuba
8...1... Incentivos para la conservación de los suelos.
Mucho se debate sobre los incentivos para el desarrollo sostenible y la agricultura
sostenible. Esto responde a que esta es la directriz estratégica fundamental de la
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política agraria de Cuba a partir de 1993, condicionada por la necesidad de
enfrentar el déficit de recursos, y resolver los problemas ambientales del país.
Respecto a los problemas ambientales, se destaca la afectación a los suelos. En
2009 se registró que el 45% de los suelos de Cuba sufre pérdida de materia
orgánica, y 70% algún otro tipo de afectación ya sea por factores climáticos –como
las fuertes y prolongadas lluvias en zonas montañosas o las sequías o por las
inadecuadas prácticas de manejo agropecuario. El Programa de Conservación de
Suelos prevé beneficiar así a 3 millones 500 mil hectáreas en todo el país, que
representan más que la mitad de le superficie agrícola del país (Barreras Ferrán,
2009).
Principales Leyes y Programas para la conservación de los suelos en Cuba
• Capítulo VIII de la 1ra Ley de Reforma Agraria.
• Artículo 27 de la Constitución de la República sobre obligatoriedad estatal y ciudadana por la conservación de los suelos.
• Artículo 39 de la Ley 33-1981 sobre la protección del medio ambiente y el uso de los recursos naturales.
• Decreto No.179-1993 sobre protección, uso y conservación de los suelos y sus contravenciones.
• Pago por servicio de suelos y agroquímicos del Capítulo II del Decreto No.179-1993.
• Capítulo V del Título VI de la Ley 81-1997 sobre el Medio Ambiente.
• Estrategia Ambiental Nacional 2007-2010 que refrenda incentivos asociados a la política tributaria, arancelaria o de precios diferenciados.
• Instrucción 503 del Banco Nacional de Cuba estableció las bases del crédito y los pagos para medidas de conservación ambiental.
• Programa Nacional de Conservación de suelos (2001) que contempla el pago por los servicios de conservación de suelos.
• Fondo Nacional para la Conservación de Suelos (2001).
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1... Incentivos para la protección de los bosques y la biodiversidad
Leyes, programas y fondos similares se contempla para el fomento de la
reforestación y la conservación de bosques, dirigidos a incrementar los bosques,
mejorar la vida de los productores forestales, sustituir importaciones, aumentar
exportaciones de fuentes forestales, proteger los suelos, las aguas, y los
bosques naturales.
Principales Leyes y Programas para la conservación y protección de los bosques en Cuba
• Sistema de sensibilización y participación popular del pueblo en la plantación masiva de bosques forestales y frutales en las localidades (1987), a través de las organizaciones de masas como los comité de defensa de la revolución (CDR), la federación de mujeres cubanas (FMC), los sindicatos de trabajadores (CTC), y las organizaciones estudiantiles y juveniles como la unión de pioneros de cuba, la federación de estudiantes de enseñanza media (FEEM), y la federación de estudiantes universitarios (FEU).
• Decreto-ley no. 136-1993 del patrimonio forestal y la fauna.
• Decreto 180-1993 sobre contravenciones de las regulaciones forestales.
• Ley 85 de 1998. Ley forestal
• Programa sector forestal hasta el 2015 derivado de la ley 85-1998.
• Decreto no. 268 -1999 sobre las contravenciones de las regulaciones forestales.
• Resolución conjunta no. 1-2000 ministerio de economía y planificación y el ministerio de finanzas y precios, sobre la creación del Fondo Nacional de Desarrollo Forestal (FONADEF)
Según CITMA (2009) los mecanismos económicos de corte fiscal para la
protección de la biodiversidad en Cuba, que pueden evaluarse como incentivos,
son:
• Los Royalties y Cánones de las explotaciones mineras.
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• Impuestos por utilización de la Bahía de La Habana y su Fondo.
• Impuesto Forestal y su Fondo.
• Bonificaciones arancelarias a la importación de tecnologías favorables al
medio ambiente deben garantizarse incentivos apropiados, sociales
En este documento se habla del caso especial de los huertos caseros, donde se
han desarrollado dos tipos de incentivos:
• La promoción de Ferias de productos y semillas y las Ferias culinarias,
donde los campesinos reciben incentivos económicos por concepto de la venta
de los productos de sus fincas, directamente o elaborados, con lo cual
incrementan sus ingresos líquidos.
• El reconocimiento de la diversidad conservada y del desarrollo de
variedades locales, de forma verbal y con la entrega de los Certificados de
Protección de las variedades portadoras de los genotipos más notables, en el
Registro Oficial de Variedades del MINAG.
Precisamente, una de las estrategias del CITMA consiste en fomentar incentivos
de todo tipo para motivar a los productores a la adopción de prácticas en
beneficio de la biodiversidad.
2... Incentivos para la Agricultura Orgánica Certificada.
En Cuba se tienen avances discretos en materia de incentivos para la agricultura
orgánica certificada. Cabe destacar en este sentido los incentivos estipulados en
las dos leyes del medio ambiente, desde el punto de vista a que contiene el
compromiso del Estado en apoyar las iniciativas relativas a la agricultura
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ecológica. Por otra parte, la Ley 182 de Normación y calidad del MINAG
contempla el pago diferenciado a los productores orgánicos. Se reporta que los
productores orgánicos en Cuba obtiene mayores precios por sus productos (entre un
20 al 40 %) sobre los precios de los productos convencionales (Pérez Consuegra, 2004;
Castellón, 2008)
Finalmente, se está debatiendo acerca de las normas propiamente cubanas para
las producciones orgánicas. En fechas recientes, la Oficina Nacional de
Normalización –que representa al país ante organizaciones internacionales y
regionales de normalización – circuló para su discusión académica y pública una
propuesta de directrices de producción, certificación, etiquetado y comercialización
de productos orgánicos.
3... Incentivos para la agricultura orgánica no certificada
Por último, merece atención un conjunto de iniciativas populares, proyectos y
programas, que incentivan la agricultura con enfoque agroecológico:
Los proyectos pilotos “Faros Agroecológicos” cubanos, apoyados por la Red de
Agricultura Sostenible y Extensión (SANE, por sus siglas en inglés), perteneciente
al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y también el
Instituto Humanista de Cooperación al Desarrollo (HIVOS, Holanda), Pan Para el
Mundo (Alemania) y la organización internacional Oxfam (Funes, et. al, 2001;
Ranaboldo y Venegas, 2007).
• El movimiento de “Arroz popular”, en sus inicios, integrado informalmente
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por personas que tomaron la iniciativa de sembrar arroz en áreas pequeñas,
terrenos marginales o tierras bajas con disponibilidad de agua. Poco a poco, esta
técnica se expandió de tal forma que el gobierno intervino apoyándola con
asesoría y recursos, y la reconceptualizado como “arroz no especializado”.
• El Programa Nacional de la Agricultura Urbana, Periurbana, y Suburbana,
donde como Ley se prohíbe el uso de fertilizante y plaguicidas químicos. El
objetivo fundamental del Programa es obtener la máxima producción de alimentos
diversos, frescos y sanos en áreas disponibles, anteriormente improductivas,
mediante prácticas orgánicas y que supongan el uso racional de los recursos
locales, así como la comercialización directa con el consumidor (Campanioni et al,
2001).
• Programa de Innovación Agraria Local (PIAL), cuyos antecedentes están en
el proyecto de Fitomejoramiento Participativo (FP), organizado por el Instituto de
Nacional Ciencias Agrarias (INCA) del Complejo Científico Docente Universidad
Agraria de la Habana (UNAH). En este programa se apoya e incentiva el
mejoramiento, multiplicación, e intercambio de variedades de especies y prácticas
conservacionistas entre los productores (Ortiz et al., 2010).
• El Movimiento Agroecológico de Campesino a Campesino (MACAC) de la
ANAP (Machín et al., 2010), donde se promueven actividades de capacitación y
escalonamiento de prácticas agroecológicas, ya no solo con el objetivo de sustituir
insumos, sino también para la transformación sostenible de las fincas.
Estos programas y proyectos se acompañan de incentivos que van desde los
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apoyos en recursos y financieros que se ofrecen a los productores, como los
asociados a los sistemas de reconocimientos y premios que estipulan. Además,
que los productores orgánicos en Cuba reciben todos los incentivos que todos los
productores agropecuarios, como el acceso de mercados con garantías, los
servicios básicos gratuitos de educación, y salud, y subsidios para la alimentación.
Reconocimiento mundial de los logros de Cuba en Agricultura Sostenible
• En 1996, el Movimiento Cubano de Agricultura Orgánica recibió el Premio Saar Mallinskrodt, que otorga la Federación Internacional de Movimientos por la Agricultura Orgánica (IFOAM, por sus siglas en inglés).
• En 1999, le sería otorgado también el Premio Nobel Alternativo (Right Livelihood Award).
• Según el Informe Planeta vivo 2006, publicado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), Cuba es el único país en el mundo que cumple con los criterios de “huella ecológica” (< 1'8 ha/p) y “desarrollo humano” (IDH> 0,8). En IDH Cuba ocupa el 4 puesto, detrás de Chile, Argentina, y Uruguay. La huella ecológica de China es <2.1 ha/p.
• En 2010 se le otorga el Premio Ambiental Goldman, considerado el Premio Nobel verde, al coordinador del programa de innovación agraria local (PIAL), que coordina el instituto de ciencias agrícolas (INCA).
4... Sesgos de la incentivación de la agricultura sostenible en Cuba.
Respecto a los incentivos para las prácticas agrícolas en función de la protección
de los recursos naturales y el medio ambiente, los especialistas plantean lo
siguiente:
• La necesidad de contrarrestar los incentivos perversos. Estos son los
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incentivos que estimulan la utilización insostenible de la biodiversidad (Garrido
Vázquez, 2009)
• Una gran cantidad de autores destacan que las prácticas conservacionistas
en Cuba se sustentan no en el mercado, sino en el pago a partir del presupuesto
estatal. Según CITMA (2009) los verdaderos obstáculos en este sentido, son de
tipo comercial/mercadeo, ya que son escasos los incentivos económicos o de otro
tipo para la diversificación. Los incentivos económicos no están claramente
identificados; las opciones de mercadeo sólo son ampliamente promovidas a
través de la Agricultura Urbana. Los autores coinciden en el mercado y los
incentivos económicos deberían tener mayor clarificación e incidencia (Garea,
2001; Garrido Vázquez, 2009, CITMA, 2009).
• La falta de conciencia y capacitación de los empresarios cubanos en la
utilización de los instrumentos de política ambiental como los incentivos
económicos establecidos y bonificaciones (Garea, 2001; Matías González, 2004;
CITMA, 2009).
• Se aboga por el precio diferenciado a las producciones orgánicas, y que el
mercado y los beneficios económicos deben tener mayor peso en la recompensa
por concepto de actividades agroecológicas (Castellón, 2008).
• En su estudio García Aguiar (1999) constató que en las UBPC las prácticas
agroecológicas comienzan a percibirse no solo como una alternativa económica,
sino también como una necesidad ecológica, y más allá de que sea una
coyuntura.
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• Según Funes-Monzote (2008) la conversión de los sistemas agrícolas de
producción de gran escala a pequeña requiere inversiones para la adaptación de
infraestructuras, es decir, construir casas y mejorar las facilidades de transporte,
así como la creación de incentivos para comenzar la agricultura, o sea, suministrar
créditos para la compra de insumos, garantizar los precios de los productos, etc.
(a qué costo). Tales inversiones deben mejorar las oportunidades de incrementar
la productividad de la tierra y la calidad de vida de la población rural, resultando en
un positivo impacto socioeconómico.
• Ríos Labrada et al. (2009) constaron que en Cuba es necesario fomentar
prácticas agroecológicas que no estén necesariamente condicionadas a la
disminución de los rendimientos. Es decir, por una parte, que se entienda que las
prácticas agroecológicas pudieran generar mayores rendimientos, y, por otra
parte, que los incentivos a las prácticas agroecológicas no deben estar basados
en la absolutización de la necesidad de mayores rendimientos.
• Vázquez Moreno (2010), al referirse a las tecnologías que se le ofrecen a
los campesinos cubanos por los diferentes sistemas de extensión, planteó que
muchas veces no se consideran los aportes de los propios agricultores, sea en la
adaptación y perfeccionamiento de las nuevas tecnologías introducidas o en las
innovaciones que ellos mismos realizan de conjunto con los técnicos.
Resumiendo, como puede observarse de la revisión bibliográfica realizada:
• Los incentivos constituyen un aspecto de importancia en los escenarios de
la actividad humana en general, y en la agricultura en particular.
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• Son objeto de reflexión, estudio, y debate investigación científico,
interdisciplinar y transdisciplinar.
• Las recomendaciones fundamentales que se derivan de los estudios
actuales se orientan a la necesidad de un tratamiento diferenciado de los
incentivos, la consideración del punto de vista de los productores, y la observancia
de expectativas como la diversidad de incentivos, la equidad social, y el desarrollo
sostenible.
• En Cuba los incentivos para los productores agropecuarios constituyen un
punto crucial en el giro de la política agraria en los 90. A partir de entonces, se le
está prestación mayor atención a la necesidad de fomentar los incentivos
materiales, mercantiles y monetarios para los productores agropecuarios.
Similitudes y diferencias entre China y Cuba en materia de incentivos para la agricultura
La reforma de la agricultura en china en 1978 contempló el fomento de incentivos, asociados fundamentalmente a políticas como: la sustitución del sistema de responsabilidad comunal por el sistema de responsabilidad individual, familiar o doméstica; el otorgamiento de derechos a individuos al uso de la tierra, autonomía total de la gestión productiva, y exención de impuestos a las familias; liberalización de los precios agrícolas; y autonomía de las localidades.
Los decretos que se emitieron en Cuba desde 1993 sobre entrega de tierras en usufructo y descentralización de la gestión productiva, la comercialización, y la toma de decisiones, siguen el mismo rumbo de China cuando comenzó la reforma. Claro, aun en Cuba el mayor % de productores (UBPC y empresas estatales) no tienen autonomía total acerca de qué producir en sus tierras.
Por otra parte, en Cuba, fue recientemente que se aprobó la posibilidad de la inversión extranjera, y está estaría muy limitada producto del bloqueo norteamericano. China se rige actualmente por normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), y, por lo tanto, incentivos como los subsidios a los agricultores se establecen por las reglas del juego de esa organización. Cuba no tiene acuerdo alguno con la OMC.
Mirando al futuro cabe preguntarse: ¿Dará Cuba el paso hacia la total exención de los campesinos de las cuotas obligatorias de productos que tienen que contratarse y venderse al estado, como sucedió en China a finales de los 80? ¿Se admitirá algún día en Cuba que las empresas extranjeras poseen propiedad privada dentro del país? ¿El Estado cubano permitirá transacciones extranjeras independientes no sometidas a su control directo? ¿Se tolerará en Cuba la existencia de ricos agrícolas?
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Todo parece indicar que el curso de la reforma en Cuba puede conducir gradualmente el mismo resultado de la reforma China. Sin embargo, puede que las lecciones buenas y malas que la reforma China esta suministrando, incentiven a Cuba a mantener o explorar otros caminos diferentes.
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3. MATERIALES Y MÉTODOS
1.. Procedimiento para el análisis de la implementación de los
incentivos en las CCS
3.1.1. La selección de las provincias y CCS para el estudio de caso
En la investigación se realizaron estudios de casos en CCS y UBPC de tres
provincias de las 15 en que se divide Cuba administrativa y políticamente. Un
estudio de caso se realizó en CCS y otro estudio de caso en UBPC. Los
procedimientos utilizados (recorridos exploratorios, análisis de documentos, y
entrevistas), así como las variables que se investigaron fueron similares para
ambos casos. Las diferencias en la aplicación de los procedimientos se debieron
a las características organizativas, estructurales, funcionales y gerenciales, de
estas dos tipos de cooperativas en Cuba. En correspondencia con esto, en la
primera parte de esta parte se exponen los procedimientos utilizados para el
estudio de casos en las CCS, y en la segunda parte, en el caso de las UBPC.
La selección de las provincias
Las 3 provincias seleccionadas para los estudios de casos fueron: Pinar del Río,
Sancti Spíritus y Guantánamo. ¿Cuáles son las características geográficas,
geológicas, climáticas, edáficas, y socioeconómica de cada una de estas
provincias?
• Pinar del Río
La provincia de Pinar del Río es la más occidental de Cuba. Su geología se compone de zonas montañosas
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y semillanas. Es una zona que suele ser muy afectada por los ciclones y las sequías. El tabaco ha sido históricamente la producción agropecuaria fundamental de Pinar del Río. En esta provincia se produce el 70 % de tabaco del país. Su Índice de Desarrollo Humano (IDH) es de 0.5382, ocupa lugar 8 entre las 15 provincias (Fuente: IDH de las provincias de Cuba. Disponible en http://www.undp.org.cu/documentos/idh/idh96/idh96_capitulo5.pdf).
• Sancti Spiritus
La provincia de Sancti Spiritu es una de las dos provincias de la región central de Cuba. Su geología se compone de montañas, llanos, bosques, ríos caudalosos, y la presa más grande del país. Los cultivos principales
son tabaco, arroz, café, y las hortalizas. Su IDH es de 0.6492, ocupa el sexto lugar entre las provincias de Cuba.
• Guantánamo
Guantánamo es la provincia más oriental de Cuba. Limita con la famosa Base Naval Norteamericana de Guantánamo. Es una zona montañosa. Solo el 25% de
los suelos son llanos y poco profundos. Se clasifican agronómicamente entre los Grupos 2 y 3. Es decir, que son suelos de buena fertilidad. Pero actualmente ese 25% esos suelos tiene problemas de aridez y salinidad. Se cultiva fundamentalmente café, cocos, caña de azúcar y otros cultivos. Guantánamo registra un IDH de 0.4661. Ocupa el onceno lugar entre las 15 provincias de Cuba.
Los cultivos de las tres provincias son de gran importancia para la economía agraria del
país. En ellas se producen productos como el café, el tabaco, y los cítricos, que
desplazaron al azúcar entre las agroexportaciones cubanas.
Las tres agriculturas se encuentran afectadas por fenómenos naturales y ambientales
típicos de Cuba sequías, y erosión de los suelos. Dadas sus coordenadas geográficas
tropicales y su configuración geológica Cuba es proclive los huracanes: un constante
peligro para la productividad y el rendimiento de los campos cultivados.
Se calcula que entre 2005 y 2006, la producción de los cultivos principales cayó 36%
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por causa de la sequía, en comparación con la obtenida en 2004 (Fuente: CITMA.
Situación ambiental de Cuba 2004). Entre 2008 y 2009 se registró que entre 45 y 60%
de los suelos cubanos sufren ausencia y pérdida de materia orgánica, y el 70% algún
tipo de afectación (Barreras, 2009): 14% padecen de salinidad y sodicidad; 48.3%, de
erosión y 40.3%, de acidez. El problema de salinidad es el más resentido en las zonas
costeras; particularmente, en la provincia oriental de Guantánamo, donde existen
inmensas áreas desertificadas y el rendimiento promedio potencial de sus cultivos
alcanza apenas 30%.
La selección de estas provincias para los estudios de casos sobre los incentivos para
los productores agropecuarios en Cuba, respondió precisamente a estas características,
que hacen a estas tres provincias, en cierto grado representativo de los procesos
agroproductivos, su importancia, y dificultades, así como de las diferencias regionales
en todo el país.
La selección de las CCS
Ahora bien, ¿por qué se escogió hacer estudios en casos en CCS?
¿Qué es una Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS)?
La Ley No 95-2002 sobre las Cooperativas de Producción Agropecuaria y de Créditos y Servicios establece la definición de CCS como una cooperativa integradas por agricultores pequeños propietarios o usufructuarios de tierras, sin afectarse su derecho a la propiedad privada o el usufructo de la tierra y los medios de producción. Pueden contratar trabajadores asalariados, a los cuales se les salario, seguridad social, y todos los demás beneficios. Se rigen por principios como la voluntariedad, la cooperación y ayuda mutua, contribución al desarrollo sostenible de la economía nacional, disciplina cooperativista, decisión colectiva de la mayoría, pertenencia territorial, bienestar de los miembros y sus familiares, colaboración sin ánimo de lucro, solidaridad humana en la cooperativa y la comunidad, y participación consciente en el desarrollo social del país.
Las CCS se estructura directivo-administrativamente de la siguiente forma jerárquica: Asamblea General, Junta Directiva (presidida por el Presidente, que es también el Presidente de la Asamblea General), un Consejo Administrativo, y la Comisión de Control y Fiscalización.
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Respecto a las relaciones con el Estado las CCS tienen las obligaciones de usar racional los recursos, y cumplir con las regulaciones fitosanitaria y tributarias, etc., cumplir las regulaciones fitosanitarias, tributarias, y de otra índole que el Estado establece, así como elaborar su plan de producción, proponerlo para su aprobación por parte del Estado, y cumplir con los contratos establecidos con el con las empresas estatales. El gobierno tiene el deber de apoyar con recursos, créditos, precios adecuados, y asistencia técnica y jurídica a las CCS,
Para la selección de las CCS se adoptaron los siguientes criterios:
• Las CCS constituyen el sector privado de la agricultura cubana que surgió
después de la Reforma Agraria (1959-1961). Al irrumpir el período especial a finales de
los 80, se observó que, a diferencia de las empresas estatales y las CPA, las CCS
estaban en mejores condiciones de enfrentar la crisis.
• En los 90 el gobierno emprendió el fortalecimiento de las CCS. Como resultado
aparecieron las CC fortalecidas (CCSF). El fortalecimiento consiste en el
perfeccionamiento de su estructura y funcionamiento de sus Juntas Directivas; dotación
de un número de equipos y medios, así como de insumos productivos indispensables, a
partir de los cuales pudieran asumir por sí mismas la posibilidad de brindar la atención
material, y asesoramiento técnico a los productores individuales (Donéstevez et
al.1999).
• Datos correspondientes a 2008 indican que las CCS y los productores
individuales son quienes más producen, lo cual se refleja también en la ventaja
que tienen sobre los ingresos. Entre 1994 y 2004, los ingresos de las CCS
subieron de 209 a 1 mil 139 pesos, lo que representa un crecimiento de 445%.
Por su parte, los productores individuales lograron ingresos de más de 1 mil 714
pesos en 2004 (ONE, 2007).
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• El Decreto 259-2008 sobre entrega de tierras ociosas estipula que “Las
producciones obtenidas y la asignación mediante compra y venta de instrumentos y
equipos de trabajo, así como de insumos agrícolas y pecuarios a los usufructuarios, se
realiza según las normas establecidas, a través de las CCS a las cuales estén
vinculados, o en su defecto a quien se determine” (Gaceta Oficial de la República de
Cuba, 2008).
• Según datos ofrecidos por la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños
(ANAP) en octubre de 2008, 56% de las solicitudes de tierras por concepto del Decreto
259-2008, correspondió a CCS Fortalecidas (CCSF), 26% a CCS, 7% a CPA, 8% a
UBPC y el resto al sector estatal. Es decir, que el sector privado suma más del 80% de
las solicitudes, y las CCS son las que más solicitan tierras (Chan y Freyre, 2010).
• Entre 1996 y 2007, según reportan las estadísticas oficiales, el fondo de tierras
agrícolas de las CCS aumentó 9.5%, contra el 4.8% de productores individuales y
parceleros.
Todos estos factores permiten decir que las CCS logran mejores desempeños
productivos y sociales que el resto de las formas, y que gradualmente, el gobierno las
ha focalizado como actor fundamental en el proceso de reforma de la agricultura a partir
de 1993.
En cada una de las tres provincias se seleccionaron una CCS. Para esta selección se
utilizaron los siguientes criterios:
• Una vez que se seleccionaron las tres provincias se solicitó a las autoridades
provinciales y municipales del MINAG y de la ANAP autorización para realizar la
investigación. En el caso de los investigadores extranjeros se necesitan permisos
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especiales.
• Se escogieron las CCS que según las autoridades provinciales y municipales
estaban obteniendo gradualmente resultados positivos, tanto productivos, como
económicos y sociales. Las CCS “Cuba Libre” se destaca por sus innovaciones en el
fomento de un banco de semillas, la diversificación de los cultivos, y la adopción de
prácticas agroecológicas. La CCSF “Bernardo Arias” y las CCSF “Pastor Martínez”, son
catalogas como las más prósperas en sus provincia. Precisamente por su desempeño
económico se les otorgó la condición o estímulo de ser CCSF.
• La producción principal de esas CCS representa el cultivo principal de la
provincia y el municipio.
• En las CCS se reflejan las condiciones naturales y ambientales en que se
realizan las actividades agrícolas en las provincias.
• Las tres CCS participan en proyectos de desarrollo agropecuario sostenible de
importancia para la las provincias.
• El consentimiento de los Directores de las CCS para participar en la
investigación.
En la tabla 7 se muestran las tres CCS donde se realizó el estudio, sus características,
y diferencias entre si.
En la tabla 7 se muestras las características de cada CCS, que se seleccionaron por cada provincia.
Tabla 7. Las CCS donde se realizaron los estudios
CCSF“Pastor Martínez”
CCSF“Bernardo Arias”
CCS“Cuba Libre”
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Provincia Guantánamo Sancti Spiritus Pinar del Río
Municipio Yateras Sancti Spiritus La Palma
Geología Montañosa Semillana Llana.
Sequías Frecuentes Esporádicas Frecuentes
Suelos Alta erosión edáfica Alta erosión edáfica Alta erosión edáfica
Inundaciones Alta Esporádicas Alta
Cultivos principales Café. Banano. Sistemas agrosilviforestales.
Arroz. Tabaco. Caña de azúcar.
Tabaco. Arroz.Viandas.
Distancia del centro municipal
10 Km. 2 Km 4 Km
Distancia del centro provincial
10 Km. 2 Km 60 Km.
Participación en Programa de Agricultura Urbana y Periurbana
Sí Sí Sí
Movimiento Agroecológico de Campesino a Campesino (MACAC) de la ANAP
Sí Sí Sí
Programa Nacional de Proyecto Parque Nacional de Alejandro Humboldt(CITMA)
Sí No No
Programa de No No Sí
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Innovación agropecuaria Local (PIAL) (INCA).
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3.1.2. Los procedimientos empleados
Se realizaron recorridos exploratorios, consulta de documentos, y entrevistas.
• Recorridos exploratorios
Se llevaron a cabo entre los meses de enero y marzo de 2007. La guía de
observación contempló los siguientes objetivos:
• Familiarización visual y de comunicación de la autora con el entorno
geográfico y socioeconómico, y comunitario de los productores de las CCS.
• Establecer un primer contacto con los productores, directores de CCS, y
funcionarios, y profesionales en los territorios que trabajan con las CCS.
• Obtener recomendaciones, sugerencias, y autorizaciones de las delegaciones
provinciales y municipales del MINAGRI, el Ministerio de Ciencia, Tecnología, y
Medio Ambiente (CITMA), la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP),
la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales (ACTAF).
• Consulta de documentos
Se consultaron decretos y resoluciones principales de de política agraria en Cuba:
Primera Ley de Reforma Agraria-1959; Segunda Ley de Reforma Agraria-1963; y las
Tesis y Resolución del Partido Comunista de Cuba (PCC)-1975 sobre la cuestión
agraria y las relaciones con el campesinado, así como aquellos que conforman el
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marco legal de la reforma de la agricultura en Cuba a partir de 1993, documentados
en la revisión bibliográfica.
También fueron consultados los documentos que rigen y expresan las actividades y
atribuciones de las CCS, así como sus resultados: Ley 135-2002 sobre CCS y CPA;
Actas de Constitución; Reglamento Interno; Informes de producción; Certificados de
reconocimientos y premios. En el recuadro Marco legal de los incentivos para los
productores agropecuarios en Cuba a partir de 1993, que aparece en la Revisión
Bibliográfica para esta investigación, se exponen otros documentos de política
agraria que se tomaron en consideración en el estudio de casos en las CCS.
• Entrevistas
Se realizaron entrevistas con productores de las CCS. Para ello se utilizó la escala o
escalonamiento Likert. Este es un método creado por Rensis Likert en la década del 30,
que consiste en que a los entrevistados se le pide determinadas afirmaciones o juicios
respecto a determinados ítems o variables (Hernández Sampieri et al., 1998). En el
estudio de caso con las CCS se utilizaron para cada incentivo (variable) dos
expresiones: “bien” y “regular”.
Bajo el término de “valoración positiva” se agruparon un conjunto de expresiones como
las siguientes: bien, satisfactorio, positivo, a tiempo, adecuado, sin problemas, sin
dificultad, ya era hora, se da, muy útil, muy bueno, de maravilla, excelente, se cumple.
Las valoraciones de regular se agruparon en expresiones como: no se da, hay
problemas, hay dificultades, no se cumple, se cumple a medias, es necesario mejorar,
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hay que avanzar más en eso, queda mucho por hacer, no es justo, aun hay que trabajar
en eso.
El término de “regular” se escogió porque la totalidad de los entrevistados se mostraron
renuentes de utilizar esta palabra “mal”. En esto se entretejen dos factores: uno, que
verdaderamente los entrevistados reconocen un avance en materia de incentivos, pero
por otra parte, hay que tener en cuenta que en las entrevistas participaron
representantes gubernamentales y no gubernamentales de los productores. Se observó
que los productores, una vez que dan su valoración de regular, testimoniaron no solo
sobre los logros, sino también los problemas que afectan la implementación de los
incentivos.
Los entrevistados se fueron escogiendo a partir de la recomendación de los Directores
de las CCS, atendiendo a los siguientes criterios:
• Desempeño productivo positivo del productor.
• Conocimiento de la política agraria.
• Capacidad de comunicación.
• Voluntad de participar en la investigación.
Una vez que los entrevistados daban su valoración de “bien” o “regular”, se le pidió
abundar en su valoración. Entonces se le hicieron las siguientes preguntas con el
objetivo de facilitar su testimonio:
• ¿Qué te incentiva, motiva o estimula a trabajar?
• ¿Cómo valora la implementación de los incentivos?
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• ¿Qué factores afectan la implementación de los incentivos?
• ¿Qué usted propondría para mejorar la implementación de los incentivos?
• ¿Qué otros campesinos de su CCS usted recomendaría para ser entrevistado?
A continuación en las tabla se refleja el porcentaje de los productores entrevistados en
cada las CCS escogida para el estudio de caso.
Tabla 8: Porcentaje de productores de las CCC entrevistados en Guantánamo entre el 7 y el 14 de enero de 2009
Productores
Porcentaje Total
Total Muestra
CCSF “Pastor Martínez”. 103
31
30
51 personas son dueños de la tierra y el resto son usufructuarios.
Además, en la provincia fueron entrevistados:
• Director de la Empresa Nacional Café Cacao.
• Director Provincial del Instituto de Suelos.
• Especialista provincial del Instituto de Suelos.
• Especialista Municipal del Servicio Estatal Forestal.
• Especialista de Producción de la Empresa Nacional Café Cacao.
• Profesor asesor de la Empresa Nacional Café Cacao.
• Jefe del Servicio Forestal en el Municipio de Yateras.
• Especialista de Suelos de la Empresa Café Cacao en Yateras.
• Presidente de Circunscripción de un Consejo Popular en Yateras.
• Profesor asesor del Foro Provincial de Ciencia y Técnica.
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Tabla 9: Porcentaje de productores de las CCS “Cuba Libre” entrevistados en Pinar del Río entre el 2 al 8 de febrero 2009.
Productores
Porcentaje Total
Total Muestra
CCS “Cuba Libre” 46 12 26
Además fueron entrevistados en la provincia de Pinar del Río las siguientes personas:
• Director de la Empresa de Tabaco en la provincia.
• Presidente Foro de Ciencia y Técnica en La Palma.
• Director de Suelo de MINAG La Palma.
• Especialista del Servicio Forestal de La Palma.
• Presidente ANAP en La Palma. Responsable de precios ANAP La Palma.
• Delegado Poder Popular La Palma.
• Especialista de Suelo de la Empresa de Tabaco.
• Sub-director de Empresa Pecuaria de Pinar del Río.
Tabla 10: Porcentaje de productores CCSF “Bernardo Arías Castillo” entrevistados Sancti Spiritu entre el 16 y el 21 de enero del 2009.
Productores
Porcentaje Total
Total Muestra
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CCSF “Bernardo Arias Castillo” 65 18 27,6
Además se entrevistaron a:
• Especialista de la Estación de Pastos y Forrajes.
• Especialista del Control Estatal de Tierras.
• Especialista Principal de Conservación y Mejoramiento de Suelos.
• Director de Conservación y Mejoramiento de Suelos.
• Especialista CITMA encargada Foro de Ciencia y Técnica.
• Presidenta ACTAF en la provincia.
• Delegado Municipal SS. ANAP, Coordinador de Proyecto.
• Especialista provincial del Servicio Forestal Estatal, SEF provincia.
• Director UEB Comercial 6 Empresa de Suministro y Transporte Agropecuario.
3.1.3. Las variables que se investigaron
Las variables que se investigaron se muestran en la tabla 11. A cada variable le
corresponde un conjunto de subvariables o indicadores.
Tabla 11: Variables e indicadores que se investigaron
Variable Indicadores
Recursos
Utensilios de trabajo, agua para las labores de riego, tierra, fertilizantes, semillas, combustible, y plaguicidas.
Servicios Básicos Educación, salud, electricidad, agua potable, vivienda, transporte, y recreación.
Ingresos
Precios de venta, autoconsumo, variedad de la comida, canales de comercialización, programas y proyectos, premios materiales, pago por prestación de servicios ambientales de conservación de suelos, y forestación.
Proyectos Materiales para el mejoramiento de la vida y el trabajo, capacitación para trabajar de forma más sostenible, re red social, viajes dentro y fuera del país, vacaciones en hoteles.
Autoestima Vivir en ambiente campestre, natural, tranquilo y sano; sentirse dueño de la tierra y trabajar por su cuenta; amor al trabajo; voluntad de producir alimentos para el pueblo; amor a la tierra y responsabilidad por su cuidado; autoestima de ser un buen trabajo y reconocido como tal; y más conocimientos y capacitación.Vanguardia, por ser buen trabajador, por ser buen agricultor agroecológico, por
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Premios y reconocimientos.
participación en actividades de capacitación, premios por parte de la misma cooperativa, premios del Foro de Ciencia y Técnica.
Sostenibilidad agroecológica
Rotación de cultivos, policultivos, asociación de plantas, agrodiversidad, distancia de plantación, minibosque, conservación de semillas, abonos verdes, barreras vivas o muertas, cobertura, composta, lombricultura, micorrizas, rizobium, fitomas, cultivo de leguminosas, tranque, manejo del agua y el drenaje, manejo ecológico de malezas, control biológico, manejo integrado de plagas, tracción animal, uso de pienso criollo local, renovación energética. Principios agroecológicos (Optimización del uso de insumos localmente disponibles. Reducción el uso de insumos externos a la finca. Sostenibilidad a largo plazo. Mejoramiento de la conservación. Biodiversidad. Conocimiento local. ).
Las variables fueren concebidas a partir de las siguientes fuentes:
• Los decretos sobre política agraria en Cuba
• Las referencias sobre los incentivos, tanto en el mundo como en Cuba
• Los ensayos de entrevistas que se realizaron en los recorridos iniciales a
las provincias con productores de otras cooperativas CCS y UBPC que
finalmente no fueron seleccionadas para el estudio.
• Las entrevistas realizadas en cada cooperativa seleccionada, así como en
las instituciones y organizaciones relacionadas que trabajan con los productores
A continuación se expone las definiciones conceptuales (concepto) y
operacionales (indicadores) de cada variable:
• Recursos
Es el conjunto de medios y objetos para la producción en la finca. El acceso a
esos recursos despunta como uno de los incentivos que más analizan los
investigadores de los incentivos en la agricultura, tanto en el mundo (Bejarano,
1998; Norton, 2004) como en Cuba (Valdés Paz; 1999; Pérez Rojas et al. 1999).
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• Utensilios de trabajo. Son los recursos y medios manuales para trabajar
en la finca: machetes, guatacas, limas, sogas, y la ropa.
• Agua para el riego. Este aspecto está relacionado no solo con el agua en
sí misma como recurso natural, sino también con los dispositivos para su
almacenamiento, su transportación, y el riego.
• Tierra. Es la posibilidad de aumentar el fondo de tierras por concepto de
los Decretos No. 259-2008 y 688-2008 (Reglamento del Decreto 259) relativos a
la entrega usufructuaria de tierras ociosas (Gaceta Oficial de la República de
Cuba, 2008).
• Fertilizantes, semillas, plaguicidas y combustibles. Son productos que el
estado le vende a los productores a precios subsidiados.
• Ingresos. Por tales incentivos se entiende los ingresos directos e
indirectos que tributan a la capacidad adquisitiva o de compra del productor
(Definición conceptual). Incluye ítems como los créditos, anticipos, los subsidios,
y los impuestos. La definición operacional de este incentivo se conformó a partir
de las siguientes vías que intervienen en el acceso a este incentivo.
• Precios. Es un incentivo catalogado por los especialistas como
sumamente importante para mejorar la solvencia económica de los productores
y las producciones agropecuarias (Nova, 2006; Triana y Cordovi, 2008). Se le
considera un instrumento fundamental de política agraria (Atance et al., 2001;
Norton, 2004; Gotschlich, 2010). Aumento de los precios se contemplan en los
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Decretos 2-1998 del Ministerio de la Agricultura (MINAGRI) y el Ministerio de
Comercio Interior (MINCIN), 53-2006 y 243 del Ministerio de Financias y Precios
del MINAGRI y el Ministerio de Financia y Precios (MPF).
• Autoconsumo. Se refiere a la posibilidad de sembrar para el
autoconsumo familiar y cuyo excedente se puede vender. En ambos casos se
contribuye a reducir el gasto en alimentos.
• Variedad de los alimentos. Se asocia a la diversificación de los cultivos
que posibilita mayores ventas en el mercado.
• Canales de comercialización. Es un incentivo relacionado con el
aumento de canales de comercialización estatal, y la reapertura del mercado
libre en 1994,
• Premios materiales. Esto tiene que ver con los sistemas de premiación
y reconocimiento del MINAGRI, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio
Ambiente (CITMA), la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), y
la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales (ACTAF), el Consejo
de Estado, la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR),
así como los que se otorgan por las mismas cooperativas. Aquí se puntualizó en
las recompensas monetarias directas e indirectas que contribuyen a la elevación
de la solvencia económica de los productores.
• Vacaciones en hoteles. Este incentivo se les dio a cooperativistas que
recibieron la distinción de Vanguardia Municipal, Provincial y Nacional. La
estancia en hoteles es a precios subsidiados.
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• Pago por conservación de suelos. Es un incentivo contemplado en la
Estrategia Ambiental Nacional 2007-2010 (CITMA, 2007) y el Programa Nacional
de Conservación de Suelos iniciado en el 2001, que estipuló un Fondo Nacional
de Conservación de Suelos (MINAG, 2001; Barrera Ferrán, 2009).
• Pago por forestación. Aparece también en la Estrategia Ambiental
Nacional (CITMA, 2007) y se realiza a través del Fondo Nacional de Desarrollo
Forestal (FONADEF) creado en el 2000. Ambos pagos corren a cargo del
presupuesto estatal (Linares Landa, 2002).
Dentro de este incentivo de los ingresos se consideraron también los créditos,
anticipos, impuestos, y seguros, que, por lo general, estos son temas del
conocimiento de los administradores, y no del dominio de los productores. Pero
el análisis de estos temas no se realizó por separado, dado a que son temas del
dominio de los administradores, y no de los cooperativistas.
• Proyectos.
Es el conjunto de beneficios que reporta la participación en proyectos de
desarrollo. Los contratos y los informes de los proyectos posibilitan una
definición operacional de este incentivo consistente en:
• Materiales,
• Capacitación,
• Red social, y
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• Viajes al extranjero.
• Servicios básicos. Son los servicios indispensables para la calidad de
vida personal, familiar, y comunitaria:
• Vivienda,
• Electricidad,
• Agua potable,
• Educación,
• Salud, y
• Recreación.
• Premios y reconocimientos.
Son los certificados, medallas o diplomas que se otorgan por las diferentes
instancias. Entre esos se destacan:
• Por la participación en las actividades de capacitación,
• La Condición de Buen Trabajador.
• La Condición de Buen Trabajador Agroecológico.
• Los Premios del Forum de Ciencia y Técnica.
• Los Premios que se otorgan en los concursos de ANAP y la Asociación de
Técnicos Agrícolas y Forestales (ACTAF).
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• La Condición de Vanguardia Municipal, Provincial, y Nacional.
• Los Premios otorgados por las mismas cooperativas.
• Autoestima
Consiste en sentirse a gusto, satisfecho, u orgulloso de sí mismo:
• Amor al trabajo,
• Producir para el pueblo,
• Amor a la tierra,
• Vida sana,
• Buen trabajador,
• Más capacitación, y,
• Ser dueño de la tierra y trabajar por cuenta propia.
• Sostenibilidad.
Se tuvo en cuenta aquí la sustitución escalonada de prácticas agrícolas
convencionales por alternativas no convencionales o agroecológicas. Las
prácticas agroecológicas que se documentan en Funes et al. (2001). Estas se
agruparon en los siguientes conjuntos:
• Prácticas de diversificación de cultivos: policultivos, asociación de
plantas, agrodiversidad, distancia de plantación, minibosque, conservación de
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semillas.
• Prácticas de nutrición de los suelos y cultivos: abonos verdes,
barreras vivas o muertas, cobertura, composta, lombricultura, micorrizas,
rizobium, fitomas, cultivo de leguminosas.
• Prácticas de control ecológico de plagas: manejo ecológico de
malezas, control biológico, manejo integrado de plagas
• Prácticas de conservación: tranque, manejo del agua y el drenaje,
curvas de nivel.
• Prácticas de integración ganadería-agricultura: uso de pienso criollo
local.
• Prácticas de renovación energética: tracción animal, biogás.
Con el objetivo de profundizar en los incentivos asociados a la sostenibilidad, se
realizó en cada provincia entrevista a técnicos y profesionales en las provincias.
Se les solicitó responder a la siguiente pregunta: ¿Cómo valoran la
implementación de los principios agroecológicos en las CCS de la provincia?
Las variables (principios agroecológicos) que se utilizaron en esta entrevista
fueron las siguientes, que se citan también en Funes et al. (2001):
• Optimización del insumo local (optimizar el uso de insumos localmente
disponibles combinando los diferentes componentes del sistema de la finca, por
ejemplo, plantas, animales, suelo, agua, clima y personas de manera tal que se
complementen los unos a los otros y tengan los mayores efectos sinergéticos
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posibles.
• Reducir el uso de insumo externo (Reducir el uso de insumos externos
a la finca y los no renovables con gran potencial de daño al ambiente y a la salud
de los productores y consumidores, y un uso más restringido y localizado de los
insumos remanentes, con la visión de minimizar los costos variables);
• Mejorar la conservación de los recursos (Reemplazar los insumos
externos por el reciclaje de nutrientes para lograr una mejor conservación y uso
eficiente de los insumos locales);
• Sustentabilidad a largo plazo (Mejorar la relación entre los diseños de
cultivos, el potencial productivo y las limitantes ambientales del clima y el
paisaje, para asegurar la sostenibilidad a largo plazo de los niveles actuales de
producción;
• Biodiversidad. Trabajar para valorar y conservar la biodiversidad, tanto
en zonas silvestres como domesticadas, haciendo un uso óptimo del potencial
biológico y genético de las especies de plantas y animales presentes dentro y
alrededor del agroecosistema);
• Conocimiento local. Aprovechar el conocimiento y las prácticas locales,
incluidas las aproximaciones innovadoras no siempre comprendidas del todo por
los científicos, aunque ampliamente adoptadas por los agricultores).
2.. Procedimiento para el análisis de la implementación de los incentivos
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en las UBPC.
2...1... La selección de las UBPC.
El estudio en las UBPC se realizó en las mismas tres provincias que el estudio de
las CCS. ¿Por qué es escogió estudiar la implementación de los incentivos en este
modelo de cooperativas?:
• Las UBPC constituyen un ajuste fundamental de la política agraria en los 90.
Especialistas como Valdés Paz (2009) consideran que este acontecimiento
constituyó una Tercera Ley de Reforma Agraria.
• Las UBPC manejan el 37 % de las tierras agrícolas.
• Los esfuerzos del gobierno a partir de 2006 por el rescate,
redimensionamiento y fortalecimiento de las UBPC.
¿Qué son las UBPC?
Según Pérez Rojas y Echevarría León (2006) los especialistas definen las UBPC como:
• Tipo de propiedad estatal-cooperativa,
• Organización carácter híbrido, por su dualismo funcional y estructural: por su
• funcionamiento, se sitúan entre una unidad comercial y una unidad
• técnico-productiva; y por su estructura están a medio camino entre la
• empresa estatal y una verdadera cooperativa.
• Una cooperativa socialista con obreros agrícolas
• Empresas cooperativas
• Tipo de producción cooperada.En el Decreto 142-1993 se expresan los los principios que rigen la actividad en las UBPC:a) la vinculación del hombre al área como forma de estimular su interés por el trabajo y su sentido concreto de responsabilidad individual y colectiva; b) el autoabastecimiento del colectivo de obreros y su familia con esfuerzo cooperado, así como el mejoramiento progresivo de las condiciones de vivienda y otros aspectos relacionados con la
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atención al hombre; c) la asociación rigurosa de los ingresos de los trabajadores a la producción alcanzada; y d) el amplio desarrollo de la autonomía de gestión y la administración de sus recursos, a fin de hacerse autosuficiente en el orden productivo.
En cada una de las tres provincias se seleccionaron una UBPC atendiendo a los
mismos criterios que en el caso de las CCS. En la tabla 12 siguientes se muestran
las características de cada UBPC.
Tabla 12. Características comparativas de las UBPC
UBPC “Idio Fabier”
UBPC “Jobo Rosado”
UBPC “La Miriam”
Provincia Guantánamo Sancti Spiritus Pinar del Río
Municipio Guantánamo Yaguajay La PalmaCondiciones geológicas,climáticas y edáficas
Zona montañosa. Frecuentes sequías. Ciclones e inundaciones.Alta erosión hídrica del suelo.
Zona semillana.Ríos caudalósosAlta degradación de los suelos.
Zona llana. Frecuentes sequías. Ciclones e inundaciones. Alta erosión del suelo.
Cultivos principales
Café ecológico. Banano intercalado en el Café. Cultivos varios. Sistemas agroforestales y silvicultura.
Cultivos varios (viandas, hortalizas, arroz).Tabaco.
Tabaco. Cultivos varios (arroz y viandas).
Distancia física el centro municipal y provincial
10 km y 60 km
20 km
Proyectos o Programas de agricultura sostenible
Proyecto Parque Nacional de Alejandro Humboldt(CITMA)
Proyecto de Campesino a Campesino (ANAP)
Programa Local de Innovación agropecuaria (PIAL) (INCA).
3.2.2. Los procedimientos empleados.
• Recorridos
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Se realizaron recorridos exploratorios, la misma época que en las CCS, y se utilizó
la misma guía de observación.
• Consulta de documentos.
A demás de los documentos de política agraria general que se consultaron para la
investigación en las CCS, se consultaron los siguientes documentos específicos que
rigen en las UBPC:
• Decreto Ley No.142-1993 sobre la creación de las UBPC.
• Actas de Constitución de cada UBPC.
• Informes de Producción de cada UBPC.
• Certificados de Reconocimientos y Premios.
Además, fueron consultados los documentos de política agraria en Cuba que
aparecen en uno de los recuadros de la Revisión Bibliográfica.
• Entrevistas.
Aquí las entrevista fueron grupales debido a las decisiones de producción se toman a
nivel de UBPC y la Junta Administrativa. Se utilizaron las mismas preguntas que en las
CCS. Los testimonios no se contabilizaron. Tanto las valoraciones positivas como
regular corresponde al 100 % de las personas que participaron en las entrevistas
grupales.
A continuación la tabla 13, 14, 15 reflejan el porcentaje de los productores entrevistados
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en cada UBPC.
Tabla 13. Porcentaje de los productores entrevistados la UBPC “Pastor Martínez” (Entre el 7 y el 14 de enero de 2009).
Productores Porcentaje
Total Muestra
UBPC “Idio Fabier”
28
16
58
Tabla 14. Porcentaje de los productores entrevistados la UBPC “La Miriam” (del 2 al 8 de febrero 2009):
Productores Porcentaje
Total Muestra
UBPC “La Miriam” 59 31 52
Tabla 15. Porcentaje de los productores entrevistados la UBPC “Jobo Rosado” (del 16 al 21 de enero 2009).
Productores
Porcentaje
Total Muestra
UBPC “Jobo Rosado” 8 8 100
1... Las variables que se investigaron.
Se investigaron las mismas variables que en la CCS (Recursos, solvencia
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económica, proyectos, premios y reconocimientos, autoestima, y sostenibilidad).
Pero, además, se investigó la variable Autonomía. ¿Por qué?
• En primer lugar, el otorgamiento de autonomía a los colectivos de
trabajadores de las empresas, y por la cual se formaron las UBPC, fue el cambio
crucial que tipifica la reforma cubana en la agricultura.
• En segundo lugar, las investigaciones sobre UBPC (Burchartd, et al, 2001;
Leyva Remon, 2006, Pérez Rojas y Echevarría Dayma et al., 2006) confluyen en
focalizar la autonomía, no solo como la conquista fundamental de los
trabajadores de las empresas que vino con la reforma, sino también es
precisamente alrededor de las limitaciones de la autonomía que giran los
problemas que afectan a las UBPC.
• En tercer lugar, el proceso de redimensionamiento de las UBPC a partir
del 2005 contempla el fomentó de la autonomía como uno de sus ejes
fundamentales para el mejoramiento de su desempeño productivo, económico,
y social (López Labrada, 2007; Nova, 2010).
• En cuarto lugar, en los recorridos que se realizaron para coordinar la
investigación, la variable autonomía se recomendó con gran fuerza por las
personas entrevistadas.
• En quinto lugar, también se discute mucho si las UBPC seguirán el
modelo de las CCP o de las CCS, sobre todo en cuanto a la atribución de
autonomía (Pérez Rojas y Echevarría León, 2006; Nova, 2008).
¿En qué consiste conceptual y operacionalmente este incentivo como variable
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de investigación en las UBPC?
• Autonomía: El incentivo de autonomía consiste en el poder nominal y real
de la directiva y los productores de la UBPC para tomar decisiones al margen de
su subordinación formal a la empresa, y en correspondencia con las atribuciones
de gestión y administración, que estipula el Decreto 142-1993 del Consejo de
Estado sobre la creación de las UBPC.
• Autonomía financiera. Se refiere al saldo de la deuda con la empresa y
las decisiones financieras y crediticias de la UBPC.
• Autonomía en la elección de la junta directiva. Tiene que ver con la
participación de los trabajadores en la elección y aprobación de sus directivos.
• Autonomía en la gestión productiva. En este caso se trata de la
elaboración y aprobación del plan de producción de la UBPC.
• Autonomía en la gestión del empleo. Atañe la contratación laboral en el
radio de acción territorial y comunitaria de la cooperativa.
• Autonomía en la repartición de utilidades. Alude a la vinculación de los
ingresos (salario) en correspondencia con los resultados en el área específica de
producción, pero también al porcentaje de repartición de las ganancias entre la
UBPC en su conjunto y los trabajadores.
• Autonomía en el autoconsumo. Se trata de la atribución para el
desarrollo de un área específica para la producción de alimentos en función del
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mejoramiento de la canasta básica de los trabajadores.
• Autonomía en la elaboración del reglamento interno. En ese
reglamento se detallan las atribuciones, funciones, y obligaciones de las
cooperativas, con relación a la actividad colectiva e individual, y las relaciones
con la empresa.
La variable “Ingreso” se estudio comparativamente entre las UBPC,
considerando otros aspectos como el porcentaje de aumento de la producción
principal, el monto de deuda a pagar a la Empresa, los anticipos mensuales, y la
cantidad de renglones de autoconsumo.
Por último, en el análisis de la variable “Sostenibilidad Agroecológica” se
contrastaron las valoraciones positivas en porcentaje dadas por UBPC con las
de las CCS. Se buscó elementos para la discusión del criterio no documentado,
pero si invocado verbalmente por especialistas en las conversaciones con la
investigadora, acerca de que las prácticas agroecológicas son más propensas a
su adopción en las CCS que en las UBPC.
Las UBPC: frustraciones y rescate del cooperativismo socialista
Las UBPC es el cambio crucial que el gobierno cubano introdujo en su política agraria en 1993. Con el surgimiento de las UBPC se pauta el rumbo cooperativista “no estatal” de la reforma cubana del régimen de tenencia de la tierra.
Pero las UBPC no estaban logrando los resultados productivos esperados (Burchardt et al., 2004). Nova (2008) resume un conjunto de problemas que han estado afectando la producción en las UBPC.
• La creación de las UBPC fue un proceso abrupto y en un contexto de profunda crisis.
• Tuvieron que asumir una importante deuda económica.
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• A las UBPC se les asigna por parte de la Empresa, el surtido, la cantidad y el destino de lo que deben producir.
• 70 % de las ventas las tiene que realizar obligatoriamente a Empresa Estatal Acopio Nacional. Los precios pagados por acopio son muy inferiores a los del mercado libre agropecuario, y no alcanzan para cubrir los costos.
• Compromiso de vender a la Empresa Estatal Acopio Nacional la mayor parte de la producción no fundamental excedente.
• Las UBPC ganaderas, citrícolas, arroceras, paperas, no pueden vender su producto fundamental en el mercado libre. El estado a partir del 2005 introdujo medidas para su rescate y perfeccionamiento (López Labrada, 2007. Se creó un viceministerio en el MINAG encargado especialmente de la atención a las UBPC. Entre el 2002-2006 recibieron una ayuda económica de hasta 135.6 millones de pesos.En años recientes, se han verificado experiencias exitosas de algunas UBPC que están sirviendo de referente a las demás. Hay que ver a sus trabajadores, aunque formalmente son obreros asalariados, en realidad
• Se proyectan como “socios”;
• Se responsabilizan con una finca o parcela, registradas como centros de costos;
• Toman decisiones autónomas en esos marcos;
• Tienen libertad de emplear fuerza familiar y no familiar, retribuyéndola según su parecer; y por último,
• Establecen una relación contractual con la administración y de cooperación con el resto de los trabajadores (López Labras, 2007; Chan, 2008; Chan y Freyre, 2010).
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4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
4.1. La implementación de los incentivos en las CCS
4.1.1. El incentivo recursos
El porcentaje de valoraciones positivas sobre el comportamiento de los incentivos
recursos variaron por incentivos y por CCS (tabla 16).
Tabla 16: Porcentaje de valoraciones positivas sobre el comportamiento de los incentivos recursos en las CCS
Recursos
CCSF“Bernardo Arias”
CCSF“Pastor Martínez”
CCS“Cuba Libre”
Totales
Utensilios de trabajo 75 100 80 85Agua-Riego 50 100 80 63Tierra 56 34 80 57
Fertilizantes 50 72 50 57Semillas 65 22 20 36Combustible 25 11 60 34
Plaguicidas 31 22 40 29
• Utensilios de trabajo
Las valoraciones positivas en las CCS recayeron en los utensilios de trabajos. No es de
extrañar. Entre los incentivos que se establecieron en los 90 a los medios de
producción para el trabajo se le asignó el primer escalón (Valdés Paz, 1999).
En las valoraciones que dieron los productores de las CCS entrevistados sobre el
incentivo recursos se destacaron su indispensabilidad, disponibilidad, y acceso. El
énfasis mayor recayó en la problemática del acceso. En este punto sobresalió el criterio
de que ahora ese acceso depende más de la “capacidad de compra”, que del
suministro estatal. ¿Cómo funciona este sistema?
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La capacidad de compra se expresa en bonos. Cada bono refleja los puntos que se
otorgan por la entrega de productos. Con esos bonos el productor se dirige a la Tienda
Municipal de la Empresa Estatal Acopio Nacional u otras empresas y compra lo que
necesita.
Los puntos expresan la capacidad de comprar tanto en moneda nacional ordinaria
(pesos cubanos) como en moneda nacional convertible o divisa (CUC).
La operación de compra se hace sin mediación alguna. Es decir, el productor puede ir
directamente a la entidad que suministra los recursos. O puede dejar esa gestión en
manos de la Junta Directiva de la CCS. Si lo desea, puede elegir valerse de una
persona representante.
La posibilidad de comprar se da también de acuerdo a la producción obtenida. Por
ejemplo, en Guantánamo, la Empresa de Café y Cacao da más capacidad de compra
a quienes producen más latas de café.
Hay cultivos como el café en Guantánamo y el tabaco en Pinar del Río para los cuales
existe un mejor abastecimiento de utensilios de trabajo. Esta diferenciación de
incentivos conlleva a riesgos, pues implica desigualdad de oportunidades para los
productores (Bejarano, 1998; Echevarría Rubén, 2000; Norton, 2004). Sin embargo, en
las tres provincias se implementó una política que disminuyeron esos riesgos. Esa
política consistió en el establecimiento de un balance de puntos por cultivos. Los
productores mientras más diversifican la producción, acumulan mucho mejor, tienen
más ventas, y, obviamente más ingresos.
A diferencia de las otras, la CCSF “Pastor Martínez” implementó un sistema propio de
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bonificación. Se hizo la venta de suministros con descuentos del 25% de su precio. Los
productores recibieron el 25% de incremento en la acumulación de capacidad
adquisitiva. Para esta operación se aprovechó parte de los fondos que esta CCSF
obtuvo por concepto de un proyecto contratado con la entidad Parque “Alejandro de
Humboldt” del CITMA.
Por otra parte, se apeló también a criterios no mercantiles (tabla 17) que dieron
capacidad de compra de recursos.
Tabla 17. Actividades no mercantiles que se utilizaron para determinar la capacidad de compra de los productores en la CCSF “Pastor Martínez”.
Actividades PuntosAsistencia de los asociados a los eventos sociales, políticos, educativos, culturales, deportivos y creativos
5
Participación en actividades de capacitación que oferta el Programa Nacional de la Agricultura Urbana y Periurbana
5
Participación en actividades de capacitación que oferta la Escuela Nacional de Capacitación de la ANAP
10
Aplicación estable de materia orgánica en los suelos. 10Donación de productos para el consumo social (hospitales, hogares infantiles, maternos y de ancianos).
5
Todas estas medidas explican que en la CCSF “Pastor Martínez” el 100 % de los
entrevistados le otorgó una valoración positiva al incentivo de los utensilios de trabajo.
No obstante a que los testimonios confluyen en que se tienen avances en el acceso a
recursos, se emitieron valoraciones de regular, atendiendo a determinadas
irregularidades de la implementación de este incentivo. ¿Cuáles son esas
irregularidades?:
• El déficit de abastecimientos y pocas opciones de compra en las tiendas
municipales de suministros agropecuarios.
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• El sistema de capacidad compra establece un “Nomenclador de Productos” que
puedes comprar con esa capacidad. El productor no puede sumar los puntos totales
para comprar un producto, solo puede comprar de acuerdo a ese nomenclador del
producto.
• La diferenciación en la asignación de recursos por cultivos
• La lejanía de las tiendas municipales de suministros dificultaron el acceso a los
utensilios de trabajo.
• Para las asignaciones de recursos la Empresa Nacional del Café y el Cacao en
Guantánamo utilizó como criterio el cumplimiento del plan de producción. Como los
recursos disponibles son limitados, se le dio prioridad a las demandas de la propia
empresa.
• Duración limitada de los proyectos. Su contribución a la superación del déficit de
insumos representó un alivio temporal.
• La incidencia de ilegalidades. En particular la venta de utensilios de trabajo en el
mercado negro.
Ciertamente, el sistema de acceso a los recursos utensilios de trabajo a partir de la
capacidad de compra conlleva a una mayor identificación de los productores con los
medios de producción (Nova, 2006). Sin embargo, su potencialidad incentiva está
limitada fundamentalmente la insuficiente oferta estatal. No se pierda de vista las
circunstancias de crisis de la agricultura cubana a partir de la reducción drástica de las
importaciones de recursos.
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Para resolver esta situación los especialistas han estado proponiendo la liberalización
del mercado de recursos (Nova, 2010). Esta propuesta es factible. La estipulación
“trabajo por cuenta propia” (self-employment o privado) da la posibilidad de que muchas
personas se dediquen a producir recursos para los agricultores. Obviamente, la
existencia de un mercado libre local de insumos incentivaría tanto a los productores
agropecuarios como a los productores de insumos agropecuarios. En los lineamientos
de política económica y social aprobados por el PCC (2011) se apuntó en esa dirección.
Pero aun el mercado libre de insumos no existe.
• Agua para el riego
Los testimonios recogidos confluyeron en las insuficiencias de la disponibilidad del agua
para el riego debido a las afectaciones climáticas: fuertes lluvias, inundaciones, y
sequías). Este problema, que afecta a muchos agricultores en todo el país, se reflejó en
el informe del CITMA sobre Situación Ambiental de Cuba en el 2004. Se reportó en este
documento que la región occidental acumuló el 81 % de las lluvias históricas. La región
central y la oriental sólo alcanzaron el 65 % y el 62 %.
Este factor resultó crítico en Pinar del Río y Guantánamo. Fue enfatizado por los
productores de las CCS. Existen sistemas de presas, sobre todo en Sancti Spiritus,
para capturar agua. Pero se dificultó su bombeo hacia los cultivos por el déficit de
combustible.
Por último, existió un amplio consenso en la necesidad de potenciar la gestión e
iniciativa de las cooperativas y las entidades municipales y provinciales para resolver
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este problema.
• Tierra
Las valoraciones positivas del comportamiento de incentivo (tabla 2) se sustentaron
fundamentalmente en la percepción de la oportunidad que ofreció el Decreto 259-2008
sobre entrega de tierras ociosas. En las tres provincias se hicieron solicitudes de tierras
para el fomento del autoconsumo, los cultivos varios, y la ganadería (Ministerio de
Economía, 2008).
Las delegaciones provinciales y municipales informaron que las solicitudes y
concesiones de tierra ociosas se concentraron en las CCS. Se incluyen las que son
objeto de este estudio. Similar tendencia se manifiesta a nivel nacional. El 80 % de las
tierras solicitadas y concedidas se concentran en las CCS (González, 2009; Alfonso
Pablo, 2009; Nova, 2010; Varela Pérez, 2009 y 2011).
Se observó que a las Delegaciones Municipales de la Agricultura se les atribuyó mayor
poder de decisión en el manejo de las tierras entregadas. Tal autonomía local fue
resaltada en los testimonios de los productores.
Valdés Paz (2009), al referirse al Decreto 259-2008, puntualizó en la emergencia de un
proceso de recampesinización rural y el aumento de la posibilidad de que se aproveche
la totalidad de las tierras cultivables del país. En la investigación se pudo constatar esta
tendencia, pues en las tres CCSF se observó que nuevas familias se están
incorporando al trabajo agropecuario.
Las valoraciones de regular sobre el incentivo tierra se basaron en las siguientes
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irregularidades:
• La existencia de tierra subutilizada. Algunos productores entrevistados alegaron
que hay tierras en la zona donde pastan un número insuficiente de animales, pero que
no son declaradas ociosas.
• Otra vez se expresó con fuerza el déficit de recursos (utensilios, fuerza de
trabajo, insumos) para trabajar las tierras.
• La fuerte competencia que existe para la captura de la fuerza de trabajo en las
tres provincias. Muchas personas prefieren trabajar en el sector de los servicios
urbanos y en el turismo.
• Tensión entre estos cultivos varios y los de exportación como el café en
Guantánamo y el tabaco en Pinar del Río.
• Las dificultades de las zonas. En Yateras hay grandes pendientes, suelos
erosionados, fuertes lluvias y ciclones. Estas condiciones que dificultan el desarrollo de
cultivos varios.
• Fertilizantes
El menor porcentaje de entrevistados otorgó valoración positiva al comportamiento de
este incentivo (tabla 2). No es de extrañar este porcentaje, dado a la caída drástica de
las importaciones de fertilizantes químicos en los 90.
Los productores de tabaco de las CCS en Pinar del Río y en Sancti Spiritus alegaron
que el uso de fertilizantes químicos es imprescindible para obtener altas producciones.
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Plantearon varias razones.
• Una, que efectivamente el fertilizante químico es nutritivo para plantas.
• Otra, que los suelos están afectados.
• La tercera razón es la insuficiente fuerza de trabajo para las múltiples labores de
la finca.
• Por último, testimoniaron que la empresa obliga y se subsidia la compra y uso de
los fertilizantes químicos. Podrían ser multados, si no cumplen con esta disposición del
MINAGRI. Entonces perderían sus cosechas, sus ingresos, y hasta la tierra.
Obviamente, los fertilizantes químicos son subsidiados, lo cual incentiva su uso, y
conspira contra la sostenibilidad (Funes-Monzote, 2008; Montano, 2009). En su
mayoría los productores se mostraron en desacuerdo con la eliminación de los
subsidios a los químicos
No obstante, en las tres provincias disminuyó la asignación de fertilizantes para la
siembra para la siembra de cultivos varios. Los entrevistados en Pinar del Río y Sancti
Spiritus alegaron que para enfrentar esta situación recurrieron a la fertilización residual.
Esto consiste en sembrar después de la recogida de la cosecha de tabaco para
aprovechar el fertilizante residual que queda en el suelo.
Otra opción fue el empleo métodos agroecológicos como la fertilizante orgánica,
sostenida por la producción en cada una de las fincas sobre todo de composta y humus
de lombriz.
Los productores de las CCS testimoniaron en su mayoría sobre los riesgos ambientales
de los fertilizantes químicos. También se refirieron a las ventajas de los fertilizantes
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orgánicos, ya no solo por los impactos ambientales, sino también por su alta
disponibilidad local. Pero confluyeron en que se debería incentivar y facilitar más el uso
de fertilizantes orgánicos. Este es punto que se analizará con más detalle en la
presentación de los resultados sobre el incentivo sostenibilidad.
• Semillas
El periodo especial trajo consigo el empeoramiento del sistema nacional de semillas.
Para resolver esta situación se activaron y fortalecieron los sistemas locales de
mejoramiento y distribución de este recurso. Esta alternativa se consolidó en el 2001
cuando se estableció un programa que abarcó nueve de las 14 provincias e involucró al
2 % del total de pequeños y medianos productores (Montes García, 2004).
La mejor experiencia de este proceso que se pudo constatar en esta investigación, la
proporcionaron los campesinos de la CCS “Cuba Libre” en La Palma que estaban
vinculados al Proyecto de Innovación Agropecuaria Local (PIAL). Estos productores de
tabaco trabajan con el enfoque del fitomejoramiento participativo promovido por
investigadores del Instituto Nacional de Ciencias Agrarias (INCA). Ese enfoque consiste
en potenciar la iniciativa y autonomía de los campesinos en la selección de variedades.
En tal sentido se promueven actividades de capacitación e intercambio de experiencias
entre los campesinos. También se coordinan “Ferias de biodiversidad”, donde a los
campesinos se les proporcionó a los productores una amplia diversidad semillas. Ellos
van a la Feria y seleccionan las que mejor respondieron a su realidad biofísica,
socioeconómica, y sus preferencias alimentarias.
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El aumento de la diversidad de variedades de semillas fue el principal impacto de este
programa. En las evaluaciones que se han realizado al PIAL se destacó la contribución
de los productores de las CCS “Cuba Libre” en La Palma en la conservación y
multiplicación de variedades de semillas locales (Ortiz et al., 2010).
• Combustibles
Con el Periodo Especial vino la reducción del 53 % de las importaciones de petróleo
(Wright, 2005 y 2009). Y suben los precios del petróleo en el mercado internacional.
Naturalmente esto afectó a Cuba. Sin embargo, a partir de principio de la década del
2000 comenzó a recibir petróleo de Venezuela.
Los campesinos entrevistados están conscientes de esta situación que enfrenta el país.
Dan por sentado la necesidad de producir bajo esta limitación.
En este punto se planteó también la problemática de las ilegalidades. Es decir, la
existencia de un mercado subterráneo de combustible. En Cuba no existe mercado
libre para los combustibles en la producción agropecuario. Pero sí existe ese mercado
en el caso del transporte estatal y privado. Esta es la fuente principal del mercado ilegal
de combustible en la agricultura.
• Plaguicidas.
Se aprecia que también es baja la valoración positiva que se le otorgó al
comportamiento de este incentivo (tabla 2). Esto se debió al déficit de los plaguicidas
asociada a la disminución drástica de su producción nacional, y su importación (Pérez
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Consuegra, 2004).
En las tres CCS existe percepción generalizada de la necesidad imprescindible de los
plaguicidas. Pero también existe consciencia de su uso cauteloso debido a los riesgos
ambientales que estos ocasionan.
Como alternativa apelaron a los medios de control biológico. Los consideran bastante
eficaz, para prevenir y reducir las plagas, pero no para erradicarlas.
Resumiendo, se tiene que los agricultores de las CCS identificaron los recursos como
un incentivo importante que los motiva a trabajar. Colocaron el énfasis en los recursos
utensilios de trabajo y en el incentivo nuevo asociado: la capacidad de compra.
Con respecto a los otros recursos no se observan cambios. Su acceso depende
absolutamente del suministro estatal. Esto significa que en el acceso a recurso sigue
predominante el plan sobre el mercado.
La regulación estatal es aconsejable (Figueroa, 1995; Bejarano, 1998; Norton, 2004;
Gotschlich, 2010). Sin embargo no puede perderse de vista el papel que puede jugar el
mercado (Nova, 2010), las iniciativas de las propias cooperativas y los gobiernos
locales, y también la búsqueda de alternativas de sustitución de insumos.
Testimonios escogidos sobre el incentivo “recursos” en las CCS
• Bueno, mira, esto mismo de la entrega de tierras ha sido un gran incentivo que hace muchos años los productores querían obtener más tierras, sobre todo hijos de campesinos que querían tener su propia tierra. Con la nueva entrega de tierras la gente se está asociando a la cooperativa. En la CCSF hay un incremento de fuerza de trabajo. Ya casi somos una empresa. Tenemos el caso de los productores, que, por ejemplo, tienen 3 hectáreas de tierras cubiertas de café, pero están solicitando para desarrollar la ganadería. (Eladio de los Ángeles Cuza y Álvarez, Administrador CCSF “Pastor Martínez”).
• En Cuba ha pasado por diferentes etapas, nosotros tuvimos épocas en la década de los 80, que habían buenos precios, se importaban muchos productos y había una economía floreciente, tanto en el campo como en las ciudades. Cuando comienza la crisis, nos dimos cuenta de que nosotros no
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estábamos preparados, porque éramos totalmente dependientes, tanto para los alimentos como para los productos industriales. Dependíamos básicamente del la azúcar y que con ella comprábamos el petróleo y las otras cosas. Cuando nos bajaron el precio de la azúcar y cuando nos vimos sin la ayuda de los países socialistas y después de la Unión Soviética, la capacidad del país bajó en un 80%. Imagínate tú, con un 20% tuvimos que subsistir. Ahí fue donde nos dimos cuenta que teníamos que ser autosuficientes. Y la gente fue capaz de hacerlo, resistimos, ya hemos salido de eso. La economía va subiendo, yo creo que ya aquella depresión tocó fin. Ahora hay otra depresión, la crisis económica mundial nos toca a nosotros también, pero pienso que estamos más preparados. No totalmente porque todavía tenemos baches, pero estamos mucho más preparados que a finales de los años 80 (Renaldo, económico de la CCSF “Bernardo Arías”).
• Hay una necesidad del país urgente de producir grandes cantidades de alimento. Para ello estamos recibiendo de 200 a 300 toneladas de fertilizantes químicos para cultivos potenciados como boniato, malanga, yuca, frijol y col. Para producir grandes cantidades de boniato, yuca, que es para que la gente se alimente, sí se está autorizando fertilizante. Pero en los canteros de la agricultura urbana, si te cogen aplicando eso te ponen una multa grande. La verdad es que estamos en una situación difícil. Es verdad que se ha reducido un poquito la producción de vianda. Pero no pasa como en otras partes del mundo donde no hay nada que come (Liuber Rodríguez, técnico de la Empresa Café y Cacao).
• Hace 2 o 3 años se comenzó a crear la “capacidad de compra”, a partir de lo que tú entregas. Para eso existe un “Nomenclador de Productos” que puedes comprar con esa capacidad. Por cada quintal de cultivos varios tú tienes una capacidad de compra de 18 centavos en divisa, y por cada litro de leche, es de 2 centavos en divisa. Hay un grupo de productos que están en un Nomenclador, que son aquellos productos que más directamente están vinculados a esa producción y entonces el productor puede comprar con esa Capacidad de Compra esos productos. Mira, si se pudiera sumar todos los puntos por todo lo que tú entregas, podrías comprar productos más caros. Pero por eso Nomenclador que te hablé, eso no se puede hacer. Entonces hay un reclamo de que eso sea una sola cosa, pero eso está en estudio porque depende de estrategias nacionales que yo no te las puedo explicar porque no tengo elementos (Miguel Torres Hernández, Director de la Unidad Empresarial de Base Comercial de la Empresa de Suministros y Transporte Agropecuario).
• Aquí el cítrico te paga 7 pesos el quintal. Por el cítrico ecológico pagan 13 pesos. Por cada quintal por el ecológico te pagan 80 equivalentes a centavos en divisa. Por el convencional no se coge nada. Un pomo de aceite ahí le vale 13 puntos. A la tienda llega combustible, goma, batería, frío, techo, todo, todo. Yo he comprado siempre cositas para aquí para la casa. Perfume, desodorante, champú, jabón, detergente, herramientas de trabajo, botas, ropa, todo eso llega allí (Santiago, productor CCSF “Pastor Martínez”).
• En el caso del cítrico, hoy, el productor se incentiva con un nuevo precio y una nueva estimulación en recursos, que aquí se le llama capacidad de compra. En el café también. Por ejemplo, el precio del café convencional sube de 17 a 21 pesos, pero acumula la capacidad de compra entre 1 y 1:30 de capacidad de compra en CUC. Es decir, con esta capacidad de compra se beneficia tanto el convencional como el ecológico (Eladio de los Ángeles Cuza y Álvarez, Administrador CCSF “Pastor Martínez”).
• Aquí en la CCSF hemos obtenido muchos beneficios. Antes, nosotros no teníamos ropas ni instrumentos de trabajo. Ahora nos han vendido muchas cosas que necesitamos En este año nos han vendido huevos más de 5 veces, gallinas, fideos, galletas, unas cuantas cosas. No nos han faltado los instrumentos de trabajo. (Lina, usufructuaria de la CCSF “Pastor Martínez”).
• La atención al hombre incluye todo: capacitación, atención desde el punto de vista humano, y, todo lo que la gente necesita: trabajo, ropa, para comer, vestirse y calzarse, condiciones de vida, etc. Todo esto tiene que seguir mejorando porque estamos en un mundo donde estas cosas escasean (Liuber Rodríguez, técnico de la Empresa Café y Cacao).
• La tienda de estímulo falla debido a que no siempre hay el producto que necesitan. Entonces la opción que se esta haciendo es que si ganas 20 dólares te lo dan en física, y entonces tu vas a la
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“Shopping” y compras lo que necesitas. (Antonio, especialista de la Empresa Café Cacao).
4.2.3. Ingresos
Puede apreciarse que son abundantes las valoraciones positivas respecto a este
conjunto de incentivos (tabla 18).
Tabla 18: Porcentaje de valoración positiva que los productores de las CCS otorgaron a los incentivos de solvencia económica.
Incentivos Ingresos Porcentaje de valoraciones positivas
Total
CCSF“Bernardo Arias”
CCSF“Pastor Martínez”
CCS“Cuba Libre”
Precio. 100 100 100 100Autoconsumo. 87 100 100 96
Variedad de comida. 75 78 80 78Canales de comercialización. 50 33 100 66Premios de materiales y personales. 84 94 80 85
Pago por mejoramiento del suelo. 0 67 70 46Pago por forestación. 0 22 60 27Vacaciones en hoteles 44 78 70 64
• Precios
El comportamiento del incentivo precio se le otorgó valoración positiva por el 100 % de
las CCS y los productores entrevistados. Este aumento de los precios en la actual
década fue una demanda reiterada por los agricultores desde finales de los 80
(Figueroa, 2009; Valdés Paz, 2006).
Todo indica que los productores las CCS reaccionaron satisfactoriamente a la
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Resolución No. 243-2006 del MFP sobre los precios basados en las necesidades del
agricultor. Por concepto de la mencionada resolución ese pago se hizo de inmediato en
el momento en que el productor realizó la entrega. Esta operación se realizó
localmente. Es decir, a cargo de las delegaciones municipales de la agricultura. El
monto a pagar fue garantizado por el presupuesto estatal. Esta política favoreció sobre
todo el sector de las CCSF, que manifiestan mayores ventajas para producir y concurrir
en el mercado libre.
En la CCSF “Pastor Martínez al productor se le paga la ganancia con el precio que
establece el Consejo de la Administración Municipal, que aprueba cada 3 meses un
listado oficial de precios. Entonces la administración de la CCSF le compra la
mercancía al productor y la lleva al Mercado Agropecuario Estatal, en este caso, al
mercado del Ejercito Juvenil del Trabajo (EJT) en el municipio.
De acuerdo con la actual política, los precios se establecen según diferentes criterios:
el tipo de cultivo, el tipo de tenencia de la tierra, y el canal de comercialización. En la
tabla 19 se muestra un ejemplo de cómo los precios de los cultivos aumentaron para
los productores de las CCS.
Tabla 19: Precio en moneda nacional de los productos que la Empresa de Acopio Estatal le paga al productor en Sancti Spiritus (1993-2008).
Producto 1993 2003/2004 2006 2008 1 qq arroz con cáscara húmedo 27 - - 3301 qq fríjol negro 123 836 990 990
1 qq maíz (molido para pienso) - - 264 3741 qq boniato 17 17 40 1321 qq malanga 27 35 220 374
1 qq plátano - 33 330 3741 qq yuca 18 18 44 1101 qq papa - 20 29 551 qq aguacate - - 88 176
1 qq tomate consumo - 42 - 330
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1 qq fruta bomba 16 - 88 1761 qq café - 31 31 46Un litro leche 0,9 0,9 2,4
1 Kg carne de cerdo 2 - 48 37
1 Kg carne de res - 7 7 14 Nota: 1 qq (quintal)) equivale a 45,5 kg.
Fuente: Los datos fueron suministrados por Zoraida Pedroso, especialista del Ministerio de Finanzas y Precios en octubre 2008, y también por Rolando Sosa, Presidente de CCS “Mariana Grajales”, en el municipio Sancti Spíritus, en agosto 2008.
Los precios variaron también de acuerdo al canal de comercialización. Un ejemplo de
esto se muestra en la tabla 20.
Tabla 20. Precios (en pesos cubanos) por canales de comercialización para los productores de la CCSF “Pastor Martínez” (2008)
Productos Acopio Nacional CCCF MAE Y EJT
1 qq de plátano fruta 21,0 20 27,6
1 qq de plátano vianda 105,0 100 124,21 qq de plátano burro Dato no disponible 60 Dato no disponible1 libra (lb) de fríjol 4,7 4.5 5,06
1 qq de malanga 210,0 200 249,21 qq de boniato 60,0 60 73,61 qq de yuca 50,0 50 69
1 qq de col 100,0 100 1151 qq de naranja 35,0 35 41,41 qq de aguacate 60,0 60 73,61 kg de carne ovino-caprino 5,5 5,5 17,48
1 kg de carne de cerdo 12,2 12,18 14,681 qq de maíz 170,0 170 174,8
Nota: 1 qq (quintal) equivale a 100 libras o 45,5 kg.Fuente: Datos suministrados por el Director de la CCS “Pastor Martínez”
Al productor se le dedujo el 5% de impuesto por las ventas. Este es su aporte al
presupuesto nacional. El otro 25 % es para el fondo socio cultural de cooperativa. Este
es un fondo para múltiples propósitos: ayuda a los productores en caso de necesidad,
para actividades culturales y recreativas, y para el sistema de premiación interno de las
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cooperativas.
Los testimonios apuntan a que entre el 2007 y el 2009 los aumentos de esos precios
por cultivos oscilan entre 5 y 10 %.
El caso del aumento del precio de la leche (por concepto de Resolución 2-1998
MINAGRI-MINCIN sobre aumento de los precios de la carne, leche y otros productos)
fue donde mejor se apreciaron los resultados e impactos del incentivo precios. En las
tres provincias se implantó esta resolución mediante la cual el precio de la leche que
antes oscilaba entre 30 y 87 centavos, ahora por cada litro que el productor entrega se
le paga 2.47 centavos, pero gana también una bonificación de dos puntos, equivalentes
a dos centavos en divisas, que le otorga cierta capacidad de compra en la tienda
municipal de suministros.
Los productores que vendieron frutas destacaron los atractivos precios de sus
productos que ofrece la Empresa de Frutas Selectas.
Para los productores de las CCS en Guantánamo resulta un gran incentivo los
incentivos de precios que estipula la Resolución 154-2006 del Ministerio de Finanzas y
Precios (MFP) sobre el reordenamiento cafetalero. En esta provincia se ha dado unos
pocos casos en que la tienda no tiene el producto, y entonces le dan al productor el
dinero en efectivo para que pueda comprar en las tiendas de divisas.
Otro impacto del aumento de los precios es en la motivación de los productores por
diversificar sus fincas. La diversificación de cultivo fue diferente en las CCS. En la CCS
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de Pinar del Río y Guantánamo, se destacó el aumento del surtido de cultivos varios, y
en la CCS de Sancti Spiritus los productores ampliaron su ganadería. La diversificación
posibilitó aumentar no solo el autoconsumo, sino también las ventas de productos.
El aumento de los ingresos beneficio no solo a los propietarios y usufructuarios de las
CCS, sino también a los trabajadores asalariados contratados. Por ejemplo, en la
CCSF “Pastor Martínez” se registró la siguiente evolución de los sueldos de
trabajadores: 250 pesos (1999), 350 pesos (2005), y 410 pesos (2007). Un
administrador ganó 3857 pesos como bonificación al final del 2008, y su sueldo básico
es de 410 pesos. Por supuesto, si la persona ha violado reglas internas de la
cooperativa, el ingreso será menor.
El uso de los ingresos a partir de la capacidad de compra y la diversificación se
concentró en la compra de materiales para el trabajo en la finca, equipos domésticos, la
reparación de las viviendas, y también para la compra de vehículos (los cultivadores de
tabaco tienen esa posibilidad legal). En las CCS los trabajadores (custodios, cocineros,
contadores, etc.) no directamente vinculados tienen derecho hasta el 30% de los
ingresos anuales, aparte del sueldo normal que también tiende a aumentar según la
situación económica de la cooperativa.
Las valoraciones de regular sobre el comportamiento de este incentivo se sustentaron
en las siguientes preocupaciones:
• El control o intervención estatal en los precios, lo cual generó conflicto entre el
interés del agricultor y el interés estatal. Esto sucedió, según un entrevistado en Sancti
Spiritus con la producción de boniato y cebolla, por lo que hubo de necesidad de
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renegociar el precio.
• Restricciones para la participación en el mercado libre. Las CCS que producen
azúcar, café y tabaco se les prohibió vender su producción principal en el mercado
libre. Existe la ley de que los precios se negocian con la empresa Acopio Nacional.
Pero los agricultores enfatizan en que a fin de cuenta Acopio los establece.
• El inmovilismo de los precios, y la no correspondencia de los precios de acopio
con los costos de producción. Este es un desincentivo reiteradamente alertado por los
especialistas (Nova, 2006; Baranyi y Weston, 2007; Granma, 2009; Nova, 2010).
• Una vez más apareció la diferenciación de los precios por cultivos, lo cual
conlleva a mayores incentivos para unos, y menores para otros, problema advertido por
destacados especialistas en la materia. Es el caso de las CCS en Pinar del Río, cuyos
campesinos no pudieron producir tabaco de alta calidad. Entonces discutieron con la
Empresa de Tabaco para la conversión de sus tierras en tierras para cultivos varios.
Pero la empresa no los autorizó. Este conflicto con Acopio es un desincentivo para el
aumento de la producción de las CCS (Nova, 2006). En Guantánamo, sin embargo,
tanto el productor de cítrico o el orgánicos y el no orgánicas la misma capacidad de
compra. Por ejemplo, el precio del café convencional sube de 17 a 21 pesos, pero
acumula la capacidad de compra entre 1 y 1:30 de capacidad de compra en CUC. Es
decir, con esta capacidad de compra se beneficia tanto el convencional como el
ecológico.
• En el caso del café ecológico en Guantánamo, cuando viene un representante
de la firma japonesa que certifica, hay posibilidad de negociar un aumento del precio.
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Pero hace 4 años que no viene. Esa operación corre a cuenta de un representante de
la Empresa Café y Cacao. Y el precio no aumenta.
• Los precios globales de los alimentos. En el caso de Cuba es difícil determinar
hasta dónde esos precios impactan realmente a los campesinos, pues el Estado les
suministra los insumos que necesita a precios subsidiados. Por lo tanto, los protege del
vaivén desfavorable de los precios. Esta intervención estatal implicó que el precio que
se les paga por sus producciones constituyó incentivos reales y verdaderos. Pero no es
menos cierto, que si los precios internacionales de los insumos se elevan, el Estado
tiene menos posibilidad de satisfacer las demandas de recursos de los productores.
Este es el caso del aumento de los precios mundiales de los recursos que contempla el
paquete tecnológico del cultivo de tomate. Según el testimonio de los agricultores de
las CCSF en Yateras y Sancti Spiritus, emitido en enero del 2009, esta situación con los
insumos del tomate les afectó la producción, y, por lo tanto, dejaron de percibir una
buena parte de los ingresos por concepto de los atractivos precios que tiene este
producto en el mercado nacional.
Obviamente las tensiones entre plan-mercado, acopio-productores, gobierno local-
estado, cultivos de exportación-otros cultivos, precios nacionales (subsidios)-precios
internacionales, están incidiendo en el comportamiento del incentivo precios a pagar
para los productores. En el futuro inmediato el comportamiento del incentivo precios
estará condicionado a la implementación de los lineamientos del PCC (2011) relativa a
la política de precios, la cual se encamina a:
• El fomento de mercados de aprovisionamiento que vendan a precios mayoristas
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no subsidiados a todos los productores.
• Establecer sistemas de precios que posibilite medir correctamente los hechos
económicos, estimule la eficiencia, el incremento de las exportaciones y la sustitución
de importaciones.
• Descentralizar los precios, excepto a los productos y servicios que económica y
socialmente interese regular como el caso de los precios de acopio de productos
agropecuarios que sustituyen importaciones o generan exportaciones, y los productos
que satisfacen demandas básicas diferenciadas de la población.
• Armonizar los precios minoristas con los costos de producción, la calidad de los
productos, y los ingresos de la población.
En fin, se espera un mejor comportamiento de los precios, aun bajo la regulación
predominante del Estado, y el auge del mercado libre. Naturalmente la regulación y el
monopolio estatal se orientan a la reducción de la acción espontánea de la ley de los
precios sobre la reproducción campesina (Vidal, 2008; Nova, 2007), y así garantizar la
protección a los consumidores.
• Autoconsumo
A este incentivo se le otorgó una valoración positiva por el mayor porcentaje de
entrevistados en las CCS (tabla 4), excepto en la CCSF de Yateras, que tuvo menos
autoconsumo por la carencia de tierras llanas para productos marginales y las
plantaciones se encontraban lejos de los centros de mercado.
Durante la época de cosecha del café, la empresa garantizó el alimento básico como
arroz y azúcar vendiéndolos a precios subsidiados. Las otras CCS exhibieron
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significativos avances en el desarrollo de cultivos para el autoconsumo familiar, tanto en
cantidad como en diversidad.
Esta valoración positiva que los campesinos de las CCS atribuyeron al autoconsumo
coincidió con la prioridad que la política oficial le concedió a este al irrumpir el Período
Especial (Pérez Rojas y Echevarría León, 2006).
• Variedad de los alimentos.
El porcentaje de valoración positiva que se le otorgó a este incentivo es similar al
anterior. Aquí también se destacaron los campesinos de la CCS “Cuba libre” en La
Palma.
• Canales de comercialización.
El porcentaje de valoraciones positivas (tabla 4) fue alto, sobre todo en la CCSF de
Sancti Spiritus, por encontrarse a poca distancia de los centros comerciales del
municipio, donde se pudo acceder a múltiples canales de comercialización (ferias
dominicales, tiendas de Acopio, mercados estatales a precios topados, mercados de las
empresas, y mercado libre).
En algunas ocasiones las administraciones les compraron las producciones a sus
asociados a precio oficial. En otras los productores utilizaron sus propios medios de
transporte y llevaron sus productos a los mercados municipales.
No es difícil observar en los testimonios que la posibilidad de vender en diferentes
canales de comercialización, y no solo al mercado estatal como ocurría antes de 1993,
es un incentivo que motiva a los productores de las CCS.
Las valoraciones de regular se argumentaron en:
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• Limitaciones de las juntas administrativas de las CCS que no son fortalecidas.
Este es el caso de la CCS “Cuba Libre”.
• Los conflictos con Acopio. Esta empresa nacional sigue siendo un importante
canal de comercialización, que garantiza seguridad y aumento precios de venta a los
productores. ¿Cuáles fueron las principales quejas que los entrevistaron alegaron con
respecto a la empresa Acopio?
a) Incumplimiento por parte de Acopio de la recogida de las producciones;
b) La no información oportuna sobre los precios a pagar a los productores, y
cambios a última hora de esos precios;
c) El impago de las producciones contratadas, que, por demás, fue una
dificultad que se observó también con otras entidades como círculos infantiles,
escuelas y hogares maternos y de ancianos.
Estas dificultades de la contratación de ventas con el canal de Acopio se
manifiestan a nivel nacional (Hagelberg y Álvarez, 2007 y 2009; Vareka Pérez, 2009;
Carrobello (2009); Martín y León, 2009).
Los conflictos con Acopio dan razón a especialistas como Nova (2006) para proponer
que Acopio participe en el mercado en igualdad de condiciones con los otros canales
de comercialización. Esto entronca con las demandas que hicieron los productores de
las CCS en cuanto a la necesidad de que Acopio respete los costos de producción a la
hora de establecer los precios de contratación de las producciones.
Por cierto, tal demanda se planteó con fuerza en el X Congreso de la ANAP (2010),
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junto con la petición de permitir a las cooperativas realizar ventas directas de productos
agropecuarios a instalaciones turísticas, la venta de plantas ornamentales, y las ventas
liberadas de materiales de construcción a las CCS, aunque fuera a precios no
subsidiados.
Las soluciones que a corto plazo se están adoptando por los productores y las
delegaciones municipales de las tres provincias, se movieron entre los siguientes
aspectos:
• El mejoramiento de los aparatos administrativos. Las cooperativas que no son
fortalecidas como la CCS “Cuba Libre”, apuestan al mejoramiento de los mecanismos
administrativos internos con vistas a canalizar las demandas. De ahí que se trazaron la
perspectiva de convertirse en CCSF.
• Cambios en el mecanismo de facturación. A partir de la segunda mitad de la
primera década del nuevo milenio, el Estado adoptó un conjunto de medidas para
solucionar esta problemática. Se emitieron dos resoluciones (187/2006 y 188/2007),
según las cuales al hacer la entrega de su producción, el campesino ya no tiene que
esperar a que Acopio le pague el importe. Basta con que a partir de lo facturado realice
el cobro directamente en el banco o por mediación del especialista encargado de la
gestión económica y de la representación del productor, ante la autoridad
comercializadora estatal.
• Mayor atribución a los actores locales. Se traspasó a los Consejos de
Administración de las Asambleas Provinciales del Poder Popular, la responsabilidad de
informar cada cuatro meses al campesinado acerca de los precios de compra de sus
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productos, los cuales a su vez son negociados con los representantes de los
campesinos.
• Modificación del papel de Acopio. Aunque esta empresa aun monopoliza el 60
% de la circulación de la producción nacional de alimentos, ha cesado de ser el órgano
que asignaba precios, controlador y pagador, y ha reducido su función al balance y a la
asesoría.
• Las empresas dentro de las localidades comienzan a jugar un papel más activo
y complejo. A finales del 2009 se comenzó a implementar de forma experimental una
Operación de Producción, Acopio y Comercialización de productos agrícolas (Martín y
León, 2009 y Valdés Paz, 2009). Es decir, que la comercialización tiende a
descentralizarse, ya que parte de las funciones estatales pasan ahora a competencia
de las administraciones locales (provinciales y municipales).
• La reapertura de Puntos de Ventas que dan más posibilidades a los productores
para vender sus productos, y permite mayor inmediatez en la transportación y
disponibilidad. Está por verse qué le espera al sistema de puntos de venta en el
contexto del redimensionamiento de la comercialización en los años venideros.
• Medidas para contrarrestar a los intermediarios especuladores. Especialistas en
la materia hablan de la necesidad de una política o sistema de precios coherente, que
evite el riesgo de la especulación en el mercado y regule mejor las negociaciones entre
productores, suministradores, acopiadores, comerciantes y consumidores.
• Otra medida es incentivar que los productores aumenten las ofertas de
productos en el mercado legalizados. Se habla de que los vendedores estén vinculados
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a los planes de los productores.
• Y por último, se trabaja en el mejoramiento de los mecanismos de Acopio y
distribución de alimentos con calidad diferenciada, en los diferentes canales de
comercialización. Puede apreciarse también que tiempo atrás, el gobierno enfrentaba a
la especulación cerrando el mercado libre. Ahora el estado interviene de forma
oportuna en el mercado en tiempos excepcionales, como lo hizo tras el paso de los
huracanes. Asimismo, se han adoptado medidas encaminadas a darles participación a
los consumidores en esta cruzada contra los especuladores. Representantes del
Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) están por todos lados para proteger a los
consumidores. En cada una de las provincias, se ha puesto una línea telefónica
especial para que la población denuncie las irregularidades y violaciones del mercado y,
al mismo tiempo, evacuen dudas sobre la dinámica y problemática del mercado
agropecuario.
Los lineamientos del PCC (2011) se encaminan a la flexibilización, simplificación, y
agilización de los esquemas actuales de comercialización, y la armonización entre
demanda y oferta.
• Premios materiales.
Estos premios otorgados por las diferentes instancias como la ANAP, el CITMA, la
ACTAF, el MINAGRI, y la ACTAF, según los programas de desarrollo agropecuario y los
sistemas de premios establecidos. La tabla 21 proporciona un ejemplo de los diferentes
canales de premiación y reconocimiento social a los que productores accedieron.
Tabla 21: Formas de estimulación por instituciones a los productores de la CCFS “Pastor Martínez”.
Institution Formas de estimulación
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ANAP Viaje en la playa en verano en Guantánamo con certificadoEmpresa de Café y Cacao Precios subsidiados para conseguir televisoresCCSF Materiales y certificados de ser buenas agricultoras – tres mujeres
dentro de las 8 asociadasVanguardia CTC televisor, ventilador, plancha, bicicleta, etc.
Fuente: Testimonio del presidente de esta CCSF
A través de esos sistemas de recompensa adicional, se tuvo acceso a la capacidad
de compra de artículos de higiene personal y de uso doméstico-familiar.
En las entrevistas los campesinos recordaban que si eran premiados con
vacaciones en instalaciones hoteleras, tenían acceso con precios accesibles a artículos
como bebidas, y alimento de la alta calidad, y a precios relativamente bajos. En el
momento en que se realizó esta investigación se estaba anunciando la interrupción de
esta vía de recompensa, debido a la situación económica del país, y a la indicación de la
máxima dirección de que “no se puede gastar lo que no se tiene”.
• Pago por conservación de suelos.
Se informa por el Instituto de Suelos en Guantánamo que el 14 % de las
inversiones para el mejoramiento del suelo se han realizado en el municipio Yateras.
Pero ese monto ha ido disminuyendo lo cual explica el porcentaje bajo de valoraciones
positivas en la CSS “Pastor Martínez” (tabla 4). En Sancti Spiritus fue nulo el porcentaje
de los productores de la CCSF “Bernardo Arías” que dieron una valoración positiva al
comportamiento de este incentivo (tabla 4).
Las valoraciones de regular se basaron en referencias a:
• Demoras en la certificación del trabajo realizado y el impago del servicio en
Sancti Spiritus.
• Las CCS que no son fortalecidas tuvieron mayores dificultades para acceder al
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pago.
• En ocasiones el presupuesto de la Empresa Nacional Café y Cacao no alcanza
para pagar a todos los productores. Sin embargo, aunque no se certifica el trabajo, se
registra y al año siguiente se le paga al productor por el trabajo realizado.
Puede apreciarse sin dificultad que el pago por conservación de suelos se
enmarca en una relación mercantil, pero sin salirse del esquema de la regulación o
centralización estatal.
• Pago por forestación
En la CCSF “Bernardo Arias Castillo” no se realizó ningún trabajo de forestación.
En el resto de las CCS el porcentaje de valoración positiva es muy bajo (tabla 4). Esto
se explica por un conjunto de incidencias asociadas a la ejecución del Fondo Nacional
de Forestación (FONADEF):
• Los beneficios son inmóviles.
• No se negocia el pago con la participación de estos.
• Los proyectos son en su mayoría fueron acaparados por las empresas. Por lo
tanto, los campesinos individuales casi no pueden aprovechar esta oportunidad.
• Desconocimiento e insuficiente capacitación y extensionismo en el uso del
FONADEF.
• Quienes no tenían bosque natural no recibieron el pago.
Según un especialista del Servicio Estatal Forestal en Guantánamo, se logró entre
2005 y 2006 un incremento del 3 % de la superficie boscosa. Entre el 2007 y el 2008 el
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incremento fue del 2 %. En la CCSF “Pastor Martínez” solo hay 4 campesinos que
trabajan en el programa. El pago se transfiere a la cuenta de la CCSF. Y esta le paga al
productor.
En el caso de las CCS donde se realizaron los estudios de casos se observó que los
avances pueden ser considerados de moderados y discretos, como mismo se valora a
nivel nacional. También que una de las deficiencias fundamentales de los sistemas de
pagos es la insuficiente incidencia del mercado (Garea, 2004; CITMA, 2007; CITMA,
2009; Garrido Vázquez, 2009).
Los lineamientos del PCC (2011) apunta a la promoción de mayores estímulos fiscales
para la protección del medio ambiente. Sin embargo, estaría por ver el impacto de esta
proyección en el aprovechamiento de las potencialidades de las relaciones de mercado
en función de generar mayores incentivos para la prestación de servicios ambientales.
Hay incentivos como los créditos, seguros y pensiones que indiscutiblemente deben
considerarse en esta variable de los ingresos, pero muy pocos testimonios se refirieron
a estos incentivos. Solo un técnico en Guantánamo habló extensamente del tema, y
aportó el dato de que en la provincia solo el 8 o el 10 % de productores pagan seguro.
El Estado cubano garantiza los créditos y los seguro en condiciones ventajosas. Los
agricultores de las CCS no reciben pensión. Se demanda realizar investigaciones más
profundas sobre la implementación de estos incentivos.
Testimonios sobre el incentivo “ingresos” en las CCS
• Los precios se han ido cambiando desde el 97 que fue el Congreso campesino, existió una política de ascenso de los precios, a raíz del período especial, la política fue la búsqueda de estrategias para estimular a
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los productores, pues esta problemática de los precios se debatió en el congreso, con acopio, pues no eran nada estimulante. El Estado diseñó una política de ascenso o descenso en correspondencia con la demanda y la oferta de la población. Todos los años salen resoluciones que van modificando los precios. Aumentan. Y cambian los sistemas de comercialización. Ya en el 2008 se implementa la instrucción 27, que esta consiste en el pago de los márgenes comerciales a los productores y a la cooperativa, que establece pagar un margen comercial por la comercialización de los productos del productor a los mercados agropecuarios. Este se fija según los precios por cada quintal que entregue se le pagua un precio determinado , ejemplo, el quintal de yuca que está a 30 pesos se le paga 30 pesos más por encima de eso, 10 pesos de margen comercial para que sirva de estímulo al productor (Presidente de la CCSF “Cuba Libre”).
• Antes no salía toda la leche para la fábrica. La gente la vendía en el mercado subterráneo, por la izquierda. Entonces tuvieron que pagar más. El precio de la leche antes era 87 centavos el litro y ahora es a 2.47 pesos. Pero, además, se tiene derecho a una divisa de 2 kilos por litro. Y ahora dieron más pienso, y sale más barato (Ronaldo, productor de la CCSF “Bernardo Arías”).
• Los precios del café se determinan mensual o trimestralmente por la Asamblea del Poder Popular, en coordinación con el Partido Comunista y el Gobierno. Los precios del café responden a una sola política. Pero un productor de 3000 lata no recibe lo mismo que uno de 100 o de 50. El de 3000 necesita más refuerzo, necesita machete porque debe tener más área. También se tiene en cuenta la calidad del café. Si es ecológico se paga 28 pesos la lata. Los de menos calidad se pagan a 17 y 21 pesos. Sin embargo, en la CCSF “Bernardo Arias” la producción de café es ecológica. Ellos no aplican nada. Pero se le paga 21 pesos, no 28 pesos (Liuber Rodríguez, técnico de la Empresa Café y Cacao). • El sueldo para los trabajadores (administración incluyendo) ha aumentado en el 64 % entre 1999 y 2007 (Representante de la ANAP en Pinar del Río).
• El chopo de malanga ha ido aumentando de precio. Desde el 2006 vale 13 pesos el quintal. Antes se pagaba a 7 pesos. El boniato valía 4 pesos el quintal. Ahora lo pagan a 40 y 50 el quintal. Antes el frijol no los compraban a 3 la libra, ahora a 4.50 El arroz se ha mantenido a 3.50 pesos. El maíz lo pagaban al 15 centavos la mazorca, ahora a 25 centavos. El maíz ni se compraba, eso es mazorca a 25 centavos a 15 centavos, verde para el consumo de la población. El quintal a 30 pesos me parece antes desgranado. Hoy la carne de cerdo está a 16.50 pesos antes a 8 pesos, 7 pesos. Mira una cosa que aquí el precio del café, el cacao, y el cítrico, no se ha puesto como debe estar, En otros lugares por ahí se coge buen precio por el café (Campesino anónimo, productor de la CCSF “Pastor Martínez”).
• Mira Ángel vendió una yunta de bueyes, que pesaron a 600 kilogramos y le dieron como 8 000 pesos. ¿Y tú sabes cuánto valía antes de eso? Mil y pico, unos 1 200. Ahora vale la pena vender al Estado animales y carne de vaca. También subieron los precios para la venta de ganado menor (carneros, chivos, y puercos). Todo el mundo está criando animales, pues hay incentivos (Andrés, productor CCS “Cuba Libre”, promotor en el PIAL).
• La Empresa Forestal tiene un sistema de estimulación en puntos, como lo tiene la Empresa de cítrico. Por venderte a ti 10 metros cúbicos e madera yo acumulo 20 puntos, que me da derecho a ir a la tienda que ellos tienen y obtener cualquier mercancía basada en esos 20 puntos (Antonio, especialista de la Empresa Café Cacao).
• Aquí en Cuba si pierdes la cosecha, te la pagan completita. Claro, si tú aseguras la producción. Incluso si usted no llega a la producción estimada y la diferencia te la paga el Gobierno. Pero en la provincia solamente 8 % hasta 10% de los campesinos pagan seguro (Liuber Rodríguez, técnico de la Empresa Café y Cacao).
•• Mira por aquí no se acostumbra a asegurar, porque realmente no teníamos una gente como decimos entre cubanos, que realmente le tirara a eso (Gallego, productor CCSF “Pastor Martínez”
• Lo que sucede es que tu pagas el seguro, coges la cosecha completita, perdiste la plata (Horacio, productor CCSF “Pastor Martínez”)
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• Aquí no hay cultura de asegurarse. La gente quiere ver el resultado (Antonio, especialista de la Empresa Café Cacao).
• Por que cuando tú empiezas a sumar el seguro de esto y de aquello, y los sumas, hay un bulto de plata grande. Mejor me corro a la aventura, a la suerte (Campesino anónimo).
• Al productor se le paga la ganancia con el precio que establece el Consejo de la Administración Municipal. Este aprueba cada 3 meses un listado oficial de precios. Nosotros le compramos la mercancía al productor y la llevamos al Mercado Agropecuario Estatal. El 30 % de la ganancia de la CCSF se reparte en en cuentas, por ejemplo, el 3% que establece la ley para contingencia tanto, para la seguridad social. El 5 % es para pagar el impuesto en la Oficina Nacional Tributaria (ONAT), y el 2 % va para la cuenta sociocultural de la CCSF para las actividades colectivas (Eladio de los Ángeles Cuza y Álvarez, Administrador CCSF “Pastor Martínez”)
• Yo puede llevar mi mercancía directamente a los mercados. Pero este año la llevé a la CCSF y esta la lleva Guantánamo. Si usted se lo lleva a Acopio, se echa a perder. Ante la CCSF tenía dos puntos (placitas) de venta en Guantánamo. Ahora no. Eso está en manos de Acopio. Al principio de año le hacen un contrato. De la venta de los 100 quintales usted tiene que sacar el 20 %, que lo puede llevar para donde usted quiera. Al estado se vende lo demás a menor precio, para que el estado lo venda también a menor precio a la gente. Los dos sistemas son buenos, porque usted ayuda al Estado, porque aquí me dan de todo. El único producto que usted no puede vender aquí es el café. El café es netamente del Estado, usted se lo vende al Estado (Santiago, productor CCSF “Pastor Martínez”)
• Pero Acopio no tiene transporte, no tiene ese interés, no tiene ese mismo sentido de pertenencia que tenemos nosotros; que nosotros decimos que las producciones que se obtienen de los campesinos. Nosotros, la directiva de la CCSF, sí estamos en la obligación de comprarla (Geraldo, presidente de la CCSF “Pastor Martínez”)
• Sobre el Programa de Conservación de Suelos puedo decirte que tratamos que el 60 o el 70 % de ese financiamiento se utilicen en las dos Cuencas que tenemos en la provincia. Primero se realizan los contratos, después viene el proceso de certificación, y, por último se realiza el pago según el trabajo realizado. La certificación la hace el Instituto de Suelos. Claro, primero tuvimos que ir capacitando a la gente. El dinero que se paga baja por la Empresa Nacional de Café y Cacao. Hay veces que no se les puede llegar con financiamiento a todos los productores. El presupuesto no alcanza. Entonces, aunque el trabajo se realice, no se certifica, pero lleva un registro y al año siguiente se paga (Taudi Limaes Limenes, Director Instituto de Suelos).
• Hacemos las medidas de conservación no solo por el pago y la producción, sino también mirando el futuro de nuestros hijos. Pero ese trabajo solo se le pagó a 6 personas. Y lo que pasa es lo que se le asigna al municipio no alcanza contra todo lo que nosotros hacemos. Bueno, lógicamente yo te voy a decir la verdad, no es que seamos ambiciosos con el dinero, pero sin embargo, yo pienso, que si se pagara todo lo que se hace, la gente lo haría más y con más voluntad. (Gallego, productor de la CCSF “Pastor Martínez”).
• Para el pago forestal, nosotros hacemos toda la documentación. Una vez que el banco le aprueba el crédito, el Estado le sufraga el 75% de ese crédito. Es decir, el productor tiene nada más que pagarle al Estado, el 25%. Entre 2005 al 2006 tuvimos un 3 % de incremente de la superficie boscosa. En 2008 con respecto al 2007 el incremento de 2 %. En la CCSF “Pastor Martínez” tenemos 4 campesinos que trabajan en el programa (Norberto, especialista de la Empresa Café y Cacao).
4.2.4. Proyectos
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Los proyectos proporcionaron fondos, recursos, y capacitación, y de esta forma
indirecta contribuyeron a elevar la solvencia económica de los productores. Esos
proyectos suelen manejar fondos mixtos, ya sea por el estado, por entidades de
cooperación interestatal, por entidades locales, y las ONGs nacionales y extranjeras.
En la tabla 22 se muestra el porcentaje de valoraciones positivas que los entrevistados
de las CCS otorgaron al incentivo proyectos.
Tabla 22: Porcentaje de valoraciones positivas sobre el comportamiento de los incentivos que proporcionan los proyectos en las CCS.
Incentivos CCSF “Bernardo Arias” CCSF “Pastor Martínez” CCS “Cuba Libre” TotalMateriales 50 89 89 73
Capacitación 31 34 34 45Red social 31 28 28 39Viajes 13 44 44 36
• Materiales.
Se observó gran entusiasmo por la inyección de fondos, materiales y recursos que
proporcionaron los proyectos sobre todo en las CCSF “Pastor Martínez” y en la CCS
“Cuba libre”, que fue donde más se emitieron valoraciones positivas (tabla 10). En
ambos casos los proyectos dotaron a las entidades de implementos básicos y
materiales para el mejoramiento de equipos, medios de transporte, administración,
capacitación, recreación, y construcción de viviendas. Por su eficiencia en el
cumplimiento de las tareas a la cooperativa “Pastor Martínez” se le concedió la
condición de mejor CCS de la provincia. Sin embargo, se valoró que los proyectos son
una fuente efímera de recursos, pues su tiempo es limitado. Además, los fondos
asignados por los proyectos son inmóviles y de escasa flexibilidad, por lo que resulta
difícil para la entidad productiva alterar su designación.
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• Capacitación.
Fue bajo el porcentaje de valoraciones positivas (tabla 10). Esto es extraño
porque los contratos de los proyectos contemplan la capacitación como una de las
actividades principales. Se argumenta que las capacitaciones chocaron con la gran
cantidad de complicaciones de la producción. También se testimonió que en su mayoría
los productores participantes son de edad avanzada.
No obstante, debe considerarse que los proyectos no son las únicas opciones de
capacitación, pues también las empresas estatales ofrecen capacitación. Lógicamente,
las ofertas de capacitación (participativas, multidimensional, centrada en la demanda)
de los proyectos como el PIAL y ANAP, apuntan a un mayor auge de la extensión
agraria más allá del modelo estatal convencional (ofertista, centralizado,
transferencista, verticalista). También contribuyen a la erradicación de la concentración
de la capacitación en el personal administrativo, y la confusión entre funciones
estatales y la asesoría especializada (López Teodoro, 2005). Un avance en tal sentido
implicaría perfeccionar las evaluaciones de las capacitaciones y la participación de los
beneficiarios en las mismas (Vázquez Moreno, 2006; Funes-Monzote, 2009).
• Red social y viajes.
En ambas casos el porcentaje de valoraciones positivas fue bajo (tabla 10) debido
a que este incentivo es de un grado alto de selectividad. Solo unos pocos productores
en de las CCS en La Palma y en Sancti Spiritu han sido beneficiados con este incentivo
de viaje al extranjero.
Se observa que la política estatal está dando mayor posibilidad para los proyectos
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local desarrollo de proyectos locales, que sustituyan importaciones, y que combinen el
soporte material y financiero tanto nacional como internacional, pero conducidos por los
Consejos de Administración Municipales.
Los proyectos en los que participan las CCS donde se realizó el estudio reflejan
un cambio metodológico. Por ejemplo, en el caso del PIAL, se contemplan actividades
de monitoreo y evaluaciones participativas, donde la comunidad, los donantes y
decidores de políticas en conjunto deciden cómo medir el progreso de los proyectos y
qué acciones implementar para mantener y mejorar los resultados (Ortiz et al., 2010).
Lo mismo vale para los proyectos enmarcados en el Movimiento Agroecológico de
Campesino a Campesino (MACAC) de la ANAP (Machín et al., 2010).
4.2.5. Servicios básicos.
Datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) correspondientes al período
2002-2007 indican que en Cuba el gasto público en educación aumentó en 201 %, en
salud en 159%, en vivienda en 86 % y la seguridad social en 88 %. Estos datos dan la
medida de que, a pesar de la crisis, el Estado no ha renunciado a las conquistas sociales
en la provisión de acceso a estos servicios básicos a toda la población. No sucede como
en otros países, donde se recurrió al recorte de los servicios sociales básicos para
disminuir el déficit presupuestario fiscal (Rosset y Bourque, 2001; Sinclair y Thompson,
2011; Canfus, 2006).
Sin embargo, a nivel nacional se han constatado fallas en el sistema de electricidad en
las zonas rurales por falta de combustible y el cierre de centrales azucareros que
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abastecían de electricidad a las comunidades rurales (Díaz López et al, 2003). También
se reportaron la escasez de vivienda, transporte y recreación en determinadas regiones
rurales (Baranyi y Westón, 2007).
Como se aprecia (tabla 23) el porcentaje mayor de valoraciones positivas recayó en los
incentivos educación, salud, y electricidad; mientras que el porcentaje menor en los
incentivos de recreación, transporte, y vivienda.
Tabla 23: Porcentaje de valoraciones positivas del comportamiento de los incentivos servicios básicos en las CCS.Servicios básicos CCSF
“Bernardo Arias”CCSF“Pastor Martínez”
CCS“Cuba Libre”
Total
Vivienda 75 78 100 51
Electricidad DN 78 90 89Agua potable 88 17 90 65Educación 100 100 100 100
Salud 94 85 100 96Transporte 56 17 0 24Recreación 13 39 0 17
• Vivienda
Este fue un punto neurálgico y de mucha demanda, dado a que las familias
crecen, y han disminuido en el país las posibilidades de construcción, ampliación, y
recuperación de viviendas. Este problema se manifestó con fuerza en Yateras y Pinar
del Río.
En el recorrido pudo observarse que las familias campesinas viven en casas
dotadas de refrigeradores, televisores, radios, ventiladores, cocinas eléctricas o de gas.
En algunas hay hasta DVD. El problema es que se dificulta el arreglo de las viviendas
y su ampliación para enfrentar el crecimiento de la familia.
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El PCC (2011) aprobó recientemente la posibilidad de compra y venta de
viviendas, y otras medidas, que probablemente contribuirá a solucionar esta situación
de la vivienda en las zonas urbanas y rurales
• Educación
En el entorno de las CCSF de las tres provincias funcionan escuelas desde el
nivel primario al preuniversitario, en el caso de La Palma, se cuenta con un Politécnico
Agropecuario. La CCSF “Pastor Martínez” en Yateras” garantizó la educación primaria
en su mismo entorno.
La educación en Cuba es un servicio social cuyo acceso es gratuito, y llega hasta
los lugares más recónditos del país. Esto explica el máximo porcentaje de valoración
positiva que se le otorgó a este incentivo (tabla 23).
Investigaciones realizadas por el CIPS constataron que La proporción de
estudiantes universitarios procedentes de la clase obrera y campesina se redujo
al 62% en los 90. En el 2005 se detectó que casi el 40% de los/las estudiantes
universitarios/as eran hijos de profesionales (Domínguez, 2003; Canfus, 2006;
Espina y Rodríguez, 2008). Pero los entrevistados no se refirieron a esta
afectación, pues en Cuba no existe ningún impedimento a que hijos de
campesinos y obreros ingresen en las universalidades. Los hijos de las familias
entrevistadas son graduados universitarios o estudian en las universidades.
Los autores citados se refieren más bien a que la crisis y las medidas que se
tomaron demandan un reacomodo de las estrategias familias. En este sentido no
todo el mundo reacciona igual. Y en tal situación quienes más se afectan los
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hijos de obreros y campesinos muchos de los cuales comienzan a dejar de
visualizar la educación como medida de movilización social ascendente.
Entonces se inclinan hacia esfera de mayor remuneración económica inmediata.
• Salud
Aquí también el porcentaje de valoración positiva es alto (tabla 23). Las
valoraciones de regular se sustentaron en las dificultades del transporte para llegar a
las clínicas en caso de emergencia (CCS “Cuba libre”). Y también se planteó en las tres
provincias, la demanda de construcción de círculos infantiles, las casas de abuelos y
los hogares maternos.
• Electricidad
Aunque el país tiene buena red de electricidad, existen zonas rurales como en
Yateras, donde este servicio es insuficiente. En La Palma, todos los campesinos se
mudaron al pueblo. Por lo tanto, no tienen problema alguno.
• Agua potable
Es un problema específico y crítico para la CCSF “Pastor Martínez”. Solamente
dos familias tienen agua que llega a la casa, el resto tiene que buscar agua en burros a
distancia hasta 2 kilómetros. La mayoría de las familias tuvieron que transportar agua
desde lejos
• Transporte.
En todos los municipios se registraron problemas con el transporte. Esto afectó el
traslado de mercancías, y otras actividades. Pero se observó que los productores
entrevistados poseen su propio transporte, lo cual les permite realizar operaciones de
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traslado de recursos y venta en los mercados.
• Recreación.
Las CCS en La Palma y Sancti Spiritus gozaron de más recreación que en
Guantánamo, pues están más cerca del municipio capital de la provincia. En todos los
municipios se reportan insatisfacciones, lo cual explica el resultado referido en la tabla
11. Se observó la ausencia de infraestructura para las actividades de recreación en las
comunidades de los productores.
En fin, los servicios básicos resultaron ser una conquista cuyo acceso está
garantizado en las cooperativas y en su entorno comunitario. Las dificultades se
asociaron a las condiciones naturales y a las carencias materiales, y se han ido
resolviendo gracias a la intervención estatal, pero también por iniciativas de los
municipios y las cooperativas.
4.2.6. Premios y reconocimientos.
No son abundantes las valoraciones positivas sobre estos incentivos en las CCS (tabla
24). Lógicamente esto tuvo que ver, como se dijo con el alto grado de selectividad de
esos incentivos. Un premio, claro está, lo reciben los ganadores.
Tabla 24: Porcentaje de valoraciones positivas sobre el comportamiento de los tipos de reconocimientos en las CCSIncentivos CCSF
“Bernardo Arias”CCSF
“Pastor Martínez”CCSF
“Cuba Libre”Total
Capacitación 31 61 80 57Certificado de Buen trabajador 50 72 60 61
Agricultor Agroecólogico 25 17 60 34Forum de Ciencia y Técnica 6 6 50 20ANAP-ACTAF 44 44 70 53
Ser Vanguardia 50 83 80 71Por la misma Cooperativa. 38 72 60 57
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• Capacitación
En este punto reaparece la problemática de la capacitación. A diferencia del dato sobre
la capacitación que se recogió en la valoración del incentivo proyectos, el porcentaje de
valoraciones positivas fue un poco más alto (tabla 12), por tratarse de temas diferentes.
En este se contempló no solo las capacitaciones que ofrecieron los proyectos, sino
también las que ofrece el Estado.
• Condición de buen trabajador.
Es un reconocimiento que se otorga internamente en las cooperativas y por otras
instancias. Para ello se tiene en cuenta la cantidad y calidad de los productos y
procesos.
• Condición de buen trabajador agroecológico.
Las instancias que otorgaron este reconocimiento promovieron actividades
agroecológicas. Llama la atención que el porcentaje de valoraciones positivas del
comportamiento de este incentivo fue muy bajo (tabla 24). Pero hay que tomar en
cuenta que en el otorgamiento de esta condición pesó mucho la obtención de altos
rendimientos.
Por otra parte, solo los productores de café orgánico y naranja orgánica en
Guantánamo relacionaron la elevación de la capacidad de compra con las prácticas
agroecológicas, pues sus productos tienen mejor precio. En Pinar del Río y en
Guantánamo, donde respectivamente se cultiva tabaco y café, el uso de químicos,
además de estar subsidiado, es obligatorio y su incumplimiento es controlado por las
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Empresas. Esto disminuyó el número agricultores aspirantes a esta condición.
No así en el caso de los agricultores que trabajaron en los organopónicos en el
programa de la agricultura urbana, o aquellos que integran el movimiento agroecológico
de campesino a campesino de la ANAP.
Hay que considerar también que muchos productores, han estado realizando prácticas
agroecológicas, pero eso que hacen no lo asocian con este término, lo habitual pierde
su carácter extraordinario.
Se observó que los productores de las CCS tienen interés en el enfoque agroecológico.
Esto concuerda con el resultado de la investigación de García Aguiar (1999). No
obstante, no faltan quienes adoptan esas prácticas con un enfoque coyunturista, pues
realmente este enfoque cobra auge en el país a partir de la crisis.
• Premios del Forum de Ciencia y Técnica.
A estos incentivos, que ofreció el Consejo de Estado, se les dio un porcentaje muy bajo
de valoraciones positivas (tabla 24). Existe amplio consenso en que el Forum colocó el
acento no en las soluciones locales, sino en los resultados de amplia repercusión
nacional.
Otro grupo de criterios aludieron a la falta de motivación en la participación en la
convocatoria del Forum, pues disminuyó la recompensa material, y la presentación de
resultados a concursar se acompañó de mucho “papeleo”, es decir, tramites
burocráticos.
Algunos testimonios apuntaron a que los investigadores profesionales tienen más
ventajas para acceder a los premios del Forum. Para resolver esto, González Guitián
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y Molina Piñeiro (2006) sugiere la incorporación de criterios cualitativos para medir los
resultados de la innovación tecnológica.
• Premios convocatorias ANAP-ACTAF
Todos estos premios se otorgaron por actividades agroecológicas. Ambas
organizaciones civiles desarrollaron un sistema de premiación tanto para los
productores individuales como para los colectivos.
Los productores de las CCS entrevistados en su mayoría no conocían el sistema
de clasificación de las fincas agroecológicas, que fue creado en el 2008 con el objetivo
de potenciar el reconocimiento moral a los productores y sus familias. Los
representantes de la ANAP en las tres provincias testimoniaron que este sistema es
reciente, y que ya se estaban haciendo las primeras evaluaciones. Como puede
observarse en el recuadro más abajo, este sistema incluye indicadores no solo
económicos, sino también sociales, culturales, educativos, y técnicos.
Clasificación de las fincas agroecológicas según la ANAP(Aspectos que deben cumplir)
Fincas iniciadas en el camino agroecológico
Fincas en transformación hacia la agroecología
Fincas agroecológicas
·..1 Haber aplicado el Diagnóstico Rápido Participativo·..2 (DRP) a la finca.
·..3 Tener en desarrollo la técnica o alternativa
1. Fincas integradas al proceso de intercambio, experimentación y promoción del Movimiento y la metodología CAC (receptor/a o actor en ella).2. Creciente biodiversidad e integración de los componentes productivos de la
1. Elevada conciencia agroecológica y dominio conceptual de la sostenibilidad y seguridad alimentaria con enfoque de género.2. Compromiso como promotor/a en el Movimiento Agroecológico, con participación en talleres e intercambios de experiencias.3. Diversificación elevada e integración
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agroecológica·..4 para resolver el problema diagnosticado.·..5 Tener otras (1-3 o más) prácticas agroecológicas en desarrollo.
·..6 Familia sensibilizada con el Movimiento e involucrada con el mismo (puede estar iniciada).·..7 Familia sensibilizada con la problemática ambiental y productiva.·..8 Compromiso de participación en el Movimiento ante la Asamblea General, por parte de la familia o sociado/a.
·..9 Práctica y/o rescate de tradiciones campesinas.·..10 Perspectivas de diversificar las plantas y animales de la finca.·..11 Práctica y/o disposición para experimentar experimentación campesina).
·..12 Que existan potencialidades productivas y de comercialización con fin social.
finca (integración de agricultura, crianza animal y áreas arbóreas).3. Reducción sustancial en la aplicación de productos químicos.4. Creciente aprovechamiento de los recursos que genera lafinca y proporcional disminución de la dependencia externa.5. Compromiso social.Integración de la familia y del grupo de cooperativistas con equidad de género (participación de hombres y mujeres de acuerdo con capacidades y condiciones).6. Reafirmación de la identidad campesina (social y cultural).7. Producción eficiente del sistema (económico).
8. Finca ordenada y funcional.
y uso eficiente delos componentes de la finca (suelo, cultivos, árboles, animales, agua, semillas, cultura familiar).4. Producción elevada y suficiente para la familia y la comercialización local (rendimiento por área comparable o superior a la agricultura convencional).5.No realizar prácticas agresivas con el entorno (no aplicarproductos químicos, semillas transgénicas, productos hormonales, mecanización excesiva, monocultivos intensivos, etc.)6. Baja (casi nula) dependencia externa para la produccióny mantenimiento de la vida familiar.7. Garantía de calidad de vida familiar (familia, educación, salud, información).8. Participación en las actividades de las organizaciones de base.9. Compromiso social (productos al mercado local y entidades sociales).Conservación y práctica de las tradiciones culturales campesinas.10. Revalorización permanente de los recursos de la finca(conservación del suelo y el agua, autogeneración de la fertilidad, etcétera).11. Participación de la familia (hombres, mujeres, jóvenes)
en las tareas y decisiones
Fuente: Elaborado a partir de Machín et al. (2010)
• Condición de Vanguardia Nacional
Aquí los porcentajes de valoraciones positivas fueron más altos (tabla 12), dado a la
gran significación que tradicionalmente se le da en Cuba a este tipo de reconocimiento.
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De ahí que las CCS pugnan porque el mayor número de sus asociados alcancen tal
condición. Además, suele percibirse como algo de gran trascendencia para toda la vida.
• Por la misma cooperativa.
Las CCS tuvieron su propio sistema de premiación, y para recompensar a los
ganadores se utilizó el fondo sociocultural colectivo.
Se constató que progresivamente han aumentado los canales de acceso a los premios,
sobre todo, por el auge que se le está dando a la innovación tecnológica local para
sustituir importaciones, los proyectos con las ONGs, la incentivación de los servicios
ambientales, las prácticas agroecológicas, así como el aumento de la autonomía de las
cooperativas para establecer iniciativas de premiación de sus socios.
Las tres CCS participan en el movimiento de la agricultura urbana, que tiene instituido
la condición de “Finca de Referencia”. Pero llama la atención que los entrevistados no
se refirieron a este sistema. Las tres cooperativas habían recibido esa condición, pero
no en el período de la investigación.
4.2.7. Autoestima
A este conjunto de incentivos de carácter personal y moral se les atribuyó porcentajes
altos de valoraciones positivas (tabla 25).
Tabla 25. Porcentaje de valoraciones positivas sobre el comportamiento de los incentivos autoestima en las CCS.
CCSF “Bernardo Arias”
CCSF “Pastor Martínez”
CCS “Cuba Libre”
Totales
Amor al trabajo 81 83 90 85Producir para el pueblo
69 83 80 77
Amor a la tierra 87 72 60 73
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Salud, vida sana 94 100 100 98Autoestima de buen trabajador
75 83 50 69
Mayor capacitación 50 56 80 87
Ser dueño de la tierra y trabajo por su cuenta
87 94 80 87
• Amor al trabajo.
Los entrevistados enfatizaron en el amor al trabajo y la dignidad que representa
ganarse el sustento con sus propias manos y sudor. Para otros mantenerse activo
contribuye a mejorar la calidad y esperanza de vida.
• Producir para el pueblo
Es uno de valores que la Revolución promueve. Es lógico que salga a relucir con
fuerza. Además, la posibilidad de que se asuma de forma sincera, y con orgullo, se
fundamenta, no en la efectividad del trabajo ideológico que se hace en Cuba a todos
los niveles, sino que realmente la Revolución cambió para bien la miserable historia del
campesinado cubano desde los tiempos coloniales y neocoloniales (Rosset, 2007;
Arruda, 2007).
• Amor a la tierra
Lo planteado con relación al sentimiento de dueño y el amor por el trabajo, vale para el
sentimiento de amor a la tierra y la responsabilidad (personal, familiar, generacional,
social, comunitaria y patriótica) por su cuidado. La estrategia ambiental nacional
potencia la conciencia de la necesidad de conservar los recursos naturales (CITMA,
2007).
• Vida sana.
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Por lo general las valoraciones positivas sobre este incentivo en las CCS como se
argumentaron en las bondades que para la salud ofrecen la vida rural y campesina, y
los inconvenientes de vivir en la ciudad, donde hay mucho ruido y contaminación.
• Autoestima de buen trabajador.
En el porcentaje de valoración positiva (tabla 25) pesó la percepción del reconocimiento
social, orgullo propio y dignidad que esto implica.
Las valoraciones de regular giraron en torno a la preocupación por la estigmatización
histórica del trabajo agrícola.
Por último, algunos entrevistados, se refirieron al menosprecio o desvalorización de las
carreras y profesiones agropecuarias. Este criterio se corresponde con la situación
reconocida en el 2009 por las autoridades oficiales, acerca de que cerca de 80 % de
graduados de Agronomía, no están ejerciendo su profesión en la agricultura.
Se conoce también que en los inicios de la crisis, esferas de reciente desarrollo como el
turismo exigieron de profesionales, y daban mejores incentivos para los graduados
universitarios. Gran cantidad de profesionales de la agricultura y educadores emigraron
hacia ese sector.
• Más capacitación
En general, como ya se vio arriba, la capacitación se focaliza como incentivo
importante, aunque no se expresó con mucha fuerza en las entrevistas. Quizás porque
se asimila como algo natural los servicios de capacitación que ofrecen las entidades.
• Dueño de la tierra y trabajar por cuenta propia
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Los productores de las CCS dieron en su mayoría una valoración positiva a este
incentivo, sobre todo porque no ven obstáculos ni a su condición ni a la realización de
dueños de la tierra. Las valoraciones de regular apuntaron hacia conflictos con la
Empresa de Tabaco, pues esta no permite cambiar el uso de la tierra, aun cuando los
productores consideran que sus tierras no produce ya tabaco de primera calidad.
Se conoce que las CCS por concepto de el artículo No.20 de la Constitución y las Ley
No.95-2002 sobre el régimen de Cooperativas, poseen facultades gerenciales, que,
según los expertos, les permiten mantener el sentimiento de dueño y tener resultados
mayores que las CPA y las CCS, pero están atadas a esquemas administrativos
empresariales, y a ciertas inseguridades jurídicas, que en ocasiones no les posibilitan
dan respuesta rápidas a las problemáticas cotidianas (Philippón Ramón, 2006;
Fernández Peiso, 2011). Esto es lo que se manifiesta en el caso del mencionado
conflicto.
4.2.8. Sostenibilidad agroecológica.
El porcentaje de valoraciones positivas es diferente según los tipos de prácticas
agroecológicas y formas de organización de la producción (tabla 26).
Tabla 26. Porcentaje de valoraciones positivas sobre los incentivos sostenibilidad agroecológica en las CCS.
Medidas CCSF “Pastor Martínez”
CCS “Cuba Libre”
CCSF “Bernardo
Arías”
Total
Rotación 85 85 90 87
Policultivos y Asociación de plantas 98 90 93 94Abono verde 30 19 54 34Barrera viva o muerta 75 78 63 72Tranque 75 30 50 52
Cobertura de vegetación, mulch 90 56 56 67
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Minibosque 15 15 32 21Manejo ecológico de maleza 20 30 38 29Control biológico 25 11 56 31Manejo Integrado de Plaga 40 30 50 40
Agrodiversidad 70 70 75 72Compost 73 76 82 77Lombricultura 15 15 31 20
Cultivo de leguminosas 70 67 75 71Manejo de agua y drenaje 15 15 44 25Planta con distancia 85 67 81 78
Conservación de semillas 45 89 69 68Pienso criollo local 10 33 56 33Tracción animal 100 92 96 96Renovación energética 5 15 6 9
Micorriza 10 11 7 9Rizobio 15 11 7 11Fitomás 8 0 7 5
• Rotación de cultivos
En todas las cooperativas se concibió y se ejecutó una estrategia de rotación de
cultivos. El uso de esta práctica reportó mayor diversificación de los cultivos para
vender y para el autoconsumo. La importancia de esa técnica se asoció también, sobre
todo en el caso de los productores de las CCS, con la necesidad de aprovechar al
máximo las bondades de la tierra, las variedades locales, el clima, y también de la
posibilidad de acceso a los diferentes canales de comercialización.
• Policultivos y asociación de plantas
En las tres provincias los productores intercalaron cultivos, tanto en las áreas de las
producciones principales (tabaco, café, cítrico orgánico), como en las áreas de
autoconsumo. A esta práctica agroecológica se le atribuyó gran importancia sobre todo
porque disminuye la necesidad de uso de insumos externos.
En Pinar del Río los productores testimoniaron que los policultivos les garantizaron no
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solo comida, sino también ingresos, aun cuando los ciclones afectaron el cultivo
principal. Este criterio fue corroborado por estudios de resiliencia realizado en la
provincia de Pinar del Río, documentados por Machín, et al. (2010).
En el diseño de policultivos se observó iniciativas sorprendentes de los productores de
la CCSF en Guantánamo. Por ejemplo, uno de los campesinos mostró su parcela
experimental de asocio arroz-plátano.
• Minibosque.
Esta es una técnica de bajo uso en las CCS, por cuanto no poseen bosques naturales
de referencia.
• Agrodiversidad
El fomento de la agrodiversidad estuvo presente en todo momento en las estrategias
agroecológicas de las CCS. Claro está, esto tuvo que ver con todo lo referente a los
policultivos y la rotación de cultivos.
• Barreras.
Esta es una de las prácticas agroecológicas con más valoraciones positivas (tabla 14),
lo cual tuvo que ver con la necesidad de enfrentar el fenómeno de la erosión de los
suelos en las tres provincias. En la CCS “Cuba Libre” se emplean técnicas de barreras
vivas con curva de nivel, relleno de suelos con carbonato de calcio y restos de cosecha.
• Tranque
Se notó la insuficiencia de conocimientos de las técnicas de tranques, y otras técnicas
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para capturar agua en los cultivos (el uso de cobertura vegetal, siembras en curvas de
nivel, el uso de abonos verdes, y la plantación de forrajes). Estas prácticas se
contemplaron en las estrategias de transformación agroecológica de las fincas en las
tres CCS.
• Abono verde
Fue bajo el porcentaje de valoraciones positivas del comportamiento de este incentivo
debido al desconocimiento de esta técnica por la mayoría de los entrevistados.
• Cultivo de leguminosas
El cultivo de leguminosa está bastante extendido en las áreas de cultivos de las tres
provincias. Puede decirse que los productores exhibieron mucha experiencia en esta
práctica como medida de fijación de nitrógeno en el suelo.
• Compost
En el país, la producción de fertilizantes orgánicos como el compost y el humus de
lombriz han aumentado en los últimos años, según lo informado en la entrevista con
Dagoberto Rodríguez, especialista del Programa Nacional de Conservación y
Mejoramiento del Suelo.
El uso de fertilizantes orgánicos fue valorado de forma positiva por un porcentaje alto
de productores (tabla 14). Gran convencimiento existe en la imposibilidad de usar esos
fertilizantes en grandes extensiones de monocultivos y para lograr altos rendimientos.
• Lombricultura.
Es también de las prácticas de fertilización orgánica que más se usaron en las CCS.
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Los productores están fuertemente motivados por la cría de lombrices y la producción
y uso del humus, cuya producción se fue intensificando a medida que los productores
fomentaron la ganadería y la producción animal de traspatio. Se informó por la mayoría
de los entrevistados que la producción y uso de humus de lombriz se dificulta por la
falta de agua y la erosión de los suelos.
• Biofertizantes
Investigaciones realizadas constatan que el uso de biofertilizantes puede sustituir hasta
80% del nitrógeno inorgánico. Los productores tienen experiencia de usar
biofertilizantes como micorrizas, rizobio, y fitomasa. Pero su obtención es inestable y
carecen de medios para transportarlos.
• Conservación de semilla.
Fue bajo el porcentaje de valoración positiva (tabla 26). Quienes más se destacaron en
la conservación de semillas son los productores del PIAL.
• Manejo ecológico de maleza.
Esta es una práctica de muy poca recurrencia en las CCS estudiadas (tablas 14). En
este comportamiento incidió la obligatoriedad del uso de químicos.
• Control biológico.
El control biológico y el manejo integrado de la plagas constituyen claves importantes
para transitar hacia la sostenibilidad de la agricultura cubana, ya que han tenido un
grado de adopción favorable y ascendente entre los campesinos cubanos (Pérez
Consuegra, 2004). Sin embargo, se registró un porcentaje bajo de productores que le
otorgan valoración positiva a esta práctica agroecológica (tabla 14).
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Lógicamente, la motivación por el control biológico sobresalió entre los campesinos
vinculados a proyectos agroecológicos. Por lo general, el uso de medios biológicos se
visualizó como alternativas no solo para la sustitución de insumos, sino también con el
objetivo de no afectar el medio ambiente y la salud. Aunque, como se vio, la valoración
sobre el acceso a los plaguicidas es baja, los productores en su mayoría los
consideraron caros (el endosulfán en el cultivo de café) y nocivos para la salud y el
medio ambiente, y contemplaron su utilización como último recurso para enfrentar el
ataque serio de plagas. Un técnico comentó que parece que se ha perdido la cultura de
aplicar los plaguicidas químicos, lo cual es un fenómeno que vale la pena estudiar más
a fondo.
• Manejo Integrado de Plagas.
Fue bajo el porcentaje de valoraciones positivas referentes a este incentivo (tabla 14),
dado sobre todo por los mismos factores que intervienen en el comportamiento del
incentivo control biológico.
El porcentaje de valoraciones de regular se basó en los siguientes criterios:
• La obligatoriedad del uso de plaguicidas convencionales (metamidofos, tamarón,
metomilo, cipermetrina, paratión, endosulfán, metalaxyl, y otros) en tabaco.
• La posibilidad usar los plaguicidas que se suministran para el tabaco en los
cultivos varios, y para contrarrestar el marabú.
• Desconocimiento de esos medios orgánicos.
• Inefectividad de los medios biológicos cuando el brote de plagas es grande.
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• Ausencias de alternativas que sustituyan al control químico convencional.
• Escasez de producción y suministro de medios biológicos por los Centros de
Reproducción de Entomófagos y Endopatógenos (CREE), que solo alcanza a satisfacer
las necesidades de la empresa. La planta de bioplaguicidas de Sancti Spiritus está al
75 % de su capacidad de producción, en ocasiones la producción ha ido para a otras
provincias. En La Palma no hay CREE, y los dos que funcionan en municipios
aledaños, no están trabajando a plena capacidad.
• Irregularidades en el suministro de los medios biológicos
• Problemas de almacenamiento
• La imposibilidad de usar determinados medios biológicos en casas de cultivo.
• Acaparamiento de los medios biológicos que se producen en los CREE por las
empresas como en el caso de Guantánamo. Todas estas dificultades asociadas el uso
de medios biológicos, su disponibilidad, acceso y suministro, se registraron en todo el
país, tal y como se detalla en los documentos de los Talleres Anuales de los CREEs.
• Manejo de agua y drenaje.
Los productores aplican diferentes prácticas de manejo del agua. Sobresalió la
existencia de presas y micropresas. Pero aquí también se reiteró la dificultad del
bombeo de agua de riego por la carencia de combustible. De ahí, que exista gran
preferencia por los sistemas de riego por gravedad, en el caso de Guantánamo, y por
molinos mecánicos en el caso de Sancti Spiritus.
• Pienso criollo local
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No existe un desarrollo amplio de la ganadería en las CCS. De ahí que fuera bajo el
porcentaje de valoraciones positivas sobre este incentivo (tablas 14). No obstante, en
los huertos caseros se observó que el pienso hecho con restos de cosechas y residuos
domésticos fue bastante utilizado en la cría de aves para el autoconsumo familiar.
Sobresalió la producción de pienso criollo, a partir de la siembra de forraje, caña y
kingrass.
El interés por la producción de pienso criollo se incentivó sobre todo por el Decreto que
estipula el aumento del precio pagar por Acopio por la entrega de leche. Pero más bien
ese aumento no es una condición suficiente. Según Nova (2010) la medida si influido
en el acopio de leche, por una parte, pero por la otra, se entregó menos leche a la
industria para producir queso y mantequilla.
En el estudio realizado, solo se pudo comprobar que los campesinos estaban
motivados por sembrar mas pienso para sus animales.
• Tracción animal.
Todo parece indicar que el extenso uso de esta práctica y el alto porcentaje de
valoraciones positivas (tabla 14) se relaciona con su necesidad para sustituir el uso de
tractores y combustible, su pertinencia para los sistemas de de rotación y asociación de
cultivos, y la experiencia ancestral de los campesinos. Unos pocos destacaron que es
una técnica muy favorable al medio ambiente, en tanto reduce la liberación de carbono
desde el suelo a la atmósfera.
El uso de la tracción animal se incentiva en las localidades a través del Movimiento de
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Innovadores y Racionalizadores (ANIR), y el Forum de Ciencia y Técnica. Por ejemplo,
en la visita que se realizó en julio y agosto 2008 a estas instancias, tanto en los
municipios de Guantánamo como en Sancti Spiritus, se registraron muchas
innovaciones en materia de uso de la tracción animal. Esas innovaciones se difunden y
generalizan con gran rapidez en los territorios, aunque existen agricultores que se
resisten al uso de bueyes (Granma, 2009).
• Renovación energética
Aquí el porcentaje de valoraciones positivas fue muy bajo (tabla 26). Por lo general, la
renovación energética no se asoció ni con la tracción animal, ni con el uso de biogás,
molinos de viento y paneles solares. Más bien se vinculó con la insuficiente
disponibilidad de combustibles. Los campesinos en las tres provincias suelen criar
cerdos, pero no aprovechan el estiércol para producir biogás que es una práctica muy
común en Asia. Solo un campesino se plantea un plan para disponer de un biodigestor.
Ciertamente las prácticas agroecológicas mencionadas tributaron preferentemente y en
su mayoría a la sustitución de insumos.
La importancia de ellas también radica en su contribución a la transformación
sostenible del agroecosistema. Pero este objetivo se observó de forma más clara en
entre los campesinos, donde existe todo un plan concebido para eso. En ese proceso
de escalonamiento de las prácticas agroecológicas intervinieron diferentes incentivos:
• La tradición familiar y generacional del productor.
• Vínculo del productor con un centro de investigación científica y los proyectos.
Según criterio de García Aguiar (1999), los acoplamientos estrechos y eficaces entre
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estos factores son favorables para contribuir a la capacitación necesaria y motivar a los
trabajadores, y más importante, para cultivar la nueva clase de actitudes, diferentes del
modo de pensar de la mentalidad agrícola convencional.
• La participación en el movimiento agroecológico De Campesino a Campesino de
la ANAP.
• Los premios otorgados por el desempeño agroecológico
• La existencia de técnicos encargados de la agroecología
Por la realización de prácticas agroecológicas y la venta de productos orgánicos no se
recibe incentivos económicos y monetarios directos (García Aguiar, 1999; Martín
Posada, et al., 1999; Castellón, 2008). Pero el apoyo que el Estado le otorga a la
agricultura sostenible, los sistemas de premiación social que existen, y el hecho de que
el enfoque agroecológico es adoptado por las organizaciones por la ANAP, potencia
motivaciones intrínsecas de los agricultores por realizar esas prácticas. Este es un
punto sumamente analizado por autores que alertan que los incentivos económicos
pueden comprometer el altruismo de las personas (Guan, 2008; Jellal, 2009; Bares,
2010).
Este incentivo de la sostenibilidad se fortalece en el caso de Cuba por la diversidad de
actores sociales que apoyan a los agricultores en conocimientos y asesorías. Sin
embargo, como lo sugiere Vázquez Moreno (2006 y 2010), los objetivos, metas,
conceptos, métodos y formas de actuación de esta diversidad de actores, entidades o
niveles funcionales muchas veces no están en correspondencia con las demandas de
los agricultores o no consideran las posibles incompatibilidades con las prácticas que
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estos realizan, lo que genera un conflicto de intereses y también una competencia e
incompatibilidades entre las diferentes tecnologías. Esta circunstancia se detectó en la
presente investigación, sobre todo, dada las dificultades de suministros de medios
biológicos a los productores, y la obligatoriedad de usas insumos convencionales.
En la entrevista con los profesionales sobre los principios agroecológicos se pudo
obtener más elementos para analizar la implementación del incentivo sostenibilidad. En
la tabla 27 se muestra el porcentaje de valoraciones positivas del comportamiento de
este conjunto de incentivos por provincias.
Tabla 27. Porcentaje de valoraciones positivas y de regular sobre el comportamiento de los incentivos sostenibilidad en las provincias
Guantánamo Sancti Spiritus Pinar del Río
Bien Regular Bien Regular Bien Regular
Optimizar insumo local 25 75 0 100 50 50Reducir el uso de insumo externo 25 75 33 67 20 80
Mejorar conservación 0 100 100 0 50 50Sostenibilidad de largo plazo 0 100 100 0 30 70Biodiversidad 0 100 100 0 50 50
Conocimiento local 75 25 100 0 20 80
La mayoría de los entrevistados alegó que no hay jerarquía de principios, es decir, que
todos tienen el mismo valor, y son necesarios que se articulen. Estuvieron de acuerdo en
que en la práctica es variable el grado o la jerarquía en que los campesinos los adoptan.
No es extraño que estén divididas las opiniones profesionales sobre estos puntos, pues,
como se conoce, la opinión experta suele ser muy exigente a la hora de valorar la
realidad empírica y la práctica concretas. También hay que tener en cuenta que entre
expertos son normales las discrepancias y controversias, debido a que suelen asumir
diferentes criterios a la hora de analizar las problemáticas.
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• Optimización del insumo local. Este principio obtuvo un porcentaje alto de
valoraciones positivas (tabla 16). Ningún valor positivo otorgaron los técnicos y
profesionales en Sancti Spiritus, pues apreciaron que la dependencia de insumos
externos sigue siendo muy grande, y que no se aprovechan las potencialidades locales.
• Reducción el uso de insumo externo. Este incentivo registró similar
comportamiento que el anterior, y quienes plantearon que funcionó regular, aludieron a
que, si bien en los 90 se habían alcanzado niveles mayores en la reducción del insumo
externo, a partir del 2004 los niveles de insumos externos subieron. Uno de los
entrevistados asoció este fenómeno con el fortalecimiento en paquetes tecnológicos de
las CCS y las UBPC.
• Mejoramiento de la conservación. Solo en Pinar del Río se logró porcentajes
altos de valoraciones positivas (tabla 16). En el resto de las provincias se dijo que ese
porcentaje es bajo, pues hubo pocos avances en reciclajes de nutrientes.
• Sostenibilidad a largo plazo. En Sancti Spiritus se registró porcentaje alto de
valoraciones positivas, bajos en Pinar del Río, y nulos en Guantánamo (tabla 16). El
resultado de Sancti Spiritus tuvo que ver con la fortaleza que allí ha tenido el
movimiento agroecológico de la ANAP. Quienes en las otras provincias plantearon
problemas con esta perspectiva basaron sus apreciaciones en que los cultivos
principales tributaron a los planes estatales de agroexportación, por lo que se exigió
altos rendimientos a costa del uso intensivo de insumos externos.
• Biodiversidad. Los testimonios sobre este principio son similares al anterior. En
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este comportamiento influyó, sin duda alguna, el levantamiento de restricciones de la
tenencia de la tierra, el mercado, la autonomía, y la promoción del autoconsumo.
Algunos técnicos, sobre todo en Guantánamo y Pinar del Río basaron su apreciación
de regular fundamentalmente en la insuficiente la integración agricultura-ganadería.
• Conocimiento local. Las valoraciones positivas por lo general aludieron a la
combinación entre el saber campesino y el saber científico en las localidades, y
también a los reconocimientos otorgados a las innovaciones de los campesinos.
Quienes dieron una valoración regular argumentaron que hay mucho envejecimiento
campesino, pues los jóvenes no desean trabajar en la agricultura, y, por lo tanto, peligra
la continuidad y preservación de los conocimientos locales.
Testimonios en las CCS sobre el incentivo “sostenibilidad agroecológica”
• Bueno, yo creo que para la agro-ecología hace falta lograr niveles superiores de capacitación. Hay que empezar por ahí, y hay que lograr una nueva consciencia en la gente, porque muchos están esperando todavía el barco de fertilizante. Y realmente volvemos a ser dependientes si caemos en eso. Hay que hacer que la población conozca lo dañino, lo perjudiciales que son los productos que se obtienen con la aplicación de productos químicos. Hay que incentivar a los productores orgánicos mediante los precios, y mediante la comercialización en general (Renaldo, económico de la CCSF “Bernardo Arías”).
• Nosotros somos un país que llevamos un bloqueo de más de 48 años y no teníamos recursos, fertilizantes y entonces hubo que estar inventando y con la idea que nos dieron los asesores del INCA pudimos llegar al conocimiento de que sin fertilizante se produce también. Y que es mucho más saludable y es mucho más productiv (Andres, CCS “Cuba libre”, proyecto PIAL).
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2.. La implementación de los incentivos en las UBPC
2...1... Autonomía
• Autonomía financiera
Ahora se presentan y analizan los resultados del estudio de caso en las UBPC. Se
comenzará con el incentivo de autonomía.
La autonomía financiera fue un incentivo que tuvo un comportamiento regular en la
UBPC “Idio Fabier” porque no han logrado pagar la deuda.
En las otras UBPC la valoración positiva se fundamentó en que lograron pagar la
deuda, lo cual les reportó mayor espacio de negociación con la empresa y el banco.
También les permitió tomar decisiones sobre los créditos para los trabajadores y la
atención a la familia. Por último, en estas dos UBPC los trabajadores alegaron que la
autonomía les posibilitó diversificar las producciones, y aumentar los ingresos
individuales y colectivos.
• Autonomía en la elección de la junta directiva
Aunque los ubepecistas fueron consultados sobre las propuestas, la decisión final fue
hecha por la empresa. Eso está estipulado en el Decreto142-1993.
• Autonomía en la gestión productiva
La participación de los trabajadores en la elaboración del plan de producción fue nula
en las tres UBPC. Esto también se contempla así en el citado Decreto 142-1993. No
obstante, los tres administradores testimoniaron que la Empresa les consultó al
respecto.
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• Autonomía en la gestión del empleo
Las UBPC hicieron uso diferente de este incentivo. En la UBPC “Jobo Rosado” los
trabajadores tomaron la decisión de emplear a familiares, parientes y vecinos. En la
UBPC “La Miriam” esta función fue realizada por la administración. La contratación de
fuerza de trabajo en UBPC “Idio Fabier” la hizo la Empresa Nacional de Café y Cacao.
Las UBPC difieren en el cubrimiento de la plantilla laborar. La UBPC “Jobo Rosado” no
lo ha logrado, las otras dos UBPC, sí. Probablemente en esto se conjugan factores, que
van más allá de las atribuciones, como la competencia institucional por la fuerza laborar
en el territorio, la capacidad de gestión de los administradores y trabajadores, y las
características de los cultivos y las zonas.
• Autonomía en la repartición de utilidades
En el comportamiento positivo de este incentivo existieron diferencias entre las UBPC.
La UBPC “Jobo Rosado” repartió el 60 % de las ganancias entre sus socios y el 40 %
restante a la UBPC en su conjunto, mientras que en las otras dos UBPC, el monto se
repartió a la mitad. Se asoció el aumento de los ingresos a la aplicación del principio de
la vinculación del pago al área y los resultados finales de la producción, que ya se
venía aplicando en las empresas agropecuarias cubanas desde 1991 (Deere et al.,
1995; Burchardt et al., 2000; López Labrada, 2007).
• Autonomía en el autoconsumo
En las tres UBPC se observó la ampliación gradual de las áreas de autoconsumo, ya
sea a partir del intercalamiento de cultivos entre los cultivos principales (plátano,
tabaco, y café), y también, el manejo de un área específica de organopónico, bajo la
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reglamentación del Programa Nacional de la Agricultura Urbana y Periurbana.
Fue contundente el énfasis y valoración positiva que hicieron los trabajadores de la
UBPC en la autonomía para gestionar el autoconsumo.
• Autonomía en la elaboración del reglamento interno
La valoración positiva predominante sobre esta autonomía se basó fundamentalmente
en que posibilitó a las UBPC establecer medidas internas para la materialización de las
anteriores autonomías, y sistemas propios de incentivación.
Analizando el comportamiento del incentivo de la autonomía, se desprende que:
• Las valoraciones positivas sobre las autonomías están en línea con el Decreto
142, e ilustran como a partir de su implementación se va resolviendo las
contradicciones entre la tenencia usufructuaria de la tierra, la gestión productiva, la
administración, la obtención de beneficios, el sentimiento de dueño y sentido
pertenencia (Pérez Rojas et al., 1999; Burchardt et al., 2000; Averhoff at al., 2001;
Nova, 2006; Pérez Rojas y Echevarría León, 2006; López Labrada, 2007; Nova, 2010).
• Las restricciones se localizaron en la autonomía de gestión productiva. Sin
embargo, esta autonomía se contempla en el Decreto 142-1993. Los especialistas
confluyen en que esta limitación, y también la referente a la elección de la junta directa,
expresa el tutelaje excesivo de la empresa. Y que eso afecta el desempeño productivo
de las UBPC (Figueroa, 2009; Hernández Pentón, 2004; Nova, 2006, López Labrada,
2007).
• En este contexto se emitieron un menor número de testimonios sobre la poca
comunicación y desconfianza entre el administrador y la empresa, y las restricciones
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para la comercialización del autoconsumo y la participación en el mercado libre dentro
y fuera del municipio, y la intercalación de cultivos en los cultivos principales. Estas
limitaciones, que como se verá se plantearon con más fuerza en la valoración del
incentivo solvencia económica, reflejan la persistencia de las tensiones entre
autonomía relativa de la UBPC y la injerencia administrativa estatal, y entre lo
estructural y lo funcional, que afectan la armonización eficiente de los factores
productivos (Nova, 2006).
Como se dijo, las UBPC en su constitución tomaron como modelo a las CPA exitosas,
sobre todo en cuanto al nivel de autonomía y participación toma de decisiones
laborales y productivas (Pérez Rojas y Echevarría León, 2006; Nova González, 2008).
Si tomamos en cuenta que:
• la conquista de las UBPC en la autonomía respecto a la elaboración del
reglamento interno, y también la autonomía en el manejo del autoconsumo, y en la
contratación de la fuerza de trabajo en cada finca (entendida como centro de costo);
• que en las tres UBPC los trabajadores demandaron mayores niveles de
autonomía; que la política de rescate y fortalecimiento de las UBPC contempla el
fomento de la autonomía;
• que existe un consenso amplio en Cuba acerca de mayores niveles de
autonomía para las entidades productivas; la relevancia de las CCS; y, por último,
• que el PCC (2001), pautó la delimitación entre funciones estatales (de
regulación, control y fiscalización), y las funciones empresariales (producción,
comercialización, y distribución de utilidades), entonces probablemente las UBPC se
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van a ir inclinando más hacia el modelo de las CCS, que de las CPA.
Testimonios en las UBPC sobre el incentivo autonomía
• Las claves de nuestro éxito son: “la independencia de la empresa, la conquista de la autonomía, el sentimiento de dueños, los incentivos que tienen los trabajadores, la familia, la comunidad y la toma de decisiones democráticas” (Nardo Bobadilla, Director de la UBPC “El Mango”)
• El banco de mis trabajadores soy yo (Carmelo Pérez, Director de la UBPC “La Miriam”).
• Después que pasamos a UBPC y repartieron las fincas en 1993, yo cogí esta. Pero antes de ese tiempo todavía las fincas no tenían su unidad de costo (Trabajador, UBPC, La Miriam).
• La constitución de la UBPC fue como cambiarle el collar al perro, si bien la empresa no administra nada de la UBPC, el exceso de e control que ejerce debilita su desempeño” (Funcionario municipal en Sancti Spiritus).
• Déjame explicarte algo que pasa con él. Estamos ubicados en una de las mejores fincas que tiene la UBPC. Él es uno de los mejores resultados que tiene la UBPC, él el año pasado obtuvo una ganancia en total de 43 000 y pico de pesos. Esa ganancia ya es neta para él después de haber cubierto todos los gastos que incurrió en el año, le quedaron 43 000 pesos libres para él y para su familia. Son 7, es su familia. Ahora nosotros somos para ellos como si fuéramos un banco. Ese dinero él lo tiene guardado ahí y cuando él lo necesite yo se lo doy. Ahora como que a él el ciclón lo devastó, yo todos los meses le pago a él y si le hacen falta este mes 5 000 pesos, él me dice mira Chachi sácame de mi ganancia 5 000 pesos. Yo le pago sus 5 000, si el mes que viene le hacen falta 4 000, se los pago. Y todavía le quedan al él 10 000 pesos y antes de que se le acabe el dinero ya él entra en producción (Director de la UBPC “La Miriam”).
• Antes en la Asamblea se discutían asuntos como las llegadas tardes al campo, que la carreta no pasó, que “no tengo guataca”, ahora se discuten otros asuntos muy diferentes los que se discutían. Hoy en día en las asambleas se discute el comportamiento de las producciones, las ventas y el autoconsumo, así como las estrategias para lograr mejores desempeño, tanto en la producción como en la comercialización y la distribución de beneficios” (Director de la UBPC “La Miriam”).
• Para mi la autonomía como incentivo es la libertad de que no tenga siempre una gente que te esté diciendo lo que tiene que hacer. Que tú mismo seas capaz de hacer en general, eso es importante también para la gente (Melchor, Director de la UBPC “Jobo Rosado”).
1... Recursos.
• Utensilios de trabajo
Las valoraciones de los trabajadores de los tres colectivos coinciden en el déficit de
recursos. Pero también se colocó énfasis en la posibilidad que ahora existe para
adquirir los utensilios de trabajo por medio de la capacidad de compra. Es decir, que
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este incentivo opera tanto para las CCS como para las UBPC.
La diferencia es que aquí la capacidad de compra corresponde a todo el colectivo, y no
a nivel individual como en el caso de las CCS.
La otra diferencia es que el suministro estatal se observa predominante. Es decir, si
bien las UBPC tuvieron la posibilidad de adquirir productos en correspondencia con la
capacidad de compra, la dependencia de la asignación de las empresas es mucho
mayor que en el caso de las CCS. Esta dependencia fue mucho mayor en la UBPC
“Idio Fabier” debido a que no han pagado la deuda con la empresa. La capacidad de
compra, entonces, corre a cargo de un representante de la empresa.
Por otra parte, la Empresa de Café y Cacao en Yateras utilizó como criterio para dar
punto el cumplimiento del plan de producción. Como los recursos disponibles son
limitados, se le dio prioridad a la mejor UBPC y a las demandas de la propia empresa.
Las UBPC estaban en desventaja en tal sentido.
• Duración limitada de los proyectos, por lo que su contribución a la superación del
déficit de insumos representó un alivio temporal.
• La incidencia de ilegalidades, no solo la falta de recursos, sino también por las
ineficiencias en la cadena de suministros.
• Agua para el riego
Los trabajadores de las tres UBPC alegaron sobre el déficit de lluvias y también la
dificultad del bombeo de agua por falta de combustible.
Se expresó un gran consenso en la necesidad de potenciar la gestión e iniciativa de las
cooperativas y las entidades municipales y provinciales para resolver este problema.
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La UBPC “La Miriam”, por ejemplo, aprovechó la capacidad de compra para obtener
recursos (manguera y motores de bombeo de agua) en función del desarrollo de los
cultivos y la ganadería.
• Tierra
Los administradores de las tres UBPC expresaron voluntad de solicitar tierras por
concepto del Decreto 259-2008 sobre entrega de tierras ociosas. Pero no lo han hecho
formalmente.
Una razón que plantean es el déficit de recursos (utensilios, fuerza de trabajo, insumos)
para trabajar las tierras. Se refirieron a la fuerte competencia que existe para la captura
de la fuerza de trabajo.
Se observó la percepción como ventaja la no posesión de tierras en propiedad. En el
actual régimen de tenencia usufructuaria los miembros de las UBPC siguen teniendo
salario. Y también garantía de venta de sus productores.
• Fertilizantes
Obviamente la reducción drástica de los suministros estatales de fertilizantes afectó a
las UBPC.
En las tres UBPC los trabajadores consideraron que los fertilizantes químicos son
necesarios para obtener altas producciones y altos rendimientos. Pero están
conscientes de que hay que tener mucho cuidado, pues su uso indiscriminado produce
problemas en los suelos.
Los ubepecistas de la UBPC “Jobo Rosado” expresaron su experiencia de cómo los
suelos fueron perdiendo calidad debido a la intensiva fertilización química durante la
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época en que trabajaban en el cultivo de la caña de azúcar.
• Semillas
El movimiento de mejoramiento del fondo de semillas no es tan fuerte como en las
CCS. Pues las UBPC son altamente dependientes de las semillas que las empresas le
ofertan y le exigen cultivar. Esto sucede sobre todo en la UBPC “Idio Fabier” cuyo
cultivo principal es el café.
No obstante, en las UBPC la recuperación de semillas locales se fomenta en los
cultivos varios para la producción de autoconsumo.
• Combustibles
Como en el caso de las CCS, en las tres UBPC se comprende la necesidad de trabajar
bajo la limitación de combustible.
Se observó también la motivación por el incremento de yuntas de bueyes para el uso
de la tracción animal.
• Plaguicidas
A las tres UBPC se le suministran plaguicidas a precios subsidiados.
Se expresó la percepción generalizada de la necesidad imprescindible de los
plaguicidas para erradicar las plagas y la obtención de mayores rendimientos.
Por otra parte, se alegó su uso obligatorio en las plantaciones de cultivo fundamental
como el tabaco y plátano, pero también en el caso de cultivos varios como la yuca, la
malanga y la papa.
Empero, los entrevistados se refirieron a su uso cauteloso, y también las ventajas de
los medios biológicos de control de plagas.
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En resumen, en la implementación de los incentivos recursos en las UBPC se observan
que los trabajadores tienen igual acceso que en las CCS. Pueden adquirir utensilios de
trabajo mediante la capacidad de compra en las tiendas municipales y pueden
aumentar su fondo de tierra.
Las diferencias no son significativas. No obstante no se debe perder de vista que en las
UBPC, aun cuando han logrado pagar la deuda, la dependencia y el tutelaje de la
empresa se manifiesta con más intensidad.
Las UBPC tienen las mismas limitaciones de recursos. Sienten con más intensidad las
limitaciones de fuerza de trabajo, excepto, como se dijo, en la UBPC “La Miriam”. En
las CCS se puede obtener mayores ingresos. Por lo tanto, aventajan a las UBPC en la
captura de la fuerza de trabajo en las zonas.
Testimonios sobre el incentivo recursos en las UBPC
• Esto es un sistema estatal, las fincas pertenecen a la UBPC. Allí nosotros tenemos la asistencia diaria de los trabajadores. Lo otro que tenemos es que las producciones de ellos nosotros las compramos y se las comercializamos. Nosotros con eso lo evaluamos porque sabemos lo que ellos tienen. Le damos el plan de siembra a ellos y los evaluamos, si lo cumplen o no cuál es la que mejor lo cumple y cual no. Porque los vemos todos los días. Todos los días emitimos un parte para la Empresa, con el plan de siembra de nosotros que es integral, pero que sabemos cuál es el de cada finca también. Es decir que tenemos un grupo de parámetros por donde medirlos. El Comandante dijo en el 73 que si no estimulamos a los trabajadores materialmente, el vago va a vivir del que trabaja, porque dice bueno, si yo trabajo y no me dan nada entonces el vago no va a hacer nada. (Melchor, Director de la UBPC “Jobo Rosado”).
• En la UBPC la tierra no es de uno como en las CCS, nosotros trabajamos por el salario. Pero si yo tuviera la tierra, que fuera mía solo, vaya que no fuera del Estado yo no tuviera que tener salario. Lo que produciría yo lo comercializaba yo, pero así no. Estamos mejor ahora que si fuera mía (Finquero, UBPC “Jobo Rosado”).
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2... Ingresos
• Precios
Los trabajadores de las tres UBPC también catalogaron de sumamente positivo el
comportamiento de este incentivo, contemplado en la Resolución No. 243-2006.
En la tabla 28 se muestra un ejemplo de cómo los precios de los cultivos aumentaron
para los productores de las UBPC.
Tabla 28. : Evolución de los precios de los productos de la UBPC “Jobo Rosado” en Acopio.
Cultivos 2006 2007 2008 2008/2006 porcentaje
1 qq fríjol 350 400 500 1421 qq malanga 180 210 210 117
1 qq boniato 35 25 60 1711 qq yuca 28 28 60 2141 qq maíz 90 90 170 1891 qq aguacate 62 62 120 194
1 qq guayaba 16 16 60 3751 qq calabaza 20 20 35 1751 qq lechuga 100 100 120 120
1 kg carne de res 2,5 2,5 7 286Un litro de leche 0,5 0,9 2,5 544
Nota: 1 qq (quintal) equivale a 100 libras o 45,5 kg.
También en el caso de las UBPC este aumento de los precios incidió, según los
entrevistados, en el aumento de los ingresos, la capacidad de compra de productos, y
la diversificación de los cultivos. En la UBPC “Jobo Rosado” los trabajadores dicen que
ahora la vida ahí se vuelve más feliz porque el ingreso de cada socio trabajador subió
de 20% en 2005, a 60% en 2007.
Desde 1994 hasta el 2007 “La Miriam” aumentó sus ingresos. Obsérvese que en la
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Tabla (29) los periodos de mayor alza de los ingresos corresponde a la década de los
2000, que precisamente fue el tiempo en que subieron los precios.
Tabla 29: Ganancias de La Miriam entre 1994 a 2007
Año Ganancia (miles pesos)
Año Ganancia (miles de pesos)
1994 -293,3 2001 42.1
1995 41.1 2002 55.9
1996
59.5
2003
66.5
1997
44.8
2004
73.91998
43.0
2005
22.1 (afectado por ciclones)1999
14.4
2006
64.3
2000
20.2
2007
101.3
Fuente: Datos suministrados por el Administrador de la UBPC “La Miriam”
La Miriam antes se sembraba solo plátanos. Hoy esta UBPC cuenta con un
Organopónico de una hectárea, desde 1993, esta cooperativa ha ido
incorporando nuevos surtidos a su producción: hortalizas, tubérculos, granos,
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otras frutas como piña, y los 28 subprogramas de la agricultura urbana. La
producción animal es parte de la diversificación: vacuno, porcina, ovino-caprina,
avícola y micro ordeño. En 2007 año acopiaron 25 034 litros de leche, es de los
mejores rendimientos del municipio, satisfacen las necesidades de leche fresca
de una bodega a la que entregan 100 litros diarios. En la UBPC se trabaja en
función de garantizar la proteína animal y “comida” para la lombricultura que
garantiza la producción ecológica.
Los testimonios apuntan a que entre 2006 y 2008 aumenta la producción en 229
% y también el ingreso en 233%. Al comparar el ingreso promedio de las UBPC
globales en el país que era 260 pesos en 2006 (López Labrada, 2007), los
socios de la Miriam ganaron casi doble a esta cifra en el mismo año.
Los ingresos también aumentaron en la UBPC “Jobo Rosado” (Tabla 30).
Tabla 30: Porcentaje de salario de la Administración y los trabajadores de la UBPC “Jobo
Posado”.
Puesto 2004 (pesos) 2008 (pesos) Porcentaje2008/2004Presidente; 225 550 244,4%
Jefe de producción 225 550 244,4%Económico 225 550 244,4%Contador 225 550 244,4%
Financista 225 550 244,4%Protección Física 225 550 244,4%Recursos humanos 225 550 244,4%
Pecuario 225 550 244,4%Jefe de Maquinaria 225 550 244,4%Almacenero 225 420 186,6%Cajero 225 420 186,6%
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Cocinera 225 420 186,6%Nominista 225 420 186,6%Veterinario 225 420 186,6%
Nota:
• Como estimulación se puede aumentar hasta un 30% del salario.
• Datos suministrados por el Administrador de la UBPC “Jobo Rosado”.
El beneficio de la ganancia de la UBPC en la Jobo se reparte un 20 para la UBPC y
el 80 % se reparte internamente. Si en cultivos varios cumplen el plan de
producción, entonces la ganancia es 100 % se reparte entre los trabajadores. Eso
aparece en el contrato que cada finquero firma con la Administración. En esto
también aventaja a La Miriam. Esto significa que el resultado que se alcance más
allá del plan, es apropiado totalmente por los finqueros.
El resultado de la UBPC Jobo Posado ha sido impresionante. Según el
Administrador, sus éxitos se han manifestado en la forma del sentimiento de
pertenencia, autonomía del trabajo, buena producción y beneficios económicos.
Un trabajador de la UBPC manifestó: “Salimos todas las quincenas con 400 o 500
pesos. Ese es un estímulo muy importante, según la fuerza de cada uno, hay gente
tiene más anticipo según su plan y los resultados”. Sin embargo, una opinión
diferente tiene el administrador en cuanto al anticipo y el seguro.
No obstante se plantearon algunas irregularidades en la implementación del incentivo
precios:
• La capacidad de compra que se interrumpió en el 2002, por la medida de
centralización estatal de las divisas. En 2008 se restauró esa capacidad de compra,
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pero en bonos, no en dinero real. En las 3 UBPC los trabajadores demandaron la
obtención del dinero real como, por ejemplo, en el turismo.
• El control o intervención estatal en los precios.
• Restricciones para la participación en el mercado libre. A las UBPC que
producen azúcar, café y tabaco se les prohibió vender su producción principal en el
mercado libre, y los precios fueron establecidos por Acopio.
• En la compra de cosas que las UBPC necesitan interviene siempre un
intermediario de la empresa. Es decir, que esta operación no la hacen directamente las
cooperativas como en el caso de las CCS. Lo mismo sucede con venta de las
producciones.
• Autoconsumo
Los entrevistados valoraron positivamente este incentivo porque les permite mejorar la
seguridad alimentaria. Pero, por otra parte, demandaron que se les permitiera vender el
excedente del excedente del autoconsumo en el mercado local.
Por el momento a las UBPC, las autoridades locales, están estudiando la derogación
de esta prohibición.
• Variedad de los alimentos
Obviamente la diversificación contribuyó al aumento de la variedad de alimento. Los
trabajadores de la UBPC “Idio Fabier” destacaron un conjunto de productos que ellos
antes no consumían, y que ahora consumen gracias a la posibilidad de fomentar el
autoconsumo. Lo mismo se destacó con fuerza en la UBPC “La Miriam”.
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• Canales de comercialización
Las tres UBPC tuvieron la ventaja de comercializar sus producciones en diferentes
canales de comercialización, aunque las mayores ventas la hicieron a la Empresa
Acopio Nacional. Está estipulado que el 70 % de las producciones se vendan en esa
empresa estatal. De todas formas, pudieran hacer ventas a otros canales, en
dependencia del grado de diversificación alcanzado.
Se planteó con fuerza la limitación de las UBPC para negociar precios, para
acceder al mercado libre, y realizar ventas fuera del municipio.
Funcionarios de las delegaciones municipales hablaron de levantar el volumen de
la contratación de los alimentos, y, por lo tanto, aumentar la participación de las UBPC
en el mercado libre. De implantarse esa medida, es posible el restablecimiento de la
tendencia oligopólica que existió en el mercado libre agropecuario en los 90, dado que
eso conllevaría a la limitación del monopolio del sector privado en el mercado libre y a
un balance de ofertas entre este sector y el sector estatal (Nova, 2010).
Una estrategia que la UBPC “La Miriam” instrumentó para enfrentar esas
prohibiciones, así como la fluctuación del clima y los precios, fue la diversificación de
las producciones, de forma tal que la UBPC tuviera más oportunidades de aprovechar
la multiplicación de los canales de comercialización.
• Premios materiales
Al igual que en las CCS, los productores de las UBPC tuvieron acceso a diferentes
canales de premiación material.
De forma nostálgica se refirieron a que cuando estaban en la empresa recibía
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vacaciones en instalaciones hoteleras, tenían acceso con precios accesibles a artículos
como bebidas, y alimento de la alta calidad, y a precios relativamente bajos. Como se
había dicho, esta estimulación ya no existe en el momento en que se hizo la
investigación.
• Pago por conservación de suelos
En la provincia de Guantánamo se certificaron 22 UBPC que realizaron trabajos
de conservación de suelos: corrección de cárcavas, siembra de Cucaracha (Serrina
pendula), y producción de humus de lombriz y composta a partir de residuos de
ganados vacuno, ovino y caprino. Los entrevistados en la UBPC “Idio Fabier” alegaron
que nunca recibieron ese pago, aunque realizan trabajos de conservación de suelos. El
problema es que no tienen contrato firmado sobre este tipo de actividad.
Especialistas de suelos en la provincia testimoniaron que en ocasiones el
presupuesto estatal no alcanza para todas las unidades de producción. Pero entonces,
aunque no se certifican los trabajos, se lleva a cabo un registro. Al año próximo se
certifica y se paga el trabajo realizado.
Los trabajadores de la UBPC “Jobo Rosado” y los de “La Miriam” no conocían la
existencia de ese incentivo.
• Pago por forestación
De las tres UBPC solo “La Miriam” recibió este tipo de pago. Y reconocen que ese
trabajo es muy importante no solo por el pago, sino por los beneficios ambientales,
sobre todo en lo relativo a evitación de la erosión de los suelos, y el mantenimiento de
los embalses de agua para los cultivos.
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La UBPC “Jobo Rosado” como no tienen bosque natural, no recibió el pago.
En la investigación fue posible constatar las diferencias entre las UBPC en lo que
respecto a los ingresos (tabla 31).
Tabla 31. Comparación de los beneficios económicos de las UBPC entre 2007 y 2009Indicadores UBPC
“La Miriam”UBPC
“Jobo Rosado”UBPC“Idio Fabier”
Porcentaje de aumento de la producción principal
209.2 208,6 -
Deuda por pagar (pesos) no no 30 000
Ingreso total anual UBPC (miles de pesos)
781,4 1 100,0 64,2
Ingreso promedio mensual UBPC (pesos)
968 720 635
Ingreso promedio mensual trabajadores (pesos)
500 541 314
Anticipo medio mensual (pesos) 225 225 -Cantidad de renglones de autoconsumo (cultivos).
7 5 6
Obsérvese que el aumento de los ingresos han sido menores en la UBPC “Idio Fabier”,
lo cual tiene que ver con el pago de la deuda, la diversidad de los cultivos de
autoconsumo, y el aumento de la producción.
Testimonios sobre el incentivo ingresos en las UBPC
• Nosotros habíamos sembrado una hectárea de plátano y como nos dio resultado en este momento tenemos el 100% del área sembrada de plátano (La UBPC “La Miriam”).
• Cada finca tiene una sub.-mayor abierto Lo de nosotros no es salario, es una vinculación La UBPC les garantiza a ellos un anticipo, un crédito, hasta que él empiece a entrar en producción. Cuando él entre en producción empareja esos créditos y a partir de eso momento es 50% para él y 50% para la UBPC. Déjame explicarte. Por ejemplo, este año que pasaron 2 ciclones aquí y nos devastó el 100% de todo aquí, de todas las plantaciones, entonces el seguro nos garantiza a nosotros un salario, un % por los desastres naturales que hubo. Entonces con ese dinero que nos paga el seguro a nosotros, con ese dinero les garantizamos el anticipo a ellos; porque ellos no van a tener producción durante largo tiempo. Cogemos ese dinero para pagarles a ellos, del 100% de los trabajadores. Pero fíjate que interesante, el anticipo que le dan a ellos lo tiran contra lo que él produjo el año pasado, no a todo el mundo le dan el mismo anticipo. Hay algunas personas que tienen menos anticipo que otras. (UBPC “La Miriam”).
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• El incentivo mayor que tiene el finquero es el dinero. Antes un trabajador cobraba 200 pesos tirando caña aquí y tiraba la caña porque el cubano siempre ha llevado por dentro ese espíritu de trabajo, pero realmente no se sentía estimulado. Hoy tiene 3 cosas: la cabeza para pensar, el corazón para hacer las cosas y tiene el dinero en el bolsillo. Es decir que hace falta cabeza, corazón y bolsillo. Mira este año la finca de ellos fue mala en la producción de malanga, pero este año ellos tiene una contentura muy grande porque está muy buena la malanga en la finca de ellos. Ellos saben que van a coger mucho dinero, porque ellos creen que es verdad porque se lo hemos dado otras veces y se lo vamos a dar este año también. Entonces están muy motivados porque la primera motivación que tienen es el dinero. No podemos vivir equivocados porque el dinero es lo primero que los está motivando a trabajar. Que antes no había una vinculación en el final de su trabajo. No veías el dinero cuando terminabas una producción. Hoy sí lo ves. Si es malo no lo coges, pero si es bueno si lo ves (UBPC “Jobo Rosado”).
• El incentivo al hombre es el factor esencial, hay que tratar de mantener a los que están.... Y el concepto, el hombre vinculado al área y al resultado final es fundamental” (Director de la UBPC “La Miriam”).
• Cuando se inició la UBPC, el 30 % de los trabajadores (56 personas) rechazaron el nuevo concepto de pago, abandonaron la UBPC. Eso me sorprendió. Yo no había pensado que pudieran haber trabajadores que rechazaban esta forma sorprendentemente (se refiere al pago según resultados) mejor de trabajo” (Director de la UBPC “La Miriam”).
• Hemos trabajado para los jefes, porque todos han vivido de nosotros. Aquí nunca nosotros hemos trabajado que así hayamos dicho que hayamos vivido bien nunca. Siempre hemos estado reventados, trabajando en vano (Trabajador de la “Jobo Rosado”).
• Cuando hablamos de vinculados a un área es que cada finquero tiene su área que es su responsabilidad y de ahí el resultado que tiene está vinculado a su salario. Cada finca tiene un área. Esta es el área suya, que tiene 4 o 5 obreros. Todo lo que produzcan ahí es responsabilidad de ellos, cuando se vende esa producción, el 80% es de ellos. Con ese 80% de la producción ellos pagan los anticipos que cogieron tanto para gasto como para salario. Mis finqueros tienen que cumplir 6 quintales, y de esos 6 quintales yo le doy el 80% del importe, de la ganancia. Pero de ese mismo cordel si en vez de dar 6 me da 12, le doy el 100% de lo que está de más de los 6. Quiere decir que yo les pongo un tope de la media de nosotros aquí. Ya a ellos se les dio el caso, ellos tenían un boniatal y sacaron 5 cordeles y les rindió 86 quintales. Ellos me tenían que dar 30, para yo darles el 80% de esos 30. La demasía de eso es al 100% para yo darles el dinero a ellos. Que es otra forma de estimularlos a ellos para que los rendimientos sean superiores. Ahí está una de las cosas que influyen en el mejoramiento del suelo, en el lugar que ellos lo hicieron, antes se les iba la malanga y se les iba todo. Ahora ellos pusieron barreras y el rendimiento les subió. Y cómo el rendimiento les subió mejoró, pero también tienen más dinero en el bolsillo porque yo les voy pagar el 100% de lo que les da de más la malanga. Es un sistema nuevo que lo hicimos nosotros aquí, se lo presentamos al Ministro y lo mandó a circular a nivel del país (Melchor, Director de la UBPC “Jobo Rosado”).
• El incentivo principal está en los resultados del trabajo, mientras más resultados, más ingresos. No podemos vivir equivocados, pues se sabe muy bien que el dinero es lo primero que motiva a trabajar… Antes no había una vinculación con los resultados finales del trabajo. No veías el dinero cuando terminabas una producción. Debido a este incentivo, la UBPC exhibe entre el 95 y el 100 % de estabilidad laboral (Melchor, Director de la UBPC “Jobo Rosado”).
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3... Proyectos
Aunque en las tres UBPC se realizan proyectos, los trabajadores no se refirieron mucho
sobre eso. Hay que tomar en cuenta que en las UBPC la gestión es colectiva. Es decir,
no es como en la UBPC donde cada productor es una entidad autónoma. Por lo tanto,
son los administradores los que dominan este renglón.
4... Servicios básicos
Sobre los conjuntos de incentivos salud, educación, y electricidad las valoraciones
de los entrevistados en las UBPC fueron muy positivas.
5... Premios y reconocimientos
Tampoco en el caso de las UBPC fueron muy abundantes las valoraciones positivas
sobre este incentivo. De las tres UBPC, solo en la “La Miriam” es posible observar un
ambiente de interés respecto a este tipo de incentivos.
De los incentivos que se los trabajadores reconocen, sobresale la condición de
“Vanguardia nacional”, pues este incentivo ya existía desde cuando pertenecían a la
empresa.
6... Autoestima
Entre los incentivos de autoestima es el más discutido es el del sentimiento de dueño
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de la tierra. La opiniones en este aspecto estuvieron dividas. Por una parte están
aquellos que abogaron por la propiedad y la tenencia de la tierra, y por otra, los que
veían las desventajas, en cuanto la propiedad no aseguraba salario ni pensión.
Investigaciones sobre las UBPC por lo general consideran que no necesariamente se
ha de tener la tierra en propiedad para desarrollar el sentimiento de dueño y de
pertenencia. Se sugiere que eso depende del ejercicio o realización de la condición
económica y jurídica de dueño (Alemán Santana, 2000; Pérez Rojas y Echevarría León,
2006).
En las tres entrevistas grupales se observó que los trabajadores están teniendo más
dominio de su finca que de la UBPC en su conjunto. Eso es positivo en el sentido de las
bondades asociadas a la responsabilidad individual y concreta, pero pudiera estar
atentando contra el sentido de colectividad que requiere el cooperativismo ubepecista
participativo (López Mustelier, 2003).
Si se tiene en cuenta las demandas insatisfechas de autonomía, dadas por la
intervención de la empresa, puede deducirse que probablemente esto incida en el
sentimiento de dueño en las tres UBPC. Este es un punto donde confluyen
investigaciones cubanas sobre el sentimiento de dueño en las UBPC (Leyva Remón,
2006; Peiso Avelino, 2006).
Testimonios sobre el incentivo de la autoestima en las UBPC
• Me gusta llevar a la práctica lo que sé y obtener resultados de eso. Yo me embullo cuando obtengo resultados”
• Me motiva a trabajar con más resultados a pesa de que hayamos perdido lo que perdimos por los ciclones”.
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• Hay que trabajar para poder vivir y trabajando uno siempre está contento y el resultado final también está dando y hay que guapearle par ahí”.
• Bueno, yo porque me gusta trabajar, siempre desde chiquito me gustó trabajar y como eso es lo que estudié lo que es la agricultura, me he dedicado a eso”.
• En la unidad está la fuerza. Nosotros siempre hemos sabido que la unidad no la podemos desintegrar.
• Me gusta sembrar las matas, verlas crecer y al final ver el resultado, ver el fruto de desarrollar la agricultura para uno ver el fruto de la agricultura para uno poder vivir.
• Me gusta criar, trabajar la tierra, andar con los animales y el trabajo porque hace falta trabajarla y de los cultivos que uno obtiene ahí uno tiene para uno mismo.
• Yo estoy aquí en primer lugar porque no estudié y por ley de la vida tengo que trabajar la agricultura, por segunda parte me gusta, me ha gustado y estoy en ella.
• Tengo que tenerlo (certificado) guardado para el día que me muera.
7... Sostenibilidad agroecológica
En la tres UBPC se observó que los trabajadores comprenden la necesidad de realizar
prácticas agroecológicas no solo por la coyuntura de carencia de insumo, sino también
por los beneficios ambientales que reportan.
No obstante, predomina la percepción de que el no uso de productos convencionales
limita los altos rendimientos.
En las UBPC está instituido un especialista, que por lo general es Jefe de Producción,
que se encarga coordinar y supervisar el programa agroecológico de las fincas.
En las tres UBPC se observar que se aplican las más diversas prácticas
agroecológicas, sobre todo los policultivos, la rotación de cultivos, y el uso de abonos
orgánicos.
Menos se utilizan los medios biológicos. En la UBPC “Idio Fabier” se aplican medios
biológicos para prevenir las plagas en el café. Pero los trabajadores de esta UBPC, al
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igual que las demás UBPC, confluyen en los problemas de abastecimiento de medios
biológicos por parte de los CREEs.
Como se dijo, en los recorridos previos a la investigación se observó que entre los
profesionales se debatía intensamente la problemática acerca del alcance de las
prácticas agroecológicas. Existe gran consenso en que las transformaciones de la
política incentivaban la adopción de esas prácticas. Una de esas transformaciones es la
descentralización o cooperativización usufructuaria de las tierras, y, por consiguiente, la
formación de las UBPC. Pero entre los profesionales entrevistados existen quienes
consideran que las UBPC al estar encadenada a la herencia industrialista de las
empresas de donde provienen, son menos propensas a la adopción de prácticas
agroecológicas. Otros alegaron que en el caso de las CCS, el fuerte sentimiento de
dueño, la tradición campesina ancestral, y la autonomía inciden en la mayor propensión
a esas prácticas.
Para abordar este asunto, en esta investigación, se le pidió a los colectivos que dieran
una valoración positiva o regular de los incentivos “sostenibilidad “agroecológica”, y se
comparó este resultado con el de las CCS.
El porcentaje de valoraciones positivas es diferente según los tipos de prácticas
agroecológicas y formas de organización de la producción (tabla 14).
Tabla 14. Comparación de los porcentajes de valoraciones positivas de los incentivos sustitución de insumos en las UBPC y CCS.
Incentivos sustitución de insumos UBPC CCS
Rotación de cultivo 100 87Policultivo y asociación de plantas/cultivos 100 94Minibosque 100 21Agrodiversidad 75 72
Distancia de siembra 100 78Coberturas vivas y muertas 50 67Barreras 50 72
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Tranque 50 52Abono verde 50 34Cultivo de leguminosas 75 71Compost 75 77
Lombricultura 75 21Micorriza 50 9Rizobio 50 11
Fitomas 25 5Conservación de semilla 75 68Manejo ecológico de malezas 50 29
Control biológico. 50 31Manejo Integrado de Plagas. 50 40Manejo de agua y drenaje 75 25Pienso criollo local 50 33
Tracción animal 75 96Renovación energética 25 9
Mirando este resultado en conjunto, se tiene que en las UBPC las prácticas recibieron
mayores porcentajes de valoraciones positivas que en las CCS, lo cual puede deberse a
los siguientes factores.
• La falta de recurso, que es lo que impulsa a la sustitución de insumos, se sintió
con más fuerza en las UBPC. Esto corroboraría probablemente el criterio del
coordinador de la ANAP en Sancti Spiritus, Braulio Machín, acerca que por cuanto las
UBPC surgieron limitadas de recursos, se hizo imperante la apelación a las prácticas
agroecológicas. Por otro lado, el gobierno con tal de garantizar altas producciones en el
sector agrícola, facilitó la asignación de recursos convencionales a las CCS. Julia
Wright (2005) en su investigación arribó a la misma conclusión. Este es el caso de las
CCSF que se dedican a cultivos de exportación como el tabaco en Pinar del Río, y
Sancti Spiritus, y el café en Guantánamo.
• La expectativa del autoconsumo, y la preferencia por los cultivos varios en las
UBPC motivó al uso intensivo de organopónicos, los cuales se rigen por el programa de
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la agricultura urbana, donde, se prohíbe el uso de químicos.
• En las UBPC existe un especialista que atiende específicamente la práctica
agroecológica, y ese puede ser el Jefe de Producción o el responsable del
organopónico. Y esto es una medida obligatoria para todas las UBPC. En las CCS, si
bien se incentiva la adopción de prácticas agroecológicas a nivel de toda la cooperativa
y el movimiento agroecológico de la ANAP, la decisión de adopción corre a cuenta de
cada productor individual, en correspondencia con su experiencia, criterios e intereses.
Testimonio sobre sostenibilidad UBPC
• Yo creo que este sistema de finca y de organopónico, les da la posibilidad a las personas de ser humano. De ser capaz de pensar, de actuar, de desarrollar su pensamiento, su intelecto. De preguntarle al otro y compartir qué tú crees. Llegó un momento de la agricultura industrial que prácticamente todo estaba escrito. Y había que sembrar el 15 de marzo y regar el 16 y el 25 ya se sabía que tenías que regar el fertilizante. No había que pensar, había gente que pensaba por ti y se diera o no se diera, rindiera o no rindiera eso era lo que había que hacer. Este sistema ahora le da la posibilidad a la gente de actuar, de pensar, de compartir. Ellos colegian las actividades entre los 6. Antes había un jefe que te decía hay que hacerlo así porque es así. Hay veces que ni te explicaban, era por la tecnología de que era así y ya (Trabajadoor de la UBPC “La Miriam”).
• Déjeme explicarle algo. Nosotros los fertilizantes orgánicos generalmente lo aplicamos en la siembra del plátano, qué hacemos, aplicamos a razón de 20 kilogramos de fondo. De abono orgánico de fondo. Eso es en el momento de la plantación. Aplicamos después a los 3 meses, 20 kilogramos más de abono orgánico. Hacemos esas 2 aplicaciones, en el momento de la plantación y a los 3 meses de plantada. Y con relación al abono químico eso es a raíz de este año, porque a nosotros para atrás no nos había entrado abono nunca. Antes era todo abono orgánico. Eso es ceniza, estiércol de carnero, humus de lombriz y esas cosas. Ahora fue que nos entró el poquito de fertilizante y lo estamos aplicando a razón por ejemplo, a 10 sacos por hectárea, a cuarto de libra de fertilizante por mata. Que no es la dosis que lleva, pero bueno, para que se alimente algo. Lleva un poquito más pero lo estamos aplicando a razón de un cuarto de libra por mata para poderle dar un poquito a todo el mundo (UBPC, “La Miriam”).
• Ellos han aprendido como sembrar y asociar los cultivos que ustedes hacen, por ejemplo, maíz y calabaza. Lo saben de toda la vida y lo dominan, pero nadie les ha explicado eso nunca. Yo nunca se los he explicado. Como finqueros ellos saben que si siembran malanga en el mismo lugar que justamente la cosechan, no se da bien, Si siembras malanga después de malanga, no se da, es así”. Los campesinos saben mucho: Les estamos demostrando a ellos, a los finqueros las cosas, para que después las hagan. Y no les estamos llenando de muchas cosas, ni de muchos números. Pocos números que ellos puedan dominar, y que puedan dominar el sistema, porque son gente de poco grado. Si tú los llenas de números lo que haces es entorpecerles el cerebro, no dejarlos que ellos mismos puedan pensar y hacer
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cosas” (Administrador de la UBPC “Jobo Rosado”).
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5. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
5.1. Los incentivos en la política agropecuaria actual del gobierno en Cuba
En 1999 comenzó a funcionar en Cuba el Programa Nacional de Incentivos para el
Fomento de las Exportaciones (PNIFE), que beneficia, sobre todo, a las empresas
exportadoras. En el caso de la agricultura, se dirige al fomento de las producciones de
café, tabaco, cítrico, y azúcar. Esta es la única política estructural y funcionalmente
diferenciada de incentivos que de forma indirecta beneficia a los agricultores.
En los casos de estudio se constató que esa ausencia de tratamiento diferenciado y
sistemático de los incentivos se manifiesta también a nivel de las provincias, los
municipios, y las instituciones (ministerios). Sin embargo, los incentivos están
subsumidos y debidamente refrendados en los decretos y resoluciones que rigen la
actividad de las CCS y las UBPC.
Por ejemplo, la nueva posibilidad que los agricultores cubanos tienen de acceder a los
recursos a partir de la capacidad de compra de acuerdo al sistema de bonificación por
la entrega de productos a los diferentes canales de comercialización, es un incentivo
refrendado en decretos como el 191-1994 sobre la liberalización de los precios en el
mercado, la Resolución 2-1998 sobre el aumento de los precios de la carne, la leche, y
otros productos, y la resolución 53-2006 y la 243-2006 sobre precios basados en las
necesidades del agricultor, la resolución 188-2007 sobre Acopio Nacional, y la
instrucción 503-2007 sobre el pago de los servicios ambientales.
En esas resoluciones y decretos se refrenda también incentivos como la multiplicación
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de canales de comercialización, que amplia el marco de acción mercantil de los
productores agropecuarios. Anteriormente a la reforma, la empresa Acopio Nacional
monopolizaba toda la comercialización. Tal sistema daba poco margen de negociación
tanto de los precios a pagar al productor, como la autonomía de los productores para
tomar decisiones en cuanto a la producción y la comercialización.
No caben dudas de que los decretos sobre entrega de tierras contienen un gran
potencial de incentivos para los productores. Primero, porque desde hace mucho los
campesinos están pidiendo ampliar sus tierras, en la medida que la familia crece, y
surgen las necesidades de independencia familiar de los hijos de los campesinos. En
segundo lugar, porque el acceso los incentivos asociados al mercado, a la capacidad
de compra, y la multiplicación de canales de comercialización, se amplía, en la medida
que los productores puedan aumentar y diversificar sus producciones. Por ende,
aumentan también los ingresos. En tercer lugar, los referidos decretos (léase 142-1993
sobre creacción de las UBPC y 259-2008 sobre entrega de tierras ociosas), contienen
aspectos incentivos importantes como la posibilidad de fomentar el autoconsumo, la
negociación de las producciones y ventas con el Estado, otras atribuciones de
autonomía de las localidades (municipios) y entidades cooperativas (CCS y UBPC),
que antes no existían en el sistema de centralización estatal.
Si tomamos en cuenta los incentivos proyectos, obviamente cada proyecto en sí mismo
representa un incentivo, dado sobre todo, porque, como se observó, la participación en
proyectos responde a un proceso de selección que tiene en cuenta la importancia de la
cooperativa, pero también sus logros productivos y sociales. Por otro lado, la
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documentación de los proyectos estampa los beneficios que los productores han de
recibir por participar en los mismos (materiales, recursos, capacitación, viajes, etc.).
Los incentivos premios y reconocimientos se encuentran refrendados en la
documentación de las instancias que lo otorgan. Se observó que a nivel estatal
(nacional, provincial y municipal) se instituye premios importantes como los de
Vanguardia Nacional que existe desde los años 70, y los premios del Forum de Ciencia
y Técnica, que comenzaron a otorgarse a mediado de los 90. El Programa Nacional de
la Agricultura Urbana, Periurbana, y Suburbana contempla un sistema de premiación y
reconocimiento, que se realiza sistemáticamente, y que beneficia a los agricultores a
todos los niveles (individual, colectivo, y provincial). Lo mismo hay que decir con
respecto a los concursos convocados por la ANAP. En estos dos casos, se observó que
para el otorgamiento de los premios se realizan evaluaciones y clasificaciones de las
fincas a partir de un conjunto de indicadores productivos, económicos, sociales, de
género, y culturales. En el caso de la Agricultura Urbana, las fincas se clasifican en
Bien, Regular y Mal, y en el caso de la ANAP, la clasificación agroecológica se hace por
niveles (1, 2, y 3), en dependencia del grado de transformación agroecológica de las
fincas.
Los incentivos sostenibilidad agroecológica se encuentran refrendados en la Estrategia
Ambiental, donde se habla del compromiso gubernamental de apoyar las iniciativas
locales en agricultura sostenible, y donde se habla del pago por prestación de servicios
ambientales. Como se observó, los programas nacionales de conservación de suelos y
de forestación, y las instrucciones del Banco Nacional, contemplan ese pago a los
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productores. Pero estos incentivos de sostenibilidad agroecológica están
documentados en los proyectos, y, como ya se dijo, en los marcos documentales y
legislativos del Programa de la Agricultura Urbana, Periurbana, y Suburbana, y el
Programa o movimiento de Campesino a Campesino (MCAC) de la ANAP. No se puede
pasar que la incentivación de la sostenibilidad se encuentra refrendada también en los
decretos sobre entrega de tierras.
En fin, si bien no existe en Cuba una política de incentivos sistematizada de incentivos
para los productores agropecuarios, se tiene que los nuevos incentivos están
debidamente refrendados a diferentes niveles, que dan la medida de su estipulación ,
no solo táctica (coyuntural), sino también estratégica (perspectiva) en correspondencia
con los objetivos que demanda el desarrollo agropecuario, a saber: el aumento de las
producciones y los rendimientos, sustitución de importaciones de insumos agrícolas y
alimentos, la seguridad alimentaria del país, el desarrollo sostenible, y el bienestar de
los cubanos.
El sistema de incentivación a los productores en Cuba está en condiciones de pasar a
un nivel superior en cuanto a su tratamiento diferenciado y sistemático. Esto es
recomendable a la luz de la necesidad de estructurar políticas más coherentes y
coordinadas en materia de incentivos. Se requiere también el monitoreo, la supervisión,
y la evaluación sistemática de la implementación de los incentivos, ya no solo por
separado, sino también en su conjunto, en su impacto (positivo o negativo) actual, pero
también futuro, y, sobre todo, en lo atañe a las nuevas demandas de los productores,
como es la demanda de mayor liberalización de los recursos, los precios, los canales
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de comercialización, y las oportunidades para resolver problemas como el de la
vivienda, y la recreación.
Hay que considerar también que la implementación de los incentivos varía según las
localidades y entidades cooperativas, y, por lo tanto, se debería pensar en medidas
más específicas o de alcance micro local.
5.2. La diversidad de incentivos para los productores agropecuarios.
Son diversos los incentivos que operan en las CCS y UBPC de las tres provincias.
Se destacan los incentivos materiales y monetarios que como se vio, ya no se
asocian solo a lo que el Estado ofrece, sino que ahora cobran auge los incentivos
enmarcados en las relaciones contractuales y mercantiles.
Es el caso del principio de pago según los resultados de producción que ahora ya
no solo opera en las CCS, sino también en las UBPC. Eso significa que los
ingresos de un trabajador agrícola no dependen solo del salario fijo normado como
sucedía cuando pertenecían a las empresas. Las unidades de producción o fincas
se ven ahora como centros de costos. Cada trabajador de la UBPC tiene contrato
con la administración de la cooperativa, y también con las personas que emplea,
sean familiares o no.
Los incentivos materiales y monetarios que tienen que ver con la capacidad de
compra en bonos, el aumento de los precios de los productor a pagar al productor,
la multiplicación de los canales de comercialización, así como los pagos
diferenciados, ya sea para los productos de exportación (café, tabaco, cítricos), o
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los que se realizan por la producción orgánica, y los servicios ambientales, operan
también en una relación contractual y mercantil. No obstante, se puede apreciar la
intervención estatal en el ofrecimiento de esos incentivos.
En el caso de la capacidad de compra en bonos el productor solo puede comprar
lo estipulado en la llamada “tienda de estímulo” como le llaman los entrevistados.
Obsérvese que esa denominación de tienda de estimulo, opera como una
herencia del sistema de abastecimiento centralizado. Pero en verdad, es una
relación contractual y mercantil, aunque no mediada por el dinero “real” ni
totalmente por la ley de oferta y demanda.
Lo mismo cabe decir, respecto a los pagos por producciones orgánicas y servicios
ambientales. Esto explica porque, por ejemplo, las producciones orgánicas no
certificadas como tales no reciben el mismo tratamiento que las producciones
orgánicas certificadas.
En las tres provincias el régimen de incentivos materiales y monetarios asociados
al mercado libre y a la descentralización de la comercialización hereda elementos
de la planificación centralizada. Primero, porque existen regulaciones, tanto para
las CCS como para las UBPC, para comercializar sus producciones fuera de las
localidades. Segundo, ni las cooperativas ni los municipios pueden vender sus
productos principales o fundamentales (tabaco, café, cítrico orgánico) en los
mercados locales. Solo está autorizado a que se venda a la empresa de Acopio
Nacional. En tercer lugar, en el caso de las UBPC no pueden vender el excedente
del autoconsumo libremente.
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La entrega de tierra es un incentivo material importante cuya implementación ha
sido muy bien acogida por los productores. El éxito de su implementación radica
ya no sólo en la demanda de tierras por parte de los campesinos, sino también en
que realmente, la descentralización relativa de las decisiones de producción, así
como de la comercialización da mayor posibilidad para la realización del sentido
de dueño (usufructuario) de los productores.
La subsidiación estatal de los recursos, insumos, y de la alimentación, así como la
gratuidad de servicios básicos como la educación y la salud, son incentivos
materiales que aun se mantienen a pesar de la crisis. Sin embargo, gradualmente
se observa que se va estrechando la relación entre los productores y
consumidores en las localidades, debido a factores como el auge del mercado
libre y los contratos entre las entidades en las localidades. Un ejemplo de esto es
como las localidades para incentivar la venta de productos dentro de la localidad,
bajan los impuestos a pagar, o le paga al productor el costo de transportación y
embalaje de los productos, en caso que este decida llevar su mercancía por sus
medios.
Todo parece indicar que en la consecución de esos incentivos materiales la
gobernabilidad local está jugando mayor rol. Y esta tendencia se perfila en los
lineamientos que recientemente aprobó el VI Congreso del Partido Comunista de
Cuba.
Incentivos materiales y monetarios como los créditos, anticipos, seguros,
impuestos e inversiones, requiere de mayor atención, pues se observó que los
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productores no identifican plenamente como incentivos. Si cabe decir, que estos
incentivos están adquiriendo un carácter más local, y menos centralizado.
El sistema de incentivación en las CCS y UBPC contempla en no menos medidas
incentivos sociales, morales o espirituales. Y puede decirse que estos han
aumentado, en primer lugar, porque los incentivos materiales, también implica un
reconocimiento moral al trabajo agrícola, y al desempeño productivo, económico,
y social, de los productores individuales, y de las entidades cooperativas en su
conjunto. Téngase en cuenta aspecto como los sistemas de estimulación en las
propias cooperativas donde la capacidad de compra depende no solo de los
resultados productivos, sino también de otros parámetros como la participación del
productor en actividades de capacitación, actividades sociales, y aporte voluntario
al consumo social.
Los sistemas de premiación y reconocimiento social que otorga la ANAP, el
Programa de la Agricultura Urbana, así como la Central de Trabajadores de Cuba
(CTC), son poderosos incentivos morales, que, a pesar de su alto grado de
selectividad, los productores tienen motivación por los mismos. Estos sistemas de
premios y reconocimientos morales elevan la autoestima de los productores dentro
de sus colectivos y comunidades.
Resumiendo, el análisis de la implementación de los incentivos para los
productores de las CCS y UBPC en las tres provincias, posibilita constatar la
existencia de diversos incentivos: materiales y espirituales, dentro del mercado y
fuera del mercado, monetarios y no monetarios, dados por el estado o por los
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proyectos locales, donde participan organizaciones civiles.
5.3. La equidad de incentivos para los productores agropecuarios en Cuba
Aunque en esta investigación no se comparó la situación de los incentivos en la
industria y en la agricultura, se pueden deducir un conjunto de elementos que
permiten decir que el nuevo sistema de incentivación se encamina a la superación
de sesgo entre ambas esferas económicas en materia de incentivos. Por ejemplo,
en Cuba en sectores como el turismo u otras esferas, a los trabajadores se les
paga una bonificación en divisa. Como se vio las CCS y la UBPC tuvieron la
posibilidad de obtener capacidad de compra por concepto de bonos equivalentes
en divisas. La diferencia es que en la agricultura el productor no recibe la divisa
“real”, sino la capacidad de compra en productos cuyo precio es en divisa.
También se observa que las diferencias entre la agricultura y otros sectores en
cuanto a los incentivos del mercado van desapareciendo. Considérese que antes
de la reforma, por mucho tiempo no existió mercado libre ni para los productores
agrícolas ni para otros productores, debido sobre todo, a que el gobierno
centralizaba el mercado, y prácticamente no existía el trabajo privado.
El salario medio nacional en Cuba esta entre 270 y 300 pesos. Los productores de
las CCS ganan de 4 a 5 salarios mínimos, y los de las UBPC. Los ingresos de los
productores de las CCS sobrepasan los mil pesos cubanos. Los ingresos de los
productores de las UBPC oscilan entre 2 y 3 salarios mínimos. Si se comparan
esos ingresos con los de los nuevos trabajadores por cuenta propia (trabajo
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privado no estatal), quizás podría mantenerse el criterio de que, por lo menos, las
diferencias no son abismales, y, por otro lado, existe para todos los productores la
posibilidad de aumentar los ingresos. Esta posibilidad se desprende del énfasis
que en la política actual se le está otorgando al principio de “a cada cual según su
trabajo”, y al pago según el área de producción o servicio, y sus resultados. El VI
Congreso del PCC ratificó este principio, valido para todos los sectores.
Son equitativas las oportunidades que tienen las CCS y las UBPC para acceder a
los incentivos tradicionales y nuevos. Sin embargo, existen diferencias dadas
lógicamente por las características estructurales y funcionales que manifiestan.
El acceso a recursos por concepto de capacidad de compra y bonificación, así
como la posibilidad de elevar los ingresos a partir de las ventas en los diferentes
canales de comercialización, es equitativo para ambas formas. La diferencia
estriba en que los miembros de las CCS poseen mayor autonomía para realizar
estas operaciones. Los miembros de las UBPC no tienen autonomía para eso ni
respecto a la Administración ni respecto a la Empresa a la que se subordinan.
Obviamente las formas de obtención de los ingresos varían. Los productores de
las UBPC tienen salario fijo y pensión del estado. No es así para los miembros de
las CCS, donde los ingresos son individuales y la cooperativa es la que garantiza
la pensión, según el aporte de cada productor. Pero esto no atenta contra la
equidad de estos incentivos, pues ambos tipos de productores tienen hoy en día
las mismas posibilidades de elevar sus ingresos en correspondencia con su
desempeño productivo y económico.
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No caben dudas, que las dos formas tienen igual acceso gratuito a los servicios
básicos de salud, educación, a los subsidios en materia de recursos, y alimentos,
al pago de los servicios ambientales, así como a los proyectos, y sistemas de
premios y reconocimientos sociales. Las diferencias más bien dependen del modo
en que las gobernabilidades locales, las propias cooperativas, y los propios
productores, aprovechan las oportunidades para satisfacer todas estas demandas.
Como se vio en la investigación existen diferencias en la incentivación de los
cultivos. Para los cultivos de exportación (café, tabaco, y cítricos) existe más
seguridad de asignación de recursos (fertilizantes, plaguicidas, medios de control
biológico de plagas, y combustibles), y los precios a pagar al productor son más
altos. Pero esa diferencia se compensa con la posibilidad que tuvieron las CCS y
las UBPC de diversificar sus producciones, obtener capacidad de compra
(bonificación), acceder a múltiples canales de comercialización, y elevar sus
ingresos por la venta de sus producciones.
Uno de los problemas que más se discute en el mundo en materia de incentivos
para los productores es el llamado “dilema de los precios” o “ironía de los precios”.
Este problema de inequidad se expresa en que se estipulan precios altos para los
productores y precios bajos para los consumidores urbanos, y también precios
altos de los recursos que necesitan el productor y precios bajos de sus
producciones. Esta ironía funcionó en Cuba durante todo el periodo de economía
socialista altamente centralizada, pero a partir del 1993, este dilema ha ido
disminuyendo, en la medida de ampliación del mercado libre y la descentralización
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del mercado en general. Las CCS y las UBPC negocian determinados precios con
el Estado, ya no solo con Acopio, sino también con otros mercados estatales como
los Mercados Agropecuarios Estatales (MAE), a precios topados, es decir, un poco
más alto que en el mercado de Acopio, y más bajo que en el mercado libre. El
acceso al mercado libre posibilita reducir el dilema de los precios.
5.4. Incentivos beneficiosos para los campesinos y la recampesinización
Las valoraciones positivas que dieron los productores a la implementación de los
diferentes incentivos demuestran que estos están respondiendo positivamente a
los mismos, y que tales incentivos están en sintonía con sus expectativas.
Lo dicho vale sobre todo para la posibilidad que existe de ampliar las tierras. Esa
posibilidad fue muy bien recepcionada por los productores de las CCS y las
UBPC, pero su implementación está limitada por las posibilidades locales. En
Guantánamo se observó que hay más limitaciones por la geología montañosa, y
en Sancti Spiritu se manifestó con fuerza el problema del déficit de la fuerza de
trabajo.
Los resultados referentes a las valoraciones sobre la capacidad de compra, los
precios, y los diferentes canales de comercialización, indican que los agricultores
de las CCS y UBPC, abogan por estos incentivos, y, por otra parte, solicitan el
mejoramiento en el surtido de productos a comprar, mayor flexibilidad para
manejar la capacidad de compra, mejor funcionamiento de las tiendas
municipales, y mayor margen de participación en los mercados dentro y fuera de
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las localidades. Es decir, que las valoraciones de regular más bien se refieren no
a los incentivos mismos, sino a su implementación local.
La multiplicación de los canales de acceso a premios y reconocimientos que se
abrieron con los proyectos, y las iniciativas de las propias cooperativas, es muy
bien recepcionada por los agricultores de las CCS y la UBPC, sobre todo, porque
inciden en la elevación de su autoestima.
En las CCS y UBPC donde se realizó el estudio se observa un mejoramiento de la
situación de la fuerza de trabajo. Claro, las CCS tienen ventaja en este punto.
Pero si tomamos en cuenta la posibilidad de acceder a tierras, así como la
posibilidad que tienen ambas entidades de contratar la fuerza de trabajo que
necesiten, y también que los ingresos han aumentado, eso significa condiciones
que favorecen el aumento de la fuerza laborar en la agricultura, y, por ende
también, la recampesinización.
Por último, si nos ubicamos en que los productores, incluso también los de las
UBPC, tienen posibilidad de autonomía de gestión productiva en áreas de
autoconsumo, eso incentiva la potenciación del conocimiento local y ancestral
campesino. Lo que se vio en Pinar del Río, donde existe un movimiento de
agricultores fitomejoradores de semillas, manifiesta esta posibilidad. Considérese
también que el fomento del saber campesino se propicia entre los agricultores
involucrados en el Movimiento Agroecológico de Campesino a Campesino de la
ANAP y el Programa de la Agricultura Urbana y Periurbana.
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5.5. Incentivos para la agricultura sostenible
Existe en las provincias, municipios, CCS y UBPC un clima institucional que
incentiva la adopción de prácticas de agricultura sostenible, basadas en el enfoque
agroecológico, en el uso de los recursos locales (insumos, variedades, y saberes).
Aspecto de ese clima institucional es el conjunto de decretos que rigen la actividad
de las CCS y UBPC de una u otra forma solicitan el uso sostenible de los suelos y
la conservación de los bosques. Este es el caso de la Estrategia Ambiental
Nacional que pauta las directrices de la agricultura sostenible para todo el país.
El decreto 142-1993 de entrega de tierras en usufructo de los colectivos de
trabajadores de las empresas (es decir, las UBPC) y el decreto 259-2008 sobre
entrega en usufructo de tierras ociosas, colocan el uso sostenible de las tierras
como una condición para su otorgamiento. Y no se puede perder de vista que
esos decretos favorecen la responsabilidad individual y familiar de las tierras, lo
cual es un incentivo importante para la adopción de prácticas agroecológicas.
La Instrucción del Banco Nacional sobre el pago por servicios ambientales de
conservación de suelos y forestación indica como parte del presupuesto del
Estado está dedicado a incentivar financieramente a los productores que prestan
esos servicios ambientales. En ese clima institucional que incentiva la adopción de
práctica de agricultura sostenible se incluye los contratos de los proyectos, que,
como se vio, se orientan al fomento de la agricultura sostenible.
Pero todo ese clima refrendado legalmente tiene su materialización local. Se
observa que los productores, tanto de las CCS y las UBPC participan en
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programas y proyectos ejemplares de agricultura sostenible. Es el caso de los
productores de las CCS que participan en el Movimiento Agroecológico de
Campesino a Campesino de la ANAP y los productores, tanto de las CCS como de
las UBPC vinculados al Programa Nacional de la Agricultura Urbana, y al
Programa de Producción Orgánica. Los campesinos de las CCS se catalogan de
promotores, y sus fincas se toman como escenarios de capacitación. En las tres
UBPC existe un responsable especialista encargado de coordinar el programa
agroecológico.
El sistema de premios y reconocimientos a los cuales tienen acceso las CCS y las
UBPC incentivo las innovaciones de agricultura sostenible en las localidades. Se
destacan en tal sentido, los que se otorgan por ser trabajador agroecológico.
Obviamente, la necesidad de sustituir prácticas basadas en insumos externos e
importados por prácticas basadas en insumos locales, constituye parte de ese
clima institucional que incentiva la adopción de la agricultura sostenible.
Esto se vio claramente en el análisis del incentivo “recurso”. La capacidad de
compra depende de lo que se produzca no solo en las áreas de cultivos
principales, sino también en las áreas de autoconsumo, donde el excedente puede
venderse en los canales de comercialización. Y resulta que precisamente es en
las áreas de autoconsumo donde más se requiere y se obliga la apelación a
prácticas agroecológicas.
Del análisis del incentivo “ingresos” se deduce que mientras más es diversificada
la producción, más oportunidad tiene el productor de llevar más productos al
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mercado y participar en los múltiples canales de comercialización que existen.
Los testimonios de los productores sobre el incentivo de “sostenibilidad
agroecológica” indican que los productores tienen motivaciones diferentes y
específicas con respecto a cada una de las prácticas. Vale destacar aquí no solo
la cuestión del déficit de recursos, sino también la expectativa de la salud, la
necesidad de mejorar y conservar los suelos, la conservación de la tradición
campesina familiar ancestral, el vínculo con los centros de investigación, los
proyectos, y el aumento del autoconsumo.
No obstante, los productores agroecológicos envían mensajes importantes para
mejorar la incentivación de la agricultura sostenible. Un primer mensaje consiste
en la necesidad de un mejor acceso a los fertilizantes orgánicos y los medios
biológicos, y otros recursos. Un segundo mensaje tiene que ver con los precios
diferenciados en los mercados para los productos agroecológicos debidos a que
demandan mayor esfuerzo, y también son de mejor calidad.
5.6. La incentivación de los productores agropecuarios en Cuba: conquistas
y desafíos
De esta investigación se deduce que la implementación de los incentivos que la
nueva política de desarrollo agropecuario en Cuba estableció a partir del 1993 fue
gradualmente positiva en las 3 CCS y 3 UBPC donde se realizaron los estudios de
casos. Los decretos sobre tierra, precios, y comercialización han ido respondiendo
más y más a las expectativas de los productores, y han incidido positivamente en
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el aumento de su autonomía, la diversificación de los cultivos, el autoconsumo, los
ingresos, su reconocimiento social, y autoestima. La garantía de servicios básicos,
a pesar de la crisis, fue un incentivo que se mantuvo.
La incentivación a la agricultura sostenible resulta también un elemento nuevo que
se introduce en el sistema de incentivación nacional, y, por lo tanto, representa
una conquista nueva. Como ya se dijo, a partir de la adopción de prácticas
agroecológicas se cumplen demandas, ya no solo económicas, sino también
ambientales y relacionadas con la protección de los recursos usufructuarios.
En la implementación de cada uno de los incentivos se patentan tensiones entre el
déficit de recursos y su demanda. Esto es lógico dada la situación de crisis en que
se encuentra el país. De ahí, que se observen limitaciones en cuanto al suministro
de recursos como el combustible, los fertilizantes químicos, los biofertilizantes, los
plaguicidas, los medios de control biológico de plagas, las maquinarias, medios de
transporte, los materiales para reparar y construir viviendas, y las infraestructura
para la recreación.
Otra tensión importante es entre el plan y el mercado. Por un lado, como se vio las
relaciones de mercado están en auge, pero el plan estatal centralizado tiene aun
hegemonía. La capacidad de compra en cuanto a que condiciona la compra a una
relación monetaria (aunque no directa), lleva consigo la asignación estatal.
Todavía no existe en Cuba un mercado local y liberado de insumos agropecuarios.
El Estado sigue siendo el principal proveedor de recursos para los productores. Si
bien hay más descentralización en el mercado, los planes de producción (sobre
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todo para las UBPC) responden en lo fundamental al plan estatal. Incluso, de una
forma u de otra el mayor % de ventas hay que hacerla al Estado. En el caso de las
CCS esto se realiza mediante una relación contractual, y en el caso de las UBPC
es una relación de obligatoriedad. Si bien el pago de los servicios ambientales es
una relación mercantil, se trata de una relación mercantil a partir del uso del
presupuesto estatal, y, por lo tanto, no hay negociación, sino asignación del pago
según los estipula la ley. La posibilidad de mejorar los servicios básicos se
mantiene dentro de la centralización estatal. El mercado libre tiene poca influencia
en este asunto.
En los marcos de esta tensión entre el plan y mercado se incluye la tensión entre
la gobernabilidad central y la gobernabilidad local. No es menos cierto, que las
gobernabilidades locales, a través de sus delegaciones municipales del MINAG,
tienen más atribuciones que antes. Sin embargo, el gobierno central continúa
centralizando un conjunto de decisiones que limitan las potencialidades de los
gobiernos locales. Este es el caso, por ejemplo, y como ya se dijo, de las
restricciones a la venta de productos como el café y el tabaco, así como las
obligaciones que tienen las UBPC de vender el 70 % de su producción planificada
y todo el excedente del autoconsumo a la empresa Acopio.
Por último, una tercera tensión que interviene en la implementación de los
incentivos es entre las prácticas agrícolas convencionales y las prácticas agrícolas
no convencionales (agroecológicas). De la investigación se deduce que las
prácticas convencionales gozan de incentivos como, por ejemplo, la obligatoriedad
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y subsidiación de los fertilizantes y plaguicidas químicos, los paquetes
tecnológicos que se facilitan a las CCS fortalecidas, los premios condicionados a
los altos rendimientos de cultivos por separado, su presencia en los sistemas de
extensión y capacitación para los agricultores, y, también, la mentalidad
cortoplacista y de Revolución verde entre los agricultores y funcionarios, y la visión
coyunturista que aun subsiste entre estos acerca del uso de prácticas no
convencionales.
5.7. Recomendaciones del estudio
Atendiendo a la necesidad de mejorar el sistema de incentivación a los
productores agropecuarios en Cuba, a partir de aliviar estas tres tensiones que
incidieron en la implementación de los incentivos en las CCS y UBPC de las tres
provincias, se recomienda:
.1 Estudiar el comportamiento de los incentivos también en las CPA, en las
empresas agropecuarias estatales en los territorios, tomando como referencia
fundamental los criterios de los productores.
.2 Ampliar los intercambios de experiencias locales sobre los incentivos para
los productores agropecuarios.
.3 Proyectar políticas específicas o diferenciadas de incentivos, que
contemplen sistemáticamente su monitoreo y evaluación participativa. Por
ejemplo, políticas de incentivos para la agricultura sostenible que articulen
diferentes incentivos en correspondencia con las potencialidades locales
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.4 Potenciar la calidad ecológica de las producciones como incentivo,
atendiendo a las demandas internacionales con relación al cambio climático,
firmadas y ratificadas por Cuba.
.5 Aumentar el papel del mercado, los gobiernos locales, las ONGs y las
cooperativas en la estipulación de incentivos para los productores.
.6 Buscar vías para que los consumidores ofrezcan incentivos a los
productores, como las iniciativas de consumo responsable implementadas en
otros países.
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