Manuel Delgado

La importancia del método históricoen la elaboración de las categorías económicas

Sumary: In their works on economics KarlMarx and Friedrich Engels stress the idea thatthe scientific abstractions emerge from abstractforms 01 social activity. This thought allows anapproach to the concept 01 irrationality in theirphilosophy.

Sumario: En sus escritos económicos, CarlosMarxy Federico Engels ponen de relieve que lasabstracciones científicas tienen su origen en abs-tracciones reales creadas por la actividad social.Ellopermite un acercamiento al concepto de loirracionalen sufilosofía.

En la reseña a la Contribución a la critica de laeconomíapolítica, Engels señala que "la crítica delaeconomía política podía acometerse de dos mo-dos:el histórico o el lógico... La historia se desa-rrolla con frecuencia a saltos y en zigzags, y ha-bríaque seguirla así en toda su trayectoria... Por lotanto,el único método indicado era el lógico"}

Zeleny, al referirse a esa reseña de Engels, ex-traela conclusión de que este no se refiere al obje-to de estudio. "Cuando ... Engels habla de la posi-bilidad de realizar de dos modos la crítica de laeconomía política, histórica y lógicamente, estápensandoen la crítica de la literatura económica'?

Pero todo pareciera indicar que Zeleny noaciertaen este respecto. Efectivamente, Engels serefiere a este doble método, en su contexto inme-diato, a la literatura económica, pero el contextoimplícito tiene como contenido la historia econó-micareal, la historia de las relaciones económicas.

Citemos a Engels en extenso: "Como en la his-toria, al igual que en su reflejo literario, las cosas

se desarrollan también, a grandes rasgos, desde lomás simple hasta lo más complejo, el desarrollohistórico de la literatura sobre economía políticabrinda un hilo natural de engarce para la crítica,pues, en términos generales, las categorías econó-micas aparecerían aquí por el mismo orden que ensu desarrollo lógico". 3

Con este método, explica Engels, "partimossiempre de la relación primera y más simple queexiste históricamente, de hecho; por tanto, de laprimera relación económica con que nos encontra-mos. Luego, procedemos a analizarla. Y en el solohecho de tratarse de una relación, va implícito quetiene dos lados que se relacionan entre sí. Cadauno de estos dos lados se estudia separadamente,de donde luego se desprende su relación recíprocay su interacción. Nos encontramos con contradic-ciones, que reclaman una solución. Pero comoaquí no seguimos un proceso discursivo abstracto,que se desarrolla exclusivamente en nuestras ca-bezas, sino una sucesión real de hechos, ocurridosreal y efectivamente en algún tiempo o que siguenocurriendo todavía, estas contradicciones se ha-brían planeado también en la práctica y en ella ha-brían encontrado también, probablemente, su solu-ción. Y si estudiamos el carácter de esta solución,veremos que se logra creando una nueva relación,cuyos dos lados contrapuestos tendremos que de-sarrollar ahora, y así sucesivamente".'

Dicho en otras palabras, partimos del desarro-llo histórico real, luego transportado al campo ló-gico, donde aparecerá bajo un orden que corres-ponde a las formas del desarrollo lógico. Este, se-gún se desprende del texto, es la forma real de de-sarrollo reflejada en la cabeza del hombre.

Rev. Filosofla Univ. Costa Rica, XXXIII (81), 205-211,1995

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Debe hacerse, en este punto, una aclaración.Engels ha venido hablando del método lógico co-mo una forma particular de investigación de losfenómenos económicos. Es decir, se trata de dosformas de investigación de un mismo objeto, elcual es tratado desde dos perspectivas diferentes,que Grusin, tal como fue citado y criticado porZeleny, denominó "objeto devenido" y "devenirdel objeto". Bajo esta forma, se trata de dos proce-sos lógicos unidos por un mismo objeto de estudioy, por tanto, interrelacionados, pero al mismotiempo autónomos y perfectamente distinguiblesuno del otro. Ello se evidencia cuando Engels se-ñala que, en la Contribución a la crítica de la eco-nomía política, Marx escogió el método lógico,pero no menciona de manera expresa que dichaobra u otra cualquiera sea resultado de una interre-lación, unión o combinación de los métodos. Has-ta aquí, Engels ha expresado solamente que el ré-gimen social de producción capitalista (o, paradarle crédito a Zeleny, la ciencia de la economíapolítica) podía ser analizado por uno de dos cami-nos: o su desarrollo histórico, siguiendo sus saltos,zigzags y elementos intervinientes, o por medio dela abstracción lógica, que descubre su estructuraconceptual pero hace abstracción de los elemen-tos no esenciales de su desarrollo. Es decir, o ha-blamos del desarrollo del objeto o bien nos cen-tramos en ese objeto en su forma ya desarrollada.Desde este punto de vista tiene razón Kredov, alconsiderar que esa distinción entre los dos méto-dos conduce a la consideración de dos cienciasseparadas.'

Pero este mismo escrito de Engels y muchosotros momentos de su obra permiten considerarque la división del análisis científico en dos méto-dos no es absoluta; más aún, que la aprehensiónverdadera del objeto por el pensamiento es un re-sultante de una combinación particular de los dos.En ese mismo trabajo, Engels afirma, por ejemplo,que Marx desarrolló la concepción materialista "ala luz de un único ejemplo histórico", y añade queesa labor había exigido "largos años de estudiotranquilo, pues es evidente que aquí con simplesfrases no se resuelve nada, que sólo la existenciade una masa de materiales históricos, críticamentecribados y totalmente dominados, puede capaci-tarnos para la solución de este problema".

Zeleny señala que el análisis marxista "se mue-ve simultáneamente en dos planos, el plano del de-sarrollo lógico ... y el plano del desarrollo históricoreal". El checo afirma que el desarrollo teórico es

derivado del histórico, en el sentido de que no esuna construcción apriorística sino que refleja la vi-da material.

"Al caracterizar el análisis marxiano se suelesubrayar que el desarrollo teórico de Marx tocaconstantemente la realidad histórica factual", seña-la, y anota que todo "está penetrado por esta cons-tante oscilación entre el desarrollo dialéctico abs-tracto y la concreta y sensible realidad histórica".'Pero para Zeleny las referencias a "la realidad his-tórica factual" presuponen ya la existencia de unainterpretación ideal de ese desarrollo histórico, a laluz de la cual aquella es explicada. Tal interpreta-ción es denominada por Zenely "refiguración cien-tífica de las relaciones capitalistas históricamentereales". Según ella, nos asomamos a la historia conuna concepción previamente establecida, a la luzde la cual y sólo por medio de ella podemos inter-pretar el cúmulo de datos fácticos de esa historia,los cuales, sin tal concepción previa, carecerían desentido. Por ello las referencias históricas tienen, ajuicio de Zeleny, dos sentidos en El Capital: sonejemplos de las leyes teóricas previamente explica-das y, por tanto, señalan un paso de 10 general ouniversal a lo particular; segundo, son presupues-tos comprobables, inductivamente tratados. Enningún caso hay una inversa, desde la historia has-ta la lógica. Si bien las comparaciones que realizaentre Marx y Ricardo dicen a favor del primero dela búsqueda del desarrollo del objeto económico(es decir, analizar el objeto como uno en devenir),este análisis sigue siendo exclusivamente lógico.Es la lógica misma, autónomamente, la que nospermite ver el objeto en movimiento.

Pero la interrelación de los dos métodos tienetodavía una arista más, que determina gran partedel análisis genérico-estructural de Marx, y queconsiste en el tratamiento de las categorías econó-micas precisamente con el mismo grado de histo-ricidad. La cuestión que salta es la siguiente: his-toria real y pensamiento son dos categorías efecti-vamente diferenciables; también son diferencia-bles las ciencias de la lógica y de la historia, cadauna de ellas como refiguraciones mentales debida-mente estructuradas. La cuestión es determinarhasta dónde las categorías lógicas gozan de auto-nomía respecto de la historia real y hasta dóndeellas permiten conocer la historia real, si es que escierto, como afirma Zeleny, que la historia solopuede conocerse como refiguración mental solo sipreviamente se aplica un método lógico dominadoy conocido.

MARXISMO Y METODO HISTORICO

Dicho así, en una forma tan abstracta, el pro-blemapareciera ser puramente escolástico. Peroen él estriba uno de los más importantes proble-masde la economía. Si las categorías económicassolopueden ser conocidas en el desarrollo históri-co y este, a su vez, solo puede ser concebido des-de una concepción acabada de la historia, desdeunalógica histórica, ¿de dónde le viene a esta ló-gica su carácter de verdad? Si la historia, y laciencia económica, como una modalidad de lacienciahistórica, solo pueden ser entendidas desdeel punto de vista del todo, como movimiento deltodo y, por tanto, como concepción acabada deesetodo, en el que cada caso particular es una ex-plicaciónde la ley universal (es decir, propiamen-teun caso particular), ¿de dónde recibe esta lógicasucarácter de verdad?

El problema es crucial en la determinación delaesencia del valor y, por tanto, en el análisis crí-ticode cualquier teoría del valor.

Maurice Dobb analiza este problema en suobraEconomía política y capitalismo.' Dobb se-ñalaque es relativamente sencillo armar una teo-ría del valor siempre que la misma permita darcuenta de un conjunto de fenómenos y tener lavirtud de arrojar algunas predicciones relaciona-das con el mundo real. Estas teorías actúan como"sistemas cerrados", o sea, "un conjunto de ver-dades que se refieren al resto por medio de unplan sistemático y uniforme de relaciones", segúnpalabras de Whitehead citadas por Dobb. La difi-cultad surge en la medida en que ese sistema ganaen generalidad, es decir, cuanto mayor sea el nú-mero de factores que deban guardar las mismasrelaciones en un mayor tiempo. El problema sur-gió para la economía política con los factoresconstantes determinantes del valor. Las relacionesprincipales de la ciencia económica son cuantita-tivas, pero"un principio del valor que sólo expre-se éste en términos de cualquier otro valor parti-cular es inadecuado: las constantes determinantesdeben expresar una relacián de cantidad que nosea ella misma un valor" (subrayado por Dobb).Es decir, un sistema sólido de valor debe estar re-ferido a un elemento que se halle fuera del "siste-ma", en el sentido de que debe ser determinantede los demás factores, pero no determinado poreste o por algún factor suyo. La demanda parece-ría, a simple vista, ser un imposible; es decir, elproblema lógico planteado de encontrar un ele-mento absoluto (determinante pero no determina-do) parecería no tener solución.

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En la búsqueda de este elemento se basa ladoctrina de Marx y, para lograrlo, desechó la teo-ría de los costes de producción como base del va-lor, pues ella dejaba sin explicar precisamente di-chos costes.

Para determinar el valor de la mercancía Marxdebe reducir la relación de dos mercancías a unatercera cosa distinta de ellas: a trabajo abstracto.Pero lo particular de esa tercera cosa, que tieneuna existencia real y no inventada (y, por tanto, unproducto material y no ideal) es que la misma eshija de la historia, es un producto histórico. A pro-pósito de Franklin, Marx afirma que el descubri-miento del valor-trabajo y su identificación con eltrabajo abstracto se dieron, aunque en forma em-brionaria, en los Estados Unidos cuando ya en estepaís el trabajo abstracto era una categoría socialcorriente, cuando el trabajo se había separado desus determinaciones concretas."

En otro momento", Marx afirma que el trabajoconsiderado en su forma abstracta es una categoría"muy antigua", pero que en la economía política"es tan moderna como las relaciones" que le danorigen. Según explica Marx, "la indiferencia fren-te a un género determinado de trabajo supone unatotalidad muy desarrollada de géneros reales detrabajo, ninguno de los cuales predomina sobre losdemás". El trabajo abstracto, que es la negaciónde los trabajos concretos, productores de bienes deuso, solo puede nacer allí donde los trabajos útilesse han separado como privados y especializados yse relacionan como trabajos sociales solo a travésdel mercado. El trabajo abstracto, negación del ca-rácter concreto del trabajo, es una obra materialdel régimen basado en la producción de mercan-cías. "Así, las abstracciones más generales surgenúnicamente allí donde existe el desarrollo concre-to más rico, donde un elemento aparece como co-mún a muchos, como común a todos los elemen-tos. Entonces deja de ser pensando solamente enuna forma particular" .10

Pero este" trabajo en general", que es una abs-tracción de la mente, tiene un carácter radicalmen-te diferente de la abstracción de reducir un cuerpoa su fórmula química y mucho más diferente aúnque la descomposición de los polígonos en trián-gules." En este, la forma matemática polígono re-presenta su área en entidades ideales triángulos.La abstracción no ha pasado de ser un ejercicioideal. En el primero, el ejercicio es asimismoideal, pero representa una descomposición real.En el caso de la economía política la abstracción

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sigue siendo ideal, pero solo como reflejo de unaabstracción real, de un abstracto real que es unarelación social históricamente determinada. La pe-culiaridad de la ciencia económica es que trabajacon categorías que ya sufrieron un proceso socialde abstracción. Son las formas tergiversadas queaparecen en la sociedad antes que en la cabeza delos hombres. "Esta reducción (la de los trabajosconcretos en un trabajo general abstracto) aparececomo una abstracción, pero es una abstracción quese lleva a cabo a diario en el proceso de produc-ción social", afirma Marx."

La dialéctica de valor de uso y valor en la for-ma simple de valor es en este sentido esclarecedo-ra. El valor no se descubre en la misma mercancía,pero ese valor no sólo se expresa en el cambiomaterial. Más aún, no requiere del cambio mate-rial para expresarse. Basta con que la mercancía serelacione con las demás mercancías y con el mer-cado de una manera ideal, en la forma precio, paraque su valor oculto salte adelante. La posibilidad,no la realidad, de la mediación del valor provienede una relación histórica y sólo de ella. Esa posi-bilidad tiene una existencia anterior a la vida ma-terial de la mercancía. Ella, como cosa concreta,es mercancía sólo porque participa de este abstrac-to social. 13

El surgimiento de esas formas abstractas noimplica su reflejo inmediato en la cabeza de loshombres. Por lo general, la realidad se refleja en lamente bajo una forma metamorfoseada, precisa-mente no como formas esenciales, sino como re-flejo de cosas materiales, como fenómenos. El re-flejo es, primero, un reflejo fenoménico y sólo enun segundo momento como concreto idealizado.Esta idealización inversa es la que produce losmisterios de la economía.

El surgimiento del valor no es, pues, posteriora la existencia del capitalismo, ni es solo una abs-tracción mental. Ella es anterior a él, es uno de suspresupuestos. El que esta abstracción tenga quemediarse hasta devenir forma apariencial de pre-cio, salario, renta, etc., no le quita a su realidad,solo señala el camino de su verdadero desarrollo,el cual es recogido en su forma ideal por la econo-mía política. En este movimiento reside todo elmisterio de la teoría del valor.

En los Grundrisse Marx insiste reiteradamenteen esta característica de las formas económicas."En teoría, afirma, la noción de valor precede a lade capital, aunque implique, para desarrollarse entoda su pureza, el modo de producción basado en

el capital. Pero lo mismo ocurre en la práctica. Es,pues, inevitable que los economistas considerenalgunas veces que el capital es fuente y creador devalores, y otras, que los valores son anteriores a laformación del capital"."

En su trabajo Complemento y adición a "El ca-pital':", Engels hace varios señalamientos de granimportancia acerca de este terna. El parte de la yaconocida contradicción aparente entre la teoría delvalor (o la determinación del valor) y la cuota ge-neral de ganancia. Su análisis comienza por unacrítica al economista italiano Loria, según el cual"el valor no es más que la proporción en que unamercancía se cambia por otra" y "la mera idea deun valor constituye un absurdo, un contrasenti-do"." El valor resulta, según esa teoría, algo for-tuito, y es igual al precio.

También aborda las tesis de Conrad Schmidt,quien "considera (la ley del valor) como una hipó-tesis científica establecida para explicar el procesomaterial de cambio", una "ficción ...teóricamentenecesaria". Engels replica que la ley del valor tie-ne una importancia mucho mayor que la de una"simple hipótesis y mucho más, desde luego, queuna ficción, por necesaria que ella sea"."

Posteriormente analiza las opiniones de WemerSonbart, quien señala que "el valor es un hecho ló-gico, conceptual", "es la expresión económica delhecho de la fuerza social productiva del trabajo","preside los fenómenos económicos","es la formaespecífica e histórica del trabajo que en última ins-tancia domina los fenómenos económicos". Engelsconsidera que el valor es un hecho conceptual, pe-ro solo en tanto expresión de la fuerza real pro-ductiva, del trabajo real. En eso consiste el aciertode este autor. Pero luego señala su limitación."Tanto Sonbart como Schmidt, dice más adelante,no tienen en cuenta que no estamos sólo ante unproceso puramente lógico, sino ante un procesohistórico y ante el reflejo especulativo de este pro,ceso en el pensamiento, ante las consecuencias 1Ó'gicas de su concatenación interna" .11

A continuación, Engels nos brinda una claveesencial para entender este problema y nos remiteal Tomo m, capítulo X, del El Capital. Allí Marxenfrenta el gran problema de la conversión de lacategoría valor en categoría precio a través de unatercera categoría, la de cuota media de gananciaSi todas las mercancías se venden por su valor,noregiría en la sociedad una cuota de ganancia igualpara capitales de diferente composición orgánica;La cuota de plusvalía, más alta relativamente en

MARXISMO Y METOOO HISTORICO

aquellos que trabajan con capitales variables rela-tivamente más altos (más baja composición orgá-nica), se reflejaría entonces en una cuota de ga-nancia mayor que en el resto de los capitales, locual, evidentemente, no sólo no ocurre sino quesería un contrasentido económico.

Pero hasta aquí nos movemos en un plano pu-ramente lógico, aunque en apariencia (y solo enapariencia) estamos recurriendo a la sociedad. Ladebilidad de esta explicación es que recurre a losdatos empíricos de la sociedad que precisamentedeben ser explicados. La explicación de Loria (yla de todos aquellos que utilizan métodos cuantita-tivos para determinar el valor) resulta precisamen-te de ello: cuando la determinabilidad resulta tansólo de una relación externa, de una media cuanti-tativa, la explicación se vuelve una tautología: Avale lo que B solo porque A es intercambiada ointercambiable por B. Pero ello no es explicaciónninguna. La explicación sólo puede surgir, comoya hemos visto, de esa relación con un tercero. Pe-ro esta misma explicación es solo formal, es decir,"puramente lógica" o, más aún, una "ficción nece-saria", el "prius teórico" o el "sistema cerrado", deque habla Dobb. En esencia, este problema cons-tituye un círculo vicioso y carece de una explica-ción lógica dentro de un sistema empírico ocuantitativo.

Pero he aquí que Marx rompe el círculo y noslleva a considerar otro lado del problema. La so-lución a esta contradicción reside en que la eco-nomía política no trata de cosas, sino de relacio-nes, y los que se enfrentan en el mercado no sonmercancías provistas de valor-precio, sino pro-ductos del capital "que reclaman una participa-ción proporcionada a su magnitud en la masa to-tal de plus valía" .19

La sociedad resuelve esta contradicción de lasiguiente manera: cada uno de los capitales recla-ma una cuota de ganancia igual que la media, as-piración que realiza por medio de la adecuaciónde los precios totales. Y como los precios totalesson iguales a la suma de los precios particularesde las mercancías, estos útimos resultan disparesrespecto de sus valores o, por lo menos, no resul-tan necesariamente coincidentes con ellos. Es de-cir, el camino hacia la determinación de los pre-cios nace no del valor, sino en contra de él. El ca-mino lógico socialmente determinado para resol-ver la contradicción parece negar la teoría del va-lor; los precios parecen más una convención, tal ycomo lo expresaba Loria.

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Si el problema se analizara en un sistema enque los obreros fueran dueños de los medios deproducción, la relación entre valores y precios noofrecería ninguna complicación. Las mercancíasse realizarían por medio de precios comercialesque no ofrecen en realidad ningún misterio, comotampoco 10 ofrecerían los precios de producción.Las disparidad se origina en una forma determina-da de realización de los precios de las mercancías,disparidad que se expresa como una contradicciónque, a su vez, encuentra su realización en la nor-mal movilidad de capitales y fuerza de trabajo deuna esfera de la producción a otra. La disparidadaparente, que toma la forma de una disparidad realen la concurrencia, reside en el carácter privado delos productores, que no pueden traducir de manerainmediata sus valores en partes del valor generalsocial. Es ello lo que da origen a las quimeras dela teoría económica.

El cambio de las mercancías por sus valores,explica Marx, está ligado a las diversas etapasde desarrollo del régimen mercantil, pero "esabsolutamente correcto considerar los valoresde las mercancías, no sólo teóricamente, sinohistóricamente, como el prius de los precios deproducción"."

En el citado trabajo, Engels hace un relato his-tórico para señalar que la ley del valor rige todo elperíodo de producción simple de mercancías, queabarca aproximadamente cinco mil años.

Pero a partir del siglo XV, en los albores delcapitalismo, las cosas empezaron a cambiar. Elcorporativismo fue la característica de las prime-ras actividades económicas de gran escala. Lascorporaciones, que tenían un carácter de 10 quehoy podríamos llamar "nacional", asegurabanuna cuota de ganancia igual, generalmente alta yde tipo monopólico, a todos sus miembros indi-viduales. La existencia de cuotas fijas de ganan-cia se compensaba, a la vez, por la concurrenciaentre las corporaciones o a escala internacional.La ganancia y la cuota de ganancia nacen, pues,del comercio, que pagaba los mismos preciosque sus vecinos, en busca de una cuota comúnde ganancia, igual para todos los miembros de lacorporación.

Este proceso entró en ruinas alrededor de1492, con el descubrimiento de América o, mejordicho, con la explotación de nuevos mercadosque coincidieron con este descubrimiento, y elsurgimiento de grandes imperios coloniales, queprodujeron el hundimiento de las corporaciones

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en favor del fortalecimiento de los comerciantesindividuales. Con ello, la nivelación de la cuota deganancia a escala nacional pasó a ser obra de laconcurrencia.

El capital industrial surgió en un contexto quecombina la existencia del comercio minorista in-terno, cuyos precios se fijan con base en el valor,y el comercio mayorista exterior, cuyos precios sefijan con base en la cuota media de ganancia.

En la búsqueda de una ganancia más holgada,que le permitiera vender a menor costo y con ma-yor utilidad, el capital comercial se convierte-encapital industrial. Las formas de aumentar la pro-ductividad ya nos fueron explicadas en el tomo 1de El Capital a propósito del estadio de la plusva-lía relativa.

Por ese desarrollo histórico particular la prácti-ca social concibió como verdaderas las formas demedición a que estaba acostumbrada y que en rea-lidad fueron anteriores al capital, mientras la esen-cia económica ( la ley del valor) quedó relegada yoculta. La economía polftica no podía modificaresta inversión real de la conciencia social; lo úni-co que podía hacer era evidenciar su contingencia,y así 10 hizo.

Pero a los ojos de la economía posterior, aque-llo que estaba oculto siguió siendo una abstracciónexclusivamente mental, una hipótesis, para expli-car 10 que parece ser el movimiento verdadero yque no es otra cosa que la forma apariencial. Elcarácter necesario de esta inversión es precisa-mente su objetividad.

Engels fue el primero en señalar que la granobra de Marx, al igual que la de Hegel, fue ha-berle dado a las categorías económicas esa fun-ción histórica. "Mientras que las ciencias natura-les se convierten en ciencias históricas", la eco-nomía política "ha venido encastillándose hastaaquí en una posición científica tan abstracta y ab-soluta como las matemáticas ... (el autor ha pues-to) fin a esta concepción cerrada de la cienciaeconómica ... No tiene nada de extraño que sea unalemán quien viene ahora a restablecer los fuerosde las relaciones históricas en el campo de laeconomía. "2\

Este análisis nos permite un acercamiento alproblema de la irracionalidad en el pensamien-to marxista. Racionalidad es en Marx sinónimode superación de cada forma racional por supropio desarrollo progresivo. Lo irracional noexiste como forma de universalidad, esencia yregularidad de los fenómenos sociales, pero

surge en determinadas condiciones como for-ma de manifestación de esos procesos, en par-ticular, de la apariencia.

Allí donde la apariencia aparece como nega-ción total de la esencia, de la ley, reviste carácterirracional. Pero ella no es una categoría exclusiva-mente conceptual. Al contrario, es un resultantedel movimiento de la esencia, que termina opo-niéndosele y apareciendo como su contrario, comoun derivado abstracto de la mente, como una apa-riencia. Este mismo problema es el que surge conciertas mercancías que no son producto del trabajoy que, por tanto, no tienen valor aunque sí un pre-cio." Aquí, esencia y apariencia han devenido tandesligadas y opuestas que la segunda es capaz demanifestarse sin su causa u origen. Es el mismofenómeno que ocurre en el ejemplo citado porEngels acerca del surgimiento histórico de la ga-nancia media igual. La forma aparencial aquí ac-túa independientemente, hasta el punto de apare-cer como esencia. La rnistificación de la estruc-tura económica de la sociedad en que domina enrégimen mercantil es un producto de la produc-ción misma, y no resultado de una mala argu-mentación. El absurdo es histórico y social pri-mero, y solo posteriormente es un ente lógico yconceptual; las mistificaciones son producto delmodo de producción, mientras la conciencia indi-vidual solo refleja los movimientos autónomosde ese ser social.

Marx siempre manifestó una gran simpatíapor sus antecesores en la investigación científicaprecisamente porque supo encontrar en sus inten-tos formas del desarrollo del pensamiento, for-mas de historia. Al referirse a los fisi6cratas, porejemplo, señala que "a diferencia de otros arqui-tectos, la ciencia no sólo traza castillos en el aire,sino que presenta también algunos pisos habita-bles del edificio, antes aun de asentar su piedrafundamental"." Pero, por otro lado, realizó unacrítica muy amplia a la economía vulgar, cuya me-todología consistía en elevar a rango científico lasformas sociales de mistificación, en elevar a rangode esencia las formas sociales de mistificación, enelevar a rango de esencia las formas aparienciales.Estas corrientes económicas solo reflejaban las re-laciones de producción alienadas; eran, por tanto,formas de la conciencia alienada para la cual lasapariencias irracionales son verdades evidentesque caen por su propio peso.

La apariencia no debe desecharse como inser-vible. Ella es un dato indispensable, un momento

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de desarrollo real, y así debe ser comprendida. Elreconocimiento de la existencia objetiva de la apa-riencia irracional implica su negación consecuen-te, racional. Tan sólo el análisis genético de laapariencia es dialéctico y contrario a la metodolo-gía reduccionista.

Notas

l. Marx, Carlos. Contribución a la crítica de laeconomía política. México: Siglo XXI Editores,1980, pp. 340. "La Contribución a la crítica de laeconomía política de Carlos Marx" fue originalmen-te publicada en dos partes en el semanario Das Volk(números 14 y 16).

2. Zeleny, Jindrich. La estructura lógica de El Ca-pital de Marx. México: Editorial Grijalbo S.A., 1978,p.132.

3. Marx, op. cit .• p.340.4. Ibidem, p.341.5. Kredov, D.M. Clasificación de las ciencias. Mos-

cú:Editorial Progreso, 1974, tomo 1, pp. 314-317.6. Zeleny, op. cit., p.72.7. Dobb, Maurice. Economía política y capitalismo.

México:Fondo de Cultura Económica, 1974, p.13.8. "La primera reducción analítica consciente, casi

trivialmente clara, del valor de cambio a tiempo de tra-bajo, se encuentra en un hombre del nuevo mundo, don-de las relaciones burguesas de producción, importadasal mismo tiempo que sus portadores, crecieron acelera-

damente en un terreno que compensaba su falta de tra-dición histórica mediante un exceso de humus. Esehombre es Franklin quien ... declara que es necesariobuscar otra medida de valores que los metales precio-sos. Tal medida sería el trabajo". Marx, Contribución ...•pp. 40-41.

9. lbidem, pp. 304 Yss.10. lbidem.11. Marx, El Capital. Crítica de la Economía Políti-

ca. México. FCE, 1966. tomo 1, p.17.12. Marx, Contribución ... , p.l3.13. Ibidem, p.22.14. Marx, Fundamentos de la crítica de la econo-

mía política. Madrid: Alberto Corazón editor, 1972, to-mo 1, p.139. "Sólo el vulgo ha llegado a la conclusiónde que las verdades teóricas son abstracciones que con-tradicen las relaciones reales". Historia crítica de lateoria de la plusvalia, Buenos Aires; Editorial Cartago,1956, tomo 1, p. 317.

15. Marx y Engels, Escritos económicos varios.México: Editorial Grijalbo, 1966.

16. Ibidem, p.234.17. Ibidem, p.236.18. Ibidem, p. 235.19. Marx, El Capital. tomo I1I, p.180.20. lbidem, p.181.21. Marx, Contribución ... , p. 217-218.22. Marx se refiere a valor de cambio no solo cuan-

do se trata de mercancías en sentido estricto, sino de"todas las actividades". Marx, Fundamentos ... , tomo 1,p.50. Ibidem, p.57.

23. Marx, Contribución ... , p.48.

Manuel DelgadoEscuela de Filosofía

Universidad de Costa RicaSan Pedro de M. de Oca

Costa Rica