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La Ilíada Por Homero

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LaIlíada

Por

Homero

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CantoI

Peste–Cólera

Después de una corta invocación a la divinidad para que cante «laperniciosairadeAquiles»,nosrefiereelpoetaqueCrises,sacerdotedeApolo,vaalcampamentoaqueopararescatarasuhija,quehabíasidohechacautivayadjudicadacomoesclavaaAgamenón;éstedespreciaalsacerdote,seniegaadarle la hija y lo despide con amenazadoras palabras; Apolo, indignado,suscitaunaterriblepesteenelcampamento;Aquilesreúnealosguerrerosenel ágora por inspiración de la diosa Hera, y, habiendo dicho al adivinoCalcantequehablarasinmiedo,aunquetuvieraquereferirseaAgamenón,sesabeporfinqueelcomportamientodeAgamenónconelsacerdoteCriseshasidolacausadelenojodeldios.Estadeclaraciónirritaalrey,quepideque,siha de devolver la esclava, se le prepare otra recompensa; y Aquiles lerespondequeyaseladaráncuandotomenTroya.Así,deunmodotannatural,se origina la discordia entre el caudillo supremodel ejército y el héroemásvaliente.Lariñallegaa talpuntoqueAquilesdesenvainalaespadayhabríamatadoaAgamenónsinose lohubiese impedido ladiosaAtenea;entoncesAquilesinsultaaAgamenón,ésteseirritayamenazaaAquilesconquitarlelaesclavaBriseida,apesardelaprudenteamonestaciónqueledirigeNéstor;sedisuelveelágorayAgamenónenvíaadosheraldosalatiendadeAquilesquese llevan a Briseide; Ulises y otros griegos se embarcan con Criseida y ladevuelven a su padre; y,mientras tanto, Aquiles pide a sumadre Tetis quesubaalOlimpoeimpetredeZeusqueconcedalavictoriaalostroyanosparaqueAgamenóncomprendalafaltaquehacometido;Tetiscumpleeldeseodesuhijo,Zeusaccede,yestehechoproduceunaviolentadisputaentreZeusyHera, aquienesapacigua suhijoHefesto; la concordiavuelvea reinar enelOlimpoy losdiosescelebranunfestínespléndidohasta lapuestadelsol,enqueserecogenensuspalacios.

1Canta,ohdiosa, la cóleradelPelidaAquiles; cólera funestaquecausóinfinitosmalesa losaqueosyprecipitóalHadesmuchasalmasvalerosasdehéroes,aquieneshizopresadeperrosypastodeaves—cumplíaselavoluntaddeZeus—desdequesesepararondisputandoelAtrida,reydehombres,yeldivinoAquiles.

8¿Cuáldelosdiosespromovióentreelloslacontiendaparaquepelearan?El hijo deLeto y deZeus.Airado con el rey, suscitó en el ejércitomalignapeste,yloshombresperecíanporelultrajequeelAtridainfirieraalsacerdoteCrises. Éste, deseando redimir a su hija, se había presentado en las velerasnavesaqueasconun inmensorescatey las ínfulasdeApolo,elquehierede

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lejos, que pendían de áureo cetro, en la mano; y a todos los aqueos, yparticularmentealosdosAtridas,caudillosdepueblos,asílessuplicaba:

17 —¡Atridas y demás aqueos de hermosas grebas! ¡Los dioses, queposeenolímpicospalacios,ospermitandestruirlaciudaddePríamoyregresarfelizmente a la patria! Poned en libertad a mi hija y recibid el rescate,venerandoalhijodeZeus,aApolo,elquehieredelejos.

22Todoslosaqueosaprobaronavocesqueserespetaraalsacerdoteyseadmitieraelespléndidorescate;maselAtridaAgamenón,aquiennoplugoelacuerdo,ledespidiódemalmodoyconaltanerasvoces:

26—Nodéyocontigo, anciano,cercade lascóncavasnaves,yaporqueahorademorestupartida,yaporquevuelvasluego,puesquizásnotevalganelcetro y las ínfulas del dios.A aquélla no la soltaré; antes le sobrevendrá lavejez en mi casa, en Argos, lejos de su patria, trabajando en el telar yaderezandomilecho.Perovete;nomeirrites,paraquepuedasirtemássanoysalvo.

33 Así dijo. El anciano sintió temor y obedeció el mandato. Fuese ensilencio por la orilla del estruendoso mar; y, mientras se alejaba, dirigíamuchosruegosalsoberanoApolo,aquienparióLeto,ladehermosacabellera:

37—¡Óyeme, túque llevas arcodeplata, proteges aCrisay a la divinaCila, e imperas en Ténedos poderosamente! ¡Oh Esminteo! Si alguna vezadornétugraciosotemplooqueméentuhonorpingüesmuslosdetorosodecabras,cúmplemeestevoto:¡Paguenlosdánaosmislágrimascontusflechas!

43 Así dijo rogando. Oyóle Febo Apolo e, irritado en su corazón,descendióde las cumbres delOlimpo con el arcoy el cerrado carcaj en loshombros; las saetas resonaron sobre la espalda del enojado dios, cuandocomenzóamoverse.Ibaparecidoalanoche.Sentóselejosdelasnaves, tiróuna flecha y el arco de plata dio un terrible chasquido.Al principio el diosdisparabacontralosmulosyloságilesperros;masluegodirigiósusamargassaetasaloshombres,ycontinuamenteardíanmuchaspirasdecadáveres.

53Durante nueve días volaron por el ejército las flechas del dios.En eldécimo,Aquilesconvocóalpuebloalágora:selopusoenelcorazónHera,ladiosade losníveosbrazos, que se interesabapor los dánaos, a quienesveíamorir.Acudieronéstosy,unavezreunidos,Aquiles,eldelospiesligeros,selevantóydijo:

59 —¡Atrida! Creo que tendremos que volver atrás, yendo otra vezerrantes, si escapamosde lamuerte; pues, si no, la guerra y la peste unidasacabarán con los aqueos. Mas, ea, consultemos a un adivino, sacerdote ointérpretedesueños—puestambiénelsueñoprocededeZeus—,paraquenosdigaporquéseirritótantoFeboApolo:siestáquejosoconmotivodealgún

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voto o hecatombe, y si quemando en su obsequio grasa de corderos y decabrasescogidas,querrálibrarnosdelapeste.

68 Cuando así hubo hablado, se sentó. Levantóse entre ellos CalcanteTestórida,elmejordelosaugures—conocíalopresente,lofuturoylopasado,yhabíaguiadolasnavesaqueashastaIliopormediodelarteadivinatoriaqueledieraFeboApolo—,ybenévololosarengódiciendo:

74—¡OhAquiles,caroaZeus!MándasmeexplicarlacóleradeApolo,deldiosquehieredelejos.Puesbien,hablaré;peroantesdeclarayjuraqueestáspronto adefendermedepalabraydeobra, pues temo irritar a unvarónquegozadegranpoderentrelosargivostodosyesobedecidoporlosaqueos.Unrey es más poderoso que el inferior contra quien se enoja; y, si bien en elmismodíarefrenasuira,guardaluegorencorhastaquelograejecutarloenelpechodeaquél.Dime,pues,simesalvarás.

84Ycontestándole,Aquiles,eldelospiesligeros,ledijo:

85—Manifiesta,deponiendotodotemor,elvaticinioquesabes;pues¡porApolo,caroaZeus,aquientú,Calcante,invocassiemprequerevelasoráculosalosdánaos!,ningunodeellospondráentisuspesadasmanos,cercadelascóncavasnaves,mientrasyovivayvealaluzacáenlatierra,aunquehablaresdeAgamenón,quealpresente se jactade serenmuchoelmáspoderosodetodoslosaqueos.

92Entoncescobróánimoydijoeleximiovate:

93—Noestáeldiosquejosoconmotivodealgúnvotoohecatombe,sinoacausadelultrajequeAgamenónhainferidoalsacerdote,aquiennodevolviólahijaniadmitióelrescate.Porestoelquehieredelejosnoscausómalesytodavíanoscausaráotros.Ynolibraráalosdánaosdelaodiosapeste,hastaquesearestituidaasupadre,sinpremionirescate, lajovendeojosvivos,yllevemos a Crisa una sagrada hecatombe. Cuando así le hayamos aplacado,renaceránuestraesperanza.

101Dichasestaspalabras,sesentó.LevantósealpuntoelpoderosohéroeAgamenónAtrida,afligido,conlasnegrasentrañasllenasdecóleraylosojosparecidos al relumbrante fuego; y, encarando a Calcante la torva vista,exclamó:

106—¡Adivinodemales!Jamásmehasanunciadonadagrato.Siempretecomplacesenprofetizardesgraciasynuncadijisteniejecutastenadabueno.Yahora,vaticinandoantelosdánaos,afirmasqueelquehieredelejoslesenvíacalamidades, porque no quise admitir el espléndido rescate de la jovenCriseide, a quien anhelaba tener en mi casa. La prefiero, ciertamente, aClitemnestra,milegítimaesposa,porquenoleesinferiornieneltalle,nienelnatural,ni en inteligencia,ni endestreza.Pero, aunasíy todo, consientoen

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devolverla,siestoeslomejor;quieroqueelpueblosesalve,noqueperezca.Peropreparadmeprontootrarecompensa,paraquenoseayoelúnicoargivoquesinellasequede;locualnopareceríadecoroso.Vedtodosquesevaaotrapartelaquemehabíacorrespondido.

121ReplicóleenseguidaelcelerípededivinoAquiles:

122 —¡Atrida gloriosísimo, el más codicioso de todos! ¿Cómo puedendarte otra recompensa losmagnánimos aqueos?No sabemos que existan enpartealgunascosasdelacomunidad,pueslasdelsaqueodelasciudadesestánrepartidas, y no es conveniente obligar a los hombres a quenuevamente lasjunten.Entregaahoraesajovenaldios,ylosaqueostepagaremoseltripleoelcuádruple, si Zeus nos permite algún día tomar la bien murada ciudad deTroya.

130Y,contestándole,elreyAgamenónledijo:

131 Aunque seas valiente, deiforme Aquiles, no ocultes así tupensamiento, pues nopodrás burlarmeni persuadirme. ¿Acasoquieres, paraconservar tu recompensa,quemequede sin lamía,yporestomeaconsejasqueladevuelva?Pues,silosmagnánimosaqueosmedanotraconformeamideseo para que sea equivalente… Y si no me la dieren, yo mismo meapoderarédelatuyaodeladeAyante,omellevaréladeUlises,ymontaráencóleraaquélaquienmellegue.Massobreestodeliberaremosotrodía.Ahora,ea, echemos una negra nave al mar divino, reunamos los convenientesremeros,embarquemosvíctimasparaunahecatombeyalamismaCriseide,ladehermosasmejillas,yseacapitáncualquieradelosjefes:Ayante,Idomeneo,eldivinoUlisesotú,Pelida,elmásportentosodetodosloshombres,paraquenosaplaquesconsacrificiosalquehieredelejos.

148Mirándolocontorvafaz,exclamóAquiles,eldelospiesligeros:

149 —¡Ah, impudente y codicioso! ¿Cómo puede estar dispuesto aobedecer tusórdenesniunaqueosiquiera,paraemprender lamarchaoparacombatirvalerosamenteconotroshombres?Nohevenidoapelearobligadopor los belicosos troyanos, pues en nada se me hicieron culpables—no sellevaronnuncamisvacasnimiscaballos,nidestruyeronjamáslacosechaenla fértil Ftía, criadora de hombres, porque muchas umbrías montañas y elruidosomarnos separan—, sinoque te seguimos a ti, grandísimo insolente,paradarteelgustodevengarosdelostroyanosaMenelaoyati,ojosdeperro.No fijas en esto la atención, ni por ello te tomasningún cuidado, y aunmeamenazasconquitarmelarecompensaquepormisgrandesfatigasmedieronlosaqueos. Jamáselbotínqueobtengo igualaal tuyocuandoéstosentranasacounapopulosaciudadde los troyanos;aunque lapartemáspesadade laimpetuosaguerralasostienenmismanos,turecompensa,alhacerseelreparto,esmuchomayor;yyovuelvoamisnaves,teniéndolapequeña,aunquegrata,

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despuésdehabermecansadoenelcombate.AhorameiréaFtía,pueslomejores regresara lapatriaen lascóncavasnaves:nopiensopermaneceraquí sinhonraparaprocurartegananciayriqueza.

172Contestóenseguidaelreydehombres,Agamenón:

173—Huye,pues,si tuánimoaello te incita;noteruegoquepormí tequedes; otros hay a mi lado que me honrarán, y especialmente el próvidoZeus.Me eresmás odioso que ningún otro de los reyes, alumnos de Zeus,porque siempre te han gustado las riñas, luchas y peleas. Si es grande tufuerza, un dios te la dio. Vete a la patria, llevándote las naves y loscompañeros,yreinasobrelosmirmidones,nomeimportaqueestés irritado,niporellomepreocupo,peroteharéunaamenaza:PuestoqueFeboApolomequitaaCriseide,lamandaréenminaveconmisamigos;yencaminándomeyomismo a tu tienda, me llevaré a Briseide, la de hermosas mejillas, turecompensa,paraquesepasbiencuántomáspoderososoyyotrotemadecirqueesmiigualycompararseconmigo.

188Asídijo.AcongojóseelPelida,ydentrodelvelludopechosucorazóndiscurriódoscosas:o,desnudandolaagudaespadaquellevabajuntoalmuslo,abrirsepasoymataralAtrida,ocalmarsucólerayreprimirsufuror.Mientrastalespensamientosrevolvíanensumenteyensucorazónysacabadelavainala gran espada, vino Atenea del cielo: envióla Hera, la diosa de los níveosbrazos,queamabacordialmenteaentrambosyporellosseinteresaba.PúsosedetrásdelPelidayletiródelablondacabellera,apareciéndoseaéltansólo;de los demás, ninguno la veía. Aquiles, sorprendido, volvióse y al instanteconoció a Palas Atenea, cuyos ojos centelleaban de un modo terrible. Yhablandoconella,pronuncióestasaladaspalabras:

202 —¿Por qué nuevamente, oh hija de Zeus, que lleva la égida, hasvenido?¿Acasoparapresenciar el ultrajequeme infiereAgamenónAtrida?Puestediréloquemefiguroquevaaocurrir:Porsuinsolenciaperderáprontolavida.

206DíjoleasuvezAtenea,ladiosadeojosdelechuza:

207—Vengodelcieloparaapaciguartucólera,siobedecieres;ymeenvíaHera, ladiosade losníveosbrazos,queosamacordialmenteaentrambosypor vosotros se interesa. Ea, cesa de disputar, no desenvaines la espada einjúrialodepalabracomoteparezca.Loquevoyadecirsecumplirá:Poresteultraje se te ofrecerán un día triples y espléndidos presentes. Domínate yobedécenos.

213Y,contestándole,Aquiles,eldelospiesligeros,ledijo:

216—Precisoes,ohdiosa,hacerloquemandáis,aunqueelcorazónestémuyirritado.Procederasíeslomejor.Quienalosdiosesobedeceesporellos

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muyatendido.

219Dijo;ypuestalarobustamanoenelargénteopuño,envainólaenormeespadaynodesobedeció laordendeAtenea.LadiosaregresóalOlimpo,alpalacioenquemoraZeus,quellevalaégida,entrelasdemásdeidades.

223ElPelida,noamainandoensucólera,denostónuevamentealAtridaconinjuriosasvoces:

225—¡Ebrioso, que tienes ojos de perro y corazón de ciervo! Jamás teatrevisteatomarlasarmasconlagentedelpuebloparacombatir,niaponerteenemboscadaconlosmásvalientesaqueos:ambascosasteparecenlamuerte.Es,sinduda,muchomejorarrebatarlosdones,enelvastocampamentodelosaqueos,aquientecontradiga.Reydevoradordetupueblo,porquemandasahombres abyectos…; en otro caso,Atrida, éste fuera tu último ultraje.Otracosavoyadecirteysobreellaprestaréungranjuramento:Sí,porestecetroque ya no producirá hojas ni ramos, pues dejó el tronco en la montaña; nireverdecerá,porqueelbroncelodespojódelashojasydelacorteza,yahoraloempuñan losaqueosqueadministran justiciayguardan las leyesdeZeus(grande será para ti este juramento); algún día los aqueos todos echarán demenosaAquiles,ytú,aunqueteaflijas,nopodrássocorrerloscuandomuchossucumban y perezcan a manos de Héctor, matador de hombres. Entoncesdesgarrarástucorazón,pesarosopornohaberhonradoalmejordelosaqueos.

245AsídijoelPelida;y,tirandoatierraelcetrotachonadoconclavosdeoro, tomó asiento. El Atrida, en el opuesto lado, iba enfureciéndose. PerolevantóseNéstor, suaveenelhablar, elocuenteoradorde lospilios,de cuyaboca las palabras fluían más dulces que la miel —había visto perecer dosgeneracionesdehombresdevozarticuladaquenacieronysecriaronconélenladivinaPilosyreinabasobrelatercera—,ybenévololosarengódiciendo:

254—¡Ohdioses!¡Quémotivodepesartangrandelehallegadoalatierraaquea!AlegraransePríamoysushijos,yregocijaríanselosdemástroyanosensucorazón,sioyeranlaspalabrasconquedisputáisvosotros,losprimerosdelosdánaosasíenelconsejocomoenelcombate.Perodejaosconvencer,yaque ambos soismás jóvenes que yo.En otro tiempo traté con hombres aúnmásesforzadosquevosotros,yjamásmedesdeñaron.Nohevistotodavíaniveré hombres como Pirítoo, Driante, pastor de pueblos, Ceneo, Exadio,Polifemo,igualaundios,yTeseoEgeida,queparecíauninmortal.Criáronseéstoslosmásfuertesdeloshombres;muyfuerteseranyconotrosmuyfuertescombatieron: con los montaraces centauros, a quienes exterminaron de unmodo estupendo. Y yo estuve en su compañía —habiendo acudido desdePilos,desdelejos,desdeesaapartadatierra,porqueellosmismosmellamaron—ycombatísegúnmisfuerzas.Contaleshombresnopelearíaningunodelosmortalesquehoypueblanlatierra;noobstantelocual,seguíanmisconsejosy

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escuchabanmis palabras. Prestadme también vosotros obediencia, que es lomejorquepodéis hacer.Ni tú, aunque seasvaliente, le quites la joven, sinodéjasela,puestoqueseladieronenrecompensalosmagnánimosaqueos;nitú,Pelida,quierasaltercarde iguala igualconel rey,pues jamásobtuvohonracomolasuyaningúnotrosoberanoqueusaracetroyaquienZeusdieragloria.Si túeresmásesforzado,esporqueunadiosa tedioa luz;peroésteesmáspoderoso,porquereinasobremayornúmerodehombres.Atrida,apaciguatucólera;yotesuplicoquedepongaslairacontraAquiles,queesparatodoslosaqueosunfuerteantemuralenelperniciosocombate.

285Y,contestándole,elreyAgamenónledijo:

286—Sí,anciano,oportunoescuantoacabasdedecir.Peroestehombrequiere sobreponerse a todos los demás; a todos quiere dominar, a todosgobernar,a todosdarórdenesquealguien,creo,senegaráaobedecer.Si lossempiternosdioseslehicieronbelicoso,¿lepermitenporestoproferirinjurias?

292Interrumpiéndole,exclamóeldivinoAquiles:

293—Cobarde y vil podría llamárseme si cediera en todo lo que dices;mandaaotros,nomedesórdenes,puesyonopiensoyaobedecerte.Otracosatediréquefijarásen lamemoria:Nohedecombatirconestasmanospor lajovennicontigo,niconotroalguno,puesalfinmequitáisloquemedisteis;pero, de lo demás que tengo junto a mi negra y veloz embarcación, nadapodríasllevartetomándolocontramivoluntad.Ysino,ea,inténtalo,paraqueéstosseenteren también;ypresto tunegruzcasangrebrotaráen tornodemilanza.

304 Después de altercar así con encontradas razones, se levantaron ydisolvieron el ágora que cerca de las naves aqueas se celebraba. Fuese elPelidahaciasustiendasysusbienproporcionadosbajelesconelMenecíadayotrosamigos;yelAtridaechóalmarunaveleranave,escogióveinteremeros,cargólasvíctimasdelahecatombeparaeldios,y,conduciendoaCriseide,ladehermosasmejillas,laembarcótambién;fuecapitánelingeniosoUlises.

312 Así que se hubieron embarcado, empezaron a navegar por líquidoscaminos. El Atrida mandó que los hombres se purificaran, y ellos hicieronlustraciones,echandoalmarlasimpurezas,ysacrificaronjuntoalaorilladelestérilmarhecatombesperfectasdetorosydecabrasenhonordeApolo.Elvapordelagrasallegabaalcielo,enroscándosealrededordelhumo.

318Entalescosasocupábanseéstosenelejército.Agamenónnoolvidólaamenaza que en la contienda había hecho a Aquiles, y dijo a Taltibio yEuríbates,susheraldosydiligentesservidores:

322—IdalatiendadelPelidaAquiles,yasiendodelamanoaBriseide,lade hermosas mejillas, traedla acá, y, si no os la diere, iré yo mismo a

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quitársela,conmásgente,ytodavíaleserámásduro.

326Hablándolesde talsuerteyconaltanerasvoces, losdespidió.Contrasuvoluntad fuéronse losheraldospor laorilladel estérilmar, llegarona lastiendasynavesdelosmirmidones,yhallaronalreycercadesutiendaydesunegra nave. Aquiles, al verlos, no se alegró. Ellos se turbaron, y, habiendohechounareverencia,paráronsesindecirnipreguntarnada.Peroelhéroelocomprendiótodoydijo:

334—¡Salud,heraldos,mensajerosdeZeusydeloshombres!Acercaos;puesparamínosoisvosotroslosculpablessinoAgamenón,queosenvíaporlajovenBriseide.¡Ea,Patroclo,dellinajedeZeus!Sacalajovenyentrégaselaparaqueselalleven.Sedambostestigosantelosbienaventuradosdioses,antelos mortales hombres y ante ese rey cruel, si alguna vez tienen los demásnecesidad de mí para librarse de funestas calamidades porque él tiene elcorazónposeídodefurorynosabepensaralavezenlofuturoyenlopasado,afindequelosaqueossesalvencombatiendojuntoalasnaves.

345 Así dijo. Patroclo, obedeciendo a su amigo, sacó de la tienda aBriseide, la de hermosas mejillas, y la entregó para que se la llevaran.Partieronlosheraldoshacialasnavesaqueas,ylamujeribaconellosdemalagana. Aquiles rompió en llanto, alejóse de los compañeros, y, sentándose aorillasdelblanquecinomarcon losojosclavadosenelponto inmensoy lasmanosextendidas,dirigióasumadremuchosruegos:

352 —¡Madre! Ya que me pariste de corta vida, el olímpico Zeusaltitonante debía honrarme y no lo hace en modo alguno. El poderosoAgamenónAtridamehaultrajado,pues tienemi recompensa,queélmismomearrebató.

357 Así dijo derramando lágrimas. Oyóle la veneranda madre desde elfondo del mar, donde se hallaba junto al padre anciano, e inmediatamenteemergiódelasblanquecinasondascomoniebla,sentósedelantedeaquél,quederramabalágrimas,acaricióloconlamanoylehablódeestamanera:

362—¡Hijo!¿Porquélloras?¿Quépesartehallegadoalalma?Habla;nomeocultesloquepiensas,paraqueamboslosepamos.

364Dandoprofundossuspiros,contestóAquiles,eldelospiesligeros:

365—Lo sabes. ¿A qué referirte lo que ya conoces? Fuimos a Teba, lasagrada ciudad de Eetión; la saqueamos, y el botín que trajimos se lodistribuyeronequitativamentelosaqueos,separandoparaelAtridaaCriseide,la de hermosasmejillas. LuegoCrises, sacerdote deApolo, el que hiere delejos,deseandoredimirasuhija,sepresentóenlasvelerasnavesaqueasconuninmensorescateylasínfulasdeApolo,elquehieredelejos,quependíandeáureocetro,enlamano;ysuplicóatodoslosaqueos,yparticularmentea

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losdosAtridas,caudillosdepueblos.Todoslosaqueosaprobaronavocesquese respetase al sacerdote y se admitiera el espléndido rescate;mas elAtridaAgamenón, a quien no plugo el acuerdo, lo despidió de mal modo y conaltanerasvoces.Elancianosefueirritado;yApolo,accediendoasusruegos,puesleeramuyquerido,tiróalosargivosfunestasaeta:moríanloshombresunosenposdeotros,ylasflechasdeldiosvolabanportodaspartesenelvastocampamentodelosaqueos.Unadivinobienenteradonosexplicóelvaticiniodelquehieredelejos,yyofuielprimeroenaconsejarqueseaplacaraaldios.ElAtridaencendióseenira;y, levantándose,medirigióunaamenazaqueyase ha cumplido.A aquélla los aqueos de ojos vivos la conducen aCrisa enveleranaveconpresentesparaeldios;yalahijadeBriseo,quelosaqueosmedieron, unos heraldos se la han llevado ahora mismo de mi tienda. Tú, sipuedes, socorre a tu buen hijo; ve alOlimpo y ruega aZeus, si alguna vezllevaste consuelo a su corazón con palabras o con obras. Muchas veces,hallándonosenelpalaciodemipadre,oíquetegloriabasdehaberevitado,túsola entre los inmortales, una afrentosa desgracia al Cronida, el de lassombrías pubes, cuando quisieron atarlo otros dioses olímpicos, Hera,PoseidónyPalasAtenea.Tú,ohdiosa,acudisteylolibrastedelasataduras,llamando enseguida al espacioso Olimpo al centímano a quien los diosesnombranBriareoytodosloshombresEgeón,elcualessuperiorenfuerzaasumismo padre, y se sentó entonces al lado de Zeus, ufano de su gloria;temiéronlo los bienaventurados dioses y desistieron del atamiento.Recuérdaselo,siéntateasuladoyabrazasusrodillas;quizásdecidafavorecera los troyanos y acorralar a los aqueos, que seránmuertos entre las popas,cerca delmar; para que todos disfruten de su rey y comprenda el poderosoAgamenón Atrida la falta que ha cometido no honrando al mejor de losaqueos.

413RespondióleenseguidaTetis,derramandolágrimas:

414—¡Ay,hijomío!¿Porquétehecriado,sienhoraaciagatedialuz?¡Ojaláestuvierasenlasnavessinllantonipena,yaquetuvidahadesercorta,de no larga duración! Ahora eres juntamente de breve vida y el másinfortunadodetodos.Conhadofunestoteparíenelpalacio.YomismairéalnevadoOlimpoyhablaréaZeus,quesecomplaceenlanzarrayos,porsisedeja convencer. Tú quédate en las naves de ligero andar, conserva la cóleracontra losaqueosyabstenteporenterodecombatir.AyersemarchóZeusalOcéano,alpaísde losprobosetíopes,paraasistiraunbanquete,y todoslosdioseslosiguieron.DeaquíadocedíasvolveráalOlimpo.EntoncesacudiréalamoradadeZeus,sustentadaenbronce;leabrazarélasrodillas,yesperoquelograrépersuadirlo.

428Dichasestaspalabraspartió,dejandoaAquilesconelcorazónirritadoacausadelamujerdebellacinturaqueviolentamenteycontrasuvoluntadle

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habíanarrebatado.

430 En tanto, Ulises llegaba a Crisa con las víctimas para la sagradahecatombe. Cuando arribaron al profundo puerto, amainaron las velas,guardándolasenlanegranave;abatieronrápidamentepormediodecuerdaselmástil hasta la crujía, y llevaron la nave, a fuerza de remos, al fondeadero.Echaron anclas y ataron las amarras, saltaron a la playa, desembarcaron lasvíctimasdelahecatombeparaApolo,elquehieredelejos,yCriseidesaliódelanave surcadoradelponto.El ingeniosoUlises llevó ladoncella al altary,poniéndolaenmanosdesupadre,dijo:

442—¡OhCrises!Envíamealreydehombres,Agamenón,atraertelahijay ofrecer en favor de los dánaos una sagrada hecatombe a Febo, para queaplaquemosaestediosquetandeplorablesmaleshacausadoalosargivos.

446Habiendo hablado así, puso en susmanos la hija amada, que aquélrecibióconalegría.Actocontinuo,ordenaron lasagradahecatombeen tornodelbienconstruidoaltar,laváronselasmanosytomaronlamola.YCrisesoróenaltavozyconlasmanoslevantadas:

451—¡Óyeme,túquellevasarcodeplata,protegesaCrisayaladivinaCilaeimperasenTénedospoderosamente!Meescuchastecuandotesupliqué,y,parahonrarme,oprimisteduramentealejércitoaqueo;puesahoracúmplemeestevoto:¡Alejayadelosdánaoslaabominablepeste!

457Asídijorogando,yFeboApololooyó.Hechalarogativayesparcidala mola, cogieron las víctimas por la cabeza, que tiraron hacia atrás, y lasdegollaron y desollaron; enseguida cortaron los muslos, y, después depringarloscongorduraporunoyotroladoydecubrirloscontrozosdecarne,elancianolospusosobrelaleñaencendidaylosrociódevinotinto.Cercadeél,unosjóvenesteníanenlasmanosasadoresdecincopuntas.Quemadoslosmuslos, probaron las entrañas, y, dividiendo lo restante en pedazos muypequeños,loatravesaronconpinchos,loasaroncuidadosamenteyloretirarondel fuego. Terminada la faena y dispuesto el banquete, comieron, y nadiecareció de su respectiva porción. Cuando hubieron satisfecho el deseo debeber y de comer, los mancebos coronaron de vino las cráteras y lodistribuyeron a todos los presentes después de haber ofrecido en copas lasprimicias. Y durante todo el día los aqueos aplacaron al dios con el canto,entonandounhermosopeánaApolo,elquehieredelejos,quelosoíaconelcorazóncomplacido.

475Cuando el sol sepusoy sobrevino la noche, durmieron cercade lasamarrasdelanave.Mas,asíqueapareciólahijadelamañana,laAuroraderosados dedos, hiciéronse a la mar para volver al espacioso campamentoaqueo, y Apolo, el que hiere de lejos, les envió próspero viento. Izaron elmástil, descogieron las velas, que hinchó el viento, y las purpúreas olas

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resonaban en tornode la quillamientras la nave corría siguiendo su rumbo.Unavezllegadosalvastocampamentodelosaqueos,sacaronlanegranaveatierra firme y la pusieron en alto sobre la arena, sosteniéndola con grandesmaderos.Yluegosedispersaronporlastiendasylosbajeles.

488ElhijodePeleoydescendientedeZeus,Aquiles,eldelospiesligeros,seguía irritado en las veleras naves, y ni frecuentaba el ágora donde losvaronescobranfama,nicooperabaalaguerra;sinoqueconsumíasucorazón,permaneciendoenlasnaves,yechabademenoslagriteríayelcombate.

493 Cuando, después de aquel día, apareció la duodécima aurora, lossempiternosdiosesvolvieronalOlimpoconZeusalacabeza.Tetisnoolvidóentonceselencargodesuhijo:saliendodeentrelasolasdelmar,subiómuydemañanaalgrancieloyalOlimpo,yhallóallargovidenteCronidasentadoapartede losdemásdiosesenlamásaltade lasmuchascumbresdelmonte.Acomodóseanteél,abrazósusrodillasconlamanoizquierda,tocólelabarbaconladerechaydirigióestasúplicaalsoberanoZeusCronión:

503 —¡Padre Zeus! Si alguna vez te fui útil entre los inmortales conpalabrasaobras,cúmplemeestevoto:Honraamihijo,elhéroedemásbrevevida, pues el rey de hombres, Agamenón, lo ha ultrajado, arrebatándole larecompensa que todavía retiene. Véngalo tú, próvido Zeus Olímpico,concediendolavictoriaalostroyanoshastaquelosaqueosdensatisfacciónamihijoylocolmendehonores.

511 Así dijo. Zeus, que amontona las nubes, nada contestó guardandosilenciounbuenrato.PeroTetis,queseguíacomocuandoabrazósusrodillas,lesuplicódenuevo:

514—Prométemelo claramente, asintiendo, oniégamelo—pues en ti nocabeeltemor—paraquesepacuándespreciadasoyentretodaslasdeidades.

517Zeus,queamontonalasnubes,díjoleafligidísimo:

518—¡Funestasacciones!PuesharásquememalquisteconHera,cuandome zahiera con injuriosas palabras. Sin motivo me riñe siempre ante losinmortales dioses, porque dice que en las batallas favorezco a los troyanos.Peroahoravete,noseaqueHeraadviertaalgo;yomecuidarédequeestosecumpla.Ysilodeseas,teharéconlacabezalaseñaldeasentimientoparaquetengas confianza. Éste es el signomás seguro, irrevocable y veraz para losinmortales;ynodejadeefectuarseaquelloaqueasientoconlacabeza.

528DijoelCronida,ybajólasnegrascejasenseñaldeasentimiento;losdivinoscabellosseagitaronenlacabezadelsoberanoinmortal,yasuinflujoestremecióseeldilatadoOlimpo.

531 Después de deliberar así, se separaron: ella saltó al profundo mar

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desdeelresplandecienteOlimpo,yZeusvolvióasupalacio.Todoslosdiosesselevantaronalverasupadre,yningunoaguardóquellegara,sinoquetodossalieron a su encuentro. SentóseZeus en el trono; yHera, que, por haberlovisto,noignorabaqueTetis,ladeargénteospies,hijadelancianodelmar,conélhabíadepartido,dirigióalmomentoinjuriosaspalabrasaZeusCronida:

540—¿Cuáldelasdeidades,ohdoloso,haconversadocontigo?Siempreteesgrato, cuandoestás lejosdemí,pensary resolver algo secretamente,yjamástehasdignadodecirmeunasolapalabradeloqueacuerdas.

544Respondióleelpadredeloshombresydelosdioses:

545—¡Hera!No esperes conocer todasmis decisiones, pues te resultarádifícilaunsiendomiesposa.Loquepuedadecirse,ningúndiosnihombrelosabráantesquetú;peroloquequieraresolversincontarconlosdioses,nolopreguntesniprocuresaveriguarlo.

551ReplicóenseguidaHeraveneranda,ladeojosdenovilla:

552—¡TerribilísimoCronida, qué palabras proferiste!No serámucho loquetehayapreguntadooqueridoaveriguar,puestoquemuytranquilomeditascuanto te place.Mas ahoramucho recelami corazón que te haya seducidoTetis,ladeargénteospies,hijadelancianodelmar.Alamanecereldíasentósecercadetiyabrazótusrodillas;ypiensoquelehabrásprometido,asintiendo,honraraAquilesycausargranmatanzajuntoalasnavesaqueas.

560Ycontestándole,Zeus,queamontonalasnubes,ledijo:

561—¡Ah, desdichada! Siempre sospechas y de ti nome oculto. Nada,empero,podrásconseguirsinoalejartedemicorazón;locualtodavíateserámásduro.Siesciertoloquesospechas,asídebedesermegrato.Perosiéntateen silencioyobedecemispalabras.No seaqueno te valgan cuantosdioseshay en el Olimpo, acercándose a ti, cuando te ponga encima mis invictasmanos.

569Asídijo.TemióHeraveneranda,ladeojosdenovilla,y,refrenandoelcoraje, sentóse en silencio. Indignáronse en el palacio de Zeus los diosescelestiales.YHefesto,elilustreartífice,comenzóaarengarlosparaconsolarasumadreHera,ladelosníveosbrazos:

573—Funestoe insoportableseráloqueocurra,sivosotrosdisputáisasípor los mortales y promovéis alborotos entre los dioses; ni siquiera en elbanquetesehallaráplaceralguno,porqueprevalecelopeor.Yoaconsejoamimadre,aunqueyaellatienejuicio,queobsequiealpadrequerido,aZeus,paraquenovuelvaareñirlayaturbarnoselfestín.Pues,sielOlímpicofulminadorquiereecharnosdelasiento…nosaventajamuchoenpoder.PerohalágaloconpalabrascariñosasyenseguidaelOlímpiconosserápropicio.

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584Deestemodohablóy,tomandounacopadedobleasa,ofreciólaasumadre,diciendo:

586—Sufre,madremía,ysopórtalotodo,aunqueestésafligida;queati,tanquerida,noloveanmisojosapaleadasinquepuedasocorrerte,porqueesdifícilcontrarrestaralOlímpico.Yaotravezquequisedefendertemeasióporel pie yme arrojó de los divinos umbrales. Todo el día fui rodando y a lapuestadelsolcaíenLemnos.Unpocodevidamequedabay lossintíesmerecogierontanprontocomohubecaído.

595Asídijo.SonrióseHera,ladiosadelosníveosbrazos;y,sonrienteaún,tomó la copa que su hijo le presentaba. Hefesto se puso a escanciar dulcenéctarparalasotrasdeidades,sacándolodelacrátera;yunarisainextinguiblesealzóentrelosbienaventuradosdiosesviendoconquéafánlosservíaenelpalacio.

601 Todo el día, hasta la puesta del sol, celebraron el festín; y nadiecareciódesurespectivaporción,nifaltólahermosacítaraquetañíaApolo,nilasMusasqueconlindavozcantabanalternando.

605Mas,cuandolafúlgidaluzdelsolllegóalocaso,losdiosesfueronarecogersea sus respectivospalacios,quehabíaconstruidoHefesto,el ilustrecojo de ambos pies, con sabia inteligencia. Zeus olímpico, fulminador, seencaminó al lecho donde acostumbraba dormir cuando el dulce sueño levencía.Subióyacostóse;yasuladodescansóHera,ladeáureotrono.

CantoII

Sueño–Beociaocatálogodelasnaves

Para cumplir lo prometido a Tetis, Zeus envía un engañoso sueño aAgamenón, y le aconseja que levante el campamento y regrese a casa;Agamenón convoca el consejo de los jefes y luego la asamblea general detodos losguerreros,queaceptan lapropuesta,por loqueAgamenón(bajo laincitacióndeAtenea)debeintervenirparainsuflarcorajeybuenasesperanzasa los aqueos. Después de varios incidentes y de enumerar cuantos pueblosformabanlosejércitosgriegoytroyano,sucédensetresgrandesbatallas.

1Lasdemásdeidadesy loshombresqueencarroscombaten,durmierontoda la noche; peroZeus no probó las dulzuras del sueño, porque sumentebuscabaelmediodehonraraAquilesycausargranmatanzajuntoalasnavesaqueas.Al fincreyóque lomejorseríaenviarunperniciososueñoalAtridaAgamenón;y,hablándole,pronuncióestasaladaspalabras:

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8—Anda, ve, pernicioso Sueño, encamínate a las veleras naves aqueas,introdúcete en la tienda deAgamenónAtrida, y dile cuidadosamente lo quevoyaencargarte.Ordénalequearmealosmelenudosaqueosysaquetodalahueste: ahora podría tomar a Troya, la ciudad de anchas calles, pues losinmortalesqueposeenolímpicospalaciosyanoestándiscordes,porhaberlospersuadido Hera con sus ruegos, y una serie de infortunios amenaza a lostroyanos.

16Asídijo.Partió elSueñoal oír elmandato, llegó enun instante a lasvelerasnavesaqueas,y,hallandodormidoensutiendaalAtridaAgamenón—alrededor del héroe habíase difundido el sueño inmortal—, púsose sobre sucabeza,ytomólafiguradeNéstor,hijodeNeleo,queeraelancianoaquienaquélmáshonraba.Asítransfigurado,dijoeldivinoSueño:

23—¿Duermes, hijo del belicosoAtreo, domador de caballos?No debedormirtodalanocheelpríncipeaquiensehanconfiadolosguerrerosyacuyocargo se hallan tantas cosas.Ahora atiéndeme enseguida, pues vengo comomensajerodeZeus; el cual, aun estando lejos, se interesamuchopor ti y tecompadece.Armar teordenaa losmelenudosaqueosysacar toda lahueste:ahorapodríastomarTroya,laciudaddeanchascalles,pueslosinmortalesqueposeenolímpicospalaciosyanoestándiscordes,porhaberlospersuadidoHeracon sus ruegos, y una serie de infortunios amenaza a los troyanos por lavoluntaddeZeus.Grabamispalabrasentumemoria,paraquenolasolvidescuandoeldulcesueñotedesampare.

35 Así habiendo hablado, se fue y dejó a Agamenón revolviendo en suánimo lo que no debía cumplirse. Figurábase que iba a tomar la ciudad deTroyaaquelmismodía.¡Insensato!NosabíaloquetramabaZeus,quienhabíadecausarnuevosmalesy llantoa los troyanosya losdánaospormediodeterriblespeleas.Cuandodespertó, lavozdivina resonabaaúnen tornosuyo.Incorporóse, y, habiéndose sentado, vistió la túnica fina, hermosa, nueva; seechó el granmanto, calzó sus nítidos pies con bellas sandalias y colgó delhombro la espada guarnecida con clavazón de plata. Tomó el imperecederocetrodesupadreyseencaminóhacialasnavesdelosaqueos,debroncíneascorazas.

48SubíaladiosaAuroraalvastoOlimpoparaanunciareldíaaZeusyalos demás inmortales, cuando Agamenón ordenó que los heraldos de vozsonoraconvocaranalágoraalosmelenudosaqueos.Convocáronlosaquéllos,yéstossereunieronenseguida.

53 Pero celebróse antes un consejo de magnánimos próceres junto a lanavedelreyNéstor,naturaldePilos.Agamenónlos llamóparahacerlesunadiscretaconsulta:

56 —¡Oíd, amigos! Dormía durante la noche inmortal, cuando se me

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acercóunSueñodivinomuysemejantealilustreNéstorenlaforma,estaturaynatural.Púsosesobremicabezayprofirióestaspalabras:«¿Duermes,hijodelbelicoso Atreo, domador de caballos? No debe dormir toda la noche elpríncipeaquiensehanconfiadolosguerrerosyacuyocargosehallantantascosas.Ahora atiéndeme enseguida, pues vengo comomensajero deZeus; elcual, aun estando lejos, se interesamucho por ti y te compadece.Armar teordena a losmelenudos aqueos y sacar toda la hueste: ahora podrías tomarTroya, la ciudaddeanchascalles,pues los inmortalesqueposeenolímpicospalaciosyanoestándiscordes,porhaberlospersuadidoHeraconsusruegos,yunaseriedeinfortuniosamenazaalostroyanosporlavoluntaddeZeus.Grabamispalabrasentumemoria».Habiendohabladoasí,fuesevolando,yeldulcesueño me desamparó. Mas, ea, veamos cómo podremos conseguir que losaqueos tomen las armas. Para probarlos como es debido, les aconsejaré quehuyan en las naves demuchos bancos; y vosotros, hablándoles unos por unladoyotrosporelopuesto,procuraddetenerlos.

76 Habiéndose expresado en estos términos, se sentó. Seguidamentelevantóse Néstor, que era rey de la arenosa Pilos, y benévolo les arengódiciendo:

79—¡Ohamigos,capitanesypríncipesdelosargivos!Sialgúnotroaqueonosrefirieseelsueño,tecreeríamosfalsoydesconfiaríamosaúnmás;peroloha tenidoquien segloríade ser elmáspoderosode los aqueos.Ea,veamoscómopodremosconseguirquelosaqueostomenlasarmas.

84Habiendo hablado así, fue el primero en salir del consejo. Los reyesportadores de cetro se levantaron, obedeciendo al pastor de hombres, y lagentedelpuebloacudiópresurosa.Comodelahendiduradeunpeñascosalensincesarenjambrescopiososdeabejasquevuelanarracimadassobrelasfloresprimaveralesyunasrevoloteanaesteladoyotrasaaquél;asílasnumerosasfamiliasdeguerrerosmarchabanengrupos,porlabajaribera,desdelasnavesy tiendas al ágora. Enmedio, la Fama, mensajera de Zeus, enardecida, losinstigabaaqueacudieran,yellosseibanreuniendo.Agitóseelágora,gimiólatierra y se produjo tumulto, mientras los hombres tomaron sitio. Nueveheraldosdabanvocesparaquecallaranyoyeranalosreyes,alumnosdeZeus.Sentáronse al fin, aunque con dificultad, y enmudecieron tan pronto comoocuparon los asientos.Entonces se levantó el reyAgamenón, empuñando elcetro que Hefesto hizo para el soberano Zeus Cronión —éste lo dio almensajeroArgicida;Hermes lo regalóalexcelente jinetePélope,quien,asuvez, loentregóaAtreo,pastordehombres;Atreoalmorir lo legóaTiestes,ricoenganado,yTiesteslodejóaAgamenónparaquereinaraenmuchasislasyentodoelpaísdeArgos—,y,descansandoelreysobreelarrimodelcetro,hablóasíalosargivos:

110—¡Ohamigos,héroesdánaos,ministrosdeAres!Engraveinfortunio

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envolviómeZeusCronida.¡Cruel!Meprometióyaseguróquenomeiríasindestruir la bienmurada Ilio, y todo ha sido funesto engaño; pues ahorameordenaregresaraArgos,singloria,despuésdehaberperdidotantoshombres.Así debe de ser grato al prepotenteZeus, que ha destruido las fortalezas demuchas ciudades y aún destruirá otras porque su poder es inmenso.Vergonzososeráparanosotrosquelleguenasaberloloshombresdemañana.¡Un ejército aqueo tal y tan grande hacer una guerra vana e ineficaz!¡Combatir contra unnúmeromenordehombresyno saberse aún cuándo lacontiendatendráfin!Pues,siaqueosytroyanos, jurandolapaz,quisiéramoscontarnos, y reunidos cuantos troyanos hay en sus hogares y agrupadosnosotroslosaqueosendécadas,cadaunadeéstaseligierauntroyanoparaqueescanciara el vino, muchas décadas se quedarían sin escanciador. ¡En tantodigoquesuperanlosaqueosalostroyanosqueenlaciudadmoran!Perohanvenidoensuayudahombresdemuchasciudades,quesabenblandirlalanza,meapartandemiintentoynomepermiten,comoquisiera,tomarlapopulosaciudaddeIlio.NueveañosdelgranZeustranscurrieronya;losmaderosdelasnavessehanpodridoylascuerdasestándeshechas;nuestrasesposasahijitosnosaguardanenlospalacios;yaúnnohemosdadocimaalaempresaparalacualvinimos.Ea,procedamostodoscomovoyadecir:Huyamosenlasnavesanuestrapatriatierra,puesyanotomaremosTroya,ladeanchascalles.

142 Así dijo; y a todos los que no habían asistido al consejo se lesconmovióelcorazónenelpecho.AgitóseelágoracomolasgrandesolasqueenelmarIcariolevantanelEuroyelNotocayendoimpetuososdelasnubesamontonadasporelpadreZeus.ComoelCéfiromueveconviolentosoplouncrecidotrigalyseciernesobrelasespigas,deigualmanerasemoviótodaelágora.Congrangriteríaylevantandonubesdepolvo,correnhacialosbajeles;exhórtanse a tirar de ellos para echarlos almar divino; limpian los canales;quitan los soportes, y el vocerío de los que se disponen a volver a la patriallegahastaelcielo.

155Yefectuáraseentonces,antesdelodispuestoporeldestino,elregresodelosargivos,siHeranohubiesedichoaAtenea:

157—¡Ohdioses! ¡HijadeZeus,que lleva la égida! ¡Indómita! ¿Huiránlosargivosasuscasas,asupatriatierraporelanchodorsodelmar,ydejaráncomo trofeo a Príamo y a los troyanos la argivaHelena, por la cual tantosaqueosperecieronenTroya,lejosdesupatria?Veenseguidaalejércitodelosaqueosdebroncíneascorazas,deténconsuavespalabrasacadaguerreroynopermitasqueechenalmarloscorvosbajeles.

166Asíhabló.Atenea, ladiosadeojosde lechuza,no fuedesobediente.BajandoenraudovuelodelascumbresdelOlimpollegóprestoalasvelocesnaves aqueas y halló a Ulises, igual a Zeus en prudencia, que permanecíainmóvilysintocarlanegranavedemuchosbancos,porqueelpesarlellegaba

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al corazón y al alma. Y poniéndose a su lado, díjoleAtenea, la de ojos delechuza:

173—¡Laertíada, del linaje de Zeus! ¡Ulises, fecundo en ardides! ¿Así,pues, huiréis a vuestras casas, a la patria tierra, embarcados en las navesdemuchos bancos, y dejaréis como trofeo a Príamo y a los troyanos la argivaHelena,porlacualtantosaqueosperecieronenTroya,lejosdesupatria?Veenseguida al ejército de los aqueos y no cejes: detén con suaves palabras acadaguerreroynopermitasqueechenalmarloscorvosbajeles.

182Asídijo.Ulisesconociólavozdeladiosaencuantolehabló;tiróelmanto,que recogióelheraldoEuríbatesde Ítaca,que loacompañaba;corrióhaciaelAtridaAgamenón,paraqueledieraelimperecederocetropaterno;y,con éste en la mano, enderezó a las naves de los aqueos, de broncíneascorazas.

188 Cuando encontraba a un rey o a un capitán eximio, parábase y lodeteníaconsuavespalabras.

190—¡Ilustre!Noesdignodetitemblarcomouncobarde.Detenteyhazquelosdemássedetengantambién.Aúnnoconocesclaramentela intencióndelAtrida:ahoranosprueba,yprontocastigaráalosaqueos.Enelconsejonotodos comprendimos lo que dijo. No sea que, irritándose, maltrate a losaqueos;lacóleradelosreyes,alumnosdeZeus,esterrible,porquesudignidadprocededelpróvidoZeusyéstelosama.

198Cuando encontraba a un hombre del pueblo gritando, dábale con elcetroyloincrepabadeestamanera:

200 —¡Desdichado! Estate quieto y escucha a los que te aventajan enbravura;tú,débileineptoparalaguerra,noeresestimadonienelcombatenienelconsejo.Aquínotodoslosaqueospodemosserreyes;noesunbienlasoberaníademuchos;unosoloseapríncipe,unosolorey:aquélaquienelhijodelarteroCronohadadocetroyleyesparaquereinesobrenosotros.

207—Así Ulises, actuando como supremo jefe, imponía su voluntad alejército;yellosseapresurabanavolverde las tiendasynavesalágora,congranvocerío, comocuandoel oleajedel estruendosomarbramaen laplayaanchurosayelpontoresuena.

211Todossesentaronypermanecieronquietosensusitio,aexcepcióndeTersites, que, sin poner freno a la lengua, alborotaba. Ése sabía muchaspalabrasgroserasparadisputartemerariamente,nodeunmododecoroso,conlos reyes,y loqueaél leparecierahacerlo ridículopara losargivos.Fueelhombre más feo que llegó a Troya, pues era bizco y cojo de un pie; sushombroscorcovadossecontraíansobreelpecho,yteníalacabezapuntiaguday cubierta por rala cabellera. Aborrecíanlo de un modo especial Aquiles y

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Ulises,aquieneszahería;yentonces,dandoestridentesvoces,decíaoprobiosal divino Agamenón. Y por más que los aqueos se indignaban e irritabanmuchocontraél,seguíaincrepándoloavozengrito:

225 —¡Atrida! ¿De qué te quejas o de qué careces? Tus tiendas estánrepletas de bronce y en ellas tienes muchas y escogidas mujeres que losaqueos te ofrecemos antes que a nadie cuando tomamos alguna ciudad.¿Necesitas,acaso,eloroquealgunodelostroyanos,domadoresdecaballos,tetraigadeIliopararedimiralhijoqueyoaotroaqueohayahechoprisionero?¿O,porventura,unajovenconquientejunteelamoryquetúsoloposeas?Noes justo que, siendo el caudillo, ocasiones tantos males a los aqueos. ¡Ohcobardes,hombressindignidad,aqueasmásbienqueaqueos!Volvamosenlasnavesalapatriaydejémosloaquí,enTroya,paraquedevoreelbotínysepasilesirveononuestraayuda;yaquehaofendidoaAquiles,varónmuysuperior,arrebatándolelarecompensaquetodavíaretiene.PocacólerasienteAquilesensupechoyesgrandesuindolencia;sinofueraasí,Atrida,ésteseríatuúltimoultraje.

243 Tales palabras dijo Tersites, zahiriendo a Agamenón, pastor dehombres. Enseguida el divino Ulises se detuvo a su lado; y mirándolo contorvafaz,loincrepóduramente:

246—¡Tersitesparlero!Aunqueseasoradorfacundo,callaynoquierastúsolo disputar con los reyes.No creo que haya un hombre peor que tú entrecuantoshanvenidoa Iliocon losAtridas.Por tanto,no tomesenbocaa losreyes, ni los injuries, ni pienses en el regreso.No sabemos aún con certezacómoestoacabaráysilavueltadelosaqueosseráfelizodesgraciada.MastúdenuestasalAtridaAgamenón,porqueloshéroesdánaosledanmuchascosas;porestolozahieres.Loquevoyadecirsecumplirá:Sivuelvoaencontrartedelirandocomoahora,noconserveUliseslacabezasobreloshombros,niseallamado padre de Telémaco, si no te echomano, te despojo del vestido (elmantoylatúnicaquecubrentuspartesverendas)yteenvíollorosodelágoraalasvelerasnavesdespuésdecastigarteconafrentososazotes.

265 Así, pues, dijo, y con el cetro diole un golpe en la espalda y loshombros.Tersitesseencorvó,mientrasunagruesalágrimacaíadesusojosyun cruento cardenal aparecía en su espalda debajo del áureo cetro. Sentóse,turbadoydolorido;miróatodosconairedesimple,yseenjugólaslágrimas.Ellos,aunqueafligidos,rieroncongustoynofaltóquiendijeraasuvecino:

272—¡Oh dioses!Muchas cosas buenas hizoUlises, ya dando consejossaludables, ya preparando la guerra; pero esto es lomejor que ha ejecutadoentrelosargivos:hacercallaral insolentecharlatán,cuyoánimoosadonoloimpulsaráenlosucesivoazaherirconinjuriosaspalabrasalosreyes.

278—Así hablaba la multitud. Levantóse Ulises, asolador de ciudades,

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conelcetroenlamano(Atenea,ladeojosdelechuza,que,transfiguradaenheraldo,juntoaélestaba,impusosilencioparaquetodoslosaqueos,desdelosprimeros hasta los últimos, oyeran su discurso ymeditaran sus consejos), ybenévololosarengódiciendo:

284—¡Atrida!Losaqueos,ohrey,quierencubrirtedebaldónante todoslosmortalesdevozarticuladaynocumplenloqueteprometieronalvenirdeArgos,criadordecaballos:quenoteiríassindestruirlabienmuradaIlio.Cualsi fuesenniñosoviudas, se lamentanunosconotrosydesean regresar a sucasa. Y es, en verdad, penoso que hayamos de volver afligidos. Cierto quecualquiera se impacienta al mes de estar separado de su mujer, cuando vedetenida su nave de muchos bancos por las borrascas invernales y el maralborotado; y nosotros hace ya nueve años, con el presente, que aquípermanecemos.Nomeenojo,pues,porquelosaqueosseimpacientenjuntoalas cóncavas naves; pero sería bochornosohaber estado aquí tanto tiempoyvolvernos sin conseguir nuestro propósito. Tened paciencia, amigos, yaguardad un poco más, para que sepamos si fue verídica la predicción deCalcante.Biengrabadalatenemosenlamemoria,ytodosvosotros,losquenohabéissidoarrebatadosdíatrasdíaporlasparcasdelamuerte,soistestigosdelo que ocurrió en Áulide cuando se reunieron las naves aqueas que cantosmales habían de traer a Príamo y a los troyanos. En sacros altaresinmolábamoshecatombesperfectasalosinmortales,juntoaunafuenteyalasombradeunhermosoplátanoacuyopiemanabaaguacristalina.Allísenosofreció un gran portento.Un horrible dragón de roja espalda, que elmismoOlímpico sacara a la luz, saltó de debajo del altar al plátano. En la ramacimeradeéstehallábanseloshijuelosreciénnacidosdeunave,quemedrososseacurrucabandebajodelashojas;eranocho,y,conlamadrequelosparió,nueve.Eldragóndevoróalospajarillos,quepiabanlastimeramente;lamadrerevoleabaentornodesushijosquejándose,yaquélvolvióseylacogióporelala,mientrasellachillaba.Despuésqueeldragónsehubocomidoalaveyalospolluelos,eldiosquelohabíamostradoobróenélunprodigio:elhijodelarteroCrono transformólo en piedra, y nosotros, inmóviles, admirábamos loqueocurría.De estemodo, las grandesyportentosas accionesde los diosesinterrumpieron lashecatombes.YenseguidaCalcante,vaticinando,exclamó:«¿Por qué enmudecéis, melenudos aqueos? El próvido Zeus es quien nosmuestraeseprodigiogrande,tardío,delejanocumplimiento,perocuyagloriajamásperecerá.Comoeldragóndevoróalospolluelosdelaveyalavemisma,los cuales eran ocho, y, con lamadre que los dio a luz, nueve, así nosotroscombatiremosallíigualnúmerodeaños,yaldécimotomaremoslaciudaddeanchascalles».Tal fue loquedijoy todo seva cumpliendo. ¡Ea, aqueosdehermosasgrebas,quedaostodoshastaquetomemoslagranciudaddePríamo!

333 Así habló. Los argivos, con agudos gritos que hacían retumbarhorriblemente lasnaves,aplaudieroneldiscursodeldivinoUlises.YNéstor,

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caballerogerenio,losarengódiciendo:

337—¡Ohdioses!Habláiscomoniñoschiquitosquenoestánejercitadosen los bélicos trabajos. ¿Qué es de nuestros convenios y juramentos? ¿Sefueron, pues, en humo los consejos, los afanes de los guerreros, los pactosconsagrados con libaciones de vino puro y los apretones de manos en queconfiábamos?Nosentretenemosencontenderconpalabrasysinmotivo,yentanlargoespacionohemospodidoencontrarunmedioeficazparaconseguirnuestro intento. ¡Atrida!Tú, como siempre,manda con firme decisión a losargivos en el duro combate y deja que se consuman uno o dos que endiscordanciacon losdemásaqueosdesean,aunqueno lograransupropósito,regresaraArgosantesdesabersifueonofalsalapromesadeZeus,quellevala égida. Pues yo os aseguro que el prepotente Cronida nos prestó suasentimiento, relampagueando por el diestro lado y haciéndonos favorablesseñales,eldíaenquelosargivosseembarcaronenlasnavesdeligeroandarpara traera los troyanos lamuerteyeldestino.Nadie,pues, sedéprisaporvolver a su casa, hasta haber dormido con la esposa de un troyano y habervengado la huida y los gemidos de Helena. Y si alguno tanto anhelare elregreso,toquelanegranavedemuchosbancosparaquedelantedetodosseamuertoy cumpla sudestino. ¡Oh rey!Nodejesdepensar túmismoy siguetambiénlosconsejosquenosotroslodamos.Noesdespreciableloquevoyadecirte:Agrupaaloshombres,ohAgamenón,portribusyfamilias,paraqueunatribuayudeaotratribuyunafamiliaaotrafamilia.Siasílohicieresyloobedecierenlosaqueos,sabrásprontocuálesjefesysoldadossoncobardesycuálesvalerosos,puespelearándistintamente;yconocerássinopuedestomarlaciudadporlavoluntaddelosdiosesoporlacobardíadetushombresysuimpericiaenlaguerra.

369Y,respondiéndole,elreyAgamenónledijo:

370—Denuevo,ohanciano,superasenelágoraalosaqueostodos.Ojalá,¡padre Zeus, Atenea, Apolo!, tuviera yo entre los aqueos diez consejerossemejantes;entonceslaciudaddelreyPríamoseríaprontotomadaydestruidapornuestrasmanos.PeroZeusCronida, que lleva la égida,meenvíapenas,enredándome en inútiles disputas y riñas. Aquiles y yo peleamos conencontradas razones por una joven, y fui el primero en irritarme; si ambosprocediéramosdeacuerdo,nosediferiríaniunsolomomentolaruinadelostroyanos.Ahora, id a comer para que luego trabemos el combate; cada unoafile la lanza, prepare el escudo, dé el pasto a los corceles depies ligeros einspeccioneelcarro,apercibiéndoseparalalucha;puesdurantetodoeldíanospondráapruebaelhorrendoAres.Niunbrevedescansohadehabersiquiera,hastaquelanocheobliguealosvalientesguerrerosasepararse.Lacorreadelescudo que al combatiente cubre, sudará en torno del pecho; el brazo sefatigaráconelmanejodelalanza,ytambiénsudaránloscorcelesarrastrando

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lospulimentadoscarros.Yaquélquesequedevoluntariamenteenlascorvasnaves,lejosdelabatalla,comoyolovea,noselibrarádelosperrosydelasavesderapiña.

394Asídijo.Losargivospromovíangranclamoreo,comocuandolasolas,movidasporelNoto,batenunelevadoriscoqueseadelantasobreelmarynolo dejan mientras soplan los vientos en contrarias direcciones. Luego,levantándose,sedispersaronporlasnaves,encendieronlumbreenlastiendas,tomaron lacomidayofrecieronsacrificios,quiénesauno,quiénesaotrodelos sempiternos dioses, para que los librasen de la muerte y del fatigosotrabajodeAres.Agamenón,reydehombres,inmolóunpingüebueydecincoaños al prepotente Cronión, habiendo llamado a su tienda a los principalescaudillosdelosaqueostodos:primeramenteaNéstoryalreyIdomeneo,luegoaentrambosAyantesyalhijodeTideo,yensextolugaraUlises,igualaZeusen prudencia. Espontáneamente se presentó Menelao, valiente en la pelea,porque sabía lo que su hermano estaba preparando. Colocaronse todosalrededor del buey y tomaron la mola. Y puesto en medio, el poderosoAgamenónoródiciendo:

412—¡Zeusgloriosísimo,máximo,queamontonas las sombríasnubesyviveseneléter!¡NosepongaelsolnisobrevengalaobscuridadantesqueyodestruyaelpalaciodePríamo,entregándoloalasllamas,peguevorazfuegoalaspuertas,rompaconmilanzalacorazadeHéctorensumismopecho,yveaamuchosdesuscompañeroscaídosdecaraenelpolvoymordiendolatierra!

419 Dijo; pero el Cronión no accedió y, aceptando los sacrificios,preparóles no envidiable labor. Hecha la rogativa y esparcida la mola,cogieronlasvíctimasporlacabeza,quetiraronhaciaatrás,ylasdegollaronydesollaron;cortaronlosmuslos,ydespuésdepringarloscongorduraporunoyotroladoydecubrirloscontrozosdecarne,losquemaronconleñasinhojas;yatravesandolasentrañasconlosasadores,laspusieronalfuego.Quemadoslosmuslos, probaron las entrañas; y dividiendo lo restante en pedazosmuypequeños,atravesáronloconpinchos,loasaroncuidadosamenteyloretirarondelfuego.Terminadalafaenaydispuestoelfestín,comieronynadiecareciódesurespectivaporción.Ycuandohubieronsatisfechoeldeseodebeberydecomer,Néstor,elcaballerogerenio,comenzóadecirles:

434 —¡Atrida gloriosísimo, rey de hombres, Agamenón! No nosentretengamosenhablar,nidifiramospormástiempolaempresaqueundiospone ennuestrasmanos.Mas, ea, los heraldosde los aqueos, debroncíneascorazas, pregonen que el ejército se reúna cerca de los bajeles, y nosotrosrecorramos juntos el espacioso campamento para promover cuanto antes unvivocombate.

441Asídijo;yAgamenón,reydehombres,nodesobedeció.Almomento

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dispusoquelosheraldosdevozsonorallamaranalcombatealosmelenudosaqueos; hízose el pregón, y ellos se reunieron prontamente. ElAtrida y losreyes, alumnos de Zeus, hacían formar a los guerreros, y los acompañabaAtenea, la de ojos de lechuza, llevando la preciosa inmortal égida que noenvejeceydelacualcuelgancienáureosborlones,bienlabradosydelvalorde cien bueyes cada uno. Con ella en la mano, movíase la diosa entre losaqueos, instigábalosasaliralcampoyponíafortalezaensuscorazonesparaque pelearan y combatieran sin descanso. Pronto les fue más agradable elcombate,quevolveralapatriatierraenlascóncavasnaves.

455Cualsecolumbradesdelejoselresplandordeunincendio,cuandoelvorazfuegosepropagaporvastaselvaenlacumbredeunmonte,asíelbrillodelasbroncíneasarmadurasdelosqueseponíanenmarchallegabaalcieloatravésdeléter.

459 De la suerte que las alígeras aves —gansos, grullas o cisnescuellilargos—seposanennumerosasbandadasychillandoenlapraderaAsia,cerca de la corriente del Caístro, vuelan acá y allá ufanas de sus alas, y elcamporesuena;deestamanera lasnumerosashuestesafluíande lasnavesytiendasalallanuraEscamandriaylatierraretumbabahorriblementebajolospies de los guerreros y de los caballos. Y los que en el florido prado delEscamandriollegaronajuntarsefueroninnumerables; tantos,cuantassonlashojasyBoresqueenlaprimaveranacen.

469Como enjambres copiosos demoscas que en la primaveral estaciónvuelanagrupadasporelestablodelpastor,cuandolalechellenalostarros,entangrannúmeroreuniéronseenlallanuralosmelenudosaqueos,deseososdeacabarconlostroyanos.

474 Poníanlos los caudillos en orden de batalla fácilmente, como lospastoresseparanlascabrasdegrandesrebañoscuandosemezclanenelpasto;yenmedioaparecíaelpoderosoAgamenón,semejanteenlacabezayenlosojosaZeus,quesegozaenlanzarrayos,enelcinturón,aAres,yenelpecho,aPoseidón.Comoenelhatoelmachovacunomásexcelenteesel toro,quesobresaleentrelasvacasreunidas,deigualmanerahizoZeusqueAgamenónfueraaqueldíainsigneyeximioentremuchoshéroes.

484Decidmeahora,Musasqueposeéisolímpicospalaciosycomodiosaslopresenciáisyconocéistodo,mientrasquenosotrosoímostansólolafamaynadaciertosabemos,cuáleseranloscaudillosypríncipesdelosdánaos.Alamuchedumbre no podría enumerarla ni nombrarla, aunque tuviera diezlenguas, diez bocas, voz infatigable y corazón de bronce: sólo las Musasolímpicas, hijas de Zeus, que lleva la égida, podrían decir cuántos a Iliofueron.Peromencionaréloscaudillosylasnavestodas.

494MandabanalosbeociosPenéleo,Leito,Arcesilao,ProtoenoryClonio.

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Los que cultivaban los campos de Hiria, Áulide pétrea, Esqueno, Escolo,Eteonofragosa,Tespía,GreaylavastaMicaleso,losquemorabanenHarma,Ilesio y Eritras; los que residían en Eleón, Hila, Peteón, Ocálea, Medeón,ciudad bien construida, Copas, Eutresis y Tisbe, abundante en palomas; losquehabitabanenCoronea,Haliartoherbosa,PlateayGlisante;losqueposeíanlabienedificadaciudaddeHipotebas,lasacraOnquesto,deliciosobosquedePoseidón, y las ciudades deArne, abundante en uvas,Midea,Nisa divina yAntedón fronteriza: todosestos llegaronencincuentanaves.Encadauna sehabíanembarcadocientoveintebeocios.

511DelosquehabitabanenAspledónyOrcómenoMinieoerancaudillosAscálafoyYálmeno,hijosdeAresydeAstíoque,queloshabíadadoaluzenel palacio deÁctorAzida.Astíoque, que era virgen ruborosa, subió al pisosuperior,yelterriblediosseunióconellaclandestinamente.Treintacóncavasnavesenordenlosseguían.

517Mandaban a los foceos Esquedio y Epístrofo, hijos del magnánimoÍfito Naubólida. Los de Cipariso, Pitón pedregosa, Crisa divina, Dáulide yPanopeo;losquehabitabanenAnemoria,JámpolisylariberadeldivinalríoCefiso;losqueposeíanlaciudaddeLileaenlasfuentesdelmismorío:todoséstos habían llegado en cuarenta negras naves. Los caudillos ordenabanentonceslasfilasdelosfocios,queenlasbatallascombatíanalaizquierdadelosbeocios.

527Acaudillabaa los locriosquevivíanenCino,Opunte,Calíaro,Besa,Escarfe,Augíasamena,TarfeyTronio,aorillasdelBoagrio,elligeroAyantedeOileo,menor,muchomenor queAyante Telamonio: era bajo de cuerpo,llevabacorazadelinoyenelmanejodelalanzasuperabaatodosloshelenosy aqueos. Seguíanlo cuarenta negras naves, en las cuales habían venido loslocriosquevivenmásalládelasagradaEubea.

536 Los abantes de Eubea, que respiraban valor y residían en Calcis,Eretria, Histiea, abundante en uvas, Cerinto marítima, Dío, ciudad excelsa,CaristoyEstira,erancapitaneadosporelmagnánimoElefénorCalcodontíada,vástago de Ares. Con tal caudillo llegaron los ligeros abantes, que dejabancrecerlacabelleraenlaparteposteriordelacabeza:eranbelicososydeseabansiempre romper con sus lanzas de fresno las corazas en los pechos de losenemigos.Seguíanlocuarentanegrasnaves.

546LosquehabitabanenlabienedificadaciudaddeAtenasyconstituíanelpueblodelmagnánimoErecteo,aquienAtenea,hijadeZeus,crio—habíaledado a luz la fértil tierra— y puso en su rico templo deAtenas, donde losjóvenesateniensesofrecentodoslosañossacrificiospropiciatoriosdetorosycorderosaladiosa,teníanporjefeaMenesteo,hijodePéteo.Ningúnhombredelatierrasabíacómoéseponerenordendebatalla,asíalosquecombatían

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encarros,comoalospeonesarmadosdeescudos;sóloNéstorcompetíaconél,porqueeramásanciano.Cincuentanegrasnavesloseguían.

557AyantehabíapartidodeSalaminacondocenaves,quecolocócercadelasfalangesatenienses.

559 Los habitantes de Argos, Tirinto amurallada, Hermíone y Ásine enprofundogolfosituadas,Trecén,EyonesyEpidauro,abundanteenvides,ylosjóvenesaqueosdeEginayMasete,eranacaudilladosporDiomedes,valienteenlapelea;Esténelo,hijodelfamosoCapaneo,yEuríalo,igualaundios,quetenía por padre al rey Mecisteo Talayónida. Era jefe supremo Diomedes,valienteenlapelea.Ochentanegrasnaveslosseguían.

569 Los que poseían la bien construida ciudad deMicenas, la opulentaCorinto y la bien edificada Cleonas; los que cultivaban la tierra en Ornías,Aretírea deleitosa y Sición, donde antiguamente reinó Adrasto; los queresidíanenHiperesiayGonoesaexcelsa,ylosquehabitabanenPelene,Egio,elEgíalotodoylaespaciosaHélice:todoséstoshabíanllegadoenciennavesalasórdenesdelreyAgamenónAtrida.Muchosyvalientesvaronescondujoestepríncipequeentoncesvestíaellucientebronce,ufanodesobresalirentretodosloshéroesporsuvalorypormandaramayornúmerodehombres.

581 Los de la honda y cavernosa Lacedemonia que residían en Faris,EspartayMesa,abundanteenpalomas;morabanenBrisíasoAugíasamena;poseíanlasciudadesdeAmiclasyHelosmarítima,yhabitabanenLaayÉtilo:todoséstosllegaronensesentanavesalmandodelhermanodeAgamenón,deMenelao, valiente en el combate, y se armaban formando unidad aparte.Menelao, impulsadoporsupropioardor, losanimabaacombatiryanhelabaensucorazónvengarlahuidaylosgemidosdeHelena.

591LosquecultivabanelcampoenPilos,Arenedeliciosa,Trío,vadodelAlfeo,ylabienedificadaEpi,ylosquehabitabanenCiparisente,Anfigenia,Pteleo, Helos y Dorio (donde lasMusas, saliéndole al camino a Támiris eltracio,loprivarondecantarcuandovolvíadelacasadeÉuritoelecalieo;puesjactósedequesaldríavencedor,aunquecantaran laspropiasMusas,hijasdeZeus, que lleva la égida, y ellas irritadas lo cegaron, lo privaron del divinocanto y le hicieron olvidar el arte de pulsar la cítara) eran mandados porNéstor,caballerogerenio,yhabíanllegadoennoventacóncavasnaves.

603 Los que habitaban en la Arcadia al pie del altomonte de Cilene ycerca de la tumba de Épito, país de belicosos guerreros; los de Féneo,Orcómeno, abundante en ovejas, Ripe, Estratia y Enispe ventosa; y los queposeíanlasciudadesdeTegea,Mantineadeliciosa,EstínfaloyParrasia:todoséstosllegaronalmandodelreyAgapenor,hijodeAnceo,ensesentanaves.Encadaunadeéstasseembarcaronmuchosarcadiosejercitadosenlaguerra.Elmismoreydehombres,Agamenón, les facilitó lasnavesdemuchosbancos,

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paraqueatravesaranelvinosoponto;puesellosnosecuidabande lascosasdelmar.

615LosquehabitabanenBuprasioyenelrestodeladivinaÉlide,desdeHirminayMírsino,lafronteriza,porunladoylarocaOleniayAlesioporelotro,teníancuatrocaudillosycadaunodeéstosmandabadiezvelerasnavestripuladas por muchos epeos. De dos divisiones eran respectivamente jefesAnfímacoyTalpio,hijoaquéldeCtéatoyéstedeÉuritoynietosdeActor;dela tercera, el fuerteDioresAmarincida,yde la cuarta, eldeiformePolixino,hijodelreyAgástenesAugeida.

625LosdeDuliquioylassagradasislasEquinas,situadasalotroladodelmarfrentealaElide,eranmandadosporMegesFilida,igualaAres,aquienengendróel jineteFileo,caroaZeus,cuandoporhaberseenemistadoconsupadreemigróaDuliquio.Cuarentanegrasnavesloseguían.

631Ulisesacaudillabaaloscefaleniosdeánimoaltivo.LosdeÍtacaysufrondosoNérito;losquecultivabanloscamposdeCrocileaydelaescarpadaEgílipe; los que habitaban en Zacinto; los que vivían en Samos y susalrededores; los que estaban en el continente y los que ocupaban la orillaopuesta:todosellosobedecíanaUlises,igualaZeusenprudencia.Docenavesderojasproasloseguían.

638 Toante, hijo de Andremón, regía a los etolios que habitaban enPleurón,Oleno,Pilene,CalcismarítimayCalidónpedregosa.YanoexistíanloshijosdelmagnánimoEneo,niéste;ymuerto tambiénel rubioMeleagro,diéronse a Toante todos los poderes para que reinara sobre los etolios.Cuarentanegrasnaveslosseguían.

645 Mandaba a los cretenses Idomeneo, famoso por su lanza. Los quevivían enCnoso,Gortina amurallada,Licto,Mileto, blancaLicasto, Festo yRitio, ciudades populosas, y los que ocupaban la isla deCreta con sus cienciudades:todoséstoserangobernadosporIdomeneo,famosoporsulanza,quecon Meriones, igual al homicida Enialio, compartía el mando. Seguíanloochentanegrasnaves.

653 Tlepólemo Heraclida, valiente y alto de cuerpo, condujo en nuevebuques a los fieros rodios que vivían, divididos en tres pueblos, en Lindo,Yáliso yCamiro la blanca.De éstos era caudilloTlepólemo, famosopor sulanza,aquienAstioquíaconcibiódelfornidoHeracles,cuandoelhéroeselallevódeÉfira,delariberadelríoSeleente,despuésdehaberasoladomuchasciudades defendidas por noblesmancebos. Cuando Tlepólemo, criado en elmagníficopalacio,hubollegadoalajuventud,matóalancianotíomaternodesupadre, aLicimnio, vástagodeAres; y como losdemáshijosynietosdelfuerteHeracles loamenazaron,construyónaves, reuniómuchagenteyhuyópor el ponto.Errante y sufriendo penalidades pudo llegar aRodas, y allí se

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establecióconlossuyos,queformarontrestribus.SehicieronquererdeZeus,que reina sobre los dioses y los hombres, y el Cronión les dio abundanteriqueza.

671NireocondujodesdeSimetresnavesbienproporcionadas;Nireo,hijodeAglayaydelreyCáropo;Nireo,elmáshermosodelosdánaosquefueronaIlio, si exceptuamos al eximio Pelida; pero era tímido, y poca la gente quemandaba.

676LosquehabitabanenNísiros,Crápato,Caso,Cos,ciudaddeEurípilo,y las islasCalidnas, teníanpor jefes aFidipoyAntifo, hijos del reyTésaloHeraclida.Treintacóncavasnavesenordenloseguían.

681CuantosocupabanelArgospélásgico,losquevivíanenAlo,ÁlopeyTraquineylosqueposeíanlaFtíaylaHéladedelindasmujeres,ysellamabanmirmidones,helenosyaqueos,teníanporcapitánaAquilesyhabíanllegadoencincuentanaves.Maséstosnosecuidabanentoncesdelcombatehorrísono,por no tener quien los llevara a la pelea: el divino Aquiles, el de los piesligeros,nosalíadelasnaves,enojadoacausadelajovenBriseide,dehermosacabellera,alacualhabíahechocautivaenLirneso,cuandodespuésdegrandesfatigas destruyó esta ciudad y las murallas de Teba, dando muerte a losbelicososMinesyEpístrofo,hijosdelreyEvenoSelepíada.Afligidoporello,seentregabaalocio;peroprontohabíadelevantarse.

695LosquehabitabanenFílace,Pírasoflorida,queeslugarconsagradoaDeméter; Itón,criadoradeovejas;AntrónmarítimayPteleoherbosa, fueronacaudillados por el aguerrido Protesilao mientras vivió, pues ya entoncesteníaloensusenolanegratierra:matóloundárdanocuandosaltódelanavemuchoantesquelosdemásaqueos,yenFílacequedaronsudesoladaesposayla casa a medio acabar. Con todo, no carecían aquéllos de jefe, aunqueechabandemenos al que antes tuvieron,pues losordenabapara el combatePodarces,vástagodeAres,hijodeIficloFilácida,ricoenganado,yhermanomenordel animosoProtesilao.Ésteeramayorymásvaliente.Sushombres,pues,noestabansincaudillo;perosentíansoledaddeaquél,quetanesforzadohabíasido.Cuarentanegrasnavesloseguían.

711Los quemoraban enFeras situada a orillas del lagoBebeide,Beba,Gláfiras yYolco bien edificada, habían llegado en once naves almando deEumelo,hijoqueridodeAdmetoydeAlcestis,divinaentrelasmujeres,queeralamáshermosadelashijasdePelias.

716 Los que cultivaban los campos de Metone y Taumacia y los queposeían las ciudades de Melibea y Olizón fragosa, tuvieron por capitán aFiloctetes, hábil arquero, y llegaron en siete naves: en cada una de éstas seembarcaroncincuenta remerosmuyexpertos en combatir valerosamente conelarco.MasFiloctetessehallabapadeciendofuertesdoloresenladivinaisla

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de Lemnos, donde lo dejaron los aqueos después que lomordió ponzoñosoreptil.Allípermanecíaafligido;peroprontoenlasnaveshabíandeacordarselosargivosdelreyFiloctetes.Nocarecíanaquéllosdejefe,aunqueechabandemenos a su caudillo, pues los ordenaba para el combate Medonte, hijobastardodeOileo,asoladordeciudades,dequienlotuvoRena.

729DelosdeTrica,Itomedequebradosuelo,yEcalia,ciudaddeÉuritoelecalieo,erancapitanesdoshijosdeAsclepioyexcelentesmédicos:PodalirioyMacaón.Treintacóncavasnavesenordenlosseguían.

734LosqueposeíanlaciudaddeOrmenio,lafuenteHiperea,Asterioylasblancas cimas del Títano, eran mandados por Eurípilo, hijo preclaro deEvemón.Cuarentanegrasnavesloseguían.

739AlosdeArgisa,Girtone,Orte,EloneylablancaciudaddeOlosón,losregíael intrépidoPolipetes,hijodePirítooynietodeZeusinmortal(habíalodadoaluzlaínclitaHipodamíaelmismodíaenquePirítoo,castigandoaloshirsutoscentauros,losechódelPelioylosobligóaretirarsehacialosétices).Peronoestabasolo,sinoqueconélcompartíaelmandoLeonteo,vástagodeAres,hijodelanimosoCoronoCeneida.Cuarentanegrasnaveslosseguían.

748 Guneo condujo desde Cifo en veintidós naves a los enienes eintrépidosperebos;aquéllosteníansumoradaenDodona,defríosinviernos,yéstos cultivaban los campos a orillas del hermoso Titareso, que vierte suscristalinasaguasenelPeneodeargénteosvórtices;peronosemezclaconél,sinoque sobrenada comoaceite, porque esun arroyodel aguade laÉstige,queseinvocaenlosterriblesjuramentos.

756 A los magnetes gobernábalos Prótoo, hijo de Tentredón. Los quehabitabanaorillasdelPeneoyenel frondosoPelio tenían,pues,por jefealligeroPrótoo.Cuarentanegrasnavesloseguían.

760Taleseran loscaudillosypríncipesde losdánaos.Dime,Musa,cuálfue elmejorde losvaronesy cuáles losmás excelentes caballosde cuantosconlosAtridasllegaron.

763 Entre los corceles sobresalían las yeguas del Feretíada, que guiabaEumelo:eranligerascomoaves,apeladas,ydelamismaedadyaltura;criólasApolo,eldelarcodeplata,enPerea,yllevabanconsigoelterrordeAres.DelosguerreroselmásvalientefueAyanteTelamoniomientrasdurólacóleradeAquiles,pueséstelosuperabamucho;ytambiéneranlosmejorescaballoslosquellevabanaleximioPelión.MasAquilespermanecíaentoncesenlascorvasnavessurcadorasdelponto,porestarirritadocontraAgamenónAtrida,pastorde hombres; su gente se solazaba en la playa tirando discos, venablos oflechas; los corceles comían loto y apio palustre cerca de los carros de loscapitanesquepermanecíanenfundadosenlastiendas,ylosguerreros,echando

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demenosasujefe,caroaAres,discurríanporelcampamentoynopeleaban.

780Ya los demás avanzaban amodo de incendio que se propagase portoda la comarca; y como la tierra gime cuando Zeus, que se complace enlanzar rayos, airado, la azota en Arimos, donde dicen que está el lecho deTifoeo;deigualmaneragemíagrandementedebajodelosqueibanandandoyatravesabanconligeropasolallanura.

786DioalostroyanoslatristenoticiaIris, ladelospiesligeroscomoelviento,aquienZeus,quellevalaégida,habíaenviadocomomensajera.Todosellos, jóvenes y viejos, hallábanse reunidos en los pórticos del palacio dePríamoydeliberaban. Iris, lade lospies ligeros, se lespresentó tomando lafigurayvozdePolites,hijodePríamo;elcual,confiandoenlaagilidaddesuspies, se sentaba como atalaya de los troyanos en la cima del túmulo delanciano Esietes y observaba cuando los aqueos partían de las naves paracombatir.Asítransfigurada,dijoIris,ladelospiesligeros:

796—¡Oh anciano! Te placen los discursos interminables como cuandoteníamos paz, y una obstinada guerra se ha promovido.Muchas batallas hepresenciado,peronuncaviunejércitotalytangrandecomoelquevieneporla llanuraapelearcontra laciudad,formadopor tantoshombrescuantassonlashojasolasarenas.¡Héctor!Terecomiendoencarecidamentequeprocedasdeestemodo:ComoenlagranciudaddePríamohaymuchosauxiliaresynohablanunamismalenguahombresdepaísestandiversos,cadacualmandeaaquellosdequienesespríncipeyacaudille a susconciudadanos,despuésdeponerlosenordendebatalla.

806Asídijo;yHéctor, conociendo lavozde ladiosa,disolvió el ágora.Apresuráronseatomarlasarmas,abriéronsetodaslaspuertas,salióelejércitodeinfantesydelosqueencarroscombatían,yseprodujoungrantumulto.

811Hayenlallanura,frentealaciudad,unaexcelsacolinaaisladadelasdemásyaccesibleportodaspartes,alacualloshombresllamanBatieaylosinmortalestumbadelaágilMirina:allífuedondelostroyanosysusauxiliaressepusieronenordendebatalla.

816AlostroyanosmandábaloselgranHéctorPriámida,eldetremolantecasco.Conél searmaban las tropasmáscopiosasyvalientes,queardíanendeseosdeblandirlaslanzas.

819 De los dardanios era caudillo Eneas, valiente hijo de Anquises, dequienlotuvoladivinaAfroditadespuésqueladiosaseunióconelmortalenun bosque del Ida. Con Eneas compartían el mando dos hijos de Anténor:ArquélocoyAcamante,diestrosentodasuertedepelea.

824LosricostroyanosquehabitabanenZelea,alpiedelIda,ybebíanelagua del caudaloso Esepo, eran gobernados por Pándaro, hijo ilustre de

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Licaón,aquienApoloenpersonadioelarco.

828 Los que poseían las ciudades de Adrastea, Apeso, Pitiea y el altomontedeTerea,estabanalasórdenesdeAdrastoyAnfio,decorazadelino:ambos eran hijos de Mérope Percosio, el cual conocía como nadie el arteadivinatoriaynoqueríaquesushijosfuesenalahomicidaguerra;peroellosnoloobedecieron,impelidosporlasparcasdelanegramuerte.

835LosquemorabanenPercote,aorillasdelPractio,ylosquehabitabanen Sesto, Abidos y la divina Arisbe eran mandados por Asio Hirtácida,príncipedehombres,aquienfogososycorpulentoscorcelescondujerondesdeArisbe,desdelariberadelríoSeleente.

840HipótooacaudillabalastribusdelosvalerosospelasgosquehabitabanenlafértilLarisa.MandábanlosélyPileo,vástagodeAres,hijosdelpelasgoLetoTeutámida.

844Alostracios,quevivenaorillasdelalborotadoHelesponto,losregíanAcamanteyelhéroePíroo.

846Eufemo,hijodeTrecenoCéada,alumnodeZeus,eraelcapitándelosbelicososcícones.

848 Pirecmes condujo los peonios, de corvos arcos, desde la lejanaAmidón,desdelariberadelanchurosoAxio;delAxio,cuyaslímpidasaguasseesparcenporlatierra.

851Alospaflagonios,procedentesdelpaísde losénetos,dondesecríanlas mulas cerriles, los mandaba Pilémenes, de corazón varonil: aquéllosposeían la ciudad de Citoro, cultivaban los campos de Sésamo y habitabanmagníficas casas a orillas del río Partenio, en Cromna, Egíalo y los altosmontesEritinos.

856Los halizones erangobernados porOdioyEpístrofo y procedíandelejos:deÁlibe,dondehayyacimientosdeplata.

858 A los misios los regían Cromis y el augur Énnomo, que no pudolibrarse,apesarde losagüeros,de lanegramuerte;puessucumbióamanosdelEácida, el de lospies ligeros, en el ríodondeéstemató también aotrostroyanos.

862 Forcis y el deiforme Ascanio acaudillaban a los frigios que habíanllegadodelaremotaAscaniayanhelabanentrarenbatalla.

864AlosmeonioslosgobernabanMestlesyAntifo,hijosdeTalémenes,aquienesdioaluzlalagunaGigea.Taleseranlosjefesdelosmeonios,nacidosalpiedelTmolo.

867 Nastes estaba al frente de los carios de bárbaro lenguaje. Los que

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ocupaban la ciudad de Mileto, el frondoso monte Ftirón, las orillas delMeandro y las altas cumbres de Mícale tenían por caudillos a Nastes yAnfímaco,preclaroshijosdeNomión;NastesyAnfímaco,queibaalcombatecubiertodeorocomounadoncella.¡Insensato!Noporelloselibródelatristemuerte,puessucumbióenelríoamanosdelcelerípedeEácidadelaguerridoAquiles,eldelospiesligeros;yésteseapoderódeloro.

876SarpedónyeleximioGlaucomandabanaloslicios,queprocedíandelaremotaLicia,delariberadelvoraginosoJanto.

CantoIII

Juramentos–Contemplandodesdelamuralla–CombatesingulardeAlejandroyMenelao

La primera se interrumpe para que se verifique el combate singular deAlejandroyMenelao,quenoproduceningúnresultado,pues,cuandoaquélvaaservencido,loarrebataporlosairessumadreladiosaAfroditaylollevaalladodeHelena.

1 Puestos en orden de batalla con sus respectivos jefes, los troyanosavanzaban chillando y gritando como aves —así profieren sus voces lasgrullas en el cielo, cuando, para huir del frío y de las lluvias torrenciales,vuelangruyendosobrelacorrientedelOcéanoyllevanlaruinaylamuertealos pigmeos, moviéndolos desde el aire cruda guerra— y los aqueosmarchabansilenciosos,respirandovalorydispuestosaayudarsemutuamente.

10Así como elNoto derrama en las cumbres de unmonte la niebla tanpocogrataalpastorymásfavorablequelanocheparaelladrón,ysóloseveel espacio a que alcanza una pedrada; así también, una densa polvareda selevantababajolospiesdelosqueseponíanenmarchayatravesabancongranprestezalallanura.

15Cuandoambosejércitossehubieronacercadoelunoalotro,aparecióenlaprimerafiladelostroyanosAlejandro,semejanteaundios,conunapieldeleopardoenloshombros,elcorvoarcoylaespada;y,blandiendodoslanzasde broncínea punta, desafiaba a los más valientes argivos a que con élsostuvieranterriblecombate.

21Menelao, caro aAres, violo venir con arrogante paso al frente de latropa, y, como el león hambriento que ha encontrado un gran cuerpo decornígerociervoodecabramontés,sealegraytedevora,aunqueopersiganágilesperrosyrobustosmozos;asíMenelaoseholgódeverconsuspropiosojosaldeiformeAlejandro—figurósequepodríacastigaralculpable—yal

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momentosaltódelcarroalsuelosindejarlasarmas.

30 Pero el deiforme Alejandro, apenas distinguió a Menelao entre loscombatientesdelanteros,sintióqueselecubríaelcorazón,y,paralibrarsedelamuerte,retrocedióalgrupodesusamigos.Comoelquedescubreundragónenlaespesuradeunmonte,seechaconprontitudhaciaatrás, tiémblanle lascarnes y se aleja con la palidez pintada en sus mejillas; así el deiformeAlejandro, temiendo al hijo deAtreo, desapareció en la turba de los altivostroyanos.

38AdvirtióloHéctoryloreprendióconinjuriosaspalabras:

39 —¡Miserable Paris, el de más hermosa figura, mujeriego, seductor!Ojalánotecontarasenelnúmerodelosnacidosohubiesesmuertocélibe.Yoasíloquisieraytevaldríamásqueserlavergüenzayeloprobiodelostuyos.Losmelenudosaqueosseríendehaberteconsideradocomounbravocampeónportugallardafigura,cuandonohayentupechonifuerzanivalor.Ysiendocual eres, ¿reuniste a tus amigos, surcaste los mares en ligeros buques,visitaste a extranjeros y trajiste de remota tierra una mujer linda, esposa ycuñadadehombresbelicosos,queesunagranplagaparatupadre,laciudadyel pueblo todo, y causa de gozo para los enemigos y de confusión para timismo?¿NoesperasaMenelao,caroaAres?Conoceríasdequévaróntienesla floreciente esposa, y no te valdrían la cítara, los dones de Afrodita, lacabelleraylahermosura,cuandorodarasporelpolvo.Lostroyanossonmuytímidos; pues, si no, ya estarías revestido de una túnica de piedras por losmalesqueleshascausado.

58RespondióleeldeiformeAlejandro:

59 —¡Héctor! Con motivo me increpas y no más de lo justo; pero tucorazónesinflexiblecomoelhachaquehiendeunleñoymultiplicalafuerzadequienlamanejahábilmenteparacortarmaderosdenavío:tanintrépidoeselánimoqueentupechoseencierra.Nomeechesencaralosamablesdonesde ladoradaAfrodita,quenosondespreciables loseximiospresentesde losdioses y nadie puede escogerlos a su gusto.Y si ahora quieres que luche ycombata, detén a los demás troyanos y a los aqueos todos, y dejadnos enmedio aMenelao, caro aAres, y amí para que peleemos porHelena y susriquezas:elquevenza,porsermásvaliente,lleveasucasamujeryriquezas;y,despuésdejurarpazyamistad,seguidvosotrosenlafértilTroyayvuelvanaquéllosaArgos,criadoradecaballos,yalaAcaya,delindasmujeres.

76 Así dijo. Oyólo Héctor con intenso placer, y, corriendo al centro deambosejércitosconlalanzacogidaporelmedio,detuvolasfalangestroyanas,que al momento se quedaron quietas. Los melenudos aqueos le arrojabanflechas,dardosypiedras.PeroAgamenón, reydehombres,gritólesconvozrecia:

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82 —Deteneos, argivos; no tiréis, jóvenes aqueos; pues Héctor, el detremolantecasco,quieredecirnosalgo.

84 Así se expresó. Abstuviéronse de combatir y pronto quedaronsilenciosos.YHéctor,colocándoseentreunosyotros,dijo:

86 —Oíd de mis labios, troyanos y aqueos de hermosas grebas, elofrecimiento de Alejandro por quien se suscitó la contienda. Propone quetroyanosyaqueosdejemoslasbellasarmasenelfértilsuelo,yélyMenelao,caroaAres,peleenenmedioporHelenaysusriquezas todas:elquevenza,porsermásvaliente,llevaráasucasamujeryriquezas,ylosdemásjuraremospazyamistad.

95 Así dijo. Todos enmudecieron y quedaron silenciosos. Y Menelao,valienteenlapelea,leshablódeestemodo:

97—Ahoraoídmetambiénamí.Tengoelcorazóntraspasadodedolor,ycreo que ya, argivos y troyanos, debéis separaros, pues padecisteis muchosmalespormicontienda,queAlejandrooriginó.Aquéldenosotrosparaquiense hallen aparejados el destino y la muerte perezca; y los demás separaoscuantoantes.TraeduncorderoblancoyunacorderanegraparalaTierrayelSol; nosotros traeremosotroparaZeus.Conducid acá aPríamoparaque enpersonasancione los juramentos,pues sushijos sonsoberbiosy fementidos:no sea que por alguna transgresión se quebranten los juramentos prestadosinvocando a Zeus. El alma de los jóvenes es siempre voluble, y el viejo,cuandointervieneenalgo,tieneencuentalopasadoylofuturoafindequesehagalomásconvenienteparaambaspartes.

111Asídijo.Gozáronseaqueosytroyanosconlaesperanzadequeibaaterminarlacalamitosaguerra.Detuvieronloscorcelesenlasfilas,bajarondeloscarrosy,dejandolaarmaduraenelsuelo,sepusieronmuycercalosunosdelosotros.Uncortoespaciomediabaentreambosejércitos.

116 Héctor despachó dos heraldos a la ciudad para que enseguida letrajeran las víctimas y llamaran a Príamo. El rey Agamenón, por su parte,mandó a Taltibio que se llegara a las cóncavas naves por un cordero. ElheraldonodesobedecióaldivinoAgamenón.

121EntonceslamensajeraIrisfueenbuscadeHelena,ladeníveosbrazos,tomandolafiguradesucuñadaLaódice,mujerdelreyHelicaónAntenórida,queeralamáshermosadelashijasdePríamo.Hallólaenelpalaciotejiendouna gran tela doble, purpúrea, en la cual entretejíamuchos trabajos que lostroyanos,domadoresdecaballos,ylosaqueos,debroncíneascorazas,habíanpadecidoporellapormanodeAres.ParóseIris,ladelospiesligeros,juntoaHelena,yasíledijo:

130—Venacá,ninfaquerida,paraquepresencies losadmirableshechos

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de los troyanos, domadores de caballos, y de los aqueos, de broncíneascorazas.Losqueantes,ávidosdelfunestocombate,llevabanporlallanuraalluctuoso Ares unos contra otros, se sentaron —pues la batalla se hasuspendido— y permanecen silenciosos, reclinados en los escudos, con lasluengaspicasclavadasenelsuelo.AlejandroyMenelao,caroaAres,lucharánporticoningenteslanzas,yelquevenzalollamarásuamadaesposa.

139Cuandoasíhubohablado,leinfundióenelcorazóndulcedeseodesuanteriormarido,desuciudadydesuspadres.YHelenasalióalmomentodelahabitación, cubierta con blanco velo, derramando tiernas lágrimas; sin quefuerasola,pueslaacompañabandosdoncellas,Etra,hijadePiteo,yClímene,ladeojosdenovilla.ProntollegaronalaspuertasEsceas.

146 Allí, sobre las puertas Esceas, estaban Príamo, Pántoo, Timetes,Lampo, Clitio, Hicetaón, vástago de Ares, y los prudentes Ucalegonte yAnténor, ancianos del pueblo; los cuales a causa de su vejez no combatían,pero eranbuenos arengadores, semejantes a las cigarrasque, posadas en losárbolesdelaselva,dejanoírsuagudavoz.Talesprócerestroyanoshabíaenlatorre.CuandovieronaHelena,quehaciaellosseencaminaba,dijéronseunosaotros,hablandoquedo,estasaladaspalabras:

156 —No es reprensible que troyanos y aqueos, de hermosas grebas,sufranprolijosmalesporunamujercomoésta,cuyorostrotantoseparecealde lasdiosas inmortales.Pero, aun siendoasí,váyaseen lasnaves, antesdequellegueaconvertirseenunaplagaparanosotrosyparanuestroshijos.

161Asíhablaban.PríamollamóaHelenayledijo:

162—Venacá,hijaquerida;siéntateamiladoparaqueveasatuanteriormaridoyasusparientesyamigos—puesatinoteconsideroculpable,sinoalosdiosesquepromovieroncontranosotroslaluctuosaguerradelosaqueos—ymedigascómosellamaeseingentevarón,quiéneseseaqueogallardoyaltodecuerpo.Otroshaydemayorestatura,perojamásvieronmisojosunhombretanhermosoyvenerable.Pareceunrey.

171ContestóHelena,divinaentrelasmujeres:

172—Me inspiras, suegro amado, respeto y temor. ¡Ojalá lamuertemehubiesesidogratacuandovinecontuhijo,dejando,alavezqueeltálamo,amis hermanos,mi hija querida ymis amables compañeras! Pero no sucedióasí,yahorameconsumo llorando.Voya respondera tupregunta:ÉseeselpoderosísimoAgamenónAtrida, buen rey y esforzado combatiente, que fuecuñadodeestadesvergonzada,sitodonohasidosueño.

181Asídijo.Elancianocontemplóloconadmiraciónyexclamó:

182—¡Atridafeliz,nacidoconsuerte,afortunado!Muchossonlosaqueos

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que lo obedecen. En otro tiempo fui a la Frigia, en viñas abundosa, y vi amuchosdesusnaturales—lospueblosdeOtreoydeMigdón,igualaundios—quecon los ágiles corceles acampabanaorillasdelSangario.Entre ellosmehallaba, a fuer de aliado, el día en que llegaron las varoniles amazonas.Peronoerantantoscomolosaqueosdeojosvivos.

191FijandolavistaenUlises,elancianovolvióapreguntar:

192—Ea,dime también, hija querida, quién es aquél,menor en estaturaqueAgamenónAtrida,peromásanchodeespaldasydepecho.Hadejadoenelfértilsuelolasarmasyrecorrelasfilascomouncarnero.Pareceunvellosocarneroqueatraviesaungranrebañodecándidasovejas.

199AlmomentolerespondióHelena,hijadeZeus:

200—Aquél es elhijodeLaertes, el ingeniosoUlises,que se crio en laásperaÍtaca;tanhábilenurdirengañosdetodaespecie,comoendarprudentesconsejos.

203ElsensatoAnténorreplicóalmomento:

204 —Mujer, mucha verdad es lo que dices. Ulises vino por ti, comoembajador,conMenelao,caroaAres;yoloshospedéyagasajéenmipalacioy pude conocer la condición y los prudentes consejos de ambos. Entre lostroyanos reunidos, de pie, sobresalía Menelao por sus anchas espaldas;sentados, eraUlisesmásmajestuoso.Cuandohilvanaban razonesy consejospara todos nosotros,Menelao hablaba de prisa, poco, peromuy claramente:pues no era verboso, ni, con ser el más joven, se apartaba del asunto; elingeniosoUlises,despuésdelevantarse,permanecíaenpieconlavistabajaylos ojos clavados en el suelo, nomeneaba el cetro que tenía inmóvil en lamano, yparecíaun ignorante: lo hubieras tomadoporun iracundooporunestúpido.Mas tanprontocomosalíandesupecho laspalabraspronunciadascon voz sonora, como caen en invierno los copos de nieve, ningún mortalhubiesedisputadoconUlises.Yentoncesyanoadmirábamostanto lafiguradehéroe.

225ReparandolaterceravezenAyante,dijoelanciano:

226—¿Quién es ese otro aqueo gallardo y alto, que descuella entre losargivosporsucabezayanchasespaldas?

228RespondióHelena,ladelargopeplo,divinaentrelasmujeres:

229—ÉseeselingenteAyante,antemuraldelosaqueos.AlotroladoestáIdomeneo, como un dios, entre los cretenses; rodéanlo los capitanes de sustropas.Muchas vecesMenelao, caro a Ares, lo hospedó en nuestro palaciocuandoveníadeCreta.Distingoalosdemásaqueosdeojosvivos,ymeseríafácil reconocerlos y nombrarlos; mas no veo a dos caudillos de hombres,

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Cástor,domadordecaballos,yPólux,excelentepúgil,hermanoscarnalesqueme dio mi madre. ¿Acaso no han venido de la amena Lacedemonia? ¿Ollegaron en las naves, surcadoras del ponto, y no quieren entrar en combateparanohacersepartícipesdemideshonraydemismuchosoprobios?

243Asíhabló.Aelloslafértiltierralosteníayaconsigo,enLacedemoma,ensumismapatria.

243Losheraldosatravesaban laciudadcon lasvíctimaspara losdivinosjuramentos, los dos corderos, y el regocijador vino, fruto de la tierra,encerrado en un odre de piel de cabra. El heraldo Ideo llevaba además unarelucientecráteraycopasdeoro;y,acercándosealanciano,invitólodiciendo:

250 —¡Levántate, Laomedontíada! Los próceres de los troyanos,domadoresdecaballos,yde losaqueos,debroncíneascorazas, tepidenquebajesalallanuraysancioneslosfielesjuramentos;puesAlejandroyMenelao,caro aAres, combatirán con luengas lanzas por la esposa:mujer y riquezasserán del que venza, y, después de pactar amistad con fieles juramentos,nosotros seguiremos habitando la fértil Troya, y aquéllos volverán aArgos,criadordecaballos,yaAcaya,ladelindasmujeres.

259 Así dijo. Estremecióse el anciano y mandó a los amigos queengancharan los caballos.Obedeciéronlo solícitos.SubióPríamoycogió lasriendas;asulado,enelmagníficocarro,sepusoAnténor.EinmediatamenteguiaronlosligeroscorceleshacialallanuraporlaspuertasEsceas.

264 Cuando hubieron llegado al campo, descendieron del carro al almosuelo y se encaminaron al espacio que mediaba entre los troyanos y losaqueos.Levantósealpuntoelreydehombres,Agamenón,levantósetambiénelingeniosoUlises;ylosheraldosconspicuosjuntaronlasvíctimasquedebíaninmolarseparalossagradosjuramentos,mezclaronvinosenlacráteraydieronaguamanosalosreyes.ElAtrida,conladagaquellevabajuntoalagranvainade la espada, cortó pelo de la cabeza de los corderos, y los heraldos lorepartieron a los próceres troyanos y aqueos. Y, colocándose el Atrida enmediodetodos,oróenaltavozconlasmanoslevantadas:

276—¡PadreZeus, que reinas desde el Ida, gloriosísimo,máximo! ¡Sol,quetodolovesytodolooyes!¡Ríos!¡Tierra!¡Yvosotrosqueenloprofundocastigáisalosmuertosquefueronperjuros!Sedtodostestigosyguardadlosfielesjuramentos:SiAlejandromataaMenelao,seasuyaHelenacontodaslasriquezasynosotrosvolvámonosenlasnaves,surcadorasdelponto;massielrubioMenelaomata aAlejandro, devuélvannos los troyanos aHelena y lasriquezastodas,ypaguenalosargivoslaindemnizaciónqueseajustaparaquellegue a conocimiento de los hombres venideros. Y, si, vencido Alejandro,Príamo y sus hijos se negaren a pagar la indemnización, me quedaré acombatirporellahastaqueterminelaguerra.

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292Dijo,cortóleselcuelloaloscorderosylospusopalpitantes,perosinvida,enelsuelo;elcruelbronceleshabíaquitadoelvigor.Llenaronlascopassacandovinodelacrátera,yderramándoloorabanalossempiternosdioses.Yalgunosdelosaqueosydelostroyanosexclamaron:

298—¡Zeusgloriosísimo,máximo!¡Diosesinmortales!Losprimerosqueobrencontralojurado,veanderramárselesatierra,comoestevino,sussesosylosdesushijos,ysusesposascaiganenpoderdeextraños.

302 De esta manera hablaban, pero el Cronión no ratificó el voto. YPríamoDardánidalesdijo:

304—¡Oídme, troyanosyaqueos,dehermosasgrebas!Yoregresaréa laventosa Ilio, pues no podría ver con estos ojos a mi hijo combatiendo conMenelao,caroaAres.Zeusylosdemásdiosesinmortalessabenparacuáldeellostieneeldestinopreparadalamuerte.

310Dijo,yelvarónigualaundioscolocóloscorderosenelcarro,subióélmismoytomólasriendas;asulado,enelmagníficocarro,sepusoAnténor.YalinstantevolvieronaIlio.

314 Héctor, hijo de Príamo, y el divino Ulises midieron el campo, y,echandodos suertes enun cascodebronce, lomeneabanparadecidir quiénsería el primero en arrojar la broncínea lanza. Los hombres oraban ylevantabanlasmanosalosdioses.Yalgunosdelosaqueosydelostroyanosexclamaron:

320 —¡Padre Zeus, que reinas desde el Ida, gloriosísimo, máximo!Concedequequientantosmalesnoscausóaunosyaotros,mueraydesciendaalamoradadeHades,ynosotrosdisfrutemosdelajuradaamistad.

324Asídecían.ElgranHéctor,eldetremolantecasco,agitabalassuertesvolviendoelrostroatrás:prontosaltóladeParis.Sentáronselosguerreros,sinromper las filas, donde cada uno tenía los briosos corceles y las labradasarmas.EldivinoAlejandro,esposodeHelena,ladehermosacabellera,vistióunamagníficaarmadura:púsoseenlaspiernaselegantesgrebasajustadasconbrochesdeplata;protegióelpechoconlacorazadesuhermanoLicaón,queseleacomodababien;colgódelhombrounaespadadebronceguarnecidaconclavosdeplata;embrazóelgrandeyfuerteescudo;cubrió larobustacabezaconunhermosocasco,cuyoterriblepenachodecrinesdecaballoondeabaenla cimera, y asió una fornida lanza que sumano pudieramanejar.De igualmaneravistiólasarmaselaguerridoMenelao.

340 Cuando hubieron acabado de armarse separadamente de lamuchedumbre, aparecieron en el lugar que mediaba entre ambos ejércitos,mirándose de un modo terrible; y así los troyanos, domadores de caballos,comolosaqueos,dehermosasgrebas,sequedaronatónitosalcontemplarlos.

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Encontráronse aquéllos en elmedido campo, y se detuvieronblandiendo laslanzasymostrandoelodioquerecíprocamentesetenían.AlejandroarrojóelprimerolaluengalanzaydiounboteenelescudolisodelAtrida,sinqueelbronce lo rompiera: la punta se torció al chocar con el fuerte escudo. YMenelaoAtrida,disponiéndoseaacometerconlasuya,oróalpadreZeus:

351—¡Soberano Zeus! Permíteme castigar al divinoAlejandro, quemeofendió primero, y hazlo sucumbir a mis manos, para que los hombresveniderostemanultrajaraquienloshospedareylesofrecieresuamistad.

355Dijo,yblandiendolaluengalanza,acertóadarenelescudolisodelPriámida. La ingente lanza atravesó el terso escudo, se clavó en la labradacoraza y rasgó la túnica sobre el ijar. Inclinóse el troyano y evitó la negramuerte. El Atrida desenvainó entonces la espada guarnecida de argénteosclavos;pero,alheriralenemigoenlacimeradelcasco,selecayódelamano,rotaentresocuatropedazos.YelAtrida,alzandolosojosalanchurosocielo,selamentódiciendo:

365—¡PadreZeus,nohaydiosmásfunestoque tú!Esperabacastigar laperfidia de Alejandro, y la espada se quiebra en mis manos, la lanza esarrojadainútilmenteynoconsigovencerlo.

369 Dice, y arremetiendo a Paris, cógelo por el casco adornado conespesas crines de caballo, que retuerce, y lo arrastra hacia los aqueos dehermosasgrebas,medioahogadoporlabordadacorreaque,atadapordebajode la barba para asegurar el casco, le apretaba el delicado cuello. Y se lohubiera llevado, consiguiendo inmensa gloria, si al punto no lo hubieseadvertidoAfrodita,hijadeZeus,querompiólacorreahechadelcuerodeunbueydegollado:elcascovacíosiguióalarobustamano,elhéroelovolteóyarrojó a los aqueos, de hermosas grebas, y sus fieles compañeros lorecogieron.De nuevo asaltóMenelao a Paris paramatarlo con la broncínealanza; pero Afrodita arrebató a su hijo con gran facilidad, por ser diosa, yllevólo,envueltoendensaniebla,alolorosoyperfumadotálamo.Luegofueallamar a Helena, hallándola en la alta torre con muchas troyanas; tirósuavemente de su perfumado velo, y, tomando la figura de una ancianacardadora que allá enLacedemonia le preparaba aHelenahermosas lanas yeramuyqueridadeésta,díjoleladiosaAfrodita:

390—Ven acá. Te llamaAlejandro para que vuelvas a tu casa.Hállase,esplendenteporsubellezaysusvestidos,enel torneado lechode lacámaranupcial.Nodiríasquevienedecombatir,sinoquevaalbaileoquereposaderecientedanza.

395Asídijo.Helenasintióqueenelpecholepalpitabaelcorazón;pero,alverelhermosísimocuello,loslindospechosylosrefulgentesojosdeladiosa,seasombróyledijo:

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399—¡Cruel!¿Porquéquieresengañarme?¿Mellevarásacasomásallá,acualquier populosa ciudad de la Frigia o de laMeonia amena donde algúnhombre dotado de palabra te sea querido? ¿Vienes con engaños porqueMenelaohavencidoaldivinoAlejandro,yquieresqueyo,laodiosa,vuelvaasu casa? Ve, siéntate al lado de Paris, deja el camino de las diosas, no teconduzcan tus pies al Olimpo; y llora, y vela por él, hasta que te haga suesposa o su esclava. No iré allá, ¡vergonzoso fuera!, a compartir su lecho;todas las troyanas me lo vituperarían, y ya son muchos los pesares queconturbanmicorazón.

413LadivinaAfroditalerespondióairada:

414—¡Nomeirrites,desgraciada!Noseaque,enojándome,tedesampare;te aborrezca de modo tan extraordinario como hasta aquí te amé; pongafunestosodiosentretroyanosydánaos,ytúperezcasdemalamuerte.

418Asídijo.Helena,hijadeZeus, tuvomiedo;y,echándoseelblancoyespléndidovelo,salióensilenciotrasladiosa,sinqueningunadelastroyanasloadvirtiera.

421 Tan pronto como llegaron al magnífico palacio de Alejandro, lasesclavasvolvieronasuslabores,yladivinaentrelasmujeressefuederechaala cámara nupcial de elevado techo. La risueña Afrodita colocó una silladelante de Alejandro; sentóse Helena, hija de Zeus, que lleva la égida, y,apartandolavistadesuesposo,loincrepóconestaspalabras:

428 —¡Vienes de la lucha, y hubieras debido perecer a manos delesforzado varón que fue mi anterior marido! Blasonabas de ser superior aMenelao, caroaAres, en fuerza, enpuñosy enelmanejode la lanza;puesprovócalodenuevoasingularcombate.Perono:teaconsejoquedesistas,ynoquieraspelearnicontendertemerariamenteconelrubioMenelao;noseaqueenseguidasucumbas,heridoporsulanza.

437RespondióleParisconestaspalabras:

438 —Mujer, no me zahieras con amargos baldones. Hoy ha vencidoMenelao con el auxilio de Atenea; otro día lo venceré yo, pues tambiéntenemos dioses que nos protegen. Mas, ea, acostémonos y volvamos a seramigos. Jamás la pasión se apoderó demi espíritu como ahora; ni cuando,después de robarte, partimos de la amena Lacedemonia en las navessurcadorasdelpontoy llegamosa la isladeCránae,dondemeuniócontigoamoroso consorcio: con tal ansia te amo en estemomento y tan dulce es eldeseoquedemíseapodera.

447 Dijo, y empezó a encaminarse al tálamo; y enseguida lo siguió laesposa.

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448 Acostáronse ambos en el torneado lecho, mientras el Atrida serevolvía entre la muchedumbre, como una fiera, buscando al deiformeAlejandro.PeroningúntroyanonialiadoilustrepudomostrárseloaMenelao,caroaAres;quenoporamistadlohubiesenocultado,puesatodosseleshabíahecho tan odioso como la negramuerte.YAgamenón, rey de hombres, lesdijo:

456 —¡Oíd, troyanos, dárdanos y aliados! Es evidente que la victoriaquedó por Menelao, caro a Ares; entregadnos la argiva Helena con susriquezas y pagad una indemnización, la que sea justa, para que llegue aconocimientodeloshombresvenideros.

461AsídijoelAtrida,ylosdemásaqueosaplaudieron.

CantoIV

Violacióndelosjuramentos–Agamenónrevistalastropas

MenelaolobuscaporelcampodebatallayrecibeenlacinturaelimpactodeunaflechalanzadaporPándaro,queasírompelatreguaconvenidaporlosdos ejércitos antes de empezar el singular desafío. Entonces comienza unaencarnizadaluchaentreaqueosytroyanos.

1 Sentados en el áureo pavimento junto a Zeus, los dioses celebrabanconsejo.LavenerableHebeescanciabanéctar,yellosrecibíansucesivamentelacopadeoroycontemplabanlaciudaddeTroya.ProntoelCronidaintentózaheriraHeraconmordacespalabras;y,hablandofingidamente,dijo:

7—Dos son las diosas que protegen a Menelao, Hera argiva y Ateneaalalcomenia;pero,sentadasadistancia,secontentanconmirarlo;mientrasqueAfrodita,amantedelarisa,acompañaconstantementealotroylolibradeLasparcas,yahoraloacabadesalvarcuandoélmismocreíaperecer.Pero,comola victoria quedó por Menelao, caro a Ares, deliberemos sobre sus futurasconsecuencias: si conviene promover nuevamente el funesto combate y laterrible pelea, o reconciliar a entrambos pueblos. Si a todos pluguiera yagradara,laciudaddelreyPríamocontinuaríapobladayMenelaosellevaríalaargivaHelena.

20Asídijo.AteneayHera,queteníanLosasientoscontiguosypensabanen causar daño a Los troyanos, se mordieron Los labios. Atenea, aunqueairadacontrasupadreZeusyposeídadeferozcólera,guardósilencioynadadijo;peroaHeranolecupolairaenelpecho,yexclamó:

25—¡Crudelísimo Cronida! ¡Qué palabras proferiste! ¿Quieres que sea

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vanoeineficazmitrabajoyelsudorquemecostó?Miscorcelessefatigaron,cuandoreuníaelejércitocontraPríamoysushijos.Hazloquedices,peronotodoslosdiosesteloaprobaremos.

30RespondiólemuyindignadoZeus,queamontonalasnubes:

31—¡Desdichada!¿QuégravesofensasteinfierenPríamoysushijosparaque continuamente anheles destruir la bien edificada ciudad de Ilio? Sitrasponiendolaspuertasdelosaltosmuros,tecomierascrudoaPríamo,asushijos y a los demás troyanos, quizá tu cólera se apaciguara. Haz lo que teplazca;noseaquedeestadisputaseorigineunagranriñaentrenosotros.Otracosa voy a decirte que fijarás en la memoria: cuando yo tenga vehementedeseo de destruir alguna ciudad donde vivan amigos tuyos, no retardes micóleraydéjamehacerloquequiera,yaqueéstatelacedoespontáneamente,aunque contra los impulsos de mi alma. De las ciudades que los hombresterrestres habitan debajo del sol y del cielo estrellado, la sagrada Ilio era lapreferidademicorazón,conPríamoysupuebloarmadoconlanzasdefresno.Mialtarjamáscarecióenelladelalimentodebido,libacionesyvapordegrasaquemada;quetalessonloshonoresquesenosdeben.

50ContestóleenseguidaHeraveneranda,ladeojosdenovilla:

51—Tressonlasciudadesquemásquiero:Argos,EspartayMicenas,lade anchas calles; destrúyelas cuando las aborrezca tu corazón, y no lasdefenderé, ni me opondré siquiera. Y si me opusiere y no lo permitieredestruirlas,nadaconseguiría,porquetupoderesmuysuperior.Peroesprecisoquemitrabajonoresulteinútil.Tambiényosoyunadeidad,nuestrolinajeeselmismoyelarteroCronoengendrómelamásvenerable,pormiabolengoypor llevar el nombre de esposa tuya, de ti que reinas sobre los inmortalestodos.Transijamos,yocontigoy tú conmigo,y losdemásdioses inmortalesnosseguirán.MandaprestoaAteneaquevayaalcampodelaterriblebatalladelostroyanosylosaqueos,yprocurequelostroyanosempiecenaofender,contralojurado,alosenvanecidosaqueos.

68Así dijo.Nodesobedeció el padrede los hombresyde los dioses; y,dirigiéndoseaAtenea,profirióenseguidaestasaladaspalabras:

70—Vemuyprestoalcampodelostroyanosydelosaqueos,yprocuraque los troyanos empiecen a ofender, contra lo jurado, a los envanecidosaqueos.

73Contalesvocesinstigóloahacerloqueellamismadeseaba;yAteneabajó en raudo vuelo de las cumbres del Olimpo. Cual fúlgida estrella que,enviada como señal por el hijo del artero Crono a los navegantes o a losindividuosdeungranejército,despidegrannúmerodechispas;deigualmodoPalasAtenease lanzóa la tierraycayóenmediodelcampo.Asombráronse

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cuantoslavieron,así los troyanos,domadoresdecaballos,comolosaqueos,dehermosasgrebas,ynofaltóquiendijeraasuvecino:

82—O empezará nuevamente el funesto combate y la terrible pelea, oZeus,árbitrodelaguerrahumana,pondráamistadentreambospueblos.

85Deestamanerahablabanalgunosde losaqueosyde los troyanos.Ladiosa, transfigurada en varón—parecíase a Laódoco Antenórida, esforzadocombatiente—,penetróporelejércitotroyanobuscandoaldeiformePándaro.Halló por fin al eximio y fuerte hijo de Licaón en medio de las filas dehombres valientes, escudados, que con él habían llegado de las orillas delEsepo;y,deteniéndosecercadeél,ledijoestasaladaspalabras:

93 —¿Querrás obedecerme, hijo valeroso de Licaón? ¡Te atrevieras adisparar una veloz flecha contra Menelao! Alcanzarías gloria entre lostroyanosy te loagradecerían todos,yparticularmenteelpríncipeAlejandro;éste te haría espléndidospresentes, si viera que aMenelao, belicosohijo deAtreo, lo subían a la triste pira,muerto por una de tus flechas. Ea, tira unasaetaalínclitoMenelao,yvotasacrificaraApolonacidoenLicia,célebreporsuarco,unahecatombeperfectadecorderosprimogénitoscuandovuelvasatupatria,lasagradaciudaddeZelea.

AsídijoAtenea.Elinsensatosedejópersuadir,yasióenseguidaelpulidoarcohechoconlasastasdeunlascivobucomontés,aquienélhabíaacechadoyheridoenelpechocuandosaltabadeunpeñasco:elanimalcayódeespaldasen la roca,y suscuernosdedieciséispalmos fueronajustadosypulidosporhábilartíficeyadornadosconanillosdeoro.Pándarotendióelarco,bajándoloe inclinándoloalsuelo,ysusvalientesamigos locubrieroncon losescudos,para que los belicosos aqueos no arremetieran contra él antes queMenelao,aguerrido hijo de Atreo, fuese herido. Destapó el carcaj y sacó una flechanueva,alada,causadoradeacerbosdolores;adaptóenseguidaalacuerdadelarco la amarga saeta, y votó a Apolo nacido en Licia, el de glorioso arco,sacrificarle una espléndida hecatombe de corderos primogénitos cuandovolviera a su patria, la sagrada ciudad de Zelea. Y, cogiendo a la vez lasplumasyelbovinonervio,tiróhaciasupechoyacercólapuntadehierroalarco. Armado así, rechinó el gran arco circular, crujió la cuerda y saltó lapuntiagudaflechadeseosadevolarsobrelamultitud.

127No seolvidaronde ti, ohMenelao, los felices e inmortales diosesyespecialmentelahijadeZeus,queimperaenlasbatallas;lacual,poniéndosedelante,desviólaamargaflecha:apartóladelcuerpocomolamadreahuyentauna mosca de su niño que duerme con plácido sueño, y la dirigió al lugardondelosanillosdeorosujetabanelcinturónylacorazaeradoble.Laamargasaetaatravesóelajustadocinturón,obradeartífice;seclavóen lamagníficacoraza, y, rompiendo la chapa que el héroe llevaba para proteger el cuerpo

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contra las flechas y que lo defendió mucho, rasguñó la piel y al momentobrotódelaheridalanegrasangre.

141Comounamujermeoniaocaria tiñeenpúrpuraelmarfilquehadeadornar el freno de un caballo, muchos jinetes desean llevarlo y aquélla loguarda en su casapara un rey a fin deque seaornamentopara el caballo ymotivo de gloria para el caballero; de la misma manera, oh Menelao, setiñeron de sangre tus bien formados muslos, las piernas, y más abajo loshermosostobillos.

148Estremecióseelreydehombres,Agamenón,alverlanegrasangrequemanabadelaherida.EstremecióseasimismoMenelao,caroaAres;mas,comoadvirtieraquequedabanfueraelnervioylasplumas,recobróelánimoensupecho.YelreyAgamenón,asiendodelamanoaMenelao,dijoentrehondossuspirosmientrasloscompañerosgemían:

155 —¡Hermano querido! Para tu muerte celebré el jurado conveniocuandotepusedelantedetodosafindequelucharasporlosaqueos,túsolo,con los troyanos.Así te han herido: pisoteando los juramentos de fidelidad.Peronoseráninútileselpacto,lasangredeloscorderos,laslibacionesdevinopuroyelapretóndemanosenqueconfiábamos.SielOlímpiconoloscastigaahora,loharámástarde,ypagaráncuantohicieronconunagranpena:consuspropiascabezas,susmujeresysushijos.Bienloconocemiinteligenciaylopresientemicorazón:díavendráenqueperezcanlasagradaIlio,yPríamo,ysupuebloarmadoconlanzasdeFresno;elexcelsoZeusCronida,queviveeneléter,irritadoporesteengaño,agitarácontraellossuégidaespantosa.Todoestohadesucederirremisiblemente.Peroserágrandemipesar,ohMenelao,simueresyllegasaltérminofataldetuvida,yhedevolvercongranoprobioalaáridaArgos;porque losaqueosseacordaránenseguidadesu tierrapatria,dejaremos como trofeos en poder de Príamo y de los troyanos a la argivaHelena,ytushuesossepudriránenTroyaacausadeunaempresanollevadaacumplimiento.Yalgunode los troyanossoberbiosexclamará,saltandosobrelatumbadelgloriosoMenelao:«AsíefectúeAgamenóntodassusvenganzascomoésta;pues trajo inútilmenteunejércitoaqueoyregresóasupatriaconlas naves vacías, dejando aquí al valiente Menelao». Y cuando esto diga,ábrasemelaanchurosatierra.

183Paratranquilizarlo,respondióelrubioMenelao:

184—Tenánimoynoespantesalosaqueos.Laagudaflechanosemehaclavadoensitiomortal,puesmeprotegióporfueraellabradocinturónypordentrolafajaylachapaqueforjaronobrerosbroncistas.

188ContestóleelreyAgamenón,diciendo:

189—¡Ojaláseaasí,queridoMenelao!Unmédicoreconocerálaheriday

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leaplicarádrogasquecalmenlosterriblesdolores.

192Dijo,yenseguidadioestaordenaldivinoheraldoTaltibio:

193 —¡Taltibio! Llama pronto a Macaón, el hijo del insigne médicoAsclepio,paraquereconozcaalaguerridoMenelao,hijodeAtreo,aquienhaflechadounhábilarquerotroyanoolicio;gloriaparaélyllantoparanosotros.

198 Así dijo, y el heraldo al oírlo no desobedeció. Fuese por entre losaqueos,debroncíneascorazas,buscóconlavistaalhéroeMacaónylohallóen medio de las fuertes filas de hombres escudados que lo habían seguidodesdeTrica,criadoradecaballos.Y,deteniéndosecercadeél,ledirigióestasaladaspalabras:

204—¡Ven,Asclepíada!TellamaelreyAgamenónparaquereconozcasalaguerridoMenelao,caudillodelosaqueos,aquienhaflechadohábilarquerotroyanoolicio;gloriaparaélyllantoparanosotros.

208Asídijo,yMacaón sintióqueenelpecho se le conmovíael ánimo.Atravesaron,hendiendoporlagente,elespaciosocampamentodelosaqueos;yllegandoallugardondefueheridoelrubioMenelao(ésteaparecíacomoundiosentrelosprincipalescaudillosqueentornodeélsehabíancongregado),Macaón arrancó la flecha del ajustado cíngulo; pero, al tirar de ella,rompiéronselasplumas,yentoncesdesatóelvistosocinturónyquitólafajaylachapaquehabíanhechoobrerosbroncistas.Tanprontocomoviolaheridacausada por la cruel saeta, chupó la sangre y aplicó con pericia drogascalmantesqueasupadrehabíadadoQuirónenpruebadeamistad.

220 Mientras se ocupaban en curar a Menelao, valiente en la pelea,llegaronlashuestesdelosescudadostroyanos;vistieronaquélloslaarmadura,yyasólopensaronenelcombate.

223 Entonces no hubieras visto que el divino Agamenón se durmiera,temblaraorehuyeraelcombate,puesibapresurosoalalid,dondelosvaronesalcanzan gloria. Dejó los caballos y el carro de broncíneos adornos —Eurimedonte, hijo de Ptolomeo Piraída, se quedó a cierta distancia con losfogososcorceles—,encargóalaurigaquenosealejaraporsielcansancioseapoderabadesusmiembros,mientrasejercíaelmandosobreaquellamultituddehombresyempezóarecorrerapielashilerasdeguerreros.Acuantosveía,de entre los dánaos de ágiles corceles, que se apercibían para la pelea, losanimabadiciendo:

234—¡Argivos!Nodesmayevuestro impetuosovalor.ElpadreZeusnoprotegeráalospérfidos:comohansidolosprimerosenfaltaralojurado,sustiernascarnesseránpastodebuitresynosotrosnosllevaremosenlasnavesasusesposasehijoscuandotomemoslaciudad.

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240A losqueveía remisosenmarcharalodiosocombate, los increpabaconiracundasvoces:

241—¡Argivosquesóloconelarcosabéispelear,hombresvituperables!¿Noosavergonzáis?¿Porquéoshalloatónitoscomocervatosque,habiendocorrido por espacioso campo, se detienen cuando ningún vigor queda en supecho?Asíestáisvosotros:pasmadosysincombatir.¿Aguardáisacasoquelostroyanos lleguen a la orilla del espumosomar donde tenemos las naves delindaspopas,paraversielCroniónextiendesumanosobrevosotros?

250 De tal suerte revistaba, como generalísimo, las filas de guerreros.Andandoporentrelamuchedumbre,llegóalsitiodondeloscretensesvestíanlas armas con el aguerrido Idomeneo. Éste, semejante a un jabalí por subravura,sehallabaenlasprimerasfilas,yMerionesenardecíaalossoldadosdelasúltimasfalanges.Alverlos,elreydehombres,Agamenón,sealegróyalpuntodijoaIdomeneoconsuavesvoces:

257 —¡Idomeneo! Te honro de un modo especial entre los dánaos, deágilescorceles,asíenlaguerraaotraempresa,comoenelbanquete,cuandolospróceresargivosbebenelnegrovinodehonormezcladoenlascráteras.Alosdemásaqueosdelargacabelleraselesdasuración;perotútienessiemprela copa llena, como yo, y bebes cuanto te place. Corre ahora a la batalla ymuestraeldenuedodequetejactas.

265RespondióleIdomeneo,caudillodeloscretenses:

266—¡Atrida!Siemprehedesertuamigofiel,comoloaseguréyprometíque lo sería. Pero exhorta a los demás melenudos aqueos, para que cuantoantespeleemosconlostroyanos,yaqueéstoshanrotolospactos.Lamuerteytodaclasedecalamidadeslesaguardan,porhabersidolosprimerosenfaltaralojurado.

272Asídijo,yelAtridaconelcorazónalegrepasóadelante.Andandoporentre la muchedumbre llegó al sitio donde estaban los Ayantes. Éstos searmaban,yunanubedeinfanteslosseguía.Comoelnubarrón,impelidoporelcéfiro,caminasobreelmaryselevealolejosnegrocomolapezypreñadode tempestad, y el cabrero se estremece al divisarlo desde una altura, y,antecogiendoelganado,loconduceaunacueva;deigualmodoibanaldañosocombate,conlosAyantes,lasdensasyobscurasfalangesdejóvenesilustres,erizadasdelanzasyescudos.Alverlos,elreyAgamenónseregocijó,ydijoestasaladaspalabras:

285—¡Ayantes,príncipesdelosargivosdebroncíneascorazas!Avosotros—inoportuno fuera exhortaros— nada os encargo, porque ya instigáis alejército a que pelee valerosamente.Ojalá, ¡padreZeus,Atenea,Apolo!, quehubiese elmismo ánimo en todos los pechos, pues pronto la ciudad del rey

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Príamoseríatomadaydestruidapornuestrasmanos.

292Cuandoasíhubohablado,losdejóysefuehaciaotros.HallóaNéstor,elocuenteoradordelospilios,ordenandoalossuyosyanimándolosapelear,junto con el gran Pelagonte,Alástor,Cromio, el poderosoHemón yBiante,pastordehombres.Poníadelante,conlosrespectivoscarrosycorceles,alosquedesdeaquélloscombatían;detrás,agrancopiadevalientespeonesqueenlabatallaformabancomounmuro,yenmedio,aloscobardesparaquemaldesu grado tuviesen que combatir. Y, dando instrucciones a los primeros, lesencargaba que sujetaran los caballos y no promoviesen confusión entre lamuchedumbre:

303—Nadie,confiandoensupericiaecuestreoensuvalor,quieralucharsoloyfueradelasfilasconlostroyanos;queasimismonadieretroceda;puesconmayorfacilidadseríaisvencidos.Elquecaigadelcarroysubaaldeotropelee con la lanza, pues hacerlo así es mucho mejor. Con tal prudencia yánimoenelpechodestruyeronlosantiguosmuchasciudadesymurallas.

310 De tal suerte el anciano, diestro desde antiguo en la guerra, losenardecía.Alverlo,elreyAgamenónsealegró,yledijoestasaladaspalabras:

313—¡Ohanciano! ¡Así comoconservas el ánimoen tupecho, tuvieraságileslasrodillasysinmenoscabolasfuerzas!Peroteabrumalavejez,queanadierespeta.Ojaláqueotrocargaseconellaytúfuerascontadoenelnúmerodelosjóvenes.

317RespondióleNéstor,caballerogerenio:

318 —¡Atrida! También yo quisiera ser como cuando maté al divinoEreutalión.Perojamáslasdeidadeslodierontodoyaunmismotiempoaloshombres:sientonceserajoven,yaparamíllególasenectud.Estonoobstante,acompañaré a los que combaten en carros para exhortarlos con consejos ypalabras, que tal es la misión de los ancianos. Las lanzas las blandirán losjóvenes,quesonmásvigorososypuedenconfiarensusfuerzas.

326 Así dijo, y el Atrida pasó adelante con el corazón alegre. Halló alexcelente jinete Menesteo, hijo de Péteo, de pie entre los ateniensesejercitados en la guerra. Estaba cerca de ellos el ingeniosoUlises, y a pocadistancialashuestesdelosfuertescefalenios,loscuales,nohabiendooídoelgritodeguerra—puesasílasfalangesdelostroyanos,domadoresdecaballos,comolasdelosaqueos,seponíanentoncesenmovimiento—,aguardabanqueotra columna aquea cerrara con los troyanos y diera principio la batalla.Alverlos,elreyAgamenónlosincrepóconestasaladaspalabras:

338—¡Hijo del rey Péteo, alumno de Zeus, y tú, perito enmalas artes,astuto!¿Porqué,medrosos,osabstenéisdepelearyesperáisqueotrostomenlaofensiva?Debieraisestarentrelosdelanterosycorreralaardientepelea,ya

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queos invito antesqueanadie cuando los aqueosdamosunbanquete a lospróceres.Entoncesosgustacomercarneasadaybebersintasacopasdedulcevino,yahoraveríaisconplacerquediezcolumnasaqueascombatierandelantedevosotrosconelcruelbronce.

349Encarándolelatorvavista,exclamóelingeniosoUlises:

350—¡Atrida!¡Quépalabrasseteescaparondelcercodelosdientes!¿Porquédicesquesomosremisoseniralcombate?CuandolosaqueosexcitemosalferozArescontralostroyanosdomadoresdecaballos,verás,siquieresyteimporta,cómoelpadreamadodeTelémacopenetraporlasprimerasfilasdelostroyanos,domadoresdecaballos.Vanoysinfundamentoestulenguaje.

356 Cuando el rey Agamenón comprendió que el héroe se irritaba,sonriósey,retractándosedijo:

358—¡Laertíada,del linajedeZeus! ¡Ulises, fecundoenardides!Nohasido mi intento ni reprenderte en demasía, ni darte órdenes. Conozco losbenévolossentimientosdelcorazónque tienesenelpecho,pues tumododepensar coincide con el mío. Pero ve, y si te dije algo ofensivo, luegoarreglaremosesteasunto.Haganlosdiosesquetodoselolleveelviento.

364 Esto dicho, los dejó allí, y se fue hacia otros. Halló al animosoDiomedes,hijodeTideo,depieentreloscorcelesylossólidoscarros;yasulado a Esténelo, hijo de Capaneo. En viendo a aquél, el rey Agamenón loreprendió,profiriendoestasaladaspalabras:

370 —¡Ay, hijo del aguerrido Tideo, domador de caballos! ¿Por quétiemblas?¿Porquémirasazoradoelespacioquedelosenemigosnossepara?No solía Tideo temblar de este modo, sino que, adelantándose a suscompañeros, peleaba con el enemigo. Así lo refieren quienes lo vieroncombatir, pues yo no lo presencié ni lo vi, y dicen que a todos superaba.EstuvoenMicenas,noparaguerrear,sinocomohuésped,juntoconeldivinoPolinices, cuandoambos reclutaban tropasparadirigirse contra los sagradosmurosdeTeba.Muchonosrogaronquelesdiéramosauxiliaresilustres,ylosciudadanos querían concedérselos y prestaban asenso a lo que se les pedía;pero Zeus, con funestas señales, les hizo variar de opinión. Volviéronseaquéllos; después de andarmucho, llegaron alAsopo, cuyas orillas pueblanjuncalesyprados,ylosaqueosnombraronembajadoraTideoparaquefueraaTeba. En el palacio del fuerte Eteocles encontrábanse muchos cadmeosreunidosenbanquete;peroniallí,siendohuéspedysoloentretantos,seturbóel eximio jinete Tideo: los desafiaba y vencía fácilmente en toda clase deluchas. ¡De tal suerte lo protegía Atenea! Cuando se fue, irritados loscadmeos,aguijadoresdecaballos,pusieronenemboscadaacincuentajóvenesalmandodedosjefes:MeónHemónida,queparecíauninmortal,yPolifonte,intrépidohijodeAutófono.AtodoslesdioTideoignominiosamuertemenosa

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uno,aMeón,aquienpermitió,acatandodivinalesindicaciones,quevolvieraala ciudad. Tal fue Tideo etolio, y el hijo que engendró le es inferior en elcombateysuperiorenelágora.

401 Así dijo. El fuerte Diomedes oyó con respeto la increpación delvenerable rey y guardó silencio, pero el hijo del gloriosoCapaneo hubo dereplicarle:

404—¡Atrida!Nomientas,pudiendodecirlaverdad.Nosgloriamosdesermásvalientesquenuestrospadres,pueshemostomadoaTeba,ladelassietepuertas, con un ejército menos numeroso, que, confiando en divinalesindicaciones y en el auxilio de Zeus, reunimos al pie de su muralla,consagradaaAres;mientrasqueaquéllosperecieronporsuslocuras.Nonosconsideres,pues,anuestrospadresyanosotrosdignosdeigualestimación.

411Mirándolocontorvafaz,lecontestóelfuerteDiomedes:

412 —Calla, amigo; obedece mi consejo. Yo no me enfado porqueAgamenón,pastordehombres,animealosaqueos,dehermosasgrebas,antesdel combate. Suya será la gloria, si los aqueos rindieren a los troyanos ytomarenlasagradaIlio;suyoelgranpesar,silosaqueosfuerenvencidos.Ea,pensemostansóloenmostrarnuestroimpetuosovalor.

419Dijo,saltódelcarroalsuelosindejar lasarmas,y tan terriblefueelresonardelbroncesobresupecho,quehubierasentidopavorhastaunhombremuyesforzado.

422ComolasolasimpelidasporelCéfirosesucedenenlariberasonora,yprimeroselevantanenaltamar,bramandespuésalromperseenlaplayayenlos promontorios, suben combándose a lo alto y escupen la espuma; así lasfalanges de los dánaos marchaban sucesivamente y sin interrupción alcombate.Loscapitanesdabanórdenesalossuyosrespectivos,yéstosandabancallados (nohubierasdichoque los siguierana aquéllos tantoshombres convozenelpecho)ytemerososdesuscaudillos.Entodosrelucíanlaslabradasarmas de que iban revestidos. Los troyanos avanzaban también, y comomuchasovejasbalansincesarenelestablodeunhombreopulento,cuando,alserles extraída la blanca leche, oyen la voz de los corderos; de la mismamaneraelevábaseunconfusovoceríoenelvastoejércitodeaquéllos.Noeraigual el sonido ni el modo de hablar de todos y las lenguas se mezclaban,porque losguerrerosprocedíandediferentespaíses.A losunos los excitabaAres; a los otros, Atenea, la de ojos de lechuza, y a entrambos pueblos, elTerror, la Fuga y la Discordia, insaciable en sus furores y hermana ycompañera del homicidaAres, la cual al principio aparece pequeña y luegotocaconlacabezaelcielomientrasandasobrelatierra.EntonceslaDiscordia,penetrandopor lamuchedumbre,arrojóenmediodeellaelcombatefunestoparatodosyaumentóelafándelosguerreros.

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446Cuandolosejércitosllegaronajuntarse,chocaronentresílosescudos,las lanzas y el valor de los hombres armados de broncíneas corazas, y alaproximarselosabollonadosescudosseprodujoungranalboroto.Allíseoíansimultáneamenteloslamentosdelosmoribundosylosgritosjactanciososdelos matadores, y la tierra manaba sangre. Como dos torrentes nacidos engrandesmanantialessedespeñanpor losmontes, reúnenlashirvientesaguasenhondobarrancoabiertoenelvalleyproducenunestruendoqueoyedesdelejos el pastor en la montaña, así eran la gritería y el trabajo de los quevinieronalasmanos.

457 Fue Antíloco quien primeramente mató a un guerrero troyano, aEquepoloTalisíada,quepeleabavalerosamenteenlavanguardia:hirióloenlacimera del penachudo casco, y la broncínea lanza, clavándose en la frente,atravesó el hueso, las tinieblas cubrieron los ojos del guerrero y éste cayócomounatorreeneldurocombate.AlpuntoasióledeunpieelreyElefénorCalcodontíada, caudillo de los bravos abantes, y lo arrastraba para ponerlofueradelalcancedelosdardosyquitarlelaarmadura.Pocodurósuintento.ElmagnánimoAgenorlovioarrastrarelcadáver,e,hiriéndoloconlabroncínealanzaenelcostado,quealbajarsequedódescubierto juntoalescudo,dejólesin vigor los miembros. De este modo perdió Elefénor la vida y sobre sucuerpotrabaronenconadapeleatroyanosyaqueos:comolobosseacometíanyunosaotrossemataban.

473 Ayante Telamonio tiróle un bote de lanza a Simoesio, hijo deAntemión,quesehallabaenlaflordela juventud.Sumadrehabíaledadoaluz a orillas del Simoente, cuando bajó del Ida con sus padres para ver lasovejas:porestolellamaronSimoesio.Masnopudopagarasusprogenitoresla crianza ni fue larga su vida, porque sucumbió vencido por la lanza delmagnánimoAyante:acometíael troyano,cuandoAyantelohirióenelpechojunto a la tetilla derecha, y la broncínea punta salió por la espalda.Cayó elguerreroenelpolvocomoeltersoálamonacidoenlaorilladeunaespaciosalagunaycoronadoderamasquecortaelcarreroconelhierroreluciente,parahacer las pinas de un hermoso carro, dejando que el tronco se seque en laribera; de igual modo, Ayante, del linaje de Zeus despojó a SimoesioAntémida. Antifo Priámida, que iba revestido de labrada coraza, lanzó porentrelamuchedumbresuagudodardocontraAyanteynolotocó;perohirióen la ingle a Leuco, compañero valiente de Ulises, mientras arrastraba elcadáver: desprendióse éste y el guerrero cayó junto al mismo. Ulises, muyirritado por tal muerte, atravesó las primeras filas cubierto de refulgentebronce, detúvose muy cerca del matador, y, revolviendo el rostro a todaspartes,arrojólabrillantelanza.Alverlo,huyeronlostroyanos.Nofuevanoeltiro,pueshirióaDemocoonte,hijobastardodePríamo,quehabíavenidodeAbidos, país de corredoras yeguas: Ulises, irritado por la muerte de sucompañero,leenvasólalanza,cuyabroncíneapuntaleentróporunasienyle

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salió por la otra; la obscuridad cubrió los ojos del guerrero, cayó éste conestrépitoysusarmasresonaron.ArredráronseloscombatientesdelanterosyelesclarecidoHéctor;ylosargivosdierongrandesvoces,retiraronlosmuertosyavanzaronunbuentrecho.MasApolo,quedesdePérgamolopresenciaba,seindignóyconreciosgritosexhortóalostroyanos:

509—¡Acometed,troyanosdomadoresdecaballos!Nocedáisenlabatallaa los argivos, porque sus cuerpos no son de piedra ni de hierro para quepuedanresistir,silosherís,eltajantebronce;nipeleaAquiles,hijodeTetis,lade hermosa cabellera, que se quedó en las naves y allí rumia la dolorosacólera.

514Asídijoelterriblediosdesdelaciudadela.Asuvez,lahijadeZeus,lagloriosísimaTritogenia,recorríaelejércitoaqueoyanimabaalosremisos.

517 Fue entonces cuando el hado echó los lazos de la muerte a DioresAmarincida. Herido en el tobillo derecho por puntiaguda piedra que le tiróPíroo Imbrásida, caudillo de los tracios, que había llegado de Eno —lainsolentepiedrarompióleambostendonesyelhueso—,cayódeespaldasenelpolvo,yexpirantetendíalosbrazosasuscamaradascuandoelmismoPíroo,quelohabíaherido,acudiópresurosoehiriólonuevamenteconlalanzajuntoal ombligo; derramáronse los intestinos y las tinieblas velaron los ojos delguerrero.

527MientrasPírooarremetía,Toanteeletolioalanceóloenelpecho,porcimadeunatetilla,yelbronceseleclavóenelpulmón.AcercóseleToante,learrancódelpecho la ingente lanzay,hundiéndole laagudaespadaenmediodelvientre,lequitólavida.Masnopudodespojarlodelaarmadura,porquesevio rodeado por los compañeros delmuerto, los tracios que dejan crecer lacabelleraenlomásaltodelacabeza,quienesleasestabansuslargaspicas;y,aunqueeracorpulento,vigorosoeilustre,fuerechazadoyhuboderetroceder.Así cayeron y se juntaron en el polvo el caudillo de los tracios y el de losepeos,debroncíneascorazas,yasualrededormurieronotrosmuchos.

539Yquien,sinhabersidoheridodecercaodelejosporelagudobronce,hubierarecorridoelcampo,llevadodelamanoyprotegidodelassaetasporPalasAtena, no habría baldonado los hechos de armas; pues aquel día grannúmerodetroyanosydeaqueosyacían,unosjuntoaotros,caídosdecaraalpolvo.

CantoV

PrincipalíadeDiomedes

Entre losprimeros, losaqueos,destacaDiomedes, siendocapazdehacer

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huiralosmismísimosdiosesAresyAfrodita.

1EntoncesPalasAteneainfundióaDiomedesTididavaloryaudacia,paraquebrillaraentretodoslosargivosyalcanzaseinmensagloria,ahizosalirdesu cascoyde su escudouna incesante llamaparecida al astro que enotoñoluceycentelleadespuésdebañarseenelOcéano.Talresplandordespedíanlacabezayloshombrosdelhéroe,cuandoAtenealollevóalcentrodelabatalla,allídondeeramayorelnúmerodeguerrerosquetumultuosamenteseagitaban.

9 Hubo en Troya un varón rico e irreprensible, sacerdote de Hefesto,llamadoDares;ydeéleranhijosFegeoaIdeo,ejercitadosentodaespeciedecombates.Éstosibanenunmismocarro;y,separándosedelossuyos,cerraroncon Diomedes, que desde tierra y en pie los aguardó. Cuando se hallaronfrentea frente,Fegeo tiróelprimero la luenga lanza,quepasóporcimadelhombroizquierdodelTididasinherirlo;arrojóéstelasuyaynofueenvano,puesselaclavóaaquélenelpecho,entrelastetillas,yloderribóportierra.Ideo saltó al suelo, desamparando elmagnífico carro, sin que se atreviera adefenderelcadáverdesuhermano—nosehubieselibradodelanegramuerte—, y Hefesto lo sacó salvo, envolviéndolo en densa nube, a fin de que elanciano padre no se afligiera en demasía. El hijo del magnánimo Tideo seapoderódeloscorcelesylosentregóasuscompañerosparaquelosllevaranalascóncavasnaves.CuandolosaltivostroyanosvieronqueunodeloshijosdeDareshuíayelotroquedabamuertoentreloscarros,atodosselesconmovióel corazón.YAtenea, ladeojosde lechuza, tomópor lamanoal furibundoAresylehablódiciendo:

31 —¡Ares, Ares, funesto a los mortales, manchado de homicidios,demoledordemurallas!¿Nodejaremosquetroyanosyaqueospeleensolos—sean éstos o aquéllos a quienes el padre Zeus quiera dar gloria— y nosretiraremos,paralibrarnosdelacóleradeZeus?

35 Dicho esto, sacó de la liza al furibundo Ares y lo hizo sentar en laherbosariberadelEscamandro.Losdánaospusieronenfugaalostroyanos,ycada uno de sus caudillos mató a un hombre. Empezó el rey de hombres,Agamenón, con derribar del carro al corpulento Odio, caudillo de loshalizones; al volverse para huir, envasóle la pica en la espalda, entre loshombros,y lapuntasalióporelpecho.Cayóelguerreroconestrépitoysusarmasresonaron.

43 Idomeneo quitó la vida a Festo, hijo de Boro el meonio, que habíallegado de la fértil Tarne, hiriéndolo con la formidable lanza en el hombroderecho, cuando subía al carro: desplomóse Festo, tinieblas horribles loenvolvieronylosservidoresdeIdomeneolodespojarondelaarmadura.

49 El Atrida Menelao mató con la aguda pica a Escamandrio, hijo de

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Estrofio, ejercitadoen la caza.A tanexcelente cazador lamismaÁrtemis lehabíaenseñadoatiraracuantasfierascríanlasselvasdelosmontes.MasnolevalióniÁrtemis,quesecomplaceentirarflechas,nielartedearrojarlasenquetantodescollaba:tuvoquehuir,yelAtridaMenelao,famosoporsulanza,lohirióconundardoenlaespalda,entreloshombros,yleatravesóelpecho.Cayódecaraysusarmasresonaron.

59MerionesdejósinvidaaFereclo,hijodeTectónHarmónida,queconlasmanos fabricaba toda clase de obras de ingenio, porque eramuy caro aPalasAtenea. Éste, no conociendo los oráculos de los dioses, construyó lasnavesbienproporcionadasdeAlejandro,lascualesfueronlacausaprimeradetodas las desgracias y unmal para los troyanos y para élmismo.Meriones,cuandoalcanzóa aquél, lo alanceóen lanalgaderecha;y lapunta,pasandopordebajodelhuesoycercadelavejiga,salióalotrolado.Elguerrerocayódehinojos,gimiendo,ylamuerteloenvolvió.

69MegeshizopereceraPedeo,hijobastardodeAnténor,aquienTeano,ladivina,habíacriadoconigualsolicitudquealoshijospropios,paracomplacerasuesposo.ElhijodeFileo,famosoporsupica,fueaclavarleenlanucalapuntiaguda lanza, y el hierro cortó la lengua y asomó por los dientes delguerrero.Pedeocayóenelpolvoymordíaelfríobronce.

76 Eurípilo Evemónida diomuerte al divinoHipsenor, hijo del animosoDolopión,queerasacerdotedeEscamandroyelpueblolovenerabacomoaundios.PerseguíaloEurípilo,hijopreclarodeEvemón;elcual,poniendomanoala espada, de un tajo en el hombro le cercenó el robusto brazo, queensangrentadocayóalsuelo.Lapurpúreamuerteyelhadocruelvelaronlosojosdeltroyano.

84Así se portaban éstos en el reñido combate. En cuanto al Tidida, nohubierasconocidoconquiénesestaba,nisipertenecíaa los troyanosoa losaqueos.Andabafuriosoporlallanuracualhinchadotorrentequeensurápidocursoderribalosdiques—puesnilosdiquesmástrabados,nilossetosdelosfloridos campos lo detienen—, y presentándose repentinamente, cuando caeespesalalluviadeZeus,destruyemuchashermosaslaboresdelosjóvenes;taltumultopromovíaelTididaen lasdensas falanges troyanasque, con ser tannumerosas,noseatrevíanaresistirlo.

95 Tan luego como el preclaro hijo de Licaón vio queDiomedes corríafurioso por la llanura y desordenaba las falanges, tendió el corvo arco y lohirió en el hombro derecho, por el hueco de la coraza, mientras aquélacometía. La cruel saeta atravesó el hombro y la coraza y se manchó desangre.YelpreclarohijodeLicaón,alnotarlo,gritóconvozrecia:

102 —¡Arremeted, troyanos de ánimo altivo, aguijadores de caballos!Heridoestáelmás fuertede losaqueos;ynocreoquepueda resistirmucho

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tiempolafornidasaeta,sifuerealmenteApolo,hijodeZeus,quienmemovióaveniraquídesdelaLicia.

106Así dijo gloriándose. Pero la veloz flecha no postró aDiomedes; elcual,retrocediendohastaelcarroyloscaballos,sedetuvoydijoaEsténelo,hijodeCapaneo:

109—Corre,buenhijodeCapaneo,bajadelcarroyarráncamedelhombrolaamargaflecha.

111Así dijo.Esténelo saltó del carro al suelo, se le acercó, y sacóle delhombro la aguda flecha; la sangre chocaba, al salir a borbotones, contra lasmallasde la túnica.YentoncesDiomedes,valiente enel combate,hizoestaplegaria:

115—¡Óyeme,hijadeZeus,quellevalaégida!¡Indómita!Sialgunavezamparaste benévola ami padre en la cruel guerra, seme ahora propicia, ¡ohAtenea!, y hazque se ponga a tiro de lanzay reciba lamuerte demimanoquien se me anticipó hiriéndome, y ahora se jacta de que pronto dejaré decontemplarlafúlgidaluzdelsol.

121Asídijorogando.PalasAtenealooyó,agilitólelosmiembrostodosyespecialmente los pies y lasmanos, y poniéndose a su ladopronunció estasaladaspalabras:

124—Cobraánimo,Diomedes,ypeleaconlostroyanos;puesyainfundíentupechoelpaternointrépidovalorqueacostumbrabatenereljineteTideo,agitador del escudo, y aparté la niebla que cubría tus ojos para que en labatallaconozcasbienalosdiosesyaloshombres.Sialgunodeaquéllosvieneatentarte,noquierascombatirconlosinmortales;pero,sisepresentaraenlalidAfrodita,hijadeZeus,hiérelaconelagudobronce.

133Dicho esto, fueseAtenea, la de ojos de lechuza. El Tidida volvió amezclarse con los combatientes delanteros; y, si antes ardía en deseos depelearcontralostroyanos,entoncessintióqueseletriplicabaelbrío,comounleón a quien el pastor hiere levemente en el campo, al asaltar un redil delanudasovejas,ynolomata,sinoqueloexcitalafuerza:elpastordesistederechazarloyentra enel establo; lasovejas, alverse sindefensa,huyenparacaer pronto hacinadas unas sobre otras, y la fiera salta afuera de la elevadacerca.ContalfuriapenetróenlasfilastroyanaselfuerteDiomedes.

144 Entonces hizo morir a Astínoo y a Hipirón, pastor de hombres. Alprimero lo hirió con la broncínea lanza encima del pecho; contra Hipiróndesnudó lagran espada, ydeun tajo en la clavícula separóle el hombrodelcuelloy laespalda.DejólosyfuealencuentrodeAbanteyPolüdo,hijosdeEuridamante, que era de provecta edad e intérprete de sus sueños: cuandofueronalaguerra,elancianonolesinterpretaríalossueños,puessucumbieron

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amanosdel fuerteDiomedes,que losdespojóde lasarmas.Enderezó luegolos pasos hacia Janto yToón, hijos deFénope—éste los había tenido en latristevejezqueloabrumabaynoengendróotrohijoqueheredarasusriquezas—, y a entrambos les quitó la dulce vida, causando llanto y triste pesar alanciano, que no pudo recibirlos de vuelta de la guerra; y más tarde losparientesserepartieronlaherencia.

159EnseguidaalcanzóaEquemónyaCromio,hijosdePríamoDardánida,que iban en el mismo carro. Cual león que, penetrando en la vacada,despedaza lacervizdeunavacaodeunabecerraquepaceenelsoto,asíelhijo de Tideo los derribó violentamente del carro, les quitó la armadura yentrególoscorcelesasuscamaradasparaquelosllevaranalasnaves.

166EneasadvirtióquéDiomedesdestruíalashilerasdelostroyanos,yfueen busca del divino Pándaro por la liza y entre el estruendo de las lanzas.Hallópor final fuerteyeximiohijodeLicaón;ydeteniéndoseasu lado, ledijo:

171—¡Pándaro!¿Dóndeguardaselarcoylasvoladorasflechas?¿Quéesdetufama?Aquínotienesrivalyen laLicianadiesegloríadeaventajarte.Ea, levanta las manos a Zeus y dispara una flecha contra ese hombre quetriunfa y causa males sin cuento a los troyanos —de muchos valientes haquebradoyalasrodillas—,siporventuranoesundiosairadoconlostroyanosacausadelossacrificios,pueslacóleradeunadeidadesterrible.

179RespondióleelpreclarohijodeLicaón:

180—¡Eneas,consejerode los troyanos,debroncíneas túnicas!ParéceseporenteroalaguerridoTidida:reconozcosuescudo,sucascodealtacimerayagujerosaguisadeojosysuscorceles,peronopuedoasegurarsiesundios.SieseguerreroesenrealidadelbelicosohijodeTideo,nosemuevecontalfuria sin que algunode los inmortales lo acompañe, cubierta la espalda conunanube,ydesvíelasvelocesflechasquehaciaélvuelan.Arrojéleunasaetaquelohirióenelhombroderecho,penetrandoporelhuecodelacoraza;creíenviarle aAidoneo, y sin embargo de esto no lomaté; sin duda es un diosirritado.Notengoaquícorcelesnicarrosquemelleven,aunqueenelpalaciodeLicaónquedarononcecarroshermosos, sólidos,de recienteconstrucción,cubiertosconfundasyconsusrespectivosparesdecaballosquecomenblancacebaday avena.Licaón, elguerrero anciano, entre losmuchosconsejosqueme dio cuando partí del magnífico palacio, me recomendó que en el durocombate mandara a los troyanos subido en un carro; mas yo no me dejéconvencer—muchomejorhubierasidoseguirsuconsejo—yrehuséllevarmeloscorcelesporeltemordeque,acostumbradosacomerbien,seencontraransin pastos en una ciudad sitiada. Dejélos, pues, y vine como infante a Ilio,confiandoenelarcoqueparanadamehabíadeservir.Contradosprócereslo

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hedisparado,elTididayelAtrida;aentramboslescauséheridas,delasquemanaba verdadera sangre, y sólo conseguí excitarlos más. Conmala suertedescolgué del clavo el corvo arco el día en que vine conmis troyanos a laamenaIlioparacomplaceraldivinoHéctor.Silogroregresaryverconestosojosmipatria,mimujerymicasaespaciosaydeelevado techo,córteme lacabezaunenemigosinorompoytiroalrelumbrantefuegoestearco,yaquesucompañíameresultainútil.

217ReplicóleEneas,caudillodelostroyanos:

218—Nohablesasí.Lascosasnocambiaránhastaque,montadosnosotrosenelcarro,acometamosaesehombreyprobemoslasuertedelasarmas.Subeami carro, para queveas cuáles son los corceles deTros y cómo saben asíperseguiracáyaculládelallanuracomohuirligeros;ellosnosllevaránsalvosalaciudad,siZeusconcededenuevolavictoriaaDiomedesTidida.Ea,comaellátigoylaslustrosasriendas,ybajarédelcarroparacombatir;oencárgatetúdepelear,yyomecuidarédeloscaballos.

229ContestóelpreclarohijodeLicaón:

230—¡Eneas! Recoge tú las riendas y guía los corceles, porque tiraránmejordelcorvocarroobedeciendoalaurigaaqueestánacostumbrados,sinospone en fuga el hijo de Tideo. No sea que, echando de menos tu voz, seespanten y desboquen y no quieran sacarnos de la liza, y el hijo delmagnánimoTideonosembistaymateysellevelossolípedoscaballos.Guía,pues,elcarroyloscorceles,yyoconlaagudalanzaesperarésuacometida.

239Asíhablaron;y,subidosenellabradocarro,guiaronanimosamentelosbriososcorcelesenderechuraalTidida.AdvirtióloEsténelo,preclarohijodeCapaneo,yalpuntodijoalTididaestasaladaspalabras:

243—¡Diomedes Tidida, carísimo a mi corazón! Veo que dos robustosvarones,cuyafuerzaesgrandísima,deseancombatircontigo:eluno,Pándaro,eshábilarqueroyse jactadeserhijodeLicaón;elotro,Eneas,segloríadehaber sido engendradopor elmagnánimoAnquises y sumadre esAfrodita.Ea, subamos al carro, retirémonos, y cesa de revolverte furioso entre loscombatientesdelanterosparaquenopierdasladulcevida.

251Mirándolocontorvafaz,lerespondióelfuerteDiomedes:

252 —No me hables de huir, pues no creo que me persuadas. Seríaimpropiodemíbatirmeen retiradaoamedrentarme.Mis fuerzasaúnsiguensinmenoscabo.Desdeño subir al carro, y tal como estoy iré a encontrarlos,puesPalasAteneanomedejatemblar.Suságilescorcelesnolosllevaránlejosdeaquí,siporventuraalgunodeaquéllospuedeescapar.Otracosavoyadecirquetendrásmuypresente:SilasabiaAteneameconcedelagloriademataraentrambos, sujetaestosvelocescaballos,amarrando lasbridasalbarandal,y

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no se te olvide de apoderarte de los corceles de Eneas para sacarlos de lostroyanosytraerlosalosaqueosdehermosasgrebas;puespertenecenalarazadeaquéllosqueellargovidenteZeusdioaTrosenpagodesuhijoGanímedes,y son, por canto, los mejores de cuantos viven debajo del sol y la aurora.Anquises, rey de hombres, logró adquirir, a hurto, caballos de esta razaayuntandoyeguasconaquéllossinqueLaomedonte loadvirtiera;naciéronleseisenelpalacio,criocuatroensupesebreydioesosdosaEneas,queponeenfugaasusenemigos.Siloscogiéramos,alcanzaríamosglorianopequeña.

274Asíéstosconversaban.ProntoEneasyPándaro,picandoa loságilescorceles,selesacercaron.YelpreclarohijodeLicaónexclamóelprimero:

277—¡Corazónfuerte,hombrebelicoso,hijodelilustreTideo!Yaquelavelozydañosaflechanoloderribó,voyaprobarsilohieroconlalanza.

280Dijoyblandiendolaingentearma,diounboteenelescudodelTidida:la broncínea punta atravesó la rodela y llegó muy cerca de la coraza. ElpreclarohijodeLicaóngritóenseguida:

284—Tienes el ijar atravesado de parte a parte, y no creo que resistaslargotiempo.Inmensaeslagloriaqueacabasdedarme.

286Sinturbarse,lereplicóelfuerteDiomedes:

287 —Erraste el golpe, no has acertado; y creo que no dejaréis decombatir, hasta que uno de vosotros caiga y harte de sangre a Ares, elinfatigableluchador.

290Dijo,y learrojó la lanzaque,dirigidaporAteneaa lanariz juntoalojo,leatravesólosblancosdientes.Eldurobroncecortólapuntadelalenguay apareció por debajo de la barba. Pándaro cayó del carro, sus lucientes ylabradas armas resonaron, espantáronse los corceles de ágiles pies, y allíacabaronlavidayelvalordelguerrero.

297SaltóEneasdelcarroconelescudoylalargapica;y,temiendoquelosaqueos le quitaran el cadáver, defendíalo como un león que confía en subravura: púsose delante del muerto enhiesta la lanza y embrazado el lisoescudo, y profiriendo horribles gritos se disponía a matar a quien se leopusiera.Mas el Tidida, cogiendo una gran piedra que dos de los hombresactualesnopodrían llevaryqueélmanejaba fácilmente,hirióaEneasen laarticulación del isquion con el fémur que se llama cótila; la áspera piedrarompiólacótila,desgarróambostendonesyarrancólapiel.Elhéroecayóderodillas,apoyólarobustamanoenelsueloylanocheobscuracubriósusojos.

311Y allí pereciera el rey de hombres Eneas, si al punto no lo hubieseadvertido su madre Afrodita, hija de Zeus, que lo había concebido deAnquises,pastordebueyes.Ladiosatendiósusníveosbrazosalhijoamadoy

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locubrióconundoblezdelrefulgentemanto,paradefenderlodelostiros;nofueraquealgunodelosdánaos,deágilescorceles,clavándoleelbronceenelpecho,lequitaralavida.

318MientrasAfrodita sacaba a Eneas de la liza, el hijo deCapaneo noechó en olvido las órdenes que le diera Diomedes, valiente en el combate:sujetóallí,separadamentedelarefriega,sussolípedoscaballos,amarrandolasbridasalbarandal;y,apoderándosedeloscorceles,delindascrines,deEneas,hízolospasardelostroyanosalosaqueosdehermosasgrebasyentrególosaDeípilo,elcompañeroaquienmáshonrabaentrelosdelamismaedadacausadesuprudencia,paraque los llevaraa lascóncavasnaves.Actocontinuoelhéroesubióalcarro,asió las lustrosasriendasyguiosolícitohaciaelTididaloscaballosdeduroscascos.ElhéroeperseguíaconelcruelbronceaCipris,conociendo que era una deidad débil, no de aquéllas que imperan en elcombate de los hombres, como Atenea o Enio, asoladora de ciudades. Tanprontocomo llegóaalcanzarlaporentre lamultitud, elhijodelmagnánimoTideo, calando la afilada pica, rasguñó la tiernamano de la diosa: la puntaatravesóelpeplodivino,obrade lasmismasGracias,y rompió lapielde lapalma. Brotó la sangre divina, o pormejor decir, el icor; que tal es lo quetienenlosbienaventuradosdioses,puesnocomenpannibebenelnegrovino,yporestocarecendesangreysonllamadosinmortales.Ladiosa,dandounagranvoz,apartóasuhijo,queFeboApolorecibióensusbrazosyenvolvióenespesanube;nofueraquealgunodelosdánaos,deágilescorceles,clavándoleelbronceenelpecho,lequitaralavida.YDiomedes,valienteenelcombate,dijoavozencuello:

348—¡HijadeZeus,retíratedelcombateylapelea!¿Notebastaengañaralasdébilesmujeres?Creoque,siintervienesenlabatalla,tedaráhorrorlaguerra,aunqueteencuentresagrandistanciadedondelahaya.

352 Así dijo. La diosa retrocedió turbada y muy afligida; Iris, de piesvelocescomoelviento,asiéndolaporlamano,lasacódeltumultocuandoyael dolor la abrumaba y el hermoso cutis se ennegrecía; y como aquéllaencontraraalfuribundoAressentadoalaizquierdadelabatalla,conlalanzaylosvelocescaballosenvueltosenunanube,sehincóderodillasypidióleconinstancialoscorcelesdeáureasbridas:

359—¡Querido hermano!Compadécete demí y dame los caballos paraquepuedavolveralOlimpo,alamansióndelosinmortales.Meduelemucholaheridaquemeinfirióunhombre,elTidida,quienseríacapazdepelearconelpadreZeus.

363Dijo,yAres lecedióloscorcelesdeáureasbridas.Afroditasubióalcarro con el corazón afligido; Iris se puso a su lado, y tomando las riendasavispóconellátigoaaquéllos,quegozososalzaronelvuelo.Prontollegarona

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lamoradade losdioses,alaltoOlimpo;y ladiligenteIris, ladepies ligeroscomoelviento,detuvoloscaballos,losdesunciódelcarroylesechóunpastodivino.LadiosaAfroditaserefugióenelregazodesumadreDione;lacual,recibiéndolaenlosbrazosyhalagándolaconlamano,ledijo:

373—¿Cuáldeloscelestesdioses,hijaquerida,de talmodotemaltrató,comosiasupresenciahubiesescometidoalgunafalta?

375RespondiólealpuntoAfrodita,amantedelarisa:

376—HiriómeelhijodeTideo,Diomedessoberbio,porquesacabadelalizaamihijoEneas,carísimoparamímásqueotroalguno.Laenconadaluchayanoessólodetroyanosyaqueos,pueslosdánaosyaseatrevenacombatirconlosinmortales.

381ContestóDione,divinaentrelasdiosas:

382 —Sufre el dolor, hija mía, y sopórtalo aunque estés afligida; quemuchos de los que habitamos olímpicos palacios hemos tenido que tolerarofensas de los hombres, a quienes excitamos para causarnos, unos dioses aotros, horribles males.— Las toleró Ares cuando Oto y el fornido Efialtes,hijosdeAloeo,lotuvierontrecemesesatadoconfuertescadenasenunacárcelde bronce: allí pereciera el dios insaciable de combate, si su madrastra, labellísimaEribea,nolohubieseparticipadoaHermes,quiensacófurtivamentedelacárcelaArescasiexánime,pueslascruelesatadurasloagobiaban.—LastoleróHera cuando el vigoroso hijo deAnfitrión hirióla en el pecho diestrocontrifurcadaflecha;vehementísimodoloratormentóentoncesaladiosa.—YlastolerótambiénelingenteHadescuandoelmismohijodeZeus,quellevalaégida,disparándoleenPilosvelozsaeta,loentregóaldolorentrelosmuertos:conelcorazónafligido,traspasadodedolor,pueslaflechaselehabíaclavadoenlarobustaespaldayabatíasuánimo,fueeldiosalpalaciodeZeus,alvastoOlimpo, y, comono había nacidomortal, curóloPeón, esparciendo sobre laherida drogas calmantes. ¡Osado! ¡Temerario! No se abstenía de cometeraccionesnefandasycontristabaconelarcoalosdiosesquehabitanelOlimpo.— A ése lo ha excitado contra ti Atenea, la diosa de ojos de lechuza.¡Insensato!IgnoraelhijodeTideoquequienluchaconlosinmortalesnillegaaviejoni loshijos lo reciben, llamándolepadreyabrazandosus rodillas,devueltadelcombateydela terriblepelea.Aunqueesvaliente, temaelTididaque le salga al encuentro alguien más fuerte que tú: no sea que luego laprudenteEgialea,hijadeAdrastoycónyugeilustredeDiomedes,domadordecaballos, despierte con su llanto a los domésticos por sentir soledad de sulegítimoesposo,elmejordelosaqueostodos.

416Dijo,yconambasmanosrestañóelicor;lamanosecuróylosacerbosdoloressecalmaron.AteneayHera,quelopresenciaban,intentaronzaheriraZeusCronidaconmordacespalabras;yAtenea, ladiosadeojosde lechuza,

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empezóahablardeestamanera:

421—¡PadreZeus!¿Teirritarásconmigoporloquediré?SindudaCiprisquiso persuadir a alguna aquea de hermoso peplo a que se fuera con lostroyanos,quetanqueridosleson;y,acariciándola,áureobrochelerasguñóladelicadamano.

426Asídijo.Sonrióseelpadredeloshombresydelosdioses,yllamandoalaáureaAfrodita,ledijo:

428—Ati,hijamía,notehansidoasignadaslasaccionesbélicas:dedícatealosdulcestrabajosdelhimeneo,yelimpetuosoAresyAteneacuidarándeaquéllas.

431Así losdiosesconversaban.Diomedes,valienteenelcombate,cerrócon Eneas, no obstante comprender que el mismo Apolo extendía la manosobreél;pues,impulsadoporeldeseodeacabarconelhéroeydespojarlodelasmagníficasarmas,yanialgrandiosrespetaba.TresvecesasaltóaEneascon intención de matarlo; tres veces agitó Apolo el refulgente escudo. Ycuando, semejante aundios, atacabapor cuartavez,Apolo, el quehieredelejos,loincrepóconaterradorasvoces:

440 —¡Tidida, piénsalo mejor y retírate! No quieras igualarte a lasdeidades,puesjamásfueronsemejanteslarazadelosinmortalesdiosesyladeloshombresqueandanporlatierra.

443Así dijo. El Tidida retrocedió un poco para no atraerse la cólera deApolo,elquehieredelejos;yeldios,sacandoaEneasdelcombate,lollevóaltemploqueteníaenlasacraPérgamo:dentrodeéste,LetoyArtemis,quesecomplaceentirarfechas,curaronalhéroeyleaumentaronelvigorylabellezadel cuerpo.En tantoApolo, que lleva arco de plata, formóun simulacro deEneas y su armadura; y, alrededor del mismo, troyanos y divinos aqueoschocaban las rodelasde cuerodebueyy los aladosbroquelesqueprotegíansuscuerpos.YFeboApolodijoentoncesalfuribundoAres:

455 —¡Ares, Ares, funesto a los mortales, manchado de homicidios,demoledor demurallas! ¿Quieres entrar en la liza y sacar a ese hombre, alTidida,queseríacapazdecombatirhastaconelpadreZeus?PrimerohirióaCiprisenelpuño,yluego,semejanteaundios,cerróconmigo.

460Cuando esto hubo dicho, sentóse en la excelsa Pérgamo.El funestoAres,tomandolafiguradelágilAcamante,caudillodelostracios,enardecióalosquemilitabanenlasfilastroyanasyexhortóalosilustreshijosdePríamo,alumnosdeZeus:

464—¡HijosdelreyPríamo,alumnodeZeus!¿Hastacuándodejaréisqueelpuebloperezcaamanosdelosaqueos?¿Acasohastaqueelenemigollegue

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a las sólidas puertas de los muros? Yace en tierra un varón a quienhonrábamoscomoaldivinoHéctor:Eneas,hijodelmagnánimoAnquises.Ea,saquemosdeltumultoalvalienteamigo.

470Con estas palabras les excitó a todos el valor y la fuerza.A suvez,SarpedónreprendíaasíaldivinoHéctor:

472—¡Héctor! ¿Qué se hizo el valor que antes mostrabas? Dijiste quedefenderías la ciudad sin tropas ni aliados, solo, con tus hermanos y tusdeudos. De éstos a ninguno veo ni descubrir puedo: temblando están comoperrosen tornodeun león,mientrascombatimos losqueúnicamente somosauxiliares.Yo,quefigurocomotal,hevenidodemuylejos,deLicia,situadaaorillasdelvoraginoso Janto; allí dejé amiesposaamada, al tierno infanteyriquezasmuchasqueelmenesterosoapetece.Mas,sinembargodeestoydenoteneraquínadaquelosaqueospuedanllevarseoapresar,animoalosliciosydeseolucharconeseguerrero;ytúestásparadoynisiquieraexhortasalosdemáshombresaqueresistanalenemigoydefiendanasusesposas.Noseaque,comosihubieraiscaídoenunareddelinoquetodoloenvuelve,lleguéisaserpresaybotíndelosenemigos,yéstosdestruyanvuestrapopulosaciudad.Precisoesqueloocupesenellodíaynocheysupliquesaloscaudillosdelosauxiliares venidos de lejas tierras, que resistan firmemente y no se haganacreedoresagravescensuras.

493Así habló Sarpedón. Sus palabras royéronle el ánimo aHéctor, queenseguidasaltódelcarroalsuelo,sindejarlasarmas;y,blandiendounpardeafiladaspicas,recorrióelejército,animóleacombatirypromovióunaterriblepelea. Los troyanos volvieron la cara a los aqueos para embestirlos, y losargivos sostuvieron apiñados la acometida y no se arredraron. Como en elabaleo,cuandolarubiaDeméterseparaelgranodelapajaalsoplodelviento,elairellevaeltamoporlassagradaserasylosmontonesdepajablanquean;del mismo modo los aqueos se tornaban blanquecinos por el polvo quelevantabanhastaelcielodebroncelospiesdeloscorcelesdecuantosvolvíanaencontrarseenlarefriega.Losaurigasguiabanloscaballosalcombateylosguerrerosacometíandefrentecontodalafuerzadesusbrazos.ElfuribundoArescubrióelcampodeespesanieblaparasocorreralostroyanosyatodaspartes iba;cumpliendoasíelencargoquelehizoFeboApolo,elde laáureaespada,dequeexcitaraelánimodeaquéllos,cuandovioquePalasAtenea,laprotectoradelosdánaos,seausentaba.

512 El dios sacó a Eneas del suntuoso templo; e, infundiendo valor alpastor de hombres, le dejó entre sus compañeros, que se alegraron de verlovivo,sanoyrevestidodevalor;peronolepreguntaronnada,porquenoselopermitíaelcombatesuscitadoporeldiosdelarcodeplata,porAres,funestoalosmortales,yporlaDiscordia,cuyofuroresinsaciable.

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519 Ambos Ayantes, Ulises y Diomedes enardecían a los dánaos en lapelea; y éstos, en vez de atemorizarse ante la fuerza y las voces de lostroyanos, aguardábanlos tan firmes como las nubes que el Cronida dejainmóviles en las cimas de losmontes durante la calma, cuando duermen elBóreas y demás vientos fuertes que con sonoro soplo disipan los pardosnubarrones;tanfirmementeesperabanlosdánaosalostroyanos,sinpensarenlafuga.ElAtridabullíaentrelamuchedumbreyatodosexhortaba:

529 —¡Oh amigos! ¡Sed hombres, mostrad que tenéis un corazónesforzadoyavergonzaosdeparecercobardeseneldurocombate!Delosquesienten este temor, sonmás los que se salvan que los quemueren; los quehuyennialcanzangloria,nientresíseayudan.

533Dijo,ydespidiendoconligerezaeldardohirióalcaudilloDeicoontePergásida,compañerodelmagnánimoEneas;aquienvenerabanlostroyanoscomoalaproledePríamo,porsuarrojoenpelearenlasprimerasfilas.ElreyAgamenónacertóadarleunboteenelescudo,quenologródetenereldardo;ésteloatravesó,y,rasgandoelcinturón,clavóseelbronceenelempeinedelguerrero.Deicoontecayóconestrépitoysusarmasresonaron.

541 Eneas mató a dos hijos de Diocles, Cretón y Orsíloco, varonesvalentísimos,cuyopadrevivíaenlabienconstruidaFeraabastadodebienes,yeradescendientedelanchurosoAlfeo,queriegaelpaísdelospilios.ElAlfeoengendróaOrtíloco,quereinósobremuchoshombres;OrtílocofuepadredelmagnánimoDiocles, y de éste nacieron los dosmellizosCretón yOrsíloco,diestrosentodaespeciedecombates;quienes,apenasllegadosalajuventud,fueronennegrasnavesyjuntoconlosargivosaIlio,ladehermososcorceles,paravengaralosAtridasAgamenónyMenelao,yallíhallaronsufin,pueslosenvolviólamuerte.Comodosleones,criadosporsumadreenlaespesaselvade la cumbredeunmonte,devastan los establos, robandobueyesypingüesovejas,hastaqueloshombreslosmatanconafiladobronce;delmismomodo,aquéllos,queparecíanaltosabetos,cayeronvencidosporlasmanosdeEneas.

561Alverlosderribadosenelsuelo,condolióseMenelao,caroaAres,yenseguida,revestidodelucientebronceyblandiendolalanza,seabriócaminoporlasprimerasfilas:AresleexcitabaelvalorparaquesucumbieraamanosdeEneas.PeroAntíloco,hijodelmagnánimoNéstor,queloadvirtió,sefueenpos del pastor de hombres temiendo que le ocurriera algo y les frustrara laempresa. Cuando los dos guerreros, deseosos de pelear, calaban las agudaslanzasparaacometerse,colocóseAntílocomuycercadelpastordehombres;Eneas,alveralosdosvaronesqueestabanjuntos,aunqueeraluchadorbrioso,no se atrevió a esperarlos; y ellos pudieron llevarse hacia los aqueos loscadáveresdeaquellosinfelices,ponerlosenlasmanosdesusamigosyvolveracombatirenelpuntomásavanzado.

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576EntoncesmataronaPilémenes,igualaAres,caudillodelosvalientesyescudadospaflagones: elAtridaMenelao, famosopor supica, envasóle lalanza junto a la clavícula.Antílocohiriódeunapedrada en el codoal buenescuderoMidónAtimníada,cuandoésterevolvíalossolípedoscaballos—lasebúrneas riendas cayeronde susmanos al polvo—,y, acometiéndolo con laespada,lediountajoenlassienes.Midón,anhelante,cayódelbienconstruidocarro:hundiósesucabezaconelcuelloypartedeloshombrosenlaarenaqueallí abundaba, y así permaneció un buen espacio hasta que los corceles,pataleando, lo tiraron al suelo; Antíloco se apoderó del carro, picó a loscorceles,yselosllevóalcampamentoaqueo.

590 Héctor atisbó a los dos guerreros en las filas, arremetió a ellos,gritando,ylosiguieronlasfuertesfalangestroyanasquecapitaneabanAresyla venerable Enio; ésta promovía el horrible tumulto de la pelea; Aresmanejabauna lanzaenorme,yyaprecedíaaHéctor,yamarchabadetrásdelmismo.

596 Al verlo, estremecióse Diomedes, valiente en el combate. Como elinexperto viajero, después que ha atravesado una gran llanura, se detiene alllegar a un río de rápida corriente que desemboca en el mar, percibe elmurmuriode lasespumosasaguasyvuelveconprestezaatrás,de semejantemodoretrocedióelTidida,gritandoalossuyos:

601—¡Oh amigos! ¿Cómo nos admiramos de que el divinoHéctor seahábil lancero y audaz luchador? A su lado hay siempre alguna deidad paralibrarlo de la muerte, y ahora es Ares, transfigurado en mortal, quien loacompaña.Emprendedlaretirada,conlacaravueltahacialostroyanos,ynoqueráiscombatirdenodadamenteconlosdioses.

607Asídijo.Los troyanos llegaronmuycercadeellos,yHéctormatóados varones diestros en la pelea que iban en un mismo carro: Menestes yAnquíalo. Al verlos derribados por el suelo, compadecióse el gran AyanteTelamonio;y,deteniéndosemuycercadelenemigo,arrojólapicarelucienteaAnfio, hijo de Sélago, que moraba en Peso, era riquísimo en bienes ysembradosyhabíaido—impulsábaleelhado—aayudaraPríamoysushijos.AyanteTelamonio acertó a darle en el cinturón, la larga pica se clavó en elempeine, y el guerrero cayó con estrépito. Corrió el esclarecido Ayante adespojarlode lasarmas—los troyanoshicieronlloversobreelhéroeagudosrelucientesdardos,de loscuales recibiómuchoselescudo—,y,poniendoelpieencimadelcadáver,arrancólabroncínealanza;peronopudoquitarledelos hombros la magnífica armadura, porque estaba abrumado por los tiros.Temióverseencerradodentrodeunfuertecírculoporlosarrogantestroyanos,queengrannúmeroyconvalentía leenderezabansus lanzas;y, aunqueeracorpulento,vigorosoeilustre,fuerechazadoyhuboderetroceder.

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627 Así se portaban éstos en el duro combate. El hado poderoso llevócontraSarpedón, igual aundios, aTlepólemoHeraclida,valienteydegranestatura.Cuandoamboshéroes,hijoynietodeZeus,queamontonalasnubes,sehallaronfrenteafrente,Tlepólemofueelprimeroenhablarydijo:

633—¡Sarpedón,príncipedeloslicios!¿Quénecesidadtienes,noestandoejercitadoenlaguerra,deveniratemblar?Mientencuantosafirmanqueereshijo de Zeus, que lleva la égida, pues desmereces mucho de los varonesengendrados en tiempos anteriores por este dios, como dicen que fue miintrépidopadre,elfornidoHeracles,queresistíaaudazmenteyteníaelánimodeunleón;elcual,habiendovenidoporloscaballosdeLaomedonte,conseissolas naves y pocos hombres, consiguió saquear la ciudad y despoblar suscalles.Perotúeresdeánimoapocado,dejasquelastropasperezcan,ynocreoque tu venida de la Licia sirva para la defensa de los troyanos por muyvigorosoqueseas;pues,vencidopormí,entrarásporlaspuertasdelHades.

647RespondióleSarpedón,caudillodeloslicios:

648—¡Tlepólemo!Aquéldestruyó,conefecto,lasacraIlioacausadelaperfidia del ilustre Laomedonte, que pagó con injuriosas palabras susbeneficiosynoquisoentregarleloscaballosporlosquehabíavenidodetanlejos. Pero yo te digo que la perdición y la negra muerte de mi mano tevendrán;ymuriendo,heridopormilanza,medarásgloria,yaHades,eldelosfamososcorceles,elalma.

655AsídijoSarpedón,yTlepólemoalzó la lanzadefresno.Las luengaslanzas partieron a un mismo tiempo de las manos. Sarpedón hirió aTlepólemo: la dañosa punta atravesó el cuello, y las tinieblas de la nochevelaron los ojos del guerrero.Tlepólemodio con su gran lanza en elmusloizquierdo de Sarpedón y el bronce penetró con ímpetu hasta el hueso; perotodavíasupadrelolibródelamuerte.

663Los ilustres compañerosdeSarpedón, igual a undios, sacáronlodelcombate, con la gran lanza que, al arrastrarse, le pesaba; pues con la prisanadieadvirtiólalanzadeFresno,nipensóenarrancárseladelmuslo,paraqueaquélpudierasubiralcarro.Tantaeralafatigaconquelocuidaban.

668A su vez, los aqueos, de hermosas grebas, se llevaron del campo aTlepólemo. El divino Ulises, de ánimo paciente, violo, sintió que se leenardecíaelcorazón,yrevolvióensumenteyensuespíritusidebíaperseguiral hijo de Zeus tonante o privar de la vida a muchos licios. No le habíaconcedido el hado al magnánimo Ulises matar con el agudo bronce alesforzado hijo de Zeus, y por esto Atenea le inspiró que acometiera a lamultitud de los licios.Mató entonces a Cérano, Alástor, Cromio, Alcandro,Halio,NoemónyPrítanis,yaunamáslicioshicieramorireldivinoUlises,sino lo hubiese notadomuy presto el granHéctor, el de tremolante casco; el

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cual, cubierto de luciente bronce, se abrió calle por los combatientesdelanteroseinfundióterroralosdánaos.HolgósedesullegadaSarpedón,hijodeZeus,yprofirióestaslastimeraspalabras:

684—¡Priámida! No permitas que yo, tendido en el suelo, llegue a serpresade losdánaos; socórremeypierda lavida luegoenvuestra ciudad,yaquenohedealegrar,volviendoamicasaya lapatria tierra,niamiesposaqueridanialtiernoinfante.

689 Así dijo. Héctor, el de tremolante casco, pasó corriendo, sinresponderle,porqueardíaendeseosderechazarcuantoantesa losargivosyquitarlavidaamuchosguerreros.LosilustrescamaradasdeSarpedón,igualaundios,lleváronloalpiedeunahermosaencinaconsagradaaZeus,quellevalaégida;yelvalerosoPelagonte,sucompañeroamado,learrancódelmuslolalanzadefresno.Amortecidoquedóelhéroeyobscuranieblacubriósusojos;pero pronto volvió en su acuerdo, porque el soplo del Bóreas lo reanimócuandoyaapenasrespirarpodía.

699 Los argivos, al acometerlosAres yHéctor armado de bronce, ni sevolvíanhacialasnegrasnaves,nirechazabanelataque,sinoquesebatíanenretiradadesdequesupieronqueaqueldiossehallabaconlostroyanos.

703 ¿Cuál fue el primero, cuál el último de los que entonces mataronHéctor, hijo de Príamo, y el broncíneo Ares? Teutrante, igual a un dios;Orestes, aguijador de caballos; Treco, lancero etolio; Enómao; HélenoEnópidayOresbio,eldetremolantemitra,quien,muyocupadoencuidardesusbienes,morabaenHila, aorillasdel lagoCefisis, conotrosbeociosqueconstituíanunopulentopueblo.

711 Cuando Hera, la diosa de níveos brazos, vio que ambosmataban amuchosargivoseneldurocombate,dijoaAteneaestasaladaspalabras:

714—¡Ohdioses!¡HijadeZeus,quellevalaégida!¡Indómita!Vanaserála promesa que hicimos a Menelao de que no se iría sin destruir la bienmurada Ilio, si dejamos que el pernicioso Ares ejerza sus furores. Ea,pensemosenprestaralhéroepoderosoauxilio.

719Dijo; y Atenea, la diosa de ojos de lechuza, no desobedeció. Hera,deidad veneranda hija del gran Crono, aparejó los corceles con sus áureasbridas,yHebepusodiligentementeenelférreoeje,aambosladosdelcarro,lascorvasruedasdebroncequeteníanochorayos.Eradeorolaindestructiblepina, de bronce las ajustadas admirables llantas, y de plata los torneadoscubos.Elasientodescansabasobretirasdeoroydeplata,yundoblebarandalcircundabaelcarro.Pordelantesalíaargéntealanza,encuyapuntaatóladiosaunhermosoyugodeoroconbridasdeorotambién;yHera,queanhelabaelcombateylapelea,uncióloscorcelesdepiesligeros.

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733 Atenea, hija de Zeus, que lleva la égida, dejó caer al suelo, en elpalaciodesupadre,elhermosopeplobordadoqueellamismahabíatejidoylabradoconsusmanos;vistiólatúnicadeZeus,queamontonalasnubes,ysearmó para la luctuosa guerra. Suspendió de sus hombros la espantosa égidafloqueada que el terror corona: allí están la Discordia, la Fuerza y laPersecución horrenda; allí la cabeza de la Gorgona, monstruo cruel yhorripilante,portentodeZeus,quellevalaégida.Cubriósucabezaconáureocascodedoblecimeraycuatroabolladuras,aptopararesistiralainfanteríadecien ciudades.Y, subiendo al flamante carro, asió la lanza ponderosa, larga,fornida,conque lahijadelprepotentepadredestruyefilasenterasdehéroescuandocontraellosmontóencólera.Herapicóconellátigoaloscorceles,ydepropio impulsoabriéronse rechinando laspuertasdel cielodequecuidanlas Horas —a ellas está confiado el espacioso cielo y el Olimpo— pararemover o colocar delante la densa nube. Por allí, por entre las puertas,dirigieron loscorcelesdócilesal látigoyhallaronalCronión,sentadoapartedelosotrosdioses,enlamásaltadelasmuchascumbresdelOlimpo.Hera,ladiosa de los níveos brazos, detuvo entonces los corceles, para hacer estapreguntaalexcelsoZeusCronida:

757—¡PadreZeus!¿NoteindignascontraAresalpresenciarsusatroceshechos? ¡Cuántos y cuáles varones aqueos ha hecho perecer temeraria einjustamente!Yomeafijo,yCiprisyApolo,quellevaarcodeplata,sealegrande haber excitado a ese loco que no conoce ley alguna. Padre Zeus, ¿teirritarás conmigo si a Ares le ahuyento del combate causándole funestasheridas?

764RespondióleZeus,queamontonalasnubes:

765—Ea, aguija contra él aAtenea, que impera en las batallas, pues esquiensuelecausarlemásvivosdolores.

767Asídijo.Hera,ladiosadelosníveosbrazos,leobedeció,ypicóaloscorceles, que volaron gozosos entre la tierra y el estrellado cielo. Cuantoespacioalcanzaaverelque,sentadoenaltacumbre,fijasusojosenelvinosoponto,otrotantosalvandeunbrincoloscaballos,desonorosrelinchos,delosdioses.TanluegocomoambasdeidadesllegaronaTroya,Hera,ladiosadelosníveos brazos, paró el carro en el lugar donde los dos ríos Simoente yEscamandro juntan sus aguas; desunció los corceles, cubriólos de espesaniebla,yelSimoentehizonacerlaambrosíaparaquepacieran.

778 Las diosas empezaron a andar, semejantes en el paso a tímidaspalomas, impacientes por socorrer a los argivos. Cuando llegaron al sitiodondeestabaelfuerteDiomedes,domadordecaballos,conlosmásymejoresdelosadalidesqueparecíancarnicerosleonesopuercosmonteses,cuyafuerzaes grande, se detuvieron; yHera, la diosa de los níveos brazos, tomando el

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aspectodelmagnánimoEsténtor,queteníavozarróndebronceygritabatantocomootroscincuenta,exclamó:

787—¡Quévergüenza,argivos,hombressindignidad,admirablessóloporla figura! Mientras el divino Aquiles asistía a las batallas, los troyanos,amedrentadosporsuformidablepica,nopasabandelaspuertasdardanias;yahoracombatenlejosdelaciudad,juntoalascóncavasnaves.

792Con talespalabras les excitó a todoselvalory la fuerza.Atenea, ladiosadeojosdelechuza,fueenbuscadelTididayhallóaestepríncipejuntoasucarroy suscorceles, refrescando laheridaquePándaroconuna flecha lehabía causado. El sudor le molestaba debajo de la ancha abrazadera delredondo escudo, cuyo peso sentía el héroe; y, alzando éste con su cansadamanolacorrea,seenjugabaladenegridasangre.Ladiosaapoyóladiestraenelyugodeloscaballosydijo:

800 —¡Cuán poco se parece a su padre el hijo de Tideo! Era éste depequeñaestatura,perobelicoso.Yaunquenoledejasecombatirniseñalarse—comoenlaocasiónenque,habiendoidoporembajadoraTeba,seencontrólejos de los suyos entremultitud de cadmeos y le di orden de que comieratranquilo en el palacio—, conservaba siempre su espíritu valeroso, y,desafiando a los jóvenes cadmeos, los vencía fácilmente en toda clase deluchas. ¡De tal modo lo protegía! Ahora es a ti a quien asisto y defiendo,exhortándote a pelear animosamente con los troyanos. Mas, o el excesivotrabajodelaguerrahafatigadotusmiembros,otedominaelexánimeterror.No,túnoereselhijodelaguerridoTideoEnida.

814Y,respondiéndole,elfuerteDiomedesledijo:

815—Teconozco,ohdiosa,hijadeZeus,que lleva laégida.Poresto tehablaré gustoso, sin ocultarte nada. No me domina el exánime terror niflojedad alguna; pero recuerdo todavía las órdenes que me diste. No medejabas combatir con los bienaventurados dioses; pero, si Afrodita, hija deZeus,sepresentaraenlapelea,debíaherirlaconelagudobronce,Puesbien:ahora retrocedo y he mandado que todos los argivos se replieguen aquí,porquecomprendoqueAresimperaenlabatalla.

825ContestóleAtenea,ladiosadeojosdelechuza:

826—¡Diomedes Tidida, carísimo ami corazón! No temas a Ares ni aningunode los inmortales; tanto tevoyaayudar.Ea,endereza los solípedoscaballosaAreselprimero,hiéreledecercaynorespetesalfuribundodios,aeselocovolubleynacidoparadañar,queaHerayamínosprometiócombatircontralostroyanosenfavordelosargivosyahoraestáconaquéllosysehaolvidadodesuspalabras.

835Apenas hubo dicho estas palabras, asió de lamano a Esténelo, que

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saltó diligente del carro a tierra.Montó la enardecida diosa, colocándose alladodelilustreDiomedes,yelejedeencinarecrujióacausadelpesoporquellevaba a una diosa terrible y a un varón fortísimo. PalasAtenea, habiendorecogido el látigo y las riendas, guio los solípedos caballos hacia Ares elprimero; el cual quitaba la vida al gigantesco Perifante, preclaro hijo deOquesioyelmásvalientedelosetolios.AtalvarónmatabaAres,manchadodehomicidios;yAteneasepusoelcascodeHadesparaqueelfuribundodiosnolaconociera.

846CuandoAres,funestoalosmortales,vioalilustreDiomedes,dejóalgigantesco Perifante tendido donde le había muerto y se encaminó haciaDiomedes, domador de caballos. Al hallarse a corta distancia, Ares, quedeseabaquitarlavidaaDiomedes,ledirigiólabroncínealanzaporcimadelyugo y las riendas; pero Atenea, la diosa de ojos de lechuza, cogiéndola yalejándola del carro, hizo que aquél diera el golpe en vano. A su vezDiomedes,valienteenelcombate,atacóaAresconlabroncínealanza,yPalasAtenea, apuntándola a la ijada del dios, donde el cinturón le ceñía, hirióle,desgarró el hermoso cutis y retiró el arma. El broncíneo Ares clamó comogritaríannueveodiezmilhombresqueen laguerra llegarana lasmanos;ytemblaron, amedrentados, aqueos y troyanos. ¡Tan fuerte bramó Ares,insaciabledecombate!

864Cualvaporsombríoquesedesprendedelasnubesporlaaccióndeunimpetuoso viento abrasador, tal le parecía a Diomedes Tidida el broncíneoAres cuando, cubierto de niebla, se dirigía al anchuroso cielo.El dios llegóenseguidaalaltoOlimpo,mansiónde lasdeidades; se sentó,conelcorazónafligido,alladodeZeusCronión,mostrólasangreinmortalquemanabadelaherida,ysuspirandodijoestasaladaspalabras:

872 —¡Padre Zeus! ¿No te indignas al presenciar tan atroces hechos?Siempre los dioses hemos padecidomales horribles que recíprocamente noscausamosparacomplaceraloshombres;perotodosestamosairadoscontigo,porque engendraste una hija loca, funesta, que sólo se ocupa en accionesinicuas.CuantosdioseshayenelOlimpo,todosteobedecenyacatan;peroaellanolasujetasconpalabrasniconobras,sinoquelainstigas,porsertúelpadre de esa hija perniciosa que hamovido al insolente Diomedes, hijo deTideo, a combatir, en su furia, con los inmortales dioses. Primero hirió decercaaCiprisenelpuño,ydespués,cualsifueseundios,arremetiócontramí.Si no llegan a salvarme mis ligeros pies, hubiera tenido que sufrirpadecimientosdurantelargotiempoentreespantososmontonesdecadáveres,o quedar inválido, aunque vivo, a causa de las heridas que me hiciera elbronce.

888Mirándolocontorvafaz,respondióZeus,queamontonalasnubes:

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889—¡Inconstante!Notelamentes,sentadojuntoamí,puemeeresmásodiosoqueningúnotrodelosdiosesdelOlimpo.Siempretehangustadolasriñas, luchas y peleas, y tienes el espíritu soberbio, que nunca cede, de tumadreHeraaquienapenaspuedodominarconmispalabras.Creoquecuantote ha ocurrido lo debes a sus consejos. Pero nopermitiré que los dolores teatormenten,porqueeresdemilinajeyparamítepariótumadre.Si,siendotanperverso hubieses nacido de algún otro dios, tiempo ha que estaría en unabismomásprofundoqueeldeloshijosdeUrano.

899Dijo,ymandóaPeónquelocurara.Éstelosanó,aplicándoledrogascalmantes;quenadamortalenélhabía.Comoeljugocuajalablancaylíquidalechecuandoselemueverápidamenteconella,conigualprestezacuróaquélal furibundoAres, a quienHebe lavóy puso lindas vestiduras.Y el dios sesentóalladodeZeusCronión,ufanodesugloria.

907Hera argiva yAtenea alalcomenia regresaron también al palacio delgranZeus,cuandohubieronconseguidoqueAres, funestoa losmortales,dematarhombresseabstuviera.

CantoVI

ColoquiodeHéctoryAndrómaca

Entre los segundos, los troyanos,Héctor, que ha regresado aTroya paraordenarque lasmujeres se congracienconAteneaconplegariasyofrendas,cuandovuelvealcampodebatalla,seencuentraconsuesposayconsuhijo,aúndetiernaedad.YsedestacaelcomportamientodeHéctor,héroeinocentequesesacrificaporTroya,ydeParis,culpableyegoísta,quesólopiensaenél.

1 Quedaron solos en la batalla horrenda troyanos y aqueos, que searrojabanbroncíneaslanzas;ylapeleaseextendía,acáyaculládelallanura,entrelascorrientesdelSimoenteydelJanto.

5AyanteTelamonio,antemuraldelosaqueos,rompióelprimerolafalangetroyanaahizoaparecerlaauroradelasalvaciónentrelossuyos,hiriendodemuerteal traciomásdenodado,alaltoyvalienteAcamante,hijodeEusoro.Acertóleenlacimeradelcascoguarnecidoconcrinesdecaballo,lalanzaseclavó en la frente, la broncínea punta atravesó el hueso y las tinieblascubrieronlosojosdelguerrero.

12 Diomedes, valiente en el combate, mató a Axilo Teutránida, que,abastadodebienes,morabaenlabienconstruidaArisbe;yeramuyamigodelos hombres, porque en su casa, situada cerca del camino, a todos les dabahospitalidad. Pero ninguno de ellos vino entonces a librarlo de la lúgubre

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muerte, y Diomedes le quitó la vida a él y a su escudero Calesio, quegobernabaloscaballos.Ambospenetraronenelsenodelatierra.

20Euríalodiomuerte aDresoyOfeltio, y fuese trasEsepoyPédaso, aquienes la náyade Abarbárea había concebido en otro tiempo del eximioBucolión, hijo primogénito y bastardo del ilustre Laomedonte (Bucoliónapacentaba ovejas y tuvo amoroso consorcio con la ninfa, la cual quedóencinta y dio a luz a los dosmellizos): elMecisteida acabó con el valor deambos,privódevigorasusbienformadosmiembrosylesquitólaarmaduradeloshombros.

29ElbelicosoPolipetesdejósinvidaaAstíalo;Ulises,con labroncínealanza,aPiditespercosio;yTeucro,aAretaóndivino.AntílocoNestóridamatócon la pica reluciente a Ablero; Agamenón, rey de hombres, a Élato, quehabitabaenlaexcelsaPédaso,aorillasdelSatnioente,dehermosacorriente;elhéroeLeito,aFílacomientrashuía;yEurípilo,aMelantio.

37Menelao, valiente en la pelea, cogió vivo a Adrasto, cuyos caballos,corriendo despavoridos por la llanura, chocaron con las ramas de untamarisco,rompieronelcorvocarroporelextremodeltimón,ysefueronalaciudadconlosquehuíanespantados.Elhéroecayóalsueloydiodebocaenelpolvo juntoa la rueda;acercóseleMenelaoAtridacon la ingente lanza,yaquél,abrazandosusrodillas,asílesuplicaba:

46—Hazmeprisionero,hijodeAtreo,y recibirásdigno rescate.Muchascosas de valor tienemi opulento padre en casa: bronce, oro, hierro labrado;con ellas te pagaría inmenso rescate, si supiera que estoy vivo en las navesaqueas.

51Asídijo,yleconmovióelcorazón.EibaMenelaoaponerloenmanosdelescudero,paraquelollevaraalasvelerasnavesaqueas,cuandoAgamenóncorrióasuencuentroyloincrepódiciendo:

55 —¡Ah, bondoso! ¡Ah, Menelao! ¿Por qué así te apiadas de estoshombres?¡Excelentescosashicieronlostroyanosentucasa!¡Ningunodelosquecaiganennuestrasmanosselibredetenernefandamuerte,nisiquieraelquelamadrelleveenelvientre,niéseescape!¡PerezcantodoslosdeIlio,sinquesepulturaalcancennimemoriadejen!

61 Así diciendo, cambió la mente de su hermano con la oportunaexhortación.RepelióMenelaoalhéroeAdrasto,que,heridoenel ijarporelreyAgamenón, cayó de espaldas. ElAtrida le puso el pie en el pecho y learrancólalanza.

66Néstor,entanto,animabaalosargivos,dandograndesvoces:

67—¡Oh queridos, héroes dánaos, servidores de Ares! Nadie se quede

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atráspararecogerdespojosyvolver,llevandolosmásquepueda,alasnaves;ahoramatemoshombresyluegoconmástranquilidaddespojaréisenlallanuraloscadáveresdecuantosmueran.

72 Así diciendo les excitó a todos el valor y la fuerza. Y los troyanoshubieranvueltoaentrarenIlio,acosadosporlosbelicososaqueosyvencidospor su cobardía, siHelenoPriámida, elmejor de los augures, no sehubiesepresentadoaEneasyaHéctorparadecirles:

77—¡EneasyHéctor!Yaqueelpesodelabatallagravitaprincipalmentesobrevosotrosentrelostroyanosyloslicios,porquesoislosprimerosentodaempresa,ora se tratedecombatir,orade razonar,quedaosaquí, recorred lasfilas,ydeteneda losguerrerosantesqueseencaminena laspuertas,caiganhuyendoenbrazosdelasmujeresyseanmotivodegozoparalosenemigos.Cuandohayáis reanimado todas las falanges, nosotros, aunque estamosmuyabatidos, nos quedaremos aquí a pelear con los dánaos porque la necesidadnosapremia.Ytú,Héctor,vealaciudadydianuestramadrequeNamealasvenerablesmatronas;vayaconellasaltemplodedicadoaAtenea,ladeojosdelechuza, en la acrópolis; abra con la llave lapuertadel sacro recinto;pongasobrelasrodillasdeladeidad,dehermosacabellera,elpeploquemayorsea,más lindo leparezcaymásapreciedecuantoshayaenelpalacio,y levotesacrificar en el templo doce vacas de un año, no sujetas aún al yugo, siapiadándose de la ciudad y de las esposas y tiernos niños de los troyanos,apartadelasagradaIlioalhijodeTideo,ferozguerrero,cuyabravuracausanuestra derrota y a quien tengo por el más esforzado de los aqueos todos.NuncatemimostantonialmismoAquiles,príncipedehombres,quees,segúndicen, hijo de una diosa. Con gran furia se mueve el hijo de Tideo y envalentíanadieteiguala.

102Asídijo;yHéctorobedecióasuhermano.Saltódelcarroalsuelosindejarlasarmas;y,blandiendodospuntiagudaslanzas,recorrióelejércitoportodaspartes,animóloacombatirypromovióunaterriblepelea.Lostroyanosvolvieronlacarayafrontaronalosargivos;yéstosretrocedieronydejarondematar, figurándose que alguno de los inmortales habría descendido delestrelladocieloparasocorreraaquéllos;de talmodosevolvieron.YHéctorexhortabaalostroyanosdiciendoenaltavoz:

111—¡Animosostroyanos,aliadosdelejastierrasvenidos!Sedhombres,amigos,ymostradvuestroimpetuosovalor,mientrasvoyaIlioyencargoalosrespetablespróceresyanuestrasesposasqueorenyofrezcanhecatombesalosdioses.

116Dichoesto,Héctor,eldetremolantecasco,partió;ylanegrapielqueorlabaelabollonadoescudocomoúltimafranjalebatíaelcuelloylostalones.

119Glauco,vástagodeHipóloco,yelhijodeTideo,deseososdecombatir,

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fueronaencontrarseenelespacioquemediabaentreambosejércitos.Cuandoestuvieroncaraacara,Diomedes,valienteenlapelea,dijoelprimero:

123—¿Cuálerestú,guerrerovalentísimo,delosmortaleshombres?Jamáste vi en las batallas, donde los varones adquieren gloria, pero al presente atodos los vences en audacia cuando te atreves a esperar mi fornida lanza.¡Infelicesdeaquélloscuyoshijosseoponenamifuror!Massifuesesinmortalyhubiesesdescendidodelcielo,noquisierayolucharcondiosescelestiales.Pocovivióel fuerteLicurgo,hijodeDriante,quecontendíacon lascelestesdeidades: persiguió en los sacrosmontes deNisa a las nodrizas deDioniso,queestabaagitadoporeldeliriobáquico,lascualestiraronalsuelolostirsosal ver que el homicida Licurgo las acometía con la aguijada; el dios,espantado, se arrojó al mar, y Tetis le recibió en su regazo, despavorido yagitadopor fuerte temblorpor laamenazadeaquelhombre;pero los felicesdioses se irritaron contraLicurgo, cególe el hijo deCrono y su vida no fuelarga, porque se había hecho odioso a los inmortales todos. Con losbienaventuradosdiosesnoquisieracombatir;pero,sieresunodelosmortalesque comen los frutos de la tierra, acércate para que más pronto llegues altérminodetuperdición.

144RespondióleelpreclarohijodeHipóloco:

145 —¡Magnánimo Tidida! ¿Por qué me interrogas sobre el abolengo?Cual lageneraciónde lashojas, así lade loshombres.Esparceelviento lashojas por el suelo, y la selva, reverdeciendo, produce otras al llegar laprimavera:deigualsuerte,unageneraciónhumananaceyotraperece.Peroyaque deseas saberlo, te diré cuál esmi linaje, demuchos conocido.Hay unaciudadllamadaÉfiraenelriñóndeArgos,criadoradecaballos,yenellavivíaSísifoEólida,quefueelmásladinodeloshombres.SísifoengendróaGlauco,y éste al eximio Belerofonte, a quien los dioses concedieron gentileza yenvidiable valor. Mas Preto, que era muy poderoso entre los argivos, puesZeusloshabíasometidoasucetro,hízoleblancodesusmaquinacionesy loechódelaciudad.LadivinaAntea,mujerdePreto,habíadeseadoconlocurajuntarseclandestinamenteconBelerofonte;peronopudopersuadiralprudentehéroe, que sólo pensaba en cosas honestas, y mintiendo dijo al rey Preto:«¡Preto! Ojalá te mueras, o mata a Belerofonte, que ha querido juntarseconmigo,sinqueyolodeseara».Asídijo.Elreyseencendióeniraaloírla;y,si bien se abstuvo de matar a aquél por el religioso temor que sintió sucorazón,leenvióalaLicia;y,haciendomortíferasseñalesenunatablitaquesedoblaba,entrególelosperniciosossignosconordendequelosmostraseasusuegroparaqueésteloperdiera.Belerofonte,poniéndoseencaminodebajodel faustopatrociniode losdioses, llegóa lavastaLiciaya lacorrientedelJanto:elreyrecibióleconafabilidad,hospedóledurantenuevedíasymandómatarotros tantosbueyes;pero,alaparecerpordécimavez laAurora, lade

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rosáceosdedos,lointerrogóyquisoverlanotaquedesuyernoPretoletraía.Yasíque tuvo la funestanota,ordenóaBelerofonteque loprimerode todomataraalaineluctableQuimera,serdenaturalezanohumana,sinodivina,concabezadeleón,coladedragónycuerpodecabra,querespirabaencendidasyhorribles llamas; y aquél le diomuerte, alentado por divinales indicaciones.Luegotuvoquelucharconlosafamadossólimos,ydecíaqueéstefueelmásrecio combate que con hombres sostuvo. En tercer lugar quitó la vida a lasvaroniles amazonas. Y, cuando regresaba a la ciudad, el rey, urdiendo otradolosa trama,armóleunaceladacon losvaronesmásfuertesquehallóen laespaciosaLicia;yningunodeéstosvolvióa sucasa,porquea todos lesdiomuerte el eximio Belerofonte. Comprendió el rey que el héroe era vástagoilustredealgunadeidadyloretuvoallí,locasóconsuhijaycompartióconélladignidadregia;loslicios,asuvez,acotáronleunhermosocampodefrutalesy sembradío que a los demás aventajaba, para que pudiese cultivarlo. Treshijos dio a luz la esposa del aguerrido Belerofonte: Isandro, Hipóloco yLaodamia;yésta,amadaporelpróvidoZeus,dioaluzaldeiformeSarpedón,quellevaarmaduradebronce.CuandoBelerofonteseatrajoelodiodetodaslas deidades, vagaba solo por los campos de Alea, royendo su ánimo yapartándosedeloshombres;Ares,insaciabledepelea,hizomoriraIsandroenuncombatecon losafamadossólimos,yArtemis, laqueusariendasdeoro,irritada,matóasuhija.AmímeengendróHipóloco—deéste,pues,soyhijo— y envióme a Troya, recomendándome muy mucho que descollara ysobresalierasiempreentretodosynodeshonraseellinajedemisantepasados,quefueronloshombresmásvalientesdeEfiraylaextensaLicia.Talalcurniaytalsangremegloríodetener.

212Asídijo.AlegróseDiomedes,valiente enel combate;y, clavando lapicaenelalmosuelo,respondióconcariñosaspalabrasalpastordehombres:

213 —Pues eres mi antiguo huésped paterno, porque el divino Eneohospedó en su palacio al eximio Belorofonte, le tuvo consigo veinte días yambosseobsequiaronconmagníficospresentesdehospitalidad.Eneodiounvistoso tahalí teñidodepúrpura,yBelerofonteunaáureacopadedobleasa,queenmicasaquedócuandomevine.ATideonolorecuerdo;dejómemuyniñoalsalirparaTeba,dondeperecióelejércitoaqueo.Soy,porconsiguiente,tucarohuéspedenel centrodeArgos,y tú lo serásmíoen laLiciacuandovaya a tu pueblo.En adelante no nos acometamos con la lanza por entre laturba.Muchostroyanosyaliadosilustresmerestan,paramataraquien,porlavoluntad de un dios, alcance en la carrera; y asimismo te quedan muchosaqueos, para quitar la vida a quien te sea posible. Y ahora troquemos laarmadura, a fin de que sepan todos que de ser huéspedes paternos nosgloriamos.

232Habiendohabladoasí,descendieronde loscarrosyseestrecharon la

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mano en prueba de amistad. Entonces Zeus Cronida hizo perder la razón aGlauco;puespermutósusarmasporlasdeDiomedesTidida,lasdeoroporlasdebronce,lasvaloradasencienbueyesporlasqueennueveseapreciaban.

237 Al pasar Héctor por la encina y las puertas Esceas, acudieroncorriendo las esposas a hijas de los troyanos y preguntáronle por sus hijos,hermanos,amigosyesposos;yéllesencargóqueunastrasotrasorasenalosdioses,porqueparamuchaseraninminenteslasdesgracias.

242 Cuando llegó almagnífico palacio de Príamo, provisto de bruñidospórticos (en él había cincuenta cámaras de pulimentada piedra, seguidas,donde dormían los hijos de Príamo con sus legítimas esposas; y enfrente,dentro del mismo patio, otras doce construidas igualmente con sillares,continuasy techadas, donde se acostaban los yernosdePríamoy sus castasmujeres),lesalióalencuentrosualmamadrequeibaenbuscadeLaódice,lamáshermosadelasprincesas;y,asiéndoledelamano,ledijo:

254—¡Hijo! ¿Porquéhasvenido,dejandoel ásperocombate?Sindudalos aqueos, de aborrecido nombre, deben de estrecharnos, combatiendoalrededor de la ciudad, y tu corazón lo ha impulsado a volver con el fin delevantardesdelaacrópolislasmanosaZeus.Pero,aguarda,traerévinodulcecomo la miel para que primeramente lo libes al padre Zeus y a los demásinmortales, y luego te aproveche también a ti, si bebes. El vino aumentamuchoelvigordelhombrefatigadoytúloestásdepelearporlostuyos.

263RespondióleelgranHéctor,eldetremolantecasco:

264—Nomedesvinodulcecomolamiel,venerandamadre;noseaquemeenervesymeprivesdelvalor,yyomeolvidedemifuerza.NomeatrevoalibarelnegrovinoenhonordeZeussinlavarmelasmanos,nieslícitooraralCronión, el de las sombrías nubes, cuando uno está manchado de sangre ypolvo. Pero tú congrega a lasmatronas, llévate perfumes, y, entrando en eltemplo de Atenea, que impera en las batallas, pon sobre las rodillas de ladeidaddehermosacabelleraelpeplomayor,máslindoyquemásapreciesdecuantoshayaenelpalacio;yvotaaladiosasacrificarensutemplodocevacasdeunaño,nosujetasaúnalyugo,si,apiadándosedelaciudadydelasesposasytiernosniñosdelostroyanos,apartadelasagradaIlioalhijodeTideo,ferozguerrero,cuyavalentíacausanuestraderrota.Encamínate,pues,altemplodeAtenea,queimperaenlasbatallas,yyoiréalacasadeParisallamarlo,simequiereescuchar.¡Asílatierraselotragara!CrióloelOlímpicocomounagranplagapara los troyanosy elmagnánimoPríamoy sus hijos.Creoque, si levieradescenderalHades,mialmaseolvidaríadelosenojosospesares.

286Asídijo.Hécuba,volviendoal palacio, llamóa las esclavas, y éstasanduvieronporlaciudadycongregaronalasmatronas;bajóluegoalfraganteaposentodondeseguardabanlospeplosbordados,obradelasmujeresquese

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habíallevadodeSidóneldeiformeAlejandroenelmismoviajeporelanchoponto en que se llevó aHelena, la de nobles padres; tomó, para ofrecerlo aAtenea,elpeplomayorymáshermosoporsusbordaduras,queresplandecíacomounastroysehallabadebajodetodos,ypartióacompañadademuchasmatronas.

297 Cuando llegaron a la acrópolis, abrióles las puertas del templo deAteneaTeano, ladehermosasmejillas,hijadeCiseideyesposadeAnténor,domador de caballos, a la cual habían elegido los troyanos sacerdotisa deAtenea.Todas,conlúgubreslamentos,levantaronlasmanosaladiosa.Teano,ladehermosasmejillas,tomóelpeplo,lopusosobrelasrodillasdeAtenea,ladehermosacabellera,yorandorogóasíalahijadelgranZeus:

305—¡VenerandaAtenea,protectoradelaciudad,divinaentrelasdiosas!¡QuiébralelalanzaaDiomedesyconcédenosquecaigadepechosenelsuelo,antelaspuertasEsceas,paraquelosacrifiquemosenestetemplodocevacasdeunaño,nosujetasaúnalyugo,sideestemodoteapiadasdelaciudadydelasesposasytiernosniñosdelostroyanos!

311Asídijo rogando,peroPalasAteneanoaccedió.Mientras invocabandeestemodoalahijadelgranZeus,HéctorseencaminóalmagníficopalacioqueparaAlejandrohabíalabradoélmismoconlosmáshábilesconstructoresdelafértilTroya;éstoslehicieronunacámaranupcial,unasalayunpatio,enlaacrópolis, cercade lospalaciosdePríamoydeHéctor.Allí entróHéctor,caro aZeus, llevandouna lanza de once codos, cuya broncínea y relucientepunta estaba sujeta por áureo anillo. En la cámara halló a Alejandro queacicalabalasmagníficasarmas,escudoycoraza,yprobabaelcorvoarco;yala argivaHelena, que, sentada entre sus esclavas, ocupábalas en primorosaslabores.Yenviendoaaquél,increpóloconinjuriosaspalabras:

326—¡Desgraciado!Noesdecorosoqueguardesenelcorazóneserencor.Loshombresperecencombatiendoalpiede losaltosmurosde laciudad;elbélicoclamorylaluchaseencendieronportucausaalrededordenosotros,ytúmismoreconvendríasaquiencejaraenlapeleahorrenda.Ea,levántate.Noseaquelaciudadllegueaserpastodelasvoracesllamas.

332RespondióleeldeiformeAlejandro:

333—¡Héctor!Justosynoexcesivossontusbaldones,yporlomismovoyacontestarte.Atiendeyóyeme.Permanecíaaquí,no tantoporestarairadooresentidoconlostroyanos,cuantoporquedeseabaentregarmealdolor.Enesteinstantemiesposameexhortabaconblandaspalabrasavolveralcombate;ytambién amíme parece preferible, porque la victoria tiene sus alternativasparalosguerreros.Ea,pues,aguarda,yvistolasmarcialesarmas;oveteytesigo,ycreoquelograréalcanzarte.

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342 Así dijo. Héctor, el de tremolante casco, nada contestó. Y Helenahablólecondulcespalabras:

343 —¡Cuñado mío, de esta perra maléfica y abominable! ¡Ojalá que,cuandomimadremedioaluz,unvientotempestuososemehubiesellevadoalmonte o al estruendosomar, para hacerme juguete de las olas, antes quetaleshechosocurrieran!Yyaquelosdiosesdeterminaroncausarestosmales,debió tocarme ser esposa de un varón más fuerte, a quien dolieran laindignacióny losmuchosbaldonesde loshombres.Ésteni tiene firmezadeánimoni la tendrá nunca, y creo que recogerá el debido fruto. Pero entra ysiéntateenestasilla,cuñado,quelafatigateoprimeelcorazónpormí,perra,yporlafaltadeAlejandro;aquienesZeusnosdiomalasuerteafindequealosvenideroslessirvamosdeasuntoparasuscantos.

359RespondióleelgranHéctor,eldetremolantecasco:

360 —No me ofrezcas asiento, Helena, aunque me aprecies, pues nolograrás persuadirme: ya mi corazón desea socorrer a los troyanos que meaguardanconimpaciencia.Perotúhazlevantaraéseyélmismosedéprisaparaquemealcancedentrodelaciudad,mientrasvoyamicasayveoaloscriados, a la esposa querida y al tierno niño; que ignoro si volveré de labatalla,olosdiosesdispondránquesucumbaamanosdelosaqueos.

369Apenashubodichoestaspalabras,Héctor,eldetremolantecasco,sefue.Llegóenseguidaasupalacio,queabundabadegente,masnoencontróaAndrómaca,ladeníveosbrazos,puesconelniñoylacriadadehermosopeploestabaenla torre llorandoylamentándose.Héctor,comonohallaradentroasuexcelenteesposa,detúvoseenelumbralyhablóconlasesclavas:

376—¡Ea,esclavas,decidmelaverdad!¿AdóndehaidoAndrómaca,ladeníveosbrazos,desdeelpalacio?¿Avisitaramishermanasoamiscuñadasdehermosos peplos? ¿O, acaso, al templo de Atenea, donde las troyanas, delindastrenzas,aplacanalaterriblediosa?

381Respondióleconestaspalabraslafieldespensera:

382—¡Héctor!Yaquetantonosmandasdecirlaverdad,nofueavisitaratus hermanas ni a tus cuñadas de hermosos peplos, ni al templo deAtenea,dondelastroyanas,delindastrenzas,aplacanalaterriblediosa,sinoquesubióalagrantorredeIlio,porquesupoquelostroyanosllevabanlapeorparteyera grande el ímpetu de los aqueos. Partió hacia la muralla, ansiosa, comoloca,yconellasefuelanodrizaquellevaelniño.

390 Así habló la despensera, y Héctor, saliendo presuroso de la casa,desanduvoelcaminoporlasbientrazadascalles.Tanluegocomo,despuésdeatravesarlagranciudad,llegóalaspuertasEsceas—porallíhabíadesaliralcampo—, corrió a su encuentro su rica esposa Andrómaca, hija del

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magnánimoEetión,quevivíabajoelboscosoPlaco,enTebabajoelPlaco,yerareydeloscilicios.Hijadeésteera,pues,laesposadeHéctor,debroncíneaarmadura, que entonces le salió al camino. Acompañábale una sirvientallevando en brazos al tierno infante, al Hectórida amado, parecido a unahermosa estrella, a quien su padre llamaba Escamandrio y los demásAstianacte, porque sólo por Héctor se salvaba Ilio. Vio el héroe al niño ysonriósilenciosamente.Andrómaca, llorosa,sedetuvoasu lado,yasiéndoledelamanoledijo:

407—¡Desgraciado!Tuvalorteperderá.Noteapiadasdeltiernoinfantenidemí,infortunada,queprontoserétuviuda;pueslosaqueosteacometerántodosaunayacabaráncontigo.Preferibleseríaque,alperderte, la tierrametragara,porquesimueresnohabráconsueloparamí,sinopesares,queyanotengopadrenivenerablemadre.AmipadrematóloeldivinoAquilescuandotomólapopulosaciudaddeloscilicios,Teba,ladealtaspuertas:diomuerteaEetión, y sin despojarlo, por el religioso temor que le entró en el ánimo,quemó el cadáver con las labradas armas y le erigió un túmulo, a cuyoalrededor plantaron álamos las ninfasmonteses, hijas de Zeus, que lleva laégida.Missietehermanos,quehabitabanenelpalacio,descendieronalHadeselmismodía;puesatodoslosmatóeldivinoAquiles,eldelospiesligeros,entrelosflexípedesbueyesylascándidasovejas.Amimadre,quereinabaalpiedelselvosoPlaco,trájolaaquélconotrasriquezasylapusoenlibertadporuninmensorescate;peroÁrtemis,quesecomplaceentirarflechas,hiriólaenelpalaciodemipadre.Héctor,túeresahoramipadre,mivenerablemadreymihermano; tú,mi florecienteesposo.Pues,ea, sécompasivo,quédateaquíenlatome—¡nohagasaunniñohuérfanoyaunamujerviuda!—yponelejércitojuntoalcabrahígo,queporallí laciudadesaccesibleyelmuromásfácildeescalar.Losmásvalientes—losdosAyantes,elcélebreIdomeneo,losAtridasyelfuertehijodeTideoconlossuyosrespectivos—yaportresvecessehanencaminadoaaquelsitioparaintentarelasalto:alguienqueconocelosoráculosseloindicó,osumismoarrojolosimpeleyanima.

440ContestóleelgranHéctor,eldetremolantecasco:

441Todoestomedacuidado,mujer,peromuchomesonrojaríaante lostroyanosylastroyanasderozagantespeplos,sicomouncobardehuyeradelcombate;ytampocomicorazónmeincitaaello,quesiempresupeservalienteypelearenprimerafilaentrelostroyanos,manteniendolainmensagloriademi padre y demímismo. Bien lo conocemi inteligencia y lo presientemicorazón: día vendrá en que perezcan la sagrada Ilio, Príamo y el pueblo dePríamo,armadconlanzasdefresno.Perolafuturadesgraciadelostroyanos,de lamismaHécuba,del reyPríamoydemuchosdmisvalienteshermanosquecaeránenelpolvoamanosdlosenemigos,nomeimportatantocomolaque padecerá tú cuando alguno de los aqueos, de broncíneas corazas, se te

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llevellorosa,privándotedelibertad,yluegotejastelaeArgos,alasórdenesde otra mujer, o vayas por agua a la fuente Meseide o Hiperea, muycontrariada porque la dura necesidad pesará sobre ti. Y quizás alguienexclame,alvertederramarlágrimas:«ÉstafuelaesposadeHéctor,elguerreroque más se señalaba entre los troyanos, domadores de caballos, cuando entorno de Ilio peleaban».Así dirán, y sentirás un nuevo pesar al verte sin elhombrequepudiera librartede laesclavitud.Peroojaláunmontónde tierracubramicadáver,antesqueoigatusclamoresopresencieturapto.

466Asídiciendo,elesclarecidoHéctortendiólosbrazossuhijo,yésteserecostó,gritando,enelsenodelanodrizadebellacintura,porelterrorqueelaspectodesupadrelecausaba:dábanlemiedoelbronceyelterriblepenachocrinesdecaballo,queveíaondearenloaltodelyelmo.Sonriéronseelpadreamorosoylavenerandamadre.Héctorseapresuróadejarelrefulgentecascoenelsuelo,besóymecióensusmanosalhijoamado,yrogóasíaZeusyalosdemásdioses:

476—¡Zeusydemásdioses!Concededmequeestehijomíosea,comoyo,ilustreentrelostroyanoseigualmenteesforzado;quereinepoderosamenteenIlio;quedigandeélcuandovuelvadelabatalla:«¡Esmuchomásvalientequesu padre!»; y que, cargado de cruentos despojos del enemigo quien hayamuerto,regocijeelalmadesumadre.

482Estodicho,pusoelniñoenbrazosdelaesposaamada,que,alrecibirloen el perfumado seno, sonreía con el rostro todavía bañado en lágrimas.Notóloelesposoycompadecido,acariciólaconlamanoyledijo:

486—¡Desdichada!Noendemasíatucorazónseacongoje,quenadiemeenviará alHades antesde lodispuestopor eldestino;yde su suerteningúnhombre,seacobardeovaliente,puedelibrarseunaveznacido.Vuelveacasa,ocúpate en las labores del telar y la rueca, y ordena a las esclavas que seapliquenaltrabajo;ydelaguerranoscuidaremoscuantosvaronesnacimosenIlio,yyoelprimero.

494Dichasestaspalabras, elpreclaroHéctor sepusoelyelmoadornadoconcrinesdecaballo,ylaesposaamadaregresóasucasa,volviendolacabezadecuandoencuandoyvertiendocopiosaslágrimas.ProntollegóAndrómacaalpalacio,llenodegente,deHéctor,matadordehombres;hallóenélmuchasesclavas,yatodaslasmovióalágrimas.LlorabanenelpalacioaHéctorvivoaún,porquenoesperabanquevolvieradelcombatelibrándosedelvalorydelasmanosdelosaqueos.

503 Paris no demoró en el alto palacio; pues, así que hubo vestido lasmagníficas armas de labrado bronce, atravesó presuroso la ciudad haciendogala de sus pies ligeros. Como el corcel avezado a bañarse en la cristalinacorriente de un río, cuando se ve atado en el establo, come la cebada del

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pesebreyrompiendoelronzalsaletrotandoporlallanura,yergueorgullosolacerviz,ondeanlascrinessobresucuello,yufanodesulozaníamueveligerolas rodillas encaminándose a los acostumbrados sitios donde los caballospacen;deaquelmodo,Paris,hijodePríamo,cuyaarmadurabrillabacomounsol, descendía gozoso de la excelsa Pérgamo por sus ágiles pies llevado.Alejandro alcanzó enseguida a su hermano el divino Héctor cuando ésteregresabadel lugar enquehabíapasado el coloquio con su esposa, y fue elprimeroenhablardiciendo:

518—¡Mibuenhermano!Muchotehiceesperardeteniéndote,apesardetuimpaciencia;puesnohevenidooportunamente,comoordenaste.

520RespondióleHéctor,eldetremolantecasco:

521—¡Querido!Nadiequeseajustoreprenderátutrabajoenelcombate,porqueeresvaliente;peroaveces tecomplacesendesalentarteynoquierespelear,ymicorazónseafligecuandooigoque tebaldonan los troyanosquetantos trabajos sufrenpor ti.Pero,vámonosy luego loarreglaremos todo, siZeus nos permite ofrecer en nuestro palacio la crátera de la libertad a loscelestes sempiternos dioses, por haber echado de Troya a los aqueos dehermosasgrebas.

CantoVII

CombatesingulardeHéctoryAyante–Levantamientodeloscadáveres

Lasegundatambiénsesuspendeinopinadamente,porqueHéctordesafíaalos héroes aqueos. Echadas las suertes, le toca a Ayante, y luchan hasta elanochecer. Se pacta una tregua de un día, que los aqueos aprovechan paraenterraralosmuertosyconstruirunmuroentornoalcampamento.

1 Dichas estas palabras, el esclarecido Héctor y su hermano Alejandrotraspusieronlaspuertas,conelánimoimpacienteporcombatirypelear.Comocuando un dios envía próspero viento a navegantes que lo anhelan porqueestán cansados de romper las olas, batiendo los pulidos remos, y tienenrelajados los miembros a causa de la fatiga, así, tan deseados, aparecieronaquéllosalostroyanos.

8 Paris mató aMenestio, que vivía en Arna y era hijo del rey Areítoo,famosoporsuclava,ydeFilomedusa,ladeojosdenovilla;yHéctorconlapuntiaguda lanza tiró a Eyoneo un bote en la cerviz, debajo del casco debronce,ydejólesinvigorlosmiembros.Glauco,hijodeHipólocoypríncipedeloslicios,arrojóenlareñidapeleaundardoaIfínooDexíadacuandosubíaalcarrodecorredorasyeguas,yleacertóenlaespalda:Ifínoocayóalsueloy

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susmiembrosserelajaron.

17CuandoAtenea,ladiosadeojosdelechuza,vioqueaquéllosmatabanamuchos argivos en el duro combate, descendiendo en raudo vuelo de lascumbresdelOlimpo,seencaminóalasagradaIlio.Pero,aladvertirloApolodesdePérgamo,fueaoponérsele,porquedeseabaquelostroyanosganaranlavictoria.Encontráronseambasdeidadesjuntoalaencina;yelsoberanoApolo,hijodeZeus,hablóprimerodiciendo:

24—¿Porqué,enardecidanuevamente,ohhijadelgranZeus,vienesdelOlimpo?¿Quépoderosoafectotemueve?¿Acasoquieresdaralosdánaoslaindecisa victoria? Porque de los troyanos no te compadecerías, aunqueestuviesen pereciendo. Si quieres condescender con mi deseo —y sería lomejor—, suspenderemos por hoy el combate y la pelea; y luego volverán abatallar hasta que logren arruinar a Ilio, ya que os place a vosotras, lasinmortales,destruirestaciudad.

33RespondióleAtenea,ladiosadeojosdelechuza:

34—Seaasí,ohtúquehieresdelejos,conestepropósitovinedelOlimpoalcampode los troyanosyde losaqueos.Mas¿porquémediohaspensadosuspenderlabatalla?

37ContestóelsoberanoApolo,hijodeZeus:

38 —Hagamos que Héctor, de corazón fuerte, domador de caballos,provoque a los dánaos a pelear con él en terrible y singular combate; eindignadoslosaqueos,dehermosasgrebas,suscitenaalguienparaquelucheconeldivinoHéctor.

43Asídijo;yAtenea, ladiosadeojosde lechuza,no seopuso.Héleno,hijoamadodePríamo,comprendióalpuntoloqueeragratoalosdioses,queconversaban,y,llegándoseaHéctor,ledirigióestaspalabras:

47—¡Héctor,hijodePríamo,igualenprudenciaaZeus!¿Querráshacerloque te diga yo, que soy tu hermano? Manda que suspendan la batalla lostroyanosylosaqueostodos,yretaalmásvalientedeéstosalucharcontigoenterrible combate, pues aún no ha dispuesto el hado quemueras y llegues altérminofataldetuvida.Heoídosobreestolavozdelossempiternosdioses.

54 Así dijo. Oyóle Héctor con intenso placer, y, corriendo al centro deambosejércitosconlalanzacogidaporelmedio,detuvolasfalangestroyanas,que al momento se quedaron quietas. Agamenón contuvo a los aqueos, dehermosas grebas; yAtenea yApolo, el del arco de plata, transfigurados enbuitres, seposaronen laaltaencinadelpadreZeus,que lleva laégida,y sedeleitabanencontemplaralosguerreroscuyasdensasfilasaparecíanerizadasdeescudos,cascosylanzas.ComoelCéfiro,cayendosobreelmar,encrespa

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las olas, y el ponto negrea; de semejantemodo sentáronse en la llanura lashilerasdeaqueosytroyanos.YHéctor,puestoentreunosyotros,dijo:

67—¡Oídme,troyanosyaqueos,dehermosasgrebas,yosdiréloqueenelpecho mi corazón me dicta! El excelso Cronida no ratificó nuestrosjuramentos,yseguirácausándonosmalesaunosyaotros,hastaquetoméislatorreada Ilio o sucumbáis junto a las naves, surcadoras del ponto. Entrevosotros sehallan losmásvalientes aqueos; aquél aquienel ánimo incite acombatirconmigoadelánteseyserácampeónconeldivinoHéctor.PropongolosiguienteyZeusseatestigo:Siaquélconsubroncedelargapuntaconsiguequitarme lavida,despójemede lasarmas, lléveselasa lascóncavasnaves,yentreguemicuerpoalosmíosparaquelostroyanosysusesposaslosubanalapira;y,siyolomatareaél,porconcedermeApolotalgloria,mellevarésusarmasalasagradaIlio,lascolgaréeneltemplodeApolo,quehieredelejos,yenviaréelcadáveralasnavesdemuchosbancos,paraquelosaqueos,delargacabellera, le hagan exequias y le erijan un túmulo a orillas del espaciosoHelesponto.Ydiráalgunodelosfuturoshombres,atravesandoelvinosomarenunanavedemuchosórdenesderemos:«Ésaeslatumbadeunvarónquepeleaba valerosamente y fue muerto en edad remota por el esclarecidoHéctor».Asíhablará,ymiglorianoperecerájamás.

92 Así dijo. Todos enmudecieron y quedaron silenciosos, pues porvergüenzanorehusabaneldesafíoypormiedonosedecidíanaaceptarlo.Alfin levantóseMenelao, con el corazón afligidísimo, y los apostrofó de estamanera:

96—¡Aydemí, hombres jactanciosos; aqueas queno aqueos!GrandeyhorribleseránuestrooprobiosinosaleningúndánaoalencuentrodeHéctor.Ojaláosvolvieraisaguaytierraahímismodondeestáissentados,hombressincorazónysinhonor.Yoseréquienmearmeylucheconaquél,pueslavictorialaconcedendesdeloaltolosinmortalesdioses.

103 Esto dicho, empezó a ponerse lamagnífica armadura. Entonces, ohMenelao,hubierasacabadolavidaenmanosdeHéctor,cuyafuerzaeramuysuperior,silosreyesaqueosnosehubiesenapresuradoadetenerte.ElmismoAgamenónAtrida,eldevastopoder,asióledeladiestraexclamando:

109—¡Deliras,Menelao, alumno deZeus!Nada te fuerza a cometer tallocura.Domínate,aunqueestésafligido,ynoquieraslucharpordespiqueconunhombremásfuertequetú,conHéctorPriámida,queatodosamedrentaycuyo encuentro en la batalla, donde los varones adquieren gloria, causabahorroralmismoAquiles,que loaventaja tantoenbravura.Vuelvea juntartecontuscompañeros,siéntate,y losaqueosharánquese levanteuncampeóntal,que,aunqueaquélseaintrépidoeincansableenlapelea,congusto,creo,se entregará al descanso si consigue escapar de tan fiero combate, de tan

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terriblelucha.

120Asídijo;yelhéroecambió lamentedesuhermanocon laoportunaexhortación. Menelao obedeció; y sus servidores, alegres, quitáronle laarmadurade loshombros.Entonces levantóseNéstor,yarengóa losargivosdiciendo:

124—¡Ohdioses!¡Quémotivodepesartangrandelehallegadoalatierraaquea!¡CuántogemiríaelancianojinetePeleo,ilustreconsejeroyarengadorde los mirmidones, que en su palacio se gozaba con preguntarme por laprosapiayladescendenciadelosargivostodos!SisupieraqueéstostiemblananteHéctor,alzaríalasmanosalosinmortalesparaquesualma,separándosedelcuerpo,bajaraalamansióndeHades.Ojalá,¡padreZeus,Atenea,Apolo!,fuese yo tan joven como cuando, encontrándose los pilios con los belicososarcadios al pie de las murallas de Fea, cerca de la corriente del Járdano,trabaron el combate a orillas del impetuoso Celadonte. Entre los arcadiosaparecía en primera línea Ereutalión, varón igual a un dios, que llevaba laarmadura del rey Areítoo; del divino Areítoo, a quien por sobrenombrellamaban el macero así los hombres como las mujeres de hermosa cintura,porque no peleaba con el arco y la formidable lanza, sino que rompía lasfalangesconlaférreamaza.AlreyAreítoomatóloLicurgo,noempleandolafuerza,sinolaastucia,enuncaminoestrecho,dondelaférreaclavanopodíalibrarlode lamuerte:Licurgose leadelantó,envasóle la lanzaenmediodelcuerpo, hízolo caer de espaldas, y despojóle de la armadura, regalo delbroncíneoAres,que llevabaen lasbatallas.CuandoLicurgoenvejecióenelpalacio,entregódichaarmaduraaEreutalión,suescuderoquerido,paraquelausara;yéste,con talesarmas,desafiabaentoncesa losmásvalientes.Todosestabanamedrentadosy temblando,ynadieseatrevíaaaceptarel reto;peromiardidocorazónmeimpulsóapelearconaquelpresuntuoso—erayoelmásjovendetodos—ycombatíconélyAteneamediogloria,pueslogrémataraaquelhombregigantescoyfortísimoquetendidoenelsueloocupabaungranespacio.Ojalámerejuvenecieratantoymisfuerzasconservaransurobustez.¡CuánprontoHéctor,eldetremolantecasco,tendríacombate!¡Peronilosquesois los más valientes de los aqueos todos, ni siquiera vosotros, estáisdispuestosairalencuentrodeHéctor!

161 De esta manera los increpó el anciano, y nueve por junto selevantaron. Levantóse, mucho antes que los otros, el rey de hombres,Agamenón; luego el fuerte Diomedes Tidida; después, ambos Ayantes,revestidosde impetuosovalor; trasellos, IdomeneoysuescuderoMeriones,quealhomicidaEnialioigualaba;enseguidaEurípilo,hijoilustredeEvemón;y, finalmente, Toante Andremónida y el divino Ulises: todos éstos queríanpelearconelilustreHéctor.YNéstor,caballerogerenio,lesdijo:

171—Echad suertes, y aquél a quien le toque alegrará a los aqueos, de

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hermosas grebas, y sentirá regocijo en el corazón si logra escapar del fierocombate,delaterriblelucha.

175Asídijo.Losnueve señalaron sus respectivas tarjas,y seguidamentelasmetieronenelcascodeAgamenónAtrida.Losguerrerosorabanyalzabanlasmanosalosdioses.Yalgunoexclamó,mirandoalanchurosocielo:

179—¡PadreZeus!HazquelecaigalasuerteaAyante,alhijodeTideo,oalmismoreydeMicenas,ricaenoro.

181Asídecían.Néstor,caballerogerenio,meneabaelcasco,hastaqueporfin saltó la tarja que ellos querían, la de Ayante. Un heraldo llevóla por elconcurso y, empezando por la derecha, la enseñaba a los próceres aqueos,quienes,alnoreconocerla,negabanquefuesesuya;pero,cuandollegóalquelahabíamarcadoyechadoenelcasco,alilustreAyante,éstetendiólamano,yaquél se detuvo y le entregó la contraseña. El héroe la reconoció, con granjúbilodesucorazón,y,tirándolaalsuelo,asuspies,exclamó:

191—¡Oh amigos! Mi tarja es, y me alegro en el alma porque esperovencer al divino Héctor. ¡Ea! Mientras visto la bélica armadura, orad alsoberanoZeusCronión,mentalmente,paraquenolooiganlostroyanos;oenaltavoz,puesanadietememos.Nohabráquien,valiéndosedelafuerzaodelaastucia,mepongaenfugacontramivoluntad;porquenocreoquenacieraymecriaraenSalamina,taninhábilparalalucha.

200Tales fueron sus palabras.Ellos oraron al soberanoZeusCronión, yalgunosdijeron,mirandoalanchurosocielo:

202 —¡Padre Zeus, que reinas desde el Ida, gloriosísimo, máximo!Concédele a Ayante la victoria y un brillante triunfo; y, si amas también aHéctoryporélteinteresas,dalesaentrambosigualfuerzaygloria.

206 Así hablaban. Púsose Ayante la armadura de luciente bronce; y,vestidaslasarmasentornodesucuerpo,marchótananimosocomoelterribleAres cuando se encamina al combate de los hombres, a quienes el Croniónhace venir a las manos por una roedora discordia. Tan terrible se levantóAyante, antemural de los aqueos, que sonreía con torva faz, andaba a pasolargoyblandíaenormelanza.Losargivosseregocijarongrandemente,asíquelovieron,yunviolentotemblorseapoderódelostroyanos;almismoHéctorpalpitóleelcorazónenelpecho;peroyanopodíamanifestartemorniretirarsea suejército,porquedeélhabíapartido laprovocación.Ayante se leacercóconsuescudocomounatorre,broncíneo,desietepielesdebuey,queenotrotiempo le hiciera Tiquio, el cual habitaba en Hila y era el mejor de loscurtidores. Éste formó el manejable escudo con siete pieles de corpulentosbueyes y puso encima, como octava capa, una lámina de bronce. AyanteTelamonio paróse, con el escudo al pecho, muy cerca de Héctor; y,

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amenazándolo,dijo:

226—¡Héctor!Ahora sabrás claramente, de solo a solo, cuáles adalidespuedenpresentarlosdánaos,aunprescindiendodeAquiles,querompefilasdeguerrerosytieneelánimodeunleón.Maselhéroe,enojadoconAgamenón,pastor de hombres, permanece en las corvas naves surcadoras del ponto, ysomosmuchos los capacesdepelear contigo.Pero empieceya la luchay elcombate.

233RespondióleelgranHéctor,eldetremolantecasco:

234—¡AyanteTelamonio,dellinajedeZeus,príncipedehombres!Nometientescualsifueraundébilniñoounamujerquenoconocelascosasdelaguerra.Versadoestoyenloscombatesyenlasmatanzasdehombres;sémovera diestro y a siniestro la seca piel de buey que llevo para luchardenodadamente;sélanzarmealapeleacuandoenprestoscarrossebatalla,ysédeleitaralcruelAresenelestadiodelaguerra.Peroati,siendocualeres,noquieroherirteconalevosía,sinocaraacara,sipuedoconseguirlo.

244Dijo,yblandiendolaenormelanza,arrojólayatravesóelbroncequecubríacomooctavacapaelgranescudodeAyanteformadoporsieteboyunoscueros: la indomable punta horadó seis de éstos y en el séptimo quedódetenida.Ayante,dellinajedeZeus,tiróasuvezsuluengalanzaydioenelescudo lisodelPriámida,y la robusta lanza,pasandoporel tersoescudo,sehundióenlalabradacorazayrasgólatúnicasobreelijar;inclinóseelhéroe,yevitólanegramuerte.Yarrancandoamboslasluengaslanzasdelosescudos,acometiéronse como carniceros leones o puercos monteses, cuya fuerza esinmensa.ElPriámidahiriócon la lanzaelcentrodelescudodeAyante,yelbronce no pudo romperlo porque la punta se torció. Ayante, arremetiendo,clavólasuyaenelescudodeaquél,ahizovacilaralhéroecuandosedisponíaparaelataque;lapuntaabriósecaminohastaelcuellodeHéctor,yenseguidabrotó la negra sangre. Mas no por esto cesó de combatir Héctor, el detremolante casco, sino que, volviéndose, cogió con su robusta mano unpedrejónnegroyerizadodepuntasquehabíaenelcampo;lotiró,acertóadarenelbollóncentraldelgranescudodeAyante,desieteboyunaspieles,ahizoresonarelbroncequelocubría.Ayanteentonces,tomandounapiedramuchomayor,ladespidióhaciéndolavoltearconunafuerzainmensa.Lapiedratorcióel borde inferior del hectóreo escudo, cual pudiera hacerlo una muela demolino,ychocandoconlasrodillasdeHéctorlohizocaerdeespaldasasidoalescudo; peroApolo enseguida lo puso en pie.Y ya se hubieran atacado decerca con las espadas, si no hubiesen acudido dos heraldos, mensajeros deZeus y de los hombres, que llegaron respectivamente del campo de lostroyanosydeldelosaqueos,debroncíneascorazas:TaltibioaIdeo,prudentesambos.Éstosinterpusieronsuscetrosentreloscampeones,aIdeo,hábilendarsabiosconsejos,pronuncióestaspalabras:

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279—¡Hijosqueridos!Nopeleéisnicombatáismás;aentrambososamaZeus,queamontonalasnubes,yambossoisbelicosos.Estolosabemostodos.Perolanochecomienzaya,yserábuenoobedecerla.

282RespondióleAyanteTelamonio:

283—¡Ideo!OrdenadaHéctorque lodisponga,puesfueélquienretóalosmásvalientes.Seaelprimeroendesistir;queyoobedeceré,siéllohiciere.

287DíjoleelgranHéctor,eldetremolantecasco:

288—¡Ayante! Puesto que los dioses te han dado corpulencia, valor ycordura,yenelmanejodelalanzadescuellasentrelosaqueos,suspendamosporhoyelcombatey la lucha,yotrodíavolveremosapelearhastaqueunadeidadnos separe, despuésdeotorgar lavictoria aquienquisiere.Lanochecomienzaya,yserábuenoobedecerla.Asítúregocijarás,enlasnaves,atodoslosaqueosyespecialmentea tus amigosycompañeros;yyoalegraré, en lagran ciudad del rey Príamo, a los troyanos y a las troyanas, de rozagantespeplos,quehabránidoalossagradostemplosaorarpormí.¡Ea!Hagámonosmagníficos regalos, para que digan aqueos y troyanos: «Combatieron conroedorencono,ysesepararonunidosporlaamistad».

303Cuandoestohubodicho,entregóaAyanteunaespadaguarnecidaconargénteos clavos, ofreciéndosela con la vaina y el bien cortado ceñidor; yAyanteregalóaHéctorunvistosotahalíteñidodepúrpura.Separáronseluego,volviendoelunoalastropasaqueasyelotroalejércitodelostroyanos.ÉstossealegraronalveraHéctorvivo,yqueregresabaincólume,libredelafuerzaydelasinvictasmanosdeAyante,cuandoyadesesperabandequesesalvara;y loacompañarona laciudad.Porsuparte, losaqueos,dehermosasgrebas,llevaronaAyante,ufanodelavictoria,alatiendadeldivinoAgamenón.

313 Así que estuvieron en ella, Agamenón Atrida, rey de hombres,sacrificó al prepotente Cronión un buey de cinco años. Al instante lodesollaronyprepararon,lopartierontodo,lodividieronconsumahabilidadenpedazosmuypequeños,loatravesaronconpinchos,loasaroncuidadosamenteyloretirarondelfuego.Terminadalafaenaydispuestoelfestín,comieronsinquenadiecareciesedesurespectivaporción;yelpoderosohéroeAgamenónAtridaobsequióaAyanteconelancho lomo.Cuandohubieronsatisfechoeldeseodebeberydecomer, el ancianoNéstor, cuyaopinióneraconsideradasiempre como lamejor, comenzó a darles un consejo. Y, arengándolos conbenevolencia,asílesdijo:

327—¡Atridaydemáspríncipesdelosaqueostodos!¡Yaquehanmuertotantos melenudos aqueos, cuya negra sangre esparció el cruel Ares por lariberadelEscamandrode límpidacorrienteycuyasalmasdescendierona lamansióndeHades,convienequesuspendasloscombates,ymañana,reunidos

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todos al comenzar del día, traeremos los cadáveres en carros tirados porbueyesymulos,ylosquemaremoscercadelosbajelesparallevarsuscenizasaloshijosdelosdifuntoscuandoregresemosalapatriatierra!Erijamosluegocon sierra de la llanura, amontonada en torno de la pira, un túmulo común;edifiquemosenseguidaapartirdelmismounamurallaconaltastorres,queseaun reparo para las naves y para nosotros mismos; dejemos puertas que secierrenconbienajustadastablas,paraquepasenloscarros,ycavemosdelantedelmurounprofundofoso,quedetengaaloshombresyaloscaballossialgúndíanopodemosresistirlaacometidadelosaltivostroyanos.

344Asíhabló,ylosdemásreyesaplaudieron.Reuniéronselostroyanosenla acrópolis de Ilio, cerca del palacio de Príamo, y la junta fue agitada yturbulenta.ElprudenteAnténorcomenzóaarengarlesdeestamanera:

348—¡Oídme,troyanos,dárdanosyaliados,yosmanifestaréloqueenelpechomicorazónmedicta!Ea,restituyamoslaargivaHelenaconsusriquezasy que losAtridas se la lleven.Ahora combatimos después de quebrar la feofrecidaenlosjuramentos,ynoesperoquealcancemoséxitoalgunomientrasnohagamosloquepropongo.

354Dijo,ysesentó.LevantóseeldivinoAlejandro,esposodeHelena,ladehermosacabellera,y,dirigiéndoseaaquél,pronuncióestasaladaspalabras:

357—¡Anténor! No me place lo que propones y podías haber pensadoalgomejor.Sirealmentehablasconseriedad,losmismosdioseslohanhechoperdereljuicio.Yalostroyanos,domadoresdecaballos,lesdirélosiguiente:Paladinamente lo declaro, no devolveré lamujer, pero sí quiero dar cuantasriquezastrajedeArgosyaunotrasqueañadirédemicasa.

365Dijo, y se sentó.LevantósePríamoDardánida, consejero igual a losdioses,ylesarengóconbenevolenciadiciendo:

368—¡Oídme,troyanos,dárdanosyaliados,yosmanifestaréloqueenelpechomicorazónmedicta!Cenadenlaciudad,comosiempre;acordaosdelaguardia, y vigilad todos; al romper el alba, vaya Ideo a las cóncavas naves;anunciealosAtridas,AgamenónyMenelao,laproposicióndeAlejandro,porquien se suscitó la contienda, y háganles esta prudente consulta: Si quieren,que se suspenda el horrísono combate para quemar los cadáveres; y luegovolveremosapelearhastaqueunadeidadnos separeyotorgue lavictoriaaquienleplazca.

379Así dijo; ellos lo escucharon y obedecieron, tomando la cena en elcamposinromperlasfilas,y,apenascomenzóaalborear,encaminóseIdeoalascóncavasnavesyhallóalosdánaos,servidoresdeAres,reunidosenjuntacercadelanavedeAgamenón.Elheraldodevozsonora,puestoenmedio,lesdijo:

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385—¡Atridaydemáspríncipesdelosaqueostodos!MándanmePríamoylos ilustres troyanos que os participe, y ojalá os fuera acepta y grata, laproposición de Alejandro, por quien se suscitó la contienda. Ofrece darcuantas riquezas trajo a Ilio en las cóncavas naves—¡así hubiese perecidoantes!—yaunañadirotrasdesucasa;peroseniegaadevolver la legítimaesposadelgloriosoMenelao,apesardequelostroyanosseloaconsejan.Mehanordenadotambiénqueoshagaestaconsulta:Siqueréis,quesesuspendaelhorrísonocombateparaquemarloscadáveres;yluegovolveremosapelearhastaqueunadeidadnossepareyotorguelavictoriaaquienleplazca.

398 Así habló. Todos enmudecieron y quedaron silenciosos. Pero al finDiomedes,valienteenlapelea,dijo:

400—Nose aceptenni las riquezasdeAlejandro,ni aHelena tampoco;pues es evidente, hasta para el más simple, que la ruina pende sobre lostroyanos.

403Asíseexpresó;ytodoslosaqueosaplaudieron,admiradosdeldiscursodeDiomedes,domadordecaballos.YelreyAgamenóndijoentoncesaIdeo:

406—¡Ideo!Túmismooyes laspalabrasconque responden losaqueos;ellassondemiagrado.Encuantoaloscadáveres,nomeopongoaqueseanquemados,pueshadeahorrarsetodadilaciónparasatisfacerprontamentealosquemurieron, entregando sus cuerpos a las llamas.Zeus tonante, esposo deHera,recibaeljuramento.

412Dichoesto,alzóelcetroatodoslosdioses;aIdeoregresóalasagradaIlio,donde loesperaban, reunidosen junta, troyanosydárdanos.Elheraldo,puestoenmedio,dijolarespuesta.Enseguidadispusiéronseunosarecogerloscadáveres,yotrosairporleña.Asuvez,losargivossalierondelasnavesdemuchosbancos,unospararecogerloscadáveres,yotrosparairporleña.

421Yael solheríacon sus rayos loscampos, subiendoal cielodesde laplácida y profunda corriente del Océano, cuando aqueos y troyanos semezclaron unos con otros en la llanura.Difícil era reconocer a cada varón;perolavabanconagualasmanchasdesangredeloscadáveresy,derramandoardienteslágrimas,lossubíanaloscarros.ElgranPríamonopermitíaquelostroyanos lloraran: éstos, en silencio y con el corazón afligido, hacinaron loscadáveressobre lapira, losquemaronyvolvierona lasacraIlio.Delmismomodo,losaqueos,dehermosasgrebas,hacinaronloscadáveressobrelapira,losquemaronyvolvieronalascóncavasnaves.

433 Cuando aún no despuntaba la aurora, pero ya la luz del alba sedifundía,ungrupoescogidodeaqueossereunióentornodelapira.Erigieroncontierradelallanurauntúmulocomún;construyeronapartirdelmismounamurallaconaltastorres,quesirviesedereparoalasnavesyaellosmismos;

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dejaronpuertas,quesecerrabanconbienajustadastablas,paraquepudieranpasarloscarros,ycavarondelantedelmuroungranfosoprofundoyancho,quedefendieronconestacas.

442Detalsuertetrabajabanlosmelenudosaqueos;ylosdioses,sentadosjunto a Zeus fulminador, contemplaban la grande obra de los aqueos, debroncíneascorazas.YPoseidón,quesacudelatierra,empezóadecirles:

446—¡PadreZeus!¿Cuáldelosmortalesdelavastatierraconsultaráconlosdiosessuspensamientosyproyectos?¿Novesquelosmelenudosaqueoshan construido delante de las naves unmuro con su foso, sin ofrecer a losdioseshecatombesperfectas?Lafamadeestemuroseextenderátantocomolaluz de la aurora; y se echará en olvido el que labramos yo y Febo ApolocuandocongranfatigaconstruimoslaciudadparaelhéroeLaomedonte.

454Zeus,queamontonalasnubes,respondiómuyindignado:

455 —¡Oh dioses! ¡Tú, prepotente batidor de la tierra, qué palabrasproferiste! A un dios muy inferior en fuerza y ánimo podría asustarle talpensamiento; pero no a ti, cuya fama se extenderá tanto como la luz de laaurora.Ea,cuando losaqueos,de largacabellera, regresenen lasnavesasupatria tierra, derriba el muro, arrójalo entero al mar, y enarena otra vez laespaciosaplayaparaquedesaparezcalagranmurallaaquea.

464 Así éstos conversaban. Al ponerse el sol los aqueos tenían la obraacabada; inmolaron bueyes y se pusieron a cenar en las respectivas tiendas,cuandoarribaron,procedentesdeLemnos,muchasnavescargadasdevinoqueenviabaEuneoJasónida,hijodeHipsípileydeJasón,pastordehombres.Elhijo de Jasón mandaba separadamente, para los Atridas, Agamenón yMenelao,milmedidasdevino.Losmelenudosaqueosacudieronalasnaves;compraronvino,unosconbronce,otrosconlucientehierro,otrosconpieles,otrosconvacasyotrosconesclavos;yprepararonunfestínespléndido.Todalanochelosmelenudosaqueosdisfrutarondelbanquete,ylomismohicieronenlaciudadlostroyanosysusaliados.TodalanocheestuvoelpróvidoZeusmeditandocómolescausaríamalesytronandodeunmodohorrible:elpálidotemorseapoderódetodos,derramaronatierraelvinodelascopas,ynadieseatrevióabebersinqueanteshicieralibacionesalprepotenteCronión.Despuésseacostaronyeldondelsueñorecibieron.

CantoVIII

Batallainterrumpida

Y la tercera es favorable a los troyanos, que quedan vencedores ypernoctanenelcampoenvezderetirarsealaciudad,yasípoderrematarla

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victoria al día siguiente. Zeus, en asamblea divina había prohibido a losinmortalesacudirensocorrodeloshombres,yélhaayudadoalostroyanos.

1 La Aurora, de azafranado velo, se esparcía por toda la tierra, cuandoZeus,quesecomplaceenlanzarrayos,reunióelágoradelosdiosesenlamásalta de las muchas cumbres del Olimpo. Y así les habló, mientras ellosatentamenteloescuchaban:

5—¡Oídme todos, dioses y diosas, para que osmanifieste lo que en elpecho mi corazón me dicta! Ninguno de vosotros, sea varón o hembra, seatrevaatransgredirmimandato;antesbien,asentidtodos,afindequecuantoanteslleveacaboloquepretendo.Eldiosqueintentesepararsedelosdemásy socorrer a los troyanos o a los dánaos, como yo lo vea, volveráafrentosamente golpeado al Olimpo; o, cogiéndolo, lo arrojaré al tenebrosoTártaro,muy lejos, en lomásprofundodelbáratrodebajode la tierra—suspuertassondehierro,yelumbral,debronce,ysuprofundidaddesdeelHadescomodelcieloalatierra—,yconoceráenseguidacuántoaventajamipoderaldelasdemásdeidades.Y,siqueréis,hacedestaprueba,ohdioses,paraqueosconvenzáis.Suspendeddelcieloáureacadena,asíostodos,diosesydiosas,delamisma, y no os será posible arrastrar del cielo a la tierra a Zeus, árbitrosupremo, por mucho que os fatiguéis; mas, si yo me resolviese a tirar deaquélla,oslevantaríaconlatierrayelmar,ataríauncabodelacadenaenlacumbredelOlimpo,ytodoquedaríaenelaire.Tansuperiorsoyalosdiosesyaloshombres.

23 Así habló, y todos callaron, asombrados de sus palabras, pues fuemuchalavehemenciaconqueseexpresó.Alfin,Atenea,ladiosadeojosdelechuza,dijo:

31 —¡Padre nuestro, Cronida, el más excelso de los soberanos! Biensabemosqueesincontrastabletupoder;perotenemoslástimadelosbelicososdánaos, quemorirán, y se cumplirá su aciagodestino.Nos abstendremosdeintervenir en el combate, si nos lo mandas; pero sugeriremos a los argivosconsejossaludables,afindequenoperezcantodos,acausadetucólera.

38Sonriéndose,lecontestóZeus,queamontonalasnubes:

39—Tranquilízate,Tritogenia,hijaquerida.Nohabloconánimobenigno,perocontigoquierosercomplaciente.

41Esto dicho, unció los corceles de pies de broncey áureas crines, quevolaban ligeros;vistió ladorada túnica, tomóel látigodeoroy fina laborysubió al carro. Picó a los caballos para que arrancaran; y éstos, gozosos,emprendieronelvueloentrelatierrayelestrelladocielo.ProntollegóalIda,abundante en fuentesy criadorde fieras, alGárgaro, donde teníaunbosque

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sagrado y un perfumado altar; allí el padre de los hombres y de los diosesdetuvoloscorceles, losdesenganchódelcarroyloscubriódeespesaniebla.Sentóseluegoenlacima,ufanodesugloria,ysepusoacontemplarlaciudadtroyanaylasnavesaqueas.

53Losmelenudosaqueossedesayunaronapresuradamenteenlastiendas,yenseguidatomaronlasarmas.Tambiénlostroyanossearmarondentrodelaciudad;y,aunqueeranmenos,estabandispuestosacombatir,obligadosporlacruelnecesidaddeprotegerasushijosymujeres:abriéronsetodaslaspuertas,salióelejércitode infantesyde losquepeleabanencarros,yseprodujoungrantumulto.

60 Cuando los dos ejércitos llegaron a juntarse, chocaron entre sí losescudos,laslanzasyelvalordelosguerrerosarmadosdebroncíneascorazas,yalaproximarse lasabollonadasrodelasseprodujoungran tumulto.Allíseoíansimultáneamenteloslamentosdelosmoribundosylosgritosjactanciososdelosmatadores,ylatierramanabasangre.

66 Al amanecer y mientras iba aumentando la luz del sagrado día, losdardosalcanzabanporigualaunosyaotros,yloshombrescaían.Cuandoelsolhubo recorrido lamitaddel cielo, elpadreZeus tomó labalanzadeoro,puso en ella dos destinos de la muerte que tiende a lo largo —el de lostroyanos,domadoresdecaballos,yeldelosaqueos,debroncíneaslorigas—;cogióporelmediolabalanza,ladesplegóytuvomáspesoeldíafataldelosaqueos.Losdestinosdeéstosbajaronhastallegaralafértiltierra,mientraslosdelostroyanossubíanalespaciosocielo.Zeus,entonces,tronófuertedesdeelIdayenvióunaardientecentellaalosaqueos,quienes,alverla,sepasmaron,sobrecogidosdepálidotemor.

78 Ya no se atrevieron a permanecer en el campo ni Idomeneo, niAgamenón, ni los dosAyantes, servidores deAres; y sólo se quedóNéstorgerenio,protectordelosaqueos,contrasuvoluntad,portenermalparadounodeloscorceles,alcualeldivinoAlejandro,esposodeHelena,ladehermosacabellera,habíaheridoconunaflechaenloaltodelacabeza,dondelascrinesempiezanacrecerylasheridassonmortales.Elcaballo,alsentireldolor,seencabritó, y la flecha le penetró el cerebro; y, revolcándose para sacudir elbronce, espantó a los demás caballos. Mientras el anciano se daba prisa acortar con la espada las correas del caído corcel, vinieron por entre lamuchedumbrelosvelocescaballosdeHéctor,tirandodelcarroenqueibatanaudaz guerrero.Y el anciano perdiera allí la vida, si al punto no lo hubieseadvertido Diomedes, valiente en la pelea; el cual, vociferando de un modohorrible,dijoaUlises:

93—¡Laertíada,dellinajedeZeus!¡Ulises,fecundoenardides!¿Adóndehuyes,confundidoconlaturbayvolviendolaespaldacomouncobarde?Mira

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quealguien,mientrashuyes,noteclavelalanzaeneldorso.Peroaguardayapartaremosdelancianoalferozguerrero.

97Asídijo,yelpacientedivinoUlisespasósinoírlo,corriendohacialascóncavasnavesdelosaqueos.ElTidida,aunqueestabasolo,seabriópasoporlas primeras filas; y, deteniéndose ante el carro del viejoNelida, pronuncióestasaladaspalabras:

102—¡Ohanciano!Losguerrerosmozosteacosanytehallassinfuerzas,abrumadoporlamolestasenectud;tuescuderotienepocovigorytuscaballossontardos.SubeamicarroparaqueveascuálessonloscorcelesdeTrosquequité a Eneas, el que pone en fuga a sus enemigos, y cómo saben tantoperseguiracáyaculládelallanura,comohuirligeros.Delostuyoscuidenlosservidores; y nosotros dirijamos éstos hacia los troyanos, domadores decaballos,paraqueHéctorsepaconquéfuriasemuevelalanzaenmismanos.

112Dijo;yNéstor,caballerogerenio,nodesobedeció.Encargáronsedesusyeguas los bravos escuderos Esténelo y Eurimedonte valeroso; y habiendosubidoamboshéroesalcarrodeDiomedes,Néstorcogiólaslustrosasriendasyavispóaloscaballos,yprontosehallaroncercadeHéctor.ElhijodeTideoarrojóle un dardo, cuandoHéctor deseaba acometerlo, y si bien erró el tiro,hirióenelpechocercade la tetillaaEniopeo,hijodelanimosoTebeo,que,como auriga, gobernaba las riendas: Eniopeo cayó del carro, cejaron losvelocescorcelesyallíterminaronlavidayelvalordelguerrero.Hondopesarsintió el espíritu de Héctor por tal muerte; pero, aunque condolido delcompañero, dejóle en el suelo y buscó otro auriga que fuese osado. Pocotiempo estuvieron los caballos sin conductor, puesHéctor encontróse con elardidoArqueptólemo Ifítida, y, haciéndole subir al carro de que tiraban loságilescorceles,lepusolasriendasenlamano.

130Entoncesgranestragoeirreparablesmalessehubieranproducidoylostroyanos habrían sido encerrados en Ilio como corderos, si al punto no lohubiese advertido el padre de los hombres y de los dioses. Tronando de unmodoespantoso,despidióunardienterayoparaquecayeraenelsuelodelantedeloscaballosdeDiomedes;elazufreencendidoprodujounaterriblellama;los corceles, asustados, acurrucáronse debajo del carro; las lustrosas riendascayeron de las manos de Néstor, y éste, con miedo en el corazón, dijo aDiomedes:

139—¡Tidida!Tuerce lariendaa lossolípedoscaballosyhuyamos.¿Noconoces que la protección de Zeus ya no te acompaña? Hoy Zeus Cronidaotorga a ése lavictoria; otrodía, si leplace, nos ladará anosotros.Ningúnhombre,por fuertequesea,puede impedir lospropósitosdeZeus,porqueeldiosesmuchomáspoderoso.

145RespondióleDiomedes,valienteenlapelea:

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146—Sí, anciano, oportuno es cuanto acabas de decir, pero un terriblepesar me llega al corazón y al alma. Quizá diga Héctor, arengando a lostroyanos: «ElTidida llegó a las naves, puesto en fugapormi lanza»Así sejactará;yentoncesábrasemelavastatierra.

151ReplicóleNéstor,caballerogerenio:

152 —¡Ay de mí! ¡Qué dijiste, hijo del belicoso Tideo! Si Héctor tellamarecobardeyflaco,nolocreeránnilostroyanos,nilosdardanios,nilasmujeres de los troyanosmagnánimos, escudados, cuyos esposos florecientesderribasteenelpolvo.

157 Dichas estas palabras, volvió la rienda a los solípedos caballos, yempezaron a huir por entre la turba. Los troyanos y Héctor, promoviendoinmensoalboroto,hacíanlloversobreellosdañosostiros.YelgranHéctor,eldetremolantecasco,gritabaconvozrecia:

161—¡Tidida!Losdánaos,deágilescorceles,tecedíanlapreferenciaenel asiento y te obsequiaban con carne y copas de vino; mas ahora tedespreciarán,porquetehasvueltocomounamujer.Anda,tímidadoncella;yanoescalarásnuestrastorres,venciéndomeamí,nitellevarásnuestrasmujeresenlasnaves,porqueantestedarélamuerte.

167Así dijo. El Tidida estaba indeciso entre seguir huyendo o torcer lariendaaloscorcelesyvolverapelear.Tresvecesselepresentóladudaenlamentey en el corazón, y tresveces el próvidoZeus tronódesde losmontesideos para anunciar a los troyanos que suya sería en aquel combate lainconstantevictoria.YHéctorlosanimaba,diciendoavozengrito:

175 —¡Troyanos, licios, dárdanos que cuerpo a cuerpo combatís! Sedhombres,amigos,ymostradvuestroimpetuosovalor.ConozcoqueelCronidameconcede,benévolo,lavictoriayunagloriainmensayenvíalaperdiciónalos dánaos; quienes, oh necios, construyeron esos muros débiles ydespreciables que no podrán contener mi arrojo, pues los caballos salvaránfácilmente el cavado foso.Cuando lleguea las cóncavasnaves, acordaosdetraermeelvorazfuegoparaquelasincendieymatejuntoaellasalosargivosaturdidosporelhumo.

184Dijo,yexhortóasuscaballosconestaspalabras:

185 —¡Janto, Podargo, Etón, divino Lampo! Ahora debéis pagarme elexquisitocuidadoconqueAndrómaca,hijadelmagnánimoEetión,osofrecíaelregaladotrigoyosmezclabavinosparaquepudieseis,bebiendo,satisfacervuestro apetito antes que amí, queme glorío de ser su floreciente esposo.Seguidelalcance,esforzaos,paraversinosapoderamosdelescudodeNéstor,cuya fama llega hasta el cielo por ser todo de oro, sin exceptuar lasabrazaderas,ylequitamosdeloshombrosaDiomedes,domadordecaballos,

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la labrada coraza que Hefesto fabricó. Creo que, si ambas cosasconsiguiéramos, los aqueos se embarcarían estamisma noche en las velerasnaves.

199Asíhabló,vanagloriándose.LavenerandaHera,indignada,seagitóensu trono, haciendo estremecer el espacioso Olimpo, y dijo al gran diosPoseidón:

201—¡Ohdioses! ¡PrepotentePoseidónquebates la tierra! ¿Tucorazónnosecompadecedelosdánaosmoribundosquetantosytanlindospresenteslo llevan a Hélice y a Egas? Decídete a darles la victoria. Si cuantosprotegemos a los dánaos quisiéramos rechazar a los troyanos y contener allargovidenteZeus,ésteseaburriríasentadosoloalláenelIda.

208Respondiólemuyindignadoelpoderosodiosquesacudelatierra:

209—¿Quépalabrasproferiste,audazHera?YonoquisieraquelosdemásdioseslucháramosconZeusCroniónporquenosaventajamuchoenpoder.

212Asíéstosconversaban.CuantoespacioencerrabaelfosodesdelatorrehastalasnavesllenósedecarrosyhombresescudadosqueallíacorralóHéctorPriámida, igual al impetuoso Ares, cuanto Zeus le dio gloria. Y el héroehubiese pegado ardiente fuego a las naves bien proporcionadas a no habersugerido la venerableHera aAgamenón, aunque ésteno sedescuidaba, queanimara pronto a los aqueos. Fuese el Atrida hacia las tiendas y las navesaqueasconelgrandepurpúreomantoenelrobustobrazo,ysubióalaingentenavenegradeUlises,queestabaenelcentro,paraquelooyeranporambosladoshasta las tiendasdeAyanteTelamonioydeAquiles, loscualeshabíanpuestosusbajelesenlosextremosporqueconfiabanensuvaloryenlafuerzadesusbrazos.Yconvozpenetrantegritabaalosdánaos:

228—¡Quévergüenza,argivos,hombressindignidad,admirablessóloporlafigura!¿Quéesdelajactanciaconquenosgloriábamosdeservalentísimos,yconquedecíaispresuntuosamenteenLemnos,comiendoabundantecarnedebueyes de erguida cornamenta y bebiendo cráteras coronadas de vino, quecadaunoharíafrenteenlabatallaacientoyadoscientostroyanos?Ahoraniconunopodemos,conHéctor,queprontopegaráardientefuegoa lasnaves.¡Padre Zeus! ¿Hiciste sufrir tamaña desgracia y privaste de una gloria tangrandeaalgúnotrodelosprepotentesreyes?Cuandovine,nopasédelargoenlanavedemuchosbancosporningunodetusbellosaltares,sinoqueentodosquemégrasaymuslosdebuey,deseosodeasolar labienmuradaTroya.PorCanto, oh Zeus, cúmpleme este voto: déjanos escapar y librarnos de estepeligro,ynopermitasquelostroyanosmatenalosaqueos.

245 Así dijo. El padre, compadecido de verle derramar lágrimas, leconcedió que su pueblo se salvara y no pereciese; y enseguida mandó un

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águila,lamejordelasavesagoreras,queteníaenlasgarraselhijuelodeunavelozciervaylodejócaeralpiedelarahermosadeZeus,dondelosaqueosofrecían sacrificiosaldios, comoautorde lospresagios todos.CuandoellosvieronqueelavehabíasidoenviadaporZeus,arremetieronconmásímpetucontralostroyanosysóloencombatirpensaron.

253Entoncesningunodelosdánaos,aunqueeranmuchos,pudogloriarsedehaberrevueltosusvelocescaballosparapasarel fosoyresistirelataque,antes que el Tidida. Fue éste el primero quemató a un guerrero troyano, aAgelaoFradmónida,que, subidoenel carro, emprendía la fuga:hundióle lapica en la espalda, entre loshombros,y lapunta saliópor elpecho;Agelaocayódelcarroysusarmasresonaron.

261SiguieronaDiomedeslosAtridas,AgamenónyMenelao;losAyantes,revestidos de impetuoso valor; Idomeneo y su servidor Meriones, igual alhomicidaEnialio;Eurípilo,hijoilustredeEvemón;yennovenolugar,Teucro,que,conelflexiblearcoenlamano,seescondíadetrásdelescudodeAyanteTelamoníada.Éstelevantabaelescudo;yTeucro,volviendoelrostroatodoslados,flechabaaunodelaturbaquecaíamortalmenteherido,yalmomentotornabaa refugiarseenAyante (comounniñoensumadre),quien locubríaotravezconelrefulgenteescudo.

273 ¿Cuál fue el primero, cuál el último de los que entonces mató eleximio Teucro? Orsíloco el primero, Órmeno, Ofelestes, Détor, Cromio,Licofontes igual a un dios, Amopaón Poliemónida y Melanipo. A tantosderribósucesivamentealalmosuelo.Elreydehombres,Agamenón,seholgódeverqueTeucrodestruíalasfalangestroyanas,disparandoelfuertearco;y,poniéndoseasulado,ledijo:

281 —¡Caro Teucro Telamonio, príncipe de hombres! Sigue arrojandoflechas,porsiacasollegasaserlaauroradesalvacióndelosdánaosyhonrasatupadreTelamón,quetecriocuandoerasniñoyteeducóensucasa,apesarde tucondicióndebastardo;yaqueestá lejosdeaquí,cúbreledegloria.Loquevoyadecirsecumplirá:SiZeus,quellevalaégida,yAteneamepermitendestruirlabienedificadaciudaddeIlio,tepondréenlamano,comopremiodehonor únicamente inferior al mío, o un trípode o dos corceles con sucorrespondientecarroounamujerquecompartaellechocontigo.

292RespondióleeleximioTeucro:

293 —¡Gloriosísimo Atrida! ¿Por qué me instigas cuando ya, solícito,hago lo que puedo? Desde que los rechazamos hacia Ilio mato hombres,valiéndomedelarco.Ochoflechasdelargapuntatiré,ytodasseclavaronenelcuerpodejóvenesllenosdemarcialfuror;peronoconsigoheriraeseperrorabioso.

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300Dijo;y,apercibiendoelarco,envióotraflechaaHéctorconintenciónde herirlo. Tampoco acertó, pero la saeta se clavó en el pecho del eximioGorgitión,valerosohijodePríamoydelabellaCastianira,oriundadeEsima,cuyocuerpoaldeunadiosasemejaba.Comoenunjardíninclinalaamapolasu tallo, combándose al peso del fruto o de los aguaceros primaverales, desemejantemodoinclinóelguerrerolacabezaqueelcascohacíaponderosa.

309Teucroarmónuevamenteelarco,envióotrasaetaaHéctor,conánimodeherirlo,ytambiénerróeltiro,porhaberlodesviadoApolo;perohirióenelpechocercade la tetillaaArqueptólemo,osadoaurigadeHéctor,cuandoselanzabaalapelea.Arqueptólemocayódelcarro,cejaronloscorcelesdepiesligeros,yallíterminaronlavidayelvalordelguerrero.Hondopesarsintióelespíritu de Héctor por tal muerte; pero, aunque condolido del compañero,dejólo y mandó a su propio hermano Cebríones, que se hallaba cerca, queempuñara las riendas de los caballos. Oyóle éste y no desobedeció. Héctorsaltódelrefulgencecarroalsuelo,y,vociferandodeunmodoespantoso,cogióunapiedrayencaminósehaciaTeucroconelpropósitodeherirlo.Teucro,asuvez,sacódelcarcajunaacerbaflecha,yyaestirabalacuerdadelarco,cuandoHéctor, el de tremolante casco, acertó adarle con la ásperapiedra cercadelhombro, donde la clavícula separa el cuello del pecho y las heridas sonmortales,ylerompióelnervio:entorpecióseelbrazo,Teucrocayódehinojosyelarcoselefuedelasmanos.Ayantenoabandonóalhermanocaídoenelsuelo, sino que, corriendo a defenderlo, lo cubrió con el escudo.Acudierondos fieles compañeros, Mecisteo, hijo de Equio, y el divino Alástor; y,cogiendo a Teucro, que daba grandes suspiros, lo llevaron a las cóncavasnaves.

335 El Olímpico volvió a excitar el valor de los troyanos, los cualeshicieronarredrara losaqueosenderechuraalprofundofoso.Héctor ibaconlosdelanteros,haciendogaladesufuerza.Comoelperroqueacosaconágilespiesaunjabalíoaunleón,lomuerdepordetrás,yalosmuslos,yalasnalgas,yobservasivuelvelacara;deigualmodoperseguíaHéctoralosmelenudosaqueos, matando al que se rezagaba, y ellos huían espantados. Cuandoatravesaron la empalizada y el foso, muchos sucumbieron a manos de lostroyanos;losdemásnopararonhastalasnaves,yallíseanimabanlosunosalosotros,yconlosbrazoslevantadosorabanenvozaltaatodaslasdeidades.Héctor revolvía por todaspartes los corceles dehermosas crines; y sus ojosparecíanlosdeGorgonaolosdeAres,pestedeloshombres.

350Hera,ladiosadelosníveosbrazos,alveralosaqueoscompadeciólos,enseguidadirigióaAteneaestasaladaspalabras:

352—¡Ohdioses!¡HijadeZeus,quellevalaégida!¿Nonoscuidaremosdesocorrer,aunquetarde,alosdánaosmoribundos?Perecerán,cumpliéndosesuaciagodestino,porelarrojodeunsolohombre,deHéctorPriámida,quese

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enfurecedeintolerablemodoyyahacausadogranestrago.

357RespondióleAtenea,ladiosadeojosdelechuza:

358Tiempohaqueésehubieraperdidofuerzayvida,muertoensupatriatierraporlosaqueos;peromipadrerevuelveensumentefunestospropósitos,¡cruel, siempre injusto, desbaratador de mis planes!, y no recuerda cuántasveces salvé a su hijo abrumado por los trabajos que Euristeo le habíaimpuesto: clamabaal cielo, llorando,yZeusmeenviabaa socorrerlo.Simiprecavidamentehubiese sabido lo de ahora, nohubiera escapado el hijo deZeusdelashondascorrientesdelaÉstige,cuandoaquéllomandóquefueraalamansióndeHades,desólidaspuertas,ysacaradelÉreboelhorrendocandeHades.AlpresenteZeusmeaborreceycumplelosdeseosdeTetis,quebesósusrodillasyletocólabarba,suplicándolequehonraseaAquiles,asoladordeciudades.Díavendráenquemellamenuevamentesuamadahija,ladeojosdelechuza.Perouncelossolípedoscorceles,mientrasyo,entrandoenelpalaciodeZeus,quellevalaégida,mearmoparaelcombate;quieroversielhijodePríamo,Héctor,eldetremolantecasco,sealegrarácuandoaparezcamosenelcampodelabatalla.Algunodelostroyanos,cayendojuntoalasnavesaqueas,saciaráconsugrasayconsucarnealosperrosyalasaves.

381Dijo;yHera, ladiosade losníveosbrazos,no fuedesobediente.Lavenerable diosa Hera, hija del gran Crono, aprestó solícita los caballos deáureosjaeces.YAtenea,hijadeZeus,quellevalaégida,dejócaeralsueloelhermosopeplobordadoqueellamismahabíatejidoylabradoconsusmanos;vistió la túnicadeZeus,queamontonalasnubes,ysearmópara la luctuosaguerra.Ysubiendoal flamantecarro,asió la lanzaponderosa, larga, fornida,conque lahijadelprepotentepadredestruye filasentenasdehéroescuandocontra ellos monta en cólera. Hera picó con el látigo a los corceles, yabriéronsedepropio impulso rechinando laspuertasdel cielodequecuidanlas Horas —a ellas está confiado el espacioso cielo y el Olimpo—, pararemover o colocar delante la densa nube. Por allí, por entre las puertas,dirigieronaquellasdeidadesloscorceles,dócilesallátigo.

397ElpadredeZeus,apenaslasviodesdeelIda,seencendióencólera;yalpuntollamóaIris,ladedoradasalas,paraquelesirviesedemensajera:

399—¡Anda,ve,rápidaIris!Hazquesevuelvanynolesdejesllegaramipresencia,porqueningúnbeneficiolesreportarálucharconmigo.Loquevoyadecirsecumplirá:Encojaréleslosbriososcorceles;lasderribarédelcarro,queromperé luego, y ni en diez años cumplidos sanarán de las heridas que lesproduzcaelrayo,paraqueconozcaladeojosdelechuzaqueesconsupadrecontraquiencombate.ConHeranome irritonimeencolerizo tanto,porquesiemprehasolidooponerseacuantodigo.

409De calmodo habló. Iris, la de los pies rápidos como el huracán, se

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levantóparallevarelmensaje;descendiódelosmontesideos;y,alcanzandoalas diosas en la entrada del Olimpo, en valles abundoso, hizo que sedetuviesen,ylestransmitiólaordendeZeus:

413—¿Adóndecorréis?¿Porquéenvuestropechoelcorazónseenfurece?NoconsienteelCronidaquesesocorraalosargivos.Vedaquíloqueharáelhijo de Crono si cumple su amenaza: Os encojará los briosos caballos, osderribarádelcarro,queromperáluego,yniendiezañoscumplidossanaréisde las heridas que os produzca el rayo; para que conozcas tú, la de ojos delechuza,queescontupadrecontraquiencombates.ConHeranoseirritaniseencoleriza tanto,porque siempreha solidooponerse a cuantodice. ¡Pero tú,temeraria, perra desvergonzada, si realmente te atrevieras a levantar contraZeuslaformidablelanza…!

425 Cuando esto hubo dicho, fuese Iris, la de los pies ligeros; y HeradirigióaAteneaestaspalabras:

427—¡Ohdioses!¡HijadeZeus,quellevalaégida!YanopermitoqueporlosmortalespeleemosconZeus.Mueranunosyvivanotros,cualesquieraquefueren; y aquél sea juez, como le corresponde, y dé a los troyanos y a losdánaosloquesuespírituacuerde.

432 Esto dicho, torció la rienda a los solípedos caballos. Las Horasdesuncieron loscorcelesdehermosascrines, losataronapesebresdivinosyapoyaronel carro en el relucientemuro.Y lasdiosas, que tenían el corazónafligido,sesentaronenáureostronosmezcladamenteconlasdemásdeidades.

438ElpadreZeus,subiendoalcarrodehermosasruedas,guioloscaballosdesdeelIdaalOlimpoyllegóalamansióndelosdioses;yallíelínclitodiosque sacude la tierra desunció los corceles, puso el carro en el estrado y locubrió con un velo de lino. El largovidente Zeus tomó asiento en el áureotronoyelinmensoOlimpotemblódebajodesuspies.AteneayHera,sentadasaparte y a distancia de Zeus, nada le dijeron ni preguntaron; mas élcomprendióensumenteloquepensaban,ydijo:

447—¿Por qué os halláis tan abatidas, Atenea y Hera? No os habréisfatigado mucho en la batalla, donde los varones adquieren gloria, matandotroyanos, contraquienes sentís vehemente rencor.Son talesmi fuerzaymismanosinvictas,quenomeharíancambiarderesolucióncuantosdioseshayenelOlimpo.Peroostemblaronloshermososmiembrosantesquellegaraisaverelcombateysusterribleshechos.Diréloqueenotrocasohubieraocurrido:Heridasporelrayo,nohubieseisvueltoenvuestrocarroalOlimpo,dondesehallalamansióndelosinmortales.

457Asídijo.AteneayHera,queteníanlosasientoscontiguosypensabanencausardañoalostroyanos,mordiéronseloslabios.Atenea,aunqueairada

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contrasupadreyposeídadeferozcólera,guardósilencioynadadijo;peroaHeralairanolecupoenelpecho,yexclamó:

462—¡CrudelísimoCronida!¡Quépalabrasproferiste!Biensabemosqueesincontrastabletupoder;perotenemoslástimadelosbelicososdánaos,quemorirán,ysecumplirásuaciagodestino.Nosabstendremosdeintervenirenlalucha, si nos lomandas, pero sugeriremos a los argivos consejos saludablesparaquenoperezcantodosvíctimasdetucólera.

469RespondióleZeus,queamontonalasnubes:

470—En lapróximamañanaverás, siquieres,ohHeraveneranda, ladeojosdenovilla,cómoelprepotenteCroniónhacegranrizaenelejércitodelosbelicososargivos.YelimpetuosoHéctornodejarádepelearhastaquejuntoalas naves se levante el Pelida, el de los pies ligeros, el día aquel en quecombatancercadelaspopasyenestrechoespacioporelcadáverdePatroclo.Asílodecretóelhado,ynomeimportaqueteirrites.Aunquelovayasalosconfinesdelatierraydelmar,dondemoranJápetoyCrono,quenodisfrutande los rayos del SolHiperión ni de los vientos, y se hallan rodeados por elprofundo Tártaro; aunque, errante, llegues hasta allí, nome importará verteenojada,porquenohaynadamásimpudentequetú.

484Asídijo;yHera,ladelosníveosbrazos,nadarespondió.Labrillanteluz del sol se hundió en el Océano, trayendo sobre la alma tierra la nocheobscura. Contrarió a los troyanos la desaparición de la luz; mas para losaqueosllegógrata,muydeseada,latenebrosanoche.

489ElesclarecidoHéctorreunióalostroyanosenlariberadelvoraginosoJanto, lejos de las naves, en un lugar limpio donde el suelo no aparecíacubierto de cadáveres. Aquéllos descendieron de los carros y escucharon aHéctor, caroaZeus,quearrimadoa su lamadeoncecodos, cuya relucientebroncíneapuntaestabasujetaporáureoanillo,asílosarengaba:

497—¡Oídme, troyanos, dárdanos y aliados! En el día de hoy esperabavolvera laventosa Iliodespuésdedestruir lasnavesyacabarcon todos losaqueos;peronosquedamosaobscuras,yestohasalvadoalosargivosyalasnaves que tienen en la playa. Obedezcamos ahora a la noche sombría yocupémonos en preparar la cena; desuncid de los carros a los corceles dehermosas crines y echadles el pasto; traed pronto de la ciudad bueyes ypingües ovejas, y de vuestras casas pan y vino, que alegra el corazón;amontonad abundante leña y encendamosmuchas hogueras que ardan hastaquedespuntelaaurora,hijadelamañana,ycuyoresplandorlleguealcielo:noseaquelosmelenudosaqueosintentenhuirestanocheporelanchodorsodelmar.Noseembarquentranquilosysinsermolestados,sinoquealgunotengaquecurarseensucasaunalanzadaounflechazorecibidoalsubiralanave,paraquetemaquienosemoverlaluctuosaguerraalostroyanos,domadores

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decaballos.Losheraldos,carosaZeus,vayanalapoblaciónypregonenquelosadolescentesylosancianosdecanosassienessereúnanenlastorresquefueron construidas por las deidades y circundan la ciudad; que las tímidasmujeresenciendangrandesfogatasensusrespectivascasas,yquelaguardiasea continua para que los enemigos no entren insidiosamente en la ciudadmientras los hombres estén fuera.Hágase comoos lo encargo,magnánimostroyanos.Dichas quedan las palabras que al presente convienen;mañana osarengaré de nuevo, troyanos domadores de caballos; y espero que, con laprotección de Zeus y de las otras deidades, echaré de aquí a esos perrosrabiosos, traídos por las parcas en los negros bajeles. Durante la nochehagamosguardianosotrosmismos;ymañana,alcomenzareldía,tomaremoslasarmasparatrabarvivocombatejuntoalascóncavasnaves.VerésielfuerteDiomedesTididamehaceretrocederdelasnavesalmuro,osilomatoconelbronce y me llevo sus cruentos despojos. Mañana probará su valor, si meaguardacuandoloacometaconla lanza;masconfíoenque,asíquesalgaelsol, caerá herido entre los combatientes delanteros, y con élmuchos de suscamaradas.Así fuera yo inmortal, no tuviera que envejecer y gozara de losmismos honores que Atenea o Apolo, como este día será funesto para losargivos.

542 De este modo arengó Héctor, y los troyanos lo aclamaron.Desuncierondedebajodelyugolossudadoscorcelesyatáronlosconcorreasjuntoasus respectivoscarros;sacaronprontode laciudadbueyesypingüesovejas, y de las casas pan y vino, que alegra el corazón, y amontonaronabundante leña.Despuésofrecieronhecatombesperfectasa los inmortales,ylosvientosllevabandela llanuraalcieloelsuaveolordelagrasaquemada;perolosbienaventuradosdiosesnoquisieronaceptarlaofrenda,porqueseleshabíahechoodiosalasagradaIlioyPríamoysupuebloarmadoconlanzasdefresno.

553Así, tanalentados,permanecieron toda lanocheenel campo,dondeardían muchos fuegos. Como en noche de calma aparecen las radiantesestrellasentornodelafulgenteluna,ysedescubrenlospromontorios,cimasyvalles,porqueenelcielosehaabiertolavastaregiónetérea,vensetodoslosastros,yalpastorselealegraelcorazón:entangrannúmeroeranlashoguerasque, encendidas por los troyanos, quemaban ante Ilio entre las naves y lacorriente del Janto. Mil fuegos ardían en la llanura, y en cada uno seagrupaban cincuenta hombres a la luz de la ardiente llama. Y los caballos,comiendocercadeloscarrosavenayblancacebada,esperabanlallegadadelaAurora,ladehermosotrono.

CantoIX

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EmbajadaaAquiles–Súplicas

Agamenón,arrepentidoylamentandosudisputaconAquiles,porconsejodesuancianoasesorNéstor,despachaaUlises,AyanteyalviejoFénixcomoembajadores ante Aquiles, para solicitar su ayuda, con plenos poderes paraprometerleladevolucióndeBriseideyabundantesregalosquecompensenlaafrentasufrida.PeroAquilessemantieneobstinadoeinflexible.

1Asílostroyanosguardabanelcampo.Delosaqueoshabíaseenseñoreadola ingente fuga, compañera del glacial terror, y los más valientes estabanagobiados por insufrible pesar. Como conmueven el ponto, en pecesabundante, los vientos Bóreas y Céfiro, soplando de improviso desde laTracia,ylasnegruzcasolasselevantanyarrojanalaorillamultituddealgas;deigualmodolespalpitabaalosaqueoselcorazónenelpecho.

9ElAtrida,engrandolor sumidoelcorazón, ibadeun ladoparaotroymandabaalosheraldosdevozsonoraqueconvocaranalágora,nominalmenteyenvozbaja,atodosloscapitanes,ytambiénéllosiballamandoytrabajabacomo los más diligentes. Los guerreros acudieron afligidos. LevantóseAgamenón, llorando,comofuenteprofundaquedesdealtísimopeñascodejacaersusaguassombrías;y,despidiendohondossuspiros,hablódeestasuertealosargivos:

17—¡Ohamigos,capitanesypríncipesdelosargivos!EngraveinfortunioenvolviómeZeusCronida.¡Cruel!Meprometióyaseguróquenomeiríasindestruir la bienmurada Ilio y todo ha sido funesto engaño; pues ahora memandaregresaraArgos,singloria,despuésdehaberperdidotantoshombres.Así debe de ser grato al prepotenteZeus, que ha destruido las fortalezas demuchas ciudades y aún destruirá otras, porque su poder es inmenso. Ea,obremostodoscomovoyadecir:Huyamosenlasnavesanuestrapatriatierra,puesyanotomaremosaTroya,ladeanchascalles.

29Asídijo.Enmudecierontodosypermanecieroncallados.Largotiempoduróel silenciode losafligidosaqueos,masal finDiomedes,valienteenelcombate,dijo:

32 —¡Atrida! Empezaré combatiéndote por tu imprudencia, como espermitido hacerlo, oh rey, en el ágora, pero no te irrites. Poco hamenospreciastemivalorantelosdánaos,diciendoquesoycobardeydébil,losabenlosargivostodos,jóvenesyviejos.MasatielhijodelarteroCronodedoscosastehadadouna: teconcedióquefuerashonradocomonadieporelcetro, y te negó la fortaleza, que es elmayor de los poderes. ¡Desgraciado!¿Creesquelosaqueossontancobardesydébilescomodices?Situcorazónteincitaaregresar,parte:delantetieneselcaminoycercadelmargrancopiadenavesquedesdeMicenas lo siguieron;pero losdemásmelenudosaqueos se

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quedarán hasta que destruyamos la ciudad de Troya. Y, si también éstosquieren irse,huyanen losbajelesasupatria;ynosotrosdos,yoyEsténelo,seguiremospeleandohastaqueaIliolelleguesufin;puesvinimosdebajodelamparodelosdioses.

50Asíhabló;y todos los aqueos aplaudieron, admiradosdeldiscursodeDiomedes,domadordecaballos.YelcaballeroNéstorselevantóydijo:

53—¡Tidida!Luchasconvalorenelcombateysuperasenelconsejoalosde tu edad;ningúnaqueoosarávituperarni contradecir tudiscurso,peronohas llegado hasta el fin. Eres aún joven—por tus años podrías sermi hijomenor—y,noobstante,dicescosasdiscretasalosreyesargivosyhashabladocomo se debe. Pero yo, que me vanaglorio de ser más viejo que tú, lomanifestaréyexpondrétodo;ynadiedespreciarámispalabras,nisiquieraelreyAgamenón.Sinfamilia,sinleyysinhogardebedevivirquienapetecelashorrendasluchasintestinas.Ahoraobedezcamosalanegranoche:preparemoslacenay losguardiasvigilenaorillasdelcavadofosoquecorredelantedelmuro.Alosjóvenesseloencargo;ytú,ohAtrida,mándalo,puesereselreysupremo.Ofrece después un banquete a los caudillos, que esto es lo que teconviene y lo digno de ti. Tus tiendas están llenas de vino, que las navesaqueas traen continuamente de Tracia por el anchuroso ponto; dispones decuantose requierepara recibiraaquéllos,e imperassobremuchoshombres.Unavezcongregados,seguiráselparecerdequientedémejorconsejo;puesdeunobuenoyprudente tienennecesidad losaqueos,ahoraqueelenemigoenciendetalnúmerodehoguerasjuntoalasnaves.¿Quiénloveráconalegría?Estanochesedecidirálaruinaolasalvacióndelejército.

79Asídijo,yellosloescucharonatentamenteyloobedecieron.Alpuntose apresuraron a salir con armas, para encargarse de la guardia, TrasimedesNestórida,pastordehombres;AscálafoyYálmeno,hijosdeAres;Meriones,Afareo, Deípiro y el divino Licomedes, hijo de Creonte. Siete eran loscapitanes de los centinelas, y cada uno mandaba cien mozos provistos deluengas picas. Situáronse entre el foso y la muralla, encendieron fuego, ytodossacaronsurespectivacena.

99ElAtridallevóasutiendaalospríncipesaqueos,asíquesehubieronreunido, y les dio un espléndido banquete. Ellos metieron mano en losmanjaresqueteníandelante,y,cuandohubieronsatisfechoeldeseodebeberyde comer, el ancianoNéstor, cuya opinión era considerada siempre como lamejor,empezóaaconsejarles;yarengándolosconbenevolencia,lesdijo:

96—¡GloriosísimoAtrida!¡Reydehombres,Agamenón!Portiacabaréyporticomenzarétambién,yaquereinassobremuchoshombresyZeustehadadocetroyleyesparaquemiresporlossúbditos.Porestodebesexponertuopiniónyoírladelosdemásyaunllevarlaacumplimientocuandocualquiera,

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siguiendolos impulsosdesuánimo,propongaalgobueno;queesatribucióntuyaejecutar loque seacuerde.Tediré loqueconsideromásconvenienteynadieconcebiráunaideamejorquelaquetuveysigoteniendo,ohvástagodeZeus,desdeque,contramiparecer,tellevastelajovenBriseidearrebatándoladelatiendadelenojadoAquiles.Granempeñopuseendisuadirte,perovenciótuánimofogosoymenospreciasteaunfortísimovarónhonradoporlosdioses,arrebatándole la recompensa que todavía retienes. Mas veamos todavía sipodremosaplacarloconagradablespresentesydulcespalabras.

114Respondióleelreydehombres,Agamenón:

115—Nohasmentido,anciano,alenumerarmisfaltas.Procedímal,noloniego;valepormuchoselvarónaquienZeusamacordialmente;y ahoraeldios,queriendohonraraése,hacausadoladerrotadelosaqueos.Mas,yaquelefalté,dejándomellevarporlafunestapasión,quieroaplacarloyleofrezcolamuchedumbredeespléndidospresentesquevoyaenumerar:Sietetrípodesno puestos aún al fuego, diez talentos de oro, veinte calderas relucientes ydocecorcelesrobustos,premiados,queenlacarreraalcanzaronlavictoria.Nosería pobre ni carecería de precioso oro quien tuviera los premios que estossolípedoscaballoslograron.Ledarétambiénsietemujereslesbias,hábilesenhacer primorosas labores, que yo mismo escogí cuando tomó la bienconstruidaLesbosyqueenhermosuraa lasdemásaventajaban.Conellas leentregarélahijadeBriseo,queentonceslequité,yjurarésolemnementequejamássubíasulechonimeuníconella,comoescostumbreentrehombresymujeres.Todoestoselepresentaráenseguida;mas,silosdiosesnospermitendestruirlagranciudaddePríamo,entreenellacuandolosaqueospartamoselbotín,cargueabundantementedeoroydebroncesunaveyelijaélmismolasveinte troyanas que más hermosas sean después de la argiva Helena. Y, siconseguimos volver a los fértiles campos deArgos deAcaya, podrá sermiyernoy tendrá tantoshonorescomoOrestes,mihijomenor,que secríaconmucho regalo. De las tres hijas que dejé en el alcázar bien construido,Crisótemis,LaódiceaIfianasa,lléveselaquequiera,sindotarla,alacasadePeleo;queyoladotarétanespléndidamente,comonadiehayadotadojamásasuhija:ofrezcodarlesietepopulosasciudades—Cardámila,Enope,laherbosaHira, la divina Feras, Antea, la de los hermosos prados, la linda Epea yPédaso,enviñasabundante—,situadastodasjuntoalmar,enlosconfinesdelaarenosaPilos,ypobladasdehombresricosenganadoyenbueyes,quelohonrarán con ofrendas como a una deidad y pagarán, regidos por su cetro,crecidostributos.Todoestoharíayo,contaldequedepusieralacólera.Quese deje ablandar; pues, por ser implacable e inexorable, Hades es para losmortaleselmásaborrecibledetodoslosdioses;ycedaamí,queenpoderyedaddeaventajarlomeglorio.

162ContestóNéstor,caballerogerenio:

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163 —¡Gloriosísimo Atrida! ¡Rey de hombres, Agamenón! No sondespreciableslosregalosqueofrecesalreyAquiles.Ea,elijamosesclarecidosvaronesquecuantoantesvayanalatiendadelPelida.Y,siquieres,yomismolosdesignaréyellosobedezcan:Fénix,caroaZeus,queseráel jefe,elgranAyante y el divino Ulises, acompañados de los heraldos Odio y Eunbates.Dadnosaguaalasmanoseimponedsilencio,pararogaraZeusCronidaqueseapiadedenosotros.

173Asídijo,ysudiscursoagradóatodos.Losheraldosdieronenseguidaaguamanosaloscaudillos,ylosmancebos,coronandodebebidalascráteras,distribuyéronla a todos lospresentesdespuésdehaberofrecidoencopas lasprimicias. Luego que hicieron libaciones y cada cual bebió cuanto quiso,salierondelatiendadeAgamenónAtrida.YNéstor,caballerogerenio,fijandosucesivamentelosojosencadaunodeloselegidos,lesrecomendabamucho,ydeunmodoespecialaUlises,queprocuraranpersuadiraleximioPelión.

182 Fuéronse éstos por la orilla del estruendosomar y dirigíanmuchosruegosaPoseidón,queciñeybatelatierra,paraquelesresultarafácilllevarla persuasión al altivo espíritu del Eácida. Cuando hubieron llegado a lastiendas y naves de los mirmidones, hallaron al héroe deleitándose con unahermosa lira labrada de argénteo puente, que había cogido de entre losdespojos cuando destruyó la ciudad de Eetión; con ella recreaba su ánimo,cantando hazañas de los hombres. Patroclo, solo y callado, estaba sentadofrente a él y esperaba que el Eácida acabase de cantar. Entraron aquéllos,precedidosporUlises,ysedetuvierondelantedelhéroe;Aquiles,atónito,sealzó del asiento sin dejar la lira y Patroclo al verlos se levantó también.Aquiles,eldelospiesligeros,tendióleslamanoydijo:

197—¡Salud,amigosquellegáis!Grandedebedeserlanecesidadcuandovenísvosotros,quesoisparamí,aunqueestéirritado,losmásqueridosdelosaqueostodos.

199Endiciendoesto,eldivinoAquilesleshizosentarensillasprovistasdepurpúreostapetes,yenseguidadijoaPatroclo,queestabacercadeél:

202—¡HijodeMenecio!Sacalacráteramayor,llénaladelvinomásañejoydistribuyecopas;puesestándebajodemitecholoshombresquemesonmáscaros.

205Asídijo,yPatrocloobedecióal compañeroamado.Enun tajónqueacercó a la lumbrepuso los lomosdeunaovejaydeunapingüe cabray lagrasaespaldadeunsuculentojabalí.Automedontesujetabalacarne;Aquiles,despuésdecortarlaydividirla,laespetabaenasadores;yelMenecíada,varónigualaundios,encendíaungranfuego;yluego,quemadalaleñaymuertalallama, extendió las brasas, colocó encima los asadores asegurándolos conpiedras y sazonó la carne con la divina sal. Cuando aquélla estuvo asada y

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servidaen lamesa,Patroclo repartiópanenhermosas canastillas;yAquilesdistribuyó lacarne, sentóse frentealdivinoUlises,deespaldasa lapared,yordenóaPatroclo,suamigo,quehicieralaofrendaalosdioses.Patrocloechólas primicias al fuego.Metieronmano a losmanjares que tenían delante, y,cuando hubieron satisfecho el deseo de beber y de comer, Ayante hizo unaseñaaFénix;yUlises,aladvertirlo,llenódevinolacopaybrindóaAquiles:

223—¡Salve,Aquiles!De igual festínhemosdisfrutadoen la tiendadelAtrida Agamenón que ahora aquí, donde podríamos comer muchos yagradablesmanjares;perolosplaceresdeldeliciosobanquetenonoshalaganporque tememos, oh alumno de Zeus, que nos suceda una gran desgracia:dudamossinosserádadosalvaroperderlasnavesdemuchosbancos,sitúnolorevistesdevalor.Losorgullosostroyanosysusauxiliares,venidosdelejastierras,acampanjuntoalasnavesyalmuroyhanencendidounaporcióndehogueras; y dicen que, como no podremos resistirlos, asaltarán las negrasnaves; Zeus Cronida relampaguea haciéndoles favorables señales, y Héctor,envanecidopor subravuray confiandoenZeus, semuestra estupendamentefurioso,norespetaahombresniadioses,estáposeídodecruelrabia,ypideque aparezca pronto la divinaAurora, asegurando que ha de cortar nuestraselevadaspopas,quemarlasnavesconardientefuegoymatarcercadeellasalos aqueos aturdidos por el humo. Mucho teme mi alma que los diosescumplan sus amenazas y el destino haya dispuesto quemuramos en Troya,lejos de Argos, criadora de caballos. Ea, levántate si deseas, aunque tarde,salvaralosaqueos,queestánacosadosporlostroyanos.Atimismotehadepesar si no lo haces, y no puede repararse elmal una vez causado; piensa,pues,cómolibrarásalosdánaosdetanfunestodía.Amigo,tupadrePeleotedabaestosconsejoseldíaenquedesdeFtíaloenvióaAgamenón:«¡Hijomío!La fortaleza,AteneayHera te ladarán siquieren; tú refrenaenelpechoelnatural fogoso —la benevolencia es preferible— y abstente de perniciosasdisputasparaqueseasmáshonradoporlosargivosjóvenesyancianos».Asíteamonestabaelancianoytúloolvidas.Cedeyaydepónlafunestacólera;puesAgamenónteofrecedignospresentessirenunciasaella.Ysiquieres,oyeytereferiré cuanto Agamenón dijo en su tienda que te daría: Siete trípodes nopuestosaúnal fuego,diez talentosdeoro,veintecalderasrelucientesydocecorcelesrobustos,premiados,quealcanzaronlavictoriaenlacarrera.NoseríapobrenicareceríadepreciosooroquientuvieralospremiosqueestoscaballosdeAgamenón con sus pies lograron. Te dará también sietemujeres lesbias,hábilesenhacerprimorosaslabores,queélmismoescogiócuandotomastelabienconstruidaLesbosyqueenhermosuraalasdemásaventajaban.Conellasteentregará lahijadeBriseo,que tehaquitado,y jurará solemnementequejamássubióasu lechoniseuniócon lamisma,comoescostumbre,ohrey,entre hombres ymujeres. Todo esto se te presentará enseguida;mas, si losdiosesnospermitendestruirlagranciudaddePríamo,entraenellacuandolos

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aqueospartamoselbotín,cargaabundantementedeoroydebroncetunaveyeligetúmismolasveintetroyanasquemáshermosasseandespuésdelaargivaHelena.Y, si conseguimos volver a los fértiles campos deArgos deAcaya,podrássersuyernoytendrástantoshonorescomoOrestes,suhijomenor,quese cría con mucho regalo. De las tres hijas que dejó en el palacio bienconstruido,Crisótemis,LaódiceaIfianasa,llévatelaquequieras,sindotarla,ala casa dePeleo, que él la dotará espléndidamente comonadie haya dotadojamásasuhija:ofrecedartesietepopulosasciudades—Cardámila,Énope,laherbosaHira,ladivinaFeras,Antea,ladelosamenosprados,lalindaEpeayPédaso,enviñasabundante—,situadastodasjuntoalmar,enlosconfinesdelaarenosaPilos,ypobladasdehombresricosenganadoyenbueyes,quetehonraránconofrendascomoaundiosypagarán,regidosportucetro,crecidostributos.Todoestoharía,contaldequedepusieraslacólera.Y,sielAtridaysusregalostesonodiosos,apiádatedelosaqueostodos,que,atribuladoscomoestán en el ejército, te venerarán como a un dios y conseguirás entre ellosinmensagloria.AhorapodríasmataraHéctor,quellevadodesufunestarabiaseacercarámuchoati,puesdicequeningunodelosdánaosquetrajeronlasnavesloigualaenvalor.

307RespondióleAquiles,eldelospiesligeros:

308—¡Laertíada,dellinajedeZeus!¡Ulises,fecundoenardides!Precisoesqueosmanifiesteloquepiensohacerparaquedejéisdeimportunarmeunospor un lado y otros por el opuesto.Me es tan odioso como las puertas deHadesquienpiensaunacosaymanifiestaotra.Diré,pues, loquemeparecemejor.CreoquenielAtridaAgamenónnilosdánaoslograránconvencerme,ya que para nada se agradece el combatir siempre y sin descanso contrahombres enemigos. La misma recompensa obtiene el que se queda en sutienda, que el que pelea con bizarría; en igual consideración son tenidos elcobarde y el valiente; y así muere el holgazán como el laborioso. Ningunaventaja me ha procurado sufrir tantos pesares y exponer mi vida en elcombate. Como el ave lleva a los implumes hijuelos la comida que coge,privándose de ella, así yo pasé largas noches sin dormir y días enterosentregado a la cruenta lucha con hombres que combatían por sus esposas.Conquistédoceciudadespormaryonceportierraenlafértilregióntroyana;detodassaquéabundantesypreciososdespojosquedialAtrida,yéste,quesequedabaenlasvelerasnaves,recibiólos,repartióunospocosyseguardólosrestantes. Mas las recompensas que Agamenón concedió a los reyes ycaudillossiguenenpoderdeéstos;yamí,soloentrelosaqueos,mequitóladulce esposa y la retiene aún: que goce durmiendo con ella. ¿Por qué losargivos han tenido quemover guerra a los troyanos? ¿Por qué elAtrida hajuntadoytraídoelejército?¿NoesporHelena,ladehermosacabellera?Pues¿acasosonlosAtridaslosúnicoshombres,devozarticulada,queamanasusesposas? Todo hombre bueno y sensato quiere y cuida a la suya, y yo

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apreciaba cordialmente a lamía, aunque la había adquiridopormediode lalanza.Yaquemedefraudó,arrebatándomedelasmanoslarecompensa,nometiente; lo conozco y no me persuadirá. Delibere contigo, Ulises, y con losdemásreyescómopodrálibraralasnavesdelfuegoenemigo.Muchascosashahechoyasinmiayuda,puesconstruyóunmuro,abriendoasupieanchoyprofundofosoquedefiendeunaempalizada;masniconestopuedecontenerelarrojodeHéctor,matadordehombres.Mientrascombatíporlosaqueos,jamásquiso Héctor que la pelea se trabara lejos de la muralla; sólo llegaba a laspuertasEsceasya laencina;y,unavezqueallímeaguardó,costóle trabajosalvarsedemiacometida.YpuestoqueyanodeseoguerrearcontraeldivinoHéctormañana, después de ofrecer sacrificios aZeus y a los demás dioses,echaréalmarloscargadosbajeles,yverás,siquieresyteinteresa,misnavessurcandoelHelesponto,enpecesabundoso,yenellashombresqueremarángustosos; y, si el glorioso agitador de la tierrame concede una navegaciónfeliz,altercerdíallegaráalafértilFtía.Enelladejémuchascosascuandoenmal hora vine y de aquíme llevaré oro, rojizo bronce,mujeres de hermosacinturaylucientehierro,queporsuertemetocaron;yaqueelreyAgamenónAtrida, insultándome,mehaquitado la recompensaque élmismomediera.Decídselo públicamente, os lo encargo, para que los demás aqueos seindignen, si con su habitual impudencia pretendiese engañar a algún otrodánao.Noseatrevería,pordesvergonzadoquesea,amirarmecaraacara,conél no deliberaré ni haré cosa alguna, y, si me engañó y ofendió, ya nomeembaucarámás con sus palabras; séale esto bastante y corra tranquilo a superdición,puestoqueelpróvidoZeuslehaquitadoeljuicio.Suspresentesmesonodiosos, y hago tanto caso de él comode un cabello.Aunquemedieradiezoveintevecesmásdeloqueposeeodeloqueaposeerllegare,ocuantoentra en Orcómeno, o en la egipcia Teba, cuyas casas guardan muchasriquezas —cien puertas dan ingreso a la ciudad y por cada una pasandiariamentedoscientoshombresconcaballosycarros—,otanto,cuantassonlasarenasolosgranosdepolvo,niaunasíaplacaríaAgamenónmienojo,siantes no me pagaba la dolorosa afrenta. No me casaré con la hija deAgamenónAtrida,aunqueenhermosurarivaliceconladoradaAfroditayenlas labores compita con Atenea, la de ojos de lechuza; ni siendo así medesposaré con ella; elija aquel otro aqueo que le convenga y sea rey máspoderoso. Si, salvándome los dioses, vuelvo ami casa, elmismo Peleomebuscaráconsorte.GrannúmerodeaqueashayenlaHéladeyenFtía,hijasdepríncipesquegobiernanlasciudades;laqueyoquieraserámimujer.Muchomeaconsejamicorazónvaronilquetomelegítimaesposa,dignacónyugemía,ygocealládelasriquezasadquiridasporelancianoPeleo;puesnocreoquevalgaloquelavidanicuantodicenqueseencerrabaenlapopulosaciudaddeIlio en tiempo de paz, antes que vinieran los aqueos, ni cuanto contiene ellapídeo templo de Apolo, que hiere de lejos, en la rocosa Pito. Se pueden

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apresarlosbueyesylaspingüesovejas,sepuedenadquirirlostrípodesylostostados alazanes; pero no es posible prender ni coger el almahumanaparaquevuelva,unavezhasalvadolabarreraqueformanlosdientes.Mimadre,ladiosaTetis,deargentadospies,dicequelasparcaspuedenllevarmealfindelamuertedeunadeestasdosmaneras:Simequedoaquíacombatirentornodelaciudadtroyana,novolveréalapatriatierra,peromigloriaseráinmortal;siregreso,perderélaínclitafama,peromividaserálarga,pueslamuertenomesorprenderátanpronto.Yoosaconsejoqueosembarquéisyvolváisavuestroshogares, porque ya no conseguiréis arruinar la excelsa Ilio: el largovidenteZeus extendió el brazo sobre ella y sus hombres están llenos de confianza.Vosotrosllevadlarespuestaalospríncipesaqueos—queéstaeslamisióndeloslegados—,afindequebusquenotromediodesalvarlascóncavasnavesya los aqueos que hay a su alrededor, pues aquél en que pensaron no puedeemplearse mientras subsista mi enojo. Y Fénix quédese con nosotros,acuésteseymañanavolveráconmigoalapatriatierra,siasílodesea,quenohedellevarloavivafuerza.

430Asídijo,ytodosenmudecieron,asombradosdeoírlo;puesfuemuchala vehemencia con que se negó. Y el anciano jinete Fénix, que sentía grantemor por las naves aqueas, dijo después de un buen rato y saltándole laslágrimas:

434—Sipiensasenelregreso,preclaroAquiles,yteniegasenabsolutoadefender del voraz fuego las veleras naves, porque la ira penetró en tucorazón,¿cómopodríaquedarmesoloysinti,hijoquerido?ElancianojinetePeleo quiso que yo te acompañase el día en que te envió desde Ftía aAgamenón, todavíaniñoy sinexperienciade la funestaguerranidel ágora,dondelosvaronessehacenilustres;ymemandóqueteenseñaraahablarbieny a realizar grandes hechos. Por esto, hijo querido, no querría vermeabandonadodeti,aunqueundiosenpersonameprometierarasparmelavejezy dejarme tan joven como cuando salí de la Hélade, de lindas mujeres,huyendode las imprecacionesdeAmíntorOrménida,mipadre,quese irritóconmigoporunaconcubinadehermosacabellera,aquienamabaconofensadesuesposaymadremía.Éstamesuplicabacontinuamente,abrazandomisrodillas, que me juntara con la concubina para que aborreciese al anciano.Quiseobedecerlaylohice;mipadre,quenotardóenconocerlo,memaldijorepetidasvecespidióalashorrendasEriniasquejamáspudierasentarseensusrodillasunhijomío,ylosdioses—elZeussubterráneoylaterriblePerséfoneratificaronsusimprecaciones—.[Pensémataramipadreconelagudobronce;masalgunodelosinmortalescalmómicólera,haciendoqueamicorazónserepresentaralafamaquetendríayoentreloshombresylosmuchosbaldonesque de ellos recibiría, a fin de que no fuese llamado parricida entre losaqueos.]Desdeentoncesnotuveánimoparavivirenelpalacioconmipadreenojado. Amigos y deudos querían retenerme allí y me dirigían insistentes

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súplicas: degollaron gran copia de pingües ovejas y flexípedes bueyes deretorcidoscuernos;pusieronaasarmuchospuercosgrasossobre la llamadeHefesto;bebiósebuenapartedelvinoquelastinajasdelancianocontenían;ynuevenochesseguidasdurmieronaquéllosamilado,vigilándomeporturnoyteniendoencendidasdoshogueras,unaenelpórticodelbiencercadopatioyotraenelvestíbuloantelapuertadelahabitación.Alllegarpordécimavezlatenebrosanoche,salídelaposentorompiendolastablasfuertementeunidasdelapuerta;saltéconfacilidadelmurodelpatio,sinquemisguardianesni lassirvientasloadvirtieran,y,huyendoporlaespaciosaHélade,lleguéalafértilFtía,madredeovejas,a lacasadel reyPeleo.Estemeacogióbenévolo;meamó como debe de amar un padre al hijo unigénito que haya tenido en lavejez,viviendoenlaopulencia;enriqueciómeypúsomealfrentedenumerosopueblo, y desde entonces viví en un confín de la Ftía, reinando sobre losdólopes.Ytecriehastahacertecualeres,ohAquilessemejantealosdioses,con cordial cariño; y tú ni querías ir con otro al banquete, ni comer en elpalacio,hastaque,sentándoteenmisrodillas, tesaciabadecarnecortadaenpedacitosyteacercabaelvino.¡Cuántasvecesdurantelamolestainfanciamemanchaste la túnicaenelpechoconelvinoquedevolvías!Muchopadecíytrabajé por tu causa, y, considerando que los dioses no me habían dadodescendencia,teadoptéporhijo,ohAquilessemejantealosdioses,paraqueundíamelibrasesdelcruelinfortunio.Pero,Aquiles,refrenatuánimofogoso;noconvienequetengasuncorazóndespiadado,cuandolosdiosesmismossedejanaplacar,noobstantesumayorvirtud,dignidadypoder.Consacrificios,votosagradables,libacionesyvapordegrasaquemadalosdesenojancuantosinfringieron su ley y pecaron. Pues las Súplicas son hijas del gran Zeus, yaunque cojas, arrugadas y bizcas, cuidan de ir tras de Ofuscación: ésta esrobusta,depies ligeros,ypor lomismoseadelanta,y, recorriendo la tierra,ofendealoshombres:yaquéllasreparanluegoeldañocausado.QuienacataalashijasdeZeuscuandoselepresentan,consiguegranprovechoyesporellasatendidosialgunaveztienequeinvocarlas.Massialguienlasdesatiendeyseobstinaen rechazarlas, sedirigenaZeusCroniday lepidenqueOfuscaciónacompañe siempre a aquél para que con el daño sufra la pena. Concede tútambiénalashijasdeZeus,ohAquiles,ladebidaconsideración,porlacualelespíritudeotrosvalientesseaplacó.SielAtridanotebrindaraesospresentes,nitehicieraotrosofrecimientosparalofuturo,yconservarapertinazmentesucólera, no te exhortaría a que, deponiendo la ira, socorrieras a los argivos,aunqueesgrande lanecesidadenquesehallan.Pero tedamuchascosas, tepromete más y te envía, para que por él rueguen, varones excelentes,escogiendo en el ejército aqueo los argivos que te son más caros. Nodesprecieslaspalabrasdeéstos,nidejessinefectosuvenida,yaquenosetepuede reprender que antes estuvieras irritado. Todos hemos oído contarhazañasdeloshéroesdeantaño,ysabemosque,cuandoestabanposeídosde

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ferozcólera,eranplacablescondonesyexorablesa losruegos.Recuerdoloque pasó en cierto caso, no reciente, sino antiguo, y os lo voy a referir avosotros,quesoistodosamigosmíos.Curetesybravosetolioscombatíanentorno de Calidón y unos a otros se mataban, defendiendo los etolios suhermosa ciudad y deseando los curetes asolarla por medio de Ares. HabíapromovidoestacontiendaÁrtemis,ladeáureotrono,enojadaporqueEneonole dedicó los sacrificios de la siega en el fértil campo: los otros diosesregaláronsecon lashecatombes,ysóloa lahijadelgranZeusdejóaquéldeofrecerlas,porolvidoopor inadvertencia,cometiendounagranfalta.Airadaladeidadque secomplaceen tirar flechas,hizoaparecerun jabalí, dealbosdientes,quecausógrandestrozoenelcampodeEneo,desarraigandoaltísimosárbolesyechándolosportierracuandoyaconlaflorprometíanelfruto.AlfinlomatóMeleagro,hijodeEneo,ayudadoporcazadoresyperrosdemuchasciudades—puesnoeraposiblevencerloconpocagente,¡tancorpulentoera!,y ya a muchos los había hecho subir a la triste pira—, y la diosa suscitóentoncesunaclamorosacontiendaentreloscuretesylosmagnánimosetoliospor la cabeza y la hirsuta piel del jabalí. Mientras Meleagro, caro a Ares,combatió, les fue mal a los curetes, que no podían, a pesar de ser tantos,acercarse a los muros. Pero el héroe, irritado con su madre Altea, se dejódominarporlacóleraqueperturbalamentedelosmáscuerdosysequedóenel palacio con su linda esposa Cleopatra, hija de Marpesa Evenina, la dehermosos tobillos, y de Idas, el más fuerte de los hombres que entoncespoblaban la tierra. (Atrevióse Idas a armar el arco contra el soberano FeboApolo,acausadelajovendehermosostobillos,ydesdeentoncespusiéronleaCleopatrasupadreysuvenerandamadreelsobrenombredeAlcíone,porquelamadre, sufriendo la suerte del sufridísimo alción, deshacíase en lágrimasmientrasFeboApolo,quehieredelejos,selallevaba.)Retirado,pues,consuesposa,devorabaMeleagrolaacerbacóleraquelecausaronlasimprecacionesdesumadre;lacual,acongojadaporlamuerteviolentadeunhermano,orabamucho a los dioses, y, puesta de rodillas y con el senobañado en lágrimas,golpeabamucho el fértil suelo invocando aHades y a la terrible Perséfoneparaquedieranmuerteasuhijo.Erinias,quevagaenlastinieblasytieneuncorazóninexorable,laoyódesdeelÉrebo,yenseguidacrecióeltumultoylagritería ante laspuertasde la ciudad, las torres fueronatacadasy losetoliosancianosenviaronaloseximiossacerdotesdelosdiosesparaquesuplicaranaMeleagro que saliera a defenderlos, ofreciéndole un rico presente: donde elsuelode la amenaCalidón fueramás fértil, escogería élmismounhermosocampode cincuentayugadas,mitadviñaymitad tierra labrantía.PresentósetambiénenelumbraldelaltoaposentoelancianojineteEneo;y,llamandoalapuerta,dirigióasuhijomuchassúplicas.Rogáronleasimismomuchasvecessus hermanas y su venerable madre. Pero él se negaba cada vez más.Acudieronsusmejoresymáscarosamigos,ytampococonsiguieronmoversu

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corazón,nipersuadirloaquenoaguardara,parasalirdelcuarto,aquellegaranhastaéllosenemigos.Yloscuretesescalaronlastorresyempezaronapegarfuegoalagranciudad.Entonceslaesposa,debellacintura,instóaMeleagrollorandoy refiriéndole lasdesgraciasquepadecen loshombres, cuya ciudadsucumbe:Matan a los varones, le decía; el fuego destruye la ciudad, y sonreducidosalaesclavitudlosniñosylasmujeresdeestrechacintura.Meleagro,aloírestosmales,sintióqueseleconmovíaelcorazón;y,dejándosellevarporsuánimo,vistiólaslucientesarmasylibródelfunestodíaalosetolios;peroyanoledieronlosmuchosyhermosospresentes,apesardehaberlossalvadode la ruina. Y ahora tú, amigo, no pienses de igual manera, ni un dios teinduzca a obrar así; será peor que difieras el socorro para cuando las navesseanincendiadas;ve,pues,porlosregalos,ylosaqueosteveneraráncomoaun dios, porque, si intervinieres en la homicida guerra cuando ya no teofrezcandones,noalcanzarástantahonraaunquerechacesalosenemigos.

606RespondióleAquiles,eldelospiesligeros:

607 —¡Fénix, anciano padre, alumno de Zeus! Para nada necesito talhonor; y espero que, si Zeus quiere, seré honrado en las cóncavas navesmientraslarespiraciónnofalteamipechoymisrodillassemuevan.Otracosavoy a decirte, que grabarás en tumemoria: Nome conturbes el ánimo conllanto y gemidos por complacer al héroeAtrida, a quien no debes querer sideseas que el afecto que te profeso no se convierta en odio; mejor es queaflijasconmigoaquienmeaflige.Ejerceelmandoconmigoycompartemishonores.Ésosllevaránlarespuesta,túquédateyacuéstateenblandacama,yal despuntar la aurora determinaremos si nos conviene regresar a nuestroshogaresoquedarnosaquítodavía.

620Dijo, y ordenó aPatroclo, haciéndole con las cejas silenciosa señal,quedispusieraunamullidacamaparaFénix,afindequelosdemáspensaranen salir cuanto antes de la tienda. Y Ayante Telamoníada, igual a un dios,hablódiciendo:

624 —¡Laertíada, del linaje de Zeus! ¡Ulises, fecundo en ardides!¡Vámonos!Noespero lograrnuestropropósitoporestecamino,yhemosdeanunciar la respuesta, aunque sea desfavorable, a los dánaos que estánaguardando.Aquilestieneensupechouncorazónferozysoberbio.¡Cruel!Ennadaaprecia laamistaddesuscompañeros,con lacual lohonrábamosenelcampamentomásqueaotroalguno.¡Despiadado!Porlamuertedelhermanoo del hijo se recibe una compensación; y, una vez pagada la importantecantidad,elmatadorsequedaenelpueblo,yelcorazónyelánimoairadodelofendidoseapaciguanconlacompensaciónrecibida,ya ti losdioses tehanllenado el pecho de implacable y funesto rencor por una sola joven. Sieteexcelentesteofrecemoshoyyotrasmuchascosas;séanostucorazónpropicioyrespetatumorada,puesestamosdebajodetutecho,enviadosporelejército

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dánao, y anhelamos ser para ti losmás apreciados y losmás amigos de losaqueostodos.

643RespondióleAquiles,eldelospiesligeros:

644—¡AyanteTelamonio,del linajedeZeus,príncipedehombres!Creoquehasdicho loquesientes,peromicorazónseenciendeen iracuandomeacuerdodeaquéllosydelmenosprecioconqueelAtridametratóenpresenciade los argivos, cual si yo fuera unmiserable advenedizo. Id y publicadmirespuesta:NomeocuparéenlacruentaguerrahastaqueelhijodelaguerridoPríamo,Héctor divino, lleguematando argivos a las tiendas y naves de losmirmidones y las incendie. Creo que Héctor, aunque esté enardecido, seabstendrádecombatir tanprontocomoseacerqueami tiendayaminegranave.

656Asídijo.Cadaunotomóunacopadedobleasa;y,hechalalibación,losenviados,conUlisesasufrente,regresaronalasnaves.Patrocloordenóasuscompañerosyalasesclavasqueaderezaranalmomentounamullidacamapara Fénix; y ellas, obedeciendo elmandato, hiciéronla con pieles de ovejauna colcha y finísima cubierta del mejor lino. Allí descansó el viejo,aguardandoladivinaAurora.Aquilesdurmióenlomásretiradodelasólidatiendaconunamujerque sehabía llevadodeLesbos:conDiomede,hijadeForbante, la de hermosas mejillas. Y Patroclo se acostó junto a la paredopuesta, teniendo a su lado a Ifis, la de bella cintura, que le había regaladoAquilesaltomarlaexcelsaEsciro,ciudaddeEnieo.

669 Cuando los enviados llegaron a la tienda del Atrida, los aqueos,puestosenpie, lespresentabanáureascopasyleshacíanpreguntas.Yelreydehombres,Agamenón,losinterrogódiciendo:

673—¡Ea! Dime, célebre Ulises, gloria insigne de los aqueos. ¿Quierelibraralasnavesdelfuegoenemigo,oseniegaporquesucorazónsoberbiosehallaaúndominadoporlacólera?

676ContestóelpacientedivinoUlises:

677—¡GloriosísimoAtrida,reydehombres,Agamenón!Noquiereaquéldeponerlacólera,sinoqueseenciendeaúnmássuiraytedespreciaatiytusdones.Mandaquedeliberesconlosargivoscómopodrássalvarlasnavesyalpuebloaqueo,diceensondeamenazaqueecharáalmarsuscorvosbajeles,demuchosbancos,aldescubrirse lanuevaaurora,yaconsejaque losdemásseembarquen y vuelvan a sus hogares, porque ya no conseguiréis arruinar laexcelsaIlio:ellargovidenteZeusextendióelbrazosobreella,ysushombresestán llenos de confianza. Así dijo, como pueden referirlo éstos que fueronconmigo: Ayante y los dos heraldos, que ambos son prudentes. El ancianoFénix se acostó allí por ordende aquél, para quemañana vuelva a la patria

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tierra,siasílodesea,porquenohadellevarleavivafuerza.

693Asíhabló,ytodoscallaron,asombradosdesuspalabras,pueseramuygrave lo que acababa de decir. Largo rato duró el silencio de los afligidosaqueos;masalfinexclamóDiomedes,valienteenelcombate:

697—¡GloriosísimoAtrida,reydehombres,Agamenón!NodebisterogaraleximioPelión,niofrecerleinnumerablesregalos;yaeraaltivo,yahorahasdadopábuloasusoberbia.Perodejémoslo,yasevaya,yasequede:volveráacombatir cuando el corazónque tiene en el pecho se loordeneyundios leincite.Ea,obremostodoscomovoyadecir.Acostaosdespuésdesatisfacerlosdeseosdevuestrocorazóncomiendoybebiendovino,puesestoda fuerzayvigor.Y, cuandoaparezca lahermosaAurorade rosáceosdedos, hazque sereúnanjuntoalasnavesloshombresyloscarros,exhortaalpuebloypeleaenprimerafila.

710Talesfueronsuspalabras,quetodoslosreyesaplaudieron,admiradosdel discurso de Diomedes, domador de caballos. Y hechas las libaciones,volvieronasusrespectivastiendas,acostáronseyeldondelsueñorecibieron.

CantoX

Dolonia

Aqueos y troyanos espían los movimientos del contrario. Ulises yDiomedes apresan aDolón, del que consiguen informacióndel campamentotroyano.

1 Los príncipes aqueos durmieron toda la noche vencidos por plácidosueño;mas no probó sus dulzuras elAtridaAgamenón, pastor de hombres,porque en sumente revolvíamuchas cosas.Como el esposo deHera, la dehermosa cabellera, relampaguea cuando prepara una lluvia torrencial, elgranizoounanevadaquecubraloscampos,oquiereabrirenalgunapartelaboca inmensade laamargaguerra;así, tanfrecuentemente,seescapabandelpechodeAgamenónlossuspiros,quesalíandelomáshondodesucorazón,einteriormente le temblaban las entrañas.Cuando fijaba la vista en el campotroyano,pasmábanlelasmuchashoguerasqueardíandelantedeIlio,lossonesdelasflautasyzampoñasyelbulliciodelagente;mas,cuandoalasnavesyalejércitoaqueolavolvía,arrancábasefuriosoloscabellos,alzandolosojosaZeus,quemoraenloalto,ysugenerosocorazónlanzabagrandesgemidos.Alfin, creyendo que la mejor resolución sería acudir primeramente a NéstorNelida,elmásilustredeloshombres,porsientramboshallabanunexcelentemedio que librara de la desgracia a todos los dánaos, levantóse, vistió la

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túnica,calzólosnítidospiesconhermosassandalias,echóseunarojizapieldecorpulentoyfogosoleón,quelellegabahastalospies,yasiólalanza.

25TambiénMenelaoestabaposeídodeterrorynoconseguíaqueseposarael sueño en sus párpados, temiendo que les ocurriese algún percance a losargivos que por él habían llegado a Troya, atravesando el vasto mar, ypromoviendo tanaudazguerra.Cubriósusanchasespaldascon lamanchadapieldeunleopardo;púsoseluegoelcascodebronce,y,tomandoenlarobustamanouna lanza, fueadespertarasuhermano,que imperabapoderosamentesobre los argivos todosy eraveneradopor el pueblo comoundios.Hallólojuntoalapopadesunave,vistiendolamagníficaarmadura.Gratalefueaéstesuvenida.YMenelao,valienteenelcombate,hablóelprimerodiciendo:

37 —¿Por qué, hermano querido, tomas las armas? ¿Acaso deseaspersuadiraalgúncompañeroparaquevayacomoexploradoralcampodelostroyanos?Muchotemoquenadieseofrezcaaprestarteesteserviciodeirsolodurante ladivinanocheaespiaralenemigo,porqueparaellose requiereuncorazónmuyosado.

42RespondióleelreyAgamenón:

43Tantoyocomotú,ohMenelao,alumnodeZeus,tenemosnecesidaddeunprudenteconsejoparadefenderysalvaralosargivosylasnaves,pueslamente de Zeus ha cambiado, y en la actualidad le son más aceptos lossacrificiosdeHéctor.Jamáshevistonioídodecirqueunhombreejecutaraensolo un día tantas proezas como ha hecho Héctor, caro a Zeus, contra losaqueos, sin serhijodeundiosnideunadiosa.Digoquede sushazañas seacordarán los argivosmucho y largo tiempo. ¡Tanto daño ha causado a losaqueos!Ahora,anda,encamínatecorriendoa lasnavesy llamaaAyanteyaIdomeneo;mientrasvoyenbuscadeldivinoNéstory lepidoquese levantepor si quiere ir al sagrado cuerpo de los guardias y darles órdenes.Obedeceránloaélmásqueanadie,puestoque losmanda suhijo juntoconMeriones,servidordeIdomeneo.Aentrambosleshemosconfiadodeunmodoespecialestatarea.

60DijoentoncesMenelao,valienteenelcombate:

61—¿Cómomeencargasyordenasquelohaga?¿Mequedaréconellosyte aguardaré allí, o he de volver corriendo cuando les haya participado tumandato?

64Contestóelreydehombres,Agamenón:

65—Quédateallí,noseaqueluegonopodamosencontrarnos,porquesonmuchas las sendas que hay por entre el ejército. Levanta la voz por dondepasares y recomienda la vigilancia, llamando a cada uno por su nombrepaternoyensalzándolosatodos.Notemuestressoberbio.Trabajemostambién

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nosotros, ya que, cuando nacimos, Zeus nos condenó a padecer tamañosinfortunios.

72Esto dicho, despidió al hermanobien instruidoya, y fue enbuscadeNéstor, pastor de hombres. Hallólo en su tienda, junto a la negra nave,acostadoenblandacama.Aunladoveíansediferentesarmas—elescudo,doslanzas, el luciente yelmo—,y el labradobálteo conque se ceñía el ancianosiempre que, como caudillo de su gente, se armaba para ir al homicidacombate, pues aún no se rendía a la triste vejez. Incorporóse Néstor,apoyándose en el codo, alzó la cabeza, y dirigiéndose alAtrida lo interrogóconestaspalabras:

82—¿Quién eres tú que vas solo por el ejército y las naves, durante latenebrosanoche,cuandoduermenlosdemásmortales?¿Buscasacasoaalgúncentinelaocompañero?Habla.Noteacerquessinresponder.¿Quédeseas?

86Respondióleelreydehombres,Agamenón:

87 —¡Néstor Nelida, gloria insigne de los aqueos! Reconoce al AtridaAgamenón,aquienZeusenvíayseguiráenviandosincesarmástrabajosqueanadie,mientraslarespiraciónnolefalteamipechoymisrodillassemuevan.Vagandovoy;pues,preocupadoporlaguerraylascalamidadesquepadecenlosaqueos,noconsigoqueeldulcesueñoseposeenmisojos.Muchotemopor los dánaos; mi ánimo no está tranquilo, sino sumamente inquieto; elcorazónsemearrancadelpechoy tiemblanmis robustosmiembros.Perosiquieresocuparteenalgo,yaquetampococonciliasteelsueño,bajemosaverloscentinelas;noseaque,vencidosdeltrabajoydelsueño,sehayandormido,dejandolaguardiaabandonada.Losenemigossehallancerca,ynosabemossihabrándecididoacometernosestanoche.

102ContestóNéstor,caballerogerenio:

103—¡GloriosísimoAtrida, reydehombres,Agamenón!AHéctorno lecumplirá el próvido Zeus todos sus deseos, como él espera; y creo quemayores trabajos habrá de padecer aún, siAquiles depone de su corazón elenojofunesto.Irécontigoydespertaremosalosdemás:alTidida,famosoporsulanza,aUlises,alvelozAyanteyalesforzadohijodeFileo.Alguienpodríair a llamar al deiformeAyante y al rey Idomeneo, pues sus naves no estáncerca,sinomuylejos.YreprenderéaMenelaoporamigoyrespetablequeseayaunquetemeenojes,ynocallaréqueduermeytehadejadoatieltrabajo.Debíaocuparseensuplicaralospríncipestodos,pueslanecesidadquesenospresentanoesllevadera.

119Dijoelreydehombres,Agamenón:

120—¡Ohanciano!Otrasvecesteexhortéaqueleriñeras,puesamenudoes indolente y no quiere trabajar; no por pereza o escasez de talento, sino

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porque,volviendolosojoshaciamí,aguardamiimpulso.Mashoyselevantómuchoantesqueyomismo,presentósemeyteenviéallamaraaquéllosqueacabas de nombrar.Vayamos y los hallaremos delante de las puertas con laguardia;puesallíesdondelesdijequesereunieran.

128RespondióNéstor,caballerogerenio:

129—De estamanera ninguno de los argivos se irritará contra él, ni lodesobedecerá,cuandolosexhorteolesordenealgo.

131Apenashubodichoestaspalabras,abrigóelpechoconlatúnica,calzólos nítidos pies con hermosas sandalias, y abrochóse un manto purpúreo,doble,amplio,adornadoconlanosafelpa.Asiólafuertelanza,cuyaaguzadapuntaeradebronce,yseencaminóalasnavesdelosaqueos,debroncíneascorazas.ElprimeroaquiendespertóNéstor, caballerogerenio, fueaUlises,que en prudencia igualaba aZeus.Llamólo gritando, yUlises, al llegarle lavozalosoídos,saliódelatiendaydijo:

141 —¿Por qué andáis vagando así, por las naves y el ejército, solos,durantelanocheinmortal?¿Quéurgentenecesidadsehapresentado?

143RespondióNéstor,caballerogerenio:

144—¡Laertíada, del linaje deZeus! ¡Ulises, fecundo en ardides!No teenojes,porqueesmuygrandeelpesarqueabrumaa losaqueos.Síguenosyllamaremosaquienconvenga,para tomaracuerdosobresiesprecisohuiroluchartodavía.

148 Así dijo. El ingenioso Ulises, entrando en la tienda, colgó de sushombrosellabradoescudoysejuntóconellos.FueronenbuscadeDiomedesTidida, y lo hallaron delante de su pabellón con la armadura puesta, Suscompañerosdormíanalrededordeél,conlascabezasapoyadasenlosescudosylaslanzasclavadasporelregatónentierra;elbroncedelaspuntaslucíaalolejoscomounrelámpagodelpadreZeus.Elhéroedescansabasobreunapieldetoromontaraz, teniendodebajodelacabezaunespléndidotapete.Néstor,caballerogerenio,sedetuvoasuladolomovióconelpieparaquedespertara,yledabaprisa,increpándolodeestamanera:

159—¡Levántate, hijo deTideo! ¿Cómoduermes a sueño suelto toda lanoche?¿Nosabesquelos troyanosacampanenunaeminenciadela llanura,cercadelasnaves,yquesolamenteuncortoespaciolosseparadenosotros?

162Asídijo.YDiomedes,recordandoenseguidadelsueño,profirióestasaladaspalabras:

164—Eresinfatigable,anciano,ynuncadejasdetrabajar.¿Porventuranohay otros aqueos más jóvenes, que vayan por el campo y despierten a losreyes?¡Nosepuedecontigo,anciano!

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168RespondióleNéstor,caballerogerenio:

169—Sí,hijo,oportunoescuantoacabasdedecir.Tengohijosexcelentesymuchoshombresquepodríanirallamarlos,peroesmuygrandeelpeligroenquesehallanlosaqueos:enelfilodeunanavajaestánahoraunamuytristemuerteylasalvacióndetodos.VeyhazlevantaralvelozAyanteyalhijodeFileo,yaqueeresmásjovenydemítecompadeces.

177 Así dijo. Diomedes cubrió sus hombros con una piel talar decorpulento y fogoso león, tomó la lanza, fue a despertar a aquéllos y se losllevóconsigo.

180 Cuando llegaron adonde se hallaban los guardias reunidos, noencontraronasusjefesdurmiendo,puestodosestabanalertaysobrelasarmas.Como los canes que guardan las ovejas de un establo y sienten venir delmonte,porentre laselva,una terriblefieracongranclamoreodehombresyperros,seponeninquietosyyanopuedendormir;asíeldulcesueñohuíadelos párpados de los que hacían guardia en tan mala noche, pues mirabansiempre hacia la llanura y acechaban si los troyanos iban a atacarlos. Elancianoviolos,alegróse,yparaanimarlosprofirióestasaladaspalabras:

192—¡Vigiladasí,hijosmíos!Noseaquealgunosedejevencerdelsueñoydemosocasiónparaqueelenemigoseregocije.

194Habiendohabladoasí,atravesóelfoso.Siguiéronlolosreyesargivosquehabíansidollamadosalconsejo,yademásMerionesyelpreclarohijodeNéstor,porqueaquélloslosinvitaronadeliberar.Pasadoelfoso,sentáronseenunlugarlimpiodondeelsuelonoaparecíacubiertodecadáveres:allíhabíasevuelto el impetuoso Héctor, después de causar gran estrago a los argivos,cuando la noche los cubrió con su manto. Acomodados en aquel sitio,conversaban;yNéstor,caballerogerenio,comenzóahablardiciendo:

204—¡Oh amigos! ¿No sabrá nadie que, confiando en su ánimo audaz,vayaalcampamentodelostroyanosdeánimoaltivo?Quizáhicieraprisioneroaalgúnenemigoqueanderezagado,oaveriguara,oyendoalgúnrumor,loquelostroyanoshandecidido:sideseanquedarseaquí,cercadelasnavesylejosde la ciudad, o volverán a ella cuando hayan vencido a los aqueos. Si seenteraradeestoyregresaraincólume,seríagrandesugloriadebajodelcieloyentreloshombrestodos,ytendríaunahermosarecompensa:cadajefedelosquemandan en las naves le daríaunaoveja con su corderito—presente sinigual—yseleadmitiríaademásentodoslosbanquetesyfestines.

218 Así habló. Enmudecieron todos y quedaron silenciosos, hasta queDiomedes,valienteenlapelea,lesdijo:

220—¡Néstor!Micorazónyánimovalerosome incitanapenetrarenelcampode losenemigosque tenemoscerca,de los troyanos;pero, si alguien

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meacompañase,miconfianzaymiosadía seríanmayores.Cuandovandos,unoseanticipaalotroenadvertirloqueconviene;cuandoseestásolo,aunquesepiense,lainteligenciaesmástardaylaresoluciónmásdifícil.

227Asídijo,ymuchosquisieronacompañaraDiomedes.Deseáronlolosdos Ayantes, servidores de Ares; quísolo Meriones; lo anhelaba el hijo deNéstor;deseóloelAtridaMenelao,famosoporsulanza;yporfin,tambiénelsufrido Ulises quiso penetrar en el ejército troyano, porque el corazón quetenía en el pecho aspiraba siempre a ejecutar audaces hazañas. Y el rey dehombres,Agamenón,dijoentonces:

234—¡TididaDiomedes,carísimoamicorazón!Escogeporcompañeroalquequieras,almejordelospresentes;puessonmuchoslosqueseofrecen.Nodejesalmejoryelijasaotropeor,porrespetoalgunoquesientasentualma,niporconsideraciónallinaje,niporatenderaqueseaunreymáspoderoso.

240 Habló en estos términos, porque temía por el rubio Menelao. YDiomedes,valienteenlapelea,replicó:

242—Si me mandáis que yo mismo designe al compañero, ¿cómo nopensaréeneldivinoUlises,cuyocorazónyánimovalerososontandispuestospara toda suerte de trabajos, y a quien tanto ama Palas Atenea? Con élvolveríamos aquí aunque nos rodearan abrasadoras llamas, porque suprudenciaesgrande.

248RespondióleelpacientedivinoUlises:

249 —¡Tidida! No me alabes en demasía ni me vituperes, puesto quehablas a los argivos de cosas que les son conocidas. Pero, vámonos, que lanocheestámuyadelantadaylaauroraseacerca;losastroshanandadomucho,ylanochevayaenlasdospartesdesujornadaysólountercionosresta.

254Endiciendoesto,vistieronentramboslasterriblesarmas.ElintrépidoTrasimedesdioalTididaunaespadadedosfilos—ladeéstehabíaquedadoenlanave—yunescudo;ylepusounmorrióndepieldetorosinpenachonicimera,quesellamacatétyxylousanlosmancebosquesehallanenlaflordelajuventudparaprotegerlacabeza.MerionesprocuróaUlisesarco,carcajyespada,ylecubriólacabezaconuncascodepielquepordentrosesujetabaconmuchasyfuertescorreasyporfuerapresentabalosblancosdientesdeunjabalí, ingeniosamente repartidos, y teníaunmechónde lana colocado en elcentro. Este casco era el que Autólico había robado en Eleón a AmíntorOrménida, horadando la pared de su casa, y que luego dio en Escandia aAnfidamantedeCitera;Anfidamanteloregaló,comopresentedehospitalidad,aMolo;éstelocedióasuhijoMerionesparaquelollevara,yentonceshubodecubrirlacabezadeUlises.

272Una vez revestidos de las terribles armas, partieron y dejaron allí a

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todos los príncipes. PalasAtenea envióles una garza, y, si bien no pudieronverlaconsusojos,porquelanocheeraobscura,oyéronlagraznaraladerechadelcamino.UlisesseholgódelpresagioyoróaAtenea:

278—¡Óyeme, hija de Zeus, que lleva la égida! Tú que me asistes entodos los trabajosyconocesmispasos,semeahorapropiciamásquenunca,Atenea, y concede que volvamos a las naves cubiertos de gloria por haberrealizadounagranhazañaquepreocupealostroyanos.

283Diomedes,valienteenlapelea,oróluegodiciendo:

284—¡Ahoraóyemetambiénamí,hijadeZeus!¡Indómita!Acompáñamecomo acompañaste a mi padre, el divino Tideo, cuando fue a Teba enrepresentacióndelosaqueos.Dejandoalosaqueos,debroncíneascorazas,aorillas del Asopo, llevó un agradablemensaje a los cadmeos; y a la vueltaejecutóadmirablesproezascontuayuda,excelentediosa,porquebenévolalosocorrías. Ahora, socórreme a mí y préstame tu amparo. E inmolaré en tuhonorunaterneradeunaño,defrenteespaciosa,indómitaynosujetaaúnalyugo,despuésdederramarorosobresuscuernos.

295Asídijeronrogando,ylosoyóPalasAtenea.YdespuésderogaralahijadelgranZeus,anduvieronenlaobscuridaddelanoche,comodosleones,porelcampopuestantacarniceríasehabíahecho,pisandocadáveres,armasydenegridasangre.

299TampocoHéctordejabadormiralosvalientestroyanospuesconvocóa todos lospróceres, a cuantos eran caudillos ypríncipesde los troyanos, yunavezreunidoslesexpusounaprudenteidea:

303—¿Quién,porungranpremio,seofreceráallevaracabolaempresaque voy a decir? La recompensa será proporcionada. Daré un carro y doscorcelesdeerguidocuello,losmejoresquehayaenlasvelerasnavesaqueas,alque tenga laosadíadeacercarsea lasnavesde ligeroandar—conelloalmismotiempoganarágloria—yaverigüesiéstassonguardadastodavía,olosaqueos,vencidospornuestrasmanos,piensanenlahuidaynoquierenvelardurantelanocheporqueelcansancioabrumadorlosrinde.

313Asídijo.Enmudecierontodosyquedaronsilenciosos.HabíaentrelostroyanosunciertoDolón,hijodeldivinoheraldoEumedes, ricoenoroyenbronce; era de feo aspecto, pero de pies ágiles, y el único hijo varón de sufamiliaconcincohermanas.ÉstedijoentoncesalostroyanosyaHéctor:

319—¡Héctor!Micorazónymiánimovalerosomeincitanaacercarmealasnaves,deligeroandar,parasaberlo.Ea,alzaelcetroyjuraquemedarásloscorcelesyelcarroconadornosdebroncequeconducenaleximioPelión.No te será inútilmi espionaje, ni tus esperanzas se verán defraudadas; puesatravesarétodoelejércitohastallegaralanavedeAgamenón,queesdonde

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deben de haberse reunido los caudillos para deliberar si huirán o seguiráncombatiendo.

328Asídijo.YHéctor,tomandoenlamanoelcetro,prestóeljuramento:

329—Sea testigo elmismo Zeus tonante, esposo deHera. Ningún otrotroyano será llevado por estos corceles, y tú disfrutarás perpetuamente deellos.

332 Con tales palabras, jurando lo que no había de cumplirse, animó aDolón.Éste,sinperdermomento,colgódelhombroelcorvoarco,vistióunapelícanapieldelobo,cubriólacabezaconunmorrióndepieldecomadreja,tomóunpuntiagudodardo,y,saliendodelejército,seencaminóalasnaves,dedondenohabíadevolverparadarleaHéctorlanoticia.Puesyahabíadejadoatrás la multitud de carros y hombres, y andaba animoso por el camino,cuandoUlises,del linajedeZeus,advirtiendoqueseacercabaaellos,hablóasíaDiomedes:

341—Esehombre,Diomedes,vienedelejército;peroignorosivacomoespíaanuestrasnavesointentadespojaralgúncadáverdelosquemurieron.Dejemosqueseadelanteunpocomásporlallanura,yechándonossobreéllocogeremos fácilmente; y si en correr nos aventajase, apártalo del ejército,acometiéndoloconlalanza,ypersíguelosiemprehacialasnaves,paraquenoseguarezcaenlaciudad.

349Dichasestaspalabras,tendiéronseentrelosmuertos,fueradelcamino.ElincautoDolónpasóconpieligero.Mas,cuandoestuvoaladistanciaaqueseextiendenlossurcosdelasmulas—éstassonmejoresquelosbueyesparatirardeun sólidoaradoen tierranoval—,UlisesyDiomedescorrierona sualcance.Dolón oyó ruido y se detuvo, creyendo que algunos de sus amigosvenían del ejército troyano a llamarlo por encargo de Héctor. Pero así queaquéllos se hallaron a tiro de lanza o más cerca aún, conoció que eranenemigosypusosudiligenciaenlospieshuyendo,mientrasellosselanzabana perseguirlo. Como dos perros de agudos dientes, adiestrados para cazar,acosanenunaselvaauncervatooaunaliebrequehuyechillandodelantedeellos, delmismomodo elTidida yUlises, asolador de ciudades, perseguíanconstantementeaDolóndespuésquelograronapartarlodelejército.Yaensufugahacialasnavesibaeltroyanoatoparconlosguardias,cuandoAteneadiofuerzasalTididaparaqueningunodelosaqueos,debroncíneascorazas,seleadelantaraypudiera jactarsedehabersidoelprimeroenherirloyél llegasedespués.ElfuerteDiomedesarremetióaDolón,conlalanza,ylegritó:

370 Tente, o te alcanzarámi lanza; y no creo que puedas evitarmuchotiempoquemimanotedéunamuerteterrible.

372Dijo,yarrojólalanza;masdeintentoerróeltiro,yéstaseclavóenel

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suelo después de volar por cima del hombro derecho de Dolón. Paróse eltroyanodentellando—losdientescrujíanleenlaboca—,temblorosoypálidodemiedo;Ulises yDiomedes se le acercaron, jadeantes, y le asieron de lasmanos,mientrasaquélllorabaylesdecía:

378—Hacedmeprisioneroyyome redimiré.Hayencasabronce,oroyhierrolabrado:conellosospagaríamipadreinmensorescate,sisupieraqueestoyvivoenlasnavesaqueas.

382RespondióleelingeniosoUlises:

383 —Tranquilízate y no pienses en la muerte. Ea, habla y dime consinceridad: ¿Adónde ibas solo, separadode tuejércitoyderechamentehacialas naves, en esta noche obscura, mientras duermen los demás mortales?¿Acasoadespojaraalgúncadáver?¿PorventuraHéctorteenviócomoespíaalascóncavasnaves?¿Otedejastellevarporlosimpulsosdetucorazón?

390ContestóDolón,aquienletemblabanlascarnes:

391 —Héctor me hizo salir fuera de juicio con muchas y perniciosaspromesas: accedió a darme los solípedos corceles y el carro con adornosdebroncedeleximioPelión,paraque,acercándomedurantelarápidayobscuranochealosenemigos,averiguasesilasvelerasnavessonguardadastodavía,olosaqueos,vencidospornuestrasmanos,piensanenlafugaynoquierenvelarporqueelcansancioabrumadorlosrinde.

400DíjolesonriendoelingeniosoUlises:

401—Grande es el presente que tu corazón anhelaba. ¡Los corceles delaguerridoEácida!Difícilesqueningunodelosmortaleslossujeteyseaporellosllevado,fueradeAquiles,quetieneunamadreinmortal.Pero,ea,hablaydime con sinceridad: ¿Dónde, al venir, has dejado a Héctor, pastor dehombres?¿Enqué lugar tiene lasmarcialesarmasy loscaballos?¿Cómosehacenlasguardiasydequémodoestándispuestaslastiendasdelostroyanos?Cuentatambiénloqueestándeliberando:sideseanquedarseaquícercadelasnaves y lejos de la ciudad, o volverán a ella cuando hayan vencido a losaqueos.

412ContestóDolón,hijodeEumedes:

413—De todo voy a informarte con exactitud. Héctor y sus consejerosdeliberan lejos del bullicio, junto a la tumba del divino Ilo; en cuanto a lasguardiasporquemepreguntas,ohhéroe,ningunahasidodesignada,paraqueveleporelejércitoniparaquevigile.Entornodecadahogueralostroyanos,apremiadosporlanecesidad,velanyseexhortanmutuamentealavigilancia.Perolosauxiliares,venidosdelejastierras,duermenydejanalostroyanoselcuidadodelaguardia,porquenotienenaquíasushijosymujeres.

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423VolvióapreguntarleelingeniosoUlises:

424 —¿Éstos duermen mezclados con los troyanos o separadamente?Dímeloparaquelosepa.

426ContestóDolón,hijodeEumedes:

427—De todo voy a informarte con exactitud. Hacia el mar están loscarios,lospeonios,armadosdecorvosarcos,ylosléleges,cauconesydivinospelasgos.ElladodeTimbraloobtuvieronporsuerteloslicios,losarrogantesmisios, los frigios, que combaten en carros, y losmeonios, que armados decascocombatenencarros.Mas¿porquémehacéisesaspreguntas?Sideseáisentraros por el ejército troyano, los tracios recién venidos están ahí, en eseextremo, con su rey Reso, hijo de Eyoneo. He visto sus corceles que sonbellísimos, de gran altura, más blancos que la nieve y tan ligeros como elviento.Sucarrotienelindosadornosdeoroyplata,ysusarmassondeoro,magníficas,encantodelavista,ymáspropiasdelosinmortalesdiosesquedehombresmortales. Pero llevadmeya a las naves de ligero andar, o dejadmeaquí,atadoconrecios lazos,paraquevayáisycomprobéissioshablécomodebía.

446Mirándolocontorvafaz,lereplicóelfuerteDiomedes:

447 —No esperes escapar de ésta, Dolón, aunque tus noticias sonimportantes, pues has caído en nuestras manos. Si te dejásemos libre oconsintiéramos en el rescate, vendrías de nuevo a las veleras naves de losaqueosaespiaroacombatircontranosotros;y,sipormimanopierdeslavida,noserásenadelanteunaplagaparalosargivos.

454Dijo;yDolóniba,comosuplicante,atocarlelabarbaconsurobustamano, cuandoDiomedes, de un tajo enmedio del cuello, le rompió ambostendones;y lacabezacayóenelpolvo,mientrasel troyanohablaba todavía.Quitáronleelmorrióndepieldecomadreja,lapieldelobo,elflexiblearcoyla ingente lanza; y el divinoUlises, cogiéndolo todo con lamano, levantóloparaofrecerloaAtenea,quepresidelossaqueos,yoródiciendo:

462—Huélgate de esta ofrenda, ¡oh diosa! Serás tú la primera a quieninvocaremosentrelasdeidadesdelOlimpo.Yahoraguíanoshacialoscorcelesylastiendasdelostracios.

465 Dichas estas palabras, apartó de sí los despojos y los colgó de untamarisco,cubriéndolosconcañasyfrondosasramasdelárbol,quefueranunaseñalvisibleparaquenolespasaraninadvertidos,alregresardurantelarápidayobscuranoche.Luegopasarondelanteporencimadelasarmasydelanegrasangre,yllegaronalgrupodelostraciosque,rendidosdefatiga,dormíanconlashermosasarmasenelsuelo,dispuestosordenadamenteen tresfilas,yunpardecaballosjuntoacadaguerrero.Resodescansabaenelcentro,yteníalos

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ligeros corceles atados con correas a un extremo del carro. Ulises violo elprimeroylomostróaDiomedes:

477—Ésteeselhombre,Diomedes,yéstosloscorcelesdequenoshablóDolón,aquienmatamos.Ea,muestratuimpetuosovalorynotengasociosaslas armas. Desata los caballos, o bienmata hombres y yome encargaré deaquéllos.

482Asídijo,yAtenea,ladeojosdelechuza,infundióvaloraDiomedes,quecomenzóamataradiestroyasiniestro:sucedíanseloshorriblesgemidosde losquedaban lavida a losgolpesde la espada, y su sangre enrojecía latierra. Como un mal intencionado león acomete al rebaño de cabras o deovejas, cuyo pastor está ausente, así el hijo de Tideo se abalanzaba a lostracios, hasta que mató a doce. A cuántos aquél hería con la espada, elingenioso Ulises, asiéndolos por un pie, los apartaba del camino, para queluego los corceles de hermosas crines pudieran pasar fácilmente y no seasustasendepisarcadáveres,alocualnoestabanacostumbrados.LlegóelhijodeTideoadondeyacíael rey,y fueésteeldecimotercioaquienprivóde ladulcevida,mientrasdabaunsuspiro;puesenaquellanocheelnietodeEneoaparecíaseendesagradableensueñoaReso,porordendeAtenea.DuranteestetiempoelpacienteUlisesdesatólossolípedoscaballos,losligóconlasriendasylossacódelejércitoaguijándolosconelarco,porqueseleolvidótomarelmagnífico látigo que había en el labrado carro.Y enseguida silbó, haciendoseñaaldivinoDiomedes.

503Maséste,quedándoseaún,pensabaquépodríahacerque fuesemuyarriesgado:sisellevaríaelcarroconlaslabradasarmas,yatirandodeltimón,yalevantándoloenalto;oquitaríalavidaamástracios.Entantoquerevolvíatales pensamientos en su espíritu, presentóse Atenea y habló así al divinoDiomedes:

509 —Piensa ya en volver a las cóncavas naves, hijo del magnánimoTideo.Noseaquehayasdellegarhuyendo,sialgúnotrodiosdespiertaalostroyanos.

512 Así habló. Diomedes, conociendo la voz de la diosa, montó sindilación a caballo, y también Ulises, que los aguijó con el arco; y volaronhacialasvelerasnavesaqueas.

515Apolo, que lleva arco de plata, estaba en acecho desde que advirtióqueAteneaacompañabaalhijodeTideo;e,indignadocontraella,entróseporelejércitodelostroyanosydespertóaHipocoonte,valerosocaudillotracioysobrinodeReso.ComoHipocoonte,recordandodelsueño,vieravacíoellugarqueocupabanloscaballosyaloshombreshorriblementeheridosypalpitantestodavía, comenzó a lamentarse y a llamar por su nombre al queridocompañero.Yprontosepromoviógranclamoreoeinmensotumultoentrelos

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troyanos,queacudíanentropelyadmirabanlapeligrosaaventuraaqueunoshombreshabíandadocima,regresandoluegoalascóncavasnaves.

526Cuandoamboshéroes llegaronalsitioenquehabíandadomuertealespíadeHéctor,Ulises,caroaZeus,detuvolosvelocescaballos;yelTidida,apeándose, tomó los cruentos despojos que puso en las manos de Ulises,volvió a montar y picó a los corceles. Éstos volaron gozosos hacia lascóncavasnaves,puesaellasdeseabanllegar.Néstorfueelprimeroqueoyólaspisadasdeloscaballos,ydijo:

533—¡Ohamigos,capitanesypríncipesde losargivos!¿Meengañaréoseráverdadloquevoyadecir?Elcorazónmeordenahablar.Oigopisadasdecaballosdepiesligeros.OjaláUlisesyelfuerteDiomedestrajerandelcampotroyanosolípedoscorceles;peromuchotemoquealosmásvalientesargivosleshayaocurridoalgúnpercanceenelejércitotroyano.

540Aúnnohabíaacabadodepronunciarestaspalabras,cuandoaquéllosllegaronyecharonpieatierra.Todoslossaludabanalegrementeconladiestray con afectuosas palabras. Y Néstor, caballero gerenio, les preguntó elprimero:

544 —¡Ea, dime, célebre Ulises, gloria insigne de los aqueos! ¿Cómohubisteisestoscaballos:penetrandoenelejércitotroyano,orecibiéndolosdeun dios que os salió al camino? Muy semejantes son a los rayos del sol.Siempre entro por las filas de los troyanos; pues, aunque anciano, no mequedoenlasnaves,yjamáshevistoniadvertidotalescorceles.Supongoqueloshabréisrecibidodealgúndiosqueossalióalencuentro,puesaentrambosos aman Zeus, que amontona las nubes, y su hija Atenea, la de ojos delechuza.

554RespondióleelingeniosoUlises:

555—¡NéstorNelida,gloriainsignedelosaqueos!Fácilleseríaaundios,siquisiera,darcaballosmejoresaúnqueéstos,puessupoderesmuygrande.Los corceles por los que preguntas, anciano, llegaron recientemente y sontracios:elvalienteDiomedesmatóaldueñoyadocedesuscompañeros,todosaventajados.Ycercade lasnavesdimosmuerte aldecimotercio,queeraunespíaenviadoporHéctoryotrostroyanosilustresaexplorarestecampamento.

564 De este modo habló; y muy ufano, hizo que los solípedos caballospasaran el foso, y los demás aqueos siguiéronlo alborozados. Cuandoestuvieron en la hermosa tienda del Tidida, ataron los corceles con biencortadascorreasalpesebre,donde loscaballosdeDiomedescomíanel trigodulcecomolamiel.UlisesdejóenlapopadesunaveloscruentosdespojosdeDolón, para guardarlos hasta que ofrecieran un sacrificio a Atenea. Ambosentraron en elmar y se lavaron el abundante sudor de sus piernas, cuello y

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muslos.Cuandolasolasleshubieronlimpiadoelabundantesudordelcuerpoyrecreadoelcorazón,metiéronseenpulimentadaspilasysebañaron.Lavadosya y ungidos con craso aceite, sentáronse a la mesa, y, sacando de unarebosantecráteravinodulcecomolamiel,enhonordeAtenealolibaron.

CantoXI

PrincipalíadeAgamenón

En la batalla entre aqueos y troyanos, aquéllos llevan la peor parte:Agamenón,DiomedesyUlises resultanheridos.Ante laclaraventajade lostroyanos,AquilesenvíaaPatroclojuntoaNéstor.

1LaAuroraselevantabadellecho,dejandoalilustreTitono,parallevarlaluzalosdiosesyaloshombres,cuando,enviadaporZeus,sepresentóenlasvelerasnavesaqueaslacruelDiscordiaconlaseñaldelcombateenlamano.SubióladiosaalaingentenavenegradeUlises,queestabaenmediodetodas,paraquelooyeranporambosladoshastalastiendasdeAyanteTelamonioyde Aquiles; los cuales habían puesto sus bajeles en los extremos, porqueconfiaban en su valor y en la fuerza de sus brazos.Desde allí daba aquéllagrandes,agudosyhorrendosgritos,yponíamuchafortalezaenelcorazóndetodoslosaqueos,afindequepelearanycombatieransindescanso.Yprontoles fue más agradable batallar que volver a la patria tierra en las cóncavasnaves.

15ElAtrida alzó la vozmandandoque los argivos se apercibiesen, y élmismovistió laarmadurade lucientebronce.Púsoseen tornode laspiernashermosasgrebassujetasconbrochesdeplata,ycubriósupechoconlacorazaqueCiniras lehabíadadoporpresentedehospitalidad.PorquehastaChiprehabía llegado la noticia de que los aqueos se embarcaban para Troya, yCiniras,deseosodecomplaceralrey,ledioestacorazaqueteníadiezfiletesdepavonadoacero,docedeoroyveintedeestaño,yacadaladotrescerúleosdragoneserguidoshaciaelcuelloysemejantesalirisqueelCroniónfijaenlasnubescomoseñalpara loshombresdotadosdepalabra.Luego,el reycolgódelhombrolaespada,enlaquerelucíanáureosclavos,consuvainadeplatasujeta por tirantes de oro. Embrazó después el labrado escudo, fuerte yhermoso,delaalturadeunhombre,quepresentabadiezcírculosdebronceenel contorno, tenía veinte bollos de blanco estaño y en el centro uno denegruzcoacero,ylocoronabaGorgona,deojoshorrendosytorvavista,conelTerror y la Fuga a los lados. Su correa era argentada, y sobre la mismaenroscábase cerúleo dragón de tres cabezas entrelazadas, que nacían de unsolocuello.Cubrióenseguidasucabezaconuncascodedoblecimera,cuatro

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abolladurasypenachodecrinesdecaballo,quealondearenloaltocausabapavor; y asió dos fornidas lanzas de aguzada broncínea punta, cuyo brillollegabahastaelcielo.YAteneayHeratronaronenlasalturasparahonraralreydeMicenas,ricaenoro.

47Cadacualmandóentoncesasuaurigaquetuvieradispuestoselcarroyloscorcelesjuntoalfoso;salierontodosapieyarmados,ylevantóseinmensoviento antes que la aurora despuntara. Delante del foso ordenáronse losinfantes, y a éstos siguieron de cerca los que combatían en carros. Y elCronida promovió entre ellos funesto tumulto y dejó caer desde el étersanguinoso rocío porque había de precipitar alHades amuchas y valerosasalmas.

56Lostroyanospusiéronsetambiénenordendebatallaenunaeminenciade la llanura, alrededor del granHéctor, del eximio Polidamante, de Eneas,honradocomoundiosporelpueblotroyano,ydelostresAntenóridas:Pólibo,el divino Agenor y el joven Acamante, que parecía un inmortal. Héctor,armado de un escudo liso, llegó con los primeros combatientes. Cual astrofunesto,queunasvecesbrillaenelcieloyotrasseocultadetrásdelaspardasnubes; asíHéctor, ya aparecía entre los delanteros, ya semostraba entre losúltimos,siempredandoórdenesybrillandoporlaarmaduradebroncecomoelrelámpagodelpadreZeus,quellevalaégida.

67Comolossegadorescaminanendireccionesopuestasporlossurcosdeun campo de trigo o de cebada de un hombre opulento, y los manojos deespigascaenespesos,delamismamanera,troyanosyaqueosseacometíanymataban,sinpensarenlaperniciosafuga.Igualandabalapelea,ycomolobosseembestían.Gozábaseenverlos la luctuosaDiscordia,únicadeidadquesehallabaentreloscombatientes;pueslosdemásdiosespermanecíanquietosenloshermosospalaciosqueseleshabíaconstruidoenlosvallesdelOlimpoytodos acusaban al Cronida, el dios de las sombrías nubes, porque queríaconceder la victoria a los troyanos.Mas el padre no se cuidaba de ellos; y,sentadoaparte,ufanode sugloria, contemplaba laciudad troyana, lasnavesaqueas,elbrillodelbronce,alosquematabanyalosquelamuerterecibían.

84Alamanecerymientrasibaaumentandolaluzdelsagradodía,lostirosalcanzabanpor igual a unosy a otros y los hombres caían.Cuando llegó lahoraenqueel leñadorpreparaelalmuerzoenlaespesuradelmonte,porquetienelosbrazoscansadosdecortargrandesárboles,sientefatigaensucorazónyeldulcedeseodelacomidalehallegadoalalma,losdánaos,exhortándosemutuamente por las filas y peleando con bravura, rompieron las falangesteucras.Agamenón,quefueelprimeroenarrojarseaellas,matóprimeramenteaBiánor, pastor de hombres, y después a su compañeroOileo, hábil jinete.Éste se había apeado del carro para sostener el encuentro, pero elAtrida lehundióenlafrentelaaguzadapica,quenofuedetenidaporelcascodelduro

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bronce,sinoquepasóatravésdelmismoydelhueso,conmovióleelcerebroypostró al guerrero cuando contra aquél arremetía. Después de quitarles aentramboslacoraza,Agamenón,reydehombres,dejólosallí,conelpechoalaire, y fue a dar muerte a Iso y a Antifo, hijos bastardo y legítimo,respectivamente,dePríamo,queibanenelmismocarro.Elbastardoguiabayel ilustreAntifo combatía.Enotro tiempoAquiles, habiéndolos sorprendidoen un bosque del Ida, mientras apacentaban ovejas, atólos con tiernosmimbres; y luego, pagado el rescate, los puso en libertad.Mas entonces elpoderoso Agamenón Atrida le envainó a Iso la lanza en el pecho, sobre latetilla,yaAntifolohirióconlaespadaenlaorejayloderribódelcarro.Y,alirpresurosoaquitarleslasmagníficasarmaduras,losreconoció;puesloshabíavistoenlasvelerasnavescuandoAquiles,elde lospies ligeros,se los llevódelIda.Bienasícornounleónpenetraenlaguaridadeunaágilcierva,seechasobreloshijuelosydespedazándolosconlosfuertesdienteslesquitalatiernavida,ylamadrenopuedesocorrerlos,aunqueestécerca,porqueledaungrantemblor,yatraviesa,azoradaysudorosa,selvasyespesosencinares,huyendode la acometida de la terrible fiera; tampoco los troyanos pudieron librar aaquéllosdelamuerte,porqueasuvezhuíandelantedelosargivos.

122Alcanzó luegoel reyAgamenónaPisandroyal intrépidoHipóloco,hijos del aguerrido Antímaco (éste, ganado por el oro y los espléndidosregalos de Alejandro, se oponía a que Helena fuese devuelta al rubioMenelao): ambos iban en un carro, y desde su sitio procuraban guiar losveloces corceles, pues habían dejado caer las lustrosas riendas y estabanaturdidos. Cuando el Atrida arremetió contra ellos, cual si fuese un león,arrodilláronseenelcarroyasílesuplicaron:

131—Haznosprisioneros,hijodeAtreo,yrecibirásdignorescate.Muchascosas de valor tiene en su casa Antímaco: bronce, oro, hierro labrado; conellasnuestropadrelopagaríainmensorescate,sisupieraqueestamosvivosenlasnavesaqueas.

136Contandulcespalabrasyllorandohablabanalrey,perofueamargalarespuestaqueescucharon:

138 —Pues si sois hijos del aguerrido Antímaco que aconsejaba en elágora de los troyanos matar a Menelao y no dejarle volver a los aqueos,cuandovinoa títulodeembajador coneldeiformeUlises, ahorapagaréis lainsolenteinjuriaquenosinfirióvuestropadre.

143Dijo,yderribódelcarroaPisandro:dioleunalanzadaenelpechoylotumbódeespaldas.DeunsaltoapeóseHipóloco,yyaentierra,Agamenónlecercenóconlaespadalosbrazosylacabeza,quetiró,haciéndolarodarcomoun montero, por entre las filas. El Atrida dejó a éstos, y seguido de otrosaqueos, de hermosas grebas, fuese derecho al sitio donde más falanges,

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mezclándose en montón confuso, combatían. Los infantes mataban a losinfantes,queseveíanobligadosahuir;losquecombatíandesdeelcarrodabanmuerteconelbroncealosenemigosqueasípeleaban,yatodoslosenvolvíalapolvaredaqueenlallanuralevantabanconsussonoraspisadasloscaballos.YelreyAgamenónibasiempreadelante,matandotroyanosyanimandoalosargivos.Comoalestallarvorazincendioenunboscaje,elvientohaceoscilarlasllamasylopropagaportodaspartes,ylosarbustoscedenalaviolenciadelfuegoycaenconsusmismasraíces,deigualmaneracaíanlascabezasdelostroyanospuestosenfugaporAgamenónAtrida,ymuchoscaballosdeerguidocuelloarrastrabanconestrépitoporelcampo loscarrosvacíosyechabandemenosa loseximiosconductores;peroéstos, tendidosentierra,eranyamásgratosalosbuitresqueasuspropiasesposas.

163AHéctor,Zeuslesustrajodelostiros,elpolvo,lamatanza,lasangreyeltumulto;yelAtridaibaadelante,exhortandovehementementealosdánaos.Lostroyanoscorríanporlallanura,deseososderefugiarseenlaciudad,yyahabían dejado a su espalda el sepulcro del antiguo Ilo Dardánida y elcabrahígo; y el Atrida les seguía al alcance, vociferando, con las invictasmanosllenasdepolvoysangre.LosqueprimerollegaronalaspuertasEsceasya laencinadetuviéronseparaaguardara suscompañeros, loscualeshuíanporlallanuracomovacasaterrorizadasporunleónque,presentándoseenlaobscuridadde lanoche,dacruelmuerteaunadeellas, rompiendosucervizconlosfuertesdientesytragandosusangreysusentrañas;delmismomodoelreyAgamenónAtridaperseguíaalostroyanos,matandoalqueserezagaba,yelloshuíanespantados.ElAtrida,manejandolalanzacongranfuria,derribóamuchos,yadepechos,yadeespaldas,desusrespectivoscarros.Mascuandolefaltabapocoparallegaralaltomurodelaciudad,elpadredeloshombresydelosdiosesbajódelcieloconelrelámpagoenlamano,sesentóenunadelascumbresdel Ida, abundanteenmanantiales,y llamóa Iris, ladedoradasalas,paraquelesirviesedemensajera:

186—¡Anda, ve, rápida Iris!Dile aHéctor estas palabras:Mientras veaqueAgamenón,pastordehombres,seagitaentreloscombatientesdelanterosydestrozafilasdehombres,retíreseyordenealpuebloquecombataconlosenemigosen laencarnizadabatalla.Masasíqueaquél,heridode lanzaodeflecha,subaalcarro, ledaréfuerzasparamatarenemigoshastaque lleguealasnavesdemuchosbancos,sepongaelsolycomiencelasagradanoche.

195Así dijo; y la veloz Iris, de pies ligeros como el viento, no dejó deobedecerlo. Descendió de losmontes ideos a la sagrada Ilio, y, hallando aldivinoHéctor,hijodelbelicosoPríamo,depieenelsólidocarro,sedetuvoasulado,ylehablódeestamanera:

200—¡Héctor,hijodePríamo,queenprudenciaigualasaZeus!ElpadreZeusmemandaparaquetedigalosiguiente:MientrasveasqueAgamenón,

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pastordehombres, se agita entre los combatientesdelanterosydestroza susfilas,retíratedelaluchayordenaalpuebloquecombataconlosenemigosenlaencarnizadabatalla.Masasíqueaquél,heridodelanzaodeflecha,subaalcarro, te dará fuerzas paramatar enemigos hasta que llegues a las naves demuchosbancos,sepongaelsolycomiencelasagradanoche.

210CuandoIris,ladelospiesligeros,hubodichoesto,sefue.Héctorsaltódelcarroalsuelosindejarlasarmas;y,blandiendoafiladaspicas,recorrióelejército, animóle a luchar y promovió una terrible pelea. Los troyanosvolvieron la cara a los aqueos para embestirlos; los argivos, por su parte,cerraronlasfilasdelasfalanges;reanudóseelcombate,yAgamenónacometióelprimero,porquedeseabaadelantarseatodosenlabatalla.

218 Decidme ahora,Musas, que poseéis olímpicos palacios, cuál fue elprimertroyanooaliadoilustrequeaAgamenónseopuso.

221 Fue Ifidamante Antenórida, valiente y alto de cuerpo, que se habíacriadoenlafértilTracia,madredeovejas.EratodavíaniñocuandosuabuelomaternoCiseo,padredeTeano,ladehermosasmejillas,loacogióensucasa;y así que hubo llegado a la gloriosa edad juvenil, lo conservó a su lado,dándoleasuhijaenmatrimonio.Apenascasado,Ifidamantetuvoquedejareltálamoparairaguerrearcontralosaqueos:llegópormarhastaPercote,dejóallílasdocecorvasnavesquemandabayseencaminóportierraaIlio.Taleraquien salió al encuentro de Agamenón Atrida. Cuando ambos se hallaronfrente a frente, acometiéronse, y elAtrida erró el tiro, porque la lanza se ledesvió; Ifidamante dio con la pica unbote en la cintura deAgamenón,másabajodelacoraza,y,aunqueempujóelastilcontodalafuerzadesubrazo,nologróatravesarellabradotahalí,pueslapuntaalchocarconlaláminadeplatase torció como plomo. Entonces el poderoso Agamenón asió de la pica, ytirandodeellaconlafuriadeunleón,laarrancódelasmanosdeIfidamante,aquienhirióenelcuellocon laespada,dejándolesinvigor losmiembros.Deeste modo cayó el desventurado para dormir el sueño de bronce, mientrasauxiliabaalostroyanos,lejosdesujovenylegítimaesposa,cuyagratitudnollegóaconocerdespuésquetantolehabíadado:habíaleregaladocienbueyesyprometidocienmilcabrasymilovejasdelasinnumerablesquesuspastoresapacentaban.ElAtridaAgamenónlequitólamagníficaarmadurayselallevó,abriéndosepasoporentrelosaqueos.

248 Advirtiólo Coón, varón preclaro a hijo primogénito de Anténor, ydensanubedepesarcubriósusojosporlamuertedelhermano.PúsosealladodeAgamenónsinqueéstelonotara,dioleunalanzadaenmediodelbrazo,enelcodo,yseloatravesóconlapuntadelarelucientepica.Estremecióseelreydehombres,Agamenón,masnoporestodejódelucharnidecombatir;sinoquearremetióconlaimpetuosalanzaaCoón,elcualseapresurabaaretirar,asiéndoloporelpie,elcadáverdeIfidamante,suhermanodepadre,yavoces

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pedíaauxilioa losmásvalientes.Mientrasarrastrabaelcadáverporentre laturba, cubriéndolo con el abollonado escudo, Agamenón le envasó labroncínea lanza; dejó sin vigor susmiembros, y le cortó la cabeza sobre elmismo Ifidamante. Y ambos hijos de Anténor, cumpliéndose su destino,acabaronlavidaamanosdelreyAtridaydescendieronalamoradadeHades.

264EntróseluegoAgamenónporlasfilasdeotrosguerreros,ycombatióconlalanza,laespadaygrandespiedrasmientraslasangrecalientebrotabadelaherida;masasíqueéstasesecóylasangredejódecorrer,agudosdoloresdebilitaron sus fuerzas. Como los dolores agudos y acerbos que a laparturienta envían las Ilitias, hijas de Hera, las cuales presiden losalumbramientos y disponen de los terribles dolores del parto; tales eran losagudos dolores que debilitaron las fuerzas del Atrida. De un salto subió alcarro;conel corazónafligidomandóal aurigaque le llevasea lascóncavasnaves,ygritandofuertedijoalosdánaos:

276—¡Ohamigos,capitanesypríncipesdelosargivos!Apartadvosotrosde las naves surcadoras del ponto el funesto combate; pues amí el próvidoZeusnomepermitecombatirtodoeldíaconlostroyanos.

280Asídijo.Elaurigapicóconellátigoaloscaballosdehermosascrines,dirigiéndolos a las cóncavas naves; ellos volaron gozosos, con el pechocubiertodeespuma,yenvueltosenunanubedepolvosacarondelcampodelabatallaalfatigadorey.

284Héctor, al notar queAgamenón se ausentaba, con penetrantes gritosanimóalostroyanosyaloslicios:

286 —¡Troyanos, licios, dárdanos que cuerpo a cuerpo combatís! Sedhombres,amigos,ymostradvuestroimpetuosovalor.Elguerreromásvalientese ha ido, y Zeus Cronida me concede una gran victoria. Pero dirigid lossolípedos caballos hacia los fuertes dánaos y la gloria que alcanzaréis serámayor.

291Con estas palabras les excitó a todos el valor y la fuerza.Comouncazador azuza a los perros de blancos dientes contra un montaraz jabalí ocontra un león, así Héctor Priámida, igual a Ares, funesto a los mortales,incitabaalosmagnánimostroyanoscontralosaqueos.Muyalentado,abriósepasoporloscombatientesdelanteros,ycayóenlabatallacomotempestadquevienedeloaltoyalborotaelvioláceoponto.

299¿Cuálfueelprimero,cuálelúltimodelosqueentoncesmatóHéctorPriámidacuandoZeuslediogloria?

301Aseo,elprimero,ydespuésAutónoo,Opites,DólopeClítida,Ofeltio,Agelao,Esimno,OroyelbravoHipónoo.Atalescaudillosdánaosdiomuerte,yademásamuchoshombresdelpueblo.ComoelCéfiroagitayse llevaen

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furiosotorbellinolasnubesqueelvelozNototeníareunidas,ygruesasolasselevantanylaespumallegaaloaltoporelsoplodelerrabundoviento;deestamaneracaíandelantedeHéctormuchascabezasdegentedelpueblo.

310Entoncesgran estragoe irreparablesmales sehubieranproducido,ylosaqueos,dándosealafuga,nohabríanparadohastalasnaves,siUlisesnohubieseexhortadoalTididaDiomedes:

313—¡Tidida!¿Porquénomostramosnuestroimpetuosovalor?Ea,venaquí,amigo;ponteamilado.VergonzosofueraqueHéctor,eldetremolantecasco,seapoderasedelasnaves.

316RespondióleelfuerteDiomedes:

317 —Yo me quedaré y resistiré, aunque será poco el provecho quelogremos;puesZeus,queamontonalasnubes,quiereconcederlavictoriaalostroyanosynoanosotros.

320Dijo,yderribódelcarroaTimbreo,envasándole lapicaen la tetillaizquierda;mientrasUlisesheríaalescuderodelmismorey,aMolión,igualaun dios. Dejáronlos tan pronto como los pusieron fuera de combate, ypenetrandopor la turbacausaronconfusióny terror,comodosembravecidosjabalíes que acometen a perros de caza. Así, habiendo vuelto a combatir,matabanalostroyanos;yentantolosaqueos,quehuíandeHéctor,pudieronrespirarplacenteramente.

328Dierontambiénalcanceadoshombresqueeranlosmásvalientesdesupuebloyveníanenunmismocarro,a loshijosdeMéropepercosio:ésteconocíacomonadieelarteadivinatoria,ynoqueríaquesushijosfuesenalahomicidaguerra;peroellosnoloobedecieron,impelidosporlasparcasdelanegramuerte.DiomedesTidida, famosopor su lanza, les quitó el almay lavidaylosdespojódelasmagníficasarmaduras.UlisesmatóaHipódamoyaHipéroco.

336EntonceselCronida,quedesdeelIdacontemplabalabatalla,igualóelcombate en que troyanos y aqueos se mataban. El hijo de Tideo dio unalanzadaen la cadera al héroeAgástrofoPeónida,queporno tener cerca loscorcelesnopudohuir,yéstafuelacausadesudesgracia:elescuderoteníaelcarroalgodistante,yélserevolvíafuriosoentreloscombatientesdelanteros,hastaqueperdiólavida.AtisbóHéctoraUlisesyaDiomedes,losarremetiógritando, y pronto siguieron tras él las falanges de los troyanos. Al verlo,estremecióseelvalerosoDiomedes,ydijoaUlises,queestabaasulado:

347 —Contra nosotros viene esa calamidad, el impetuoso Héctor. Ea,aguardémosleapiefirmeycerremosconél.

349Dijo;yapuntandoa lacabezadeHéctor,blandióyarrojó la ingente

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lanza,ynoleerró,puesfueadarenlacimadelyelmo;peroelbroncerechazóalbronce,ylapuntanollegóalhermosocutisporimpedírseloelcascodetresdoblecesyagujerosaguisadeojos, regalodeFeboApolo.Héctorentoncesretrocedióunbuentrecho,y,penetrandoporlaturba,cayóderodillas,apoyóla robusta mano en el suelo y obscura noche cubrió sus ojos. Mientras elTidida atravesaba lasprimeras filas para recoger la lanzaque en el suelo sehabía clavado, Héctor tornó en su sentido, subió de un salto al carro, y,dirigiéndolopor enmediode lamultitud, evitó la negramuerte.Y el fuerteDiomedes,quelanzaenmanoloperseguía,exclamó:

362—¡Otravez tehas libradode lamuerte, perro!Muycerca tuviste laperdición,pero te salvóFeboApolo,aquiendebesde rogarcuandosalesalcampoantesdeoírelestruendodelosdardos.Yoacabarécontigosimástardeloencuentroyundiosmeayuda.Yahoraperseguiréa losdemásquesemeponganalalcance.

368 Dijo; y empezó a despojar el cadáver del Peónida, famoso por sulanza. Pero Alejandro, esposo de Helena, la de hermosa cabellera, que seapoyaba en una columna del sepulcro de Ilo Dardánida, antiguo ancianohonrado por el pueblo, armó el arco y lo asestó al hijo de Tideo, pastor dehombres.YmientraséstequitabaalcadáverdelvalerosoAgástrofolalabradacoraza,elmanejableescudodedebajodelpechoyelpesadocasco,aquéltiródel arco y disparó; y la flecha no salió inútilmente de sumano, sino que leatravesóal héroe el empeinedelpiederechoy se clavóen tierra.Alejandrosaliódesuescondite,ycongrandeyregocijadarisasegloriabadiciendo:

380—Heridoestás;noseperdióeltiro.Ojaláque,acertándoteenunijar,lo hubiese quitado la vida. Así los troyanos tendrían un desahogo en susmales,puestetemencomoalleónlasbaladorascabras.

384SinturbarselerespondióelfuerteDiomedes:

385 —¡Flechero, insolente, experto sólo en manejar el arco, mirón dedoncellas!Sifrenteafrentemidierasconmigolasarmas,notevaldríaelarconilasabundantesflechas.Ahoratealabassinmotivo,puessólomerasguñasteel empeine del pie. Tanto me cuido de la herida como si una mujer o uninsipienteniñomelahubiesecausado,quepocoduelelaflechadeunhombrevil y cobarde.De otra clase es el agudo dardo que yo arrojo: por poco quepenetre deja exánime al que lo recibe, y la mujer del muerto desgarra susmejillas,sushijosquedanhuérfanos,yelcadáversepudreenrojeciendoconsusangrelatierrayteniendoasualrededormásavesderapiñaquemujeres.

396 Así dijo. Ulises, famoso por su lanza, acudió y se le puso delante.Diomedessesentó,arrancódelpielaagudaflechayundolorterriblerecorriósucuerpo.Entoncessubióalcarroyconelcorazónafligidomandóalaurigaquelollevasealascóncavasnaves.

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401Ulises,famosoporsulanza,sequedósolo;ningúnargivopermanecióa su lado, porque el terror losposeía a todos.Ygimiendo, a sumagnánimoespírituasílehablaba:

404—¡Ay de mí! ¿Qué me ocurrirá?Muymalo es huir, temiendo a lamuchedumbre,ypeoraúnquemecojanquedándomesolo,puesalosdemásdánaos el Cronión los puso en fuga.Mas ¿por qué en tales cosas me hacepensarelcorazón?Séqueloscobardeshuyendelcombate,yquiendescuellaenlabatalladebemantenersefirme,yaseaherido,yaaotrohiera.

411Mientras revolvía tales pensamientos en su mente y en su corazón,llegaron lashuestesde losescudados troyanos,y, rodeándole, supropiomalentre ellos encerraron. Como los perros y los florecientes mozos cercan yembisten a un jabalí que sale de la espesa selva aguzando en sus corvasmandíbulas los blancos colmillos, y aunque la fiera cruja los dientes yaparezcaterrible,resistenfirmemente;asílostroyanosacometíanentoncesportodosladosaUlises,caroaZeus.MaséldiounsaltoyclavólaagudapicaenunhombrodeleximioDeyopites;matóluegoaToónyaEnnomo;alanceóenelombligopordebajodelcóncavoescudoaQuersidamante,queseapeabadelcarroycayóenelpolvoycogióelsueloconlasmanos;y,dejándolosatodos,envasólalanzaaCáropeHipásida,hermanocarnaldelnobleSoco.Éste,queparecíaundios,vinoadefenderlo,y,deteniéndosecercadeUlises,hablóledeestemodo:

430—¡CélebreUlises, varón incansable en urdir engaños y en trabajar!Hoy, o podrás gloriarte de habermuerto y despojado de las armas a ambosHipásidas,operderáslavida,heridopormilanza.

434Cuandoestohubodicho, lediounboteenel lisoescudo: la fornidalanzaatravesóellucienteescudo,clavóseenlalabradacorazaylevantólapieldel costado; pero Palas Atenea no permitió que llegara a las entrañas delvarón.EntendióUlisesqueporelsitiolaheridanoeramortal,yretrocediendodijoaSocoestaspalabras:

441 —¡Ah infortunado! Grande es la desgracia que sobre ti ha caído.Lograste que cesara de luchar con los troyanos, pero yo te digo que laperdición y la negramuerte te alcanzarán hoy; y, vencido pormi lanza,medarásgloria,yaHades,eldelosfamososcorceles,elalma.

446Dijo,ycomoSocosevolvieraparahuir,clavólelalanzaeneldorso,entreloshombros,yleatravesóelpecho.Elguerrerocayóconestrépito,yeldivinoUlisessejactódesuobra:

450 —¡Oh Soco, hijo del aguerrido Hípaso, domador de caballos! Tesorprendiólamuerteantesdequepudiesesevitarla.¡Ahmísero!Ati,unavezmuerto, ni el padre ni la venerandamadre te cerrarán los ojos, sino que te

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desgarraránlascarnívorasavescubriéndoteconsustupidasalas;mientrasqueamí,simuero,losdivinosaqueosmeharánhonrasfúnebres.

456Asídiciendo,arrancódesucuerpoydelabollonadoescudolaingentelanzaqueSoco lehabíaarrojado;brotó la sangreyafligióleelcorazón.Losmagnánimos troyanos, al ver la sangre, se exhortaron mutuamente entre laturbayembistierontodosaUlises,yésteretrocedió, llamandoavocesasuscompañeros.Tresvecesgritócuantounvarónpuedehacerloavozencuello;tresvecesMenelao,caroaAres,looyó,yalpuntodijoaAyante,queestabaasulado:

465—¡AyanteTelamonio,dellinajedeZeus,príncipedehombres!OigolavozdelpacienteUlisescomosilostroyanos,habiéndoleaisladoenlaterriblelucha, lo estuviesen acosando. Acudámosle, abriéndonos calle por la turba,pues lomejores llevarlesocorro.Temoqueapesardesuvalentía lesucedaalgunadesgracia solo entre los troyanos, y quedespués los dánaos te echenmuydemenos.

47zAsídiciendo,partióy siguióleAyante,varón igualaundios.ProntodieronconUlises,caroaZeus,aquienlostroyanosacometíanportodosladoscomolosrojizoschacalescircundanenelmonteauncornígerociervoheridoporlaflechaqueunhombreledisparóconelarco—sálvaseelciervo,merceda sus pies, y huye en tanto que la sangre está caliente y las rodillas ágiles;póstraloluegolavelozsaeta,y,cuandocarnívoroschacaleslodespedazanenlaespesuradeunmonte,traelafortunaunvorazleónque,dispersandoaloschacales, devora a aquél—; así entonces muchos y robustos troyanosarremetíanalaguerridoysagazUlises;yelhéroe,blandiendolapica,apartabadesílacruelmuerte.PerollegóAyanteconsuescudocomounatorre,sepusoalladodeUlisesylostroyanosseespantaronyhuyeronaladesbandada.YelmarcialMenelao,asiendodelamanoalhéroe,sacólodelaturbamientraselescuderoacercabaelcarro.

489Ayante,acometiendoalostroyanos,matóaDoriclo,hijobastardodePríamo, a hirió a Pándoco, Lisandro, Píraso y Pilartes. Como el hinchadotorrente que acreció la lluvia de Zeus baja rebosante por los montes a lallanura,arrastramuchospinosyencinassecas,yarrojaalmargrancantidaddecieno,asíentonceselilustreAyantedesordenabayperseguíaporelcampoa los enemigos y destrozaba corceles y guerreros. Héctor no lo habíaadvertido,porquepeleabaen la izquierdade labatalla,cercade laorilladelEscamandro:allílascabezascaíanenmayornúmeroyuninmensovoceríosedejaba oír alrededor del gran Néstor y del marcial Idomeneo. Entre todosrevolvíaseHéctor,que,haciendoarduasproezascon su lanzay suhabilidadecuestre,destruía las falangesde jóvenesguerreros.Y losdivinosaqueosnoretrocedieranaún,siAlejandro,esposodeHelena,ladehermosacabellera,nohubiese puesto fuera de combate a Macaón, pastor de hombres, mientras

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descollabaen lapelea,hiriéndoloen laespaldaderechacon trifurcadasaeta.Los aqueos, aunque respiraban valor, temieron que la lucha se inclinase, yaquélfueramuerto.YalpuntohablóIdomeneoaldivinoNéstor:

511—¡OhNéstorNelida,gloriainsignedelosaqueos!Ea,subealcarro,póngaseMacaónjuntoati,ydirigeprestoalasnaveslossolípedoscorceles.Puesunmédicovalepormuchoshombres,porsupericiaenarrancarflechasyaplicardrogascalmantes.

516 Dijo; y Néstor, caballero gerenio, no dejó de obedecerlo. Subió alcarro,y tanprontocomoMacaón,hijodeleximiomédicoAsclepio, lohuboseguido,picóconellátigoaloscaballosyéstosvolarondesugradohacialascóncavasnaves,pueslesgustabavolveraellas.

521 Cebríones, que acompañaba a Héctor en el carro, notó que lostroyanoseranderrotados,yledijo:

523—¡Héctor!Mientrasnosotroscombatimosaquíconlosdánaosenunextremo de la batalla horrísona, los demás troyanos son desbaratados y seagitanenconfuso tropelhombresycaballos.AyanteTelamonioesquien losdesordena; bien lo conozco por el ancho escudo que cubre sus espaldas.Enderecemosaaquelsitioloscorcelesdelcarro,queallíesmásempeñadalapelea,mayorlamatanzadepeonesydelosquecombatenencarros,einmensalagriteríaqueselevanta.

531 Habiendo hablado así, azotó con el sonoro látigo a los caballos dehermosas crines. Sintieron éstos el golpe y arrastraron velozmente por entretroyanosyaqueoselvelozcarro,pisandocadáveresyescudos;elejeteníalaparte inferior cubierta de sangre y los barandales estaban salpicados desanguinolentasgotasqueloscascosdeloscorcelesylasllantasdelasruedasdespedían.Héctor, deseoso de penetrar y deshacer aquel grupo de hombres,promovíagrantumultoentrelosdánaos,nodejabalalanzaquieta,recorríalasfilasdeaquéllosypeleabaconlalanza,laespadaygrandespiedras;solamenteevitabaelencuentroconAyanteTelamonio[porqueZeusseirritabacontraélcuandocombatíaconunguerreromásvaliente].

544 El padre Zeus, que tiene su trono en las alturas, infundió temor enAyante y éste se quedó atónito, se echó a la espalda el escudo formadoporsiete boyunos cueros, paseó su mirada por la turba, como una fiera, yretrocedióvolviéndoseconfrecuenciayandandoapasolento.Comoloscanesy los pastores del campo ahuyentan del boíl a un tostado león, y, vigilandotoda la noche, no le dejan llegar a los pingües bueyes; y el león, ávido decarne, acomete furioso y nada consigue, porque caen sobre él multitud devenablosarrojadosporrobustasmanosyencendidasteasqueledanmiedo,y,cuando empieza a clarear el día, se escapa la fiera con ánimo afligido; asíAyante se alejaba entonces de los troyanos, contrariado y con el corazón

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entristecido,porquetemíamuchoporlasnavesdelosaqueos.Delasuertequeun tardoasno seacercaauncampo,yvenciendo la resistenciade losniñosquerompenensusespaldasmuchasvaras,penetraenélydestrozalascrecidasmieses; los muchachos lo apalean; pero, como su fuerza es poca, sóloconsiguen echarlo con trabajo, después que se ha hartado de comer; de lamisma manera los animosos troyanos y sus auxiliares, reunidos en grannúmero,perseguíanalgranAyante,hijodeTelamón,ylegolpeabanelescudoconlaslanzas.Ayanteunasvecesmostrabasuimpetuosovalor,yrevolviendodetenía las falangesde los troyanos,domadoresdecaballos;otras, tornabaahuir;y,moviéndoseconfuriaentre los troyanosy losaqueos,conseguíaquelos enemigos no se encaminasen a las veleras naves. Las lanzas quemanosaudacesdespedíanseclavabanenelgranescudoocaíanenelsuelodelantedelhéroe,antesdellegarasublancapiel,deseosasdesaciarsedesucarne.

575CuandoEurípilo,preclarohijodeEvemón,vioqueAyanteestabatanabrumadoporloscopiosostiros,secolocóasulado,arrojólarelucientelanzayselaclavóenelhígado,debajodeldiafragma,aApisaónFausíada,pastordehombres,dejándolesinvigorlasrodillas.Corrióenseguidahaciaélysepusoaquitarle la armadura. Pero advirtiólo el deiformeAlejandro, y disparando elarcocontraEurípilologróherirloenelmusloderecho:lacañadelasaetaserompió,quedócolgandoyapesgabaelmuslodelguerrero.Ésteretrocedióalgrupodesusamigos,paraevitarlamuerte,y,dandograndesvoces,decíaalosdánaos:

587—¡Ohamigos,capitanesypríncipesdelosargivos!Deteneos,volvedlacaraalenemigo,ylibraddeldíacruelaAyantequeestáabrumadoporlostiros y no creo que escape con vida del horrísono combate. Pero deteneosafrontandoaloscontrarios,yrodeadalgranAyante,hijodeTelamón.

592 Tales fueron las palabras de Eurípilo al sentirse herido, y ellos secolocaronjuntoaélconlosescudossobreloshombrosylaspicaslevantadas.Ayante,apenasse juntóconsuscompañeros,detúvoseyvolvió lacaraa lostroyanos.

596 Siguieron, pues, combatiendo con el ardor de encendido fuego; y,entre tanto, las yeguas deNeleo, cubiertas de sudor, sacaban del combate aNéstoryaMacaón,pastordepueblos.ReconocióalúltimoeldivinoAquiles,el de los pies ligeros, que desde la popa de la ingente nave contemplaba lagranderrotaydeplorablefuga,yenseguidallamó,desdelanave,aPatroclo,su compañero: oyólo éste, y, parecido a Ares, salió de la tienda. Tal fue elorigen de su desgracia. El esforzado hijo de Menecio habló el primero,diciendo:

606—¿Porquémellamas,Aquiles?¿Necesitasdemí?

607RespondióAquiles,eldelospiesligeros:

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608—¡DivinoMenecíada, carísimo ami corazón!Ahora espero que losaqueos vendrán a suplicarme y se postrarán a mis plantas, porque no esllevadera la necesidad en que se hallan. Pero ve Patroclo, caro a Zeus, ypreguntaaNéstorquiéneselheridoquesacadelcombate.Porlaespaldatienegran semejanza conMacaón elAsclepíada, pero no le vi el rostro; pues lasyeguas,deseosasdellegarcuantoantes,pasaronrápidamentepormilado.

616Asídijo.Patrocloobedecióalamadocompañeroysefuecorriendoalastiendasynavesaqueas.

618CuandoaquélloshubieronllegadoalatiendadelNelida,descendierondel carro al almo suelo, y Eurimedonte, servidor del anciano, desunció loscorceles. Néstor yMacaón dejaron secar el sudor que mojaba sus corazas,poniéndosealsoplodelvientoenlaorilladelmar;y,penetrandoluegoenlatienda,sesentaronensillas.Entonces lespreparóunamixturaHecamede, lade hermosa cabellera, hija delmagnánimoArsínoo, que el anciano se habíallevadodeTénedoscuandoAquilesentróasacoenestaciudad:losaqueosselaadjudicaronaNéstor,queatodossuperabaenelconsejo.Hecamedeacercóunamesamagnífica,depiesdeacero,pulimentada;ypusoencimaunafuentede bronce con cebolla, manjar propio para la bebida, miel reciente y sacraharinadeflor,yunabellacopaguarnecidadeáureosclavosqueelancianosehabíallevadodesupalacioyteníacuatroasas—Dadaunaentredospalomasdeoro—ydossustentáculos.Aotroancianolehubiesesidodifícilmoverestacopacuandodespuésdellenarlaseponíaenlamesa,peroNéstorlalevantabasin esfuerzo.En ella lamujer, que parecía una diosa, les preparó la bebida:echó vino de Pramnio, raspó queso de cabra con un rayo de bronce,espolvoreó la mezcla con blanca harina y los invitó a beber así que tuvocompuesto el potaje. Ambos bebieron, y, apagada la abrasadora sed, seentregaron al deleite de la conversación cuando Patroclo, varón igual a undios, apareció en la puerta. Violo el anciano; y, levantándose del vistosoasiento, le asió de la mano, le hizo entrar y le rogó que se sentara; peroPatrocloseexcusódiciendo:

648 —No puedo sentarme, anciano alumno de Zeus; no lograrásconvencerme. Respetable y temible es quien me envía a preguntar a quéguerrerotrajisteherido;peroyalosé,puesestoyviendoaMacaón,pastordehombres.Voya llevar, comomensajero, lanoticia aAquiles.Bien sabes tú,anciano alumno de Zeus, lo violento que es aquel hombre y cuán prontoculparíahastaauninocente.

655RespondióleNéstor,caballerogerenio:

656—¿CómoesqueAquilessecompadecedelosaqueosquehanrecibidoheridas? ¡No sabeenquéaflicciónestá sumidoel ejército!Losmás fuertes,heridosunosdecercayotrosdelejos,yacenenlasnaves.Conarmaarrojadiza

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fueherido el poderosoTididaDiomedes; con lapica,Ulises, famosopor sulanza,yAgamenón;aEurípiloflecháronleenelmuslo,yacabodesacardelcombateaesteotro,heridotambiénporunasaetaqueunarcodespidió.PeroAquiles,apesardesuvalentía,nisecuradelosdánaosniseapiadadeellos.¿Aguardaacasoquelasvelerasnavesseandevoradasporelfuegoenemigoenlaorilladelmar,sinquelosargivospuedanimpedirlo,yqueunosenposdeotros sucumbamos todos? Ya el vigor de mis ágiles miembros no es el deantes. ¡Ojalá fuese tan joven ymis fuerzas tan robustas como cuando en lacontienda levantadaentre loseleosynosotrosporel robodebueyes,matéaItimoneo,alvalienteHiperóquida,quevivíaen laElide,y tomé represalias!Itimoneodefendíasusvacas,perocayóentierraentrelosprimeros,heridoporeldardoquelearrojómimano,ylosdemáscampesinoshuyeronespantados.Enaquelcampologramosunespléndidobotín:cincuentavacadas,otrastantasmanadasdeovejas,otrastantaspiarasdecerdos,otrostantosrebañoscopiososde cabras y ciento cincuenta yeguas bayas,muchas de ellas con sus potros.AquellamismanochelollevamosaPilos,ciudaddeNeleo,yéstesealegróensu corazón de queme correspondiera una gran parte, a pesar de ser yo tanjoven cuando fui al combate. Al alborear, los heraldos pregonaron con vozsonora que se presentaran todos aquéllos a quienes se les debía algo en ladivina Élide, y los caudillos pilios repartieron el botín. Con muchos denosotrosestabanendeudalosepeos,pues,comoenPiloséramospocos,nosofendían; y en años anteriores había venido el fornido Heracles, que nosmaltrató y dio muerte a los principales ciudadanos. De los doce hijos delirreprensibleNeleo, tansóloyoquedéconvida; todos losdemásperecieron.Engreídoslosepeos,debroncíneascorazas,portaleshechos,nosinsultabanyurdíancontranosotrosinicuasacciones.—ElancianoNeleotomóentoncesunrebañodebueyesyotrograndedecabras,escogiendotrescientasdeéstasconsuspastores,porlagrandeudaqueteníaquecobrarenladivinaÉlide:habíaenviadocuatrocorceles,vencedoresenanterioresjuegos,uncidosauncarro,paraaspiraralpremiodelacarrera,elcualconsistíaenuntrípode;yAugías,reydehombres,sequedóconellosydespidióalauriga,quesefuetristeporloocurrido. Airado por tales insultos y acciones, el anciano escogió muchascosasydiolorestantealpueblo,encargandoquesedistribuyerayquenadiesevieseprivadode su respectivaporción.Hechoel reparto,ofrecimosen laciudad sacrificios a los dioses.—Tres días después se presentaronmuchosepeos con carros tirados por solípedos caballos y toda la hueste reunida; yentresusguerrerossehallabanambosMolión,queentonceseranniñosynohabíanmostradoaúnsuimpetuosovalor.HayunaciudadllamadaTrioesa,enlacimadeunmontecontiguoalAlfeo,enlosconfinesdelaarenosaPilos:losepeos quisieron destruirla y la sitiaron.Mas así que hubieron atravesado lallanura, Atenea descendió presurosa del Olimpo, cual nocturna mensajera,paraquetomáramoslasarmas,ynohallóenPilosunpuebloindolente,pues

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todossentíamosvivosdeseosdecombatir.AmíNeleonomedejabavestirlasarmas y me escondió los caballos, no teniéndome por suficientementeinstruidoenlascosasdelaguerra.Ycontodoeso,sobresalí,siendoinfante,entrelosnuestros,quecombatíanencarros;puesfueAtenealaquedispusodeesta suerte el combate.Hay un río nombradoMinieo, que desemboca en elmarcercadeArene:allíloscaudillosdelospiliosaguardamosqueaparecieraladivinaAurora,yentantoafluyeronlosinfantes.Reunidostodosyvestidalaarmadura,marchamos,llegandoalmediodíaalasagradacorrientedelAlfeo.HicimoshermosossacrificiosalprepotenteZeus,inmolamosuntoroalAlfeo,otroaPoseidónyunagregalvacaaAtenea,ladeojosdelechuza;cenamossinromper las filas, y dormimos, con la armadura puesta, a orillas del río. Losmagnánimosepeosestrechabanelcercode laciudad,deseososdedestruirla;pero antes de lograrlo se les presentó una gran acción de Ares. Cuando elresplandecientesolaparecióenloalto,trabamoslabatalla,despuésdeoraraZeusyaAtenea.Yenlaluchadelospiliosconlosepeos,fuielprimeroquematóaunhombre,albelicosoMulio,cuyossolípedoscorcelesmellevé.EraésteyernodeAugías,porestarcasadocon larubiaAgamede, lahijamayor,que conocía cuantas drogas produce la vasta tierra.Y, acercándome a él, leenvasélabroncínealanza,loderribéenelpolvo,saltéasucarroymecoloquéentre los combatientes delanteros. Los magnánimos epeos huyeron endesorden,aterrorizadosdeverenel sueloalhombrequemandabaa losquecombatían en carros y tan fuerte era en la batalla. Lancéme a ellos cualobscurotorbellino;tomécincuentacarros,venciendoconmilanzayhaciendomorderlatierraalosdosguerrerosqueencadaunovenían;yhubieramatadoa entrambos Molión Actorión, si su padre, el poderoso Poseidón, queconmuevelatierra,noloshubiesesalvado,envolviéndolosenespesanieblaysacándolosdelcombate.EntoncesZeusconcedióalospiliosunagranvictoria.Perseguimos a los eleos por la espaciosa llanura, matando hombres yrecogiendo magníficas armas, hasta que nuestros corceles nos llevaron aBuprasio, fértil en trigo, la rocaOlenia yAlesio, al sitio llamado la colina,donde Atenea hizo que el ejército se volviera. Allí dejé tendido al últimohombre quematé.Cuando desdeBuprasio dirigieron los aqueos los rápidoscorcelesaPilos,todosdabangraciasaZeusentrelosdiosesyaNéstorentreloshombres.Talerayoentrelosguerreros,sitodonohasidounsueño.Perodel valor de Aquiles sólo se aprovechará él mismo, y creo que ha de sergrandísimosullantocuandoelejércitoperezca.¡Ohamigo!MeneciolohizounencargoeldíaenqueloenviódesdeFtíaaAgamenón,estábamosdentrodelpalacioyoyeldivinoUlisesyoímoscuantoaquél teencargó.Nosotros,que entonces reclutábamos tropas en la fértil Acaya, habíamos llegado a labien habitada casa de Peleo, donde encontramos al héroeMenecio, a ti y aAquiles.Peleo,elancianojinete,quemabadentrodelpatiopingüesmuslosdebueyenhonordeZeus,quesecomplaceenlanzarrayos;yconunacopade

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orovertíaelnegrovinoenlaardientellamadelsacrificio,mientrasvosotrospreparabaiscarnesdebuey.Nosdetuvimosenelvestíbulo;Aquilesselevantósorprendido,y cogiéndonosde lamanonos introdujo,noshizo sentarynosofreció presentes de hospitalidad, como se acostumbra hacer con losforasteros. Satisficimos de bebida y de comida el apetito, y empecé aexhortarosparaqueosvinieraisconnosotros;ambosloanhelabaisyvuestrospadres os dabanmuchos consejos. El anciano Peleo recomendaba a su hijoAquiles que descollara siempre y sobresaliera entre los demás, y a su vezMenecio,hijodeÁctor,loaconsejabaasí:«¡Hijomío!Aquilesteaventajaporsuabolengo,perotúlesuperasenedad;aquélesmuchomásfuerte,perohazleprudentesadvertencias,amonéstaloeinstrúyeloyteobedeceráparasupropiobien». Así lo aconsejaba el anciano, y tú lo olvidas. Pero aún podríasrecordárseloalaguerridoAquilesyquizáslograraspersuadirlo.¿Quiénsabesicon la ayuda de algún dios conmoverías su corazón? Gran fuerza tiene laexhortacióndeunamigo.Ysiseabstienedecombatirporalgúnvaticinioquesumadre,enteradaporZeus,leharevelado,quealomenosteenvíeaticonlosdemásmirmidones,porsillegasaserlaauroradesalvacióndelosdánaos,ytepermitallevarenelcombatesumagníficaarmaduraparaquelostroyanosteconfundanconélycesendepelear, losbelicososaqueosque tanabatidosestánsereanimen,ylabatallatengasutregua,aunqueseaporbrevetiempo.Vosotros,quenooshalláisextenuadosdefatiga,rechazaríaisfácilmentedelasnavesytiendashacialaciudadaesoshombresquedepelearestáncansados.

804 Así dijo, y conmovióle el corazón dentro del pecho. Patroclo fuesecorriendoporentrelasnavesparavolverala tiendadeAquilesEácida.Mascuando,corriendo,llegóalosbajelesdeldivinoUlises—allísecelebrabaelágora y se administraba justicia ante los altares erigidos a los dioses—regresabadelcombate,cojeando,EurípiloEvemónida,dellinajedeZeus,quehabíarecibidounflechazoenelmuslo:abundantesudorcorríaporsucabezaysushombros,ylanegrasangrebrotabadelagraveherida,perosuinteligenciapermanecíafirme.VioloelesforzadohijodeMenecio,secompadeciódeély,suspirando,dijoestasaladaspalabras:

816—¡Ah infelices caudillos y príncipes de los dánaos! ¡Así debíais enTroya,lejosdelosamigosydelapatriatierra,saciarconvuestrablancagrasaa loságilesperros!Perodime,héroeEurípilo, alumnodeZeus: ¿Podrán losaqueos sostener el ataque del ingente Héctor, o perecerán vencidos por sulanza?

822RespondióleEurípiloherido:

823—¡Patroclo,del linajedeZeus!Yanohabrádefensaparalosaqueosquecorrenarefugiarseenlasnegrasnaves.Cuantosfueronhastaaquílosmásvalientesyacenensusbajeles,heridosunosdecercayotrosdelejospormanode los troyanos, cuya fuerza va en aumento. Pero sálvame llevándome a la

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negranave,arráncamelaflechadelmuslo,lavaconaguatibialanegrasangreque fluye de la herida y ponme en ella drogas calmantes y salutíferas que,segúndicen,tedioaconocerAquiles,instruidoporQuirón,elmásjustodeloscentauros.Puesdelosdosmédicos,PodalirioyMacaón,elunocreoqueestáheridoensutienda,yasuveznecesitadeunbuenmédico,yelotrosostienevivocombateenlallanuratroyana.

837ContestóelesforzadohijodeMenecio:

838—¿Cómoacabaráesto?¿Quéharemos,héroeEurípilo?IbaadeciralaguerridoAquilesloqueNéstorgerenio,protectordelosaqueos,meencargó;peronotedejaréasí,abrumadoporeldolor.

842 Dijo; y, cogiendo al pastor de hombres por el pecho, llevólo a latienda. El escudero, al verlos venir, extendió en el suelo pieles de buey.PatroclorecostóenellasaEurípiloysacódelmuslo,conladaga,laagudayacerbaflecha;y,despuésdelavarconaguatibialanegrasangre,espolvoreólaheridaconuna raíz amargaycalmantequepreviamentehabíadesmenuzadoconlamano.Laraízlecalmótodoslosdolores,secóselaheridaylasangredejódecorrer.

CantoXII

Combateenlamuralla

Lostroyanosasaltanconéxitolamurallayelfosodelcampamentoaqueo.Héctor,conunagranpiedra,derribalapuertadeentradaalcampamentoyabreunavíadeaccesoasustropas.

1 En tanto que el fuerte hijo deMenecio curaba, dentro de la tienda, aEurípiloherido,acometíanseconfusamenteargivosytroyanos.Yanohabíadecontener a éstos ni el foso ni el ancho muro que al borde del mismoconstruyeron los dánaos, sin ofrecer a los dioses hecatombesperfectas, paraquelosdefendieraaellosylasvelerasnavesyelmuchobotínquedentroseguardaba.Levantadoelmurocontra lavoluntadde los inmortalesdioses,nodebíasubsistirlargotiempo.MientrasvivióHéctor,estuvoAquilesirritadoylaciudaddelreyPríamonofueexpugnada,lagranmuralladelosaqueossemantuvofirme.Pero,cuandohubieronmuertolosmásvalientestroyanos,delos argivos unos perecieron y otros se salvaron, la ciudad de Príamo fuedestruida en el décimo año, y los argivos se embarcaron para regresar a supatria;PoseidónyApolodecidieronarruinarelmuroconlafuerzadelosríosque corren de losmontes ideos almar: elReso, elHeptáporo, elCareso, el

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Rodio, el Gránico, el Esepo, el divino Escamandro y el Simoente, en cuyaribera cayeron al polvo muchos cascos, escudos de boyuno cuero y lageneracióndeloshombressemidioses.—FeboApolodesvióelcursodetodosestos ríos y dirigió sus corrientes a lamuralla por espacio de nueve días, yZeusno cesóde llover para quemáspresto se sumergiese en elmar. Iba alfrentedeaquélloselmismoPoseidón,quebatelatierra,coneltridenteenlamano,ytiróalasolastodosloscimientosdetroncosypiedrasquecontantafatigaecharonlosaqueos,arrasólaorilladelHelesponto,derápidacorriente,enarenólagranplayaenqueestuvoeldestruidomuroyvolviólosríosaloscaucespordondediscurríansuscristalinasaguas.

34De talmodo Poseidón yApolo debían procedermás tarde. Entoncesardía el clamoroso combate al pie del bien labradomuro, y las vigas de lastorresresonabanalchocardelosdardos.Losargivos,vencidosporelazotedeZeus,encerrábanseenelcercodelascóncavasnavespormiedoaHéctor,cuyavalentíalescausabaladerrota,yésteseguíapeleandoyparecíauntorbellino.Comounjabalíoun leónserevuelve,orgullosodesufuerza,entreperrosycazadoresqueagrupados le tiranmuchosvenablos—lafieranosienteensuánimoaudaznitemorniespanto,ysupropiovalorlamata—yvadeunladoaotro,probandolashilerasdeloshombres,yseapartanaquélloshacialosquese dirige, de igual modo agitábase Héctor entre la turba y exhortaba a suscompañeros a pasar el foso. Los corceles, de pies ligeros, no se atrevían ahacerlo, y parados en el borde relinchaban, porque el ancho foso les dabahorror.Noera fácil, en efecto, salvarloni atravesarlo,pues tenía escarpadosprecipiciosaunoyotrolado,yensupartealtagrandesypuntiagudasestacas,quelosaqueosclavaronespesasparadefendersedelosenemigos.Uncaballotirando de un carro de hermosas ruedas difícilmente hubiera entrado en elfoso, y los peones meditaban si podrían realizarlo. Entonces llegósePolidamantealaudazHéctor,ydijo:

61—¡Héctorydemáscaudillosdelostroyanosysusauxiliares!Dirigimosimprudentemente losvelocescaballosal foso,yésteesmuydifícildepasar,porqueestáerizadodeagudasestacasyalolargodeélselevantaelmurodelosaqueos.Allínopodríamosapearnosdelcarronicombatir,puessetratadeunsitioestrechodondetemoqueprontoseríamosheridos.SiZeusaltitonante,meditando males contra los aqueos, quiere destruirlos completamente parafavorecer a los troyanos, deseo que lo realice cuanto antes y que aquéllosperezcan sin gloria en esta tierra, lejos de Argos. Pero si los aqueos sevolviesen,yviniendode lasnavesnosobligarana repasarelprofundo foso,me figuro que ni un mensajero podría retornar a la ciudad huyendo de losaqueosquenuevamenteentraranencombate.Ea,procedamostodoscomovoya decir. Los escuderos tengan los caballos en la orilla del foso y nosotrossigamos a Héctor a pie, con armas y todos reunidos; pues los aqueos noresistiránelataquesisobreellospendelaruina.

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80Así dijo Polidamante, y su prudente consejo plugo aHéctor, el cual,enseguiday sindejar lasarmas, saltódelcarroa tierra.Losdemás troyanostampoco permanecieron en sus carros; pues así que vieron que el divinoHéctor lo dejaba, apeáronse todos,mandaron a los aurigas que pusieran loscaballos en línea junto al foso, y, habiéndose ordenado en cinco grupos,emprendieronlamarchaconlosrespectivosjefes.

88 Iban con Héctor y Polidamante los más y mejores, que anhelabanromper el muro y pelear cerca de las cóncavas naves; su tercer jefe eraCebríones,porqueHéctorhabíadejadoaotroauriga inferiorparacuidardelcarro. De otro grupo eran caudillos Paris, Alcátoo y Agenor. El tercero lomandabanHéleno y el deiformeDeífobo, hijos de Príamo, y el héroeAsioHirtácida, que había venido deArisbe, de las orillas del ríoSeleente, en uncarrotiradoporaltosyfogososcorceles.ElcuartoloregíaEneas,valientehijodeAnquises, y con élArquéloco yAcamante, hijos deAnténor, diestros entodasuertedecombates.Porúltimo,Sarpedónsepusoalfrentedelosilustresaliados,eligiendoporcompañerosaGlaucoyalbelicosoAsteropeo,aquienestenía por los más valientes después de sí mismo, pues él descollaba entretodos.Tanprontocomohubieronembrazadolosfuertesescudosycerradolasfilas,marcharonanimososcontralosdánaos;yesperabanqueéstos,envezdeoponerlesresistencia,serefugiaríanenlasnegrasnaves.

108TodoslostroyanosysusauxiliaresvenidosdelejastierrassiguieronelconsejodeleximioPolidamante,menosAsioHirtácida,príncipedehombres,que,negándoseadejarelcarroyalauriga, seacercóconellosa lasvelerasnaves.¡Insensato!Nohabíadelibrarsedelasfunestasparcas,nivolver,ufanodesuscorcelesydesucarro,de lasnavesa laventosaIlio;porquesuhadoinfaustolohizomoriratravesadoporlalanzadelilustreIdomeneoDeucálida.Fuese, pues, hacia la izquierda de las naves, al sitio por donde los aqueossolíanvolverdelallanuraconloscaballosycarros;haciaaquellugardirigióloscorceles,ynohallólaspuertascerradasyaseguradasconelgrancerrojo,porqueunoshombreslasteníanabiertas,conelfindesalvaraloscompañerosque,huyendodelcombate, llegarana lasnaves.Aaquelparajeenderezó loscaballos,ylosdemáslosiguierondandoagudosgritos,porqueesperabanquelos aqueos, envezdeoponer resistencia, se refugiarían en lasnegrasnaves.¡Insensatos! En las puertas encontraron a dos valentísimos guerreros, hijosgallardos de los belicosos lapitas: el esforzado Polipetes, hijo de Pirítoo, yLeonteo, igual aAres, funestoa losmortales.Ambosestabandelantede lasaltaspuertas, comoenelmonteunasencinasdeelevadacopa, fijasal sueloporraícesgruesasyextensas,desafíanconstantementeelvientoylalluvia;deigualmaneraaquéllos, confiandoen susmanosyen suvalor, aguardaron lallegada del granAsio y no huyeron.Los troyanos se encaminaron con granalboroto al bien construidomuro, levantando los escudos de secas pieles debuey,mandadosporelreyAsio,Yámeno,Orestes,AdamanteAsíada,Toóny

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Enómao.PolipetesyLeonteohallábansedentroeinstigabanalosaqueos,dehermosas grebas, a pelear por las naves;mas, así que vieron a los troyanosatacando lamurallay a losdánaosenclamorosa fuga, salieronpresurososacombatir delante de las puertas, semejantes amontaraces jabalíes que en elmonte son terrero de la acometida de hombres y canes, y en curva carreratronchanyarrancanderaízlasplantasdelaselva,dejandooírelcrujidodesusdientes, hasta que los hombres, tirándoles venablos, les quitan la vida; deparecidomodo resonaba el luciente bronce en el pecho de los héroes a losgolpes que recibían, pues peleaban con gran denuedo, confiando en losguerrerosdeencimadelamurallayensupropiovalor.Desdelastorresbienconstruidas losaqueos tirabanparadefenderseasímismos, las tiendasy lasnavesdeligeroandar.Comocaenalsueloloscoposdenievequeimpetuosoviento,agitandolaspardasnubes,derramaenabundanciasobrelafértiltierra,así llovían los dardos que arrojaban aqueos y troyanos, y los cascos yabollonados escudos sonaban secamente al chocar con ellos las ingentespiedras.EntoncesAsioHirtácida,dandoungemidoygolpeándoseelmuslo,exclamóindignado:

164—¡PadreZeus!Muyfalaztehasvuelto,puesyonoesperabaqueloshéroes aqueos opusieran resistencia a nuestro valor e invictasmanos.Comolas abejas o las flexibles avispas que han anidado en fragoso camino y noabandonan suhuecamorada al acercarse los cazadores, sinoque luchanporlos hijuelos, así aquéllos, con ser dos solamente, no quieren retirarse de laspuertasmientrasnoperezcan,olalibertadnopierdan.

173 Así dijo; pero sus palabras no cambiaron la mente de Zeus, quedeseabaconcedertalgloriaaHéctor.

175Otrospeleabandelantedeotraspuertas,ymeseríadifícil,nosiendoundios,contarlotodo.Pordoquieraardíaelcombatealpiedellapídeomuro;losargivos,aunquellenosdeangustia,veíanseobligadosadefenderlasnaves;yestabanapesaradostodoslosdiosesqueenlaguerraprotegíanalosdánaos.Entoncesfuecuandoloslapitasempezaronelcombateylarefriega.

182ElfuertePolipetes,hijodePintoo,hirióaDámasoconlalanzaporelcascodebroncíneascarrilleras:elcascodebroncenodetuvoaaquéllacuyapunta, de bronce también, rompió el hueso; conmovióse el cerebro y elguerrerosucumbiómientrascombatíacondenuedo.AquélmatóluegoaPilónyaórmeno.Leonteo,hijodeAntímacoyvástagodeAres,arrojóundardoaHipómacoyseloclavójuntoalceñidor;luegodesenvainólaagudaespada,y,acometiendoporenmediodelamuchedumbreaAntífates,lohirióylotiródeespaldas;ydespuésderribósucesivamenteaMenón,YámenoyOrestes,quefueroncayendoalalmosuelo.

195Mientras ambos héroes quitaban a los muertos las lucientes armas,

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adelantaron lamarchaconPolidamanteyHéctor losmásymásvalientesdelosjóvenes,quesentíanunvivodeseoderomperelmuroypegarfuegoalasnaves. Pero detuviéronse indecisos en la orilla del foso, cuando ya sedisponían a atravesarlo, por haber aparecido encima de ellos, y dejando elpueblo,alaizquierda,unaveagorera:unáguiladealtovuelo,llevandoenlasgarras un enorme dragón sangriento, vivo, que se estremecía y no se habíaolvidadodelalucha,puesencorvándosehaciaatráshiriólaenelpecho,cercadelcuello.Eláguila,penetradadedolor,dejócaereldragónenmediode laturba; y, chillando, voló con la rapidez del viento. Los troyanosestremeciéronse al ver en medio de ellos la manchada sierpe, prodigio deZeus,quellevalaégida.EntoncesacercósePolidamantealaudazHéctor,yledijo:

211—¡Héctor!Siempremeincrepasenlasjuntas,aunqueloquepropongaseabueno;masnoesdecorosoqueunciudadanohableenlasreunionesoenlaguerracontralodebido,sóloparaacrecentartupoder.Tambiénahorahedemanifestar lo que considero conveniente. No vayamos a combatir con losdánaoscercadelasnaves.Creoquenosocurriráloquediré,sivinorealmentepara los troyanos, cuando deseaban atravesar el foso, esta ave agorera: unáguiladealtovuelo,quedejabaelpuebloalaizquierdayllevabaenlasgarrasunenormedragónsangrientoyvivo,ylohubodesoltarprestoantesdellegaral nido y darlo a sus polluelos. De semejante modo, si con gran ímpeturompemosahoralaspuertasyelmuro,ylosaqueosretroceden,luegononosserá posible volver de las naves en buen orden por el mismo camino; ydejaremos amuchos troyanos tendidos en el suelo, a los cuales los aqueos,combatiendo en defensa de sus naves, habrán muerto con las broncíneasarmas.Asílointerpretaríaunaugurque,porsermuyentendidoenprodigios,merecieralaconfianzadelpueblo.

230Encarándolelatorvavista,respondióHéctor,eldetremolantecasco:

231—¡Polidamante!Nomeplaceloqueproponesypodíashaberpensadoalgomejor.Sirealmentehablasconseriedad,losmismosdiosestehanhechoperder el juicio; pues me aconsejas que, olvidando las promesas que Zeustonantemehizoyratificóluego,obedezcaalasavesaliabiertas,delascualesno me cuido ni en ellas paro mientes, sea que vayan hacia la derecha pordondeaparecenlaaurorayelsol,seaquesedirijanalaizquierda,altenebrosoocaso. Confiemos en las promesas del gran Zeus, que reina sobre todos,mortales e inmortales. Elmejor agüero es éste: combatir por la patria. ¿Porquétedanmiedoelcombateylapelea?Aunquelosdemásfuéramosmuertosen las naves argivas, no debieras temer por tu vida; pues ni tu corazón esbelicoso,nitepermiteaguardaralosenemigos.Ysidejasdeluchar,ocontuspalabras logras que otro se abstenga, pronto perderás la vida, herido pormilanza.

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251 Así, habiendo hablado, echó a andar. Siguiéronlo todos con fuertegritería,yZeus,quesecomplaceenlanzarrayos,enviandodesdelosmontesideos un viento borrascoso, levantó gran polvareda en las naves, abatió elánimodelosaqueos,ydiogloriaalostroyanosyaHéctor,que,fiadosenlasprodigiosas señalesdel diosy en supropiovalor, intentaban romper lagranmurallaaquea.Arrancabanlasalmenasdelastorres,demolíanlosparapetosyderribaban los zócalos salientes que los aqueos habían hecho estribar en elsuelo para que sostuvieran las torres. También tiraban de éstas, con laesperanza de romper elmuro de los aqueos.Mas los dánaos no les dejabanlibreelcamino,y,protegiendolosparapetosconboyunaspieles,heríandesdeallíalosenemigosquealpiedelamurallaseencontraban.

265 Los dos Ayantes recorrían las torres, animando a los aqueos yexcitando su valor; a todas partes iban, y a uno le hablaban con suavespalabrasyaotrolereñíancondurasfrasesporqueflojeabaenelcombate:

269 —¡Oh amigos, ya entre los argivos seáis los preeminentes, losmediocreso lospeores,puesno todos loshombresson igualesen laguerra!Ahorael trabajoescomúna todosyvosotrosmismos loconocéis.Nadiesevuelvaatrás,hacialosbajeles,poroírlasamenazasdeuntroyano;idadelantey animaos mutuamente, por si Zeus olímpico, fulminador, nos permiterechazarelataqueyperseguiralosenemigoshastalaciudad.

277Dandotalesvocesanimabanalosaqueosparaquecombatieran.Cuanespesos caen los copos de nieve cuando en un día de invierno Zeus decidenevar,mostrandosusarmasaloshombres,y,adormeciendolosvientos,nievaincesantementehastaquecubrelascimasylosriscosdelosmontesmásaltos,laspraderascubiertasdelotoylosfértilescamposcultivadosporelhombre,ylanieveseextiendeporlospuertosyplayasdelespumosomar,yúnicamentela detienen las olas, pues todo lo restante queda cubierto cuando arrecia lanevadadeZeus,así,tanespesas,volabanlaspiedrasporamboslados,lasunashacia los troyanosy lasotrasdeéstosa losaqueos,yelestrépitoseelevabasobretodoelmuro.

290 Mas los troyanos y el esclarecido Héctor no habrían roto aún laspuertasdelamurallayelgrancerrojo,sielpróvidoZeusnohubieseincitadoasu hijo Sarpedón contra los argivos, como a un león contra bueyes deretorcidos cuernos. Sarpedón levantó enseguida el escudo liso, hermoso,protegido por planchas de bronce, obra de un broncista que sujetó muchaspielesdebueyconvaritasdeoroprolongadasporambosladoshastaelbordecircular; alzando, pues, la rodela y blandiendo un par de lanzas, se puso enmarchacomoelmontarazleónqueenmuchotiemponohaprobadolacarneysuánimoaudazleimpeleaacometerunrebañodeovejasyendoalaalqueríasólidamenteconstruida;y,aunqueenellaencuentrepastoresque,armadosconvenablosyprovistosdeperros,guardanlasovejas,noquierequeloechendel

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establo sin intentar el ataque, hasta que, saltando dentro, o consigue hacerpresaoesheridoporunvenabloqueágilmanolearroja;delmismomodo,eldeiforme Sarpedón se sentía impulsado por su ánimo a asaltar el muro ydestruirlosparapetos.YenseguidadijoaGlauco,hijodeHipóloco:

310—¡Glauco! ¿Porqué anosotrosnoshonran en laLicia con asientospreferentes,manjares y copas de vino, y todos nosmiran como a dioses, yposeemoscamposgrandesymagníficosaorillasdelJanto,conviñasytierrasdepanllevar?Precisoesqueahoranossostengamosentrelosmásavanzadosynoslancemosalaardientepelea,paraquedigaalgunodeloslicios,armadosde fuertes corazas: «No sin gloria imperan nuestros reyes en la Licia; y sicomen pingües ovejas y beben exquisito vino, dulce como lamiel, tambiénsonesforzados,puescombatenalfrentedeloslicios».¡Ohamigo!Ojaláque,huyendo de esta batalla, nos libráramos para siempre de la vejez y de lamuerte,puesniyomebatiríaenprimerafila,nilollevaríaalalid,dondelosvarones adquieren gloria; pero, como sonmuchas las clases demuerte quependen sobre los mortales, sin que éstos puedan huir de ellas ni evitarlas,vayamosydaremosgloriaaalguien,oalguiennosladaráanosotros.

329Así dijo; yGlauco ni retrocedió ni fue desobediente.Ambos fueronadelante en línea recta, siguiéndoles la numerosa hueste de los iicios.EstremeciósealadvertirloMenesteo,hijodePéteo,puesseencaminabanhaciasu torre, llevando consigo la ruina. Ojeó la cohorte de los aqueos, por sidivisabaaalgúnjefequelibraradelpeligroaloscompañeros,ydistinguióaentrambosAyantes,incansablesenelcombate,yaTeucro,reciénsalidodelatienda,quesehallabancerca.Peronopodíahacerseoírpormásquegritara,porqueeratantoelestrépito,queelruidodelosescudosalpararlosgolpes,eldeloscascosguarnecidosconcrinesdecaballo,yeldelaspuertas,llegabaalcielo;todaslaspuertassehallabancerradas,ylostroyanos,detenidosporlasmismas,intentabanpenetrarrompiéndolasavivafuerza.YMenesteodecidióenviaraTootes,elheraldo,paraquellamaseaAyante:

343—Ve,divinoTootes,y llamacorriendoaAyante,omejor a losdos;estoseríapreferible,puesprontohabráaquígranestrago. ¡Talcargadan loscaudillos licios, que siempre han sido sumamente impetuosos en lasencarnizadaspeleas!Ysitambiénallísehapromovidoreciocombate,vengapor lo menos el esforzado Ayante Telamonio y sígalo Teucro, excelentearquero.

351Así dijo; y el heraldooyólo y nodesobedeció.Fuese corriendo a lolargodelmurode los aqueos,debroncíneas corazas, sedetuvocercade losAyantes,yleshablóenestostérminos:

354—¡Ayantes,jefesdelosargivos,debroncíneascorazas!ElcarohijodePéteo,alumnodeZeus,osruegaquevayáisatenerparteenlarefriega,aunque

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seaporbrevetiempo.Quefueraislosdos,seríapreferible;puesprontohabráallí gran estrago. ¡Tal carga dan los caudillos licios, que siempre han sidosumamente impetuosos en las encarnizadas peleas!Y si también aquí se hapromovidoreciocombate,vayaporlomenoselesforzadoAyanteTelamonioysígaloTeucro,excelentearquero.

364Asíhabló;yelgranAyanteTelamonionofuedesobediente.EnelactodijoalOilíadaestasaladaspalabras:

366—¡Ayante!Vosotros,túyelfuerteLicomedes,seguidaquíyalentadalosdánaosparaquepeleencondenuedo.Yovoyallá,combatiréconaquéllos,yvolverétanprontocomoloshayasocorrido.

370 Así habiendo hablado, Ayante Telamonio partió y con él fueronTeucro,suhermanodepadre,yPandión,quellevabaelcorvoarcodeTeucro.Llegaron a la torre delmagnánimoMenesteo, y, penetrando en elmuro, seunieron a los defensores que ya se veían acosados; pues los caudillos yesforzados príncipes de los licios asaltaban los parapetos como un obscurotorbellino.Trabaronelcombateyseprodujogranvocerío.

378 Fue Ayante Telamonio el primero que mató a un hombre, almagnánimoEpicles,compañerodeSarpedón,arrojándoleunapiedragrandeyáspera que había dentro delmuro, en la partemás alta, cerca del parapeto.Difícilmentehabríapodido sospesarla conambasmanosunode los actualesjóvenes, y aquél la levantó y, tirándola desde lo alto a Epicles, rompióle elcasco de cuatro abolladuras y aplastóle los huesos de la cabeza; el troyanocayó de la elevada torre como salta un buzo, y el alma separóse de losmiembros.Teucro,desde lo altode lamuralla,disparóuna flechaaGlauco,esforzadohijodeHipóloco,quevalerosoacometía;y,dirigiéndolaadondevioqueelbrazoaparecíadesnudo, lopuso fueradecombate.SaltóGlaucoy sealejó del muro, ocultándose para que ningún aqueo, al advertir que estabaherido,profiriera jactanciosaspalabras.ApesadumbróseSarpedónalnotario;masnopor esto seolvidóde lapelea,pues,habiendoalcanzadoaAlcmaónTestórida, le envasó la lanza, que al punto volvió a sacar: el guerrero,siguiendo la lanza, dio de cara en el suelo, y las broncíneas labradas armasresonaron. Después, cogiendo con sus robustasmanos un parapeto, tiró delmismoyloarrancóentero;quedóelmurodesguarnecidoensupartesuperioryconelloseabriócaminoparamuchos.

400 Pero en elmismo instante acertáronle a SarpedónAyante y Teucro:éste atravesó con una flecha el lustroso correón del gran escudo, cerca delpecho;masZeusapartódesuhijolasparcas,paraquenosucumbierajuntoalasnaves;Ayante,arremetiendo,diounbotedelanzaenelescudo:lapuntanolo atravesó, pero hizo vacilar al héroe cuando se disponía para el ataque.Sarpedónseapartóunpocodelparapeto,peronoseretiródeltodo,porqueen

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su ánimo deseaba alcanzar gloria. Y volviéndose a los licios, iguales a losdioses,losexhortódiciendo:

409—¡Ohlicios!¿Porquéseaflojatantovuestroimpetuosovalor?Difícilesqueyosolo,aunquehayarotolamurallayseavaliente,puedaabrircaminohasta las naves. Ayudadme todos, pues la obra de muchos siempre resultamejor.

413Asíhabló.Loslicios,temiendolareconvencióndelrey,juntoconéstey con mayores bríos que antes, cargaron a los argivos; quienes, a su vez,cerraronlasfilasdelasfalangesdentrodelmuro,porqueeragrandelaacciónqueselespresentaba.Ynilosbravoslicios,apesardehaberrotoelmurodelos dánaos, lograban abrirse paso hasta las naves; ni los belicosos dánaospodían rechazar de la muralla a los licios desde que a la misma se habíanacercado.Comodoshombres altercan, con lamedida en lamano, sobre loslindes de campos contiguos y se disputan un pequeño espacio, así, licios ydánaosestabanseparadosporlosparapetos,yporcimadelosmismoshacíanchocar delante de los pechos las rodelas de boyuno cuero y los ligerosbroqueles.Yamuchoscombatienteshabíansidoheridosconelcruelbronce,unosenlaespalda,quealvolversedejaronindefensa,otrosporentreelmismoescudo. Por doquiera torres y parapetos estaban regados con sangre detroyanosyaqueos.Masniaunasílostroyanospodíanhacervolverlaespaldaalosaqueos.Comounahonradaobreracogeunpesoylanaylosponeenlosplatillosdeunabalanza,equilibrándoloshastaquequedaniguales,parallevarasushijoselmiserablesalario,asíelcombateylapeleaandabanigualesparaunos y otros, hasta queZeus quiso dar excelsa gloria aHéctor Priámida, elprimero que asaltó el muro aqueo. El héroe, con pujante voz, gritó a lostroyanos:

440—¡Acometed, troyanos domadores de caballos!Romped elmuro delosargivosyarrojadalasnaveselfuegoabrasador.

442 Así dijo para excitarlos. Escucháronlo todos; y reunidos fuéronsederechos al muro, subieron y pasaron por encima de las almenas, llevandosiempreenlasmanoslasafiladaslanzas.

445Héctor cogió entonces una piedra de ancha base y aguda punta quehabíadelantedelapuerta:dosdelosmásforzudoshombresdelpueblo,talescomosonhoy,condificultadhubieranpodidocargarlaenuncarro;peroaquéllamanejabafácilmenteporqueelhijodelarteroCronolavolvióliviana.Bienasícomoelpastorllevaenunamanoelvellóndeuncarnero,sinqueelpesolo fatigue, Héctor, alzando la piedra, la conducía hacia las tablas quefuertemente unidas formaban las dos hojas de la alta puerta y estabanaseguradaspordoscerrojospuestosendireccióncontraria,queabríaycerrabauna sola llave. Héctor se detuvo delante de la puerta, separó los pies, y,

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estribando en el suelo para que el golpe no fuese débil, arrojó la piedra alcentrodeaquélla:rompiéronseambosquiciales,cayólapiedradentroporsupropiopeso,recrujieronlastablas,y,comoloscerrojosnoofrecieronbastanteresistencia,desuniéronselashojasycadaunafueporsulado,alimpulsodelapiedra.ElesclarecidoHéctor,queporsuaspectoalarápidanochesemejaba,saltóalinterior:elbroncerelucíadeunmodoterribleentornodesucuerpo,yenlamanollevabadoslanzas.Nadie,anoserundios,hubierapodidosalirlealencuentroydetenerlocuandotraspusolapuerta.Susojosbrillabancomoelfuego.Yvolviéndosea la turba, alentabaa los troyanosparaquepasaran lamuralla.Obedecieron,ymientrasunosasaltabanelmuro,otrosafluíana lasbienconstruidaspuertas.Losdánaosrefugiáronseenlascóncavasnavesysepromovióungrantumulto.

CantoXIII

Batallajuntoalasnaves

Zeus,cuyavoluntaddirigíalosacontecimientos,abandonademomentosusplanes,yPoseidónaprovechalacircunstanciaparaorganizarlaresistenciaenelbandoaqueo.Alsufrir lapresióndelostroyanosporlaizquierdayporelcentro,inicianelcontraataqueporladerecha.

1CuandoZeushuboacercadoaHéctorylostroyanosalasnaves,dejóquesostuvieraneltrabajoylafatigadelabatalla,y,volviendoaotrapartesusojosrefulgentes,miraba a lo lejos la tierra de los tracios, diestros jinetes; de losmisios,quecombatendecerca;de los ilustreshipomolgos,quesealimentancon leche; y de los abios, losmás justos de los hombres.Y ya no volvió aponer losbrillantesojosenTroya,porquesucorazónno temíaque inmortalalgunofueraasocorrernialostroyanosnialosdánaos.

10 Pero no en vano el poderoso Poseidón, que bate la tierra, estaba alacechoenlacumbremásaltadelaselvosaSamotraciacontemplandolaluchaylapelea.DesdeallísedivisabatodoelIda,laciudaddePríamoylasnavesaqueas.EnaquelsitiohabíasesentadoPoseidónalsalirdelmar;ycompadecíaalosaqueos,vencidosporlostroyanos,alavezquecobrabagranindignacióncontraZeus.

17ProntoPoseidónbajódel escarpadomonte con ligeraplanta; las altascolinasylasselvastemblabandebajodelospiesinmortales,mientraseldiosibaandando.Diotrespasos,yalcuartoarribóaltérminodesuviaje,aEgas;allí, en las profundidades del mar, tenía palacios magníficos, de oro,resplandecienteseindestructibles.Luegoquehubollegado,uncióalcarroun

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par de corceles de cascos de bronce y áureas crines que volaban ligeros; yseguidamente envolvió su cuerpo en dorada túnica, tomó el látigo de orohechoconarte,subióalcarroyloguioporcimadelasolas.Debajosaltabanloscetáceos,quesalíandesusescondrijos,reconociendoalrey;elmarabría,gozoso,susaguas,yloságilescaballosconapresuradovueloysindejarqueelejedebroncesemojaraconducíanaPoseidónhacialasnavesdelosaqueos.

32HayunavastagrutaenlohondodelprofundomarentreTénedosylaescabrosa Imbros;y, al llegar a ella,Poseidón,quebate la tierra,detuvo loscorceles,desunciólosdelcarro,diolesacomerunpastodivino,púsolesenlospiestrabasdeoroindestructibleseindisolubles,paraquesinmoversedeaquelsitioaguardaransuregreso,ysefuealejércitodelosaqueos.

39Lostroyanos,enardecidosysemejantesaunallamaoaunatempestad,seguían apiñados a Héctor Priámida con alboroto y vocerío; y teníanesperanzasde tomar lasnavesde los aqueosymatar entre ellas a todos suscaudillos.

43MasPoseidón,queciñeybatelatierra,asemejándoseaCalcanteenelcuerpo y en la voz infatigable, incitaba a los argivos desde que salió delprofundomar,ydijoalosAyantes,queyaestabandeseososdecombatir:

47—¡Ayantes!Vosotros salvaréis a los aqueos si os acordáis de vuestrovalorynodelafugahorrenda.Nomeponenencuidadolasaudacesmanosdelostroyanosqueasaltaronentropellagranmuralla,puesatodosresistiránlosaqueos, de hermosas grebas; pero es de temer, y mucho, que padezcamosalgún daño en esta parte donde aparece a la cabeza de los suyos el rabiosoHéctor,semejanteaunallama,elcualblasonadeserhijodelprepotenteZeus.Una deidad levante el ánimo en vuestro pecho para resistir firmemente yexhortar a los demás; con esto podríais rechazar a Héctor de las naves, deligero andar, por furioso que estuviera y aunque fuese el mismo Olímpicoquienloinstigara.

59DijoasíPoseidón,queciñeybatelatierra;y,tocandoaentrambosconel cetro, llenólos de fuerte vigor y agilitóles todos los miembros yespecialmentelospiesylasmanos.Ycomoelgavilándeligerasalassearroja,despuésdeelevarseaunaaltísimayabruptapeña,enderezandoelvueloalallanuraparaperseguiraunave,deaquelmodoapartósedeellosPoseidón,quebatela tierra.ElprimeroquelereconociófueelágilAyantedeOileo,quiendijoalmomentoaAyante,hijodeTelamón:

68—¡Ayante!UndiosdelOlimponosinstiga,transfiguradoenadivino,apelear cerca de las naves; pues ése no es Calcante, el inspirado augur: heobservado lashuellasquedejan susplantasy suandar,ya losdioses se lesreconoce fácilmente. En mi pecho el corazón siente un deseo más vivo delucharycombatir,ymismanosypiessemuevenconimpaciencia.

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76RespondióAyanteTelamonio:

77—También a mí se me enardecen las audaces manos en torno de lalanzaymifuerzaaumentaymispiessaltan,ydeseopelearyosoloconHéctorPriámida,cuyofuroresinsaciable.

81Asíéstosconversaban,alegresporelbélicoardorqueunadeidadpusoensuscorazones;entanto,Poseidón,queciñelatierra,animabaalosaqueosdelasúltimasfilas,quejuntoalasvelerasnavesreparabanlasfuerzas.Teníanlosmiembrosrelajadosporelpenosocansancio,yse les llenóelcorazóndepesar cuando vieron que los troyanos asaltaban en tropel la gran muralla:contemplábanlo con los ojos arrasados de lágrimas y no creían escapar deaquelpeligro.PeroPoseidón,quebatelatierra,intervinoyreanimófácilmentelas esforzadas falanges. Fue primero a incitar a Teucro, Leito, el héroePenéleo,Toante,Deípiro,MerionesyAntíloco,aguerridoscampeones,y,paraalentarlos,lesdijoestasaladaspalabras:

95 —¡Qué vergüenza, argivos jóvenes adolescentes! Figurábame quepeleando conseguiríais salvar nuestras naves; pero, si cejáis en el funestocombate,ya luceeldía enque sucumbiremosamanosde los troyanos. ¡Ohdioses!Veoconmisojosunprodigiograndey terribleque jamáspenséquellegaraarealizarse.¡Venirlostroyanosanuestrosbajeles!Parecíanseantesalas medrosas ciervas que vagan por el monte, débiles y sin fuerza para lalucha,ysonelpastodechacales,panterasylobos;semejantesaellas,nuncaquerránlostroyanosafrontaralosaqueos,aunquefueseuninstante,niosabanresistir su valor y susmanos.Y ahora pelean lejos de la ciudad, junto a lasnaves,porlaculpadelcaudilloylaindolenciadeloshombresque,noobrandodeacuerdoconél,senieganadefenderlosbajeles,deligeroandar,yrecibenla muerte cerca de los mismos. Mas, aunque el héroe Atrida, el poderosoAgamenón,seaelverdaderoculpabledetodo,porqueultrajóalPelidadepiesligeros, en modo alguno nos es lícito dejar de combatir. Remediemos conprestezaelmal,quelamentedelosbuenosesaplacable.Noesdecorosoquedecaiga vuestro impetuoso valor, siendo como sois los más valientes delejército.Yonoincreparíaaunhombretímidoporqueseabstuvieradepelear;perocontravosotrosseenciendeeniramicorazón.¡Ohcobardes!Convuestraindolencia haréis que pronto se agrave el mal. Poned en vuestros pechosvergüenza y pundonor, ahora que se promueve esta gran contienda. Ya elfuerteHéctor, valiente en lapelea, combate cercade lasnavesyha roto laspuertasyelgrancerrojo.

125Con tales amonestaciones, el que ciñe la tierra instigó a los aqueos.Rodeaban a ambos Ayantes fuertes falanges que hubieran declaradoirreprensibles Ares y Atenea, que enardece a los guerreros, si por ellas sehubiesenentrado.LostenidospormásvalientesaguardabanalostroyanosyaldivinoHéctor, y las astas y los escudos se tocaban en las cerradas filas: la

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rodela apoyábase en la rodela, el yelmo en otro yelmo, cada hombre en suvecino,ychocabanlospenachosdecrinesdecaballoyloslucientesconosdeloscascoscuandoalguieninclinabalacabeza.¡Tanapiñadasestabanlasfilas!Cruzábanse las lamas, que blandían audaces manos, y ellos deseabanarremeteralosenemigosytrabarlapelea.

136Lostroyanosacometieronunidos,siguiendoaHéctor,quedeseabairenderechuraalosaqueos.Comolapiedrainsolentequecaedeunacumbreylleva consigo la ruina, porque se ha desgajado, cediendo a la fuerza detorrencialavenidacausadaporlamuchalluvia,ydesciendedandotumbosconruidoquerepercuteenelbosque,corresegurahastaelllano,yallísedetiene,a pesar de su ímpetu, de igual modo Héctor amenazaba con atravesarfácilmente por las tiendas y naves aqueas,matando siempre, y no detenersehastaelmar;peroencontrólasdensasfalanges,ytuvoquehaceraltodespuésde un violento choque.Los aqueos le afrontaron; procuraron herirlo con lasespadas y lanzas de doble filo, y apartáronle de ellos, de suerte que fuerechazado,ytuvoqueretroceder.Yconvozpenetrantegritóalostroyanos:

150—¡Troyanos,licios,dárdanosquecuerpoacuerpopeleáis!Persistidenel ataque; pues los aqueos no me resistirán largo tiempo, aunque se hayanformadoencolumnacerrada;ycreoquemilanzalesharáretrocederpronto,siverdaderamentemeimpulsaeldiosmáspoderoso,eltonanteesposodeHera.

155Con estas palabras les excitó a todos el valor y la fuerza. Entre lostroyanosibamuyufanoDeífoboPriámida,queseadelantabaligeroysecubríaconel liso escudo.Meriones arrojóleuna reluciente lanza, ynoerró el tiro:acertó a dar en la rodela hecha de pieles de toro, sin conseguir atravesarla,porqueaquéllaserompióenlaunióndelastaconelhierro.Deífoboapartódesíelescudodepielesdetoro,temiendolalanzadelaguerridoMeriones;yestehéroe retrocedióalgrupode susamigos,muydisgustado,asípor lavictoriaperdida, como por la rotura del arma, y luego se encaminó a las tiendas ynavesaqueasparatomarotralanzagrandedelasqueensubajeltenía.

169 Los demás combatían, y una vocería inmensa se dejaba oír. TeucroTelamoniofueelprimeroquematóaunhombre,albelicosoImbrio,hijodeMéntor,ricoencaballos.Antesdellegarlosaqueos,ImbriomorabaenPedeoconsuesposaMedesicasta,hijabastardadePríamo;masasíquellegaronlascorvasnavesdelosdánaos,volvióaIlio,descollóentrelostroyanosyvivióenel palacio dePríamo, que le honraba como a sus propios hijos.Entonces elhijo de Telamón hirióle debajo de la oreja con la gran lanza, que retiróenseguida;yelguerrerocayócomoelfresnonacidoenunacumbrequedesdelejossedivisa,cuandoescortadoporelbronceyvienenalsuelosus tiernashojas. Así cayó Imbrio, y sus armas, de labrado bronce, resonaron. Teucroacudiócorriendo,movidoporeldeseodequitarlelaarmadura;peroHéctorletiróunarelucientelanza;violoaquélyhurtóelcuerpo,ylabroncíneapuntase

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clavóenelpechodeAnfímaco,hijodeCtéatoActorión,queacababadeentrarencombate.Elguerrerocayóconestrépito,ysusarmasresonaron.HéctorfuepresurosoaquitarlealmagnánimoAnfímacoelcascoquellevabaadaptadoalassienes;Ayantelevantó,asuvez,larelucientelanzacontraHéctor,ysibiennopudohacerlallegarasucuerpo,protegidotodoporhorrendobronce,dioleunboteenmediodelescudo,yrechazóalhéroecongranímpetu;éstedejóloscadáveres,ylosaqueoslosretiraron.EstiquioyeldivinoMenesteo,caudillosatenienses,llevaronaAnfímacoalcampamentoaqueo;ylosdosAyantes,quesiempreanhelabanlaimpetuosapelea,levantaronelcadáverdeImbrio.Comodos leones que, habiendo arrebatado una cabra a unos perros de agudosdientes,lallevanenlabocaporlosespesosmatorrales,enalto,levantadadelatierra,asílosbelicososAyantes,alzandoelcuerpodeImbrio,lodespojarondelasarmas;yelOilíada,irritadoporlamuertedeAnfímaco,leseparólacabezadeltiernocuelloylahizorodarporentrelaturba,cualsifueseunabola,hastaquecayóenelpolvoalospiesdeHéctor.

206 Entonces Poseidón, airado en el corazón porque su nieto habíasucumbidoenlaterriblepelea,sefuehacialastiendasynavesdelosaqueosparareanimara losdánaosycausarmalesa los troyanos.EncontróseconélIdomeneo,famosoporsulanza,quevolvíadeacompañaraunamigoaquiensacarondelcombateporque los troyanos lehabíanheridoen lacorvaconelagudo bronce. Idomeneo, una vez lo hubo confiado a los médicos, seencaminaba a su tienda, con intención de volver a la batalla.Y el poderosoPoseidón, que bate la tierra, díjole, tomando la voz de Toante, hijo deAndremón, que enPleurón entera y en la excelsaCalidón reinaba sobre losetoliosyerahonradoporelpueblocualsifueseundios:

219—¡Idomeneo,príncipedeloscretenses!¿Quésehicieronlasamenazasquelosaqueoshacíanalostroyanos?

221RespondióIdomeneo,caudillodeloscretenses:

222—¡OhToante!Nocreoqueahorasepuedaculparaningúnguerrero,porque todos sabemos combatir y nadie está poseído del exánime terror, nidejapor flojedad la funestabatalla; sindudadebedesergratoalprepotenteCronidaquelosaqueosperezcansingloriaenestatierra,lejosdeArgos.Mas,ohToante, puestoque siemprehas sidobelicosoy sueles animar al quevesremiso,nodejesdepelearyexhortaalosdemásvarones.

231ContestóPoseidón,quebatelatierra:

232—¡Idomeneo!NovuelvadesdeTroyaasupatriayvengaaserjuguetede los perros quien en el día de hoy deje voluntariamente de combatir. Ea,tomalasarmasyvenamilado;apresurémonosporsi,apesardeestarsolos,podemoshaceralgoprovechoso.Naceunafuerzadelaunióndeloshombres,aunqueseandébiles;ynosotrossomoscapacesdelucharconlosvalientes.

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239Dichasestaspalabras,eldiosseentródenuevoporelcombatedeloshombres; a Idomeneo,yendoa labienconstruida tienda,vistió lamagníficaarmadura, tomó un par de lanzas y volvió a salir, semejante al encendidorelámpagoqueelCroniónagitaensumanodesdeelresplandecienteOlimpoparamostrarlo a los hombres como señal, tanto centelleaba el bronce en elpechodeIdomeneomientraséstecorría.Encontróseconél,nomuylejosdelatienda, el valiente escuderoMeriones, que iba en busca de una lanza; y elfuerteDiomedesdijo:

249—¡Meriones,hijodeMolo,eldelospiesligeros,micompañeromásquerido!¿Porquévienes,dejandoelcombateylapelea?¿Acasoestásheridoy te agobia puntiaguda flecha? ¿Me traes, quizás, alguna noticia? Pues nodeseoquedarmeenlatienda,sinopelear.

234RespondióleelprudenteMeriones:

235—¡Idomeneo,príncipedeloscretenses,debroncíneascorazas!Vengoporunalanza,silahayentutienda;pueslaqueteníaseharotoaldarunboteenelescudodelferozDeífobo.

259ContestóIdomeneo,caudillodeloscretenses:

260—Siladeseas,hallarás,enlatienda,apoyadasenellustrosomuro,nouna, sinoveinte lanzas,quehequitadoa los troyanosmuertosen labatalla;pues jamás combato adistanciadel enemigo.Heaquíporqué tengo lanzas,escudosabollonados,cascosyrelucientescorazas.

266ReplicóelprudenteMeriones:

267Tambiénposeoyoenlatiendayenlanegranavemuchosdespojosdelos troyanos,masno están cercapara tomarlos; quenuncameolvidodemivalor,yenelcombate,dondeloshombressehacenilustres,aparezcosiempreentre los delanteros desde que se traba la batalla. Quizá algún otro de losaqueos de broncíneas corazas no habrá fijado su atención en mi personacuandopeleo,peronodudoquetúmehasvisto.

274Idomeneo,caudillodeloscretenses,díjoleentonces:

275—Sécuángrandeestuvalor.¿Porquémerefieresestascosas?Silosmásseñaladosnosreuniéramosjuntoalasnavesparaarmarunacelada,queesdonde mejor se conoce la bravura de los hombres y donde fácilmente sedistingue al cobardedel animoso—el cobarde seponedemudado,yadeunmodo, ya de otro; y, como no sabe tener firme ánimo en el pecho, nopermanecetranquilo,sinoquedoblalasrodillasysesientasobrelospiesyelcorazónledagrandessaltosporeltemordelasparcasylosdienteslecrujen;y el animoso no se inmuta ni tiembla, una vez se ha emboscado, sino quedesea que cuanto antes principie el funesto combate—, ni allí podrían

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baldonarsetuvalorylafuerzadetusbrazos.Y,sipeleandotehirierandecercaodelejos,noseríaenlanucaoenlaespalda,sinoenelpechooenelvientre,mientrasfuerashaciaadelanteconlosguerrerosmásavanzados.Mas,ea,nohablemosdeestascosas,permaneciendoociososcomounos simples;noseaquealguiennosincrepeduramente.Vealatiendaytomalafornidalanza.

295Asídijo;yMeriones,igualalvelozAres,entrandoenlatienda,cogióenseguida una broncínea lanza y fue en seguimiento de Idomeneo, muydeseoso de volver al combate. Como va a la guerra Ares, funesto a losmortales,acompañadodelaFuga,suhijaquerida,fuerteeintrépida,quehastaelguerrerovalerosocausaespanto;ylosdossearmanysaliendodelaTraciaenderezansuspasoshacialoséfirosylosmagnánimosflegis,ynoescuchanlos ruegos de ambos pueblos, sino que dan la victoria a uno de ellos, de lamismamanera,MerionesaIdomeneo,caudillosdehombres,seencaminabanalabatalla,armadosdelucientebronce.YMerionesfueelprimeroquehabló,diciendo:

307—¡Deucálida!¿Pordóndequieresquepenetremosenlaturba:porladerecha del ejército, por enmedio o por la izquierda?Pues no creo que losmelenudosaqueosdejendepelearenpartealguna.

311RespondióleIdomeneo,caudillodeloscretenses:

312—Hay en el centro quienes defiendan las naves: los dos Ayantes yTeucro,elmásdiestroarqueroaqueoyesforzadotambiénenelcombateapiefirme;ellossebastanpararechazaraHéctorPriámidaporfuertequeseayporincitado que esté a la batalla. Difícil será, aunque tenga muchos deseos depelear,que,triunfandodelvalorydelasmanosinvictasdeaquéllos,llegueaincendiarlosbajeles;anoserqueelmismoCroniónarrojeunateaencendidaen las ligerasnaves.ElgranAyanteTelamoniono cedería aningúnhombremortalquecomaelfrutodeDeméterypuedaserheridoconelbronceocongrandespiedras;nisiquieraseretiraríaavistadeAquiles,querompelasfilasde los guerreros, en un combate a pie firme; pues en la carreraAquiles notienerival.Vamos,pues,alaizquierdadelejército,paraversiprestodaremosgloriaaalguien,oalguiennosladaráanosotros.

328 Así dijo; y Meriones, igual al veloz Ares, echó a andar hasta quellegaronalejércitopordondeIdomeneoleaconsejaba.

330 Cuando los troyanos vieron a Idomeneo, que por su impetuosidadparecía una llama, y a su escudero, ambos revestidos de labradas armas,animáronseunosaotrosporentrelaturbayarremetierontodoscontraaquél.Ysetrabóunarefriega,sostenidaconigualtesónporambaspartes,juntoalaspopasdelasnaves.Comoaparecenderepentelastempestades,suscitadasporlos sonoros vientos un día en que los caminos están llenos de polvo y selevanta una gran nube del mismo, así entonces unos y otros vinieron a las

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manos,deseandoensucorazónmatarserecíprocamenteconelagudobronceporentre la turba.Labatalla,destructoradehombres, sepresentabahorriblecon las largas picas que desgarran la carne y que los guerrerosmanejaban;cegabalosojoselresplandordelbroncedeloslucientescascos,delascorazasrecientemente bruñidas y de los escudos refulgentes de cuantos iban aencontrarse;yhubieratenidocorazónmuyaudazquienalcontemplaraquellaacciónsehubiesealegradoenvezdeafligirse.

345LosdoshijospoderososdeCrono,disintiendoenelmododepensar,preparabandeplorablesmalesaloshéroes.ZeusqueríaquetriunfaranHéctorylostroyanosparaglorificaraAquiles,eldelospiesligeros;masnoporesodeseabaqueel ejércitoaqueopereciera totalmentedelantede Ilio,pues sólointentabahonraraTetisyasuhijo,deánimoesforzado.Poseidónhabíasalidoocultamente del espumoso mar, recorría las filas y animaba a los argivos,porqueleafligíaquefueranvencidosporlostroyanos,yseindignabamuchocontraZeus.Igualeraelorigendeambasdeidadesyunamismasuprosapia,pero Zeus había nacido primero y sabía más, por esto Poseidón evitaba elsocorrer abiertamente a aquéllos, y, transfigurado en hombre, discurría, sindarse a conocer, por el ejército y le amonestaba. Y los dioses inclinabanalternativamente en favor de unos y de otros la reñida pelea y el indecisocombate;ytendíansobreellosunacadenainquebrantableeindisolublequeamuchoslesquebrólasrodillas.

361 Entonces Idomeneo, aunque ya semicano, animó a los dánaos,arremetiócontra los troyanos, llenándolesdepavor,ymatóaOtrioneo.ÉstehabíaacudidodeCabesoaIliocuandotuvonoticiadelaguerraypedidoenmatrimonioaCasandra,lamáshermosadelashijasdePríamo,sinobligacióndedotarla;peroofreciendounagrancosa:queecharíadeTroyaalosaqueos.El anciano Príamo accedió y consintió en dársela; y el héroe combatía,confiando en la promesa. Idomeneo tiróle la reluciente lanza y le hiriómientrasseadelantabaconarrogantepaso,lacorazadebroncequellevabanoresistió,clavóseaquéllaenmediodelvientre,cayóelguerreroconestrépito,aIdomeneodijoconjactancia:

374—¡Otrioneo!Teensalzaría sobre todos losmortales si cumplieras loque ofreciste a Príamo Dardánida cuando te prometió a su hija. Tambiénnosotros te haremos promesas con intención de cumplirlas: traeremos deArgoslamásbelladelashijasdelAtridayteladaremospormujer,sijuntoconlosnuestrosdestruyeslapopulosaciudaddeIlio.Perosígueme,yenlasnaves surcadoras del ponto nos pondremos de acuerdo sobre el casamiento;quenosomosmalossuegros.

383 Hablóle así el héroe Idomeneo, mientras le asía de un pie y learrastrabaporelcampodeladurabatalla;yAsioseadelantóparavengarlo,presentándosecomopeóndelantedesucarro,cuyoscorceles,gobernadospor

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elauriga,sobrelosmismoshombrosdelguerreroresoplaban.AsiodeseabaensucorazónheriraIdomeneo,peroanticipóseleéstey lehundiólapicaenlagarganta,debajode labarba,hastaqueelbronce salió alotro lado.Cayóeltroyano como en el monte la encina, el álamo o el elevado pino que unosartífices cortan con afiladas hachas para convertirlo enmástil de navío; asíyacía aquél, tendido delante de los corceles y del carro, rechinándole losdientes y cogiendo con las manos el polvo ensangrentado. Turbóse elescudero,ynisiquieraseatrevióatorcerlariendaaloscaballosparaescaparde las manos de los enemigos. Y el belicoso Antíloco se llegó a él y leatravesó con la lanza, pues la broncínea coraza no pudo evitar que se laclavase en el vientre. El auriga, jadeante, cayó del bien construido carro; yAntíloco,hijodelmagnánimoNéstor,sacóloscaballosdeentrelostroyanosyselosllevóhacialosaqueos,dehermosasgrebas.

402Deífobo,irritadoporlamuertedeAsio,seacercómuchoaIdomeneoy le arrojó la reluciente lanza. Mas Idomeneo advirtiólo y burló el golpeencogiéndosedebajodesulisoescudo,queestabaformadoporboyunaspielesy una lámina de bruñido bronce con dos abrazaderas, la broncínea lanzaresbalóporlasuperficiedelescudo,quesonóroncamente,ynofuelanzadaenbaldeporelrobustobrazodeaquél,puesfueaclavarseenelhígado,debajodeldiafragma,deHipsenorHipásida,pastordehombres,haciéndoledoblarlasrodillas.YDeífobosejactabaasí,dandograndesvoces:

414 —Asio yace en tierra, pero ya está vengado. Figúrome que, aldescender a la morada de sólidas puertas del terrible Hades, se holgará suespíritudequelehayaprocuradouncompañero.

417 Así habló. Sus jactanciosas frases apesadumbraron a los argivos yconmovieronelcorazóndelbelicosoAntíloco;peroéste,aunqueafligido,noabandonóasucompañero,sinoquecorriendosepusocercadeélylecubrióconelescudo.Eintroduciéndosepordebajodosamigosfieles,Mecisteo,hijodeEquio,yeldivinoAlástor,llevaronaHipsenor,quedabahondossuspiros,hacialascóncavasnaves.

424Idomeneonodejabaquedesfallecierasugranvalorydeseabasiempreo sumir a algún troyano en tenebrosa noche, o caer élmismo con estrépito,librandodelaruinaa losaqueos.PoseidóndejóquesucumbieraamanosdeIdomeneo,elhijoqueridodeEsietes,alumnodeZeus,elhéroeAlcátoo(erayerno de Anquises y tenía por esposa a Hipodamía, la hija primogénita, aquien el padre y la veneranda madre amaban cordialmente en el palacioporquesobresalíaenhermosura,destrezaytalentoentretodaslasdesuedad,yacausadeestocasóconellaelhombremásilustredelavastaTroya):eldiosofuscóle losbrillantesojosyparalizósushermososmiembros,yelhéroenopudo huir ni evitar la acometida de Idomeneo, que le envainó la lanza enmedio del pecho,mientras estaba inmóvil comouna columnao un árbol de

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altacopa,ylerompiólacorazaquesiemprelehabíasalvadodelamuerte,yentonces produjo un sonido ronco al quebrarse por el golpe de la lanza. Elguerrerocayóconestrépito;y,comolalanzasehabíaclavadoenelcorazón,movíanla laspalpitacionesde éste;peroprontoel arma impetuosaperdió sufuerza.EIdomeneocongranjactanciayavozengritoexclamó:

446—¡Deífobo!Yaque tanto teglorías,¿no teparecequeesunabuenacompensación haber muerto a tres, por uno que perdimos? Ven, hombreadmirable,pontedelanteyverásquiénesestedescendientedeZeusqueaquíha venido; porque Zeus engendró a Minos, protector de Creta, Minos fuepadre del eximio Deucalión, y de éste nací yo, que reino sobre muchoshombresenlavastaCretayvineenlasnavesparaserunaplagaparati,paratupadreyparalosdemástroyanos.

455Así dijo; yDeífobo vacilaba entre retroceder para que se le juntaraalgunodelosmagnánimostroyanosoatacarélsoloaIdomeneo.PareciólelomejorirenbuscadeEneas,ylehallóentrelosúltimos;puessiempreestabairritadoconeldivinoPríamo,quenolehonrabacomoporsubravuramerecía.Ydeteniéndoseasulado,ledijoestasaladaspalabras:

463 —¡Eneas, príncipe de los troyanos! Es preciso que defiendas a tucuñado,siporélsientesalgúninterés.Síguemeyvayamosacombatirportucuñado Alcátoo, que te crio cuando eras niño y ha muerto a manos deIdomeneo,famosoporsulanza.

468Asídijo.Eneassintióqueenelpechoseleconmovíaelcorazón,ysefuehaciaIdomeneocongrandesdeseosdepelear.Éstenosedejóvencerdeltemor,cualsifueraunniño,sinoqueteaguardócomoeljabalíque,confiandoensufuerza,esperaenunparajedesiertodelmonteelgrantropeldehombresqueseavecina,yconlascerdasdellomoerizadasylosojosbrillantescomoascuas aguza los dientes y se dispone a rechazar la acometida de perros ycazadores, de igual manera Idomeneo, famoso por su lanza, aguardaba sinarredrarseaEneas,ágilenlalucha,quelesalíaalencuentro;perollamabaasuscompañeros,poniendolosojosenAscálafo,Afareo,Deípiro,MerionesyAntíloco,aguerridoscampeones,ylosexhortabaconestasaladaspalabras:

481—Venid,amigos,yayudadme;puesestoysoloytemomuchoaEneas,ligerodepies,quecontramíarremete.Esmuyvigorosoparamatarhombresenelcombate,ysehallaenlaflordelajuventud,cuandomayoreslafuerza.Siconelánimoquetengo,fuésemosdelamismaedad,prontooalcanzaríaélunagranvictoriasobremí,oyolaalcanzarasobreél.

487Asídijo;ytodosconelmismoánimoenelpechoylosescudosenloshombros se pusieron al lado de Idomeneo. También Eneas exhortaba a susamigos, echando la vista a Deífobo, Paris y el divino Agenor, que eranasimismo capitanes de los troyanos. Inmediatamente marcharon las tropas

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detrásdelosjefes,comolasovejassiguenalcarnerocuandodespuésdelpastovan a beber, y el pastor se regocija en el alma; así se alegró el corazón deEneasenelpecho,alverelgrupodehombresquetrasélseguía.

496ProntotrabaronalrededordelcadáverdeAlcátoouncombatecuerpoacuerpo,blandiendograndespicas;yelbronce resonabadehorriblemodoenlospechosaldarsebotesdelanzalosunosalosotros.Doshombresbelicososyseñaladosentre todos,Eneasa Idomeneo, igualesaAres,deseabanherirserecíprocamente con el cruel bronce. Eneas arrojó el primero la lanza aIdomeneo;pero, comoéste lavieravenir, evitó elgolpe: labroncíneapuntaclavóseentierra,vibrando,yelarmafueechadaenbaldeporelrobustobrazo.Idomeneo hundió la suya en el vientre de Enómao y el bronce rompió laconcavidaddelacorazaydesgarrólasentrañas:eltroyano,caídoenelpolvo,asióelsueloconlasmanos.Actocontinuo,Idomeneoarrancódelcadáverlaingentelanza,peronolepudoquitardeloshombroslamagníficaarmadura,porqueestabaabrumadoporlostiros.Comoyanoteníaseguridadensuspiespara recobrar la lanza que había arrojado, ni para librarse de la que learrojasen, evitaba la cruel muerte combatiendo a pie firme; y, no pudiendotampoco huir con ligereza, retrocedía paso a paso. Deífobo, queconstantementeleodiaba,letirólalanzarelucienteyerróelgolpe,perohirióaAscálafo, hijo de Enialio; la impetuosa lanza se clavó en la espalda, y elguerrero,caídoenelpolvo,asióelsueloconlasmanos.YelruidosoyrobustoAres no se enteró de que su hijo hubiese sucumbido en el duro combateporquesehallabadetenidoenlacumbredelOlimpo,debajodeáureasnubes,conotrosdioses inmortalespor lavoluntaddeZeus,elcualnopermitíaqueintervinieranenlabatalla.

526LapeleacuerpoacuerposeencendióentoncesentornodeAscálafo,aquienDeífobologróquitarel relucientecasco,peroMeriones, igualalvelozAres, dio a Deífobo una lanzada en el brazo y le hizo soltar el casco conagujeros a guisa de ojos, que cayó al suelo produciendo ronco sonido.Meriones, abalanzándose aDeífobo con la celeridad del buitre, arrancóle laimpetuosalanzadelapartesuperiordelbrazoyretrocedióhastaelgrupodesus amigos. A Deífobo sacóle del horrísono combate su hermano carnalPolites: abrazándole por la cintura, lo condujo adonde tenía los rápidoscorceles con el labrado carro, que estaban algo distantes de la lucha y delcombate,gobernadosporunauriga.Ellosllevaronalaciudadalhéroe,quesesentíaagotado,dabahondossuspirosylemanabasangredelaheridaqueenelbrazoacababaderecibir.

540 Los demás combatían y alzaban una gritería inmensa. Eneas,acometiendoaAfareoCaletórida,quecontra élvenía, hirióle en lagargantacon la aguda lanza: la cabeza se inclinóaun lado, arrastrandoel cascoyelescudo,y lamuertedestructora rodeóal guerrero.Antíloco, comoadvirtiera

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queToónvolvíapieatrás,arremetiócontraélylehirió:cortólelavenaque,corriendoporeldorso,llegahastaelcuello,yeltroyanocayódeespaldasenelpolvoytendíalosbrazosaloscompañerosqueridos.AcudióAntílocoylequitó de los hombros la armadura, mirando a todos lados, mientras lostroyanosibancercándoleyaporéste,yaporaquel lado,e intentabanherirle;maselanchoylabradoescudoparólosgolpes,yniaunconsiguieronrasguñarlatiernapieldelhéroeconelcruelbronce,porquePoseidón,quebatelatierra,defendió al hijo deNéstor contra losmuchos tiros.Antíloco no se apartabanuncadelosenemigos,sinoqueseagitabaenmediodeellos;sulanza,lamasociosa,siemprevibrante,sevolvíaatodaspartes,yélpensabaensumentesilaarrojaríaaalguien,oacometeríadecerca.

560NoseleocultóaAdamanteAsíadaloqueAntílocomeditabaenmediodelaturba;y,acercándosele,ledioconelagudobronceunboteenmediodelescudo;peroPoseidón,eldecerúleacabellera,nopermitióquequitaralavidaaAntíloco,ahizovanoelgolperompiendolalanzaendospartes,unadelascualesquedóclavadaenelescudo,comoestacaconsumidaporelfuego,ylaotra cayó al suelo.Adamante retrocedió hacia el grupo de sus amigos, paraevitarlamuerte;peroMerionescorriótrasélyarrojólelalanza,quepenetrópor entre el ombligo y las partes verendas, donde son muy peligrosas lasheridasquerecibenenlaguerralosmíserosmortales.Allí,pues,sehundiólalanza,yAdamante,cayendoencimadeella,seagitabacomounbueyaquienlos pastores han atado en el monte con recias cuerdas y llevan contra suvoluntad; así aquél, al sentirse herido, se agitó algún tiempo, que no fue delargaduraciónporqueMerionesse leacercó,arrancóle la lanzadelcuerpoylastinieblasvelaronlosojosdelguerrero.

576HélenodioaDeípirountajoenunasienconsugranespadatracia,ylerompióelcasco.Éste, sacudidoporelgolpe,cayóal suelo,y rodando fueapararalospiesdeunguerreroaqueoqueloalzódetierra.ADeípirotenebrosanochelecubriólosojos.

581GranpesarsintióporelloelAtridaMenelao,valienteenelcombate;y,blandiendolaagudalanza,arremetió,amenazador,contraelhéroeypríncipeHéleno,quien,asuvez,armóelarco.Ambosfueronaencontrarse,deseososel uno de alcanzar al contrario con la aguda lanza, y el otro de herir a suenemigoconunaflechaarrojadaporelarco.ElPriámidadioconlasaetaenelpechodeMenelao,dondelacorazapresentabaunaconcavidad;perolacruelflechafuerechazadayvolóaotraparte.Comoenlaespaciosaerasaltandelbieldo las negruzcas habas o los garbanzos al soplo sonoro del viento y alimpulsodelaventador,deigualmodo,laamargaflecha,repelidaporlacorazadelgloriosoMenelao,volóalolejos.PorsuparteMenelaoAtrida,valienteenla pelea, hirió a Héleno en lamano en que llevaba el pulimentado arco: labroncínea lanza atravesó la palma y penetró en el arco. Héleno retrocedió

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hasta el grupo de sus amigos, para evitar la muerte; y su mano, colgando,arrastrabaelastadefresno.ElmagnánimoAgenorselaarrancóylevendólamanoconunahondadelanadeoveja,bientejida,quelesfacilitóelescuderodelpastordehombres.

601PisandroembistióalgloriosoMenelao.Elhadofunesto le llevabaalfindesuvida,empujándoleparaquefuesevencidoporti,ohMenelao,enlaterriblepelea.Asíqueentrambossehallaronfrenteafrente,acometiéronse,yelAtridaerróelgolpeporquelalanzaseledesvió;Pisandrodiounboteenelescudo del glorioso Menelao, pero no pudo atravesar el bronce: resistió elanchoescudoyquebróselalanzaporelastacuandoaquélseregocijabaensucorazónconlaesperanzadesalirvictorioso.PeroelAtridadesnudólaespadaguarnecidadeargénteosclavosyasaltóaPisandro,quien,cubriéndoseconelescudo,aferróunahermosahacha,debronce labrado,provistadeun largoyliso mango de madera de olivo. Acometiéronse, y Pisandro dio un golpe aMenelaoen lacimeradelyelmo,adornadoconcrinesdecaballo,debajodelpenacho;yMenelaohundiósuespadaen lafrentedel troyano,encimade lanariz:crujieronloshuesos,ylosojos,ensangrentados,cayeronenelpolvo,alospiesdelguerrero,queseencorvóyvinoatierra.ElAtrida,poniéndoleelpieenelpecho,ledespojódelaarmadura;y,blasonandodeltriunfo,dijo:

620—¡Asídejaréislasnavesdelosaqueos,deágilescorceles,ohtroyanossoberbioseinsaciablesdelapeleahorrenda!Noosbastahabermeinferidounavergonzosa afrenta, infames perros, sin que vuestro corazón temiera la iraterribledel tonanteZeushospitalario, que algúndíadestruirávuestra ciudadexcelsa.Osllevasteis,ademásdemuchasriquezas,amilegítimaesposa,queoshabía recibidoamigablemente;yahoradeseáisarrojareldestructor fuegoen las naves surcadoras del ponto, y dar muerte a los héroes aqueos; peroquizásoshagamosrenunciaralcombate,aunquetanenardecidososmostréis.¡PadreZeus!Dicenquesuperaseninteligenciaalosdemásdiosesyhombres,y todo esto procede de ti. ¿Cómo favoreces a los troyanos, a esos hombresinsolentes, de espíritu siempreperverso, y quenunca se puedenhartar de laguerraatodostanfunesta?Detodollegaelhombreasaciarse:delsueño,delamor,deldulcecantoyde la agradabledanza, cosasmásapeteciblesque lapelea;perolostroyanosnosecansandecombatir.

640 En diciendo esto, el eximio Menelao quitóle al cadáver laensangrentadaarmadura;y, entregándolaa susamigos,volvióapelear entreloscombatientesdelanteros.

643EntonceslesalióalencuentroHarpalión,hijodelreyPilémenes,quefueaTroyaconsupadreacombatirynohabíadevolveralapatriatierra:eltroyanodiounbote de lanza enmediodel escudodelAtrida, peronopudoatravesar el bronce y retrocedió hacia el grupo de sus amigos para evitar lamuerte, mirando a todos lados, no fuera alguien a herirlo con el bronce.

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Mientrasélseiba,Merionesleasestóelarco,ylabroncíneasaetasehundióenlanalgaderechadeltroyano,atravesólavejigapordebajodelhuesoysalióalotrolado.YHarpalión,cayendoallíenbrazosdesusamigos,dioelalmayquedó tendidoenel suelo comoungusano;de su cuerpo fluíanegra sangrequemojabalatierra.Pusiéronseasualrededorlosmagnánimospaflagones,y,colocando el cadáver en un carro, lleváronlo, afligidos, a la sagrada Ilio; elpadreibaconellosderramandolágrimas,yningunavenganzapudotomardeaquellamuerte.

660Paris,muyirritadoensuespírituporlamuertedeHarpalión,queerasuhuéspedenlapopulosaPaflagonia,arrojóunabroncíneaflecha.HabíaunciertoEuquenor,ricoyvaliente,queeravástagodeladivinoPoliido,habitabaenCorintoyseembarcóparaTroya,noobstantesaber la funestasuertequeallí le aguardaba.ElbuenancianoPoliidohabíaledicho repetidasvecesquemoriríaenpenosadolenciaenelpalacioosucumbiríaamanosdelostroyanosen las naves aqueas, y él, queriendo evitar los baldones de los aqueos y laenfermedad odiosa con sus dolores, decidió ir a Ilio. A éste, pues, Paris leclavó la flecha por debajo de la quijada y de la oreja: la vida huyó de losmiembrosdelguerrero,ylaobscuridadhorribleleenvolvió.

673Asícombatíanconelardordeencendidofuego.Héctor,caroaZeus,aún no se había enterado, e ignoraba por entero que sus tropas fuesendestruidas por los argivos a la izquierda de las naves. Pronto la victoriahubierasidodelosaqueos.¡DetalsuertePoseidón,queciñeysacudelatierra,losalentabayhastalosayudabaconsuspropiasfuerzas!EstabaHéctorenelmismolugaradondehabía llegadodespuésquepasó laspuertasyelmuroyrompió las cerradas filas de los escudados dánaos. Allí, en la playa delespumosomar,habíansidocolocadas lasnavesdeAyanteyProtesilao;y sehabíalevantadoparadefenderlasunmurobajo,porqueloshombresycorcelesacampadosenaquelparajeeranmuyvalientesenlaguerra.

685Losbeocios,losjonios,derozagantevestidura,loslocrios,losptiotasy los ilustres epeos detenían al divino Héctor, que, semejante a una llama,porfiaba en su empeño de ir hacia las naves; pero no conseguían que seapartasedeellos.LosatenienseshabíansidodesignadosparalasprimerasfilasylosmandabaMenesteo,hijodePéteo,aquienseguíanFidante,EstiquioyelvalerosoBiante.De losepeoserancaudillosMegesFilida,AnfiónyDracio.AlfrentedelosptiotasestabanMedonteyelbelicosoPodarces:aquélerahijobastardodeldivinoOileoyhermanodeAyante,yvivíaenFílace,lejosdesupatria,porhaberdadomuerteaunhermanodeEriópide,sumadrastraymujerde Oileo; y el otro era hijo de Ificlo Filácida. Ambos se habían armado ypuesto al frente de los magnánimos ptiotas, y combatían en unión con losbeociosparadefenderlasnaves.

701 El ágil Ayante de Oileo no se apartaba un instante de Ayante

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Telamonio:comoentierranovaldosnegrosbueyestiranconigualánimodelsólidoarado,abundantesudorbrotaentornodesuscuernos,ysólolosseparaelpulimentadoyugomientrasandanporlossurcosparaabrirelhondosenodelatierra,así,tancercanoselunodelotro,estabanlosAyantes.AlTelamonioseguíanle muchos y valientes hombres, que tomaban su escudo cuando lafatigayelsudorllegabanalasrodillasdelhéroe.MasalOilíada,decorazónvaliente,noleacompañabanloslocrios,porquenopodíansostenerunaluchaapiefirme:nollevabanbroncíneoscascos,adornadosconcrinesdecaballo,niteníanrodelasnilanzasdefresno;habíanidoaIlio,confiandoensusarcosyensushondasderetorcidalanadeoveja,ydisparandoamenudodestrozabanlasfalangesteucras.AquéllospeleabanalfrenteconHéctorylossuyos;éstos,ocultos detrás, disparaban; y los troyanos apenas pensaban en combatir,porquelasflechaslosponíanendesorden.

723Entonceslostroyanoshubieranvueltoendeplorablefugadelasnavesy tiendas a la ventosa Ilio, si Polidamante no se hubiese acercado al audazHéctorparadecirle:

726—¡Héctor!Eresreacioenseguirlospareceresajenos.Porqueundiostehadadoesasuperioridadenlascosasdelaguerra,¿creesqueaventajasalosdemásenprudencia?Noesposiblequetúsololoreúnastodo.Ladivinidadaunoleconcedequesobresalgaenlasaccionesbélicas,aotroenladanza,aldemásallá en la cítaray el canto,y el largovidenteZeusponeenelpechodealgunosunespírituprudentequeaprovechaagrannúmerodehombres,salvalasciudadesy loapreciaparticularmentequienloposee.Perovoyadecir loqueconsideromásconveniente.Alrededordetiardelapeleaportodaspartes;perodelosmagnánimostroyanosquepasaronlamuralla,unossehanretiradoconsusarmas,yotros,dispersosporlasnaves,combatenconmayornúmerodehombres.Retrocedeyllamaalosmásvalientescaudillosparadeliberarsinosconvienearrojarnosalasnaves,demuchosbancos,porsiundiosnosdalavictoria,oalejarnosdeellasantesqueseamosheridos.Temoquelosaqueossedesquitendelodeayer,porqueenlasnaveshayunvarónincansableenlapelea,ymefiguroquenoseabstendrádecombatir.

748 Así habló Polidamante, y su prudente consejo plugo a Héctor, quesaltó enseguida del carro a tierra, sin dejar las armas, y le dijo estas aladaspalabras:

751—¡Polidamante!Reúnetúalosmásvalientescaudillos,mientrasvoya la otra parte de la batalla y vuelvo tan pronto como haya dado lasconvenientesórdenes.

754 Dijo; y, semejante a un monte cubierto de nieve, partió volando yprofiriendogritosporentre los troyanosysusauxiliares.Todosloscaudillosse encaminaron hacia el bravo Polidamante Pantoida así que oyeron las

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palabrasdeHéctor.ÉstebuscabaenloscombatientesdelanterosaDeífobo,alrobustoreyHéleno,aAdamanteAsíada,yaAsio,hijodeHírtaco;peronoloshallóilesosniatodossalvadosdelamuerte:losunosyacían,muertosporlosargivos,juntoalasnavesaqueas;ylosdemás,heridos,quiéndecerca,quiénde lejos,estabandentrode losmurosde laciudad.Prontoseencontró,en laizquierdadelabatallaluctuosa,coneldivinoAlejandro,esposodeHelena,ladehermosacabellera,queanimabaasuscompañerosylesincitabaapelear;y,deteniéndoseasulado,díjoleestasinjuriosaspalabras:

769—¡Miserable Paris, el de más hermosa figura, mujeriego, seductor!¿DóndeestánDeífobo,elrobustoreyHéleno,AdamanteAsíadayAsio,hijode Hírtaco? ¿Qué es de Otrioneo? Hoy la excelsa Ilio se arruina desde lacumbre;hoyteaguardaatihorriblemuerte.

774RespondióleasuvezeldeiformeAlejandro:

775—¡Héctor! Ya que tienes intención de culparme sin motivo, quizásotrasvecesfuimásremisoenlabatalla,aunquenodeltodopusilánimemedioaluzmimadre.Desdequealfrentedeloscompañerospromovisteelcombatejunto a las naves, peleamos sin cesar contra los dánaos. Los amigos porquienes preguntas hanmuerto,menosDeífobo y el robusto reyHéleno; loscuales, heridos en el brazo por ingentes lanzas, se fueron, y el Cronión lessalvólavida.Llévanosadondeelcorazónyelánimoloordenen;nosotrosteseguiremos presurosos, y no han de faltarnos bríos en cuanto lo permitannuestrasfuerzas.Másalládeloqueéstaspermiten,nadaesposiblehacerenlaguerra,porenardecidoqueunoesté.

788Asídiciendo,cambióelhéroelamentedesuhermano.Enderezaronalsitiodondeeramásardienteelcombateylapelea;allíestabanCebríones,eleximioPolidamante,Falces,Orteo,Polifetes,igualaundios,Palmis,AscanioyMores,hijoslosdosúltimosdeHipotión;todosloscualeshabíanllegadoeldíaanteriorde lafértilAscaniaparareemplazaraotros,yentoncesZeus lesimpulsó a combatir. A la manera que un torbellino de vientos impetuososdesciendealallanura,acompañadodeltruenodelpadreZeus,yalcaerenelmar con ruido inmenso levanta grandes y espumosas olas que se vansucediendo, así los troyanos seguían en filas cerradas a los caudillos, y elbronce de sus armas relucía. Iba a su frente Héctor Priámida, cual si fueseAres,funestoalosmortales:llevabapordelanteunescudoliso,formadopormuchaspielesdebueyyunagruesa láminadebronce,yelrefulgencecascotemblaba en sus sienes. Movíase Héctor, defendiéndose con la rodela, yprobabaporcodaspartessilasfalangescedían,peronologróturbarelánimoen el pecho de los aqueos. Entonces Ayante adelantóse con ligero paso yprovocóleconestaspalabras:

810—¡Varónadmirable! ¡Acércate!¿Porquéquieresamedrentardeeste

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modoa los argivos?No somos inexpertos en la guerra, sinoque los aqueossucumbendebajodelcruelazotedeZeus.Túesperasdestruirlasnaves,peronosotros tenemos losbrazosprontosparadefenderlas;ymuchoantesque loconsigas,vuestrapopulosaciudadserátomadaydestruidapornuestrasmanos.Yo te aseguro que está cerca elmomento en que túmismo, puesto en fuga,pedirásalpadreZeusyalosdemásinmortalesquetuscorcelesdehermosascrines sean más veloces que los gavilanes; y los caballos lo llevarán a laciudad,levantandogranpolvaredaenlallanura.

821Asíqueacabódehablar,pasóporcimadeellos,hacialaderecha,unáguila de alto vuelo; y los aqueos gritaron, animados por el agüero. ElesclarecidoHéctorrespondió:

824 —¡Ayante lenguaz y fanfarrón! ¿Qué dijiste? Así fuera yo parasiemprehijodeZeus,quellevalaégida,ymehubiesedadoaluzlavenerableHeraygozaradelosmismoshonoresqueAteneaoApolo,comoestedíaseráfunestoparatodoslosargivos.Tútambiénserásmuertoentreellossitieneslaosadíadeaguardarmi largapica:ésta tedesgarraráeldelicadocuerpo;y tú,cayendojuntoalasnavesaqueas,saciarásalosperrosdelostroyanosyalasavescontugrasaytuscarnes.

833Endiciendoesto,pasóadelante; losotros capitanes le siguieronconvoceríoinmenso;ydetráslastropasgritabantambién.Losargivosmovíanporsupartegranalborotoy,sinolvidarsedesuvalor,aguardabanlaacometidadelos más valientes troyanos. Y el estruendo que producían ambos ejércitosllegabaaléteryalamoradaresplandecientedeZeus.

CantoXIV

EngañodeZeus

Zeus,porunaatiagazadeHera,cae rendidoporel suerto,yPoseidónseponeal frentede los aqueos.Ayantepone fuerade combate aHéctor, y sushombrestienenqueretrocedermásalládelmuroydelfosodelcampamentoaqueo.

1 Néstor, aunque estaba bebiendo, no dejó de advertir la gritería; yhablandoalAsclepíada,pronuncióestasaladaspalabras:

3—¿Cómo crees, divinoMacaón, que acabarán estas cosas? junto a lasnavesescadavezmayorelvoceríodelosrobustosjóvenes.Tú,sentadoaquí,bebe el negro vino, mientras Hecamede, la de hermosas trenzas, pone acalentarel aguadelbañoy te lavadespués la sangrientaherida;yyosubiréprestamenteaunaltozanoparaverloqueocurre.

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9Dijo;y,despuésdeembrazarellabradoescudoderelucientebronce,quesuhijoTrasimedes,domadordecaballos,habíadejadoallíporhabersellevadoel del anciano, asió la fuerte lanza de broncínea punta y salió de la tienda.Prontosedetuvoanteelvergonzosoespectáculoqueseofrecióasusojos:losaqueoseranderrotadosporlosferocestroyanosylagranmurallaaqueaestabadestruida. Como el piélago inmenso empieza a rizarse con sordo ruido ypurpúrea,presagiandolarápidavenidadelossonorosvientos,peronomuevelasolashastaqueZeusenvíaunvientodeterminado;asíelancianohallábaseperplejo entre encaminarse a la turba de los dánaos, de ágiles corceles, oenderezarsuspasoshaciaelAtridaAgamenón,pastordehombres.Parecióleque sería lomejor ir enbuscadelAtrida,y así lohizo;mientras losdemás,combatiendo,sematabanunosaotros,yeldurobronceresonabaalrededordesuscuerposalosgolpesdelasespadasydelaslanzasdedoblefilo.

27EncontráronseconNéstorlosreyes,alumnosdeZeus,queantesfueronheridosconelbronce—elTidida,UlisesyelAtridaAgamenón—,yentoncesveníandesusnaves.Éstashabíansidocolocadas lejosdelcampodebatalla,enlaorilladelespumosomar:sacáronlasalallanuralasprimeras,ylabraronun muro delante de las popas. Porque la ribera, con ser vasta, no hubierapodido contener todos los bajeles en una sola fila, y además el ejército sehubiera sentidoestrecho;yporesto lospusieronescalonadosy llenaronconelloselgranespaciodecostaquelimitabanaltospromontorios.Losreyesibanjuntos, con el ánimo abatido, apoyándose en las lanzas, porque queríanpresenciarelcombateylaclamorosapelea;y,cuandovieronveniralancianoNéstor, se les sobresaltó el corazón en el pecho. Y el rey Agamenón,dirigiéndolelapalabra,exclamó:

42—¡OhNéstor Nelida, gloria insigne de los aqueos! ¿Por qué vienes,dejando la homicida batalla? Temo que el impetuoso Héctor cumpla laamenaza queme hizo en su arenga a los troyanos:Que no regresaría a Ilioantesdepegarfuegoalasnavesymataralosaqueos.Asídecía,ytodosevacumpliendo. ¡Oh dioses! Los aqueos, de hermosas grebas, tienen, comoAquiles,elánimoposeídodeiracontramíynoquierencombatir juntoalasnaves.

52RespondióNéstor,caballerogerenio:

53 —Patente es lo que dices, y ni el mismo Zeus altitonante puedemodificar lo que ya ha sucedido. Derribado está el muro que esperábamosfuese indestructible reparopara lasvelerasnavesyparanosotrosmismos;yjuntoaellaslostroyanossostienenvivoeincesantecombate.Noconocerías,pormásquelomiraras,haciaquépartevanlosaqueosacosadosypuestosendesorden: enmontón confuso reciben la muerte, y la gritería llega hasta elcielo. Deliberemos sobre lo que puede ocurrir, por si nuestramente da conalgunatrazaprovechosa;ynopropongoqueentremosencombate,porquees

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imposiblequepeleenlosqueestánheridos.

64Díjoleelreydehombres,Agamenón:

65—¡Néstor!Puestoqueyalostroyanoscombatenjuntoalaspopasdelasnaves y de ninguna utilidad ha sido el muro con su foso que los dánaosconstruyeroncon tanta fatiga,esperandoquefuese indestructible reparoparalasnavesyparaellosmismos;sindudadebedesergratoalprepotenteZeusquelosaqueosperezcansingloriaaquí,lejosdeArgos.Antesyoveíaqueeldios auxiliaba, benévolo, a los dánaos, mas al presente da gloria a lostroyanos, cual si fuesen dioses bienaventurados, y encadena nuestro valor ynuestros brazos. Ea, procedamos todos como voy a decir. Arrastremos lasnaves que se hallanmás cerca de la orilla, echémoslas almar divino y queestén sobre las anclas hasta que venga la noche inmortal, y, si entonces lostroyanos se abstienen de combatir, podremos echar las restantes. No esreprensible evitar una desgracia, aunque sea durante la noche. Mejor eslibrarsehuyendo,quedejarsecoger.

82ElingeniosoUlises,mirándolecontorvafaz,exclamó:

83 —¡Atrida! ¿Qué palabras se te escaparon del cerco de los dientes?¡Hombre funesto! Debieras estar al frente de un ejército de cobardes y nomandarnos a nosotros, a quienes Zeus concedió llevar al cabo arriesgadasempresasbélicasdesdelajuventudalavejez,hastaqueperezcamos.¿Quieresquedejemoslaciudadtroyanadeanchascalles,despuésquehemospadecidoporellatantasfatigas?Callaynooiganlosaqueosesaspalabras,lascualesnosaldríandelabocadeningúnvarónquesupierahablarconespírituprudente,llevara cetro y fuera obedecido por tantos hombres cuanto son los argivossobrequienesimperas.Repruebodeltodolaproposiciónquehiciste:sindudanos aconsejas que echemos al mar las naves de muchos bancos durante elcombateylapelea,paraquemásprestosecumplanlosdeseosdelostroyanos,ya al presente vencedores, y nuestra perdición sea inminente. Porque losaqueosno sostendrán el combate si las naves son echadas almar; sinoque,volviendo los ojos adonde puedan huir, cesarán de pelear, y tu consejo,príncipedehombres,habrásidodañoso.

103Contestóelreydehombres,Agamenón:

104 —¡Ulises! Tu dura reprensión me ha llegado al alma; pero yo nomandabaque losaqueosarrastraranalmar, contra suvoluntad, lasnavesdemuchosbancos.Ojaláquealguien,jovenoviejo,propusieraunacosamejor,puesleoiríacongusto.

109YentonceslesdijoDiomedes,valienteenlapelea:

110—Cercatenéisa talhombre—nohabremosdebuscarlemucho—,sioshalláis dispuestos a obedecer; ynomevituperéis ni os irritéis contramí,

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recordandoquesoymás jovenquevosotros,puesmegloríodehaber tenidopor padre al valiente Tideo, cuyo cuerpo está enterrado en Teba. EngendróPorteo tres hijos ilustres que habitaron en Pleurón y en la excelsa Calidón:Agrio,MelasyelcaballeroEneo,miabuelopaterno,queeraelmásvaliente.Eneoquedóse en supaís; peromipadre,despuésdevagar algún tiempo, seestablecióenArgos,porqueasíloquisieronZeusylosdemásdioses,casóconunahijadeAdrastoyvivióenunacasaabastadade riqueza:poseíamuchostrigales, no pocas plantaciones de árboles en los alrededores y copiososrebaños,yaventajabaatodoslosaqueosenelmanejodelalanza.Talescosaslashabréisoídoreferircomociertasqueson.Noseaque,figurándoosquizásquepormilinajehedesercobardeydébil,despreciéislobuenoqueosdiga.Ea,vayamosalabatalla,noobstanteestarheridos,pueslanecesidadapremia;pongámonosfueradelalcancedelostirosparanorecibirheridasobreherida;animemosalosdemásyhagamosqueentrenencombatecuantos,cediendoasuánimoindolente,permanecenalejadosynopelean.

133Asíseexpresó,yellosleescucharonyobedecieron.Echaronaandar,yelreydehombres,Agamenón,ibadelante.

135 El ilustre Poseidón, que sacude la tierra, estaba al acecho; y,transfigurándose en un viejo, se dirigió a los reyes, tomó la diestra deAgamenónAtridayledijoestasaladaspalabras:

139 —¡Atrida! Aquiles, al contemplar la matanza y la derrota de losaqueos, debe de sentir que en el pecho se le regocija el corazón pernicioso,porqueestátotalmentefaltodejuicio.¡Asíperecierayunadeidadlecubriesedeignominia!Perolosbienaventuradosdiosesnosehallanirritadosdeltodocontigo, y los caudillos y príncipes de los troyanos serán puestos en fuga ylevantarán nubes de polvo en la llanura espaciosa; túmismo los verás huirdesdelastiendasynavesalaciudad.

147Cuandoasíhubohablado,dioungranalaridoyempezóacorrerporlallanura. Cual es la gritería de nueve o diez mil guerreros al trabarse lacontiendadeAres,tanpujantefuelavozqueelsoberanoPoseidón,quebatelatierra,arrojódesupecho.Yeldiosinfundióvalorenelcorazóndetodoslosaqueosparaquelucharanycombatieransindescanso.

153Hera,ladeáureotrono,miróconsusojosdesdelacimadelOlimpo,conoció a suhermanoy cuñado, que semovía en la batalla donde se hacenilustres loshombres,yseregocijóenelalma;perovioaZeussentadoen lamásaltacumbredelIda,abundanteenmanantiales,yselehizoodiosoensucorazón.EntoncesHeraveneranda,ladeojosdenovilla,pensabacómopodríaengañar aZeus,que lleva la égida.Al finparecióleque lamejor resoluciónsería ataviarsebienyencaminarseal Ida,por siZeus, abrasándoseenamor,queríadormirasuladoyellalograbaderramardulceyplacenterosueñosobre

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lospárpadosyelprudenteespíritudeldios.Sinperderuninstante,fuesealahabitación labradapor suhijoHefesto—la cual tenía una sólidapuerta concerradura oculta que ninguna otra deidad sabía abrir—, entró, y, habiendoentornadolapuerta, lavóseconambrosíaelcuerpoencantadorylountóconunaceitecraso,divino,suavey tanolorosoque,almoverloenelpalaciodeZeus, erigido sobre bronce, su fragancia se difundió por el cielo y la tierra.Ungido el hermoso cutis, se compuso el cabello y con sus propias manosformó los rizos lustrosos, bellos, divinales, que colgaban de la cabezainmortal. Echóse enseguida el manto divino, adornado con muchasbordaduras, queAtenea le había labrado, y sujetólo al pecho con broche deoro.Púsoseluegounceñidorqueteníacienborlones,ycolgódelasperforadasorejas unos pendientes de tres piedras preciosas grandes como ojos,espléndidas,degraciosobrillo.Después, ladivinaentre lasdiosas se cubrióconunvelohermoso,nuevo,tanblancocomoelsol,ycalzósusnítidospiesconbellassandalias.Ycuandohuboataviadosucuerpocontodoslosadornos,salió de la estancia, y, llamando aAfrodita aparte de los dioses, hablóle enestostérminos:

190 —¿Querrás complacerme, hija querida, en lo que yo te diga, o tenegarás, irritada en tu ánimo, porque yo protejo a los dánaos y tú a lostroyanos?

193RespondióleAfrodita,hijadeZeus:

194—¡Hera, venerable diosa, hija del gran Crono! Di qué quieres; micorazónmeimpulsaaefectuarlo,sipuedohacerloyelloesfactible.

197ContestóledolosamentelavenerableHera:

198 —Dame el amor y el deseo con los cuales rindes a todos losinmortalesyalosmortaleshombres.VoyalosconfinesdelafértiltierraparaveraOcéano,padredelosdioses,yalamadreTetis,loscualesmerecibieronde manos de Rea y me criaron y educaron en su palacio, cuando ellargovidente Zeus puso a Crono debajo de la tierra y del mar estéril. Iré avisitarlosparadarfinasusrencillas.Tiempohaqueseprivandelamorydeltálamo, porque la cólera anidó en sus corazones. Si apaciguara con mispalabras su ánimo y lograra que reanudasen el amoroso consorcio, mellamaríansiemprequeridayvenerable.

201RespondiódenuevolarisueñaAfrodita:

212 —No es posible ni sería conveniente negarte lo que Aides, puesduermesenlosbrazosdelpoderosísimoZeus.

214 Dijo; y desató del pecho el cinto bordado, de variada labor, queencerraba todos losencantos:hallábanseallí el amor,eldeseo, lasamorosaspláticasyellenguajeseductorquehaceperdereljuicioalosmásprudentes.

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PúsoloenlasmanosdeHera,ypronuncióestaspalabras:

219—Tomayescondeentusenoelbordadoceñidordondetodosehalla.Yoteaseguroquenovolverássinhaberlogradoloquetucorazóndesea.

222Asídijo.SonrióseHeraveneranda,ladeojosdenovilla;y,sonrienteaún,escondióelceñidorenelseno.

224Afrodita,hijadeZeus,volvióasumoradayHeradejóenraudovuelolacimadelOlimpo,y,pasandopor laPieriay ladeleitosaEmatia, salvó lasaltasynevadascumbresde lasmontañasdondeviven los jinetes tracios, sinquesuspiestocaranlatierradescendióporelAtosalfluctuosopontoyllegóaLemnos,ciudaddeldivinoToante.AllíseencontróconelSueño,hermanodelaMuerte,y,asiéndoledeladiestra,ledijoestaspalabras:

233—¡Sueño,reydetodoslosdiosesydetodosloshombres!Sienotraocasión escuchaste mi voz, obedéceme también ahora, y mi gratitud seráperenne. Adormece los brillantes ojos de Zeus debajo de sus párpados, tanprontocomo,vencidoporelamor,seacuesteconmigo.Tedarécomopremiountronohermoso,incorruptible,deoro;ymihijoHefesto,elcojodeambospies, te hará un escabel que te sirva para apoyar las nítidas plantas, cuandoasistasalosfestines.

242RespondióleeldulceSueño:

243 —¡Hera, venerable diosa, hija del gran Crono! Fácilmenteadormeceríaacualquierotrodelossempiternosdiosesyaunalascorrientesdel río Océano, del cual son oriundos todos, pero no me acercaré niadormeceréaZeusCronión,siélnolomanda.Mehizocuerdotumandatoeldía en que el muy animoso hijo de Zeus se embarcó en Ilio, después dedestruirlaciudadtroyana.EntoncessumíengratosoporlamentedeZeus,quellevalaégida,difundiéndomesuaveentornosuyo;ytú,queintentabascausardaño a Heracles, conseguiste que los vientos impetuosos soplaran sobre elpontoy lo llevarana lapopulosaCos, lejosde sus amigos.Zeusdespertóyencendióseenira:maltratabaalosdiosesenelpalacio,mebuscabaamí,ymehubiera hecho desaparecer, arrojándome del éter al ponto, si la Noche, querinde a los dioses y a los hombres, nome hubiese salvado; lleguéme a ellahuyendo,yaquélsecontuvo,aunqueirritado,porquetemióhaceralgoquealarápida Noche desagradara. Y ahora me mandas realizar otra cosapeligrosísima.

263RespondióleHeraveneranda,ladeojosdenovilla:

264—OhSueño,¿porquéenlamenterevuelvestalescosas?¿CreesqueellargovidenteZeusfavorecerátantoalostroyanos,comoenlaépocaenqueseirritóprotegíaasuhijoHeracles?Ea,veyprometodarte,paraquetecasesconellaylleveelnombredeesposatuya,lamásjovendelasGracias[Pasitea,

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delacualestásdeseosotodoslosdías].

270Asíhabló.AlegróseelSueño,yrespondiódiciendo:

271—Ea,juraporelaguainviolabledelaÉstige,tocandoconunamanolafértiltierrayconlaotraelbrillantemar,paraqueseantestigoslosdiosesdedebajo de la tierra que están conCrono, queme darás lamás joven de lasGracias,Pasitea,delacualestoydeseosotodoslosdías.

277Asídijo.NodesobedecióHera,ladiosadelosníveosbrazos,yjuró,como se le pedía, nombrando a todos los dioses subtartáreos, llamadosTitanes.Prestadoeljuramento,partieronocultosenunanube,dejaronatrásaLemnosylaciudaddeImbros,ysiguiendoconrapidezelcaminollegaronaLecto,enelIda,abundanteenmanantialesycriadordefieras;allípasarondelmar a tierra firme, y anduvieron haciendo estremecer debajo de sus pies lacimadelosárbolesdelaselva.DetúvoseelSueñoantesquelosojosdeZeuspudieranverlo,y,encaramándoseenunabetoaltísimoquehabíanacidoenelIdayporelairellegabaaléter,seocultóentrelasramascomolamontarazavecanorallamadaporlosdiosescalcisyporloshombrescymindis.

292Hera subió ligera alGárgaro, la cumbremás alta del Ida;Zeus, queamontona las nubes, la vio venir; y apenas la distinguió, enseñoreóse de suprudenteespírituelmismodeseoque,cuandogozaronlasprimiciasdelamor,acostándose a escondidas de sus padres.Y así que la tuvo delante, le hablódiciendo:

298—¡Hera!¿Adóndevas,que tanpresurosavienesdelOlimpo, sin loscaballosyelcarroquepodríanconducirte?

300RespondióledolosamentelavenerableHera:

301—Voyalosconfinesdelafértil tierra,averaOcéano,origendelosdioses,yalamadreTetis,quemerecibierondemanosdeReaymecriaronyeducaronensupalacio.Iréavisitarlosparadarfinasusrencillas.Tiempohaqueseprivandelamorydeltálamo,porquelacólerainvadiósuscorazones.TengoalpiedelIda,abundanteenmanantiales,loscorcelesquemellevaránpor tierra y por mar, y vengo del Olimpo a participártelo; no fuera que teirritaras simeencaminase, sindecírtelo, alpalaciodelOcéano,deprofundacorriente.

312ContestóZeus,queamontonalasnubes:

313—¡Hera!Allásepuedeirmástarde.Ea,acostémonosygocemosdelamor.Jamáslapasiónporunadiosaoporunamujersedifundiópormipecho,nimeavasallócomoahora:nuncaheamadoasí,nialaesposadeIxión,queparióaPintooconsejeroigualalosdioses;niaDánaeAcrisiona,ladebellostalones,quedioaluzaPerseo,elmásilustredeloshombres;nialacelebrada

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hijadeFénix,quefuemadredeMinosydeRadamantisigualaundios;niaSémele,niaAlcmenaenTeba,delaquetuveaHeracles,deánimovaleroso,yde Sémele aDioniso, alegría de losmortales; ni aDeméter, la soberana dehermosastrenzas;nialagloriosaLeto;niatimisma:contalansiateamoenestemomentoytandulceeseldeseoquedemíseapodera.

329ReplicóledolosamentelavenerableHera:

330—¡TerribilísimoCronida!¡Quépalabrasproferiste!¡QuieresacostarteygozardelamorenlascumbresdelIda,dondetodoespatente!¿Quéocurriríasi alguno de los sempiternos dioses nos viese dormidos y lo manifestara atodas las deidades? Yo no volvería a tu palacio al levantarme del lecho;vergonzosofuera.Mas,silodeseasyatucorazónleesgrato,tieneslacámaraquetuhijoHefestolabró,cerrandolapuertaconsólidastablasqueencajanenelmarco.Vamosaacostarnosallí,yaqueellechoapeteces.

341RespondióleZeus,queamontonalasnubes:

342—¡Hera!Notemasquenosveaningúndiosnihombre:tecubriréconunanubedoradaquenielSol,consuluz,queeslamáspenetrantedetodas,podríaatravesarparamirarnos.

346Dijo,yelhijodeCronoestrechóensusbrazosalaesposa.Ladivinatierraprodujoverdehierba,lotofresco,azafrányjacintoespesoytiernoparalevantarlos del suelo.Acostáronse allí y cubriéronse con una hermosa nubedorada,delacualcaíanlucientesgotasderocío.

352TantranquilamentedormíaelpadresobreelaltoGárgaro,vencidoporelsueñoyelamoryabrazadoconsuesposa.EldulceSueñocorrióhacialasnavesaqueasparallevarlanoticiaalqueciñeybatelatierra;y,deteniéndosecercadeél,pronuncióestasaladaspalabras:

357—¡Poseidón!Socorreprontoa losdánaosydalesgloria, aunqueseabreve,mientrasduermeZeus,aquienhesumidoendulceletargo,despuésqueHera,engañándole,logróqueseacostaraparagozardelamor.

361Dichoesto,fuesehacialasínclitastribusdeloshombres.YPoseidón,másincitadoqueantesasocorreralosdánaos,saltóenseguidaalasprimerasfilasylesexhortódiciendo:

364—¡Argivos! ¿Cederemos nuevamente la victoria a Héctor Priámida,paraqueseapoderede losbajelesyalcancegloria?Así se lo figuraélydeellosejacta,porqueAquilespermaneceenlascóncavasnavesconelcorazónirritado.PeroAquilesnoharágranfalta,silosdemásprocuramosauxiliarnosmutuamente. Pero, ea, procedamos todos como voy a decir. Embrazad losescudosmayoresymásfuertesquehayaenelejército,cubríoslacabezaconelrefulgentecasco,cogedlaspicasmáslargas,ypongámonosenmarcha:yo

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irédelante,ynocreoqueHéctorPriámida,porenardecidoqueesté,seatrevaa esperarnos. Y el varón, que siendo bravo, tenga un escudo pequeño paraprotegersushombros,déseloalmenosvalienteytomeotromejor.

378Asídijo,yellosleescucharonyobedecieron.Losmismosreyes—elTidida, Ulises y el Atrida Agamenón—, sin embargo de estar heridos, lospusieronenordendebatalla,y,recorriendolashileras,hacíanelcambiodelasmarcialesarmas.Elesforzadotomabalasmásfuertesydabalaspeoresalquele era inferior. Tan pronto como hubieron vestido el luciente bronce, sepusieronenmarcha:precedíalesPoseidón,quesacudelatierra,llevandoenlarobusta mano una espada terrible, larga y puntiaguda, que parecía unrelámpago;yanadieleeraposiblelucharconeldiosenelfunestocombate,porqueeltemorseloimpedíaatodos.

388 Por su parte, el esclarecidoHéctor puso en orden a los troyanos.YPoseidón, el de cerúlea cabellera, y el preclaroHéctor, auxiliandoéste a lostroyanosy aquél a los argivos, extendieronel campode la terriblepelea.Elmar,agitado,llegóhastalastiendasynavesdelosargivos,yloscombatientesseembistieroncongranalboroto.Nobraman tanto lasolasdelmarcuando,levantadas por el soplo terrible del Bóreas, se rompen en la tierra; ni hacetanto estrépito el ardiente fuego en la espesura delmonte, al quemarse unaselva;nisuenatantoelvientoenlasaltascopasdelasencinas,siarreciandomuge; cuánto fue el griterío de troyanos y aqueos en el momento en que,vociferandodeunmodoespantoso,vinieronalasmanos.

402ElpreclaroHéctorarrojóelprimero la lanzaaAyante,quecontraélarremetía,ynoleerró;peroacertóadarleenelsitioenquesecruzabansobreelpecholacorreadelescudoyeltahalídelaespada,guarnecidaconargénteosclavos,yambosprotegieroneldelicadocuerpo.IrritóseHéctorporquelalanzahabíasidoarrojadainútilmenteporsumano,yretrocedióhaciaelgrupodesusamigosparaevitarlamuerte.ElgranAyanteTelamonio,alverqueHéctorseretiraba,cogióunadelasmuchaspiedrasqueservíanparacalzarlasnavesyrodabanentoncesentre lospiesde loscombatientes,yconella lehirióenelpecho,porcimadelescudo,juntoalagarganta;lapiedra,lanzadaconímpetu,girabacomountorbellino.ComovieneatierralaencinaarrancadaderaízporelrayodelpadreZeus,despidiendounfuerteolordeazufre,yelquesehallacercadesfallece,pueselrayodelgranZeusesformidable,deigualmanera,elrobustoHéctordioconsigoenelsueloycayóenelpolvo:lapicaselefuedela mano, quedaron encima de él escudo y casco, y la armadura de labradobronceresonóentornodelcuerpo.LosaqueoscorrieronhaciaHéctor,dandorecias voces, con la esperanza de arrastrarlo a su campo; mas, aunquearrojaronmuchas lanzas, no consiguieron herir al pastor de hombres, ni decerca ni de lejos, porque fue rodeado por los más valientes troyanos —Polidamante,Eneas, el divinoAgenor, Sarpedón, caudillo de los licios, y el

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eximio Glauco—, y los otros tampoco le abandonaron, pues se pusierondelante con sus rodelas. Los amigos de Héctor lo levantaron en brazos,sacáronlo del combate, condujéronle adonde tenía los ágiles corceles con ellabrado carro y el auriga, y se lo llevaron hacia la ciudad, mientras dabaprofundossuspiros.

433Mas,al llegaralvadodelvoraginosoJanto,ríodehermosacorrienteque el inmortal Zeus engendró, bajaron a Héctor del carro y le rociaron elrostro con agua: el héroe cobró los perdidos espíritus, miró a lo alto, y,poniéndose de rodillas, tuvo un vómito de negra sangre; luego cayó deespaldas,ylanocheobscuracubriósusojos,porqueaúnteníadébilelánimoaconsecuenciadelgolperecibido.

440Losargivos,cuandovieronqueHéctorseausentaba,arremetieronconmás ímpetu a los troyanos, y sólo pensaron en combatir. Entonces el velozAyante de Oileo fue el primero que, acometiendo con la puntiaguda lanza,hirióaSatnioEnópida,aquienunanáyadehabía tenidodeÉnope,mientrasésteapacentaba rebañosaorillasdelSatnioente;AyanteOilíada, famosoporsulanza,llegóseaél,lehirióenelijaryletumbódeespaldas;y,entornodelcadáver, troyanos y dánaos trabaron un duro combate. Fue a vengarlePolidamantePantoida,hábilenblandirlalanza;ehirióenelhombroderechoaProtoenor, hijo de Areílico: la impetuosa lanza atravesó el hombro, y elguerrero,cayendoenelpolvo,cogióelsueloconsusmanos.YPolidamanteexclamócongranjactanciayavozengrito:

454—NocreoqueelbrazorobustodelvalerosoPantoidahayadespedidola lanza en vano; algún argivo la recibió en su cuerpo, yme figuro que leservirádebáculoparaapoyarseenellaydescenderalamoradadeHades.

458 Así dijo. Sus jactanciosas palabras apesadumbraron a los argivos yconmovieronelcorazóndelaguerridoAyanteTelamoníada,acuyoladocayóProtoenor.EnelactoarrojóAyanteunarelucientelanzaaPolidamante,queseretiraba; éste dio un salto oblicuo y evitóla, librándose de la negramuerte;pero en cambio la recibió Arquéloco, hijo de Anténor, a quien los dioseshabían destinado amorir: la lanza se clavó en la unión de la cabeza con elcuello, en la extremidad de la vértebra, y cortó ambos ligamentos; cayó elguerrero,ycabeza,bocaynaricesllegaronalsueloantesquelaspiernasylasrodillas.YAyante,vociferando,aleximioPolidamanteledecía:

470—Reflexiona, oh Polidamante, y dime sinceramente: ¿Lamuerte deesehombrenocompensa ladeProtoenor?Noparecevil,nidevilesnacido,sino hermano o hijo deAnténor, domador de caballos, pues tiene elmismoairedefamilia.

475 Así dijo, porque le conocía bien; y a los troyanos se les llenó elcorazóndepesar.EntoncesAcamante,quesehallaba juntoalcadáverdesu

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hermanoparaprotegerlo, envasó la lanzaaPrómaco, elbeocio, cuandoéstecogía por los pies al muerto e intentaba llevárselo. Y enseguida jactóseAcamantegrandemente,dandoreciasvoces:

479—¡Argivosquesóloconelarcosabéiscombatirynuncaoscansáisdeproferir amenazas! El trabajo y los pesares no han de ser solamente paranosotros, y algún día recibiréis la muerte de este mismo modo. Mirad aPrómaco,queyaceenelsuelo,vencidopormilanza,paraquelavenganzaporlamuertedeunhermanonosufradilación.Porestoelhombrequeesvíctimadealgunadesgracia,anheladejarunhermanoquepuedavengarle.

486 Así dijo. Sus jactanciosas frases apesadumbraron a los argivos yconmovieron el corazón del aguerrido Penéleo, que arremetió contraAcamante; el cual no aguardó la acometida del rey Penéleo. Éste hirió aIlioneo, hijo único que a Forbante—hombre rico en ovejas y amado sobretodoslostroyanosporHermes,quelediomuchosbienes—suesposalehabíaparido: la lanza, penetrando por debajo de una ceja, le arrancó la pupila, leatravesóelojoysalióporlanuca,yelguerrerovinoalsueloconlosbrazosabiertos.Penéleo,desnudandolaagudaespada,lecercenólacabeza,quecayóatierraconelcasco;y,comolafornidalanzaseguíaclavadaenelojo,cogióla,levantólacabezacualsifueseunaflordeadormidera,lamostróalostroyanosy,blasonandodeltriunfo,dijo:

501—¡Teucros!DecidenminombrealospadresdelilustreIlioneoquelelloren en su palacio; ya que tampoco la esposa de Prómaco Alegenóridarecibiráconalegre rostroasumaridocuando,embarcándonos,nosvayamosdeTroyalosaqueos.

506Así habló. A todos les temblaban las carnes demiedo, y cada cualbuscabaadóndehuirparalibrarsedeunamuerteespantosa.

508 Decidme ahora,Musas, que poseéis olímpicos palacios, cuál fue elprimeraqueoquealzódelsuelocruentosdespojos,cuandoelilustrePoseidón,quebatelatierra,inclinóelcombateenfavordelosaqueos.

511AyanteTelamonio, el primero, hirió aHirtioGirtíada;Antíloco hizoperecer a Falces y aMérmero, despojándolos luego de las armas;Merionesmató a Moris a Hipotión; Teucro quitó la vida a Protoón y Perifetes; y elAtridahirióenel ijaraHiperenor,pastordehombres:elbronceatravesólosintestinos,elalmasaliópresurosaporlaherida,ylaobscuridadcubriólosojosdelguerrero.YelvelozAyante,hijodeOileo,matóamuchos;porquenadieleigualabaenperseguiralosguerrerosaterrorizados,cuandoZeuslosponíaenfuga.

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CantoXV

Nuevaofensivadesdelasnaves

Zeussedespierta,yApolollevaalostroyanosalasposicionesdeantesdelaintervencióndePoseidón:dentrodelcampamentoaqueo.GuiadosporZeusatacanlasnavesaqueasylesponenenfuga.

1 Cuando los troyanos hubieron atravesado en su huida el foso y laestacada, muriendo muchos a manos de los dánaos, llegaron al sitio dondeteníanloscorcelesahicieronaltoamedrentadosypálidosdemiedo.EnaquelinstantedespertóZeusenlacumbredelIda,alladodeHera,ladeáureotrono.Levantóseyvioalostroyanosperseguidosporlosaqueos,quelosponíanendesorden,y,entreéstos,alsoberanoPoseidón.ViotambiénaHéctortendidoen la llanura y rodeado de amigos, jadeante, privado de conocimiento,vomitando sangre; que no fue elmás débil de los aqueos quien le causó laherida.Elpadredeloshombresydelosdioses,compadeciéndosedeél,mirócontorvayterriblefazaHera,yasíledijo:

14—Tuengaño,Heramaléficaeincorregible,hahechoqueHéctordejaradecombatiryquesustropassedieranalafuga.Nosésicastigarteconazotes,para que seas la primera en gozar de tu funesta astucia. ¿Por ventura no teacuerdas de cuando estuviste colgada en lo alto y puse en tus pies sendosyunques, y en tus manos áureas e inquebrantables esposas? Te hallabassuspendidaenmediodeléteryde lasnubes, losdiosesdelvastoOlimpo terodeaban indignados,peronopodíandesatarte—sientonces llegoacogeraalguno,learrojodeestosumbralesyllegaalatierracasisinvida—yyonolograbaechardelcorazónelcontinuopesarquesentíaporeldivinoHeracles,a quien tú, promoviendo una tempestad con el auxilio del viento Bóreas,arrojasteconperversa intenciónalmarestérily llevaste luegoa lapopulosaCos;allílelibrédelospeligrosylecondujenuevamenteaArgos,criadoradecaballos,despuésquehubopadecidomuchasfatigas.Telorecuerdoparaquepongas fin a tus engaños y sepas si te será provechoso haber venido de lamansióndelosdiosesaburlarmeconlosgocesdelamor.

34 Así dijo. Estremecióse Hera veneranda, la de ojos de novilla, yhablándolepronuncióestasaladaspalabras:

36—SeantestigoslaTierrayelanchurosoCieloyelaguadelaÉstige,desubterránea corriente —que es el juramento mayor y más terrible para losbienaventuradosdioses—,ytucabezasagradaynuestrotálamonupcial,porelquenuncajuraríaenvano:NoespormiconsejoquePoseidón,elquesacudelatierra,dañaalostroyanosyaHéctoryauxiliaalosotros;quizássumismoánimoleincitaeimpele,yhadebidocompadecersedelosaqueosalverquesonderrotadosjuntoalasnaves.MasyoaconsejaríaaPoseidónquefuerapor

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dondetú,eldelassombríasnubes,lemandaras.

47 Así dijo. Sonrióse el padre de los hombres y de los dioses, y lerespondióconestasaladaspalabras:

49—Sitú,Heraveneranda, ladeojosdenovilla,cuandotesientasentrelos inmortales estuvieras de acuerdo conmigo, Poseidón, aunque otra cosamuchodeseara,acomodaríamuyprontosumododepensaralnuestro.Pero,sienestemomentohablasfrancaysinceramente,vealamansióndelosdiosesymanda venir a Iris y a Apolo, famoso por su arco; para que aquélla,encaminándose al ejército de los aqueos, de corazas de bronce, diga alsoberanoPoseidónquecesedecombatiryvuelvaasupalacio;yFeboApoloinciteaHéctoralapelea,leinfundavalorylehagaolvidarlosdoloresqueleoprimenelcorazón,afindequerechacenuevamentealosaqueos,loscualesllegaránencobarde fugaa lasnaves,demuchosbancos,delPelidaAquiles.ÉsteenviaráalalidasucompañeroPatroclo,quemorirá,heridoporlalanzadelpreclaroHéctor,cercadeIlio,despuésdequitarlavidaamuchosjóvenes,yentreellosaldivinoSarpedón,mihijo.IrritadoporlamuertedePatroclo,eldivinoAquilesmatará aHéctor.Desde aquel instante haré que los troyanosseanperseguidoscontinuamentedesdelasnaves,hastaquelosaqueostomenlaexcelsaIlio.Ynocesarámienojo,nidejaréqueningúninmortalsocorraalos dánaos, mientras no se cumpla el voto del Pelida, como lo prometí,asintiendoconlacabeza,eldíaenqueladiosaTetisabrazómisrodillasymesuplicóquehonraseaAquiles,asoladordeciudades.

78Así dijo.Hera, la diosa de los níveos brazos, no fue desobediente, ypasódelosmontesideosalvastoOlimpo.Comocorrevelozelpensamientodel hombre que, habiendo viajado por muchas tierras, las recuerda en sureflexivoespíritu,ydice«estuveaquíoallí»yrevuelveenlamentemuchascosas, tan rápida y presurosa volaba la venerable Hera, y pronto llegó alexcelsoOlimpo.Losdiosesinmortales,quesehallabanreunidosenelpalaciode Zeus, levantáronse al verla y le ofrecieron copas de néctar. Y Hera,rehusando las demás, aceptó la que le presentaba Temis, la de hermosasmejillas, que fue la primera que corrió a su encuentro, y hablándole le dijoestasaladaspalabras:

90 —¡Hera! ¿Por qué vienes con esa cara de espanto? Sin duda teatemorizótuesposo,elhijodeCrono.

92RespondióleHera,ladiosadelosníveosbrazos:

93—Nome lo preguntes, diosaTemis; túmisma sabes cuán soberbio ydespiadadoeselánimodeZeus.Presidetúenelpalacioelfestíndelosdioses,yoirásconlosdemásinmortalesquédesgraciasanunciaZeus;figúromequenadie,seahombreodios,seregocijaráenelalmapormásalegrequeestéenelbanquete.

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100 Dichas estas palabras, sentóse la venerable Hera. Afligiéronse losdiosesenlamoradadeZeus.Aquélla,aunqueconlasonrisaenloslabios,nomostrabaalegríaenlafrente,sobrelasnegrascejas.Eindignada,exclamó:

104—¡CuánneciossomoslosquetontamentenosirritamoscontraZeus!Queremos acercarnos a él y contenerlo con palabras o por medio de laviolencia; y él, sentado aparte, ni de nosotros hace caso, ni se le da nada,porque dice que en fuerza y poder es muy superior a todos los diosesinmortales.Portantosufridlosinfortuniosquerespectivamenteosenvíe.CreoquealimpetuosoAreslehaocurridoyaunadesgracia;puesmurióenlapeleaAscálafo,aquienamabasobretodosloshombresyreconocíaporsuhijo.

113 Así habló. Ares bajó los brazos, golpeóse los muslos, y suspirandodijo:

115—Noosirritéisconmigo,vosotroslosquehabitáisolímpicospalacios,sivoyalasnavesdelosaqueosparavengarlamuertedemihijo;iría,aunqueel destino hubiese dispuesto que me cayera encima el rayo de Zeus,dejándometendidoconlosmuertos,entresangreypolvo.

119Dijo,ymandóalTerroryalaFugaqueuncieranloscaballos,mientrasvestía las refulgentes armas.Mayor ymás terrible hubiera sido entonces elenojoylairadeZeuscontralosinmortales;peroAtenea,temiendoportodoslosdioses,selevantódeltrono,salióporelvestíbuloy,quitándoleaAresdelacabeza el casco, de la espalda el escudo y de la robusta mano la pica debronce,queapoyócontralapared,dirigióalimpetuosodiosestaspalabras:

128—¡Loco,insensato!¿Quieresperecer?Envanotienesoídosparaoír,ohasperdidolarazónylavergüenza.¿NooyesloquediceHera,ladiosadelosníveosbrazos,queacabadeveraZeusolímpico?¿Odeseas,acaso,tenerqueregresaralOlimpoavivafuerza,tristeyhabiendopadecidomuchosmales,ycausargrandañoalosotrosdioses?PorqueZeusdejaráenseguidaalosaltivostroyanosyalosaqueos,vendráalOlimpoapromovertumultoentrenosotros,y castigará así al culpable como al inocente. Por esta razón te exhorto atemplar tu enojopor lamuerte del hijo.Algúnotro superior a él envalor yfuerzahamuertoomorirá,porqueesdifícilconservartodaslasfamiliasdeloshombresysalvaratodoslosindividuos.

142Dichoesto,condujoasuasientoalfuribundoAres.HerallamóafueradelpalacioaApoloyaIris, lamensajeradelosinmortalesdioses,ylesdijoestasaladaspalabras:

146 —Zeus os manda que vayáis al Ida lo antes posible y, cuandohubiereisllegadoasupresencia,hacedloqueosencargueyordene.

149 La venerable Hera, apenas acabó de hablar, volvió al palacio y sesentó en su trono. Ellos bajaron en raudo vuelo al Ida, abundante en

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manantialesycriadordefieras,yhallaronallargovidenteCronidasentadoenlacimadelGárgaro,debajodeolorosanube.AlllegaralapresenciadeZeus,queamontonalasnubes,sedetuvieron;yZeus,alverlos,noseirritó,porquehabíanobedecidoconpresteza lasórdenesde laqueridaesposa.Y,hablandoprimeroconIris,profirióestasaladaspalabras:

158—¡Anda,ve,rápidaIris!AnunciaestoalsoberanoPoseidónynoseasmensajera falaz: Mándale que, cesando de pelear y combatir, se vaya a lamansióndelosdiosesoalmardivino.Ysinoquiereobedecermispalabrasylasdesprecia,reflexioneensumenteyensucorazónsi,aunqueseapoderoso,seatreveráaesperarmecuandomedirijacontraél,puesleaventajomuchoenfuerzayedad,pormásqueensuánimono temadecirse igualamí,aquientodostemen.

168 Así dijo. La veloz Iris, de pies veloces como el viento, nodesobedeció; y bajó de losmontes ideos a la sagrada Ilio.Como cae de lasnubeslanieveoelheladogranizo,aimpulsodelBóreas,nacidoeneléter;tanrápida y presurosa volaba la ligera Iris; y, deteniéndose cerca del ínclitoPoseidón,asíledijo:

174—Vengo, ohPoseidón, el de cerúlea cabellera, que ciñes la tierra, atraerteunmensajedepartedeZeus,quellevalaégida.Temandaque,cesandodepelearycombatir,tevayasalamansióndelosdiosesoalmardivino.Ysino quieres obedecer sus palabras y las desprecias, te amenaza con venir alucharcontigoyteaconsejaqueevitessusmanos;porquedicequetesuperamuchoenfuerzayedad,pormásqueentuánimonotemasdecirteigualaél,aquientodostemen.

184RespondiólemuyindignadoelínclitoPoseidón,quebatelatierra:

183—¡Ohdioses!Consoberbiahabla,aunqueseavaliente,sidicequemesujetará por fuerza y contra mi querer a mí, que disfruto de sus mismoshonores.Tres somos los hermanos hijos deCrono, a quienesReadio a luz:Zeus, yo y el tercero Hades, que reina en los infiernos. Todas las cosas seagruparon en tres porciones, y cada uno de nosotros participó del mismohonor. Yo saqué a la suerte habitar constantemente en el espumoso mar,tocáronle a Hades las tinieblas sombrías, correspondió a Zeus el anchurosocielo enmedio del éter y las nubes; pero la tierra y el alto Olimpo son detodos. Por tanto, no procederé según lo decida Zeus; y éste, aunque seapoderoso, permanezca tranquilo en la tercia parte que le pertenece. Nopretenda asustarme con sus manos como si tratase con un cobarde. Mejorfueraqueconesasvehementespalabrasriñesealoshijosahijasqueengendró,pueséstostendríanqueobedecernecesariamenteloquelesordenaré.

200ReplicólavelozIris,depiesvelocescomoelviento:

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201—¿HedellevaraZeus,ohPoseidón,decerúleacabellera,queciñeslatierra,unarespuestatandurayfuerte?¿Noquerríasmodificarla?Lamentedelossensatosesflexible.YasabesquelasEriniassedeclaransiempreporlosdemásedad.

205ContestóPoseidón,quesacudelatierra:

206—¡DiosaIris!Muyoportunoescuantoacabasdedecir.Buenoesqueel mensajero comprenda lo que es conveniente. Pero el pesar me llega alcorazónyalalma,cuandoaquélquiereincreparconiracundasvocesaquienelhadohizo su igual en suerte y destino.Ahora cederé, aunque estoy irritado.Mastediréotracosayharéunaamenaza:Siadespechodemí,deAtenea,queimpera en las batallas, deHera, deHermesydel reyHefesto, conservare laexcelsa Ilio e impidiere que, destruyéndola, alcancen los argivos una granvictoria,sepaquenuestrairaseráimplacable.

218Cuando esto hubo dicho, el dios que bate la tierra desamparó a losaqueos y se sumergió en el mar; pronto los héroes aqueos le echaron demenos.EntoncesZeus,queamontonalasnubes,dijoaApolo:

221—Veahora,queridoFebo,aencontraraHéctor,eldebroncíneocasco.Yaelqueciñeybatelatierrasefuealmardivino,paralibrarsedemiterriblecólera;pueshastalosdiosesqueestánentornodeCrono,debajodelatierra,hubieranoídoelestrépitodenuestrocombate.Muchomejoresparamíyparaél que, temeroso, haya cedido a mi fuerza, porque no sin sudor se hubieraefectuado la lucha.Ahora, toma en tusmanos la égida floqueada, agítala, yespanta a los héroes aqueos, y luego, cuídate, oh tú que hieres de lejos, delesclarecido Héctor e infúndele gran vigor, hasta que los aqueos lleguen,huyendo, a las naves y al Helesponto. Entonces pensaré lo que fuereconvenientehacerodecirparaquelosaqueosrespirendesuscuitas.

236Asídijo,yApolonodesobedecióasupadre.Descendiódelosmontesideos, semejantealgavilánquemataa laspalomasyes lamásvelozde lasaves,yhallóaldivinoHéctor,hijodelbelicosoPríamo,yanopostradoenelsuelo, sino sentado: iba cobrandoánimoy aliento, y reconocía a los amigosquelecircundaban,porqueelahogoyelsudorhabíancesadodesdequeZeus,que lleva la égida, decidió animar al héroe.Apolo, el que hiere de lejos, sedetuvoasuladoyledijo:

244—¡Héctor,hijodePríamo!¿Porquéteencuentrosentado,lejosdelosdemásydesfallecido?¿Teabrumaalgúnpesar?

246ConlánguidavozrespondióleHéctor,eldetremolantecasco:

247—¿Quiénerestú,ohelmejordelosdioses,quevienesamipresenciayme interrogas? ¿No sabesqueAyante,valiente en lapelea,mehirió enelpechoconunapiedra,mientrasyomatabaasuscompañerosjuntoalasnaves

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de los aqueos, a hizodesfallecermi impetuosovalor?Figurábamequevenahoymismoa losmuertosy lamoradadeHades, porqueya iba a exhalar elalma.

253ContestóelsoberanoApolo,quehieredelejos:

254—Cobraánimo.ElCronióntemandadesdeelIdacomodefensor,paraasistirteyayudarte,aFeboApolo,elde laáureaespada;amí,queyaantesprotegíatupersonaytuexcelsaciudad.Ea,ordenaatusmuchoscaudillosqueguíen los veloces caballos hacia las cóncavas naves; y yo, marchando a sufrente,allanaréelcaminoaloscorcelesypondréenfugaaloshéroesaqueos.

262Dijo,e infundióungranvigoralpastordehombres.Comoelcorcelavezadoabañarseenlacristalinacorrientedeunrío,cuandoseveatadoenelestablocomelacebadadelpesebre,yrompiendoelronzalsaletrotandoporlallanura,yergueorgullosolacerviz,ondeanlascrinessobresucuelloyufanode su lozanía mueve ligero las rodillas encaminándose al sitio donde loscaballospacen,tanligeramentemovíaHéctorpiesyrodillas,exhortandoaloscapitanes, después que oyó la voz de Apolo. Así como, cuando perros ypastorespersiguenauncornígerociervooaunacabramontésqueserefugiaenescarpadarocaoumbríaselva,porquenoestabadecididoporelhadoqueel animal fuese cogido; si, atraído por la gritería, se presenta un melenudoleón,atodoslosponeenfugaapesardesuempeño;así tambiénlosdánaosavanzabanen tropel,hiriendoasusenemigosconespadasy lanzasdedoblefilo;mas,alnotarqueHéctorrecorríalashilerasdelossuyos,turbáronseyatodosselescayóelalmaalospies.

281EntoncesToante,hijodeAndremónyelmásseñaladode losetolios—eradiestroenarrojareldardo,valienteenelcombateapie firmeypocosaqueos vencíanle en el ágora cuando los jóvenes contendían sobre laelocuencia—,benévololesarengódiciendo:

286—¡Ohdioses!Grandeeselprodigioqueamivistaseofrece.¡CómoHéctor, librándose de las parcas, se ha vuelto a levantar! Gran esperanzateníamosdequehubiesesidomuertoporAyanteTelamoníada;peroalgúndiosprotegióysalvónuevamenteaHéctor,quehaquebradolasrodillasdemuchosdánaos, como ahora volverá a hacerlo también, pues no sin la voluntad deZeustonanteaparecetanresueltoalfrentedesustropas.Ea,procedamostodoscomo voy a decir.Ordenemos a lamuchedumbre que vuelva a las naves, ycuantos nos gloriamos de ser los más valientes permanezcamos aquí yrechacémosle, yendo a su encuentro con laspicas levantadas.Creoque, porembravecidoquetengaelcorazón,temerápenetrarporentrelosdánaos.

300 Así dijo, y ellos le escucharon y obedecieron. Ayante, el reyIdomeneo, Teucro, Meriones y Meges, igual a Ares, llamando a los másvalientes, los dispusieron para la batalla contra Héctor y los troyanos; y la

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turbaseretiróalasnavesaqueas.

306Lostroyanosacometieronapiñados,siguiendoaHéctor,quemarchabaconarrogantepaso.DelantedelhéroeibaFeboApolo,cubiertoporunanube,conlaégidaimpetuosa,terrible,hirsuta,magnífica,queHefesto,elbroncista,diera aZeusparaque llevándola amedrentara a loshombres.Con ella en lamano,Apologuiabaalastropas.

311 Los argivos, apiñados también, resistieron el ataque. Levantóse enambosejércitosagudagritería,lasflechassaltabandelascuerdasdelosarcosyaudacesmanosarrojabanbuennúmerodelanzas,delascualesunaspocassehundían en el cuerpo de los jóvenes poseídos demarcial furor, y las demásclavábanseenelsuelo;entrelosdoscampos,antesdellegaralablancacarnede que estaban codiciosas.Mientras FeboApolo tuvo la égida inmóvil, lostirosalcanzabanporigualaunosyaotros,yloshombrescaían.Masasíquelaagitófrentealosdánaos,deágilescorceles,dandounfortísimogrito,debilitóelánimoenlospechosdelosaqueosylogróqueseolvidarandesuimpetuosovalor.Comoponenendesordenunavacadaounhatodeovejasdosfierasquesepresentanmuyentrada laobscuranoche,cuandoelguardiánestáausente,de la misma manera, los aqueos huían desanimados, porque Apolo lesinfundióterrorydiogloriaaHéctoryalostroyanos.

328 Entonces, ya extendida la batalla, cada caudillo troyano mató a unhombre.HéctordiomuerteaEstiquioyaArcesilao:ésteeracaudillode losbeocios, de broncíneas corazas; el otro, compañero fiel del magnánimoMenesteo.EneashizopereceraMedonteyaJaso;deloscualeselprimeroerahijobastardodeldivinoOileoyhermanodeAyante,yhabitabaenFílace,lejosdesupatria,porhabermuertoaunhermanodesumadrastraEriópide,yJaso,caudillo de los atenienses, era conocido como hijo de Esfelo Bucólida.PolidamantequitólavidaaMecisteo,PolitesaEquioaltrabarseelcombate,yeldivinoAgenoraClonio.YParisarrojósulanzaaDeíoco,quehuíaporentreloscombatientesdelanteros;lehirióenlaextremidaddelhombro,yelbroncesalióalotrolado.

343Entantoquelostroyanosdespojabandelasarmasalosmuertos, losaqueos, arrojándose al foso y a la estacada, huían por todas partes ypenetraban en elmuro, constreñidospor la necesidad.YHéctor exhortaba alostroyanos,diciendoavozengrito:

347 —Arrojaos a las naves y dejad los cruentos despojos. Al que yoencuentrelejosdelosbajeles,allímismoledarémuerte,yluegosushermanosyhermanasnoleentregaránalasllamas,sinoquelodespedazaránlosperrosfueradelaciudad.

352 En diciendo esto, azotó con el látigo el lomo de los caballos; y,mientras atravesaba las filas, animaba a los troyanos. Éstos, dando

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amenazadoresgritos,guiabanloscorcelesdeloscarrosconfragorinmenso;yFeboApolo,queibadelante,hollóconsuspieslasorillasdelfosoprofundo,echóla tierradentroyformóuncaminolargoy tananchocomoladistanciaquemediaentreelhombrequearrojaunalanzaparaprobarsufuerzayelsitiodondelamismacae.Porallíseextendieronenbuenorden;yApolo,queconla égida preciosa iba a su frente, derribaba el muro de los aqueos, con lamismafacilidadconqueunniño,jugandoenlaplaya,desbarataconlospiesylasmanosloquedearenahabíaconstruido.Asítú,Febo,quehieresdelejos,destruíaslaobraquehabíacostadoalosaqueosmuchostrabajosyfatigas,yaelloslosponíasenfuga.

367Losaqueosnopararonhastalasnaves,yallíseanimabanunosaotros,yconlosbrazosalzados,profiriendograndesvoces,implorabanelauxiliodelasdeidades.YespecialmenteNéstorgerenio,protectorde losaqueos,orabalevantandolasmanosalestrelladocielo:

372—¡PadreZeus!SialguienenArgos,abundanteentrigales,quemóentuobsequiopingüesmuslosdebueyodeoveja,ytepidióquelograravolverasu patria, y tú se lo prometiste asintiendo; acuérdate de ello, oh Olímpico,apartadenosotros el día funesto, ynopermitasque los aqueos sucumban amanosdelostroyanos.

377 Así dijo rogando. El próvido Zeus atendió las preces del ancianoNelida,ytronófuertemente.

379Lostroyanos,aloíreltruenodeZeus,quellevalaégida,arremetieronconmás furiaa losargivos,ysóloencombatirpensaron.Como lasolasdelvastomarsalvanelcostadodeunanaveycaensobreella,cuandoelvientoarrecia y las levanta a gran altura, así los troyanos pasaron el muro, e,introduciendoloscarros,peleabanjuntoalaspopasconlanzasdedoblefilo;mientras los aqueos, subidos en las negras naves, se defendían con pértigaslargas,fuertes,depuntadebronce,queparaloscombatesnavalesllevabanenaquéllas.

390Mientrasaqueosy troyanoscombatieroncercadelmuro, lejosde lasveleras naves, Patroclo permaneció en la tienda del bravo Eurípilo,entreteniéndole con la conversación y curándole la grave herida con drogasquemitigaronlosacerbosdolores.Mas,alverquelostroyanosasaltabanconímpetu el muro y se producía clamoreo y fuga entre los dánaos, gimió; y,bajandolosbrazos,golpeóselosmuslos,suspiróydijo:

399—¡Eurípilo!Yanopuedoseguiraquí,aunquemenecesites,porquesehatrabadounagranbatalla.Tecuidaráelescudero,yyovolverépresurosoalatiendadeAquilesparaincitarleapelear.¿Quiénsabesiconlaayudadealgúndiosconmoverésuánimo?Granfuerzatienelaexhortacióndeuncompañero.

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405Dijo, y salió. Los aqueos sostenían firmemente la acometida de lostroyanos,pero,aunqueéstoseranmenos,nopodíanrechazarlosdelasnaves;ytampocolostroyanoslograbanromperlasfalangesdelosdánaosyentrarensustiendasybajeles.ComolaplomadanivelaelmástildeunnavíoenmanosdelhábilconstructorqueconocebiensuarteporhabérseloenseñadoAtenea,de lamismamaneraandaba igualelcombatey lapelea,yunos luchabanentornodeunasnavesyotrosalrededordeotras.

415HéctorfueaencontraralgloriosoAyante;y,luchandolosdosporunanave, ni aquél conseguía arredrar a éste y pegar fuego a los bajeles, ni éstelograba rechazar a aquél, a quien un dios había acercado al campamento.EntonceselesclarecidoAyantediounalanzadaenelpechoaCalétor,hijodeClito,queibaaecharfuegoenunbarco:eltroyanocayóconestrépito,ylateadesprendiósedesumano.YHéctor,comovieraconsusojosquesuprimocaíaenelpolvodelantede lanegranave,exhortóa troyanosy licios,diciendoagrandesvoces:

425—¡Troyanos,licios,dárdanos,quecuerpoacuerpopeleáis!Nodejéisdecombatirenestaangostura;defendedelcuerpodelhijodeClito,quecayóenlapeleajuntoalasnaves,paraquelosaqueosnolodespojendelasarmas.

429Dichasestaspalabras, arrojóaAyante la lucientepicayerróel tiro;pero, en cambio, hirió a Licofrón de Citera, hijo deMástor y escudero deAyante,encuyopalaciovivíadesdequeenaquellaciudadmatóaunhombre:elagudobroncepenetróenlacabezaporencimadeunaoreja;yelguerrero,quesehallabajuntoaAyante,cayódeespaldasdesdelanavealpolvodelatierra, y susmiembrosquedaron sin vigor.EstremecióseAyante, y dijo a suhermano:

437—¡QueridoTeucro!NoshanmuertoalMastórida,elcompañerofielaquien honrábamos en el palacio como a nuestros padres, desde que vino deCitera. El magnánimo Héctor le quitó la vida. Pero ¿dónde tienes lasmortíferasflechasyelarcoquetedioFeboApolo?

442Así dijo.OyóleTeucro y acudió corriendo, con el flexible arcoy elcarcajllenodeflechas;yunavezasulado,comenzóadispararsaetascontralostroyanos.EhirióaClito,preclarohijodePisénorycompañerodelilustrePolidamante Pantoida, que con las riendas en la mano dirigía los corcelesadondemás falanges enmontón confuso se agitaban, para congraciarse conHéctor y los troyanos; pero pronto ocurrióle la desgracia, de que nadie, pormásque lodeseara,pudo librarle: ladolorosaflechase leclavóenelcuellopordetrás;elguerrerocayódelcarro,yloscorcelesretrocedieronarrastrandoconestrépitoelcarrovacío.AlnotarloPolidamante,sudueño,seadelantóylosdetuvo;entrególosaAstínoo,hijodeProtiaón,conelencargodequelostuvieracerca,ysemezclódenuevoconloscombatientesdelanteros.

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458TeucrosacóotraflechaparatirarlaaHéctor,armadodebronce;y,sihubieseconseguidoherirloyquitarlelavidamientraspeleabavalerosamente,conellodierafinalalcombatequejuntoalasnavesaqueassesostenía.MasnodejódeadvertirloensumenteelpróvidoZeus,ysalvólavidaaHéctor,alavezqueprivabadegloriaaTeucroTelamonio,rompiéndoleaéstelacuerdadelmagníficoarcocuandolotendía:laflecha,queelbroncehacíaponderosa,torció su camino, y el arco cayó de las manos del guerrero. EstremecióseTeucro,ydijoasuhermano:

467—¡Ohdioses!Algunadeidadquequiere frustrarnuestrosmediosdecombatemequitóelarcodelamanoyrompiólacuerdareciéntorcida,queatéestamañanaparaquepudieradespedir,sinromperse,multituddeflechas.

471RespondióleelgranAyanteTelamonio:

472—¡Ohamigo!Dejaquietoelarcoconlasabundantesflechas,yaqueundiosloinutilizóporodioalosdánaos;tomaunalargapicayunescudoquecubra tus hombros, pelea contra los troyanos y anima a la tropa. Que aunsiendovencedores,notomensintrabajolasnavesdemuchosbancos.Sóloencombatirpensemos.

478Así dijo.Teucrodejó el arco en la tienda, colgóde sus hombrosunescudo formado por cuatro pieles, cubrió la robusta cabeza con un labradocasco,cuyopenachodecrinesdecaballoondeabaterriblementeenlacimera,asióunafuertelanzadeaguzadabroncíneapunta,salióyvolviócorriendoalladodeAyante.

484Héctor,alverquelassaetasdeTeucroquedabaninútiles,exhortóalostroyanosyaloslicios,gritandorecio:

486 —¡Troyanos, licios, dárdanos, que cuerpo a cuerpo combatís! Sedhombres, amigos, y mostrad vuestro impetuoso valor junto a las cóncavasnaves;puesacabodeverconmisojosqueZeushadejadoinútileslasflechasdeuneximioguerrero.ElinflujodeZeusloreconocenfácilmenteasílosquedel dios reciben excelsa gloria, como aquéllos a quienes abate y no quieresocorrer: ahora debilita el valor de los argivos y nos favorece a nosotros.Combatidjuntoscercadelosbajeles;yquienseaheridomortalmente,decercao de lejos, cumpliéndose su destino,muera; que será honroso para élmorircombatiendo por la patria, y su esposa a hijos se verán salvos, y su casa yhacienda no padeceránmenoscabo, si los aqueos regresan en las naves a supatriatierra.

500Asídiciendolesexcitóatodoselvalorylafuerza.Ayante,asuvez,exhortóasimismoasuscompañeros:

502 —¡Qué vergüenza, argivos! Ya llegó el momento de morir o desalvarserechazandodelasnavesalostroyanos.¿Esperáisacasovolverapiea

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la patria tierra, siHéctor, el de tremolante casco, toma los bajeles? ¿No oíscómoanimaa todos lossuyosydeseaquemar lasnaves?Nolesmandaquevayanaunbaile,sinoquepeleen.Nohaymejorpensamientooconsejoparanosotrosqueéste:combatircuerpoacuerpoyvalerosamenteconelenemigo.Espreferiblemorirdeunavezoasegurarlavida,adejarsematarpaulatinaeinfructuosamenteenlaterriblecontienda,juntoalasnaves,porguerrerosquenossoninferiores.

514Con estas palabras les excitó a todos el valor y la fuerza. EntoncesHéctormató aEsquedio, hijodePerimedesy caudillode los focios;AyantequitólavidaaLaodamante,hijoilustredeAnténor,quemandabalospeones,yPolidamante acabó conOtodeCilene, compañerodelFilida y jefe de losmagnánimos epeos.Meges, al verlo, arremetió con la lanza a Polidamante;peroéstehurtóelcuerpo—ApolonoquisoqueelhijodePántoosucumbieraentre los combatientes delanteros—, y aquél hirió en medio del pecho aCresmo, que cayó con estrépito, y el aqueo le despojó de la armadura quecubría sus hombros. En tanto,DólopeLampétida, hábil enmanejar la lanza(Lampo Laomedontíada había engendrado este hijo bonísimo, que estuvodotado de impetuoso valor), se lanzó contra el Filida y, acometiéndole decerca,dioleunboteenelcentrodelescudo;peroelFilidasesalvó,graciasaunafuertecorazaqueprotegíasucuerpo, lacualhabíasidoregaladaenotrotiempo a Fileo en Éfira, a orillas del río Seleente, por su huésped el reyEufetes,paraqueenlaguerraledefendieradelosenemigos,yentonceslibródelamuerteasuhijoMeges.Éste,asuvez,diounalanzadaaDólopeenlaparte inferior de la cimera del broncíneo casco, adornado con crines decaballo, rompióla y derribó en el polvo el penacho recién teñido de vistosapúrpura.YmientrasDólopeseguíacombatiendoconlaesperanzadevencer,elbelicosoMenelaofueaayudaraMeges;y,poniéndoseasuladosinservisto,clavólalanzaenlaespaldadeaquél:lapuntaimpetuosasalióporelpecho,yel guerrero cayó de cara.Ambos caudillos corrieron a quitarle la broncíneaarmaduradeloshombros;yHéctorexhortabaatodossusdeudoseincrepabaespecialmentealesforzadoMelanipoHicetaónida;elcual,antesdepresentarselosenemigos,apacentabaflexipedesbueyesenPercote,y,cuandollegaronlosdánaosen lasencorvadasnaves, fuesea Ilio, sobresalióentre los troyanosyhabitó el palacio de Príamo, que le honraba como a sus hijos.AMelanipo,pues,lereprendíaHéctor,diciendo:

553 ¿Seremos tan indolentes,Melanipo? ¿No te conmueve el corazón lamuerte del primo? ¿No ves cómo tratan de llevarse las armas de Dólope?Sígueme;queyaesnecesariocombatirdecercaconlosargivos,hastaquelosdestruyamos o arruinen ellos la excelsa Ilio desde su cumbre ymaten a losciudadanos.

559Habiendohabladoasí,echóaandar,ysiguióleelvarón,queparecíaun

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dios.Asuvez,elgranAyanteTelamonioexhortóalosargivos:

561 —¡Oh amigos! ¡Sed hombres, mostrad que tenéis un corazónpundonoroso,yavergonzaosdeparecercobardeseneldurocombate!Delosquesientenestetemor,sonmáslosquesesalvanquelosquemueren;losquehuyennoalcanzanglorianisocorroalguno.

565Asídijo;yellos,queyaantesdeseabanderrotaralenemigo,pusieronensucorazónaquellaspalabrasycercaronlasnavesconunmurodebronce.Zeus incitaba a los troyanos contra los aqueos. Y Menelao, valiente en lapelea,exhortóaAntíloco:

569—¡Antíloco!Ningúnaqueode lospresentes esmás jovenque tú,nimásligerodepies,nitanfuerteenelcombate.Siarremetiesesalostroyanosahirierasaalguno…

572Asídijo,yalejósedenuevo.Antíloco,animado,saltómásalládeloscombatientes delanteros; y, revolviendo el rostro a todas partes, arrojó lalucientelanza.Alverlo,huyeronlostroyanos.Nofuevanoeltiro,pueshirióen el pecho, cerca de la tetilla, aMelanipo, animoso hijo deHicetaón, queacababadeentrarencombate:el troyanocayóconestrépito,ylaobscuridadcubrió susojos.Comoelperro se abalanzaal cervatoheridoporuna flechaque al saltar de la madriguera le tira un cazador, dejándole sin vigor losmiembros, así el belicoso Antíloco se arrojó sobre ti, oh Melanipo, paraquitartelaarmadura.MasnopasóinadvertidoparaeldivinoHéctor;elcual,corriendoporelcampodebatalla,fuealencuentrodeAntíloco;yéste,aunqueera luchador brioso, huyó sin esperarle, parecido a la fiera que causa algúndaño,comomataraunperrooaunpastor juntoasusbueyes,yhuyeantesquesereúnanmuchoshombres;asíhuyóelNestórida;ysobreél,lostroyanosy Héctor, promoviendo inmenso alboroto hacían llover dolorosos tiros. YAntíloco, tanprontocomo llegóa juntarseconsuscompañeros, sedetuvoyvolviólacaraalenemigo.

592 Los troyanos, semejantes a carniceros leones, asaltaban las naves ycumplíanlosdesigniosdeZeus,elcuallesinfundíacontinuamentegranvalory lesexcitabaacombatir,yalpropio tiempoabatíaelánimode losargivos,privándolesdelagloriadeltriunfo,porquedeseabaensucorazóndargloriaaHéctorPriámida,afindequeéstearrojaseelabrasadoryvorazfuegoenlascorvas naves, y se efectuara de todo en todo la funesta súplica de Tetis. Elpróvido Zeus sólo aguardaba ver con sus ojos el resplandor de una naveincendiada, pues desde aquel instante haría que los troyanos fuesenperseguidos desde las naves y daría gloria a los dánaos. Pensando en talescosas, el dios incitaba a Héctor Priámida, ya de por sí muy enardecido, aencaminarsehacialascóncavasnaves.ComoseenfureceAresblandiendolalanza,oseembraveceelperniciosofuegoenlaespesuradepobladaselva,así

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se enfurecía Héctor: su boca estaba cubierta de espuma, los ojos lecentelleabandebajodelastorvascejasyelcascoseagitabaterriblementeensus sienes mientras peleaba. Y desde el éter Zeus protegía únicamente aHéctor,entretantoshombres,yledabahonorygloria;porqueelhéroedebíavivirpoco,yyaPalasAteneaapresurabalallegadadeldíafatalenquehabíade sucumbir a manos del Pelida. Héctor deseaba romper las filas de loscombatientes, yprobabapordondeveíamayor turbaymejores armas;mas,aunque ponía gran empeño, no pudo conseguirlo, porque los dánaos,dispuestos en columnacerrada, hicieron frente al enemigo.Cualunpeñascoescarpadoygrande,queenlariberadelespumosomarresisteelímpetudelossonoros vientos y de las ingentes olas que allí se rompen, así los dánaosaguardabanapie firmea los troyanosynohuían.YHéctor, resplandecientecomoelfuego,saltóalcentrodelaturbacomolaolaimpetuosalevantadaporelvientocaedesdeloaltosobrelaligeranave,llenándoladeespuma,mientrasel soplo terrible del huracán brama en las velas y los marineros tiemblanamedrentadosporquesehallanmuycercadelamuerte,detalmodovacilabaelánimoenelpechodelosaqueos.Comodañinoleónacometeunrebañodemuchas vacas que pacen a orillas de extenso lago y son guardadas por unpastorque,nosabiendolucharcon lasfierasparaevitar lamuertedealgunavaca de retorcidos cuernos, va siempre con las primeras o con las últimasreses;yelleónsaltaalcentro,devoraunavacaylasdemáshuyenespantadas,asílosaqueostodosfueronpuestosenfugaporHéctoryelpadreZeus,peroHéctor mató a uno solo, a Perifetes deMicenas, hijo de aquel Copreo quellevaba los mensajes del rey Euristeo al fornido Heracles. De este padreobscuronaciótalhijo,quesuperándoleentodaclasedevirtudes,enlacarreray en el combate, campeó por su talento entre los primeros ciudadanos deMicenasyentoncesdioaHéctorgloriaexcelsa.Puesalvolversetropezóconel borde del escudo que le cubría de pies a cabeza y que llevaba paradefenderse de los tiros, y, enredándose con él, cayó de espaldas, y el cascoresonó de un modo horrible en torno de las sienes. Héctor lo advirtióenseguida,acudiócorriendo,metiólapicaenelpechodePerifetesylematócerca de sus mismos compañeros que, aunque afligidos, no pudieronsocorrerle,puestemíanmuchoaldivinoHéctor.

653Porfinllegaronalasnaves.Defendíanselosargivosdetrásdelasquese habían sacado primero a la playa, y los troyanos fueron a perseguirlos:Aquéllos, al verse obligados a retirarse de las primeras naves, se colocaronapiñados cerca de las tiendas, sin dispersarse por el ejército porque lavergüenzayeltemorseloimpedían,ymutuaeincesantementeseexhortaban.Y especialmente Néstor, protector de los aqueos, dirigíase a todos losguerreros,yennombredesuspadresasílessuplicaba:

661 —¡Oh amigos! Sed hombres y mostrad que tenéis un corazónpundonoroso delante de los demás varones. Acordaos de los hijos, de las

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esposas, de los bienes, y de los padres, vivan aún o hayan fallecido. Ennombre de estos ausentes os suplico que resistáis firmemente y no osentreguéisalafuga.

667Con estas palabras les excitó a todos el valor y la fuerza. EntoncesAtenealesquitódelosojosladensaydivinanubequeloscubría,yapareciólaluzporamboslados,enlasnavesyenlalidsostenidaporlosdosejércitoscon igual tesón. Vieron a Héctor, valiente en la pelea, y a sus propioscompañeros,asíacuantosestabandetrásdelosbajelesynocombatían,comoalosquejuntoalasvelerasnavesdabanbatallaalenemigo.

674NoleeragratoalcorazóndelmagnánimoAyantepermanecerdondelosdemásaqueossehabíanretirado;yelhéroe,andandoapasolargo,ibadenave en nave llevando en la mano una gran percha de combate naval quemedía veintidós codos y estaba reforzada con clavos. Como un diestrocabalgadorescogecuatrocaballosentremuchos,losguíadesdelallanuraalagranciudadporlacarretera,muchoshombresymujeresleadmiran,yélsaltacontinuamenteyconseguridaddelunoalotro,mientras loscorcelesvuelan;asíAyante,andandoapasoseguido,recorríalascubiertasdemuchasnavesysu voz llegaba al éter. Sin cesar daba horribles gritos, para exhortar a losdánaosadefendernavesytiendas.TampocoHéctorpermanecíaenlaturbadelostroyanos,armadosdefuertescorazas:comoeláguilanegraseechasobreuna bandada de alígeras aves—gansos, grullas o cisnes cuellilargos— queestáncomiendoaorillasdeunrío;asíHéctorcorríaenderechuraaunanavede negra proa, empujado por lamano poderosa de Zeus, y el dios incitabatambiénalatropaparaqueleacompañara.

696Denuevose trabóunreñidocombatealpiede losbajeles.Hubierasdichoque,sinestarcansadonifatigados,comenzabanentoncesapelear.¡Contaldenuedo luchaban!Heaquícuáleseransus respectivospensamientos: losaqueos no creían escapar de aquel desastre, sino perecer; los troyanosesperabanen sucorazón incendiar lasnavesymatar a loshéroesaqueos.Yconestasideasasaltábanseunosaotros.

704Héctorllegóatocarlapopadeunanavesurcadoradelponto,bellaydecursorápido;aquéllaenqueProtesilaollegóaTroyayqueluegonohabíadellevarleotravezalapatriatierra.Porestanavesematabanlosaqueosylostroyanos:sinaguardardesdelejoslostirosdeflechasydardos,combatíandecerca y con igual ánimo, valiéndose de agudas hachas, segures, grandesespadas y lanzas de doble filo.Muchas hermosas dagas, de obscuro recazo,provistasdemango,cayeronalsuelo,yadelasmanos,yadeloshombrosdeloscombatientes;ylanegratierramanabasangre.Héctor,desdequecogiólapopa,nolasoltabay,teniendoentresusmanoslapartesuperiordelamisma,animabaalostroyanos:

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718—¡Traedfuego,ytodosapiñados,trabadlabatalla!Zeusnosconcedeun día que lo compensa todo, pues vamos a tomar las naves que vinieroncontralavoluntaddelosdiosesynoshanocasionadomuchascalamidadesporla cobardía de los viejos, que no me dejaban pelear cerca de aquéllas ydetenían al ejército.Mas, si entonces el largovidente Zeus ofuscaba nuestrarazón,ahoraélmismonosimpeleyanima.

726Asídijo;yellosacometieronconmayorímpetualosargivos.Ayanteyanoresistió,porqueestabaabrumadopor los tiros: temiendomorir,dejólacubierta, retrocedióhastaunbancoderemerosque teníasietepies,púsoseavigilar,yconlapicaapartabadelnavíoacuantosllevabanelvorazfuego,entantoqueexhortabaalosdánaosconespantososgritos:

733 —¡Oh amigos, héroes dánaos, servidores de Ares! Sed hombres ymostrad vuestro impetuoso valor. ¿Creéis, por ventura, que hay a nuestraespaldaotrosdefensoresounmuromássólidoquelibrealoshombresdelamuerte?Cercadeaquínoexisteciudadalgunadefendidacontorres,enlaquehallemosrefugioycuyopueblonosdéauxilioparaalcanzarulteriorvictoria;sino que por hallamos en la llanura de los troyanos, de fuertes corazas, aorillasdelmarylejosdelapatriatierra.Lasalvación,porconsiguiente,estáenlospuños;noenserflojosenlapelea.

742 Dijo, y acometió furioso con la aguda lanza. Y cuantos troyanos,movidospor lasexcitacionesdeHéctor,quisieron llevarardiente fuegoa lascóncavasnaves, a todos loshirióAyante con su largapica.Doce fueron losquehiriódecerca,delantedelosbajeles.

CantoXVI

Patroclea

Al advertirlo, Patroclo suplica a Aquiles que rechace al enemigo; y, noconsiguiéndolo, le ruegaque,por lomenos, leprestesusarmasy lepermitaponerse al frente de losmirmidones para ahuyentar a los troyanos. AccedeAquiles,y le recomiendaquesevuelvaatráscuando loshayaechadode lasnaves,pueseldestinonoletienereservadalagloriadeapoderarsedeTroya.Mas Patroclo, enardecido por sus hazañas, entre ellas la de dar muerte aSarpedón,hijodeZeus,persiguealostroyanosporlallanurahastaqueApololedesatalacoraza.EuforbolohiereyHéctorlomata.

1 Así peleaban por la nave de muchos bancos. Patroclo se presentó aAquiles, pastor de hombres, derramando ardientes lágrimas como fuenteprofundaqueviertesusaguassombríasporescarpadaroca.Tanprontocomo

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levioeldivinoAquiles, elde lospies ligeros, compadeciósedeély ledijoestasaladaspalabras:

7 —¿Por qué lloras, Patroclo, como una niña que va con su madre ydeseandoquelatomeenbrazos,latiradelvestido,ladetieneapesardequellevaprisa,y lamiraconojos llorososparaque la levantedel suelo?Comoella,ohPatroclo,derramastiernaslágrimas.¿Vienesaparticiparnosalgoalosmirmidonesoamímismo?¿SupistetúsoloalgunanoticiadeFtía?DicenqueMenecio, hijo de Áctor, existe aún; vive también Peleo Eácida entre losmirmidones,yeslamuertedeaquélodeésteloquemásnospodríaafligir.¿Ollorasquizásporque losargivosperecen,cercade lascóncavasnaves,por lainjusticia que cometieron? Habla, no me ocultes lo que piensas, para queamboslosepamos.

20Dandoprofundossuspiros,respondisteasí,caballeroPatroclo:

21—¡Oh Aquiles, hijo de Peleo, el más valiente de los aqueos! No teirrites,porqueesmuygrandeelpesarquelosabruma.Losqueanteseranlosmásfuertes,heridosunosdecercayotrosdelejos,yacenenlasnaves—conarmaarrojadiza fueheridoelpoderosoDiomedesTidida;con lapicaUlises,famosoporsulanza,yAgamenón;aEurípiloflecháronleenelmuslo—,ylosmédicos, que conocenmuchas drogas, ocúpanse en curarles las heridas.Tú,Aquiles, eres implacable. ¡Jamás se apodere de mí rencor como el queguardas! ¡Oh tú,que tanmalempleaselvalor!¿Aquiénpodrásserútilmástarde,siahoranosalvasalosargivosdemuerteindigna?¡Despiadado!NofuetupadreeljinetePeleo,niTetistumadre;elglaucomarolasescarpadasrocasdebieron de engendrarte, porque tu espíritu es cruel. Si te abstienes decombatir por algún vaticinio que tu venerandamadre, enterada porZeus, tehayarevelado,envíameamíconlosdemásmirmidones,porsillegoaserlaauroradelasalvacióndelosdánaos;ypermitequecubramishombroscontuarmaduraparaquelos troyanosmeconfundancontigoycesendepelear, losbelicosos dánaos que tan abatidos están se reanimen y la batalla tenga sutregua, aunque sea por breve tiempo. Nosotros, que no nos hallamosextenuadosde fatiga, rechazaríamos fácilmentede lasnavesyde las tiendashacialaciudadaesoshombresquedepelearestáncansados.

46Asílesuplicóelmuyinsensato;yconellollamabaalaterriblemuerteyalaparca.Aquiles,eldelospiesligeros,lecontestómuyindignado:

49—¡Aydemí,Patroclo,dellinajedeZeus,quédijiste!NomeabstengoporningúnvaticinioquesepaytampocolavenerandamadremedijonadadepartedeZeus,sinoquesemeoprimeelcorazónyelalmacuandounhombre,porquetienemáspoder,quiereprivarasuigualdeloquelecorrespondeylequita la recompensa. Tal es el gran pesar que tengo, a causa de lascontrariedades que mi ánimo ha padecido. La joven que los aqueos me

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adjudicaroncomorecompensayquehabíaconquistadoconmilanza,altomarunabienmuradaciudad,elreyAgamenónAtridamelaquitócomosiyofueraun miserable advenedizo. Mas dejemos lo pasado, no es posible guardarsiemprelairaenelcorazón,aunquehabíaresueltonodeponerlacólerahastaquelagriteríayelcombatellegaranamisbajeles.Cubretushombrosconmimagníficaarmadura,pontealfrentedelosbelicososmirmidonesyllévalosalapelea;puesnegranubedetroyanoscercayalasnavescongranímpetu,ylosargivos, acorralados en la orilla delmar, sólodisponendeun corto espacio.Todalaciudaddelostroyanoshacomparecidoconfiadamente,porquenovenmi reluciente casco. Pronto huirían llenando demuertos los fosos, si el reyAgamenón fuera justo conmigo;mientras que ahora combaten alrededor denuestro ejército.Ya lamano deDiomedesTidida no blande furiosamente lalanzaparalibraralosdánaosdelamuerte,niheoídounsologritoquevinierade la odiosa cabeza del Atrida: sólo resuena la voz de Héctor, matador dehombres,animandoa los troyanos,queconvocenoocupan toda la llanurayvencen en la batalla a los aqueos. Pero tú, Patroclo, échate impetuosamentesobreellosyapartadelasnavesesapeste;noseaque,pegandoardientefuegoalosbajeles,nosprivendeladeseadavuelta.Hazcuantotevoyadecir,paraque me procures mucha honra y gloria ante todos los dánaos, y éstos medevuelvanlamuyhermosajovenymehaganademásespléndidosregalos.Tanluegocomolosalejesdelasnaves,vuelveatrás;y,aunqueeltonanteesposodeHera tedégloria,noquieras luchar sinmícontra losbelicosos troyanos,puescontribuiríasamideshonra.Ytampoco,estimuladoporelcombateylapelea, te encamines, matando enemigos, a Ilio; no sea que alguno de lossempiternos dioses baje del Olimpo, pues a los troyanos los quiere muchoApolo,elquehieredelejos.Retrocedetanprontocomohayashechobrillarlaluz de la salvación en las naves, y deja que se siga peleando en la llanura.Ojalá,¡padreZeus,Atenea,Apolo!,ningunodelostroyanosnidelosargivosescapede lamuerte,ynos libremosdeellanosotrosdos,paraquepodamosderribarlasalmenassagradasdeTroya.

101Así éstos conversaban.Ayante ya no resistía: vencíanle el poder deZeus y los animosos troyanos que le arrojaban dardos; su refulgence cascoresonabadeunmodohorribleentornodelassienes,golpeadocontinuamenteen lashermosasabolladuras;yelhéroe teníacansadoelhombroderechodesostenerconfirmezaelversátilescudo,peronolograbanhacerlemoverdesusitiopormástirosqueleenderezaban.Ayanteestabaabrumadoporcontinuoyfatigoso jadeo, abundante sudor manaba de todos sus miembros y apenaspodíarespirar:portodaspartesaunadesgraciasucedíaotra.

112 Decidme, Musas, que poseéis olímpicos palacios, cómo por vezprimeracayóelfuegoenlasnavesaqueas.

114Héctor,quesehallabacercadeAyante, lediocon lagranespadaun

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golpeenlapicadefresnoyselaquebróporlajunturadelastaconelhierro.QuisoAyanteblandirlatruncadapica,ylabroncíneapuntacayóalolejoscongranruido.EntonceseleximioAyantereconocióensuespírituirreprensiblelaintervencióndelosdioses,estremecióseporqueZeusaltitonantelesfrustrabatodoslosmediosdecombateyqueríadarlavictoriaalostroyanos,ysepusofueradelalcancedelos tiros.Los troyanosarrojaronvorazfuegoa laveleranave,yprontoseextendiópor lamismauna llama inextinguible.Asíqueelfuegorodeólapopa,Aquiles,golpeándoseelmuslo,dijoaPatroclo:

126—¡Sus,Patroclo,dellinajedeZeus,hábiljinete!Yaveoenlasnaveslaimpetuosallamadelfuegodestructor:noseaqueseapoderendeellas,ynimedios para huir tengamos. Apresúrate a vestir las armas, y yo entre tantoreunirélagente.

130Asídijo,yPatroclovistió laarmadurade lucientebronce:púsoseenlaspiernaselegantesgrebas,ajustadasconbrochesdeplata;protegiósupechoconlacorazalabrada,refulgente,delEácida,depiesligeros;colgóalhombrouna espadade bronce, guarnecida de argénteos clavos; embrazó el grandeyfuerteescudo;cubriólafuertecabezaconunhermosocasco,cuyopenacho,decrinesdecaballo,ondeabaterriblementeenlacimera,yasiódoslanzasfuertesquesumanopudierablandir.Solamentedejólalanzapesada,grandeyfornidadel eximio Eácida, porque Aquiles era el único aqueo capaz de manejarla:habíasidocortadadeunfresnodelacumbredelPelioyregaladaporQuirónalpadredeAquiles,paraqueconellamatarahéroes.Luego,PatroclomandóaAutomedonte—elamigoaquienmáshonrabadespuésdeAquiles,destructordehombres,yelmásfielenresistirasuladolaacometidadelenemigoenlasbatallas—queengancharaenseguidaloscaballos.AutomedonteunciódebajodelyugoaJantoyBalio,corcelesligerosquevolabancomoelvientoyteníanpormadre a la harpía Podarga, la cual, paciendo en una pradera junto a lacorrientedelOcéano, los concibiódelCéfiro.Yconellospuso al excelentePédaso, queAquiles se llevóde la ciudaddeEetión cuando la tomó; corcelque,noobstantesucondicióndemortal,seguíaaloscaballosinmortales.

155 Aquiles, recorriendo las tiendas, hacía tomar las armas a todos losmirmidones. Como carniceros lobos dotados de una fuerza inmensadespedazan en el monte un grande cornígero ciervo que han matado y susmandíbulas aparecen rojas de sangre, luego van en tropel a lamer con lastenueslenguaselaguadeunprofundomanantial,eructandoporlasangrequehan bebido, y su vientre se dilata, pero el ánimo permanece intrépido en elpecho, de igual manera los jefes y príncipes de los mirmidones se reuníanpresurosos alrededor del valiente servidor del Eácida, de pies ligeros. Y enmediodetodoselbelicosoAquilesanimabaasíalosquecombatíanencarros,comoalospeonesarmadosdeescudos.

168 Cincuenta fueron las veleras naves en que Aquiles, caro a Zeus,

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condujoaIliosustropas;encadaunaembarcáronsecincuentahombres;yelhéroe nombró cinco jefes para que los rigieran, reservándose el mandosupremo.DelprimercuerpoeracaudilloMenestio,eldelabradacoraza,hijodelríoEsperqueo,quelascelestialeslluviasalimentan:habíaledadoaluzlabellaPolidora,hijadePeleo,quesiendomujerseacostóconunadeidad,conelinfatigableEsperqueo;aunquesecreyeraquelohabíatenidodeBoro,hijodePerieres,elcualsedesposópúblicamenteconellayleconstituyóunagrandote.MandabalasegundasecciónelbelicosoEudoro,nacidodeunasoltera,de la hermosa Polimela, hija de Filante; de la cual enamoróse el poderosoArgicidaalverlaconsusojosentre lasquedanzabanalsondelcantoenuncorodeArtemis,ladiosaquellevaarcodeoroyamaelbulliciodelacaza;elbenéfico Hermes subió enseguida al aposento de la joven, uniéronseclandestinamente y ella le dio un hijo ilustre, Eudoro, ligero en el correr ybelicoso.CuandoIlitía,quepresidelospartos,sacóaluzalinfanteyésteviolos rayos del sol, el fuerte Equecles Actórida la tomó por esposa,constituyéndoleunagrandote,yelancianoFilantecrioyeducóalniñocontanto amor como si hubiera sido hijo suyo. Estaba al frente de la terceradivisión el belicoso Pisandro Memálida, que, después del compañero delPelión,eraentretodoslosmirmidonesquiendescollabamásencombatirconlalanza.LacuartalíneaestabaalasórdenesdeFénix,aguijadordecaballos;yla quinta tenía por jefe al eximio Alcimedonte, hijo de Laerces. CuandoAquiles los hubo puesto a todos en orden de batalla con sus respectivoscapitanes,lesdijoconvozpujante:

200—¡Mirmidones!Ningunodevosotrosolvidelasamenazasqueenlasveleras naves dirigíais a los troyanos mientras duró mi cólera, ni lasacusaciones con que todosme acriminabais: «¡Inflexible hijo de Peleo! Sindudatumadretenutrióconhiel.¡Despiadado,puesretienesatuscompañerosenlasnavescontrasuvoluntad!Embarquémonosenlasnavessurcadorasdelpontoyvolvamosalapatria,yaquelacólerafunestaanidódetalsuerteentucorazón». Así acostumbrabais hablarme cuando os reuníais. Pues a la vistatenéis lagranempresadelcombateque tantohabéisanhelado.Yahoracadaunopeleeconvalerosocorazóncontralostroyanos.

210Asídiciendo,lesexcitóatodoselvalorylafuerza;yellos,aloírasurey,cerraronmáslasfilas.Comoelobrerojuntagrandespiedrasalconstruirlapareddeunaelevadacasa,paraqueresistael ímpetude losvientos,así, tanunidos,estabanloscascosylosabollonadosescudos:larodelaseapoyabaenlarodela,elyelmoenelyelmo,cadahombreensuvecino,ylospenachosdecrines de caballo y los lucientes conos de los cascos se juntaban cuandoalguieninclinabalacabeza.¡Tanapretadaseranlasfilas!Delantedetodossepusieron dos hombres armados, Patroclo y Automedonte; los cuales teníanigualánimoydeseabancombatiralfrentedelosmirmidones.Aquilesentróensu tienda y alzó la tapa de un arca hermosa y labrada que Tetis, la de

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argentados pies, había puesto en la nave del héroe después de llenarla detúnicasymantos,queleabrigasencontraelviento,ydeafelpadoscobertores.AllíteníaunacopadeprimorosalaborquenousabanadieparabeberelnegrovinoniparaofrecerlibacionesaotrodiosquealpadreZeus.Sacóladelarca,y, purificándola primero con azufre, la limpió con agua cristalina; actocontinuolavóse lasmanos, llenó lacopa,y,puestoenmediodel recintoconlosojoslevantadosalcielo,libóelnegrovinoyoróaZeus,quesecomplaceenlanzarrayos,sinquealdioslepasarainadvertido:

233—¡Zeus soberano, Dodoneo, Pelásgico, que vives lejos y reinas enDodona, de frío invierno, dondemoran los selos, tus intérpretes, que no selavan los pies y duermen en el suelo! Escuchaste mis palabras cuando teinvoqué,yparahonrarmeoprimisteduramentealpuebloaqueo.Puestambiénahora cúmpleme este voto: Yome quedo donde están reunidas las naves ymandoalcombateamicompañeroconmuchosmirmidones:hazquelesigalavictoria, largovidenteZeus, e infúndelevalor en el corazónparaqueHéctorvea simi escudero sabe pelear solo, o si susmanos invictas únicamente semuevenconfuriacuandovaconmigoalacontiendadeAres.Ycuandohayaapartado de los bajeles la gritería y la pelea, vuelva incólume con todas lasarmasyconloscompañerosquedecercacombaten.

249Asídijorogando.ElpróvidoZeusleoyó;ydelasdoscosaselpadreleotorgó una: concedióle que apartase de las naves el combate y la pelea, ynególequevolvierailesodelabatalla.HechalalibaciónylarogativaalpadreZeus,entróAquilesen la tienda,dejó lacopaenelarcayaparecióotravezdelantedelatienda,porquedeseabaensucorazónpresenciarlaterribleluchadetroyanosyaqueos.

257 Losmirmidones seguían con armas y en buen orden almagnánimoPatroclo,hastaquealcanzarona los troyanosy lesarremetieroncongrandesbríos, esparciéndose como las avispas quemoran en el camino, cuando losmuchachos,siguiendosucostumbredemolestarlas,lasirritanyconsiguenconsu imprudencia que dañen a buen número de personas, pues, si algúncaminantepasaporallíysinquererlasmueve,vuelanydefiendenconánimovalerosoasushijuelos;conuncorazónyánimosemejantes,seesparcieronlosmirmidones desde las naves, y levantóse una gritería inmensa. Y Patrocloexhortabaasuscompañeros,diciendoconvozrecia:

269—¡MirmidonescompañerosdelPelidaAquiles!Sedhombres,amigos,ymostradvuestroimpetuosovalorparaquehonremosalPelida,queeselmásvaliente de cuantos argivos hay en las naves, como lo son también susguerreros,quedecercacombaten;yconozcaelpoderosoAtridaAgamenónlafaltaquecometiónohonrandoalmejordelosaqueos.

273 Con estas palabras les excitó a todos el valor y la fuerza. Los

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mirmidonescayeronapiñadossobrelostroyanosyenlasnavesresonarondeunmodohorriblelosgritosdelosaqueos.

278 Cuando los troyanos vieron al esforzado hijo de Menecio y a suescudero,ambosconlucientesarmaduras,atodosselesconturbóelánimoysusfalangesseagitaron.Figurábanseque, juntoa lasnaves,elPelida, ligerodepies,habíarenunciadoasucólerayhabíapreferidovolveralaamistad.Ycadaunomirabaadóndepodríahuirparalibrarsedeunamuerteterrible.

284 Patroclo fue el primero que tiró la reluciente lanza en medio de lapelea,allídondemáshombresseagitabanenconfusomontón,juntoalanavedel magnánimo Protesilao; e hirió a Pirecmes, que había conducido desdeAmidón, sita en la ribera del Axio de ancha corriente, a los peonios, quecombatían en carros: la lanza se clavó en el hombro derecho; el guerrero,dando un gemido, cayó de espaldas en el polvo, y los peonios compañerossuyoshuyeron,porquePatroclolesinfundiópavoralmatarasujefe,quetantosobresalía en el combate. De este modo Patroclo los echó de los bajeles yapagó el ardiente fuego. La nave quedó allí medio quemada, los troyanoshuyeroncongranalboroto,losdánaossedispersaronporlascóncavasnaves,yseprodujoungrantumulto.ComocuandoZeusfulminadorquitaunaespesanube de la elevada cumbre de una gran montaña y aparecen todos lospromontorios y las cimas y valles, porque en el cielo se ha abierto la vastaregiónetérea;asílosdánaosrespiraronunpocodespuésdelibraralasnavesdel fuego destructor; pero no por eso hubo tregua en el combate. Pues lostroyanosnohuíanacarreraabiertadesdelasnegrasnaves,perseguidosporlosbelicosos aqueos; sino que aún resistían, y sólo cediendo a la necesidad seretirabandelasnaves.

306 Entonces, ya extendida la batalla, cada jefe mató a un hombre. ElesforzadohijodeMenecio,elprimero,hirióconlaagudalanzaaAreílico,quehabía vuelto la espalda para huir: el bronce atravesó el muslo y rompió elhueso,yeltroyanodiodeojosenelsuelo.ElbelicosoMenelaohirióaToanteen el pecho, donde éste quedaba sin defensa al lado del escudo, y dejó sinvigorsusmiembros.ElFilida,observandoqueAnficloibaaacometerlo,seleadelantóylogróenvasarlelapicaenlapartesuperiordelapierna,dondemásgruesoeselmúsculo:lapuntadesgarrólosnervios,ylaobscuridadcubriólosojosdelguerrero.DelosNestóridas,AntílocotraspasóconlabroncínealanzaaAtimnio,clavándoselaenelijar,yeltroyanocayóasuspies;elhermanodeAtimnio, Maris, irritado por tal muerte, se puso delante del cadáver yarremetiócon la lanzaaAntíloco;yentonceselotroNestórida,Trasimedes,igualaundios,leprevinoyantesqueMarispudieraheriraAntílocoleacertóélen laespalda: lapuntadesgarróel tendónde lapartesuperiordelbrazoyrompió el hueso; el guerrero cayó con estrépito, y la obscuridad cubrió susojos. De tal suerte, estos dos esforzados compañeros de Sarpedón, hábiles

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tiradores, a hijos de Amisodaro, el que alimentó a la indomable Quimera,causademalesparamuchoshombres,fueronvencidosporlosdoshermanosydescendieron al Érebo. Ayante Oilíada acometió y cogió vivo a Cleobulo,atropellado por la turba, y le quitó la vida, hiriéndole en el cuello con laespadaprovistadeempuñadura: lahojaenterasecalentócon lasangre,y lapurpúrea muerte y la parca cruel velaron los ojos del guerrero. Penéleo yLicón fueron a encontrarse, y, habiendo arrojado sus lanzas en vano, puesambos erraron el tiro, se acometieron con las espadas: Licaón dio a suenemigountajoenlacimeradelcasco,queadornabancrinesdecaballo;perolaespada se le rompió juntoa la empuñadura;Penéleohundió la suyaenelcuellodeLicón,debajodelaoreja,yselocortóporentero:lacabezacayóaun lado, sostenida tan sólo por la piel, y los miembros perdieron su vigor.MerionesdioalcanceconsusligerospiesaAcamante,cuandosubíaalcarro,y le hirió en el hombro derecho: el troyano cayó en tierra, y las tinieblascubrieronsusojos.AErimantemetióleIdomeneoelcruelbronceporlaboca:lalanzaatravesólacabezapordebajodelcerebro,rompiólosblancoshuesosy conmovió los dientes; los ojos llenáronse con la sangre que fluía de lasnaricesydelabocaabierta,ylamuerte,cualsifueseobscuranube,envolvióalguerrero.

351Cadaunodeestoscaudillosdánaosmató,pues,aunhombre.Comolosvoraces lobosacometenacorderosocabritos, arrebatándolosdeunhatoquesedispersaenelmonteporlaimpericiadelpastor,puesasíqueaquélloslosvenselosllevanydespedazanportenerlosúltimosuncorazóntímido;asílosdánaoscargabansobrelostroyanos,yéstos,pensandoenlafugahorrísona,olvidábansedesuimpetuosovalor.

358 El gran Ayante deseaba constantemente arrojar su lanza a Héctor,armadodebronce;peroelhéroe,queeramuyexpertoenlaguerra,cubriendosusanchoshombrosconunescudodepielesdetoro,estabaatentoalsilbodelasflechasyalruidodelosdardos.Bienconocíaquelavictoriaseinclinabadel lado de los enemigos, pero resistía aún y procuraba salvar a suscompañerosqueridos.

364ComosevaextendiendounanubedesdeelOlimpoalcielo,despuésdeundíasereno,cuandoZeuspreparaunatempestad,asílostroyanoshuyerondelasnaves,dandogritos,yyanofueconordencomorepasaronelfoso.AHéctorlesacarondeallí,consusarmas,loscorcelesdeligerospies;yelhéroedesamparó la turba de los troyanos, a quienes detenía, mal de su grado, elprofundofoso.Muchosvelocescorceles,rompiendoloscarrosdeloscaudillospor el extremodel timón, allí losdejaron.Patroclo iba adelante, exhortandovehementementea losdánaosypensandoencausardañoa los troyanos; loscuales,unavezpuestosendesorden,llenabantodosloscaminoshuyendocongran clamoreo; la polvareda llegaba a lo alto debajo de las nubes, y los

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solípedoscaballosvolvíanalaciudaddesdelasnavesylastiendas.Patroclo,dondeveíamásgentedelpueblodesordenada,allíseencaminabavociferando;losguerreroscaíandecaradebajodelosejesdesuscarros,yéstosvolcabancongran estruendo.Al llegar al foso, los caballos inmortales que los dioseshabían regalado a Peleo como espléndido presente lo salvaron de un salto,deseosos de seguir adelante; y, cuando a Patroclo el ánimo le impulsó a irhaciaHéctorparaherirlo,yalosvelocescorcelesdeésteselohabíanllevado.Comoenelotoñodescargaunatempestadsobrelanegratierra,cuandoZeusenvíaviolentalluvia,irritadocontraloshombresqueenelforodansentenciasinicuasyechana la justicia,no temiendolavenganzade losdioses;y todoslosríossalendemadreylostorrentescortanmuchascolinas,bramanalcorrerdesde lo alto de las montañas al mar purpúreo y destruyen las labores delcampo; de semejante modo corrían las yeguas troyanas, dando lastimerosrelinchos.

394 Patroclo, cuando hubo separado de los demás enemigos a los queformabanlasúltimasfalanges,lesobligóavolverhacialosbajeles,envezdepermitirlesquesubiesenalaciudad;y,acometiéndolesentrelasnaves,elríoyel alto muro, los mataba para vengar a muchos de los suyos. Entoncesenvasóle a Prónoo la brillante lanza en el pecho, donde éste quedaba sindefensaalladodelescudo,yledejósinvigorlosmiembros:eltroyanocayócon estrépito. Luego acometió a Téstor, hijo de Enope, que se hallabaencogidoenellustrosoasientoyensuturbaciónhabíadejadoquelasriendasselefuesendelamano:clavóledesdecercalalanzaenlamejilladerecha,sela hizo pasar por los dientes y lo levantó por cima del barandal. Como elpescador sentado en una roca prominente saca del mar un pez enorme,valiéndose de la cuerda y del reluciente bronce, así Patroclo, alzando labrillantelanza,sacódelcarroaTéstorconlabocaabiertaylearrojódecaraalsuelo; el troyano, al caer, perdió la vida. Después hirió de una pedrada enmedio de la cabeza a Erilao, que a acometerle venía, y se la partió en dosdentrodelfuertecasco:eltroyanodiodemanosenelsuelo,yleenvolvióladestructora muerte. Y sucesivamente fue derribando en la fértil tierra aErimante, Anfótero, Epaltes, Tlepólemo Damastórida, Equio, Piris, Ifeo,EvipoyPolimeloArgéada.

419 Sarpedón, al ver que sus compañeros, de corazas sin cintura,sucumbíanamanosdePatrocloMenecíada,increpóalosdeiformeslicios:

422—¡Quévergüenza,ohlicios!¿Adóndehuis?Sedesforzados.Yosaldréal encuentro de ese hombre, para saber quién es el que así vence y tantosmales causa a los troyanos, pues ya amuchos valientes les ha quebrado lasrodillas.

426Dijo;ysaltódelcarroalsuelosindejarlasarmas.AsuvezPatroclo,alverlo,seapeódelsuyo.Comodosbuitresdecorvasuñasycombadopico

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riñen, dando chillidos, sobre elevada roca; así aquéllos se acometieronvociferando.VioloselhijodelarteroCrono;y,compadecido,dijoaHera,suhermanayesposa:

433—¡Aydemí!LaparcadisponequeSarpedón,aquienamosobretodosloshombres,seamuertoporPatrocloMenecíada.Entredospropósitosvacilaenmipechoelcorazón:¿loarrebatarévivodelaluctuosabatalla,parallevarloalopulentopueblodelaLicia,odejaréquesucumbaamanosdelMenecíada?

439RespondióleHeraveneranda,ladeojosdenovilla:

440 —¡Terribilísimo Cronida, qué palabras proferiste! ¿Una vez másquiereslibrardelamuertehorrísonaaesehombremortal,aquientiempohaque el hado condenó a morir? Hazlo, pero no todos los dioses te loaprobaremos.Otracosavoyadecirte,quefijarásenlamemoria:Piensaque,siaSarpedónlemandasvivoasupalacio,algúnotrodiosquerrásacarasuhijodeldurocombate,puesmuchoshijosdelosinmortalespeleanentornodelagran ciudad de Príamo, y harás que sus padres se enciendan en terrible ira.Pero, si Sarpedón te es caro y tu corazón le compadece, deja quemuera amanosdePatrocloMenecíadaenreñidocombate;ycuandoelalmaylavidale abandonen, ordena a laMuerte y al dulce Sueño que lo lleven a la vastaLicia,paraquesushermanosyamigoslehaganexequiasyleerijanuntúmuloyuncipo,quetalessonloshonoresdebidosalosmuertos.

458Asídijo.Elpadrede loshombresyde losdiosesnodesobedeció, ahizo caer sobre la tierra sanguinolentas gotas para honrar al hijo amado, aquienPatroclohabíadematarenlafértilTroya,lejosdesupatria.

462Cuando ambos héroes se hallaron frente a frente, Patrocio arrojó lalanza, y, acertando a dar en el empeine del ilustre Trasimelo, escuderovalerosodelreySarpedón,dejólesinvigorlosmiembros.Sarpedónacometióa su vez; y, despidiendo la reluciente lanza, erró el tiro; pero hirió en elhombroderechoalcorcelPédaso,querelinchómientrasperdíaelvitalaliento.El caballo cayó en el polvo, y el ánimo voló de su cuerpo. Forcejearon losotros dos corceles por separarse, crujió el yugo y enredáronse las riendas acausadequeelcaballolateralyacíaenelpolvo.PeroAutomedonte,famosopor su lanza, halló el remedio: desenvainando la espadade largapunta, quellevabajuntoalfornidomuslo,cortóapresuradamentelostirantesdelcaballolateral,ylosotrosdosseenderezaronyobedecieronalasriendas.Yloshéroesvolvieronaacometerseconroedorencono.

477 Entonces Sarpedón arrojó otra reluciente lanza y erró el tiro, puesaquéllapasóporcimadelhombro izquierdodePatroclosinherirlo.Patroclodespidiólasuyaynoenbalde;yaqueacertóaSarpedónylehirióeneltejidoquealdensocorazónenvuelve.Cayóelhéroecomolaencina,elálamooelelevado pino que en el monte cortan con afiladas hachas los artífices para

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hacerunmástildenavío;asíyacíaaquél,tendidodelantedeloscorcelesydelcarro, rechinándole los dientes y cogiendo con las manos el polvoensangrentado.Comoelrojizoyanimosotoro,aquiendevoraunleónquesehapresentadoentrelosfexípedesbueyes,bramaalmorirentrelasmandíbulasdelleón,asíelcaudillodelosliciosescudados,heridodemuerteporPatroclo,seenfurecía;y,llamandoalcompañero,lehablabadeestemodo:

491—¡CaroGlauco, guerrero afamado entre los hombres! Ahora debesportartecomofuerteyaudazluchador;ahoratehadecausarplacerlabatallafunesta, si eresvaliente.Vepor todaspartes, exhortaa loscapitanes liciosaque combatan en torno de Sarpedón y defiéndeme túmismo con el bronce.Constantemente,todoslosdías,seréparatimotivodevergüenzayoprobio,si,sucumbiendo en el recinto de las naves, los aqueos me despojan de laarmadura.¡Pelea,pues,denodadamenteyanimaatodoelejército!

502 Así dijo; y el velo de la muerte le cubrió los ojos y las narices.Patroclo,sujetándoleelpechoconelpie,learrancóelasta,conellasiguióeldiafragma,ysalieronalavezlapuntadelalanzayelalmadelguerrero.Ylosmirmidones detuvieron los corceles de Sarpedón, los cuales anhelaban yqueríanhuirdesdequequedóvacíoelcarrodesusdueños.

509Glaucosintióhondopesaraloír lavozdeSarpedónyse le turbóelánimo porque no podía socorrerlo. Apretóse con la mano el brazo, pues leabrumaba una herida que Teucro le había causado disparándole una flechacuandoélasaltabaelaltomuroyelaqueodefendíaalossuyos;yoródeestasuerteaApolo,elquehieredelejos:

514—Óyeme,ohsoberano,yatehallesenelopulentopueblodeLicia,yateencuentresenTroya;puesdesdecualquierlugarpuedesatenderalqueestáafligido, como lo estoy ahora. Tengo esta grave herida, padezco agudosdoloresenelbrazoy la sangrenose seca;elhombroseentorpece,ymeesimposiblemanejarfirmementelalanzaypelearconlosenemigos.Hamuertounhombrefortísimo,Sarpedón,hijodeZeus,elcualyaniasuproledefiende.Cúrame,ohsoberano,lagraveherida,adormecemisdoloresydamefortalezaparaquemivozanimealosliciosacombatiryyomismolucheendefensadelcadáver.

527Asídijo rogando.OyóleFeboApoloyenseguidacalmó losdolores,secó la negra sangre de la grave herida e infundió valor en el ánimo deltroyano.Glauco,alnotarlo,seholgódequeelgrandioshubieseescuchadosuruego.Enseguidafueportodaspartesyexhortóaloscapitanesliciosparaquecombatieran en torno de Sarpedón.Después, encaminóse a paso largo hacialos troyanos; buscó a Polidamante Pantoida, al divinoAgenor, a Eneas y aHéctor armado de bronce; y, deteniéndose cerca de los mismos, dijo estasaladaspalabras:

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538—¡Héctor!Teolvidasdeltododelosaliadosqueportipierdenlavidalejosdelosamigosydelapatriatierra,ynisocorrerlesquieres.YaceentierraSarpedón, el rey de los licios escudados, que con su justicia y su valorgobernabaaLicia.ElbroncíneoAres lohamatadoconla lanzadePatroclo.Ohamigos,venideindignaosenvuestrocorazón:noseaquelosmirmidonesle quiten la armadura e insulten el cadáver, irritados por la muerte de losdánaos,aquienesdieronmuertenuestraspicasjuntoalasvelerasnaves.

548Así dijo. Los troyanos sintieron grande e inconsolable pena, porqueSarpedón,aunqueforastero,eraunbaluarteparalaciudad;habíallevadoaellaa muchos hombres y en la pelea los superaba a todos. Con grandes bríosdirigiéronseaquélloscontralosdánaos,yasufrentemarchabaHéctor,irritadoporlamuertedeSarpedón.YPatrocloMenecíada,decorazónvaliente,animóalosaqueos;ydijoalosAyantes,queyadecombatirestabandeseosos:

556—¡Ayantes! Poned empeño en rechazar al enemigo y mostraos tanvalientescomohabéissidohastaaquíomásaún.YaceentierraSarpedón,elque primero asaltó nuestra muralla. ¡Ah, si apoderándonos del cadáverpudiésemos ultrajarlo, quitarle la armadura de los hombros y matar con elcruelbronceaalgunodeloscompañerosquelodefienden!…

562Asídijo,aunqueellosyadeseabanrechazaralenemigo.Ytroyanosylicios por una parte, ymirmidones y aqueos por otra, cerraron las falanges,vinieronalasmanosyempezaronapelearconhorrendagriteríaentornodelcadáver.Crujíanlasarmadurasdelosguerreros,yZeuscubrióconunadañosaobscuridadlareñidacontienda,paraqueprodujesemayorestragoelcombatequeporelcuerpodesuhijoseempeñaba.

569Enunprincipio, lostroyanosrechazaronalosaqueos,deojosvivos,porque fue herido un varón que no era ciertamente el más cobarde de losmirmidones: eldivinoEpigeo,hijodeAgaclesmagnánimo; el cual reinóenotrotiempoenlapopulosaBudeo;luego,porhaberdadomuerteasuvalienteprimo,sepresentócomosuplicanteaPeleoyaTetis, ladeargénteospies,yellos le enviaron a Ilio, abundante en hermosos corceles, con Aquiles,destructorde las filasdeguerreros,paraquecombatieracontra los troyanos.Epigeo echaba mano al cadáver cuando el esclarecido Héctor le dio unapedradaenlacabezayselapartióendosdentrodelfuertecasco:elguerrerocayóbocaabajosobreelcuerpodeSarpedón,yasualrededoresparcióse ladestructoramuerte.ApesadumbrósePatroclopor lapérdidadelcompañeroyatravesóal instantelasprimerasfilas,comoelvelozgavilánpersigueaunosgrajosoestorninos:delamismamaneraacometiste,ohhábiljinetePatroclo,alosliciosytroyanos,airadoentucorazónporlamuertedelamigo.Ycogiendouna piedra, hirió en el cuello a Estenelao, hijo querido de Itémenes, y lerompió los tendones. Retrocedieron los combatientes delanteros y elesclarecido Héctor. Cuanto espacio recorre el luengo venablo que lanza un

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hombre,yaenel juegoparaejercitarse,yaen laguerracontra losenemigosquelavidaquitan,otrotantoseretiraronlostroyanos,cediendoalempujedelosaqueos.Glauco,capitándelosescudadoslicios,fueelprimeroquevolviólacaraymatóalmagnánimoBaticles,hijoamadodeCalcón,queteníasucasaen laHélade y se señalaba entre losmirmidones por sus bienes y riquezas:escapábase Glauco, y Baticles iba a darle alcance, cuando aquél se volviórepentinamente y le hundió la pica en medio del pecho. Baticles cayó conestrépito,losaqueossintieronhondopesarporlamuertedelvalienteguerrero,ylostroyanos,muyalegres,rodearonentropelelcadáver;perolosaqueosnoseolvidarondesuimpetuosovaloryarremetierondenodadamentealenemigo.EntoncesMerionesmatóauncombatientetroyano,aLaógono,esforzadohijodeOnétor y sacerdote deZeus Ideo, a quien el pueblo veneraba como a undios:hirióledebajodelaquijadaydelaoreja,lavidahuyódelosmiembrosdelguerrero,y laobscuridadhorrible le envolvió.Eneas arrojó labroncínealanza,conel intentodeheriraMeriones,queseadelantabaprotegidoporelescudo. Pero Meriones la vio venir y evitó el golpe inclinándose haciaadelante: la ingente lanza se clavó en el suelo detrás de él y el regatóntemblaba; peropronto la impetuosa armaperdió su fuerza.Penetró, pues, lavibrantepuntaenlatierra,ylalanzafueechadaenvanoporelrobustobrazo.Eneas,conelcorazónirritado,dijo:

617—¡Meriones!Aunqueeres ágil saltador,mi lanza lohabría apartadoparasiempredelcombate,silohubieseherido.

619RespondióleMeriones,célebreporsulanza:

620—¡Eneas!Difícil loserá,aunqueseasvaliente,aniquilarlafuerzadecuantoshombres salganapelear contigo.También túeresmortal.Si lograraherirte en medio del cuerpo con el agudo bronce, enseguida, a pesar de tuvigorydelaconfianzaquetienesentubrazo,medaríasgloria,yaHades,eldelosfamososcorceles,elalma.

626Asídijo;yelvalerosohijodeMeneciolereprendió,diciendo:

627—¡Meriones! ¿Porqué, siendovaliente, te entretienesenhablar así?¡Ohamigo!Conpalabras injuriosasno lograremosque los troyanosdejenelcadáver;precisoseráquealgunodeellosbajeantesal senode la tierra.Lasbatallassegananconlospuños,ylaspalabrassirvenenelconsejo.Conviene,pues,nohablar,sinocombatir.

632Endiciendoesto,echóaandarysiguióleMeriones,varónigualaundios. Como el estruendo que producen los leñadores en la espesura de unmonteyquesedejaoíralolejos,taleraelestrépitoqueseelevabadelatierraespaciosaalsergolpeadoselbronce,elcueroylosbienconstruidosescudosdepielesdebueyporlasespadasylaslanzasdedoblefilo.YyaniunhombreperspicazhubieraconocidoaldivinoSarpedón,pueslosdardos,lasangreyel

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polvolocubríancompletamentedepiesacabeza.Agitábansetodosalrededordelcadávercomoenlaprimaverazumbanlasmoscasenelestabloporcimadelasescudillasllenasdeleche,cuandoéstahacerebosarlostarros:deigualmanerabullíanaquéllosentornodelmuerto.Zeusnoapartabalosrefulgentesojos de la dura contienda; y, contemplando a los guerreros, revolvía en suánimomuchascosasacercade lamuertedePatroclo:vacilabaentre sien laencarnizada contienda el esclarecido Héctor debería matar con el bronce aPatroclo sobre Sarpedón, igual a un dios, y quitarle la armadura de loshombros,oconvendríaextenderlaterriblepelea.Yconsiderandocomolomásconveniente que el bravo escudero del PelidaAquiles hiciera arredrar a lostroyanos y a Héctor, armado de bronce, hacia la ciudad y quitara la vida amuchos guerreros, comenzó infundiendo timidez primeramente a Héctor, elcual subió al carro, se puso en fuga y exhortó a los demás troyanos a quehuyeran,porquehabíaconocidohaciaquéladoseinclinabalabalanzasagradadeZeus.Tampocolosfuertesliciososaronresistir,yhuyerontodosalverasureyheridoenelcorazónyechadoenunmontóndecadáveres;puescayeronmuchoshombresasualrededorcuandoelCroniónavivóeldurocombate.LosaqueosquitáronleaSarpedónlarelucientearmaduradebronceyelesforzadohijo de Menecio la entregó a sus compañeros para que la llevaran a lascóncavasnaves.YentoncesZeus,queamontonalasnubes,dijoaApolo:

667—¡Ea,queridoFebo!VeydespuésdesacaraSarpedóndeentre losdardos, límpiale la negra sangre, condúcele a un sitio lejano y lávale en lacorrientedeunrío,úngeleconambrosía,ponlevestidurasdivinasyentrégaloalosvelocesconductoresyhermanosgemelos:elSueñoylaMuerte.Yéstos,transportándolo con presteza, lo dejarán en el rico pueblo de la vastaLicia.Allí sus hermanos y amigos le harán exequias y le erigirán un túmulo y uncipo,quetalessonloshonoresdebidosalosmuertos.

676Asídijo,yApolonodesobedecióasupadre.Descendiódelosmontesideosalaterriblebatalla,yenseguidalevantóaldivinoSarpedóndeentrelosdardos, y, conduciéndole a un sitio lejano, lo lavó en la corriente deun río;ungiólo con ambrosía, púsole vestiduras divinas y entrególo a los velocesconductores y hermanos gemelos: el Sueño y la Muerte. Y éstos,transportándoloconpresteza,lodejaronenelricopueblodelavastaLicia.

684 Patroclo animaba a los corceles y aAutomedonte y perseguía a lostroyanos y licios, y con ello se atrajo un gran infortunio. ¡Insensato! Si sehubieseatenidoalaordendelPelida,sehubieravistolibredelafunestaparca,delanegramuerte.PerosiempreelpensamientodeZeusesmáseficazqueelde los hombres (aquel dios pone en fuga al varón esforzado y le quitafácilmente la victoria, aunque él mismo le haya incitado a combatir), yentoncesalentóelánimoenelpechodePatroclo.

692¿Cuálfueelprimeroycuálelúltimoquemataste,ohPatroclo,cuando

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losdioseslollamaronalamuerte?

694 Fueron primeramente Adrasto, Autónoo, Equeclo, Périmo Mégada,Epístor yMelanipo; y después, Élaso,Mulio y Pilartes.Mató a éstos, y losdemássedieronalafuga.

698EntonceslosaqueoshabríantomadoTroya,ladealtaspuertas,porlasmanosdePatroclo,quemanejabacongranfurialalanza,siFeboApolonosehubiesecolocadoenlabienconstruidatorreparadañaraaquélyayudaralostroyanos.TresvecesencaminósePatrocloaunángulodelaelevadamuralla;tresveces rechazóleApolo,agitandoconsusmanos inmortalesel refulgenteescudo.Y cuando, semejante a undios, atacabapor cuarta vez, increpóle ladeidadterriblementeconestasaladaspalabras:

707—¡Retírate,PatroclodellinajedeZeus!Elhadonohadispuestoquelaciudaddelosaltivostroyanosseadestruidaportulanza,niporAquiles,quetantoteaventaja.

710 Así dijo, y Patroclo retrocedió un gran trecho, para no atraerse lacóleradeApolo,elquehieredelejos.

712HéctorsehallabaconelcarroylossolípedoscorcelesenlaspuertasEsceas, y estaba indeciso entre guiarlos de nuevo hacia la turba y volver acombatir,omandaravocesquelastropasserefugiasenenelmuro.Mientrasreflexionaba sobre esto, presentósele Febo Apolo, que tomó la figura delvaliente jovenAsio,elcualera tíomaternodeHéctor,domadordecaballos,hermanocarnaldeHécubaahijodeDimante,yhabitabaenlaFrigia,juntoalacorrientedelSangario.Asítransfigurado,exclamóApolo,hijodeZeus:

721—¡Héctor!¿Porquéteabstienesdecombatir?Nodebeshacerlo.Ojalátesuperaratantoenbravura,cuantotesoyinferior:entoncesteseríafunestoelretirarte de la batalla. Mas, ea, guía los corceles de duros cascos haciaPatroclo,porsipuedesmatarloyApolotedagloria.

726 En diciendo esto, el dios volvió a la batalla. El esclarecido Héctormandó a Cebríones que picara a los corceles y los dirigiese a la pelea; yApolo,entrándoseporlaturba,suscitóentrelosargivosfunestotumultoydiogloriaaHéctoryalostroyanos.Héctordejóentoncesalosdemásdánaos,sinque fuera a matarlos, y enderezó a Patroclo los caballos de duros cascos.Patroclo,asuvez,saltódelcarroa tierraconla lanzaenla izquierda;cogióconladiestraunapiedraBlancayerizadadepuntasque llenaba lamano;y,estribandoenelsuelo,laarrojó,hiriendoenseguidaauncombatiente,pueseltiro no salió vano: dio la aguda piedra en la frente deCebríones, auriga deHéctor, que era hijo bastardo del ilustre Príamo, y entonces gobernaba lasriendas de los caballos. La piedra se llevó ambas cejas; el hueso tampocoresistió; losojoscayeronenelpolvoa lospiesdeCebríones;yéste,cual si

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fueraunbuzo, cayódel asientobienconstruido,porque lavidahuyóde susmiembros.Yburlándosedeél,ohcaballeroPatroclo,exclamaste:

743—¡Oh dioses! ¡Muy ágil es el hombre! ¡Cuán fácilmente salta a lobuzo!Sisehallaraenelponto,enpecesabundante,esehombresaltaríadelanave,aunqueelmarestuvieratempestuoso,ypodríasaciaramuchaspersonasconlasostrasquepescara.¡Contantafacilidadhadadolavolteretadelcarroalallanura!Esindudablequetambiénlostroyanostienenbuzos.

751Endiciendoesto,corrióhaciaelhéroeconlaimpetuosidaddeunleónquedevastalosestabloshastaqueesheridoenelpechoysumismovalorlomata; de la misma manera, oh Patroclo, te arrojaste enardecido sobreCebríones.Héctor,porsuparte,saltódelcarroalsuelosindejarlasarmas.YentrambosluchabanentornodeCebríonescomodoshambrientosleonesqueenlacumbredeunmontepeleanfuriososporelcadáverdeunacierva,asílosdos aguerridos campeones, Patroclo Menecíada y el esclarecido Héctor,deseaban herirse el uno al otro con el cruel bronce.Héctor había cogido almuertoporlacabezaynolosoltaba;Patrocloloasíadeunpie,ylosdemástroyanosydánaossosteníanencarnizadocombate.

765 Como el Euro y el Noto contienden en la espesura de un monte,agitando la poblada selva, y las largas ramas de los fresnos, encinas ycortezudos cornejos chocan entre sí con inmenso estrépito, y se oyen loscrujidos de las que se rompen, de semejante modo troyanos y aqueos seacometían y mataban, sin acordarse de la perniciosa fuga. Alrededor deCebríones se clavaron en tierra muchas agudas lanzas y aladas flechas quesaltabandelosarcos;buennúmerodegrandespiedrasheríanlosescudosdelosquecombatíanentornosuyo;yelhéroeyacíaenelsuelo,sobreungranespacio, envuelto en un torbellino de polvo y olvidado del arte de guiar loscarros.

777Hastaqueelsolhuborecorridolamitaddelcielo,lostirosalcanzabanporigualaunosyaotros,yloshombrescaían.Cuandoaquélseencaminóalocaso, los aqueos eran vencedores, contra lo dispuesto por el destino; y,habiendo arrastrado el cadáver del héroeCebríones fuera del alcance de losdardosydeltumultodelostroyanos,lequitaronlaarmaduradeloshombros.

783Patrocloacometiófuriosoalostroyanos:tresveceslosacometió,cualsifueraelrápidoAres,dandohorriblesvoces;tresvecesmatónuevehombres.Ycuando,semejanteaundios,arremetiste,ohPatroclo,porcuartavez,vioseclaramentequeyallegabasaltérminodetuvida,pueselterribleFebosalióatuencuentroeneldurocombate.MasPatroclonovioaldios;elcual,cubiertopordensanube,atravesóla turba,se lepusodetrás,y,alargandolamano, ledio un golpe en la espalda y en los anchos hombros.Al punto los ojos delhéroe padecieron vértigos. Febo Apolo le quitó de la cabeza el casco con

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agujerosaguisadeojos,querodóconestrépitohastalospiesdeloscaballos;yelpenachosemanchódesangreypolvo.Jamásaquelcasco,adornadoconcrines de caballo, se habíamanchado cayendo en el polvo, pues protegía lacabezayhermosafrentedeldivinoAquiles.EntoncesZeuspermitiótambiénquelollevaraHéctor,porqueyalamuerteseibaacercandoaestecaudillo.APatrocloselerompióenlamanolapicalarga,pesada,grande,fornida,armadadebronce;elanchoescudoysucorreacayeronalsuelo,yelsoberanoApolo,hijo de Zeus, desató la coraza que aquél llevaba. El estupor se apoderó delespíritudelhéroe,ysushermososmiembrosperdieronlafuerza.Patroclosedetuvoatónito,yentoncesdesdecercaclavóleagudalanzaenlaespalda,entreloshombros,eldárdanoEuforboPantoida;elcualaventajabaatodoslosdesuedadenelmanejodelapica,enelartedeguiaruncarroyenlavelozcarrera,ylaprimeravezquesepresentóconsucarroparaaprenderacombatirderribóaveinteguerrerosdesuscarrosrespectivos.Éstefue,ohcaballeroPatroclo,elprimeroquecontratidespidiósulanza,peroaúnnolohizosucumbir.Euforboarrancólalanzadefresno;y,retrocediendo,semezclóconlaturba,sinesperaraPatroclo,aunquelevieradesarmado;mientraséste,vencidoporelgolpedeldiosylalanzada,retrocedíaalgrupodesuscompañerosparaevitarlamuerte.

818CuandoHéctoradvirtióqueelmagnánimoPatroclosealejabayquelohabíanheridoconelagudobronce,fueensuseguimiento,porentrelasfilas,yleenvainólalanzaenlaparteinferiordelvientre,queelhierropasódeparteaparte;yelhéroecayóconestrépito,causandogranaflicciónalejércitoaqueo.Como el león acosa en la lucha al indómito jabalí cuando ambos peleanarrogantes en la cima de un monte por un escaso manantial donde quierenbeber,yelleónvenceconsufuerzaaljabalí,querespiraanhelante,asíHéctorPriámidaprivódelavida,hiriéndolodecercaconlalanza,alesforzadohijodeMenecio,queatantoshabíadadomuerte.Yblasonandodeltriunfo,profirióestasaladaspalabras:

830 —¡Patroclo! Sin duda esperabas destruir nuestra ciudad, hacercautivas a lasmujeres troyanasy llevártelas en losbajeles a tupatria tierra.¡Insensato! Los veloces caballos de Héctor vuelan al combate paradefenderlas; y yo, que en manejar la pica sobresalgo entre los belicosostroyanos, aparto de los míos el día de la servidumbre, mientras que a ti tecomeránlosbuitres.¡Ah,infeliz!NiAquiles,conservaliente,tehasocorrido.Cuandosalistedelasnaves,dondeélsehaquedado,debiódehacertemuchasrecomendaciones,yhablartedeestemodo:«Novuelvasalascóncavasnaves,caballero Patroclo, antes de haber roto la coraza que envuelve el pecho deHéctor,matadordehombres,teñidadesangre».Asítedijo,sinduda;ytú,ohnecio,tedejastepersuadir.

843Conlánguidavozlerespondiste,caballeroPatroclo:

844 ¡Héctor! Jáctate ahora con altaneras palabras, ya que te han dado la

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victoria Zeus Cronida y Apolo; los cuales me vencieron fácilmente,quitándome la armadura de los hombros. Si veinte guerreros como tú mehubiesen hecho frente, todos habrían muerto vencidos por mi lanza.MatáronmelaparcafunestayelhijodeLeto,y,entreloshombres,Euforbo,ytúllegaseltercero,paradespojarmedelasarmas.Otracosavoyadecirte,quefijarásenlamemoria.Tampocotúhasdevivirlargotiempo,pueslamuerteylaparcacruelseteacercan,ysucumbirásamanosdeleximioAquilesEácida.

855Apenas acabó de hablar, lamuerte le cubrió con sumanto: el almavolódelosmiembrosydescendióalHades,llorandosusuerteporquedejabauncuerpovigorosoyjoven.YelesclarecidoHéctorledijo,aunquemuertoleveía:

859—¡Patroclo!¿Porquémeprofetizasunamuerteterrible?¿QuiénsabesiAquiles, hijo de Tetis, la de hermosa cabellera, no perderá antes la vida,heridopormilanza?

862 Dichas estas palabras, puso un pie sobre el cadáver, arrancó labroncínea lanzay lo tumbódeespaldas. Inmediatamente seencaminó, lanzaenmano,haciaAutomedonte,eldeiformeservidordelEácida,depiesligeros,pues deseaba herirlo, pero los veloces caballos inmortales, que a Peleo ledieronlosdiosescomoespléndidopresente,yalosacabandelabatalla.

CantoXVII

PrincipalíadeMenelao

Se entabla un encarnizado combate entre aqueos y troyanos paraapoderarse de las arenas y el cadáver de Patroclo. Por fin, Menelao yMeriones,protegidosporlosdosAyante,carganasusespaldasconelcadáverdePatrocloyselollevanalcampamento.

1NodejódeadvertirelAtridaMenelao,caroaAres,quePatroclohabíasucumbidoenlalidamanosdelostroyanos;y,armadodelucientebronce,seabriócaminoporloscombatientesdelanterosyempezóamoverseentornodelcadáverparadefenderlo.Como lavacaprimerizadavueltas alrededorde subecerrillomugiendotiernamente,porqueantesignorabaloqueeraelparto,desemejantemanera bullía el rubioMenelao cerca dePatroclo.Y colocándosedelantedelmuerto,enhiestalalanzayembrazadoellisoescudo,seaprestabaa matar a quien se le opusiera. Tampoco Euforbo, el hábil lancero hijo dePántoo,sedescuidóalverenelsueloaleximioPatroclo,sinoquesedetuvoasuladoydijoaMenelao,caroaAres:

12—¡Atrida Menelao, alumno de Zeus, príncipe de hombres! Retírate,

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suelta el cadáverydesampara estos sangrientosdespojos;pues, en la reñidapelea,ningunode los troyanosnide losauxiliares ilustresenvasósu lanzaaPatroclo antes que yo lo hiciera. Déjame alcanzar inmensa gloria entre lostroyanos.Noseaque,hiriéndote,tequiteladulcevida.

18RespondiólemuyindignadoelrubioMenelao:

19—¡PadreZeus!Noesbuenoquenadiesevanagloriecontantasoberbia.Nilapantera,nielleón,nieldañinojabalíquetienengranánimoenelpechoy están orgullosos de su fuerza se presentan tan osados como los hábileslanceros hijos dePántoo.Pero el fuerteHiperenor, domador de caballos, nosiguió gozando de su juventud cuando me aguardó, después de injuriarmediciendo que yo era elmás cobarde de los guerreros dánaos, y no creo quehaya podido volverse con sus pies para regocijar a su esposa y a susvenerandospadres.Delmismomodotequitarélavidaati,siosasafrontarme,y teaconsejoquevuelvasa tuejércitoyno tepongasdelante,pueselneciosóloconoceelmalcuandoyaestáhecho.

33Asíhabló,sinpersuadiraEuforbo,quecontestódiciendo:

34—Menelao,alumnodeZeus,ahorapagarás lamuertedemihermano,dequecantotejactas.Dejasteviudaasumujerenelrecientetálamo;causastea nuestros padres llanto y dolor profundo. Yo conseguiría que aquellosinfelicescesarandellorar,si,llevándometucabezaytusarmas,laspusieraenlasmanosdePántooydeladivinaFrontis.Peronosediferirámuchotiempoel combate, ni quedará sin decidir quién haya de ser el vencedor y quién elvencido.

43 Dicho esto, dio un bote en el escudo liso del Atrida, pero no pudoromperelbronce,porquelapuntasetorcióalchocarconelfuerteescudo.ElAtridaMenelaoacometió,asuvez,conlapica,orandoalpadreZeus,y,alirEuforboaretroceder,selaclavóenlaparteinferiordelagarganta,empujóelastaconlarobustamanoylapuntaatravesóeldelicadocuello.Euforbocayócon estrépito, resonaron sus armas y se mancharon de sangre sus cabellos,semejantesalosdelasGracias,ylosrizos,quellevabasujetosconanillosdeoro y plata. Cual frondoso olivo que, plantado por el Labrador en un lugarsolitariodondeabundaelagua,crecehermoso,esmecidoporvientosdetodaclaseysecubredeblancasflores;y,viniendoderepenteelhuracán,tearrancadelatierraytetiendeenelsuelo;asíelAtridaMenelaodiomuerteaEuforbo,hijodePántooyhábillancero,yenseguidacomenzóaquitarlelaarmadura.

61Como unmontaraz león, confiado en su fuerza, coge del rebaño queestá paciendo la mejor vaca, le rompe la cerviz con Los fuertes dientes, y,despedazándola,tragalasangreytodaslasentrañas;yasílosperroscomolospastoresgritanmuchoasualrededor,perodelejos,sinatreverseaircontralafiera porque el pálido temor los domina, de lamismamanera ninguno tuvo

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bastanteánimoensupechoparasaliralencuentrodelgloriosoMenelao.YelAtridasehabríallevadofácilmentelasmagníficasarmasdelPantoida,sinotehubieseimpedidoFeboApolo;elcual,tomandolafiguradeMentes,caudillode los cícones, suscitó contra aquél aHéctor, igual al velozAres, con estasaladaspalabras:

75 —¡Héctor! Tú corres ahora tras lo que no es posible alcanzar: loscorcelesdelaguerridoEácida.Difícilesqueningunonideloshombresnidelosdioses los sujetey seaporellos llevado, fueradeAquiles,que tieneunamadreinmortal.Yentanto,Menelao,belicosohijodeAtreo,quedefiendeelcadáver de Patroclo, ha muerto a uno de los más esforzados troyanos, aEuforboPantoida,acabandoconelimpetuosovalordeestecaudillo.

82 El dios, habiendo hablado así, volvió a la batalla. Héctor sintióprofundo dolor en las negras entrañas, ojeó las hileras y vio enseguida alAtridaquedespojabadelaespléndidaarmaduraaEuforbo,yaéstetendidoenel suelo y vertiendo sangre por la herida. Acto continuo, armado como sehallaba de luciente bronce y dando agudos gritos, abrióse paso por loscombatientes delanteros cual si fuese una llama inextinguible encendida porHefesto.NolepasóinadvertidoalhijodeAtreo,quegimióaloírlasvoces,yasumagnánimoespírituasíledijo:

91—¡Aydemí!SiabandonoestasmagníficasarmasyaPatroclo,queporvengarme yace aquí tendido, temo que se irritará cualquier dánao que lopresencie.YsiporvergüenzapeleoconHéctoryLostroyanos,comoellossonmuchos y yo estoy solo, quizás me cerquen; pues Héctor, el de tremolantecasco,traeaquíatodosLostroyanos.Mas¿porquéelcorazónmehacepensaren talescosas?Cuando,oponiéndosea ladivinidad,elhombre luchaconunguerreroprotegidoporalgúndios,prontolesobrevienegravedaño.Así,pues,ninguno deLos dánaos se irritará conmigo porqueme vean ceder aHéctor,quecombateamparadoporLasdeidades.Pero,siamisoídosllegaralavozdeAyante,valienteenlapelea,volveríaaquíconélysólopensaríamosenluchar,aunque fuese contra un dios, para ver si lográbamos arrastrar el cadáver yentregarlo al Pelida Aquiles. Sería esto lo mejor para hacer llevaderos lospresentesmales.

106Mientras talespensamientos revolvíanen sumentey en su corazón,llegaronlashuestesdelostroyanos,acaudilladasporHéctor.Menelaodejóelcadáver y retrocedió, volviéndose de cuando en cuando.Como elmelenudoleón,aquienalejandelestabloloscanesyloshombrescongritosyvenablos,sientequeelcorazónaudazseleencogeyabandonademalaganaelredil;delamisma suerte apartábase de Patroclo el rubioMenelao, quien, al juntarseconsusamigos,sedetuvo,volviólacaraalostroyanosybuscóconlosojosalgranAyante,hijodeTelamón.Prontoledistinguióalaizquierdadelabatalla,dondeanimabaasuscompañerosylesincitabaapelear,puesFeboApololes

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habíainfundidoungranterror.Corrióaencontrarle;y,poniéndoseasulado,ledijoestaspalabras:

120 —¡Ayante! Ven, amigo; apresurémonos a combatir por Patroclomuerto,yquizáspodamosllevaraAquileselcadáverdesnudo,pueslasarmaslastieneHéctor,eldetremolantecasco.

123Asídijo;yconmovióelcorazóndelaguerridoAyante,queatravesóalmomento las primeras filas junto con el rubio Menelao. Héctor habíadespojadoaPatroclodelasmagníficasarmasyselollevabaarrastrando,parasepararleconelagudobroncelacabezadeloshombrosyentregarelcadáveralosperrosdeTroya.PeroacercóseleAyanteconsuescudocomounatorre;yHéctor, retrocediendo, llegóalgrupode susamigos, saltóal carroyentrególasmagníficasarmasa los troyanosparaque las llevarana laciudad,dondehabían de causarle inmensa gloria. Ayante cubrió con su gran escudo alMenecíadaysemantuvofirme.Comoelleónandaentornodesuscachorroscuando llevándolos por el bosque le salen al encuentro los cazadores, y,haciendo gala de su fuerza, baja los párpados ocultando sus ojos, de aquelmodocorríaAyantealrededordelhéroePatroclo.EnlaparteopuestahallábaseelAtridaMenelao,caroaAres,encuyopechoeldoloribacreciendo.

140Glauco, hijo deHipóloco, caudillo de los licios, dirigió entonces latorvafazaHéctor,yleincrepóconestaspalabras:

142—¡Héctor,eldemáshermosafigura,muyfaltoestásdelvalorquelaguerrademanda!Inmerecidaes tubuenafama,cuandosolamentesabeshuir.Piensacómoenadelantedefenderáslaciudadysushabitantes,soloysinmásauxilioqueloshombresnacidosenIlio.Ningunodeloslicioshadepelearyacon los dánaos en favor de la ciudad, puesto que para nada se agradece elcombatirsiempreysindescansocontraelenemigo.¿Cómo,ohcruel,salvarásenlaturbaaunobscurocombatiente,sidejasqueSarpedón,huéspedyamigotuyo, lleguea serpresaybotínde losargivos?Mientrasestuvovivo,prestógrandesserviciosalaciudadyatimismo;yahoranoteatrevesaapartardesucadáver a los perros. Por esto, si los licios me obedecieren, volveríamos anuestra patria, y la ruinamás espantosa amenazaría a Troya.Mas, si ahoratuvieranlostroyanoselvaloraudazeintrépidoquesuelenmostrarlosqueporlapatriasostienencontiendasyluchasconlosenemigos,prontoarrastraríamosel cadáver de Patroclo hasta Ilio. Y enseguida que el cuerpo de éste fueraretiradodelcampoyconducidoa lagranciudaddel reyPríamo, losargivosnosentregarían,para rescatarlo, lashermosasarmasdeSarpedón,y tambiénpodríamos llevar a Ilio el cadáver del héroe; puesPatroclo fue escuderodelargivomásvalientequehayen lasnaves,comoasimismo losonsus tropas,que combaten cuerpo a cuerpo. Pero tú no osaste esperar al magnánimoAyante,niresistirsumiradaenlalucha,nicombatirconél,porqueteaventajaenfortaleza.

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169Mirándolecontorvafaz,respondióHéctor,eldetremolantecasco:

170—¡Glauco!¿Porqué,siendocualeres,hablascontantasoberbia?¡Ohdioses!Te consideraba comoel hombredemás sesode cuantosviven en lafértilLicia,yahorahedereprenderteporloquepensasteydijistealasegurarquenopuedosostenerlaacometidadelingenteAyante.Nuncameespantólabatalla,nielruidodeloscaballos;perosiempreelpensamientodeZeus,quellevalaégida,esmáseficazqueeldeloshombres,yeldiosponeenfugaalvarón esforzado y le quita fácilmente la victoria, aunque él mismo le hayaincitadoacombatir.Mas,ea,venacá,amigo,ponteamilado,contemplamishechos, y verás si seré cobarde en la batalla, como has dicho, aunque duretodoeldía;o siharéquealgunode losdánaos,noobstantesuardimientoyvalor,cesededefenderelcadáverdePatroclo.

183 Cuando así hubo hablado, exhortó a los troyanos, dando grandesvoces:

184 —¡Troyanos, licios, dánaos, que cuerpo a cuerpo peleáis! Sedhombres,amigos,ymostradvuestroimpetuosovalor,mientrasvistolasarmashermosas del eximioAquiles, de que despojé al fuerte Patroclo después dematarlo.

188 Dichas estas palabras, Héctor, el de tremolante casco, salió de lafunestalid,y,corriendoconligeraplanta,alcanzóprontoynomuylejosasusamigosque llevabanhacia laciudad lasmagníficasarmasdelhijodePeleo.Allí,fueradelluctuosocombatesedetuvoycambiódearmadura:entrególapropiaalosbelicosostroyanos,paraqueladejaranenlasacraIlio,yvistiólasarmasdivinasdelPelidaAquiles,quelosdiosescelestialesdieronaPeleo,yéste,yaanciano,cedióasuhijo,quiennohabíadeusarlas tanto tiempoquellegaraalavejezllevándolastodavía.

198CuandoZeus,queamontona lasnubes,vioqueHéctor, apartándose,vestíalasarmasdeldivinoPelida,moviendolacabeza,hablóconsigomismoydijo:

201«¡Ah,mísero!Nopiensasenlamuerte,queyasehallacercadeti,yvistes lasarmasdivinasdeunhombrevalentísimoaquien todos temen.Hasmuertoasuamigo,tanbuenocomofuerte,ylehasquitadoignominiosamentelaarmaduradelacabezaydeloshombros.Mastodavíadejaréquealcancesunagranvictoria como compensaciónde queAndrómacano recibirá de tusmanos,volviendotúdelcombate,lasmagníficasarmasdelPelión».

209DijoelCronión,ybajólasnegrascejasenseñaldeasentimiento.LaarmaduradeAquileslevinobienaHéctor,apoderósedeésteunterriblefurorbélico,ysusmiembrossevigorizaronyfortalecieron;yelhéroe,dandoreciasvoces, enderezó sus pasos a los aliados ilustres y se les presentó con las

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resplandecientesarmasdelmagnánimoPelión.Yacercándoseacadaunoparaanimarlos con sus palabras —a Mestles, Glauco, Medonte, Tersíloco,Asteropeo,Disénor,Hipótoo,Forcis,CromioyelaugurÉnnomo—,losinstigóconestasaladaspalabras:

220—¡Oíd, tribusinnúmerasdealiadosquehabitáisalrededordeTroya!Nohasidoporeldeseoniporlanecesidaddereunirunamuchedumbreporloqueoshetraídodevuestrasciudades,sinoparaquedefendáisanimosamentedelosbelicososaqueosalasesposasyalostiernosinfantesdelostroyanos.Con este pensamiento abrumo ami pueblo y le exijo dones y víveres paraexcitar vuestro valor.Ahora cada uno haga frente y embista al enemigo, yamuera, ya se salve, que tales son los lances de la guerra.Al que arrastre elcadáverdePatroclohasta lasfilasde los troyanos,domadoresdecaballos,yhaga ceder aAyante, le daré lamitadde los despojos, reservándome la otramitad,ysugloriaserátangrandecomolamía.

233Asídijo.Todosarremetieronconlaspicaslevantadasycargaronsobrelosdánaos,puesteníangrandesesperanzasdearrancarelcuerpodePatroclode lasmanos deAyanteTelamoníada. ¡Insensatos! Sobre elmismo cadáver,Ayantehizopereceramuchosdeellos.YestehéroedijoentoncesaMenelao,valienteenlapelea:

238 —¡Oh amigo, oh Menelao, alumno de Zeus! Ya no espero quesalgamosconvidadeestabatalla.Ni temo tantoporelcadáverdePatroclo,queprontosaciaráenTroyaalosperrosyavesderapiña,cuantoportucabezayporlamía;pueselnubladodelaguerra,Héctor,todolocubre,yanosotrosnos espera una muerte cruel. Ea, llama a los más valientes dánaos, por sialgunoteoye.

246 Así dijo.Menelao, valiente en la pelea, no desobedeció; y, alzandoreciolavoz,dijoalosdánaos:

248—¡Ohamigos,capitanesypríncipesdelosargivos,losquebebéisenla tienda de los Atridas Agamenón yMenelao el vino que el pueblo paga,mandáislastropasyosvienedeZeuselhonorylagloria!Meesdifícilveracada uno de los caudillos. ¡Tan grande es el combate que aquí se haempeñado!Pero acercaos vosotros, indignándoos en vuestro corazónde quePatroclollegueaserjuguetedelosperrostroyanos.

256Asídijo.OyóleenseguidaelvelozAyantedeOileo,yacudióantesquenadie, corriendo a través del campo. Siguiéronle Idomeneo y su escuderoMeriones,igualalhomicidaEnialio.¿Yquiénpodríaretenerenlamemoriaydecirlosnombresdecuantosaqueosfueronllegandoparareanimarlapelea?

262Lostroyanosacometieronapiñados,conHéctorasufrente.Comoenladesembocaduradeunríoquelascelestialeslluviasalimentan,lasingentes

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olas chocan bramando contra la corriente del mismo, refluyen al mar y lasaltas orillas resuenan en torno; con una gritería tan grande marchaban lostroyanos.Mientrastanto,losaqueospermanecíanfirmesalrededordelcadáverdelMenecíada,conservandoelmismoánimoydefendiéndoseconlosescudosdebronce;yelCroniónrodeódeespesanieblasusrelucientescascos,porquenuncahabíaaborrecidoalMenecíadamientrasvivióyfueservidordelEácida,yentoncesveíacondesagradoqueelcadáverpudierallegaraserjuguetedelos perros troyanos. Por esto el dios incitaba a los compañeros a que lodefendieran.

274Enunprincipio,lostroyanosrechazaronalosaqueos,deojosvivos,yéstos, desamparando al muerto, huyeron espantados. Y si bien los altivostroyanos no consiguieron matar con sus lanzas a ningún aqueo, comodeseaban, empezaron a arrastrar el cadáver. Poco tiempo debían los aqueospermaneceralejadosdeéste,pues loshizovolverAyante;elcual,asíporsufigura, como por sus obras, era elmejor de los dánaos, después del eximioPelión.AtravesóelhéroelasprimerasFilas,yparecidoporsubravuraaljabalíqueenelmontedispersa fácilmente,dandovueltaspor losmatorrales, a losperros y a los florecientes mancebos, de la misma manera el esclarecidoAyante,hijodelilustreTelamón,acometióydispersólasfalangesdetroyanosqueseagitabanentornodePatrocloconeldecididopropósitodellevarloalaciudadyalcanzargloria.

288Hipótoo,hijopreclarodelpelasgoLeto,habíaatadounacorreaauntobillodePatroclo, alrededorde los tendones;y arrastrabael cadáverpor elpie,atravésdelreñidocombate,paracongraciarseconHéctorylostroyanos.Pronto leocurrióunadesgracia,dequenadie,pormásque lodeseara,pudolibrarlo.PueselhijodeTelamón,acometiéndoleporentrelaturba,lehiriódecerca por el casco de broncíneas carrilleras: el casco, guarnecido de unpenacho de crines de caballo, se quebró al recibir el golpe de la gran lanzamanejadaporlarobustamano;elcerebrofluyósanguinolentoporlaherida,alolargodelasta;elguerreroperdiólasfuerzas,dejóescapardesusmanosalsueloelpiedelmagnánimoPatroclo,ycayódepechos,juntoalcadáver,lejosde la fértil Larisa; y así no pudo pagar a sus progenitores la crianza, ni fuelargasuvida,porquesucumbióvencidoporlalanzadelmagnánimoAyante.Asuvez,HéctorarrojólarelucientelanzaaAyante,peroéste,alnotarlo,hurtóun poco el cuerpo, y la broncínea arma alcanzó a Esquedio, hijo delmagnánimoífitoyelmásvalientedelosfocios,queteníasucasaenlacélebrePanopeoyreinabasobremuchoshombres:clavóselabroncíneapuntadebajode la clavícula y, atravesándola, salió por la extremidad del hombro. Elguerrerocayóconestrépito,ysusarmasresonaron.

312AyantehirióenmediodelvientrealaguerridoForcis,hijodeFénope,que defendía el cadáver de Hipótoo; y el bronce rompió la cavidad de la

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corazaydesgarró las entrañas: el troyano, caído en el polvo, cogió el suelocon las manos. Arredráronse los combatientes delanteros y el esclarecidoHéctor;ylosargivosdierongrandesvoces,retiraronloscadáveresdeForcisydeHipótoo,yquitarondesushombroslasrespectivasarmaduras.

319Entonces los troyanoshubieranvuelto a entrar en Ilio, acosadosporlos belicosos aqueos y vencidos por su cobardía; y los argivos hubiesenalcanzadogloria,contralavoluntaddeZeus,porsufortalezaysuvalor;peroel mismo Apolo instigó a Eneas, tomando la figura del heraldo PerifanteEpítida,quehabíaenvejecidoejerciendodepregoneroenlacasadelpadredelhéroeysabíadarsaludablesconsejos.Asítransfigurado,hablóApolo,hijodeZeus,diciendo:

327—¡Eneas! ¿De quémodo podríais salvar la excelsa Ilio, hasta si undiosseopusiera?Comohevistohacerloaotrosvaronesqueconfiabanensufuerzayvigor,ensubravurayenlamuchedumbredetropasformadasporunpueblo intrépido. Mas, al presente, Zeus desea que la victoria quede porvosotrosynoporlosdánaos;yvosotroshuistemblando,sincombatir.

333 Así dijo. Eneas, como viera delante de sí a Apolo, el que hiere delejos,lereconoció,yagrandesvocesdijoaHéctor:

335—¡Héctor y demás caudillos de los troyanos y sus aliados! Es unavergüenzaqueentremosenIlio,acosadosporlosbelicososaqueosyvencidospor nuestra cobardía. Una deidad ha venido a decirme que Zeus, el árbitrosupremo, será aún nuestro auxiliar en la batalla. Marchemos, pues, enderechura a los dánaos, para que no se lleven tranquilamente a las naves elcadáverdePatroclo.

342Asíhabló;y,saltandomuchomásalládeloscombatientesdelanteros,sedetuvo.Lostroyanosvolvieronlacarayafrontaronalosaqueos.EntoncesEneasdiounalanzadaaLeócrito,hijodeArisbanteycompañerovalientedeLicomedes. Al verlo derribado en tierra, compadecióse Licomedes, caro aAres;y,parándosemuycercadelenemigo,arrojólarelucientelanza,hirióenelhígado,debajodeldiafragma,aApisaónHipásida,pastordehombres,yledejó sin vigor las rodillas: este guerrero procedía de la fértil Peonia, y era,después de Asteropeo, el que más descollaba en el combate. Violo caer elbelicosoAsteropeo,y,apiadándose,corrióhaciaél,dispuestoapelearconlosdánaos. Mas no le fue posible; pues cuantos rodeaban por todas partes aPatroclo se cubríancon los escudosycalaban las lamas.Ayante recorría lasfilasydabamuchasórdenes:mandabaqueningunoretrocediese,abandonandoelcadáver,nicombatiendoseadelantaraa losdemásaqueos,sinoque todosrodearanalmuertoypelearandecerca.AsíseloencargabaelingenteAyante.La tierra estaba regadade purpúrea sangre y caíanmuertos, unos enpos deotros,muchostroyanos,poderososauxiliares,ydánaos;puesestosúltimosno

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peleaban sin derramar sangre, aunque perecían en mucho menor númeroporquecuidabansiemprededefenderserecíprocamenteenmediodelaturba,paraevitarlacruelmuerte.

366 Así combatían, con el ardor del fuego. No hubieras dicho que aúnsubsistiesen el sol y luna, pues hallábanse cubiertos por la niebla todos losguerreros ilustres que peleaban alrededor del cadáver del Menecíada. Losrestantes troyanos y aqueos, de hermosas grebas, libres de la obscuridad,luchaban al cielo sereno: los vivos rayos del sol herían el campo, sin queaparecieraningunanubesobrelatierranienlasmontañas,yelloscombatíanydescansaban alternativamente, hallándose a gran distancia unos de otros yprocurandolibrarsedelosdolorosostirosquelesdirigíanloscontrarios.Yentanto, los del centro padecían muchos males a causa de la niebla y delcombate,ylosmásvalientesestabandañadosporelcruelbronce.Dosvaronesinsignes, Trasimedes y Antíloco, ignoraban aún que el eximio Patroclohubiesemuertoycreíanque,vivoaún,luchabaconlostroyanosenlaprimerafila.Ambos,aunqueestabanenlacuentadequesuscompañeroseranmuertoso derrotados, peleaban separadamente de los demás; que así se lo habíaordenadoNéstor,cuandodesdelasnegrasnaveslosenvióalabatalla.

384Todoeldíasostuvieronlagrancontiendayelcruelcombate.Cansadosysudososteníanlasrodillas,laspiernasymásabajolospies,ymanchadosdepolvolasmanosylosojos,cuantospeleabanentornodelvalienteservidordelEácida,depiesligeros.Comounhombredaalosobreros,paraquelaestiren,unapielgrandedetorocubiertadegrasa,yellos,cogiéndola,sedistribuyenasualrededor,ytirandotodossalelahumedad,penetralagrasaylapielquedaperfectamenteextendidaportodoslados,delamismamaneratirabanaquéllosdelcadáveracáyacullá,enunreducidoespacio,yteníangrandesesperanzasdearrastrarlo los troyanoshacia Ilio,y los aqueosa las cóncavasnaves.Untumultoferozseproducíaalrededordelmuerto;yniAres,queenardecealosguerreros, ni Atenea por airada que estuviera, habrían hallado nada quebaldonar, si lo hubiesen presenciado: tal funesto combate de hombres ycaballossuscitóZeusaqueldíasobreelcadáverdePatroclo.EldivinoAquilesignoraba aún lamuerte del héroe, porque la pelea se había empeñadomuylejos de las veleras naves, al pie del muro de Troya. No se figuraba quehubiese muerto, sino que después de acercarse a las puertas volvería vivo;porque tampoco esperaba que llegara a tomar la ciudad, ni solo, ni con élmismo. Así se lo había oído muchas veces a su madre cuando, hablándoleseparadamentede losdemás, lerevelabaelpensamientodelgranZeus.Peroentonces ladiosano le anunció lagrandesgraciaqueacababadeocurrir: lamuertedelcompañeroaquienmásamaba.

412 Los combatientes, blandiendo afiladas lanzas, se acometíancontinuamentealrededordelcadáver;yunosaotrossemataban.Yhuboquien

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entrelosaqueos,debroncíneascorazas,hablódeestamanera:

415—¡Ohamigos!Noseríaparanosotrosaccióngloriosa ladevolveralascóncavasnaves.Anteslanegratierrasenostragueatodos;quepreferiblefuera, si hemos de permitir a los troyanos, domadores de caballos, quearrastrenelcadáveralaciudadyalcancengloria.

420Yasuvezalgunodelosmagnánimostroyanosasídecía:

421 —¡Oh amigos! Aunque la parca haya dispuesto que sucumbamostodosjuntoaesehombre,nadieabandonelabatalla.

423 Con tales palabras excitaban el valor de sus compañeros. Seguía elcombate,yelférreoestrépitollegabaalcielodebronce,atravésdelinfecundoéter.

426LoscorcelesdeAquileslloraban,fueradelcampodelabatalla,desdeque supieron que su auriga había sido postrado en el polvo por Héctor,matadordehombres.PormásqueAutomedonte,hijovalientedeDiores, losaguijaba con el flexible látigo y les dirigía palabras, ya suaves, yaamenazadoras; ni queríanvolver atrás, a lasnavesy al vastoHelesponto, niencaminarse hacia los aqueos que estaban peleando. Como la columna semantiene firme sobre el túmulo de un varón difunto o de unamatrona, taninmóvilespermanecíanaquéllosconelmagníficocarro.Inclinabanlacabezaalsuelo,desuspárpadoscaíanatierraardienteslágrimasconquellorabanlapérdidadelauriga,y las lozanascrinesestabanmanchadasycaídasaambosladosdelyugo.

441Alverlosllorar,elCroniónsecompadeciódeellos,moviólacabeza,y,hablandoconsigomismo,dijo:

443 «¡Ah, infelices! ¿Por qué os entregamos al rey Peleo, a un mortal,estandovosotrosexentosdelavejezydelamuerte?¿Acasoparaquetuvieseispenasentrelosmíserosmortales?Porquenohayunsermásdesgraciadoqueelhombre,entrecuantosrespiranysemuevensobrelatierra.HéctorPriámidanoserállevadoporvosotrosenellabradocarro;nolopermitiré.¿Porventuranoesbastantequesehayaapoderadodelasarmasysegloríedeestamanera?Daré fuerza a vuestras rodillas y a vuestro espíritu, para que llevéis salvo aAutomedontedesde labatallaa lascóncavasnaves;yconcederégloriaa lostroyanos,loscualesseguiránmatandohastaquelleguenalasnavesdemuchosbancos,sepongaelsolylasagradaobscuridadsobrevenga».

456Así diciendo, infundiógranvigor a los caballos: sacudieron éstos elpolvodelascrinesyarrastraronvelozmenteelligerocarrohacialostroyanosy los aqueos.Automedonte, aunque afligido por la suerte de su compañero,quería combatir desde el carro, y con los corceles se echaba sobre losenemigoscomoelbuitresobrelosánsares;yconlamismafacilidadhuíadel

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tumultodelostroyanos,quearremetíaalagranturbadeellosparaseguirleselalcance. Pero no mataba hombres cuando se lanzaba a perseguir, porque,estandosoloenelsagradoasiento,noleeraposibleacometerconlalanzaysujetar al mismo tiempo los veloces caballos. Viole al fin su compañeroAlcimedonte,hijodeLaercesHemónida;y,poniéndosedetrásdelcarro,dijoaAutomedonte:

469—¡Automedonte!¿Quédiostehasugeridotaninútilpropósitodentrodelpechoytehaprivadodetubuenjuicio?¿Porqué,estandosolo,combatesconlostroyanosenlaprimerafila?Tucompañerorecibiólamuerte,yHéctorsevanagloriadecubrirsushombrosconlasarmasdelEácida.

474RespondióleAutomedonte,hijodeDiores:

475 —¡Alcimedonte! ¿Cuál otro aqueo podría sujetar o aguijar estoscaballos inmortalesmejor que tú, si no fueraPatroclo, consejero igual a losdioses, mientras estuvo vivo? Pero ya la muerte y la parca lo alcanzaron.Recogeellátigoylaslustrosasriendas,yyobajarédelcarroparacombatir.

481Asídijo.Alcimedonte,subiendoenseguidaalvelozcarro,empuñóellátigo y las riendas, y Automedonte saltó a tierra. Advirtiólo el esclarecidoHéctor;yalmomentodijoaEneas,queasuladoestaba:

485—¡Eneas,consejerodelostroyanos,debroncíneascorazas!Adviertoque los corceles del Eácida, ligero de pies, aparecen nuevamente en la lidguiados por aurigas débiles.Y creo queme apoderaría de losmismos, si túquisierasayudarme;pues,arremetiendonosotrosa losaurigas,éstosnose…atreveránaresistirniapelearfrenteafrente.

491Asídijo;yelvalerosohijodeAnquisesnodejódeobedecerle.Ambospasaronadelante,protegiendosushombrosconsólidosescudosdepielessecasde buey, cubiertas con gruesa capa de bronce. Siguiéronles Cromio y eldeiforme Areto, que tenían grandes esperanzas de matar a los aurigas yllevarse los corceles de erguido cuello. ¡Insensatos!No sin derramar sangrehabíandeescapardeAutomedonte.Éste,orandoalpadreZeus,llenódefuerzay vigor las negras entrañas; y enseguida dijo a Alcimedonte, su fielcompañero:

501—¡Alcimedonte!No tengas los caballos lejos demí; sino tan cerca,quesientasuresuellosobremiespalda.CreoqueHéctorPriámidanocalmarásu ardor hasta que suba al carro de Aquiles y gobierne los corceles dehermosascrines,despuésdedarnosmuerteanosotrosydesbaratarlasfilasdelos guerreros argivos; o él mismo sucumba, peleando con los combatientesdelanteros.

507Asíhabiendohablado,llamóalosdosAyantesyaMenelao:

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508 —¡Ayantes, caudillos de los argivos! ¡Menelao! Dejad a los másfuertes el cuidado de rodear al muerto y defenderlo, rechazando las hacesenemigas;yvenidalibrarnosdeldíacruelanosotrosqueaúnvivimos,puessedirigenaestaparte,corriendoporel luctuosocombate,HéctoryEneas,queson losmásvalientes de los troyanos.En lamanode los dioses está loquehayadeocurrir.Yoarrojarémilanza,yZeussecuidarádelresto.

516Dijo;y,blandiendolaingentelanza,acertóadarenelescudolisodeAreto, que no logró detener a aquélla: atravesólo la punta de bronce, yrasgandoelcinturónseclavóenelempeinedelguerrero.Comounjovenhiereconafiladaseguraunbueymontarazpordetrásdelasastas,lecortaelnervioy el animal da un salto y cae, de estamanera el troyano saltó y cayó bocaarriba y la lanza aguda, vibrando aún en sus entrañas, dejóle sin vigor losmiembros. Héctor arrojó la reluciente lanza contra Automedonte, pero éste,como la viera venir, evitó el golpe inclinándose hacia adelante: la fornidalanzaseclavóenelsuelodetrásdeél,yel regatóntemblaba;peroprontolaimpetuosaarmaperdiósufuerza.Yseatacarondecercaconlasespadas,sinoles hubiesen obligado a separarse los dos Ayantes; los cuales, enardecidos,abriéronsepasoporlaturbayacudieronalasvocesdesuamigo.TemiéronlosHéctor, Eneas y el deiformeCromio, y, retrocediendo, dejaron aAreto, queyacíaenelsueloconelcorazóntraspasado.Automedonte,igualalvelozAres,despojóledelasarmasy,gloriándose,pronuncióestaspalabras:

538—ElpesardemicorazónporlamuertedelMenecíadasehaaliviadounpoco;aunqueleesinferiorelvarónaquienhedadomuerte.

540 Así diciendo, tomó y puso en el carro los sangrientos despojos; yenseguidasubióalmismo,con lospiesy lasmanosensangrentadoscomoelleónquehadevoradountoro.

543Denuevose trabóunapeleaencarnizada, funesta, luctuosa,en tornodePatroclo.ExcitólalidaAtenea,quevinodelcielo,enviadaasocorreralosdánaosporellargovidenteZeus,cuyamentehabíacambiado.DelasuertequeZeustiendeenelcieloelpurpúreoarcoiris,comoseñaldeunaguerraodeuninvierno tanfríoqueobligaasuspender las laboresdelcampoyentristecealosrebaños,deestemodoladiosa,envueltaenpurpúreanube,penetróporlastropasaqueasyanimóacadaguerrero.Primeroenderezó suspasoshaciaelfuerteMenelao,hijodeAtreo,quesehallabacerca;y,tomandolafigurayvozinfatigabledeFénix,leexhortódiciendo:

556—Seríaparati,ohMenelao,motivodevergüenzaydeoprobioquelosvelocesperrosdespedazarancercadelmurodeTroyaelcadáverdequienfuecompañerofieldelilustreAquiles.¡Combatedenodadamenteyanimaatodoelejército!

56oRespondióleMenelao,valienteenlapelea:

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561—¡PadreFénix,ancianorespetable!OjaláAteneameinfundiesevigorymelibrasedelímpetudelostiros.YoquisieraponermealladodePatrocloydefenderlo,porquesumuerteconmoviómuchomicorazón;peroHéctortienelaterriblefuerzadeunallama,ynocesadematarconelbronce,protegidoporZeus,queledagloria.

567Asídijo.Atenea,ladiosadeojosdelechuza,holgándosedequeaquéllainvocaralaprimeraentretodaslasdeidades,levigorizóloshombrosylasrodillas, e infundió en supecho la audacia de lamosca, la cual, aunque seaahuyentada repetidas veces, vuelve a picar porque la sangre humana le esagradable; de una audacia semejante llenó la diosa las negras entrañas delhéroe. Encaminóse Menelao hacia el cadáver de Patroclo y despidió lareluciente lanza. Hallábase entre los troyanos Podes, hijo de Eetión, rico yvaliente,aquienHéctorhonrabamuchoenlaciudadporqueerasucompañeroqueridoen los festines;aéste,queyaemprendía la fuga,atravesóloel rubioMenelaoconlabroncínealanzaqueseclavóenelceñidor,yeltroyanocayócon estrépito. Al punto, el Atrida Menelao arrastró el cadáver desde lostroyanosadondesehallabansusamigos.

582ApoloincitóaHéctor,poniéndoseasuladodespuésdetomarlafigurade FénopeAsíada; éste tenía la casa enAbides, y era para el héroe elmásqueridodesushuéspedes.Asítransfigurado,dijoApolo,elquehieredelejos:

586—¡Héctor! ¿Cuálotro aqueo te temerá, cuandohuyes temeroso anteMenelao, que siempre fue guerrero débil y ahora él solo ha levantado y selleva fuera del alcance de los troyanos el cadáver de tu fiel amigo a quienmató, del que peleaba con denuedo entre los combatientes delanteros, dePodes,hijodeEetión?

591 Así dijo, y negra nube de pesar envolvió a Héctor, que enseguidaatravesólasprimerasfilas,cubiertoderelucientebronce.EntonceselCronidatomólaesplendorosaégidafloqueada,cubriódenubeselIda,relampagueóytronófuertemente,agitólaégida,ydiolavictoriaalostroyanos,poniendoenfugaalosaqueos.

597ElprimeroquehuyófuePenéleo,elbeocio,porhaberrecibido,vueltosiempredecaraalostroyanos,unaheridaleveenelhombre;yPolidamante,acercándoseaél,learrojólalanza,quedesgarrólapielyllegóhastaelhueso.Héctor,asuvez,hirióenlamuñecaydejófueradecombateaLeito,hijodelmagnánimo Alectrión; el cual huyó espantado y mirando en torno suyo,porqueyanoesperabaqueconlalanzaenlamanopudiesecombatirconlostroyanos.ContraHéctor,queperseguíaaLeito,arrojóIdomeneosulanzaylediounboteenelpetodelacoraza,juntoalatetilla;perorompióseaquéllaenlaunióndelastaconelhierro;ylostroyanosgritaron.Héctordespidiósulamacontra Idomeneo Deucálida, que iba en un carro; y por poco no acertó a

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herirlo;peroelbronceseclavóenCérano,escuderoyaurigadeMeriones,aquienacompañabadesdequepartierondelabienconstruidaLicto.Idomeneosalió aquel día de las corvas naves al campo, como infante; y hubieraprocurado a los troyanos un gran triunfo, si no hubiese llegado Céranoguiandolosvelocescorceles:éstefuesusalvador,porquelelibródeldíacruelal perder la vida amanos deHéctor,matador de hombres.ACérano, pues,hirióle Héctor debajo de la quijada y de la oreja: la punta de la lanza hizosaltarlosdientesyatravesólalengua.Elguerrerocayódelcarro,ydejóquelas riendas vinieran al suelo. Meriones, inclinándose, recogiólas, y dijo aIdomeneo:

622—Aquija con el látigo los caballos hasta que llegues a las velerasnaves;puesyatúmismoconocesquenoseránlosaqueosquienesalcancenlavictoria.

624 Así habló; a Idomeneo fustigó los corceles de hermosas crines,guiándolos hacia las cóncavas naves, porque el temor había entrado en sucorazón.

626NolespasóinadvertidoalmagnánimoAyanteyaMenelaoqueZeusotorgaba a los troyanos la inconstante victoria.Y el granAyanteTelamoniofueelprimeroendecir:

629—¡Oh dioses! Ya hasta el más simple conocería que el padre Zeusfavorecealostroyanos.Lostirosdetodosellos,seacobardeovalienteelquedispara, no yerran el blanco, porque Zeus los encamina; mientras que losnuestroscaenalsuelosindañaranadie.Ea,pensemoscómonosserámásfácilsacar el cadáver y volvernos, para regocijar a nuestros amigos; los cualesdebendeafligirsemirandohaciaacá,ysindudapiensanqueyanopodemosresistirlafuerzaylasinvictasmanosdeHéctor,matadordehombres,yprontotendremos que caer en las negras naves. Ojalá algún amigo avisararápidamente al Pelida, pues no creo que sepa la infausta nueva de que hamuerto su compañero amado. Pero no puedo distinguir entre los aqueos anadie capaz de hacerlo, cubiertos como están por densa niebla hombres ycaballos.¡PadreZeus!¡Libradelaespesanieblaalosaqueos,serenaelcielo,concedequenuestrosojosvean,ydestrúyenosenlaluz,yaqueasíteplace!

648Asídijo;yelpadre,compadecidodeverlederramarlágrimas,disipóenelactolaobscuridadyapartólaniebla.Brillóelsolytodalabatallaquedóalumbrada.YentoncesdijoAyanteaMenelao,valienteenlapelea:

651—Miraahora,Menelao, alumnodeZeus, sives aAntíloco,hijodelmagnánimo Néstor, vivo aún; y envíale para que vaya corriendo a decir albelicosoAquilesquehamuertosucompañeromásamado.

655Asídijo;yMenelao,valienteenlapelea,obedecióysefue,comose

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alejadel establoun leóndespuésde irritar a loscanesya loshombresque,vigilando toda la noche, no le han dejado comer los pingües bueyes —elanimal,ávidodecarne,acomete,peronadaconsigueporqueaudacesmanoslearrojanmuchos venablos y teas encendidas que le hacen temer, aunque estáenfurecido—; y al despuntar la aurora se va con el corazón afligido: de tanmala gana, Menelao, valiente en la pelea, se apartaba de Patroclo, porquesentíagrantemordequelosaqueos,vencidosporelfuertemiedo,lodejaranyfuera presa de los enemigos.Y se lo recomendómucho aMeriones y a losAyantes,diciéndoles:

669—¡Ayantes,caudillosdelosargivos!¡Meriones!AcordaosahoradelamansedumbredelmíseroPatroclo,elcualsuposeramablecontodosmientrasgozódevida.Peroyalamuerteylaparcalealcanzaron.

673Dicho esto, el rubioMenelaopartiómirando a todaspartes comoeláguila(elave,segúndicen,devistamásperspicazentrecuantasvuelanporelcielo),alacual,aunestandoenlasalturas,nolepasainadvertidaunaliebredepiesligerosechadadebajodeunarbustofrondoso,yseabalanzaaellayenuninstantelacogeylequitalavida;delmismomodo,ohMenelao,alumnodeZeus,tusbrillantesojosdirigíanseatodoslados,porlaturbanumerosadeloscompañeros, para ver si podrías hallar vivo al hijo de Néstor. Pronto ledistinguióalaizquierdadelcombate,dondeanimabaasuscompañerosylesincitabaapelear.Ydeteniéndoseasulado,hablóleasíelrubioMenelao:

685—¡Ea,venacá,Antíloco,alumnodeZeus,ysabrásunainfaustanuevaqueojalánodebieradarte!Creoquetúmismoconocerás,consólotender lavista,queundiosnosmandaladerrotaalosdánaosyquelavictoriaesdelostroyanos.Hamuerto elmás valiente aqueo, Patroclo, y los dánaos le echanmuy demenos.Corre hacia las naves aqueas y anúncialo aAquiles; por si,dándoseprisa envenir, puede llevar a subajel el cadáverdesnudo, pues lasarmaslastieneHéctor,eldetremolantecasco.

694Asídijo.EstremecióseAntílocoaloírle,estuvounbuenratosinpoderhablar,llenáronsedelágrimassusojosylavozsonoraselecortó.MasnoporestodescuidódecumplirlaordendeMenelao:entrególasarmasaLaódoco,eleximiocompañeroqueasuladoregíalossolípedoscaballos,yechóacorrer.

700Llevadoporsuspiesfueradelcombate,fuesellorandoadaralPelidaAquileslatristenoticia.Yati,ohMenelao,alumnodeZeus,noteaconsejóelánimo que te quedaras allí para socorrer a los fatigados compañeros deAntíloco,aunquelospiliosechabanmuydemenosasujefe.Envióles,pues,eldivino Trasimedes; y volviendo a la carrera hacia el cadáver del héroePatroclo,sedetuvojuntoalosAyantes,yenseguidalesdijo:

708—Yahe enviado a aquél a lasvelerasnaves, paraque sepresente aAquiles,eldelospiesligeros;peronocreoqueAquilesvengaenseguida,por

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másairadoqueestéconeldivinoHéctor,porquesinarmasnopodrácombatirconlostroyanos.Pensemosnosotrosmismoscómonosserámásfácilsacarelcadáverylibrarnos,enlaluchaconlostroyanos,delamuerteylaparca.

715RespondióleelgranAyanteTelamonio:

716 —Oportuno es cuanto dijiste, ínclito Menelao. Tú y Merionesintroducíosprontamente, levantad el cadávery sacadlode la lid.Ynosotrosdos,que tenernos igual ánimo, llevamoselmismonombrey siemprehemossostenido juntoselvivocombate,os seguiremos,peleandoavuestraespaldaconlostroyanosyeldivinoHéctor.

722Asídijo.Aquélloscogieronalmuertoyalzáronlomuyalto;ygritóelejércitotroyanoalverquelosaqueoslevantabanelcadáver.Arremetieronlostroyanos como los perros que, adelantándose a los jóvenes cazadores,persiguen al jabalí herido; así como éstos corren detrás del jabalí y anhelandespedazarlo,pero,cuandoelanimal,fiadoensufuerza,sevuelve,retrocedenyespantadossedispersan;delmismomodolos troyanosseguíanen tropelyheríana losaqueoscon las espadasy lanzasdedoble filo;pero, cuando losAyantes volvieron la cara y se detuvieron, a todos se lesmudó el color delsemblanteyningunoosóadelantarseparadisputarleselcadáver.

733Detalmaneraamboscaudillosllevabanpresurososelcadáverdesdelabatallahacialascóncavasnaves.Trasellossuscitóseferozcombate:comoelfuego que prende en una ciudad, se levanta de pronto y resplandece, y lascasas se arruinan entre grandes llamas que el viento, enfurecido,mueve; deigualsuerte,unhorrísono tumultodecaballosyguerrerosacompañabaa losqueseibanretirando.Asícomomulosvigorosossacandelmonteyarrastranporásperocaminounavigaoungran troncodestinadoamástildenavío,yapresuranelpaso,perosuánimoestáabatidoporelcansancioyelsudor:delamisma manera ambos caudillos transportaban animosamente el cadáver.Detrásdeellos,losAyantesconteníanalostroyanoscomoelvalladarselvosoextendidoporgranpartedelallanurarefrenalascorrientesperjudicialesdelosríosde cursoarrebatado, leshace torcer el caminoy les señala el caucepordondetodoshandecorrer,yjamáslosríospuedenromperloconlafuerzadesus aguas; de semejantemodo, losAyantes apartaban a los troyanosque lesseguían peleando, especialmente Eneas Anquisíada y el preclaro Héctor.Como vuela una bandada de estorninos o grajos, dando horribles chillidos,cuando ven al gavilán que trae la muerte a los pajarillos, así entonces losaqueos,perseguidosporEneasyHéctor,corríanchillandohorriblementeyseolvidaban de combatir. Muchas armas hermosas de los dánaos fugitivoscayeron en el foso o en sus orillas, y la batalla continuaba sin intermisiónalguna.

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CantoXVIII

Fabricacióndelasarmas

Aquiles,alenterarsedelanoticiadelamuertedesuamigoPatroclo,ansíavengarlo. Su madre, Tetis, pide a Hefesto que fabrique un escudo quereemplacealqueHéctortomócomobotíndelcadáverdePatroclo.

1Mientraslostroyanosylosaqueoscombatíanconelardordeabrasadorallama,Antíloco,mensajerodevelocespies,fueenbuscadeAquiles.Hallólejunto a las naves, de altas popas, y ya el héroe presentía lo ocurrido; pues,gimiendo,asumagnánimoespírituasílehablaba:

6—¡Aydemí!¿Porquélosmelenudosaqueosvuelvenaserderrotados,ycorrenaturdidosporlallanuracondirecciónalasnaves?Temoquelosdiosesme hayan causado la desgracia cruel para mi corazón, que me anunció mimadrediciendoqueelmásvalientedelosmirmidonesdejaríadeverlaluzdelsol,amanosdelostroyanos,antesdequeyofalleciera.Sindudahamuertoelesforzado hijo de Menecio. ¡Infeliz! Yo le mandé que, tan pronto comoapartase el fuego enemigo, regresara a los bajeles y no quisiera pelearvalerosamenteconHéctor.

15Mientras tales pensamientos revolvían en sumente y en su corazón,llegóelhijodelilustreNéstor;y,derramandoardienteslágrimas,diolelatristenoticia:

18—¡Aydemí,hijodelaguerridoPeleo!Sabrásunainfaustanueva,unacosaquenohubieradehaberocurrido.Patrocloyaceenelsuelo,ytroyanosyaqueoscombatenentornodelcadáverdesnudo,puesHéctor,eldetremolantecasco,tienelaarmadura.

22 Así dijo; y negra nube de pesar envolvió a Aquiles. El héroe cogiócenizaconambasmanos,derramólasobresucabeza,afeóelgraciosorostroyla negra ceniza manchó la divina túnica; después se tendió en el polvo,ocupando un gran espacio, y con las manos se arrancaba los cabellos. LasesclavasqueAquilesyPatroclohabíancautivadosalieronafligidas;y,dandoagudosgritos,fuerondesdelapuertaarodearaAquiles;todassegolpeabanelpecho y sentían desfallecer sus miembros. Antíloco también se lamentaba,vertíalágrimasyteníadelasmanosaAquiles,cuyograncorazóndeshacíaseen suspiros, por el temor de que se cortase la garganta con el hierro. DioAquilesunhorrendogemido;oyólesuvenerandamadre,quesehallabaenelfondo delmar, junto al padre anciano, y prorrumpió en sollozos; y cuantasdiosas nereidas había en aquellas profundidades, todas se congregaron a sualrededor.AllíestabanGlauce,Talía,Cimódoce,Nesea,Espío,Toe,Halia,la

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deojosdenovilla,Cimótoe,Actea,Limnorea,Mélite,Yera,Anfítoe,Ágave,Doto, Proto, Ferusa, Dinámene, Dexámene, Anfínome, Calianira, Dóride,Pánope,lacélebreGalatea,Nemertes,Apseudes,Calianasa,Clímene,Yanira,Yanasa,Mera,Oritía,Amatía,ladehermosastrenzas,ylasrestantesnereidasque habitan en el fondodelmar.La blanquecina gruta se llenóde ninfas, ytodassegolpeabanelpecho.YTetis,dandoprincipioaloslamentos,exclamó:

52 —Oíd, hermanas nereidas, para que sepáis cuántas penas sufre micorazón.¡Aydemí,desgraciada!¡Aydemí,madreinfelizdeunvaliente!Paríaunhijo ilustre, fuertee insigneentre loshéroes,quecreciósemejanteaunárbol;lecriecomoaunaplantaenterrenofértilylomandéaIlioenlascorvasnaves para que combatiera con los troyanos; y ya no le recibiré otra vez,porquenovolveráamicasa,alamansióndePeleo.Mientrasviveyvelaluzdelsolestáangustiado,ynopuedo,aunqueaélmeacerque,llevarlesocorro.Iréaveralhijoqueridoymediráquépesarleafligeahoraquenointervieneenlasbatallas.

65Asídiciendo,saliódelagruta;lasnereidaslaacompañaronllorosas,ylasolasdelmarserompíanentornodeellas.CuandollegaronalafértilTroya,subieron todasa laplayadonde lasmuchasnavesde losmirmidoneshabíansidocolocadasjuntoaladelvelozAquiles.Lavenerandamadreseacercóalhéroe, que suspiraba profundamente; y, rompiendo el aire con agudosclamores, abrazóle la cabeza, y en tono lastimero pronunció estas aladaspalabras:

73—¡Hijo!¿Porquélloras?¿Quépesartehallegadoalalma?Habla;nomeloocultes.Zeushacumplidoloquetú, levantandolasmanos, lepediste:que todos los aqueos, privados de ti, fueran acorralados junto a las naves ypadecieranvergonzososdesastres.

78Exhalandoprofundossuspiros,contestóAquiles,eldelospiesligeros:

79—¡Madremía!ElOlímpico,efectivamente,lohacumplido;pero¿quéplacer puede producirme, habiendo muerto Patroclo, el fiel amigo a quienapreciabasobretodosloscompañerosytantocomoamipropiacabeza?Loheperdido, yHéctor, después dematarlo, le despojó de las armas prodigiosas,encanto de la vista, magníficas, que los dioses regalaron a Peleo, comoespléndido presente, el día en que lo colocaron en el tálamo de un hombremortal.Ojaláhubierasseguidohabitandoenelmarconlasinmortalesninfas,y Peleo hubiese tomado esposa mortal. Mas no sucedió así, para que seainmenso el dolor de tu alma cuandomuera tu hijo, a quien ya no recibirásvueltoa lapatria,puesmiánimonomeincitaavivir,niapermanecerentreloshombres,siHéctornopierdelavida,atravesadopormilanza,recibiendodeestemodolacondignapenaporlamuertedePatrocloMenecíada.

94RespondióleTetis,derramandolágrimas:

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95—Breveserátuexistencia,ajuzgarporloquedices,pueslamuerteteaguardaasíqueHéctorperezca.

97ContestómuyafligidoAquiles,eldelospiesligeros:

98—Muera yo en el acto, ya que no pude socorrer al amigo cuando lomataron:haperecidolejosdesupaísysintenermealladoparaquelelibrarade la desgracia. Ahora, puesto que no he de volver a la patria tierra, ni hesalvadoaPatroclonia losmuchosamigosquemurieronamanosdeldivinoHéctor,permanezcoenlasnavescualinútilpesodelatierra,siendotalenlabatallacomoningunodelosaqueos,debroncíneascorazas,puesenelágoraotros me superan. Ojalá pereciera la discordia para los dioses y para loshombres,yconellalaira,queencruelecehastaalhombresensatocuandomásdulcequelamielseintroduceenelpechoyvacreciendocomoelhumo.Asíme irritó el rey de hombres, Agamenón. Pero dejemos lo pasado, aunqueafligidos,puesesprecisorefrenarelfurordelpecho.Iréabuscaralmatadordelamigoquerido,aHéctor;yyorecibirélamuertecuandolodisponganZeusy los demás dioses inmortales. Pues ni el fornidoHeracles pudo librarse deella,consercarísimoalsoberanoZeusCronida,sinoquelaparcaylacólerafunesta de Hera le hicieron sucumbir. Así yo, si he de tener igual muerte,yaceréenlatumbacuandomuera;masahoraganarégloriosafamayharéquealgunasde lasmatronas troyanasodardanias,deprofundoseno,den fuertessuspirosyconambasmanosseenjuguenlaslágrimasdesustiernasmejillas.Conozcanquedurantelargotiempomeheabstenidodecombatir.Ytú,aunquemeames,nomeprohíbasquepelee,quenolograráspersuadirme.

127RespondióleTetis,ladeargénteospies:

128—Sí, hijo, es justo, y nopuede reprobarse que libres a los afligidoscompañeros de unamuerte terrible; pero tumagnífica armadura de lucientebroncelatienenlostroyanos,yHéctor,eldetremolantecasco,sevanagloriadecubrirconellasushombros.Contodoeso,mefiguroquenodurarámuchosujactancia,puesyalamuerteseleavecina.TúnopenetresenlacontiendadeAres hasta que con tus ojos me veas volver; y mañana, al romper el alba,vendréatraerteunahermosaarmadurafabricadaporHefesto.

138Cuandoasíhubohablado,dejóasuhijo;yvolviéndoseasushermanasdelamar,lesdijo:

140 —Bajad vosotras al anchuroso seno del mar para ver al ancianomarino y el palacio del padre, a quien se lo contaréis todo; y yo subiré alelevado Olimpo para que Hefesto, el ilustre artífice, dé a mi hijo unamagníficayrelucientearmadura.

14s Así habló. Las nereidas se sumergieron prestamente en las olas delmar, y Tetis, la diosa de argénteos pies, enderezó sus pasos alOlimpo para

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procurarasuhijolasmagníficasarmas.

148Mientras ladiosaseencaminabaalOlimpo, losaqueos,dehermosasgrebas,huyendocongriteríainmensaavistadeHéctor,matadordehombres,llegaronalasnavesyalHelesponto;yyanopodíansacarfueradelostiroselcadáverdePatroclo,escuderodeAquiles,porquedenuevolosalcanzaronlostroyanosconsuscarrosyHéctor,hijodePríamo,queporsuvigorparecíaunallama.TresveceselesclarecidoHéctorasióaPatroclopor lospiese intentóarrastrarlo,exhortandoconhorrendosgritosalostroyanos;tresveceslosdosAyantes,revestidosdeimpetuosovalor,lerechazaron.Héctor,confiandoensufuerza, unas veces se arrojaba a la pelea, otras se detenía y daba grandesvoces,peronuncaseretirabadeltodo.Comolospastorespasanlanocheenelcampoynoconsiguenapartardelapresaaunfogosoleónmuyhambriento;desemejantemodo,losbelicososAyantesnolograbanahuyentardelcadáveraHéctor Priámida.Y éste lo arrastrara, consiguiendo inmensa gloria, si no sehubiesepresentadoalPelión,paraaconsejarlequetomaselasarmas,lavelozIris,depiesligeroscomoelviento;alacualenviabaHera,sinquelosupieranZeus ni los demás dioses. Colocóse la diosa cerca de Aquiles y pronuncióestasaladaspalabras:

170—¡Levántate,Pelida,elmásportentosodeloshombres!VeadefenderaPatroclo,porcuyocuerposehatrabadounvivocombatecercadelasnaves.Mátanse allí los aqueosdefendiendo el cadáver, y los troyanos acometiendocon el fin de arrastrarlo a la ventosa Ilio. Y el que más empeño tiene enllevárselo es el esclarecido Héctor, porque su ánimo le incita a cortarle lacabezadeltiernocuelloparaclavarlaenunaestaca.Levántate,noyazgasmás;avergüéncese tu corazón de que Patroclo llegue a ser juguete de los perrostroyanos; pues será para ti motivo de afrenta que el cadáver reciba algúnultraje.

181RespondióleeldivinoAquiles,eldelospiesligeros:

182—¡DiosaIris!¿Cuáldelasdeidadesteenvíacomomensajera?

183DíjolelavelozIris,depiesligeroscomoelviento:

184 —Me manda Hera, la ilustre esposa de Zeus, sin que lo sepan elexcelsoCronidanilosdemásdiosesinmortalesquehabitanelnevadoOlimpo.

187ReplicóleAquiles,eldelospiesligeros:

188—¿Cómopuedoira labatalla?Lostroyanostienenmisarmas,ymimadrenomepermiteentrarencombatehastaqueconestosojoslaveavolver,pues aseguró que me traería una hermosa armadura fabricada por Hefesto.Entretantonosédecuálguerreropodríavestirlasarmas,anoserquetomaseel escudo de Ayante Telamoníada; pero creo que éste se halla entre loscombatientesdelanterosypeleaconlalanzaporelcadáverdePatroclo.

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196ContestólelavelozIris,depiesligeroscomoelviento:

197—Biensabemosnosotrosqueaquéllostienentumagníficaarmadura;peromuéstratealostroyanosenlaorilladelfosoparaque,temiéndote,cesende pelear; los belicosos aqueos, que tan abatidos están, se reanimen, y labatallatengasutregua,aunqueseaporbrevetiempo.

202Endiciendo esto, fuese Iris, ligera de pies.Aquiles, caro aZeus, selevantó, y Atenea cubrióle los fornidos hombros con la égida floqueada, yademás ladivinaentre lasdiosascircundóle lacabezaconáureanube,en lacual ardía resplandeciente llama. Como se ve desde lejos el humo que,saliendodeunaisladondesehallaunaciudadsitiadaporlosenemigos,llegaal éter, cuando sus habitantes, después de combatir todo el día en horrendabatalla, fuerade laciudad,alponerseel solenciendenmuchos fuegos,cuyoresplandorsubea loalto,paraque losvecinos losvean, seembarqueny leslibrendelapuro,deigualmodoelresplandordelacabezadeAquilesllegabaaléter.Yacercándosea laorilladelfoso,fuerade lamuralla,sedetuvo,sinmezclarseconlosaqueos,porquerespetabaelprudentemandatodesumadre.Allí dio recias voces y a alguna distancia Palas Atenea vociferó también ysuscitóuninmensotumultoentrelostroyanos.Comoseoyelavozsonoradelatrompetacuandovienenacercarlaciudadenemigosquelavidaquitan,tansonorafueentonceslavozdelEácida.Cuandosedejóoírlavozdebroncedelhéroe,atodosselesconturbóelcorazón,yloscaballos,dehermosascrines,volvíansehaciaatrásconloscarrosporqueensuánimopresentíandesgracias.LosaurigassequedaronatónitosalverelterribleeincesantefuegoqueenlacabezadelmagnánimoPeliónhacíaarderAtenea,ladiosadeojosdelechuza.TresveceseldivinoAquilesgritóaorillasdelfoso,y tresvecesse turbaronlos troyanos y sus ínclitos auxiliares; y doce de losmás valientes guerrerosmurieronatropelladospor sus carrosyheridospor suspropias lanzas.Y losaqueos, muy alegres, sacaron a Patroclo fuera del alcance de los tiros ycolocáronlo en un lecho. Los amigos le rodearon llorosos, y con ellos ibaAquiles,eldelospiesligeros,derramandoardienteslágrimas,desdequevioalfielcompañerodesgarradoporelagudobronceytendidoenelféretro.Habíalemandado a la batalla con su carro y sus corceles, y ya no podía recibirlo,porquedeellanotornabavivo.

239 Hera veneranda, la de ojos de novilla, obligó al sol infatigable ahundirse,maldesugrado,enlacorrientedelOcéano.Yunavezpuesto, losdivinosaqueossuspendieronlaenconadapeleayelgeneralcombate.

243 Los troyanos, por su parte, retirándose de la dura contienda,desuncierondeloscarroslosvelocescorcelesysereunieronenelágoraantesdepreparar la cena.Celebraronel ágoradepieynadieosó sentarse;pues atodos les hacía temblar el que Aquiles se presentara después de haberpermanecido tanto tiempo apartado del funesto combate. Fue el primero en

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arengarleselprudentePolidamantePantoida,elúnicoqueconocíalofuturoylopasado: era amigodeHéctor, y ambosnacieron en lamismanoche; peroPolidamantesuperabaaHéctorenlaelocuencia,yéstedescollabamásqueélenelmanejodelalanza.Yarengándolesbenévolo,asílesdijo:

254—Pensadlobien,amigos,puesyoosexhortoavolveralaciudadenvezdeaguardaraladivinalauroraenlallanura,juntoalasnaves,ytanlejosdelmurocomoalpresentenoshallamos.MientrasesehombreestuvoirritadoconeldivinoAgamenón,fuemásfácilcombatircontralosaqueos;ytambiényogustabadepernoctarjuntoalasvelerasnaves,esperandoqueacabaríamostomandoloscorvosbajeles.AhoratemomuchoalPelida,depiesligeros,quecon su ánimo arrogante no se contentará con quedarse en la llanura, dondetroyanosyaqueossostienenelfurordeAres,sinoquelucharáparaapoderarsede la ciudad y de lasmujeres.Volvamos a la población; seguidmi consejo,antes de que ocurra lo que voy a decir. La noche inmortal ha detenido alPelida,depiesligeros;pero,simañananosacometearmadoynosencuentraaquí, conoceréis quién es, y llegará gozoso a la sagrada Ilio el que logreescapar,puesamuchosdelostroyanosseloscomeránlosperrosylosbuitres.¡Ojalá que tal noticia nunca llegue amis oídos! Si, aunque estéis afligidos,seguísmiconsejo,tendremoselejércitoreunidoenelágoradurantelanoche,pueslaciudadquedadefendidaporlastorresylasaltaspuertasconsustablasgrandes, labradas, sólidamente unidas. Por la mañana, al apuntar la aurora,subiremosarmadosalastorres;ysiaquélvinieredelasnavesacombatirconnosotros al pie del muro, peor para él; pues habrá de volverse después decansar a los caballos, de erguido cuello, con carreras de todas clases,llevándoloserrantesentornodelaciudad.Peronotendráánimoparaentrarenella,ynuncapodrádestruirla;antesselocomeránlosvelocesperros.

284Mirándolecontorvafaz,exclamóHéctor,eldetremolantecasco:

285—¡Polidamante!Nomeplaceloqueproponesdevolveralaciudadyencerrarnosenella.¿Aúnnooscansáisdevivirdentrode losmuros?AntestodosloshombresdotadosdepalabrallamabanalaciudaddePríamoricaenoro y en bronce, pero ya las hermosas joyas desaparecieron de las casas:muchasriquezashansidollevadasalaFrigiayalaencantadoraMeoniaparaservendidas,desdequeZeusseirritócontranosotros.Yahoraqueelhijodelartero Cronome ha concedido alcanzar gloria junto a las naves y acorralarcontraelmaralosaqueos,nodes,¡ohnecio!,talesconsejosalpueblo.Ningúntroyanoteobedecerá,porquenolopermitiré.Ea,procedamostodoscomovoyadecir.Cenadenelcampamento,sinromperlasfilas;acordaosdelaguardiayvigilad todos.Y el troyano que sienta gran temor por sus bienes, júntelos yentréguelosalpuebloparaqueencomúnseconsuman;puesesmejorquelosdisfrute éste que no los aqueos.Mañana, al apuntar la aurora, vestiremos laarmaduraysuscitaremosunreñidocombatejuntoalascóncavasnaves.Ysi

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verdaderamente el divino Aquiles pretende salir del campamento, le pesarátanto más, cuanto más se arriesgue. Porque intento no huir de él, sinoafrontarle en la batalla horrísona; y alcanzará una gran victoria, o seré yoquienlaconsiga.QueEnialioesa todoscomúnysuelecausar lamuertedelquematardeseaba.

310 Así se expresó Héctor, y los troyanos le aclamaron, ¡oh necios!,porque Palas Atenea les quitó el juicio. ¡Aplaudían todos a Héctor por susfunestos propósitos y ni uno siquiera a Polidamante, que les daba un buenconsejo!Tomaron,pues, la cenaenel campamento;y los aqueospasaron lanoche dando gemidos y llorando a Patroclo. El Pelida, poniendo susmanoshomicidas sobre el pecho del amigo, dio comienzo a las sentidaslamentaciones,mezcladasconfrecuentessollozos.Comoelmelenudoleónaquienuncazadorhaquitadoloscachorrosenlapobladaselva,cuandovuelveasumadrigueraseafligey,poseídodevehementecólera,recorrelosvallesenbuscadeaquelhombre,deigualmodo,ydespidiendoprofundossuspiros,dijoAquilesentrelosmirmidones:

324—¡Ohdioses!Vanas fueron las palabras quepronuncié undía en elpalacio para tranquilizar al héroeMenecio, diciendo que a su ilustre hijo lellevaríaotravezaOpuntetanprontocomo,tomadaIlio,recibierasupartedebotín. Zeus no les cumple a los hombres todos sus deseos; y el hado hadispuesto que nuestra sangre enrojezca una misma tierra, aquí en Troya;porqueyanomerecibiránensupalacionielancianocaballeroPeleo,niTetis,mimadre,sinoqueestatierramecontendráensuseno.Ahora,yaquetengode penetrar en la tierra, oh Patroclo, después que tú, no te haré las honrasfúnebres hasta que traiga las armas y la cabeza de Héctor, tu magnánimomatador.Degollaréantelapira,paravengartumuerte,docehijosdeilustrestroyanos. Y en tanto permanezcas tendido junto a las corvas naves, terodearán,llorandonocheydía,lastroyanasydardaniasdeprofundosenoqueconquistamosconnuestrovalorylaingentelanza,alentrarasacoopulentasciudadesdehombresdevozarticulada.

343Cuandoestohubodicho,eldivinoAquilesmandóasuscompañerosque pusieran al fuego un gran trípode para que cuanto antes le lavaran aPatroclolasmanchasdesangre.Yelloscolocaronsobreelardientefuegounacaldera propia para baños, sostenida por un trípode; llenáronla de agua, ymetiendo leña debajo la encendieron: el fuego rodeó la caldera y calentó elagua. Cuando ésta hirvió en la caldera de bronce reluciente, lavaron elcadáver,ungiéronloconpingüeaceitey taparonlasheridasconunungüentoqueteníanueveaños;después,colocándoloenellecho,loenvolvierondepiesa cabeza en fina tela de lino y lo cubrieron con un velo blanco. Losmirmidones pasaron la noche alrededor de Aquiles, el de los pies ligeros,dandogemidosyllorandoaPatroclo.YZeushablódeestemodoaHera,su

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hermanayesposa:

357—Lograstealfin,Heraveneranda,ladeojosdenovilla,queAquiles,ligero de pies, volviera a la batalla. Sin duda nacieron de ti losmelenudosaqueos.

360RespondióHeraveneranda,ladeojosdenovilla:

361—¡TerribilísimoCronida!¡Quépalabrasproferiste!Siunhombre,noobstantesucondicióndemortalynosaberCanto,puederealizarsupropósitocontraotrohombre,¿cómoyo,quemeconsiderolaprimeradelasdiosaspormiabolengoyporllevarelnombredeesposatuya,detiquereinassobrelosinmortales todos, no había de causar males a los troyanos estando irritadacontraellos?

368 Así éstos conversaban. Tetis, la de argénteos pies, llegó al palacioimperecederodeHefesto,quebrillabacomounaestrella,lucíaentrelosdelasdeidades,eradebronceyhabíaloedificadoelcojoenpersona.Hallóaldiosbañadoensudorymoviéndoseentornodelosfuelles,puesfabricabaveintetrípodes que debían permanecer arrimados a la pared del bien construidopalacioyteníanruedasdeoroenlospiesparaquedepropioimpulsopudieranentrardonde losdioses secongregabanyvolvera lacasa. ¡Cosaadmirable!Estaban casi terminados, faltándoles tan sólo las labradas asas, y el diospreparaba los clavos para pegárselas. Mientras hacía tales obras con sabiainteligencia,llegóTetis,ladiosadeargénteospies.LabellaCaris,quellevabalucientediademayeraesposadelilustrecojo,violavenir,salióarecibirla,y,asiéndolaporlamano,ledijo:

385—¿Por qué, oh Tetis, la de largo peplo, venerable y cara, vienes anuestropalacio?Antesnosolíasfrecuentarlo.Perosígueme,yteofrecerélosdonesdelahospitalidad.

388Dichasestaspalabras,ladivinaentrelasdiosasintrodujoaTetisylahizo sentar en un hermoso trono labrado, tachonado con clavos de plata yprovistodeunescabelparalospies.Y,llamandoaHefesto,ilustreartífice,ledijo:

392—¡Hefesto!Venacá,puesTetistenecesitaparaalgo.

393Respondióelilustrecojodeambospies:

394—Respetableyvenerandaesladiosaquehavenidoaestepalacio.Fuemisalvadoracuandometocópadecer,puesvimearrojadodelcieloycaíalolejosporlavoluntaddemiinsolentemadre,quemequeríaocultaracausadelacojera.Entoncesmicorazónhubieratenidoquesoportarterriblespenas,sino me hubiesen acogido en su seno Eurínome y Tetis; Eurínome, hija delrefluente Océano. Nueve años viví con ellas fabricando muchas piezas de

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bronce —broches, redondos brazaletes, sortijas y collares— en una cuevaprofunda, rodeada por la inmensa, murmurante y espumosa corriente delOcéano.De todos los dioses y losmortales hombres, sólo lo sabíanTetis yEurínome, lasmismasqueantesmesalvaron.HoyqueTetis, ladehermosastrenzas, viene a mi casa, tengo que pagarle el beneficio de habermeconservado la vida. Sírvele hermosos presentes de hospitalidad, mientrasrecojolosfuellesydemásherramientas.

410Dijo;ylevantósedecabealyunqueelgigantescoeinfatigablenumenquealandarcojeabaarrastrandosusgrácilespiernas.Apartóde la llama losfuelles y puso en un arcón de plata las herramientas con que trabajaba;enjugóseconunaesponjaelsudordelrostro,delasmanos,delvigorosocuelloydelvelludopecho,vistiólatúnica,tomóelfornidocetro,ysaliócojeando,apoyadoendosestatuasdeoroqueeransemejantesavivientesjóvenes,puesteníaninteligencia,vozyfuerza,yhallábanseejercitadasenlasobraspropiasdelosinmortalesdioses.Ambassosteníancuidadosamenteasuseñor,yéste,andando, se sentó en un trono reluciente cerca de Tetis, asió lamano de ladeidad,yledijo:

424—¿Por qué, oh Tetis, la de largo peplo, venerable y cara, vienes anuestropalacio?Antesnosolías frecuentarlo.Diquédeseas;micorazónmeimpulsaaejecutarlo,sipuedoejecutarloyeshacedero.

428RespondióleTetis,derramandolágrimas:

429—¡Hefesto!¿HayalgunaentrelasdiosasdelOlimpoquehayasufridoensuánimotantosytangravespesarescomoamímehaenviadoelCronidaZeus?Delasninfasdelmar,únicamenteamímesujetóaunhombre,aPeleoEácida,y tuveque tolerar,contra todamivoluntad,el tálamodeunhombreque yace ya en el palacio, rendido a la triste vejez. Ahora me envía otrosmales:concediómequeparierayalimentaraunhijo insigneentre loshéroes,quecreciósemejanteaunárbol,locriecomoaunaplantaenterrenofértilylomandéaIlioenlascorvasnaves,paraquecombatieraconlostroyanos;yyano le recibiréotravez,porquenovolveráamicasa,a lamansióndePeleo.Mientrasviveyvelaluzdelsolestáangustiado,ynopuedo,aunqueaélmeacerque, llevarle socorro.Losaqueos lehabíanasignado,como recompensa,unajoven,yelreyAgamenónselaquitódelasmanos.Apesadumbradoportalmotivo, consumía su corazón,pero los troyanos acorralarona los aqueosjunto a los bajeles y no les dejaban salir del campamento, y los próceresargivos intercedieron con Aquiles y le ofrecieron espléndidos regalos.Entonces,aunquesenegóa librarlesde la ruina,hizoquevistierasusarmasPatrocloyenviólealabatallaconmuchoshombres.Combatierontodoeldíaen laspuertasEsceas;y losaqueoshubierandestruido laciudad,anohabersido porApolo, el cualmató entre los combatientes delanteros al esforzadohijodeMenecio,quetantoestragocausaba,ydiogloriaaHéctor.Yyovengo

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aabrazar tusrodillasporsiquieresdaramihijo,cuyavidahadeserbreve,escudo, casco, hermosas grebas ajustadas con broches, y coraza; pues lasarmasqueteníalasperdiósufielamigoalmoriramanosdelostroyanos,yAquilesyaceentierraconelcorazónafligido.

462Contestóleelilustrecojodeambospies:

463—Cobraánimoynoteapuresporlasarmas.Ojalápudieraocultarloalamuertehorrísonacuandoelterribledestinoselepresente,comotendráunahermosaarmaduraqueadmiraráncuantoslavean.

468Asíhabló;y,dejandoa ladiosa,encaminósea losfuelles, losvolvióhacia la llamay lesmandóque trabajasen.Estos soplabanenveintehornos,despidiendoun aire que avivaba el fuego y era de varias clases: unas vecesfuerte, como lo necesita el que trabaja de prisa, y otras al contrario, segúnHefesto lodeseabay laobra lo requería.Eldiospusoal fuegodurobronce,estaño,oropreciosoyplata;colocóeneltajoelgranyunque,ycogióconunamanoelpesadomartilloyconlaotralastenazas.

478Hizoloprimerodetodounescudograndeyfuerte,devariadalabor,con triple cenefa brillante y reluciente, provisto de una abrazadera de plata.Cincocapas teníaelescudo,yen lasuperiorgrabóeldiosmuchasartísticasfiguras,consabiainteligencia.

483Allípusolatierra,elcielo,elmar,elsolinfatigableylalunallena;allílasestrellasqueelcielocoronan,lasPléyades,lasHíades,elrobustoOriónylaOsa, llamadaporsobrenombreelCarro, lacualgirasiempreenelmismositio,miraaOriónyeslaúnicaquedejadebañarseenelOcéano.

490Allírepresentótambiéndosciudadesdehombresdotadosdepalabra.Enlaunasecelebrabanbodasyfestines:lasnoviassalíandesushabitacionesy eran acompañadas por la ciudad a la luz de antorchas encendidas, oíanserepetidos cantos de himeneo, jóvenes danzantes formaban ruedos, dentro deloscualessonabanflautasycítaras,y lasmatronasadmirabanelespectáculodesde losvestíbulosde lascasas.Loshombresestabanreunidosenelágora,puessehabíasuscitadounacontiendaentredosvaronesacercadelamultaquedebíapagarseporunhomicidio:eluno,declarandoanteelpueblo,afirmabaqueyalateníasatisfecha;elotronegabahaberlarecibido,yambosdeseabanterminar elpleitopresentando testigos.Elpueblo sehallabadivididoendosbandos,queaplaudíansucesivamenteacadalitigante;losheraldosaquietabana la muchedumbre, y los ancianos, sentados sobre pulimentadas piedras ensagradocírculo,teníanenlasmanosloscetrosdelosheraldos,devozpotente,y levantándoseuno trasotropublicabanel juicioquehabían formado.Enelcentro estaban los dos talentos de oro que debían darse al que mejordemostraralajusticiadesucausa.

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509 La otra ciudad aparecía cercada por dos ejércitos cuyos individuos,revestidos de lucientes armaduras, no estaban acordes: los del primerodeseaban arruinar la plaza, y los otros querían dividir en dos partes cuantasriquezas encerraba la agradable población. Pero los ciudadanos aún no serendían,ypreparabansecretamenteunaemboscada.Mujeres,niñosyancianossubidosenlamurallaladefendían.LossitiadosmarchabanllevandoalfrenteaAres y a Palas Atenea, ambos de oro y con áureas vestiduras, hermosos,grandes, armados y distinguidos, como dioses; pues los hombres eran deestatura menor. Luego en el lugar escogido para la emboscada, que era aorillas de un río y cerca de un abrevadero que utilizaba todo el ganado,sentábanse,cubiertosderelucientebronce,yponíandoscentinelasavanzadospara que les avisaran la llegada de las ovejas y de los bueyes de retorcidoscuernos.Prontosepresentabanlosrebañoscondospastoresqueserecreabantocando la zampoña, sin presentir la asechanza.Cuando los emboscados losveíanvenir,corríanasuencuentroyalpuntoseapoderabandelosrebañosdebueyes y de los magníficos hatos de blancas ovejas y mataban a losguardianes.Lossitiadores,quesehallabanreunidosenjunta,oíanelvoceríoque se alzaba en torno de los bueyes, y,montando ágiles corceles, acudíanpresurosos.Prontose trababaaorillasdel ríounabatallaen lacualheríanseunosaotrosconbroncíneaslanzas.AllíseagitabanlaDiscordia,elTumultoyla funestaParca, que a un tiempo cogía a un guerrero vivo y recientementeheridoyaotro ileso,yarrastraba, asiéndolode lospies,porel campode labatalla a un tercero que ya habíamuerto; y el ropaje que cubría su espaldaestaba teñido de sangre humana. Movíanse todos como hombres vivos,peleabanyretirabanlosmuertos.

541Representó tambiénunablanda tierranoval, un campo fértil yvastoque se labraba por tercera vez: acá y acullámuchos labradores guiaban lasyuntas,y,alllegaralconfíndelcampo,unhombrelessalíaalencuentroylesdabaunacopadedulcevino;yellosvolvíanatrás,abriendonuevossurcos,ydeseabanllegaralotroextremodelnovalprofundo.Ylatierraquedejabanasuespaldanegreabayparecía labrada, siendo todadeoro; locualconstituíaunasingularmaravilla.

550Grabóasimismouncamporealdondelosjóvenessegabanlasmiesesconhocesafiladas:muchosmanojoscaíanalsueloalolargodelsurco,yconellosformabangavilla:losatadores.Treseranéstos,yunosrapacescogíanlosmanojosyselosllevabanabrazados.Enmedio,depieenunsurco,estabaelrey sin desplegar los labios, con el corazón alegre y el cetro en la mano.Debajodeunaencina,losheraldospreparabanparaelbanqueteuncorpulentobuey que habían matado. Y las mujeres aparejaban la comida de lostrabajadores,haciendoabundantespuchesdeblancaharina.

561También entalló una hermosa viña de oro, cuyas cepas, cargadas de

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negros racimos, estaban sostenidas por rodrigones de plata. Rodeábanla unfosodenegruzcoaceroyunsetodeestaño,yconducíaaellaunsolocaminopor donde pasaban los acarreadores ocupados en la vendimia. Doncellas ymancebos, pensando en cosas tiernas, llevaban el dulce fruto en cestos demimbre;unmuchachotañíasuavementelaharmoniosacítarayentonabacontenue voz un hermoso lino, y todos le acompañaban cantando, profiriendovocesdejúbiloygolpeandoconlospieselsuelo.

573Puso luegoun rebañodevacasde erguidacornamenta: los animaleserandeoroyestaño,ysalíandelestablo,mugiendo,parapastaraorillasdeunsonororío,juntoaunflexiblecañaveral.Cuatropastoresdeoroguiabanalasvacasynuevecanesdepiesligeroslosseguían.Entrelasprimerasvacas,dosterribles leones habían sujetado y conducían a un toro que daba fuertesmugidos.Perseguíanlosmancebosyperros.Perolosleoneslograbandesgarrarlapieldelcorpulentotoroytragabanlosintestinosylanegrasangre;mientraslospastoresintentaban,aunqueinútilmente,estorbarlo,yazuzabanaloságilescanes:éstosseapartabandelosleonessinmorderlos,ladrabandesdecercayrehuíanelencuentrodelasfieras.

587Hizotambiénelilustrecojodeambospiesungranpradoenhermosovalle, donde pacían las cándidas ovejas, con establos, chozas techadas yapriscos.

590 El ilustre cojo de ambos pies puso luego una danza como la queDédalo concertó en la vasta Cnoso en obsequio de Ariadna, la de lindastrenzas.Mancebosydoncellasdericodote,cogidosdelasmanos,sedivertíanbailando:éstasllevabanvestidosdesutillinoybonitasguirnaldas,yaquéllos,túnicasbientejidasyalgolustrosas,comofrotadasconaceite,ysablesdeorosuspendidos de argénteos tahalíes. Unas veces, moviendo los diestros pies,daban vueltas a la redonda con la misma facilidad con que el alfarero,sentándose,aplicasumanoal tornoy lopruebaparaversicorre,yenotrasocasionessecolocabanporhilerasybailabanseparadamente.Gentíoinmensorodeaba el baile y se holgaba en contemplarlo. Entre ellos un divino aedocantaba, acompañándose con la cítara; y así que se oía el preludio, dossaltadoreshacíancabriolasenmediodelamuchedumbre.

606En laorladel sólido escudo representó lapoderosa corrientedel ríoOcéano.

609Despuésqueconstruyóelgrandey fuerte escudo,hizoparaAquilesuna coraza más reluciente que el resplandor del fuego; un sólido casco,hermoso, labrado, de áurea cimera, y que a sus sienes se adaptara, y unasgrebasdedúctilestaño.

614Cuandoelilustrecojodeambospieshubofabricadotodaslasarmas,entrególas a la madre de Aquiles. Y Tetis saltó, como un gavilán desde el

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nevadoOlimpo,llevandolarelucientearmaduraqueHefestohabíaconstruido.

CantoXIX

Renunciamientodelacólera

Pertrechado con la armadura que le había fabricadoHefesto, Aquiles sereconciliaconAgamenón.BriseidelamentalamuertedePatrocloyelejércitoaqueosepreparaparalabatallaquevaatenerlugar.

1LaAurora,deazafranadovelo,se levantabadelacorrientedelOcéanoparallevarlaluzalosdiosesyaloshombres,cuandoTetisllegóalasnavescon la armadura que Hefesto le había entregado. Halló al hijo queridoreclinadosobreelcadáverdePatroclo,llorandoruidosamenteyentornosuyoamuchosamigosquederramabanlágrimas.Ladivinaentrelasdiosassepusoenmedio,asiólamanodeAquilesyhablóledeestemodo:

8—¡Hijomío!Aunqueestamosafligidos,dejemosqueéseyazga,yaquesucumbióporlavoluntaddelosdioses;ytúrecibelaarmadurafabricadaporHefesto,tanexcelenteybellacomojamásvarónalgunolahayallevadoparaprotegersushombros.

12Ladiosa,apenasacabódehablar,colocóenelsuelodelantedeAquileslas labradas armas,y éstas resonaron.A todos losmirmidones les sobrevinotemblor; y, sin atreverse a mirarlas de frente, huyeron espantados. MasAquiles, así que las vio, sintió que se le recrudecía la cólera; los ojos lecentellearonterriblemente,comounallama,debajodelospárpados;yelhéroese gozaba teniendo en las manos el espléndido presente de la deidad. Y,cuandohubodeleitadosuánimoconlacontemplacióndelalabradaarmadura,dirigióasumadreestasaladaspalabras:

21—¡Madremía!Eldiostehadadounasarmascomoesnaturalqueseanlasobrasde los inmortalesycomoningúnhombremortal lashiciera.Ahoramearmaré,perotemoquemientrastantopenetrenlasmoscasporlasheridasque el bronce causó al esforzado hijo de Menecio, engendren gusanos,desfigurenelcuerpo—pueslefaltalavida—ycorrompantodoelcadáver.

28RespondióleTetis,ladiosadeargénteospies:

29—Hijo,noteturbeelánimotalpensamiento.Yoprocuraréapartarlosimportunos enjambres de moscas, que se ceban en la carne de los varonesmuertosenlaguerra.Y,aunqueestuvieratendidounañoentero,sucuerposeconservaríaigualqueahoraomejortodavía.Túconvocaalágoraaloshéroesaqueos, renuncia a la cólera contra Agamenón, pastor de pueblos, ármate

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enseguidaparaelcombateyrevístetedevalor.

37 Dicho esto, infundióle fortaleza y audacia, y echó unas gotas deambrosíay rojonéctaren lanarizdePatroclo,paraqueelcuerposehicieraincorruptible.

40El divinoAquiles se encaminó a la orilla delmar, y, dando horriblesvoces,convocóaloshéroesaqueos.Ycuantossolíanquedarseenelrecintodelas naves, y hasta los pilotos que las gobernaban, y como despenserosdistribuían los víveres, fueron entonces al ágora, porque Aquiles sepresentaba,despuésdehaberpermanecidoalejadodel tristecombatedurantemucho tiempo. El intrépido Tidida y el divino Ulises, servidores de Ares,acudieron cojeando, apoyándose en el arrimo de la lanza —aún no teníancuradas lasgravesheridas—,ysesentarondelantede todos.Agamenón,reydehombres, llegó el últimoy también estabaherido, puesCoónAntenóridahabíaleclavadosubroncíneapicadurantelaencarnizadalucha.Cuandotodoslosaqueos sehubieroncongregado, levantándoseentreellosdijoAquiles, eldelospiesligeros:

56 —¡Atrida! Mejor hubiera sido para entrambos, para ti y para mí,continuarunidosquesostener,conelcorazónangustiado,roedoradisputaporunajoven.AsílahubiesemuertoÁrtemisenlasnavesconunadesusflechasel mismo día que la cautivé al tomar a Lirneso; y no habrían mordido elanchuroso suelo tantos aqueos como sucumbieron a manos del enemigomientras durómi cólera. ParaHéctor y los troyanos fue el beneficio, ymefiguro que los aqueos se acordarán largo tiempo de nuestra disputa. Masdejemos lo pasado, aunque nos hallemos afligidos, puesto que es precisorefrenar el furor del pecho. Desde ahora depongo la cólera, que no seríarazonableestarsiempreirritado.Mas,ea,incitaalosmelenudosaqueosaquepeleen;yveré,saliendoalencuentrodelostroyanos,siquerránpasarlanochejuntoa losbajeles.Creoquecongustoseentregaráaldescansoelquelogreescapardelferozcombate,puestoenfugapormilanza.

74 Así habló; y los aqueos, de hermosas grebas, holgáronse de que elmagnánimoPeliónrenunciaraalacólera.Yelreydehombres,Agamenón,lesdijodesdesuasiento,sinlevantarseenmediodelconcurso:

78 —¡Oh amigos, héroes dánaos, servidores de Ares! Bueno será queescuchéis sin interrumpirme, pues lo contrario molesta hasta al que estáejercitadoenhablar.¿Cómosepodríaoírodeciralgoenmediodel tumultoproducidopormuchoshombres?Turbaríaseeloradoraunquefueseelocuente.YomedirigiréalPelida;perovosotros,losdemásargivos,prestadmeatencióny cada uno penetre bien mis palabras. Muchas veces los aqueos me handirigido lasmismasPalabras, increpándomepor lo ocurrido, y yo no soy elculpable, sino Zeus, la Parca y Erinia, que vaga en las tinieblas; los cuales

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hicieronpadeceramialma,duranteelágora,cruelofuscacióneldíaenquelearrebaté a Aquiles la recompensa.Mas, ¿qué podía hacer? La divinidad esquienlodisponetodo.HijavenerandadeZeuseslaperniciosaOfuscación,atodos tan funesta: sus pies son delicados y no los acerca al suelo, sino queandasobrelascabezasdeloshombres,aquienescausadaño,yseapoderadeuno,por lomenos,de losquecontienden.Enotro tiempofueaciagaparaelmismo Zeus, que es tenido por el más poderoso de los hombres y de losdioses;puesHera,noobstanteserhembra, leengañócuandoAlcmenahabíade parir al fornidoHeracles enTeba, ceñida de hermosasmurallas. El dios,gloriándose,dijoasíante todas lasdeidades:«Oídme todos,diosesydiosas,paraqueosmanifiesteloqueenelpechomicorazónmedicta.HoyIlitia,laquepresidelospartos,sacaráaluzunvarónque,perteneciendoalafamiliadelos hombres engendrados demi sangre, reinará sobre todos sus vecinos».Yhablándoleconastucia,lereplicólavenerableHera:«Mentirás,ynollevarásal cabo lo que dices.Y si no, ea,Olímpico, jura solemnemente que reinarásobretodossusvecinoselniñoque,perteneciendoalafamiliadeloshombresengendradosde tu sangre, caigahoy entre los piesdeunamujer».Así dijo;Zeus, no sospechando el dolo, prestó el gran juramento que tan funesto lehabíadeser.PuesHeradejóenraudovuelolacimadelOlimpo,yprontollegóaArgosdeAcaya,dondevivíalaesposailustredeEsténeloPersida;y,comoéstasehallaraencintadesietemesescumplidos, ladiosasacóa luzelniño,aunqueeraprematuro,yretardóelpartodeAlcmena,deteniendoalasIlitias.Y enseguida participóselo a Zeus Cronida, diciendo: «¡Padre Zeus,fulminador!Unanoticiatengoquedarte.Yanacióelnoblevarónquereinarásobrelosargivos:Euristeo,hijodeEsténeloPersida,descendientetuyo.Noesindignodereinarsobreaquéllos».Asídijo,yunagudodolorpenetróelalmadel dios, que, irritado en su corazón, cogió a Ofuscación por los nítidoscabellosyprestósolemnejuramentodequeOfuscación, tanfunestaa todos,jamásvolveríaalOlimpoyalcieloestrellado.Y,volteándolaconlamano,laarrojódelcielo.Enseguida llegóOfuscacióna loscamposcultivadospor loshombres.YZeusgemíaporcausadeella,siemprequecontemplabaasuhijorealizando los penosos trabajos que Euristeo le iba imponiendo. Por esto,cuandoelgranHéctor,eldetremolantecasco,matabaalosargivosjuntoalaspopasdelasnaves,yonopodíaolvidarmedeOfuscación,cuyofunestoinflujohabíaexperimentado.PeroyaquefaltéyZeusmehizoperdereljuicio,quieroaplacarteyhacertemuchosregalos,y túvealcombateyanimaa losdemásguerreros.VoyadartecuantoayerloofrecióentutiendaeldivinoUlises.Ysiquieres, aguarda, aunque estés impaciente por combatir, y mis servidorestraerándelanavelospresentesparaqueveassisoncapacesdeapaciguartuánimolosquetebrindo.

14sRespondióleAquiles,eldelospiesligeros:

146 —¡Atrida gloriosísimo, rey de hombres, Agamenón! Luego podrás

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regalarmeestascosas,comoesjusto,oretenerlas.Ahorapensemossolamenteenlabatalla.Precisoesquenoperdamoseltiempohablando,nidifiramoslaacción—lagranempresaestáaúnporacabar—,paraqueveannuevamenteaAquilesentreloscombatientesdelanteros,aniquilandoconsubroncínealanzalasfalangesteucras.Yvosotrospensadtambiénencombatirconlosenemigos.

154ContestóelingeniosoUlises:

155—Aunqueseasvaliente,deiformeAquiles,noexhortesalosaqueosaque peleen en ayunas con los troyanos, cerca de Ilio; que no durará pocotiempolabatallacuandolasfalangesvenganalasmanosyladivinidadexciteelvalordeambosejércitos.Ordénales,porelcontrario,alosaqueosqueenlasveleras naves se harten de manjares y vino, pues esto da fuerza y valor.Estandoenayunasnopuedeelvaróncombatirtodoeldía,hastalapuestadelsol, con el enemigo; aunque su corazón lo desee, los miembros se leentorpecensinqueélloadvierta,lerindenelhambreylased,ylasrodillasseledoblanalandar.Peroelquepeleatodoeldíaconlosenemigos,saciadodevinoydemanjares,tieneenelpechouncorazónaudazysusmiembrosnosecansanhastaquetodossehanretiradodelalid.Ea,despidelastropasymandaqueprepareneldesayuno;elreydehombres,Agamenón,traigalosregalosenmediodelágoraparaquelosveantodoslosaqueosconsuspropiosojosyteregocijes en el corazón; jure el Atrida, de pie entre los argivos, que nuncasubió al lecho deBriseide ni se juntó con ella, como es costumbre, oh rey,entrehombresymujeres;y tú,Aquiles,procura tenerenelpechounánimobenigno.Queluegoseteofrezcaenelcampamentounespléndidobanquetedereconciliación, para que nada falte de lo que se te debe.Y elAtrida sea enadelantemásjustocontodos;puesnosepuedereprenderqueseapacigüeaunrey,aquienprimeroseinjurió.

184Dijoentonceselreydehombres,Agamenón:

185—Con agrado escuché tus palabras, Laertíada, pues en todo lo quenarrasteyexpusistehassidooportuno.Quierohacerel juramento;miánimome lo aconseja, y no será para un perjurio mi invocación a la divinidad.Aquilesaguarde,aunqueestéimpacienteporcombatir,ylosdemáscontinuadreunidosaquíhastaquetraigandemitiendalospresentesyconsagremosconunsacrificionuestrafielamistad.Atimismoloteencargoyordeno:escogeentre los jóvenes aqueos los más principales; y, encaminándoos a mi nave,traed cuanto ayer ofrecimos a Aquiles, sin dejar las mujeres. Y Taltibio,atravesando el anchuroso campamento aqueo, vaya a buscar y prepare unjabalíparainmolarloaZeusyalSol.

198ReplicóAquiles,eldelospiesligeros:

199 —¡Atrida gloriosísimo, rey de hombres, Agamenón! Todo estodebieraishacerlocuandosesuspendaelcombateynoseatangrandeelardor

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que inflama mi pecho. ¡Yacen insepultos los que mató Héctor Priámidacuando Zeus le dio gloria, y vosotros nos aconsejáis que comamos! Yomandaríaalosaqueosquecombatieranenayunas,sintomarnada;yquealapuesta del sol, después de vengar la afrenta, celebraran un gran banquete.Hastaentoncesnohandeentrarenmigargantanimanjaresnibebidas,acausade lamuerte demi compañero; el cual yace en la tienda, atravesado por elagudo bronce, con los pies hacia el vestíbulo y rodeado de amigos que lelloran.Poresto,aquellascosasennadainteresanamiespíritu,sinotansólolamatanza,lasangreyeltristegemirdelosguerreros.

215RespondióleelingeniosoUlises:

216—¡OhAquiles, hijo de Peleo, elmás valiente de todos los aqueos!Eresmásfuertequeyoymesuperasnopocoenelmanejodelalanza,peroteaventajomucho en el pensar, porque nací antes ymi experiencia esmayor.Acceda,pues,tucorazónaloquevoyadecir.Prontosecansanloshombresdepelear,si,haciendocaerelbroncemuchasespigasalsuelo,lamiesesescasa,porqueZeus,elárbitrodelaguerrahumana,inclinaalotroladolabalanza.Noesjustoquelosaqueosllorenalmuertoconelvientre,puessiendotantoslosquesucumbenunosenposdeotrostodoslosdías,¿cuándopodríamosrespirarsinpena?Sedebeenterrarconánimofirmealquemuereyllorarleundía,yluegocuantoshayanescapadodelcombatefunestopiensenencomerybeberpara vestir otra vez el indomable bronce y pelear continuamente y conmástesónaúncontralosenemigos.Ningúnguerrerodejedesaliraguardandootraexhortación, que para su daño la esperará quien se quede junto a las navesargivas.VayamostodosjuntosyexcitemosalcruelArescontralostroyanos,domadoresdecaballos.

238 Dijo; mandó que le siguiesen los hijos del glorioso Néstor, MegesFilida, Toante, Meriones, Licomedes Creontíada yMelanipo, y encaminóseconellosalatiendadeAgamenónAtrida.Yapenashechalaproposición,yaestabacumplida.LleváronsedelatiendalossietetrípodesqueelAtridahabíaofrecido, veinte calderas relucientes y doce caballos; a hicieron salir sietemujeres,diestrasenprimorosaslabores,yaBriseide,ladehermosasmejillas,quefuelaoctava.Alvolver,Ulisesibadelanteconlosdieztalentosdeoroqueél mismo había pesado, y le seguían los jóvenes aqueos con los presentes.Pusiéronlotodoenmediodelágora;alzóseAgamenón,yalladodelpastordehombressepusoTaltibio,cuyavozparecíaladeunadeidad,sujetandoconlamanoaunjabalí.ElAtridasacóelcuchilloquellevabacolgadojuntoalagranvaina de la espada, cortó por primicias algunas cerdas del jabalí y oró,levantando lasmanos aZeus; y todos los argivos, sentados en silencioy enbuen orden, escuchaban las palabras del rey. Éste, alzando los ojos alanchurosocielo,hizoestaplegaria:

258—SeantestigosZeus,elmásexcelsoypoderosodelosdioses,yluego

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laTierra,elSolylasEriniasquedebajodelatierracastiganalosmuertosquefueronperjuros,dequejamáshepuestolamanosobrelajovenBriseideparayacerconellaniparaotracosaalguna,sinoqueenmitiendahapermanecidointacta.Ysienalgoperjurare,envíenmelosdioseslosmuchísimosmalesconquecastiganalque,jurando,contraellospeca.

266 Dijo; y con el cruel bronce degolló el jabalí que Taltibio arrojó,haciéndole dar vueltas, a gran abismo del espumosomar para pasto de lospeces. Y Aquiles, levantándose entre los belicosos argivos, habló en estostérminos:

270—¡Zeuspadre!Grandessonlosinfortuniosquemandasaloshombres.JamáselAtridamehubierasuscitadoelenojoenelpecho,nihubiesetenidopoderparaarrebatarmelajovencontramivoluntad;perosindudaqueríaZeusquemuriesenmuchosaqueos.Ahora idacomerparaque luego trabemoselcombate.

276Asíseexpresó;yalmomentodisolvióelágora.Cadaunovolvióasurespectiva nave. Los magnánimos mirmidones se hicieron cargo de lospresentes, y, llevándolos hacia, el bajel del divinoAquiles, dejáronlos en latienda,dieronsillasalasmujeres,yservidoresilustresguiaronaloscaballosalsitioenquelosdemásestaban.

282Briseide,quealaáureaAfroditaseasemejaba,cuandovioaPatrocloatravesado por el agudo bronce, se echó sobre el mismo y prorrumpió enfuertes sollozos, mientras con las manos se golpeaba el pecho, el delicadocuelloyelflindorostro.Y,llorandoaquellamujersemejanteaunadiosa,asídecía:

287—¡OhPatroclo,amigocarísimoalcorazóndeestadesventurada!Vivotedejéalpartirde la tienda,y teencuentrodifuntoalvolver,ohpríncipedehombres.¡Cómomepersigueunadesgraciatrasotra!Vialhombreaquienmeentregaronmipadreymivenerablemadre,atravesadoporelagudobroncealpiede losmurosde la ciudad;y los treshermanosqueridosqueunamismamadremedieramurierontambién.Perotú,cuandoelligeroAquilesmatóamiesposoytomólaciudaddeldivinoMines,nomedejabasllorar,diciendoquelograrías que yo fuera la mujer legítima del divino Aquiles, que éste mellevaría en su nave aFtía y que allí, entre losmirmidones, celebraríamos elbanquetenupcial.Yahoraquehasmuertonomecansarédellorarporti,quesiemprehassidoafable.

301 Así dijo llorando, y las mujeres sollozaron, aparentemente porPatroclo, y en realidad por sus propios males. Los caudillos aqueos sereunieronen tornodeAquilesy le suplicaronquecomiera; pero él senegó,dandosuspiros:

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305—Yoosruego,sialgunodemiscompañerosquiereobedecermeaún,que nome invitéis a saciar el deseo de comer o de beber; porque un gravedolorseapoderademí.Aguardaréhastalapuestadelsolysoportarélafatiga.

309Asídiciendo,despidióalosdemásreyes,ysólosequedaronlosdosAtridas, el divino Ulises, Néstor, Idomeneo y el anciano jinete Fénix paradistraeraAquiles,queestabaprofundamenteafligido.Peronadapodíaalegrarel corazón del héroe, mientras no entrara en sangriento combate. YacordándosedePatroclo,dabahondosyfrecuentessuspiros,yasídecía:

315—En otro tiempo, tú, infeliz, elmás amado de los compañeros,meservíasenesta tienda,diligentey solícito, el agradabledesayunocuando losaqueos se daban prisa por traba el luctuoso combate con los troyanos,domadoresde caballos.Yahorayaces, atravesadopor el bronce, yyo estoyayunodecomidaydebebida,apesardenofaltarme,porlasoledadquedetisiento.Nadapeormepuedeocurrir;niquesupieraquehamuertomipadre,elcualquizáslloraalláenFtíapornotenerasuladounhijocomoyo,mientraspeleoconlostroyanosenpaísextranjeroacausadelaodiosaHelena;niquefallecieramihijoamadoquesecríaenEsciro,sieldeiformeNeoptólemovivetodavía.Anteselcorazónabrigabaenmipecho laesperanzadequesóloyoperecería aquí en Troya, lejos de Argos, criador de caballos, y de que tú,volviendoaFtía,iríasenunaveloznavenegraaEsciro,recogeríasamihijoylemostrarías todosmis bienes: las posesiones, los esclavos y el palacio deelevadotecho.PorquemefiguroquePeleoyanoexiste;y,silequedaunpocodevida,estaráafligido,severáabrumadoporlaodiosavejezytemerásiemprerecibirlatristenoticiademimuerte.

338 Así dijo, llorando, y los caudillos gimieron, porque cada uno seacordaba de aquéllos a quienes había dejado en su respectivo palacio. ElCronión, al verlos sollozar, se compadeció de ellos, y al instante dirigió aAteneaestasaladaspalabras:

342—¡Hijamía!Desamparasdetodoentodoaeseeximiovarón.¿AcasotuespírituyanosecuidadeAquiles?Hállasejuntoalasnavesdealtaspopas,llorandoasucompañeroamado; losdemásse fueronacomer,yél sigueenayunasysinprobarbocado.Ea,veyderramaensupechounpocodenéctaryambrosíaparaqueelhambrenoleatormente.

349Contalespalabrasinstigóleahacerloqueellamismadeseaba.Ateneaemprendióelvuelo,cualsifueseunhalcóndeanchasalasyagudavoz,desdeelcieloa travésdeléter.Ya losaqueossearmabanenelejército,cuando ladiosa derramó en el pecho de Aquiles un poco de néctar y de ambrosíadeliciosa, para que el hambre molesta no hiciera flaquear las rodillas delhéroe; y enseguida regresó al sólido palacio del prepotente padre. Losguerreros afluyeron a un lugar algo distante de las veleras naves. Cuan

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numerosos caen los copos de nieve que envía Zeus y vuelan helados alimpulso del Bóreas, nacido en el éter, en tan gran número veíanse salir delrecintodelasnaveslosrefulgentescascos,losabollonadosescudos,lasfuertescorazasylaslanzasdefresno.Elbrillollegabahastaelcielo;todalatierrasemostraba risueña por los rayos que el bronce despedía, y un gran ruido selevantabadelospiesdelosguerreros.ArmábaseentreéstoseldivinoAquiles:rechinándolelosdientes,conlosojoscentelleantescomoencendidallamayelcorazón traspasado por insoportable dolor, lleno de ira contra los troyanos,vestía el héroe la armadura regalo del diosHefesto, que la había fabricado.Púsoseenlaspiernaselegantesgrebasajustadasconbrochesdeplata;protegiósupecho con la coraza; colgódel hombrouna espadadebronceguarnecidacon argénteos clavos y embrazó el grande y fuerte escudo cuyo resplandorsemejabadesde lejos al de la luna.Comoaparece el fuegoencendidoenunsitiosolitarioen loaltodeunmontea losnavegantesquevaganporelmar,abundanteenpeces,porquelastempestadeslosalejarondesusamigos;delamismamanera,elresplandordelhermosoylabradoescudodeAquilesllegabaaléter.Cubriódespuéslacabezaconelfornidoyelmodecrinesdecaballoquebrillabacomounastro;yasualrededorondearonlasáureasyespesascrinesque Hefesto había colocado en la cimera. El divino Aquiles probó si laarmadura se le ajustaba, y si, Ilevándola puesta, movía con facilidad losmiembros;y lasarmasvinierona sercomoalasque levantabanalpastordehombres. Sacó del estuche la lanza paterna, pesada, grande y robusta, queentre todos losaqueossolamenteélpodíamanejar:habíasidocortadadeunfresnodelacumbredelPelioyregaladaporQuirónalpadredeAquilesparaqueconellamatarahéroes.Entanto,AutomedonteyÁlcimoseocupabanenuncirloscaballos:sujetáronlosconhermosascorreas,lespusieronelfrenoenla boca y tendieron las riendas hacia atrás, atándolas al fuerte asiento. SindilacióncogióAutomedonteelmagníficolátigoysaltóalcarro.Aquiles,cuyaarmadura relucía como el fúlgido Hiperión, subió también y exhortó conhorriblesvocesaloscaballosdesupadre:

400—¡JantoyBalio,ilustreshijosdePodarga!Cuidaddetraersalvoalamuchedumbredelosdánaosalquehoyosguíacuandonoshayamossaciadodecombatir,ynoledejéismuertoallácomoaPatroclo.

404YJanto,elcorceldeligerospies,bajólacabeza—suscrines,cayendoentornodelaextremidaddelyugo,llegabanalsuelo,y,habiéndoledotadodevozHera,ladiosadelosníveosbrazos,respondiódesdedebajodelyugo:

408—Hoytesalvaremosaún,impetuosoAquiles;peroestácercanoeldíadetumuerte,ylosculpablesnoseremosnosotros,sinoundiospoderosoylaParcacruel.NofuepornuestralentitudnipornuestraperezaquelostroyanosquitaronlaarmaduradeloshombrosdePatroclo;sinoqueelmásfuertedelosdioses, a quien parió Leto, la de hermosa cabellera, matóle entre los

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combatientes delanteros y dio gloria a Héctor. Nosotros correríamos tanveloces como el soplo del Céfiro, que es tenido por el más rápido. Perotambiéntúestásdestinadoasucumbiramanosdeundiosydeunhombre.

418Dichasestaspalabras,lasEriniaslecortaronlavoz.Ymuyindignado,Aquiles,eldelospiesligeros,ledijo:

420—¡Janto!¿Porquémevaticinaslamuerte?Ningunanecesidadtienesdehacerlo.Ya séquemidestinoespereceraquí, lejosdemipadreydemimadre;mas,contodoeso,nohededescansarhastaquehartedecombatealostroyanos.

424Dijo; y, dandovoces, dirigió los solípedos caballos por las primerasfilas.

CantoXX

Combatedelosdioses

Los dioses, en asamblea extraordinaria, no se ponen de acuerdo sobre aquién había que favorecer.Aquiles, enfurecido, vuelve al combate ymata atantostroyanosqueloscadáveresobstruyenlacorrientedelríoJanto.

1Mientraslosaqueossearmabanjuntoaloscorvosbajeles,alrededordeti, oh hijo de Peleo, incansable en la batalla, los troyanos se apercibíantambiénparaelcombateenunaeminenciadelallanura.

4ZeusordenóaTemisque,partiendodelascumbresdelOlimpo,envallesabundante,convocasealágoraalosdioses,yellafuedeunladoparaotroyatodos lesmandó que acudieran al palacio deZeus.No faltó ninguno de losríos,aexcepcióndelOcéano;ydecuantasninfashabitanlosbellosbosques,lasfuentesdelosnosylosherbososprados,ningunadejódepresentarse.TanluegocomollegabanalpalaciodeZeus,queamontonalasnubes,sentábanseen bruñidos pórticos, que para el padre Zeus había construido Hefesto consabiainteligencia.

13Allí,pues,sereunieron.Tampocoelquebatelatierradesobedecióaladiosa,sinoque,dirigiéndosedesdeelmaralosdioses,sesentóenmediodetodosyexplorólavoluntaddeZeus:

16—¿Porqué,ohtúquelanzasencendidosrayos, llamasdenuevoalosdiosesalágora?¿Acasotienesalgúnpropósitoacercadelostroyanosydelosaqueos?Elcombateylapeleavuelvenaencenderseentreambospueblos.

19RespondióleZeus,queamontonalasnubes:

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20—Entendiste,túquebateslatierra,eldesignioqueencierramipechoypor el cual os he reunido.Me cuido de ellos, aunque van a perecer.YomequedarésentadoenlacumbredelOlimpoyrecrearémiespíritucontemplandolabatalla;ylosdemásidoshacialostroyanosylosaqueosycadaunoauxiliealosquequiera.Pues,siAquilescombatiesesóloconlostroyanos,éstosnoresistirían ni un instante la acometida del Pelión, el de los pies ligeros. Yaanteshuíanespantadosalverlo;ytemoqueahora,quetanenfurecidotieneelánimo por lamuerte de su compañero, destruya elmuro deTroya contra ladecisióndelhado.

31AsíhablóelCronidaypromovióunagranbatalla.Losdiosesfueronalcombate divididos en dos bandos: encamináronse a las naves Hera, PalasAtenea,Poseidón,queciñelatierra,elbenéficoHermesdeprudenteespíritu,y con ellos Hefesto, que, orgulloso de su fuerza, cojeaba arrastrando susgrácilespiernas;yenderezaronsuspasosalostroyanosAres,eldetremolantecasco, el intonso Febo, Ártemis, que se complace en tirar flechas, Leto, elJantoylarisueñaAfrodita.

41 Mientras los dioses se mantuvieron alejados de los hombres,mostráronselosaqueosmuyufanosporqueAquilesvolvíaalabatalladespuésdellargotiempoenquesehabíaabstenidodetenerparteenlatristeguerra,ylos troyanos se espantaron y un fuerte temblor les ocupó losmiembros, tanprontocomovieronalPelión, ligerodepies,queconsurelucientearmadurasemejaba al diosAres, funesto a losmortales.Mas, luegoque lasolímpicasdeidadespenetraronporentrelamuchedumbredelosguerreros, levantóselaterribleDiscordia,queenardecealosvarones;Ateneadabafuertesgritos,unasvecesaorillasdelfosocavadoalpiedelmuro,yotrasenlosaltosysonorospromontorios;yAres,queparecíaunnegro torbellino,vociferaba tambiényanimabavivamentealostroyanos,yadesdeelpuntomásaltodelaciudad,yacorriendoporlaBellaColina,aorillasdelSimoente.

54Deestemodolosfelicesdioses,instigandoaunosyaotros,loshicieronvenir a las manos y promovieron una reñida contienda. El padre de loshombres y de los dioses tronó horriblemente en las alturas; Poseidón, pordebajo, sacudió la inmensa tierra y las excelsas cumbres de los montes; yretemblaron así las laderas y las cimas del Ida, abundante en manantiales,como la ciudad troyana y las naves aqueas. Asustóse Aidoneo, rey de losinfiernos, y saltó del trono gritando; no fuera que Poseidón, que sacude latierra, la desgarrase y se hicieran visibles las mansiones horrendas ytenebrosas que las mismas deidades aborrecen. ¡Tanto estrépito se produjocuando losdiosesentraronencombate!Al soberanoPoseidón lehizo frenteFebo Apolo con sus aladas flechas; a Enialio, Atenea, la diosa de ojos delechuza;aHera,Ártemis,quellevaarcodeoro,amaelbulliciodelacaza,secomplace en tirar saetas y es hermana del que hiere de lejos; a Leto, el

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poderosoybenéficoHermes;yaHefesto,elgran ríodeprofundosvórtices,llamadoporlosdiosesJantoyporloshombresEscamandro.

75 Así los dioses salieron al encuentro los unos de los otros. AquilesdeseabaromperporelgentíoenderechuraaHéctorPriámida,pueselánimoleimpulsabaasaciarcon lasangredelhéroeaAres, infatigable luchador.MasApolo, que enardece a los guerreros, movió a Eneas a oponerse al Pelión,infundiéndolegranvaloryhablándoleasí,despuésdetomarlavozylafiguradeLicaón,hijodePríamo:

83—¡Eneas, consejero de los troyanos! ¿Qué es de aquellas amenazashechasportienlosbanquetesdelosreyestroyanos,dequesaldríasacombatirconelPelidaAquiles?

86YasuvezEneaslerespondiódiciendo:

87—¡Priámida!¿Porquémeordenasqueluche,sindesearlomivoluntad,conelanimosoPelión?NofueralaprimeravezquemeviesefrenteaAquiles,el de los pies ligeros: en otro tiempo, cuando vino adonde pacían nuestrasvacas y tomó aLirneso y a Pédaso, persiguióme por el Ida con su lanza; yZeus me salvó, dándome fuerzas y agilizando mis rodillas. Sin su ayudahubiesesucumbidoamanosdeAquilesydeAtenea,queleprecedía,ledabalavictoriayleanimabaamatarlélegesytroyanosconlabroncínealanza.Poreso ningún hombre puede combatir con Aquiles, porque a su lado asistesiempre alguna deidad que le libra de lamuerte.En cambio, su lanza vuelarectaynosedetienehastaquehaatravesadoelcuerpodeunenemigo.Siundiosigualaralascondicionesdelcombate,Aquilesnomevenceríafácilmente;aunquesegloriasedesertododebronce.

103ReplicóleelsoberanoApolo,hijodeZeus:

104—¡Héroe!Ruegatútambiénalossempiternosdioses,puesdicenquenacistedeAfrodita,hijadeZeus,yaquéleshijodeunadivinidadinferior.LaprimeradesciendedeZeus,éstatuvoporpadrealancianodelmar.Levantaelindomablebronceynotearredresporoírpalabrasdurasoamenazas.

110Apenasacabódehablar,infundiógrandesbríosalpastordehombres;yéste,que llevabauna relucientearmaduradebronce, seabriópasopor loscombatientesdelanteros.Hera,ladelosníveosbrazos,nodejódeadvertirqueel hijo de Anquises atravesaba la muchedumbre para salir al encuentro delPelión;y,llamandoaotrosdioses,lesdijo:

115 —Considerad en vuestra mente, Poseidón y Atenea, cómo estoacabará;puesEneas,armadoderelucientebronce,seencaminaenderechuraalPeliónporexcitacióndeFeboApolo.Ea,hagámosleretroceder,oalgunodenosotros se ponga junto a Aquiles, le infunda gran valor y no deje que suánimo desfallezca; para que conozca que le quieren los inmortales más

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poderosos,yquesondébileslosdiosesqueenelcombateylapeleaprotegena los troyanos.Todos hemos bajado delOlimpo a intervenir en esta batalla,para que Aquiles no padezca hoy ningún daño de parte de los troyanos; yluegosufriráloquelaParcadispuso,hilandoellino,cuandosumadretedioaluz.SiAquilesnoseenteraporlavozdelosdioses,sentirátemorcuandoenelcombate le salga al encuentro alguna deidad; pues los dioses, en dejándosever,sonterribles.

132RespondiólePoseidón,quesacudelatierra:

133—¡Hera!Noteirritesmásdelorazonable,puesnoteespreciso.Niyoquisieraquenosotros,quesomoslosmásfuertes,promoviéramoslacontiendaentrelosdioses.Vayámonosdeestecaminoysentémonosenaquellaaltura,ydelabatallacuidaránloshombres.YsiAresoFeboApolodierenprincipioalapeleaodetuvierenaAquilesynoledejarencombatir, iremosenseguidaaluchar con ellos, y me figuro que pronto tendrán que retirarse y volver alOlimpo,alareunióndelosdemásdioses,vencidosporlafuerzadenuestrosbrazos.

144Dichasestaspalabras,eldiosdeloscerúleoscabellosllevólosalaltoterraplén que los troyanos y Palas Atenea habían levantado en otro tiempopara que el divinoHeracles se librara de la ballena cuando, perseguido porésta,pasódelaplayaalallanura.AllíPoseidónylosotrosdiosessesentaron,extendiendo en derredor de sus hombros una impenetrable nube; y al otrolado,enlacimadelaBellaColina,entornodeti,ohFebo,quehieresdelejos,ydeAres,quedestruye lasciudades,acomodáronse lasdeidadesprotectorasdelostroyanos.

153Asíunosyotros,sentadosendosgrupos,deliberabanynosedecidíanaempezarelfunestocombate.YZeusdesdeloaltolesincitabaacomenzarlo.

156Todoelcampo,llenodehombresycaballos,resplandecíaconellucirdel bronce; y la tierra retumbaba debajo de los pies de los guerreros que aluchar salían. Dos varones, señalados entre los más valientes, deseosos decombatir, se adelantaron a los suyos para encontrarse entre ambos ejércitos:Eneas, hijo de Anquises, y el divino Aquiles. Presentóse primero Eneas,amenazador, tremolando el sólido casco: protegía el pecho con el fuerteescudo y vibraba broncínea lanza. Y el Pelida desde el otro lado fue aoponérselecomounvorazleón,paramataralcualsereúnenloshombresdetodounpueblo;yelleónalprincipiosiguesucaminodespreciándolos;mas,asíqueunodelosbelicososjóveneslehiereconunvenablo,sevuelvehaciaélconlabocaabierta,muestralosdientescubiertosdeespuma,sientegemirensu pecho el corazón valeroso, se azota con la cola muslos y caderas paraanimarseapelear,yconlosojoscentelleantesarremetefierohastaquemataaalguien o élmismoperece en la primera fila; así le instigaban aAquiles su

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valor y ánimo esforzado a salir al encuentro del magnánimo Eneas. Y tanpronto como se hallaron frente a frente, el divino Aquiles, el de los piesligeros,hablódiciendo:

178 —¡Eneas! ¿Por qué te adelantas tanto a la turba y me aguardas?¿Acasoelánimoteincitaacombatirconmigoporlaesperanzadereinarsobrelos troyanos, domadores de caballos, con la dignidad de Príamo? Si mematases, no pondría Príamo en tumano tal recompensa; porque tiene hijos,conserva entero el juicio y no es insensato. ¿O quizás te han prometido lostroyanosacotarteunhermosocampodefrutalesysembradíoquealosdemásaventaje, paraquepuedas cultivarlo, simequitas la vida?Me figuroque teserá difícil conseguirlo. Ya otra vez te puse en fuga con mi lanza. ¿Norecuerdas que, hallándote solo, te aparté de tus bueyes y te perseguí por elmonte Ida corriendo con ligera planta?Entonces huías sin volver la cabeza.LuegoterefugiasteenLirnesoyyotomélaciudadconlaayudadeAteneaydel padre Zeus, y me llevé las mujeres haciéndolas esclavas; mas a ti tesalvaronZeusylosdemásdioses.Nocreoqueahorateguarden,comoesperatucorazón;yteaconsejoquevuelvasatuejércitoynotequedesfrenteamí,antes que padezcas algún daño; que el necio sólo conoce elmal cuando hallegado.

199YasuvezEneaslerespondiódiciendo:

200—¡Pelida!No creas que con esas palabrasme asustarás como a unniño, pues también sé proferir injurias y baldones. Conocemos el linaje decadaunodenosotrosycuálesfueronnuestrosrespectivospadres,porhaberlooído contar a losmortales hombres; que ni tú viste a losmíos, ni yo a lostuyos.DicenqueeresproledeleximioPeleoytienespormadreaTetis,ninfamarina de hermosas trenzas; mas yo me glorío de ser hijo del magnánimoAnquisesymimadreesAfrodita:aquéllosoéstos tendránque llorarhoy lamuertedesuhijo,puesnopiensoquenosseparemossincombatir,despuésdedirigirnos pueriles insultos. Si deseas saberlo, te diré cuál es mi linaje, demuchos conocido. Primero Zeus, que amontona las nubes, engendró aDárdano, y éste fundó laDardania al pie del Ida, enmanantiales abundoso;pues aún la sacra Ilio, ciudad de hombres de voz articulada, no había sidoedificadaenlallanura.DárdanotuvoporhijoalreyErictonio,quefueelmásopulentode losmortaleshombres:poseía tresmilyeguasque,ufanasdesustiernospotros,pacíanjuntoaunpantano.—ElBóreasenamorósedealgunasdelasqueviopacer,y,transfiguradoencaballodenegrascrines,hubodeellasdocepotrosqueenlafértiltierrasaltabanporencimadelasmiesessinromperlas espigasy en el anchodorsodel espumosomar corrían sobre lasmismasolas.—ErictoniofuepadredeTros,quereinósobrelostroyanos;yéstedioelsera treshijos irreprensibles: Ilo,AsáracoyeldeiformeGanimedes,elmáshermosodeloshombres,aquienarrebataronlosdiosesacausadesubelleza

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paraqueescanciaraelnéctaraZeusyvivieraconlosinmortales.IloengendróaleximioLaomedonte,quetuvoporhijosaTitono,Príamo,Lampo,ClitioaHicetaón,vástagodeAres.AsáracoengendróaCapis,cuyohijofueAnquises.Anquises me engendró a mí, y Príamo al divino Héctor. Tal alcurnia y talsangre me glorío de tener. Pero Zeus aumenta o disminuye el valor de losguerreroscomoleplace,porqueeselmáspoderoso.Ea,nonosdigamosmáspalabrascomosifuésemosniños,paradosasíenmediodelcampodebatalla.Fácil nos sería inferimos tantas injurias, que una nave de cien bancos deremeros no podría llevarlas. Es voluble la lengua de los hombres, y de ellasalen razones de todas clases; hállanse muchas palabras acá y allá, y cualhablares tal oirás la respuesta. Mas ¿qué necesidad tenemos de altercar,disputando e injuriándonos, comomujeres irritadas, las cuales,movidas porroedor encono, salen a la calle y se zahieren diciendo muchas cosas,verdaderas unas y falsas otras, que la cólera les dicta?No lograrás con tuspalabrasqueyo,estandodeseosodecombatir,pierdaelvalorantesdequeconel bronce y frente a frente peleemos. Ea, acometámonos enseguida con lasbroncíneaslanzas.

259Dijo; y, arrojando la fornida lanza, clavóla en el terrible y horrendoescudo de Aquiles, que resonó grandemente en torno de ella. El Pelida,temeroso,apartóelescudoconlarobustamano,creyendoquelaluengalanzadelmagnánimoEneas lo atravesaría fácilmente. ¡Insensato!No pensó en sumenteniensuespírituqueloseximiospresentesdelosdiosesnopuedenserdestruidosconfacilidadporlosmortaleshombres,nicederasusfuerzas.YasílapesadalanzadeEneasnoperforóentonceslarodelaporhaberloimpedidolaláminadeoroqueeldiospusoenmedio,sinoqueatravesódoscapasydejótresintactas,porqueerancincolasqueeldioscojohabíareunido:lasdosdebronce, dos interiores de estaño, y una de oro, que fue donde se detuvo lalanzadefresno.

273Aquilesdespidióluegolaingentelanza,yacertóadarenelbordedellisoescudodeEneas,sitioenqueelbronceeramásdelgadoyelboyunocueromás tenue: el fresno del Pelión atravesólo, y todo el escudo resonó. Eneas,amedrentado,seencogióylevantóelescudo;lalanza,deseosadeproseguirsucurso,pasóleporcimadelhombro,despuésderomperlosdoscírculosdelarodela,yseclavóenelsuelo;yelhéroe,evitadoyaelgolpe,quedóseinmóvily con los ojos muy espantados de ver que aquélla había caído tan cerca.Aquiles desnudó la aguda espada; y, profiriendo horribles voces, arremetiócontraEneas;yéste,asuvez,cogióunagranpiedraquedosdeloshombresactuales no podrían llevar y que él manejaba fácilmente. Y Eneas tirara lapiedraaAquilesyleacertaraenelcascooenelescudoquehabríaapartadodelhéroelatristemuerte,yelPelidaprivaradelavidaaEneas,hiriéndoledecercaconlaespada,sialpuntonolohubieseadvertidoPoseidón,quesacudelatierra,elcualdijoentrelosdiosesinmortales:

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293 —¡Oh dioses! Me causa pesar el magnánimo Eneas, que pronto,sucumbiendoamanosdelPelión,descenderáalHadesporhaberobedecidolaspalabrasdeApolo,quehierede lejos. ¡Insensato!Eldiosno le libraráde latristemuerte.Mas¿porquéhadepadecer,sinserculpable,laspenasqueotrosmerecen,habiendoofrecidosiempregratospresentesalosdiosesquehabitanelanchurosocielo?Ea,librémosledelamuerte,noseaqueelCronidaseenojesiAquileslomata,pueseldestinoquierequesesalveafindequenoperezcasindescendencianiseextingadel todoel linajedeDárdano,quefueamadoporelCronidaconpreferenciaalosdemáshijosquetuvodemujeresmortales.Ya elCronión aborrece a los descendientes dePríamo; pero el fuerteEneasreinará sobre los troyanos, y luego los hijos de sus hijos que sucesivamentenazcan.

309RespondióleHeraveneranda,ladeojosdenovilla:

310—¡Ohtúquesacudeslatierra!ResuelvetúmismosihasdesalvaraEneasopermitirque,noobstantesuvalor,seamuertoporelPelidaAquiles.Pues así PalasAtenea comoyo hemos jurado repetidas veces a vista de losinmortalestodos,quejamáslibraríamosalostroyanosdeldíafunesto,aunqueTroya entera fuese pasto de las voraces llamas por haberla incendiado losbelicososaqueos.

318 Cuando Poseidón, que sacude la tierra, oyó estas palabras, fuese; yandando por la liza, entre el estruendo de las lanzas, llegó adonde estabanEneasy el ilustreAquiles.Almomento cubriódeniebla losojosdelPelidaAquiles, arrancó del escudo del magnánimo Eneas la lanza de fresno conpunta de bronce que depositó a los pies de aquél, y arrebató al troyanoalzándolodelatierra.Eneas,sostenidoporlamanodeldios,pasóporcimademuchasfilasdehéroesycaballoshasta llegaralotroextremodel impetuosocombate, donde los caucones se armaban para pelear.Y entonces Poseidón,quesacudelatierra,selepresentó,yledijoestasaladaspalabras:

332—¡Eneas!¿CuáldelosdiosestehaordenadoquecometieraslalocuradelucharcuerpoacuerpoconelanimosoPelión,queesmásfuertequetúymáscaroalosinmortales?Retíratecuantasvecesleencuentres,noseaquelohagadescenderalamoradadeHadesantesdelodispuestoporelhado.Mas,cuando Aquiles haya muerto, por haberse cumplido su destino, peleaconfiadamenteentreloscombatientesdelanteros,quenotemataráningúnotroaqueo.

340Así diciendo, dejó a Eneas allí, después que le hubo amonestado yapartólaobscuraniebladelosojosdeAquiles.Éstevolvióaverconclaridad,y,gimiendo,asumagnánimoespírituledecía:

344—¡Oh dioses! Grande es el prodigio que a mi vista se ofrece: estalanzayaceenelsueloynoveoalvaróncontraquienlaarrojé,conintención

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dematarle.CiertamenteaEneasleamanlosinmortalesdioses;¡yyocreíaquesejactabadeellovanamente!Váyase,pues;quenotendráánimoparamedirde nuevo sus fuerzas conmigo, quien ahora huyó gustoso de la muerte.Exhortaré a losbelicososdánaosyprobaré el valorde losdemás enemigos,saliéndolesalencuentro.

333Dijo;y,saltandoporentrelasfilas,animabaalosguerreros:

334 —¡No permanezcáis alejados de los troyanos, divinos aqueos! Ea,cadahombreembistaaotroysientaanheloporpelear.Difícilesqueyosolo,aunqueseavaliente,persigaatantosguerrerosycontodosluche;yniaAres,queesundios inmortal,ni aAtenea, les seríaposible recorreruncampodebatalla tanvastoycombatir en todaspanes.En loquepuedohacerconmismanos,mispiesomifuerza,nomemuestroremiso.Entraréportodosladosen lashilerasde las falangesenemigas,yme figuroqueno sealegrarán lostroyanosqueamilanzaseacerquen.

364 Con estas palabras los animaba. También el esclarecido Héctorexhortabaalostroyanos,dandogritos,yasegurabaquesaldríaalencuentrodeAquiles:

366 —¡Animosos troyanos! ¡No temáis al Pelión! Yo de palabracombatiría hasta con los inmortales; pero es difícil hacerlo con la lanza,siendo,comoson,muchomásfuertes.Aquilesnollevaráalcabotodocuantodice, sinoqueenparte locumpliráyenparte lodejaráamediohacer. Iréaencontrarlo, aunquepor susmanos separezcaa la llama; sí, aunquepor susmanosseparezcaalallama,yporsufortalezaalrelucientehierro.

373Contalesvoceslosexcitaba.Lostroyanoscalaronlaslanzas;trabóseelcombateyseprodujogritería,yentoncesFeboApoloseacercóaHéctoryledijo:

376 —¡Héctor! No te adelantes para luchar con Aquiles; espera suacometidamezclado con lamuchedumbre, confundido con la turba.No seaqueconsigaherirtedesdelejosconarmaarrojadiza,odecercaconlaespada.

379 Así habló. Héctor se fue, amedrentado, por entre la multitud deguerreros apenas acabódeoír laspalabrasdel dios.Aquiles, con el corazónrevestidodevalorydandohorriblesgritos,arremetióalostroyanos,yempezópormataralvalerosoIfitiónOtrintida,caudillodemuchoshombres,aquienuna ninfa náyade había tenido de Otrinteo, asolador de ciudades, en elopulentopueblodeHida,alpiedelnevadoTmolo:eldivinoAquilesacertóadarleconlalanzaenmediodelacabeza,cuandoarremetíacontraél,yseladividió en dos partes. El troyano cayó con estrépito, y el divinoAquiles segloriódiciendo:

389 —¡Yaces en el suelo, Otrintida, el más portentoso de todos los

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hombres! En este lugar te sorprendió la muerte; a ti, que habías nacido aorillas del lago Gigeo, donde tienes la heredad paterna, junto al Hilo,abundanteenpeces,yelHermovoraginoso.

393Asídijo jactándose.Las tinieblas cubrieron losojosde Ifitión,y loscarrosdelosaqueoslodespedazaronconlasllantasdesusruedasenelprimerreencuentro. Aquiles hirió, después, en la sien, atravesándole el casco debroncíneas carrilleras, aDemoleonte, valiente adalid en el combate, hijo deAnténor;yelcascodebroncenodetuvolalanza,pueslapuntaentróyrompióelhueso,conmovióseinteriormenteelcerebro,yeltroyanosucumbiócuandopeleabaconardor.Luego,comoHipodamantesaltaradelcarroysediesealafuga, le envasó la pica en la espalda: aquél exhalaba el aliento y bramabacomoeltoroquelosjóvenesarrastranalosaltaresdelsoberanoHeliconioyeldiosquesacudelatierrasegozaalverlo;asíbramabaHipodamantecuandoelalma valerosa dejó sus huesos. Seguidamente acometió con la lanza aldeiforme Polidoro Priámida, a quien su padre no permitía que fuera a lasbatallas porque era el menor y el predilecto de sus hijos. Nadie vencía aPolidoroen lacarrera;yentonces,porpuerilpetulancia,haciendogalade laligereza de sus pies, agitábase el troyano entre los combatientes delanteros,hasta que perdió la vida: al verlo pasar, el divino Aquiles, ligero de pies,hundiólelalanzaenmediodelaespalda,dondelosanillosdeorosujetabanelcinturónyeradoblelacoraza,ylapuntasalióalotroladocercadelombligo;eljovencayóderodillasdandolastimerosgritos;obscuranubeleenvolvió;e,inclinándose,procurabasujetarconsusmanoslosintestinos,quelesalíanporlaherida.

419 Tan pronto comoHéctor vio a su hermano Polidoro cogiéndose lasentrañasyencorvadohaciaelsuelo,selepusounanubeantelosojosyyanopudocombatir a distancia; sinoque, blandiendo la aguda lanza e impetuosocomounallama,sedirigióalencuentrodeAquiles.Yéste,aladvertirlo,saltóhaciaél,ydijomuyufanoestaspalabras:

425—Cerca está el hombre que ha inferido ami corazón lamás graveherida,elquematóamicompañeroamado.Yanohuiremosasustados,elunodelotro,porlossenderosdelcombate.

428Dijo;ymirandocontorvafazaldivinoHéctor,legritó:

429—¡Acércateparaquemásprontolleguesdetuperdiciónaltérmino!

430Sinturbarse,lerespondióHéctor,eldetremolantecasco:

431—¡Pelida! No esperes amedrentarme con palabras como a un niño;tambiényoséproferirinjuriasybaldones.Reconozcoqueeresvalienteyquetesoymuyinferior.Peroenlamanodelosdiosesestásiyo,siendoinferior,tequitarélavidaconmilanza;puestambiéntieneafiladapunta.

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438Endiciendoesto,blandióyarrojósulanza;peroAteneaconuntenuesoploapartóladelgloriosoAquiles,yelarmavolvióhaciaeldivinoHéctorycayó a sus pies. Aquiles acometió, dando horribles gritos, a Héctor, conintención de matarlo; pero Apolo arrebató al troyano, haciéndolo con granfacilidad por ser dios, y lo cubrió con densa niebla. Tres veces el divinoAquiles,ligerodepies,atacóconlabroncínealanza,tresvecesdioelgolpeenel aire.Y cuando, semejante a un dios, arremetía por cuarta vez, increpó elhéroeaHéctorconvozterrible,dirigiéndoleestasaladaspalabras:

449—¡Otravez tehas libradode lamuerte, perro!Muycerca tuviste laperdición,pero te salvóFeboApolo,aquiendebesde rogarcuandosalesalcampoantesdeoírelestruendodelosdardos.Yoacabarécontigosimástardeteencuentroyundiosmeayuda.Yahoraperseguiréa losdemásquesemeponganalalcance.

453Asídijo;yconlalanzahirióenmediodelcuelloaDríope,quecayóasuspies.Dejóle,yalmomentodetuvoaDemucoFiletórida,valerosoyalto,aquienpinchócon la lanzaenunarodilla,y luegoquitóle lavidacon lagranespada. Después acometió a Laógono y a Dárdano, hijos de Biante:habiéndolos derribado del carro en que iban, a aquél le hizo perecerarrojándolelalanza,yaéstehiriéndoledecercaconlaespada.TambiénmatóaTrosAlastórida,quevinoaabrazarlelasrodillasporsicompadeciéndosedeél,queeradelamismaedaddelhéroe,envezdematarlolehacíaprisioneroylo dejaba vivo. ¡Insensato! No conoció que no podría persuadirle, puesAquilesnoerahombredecondiciónbenignaymansa,sinomuyviolento.Yaaquél le tocaba las rodillas con intención de suplicarle, cuando le hundió laespadaenelhígado:derramóseéste,llenandodenegrasangreelpecho,ylastinieblascubrieronlosojosdel troyano,quequedóexánime.InmediatamenteAquilesseacercóaMulio;y,metiéndole la lanzaenunaoreja, labroncíneapuntasalióporlaotra.MástardehirióenmediodelacabezaaEqueclo,hijodeAgenor, con la espada provista de empuñadura: la hoja entera se calentócon la sangre, y la purpúrea muerte y la parca cruel velaron los ojos delguerrero. Posteriormente atravesó con la broncínea lanza el brazo deDeucalión, en el sitio donde se juntan los tendones del codo; y el troyanoesperóle, con la mano entorpecida y viendo que la muerte se le acercaba:Aquileslecercenódeuntajolacabeza,queconelcascoarrojóalolejos,lamédulasaliódelasvértebrasyelguerreroquedótendidoenelsuelo.DirigióseactoseguidocontraRigmo,ilustrehijodePíroo,quehabíallegadodelafértilTracia, y le hirió en medio del cuerpo: clavóle la broncínea lanza en elpulmón,ylederribódelcarro.Y,comovieraquesuescuderoAreítootorcíalarienda a los caballos, envasóle la aguda lanza en la espalda, y también lederribóentierra,mientrasloscorceleshuíanespantados.

490Delasuerteque,alestallarabrasadorincendioenloshondosvallesde

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áridamontaña,ardelapobladaselva,yelvientomuevelasllamasquegiranatodos lados; de lamismamanera, Aquiles se revolvía furioso con la lanza,persiguiendo,cualunadeidad,alosqueestabandestinadosamorir;ylanegratierramanabasangre.Como,uncidosalyugodosbueyesdeanchafrenteparaquetrillenlablancacebadaenunaerabiendispuesta,sedesmenuzanprestolas espigas debajo de los pies de los mugientes bueyes; así los solípedoscorceles, guiados por el magnánimo Aquiles, hollaban a un mismo tiempocadáveresyescudos;elejedelcarroteníalaparteinferiorcubiertadesangreylosbarandalesestabansalpicadosdesanguinolentasgotasqueloscasosdeloscorceles y las llantas de las ruedas despedían.Y el Pelida deseaba alcanzargloriayteníalasinvictasmanosmanchadasdesangreypolvo.

CantoXXI

Batallajuntoalrío

Este ríopide ayudaal ríoSimoenteyquiere sumergir aAquiles, pero eldiosHefestoleobligaavolverasucauce.Apolosetransfigureentroyanoysehace perseguir por el héroe para que los demás puedan entrar en la ciudad;conseguidosuobjeto,eldiossedescubre.

1 Así que los troyanos llegaron al vado del vortiginoso Janto, río dehermosacorrienteaquienel inmortalZeusengendró,Aquiles losdividióendosgrupos.Alosdelprimeroechóloselhéroeporlallanurahacialaciudad,pordonde losaqueoshuíanespantadoseldíaanterior,cuandoelesclarecidoHéctorsemostrabafurioso;porallísederramaronentonceslostroyanosensufuga, y Hera, para detenerlos, los envolvió en una densa niebla. Los otrosrodaron al caudaloso río de argénteos vórtices, y cayeron en él con granestrépito: resonaba la corriente, retumbaban ambas orillas y los troyanosnadaban acá y acullá, gritando, mientras eran arrastrados en torno de losremolinos. Como las langostas acosadas por la violencia de un fuego queestalla de repente vuelanhacia el río y se echanmedrosas en el agua, de lamismamaneralacorrientesonoradelJantodeprofundosvórticessellenó,porla persecución de Aquiles, de hombres y caballos que en el mismo caíanconfundidos.

17Aquiles, vástago de Zeus, dejó su lanza arrimada a un tamariz de laorilla,saltóalrío,cualsifueseunadeidad,consólolaespadaymeditandoensucorazónaccionescrueles,ycomenzóaheriradiestroyasiniestro:alpuntolevantóse un horrible clamoreo de los que recibían los golpes, y el aguabermejeó con la sangre. Como los peces huyen del ingente delfín, y,temerosos, llenanlossenosdelhondopuerto,porqueaquéldevoraacuantos

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coge,delamismamaneralostroyanosibanporlaimpetuosacorrientedelríoy se refugiaban, temblando, debajo de las rocas. Cuando Aquiles tuvo lasmanoscansadasdematar,cogióvivos,dentrodel río,adocemancebosparainmolarlos más tarde en expiación de la muerte de Patroclo Menecíada.Sacólosatónitoscomocervatos, lesató lasmanospordetráscon lascorreasbiencortadasquellevabanenlasflexiblestúnicasyencargóalosamigosquelos condujeran a las cóncavas naves. Y el héroe acometió de nuevo a lostroyanos,parahacerenellosgrandestrozo.

34AllíseencontróAquilesconLicaón,hijodePríamoDardánida;elcual,huyendo, iba a salir del río. Ya anteriormente le había hecho prisioneroencaminándosedenocheauncampodePríamo:Licaóncortabaconelagudobronce los ramos nuevos de un cabrahígo para hacer los barandales de uncarro,cuandoeldivinalAquiles,presentándosecualimprevistacalamidad,selollevómaldesugrado.TransportóleluegoenunanavealabienconstruidaLemnos, y allí lo puso en venta: el hijo de Jasón pagó el precio. DespuésEetióndeImbros,queerahuéspeddeltroyano,dioporéluncuantiosorescateyenvióloaladivinaArisbe.EscapóseLicaón,y,volviendoalacasapaterna,estuvo celebrando con sus amigos durante once días su regreso deLemnos;mas,alduodécimo,undioslehizocaernuevamenteenmanosdeAquiles,quedebíamandarlealHades,sinqueLicaónlodeseara.ComoeldivinoAquiles,eldelospiesligeros,levierainerme—sincasco,escudonilanza,porquetodolohabíatiradoalsuelo—yquesalíadelríoconelcuerpoabatidoporelsudory las rodillas vencidas por el cansancio, sorprendióse, y a su magnánimoespírituasílehabló:

54—¡Oh dioses!Grande es el prodigio que ami vista se ofrece.Ya esposible que los troyanos a quienesmaté resuciten de las sombrías tinieblas;cuandoéste,librándosedeldíacruel,havueltodeladivinaLemnos,dondefuevendido,ylasolasdelespumosomarqueatantosdetienennohanimpedidosuregreso.Mas,ea,haréquepruebelapuntademilanzaparaveryaveriguarsivolveránuevamenteosequedaráenelsenodelafértiltierraquehastaalosfuertesretiene.

64Pensandoentalescosas,Aquilescontinuabainmóvil.Licaón,asustado,se le acercó a tocarle las rodillas; pues en su ánimo sentía vivo deseo delibrarse de la triste muerte y de la negra Parca. El divino Aquiles levantóenseguidalaenormelanzaconintencióndeherirlo,peroLicaónseencogióycorriendo le abrazó las rodillas; y aquélla, pasándole por cimadel dorso, seclavóenel suelo,codiciosadecebarseenelcuerpodeunhombre.En tantoLicaón suplicaba a Aquiles; y, abrazando con una mano sus rodillas ysujetándoleconlaotralaagudalanza,sinquelasoltara,estasaladaspalabrasledecía:

74—Teloruegoabrazadoatusrodillas,Aquiles:respétameyapiádatede

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mí. Has de tenerme, oh alumno de Zeus, por un suplicante digno deconsideración;pues comíen tu tiendael frutodeDeméter eldía enquemehicisteprisioneroenelcampobiencultivado,y,llevándomelejosdemipadrey demis amigos,me vendiste enLemnos: cien bueyes te valiómi persona.Ahoratedaríaeltripleporrescatarme.Docedíashaque,habiendopadecidomucho,volvíaIlio;yotravezelhadofunestomeponeentusmanos.DebodeserodiosoalpadreZeus,cuandonuevamentemeentregaati.Paradarmeunavida corta, me parió Laótoe, hija del anciano Altes, que reina sobre losbelicosos lélegesyposee la excelsaPédaso juntoalSatnioente.A lahijadeaquéllatuvoPríamoporesposaconotrasmuchas;delamismanacimosdosvaronesyaentrambosnoshabrásdadomuerte.YahicistesucumbirentrelosinfantesdelanterosaldeiformePolidoro,hiriéndoleconlaagudapica;yahoraladesgraciallegóparamí,puesnoesperoescapardetusmanosdespuésqueundiosmehaechadoenellas.Otracosatediréquefijarásenlamemoria:Nomemates;puesnosoydelmismovientrequeHéctor,elquediomuerteatudulceyesforzadoamigo.

97ContalespalabraselpreclarohijodePríamosuplicabaaAquiles,perofueamargalarespuestaqueescuchó:

99—¡Insensato!Nomehablesdelrescate,nilomencionessiquiera.AntesqueaPatroclolellegaraeldíafatal,meeragratoabstenermedemataralostroyanos y fueron muchos los que cogí vivos y vendí luego; mas ahoraningunoescaparádelamuerte,siundiosloponeenmismanosdelantedeIlioy especialmente si es hijo de Príamo. PorCanto, amigo,muere tú también.¿Porquételamentasdeestemodo?MurióPatroclo,quetantoteaventajaba.¿No ves cuán gallardo y alto de cuerpo soy yo, a quien engendró un padreilustreydioaluzunadiosa?PuestambiénmeaguardanlamuerteylaParcacruel.Vendráunamañana,unatardeounmediodíaenquealguienmequitarálavidaenelcombate,hiriéndomeconlalanzaoconunaflechadespedidaporelarco.

114 Así dijo. Desfallecieron las rodillas y el corazón del troyano que,soltando la lanza, se sentó y tendió ambos brazos. Aquiles pusomano a latajanteespadaahirióaLicaónenlaclavícula,juntoalcuello:metióledentrotodalahojadedosfilos,eltroyanodiodeojosporelsueloysusangrefluíaymojabalatierra.Elhéroecogióelcadáverporelpie,arrojóloalríoparaquelacorrienteselollevara,yprofirióconjactanciaestasaladaspalabras:

122—Yaz ahí entre los peces que tranquilos te lamerán la sangre de laherida. No te colocará tu madre en un lecho para llorarte, sino que serásllevado por el voraginoso Escamandro al vasto seno del mar. Y algún pez,saliendode lasolas a lanegruzcayencrespada superficie, comerá lablancagrasadeLicaón.Asíperezcáis losdemás troyanoshastaque lleguemos a lasacraciudaddeIlio,vosotroshuyendoyyodetráshaciendogranriza.Noos

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salvaránisiquieraelríodehermosacorrienteyargénteosremolinos,aquiendesde antiguo sacrificáismuchos toros y en cuyos vórtices echáis vivos lossolípedos caballos. Así y todo, pereceréis miserablemente unos en pos deotros,hastaquehayáisexpiadolamuertedePatrocioyelestragoylamatanzaque hicisteis en los aqueos junto a las naves,mientras estuve alejado de lalucha.

136Asíhabló,yelrío,conelcorazónirritado,revolvíaensumentecómoharía cesar al divinal Aquiles de combatir y libraría de la muerte a lostroyanos.Entanto,elhijodePeleodirigiósuingentelanzaaAsteropeo,hijodePelegón,conánimodematarlo.APelegónlehabíanengendradoelAxio,de anchacorriente, yPeribea, lahijamayordeAcesámeno;queconésta seunió aquel río de profundos remolinos. Encaminóse, pues, Aquiles haciaAsteropeo,elcualsalióasuencuentrollevandodoslanzas;yelJanto,irritadopor la muerte de los jóvenes a quienes Aquiles había hecho perecer sincompasión en la misma corriente, infundió valor en el pecho del troyano.Cuandoambosguerreros sehallaron frentea frente,eldivinoAquiles,eldelospiesligeros,fueelprimeroenhablar,ydijo:

150—¿Quiénerestúydedónde,queosassalirmealencuentro?Infelicesdeaquélloscuyoshijosseoponenamifuror.

152RespondióleelpreclarohijodePelegón:

153—¡MagnánimoPelida!¿Porquésobreelabolengomeinterrogas?SoydelafértilPeonia,queestálejos;vinemandandoalospeonios,quecombatenconlargaspicas,yhaceoncedíasquelleguéaIlio.MilinajetraesuorigendelAxiodeanchacorriente,delAxioqueesparcesuhermosísimoraudalsobrelatierra:AxioengendróaPelegón,famosoporsulanza,ydeéstedicenquehenacido.Peropeleemosya,esclarecidoAquiles.

161Asíhabló,ensondeamenaza.EldivinoAquileslevantóelfresnodelPelión,yelhéroeAsteropeo,queeraambidextro, tiróleaun tiempo lasdoslanzas: launadioenelescudo,perono loatravesóporque la láminadeoroqueeldiospusoenelmismoladetuvo;laotrarasguñóelbrazoderechodelhéroe,juntoalcodo,delcualbrotónegrasangre;maselarmapasóporencimayseclavóenelsuelo,codiciosadelacarne.Aquilesarrojóentonceslalanza,derectovuelo,aAsteropeoconintencióndematarlo,yerróeltiro:lalanzadefresnocayóenlaelevadaorillaysehundióhastalamitaddelpalo.ElPelida,desnudandolaagudaespadaquellevabajuntoalmuslo,arremetióenardecidoaAsteropeo,quienconlamanorobustaintentabaarrancardelescarpadobordelalanzadeAquiles:tresveceslameneóparaarrancarla,yotrastantascareciódefuerza.Ycuando,alacuartavez,quisodoblaryromperlalanzadefresnodelEácida,acercóseleAquilesycon laespada lequitó lavida:hirióleenelvientre,juntoalombligo;derramáronseenelsuelotodoslosintestinos,ylas

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tinieblas cubrieron los ojos del troyano, que cayó anhelante. Aquiles seabalanzóasupecho,lequitólaarmadura;y,blasonandodeltriunfo,dijoestaspalabras:

184—Yazahí.Difícileraquetú,aunqueengendradoporunrío,pudiesesdisputar la victoria a los hijos del prepotente Cronión. Dijiste que tu linajeprocede de un río de ancha corriente;mas yome jacto de pertenecer al delgranZeus.Engendrómeunvarónquereinasobremuchosmirmidones,Peleo,hijodeÉaco;yesteúltimoerahijodeZeus.YcomoZeusesmáspoderosoquelosnos,quecorrenalmar,asítambiénlosdescendientesdeZeussonmásfuertes que los de los ríos. A tu lado tienes uno grande, si es que puedeauxiliarte.MasnoesposiblecombatirconZeusCronión.AéstenoleigualannielfuerteAqueloo,nielgrandeypoderosoOcéanodeprofundacorrientedelquenacentodoslosríos,todoelmarytodaslasfuentesygrandespozos;puestambiénelOcéanotemeelrayodelgranZeusyelespantosotrueno,cuandoretumbadesdeelcielo.

200 Dijo; arrancó del escarpado borde la broncínea lanza y abandonó aAsteropeoallí,tendidoenlaarena,tanprontocomolehuboquitadolavida:elaguaturbiabañabaelcadáver,yanguilasypecesacudieronacomerlagrasaquecubríalosriñones.Aquilessefueparalospeoniosquepeleabanencarros;loscualeshuíanporlasmárgenesdelvoraginosorío,desdequevieronqueelmás fuerte caía en el duro combate, vencido por lasmanos y la espada delPelida.ÉstematóentoncesaTersíloco,Midón,Astípilo,Mneso,Trasio,Enioy Ofelestes. Y a más peonios diera muerte el veloz Aquiles, si el río deprofundosremolinos,irritadoytransfiguradoenhombre,nolehubiesedichodesdeunodelosprofundosvórtices:

214—¡OhAquiles!Superasalosdemáshombrestantoenelvalorcomoen la comisión de acciones nefandas; porque los propios dioses te prestanconstantementesuauxilio.SielhijodeCronotehaconcedidoquedestruyasatodos los troyanos, apártalos de mí y ejecuta en el llano tus proezas. Mihermosa corriente está llena de cadáveres que obstruyen el cauce y no medejanverterelaguaenlamardivina;ytúsiguesmatandodeunmodoatroz.Pero,ea,cesaya;puesmetienesasombrado,ohpríncipedehombres.

222RespondióleAquiles,eldelospiesligeros:

223—Sehará,ohEscamandro,alumnodeZeus,comotúloordenas;peronomeabstendrédematara losaltivos troyanoshastaque losencierreen laciudady,peleandoconHéctor,élmemateamíoyoacabeconél.

227Estodicho,arremetióalostroyanos,cualsifueseundios.YentonceselríodeprofundosremolinosdirigióseaApolo:

229—¡Ohdioses!Tú,eldelarcodeplata,hijodeZeus,nocumples las

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órdenes del Cronión, el cual te encargó muy mucho que socorrieras a lostroyanosylesprestarastuauxiliohastaque,llegadalatarde,sepusieraelsolyquedaraaobscuraselfértilcampo.

233Dijo.Aquiles,famosoporsulanza,saltódesdelaescarpadaorillaalcentro del río. Pero éste le atacó enfurecido: hinchó sus aguas, revolvió lacorriente,y, arrastrandomuchoscadáveresdehombresmuertosporAquiles,quehabíaenelcauce,arrojólosalaorillamugiendocomountoro,yenCantosalvaba a los vivos dentro de la hermosa corriente, ocultándolos en losprofundos y anchos remolinos. Las revueltas olas rodeaban a Aquiles, lacorrientecaíasobresuescudoyleempujaba,yelhéroeyanosepodíatenerenpie.Asióseentoncesconambasmanosaunolmocorpulentoy frondoso;peroéste, arrancadode raíz, rompióelbordeescarpado,oprimió lahermosacorrienteconsusmuchasramas,cayóenteroalríoyseconvirtióenunpuente.Aquiles,amedrentado,diounsalto,saliódelabismoyvolóconpieligeroporlallanura.Masnoporestoelgrandiosdesistiódeperseguirlo,sinoquelanzótrasélolasdesombríacimaconelpropósitodehacercesaraldivinoAquilesdecombatiry librarde lamuertea los troyanos.ElPelidasalvócercadeuntirode lanza,dandounbrincocon la impetuosidadde la rapazáguilanegra,queeslamásforzudayvelozdelasaves;parecidoaella,elhéroecomayelbronce resonaba horriblemente sobre su pecho. Aquiles procuraba huir,desviándoseaunlado;perolacorrienteseibatrasélyleperseguíacongranruido.Como el fontanero conduce el agua desde el profundomanantial porentrelasplantasdeunhuertoyconunazadónenlamanoquitadelaregueralos estorbos; y la corriente sigue su curso, ymueve las piedrecitas, pero alllegaraundeclivemurmura,aceleralamarchaypasadelantedelquelaguía;deigualmodo,lacorrientedelríoalcanzabacontinuamenteaAquiles,porquelos dioses son más poderosos que los hombres. Cuantas veces el divinoAquiles, el de los pies ligeros, intentaba esperarla, para ver si le perseguíantodoslosinmortalesquetienensumoradaenelespaciosocielo,otrastantas,lasgrandesolasdel río,que lascelestiales lluviasalimentan, leazotaban loshombros.Elhéroe,afligidoensucorazón,saltaba;peroelrío,siguiéndoleconlarápiday tortuosacorriente, lecansabalasrodillasy lerobabaelsueloallídondeponíalospies.YelPelida,levantandolosojosalvastocielo,gimióydijo:

273 —¡Zeus padre! ¿Cómo no viene ningún dios a salvarme a mí,miserando, de la persecución del río, y luego sufriré cuanto sea preciso?Ningunade lasdeidadesdelcielo tiene tantaculpacomomimadre,quemehalagócon falsaspredicciones:dijoquememataríanalpiedelmurode lostroyanos,armadosdecoraza,lasvelocesflechasdeApolo.¡OjalámehubiesemuertoHéctor,queesaquíelmásbravo!Entoncesunvalientehubieramuertoy despojado a otro valiente.Mas ahora quiere el destino que yo perezca demiserablemuerte, cercadoporungran río; comoelniñoporquerizoaquien

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arrastranlasaguasinvernalesdeltorrentequeintentabaatravesar.

284Asíseexpresó.EnseguidaPoseidónyAtenea,configurahumana,sele acercaron y le asieron de las manos mientras le animaban con palabras.Poseidón,quesacudelatierra,fueelprimeroenhablarydijo:

288—¡Pelida!Notiembles,niteasustes.¡Talsocorrovamosadarte,conlaveniadeZeus,nosotroslosdioses,yoyPalasAtenea!Porquenodisponeelhado que seasmuerto por el río, y éste dejará pronto de perseguirte, comoverástúmismo.Tedaremosunprudenteconsejo,porsiquieresobedecer:nodescanse tu brazo en la batalla funesta hasta haber encerrado dentro de losínclitos muros de Ilio a cuantos troyanos logren escapar. Y cuando hayasprivadodelavidaaHéctor,vuelvealasnaves;quenosotrosteconcederemosquealcancesgloria.

298Dichasestaspalabras,ambasdeidadesfueronareunirseconlosdemásinmortales.Aquiles,impelidoporelmandatodelosdioses,enderezósuspasosa la llanura inundada por el agua del río, en la cual flotaban cadáveres yhermosas armas de jóvenes muertos en la pelea. El héroe caminabaderechamente,saltandoporelagua,sinqueelanchurosoríolograsedetenerlo;puesAtenealehabíadadomuchosbríos.PeroelEscamandronocedíaensufuror;sinoque,irritándoseaúnmáscontraelPelión,hinchabaylevantabaaloaltosusolas,yagritosllamabaalSimoente:

308 —¡Hermano querido! Juntémonos para contener la fuerza de esehombre,quepronto tomará lagranciudaddel reyPríamo,pues los troyanosnoleresistiránenlabatalla.Venalmomentoenmiauxilio:aumentatucaudalconelaguadelasfuentes,concitaatodoslosarroyos,levantagrandesolasyarrastra con estrépito troncos y piedras, para que anonademos a ese ferozguerreroqueahoratriunfaypiensaenhazañaspropiasdelosdioses.Creoquenolevaldránnisufuerza,nisuhermosura,nisusmagníficasarmas,quehande quedar en el fondode este lago cubiertas de cieno.A él lo envolveré enabundantearena,derramandoentornosuyomuchocascajo;ynisiquierasushuesospodránserrecogidosporlosaqueos:tantolimoamontonaréencima.Ytendrá su túmulo aquí mismo, y no necesitará que los aqueos se lo erijancuandolehaganlasexequias.

324 Dijo; y, revuelto, arremetió contra Aquiles, alzándose furioso ymugiendoconlaespuma,lasangreyloscadáveres.Laspurpúreasondasdelrío,quelascelestialeslluviasalimentan,semanteníanlevantadasyarrastrabanalPelida.PeroHera,temiendoqueelgranríoderribaraaAquiles,gritó,ydijoenseguidaaHefesto,suhijoamado:

331 —¡Levántate, estevado, hijo querido; pues creemos que el Jantovoraginoso es tu igual en el combate! Socorre pronto a Aquiles, haciendoaparecerinmensallama.VoyasuscitarconelCéfiroyelvelozNotounagran

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borrasca, para que viniendo del mar extienda el destructor incendio y sequemenlascabezasylasarmasdelostroyanos.Túabrasalosárbolesdelasorillasdel Janto,mételeenel fuego,yno tedejespersuadirni conpalabrasdulcesniconamenazas.Nocese tu furiahastaqueyo te lodigagritando;yentoncesapagaelfuegoinfatigable.

342 Así dijo; y Hefesto, arrojando una abrasadora llama, incendióprimeramente la llanura y quemómuchos cadáveres de guerreros a quieneshabíamuerto Aquiles; secóse el campo, y el agua cristalina dejó de correr.ComoelBóreassecaenelotoñouncamporeciéninundadoysealegraelquelo cultiva, de lamisma suerte, el fuego secó la llanura entera y quemó loscadáveres.LuegoHefestodirigióalríolaresplandecientellamayardieron,asílosolmos,lossaucesylostamariscos,comoelloto,eljuncoylajunciaqueenabundancia habían crecido junto a la hermosa corriente. Anguilas y pecespadecíanysaltabanacáyallá,en los remolinosoen lacorriente,oprimidosporelsoplodelingeniosoHefesto.Yelrío,quemándosetambién,asíhablaba:

357—¡Hefesto!Ningunodelosdiosesteigualaynoquierolucharcontigonicon tu llamaardiente.CesadeperseguirmeyenseguidaeldivinoAquilesarroje de la ciudad a los troyanos. ¿Qué interés tengo en la contienda ni enauxiliaranadie?

361Asíhabló,abrasadoporelfuego;ylahermosacorrientehervía.Comoenunacalderapuesta sobreungran fuego, lagrasadeunpuercocebado sefunde,hierveyrebosaportodaspartes,mientraslaleñasecaardedebajo;asílahermosacorrientesequemabaconelfuegoyelaguahervía,y,nopudiendoir hacia adelante, paraba su curso oprimida por el vapor que con su arteprodujerael ingeniosoHefesto.Yel río,dirigiendomuchas súplicasaHera,estasaladaspalabrasledecía:

369—¡Hera!¿Porquétuhijomaltratamicorriente,atacándomeamísoloentrelosdioses?Nodebodeserparatitanculpablecomotodoslosdemásquefavorecenalostroyanos.Yodesistirédeayudarlos,sitúlomandas;peroqueéstecesetambién.Yjurarénolibraralostroyanosdeldíafatal,aunqueTroyaentera llegue a ser pasto de las voraces llamas por haberla incendiado losbelicososaqueos.

377CuandoHera, ladiosade losníveosbrazos,oyóestaspalabras,dijoenseguidaaHefesto,suhijoamado:

379—¡Hefestohijoilustre!Cesaya,puesnoconvieneque,acausadelosmortales,aundiosinmortalatormentemos.

381Asídijo.Hefestoapagólaabrasadorallama,ylasolasretrocedieronalahermosacorriente.

383Y tan pronto como el ánimo del Janto fue abatido, ellos cesaron de

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lucharporqueHera,aunqueirritada,loscontuvo;perounareñidayespantosapelea se suscitó entonces entre los demás dioses: divididos en dos bandos,vinieronalasmanosconfuerteestrépito;bramólavastatierra,yelgrancieloresonó como una trompeta. Oyólo Zeus, sentado en el Olimpo, y con elcorazónalegrereíaalverquelosdiosesibanaembestirse.Yyanoestuvieronseparados largo tiempo; pues el primero Ares, que horada los escudos,acometiendo a Atenea con la broncínea lanza, estas injuriosas palabras ledecía:

394—¿Porquénuevamente,ohmoscadeperro,promueves lacontiendaentre los dioses con insaciable audacia? ¿Qué poderoso afecto te mueve?¿Acaso no te acuerdas de cuando incitabas a Diomedes Tidida a que mehiriese,ycogiendotúmismalarelucientepicalaenderezastecontramíymedesgarraste el hermoso cutis? Puesme figuro que ahora pagarás cuantomehiciste.

400Apenasacabódehablar,diounboteenelescudofloqueado,horrendo,que ni el rayo de Zeus rompería, allí acertó a dar Ares, manchado dehomicidios, con la ingente lanza. Pero la diosa, volviéndose, aferró con surobusta mano una gran piedra negra y erizada de puntas que estaba en lallanura y había sido puesta por los antiguos como linde de un campo; e,hiriendoconellaalfuribundoAresenelcuello,dejólesinvigorlosmiembros.Vinoa tierraeldiosyocupósieteyeguadas,elpolvomanchósucabelleraylasarmasresonaron.RiósePalasAtenea;y,gloriándosedelavictoria,profirióestasaladaspalabras:

410—¡Necio!Aúnnohascomprendidoqueme jactodesermuchomásfuerte,puestoqueosasoponer tu furoralmío.Asípadecerás, cumpliéndoselas imprecaciones de tu airada madre que maquina males contra ti porqueabandonastealosaqueosyfavorecesalosorgullosostroyanos.

415 Cuando esto hubo dicho, volvió a otra parte los ojos refulgentes.Afrodita,hijadeZeus,asióporlamanoaAresyleacompañaba,mientraseldios daba muchos suspiros y apenas podía recobrar el aliento. Pero la vioHera, la diosa de los níveos brazos, y al punto dijo a Atenea estas aladaspalabras:

420—¡Ohdioses! ¡HijadeZeus,que lleva la égida! ¡Indómita!Aquellamosca de perro vuelve a sacar del dañoso combate, por entre el tumulto, aAres,funestoalosmortales.¡Andatrasella!

423 De tal modo habló. Alegrósele el alma a Atenea, que corrió haciaAfrodita, y alzando la robusta mano descargóle un golpe sobre el pecho.Desfallecieron las rodillas y el corazón de la diosa, y ella yAres quedarontendidosenlafértiltierra.YAtenea,vanagloriándose,pronuncióestasaladaspalabras:

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428—¡Ojalá fuesen tales cuantos auxilian a los troyanos en las batallascontra los argivos, armados de coraza; así, tan audaces y atrevidos comoAfrodita que vino a socorrer a Ares desafiando mi furor; y tiempo ha quehabríamospuestofinalaguerraconlatomadelabienconstruidaciudaddeIlio!

434 Así se expresó. Sonrióse Hera, la diosa de los níveos brazos. Y elsoberanoPoseidón,quesacudelatierra,dijoentoncesaApolo:

436 —¡Febo! ¿Por qué nosotros no luchamos también? No convieneabstenerse,unavezquelosdemáshandadoprincipioalapelea.VergonzosofueraquevolviésemosalOlimpo,a lamoradadeZeuserigidasobrebronce,sinhabercombatido.Empieza tú,puesereselmenorenedadynopareceríadecoroso que comenzara yo que nací primero y tengomás experiencia. ¡Ohnecio,ycuánirreflexivoestucorazón!YanoteacuerdasdelosmuchosmalesqueentornodeIliopadecimoslosdos,solosentrelosdioses,cuandoenviadosporZeustrabajamosunañoenteroparaelsoberbioLaomedonte;elcual,conla promesa de darnos el salario convenido, nos mandaba como señor. Yocerqué la ciudad de los troyanos con un muro ancho y hermosísimo, parahacerlainexpugnable;ytú,Febo,pastoreabaslosflexípedesbueyesdecurvasastas en los bosques y selvas del Ida, en valles abundoso.Mas cuando lasalegreshorastrajeroneltérminodelajuste,elsoberbioLaomedontesenegóapagarnos el salario y nos despidió con amenazas. A ti te amenazó convenderte,atadodepiesymanos,enlejanasislas;asegurabaademásqueconelbroncenoscortaríaaentramboslasorejas;ynosotrosnosfuimospesarososycon el ánimo irritado porque no nos dio la paga que había prometido. ¡Ytodavía se lo agradeces, favoreciendo a su pueblo, en vez de procurar connosotros que todos los troyanos perezcan de mala muerte con sus hijos ycastasesposas!

461ContestóelsoberanoApolo,quehieredelejos:

462 —¡Batidor de la tierra! No me tendrías por sensato si combatieracontigo por los míseros mortales que, semejantes a las hojas, ya se hallanflorecientes y vigorosos comiendo los frutos de la tierra, ya se quedanexánimesymueren.Peroabstengámonosenseguidadecombatirypeleenellosentresí.

468Asídiciendo,levolviólaespalda;puesporrespetonoqueríallegaralasmanosconsutíopaterno.Ysuhermana,lacampestreÁrtemis,quedelasfierasesseñora,loincrepóduramenteconinjuriosasvoces:

472—¿Huyes ya, tú que hieres de lejos, y das la victoria a Poseidón,concediéndoleinmerecidagloria?¡Necio!¿Porquéllevasesearcoinútil?Nooigayoquetejactesenelpalaciodemipadre,comohastaaquílohicisteantelosinmortalesdioses,delucharcuerpoacuerpoconPoseidón.

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478 Así dijo, y Apolo, que hiere de lejos, nada respondió. Pero lavenerable esposa deZeus, irritada, increpó con injuriosas voces a la que secomplaceentirarflechas:

481—¿Cómoes quepretendes, perra atrevida, oponerte amí?Difícil teseráresistirmifortaleza,aunquellevesarcoyZeustehayahecholeonaentrelasmujeresytepermitamatar,alaqueteplazca.Mejorescazarenelmontefieras agrestes o ciervos, que luchar denodadamente con quienes son máspoderosos. Y, si quieres probar el combate, empieza, para que sepas biencuántomásfuertesoyquetú;yaquecontramíquieresempleartusfuerzas.

489Dijo;asiólaconlamanoizquierdaporambasmuñecas,quitóledeloshombros,con laderecha,elarcoyelcarcaj,y riendosepusoagolpearconéstos las orejas deÁrtemis, que volvía la cabeza, ora a un lado, ora a otro,mientraslasvelocesflechasseesparcíanporelsuelo.Ártemishuyóllorando,comolapalomaqueperseguidaporelgavilánvuelaarefugiarseenelhuecodeexcavadaroca,porquenohabíadispuestoelhadoqueaquéllacogiese.Deigualmanerahuyóladiosa,vertiendolágrimasydejandoallíarcoyaljaba.YelmensajeroArgicidadijoaLeto:

498—¡Leto!Yonopelearé contigo, porque es arriesgado luchar con lasesposasdeZeus,queamontona lasnubes.Jáctatemuysatisfecha,delantedelosinmortalesdioses,dequemevencistecontupoderosafuerza.

502Asídijo.Letorecogióelcorvoarcoylassaetasquehabíancaídoacáyacullá,enmediodeuntorbellinodepolvo;ysefueenposdesuhija.LlegóéstaalOlimpo,alamoradadeZeuserigidasobrebronce;sentósellorandoenlasrodillasdesupadre,yeldivinovelotemblabaalrededordesucuerpo.ElpadreCronidacogiólaenelregazo;y,sonriendodulcemente,lepreguntó:

509 —¿Cuál de los celestes dioses, hija querida, de tal modo te hamaltratado,comosiensupresenciahubiesescometidoalgunafalta?

511RespondióleÁrtemis,queserecreaconelbulliciodelacazay llevahermosadiadema:

512—TuesposaHera, lade losníveosbrazos,mehamaltratado,padre;porellaladiscordiaylacontiendahansurgidoentrelosinmortales.

514Asíéstosconversaban.Entanto,FeboApoloentróenlasagradaIlio,temiendo por el muro de la bien edificada ciudad: no fuera que en aquellaocasión lo destruyesen los dánaos, contra lo ordenado por el destino. LosdemásdiosessempiternosvolvieronalOlimpo, irritadosunosyenvanecidosotros por el triunfo; y se sentaron junto a Zeus, el de las sombrías nubes.Aquiles, persiguiendo a los troyanos,mataba hombres y solípedos caballos.Delasuertequecuandounaciudadespresadelasllamasyllegaelhumoalanchurosocielo,porquelosdiosesseirritaroncontraella,todosloshabitantes

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trabajanymuchospadecengrandesmales,de igualmodoAquilescausabaalostroyanosfatigasydaños.

526ElancianoPríamoestabaenlasagradatorre;y,comovieraalingenteAquiles, y a los troyanos puestos en confusión, huyendo espantados y sinfuerzaspara resistirle, empezóagemirybajódeaquéllaparaexhortara losínclitosvaronesquecustodiabanlaspuertasdelamuralla:

531 Abrid las puertas y sujetadlas con la mano hasta que lleguen a laciudad los guerreros que huyen espantados.Aquiles es quien los estrecha yponeendesorden,ytemoquehandeocurrirdesgracias.Mas,tanprontocomoaquéllosrespiren,refugiadosdentrodelmuro,entornadlashojasfuertementeunidas;puesestoyconmiedodequeesehombrefunestoentreporelmuro.

537Asídijo.Abrieronlaspuertas,quitandoloscerrojos,yaestosedebiólasalvacióndelastropas.Apolosaltófueradelmuroparalibrardelaruinaalostroyanos.Éstos,acosadosporlasedyllenosdepolvo,huíanporelcampoen derechura a la ciudad y su alta muralla. Y Aquiles los perseguíaimpetuosamenteconlalanza,teniendoelcorazónposeídodeviolentarabiaydeseandoalcanzargloria.

544Entonces losaqueoshubieran tomadoaTroya, ladealtaspuertas, siFeboApolo no hubiese incitado al divinoAgenor, hijo ilustre y valiente deAnténor,aesperaraAquiles.Eldiosinfundióleaudaciaenelcorazón,y,paraapartardeélalascruelesParcas,sequedóasulado,recostadoenunaencinaycubierto de espesa niebla.CuandoAgenor vio llegar aAquiles, asolador deciudades, se detuvo, y en su agitado corazón vacilaba sobre el partido quedeberíatomar.Ygimiendo,asumagnánimoespírituledecía:

553—¡Aydemí!SihuyodelvalienteAquilespordondelosdemáscorrenespantadosyendesorden,mecogerátambiénymematarásinquemepuedadefender.SidejandoqueéstosseanderrotadosporelPelidaAquiles,mefueseporlallanuratroyana,lejosdelmuro,hastallegaralosbosquesdelIda,ymeescondiera en los matorrales, podría volver a Ilio por la tarde, después detomarunbañoenelríopararefrescarmeyquitarmeelsudor.Mas¿porquéentalescosasmehacepensarelcorazón?Noseaqueaquéladviertaquemealejodelaciudadporlallanura,ypersiguiéndomeconligeraplantamedéalcance;yyanopodréevitarlamuerteylasParcas,porqueAquileseselmásfuertedetodos los hombres. Y si delante de la ciudad le salgo al encuentro…Vulnerableessucuerpoporelagudobronce,hayenélunasolaalmaydicenloshombresqueelhéroeesmortal;peroZeusCronidaledagloria.

571Esto, pues, se decía; y, encogiéndose, aguardó aAquiles, porque sucorazónesforzadoestabaimpacienteporlucharycombatir.Comolapantera,cuandooyeelladridodelosperros,saledelapobladaselvayvaalencuentrodelcazador,sinquearrebatensuánimonielmiedonielespanto,ysiaquélse

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leadelantaylahieredesdecercaodesdelejos,nodejadeluchar,aunqueestéatravesada por la jabalina, hasta venir con él a lasmanos o sucumbir, de lamismasuerte,eldivinoAgenor,hijodelpreclaroAnténor,noqueríahuirantesde entrar en combate con Aquiles. Y, cubriéndose con el liso escudo, leapuntabalalanza,mientrasdecíaconfuertesvoces:

583—Grandesesperanzasconcibetuánimo,esclarecidoAquiles,detomareneldíadehoylaciudaddelosaltivostroyanos.¡Insensato!Buennúmerodemaleshabrándepadecersetodavíaporcausadeella.Estamosdentromuchosy fuertes varones que, peleando por nuestros padres, esposas e hijos,salvaremos a Ilio; y tú recibirás aquí mismo la muerte, a pesar de ser unterribleyaudazguerrero.

590Dijo.Con la robustamano arrojó el agudo dardo, y no erró el tiro;pues acertó a dar en la pierna del héroe, debajo de la rodilla. La greba deestañoreciénconstruidaresonóhorriblemente,yelbroncefuerechazadosinquelograrapenetrar,porqueloimpidiólaarmadura,regalodeldios.ElPelidaarremetió a su vez con Agenor, igual a una deidad; pero Apolo no le dejóalcanzargloria,pues, arrebatandoal troyano, lecubriódeespesanieblay lemandóalaciudadparaquesalieratranquilodelabatalla.

599LuegoelquehieredelejosapartódelejércitoalPelión,valiéndosedeun engaño. Tomó la figura de Agenor, y se puso delante del héroe, que selanzó a perseguirlo. Mientras Aquiles iba tras de Apolo, por un campopaniego,haciael ríoEscamandro,deprofundosvórtices,ycorríamuycercadeél,pueselodioleengañabaconestaastuciaafindequetuvierasiemprelaesperanza de darle alcance en la carrera, los demás troyanos, huyendo entropel,llegaronalegresalaciudad,quesellenóconlosqueallíserefugiaron.Nisiquieraseatrevieronaesperarselosunosalosotros,fueradelaciudadydelmuro,parasaberquiéneshabíanescapadoyquiéneshabíanmuertoenlabatalla,sinoqueafluyeronpresurososalaciudadcuantos,mercedasuspiesyasusrodillas,lograronsalvarse.

CantoXXII

MuertedeHéctor

Aquiles,despuésdedecirlequesevengaríadeélsipudiera,tornaalcampode batalla y delante de las puertas de la ciudad encuentra a Héctor, que leesperaba;huyeéste,aquéllepersigueydantresvueltasalaciudaddeTroya;Zeus coge la balanza de oro y ve que el destino condena aHéctor, el cual,engañado por Atenea se detiene y es vencido y muerto por Aquiles, noobstante saber éste que ha de sucumbir pocodespués quemuera el caudillotroyano.

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1Los troyanos, refugiados en la ciudad comocervatos, se recostaban enloshermososbaluartes,refrigerabanelsudorybebíanparaapagarlased;yentanto los aqueos se iban acercando a lamuralla, con los escudos levantadosencima de los hombros. La Parca funesta sólo detuvo aHéctor para que sequedarafueradeIlio,enlaspuertasEsceas.YFeboApolodijoalPelión:

8 —¿Por qué, oh hijo de Peleo, persigues en veloz carrera, siendo túmortal,aundiosinmortal?Aúnnoconocistequesoyunadeidad,ynocesatudeseo de alcanzarme.Ya no te cuidas de pelear con los troyanos, a quienespusisteen fuga;yéstoshanentradoen lapoblación,mientras teextraviabasviniendoaquí.Peronomematarás,porqueelhadonomecondenóamorir.

14MuyindignadolerespondióAquiles,eldelospiesligeros:

15—¡Oh tú,quehieresde lejos,elmás funestode todos losdioses!Meengañaste,trayéndomeacádesdelamuralla,cuandotodavíahubieranmordidomuchoslatierraantesdellegaraIlio.Mehasprivadodealcanzarunaglorianopequeña,yhassalvadoconfacilidadalostroyanos,porquenotemíasqueluego me vengara. Y ciertamente me vengaría de ti, si mis fuerzas lopermitieran.

21Dijoy,muyalentado,seencaminóapresuradamentealaciudad;comoel corcel vencedor en la carrera de carros trota veloz por el campo, tanligeramentemovíaAquilespiesyrodillas.

25ElancianoPríamofueelprimeroqueconsuspropiosojosleviovenirporlallanura,tanresplandecientecomoelastroqueenelotoñosedistingueporsusvivosrayosentremuchasestrellasdurantelanocheobscurayrecibeelnombrede«perrodeOrión»,elcualconserbrillantísimoconstituyeunaseñalfunesta porque trae excesivo calor a los míseros mortales; de igual maneracentelleabaelbroncesobreelpechodelhéroe,mientraséstecorría.Gimióelviejo,golpeóselacabezaconlasmanoslevantadasyprofiriógrandesvocesylamentos, dirigiendo súplicas a su hijo. Héctor continuaba inmóvil ante laspuertas y sentía vehemente deseo de combatir con Aquiles. Y el anciano,tendiéndolelosbrazos,ledecíaentonolastimero:

38—¡Héctor,hijoquerido!Noaguardes,soloylejosdelosamigos,aesehombre, para que nomueras presto amanos del Pelión, que esmuchomásvigoroso. ¡Cruel! Así fuera tan caro a los dioses, como a mí: pronto se locomerían,tendidoenelsuelo,losperrosylosbuitres,ymicorazónselibraríadelterriblepesar.Mehaprivadodemuchosyvalienteshijos,matandoaunosy vendiendo a otros en remotas islas. Y ahora que los troyanos se hanencerradoenlaciudad,noaciertoaveramisdoshijosLicaónyPolidoro,queparió Laótoe, ilustre entre las mujeres. Si están vivos en el ejército, losrescataremosconbronceyoro,quetodavíalohayenelpalacio;puesaLaótoe

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ladotóespléndidamentesuancianopadre,elínclitoAltes.Pero,sihanmuertoysehallanenlamoradadeHades,elmayordolorseráparasumadreyparamíquelosengendramos;porqueeldelpueblodurarámenos,sinomuerestú,vencidoporAquiles.Venadentrodelmuro,hijoquerido,paraquesalvesalostroyanos y a las troyanas; y no quieras procurar inmensa gloria al Pelida yperder túmismolaexistencia.Compadécete tambiéndemí,deeste infelizydesgraciadoque aúnconserva la razón;pues el padreCronidamequitará lavida en la senectud y con aciaga suerte, después de presenciar muchasdesventuras:muertosmishijos,esclavizadasmishijas,destruidoslostálamos,arrojadoslosniñosporelsueloenelterriblecombateylasnuerasarrastradasporlasfunestasmanosdelosaqueos.Ycuando,porfin,alguienmedejesinvidalosmiembros,hiriéndomeconelagudobronceoconarmaarrojadiza,losvoraces perros que con comida de mi mesa crie en el palacio para que loguardasendespedazaránmicuerpoenlapuertaexterior,beberánmisangre,y,saciadoelapetito,setenderánenelpórtico.Yacerenelsuelo,habiendosidoatravesadoenlalidporelagudobronce,esdecorosoparaunjoven,ycuantode él pueda verse todo es bello, a pesar de la muerte; pero que los perrosdestrocenlacabezaylabarbaencanecidasylaspartesverendasdeunancianomuertoenlaguerraeslomástristedecuantolespuedeocurriralosmíserosmortales.

77Así seexpresóelanciano,ycon lasmanossearrancabade lacabezamuchascanas,peronologrópersuadiraHéctor.Lamadredeéste,queenotrositioselamentaballorosa,desnudóelseno,mostróleelpecho,y,derramandolágrimas,dijoestasaladaspalabras:

82—¡Héctor! ¡Hijomío!Respeta este senoy apiádatedemí.Si enotrotiempo te daba el pecho para acallar tu lloro, acuérdate de tu niñez, hijoamado;ypenetrandoenlamuralla,rechazadesdelamismaaeseenemigoyno salgas a su encuentro. ¡Cruel! Si temata, no podré llorarte en tu lecho,queridopimpolloaquienparí,ytampocopodráhacerloturicaesposa,porquelos veloces perros te devorarán muy lejos de nosotras, junto a las navesargivas.

90 De esta manera Príamo y Hécuba hablaban a su hijo, llorando ydirigiéndolemuchassúplicas,sinquelograsenpersuadirle,puesHéctorseguíaaguardando a Aquiles, que ya se acercaba. Como silvestre dragón que,habiendocomidohierbasvenenosas,esperaantesuguaridaaunhombreyconferozcóleraechaterriblesmiradasyseenroscaenlaentradadelacueva,asíHéctor,coninextinguiblevalor,permanecíaquieto,desdequearrimóeltersoescudoalatorreprominente.Ygimiendo,asumagnánimoespírituledecía:

99 —¡Ay de mí! Si traspongo las puertas y el muro, el primero endirigirme baldones será Polidamante, el cual me aconsejaba que trajera elejércitoalaciudadlanochefunestaenqueeldivinalAquilesdecidióvolvera

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lapelea.Peroyonomedejépersuadir—muchomejorhubierasidoaceptarsuconsejo—,y ahoraquehe causado la ruinadel ejército conmi imprudenciatemo a los troyanos y a las troyanas, de rozagantes peplos, y que alguienmenos valiente que yo exclame: «Héctor, fiado en su pujanza, perdió lastropas». Así hablarán; y preferible fuera volver a la población después demataraAquiles,omorirgloriosamentedelantedeella.¿Ysiahora,dejandoenelsueloelabollonadoescudoyelfuertecascoyapoyandolapicacontraelmuro, saliera al encuentrodel irreprensibleAquiles, le dijeraquepermitía alosAtridas llevarseaHelenay las riquezasqueAlejandro trajoa Ilioen lascóncavasnaves,queestofueloqueoriginólaguerra,yleofrecierarepartiralosaqueoslamitaddeloquelaciudadcontiene;ymástardetomarajuramentoalostroyanosdeque,sinocultarnada,formaríandoslotesconcuantosbienesexistendentrodeestahermosaciudad?…Mas¿porquéentalescosasmehacepensar el corazón? No, no iré a suplicarle; que, sin tenerme compasión nirespeto, memataría inerme, como a unamujer, tan pronto como dejara lasarmas.Imposibleesmantenerconél,desdeunaencinaodesdeunaroca,uncoloquio,comounmanceboyunadoncella;comounmanceboyunadoncellasuelen mantener. Mejor será empezar el combate cuanto antes, para queveamosprontoaquiénelOlímpicoconcedelavictoria.

131Talespensamientosrevolvíaensumente,sinmoversedeaquelsitio,cuando se le acercóAquiles, igual a Enialio, el impetuoso luchador, con elterriblefresnodelPeliónsobreelhombroderechoyelcuerpoprotegidoporelbroncequebrillabacomoelresplandordelencendidofuegoodelsolnaciente.Héctor,alverlo,sepusoatemblaryyanopudopermanecerallí;sinoquedejólaspuertasyhuyóespantado.YelPelida,confiandoensuspiesligeros,corrióenseguimientodelmismo.Comoenelmonteelgavilán,queesel avemásligera,selanzaconfácilvuelotraslatímidapaloma,éstahuyecontortuososgiros y aquél la sigue de cerca, dando agudos graznidos y acometiéndolarepetidas veces, porque su ánimo le incita a cogerla, así Aquiles volabaenardecidoyHéctormovíalasligerasrodillashuyendoazoradoentornodelamuralladeTroya.Corríansiempreporlacarretera,fueradelmuro,dejandoasusespaldaslaatalayayellugarventosodondeestabaelcabrahígo;yllegarona los dos cristalinos manantiales, que son las fuentes del Escamandrovoraginoso. El primero tiene el agua caliente y lo cubre el humo como sihubieraallíunfuegoabrasador;elaguaquedelsegundobrotaesenelveranocomoelgranizo,lafríanieveoelhielo.Cercadeamboshayunoslavaderosde piedra, grandes y hermosos, donde las esposas y las bellas hijas de lostroyanos solían lavar sus magníficos vestidos en tiempo de paz, antes quellegaranlosaqueos.Porallípasaron,elunohuyendoyelotropersiguiéndolo:delante, un valiente huía, pero otro más fuerte le perseguía con ligereza;porque lacontiendanoeraporunavíctimaounapieldebuey,premiosquesuelen darse a los vencedores en la carrera, sino por la vida de Héctor,

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domador de caballos. Como los solípedos corceles que toman parte en losjuegosenhonordeundifuntocorrenvelozmenteentornodelametadondeseha colocado como premio importante un trípode o unamujer, de semejantemodoaquéllosdierontresveceslavueltaalaciudaddePríamo,corriendoconligera planta. Todas las deidades los contemplaban. Y Zeus, padre de loshombresydelosdioses,comenzóadecir:

168—¡Ohdioses!Conmisojosveoauncarovarónperseguidoentornodelmuro.MicorazónsecompadecedeHéctor,quetantosmuslosdebueyhaquemadoenmiobsequioenlascumbresdelIda,envallesabundoso,yenlaciudadeladeTroya;yahoraeldivinoAquileslepersigueconsusligerospiesenderredorde laciudaddePríamo.Ea,deliberad,ohdioses,ydecididsi losalvaremosdelamuerteodejaremosque,apesardeseresforzado,sucumbaamanosdelPelidaAquiles.

177RespondióleAtenea,ladiosadeojosdelechuza:

178—¡Ohpadre,quelanzaselardienterayoyamontonaslasnubes!¿Quédijiste?¿Denuevoquiereslibrardelamuertehorrísonaaesehombremortal,aquientiempohaqueelhadocondenóamorir?Hazlo,peronotodoslosdiosesteloaprobaremos.

182ContestóZeus,queamontonalasnubes:

183Tranquilízate,Tritogenia,hijaquerida.Nohabloconánimobenigno,pero contigo quiero ser complaciente. Obra conforme a tus deseos y nodesistas.

186Contalesvocesinstigóleahacerloqueellamismadeseaba,yAteneabajóenraudovuelodelascumbresdelOlimpo.

188 Entre canto; el veloz Aquiles perseguía y estrechaba sin cesar aHéctor.Comoelperrovaenelmonteporvallesycuestastraselcervatilloquelevantódelacama,y,siésteseesconde,azorado,debajodelosarbustos,correaquél rastreandohastaquenuevamente lodescubre;de lamismamanera, elPelión,depiesligeros,noperdíadevistaaHéctor.Cuantasveceseltroyanointentaba encaminarse a las puertas Dardanias, al pie de las tomes bienconstruidas, por si desde arriba le socorrían disparando flechas; otras tantasAquiles, adelantándosele, lo apartaba hacia la llanura, y aquél volaba sindescanso cerca de la ciudad. Como en sueños ni el que persigue puedealcanzaralperseguido,niéstehuirdeaquél;deigualmanera,niAquilesconsuspiespodíadaralcanceaHéctor,niHéctorescapardeAquiles.¿YcómoHéctor se hubiera librado entonces de lasParcas de lamuerte que le estabadestinada,siApolo,acercándoseleporlapostrerayúltimavez,nolehubiesedadofuerzasyagilizadosusrodillas?

205 El divino Aquiles hacía con la cabeza señales negativas a los

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guerreros,nopermitiéndolesdispararamargasflechascontraHéctor:nofueraquealguienalcanzaralagloriadeheriralcaudilloyélllegaseelsegundo.Mascuandoen lacuartavuelta llegarona losmanantiales,elpadreZeus tomólabalanzadeoro,pusoenlamismadossuertesdelamuertequetiendealolargo—ladeAquilesyladeHéctor,domadordecaballos—,cogióporelmediolabalanza, la desplegó, y tuvomás peso el día fatal deHéctor, que descendióhastaelHades.AlinstanteFeboApolodesamparóaltroyano.Atenea,ladiosadeojosdelechuza,seacercóalPelión,yledijoestasaladaspalabras:

216 —Espero, oh esclarecido Aquiles, caro a Zeus, que nosotros dosprocuraremos a los aqueos inmensa gloria, pues al volver a las naveshabremosmuertoaHéctor,aunqueseainfatigableenlabatalla.Yanosenospuede escapar, por más cosas que haga Apolo, el que hiere de lejos,postrándosealospiesdelpadreZeus,quellevalaégida.Párateyrespira;eiréapersuadiraHéctorparaqueluchecontigofrenteafrente.

224 Así habló Atenea. Aquiles obedeció, con el corazón alegre, y sedetuvo enseguida, apoyándose en el arrimo de la pica de asta de fresno ybroncínea punta. La diosa dejóle y fue a encontrar al divino Héctor. YtomandolafiguraylavozinfatigabledeDeífobo,llegósealhéroeypronuncióestasaladaspalabras:

229 —¡Mi buen hermano! Mucho te estrecha el veloz Aquiles,persiguiéndote con ligero pie alrededor de la ciudad de Príamo. Ea,detengámonosyrechacemossuataque.

232RespondióleelgranHéctor,detremolantecasco:

233—¡Deífobo! Siempre has sido para mí el hermano predilecto entrecuantossomoshijosdeHécubaydePríamo,perodesdeahorahagocuentadetenerteenmayoraprecio,porquealvermecontusojososastesalirdelmuroylosdemáshanpermanecidodentro.

238ContestóAtenea,ladiosadeojosdelechuza:

239 —¡Mi buen hermano! El padre, la venerable madre y los amigosabrazábanmelasrodillasymesuplicabanquemequedaraconellos—¡detalmodo tiemblan todos! —, pero mi ánimo se sentía atormentado por gravepesar.Ahorapeleemosconbríoysindarreposoalapica,paraqueveamossiAquiles nos mata y se lleva nuestros sangrientos despojos a las cóncavasnaves,osucumbevencidoportulanza.

246 Así diciendo, Atenea, para engañarlo, empezó a caminar. Cuandoambosguerrerossehallaronfrenteafrente,dijoelprimeroelgranHéctor,eldetremolantecasco:

250—Nohuirémásdeti,ohhijodePeleo,comohastaahora.Tresveces

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di la vuelta, huyendo, en torno de la gran ciudad de Príamo, sin atrevermenuncaaesperartuacometida.Masyamiánimomeimpeleaafrontarte,oratemate,oramematestú.Ea,pongamosalosdiosesportestigos,queseránlosmejoresylosquemáscuidarándequesecumplannuestrospactos:Yonoteinsultarécruelmente,siZeusmeconcede lavictoriay logroquitarte lavida;puestanluegocomotehayadespojadodelasmagníficasarmas,ohAquiles,entregaréelcadáveralosaqueos.Pórtatetúconmigodelamismamanera.

260Mirándolecontorvafaz,respondióAquiles,eldelospiesligeros:

261—¡Héctor, a quien no puedo olvidar! No me hables de convenios.Comonoesposiblequehayafielesalianzasentrelosleonesyloshombres,niqueesténdeacuerdoloslobosyloscorderos,sinoquepiensancontinuamenteencausarsedañounosaotros,tampocopuedehaberentrenosotrosniamistadnipactos,hastaquecaigaunodelosdosysaciedesangreaAres,infatigablecombatiente.Revístetedetodaclasedevalor,porqueahorateesmuyprecisoobrar como belicoso y esforzado campeón. Ya no te puedes escapar. PalasAtenea teharásucumbirpronto,heridopormi lanza,ypagarás todos juntoslosdoloresdemisamigos,aquienesmatastecuandomanejabasfuriosamentelapica.

273 En diciendo esto, blandió y arrojó la fornida lanza. El esclarecidoHéctor, al verla venir, se inclinó para evitar el golpe: clavóse la broncínealanza en el suelo, y Palas Atenea la arrancó y devolvió a Aquiles, sin queHéctor,pastordehombres,loadvirtiese.YHéctordijoaleximioPelión:

279—¡Errasteelgolpe,ohAquiles,semejantealosdioses!Nadatehabíarevelado Zeus acerca de mi destino, como afirmabas; has sido un hábilforjadordeengañosaspalabras,paraque,temiéndote,meolvidarademivalory de mi fuerza. Pero no me clavarás la pica en la espalda, huyendo de ti:atraviésameelpechocuandoanimosoyfrenteafrenteteacometa,siundioste lo permite.Y ahora guárdate demi broncínea lanza. ¡Ojalá que toda ellapenetrara en tu cuerpo! La guerra seríamás liviana para los troyanos, si túmurieses;porqueeressumayorazote.

289Asíhabló;y,blandiendola ingente lanza,despidiólasinerrarel tiro,puesdiounboteenmediodelescudodelPelida.Perolalanzafuerechazadapor la rodela, y Héctor se irritó al ver que aquélla había sido arrojadainútilmenteporsubrazo;paróse,bajandolacabeza,puesno teníaotra lanzadefresno;yconreciavozllamóaDeífobo,elde lucienteescudo,y lepidióunalargapica.Deífoboyanoestabaasulado.EntoncesHéctorcomprendiólotodo,yexclamó:

297 —¡Oh! Ya los dioses me llaman a la muerte. Creía que el héroeDeífobosehallabaconmigo,peroestádentrodelmuro,yfueAteneaquienmeengañó.Cercanatengolaperniciosamuerte,quenitardará,nipuedoevitarla.

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Así leshabráplacidoquesea,desdehace tiempo,aZeusyasuhijo,elquehiere de lejos; los cuales, benévolos para conmigo, me salvaban de lospeligros.YalaParcamehacogido.Peronoquisieramorircobardementeysingloria, sino realizando algo grande que llegara a conocimiento de losvenideros.

306Estodicho,desenvainólaagudaespada,grandeyfuerte,quellevabaenelcostado.Yencogiéndose,searrojócomoeláguiladealtovueloselanzaalallanura,atravesandolaspardasnubes,paraarrebatarlatiernacorderillaola tímida liebre; de igual manera arremetió Héctor, blandiendo la agudaespada.Aquilesembistióle,asuvez,conelcorazónrebosantedeferozcólera:defendíasupechoconelmagníficoescudolabrado,ymovíaellucientecascodecuatroabolladuras,haciendoondear lasbellasyabundantescrinesdeoroqueHefestohabíacolocadoenlacimera.ComoelVéspero,queeselluceromáshermosodecuantoshayenelcielo,sepresentarodeadodeestrellasenlaobscuridaddelanoche,detalmodobrillabalapicadelargapuntaqueensudiestrablandíaAquiles,mientraspensabaencausardañoaldivinoHéctorymiraba cuálpartedel hermosocuerpodelhéroeofreceríamenos resistencia.Éste lo tenía protegido por la excelente armadura de bronce que quitó aPatroclodespuésdematarlo, y sóloquedabadescubierto el lugar enque lasclavículas separan el cuello de los hombros, la garganta que es el sitio pordondemáspronto sale el alma:por allí eldivinoAquiles envasóle lapicaaHéctor,queya loatacaba,y lapunta, atravesandoeldelicadocuello, asomóporlanuca.Peronolecortóelgargueroconlapicadefresnoqueelbroncehacíaponderosa,paraquepudierahablaralgoyresponderle.Héctorcayóenelpolvo,yeldivinoAquilessejactódeltriunfo,diciendo:

331 —¡Héctor! Cuando despojabas el cadáver de Patroclo, sin duda tecreíste salvado y no me temiste a mí porque me hallaba ausente. ¡Necio!Quedabayocomovengador,muchomásfuertequeél,enlascóncavasnaves,y te he quebrado las rodillas. A ti los perros y las aves te despedazaránignominiosamente,yaPatroclolosaqueosleharánhonrasfúnebres.

336ConlánguidavozrespondióleHéctor,eldetremolantecasco:

337 —Te lo ruego por tu alma, por tus rodillas y por tus padres: ¡Nopermitas que los perrosmedespedacen y devoren junto a las naves aqueas!Aceptaelbronceyeloroqueenabundanciatedaránmipadreymivenerandamadre, y entrega a losmíos el cadáver para que lo lleven ami casa, y lostroyanosysusesposasloentreguenalfuego.

344Mirándolecontorvafaz,lecontestóAquiles,eldelospiesligeros:

345—Nomesupliques,¡perro!,pormisrodillasnipormispadres.Ojaláel furor y el corajeme incitaran a cortar tus carnes y a comérmelas crudas.¡Talesagraviosmehasinferido!Nadiepodráapartardetucabezaalosperros,

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aunquemetraigandiezoveinteveceseldebidorescateymeprometanmás,aunque Príamo Dardánida ordene redimirte a peso de oro; ni, aun así, lavenerandamadrequetedioaluztepondráenunlechoparallorarte,sinoquelosperrosylasavesderapiñadestrozarántucuerpo.

355Contestó,yamoribundo,Héctor,eldetremolantecasco:

356—Bienloconozco,ynoeraposiblequetepersuadiese,porquetienesenelpechouncorazóndehierro.Guárdatedequeatraigasobretilacóleradelosdioses,eldíaenqueParisyFeboApolotedaránlamuerte,noobstantetuvalor,enlaspuertasEsceas.

361Apenas acabó de hablar, lamuerte le cubrió con sumanto: el almavolódelosmiembrosydescendióalHades,llorandosusuerte,porquedejabaun cuerpo vigoroso y joven. Y el divinoAquiles le dijo, aunquemuerto loviera:

365—¡Muere! Y yo recibiré la Parca cuando Zeus y los demás diosesinmortalesdisponganquesecumplamidestino.

367Dijo; arrancódel cadáver la broncínea lanza y, dejándola a un lado,quitóle de los hombros las ensangrentadas armas. Acudieron presurosos losdemásaqueos,admirarontodoselcontinenteylaarrogantefiguradeHéctoryningunodejódeherirlo.Yhuboquien,contemplándole,hablóasíasuvecino:

373—¡Ohdioses!Héctor es ahoramuchomás blando en dejarse palparquecuandoincendiólasnavesconelardientefuego.

375 Así algunos hablaban, y acercándose lo herían. El divino Aquiles,ligerodepies,tanprontocomohubodespojadoelcadáver,sepusoenmediodelosaqueosypronuncióestasaladaspalabras:

378—¡Ohamigos,capitanesypríncipesdelosargivos!Yaquelosdiosesnosconcedieronvenceraeseguerreroquecausómuchomásdañoquetodoslosotrosjuntos,ea,sindejarlasarmascerquemoslaciudadparaconocercuáles el propósito de los troyanos: si abandonarán la ciudadela por habersucumbidoHéctor,oseatreveránaquedarsetodavíaapesardequeésteyanoexiste.Mas¿porquéentalescosasmehacepensarelcorazón?EnlasnavesyacePatroclomuerto, insepulto y no llorado; y no lo olvidaré,mientrasmehalleentrelosvivosymisrodillassemuevan;ysienelHadesseolvidaalosmuertos, aun allí me acordaré del compañero amado. Ahora, ea, volvamoscantando el peán a las cóncavas naves, y llevémonos este cadáver. Hemosganado una gran victoria: matamos al divino Héctor, a quien dentro de laciudadlostroyanosdirigíanvotoscualsifueseundios.

395Dijo;y,para tratar ignominiosamentealdivinoHéctor, lehoradó lostendones de detrás de ambos pies desde el tobillo hasta el talón; introdujo

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correas de piel de buey, y lo ató al carro, de modo que la cabeza fuesearrastrando; luego, recogiendo la magnífica armadura, subió y picó a loscaballos para que arrancaran, y éstos volaron gozosos. Gran polvaredalevantabaelcadávermientraseraarrastrado;lanegracabelleraseesparcíaporel suelo, y la cabeza, antes tangraciosa, sehundía toda en el polvo;porqueZeuslaentregóentoncesalosenemigos,paraqueallí,ensumismapatria,laultrajaran.

405 Así toda la cabeza de Héctor se manchaba de polvo. La madre, alverlo,searrancabaloscabellos;y,arrojandodesíelblancovelo,prorrumpióentristísimossollozos.Elpadresuspirabalastimeramente,yalrededordeélypor la ciudad el pueblo gemía y se lamentaba.No parecía sino que toda laexcelsa Ilio fuese desde su cumbre devorada por el fuego. Los guerrerosapenaspodíanconteneralanciano,que,excitadoporelpesar,queríasalirporlas puertas Dardanias; y, revolcándose en el estiércol, les suplicaba a todosllamandoacadavarónporsusrespectivosnombres:

416—Dejadme, amigos, por más intranquilos que estéis; permitid que,saliendo solo de la ciudad, vaya a las naves aqueas y ruegue a ese hombreperniciosoyviolento:acasorespetemiedadyseapiadedemivejez.Tieneunpadrecomoyo,Peleo,elcualleengendróycrioparaquefueseunaplagadelos troyanos;peroesamíaquienhacausadomáspesares. ¡Acuántoshijosmíosmató,quesehallabanenlaflordelajuventud!Peronomelamentotantoporellos,aunquesusuertemehayaafligido,comoporunocuyapérdidamecausaelvivodolorquemeprecipitaráenelHades:porHéctor,quehubieradebidomorirenmisbrazos,yentoncesnoshubiésemossaciadodellorarleyplañirlelainfortunadamadrequeledioaluzyyomismo.

429Asíhabló llorando,y losciudadanossuspiraron.YHécubacomenzóentrelastroyanaselfunerallamento:

431 —¡Oh hijo! ¡Ay de mí, desgraciada! ¿Por qué, después de haberpadecido terribles penas, seguiré viviendo ahora que has muerto tú? Día ynocheerasenlaciudadmotivodeorgulloparamíyelbaluartedetodos,delos troyanos y de las troyanas, que te saludaban como a un dios. Vivo,constituías una excelsa gloria para ellos; pero ya la muerte y la Parca tealcanzaron.

437Asídijollorando.LaesposadeHéctornadasabía,puesningúnverazmensajerolellevólanoticiadequesumaridosequedarafueradelaspuertas;y en lo más hondo del alto palacio tejía una tela doble y purpúrea, queadornaba con labores de variado color. Había mandado en su casa a lasesclavas de hermosas trenzas que pusieran al fuego un trípode grande, paraque Héctor se bañase en agua caliente al volver de la batalla. ¡Insensata!IgnorabaqueAtenea,ladeojosdelechuza,lehabíahechosucumbirmuylejos

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delbañoamanosdeAquiles.Perooyógemidosylamentacionesqueveníandelatorre,estremeciéronsesusmiembros,ylalanzaderalecayóalsuelo.Yalinstantedijoalasesclavasdehermosastrenzas:

450 —Venid, seguidme dos; voy a ver qué ocurre. Oí la voz de mivenerablesuegra;elcorazónmesaltaenelpechohacialabocaymisrodillasseentumecen:algúninfortunioamenazaaloshijosdePríamo.¡Ojaláquetalnoticianuncallegueamisoídos!PeromuchotemoqueeldivinoAquileshayaseparadodelaciudadamiHéctoraudaz,lepersigaaélsoloporlallanurayacabe con el funesto valor que siempre tuvo; porque jamás en la batalla sequedóentrelaturbadeloscombatientes,sinoqueseadelantabamuchoyenbravuraanadiecedía.

460 Dicho esto, salió apresuradamente del palacio como una loca,palpitándoleelcorazón,ydosesclavaslaacompañaron.Mas,cuandollegóalatorreyalamultituddegentequeallíseencontraba,sedetuvo,ydesdeelmuro registró el campo; enseguida vio a Héctor arrastrado delante de laciudad, pues los veloces caballos lo arrastraban despiadadamente hacia lascóncavasnavesdelosaqueos;lastinieblasdelanochevelaronsusojos,cayóde espaldas y se le desmayó el alma. Arrancóse de su cabeza los vistososlazos,ladiadema,laredecilla,latrenzadacintayelveloquelaáureaAfroditale había dado el día en que Héctor se la llevó del palacio de Eetión,constituyéndoleunagrandote.A su alrededor hallábansemuchas cuñadasyconcuñadas suyas, las cuales la sostenían aturdida como si fuera a perecer.Cuandovolvióensíyrecobróelaliento, lamentándosecondesconsuelodijoentrelastroyanas:

477—¡Héctor!¡Aydemí,infeliz!Ambosnacimosconlamismasuerte,túenTroya,enelpalaciodePríamo;yoenTeba,alpiedelselvosoPlaco,enelalcázar deEetión, el cualme crio cuando niña para que fuese desventuradacomoél.¡Ojalánomehubieraengendrado!AhoratúdesciendesalamansióndeHades,enelsenodelatierra,ymedejasenelpalacioviudaysumidaentristeduelo.Yelhijo,aúninfante,queengendramostúyyo, infortunados…Nitúserássuamparo,ohHéctor,pueshasfallecido;niélel tuyo.Siescapaconvidadelaluctuosaguerradelosaqueos,tendrásiemprefatigasypesares;ylosdemásseapoderarándesuscampos,cambiandodesitiolosmojones.Elmismo día en que un niño queda huérfano, pierde todos los amigos; y enadelantevacabizbajoyconlasmejillasbañadasenlágrimas.Obligadoporlanecesidad,dirígesealosamigosdesupadre,tirándolesyadelmanto,yadelatúnica;yalguno,compadecido,lealargaunvasopequeñoconelcualmojarálos labios, pero no llegará a humedecer la garganta. El niño que tiene lospadresvivosleechadelfestín,dándolepuñadaseincrepándoleconinjuriosasvoces: «¡Vete, enhoramala!, le dice, que tu padre no come a escote connosotros».Yvolveráasumadreviuda,llorando,elhuérfanoAstianacte,que

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enotrotiempo,sentadoenlasrodillasdesupadre,sólocomíamédulaygrasapingüe de ovejas, y, cuando se cansaba de jugar y se entregaba al sueño,dormíaenblandacama,enbrazosdelanodriza,conelcorazónllenodegozo;mas ahoraquehamuerto supadre,mucho tendráquepadecerAstianacte, aquien los troyanos llamaban así porque sólo tú, oh Héctor, defendías laspuertasy losaltosmuros.Ya ti, cuando losperros sehayan saciadocon tucarne, losmovedizosgusanos tecomerándesnudo, juntoa lascorvasnaves,lejosdetuspadres;habiendoenelpalaciovestidurasfinasyhermosas,quelasesclavas hicieron con susmanos.Arrojaré todas estas vestiduras al ardientefuego;yyaquenoteaprovechen,puesnoyacerásenellas,constituiránparatiunmotivodegloriaalosojosdelostroyanosydelastroyanas.

515Asídijollorando,ylasmujeresgimieron.

CantoXXIII

JuegosenhonordePatroclo

LuegoAquiles celebra unos espléndidos funerales en honor de Patroclo,mientras ata el cadáver de Hédor por los pies a su carro y se lo llevaarrastrándolo por el polvo; y desde entonces todos los días, al aparecer laaurora, lo vuelve a arrastrar hasta dar tres vueltas alrededor del túmulo dePatroclo.

1Asígemíanlostroyanosenlaciudad.Losaqueos,unavezllegadosalasnaves y al Helesponto, se fueron a sus respectivos bajeles. Pero a losmirmidonesnolespermitióAquilesquesedispersaran;y,puestoenmediodelosbelicososcompañeros,lesdijo:

6 —¡Mirmidones, de rápidos corceles, mis compañeros amados! Nodesatemos del yugo los solípedos corceles; acerquémonos con ellos y loscarrosaPatroclo,yllorémoslo,queésteeselhonorquealosmuertosselesdebe. Y cuando nos hayamos saciado de triste llanto, desunciremos loscaballosyaquímismocenaremostodos.

12Así habló.Ellos seguían aAquiles en compacto grupo y gemían confrecuencia. Y sollozando dieron tres vueltas alrededor del cadáver con loscaballosdehermosopelo:Tetissehallabaentrelosguerrerosylesexcitabaeldeseodellorar.Regadasdelágrimasquedaronlasarenas,regadasdelágrimasseveían lasarmadurasde loshombres. ¡Taleraelhéroe,causadefugaparalosenemigos,dequienentoncespadecíansoledad!YelPelidacomenzóentreelloselfunerallamentocolocandosusmanoshomicidassobreelpechodesuamigo:

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19—¡Alégrate,ohPatroclo,aunqueestésenelHades!Yavoyacumplirtecuantoteprometiera:hetraídoarrastrandoelcadáverdeHéctor,queentregaréalosperrosparaquelodespedacencruelmente;ydegollaréantetupiraadocehijosdetroyanosilustres,porlacóleraquemecausótumuerte.

24Dijo;y,para tratar ignominiosamentealdivinoHéctor, lo tendióbocaabajoenelpolvo,cabeal lechodelMenecíada.Quitáronse todos la lucientearmadura de bronce, desuncieron los corceles de sonoros relinchos, ysentáronseengrannúmerocercadelanavedelEácida,eldelospiesligeros,quelesdiounbanquetefuneralespléndido.Muchosbueyesblancos,ovejasybalantescabraspalpitabanalserdegolladosconelhierro;grancopiadegrasospuercos,dealbosdientes,seasaban,extendidossobrelallamadeHefesto;yentomodelcadáverlasangrecorríaenabundanciaportodaspartes.

33LosreyesaqueosllevaronalPelida,eldelospiesligeros,queteníaelcorazón afligido por la muerte del compañero, a la tienda de AgamenónAtrida,despuésdepersuadirloconmuchotrabajo;yaenella,mandaronalosheraldos,devozsonora,quepusieronalfuegoungrantrípodeporsilograbanque aquél se lavase las manchas de sangre y polvo. Pero Aquiles se negóobstinadamente,ahizo,además,unjuramento:

43—¡No,porZeus,queeselsupremoymáspoderosodelosdioses!NoesjustoqueelbañomojemicabezahastaquepongaaPatrocloenlapira,leerijauntúmuloymecortelacabellera;porqueunpesartangrandenovolverálamas a sentirlo mi corazón mientras me cuente entre los vivos. Ahoracelebremoseltristebanquete;y,cuandosedescubralaaurora,manda,ohreydehombres,Agamenón,que traigan leñay lacoloquencomoconvieneaunmuerto que baja a la región sombría, para que pronto el fuego infatigableconsuma y haga desaparecer de nuestra vista el cadáver de Patroclo, y losguerrerosvuelvanasusocupaciones.

34Asídijo;yellosleescucharonyobedecieron.Dispuestaconprontitudla cena, comieron todos, y nadie careció de su respectiva porción. Mas,despuésquehubieronsatisfechodecomidaydebebidaalapetito,sefueronadormir a sus tiendas. Quedóse el Pelida con muchos mirmidones, dandoprofundossuspiros,aorillasdelestruendosomar,enunlugarlimpiodondelasolas bañaban la playa; pero no tardó en vencerlo el sueño, que disipa loscuidadosdel ánimo,esparciéndose suaveen torno suyo;pueselhéroehabíafatigadomuchosusfornidosmiembrospersiguiendoaHéctoralrededordelaventosa Ilio. Entonces vino a encontrarle el alma del mísero Patroclo,semejante en un todo a éste cuando vivía, tanto por su estatura y hermososojos, comopor las vestiduras que llevaba; y, poniéndose sobre la cabeza deAquiles,ledijoestaspalabras:

69 —¿Duermes, Aquiles, y me tienes olvidado? Te cuidabas de mí

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mientrasvivía,yahoraquehemuertomeabandonas.Entiérramecuantoantes,paraquepuedapasarlaspuertasdelHades;pueslasalmas,quesonimágenesdelosdifuntos,merechazanynomepermitenqueatravieseelríoymejuntecon ellas; y de este modo voy errante por los alrededores del palacio, deanchas puertas, de Hades. Dame la mano, te lo pido llorando; pues ya novolveré del Hades cuando hayáis entregado mi cadáver al fuego. Ni ya,gozando de vida, conversaremos separadamente de los amigos; pues medevorólaodiosamuertequeelhado,cuandonací,medeparara.Ytudestinoestambién,ohAquilessemejantealosdioses,moriralpiedelosmurosdelosnoblestroyanos.Otracosatediréyencargaré,porsiquierescomplacerme.Nodejesmandado,ohAquiles,quepongantushuesosseparadosdelosmíos:yaque juntos nos hemos criado en tu palacio, desde queMeneciome llevó deOpunteavuestracasaporundeplorablehomicidio—cuandoencolerizándomeeneljuegodelatabamatéinvoluntariamentealhijodeAnfidamante—,yelcaballeroPeleomeacogióensumorada,mecrioconregaloymenombrótuescudero; así también, una misma urna, la ánfora de oro que te dio tuvenerandamadre,guardenuestroshuesos.

93RespondióleAquiles,eldelospiesligeros:

94 —¿Por qué, cabeza querida, vienes a encargarme estas cosas? Teobedeceréylocumplirétodocomolomandas.Peroacércateyabracémonos,aunqueseaporbrevesinstantes,parasaciarnosdetristellanto.

99Endiciendoesto,letendiólosbrazos,peronoconsiguióasirlo:disipóseelalmacualsi fuesehumoypenetróen la tierradandochillidos.Aquilesselevantóatónito,diounapalmadayexclamóconvozlúgubre:

103—¡Ohdioses!CiertoesqueenlamoradadeHadesquedanelalmaylaimagendelosquemueren,perolafuerzavitaldesapareceporentero.Todala noche ha estado cerca de mí el alma del mísero Patroclo, derramandolágrimas y despidiendo suspiros, para encargarme lo que debo hacer; y eramuysemejanteaélcuandovivía.

108Asídijo,y a todos les excitóeldeseode llorar.Todavía sehallabanalrededordelcadáver,sollozandolastimeramente,cuandodespuntólaAuroraderosáceosdedos.EntonceselreyAgamenónmandóquedetodaslastiendassaliesenhombresconmulospara irpor leña;yasu frentesepusounvarónexcelente,Meriones,escuderodelvalerosoIdomeneo.Losmulosibandelante;tras ellos caminaban los hombres, llevando en sus manos hachas de cortarmaderaysogasbientorcidas;yasísubieronybajaroncuestas,yrecorrieronatajos y veredas.Mas, cuando llegaron a los bosques del Ida, abundante enmanantiales,seapresuraronacortarconelafiladobronceencinasdealtacopaquecaíanconestrépito.Losaqueoslaspartieronenrajasylascargaronsobrelosmulos.Enseguidaéstos,midiendoconsuspasos la tierra,volvieronatrás

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por los espesos matorrales, deseosos de regresar a la llanura. Todos losleñadoresllevabantroncos,porqueasí lohabíaordenadoMeriones,escuderodelvalerosoIdomeneo.Ylosfuerondejandosucesivamenteenunsitiodelaorilladelmar,queAquiles indicóparaqueallíseerigieraelgran túmulodePatrocloydesímismo.

127 Después que hubieron descargado la inmensa cantidad de leña, sesentarontodosjuntosyaguardaron.Aquilesmandóenseguidaalosbelicososmirmidones que tomaran las armas y uncieran los caballos; y ellos selevantaron,vistieronlaarmadura,yloscaudillosysusaurigasmontaronenloscarros. Iban éstos al frente, seguíales la nube de la copiosa infantería, y enmediolosamigosllevabanaPatroclo,cubiertodecabelloqueensuhonorsehabíancortado.EldivinoAquilessosteníalelacabeza,yestabatristeporquedespedíaparaelHadesaleximiocompañero.

138CuandollegaronallugarqueAquileslesseñaló,dejaronelcadáverenel suelo, y enseguida amontonaron abundante leña. Entonces el divinoAquiles,eldelospiesligeros,tuvootraidea:separándosedelapira,secortólarubiacabellera,queconservabaespléndidaparaofrecerlaalríoEsperqueo;yexclamóapenado,fijandolosojosenelvinosoponto:

144—¡Esperqueo!EnvanomipadrePeleo tehizoelvotodequeyo,alvolveralatierrapatria,mecortaríalacabelleraentuhonoryteinmolaríaunasacra hecatombe de cincuenta carneros cerca de tus fuentes, donde están elbosqueyelperfumadoaltaraticonsagrados.Talvotohizoelanciano,perotúnohascumplido sudeseo.Yahora, comonohedevolvera la tierrapatria,darémicabelleraalhéroePatrocloparaqueselalleveconsigo.

152Habiendohabladoasí,pusolacabelleraenlasmanosdelcompañeroquerido, y a todos les excitó el deseo de llorar. Y entregados al llanto losdejaraelsolalponerse,siAquilesnosehubieseacercadoaAgamenónparadecirle:

156—¡Atrida!Puestoquelagenteaqueateobedecerámásqueanadie,ytiempo habrá para saciarse de llanto, aparta de la pira a los guerreros ymándalesquepreparenlacena;ydeloquerestanoscuidaremosnosotros,aquienescorrespondedeunmodoespecialhonraralmuerto.Quédensetansóloloscaudillos.

161Al oírlo, el rey de hombres, Agamenón, despidió la gente para quevolviera a las naves bien proporcionadas; y los que cuidaban del funeralamontonaranleña,levantaronunapiradecienpiesporlado,y,conelcorazónafligido,pusieronen loaltodeellaelcuerpodePatroclo.Delantede lapiramataron y desollaronmuchas pingües ovejas y flexípedes bueyes de curvasastas;yelmagnánimoAquilestomólagrasadeaquéllasydeéstos,cubrióconla misma el cadáver de pies a cabeza, y hacinó alrededor los cuerpos

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desollados. Llevó también a la pira dos ánforas, llenas respectivamente demielydeaceite,ylasabocóallecho;y,exhalandoprofundossuspiros,arrojóalahogueracuatrocorcelesdeerguidocuello.Nueveperrosteníaelreyquesealimentabandesumesa,y,degollandoados,echólosigualmenteenlapira.Siguiéronlesdocehijosvalientesde troyanos ilustres, aquienesmatóconelbronce,pueselhéroemeditabaensucorazónaccionescrueles.Yentregandola pira a la violencia indomable del fuego para que la devorara, gimió ynombróalcompañeroamado:

179—¡Alégrate, oh Patroclo, aunque estés en el Hades! Ya te cumplocuantoteprometí.Elfuegodevoracontigoadocehijosvalientesdetroyanosilustres;yaHéctorPriámidanoleentregaréalahogueraparaqueloconsuma,sinoalosperros.

184Asídijoensondeamenaza.PeroloscanesnoseacercaronaHéctor.LadiosaAfrodita,hijadeZeus,losapartódíaynoche,yungióelcadáverconundivinoaceiterosadoparaqueAquilesnololacerasealarrastrarlo.YFeboApolocubrióelespacioocupadoporelmuertoconunasombríanubequehizopasardelcieloala llanura,afindequeelardordelsolnosecaraelcuerpo,consusnerviosymiembros.

192 En tanto, la pira en que se hallaba el cadáver de Patroclo no ardía.EntonceseldivinoAquiles,eldelospiesligeros,tuvootraidea:apartósedelapira,oróalosvientosBóreasyCéfiroyvotóofrecerlessolemnessacrificios;y, haciéndoles repetidas libaciones con una copa de oro, les rogó queacudieran para que la leña ardiese bien y los cadáveres fueran consumidosprestamenteporel fuego.Laveloz Irisoyó lassúplicas,y fueaavisara losvientos, que estaban reunidos celebrando un banquete en la morada delimpetuosoCéfiro.Irisllegócorriendoysedetuvoenelumbraldepiedra.Asíquelavieron,levantáronsetodos,ycadaunolallamabaasulado.Peroellanoquisosentarse,ypronuncióestaspalabras:

205 —No puedo sentarme; porque voy, por cima de la corriente delOcéano, a la tierra de los etíopes, que ahora ofrecen hecatombes a losinmortales,paraentraralaparteenlossacrificios.AquilesruegaalBóreasyalestruendosoCéfiro,prometiéndolessolemnessacrificios,quevayanyhaganarderlapiraenqueyacePatroclo,porelcualgimenlosaqueostodos.

212 Habló así y fuese. Los vientos se levantaron con inmenso ruido,esparciendo las nubes; pasaron por cima del ponto, y las olas crecían alimpulsodelsonorosoplo,llegaron,porfin,alafértilTroya,cayeronenlapiray el fuego abrasador bramó grandemente. Durante toda la noche, los dosvientos, soplando con agudos silbidos, agitaron la llama de la pira, durantetodalanoche,elvelozAquiles,sacandovinodeunacráteradeoro,conunacopa de doble asa, lo vertió y regó la tierra, e invocó el alma del mísero

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Patroclo.Comosollozaunpadre,quemandoloshuesosdelhijoreciéncasado,cuyamuertehasumidoeneldolorasusprogenitores,deigualmodosollozabaAquiles al quemar los huesos del amigo; y, arrastrándose en torno de lahoguera,gemíasincesar.

226Cuandoellucerodelamañanaapareciósobrelatierraanunciandoeldía, y poco después la aurora, de azafranado velo, se esparció por el mar,apagábaselahogueraymoríalallama.LosvientosregresaronasumoradaporelpontodeTracia,quegemíaacausadelahinchazóndelasolasalborotadas,y el Pelida, habiéndose separado un poco de la pira, acostóse, rendido decansancio, y el dulce sueño le venció. Pronto los caudillos se reunieron engrannúmeroalrededordelAtrida;yel alborotoy ruidoquehacíanal llegardespertaron a Aquiles. Incorporóse el héroe; y, sentándose, les dijo estaspalabras:

236 —¡Atrida y demás príncipes de los aqueos todos! Primeramenteapagad con negro vino cuanto de la pira alcanzó la violencia del fuego;recojamos después los huesos de PatrocloMenecíada, distinguiéndolos bien—fácil será reconocerlos,porqueelcadáverestabaenmediode lapirayenlosextremossequemaronconfundidoshombresycaballos—,ypongámoslosenunaurnadeoro,cubiertospordoblecapadegrasadondeseguardenhastaqueyodesciendaalHades.Quieroque le erijáisun túmulonomuygrande,sinocualcorrespondealmuerto;ymásadelante,aqueos,losqueestéisvivosenlasnavesdemuchosbancoscuandoyomuera,hacedloanchurosoyalto.

249Asídijo,yellosobedecieronalPelión,depiesligeros.Primeramenteapagaronconnegrovinolapartedelapiraaquealcanzólallama,ylacenizacayó en abundancia; después recogieron, llorando, los blancos huesos deldulceamigoylosencerraronenunaurnadeoro,cubiertospordoblecapadegrasa; dejaron la urna en la tienda, tendiendo sobre lamisma un sutil velo;trazaron el ámbito del túmulo en torno de la pira, echaron los cimientos, einmediatamenteamontonaronlatierraqueanteshabíanexcavado.Y,erigidoeltúmulo, volvieron a su sitio. Aquiles detuvo al pueblo y le hizo sentar,formandoungrancirco;yalmomentosacódelasnaves,parapremiodelosque vencieren en los juegos, calderas, trípodes, caballos, mulos, bueyes derobustacabeza,mujeresdehermosacinturaylucientehierro.

262Empezóexponiendo lospremiosdestinadosa losvelocesaurigas: elqueprimero llegarase llevaríaunamujerdiestraenprimorosas laboresyuntrípodeconasas,deveintidósmedidas;paraelsegundoofrecióunayeguadeseisaños,indómita,quellevabaensuvientreunfetodemulo;paraeltercero,unahermosacalderanopuestaalfuegoylucienteaún,cuyacapacidaderadecuatromedidas;paraelcuarto,dostalentosdeoro;yparaelquinto,unvasocondosasasnopuestoalfuegotodavía.Y,estandoenpie,dijoalosargivos:

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272—¡Atridaydemásaqueosdehermosasgrebas!Estospremiosqueenmediohecolocadosonparalosaurigas.Silosjuegossecelebraranenhonorde otro difunto, me llevaría a mi tienda los mejores. Ya sabéis cuánto miscaballosaventajanenligerezaalosdemás,porquesoninmortales:PoseidónselosregalóamipadrePeleo,yéstemeloshadadoamí.Peroyomequedaré,ytambién los solípedos corceles, porque perdieron al ilustre y benigno aurigaquetantasvecesderramóaceitesobresuscrines,despuésdelavarlosconaguapura. Ambos, habiéndose quedado quietos, sienten soledad de él; y con lascrines colgando hasta tocar la tierra permanecen en pie y afligidos en sucorazón. ¡Adelantaos, pues, los aqueos que confiéis en vuestros corceles ysólidoscarros!

287 Así hablo el Pelida, y los veloces aurigas se reunieron. LevantósemuchoantesquenadieelreydehombresEumelo,hijoamadodeAdmeto,quedescollabaenelartedeguiarelcarro.PresentósedespuéselfuerteDiomedesTidida,elcualpusoelyugoaloscorcelesdeTros,quehabíaquitadoaEneascuandoApolosalvóaestehéroe.Alzóse luegoel rubioMenelaoAtrida,dellinajedeZeus,yuncióalcarrounayeguayuncaballoveloces:Eta,propiadeAgamenón,yPodargo,queerasuyo.HabíadadolayeguaaAgamenón,comopresente,Equepolo,hijodeAnquises,pornoseguirlealaventosaIlioygozartranquiloenlavastaSición,dondemoraba,delaabundanteriquezaqueZeusle había concedido; ésta fue la yegua que Menelao unció al yugo, la cualestaba deseosa de correr. Fue el cuarto en aparejar los corceles de hermosopelo Antíloco, hijo ilustre del magnánimo rey Néstor Nelida: de su carrotirabancaballosdePilos,depiesligeros.Ysupadreseleacercóyempezóadarlebuenosconsejos,aunquenolefaltabainteligencia:

306—¡Antíloco!Sibieneresjoven,ZeusyPoseidóntequierenytehanenseñadotodoelartedelauriga.Noespreciso,portanto,queyoloinstruya.Sabes perfectamente cómo los caballos deben dar la vuelta en torno de lameta,perotuscorcelessonlosmáslentosencorrer,ytemoquealgúnsucesodesagradablehadeocurrirte.Empero, siotroscaballossonmásveloces, susconductoresnoteaventajanenobrarsagazmente.Ea,pues,querido,piensaenemplear todaclasedehabilidadesparaque lospremiosno se te escapen.Elleñadormáshaceconlahabilidadqueconlafuerza;consuhabilidadelpilotogobiernaenelvinosopontolaveloznavecombatidaporlosvientos;yconsuhabilidadpuedeunaurigavenceraotro.Elqueconfíaensuscaballosyensucarroleshacedarvueltasimprudentementeacáyacullá,yluegoloscorcelesdivaganen lacarrerayno lospuedesujetar,maselqueconoce losarbitriosdelarteyguíacaballosinferioresclavalosojoscontinuamenteenlameta,dalavuelta cercade lamisma,yno lepasa inadvertido cuándodebe aguijar aaquéllos conel látigodepieldebuey: así losdomina siempre, a lavezqueobservaaquienleprecede.Lametadeahoraesmuyfácildeconocer,yvoyaindicártelaparaquenodejesdeverla.Untroncosecodeencinaodepino,que

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lalluvianohapodridoaún,sobresaleuncododelatierra;encuéntranseaunoy otro lado del mismo, cuando el camino acaba, sendas piedras blancas; yluegoelterrenoesllanoportodaspartesypropioparalascarrerasdecarros:el troncodebedehaberpertenecidoala tumbadeunhombrequehatiempomurió,ofuepuestocomomojónporlosantiguos;yahoraeldivinoAquiles,eldelospiesligeros,lohaelegidopormeta.Acércateaéstaydenlavueltacasitocándolacarroycaballos;ytúinclínateenelfuerteasientohacialaizquierdayanimaconimperiosasvocesalcorceldelotroladoafojándolelasriendas.Elcaballoizquierdoseaproximetantoalameta,queparezcaqueelcubodelabienconstruidaruedahayadellegaraltronco,peroguárdatedechocarconlapiedra:noseaquehierasaloscorceles,rompaselcarroycauseselregocijodelos demás y la confusión de ti mismo. Procura, oh querido, ser cauto yprudente. Pero, si aguijando los caballos, logras dar la vuelta a lameta, yanadiesetepodráanticiparnialcanzartesiquiera,aunqueguíealdivinoArión—elvelozcaballodeAdrasto,quedescendíadeundios—oseaarrastradoporloscorcelesdeLaomedonte,quesecriaronaquítanexcelentes.

349AsídijoNéstorNelida,yvolvióasentarsecuandohuboenteradoasuhijodelomásimportantedecadacosa.

351 Meriones fue el quinto en aparejar los caballos de hermoso pelo.Subieron los aurigas a los carros y echaron suertes en un casco que agitabaAquiles.SalióprimeroladeAntílocoNestórida;después,ladelreyEumelo;luego,ladeMenelaoAtrida,famosoporsulanza;enseguida,ladeMeriones;yporúltimo,ladelTidida,queeraelmáshábil.Pusiéronseenfila,yAquileslesindicólametaalolejos,enelterrenollano;yencargóaFénix,escuderodesupadre,quesesentaracercadeaquéllacomoobservadordelacarrera,afindeque,reteniendoenlamemoriacuantoocurriese,lesdijeseluegolaverdad.

362 Todos a un tiempo levantaron el látigo, dejáronlo caer sobre loscaballosylosanimaronconardientesvoces.Yéstos,alejándosedelasnaves,corrían por la llanura con suma rapidez; la polvareda que levantabanenvolvíaleselpechocomounanubeountorbellino,ylascrinesondeabanalsoplodelviento.Loscarrosunasveces tocabanal fértilsuelo,yotrasdabansaltos en el aire; los aurigas permanecían en los asientos con el corazónpalpitanteporeldeseodelavictoria;cadacualanimabaasuscorceles,yéstosvolaban,levantandopolvo,porlallanura.

373Mas, cuando los veloces caballos llegaron a la segundamitad de lacarrerayyavolvíanhaciaelespumosomar,entoncessemostrólapericiadecadaconductor,puestodosaquéllosempezaronagalopar.Veníandelantelasyeguas, de pies ligeros, de Eumelo Feretíada. Seguíanlas los caballos deDiomedes,procedentesde losdeTros;yestaban tancercadelprimercarro,que parecía que iban a subir en él: con su aliento calentaban la espalda yanchos hombros deEumelo, y volaban poniendo la cabeza sobre elmismo.

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Diomedeslehubierapasadodelante,oporlomenoshubieraconseguidoquelavictoriaquedaseindecisasiFeboApolo,queestabairritadoconelhijodeTideo,no lehubiesehechocaerde lasmanosel lustroso látigo.Afligióseelhéroe,ylaslágrimashumedecieronsusojosalverquelasyeguascorríanmásqueantes,yencambiosuscaballosaflojaban,porqueyanosentíanelazote.No le pasó inadvertido a Atenea que Apolo jugara esta treta al Tidida; y,corriendohaciaelpastordehombres,devolvióleel látigo,a lavezquedabanuevosbríosasuscaballos.Yladiosa,irritada,seencaminóalmomentohaciaelhijodeAdmetoylerompióelyugo:cadayeguasefueporsulado,fueradecamino; el timón cayó a tierra, y el héroe vino al suelo, junto a una rueda,hirióse en los codos, boca y narices, se rompió la frente por encima de lascejas,se learrasaron losojosde lágrimas,y lavoz,vigorosaysonora,se lecortó. El Tidida guio los solípedos caballos, desviándolos un poco, y seadelantó un gran espacio a todos los demás; porqueAtenea dio vigor a suscorceles y le concedió a él la gloria del triunfo. Seguíale el rubioMenelaoAtrida.EinmediatoaélibaAntíloco,queanimabaaloscaballosdesupadre:

403—Corredyalargadelpasocuantopodáis.Noosmandoquecompitáiscon aquéllos, con los caballos del aguerridoTidida, a los cualesAtenea dioligereza, concediéndole a él la gloria del triunfo.Mas alcanzadpronto a loscorcelesdelAtridaynoosquedéisrezagadosparaquenoosavergüenceEtacon ser hembra. ¿Por qué os atrasáis, excelentes caballos?Lo que os voy adecir se cumplirá: se acabarán para vosotros los cuidados en el palacio deNéstor,pastordehombres,yésteosmataráenseguidaconelagudobroncesiporvuestradesidianosllevamoselpeorpremio.Seguidyapresuraoscuantopodáis.Yyopensarécómo,valiéndomedelaastucia,meadelantoenellugardondeseestrechaelcamino;nosemeescaparálaocasión.

417Asídijo.Loscorceles,temiendolaamenazadesuseñor,corrieronmásdiligentementeunbreverato.ProntoelbelicosoAntílocoalcanzóadescubrirel punto más estrecho del camino—había allí una hendedura de la tierra,producidaporelaguaestancadaduranteel invierno, lacual robópartede lasenda y cavó el suelo—, y por aquel sitio guiaba Menelao sus corceles,procurandoevitarelchoqueconlosdemáscarros.PeroAntíloco,torciendolariendaasuscaballos,sacóelcarrofueradelcamino,yporunladoydecercaseguíaaMenelao.ElAtridatemióunchoque,yledijogritando:

426—¡Antíloco!De temerariomodo guías el carro.Detén los corceles;queahoraelcaminoesangosto,yenseguida,cuandoseamásancho,podrásganarme la delantera. No sea que choquen los carros y seas causa de querecibamosdaño.

429Asídijo.PeroAntíloco,comosino leoyese,hacíacorrermásasuscaballospicándolosconelaguijón.Cuantoespaciorecorreeldiscoquetiraunjoven desde lo alto de su hombro para probar la fuerza, tanto aquéllos se

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adelantaron.LasyeguasdelAtridacejaron,yélmismo,voluntariamente,dejódeavivarlas;nofueraquelossolípedoscaballos,tropezandolosunosconlosotros,volcaranlosfuertescarros,yelloscayeranenelpolvoporelanhelodealcanzarlavictoria.YelrubioMenelao,reprendiendoaAntíloco,exclamó:

439—¡Antíloco!Ningúnmortal esmás funesto que tú. Ve enhoramala;quelosaqueosnoestábamosenlociertocuandoteteníamosporsensato.Peronotellevaráselpremiosinqueantesjures.

442Despuésdehablarasí,animóasuscaballosconestaspalabras:

443—Noaflojéiselpaso,nitengáiselcorazónafligido.Aaquéllosselescansaránlospiesylasrodillasantesqueavosotros,puesyaambospasarondelaedadjuvenil.

446Asídijo.Loscorceles,temiendolaamenazadesuseñor,corrieronmásdiligentemente,yprontosehallaroncercadelosotros.

448Losargivos,sentadosenelcirco,noquitabanlosojosdeloscaballos;y éstos volaban, levantando polvo por la llanura. Idomeneo, caudillo de loscretenses, fue quien distinguió antes que nadie los primeros corceles quellegaban;pueseraelqueestabaenelsitiomásaltoporhabersesentadoenunaltozano,fueradelcirco.Oyendodesdelejoslavozdelaurigaqueanimabaaloscorceles, la reconoció;yalmomentovioquecorría, adelantándosea losdemás, un caballo magnífico, todo bermejo, con una mancha en la frente,blancayredondacomolaluna.Yponiéndoseenpie,dijoestaspalabrasalosargivos:

457—¡Ohamigos,capitanesypríncipesdelosargivos!¿Veoloscaballosyosolootambiénvosotros?Parécemequenosonlosmismosdeanteslosquevienen delanteros, ni elmismo el auriga: deben de haberse lastimado en lallanura las yeguas que poco ha eran vencedoras.Las vi cuando doblaban lameta;peroahoranopuedodistinguirlas,aunqueregistroconmisojostodoelcampotroyano.Quizálasriendasselefueronalauriga,y,siéndoleimposiblegobernarlasyeguasalllegaralameta,nodiofelizmentelavuelta:mefiguroque habrá caído, el carro estará roto, y las yeguas, dejándose llevar por suánimoenardecido,sehabránechadofueradelcamino.Perolevantaosymirad,puesyono lodistingobien:parécemequeelquevienedelante esunvarónetolio,elfuerteDiomedes,hijodeTideo,domadordecaballos,quereinasobrelosargivos.

473YelvelozAyantedeOileoincrepóleconinjuriosasvoces:

474 —¡Idomeneo! ¿Por qué charlas antes de lo debido? Las voladorasyeguasvienencorriendoalolejosporlallanuraespaciosa.Túnoereselmásjovendelosargivos,nituvistaeslamejor,perosiemprehablasmuchoysinsubstancia.Precisoesquenoseastangárrulo,estandopresentesotrosquete

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sonsuperiores.Esasyeguasqueaparecenlasprimerassonlasdeantes,lasdeEumelo,yélmismovieneenelcarroytienelasriendas.

482Elcaudillodeloscretenseslerespondióenojado:

483—Ayante, valiente en la injuria, detractor; pues en todo lo restanteestáspordebajodelosargivosacausadetuespírituperverso.Apostemosuntrípode o una caldera y nombremos árbitro al Atrida Agamenón para quemanifiestecuálessonlasyeguasquevienendelanteytúloaprendasperdiendolaapuesta.

488Asíhabló.EnseguidaelvelozAyantedeOileo sealzócoléricoparacontestarle con palabras duras. Y la contienda habría pasado más adelanteentreambos,sielpropioAquiles,levantándose,noleshubiesedicho:

492—¡Ayante a Idomeneo!No alterquéis con palabras duras y pesadas,porque no es decoroso; y vosotrosmismos os irritaríais contra el que así lohiciera.Sentaosenelcircoyfijadlavistaenloscaballos,queprontovendránaquíporelanhelodealcanzarlavictoria,ysabréiscuálescorcelesargivossonlosdelanterosycuáleslosrezagados.

499Asídijo;elTidida,queyasehabíaacercadounbuentrecho,aguijabaa loscorceles,yconstantemente lesazotaba laespaldaconel látigo,yellos,levantando en alto los pies, recorrían velozmente el camino y rociaban depolvoalauriga.Elcarro,guarnecidodeoroyestaño,corríaarrastradoporlosvelocescaballosylasllantascasinodejabanhuellaeneltenuepolvo.¡Contalligereza volaban los corceles! Cuando Diomedes llegó al circo, detuvo elluciente carro; copioso sudor corríade la cervizydelpechode los corceleshasta el suelo, y el héroe, saltando a tierra, dejó el látigo colgadodel yugo.EntoncesnoanduvoremisoelesforzadoEsténelo,sinoquealinstantetomóelpremio y lo entregó a los magnánimos compañeros; y mientras éstosconducíanlacautivaalatiendaysellevabaneltrípodeconasas,desunciódelcarroaloscorceles.

514DespuésdeDiomedesllegóAntíloco,descendientedeNeleo,elcualsehabíaanticipadoaMenelaoporhaberusadode fraudeynopor lamayorligereza de su carro; pero, así y todo,Menelao guiabamuy cerca de él losvelocescaballos.Cuandoelcorceldistadelasruedasdelcarroenquellevaasuseñorporlallanura(lasúltimascerdasdelacolatocanlallantayuncortoespaciolosseparamientrasaquélcorreporelcampoinmenso):tanrezagadoestabaMenelaodeleximioAntíloco;pues,sibienalprincipiosequedóa ladistanciadeuntirodedisco,prontovolvióaalcanzarleporqueelfuertevigordelayeguadeAgamenón,deEtá,dehermosopelo,ibaaumentando.Ysilacarrera hubiese sido más larga, el Atrida se le habría adelantado, sin dejardudosalavictoria.Meriones,elbuenescuderodeIdomeneo,seguíaalínclitoMenelao, comoaun tirode lanza;pues suscorceles,dehermosopelo, eran

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mástardosyélmuypocodiestroenguiarelcarroenuncertamen.Presentóse,porúltimo,elhijodeAdmetotirandodesuhermosocarroyconduciendopordelante los caballos. Al verlo, el divino Aquiles, el de los pies ligeros, secompadeciódeél,ydirigióalosargivosestasaladaspalabras:

536 —Viene el último con los solípedos caballos el varón que másdescuella en guiarlos. Ea, démosle, como es justo, el segundo premio, ylléveseelprimeroelhijodeTideo.

539Asíhablóytodosaplaudieronloqueproponía.Ylehubieseentregadolayegua—pueslosaqueosloaprobaban—,siAntíloco,hijodelmagnánimoNéstor,nosehubieralevantadoparadecirconrazónalPelidaAquiles:

544—¡Oh Aquiles! Mucho me irritaré contigo si llevas a cabo lo quedices.Vasaquitarmeelpremio,atendiendoaquerecibierondañosucarroylosvelocescorcelesyélesesforzado,peroteníaquerogaralosinmortalesynohabríallegadoelúltimodetodos.Silecompadecesyesgratoatucorazón,como hay en tu tienda abundante oro y posees bronce, rebaños, esclavas ysolípedoscaballos,entrégale,tomándolodeestascosas,unpremioaúnmejorqueéste,paraquelosaqueostealaben.Perolayeguanoladaré,ypruebedequitármelaquiendeseellegaralasmanosconmigo.

555 Así habló. Sonrióse el divino Aquiles, el de los pies ligeros,holgándosedequeAntílocoseexpresaraentalestérminos,porqueeraamigosuyo;yenrespuesta,díjoleestasaladaspalabras:

558—¡Antíloco!MeordenasquedéaEumelootropremio,sacándolodemi tienda, y así lo haré. Voy a entregarle la coraza de bronce que quité aAsteropeo, la cual tiene en sus orillas una franja de luciente estaño, yconstituiráparaélunpresentedevalor.

563Dijo,ymandóaAutomedonte,elcompañeroquerido,quelasacaradelatienda;fueésteyllevósela;yAquileslapusoenlasmanosdeEumelo,quelarecibióalegremente.

566PerolevantóseMenelao,afligidoensucorazónymuyirritadocontraAntíloco.Elheraldoledioelcetro,yordenóalosargivosquecallaran.Yelvarónigualaundioshablódiciendo:

570—¡Antíloco!Tú,queantes eras sensato, ¿quéhashecho?Deslucistemihabilidady atropellastemis corceles, haciendopasar delante a los tuyos,que sonmuchopeores. ¡Ea, capitanesypríncipesde los argivos! Juzgadnosimparcialmenteaentrambos:noseaquealgunodelosaqueos,debroncíneascorazas, exclame: «Menelao, violentando con mentiras a Antíloco, haconseguidollevarselayegua,apesardelainferioridaddesuscorceles,porsermás valiente y poderoso». Y si queréis, yo mismo lo decidiré; y creo queningún dánao me podrá reprender, porque el fallo será justo. Ea, Antíloco,

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alumno de Zeus, ven aquí y, puesto, como es costumbre, delante de loscaballosyelcarro,teniendoenlamanoelflexiblelátigoconquelosguiabasytocandoloscorceles, jura,porelqueciñeysacudela tierra,quesidetuvistemicarrofueinvoluntariamenteysindolo.

586RespondióleelprudenteAntíloco:

587—Perdóname,ohreyMenelao,puessoymásjovenytúeresmayorymásvaliente.Notesondesconocidaslasfaltasquecometeunmozo,porquesupensamientoesrápidoysujuicioescaso.Apacígüese,pues,tucorazón:yomismotecedolayeguaqueherecibido;y,sidecuantotengomepidierasalgodemásvalorqueestepremio,preferiríadárteloenseguida,ohalumnodeZeus,aperderparasiempretuafectoyserculpabledelantedelosdioses.

596 Así habló el hijo del magnánimo Néstor, y, conduciendo la yeguaadondeestabaelAtrida, se lapusoen lamano.Aéste se le alegróel alma:como el rocío cae en torno de las espigas cuando las mieses crecen y loscamposseerizan,delmismomodo,ohMenelao,tuespíritusebañóengozo.Y,respondiéndole,pronuncióestasaladaspalabras:

602—¡Antíloco!Aunqueestabairritado,seréyoquienceda;porquehastaaquínohassido imprudenteni ligeroyahora la juventudvencióa la razón.Abstenteenlosucesivodequererengañaralosquetesonsuperiores.Ningúnotroaqueomeablandaríatanpronto,perohaspadecidoytrabajadomuchopormicausa,ytupadreytuhermanotambién;accederé,pues,atussúplicasytedarélayegua,queesmía,paraqueéstossepanquemicorazónnofuenuncanisoberbionicruel.

612Dijo;entregóaNoemón,compañerodeAntíloco,layeguaparaqueselallevara,ytomólarelucientecaldera.Meriones,quehabíallegadoelcuarto,recogió los dos talentos de oro.Quedaba el quinto premio, el vaso con dosasas; y Aquiles levantólo, atravesó el circo y lo ofreció a Néstor con estaspalabras:

618 —Toma, anciano; sea tuyo este presente como recuerdo de losfuneralesdePatroclo, aquiennovolverásaverentre losargivos.Tedoyelpremioporquenopodrás serparteni enelpugilato,ni en la lucha,ni enelcertamendelosdardos,nienlacarrera,queyateabrumalavejezpenosa.

624Asídiciendo,selopusoenlasmanos.Néstorrecibióloconalegría,yrespondióconestasaladaspalabras:

626—Sí,hijo,oportunoescuantoacabasdedecir.Yamismiembrosnotienenelvigordeantes,nimispies,nimisbrazossemuevenágilesapartirdeloshombros.Ojaláfuesetanjovenymisfuerzastanrobustascomocuandolosepeos enterraron en Buprasio al poderoso Amarinceo, y los hijos de éstesacaronpremiospara los juegosquedebíancelebrarseenhonordel rey.Allí

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ninguno de los epeos, ni de los pilios, ni de los magnánimos etolios, pudoigualarseconmigo.VencíenelpugilatoaClitomedes,hijodeÉnope,yenlalucha aAnceo Pleuronio, que osó afrontarme; en la carrera pasé delante deIficlo,queerarobusto;yenarrojarlalanzasuperéaFileoyaPolidoro.Sólolos hijos de Áctor me dejaron atrás con su carro porque eran dos; y medisputaronlavictoriaacausadehabersereservadolosmejorespremiosparaestejuego.Eranaquélloshermanosgemelos,yelunogobernabaconfirmezalos caballos, sí, gobernaba con firmeza los caballos,mientras el otro con ellátigolosaguijaba.Asíerayoenaqueltiempo.Ahoralosmásjóvenesentrenen las luchas; que ya debo ceder a la triste senectud, aunque entoncessobresalieraentreloshéroes.Veycontinúacelebrandolosjuegosfúnebresdetuamigo.Aceptogustosoelpresente,ysemealegraelcorazónalverqueteacuerdassiempredelbuenNéstorynodejasdeadvertirconquéhonoreshedeser honrado entre los aqueos.Las deidades te concedan por ello abundantesgracias.

651Así habló; y elPelida, oído todo el elogioquede él hizo elNelida,fueseporentrelamuchedumbredelosaqueos.Enseguidasacólospremiosdelduropugilato: condujoal circoyatóenmediodeélunamulade seis años,cerril,difícildedomar,quehabíadesersufridoradeltrabajo;ypusoparaelvencidounacopadedobleasa.Y,estandoenpie,dijoalosargivos:

658—¡Atrida y demás aqueos de hermosas grebas! Invitemos a los dosvarones que sean más diestros, a que levanten los brazos y combatan apuñadas por estos premios. Aquél a quien Apolo conceda la victoria,reconociéndoloasí todos los aqueos, conduzcaa su tienda lamula sufridoradeltrabajo;elvencidosellevarálacopadedobleasa.

664Asíhabló.Levantósealinstanteunvarónfuerte,altoyexpertoenelpugilato:Epeo,hijodePanopeo.Y,poniendolamanosobrelamulapacienteeneltrabajo,dijo:

667—Acérqueseelquehayadellevarselacopadedobleasa,puesnocreoqueningúnaqueoconsigalamula,sihadevencermeenelpugilato.Megloríodemantenerlomejorquenadie.¿Nobastaacasoqueseainferioraotrosenlabatalla?Noesposiblequeunhombreseadiestroentodo.Loquevoyadecirsecumplirá:alcampeónquesemeopongalerasgarélapielyleaplastaréloshuesos;losquedeélhayandecuidarquédenseaquíreunidos,parallevárselocuandosucumbaamismanos.

676 Así se expresó. Todos enmudecieron y quedaron silenciosos. Y tansóloselevantóparalucharconélEuríalo,varónigualaundios,hijodelreyMecisteoTalayónida,elcualfueaTebacuandomurióEdipoyenlosjuegosfúnebresvencióatodosloscadmeos.ElTidida,famosoporsulanza,animabaaEuríaloconrazones,puesteníaungrandeseodequealcanzaralavictoria,y

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le ayudaba a disponerse para la lucha: atóle el cinturón y le dio unas biencortadas correas de piel de buey salvaje. Ceñidos ambos contendientes,comparecieron en medio del circo, levantaron las robustas manos,acometiéronse y los fornidos brazos se entrelazaron. Crujían de un modohorrible lasmandíbulasyel sudorbrotabade todos losmiembros.EldivinoEpeo, arremetiendo, dioungolpe en lamejilla de su rival que le espiaba; yEuríalo no siguió en pie largo tiempo, porque sus hermosos miembrosdesfallecieron.Como,encrespándoselamaralsoplodelBóreas,saltaunpezenlaorillapobladadealgasylasnegrasolaslocubrenenseguida,asíEuríalo,al recibir el golpe, dio un salto hacia atrás. Pero el magnánimo Epeo,cogiéndole por las manos, lo levantó; rodeáronle los compañeros y se lollevarondelcirco;arrastrabalospies,escupíaespesasangreylacabezaseleinclinabaaunlado;sentáronleentreellos,desvanecido,yfueronarecogerlacopadoble.

700ElPelida sacódespuésotrospremiospara el tercer juego, lapenosalucha,yselosmostróalosdánaos:paraelvencedorungrantrípode,aptoparaponerloalfuego,quelosaqueosapreciabanendocebueyes;paraelvencido,unamujerdiestraenmuchaslaboresyvaloradaencuatrobueyes,quesacóenmediodeellos.Y,estandoenpie,dijoalosargivos:

707—Levantaos,losquehayáisdeentrarenestalucha.

708 Así habló. Alzóse enseguida el gran Ayante Telamonio y luego elingeniosoUlises,fecundoenardides.Puestoelceñidor,fueronaencontrarseenmediodelcircoysecogieronconlosrobustosbrazoscomoseenlazanlasvigasqueunilustreartíficeune,alconstruiraltopalacio,paraqueresistanelembatede losvientos.Sus espaldas crujían, estrechadas fuertementepor losvigorosos brazos; copioso sudor les brotaba de todo el cuerpo; muchoscruentos cardenales iban apareciendo en los costados y en las espaldas; yamboscontendientesanhelabansiemprealcanzarlavictoriayconellaelbienconstruidotrípode.PeroniUliseslograbahacercaeryderribarporelsueloaAyante, ni éste a aquél, porque la gran fuerza de Ulises se lo impedía. Ycuandolosaqueosmosasgrebasyaempezabanacansarsedelalucha,dijoelgranAyanteTelamonio:

723 —¡Laertíada, del linaje de Zeus, Ulises, fecundo en ardides!Levántame,otelevantaréyo;yZeussecuidarádelresto.

725Habiendo hablado así, lo levantaba;masUlises no se olvidó de susardides, pues, dándole por detrás un golpe en la corva, dejóle sin vigor losmiembros, le hizo venir al suelo, de espaldas, y cayó sobre su pecho: lamuchedumbrequedóadmiradayatónita al contemplarlo.Luego, eldivinoypacienteUlisesalzóunpocoaAyante,peronoconsiguiósostenerloenvilo;porqueseledoblaronlasrodillasyamboscayeronalsuelo,elunocercadel

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otro,ysemancharondepolvo.Levantáronse,yhubieranluchadoporterceravez,siAquiles,poniéndoseenpie,noloshubiesedetenido:

735—Noluchéisya,nioshagáismásdaño.Lavictoriaquedóporambos.Recibidigualpremioyretiraosparaqueentrenenlosjuegosotrosaqueos.

738Asídijo.Ellosleescucharonyobedecieron;puesenseguida,despuésdehaberselimpiadoelpolvo,vistieronlatúnica.

740ElPelidasacóotrospremiospara lavelocidaden lacarrera.Expusoprimerouna crátera deplata labrada, que tenía seismedidasde capacidadysuperabaenhermosuraatodaslasdelatierra.Lossidonios,eximiosartífices,lafabricaronprimorosa;losfenicios,despuésdellevarlaporelsombríopontodepuertoenpuerto,selaregalaronaToante;mástarde,EuneoJasónidaladioalhéroePatroclopararescataraLicaón,hijodePríamo;yentoncesAquileslaofreciócomopremio,enhonordeldifuntoamigo,alquefuesemásvelozencorrer con los pies ligeros. Para el que llegase el segundo señaló un bueycorpulentoypingüe,yparaelúltimo,mediotalentodeoro.Yestandoenpie,dijoalosargivos:

753—Levantaos,losquehayáisdeentrarenestalucha.

754Asíhabló.LevantósealinstanteelvelozAyantedeOileo,despuéselingeniosoUlises,yporfinAntíloco,hijodeNéstor,queenlacarreravencíaatodoslosjóvenes.PusiéronseenfilayAquileslesindicólameta.Empezaronacorrerdesdeelsitioseñalado,yelOilíadaseadelantóalosdemás,aunqueeldivinoUlisesleseguíadecerca.Cuantodistadelpechoelhusoqueunamujerdehermosacinturarevuelveensumano,mientrasdevanaelhilodelatrama,ytiene constantemente junto al seno, tan inmediato aAyante corría el divinalUlises:pisabalashuellasdeaquélantesdequeelpolvocayeraentornodelasmismas y le echaba el aliento a la cabeza, corriendo siempre con sumarapidez.TodoslosaqueosaplaudíanlosesfuerzosquerealizabaUlisesporeldeseo de alcanzar la victoria, y le animaban con sus voces.Mas cuando lesfaltabapocoparaterminarlacarrera,UlisesoróensucorazónaAtenea,ladeojosdelechuza:

770—Óyeme,diosa,yvenasocorrermepropicia,dandoamispiesmásligereza.

771Asídijorogando.PalasAtenealeoyó,yagilitólelosmiembrostodosy especialmente los pies y las manos. Ya iban a coger el premio, cuandoAyante,corriendo,diounresbalón—puesAteneaquisoperjudicarle—enellugar que habían llenado de estiércol los bueyesmugidores sacrificados porAquiles, el de los pies ligeros, en honor de Patroclo; y el héroe llenóse deboñigalabocaylasnarices.EldivinoypacienteUliseslepasódelanteysellevó la crátera; y el preclaro Ayante se detuvo, tomó el buey silvestre, y,

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asiéndoloporelasta,mientrasescupíaelestiércol,hablóasíalosargivos:

782—¡Ohdioses!Unadiosamedañólospies;aquéllaquedesdeantiguoacorreyfavoreceaUlisescualunamadre.

784 Así dijo, y todos rieron con gusto. Antíloco recibió, sonriente, elúltimopremio;ydirigióestaspalabrasalosargivos:

787—Osdiré,argivos,aunquetodoslosabéis,quelosdioseshonranaloshombresdemásedad,hastaenlosjuegos.Ayanteesunpocomayorqueyo;Ulisespertenecealageneraciónprecedente,aloshombresantiguos,dicenqueesyadeedadprovecta,perovigoroso,ycontenderconélenlacarreraesmuydifícilparacualquieraqueoquenoseaAquiles.

793Asídijo,ensalzandoalPelida,depiesligeros.Aquilesrespondióleconestaspalabras:

795—¡Antíloco!Noenbaldemehabráselogiado,puesañadoatupremiomediotalentodeoro.

797Asídiciendo,selopusoenlamano,yAntílocolorecibióconalegría.ActocontinuoelPelidasacóycolocóenelcircounalargapica,unescudoyuncasco,queeranlasarmasquePatroclohabíaquitadoaSarpedón.Ypuestoenpie,dijoalosargivos:

802Invitemosalosdosvaronesqueseanmásesforzados,aque,vistiendolas armas y asiendo el tajante bronce, pongan a prueba su valor ante elconcurso.Alprimeroque logre tocarelgallardocuerpode suadversario, lerasguñeelvientreatrevesándolelaarmaduraylehagabrotarlanegrasangre,daréleestamagníficaespadatracia,tachonadaconclavosdeplata,quequitéaAsteropeo.Amboscampeonessellevaránlasrestantesarmasylesdaremosunespléndidobanqueteennuestratienda.

811Así dijo. Levantóse enseguida el granAyante Telamonio y luego elfuerteDiomedesTidida.Tanprontocomosehubieronarmado,separadamentede la muchedumbre, fueron a encontrarse en medio del circo, deseosos decombatirymirándosecontorvafaz;ytodoslosaqueossequedaronatónitos.Cuando se hallaron frente a frente, tres veces se acometieron y tres vecesprocuraron herirse de cerca. Ayante dio un bote en el escudo liso deladversario,peornopudo llegara sucuerpo,porque lacoraza lo impidió.ElTididaintentabaalcanzarconlapuntadelalucientelanzaelcuellodeaquél,porcimadelgranescudo.Ylosaqueos,temiendoporAyante,mandaronquecesaralaluchayamboscontendientessellevaranigualpremio;peroelhéroedio al Tidida la gran espada, ofreciéndosela con la vaina y el bien cortadoceñidor.

826LuegoelPelidasacó laboladehierrosinbruñirqueenotro tiempo

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lanzabaelforzudoEetión:eldivinoAquiles,eldelospiesligeros,matóaestepríncipeyse llevóen lasnaves labolaconotras riquezas.Y,puestoenpie,dijoalosargivos:

831—¡Levantaoslosquehayáisdeentrarenestalucha!Lapresentebolaprocurará al que venciere cuanto hierro necesite durante cinco años, aunqueseanmuyextensossusfértilescampos;ysuspastoresylabradoresnotendránqueirporhierroalaciudad.

836 Así habló. Levantóse enseguida el intrépido Polipetes; después, elvigorosoLeonteo, igual aundios; luego,AyanteTelamoníada,y,por fin, eldivinoEpeo. Pusiéronse en fila, y el divinoEpeo cogió la bola y la arrojó,despuésdevoltearla,ytodoslosaqueosserieron.Latiróelsegundo,Leonteo,vástago de Ares. El gran Ayante Telamonio la despidió también, con surobusta mano, y logró pasar las señales de los anteriores tiros. Tomólaentoncesel intrépidoPolipetesycuantaes ladistanciaaque llegaelcayadocuandololanzaelpastoryvolteaporcimadelavacada,tantopasólabolaelespacio del circo; aplaudieron los aqueos, y los amigos del esforzadoPolipetes, levantándose, llevaron a las cóncavas naves el premio que su reyhabíaganado.

850LuegosacóAquilesazuladohierroparalosarqueros,colocandoenelcircodiezhachasgrandesyotrasdiezpequeñas.Clavóenlaarena,alolejos,un mástil de navío después de atar en su punta, por el pie y con delgadocordel,unatímidapaloma;einvitólesatirarlesaetas,diciendo:

855—Elquehieraa la tímidapaloma lléveseasucasa todas lashachasgrandes;elqueacierteadarenlacuerdasintocaralave,comomásinferior,tomarálashachaspequeñas.

859 Así dijo. Levantóse enseguida el robusto caudillo Teucro y luegoMeriones,esforzadoescuderodeIdomeneo.Echarondossuertesenuncascodebronce,y,agitándolas,salióprimeroladeTeucro.Éstearrojóalmomentoyconvigorunaflecha,sinofreceraApolounahecatombeperfectadecorderosprimogénitos;y,sibienno tocóalave—negóseloApolo—, laamargasaetarompióelcordelmuycercadelapataporlacualsehabíaatadoalapaloma:ésta voló al cielo, el cordel quedó colgando y los aqueos aplaudieron.MerionesarrebatóapresuradamenteelarcodelasmanosdeTeucro,acercóalacuerdalaflechaquedeantemanoteníapreparada,votóaApolosacrificarleuna hecatombe de corderos primogénitos; y, viendo a la tímida paloma quedabavueltasalláenloaltodelaire,cercadelasnubes,disparóyleatravesóuna de las alas. La flecha vino al suelo, a los pies deMeriones; y el ave,posándoseenelmástildelnavíodenegraproa,inclinóelcuelloyabatiólastupidasalas,lavidahuyóvelozdesusmiembrosyaquéllacayódelmástilalolejos.Lagentelocontemplabaconadmiraciónyasombro.Merionestomó,por

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tanto,todaslasdiezhachasgrandes,yTeucrosellevóalascóncavasnaveslaspequeñas.

884LuegoelPelidasacóycolocóenelcircounalargapicayunacalderanopuestaaúnal fuego,queeradelvalordeunbueyyestabadecoradaconflores. Dos hombres diestros en arrojar la lanza se levantaron: el poderosoAgamenónAtridayMeriones,escuderoesforzadodeIdomeneo.YeldivinoAquiles,eldelospiesligeros,lesdijo:

890—¡Atrida! Pues sabemos cuánto aventajas a todos y que así en lafuerza como en arrojar la lanza eres el más señalado, toma este premio yvuelvealascóncavasnaves.YentregaremoslapicaalhéroeMeriones,si teplaceloquetepropongo.

895Asíhabló.Agamenón,reydehombres,nodejódeobedecerle.AquilesdioaMerioneslapicadebronce,yelhéroeAtridatomóelmagníficopremioyseloentregóalheraldoTaltibio.

CantoXXIV

RescatedeHéctor

LosdiosesseapiadandeHéctor,yZeusencargaaTetisqueamonesteasuhijoparaquedevuelvaelcadáver,alavezquemandaaPríamo,pormediodeIris, que con un solo heraldo vaya conmagníficos presentes a la tienda deAquileo para rescatar el cuerpo de Héctor. Príamo obedece y parte con elheraldo ideo y dos carros; antes de llegar al campamento se les apareceHermes,quelosguíahastalatiendadelhéroe;entraPríamoy,echándosealospies de Aquiles, le dirige la súplica más conmovedora; Aquiles entrega elcadáver, los dos ancianos lo conducen a Troya y se celebran con todasolemnidad las honras fúnebres deHéctor, que era el principal sostén de laciudadasediada.

1Disolvióselajuntaylosguerrerossedispersaronporlasvelocesnaves,tomaron la cena y se regalaron con el dulce sueño. Aquiles lloraba,acordándose del compañero querido, sin que el sueño, que todo lo rinde,pudieravencerlo:dabavueltasacáyallá,yconamarguratraíaalamemoriaelvigorygranánimodePatroclo,loquedemancomúnconélhabíallevadoalcaboylaspenalidadesqueamboshabíanpadecido,oracombatiendoconloshombres, ora surcando las temibles ondas. Al recordarlo, prorrumpía enabundanteslágrimas;yaseechabadelado,yadeespaldas,yadepechos;yalfin, levantándose, vagaba inquieto por la orilla del mar. Nunca le pasabainadvertidoeldespuntardelaaurorasobreelmarysusriberas:entoncesuncía

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al carro los ligeros corceles y, atando al mismo el cadáver de Héctor,arrastrábalo hasta dar tres vueltas al túmulo del difunto Menecíada; actocontinuovolvíaareposarenlatienda,ydejabaelcadávertendidodecaraalpolvo.MasApolo,apiadándosedelvarónaundespuésdemuerto,lelibrabadetodainjuriayloprotegíaconlaégidadeoroparaqueAquilesnolaceraseelcuerpomientraslollevabaporelsuelo.

22 De tal manera Aquiles, enojado, insultaba al divino Héctor. Alcontemplarlo, compadecíanse los bienaventurados dioses e instigaban alvigilanteArgicidaaquehurtaseelcadáver.Atodoslesgustabatalpropósito,menosaHera,aPoseidónyalavirgendeojosdelechuza,queodiabancomoantes a la sagrada Ilio, a Príamoy a su pueblo por la injuria queAlejandrohabíainferidoalasdiosascuandofueronasucabañaydeclaróvencedoraalaque le había ofrecido funesta liviandad. Cuando, después de la muerte deHéctor,llególaduodécimaaurora,FeboApolodijoalosinmortales:

33—Sois,ohdioses,cruelesymaléficos.¿AcasoHéctornoquemabaenvuestro honor muslos de bueyes y de cabras escogidas? Ahora, que haperecido,noosatrevéisasalvarelcadáveryponerloalavistadesuesposa,desumadre,desuhijo,desupadrePríamoydelpueblo,quealmomentoloentregarían a las llamas y le harían honras fúnebres; por el contrario, ohdioses,queréisfavoreceralperniciosoAquiles,elcualconcibepensamientosnorazonables, tieneensupechounánimoinflexibleymeditacosasferoces,comounleónque,dejándosellevarporsugranfuerzayespíritusoberbio,seencamina a los rebaños de los hombres para aderezarse un festín, de igualmodo perdió Aquiles la piedad y ni siquiera conserva el pudor que tantofavoreceodañaalosvarones.Aquélaquienselemuereunseramado,comoel hermano carnal o el hijo, al fin cesa de llorar y lamentarse, porque lasParcasdieronalhombreuncorazónpaciente.MasAquiles,despuésquequitóaldivinoHéctor ladulcevida,ataelcadáveralcarroy loarrastraalrededordel túmulo de su compañero querido; y esto ni a aquél le aprovecha, ni esdecoroso. Tema que nos irritemos contra él, aunque sea valiente, porqueenfureciéndoseinsultaaloquetansóloesyainsensibletierra.

55RespondióleirritadaHera,ladelosníveosbrazos:

56—Sería como dices, oh tú que llevas arco de plata, si a Aquiles y aHéctorlostuvieraisenigualestima.PeroHéctorfuemortalydioleelpechouna mujer; mientras que Aquiles es hijo de una diosa a quien yo mismaalimenté y crie y casé luego con Peleo, varón cordialmente amado por losinmortales.Todos los dioses presenciasteis la boda; y tú pulsaste la cítara ycon los demás tuviste parte en el festín; ¡oh amigo de los malos, siemprepérfido!

64ReplicóZeus,elqueamontonalasnubes:

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63—¡Hera!No te irrites tanto contra las deidades.No será elmismo elaprecioenquelostengamos;peroHéctoreraparalosdioses,ytambiénparamí,elmásqueridodecuantosmortalesvivenenIlio,porquenuncaseolvidódededicamosagradablesofrendas, jamásmialtarcareciónide libacionesnidevíctimas,quetalessonloshonoresquesenosdeben.Desechemoslaideade robar el cuerpo del audaz Héctor: es imposible que se haga a hurto deAquiles,porque siempre,denocheydedía, le acompaña sumadre.Mas, sialgunodelosdiosesllamaseaTetisparaquesemeacercara,yolediríaaéstalo que fuere oportuno para que Aquiles, recibiendo los dones de Príamo,restituyeraelcadáver.

77Así seexpresó.Levantóse Iris,depies rápidoscomoelhuracán,parallevarelmensaje;saltóalnegropontoentreSamosylaescarpadaImbros,yresonóelestrecho.Ladiosaselanzóaloprofundo,comodesciendeelplomoasidoalcuernodeunbueymontarazquellevalamuertealosvoracespeces.En la profunda gruta halló a Tetis y a otras muchas diosas marinas que larodeaban:laninfalloraba,enmediodeellas,lasuertedesuhijoirreprensible,quehabíadeperecerenlafértilTroya,lejosdelapatria.Y,acercándoseleIris,ladelospiesligeros,asíledijo:

88—Ven,Tetis,puestellamaZeus,elconocedordeloseternalesdecretos.

89RespondióleladiosaTetis,deargénteospies:

90—¿Por qué aquel gran dios me ordena que vaya?Me da vergüenzajuntarme con los inmortales, pues son muchas las penas que conturban micorazón.Estonoobstante, iré paraque suspalabrasno resultenvanasy sinefecto.

93Endiciendoesto, ladivinaentre lasdiosas tomóunvelo tanobscuroquenohabíaotroque fuesemásnegro.Púsose en camino,precedidapor lavelozIris,depiesrápidoscomoelviento,ylasolasdelmarseabríanalpasodeambasdeidades.Salieronéstasalaplaya,ascendieronalcieloyhallaronallargovidenteCronidaconlosdemásfelicessempiternosdiosescongregadosentornosuyo.SentóseTetisal ladodeZeus,porqueAtenea lecedióel sitio,yHera púsole en la mano una copa de oro y la consoló con palabras. Tetisdevolviólacopadespuésdehaberbebido.Yelpadredeloshombresydelosdiosescomenzóahablardeestamanera:

104—VienesalOlimpo,ohdiosaTetis,afligidayconelánimoagobiadoporvehementepesar.Losé.Pero,aunasíytodo,voyadecirteporquétehellamado.Hace nueve días que se suscitó entre los inmortales una contiendaacercadelcadáverdeHéctor,ydeAquiles,asoladordeciudades,einstigabanalvigilanteArgicidaaquehurtaseelmuerto,peroyoprefierodaraAquileslagloria de devolverlo, y conservar así tu respeto y amistad. Ve enseguida alejércitoyamonestaatuhijo.Dilequelosdiosesestánmuyirritadoscontraél

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y yo más indignado que ninguno de los inmortales, porque enfureciéndoseretiene a Héctor en las corvas naves y no permite que lo rediman; por si,temiéndome,consientequeelcadáversearescatado.YenviaréladiosaIrisalmagnánimoPríamoparaquevayaalasnavesdelosaqueosyredimaasuhijo,llevandoaAquilesdonesqueaplaquensuenojo.

120Asíseexpresó;yTetis,ladiosadeargénteospiesnofuedesobediente.Bajando en raudo vuelo de las cumbres delOlimpo, llegó a la tienda de suhijo: éste gemía sin cesar, y sus compañeros se ocupabandiligentemente enpreparar la comida, habiendo inmolado dentro de la tienda una grande ylanudaoveja.Lavenerandamadre se sentómuycercadel héroe, le acaricióconlamanoyhablóleenestostérminos.

128—¡Hijomío!¿Hastacuándodejarásqueelllantoylatristezaroantucorazón,sinacordartenidelacomidanidelacama?Buenoesquegocesdelamor conunamujer, pues ya nohas devivirmucho tiempo; lamuerte y elhado cruel se te avecinan. Y ahora préstame atención, pues vengo comomensajeradeZeus.Dicequelosdiosesestánmuyirritadoscontrati,yélmásindignado que ninguno de los inmortales, porque enfureciéndote retienes aHéctor en las corvas naves y no permites que lo rediman. Ea, entrega elcadáveryaceptasurescate.

138RespondióleAquiles,eldelospiesligeros:

139—Seaasí.Quientraigaelrescateselleveelmuerto,yaqueconánimobenévoloelmismoOlímpicolohadispuesto.

141Deestemodo,dentrodelrecintodelasnaves,pasabandemadreahijomuchasaladaspalabras.Yentanto,elCronidaenvióaIrisalasagradaIlio:

144—¡Anda,ve,rápidaIris!DejatuasientodelOlimpo,entraenIlioydialmagnánimoPríamoqueseencaminealasnavesdelosaqueosyrescatealhijo, llevando a Aquiles dones que aplaquen su enojo. Vaya solo, sin queningúntroyanoselejunte,yacompáñeleunheraldomásviejoqueél,paraqueguíelosmulosyelcarrodehermosasruedasyconduzcaluegoalapoblaciónelcadáverdeaquélaquienmatóeldivinoAquiles.Nilaideadelamuerteniotrotemoralgunoconturbesuánimo,puesledaremosporguíaelArgicida,elcuallellevaráhastamuycercadeAquiles.Ycuandohayaentradoenlatiendadelhéroe,éstenotematará,eimpediráquelosdemáslohagan.PuesAquilesnoesinsensato,nitemerarioniperverso,ytendrábuencuidadoderespetaraunsuplicante.

159 Así dijo. Levantóse Iris, la de pies rápidos como el huracán, parallevarelmensaje;y,enllegandoalpalaciodePríamo,oyóllantosyalaridos.Loshijos,sentadosenelpatioalrededordelpadre,bañabansusvestidosconlágrimas,yelancianoaparecíaenmedio,envueltoenunmantomuyceñido,y

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teníaenlacabezayenelcuelloabundanteestiércolquealrevolcarseporelsuelohabía recogidoconsusmanos.Lashijasynueras se lamentabanenelpalacio, recordando losmuchos varones esforzados que yacían en la llanuraporhaberdejado lavidaenmanosde losargivos.Detúvose lamensajeradeZeuscercadePríamo,yhablándolequedo,mientrasalancianountemblorleocupabalosmiembros,asíledijo:

171—Cobraánimo,PríamoDardánida,ynoteespantes;quenovengoapresagiarte males, sino a participarte cosas buenas: soymensajera de Zeus,que,aunestandolejos,seinteresamuchoportiytecompadece.ElOlímpicotemandarescataraldivinoHéctor,llevandoaAquilesdonesqueaplaquensuenojo.Vesolo,sinqueningúntroyanosetejunte,acompañadodeunheraldomásviejo que tú, para queguíe losmulos y el carro dehermosas ruedas, yconduzca luego a la población el cadáver de aquél a quien mató el divinoAquiles.Nilaideadelamuerteniotrotemoralgunoconturbetuánimo,puestendrásporguíaelArgicida,elcualtellevaráhastamuycercadeAquiles.Ycuandohayasentradoenlatiendadelhéroe,éstenotemataráeimpediráquelosdemáslohagan.PuesAquilesnoesinsensato,nitemerario,niperverso,ytendrábuencuidadoderespetaraunsuplicante.

188 Cuando esto hubo dicho, fuese Iris, la de los pies ligeros. Príamomandó a sus hijos que prepararan un carro de mulas, de hermosas ruedas,pusieranencimaunarcaylasujetaranconsogas.Bajódespuésalperfumadotálamo, que era de cedro, tenía elevado techo y guardaba muchaspreciosidades;y,llamandoasuesposaHécuba,hablóleenestostérminos:

194—¡Ohinfeliz!LamensajeradelOlimpohavenido,porordendeZeus,aencargarmequevayaalasnavesdelosaqueosyrescatealhijo,llevandoaAquilesdonesqueaplaquensuenojo.Ea,dime:¿quépiensasacercadeesto?Puesmimenteymicorazónme instiganvivamentea irallá,a lasnaves,alcampamentovastodelosaqueos.

200Asídijo.Lamujerprorrumpióensollozosyrespondiódiciendo:

201—¡Aydemí!¿Quéesdelaprudenciaqueantestehizocélebreentrelosextranjerosyentreaquéllossobreloscualesreinas?¿Cómoquieresirsoloalasnavesdelosaqueosypresentarteantelosojosdelhombrequetematótantosytanvalienteshijos?Dehierrotieneselcorazón.Sieseguerrerocruelypérfidollegaaverteconsuspropiosojosytecoge,niseapiadarádeti,niterespetará en lomásmínimo. Lloremos aHéctor desde lejos, sentados en elpalacio; ya que, cuando le di a luz, el hado poderoso hiló de esta suerte elestambrede suvida:quehabríade saciarconsucarnea losvelocesperros,lejosdesuspadresy juntoalhombreviolentocuyohígadoojalápudierayocomerhincándole losdientes.Entoncesquedaríanvengados los insultosqueha hecho a mi hijo; que éste, cuando aquél lo mató, no se portaba

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cobardemente,sinoqueapiefirmedefendíaalostroyanosyalastroyanasdeprofundoseno,nopensandonienhuirnienevitarelcombate.

217ContestóelancianoPríamo,semejanteaundios:

218—Noteopongasamiresolución,nimeseasavedemalagüeroenelpalacio.Nomepersuadirás.Simediese laordenunode losquevivenenlatierra, aunque fuera adivino, arúspice o sacerdote, la creeríamos falsa ydesconfiaríamosaúnmás;peroahora,comoyomismoheoídoaladiosaylahevistodelantedemí,iréynoseránineficacessuspalabras.Ysimidestinoesmorirenlasnavesdelosaqueos,debroncíneascorazas,loacepto:mátemeAquilestanluegocomoabraceamihijoysatisfagaeldeseodellorarle.

228 Dijo, y, levantando las hermosas tapas de las arcas, cogió docemagníficospeplos,docemantossencillos,docetapetes,docepaliosblancos,yotras tantas túnicas. Pesó luego diez talentos de oro. Y, por fin, sacó dostrípodes relucientes, cuatro calderas y unamagnífica copa que los tracios ledieroncuandofue,comoembajador,asupaís,yeraunsoberbioregalo;puesel anciano no quiso dejarla en el palacio a causa del vehemente deseo queteníaderescatarasuhijo.Yvolviendoalpórtico,echóafueraalostroyanos,increpándolosconinjuriosaspalabras:

239 —¡Idos ya, hombres infames y vituperables! ¿Por ventura no hayllanto en vuestra casa, que venías a afligirme? ¿O creéis que son pocos lospesares que Zeus Cronida me envía, con hacerme perder un hijo valiente?También los probaréis vosotros. Muerto él, será mucho más fácil que losargivos os maten. Pero antes que con estos ojos vea la ciudad tomada ydestruida,desciendayoalamansióndeHades.

247Dijo,yconelcetroechóaloshombres.Éstossalieronapremiadosporel anciano.YenseguidaPríamo reprendió a sushijosHéleno,Paris,Agatóndivino,Pamón,Antífono,Politesvalienteen lapelea,Deífobo,HipótooyelconspicuoDío;alosnuevelosincrepóylesdioórdenes,diciendo:

253 —¡Daos prisa, malos hijos, ruines! Ojalá que en lugar de Héctorhubieseis muerto todos en las veleras naves. ¡Ay de mí, desventurado, queengendréhijosvalentísimosenlavastaTroya,yyapuedodecirqueningunomequeda!AldivinoMéstor,aTroilo,quecombatíaencarro,yaHéctor,queera un dios entre los hombres y no parecía hijo de un mortal, sino de unadivinidad, Ares les dio muerte; y restan los que son indignos, embusteros,danzarines, señalados únicamente en los coros y hábiles en robar al pueblocorderosycabritos.Pero¿nomeprepararéisalinstanteelcarro,poniendoenéltodasestascosas,paraqueemprendamoselcamino?

263Asídijo.Ellos,temiendolareconvencióndelpadre,sacaronuncarrodemulas,dehermosasruedas,magnífico,reciénconstruido;pusieronencima

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el arca, que ataron bien; descolgaron del clavo el corvo yugo demadera deboj,provistodeanillos,ytomaronunacorreadenuevecodosqueservíaparaatarlo.Colgarondespuéselyugosobrelaparteanteriordelalanza,metieronel anillo en su clavija, y sujetaron a aquél, atándolo con la correa, a la cualhicierondartresvueltasacadaladoycuyosextremosreunieronenunnudo.Luegofueronsacandodelacámarayacomodandoenelpulimentadocarrolosinnumerablesdonesparael rescatedeHéctor;uncieron lasmulasde tiro,defuertescascos,queenotrotiempohabíanregaladolosmisiosaPríamocomoespléndidopresente,yacercaronalyugodoscorceles,aloscualeselancianoenpersonadabadecomerenpulimentadopesebre.

281MientraselheraldoyPríamo,prudentesambos,uncíanloscaballosenelaltopalacio,acercóselesHécuba,conánimoabatido,llevandoensudiestrauna copa de oro, llena de dulce vino, para que hicieran la libación antes departir;y,deteniéndosedelantedelcarro,dijoaPríamo:

287Toma,hazlalibaciónalpadreZeusysuplícalequepuedasvolverdelcampamento de los enemigos a tu casa; ya que tu ánimo lo incita a ir a lasnavescontramideseo.Ruega,pues,alCroniónIdeo,eldiosdelassombríasnubesquedesdeloaltocontemplaaTroyaentera,ypídelequehagaapareceratuderechasuvelozmensajera,elavequeleesmásqueridaycuyafuerzaesinmensa, para que, en viéndola con tus propios ojos, vayas, alentado por elagüero, a las naves de los dánaos, de rápidos corceles.Y si el largovidenteZeusnoteenviasesumensajera,yonoteaconsejaríaquefuerasalasnavesdelosargivospormuchoquelodesees.

299RespondiólePríamo,semejanteaundios:

300—¡Ohmujer!Nodejaré dehacer lo queme recomiendas.Bueno eslevantarlasmanosaZeus,paraquedenosotrosseapiade.

302Dijoasíelanciano,ymandóalaesclavadespenseraqueledieseagualimpiaalasmanos.Presentóselacautivaconunafuenteyunjarro.YPríamo,asíquesehubolavado,recibiólacopademanosdesuesposa;oró,depie,enmedio del patio; libó el vino, alzando los ojos al cielo, y pronunció estaspalabras:

308 —¡Padre Zeus, que reinas desde el Ida, gloriosísimo, máximo!Concédeme que al llegar a la tienda deAquiles le sea yo grato y demí seapiade;yhazqueaparezcaamiderechatuvelozmensajera,elavequeteesmás querida y cuya fuerza es inmensa, para que después de verla con mispropiosojosvaya,alentadoporelagüero,alasnavesdelosdánaos,derápidoscorceles.

314Asídijorogando.OyóleelpróvidoZeus,yalmomentoenviólamejordelasavesagoreras,unáguilarapazdecolorobscuro,conocidaconelnombre

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depercnón.Cuantaanchurasuele teneren lacasadeun rico lapuertade lacámaradealtotecho,bienadaptadaalmarcoyaseguradaporuncerrojo,tantoespacio ocupaba con sus alas, desde el uno al otro extremo, el águila queapareció volando a la derecha por cima de la ciudad. Al verla, todos sealegraronylaconfianzarenacióensuspechos.

322Elancianosubiópresurosoalcarroyloguioalacalle,pasandoporelvestíbuloyelpórticosonoro.Ibandelantelasmulasquetirabandelcarrodecuatro ruedas, y eran gobernadas por el prudente Ideo; seguían los caballosqueelviejoaguijabaconellátigoparaqueatravesaranprestamentelaciudad;y todos los amigos acompañaban al rey, derramando abundantes lágrimas,comosialamuertecaminara.Cuandohubieronbajadodelaciudadalcampo,hijos y yernos regresaron a Ilio. Mas, al atravesar Príamo y el heraldo lallanura, no dejó de advertirlo el largovidente Zeus, que vio al anciano y secompadeciódeél.Y,llamandoenseguidaasuhijoHermes,lehablódiciendo:

334—¡Hermes!Puestoqueteesgratoacompañaraloshombresyoyeslassúplicasdelquequieres, anda,vey conduceaPríamoa las cóncavasnavesaqueas, de suerte que ningún dánao le vea ni le descubra hasta que hayallegadoalatiendadelPelida.

339 Así habló. El mensajero Argicida no fue desobediente: calzóse alinstante los áureos divinos talares que le llevaban sobre el mar y la tierrainmensa con la rapidez del viento, y tomó la vara con la cual adormece losojosdecuantosquiereodespiertaalosqueduermen.Llevándolaenlamano,el poderoso Argicida emprendió el vuelo, llegó muy pronto a Troya y alHelesponto, y echó a andar, transfigurado en un joven príncipe a quiencomienzaasalirelbozoyestágraciosísimoenlaflordelajuventud.

349CuandoPríamoyelheraldollegaronmásalládelgrantúmulodeIlo,detuvieron las mulas y los caballos para que bebiesen en el río. Ya se ibahaciendonochesobrelatierra.AdvirtióelheraldolapresenciadeHermes,queestabajuntoaél,yhablandoaPríamodijo:

354 —Atiende, Dardánida, pues el lance que se presenta requiereprudencia.Veo a un hombre yme figuro que al punto nos ha dematar.Ea,huyamosenel carro,o supliquémosle, abrazandosus rodillas,paraver si secompadecedenosotros.

358Asídijo.Turbóselealancianolarazón,sintióungranterror,seleerizóelpeloen los flexiblesmiembrosyquedóestupefacto.EntonceselbenéficoHermessellegóalviejo,tomóleporlamanoyleinterrogódiciendo:

362—¿Adónde,padremío,dirigesestoscaballosymulasdurantelanochedivina,mientras duermen los demásmortales? ¿No temes a los aqueos, querespiran valor, los cuales te sonmalévolos y enemigos y se hallan cerca de

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nosotros?Sialgunodeellostevieraconducirtantasriquezasenestaobscurayrápida noche, ¿qué resolución tomarías? Tú no eres joven, éste que teacompañaestambiénanciano,ynopodríaisrechazaraquienosultrajara.Peroyono tecausaréningúndañoy,además, tedefenderíadecualquierhombre,porqueteencuentrosemejanteamiqueridopadre.

372RespondióleelancianoPríamo,semejanteaundios:

373—Así es, como dices, hijo querido. Pero alguna deidad extiende lamano sobre mí, cuando me hace salir al encuentro un caminante de tanfavorableauguriocomotú,quetienescuerpoyaspectodignosdeadmiraciónyespírituprudente,ynacistedepadresfelices.

378DíjoleasuvezelmensajeroArgicida:

379—Sí, anciano, oportunoes cuanto acabasdedecir.Pero, ea, hablaydimeconsinceridad:¿mandasagenteextrañatantasytanpreciosasriquezasafindeponerlasencobro,oyatodosabandonáis,amedrentados,lasagradaIlio,por habermuerto el varónmás fuerte, tu hijo, que a ninguno de los aqueoscedíaenelcombate?

386ContestóleelancianoPríamo,semejanteaundios:

387—¿Quiéneres,hombreexcelente,ycuáleslospadresdequenaciste,quecontantaoportunidadhasmencionadolamuertedemihijoinfeliz?

389ReplicóelmensajeroArgicida:

390 —Me quieres probar, oh anciano, y por eso me hablas del divinoHéctor.Muchasveceslevieronestosojosenlabatalla,dondelosvaronessehacenilustres,ytambiéncuandollegóalasnavesmatandoargivos,aquieneshería con el agudo bronce. Nosotros le admirábamos sinmovernos, porqueAquiles estaba irritado contra elAtridaynonosdejabapelear.Puesyo soyservidor de Aquiles, con quien vine en la misma nave bien construida;desciendodemirmidonesytengoporpadreaPolíctor,queesricoyancianocomo tú. Soy el más joven de sus siete hijos y, como lo decidiéramos porsuerte,tocómeamíacompañaralhéroe.Yahorahevenidodelasnavesalallanura,porquemañana los aqueos,deojosvivos, presentaránbatalla en loscontornos de la ciudad: se aburren de estar ociosos, y los reyes aqueos nopuedencontenersuimpacienciaporentrarencombate.

405RespondióleelancianoPríamo,semejanteaundios:

406—SieresservidordelPelidaAquiles,ea,dimetodalaverdad:¿mihijoyaceaúncercadelasnaves,oAquileslohadesmembradoyentregadoasusperros?

410ContestóleelmensajeroArgicida:

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411—¡Ohanciano!Ni losperrosni las aves lohandevorado,y todavíayacejuntoalanavedeAquiles,dentrodelatienda.Docedíasllevadeestartendido,ynielcuerposepudre,ni locomen losgusanosquedevorana loshombresmuertos en la guerra. Cuando apunta la divinal aurora, Aquiles loarrastrasinpiedadalrededordeltúmulodesucompañeroquerido;peroniaunasí lo desfigura, y túmismo, si a él te acercaras, lo admirarías de ver cuánfrescoestá:lasangrelehasidolavada,nopresentamanchaalguna,ycuantasheridasrecibió—puesfueronmuchoslosqueleenvasaronelbronce—todassehancerrado.Detalmodolosbienaventuradosdiosescuidandetubuenhijo,aundespuésdemuerto,porqueeramuycaroasucorazón.

424Asíhabló.Alegróseelanciano,yrespondiódiciendo:

425 —¡Oh hijo! Bueno es ofrecer a los inmortales los debidos dones.Jamásmihijo,sinohasidounsueñoquehayaexistido,olvidóenelpalacioalosdiosesquemoranenelOlimpo,yporestoseacordarondeélenel fataltrancedelamuerte.Mas,ea,recibedemismanosestalindacopa,paraquelaguardes,yguíameconelfavordelosdioseshastaquellegueala tiendadelPelida.

432DíjoleasuvezelmensajeroArgicida:

433 —Quieres tentarme, anciano, porque soy más joven; pero no mepersuadiráscontusruegosaqueacepteelregalosinsaberloAquiles.Letemoymedamuchomiedodefraudarle:nofueraquedespuéssemesiguiesealgúndaño.Peroteacompañaríacuidadosamenteenunaveleranaveoapie,aunquefuerahastalafamosaArgos,ynadieosaríaacometerte,despreciandoalguía.

440Dijo; y, subiendo el benéficoHermes al carro, recogió al instante ellátigo y las riendas e infundió gran vigor a los corceles y mulas. Cuandollegaron al foso y a las torres que protegían las naves, los centinelascomenzaban a preparar la cena, y el mensajero Argicida los adormeció atodos; enseguida abrió la puerta, descorriendo los cerrojos, e introdujo aPríamoyelcarroquellevabalosespléndidosregalos.Llegaron,porfin,alaelevadatiendaquelosmirmidoneshabíanconstruidoparaelreycontroncosdeabeto,cubriéndolaconuntechoinclinadodefrondosascañasquecortaronen la pradera; rodeábala una gran cerca demuchas estacas y tenía la puertaaseguradaporunabarradeabetoquequitabanoponíantresaqueosjuntos,ysólo Aquiles la descorna sin ayuda. Entonces el benéfico Hermes abrió lapuerta e introdujo al anciano y los presentes para el Pelida, el de los piesligeros.Yapeándosedelcarro,dijoaPríamo:

460—¡Ohanciano!Yosoyundiosinmortal,soyHermes;ymipadremeenvió para que fuese tu guía. Me vuelvo antes de llegar a la presencia deAquiles,pues sería indecorosoqueundios inmortal se tomarapúblicamentetanto interés por los mortales. Entra tú, abraza las rodillas del Pelida y

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suplícaleporsupadre,porsumadredehermosacabellerayporsuhijo,paraqueconmuevassucorazón.

468 Cuando esto hubo dicho, Hermes se encaminó al vasto Olimpo.Príamo saltó del carro a tierra, dejó a Ideo con el fin deque cuidasede loscaballos ymulas, y fue derecho a la tienda en quemorabaAquiles, caro aZeus.Hallóledentroysusamigosestabansentadosaparte;sólodosdeellos,elhéroeAutomedonteyÁlcimo,vástagodeAres,leservían,puesacababadecenar;y,sibienyanocomíanibebía,aunlamesacontinuabapuesta.ElgranPríamo entró sin ser visto, acercóse a Aquiles, abrazóle las rodillas y besóaquellas manos terribles, homicidas, que habían dadomuerte a tantos hijossuyos.Comoquedan atónitos losque, hallándose en la casadeun rico, venllegaraunhombreque,poseídode lacruelOfuscación,matóensupatriaaotrovarónyhaemigradoapaísextraño,deigualmaneraasombróseAquilesdeveraldeiformePríamo;ylosdemássesorprendierontambiénysemiraronunosaotros.YPríamosuplicóaAquiles,dirigiéndoleestaspalabras:

486Acuérdate de tu padre,Aquiles, semejante a los dioses, que tiene lamisma edad que yo y ha llegado al funesto umbral de la vejez. Quizá losvecinoscircunstantesleoprimenynohayquientesalvedelinfortunioydelaruina;peroalmenosaquél,sabiendoquetúvives,sealegraensucorazónyespera de día en día que ha de ver a su hijo, llegado de Troya. Mas yo,desdichadísimo,despuésqueengendréhijosexcelentesenlaespaciosaTroya,puedodecirquedeellosningunomequeda.Cincuentateníacuandovinieronlos aqueos: diez y nueve procedían de un solo vientre; a los restantesdiferentesmujereslosdieronaluzenelpalacio.AlosmáselfuribundoAreslesquebrólasrodillas;yelqueeraúnicoparamí,puesdefendíalaciudadysushabitantes,aésetúlomatastepocoha,mientrascombatíaporlapatria,aHéctor,porquienvengoahoraalasnavesdelosaqueos,afinderedimirlodeti,ytraigouninmensorescate.Pero,respetaalosdioses,Aquiles,yapiádatede mí, acordándote de tu padre; que yo soy todavía más digno de piedad,puesto queme atreví a lo que ningún otromortal de la tierra: a llevar amibocalamanodelhombrematadordemishijos.

507Asíhabló.AAquileslevinodeseodellorarporsupadre;y,asiendodelamanoaPríamo,apartólesuavemente.Entregadosunoyotroalosrecuerdos,Príamo,caídoalospiesdeAquiles,llorabacopiosamenteporHéctor,matadordehombres;yAquiles llorabaunasvecesasupadreyotrasaPatroclo;yelgemirdeentrambossealzabaen la tienda.MasasíqueeldivinoAquilessehartó de llanto y el deseo de sollozar cesó en su alma y en susmiembros,alzósedelasilla,tomóporlamanoalviejoparaqueselevantara,y,mirandocompasivosublancacabezaysublancabarba,díjoleestasaladaspalabras:

518—¡Ah,infeliz!Muchossonlosinfortuniosquetuánimohasoportado.¿Cómoosastevenirsoloalasnavesdelosaqueos,alosojosdelhombreque

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tematótantosytanvalienteshijos?Dehierrotieneselcorazón.Mas,ea,tomaasientoenestasilla;y,aunquelosdosestamosafligidos,dejemosreposarenelalmalaspenas,pueseltristellantoparanadaaprovecha.Losdiosesdestinaronalosmíserosmortalesavivirenlatristeza,ysóloellosestándescuitados.EnlosumbralesdelpalaciodeZeushaydostonelesdedonesqueeldiosreparte:enelunoestánlosmalesyenelotrolosbienes.AquélaquienZeus,quesecomplace en lanzar rayos, se los da mezclados, unas veces topa con ladesdichayotrasconlabuenaventura;peroelquetansólorecibepenasviveconafrenta,unagranhambrelepersiguesobreladivinatierrayvadeunladoparaotrosinserhonradoniporlosdiosesniporloshombres.Asílasdeidadeshicieron a Peleo claros dones desde su nacimiento: aventajaba a los demáshombres en felicidad y riqueza, reinaba sobre los mirmidones, y, siendomortal,ledieronpormujerunadiosa.Perotambiénladivinidadleimpusounmal:quenotuviesehijosquereinaranluegoenelpalacio.Tansóloengendróuno, a mí, cuya vida ha de ser breve; y no le cuido en su vejez, porquepermanezcoenTroya,muylejosdelapatria,paracontristarteatiyatushijos.Ydicenquetambiéntú,ohanciano,fuistedichosoenotrotiempo;yqueenelespacio que comprende Lesbos, donde reinó Mácar, y más arriba la FrigiahastaelHelesponto inmenso,descollabasentre todospor tu riquezaypor tuprole.Mas,desdeque losdiosescelestiales te trajeronestaplaga, sucédensealrededor de la ciudad las batallas y las matanzas de hombres. Súfreloresignadoynodejesquedetucorazónseapodereincesantepesar,puesnadaconseguirásafligiéndotepor tuhijo,ni lograrásquese levante,antes tendrásquepadecerunnuevomal.

552RespondióenseguidaelancianoPríamo,semejanteaundios:

553—Nomehagassentarenestasilla,alumnodeZeus,mientrasHéctoryace insepultoen la tienda.Entrégamelocuantoantesparaque locontempleconmis ojos, y tú recibe el cuantioso rescate que te traemos.Ojalá puedasdisfrutardeélyvolveralpatriosuelo,yaqueahoramehasdejadoviviryverlaluzdelsol.

559Mirándolecontorvafaz,ledijoAquiles,eldelospiesligeros:

560—¡Nomeirritesmás,ohanciano!TengoacordadoentregarteaHéctor,puesparaelloZeusmeenviócomomensajeralamadrequemedioaluz, lahijadelancianodelmar.Comprendotambién,ohPríamo,ynosemeoculta,queundiostetrajoalasvelerasnavesdelosaqueos;porqueningúnmortal,aunqueestuvieseen la florde la juventud,seatreveríaaveniralejército,nientraríasinservistoporloscentinelas,nidesatrancaríaconfacilidadnuestraspuertas.Abstente,pues,deexacerbarlosdoloresdemicorazón;noseaqueati,ohanciano,noterespeteenmitienda,aunquesiendomisuplicante,yviolelasórdenesdeZeus.

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571Así dijo. El anciano sintió temor y obedeció elmandato. El Pelida,saltandocomounleón,saliódelatienda,ynosefuesolo,pueslesiguierondos de sus servidores: el héroe Automedonte y Álcimo, que eran loscompañeros a quienes más apreciaba desde que había muerto Patroclo.Enseguidadesengancharoncaballosymulas, introdujeronel heraldo,vocerodel anciano, haciéndole sentar en una silla, y quitaron del lustroso carro losinmensosrescatesdelacabezadeHéctor.Tansólodejarondosmantosyunatúnicabientejida,paraenvolverelcadáverantesqueloentregaraparaquelollevasen a casa. Aquiles llamó entonces a las esclavas y les mandó que lolavaranyungieran, trasladándoloaotraparteparaquePríamonovieseasuhijo;no fueraque, afligiéndosealverlo,nopudiese reprimir la cóleraen supecho e irritase el corazón de Aquiles, y éste lo matara, quebrantando lasórdenesdeZeus.Lavadoyayungidoconaceite,lasesclavaslocubrieronconlatúnicayelhermosopalio,despuéselmismoAquileslolevantóycolocóenun lecho, ypor fin los compañeros lo subieron al lustroso carro.Yel héroesuspiróydijo,nombrandoasuamigo:

592—Noteenojesconmigo,ohPatroclo,sienelHadesteenterasdequeheentregadoeldivinoHéctorasupadre;puesmehatraídounrescatedigno,ydeéltededicaréladebidaparte.

596Hablóasí el divinoAquilesyvolvióa la tienda.Sentóse en la silla,labrada con mucho arte, de que antes se había levantado y que se hallabaadosadaalmuro,yenseguidadirigióaPríamoestaspalabras:

599—Tuhijo,ohanciano,rescatadoestá,comopedías:yaceenunlecho,yaldespuntar laaurorapodrásverloy llevártelo.Ahorapensemosencenar,pueshastaNíobe,ladehermosastrenzas,seacordódetomaralimentocuandoenelpalaciomurieronsusdosvástagos:seishijasyseishijosflorecientes.Aéstos Apolo, airado contra Níobe, los mató disparando el arco de plata; aaquéllas diolesmuerteÁrtemis, que se complace en tirar flechas; porque lamadreosabacompararseconLeto, ladehermosasmejillas,ydecíaqueéstasólohabíadadoaluzdoshijos,yellahabíatenidomuchos;ylosdeladiosa,no siendo más que dos, acabaron con todos los de Níobe. Nueve díaspermanecierontendidosensusangre,ynohuboquienlosenterraraporqueelCronión a la gente la había vuelto de piedra; pero, al llegar el décimo, losdiosescelestiales lossepultaron.YNíobe,cuandosehubocansadodellorar,pensóenelalimento.HállaseactualmenteenlasrocasdelosmontesyermosdeSípilo,donde,segúndice,estánlasgrutasdelasninfasquebailanjuntoalAqueloo, y aunque convertida en piedra, devora aún los dolores que lasdeidadeslecausaron.Mas,ea,divinoanciano,cuidemostambiénnosotrosdecomer, y más tarde, cuando hayas transportado el hijo a Ilio, podrás hacerllantosobreelmismo,yseráportimuyllorado.

626 En diciendo esto, el veloz Aquiles levantóse y degolló una blanca

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oveja; sus compañeros la desollaron y prepararon bien como era debido; ladescuartizaron con arte, y, cogiendo con pinchos los pedazos, los asaroncuidadosamente y los retiraron del fuego. Automedonte repartió pan enhermosascestas,yAquilesdistribuyólacarne.Ellosalargaronladiestraalosmanjaresqueteníandelante;y,cuandohubieronsatisfechoeldeseodecomerydebeber,PríamoDardánidaadmirólaestaturayelaspectodeAquiles,puesel héroe parecía un dios; y, a su vez, Aquiles admiró a Príamo Dardánida,contemplando su noble rostro y escuchando sus palabras. Y, cuando sehubierondeleitado,mirándoseelunoalotro,elancianoPríamo,semejanteaundios,dijoelprimero:

635—Mándameahora,sintardanza,alacama,ohalumnodeZeus,paraque, acostándonos, gocemos del dulce sueño. Mis ojos no se han cerradodesde que mi hijo murió a tus manos, pues continuamente gimo y devoroinnumerablescongojas,revolcándomeporelestiércolenelrecintodelpatio.Ahora he probado la comida y rociado con el negro vino la garganta, puesdesdeentoncesnadahabíaprobado.

643Dijo.Aquilesmandóasuscompañerosyalasesclavasquepusierancamasdebajodelpórtico,lasproveyesendehermososcobertoresdepúrpura,extendiesen sobre ellos tapetes y dejasen encima afelpadas túnicas paraabrigarse.Lasesclavassalierondelatiendallevandoantorchasensusmanos,y aderezaron diligentemente dos lechos. Y Aquiles, el de los pies ligeros,chanceándose,dijoaPríamo:

650—Acuéstatefueradelatienda,ancianoquerido;noseaquealgunodeloscaudillosaqueosvenga,comosuelen,aconsultarmesobresusproyectos;sialguno de ellos lo viera durante la veloz y obscura noche, podría decirloenseguidaaAgamenón,pastordepueblos,yquizássediferinalaentregadelcadáver.Mas, ea, habla y dime con sinceridad durante cuántos días quiereshacer honras al divino Héctor, para, mientras tanto, permanecer yo mismoquietoycontenerelejército.

659RespondióleenseguidaelancianoPríamo,semejanteaundios:

660—Si quieres que yo pueda celebrar los funerales del divinoHéctor,haciendoloquevoyadecirte,ohAquiles,medejaríascomplacido.Yasabesque vivimos encerrados en la ciudad; y la leña hay que traerla de lejos, delmonte,ylostroyanostienenmuchomiedo.Durantenuevedíaslolloraremosen el palacio, el décimo lo sepultaremos y el pueblo celebrará el banquetefúnebre, elundécimo leerigiremosun túmuloyelduodécimovolveremosapelear,sinecesariofuere.

668ContestóleeldivinoAquiles,eldelospiesligeros:

669—Se hará como dispones, anciano Príamo, y suspenderé la guerra

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tantotiempocomomepides.

671Así, pues, diciendo, estrechópor el puño ladiestradel ancianoparaque no sintiera en su alma temor alguno. El heraldo y Príamo, prudentesambos,seacostaron,allíenelvestíbulodelamansión.Aquilesdurmióenelinteriordelatienda,sólidamenteconstruida,yasuladodescansóBriseide,ladehermosasmejillas.

677Lasdemásdeidadesyloshombresquecombatenencarrosdurmierontodalanoche,vencidosdeldulcesueño;peroéstenoseapoderódelbenéficoHermes,quemeditabacómosacaríadelrecintodelasnavesalreyPríamosinque lo advirtiesen los sagrados guardianes de las puertas. E, inclinándosesobrelacabezadelrey,asíledijo:

683 —¡Oh anciano! No te inquieta el peligro cuando duermes así, enmedio de los enemigos, después que Aquiles te ha respetado. Acabas derescatar a tu hijo, dandomuchos presentes; pero los otros hijos que allá sequedaron tendrían que dar tres vecesmás para redimirte vivo, si llegaran adescubrirteAgamenónAtridaylosaqueostodos.

689Asídijo.Elancianosintiótemorydespertóalheraldo.Hermesunciócaballosymulas,yactocontinuolosguioporentreelejércitosinquenadieloadvirtiera.

692Mas,al llegaralvadodelvoraginosoJanto,ríodehermosacorrienteque el inmortalZeus había engendrado,Hermes se fue al vastoOlimpo.LaAurora de azafranado velo se esparcía por toda la tierra, cuando ellos,gimiendoylamentándose,guiabanloscorceleshacialaciudad,ylesseguíanlasmulasconelcadáver.Ningúnhombrenimujerdehermosacinturalosviollegar antes que Casandra, semejante a la áurea Afrodita; pues, subiendo aPérgamo,distinguióelcarroyenélasupadreyalheraldo,pregonerodelaciudad,yviodetrásaHéctor, tendidoenun lechoque lasmulasconducían.Enseguidaprorrumpióensollozosyfueclamandoportodalaciudad:

704 —Venid a ver a Héctor, troyanos y troyanas, si otras veces osalegrasteisdequevolviesevivodelcombate;pueseraelregocijodelaciudadydetodoelpueblo.

707Asídijo,yningúnhombrenimujersequedóallí,enlaciudad.Todossintieronintolerablecongojayfueronajuntarsecercadelaspuertasconelqueles traía el cadáver.La esposa querida y la venerandamadre, echándose lasprimerassobreelcarrodehermosasruedasytocandoconsusmanoslacabezade Héctor, se arrancaban los cabellos; y la turba las rodeaba llorando. Yhubieran permanecido delante de las puertas todo el día, hasta la puesta delsol,derramandolágrimasporHéctor,sielancianonoleshubiesedichodesdeelcarro:

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716—Haceosaunladoparaqueyopaseconlasmulas;y,unavezlohayaconducidoalpalacio,oshartaréisdellanto.

718Asíhabló;yellos,apartándose,dejaronquepasaraelcarro.Dentroyadelmagníficopalacio,pusieronelcadáverentorneadolechoahicieronsentara su alrededor cantores que preludiaban el treno: éstos cantaban dolientesquerellas, y las mujeres respondían con gemidos. Y en medio de ellasAndrómaca, la de níveos brazos, que sostenía con las manos la cabeza deHéctor,matadordehombres,diocomienzoalaslamentacionesexclamando:

725—¡Marido!Salistedelavidacuandoaúnerasjoven,ymedejasviudaen el palacio. El hijo que nosotros ¡infelices! hemos engendrado es todavíainfanteynocreoquelleguealamocedad;antesserálaciudadarruinadadesdesucumbre,porquehasmuertotúqueerassudefensor,elquelasalvaba,elqueprotegía a las venerables matronas y a los tiernos infantes. Pronto se lasllevaránenlascóncavasnavesyamíconellas.Ytú,hijomío,omeseguirásytendrásqueocuparteenoficiosviles,trabajandoenprovechodeunamocruel;o algún aqueo te cogerá de la mano y te arrojará de lo alto de una torre,¡muertehorrenda!,irritadoporqueHéctorlemataraelhermano,elpadreoelhijo;puesmuchosaqueosmordieronlavastatierraamanosdeHéctor.Noerablandotupadreenlafunestabatalla,yporesto le llorantodosenlaciudad.¡OhHéctor!Hascausadoatuspadresllantoydolorindecibles,peroamímeaguardanlaspenasmásgraves.Nisiquierapudiste,antesdemorir,tendermelos brazos desde el lecho, ni hacerme saludables advertencias que hubierarecordadosiempre,denocheydedía,conlágrimasenlosojos.

746 Así dijo llorando, y las mujeres gimieron. Y entre ellas, Hécubaempezóasuvezelfunerallamento:

748—¡Héctor,elhijomásamadodemicorazón!Nopuededudarsedequeenvidafuerascaroalosdioses,puesnoseolvidarondetienelfataltrancedelamuerte.Aquiles, el de los pies ligeros, a los demás hijosmíos que logrócogervendiólosalotroladodelmarestéril,enSamos,ImbrosoLemnos,deescarpada costa; a ti, después de arrancarte el alma con el bronce de largapunta, lo arrastraba muchas veces en torno del sepulcro de su compañeroPatroclo,aquienmataste,masnoporestoresucitóasuamigo.Yahorayacesenelpalacio,tanfrescocomosiacabarasdemorirysemejantealqueApolo,eldelargénteoarco,mataconsussuavesflechas.

760Asíhabló,derramandolágrimas,yexcitóentodosvehementellanto.YHelenafuelaterceraendarprincipioalfunerallamento:

762 —¡Héctor, el cuñado más querido de mi corazón! Mi marido, eldeiformeAlejandro,me trajoaTroya, ¡ojalámehubieramuertoantes!;yenlos veinte años que van transcurridos desde que vine y abandoné la patria,jamásheoídodetubocaunapalabraofensivaogrosera;ysienelpalaciome

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increpabaalgunodeloscuñados,delascuñadasodelasesposasdeaquéllos,olasuegra—pueselsuegrofuesiemprecariñosocomounpadre—,conteníassuenojoaquietándoloscontuafabilidadytussuavespalabras.Conelcorazónafligidolloroalavezportiypormí,desgraciada;queyanohabráenlavastaTroyaquienmeseabenévoloniamigo,puestodosmedetestan.

776Asídijollorando,ylainmensamuchedumbreprorrumpióengemidos.YelancianoPríamodijoalpueblo:

778 —Ahora, troyanos, traed leña a la ciudad y no temáis ningunaemboscadaporpartedelosargivos;puesAquiles,aldespedirmeenlasnegrasnaves,meprometiónocausarnosdañohastaquellegueladuodécimaaurora.

782Asídijo.Pronto lagentedelpueblo,unciendoa loscarrosbueyesymulas, se reunió fuera de la ciudad. Por espacio de nueve días acarrearonabundanteleña;y,cuandopordécimavezapuntólaaurora,quetraela luzalosmortales,sacaronllorandoelcadáverdelaudazHéctor, lopusieronenloaltodelapirayleprendieronfuego.

788Mas,asíquesedescubriólahijadelamañana,laAuroraderosáceosdedos,congregóseelpuebloen tornode lapiradel ilustreHéctor.Ycuandotodosacudieronysehubieronreunido,apagaronconnegrovinolapartedelapira a que la violencia del fuego había alcanzado; y seguidamente loshermanosylosamigos,gimiendoycorriéndoleslaslágrimasporlasmejillas,recogieronlosblancoshuesosyloscolocaronenunaurnadeoro,envueltosenfino velo de púrpura. Depositaron la urna en el hoyo, que cubrieron conmuchasygrandespiedras,yerigieroneltúmulo.Habíanpuestocentinelasportodos lados,parano ser sorprendidos si los aqueos,dehermosasgrebas, losacometían. Levantado el túmulo, volviéronse; y, reunidos después en elpalaciodel reyPríamo, alumnodeZeus, celebraronun espléndidobanquetefúnebre.

804AsíhicieronlashonrasdeHéctor,domadordecaballos.